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EL SECRETO DE LA VIDA Peter Robbins
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Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta,
puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningún medio, ya sea
eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin la autorización escrita de los
titulares de los derechos de la propiedad intelectual.
© 2008 VíaMagna 2004 S.L. Editorial VíaMagna. Reservados todos los derechos.
Editorial VíaMagna
Gran Vía de Carlos III, 84
Entresuelo 3ª
Barcelona, 08018
www.editorialviamagna.com
email: [email protected]
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INTRODUCCIÓN
EL SECRETO DE LA MENTE
Tu vida contiene seguramente logros y claudicaciones, tristezas
y alegrías, esperanzas y desengaños. Sin embargo, hay algo que has
estado intentando conseguir o resolver pero que aún no has logrado y
la carencia persiste, con la insistencia de una pesadilla.
¿A qué se debe que poseas una facilidad asombrosa para
algunas cosas y al mismo tiempo unas pasmosas dificultades en otros
campos? ¿Cuál es el secreto perdido para atraer todo lo que deseas?
¿Cuál es la clave para emprender una vida llena de plenitud y
abundancia en donde puedas alcanzar con facilidad aquello que deseas
con fervor?
Hay una certeza de la que debes convencerte: todo lo que forma
parte de tu vida está al alcance de tu mano porque lo has atraído, no
sólo aquello que te reconforta y fortifica sino también lo que te
perjudica y debilita. Aunque no seas consciente de ello, eres tú quien
con el poder de la mente se convierte en el artífice de su propio
destino, pues como dijo el poeta, el hombre es producto de sus sueños.
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Así como en la mente descansa la energía potencial para
alcanzar lo que deseas, allí residen también los principales escollos
que debes sortear para lograr tus objetivos. Por eso, hay que derrotar
los obstáculos sembrados por la mente, esas barreras que parecen
infranqueables y que nos impiden obtener el mayor beneficio de
nuestro potencial.
Una vez que logras entender que existe una programación
mental que opera sobre los hechos de manera inconsciente, puedes
cambiarla y lograr todo lo que deseas.
El primer paso en este entrenamiento de nuestros potenciales es
obtener claridad sobre el conjunto de creencias que te impiden
obtener lo que quieres y te vuelven inseguro, vacilante, pesimista.
Llegar a reconocer las trampas tendidas por tu mente para
bloquear el camino hacia todo lo que deseas es lo que ha sido
denominado el “secreto perdido”.
Para conocer cuál es el fantasma que acecha tus sueños de éxito
y grandeza te sugiero que contestes con sinceridad el siguiente
cuestionario:
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— ¿Has tenido problemas en algún aspecto de tu vida que se
repiten una y otra vez?
— ¿Sientes que a menudo cometes los mismos errores?
— ¿Te has planteado propósitos para el año nuevo y no los has
cumplido?
— ¿Sientes que no pones todo el empeño para conseguir lo que
quieres?
— ¿Sientes que hay algo en tu interior que resurge para sabotear
tu éxito?
Una vez que lo hayas respondido estarás preparado para
comenzar el arduo camino del aprendizaje que te llevará a obtener
aquello que deseas. La felicidad no es un don que se reparte a todos
por igual, es más bien un estado de ánimo que se debe alcanzar luego
de un recorrido que requiere de una gran valentía y un enorme
esfuerzo. Esfuerzo y valentía para cambiar aquello que vienes
haciendo desde el comienzo de tus tiempos y que te ha permitido
adaptarte al mundo aunque ocupando un lugar de una gris y triste
medianía.
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CAPÍTULO 1
EL PODER DE TU MENTE
Si eres realmente honesto contigo mismo, debes saber que hay
algo en tu mente que conspira contra el cambio y la transformación.
Como si estuvieras condenado a realizar un mal movimiento corporal
que te provoca dolores musculares pero que no puedes dejar de hacer,
salvo que te sometas a un entrenamiento especial. Con la mente ocurre
lo mismo, es necesario someterla a un entrenamiento controlado y
riguroso para que olvide los malos movimientos aprendidos a lo largo
del tiempo y los sustituya por movimientos saludables, capaces de
obtener de ti los mejores resultados con el menor gasto de energía
posible.
Por ejemplo, puede ser que tengas problemas de peso, has
probado infinidad de dietas y has hecho ejercicios, pero tu peso sigue
igual o, cuando logras perderlo, lo recuperas al poco tiempo. O puede
que tengas problemas en tus relaciones, has intentado todos los
medios para obtener pareja, pero todo ha sido infructuoso. O también
puede ser que padezcas serias dificultades en tu trabajo, ningún
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empleo alcanza a satisfacer tus expectativas y en cada nuevo trabajo
se actualizan los mismos conflictos con tus colegas, tus superiores y
tus subordinados. Es que atacas los problemas siempre con las mismas
estrategias. Si haces siempre lo mismo, no te sorprendas de obtener
los mismos resultados. Irremediablemente, tu mente te lleva a las
mismas encrucijadas, te hace perder el rumbo y te encierra en una
nube de dudas y escepticismo.
Ahora bien, ¿cómo hacer para no tropezar siempre con la misma
piedra? ¿Cómo hacer para no caer siempre en los mismos errores?
¿Cuál es la solución? ¿Cuál es la llave que permite abrir los cerrojos
de tu mente que te mantienen apresado en la repetición de tus errores?
Como dice Joe Vitale, la Llave es el secreto perdido para poder
atraer hacia nosotros todo aquello que queramos, para poder rodearnos
de lo que nos fortalece. La Llave es un pasaporte a la libertad.
Existe un método para enseñarle a tu mente a alcanzar los
sueños más extraordinarios. El primer paso es proponérselo.
Cuando tu mente consciente piensa que quiere algo, pero tu
subconsciente considera que no mereces eso, fracasarás a la hora de
procurar lo que deseas. En lugar de obtener lo que realmente quieres,
tendrás aquello que piensas que no deseas. Terminas atrayendo lo que
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el cúmulo de miedos y vacilaciones de tu subconsciente considera
adecuado para ti. Para poder atraer lo que prefieres y lo que te hace
bien, primero deben ponerse de acuerdo los diversos niveles de tu
actividad mental.
Susan Shumsky escribió en su libro Miracle Prayer: «Tus
pensamientos conscientes con lo que piensas que crees. Tus
pensamientos subconscientes y tus más profundas convicciones son lo
que realmente crees».
Lo que has obtenido hasta ahora no es otra cosa que lo que
deseaste, al menos inconscientemente. La Llave es el instrumento que
te permite obtener claridad, el modo de conciliar los actos conscientes
e inconscientes y hacer que tu mente se torne congruente y mucho más
efectiva. Joe Vitale en su libro El poder de la atracción ha definido
“obtener claridad” como el tercer paso de la siguiente fórmula para
atraer milagros:
1. Saber lo que quieres
2. Elegir lo que deseas
3. Tener claridad
4. Sentir que ya lo lograste (darlo por hecho)
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5. Avanzar con acciones inspiradas
Estos cinco pasos, agrega Vitale, servirían para cristalizar los
más grandes ideales y realizar tus sueños. Pero al intentar ponerlos en
funcionamiento puede ser que te sientas bloqueado o frustrado. Puede
ser que un conflicto interno te impida alcanzar la claridad necesaria
para marchar directamente hacia tus metas. Puede ser que una parte de
ti quiera llegar a un destino, pero que otra parte se negara a ello, es
decir, que el inconsciente estuviera eclipsando tu deseo consciente.
Tener claridad significa deshacerse de los bloqueos internos que
impiden la realización de los deseos. Esos bloqueos internos son
denominados por Vitale “contraintenciones”.
Probablemente con el año nuevo hiciste alguna promesa del tipo
“voy a hacer ejercicios todos los días”, “voy a dejar de fumar”,
“evitaré las máquinas tragaperras de regreso del trabajo”. Tenías las
mejores intenciones a la hora de formularte semejantes promesas. Sin
embargo luego se te olvidó pasar por el gimnasio, compraste una
nueva cajetilla de cigarrillos y echaste unas monedas por la ranura de
la tragaperras. Tus contraintenciones derrotaron a tus intenciones. Para
eliminar tus contraintenciones, simplemente debes aclarar tus
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intenciones y levantarlas como un estandarte digno de ser defendido
contra viento y marea. Esto significa, según Vitale, “obtener claridad”,
la piedra angular de todos los programas de autoayuda y la clave para
conseguir todo lo que quieres.
La Ley de la Atracción
Para entender cómo funciona la clave que te permitirá abrir
todos esos cerrojos que te impiden alcanzar lo que quieres para ti, es
necesario echar mano a una de las leyes menos conocidas del universo:
la Ley de la Atracción. Según esta ley, tú atraes todo en tu vida, pero
inconscientemente. Para que la relación se vuelva consciente, debes
despegarte de tus creencias limitantes. En 1906 William Walter
Atkinson definió esta ley en The Law of Attraction in the Thought
World del siguiente modo:
Hablamos mucho de la ley de gravedad, pero
ignoramos la ley de la atracción en el mundo de los
pensamientos. Estamos familiarizados con la ley que
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cohesiona los átomos de la materia, reconocemos el
poder de la ley que atrae a los cuerpos hacia la tierra y
que mantiene los planetas girando en sus órbitas, pero
cerramos los ojos ante la grandiosa ley que atrae hacia
nosotros las cosas que deseamos o tenemos, la que hace
o deshace nuestras vidas. Cuando nos demos cuenta de
que los pensamientos son una fuerza, una expresión de la
energía y que tienen un imán con poder de atracción,
comenzaremos a entender el porqué de muchas cosas que
hasta entonces nos parecían oscuras. Ho hay ningún
estudio que compense mejor al estudiante por su tiempo
y dedicación, que el estudio del funcionamiento de la ley
del mundo del pensamiento, la ley de la atracción.
Fundamental en Psicología, esta ley expresa que se obtiene lo
que se desea, que se logra todo aquello en lo que uno se concentra. La
cuestión reside en que la mayoría de las personas tienden a
concentrarse más en lo que no quieren y en lo que las perjudica.
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El Secreto
Dondequiera que estemos, todos trabajamos con una sola ley: la
Atracción. La Ley de la Atracción es el Secreto.
Todo lo que participa de tu vida está allí simplemente porque tú
lo has atraído. Y has hecho eso mediante las imágenes que tienes en tu
mente. Esto es, atraes todo lo que piensas. Como dice Prentice Bulford,
«cada uno de tus pensamientos es un objeto real: una fuerza».
Los grandes maestros de la humanidad nos han enseñado que la
ley de atracción es la ley más poderosa del Universo. Del mismo
modo, las principales religiones como el hinduismo, el cristianismo y
el Islam, el judaísmo y el budismo han sabido trasmitir el Secreto de la
Ley de la Atracción a través de sus relatos y parábolas.
Esta ley domina cada uno de los instantes de tu vida y está
presente en todas las cosas que experimentas. No importa lo que eres
ni lo que hagas, la ley de la atracción modela la experiencia total de tu
vida y lo hace a través de tus pensamientos. Tú eres el encargado de
poner en marcha la ley de la atracción gracias al poder de tu mente. En
1912 Charles Haanel describió la ley de la atracción como «la ley más
grande e infalible de la que depende todo el sistema de la creación».
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Bob Proctor se ha preguntado por qué razón el 1% de la
población gana aproximadamente el 96% de todo el dinero en el
mundo. Según Proctor, esto no obedece a la casualidad sino que se
debe a que esas personas entienden algo. Entienden el Secreto. Las
personas que han acumulado grandes fortunas, continúa, han utilizado
el Secreto, ya sea de manera intencional o inconsciente. Tienen
arraigadas firmes convicciones de dinero y abundancia y no permiten
que en sus mentes florezcan pensamientos contradictorios. En ellas
predominan las ideas de abundancia. Sólo conciben la riqueza y en sus
mentes no cabe otra cosa. Conscientes o no, esos pensamientos han
aportado la riqueza. Es la Ley de la Atracción en movimiento.
Un ejemplo perfecto que permite comprobar la existencia del
Secreto y la validez de la Ley de la Atracción en acción es el siguiente:
puede que hayas tomado conocimiento de alguna persona que haya
acumulado una inmensa fortuna, la haya perdido a causa de algún
imponderable y que la haya recuperado al poco tiempo. Lo que sucede
en esos casos es que los pensamientos de esos individuos apuntan
hacia la riqueza. Así es como la consiguieron en un principio. Sin
embargo, algo hizo que su mente se debilitara, permitiendo la entrada
al miedo a perder la riqueza acumulada. El miedo finalmente venció a
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los pensamientos primitivos y los pensamientos de pérdida pasaron a
predominar por encima de los de riqueza. Una vez perdida la riqueza,
es decir, una vez que sucedió aquello que la persona tenía tanto miedo
que sucediese, el miedo a la pérdida se desvaneció y el fiel de la
balanza se inclinó nuevamente hacia los pensamientos de riqueza. Y,
con ellos, volvió el dinero.
Lo semejante atrae a lo semejante
John Assaraf ha dicho que la forma más sencilla de contemplar
la ley de la atracción es pensar que soy un imán, porque sé que un
imán atrae las cosas hacia él.
Debes pensar que eres el imán más poderoso del Universo y que
el poder magnético de tu interior es más fuerte que ninguna otra cosa
de este mundo. Y son tus pensamientos la sonda que trasmite
semejante potencial.
La Ley de la Atracción dice además que lo semejante atrae a lo
semejante, de modo que ese pensamiento que anida en tu mente atrae
a los pensamientos semejantes.
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¿Te has puesto a pensar alguna vez en algo que te disgustara y
cuanto más pensabas en ello peor te parecía? Esto se debe a que
cuando mantienes un pensamiento la Ley de la Atracción llama a otros
pensamientos semejantes. En cuestión de minutos generas tantos
pensamientos semejantes de infelicidad que la situación parece
empeorar. Cuanto más piensas en ello peor te sientes.
John Assaraf ha señalado que nuestra labor como seres
humanos consiste en mantener los pensamientos que queremos, en
tener totalmente claro en nuestra mente lo que deseamos, y desde esa
base empezar a invocar una de las grandes leyes del Universo: la Ley
de la Atracción. Te conviertes así en lo que piensas, pero también
atraes lo que más piensas.
Tu vida puede concebirse entonces como un reflejo de tus
pensamientos anteriores. Eso incluye todas las experiencias positivas,
pero también las que no lo han sido tanto. Si atraes lo que más piensas
es difícil ir más allá del cercano horizonte de tus pensamientos. Es
difícil desembarcar en tu vida la experiencia de lo nuevo. Ahora, si
aprendes el Secreto ese conocimiento te permitirá cambiarlo todo.
Cuando tienes bien claro lo que quieres y lo conviertes en tu
principal pensamiento, lo atraes a tu vida. Como dice Bob Proctor, «si
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lo ves en tu mente, lo tendrás en tu mano”. Obtener claridad es un
paso fundamental para revelar el Secreto y aprender a manejar toda la
energía que está a tu merced para obtener todo lo que quieras y
ahuyentar lo que no quieras.
La Ley de la Atracción hace que tus pensamientos se
materialicen en los objetos que hay en tu vida. Por eso hay que
entrenar la mente para que te cobije lo bueno. Tus pensamientos se
materializan en objetos. Repite esta idea hasta que se encarne en tu
conciencia. La insistencia lo vuelve real. Porque, como afirma John
Assaraf, «lo que la mayor parte de las personas no entienden es que un
pensamiento tiene una frecuencia. Se puede medir un pensamiento.
Por lo tanto si piensas en algo repetidamente, si en tu mente imaginas
que tienes un coche nuevo, que cuentas con el dinero que necesitas,
que estás creando tu propia empresa, que encuentras a tu alma
gemela… Si te estás imaginando cualquiera de esas cosas estás
emitiendo constantemente esa frecuencia».
En suma, los pensamientos son magnéticos y tienen una
frecuencia. Al pensar, esas ideas se trasmiten al Universo y su fuerza
magnética hace que se arracimen todas las cosas semejantes que están
en la misma frecuencia. Todo lo que se envía vuelve a su origen, y en
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el origen estás tú. Dicho en otras palabras: todos sabemos que una
antena de transmisión de televisión emite sus señales a una
determinada frecuencia, que nuestro receptor convierte en imágenes y
sonido. Cada canal posee su frecuencia y cuando la sintonizamos
obtenemos su señal. Si queremos ver otra señal, buscamos otra
frecuencia. Tú eres una torre de transmisión humana y por lo tanto
eres el transmisor más poderoso del Universo. Lo que transmites crea
tu vida y tu entorno. Tus pensamientos crean la frecuencia, atraen
hacia ella cosas semejantes y luego las devuelven en forma de las
imágenes de tu vida. Si deseas cambiar algo, debes empezar por
cambiar de canal y de frecuencia modificando tus pensamientos.
Atraer lo bueno en lugar de lo malo
La mayoría de las personas ocupa su mente en lo que no quieren
y luego no dejan de preguntarse sorprendidos por qué eso que no
quieren se manifiesta una y otra vez. Una de las razones principales
por las que las personas no consiguen lo que quieren es que siempre
están pensando en lo que no quieren. La epidemia del “no quiero” es
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la peor de las que ha padecido la humanidad y lleva siglos sembrando
pesimismo y causando estragos. En ti está derrotar esa epidemia,
desterrando los malos pensamientos de tu mente y de tu vida.
Como dice Lisa Nichols, «la Ley de Atracción es muy
obediente. Cuando piensas en lo que quieres y te enfocas en ello con
toda tu fuerza, en cada momento, te dará exactamente lo que quieres.
Cuando te enfocas en las cosas que no quieres —“No quiero llegar
tarde, no quiero llegar tarde”—, La Ley de Atracción no oye el “no
quiero”. Manifiesta lo que estás pensando y lo hará una y otra vez. La
Ley de Atracción no sabe de “quieros” y no “quieros”. Cuando te
enfocas en algo, sea lo que sea, estás provocando que se manifieste».
La Ley de Atracción no sabe de negaciones:
Si piensas “no quiero mancharme la blusa nueva”, la Ley de
Atracción interpreta “quiero que se derrame algo sobre esta prenda”;
Si piensas “no quiero pillar un resfriado”, entiende “quiero resfriarme
y ser blanco de todos las gérmenes que pululen en el aire”. En
Thought Vibration, William Walter Atkinson escribió para los
negativistas:
Una vez, yo estaba hablando con un hombre sobre
el poder de atracción del pensamiento. Me dijo que no
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creía que el pensamiento pudiera atraer algo, que todo
era cuestión de suerte. Agregó que había descubierto que
la mala suerte lo perseguía implacablemente y que todo
lo que hacía salía mal. Siempre fue así y siempre lo sería,
pues así había crecido él. Cada vez que emprendía algo
nuevo sabía de antemano que saldría mal y que no
llegaría a nada bueno. No podía creer en el poder de
atracción del pensamiento aunque quisiera. ¡Todo era
cuestión de suerte! Ese hombre no se daba cuenta de que
con su propia confusión estaba dando el argumento más
convincente a favor de la Ley de Atracción. Esperaba
siempre que las cosas salieran mal y… siempre salían
mal, tal cual lo esperaba. Era una magnética ilustración
de la Ley de Atracción, pero no lo sabía y ninguna
consideración serviría para clarificarle el asunto. Estaba
‘en contacto con eso’, no había manera de hacerlo
pensar de otra forma —siempre esperaba la mala
suerte— y cada nueva ocurrencia le probaba que estaba
en lo correcto y que la ciencia mental era un sinsentido.
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En consecuencia, tus pensamientos actuales son el germen de tu
vida futura. Por eso, dime lo que piensas y te diré cómo será tu vida en
el futuro. A semejanza del resto de las leyes de la naturaleza, la Ley de
la Atracción encierra su máxima perfección. Tú has creado tu propia
vida al recoger lo que has sembrado bajo la forma de pensamientos.
Si te quejas, de acuerdo con la Ley de la Atracción, no harás
otra cosa que atraer con mayor fuerza más situaciones para que puedas
seguir quejándote. Si escuchas a una persona quejarse y pones toda tu
atención en el lamento, no harás otra cosa más que atraer hacia ti
situaciones desagradables que renovarán los motivos de queja para ti y
para los que te rodean. Por eso, si estás advertido de esta trampa,
podrás alterar las circunstancias de tu vida con sólo modificar tu
manera de pensar. Es indudable que debes convencerte de que tu vida
está en tus manos y en tu mente. No importa cuán bajo hayas caído,
aún es tiempo de empezar a elegir conscientemente tus pensamientos
para cambiar tu vida y subir por la escalera del éxito. ¡Nunca es el
momento de abandonar la esperanza, porque siempre estás a tiempo
de cambiar tu vida!
En resumen, el Gran Secreto de la vida es la Ley de la
Atracción, que dice principalmente que lo semejante atrae a lo
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semejante, de modo que cuando tengas un pensamiento debes saber
que ese pensamiento atraerá otros pensamientos del mismo calibre.
