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estrategias para la elaboración de texto

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IntroducciónLa novela “Boquitas pintadas” transcurre en el contexto de la década del ’30, en

General Vallejos un pueblo de la provincia de Buenos Aires. En esta obra literaria de Puig se ve reflejada la hipocresía de la época, la figura de la mujer con vida sexual activa se ve afectada, siendo motivo este de prejuicios y calumnias he incluso la hipocresía. “Boquitas pintadas” está presentada a modo de novela folletín del estilo de las novelas rosa, pero con un tipo de estructura y una forma de presentar la información para que el lector vaya armando la trama, muy diferente a ese tipo de novelas. Manuel Puig utiliza el recurso de distintos tipos de textos, comienza con un aviso fúnebre y luego le siguen cartas, y así en el transcurso de la misma va presentando otros tipos de textos, como notas de revistas, informes policiales, certificados médicos, actas de defunción, etc. Tiene muy pocas narraciones y diálogos, y las narraciones son muy objetivas y descriptivas en cuanto a lo que se narra. Es una novela polisémica, ya que en ella encontramos las voces y las opiniones de cada uno de los personajes de esta historia. Teniendo en cuenta que una novela es un género discursivo, utilizaremos como ejemplo la novela “Boquitas pintadas” de Manuel Puig para hacer un pequeño análisis o dar cuenta de una lectura más completa, con el texto “géneros discursivos” de Bajtín, veremos también las relaciones de transtextualidad con el texto “Conceptos y texturas” (Novo- Rosales), y para dar cuenta de lo que la lectura provoca en los personajes de esta novela, trabajaremos con “la experiencia de la lectura” de Jorge Larrosa; a la luz de mostrar cómo se ven algunos de los criterios que todos los autores citados anteriormente proponen, encontrados dentro de dicha obra literaria.

La acción comienza a partir de la muerte de Juan Carlos Etchepare, novio de la juventud de Nélida Enriqueta Fernández (Nené). La joven se entera de la muerte de su tan querido ex novio y toma coraje para mandar el pésame a la madre del difunto, en su carta se muestra dolida y apenada, toma cierta confianza y atrevimiento, pide perdón por haber causado algún tipo de dolor a la familia ya que se la culpaba de la enfermedad que Juan Carlos contrajo supuestamente por estar largas horas de la noche contra el portón de la casa de Nené; y pide saber detalles de los últimos momentos de vida de su antiguo amor. Nené al recibir respuestas satisfactorias debido a su carta, se entusiasma y sigue escribiendo cartas a su ex suegra, en donde descarga sus más ocultos sentimientos, y comienza a recordar cosas del pasado, a Juan Carlos, a sus amigas Mabel Sáenz y Celina Etchepare hermana de Juan Carlos, quien al no ser elegida como reina en el baile de la primavera comenzó a correr los rumores de un antiguo amorío de Nené con el casado doctor Aschero, quien fue su primer hombre.

A lo largo de la novela vamos reconstruyendo el pasado de los personajes por medio de los textos que Puig presenta en el transcurso de la obra, los cuales arman la trama de esta historia. Entre mentiras, hipocresías y desengaños, se ve a Nené como una joven ingenua y de clase media completamente distinta a su amiga Mabel, quien es maestra de una clase media alta de General Vallejos, muestra una mascara de señorita virginal ocultando su verdadera personalidad lujuriosa y calculadora. Dentro de la historia principal que se desarrolla en la obra, también se encuentra la sub-historia de Antonia Josefa Ramírez (Rabadilla) empleada doméstica y Francisco Catalino Páez (Pancho) albañil, este último incentivado por los consejos de su amigo Juan Carlos, seduce a Raba y la engaña con falsos sentimientos para que esta acceda a tener relaciones con él, trayéndole como consecuencia a la joven un embarazo no esperado.

