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Excursión Creta del Dragón: Del Puerto de la Quesera a Puebla de la
Sierra septiembre 2017. Agrupación deportiva Rutas
Introducción
Nos vamos hoy a la Sierra de
Ayllón por las fronteras de las
provincias de Madrid, Segovia y
Guadalajara.
(Fotografía: a la izquierda el
ayuntamiento de Riaza).
Después de desayunar en el
pueblo de Riaza, el autobús nos dejará
en el Puerto de la Quesera y de allí
subiremos a Peña la Silla, Peña Tiñosa y
la Cresta del Dragón, la cual debe
realizarse por su misma cumbre aunque si bien hay que tener algo de
cuidado de no tropezar no presenta ninguna dificultad. Para la bajada
pueden barajarse varias propuestas, una continuar hacia el vértice
geodésico de La Atalaya, una zona llana con una fácil bajada hacia la
zona de Cantalojas y el río Lillas o la segunda y que corresponde a esta
excursión es bajar por la Cuerda del
Malcalzado y siempre tanto en la A
como en la B acabando en los caminos
tradicionales.
(Fotografía: abajo retablo de la iglesia
parroquial de Riaza, Nuestra Señora del
Manto).
La ruta que se sigue era el camino
tradicional que usaban los lugareños de
Peñalba de la Sierra para ir hasta Riaza,
pasando por el puerto de la Quesera y la
Hiruela Vieja o Hiruelilla, una
minúscula aldea, abandonada
en los años 50 del siglo
pasado: asombra descubrir en
qué parajes ubicaba la gente
sus casas para poder vivir.
(Fotografía: arriba detalle del
retablo de la iglesia de Nuestra
Señora del Manto).
Nuestra Sierra
La sierra de Ayllón o macizo de Ayllón, está situada entre las provincias de Guadalajara, Segovia y Madrid, es una de las sierras orientales del Sistema Central español. Linda al oeste con las sierras de Somosierra y del Rincón, al este con las de Pela y Alto Rey, al norte con la submeseta Norte y al sur con la Campiña de Guadalajara.
De sus montañas nacen los ríos Jarama y Sorbe, así como otros menores como el Berbellido y el Sonsaz (en torno al Sonsaz se forma una reserva nacional de cinegética). En sus valles crecen los hayedos más meridionales de Europa (Tejera Negra, La Pedrosa y el Hayedo de Montejo), sin faltar en su flora el roble melojo autóctono (aunque en valles húmedos y fríos encontremos otro tipo de roble) y el pino silvestre (pino albar). En cuanto a la vegetación arbustiva tenemos escobas (Genista florida) y jaras, los piornos y brezos. (Fotografía: abajo el hayedo del Puerto de la Quesera es uno de los de la Sierra de Ayllón).
La geología de la
sierra de Ayllón viene
condicionada por dos grandes plegamientos:
a) la orogenia herciniana, cuando se forman cordilleras en toda la Europa occidental mediante enormes masas magmáticas que dan lugar a rocas graníticas, gneises y pizarras,
b) la orogenia alpina, a raíz del período Terciario en que se volvieron a elevar las cordilleras del Sistema Central y cuando se establece la red hidrográfica actual formando los valles y las montañas de hoy en día.
(Fotografía: la carretera asciende desde Riaza hasta el Puerto de la Quesera bajo nosotros el brezo, las hayas con sus tonos rojizos, a la izquierda el robledal de melojos o quercus pirenaica y al fondo los pantanos y el pueblo de Riaza).
La pizarra es la roca más vista en el macizo de Ayllón, que aparece muchas veces junto con las cuarcitas, además de ser la típicamente usada en las construcciones de los pueblos de la zona. Conocidos son
los Pueblos Negros edificados con pizarra negra como Majalrayo, Becerril, Serracín y El Muyo. (Fotografía: empezamos ya en Peña de la Tiñosa a ver la disposición prácticamente vertical de los estratos que caracterizan a la Cresta del Dragón).
La pizarra y la disposición oblicua de sus estratos se caracterizan las cumbres de la zona, diferenciándolas de las cumbres graníticas del Guadarrama. Igualmente las zonas pizarrosas se pueden clasificar según es el tipo de pizarra que da forma:
La pizarra arcillosa se extiende en varios cordeles de la sierra: desde El Cardoso de la Sierra hacia el pico del Lobo, y de allí hacia el puerto de la Quesera. La Cresta del Dragón está formada por este tipo de pizarras, zona en la cual realizamos nuestra excursión, junto al Puerto de la Quesera.
