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Entre_lo_dicho y Lo Hecho El Camino No Es Derecho, Análisis de Las Prácticas Genocidas
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ANÁLISIS DE LAS PRÁCTICAS
SOCIALES GENOCIDAS
ENTRE LO DICHO Y LO HECHO EL CAMINO NO ES
DERECHO, LOS MEDIOS COMO MEDIO: El uso de la
propaganda oficial en la dictadura militar argentina
Cátedra: Feierstein
Alumnas:
Etkin Natalia (2do cuatrimestre 2010)
Rivero Melina (1er cuatrimestre 2012)
Spector Gabriela (1er cuatrimestre 2012)
2
INDICE
A) INTRODUCCION AL TEMA.................................................................................página 4
B) MARCO HISTORICO.............................................................................................página 7
C) LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA DICTADURA..............................página 10
D) EJES TEMATICOS
I. La lucha antisubversiva....................................................................................página 12
II. El Mundial de 1978..........................................................................................página 16
III. La Guerra de Malvinas.....................................................................................página 18
IV. El ideal ciudadano............................................................................................página 24
E) REFLEXIONES FINALES....................................................................................página 27
F) BIBLIOGRAFIA....................................................................................................página 28
G) ANEXOS
I. La lucha antisubversiva....................................................................................página 29
II. El Mundial de 1978..........................................................................................página 32
III. La Guerra de Malvinas…….............................................................................página 34
IV. El ideal ciudadano............................................................................................página 41
3
ENTRE LO DICHO Y LO HECHO EL CAMINO NO ES DERECHO,
LOS MEDIOS COMO MEDIO:
El uso de la propaganda oficial en la dictadura militar argentina
El presente trabajo se propone analizar el uso de los medios de comunicación para la difusión del
discurso oficial durante la dictadura militar vigente en Argentina entre 1976 y 1983.
Con este objetivo, nos detendremos en cuatro ejes temáticos: la lucha contra la subversión, el
mundial del 78, la Guerra de Malvinas y el ideal del buen ciudadano.
Estos ejes desempeñaron el rol de mecanismo generador de consenso de la población para con el
proyecto militar. Dichos mecanismos requirieron del artilugio mediático para lograr su eficacia.
En el primer eje, la lucha contra la subversión, plantearemos el modo en que se delineó la
imagen del enemigo interno y la utilización de los medios para generar adeptos para combatirlo.
En el segundo eje, el Mundial del 78, nos detendremos en el uso que se hizo del mismo para la
manipulación de la imagen del país en contra de la “campaña antiargentina”.
En el tercer eje, la Guerra de Malvinas, pondremos el foco en las campañas mediáticas llevadas a
cabo para transmitir una sensación de triunfo mediante el ocultamiento de la información.
Por último, en el cuarto eje, el ideal del buen ciudadano, desarrollaremos la forma en la que los
militares se propusieron crear un ciudadano obediente, despolitizado e individualista a través de
los medios.
Para el análisis desarrollado en este escrito utilizaremos: discursos militares; campañas
publicitarias oficiales; portadas de diarios y revistas; programas de televisión y declaraciones de
diversas personalidades del mundo del espectáculo y del deporte.
Nuestra elección del tema a abordar se basó en la relevancia que cobraron los medios de
comunicación en relación al objetivo del Proceso de Reorganización Nacional, que consistía
destruir las relaciones sociales vigentes y construir unas nuevas. Esto denota la importancia que
cobraba el factor cultural e ideológico en dicha misión final de los militares.
4
A) INTRODUCCION AL TEMA
Nos basamos en la periodización de las prácticas sociales genocidas propuestas por Feierstein
(2011). Analizaremos el sexto momento que refiere a la “realización simbólica”,
sin embargo nos parece relevante mencionar brevemente el camino que recorre la dictadura
argentina para llegar hasta allí.
El primer momento trata la construcción de la otredad negativa definida en el caso argentino
como la subversión con carácter político (definición clara y ambigua). El segundo es el
hostigamiento representando el camino de la reflexión a la acción bajo la triple A (Alianza
Anticomunista Argentina). En el tercer momento, el aislamiento quiebra los lazos sociales con el
conjunto social sin necesidad de usar encierro material y con comportamiento político. El cuarto
momento, las políticas de debilitamiento sistemático, implica un resquebrajamiento físico-
psíquico y la selección de los destinados a morir. Mientras que en el nazismo, esto se dio por
medio de la instrumentalización de un sistema de aniquilamiento en masa, en Argentina no fue
necesario dicho montaje; en cambio, se recurrió a los secuestros “selectivos” de prisioneros que
fueron recluidos. El quinto momento es el aniquilamiento material que implica la desaparición
material de los cuerpos, en el caso Argentino, este momento se dio mediante el entierro en fosas
comunes y el arrojamiento de cuerpos desde aviones en los llamados “vuelos de la muerte”.
En tanto que la práctica social y genocida tiene como objetivo la reorganización de las relaciones
sociales tiene un carácter procesual. Por ello es necesario que además de la realización material
(aniquilamiento de una serie de fracciones sociales percibidas como amenazantes y construidas
como “otredad negativa”), se bloquee todo tipo de relaciones sociales que encarnaba el grupo
exterminado para generar otros modos de articulación social entre los hombres (construyendo
nuevos modelos de relación social). Ésto se correspondería con el sexto momento, la realización
simbólica.
Para generar los efectos de destrucción de las relaciones sociales es necesario que la práctica
genocida se “realice” a través del ámbito simbólico e ideológico, en los modos de representar y
narrar la experiencia traumática. El olvido absoluto no constituye la fórmula más efectiva para la
realización simbólica, ya que éste implicaría la desaparición de una relación social pero no su
clausura.
5
Feierstein analiza tres métodos de realización de las prácticas sociales genocidas: la negación de
la identidad de las víctimas, los procesos de transferencia de culpa y la manipulación de la
memoria.
La negación de la identidad de las víctimas implica la homogeneización de éstas en la categoría
de “inocencia”, pudiendo resultar justificadora y funcional a la exclusión. Por otra parte, consiste
en la reprobación de las víctimas como sujetos sociales.
Los procesos de transferencia de culpa ubican al genocidio sobre la diferenciación entre las
“víctimas culpables” y “víctimas inocentes” implicando de esta manera que unos pocos sean los
responsables de las muertes de los que tenían menor inserción en las luchas concretas, menor
carga de negativización o menor racionalidad en la construcción de su victimización. De esta
manera los ejecutores efectivos del genocidio aparecen como una “potencia natural”, encargada a
materializar el castigo buscado por los “culpables”.
En el caso argentino este mecanismo se llevó a cabo por medio del informe de la CONADEP
llamado Nunca Más. El prólogo del mismo puede ser tomado como una forma de construcción
de la memoria colectiva acerca de lo sucedido durante la dictadura militar Argentina. Es la
demonización de dos sectores sociales: militares y terroristas de las organizaciones armadas de
izquierda.