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Pancho viaja a Bs. As con motivo de un entrenamiento para trabajar como oficial en la comisaría de General Vallejos, la cual tenía su edificio vecino al patio de Mabel Sáenz con la quien tuvo un amorío que fue descubierto por Raba mientras se encontraba trabajando en la casa de los Sáenz; descubrir esta trampa causó tanto desenfado en Raba, sus ilusiones de tener un futuro con Pancho y el deseo de que éste reconozca a su hijo se destrozaron, esto fue decisivo para atacarlo con una cuchilla en el momento que él iba a saltar el tapial para volver a la comisaría, debido a sus heridas tan profundas Pancho murió en el patio de los Sáenz. Mabel logra desviar la investigación de modo tal de que en el pueblo no se corriera el rumor que ella frecuentaba a aquel negro albañil, y así su imagen no se viera deshonrada.

En esta novela se presenta la imagen de Juan Carlos Etchepare como el típico mujeriego, jugador y vago, que seduce a toda mujer que se cruce en su camino, en esta historia vemos que él tenía un romance con Mabel y a la vez era novio de Nené con quien no pasó a más, un amorío con la viuda Elsa di Carlo, quien más delante de la historia convive con Juan Carlos en los últimos momentos de su vida, y a demás frecuentaba a otras mujeres. En la estadía de Juan Carlos en Cosquín (provincia de Córdoba) para su tratamiento de tuberculosis, se comienza a desarrollar la verdadera historia de amor entre él y Nené, ya que Mabel perdió interés después de saber a cerca de su enfermedad. Nené y Juan Carlos se escribían cartas de manera permanente y en ellas se ve reflejado un nuevo sentimiento en Juan Carlos, un sentimiento de amor hacia Nené y a demás una promesa de matrimonio. Esta relación se rompe por los chismes y calumnias de Celina la hermana de Juan Carlos, quien culpa a Nené de la enfermedad de su hermano; finalmente Nené hace su vida, se casa y vive en Buenos Aires con su esposo y sus dos hijos, mientras que Juan Carlos convive con Elsa quien se hace pensionista en Cosquín.

Finalizando la novela se conocen los destinos de cada uno de los personajes, y se descubre que quien escribía las cartas a Nené no era Leonor Saldívar de Etchepare la madre de Juan Carlos, sino su hija Celina que a modo de venganza envía al marido de Nené las cartas que ella mandaba supuestamente a Leonor, en dichas cartas Nené descargaba sus sentimientos de desprecio hacia su marido y sus hijos; esto provocó la separación de la pareja, y la decisión de Nené de ir Cosquín a conocer el lugar en donde su amado Juan Carlos vivió sus últimos años de vida; y fue en la pensión en donde se encuentra con Elsa di Carlo. Nené pregunta sobre Juan Carlos, y Elsa le dijo algo que retumba en la mente de Nené, y es que su amado siempre la traía a la memoria y que ella era la única con quien pensaba en casarse.

Al final de la novela se presencia la muerte de Nené, su última voluntad para su entierro y el deseo de que se destruyan las cartas de Juan Carlos y suyas; se conoce el destino de Raba y el de sus hijos, y el destino de Mabel, de su hija y de su nieto.

Ya expuesto el argumento de esta novela, decimos que esta obra la podemos considerar un género discursivo, que contiene dentro otros géneros discursivos. Bajtín dice Las diversas esferas de la actividad humana están todas relacionadas con el uso de la lengua. Por eso está claro que el carácter y las formas de su uso son tan multiformes como las esferas de la actividad humana, lo cual, desde luego, en nada contradice a la unidad nacional de la lengua. El uso de la lengua se lleva a cabo en forma de enunciados (orales y escritos) concretos y singulares que pertenecen a los participantes de una u otra esfera de la praxis humana. Estos enunciados reflejan las condiciones específicas y el objeto de cada una de las esferas no sólo por su contenido (temático) y por su estilo verbal, o sea por la selección de los recursos léxicos, fraseológicos y gramaticales de la lengua, sino, ante todo, por su composición o estructuración. Los tres momentos mencionados el contenido temático, el estilo y la

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composición están vinculados indisolublemente en la totalidad del enunciado y se determinan, de un modo semejante, por la especificidad de una esfera dada de comunicación. Cada enunciado separado es, por supuesto, individual, pero cada esfera del uso de la lengua elabora sus tipos relativamente estables de enunciados, a los que denominamos géneros discursivo1. Lo que Bajtín quiere decir con esto es que existirán características que distinguen a cada género, tendrán un léxico particular, una estructura diferente y una forma como dirigirse a un receptor.

