378

Click here to load reader

El latín en el perú colonia. LINGUISTICA. LINGUISTICA TEXTUAL LITERATURA ESPAÑOL

Embed Size (px)

DESCRIPTION

El latín en el perú colonia. LINGUISTICA. LINGUISTICA TEXTUAL LITERATURA ESPAÑOL

Citation preview

  • N G EL A H E L M E R

    El la tnEN EL PER COLONIALDIGLOS1A E HISTORIA DE UNA LENGUA VIVA

  • ngela Helmer (Callao - Per).Se form acadmicamente en Los ngeles, California (EE.UU.). Obtuvo su grado de bachiller en Occidental College con la distincin Summa cum laude y su maestra en arqueologa de la Universidad de California, Los ngeles (UCLA). Se doctor en Literaturas y Lenguas Hispnicas, con especia- lizacin en Lingstica, tambin por la Universidad de California (2010). Sus intereses de investigacin incluyen la coexistencia del latn y el espaol durante el perodo colonial en las Amricas, lingstica histrica y sociolingstica. Actualmente es profesora en el Departamento de Lenguas, Lingstica y Filosofa de la Universidad de Dakota del Sur, EE.UU. Sus trabajos se vienen publicando en revistas especializadas de difusin nacional e internacional. Algunas de sus publicaciones son: Asclepiadaeum: Un poema latino del Per colonial, en: Lexis - Revista de Lingstica y Literatura (2011); Lengua y prestigio en el Per colonial, en: Centro y periferia: Cultura, lengua y literatura virreinales en Amrica (2011); con Claudia Parodi y Kenneth Luna Bifurcacin de una norma: el lesmo en el Viejo y el Nuevo Mundo, en: Bulletin ofHispanic Studies (2012) y La herencia latina en documentos del Per Colonial, en: Revista Internacional de Lingstica Iberoamericana (RIUM2012).E-Mail: [email protected].

  • EL LATIN EN EL PERU COLONIAL diglosia e historia de una lengua viva

  • NGELA HELMER

    EL LATN EN EL PER COLONIALdiglosia e historia de una lengua viva

    FONDO EDITORIAL UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

  • Helmer, ngela

    El la tn en el Pe r co lon ia l: d iglosia e h is toria de una lengua

    viva. I a ed. Lima: Fondo Editorial de la Universidad Nacional Mayor de

    San Marcos / Grupo Pakarina, 2013.

    376 pp.

    ISBN: 978-9972-46-494-2

    L atn / Lingstica/ D iglosia / Per colonlal

    El latn en el Per colonial: diglosia e historia de una lengua viva. ngela Helmer Fondo Editorial - UNMSMPabelln de la Biblioteca Central. Ciudad Universitaria. Lima - Per E- mail: [email protected] http://www.unmsm.edu.pe/fondoeditorial/ Grupo Pakarina SACF-12, Asociacin Juan Pablo n, 3era Etapa. Lima 31 Telfono: (SI) (1)5220554 / (51) (1) 999427705 E-mail: [email protected] http://pakarinaediciones.blogspot.com/ www.pakarinaediciones.com

    Primera Edicin: 2013

    Hecho Depsito Legal en la Biblioteca Nacional del Per N 2013 - 00454 ISBN 978-9972-46-494-2

    Direccin de edicin : Dante Gonzlez RosalesDiseo de portaday composicin de interiores : Judith Len MoralesCorreccin de texto : Alberto Loza NehmadEn la cartula : Vista de la ciudad de L im a del libro Voyage a u to u r

    du m onde execute pendant les annees 1836 e t 1837 sur la co rve tte La Bonite, com m and ee p a r M. Vaillant. Paris, 1845.

    La reproduccin total o parcial de este libro, incluidos el diseo de la portada y los dibujos interiores en cualquier forma que sea, idntica o modificada no autorizada por los

    editores, viola derechos reservados.

    IMPRESO EN EL PER / PRINTED IN PERU

  • A la memoria de mi madre, Emma Nez de Garca.

    A Fabio y a Carla.

  • CONTENIDO

    AGRADECIMIENTOS I IPREFACIO 13

    INTRODUCCIN 15

    I TRAYECTORIA HISTRICA DE LA DIGLOSIA 271. Descripcin de la diglosia 29

    1.1. Origen del trmino 291.2. Ferguson 301.3. Fishman 331.4. Influencia de la teora de Fishman 35

    2. Las caractersticas ms importantes y las mscontroversiales de la diglosia 35

    3. Reflexiones sobre la diglosia y consideracionespara su estudio 53

    4. Diglosia durante el perodo colonial 575. Conclusin 66

    II SOCIEDAD 691. La sociedad colonial 732. Educacin 783. Prestigio 814. La Universidad en el Per 835. Las fiestas en la colonia 896. Conclusin 94

    III EL LATN EN EUROPA Y EN AMRICA 971. Introduccin 992. El latn en Europa 99

    2.1. Orgenes 992.2. El latn en la Edad Media 1042.3. El neolatn: El Renacimiento y el Humanismo 109

    3. El neolatn en Amrica 1133.1. La Nueva Espaa 1133.2. El Per 116

    4. El latn hoy 136

  • IV EL LATN EN LOS TEXTOS PERUANOS COLONIALES 1391. Introduccin 1412. Textos coloniales peruanos 142

    2.1. Algunas dificultades con la localizacin de documentos 1442.2. Transcripciones 1452.3. Algunas dificultades con la transcripcin/traduccin 146

    3. Autores 1473.1. Pedro Peralta y Barnuevo 147

    4. Textos y traducciones 1504.1.1. P. de V., Asclepiadaeum - Poema en honor

    al recibimiento del Virrey Don Joaqun de la Pezuela y Snchez. Lima, 1816. 150

    4.2. Texto latino: P. Francisco Javier Vzquez, Carta a los venerables padres provinciales agustinos,Madrid, 1767 152

    4.3. Jos Urreta, Tesis para el grado de bachilleren medicina: Chocolate. Lima, 1804. 160

    4.4. Pedro Peralta Barnuevo y Rocha, Oracin que dixo... en el Claustro de la Universidad de San Marcos.Lima, 1716 170

    CONCLUSIONES 183

    ANEXOS 1911 Textos en latn y latn-espaol 1932 Copias facsimilares de los textos 303

    Anexo 2.1. Asclepiadaeum 303Anexo 2.2. Carta a los venerables padres provinciales 309Anexo 2.3. Disquisicin Mdica sobre el Chocolate 314

    Anexo 2.4. Oracin que dijo Pedro Peralta Barnuevo y Rocha 324

    BIBLIOGRAFA 357

    NDICE TEMTICO 369

  • AGRADECIMIENTOS

    Sin el apoyo de las personas e instituciones que menciono a continuacin este trabajo no habra sido posible. Ante todo quisiera agradecer profundamente el asesoramiento de Claudia Parodi, quien me ofreci su apoyo incondicional y quien comparti conmigo su extenso conocimiento sobre los ms diversos temas relacionados con la colonia. Por su respaldo, su aliento y su capacidad de inspirarme le estar eternamente agradecida. A Brent Vine le estar siempre agradecida por mantener vivo mi inters en el latn. A Kevin Terraciano, a Carlos Quicoli, Jorge Marturano y Lizy Moro- misato por sus comentarios y sugerencias referentes a este trabajo.

    A mis hijos Fabio y Carla Laermanns, quienes son una fuente constante de amor, apoyo e inspiracin. Sin ellos nada de esto tendra sentido. A Clayton Lehmann, mi esposo y compaero en buenas y malas, por su amor y ayuda incondicional. A mi padre Ricardo Garca R. y a mis hermanos Carmen, Leonor y Ricardo Garca N. que aunque lejos, siempre tuvieron una palabra de nimo para m y entendieron y secundaron mis aspiraciones. A Ed Helmer, Kenny Luna y Sandy Mermelstein por su cario y apoyo en todo momento. En Lima a Chalena Vsquez por llevarme a todas las bibliotecas y libreras de Lima y por compartir sus conocimientos conmigo. A Rossana Gianella por ponerme en contacto con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y por ayudarme en mi bsqueda de documentos. A Alberto Loza Nehmad de la sala de Investigaciones de la Biblioteca Central Pedro Zulen de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, por ayudarme a conseguir diversos textos latinos, ofrecer sus comentarios a mi trabajo y asesorarme en cada paso del proceso de edicin y publicacin. A Fernando Lpez Snchez, Director del Museo de Arte de la Catedral de Lima, por mostrarme textos y manuscritos de la Lima colonial y por darme acceso a la biblioteca de la Catedral. A Ana Cecilia Carrillo, Directora Tcnica de la Biblioteca Nacional del Per y a Delfina Gonzlez tambin de la Biblioteca Nacional del Per por ayudarme a localizar diversos textos de las colecciones de la biblioteca.

    A Karla Bambarn de Camayo en Huancayo, por ayudarme a organizar la visita al Convento de Ocopa. A Fr. Jorge Cajo Rodrgez, OFM y Fr. Dante Villanueva Chvez, OFM de la Bibilioteca del Convento de Ocopa por su hospitalidad y gentileza en compartir conmigo ls tesoros de su magnfica

  • 12 Agradecimientos

    biblioteca. A Jos A. Rodrguez Garrido por reunirse conmigo en Lima y facilitarme el acceso a la biblioteca de la Pontificia Universidad Catlica del Per. A las diferentes personas que me ayudaron a localizar documentos en las siguientes bibliotecas de Lima: Archivo General de la Nacin, Biblioteca Nacional del Per, la Biblioteca Central Pedro Zulen de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Biblioteca Espaa de las Artes, del Centro Cultural de San Marcos, la Biblioteca del Instituto Riva-Agero y la Biblioteca Central de la Pontificia Universidad Catlica del Per; y en los EE.UU.: Young Research Library en UCLA, el servicio de prstamo interbibliotecario de la Yale University Sterling Memorial Library y a la John Crter Brown Library, que ha realizado un extraordinario servicio a la comunidad acadmica al digitalizar y poner en lnea textos de su Per Collection. Gracias tambin a Deb Burnight del Servicio Interbibliotecario de la Universidad de Dakota del Sur por ayudarme a localizar libros en diferentes bibliotecas de los EE.UU. Un agradecimiento muy especial al College of Arts and Sciences de la Universidad de Dakota del Sur, particularmente al Decano Matt Moen, por brindarme apoyo para este proyecto.