Este enfoque se enfrenta a la dictadura, demostrando su sistematicidad e ilegalidad, a la vez que
se vuelve cómplice al decir que fueron los terroristas quienes iniciaron el enfrentamiento.
“Durante los ´70 la Argentina fue convulsionada por un terror proveniente desde la extrema
derecha como de extrema izquierda” (…) “en nuestro país, a los delitos de los terroristas, las
FFAA respondieron con un terrorismo infinitamente peor que el combatido, contando con el
poder y la impunidad del Estado absoluto, torturando, secuestrando y asesinando a miles de
personas”.
Mientras tanto la sociedad que se mantiene al margen del conflicto armado son las victimas
inocentes del genocidio sin una categoría que los unifique. Víctimas despolitizadas bajo la
expresión del “no hicieron nada”. Este modo de negación de la identidad y transferencia de culpa
utilizado como modo de realización simbólica de la dictadura militar provoca la “negación de las
practicas sociales clausuradas” a la vez que su responsabilidad ante la masacre. Queriendo
hacernos creer que sólo existieron algunos grupos de delirantes que tomaron las armas sin
conexión con una sociedad “con actitud crítica y solidaria”.
6
Por último, la manipulación de la memoria implica una amplia divulgación de los crímenes, los
relatos de torturas, el detalle del sufrimiento, la difusión de imágenes horrorosas que no aportan
demasiado a la comprensión de los hechos por medio de la llamada “teoría de los dos demonios”,
que patologiza tanto a los militares como a las víctimas politizadas. De esta manera la memoria
se reduce a la morbosa reiteración del espanto y su manipulación. Si bien esta teoría contó con
una gran aceptación en un primer momento, actualmente no cuenta con tantos adherentes dado el
gran desarrollo teórico y la atención que centraron los medios en el tema.
Es importante destacar que la articulación de los seis momentos de las prácticas sociales
genocidas cierra un círculo cuyo eje no radica en las víctimas directas, sino en todo el conjunto
social donde el genocidio se desarrolla. Además, si se considera a estas prácticas genocidas como
un modo de destrucción y reorganización de las relaciones sociales, sus efectos deberían poder
observarse a nivel del conjunto (esta es la principal características de los genocidios
reorganizadores). La destrucción de las relaciones sociales que implica una práctica social
genocida produce en las generaciones contemporáneas una disminución de las posibilidades de
evaluación moral. La sociedad, al participar en el exterminio de una determinada fracción de la
población, aprende un nuevo modo de relación social, aquel que fue impulsado por el terror, pero
que ahora puede operar por propia voluntad. (Feierstein, 2011).
7
B) MARCO HISTORICO
El 24 de marzo de 1976 se reconoce como el inicio de la dictadura cívico-militar en la Argentina,
dado que es la fecha en que las Fuerzas Armadas (FFAA) decidieron ocupar el aparato del
Estado en defensa de la seguridad de la Nación ante el enemigo subversivo a través de una
estrategia política, económica y psicosocial.
Una Junta de Comandantes compuesta por el General Jorge R. Videla (Ejercito), el Almirante
Emilio E. Massera (Marina) y el Brigadier Orlando R. Agosti (Aeronáutica) desplaza al gobierno
de Isabel Perón (en cuyo régimen ya había comenzado a actuar la Triple A -Alianza
Anticomunista Argentina-).
Desde 1976 hasta 1983 Argentina se vuelve un Estado Terrorista, tipo de Estado de Excepción
que utiliza la clandestinidad y el terror como método para defender los intereses de la sociedad.
(Duhalde, 1999). Tiene una concepción tecnócrata acorde a los intereses del gran capital. Fue
desarrollado en nuestro país y el resto del Cono Sur en la década del 70 (Brasil, Bolivia, Chile,
Paraguay, Uruguay) y fundado en la Doctrina de Seguridad Nacional. La misma tiene sus raíces
en una crisis geopolítica (ante la Guerra Fría que crea un clima anticomunista), y en una
ideología y política común para mantener el orden interno de las naciones expandido en la
Escuela de las Américas, situada en Panamá donde los Estados Unidos brindaban la instrucción
militar e ideológica a los países latinoamericanos con financiamiento y asistencia técnica. Es
decir, que los Estados Unidos funcionaron como inspirador y motivador de la situación en
América Latina en esa época. Asimismo Francia también se hizo presente como influencia
extranjera adhiriendo al componente ideológico de la Guerra Fría, las operaciones bélicas de
contrainsurgencia utilizadas en Argelia (Armony; 1999).
Para dar viabilidad al proyecto la Junta toma el control absoluto del gobierno, para ello disuelve
el Congreso Nacional, las Legislaturas provinciales y los Consejos Deliberantes otorgando
facultades legislativas al Poder Ejecutivo haciendo desaparecer el principio de división de
poderes, por lo que era imposible limitar el poder arbitrario. Por otro lado también se proponen
desarticular la sociedad política y civil por lo que también se encargaron de suprimir los
derechos constitucionales (expresión, prensa, debido proceso, asociación, entre otros), disolución
8
y suspensión de partidos políticos, supresión de la CGT, intervención en los sindicatos y control
de las universidades, control y manipulación integral de los medios de comunicación.
La dictadura creó “una legalidad de facto que sirvió para justificar la eliminación y violación de
derechos previamente consagrados” (Acuña y Smulovitz, 1995: 31). Las FFAA utilizaron una
red clandestina de represión sistemática, cuyo fin era la neutralización de opositores luego de
torturas de innumerables tipos y su exterminio físico. También eliminaban los cuerpos de los
asesinados, creando la figura del “desaparecido”.
Estas acciones eran llevadas a cabo por los llamados “grupos de tareas” que entregaban a los
prisioneros en centros clandestinos de detención. Estos grupos junto con los servicios de
inteligencia fueron actores claves en la dictadura ya que eran estructuras descentralizadas y
autónomas que dirigían las operaciones represivas. El concepto de fronteras nacionales se
subordinaba a una dimensión ideológica, debía existir cooperación para la seguridad del
hemisferio. Éste fue el fundamento que las FFAA encontraron para trasferir la experiencia
contrainsurgente Argentina a América Central a cambio de beneficios económicos y militares.
El llamado Proceso de Reorganización Nacional como su nombre lo indica, podría ser
catalogado como un “genocidio reorganizador” (al igual que el nazismo) ya que la aniquilación
de personas tenía como objetivo la transformación de las relaciones hegemónicas al interior del
Estado, refundando los vínculos, la cotidianeidad, los códigos y el ejercicio del poder, operando
a través de campos de concentración como forma característica de tortura. Se pretende eliminar
al “otro interno”, al enemigo que hace uso de su autonomía, adjudicando que es el culpable de
los males del país y peligroso para el mismo por lo que hay que delatarlo; y de esta forma
destruye la confianza en el otro (Feierstein, 2011). Sin embargo, a lo largo de los años el
terrorismo de Estado extendió un mecanismo de control social a toda la población y sin dejar
categoría social por incluir.