Bajtín hará una diferencia entre los géneros discursivos, géneros discursivos primarios (simples) y géneros discursivos secundarios (complejos)Los géneros discursivos secundarios (complejos) a saber, novelas, dramas, investigaciones científicas de toda clase, grandes géneros periodísticos, etc. surgen en condiciones de la comunicación cultural más compleja, relativamente más desarrollada y organizada, principalmente escrita: comunicación artística, científica, sociopolítica, etc. En el proceso de su formación estos géneros absorben y reelaboran diversos géneros primarios (simples) constituidos en la comunicación discursiva inmediata. Los géneros primarios que forman parte de los géneros complejos se transforman dentro de estos últimos y adquieren un carácter especial: pierden su relación inmediata con la realidad y con los enunciados reales de otros, por ejemplo, las réplicas de un diálogo cotidiano o las cartas dentro de una novela, conservando su forma y su importancia cotidiana tan sólo como partes del contenido de la novela, participan de la realidad tan sólo a través de la totalidad de la novela, es decir, como acontecimiento artístico y no como suceso de la vida cotidiana. La novela en su totalidad es un enunciado, igual que las réplicas de un diálogo cotidiano o una carta particular (todos poseen una naturaleza común), pero, a diferencia de éstas, aquello es un enunciado secundario (complejo). M. Bajtín (1982: 250-251). Con respecto a la novela “Boquitas pintadas” corresponde a un género secundario (complejo) dentro de ella estará conteniendo géneros primarios (simples) por ejemplo las cartas, artículo de una revista, informe policial, notas de una agenda íntima, etc. y los diálogos entre los personajes, que funcionarán a modo de contexto dentro de un género secundario.

Según Bajtín todo discurso oral o escrito, todo género primario o secundario en cualquier esfera de la comunicación discursiva, es individual o sea que se puede reflejar la individualidad del que habla o del que escribe, digamos tener un estilo individual. Pero no todos los géneros pueden absorber un estilo individual. Los que pueden tomar el estilo individual son los géneros literarios; otros tipos de géneros más estandarizados como por ejemplo muchos tipos de documentos oficiales, en las órdenes militares, en las señales verbales, en el trabajo, etc. En estos géneros sólo se reflejan los aspectos más superficiales, casi biológicos, de la individualidad. En la gran mayoría de los géneros discursivos (salvo los literarios) un estilo individual no forma parte de la intención del enunciado, no es su finalidad única sino que resulta ser, por decirlo así, un epifenómeno del enunciado, un producto complementario de este. Bajtín (1982: 252)

En el caso de la novela este estilo individual lo observamos en las cartas de Nené, Juan Carlos y las supuestas cartas de Leonor, y también en los diálogos de los personajes, cada uno tendrá su forma diferente de hablar; y en los casos de documentos como informes médicos, exposiciones policiales, actas, etc. Que se presentan en la obra, no pueden tomar un estilo individual ya que son un tipo de texto estandarizado, esto responde a que los géneros les corresponden diferentes estilos “una función determinada (científica, técnica, periodística, oficial, cotidiana) y unas condiciones determinadas, específicas para cada esfera de la comunicación discursiva, generan

1M. Bajtín. “El problema de los géneros literarios”. Estética de la creación. Siglo veintiuno editores Argentina. 1982

