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jaume-navarro-garcia
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Discursos de Lisias traducidos con formas verbales marcadas.
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.
[3,1]. , , '
, ,
. 1 Consejeros: con las muchas y terribles cosas que conozco acerca de Simn, jams pens que llegara ste a tal grado
de audacia como para presentar reclamacin, en calidad de agraviado, en un asunto por el que debera l sufrir
condena, y presentarse ante vosotros luego de haber jurado tan grande y grave juramento.
2 , ,
,
. ' . 2 Pues bien, si fueran cualesquiera otros los que iban a fallar sobre m, mucho temera el peligro: veo que a veces se
presentan intrigas y contingencias tales, que pueden resultar a menudo inesperadas para los acusados. Pero, como
vengo ante vosotros, tengo la esperanza de obtener justicia.
3 ' , , ,
, , .
,
. 3 Lo que ms me enoja, consejeros, es que voy a verme obligado a exponeros unos sucesos tales, que por vergenza
he soportado los agravios, por si fueran muchos a compartirlos conmigo. Mas, ya que Simn me ha puesto en tal
aprieto, os relatar todo lo sucedido sin ocultar nada.
4 , , , :
,
, ,
, ,
. ,
. 4 Y os pido, consejeros, no obtener compasin alguna si soy culpable. Pero si demuestro, sobre el caso, que no estoy
incurso en los juramentos de Simn y os parece que tengo hacia el mozuelo una inclinacin bastante ms insensata
de la que corresponde a mi edad, os suplico que no me tengis por ms indigno: sabis que enamorarse es
connatural a todos los humanos, y que el ms excelente y el ms prudente sera aquel que sabe llevar el infortunio
con el mayor decoro. Para todo esto se me ha convertido Simn, aqu presente, en un impedimento como voy a
demostraros.
[3,5] , , , ,
,
. ' , :
, ' . 5 Nosotros, consejeros, dimos en enamorarnos de Tedoto, un mozuelo de Platea. Yo quera que fuera mi amigo
hacindole favores, pero ste esperaba obligarle a hacer lo que l quisiera con insultos y malos tratos. Pues bien,
largo trabajo sera enumerar todo lo que tuvo que sufrir por ste, pero s os concierne or todos los delitos que
cometi contra m.
6 ' , ,
,
, . 6 Supo que el mozuelo estaba conmigo, se present de noche en mi casa beodo, arranc las puertas y entr en el
gineceo cuando estaban dentro mi hermana y mis sobrinas, que llevan una vida tan decorosa que incluso se
ruborizan cuando las ven sus allegados
7 ' ,
' , ,
. ,
, . 7 Sin embargo, ste lleg a tal punto de insolencia, que no quiso marcharse hasta que los presentes y los que venan
con l lo arrojaron por la fuerza pensando que era terrible accin invadir la estancia de mozas solteras y hurfanas. Y
tan lejos estuvo de arrepentirse de su insolencia, que descubri dnde cenbamos y realiz la ms extraa e increble
accin si no se conociera su locura:
8 , , :
, . , , '
' , . 8 hzome salir del interior con sus gritos y, tan pronto como hube salido, se puso a golpearme; pero, como yo trat de
defenderme, se alej y empez a tirarme piedras.
Marr el golpe conmigo, pero a Aristcrito, que haba venido a mi casa con l, lo alcanz con una piedra y le
magull el rostro.
9 , , , , ,
, ,
,
,
, . 9 Sin embargo yo, consejeros, aunque pensaba que era terrible lo que sufra, por vergenza del suceso, como ya os
dije antes, aguant. Prefera dejar impunes semejantes agravios antes que ofrecer a los ciudadanos una imagen de
insensato. Saba que lo sucedido se ajustaba a la maldad de ste, pero que iban a mofarse de m, por sucederme tales
cosas, muchos de los que acostumbran a sentir envidia si alguien en esta ciudad desea ser honesto.
[3,10] , , ,
.
.
, , . 10 Tan perplejo estaba sobre qu hacer, consejeros, con la brutalidad de ste, que me pareci lo mejor ausentarme de
la ciudad. Tom, pues, al muchacho (hay que decir toda la verdad) y sal de la ciudad. Y cuando crea que ya era
tiempo de que Simn hubiera olvidado almozuelo y se arrepintiera de sus yerros pasados, regres de nuevo.