Ante la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en 1979 y su terminante
informe en 1980, el Premio Nobel de la Paz otorgado al año siguiente a Adolfo Pérez Esquivel,
la guerra perdida ante Gran Bretaña por el control de las islas Malvinas (entendida como un
modo de distracción a la sociedad argentina y de capturar apoyo ante un reclamo legítimo), la
grave situación económica (gran magnitud de deuda externa, caída de la tasa de inversión,
recesión e inflación) y el quiebre del pacto interfuerzas que sostenía el ejercicio en conjunto del
9
poder, a fines de 1982 las FFAA comienzan a organizar su retirada a través de un “Pacto de
salida”. Para ello imponen condiciones para su retirada a la liga Multipartidaria tales como: el
“Documento Final” donde fijan su posición frente a las violaciones de derechos humanos, el
“Acta institucional” declarando que las operaciones contra el terrorismo debían ser consideradas
como acciones de servicio, pedían la “Ley de pacificación nacional” que otorgaba inmunidad a
los sospechosos de actos terroristas y todos los miembros de las FFAA y por último la
destrucción de documentos referidos a la represión militar.
Los dos candidatos en las elecciones de Octubre de 1983 eran Luder por el peronismo, que ante
las expectativas de un seguro triunfo electoral en su campaña tomó medidas tibias con respecto a
los militares y el tratamiento a las violaciones de derecho humanos, y Alfonsín por el radicalismo
que para diferenciarse proyectó una imagen de enfrentamiento firme a los militares, basándose
en la demanda del restablecimiento de la ley y el Estado de derecho. Finalmente el radicalismo
alcanzó el apoyo mayoritario convirtiendo la defensa de los derechos humanos en su programa
de Gobierno, no obstante retrocedió con la promulgación de la Ley de Punto final y Obediencia
debida.
10
C) LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN Y LA DICTADURA
Consideramos que en el caso de la dictadura en la Argentina, cabe aludir a la existencia de un
programa sistemático de represión cultural basado en la censura y la propaganda. Siendo los
objetivos del Gobierno militar: reestablecer el orden, combatir el marxismo y la subversión; la
lucha excedió al plano físico extendiéndose al plano cultural e ideológico. La cultura constituyó
uno de los campos de batalla de la dictadura militar en la Argentina, se implementó una política
cultural con el objetivo de transformar las relaciones sociales y alterar el ámbito político y
cultural. Entonces, la estrategia en lo cultural fue una parte integral de la implementación del
terrorismo de Estado, en tanto mecanismo de control y disciplinamiento de la sociedad.
Los militares desarrollaron una infraestructura semi-clandestina de control cultural, que contó
con la participación de profesionales de diversas especialidades (algunos emitían opiniones a
favor de la dictadura y también había funcionarios que hacían apariciones en los medios).
Además, fue creado el Comité de Estudios sobre los Medios de Comunicación Escritos, que
confeccionaba informes sobre análisis políticos, diseñaba una estrategia de medios y recopilaba
normas respecto de las alternativas legales de censura contra los medios. Otro de los organismos
creados fue el Centro de Investigaciones Psicosociales Aplicativas (CIPA), que dependía de la
Secretaría de Información Pública (SIP) y estaba abocado a los estudios de opinión pública,
analizando el impacto de las políticas en la ciudadanía (Marino y Postolski, 2006).
El discurso del régimen se organizó en torno a dos ejes: la censura (selección, recorte y
prohibición de la difusión de la información) y las acciones de propaganda (defensa de los
valores culturales considerados por el gobierno como parte del ser nacional). Eliminar e imponer
formaban parte del mismo proyecto de aniquilación del adversario, representaban las dos caras
de una misma moneda. Se recurrió a la censura y el control, vía la gestión directa de los medios
o a través de organismos de supervisión. La censura fue moneda corriente, a este fin
contribuyeron el “Servicio Gratuito de Lectura Previa” y los designados “asesores literarios”. La
Secretaria de Información Pública (SIP) creó un Plan Nacional de Comunicación Social, para
logar delinear las temáticas en los medios y asegurase su posición favorable en torno de las
políticas del gobierno militar. Asimismo, fue creado el Departamento de Acción Psicológica, que
11
produjo la mayor parte del material gráfico y audiovisual de la propaganda gubernamental.
El Gobierno también contrató a las principales agencias publicitarias a nivel nacional, para que
lo asesoraran en el manejo de su imagen, las más conocidas eran las de David Ratto, Pablo
Gowland y Ricardo De Lucca. En cuanto a la propaganda, el Gobierno militar construyó y puso
en circulación el discurso oficial mediante los medios de comunicación y editoriales. El Estado
estaba presente en los medios: era el único generador de noticias, la única fuente informativa,
gestionaba la mayoría de las emisoras radioeléctricas nacionales y era el principal anunciante.
Gran parte de las emisoras radiales y televisivas estuvieron controladas por los militares. Resulta
ilustrativo el comunicado número 19 del 24 de marzo de 1976: “sea reprimido con la pena de
reclusión por tiempo indeterminado el que por cualquier medio difundiere (…) comunicados o
imágenes provenientes o atribuidas a asociaciones ilícitas o personas o grupos notoriamente
dedicados a actividades subversivas o al terrorismo. Será reprimido (…) el que por cualquier
medio difundiere (…) noticias, comunicados o imágenes, con el propósito de perturbar,
perjudicar o desprestigiar las actividades de las Fuerzas Armadas, de Seguridad o Policiales".
En el nivel legal había dos posturas contrapuestas: aquellos que junto con los intereses
empresariales apoyaban una ley de tipo privado y comercial y aquellos sectores de las Fuerzas
Armadas que consideraban necesario controlar el discurso de los medios y las potenciales
disidencias. En marzo de 1980, el gobierno de Videla sancionó el Decreto-Ley de Radiodifusión
22.285, que acercó a los intereses estatales y empresariales: “Los servicios de radiodifusión
deberán difundir la información y prestar la colaboración que les sea requerida, para satisfacer
las necesidades de la Seguridad Nacional”. El régimen de licenciatarios ponía trabas diversas a
las licencias de radiodifusión, que mantenían alejados a los partidos políticos y sindicatos.
Este apartado alude a la censura y a la propaganda, en tanto son caras de la misma moneda. Sin
embargo a lo largo del trabajo nos enfocaremos únicamente en la propaganda, consideramos que
la misma es el método más eficaz para la reorganización de las relaciones sociales.