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determinados géneros, es decir, unos tipos temáticos, composicionales y estilísticos de enunciados determinados y relativamente estables. El estilo está indisolublemente vinculado a determinadas unidades temáticas y, lo que es más importante, a determinadas unidades composicionales; el estilo tiene que ser con determinados tipos de estructuración de una totalidad, con los tipos de su conclusión, con los tipos de la relación que se establece entre el hablante y otros participantes de la comunicación discursiva (los oyentes o lectores, los compañeros, el discurso ajeno, etc.) (Ibíd.: 252)

En esta novela también observamos las relaciones de transtextualidad. Julia Kristeva (1969 1978) después de su lectura de Bajtín, introdujo en la semiótica francesa la noción de intertextualidad destacando de que la productividad de la escritura literaria redistribuye y disemina textos anteriores dentro de un texto: “todo texto se construye como mosaico de citas, todo texto es absorción y transformación de otro texto. En lugar de la noción de intersubjetividad se instala la de intertextualidad, y el lenguaje poético se lee, al menos, como doble” (1969 1978:190). Gérard Genette (1989) hablará de trastextualidad para designar genéricamente todas las relaciones entre un texto con otros textos, y establece los siguientes tipos:

Intertextualidad: presencia de un texto dentro de otro (por alusión, cita, etc.)

Paratextualidad: contorno del texto propiamente dicho. Metatextualidad: relación de comentario en un texto por otro. Architextualidad: relaciones de un texto con las diversas clases a las que

pertenece. Hipertextualidad: reelaboración de un texto por otro a través de

fenómenos como el pastiche o la parodia (Charadeu y Maingueneau, 2005: 337-338).

Genette entenderá como transtextualidad como trascendencia textual del texto, considera como transtextualidad a todo lo que pone al texto en relación, manifiesta o secreta, con otros textos.

En el caso de nuestra novela a analizar podemos tomar la noción de intertextualidad a modo de mosaico (Julia Kristeva 1969 1978) en relación con todos los textos que se presentan en la obra (cartas, artículo de una revista, avisos necrológicos, actas, informe policial, certificados médicos, notas de una agenda íntima, etc.) según Genette la intertextualidad es una relación de copresencia entre dos o más textos, es decir, como la presencia efectiva de un texto en otro. También vemos esta relación de intertextualidad en como comienza cada entrega con mayormente frases de tangos de Le Pera, algunos boleros y algunos tangos de otros autores, en forma de alusión (un enunciado cuya plena comprensión supone la percepción de su relación con otro enunciado al que remite, aunque esta relación permanezca la mayor parte de las veces en un estado implícito y hasta hipotético). Novo: Rosales (2004 2005:53) El propósito de la alusión en los aparatos culturales es la de fortalecer o cuestionar una posición, para conformar una tradición de precursores para entablar polémica, para lograr prestigio o dar verosimilitud, para introducir una perspectiva irónica, etc. En estos fragmentos de canciones dan cuenta del contexto de la época que se vivía en la Argentina, como el tango y el bolero conforman el universo cultural de esa generación.

Encontramos también una relación de hipertextualidad en la novela, Genette define a la hipertextualidad como el vínculo que une un texto B (hipertexto) a un texto A (hipotexto). El hipertexto sería una derivación del hipotexto. El hipertexto transforma el hipotexto de origen, no podría existir sin él, sin evocarlo más o menos explícitamente; esto se ve en el texto que se presenta a comienzos de la novela, sin la existencia del

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aviso fúnebre no daría motivos al carteo entre Nene y la madre de Juan Carlos, y así todo texto B en la obra tiene razón de existir a partir de un texto A.

