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ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN
ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
Emilio Chuvieco Salinero y Mario Burgui Burgui
Departamenteo de Geología, Geografía y Medio Ambiente y
Cátedra de Ética Ambiental "Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno"
Universidad de Alcalá.
www.etica-ambiental.org
Abril 2014
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
2
Contenido
Advertencia ..................................................................................................................... 5
Resumen .......................................................................................................................... 6
Abstract ........................................................................................................................... 8
1. Introducción ................................................................................................................ 9
2. Los valores éticos en las ONG ................................................................................. 11
2.1. Ideología, creencias y preocupación ambiental ................................................ 11
2.2. Los valores de las organizaciones ecologistas .................................................. 13
3. Objetivos del estudio ................................................................................................ 14
4. Metodología .............................................................................................................. 15
4.1. Descripción de la encuesta ................................................................................. 15
4.2. Procesamiento de los datos ................................................................................ 17
4.3. Técnicas estadísticas empleadas ........................................................................ 18
5. Resultados ................................................................................................................. 21
5.1. Descripción de la muestra .................................................................................. 21
5.2. Preocupación por los temas ambientales ........................................................... 23
5.3. Posturas filosóficas y religiosas ......................................................................... 25
5.4. Motivaciones ...................................................................................................... 29
5.5. Valores éticos ..................................................................................................... 31
5.5.1 Posturas ambientales .................................................................................... 31
5.5.2 Problemas ambientales ................................................................................ 33
5.5.3 Cuestiones bioéticas ..................................................................................... 35
5.6. Variables potencialmente explicativas .............................................................. 38
5.6.1 Impacto del grado de compromiso .............................................................. 39
5.6.2 Adscripción religiosa y motivación para conservar la Naturaleza ............. 40
5.6.3 Adscripción religiosa y posturas ambientales ............................................. 41
5.6.4 Adscripción religiosa y cuestiones bioéticas ............................................... 44
5.6.5 Motivaciones para la conservación, posturas ambientales y bioéticas ....... 46
5.6.6 Coherencia en algunos planteamientos éticos ............................................. 49
6. Discusión y conclusiones .......................................................................................... 50
7. Referencias ................................................................................................................ 54
8. Anexos....................................................................................................................... 57
8.1. Anexo 1. Encuesta utilizada en este estudio ..................................................... 57
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
3
8.2. Anexo 2. Resumen de la jornada sobre valores éticos en el ecologismo ......... 60
Índice de figuras
Fig. 1. Grado de compromiso de los encuestados con la ONG. .................................. 22
Fig. 2. Promedio de valoración obtenido acerca de la importancia que los encuestados
conceden a los principales problemas a nivel nacional. .............................................. 23
Fig. 3. Principales posturas filosóficas con las que se identifican los encuestados. ... 26
Fig. 4. Principales posturas religiosas con las que se identifican los encuestados ...... 27
Fig. 5. Grados de acuerdo con determinadas cuestiones ambientales. ........................ 32
Fig. 6. Grados de acuerdo con determinadas alternativas ambientales. ...................... 35
Fig. 7. Grados de acuerdo con determinadas cuestiones bioéticas .............................. 36
Fig. 8. Diagramas sobre el grado de acuerdo sobre la limitación de la población por
razones ambientales en función de la adscripción religiosa ........................................ 43
Fig. 9. Grado de acuerdo sobre la limitación ética del aborto en función de la
adscripción religiosa. .................................................................................................... 45
Índice de tablas
Tabla 1. Porcentaje de respuesta a la pregunta sobre la adscripción religiosa de los
participantes en nuestra encuesta y del conjunto de la sociedad española (datos del
CIS de 2014). ................................................................................................................ 28
Tabla 2. Principales motivaciones para la conservación de la Naturaleza. ................. 30
Tabla 3. Relaciones entre la adscripción religiosa y la motivación para conservar la
Naturaleza. .................................................................................................................... 42
Tabla 4. Valores de significación del test de Kruskal Wallis para la relación entre la
adscripción religiosa y las posturas ambientales. ......................................................... 43
Tabla 5. Valores del test de Kruskal Wallis para la relación entre la adscripción
religiosa y las cuestiones bioéticas. .............................................................................. 46
Tabla 6: Frecuencias de casos en relación con la mediana según adscripción religiosa
en diferentes cuestiones bioéticas ................................................................................. 47
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
4
Tabla 7. Valores del test de Kruskal Wallis para la relación entre la motivación
conservacionista y las posturas ambientales. ............................................................... 48
Tabla 8. Valores del test de Kruskal Wallis para la relación entre la motivación
conservacionista y las cuestiones bioéticas. ................................................................. 48
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
5
Advertencia Este documento forma parte de la Serie de Ensayos en Ética Ambiental y es parte de
las actividades de investigación previstas en el plan de trabajo de la Cátedra de Ética
Ambiental de la Universidad de Alcalá que financia la Fundación Tatiana Pérez de
Guzmán el Bueno.
Publicado por la Cátedra de Ética Ambiental FTPGB - UAH y Digital Reasons SC
ISBN: 978-84-942651-9-8
Diseño de cubierta: Enrique Chuvieco, imagen ClikerFreeVectorImages, en Pixabay
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transforma-
ción de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo
excepción prevista por la ley.
Para más información:
www.etica-ambiental.org
Las afirmaciones incluidas en el libro son responsabilidad exclusiva de los autores.
Ficha bibliográfica:
Chuvieco, E. y Burgui, M. (2014): Estudio sobre valores éticos en organizaciones
ecologistas en España, Alcalá de Henares, Cátedra de Ética Ambiental FTPGB-UAH,
Ensayos de Ética Ambiental, vol. 2, 64 pags. ISBN: 978-84-942651-9-8
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
6
Resumen Las organizaciones ecologistas tienen una creciente relevancia en la sensibilización
de la sociedad sobre los problemas ambientales, así como en la gestión de espacios
naturales, ya sea directamente o mediante su participación en comités consultivos y
órganos de decisión, y a través del voluntariado ambiental o la custodia del territorio.
En el marco de la actividad investigadora de la cátedra de ética ambiental (CEA), nos
pareció relevante conocer mejor las motivaciones filosóficas y religiosas de las per-
sonas que trabajan o colaboran con estas organizaciones, con el objetivo de determi-
nar si tienen influencia sobre sus posturas éticas y, por ende, sobre el desarrollo de su
actividad conservacionista. Para abordar esta investigación, se diseñó una encuesta en
donde se solicitaba el grado de acuerdo sobre distintos aspectos éticos, tanto en el
ámbito propiamente conservacionista, como en otras cuestiones bioéticas controver-
tidas. Se analizaron principalmente tres variables de control: el grado de compromiso
con la organización, la principal motivación para conservar la naturaleza y la adscrip-
ción filosófica y religiosa. La encuesta se realizó a través de una aplicación específica
en internet que estuvo abierta durante tres meses, y a la que respondieron 221 perso-
nas. Completamos el análisis de los resultados con una jornada de estudio que orga-
nizamos con esta misma temática y a la que asistieron 15 organizaciones y fundacio-
nes conservacionistas. Conviene considerar las conclusiones que presentamos en este
documento como preliminares, considerando el pequeño tamaño de la muestra y que
la encuesta no se realizó siguiendo un diseño experimental estricto. No obstante, es-
timamos que resultan de suficiente interés para hacerlas públicas y para que puedan
servir como estímulo en futuros estudios sobre esta temática.
Entre los que participaron en la encuesta dominan las personas vinculadas profesio-
nalmente a las ONG conservacionistas (46%), de edades medias (entre los 20 y los 60
años), y con más de 5 años de experiencia en el trabajo en estas organizaciones. El
resto de los encuestados son simpatizantes y voluntarios permanentes, también vincu-
lados en su mayoría a ONG conservacionistas.
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
7
Los ecologistas encuestados manifiestan un alto grado de interés por las raíces filosó-
ficas de su actividad aunque reconocen que no es un tema prioritario en su trabajo y
que frecuentemente no se reflexiona explícitamente, dejándolo más bien a la esfera
de la intimidad personal. Como cabría esperar por la composición de la muestra, se
observa un notable grado de biocentrismo de los encuestados, sobre todo en lo que
atañe al fuerte rechazo a una explotación irresponsable de la naturaleza, al uso de la
energía nuclear, de pesticidas o de transgénicos. También hay un alto grado de acuer-
do a favorecer impositivamente a las energías renovables o a restringir los medios de
transporte privado en aras de una mayor eficiencia energética.
La adscripción filosófica resultó poco relevante por lo que no la consideramos en los
análisis posteriores. En cuanto a la adscripción religiosa, se constató la diversidad de
creencias entre los ecologistas, si bien se observó una proporción mucho más alta
frente al conjunto de la sociedad española de quienes se consideran budistas (9%), no
creyentes o ateos (53%). Aunque este factor religioso parece tener poca influencia en
las actividades cotidianas de las ONG, sí se observó un influjo estadísticamente signi-
ficativo en las motivaciones para conservar la naturaleza y en la postura de los en-
cuestados ante cuestiones bioéticas controvertidas, como el aborto, la clonación o la
investigación con embriones humanos, siendo las personas creyentes (católicos y de
otras religiones) más partidarios de introducir limitaciones éticas en esas cuestiones
que los no creyentes y ateos.
Finalmente, en el estudio se ha detectado cierta desconexión entre cuestiones de ética
ambiental y de bioética, en ejemplos en los que cabría esperar relación (como en el
establecimiento de límites en la manipulación genética, ya sea de cultivos, animales o
de seres humanos). Esta aparente desconexión entre la bioética y la ecoética no es
nueva, sino que viene del mismo origen de dos disciplinas de ética aplicada que en
definitiva son, o deberían ser, ‘éticas de la vida’; y que se muestra como ejemplo en
el caso de estudio de las organizaciones ecologistas, al igual que podría manifestarse
en otros sectores sociales.
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
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Abstract In this research a survey was conducted to persons linked to environmental (NGO)
organizations in Spain. The survey included questions related to their main motiva-
tions for being active in environmental conservation, as well as their opinions on con-
troversial issues related to the environment and to other bioethical aspects. Most an-
swers imply a biocentric bias, with a strong opposition to an irresponsible use of nat-
ural resources, nuclear energy, herbicides and transgenic crops. Most respondents are
in favor of reducing taxes for renewable energies or stimulating public transportation.
Religious affiliation of respondents is significantly different for general Spanish soci-
ety, with much higher proportion of Buddhist, Agnostic and Atheist and lower pro-
portion of Catholics. Religious opinions are not influential to the daily activity of
NGOs, but they imply significant differences in bioethical values of the respondents,
particularly in their attitudes towards controversial bioethical issues.
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
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1. Introducción Resulta casi obvio subrayar la importancia que las organizaciones ecologistas han
tenido en el creciente interés de la sociedad hacia la conservación de la Naturaleza.
Las críticas que los primeros pensadores conservacionistas, ya en el s. XIX, realizan
al modelo imperante de crecimiento económico –singularmente en EE.UU., en donde
se enfrentaba directamente a un paisaje poco o nada transformado por la impronta
humana– acabó cuajando en movimientos sociales que comenzaron a tomar una po-
sición activa en defensa de esos valores (Chuvieco y Martín, 2012). Tal vez entre
estos pioneros del movimiento conservacionista cabe destacar a John Muir, no por
incorporar ideas especialmente originales respecto a lo que Emerson, Thoreau y otros
pensadores habían ya señalado, sino por ser el primero que convirtió esos ideales en
un movimiento social, a través de la creación en 1892 del Sierra Club
(http://www.sierraclub.org/), una de las primeras y todavía más influyentes organiza-
ciones ambientalistas.
La actividad de estas organizaciones se ha extendido a muchos otros países, casi
siempre de la mano de una creciente conciencia social sobre el deterioro que nuestra
actividad económica tiene en el medio, convergiendo hacia una red de grupos activis-
tas que cada vez tienen más relevancia en los órganos de decisión política sobre la
gestión del medio. En algunos países estos grupos han conseguido incluso una cierta
cota de poder, con presencia significativa en el parlamento y los gobiernos nacional o
regional, como es el caso más notable de Alemania. En otros países, su influencia
social es menos evidente, aunque tienen frecuente consideración en los medios de
comunicación. En cualquier caso, es obvio su papel concienciador hacia el resto de la
sociedad, impulsando una agenda más respetuosa hacia el medio ambiente.