12
D) EJES TEMATICOS – I. LA LUCHA ANTISUBVERSIVA
El Proceso de Reorganización Nacional implementó una política represiva para paralizar y
neutralizar todo tipo de oposición. La estrategia de represión era clandestina y arbitraria donde
los opositores no sólo debían ser neutralizados sino también exterminados físicamente (Canelo,
2008). Es importante que antes de llevar adelante la estrategia represiva se produzca una
marcación del sujeto social a ser exterminado. Esto corresponde con la construcción de una
otredad negativa (primer momento de una práctica social genocida). En esta etapa el poder
retoma símbolos y características existentes en el imaginario colectivo para construir un sujeto
social como negativamente diferente (Feierstein, 2011).
Hasta 1977 la lucha antisubversiva funcionaba como recurso de cohesión interna y como criterio
de legitimación social. Tenía como objetivos conseguir el apoyo de la sociedad y lograr la unidad
institucional (Canelo, 2008). Desde los medios de comunicación, este aspecto puede observarse
en una propaganda de la época hecha con dibujos, donde se puede ver a una vaca (que
representaría a la Argentina) siendo atacada por una multitud de monstruos con dientes afilados
(representando a la subversión) dejándola flaca y débil, hasta que un día se cansa de la situación
y ataca a sus enemigos que habían estado abusando de su vulnerabilidad desde hacía mucho
tiempo. Concretamente esta propaganda decía: “Argentina, tierra de paz y de enorme riqueza.
Argentina: bocado deseado por la subversión internacional. Que intentó debilitarla para poder
dominarla. Fueron épocas tristes y de vacas flacas. Hasta que dijimos: ¡Basta! Basta de
despojo, de abuso y de vergüenza. Hoy vuelve la paz a nuestra tierra y esta paz nos plantea un
desafío el de saber unirnos como hermanos en el esfuerzo de construir la Argentina que
soñamos”1.
Similar situación se puede ver en una publicación del diario La Opinión, donde aparece un
gráfico de la Argentina dentro de un plato y cubiertos a los lados con el lema: “unámonos…y no
seremos bocados de la subversión”2.
1 http://www.youtube.com/watch?v=jvVZhkTKQKc - Anexo 1. 2 La Opinión, 14 de octubre de 1977 - Anexo 2.
13
En esta etapa la lucha contra la subversión fue el principal recurso de legitimación del régimen
militar, donde se construyó a su oponente: el enemigo absoluto (Canelo, 2008). En el discurso
militar la guerra contra la subversión adquiría un carácter total como puede verse en los
siguientes discursos:
"Un terrorista no es solamente alguien con un revólver o una bomba sino cualquiera que
difunda ideas que son contrarias a la civilización occidental y cristiana"3.
"Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores, luego a sus
simpatizantes, luego a quienes permanezcan indiferentes y por último mataremos a los
indecisos"4.
Como puede verse, el poder militar nunca precisó con exactitud en qué consistía ser
“subversivo” o “enemigo”. No precisar los términos habilitaba a justificar cualquier tipo de
represión sobre cualquiera y en cualquier caso. En este sentido el objetivo de la acción
antisubversiva consistía no sólo en exterminar a los guerrilleros, sino en silenciar a la sociedad,
mediante el terror para romper los lazos de solidaridad que unían a la sociedad e instalar un
fuerte individualismo.
Esta situación de ambiguedad en cuanto a la definición del enemigo, promovido por el Gobierno
militar también tenía como objetivo hacer partícipe a la población en los mecanismos represivos,
a través de la inmovilidad frente posibles situaciones vividas por terceros (aludiendo al famoso
“algo habrá hecho”); la colaboración a través de la vigilancia del entorno y de denuncias; y la
reproducción de la lógica militar al interior de la vida privada.
Por otra parte, el Gobierno creaba la sensación de una “guerra” entre las Fuerzas Armadas y los
“subversivos”, en la que la posición del gobierno siempre era favorable. Las bajas producidas al
enemigo se anunciaban con orgullo en los distintos medios de comunicación El Gobierno de
facto conseguía así justificar su permanencia en el poder y asegurarse el consenso o el apoyo de
parte de la población.
“Seguirá siendo prioritaria la lucha contra la subversión cualquiera sea la forma que ella
adopte y será llevada a cabo con la máxima energía en todos los terrenos”5.
3 Declaraciones de Jorge Rafael Videla en conferencia de prensa con periodistas ingleses en enero de 1978, citado en Eduardo
Duhalde. El estado terrorista argentino. Quince años después, una mirada crítica, Buenos Aires, 1999, p. 67. 4 Frase pronunciada por Ibérico Saint-Jean, al ser designado Gobernador de la Provincia de Buenos Aires en abril de 1976. 5 Teniente General Jorge R. Videla, presidente de facto, Diario Clarín, Buenos Aires, 23 de abril de 1976.
14
“La guerrilla descabezada. Fueron muertos Santuchos y Urteaga, su lugarteniente, en V.
Martelli donde tenía cuartel general el extremismo”6.
Esta necesidad del Gobierno de tener el apoyo de la sociedad civil en la “guerra contra la
subversión”, de poner a la sociedad contra una fracción y legitimar esa postura se evidencia en
una propaganda oficial de televisión que salía al aire en 1983 donde se mostraba una serie de
imágenes de situaciones violentas y una voz en off decía: “no admita que los terroristas piensen
por usted”7. En esta propaganda, además de poder verse el intento de generar consenso en la
lucha contra el enemigo, puede apreciarse también como se impulsa un fuerte individualismo en
el sentido de no “dejarse llevar” por ideas o pensamientos identificados con la guerrilla; ya que
de ser así se estaría actuando en virtud de un pensamiento que no es el propio.
En el marco de la lucha antisubversiva comienzan a surgir presiones externas, por parte de
Estados Unidos por la cuestión de los derechos humanos; y presiones internas, por parte de los
organismos de derechos humanos que comienzan a pedir explicaciones. Las denuncias por
violaciones a los derechos humanos fueron presentadas desde el gobierno a la opinión pública
como una “campaña antiargentina”. La dictadura tomó a su cargo la tarea de lanzar sus propias
campañas para desmentir las violaciones de los mismos, apelando para ello al apoyo de toda la
población. Desde los medios de comunicación, estas medidas se pueden ver por ejemplo, en una
publicación de la revista SOMOS que tituló en su portada “comisión de derechos humanos ¿Qué
buscan?”, además en esta tapa aparece dibujada la caricatura de un hombre observando
minuciosamente a otro con una lupa.8
Entre 1977 y 1980 comienzan a surgir proyectos orientados a diseñar las bases del orden político
futuro, para lograr esto las FFAA necesitaban que los sectores civiles aprobaran lo realizado con
la represión; esto debía resultar de un compromiso de no revisión con el pasado. El proceso
militar inventó una nueva figura jurídica: la de desaparecido.
6 Nota de tapa, Diario La Razón, Buenos Aires, 20 de julio de 1976 - Anexo 3. 7 http://www.youtube.com/watch?v=Y1ge3B-h_kg&feature=related - Anexo 4.