Asimismo, los pensamientos son magnéticos y tienen una frecuencia.
Con el acto de pensar, se transmiten ideas que atraen magnéticamente
a todas las cosas que están en esa misma frecuencia y por lo tanto,
todo lo que de ti sale, regresa a ti de una forma u otra. Por eso, si
quieres cambiar tu vida, primero comienza por la frecuencia
cambiando tus pensamientos. Las ideas del presente son el germen de
tu vida futura. Aquello en lo que más enfoques tu mente será lo que se
manifieste en tu vida con más fuerza, porque tus pensamientos pueden
convertirse en objetos.
Los sinuosos caminos del Secreto
Joe Vitale afirma que todo lo que te rodea en tu vida, incluido
todo aquello que no te gusta, ha sido atraído por ti. A lo mejor esto
que escuchas no te parece bonito y podrás replicar: “Yo no he atraído
el accidente de coche, ni he invitado a este cliente insoportable, ni he
admitido la solicitud de empleo de ese jefe abusivo y autoritario”. Sin
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embargo debo decirte que sí lo has hecho. Éste es uno de los
conceptos más controvertidos de la psicología mental, pero una vez
que lo hayas aceptado tu vida se transformará muy fácilmente.
Frente a este argumento, muchas personas alegan que es
imposible creer que los acontecimientos históricos que han costado
millones de vidas han sido pergeñados por sus propias víctimas con
todo el empeño de los malos pensamientos. Sin embargo, de acuerdo a
la Ley de la Atracción, esas personas deberían encontrarse en la
misma frecuencia del funesto acontecimiento, aunque esto no
signifique que pensaran en eso exactamente. Cuando las personas
creen que pueden estar en el lugar erróneo en el momento inadecuado
y que esas circunstancias están fuera de su control, si persisten esos
pensamientos de miedo e impotencia, pueden atraer justamente a
aquello que más temen.
Nadie atrae deliberadamente nada que no desee. Las cosas
indeseadas que ocurren en tu vida o en la vida de otras personas tienen
lugar debido a una falta de conciencia acerca del gran poder creativo
de nuestros pensamientos. Por eso urge controlar los pensamientos.
Pero como bien afirma Marci Shimoff, «es imposible controlar todos
nuestros pensamientos. Los científicos nos dicen que tenemos unos
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sesenta mil pensamientos al día. ¿Puedes imaginarte lo agotador que
sería intentar controlar todos esos pensamientos? Afortunadamente
hay una vía más sencilla y son nuestros sentimientos. Nuestros
sentimientos nos ayudan a saber lo que estamos pensando».
La gravitación que tienen los sentimientos nunca será destacada
lo suficiente. Nuestros sentimientos nos ayudan a forjar nuestra propia
vida. Y ellos dependen también de lo que pensamos. Todo lo que
vemos y experimentamos en el mundo es un efecto de lo que
pensamos y esto incluye a los sentimientos. Como señala Bob Doyle,
«las emociones son un don increíble que tenemos para saber lo que
estamos pensando». Los sentimientos nos hablan acerca de lo que
pensamos en cada momento. Presta atención a ellos cuando de pronto
te dan una mala noticia. Verás que la sensación de malestar corporal
es inmediata. Porque tus sentimientos son una señal de lo que traen tus
pensamientos. Por este motivo es necesario que tomes conciencia de
cómo te sientes y que aprendas a distinguir y controlar tus emociones.
Según Lisa Nichols, el ser humano es portador de dos clases de
sentimientos: los buenos sentimientos y los malos. Mientras que los
primeros te hacen sentir bien, los segundos te envuelven en una nube
de malestar. Los malos sentimientos como la ira, el resentimiento y la
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culpa, merman tu fuerza, te debilitan y te empequeñecen. A la hora de
evaluar tus emociones, nadie puede decirte si te sientes bien o mal,
porque nadie mejor que tú puede saber cómo te estás sintiendo. Lo
más importante es saber que es imposible tener malos sentimientos y
buenos pensamientos al mismo tiempo, ya que tus pensamientos son
la causa primera que movilizan tus sentimientos. Si te sientes mal, eso
significa que estás atrapado por pensamientos que te hacen sentir mal.
Cuando te encuentras mal y no haces nada por cambiar tus
pensamientos para sobreponerte a la angustia o a la depresión, sin
darte cuenta está haciendo un esfuerzo por atraer más y más todo
aquello que te molesta y disgusta. En cambio, si disfrutas de buenas
emociones y sentimientos y te encuentras invadido por la dicha, la
gratitud, el amor y la felicidad, esa disposición positiva atraerá
sentimientos del mismo calibre. La dicha llama a la dicha. Marci
Shimoff ha señalado con acierto que «Si te sientes bien, estás creando
un futuro que seguirá la senda de tus deseos. Si te sientes mal, estás
creando un futuro que se desviará de la senda de tus deseos. La Ley de
la Atracción está actuando en cada segundo. Todo lo que pensamos y
sentimos está creando nuestro futuro. Si estás preocupado o tienes
miedo estás atrayendo más de lo mismo a tu vida».
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Cinco pasos para obtener claridad con la terapia cognitiva
La terapia cognitiva (TC) es una herramienta eficaz para
obtener claridad sobre cualquiera de las creencias que te limitan y te
debilitan. Los factores fundamentales de la TC son tus pensamientos,
sentimientos, conductas y respuestas biológicas. Todo lo que te rodea
interactúa para determinar tu estado de ánimo y tus acciones. A
continuación expondré el método que ha desarrollado la doctora
Larina Kase para utilizar la TC en el proceso de obtener claridad.
1. Es necesario identificar tus pensamientos molestos o
perjudiciales. Para ello escríbelos, haz una lista de todas aquellas ideas
que crees actúan en tu contra. Los pensamientos son rápidos y
flotantes y habitualmente no tenemos conciencia de ellos. Pero cuando
los identificas, tiendes a incrementar tu conciencia y puedes empezar a
trabajar en su transformación. Si tienes dificultades para captarlos,
presta atención a los cambios en tus estados de ánimo. Cada vez que
percibas un pequeño cambio indaga acerca de lo que ha ocurrido
dentro de tu mente. Sin duda podrás asociar ese cambio a algo que has
pensado, aunque sea una idea fugaz y difícil de atrapar.
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2. Aproxímate a tus pensamientos como si fueras parte de un
jurado imparcial que debe evaluar las evidencias que llevarían al
acusado a juicio. En lugar de dar por sentado que tus pensamientos
son el reflejo directo de la verdad, reúne evidencias para analizar su
validez. Para ello toma una hoja de papel y divídela en tres columnas.
En la primera columna escribe el título “Pensamiento emocional”. En
la segunda, pon “Evidencias de que este pensamiento es verdad”. Y en
la tercera, “Evidencias de que este pensamiento no es verdad”. Llena
luego las columnas con los testimonios a favor o en contra de tus
pensamientos emocionales.
3. Lleva a cabo algunos experimentos conductuales para poner a
prueba la verdad del pensamiento. Si, por ejemplo, tu pensamiento fue:
“Yo siempre digo cosas estúpidas cuando hablo delante de un grupo”,
evalúa si es cierta esa realidad. ¿Es cierto que siempre dices
estupideces? Asimismo podrás practicar con las cosas que te dan
miedo, de modo que cada vez serán más fáciles para ti. Tu confianza
aumentará cuando los resultados esperados no ocurran.
4. Decide cuánta verdad hay en tu pensamiento original
basándote en el acopio de evidencias y en los experimentos de
conducta. Analiza qué probabilidad hay de que sientas miedo. Quizá
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veas que tu pensamiento molesto no es real. Si queda alguna
posibilidad de que lo sea, pregúntate cómo lo manejarías. Te darás
cuenta de que si sucede en realidad, eres muy recursivo y de que
puedes manejar la situación.
5. Por último, entiende que tus pensamientos problemáticos y
limitantes no son indispensables y que no te ayudan. No golpean, así
que no te resistas a ellos. Cuanto menos dispuesto estés a
experimentar algo, más probable será que lo tengas que hacer. Si
tratas de suprimir un pensamiento, volverá a ti como una canción
atrapada en tu cabeza. No te aferres a tus pensamientos limitantes ni
los eches fuera. Si regresan en un futuro, simplemente déjales
dispersarse a su manera.
Después de perfeccionar este pequeño procedimiento de cinco
pasos breves y sencillos, tendrás claridad.
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CAPÍTULO 2
EL UNIVERSO ES ABUNDANCIA
Una de las preguntas que siempre se hacen es que si cada una de
las personas que componen el planeta aprendiera a utilizar la Ley de la
Atracción para lograr lo que desea, los recursos del mundo
menguarían, porque si todo el mundo alcanzara lo que quiere se
agotarían las existencias, como en los grandes almacenes.
Hay una mentira que actúa como un virus en la mente de la
humanidad. Esa mentira es: “No hay suficiente. Hay carencia,
limitación, no hay bastante”. Esa mentira hace que las personas vivan
con miedo, avaricia y desconfianza. Y esos pensamientos de miedo,
avaricia y desconfianza concluyen por convertirse en parte de la
experiencia, de acuerdo con la ley de la profecía auto cumplida. Lo
cierto es que hay cosas buenas para todos más que suficientes.
Abundan las ideas creativas, abunda la imaginación, abunda la
esperanza. Hay amor, poder y felicidad de sobra. Pero el cuerno de la
abundancia está destinado a quienes toman conciencia de su propia
naturaleza infinita.
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Pensar que no hay suficiente es mirar sólo lo externo y creer
equivocadamente que la riqueza proviene desde fuera del individuo. Si
haces eso sin duda sólo percibirás carencia y limitación. Pero si te
convences de que nada procede del exterior y que todo lo que existe
fue primero pensamiento y sentimiento en el interior, tu mente se
convierte en el poder creativo de todas las cosas. Es imposible
entonces que impere la escasez. Tu capacidad para pensar es ilimitada,
igual que las cosas en las que puedes pensar para que se manifiesten.
Todas las personas tenemos el mismo don. Cuando realmente sabes
esto, piensas desde una mente que es consciente de su propia
naturaleza infinita.
La historia verídica de un equipo de una empresa petrolera en
Belice es un ejemplo del poder de la mente humana para atraer
recursos. Los directores de la Belice Natural Energy Limited
asistieron a un curso del prestigioso doctor Tony Quinn, especialista
en fisiología humanista. Gracias al curso sobre poder mental del
doctor Quinn los directivos se convencieron de que conseguirían
materializar su imagen mental de Belice como país productor de
petróleo. Se arriesgaron a dar un paso decisivo perforando para buscar
petróleo en Spanish Loockout, y en tan sólo un año su sueño y su
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visión se hizo realidad. Belice Natural Energy Limited encontró
petróleo de la más alta calidad y en grandes cantidades donde otras
cincuenta compañías habían fracasado en el intento. Belice se ha
convertido en un país productor de petróleo porque un equipo
extraordinario de personas creyó en el poder ilimitado de sus mentes.
Es necesario convencerse de que nada es limitado, ni los
recursos ni ninguna otra cosa. Sólo existe la limitación que proviene
de la mente humana. Cuando abrimos nuestras mentes al poder
creativo ilimitado, invocamos la abundancia y le abrimos la puerta a
una nueva cornucopia, repleta de frutos para todos.
El Universo se lo ofrece todo a todas las personas a través de la
ley de la atracción. Tienes la capacidad de elegir lo que quieres
experimentar. Estás en una encrucijada: o escoges el camino de la
abundancia o tomas por el sendero de la escasez, la limitación y la
mezquindad. ¿Quieres que haya suficiente para ti y para todos? Toma
conciencia de que hay abundancia de todo. Todos tenemos la
capacidad de conectar con esa reserva invisible a través de nuestros
pensamientos y sentimientos, y traerla hacia el centro de nuestra
experiencia.
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Todo lo que quieres —felicidad, amor, abundancia, prosperidad,
éxtasis— ya existe, está esperando a que lo tomes. Pero has de
desearlo de verdad. Tienes que desearlo deliberadamente, y cuando lo
deseas de esa manera y te lanzas a conseguir lo que deseas, el
Universo te concede todo lo que quieres. Reconoce las cosas bellas y
maravillosas que te rodean, bendícelas y alábalas. Por otra parte, con
las cosas que actualmente no son como realmente te gustaría que
fueran, no pierdas el tiempo criticándolas o quejándote. Simplemente
déjalas a un lado y concéntrate en lo que te hace feliz.
La alabanza y la bendición disuelven la negatividad. Por eso
alaba y bendice a tus enemigos. Si los maldices, esa maldición volverá
hacia ti y te perjudicará. Si, por el contrario, alabas y bendices,
ahuyentas la negatividad y la discordia. Muy pronto el amor de la
alabanza y la bendición retornarán a ti, pues cuando haces esto recibes
de inmediato buenos sentimientos.
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La suerte y la buena suerte
Alex Rovira y Fernando Trías de Bes distinguen entre la suerte
y la buena suerte para explicar la diferencia entre aquel que sale a
forjar su destino con el firme propósito de atraer lo positivo partiendo
de garantizar una actitud expansiva, y quienes en algún momento se
encuentran favorecidos por alguna circunstancia propicia. Si una
persona hereda una gran fortuna, es un caso de suerte. Si en cambio
mantiene una actitud que busca atraer las ventajas y los beneficios que
la vida parece ofrecer a quienes están dispuestos a movilizarse para
conseguir lo que desea, eso significa que está dotado de buena suerte.
Las personas que aprenden y asumen la diferencia entre la
suerte a secas y la buena suerte han logrado excelentes resultados
tanto en su vida laboral como en sus relaciones amorosas y familiares.
Ha servido también a deportistas, artistas, científicos. La suerte no
depende de uno, por eso es sólo un golpe y no dura demasiado. Por el
contrario, quienes poseen una actitud positiva para atraer aquello que
los fortalece, están abocados a crear suerte. La Buena Suerte sólo
depende de ti. ¿Sabías que casi el 90% de las personas a las que les ha
tocado la lotería no han tardado más de diez años en arruinarse? En
33
cambio, la Buena Suerte es posible siempre que te lo propongas. Por
eso se llama Buena Suerte, porque es la buena, la de verdad.
La suerte no dura mucho tiempo, porque no depende de ti. La
Buena Suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre. Son muchos
aquellos que aspiran a tener Buena Suerte, pero son pocos los que
deciden ir y luchar por ella. Si hasta el momento no has sido
beneficiado por la Buena Suerte, tal vez se deba a que las
circunstancias son las de siempre. Para que la buena suerte llegue, es
conveniente crear nuevas circunstancias. Crear las circunstancias
propicias para la Buena Suerte no significa buscar sólo el propio
beneficio. Crear circunstancias para que otros también ganen atrae a la
Buena Suerte. Si “dejas para mañana” la preparación de las
circunstancias, la Buena Suerte quizá nunca llegue. Crear
circunstancias requiere dar un primer paso… ¡Dalo hoy!
Aun bajo las circunstancias aparentemente propicias y
necesarias, a veces la Buena Suerte no llega. Busca en los pequeños
detalles las circunstancias para beneficiarte de ella. A quienes sólo
creen en el azar, crear circunstancias les resulta absurdo. A los que se
abocan a crea circunstancias, el azar les resulta indiferente. Nadie
puede vender suerte, pues la Buena Suerte no se vende. Desconfía de
34
los vendedores de suerte. Una vez que todo sea propicio para la
llegada de la suerte, ten paciencia, porque la Buena Suerte llega si
mantienes la fe en tus propias potencialidades y en la actitud positiva.
Crear Buena Suerte es preparar las circunstancias adecuadas para que
sobrevenga la oportunidad. Pero la oportunidad no es cuestión de
suerte o azar: está siempre ahí, sólo necesita de un ambiente que la
favorezca para levantar vuelo. Crear Buena Suerte no es otra cosa que
crear circunstancias propicias. Por eso solamente depende de ti.
¿Es posible atraer un millón de dólares?
Joe Vitale ha pregonado a los cuatro vientos que de acuerdo con
la Ley de la Atracción, una vez que te has entrenado en atraer lo que te
fortalece y a espantar lo que te debilita, una vez que te has limpiado de
los malos pensamientos que te habían mantenido inmovilizado durante
largo tiempo y has conseguido obtener claridad, es posible que puedas
llamar a la fortuna con el secreto encanto de una profecía.
La divinidad envía constantemente ideas a la mente de muchas
personas a la vez, pero sabe que no todos actuarán con la misma
35
premura. Las personas que actúen más rápido, es decir, aquellos para
quienes entre el pensamiento y la acción sólo median unos instantes,
serán los beneficiaros de las iluminaciones de la divinidad. El más
veloz, el primero, es el que recibe la recompensa, es quien se
transforma en el número uno y los demás, simplemente, quedan
relegados a un segundo plano.
Un día, confiesa Vitale, le llamó por teléfono un amigo. Como
no lo encontró le dejó un mensaje en donde le decía que tenía una idea
brillante para un producto único y le dejó en el contestador un breve
resumen del proyecto. Lo curioso es que mientras su amigo dejaba el
mensaje, Vitale ya estaba desarrollando la idea. Como si la divinidad
enviara ideas a muchas personas, pero sólo pudieran ponerlas en
marcha los más veloces, quienes tuvieran sus pensamientos y
emociones clarificados, para poder ejecutar una acción repentina y
eficaz. Cuando la idea entró al mundo de Vitale, éste actuó rápido, y
cuando el resto de la gente, incluido su amigo, estaba cavilando acerca
de su factibilidad, él ya había actuado dándole forma inmediata a un
proyecto sumamente lucrativo. La lección es que al dinero le gusta la
velocidad y cuando tengas que actuar, hazlo de inmediato.
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De modo que, clarificando y limpiando la mente y el cuerpo de
todo aquello que los inmoviliza, se pueden atraer bienes materiales,
como un coche nuevo, una casa, el éxito de una empresa o una buena
inversión. No debe andarse con remilgos y pensar que no es correcto
emplear los beneficios de tomar conciencia del funcionamiento de la
Ley de Atracción, en procurar bienes materiales. El mundo de los
objetos está al alcance de las manos y cogerlos puede resultar muy
positivo para ti. Al obtener claridad, todo resulta más sencillo.
El dinero no es más que papel y metal, insiste Joe Vitale.
Adquiere significado cuando la gente comienza a relacionarlo con su
autoestima. Hacemos que signifique mucho más de lo que significa en
realidad. El centro debe estar en ti, no en el dinero. Si pensáramos en
el dinero como si fueran billetes de Monopoly, el popular juego de
mesa, la cuestión perdería dramatismo y la actitud hacia él sería
mucho más auspiciosa. Los grandes magnates y multimillonarios no
piensan en él cuando emprenden grandes negocios. Como no se
mueven dominados por el miedo a perderlo, tienen una actitud más
osada que les permite alcanzar soluciones creativas, las cuales, por
supuesto, les hacen ganar más dinero.
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Nunca debes concentrarte en el dinero. Debes procurar
divertirte, lanzarte a la vida con pasión y alegría. Esa actitud positiva
atraerá finalmente al dinero cuando menos estés pensando en él.
Debes emprender tus empresas vitales sin preocuparte por el dinero.
Cuanto más te concentres en lo que amas, en tu pasión, en lo que tu
corazón te dicta; cuanto más te desentiendas de tus preocupaciones
financieras, desaparecerán más fácilmente esos problemas. Se
desvanecerán bajo el peso de tu alegría de vivir y el dinero empezará a
dejarse ver. Un día, buscando otra cosa, mirarás a tu alrededor y dirás:
“Vaya, tengo una increíble cantidad de dinero”.
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CAPÍTULO 3
ALGUNAS CLAVES DE LAS RELACIONES
AMOROSAS
El Secreto consiste en que somos creadores de nuestro propio
Universo y que todos los deseos que surgen en nosotros se
manifestarán en nuestra vida. En consecuencia, nuestros deseos,
pensamientos y sentimientos son muy importantes porque se
manifiestan. Marie Diamond, asesora de Feng Shui, cuenta que un día
fue a casa de un productor de cine muy famoso y se encontró que en
todos los rincones tenía la imagen de una hermosa mujer desnuda
envuelta con una tela, en un gesto de darse la vuelta para marcharse,
como si estuviera diciendo “No te veo”.
—Creo que no debes ser muy afortunado con los amoríos —le
dijo Marie.
—¿Eres clarividente? —respondió el anfitrión.
—No, pero observa. Tienes el mismo retrato de esa mujer en
siete sitios —le dijo.
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—Pero me gusta ese cuadro, lo he pintado yo —agregó el
productor.
—Peor aún, porque has puesto toda la creatividad en ello —le
respondió.
Era un hombre muy atractivo que siempre estaba rodeado de
hermosas actrices debido a su trabajo y sin embargo no tenía ningún
amorío, continúa Marie.