    Vermillion, 28 de febrero de 2013

  • PREFACIO

    Tenemos en las manos una obra de gran importancia para conocer la historia de las lenguas y las culturas de Hispanoamrica. El libro de ngela Helmer se centra en reconstruir la historia de una lengua tan rica y tan viva como lo fue el latn en el continente americano, especficamente en el Per. La autora nos muestra, contra lo que siempre se ha pensado, que el latn se utilizaba ms all del mundo eclesistico, en situaciones de formalidad extrema durante el periodo virreinal. A l igual que en Europa, el latn era la lengua de prestigio, el vehculo empleado para expresar y crear las figuras literarias ms suntuosas y sofisticadas con que se festejaba a personajes de la realeza civil y eclesistica: virreyes, obispos, prncipes de la iglesia y de la vida acadmica universitaria en las celebraciones ms solemnes. La lengua del Lacio se empleaba en arcos triunfales, piras fnebres, obras dramticas, disertaciones acadmicas, sermones y otras manifestaciones literarias de la alta cultura. Era la lengua de la intelectualidad, la lengua que distingua la ciudad letrada occidental de quienes no llegaban a la universidad. El enfoque de la diglosia que ha utilizado ngela Helmer para explicar la situacin de privilegio que ocupaba el latn frente al espaol y las lenguas indgenas es iluminador, pues aclara y explica el contexto sociolingstico en que se hallaban las lenguas que coexistan en el Per colonial. A travs de la diglosia, ngela Helmer nos aclara cules eran esas lenguas, nos explica su prestigio y nos especifica sus diferentes funciones discursivas. Quien tena el privilegio de estudiar en la universidad, aprender la variante alta del espaol y sobre todo el latn, tena acceso al poder, nos dice ngela Helmer y lo demuestra en su trabajo. En su libro incluye detalles del papel protagnico que tuvo el latn en la sociedad peruana y en la historia de la educacin del Per, sobre todo en la universidad. Las clases de la educacin superior se enseaban en latn y en los recintos universitarios se hablaba esta lengua. ngela Helmer nos explica cundo la crtica moderna ha utilizado el trmino neolatn para referirse a los escritos y al uso oral del latn a partir del Renacimiento. Nos aclara que Los humanistas consideraban el latn la lengua universal, la ms bella, elegante, copiosa, la lengua intelectual por excelencia, que diferenciaba y elevaba a los eruditos del vulgo. Era comn en la poca utilizar junto con el neolatn citas literales latinas procedentes de pasajes firmados por Cice

  • 14 Prefacio

    rn, Horacio, Virgilio y otros autores clsicos en sermones, arcos triunfales y textos escritos de variada ndole. Tambin era comn mezclar el latn con el espaol.

    Tras habernos brindado un estudio de la caracterizacin del latn en el Per y haber explicado la dificultad con que se topa el investigador contemporneo para localizar textos peruanos escritos en latn, ngela Helmer nos proporciona varios ejemplos. Se trata de la transcripcin pa- leogrfica de cuatro obras representativas del latn peruano. Tres de ellas en latn y la cuarta escrita en latn y castellano, entreverando ambas lenguas. La primera es un poema laudatorio annimo de 1816 escrito en honor a la llegada del Virrey Joaqun de la Pezuela y Snchez al Per, intitulado Asclepiadaeum. La segunda es una breve tesis acadmica que lleva por ttulo Chocolate, firmada por Jos Urreta. En este documento su autor alude a los beneficios medicinales del chocolate, su composicin y sus efectos en el cuerpo humano. Se present en la facultad de medicina en 1804. El tercer texto es una Carta a los Agustinos, de Francisco Javier Vsquez, que data de 1766. En esta carta se hace referencia a la expulsin de los jesutas de los reinos espaoles y se exhorta a los agustinos a cumplir los reglamentos que les prohben comunicarse con los jesutas en forma oral o por escrito, so pena de castigo. La cuarta obra es un discurso pronunciado en latn y castellano por D. Pedro de Peralta y Barnuevo en 1716, al finalizar su primer ao como Rector de la Universidad de San Marcos. ngela Helmer incluye las copias facsimilares de las obras que nos presenta transcritas en su libro, para quien desee ver detalles originales de cada texto.

    ngela Helmer desarroll en este libro una labor titnica de rescate documental en archivos y bibliotecas del Per y de otros lugares del mundo para localizar las obras que nos ofrece en este libro. Esta labor de archivo le permiti, adems, elaborar un catlogo de escritos latinos compuestos en el Per virreinal, mismo que nos ofrece en su libro. Dicho catlogo permitir a los interesados localizar un buen nmero de obras latinas escritas en el Per virreinal. En fin, este libro viene a llenar un hueco profundo en el rea de los estudios lingsticos y literarios sobre el latn en general y sus avatares en Amrica, especficamente en el Per durante el virreinato.

    Claudia Parodi Centro de Estudios Coloniales

    Universidad de California, Los ngeles

  • INTRODUCCIN

  • La conquista espaola de Amrica trajo consigo cambios radicales a nivel poltico, social, econmico y lingstico. Si bien existen algunos estudios sobre la situacin lingstica de la poca colonial en Amrica, estos se han centrando en el anlisis filolgico de textos o en el bilingismo, que result del contacto del espaol con las lenguas amerindias.1 En este libro mi inters recae en el rol que tuvo el latn en la sociedad colonial, especficamente en la peruana, en donde coexistieron varias lenguas con funciones especficas. Hasta la fecha no se ha hecho un estudio del latn bajo el prisma sociolingstico de la diglosia en el Per. En cambio, la situacin multilinge y diglsica de la Nueva Espaa ha sido estudiada por Parodi (2007, 2009a, 2010), Rivers (1983) y Zimmermann (2006).

    Con la llegada de los espaoles en el siglo XVI se traslad a estas tierras la cultura espaola, incluyendo el humanismo europeo renacentista, el cual abogaba por el regreso al estudio del latn clsico. En lo que atae a las colonias, segn Rivers (1983:11), la estratificacin social del lenguaje fue ms compleja que en la Pennsula Ibrica. En las capas altas de la sociedad el latn se usaba probablemente ms en Amrica que en Espaa. As, pues, se desarroll en la Nueva Espaa y en el Per una situacin lingstica en la cual prevaleci el uso de dos sistemas, el latn y el espaol barroco como lenguas cultas y de prestigio, y el espaol vernculo como lengua general en las capas altas de la sociedad.2 En la capa popular existi como hoy una situacin ms complicada, ya que las lenguas indgenas convivieron a veces con la lengua espaola, las primeras como lenguas maternas y la ltima como lengua de prestigio. Cabe anotar que existe un gran nmero de lenguas indgenas, las cuales generalmente se consideran parte de las familias amaznica y andina. Las ms importantes entre estas ltimas son el quechua y el aymar.

    En una situacin de contacto, los actores involucrados, hablantes de lenguas mutuamente ininteligibles, desarrollan diversas estrategias comunicativas para negociar el significado. Para este estudio, me pareci pertinente guiarme del modelo de la semntica cultural (Parodi 2009c, 2010), el cual se refiere al estudio de los cambios semnticos y culturales

    1 Vase, por ejemplo, Parodi (2008) para la Nueva Espaa, o Bailn Aguirre (2006) y Bailn Aguirre y Cerrn Palomino (1989) para estudios sobre el contacto espaol- quechua en el Per.

    2 Ver Parodi (2010) para la Nueva Espaa.

  • 18 Introduccin

    que se producen en las lenguas como resultado del encuentro de dos o ms grupos humanos con objetos y situaciones desconocidos por ellos. En una situacin de primer contacto entre dos culturas, especialmente en una circunstancia de conquista y colonizacin, los grupos involucrados, que generalmente poseen herencias culturales y lingsticas diferentes, transforman su bagaje lingstico en un objeto cultural renovado o recreado, a pesar de la tensin que producen las luchas por tierras y poder. As tenemos que la semntica cultural es el estudio de las modificaciones lingsticas resultantes de factores culturales propios del nuevo ambiente durante la colonizacin.

    El modelo de la semntica cultural identifica tres etapas clave durante el intercambio lingstico y sociocultural entre dos o ms grupos: etapa inicial o preliminar, etapa intensa o interna y etapa de residuo.

    La etapa inicial es aquella en la cual se producen cambios semnticos y se introducen paulatinamente prstamos lxicos en las lenguas. Tambin se realizan ajustes morfolgicos, sintcticos y fonticos a la par de una adaptacin cultural. Esta situacin ocurre con frecuencia en la fase primera de la conquista y colonizacin de un territorio. Dicha etapa es quiz la ms trabajada.3

    La segunda etapa, que Parodi llama intensa o interna, tiene lugar cuando el contacto cultural y lingstico facilita relaciones estables entre los grupos. En estas circunstancias, frecuentemente se genera una situacin de bilingismo o diglosia, es decir, el uso de dos o ms lenguas con funciones distintas en diferentes contextos. Por ejemplo, una lengua se usa en un contexto formal en situaciones consideradas de alta cultura, y la otra lengua se usa en transacciones cotidianas. Puede haber variaciones lingsticas y culturales a raz del contacto intenso entre grupos. En el captulo 1 explicar el concepto de la diglosia y su relevancia para este estudio. All se ver cmo en el mundo colonial siguiendo el patrn europeo el latn se convirti en la lengua alta o variante A. Esta gozaba de gran prestigio entre los grupos ms ilustrados de la sociedad, mientras que el espaol vernculo representaba la lengua comn, variante baja o B, la cual se encontraba subordinada a la variante A.

    La tercera etapa, etapa de sustrato o residuo, tiene lugar cuando el contacto entre los grupos empieza a decaer hasta tal punto que una o ms lenguas dejan de ser usadas en la comunidad lingstica especfica. Algunos segmentos de estas lenguas a punto de desaparecer perduran como residuo o huella de la lengua que pervive. Esta situacin generalmente ocurre como consecuencia de un evento poltico o histrico que interrumpe la estabilidad alcanzada durante el perodo intermedio. Frecuentemente

    3 Vase Parodi (2007:221-235), (2009a:ll-30), (2009c:19-45), as como Moromisato (2009:79-92) y Helmer (2009: 61-78).

  • El latn en el Per colonial: diglosia e historia de una lengua viva 19

    sucede una transicin del bilingismo al monolingismo, hecho que puede llevar a la extincin de las lenguas en desuso.4 5

    Sito mi estudio en la segunda fase del modelo de la semntica cultural, ya que despus de la conquista del Per, se fundaron ciudades y se empez a formar a la juventud colonial en instituciones educativas de acuerdo con la tradicin espaola.

    A fin de entender la situacin lingstica en la sociedad colonial latinoamericana, especficamente la peruana, es imprescindible reconocer el nexo que existe entre el lenguaje y la sociedad. Como sostiene Pierre Bour- dieu (1991:43-65), las maneras en las que se usa el lenguaje estn intrnsecamente ligadas a formas de poder y desigualdad social hecho que explica la diglosia. Bourdieu considera el lenguaje un fenmeno socio-histrico y es justamente en este contexto en el que se debe estudiar la diglosia. El uso del lenguaje obedece a normas establecidas y legitimadas socialmente por el grupo dominante dentro de una comunidad lingstica. El grupo dominante, a su vez, es aquel que tiene acceso a la institucionalizacin del lenguaje, es decir al sistema educativo y poltico.

    Bourdieu (1991:55) asevera que la competencia lingstica de un hablante no es simplemente la capacidad de producir oraciones gramaticalmente correctas, sino la capacidad de producir oraciones apropiadas para situaciones particulares:

    La com petencia adecuada para producir oraciones que probablem ente sean entendidas podra ser bastante inadecuada para producir oraciones a las que probablem ente se les p re s te a te n c i n , o que probablem ente sean reconocidas com o a c e p ta b le s en todas las situaciones en las que hay ocasin de hablar. Aqu , nuevamente, la aceptacin social no se puede reducir a una simple gram aticalidad. Los hablantes que no tengan la com petecia leg tim a son exclu idos de fa c to de los dom inios sociales en los que tal competencia se require, o estn condenados al silencio.3

    Las oraciones que los hablantes producen tienen funciones distintas y determinadas dentro del contexto de las relaciones de poder entre los hablantes y sus oyentes.