8 Revista SOMOS, 7 de septiembre de 1979 - Anexo 5.
15
“En tanto y en cuanto los desaparecidos no aparezcan, no se les puede dar ningún tratamiento.
No están muertos ni vivos, están desaparecidos” 9
Es importante destacar que esta nueva figura generaba una situación de incertidumbre, inacción y
temor por parte de los familiares y allegados de la víctima creyendo que sus propias acciones
pudieran incidir en la suerte del desaparecido, en caso de que este estuviese con vida.
Lo primero que el gobierno realiza para blanquear la política represiva es la decisión de invitar a
la Comisión interamericana de derechos humanos (CIDH) para demostrar que la represión fue
producto de una guerra y que era cuestión del pasado. Pero el informe de la CIDH tuvo
resultados no esperados ya que legitimó los reclamos de los organismos de derechos humanos. El
informe registraba la gravedad de las violaciones y afirmaba que los desaparecidos estarían
probablemente muertos. Por su parte, el régimen intentó encuadrar a las violaciones como
producto de excesos, intentó defenderlas diciendo que era necesaria y legítima (Canelo, 2008).
9 Declaración de Videla, transcrita por Clarín el 14/12/1979.
16
D) EJES TEMATICOS – II. EL MUNDIAL DE 1978
La XI Copa Mundial de Fútbol se desarrolló en Argentina, entre el 1 y el 25 de junio de 1978.
Si bien consideramos que el hecho fue utilizado al igual que las Olimpíadas de 1936 de Berlín
durante el Nazismo para distraer a las masas de los secuestros, torturas y desapariciones que se
realizaban en los centros clandestinos, nos detendremos en la importancia que tuvo el mismo
para generar un fuerte sentimiento nacionalista. Éste es parte del proyecto militar y colabora para
llevar a cabo la defensa del país bajo sus manos. Lo dicho se observa claramente en el siguiente
fragmento del discurso que Videla les dio a la delegación nacional de jugadores previo a que
comience el campeonato:
“Señores así como el comandante arenga a su tropa antes del combate, así he querido hoy frente
a ustedes a través de esta visita exhortarlos a que se sientan y sean realmente ganadores”10.
Efectivamente Argentina ganó la Copa en el momento más oscuro del país queriendo demostrar
que los rumores presentes en el exterior eran una “campaña antiargentina”.
Toda la Nación gritaba los goles y salía a las calles a festejar el triunfo obtenido, hasta el
mismísimo Presidente festejaba “con los brazos en alto, como un simpatizante mas del fútbol, un
hombre más de este pueblo Argentino, que tiene un gran camino por recorrer, que el fútbol sea
la gran motivación para que el país haga cosas, para que los objetivos se cumplan, como se
cumplió en este campeonato de fútbol (…) para que sepan todos como es nuestro país (…) este
país maravilloso que lo siguen atacando aquellos que no lo conocen”11 como lo relata José
María Muñoz al finalizar el partido. La portada de la Revista SOMOS muestra el festejo del
presidente como un ciudadano más.12
Un discurso similar puede encontrarse en la mesa de Mirtha Legrand donde sus invitados
(Claudio Levrino, Susana Gimenez, Ginette Reynal y Laureano Brizuela) recordaban en
10 http://www.youtube.com/watch?v=Q3_SdvPwyj4&feature=bf_next&list=PL987446AE7E1BF43B
Discurso dado por Videla el 26/5/1978 en la Casa de Gobierno a la Delegación Argentina de Futbol. 11 http://www.youtube.com/watch?v=57gr2lJ6Elg&feature=related
Relato del festejo del mundial. 25/6/1978 en el Estadio de River Plate. 12 Revista Somos – 30 de junio de 1978 - Anexo 6.
17
Septiembre de 1978 como habían vivido el triunfo exacerbando a la Nación, demostrando su
conformidad con el Gobierno, la tranquilidad en la que se vivía y criticando el repudio
internacional que recibía el país justificándolo a partir del desconocimiento.
Laureano Brizuela decía “es realmente notoria la campaña antiargentina que hay, o sea, hay un
desconocimiento total y nadie sabe la tranquilidad que aun en los momentos mas críticos se ha
respirado siempre acá, y ahora mas que nunca”.
En palabras de Susana Giménez “el mundial nos nacionalizó (…) nos argentinizó”13
Continuando con la idea de la mala prensa Argentina en el exterior una propaganda de la época
aludía al buen comportamiento que debían tener los argentinos con los extranjeros durante el
mundial para “demostrarle al mundo como somos realmente” ya que los “argentinos somos
derechos y humanos”. 14
Mientras tanto Graciela Daleo, militante política ex detenida en la ESMA es retirada del campo
para ver los festejos del mundial en las calles dentro de un auto, argumenta “fue uno de los
momentos donde era mas claro que afuera la vida continuaba y creo que esa es una de las cosas
mas difíciles de soportar.(…) tuve la certeza que si me pongo a gritar acá que soy una
desaparecida nadie me va a dar pelota”15.
Es notable el hecho de que incluso al cabo de un año tras la victoria argentina en el Mundial, los
diarios se referían a ésta en sus titulares16.
13 http://www.youtube.com/watch?v=nPVtAMxSdMU&feature=related
Almorzando con Mirtha Legrand, 21 de septiembre de 1978. 14 http://www.youtube.com/watch?v=HONchTm9dfM
Publicidad “Mostremos al mundo como somos realmente” 1978 en la que aparece José Maria Muñoz - Anexo 7. 15 http://www.youtube.com/watch?v=Q3_SdvPwyj4&feature=bf_next&list=PL987446AE7E1BF43B (minuto 5:28)
Documental “La historia paralela”. 16 Diario Clarín – Anexo 8.
18
D) EJES TEMATICOS – III. LA GUERRA DE MALVINAS
La Guerra de Malvinas se inició el 2 de abril de 1982, cuando bajo el mandato de Galtieri, las
Islas Malvinas fueron ocupadas militarmente. El conflicto tuvo su punto final el día 14 de junio,
con la rendición Argentina y la reocupación de las islas por parte del Reino Unido. Esto ocasionó
el aceleramiento de la caída de la Junta militar que gobernaba al país y el inicio del proceso de
restauración del sistema democrático. La guerra en cuestión, tuvo lugar en un contexto socio-
económico particular en el que el modelo económico presentaba signos de agotamiento. En
consecuencia, este intento de recuperar las Malvinas desvió la atención de los problemas
económicos y apareció como una oportunidad para recuperar el apoyo de ciertos sectores
sociales.
Introduciéndonos en el tema de este trabajo, recurriremos entre otras fuentes a los datos sobre la
Revista Gente detallados en la investigación de Lencioni17, para argumentar en los siguientes
párrafos cómo la Guerra de Malvinas puso en evidencia el manejo de los medios por parte del
Gobierno militar. Las Fuerzas Armadas ordenaron a los canales de televisión que difundieran
información que no ocasionara pánico y que no atentara contra la unidad nacional. Se evidenció
en todos los medios una clara propaganda triunfalista y prevaleció la desinformación.