Aunque en España existe constancia de acciones en defensa de la naturaleza desde
finales del siglo XIX, algunos autores consideran que los primeros grupos ecologistas
en nuestro país surgen hace unos 50 años. Sus primeras actuaciones se centran en
contra del plan energético nacional (PEN) (que preveía para España la instalación de
varias centrales nucleares) y frente a otras actuaciones de lo que se entendía como la
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
10
implantación de un modelo desarrollista y tecnocrático, introducido en el país por
multinacionales extranjeras en el marco de lo que el gobierno de la época denominó
Planes de Desarrollo. La reacción antinuclear fue muy fuerte y en muchos casos se
consiguió la paralización de proyectos. Ejemplo de la dureza de los enfrentamientos
es la muerte de dos obreros vascos por disparos en una manifestación anti-
contaminación que tuvo lugar en junio de 1969. Otro ejemplo es el rechazo a los
trasvases, como el del Ebro, que ya en 1974 encontró una fuerte oposición en las ad-
ministraciones aragonesas, los medios de comunicación y la opinión pública general,
con la recogida de 200.000 firmas en contra del proyecto (Gaviria, 1976).
Con la llegada de la democracia en 1978 el movimiento ecologista se desarrolla ex-
traordinariamente, y ya en la década de los 80 aparecen numerosos grupos en todo el
territorio nacional. Hay que destacar la buena acogida social y de los medios de co-
municación en estos inicios. Y en cuanto a la institucionalización, se puede afirmar
que en nuestro país sigue el mismo discurso de los partidos verdes europeos, pues el
nacimiento está marcado por la visita en 1983 de la conocida Petra Kelly, una de las
dirigentes de Los Verdes alemanes. Aprovechando su visita, dieciséis activistas eco-
logistas de todo el país firman el Manifiesto de Tenerife, donde plantean la necesidad
de fundar un partido político como algo imprescindible (Marcellesi, 2008). Actual-
mente, si bien algunas organizaciones mantienen estrechos lazos con partidos políti-
cos con representación parlamentaria, todavía no puede hablarse de que estas organi-
zaciones tengan un peso político amplio. Por otro lado, llama la atención la gran ato-
mización de las organizaciones ecologistas en nuestro país, con múltiples siglas de
distinto ámbito geográfico, desde algunas de cobertura internacional, hasta otras muy
locales. La reciente crisis económica ha supuesto una cierta reestructuración, per-
diéndose muchas y fundiéndose otras con intereses afines.
Otro elemento controvertido hace referencia al conjunto de valores que estos movi-
mientos defienden, más allá de los propiamente conservacionistas. Este aspecto nos
resultaba especialmente atractivo, ya que desde la cátedra de ética ambiental (CEA:
www.etica-ambiental.org) que estamos impulsando, intentamos promover y fomentar
una reflexión más honda sobre las raíces éticas y morales de nuestra actitud ante la
Naturaleza. En qué medida las organizaciones ecologistas tienen postulados éticos
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
11
comunes entre sí, cómo se conectan con otros problemas bioéticos, cómo influyen
esos postulados –si existen– en su actividad cotidiana, son cuestiones de gran rele-
vancia, a nuestro modo de ver, ya que de alguna manera deberían guiar la presencia y
el influjo social de estas organizaciones.
Si bien son abundantes las referencias a la actividad de los grupos ecologistas a nivel
internacional, hay muy pocas que realicen un análisis de sus raíces filosóficas o reli-
giosas, de cuáles son sus motivaciones para hacer lo que hacen, así como de las im-
plicaciones que esas actitudes llevan consigo. Este es el principal objetivo de este
informe, que ha de concebirse como un primer intento de desvelar un tema bastante
complejo, que requeriría ciertamente un estudio de mayor calado. Hemos basado este
trabajo sobre una encuesta abierta a personas que colaboran de una forma u otra con
organizaciones ecologistas en España, tanto asociaciones como fundaciones. Hemos
incluido preguntas relacionadas con raíces filosóficas y religiosas; otras asociadas
con sus posturas ante cuestiones ambientales de actualidad, y finalmente otras ligadas
a dilemas bioéticos, de cara a analizar en qué medida se extienden esas raíces éticas
al juicio sobre otros temas sociales controvertidos.
2. Los valores éticos en las ONG
2.1. Ideología, creencias y preocupación ambiental
En varios estudios se ha estudiado la correspondencia entre distintos tipos de ideolo-
gías y valores, la preocupación ambiental y el activismo conservacionista (Nordlund
y Garvill, 2002; Schultz et al., 2005). Las motivaciones para conservar la Naturaleza
son muy variadas: estéticas, educativas, sanitarias, filosóficas o teológicas (Ramos,
1993). El enfoque filosófico puede obedecer a muy diversas escuelas, desde el aristo-
telismo clásico, hasta el utilitarismo anglosajón, el existencialismo o la llamada “eco-
logía profunda” (Marcos, 2001). Cada planteamiento lleva (o debería llevar) consigo
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12
un determinado enfoque de lo que es la Naturaleza, de la relación que los seres hu-
manos tienen con la misma, y de los derechos y deberes éticos que esa relación con-
lleva. En función del tipo de planteamientos que sustenten una determinada postura
conservacionista, parece razonable que se deriven unas u otras líneas de actuación,
unas prioridades que de alguna manera marquen la agenda social que promueven es-
tas organizaciones.
La mayor relevancia social de la conservación de la Naturaleza que observamos en la
última década, explica también una creciente atención hacia las distintas posturas
filosóficas que se acercan a ella. La crítica ambientalista a la modernidad ha sido ana-
lizada por distintos autores (Gómez-Heras, 2012; Marcos, 2001). La presencia de
valores post-materialistas en la sociedad en general, así como en los ambientes eco-
logistas también ha sido un tema bastante estudiado (Cotgrove y DuffSource, 1981;
Inglehart, 1977).
Junto a los enfoques filosóficos, las creencias también implican unos planteamientos
morales, que afectan a nuestro modo de ver a los demás y al medio ambiente que nos
circunda y, como consecuencia, influyen en nuestra forma de relacionarnos con ellos
(Chuvieco y Martín, 2012). Por esta razón, diversos autores han mostrado el interés
de reflexionar sobre el papel que las grandes religiones tienen en la conservación am-
biental. Algunos autores como Burnett (2006) aprecian vínculos “de fe” común entre
el ecologismo y la religión, mientras otros observan relaciones entre los valores y
actitudes religiosas y el activismo ambiental (Biel y Nilsson, 2005; Guth et al., 1993;
Hayes y Marangudakis, 2001; Kanagy y Nelson, 1995; Sherkat y Ellison, 2007), o
incluso con el radicalismo ambiental (Taylor, 1994). Sin embargo, no es trivial defi-
nir cómo influyen en la práctica las diversas religiones en las motivaciones conserva-
cionistas (Guth et al., 1993), y menos aún de los grupos ecologistas propiamente di-
chos, entre otras cosas por la diversidad de confesiones religiosas y la poca fiabilidad
de las fuentes disponibles.
En nuestro ámbito cultural, las publicaciones que relacionan aspectos filosóficos y
religiosos con la conservación ambiental se han ido incrementando en los últimos
años. Giner y Tábara (1999) estudian la relación del ecologismo con una nueva reli-
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
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giosidad denominada “Piedad Cósmica”. Echavarren (2007, 2009, 2010), ha analiza-
do la relación de esta Piedad Cósmica con la “teoría del miedo”; y su influencia en
los valores y la práctica ecologista. Juan Manuel Iranzo (1996), por su parte, ha si-
tuado el ecologismo dentro de la denominada “Religión Civil”.
2.2. Los valores de las organizaciones ecologistas
Hay una extensa literatura sobre la ideología ecologista y los principios sobre los que
sustenta sus reivindicaciones, sus principales preocupaciones y líneas de acción
(Carlin, 2013; Kovel y Löwy, 2002; Marcellesi, 2008; Olival et al., 2013).
Sin embargo, en sus páginas web públicas, algunas de las organizaciones más cono-
cidas no detallan demasiado sus principios éticos. Por ejemplo, Greenpeace, en su
sección “Misión, visión y valores”, entre otras cosas indica que “es una organización
independiente, política y económicamente, que utiliza la acción directa no violenta
para atraer la atención pública hacia los problemas globales del medio ambiente e
impulsar las soluciones necesarias para tener un futuro verde y en paz” (Greenpeace,
2014). En el caso de Amigos de la Tierra, además de acoger los anteriores valores, se
declaran laicos, justos y solidarios, comprometidos socialmente, etc.(Amigos de la
Tierra, 2014). Ecologistas en acción ofrece una extensa explicación de sus principios
en su web, en la que se encuentran manifestaciones similares a las anteriores, aunque
añadiendo algunas otras (derechos de los animales, por ejemplo) (Ecologistas en
Acción, 2014).
Esta no-afirmación expresa de ideologías guarda coherencia con el pluralismo que
suele ser común en este tipo de organizaciones, por lo que el aspecto ideológico “de
fondo”, las creencias y los valores suelen dejarse para el ámbito de la intimidad per-
sonal. Por otro lado, es posible entender mejor el pensamiento ecologista observando
las posturas hacia las que las organizaciones se muestran contrarias: materialismo,
dominación social, explotación social y ambiental, colonialismo, productivismo, in-
dustrialismo, desarrollismo económico, consumismo, desigualdad Norte-Sur, totalita-
rismos y centralismos políticos, entre otras.
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
14
Existen en muchas organizaciones unos “códigos éticos”, “principios éticos” o “códi-
gos de conducta” que en ocasiones se manifiestan tan sólo de forma breve en sus es-
tatutos fundacionales, si bien en estos casos, por regla general, se refieren al término
ética para asociarlo al uso de los fondos económicos, políticas de transparencia, audi-
torías, etc. Sin embargo, no es habitual que las organizaciones conservacionistas y
ecologistas definan de manera explícita sus referentes en ética ambiental. Esta fue
también una de las conclusiones que pudimos extraer de la reunión que mantuvimos
en la Universidad de Alcalá en noviembre de 2013 con 15 organizaciones conserva-
cionistas (ver Anexo 0).
Desde algunos ámbitos, se ha acusado a los ecologistas de anti-humanistas, en la me-
dida en que puedan situarse en una postura biocéntrica, donde la especie humana se
considera el principal depredador del planeta y, por tanto, causa primera de la degra-
dación ambiental. Consecuente con este principio, sería que la acción conservacionis-
ta más eficaz implicaría abogar por la disminución de la población humana. En este
sentido, algunos activistas pro-derechos humanos indicaban hace algunos años: "Por
eso nos parecen desenfocadas (aunque bienintencionadas) las propuestas del ecolo-
gismo actual: porque su núcleo, su esencia, no es el hombre sino la Naturaleza" (Liga
Española Pro-Derechos Humanos, 1999). Hasta qué punto esta predominancia de lo
natural sobre el ser humano es realmente aceptada por los ecologistas y qué implica-
ciones éticas se derivarían de este planteamiento constituyen motivaciones importan-
tes del trabajo que presentamos en estas páginas.
3. Objetivos del estudio El objetivo general de este estudio es conocer las raíces filosóficas y religiosas de las
personas que colaboran con grupos ecologistas, analizando el impacto que tienen so-
bre las posturas éticas que defienden. En particular, se pretende explorar el impacto
de distintos factores de control en esos valores éticos, asumiendo que el grado de
compromiso con la organización, su principal motivación para la conservación am-
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
15
biental y su adscripción filosófica y religiosa podría explicar en buena medida su en-
foque conservacionista y su postura ante otros valores bioéticos.
4. Metodología
4.1. Descripción de la encuesta
Para llevar a cabo este estudio, realizamos una jornada de trabajo con representantes
de organizaciones ecologistas (Anexo 0) y una encuesta en paralelo entre personas
que trabajan, colaboran activamente o simpatizan con estas organizaciones (Anexo
0). El grueso de nuestro trabajo se basa en los resultados de la encuesta, matizados
por los comentarios que se vertieron en la reunión.
La encuesta estaba formada por 10 preguntas con opciones cerradas, de tal forma que
fueran fácilmente tabulables, aunque también se ofrecía una categoría abierta en al-
gunas preguntas de compleja clasificación.
Las tres primeras preguntas se consideraron variables de control: grupo de edad, gra-
do de compromiso con la organización y tiempo de relación con la organización. Es-
tas preguntas resultarían de utilidad para tener una primera impresión y un conoci-
miento general de los participantes, además de servir en algún caso para establecer
comparativas.
La pregunta 4 (Indica el rango de importancia actual en nuestro país que en tu opi-
nión tienen los siguientes temas) intentaba conocer la prioridad que los encuestados
daban a los problemas ambientales frente a otros de gran trascendencia social y eco-
nómica, pidiéndoles que los ordenaran por importancia. Pretendíamos confirmar si
habría diferencias en esa priorización entre las personas con mayor compromiso am-
biental y el resto de la sociedad española, ya que una pregunta similar se incluye ge-
neralmente en las encuestas de opinión que elabora el Centro de Investigaciones So-
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
16
ciológicas (CIS), al que nos referiremos frecuentemente en este trabajo como refe-
rencia sobre las opiniones de la sociedad española en su conjunto.