    Bourdieu revisa la teora de Austin (1962:108-119) sobre las expresiones performativas o enunciados performativos6 y aade que estas no

    4 Para un estudio detallado de las tres etapas de la semntica cultural, ver Parodi (2009c:19-45).

    5 The co m p e ten ce ad equa te to p ro d u ce sentences th a t a re like ly to be u n d ers tood m a y be qu ite in a d equ a te to p ro d u ce sentences th a t a re like ly to be lis tened to, like ly to be re co g n iz e d as a ccep ta b le in a li the s itu a tion s in w hich there is o cca s ion to speak. H ere aga in , s oc ia l a cce p ta b ility is n o t red u cib le to m e re g ra m m a tica lity . Speakers la ck in g the le g it m a te co m p e te n ce a re de fa c to exclud ed f r o m the s oc ia l d om a in s in w hich this c o m p etence is requ ired , o r a re co n d e m n e d to s ilence.

    6 En los aos 1960, el filsofo J. L. Austin utiliz la frase acto de habla (speech act), para referirse a la expresin verbal que usa un hablante en una situacin de comu

  • 20 Introduccin

    son verdaderas o falsas per se, sino que pueden ser acertadas o no, dependiendo de la persona que las pronuncia. Para que una expresin sea vlida y tenga efecto, la persona que la articula tiene que tener la autorizacin para realizar este acto de habla. La autorizacin proviene de una institucin reconocida socialmente, la cual otorga a un determinado individuo el poder para hablar y representar a la autoridad. Si los oyentes reconocen y aceptan esta autoridad, entonces la expresin es acertada y oportuna. El poder que tienen estas expresiones es un poder extrnseco; no lo crean ni las palabras ni el hablante en s, sino que el hablante expresa el poder que la institucin social le ha otorgado para representar la autoridad. Bourdieu (1991:109) compara este caso con los oradores de los poemas homricos, los cuales tenan la autoridad de hablar si se les pasaba el cetro o skeptron.7 Se trata, entonces, de convenciones sociales, y es justamente este aspecto el que Bourdieu arguye, no se ha considerado en la literatura referente a los actos de habla, los cuales se basan mayormente en un anlisis lingstico o lgico, y pasan por alto el aspecto social.

    Bourdieu presenta el concepto de habitus, el cual es un conjunto de disposiciones que incitan al individuo a actuar y reaccionar de una manera determinada.8 Estas disposiciones se aprenden y se adquieren a lo largo de la vida, y reflejan el entorno social en el que el individuo se desarrolla y en el que las obtuvo. El habitus es, pues, un conjunto de prcticas culturales adoptadas desde la niez que regulan cmo nos desenvolvemos socialmen

    nicacin o contexto. El acto de comunicacin es claramente social, un medio por el cual hablantes de una comunidad establecen una transmisin verbal entre s. Segn la teora de Austin, hay palabras o frases que parecen estar designadas para hacer y no solo decir algo, frases que Austin llama performatives o performativas. El ejemplo clsico es el bautizo de un barco con un nombre determinado, o cuando en una boda se declara a la pareja marido y mujer. Los actos de habla se clasifican en: 1) acto locutivo: la frase o idea que se expresa; 2) acto ilocutivo: la intencin de lo que se expresa; 3) acto perlocutivo: el efecto que causa aquello que se dice en el oyente. Los actos ilocutivos, a su vez se subdividen, segn su finalidad, en: a) acto asertivo: el hablante expone algo; b) acto directivo: el hablante indica al oyente que haga algo; c) acto compromisorio: el hablante se compromete a algo; d) acto declarativo: el hablante intenta cambiar el estado de algo; e) acto expresivo: el hablante expresa su estado anmico. Ver Austin (1962:108-119).

    7 A l tratar de entender el poder de las manifestaciones lingsticas de una manera lingstica, al buscar en el lenguaje el principio que subyace a la lgica y efectividad del lenguaje de la institucin, uno se olvida que al lenguaje le llega la autoridad desde fuera, un hecho ejemplificado correctamente por medio del sk ep tron que, en Homero, se pasaba al orador cuando este estaba a punto de hablar. A lo ms, el lenguaje re p re senta esta autoridad, la manifiesta y simboliza. [B y try in g to u nderstand the p o w er o f in gu is tic m a n ifes ta tions lingu is tica lly , b y lo ok in g in la n gu a ge f o r the p r in c ip ie under- ly in g the lo g ic and e ffec tiveness o f th e la n gu a ge o f in s titu tion , one fo rg e ts th a t a u th o r ity com es to la n gu a ge f r o m outside, a fa c t co n cre te ly exe m p lif ie d by the sk ep tron that, in H om er, is passed to the o ra to r w ho is b o u t to speak. L a n g u a g e a t m o s t rep resen ts this a u th o rity , m an ifes ts a n d sy m b o lizes ir].

    8 Para mayores detalles vase Thompson (1991:12-14) en su introduccin a Bourdieu (1991).

  • El latn en el Per colonial: diglosia e historia de una lengua viva 21

    te. El habitus no es el nico factor que influye en las prcticas del individuo; a este habra que agregar tambin el contexto y campo social en el que el individuo se mueve o acta. Bourdieu emplea el concepto de capital, es decir la acumulacin de bienes, ya sea materiales (propiedades, dinero, etc.), culturales (educacin, habilidades, etc.), simblicos (prestigio u honor), etc. Un tipo de capital puede facilitar la acumulacin de otro tipo, por ejemplo, la educacin puede facilitar la adquisicin de bienes materiales.

    No todos los individuos tienen igual acceso a los diversos tipos de capital mencionados por Bourdieu, lo cual crea una disparidad social. Por ejemplo, los diferentes grados, ttulos y calificaciones del sistema de educacin promueven la credibilidad de su valor dentro de la sociedad y a su vez crean una relacin desigual de poder entre aquellos que tienen acceso a la educacin y sus ttulos y aquellos que carecen de la oportunidad de estudiar:

    Pero la lgica de nom brar o ficia lm ente se demuestra con m ayor claridad en el caso del t tu loya sea ttu los de nobleza, calificaciones educacionales o ttu los profesionales. Este es un capital sim blico que est garantizado social y hasta lega lm ente [...] El ttu lo profesional o acadm ico es una form a de regla lega l de percepcin social, una manera de ser percib ido que est garantizada como un derecho. Es un capital sim blico de form a institucionalizada, lega l (ya no solam ente leg tim a) (Bourdieu 1991:241).9

    El sistema educativo tiene un rol fundamental en la legitimacin de los portadores de poder. Esta situacin la encontramos tambin en la sociedad del Per colonial, en la cual, especialmente los letrados ocupaban posiciones de poder y dominio utilizando los instrumentos de expresin adquiridos por lo regular en la universidad. El aprendizaje de la lengua elevada en espaol y del latn confera a los miembros del grupo elitista los medios para continuar el monopolio poltico, social y cultural. La lengua erudita serva para usos oficiales, por lo tanto, solo quien tena acceso a los recursos lingsticos legitimados e impuestos a la sociedad, poda tener acceso al poder. Generalmente solo un determinado grupo social tena acceso a la educacin, perpetuando de esta manera la retencin del poder en una misma agrupacin elitista. Como expresa Bourdieu (1980:230):

    El capital acadmico es, en realidad, el producto garantizado de los efectos combinados de la transmisin cultural por parte de la familia y la

    9 B u t the lo g ic o f o ff ic ia l n a m in g is m o s t c le a r ly d em on stra ted in the case o f the title w h eth e r tifies o f n ob ility , e d u ca ton a l q u a lif ica t io n s o r p ro fess ion a l tifies. Th is is a s y m b o lic ca p ita l th a t is s oc ia lly and even le g a lly g u a ra n te ed [.. . ] The p ro fess ion a l o r a ca d em ic t itle is a s o r t o f le g a l ru le o f s oc ia l p e rcep tio n , a b e in g -p e rce iv e d tha t is g u a ra n teed as a r ig h t. I t is s y m b o lic ca p ita l in an in s titu tion a lized , le g a l (a n d n o lo n g e r m e re ly le g it m a te ) fo rm .

  • 22 Introduccin

    transm is in cu ltu ra l p o r p a rte de la escuela (cuya e ficac ia depende de la cantidad de cap ita l cu ltu ra l h eredado d irectam en te de la fa m ilia .10

    Bourdieu (1991:60) sostiene que aquello que caracteriza la excelencia lingstica puede ser expresado en dos palabras: distincin y exactitud. La lengua legitimada adquiere su valor al desviarse de aquella de uso ms amplio. As, la lengua elevada, bien escogida, dignificada, la lengua A de la diglosia, se distingue de aquella que tiene referencias negativas, como comn, diaria, ordinaria, coloquial, hablada, familiar, o an peor, popular, cruda, vulgar, grosera, inculta, etc., es decir la lengua B o baja. Bourdieu (1991:62) afirma que las instituciones educativas, como mecanismos de transmisin cultural y social, contribuyen a perpetuar la divisin entre la lengua legitimada (o lengua A) y la lengua general (o lengua B). Existe, pues, un grupo que tiene conocimiento de la lengua legitimada, y otro que puede reconocerla, pero no sabe usarla. Esta discrepancia entre conocimiento y reconocimiento (o conocimiento pasivo) crea tensin, situacin que ocurri tambin en la urbe virreinal peruana, entre aquellos que manejaban el latn y el espaol culto y aquellos que no tenan acceso a una educacin formal prestigiosa.

    Bourdieu (1991:109-111) toma la idea de Austin de que hay expresiones ilocutivas que ejecutan una accin al momento de pronunciarse, y aade que esto sucede porque la persona que las verbaliza es el portador autorizado de expresar tales palabras. Este no habla por s mismo sino que sus palabras representan el capital simblico acumulado del grupo que le ha delegado el poder. Evidentemente, el portador del mensaje que ahora sostiene el cetro (o skeptron), est reconocido y es aceptado socialmente como tal en la situacin especfica de su discurso. Ejemplos de estos tipos de persona eran los abogados, sacerdotes, funcionarios gubernamentales, etc. y otros durante el perodo virreinal:

    La eficacia de un discurso hertico no reside en la m agia de una fu erza inm anente al lenguaje, tal como la fu erza ilocu toria de Austin , o en la persona de su autor [...], sino en la d ialctica entre el lenguaje que autoriza y el autorizado y las disposiciones del grupo que lo autoriza y se autoriza a s m ism o a usarlo.11

    Otro aspecto digno de mencionarse que Bourdieu plantea es que las personas que no han adquirido suficiente capital lingstico por medio de exposicin a la lengua legitimada, ya sea a travs de la familia o a travs

    10 A ca d e m ic ca p ita l is in fa c the gu a ra n te ed p ro d u c t o f the co m b in e d e ffects o f cu ltu ra l tran sm iss ion b y the fa m ily and c u ltu ra l tran sm iss ion b y the s ch oo l (the e ff ic ie n c y o f w hich depends o n the a m o u n t o f cu ltu ra l ca p ita l d ire c tly in h e r ite d f r o m the fam ily ).