11 , '
, ,
. , , ',
, . 11 Yo me dirig al Pireo y l, enterado enseguida de que Tedoto haba llegado y se alojaba donde Lismaco este
viva cerca de la casa que l tena alquilada, llam a unos parientes suyos. Conque stos se pusieron a comer y
beber y apostaron vigilantes sobre el tejado para que raptaran al muchacho cuando saliera.
12 , :
. ' ' .
,
. . 12 En ese mismo momento llegu yo del Pireo y torc para presentarme en casa de Lismaco. Pasamos all un rato y
salimos. Ellos, que ya estaban borrachos, saltan sobre nosotros. Cierto que algunos de sus acompaantes se negaron
a colaborar en el delito, pero Simn, aqu presente, Tefilo, Protarco y Autocles trataron de llevarse a rastras al
mozuelo. Arroj ste su manto y sali huyendo.
13 , ',
, :
' ,
. 13 Yo, que pienso que aqul escapara y que stos se volveran avergonzados tan pronto como toparan con gente...
con esta idea me alej por otro camino. Con tanto afn me guardaba yo de stos y consideraba una gran desgracia
para m todo lo sucedido por su culpa.
14 , ,
,
. 14 En fin, donde dice Simn que se enred la pelea, ninguno de ellos ni de nosotros sali con la cabeza magullada ni
recibi dao alguno, de lo cual voy a presentar por testigos a los presentes.
[3,15] PP. , , ,
, .
, , . TESTIGOS
15 Ya tenis, consejeros, el testimonio de los presentes de que fue ste el agraviante y el que nos agredi, y no yo a l.
Despus de estos sucesos, el mozuelo se refugi en el taller de un cardador, pero stos cayeron en grupo sobre l y se
lo llevaron a la fuerza gritando, chillando y poniendo a los presentes por testigos.
16
, ,
. 16 Como acudieran numerosas personas y se enojaran por su accin diciendo que lo sucedido era terrible, nada les
import lo dicho y golpearon a Moln, el cardador, y a algunos otros que trataban de ayudar.
17 ,
,
. , ' ,
, . 17 Cuando ya se encontraban junto a la casa de Lampn me top con ellos, solo como iba yo caminando, y por
entender que era terrible y vergonzoso permitir que el mozuelo fuera tan injusta y violentamente maltratado, me
abrac a l. Ellos no quisieron contestarme cuando les pregunt por qu haban cometido tal brutalidad contra aqul,
y soltando al mozuelo la emprendieron a golpes conmigo.
18 , ,
,
, ,
. 18 Iniciada una reyerta, consejeros, y en tirndoles piedras el muchacho y defendiendo su cuerpo, en tirndonos
tambin ellos piedras y cayendo al suelo por la borrachera, en defendindome yo y prestndonos ayuda todos los
presentes como a agredidos que ramos, en esa barahnda todos nos magullamos la cabeza
19 , ,
, ' :
. 19 Cierto que los dems que se haban emborrachado con ste, tan pronto como me vieron despus, me pidieron
perdn no como quien recibe agravio, sino como quien obra mal. Y desde aquel momento despus de cuatro
aos ninguno me ha reclamado nunca nada.
[3,20] ' , ,
,
,
. ' ,
. 20 En cambio, aqu Simn, el culpable de todos los daos, pas tranquilo un tiempo temiendo por s mismo; pero,
cuando se enter de que yo haba salido mal parado en unos juicios particulares por intercambio de bienes, dio en
menospreciarme y con toda audacia me llev a un litigio como ste. Voy a presentaros a los presentes como testigos
de que tambin esto que digo es verdad.
PP
21 : ' , ,
, ' .
,
. TESTIGOS
21 Ya habis odo los hechos tanto a m como a los testigos. Y quisiera, consejeros, que Simn tuviera el mismo
talante que yo, para que, despus de ornos a los dos la verdad, fallarais lo que es justo. Pero, como a ste nada le
importan los juramentos que ha prestado, intentar ilustraros sobre sus mentiras.
22 ,
, ' . , '
, . 22 Y es que se ha atrevido a decir que le haba dado trescientas dracmas a Tedoto despus de concertar un trato y
que yo apart de l con maas al mozuelo. Sin embargo, si tal cosa era cierta, debera haber llamado al mayor
nmero de testigos para negociar este asunto conforme a las leyes.
