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Documento historico.Fuentes: Archivo historico de Tuxtla Gutierrez.Ensayo
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Enríquez Rodríguez Alejandro [email protected]
EL PROCESO ARQUITECTÓNICO DE TUXTLA GUTIÉRREZ EN EL PORFIRIATO, EL PROGRESO DE UNA CIUDAD.
INTRODUCCION
El presente ensayo pretende explicar la creación de una ciudad para el bienestar
colectivo de los pobladores, durante la dictadura del general Porfirio Díaz, el lema
orden y progreso sería factor para las construcciones de nuevas infraestructuras,
así como también la estética de cada rincón de las ciudades que conformaban la
republica mexicana.
En las primeras décadas del Porfiriato la tarea fue el de reestructurar cuestiones
políticas, el país ya había experimentado un periodo de paz al cual se le denomino
la republica restaurada; sin embargo por las deudas de guerras pasadas y la
ruptura social y estructural política no se logro un avance tecnológico o con miras
hacia el crecimiento del capital.
Si alguien creía firmemente en que México tenía el potencial para poder rediseñar
o reinventar su historia y/o copiar un patrón de las ciudades más bellas de Europa,
sin duda fue Porfirio Díaz; un militar y político casado con sus ideas de que a
través de inversiones extranjeras la apertura hacia ciudades y proyectos de
urbanización darían resultados a mediano y largo plazo.
Ahora bien Chiapas años atrás al Porfiriato ya había manifestado ciertos intentos
de cambios, sin embargo el apoyo de parte de la presidencia no fue del todo y es
que desde que se anexo a México, había sido el estado más olvidado por los
funcionarios que regían en el país.
El sentimiento del chiapaneco era de una indiferencia, durante décadas se trato de
levantar la mano y que los ojos del centro del país se fijaran en el estado del sur;
lugar que aún no lograba sacudir su noción de zona rural.
Introducción a la arquitectura1er Semestre Grupo “B”
Enríquez Rodríguez Alejandro [email protected]
Todo cambia tras la llegada de Emilio Rabasa y el cambio de poderes de la
capitanía de 1892 a Tuxtla Gutiérrez, podríamos decir que este hecho marco un
paradigma para el Tuxtleco y así como la mayoría de la población en el estado. Y
es que la fraterna amistad entre Porfirio y Emilio fue tan oportuna para la
proyección de una zona urbanizada, había que diseñar, crear y dejar de ser un
pueblo y así poder transformar una ciudad que como lo dijo el mismo Emilio
Rabasa que los habitantes se merecían.
La planeación de Tuxtla Gutiérrez tendría varios objetivos con fines políticos,
económicos y culturales. La educación y construcción de escuelas, edificaciones y
creaciones de áreas recreativas sería para la capital los primeros indicios del
crecimiento arquitectónico en una posible ciudad; que aún mantenía la esencia de
un pueblo.
Fig. 1. Parque central de Tuxtla Gutiérrez
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DESARROLLO
Las primeras planificaciones del Porfiriato en el estado de Chiapas estarían a
cargo del gobernador electo Emilio Rabasa, el cual pretendía un crecimiento en la
educación así como también las construcciones de escuelas, la remodelación de
las avenidas principales, edificaciones y espacios recreativos.
Este proyecto tendría un periodo de más de 15 años llamado el proyecto
“Rabasista”. La idea central del Porfiriato es el embellecimiento del país. Para
Chiapas años de atraso y olvido marcaria un choque hacia la apertura de un
proyecto de urbanización (Benjamin, 1981).
A principios del siglo XIX en Tuxtla se trató de proponer los primeros proyectos de
urbanización de la nueva ciudad y fue en los primeros años de 1800 donde el
pueblo de San Marcos Tuxtla es declarado Villa por las Cortes de Cádiz y para
1815 la villa de Tuxtla contaba con aproximadamente 4,000 habitantes.