    11 Bourdieu (1991:129): The e ff ic a c y o f h e re t ica l d iscourse does n o t reside in the m a g ic o f a fo rc im m a n e n t to la n gu a ge , such as A u s tin 's il lo c u tio n a ry fo rc ", o r in the p erson o f its a u th o r [...], b u t ra th e r in the d ia le c tic betw een the a u th o r iz in g and a u th o r iz e d la n gu a ge and the d ispos itions o f t h e g ro u p w hich a u th o rizes it and a u th o r iz e s i ts e lf to use it.

  • El latn en el Per colonial: diglosia e historia de una lengua viva 23

    del sistema educacional, aspiran a conseguirlo. Ya que este grupo o clase media se esfuerza en subir los eslabones sociales, el grupo que posee el poder desarrolla nuevas estrategias sociales de distincin. Tomemos como ejemplo la entrega de ttulos acadmicos a aquellos que han gozado del privilegio de una formacin acadmica. El ttulo, simblica y realmente, transforma a su receptor: este cambia su comportamiento para conformarse a la imagen que se espera de l socialmente. El portador del ttulo cuenta as con documentos que acreditan sus calificaciones y que incrementan su valor social.12

    Bourdieu (1991:167) nota que no es suficiente identificar que las relaciones de comunicacin son siempre relaciones de poder que dependen del capital material o simblico que sus agentes acumulan. Es importante entender que los sistemas simblicos funcionan como elementos que aseguran la dominacin de una clase sobre la otra. El enfoque de Bourdieu confluye naturalmente con el de la diglosia.13

    En la situacin peruana especficamente, resulta claro que el latn y el espaol culto representaron las lenguas de prestigio, las cuales estaban limitadas a un grupo exclusivo de la sociedad virreinal, tal como sucedi en la Nueva Espaa. Este grupo especial estaba conformado por los espaoles y sus hijos, generalmente legtimos, los criollos.14 Especialmente el acceso al latn estaba celosamente guardado y limitado al grupo social alto, al cual generalmente los indgenas y las castas no podan acceder,

    12 Bourdieu (1980:231): Las diferencias oficiales producidas por las clasificaciones acadmicas tienden a producir (o reforzar) diferencias reales, induciendo en los individuos clasificados una creencia reconocida colectivamente y sustentada en las diferencias, de esta manera produciendo comportamientos que estn destinados a igualar al ser real con el ser oficial. [The o f f ic ia l d iffe rences p ro d u ce d by a ca d em ic c la ss ifica tions tend to p ro d u ce (o r re in fo rce ) re a l d iffe ren ces by in d u c in g in the classi- f ie d in d iv id u is a co lle c t iv e ly re co g n ize d and s u p p o rted b e lie f in the d iffe rences, thus p ro d u c in g b e h a v io u rs th a t a re in tend ed to b r in g re a l b e in g in to line w ith o ff ic ia l be ing ],

    13 Thomson, en la introduccin a Bourdieu (1991:5), seala: A travs de un complejo proceso histrico, a veces incluyendo un conflicto extenso (especialmente en contextos coloniales), una lengua en particular o un conjunto de prcticas lingsticas ha emergido como la lengua dominante y legitimada, y otras lenguas o dialectos han sido eliminados o subordinados. Esta lengua dominante y legitimada, la lengua v ic toriosa , es la que los lingistas comnmente olvidan. Su lengua o comunidad de habla idealizada es un objeto que ha sido pre-construido por un grupo de condiciones socio-histricas que le han otorgado un estatus de nica lengua legitimada u oficial de una comunidad en particular. [T h ro u g h a co m p le x h is to r ica l process, som e tim es in v o lv in g extens ive c o n f l ic t (esp ec ia lly in c o lo n ia l contexts), a p a r t ic u la r la n gu a ge o r set o f lin g u is tic p ra c tice s has e m erg ed as the d o m in a n t and le g it m a te la nguage , and o th e r la n gu a ges o r d ia lects h a ve been e lim in a ted o r subord ina ted to it. Th is d o m in a n t and le g it m a te la nguage , this v ic to r io u s la n gu a ge , is w hat lingu ists c o m m o n ly take f o r gra n ted . T h e ir id ea lized la n gu a ge o r speech c o m m u n ity is an o b je c t w hich has been p ie -c o n s tru c te d by a set o fs o c ia l-h is to r ic a l co n d itio n s end ow ing it w ith the status o f th e sol le g it m a te o r o f f ic ia l la n gu a ge o f a p a r t ic u la r co m m u n ity ],

    14 Pero a veces tambin ilegtimos, siempre y cuando el padre espaol se responsabilizara por ellos y los auspiciara.

  • 24 Introduccin

    salvo en contadas ocasiones.13 El latn se convirti en smbolo de poder y prestigio de espaoles, criollos y mestizos en tierras americanas, as como lo era en Europa.

    Como se mencion anteriormente, la situacin lingstica de la colonia espaola en Amrica fue muy compleja, ya que coexistieron diversas lenguas indgenas junto con el espaol. Algunas lenguas indgenas continuaron con el prestigio que tenan en la poca prehispnica y siguieron siendo lenguas generales. A este grupo pertenecen, por ejemplo, el nhuatl en Mxico y el quechua en la zona andina. Estas a su vez coexistieron no solo con el espaol sino tambin con el latn. Este libro se enfoca en el uso del latn como lengua de prestigio en la colonia, el cual afect solo a un grupo minoritario pero poderoso. Se trataba del grupo que llevaba las riendas de la empresa colonizadora espaola en Amrica. Como veremos ms en detalle en los captulos 2 y 3, el latn fue la lengua de las fuerzas ms poderosas de su poca: la iglesia, la administracin espaola y la in- teligentsia.

    Para realizar este estudio me baso en el concepto de la diglosia propuesto por Ferguson (1959) y modificado por Fishman (1972) y otros, como veremos en el prximo captulo. Segn el modelo de la semntica cultural, es en la segunda etapa de contacto intenso o interno en la que se genera el bilingismo as como la diglosia, y se desarrollan relaciones sociales y lingsticas estables entre los grupos que entran en contacto.15 16

    El concepto de la diglosia ofrece una posibilidad de anlisis de los mecanismos sociales y lingsticos que moldean los patrones de valoracin de los idiomas dentro del escenario colonial latinoamericano. Como se expondr en el prximo captulo, la definicin de la diglosia sigue siendo objeto de debate, ya que esta no se deja encasillar fcilmente en una descripcin fija y unidimensional, pero es justamente esta flexibilidad la que da libertad de accin para estudiar los fenmenos sociolingsticos que se llevaron a cabo durante los 300 aos de rgimen colonial en tierras americanas. As, la diglosia nos ayuda a explicar las funciones de las lenguas en cuestin, su forma de adquisicin, el prestigio que se les adjudica o se les niega, el mbito de su uso, su manifestacin ya sea oral o escrita y la situacin sociopoltica en la que se desarrollaron.

    En el prximo captulo enfocar el concepto de la diglosia, empezando por el origen de la teora, siguiendo con el debate acerca de su des

    15 Segn Patrucco (2007:425), la movilidad social no era infrecuente a pesar de la aparente rigidez de la organizacin social virreinal. Sin embargo, el latn parece haber funcionado como un fuerte marcador social debido a que solo se poda adquirir en un ambiente universitario al que solo unos cuantos podan ser admitidos.

    16 Parodi (2010:307).

  • El latn en el Per colonial: diglosia e historia de una lengua viva 25

    cripcin, sus caractersticas ms marcadas y su aplicacin a la situacin sociolingstica en el Per colonial.

    El capitulo 2 explora la estratificacin de la sociedad colonial peruana, especficamente en la urbe, que es el foco de este trabajo. Analizo tambin cmo el acceso a la educacinprivilegio de una minoracontribuy a la divisin social, y cmo el latn, como idioma de erudicin, lleg a convertirse en marcador social.

    El captulo 3 recuenta la trayectoria del latn, desde sus orgenes en la regin del Lacio, su rol como lengua imperial romana, su funcin en la Edad Media y en el Renacimiento europeo hasta su llegada a tierras americanas como lengua de cultura y religin de los espaoles. Analizo la importancia del latn en la urbe colonial peruana basada en documentos escritos por autores peruanos y publicados en el virreinato del Per hasta comienzos del siglo XIX.

    En el captulo 4 presento la transcripcin literal de cuatro textos coloniales: tres textos latinos y un texto bilinge latino-espaol, as como una traduccin preliminar al espaol de los textos latinos y de las citas latinas de los textos bilinges.

    El anexo 1 es una lista de textos latinos y latino-espaoles escritos y publicados en Lima durante el perodo colonial. Las fuentes principales de las que me valgo son Jos Toribio Medina (1904-1907) y Rubn Vargas Ugarte (1935-57), as como otros documentos que localic en bibliotecas y libreras.

    El anexo 2 inlcuye las copias facsimilares de los textos que presento en el captulo 4.

    Las traducciones de las citas en ingls, francs, alemn, latn y griego al espaol son mas. Asumo toda responsabilidad por cualquier error en el que pueda haber incurrido.

  • CAPTULO 1TRAYECTORIA HISTRICA DE LA DIGLOSIA

  • A raz de la publicacin del artculo Diglossia de Ferguson (1959) han surgido cientos de estudios sobre la diglosia con el fin de reexaminar, transformar y extender el concepto original que Ferguson formul. Ello se debe a la naturaleza flexible del concepto mismo, pues justamente la problemtica en torno a la definicin de la diglosia ha causado una gran controversia entre los estudiosos, pero a su vez ha dado mpetu a la bsqueda de una teora definidora de la diglosia como rama de la sociolings- tica. Tanto la propuesta original de Ferguson (1959) como la ampliacin del concepto de la diglosia por Fishman (1972) han servido y siguen sirviendo como punto de partida para el debate en el mayor nmero de los casos.

    Este trabajo parte de la definicin arquetpica de la diglosia que hace Ferguson (1959) y la extensin de esta propuesta por Fishman (1972). Explora, adems, los aportes ms significativos en el campo. La exposicin de los debates pondr en relieve los problemas que surgen al pretender encontrar una definicin que encapsule todas las caractersticas que definen la diglosia, dado que se trata de un trmino cuyo objeto es variable y flexible. Por ello, algunos autores parecen coincidir en algunos puntos, pero otros difieren en sus opiniones. Caractersticas que se consideraban cannicas se invalidan con contraejemplos convincentes. Este resultado no es de asombrar si se toma en consideracin que la diglosia est ntimamente ligada a percepciones sutiles tales como actitudes y comportamientos as como a fenmenos polticos. La dificultad de encontrar una definicin unnime de la diglosia es probablemente el hecho de que esta tiene que ver con fenmenos similares, aunque no idnticos en cada caso.

    1. Descripcin de la diglosia

    1.1. Origen del trmino

    La palabra diglosia proviene del griego S iy W a o c , equivalente al latn bilinguis, y significa hablante de dos idiomas. Segn Kremnitz (1987:208-218), este vocablo fue usado por primera vez por Rhoidis en 1885 para definir la situacin lingstica en Grecia, en la que se utilizaban dos variedades del griego, katharevousa y demotik, en funciones diferentes.17

    17 Para el debate sobre quin fue la primera persona en utlizar el trmino diglosia, ver Rotaetxe Amusategi (1990:61-62) y Britto (1986:5-6).

