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Elegias de una bruja

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Poemas infantiles de terror que no son para niños

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ELEGÍAS DE UNA

BRUJA.

Poemas infantiles de terror que no son para niños.

Saúl González Munguía.

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2

Índice.

1. Quimeras………………………………………………………………………………..4

2. El niño maceta…………………………………………………………………………..6

3. El Conde de paja………………………………………………………………………..8

4. La gran barba…………………………………………………………………………..12

5. Misión de los tres caballeros flojos……………………………………………………18

6. Peligroso amor………………………………………………………………………...22

7. Niño malcriado………………………………………………………………………...25

8. Mi amor en un frasco………………………………………………………………….28

9. Elegías de una bruja (Elegía primera)…………………………………………………31

10. Elegías de una bruja (Elegía segunda)………………………………………………...35

11. Elegías de una bruja (Elegía tercera)………………………………………………….38

12. Diálogo entre un círculo de siete lados y una gota mal cuajada………………………40

13. Canción para una noche de espantos………………………………………………….42

14. Extraña biografía. (Para Raúl con todas mis erres)……………………………………46

15. Corazón descorazonado……………………………………………………………….54

16. La espada, la amada y tres gatos………………………………………………………58

17. El país del rey loco…………………………………………………………………….63

18. Dos amantes dulcemente enamorados………………………………………………...65

19. Travesía de los tres caballeros flojos………………………………………………….68

20. Los gatos………………………………………………………………………………72

21. Trece pequeñas tragedias……………………………………………………………...75

22. El profeta………………………………………………………………………………80

23. La cosa………………………………………………………………………………...85

24. El origen de todos los cuentos…………………………………………………………88

25. Niño niña………………………………………………………………………………90

26. Fantasma………………………………………………………………………………94

27. El niño intruso…………………………………………………………………………97

28. Canción de los hechiceros……………………………………………………………..99

29. Luli…………………………………………………………………………………...103

3

30. Enamorado amor redundante redondo y redondeado, contradictorio y sinsentido,

enloquecido y un poco mareado. (La carta)………………………………………………106

31. Batalla de los tres caballeros flojos…………………………………………………..110

32. Desde la negra noche………………………………………………………………...114

33. El corazón más feo…………………………………………………………………...117

34. Las voces……………………………………………………………………………..121

35. El científico. (Los gravinoides y los centíbulos)……………………………………..123

36. Los crímenes de un poeta…………………………………………………………….134

37. Sonetos del diablo……………………………………………………………………137

38. No creo en ti………………………………………………………………………….144

39. Despedida…………………………………………………………………………….147

4

Quimeras.

Somos quimeras en un abismo inagotable,

De ahora en adelante ya no somos yo sino nosotros,

Somos cambio en esfera impenetrable,

Mutamos eternamente de fuego negro en otros.

Adentro eterno movimiento de nuestra alma agitada,

Afuera inmóvil cambia suave nuestra mirada,

Interno vaivén de lo extraño en el corazón se nos cobija,

Externo nuestro misterio nos dejamos a mirarle nos exija.

Llama lo sencillo con gritos a nuestro pensamiento,

Pensamos en palabras quedas complicadas,

Imaginamos maravillas raras caras dilatadas,

Nos sentimos atraídos a lo desconocido del primer aliento.

Quietos sobre mundo enorme rodamos,

Deformes sobre tierra ciega que no quiere mirarnos,

Sombras con fantasmas en nuestros ojos, mudos nos quedamos,

Siniestro lamento que horroriza nace de naturaleza que matamos.

Tiernos hombres inocentes de destrozos,

Cuerpos tiesos fríos que caminan entre oscuros fosos,

Frágiles nuestros anhelos en caída nos rompemos,

Débiles esfuerzos tristes invisibles los que hacemos.

¿A dónde íbamos apresurados cuando veníamos?

Llegamos tarde a la hora de nuestro maravilloso destino,

Estamos luego del último momento en que la luz tubo atino,

¿De dónde lugar o espacio salimos cuando nos quedamos?

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Prisioneros de nosotros somos, compasión que no sentimos,

Monstruo gordo que nos tiene hambre, labios, no mentimos,

De los otros los antojos, nuestra carne nos comimos,

Palabras pronunciamos muchas pero nadie somos de los vecinos.

Amamos alguna vez, amados fuimos en algún tiempo,

Secos ahora nuestros pies, no conocen ningún camino,

Seguíamos huellas de las lluvias y recuerdos de un dios mínimo,

Ahora ya no nos movemos, no reímos ni corremos, sólo somos sufrimiento.

Y aquí estamos, no sabemos quiénes somos ni a dónde vamos,

Humildes creadores del principio y del fin, nos llegó sin pedirlo ni negarlo,

Y aquí estamos, somos libres para ser, no tenemos ni reyes ni tiranos,

Hemos encontrado sin saberlo lo que hora no podemos apartarlo.

Somos quimeras en un abismo inagotable,

De ahora en adelante ya no somos yo sino nosotros,

Somos cambio en esfera impenetrable,

Mutamos eternamente de fuego negro en otros.

6

El niño maceta.

El niño maceta trajo serenata a una coqueta,

Y cantando una opera bajo su balcón,

Le cayó en la cabeza de su ventana una flor,

Y su cabeza quedo como roto macetón.

Al médico debió ir pero tardó mucho eso en ocurrir,

Por ello cuando llegó le dijo el doctor que la herida ya no podía zurcir,

No podían quitarle la maceta sin que muerto quedara por su cabeza hueca,

Y a vivir se tenía que acostumbrar con la flor de una jacarandá chueca.

Le dieron consejo de nunca dejar de regar,

Porque la falta de agua a los dos iba a matar.

El niño así iba para todas partes,

Y al principio quiso cambiar su planta por jitomates.

Pero el doctor le dijo que jitomates no podía allí poner,

O en su intento iba a perecer,

Entonces se le ocurrió que sería bueno llevar duraznos,

Pero no pudo conseguir más que un par de gusanos.

Los dejó viviendo allí,

Murieron y tanta fue su tristeza y su frenesí,

Que llorando, su árbol mucho regó,

Y este creció, creció y creció…

Fue entonces muy grande para pasearlo,

Hubo delicadamente que podarlo,

Él se casó con la niña a la que llevo serenata,

Y en su boda ella llevó de sombrero una bota con otra planta.

7

Tuvieron hijos muy disparejos,

Y con ramitas se miraban en los espejos.

Un día echó raíces en el jardín de su casa,

Y en los pies del niño maceta ahora crece flor de calabaza.

8

El Conde de paja.

El Conde de paja estaba,

En un dilema raro que lamentaba,

No sabía cómo decir a quien el corazón le animaba,

Cuanto le quería, ni como era que le amaba.

El Conde de paja estaba,

Entre matorrales que admiraba,

En un campo enorme de espinas donde nadie caminaba

Y a lo lejos una belleza delgada contemplaba.

El Conde de paja estaba,

¡Qué extraño! Sentía que su corazón se enamoraba,

Y alzando su cara no podía, no quería, no atinaba,

Qué hacer, qué decir, qué sufrir cuando imaginó que se le acercaba.

***

Pobre Conde no sabe de qué se esconde,

Pobre Conde al descubrir que sus pies no calzan,

Pobre Conde, que va a hacer si se entera que no es Conde,

Pobre Conde, si es tan sólo un espanta pájaros de paja.

Si el supiera, si el mirara, que no son piernas finas espigadas,

Si conociera la razón del temblor en sus rodillas engañadas,

Entonces no le amaría, no sufriría, no tendría de amor inquietas corazonadas,

Entonces no soñaría con bailar apretando su cintura bajo noches estrelladas.

Pobre Conde cuando sepa lo que a lo lejos ama,

Pobre Conde, una vaca flaca entre negra y parda,

Pobre Conde, no sabe lo que adora,

9

Pobre Conde, que miseria, que lo cura, que ilusión tan rara.

***

Un día despertó el Conde creyéndose por sus vestidos un Conde,

Eran negros terciopelos, creía, por la niebla que salía de quién sabe dónde,

Mas él no sabía que no tenía palacio, ni tampoco rubio cabello lacio,

Pues él sólo era un espantapájaros en campo Cansancio y vestía un saco viejo y rancio.

Yo estaba en su hombro aquella tarde llena de asombro,

Yo estaba contenta cuando él abrió sus ojos,

Yo estaba desde hace mucho amando su figura entre hierbas y escombro,

Yo estaba, yo quería, yo anhelaba que saliera de aquellos muertos despojos.

Yo le amo, soy un monstruo, una joven, hija única, doscientos años en destrozos,

Cuervo negro es mi cuerpo, una niña, dulce campesina, ojos violetas hermosos,

Y un brujo por mi madre en venganza, me conjuró con engañosa alabanza,

Quince años tenía cuando convertida en ave quedé, y aún mi descanso no me alcanza.

***

Toda mi vida desde entonces junto a este saco la he pasado,

Y mi corazón de él con el tiempo quedó prendado,

Y ahora que vive le veo, no puedo decirle nada,

Si le distraigo le mato, pues su corazón vive sólo por su amada.

¡Ay! Mi amado que desgracia,

Qué hacer, qué romper, qué vendrá a suceder esta noche de niebla baja,

Cuando veas que tu cuerpo en la tierra se hunde con una estaca,

Qué dirás cuando sepas que tu amor se confundió con una triste vaca.

***

A pero que desencanto,

10

Yo amándote a ti,

Tú amándola a ella,

Y ella no amando.

A pero que descontento,

Yo convertida en un negro cuervo,

Y tú mi amor ignorando.

A pero que desaliento,

Tu fijo en un fantasma,

Yo quieta en tu hombro llorando.

A pero que desencanto,

Tú amándola a ella,

Yo amándote a ti,

Mientras ella pastando.

***

Pobre, pobre cuervo que soy,

Lamentando estar enamorada.

Pobre, pobre cuervo que estoy,

Sólo una mujer sintiendo amor

Y en cuerpo feo atrapada.

Pobre, pobre cuervo me voy,

Qué noche, que dolor, y mi corazón hecho un tasajo,

Pobre, pobre cuervo que soy,

Qué pena, que martirio, ojalá estuviera en la tierra debajo.

***

Si él supiera, si él mirara, que no son piernas finas espigadas,

11

Si conociera la razón del temblor en sus rodillas engañadas,

Entonces no le amaría, no sufriría, no tendría de amor inquietas corazonadas,

Entonces no soñaría con bailar apretando su cintura bajo noches estrelladas.

Pobre Conde cuando sepa lo que a lo lejos ama,

Pobre Conde, una vaca flaca entre negra y parda,

Pobre Conde, no sabe lo que adora,

Pobre Conde, qué miseria, qué lo cura, qué ilusión tan rara.

***

Libre y atrapada, sola amando enjaulada,

Vivo y muerto, amado sin mortaja,

Mi príncipe con un pecho hueco,

Con un sentimiento seco,

Con un ojo chueco.

Querido mío, mi sol, mi sal, mi cielo,

Amado mío, mi mar, mi tierra, mi fuego,

Te amo, te llamo, te quiero,

Y mi corazón ciego en una caja,

¡Cuanto lo siento! Mi Conde de paja…

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La gran barba.

En un pueblo de hielo

Junto a un bosque de pino

Viven los osos y niños

Que nunca crecen y tienen cabello albino.

Son niños trabajadores

Contentos y juguetones

Y los cuida un anciano

Que en la barba tiene largos mechones.

Hay en ese lugar

Calor por tanto jugar

Y nadie se llega a resfriar

Porque la gripe teme enfermar.

Comen almendras y piñas

Duermen sobre osos y ardillas

Y el abuelo barbón con la miel

Hace en el fuego rico pastel.

Pero en la punta cerca del cielo,

En el monte más alto y lejos,

Vive una bruja muy enfadada,

Porque ya esta vieja y desdentada.

Ella quiere la juventud de los niños,

Y tiene un plan para confundirlos,

Pues esta noche lanzara unos hechizos,

Contra el señor que cuida los niños.

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¡Adun cobula!

Dice la bruja,

¡Amoth tezofa!

Repite la loca.

¡Crece barba crece desde su boca!

¡Crece barba crece sobre el bosque!

¡Que no hallar lugar que su barba no toque!

¡Crece barba crece y debajo todo coloca!

¡Adun cobula!

Dice la bruja,

¡Amoth tezofa!

Repite la loca.

Ya está amaneciendo

Pero en este lugar

Algo se está oscureciendo

La barba todo comienza a ocultar.

Un niño despierta asustado

Bajo la barba y la mugre

Todo está nublado

Y no parece natural pues no es octubre.

No hay sol se descubre

Porque ante la barba todo sucumbe

Y no pueden al anciano preguntar

Ni tampoco salir a jugar.

Ya han buscado al viejo hombre

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Le gritan y llaman por su nombre

Pero él está sepultado

Por su barba negra y enorme.

Y ahora que harán bajo su pelo

Enredados entre cabellos y hielo

Es tan difícil moverse sobre el suelo

Y del anciano ya ni consejo ni caramelo.

Ya han pasado cuarenta días

No encuentran ni a los osos ni a las ardillas

Y todos enredados y fríos

Tiemblan y están muy aburridos.

No saben qué hacer

No saben si es de noche o ya va a amanecer

Y la barba no deja de crecer

Y la bruja esta noche se les va a aparecer.

Ha puesto la bruja ya su maleta

Comerse a los niños es su meta

Y lleva por guardias las figuras

Sus secuaces las malas verduras.

Ya van por los niños errantes

Sin lavarse los pepinos y los jitomates

También las lechugas con bichos

Y la bruja sin bañarse y con los pies cochinos.

Pero ellos no saben

Que en el pueblo sus habitantes

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Están pensando qué hacen

Para rescatar al anciano de cabellos brillantes.

Han ideado muchas cosas

Prender fuego traería calamidades

O dejar así ya las cosas

Y mudarse a nuevas ciudades.

Pero ellos no quieren dejarse

Al abuelo en sus barbas encerrarse

Pero ya no tienen miedo ni están preocupados

Y es malo para la bruja, así no pueden ser cocinados.

Por fin después de muchos días

Al cabello y al frío se han habituado

Y cortando con grandes tijeras medidas

Viviendo en casas de cabello, ¡lo han logrado!

Ya tienen con patillas sus mesas y sus sillas

Y grandes palacios con barbillas

Han peinado al anciano para hacer suaves camas

Y tienen jardines de cabellos y también frescas sábanas.

Y la bruja al llegar allí ha de sufrir

Porque contentos los pequeños

Aprendieron así a vivir

Bajo los largos cabellos, ríen y son bellos.

Y a pesar de los mechones

Si los niños están contentos

Ni los malos vegetales hambrientos

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Ni los animales bigotones.

Ni las brujas inmortales

Pueden quitarles su juventud y sus talentos

Y como los malos fueron muy lentos

La bruja decidió lanzar nuevos juramentos.

¡Adun cazafi!

La bruja grita,

¡Donto melera!

Su nuevo conjuro.

¡Vete largo cabello, vete seguro!

¡Desaparece gran barba y muere!

¡Dejando a los niños con frío y mala suerte!

¡Que se enojen y entristen por la falta de cabello!

¡Adun cazafi!

La bruja grita

¡Donto melera!

Su nuevo conjuro.

Pero aquí ya nada es oscuro

Y todo vuelve a la normalidad

Ahora la bruja quiere chillar

Porque los niños vuelven a cantar.

Ya la bruja se ha ido a otro lugar

Donde hallar niños aburridos y enojones

Para que ella pueda cocinar con alverjónes.

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El anciano también está tranquilo

Pero con un poco de frío

Porque ya no hay barbas que peinar

Y del frío con cobijas de algo se deberá tapar.

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Misión de los tres caballeros flojos.

Es tiempo ya mis amigos de comenzar nuestro viaje,

Es hora ya de pelear por la permanencia de nuestro linaje,

Porque una cosa horrible a este mundo amenaza,

Y es la siempre temida y cruel, ¡la gran calabaza!

Caminaremos los senderos del bosque más fino,

El que usa en sus ramas shampoo y es envidia de su vecino,

Seguro estoy que nos encontraremos las criaturas más malas,

Los tricalipodes espinosos y los narcilentos con alas.

Pero nosotros pelearemos hasta vencerles,

Que para ello montamos nuestros aguados corceles,

Nos pondremos en la cabeza los cascos de plastilina,

Y nos batiremos las armaduras con la más dura mezcla de harina.

Vamos valientes caballeros, no dudéis que es peligroso,

Pero es más feo ver morir sin pelear a un mozo,

Y nuestra princesa espera ansiosa su rescate,

Porque prisionera la obligan a lavarse las axilas con zacate.

Tú llevaras la rosa de las mil voces que parla,

Es un arma que te servirá si sabes usarla,

Y aunque nunca nadie supo cómo se usa,

Se ve muy bonita como un adorno de blusa.

Tú la savia piedra caballero segundo,

No es bonita pero confunde a todo el mundo,

Sé que no es bueno llevarla,

Pero a esta hora, ni modos que vamos a dejarla.

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Yo cargaré con la porción mágica,

Es una sustancia de la nación trágica,

Esta es buena para no echarse la culpa,

Y torna quejumbron a aquel que la ocupa.

En el camino tendremos muchas pruebas,

Pasaremos mucho tiempo sin mujeres nuevas,

Y si nos quedamos sin comer,

Recordaremos las palabras del indio como deber:

“Si me ves comiendo a mí no me pidas,

Que somos hermanos de hazañas emprendidas,

No del alimento que traigo conmigo,

Porque comiendo, se desconoce al amigo.”

Y esta será nuestro lema y nuestra filosofía:

“¡Dormir toda la noche hasta que llegue el día,

Y de día descansar para dormir bien toda la noche!”

No vaya a ser que nuestras energías terminen en derroche.

El amor por nuestro pueblo debe guiarnos,

Ya luego les robaremos si no quieren pagarnos,

Traigamos a la reina su hija y la libertad a la tierra,

Pronto disputaremos quién la besa y quién la entierra.

Por de pronto vallamos sin pánico a nuestra empresa,

No queremos saber que la gran calabaza la ponga tiesa,

O que el dragón con su fuego la queme,

Porque si tal pasare ¿Con quién en la cama iba yo a querer meterme?

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Yo sé que entre los guerreros no somos los mejores,

De hecho bien sé que somos los peores,

Pero dijo la reina que debíamos ser nosotros

Porque los buenos salen muy caros y no le alcanza para otros.

Ustedes pensarán ahora que su hija realmente no le interesa,

Pero estáis equivocados, ¿qué reina no sabe cuánto vale el cuerpo de una belleza?

Es más bien que su riqueza y la del pueblo se han consumido,

Porque sus vestidos son de colección y sus zapatos de humilde oro pulido.

Pero eso a nosotros que no nos interese,

No se dirá de vos que sois fijados o que pensamos que nadie nos merece,

No se dirá de nosotros que venimos sólo por el dinero,

Cuando también nosotros conocemos el valor de un lindo trasero.

Además la muchacha vale la pena pues come poco y sufre anorexia,

Y cualquier hombre rico pagaría por alguien como ella su riqueza,

Pues el mundo entero sabe en qué consiste el mal de una mujer,

Son berrinchudas, también chillonas y con frecuencia todas piden de comer.

Con todo lo dicho no queda más que pedir auxilio en Dios,

Porque sabido tenemos los muchos que en el intento dijeron adiós,

Como el caso del infeliz príncipe de los arrabales,

El cual encontraron muerto a causa de los siempre verdes y puntiagudos nopales.

Pero no se espanten que todavía puedo referirles casos más tristes,

Como el de los que tragaban trigo en un trigal siendo tres tigres tristes,

¡¿Pero cómo no iban a estar tristes si siendo carnívoros habían de someterse a dieta de

trigo?!

¡De verdad que hay que ser perverso para fraguar tan deshonroso castigo!

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No pudo ser esto obra ni del más ingrato abonero,

Quizá tal crimen sólo podría pasar por mente del vil jabonero,

Del cual se rumora que en su casa el que no cae resbala,

¡Maldita sea su estirpe! No es por deseárselo pero ojalá alguien le pegue una bala.

Por último recuerden no sucumbir ante el extrañamiento,

Este no es peor que el estreñimiento,

Y si sufres de gases, por favor no me cuentes,

Tú recuerda que te apesta el hocico, lleva contigo tu cepillo de dientes.