Las dos siguientes preguntas (5 y 6) nos resultaban muy relevantes para la encuesta
pues pretendían conocer la adscripción de los encuestados a una determina postura
filosófica y religiosa, lo cual nos parecía un elemento clave para analizar su posicio-
namiento ideológico ante la conservación ambiental y ante algunos dilemas bioéticos
actuales.
Las preguntas que definían estos valores éticos se dividieron en tres grupos. Por un
lado, se solicitaba a los encuestados que nos indicaran su principal motivación para
trabajar activamente en la conservación de la Naturaleza (pregunta 7), orientada a
conocer el valor que le conceden (intrínseco, instrumental, etc.).
Las dos siguientes preguntas se dirigían a conocer las implicaciones prácticas de esos
valores éticos respecto a cuestiones relacionadas con la conservación ambiental (pre-
guntas 8 y 9), y sobre otros aspectos bioéticos socialmente controvertidos (pregunta
10). Se pretendía analizar el grado de biocentrismo o de antropocentrismo de los en-
cuestados y su coherencia en la expresión de distintos valores éticos. En estas tres
preguntas, se solicitaba expresar el grado de acuerdo en una escala numérica, de 1
(nada de acuerdo) a 5 (totalmente de acuerdo).
La encuesta se realizó con la ayuda de un servicio en internet especializado en la rea-
lización y análisis de encuestas (https://es.surveymonkey.com/). El enlace a la en-
cuesta se insertó en la página web de la CEA (www.etica-ambiental.org), además de
en nuestros canales en las redes sociales (Facebook, Twitter y LinkedIn). También se
envió por correo electrónico a listados de correos de ONG ambientalistas disponibles
en internet. La difusión se dirigió principalmente a directivos, trabajadores, volunta-
rios y colaboradores de organizaciones (asociaciones y fundaciones) ecologistas y de
conservación de la Naturaleza. No obstante, al tratarse de una encuesta abierta, tam-
bién participaron en la misma algunas personas que no tenían relación con este tipo
de organizaciones.
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
17
La encuesta estuvo disponible desde el 10 de octubre hasta el 20 de diciembre de
2013, ambos inclusive (en total 72 días). A pesar de los esfuerzos en la difusión, tan
sólo se recopilaron 221 respuestas con la encuesta respondida en su totalidad, salvo
en algún caso aislado en que el encuestado omitió una o dos opciones en alguna de
las preguntas. Por otro lado, debido a que la encuesta estuvo disponible online y a
que se hizo una intensa difusión hacia entidades de todas las provincias españolas,
podemos asumir que existe una representatividad aceptable de todo el territorio na-
cional. También hay que tener en cuenta que colaboraron en la difusión de la misma
las principales ONG conservacionistas del país, que se mostraron muy interesadas en
el estudio. La mayor parte participó en el taller de trabajo realizado en Alcalá, con la
excepción notable de Greenpeace, que colaboró también en la difusión, pero no pudo
–por problemas de última hora– participar en el taller.
4.2. Procesamiento de los datos
En primer lugar se realizó un examen de los datos para detectar posibles inconsisten-
cias. Con el objetivo de facilitar el análisis estadístico, todas las respuestas se codifi-
caron numéricamente, tanto las variables nominales (categóricas), como aquellas en
las que se establecía una gradación de acuerdo (de 1 a 5), que se han tratado como
variables ordinales.
Con el objetivo de simplificar los análisis y, en ocasiones, poder establecer compara-
ciones con otras fuentes que informan de las actitudes y valores del conjunto de la
sociedad española (la más relevante, el CIS), se reagruparon algunas respuestas, co-
mo se indica en las preguntas que corresponden.
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
18
4.3. Técnicas estadísticas empleadas
Tras proceder a la codificación de los resultados, importamos el archivo resultante al
programa SPSS Statistics v17, con el que se realizaron los análisis que se describen
en esta sección.
Se analizaron la distribución de frecuencias y la moda para el caso de las variables
categóricas, y las medianas y el rango intercuartílico para las ordinales. En la medida
de lo posible, los resultados se han expresado en gráficos para facilitar su compren-
sión.
Con objeto de analizar relaciones entre variables categóricas, se generaron tablas de
contingencia. Se empleó para ello el test de Chi cuadrado (χ2), un estadístico no pa-
ramétrico bien conocido que permite evaluar si existe independencia estadística entre
dos variables categóricas. Se basa en las diferencias entre las frecuencias observadas
y las frecuencias esperadas, asumiendo éstas como las que aparecerían en caso de que
la distribución de frecuencias entre categorías fuera independiente.
χ2 =∑ ℎ
𝑖=1 ∑ 𝑘𝑗=1 (Oij− Eij)2
Eij (1)
χ2 = Estadístico Chi cuadrado
Oij = frecuencia observada
Eij = frecuencia esperada
Cuando el valor de la χ2 excede el valor límite que marca un determinado nivel de
probabilidad (en nuestro caso, indicamos p<0,01) se rechaza la hipótesis nula, indi-
cando que las frecuencias observadas son significativamente distintas, con un deter-
minado nivel de probabilidad, a las observables para una distribución aleatoria.
Para medir el grado de asociación entre variables categóricas empleamos el coefi-
ciente de contingencia, derivado del estadístico χ2. Su valor varía entre 0 y 1, indi-
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
19
cando, respectivamente, asociación nula o máxima entre las variables situadas en fi-
las y columnas de la tabla de contingencia:
c = √χ2
(χ2+𝑁) (2)
Siendo:
C = Coeficiente de Contingencia
χ2 = Chi cuadrado de Pearson
N = Tamaño de la muestra
Para las preguntas que incluyen variables ordinales (grado de acuerdo), hemos em-
pleado el estadístico U de Mann-Whitney. Es una prueba no paramétrica para compa-
rar las diferencias entre dos muestras independientes. Ordena las observaciones en
rangos y analiza si hay diferencias significativas entre los rangos de las dos muestras.
La fórmula sería:
U1 = 𝑛1𝑛2 +𝑛1(𝑛1+1)
2− Σ𝑅1 (3)
U2 = 𝑛1𝑛2 +𝑛2(𝑛2+1)
2− Σ𝑅2
Donde:
U1 y U2= valores estadísticos de U Mann-Whitney. El estadístico U se define como el
mínimo de U1 y U2.
n1 = tamaño de la muestra del grupo 1
n2 = tamaño de la muestra del grupo 2
R1 = rangos del grupo 1
R2 = rangos del grupo 2
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
20
Para el caso de analizar las diferencias entre más de dos grupos de muestras se em-
pleó otro test no paramétrico propuesto por Kruskal y Wallis (1952). Se trata de una
extensión de la prueba U de Mann-Whitney para varias muestras independientes. En
nuestro caso, la hemos utilizado para comparar una variable independiente categórica
con más de dos niveles y un grupo de variables ordinales:
H =12
𝑁(𝑁+1)∑
𝑅𝑖2
𝑛𝑖
𝐶𝑖=1 − 3 (𝑁 + 1) (4)
C = número de muestras
ni = número de observaciones en la muestra i
N = ∑ni. Número total de observaciones entre todos los grupos
Ri= Suma de rangos en la muestra i
Para medir el grado de correlación entre las variables ordinales de nuestra en-
cuesta hemos empleado el coeficiente ρs de Spearman, también llamado coefi-
ciente de correlación por rangos. Esta métrica puede adoptar valores entre –1
(una relación negativa perfecta) y +1 (una relación positiva perfecta). Un valor 0
indica que no existe una relación entre las dos variables. El estadístico se calcula
a partir de las diferencias entre rangos de las dos muestras que quieren medirse
(D) para N número de parejas.
ρ = 1 −6∑D2
𝑁(𝑁2−1) (5)
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
21
5. Resultados
5.1. Descripción de la muestra
La inmensa mayoría de las personas que han respondido a la encuesta se encuentran
entre los 20 y los 65 años (98,1 %), con una mayor prevalencia en este rango de eda-
des a los que sitúan entre 40 y 65 años (58,4%). Tan sólo un 1,4 % de los que han
completado la encuesta tiene menos de 20 años. Como han indicado diversos estu-
dios, la presencia de adolescentes en las actividades conservacionistas es muy escasa,
lo que se achaca a diversos factores: estudios, actividades deportivas, impacto del
ocio urbano, consumismo (VVAA., 2008). Esta escasa participación en organizacio-
nes ecologistas coincide con los resultados de las encuestas del CIS entre 1998 y
2007, en las que un 95% de los entrevistados entre 15 y 29 años afirmaba no haber
pertenecido nunca a una organización ecologista. En cuanto a las personas jubiladas,
su baja participación en la encuesta corresponde también con patrones observados en
otros estudios, donde mostraban una mayor inclinación a actividades asistenciales
(compañía de enfermos, banco de alimentos, etc.) (Cruz Roja, 2008), y su contacto
con el medio ambiente tiene un componente más lúdico que comprometido.
En lo que se refiere a la pregunta sobre el grado de compromiso con la organización
ecologista (Fig. 1), entre las respuestas recibidas el grupo más frecuente corresponde
a los que forman parte del equipo de dirección (28%), seguido de los simpatizantes
(22 %). La participación de los trabajadores a tiempo completo fue del 12 % y la de
los de tiempo parcial del 6%. Finalmente, los voluntarios permanentes suponen un
14% de los encuestados y los ocasionales un 12 %. Estas respuestas podrían conside-
rarse –con las debidas precauciones– como un reflejo bastante ajustado del organi-
grama general de la mayoría de las ONG (Cámara, 2005).
La relativamente baja participación en la encuesta de los trabajadores a tiempo com-
pleto y parcial puede ser debida al carácter fragmentario de la mayoría de las ONG
conservacionistas, que tienen un tamaño medio, con poco personal contratado, sujeto
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
22
habitualmente a un proyecto específico. En las organizaciones más grandes, por el
contrario, lo común es que los miembros del equipo directivo estén contratados y
tengan una dedicación total o casi exclusiva a la ONG. Por último, el bajo porcentaje
de aquellos que respondieron que no tienen ninguna relación con una ONG conserva-
cionista (6 %) puede ser debido al interés que haya podido despertar el estudio en
personas provenientes del ámbito académico relacionadas con la ética y el medio
ambiente, pero sin contacto con el mundo de las ONG.
Fig. 1. Grado de compromiso de los encuestados con la ONG.
Para simplificar la tabulación de resultados, cuando se seleccionó esta variable como
elemento de control para explicar otras respuestas, agrupamos el grado de compromi-
so en dos categorías:
Mayor compromiso: Equipo de Dirección, Trabajadores a tiempo completo,
Trabajadores a tiempo parcial y Voluntarios Permanentes.
Menor compromiso: Voluntario ocasional, Simpatizante y Ninguno.
En cuanto al tiempo de relación con la organización, el mayor porcentaje de respues-
tas (64,6 %) se corresponde con los que tienen más de cinco años. Parece razonable
pensar que se refiere fundamentalmente a los miembros del equipo directivo, los tra-
bajadores y los voluntarios permanentes. Para los propósitos del presente estudio este
30%
13%
6% 15%
13%
23%
Formo parte del equipode dirección
Trabajo a tiempocompleto
Trabajo a tiempo parcial
Voluntario permanente
Voluntario ocasional
Simpatizante
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
23
dato es relevante porque las respuestas provienen en su mayor parte de personas con
bastante experiencia en el activismo ambiental y serán, por lógica, quienes más de
acuerdo estén con los valores que la organización defienda. De otra forma, proba-
blemente se hubieran marchado a otra organización con distinta ideología. El segun-
do grupo de respuestas más numeroso (de uno a cinco años: 21,1 %), que estimamos
corresponde con los trabajadores a tiempo parcial, los voluntarios ocasionales y qui-
zás con simpatizantes relativamente recientes. Finalmente, el grupo de los que tienen
una relación reciente con la organización (menor a un año) suponen solo el 14,4 %
restante.
5.2. Preocupación por los temas ambientales
En nuestro cuestionario se pedía a los encuestados que señalaran el rango de impor-
tancia de distintos problemas sociales y económicos de nuestro país, de cara a cono-
cer la jerarquía que para ellos tienen los problemas ambientales. Los resultados pare-
cen mostrar que mayoritariamente se consideran menos graves que otros, pues la ten-
dencia mediana los sitúa en sexto lugar de importancia, tras el paro, la corrupción
política, la sanidad, la educación y la energía, y solo por delante de la delincuencia y
el terrorismo (Fig. 2).
Fig. 2. Promedio de valoración obtenido acerca de la importancia que los encuestados conceden a los principales problemas a nivel nacional.