—¿Qué es lo que te gustaría? —le preguntó.
—Me gustaría salir con tres mujeres cada semana —dijo.
—Pues, píntalo. Píntate con tres mujeres y cuelga el cuadro por
todas partes —le respondió.
A los seis meses volvió a verle y descubrió que ahora la vida
amorosa de su amigo funcionaba a las mil maravillas. Las mujeres no
paraban de llamar y todas querían salir con él.
—Pero ahora me gustaría sentar cabeza. Conocer una mujer de
la cual enamorarme y casarme —dijo.
—Píntate enamorado junto con una mujer —le recomendó esta
vez. Así que pintó una hermosa relación y al poco tiempo se casó.
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Esto se dio así porque el hombre lanzó otro deseo. Lo deseó
durante años sin que sucediera porque su deseo no se podía manifestar.
Su plano externo —su casa— estaba contradiciendo constantemente
su deseo. Si entiendes este conocimiento empieza a utilizarlo.
La historia del amigo de Marie Diamond es un ejemplo perfecto
de cómo el Feng Shui refleja las enseñanzas del Secreto. Ilustra cómo
nuestros pensamientos pueden crear algo cuando los ponemos en
práctica. Toda acción ha de ir precedida de un pensamiento. Los
pensamientos crean las palabras que pronunciamos, nuestros
sentimientos y acciones. Las acciones son especialmente poderosas
porque son pensamientos que nos han hecho actuar.
Puede ser que ni siquiera nos percatemos de cuáles son nuestros
pensamientos más ocultos, pero podemos ver lo que hemos estado
pensando cuando observamos las acciones que hemos realizado. En la
historia del productor de cine, sus pensamientos más recónditos,
aquellos que gobernaban sus movimientos, se reflejaban en sus
acciones y su entorno. Aunque proclamaba el deseo de salir con
mujeres, pintaba mujeres dándole la espalda. Sus cuadros reflejaban
un deseo diametralmente opuesto al proclamado. Cuando eligió
41
cambiar deliberadamente sus acciones, hizo que todo su pensamiento
se enfocara en lo que quería. Con un cambio tan sencillo pudo pintar
su vida y hacer que se manifestara a través de la ley de la atracción.
Cuando quieras atraer algo a tu vida, asegúrate de que tus
acciones no contradigan tus deseos. Piensa en lo que has pedido y
asegúrate de que tus acciones estén reflejando lo que esperas recibir,
que no sean contradictorias. Actúa como si ya hubieras recibido eso
que deseas. Haz exactamente lo que harías si ya lo tuvieras y actúa de
modo que se refleje esa poderosa expectativa. Deja espacio para
recibir tus deseos; cuando lo hagas, estarás enviando una potente señal
de expectativa.
En las relaciones es importante saber desde un principio quién
está entrando en tu vida, y no me refiero sólo a tu pareja. Primero has
de entenderte a ti mismo. Pues, ¿cómo esperas que otra persona
disfrute de tu compañía si tú no eres capaz de disfrutar de ti mismo?
Una vez más la ley de atracción está a punto de traerte eso a tu vida.
Si estás disconforme contigo, ese pensamiento se proyectará al
exterior y sólo te rodearás de personas que te manifiesten su
42
disconformidad hacia ti. Esto es lo que has de plantearte: ¿te tratas
como te gustaría que te trataran?
Si no te tratas como te gustaría que te trataran los demás, nunca
podrás cambiar las cosas. Tus acciones están dirigidas por tus
poderosos pensamientos. Si no te tratas con amor y respeto, estarás
emitiendo una señal que indica que no te consideras lo
suficientemente importante, ni lo bastante digno, o que crees que no te
mereces lo que pides. Esta señal se seguirá emitiendo y
experimentarás más situaciones de estar con personas que no te tratan
bien. Las personas no son más que el efecto. Tus pensamientos son la
causa. Has de empezar a tratarte con amor y respeto, emitir esa señal y
entrar en esa frecuencia. Luego la ley de atracción moverá todo el
Universo y tu vida se llenará de personas que te amarán y respetarán.
Muchas personas se han sacrificado por otras pensando que eso
las hace mejores. ¡Falso! El sacrificio sólo puede proceder de
pensamientos de carencia, porque es como decir: “No hay suficiente
para todos, así que yo me privaré de ello”. Esos sentimientos no son
agradables y al final conducen al resentimiento. Hay abundancia para
todos y cada persona tiene la responsabilidad de invocar sus propios
deseos. No puedes invocar algo en nombre de otra persona porque no
43
puedes pensar ni sentir por otro. Tu trabajo eres tú. Cuando sentirte
bien se convierte en tu prioridad, esa espléndida frecuencia irradia y
alcanza a los que tienes más cerca.
A muchos nos han enseñado que primero son los demás, y esta
prédica ha tenido como consecuencia que hemos atraído sentimientos
de no ser merecedores de las cosas. Mientras íbamos albergando esos
sentimientos, continuábamos atrayendo más situaciones que nos
hacían sentir más indignos y que no teníamos suficiente. Debes
cambiar radicalmente esa forma de pensar. Prentice Bulford ha
señalado:
Sin duda, para algunos, la idea de darse tanto
amor a uno mismo puede parecerles muy fría, difícil y
poco compasiva. Sin embargo, este asunto puede
contemplarse desde otra perspectiva cuando
descubrimos que “cuidar al Número Uno”, tal como
indica lo Infinito, es en realidad cuidar al Número Dos y
la única forma en que podemos beneficiar
permanentemente al Número Dos.
44
A menos que primero te llenes a ti mismo, no tendrás nada que
dar a los demás. Por lo tanto, resulta imprescindible que primero
cuides de ti. Vela primero por tu felicidad. Las personas somos
responsables de nuestra propia felicidad; haz lo que te haga sentir bien,
debes procurar ser una persona con la que sea agradable estar, un
verdadero ejemplo para todas las personas de tu vida. Cuando eres
feliz no piensas en dar, pues das a chorros como algo natural.
La razón por la que te has de querer es porque es imposible que
te sientas bien si no te quieres. Cuando no estás a gusto contigo, estás
bloqueando todo el amor y el bien que te tiene reservado el Universo.
Cuando te sientes mal contigo mismo, parece como si tú mismo
estuvieras devorándote la vida, porque todo lo bueno, en todas las
áreas —incluida la salud, el dinero y el amor—, está en la frecuencia
de la felicidad y en la longitud de onda del sentirse bien. El
sentimiento de gozar de una energía ilimitada y el sorprendente
sentimiento de salud y bienestar están en la frecuencia de sentirse bien.
Cuando no estás conforme contigo, entras en una frecuencia
perjudicial, que atrae personas, situaciones y circunstancias que
profundizarán el hecho de que te sientas mal.
45
Debes cambiar de enfoque y comenzar por pensar en todas las
cosas maravillosas que hay en ti. Observa tus aspectos positivos.
Cuando te enfocas en esas cosas, la ley de la atracción te mostrará más
cosas bellas de ti. Pues atraes lo que piensas. Lo único que debes
hacer es comenzar por un pensamiento prolongado de algo bueno
respecto a ti, y la ley de la atracción responderá multiplicando cerca
de ti más pensamientos similares. Busca todo lo bueno que hay en ti,
para poder encontrar lo bueno de lo que te rodea, y para que los que te
rodean puedan ver todo lo que vales.
Estamos muy acostumbrados en nuestras relaciones a quejarnos
de los demás. Por ejemplo: “Mis compañeros de trabajo se aprovechan
de mi debilidad”, “Mi pareja no me escucha”, “Mis hijos son muy
difíciles”. Siempre nos enfocamos en los otros. Pero para que las
relaciones funcionen realmente bien, es necesario que enfoquemos
nuestra atención en lo que apreciamos de la otra persona, no en lo que
nos desagrada. Cuando nos quejamos, sólo conseguimos aumentar el
motivo de la queja.
Aunque estés pasando por una etapa muy difícil en una relación
—las cosas no funcionan, los malentendidos se multiplican, no te
llevas bien—, todavía puedes cambiar esa situación. Toma papel lápiz
46
y durante el mes siguiente escribe tosas las cosas que aprecias de esa
persona. Piensa en todas las razones por las que la quieres, aprecia su
sentido del humor, aprecia su apoyo. Descubrirás que cuando te
enfocas en apreciar y reconocer sus puntos fuertes, esos aspectos se
manifestarán y los problemas desaparecerán.
A menudo cedes en los demás la oportunidad de crear tu
felicidad y muchas veces no lo consiguen. ¿Por qué? Porque la única
persona responsable de tu felicidad, de tu estado de dicha total, eres tú.
Por eso tus padres, hijos o tu pareja no tienen ninguna injerencia sobre
la misma. Ellos sólo tienen el privilegio de compartir la felicidad
contigo. Pero para eso antes debes procurártela, buceando dentro de ti.
Toda tu felicidad reside en la frecuencia del amor, la más alta y
poderosa. No puedes retener el amor en tu mano. Sólo puedes sentirlo
en tu corazón. Es un estado del ser. Puedes percibir la evidencia de ese
amor expresándose a través de las personas, pero el amor es un
sentimiento y tú eres el único que puede irradiar y emitir ese
sentimiento, y cuando amas estás en armonía total con el Universo.
Ama todo lo que puedas. Dirigiendo tu vida a las personas que amas,
sentirás que ese amor vuelve hacia ti. El amor de quienes te rodean
tiene su origen en tu propio amor. No lo olvides.
47
CAPÍTULO 4
ALGUNAS CLAVES DE LA VIDA SALUDABLE
Nuestro cuerpo es el resultado de nuestros pensamientos. La
ciencia médica ha empezado a comprender hasta qué grado la
naturaleza de los pensamientos y las emociones determinan la
sustancia física, la estructura y el buen funcionamiento de nuestro
organismo.
Es por todos conocidos el uso del efecto placebo en el arte de
sanar. Un placebo es algo que supuestamente no tiene ninguna
repercusión en el cuerpo. Puede ser, por ejemplo, una pastillita de
azúcar. Sin embargo, si el médico le dice a su paciente que le ha dado
un medicamento muy eficaz, el placebo suministrado tendrá un efecto
en su organismo. El efecto placebo es un fenómeno muy potente.
Cuando los pacientes piensan y creen verdaderamente que esa pastilla
les va a curar, reciben lo que creen y se curan. La mente humana es un
factor muy importante en las artes de sanar.
A medida que te vuelves conforme de la magnitud de la
influencia de la ley de la atracción en la vida de la humanidad,
48
comienzas a descubrir algunas claves de su funcionamiento, incluida
el área de la salud.
Antes que nada, hay algo que debe ser aclarado. Si padeces una
enfermedad grave y optas sólo por investigar cuál ha sido el factor
psicológico que te la ha provocado, en lugar de recurrir a la medicina
clásica, es muy probable que ello te cause la muerte. Evidentemente es
aconsejable que sigas un tratamiento médico al mismo tiempo que
indagas la causa psicológica. En ningún caso se debe renegar de la
medicina. Toda forma de sanación tiene su lugar.
Sanar mediante la mente puede resultar un excelente
complemento de la medicina clásica. Si hay dolor, la medicación
puede hacer que el dolor desaparezca, lo que ayudará a la persona a
concentrarse más en su salud. Pensar en la salud perfecta es algo que
cualquiera puede hacer en privado, sea cual sea la situación exterior.
Lisa Nichols ha reflexionado: «El Universo es una obra maestra
de la abundancia. Cuando te abres a sentir la abundancia del Universo,
experimentas el asombro, la dicha, la beatitud y todas las grandes
cosas que tiene reservadas para ti: buena salud, riqueza, buen carácter.
Pero cuando te cierras con pensamientos negativos experimentas
malestar, dolores y sientes que es doloroso vivir cada día».
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Según el médico, escritor y líder en sanación con la energía, el
doctor Ben Jonson, tenemos mil diagnósticos y enfermedades distintos.
Sólo son el eslabón débil. Todos ellos son el resultado de una sola
cosa: el estrés. Si ejerces suficiente presión en cadena y en el sistema,
uno de los eslabones se rompe.
Todo estrés tiene su origen en un pensamiento negativo. Un
pensamiento que no ha sido tenido en cuenta, que se va agrupando con
otras pensamientos del mismo calibre, hasta que se manifiesta el estrés.
Si bien el estrés es el efecto, la causa ha sido el pensamiento negativo
y todo comienza con un oscuro y apenas perceptible pensamiento, una
sensación de malestar antes que una idea. Ahora bien, para erradicar la
causa que genera el estrés, debes cambiar ese pensamiento negativo
por un pequeño pensamiento positivo.
Nuestra fisiología crea enfermedades para comunicarse con
nosotros, para hacernos saber que tenemos una visión desequilibrada
de nuestra vida o que no somos capaces de amar y sentir gratitud. El
saber del cuerpo trata de guiarnos allí donde el saber de la mente se
obnubila. El problema es que muchas veces el cuerpo se comunica a
través de la gramática de las enfermedades para asegurarse que su voz
será escuchada con atención.
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El amor y la gratitud son sentimientos que resultan muy
provechosos cuando se trata de ahuyentar el dolor y la negatividad,
por eso pueden alejar enfermedades, por muy terribles que sean.
Por lo tanto, cuando una persona ha manifestado una
enfermedad originada en el estrés en el templo de cuerpo, es posible
invertir ese proceso a través del pensamiento correcto. Si un
pensamiento negativo atrajo como un imán la pena, el dolor y la
enfermedad, un pensamiento positivo puede repelerlos, como un imán
de signo contrario.
La risa es la mejor medicina
A una joven llamada Cathy Goodman le diagnosticaron un
cáncer de mama. Sin embargo creyó con toda su fe y todo su corazón
que ya se había curado. Cada día decía: “Gracias por mi curación”.
Repetía esto continuamente, todos los días, a todas horas. Estaba
convencida de que se había curado y se veía como si el cáncer jamás
hubiera invadido su cuerpo. Una de las cosas que hizo para sanarse
fue mirar películas cómicas. Todo lo que hacía era reír y reír. No
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podía permitirse ningún estrés en su vida porque sabía que ésa era una
de las peores cosas que pueden ocurrirte cuando estás intentando
curarte.
Desde el diagnóstico hasta la curación transcurrieron
aproximadamente tres meses. Estuvo completamente curada sin
someterse ni a quimioterapia ni a radiación.
Esta hermosa e inspiradora historia de Cathy Goodman
demuestra los tres grandes poderes en acción: el poder de la gratitud
para sanar, el poder de la fe para recibir la sanación y el poder de la
risa y la felicidad para disolver la enfermedad en nuestro cuerpo.
Cathy tuvo la inspiración de usar la risa como método de
sanación tras conocer la historia de Norman Cousins. A Norman le
había sido diagnosticada una enfermedad incurable. Los médicos le
dijeron que sólo le quedaban unos meses de vida. Norman decidió
curarse por sí mismo recurriendo a la risa. Durante tres meses se
dedicó a mirar todas las películas cómicas que pudo y a reírse sin
parar. Al cabo de ese tiempo la enfermedad desapareció y los médicos
atribuyeron este hecho a un verdadero milagro. Al reír, Norman liberó
toda la negatividad y también su enfermedad. Sin duda la risa puede
ser una gran medicina.
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La enfermedad no puede subsistir en un cuerpo que se
encuentra gozando de un estado emocional saludable. Si todo nuestro
cuerpo se renueva cada cierto período, una enfermedad o un proceso
degenerativo pueden habitar en él durante largo tiempo porque son
retenidos allí por los pensamientos negativos y por la atención que se
le concede a la enfermedad.
Por eso es conveniente poseer pensamientos de perfección. La
enfermedad no puede sobrevivir en un cuerpo que tiene pensamientos
armoniosos. Debes ser consciente de que sólo hay perfección cuando
observas, la perfección has de invocarla para ti. Los pensamientos
imperfectos son una de las principales causas de todos los males de la
humanidad, incluida el dolor, la pobreza y la enfermedad. Poseer
pensamientos negativos nos conduce a privarnos de la herencia que
nos pertenece por derecho propio.
Puedes comprobar que las creencias sobre el envejecimiento
están en nuestra mente. La ciencia ofrece razones para demostrar que
nuestro cuerpo se regenera periódicamente. Sin embargo el
envejecimiento está originado en el pensamiento limitado, de modo
que libera esos pensamientos de tu conciencia y piensa que tu cuerpo
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tan sólo tiene unos meses, por más cumpleaños que hayas tachado de
tu calendario.
Puedes pensar tu camino hacia un estado de salud perfecto, el
cuerpo perfecto, el peso perfecto y la juventud eterna. Puedes lograr
que todos estos dones se manifiesten, pensando coherentemente en la
perfección.
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CAPÍTULO 5
¿CÓMO ENFRENTAR LA INFELICIDAD?
Algunos métodos para hacer frente a la infelicidad
Mandy Evans ha perfeccionado una poderosa herramienta para
obtener claridad. Se trata de un cuestionario, conocido como el
método Opción, consistente en unas preguntas basadas en el amor.
Está diseñado para explorar por qué somos infelices. Cuando no
obtienes lo que deseas, te ves embargado por una emoción paralizante,
que puedes llamar dolor, tristeza, frustración o angustia. En suma,
emociones vinculadas con la infelicidad. El siguiente método es una
herramienta excelente que te ayudará a explorar por qué te sientes
como te sientes. Y a medida que exploras, te liberas.
Según Mandy Evans, puedes mejorar todo en tu vida, desde tus
relaciones afectivas hasta tu economía, una vez que descubres las
creencias y convicciones ocultas que cargas en tus espaldas. En cuanto
consigues descubrir de qué se trata esa carga, la puedes examinar para
ver si a la luz del día esas ideas continúan siendo claras.
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Para desprenderte de las emociones que te lastiman —como
rabia, ira, agobio, culpa—, debes descubrir y desbaratar las creencias
que las provocan para ponerlas en su verdadero sitio.
En lugar de luchas frustrantes y agotadoras para cambiar
circunstancias y situaciones, puedes cambiar las convicciones que te
mantienen inmovilizado.
Una creencia limitante o autodestructiva es aquella que te
produce infelicidad y te aleja de conocer o buscar lo que realmente
deseas. Le da forma y color a todo lo que consigues incluso a lo que te
has atrevido a soñar. Las convicciones que no dejan brotar la felicidad
están entre las más amenazantes y autodestructivas.
Cuando eres feliz y tienes claridad, tomas decisiones y ejecutas
acciones que te conducen por caminos muy diferentes a los que
hubieras escogido dominado por la rabia y el miedo. Caminos más
agradables y seguros, sin baches ni curvas peligrosas. Así, llegas a
puntos diferentes después de una jornada increíblemente distinta.
El método Opción es ideal para ayudar a las personas a
distinguir y desbaratar las creencias que bloquean su camino hacia la
felicidad, la creatividad y el éxito. Un elemento clave en este método
56
es un diálogo tipo pregunta-respuesta, una especie de entrevista
contigo mismo.
Como punto de arranque, es necesario que aprendas a aceptarte
tal como eres. Si te juzgas severamente cuando indagas tus
sentimientos y creencias, no serás capaz de ver claramente cuál es el
verdadero núcleo de malos pensamientos que te atenaza. Tómate tu
tiempo y aprende todo lo que puedas de tus sentimientos y emociones.
Escribir las respuestas te será de gran utilidad; lo ideal sería que
las volcaras en un diario personal en donde puedas registrar el avance
de tus progresos.
Tienes que estar dispuesto a moverte al principio en una
atmósfera de cierta confusión. A medida que cambian tus creencias, tu
versión de la realidad se disipa y tu desorientación disminuye. Hay
veces en que las preguntas y las respuestas se entrecruzan y tienen
mucho más sentido cuando tratan acerca de tus sentimientos y tus
creencias.
Estas son las seis preguntas básicas del método Opción
preparadas para que obtengas claridad:
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1. ¿Qué te hace infeliz? O irritable, culpable,
preocupado. Esta pregunta es de gran ayuda para detallar tus
sentimientos.
2. ¿Por qué eres infeliz? Las razones para sentirse
mal son diferentes de las razones que nos hacen sentirnos mal.
Nuestras razones son simples creencias.
3. ¿Qué te preocuparía si no te sintieras mal? Esta
extraña pregunta es de enorme utilidad para descubrir cualquier
miedo o preocupación relativa a la pérdida del sentimiento de
infelicidad. Muchas veces somos reacios a dejar un sentimiento,
aunque sea doloroso.
4. ¿Crees eso?
5. ¿Por qué crees eso?
6. ¿Qué te preocupa que pasara si no creyeras eso?
Algunas veces no aferramos a viejas creencias aunque nos
limiten, nos amenacen o nos causen infelicidad.