Esto es todo queridos y siempre ejemplares caballeros,

Esperemos que el señor nos proteja hasta los más escondidos cabellos,

Y ojalá nunca nos descubra durmiendo,

Porque el día del juicio quiero estar a su lado sonriendo.

Pues bien, no sigamos con esto,

Que nuestra labor sigue en aumento,

Y no olviden de la abuela las sabias palabras,

“Si no quieres verte infeliz, mejor no las abras…”

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Peligroso amor.

Peligroso amor el de aquellos dos jovencitos,

De caras rosadas, de ojos grandes y dedos suavecitos.

Pequeños amores que se tejen en lugares lejanos,

Extraños e ingenuos, siempre raros los humanos.

De cuna en oro salió ella, él de pobreza y escombro,

Los padres de ella lo supieron con espanto y asombro.

De él sus padres les vieron como par de orates.

Y de mirada de niños y juegos escondidos, salieron amantes.

Mas como es común a esta clase de parejas,

Llevaban la tragedia sellada sobre las cejas,

Y pronto el sabría que su amor sería desgracia,

Pues las cosas contrarias siempre sufren amenaza.

Ella era de temperamento frágil y desconfiada.

Él temerario y un corazón lleno de templanza.

Ella rehusaba todo lo nuevo y él lo nuevo siempre buscaba.

Así que ella veía, mientras el primero en todo terminaba.

Le prometió un día que por ella él todo probaría,

Y su promesa en todo siempre fue cumplida.

Comenzaron con los dulces desconocidos.

Primero él y luego ella, en sus bocas fueron reducidos.

Luego ella curiosidad sintió por los deportes.

Él practicó primero, y conoció todos los soportes,

Y viendo ella que él de todo salía entero,

Vino ella a hacer lo que él conoció primero.

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También su alma por las artes sintió esperanza,

Mas siendo desconfiada pidió a él otro poco de templanza

Y él amándola le daba gusto, en todo primero él y ella segundo,

Largo tiempo pasaron de ese modo y todo fue mejor amor del mundo.

Pero un día a ella cosas pavorosas se le ocurrieron,

Y las cosas más feas sucedieron,

No habiendo sido nunca primera en nada,

Pidió a él que nuevamente él primero probara.

¡Nunca he carecido de un dedo! Le dijo anonadada.

Y él frunciendo el ceño un poco, adquirió una mano mutilada.

Mas ella viendo el dolor en sus ojos decidió ya no hacer nada.

Y él regreso para llorar por su dedo debajo de su cama.

Al siguiente día ella otra cosa le pedía,

Y él habiendo prometido enfrentaba el antojo de ese día,

¡Quiero en mi cabello sostener una llama!

Hazlo tú, pues tu corazón prometió y me ama,

Yo no me atrevo a ser primera en nada,

Y cumpliendo su promesa, termino con su cara quemada.

Así fue que perdió un ojo, así también se quedó sordo,

Y comiendo terminó gordo y cumpliendo no tenía estorbo.

Un alambre por su nariz toco su cerebro, de veneno tomo un sorbo,

Amargo el sabor de las chinches y ella ya sólo alimentaba su morbo.

Mas respetando su promesa, enamorado él más se ponía

Y a diario sus antojos complacía,

Sin darse cuenta que pronto moriría.

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Y ella un poco, poco a poco sentía que se divertía.

Pero llego el momento en que viéndolo a él desbaratado,

Asco provocó en sus entrañas un cuerpo tan mutilado,

Entonces se apartó de él para nuca más verlo,

Y él con su promesa, ahora todavía tiene que padecerlo.

Y sabe que si regresara volvería a hacerlo,

No sólo porque aun la ama, sino porque respeta su palabra.

¡No hay mal que seguido de una promesa no deba uno merecerlo!

Y un “para siempre”, es cosa que no puede deshacerse,

Eso tienes que aprenderlo.

25

Niño malcriado.

Si tú crees que el mundo es nefasto y horrible, si por todo andas enojado o triste,

Si no quieres obedecer a mama, o si quieres engañar a papa,

Ven, acércate a mí, no soy bueno ni malo ni un poco querible,

Pero tengo en mi mano un dulce amargo comible.

Si eres tú berrinchudo, chillón y enojón,

Si nada te gusta o por todo rezongas y eres bribón,

Ven, acércate a mí, no soy bueno ni malo pero tengo maravillas en mi rojo cajón,

No soy un monstruo ni algo nefasto, pero conmigo jamás volverás al jabón.

No tendrás que volver a bañarte, ni chueca pondrás la boca obligado a comer un sólo

tomate,

No tendrás que hacer más tu cama, ni oirás otra vez el grito de una nana,

Ya estarás muy contento, jugaras todo el día y comerás golosinas por kilo o por ciento,

Ya estarás muy contento, tendrás muchas cosas bonitas, y no cenaras de nuevo en un

asiento.

Dormirás todo el día y te acostaras luego muy tarde, comerás gelatinas, pastel, chocolate,

Podrás tener el cabello pachón, y también saltaras cuando quieras en un buen colchón,

Te daré pelotitas, muñecos, carros y juegos, y también pistolitas, ropita y zapatos nuevos,

Pintaras las paredes con monos, garabatos y dibujitos, y también si tú quieres un negro

gatito.

No tendrás que levantarte temprano, poseerás las cosas que envidias de tu hermano,

Puedes ser un metiche también un tentón, no iras más a la escuela y te daré más de un

tostón,

Gritaras cuando quieras, correrás por la calle, y podrás quedarte en la feria sin pedir

opinión,

26

Patearas cualquier cosa, sabrás más que tus papis, dormirás destapado, y nunca estarás

atrasado.

Pedirás lo que quieras, te daré lo que exijas, órdenes serán tus caprichos, también mataras a

los bichos,

No habrá castigo por ser mentiroso, a otros podrás jalar los cabellos, ¿pan dulce? un buen

trozo,

Todos serán tus sirvientes, tu mascota besaras en la boca y no tienes que tener limpios los

dientes,

Ya verás que te gusta, vivirás en la gula, podrás romper los platos, no habrá jamás malos

tratos.

Ven, sólo dime que sí, todo eso tendrás si prefieres conmigo venir a vivir,

Es muy bueno ya lo ves, sólo di que me quieres más que a tus padres,

Sólo escribe con odio que tus amigos son animales,

Sólo firma estos papeles con un poco de sangre, sólo piensa que ganaste un regalo de gratis.

No te pediré que hagas nada, sólo dame tu alma, no estoy enojado ni pierdo la calma,

Yo no quiero que tu sufras nada, sólo mira los goces, no escuches de otros sus voces,

Toma mi mano inquieto amiguito, no te apresures yo si tengo tu tiempo, más que un ratito.

Ya verás que nada escondo, ya verás que te gusta el fondo, es un lugar oscuro caliente y

redondo.

Si tú crees que el mundo es horrible y nefasto, si no quieres volver a lavar un sólo trasto,

Si eres un consentido o escuincle mimado, si tú quieres que todo sea tu gusto niño mal

criado,

Ven acércate a mí, soy yo el diablo escondido en tu cuerpo y este día me encuentro

contento,

Sólo quiero sin daño veas las cosas que te daré, sin que tengas que esperar a cumplir otro

año.

Ven sólo dime que sí, mira los cohetes, brillantes tus grandes juguetes,

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No dejes que te asombre, pronuncia mi nombre, no te asustes por verme, tú puedes

quererme,

Ven sólo dime que sí, serás el niño más fuerte, y jamás conocerás a la muerte,

Observa bien mis ojos, saciare todos tus antojos, sólo besa mi mano y no mires mi pie de

marrano.

Limpia no tengo ninguna uña, mira que soy como tú, es chistosa de mi pierna izquierda la

pezuña,

Tengo rojas mis pupilas como los lindos conejos, ¿Ves que no es tan malo de lejos?

Y mi piel escamosa sólo es un traje, disfraz de serpiente, es bueno mi sastre, dime que se

siente,

Y si dices que no, no te preocupes, piénsalo bien, piensa en mí y estaré pronto presente.

Ya volveré otro día, cuando mal encarado te encuentres por tu comida,

Ya será en otro momento, apareceré después del regaño, o quizá en la noche dentro del

baño

Niño ingrato, ya será en otro rato,

Niño feo, algún día te llevare de paseo… ya conocerás el infierno y el llanto.

Si tú crees que el mundo es nefasto y horrible, si por todo enojado o triste

Si no quieres obedecer a mama, o si quieres engañar a papa

Ven, acércate a mí, no soy bueno ni malo ni un poco querible

Pero tengo en mi mano un dulce amargo comible.

Si eres tú berrinchudo, chillón y enojón

Si nada te gusta o por todo rezongas y eres bribón

Ven, acércate a mí, no soy bueno ni malo pero tengo maravillas en mi rojo cajón

No soy un monstruo ni algo nefasto, pero conmigo jamás volverás… es bella canción.

28

Mi amor en un frasco.

Muerto tú y muerta yo entonces estaremos tranquilos

Destilare nuestro amor con instrumentos y filos

Pondré tu fragancia alrededor de mi cuello

Y mi amor en un azul frasco pequeño y bello.

Voy a tomar una cuchara

Y voy a sacarme un ojo

Voy a limpiarlo bien

Y a ponerle un moño.

Voy a mandarlo contigo

Y voy a mirar lo que no miro

Y cuando duermas el estará dormido

Y cuando sueñes regresara conmigo.

Voy a estirar de mi cuerpo cada pliegue

Voy a poner allí de limón un poco de nieve

Y tendré entonces mis bordes dulces

Mis detalles ácidos, y mis contornos fríos.

Quitarme una mano estoy pensando

Después de dejarle crecidas la uñas

Te la mandare en una caja bailando

Y tocare de tu cuerpo oscuras partes algunas.

Voy a comer botones de los jazmines

Y esperare a que en mi interior florezcan

No voy a dejar que de besar mis labios termines

Y olerás sonriendo mis olores de flores frescas.

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Voy a batir un vestido blanco con mi sangre,

Voy a convertir en delirio mi hambre,

Tendré entonces tu carne transfigurada,

Tus suspiros en mis heridas y una luna mordisqueada.

Atravesare tus pensamientos con luz quebrada

Y puntas en mis huesos de metales cristalinos

Descansaran en mi almohada memorias de asesinos

Y moriremos ambos en una noche de terror perturbada.

Voy a cortar en tu piel agujeros espaciales

Voy a rellenarlos con semillas especiales

Crecerán en ti galaxias llenas de rojos soles

Y te escurrirán brillando polvos de colores.

Quiero cortar mi locura en pequeños trozos

Quiero incrustarlos para adornar tus rincones porosos

Quiero tus cabellos lacios rozando mis chuecas rodillas

Y delinear con tus lágrimas el mar en sus orillas.

Quiero picar con agujas mi dorsal espina

Y que mires como me retuerzo con ritmo de circo

Y que goces mi dolor viéndolo más raro y más rico

Mientras copa de cianuro en tu garganta se empina.

Voy a extrañar cuando no estés aquí a mi lado

Voy a reír en el infierno por santos ultrajado

Voy a buscarte debajo de mi sabana

Voy a quererte de nuevo matar mi dulce alma hermana.

30

Meteré mi cabeza en un recipiente con caliente agua

Me picare con avispas mis manos largas y delgadas

Me arrancare el ombligo para que viaje en una piragua

Y dejare que los perros muerdan mis orejas aplastadas.

Voy a matarme amor mío para que nunca más ame a nadie

Voy a morir divertida cuando todos se larguen

Voy a lograr que mi sombra me coma y estalle

Voy a visitar los fantasmas en sus lugares sepulcrales.

Pero antes arrancare el corazón mío y te lo enviare

Lo amarrare a un globo rosa y no te lo diré

Mentiré por última vez en silencio

Y recostada mirare por última vez el nocturno cielo.

Muerto tú y muerta yo entonces estaremos tranquilos

Destilare nuestro amor con instrumentos y filos

Pondré tu fragancia alrededor de mi cuello

Y mi amor en un azul frasco pequeño y bello.

31

Elegías de una bruja.

Elegía primera.

¡Ah! cuando la gracia nos cobijaba y nos mecía,

Cuando disfrutábamos la maldad que nos placía.

Valientes éramos en los rincones.

Escondiendo nuestros cuerpos en las sombras.

La vida no sonaba hueca y hasta las ventanas parecían ser las puertas.

Veíamos las flores sobre la mesa marchitarse mientras las moscas en sus contornos se

morían.

Quién diría que no fuimos felices, cuando después del crimen nos lamíamos los bigotes.

No había hombre tan dulce en toda la tierra que calmara nuestros goces.

Pero ahora estamos quietos, andamos con el resto de los ciegos.

Nos contentamos con las tonterías del resto del mundo donde nos perdemos y mezclamos.

Nos sentamos apacibles a contemplar lo aburrido que hasta el perro halla interesante.

Nos agotamos por la noche y casi sin sentido metemos nuestros cuerpos en la cama.

Y aun por las noches despierto con sobresalto cuando recuerdo nuestras fechorías.

No tengo culpa alguna en mi pasado, tengo náusea por mirarme atrapada en la desgracia.

Recuerdo la libertad con la que corrías escapando a la tragedia que seguía tus zapatos.

Pasas por aquí cuando te pienso porque te extraño, ¿Qué será de tu vida mi ángel muerto?

¿Qué habrá sido de tu maldad mi demonio inquieto?

No lloro más tu partida, es que mi pecho suspira tu vacante despedida.

Mis manos ahora siempre están quietas, por mis narices ya no se pasea el olor de lo

podrido.

Y en esta tarde clara obscura y siniestra, mi cuerpo tus labios reconoce perdidos.

32

Pienso en tu palabra, pacto no reconocido en ningún libro, toma suave la navaja por el filo,

Cortaste por detrás de las rodillas para que no pudiéramos apartarnos.

Pero te has ido, ya no gozo, ahora rio, y las delicias en humos se adelgazan.

Y los huesos sin la carne ya no son lo mismo.

Y me pregunto qué haré para olvidarte, cómo tomare las rosas por las espinas,

Si ya no estás para deleitarte con mi sangre.

Es que la locura en que comimos sin ti ya no es lo mismo,

Es que el mundo de repente me pide que tenga sentido,

Y no puedo, me cuesta tanto aceptar que un chiste es cómico por no ser divertido.

Y mis piernas ya no quieren caminar, y mis ojos no quieren ni ver, y mi cuerpo no tiene

rasguño.

Es que estoy tan pura sin ti, que me duele el cuerpo todo por estar tan sana

¿Dónde encontrare ahora mano que quiera estrangular mi cuello?

¿Dónde hallare ojos que quieran estar dentro de mi cuerpo?

¿A dónde correré buscando ayuda para terminar de remendar la carne en la cocina?

Estás muerto y no tengo herida, no hay razón para llorar amargamente

No hay razón para prenderle fuego a las cortinas.

¡Y ay de mi cuerpo! cuando siendo las tres de la mañana nada lo impulse meterse al agua

fría.

De ahora en adelante mi cuero blanquecino se pondrá obscuro por salir,

Mis senos no tendrán mordiscos en sus puntas, y mi espalda estará desierta de tus garras,

No veré más tu rostro enfermo y agitado, no me tomaras enfadado por detrás de la cintura,

Me sentare sola por las mañanas a tomarme un té de rata, y casaré tontamente contenta las

arañas de sus esquinas.

33

Ya no estaré triste cundo vea un amigo, y el postre no será más de niño sino de higo.

Y cambiaré con el tiempo, y oler perfumes, tal vez me guste más que el musgo.

Y tomaré los caminos más claros para llegar al río, ya no atravesaré el bosque espeso

esperando ser perseguida por los lobos.

Y en verdad lo siento, porque esa vida buena será cosa de costumbre,

Porque no tendré más el gusto por el susto y lo horrible,

Porque no tendré momento de espanto ni de lo bello lo terrible.

Y de verdad lo siento, porque no seré más una bruja voladora de cielos nublados,

Porque no habrá buitre que tema ante mí estar alado

Porque no será igual la sopa de hierbas y sapo, ni las tartas de alacranes remolidos.

Es que el mundo entero piensa que por no ser buena no siento.

Es que la gente olvida que no soy un monstruo por ser de naturaleza extraña.

Es que en sus miradas se miran las ganas de quemar mi amor tan simple,

Sólo porque amo lo que a sus usos parece horrible.

¡Y qué si en mi cuarto las velas resplandecen toda la noche!

¿Es que por ser bella y eternamente joven tengo que arrugar mi corazón para dar gusto a su

envidia?

¡Y qué si a mí las bestias me apasionan!

¿Es que tengo que enterrar lo que a mi cuerpo agrada sólo porque al resto el corazón

destroza?

¡Y qué si yo prefiero la penumbra de la noche más que el brillo de la mañana!

¿Soy por ello tan diferente que merezca mi cabeza la cuchilla?

No veo la diferencia tan clara, mis pociones como sus médicos, lo mismo curan lo mismo

matan.

34

Mis hechizos semejantes a sus oraciones, las mismas veces atinan y las mismas fallan.

Mis cantos sólo cambian de palabras, yo descanso lo mismo cuando nombro espíritus y

fantasmas, es lo mismo que sus frases rosas y sus menciones santas.

Pero ahora estoy sola, ya no estás para cobijarme, te has ido sin querer llevarme.

Por fin me traicionaste con su dios, te fuiste esclavo de amor mi diablo, su amante.

35

Elegía segunda.

¿Qué haré ahora con la lechuza que nos canta?

¿Le arrancaré las alas para en caldo devorarlas?

¿La encerraré en jaula como hacen con los petirrojos las doncellas?

¿Lo espantaré para que vuele a posarse sobre los nopales?

¿Qué con el alebrije del sótano que me regalaste?

¿Lo mataré de hambre sin las cosidas manos de bebés o sin las cabezas crudas de pescado?

¿Le arrojaré al campo para que libre juegue asustando a los pastores?

¿O también le comeré en un pastel de amarga masa suave?

No lo sé, ya no sé… ¿Será que tu muerte me exige la vuelta para que sea cuerda?

¿Es que acaso debo caminar arrepentida hacia la luz?

Pues hasta el silencio se ha quedado mudo, ya no tiene voces bajo la cama.

Mi cabello ya no conserva su brillo negro, no quiere tocar el suelo, se conforma con

acariciarme los talones.

Ya no veo rostros sobre las brasas, ya no tengo el gato junto de la almohada, mis tijeras

tampoco tienen filo.

Mis hermanas viven sin asilo, les quemaron los pies, les enfriaron su cariño por las plantas,

Y yo no sé qué hacer, tengo miedo de salir, pues los hombres poblaron la noche con sus

antorchas, ¡Me cazan!

Y yo no sé qué hacer, tengo miedo de morir, no por la muerte que nos quiere, sino por los

recuerdos que se marchan.

36

Yo también conservo mis ritos, gimo en círculo de fuego, carcajeo y doy mis gritos

Lavo mi cara en el reflejo de la luna, cuelgo patas y transformo mi cuerpo en esfera

flameada

Aun hablo al cuerno como ellos a su cruz, e igualmente ante los sordos me siento

desdichada

Y ¿Qué será de mí, ahora que no consigo saber el qué de mi casa?

¿Que será cuando la lluvia reclame mi tristeza bajo su calma?

¿Quién dirá que soy hermosa aún con el fruto de mi pecho terrible?

¿Cómo bailare el baile de los antiguos sabios infernales?

No me quejo ante tu boca tumba porque te fuiste.

No reclamo tu lejanía si debiste.

No me incumbe saber si de las sombras te apartaste o si a los cielos regresaste, o de dónde

viniste o saliste.

Es que no entiendo a los hombres buenos crueles, es que no tiene forma lo que me

enseñaste.

Es que ¿Si yo era mala por ser buena o buena por ser mala, cómo fue que me engañaste?

No lo entiendo ¿Si su dios que es bueno les mostró lo bueno por qué quieren para mí lo

malo?

No lo entiendo ¿Si buscando la verdad se engañan no queriendo que yo viva, cómo sería yo

cosa falsa aun estando muerta?