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
24
Para el conjunto del país, la encuesta que realizó el CIS en similar época a la nuestra
evidencia que los problemas ambientales no se perciben como muy relevantes. Si
para los implicados directamente en ONG conservacionistas están en una sexta posi-
ción, para una muestra de población global, ni siquiera figuran en la lista de los tres
problemas más relevantes (CIS, 2013). En esta encuesta realizada en 2013, el paro
era el principal problema nacional para el 53.4% de los participantes, el segundo pa-
ra el 18.6 % y el tercero para el 5.5%. A bastante distancia destacaban como cuestio-
nes más relevantes los problemas económicos, la corrupción y el fraude, la clase polí-
tica y la sanidad. Ciertamente en esta valoración es preciso tener en cuenta la situa-
ción socio-económica actual, y un análisis más definitivo requeriría contar con una
serie temporal de este tipo de valoraciones, pero al menos podemos concluir que la
opinión de los ecologistas no se diferencia sustancialmente de la que tienen otros es-
pañoles en relación con los problemas más acuciantes del país, no mostrando un ses-
go definido –como tal vez cabría esperar– hacia los problemas ambientales.
En las series temporales que realiza el CIS (años 2004 a 2010: CIS, 2014), se confir-
ma la escasa relevancia que dan los ciudadanos españoles a los temas ambientales,
situándose la proporción de los que lo consideran el primer problema ambiental entre
el 0.4 y el 0.1 %. Sin embargo, en lo que se refiere a la participación en campañas
conservacionistas, un estudio de 2004 indicaba que el 18.1% de los encuestados ha-
bía firmado alguna petición sobre algún tema relacionado con el medio ambiente en
los últimos cincos años, un 9.6% había hecho algún donativo a algún grupo ecologis-
ta en el mismo periodo, y un 14.9 % había participado en algún acto de protesta o
manifestación relacionado con el medio ambiente (CIS, 2004). Esto hace pensar a
algunos autores que la sensibilidad por las cuestiones ambientales ha ido aumentan-
do, a la par que se producía la modernización de la sociedad española (Valencia et al.,
2010).
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
25
5.3. Posturas filosóficas y religiosas
Pretendíamos con esta pregunta posicionar a los encuestados sobre sus convicciones
filosóficas y religiosas, para analizar posteriormente en qué medida podrían influir en
su actividad conservacionista. También nos interesaba analizar si habría diferencias
significativas entre los valores éticos en función de esas posiciones.
En lo que se refiere a las posiciones filosóficas, observamos una cierta confusión
terminológica, principalmente a raíz de algunos comentarios incluidos en las respues-
tas abiertas, por lo que no podemos extraer conclusiones muy nítidas de este factor
(Fig. 3). Entre los encuestados, el 29 % se declaraba partidario del Racionalismo y el
26% del Realismo, pero no parece claro que las respuestas estén recogiendo el signi-
ficado filosófico preciso de estos términos, ya que numerosos autores han mostrado
la relación entre la conservación ambiental y la postmodernidad, que es muy crítica
con el racionalismo (Marcos, 2001). Por la misma razón, resulta chocante que el
Idealismo sea la tercera postura con mayor número de votos, pues es una corriente
bastante abandonada hoy día, al menos en su sentido platónico, si bien hay numero-
sos herederos del idealismo alemán de Kant y Hegel. Tal vez haya primado en esta
valoración un sentido más coloquial de “idealismo” (ideales como fundamento y fin
último de la existencia humana), frente a su acepción filosófica más estricta. En la
ética y la política, el idealismo considera que nuestras acciones deben guiarse por
ideales que se consideran realizables (García, 2001). Probablemente sea este sentido
el que buscaban quienes se autocalificaron como idealistas en la encuesta, tratando de
transmitir que persiguen ciertos ideales en cuanto a la conservación ambiental.
En cuanto a grupos menos representados en las respuestas, destaca el Utilitarismo
(4%), que es curiosamente una de las posturas más extendidas entre los filósofos am-
bientales. De tradición fundamentalmente anglosajona, en general afirma que algo es
bueno si es útil (en términos individuales o sociales, pero también considerando enti-
dades naturales en sus extensiones biocentristas) (Marcos, 2001), y trata de incorpo-
rar a la filosofía moral preceptos de las ciencias empíricas; la Fenomenología, que
estudia el mundo en tanto que manifestación, y tiene la pretensión original de acer-
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
26
carse a las cosas de forma neutra y sin prejuicios (a través de los fenómenos por los
que éstas se manifiestan), aparece representada con un 3 % de las respuestas. Final-
mente, el Nihilismo también se ve mínimamente representado con un 2 % de las res-
puestas, corriente que según algunos autores sentó ciertas bases ideológicas del eco-
logismo actual, con su crítica a los valores típicos de la Modernidad (ver entre otras
referencias Marcos, 2001 y Bilbeny, 2010).
Fig. 3. Principales posturas filosóficas con las que se identifican los encuestados.
Por último, pero no menos importante, resulta llamativo el alto porcentaje de encues-
tados que marcaron la opción ‘Otros’ (21.6%), indicando respuestas muy variadas
que nos indicaban que la pregunta no estaba adecuadamente enfocada o que hubiera
requerido una mejor definición de cada una de las corrientes filosóficas a las que se
refería. Por esta razón, no hemos utilizado esta variable en los análisis posteriores.
Respecto a las convicciones religiosas de los encuestados, nos parecía una pregunta
muy relevante en la medida en que las religiones llevan consigo códigos éticos que
potencialmente pueden afectar mucho a los hábitos de vida (Wolfenson, 2003). Nos
interesaba ver, por un lado, en qué medida las creencias religiosas afectan a las moti-
vaciones para la conservación ambiental de quienes son más activos en la misma, y
por otra, de qué modo discriminan las posturas ante otros valores bioéticos.
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
27
Entre los encuestados, los tres grupos más extendidos son el cristianismo católico
(24%), el agnosticismo (24 %) y el ateísmo (29%) (Fig. 4). Dentro de las otras ads-
cripciones religiosas, sobresale en importancia el budismo, con un 9% de los encues-
tados. En el 12% de los casos, los encuestados señalaron otras opciones con un carác-
ter abierto, pero la mayor parte pudieron adscribirse a alguno de los grupos anterio-
res. Por ejemplo, varios que indicaban “ninguna religión” fueron incluidos en el gru-
po de “no creyente” o alguno que indicó luteranismo fue asignado a “Otras iglesias
cristianas”).
Fig. 4. Principales posturas religiosas con las que se identifican los encuestados
Para facilitar la comparación con otros estudios realizados para el conjunto del país,
agrupamos esta división en cuatro categorías:
Católico: cristianismo católico.
Otra religión: otras iglesias cristianas, budismo, hinduismo, islam y otras.
No creyente: agnosticismo y aquellos que escogieron la opción “otras” pero
después manifestaron que no eran creyentes de una religión concreta.
Ateo: ateísmo (quienes se denominaron expresamente ateos).
Con los datos más recientes del CIS (2014), los valores de adscripción religiosa que
encontramos en nuestra encuesta son muy distintos a los que manifiesta el conjunto
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
28
de la sociedad española. La Tabla 1 muestra las diferencias entre nuestra muestra y la
que ha realizado recientemente el CIS (éste distingue entre católico practicante y no
practicante, pero al no incluirse en nuestras opciones se han sumado para la compara-
ción). Destaca en nuestros resultados una muy baja proporción de personas que se
declaran católicos (tres veces menos que en la encuesta nacional) y una altísima pro-
porción de ateos y no creyentes (2.4 veces superior a la media nacional), y de creyen-
tes de otras religiones (8 veces superior al conjunto de la sociedad). En suma, la dife-
rencia entre la adscripción religiosa de nuestra muestra y la que ofrece el CIS ofrece
una altísimo grado de significación estadística (p<0.001 para la prueba de la χ2). Un
posible factor que explique al menos una parte de esta diferencia sería la distribución
por edades de nuestra muestra, que apenas tiene encuestados por encima de 65 años,
mientras en el barómetro del CIS suponía el 21% de los entrevistados. En cualquier
caso, necesitaríamos información más detallada para explicar esta divergencia, que
podría ser objeto de un estudio más específico.
Tabla 1. Porcentaje de respuesta a la pregunta sobre la adscripción religiosa de los participantes en nuestra encuesta y del conjunto de la sociedad española (datos del CIS de 2014).
Encuesta CEA Encuesta CIS
Católico 25,0 71,0
Creyente de otra religión 16,4 2,0
No creyente 26,8 15,4
Ateo/a 31,8 9,1
No contesta 0,0 2,5
TOTAL 100,0 100,0
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
29
5.4. Motivaciones
Para esta pregunta utilizamos las variantes incluidas en una encuesta realizada por un
sitio web de inspiración ambientalista en 2006
(http://ecosofia.org/2006/05/encuesta_naturaleza último acceso Abril 2014). En ella
se solicitaba a los participantes que eligieran la motivación para cuidar la Naturaleza
más relevante para ellos entre las siguientes opciones:
Porque es una creación de Dios.
Porque el hombre forma parte de ella, y como único ser racional debe cuidarla.
Porque si la Naturaleza está mal, el hombre también lo está.
Porque la vida y todos sus seres (humanos, animales, vegetales, paisajes, etc.)
tienen valor por sí mismos.
Porque es fuente de recursos que sirven a los propósitos humanos.
En estas alternativas entendíamos que quedan reflejados los planteamientos de rela-
ción con la Naturaleza más relevantes: desde los antropocéntricos fuertes, hasta los
débiles, los biocéntricos y los teocéntricos.
Nos parece interesante contrastar las respuestas dadas para el conjunto de nuestra
muestra y para las 3202 personas que votaron en la encuesta organizada por Ecosofia
(Tabla 2). Como podemos observar hay una notable diferencia entre ambas encues-
tas, principalmente en lo que respecta a la importancia de la motivación más biocén-
trica (valor en sí misma de la Naturaleza), que recoge en nuestra encuesta una notable
mayoría, frente a un tercer puesto en la realizada previamente. Puesto que Ecosofia es
una web de clara orientación ambientalista, entendemos que las personas que partici-
paron en esa encuesta (anónima, realizada por votación “online”) también tenían una
clara simpatía por la conservación ambiental. Por la ubicación de la página, segura-
mente buena parte de los votantes procedían del ámbito cultural ibero-americano,
donde las motivaciones religiosas son claramente más relevantes (28% frente al 2.7%
de nuestra encuesta), mientras en el nuestro, y en consonancia con la adscripción re-
ligiosa de nuestros encuestados, este factor pasa a ser marginal. También se observa
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
30
un claro contraste en el resultado de ambas encuestas en la importancia de la motiva-
ción que podríamos denominar “antropocéntrica fuerte” (“la Naturaleza sirve a los
propósitos humanos”), seis veces más relevante en las elecciones de Ecosofía que en
las nuestras, lo cual podría explicarse por tratarse de un entorno económico donde el
crecimiento se contempla más ligado a la necesaria utilización de los recursos natura-
les. Finalmente, el argumento de responsabilidad tiene también mayor peso allí que
aquí, mientras podemos decir lo contrario del argumento antropocéntrico débil (“si la
Naturaleza está mal, nosotros también”), aunque en ambos casos tienen valores me-
nos contrastados.
Tabla 2. Principales motivaciones para la conservación de la Naturaleza.
Encuesta CEA Encuesta
Ecosofia
Porque es una creación de Dios 2.7% 28 %
Porque el hombre forma parte de ella, y como
único ser racional debe cuidarla. 16.4% 28 %
Porque si la Naturaleza está mal, el hombre tam-
bién lo está. 18.2% 12 %
Porque la vida y todos sus seres (humanos, ani-
males, vegetales, paisajes, etc.) tienen valor por
sí mismos.
60.5 % 18 %
Porque es fuente de recursos que sirven a los
propósitos humanos. 2.3% 14 %
Para el resto de la población española no tenemos un elemento de comparación fiable
sobre sus principales motivaciones en la conservación ambiental, si bien un estudio
del CIS de 2010 mostraba que el 25% de los españoles consideraba que la Naturaleza
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
31
podía considerarse sagrada porque ha sido creada por Dios. Aunque el sentido de la
pregunta no es el mismo que la realizada en la web Ecosofía, el valor es similar, lo
que confirma un sesgo negativo hacia la consideración religiosa de la Naturaleza de
las personas más implicadas en los movimientos conservacionistas españoles frente
al conjunto de la sociedad.
5.5. Valores éticos
5.5.1 Posturas ambientales
Esta pregunta requería la opinión de los encuestados sobre la relación entre el ser
humano y la Naturaleza, en una escala de acuerdo entre 1 y 5. Como indica la Fig. 5,
los grados de acuerdo son bastante variados en función de las cuestiones tratadas.
En primer lugar, los encuestados manifiestan un altísimo grado de acuerdo en lo que
se refiere a la importancia de la formación filosófica y los principios éticos para la
conservación ambiental (promedio de acuerdo de 3.84 y 4.60, respectivamente, sobre
un máximo de acuerdo de 5, siendo el acuerdo intermedio 3). Estas afirmaciones pa-
recen evidenciar el interés de profundizar en el futuro en ambos aspectos, ya que las
posturas filosóficas y los valores éticos que las concretan son muy bien valoradas por
los encuestados.