  • 30 Trayectoria histrica de a diglosia

    Ms tarde, J. Psichari retoma el vocablo en su gramtica publicada en Pars (1886), y lo describe en 1928 de la siguiente manera (Psichari 1928:66):

    La d iglosia el hecho en Grecia de tener dos lenguas no consiste solamente en el uso de un vocabu lario doble, que quiere que uno llam e al p a n con dos nombres diferentes: a rto s , si uno es un hom bre instru ido, p s o m , si uno es del pueblo; la d iglosia tiene in fluencia en todo el sistem a gram atical. Hay dos maneras de declinar, dos maneras de conjugar, dos maneras de p ro n u n c ia r , en otras palabras, hay dos lenguas, la lengua hablada y la len gua escrita, com o quien d ira el rabe v u lg a r y el rabe l i t e r a r io ,18

    Es del francs que Ferguson adquiere el trmino diglosia.

    1.2. Ferguson

    El trmino diglosia adquiri un fuerte impulso luego de la publicacin del artculo de Ferguson (1959), en el que se present una situacin lingstica que pareca tener correlacin en cuatro comunidades lingsticas diferentes: la Suiza germanoparlante, el mundo de habla rabe, Hait y Grecia. Basado principalmente en impresiones de su experiencia personal (Ferguson trabajaba en aquel entonces en el mundo rabe, conoca la situacin en Grecia y encontr rasgos coincidentes en el criollo haitiano y el suizo-alemn), pero citando documentacin referente a los cuatro idiomas en cuestin,19 Ferguson (1959:325-326) intent caracterizar una situacin en la cual dos variedades de una lengua coexisten en una comunidad y cada una tiene un papel especfico y definido en ella. l seal explcitamente que no estaba tomando en consideracin el caso anlogo, en el cual dos lenguas diferentesrelacionadas o nose usan simultneamente en una comunidad de habla, y cada una tiene un papel especfico y definido.20 Ferguson (1959:325) no describi varios conceptos en su escrito, por ejemplo los trminos lengua, dialecto y variedad, ya que l consider que por su uso continuo no deberan ser ambiguos. Tampoco describi el concepto de comunidad de habla especficamente, ya que tambin lo consider implcito. Es solo despus, en su artculo Diglossia Revisited (Ferguson 1991:221) que da una definicin de lo que es una comunidad de habla.21

    18 La d ig loss ie le fa it p o u r la G rce d 'a v o ir deux langues ne consiste pas seu le m e n t dans l 'usage d un d oub le v oca b u la ire , q u i v e u t qu 'on a ppe lle le p a in de d eu x n om s d if- f ren ts : a rtos , qu a n d on est un h o m m e in s tru it, psom , qu a n d on est p eu p le ; la d ig lossie p o rte s u r le systm e g ra m m a tic a l to u t en tier. I I y a deux fagons de dcliner, d eu x fagons de con ju gu er, d eu x fagons de p ro n o n c e r ; en un m ot, il y a d eu x langues, la la n gu e p a rle e t la la n gu e crite , co m m e q u i d ira it l 'ara.be v u lg a ire e t l 'a rabe litt ra l.

    19 Ver la nota 4, p. 326 para la bibliografa sobre el griego moderno, suizo alemn, rabe y criollo haitiano que anota Ferguson (1959).

    20 Ver p. 325, nota 2.

    21 El concepto de comunidad de habla que estaba implcito en el artculo de 1959 y que debi ser especificado, se puede formular de la siguiente manera: un grupo social que comparte rasgos de estructura, uso y actitudes del lenguaje y que funciona como

  • El latn en el Per colonial: diglosia e historia de una lengua viva 31

    De acuerdo a Ferguson, la diglosia no es una etapa en el desarrollo natural o la evolucin de una lengua, porque el punto de origen y el resultado final de una lengua no son predecibles. Ferguson nota que, si es que en ciertas condiciones coexisten dos variedades lingsticas, una variedad alta (A) y una variedad baja (B), la variedad A est superpuesta a la variedad B, la cual puede incluir varios dialectos regionales.

    A fin de caracterizar el concepto de la diglosia, Ferguson us las nueve variables siguientes: 1) Funcin, 2) Prestigio, 3) Herencia literaria, 4) Adquisicin, 5) Estandarizacin, 6) Estabilidad, 7) Gramtica, 8) Lxico y 9) Fonologa.

    1) Funcin. Las variantes A y B tienen situaciones especficas en las que son apropiadas, pero pueden coincidir ligeramente. Existen situaciones en las que solo B debe usarse, y otras en las que solo A debe usarse. La persona que no sabe identificar cundo usar una u otra puede ser objeto de burla, o por lo menos puede encontrarse en una situacin embarazosa. A menudo, un discurso se escucha en la variante A, pero se debate en la variante B. Ferguson (1959:329) menciona situaciones en las que se usan las variedades A y B, algunas de las cuales anoto a continuacin para mayor aclaracin:

    Situacin Variedad alta (A) Variedad baja (B)Sermn en la iglesia o mezquita X

    Instrucciones a los sirvientes, meseros, trabajadores, empleados X

    Discurso en el parlamento, discurso poltico XCtedra en la universidad XConversacin con familia, amigos, colegas XNoticias en la radio y televisin X

    Editorial de un peridico, noticias, leyenda al pie de una ilustracin X

    Leyenda en una caricatura poltica X

    Poesa X

    Literatura popular X

    Figura 1: Lista de posibles situaciones, indicando las variantes que generalmente seusan en cada una

    una unidad sociolingstica para la operacin de variacin lingstica y/o cambio; puede ser monolinge o multilinge y puede estar a cualquier nivel de abstraccin para el que esta definicin es vlida. [T h e concep t o f speech c o m m u n ity that w as implicit in the 1959 article a n d shou ld h a ve b een sp ecified cou ld b e ph rased so m e - thing like this: a socia l g ro u p sh a ring fea tures o f la n g u a g e structure, use, a n d attitudes that functions as a sociolingu istic unit fo r the opera tion o f linguistic va ria tion a n d /o r change; it m a y b e m onolingua l o r m ultilingual an d it m a y b e at a n y leve l o f abstraction forwhich the defin ition holds].

  • 32 Trayectoria histrica de la diglosia

    2) Prestigio. La variedad A se percibe como superior a la B, incluso se cree que [...] A es de alguna manera ms bonita, ms lgica, ms apta para expresar pensamientos importantes (Ferguson 1959:330).22

    3) Herencia literaria. Existe literatura en la variedad A y esta se considera prestigiosa. La literatura de A puede haber sido escrita en un pasado distante, o puede ser producida en el presente en otra comunidad de habla en donde A es la lengua estndar.

    4) Adquisicin. La variedad B siempre es la lengua natal y se aprende en casa, mientras que A se aprende a travs de una educacin formal.

    5) Estandarizacin. La variedad A est estandarizada por medio de gramticas, diccionarios, etc. Existen normas de pronunciacin, vocabulario, gramtica y ortografa. La variedad B, por otro lado, o bien carece de estudios descriptivos de gramtica, o bien solo tiene unos pocos que son relativamente recientes y que en lo general fueron preparados y escritos en otros idiomas por eruditos fuera de la comunidad de habla.

    6) Estabilidad. La diglosia es una situacin estable que dura por lo menos varios siglos.

    7) Gramtica. La estructura gramatical de la variedad A es ms compleja que la de la variedad B. La morfofonmica de B es ms simple que la de A (los morfemas tienen menos alternantes, e.g., los marcadores de plural son simples), existen menos categoras obligatorias (e.g., distinciones de gnero), los paradigmas son ms simtricos (e.g., los sustantivos tienen el mismo nmero de casos), la concordancia y la reccin son ms estrictas (e.g., las preposiciones toman el mismo caso).

    8) Lxico. Ambas variantes comparten la mayora del vocabulario, con su propia variacin de uso y significado. A incluye ms trminos tcnicos, mientras que B tiene ms expresiones familiares y populares. En la diglosia, muchas palabras tienen dobletes en ambas variantes.

    9) Fonologa. Ferguson consider este punto el ms difcil de generalizar. Las fonologas varan y pueden ser desde relativamente similares hasta muy dismiles.

    Luego de identificar sus respectivas caractersticas, Ferguson (1959:336) defini el trmino diglosia como sigue:

    La d iglosia es una situacin ling stica relativam ente estable en la que, adems de los d ia lectos prim arios de la lengua (que pueden inclu ir una va rie dad estndar o varios estndares regionales), hay una variedad superpuesta, muy d ivergente y altamente cod ificada (con frecuencia gram aticalm ente ms compleja), que es el veh cu lo de un am plio y respetado corpus literario escrito, ya sea de un perodo anterior o perteneciente a otra com unidad lin gstica, la cual se aprende en su m ayor parte por m edio de una educacin

    22 [...] H is som eh ow m o re b eau tifu l, m o re log ica l, b e tte r able to express im p o r ta n t thoughts.

  • El latn en el Per colonial: diglosia e historia de una lengua viva 33

    fo rm al y se usa en form a oral o escrita para muchos fines form ales, pero que n ingn sector de la com unidad usa oralm ente para la conversacin in fo rm al.23

    Ferguson enfatiza que la variedad A generalmente no se utiliza en la conversacin informal de todos los das, y en este punto difiere de la situacin estndar con dialectos. La diglosia puede ocurrir sin tener en cuenta el rea geogrfica o las familias de lenguas, es decir, puede ocurrir en cualquier comunidad de habla en el mundo. Incluso Ferguson hace hincapi en que si bien sus ejemplos se basan en comunidades alfabetizadas, es muy probable que la diglosia tambin pueda ocurrir en sociedades no letradas (1959:337). Como ejemplos, Ferguson menciona el caso del tamil en la India, el caso del latn y las lenguas romances durante un perodo de varios siglos en diferentes partes de Europa, as como el caso del chino, en el que el weu-li es la variante A, mientras que el mandarn coloquial es el estndar B. Hay condiciones que pueden facilitar la existencia de la diglosia en una comunidad de habla, como por ejemplo:

    1) la existencia de literatura en una lengua ntimamente relacionada o idntica a la lengua natural de la comunidad, en la cual se transmiten los valores de la sociedad,

    2) el acceso elitista a la alfabetizacin,

    3) un perodo de tiempo (algunos siglos) ha pasado entre el primer y segundo punto.

    Si la alfabetizacin llega a las masas, la comunicacin entre los diferentes niveles sociales mejora, la gente aspira a tener una lengua nacional como smbolo de autonoma y soberana, y hay una fuerte posibilidad de que la situacin diglsica desaparezca. Al final de su artculo, Ferguson (1959:340) invita a otros estudiosos a que investiguen casos similares para as modificar los comentarios impresionistas de su ensayo.