La pizarra oscura es propia de la vertiente norte del macizo correspondiente con las provincias de Segovia y Soria, desde el pico de la Buitrera hasta Grado del Pico. Muchas de estas zonas se mezclan con areniscas y aglomerados del Triásico. Abarca también una zona más amplia desde el río Sonsaz hacia el sur.
(Fotografía: El Pico del Lobo a la vista de nuestras cámaras en nuestro ascenso a La Tiñosa).
Además, hacia el final de nuestra marcha, camino de La Hiruelilla, cruzaremos en las cercanías de un curioso sinclinal del plegamiento
alpino en la zona de contacto de gneises y micacitas (al oeste), con las cuarcitas y pizarras (al este), que ha dejado unas curiosas formaciones pétreas en la junta de los ríos Veguillas y Jaramilla, dónde el Dr. Félix Rodríguez de la Fuente filmó varías
escenas de la serie "El Hombre y la Tierra". (Fotografía: arriba la Cresta del Dragón ha de pasarse con cierta precaución debido a la posición de los estratos). Algo de historia
La organización del territorio tiene sus raíces en la Reconquista y
los privilegios reales, sobe el territorio ganado a los moros y así
nacieron las llamadas Comunidades de Villa y Tierra, de las cuales hubo
cuatro en los montañas de Ayllón: la de Buitrago, la de Ayllón, la de
Galve de Sorbe y la de Sepúlveda (puedes visitar el museo de los fueros
en Sepúlveda).
(Fotografía: abajo
apreciamos el
cresterío y la
disposición de los
estratos).
Éstas eran
Comunidades con
una autonomía a
la hora de dictar
ordenanzas
legales, impartir la
ley y gestionar los
tierras de su
jurisdicción.
(Fotografía: arriba
en cualquier caso no
podemos seguir por
la cresta y cualquier
camino que sea
elegido ha de ir por
la base de los
roquedos).
Así, las tierras de labranza eran de propiedad privada, mientras
que los pastos, los bosques y las aguas de los ríos eran patrimonio
común y, por lo tanto, gestionado por los representantes de los
pueblos integrados en la Comunidad. Estas instituciones forales y
populares, de tipo democrático funcionaron durante siglos, frenando el
feudalismo en Castilla, aunque fueron perdiendo poder a medida que
los reyes concedían privilegios a los señores feudales. También hubo
disputas por la diócesis: la leyenda cuenta que la Peña de la Silla, junto
al Puerto de la Quesera, era el lugar de reunión de los prelados de los
diócesis de Toledo,
Sigüenza y Guadalajara
para dirimir sus disputas,
cuyos límites territoriales
confluían en este preciso
punto.
(Fotografía: abajo la
Cresta del Dragón desde la
Atalaya y su forma).
(Fotografía: abajo ruinas del pueblo de La Hiruelilla).
A partir del siglo XIX comienza la decadencia de la zona por la
pérdida del ganado trashumante, al convertirse en ganado estabulado.
Sus gentes trataron de sobrevivir con la roturación de los campos y el
carboneo, con una economía de subsistencia. Todavía se pueden ver
los restos de los últimos carboneros y horneros de los años 60, que se
componían básicamente de apilamientos circulares de leña cubiertos
de paja y tierra donde tenía lugar la lenta combustión de la madera. La
emigración masiva, que padeció la comarca o mediados del siglo XX, se
centró en las grandes ciudades, que ofrecían trabajo y unas mejores
condiciones de vida, acelerando el proceso de abandono de los
pueblos de la sierra. Algunas de estas aldeas abandonadas fueron
adquiridas por el ICONA paro la repoblación con pinares. Este
despoblamiento parece ahora detenido y se intento la reorientación de
las actividades económicas hacia otros sectores, como el turismo rural,
que hagan que la población, al menos, se mantenga.
Los pueblos
Riaza
Riaza es un
municipio y villa
española enclavada
entre la vertiente norte
del macizo de Ayllón y
la meseta castellana,
en la provincia de
Segovia, en la comunidad autónoma de Castilla y León.
(Fotografía: arriba iglesia parroquial Nuestra Señora del Manto, Riaza).
Fundada hace casi mil años por Gonzalo Fernández, esta villa fue
siempre independiente de las poderosas comunidades de Ayllón y
Sepúlveda, cuyos territorios rodeaban. Su prosperidad se debió al auge
de su cabaña ganadera y su estrecho conexión con la Mesta pues, en su
municipio, nacía la Cañada Real Segoviana que iba a morir en el valle
de Alcudia. Paralelamente se desarrolló una notable actividad textil,
hasta el punto que o finales del siglo XVIII funcionaban 67 telares que
fabricaban paños, sayales y jergas. Varias muestras han quedado de
este esplendoroso pasado, como el palacio de los Vélez de Guevara
(siglo XVI), con su capilla barroca, o la iglesia renacentista de la Virgen
del Manto, que posee una
magnífica tallo de la
Piedad de escuela
castellano del siglo XVII.