Las otras opciones de la pregunta planteaban de forma mucho más expresa ciertas
alternativas éticas que responden al uso que el ser humano puede/debe hacer de la
Naturaleza, estableciendo una gradación, desde las más antropocéntricas hasta las
más ecocéntricas.
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
32
Fig. 5. Grados de acuerdo con determinadas cuestiones ambientales: 8A: La formación filosófica es importante para la conservación ambiental; 8B: Los principios éticos son de gran relevancia para la conservación ambiental; 8C: El ser humano puede utilizar los recursos naturales en su propio prove-cho, sin ninguna limitación; 8D: Los recursos naturales deben servir principalmente a las necesidades humanas; 8E: La Naturaleza solo puede ser modificada para atender a necesidades humanas básicas;
8F: La conservación de la Naturaleza debería estar por encima de cualquier necesidad humana; 8G:Deberíamos limitar la población humana para asegurar la conservación ambiental.
De entre estas opciones, lo más destacable es el rechazo frontal del antropocentrismo
fuerte (8C: “El ser humano puede utilizar los recursos naturales en su provecho, sin
ninguna limitación”), con un promedio de acuerdo de 1.16 (tan solo un 2.2% de los
entrevistados está total o bastante de acuerdo con que el ser humano pueda usar la
Naturaleza a su antojo). Esto es bastante coherente con el pensamiento de los grupos
ecologistas. Un antropocentrismo algo más débil (8D: “Los recursos naturales deben
servir principalmente a las necesidades humanas”) también recibe un claro rechazo,
aunque menos severo (promedio de acuerdo de 2.14).
En el resto de las cuestiones se observa un mayor equilibrio. La cuestión 8E “La Na-
turaleza solo puede ser modificada para atender a necesidades humanas básicas” está
más cercana al desacuerdo (promedio 2.58), lo que indica que incluso en casos ex-
tremos tampoco se justifica por la mayor parte la intervención humana, si bien hay un
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
33
desacuerdo mucho menor que el mostrado previamente en la postura antropocéntrica
más fuerte.
En las dos últimas cuestiones se observa una mayor división entre la población en-
cuestada. Por ejemplo, la 8F “La conservación de la Naturaleza debería estar por en-
cima de cualquier necesidad humana”, alcanza un valor promedio de acuerdo de 2.82
(ligeramente en desacuerdo, pero cercano al punto medio), con casi un 40% que están
total o bastante de acuerdo con la afirmación, y un poco más del 50% que están en
contra. La cuestión 8G (“Deberíamos limitar la población humana para asegurar la
conservación ambiental”), indica el mayor grado de biocentrismo. En este caso, la
tendencia es cercana al valor central (promedio 2.88), aunque en ligero desacuerdo,
puesto que el 45% está total o bastante de acuerdo con la limitación demográfica por
razones ambientales, frente a un 48% que está total o bastante en desacuerdo.
5.5.2 Problemas ambientales
La pregunta 9 planteaba ciertos dilemas ante problemas ambientales de actualidad,
como por ejemplo la utilización de los cultivos transgénicos o de la energía de fisión
nuclear, muy criticados entre los grupos ecologistas, aunque haya otros pensadores
ambientalistas mucho más inclinados ahora a su aceptación (Lovelock, 2006). Tam-
bién se incluyeron preguntas sobre el uso de pesticidas, el incremento de impuestos
para fomentar las energías renovables o el apoyo a restringir el uso de medios de
transporte privado, que suponen aceptar limitaciones éticas de la libertad individual
sobre bases ambientales.
Las respuestas de los encuestados confirman las tendencias que cabría esperar entre
personas muy involucradas en movimientos conservacionistas (Fig. 6). La mayor
parte están bastante o muy de acuerdo con la necesidad de restringir el uso del auto-
móvil privado para reducir emisiones (acuerdo promedio 3.71), y con la posibilidad
de introducir un impuesto adicional para estimular el uso de energías renovables
(promedio 3.48). El promedio es proclive al acuerdo en lo que se refiere a la prohibi-
ción de la energía de fisión nuclear (3.17), aunque en este caso el valor de acuerdo es
mucho más débil, cercano al valor neutro. Valores similares, pero en este caso con
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
34
ligero desacuerdo (2.86), se observan al ser interrogados sobre la admisión de la
energía nuclear como solución temporal hasta que puedan emplearse energías reno-
vables más rentables. En suma, se sigue mostrando un rechazo a la energía nuclear,
pero parece que menos frontal que hace unas décadas y parece considerarse más
aceptable como un medio transitorio. Seguramente la creciente conciencia sobre los
problemas derivados del cambio climático pueda pesar en esta valoración, aunque no
hemos incluido cuestiones en este sentido que pudieran corroborarlo.
Llama la atención la beligerancia de los encuestados respecto a los cultivos transgé-
nicos, que ni siquiera se consideran admisibles aunque mejoraran la alimentación en
los países más pobres (desacuerdo promedio = 2.18), y sobre los pesticidas, que para
una mayoría deberían prohibirse aunque ello supusiera una reducción en la produc-
ción de alimentos (promedio de acuerdo = 3.63).
Resulta interesante también observar que en todas estas preguntas los que han res-
pondido el cuestionario muestran opiniones polarizadas, con un porcentaje muy pe-
queño de personas a los que el asunto les resulta indiferente (entre un 3 y un 6% en
las preguntas incluidas en esta sección).
Hasta qué punto estas opiniones están en la línea de las mayoritarias en la sociedad
española podemos analizarlo sobre estudios disponibles del CIS (2007). La energía
nuclear se sitúa a la cabeza de los tipos de energía considerados más dañinos con el
medio ambiente (el 38% considera que es la más perjudicial) y con la salud humana
(el 58% la considera de mayor riesgo para la salud humana). La segunda fuente de
energía percibida como de mayor impacto ambiental es el petróleo (31.3%) y queda
muy lejos el carbón (12.5 %) y el gas natural (2%). Evidentemente, en términos de
cambio climático estos valores son bastante contradictorios con las emisiones de cada
tipo de energía indicados, siendo casi cien veces superiores las procedentes del car-
bón y del petróleo respecto a la nuclear.
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
35
Fig. 6. Grados de acuerdo con determinadas alternativas ambientales: 9A: La energía de fisión nu-clear debería prohibirse en cualquier caso; 9B: La energía de fisión nuclear debería admitirse sólo
como solución temporal hasta que las energías renovables sean rentables; 9C: Los cultivos transgéni-cos serían admisibles si mejoran la alimentación en los países más pobres; 9D: Debería introducirse un impuesto adicional para estimular el uso de energías renovables; 9E: Debería restringirse el uso del automóvil privado para reducir emisiones; 9F: Debería suprimirse el uso de pesticidas aunque
ello supusiera una reducción en la producción de alimentos.
Respecto a la modificación genética de cultivos, los estudios disponibles indican que
la mayor parte de los españoles la consideran peligrosa o muy peligrosa (casi un 70%
de los entrevistados en Valencia et al., 2010). En un estudio de percepción ambiental
del CIS se confirma el rechazo a los pesticidas, considerándose peligrosos o muy pe-
ligrosos para el 87% de los entrevistados (CIS, 2010).
5.5.3 Cuestiones bioéticas
Finalmente, incluimos en la encuesta la valoración sobre una serie de problemas bio-
éticos que, sin ser estrictamente ambientales, tienen muchos puntos éticos en común
con ellos. Se trata además de cuestiones polémicas en la sociedad española, como el
aborto, la eutanasia o la investigación con embriones humanos. De alguna forma,
pretendíamos analizar el grado de coherencia entre los valores éticos que subyacen a
las posturas vistas en las preguntas anteriores.
Los resultados muestran una cierta polarización en algunos temas y una opinión más
equilibrada en otros (Fig. 7). Un 54% de los encuestados está en claro desacuerdo
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
36
con que procurar un aborto sea siempre éticamente inaceptable (con un 20% adicio-
nal que está en ligero desacuerdo), mientras un 19.8% están bastante o totalmente de
acuerdo con esta afirmación (pregunta 10A). La puntuación promedio muestra un
claro desacuerdo (=2). Sin embargo, tampoco los encuestados consideran que el
aborto carezca de límites éticos, pues la mayor parte (60%) están total o bastante en
desacuerdo con que el aborto se facilite “a petición libre de la madre, sin límite de
tiempo de gestación, ni condiciones de salud del feto” (cuestión 10B), y solo un 35%
están bastante o totalmente de acuerdo con esta posibilidad.
Fig. 7. Grados de acuerdo con determinadas cuestiones bioéticas:10A: Procurar un aborto es siempre éticamente inaceptable; 10B: El aborto debería facilitarse a petición libre de la madre, sin límite de tiempo de gestación, ni condiciones de salud del feto; 10C: Es admisible la investigación con em-briones humanos con fines terapéuticos, aunque ello implique su destrucción; 10D: La clonación
humana sería aceptable para obtener órganos que sirvieran como medicamento; 10E: Es éticamente aceptable procurar la muerte de un enfermo terminal, aunque no lo pida; 10F: Si puede mantenerse la
vida de un enfermo terminal, aunque sea sólo artificialmente, debería hacerse.
En cuanto a la investigación con embriones humanos con fines terapéuticos aunque
ello implique su destrucción (cuestión 10C), las respuestas promedio están muy equi-
libradas (promedio = 2.93), con similar proporción entre acuerdos y desacuerdos y
una cantidad significativa de indiferentes (10%). Es mayor el desacuerdo respecto a
que la clonación humana (10D) sea aceptable para obtener órganos que sirvan como
medicamento (promedio = 2.40). Similar postura se observa en la pregunta referida a
la eutanasia activa (10E: “Es éticamente aceptable procurar la muerte de un enfermo
terminal, aunque no lo pida”), que muestra un grado mayoritario de desacuerdo
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
37
(promedio = 2.44). La pregunta donde hay más homogeneidad entre los entrevistados
es la referida al mantenimiento artificial de la vida humana (10F), con una clara ten-
dencia al rechazo (promedio = 1.75).
Parece evidenciarse una cierta coincidencia en las respuestas relacionadas con el
aborto y la eutanasia. Así, existe un desacuerdo notable en mantener la vida de un
enfermo terminal y en que el aborto sea siempre éticamente rechazable. Parece pri-
mar aquí el respeto a la libertad de quien decide, ya que se rechaza una eutanasia ac-
tiva, si bien en el caso del aborto también se tienen en cuenta límites éticos en esa
decisión. En las cuestiones relacionadas con la manipulación biológica de la vida
humana, se consideran generalmente aceptables, aunque hay bastante polaridad tanto
sobre investigación con embriones, como sobre clonación humana.
La relación de estos valores éticos de las personas implicadas en movimientos con-
servacionistas con las opiniones de la sociedad española puede analizarse a través de
las encuestas realizadas por el CIS. Por ejemplo, en el caso del aborto, hay una serie
temporal realizada entre 2002 y 2008 (CIS, 2014) que indica una proporción mayori-
taria de personas favorables a que el aborto se decida únicamente por la mujer intere-
sada (en torno a un 60%), frente a un 20% que se manifestaba contrario al aborto en
todos los casos. Para nuestra encuesta, la proporción de quienes se manifiestan total o
bastante de acuerdo con la inconveniencia ética del aborto es casi idéntica (19.3%).
Respecto a la eutanasia, las opiniones de la sociedad española dependen mucho de
cómo se defina. Algunos la asocian a cualquier tratamiento médico que suponga aca-
bar con la vida humana, incluso indirectamente al facilitar tratamientos paliativos del
dolor. Otros, la consideran solo cuando supone una acción directa de acabar con la
vida de un paciente (normalmente un enfermo terminal, pero no necesariamente).
Finalmente, en este marco podría situarse la diferencia entre la eutanasia pasiva (a
petición del paciente) y la activa (que es solicitada por otros, normalmente familiares
en casos de incapacidad para decidir del paciente). En un encuesta del CIS dirigida a
médicos (CIS, 2002), el 50.7% se declaraba contrario a que la ley permitiera al mé-
dico proporcionar dosis letales a pacientes “con enfermedades incurables, dolorosas y
terminales” para acabar con su vida, y solo el 21% a favor de que fuera el propio mé-
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
38
dico, sin consentimiento del paciente, quien lo hiciera. En suma, la eutanasia activa
es tan rechazada por los médicos como por los ecologistas encuestados. En lo que se
refiere a aplicar tratamientos paliativos aunque supongan acelerar la muerte del pa-
ciente, los médicos se mostraban muy partidarios (8.5 sobre 10), en proporción simi-
lar a las respuestas de nuestras encuesta (rechazo claro a mantener artificialmente la
vida de un paciente terminal), si bien estrictamente esto no puede considerarse euta-
nasia, ya que no se procura directamente la muerte del paciente.