Otra relación que encontramos es la de architextualidad. La architextualidad es una relación “completamente muda” según Genette la hipertextualidad a lo sumo resulta articulada por una mención paratextual de pura pertenencia taxonómica que, en general, indica la pertenencia del texto al conjunto de categorías generales en que se lo puede incluir, como clases de discurso o géneros literarios (se observa en títulos, subtítulos o presentaciones de solapas o contratapas que incluyen expresiones clasificatorias como novela, cuento, poema, etc.) Novo- Rosales (Ibíd.:58). Lo que Genette quiere decir con esto es que el texto no tiene que reconocer explícitamente a que género corresponde, ya que el que determina una pertenencia al género sería el lector, que también incluso podría rechazar el estatuto reivindicado por vía paratextual, es el caso de “Boquitas pintadas” lo que Manuel Puig hace es presentar la novela como un folletín con dieciséis entregas ubicándose como del tipo de novela rosa, cuando en realidad su intención es que el lector la ubique no como un folletín sino como una novela que imita al tipo de novela rosa; según Genette aunque este tipo de relación pueda permanecer implícita o ser sometida a discusión, resulta de gran importancia, ya que la percepción genérica orienta y determina en gran medida el “horizonte de expectativas” del lector y por tanto incide fuertemente en la recepción de la obra. Novo- Rosales (Ibíd.)

Finalizando con las teorías que propusimos trabajar, hablaremos de la experiencia de la lectura. En el transcurso de la novela Nené escribe cartas supuestamente a su ex suegra, en ellas hace catarsis y expresa disconformidad con su vida, trata de aclararle como fueron los hechos de los rumores que se corrían sobre ella, habla del cariño tan especial que sentía por Juan Carlos y pide que le envíe de vuelta las cartas que éste le escribía desde Cosquín. En ese transcurso de responder las cartas a la madre de Juan Carlos, la separación con su marido y finalmente el viaje a Córdoba transformaron a Nené, el hecho de revivir a través de su memoria y la relectura de sus cartas, cambiaron el pensamiento de Nené, ya no es la misma que era desde el comienzo de la primera carta enviada a Leonor; si ella no se hubiera enterado de el fallecimiento de Juan Carlos y no se hubiera decido a mandar su pésame, Nené hubiese seguido con una vida de casada muy infeliz he inconforme con sus hijos quienes terminaron con un titulo y con sus respectivas parejas motivo de orgullo para Nené. Su pensamiento inicial fue transformado al hecho de valorar lo que ella tenía, siendo motivo de decidir como su última voluntad la destrucción de sus tan atesoradas cartas. “Escribes lo que has leído, lo que, al leer, te ha hecho escribir. Lees palabras de otros y mantienes con ellas una relación de exterioridad. Te pones en juego en relación a un texto ajeno. Lo entiendes o no, te gusta o no, estás de acuerdo o no. Sabes que lo más importante no es ni lo que el texto dice ni lo que tú seas capaz de decir sobre el texto. El texto sólo dice lo que tú lees. Y lo que tú lees no es ni lo que comprendes, ni lo que te gusta, ni lo que concuerda contigo. En el estudio, lo que cuenta es el modo como, en relación con las palabras que lees, tú vas a formar o a transformar tus palabras. Las que tú leas, las que tú escribas.” Jorge Larrosa. (2003: 2).

Es también evidente el cambio en Juan Carlos desde las primeras cartas que enviaba a Nené hasta las últimas, como sus sentimientos empiezan a ser más fuertes y sinceros, realmente Nené es con quien piensa casarse. Juan Carlos pide ayuda a un ex profesor de literatura que se encuentra internado en la misma clínica de tuberculosos, porque él quiere que sus cartas sean realmente especiales, que sus palabras reflejen realmente sus deseos y que sea clara su intención. “Buscas, para la escritura, la voz más generosa, la más desprendida. Anticipas, para la lectura, la escucha más abierta,

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la más libre. Sabes que esa generosidad de la voz y esa libertad de la escucha son el primer efecto del texto, el más importante, quizás el último. Por eso lo más difícil es empezar. Por eso vuelves a empezar. Una y otra vez.” (Ibíd.:3)

Nené mientras escribía remitía a sus recuerdos, a veces un poco dolorosos pero en cada palabra que ella escribía en sus cartas ponía en manifiesto su universo, su esencia, lo que ella era, y finalmente se transforma. “A veces te duelen las palabras maltratadas, pervertidas, manipuladas. Tienes que llenarte de palabras. Y llenarlas a ellas de ti. De tu memoria, de tu sensibilidad. También de tus oscuros, de tus abismos. Casi todo lo que sabes, lo has aprendido de las palabras y en las palabras. Casi todo lo que eres lo eres por ellas. Escribir y leer es explorar todo lo que se puede hacer con las palabras y todo lo que las palabras pueden hacer contigo.”(Ibíd.:5).