Veamos a continuación un ejemplo de diálogo que realizó
Mandy Evans consigo misma. Ella confiesa haber necesitado tan sólo
tres preguntas para cambiar sus sentimientos y su vida. Como ya sabía
58
que se sentía muy mal por el hambre del mundo, empezó con la
segunda pregunta:
¿Por qué te sientes mal por eso?
Respuesta: nadie parece encargarse de ese asunto. Es tan
innecesario.
¿Qué te preocuparía si no te sintieras mal?
Respuesta: no haría nada al respecto.
¿Crees eso?
Respuesta: ¡No! Tan pronto como me hice la pregunta, supe lo
mal que me sentía, lo poco que hacía. De hecho, cuando me siento
realmente bien, no quiero ni pensar en el hambre del mundo, y mucho
menos pienso en hacer algo.
Inmediatamente Mandy Evans se sintió mejor y ahora
contribuye con más dinero, busca diferentes maneras de luchar contra
el hambre del mundo.
Si alguien le pidiera a Mandy Evans que repasara todo lo que ha
aprendido en su vida para dar un único consejo, sería este: cuestiónate
siempre la infelicidad. Nunca aceptes por anticipado un sentimiento
negativo y perjudicial.
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El método del amor
El terapeuta hawaiano Hew Len trata grupos de criminales con
enfermedades mentales sin recibir a ninguno de ellos en su consulta.
Para llevar adelante esta tarea ha diseñado un método de
curación muy eficaz que permite dominar todos nuestros
pensamientos limitantes, y es tan sencillo de aplicar como que tienes
que decir tan sólo dos palabras: “Te amo”.
Este método de oración y petición proviene de una antigua
tradición hawaiana y su funcionamiento es tan simple que puede
aplicarse en cualquier momento.
El supuesto básico es que todo lo que hacemos proviene de la
inspiración o de la memoria. La inspiración puede ser considerada
como una señal clara y directa de la divinidad. La memoria es un
programa de tu subconsciente. Somos, pues, el resultado de recordarlo
todo. Ahora bien, este método consiste en limpiar esos recuerdos para
darle mayor espacio a la inspiración y actuar de acuerdo con las
señales de la divinidad.
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Por ejemplo, es probable que tu forma de responder a las
palabras de este libro sea una reacción basada en tu memoria, la cual
tiene depositado un conjunto de creencias. Si no estás de acuerdo con
lo que has leído, se debe a que tu mente cuenta con un viejo programa
que no acepta mis argumentos. En cambio, si estás de acuerdo es
debido a que tu sistema de creencias está en sintonía con lo que has
venido leyendo. De un modo u otro, siempre llevas un equipaje en este
viaje que has emprendido, y ese equipaje es la memoria.
Según el doctor Len con sólo decir “te amo” a la divinidad,
comienza un proceso de claridad y limpieza. Esas dos palabritas
sacuden los sentimientos dentro de ti. La divinidad las oye y envía una
señal de limpieza para que vivas el momento actual con total claridad
y conciencia.
Si es la primera vez que escuchas esto puede ser que te resulte
algo que carece completamente de sentido. Eso se debe a que tu
sistema de creencias almacenado en la memoria no es compatible con
las ideas que estoy proponiendo que examines. Tu mundo tal vez no
coincida con este nuevo modelo. No obstante la confusión que pueda
reinar dentro de ti, dile “te amo” a la divinidad.
61
El método de Len supone la limpieza de todos tus recuerdos
negativos para que puedas captar los cambios que vienen ocurriendo
en ti o en quienes te rodean. Suena extraño pero es bien sabido que al
ocuparte de tus propios problemas, estos desaparecen de quienes te
rodean.
Debes amar con convicción la idea de que tus problemas se
vayan. ¿De qué modo? Diciendo “te amo” sin parar. Hay otras tres
frases que también puedes decir —“lo siento”, “por favor”,
“perdóname” y “gracias”—, pero las dos sencillas palabras “te amo”
es claramente lo que necesitas.
Un profesor de San Antonio, Texas, que trabaja con niños con
necesidades especiales, empezó a implementar el método del doctor
Len en sus clases. Uno de sus alumnos estaba prácticamente
catatónico. Miraba al vacío, babeaba y no respondía a ninguna de las
consignas de la clase. El profesor decidió que en lugar de trabajar con
el niño trabajaría sobre sí mismo. Se sentó en el aula y en voz muy
baja repitió “te amo” mientras pensaba en la criatura babeante y
silenciosa. Repitió el ejercicio varias veces durante algunos minutos.
Luego se acercó al niño y le preguntó si quería trabajar con un
62
ejercicio matemático. Para su asombro, el niño le miró y dijo: “Sí, lo
intentaré”.
El estudiante trabajó en su pupitre durante treinta minutos.
Según el profesor, fue un avance sin precedentes y atribuyó todo lo
ocurrido a este método de limpieza. En lugar de trabajar sobre el
estudiante, focalizando el problema en los cambios del exterior, el
profesor puso toda su energía en lo que pasaba dentro de sí. Apenas lo
hizo, el niño cambió.
Piensa ahora en algo o en alguien que te frustra en tu vida.
Puede ser un problema de salud o un compañero de trabajo con el que
no quieres estar más. Escoge algo, no importa lo que sea, e intenta
realizar el ejercicio.
Mientras mantienes esa persona o ese objeto en tu conciencia,
comienza a decir “te amo” en voz muy baja, de un modo casi
imperceptible. Puedes dirigir la frase a la divinidad. Creas o no en su
validez, sigue adelante y repite ahora algo más alto, “te amo, te amo”.
A medida que lo hagas, empezarás a sentir amor y comenzarás a
transformar a la persona o al objeto que tienes en mente. Ten presente
que nadie debe enterarse de lo que estás haciendo. Como diría el
63
doctor Len, “no hay nadie ahí afuera”. Todo está dentro de ti, girando
alrededor de tu relación con la divinidad. Y lo único que debes hacer
para limpiar y mejorar esa relación es decir “te amo”.
Aprendiendo a escuchar a tu propio cuerpo
Tu cuerpo habla y es necesario aprender a escucharlo. A
continuación te ofrezco algunas de las técnicas desarrolladas por
Jennifer Malean, una prestigiosa especialista en tres terapias de
sanación (craneosacral, polaridad y Reiki).
Estas técnicas constituyen un verdadero viaje hacia el territorio
desconocido de la inteligencia corporal. El propósito del viaje consiste
en desenmascarar esos pensamientos que se atascan en los sistemas de
energía celular. Esos pensamientos atascados nos alejan de nuestros
sueños y se manifiestan como dolor físico, emocional y espiritual.
A menudo el cuerpo se bloquea con emociones y pensamientos
almacenados en sus tejidos que deben ser descubiertos y liberados. Es
frecuente que la energía atascada en el cuerpo sea el residuo de
traumas que han quedado sin resolver. El trauma puede ser el
resultado de una lesión física, emocional, mental o espiritual. En el
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acopio de la energía interviene una combinación de todos estos
aspectos. Por ejemplo, un trauma físico puede ser algo tan dramático
como un accidente automovilístico o algo tan irrelevante como
golpearte la uña del dedo meñique. Lo que importa en esas
circunstancias es el pensamiento posterior a la acción o el
pensamiento que sobrevino mientras padecías el trauma y en qué lugar
de tu cuerpo quedó alojado. Cuando el pensamiento y la emoción
ocultos tras el bloqueo de energía física son descubiertos, entendidos y
liberados, nuestra inteligencia de sanación natural reordena, equilibra
reajusta y sana el cuerpo dañado en señal de agradecimiento, dejando
que la energía vuelva a circular otra vez.
Cuando somos capaces de interrogar al cuerpo, a toda su
estructura celular y a las emociones allí almacenadas, el bloqueo
resulta fácil de solucionar. Si consigues preguntarle a tu cuerpo a
dónde se han alojado esos sentimientos, comienza a vislumbrarse el
camino para destrabar tanto el bloqueo como el verdadero sentido de
lo que deseas.
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Técnicas de sanación y descarga
Jennifer McLean ha comparado estas técnicas con la física
cuántica y con el “efecto del espectador”. Su propósito es apreciar
cómo tu sistema energético se expresa por sí solo. A medida que
tomas conciencia de los movimientos energéticos, los bloqueos y las
descargas, el cuerpo percibe que le estás prestando atención. Por lo
tanto, se reorganiza con un nuevo sistema o patrón de salud renovado.
Es un diálogo activo:
Tú: Hola, cuerpo; muéstrame lo que quieras mostrarme y
te prometo que estaré presente y te escucharé.
El cuerpo: Bien, estás aquí. He oído tus peticiones de
abundancia, amistad, libertad, diversión, felicidad, etcétera, y
tengo algunas cosas que enseñarte.
Así empieza todo este asunto. La técnica y las palabras que la
describen deben estar siempre impregnadas de perdón, amor y
equilibrio. El proceso comienza mientras lee y tu cuerpo recibe tus
peticiones.
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Técnica nº 1: Sanación a través del trauma
Parte 1: Encuentra tu centro. Sitúate en un lugar confortable,
en un mullido sillón o recostado en la cama. Respira profundamente
varias veces, como mínimo tres, con la intención de oxigenar tu
cuerpo y relajarte. Cada respiración debe durar 10 segundos o más. La
respiración debe comenzar debajo del ombligo, que es la primera parte
en elevarse (pon tu mano allí al comprobarlo); el pecho sube después
y por último se alzan ligeramente los hombros. Imagina que la última
de las respiraciones llena la parte superior de tus pulmones. En el
punto máximo de esta respiración, debes sentir como si estuvieras
dando un masaje interno en los hombros y en el cuello.
Ahora, a partir de este grado de relajación, entra en tu cuerpo y
busca el lugar que sientas como tu centro. Muévete dentro de tu
cuerpo como una perla que se hunde lenta y suavemente en el agua.
Donde la perla se detenga, ese será tu centro. Busca el punto más
quieto dentro de ese centro. Si piensas pasear por él, dóblalo como si
fuera ropa o déjalo a un lado.
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Parte 2: Mira, observa, siente, dialoga. Una vez que tengas
claro cuál es tu centro, dirígete adonde está el dolor físico, la tensión o
la incomodidad en tu cuerpo. Este dolor está llamando por una razón.
Es fundamental que te dirijas a él.
Cuando digo que “vayas”, quiero decir que le prestes toda tu
atención a ese punto. Imagina que tus ojos están dentro de tu cuerpo y
que puedes introducirte en ese punto de tensión y dolor. Es la parte
más importante de esta técnica: ir y observar. ¿Cómo se ve? Algunos
ven un objeto (un vaso, un cilindro, una caja, una casa o un juguete).
Otros distinguen un color o tienen una impresión sensorial (blando,
duro, pegajoso, etcétera). Para algunos, es una emoción (angustia,
frustración, confusión…).
Después de fijar completamente tu atención, échale una larga
mirada a ese lugar dentro de tu cuerpo e inicia un diálogo interno.
Describe con detalle lo que estás observando y sintiendo en ese punto
de tensión o dolor. Fíjate en si cambia y observa los cambios
(recuerda el efecto del espectador: tu cuerpo está feliz al ver que estás
ahí y quiere mostrarte algo. Utilizará un lenguaje de símbolos que
deberás entender). Pregúntale:
• ¿Por qué está ahí (la cosa que estás observando)?
68
• ¿De qué se trata?
• ¿Tienes algo especial que revelarme? (Observa si
cambia y pregúntale por qué cambió)
• ¿Cómo me sirve esto (forma, sentimiento, sonido,
impresión)?
• ¿De dónde viene (un hecho, una conversación
incómoda, un daño físico, algún abuso…)?
(Importante: Si se trata de un accidente no regreses al trauma;
reconoce sólo su recuerdo y vuelve a él para observarlo con tu nuevo
entendimiento de que esa tensión o dolor son resultado de ese
accidente.)
• ¿Estoy dispuesto a librarme de esto? Si es así,
¿cómo puedo hacerlo? (No estás prestando atención para hacer
un “ejercicio más” o para contestar una pregunta sobre “cómo
perder peso”. En este momento, la respuesta está en el objeto
que estás observando. ¿A qué se parece o cómo se siente lo que
ese objeto está descargando dentro de tu cuerpo?
• ¿Hay algo que pueda ayudarme a librarme de ti (el
objeto que estás observando)? (Hay asesores disponibles para
69
acompañarte en esta tarea. Si lo necesitas, busca orientación,
ayuda o herramientas, para controlar lo que estás viendo).
Ahora presta atención a los cambios mientras dialogas con
ese aspecto de tu cuerpo, que se moverá y modificará hasta
encontrar un modelo de equilibrio. Una vez que el cambio tenga
lugar, tal vez suspirarás, llorarás o reirás. A veces se siente calor o
un ritmo mayor en las pulsaciones. Los borboteos en el colon
también son evidencia del movimiento de energías. Son distintas
formas de descarga energética.
Mientras adviertes los cambios y las descargas, fíjate en el
resto de tu cuerpo. ¿Está tenso en alguna otra zona? Una descarga
ofrece la oportunidad de acceder a otra faceta del bloqueo,
íntimamente relacionada con la que se nos ha revelado, o que
puede estar conectada a otra parte del cuerpo. Ve al nuevo punto
que te está llamando y repite el ejercicio.
Técnica nº 2: Historias negativas
Todos tenemos historias y a veces pensamos demasiado en
ellas. Alguien —tus padres, tus amigos, tu jefe— “te hizo algo
70
malo”. Pensamos demasiado en esos incidentes negativos porque
todavía están diseminados en nuestros cuerpos. Esos antiguos
pensamientos negativos y sus desechos, atascados en varios
bloques de energía, actúan como grandes rocas en el río de nuestras
vidas y frenan la corriente de energía. Cuando está bloqueada,
enfermamos y sentimos dolores físicos, penas emocionales y fatiga
mental, como pérdida de memoria.
Tenemos la oportunidad de aclarar nuestras historias, de
coger cada momento y analizar cómo se están expresando
emocionalmente dentro de nosotros. El cuerpo es la herramienta
perfecta para diagnosticar disfunciones habituales en nuestras
emociones y estados inconscientes.
• Cuéntate a ti mismo tu historia negativa o de
victimización. ¡Pero sólo en uno o dos minutos!
• Aplicando las técnicas de la observación interna,
aprendidas con anterioridad, ¿cómo se siente esa historia
dentro de tu cuerpo? Regístralo. ¿En qué parte de tu cuerpo
se concentra esa emoción negativa? Registra eso también.
• Ahora di: “No quiero sentir eso nunca más”.
71
• Lo siguiente es preguntarte: “¿Qué quiero sentir?”.
Conéctate y ánclate a tu plexo solar y al corazón para
identificar qué quieres sentir.
• Mueve este nuevo sentimiento positivo desde tu
mente (donde la mayoría de nosotros pensamos que están los
sentimientos) a tu cuerpo. ¿Qué siente tu cuerpo al tener esta
nueva energía positiva? ¿Cómo se siente tu cuerpo al sentir
paz, alegría, confianza, abundancia? ¿En qué parte de tu
cuerpo sientes esas gloriosas energías? Concéntrate en tu
cuerpo y percíbelas plenamente.
• Pasa ahora al siguiente nivel y describe cómo se ve
tu vida a la luz de esos nuevos sentimientos. Utiliza el
sentimiento que descubriste en tu cuerpo para anclarlo a una
historia, a una visualización de tu vida, a cómo se presenta
cuando eres realmente congruente con esa energía positiva y
cómo se siente tu cuerpo con esas nuevas energías.
• Vuelve a la historia de lo que deseas y siéntela
dentro de tu cuerpo una y otra vez.
72
Esta es la ley de la atracción en acción. Cuando vuelves a tus
viejas historias y te dejas victimizar por ellas en tu mente, estás
reforzando esa energía y atrayendo más. Aprovecha el ejercicio para
activar dentro de ti lo que realmente deseas y utiliza tu cuerpo como
ancla para esos sentimientos, desarrollando torrentes de buena energía
a través tuyo.
73
CAPÍTULO 6
¿CUÁL ES EL SECRETO DE LOS
SENTIMIENTOS?
Los sentimientos pueden considerarse como programas
informáticos instalados en nuestra mente, elementos que pueden
denominarse de pro-supervivencia. Pero si uno los analiza con
detenimiento, los sentimientos son en realidad elementos de anti-
supervivencia, pues tienen su punto de apoyo en el pasado y hacen
que actuemos y reaccionemos de acuerdo con unas condiciones
preconcebidas, en lugar de dejarnos responder según cada momento.
Afectan nuestra responsabilidad y nuestra habilidad para responder y
comprender. Cuando nuestras emociones se intensifican, podemos
estar sentados en medio de una autovía con un inmenso camión
aproximándose a gran velocidad sin que nosotros podamos percibirlo.
Nuestros sentimientos pueden sobrepasarnos completamente y
sumergirnos en un estado de aturdimiento y ceguera. Muchas veces
nos vemos dominados por ellos. Somos utilizados por ellos en lugar
74
de servirnos de ellos. Todos estos programas provienen del mismo
sitio: del deseo, de un sentimiento de carencia.
Los sentimientos provienen de la mente pese a manifestarse en
nuestro cuerpo como sensaciones de energía. El cuerpo es una
extensión (o condensación) de nuestra mente y de nuestro
pensamiento habitual. Nada puede aparecer en nuestro cuerpo si no
hemos tenido un pensamiento previo de ello. Es como un cuerpo al
que damos forma en un sueño. Parece muy real, pero en el momento
de despertar nos damos cuenta de que ese cuerpo soñado tuvo una
existencia en nuestra mente. A veces nuestra vida se asemeja a una
pesadilla y todo a causa de las emociones mal dirigidas.
El cuerpo se asemeja a un listado digitalizado de la mente, de
manera que es posible conocer nuestro estado mental, de acuerdo a
cómo se siente nuestro cuerpo. ¿Está tenso o relajado? ¿Bien o mal?
¿Sentimos molestias en el pecho y en el estómago o, por el contrario
gozamos de una sensación de alivio y plenitud vital? ¿Nuestra
respiración es entrecortada, fuerte, superficial, o en cambio es dilatada,
lenta, profundamente relajada, una respiración con el diafragma?
Pero, ¿de quién son los sentimientos? ¿Pertenecen tus
sentimientos a tus padres? ¿A tus vecinos? ¿A tus hijos o a tu esposa?
75
¿De quién son las emociones que experimentas en tu cuerpo?
Naturalmente son tuyas, y eso es algo bueno. Quiere decir que si te
gustan, puedes hacer algo al respecto.
Si quieres ser feliz y sentirte libre, vivir en la abundancia y en
paz contigo mismo, es necesario que liberes sus sentimientos.
Librarse de sentimientos negativos apacigua y reconforta, anula
las tendencias a la autodestrucción, atrae la abundancia sin esfuerzo y
brinda una felicidad que nunca se extinguirá.
Hay momentos en que nos reprimimos y fortalecemos nuestras
creencias limitantes y amenazantes como si fueran peligrosos virus
informáticos. En otras ocasiones nos libramos de ellas y el sistema
mente-cuerpo funciona como si fuera un superordenador después de
una limpieza exhaustiva. Si vamos a funcionar de manera óptima y
eficiente o si vamos a cargar sobre nuestras espaldas con infinidad de
virus y programas que entorpecen nuestro funcionamiento depende de
nosotros. Es nuestra propia decisión.
Casi todas las enfermedades están relacionadas con el estrés.
Toda carencia proviene de emociones limitantes en el cuerpo y en la
mente. Las relaciones destructivas y degeneradoras tienen su origen en
sentimientos negativos y hostiles reprimidos primero y luego
76
expresados en los vínculos con amigos, familiares, socios. De ti
depende alimentar tus carencias, enfermedades y contrariedades, o
librarte de esos sentimientos y obtener abundancia, salud y amor.
A pesar de que nuestra mente posee la capacidad de ir hacia
atrás o hacia delante en el tiempo, sólo es posible acercarnos a
nuestras emociones y ocuparnos de ellas en el presente. El aquí y el
ahora es la dimensión adecuada para ocuparnos de los sentimientos
como si fueran energía. Podemos engañarnos y decir: “Más tarde
afrontaré mis emociones”. Pero ¿cuántas veces ocurre que ese más
tarde no llega nunca?
¿Por qué, entonces, no hacer frente a tus sentimientos ya, en el
momento en que los sientes, en vez de enmarañar la vida con ellos?
Cuando dejas salir los sentimientos negativos, te sientes más
libre y aliviado en la medida en que esa energía fluye, se aleja y
desaparece. En cambio, cuando liberas cualquier tipo de sentimientos
positivos, te sientes más libre y aliviado en la medida en que esas
emociones aumentan. De este modo, cuando produces una descarga
emocional, los sentimientos negativos disminuyen y los sentimientos
positivos aumentan. Lo que sucede es que la descarga emocional es
como una tapa que se libera para dejar que fluya el verdadero
77
sentimiento, que es la infelicidad misma. Las emociones encubren
nuestra verdad natural y la oscurecen. Los pensamientos y las
emociones son siempre cambiantes. Van y vienen como las hojas en
otoño. Liberarlos te empuja más allá de los fenómenos y te permite
descubrir la verdadera realidad de tu mente y tu cuerpo: tus deseos.