Nos referimos en primer lugar al discurso que fuera pronunciado el 2 de abril de 1982 por el
entonces Presidente Galtieri, ante una multitud congregada en Plaza de Mayo, que celebraba sus
dichos e incluso entonó parte del himno nacional (“o juremos con gloria morir”): “El pueblo de
Gran Bretaña no ha escuchado hasta ahora una sola palabra de ataque, o una sola palabra
ultrajando su honor y su reputación. Hasta ahora. Pero le pido como Presidente de la Nación al
gobierno y al pueblo inglés, la moderación en sus expresiones y la moderación en sus hechos. El
gobierno argentino y el pueblo argentino, en este cabildo abierto pueden enardecerse y
presentar a las ofensas, mayores ofensas! Que sepa el mundo, América, que un pueblo con
voluntad decidida, como el pueblo argentino. Si quieren venir, que vengan; les presentaremos
batalla!”.18
17 http://www.so000260.ferozo.com/pdf/gente_malvinas.pdf. 18 http://www.youtube.com/watch?v=VVoA_2ovj1c&feature=bf_next&list=PL987446AE7E1BF43B
19
En cuanto a la propaganda oficial, uno de los principales spots transmitidos por la televisión,
consistía en la siguiente frase en forma de canción: “Vamos argentinos, vamos a vencer, que el
futuro sigue su camino, argentinos a vencer”19 , acompañada por la imagen de una bandera
flameante y luego una mano con el pulgar levantado. Por su parte, los noticieros ocultaron
información sobre el estado de la guerra, alentaron la imagen triunfalista. El caso más
representativo de esto, es el noticiero llamado “60 Minutos”, transmitido por ATC y que incluso
contaba con un corresponsal en directo desde las Islas Malvinas.
El día 8 de mayo de 1982, se organizó una emisión especial de “60 Minutos” que duraría 24
horas, con el fin de recaudar fondos para víveres y abrigos destinados a los soldados. Importantes
referentes del mundo del espectáculo se hicieron presentes, donando grandes sumas de dinero y
objetos de valor. Dando inicio a la transmisión, sus conductores aseveraron: “Iniciamos un
episodio inédito en la televisión argentina, como inédito también es el momento que transcurre
en la vida de nuestro país (…) 24 horas de solidaridad con el Fondo Patriótico Malvinas
Argentinas” 20. Algunos de los famosos que apoyaron la causa fueron: Jorge Cyterszpiler quien
acercó al piso un cheque en nombre de Diego Maradona (luego se habría hecho presente);
Andrea del Boca que donó un tapado de piel para ser subastado; Susana Giménez que llevaba
una escarapela y al borde de las lágrimas declaró “me siento profundamente orgullosa de mi país
y más argentina que nunca como todos ustedes” e hizo una donación de algo que ella “amaba
profundamente”, un reloj que le había sido obsequiado por Venezuela.
Respecto del móvil en vivo ubicado en Av. Corrientes y Florida, el mismo contaba con una urna
para que los ciudadanos depositaran sus donaciones. Allí, la notera quien estaba rodeada de
silenciosos ciudadanos, describió a dicho puesto como “un puesto de ternura, nada compromete
tanto como la ternura y la ternura por la patria y la ternura por esos chicos nuestros que están
en el sur, supongo que es la mejor colaboración”. Se observa como una niña donó unas medallas
de oro. En otro orden, la filmación del programa, permite agregar que se oía de fondo el audio
del spot antes mencionado: “Vamos argentinos, vamos a vencer, que el futuro sigue su camino,
argentinos a vencer” el cual fue interpretado en vivo, pudiendo escucharse la continuación de su
letra “el futuro sigue su camino, argentinos a vencer, hoy el país lo pide todo, demos todo con
19 http://www.youtube.com/watch?v=gSpGGWOjbDs&feature=related - Anexo 9. 20 http://www.youtube.com/watch?v=6ZbqMRMW19I&feature=bf_next&list=PL6C9C2AC5A5332CA1
20
valor”. El programa culminó con todos los elencos de los canales televisivos entonando el
Himno Nacional, se registraron 52,2 puntos de rating.
Es también importante mencionar que la Guerra de Malvinas contó con el apoyo público de
empresas privadas. La empresa Mc Lean (fabricante de las heladeras Patrick), difundió el
siguiente aviso en la Revista Gente del día 20 de mayo: “Fabricamos frío, pero estamos
calientes por nuestras Malvinas…porque vamos a vencer!”. Otra señal de apoyo, provino de la
Cámara de Comercio de Estados Unidos de América en Argentina, que publicó una solicitada
cuestionando la postura adoptada por Estados Unidos: “Nos apena mucho que los Estados
Unidos hayan sido erróneamente inducidos a apoyar a Gran Bretaña en esta nefasta causa, y
hacemos un llamamiento para que retire su apoyo, sea grande o pequeño, a lo que todos vemos
como un ataque a las Américas”.
Gran parte de las publicaciones (Gente, Para Ti y La Semana) optaron por una posición
triunfalista, su discurso pro-bélico se fue incrementando con el correr de las acciones. Las
publicaciones acataron las normativas impuestas por el Gobierno al periodismo como no
cuestionar la información proporcionada por el gobierno, y eran condicionadas a una censura
previa -en conferencias de prensa se sugerían lemas: “No tenemos bajas”, “Esta es la guerra de
todos”, “Estamos ganando”. Esta línea se mantuvo luego de la derrota, los medios evitaron el
término “rendición”-.
En el caso de la Revista Gente, ésta manifestó una clara posición a favor del gobierno militar,
reflejada en el conocido titular: “Estamos Ganando”21. Entre la toma del poder por parte de los
militares hasta su caída, Gente obtuvo dos picos de venta históricos: el Mundial de 1978 y la
Guerra de Malvinas (vendió 600/700 mil ejemplares). Durante los tres meses de la Guerra de
Malvinas, sus ediciones estuvieron abocadas a dicho conflicto. Gente, encarna uno de los
ejemplos del triunfalismo empleado por Gobierno, que sostuvo durante toda la Guerra, que la
Argentina era quien estaba ganando. Se desempeñó como vocero del Ejército Argentino, estando
incluso presente en los operativos sorpresa para la ocupación de Malvinas. Sus números
incluyeron fotografías de doble página, herramienta que en ese entonces contaba con un alto
21 Revista Gente, mayo de 1982 - Anexo 10.
21
grado de verosimilitud. Fueron entrevistados funcionarios de la Argentina, embajadores,
diplomáticos, cancilleres, militares de alto rango, soldados conscriptos.