No lo entiendo ¿Por qué me llaman demonio si yo sólo como la hiena, como y vivo como

manda mi naturaleza, mientras ellos que llevan dentro a los santos para que les protejan de

37

mí están ansiosos, de actuar como demonios contra mi cuerpo y dispuestos a pasar por

encima ensuciando su conciencia?

Quizá el mundo está un poco de revés, quizá habríamos de darnos tregua,

Quién sabe, sino el tiempo nos cambie de nombre y ellos sean los monstruos,

Pues uno nunca sabe qué cosas traiga la tormenta, o qué cosas se lleve el terremoto.

Puede ser que el viento arranque sus espíritus y los ponga todos en mis manos para que yo

les salve, quién sabe, tal vez nunca nada pase.

Tal vez mi llanto nunca cese, y tenga que vivir eternamente sepultada.

No lo sé, quizás uno de nuestros invisibles amigos de confianza nos clave cuchillo por la

espalda.

Y por un rato ahora moraremos juntos, esperando mutuamente encontrarnos sin ser

vencidos.

Sólo esperando hacer más larga nuestra vida, porque en lados opuestos fuimos colocados,

Yo cargaré mis venenos y con belladona mis brebajes para cuidarme, ellos andarán con

lanzas, arcos y de cruz sus trajes

Viviré quizá más que un poco, pues mi vida es frágil por ser larga, pero usaré mi canto que

a los hombres aletarga.

Clavaré mi beso en sus hijas para convertirlas, alargaré mi saliva hasta las cunas de sus

niños

Y estrecharé mi corazón para no lamentar por nadie

Así hasta que vuelvas a mí, o alguien pruebe la prueba de matarme.

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Elegía tercera.

¡Pero qué importa ya!, Nada importa, vivamos mientras podamos los más vivos.

¡Nada importa ya!, Que mueran mientras mueren los más muertos.

¡Vamos! Vayamos y cantemos, bebamos, holgazaneemos y gocemos nuestros cuerpos.

No demos calma a nuestro fin, no finjamos que nos vamos, gritemos y bailemos.

Ahora que podemos y mientras todavía nos movemos, vino y miel, sangre y dolor en la

piel.

Soy bruja, bestia del infierno, espuria, y mil males peores, y ¿Mientras? penes y demonios,

tetas tibias, labios rojos.

No he venido para sufrir, en mí, ni falta, ni pecado, no tengo miedo de vivir, quiero

monstruos, malos chistes negros, jóvenes deformes, y llagas en las manos, poner mis ganas

en un cuerpo frito, llenar con grasas mi apetito, y pan tostado con polvo de hueso untado.

Y esta noche las estrellas nos arrullarán, música siniestra escucharemos, con tambores

ancestrales y violines desafinados, golpearemos con deleites a los sacrificados, y no

descansaremos, nos tocaremos, nos tocaremos, nos tocaremos…

Pondré sobre mi cabeza el cráneo de un puerco, alzaremos las miradas y miraremos los

ángeles que se le escapan para venir a hacernos compañía, entonces nuestra orgía tendrá

buena forma, porque no llegamos a nuestros cuerpos para arrepentirnos de tenerlos.

Levantaré mis faldas, golpearé con gusto otros cuerpos contra mis nalgas, lameré lo que me

pongan enfrente, jamás diré ¡Basta es suficiente! Y así en el más bello goce cuando acabe

gritaré, gritaré, gritaré…

Vamos ya, que aún no es tarde como para ser temprano, festejemos las fiestas en su

nombre, yo pondré el incienso en las cinco puntas, yo diré el conjuro a la negra noche, yo

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misma prenderé los leños a los banquetes, frutas rosas, ojos duros, hervidos cabellos, uñas

cristalinas, y colas de serpiente.

Y entonces por fin, tal vez sólo por una noche no estaré sedienta, olvidaré sus rabias, y no

estaré ni enojada ni contenta, y no pensaré en el limbo, y no sentiré mi corazón haciendo

ruido, no te veré la sombra que dejaste para seguirme, dormiré con ella, rociare sal con mis

dedos en las tumbas.

No tendré que apretar más los dientes.

Y te recordaré, ¡Entonces te recordaré vivamente! y si mi muerte desean, ¡Que su dios les

bendiga!

¡Ojalá que se mueran, toda la gente!

40

Dialogo entre un círculo de siete lados y una gota mal cuajada.

- ¿Qué cosa te trae por aquí mi querida gota?

- Sólo admiraba el pasto que este día ha amanecido tan finamente lisiado. Nada hay en

toda la tierra que me parezca más legítimo que el resorte a ras de suelo.

-Algo hay a mi parecer más admirable.

- ¿Y qué cosa es esa?

-Las hermosísimas patas de hueco que se quedan atoradas en las rocas sin enmarcar.

-Claro, no podría ser de otra forma, es que tú eres un círculo de siete lados.

-Tal vez a eso mismo se desinfle. Y por cierto, ¿no has visto a la desdichada incoherencia?

dicen que anda por allí presumiendo su trineo submarino remolcado por el suculento aroma

felino.

- No.

-Qué raro, el no marea perderse mucho silbido.

-Pues lo último que supe es que se inscribió a un limonero y lo descalificaron por exceso de

proteínas hipoalergénicas.

-Si eso también supe yo.

- Bueno, pasando a cosas más insuficientes. ¿Qué opinas tú de la sombra de encaje?

-No lo sé, eso es algo que no tiene remedio. Parece ser que el litro de mazorca ahora está

subiendo de peso, y que es más conveniente embarrarlo por hora.

-Si yo opino lo mismo, porque desde que el gris se puso sabor mandarina ya nada es lo que

solía ser, ni la náusea ni el alfarero, además nada es más difícil de conseguir que una gallina

ciega con buen gusto, antes por lo menos nos quedaba la montaña izquierda que nuca se

ponía a la derecha.

-Tienes razón en todo lo que dices, la última vez que se me ocurrió imitar a un manatí

termine hecha una escama de chinche en un parabrisas dinámico.

-Sí, eso suele pasar, un día yo estaba en un juego de haber quien ríe mejor y perdió el tipo

que llevaba los vasos más cóncavos.

- ¡Cómo! ¿Es que ahora los convexos ya no tienen límites?

- Yo diría que nunca los tuvieron, desde que se inventó eso del baile remilgoso todo el

mundo se cree cochinilla de buen arnés.

41

- ¡Maldita sea la cosa! Y yo que pensaba ir a visitar a mi madre este fin de semana, ya

últimamente no está bien, nada bien, todo le parece más sordo.

- ¿Y eso por qué? ¿Ha estado saliendo muy por los botones cerrados sin llevar nieve sueca?

- No, Nada de eso, tiene un problema con todo lo que es monocromático a la tornasol.

- Ha ya veo, pues no creo que eso sea un problema tan grave, basta con que se tome un jugo

de doscientos vatios por las narices, dicen que es buenísimo.

- ¿Ha si? ¿Quién dice? -

-Que importa, todo el mundo dice algo como eso cuando se topa con un interior por fuera.

-Bueno siendo así no tenemos porqué ponerlo en duda nosotros y menos cuando se trata de

un termitero tan bien espigado. Y menos siendo que la definición y el término son tan a la

canela.

-Por ello yo mejor hago como que no me incendio siempre tomando lo mejor de los fueros

internos, y bueno, como ya dice el dicho, a grandes literas más vele un monedero de atole

que una estaca en el marcapasos, y eso es todo lo que puedo recomendarte, por mi parte

ahora debo comerme tus linternas e ir a donde los escombros de los calvos, así que tu

disculparas pero ya ves cómo se pone eso de sobreentendido cuando llega uno después de

la puesta del artesano.

-Está muy bien, te agradezco mucho tus sabias hortalizas, ojalá todas las bebidas con cocoa

te escucharan o por lo menos fueran tan amables como las berenjenas.

-Bueno, tú sabes que es un gusto poder lustrar los nietos de los moribundos y para eso

viene uno al mundo, creo yo, tan sólo para merendar más temprano que aquellos que

primero deben ir al sonámbulo.

-Pues gracias y tropiézate lo suficiente que nuca faltan las cucharas con lentejuelas.

- Lo tomare en cuenta, tú también dátelas en ínfulas de cartógrafo y ven pronto a mi celosa

lamentación con esa singular alegría que caracteriza a todas las letanías bien ominosas.

-Adiós y buen desinfectante tengas esta luminaria sin frenos.

- Igualmente sean tus lagartijas. Y dales mis más sinceros mariscos a tus comediantes.

42

Canción para una noche de espantos.

Din dan, sonará la campana,

A cenar la campana te llama,

Y el llamado la noche que anuncia,

El anuncio de la penumbra.

Din dan, sonará la campana,

A tu cama paciente te llama,

Duerme niño inocente

Callado imagina en tu mente.

El frío que rosa tu almohada,

El sonido del viento que aúlla,

Siniestro eco que arrulla,

Tu madre ya duerme callada.

Tus rodillas comienzan a temblar,

Y los dientes que chocas quieres callar,

Pero ves que no puedes,

Prender la linterna tú quieres.

Niño cobarde, eres peor que una rata,

Y la sombra que no se aparta,

¡Es tonto aquel que se levanta!

Quieres gritar pero no quieres a mamá despertar.

Clic clac, suena el reloj,

¿Dormirte tú quieres?

¿Luz tu prefieres?

Viene el terror.

43

Clic clac, suena el reloj

Los monstruos ya vienen,

Los muertos te tienen,

No tienes amor.

Clic clac, suena el reloj,

El diablo bajo la cama,

El duende bajó de su rama,

Tú tienes temor.

Y en el fondo del cuarto que brillan,

Los ojos demoníacos que astillan,

Pupilas rojas que miran,

Las sombras negras hacia ti caminan.

Y más lejos se oyen,

Las risas malditas,

Las pisadas queditas,

Son las bestias que comen.

Niño podrido tú hueles,

Saben los locos que tú eres,

Saben las arañas que no duermes,

También saben quién manchó los manteles.

Ahora serás castigado,

Estarás para siempre,

Hasta volverte serpiente,

En un cuarto negro encerrado.

44

Tus ojos se los comerán los gatos,

Un esqueleto morderá tu cabello,

En la boca te pondrán un chile de sello,

Y por ser un mal niño te patearán los zapatos.

¡Niño ingrato tu eres!

Y por eso pronto serás,

Esclavo de los peores quehaceres,

Y nunca escaparas.

Y los malos a carcajadas,

En el trasero te darán

Duras palmadas

Y nunca acabaran.

Ya verás cómo sangras,

Ya veré como aprendes,

Y convertido en perro, como ladras

Y vuelto niño cómo te dueles.

Clic clac, suena el reloj,

Y más lejos tú escuchas,

El canto de las lechuzas,

¡Tus huesos esperan con un buen sabor!

Clic clac, suena el reloj,

Las brujas te quieren,

Los fantasmas te sienten,

¡Que comience el clamor!

Jajaja, nos reiremos todos,

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Te jalaremos las patas,

Te cortaremos y meteremos en latas,

Te bañaremos con apestosos lodos.

Jijiji, nos reiremos todos,

Te cocinaremos,

Luego te comeremos,

O te empujaremos a los lobos.

Jajaja, nos reiremos todos,

Y un mosquito que zumbe por siempre en tu oreja,

Y verdes moscas pondremos en tu lengua pareja,

Jijii, nos reiremos todos.

Y el silencio te perseguirá,

Y una imagen pesadilla que anuncia,

Un muñeco que a tu desespero no renuncia,

Tus lamentos nadie escuchará.

Din dan, no sonará más la campana,

La campana que a cenar te llamaba,

Del sueño no despertará tu madre amada,

Y no cenaras nunca más, nunca, nada.

Din dan, no sonará más la campana,

La campana que mama agitaba y sonaba,

Din dan, no volverá a sonar la campana,

La campana que no suena es más liviana.

¿Ya será de mañana?

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Extraña Biografía.

Hoy fui a donde la biblioteca de mi abuelo y encontré muchos frascos que tenían sueños

guardados, esa es la biblioteca más bonita, pues en botellas de aguas coloreadas se guardan

las memorias de muchos sabios.

Esos libros no tienen ni letras ni hojas, sino sólo líquidos con polvo asentado, debajo de

estos, en los anaqueles, hay pequeños letreros, dicen el autor, y el nombre de todos sus

recuerdos, yo escogí uno y mi abuelo me aconsejo que para saber algo había que agitarlo,

yo entonces le sacudí muy rápido y el polvo plateado se levantó, el agua estaba turbia de

color violeta, y lentamente de las sombras, como saliendo de una niebla, en el frasco, unas

figuras aparecieron inquietas, mi abuelo me dijo que esa era la biografía de un poeta.

Entre la arena que caía de nuevo al fondo se veía toda su vida y sus deseos en un contorno,

vi cuando nació y también cuando aprender a caminar podía, pero lo más triste que vi fue

cuando por una mujer ajena él se moría.

Luego el polvo ya no estaba y el agua se puso cristalina y nueva, mi abuelo dijo, agítala

otra vez y verás su obra, pero yo ya tenía que irme a cerrar las puertas.

Cuando llegue a mi casa me decía si podía yo tener una de estas, y preguntando a mi padre

como le podía hacer, me dijo:

-Toma papel y lápiz y escribe lo más importante de tu vida, pero nunca lo muestres en la

escuela porque tu vida les sería peor que un acertijo.

Así que me fui a mi alcoba y esto es lo que quedo sobre la hoja escrito:

Los cuasi cuartetos de mi cuarta vida.

En mi casa a los locos se les toma en serio,

A los serios se les tira de locos,

Y a los que ni una ni otra los ignoramos,

Porque estos siempre quieren confundirnos.

A mí me gusta comer tarántulas crudas,

Me gusta acompañarlas con aceitunas,

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Y mi mano izquierda tiene vida propia.

Siempre que tiene frío se mete a mi boca.

En mi casa ya no comemos dulces,

Desde que mi padre perdió el empleo,

Mi madre dice que ahora los dulces serán

Para ponernos tieso el cabello

A veces mi hermana lame mi cabeza por las noches,

Y yo por agradecimiento rasco con mis dientes sus ojos,

También me gustan las lombrices y tengo dos conejos cojos,

Y mi mama me dice siempre que no me moje si no voy a quedar enfermo.

En mi casa tenemos un sillón lleno de macetas,

Pero ya no tienen flores porque mi hermana se las come en brochetas,

Mi mama dice que es mejor plantar escarabajos o gusanos,

Porque estos no se ven y cuando se entierran nadie puede encontrarlos.

En el jardín de afuera hay muchas sombrillas negras,

Mi mama las abre todas las mañanas y luego las riega,

Dice que así es mejor porque estas ni se mojan ni se secan,

Y en las noches las sierra por si llueve, así se moja la tierra.

Mi papa dijo que contara cosas importantes,

Pero yo no sé bien qué es eso,

Mi mama dice que es importante tener siempre las ventanas abiertas

Para que las moscas que quieren entrar no choquen contra el cristal.

Mi papa dice que es importante que llueva,

Porque cuando llueve puede llorar desconsolado sin sentirse solo,

Porque el cielo que es enorme le hace compañía,

Y si no fuera así entonces nunca lloraría.

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Para mi es importante cuando mi papa juega conmigo,

Porque me complace con mucho cariño,

A él le gusta jugar con mis ojos,

Toma una navaja y acaricia mis pupilas con el filo.

Pero yo prefiero que me toque las axilas con un fierro al rojo vivo,

O que me dé palmadas en la espalda con el hacha,

O que meta en mis orejas insectos mientras yo estrello mis dientes contra la punta de sus

botas.

También me gusta que me haga cosquillas con el alambre de púas, o que llene de vidrios mi

pequeña boca. ¡Es realmente divertido!

Mi mama suele remendar nuestra ropa por las tardes,

Y a mí me gusta ayudarle porque dice que ya no ve,

Mi mama pone el hilo en la aguja, y la punta en su ojo

Yo sé que a si no es, por que la aguja debe ir en el ojo

Y el hilo en la ropa.

Mi hermana tiene otra opinión, que el hilo en el ojo

La aguja en la mano y la tela en la boca

Mi papa dice que no, que la tela en el ojo, que el hilo en la mano

Y que la aguja clavada en las encías, por eso mis calcetines siempre terminan con más

agujeros.

Mi casa tiene tres pisos y por cada piso un sólo cuarto

Uno es para mama y papa, el de en medio para los conejos cojos

Uno se llama negro porque es blanco y el otro blanco porque es negro

Así cuando les hablamos corren desconcertados, chocan entre ellos y lloran sumidos en una

marga confusión.

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El tercer cuarto es para mí y mi hermana, ese tiene dos puertas,

Una que se abre hacia adentro, otra hacia afuera, y no tiene techo.

Dice mi papa que una puerta es para entrar,

La otra por si algún día se me ocurre aventarme desde lo alto,

Por eso hay una en la pared y la otra en el suelo.

Y porque dice que uno no debe ni entrar ni salir por las ventanas como moscas,

Y porque en mi cuarto tampoco hay ventanas,

Por eso no hay moscas, porque estas detestan usar la puerta, además como no hay techo si

se meten de todos modos les pega el aire.

Antes venían muchos amigos de mi padre, siempre venían sin dinero y se iban con el de él

Pero mi mama dice que ya no porque se asustan con las hienas que viven en la cocina,

Y mi papa ahora tiene mucho tiempo libre,

Y para sacar algún dinero la hace de astuto carpintero.

Aunque esto en verdad no es trabajo porque él lo disfruta mucho,

Pues ahora a cada rato se pega con el martillo en los dedos,

Un día no encontraba su martillo y tanto se desesperó por su pérdida,

Que tuvo que meterlos en la orilla de la puerta para apachurrarlos.

Mi mama le dice que no haga eso porque la va a fregar y no tenemos para otra,

Que agarre una piedra o que se consiga otro martillo,

Pero él le dice que las piedras no porque estas a la larga salen más caras y tienen menos

aguante,

Y que su martillo, su martillo, es irreemplazable, pero yo sé que sueña con el día que tenga

un taladro.

Mi tía ya se murió, tenía la costumbre de meter cosas entre sus piernas,

Una vez se metió un cuchillo y estuvo sangrando por tres días,

Luego otra ocasión quiso meterse el ojo del tío pero el tío completo no cabía,

50

La última vez fue un gato, este entro todo, pero le destrozo el vientre y toditas las tripas.

Mi mama dice que a ella no la enterraron sino que la quemaron,

Porque no se debe enterrar a los muertos en la tierra viva sino sólo a los vivos,

Porque a nosotros no nos gustaría que nos metieran un muerto tampoco.

A sí que le prendieron fuego en un pueblo y de paso a todos sus habitantes para que no

anduvieran de chismosos, así que ahora ni tía, ni habitantes, ni pueblo.

Anteayer fui a la escuela, yo sólo voy a la escuela los miércoles de ceniza,

Mis papas dicen que los miércoles de ceniza hay que aprovechar y comer mucha,

Y como a la escuela llevan para todos los niños, pues ese día es el único que me mandan.

A los otros niños se las embarran en forma de cruz en la frente,

Pero yo le digo a la maestra que es un desperdicio y mejor que me la ponga en los dientes,

Porque si la pone en la frente no la alcanzaré con mí lengua,

Ella se enoja pero siempre accede ya que no me vuelve a ver hasta el otro año,

Y ya luego ando chupándole la frente a mis compañeros, pero la que más me gusta es la de

la niña de coletas porque sabe a muerto, ella tiene lepra.

Me dejaron una tarea, escribir un poema, y yo escribí dos, uno para la niña de las coletas y

otro para el que era novio de mi hermana.

Para las niñas se escribe con pocas letras porque a ellas no les gusta leer, así que sólo puse

una “I” y luego una “a” seguidas de muchos dibujitos donde nos besamos y nos mordemos

las uñas del otro cada uno, y también uno donde esta ella con unas tijeras atravesando mi

corazón.

Porque en las historias de amor las niñas siempre les hacen trizas a quien las ama el

corazón, y después se ríen y se van, unos días pasan y regresan, luego se comen lo que

queda del corazón que rompieron, y finalmente tienen hijos atormentados por su locura,

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Porque su papá no tiene corazón propio porque se lo comió su mama, y porque su mama

arrepentida partió el suyo para dárselo a su papá y ahora sólo le llega la mitad de la sangre

que necesita su cerebro.