    1.3. Fishman

    Joshua A. Fishman, en Societal Bilingualism: Stable and Transitio- nal (Fishman 1972:91-106), estudia las similitudes y diferencias entre la diglosia y el bilingismo, y establece una correlacin entre las tradiciones de investigacin de la sociologa del lenguaje y la psicologa. Cabe aclarar que Fishman reconoce abiertamente la contribucin del sociolingista

    23 D IG L O S S IA is a re la tiv e ly s table la n gu a ge s itu a tion in w hich, in a d d ition to the p r im a ry d ia lects o f t h e la n gu a ge (w h ich m a y inelude a s tand ard o r re g io n a l standards), there is a v e ry d ive rgen t, h ig h ly co d ifie d (o fte n g ra m m a tic a lly m o re c o m p le x ) superposed va - rie ty , the v eh ic le o f a la rg e a n d respected b o d y o fw r i t t e n lite ra tu re , e ith e r o fa n e a r lie r p e r io d o r in a n o th e r speech co m m u n ity , w hich is le a rn e d la rg e ly b y fo rm a l edu ca tion a n d is used f o r m os t w ritte n a n d fo rm a l spoken pu rposes b u t is n o t used b y any sec to r o f the c o m m u n ity f o r o rd in a ry con ve rsa tion .

  • 34 Trayectoria histrica de la diglosia

    Gumperz en el campo y la influencia que este tuvo en su propio trabajo.24 Basado en su interpretacin de Gumperz, Fishman (1972:92) plante que la diglosia

    existe no tan solo en sociedades m ultilinges, las cuales reconocen o ficialm ente varios id iom as y no solo en sociedades que u tilizan variedades vernculas y clsicas, sino tam bin en sociedades que em plean d ialectos o registros separados o v a r ie d a d e s l in g s t ic a s de c u a lq u ie r t ip o q u e se d ife r e n c ia n fu n c io n a lm e n te ,25

    Reevaluando la descripcin original de Ferguson, Fishman agrega otro concepto, segn el cual la relacin gentica no es un requisito vlido, es decir, l considera diglsica toda sociedad en la que se usan dos lenguas con funciones diferentes. Fishman considera que casi todas las sociedades medianamente complejas son diglsicas. De esta manera, su definicin de la diglosia es ms extensa porque incluye a sociedades multilinges con lenguas no relacionadas genticamente, o lejanamente emparentadas. La propuesta de Fishman distingue entre el bilingismo y la diglosia, en que el bilingismo es un fenmeno individual, es decir, no describe el comportamiento lingstico de una comunidad de hablantes, mientras que la diglosia es grupal. Para Fishman, la diglosia se diferencia del bilingismo ya que la diglosia representa un arreglo social duradero, que se mantiene estable por un perodo de por lo menos tres generaciones, de tal manera que cada una de estas lenguas tiene funciones definidas, legtimas e im- plementadas ampliamente en la sociedad.

    Fishman (1972:93) propone posibles asociaciones entre el bilingismo y la diglosia. Sus divisiones son las siguientes:

    1) Diglosia y bilingismo. Esta situacin se refiere a comunidades en las cuales la diglosia y el bilingismo coexisten, por ejemplo Paraguay, en donde la poblacin habla el espaol y el guaran en diferentes contextos y con diferentes funciones.

    2) Diglosia sin bilingismo. Se refiere a una situacin en la que dos o ms comunidades de habla, que estn unificadas por la poltica, la religin y/o la economa, tienen fronteras bien definidas, de tal manera que el rol y el acceso lingstico para forneos est restringido. Fishman pone como ejemplo a las lites europeas del perodo inmediatamente antes de la Primera Guerra Mundial, que hablaban francs u otro idioma alto (A) de moda para asuntos grupales internos, y a las masas, que hablaban otro idioma

    24 Uno de los trabajos ms influyentes de Gumperz es Types o f Linguistic Communi- ties (1962).

    25 n o t o n ly in m u lt il in g u a l soc ie ties w hich o f f ic ia lly re co g n iz e s ev era l la n gu a ges", a n d n o t o n ly in soc ie ties th a t u tilize v e rn a c u la r a n d c lassica l va rie ties , b u t a lso in s oc ie ties w h ich e m p lo y sepa ra te d ialects, reg is ters , o r functionally differentiated language varieties o f whatever kind.

  • El latn en el Per colonial: diglosia e historia de una lengua viva 35

    (no necesariamente relacionado) para su comunicacin grupal, como por ejemplo, el ruso.

    3) Bilingismo sin diglosia. Fishman explica que esta situacin muestra de manera muy explcita cmo el bilingismo representa una versatilidad lingstica individual, a diferencia de la diglosia, que describe cmo las sociedades asignan funciones a las lenguas o a las variedades dialectales. En sociedades bilinges, los nios generalmente son bilinges a una temprana edad, pero las instituciones sociales son responsables de hacerlos monolinges en un idioma que no se habla en casa. Fishman seala que el bilingismo sin diglosia es generalmente transitorio con respecto de los repertorios lingsticos de las comunidades de habla y con respecto de las variedades dialectales que se usan. La variedad dialectal que tenga la mayor fuerza social desplazar por lo general a las otras.

    4) Ni diglosia ni bilingismo. Esta situacin puede ocurrir en comunidades de habla muy pequeas, aisladas y no diferenciadas.

    1.4. Influencia de la teora de Fishman

    A partir de la contribucin de Fishman, que extendi el concepto de la diglosia a la distribucin complementaria de dos lenguas no emparentadas genticamente, surgieron diversas formas de ver y entender la diglosia. Asimismo, la aclaracin de que la diglosia es grupal mientras el bilingismo es individual, result ser un factor muy importante para caracterizar un fenmeno individual y otro comunitario, as como para diferenciarlos. El trmino diglosia, entonces, sirve como instrumento para distinguir y aclarar los conceptos de multilingismo y contacto de lenguas.

    2. Las caractersticas m s importantes y las ms controversiales de la diglosia

    Como ya se coment anteriormente, la polmica que surgi a raz de la extensin de Fishman del significado de diglosia propuesto por Fer- guson, impuls a los estudiosos a buscar una manera ms concreta y uni- ficadora de definir este concepto. La tarea implica reanalizar lo dicho y verificar la validez del argumento, o refutarlo y proponer nuevas opciones. A continuacin presentar los puntos ms tratados en los debates y las opiniones de los eruditos en su favor o en su contra.

    1) La lengua alta (A) no es la lengua natal de nadie y se aprende por medio de la instruccin formal

    Ferguson propuso que la lengua alta (A) no es la lengua natal de nadie en la comunidad diglsica. La lengua baja (B) es la que se aprende en casa, es la que los adultos usan cuando hablan con los nios, y la que los

  • 36 Trayectoria histrica de a diglosia

    nios usan cuando hablan entre s. La variedad B es la lengua natal que se aprende de forma natural. Es posible que la lengua alta (A) se escuche ocasionalmente, pero para aprender esa variedad es necesario recibir una educacin formal (en escuelas o con tutores). Este punto tuvo gran resonancia en un grupo significativo de autores, entre ellos Romaine (2002), Azurmendi (2002), y los que siguen.

    Keller (1982:85) comparte la opinin de Ferguson en este rasgo de la diglosia, ya que esta situacin se da en Suiza, donde el nio aprende Schwyzerttsch naturalmente, mientras que el alemn estndar contina siendo una variedad que se aprende conscientemente en la escuela, y con la que nadie se siente tan cmodo como en su dialecto. Keller explica que, paradjicamente, las personas son ms conscientes del uso correcto de la gramtica y del lxico en el alemn estndar que en su lengua natal.

    De igual manera, Hudson (2002a:7) concuerda con Ferguson y dice: Entonces, enfticamente, la diglosia es un caso especial de la diferenciacin marcada de registros, en la cual la variedad A, o conjunto de variedades A, no es la lengua natal de nadie.26

    Parodi (2006:438) plantea que la variedad A puede aprenderse al mismo tiempo que la variedad B:

    La adquisicin de (A ) en muchos casos suele ser resultado del aprendizaje. Es decir, que su conocim iento puede ser posterior a la prim era lengua, pero esto no es condicin necesaria. En efecto, en m uchos casos la variante A puede aprenderse, junto con la lengua materna, en un contexto especfico, pero luego se desarrolla en alguna institucin de enseanza superior.

    Por otro lado, Schiffman (2002:145) llama la atencin hacia una situacin que se ha venido desarrollando en el sur de Alemania (no en Lu- xemburgo o Suiza), y es lo que l llama un desplazamiento (shift) de la variedad B a la variedad A. En aos recientes, despus de la Segunda Guerra Mundial, la variedad alta del alemn (Hochdeutsch) o su versin verncula (Umgangssprache) se ha convertido en la lengua materna de muchos alemanes y ha desplazado a las variedades locales bajas (B) en reas urbanas. Para Keller (1982:73-74), la situacin lingstica en el sur de Alemania y Austria no es de una diglosia institucionalizada y formalizada. Se trata ms bien de un gradualismo complicado que se basa en un arreglo personal, y no en un rasgo social o comunitario.

    Algunos estudiosos (Schiffman 1997 y Hudson 2002a) opinan que si la variedad A es nativa, entonces el caso que se presenta es el de estndar con dialectos. Cito como ejemplo la descripcin de Schiffman (1997:207):

    La d iferencia entre la d ig losia y el estndar con d ialectos. En d iglosia, nadie habla la variedad A com o lengua natal, solo la variedad B. En la situacin

    26 E m ph a tica lly , then, d ig loss ia is a sp ec ia l case o f s h a rp fu n c t io n a l d iffe re n tia tio n o f re - g isters in w h ich the H va rie ty , o r set o fv a r ie t ie s , is n o b o d y s m o th e r ton gu e .

  • El latn en el Per colonial: diglosia e historia de una lengua viva 37

    de estndar con dialectos, algunas personas hablan A com o lengua natal, m ientras que otras hablan las variedades B como lengua natal y adquieren la variedad A com o un segundo sistema.27

    Para Hudson (2002a:7), este es un punto definidor de la diglosia, y lamenta que no se le haya prestado mucha atencin en el debate hasta la fecha:

    En vista de la op in in exp lc ita y muy extendida de que en una comunidad d iglsica solo B se adquiere com o lengua natal natural, resu lta sorprendente que una y otra vez en la literatura de la socioling stica, se haga caso om iso a este rasgo crtico de la d iglosia, como, por ejem plo, en el caso de Paraguay, en donde el espaol y el guaran son las lenguas nativas de dos segm entos distintos de la com unidad.28

    Por su parte, Britto analiza que segn la descripcin de Ferguson, el uso y el aprendizaje de la variante A presuponen el uso y el aprendizaje de la variante B, pero no viceversa. Si se refiere al aprendizaje, Britto denomina al cdigo, superpuesto en cuanto a la adquisicin, y si se refiere al uso, superpuesto en cuanto a la funcin. Basado en esta aclaracin, Britto (1991:61) agrega que:

    Como lo concibe Ferguson, es im perativo, en un caso de d iglosia, que haya una superposicin tota l de la variante A, es decir, A debe ex istir en una com unidad solo com o un cd igo superpuesto en cuanto a la adquisicin y en cuanto a la funcin. La superposicin total no im plica que cada m iem bro de una com unidad d ig lsica sepa A y use A, sino sim plem ente que no haya n inguna porcin de la com unidad que de hecho sepa A y use A sin saber B y sin usar B tam bin.29

    2) La funcin de las lenguas A y B estn en distribucin complementaria

    Ferguson considera que la especializacin de la funcin de las variedades alta y baja es uno de los rasgos ms importantes de la diglosia. En algunas situaciones, solo la variedad A es apropiada, mientras que en otras, la variedad B es la nica adecuada. Las dos variedades pueden coincidir algunas veces, pero solo muy ligeramente. De acuerdo a Ferguson, en ser

    27 D iffe re n ce betw een d ig lossia a n d s tand ard w ith d ia lects . In d ig lossia , n o one speaks the H v a r ie ty as a m o th e r ton gu e , o n ly the L va rie ty . In the s tandard w ith d ia lects s itua tion , som e speakers speak H as a m o th e r tongue, w hile o th ers speak L v a r ie t ie s as a m o th e r ton gu e and a cqu ire H as a secon d system .