En cuanto al grado de aceptación de la sociedad española sobre la ingeniería genética,
en un estudio del CIS (2001) el 40% de los encuestados se mostraba en desacuerdo
con la alteración genética de las plantas, subiendo la proporción hasta el 60% para las
células humanas y el 64% para los embriones humanos, frente a un 36%, 17% y 12%
respectivamente que la aprobaban. En nuestro estudio, la opinión mayoritaria es pro-
clive al rechazo en el caso de la clonación humana, con más tolerancia para la inves-
tigación con embriones humanos.
5.6. Variables potencialmente explicativas
A partir de aquí vamos a intentar señalar algunos aspectos que expliquen mejor dis-
tintas tendencias en las respuestas globales que hemos analizado. Nos hemos plan-
teado la importancia que sobre los valores éticos de nuestros encuestados tienen los
siguientes factores:
Grado de compromiso con la organización: alto o bajo, según lo indicado en la
sección 4.1. La hipótesis en este caso es que las personas con mayor grado de
compromiso tenderían a presentar actitudes más ecocéntricas y le darían mayor
importancia a los problemas ambientales.
Adscripción religiosa. En este caso, entendíamos que los valores religiosos po-
drían afectar a las motivaciones para conservar la Naturaleza y a los valores
éticos de los encuestados, tal y como los hemos descrito en las secciones 5.4 y
5.5. Puesto que, como hemos visto, la adscripción filosófica no ha quedado
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
39
muy evidenciada en la encuesta, nos centraremos en este caso en la adscripción
religiosa, dividiéndola en las categorías indicadas en la sección 5.3.
Motivaciones para la conservación. A partir de la pregunta 7, hemos clasifica-
do a los encuestados en función de su motivación principal para conservar la
Naturaleza en tres grupos: antropocentrismo fuerte, los que ponen al ser hu-
mano como motivación principal y consideran un papel utilitarista a la Natura-
leza (“Porque es fuente de recursos para nuestro desarrollo económico”); an-
tropocentrismo débil, los que apelan a la responsabilidad ética (“Porque el
hombre forma parte de ella y como único ser racional debe cuidarla”) o al im-
pacto sobre el ser humano de la degradación ambiental (“Porque cuando la Na-
turaleza se degrada afecta a la salud y el bienestar humanos”), y biocentrismo
(“Porque la vida y todos sus seres tienen valor por sí mismos”). Pretendíamos
analizar en este caso si esas posturas antropológicas afectan a los valores am-
bientales y bioéticos de los encuestados.
Para el análisis de estos factores de control hemos empleado las técnicas de análisis
estadístico previamente mencionadas: test U de Mann-Whitney para variables ordina-
les y chi-cuadrado y coeficientes de contingencia para las categóricas.
5.6.1 Impacto del grado de compromiso
Como se indicó previamente, dividimos la muestra en dos categorías en función del
grado de compromiso, mayor para las personas que forman parte del equipo de direc-
ción o son trabajadores a tiempo completo, parcial o voluntarios permanentes, y me-
nor compromiso, para los voluntarios ocasionales, simpatizantes y no relacionados
con la ONG.
Para el análisis de la relevancia de los problemas ambientales en el marco de otros
problemas sociales y económicos del país, no se observaron diferencias significativas
en la opinión de los encuestados por su grado de compromiso, con valores de signifi-
cación por encima de 0.1, salvo en el caso de la relevancia de la cuestión energética
(p=0.027).
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
40
Tampoco se observa una asociación nítida entre el grado de compromiso y la ads-
cripción filosófica y religiosa de los encuestados (c=0,206 con la adscripción filosófi-
ca y c=0,039 con la religiosa), lo que indica que hay ideologías filosóficas y religio-
sas variadas en los distintos estamentos de colaboración.
La misma conclusión sacamos en lo que se refiere a la escasa relación entre el grado
de compromiso con la organización y las motivaciones de los participantes para par-
ticipar activamente en la conservación de la Naturaleza (c=0,101).
5.6.2 Adscripción religiosa y motivación para conservar la Naturaleza
Es bien conocida la relevancia de las ideas religiosas sobre la conservación ambien-
tal, en la medida en que llevan consigo visiones cosmológicas y referentes morales
que impactan notablemente en la concepción que las personas tienen de su relación
con la Naturaleza (Palmer y Finlay, 2003; Tucker y Grim, 2003). Por esta razón nos
pareció relevante analizar qué diferencias introduciría la adscripción religiosa de los
encuestados en sus motivaciones para la actividad conservacionista y en los valores
éticos que defienden.
En el primer aspecto, el estadístico 2 mostró diferencias significativas (p<0.001)
entre la adscripción religiosa y las motivaciones, con un coeficiente de contingencia
de 0.417 (medio, pero muy significativo, p<0.001). Analizando la tabla cruzada entre
motivaciones y religión (Tabla 3), observamos una mayor tendencia a las motivacio-
nes teocéntricas o de responsabilidad ambiental entre los creyentes y mucho mayor al
enfoque biocéntrico entre los no creyentes. Por ejemplo, todos los que ha señalado
como principal motivación para el conservacionismo que “la Naturaleza es una crea-
ción de Dios”, se declaran católicos, mientras que entre los que señalan como más
relevante que “La vida y todos sus seres tienen valor por sí mismos” un 64% son o
ateos o agnósticos. También hay católicos que consideran ésta la motivación más
relevante, pero en mucha menor proporción a la esperada (17 observados, 33 espera-
dos), mientras los creyentes de otras religiones curiosamente se decantan hacia esta
motivación biocéntrica en mayor proporción a lo esperado (3 sobre 6,4). La motiva-
ción más asociada a la responsabilidad ambiental (“El hombre forma parte de ella y
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
41
como único ser racional debe cuidarla”) solo es más frecuente de lo esperado entre
los católicos, mientras es ligeramente inferior entre los agnósticos y mucho menor
entre ateos y creyentes de otras religiones. La motivación más antropocéntrica (“Por-
que es fuente de recursos para nuestro desarrollo económico”) ha sido escogida tan
sólo por un 1,9% de los encuestados, no presentando diferencias apreciables según su
adscripción religiosa.
5.6.3 Adscripción religiosa y posturas ambientales
En cuanto al impacto de la adscripción religiosa de los encuestados sobre el papel del
ser humano en la conservación ambiental, hemos observado algunas tendencias in-
teresantes (Tabla 4). Por ejemplo, en lo que se refiere a la capacidad del ser humano
para utilizar los recursos naturales en su propio provecho sin ninguna limitación
(planteamiento antropocéntrico fuerte), el grado de desacuerdo es muy alto en todos
los grupos religiosos, sin diferencias significativas entre ellos (p>0.1 para el test de
Kruskal Wallis). Tampoco hay diferencias significativas en las cuestiones 8E: “La
Naturaleza solo puede ser modificada para atender a necesidades humanas básicas” y
8F: “La conservación de la Naturaleza debería estar por encima de cualquier necesi-
dad humana”; donde el grado de acuerdo y desacuerdo se reparte similarmente entre
grupos de adscripción religiosa.
Sin embargo, para la afirmación de que “Los recursos naturales deben servir princi-
palmente a las necesidades humanas”, las diferencias sí son altamente significativas
(p<0.01 para el test de Kruskal Wallis), con un valor más alto de acuerdo para los
católicos, y similar entre los creyentes de otras religiones, no creyentes y ateos. Tam-
bién hay diferencias significativas entre grupos religiosos en la cuestión 8G: “Debe-
ríamos limitar la población humana para asegurar la conservación ambiental”, que es
una de las más controvertidas, ya que afecta a la consideración más o menos relevan-
te de la especie humana sobre otras del planeta. En este caso las diferencias tienen un
menor grado de significación (p=0.028), aunque está por encima del umbral que mar-
camos como límite probabilístico (95%). Como indica la Fig. 8, existe un mayor gra-
do de acuerdo para los no creyentes y creyentes de otras religiones y menor para los
ateos y, sobre todo, para los católicos.
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
42
Tabla 3. Relaciones entre la adscripción religiosa y la motivación para conservar la
Naturaleza.
Motivación* Total
A B C D E
Católico Observados 19 6 17 1 12 55
Esperados 9,2 1,6 33,2 1,1 10,0 55
% Religión 34,5% 10,9% 30,9% 1,8% 21,8% 100,0%
% Motivación 54,3% 100,0% 13,5% 25,0% 31,6% 26,3%
% del Total 9,1% 2,9% 8,1% ,5% 5,7% 26,3%
Otra religión Observados 3 0 28 0 7 38
Esperados 6,4 1,1 22,9 ,7 6,9 38
% Religión 7,9% 0% 73,7% ,0% 18,4% 100,0%
% Motivación 8,6% 0% 22,2% ,0% 18,4% 18,2%
% del Total 1,4% 0% 13,4% ,0% 3,3% 18,2%
No creyente Observados 7 0 36 1 9 53
Esperados 8,9 1,5 32,0 1,0 9,6 53
% Religión 13,2% 0% 67,9% 1,9% 17,0% 100,0%
% Motivación 20,0% 0% 28,6% 25,0% 23,7% 25,4%
% del Total 3,3% 0% 17,2% ,5% 4,3% 25,4%
Ateo Observados 6 0 45 2 10 63
Esperados 10,6 1,8 38,0 1,2 11,5 63
% Religión 9,5% 0% 71,4% 3,2% 15,9% 100,0%
% Motivación 17,1% 0% 35,7% 50,0% 26,3% 30,1%
% del Total 2,9% 0% 21,5% 1,0% 4,8% 30,1%
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
43
(*) A: El hombre forma parte de ella y como único ser racional debe cuidarla; B: Es
una creación de Dios; C: La vida y todos sus seres tienen valor por sí mismos; D: Es
fuente de recursos para el desarrollo económico; E: Si se degrada afecta a la salud y
bienestar humanos
Tabla 4. Valores de significación del test de Kruskal Wallis para la relación entre la adscripción religiosa y las posturas ambientales.
8A 8B 8C 8D 8E 8F 8G
Χ2 15,805 18,218 5,131 16,429 3,316 1,853 9,064
p ,001 ,000 ,162 ,001 ,345 ,603 0,028
Fig. 8. Diagramas sobre el grado de acuerdo sobre la limitación de la población por razones ambientales en función de la adscripción religiosa
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
44
5.6.4 Adscripción religiosa y cuestiones bioéticas
La influencia de la adscripción religiosa también se deja notar en la postura de los
conservacionistas de nuestra encuesta hacia cuestiones bioéticas especialmente con-
trovertidas en la sociedad española (incluidas en la pregunta 10). En todas las opcio-
nes de esta pregunta, tanto el test de Kruskal Wallis como el de mediana muestran
diferencias significativas (p<0.01) entre los grados de acuerdo manifestados por dis-
tintos grupos de categorización religiosa (Tabla 5).
La cuestión más polarizada es la del aborto (10A: “Procurar un aborto es siempre
éticamente inaceptable”), con un coeficiente de contingencia muy significativo y bas-
tante alto (c=0.542, p<0.001). Ahí tanto los católicos, principalmente, como los cre-
yentes de otras religiones se muestran claramente por encima del grado de acuerdo de
los no creyentes y, especialmente de los ateos, que muestran un alto desacuerdo (Fig.
9). En los dos primeros grupos el número de encuestados que dan valoraciones supe-
riores a la mediana son muy superiores a las que están por debajo de ella, mientras
entre no creyentes y ateos estos valores se invierten (Tabla 6). Para los católicos las
respuestas de alto acuerdo son el triple de las esperadas, mientras para los no creyen-
tes y ateos el alto desacuerdo supone un 8 y 16% más, respectivamente, que la fre-
cuencia esperada.
Prácticamente las mismas respuestas, pero cambiadas de sentido aparecen en la si-
guiente cuestión (10B: “El aborto debería facilitarse a petición libre de la madre, sin
límite de tiempo de gestión, ni condiciones de salud del feto”). Los católicos y cre-
yentes de otras religiones siguen manifestando una posición crítica frente al aborto
(8/48 y 13/25 los que están por encima/debajo de la mediana, respectivamente). En
cuanto a no creyentes y ateos, las respuestas son generalmente menos críticas (20/33
y 36/25, respectivamente de los que están por encima y por debajo de la mediana),
aunque el contraste con los grupos de adscripción religiosa es menos marcado que
para la pregunta anterior, lo que parece indicar una cierta aceptación de límites éticos
al aborto.
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
45
Fig. 9. Grado de acuerdo sobre la limitación ética del aborto en función de la adscripción religiosa (los puntos y asteriscos indican valores atípicos y muy atípicos).