En el momento de liberar nuestras emociones, la mente se
apacigua y esa sensación innata del ser (felicidad) se hace patente en
nuestras conciencias. Sin embargo, es frecuente que atribuyamos esa
felicidad a otra persona, lugar o cosa que, pensamos, “nos hizo feliz”.
Pero lo que ha ocurrido en realidad es que un deseo ha sido satisfecho
y en esos casos la mente se sosiega y nosotros podemos disfrutar del
tibio sabor del placer. Imaginamos que la fuente del placer es un
objeto externo a nosotros y gritamos a los cuatro vientos: “Soy muy
feliz de amar a fulano o fulanita”, o bien, “todo este dinero acumulado
en mi cuenta bancaria me hace muy feliz”.
Un breve relato a manera de ejemplo: un lindo perrito vio un
hueso y pensó: “¡Que suculento!”. Lo cogió, lo masticó y lo deshizo
en fragmentos filosos dentro de su boca. ¡Era un hueso seco! Las
astillas le lastimaron las encías y el perro comenzó a sangrar. Al
sorber su propia sangre el inocente animal atribuyó ese sabor al hueso
78
y pensó: “¡Qué hueso más sabroso! Pero, ¡ay, duele!”. Siguió
masticando el hueso, tragando más de su propia sangre, sintiendo más
dolor y creyendo que ese dolor provenía del sabor del hueso.
Lo que la parábola del perro viene a ilustrar es que somos
nuestra propia “sangre”, y de allí obtenemos el verdadero sabor de la
felicidad. Los sentimientos sólo surgen cuando volvemos a la mente y
pensamos en nosotros mismos.
Las emociones pueden adoptar la forma de emociones
corporales:
- Energía
- Calor
- Hormigueo
- Presión
- Agitación
- Irritación
- Dolor
- Bostezos
- Tensión
- Contracciones
79
- Ahogo
- Un nudo
- Ligereza
- Pesadez
- Entumecimiento
Las emociones: una reacción del cuerpo frente a la mente
La mente no es solamente el pensamiento. Incluye también las
emociones y las formas de reacción inconscientes, tanto mentales
como emocionales. La emoción tiene lugar en ese punto donde la
mente y el cuerpo se encuentran. Es la reacción del cuerpo a las
imposiciones de la mente, la resistencia a una tiranía. Por ejemplo,
un pensamiento hostil creará una acumulación de energía corporal a
la que denominamos “enfado”; el cuerpo, cumpliendo órdenes
provenientes de la mente, se prepara para luchar. La idea de estar
amenazado, física o psicológicamente, hace que el cuerpo se
contraiga; este es el aspecto físico de la emoción que llamamos
“miedo”. Ha sido demostrado en numerosas investigaciones que las
80
emociones fuertes pueden llegar a producir cambios en la
bioquímica corporal. Estas transformaciones de tipo bioquímico
constituyen el aspecto físico de la emoción, la huella material que las
emociones dejan en nuestro cuerpo. Sin duda no sueles ser
consciente de todas tus pautas de pensamiento y a veces sólo podrás
tener conocimiento de ellas observando con atención tus emociones.
Cuanto más te identificas con el pensamiento, con tus
juicios e interpretaciones y, por lo tanto, cuanto menos presente
estás como conciencia observante, más fuerte es la carga
emocional, seas consciente de ella o no. Si no puedes sentir tus
emociones, si tratas que toda tu experiencia vital quede bajo la
órbita de tus pensamientos, acabarás sintiéndola en un nivel
puramente corporal, como un problema o síntoma físico. El cuerpo
te habla en el lenguaje imperativo y acuciante de los síntomas
físicos cuando tu mente ha dejado de escuchar el susurro anhelante
de tus emociones.
Es difícil sentir tus emociones, empieza por enfocar tu
atención en el campo energético interno de tu cuerpo. Siente el
cuerpo desde dentro. Así aprenderás a estar en contacto con tus
emociones.
81
Una emoción es un reflejo de la mente en el cuerpo. Pero a
veces hay un conflicto y mientras la mente dice “no”, la emoción
dice “sí”. En esos casos lo recomendable es seguir el dictado del
cuerpo, que te dará siempre un reflejo fiel. Por lo tanto, observa la
emoción o, más bien, siéntela en tu cuerpo. En caso de conflicto, es
muy probable que la mente sea la que mienta y el cuerpo el que
diga la verdad. La mente es astuta y trata de engañarte con sus
racionalizaciones, pero el cuerpo te envía señales de advertencia
bajo la forma de reacciones emocionales.
El conflicto entre pensamientos superficiales y procesos
mentales más profundos es bastante común. A lo mejor no puedes
sacar a la superficie en forma de pensamientos la actividad
inconsciente de tu mente, pero siempre se reflejará en el cuerpo
como una emoción de la que puedes tomar conciencia. Observar
una emoción es semejante a escuchar un pensamiento. La única
diferencia es que, mientras el pensamiento está en tu cabeza, la
emoción tiene un fuerte componente físico, de modo que se siente
principalmente en el cuerpo. Puedes dejar que la emoción se
localice allí, sin ser controlado por ella. De ese modo ya no eres la
82
emoción, eres el observador que toma nota de ella. Así, todo lo que
está inconsciente en ti saldrá a la luz de la superficie.
Una de las principales tareas de la mente es luchar contra el
dolor emocional e intentar doblegarlo, pero lo único que consigue
es encubrir el dolor temporalmente. De hecho, cuanto más lucha la
mente por librarse del dolor, mayor es éste. La mente nunca puede
encontrar una solución y tampoco puede permitir que tú la
encuentres, porque ella misma es parte del “problema”. No te
liberarás del dolor hasta que dejes de depender de los dictados de
tu mente. Cuando eso ocurre, la mente cae derrocada de su lugar de
poder absoluto y el Ser se revela como tu verdadera naturaleza.
Pero, ¿qué pasa con las emociones positivas, como el amor y
la alegría? Son inseparables de tu estado natural. Cuando logras
detener el flujo del pensamiento dominador y tiránico, cuando te
dejas llevar por las emociones, puedes vislumbrar el amor y la
alegría. Son esos momentos en los que la mente se queda sin habla
y se produce un estado de calma interna, y dentro de esa quietud
hay una alegría sutil pero intensa, hay amor, hay paz.
83
CAPÍTULO 7
¿CÓMO LIBERARSE DE PENSAMIENTOS
Y SENTIMIENTOS INDESEADOS?
Técnicas para liberar los sentimientos indeseados
Hay muchas maneras de liberarte de pensamientos o
sentimientos indeseados. A continuación vamos a explorar diecisiete
técnicas. Las técnicas son tratamientos que se han ido decantando a lo
largo de la exploración de las emociones y de nuestra capacidad para
poder liberarnos de ellas cuando lo necesitemos. El estilo de cada una
de ellas no es relevante. Lo importante es que funcione bien.
¿Estas técnicas liberan las emociones una a una o atacan de raíz
toda la negatividad, carencia o limitación? La Técnica de Liberación
(Release Technique) descubre las raíces generadoras de los
sentimientos. Es el único método conocido que permite identificar el
funcionamiento de esas raíces y al mismo tiempo te ofrece un
entrenamiento completo para que puedas liberarte de ellas
rápidamente y sin complicaciones.
84
Si no aniquilas la raíz de las emociones se producirá
constantemente más negatividad. En el momento que logres arremeter
con fuerza y decisión contra las raíces que están en la base de las
emociones, aquietarás la mente más rápido de lo que ellas son capaces
de regenerarse. De este modo lograrás disfrutar de una mente más
serena.
No todos estos métodos funcionan del mismo modo. Algunas
veces el “yo” se resiste a un enfoque determinado; en ese momento es
necesario echar mano a otro método que haga el trabajo que no pudo
realizar el anterior. Existe una tendencia a conservar las emociones
negativas porque creemos erróneamente que pueden protegernos. Si
analizas cuántas veces tus sentimientos destructivos han saboteado tu
vida, tu salud, tu economía, o tus relaciones afectivas, pronto
comprenderás que no han hecho una gran labor por ti. En cambio, te
han mantenido ocupado en prestar atención en lo que no quieres de la
vida a través del miedo y la negatividad, atrayendo así más de lo que
no deseas. Estas técnicas cambian la dirección de esa tendencia, pues
permiten que puedas deshacerte de las emociones negativas para que
puedas abocarte a lo que sí deseas.
85
Quince ejercicios para liberarte
de pensamientos y sentimientos indeseados
1. Dale la bienvenida al sentimiento
Darle la bienvenida a una emoción es lo contrario a resistirse.
Resulta muy adecuado para desbaratar la resistencia que normalmente
acompaña a los sentimientos reprimidos y estancados. La siguiente es
una breve descripción detallada del modo de darle la bienvenida a tus
sentimientos:
1. Baja la cabeza y pon las manos en el estómago o en
el pecho para percibir la sensación del sentimiento.
2. Percíbelo en tu cuerpo.
3. Mídelo en una escala de 0 a 10.
4. Dale la bienvenida como si estuvieras saludando a
un amigo que llega a tu casa. Invítalo a entrar en tu mente y
recíbelo con agrado en lugar de observarlo con recelo.
Concédete la libertad de sentirlo en plenitud.
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5. A medida que acoges el sentimiento, en principio
indeseado, verás que disminuye o se desvanece (porque has
dejado de resistirte).
6. Mídelo otra vez, de 0 a 10. ¿Ha disminuido? Si es
así, estás avanzando en la dirección correcta. Sigue hasta que
llegues a 0. Si no disminuye, vuelve a comenzar o recurre a
otro procedimiento.
2. Sumérgete en tu sentimiento
Cuando te zambullas hasta el fondo de algún sentimiento o
alguna emoción, pueden pasar dos cosas:
Si la emoción es negativa —ira, dolor, miedo— generalmente
desaparecerá en un instante. Si es un sentimiento positivo, como paz,
amor o gratitud, aumentará.
Este ejercicio es semejante al que consiste en darle la
bienvenida al sentimiento, con unas pequeñas diferencias.
1. Baja la cabeza y pon las manos en el estómago o en
el pecho para percibir la sensación del sentimiento.
2. Percíbelo en tu cuerpo.
87
3. Mídelo en una escala de 0 a 10.
4. Experimenta la sensación y sumérgete en ella. Pon
tu conciencia en el corazón del sentimiento y mira qué hay allí.
5. ¿Qué hay en el centro? ¿Cómo lo sientes?
6. Si te sumerges verdaderamente en el sentimiento en
vez de sólo pensar en él, te darás cuenta de que empieza a
disminuir, a evaporarse o a desaparecer del todo, como si,
literalmente, no tuviera de dónde agarrarse. Sólo está ahí
obedeciendo a una razón: la resistencia. Pero cuando ponemos
nuestra atención en el corazón del sentimiento, logramos
hacerlo consciente. La conciencia disuelve los sentimientos.
7. Mídelo otra vez, de 0 a 10. ¿Ha disminuido? Si es
así, estás avanzando en la dirección correcta. Continúa del
mismo modo hasta que llegues a 0. Si no disminuye, vuelve a
empezar o prueba con otro método.
3. Auméntalo mentalmente (duplícalo)
1. Baja la cabeza y pon las manos en el estómago o en
el pecho para percibir la sensación del sentimiento.
2. Percíbelo en tu cuerpo.
88
3. Mídelo en una escala de 0 a 10.
4. Déjalo que aumente en tu interior hasta duplicar su
intensidad.
5. Hazlo crecer en tu mente más y más.
6. Advertirás que disminuye o se desvanece a medida
que lo hagas.
7. Mídelo otra vez, de 0 a 10. ¿Ha disminuido? Si es
así, estás avanzando en la dirección correcta. Continúa del
mismo modo hasta que llegues a 0. Si no disminuye, vuelve a
empezar o prueba con otro método.
Esta técnica funciona a causa de dos motivos:
- De acuerdo con la física cuántica, dos cosas no
pueden ocupar el mismo espacio al mismo tiempo. Cuando
intentas tener el sentimiento y más de él en el mismo sitio,
ocurre que ambos se neutralizan y se disuelven.
- La tolerancia lo disuelve todo. Al dejar que el
sentimiento aumente, estás actuando con él de forma tolerante,
lo que permite que salga, te atraviese y se desvanezca sin mayor
esfuerzo.
89
4. Desprendernos del deseo de dejarlo ir
A menudo, cuando no nos gusta un sentimiento o pensamiento,
luchamos contra él. Nos resistimos y queremos que se vaya de
inmediato. En la práctica, esto es justamente lo que permite que pueda
conservarse dentro de nosotros.
Cuando logramos deshacernos del deseo de cambiar, controlar o
desprendernos de cualquier sentimiento indeseado, emoción estancada
o resistencia acumulada, permitimos esa modificación y la
desaparición de ese sentimiento, lo cual nos brindará mayor libertad y
comunicación. Desprendernos del deseo de cambiar hace que se
movilice otra energía estancada o acumulada.
1. Baja la cabeza y pon las manos en el estómago o en
el pecho para percibir la sensación del sentimiento.
2. Percíbelo en tu cuerpo.
3. Mídelo en una escala de 0 a 10.
4. Siente que no te gusta ese sentimiento y cuánto
quieres deshacerte de él.
90
5. Despréndete del deseo de querer cambiarlo o de
deshacerte de él, sólo por esta vez.
6. Te darás cuenta de que su intensidad se reducirá
inmediatamente o desaparecerá completamente.
7. Mídelo otra vez, de 0 a 10. ¿Ha disminuido? Si es
así, estás avanzando en la dirección correcta. Sigue hasta que
llegues a 0. Si no disminuye, vuelve a comenzar o utiliza otra
técnica.
El deseo de cambiar o controlar un sentimiento equivale a
“cambiar de carencia” y sirve para que todo se estanque.
Desprenderse del deseo de cambiar cualquier pensamiento o
sentimiento permite que se mueva.
5. Siente amor
1. Baja la cabeza y pon las manos en el estómago o en
el pecho para percibir la sensación del sentimiento.
2. Percíbelo en tu cuerpo.
3. Mídelo en una escala de 0 a 10.
91
4. Toma nota de cualquier sentimiento de odio o
rencor que puedas sentir hacia tus propias emociones.
5. Toma la decisión de sentir amor por lo que sea que
estés sintiendo.
6. Siente amor por ti y por tu sentimiento.
7. Di “te amo” al sentimiento.
8. Date permiso para sentir amor por tu sentimiento.
9. Después, siente amor por ti al igual que por tu
sentimiento.
10. Di “sí” para aceptar o aprobar cualquier
pensamiento o sentimiento que surja.
11. Mide el sentimiento otra vez, de 0 a 10. ¿Ha
disminuido? Si es así, estás avanzando en la dirección correcta.
Sigue hasta que llegues a 0. Si no disminuye vuelve a empezar
o utiliza otro procedimiento.
6. Reconocer los sentimientos indeseados
1. Baja la cabeza y pon las manos en el estómago o en
el pecho para percibir la sensación del sentimiento.
2. Percíbelo en tu cuerpo.
92
3. Mídelo en una escala de 0 a 10.
4. Siente una especie de gratitud hacia el pensamiento
y el sentimiento.
Dile gracias. ¿Por qué motivo debes agradecer? Ese
pensamiento o sentimiento negativo está ahí alojado porque de
algún modo sientes que te es de utilidad, a lo mejor para
protegerte de algo. No obstante, sólo los sentimientos positivos
pueden protegernos. Los sentimientos negativos atraen más
negatividad. Sentir gratitud por un sentimiento te acerca a lo
positivo, pues no puedes sentirte dichoso y estresado al mismo
tiempo.
Puesto que la negatividad y la gratitud no pueden existir
simultáneamente, la negatividad terminará por alejarse con tu
actitud positiva.
5. Mide el sentimiento otra vez, de 0 a 10. ¿Ha
disminuido? Si es así, estás avanzando en la dirección correcta.
Sigue hasta que llegues a 0. Si no disminuye vuelve a empezar
o utiliza otro procedimiento.
93
7. Deja caer el sentimiento
1. Busca un lápiz.
2. Cógelo en tu mano.
3. Agárralo fuertemente y póntelo en el estómago, en
el pecho o donde normalmente sientas que se asientan tus
emociones.
4. Percibe la tensión de tu mano empuñando y
comprimiendo el lápiz hasta volverse casi insoportable.
5. Así es como se aferran tus sentimientos.
6. Aparta la mano empuñando todavía el lápiz, y
vuelve la palma hacia el suelo.
7. Relaja tus dedos y deja que el lápiz caiga.
8. ¿Has visto qué fácil? Así de sencillo es dejar caer
cualquier pensamiento o sentimiento indeseado.
Las emociones no nos contienen, sino que nosotros somos
quienes las contenemos a ellas. Los sentimientos pretenden
moverse en forma de energía y somos nosotros quienes los
retenemos. ¡Por eso déjalos volar!
94
8. Haz comparaciones conscientes
Aunque nunca deberíamos hacernos daño o autolimitarnos
de modo deliberado, hacemos eso de manera inconsciente todos los
días.
Es necesario hacer consciente lo inconsciente para
comprender de manera cabal lo que estamos haciendo. Esa mirada,
esa toma de conciencia tiende a liberar espontáneamente lo que no
nos sirve.
En realidad es el momento de comprensión lo que posibilita
la liberación. Hacer comparaciones conscientes no enseña a darnos
cuenta de que nosotros no somos nuestros sentimientos, que ellos
no son nuestro único sostén y que por lo tanto tenemos la opción
de conservarlos o dejarlos ir.
Aquí te ofrecemos una serie de preguntas que puedes hacerte
para mejorar tu capacidad de comprensión. Es un ejercicio para
tomar conciencia de las limitaciones de tu mente. Después de haber
respondido al cuestionario, pregúntate qué escogerías para ti en
este momento.
95
1. Cuando pienso en ……………………………
(inserta el problema o la situación que te produce estrés), ¿me
siento positivo o negativo? Elige de manera consciente ser
positivo.
2. ¿Soy libre o estoy atado a algo? ¿Qué eliges?
3. ¿Siento amor o miedo? ¿Qué eliges?
4. ¿Siento fe o dudas? ¿Qué eliges?
5. ¿Vivo en la abundancia o en la escasez? ¿Qué
eliges?
6. ¿En unidad o separación? ¿Qué eliges?
7. ¿Estoy en paz o en conflicto? ¿Qué eliges?
8. ¿Siento distensión o contracción? ¿Qué eliges?
9. ¿Soy uno con esta persona/sentimiento o me siento
distante?
10. ¿Le estoy diciendo “sí” o “no” a …………………
(abundancia, ser yo mismo, libertad, mis metas, etcétera)? ¿Qué
eliges?
11. ¿Tiendo a aceptar las cosas o a rechazarlas? ¿Qué
eliges?
12. ¿Estoy abierto o cerrado? ¿Qué eliges?
96
13. ¿Estoy relajado o tenso? ¿Qué eliges?
14. ¿Prefiero ser libre o esclavo de alguien o de algo?
¿Feliz o infeliz? ¿Sereno o ansioso? ¿Seguro o inseguro? ¿Qué
eliges?
15. ¿Estoy aferrándome a las cosas o aceptándolas
como son? ¿Qué eliges?
16. ¿Estoy dándole a la vida y a los demás o estoy
esperando o deseando que lo hagan? ¿Qué eliges?
17. ¿Hay ruido o silencio en mi interior? ¿Qué eliges?
9. Ser como el cielo
La naturaleza nos recuerda que pertenecemos a ella.
1. Mira el cielo.
2. ¿Ves algunas nubes flotando por ahí, o está
despejado?
3. Observa que el cielo no intenta atrapar las nubes (ni
pájaros, ni aviones). Tampoco trata de empujarlos o expulsarlos.
No los consiente ni los rechaza. El cielo es un espacio abierto.
4. Siente la espontaneidad y la transparencia del cielo.
97
5. Percibe lo que esta transparencia despierta en ti,
seguramente un estado de conciencia más profundo, amplio y
espontáneo.
6. Si algunos pensamientos o sentimientos vienen a ti,
aprécialos mientras te atraviesan, como si fueran nubes.
Obsérvalos sin ningún arraigo o sin querer deshacerte de ellos.
Sólo déjalos pasar.
7. Vuelve una y otra vez al sentimiento de
transparencia que hay dentro de ti, a la misma transparencia del
azul del cielo.
No puedes ver nada de ti, si no está en tu interior. Así, la
infinitud del cielo y del espacio que ves también está dentro de ti.