El 8 de abril de 1982 (número 872), Gente tituló: “Vimos rendirse a los ingleses”22, “fuimos el
único medio periodístico que estaba allí”, “Las fotos de la guerra que usted nunca vió”. Esta
revista recurrió con frecuencia a titulares en primera persona, situándose como partícipe del
conflicto (en lugar de limitarse a ser un espectador) y propiciando el contagio de los sentimientos
en juego. Este medio utilizó la palabra “recuperación” en lugar de “invasión”. Otra expresión
contenida en este número, pero empleada en forma recurrente fue: “Documento histórico
exclusivo”, la cual implicaba el consumo de la revista como un “documento” objetivo. Otro de
los ingredientes, fue el relato en primera persona de un soldado argentino de 18 años de edad:
“Estoy orgulloso señor, quería venir”. Esta edición a su vez titula: “Por fin recuperadas (…) el
Presidente Galtieri sale finalmente al balcón. 14:20 horas. 5.000 personas con banderas
argentinas vitoreaban la recuperación de las Islas Malvinas”. Junto a este titular, aparece la
imagen de Galtieri en el balcón de la Casa Rosada, saludando a la gente. El epígrafe indica: “La
Victoria. Las tropas izan la bandera frente a la Casa de gobierno de las Malvinas”.
La Revista Gente también se hizo eco en su edición del 13 de mayo de 198223 de la maratón
televisiva de 24 horas antes mencionada. El titular empleado fue: “La noche en que los
argentinos no durmieron”, “En un esfuerzo sin precedentes, y durante 24 horas y media, ATC
convocó – y logró- la generosa solidaridad de todos los argentinos (…) las máximas figuras de
la política, la ciencia, el deporte y el espectáculo estuvieron presentes (…) Hubo anécdotas
conmovedoras y gestos sorprendentes”.
En su edición número 879 del 27 de mayo de 1982, Gente tituló en su portada: “Seguimos
ganando”24 y agregó información respecto de los “logros” bélicos del ejército argentino,
refiriéndose a los combatientes como “los nuevos héroes de mayo”. A su vez, la publicación
aseveró: “Estos vinieron. Estos quedan”, “Fuentes altamente responsables consultadas por
Gente pertenecientes a la Fuerza Aérea, señalaron que el número de barcos averiados y
22 Revista Gente, 8 de abril de 1982 - Anexo 11. 23 Revista Gente, 13 de mayo de 1982 - Anexo 12. 24 Revista Gente, 27 de mayo de 1982 - Anexo 13.
22
hundidos es mayor, pero (…) la necesidad de verificar exactamente los daños demora la
confirmación de los hechos”.
Otro hecho destacado que la Revista Gente retrató fue la visita del Papa Juan Pablo II (número
881 del 10 de junio de 1982)25. Difundió: “Aquellos que lo conocen (…) revelaron que nunca
habían visto tanta preocupación, tanta devoción en sus ruegos como en tierra argentina. Fue en
las horas que él transcurrió aquí que los ingleses lanzaron su ataque más profundo”. Así, se
vislumbraba el eventual desenlace del conflicto y se posicionaba a la Argentina como víctima
ante una potencia. Esta edición incluyó también la imagen del Presidente y miembros de las
Fuerzas Armadas, arrodillados ante el Papa y de éste en el balcón de la Casa Rosada ante una
multitud.
El número 88326 de la Revista Gente, correspondiente al 24 de junio de 1982, una vez acontecida
la rendición argentina, puso a la Revista Gente en la posición de explicar dicha derrota. Su
portada sentenció: “La guerra que no vimos. Lo que nadie mostró hasta ahora”. Añadiendo en
su interior: “los argentinos miran atónitos lo que pasa en el Gobierno. Parecería que de golpe
se ha perdido el rumbo, se ha perdido toda sensatez…deben tomar conciencia de que el país
puede llegar al borde del abismo, el mismo del cual nos rescataron en marzo de 1976”. La
revista retrata por medio de fotografías la rendición argentina, con soldados abatidos, heridos, la
entrega de armas y el regreso al continente (se evitó el uso de imágenes del rostro de los muertos
en la guerra). Entrevistado por la revista, un camarógrafo que había estado en Malvinas planteó:
“nuestros soldados resultaron realmente heroicos, porque con dos meses de instrucción
aguantaron lo que quizás muy pocos podrían aguantar. Eran soldados que no estaban
preparados para resistir temperaturas de diez grados bajo cero. Soldados que estaban
acostumbrados a cuatro comidas diarias, y allí hubo ocasiones en que se comía una sola”. A
nivel político, este número abordó la crisis desatada: “El Proceso en su hora más difícil” junto a
una fotografía de Galtieri en la oficina presidencial mirando un cuadro de San Martín. Con la
derrota argentina, se inició la construcción del enemigo británico. El “enemigo” aparece como
profesional, bien preparado y con armas superiores. En contraposición, los argentinos aparecen
como indefensos ante el clima, débiles y no profesionales.
25 Revista Gente, 10 de junio de 1982 - Anexo 14. 26 Revista Gente, 24 de junio de 1982- Anexo 15.
23
La derrota de Malvinas marcó un quiebre, propiciando la transición hacia la democracia. A nivel
de la propiedad de los medios los militares buscaron dejarlos en manos de personas afines a ellos
a nivel ideológico.
24
D) EJES TEMATICOS – IV. EL IDEAL CIUDADANO
Por un lado la dictadura se encargaba de la seguridad de la nación a través de la eliminación de la
subversión interna teniendo en cuenta que “la subversión no es un problema que sólo exija la
intervención militar, sino también política, económica y cultural” (Duhalde, 1999).
Por el otro se encargaba de prevenirla, es decir, evitar la expansión de este cáncer al resto de la
sociedad teniendo en cuenta diferentes recursos de persuasión para lograr el consenso necesario
que les permita llevar a cabo la reorganización de las relaciones sociales; entre ellos los medios
de comunicación. Consideramos que los mismos ocupan el espacio simbólico en el que se
despliega la lucha por la construcción de la realidad, siendo fundamentales para condicionar las
acciones de los sujetos individuales y colectivos.
Analizaremos cómo algunas propagandas y discursos de personalidades reconocidas por el
pueblo argentino se proponían crear la figura de lo que denominamos el “buen ciudadano”.
Este ideal sería la figura del argentino que los militares querían construir: un adherente al
régimen tanto en su proyecto económico como social, por lo tanto oponente a la subversión,
despolitizado y obediente.
Bajo el lema de “Argentinos a vencer” todos los miembros de la sociedad debían defender al país
desde su lugar para así “defender a la Argentina en todos sus frentes”27.
Los argentinos decentes debían enfrentarse a la minoría peligrosa pero no claramente
identificada, dado que el subversivo no era solamente el integrante de organizaciones
revolucionarias como el ERP y Montoneros sino cualquiera que tenga ideas contrarias a la
tradición occidental y cristiana. Para evitar la sospecha de ser subversivo se debía obviar
cualquier forma activa de participación política o social, no quejarse, no reclamar, no pensar y
mucho menos dar a conocer una opinión. Por el contrario se debía reproducir el discurso de los
militares.