    28 G iven the express, w id e ly he ld v ie w th a t o n ly L is a cq u ire d as the n a tu ra l m o th e r ton gu e in a d ig loss ic speech co m m u n ity , it is re m a rk a b le th a t tim e a fte r t im e in the soc io lin - g u is t ic lite ra tu re this c r it ic l fea tu re o f d ig lossia is d isregard ed , as, f o r instance, in the case o f P a raguay , w here Span ish and G u a ra n a re in fa c t the m o th e r tongues o f tw o d is tin e t segm en ts o f the co m m u n ity .

    29 A s con ce ived by Ferguson , it is im p era tive in a case o f d iglossia th a t there be to ta l su- p erp os ition o f H , tha t is, H shou ld exist in a co m m u n ity on ly as a n a cqu is itiona lly and fu n c tio n a lly superposed code. To ta l superpos ition does n o t im p ly tha t e v e ry m e m b e r o fa diglossic co m m u n ity know s H and uses H , b u t m ere ly tha t there is n o p o r t io n o f th e c o m m u n ity w hich a c tu a lly know s H and uses H w ith ou t a lso know ing L a n d using L.

  • 38 Trayectoria histrica de ia diglosia

    mones en la iglesia, discursos polticos, ctedras en la universidad, poesa, editoriales en el peridico, etc., la variedad alta es la ms apropiada, mientras que en conversaciones informales con familia, amigos y colegas, en la literatura popular, cuando se da instrucciones a obreros, etc., la variedad B es la oportuna. Como menciona Ferguson, es de suma importancia usar la variedad correcta en cada situacin para evitar el escarnio.

    La mayora de los estudiosos parece concordar con Ferguson en este punto, como por ejemplo Sugathapala de Silva (1982:97), quien afirma que las dos variedades funcionan en entornos que se excluyen mutuamente, clasificados de acuerdo al prestigio; generalmente, estos entornos se pueden definir claramente,30 o Parodi (2009b:54), quien opina que por lo regular los diasistemas alto (A) y bajo (B) se presentan en distribucin complementaria, pero en algunos contextos pueden coincidir. Otros estudiosos complementan la propuesta arquetpica con otras nuevas. Por ejemplo, Schiffman (1997:212) aclara que en algunas culturas lingsticas, todos los hablantes muestran un comportamiento diglsico (es decir, ambas variedades A y B en distribucin complementaria), mientras en otras, solo algunos miembros de la sociedad lo hacen.31 Hudson (2002a:5-6) es de la opinin que

    Resulta obvio que en tanto que el acceso a las situaciones inform ales en las cuales la variedad B es apropiada es universal, el acceso a aquellas situaciones ms formales, en las cuales la variedad A es apropiada, est distribuido asimtricamente en favor de aquellas personas privilegiadas en cuanto a la educacin, que son cultas, o que pertenecen a otras clases especializadas de la sociedad que m uy probablemente han tenido la oportunidad de adquirir la variante A form alm ente.32

    Azurmendi (2002:50) ve el uso compartimentado es decir, complementario de las variedades sociolingsticas A y B en una misma comunidad lingstica y de una misma lengua como uno de los puntos definidores de la diglosia. C. Bratt Paulston (2002:131) aade que justamente la distribucin complementaria de la funcin es para muchos la caracterstica ms destacada de la diglosia, pero que esta situacin tambin se da en el bilingismo (por ejemplo en el Magreb, entre el francs y el rabe estndar moderno, o en el Paraguay, entre el espaol y el guaran). La autora lamenta que no se haya examinado cul es la fuerza detrs de la separacin de

    30 [T\he tw o v a r ie t ie s fu n c t io n in m u tu a lly exclus ive settings, g ra d e d in te rm s o fp re s t ig e ; these se ttings a re c le a r ly d efin a b le f o r the m o s t pa rt.

    31 (/|n som e lin g u is t ic cu ltu res , a ll speakers e xh ib it d ig loss ic b e h a v io r (i.e ., use b o th H and L v a r ie tie s in c o m p le m e n ta ry d is tr ib u tion ), w h ile in o thers , o n ly som e m e m b e rs o f the s oc ie ty do.

    32 I t g oes w ith ou t s a y in g th a t w hereas s oc ia l access to the in fo rm a l s itu a tion s in w h ich L is a p p ro p r ia te is u n ive rsa l, access to those m o re fo rm a l s itu a tion s in w h ich H is a p p ro - p ria te is a s y m m e tr ic a lly d is tr ib u ted in fa v o r o f those e d u ca tion a lly p r iv ile g e d , lite ra te , o r o th erw ise s p ec ia liz ed classes in s o c ie ty m o s t lik e ly to h a ve h a d the o p p o r tu n ity to a cq u ire H fo rm a lly .

  • El latn en el Per colonial: diglosia e historia de una lengua viva 39

    las esferas, es decir, cules son los factores que hacen que un cdigo sea apropiado y el otro no, y si estos factores, cualesquiera que sean (tpico, situacin, etc.), acaecen de igual manera en una situacin diglsica y en una situacin bilinge.

    Sin embargo, la distribucin complementaria de las funciones no es slida ni invariable. A veces, las funciones de una variante se trasladan paulatinamente a las funciones de la otra variante. Bien lo explica Keller (1982:76-77) en el caso del suizo-alemn:

    yo no com parto el op tim ism o apacible de m is colegas norteam ericanos sobre la estabilidad y el m antenim iento de la diglosia. Despus de todo, la d iglosia no depende solo del es ta tu s de las dos variedades, sino tam bin del fu n d a m e n to , en este caso de la contraparte ms dbil, del su izo-alem n. Es cierto que el su izo-alem n ha conquistado algunas nuevas funciones que anteriorm ente pertenecan a la variedad alta , por ejem plo en el campo de los d iscursos polticos, com entarios deportivos, d iscursos sobre funciones pblicas e instituciones, alguna publicidad, y algunas charlas intelectuales y cientficas. Pero a un alto precio. Aunque no haya habido un cambio de cd igos perm anente [...] hay mucha in terferencia [...] Precisam ente en aquellas reas en donde la variedad baja aparentemente se ha forta lecido, o se ha a fianzado recientem ente, lo ha hecho a expensas de una in terferencia corrosiva y cada vez ms creciente.33

    Hudson (2002a:6) resume esta discusin definiendo la diglosia como un ejemplo par excellence de una variacin lingstica en la cual la realizacin lingstica, en contraste con la adquisicin de la lengua es decir el uso de A y B, es una funcin puramente del contexto social y no de la identidad social del hablante.

    Sin embargo, no todos los estudios necesariamente encajan dentro de la clasificacin bipartita, es decir, variedades A y B, propuesta por Fer- guson y sustentada por la mayora de los eruditos de la sociolingstica, por lo menos en el mundo rabe. Haciendo una aclaracin reveladora, En- naji (2002:79-80) nota que:

    La clasificacin de las variedades del rabe en alto y bajo hecha por Fergu- son (1959) no corresponde realm ente a la situacin d ig lsica en el Magreb y en el mundo rabe en general, ya que tenem os tres variedades rabes en relacin diglsica: el rabe clsico, el rabe estndar y el rabe coloquial. El rabe clsico se usa en la m ezquita, en los m in isterios de ju stic ia y de asuntos islm icos, en d iscursos oficia les y en poesa y literatura clsicas. En vez

    33 I do n o t sha re m y A m e r ic a n co lle a gu es u n tro u b le d o p tim is m b o u t the s ta b ility and m a in ten a n ce o f d ig lossia . D ig loss ia , a fte r all, does n o t d epend o n ly o n the status o f t h e tw o v a rie ties , b u t a lso on the substance, in this case o f the w ea k er p a rtn e r, o f Swiss G erm n . I t is tru e , Swiss G e rm n has co n q u e re d som e new fu n c t io n s fo rm e r ly held by the H ig h v a rie ty , f o r ins tance the f ie ld o f p o lit ica l speeches, s p o rts co m m en ta ries , talks a b o u t p u b lic fu n c tio n s a n d in s titu tion s , som e a d ve rtis in g , a n d s o m e sch o la rly and s c ie n tif ic le c tu r in g . B u t a t a h ig h p rice . A lth o u g h there has been n o p e rm a n e n t code- s w itch in g [. . . ] the re is m u ch m o re in te rfe re n ce [ . . . ]E xa ctly in those a reas w here the L o w v a r ie ty has s ee m in g ly g a in e d s tren g th , o r has re cen tly g a in e d a fo o th o ld , it has d on e so a t the expense o f co rro s iv e , e v e r-in c re a s in g in te rfe ren ce .

  • 40 Trayectoria histrica de la diglosia

    del rabe clsico, com o Ferguson alega, es lo que se llam a el rabe estndar el que se em plea para escribir una carta personal, en d iscursos po lticos o cientficos, en los m edios de com unicacin y en la adm inistracin; el rabe coloqu ial se usa en entornos in form ales, en casa, en la calle, con amigos, etc. De este m odo, las tres variedades coexisten, y por lo tanto lo que tenemos hoy es trig los ia .34

    Asimismo, Alexiou (1982:163) nota que la especializacin de funciones que Ferguson observ como uno de los rasgos distintivos de la diglosia no siempre se puede determinar fcilmente en el griego, y la situacin es excepcionalmente inestable.35 Alexiou agrega que el griego demtico ha invadido las funciones del katharevousa en los ltimos treinta aos.

    Kaye (2002:118-119) tambin concuerda con los estudiosos que consideran que nadie se siente tan cmodo en la variedad A como en la variedad B. Algunas frases, como por ejemplo palabras de amor, resultaran extraas si se dijeran en la variante A. Sin embargo, existen casos en los que se usan frases que parecen como si fueran de la variedad A, pero tambin son de la variedad B (por ejemplo, en rabe: gracias o que Al lo recompense). Kaye plantea que esto se debe a que no estamos tratando con una oposicin de la variedad A versus la variedad B, sino que ambas pueden ser a la vez A y B, y propone que se revise y se modifique la dicotoma de la variedad A versus la variedad B.