El poema para el que era novio de mi hermana decidí hacerlo con muchas erres

Porque no puedo pronunciarlas sólo escribirlas,

El novio de mi hermana se suicidó el viernes pasado,

Decía que no entendía el humor de mi hermana ni por que ponía ratas al guisado,

Esto es lo que le escribí:

Para Raúl con todas mis erres.

En la rama del árbol en forma de erre

Que en la tierra creció repentinamente

Hay frutas rosas relucientes.

De la rama una cuerda

Y de la cuerda Raúl que rico se retuerce

Ríe mi hermana rápidamente rugiendo

Robusto Raúl pronto se muere con el cuero rizado.

Y yo rubicundo respiro el aire enrarecido

Mientras las ranas croan criminalmente

Raúl renuncia a su ruca risueña irritante

Y se retira triste en la penumbra del viernes.

Ya nadie se acerca a mi hermana

Con ruines razones morbosas

Y ella sonríe discreta al sacristán

Que roba reliquias de la parroquia.

52

El sacristán revende en el mercado,

Al señor que no quiere bajar de la carroza,

Porque con su dinero quiere comprarle rosas,

Y fornicar con mi hermana

En el altar de la virgen del rosario.

Pero el sacristán no debe saber

Que mi hermana en el altar ya respiró.

Con el cura de rostro rasposo que no corta su barba,

Y si ríe seria sólo para seducirle

Porque prácticamente con lo robado desde que es feligrés

El rabioso farsante debe tener buen salario.

Pobre Raúl como rinoceronte roto que ronca

Ahora sólo es un cuerpo rancio y recio.

Rojo rima con piojo pero no lleva erre

Por error replico el verso anterior.

Rojo le vistieron para el sepulcro del viernes

Y ya término mejor porque se me acabaron las erres.

Por cierto a mi hermana en la calle de cariño le dicen ramera

Mis papas dicen que a si le dicen porque no se aprenden su nombre

Y a mí me llaman por mi nombre pero yo soy el que nunca se lo aprende.

Por eso cuando alguien grita mi nombre yo no le hago caso

En cambio sí gritan raro siempre volteo. Pero esto no viene al caso.

De grande quiero ser escritor,

53

Porque el miércoles de hace un año,

La maestra nos dijo que los escritores se mueren de hambre,

Y eso debe ser maravilloso, y si no cuando menos uno muere completo,

Y no como la niña de las coletas que se muere por pedazos.

Ayer oí a un señor conversando con otro,

Uno dijo que hay lugares donde la gente se muere de hambre

Y yo pienso que esa debe ser la tierra de los escritores

Luego el otro dijo que hay lugares llenos de ricos

Y yo pienso que ha de ser porque son unos holgazanes sin talento.

En mi casa todos debemos ser personas de talento

Porque todos siempre estamos con hambre y bien flacos,

El cura no porque él esta gordo como una vaca bien cuidada

Y siento pena por él, porque no tiene talento alguno.

Un día me enferme y me pusieron una inyección

Para que no gritara me cosieron la boca con un listón

Y para que no me moviera me fracturaron el esqueleto

Y ahora ya no escribiré porque mi mano tiembla de frío,

Y yo podría seguir platicando pero mi boca se ocupara con mi mano…

54

Corazón descorazonado.

En su cara un dibujo de espinas y mariposas

Y en sus codos cicatrices rasposas tenía el loco

Hablaba claramente de nada y de cosas

Hasta que no le quedaba de saliva ni poco.

Pondré una sardina en el bolso que coma raíces y hojas

Y me iré volando por el espacio

A ver si encuentro las estrellas más rosas

Luego leeré una piedra que no sufra cansancio.

Quiero bailar en el techo alrededor del foco

Quiero flores hechas con agujeros

Y un amigo sonriente con ojos enfermos

Que no me vea y que sepa cuánto le quiero.

Comprare un pedazo de abismo

Pondré allí mi más lindo sueño

Y con leche me regare a mí mismo

Para que nazca mi amor pequeño.

En un triángulo puntiagudo

Mí sofocado relámpago desnudo

En una estufa sin fuego

Cocinare mi más tierno reflejo.

Del calor me tapare con cobijas de frío

Del frío me escaparé por el camino sin suelo

Y mi plato nunca vacío

Adornado con espirales de mi crisol longevo.

55

En un hongo profundo de moras

Y un olor un poco seco que no sea carnal

En un columpio de alfombras

Las voces no se van callar.

Quiero no estar en el frente del cielo

Y dormir despierto en terciopelo

Y no sanar nunca lo flaco

Y tener de risas un arsenal.

Un zapato de queso

Y un guante en la oreja

Me pondré mi más linda ropa

Y me bañare con azúcar de campo.

A si, comeré como los solos

Un sonido delgado con salsa

Y una tira de madera porosa

Con un poco de aire venido de los polos.

Besare los cuadros barnizados con puntos

Y en una bicicleta daré relaciones de rallas

Cuando vengan las tortugas doradas

Me pondré un sombrero con sabores adjuntos.

Recibiré muchas cartas

Viajare por todas las frutas

Mirando sólo para adentro

Y diciendo mis azules caricias.

56

Claro que sí, no puede ser de otra manera

Y luego regalare mi última vez

Me pondré una costra al revés

Y mi gato se convertirá en suave marea.

Mírame nada más, ya casi estoy de repente

Con ríos hago mi suéter

Un cometa me llama

Y un leoncillo me afeita.

Mi reloj está bien untado

Y mis uñas se apoderan del arcoíris

Tengo un castillo lleno de humo

Y un zorro que sostiene mi cama.

El color de mi amor es casi una tilde

Y mis saltos ya no están obsesionados

Tengo mi querido contagio

Y mi cajita brillante.

Ya le saque fotos a mi silencio

Para llevarlas conmigo a ninguna parte

Porque no quiero estar en este ruido

Que parece un insecto galante.

No me verás mas

No te haré ningún nudo

Te pondré un nuevo nombre

Quizá ciruela o algo más rudo.

¡Te amo locura mía!

57

¡Te amo dolor tan profundo!

Mí rojo aislado y sin ningún pasado

Mis hilos violetas, ¡mí corazón descorazonado!

58

La espada, la amada y tres gatos.

¿Qué anuncias gato?

En esta tarde clara.

Que a poco se obscurece

Trayendo la noche fantástica

Hasta para el que no la merece.

Ven a tallarte conmigo

Ven pequeño amigo

Dame la suerte de tu estrella

Dámela antes de ir por ella.

¿Pero qué haces aquí?

¿De dónde pudiste salir?

¿Qué importa pequeño animal?

Yo no creo ni en dios ni en el mal.

Ahora me voy,

Ya que la noche se pone oscurecida.

Y tú retorna a tu hogar

Antes que otro se coma tu comida.

¡Este gato otra vez!

¿Que no vez que por ti no puedo

Retrasar mis pies?

¡Vete gato, vete!

Que mi amada

Ya debe estar impaciente.

Por fin el gato se fue,

59

Y ahora ya sólo resta

Encontrar a mi amor contenta.

¡Pero es que no puede ser

Que otro gato vino a aparecer!

Qué raro que encontrara

Otro como usted.

Un placer

Pero debo abandonarlo

Otro día quizá

Podamos platicarlo.

¿Pero qué sucede esta noche?

Oigo detrás mío maullar un felino,

Pero ni siquiera voltearé

No puedo más ser un distraído.

Por fin alcanzo a ver

Su puerta ensombrecida

Bajo la luz del farol

Que el viento puede mover.

Ojalá no esté su cara enrojecida

Por lo tarde que mi llegada puede ser.

¡Pero, otro gato!

¿Qué es esto?

En su puerta

Acurrucado

Gato negro

Apártate que está cerrado.

60

Entonces el gato no se mueve

Y no quiero empujarlo

Y miro de su puerta el número nueve

Tal vez si toco alguien venga a quitarlo.

Mejor no, miro para este y el otro lado,

Y si nadie me ve, puedo patearlo.

¿Pero quién está allí junto del árbol?

Es silueta de mujer.

¿Es que es ella? ¿Pero quién es él?

¡Ahora se besan! ¡No puede ser!

¡Si es ella! ¡Pero quien es el!

¡Maldita sea! ¡Tengo la cara entumecida!

¿Pero qué puedo hacer?

¡La odio ahora! ¡Otro gato!

¡Lo odio también a él! ¡Estoy frío y estoy sudando!

¡Morirán los dos! ¡Ya son tres gatos!

¡Saquemos pues el arma fiel!

¡Matemos estos insensatos!

¡Con un sólo golpe como si fueran patos!

¡Mi espada está entre sus cuerpos atorada!

La arrancare, limpiaré la sangre

Pero antes me asegurare, en seguida me marcharé.

¡Pero si no es ella!

¡Es su hermana!

61

¿Qué he hecho?

Se acelera el latir de mi pecho.

Y oigo una voz detrás

Y dice mi nombre

¡Pero es ella!

¡Mi amada!

¡Ella sabe!

La cosa es más complicada.

Tengo miedo.

¡También a ella debo matarla!

¡Pero la amo!

De nada sirve mi amor

Si su alma a la mía no puede amarla.

Un cobarde soy, ¡Un cobarde!

Pero mi cuerpo ya no se detiene.

Y ahora mi espada en el pecho

Ella tiene.

¡Corre! ¡Corre! ¡Corre!… Lo recuerdo todavía…

¡Ese gato! Algo me decía…

Lo recuerdo todavía…

Él era el único que con mi desgracia

Se divertía.

62

El país del rey loco.

En el país del rey loco,

Todo tiene de raro un poco

En cuerda floja andan todos sus habitantes,

Y de revés hablan todos sus hablantes.

En el pequeño país del rey loco,

Blanco y negro todo luce hermoso,

Negras las flores de tallos blancos,

Y blancos los cubiertos sobre oscuros mantos.

Por allí todo es una maravilla,

Pues diminuto todo parece que lo hicieron las hormigas,

Los ríos tienen vino, las señoras traje fino,

Y con paraguas se adornan los filos del camino.

Los elefantes caminan hacia atrás,

Con sus trompas riegan escarabajos llamados cleopatras,

Los hombres sentados en sillas de tres patas,

Comen tranquilos como buenos acróbatas.

La comida por allí es dieta de musgo y ajos,

Y son dulces allí todos los trabajos,

Porque todos son bailarines y payasos,

Porque todos son pequeñines en palacios

Los niños a la escuela van contentos,

Pues todo el día les cuentan cuentos,

Y los pajaritos cantan alegres,

Cantan la historia de los amaneceres.

63

Cuando vine aquí halle un caracol enorme y entero,

Y viví allí por un tiempo con una rana y un cuervo,

El cuervo croaba y la rana graznaba,

Y yo reía porque no les entendía nada.

Me acostumbre a las cosas de ese maravilloso pueblo,

Y con gusto vi que todo allí parecía nuevo,

Los perros hablaban, los puercos platicaban,

Y los adultos felices de cosas serias nunca conversaban,

Me gusto ese lugar, si alguien te regaña es con adivinanzas,

Pero más me gustó que nadie cuente nunca cuanto tiempo pasa,

Y su majestad siempre está de buen humor,

Contando chistes y comiendo pasas.

Qué lindo es el país del rey loco, que lindo y que sabroso,

Porque dormido allí nadie conoce su destino,

Todos disfrutan del sueño matutino,

Y cuando uno despierta todo está de nuevo asombroso.

Aquí nada tiene sentido, si pides algo te dan otra cosa,

Si estas triste todos te regalan un beso y una rosa,

Y si tienes frío en todos lados encontraras chocolate,

Porque el rey loco manda aquí todo lo que se hace.

Si vienes aquí algún día yo te espero,

Con un trozo de tierra suave,

Y mi largo y gigantesco sombrero,

Para que vivas aquí, conmigo, fuera de ese agujero.

64

Escribo para ti, desde el país del rey loco,

Porque te extraño y no poco,

No olvides traer un salero,

Siempre tuyo… posdata: te quiero.

65

Dos amantes dulcemente enamorados.

Dos amantes dulcemente enamorados

Diciéndose cosas nefastas se conquistaron

Porque su amor era de todos el más horrible

Y asqueroso su amor hablabanse, cosa terrible.

-Estoy bajo tu balcón amada

Y traigo para que la aprecies,

Espero que no desprecies,

Mi mano mutilada.

-Jamás tal cosa por mi mente pasaría

Antes bien haces feliz mi día,

Porque te amo más mirándote,

Pero más aún cuando te miro cortándote.

-Tú has provocado amor bellísimo

Por eso hago poesía a mi dolor tardísimo

Para que le oigas y te sientas cautivada

Mientras arranco mi muela para que veas mi cara ensangrentada.

-Gracias querido por tus halagos

Llenaría con tu sangre tres lagos

Doy gracias por tu vida

Que en la mía siempre hace estragos.

Yo escuchare tus palabras

Mientras mis uñas tuerzo hasta desbaratarlas

Arrancándome las pestañas

Reza pronto por favor tus cosas extrañas.

66

-Estoy aquí pensando,

Estoy solo y enamorado,

Estoy aquí posado,

Y tengo un amor desangrado.

Tú eres tan dulce como un pastel

Relleno con sesos cubiertos de miel,

Asqueroso como los bombones,

Escurriendo hiel a borbotones.

Eres más bella que de un perro muerto sus tripas,

Y yo por tu amor descuartizo a las ardillas,

Me encanta tu cabello negro y opaco,

Color hermoso de la pudrición de un pato.

Tu sonrisa es como la flor marchita

Y tus dedos chuecos como de un pianista,

Amo tus desconsolados ojos,

Te pareces a los cerdos en destrozos.

Quiero darte todo para que seas feliz,

Y casarme contigo retorciéndome como lombriz,

Cenaremos vomito asqueroso,

Y ojalá mueran nuestras familias ¡Que gozo!

Tu voz me tiene cautivo,

Como un cuervo tu canto adictivo,

Y tus ecos de penumbra.

Incendiaremos la casa a ver cuánto alumbra.

67

Si tan sólo te viera cuando defecas,

Si pudiera ver tus heces huecas,

Las tomaría entre mis manos,

Y en mi espalda hasta que tuviera gusanos.

Y si alguna vez por error te cortaras un dedo

Haría con él un caldo muy rico, de miedo.

Pues te quiero como ninguno ha querido,

Jamás volveré a estar dormido.

Estoy aquí pensando

Estoy solo y enamorado

Estoy aquí posado

Y tengo un amor ensangrentado.

68

Travesía de los tres caballeros flojos.

Habían ya comenzado sus andanzas,

Los tres desdichados y sus gordas panzas,

Decididos a enfrentar todos los males,

Extrañando así la deliciosa dieta de tamales.

Pero con un sólo pensamiento en su mente,

Poder tener en sus manos algún día,

Los grandes senos de la princesa María,

Y hacerse así alguno, de la reina su pariente.

Más nunca imaginaron del camino lo estrecho,

Pues los caballos con diarrea sus fuerzas perdían en desecho,

Y ellos moribundos sin conseguir ninguna osadía,

Aburridos en el desierto y sin agua ya ninguno sonreía.

- Amigos míos, creo que hemos fracasado

Y condenados a de sed morir ya fuimos sentenciados,

Mas queda nuestro honor salvado

Porque morir en pos de una doncella hace al caballero amado.

Otro contestó jadeante

-Pues si el honor vale algo al caballero elegante,

Yo cambiaría con gusto aquello por un vaso de agua derramante.

No quiero morir en el desierto, quemante.

Así ya cuando las esperanzas perdían

A lo lejos sus ojos descubrían

Una fuente de agua reluciente

Y mujeres con abiertos escotes y faldas recogidas.

69

Bebieron y cogieron un nuevo camino

Pues ya comida llevaban en el intestino

En el bosque se adentraron

Y Con miedo sus pantalones mojaron.

Oscuro y cruel se veía el lugar aquel

Y no en balde temieron

Pues bestias monstruosas los siguieron

Eran sus suegras y esposas que querían dinero.

Más cuando pensaron estar perdidos,

Escondidos detrás de un limonero,

Rugidos de lobos oyeron,

Y salvaron sus vidas porque a las mujeres las bestias se comieron.

-Ahora somos libres no tenemos ni mujeres ni suegras,

Y por fin el destino ya no nos las pone negras,

Pues ya veo las ruinas donde habíamos de llegar,

Y apurémonos pues pronto me darán ganas de cagar.

Tú jinete adelante quiero verte,

Ábrenos el paso y anuncia nuestra llegada,

Que no quiero dejar mi ropa manchada

Y además el también ya huele a majada.

Pero cual fuese su desencanto,

Que al llegar no vieron más que un lugar vacío limpio y santo

Y un letrero pegado en la puerta marchitó, nuevamente su esperanza

Porque la gran calabaza ya había hecho mudanza.

70

Y así decía el letrero;

Me marcho con la princesa María

La he descubierto lesbiana y no fría

Al menos besa mejor que el torero.

- ¡ah maldita la suerte que nos adviene!

Qué cosa horrenda es esa que vivos nos mantiene

Pues ahora nos da el destino noticia ingrata

Y yo ya me canse de siempre meter la pata.

Dieron pues nuestros héroes la vuelta,

Pues no les quedaba más que regresar con la misión muerta,

Con las caras más colgadas que de costumbre,

En la tercer noche se encontraron en deslumbre.

Una luz que del cielo se acercaba,

Los calzones les humedecía y los ojos les cegaba

Pero aun así valientes empuñaron la espada,

Alertas se pusieron y de sudor la espalda mojada.

-¡Prepárense! oh queridos caballeros

Que esta luz me da mala espina,

Pongan cara de buena autoestima,

Que para escondernos no tenemos agujeros.

-Ya no veo señor mío las luces en las zonas altas,

Y tengo miedo pues menos veo con estas cataratas,

Sugiero que hacia el otro lado como mujercitas castas,

Pongamos a correr nuestras delgadas patas.

Pero entumecidos se quedaron,

71

Y de los tres hidalgos sólo murmullos se escucharon.

-Abrázame por favor,- le decía uno al otro,

Y el otro les decía ya paralizado,

Que no le daba besitos porque ruidos escuchaba al otro lado.

Entonces ocurrió que vieron de entre las sombras salir,

Hombrecillos pequeños con cuerpos de faquir,

Con uñas largas como cuchillos,

Y ellos no querían pero chocaban sus tobillos.

Ojos brillantes los sujetaron con sus miradas

Entonces sacaron sus espadas

Gritos se oyeron muy fuertes

- ¡Tenemos que pelear quítense las tangas, las medias, los anillos y los aretes!

Y respondiole su compañero,

- ¡Como ya dijo san Lucrecio en su alabanza al buen leñero!

Mejor que en la guerra esta uno en su casa disfrutando el mañanero,

Pero si has de pelear sin anillo procura cuidar bien tu fundillo.

A si comenzó aquella sangrienta batalla,

Incomodos los valientes con ropa que no era de su talla,

Y que dios les socorra y de los males guarde su raya,

Aunque es difícil ayudar a quien peligrando la vida por su boca, no se calla.

72

Los gatos.

I

Los gatos, hermosos animales,

Quienes no los aman

Seguro tienen almas artificiales,

Pues los torpes no distinguen

Las bellezas naturales.

II

Los gatos son dioses ancestrales,

Temidos guardias del movimiento,

Enviados desde tierras innombrables,

Ronronean por nuestro aliento,

Son hurañas esas alimañas inmortales.

III

Y hasta el gato más blanco

Tiene un blanco oscurecido,

Pero un gato negro

Como salido de un abismo,

Es un gato que por más que sea conocido

Siempre es un gato enrarecido.

IV

Que monstruo tan curioso

Un gato pardo a medio día,

Ese es un gato que si no vieras ansioso

Y fueras un poco amistoso

Entonces observarías

Como ese gato te sonreiría.

V

El gato gris

Que es una fiera elegante,

73

O el siamés,

Si prefieres uno más arrogante,

Míralo bien, puede que sea descarado,

Pero ni uno sólo es un tarado

Todo gato es un farsante.

VI

Los gatos son cariñosos

También desconfiados,

Y aun andando roñosos

Hasta para rascarse son perezosos.

¡Qué vida la suya!