Donde la mayoría eran nativos; las edificaciones de las viviendas de la población
tuxtleca tenían un rasgo muy marcado por las clases sociales, el poder económico
o el bienestar se concentraba en los comerciantes o con linaje español la
condición de vida garantizaba su comodidad:
Lo que caracterizaba al sentamiento con humildes viviendas de bajareque cercadas por corrales de arbustos, de trazos simétricos; seguían en población a los mestizos de una mejor situación económica que se identificaban especialmente por contar con casas de adobe y pequeños comercios y en minoría los terratenientes españoles y burócratas que desempeñaban los puestos de confianza en la administración pública de la Villa. 1
1 Mérida Mancilla Arturo, Cien años de evolución urbana en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. (1892-1992), [Castañón, 1992, p.19], Universidad Autonoma de Chiapas, 2000, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, P.p 18.
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Años después por decreto de la legislatura local en 1829, la Villa de Tuxtla es
elevada a la categoría de ciudad, para ese entonces ya había adquirido un
aspecto mejor definido y una forma más regular al conservar la traza tipo damero,
que los españoles habían impuesto muchos años antes y esto origina que el
Ayuntamiento de Tuxtla realice el primer proyecto por así decirlo de urbanización
de la plaza principal en 1825 lo que ahora es el parque central.
Según el croquis de la Villa de Tuxtla, la estructura urbana de la ciudad se
ordenaba a partir de una plaza central en donde se encontraban los edificios de
poderes religioso, político y económico, en una zona de transición estaba definida
por los barrios de San Jacinto, Santo domingo, San Miguel y San Sebastián lo que
ahora es El Calvario; vivían los mestizos que habitaban en grandes multitudes.
El primer crecimiento urbano inducido ante el inminente cambio de residencia de
algunos funcionarios y nuevos vecinos de la ciudad, el ayuntamiento de 1892
previendo un crecimiento del área urbana y tratando de aprovechar las rentas por
adjudicación de predios para edificar viviendas, establece a partir de ese momento
el último acuerdo municipal sancionado por el ultimo acuerdo municipal
sancionado por el Gobierno.
Fig.2. Croquis del asentamiento indígena
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A pesar de que para esa época no se conocían los automóviles en la ciudad, este
concepto de barrio moderno, con esquina de pancoupe, previo el flujo de
vehículos automotriz que un siglo después tendría esa zona, modelo que sería
retomado por otras colonias posteriores como la Francisco León (barrio de san
francisco).
Al sur de la ciudad, en las que por cierto el tráfico tiene una mayor fluidez por las
dimensiones de las calles y avenidas, y en las que los arboles cobijan el tránsito
de personas en las horas de mayor incidencia solar. Cuando en 1891 Emilio
Rabasa se convirtió en gobernador de Chiapas, Porfirio Díaz había consolidado su
poder político en México.
El periodo presidencial de 1892 mostro a aliados y opositores por igual que Díaz
era capaz de seguir adelante con las sucesivas reelecciones. Para fines de su
tercer periodo ya se había convertido en “el indispensable”, “el necesario”, y fue
en ese ambiente político de creciente centralización por parte de profirió Díaz y
bajo la dirección de Rabasa, cuando Chiapas se comenzó a integrar al Estado
nacional mexicano.
El programa de regeneración y progreso de Rabasa tenía un doble carácter:
político y de desarrollo. La centralización del poder y la autoridad en el gobierno
estatal contribuyo en buena medida al éxito de las reformas y proyectos. Rabasa
creía que para hacer que Chiapas se moviera era necesario fortalecer su propia
posición y su cargo.
La administración de Emilio Rabasa representa un parte aguas en la historia de
Chiapas. Rabasa inicio el proceso sostenido del desarrollo económico y de la
consolidación política que caracterizarían a Chiapas y a México en los próximos
cincuenta años y lo hizo sobre las bases del consenso ideológico que surgió de la
Reforma y con la estabilidad política que Porfirio Díaz logro en el país, así como
con la energía y expectativas de una clase empresarial cada vez mayor.