Jorge Larrosa cita a Hegel expresando que leer es como viajar y la economía de la lectura es análoga a la economía del viaje. Podemos utilizar esta analogía dentro de boquitas pintadas, ese viaje de Nené a Córdoba es como lo que Hegel habla de la lectura y el viaje, después de este viaje Nené transforma su pensamiento la experiencia es constitutiva de la formación cuando ésta es otra cosa que el aprendizaje de una verdad exterior y tiene que ver, de una u otra manera, con la formación y la transformación de lo que uno es (…) La experiencia conduce a algún sitio, de que la experiencia sólo es pedagógicamente significativa si está normada por una finalidad que regula y hace posible su conducción y su tutela. Para Hegel, la (experiencia de la) lectura es indisociable de la formación del espíritu del hombre, de la humanización del hombre. En, por y a través de su experiencia de la biblioteca (y del mundo) el hombre deviene propiamente hombre, deviene verdaderamente un ser humano, deviene lo que es. Por eso la (experiencia de la) lectura es un viaje hacia uno mismo. Y por eso Hegel se asegura de mantener bien firmes los hilos del retorno. Jorge Larosa (2003: 252, 253).

Jorge Larosa ve a la experiencia de la lectura como una experiencia de apropiación, de elaboración de lo propio; es una formación de uno mismo, con lo que uno escribe se puede trabajar sobre uno mismo, habla de que saliendo de uno mismo uno puede retornar así mismo. Salir de uno mismo exige la experiencia como salida hacia afuera y esa otra forma del regreso hacía si mismo. “…para convertirse en objeto, la sustancia del espíritu debe sernos algo contrapuesto, debe haber adquirido la forma de algo extraño”2. Según Larosa esa salida hacia lo otro está siempre regulada por la finalidad de llegar a una meta, lo que él llama la re-apropiación de sí mismo. Esto es lo que ocurre con Nené al reencontrase con sus antiguas cartas y el viaje a Córdoba, la transformación ocurre en el cambio de su última voluntad, pidiendo que dichas cartas sean destruidas, dándonos a entender que su vida cambió totalmente después de ese reencuentro con ella misma y podemos decir que pudo realmente ser feliz en su matrimonio y en su vida familiar queriéndose llevar a la tumba el recuerdo de su marido y el de sus hijos, y no el recuerdo de un amorío de la juventud.

Esperamos en este Trabajo haber podido cumplir con nuestro propósito de elaborar un breve análisis con las teorías presentadas por los autores traídos a colación, esperamos haber dado cuenta de una lectura más completa de la obra de Manuel Puig, a través de las consideraciones que hace Bajtín de los géneros discursivos, entender que una novela es un género discursivo secundario (complejo) y en la cual encontramos géneros discursivos primarios (simples) dentro de ella, como ya antes aclaramos cuales eran estos discursos. También tratamos de dar cuenta de las nociones de transtextualidad propuestas por Genette, y las cuales quedamos conformes en destacar tres de ellas, como intertextualidad, hipertextualidad y architextualidad en la obra trabajada. Tratamos de hacer una reflexión a cerca de la experiencia de la lectura

2 Hegel. “Discurso del 29 de septiembre de 1809”, op. Cit.,p.81

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observada en los personajes de la novela tales como Nené y Juan Carlos, a partir de las ideas propuestas en La experiencia de la lectura de Jorge Larrosa.

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