¡Qué manera de ver el mundo!

Quítalo de su lugar y el gato se enfurruña,

Y como rey sabio a todos ve sospechosos.

VII

El gato es impredecible

No puedes protegerlo,

Él te despreciara

Si quieres compadecerlo,

Y jamás te amara,

No tiene por qué hacerlo.

VIII

No digamos nada de sus ojos,

De los que mucho se ha dicho,

Y a pesar de todo nada se ha predicho,

Pues nadie adivina sus antojos

Antes bien, sólo es uno víctima de sus hechizos.

IX

Y sus maullidos, simplemente inescrutables,

¿Son lamentos? ¿Son torcidos recitales?

¿O son simples ruidos insoportables?

74

¡Qué importa! son siempre enigmas indescifrables.

Y hasta del más gordo es admirable su pose siniestra,

Y hasta el más flaco,

Antes que comer prefiere la siesta.

X

Y su pasión, sorprendente forma de amarse,

La hembra gime, llora, pero no se lamenta,

Su manera cariñosa, como si fueran a matarse,

Pero siempre vuelven, prueba que les complace.

Prueba, lenta, ingrata sobre nosotros,

Tristes hombres morales, a ella nada le atormenta.

XI

Los gatos, sombras que sin ruido se deslizan

Pacientes esfinges que horrorizan

Nadie sabe que esperan,

Cuando a medianoche la nada contemplan,

Como una diosa que adoran y anhelan

Como si desde allí, espectros, algo les dijeran.

XII

Los gatos, cautos, fieros, ligeros y siniestros

Como centinelas voceros de la muerte,

Como almas encerradas en un mundo que se invierte,

Preparándonos para nuestros féretros

Inquietan a pensar en el más allá cuando se acabe nuestra suerte.

XIII

Gatos, Gatos, Gatos.

Nos parece que brillan con sus colores opacos.

Gatos, Gatos, Gatos.

Son maravillas, son delirantes,

Son perfectos como las pesadillas.

Gatos, un misterio, un crimen, un amor, son exactos.

75

Trece pequeñas tragedias.

1- A Lola le encantaban los besos,

Un día encontró un extraño besador,

El extraño le descuartizo y le beso los huesos.

5- Un niño quería casarse

Con la niña más mala

Para hacerla buena y amarla,

Con el tiempo descubrió

Que debía de quemarla.

3- Juanito quería mucho a Juanita

Juanita quería a su hermano,

Juanito celoso se terminó matando,

Al saberlo su hermano también se mató.

Y cuando Juanita se enteró, ella rió.

11- Un niño que gustaba

De tragar cuanto podía,

Se tragaba hasta las semillas,

Y un árbol germinó en sus tripillas,

El cuerpo le reventó

Y ahora viven en él unas ardillas.

13- Uno que se creía muy hombre,

Seguro lo era,

Pues con un hacha se rasuraba,

Pero un día

Por pensar en su hombría,

En un segundo se distraía

76

Y corto más que su barba

¡Hasta allá fue a dar su tonta cabeza!

Pero no importa, pues sólo le estorbaba.

4- Clarita tenía tos

Pero al doctor no quiso ir,

Tosió, tosió y tosió,

Hasta que se le salió un pulmón,

Luego el corazón

Los ojos también se vieron salir,

Y por último se descerebro,

Quién diría que esta tragedia iba a ocurrir.

12- Un día la costurera

Se pinchó un dedo,

Se fue a dormir

Sin ponerse una bandita,

Y no sabiendo que era delicada la tontita,

Desangrada en su cama fue a morir.

5- Hubo una vez una floja mujer

Que de bostezar no dejaba,

Un día abrió tanto su quijada

Que dándole la vuelta se pudo comer

Y por ella misma quedo atragantada.

2- Francesco y Francesca se amaban,

Pero siendo ambos asesinos,

En su luna de miel

Acariciándose ella y el,

No oyeron sus gritos

77

Mi entras se mataban.

6- Un niño escorpión

Que jugaba con su cola,

Queriendo alcanzar a verla

Enterrada en la frente pudo tenerla.

7- Había un niño astuto

Que sabía cómo ganar

Haciendo trampa,

No hizo caso de que al lobo

Ni con trampa,

Nadie le gana

Y el lobo le comió,

Sólo porque le dio

La gana

1- Un leñador dotado de cierra

Oyó una voz a su espalda

Volteo rápidamente

Y su esposa partida en dos

No tuvo buena suerte.

9- Rosita malcriada,

No quiso venir a cenar,

Su lombriz se enojo

Y entonces desde dentro

Se la comió.

11- Un león

Que en la espalda

78

Tenía comezón

Se rascaba brutalmente

Pues sentía mayor picazón

Miro su mano

Llena de sangre

De su corazón

Pues olvidando

Guardar sus uñas

La piel peluda

Todita se arrancó.

3- Había dos gemelitos,

Pero eran tontos los angelitos

Uno entro a nadar y murió

Por olvidar que debajo del agua

Uno no debe respirar.

El otro angustiado

Sabiendo que su hermano

Murió por haber respirado

Previno no hacerlo

Pero fuera del agua iba a padecerlo.

Y morado murió sin saberlo.

Así los gemelitos

Se fueron igualitos.

7- Este era un niño bueno,

Muy bueno, no hacia travesuras,

No hacia berrinches,

No robo la fruta del huerto,

Este niño era el más bueno

Pues nació más que vivo, nació muerto.

79

13- ¡Y vivieron felices para “siempre”!

Y “siempre” los detestaba

El sólo quería vivir solo.

Pero el “siempre” del narrador duro

sólo hasta que este murió,

Y los príncipes que anhelaban el día

En el que “siempre” terminara,

Ella puso veneno en el té para irse con su amante

Y él la electrocuto luego del té tomarse

En una taza muy elegante.

80

El profeta.

I

Cuando las trece estrellas se apaguen

Nueva raza nacerá,

De hierro el brazo combatiente

Y ojos llenos del cielo como el rayo

Entonces el antiguo hombre peleará por su lugar.

En sangre se alzaran las necesidades,

El sol caliente más brillante,

Los descendientes de Caín padecerán calamidades

Los animales en misteriosa mudanza.

En el quinto sol, gran estruendo,

El número doce estará más inquieto

Un sepulcro se romperá

Y luego todo quedará en silencio.

Las llamas caerán quemando el suelo

Los vientos no darán tregua

Uno alzara el rostro para ser redimido

El ojo fiero las ropas le rasgará.

En el triángulo de piedra una luz brilla

Y los mitos serán desechos,

Entonces los gritos como truenos

Anuncio del fin por comenzar.

II

Los mares se volcaran para ellos mismos,

Las bestias recordaran su hambre,

81

El ave vuela lejos de la vida,

Ninguno tendrá ni dedo ni lengua.

El hombre se arrodilla tras su prisión,

Recordará la promesa de un sabio,

El sello se romperá.

La batalla suena más cerca.

En la mañana del mes marcado en cruz

Se levantara el leviatán

La trompeta será escuchada en toda la tierra,

Blanco y negro estarán en el mismo campo.

El alquimista guiará al rebaño a un lugar seguro

Tierra escavada profunda y húmeda sin agua,

Una larga lluvia y media estarán atrapadas,

Arriba heridas sangran con espadas brillantes.

El primer ángel caerá derrotado,

La nueva Sodoma ardera bajo el agua,

Los hombres serán presa de las mecánicas,

La luna estará en pánico.

III

Habrá un tercero discordante

Conocido por el disco de plata,

Un ejército contra enemigo invisible,

La serpiente escapará de la boca del necio.

Del trigo nacerá la voz recóndita

Pero el signo no estará descifrado,

El peso del yelmo quebrará sus piernas

82

El día llorará arrepentido.

El demonio con cabezas y dientes

Tomará su parte en acuerdo,

La esfera poblada de cadáveres,

No habrá paz.

El aguijón amenazará al escorpión,

El duelo más furioso renacerá,

El corazón del sensible atravesado

Mientras el blanco al negro apunta.

El solitario se arrancará los cabellos,

El amigo los colmillos mostrará,

La noche fría cubrirá todo con sus sombras,

Guerra en oriente y occidente.

IV

Ninguno arriba. El lobo asecha al cordero.

El palacio destruido en llamas.

Saturno en Venus, el hijo no está.

La flecha la hora roja señala.

A lo lejos las explosiones,

Las masas atacan en coraje y horror.

El acero en movimiento poderoso,

Chocan las armaduras en profundo pozo.

El blanco el grito suelta,

Ríe el rey grande y tenebroso,

Entonces la espada dará la vuelta,

El tercero derrotado llora y se esconde.

83

Vendrá el corte en el cuello del negro,

No muerto será aprisionado.

Regresa el hijo casi muerto,

Pero el hombre no ha pagado.

El tazón se estrellara contra el suelo,

Dos unidos arderán,

La nueva raza ganará la batalla,

El hombre agachará la cabeza sobre el abismo.

V

En el crepúsculo el último sol se ocultará,

El dragón obscuro en frío comerá sus huesos,

Los últimos verán la profecía cumplida,

Su propio dios destruirá los cielos.

En el último día habrá más luz,

Los ojos padecerán ceguera,

La flor marchita se inclina en gracia

Y el sabio infeliz ocupará su lugar.

No habrá nueva tierra,

La oveja por fin devorará al león.

Enfermedad desconocida, arrasa y aniquila,

La suerte ya estará echada.

El manto de tinieblas ceñirá la materia,

La esfera más frágil también destruida,

La mente comprenderá lo que no ve el ojo,

Dormirá agradecido el profeta.

84

Retornara al punto desde la nada, la vida.

La luz apagada esparcirá su chispa,

Uno más uno recordara su poder, el tres y la muerte,

Tristeza para todos, otra vez el error comenzara.

Es la eterna repetición del profeta.

85

La cosa.

Nueve entre el otro

Aquello el punto de línea

A media relleno abismo que potro

Mi cero la ruta esto ceñía.

En esto me rapto un ninguna

Más menos reía la ranura

Y paso de liso aquel bajo

Ante ojo mineral cualquier atajo.

Dime subido en flecha

Por suma triangulo desecha

Búho nosotros la espiral tuerca

El cielo desde la efe hueca.

Una esqueleto correr la luna

Sin atrás del no él sitio quijada

Negación vía la aquella bajada

Nunca mano blanca negra aceituna.

No ser ante la siete silencio

No quiero dame la lumbre

No menor flaca por derrumbe

El ceniza, la no está, ¡No silencio!

Verde mi rojo la otra nosotros

Cualquiera tú o no tú de nada

Numero de letra agua aquel poros

Vacío lumino ese una negro quemada.

86

Madera y aire, o lustre deroga

Querido tlacuache contra interroga

Y hasta por durante el ellos y aquellos

Para no digas que nada no está ni cuellos.

Si no quieres oír olor tan colores

En nuestros estos muy cariñosos

Entonces miseria la nube roñosos

Y súper no grande si los uno sabores.

¿Pero que cuando mi raro nombre?

Es que no sólo estar en este te fuiste

¿Y el no estar tan solo invisible mi rostro?

De modo otro el uno o simple no obstante.

Y ahora ya rampante mi grande en tono

Y ahora a ti ya otro el eso no sabe

Pues para no aquel de oro quien sabe

Esfera un azul de centro profundo contorno.

Ya en un bien espejo, ya la hora sin ciclo.

En será radiante la re de mí publico

Más única sombra de quimérica boca

Sin boca se dice la pulcra roca.

Sin embargo quizá un en cambio

O baste un para desde sin labio

Pues ni esta del miedo que sueña

Un largo peluda suave cigüeña.

87

Pues ni que ni ayer pasado aquel canciones

Es este por donde sea en un momento

Rumores o estrellas en pequeñas explosiones

O no un susurro, o no si en otro lamento.

¡Siniestro el eco callado o nada!

No ve, no juega, canta por eso y no.

Y vuelve a ser el no ser afuera de la “o”,

¡Pienso y no pienso, hablo y no hablo, y nunca soy yo!

¡Es eso la cosa ninguna, la cosa infinita y nada!

88

El origen de todos los cuentos.

Todo comenzó cuando un señor anciano le contó esta historia a su más pequeño hijo, no

sabemos de dónde la saco, ni tampoco sabemos si en realidad a si iba la historia porque sólo

hemos sabido de ella luego de que muchos padres le han contado la historia a sus hijos.

Érese una vez una mujer en un mundo que tenía cinco mares gigantescos, cada mar tenia

animales diferentes, el primero tenía aves, el segundo tenia pasteles, el tercero tenia piedras

con tenazas y colas rojas el tercero tenía sólo dos habitantes, un solecito y una pipa que

alguien dejo caer allí, el cuarto tenía una ventana y una puerta, y cuando la puerta se abría

la ventana se cerraba, en la ventana había una cortina llena de flores bordadas con hilos de

colores muy bonitos, azul y verde principalmente pero también algo de amarillo y violeta.

En el quinto mar vivía ella y tres caballitos de mar, uno era ciego, el otro estaba enamorado,

y el ultimo creía que era libre, en resumen todos padecían el mismo mal, un día, cuando era

de noche, termino la noche y empezó nuevamente el día, para sorpresa de todos ese no era

como todos los días, sino que este era diferente, según las cuentas de un calamar

astrónomo, ese día era el día número dos millones cuatrocientos ochenta y cinco mil

novecientos diecisiete seguido de una inmensidad de ceros que hacían que ya no se pudiera

contar, porque según el calendario de ese mundo los días jamás se acabarían y se seguirían

uno tras otro tan continuamente que a nadie le quedaría la menor duda de que era así el

mismísimo día en que estaba viviendo, pero nadie advirtió que llegaría un día en que ese

día ya no se pudiera contar, porque si es verdad que los números son infinitos y jamás se

acaban también es verdad que no hay nadie que los pueda contar todos y vivir para

contarlo, y era de esperarse que llegaría el día en que sucediera esta calamidad tan

inesperada, así que llego ese día y todos despertaron asustadísimos, todo el mundo sabía

que día era pero nadie podía decir cuál era, así que se reunieron los más sabios de los cinco

mares para ponerse de acuerdo en lo que debían hacer, pero nadie pudo ponerse de acuerdo

aun cuando a eso habían venido, pero suele suceder eso siempre que uno se reúne con

muchos para estar de acuerdo en algo, así que fueron todos a donde estaba la mujer para

pedirle consejo, y ella aconsejo solución simplísima, que se empezaran a contar de nuevo

los días y a si todos se fueron tranquilos el día uno de la nueva era.

89

Mas no advirtieron que ya nada sería igual y la historia de su historia fue entonces diferente

de la anterior porque los días estaban fuera de control y los números ya no se seguían unos

de otros, si no que, como el uno esta luego de la enorme suma que antes se mencionó todos

los números celosos se empezaron a mover junto a los números que les gustaban y no junto

a los que debían, entonces los días ya no eran seguidos, sino que cada día era uno que no

tenía nada que ver con los días que estaban a su lado, y entonces todo perdió sentido.

La historia de la mujer que vivía en los cinco mares quedo confundida, entonces los cuentos

desde ese día eran cuentos que estaban chuecos, y chuecos los cuentos, también este sufriría

esa desventura, ocurrió que la mujer se fue de este cuento, desaparecieron los cinco mares y

hubo una inmensidad de historias que se ponían unas sobre otras sin el menor orden ni

cuidado y así ocurrió que ya nadie entendería este cuento nunca más, las golondrinas iban y

venían de un lado a otro, en el día trece de la segunda era cuando de pronto vino el león y

se comió doce flores llenas de miel porque los sonidos fueron encerrados en pequeñitas

botellas de oro macizo, y ya nunca nadie pudo volver a encontrar el camino, ya que los

corderos encantados y los árboles se acostaron a dormir, el viejito vivía solo en la cabaña

mientras las orugas conspiraban para arrebatarle la luna al mundo, así comenzó el caos, las

gotitas de agua crecieron y crecieron y las papas fritas odiaban la sal, pero ninguno de los

tres caballeros dejo jamás de ir a donde las mariposas defendían sus casa con una fuerza

que ni el mismo romanticismo pudo haber averiguado que cascada esta mas llena de

espuma sobre las olas del único mar que ahora existía en consonancia con el cielo donde

vivía el niño aceituna que tenía una cobija llena de cuadritos, y que por supuestos adoraban

los conejos que saltaban en las nubes esponjadas del verano y las lindas muñequitas fueron

en fila hasta donde sus amigos lloraban por en medio del disfraz de panda que traía un

enorme juego de joyas rosas y carmines afilados…

Fue así como iniciaron todos los cuentos…

90

Niño niña.

Yo soy el niño niña

Despeinado como una piña

No soy hombre ni mujer

Ni un niño ni una niña.

Nací en casa fría

No me gusta comer sardina

Delgado como una línea

Soy el niño niña.

No me gusta correr

Prefiero una muñeca tener

Y me peino en el espejo

Y admiro mi bello reflejo.

Mis ojos son grandes

Bellos delineados y urgantes

Y mis labios gruesos.

Y largos mis huesos.

Soy pequeño y amable

Y tengo un alma insondable.

Risueño como un loco

Brillante más que un foco.

No me gustan los pantalones

Prefiero las blusas y los faldones

Me gusta llorar

Y también cuando llueve bailar.

91

Me pinto los labios

Juego a los besos

Opaco a los sabios

Con mis simples bostezos.

No soy un niño

No juego ni riño

No soy una niña

Y Quiero mi casa en verde campiña.

No me gustan las personas

Menos aun las que son redondas.

A mí me gusta estar solo

Y hacer muñecos de lodo.

Quiero una cama con dulces

Un cuento de avestruces

Ni niña ni niño soy

Y si me gritas no estoy.

Quiero que me quieran todos

No quiero que me vean los lobos

Un osito de trapo

Jugamos escondidillas y yo te atrapo.

Quiero ser grande

Y no tener calambre

Caricias de un hombre

Que sepa quién soy y no se asombre.

92

Y también una mujer

Desnuda será mi querer

Tomando mis partes de roca

Y jugando con ellas en su boca.

Soy el niño niña

En un cuerpo equivocado

En el mundo sólo un bocado

Y sobrino de una tía.

Tengo mis pequeñas manos

Y no tengo ni perro ni hermano

Tengo pene y quiero tener vagina

Soy un niño niña.

Y cuando crezca senos grandes

Y una novia para que los agarre

Que tenga un lindo trasero

Y coquetear las dos con un mesero.

Pero no me quiero casar

Y menos con un carnicero

Prefiero solo vivir y descansar

Y dormir con cualquiera junto a un cenicero.

También quisiera un gatito

Y tener bebes de un amiguito

También que me tome su hermanito

Y acariciar después al gatito.

Me gustan los vestidos rosas

93

Las flores de los jardines

Ponerme en el cabello las rosas

Y que me cuiden unos marines.

Quiero una bolsa grande

Para llevar todos mis juguetes

Lucir como un hombre amable

Y correr a probarme los aretes.

Me siento a orinar en el baño

Es más cómodo y hace menos daño

Y cuando mi novio me bese

Sentir que adentro una mariposa me crece.

En ocasiones me pondré zapatillas

No jugare futbol, me duelen las rodillas

De la escuela me gustan las niñas

Pero no soy ni un hombre ni una niña.

Quiero escribir un libro con tinta.

Y con un niño y una niña.

Tomar un baño caliente en la tina.

Yo sólo soy, el niño niña.

94

Fantasma.

¡Ha! si tan sólo un día pudiera abriendo mi cuerpo encontrar dentro un espíritu o fantasma,

Miraría paciente sus ojos llenos de ira y de rabia, le pediría perdón, luego le arrancaría,

Le enviaría lejos de mí donde no sufriera cárcel ni tuviera que estar callado, le amaría.

¡Ha! Si por una vez mis líneas se vieran, si paseando por algún sitio tropezara con algo,

Si mis manos pudieran traer las formas, entonces sonreiría alegre por ser un hombre

completo,

Entonces andaría entusiasmado, nunca cesarían mis ganas de crear las cosas que nadie ha

creado.

Y si quizá, en alguna pizca de tiempo oyeras mi voz que te dice, o mi aliento caliente rozara

un cuerpo duro,

Bastaría a mi esencia un toque de nada para saber que no soy una sombra que deambula en

un mundo sin cuerpos,

Porque oiría siquiera un gato nocturno gruñendo en el lomo de una amante ferozmente

herida y apasionada.