23 , '
. ,
, . 23 Pero es evidente que nunca ha hecho nada de esto, sino, ms bien, injuriarnos, golpearnos a los dos, ir en grupo a
forzar mis puertas y entrar de noche en la habitacin de mujeres libres actos que hay que considerar, consejeros, la
mayor prueba de que os est mintiendo.
24 .
.
24 Considerad lo increble de sus afirmaciones: valor todos sus bienes en doscientas cincuenta dracmas y, cielos!, es
maravilla que haya pagado por quien iba a ser su amigo ms de lo que resultaba poseer.
[3,25] ' ,
, :
, ,
, ,
; 25 Y ha llegado a tal grado de audacia, que no le basta mentir slo sobre la entrega del dinero, sino que incluso
afirma que lo ha recobrado. Ahora bien, cmo va a ser lgico que nosotros le causramos los perjuicios de que nos
ha acusado con la intencin de privarle de las trescientas dracmas y, precisamente despus de la reyerta, le
devolviramos el dinero sin recibir renuncia a reclamacin alguna y sin que se nos presentara ninguna obligacin?
[26] , , , , [
,[ ( )
]], , [
.] 26 Pero es que, consejeros, todo esto lo tiene amaa y planeado: afirma que le dio dinero para que no parezca que
obr horriblemente si se atrevi as a injuriar al mozuelo sin que terciara ningn compromiso; y finge haberlo
recobrado porque es evidente que jams reclam dinero ni hizo mencin alguna de ste.
27 ' ' .
,
. 27 Afirma que yo lo dej en un estado lamentable golpendolo en su propia puerta. Pero se le vio perseguir al
mozuelo, sin tener dao alguno, ms de cuatro estadios desde su casa. Y aunque lo vieron ms de doscientas
personas, l lo niega.
28 ' ,
, . ' , ,
, , . 28 Dice que nosotros llegamos a su casa con un cascote y que amenac con matarlo y que esto es premeditacin. Pero
yo creo, consejeros, que resulta fcil no slo para vosotros, que acostumbris a indagar sobre asuntos semejantes,
sino tambin para todos los dems darse cuenta de que miente.
29 '
, , ' ,
,
, ,
, , . 29 Porque, a quin le parecera creble que yo me presentara de da en casa de Simn con premeditacin y malas
intenciones en compaa del mozuelo, cuando estaban reunidos con l tantos hombres, si no hubiera llegado a un
punto tal de locura como para desear pelear yo solo contra muchos sobre todo cuando saba que me habra visto
con gusto ante sus propias puertas el mismo que vino a mi casa y la invadi con violencia, y se atrevi a buscarme
sin respetar a mi hermana ni a mis sobrinas, y que, cuando descubri dnde me encontraba cenando, me hizo salir y
me golpe?
[3,30] , , ,
: , , ,
; 30 Ser, entonces, que mantuve la calma para no estar en boca de todos por considerar desgracia propia la maldad
de ste y, cuando pas un tiempo, de nuevo me entraron deseos de estar en boca de todos?
31 ,
: , '
, ' ' . 31 Todava si el mozuelo hubiera estado con l, tendra algn sentido su mentira de que yo me vi obligado por la
pasin a realizar un acto ms insensato de lo habitual. Sin embargo, ni siquiera habl con ste lo odiaba ms que a
ningn hombre y se encontraba viviendo conmigo.
32 ,
, , ,
;
33 , ,
, ,
, , ; 32 Conque, quin de vosotros va a creer que yo primero me ausent en barco de la ciudad con el mozuelo para no
pelearme con ste y que, luego de regresar, lo llev a casa de Simn donde seguramente tendra numerosos
problemas? 33 O es que yo intrigu contra l y, sin embargo, me present tan desasistido que ni recurr16 a amigos
ni a siervos ni a hombre alguno, si no es a este muchacho que no habra podido ayudarme y que era capaz, bajo
tormento, de denunciar cualquier delito que yo hubiera cometido?
34 ' ,
' , ' , '
, ' , '
; 34 Pero es que llegu a tanta estupidez como para no acechar a Simn si es que intrigaba contra l donde
habra podido sorprenderlo solo, de noche o de da, y presentarme, en cambio, precisamente donde de seguro me
iban a ver muchos y me iban a golpear juntos, como si hubiera pergeado contra m mismo esta premeditacin para
verme injuriado en grado sumo por mis enemigos?