Es por ello que en una propaganda aparece una maestra preguntándose que es lo que puede hacer
por su país, a lo que una voz en off le responde: “enseñar con fé, dar amor, explicar con
27 https://www.youtube.com/watch?v=4GQ72NqfTFo&feature=player_embedded
Campaña publicitaria “Argentinos a vencer” 1982 – Anexo 16.
25
sencillez y firmeza los fundamentos de lo que hemos emprendido. Hacer que la escuela se viva
realmente como el segundo hogar, el país en acción es el motor de la victoria”. La educación era
muy importante dentro del plan dictatorial, las maestras eran las encargadas de propagar en los
niños la reorganización y las continuadoras del rol maternal en el ámbito de la escuela, teniendo
en cuenta que la familia era un pilar fundamental. La propaganda continúa con el asentimiento de
la maestra y con la imagen de un mecánico que debe “trabajar con responsabilidad,
incansablemente, aceleradamente, porque el país no se puede parar, todo lo contrario... el país
en acción es el motor de la victoria. Cada uno en lo suyo, defendiendo lo nuestro”.
Desde la perspectiva microsocial de O`Donnell (1997) ésta podría ser una forma de convertir a
todos los hombres en ciudadanos obedientes despolitizados que debían quedarse “en lo suyo”, es
decir, mantenerse aislados entre sí y del aspecto público. Para ello se debía lograr la
privatización de la vida cotidiana, lo cual no bastaba con el control de los militares con la
prohibición de la voz horizontal sino una sociedad que se patrulle a sí misma, por ejemplo
creando campañas como la de 1976/77: ”¿Sabe usted dónde está su hijo en este momento?”.
El golpe del 76 lejos de limitarse sólo a los actores de la guerrilla, dirigió su represión a todos lo
sectores de la sociedad, ya que lo que aparentaba ser tan inocente como la vida cotidiana que
reflejaba el modo de vivir era el eje de simbolización de la oposición.
Se debía imponer un modelo de sociedad basado en los valores del autoritarismo y de la
sumisión a la autoridad (del padre, del jefe, del gobierno). Los distintos actores sociales son
responsables de vigilar y denunciar cualquier indicio de “subversión”, detectado en su propio
ámbito.
Otro modo de persuasión e influencia para con la sociedad se logra por medio de figuras
conocidas en el medio artístico que dan discursos a favor del régimen.
En este caso tomamos el de Palito Ortega de 1979: “Unidos, hemos tomado conciencia de la
necesidad de defender nuestra soberanía y proteger nuestros derechos. Como argentino me
siento orgulloso por la firmeza que ha manifestado todo el país ante los recientes
acontecimientos. Creo que seguir actuando de esa manera, significará dejarle a nuestros hijos
(sube a su hijo al escritorio) la mejor herencia que ellos puedan recibir: un país libre y
soberano”28. Palito Ortega, Mariano Grondona, Mirtha Legrand y Mauro Viale entre otros son
28 http://www.youtube.com/watch?v=zm13yGyTm9o
26
artistas reconocidos que demostraban abiertamente estar de acuerdo con lo que proponía el
gobierno militar volviéndose cómplices del mismo, ellos siguen cumpliendo funciones centrales
en los medios de comunicación.
27
E) REFLEXIONES FINALES
Consideramos que los primeros tres ejes desarrollados anteriormente (la lucha contra la
subversión, el Mundial del 78 y la Guerra de Malvinas) dan cuenta del proceso que permite
construir lo que hemos denominado el ideal del buen ciudadano. Cada uno aportó un condimento
específico para su consolidación. Éste ideal vendría a corresponderse con el nuevo tipo de
relaciones sociales que los militares se proponían crear con el Proceso de Reorganización
Nacional, luego de la clausura de las relaciones preexistentes.
La lucha contra la subversión utilizada como mecanismo de control de la sociedad imponía la
figura de lo que un buen ciudadano no debía ser ni hacer para evitar convertirse en un
desaparecido. El Mundial del 78 junto con la Guerra de Malvinas forzaba a la población a unirse
bajo un sentimiento patriótico que defendiera al país de la negativa visión extranjera con las
denominadas campañas antiargentinas.
La propuesta militar tuvo gran eficacia en la época consiguiendo adeptos que repetían sus
discursos y actuaban en consecuencia (tal como lo demostramos con celebridades como Mirtha
Legrand o Palito Ortega). Ésta eficacia se mantuvo tiempo después con la democracia en parte
con la teoría de los dos demonios en el Prólogo del Nunca Más.
Actualmente, nosotras al analizar los medios de comunicación sentimos que difícilmente
podríamos haber internalizado en su momento dichos discursos, percibimos como grotescas las
campañas que hemos visto, sin embargo entendemos que las mismas funcionaron en un
coyuntura socio-histórica que posibilitó su asimilación por la población. No obstante nos resulta
llamativo cómo las generaciones que vivieron en dicho momento, como nuestros padres, tienen
una reacción diferente a la nuestra ya que no estuvieron ni siquiera dispuestos a mirar el material
que utilizamos o lo vieron con incomodidad. Creemos que lo dicho se debe a que dada la
impotencia de no tener opción de actuar de otra manera sin sufrir las consecuencias que aquello
acarreaba, los mantuvo silenciados e inactivos.
Los medios de comunicación cada vez tienen más peso en la construcción de la realidad, es
nuestra intención mantener una postura crítica al momento de consumirlos.
28
F) BIBLIOGRAFIA
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subordinación constitucional, CEDES, Buenos Aires, 1995.
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entre el control, la censura y los negocios en Revista de Economía Política de las
Tecnologías de la Información y Comunicación, Buenos Aires, Vol. VIII, n. 1, ene. – abr.
2006.
29
G) ANEXOS
I. LA LUCHA ANTISUBVERSIVA
ANEXO 1
ANEXO 2 - Dario La Opinión - 14 de octubre de 1977
30
ANEXO 3 - Diario La Razón
ANEXO 4
31
ANEXO 5 Revista Somos - 7 de septiembre de 1979
32
II. EL MUNDIAL DE 1978
ANEXO 6 - Revista Somos – 30 de junio de 1978
ANEXO 7
Campaña oficial por la agencia publicitaria multinacional Burson Marsteller & Asoc.
33
ANEXO 8
34
III. LA GUERRA DE MALVINAS
ANEXO 9
35
ANEXO 10 - Número 876 - mayo de 1982
36
ANEXO 11 - Número 872 - 8 de abril de 1982
37
ANEXO 12 - Número 877 – 13 mayo de 1982
38
ANEXO 13 - Número 879 – 27 de mayo de 1982
39
ANEXO 14 - Número 881 - 10 de junio de 1982
40
ANEXO 15 - Número 883 - 24 de junio de 1982
41
IV. EL IDEAL CIUDADANO
ANEXO 16