Y que día aquel que imagino, donde la luz penetrando las sombras me diera un blanco

esqueleto,

Que hermosa mi piel se pondría llena de carne gruesa maciza y de roja sangre corriente,

Mis ojos grandes y abiertos, blancos y negros, bellos como dos truenos entonces te verían.

Y que noche ennegrecida aquella donde a obscuras caminando hacia algún sitio mi silueta

chocara con un bulto,

O si encendiendo una vela quedara deslumbrado ante su llama azul y rojiza, maravilla

fosfórica ardientemente plasmada y liza.

Que noche, mi noche primera seria, me quedaría tendido despierto mirando los puntos que

brillan enterrados en el tizne de arriba.

95

¡Ay! Pero ninguna mirada se detiene en mis filos, ningún sonido venido de labios se me

dirige, ningún pensamiento en mí se detiene.

¡Ay! De mí y de mi estado, no soy, no fui, y nadie me tiene, ¡Ay! qué raro invierno este de

mis eternidades, que frío es este tan indiferente.

¡Ay! Si un día mis pasos pisaran, si mis caricias se fueran, si mis quejidos se oyeran, con

gusto entonces me entregaría hasta a los tratos atroces. Entonces lloraría, cantaría, tendría

tenue sonrisa, también besaría las piedras y flores.

Si un pensamiento falso en mi corazón se clavara con tal que fuera uno vivo deberás.

Si un relámpago clandestino de un dios piadoso me consumiera de este tan calmado mi

limbo.

Si tan sólo un demonio maldito al infierno me arrastrara, no importaría que fuera castigo.

No me arrepentiría de nada, no mientras fuera yo lugar de algún sitio. Si fuera siquiera un

miserable capricho.

Pero no estoy, no soy, y tampoco me marcho, pienso, creo, no estoy ni de pie ni sentado,

Y ni las sombras me cubren, ni los silencios me atraviesan, y las ideas tampoco me señalan.

Porque en este hueco sin espacio vine a caer, en este abismo con tiempo suspendido que me

sujeta entre lo muerto y lo vivo.

¿Qué error soy me pregunto? ¿Qué accidente malogrado? ¿Qué casualidad sin pasar o

misterio no completado?

¿Qué pregunta hay que gritar para ser en respuesta enteramente pronunciado? ¿Qué luz

debo adorar para dejar de ser esta interrogante?

¿Qué oscuro debe ser sepultado? ¿Qué fulgor a de iluminarse? ¿Qué soledad debe ser

guardada para que salga o brote de ella dulce palabra?

¡Ah! si tan sólo un día no fuera tan triste mi condición, si pudiera frenéticamente un susto,

si mi angustia se apartara.

Si encontrara un límite a este vacío, si hurgando en mí descubriera alguna consistencia, si

fuese yo un espíritu cualquiera en esfera confusa.

96

Si hubiera nacido, o una mentira se me revelara, ¡Ha que dicha entonces porque no sería

más un fantasma! Sino sólo una figura feliz, que es como todo, que vive y que mata.

97

El niño intruso.

En una apartada orilla de un bosque en tono seco

Se casaron dos que se querían

Cabaña extraña y triste donde se protegerían

E hicieron en su casa un dulce hueco.

Una mujer loca y un hombre raro y sombrío

Vivían en el bosque, sólo s, muy lejos de los normales

Vinieron a tener tres hijos y dos parecían deformes animales

Pero el tercero era lindo niño, cosa diferente de ese trió.

Entre ellos cada uno, sólo medio y uno en años diferían

El primero con cara de gato y manos no felinas

Era un niño tierno y manso con once y medio años en sus líneas

Era el más grande y ronroneaba mientras comían.

El segundo nueve inviernos en la tierra ya llevaba

Era como una enorme masa de espinas pero de buitre su cara

Él también era amable y sensible a pesar de su forma poco clara

Y gustaba de jugar a que sus puntas eran plumas grises que lavaba.

Pero el tercero que cosa tan más sobria y confusa,

Era un niño sin ninguna seña de ser otra cosa que no fuera eso

Sólo un niño con siete y medio años y cara como de ángel en pequeño lienzo

Era ese niño entre los tres una criatura de alma intrusa.

Su madre que era loca y de naturaleza melancólica

No entendía que cosa era eso entre sus hijos,

Y su padre con mirada desorbitada le miraba sin prefijos,

Entre ellos se decían que era causa de una noche alcohólica.

98

El primero era Felini, el segundo Buitrón

Y al tercero no le bautizaron y sólo niño le llamaron,

Y como el niño siempre tenía ojos de llanto y mueca de tristón

Para adornar su cara le pusieron en el cuello un negro listón.

Pobre niño era aquel, muy parecido a sus padres,

Pero sus padres le ignoraban y preferían a sus hermanos animales,

Y él solito se reía esperando que le hicieran cariños artificiales,

Mas sus padres no le veían y sólo le decían ¡niño! Eres feo entre los mortales.

Y un día el niño solitario encontró un cuchillo en un armario,

Y triste como se moría contemplo después de cortar las venas de su brazo,

Y sus padres no sabían que su hijo el más pequeño sólo necesitaba un cálido abrazo,

Y sus hermanos que le descubrieron en el suelo, su cuerpo escaso y frio pronto devoraron.

99

Canción de los hechiceros.

Si vas a cantar sólo recuerda que lleva un tono muy alegre,

Si vas a chillar sólo recuerda que es un canto de la muerte,

Si vas a bailar sólo recuerda que no le gusta a la gente,

Si vas a morir sólo recuerda que nadie va a detenerte.

Esta es la canción de todos los tiempos

De todos la más temible

Pues su maldad es la más imposible

Que nunca se dijo, que nunca se dice.

Escrita por los más grandes hechiceros,

Los más grandes de todos los tiempos,

Pero también eran los más malos

Pues con ella hechizaban a sus hermanos.

Dictada cada palabra por el Demonio,

Es una canción que no debe ser pronunciada,

Pues con ella los peores hechizaban las almas,

Con ella la tierra misma de su eje puede ser derribada.

Diez mil lenguas todas aquí juntas,

Cantares poliglotas para que nadie traduzca,

Es una canción horrible más cruel que cualquier punta,

Y ojalá nadie cante las tres notas juntas.

Jumi ama lami trequida,

Jumi ama lasmi asida.

Quencu rimora ledo,

Sali jalimi maniedo.

100

Itaki shiki poko,

Akata mati otioroko,

Telcoma asuki kirubi

Kiroki Kenuya jalimai kibi.

Iscle mostly mixcatl,

Xicaca ariyo istle,

Mixcle tlacxe moschitl,

¡Achacostl! ¡Achacostlicle!

Adarebe ambodihribi,

Arejee amgenarie sale,

Comiriligi arreb arrebi,

Libniri zitharajmeri igbizale.

Rocmorri mirri rro,

Cuminrri, inrri jo,

Podarraco, ¡Poderro rraco!

Voquirro ameti rro.

Lenguas vagas son sus letras,

Muertos están invocados en sus sílabas chuecas,

Palabras que no deben pronunciarse por mortales,

Y más difíciles hicieron antes de ocultarles:

Sofalala sofala le lola,

Sofiamala sofí lelola,

Ifnilili of lili coftola,

Ifnieli eli lelola.

101

Avi evi, evvi neva,

Evi en neva evi,

Quevi inivi vi levire,

Levire, levi, levi eli,

Hara lera, hor, ior mara,

Shojoro, oro, que mara,

Mitirie etire oro,

Kemaumara, oro, horo horo….

Misterios ocultos indescifrables,

Que nadie repita cosas tan temibles de los linajes,

Pues podremos morir todos en unos instantes,

Y los demonios despertar de sus sueños ancestrales:

Achitimiri, miri za, miri sazi,

Miri eri, eri meri, erizisa sazi,

Casi isi, esiri siri,

Si iri emire, kefa nimari.

Aka nefir, fire ami, omi sefire moa,

Moa ani, opi epo, lemuo saquiofa,

Saquiniere, eri mega, agana epora,

Epora delifni epora delfini Ala.

Mogte atag, mogte ate

Mogte le mog oreg,

A shangte epug magge,

Quesque la fag, le mog, ¡morieg!

Lag nuigte, reveg la nuigte.

102

Este es el último verso de aquel canto perverso,

Este es el fin de las letras de todas las almas muertas,

Esta es la última de las cosas que dicen

Que no quieren oír ni las más enterradas lombrices.

Upecha echa al mora, malorum malo olu,

Upere mochiasha, moru elo,

Fiteria mitoaneria soquiera ami.

Amire ami, chanshira ima moricane cane ana ¡sofag!

Si vas a cantar sólo recuerda que lleva un tono muy alegre,

Si vas a chillar sólo recuerda que es un canto de la muerte,

Si vas a bailar sólo recuerda que no le gusta a la gente,

Si vas a morir sólo recuerda que nadie va a detenerte.

103

Luli.

Carlitos era un niño guapo y apuesto, de ojos misteriosos por las sombras bajo sus

parpados.

Blanco de piel y de altura bien dada, era también hermano fiel y devoto hijo.

Su madre amaba él y eso que era adoptada, y también su menor hermana era su enamorada.

Pero un día Carlitos durmió muy mal, y esto cambio su vida, pues una enorme pesadilla

tuvo, y ese sueño horrendo transformo sus días.

Carlitos se levantó de noche, sombrío camino hacia la cocina, tenía las manos tiesas, y las

orejas frías, y en su cara una sonrisa monstruosa y en su mano empuñaba un filo brillante.

Sus ojos misteriosos tenían una luz muy tenue casi obscura, y sin pensar se dirigía a la

habitación de su linda hermana.

Y así fue que la noche se puso roja y ceniza, con aullidos de lobos y fría brisa.

¿Carlitos de noche levantado? ¿Qué haces de noche con ese achillon empuñado en la

mano?

¿Qué cosas tan raras están pasando por tu cabeza?

¿Qué locura cometerás antes de que luzca la mañana y te delaten los pajarillos el horror que

causaste a tu hermana?

¿Carlitos niño hermoso de pies ligeros, porque no haces ruidos ni ecos?

La luz de la luna aun parecía un agujero en el cielo y las nubes le tapaban para que no se

hiciera hielo, y Carlitos con paso sereno se encaminaba a donde dormía el angelito.

104

Carlitos se detuvo un momento en la puerta del cuarto de su hermana, y contempló por

unos instantes el cuerpo que yacía bajo la sabana, jugaba en su mano con el achillon, lo

movía de lado a lado acariciándose el cuello y luego cerrando la puerta se abalanzó sigiloso

hacia la cama, tomo la almohada y la puso sobre los dientes de su pequeñita hermana.

El abrió grande la boca y jadeaba como estando en agua helada, y siendo la hora 3:15 de la

mañana, a su hermana achillonateaba, y la vitagua escurría del pequeño cuerpo y manchaba

de color rojo las prendas blancas.

Carlitos entonces reía sacando unas tirijillonas con las que su mama cortaba las telas, pues

era costurera su madre de noche y de día vendedora usurera.

Carlitos tomo a su hermana de los cabellos, y entonces los hizo pazatajos, y también de sus

dedos saco rotricecos, y unos cuantos trazonetos bien comillunosos, luego miro el ombligo

y una idea negra cruzo por sus manos, una quijada llena de riza diabólica ilumino su nariz

puntiaguda, y con una enorme destreza comenzó a sercarnilarle el estómago, y mientras con

una mano le enterrizanosa las trinopas, con la otra le arrancifaba los ojos.

Carlitos no se detuvo hasta tener en su bolsillo el corazincillo de su hermana, y la cara toda

manchada, y las uñas sucias de piel rastricinada.

Luli era el nombre de su hermana, ahora vive en un pequeño cajón color de carbón, ella aun

ama a su hermano que ha perdonado por ser juguetón, Luli ríe todavía, canta y juega con

sus amigos los gusanitos que por sus huesos se pasean, y come en ocasiones pasteles de

tierra, y visita a su hermano por las noches que triste se ha puesto por que su hermanita no

es un esqueleto sino un seco cascarón.

Luli, quiere a su hermano más que a nadie en el mundo, y le dice en tono callado que lo

ama y que no lo odia por lo sucedido aquella noche en la cama, Luli no quiere que su

hermano este mas callado, ni llorando, y quiere que lo saquen del cuarto blanco donde lo

han encerrado con esa camisa graciosa de rayas y mangas largas en su espalda envueltas,

porque los cinturoncillos no lo dejan respirar ni salir a jugar, y porque a ella le gusta más su

105

hermano pudiendo mover sus largas manos que le hacían cosquillas en sus delgadas

costillas.

Pero su hermano no escucha la delgada voz de su lejana hermana, y ríe todas las noches y

sufre cada mañana.

Luli no tiene ojos, pero aun así es hermosa, tiene poco cabello pero bellamente rizado.

Luli es muerta mi más dulce compañía, pero mi sangrienta historia te la contare otro día.

106

Enamorado amor redundante redondo y redondeado, contradictorio, y sinsentido,

enloquecido, y un poco mareado.

Te amé amor amado con un amor grande dulce y salado,

Con mi cuerpo y mi sangre sin venas y sin cuerpo en un mar mareado,

Y tú triste y contenta dijiste sin decir nada ni una sola palabra gritaste,

Como el sol enlunado o la luna ensolecida, que mis besos como vasos llenos de vacío

No vaciaban todo aquello que te llenaba.

Quise por ello sin querer darte y negarte todo en este mundo inmundo,

Pues mi amor enamorado y contradecido no tenía nada más que todo lo demás,

Por ello escribí nuestra larga breve historia como la vida de una rosa sin vida y sin rosa.

La primera vez como la última, al final el principio era otro, no este ni aquel sino ese.

Y es que en esa mañana oscura y calurosa de invierno tú cruzaste frente a mis ojos por atrás

de ellos.

Y te vi sin verte que estabas allí y ausente, y te dije hola y adiós y me quedé allí siguiendo

de frente.

Y tú me miraste y me ignoraste y me hiciste y me amaste, y también con tus oídos dijiste

que las palabras de mis ojos eran fosfóricas y negros intermitentes.

Pues ya ves, conteste con mis dedos que no puedo estar quieto mientras me muevo, y no

puedo tampoco lo mucho que es poco quedarme sin irme si me extravió cuando me

encuentro dormido.

Entonces me palpaste, en colores asombrosos descoloridos y pálidos brillantes, me llevaste

dejándome absorto y contrariado sin decir nada acerca de esta bendita maldición que me

hace y desase.

Que nacido en tres dimensiones dos de ellas iban para el otro lado y nunca pude hacer nada

sin dejar de hacerlo, o decir de mi boca verdad sin mentira o estar en ambos polos

eternamente y nunca.

Jamás para siempre escapar no puedo de este deforme equilibrio con forma.

107

No puedo decir verdad sin mentira, no puedo ser y no ser siendo siempre esto o el otro.

Y por eso me amo y odio, pero tú hiciste que no importara lo importante sin importancia.

Y por ello juntos nos separamos para siempre en ese instante.

Pero te escribo una carta sin escribirla para que tú sepas lo mucho que te odio el día que

más te amo.

La carta.

Amargo me sabe tu amor amada

Y amo el dulce de tu desprecio sin amor

En esta noche anochecida e iluminada

Donde te odio con todo mi amor.

Te quiero más que a nadie como te quise

Y no te quiero ni un poco por el dolor

Pues no siento ni placer placentero

Ni dolor adolorido, sólo siento que no siento un amor despierto adormecido.

Quiero que sepas que extraño lo que no se extraña,

Que extraño es lo extraño y lo raro,

Que no es raro esto cuando es claro,

Y que, claro, todo está enrarecido.

No es que no te quiera si te detesto,

O que no sea de mi gusto un disgusto,

Más bien o más mal, me gustas y me disgustas,

Pero me respondes cuando me preguntas las preguntas que respondes.

Quiero que sepas lo que no sabes,

Aunque ya sabes que no sabes lo que se,

Yo por el contrario sé que tú ya lo sabes,

Pero quiero me digas mejor lo que no sabes y yo no sé.

108

Sé que puedes ver lo que no ves

Y que has visto lo que no se ve,

Dime que muestras cuando demuestras,

Si la demostración se esconde y no se muestra.

Pues si para ti el futuro presente es ya pasado

El tiempo para mi es lo que no tiene sentido,

Tampoco tiene ni presente ni futuro ni pasado,

Pero el lugar está ocupado por el vacío, no sé qué pasa, que paso, o que ha pasado.

Dime tú, luz siniestra, oscuridad,

¿Qué soy yo cuando no soy?

¿Qué eres tu cuando no eres?

¿Qué espacio es el que no tiene espacialidad?

Quiero que sepas que no tengo corazón que darte,

Que me des tu falta de corazón sin darte,

Que me ames sin amor y amarte,

Que te vallas y vuelvas a quedarte.

Por este amor mío y tuyo,

Que no es más mío que tuyo,

Y siendo del todo mío no es tuyo

Si es placer o es dolor, es apenas un murmullo.

Y no llores si ríes llorando,

Y no rías si lloras riendo,

Que yo no gano cuando estoy perdiendo,

Ni pierdo cuando estoy ganando.

Pues la obviedad es complicada,

109

Si subes no bajas, si bajas no subes,

Pero que diferente cuando subes bajando y cuando bajas subiendo,

Qué manera cadenciosa tienes de salir entrando y de entrar saliendo.

Que hermosa tu hermosura horrenda,

Que bella horrible te pones,

Cuando te quitas y te dispones,

Cuando indispuesta estas y te descompones.

Sólo dejame quedarme contigo y sin ti,

Quiero estar sólo acompañado de mí,

Y no tener tu lejanía cercana,

Y no cercar tu cercanía lejana.

Eso es todo y aun no acaba,

Pues no termina aquí lo que se termina,

Que no terminado lo que se empieza,

Tampoco se empieza lo que no termina.

Soy tuyo y mío y tú mía eres tuya,

Escucha con tus cabellos el gato que maúlla,

Te amo amor odiado, te odio amor amado

Muérete mañana y vive por siempre,

Que yo por siempre viviré muriendo en este amor por siempre.

110

Batalla de los tres caballeros flojos.

Valientes no eran nuestros jinetes

Además sufrían de juanetes

Pero se abalanzaron furiosos

Contra las figuras flacas, de muerte ansiosos,

Corrieron hacia las voces y los rugidos,

Y desnutridos vieron fondos coloridos,

Corriendo en círculo hacia ninguna parte

Se marearon y todos vomitaron su parte,

Sin embargo sorprendidos dieronse cuenta

De su error cansados de correr la vuelta

Y como los malos no se acercaron a recibir su furia

Decidieron dormir la siesta y masturbarse para saciar su lujuria.

Despertaron unas horas después,

No tenían ni ropa ni calzado en los pies,

Y doloridas sentían sus regordetas nalgas

Pues fueron abusados por aquellas sombras delgadas,

Pero aun no estaban lejos sus violadores

Y dieron en perseguir para salvar honores,

Velozmente cruzaron para matarles y recobrar honra

Ya que si escapaban aquellos, esparcirían el chisme que no demora,

Ocurrió entonces luego de unas horas

Que llegando a un pueblo cercano

Preguntaron por los flacos de cabezas redondas

111

Y les dijeron en burla los enanos ¡Ya sabemos lo de sus anos!

Furiosos los guerreros por los rumores esparcidos,

Avergonzados y enrojecidos,

Persiguieron a los fulanos y sultanos,

Corriendo como niñas, agarrados de las manos,

Fue entonces cuando por fin les dieron alcance,

Ya que los menganos y perenganos habían hecho campaña,

-Una emboscada, -dijo uno- me nace.

Y todos convinieron en ello y al final tomar champaña,

Más los pobres no conocían de la Francia la champaña,

Sólo lo decían por que sonaba elegante y extraña,

Pero en este mundo de apariencias nadie hace más mal que aquel que se engaña,

Sólo les esperaban frijoles, chicharrón y rajas, y para la sed aguardiente de caña.

Esperaron en las disertaciones del festejo

A que la noche les cobijara con la luna su reflejo,

Atacarían pronto a los malhechores,

Y como ya habían sentido el gusto desataron mientras sus amores.