Sobre la investigación con embriones y la clonación humana (cuestiones 10C y 10D),
aun considerando fines terapéuticos, se repiten las tendencias aunque con signo con-
trario, ya que los católicos y los creyentes de otras religiones se muestran bastante
contrarios (promedio de 1.94 y 2.34, respectivamente) frente a una aceptación pro-
medio alta para los no creyentes y ateos (3.36 y 3.76, respectivamente). Los valores
son similares en lo que atañe a la legitimidad ética de la clonación humana, con ten-
dencia clara al desacuerdo para los católicos (promedio=1.83) y creyentes de otras
religiones (1.97), y mayor tendencia al acuerdo entre los no creyentes (2.89) y ateos
(2.90), con valores altos de dispersión (desviación típica>1.41), lo que indica que es
tema bastante controvertido.
1 Se utiliza la desviación típica en este contexto como medida de dispersión, sin aplicarle carácter probabilístico
ya que las variables analizadas no se ajustan a una distribución normal.
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
46
Finalmente, en las cuestiones que atañen al final de la vida, todos los grupos se mues-
tran mayoritariamente en desacuerdo con aplicar una eutanasia no consentida por el
paciente, aunque el rechazo es más nítido para los creyentes (promedio 2 para los
católicos, 1.89 para los adscritos a otras religiones, frente a 2.72 y 2.79 para no cre-
yentes y ateos). En la última cuestión analizada, todos los grupos se muestran contra-
rios a prolongar artificialmente la vida de una persona, con un pequeño mayor grado
de acuerdo entre los creyentes de otras religiones.
Tabla 5. Valores del test de Kruskal Wallis para la relación entre la adscripción religiosa y las cues-tiones bioéticas.
10A 10B 10C 10D 10E 10F
χ2 74,163 39,933 48,555 24,707 16,970 12,792
P ,000 ,000 ,000 ,000 ,001 ,005
5.6.5 Motivaciones para la conservación, posturas ambientales y bioéticas
A partir de la motivación principal para la conservación que manifiestan los encues-
tados hemos analizado si pueden establecerse diferencias en sus posturas ambientales
y bioéticas. Los que hemos calificado como antropocentristas fuertes son un número
muy pequeño (5 encuestados) para extraer conclusiones relevantes.
Como podemos analizar en la Tabla 7, este factor no introduce diferencias significa-
tivas en el grado de acuerdo con la mayor parte de las cuestiones planteadas. Sólo en
las preguntas 8C (“El ser humano puede utilizar los recursos naturales en su propio
provecho, sin ninguna limitación”), y 8D (“Los recursos naturales deben servir prin-
cipalmente a las necesidades humanas”, se observan valores de alta significación
(p<0.01). Aunque, como hemos visto, la gran mayoría de los encuestados dan valores
de desacuerdo altos en la pregunta 8C, los que se definen más biocéntricos ofrecen
las proporciones más altas de desacuerdo (promedio 1.09), frente a los que pueden
considerarse más antropocéntricos (fuerte: 1.2 y débil: 1.29). La pregunta 8D es más
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
47
nítida, ya que los biocéntricos muestran una proporción de puntuaciones bajas mucho
mayor que los demás grupos, con un promedio de 1.84 frente a 2.51 de los antropo-
centristas débiles.
Tabla 6: Frecuencias de casos en relación con la mediana según adscripción religiosa en diferentes cuestiones bioéticas
Religión
Católico Otra religión No creyente Ateo
10
A
> Mediana 45 24 16 9
<= Mediana 8 14 37 54
10
B
> Mediana 8 13 20 36
<= Mediana 45 25 33 25
10
C
> Mediana 11 8 31 42
<= Mediana 42 30 22 20
10
D
> Mediana 10 9 29 33
<= Mediana 43 29 24 30
10
E
> Mediana 13 8 24 28
<= Mediana 40 29 29 34
10
F
> Mediana 5 9 4 7
<= Mediana 47 28 49 56
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
48
En lo que se refiere a la relación entre motivación conservacionista y cuestiones bio-
éticas, las diferencias más nítidas entre grupos se dan en el tema del aborto y en la
investigación con embriones (Tabla 8), alcanzándose ahí un alto grado de significa-
ción (p<0.001). Para el resto de las cuestiones no se observan diferencias tan relevan-
tes.
Tabla 7. Valores del test de Kruskal Wallis para la relación entre la motivación conservacionista y las posturas ambientales.
8A 8B 8C 8D 8E 8F
2 3.538 2.943 11.893 15.661 1.275 1.386
P .171 .230 .003 .000 .529 .500
En lo que se refiere a la inadmisión ética del aborto, es bastante llamativo el pronun-
ciamiento de los que pueden definirse como antropocentristas débiles, frente a los
biocéntricos. Los primeros cuentan con una proporción superior de acuerdo (prome-
dio 2.4, con alta desviación típica), frente a los biocentristas (1.63 y con menor dis-
persión), aunque el valor medio en los dos casos se orienta a la aceptación.
En cuanto a la investigación con embriones humanos, es rechazada por 54 personas
sobre 21 que la admiten en el grupo antropocentrista débil (promedio=2.39), mientras
entre los biocentristas la distribución es más equilibrada, aunque son mayoría los que
la aceptan (71 frente a 57 que la rechazan) (promedio=3.28).
Tabla 8. Valores del test de Kruskal Wallis para la relación entre la motivación conservacionista y las cuestiones bioéticas.
10A 10B 10C 10D 10E 10F
2 20,745 6,093 20,307 2,646 5,720 ,045
P ,000 ,048 ,000 ,266 ,057 ,978
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
49
5.6.6 Coherencia en algunos planteamientos éticos
Entre las hipótesis que nos planteamos en este trabajo se incluía la consistencia en los
valores éticos que defendieran los encuestados, en función de la conexión que existe
–o debería existir– entre planteamientos ecoéticos y bioéticos, esto es entre cuestio-
nes que afectan estrictamente al medio ambiente, y otras que implican unos ciertos
valores de defensa de la vida y el orden natural.
Más en concreto, nos parecería razonable encontrar una alta correlación entre el gra-
do de acuerdo de los entrevistados en diferentes pares de preguntas, según mostraran
una orientación más antropocéntrica o más biocéntrica. Por ejemplo, esperábamos
encontrar una correlación alta y negativa en el grado de acuerdo entre las preguntas
8D y 8G, ya que quienes no están de acuerdo en que los recursos naturales sirvan
principalmente a las necesidades humanas, también apoyarían que limitáramos el
crecimiento demográfico por razones ambientales. Sin embargo la correlación de
Spearman entre ambas variables es muy baja (s=-0.024) y poco significativa
(p=0.721).
De la misma forma, esperábamos correlación negativa entre el grado de acuerdo a las
afirmaciones 8G (“Deberíamos limitar la población humana para asegurar la conser-
vación ambiental”) y 9C (“Los cultivos transgénicos serían admisibles si mejoraran la
alimentación en los países más pobres”), pues ambas indicarían planteamientos más
biocéntricos, pero tampoco se obtuvieron resultados significativos.
También nos parecía esperable una cierta coherencia entre quienes defienden la limi-
tación de la población y la posibilidad ética del aborto, ya que se asume que ambos
planteamientos están influidos por la consideración que se tenga del carácter inviola-
ble de la persona. Sin embargo, al igual que en los casos anteriores, la correlación de
Spearman era muy cercana a cero y poco significativa (p=0.181).
Otra línea de coherencia que planteamos era la relación entre manipulación genética
en personas y en cultivos, ya que ambas indican una alteración artificial de la Natura-
leza original y tienen un impacto potencial sobre la salud humana. Esto se concretaba
en analizar la correlación entre las afirmaciones 9C (“Los cultivos transgénicos serían
CÁTEDRA DE ÉTICA AMBIENTAL FTPGB-UAH
50
admisibles si mejoraran la alimentación en los países más pobres”) y 10C (“Es admi-
sible la investigación con embriones humanos con fines terapéuticos, aunque ello
implique su destrucción”), dos opciones de tendencia utilitarista que tienen en común
aceptar la manipulación biotecnológica de la vida con el objetivo de obtener ciertos
resultados. En este caso, se obtuvieron datos cercanos a la significación estadística,
con una ligera correlación negativa (s= -0.123; p=0.073).
6. Discusión y conclusiones Somos conscientes de que presentamos un estudio preliminar del que no podemos
extraer afirmaciones muy consolidadas. Se trata de un primer estudio sobre una temá-
tica que daría lugar a ensayos mucho más detallados, pero entendemos que algunas
conclusiones están en la línea de lo que otros autores han observado y por tanto pue-
den ser de interés general, con las matizaciones que se requieran en cuanto al tamaño
de la muestra y el marco social y temporal donde se ha elaborado (en España, un país
de desarrollo medio-alto, pero en un periodo de grave crisis económica y social, en el
momento en que se ha hecho la encuesta: 2013).
Con la muestra de encuestas que hemos conseguido (221 personas relacionadas con
organizaciones ecologistas), y las carencias derivadas de no tratarse de un muestreo
diseñado estadísticamente, podemos afirmar algunos rasgos que pueden servir para
entender mejor el papel que la ética ambiental puede jugar en los valores que defien-
den las ONG ecologistas, no sólo en el terreno estrictamente ambiental, sino también
en otras cuestiones bioéticas que tienen que ver, en el fondo, con la concepción que
se tenga de la especie humana y del papel que juega en la conservación ambiental,
aunque ciertamente esas relaciones muy rara vez se plantean de modo explícito. No
intentamos juzgar a un colectivo por las opiniones que manifiesta en cuestiones que
no forman parte expresamente de su ideario o de la razón última de su actividad. Tan
solo pretendemos introducir una reflexión sobre los valores que sostienen personas
comprometidas con la conservación ambiental, en la confianza de que pueden servir
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
51
para enlazar esos valores con otros de gran significado ético y –aunque no se vea ex-
plícitamente– conectados antropológicamente con la conservación de la Naturaleza.
Entre los encuestados dominan las personas vinculadas profesionalmente a las ONG
ecologistas, de edades medias (entre los 20 y los 60 años), y con más de 5 años de
experiencia en el trabajo en estas organizaciones.
Un primer elemento a destacar es la importancia de las cuestiones ambientales que,
pese a ser la ocupación primordial para buena parte de los encuestados, reconocen no
alcanzar el rango de relevancia social que otros problemas (paro, situación económi-
ca, corrupción política, sanidad, educación, etc.) tienen en nuestro país. Es meritorio
este grado de honestidad entre los conservacionistas, en la línea de la percepción ge-
neral de la sociedad española ante los problemas ambientales.
Los ecologistas encuestados manifiestan un alto grado de interés por las raíces filosó-
ficas de su actividad aunque reconocen –y esto es fruto de la jornada de estudio que
organizamos, ver Anexo 9.2)– que no es un tema prioritario en su trabajo y que fre-
cuentemente no se reflexiona explícitamente. Hay bastante unanimidad en cuanto a
admitir los límites ambientales en la actividad humana, con una inmensa mayoría que
está de acuerdo en que el ser humano no puede utilizar los recursos naturales a su
antojo. Hasta qué grado se permitiría la alteración de la naturaleza por parte de los
seres humanos recibe mayor controversia entre los encuestados, aunque se muestra
en general un notable grado de biocentrismo, pues se rechaza mayoritariamente in-
cluso que los recursos naturales deban servir principalmente a las necesidades huma-
nas o que la Naturaleza solo pueda ser modificada para atender a necesidades huma-
nas básicas (en este caso con un grado de desacuerdo mayor). Tal vez la cuestión más
controvertida sea que debamos limitar la población humana por razones ambientales,
que recibe grados de acuerdo y desacuerdo bastante polarizados, según la posición
más antropocéntrica o biocéntrica de los encuestados.
En las preguntas más propiamente ambientales, los encuestados muestran opiniones
esperables en función de su compromiso conservacionista, con valoraciones más altas
que la media nacional en lo que se refiere a favorecer impositivamente a las energías
renovables y restringir los medios privados de transporte, lo que indica en ambos ca-
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52
sos una apuesta por un modelo económico distinto al que ha venido imperando en las
sociedades occidentales. También se evidencia un alto grado de acuerdo en suprimir
los pesticidas y los cultivos transgénicos, aunque impacten los rendimientos agríco-
las, muy probablemente por la constatación de los impactos indirectos que ambas
prácticas llevan consigo. También hay un acuerdo mayoritario en el rechazo al uso de
la energía de fisión nuclear, incluso como solución temporal hasta la plena vigencia
de las renovables, si bien en este caso hay mayores divergencias que en las respuestas
a los temas anteriores.
En cuanto a la adscripción filosófica y religiosa, de las respuestas obtenidas no hemos
podido extraer conclusiones muy relevantes en la primera, al observar bastante con-
fusión terminológica en las respuestas abiertas, por lo que la hemos descartado para
el resto de los análisis. En cualquier caso, sí se evidencian sus motivaciones princi-
palmente biocéntricas (la Naturaleza tiene valor en sí misma), con una importante
proporción de los que podemos considerar antropocéntricos débiles (ponen el acento
en los bienes que la conservación ambiental tiene para el ser humano). Esta postura
filosófica influye en la visión que los ecologistas tienen de distintos problemas am-
bientales y bioéticos, principalmente del papel de la especie humana en la conserva-
ción del planeta y del equilibrio entre las necesidades humanas y la Naturaleza, pri-
mando ésta para los más biocéntricos.