[3,35] , , .
, ,
, , . 35 Todava ms, consejeros: tambin por el altercado que se suscit es fcil de reconocer que miente. Porque, cuando
el mozuelo lo advirti, arroj el manto y sali huyendo; stos lo persiguieron y yo me retir por otro camino.
[9,1] ,
; ;
, ; 1 Qu habrn discurrido mis contrarios para desentenderse del proceso e intentar desacreditar mi carcter? Ser
porque ignoran que les concierne hablar sobre la causa? O es que saben esto, pero, como piensan que os va a pasar
inadvertido, hacen su discurso sobre cualquier cosa ms que sobre lo que les corresponde?
2 , :
' , '
. 2 S claramente que sus discursos los hacen no con desprecio a mi persona, sino al proceso. Ahora que si piensan que
vais a condenarme persuadidos por sus calumnias, debido a vuestra ignorancia, esto sera una sorpresa.
3 , , ,
:
. . 3 Desde luego yo crea, jueces, que tena un proceso sobre la acusacin, y no sobre mi carcter. Pero, como la parte
contraria me est desacreditando, es preciso que elabore mi defensa sobre la totalidad. As pues, os informar en
primer lugar sobre la peticin de confiscacin.
4 , .
.
, .
, ' . 4 Llegu a la ciudad hace dos aos y, apenas llevaba instalado dos meses, cuando se me reclut como soldado.
Enterado de lo sucedido, di en sospechar enseguida que haba sido llamado con no sanas intenciones. As que me
present al estratego y le hice ver que ya haba servido en campaa, pero recib un trato nada comedido.
[9,5] ,
, .
: 5 Yo me enoj sintindome ofendido, pero mantuve la calma. Estaba perplejo y consult con un ciudadano sobre
cmo encauzar el asunto Enterme que incluso me amenazaban con la prisin, alegando que Polieno llevaba
residiendo no menos tiempo que Calcrates. La conversacin antes dicha la sostuve en la Banca de Filio,
6 , ,
, .
,
. 6 pero los compaeros del arconte Ctesicles, como alguien les hubiera denunciado que yo los insultaba, resolvieron multarme ilegalmente, pese a que lo que la ley prohbe es que se ofenda a un magistrado en la sala de sesiones.
Aunque me impusieron la multa, no intentaron cobrarla y, al trmino de su mandato, lo consignaron en una tablilla y
se la entregaron a los tesoreros.
7 : ,
, . ,
, ,
, , '
---. 7 As obraron stos. Los tesoreros, por su parte, que no pensaban lo mismo que aqullos, citaron a los que les haban
entregado el escrito y examinaron el pretexto para la acusacin. Enterados de lo sucedido, y comprendiendo lo que me
haba pasado, trataron desde el principio de persuadirlos a que me la condonaran, explicndoles que no era razonable
inscribir como deudor del Estado, por enemistad, a cualquier ciudadano. Pero, incapaces de persuadirles para que
cambiaran de opinin, anularon la multa asumiendo el riesgo representado por vosotros ***.
8 , : 8
,
. .
8 Ya sabis, pues, que me fue condonada por los tesoreros. Pero, aunque creo que ya por esta prueba me corresponde
verme libre de la acusacin, os presentar todava ms leyes y otra ciase de justificaciones. Conque, toma la ley, por
favor.
LEY
9 : '
, , ' '
. 9 Ya habis odo que la ley proclama expresamente e castigo para los que ofenden n lasala de sesiones. Y ya os he
presentado testigos de que no llegu a entrar en la sala de magistrados y que, multado ilegalmente, ni debo nada ni
tengo obligacin legal de pagar
[9,10] ,
, , .
: 10 Pues, si es evidente que no entr en la sala y la ley anuncia que deben multa los que emplean dentro un lenguaje
abusivo, es evidente que en nada he delinquido y que he sido multado por enemistad, contra ley y, contra razn. Ellos
saben en su interior que han delinquido,
11 ,
. ' , ' ,
. 11 pues ni rindieron cuentas ni entraron en el tribunal para hacer firmes, mediante votacin, sus actos. Ahora bien,
aunque me hubieran stos multado adecuadamente, y hubieran votado ante vosotros la peticin de confiscacin,
lgicamente me vera libre de acusacin por haberme absuelto los tesoreros.