10. Déjalo flotar
Es frecuente que nuestra mente nos arrastre hacia corrientes tan
fuertes que se asemejan a ríos torrentosos y turbulentos, pero no
debemos irnos con ellas. La próxima vez que sientas que estás siendo
arrastrado por la corriente hacia un remolino de pensamientos o
sentimientos indeseados, intenta este breve ejercicio:
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1. Mentalmente, arrodíllate a la orilla de un río
turbulento, en terreno seco y seguro.
2. Siente la prisa de tus sentimientos en tu interior.
3. Arroja esos sentimientos a la corriente del río.
4. Deja que sean arrastrados por la corriente.
5. Deja que cualquier pensamiento, emoción o
preocupación se vaya hasta el mar y se disuelva en su
inmensidad, como la sal.
6. Deja que tu conciencia regrese a tu interior inmóvil
y tranquilo, sentándote silenciosamente en la orilla, libre de
emociones perturbadoras.
7. Si persiste alguna emoción, déjala caer en la
corriente del río, permitiendo que llegue hacia el mar, hasta que
te sientas completamente en paz.
11. Despréndete de los reproches a ti mismo y a tus
sentimientos
La mayoría de nosotros desaprobamos nuestros sentimientos
constantemente. Esta actitud tan negativa se asemeja a tener una
pierna rota y a golpearla con un garrote todos los días. Cuando sientas
99
una emoción indeseada, en lugar de flagelarte, haz el siguiente
ejercicio:
1. Busca la energía de desaprobación.
2. Dale la bienvenida y acógela.
3. Date permiso para desprenderte de esa energía que
te hace reproches a ti, a tus emociones y a tus pensamientos.
4. Hazlo una vez… Y otra… Y otra más… Hasta que
se haya ido.
5. Cada día destina un tiempo para distinguir
cualquier reproche y opta por dejarlo ir. Insiste hasta que se
vaya. Insiste hasta que no vuelva.
Tratar de avanzar y sentir amor mientras vivimos en la perpetua
desaprobación es como intentar conducir un coche con el freno de
mano puesto. Es imposible sentir amor si antes no nos amamos a
nosotros mismos.
Tras desprenderte de las energías que te reprochan y censuran,
te sentirás libre para encaminarte hacia una energía de aprobación.
100
12. Apruébate a ti mismo
Para poder vivir en plenitud y sentir que mereces la abundancia,
el amor y la felicidad, debes aprobarte de manera incondicional. ¡Estás
vivo y respiras! ¿Te parece poco?
¿Qué quiere decir esto de aprobarte a ti mismo? Significa
gustarte y aceptarte tal como eres. Si te parece una tarea difícil, repasa
el ejercicio anterior, de lo contrario, estarás corriendo la carrera de la
vida con los frenos puestos.
En tal caso prueba con el siguiente ejercicio:
1. Empieza con un poquito de aprobación, sólo una
pizca. Échatela sobre la cabeza y deja que te empape.
2. Una vez que la hayas aceptado date un poco más de
aprobación, algo así como dos cucharaditas de café. Recibe esa
aprobación.
3. Después apruébate más, con una taza llena.
4. Y después todavía más, un balde.
5. Y aún más, una bañera llena.
6. Y más, una cascada de aprobación.
101
7. Luego un lago de energía positiva, autoaprobación
y amor.
8. Por último, un océano entero de aprobación.
9. Flota como una esponja en este océano de pura
aceptación y aprobación.
10. Deja que todas tus células se empapen y se saturen.
¡Sazona tu vida con una buena dosis de aprobación cotidiana!
Puedes memorizar esta progresión y realizarla diariamente con
los ojos cerrados. Verás que es un ejercicio muy provechoso para tu
salud, abundancia, felicidad y libertad.
13. Globo rojo
Este método es muy efectivo para eliminar los dolores de
cabeza. Sirve también para eliminar cualquier dolor y para alejar los
pensamientos y sentimientos indeseados.
1. Siente en tu cuerpo cualquier sentimiento (o dolor)
indeseado.
2. Mira ese aspecto como una energía roja y brillante.
102
3. Pégale un globo rojo a esa energía y átalo con una
cuerda.
4. Déjalo que suba en el aire fuera de tu cuerpo y tu
mente.
5. Comprueba que sube muy alto y que se va muy
lejos, haciéndose cada vez más pequeño hasta que tome la
forma de un punto que desaparece en la infinitud del cielo.
14. Deja que se evaporen
Esta es otra técnica de disolución:
1. Imagina que tus pensamientos y sentimientos
indeseados son como agua.
2. Deja que se evaporen, como si estuvieran sobre el
pavimento caliente.
3. A medida que se evaporan, siente la apertura que
su partida ha creado dentro de ti.
4. Relájate con esta apertura.
103
Las amenazas de las emociones negativas pueden parecer reales
pero no son más que espejismos, igual que el calor sobre la arena o
sobre una carretera en la distancia pueden parecer agua. No existen en
realidad, sino que son el reflejo distorsionado de alguna otra cosa.
Deja que las emociones indeseadas se evaporen y se disuelvan como
los espejismos que son.
15. Controla la corriente con una válvula
Nuestras emociones reprimidas toman la forma de energía
acumulada. Cuando esto ocurre se necesita más energía para
reprimirla, dirigirla y mantenerla bajo control. Cuando aliviamos o
liberamos la presión, tenemos una vida más hermosa y relajada.
A continuación te proponemos un ejercicio para reducir la
presión:
1. Baja la cabeza y pon las manos en el estómago o en
el pecho para percibir la sensación del sentimiento.
2. Percíbelo en tu cuerpo.
3. Mídelo en una escala de 0 a 10.
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4. Imagina que el sentimiento es como agua a presión
en el estómago o en el pecho.
5. Imagínate un grifo o una válvula para esa energía.
6. Abre esa válvula y deja que el sentimiento salga a
chorros.
7. Puedes abrir o cerrar la llave para controlar la
corriente a tu gusto.
8. Deja que los sentimientos salgan hasta que te
sientas totalmente sereno.
9. Mide el sentimiento otra vez, de 0 a 10. ¿Ha
disminuido? Si es así, estás avanzando en la dirección correcta.
Sigue hasta que llegues a 0. Si no disminuye, vuelve a empezar
o utiliza otro procedimiento.
105
CAPÍTULO 8
EL PODER DEL AHORA
Un mendigo estuvo junto a una carretera durante más de treinta
años. Un día un desconocido pasó por allí.
—Una limosna por favor —murmuró el mendigo—, para este
pobre hombre que no tiene nada en esta vida.
—No tengo nada para darte —dijo el desconocido—. Sólo
tengo una pregunta para hacerte: ¿sobre qué estás sentado?
—Sobre nada —respondió el mendigo—. Sólo una vieja caja.
He estado sentado en ella desde no sé cuándo.
—¿Has mirado en ella para ver qué hay en su interior?—
preguntó el desconocido.
—No —dijo el mendigo—, ¿para qué? Si no hay nada.
—Echa una mirada —insistió el desconocido.
Cuando el mendigo consiguió abrir la tapa descubrió, con
infinita sorpresa que la caja estaba repleta de oro. Para levantar la tapa
del cofre de tesoros sobre el que estamos sentados es necesario
106
adquirir sabiduría para poder ir mas allá de muestras propias
debilidades, superar las trampas que nos tiende nuestra mente y lograr
sumergirnos en el mundo de pura presencia que nos ofrece la vida en
cada instante. Pero para eso hace falta alcanzar el poder del ahora.
Derrotar la tiranía del pasado y el futuro y rendirnos ante la perfección
del tiempo presente.
En la vida somos como el mendigo. Buscamos fuera de nosotros
lo que sólo podemos hallar en nuestro interior.
El camino para salir del dolor
Una buena parte del dolor humano es innecesario. Lo crearás tú
mientras los devaneos de tu mente dirijan tu vida. El dolor creado en
el ahora es el resultado de una falta de aceptación, de una resistencia
inconsciente a lo que es. Como pensamiento, la resistencia es un juicio
de algún tipo. Como emoción, la resistencia es algún tipo de
negatividad. La intensidad del dolor depende de la magnitud de la
resistencia al momento presente y ésta a su vez depende de cuán fuerte
sea tu identificación con la mente. La mente siempre trata de negar el
107
ahora y de escapar de él. Dicho de otro modo: cuanto más te
identificas con tu mente y más te dejas gobernar por ella, más sufres.
Y a la inversa, cuanto más capaz seas de valorar y aceptar el ahora,
más libre estarás del dolor y del sufrimiento, más libre de la mente
egoísta.
Debes preguntarte —y con razón—, por qué la mente se resiste
al ahora. ¿Por qué lo niega? Porque no puede funcionar y conservar el
control sin el tiempo, que es pasado y futuro, de modo que percibe el
ahora intemporal como una amenaza. Tiempo y mente son, de hecho,
inseparables.
Imagínate que no hubiera vida humana sobre el planeta y sólo
estuviera habitado por plantas y animales. ¿Habría pasado y futuro?
¿Podríamos seguir hablando del tiempo de manera significativa?
Preguntas como “¿qué hora es?” o “¿qué día es hoy”, si alguien las
formulara, no tendrían ningún sentido.
En efecto, necesitamos la mente y el tiempo para funcionar en
el mundo, pero llega un momento en que se apropian de nuestras vidas
y es entonces cuando comienzan a dominarnos la disfunción, el dolor
y el sufrimiento. La mente trata constantemente de encubrir el
momento presente con el pasado y el futuro, a efectos de conservar y
108
reproducir su control, y así, a medida que la vitalidad y el infinito
potencial creativo del Ser —que es inseparable del ahora— quedan
absorbidos por el tiempo, tu verdadera naturaleza queda eclipsada por
la mente. La mente humana ha ido acumulando una carga de tiempo
que se ha convertido en un lastre cada vez más pesado. Todos los
individuos sufren al tener que cargar con ese lastre, pero siguen
incrementando su peso cada vez que ignoran o niegan ese momento
precioso, o bien lo reducen como medio para llegar a un momento
futuro que sólo existe en la mente, nunca en la realidad. La
acumulación de tiempo en la mente humana individual y colectiva
también contiene una gran cantidad de dolor residual del pasado.
Si no deseas crear más dolor para ti mismo y para los demás, si
no quieres añadir una pizca más de dolor al océano del sufrimiento
que aún vive en ti, no crees más tiempo, o crea el suficiente para
gestionar los aspectos prácticos de tu vida. ¿Cómo encontrar el modo
de dejar de crear tiempo? Es imprescindible que tomes conciencia de
que el momento presente es lo único que tienes. Haz del ahora el
centro fundamental de tu vida. Si antes vivías en el tiempo y hacías
breves y espaciadas visitas al ahora, establece tu residencia habitual
allí y haz breves visitas al pasado y al futuro cuando tengas que
109
resolver asuntos prácticos de tu vida. Di siempre “sí” al momento
presente. ¿Qué podría ser más necio que crear una resistencia interna a
algo que ya es? ¿Qué podría ser más obcecado que oponerse a la vida
misma, que es ahora y siempre ahora? Ríndete y cae bajo los pies de
lo que es. Di “sí” a la vida, observa cómo la vida empieza
repentinamente a funcionar a favor tuyo en lugar de ir contra ti.
El momento presente muchas veces es desagradable,
inaceptable, fuente de muchas desdichas y origen de muchas
frustraciones. Es como es. Pero observa cómo tu mente le coloca una
etiqueta y cómo ese proceso de etiquetar, ese juicio continuo, crea
dolor e infelicidad. Observando la forma de funcionamiento de la
mente, sus mecanismos, sales fuera de sus patrones de resistencia, y
entonces puedes permitir que el momento presente sea y fluya sin
barreras. Esto hace que te sientas internamente libre de las
condiciones externas, y que te permita probar el estado de la verdadera
paz interior. Acepta y después actúa. Acepta cualquier cosa que
contenga el momento presente como si hubieras elegido. Trabaja
siempre a favor del momento, no en contra de él. Haz del presente tu
amigo y aliado, no tu enemigo. Esto transformará milagrosamente tu
vida.
110
Hasta que seas capaz de acceder al poder del ahora, cada dolor
emocional que experimentas deja tras de sí un residuo de sufrimiento
que pervive en ti. Se mezcla con el dolor del pasado que ya estaba
almacenado en tu mente y en tu cuerpo. Esto incluye el dolor que
sufriste de niño, cuando la incomprensión de un mundo complejo y
cruel era una gran fuente de sufrimiento.
Este dolor acumulado es un campo de energía negativa que
ocupa tu cuerpo y tu mente. Se trata del cuerpo-dolor emocional.
Tiene dos estados posibles: puede estar activo o latente. El cuerpo-
dolor puede estar latente el 90% del tiempo, aunque en una persona
muy infeliz puede estar activo el cien por cien del tiempo. Algunas
personas viven totalmente a través de su cuerpo de dolor, mientras que
otras lo experimentan sólo en ciertas ocasiones, como en las
relaciones íntimas o en las situaciones vinculadas con pérdidas o
abandonos del pasado, o también dolores físicos o emocionales.
Cualquier cosa puede activarlo, pero resuena especialmente con los
dolores provenientes del pasado. Cuando está preparado para
despertar de su estado latente, un pensamiento o un comentario
111
inocente hecho por alguien cercano a ti puede ser suficiente para
activarlo.
Algunos cuerpos-dolor son molestos pero relativamente
inocentes, como un niño que no deja de lloriquear. Otros son
monstruos depravados y destructivos, violentos físicamente y
emocionalmente agresivos. Algunos atacan con ferocidad a la gente
cercana, mientras otros pueden atacar a su anfitrión, a la persona que
los aloja en su cuerpo y en su mente. En ese caso, tus pensamientos y
sentimientos respecto de tu vida se vuelven profundamente negativos
y autodestructivos: el cuerpo-dolor alojado en ti devora tu autoestima.
Esta energía autodestructiva puede ser la fuente de muchas desgracias.
Es frecuente que accidentes y enfermedades se produzcan por esta
causa. Algunos cuerpos-dolor llevan a sus anfitriones a su propio
aniquilamiento.
Cuando pensabas que conocías muy bien a alguien y de repente
te ves obligado a enfrentarte con esta detestable criatura alienígena por
primera vez, es probable que te lleves un buen susto. Pero es más
importante detectarla en ti mismo que en otras personas. Porque en ti
mismo es cuando esa diabólica criatura puede hacerte más daño.
Busca cualquier señal de infelicidad en ti. A veces toma la forma de
112
irritación, impaciencia, un estado de ánimo sombrío, deseo de hacer
daño, ira, furia, depresión, la necesidad de dramatizar las relaciones…
Atrápalo en el momento en que despierta de su estado latente.
El cuerpo-dolor, como cualquier otro ser, quiere sobrevivir, y
luchará con todas sus fuerzas para ello, y sólo puede hacerlo si
consigue que te identifiques inconscientemente con él. Entonces
puede emerger, apropiarse de ti, “convertirse en ti” y vivir a través de
ti. Necesita conseguir su alimento a través de ti. Se alimentará de
cualquier experiencia que resuene con su energía característica, algo
que produzca dolor del modo que sea: ira, ganas de destruir, odio,
pena, drama emocional, violencia e incluso enfermedad. Cuando se ha
apropiado de ti, el cuerpo-dolor crea una situación en tu vida que
refleje su propia frecuencia energética para poder alimentarse de ella.
El dolor sólo puede alimentarse de dolor. El dolor no puede
alimentarse de alegría; le resulta totalmente indigesta.
En cuanto el cuerpo-dolor se apropia de ti, te encierras en el
dolor. De este modo, te transformas en una víctima o en un agresor.
Deseas causar dolor, sufrirlo, o ambas cosas. En realidad no hay
mucha diferencia entre ambas. Como eres inconsciente de lo que
haces, afirmarás con vehemencia que no quieres sufrir. Pero si miras
113
de cerca, verás que tu manera de comportarte y tu forma de pensar
están diseñadas para perpetuar el dolor, tanto para ti mismo como para
los demás. Si realmente fueras consciente de él, este patrón se
disolvería, porque desear más dolor es una locura y nadie está
conscientemente loco.
El cuerpo-dolor, que es la oscura sombra proyectada por el ego,
en realidad teme la luz de tu conciencia. Tiene miedo de que lo
descubras. Su supervivencia depende de que sigas identificándote
inconscientemente con él, así como de tu miedo inconsciente a
afrontar el dolor que habita en ti. Pero si no lo afrontas, si no llevas la
luz de tu conciencia al dolor, te verás obligado a revivirlo una y otra
vez. El cuerpo-dolor puede parecerte un monstruo peligroso que no te
atreves a mirar, pero te aseguro que es un fantasma insustancial
incapaz de prevalecer ante el poder de tu presencia.
Algunas enseñanzas espirituales afirman que, en última
instancia, todo dolor es ilusorio. Eso es cierto, pero la cuestión es: ¿es
esta afirmación verdadera para ti? El simple hecho de creerla no hace
que sea verdad. ¿Quieres seguir experimentando dolor el resto de tu
vida y continuar diciendo que es una ilusión? ¿Te liberas así del dolor?
114
Lo que nos importa aquí es cómo plasmar esa verdad, cómo hacerla
real en tu propia experiencia.
De modo que el cuerpo-dolor no quiere que le observes
directamente y lo veas como es. En el momento que lo observas, en
cuanto sientes su campo energético dentro de ti y llevas tu atención
hacia él, la identificación se rompe. Ha aparecido una dimensión
superior de conciencia. Yo la llamo presencia. Ahora eres el testigo u
observador del cuerpo-dolor. Esto significa que ya no puede usarte
pretendiendo ser tú, ya no puede alimentarse a través de ti. Has
encontrado tu mayor fuerza interior. Has accedido al poder del ahora.
El cuerpo-dolor está formado por energía vital que ha sido
atrapada, que se ha separado de tu campo energético total y se ha
hecho temporalmente autónoma mediante el proceso artificial de
identificación con la mente. Esa energía se ha vuelto sobre sí misma y
se ha hecho anti-vida, como un animal que intentara devorar su propia
cola. Es por ello que nuestra civilización se ha vuelto tan agresiva y
destructora de la vida. Sin embargo, hasta las fuerzas destructoras de
la vida siguen siendo energía vital.
Una vez que empiezas a dejar de identificarte y te conviertes en
el observador, no tienes toda la batalla ganada porque el cuerpo-dolor
115
sigue operando durante algún tiempo tratando de engañarte para que
vuelvas a identificarte con él. Pese a que ya no le das energía mediante
la identificación, tiene cierta inercia, como una rueda que continúa
girando aunque no esté recibiendo impulso. En esta situación puede
crear tensiones en diferentes puntos del cuerpo, pero debes
permanecer tranquilo y confiado porque no durarán. Mantente
presente y consciente. Debes transformarte en el guardián siempre
atento de tu espacio interno. Debes permanecer tan atento como para
observar el cuerpo-dolor directamente y sentir su energía. Es así que
perderá todo dominio sobre tu pensamiento. Pero debes saber que en
cuanto tu pensamiento se alinea con el campo energético de tu cuerpo-
dolor, te identificas con él y vuelves a alimentarlo con tus
pensamientos.
Por ejemplo, si la vibración dominante del cuerpo-dolor es la ira
y cultivas pensamientos iracundos en los que te repites lo que alguien
te hizo y cómo le vas a responder, entonces te has vuelto inconsciente
y el cuerpo-dolor se ha apoderado de ti. Debajo de la ira siempre hay
dolor. Asimismo, cuando te encuentras apesadumbrado, invadido por
un estado de ánimo sombrío y empiezas a entrar en un patrón mental
negativo pensando en lo horrible que resulta tu vida, tu vida se ha
116
alineado con tu cuerpo-dolor y tú te has vuelto inconsciente y
vulnerable a sus ataques. Ser “inconsciente”, tal como uso la palabra
aquí, significa identificarse con algún patrón emocional o mental.
Implica una ausencia total del observador.
La atención consciente sostenida corta el vínculo entre tu
cuerpo-dolor y tu proceso de pensamiento y pone en movimiento el
proceso de la transmutación. Es como si el dolor se convirtiera en
combustible para la llama de tu conciencia, que a partir de ese
momento arde con más fuerza. Este proceso guarda semejanza con el
antiguo arte alquímico: la transmutación de metales inferiores en oro
se asemeja a la transformación del sufrimiento en conciencia. La
división interna se salda y vuelves a estar completo. A partir de
entonces tu responsabilidad consiste en no crear más dolor.
En suma: es necesario que enfoques tu atención en lo que
sientes dentro de ti. Identifica el cuerpo-dolor y acepta que está ahí.
No pienses en él, no dejes que el sentimiento se transforme en
pensamiento. No juzgues ni analices. No te fabriques una identidad
con el dolor. Mantente presente y continúa siendo un observador de lo
que ocurre dentro de ti. Toma conciencia no sólo del dolor emocional,
sino también de “aquel que lo observa”, el testigo silencioso. En esto
117
consiste principalmente el poder del ahora, el poder de tu propia
presencia consciente.