    3) Relacin gentica o no de las variantes

    Como se mencion arriba, Ferguson (1959) explcitamente aclar en su trabajo original que su concepto de la diglosia prevea el uso de dos o ms variedades de la misma lengua, y no el caso anlogo, en que dos idiomas (relacionados genticamente o no) se usan mano a mano en una comunidad de habla, cada uno con una funcin especfica. Ms tarde, Fishman (1972) extendi el significado fergusoniano de la diglosia incluyendo a las sociedades multilinges, a las sociedades que emplean una variedad verncula y otra clsica, as como a aquellas sociedades que emplean dialectos, registros o cualquier tipo de variedades que difieren en funcin. Otra

    34 F erg u so n s (1959) c la s s ifica tio n o f A ra b ic v a r ie tie s in to h igh a n d low d oes n o t re a lly co rre s p o n d to the d ig loss ic s itu a tion in the M a g h re b a n d the A ra b w orld a t la rge , f o r we h ave th ree A ra b ic v a r ie t ie s in a d ig loss ic re la tio n : C lassica l A ra b ic , S ta n d a rd A ra b ic , a n d C o lloq u ia I A ra b ic . C lass ica l A ra b ic is used in the m osque, in the M in is tr ie s o f ju s - tice a n d o f ls la m ic A ffa irs , in o ff ic ia l speeches, and in c lassica l p o e try a n d lite ra tu re . In s tea d o f C lassica l A ra b ic , as F ergu son c la im s, i t is w h a t is ca lled S ta n d a rd A ra b ic th a t is e m p loy ed in w r it in g a p e rso n a l le tter, in p o lit ica l o r s c ie n tif ic d iscou rse, in the m edia , a n d in a d m in is tra tio n ; C o llo q u ia l A ra b ic is used in in fo rm a l settings, a t h om e , in the Street, w ith fr ien d s , etc. Thus, th ree d is tin e t v a rie tie s coex is t, so th a t we h ave tod ay tr ig loss ia .

    35 [T\he spec ia lisa tion o f fu n c t io n n oted b y Fergu son as one o f th e d is tin c tiv e fea tu res o fd i- glossia is n o t alw ays easy to d e te rm in e in Greek, and the s itu a tion is e x ce p tion a lly flu id .

  • El latn en el Per colonial: diglosia e historia de una lengua viva 41

    modificacin de Fishman es que la diglosia puede darse con lenguas diferentes, es decir, no genticamente relacionadas. Esta expansin del concepto de la diglosia abri las puertas para nuevos estudios, nuevos debates, nuevas convergencias y divergencias en la interpretacin, as como nuevos intentos de generar un marco terico que abarque todas las caractersticas relevantes y pueda, por fin, definir lo que es la diglosia.36 Desafortunadamente no se ha llegado a un consenso, aunque todos los estudiosos tienen una idea de lo que la diglosia debe ser.

    Con respecto a la relacin lingstica de las variedades alta y baja, existe una cierta confusin en la interpretacin de Ferguson.37 Britto (1986:10-12) considera que esta confusin tiene que ver con la falta de un trmino especfico para las variedades que Ferguson mencion en su estudio. De acuerdo a su interpretacin de Ferguson (1959), las variantes A y B no son ni lenguas (como el francs y el ingls), ni estilos (por ejemplo la manera informal y formal de hablar el ingls), sino que se trata ms bien de cdigos intermediarios entre estos dos extremos. Si se tratara de lenguas diferentes se dara un caso de variedades superptimas, y si se tratara de estilos, acentos, etc., se dara un caso de variedades subptimas. Britto (1986:19) propone el uso del rubro variedades ptimas, para definir las lenguas o variedades de lenguas a las que Ferguson se refera:

    la frase variedades ptim am ente distantes o variedades ptim as se usa en este estudio para re fer irse al tipo de variedades que pueden constitu ir un ejem plo v lido de la d ig losia de acuerdo con Ferguson. Las variedades ptim as tienen una relacin ling stica que no es n i muy cercana n i muy lejana. Obviamente, esta es una defin ic in im presionista. La investigacin en variedades de una m ism a lengua y en el b iling ism o muestra que no

    36 Clackson y Horrocks (2007:91), en su discusin sobre el latn antiguo, indican que en perodos en los cuales las lenguas experimentan una expansin geogrfica rpida tpicamente se producen altos niveles de bilingismo (el uso de dos lenguas con un cierto grado de competecia) y/o diglosia (el uso de dos variedades de la misma lengua, una es el estndar, o por lo menos la variedad dominante), as como otras formas de interaccin social entre gente de diferentes regiones [...] [ [ . . . ] p e riod s in w hich languages u n d ergo ra p id g e o g ra p h ica l expansin ty p ica lly p rod u ce h igh levels o f b ilin gu a lism (the use o f tw o v a rie tie s o f the sam e language, one o f the standard, o r a t least the d om inan t, va rie ty ), as w ell as o th e r fo rm s o f socia l in te ra c tio n betw een peop les f r o m d iffe re n t reg ion s Los mencionados autores siguen la propuesta de Ferguson que la diglosia afecta solo a dos variedades de la misma lengua, y consideran que la diferencia entre el bilingismo y la diglosia es la relacin gentica entre las lenguas, sin tomar en cuenta otros aspectos relevantes para la identificacin de la diglosia, como por ejemplo el rol del prestigio, la adquisicin, funciones especficas, mbitos de uso de cada variante, etc.

    37 Vase la discusin de Britto (1986:11) sobre la confusin de Morag, quien excluye solamente las variedades sper-ptimas de la definicin de Ferguson, pero incluye, de manera incorrecta, las variedades sub-ptimas de aquella definicin, o la interpretacin incorrecta por parte de Pealosa de la representacin de Ferguson, incluyendo variedades sub -y sper- ptimas.

  • 42 Trayectoria histrica de la diglosia

    es siempre fc il ju zga r cundo un par de variantes tienen una distancia ptim a.38

    Las variedades ptimas de Britto en la interpretacin del trabajo de Ferguson, son dos diasistemas (A y B) que contienen a su vez variedades, las cuales comparten algunos rasgos especficos. Ambos diasistemas pueden tener ms de dos variedades, por ejemplo, dialectos regionales, dialectos sociales, dialectos de casta, etc.

    Britto (1986:19) considera que las variedades del tamil s tienen una distancia ptima, ya que su relacin es tal que se pueden calificar como variedades de la misma lengua, pero a su vez son lo suficientemente distintas como para no ser estilos. En cambio, el criollo (lengua B) y el francs (lengua A) en Hait no gozan de una distancia ptima, porque no est claro si son variedades de la misma lengua: la gramtica del criollo haitiano es distinta a la del francs, aunque su fonologa y vocabulario s tienen un vnculo ms cercano al francs. A pesar de este esfuerzo de medir la relacin gentica, resulta obvio que se trata ms que nada de una interpretacin subjetiva.

    Con relacin a cmo decidir si las variedades en una situacin di- glsica estn genticamente relacionadas o no, Schiffman (2002:142) hace referencia a Fishman, quien indica que la relacin lingstica depende del consentimiento mutuo de la comunidad lingstica. En otras palabras, la percepcin de los miembros de la comunidad es clave en la decisin si hay descendencia gentica, es decir, si la variedad B tiene un antepasado lingstico en la variedad A. Sin embargo, Schiffman (2002:148) est consciem te de la dificultad de regirse por las percepciones de los hablantes:

    Todos podem os citar ejem plos de grupos ling sticos que a firm an que no se pueden entender entre s, aunque (para el observador im parcia l, o para el ling ista estructural) salta a la vista que las lenguas son sim ilares, incluso hasta el punto de ser entendibles para el forneo. A firm aciones (o negaciones) de una identidad ling stica y una identidad tnica pueden ser d ifc iles de evaluar. Sigo pensando que esta pregunta carece de una respuesta obvia, y las defin iciones de la d ig los ia debern seguir tom ando estos dos factores en consideracin, la relacin estructural y el consentim iento m utuo.39

    38 (...) the ph rase o p tim a lly d is tan t v a r ie t ie s o r O p tim a l v a r ie t ie s is used in th is s tu d y to re fe r to the k ind o f v a r ie tie s th a t can co n s titu te a va lid instance o f d ig loss ia a cco rd in g to Ferguson . The O p t im a l v a r ie tie s a re lin g u is tica lly n e ith e r too c lose ly re la ted o r too d istan tly re la ted . C learly , this is an im p ress ion is tic d e fin it ion . R esea rch in in tra lin g u a l v a rie tie s a n d b ilin g u a lism shows th a t it is n o t alw ays easy to ju d g e w hen a p a ir o f v a r ie ties a re o p tim a lly d istant.

    39 We can a ll cite exa m p les o f la n g u a g e g ro u p s tha t c la im th a t they ca n n o t understand each other, even thou gh they seem (to the im p a rt ia l observer, o r s tru c tu ra ! lin g u is t) pa ten tly s im ilar, even to the e x ten t o fb e in g com p rehen s ib le to the outsider. C la im s (o r d isavow als) o f l in g u is t ic id en tity a n d e th n ic id en tity can be d iff ic u lt to eva late . I c o n tin u e to see this qu estion as h a v in g n o ob v io u s answer, a n d d efin ition s o f d ig lossia w ill con tin u e to have to take both factors , s tru c tu ra l re la tedness and consensuality , in to a ccoun t.

  • El latn en el Per colonial: diglosia e historia de una lengua viva 43

    Hudson (2002a:14) considera que se ha invertido mucho esfuerzo en estudiar el grado de proximidad estructural de las lenguas como diagnstico de la diglosia: El definir los cdigos de la diglosia a priori como variedades de la misma lengua o no, es un gesto arbitrario y no contribuye por s mismo con nada de valor a la teora de la sociolingstica.40

    Algunos estudiosos consideran que una situacin de diglosia crea conflictos. Hudson (2002a:41) es de la opinin que el desequilibrio de poder tiene un papel muy importante en la definicin de la diglosia y su distincin de otras situaciones lingsticas; cuando existe diglosia gentica, no hay desequilibrio de poder, mientras que en la diglosia de origen no gentico, s existe un desequilibrio de poder:

    El argum ento que se ha presentado en este trabajo es que, perm itiendo excepciones en ambas direcciones, existe una tendencia general de desequ ilib rio de poder en casos que se conocen como d ig losia no gentica, y que no se encuentra con la po laridad opuesta, en casos que se conocen como d iglosia gentica, y que este hecho es razn suficiente para d is tin gu ir entre dos tipos de repertorio verba l a un n ive l ms profundo que aquel de la relacin gentica entre cdigos en las respectivas matrices. En otras palabras, esa es la razn ms fundam ental para d istingu ir entre la d iglosia y otras situaciones socioling sticas, a las que comnmente se les llam a b iling ism o social.41

    Schiffman (2002:149) considera el desequilibrio de poder en relaciones de diglosia muy importante, y s cree que hay razones, entre otras de tipo cognitivo, que apuntan hacia la importancia de la distincin entre la diglosia gentica y no gentica.

    Haas (2002:115) presenta un ejemplo de esta percepcin de conflicto en Jamaica:

    Tuve que aprender en Jamaica que el m odelo su izo-alem n no es apropiado para resolver los problem as ling sticos de las Indias Occidentales, porque su ideo log a no se puede exportar. La h istoria que ambas sociedades han experim entado es dem asiado d iferente. Pero, la in terpretacin caribea de la d ig los ia como una situacin in term edia fatdica, con la estandarizacin de B com o la nica solucin, no parece ser adecuada para solucionar estos problem as aun si la in terpretacin se basa en una teora sociolingstica. En este caso, la parcia lidad est incrustada en la teora m ism a.42

    40 D e fin in g the codes in d ig loss ia a p r io r i as va r ie tie s o f th e sam e la n g u a g e o r o th erw ise is an a rb it ra ry ge s tu re and in its e lf co n tr ib u tes n o th in g o f va lu to s oc io lin g u is tic theory .

    41 The a rg u m e n t th a t has been a d va n ced in th is p a p e r is that, a llo w in g fo r s