12 , : '
, , ,
. 12 Si stos no tuvieran competencia para cobrar o condonar, mi multa habra sido legal y yo sera con razn deudor.
Pero si ellos pueden condonar y ofrecen explicaciones sobre su gestin, tendrn fcilmente la pena correspondiente si
en algo han delinquido.
13 , : '
.
, . 13 Ya conocis de qu forma se me entreg a la justicia y se me mult. Pero debis saber no slo el fundamento de la
reclamacin, sino tambin el motivo de su enemistad. Y es que yo me hice amigo de Sstrato con anterioridad a la
enemiga de stos, porque saba que se haba hecho digno de consideracin para con el Estado.
14 '
: ,
, ,
14 Pese a que yo me hice un nombre gracias a la influencia de ste, ni me vengu de un enemigo ni favorec a un
amigo. Mientras l vivi, yo estaba forzosamente inactivo por causa de mi edad, y cuando abandon esta vida,
tampoco perjudiqu ni de palabra ni de obra a ninguno de mis acusadores. Y puedo alegar, incluso, circunstancias por
las que sera ms justo recibir beneficios de mis contrarios que perjuicios.
[9,15] ,
. ,
, , 15 Ahora bien, por lo antes dicho acumularon su irritacin sin que existiera motivo alguno para la enemistad. Pues
bien, despus de jurar que reclutaran a los que no haban servido como soldados, conculcaron s juramento y
propusieron a la asamblea un proceso sobre mi persona, multndome como a quien insulta a un magistrado,
16 , : '
, ' ,
; 16 menospreciando el derecho, entregndose con violencia a daarme con toda suerte de alegaciones. Qu no habran
hecho con vistas acausarme grandes daos a m y numerosos beneficios a ellos mismos; ellos, que, sin que exista esto
ltimo, ponen a la justicia por debajo de todo!
17 , , '
,
' , , ,
. 17 Pero despreciaron a vuestro pueblo y no se dignaron temer a los dioses. Tan despectiva e ilegalmente se han
conducido, que ni siquiera intentaron justificar su gestin. Y para colmo, creyendo que mi castigo era insuficiente, me
han privado parcialmente de la ciudadana.
18 , ,
,
, '
. 18 Con disposicin tan ilegal y violenta no se dignaron velar su injusticia y, conducindome aqu de nuevo por los
mismos hechos, no demuestran que haya delinquido en nada y me insultan. Arrojan sobre m calumnias que no
corresponden a mi conducta y son, en cambio, habituales y familiares a su propio carcter.
19 :
,
. ,
, . 19 As es que stos se muestran diligentes para condenarme, de cualquier forma, en este proceso. Vosotros, sin
embargo, no os dejis llevar de sus calumnias para condenarme, ni desautoricis a quienes deliberaron mejor y
conforme a derecho. Pues ellos todo lo hicieron conforme a las leyes y lo razonable, y es evidente que en nada
delinquieron y que prestaron la mayor consideracin a la justicia.
[9,20] ,
, : ' . '
, . 20 Cierto que, cuando stos me afrentaron, mi enojo fue moderado por considerar que es ley hacer mal a los enemigos
y bien a los amigos. Pero, si me veo privado por vosotros de la justicia, ser mayor mi afliccin pues no parecer que
sufro dao por enemistad, sino que, por la maldad, me veo privado de mi ciudadana.
21 , .
( ) : ,
. , ,
, ' ; 21 Conque, de palabra, contiendo por la denuncia, pero, de hecho, lo hago por mis derechos de ciudadano. Si obtengo
justicia (y confo en vuestro criterio), permanecera en la ciudad. Mas si, conducido aqu por stos, soy condenado
injustamente, tendra que exiliarme. Pues, por qu esperanza debo dejarme llevar para seguir conviviendo como
ciudadano, o qu tengo que discurrir cuando conozco la diligencia de mis contrarios e ignoro dnde tengo que
obtener algo de justicia?
22 ,
,
. 22 As pues, conceded a la justicia la mayor estima y, recordando que incluso en delitos evidentes concedis perdn,
no permitis que quienes no son culpables caigan, por enemistad, en los mayores infortunios.