El origen del miedo
El miedo es parte de nuestro dolor emocional básico. Al parecer
resultaría útil una pequeña cantidad de miedo como sana
autoprotección. Si no tuviera miedo, podría poner, por ejemplo, la
mano en el fuego y quemarme. Sin embargo no evitas meter la mano
en el fuego porque tengas miedo, sino porque sabes que te quemarías.
No necesitas tener miedo para evitar peligros innecesarios; basta un
mínimo de inteligencia y sentido común. En pequeños asuntos
prácticos resulta sencillo aplicar estas lecciones. Sin embargo, si
alguien te amenazara con fuego o con violencia física, posiblemente
sentirías miedo. Te alejas instintivamente del peligro, pero éste no es
el estado de miedo psicológico que estamos comentando aquí. El
estado de miedo psicológico está divorciado de cualquier peligro real
o inmediato. Puede adoptar diversas formas: desazón, preocupación,
ansiedad, nervios, tensión, temor, fobia. El miedo psicológico del que
estamos hablando se refiere siempre a algo que podría ocurrir, no a
118
algo que ya está ocurriendo. Tú estás en el aquí y el ahora mientras
que tu mente se traslada al futuro. Esto crea una enorme brecha de
ansiedad. Y si te has identificado con tu mente y has perdido el poder
y la simplicidad del ahora, esa brecha de ansiedad será tu inseparable
compañera hostigándote en todo momento. Siempre puedes afrontar el
momento presente, pero no puedes afrontar algo que sólo es una
proyección mental. Te puedes enfrentar a los molinos de viento, pero
no a los gigantes.
El conflicto no hallará solución mientras sigas identificándote
con tu mente, mientras el ego continúe dirigiendo tu mente. Debido a
su naturaleza fantasmal y a pesar de sus elaborados mecanismos de
defensa, el ego es muy vulnerable e inseguro, y se siente amenazado
constantemente, aunque se muestre en apariencia muy seguro y
diligente. Ahora bien, recuerda que una emoción es la reacción del
cuerpo a la mente. ¿Qué mensaje recibe constantemente el cuerpo
desde el ego, desde ese falso yo fabricado por la mente? Peligro, estoy
amenazado. ¿Y qué emoción genera este mensaje continuo? Pues
miedo, por supuesto.
El miedo parece tener muchas causas: miedo a la pérdida,
miedo al fracaso, miedo a que nos hieran, y así sucesivamente; pero,
119
en definitiva, todos los miedos pueden resumirse en el miedo del ego a
la muerte, a la aniquilación. Para el ego, la muerte siempre está a la
vuelta de la esquina. En este caso de identificación con la mente, el
miedo a la muerte afecta todos los aspectos de tu vida. Por ejemplo,
algo tan aparentemente trivial y “normal” como la necesidad
compulsiva de tener razón en una discusión y demostrar que el otro
está equivocado —defender la posición mental con la que te has
identificado—, se debe al miedo a la muerte. Si te identificas con una
posición mental y resulta que estás equivocado, tu sentido de
identidad, basado en la mente, se sentirá bajo una seria amenaza de
aniquilación. Por tanto, tú, como ego, no puedes darte el lujo de estar
equivocado. Equivocarse es morir. Esto ha motivado muchas guerras
y ha causado la ruptura de innumerables relaciones.
Cuando dejas de identificarte con la mente, el hecho de tener
razón o no pasa a un segundo plano a la hora de dar forma a tu sentido
de identidad; de modo que esa necesidad compulsiva, apremiante y
profundamente inconsciente de tener razón, que sin duda es una forma
de violencia, deja de estar presente. Puedes expresar cómo te sientes y
lo que piensas con claridad y firmeza, pero no estará teñido de
agresividad ni actitud defensiva. Tu sentido de identidad deriva
120
entonces de un lugar más profundo y verdadero dentro de ti, no de la
mente. Si observas cualquier actitud defensiva que nace de ti, toma
conciencia que estás defendiendo una identidad ilusoria, una imagen
mental, una entidad ficticia. Pero si haces consciente este patrón de
conducta y comienzas a observarlo con detenimiento, puedes romper
la identificación con él. El patrón inconsciente empezará a disolverse
rápidamente a la luz de tu conciencia. Éste es el final de todas las
discusiones y juegos de poder, que son tan corrosivos para las
relaciones. El poder sobre los demás es debilidad disfrazada de fuerza.
El verdadero poder está dentro de ti y a tu entera disposición ahora.
121
CAPÍTULO 9
LA INFLUENCIA NEGATIVA
DEL PODER MENTAL
El ego en busca de la totalidad
La profunda sensación de falta de totalidad o de carencia, la
idea de no estar completo, es otro aspecto del dolor emocional que
forma parte de la mente egoísta. En algunas personas esta sensación es
consciente, en otras no. Si es consciente, se manifiesta como un
sentimiento constante e inquietante de no ser lo suficientemente bueno,
de no merecer la pena. Si es inconsciente, sólo se sentirá
indirectamente como un intenso deseo, ansia y necesidad. En
cualquier caso, la persona entrará en una búsqueda compulsiva de
gratificación para el ego y de cosas con las que identificarse para
llenar el agujero que siente dentro. Así, tratará de conseguir
posesiones, dinero, éxito, poder, para poder experimentar la sensación
de sentirse completa. Pero aunque consiga todo esto, esa persona
pronto se dará cuenta de que el agujero sigue estando allí, de que no
122
tiene fondo. Entonces se enfrenta a un verdadero problema, porque ya
no puede seguir engañándose.
Por eso, mientras la mente egoísta dirija tu vida, no podrás
sentirte verdaderamente tranquilo. Sólo podrás estar en paz o
satisfecho durante los breves intervalos en los que consigas lo que
deseas, cuando un anhelo acaba de quedar satisfecho. Como el ego es
un sentido de identidad derivado de las cosas externas, necesitas
identificarte con ellas. Necesita ser defendido y alimentado
constantemente. Las identificaciones más habituales del ego guardan
relación con las posesiones, con el trabajo, con el estatus y
reconocimiento social, con el conocimiento y la educación, con la
apariencia física, con las habilidades personales, con las relaciones,
con tu historia personal y familiar, con los sistemas de creencias y
también con las identificaciones colectivas. Pero ninguna de estas
identificaciones hace alusión a ti mismo.
123
La negatividad y el sufrimiento
Normalmente el futuro es una réplica del pasado. Puede haber
cambios superficiales, pero una transformación real es rara y depende
de si puedes estar lo suficientemente presente como para disolver el
pasado accediendo al poder del ahora. Lo que percibes como futuro es
en realidad una arte importante de tu conciencia presente. Si tu mente
lleva una pesada carga del pasado, experimentarás más de lo mismo.
El pasado se perpetúa a falta de una clara conciencia de cabal
experiencia en el ahora. La calidad de tu conciencia en este momento
es lo que conforma el futuro, que, por supuesto, sólo puede ser
experimentado como el ahora.
Podrías ganar millones, cambiar de barrio, de pareja y de
amistades. Sin embargo, cambios de esa clase son aún superficiales.
Seguirías repitiendo las mismas pautas, ahora barnizadas por el brillo
de los millones. El verdadero cambio está en el modo de colocarte en
el presente y el lugar otorgado al pasado y al futuro. La clave está en
cómo te colocas frente al sufrimiento y frente a las ilusiones. Por eso
el verdadero cambio que puede disolver el pesado lastre del pasado
está en el ahora.
124
Toda negatividad está producida por una acumulación de
tiempo psicológico y una negación del presente. Inquietud, ansiedad,
tensión, estrés, preocupación, son aspectos del miedo y todos ellos
están producidos por un exceso de futuro y una falta de presencia.
Culpa, lamento, resentimiento, pena, tristeza, amargura y todas las
demás facetas de la falta de perdón están causadas por un exceso de
pasado y una presencia insuficiente.
A la mayor parte de la gente le resulta difícil creer en la
posibilidad de un estado de conciencia totalmente liberado de la
negatividad. Sin embargo, ése es el estado de conciencia al que
apuntan todas las enseñanzas de corte espiritual. Es ese estado que se
presenta como una promesa de salvación, no en un futuro ilusorio,
sino aquí y ahora.
Quizá te cueste reconocer que el tiempo es la causa de tus
sufrimientos y de tus problemas. Tiendes a pensar que los conflictos
en los que te encuentras aprisionado estás causados por situaciones
específicas de tu vida, y desde el punto de vista convencional eso es
verdad. Pero hasta que no enfrentas la disfunción fundamental de la
mente —su apego al pasado y al futuro y su negación del ahora—, en
realidad los problemas son intercambiables. Si hoy se desvanecieran
125
milagrosamente todas las causas de sufrimiento, pena y desdicha que
han asolado tu vida, pero luego continuaras apegado al pasado y al
futuro como antes en lugar de asegurar tu posición en el presente,
pronto te encontrarías con una serie de problemas similares a los que
han desaparecido milagrosamente, como si fueran una sombra que
viene acechando tus pasos y no te da respiro. Es que aún persiste el
problema fundamental: tu mente continúa ligada al tiempo.
Puede ser que no veas cómo poder ser libre ahora. Es posible
que sientas que el presente no tiene nada de liberador y lo que te
mantenga a flote sea la esperanza o la posibilidad de mejorar en el
futuro. En este caso crees que has posado tu atención en el presente
cuando en realidad permaneces completamente absorbido en el tiempo.
En lugar de hablar de “tu” vida deberías ser más preciso y hablar de tu
“situación de vida”, que está hecha de tiempo psicológico: pasado y
futuro. Ciertas cosas del pasado no han sucedido tal como hubieras
deseado. Aún sigues resistiéndote a lo ocurrido en el pasado, y ahora
te estás resistiendo a lo que es. Lo que te hace seguir adelante es la
esperanza, pero planteada en estos términos esa esperanza hace que
permanezcas enfocado en el futuro y ese enfoque perpetúa tu negación
del ahora, y por lo tanto tu infelicidad. Debes tomar conciencia que si
126
bien tu situación actual es el corolario de la cadena de episodios que
poblaron tu pasado, sigue siendo tu situación actual, y lo que te hace
infeliz es seguir atascado en ella. Olvídate de tu situación de vida y
presta atención a tu vida. ¿Cuál es la diferencia? Tu situación de vida
existe en el tiempo, pero tu vida es ahora. Tu situación de vida es un
asunto mental, tu vida es real.
Debes encontrar la puerta que conduce a tu vida a través del
camino del ahora. Reduce el ámbito de tu vida a este momento.
Cuando te concentras en lo que estás viviendo, muchos de los
problemas que vienen atenazándote se disipan y se alejan. Debes
evaluar tu situación bajo la perspectiva del momento, no pensar en lo
que ocurrirá mañana o lo que ha sucedido hace diez años. Así todo se
clarifica.
Cuando estás agobiado por los problemas no queda espacio para
que pueda entrar nada nuevo, no hay lugar para las soluciones. Por eso
date espacio en cuanto puedas. Comprime tu vida al momento para
que los problemas se alejen y den lugar a las soluciones. Crea el
espacio que te permita encontrar la corriente de vida que subyace a tu
situación de vida.
127
Emplea tus sentidos de manera plena. Mira a tu alrededor,
aguza la vista y los sentidos. Simplemente observa, sin interpretar.
Observa la luz, las formas, los colores, las texturas. Toma conciencia
de la presencia silenciosa de cada cosa. Sé consciente del espacio que
permite que cada cosa fluya en libertad. Escucha los sonidos; no los
juzgues. Escucha el silencio que se asoma por debajo de los sonidos.
Observa el ritmo de tu respiración; siente cómo fluye el aire dentro y
fuera, siente la energía de vida dentro de tu cuerpo. Permite que todo
sea, tanto dentro como fuera de ti. Permite y reconoce la verdadera
“cualidad” del mundo que te rodea. Entra profundamente en el ahora.
Si das este paso, estarás dejando atrás el mundo mortecino de la
abstracción mental, del tiempo. Estarás saliendo de la mente alocada
que agota tu energía de vida, del mismo modo que envenena y
destruye la Tierra. Estarás despertando de la pesadilla del tiempo para
vivir en el sueño del presente.
Si estuvieras en el paraíso, seguro que tu mente no tardaría en
decir: “Todo muy lindo, muy cuidadito, pero…”. Esta actitud negativa
es la que debe ser removida y alejada de tu vida. En última instancia,
no se trata de resolver tus problemas. Más bien se trata de que te des
cuenta de que no hay problemas, tal como tú los planteas. Sólo hay
128
situaciones, situaciones que han de ser afrontadas o que han de dejarse
como están y aceptarse como parte de la “cualidad” de este momento
hasta que cambien o puedan tratarse de algún modo. La mente crea los
problemas, que necesitan tiempo para sobrevivir. No pueden
sobrevivir en la realidad del ahora.
Si te has encontrado alguna vez ante una grave emergencia en
una situación de vida o muerte, ya sabes que eso no supuso un
problema. La mente no tuvo tiempo de hacer tonterías, de convertir
esa situación en un problema. Ante una verdadera emergencia, la
mente se para; estás totalmente presente en el ahora y algo
infinitamente más poderoso asume el control. Por eso hay tantas
historias de personas corrientes que de repente son capaces de hacer
actos increíblemente heroicos. En cualquier situación de emergencia o
sobrevives o no sobrevives. Y en ambos casos no hay ningún
problema.
Algunos se enfadan y no aceptan que los problemas son
ilusorios. Es gente que viene aferrada a sus problemas y ha construido
su identidad a través de ellos. ¿Quiénes serían sin sus problemas?
Buena parte de lo que la gente dice, piensa o hace está motivado
por el miedo, que siempre requiere orientarse hacia el futuro y
129
desvincularse del ahora. Y como en el ahora no hay problemas,
tampoco puedes tener miedo.
Si surge una situación difícil que tienes que afrontar en el ahora,
la acción que nace de tu conciencia del momento presente será clara y
efectiva. No será una reacción originada en parte en tu
condicionamiento mental alimentado de miedos y debilidades. Será
una respuesta intuitiva a la situación, sin necesidad de mirar hacia
atrás a la hora de tomar una decisión.
Para notar si te has dejado atrapar por el tiempo psicológico,
puedes usar un criterio muy simple. Basta con preguntarse: ¿hay
alegría, vitalidad y ligereza en lo que estoy haciendo? Si no la hay,
significa que el tiempo ha logrado encubrir con su manto de tristeza y
desolación el momento presente y estamos percibiendo la vida como
una carga o como un esfuerzo.
La falta de alegría en lo que haces no significa que debas
cambiar eso que estás haciendo. A veces basta con cambiar la manera
de hacerlo, o tan sólo la manera de percibir aquellos que haces. El
“cómo” siempre es más importante que el “qué”. Trata de conceder
mucha más atención a lo que haces que al resultado que esperas
obtener. Concede toda tu atención a lo que cada momento ponga a tu
130
disposición para que aproveches el instante. En cuanto honras el
momento presente, toda infelicidad y esfuerzo se disuelven, y la vida
empieza a fluir con alegría y suavidad. Si tus actos surgen de la
conciencia del momento presente, cualquier cosa que hagas quedará
impregnada de calidad, cuidado y amor, estará lista para que esa
acción se transforme en una coartada de la dicha.
131
CAPÍTULO 10
EL PODER DEL AHORA Y LAS RELACIONES
ILUMINADAS
Sólo el amor entre un hombre y una mujer puede darnos acceso
a la verdadera iluminación, aunque para ello las dos personas deben
abandonar las ataduras que los ligan al tiempo psicológico y dejarse
llevar por los encantos y las armonías del ahora.
La mayoría de la gente busca placeres físicos y diversas formas
de gratificaciones psicológicas porque creen que con eso lograrán ser
felices o los liberará del miedo o del sentimiento de carencia. Puede
que para ellos la felicidad consista en una sensación de plenitud
derivada del placer físico, o en ajustar y confirmar su identidad
mediante algún tipo de gratificación psicológica. Pero de lo que
estamos hablando en estos casos es de una búsqueda de la salvación
partiendo de un estado de insatisfacción o de carencia. La satisfacción
que alcanza a obtenerse de este modo es irremediablemente breve, de
modo que el estado de satisfacción o plenitud vuelve a proyectarse
otra vez a un punto imaginario del porvenir, lejos del aquí y del ahora.
132
“Cuando obtenga eso o esté libre de aquello, al fin me sentiré bien”,
parece ser la frase de cabecera que martillea en la gente. Pero esta
situación, lejos de ser el camino hacia la felicidad, es el marco mental
inconsciente que propicia la ilusión de salvación en el futuro.
Pero la verdadera salvación es plenitud, paz, vivir la vida al
máximo. No consiste en sacrificarse en pos de un futuro venturoso y
placentero. Pero la plenitud no es algo que se siente como una
experiencia pasajera, sino que debe ser vivida como una presencia
permanente. La verdadera salvación es conocerte como parte
inseparable de la vida informe y atemporal de la que todo lo existente
deriva su ser.
Es un estado de libertad que te aleja del miedo y la frustración.
Un estado que te libera del pensamiento compulsivo, de la negatividad,
de toda necesidad de apego y, sobre todo, de la necesidad psicológica
del pasado y del futuro. Tu mente te está dictando al oído que desde
donde estás situado no puedes alcanzar ese anhelado estado. Antes
debe ocurrir algo, debes cambiar y convertirte en otra cosa para
sentirte libre y realizado. En efecto, la mente afirma que necesitas
tiempo, que necesitas encontrar, clasificar, hacer, alcanzar, adquirir,
negociar, someter, para poder llegar a ser libre y completo. Consideras
133
el tiempo como un medio hacia la salvación, cuando en realidad es el
gran obstáculo que se alza entre tú y la dicha y la conciencia de
plenitud. Piensas que no puedes llegar a la iluminación porque no
estás preparado, pero la verdad es que el aquí y el ahora es el único
punto desde el que puedes llegar.
Es el momento de recordar aquí un breve relato de Franz Kafka:
Ante la ley hay un guardián. Un campesino se
presenta al guardián y le pide que le deje entrar. Pero el
guardián contesta que de momento no puede dejarlo
pasar. El hombre reflexiona y pregunta si más tarde se lo
permitirá.
—Es posible —contesta el guardián—, pero ahora
no.
La puerta de la ley está abierta, como de
costumbre; cuando el guardián se hace a un lado, el
campesino se inclina para atisbar el interior. El
guardián lo ve, se ríe y le dice:
—Si tantas ganas tienes… intenta entrar a pesar
de mi prohibición. Pero recuerda que soy poderoso. Y
134
sólo soy el último de los guardianes. Entre salón y salón
hay otros tantos guardianes, cada uno más poderoso que
el anterior. Ya el tercer guardián es tan terrible que no
puedo soportar su vista.
El campesino no había imaginado tales
dificultades; pero el imponente aspecto del guardián, con
su pelliza, su nariz grande y aguileña, su larga barba de
tártaro, rala y negra, le convencen de que es mejor que
espere. El guardián le da un banquito y le permite
sentarse a un lado de la puerta. Allí espera días y años.
Intenta entrar un sinfín de veces y suplica sin cesar al
guardián. Con frecuencia, el guardián mantiene con él
breves conversaciones, le hace preguntas sobre su país y
sobre muchas otras cosas; pero son preguntas
indiferentes, como las de los grandes señores, y al final
siempre le dice que todavía no puede dejarlo entrar. El
campesino, que ha llevado consigo muchas cosas para el
viaje, lo ofrece todo, incluso lo más valioso, para
sobornar al guardián. Éste acepta los obsequios, pero le
dice:
135
—Lo acepto para que no pienses que has omitido
algún esfuerzo.
Durante largos años, el hombre observa casi
continuamente al guardián: se olvida de los otros y le
parece que éste es el único obstáculo que lo separa de la
ley. Maldice su mala suerte, durante los primeros años
abiertamente y en voz alta; más tarde, a medida que
envejece, sólo entre murmullos. Se vuelve como un niño,
y como en su larga contemplación del guardián ha
llegado a conocer hasta las pulgas de su cuello de piel,
ruega a las pulgas que lo ayuden y convenzan al
guardián. Finalmente su vista se debilita, y ya no sabe si
realmente hay menos luz o si sólo le engañan sus ojos.
Pero en medio de la oscuridad distingue un resplandor,
que brota inextinguible de la puerta de la ley. Ya le
queda poco tiempo de vida. Antes de morir, todas las
experiencias de esos largos años se confunden en su
mente en una sola pregunta, que hasta ahora no ha
formulado. Hace señas al guardián para que se acerque,
ya que el rigor de la muerte endurece su cuerpo. El
136
guardián tiene que agacharse mucho para hablar con él,
porque la diferencia de estatura entre ambos ha
aumentado con el tiempo.
—¿Qué quieres ahora? —pregunta el guardián—.
Eres insaciable.