Para Rabasa el gobierno era una herramienta vital para ayudar a transformar a
una región aislada y retrograda en una prospera y moderna y se daba bien cuenta
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de que antes de convertirse en esa herramienta de modernización, el gobierno
estatal debía centrar y consolidar su autoridad.
Rabasa inicio este proceso minando el poder de los jefes políticos y locales,
fortaleciendo las bases fiscales del gobierno estatal y estableciendo un nuevo
centro de gobierno al tiempo que ampliaba las funciones de gobierno estatal:
comenzó a intervenir de manera decidida en la sociedad y en la economía de la
región construyendo caminos, reformando la estructura de la tenencia de la tierra y
apoyando la educación.
Fig. 3. Plano de la ciudad en 1892
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En esta etapa temprana de la formación del Estado nacional en México, los
gobiernos regionales desempeñaron un papel tan importante como el del gobierno
nacional en la promoción de este proceso.
Vistos a la luz del desarrollo posterior, los esfuerzos emprendidos por el gobierno
estatal de Chiapas a principios de la década de 1890 para promover la
modernización tanto política como económica pueden parecer pequeños y
seguramente fueron insuficientes para las tareas que había que emprender. Sin
embargo, se logro iniciar el proceso. Más que ninguno otro momento, la génesis
de Chiapas moderna se encuentra en este periodo.
Rabasa no sólo fue un gobernador por poco más de dos años sino que también
estableció un modelo, sentó precedentes y creó un programa de reforma política y
de desarrollo económico que recibió el apoyo de la clase empresarial activa y que
pudo ser continuado por sus sucesores.
Lo mismo que él, los cuatro gobernadores porfiristas que administraron el estado
entre 1894 y 1911 venían de los estratos medios de la sociedad. Fausto Moguel,
Francisco León, Rafael Pimentel y Ramón Rabasa (esté último hermano de Emilio,
quien sustituyo de manera inmediata a Rafael Pimentel por pretender cambiar de
nuevo las sedes de la capital a San Cristóbal de las Casas), sin embargo el
mandato de Francisco León sería para la evolución arquitectónica en Chiapas un
impulso para la construcción y planeación de carreteras, con el fin de hacer más
cómodo y rápido las diligencias.
CONCLUSIÓN
Había llegado un largo periodo para México en el cual había que reconstruir al
país, tras largos años de guerras, enfrentamientos políticos e invasiones
extranjeras; se tenía que levantar al país económicamente y también dejar una
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imagen de una nación libre, capaz de poder sobrellevar los obstáculos creados por
ellos mismos por tantos errores.
La republica restaurada si bien simbólicamente represento el periodo de un cese a
la guerra, no pudo significar un avance a cuanto inversiones y planificación de
construcciones; el país aún estaba herido por los estragos de batallas, viejas
rencillas que se habían creado entre los mismos mexicanos; tras las ambiciosas
ideas y unas ansias de poder, Porfirio Díaz proclama el Plan de Tuxtepec y en el
cual desconoce el gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada; se traza un nuevo
periodo en la política y vida cotidiana en México.
El Porfiriato represento para México y para la planeación de Tuxtla Gutiérrez, en
el cual tendría varios objetivos con fines políticos, económicos y culturales. La
educación y construcción de escuelas, edificaciones y creaciones de áreas
recreativas sería para la capital los primeros indicios del crecimiento arquitectónico
en una posible ciudad; que aún mantenía la esencia de un pueblo.
Fig.4. Croquis del asentamiento Español.
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Bibliografía
Mérida Mancilla Arturo, Cien años de evolución urbana en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. (1892-1992), [Castañón, 1992, p.19], Universidad Autonoma de Chiapas (UNACH), 2000, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. P.P. 221.
Benjamin, Thomas Louis, El camino a Leviatán, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), 1981, México, D.F. P.P. 382.
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