La agrupación religiosa nos parecía relevante para analizar el impacto que las creen-
cias tenían sobre la actividad conservacionista, así como sobre la postura ética de los
encuestados en otras cuestiones bioéticas. En nuestra muestra, llama la atención la
proporción mucho más alta que la media nacional de personas no creyentes o ateos
(sumando ambos el 53%), y, entre los creyentes, de budistas (9%). Como parecía
esperable en nuestro país, la proporción más alta entre los creyentes es la de los cató-
licos con un 25% de los encuestados, pero es baja, si la comparamos con el 70% que
se incluye en las encuestas del CIS. En suma, puede afirmarse que –siempre de
acuerdo a nuestra muestra– hay personas de todas las creencias entre los ecologistas
españoles, pero se observa un sesgo marcado hacia el agnosticismo, el ateísmo y el
budismo respecto al resto de la sociedad española. Esta misma conclusión se mani-
festó en la reunión que tuvimos con organizaciones ecologistas (Anexo 0). La creen-
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
53
cia religiosa tiene poca influencia en las posturas de los encuestados sobre temas es-
trictamente ambientales, pero sí lleva consigo diferencias significativas en su motiva-
ción conservacionista, en juzgar sobre el papel que el ser humano tiene para trans-
formar la Naturaleza y en algunas cuestiones bioéticas, principalmente en temas con-
trovertidos socialmente como el aborto, la clonación o la investigación con embrio-
nes humanos, siendo las personas creyentes (católicos y de otras religiones) más par-
tidarios de introducir limitaciones éticas en esas cuestiones que los agnósticos y
ateos.
Finalmente, llama la atención la aparente falta de coherencia en el grado de acuerdo
entre preguntas que cabría esperar que estuvieran relacionadas, como sería la admi-
sión de límites éticos en la manipulación genética (por ejemplo entre cultivos y em-
briones humanos), o la postura común frente a la limitación de la población humana y
la admisión del aborto, pero en ambos casos no observamos correlaciones significati-
vas. Parece razonable pensar que si se admiten límites éticos en la investigación cien-
tífica, por el impacto ambiental o sobre la salud humana que pueden generar (energía
nuclear, transgénicos, pesticidas), incluso cuando se trata de beneficiar a la población
(aumentar la producción agrícola), también se haga en otros campos bioéticos (em-
briones humanos, clonación) en donde también se plantean límites a la investigación
que no se ven relacionados con el respeto a la naturaleza de las cosas (en este último
caso, de la naturaleza humana). De igual modo el respeto a la vida o la no violencia
que acompaña a muchos planteamientos biocéntricos, no parece influir en la posición
de los encuestados por ejemplo sobre los límites éticos del aborto, primando en este
caso más la adscripción religiosa que las motivaciones propiamente conservacionis-
tas. Esta aparente desconexión entre valores ecoéticos y bioéticos puede deberse a
que las personas más comprometidas en los movimientos ecologistas (siempre a par-
tir de la muestra que hemos analizado) enfatizan la necesidad de fomentar una refle-
xión más honda sobre las implicaciones de las distintas motivaciones conservacionis-
tas, sobre su fundamentación filosófica o religiosa, y, en definitiva, sobre el impacto
que tienen en otras cuestiones éticas, moldeando un conjunto de valores que no sólo
servirían para mejorar la conservación de la naturaleza, sino también la sociedad hu-
mana en su conjunto.
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ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
57
8. Anexos
8.1. Anexo 1. Encuesta utilizada en este estudio
Te ruego contestes a las preguntas con la mayor sinceridad posible. Sólo se presenta-
rán los resultados agrupados y mantendremos la confidencialidad de las fuentes.
A. PREGUNTAS INTRODUCTORIAS
1. Indícanos tu grupo de edad:
a. Menor a 20 años
b. Entre 20 y 40 años
c. Entre 40 y 65 años
d. Mayor a 65 años
2. Indica tu grado de compromiso con la organización ecologista
a. Formo parte del equipo de dirección
b. Trabajo a tiempo completo
c. Trabajo a tiempo parcial
d. Voluntario permanente
e. Voluntario ocasional
f. Simpatizante
g. Ninguno
3. Cuándo iniciaste tu relación con la organización:
a. Menos de un año
b. De uno a cinco años
c. Más de cinco años
B. MOTIVACIONES PERSONALES
4. Indica el rango de 7 (más importante) a 1 (menos importante) de importancia
actual en nuestro país que en tu opinión tienen los siguientes temas (por favor
no repitas los rangos):
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a. Paro
b. Degradación ambiental
c. Corrupción política
d. Delincuencia/terrorismo
e. Educación
f. Sanidad
g. Energía
5. ¿Qué postura filosófica se acerca más a tu visión del mundo?
a. Utilitarismo.
b. Racionalismo.
c. Idealismo.
d. Fenomenología.
e. Realismo
f. Nihilismo.
g. Otras (especificar)
6. ¿Qué postura religiosa se acerca más a tu visión del mundo?
a. Cristianismo católico.
b. Otras iglesias cristianas
c. Budismo.
d. Hinduismo.
e. Islam
f. Agnosticismo
g. Ateísmo.
h. Otras (especificar)
7. ¿Cuál es tu principal motivación para trabajar activamente en la conservación
de la Naturaleza? (señala solo una)
a. Porque el hombre forma parte de ella y como único ser racional debe
cuidarla.
b. Porque es una creación de Dios.
c. Porque la vida y todos sus seres (humanos, animales, vegetales, paisa-
jes, etc.) tienen valor por sí mismos.
d. Porque es fuente de recursos para nuestro desarrollo económico.
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e. Porque cuando la Naturaleza se degrada afecta a la salud y el bienestar
humanos.
8. Indícanos tu grado de acuerdo con las siguientes frases relacionadas con la
conservación ambiental (0 = nada de acuerdo; 5 = totalmente de acuerdo):
a. La formación filosófica es importante para la conservación ambiental.
b. Los principios éticos son de gran relevancia para la conservación am-
biental.
c. El ser humano puede utilizar los recursos naturales en su propio prove-
cho, sin ninguna limitación.
d. Los recursos naturales deben servir principalmente a las necesidades
humanas.
e. La Naturaleza solo puede ser modificada para atender a necesidades
humanas básicas.
f. La conservación de la Naturaleza debería estar por encima de cualquier
necesidad humana.
g. Deberíamos limitar la población humana para asegurar la conservación
ambiental.
9. Indícanos tu grado de acuerdo con las siguientes frases relacionadas con cues-
tiones ambientales (0 = nada de acuerdo; 5 = totalmente de acuerdo):
a. La energía de fisión nuclear debería prohibirse en cualquier caso.
b. La energía de fisión nuclear debería admitirse sólo como solución tem-
poral hasta que las energías renovables sean rentables.
c. Los cultivos transgénicos serían admisibles si mejoran la alimentación
en los países más pobres.
d. Debería introducirse un impuesto adicional para estimular el uso de
energías renovables.
e. Debería restringirse el uso del automóvil privado para reducir emisio-
nes.
f. Debería suprimirse el uso de pesticidas aunque ello supusiera una re-
ducción en la producción de alimentos.
10. Indícanos tu grado de acuerdo con las siguientes frases relacionadas con otras
cuestiones bioéticas. (0 = nada de acuerdo; 5 = totalmente de acuerdo):
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a. Procurar un aborto es siempre éticamente inaceptable.
b. El aborto debería facilitarse a petición libre de la madre, sin límite de
tiempo de gestión, ni condiciones de salud del feto.
c. Es admisible la investigación con embriones humanos con fines tera-
péuticos, aunque ello implique su destrucción.
d. La clonación humana sería aceptable para obtener órganos que sirvieran
como medicamento.
e. Es éticamente aceptable procurar la muerte de un enfermo terminal,
aunque no lo pida.
f. Si puede mantenerse la vida de un enfermo terminal, aunque sea sólo ar-
tificialmente, debería hacerse.
8.2. Anexo 2. Resumen de la jornada sobre valores
éticos en el ecologismo
La actividad contó con diversos profesores universitarios relacionados con los temas
ambientales y representantes de 15 asociaciones y fundaciones conservacionistas:
Fundación Félix Rodríguez de la Fuente
Fundación Monjes Budistas
Fundación FIRE
Fundación Oxígeno
Fundación González Bernáldez
Amigos de la Tierra (Com. de Madrid)
Fundación Global Nature
Asociación GAIA
Asociación GREFA
Asociación Territorios Vivos
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Asociación REFORESTA
SEO-Birdlife Sierra de Guadarrama
Ecologistas en Acción-Alcalá de Henares
ARBA-Alcalá
Los Verdes-Comunidad de Madrid
(A título individual participaron Francisco Pineda y Antonio Gómez Sal, catedráticos
de Ecología en las Universidades Complutense y Alcalá, respectivamente).
El objetivo último de esta reunión era estudiar las raíces éticas de las organizaciones
conservacionistas, y plantear cómo pueden enriquecer su actividad con una reflexión
más profunda sobre esos valores éticos. También se pretendía que la jornada sirviera
de base a la elaboración de un documento técnico sobre los valores éticos de las per-
sonas vinculadas a estas organizaciones.
La apertura de la jornada corrió a cargo del profesor Emilio Chuvieco, director de la
cátedra de ética ambiental, quien explicó brevemente los orígenes de la cátedra, los
fines y objetivos de la misma, las principales actividades realizadas hasta el momento
y los próximos retos que se plantean. También presentó los resultados preliminares
de la encuesta preparada como base para la jornada.
Seguidamente, la profesora Carmen Velayos (Universidad de Salamanca) realizó una
presentación introductoria sobre cuestiones de interés en ecoética, las raíces históri-
cas de esta rama de la ética aplicada, las distintas posiciones y corrientes que la inte-
gran.
Tras la pausa para el café, comenzó la segunda parte del taller, en la que cada repre-
sentante expuso brevemente el ideario ético de su organización. Se había planteado
previamente a todos los participantes cuatro preguntas relacionadas con la temática
de la jornada:
1. ¿Te parece relevante que exista una postura filosófico-teológica en las personas
que trabajan en tu organización o consideras que es un asunto irrelevante para la acti-
vidad de la misma?
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2. ¿Existe alguna postura filosófico-teológica explícitamente definida en tu organiza-
ción, que sea la base de vuestra actividad conservacionista?
3. En caso afirmativo, ¿se tiene en cuenta en la elaboración-desarrollo de proyectos?
4. En caso negativo, ¿hay alguna postura filosófico-teológica que pienses se acerca
más al ideario de la organización?
En relación a estas cuestiones, las principales aportaciones de los asistentes se po-
drían resumir en los siguientes puntos:
1) En la mayor parte de los casos sí les parece relevante que exista una postura filosó-
fica en las personas que trabajan/colaboran en ONG, aunque no ven tan claro que sea
necesaria una postura teológica. Algunos intervinientes, por el contrario, no conside-
ran relevante que exista ninguna postura.
2) En general no tienen una postura filosófico-teológica definida en la organización,
o al menos no expresada de forma explícita, por lo que no se puede afirmar con ro-
ESTUDIO SOBRE VALORES ÉTICOS EN ORGANIZACIONES ECOLOGISTAS EN ESPAÑA
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tundidad que sus actividades conservacionistas se basen en algún tipo de postura filo-
sófico teológica. Algunos participantes apuntaron que quizás sería interesante que en
su organización trabajasen en ello.
3) Aquellos intervinientes que indicaron estar cercanos a alguna postura filosófica-
teológica, citaron principalmente el biocentrismo o el budismo zen, pero la mayor
parte remarcaron que en sus organizaciones había bastante pluralidad de opiniones
filosóficas o teológicas, y que no se emplean como criterio para la selección de per-
sonal, ni suelen ser objeto de discusión interna.
4) Varios ponentes enfatizaron la importancia de la educación ambiental, en donde
deberían insertarse postulados éticos profundos, que permitan cambiar actitudes. Se
constata el escaso impacto que los programas de educación ambiental han tenido has-
ta el momento, en la medida que no ayudan a cambios profundos sino más bien cos-
méticos.
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Tras esta revisión general, se abrió un debate abierto entre los intervinientes. La limi-
tación de tiempo restringió el análisis de algunas de las cuestiones planteadas desde
la organización del evento, pero fue muy interesante el intercambio de ideas sobre el
papel que puede jugar la ética ambiental en el funcionamiento de las organizaciones
ecologistas (y en la sociedad misma); los problemas ambientales actuales y cómo
deben las organizaciones conservacionistas afrontar los retos del futuro.