—Todos se esfuerzan por llegar a la ley —dice el
hombre—; ¿cómo se explica, pues, que durante tantos
años sólo yo intentara entrar?
El guardián comprende que el hombre va a morir y,
para asegurarse de que oye sus palabras, le dice al oído
con voz atronadora:
—Nadie podía intentarlo, porque esta puerta
estaba reservada solamente para ti. Ahora voy a cerrarla.
137
El amor y el odio
Si no consigues vivir en la profundidad del presente, todas las
relaciones, especialmente las relaciones íntimas, a corto o a largo
plazo, acabarán en un rotundo fracaso. Puede que parezcan perfectas
durante un tiempo, mientras estás “enamorado”, pero esa aparente
perfección se va tambaleando a medida que van produciéndose
discusiones, conflictos, insatisfacciones y violencia física o
emocional… en fin, momentos de tensión que van incrementando su
frecuencia con el paso del tiempo. Parece que buena parte de las
relaciones amorosas pasan a convertirse con el tiempo en relaciones
de amor/odio. En ellas, el amor puede dar lugar súbitamente a una
agresividad salvaje, a sentimientos de hostilidad, o a la total ausencia
de afecto. Es normal en nuestra sociedad dominada por los miedos y
las debilidades que una relación pase en poco tiempo del amor al odio,
del placer al dolor, de la dicha a la infelicidad.
Es bastante frecuente que las parejas se vuelvan adictas a estos
ciclos. La carga dramática hace que los miembros de la pareja se
sientan vivos, al creerse dominados por las grandes pasiones. Pero
cuando se pierde el equilibrio entre lo positivo y lo negativo, y los
138
ciclos destructivos se presentan con mayor frecuencia e intensidad —
algo que termina ocurriendo más temprano que tarde— la relación no
tarda en colapsar.
Puede parecer que todo estaría bien y la relación florecería
estupendamente si lograras eliminar los calamitosos ciclos negativos o
destructivos; pero eso es imposible. Las polaridades son
interdependientes. No se puede tener una sin la otra. Lo positivo ya
contiene en sí la semilla de lo negativo. Ambos son, de hecho,
aspectos de la misma disfunción. Aquí estoy hablando de lo que suele
conocerse como relaciones románticas; no del verdadero amor, que no
tiene opuesto porque surge de más allá de la mente. El amor, como
estado continuo, aún es raro y escaso. No obstante, puede haber breves
y elusivos chispazos de amor cuando se producen discontinuidades en
la corriente mental.
Resulta más sencillo reconocer como disfuncional la fase
negativa de una relación que la positiva. Y también es más fácil que
achaques los problemas de la relación a tu compañera o compañero
que a ti mismo. Los problemas de funcionamiento pueden
manifestarse de distinta manera: posesión, celos, control,
resentimiento, necesidad de tener razón, intolerancia, egoísmo,
139
narcisismo, manipulación, tendencia a discutir, criticar, juzgar, culpar,
ataques de ira furibunda o maltrato físico o psicológico.
En cuanto al aspecto positivo, estás “enamorado” de alguien y
al principio es un estado muy satisfactorio y placentero. Te sientes
inmensamente vivo y tu existencia adquiere repentinamente
trascendencia porque alguien te necesita, te quiere y haces que te
sientas especial. Cuando estáis juntos os sentís completos. El
sentimiento puede llegar a alcanzar tal grado de intensidad que el resto
del mundo puede parecer insignificante.
No obstante, quizá te hayas percatado de que esa intensidad
tiene un fuerte componente de necesidad y apego. Te vuelves adicto a
la otra persona. Actúa sobre ti como una droga. Cuando la droga está
disponible te sientes bien, pero la posibilidad o la simple idea de que
esa persona pueda abandonarte desencadena en ti celos, posesión,
intentos de manipulación mediante chantaje emocional, culpas y
acusaciones; en resumen, miedo a la pérdida. Si la otra persona te
abandona, ese hecho puede desencadenar una gran hostilidad o pena y
puede conducirte a la más honda desesperación. La ternura amorosa
puede transformarse en una agresividad salvaje o en un dolor sin
límites. Y en tal caso, ¿adónde ha ido el amor? ¿Puede el amor
140
transformarse instantáneamente en su opuesto? ¿Fue el amor lo que
hubo en un principio o sólo fue un apego adictivo?
La razón por la que nos hacemos adictos a otra persona y que
hace que la relación romántica amorosa se vuelva una forma tan
intensa de experiencia se vincula con el hecho de que parece
ofrecernos la liberación de un estado hondamente arraigado de miedo,
necesidad, carencia e incompletud, que es parte de la condición
humana en su aspecto más rudimentario. Ese estado tiene una
dimensión física y una dimensión psicológica.
A nivel físico, es evidente que no estarás completo ni lo estarás
nunca: eres hombre o mujer, la mitad de una totalidad y un fuerte
anhelo vital consiste en la búsqueda de la totalidad. El anhelo de
totalidad a ese nivel —el deseo de retornar a la unidad— se manifiesta
como la atracción entre los sexos. Es un impulso casi irresistible de
unión con la energía polar opuesta. La raíz de ese impulso físico es
espiritual: el anhelo a acabar con la dualidad, de volver al estado de
unidad. La unión sexual es el máximo grado que puedes alcanzar a
nivel físico. Es la experiencia más satisfactoria en ese nivel. Pero la
unión sexual es sólo un vislumbre pasajero de la totalidad, un breve
instante de la dicha. Por eso, mientras se siga buscando como único
141
medio de salvación, se estará buscando el fin de la dualidad en el nivel
de la forma, donde no puede hallarse.
A nivel psicológico, la sensación de carencia o de sentirse
incompleto es aún mayor que a nivel físico. Mientras que estés
identificado con la mente, tu sentido de identidad tendrá como espacio
de manifestación un punto externo a ti. En otras palabras: intentas
encontrar tu identidad reflejada en cosas que están fuera de ti y en
última instancia no tiene nada que ver con quien eres: tu posición
social, la apariencia externa, éxitos y fracasos, la fortuna. Ese falso yo
que ha fabricado la mente, es decir, el ego, se siente vulnerable
inseguro y siempre está buscando algo nuevo con lo cual identificarse
para sentir que está vivo y tiene valor. Pero nada de lo que encuentra
acaba siendo suficiente para darle una satisfacción duradera. Sus
miedos persisten: su sensación de carencia y necesidad también.
Es cuando surge esa relación especial. Parece ser la respuesta a
todos los problemas del ego y el medio para satisfacer todas sus
necesidades. Al menos así parecen presentarse los hechos en un
principio. Las cosas de las que antes extraías tu sentido de identidad se
convierten en objetos insignificantes. Ahora has obtenido un centro de
interés que sustituye a todos los demás, da sentido a tu vida y te
142
permite confirmar tu identidad: todo eso lo tienes en la persona de la
que te has enamorado. Ya no eres un fragmento desconectado flotando
en un universo desamparado. Ahora tu mundo tiene un centro y un
polo de atracción: el ser amado. Que el centro continúe estando fuera
de ti y que tu sentido de identidad surja de algo externo no parece
importar mucho al principio. Lo importante es que los sentimientos
latentes de miedo, carencia e insatisfacción, tan característicos del ego,
ya no están presentes. ¿O quizá sí? ¿Se han disuelto o siguen
existiendo debajo de la felicidad superficial?
Si en tus relaciones amorosas experimentas un sentimiento de
amor acompañado de emociones que evidencian todo lo contrario, es
muy probable que estés confundiendo el apego adictivo del ego con el
amor. No puedes amar a tu pareja un momento y atacarle casi de
inmediato. El verdadero amor no viene acompañado de emociones
opuestas de igual intensidad. Si tu amor tiene un opuesto, pues
entonces no es amor, sino más bien la intensa necesidad del ego de
una identidad más completa y profunda, necesidad que la otra persona
puede cubrir temporalmente. Esto no es otra cosa que el sustituto de la
salvación que propone el ego, y durante un breve lapso puede aparecer
143
a los ojos de las personas como una verdadera salvación, aunque no
sea más que un espejismo engañoso y lleno de peligros.
Pero llega un momento en que tu pareja deja de actuar como
para satisfacer a todas tus demandas, o mejor dicho, las de tu ego. Los
sentimientos de miedo, dolor y carencia, que son parte inseparable del
ego y que habían quedado encubiertos por la relación amorosa,
retornan a la superficie. Como en cualquier otra adicción, pasas
buenos momentos cuando la droga está disponible, pero
irremediablemente llega un momento en el que ya no te surte efecto.
Cuando los sentimientos dolorosos reaparecen, los sientes con mayor
intensidad que antes y, lo que es peor, ahora percibes que la fuente del
dolor está fuera de ti, en tu pareja. Esto te lleva a proyectar la
insatisfacción fuera de ti y atacas al otro con toda la violencia salvaje
de tu dolor. Asimismo, tu ataque puede despertar el dolor de tu pareja,
la cual es muy probable que contraataque. Y lo que era un espacio de
dicha se transforma en un campo de batalla. Llegados a ese punto, el
ego, dominador absoluto de todas tus conductas, continúa esperando
inconscientemente que su ataque o sus intentos de manipulación sean
castigo suficiente para amedrentar y generar un cambio en tu pareja,
de modo que la pobre pueda servir de tapadera del dolor.
144
Todas las adicciones surgen de una negativa inconsciente a
enfrentarse al propio dolor. Todas las adicciones empiezan con dolor y
terminan con dolor. Por eso hay tanto dolor e infelicidad en las
relaciones construidas de acuerdo con un patrón adictivo, cuando
llegan a su fin los primeros momentos de euforia. Pero debes tomar
conciencia de que las relaciones mismas no son la causa del dolor y de
la infelicidad, sino que sacan a la superficie el dolor y la infelicidad
que ya están en ti. Todas las adicciones lo hacen. Llega un momento
en que la adicción deja de funcionar y sientes el dolor con más
intensidad que nunca.
Esta es la sencilla razón por la cual la mayor parte de la gente
siempre está intentando escapar de la densidad y la espesura del
momento presente para buscar la salvación en un futuro que no deja
de ser ilusorio. Si focalizaran su atención en el ahora, lo primero que
hallarían sería su propio dolor, y eso es lo que más temen. ¡Si supieran
lo fácil que es acceder ahora al poder de la presencia que disuelve el
pasado y su dolor, a la realidad que disuelve la ilusión! ¡Si supieran lo
cerca que están de su propia realidad y del camino para alcanzar la
felicidad plena!
145
La solución a todo esto es pasar de las relaciones adictivas a las
relaciones iluminadas. El amor es un estado del ser, no está fuera, sino
dentro de ti. Nunca puedes perderlo y no depende de otro cuerpo ni de
otra forma externa. En la quietud de tu presencia puedes sentir tu
propia realidad informe e intemporal: es la vida no manifestada que
anima tu forma física. Es cuando puedes sentir la misma vida en lo
más profundo de los demás seres humanos.
Debes aprender que el amor no es selectivo. No hace a una
persona especial, ni tampoco es exclusivo. No obstante, la intensidad
con la que se vive el verdadero amor puede variar. Puede haber una
persona que te refleje el amor más claramente y con más intensidad
que las demás, y si esa persona siente lo mismo hacia ti, se puede
decir que estás unido en una relación de amor con ella. El vínculo que
te conecta con esa persona es semejante al vínculo que te vuelve parte
integrante del mundo. Lo único que varía es el grado de intensidad. Tu
amor ya no tiene origen en la carencia, sino que nace de la plenitud y
de tu sensación de armonía con lo que está fuera de ti. La verdadera
comunicación es comunión: la realización de la unidad, que es amor.
Pero en cuanto regresa la mente a dominar tu vida, vuelves a
identificarte con ella y dejas de ser tú mismo, vuelves a jugar los
146
juegos de engaño y decepción y pasas a representar los viejos roles
que satisfacen las necesidades de tu ego vulnerable.
Por esa razón, el verdadero amor no puede florecer en ti a
menos que logres liberarte de la identificación mental y que tu
presencia se encuentre lo bastante fortalecida como para haber
disuelto el cuerpo-dolor.
Si tu pareja sigue identificada con la mente y el cuerpo-dolor
mientras que tú ya te has liberado, esto representa un verdadero
desafío, no tanto para ti sino para tu pareja. No es sencillo vivir con
una persona iluminada o, más bien, es tan fácil que el ego se siente
amenazado. Recuerda que el ego necesita problemas, conflictos,
disputas, rivalidades, para fortalecer el estado de amenaza al abandono
del cual se nutre para identificarse. La mente de tu pareja no
iluminada se sentirá muy frustrada porque no te resistes a sus
posiciones mentales fijas, lo que significa que se irán debilitando y
temblarán, e incluso existe el peligro de que se derrumben,
produciendo una pérdida de identidad. El cuerpo-dolor se alimenta del
conflicto y no lo está obteniendo.
Pero debes tener cuidado: algunas personas insensibles,
retraídas, carentes de respuestas y alejadas de los buenos sentimientos
147
se creen que están iluminadas y pretender convencer de ello a los
demás. Los hombres suelen hacer esto más que las mujeres y suelen
achacarles a sus parejas un comportamiento demasiado irracional.
Pero si puedes sentir tus emociones, recupera la confianza porque no
estás tan lejos del radiante cuerpo interno, que emana de ellas.
Si una persona no emana amor y alegría, presencia completa y
apertura a todos los seres es que no está iluminada. Y será imposible
establecer una relación iluminada con ella. Por ejemplo, para una
mujer, estar con un hombre retraído, que vive dominado por los
dictados de la cabeza, puede ser todo un desafío. La mujer se sentirá
irritada cuando sienta que el hombre no la escucha ni hace un esfuerzo
por comprenderla debido a su falta de presencia. La carencia de
verdadero amor en la relación, que suele ser sentida más por la mujer
que por el hombre, activará el cuerpo-dolor de la mujer y entonces ella
atacará a su pareja, lo criticará y mantendrá hacia él una amenazante
actitud hostil. En consecuencia, la reacción de la mujer se vuelve un
desafío y una amenaza para el hombre, que responderá subiendo la
apuesta de la hostilidad. Se atrincherará aún más en sus rígidas
posturas mentales, justificándose, defendiéndose y contraatacando.
148
Finalmente esto activará con fuerza el cuerpo-dolor del hombre y el
lecho de amor se transformará en un gélido terreno de disputas.
Volvamos a examinar brevemente el escenario descrito hasta
ahora. Cada uno de los desafíos que se han presentado ante los
miembros de la pareja constituye en realidad una oportunidad de
salvación diferente. En cada fase del proceso disfuncional de la pareja
germina la posibilidad de liberarse de estas conductas perjudiciales.
Por ejemplo, la hostilidad de la mujer podría ser tomada por el hombre
como una clara señal que le ayudase a abandonar su estado de
identificación con la mente, despertar al ahora y sumergirse en el
presente, en lugar de identificarse aún más con su mente y volverse
más y más inconsciente. Asimismo, en lugar de “ser” el cuerpo-dolor,
la mujer podría ser la conocedora que observa el dolor emocional en sí
misma, accediendo al poder del ahora e iniciando el proceso de
transmutación. Así, dejaría de proyectar el dolor de manera
compulsiva y automática. Y podría expresar sus sentimientos a su
compañero, en lugar de devolverle hostilidad.
Si la mujer pierde esa oportunidad, el hombre podría observar
su reacción mental-emocional a su propio dolor y su actitud defensiva,
en lugar de ser la reacción. Podría entonces observar la activación de
149
su cuerpo-dolor, asignándole así una conciencia a sus emociones. De
este modo se crearía un espacio claro y sereno de conciencia pura: el
conocedor, el testigo silencioso, el observador. Esta conciencia no
niega el dolor, y sin embargo está más allá de él. Permite que la pena
sea y al mismo tiempo la transmuta. Lo acepta todo, pero también lo
transforma todo. Así se abriría una puerta que permitiría a la mujer
unirse al hombre en ese espacio.
Si te mantienes continuamente presente en tus relaciones,
plantearás el mayor de los desafíos para tu pareja, que no podrá
soportar tu presencia durante mucho tiempo y seguir siendo
inconsciente. Si está preparada, atravesará la puerta que le has abierto
y se unirá a ti en ese estado. Si no lo está, os separaréis como el agua y
el aceite. La luz es demasiado dolorosa para quien quiere seguir
viviendo en la oscuridad.
150
CONCLUSIÓN
EL SECRETO DE LA VIDA
Debes rellenar el espacio de la pizarra de tu vida con todo
aquello que deseas. Si lo has rellenado con el pesado equipaje del
pasado, ese oscuro lastre que te impide avanzar, haz una limpieza.
Borra de tu mente todos aquellos recuerdos que no te sirven y da las
gracias porque los caminos de la vida ten han conducido al preciso
sitio donde te encuentras ahora, un excelente punto de partida para un
nuevo comienzo. Porque hay momentos en la vida en que debes
reinventarte a ti mismo. Quédate entonces con una pizarra en blanco y
empieza de nuevo aquí y ahora. ¡Descubre tu felicidad, vívela y apura
de ella hasta la última gota!
Es muy difícil llegar a este punto, porque has sido educado en la
idea de que había algo que se suponía que debías hacer y que si no lo
hacías, Dios no estaría contento contigo. Pero debes comprender que
tu meta primordial es sentir y alcanzar la ,felicidad y comenzar a hacer
sólo aquellas cosas que te aportan felicidad. Es de este modo,
buscando la felicidad en todos los rincones de tu vida, que podrás
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reconciliarte con Dios, quien estará contento contigo, sólo cuando tú
lo estés.
Haz las cosas que te gustan y que te hacen sentir feliz. Si no
sabes qué te hace feliz, plantéate la pregunta: “¿Qué es lo que me hace
feliz?”. Cuando lo descubras comprométete con ello, con la felicidad,
la Ley de Atracción te lanzará una lluvia de cosas buenas, personas,
circunstancias, acontecimientos y oportunidades en tu vida porque
estarás irradiando felicidad.
Y debes comprender que la felicidad interior es lo que en
realidad alimenta el éxito. Sé feliz ahora. Siéntete feliz ahora. Esto es
lo único que has de hacer. Cuando persigues tu dicha vives en un
espacio constante de felicidad y te abres a la abundancia del Universo.
Recuperas el entusiasmo por compartir la vida y la dicha con los seres
que más quieres y tu entusiasmo y pasión se expande como una
llamarada en la paja seca del verano. El gozo de vivir se vuelve
contagioso.
Todas las cosas por las que has pasado, todos los momentos de
tu vida, han debido de prepararte para este momento. Imagina lo que
puedes hacer a partir de ahora con todo lo que sabes. Ahora entiendes
a ciencia cierta que eres el cabal creador de tu destino. ¡Nadie más
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puede bailar tu baile! ¡Nadie puede cantar tu canción! ¡Nadie puede
escribir tu historia! ¡Lo que eres y lo que haces empieza ahora!
Estoy convencido que eres extraordinario, que hay algo
espléndido en ti. No importa lo que te haya pasado en la vida. No
importa la edad que tengas. En el momento en que empiezas a “pensar
apropiadamente”, ese algo que está en tu interior, ese poder interior
que es más grande que el mundo, empezará a emerger. Oirás el ruido
de cadenas rotas que caen a tus pies y verás al futuro alejarse del
pasado que te atenaza con miedos, con rencores, con debilidades. Una
fuerza interior se apoderará de tu vida, te alimentará, arropará, guiará
y protegerá. Te dirigirá y sostendrá tu existencia. La tierra cambia su
órbita por ti, a causa de la nueva fuerza que guía tu destino. Todas las
cosas bellas que ves, todas las maravillas que experimentas, bailan a
tu alrededor para darte dicha y felicidad. Están por ti, para ti, porque
has aprendido a atraerlas a tu vida, porque has logrado erigirte en el
amo de tu propio Universo, el centro de tu vida, el principio y el motor
de tu felicidad.
Has de rellenar el espacio en blanco de la pizarra de tu vida con
todo aquello que más desees. Lo único que debes hacer es sentir el
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poder del ahora. Concebir el presente como el progenitor de tu propio
futuro. Porque el futuro está en tus manos y de ti depende. Cuanto más
utilices tu poder interior, más poder atraerás hacia ti. El ahora siempre
es el mejor momento para aceptar tu magnificencia. Y nunca es tarde
cuando emprendes el camino. Sólo andando llegarás a una era gloriosa.
Sólo es cuestión de abandonar tus pensamientos limitantes, para
experimentar la verdadera magnificencia de la humanidad que
confluye en tu propia vida. El futuro es hoy. Por eso haz lo que te
gusta. Así cuando te comprometas con tu felicidad, atraerás una
avalancha de cosas buenas porque estarás irradiando felicidad. Ahora
que has descubierto el secreto, lo que hagas con él es cosa tuya. Todo
lo que hagas será correcto porque tuyo es el poder. Y en el futuro no
hay lugar para débiles.
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