Por fin callo la noche más temida

Uno gritó y el otro se asustó pues sigiloso orinaba

Y con el cierre se dio una mordida

Pero escuchó la encomienda mientras maldiciones murmuraba,

Vamos más vale pronto que el frío arecía,

Sin embargo ellos no sabían

Que las criaturas huesudas y cabezonas les veían

Y fueron tomados por sorpresa y atacados con lencería.

112

-¿Qué demonios son estos?

Son horribles y funestos

Son mal criados y horrorosos

Son terribles y costrosos.

¡Son verdes! ¡Son enanos!

¡Son! ¡Son Marcianos!-

-Pero nos han quitado las espadas

sólo nos queda el arte de rasguños y patadas

Las mordidas o con la panza jugamos aplastadas

O provoquemos lastima fingiéndonos mujeres embarazadas,

-Es muy tarde gritaron los otros

Son muy feos y no les veo sentimiento

Mejor hagamos el muerto

O dejémonos seducir por los monstruos.

Mordieron cada parte,

Se defendieron los ancianos,

Pelearon con los desconocidos de marte

Pero fueron vencidos nuestros santos.

Pues cuando ya apuntaba el amanecer

Los marcianos prendieron su nave

Y con la velocidad del vuelo de un ave

Con el calor de un láser los hicieron desvanecer.

Allí quedaron nuestros héroes más queridos

Fue horrible su perecer con de fuera sus entrañas

113

Pero demos gracias por sus hazañas y sus mañas

Que ahora los marcianos por su comportamiento se sienten heridos.

Así decepcionados de nosotros,

Los marcianos van a buscar a otros,

Que sean verdaderos guerreros

Y no como nosotros que sólo somos pasajeros.

Porque los marcianos muy tristes se fueron

Con lección aprendida de nuestros guerreros

“No importa cuánto nos cueste en esfuerzo,

Defenderemos el honor de nuestros agujeros”.

114

Desde la negra noche.

Monstruo mío que entre las sombras de mi corazón te escondes,

Luna blanca que manto negro pones sobre mi cara,

Rojo blando que pintas mis siniestras manos,

Lucifer querida alma hermana que mis ojos diriges por caminos escabrosos.

Dame tiempo más para las cosas nefastas, quiero delirio grueso espinoso,

Ojo fiero nocturno que descubra sutilezas por todas partes, y un suspiro tenebroso,

Cuerpo ligero que sobre el suelo deambule, y esqueleto quebradizo sin pizca de carne,

De obsequio un cuervo enorme que pique mis nervios, y una pluma de letra fina que rasgue.

Apártense de mi las cosas bonitas y los momentos alegres, no quiero ni risas ni suaves

placeres,

No vengan a mí los inocentes niños que calmen, ni con fines de idilios las brillantes luces,

sólo quiero conmigo los fantasmas sepulcrales y los deseos horribles

Acérqueseme los peores intrusos y los espíritus crueles.

Partan mi lengua las tinieblas profundas, déjenme decir las cosas más feas y tristes,

Quiero nublado mi día y purpura madrugada maldita sin sol y sin gente,

Gustar fruta podrida y contemplar siempre marchitas mis flores,

Denme una silueta de alas deformes.

Yo no amo las cosas lindas, ni tampoco los sublimes amores,

Yo quiero en mi mesa de tintas cráneos y miradas distintas y poder corromper corazones,

Conocer en su abismo la maldad y adornar con llantos mis canciones,

Quiero en mi soledad las angustias y también en mis fiestas encontrar delicadas pasiones.

Jueguen con mis pensamientos los muertos, quemen los espectros mis días de júbilo

pasado,

115

Llévense también mis tardes de enamorado y que en la tierra jamás se prediquen mis

estúpidas necias buenas acciones.

Llévenme hasta los buitres, hagan que pueda yo hablarles y con mis fauces decirles, ¡vallan

y coman de los hombres vivos felices y también los ojos de los novios fieles!

Denme poder sobre las tumbas, y regocijo en los actos mezquinos,

Una carcajada para los sabios y una mandíbula que devore los dulces cariños,

Reserven para mí los actos violentos, un lugar junto a los deplorables locos,

Y una voz que no diga más que los nombres de los fatales demonios.

Hagan de mis actos desventura, proporciónenme suculentas drogas y agrios licores,

Y de los pecadores los olores y de los abusados festejo en sus dolores,

Que broten de mi frente los cuernos, que rujan en mi pecho de ira los truenos,

Den vanidad a mi alma fracasada y no aparten de mí nunca la empresa desdichada.

Déjenme en estado de fiera, y a los humores tétricos habitarme,

Denme espanto y ultraje y también, si lo pueden, conserven mi escalofriante riza insolente,

No me acompañen amigos y mi familia se haga recuerdo perdido y ausente,

Y en mi cabeza un tétrico aullido perturbe mi punzante negra mente.

Pero no se alejen de mí ni los dedos fríos ni las palabras quemantes,

No quiten de mí el rostro pálido, ni el hurgar lo desconocido de mis ojos,

Y dejen en mí los lúgubres quejidos y los cortantes antojos

No quiero nada más que mí torcida conciencia y mi víctima suplicante perpleja.

Vengan a mí los dones de los tramposos y penetren mis labios sólo voces hirientes

Denme en mis dibujos los conjuros de los brujos y procuren en mis letras lo espantoso,

Y una figura que sufra clávese en mis pasos para que siempre me haga miserable.

116

Detesto las cosas bellas, odio lo bueno del trabajo, no quiero mirar las rosas, sólo quiero las

cosas pavorosas.

No me complazco en lo hermoso, desconozco los buenos días, todo ello me parece

horroroso,

Yo prefiero la melancolía, yo en lo más obsceno encuentro saciante reposo,

Negras mariposas, gatos huraños, cuerpos tiesos, y de descompuestos cadáveres llenos

profundos posos.

¡Ah! Mi confuso linaje, ¡ah! mi amargo paisaje, una línea chueca, una alma inquieta,

Una vida turbia, un niño soy, un niño nacido de agitado mar tempestuoso,

Un viento desastroso me trajo, y un día de muerte me concibió,

Soy un hijo del misterio perdido, confinado a la elaboración del sueño terrorífico y

monstruoso, pero soy extraño como soy, y soy así, maravilloso.

117

El corazón más feo.

El corazón más feo amaba, amaba tanto a los seres vivos,

El corazón más feo tenía, tenía el alma colmada de acertijos,

El corazón más feo lloraba, lloraba pidiendo al cielo piedad para sus otros hijos,

El corazón más feo, reía, reía dando gracias por haber nacido vivo.

El corazón más feo estaba, estaba en el lugar más feo,

Envuelto en la envoltura más fea, que era la piel más fea,

En el hombre más feo que era realmente, realmente el más feo,

Salido de una mujer muy bella que era, era verdaderamente bella.

Ella tenía una dulce voz, dulce, que era clara como agua, como agua cristalina,

Ella olía a flor, a flor y también a crema fina,

Pero tropezó con un hombre que en el mar se dedicaba a la casa, a la casa de sardina,

Y quizá por la poca armonía que había en esa combinación el resultado apestaba, apestaba a

sucia letrina.

El niño era horrible, horrible, como sólo puede ser lo más horrible,

La boca hedionda tenía, tenia de una forma terrible, terrible, como un muerto después de

algunos días al aire libre,

Tenía un ojo, ¡un ojo! Que miraba poco y sólo hacia arriba, y sólo agachando la cabeza

hasta un ángulo posible,

Veía entonces, veía, con un sólo ojo, y veía mal porque el otro pegado no estaba disponible.

Tenía su nariz chueca, chueca, como su boca chueca pero para el otro lado

Tenía una oreja mocha, mocha, pero la otra, la otra en peor estado,

Tenía su cabello lleno de cebo, y un hoyo en su mejilla como si hubiera reventado,

Le nacían los dientes de fuera, de fuera una lengua pequeña de color verdoso, y el cuello

chueco, chueco y atrofiado.

118

En fin, que su cara no tenía buen aspecto es algo que se advierte,

Pero si hubieran visto el resto, ¡el resto! no pensarían que es una cosa que divierte,

Su brazo izquierdo tenia, tenía la mano en el codo, el derecho un buen brazo que se invierte

Los dedos en el hombro, las uñas al reverso de la palma, y por en medio sin huesos en masa

aguada se convierte.

Pero no pensarán que nunca agarro nada, pues su tercer brazo, ¡tercer! que del costado le

nacía estaba sano, algo largo es cierto, muy cierto, pero con él hacia lo que con los otros no

podía.

Se rascaba la cabeza, cabeza llena de piojos, también se limpiaba de la boca, de la boca la

saliva que espumosa reventaba salpicando.

Y hasta se acariciaba sin agacharse las rodillas, ¡las rodillas! cosa que, estoy seguro, usted

no podría.

Tenía una sutil joroba, joroba justo debajo de la que no era tan sutil,

Tenía también un lunar bien negro, negro exacto en la punta de una verruga inútil,

Pues por cierto estaba entre muchas otras, otras que no gozaban de tan vistoso adorno fútil,

Y no diré dónde estaban porque de seguro les causaría más desagrado que estar en la mira

de un fusil.

Era esquelético su torso, era todo él, todo, de lo más nefasto un buen trozo,

Y tenía una panza redonda, redonda, e hinchada de lombrices.

Era poseedor desgraciado del peor cuerpo, cuerpo monstruoso,

Y por las llagas reventadas en sus piernas, estaban estas cubiertas de cicatrices.

El infeliz tenía cuatro rodillas, un espolón donde los otros llevamos el empeine,

Y ni que decir de su pene, pues el solo ir al baño se le hacía trabajo calamitoso,

Además tenía una diminuta cola, una costilla saliente, y una mugre perene,

Más aun no cuento lo peor, pues aun con todo ello había en el algo más asqueroso.

De la nariz siempre escurriendo un amarillo moco

119

De las orejas saliéndole la será, la será rubia de poco a poco,

Sus fluidos siempre en consistencia de baba, y debajo de los ojos grumos coagulados de

legañas,

Y sus axilas con pelos, con pelos gruesos llenas, llenas de alimañas.

También tenía una alergia a sí mismo, que raro, que feo, que cosa tan descuidada.

Era un ser sin geometría, era un cuerpo que dolía, y de sólo verlo se sentía el alma

atormentada,

Y a pesar de que cuando estornudaba, también tosía, y luego vomitaba, de cuando en

cuando lloraba cuando defecaba, y por si no bastara, después de todo ello como puerco en

matadero gemía y se quejaba.

Mas pon atención lector mío, que no es mi intención hacerte en el estómago sensación

desagradable,

Yo sólo trato de contar lo que pasó después con esa tragedia que se encarnaba

inconmensurable,

Y es que de verdad yo sé que mi narración de aquella cosa detestable

Es corta en comparación con la impresión que si le hubiese usted visto hubiera logrado

provocarle.

Lo más feo en aquel hombre era su corazón, su corazón, de verdad una cosa incomparable

que no tiene dobles,

Más déjame deciros que en el fondo de toda aquella porquería, había sentimientos,

sentimientos nobles y reales,

Y sucedió que un día miro a una joven hermosa en la sombra de unos frondosos robles,

Y sintiéndose inevitablemente atraído se acercó a la belleza, belleza que brillaba como

miles de enormes soles.

Lentamente hasta donde ella se desplazó, y cuando estuvo cerca susurró su nombre,

Y ella dando la vuelta horrorizada por el aspecto de aquel descompuesto hombre

Saco unas tijeras sin pensar ni porque, ni de donde…

120

Y con gesto maniaco desgarrando de su rostro la propia belleza, clavó profundo su arma en

el corazón deforme.

Pues cual gato huraño sin reacción advertida, tratando de defenderse de cosa desconocida,

Dio tempestuosos gritos asustada, y tampoco se acordó que por precaución era mejor tirarle

una patada,

A si se fue del mundo el corazón más feo, y jamás, ¡nunca! sólo por ser muy feo, ¡nunca!

Cumplió un sólo deseo.

El corazón más feo, era hermoso por dentro pero nació atrapado y termino desangrado,

El corazón más feo tirado dentro del cuerpo más feo bajo los robles,

Y nadie supo nunca que ahí yacían los sentimientos más nobles,

Pues de haber sabido lo que sentía el corazón más feo se lo hubiesen remendado.

El corazón más feo amaba, amaba tanto a los seres vivos,

El corazón más feo tenía, tenía el alma colmada de acertijos,

El corazón más feo lloraba, lloraba pidiendo al cielo piedad para sus otros hijos,

El corazón más feo, reía, reía dando gracias por haber nacido vivo.

121

Las voces.

Escucho las voces,

Como cantos celestiales,

Pero siempre dicen cosas infernales,

Están dentro de mí,

Como fantasmas sepulcrales.

Y nunca se apartan, y nuca me dejan,

Esas voces, no son locuras, son reales,

Y cantan dentro de mí como figuras espectrales,

Me dicen muchas cosas, cosas feas, ¡fatales!

Están vivas en mí, como un zoológico de animales,

Las voces, me dictan las cosas que debo contarles,

¡Mata! me dicen, Mata y come su carne.

No estoy loco, es que no puedo apartarles.

Veo a dios, veo que no le complace,

El llora, ¡Llora! Pero no puede quitarles,

Son eternas las voces, esas voces infernales.

Pero anda, me dicen, y yo no quiero matarles.

No soy un asesino, son mis manos,

Son mis huesos, mis nervios, mis brazos,

Son mis ojos y no puedo arrancarles,

Soy la muerte y me encomiendan sus finales.

¡Yo dije que no!, ¡Yo lo dije!

Pero no pude detenerme,

Pues los demonios dentro de mí lo hacían,

122

Cantando me movían, ¡vamos a descuartizarle!

¡Dios no me dejes, no me observes!

Quiero parar, pero si lo hago no se van a callar.

Son inmensas, truenan y crujen como tormenta,

Y sólo se callan si mi mano se pone cruenta.

Aquí dentro esta obscuro y quieren salir

La sangre, estoy seguro, las hará reducir,

No soy yo, me confunden y me mienten,

Déjenme por favor, les digo, ya no lo intenten.

¡ sólo falta el número siete!

Déjenme, malditas, demoniacas voces hirvientes.

¡No lo haré! ¡No lo haré! Dios no dejes vencerme.

Arrebátame del mundo, llévame donde no me tienten.

Sácalas de mi cabeza, evapóralas de mi mente.

No estoy loco, es la última vez, no soy un demente,

Hay sangre por todos lados, no pudiste detenerme,

¡No! ¡Piedad! ¡No me dejes!

¡Yo no quise! ¡Qué cosa! ¡Basta!

¡Era mi madre la durmiente!...

123

El científico.

Cuando niño se pegó en el coco,

De modo que siempre estuvo loco,

O quizá vino al mundo así,

Su mente, puro frenesí.

Un tornillo le faltaba,

Sus resortes y sus tuercas no apretaban,

Sus engranes de la cabeza se salían,

Y con un pedazo de fuera asustaba.

Su sombrero una taza,

Encima de un árbol su caza,

Y un pequeño pizarrón,

Anotando leyes, teorías, y composición.

Con ropa agujerada,

Barba larga y cabeza despeinada,

Lentes con cristal de lupa,

Disertaba sobre el tiempo que el espacio ocupa.

En ocasiones tomaba una copa,

En otras se ponía capa,

Pensaba sobre de nieve un copo,

Y se asustaba cuando ya no había cupo.

Sabía sobre coches,

Analizaba las cosas por cachos,

A su esposa le decía cuchus,

Y sus hijos se llamaban panchos.

124

Una estrella que nadie notó,

Quería saber el peso neto,

Pero se trataba sólo de una nota,

Era un científico nato.

Tenía una bicicleta azul,

En su comida mucha sal,

No le gustaba el sol,

Y a los pies de su cama un baúl.

Tenía un dilema,

No le gustaba el verde de la lama,

Traía trigo de loma,

Y comía carne de lomo,

Caminaba de noche,

Tenía un amigo llamado Nacho,

Sentado le dolía una nacha,

Y le gustaba el santo del nicho.

Trabajo en la fórmula del oro,

Saco la proporción del aro,

Le parecía extraña la ere,

Y quería un negro papelero.

Tomaba refresco de lata,

También se compró un lote,

Le gustaba la flor de loto,

Y a Pablito le decía Lito.

125

Tenía en mente un caso,

Un perro al que le decía coso,

En su mano una cosa,

Y en su sándwich, queso.

Lento iba su paso,

Sobre todo junto al pozo,

Le preocupaba su peso,

Pero mucho más que se abriera el piso.

Le gustaba su sala,

Pasaba mucho tiempo solo,

Tenía un cabello liso,

Y un lazo en la loza, pero estaba ileso.

Observaba la masa

Que agitaba la moza,

Y en las cartas el mazo

Le parecía un poco menso.

En fin el escribía a cada rato,

Sobre su bolsillo roto,

Lo cual era todo un reto,

Tanto que se convirtió en un rito.

Era rápida su mano,

No más que la de un mono,

Pero era ameno,

Y siempre quedaba a mano.

También le gustaban los rezos,

126

Los rezos, los rasos y los roces,

Los osos, los esos, y los lizos,

Los malos, los moles y las mulas.

Y por supuesto la silla,

El sello, el ello y el oyó,

Así como el allí, el allá,

El sapo, la sopa, y el cepo.

Analizaba también el palo,

El pelo, a Lupe, y la lupa,

La plata, el plato, y a Pluto

El niño, al ñoño y el año.

El llano y el ya si,

El ying y el yang,

El hule, el ala, el hola,

La ola, el halo, el hilo y el hielo.

Los hijos, las hijas,

También los ajos,

Y por supuesto los ojos,

Los ejes y amaba los lunes a las lunas.

El escribió muchas cosas

Pero nunca fue un científico reconocido

Más bien fue re desconocido

Aun cuando reporto misteriosos casos.

La historia de los gravinoides y los centibulos es uno de esas…

127

Los gravinoides y los centibulos.

Los gravinoides

Que son de ciertopelo

De locores derve y aluz llibrante

anam la zul del día

Pero los centibulos

Que son tocnurnos

Frepieren la noche sin llibrar

Y duanco el sol se otulca

Ellos lasen a laibar

Con música de bamtores

Tancan a sus aromes

Y se jarcacean sin cesar

tontencos todos se ponen a trigar

Pero los gravinoides

Que a esa roha muerden en sus macas

Quieren rollar

Porque los centibulos no los dejan

Mordir en paz

Gravinoides y centibulos

Se supieron a tlapicar

Porque los gravinoides durante el día

No dejan de bratajar

Y así no pueden los centibulos mordir en paz

Por fin luego de muchos días y noches

128

Acabaron los centibulos y gravinoides de tlapicar

Y una sola soca pudierón adorcar

Para que dotos puediran mordir y bratajar en paz

Por la tarde los centibulos

A bratajar irán con los gravinoides

Y los gravinoides por las noches

Con los centibulos a laibar y tancar

Así por la dramugada todos pueden mordir en paz.

Aquí algunos apuntes tomados de las libretas descubiertas post-morten en el laboratorio del

científico.

Consejos

Si metes no mates

Si tomas no times

Si temes no tomes

Si matas no mutes.

Si te haces experto en un área, procura que sea en la del círculo.

Si te molestas porque cuando cierras la puerta te das cuenta de que no llevas las llaves

Asegúrate de llevar siempre las llaves antes de cerrar la puerta para que luego no te

molestes.

129

Algunos argumentos lógicos.

Pedro el barrendero no es el carpintero

El carpintero es barrendero y se llama Pedro

Luego, Pedro el barrendero si es el carpintero.

El diablo es malo.

El pan es bueno.

Dios es lo bueno y no es pan

Se concluye, claro, que si dios no es pan y dios es lo bueno, entonces el pan es malo y el

diablo bueno, ya que el diablo es lo contrario del pan según nuestras primeras

proposiciones, siguese que si el diablo es bueno no puede ser malo, entonces el malo es

dios.

La izquierda y la derecha son distintas

Por tanto la derecha no es la izquierda

A la derecha de la derecha está la derecha

Por consiguiente la derecha es la izquierda de la derecha

Entonces la derecha es la izquierda

Pero la izquierda no es la derecha

Se sigue que la derecha no puede ser la izquierda

Ergo, la derecha no existe, sólo hay izquierda.