(Fotografía: ayuntamiento
de Puebla de la Sierra
abajo).
«Riaza es un pueblo
grandecito, famoso por
sus truchas, de los que
los ríazanos están tan
orgullosos que, no
bastándoles con verlos
en el plato, los llevaron
a su escudo». Quien
escribió esto, Camilo
José Cela, se refiere a
los dos truchas sobre
unas ondas que
componen el escudo de la villa, el cual se muestra en la fachada del
Ayuntamiento, una bella obra con airoso chapitel de hierro forjado
adornando la torre del reloj.
(Fotografías: arriba iglesia de Puebla de la Sierra y abajo el bar).
Patrimonio de Riaza
Plaza Mayor, típica arquitectura con soportales que rodea a una
plaza de suelo de arena circular, donde los meses de septiembre y
como celebración de las Fiestas de Nuestra señora del Manto y de
Hontanares tiene lugar corridas de toros. Es el lugar de referencia
de la villa, en ella se puede degustar la gastronomía castellana de
la zona y descansar en una de sus terrazas de verano (es famosa
por su exquisita
cocina que, además
de truchas, ofrece
buenos usados al
horno). Los lunes
suele tener lugar un
mercadillo de gran
interés y concurrido.
Iglesia de Nuestra Señora del
Manto, del siglo XV.
Ermita de San Juan.
Ermita de San Roque.
Ermita de la Virgen de
Hontanares.
(Fotografías: Puebla de la Sierra está
plagado de esculturas modernistas).
Puebla de la Sierra
Está situada en el Valle de la
Puebla, a los pies de la sierra del
Lobosillo, a unos 110 km de Madrid,
en esta misma comunidad, la
Comunidad de Madrid. Está a unos 20 km de Montejo de la Sierra, que
aunque tenga apenas 300 habitantes, es uno de los municipios más
importantes de la zona, ya que está bastante despoblada.
Situada en otro profundo
valle y rodeado de una barrera
de montañas, Puebla de la Sierra
ha condicionado su desarrollo a
lo inaccesible de su ubicación.
En invierno no es raro que el
puerto de la Puebla, que le da
acceso a Prádena del Rincón,
esté cerrado por la nieve,
quedando así el pueblo
virtualmente aislado.
Perteneciente al Común de Villa
y Tierra de Buitrago, en 1490,
para compensar su aislamiento y
lejanía recibió del Marqués de
Santillana el título de "villa".
(Fotografía: arriba flores de la zona).
Era entonces conocido como la
Pueblo de la Mujer Muerta, en
referencia a la silueta de los montes
de su entorno que recuerdan a una
mujer yaciente, pero este triste nombre fue cambiado en los años 40
por el actual. Pueblo de pastores y carboneros, hoy en día ha
experimentado un auge debido a su interés turístico, derivado de su
interesante arquitectura tradicional a base de gneis y viguería de roble.
Puebla preserva sus tradiciones de manera intacta: las fiestas
patronales en honor a la Virgen de los Dolores que se celebran el 13 de
septiembre, los carnavales en los que se mantienen vivos los figuras del
“Vaquilla” y el “Botarga” o la subido al Cerro Tarda a comer las “Migas
Canas”, pertenecientes al recetaría pastoril a base de pan, tocino y
leche de cabra.
Patrimonio
En el casco urbano se puede admirar la plaza escalonada donde se
alza el Ayuntamiento y la iglesia de la Purísima Concepción,
bastante reconstruida tras los daños sufridos en la Guerra Civil.
Junto a la fuente Vieja (fuente árabe tiene un arco de medio
punto, allí la gente iba a recoger el agua) se encuentra la ermita
de la Soledad, del año 1562 (año de uno de los acontecimientos
más importantes de la historia de Puebla de la Sierra). Para
entonces pertenecía a la cofradía de la Vera Cruz. Actualmente se
emplea como ermita del cementerio de la localidad.
Iglesia parroquial de la Purísima: fue probablemente construida a
principios del siglo XVII. Consta de un cuerpo principal, y tres
naves que están separadas por arcos. En la cabecera está la
espadaña. En la Guerra Civil Española fue gravemente dañada.
Fragua y lavadero
La ruta: Imagen: la ruta partimos del Puerto de la Quesera