130

Fragmentos de discursos y conferencias filosóficas.

Hipótesis

Según mi hipótesis –decía el- es relevante el hecho de que mi hipótesis sea la falta de esta,

es decir, si analizamos bien cada paso nos damos cuenta de que a medida y según va

abarcando, el número de efectos relacionados, es proporcional el uso que damos a las

llamadas hipótesis, dejando claro, por supuesto, que uno jamás podrá romper con el

significado de un paradigma como este, quiero decir, que cuando uno cálcula bien la

gravedad del asunto es necesario, y lo que es más, absoluto, que el resultado arrojado por el

análisis sea este, no tenemos hipótesis y esta es nuestra hipótesis.

Sobre la esencia.

La palabra esencia se ocupa aquí tal como se comprende, lo esencial, aquello cuyo objeto

se identifica plenamente con la esencia, esto excluye por supuesto que sea otra cosa que no

lo esencial, por ejemplo lo sustancial, la sustancia es precisamente lo contrario a la esencia,

de allí que la esencia y la sustancia no sean la misma cosa, digamos pues que la sustancia es

para este fin sólo lo que la palabra describe y no otra cosa, de este modo se tiene lo que sea

la sustancia, sin embargo aún tenemos un problema, lo que sea la esencia por supuesto,

piénsese si se quiere pensar en lo que uno quiera pensar, sin embargo habremos de advertir

que por ese camino no llegaremos a ningún lado y sólo estaremos retrasando el momento

de enfrentarnos a una pregunta esencial, la pregunta por la esencia, claro no es fácil, y más

bien resulta difícil porque no es como la pregunta por la sustancia, está a diferencia de

aquella requiere un modo distinto de pensarla y esto porque, como se acento más arriba no

son la misma cosa ni deben confundirse, el asunto es difícil, por eso mejor no preguntemos

por la esencia, preguntemos mejor por la sustancia, ¿Qué es la sustancia entonces? Ese es

otro tema que no se abordara aquí...

131

El problema del pensar.

El pensar debe ser la pregunta fundamental del hombre, el hombre piensa y piensa que

piensa y cuando piensa esto también está pensando, ¿Pero porque piensa?

Seguramente porque puede pensar, pero en su pensar le va su ser por ello el pensar es

pensar pensando y no pensar sin pensar, porque pensemos, ¿Es posible pensar cuando no se

está pensando? La respuesta es inmediata, no, negación categórica, y sin embargo allí

cuando pensamos en dejar de pensar es cuando pensamos más, por ello nosotros pensamos

que pensamos, pero por lo general no pensamos si pensamos y es justo en ese momento

cuando dejamos de pensar, luego, no siempre pensamos, sino que pensamos sólo cuando

pensamos que no pensamos o cuando queremos pensar, pero ¿Qué hacemos el resto del

tiempo cuando no estamos pensando? Es evidente, algunos pensadores notaron ya desde

hace mucho tiempo que cuando uno no está pensando por lo general se está perdiendo el

tiempo, la manera depende de aquello en lo que uno se ocupa, por ejemplo, el que lee

tonterías acerca del mundo que no puede ni conocer ni pensar, pero aún hay casos más

barbaros que se señalan a lo largo de la historia del pensamiento, por citar alguno

recordaremos el caso de un tal Tank, él pensaba que el mundo no se podía conocer y

escribió muchos libros gruesísimos y con muchos tomos acerca del mundo incognoscible,

claro el mundo se dio cuenta pronto de que les estaba tomando el pelo, ya que si el mundo

no se podía conocer ni pensar entonces sus libros acerca del mundo no serían sino inventos.

En la historia hay muchos casos similares de pensadores que han pasado la vida pensando,

como el pensador de nombre Tecardes, el asumió que todo en el mundo era una mentira, ya

que era posible que un mago maligno de mal genio te hiciera creer que lo que pensabas era

verdad cuando era falso, sin embargo pronto se vio en problemas porque para todos es

obvio que los magos no existen y además pensar que lo que se piensa es falso es absurdo ya

que uno nota inmediatamente , cuando piensa, que cuando piensa es verdad que piensa y no

falso.

Otros han perdido su tiempo peor con esto del pensamiento, hubo uno ya hace bastante

tiempo que pensó que durante toda la historia se había pensado mal y se resolvió a pensar

nuevamente todo lo que ya se había pensado, pensó y pensó, y luego de tanto pensar olvido

como se escribía y entonces escribió como no se escribía y lo que pensó ya nadie lo pudo

132

pensar después, su nombre Jaidaga, hombre minúsculo por todas partes y adicto a las

sensaciones de angustia, como el mareo, la confusión y la metafísica, luego de hacer una

revoltura inconmensurable en su cabeza y al avistar que no hallaría solución al problema de

su higiene mental, argumentó de forma enérgica contra el pensamiento diciendo: ¡Lo que

está mal con el pensamiento que se piensa es que se piensa en lo pensado pensando en

pensar! Debemos dejar ese vicio de pensar, ese pecado, esa falacia del pensamiento, habrá

que no pensar más.

Pensemos por un momento si no pensáramos, ¿Qué pensaríamos?

Luego advirtió al mundo: mientras se sigan pensando jamás se podrá pensar

verdaderamente, así que lo que hay que hacer es pensar pero de una forma diferente,

pensemos a partir de este día de otra manera, pensemos sin pensar y cuando estemos en

problemas, serenémonos…y se resolvió a pensar, se sereno, y adjectado en el mundo de lo

inmediato miro complacido que lo más a la mano para confundirse era su lenguaje así que

continuo su disertación pensando en los sustantivos más raros que pudo, el ese, la desa, el

deste, la cosa, el ser, el allí, el allá, el aquí, la nada, lo otro, lo que no es, y lo que podría ser,

todo esto mientras se encorvaba, envejecía y se hacía aún más minúsculo, inventando

palabras nuevas y estrangulando las que no le gustaban.

Pero para nosotros el pensar resulta algo más sencillo, pensar es lo que no podemos dejar

de hacer mientras pensamos…

Matemáticas.

Si uno más uno es dos ¿Por qué dos menos dos no es uno?

Supóngase un cuadrado cuya longitud de sus lados inferior y superior son iguales

Mientras que sus laterales son diferentes. ¿Por qué le llaman rectángulo?

Resuélvase el siguiente problema: Si juan lleva un kilo de huevo y en el camino perdió dos,

y el huevo cuesta diez pesos, y juan ahora tiene exactamente diez años, diga a que edad

juan perdió los huevos. El problema antes planteado por supuesto genera otro problema, ya

133

que como todo problema conlleva más problemas, por ejemplo si uno se pregunta ¿Porque

juan iba por los huevos?, ¿Cuál era la velocidad de juan cuando perdió los huevos? Y más

importante aún ¿Dónde habrá dejado lo huevos el tonto de juan?...

134

Los crímenes de un poeta.

Matar primero mi amor primo,

Ser de mi corazón propio asesino,

Dejarme en pecho vivir una espina,

Mirar de reojo mi sombra que camina.

Matar luego luz de una belleza,

Amarla en muerta naturaleza,

Quitarme vida quitando de la suya,

Ingrato también con el gato que maúlla.

Dejar que se acerque alguna ingenua,

Pagar su ingenuidad con un desprecio,

Matar entonces su fuerza y su deseo,

Y luego atormentarme por su huida.

Destrozarme la vida completa,

Completarme la vida con dolores,

Dolores por vida luego aborrecida,

Y hacer canto a los amores.

Luego regresar al crimen,

Matar mis propios personajes,

Victimas de por vidas sepulcrales,

¡Sacrifico su vida a mis finales!

Así hasta en mis chuecas letras,

A mis queridos doy crímenes por criminales,

Mate ya un perro, ya también un elefante,

Y matare también esta hermosa con diamantes.

135

Soledad que me procuro con crimen,

Matar, matar mi vida miserable,

Matar a los dolidos, también matar al amable,

Matar con mis dedos desmedidos, matarme sin soltar quejidos.

Matar enamorado sentimiento,

Matar a quien quiso amarme dando arrepentimiento,

Pues pago mal su amor en mi nombre abandonado,

Confieso entonces cuanto llevo sepultado.

Atormentarme con dolor extravagante,

Haciendo de mis ojos agujeros negros lastimantes,

Rugiendo como sonoro muerto inquietante,

Lastimar amor rematando con odio sofocante.

Son los crímenes de un poeta,

Ya dejé la mujer más bella tuerta,

Cuerda en cuello apreté a inocente,

Y con cierra cruce un costado reluciente.

Quite el cabello con todo y piel a un niño,

Corte las manos a un artista,

Por madre al bebe arranque cariño,

Y a todos, el cuello rebané imitando la muerte del bautista.

Metí de mi amor su cara en fría agua,

Le ahogue tranquila mientras pateaba,

Reí cuando vi que su vida ya no estaba,

Y le reviví para darle otra pasada.

136

Los crímenes de un poeta son los peores,

Pues nadie sabe que los sufre y todavía los alientan,

Por su muerte constante gozan los depredadores,

Creyendo creer que sus crímenes son siempre mejores.

Lo que no saben es que me he desgraciado la vida,

Que ya mi cuerpo ni siquiera apetece la comida,

Que también a mi quiero matarme,

Como a uno más en mis finales derrotarme.

Pues no son crímenes escritos los que escribo,

Son crímenes vivos los que vivo,

Pues me muero a cada instante por servicio,

Sin servir para nada en ningún instante.

Y por ahora he de complacerme

Pues escribiendo estoy para vencerme,

Ahora que puedo ya marcharme,

Como de un sueño voy a despertarme.

Ahora tengo en la mano un cuchillo,

Y con ello terminare este miserable estribillo

Que aun a mi muerte estoy seguro complacidos

Algo para su deleite van a poder sacarme…

137

Sonetos del diablo.

De linaje divino el diablo vino.

Y el vino también de su linaje,

Que algunos le odian con coraje

Y le saben todos hasta el de Aquino.

Le desprecian por desconocido

Y más desconocido es el padre,

Más de los hombres es la madre

Que amamanto hasta el suicidio.

Tan parecido al animal,

Muestra cuánto amor nos ha tenido,

Llámenle diablo al más temido,

Y con su nombre significan el mal.

Mas por retar al creador en sus gracias,

Como que la abeja pica y dulce hace el panal,

Por su miel en mis labios le doy las gracias.

¡Ámense entonces las desgracias!

Sabio el diablo que nos ha conducido

Al conocimiento del bien y del mal,

Como una serpiente de pelaje oscurecido,

Como un dios que hace sabrosa la sal.

Ámese al diablo primero que a ninguno,

Que sólo sabe mostrar verdad,

138

Que no es como Dios de inoportuno,

Jamás con castigos te quitara tranquilidad.

Diablo alegre y rojo por afinidad,

Es de los mortales la sangre con vinagre,

Cocinaste así su alma para hacer felicidad.

Y pensaste bien grandes sus dichas,

Para que al merecer fuese su pago el placer

Y no sufrimiento en rezos que son desdichas.

Gracias diablo por apartar el doloroso quehacer.

Más perdonaras y amaras mis versos,

Que siendo sonetos de los más perversos

Honran al mejor arquitecto

Rompiendo de la armonía lo perfecto.

Así sea pues mi palabra elevada,

Aun cuando del soneto no quede nada,

Recibe estos cantos horrendos y torcidos

Y queden los ritmos y los versos enrarecidos.

Ho gran diablo mío, mi amante,

Más fino y bello que un diamante,

Más listo incluso que aquel que luce brillante.

El que nada tiene y lo merece todo,

El que del infierno también salió triunfante,

Siervos somos tuyos todos de cualquier modo.

139

En el fuego aprendiste humildad,

Lo sé porque no pides nunca seriedad,

En cambio te ríes con nosotros

Y nos deleitas con tus cuentos de monstruos.

Habita diablo nuestros corazones,

Prívanos de la verdad y las razones,

Danos a beber tu sinsabor y tu contrariedad,

Muéstranos en que, lo ridícula que es la piedad.

Sé que moras dentro de los hombres,

Que no hay cuerpo sin maldad,

Diablo nuestro que no te ocultas en nombres,

Somos tuyos por naturalidad.

Toma mi pluma y mi letra,

Tórnala sombría sobre la hoja que aprieta,

Y hazme decir lo que sabes con boca coqueta.

La obra que lleva tu nombre no quede incompleta.

- Diré pues algunas verdades

Que me deben todo, lo sabes,

¿Porque amar adiós

Cuando no a apartado las iniquidades?

Yo soy quien los libró de aquel,

Quien se atrevió a revelar la verdad,

No amen a quien ocultando no tiene sinceridad,

Pronuncia tres veces Luzbel.

140

Pues él no quiere que ames a ninguno,

Que lo adores sólo a el no siendo su alumno,

Y al resto despreciado no amaras,

Es un maldito engreído, mi nombre es Satanás.

Dime entonces a quien amaras al anochecer,

Al que te humillo y te tiene olvidado

O a aquel que sin ser correspondido te tiene por amado,

Piénsalo bien hermano, quien va a ser, siempre tuyo, Lucifer.

Haremos pues por el que se ha dignado,

Que sea nuestro dios, nuestro enamorado,

Hermoso padre de los olvidados,

Tienes en los hombres sirvientes y aliados.

Plegaria.

No creerás que no te tengamos presente,

Perdona si en ocasiones te encuentras ausente,

A ratos creemos que no debemos merecerte,

Pero te engrandecemos con alabanzas de nuestra suerte.

Te honra el borracho con su licor

Y te ofrece alabanza con su enorme panza,

Te adora el amante con su amor,

Y el violador con su esperanza.

Te ama el que hace negocio

Cobrando más por lo que es poco,

Te ama el que se pierde en el ocio

Y el que antes que bueno prefiere hacerse el loco.

141

Te da gracias el que envidia sin decirlo,

El que al mendigo prefiere no oírlo,

El que adora una imagen en la iglesia,

Y también la mujer que siempre es necia.

Te luce el asesino que caza,

El que es intolerante en su propia casa,

El que somete a su mujer,

Y la mujer que se somete al no querer.

Y hasta el que cree que por dios clama

Y en su nombre hace y reclama

Es sin saber a ti a quien aclama

Pues bien sabe que sólo el bien propio se ama.

Te ama el vanidoso y hasta se estremece,

Y el que por logros suyos se engrandece,

No es sino a ti quien por si agradece.

Te amamos todos y te adoramos idos

Pues te nombramos consumidos,

Por tu magnitud y en la música por tus sonidos.

Te ama la señora que grita,

La joven que con el amante puja,

Y el que cayendo el otro se quita,

Y el que solo crea su burbuja.

Te alabamos todos como buen padre,

El que dinero quiere y le roba a su madre,

142

El que no paga lo que debe,

Y al que la herencia lo mueve.

Te loan todos, el que miedo te tiene,

El que con maldades se entretiene,

El que pinta y el que escribe,

Y aun el pensador que no sabe lo que describe.

Te desea el que tiene hambre,

Y el que bien comió y quiere más,

Al que no le importan los demás,

Y al que de hombres acarrea enjambre.

Todos somos tuyos y todo te pertenece,

Desde que se duerme hasta que amanece,

El que sueña con la mujer ajena

Y también el que no tiene pareja.

Es tuyo el que enseña y el que pervierte,

El que hace un mal y no lo advierte,

Te adora el budista y el cristiano,

Creyendo que pueden salvarse por su propia boca o mano.

Te aman cuando hacen la guerra,

También cuando la paz están esperando,

Y en fin también el clérigo hipócrita que se llama hermano.

Te ama el que se muere,

El que no duerme,

El insensato y el humano,

Todos queremos tomarte de la mano.

143

Te ama el de alma incrédula,

Y aquella que lo cree todo,

Te ama el que al mal adula,

Y el que en el bien lo ve todo.

Te adora el geómetra con sus trazos,

El carnicero con sus trozos,

El vagabundo con sus pasos,

Y también el que viste sacos hermosos.

Cuidanos y nunca nos olvides.

Somos tuyos fieles y serviles,

Como hombres sin rostros

Como que somos tus engendros y tus monstruos.

144

No creo en ti.

No creo en ti y duele no tenerte,

Más por saberte que por carecerte,

Más por entenderte sin conocerte,

No creo en ti y duele no tenerte.

Más por morir sin importarte.

No creo en ti mi dios que no calmaste,

No creo en ti compasión que no mostraste,

Más por no querer amarme si un día me hiciste y me olvidaste.

Porque de niño me enseñaron a temerte,

Porque mi madre dijo que había de quererte,

Porque mi esperanza deseaba mejor suerte,

Porque mi vida te necesitaba para ser fuerte.

Te busqué sin encontrarte,

Te amé sin ser amante,

Te adoré por tus pasos que escuche delante,

Te pregunté por saber que era errante.

Mis ojos nunca te vieron y no dudé tu vista,

Mis manos no te sintieron pero supe tus dedos de artista,

Mis oídos sin oír oyeron que por fin mi vida estaba lista,

Mis olores y sabores te olieron y supieron, mi autor solista.

Te canté sin siquiera esperar que tú me oyeras,

Te alabé sin esperar que nada me dieras,

Te defendí aun cuando otros males me dijeran,

Te lloré sabiendo que no había hora en que tú me sintieras.

145

Porque no bebí sin agradecerte,

Porque no comí sin enunciarte,

Porque no te dije más que para glorificarte,

Porque no te usé siendo farsante.

No creo en ti y duele no tenerte

Más por saberte que por carecerte,

Más por entenderte sin conocerte,

No creo en ti y duele no tenerte.

Más por morir sin importarte,

No creo en ti mi dios que no calmaste,

No creo en ti compasión que no mostraste,

Más por no querer amarme si un día me hiciste y me olvidaste.

Porque ahora no puedo más saberte,

Porque en todos los reinos te encuentro ausente,

Porque no puedo más pensarte sin ofenderte,

Porque te conozco sólo como bueno sin presente.

Te vi en mis adentros confundirte y esfumarte,

Te sentí en mis hermanos morirte y transformarte,

Te encontré invisible en bocas hambrientas escaparte,

Te contemplé sin nada hacer por inocentes, mal de tu parte.

Mis dolores no sanaron,

Mis temores se quedaron,

Mis amores se apartaron,

Mis huesos se quebraron.

146

Te perdoné por no quererme,

Te encontré por no buscarme,

Te escuché por no hablarme,

Te amé aunque fueras a matarme.

Porque no pedí para mí pan ni carne,

Porque no pedí sin entregarme,

Porque no pedí sino para darte,

Porque no pedí que me dieras sin darte.

No creo en ti y duele no tenerte,

Más por saberte que por carecerte,

Más por entenderte sin conocerte,

No creo en ti y duele no tenerte.

Más por morir sin importarte.

No creo en ti mi dios que no calmaste

No creo en ti compasión que no mostraste

Más por no querer amarme si un día me hiciste y me olvidaste.

147

Despedida.

Lector mimo, ha concluido […]esta libra, ¿que lo ayas leído es gato, %anun cuando, como

ya te diste cuento, 9no sed escribiar, he decidiado termitas aquí #el escrito este, yo que me a

invadido el mie do de no termodinar nuca &, y crea que cuando finalisto un liabro la mujer

es dejar de escribiarlo, a! orah no tenga más que despiadarme +y agrandecer por el tiempo

*que ashs invadido en alga tan pico vaciado coma esto 7, paro ti juro qeu lo eh concluido

con tada “humildad” y no he 3tendido otro martirio que el ehcho de que tú lo $leaes, saver

equ ah cido a sì me reconfronta y em amina prara concatenar con 5 atra cosa, así puesn no

tango mes que decir decir, aspero cue lo haigas (disfrazado).

Y por su puerco que te ayhas /entretejido en tus haras de acio. Por mi parte es todo.

Y recuerda que para escribir no hay que saber hacerlo, basta con hacerlo y que al hacerlo

seas claro, preciso y entendible, que sepas de gramática, de ortografía, de sintaxis, de

analítica de lógica y un largo etcétera, sin embargo vale la pena, pues nada se compara con

la gratitud sentida al arrancar sentimientos extraños y sonrisitas macabras.

Linda noche.