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¿EL HOMBRE DE PACAICASA?
Cueva de Piquimachay del distrito de
Paccaicasa, Ayacucho.
NO EXISTIÓ EL "HOMBRE DE PACCAICASA"
Por Arturo Gómez Alarcón
En 1969 un equipo dirigido por Richard Mac Neish inició estudios
arqueológicos en el distrito de Paccaicasa (Ayacucho). Fue en la
cueva de Piquimachay donde encontró huesos de un megaterio (oso
perezoso gigante) y varias piedras que creyó eran artefactos líticos
muy toscos. Mac Neish los ubicó en la llamada Fase Paccaicasa (18
000 a.C.).
Según Mac Neish hace 20 000 años habitaron esta zona bandas de
cazadores nómadas con una industria lítica incipiente. Sin embargo,
muchos arqueólogos (Thomas Lynch, Augusto Cardich, Daniela
Lavallée, Duccio Bonavia, y Jaoquín Narváez, entre otros) han
descartado la existencia del llamado "Hombre de Paccaicasa". Se
demostró que el magaterio murió de forma natural y que los
supuestos “instrumentos líticos” que encontró Mac Neish son sólo
rocas desgajadas de la misma cueva por un movimiento sísmico.
En la actualidad hay algunos arqueólogos (por ejemplo Lavallée) que
reconocen la Fase Ayacucho (12000 años a.C. aprox.) del Complejo
Paccaicasa. Sin embargo, muchos otros (por ejemplo Lynch, Cárdich,
Narváez) rechazan también esta probable ocupación argumentando
que los instrumentos líticos encontrados en este estrato pertenecen a
pobladores de fases posteriores. Para estos especialistas el hábitante
más antiguo del Perú es el hombre de Guitarrero I (13000 años a.C.
aprox.)
ENLACE RECOMENDADO:
- EL HOMBRE DE GUITARRERO 1: EL HABITANTE MÁS ANTIGUO DEL PERÚ
entrada de Arturo Gómez Alarcón @ 12:33 PM 4 comentarios
EL HOMBRE DE TOQUEPALA
La cueva de Toquepala es considerada la “Pinacoteca paleolítica más
importante del Perú”. Explorada inicialmente por Miomir Bojovich y
Emilio Gonzalez, la Cueva del Diablo de Toquepala (Tacna) tiene al
arqueólogo Jorge Muelle como su estudioso más importante.
En esta cueva se descubrieron pinturas que grafican escenas de
cacería (“chaku”) de guanacos así como importante instrumental
lítico con un fechado de aproximado de 7600 a.C. Algunos
arqueólogos sugieren que en este lugar se habrían desarrollado
rituales propiciatorios de la cacería, típicos del pensamiento mágico
de los cazadores del paleolítico en otras partes del mundo.
El arte rupestre del antiguo Perú es muy importante para el estudio
de las bandas de cazadores y su proceso de aprendizaje del ciclo vital
de los camélidos andinos. Otros lugares importantes por presentar
pinturas rupestres son: Sumbay (Arequipa), Pampacancha (Junín),
Chaclaragra (Huánuco), Cuchimachay (Lima), entre otros.
entrada de Arturo Gómez Alarcón @ 12:30 PM 1 comentarios
EL HOMBRE DE LAURICOCHA Las cuevas de Lauricocha, de las punas de Huanuco, fueron
descubiertas y estudiadas por el arqueólogo Augusto Cardich entre
1958 y 1960. Aquí se encontraron instrumentos líticos de cazadores
de camélidos y cérvidos andinos. Los proyectiles líticos encontrados
en Lauricocha se asemejan mucho a los ubicados en el Complejo
Ayampitín de la sierra argentina, lo que sugiere que formaron parte
de una gran tradición lítica de cazadores avanzados de la cordillera
andina. Sin embargo, lo más relevante es el descubrimiento de 11
esqueletos humanos de cráneos dolicocéfalos (alargados). Los restos
óseos se ubicaron incompletos, al parecer mutilados
intencionalmente. Estos restos arqueológicos tienen una antigüedad
máxima de 7 500 años a.C.
Es famoso el “Entierro Nº 6” con un individuo que presentaba
deformación craneana artificial del tipo tabular erecta. Estas
inhumaciones permitieron la conservación de los primeros esqueletos
de cazadores del Periodo Lítico encontrados en el Perú. También
destacan los tres niños cuidadosamente enterrados en medio de un
misterioso ritual funerario. Recibieron ofrendas como collares y
chaquiras de hueso y turquesas, rodeados de piedras calientes y
cubiertos por tierra de color ocre rojizo.
En la cueva de Chaclaragra, en Lauricocha, se puede observar
interesantes pinturas que representan una fila de camélidos acosados
por ambos extremos por cazadores que llevan lanzas. Dos de las
vicuñas han sido heridas y llevan las lanzas incrustadas en su cuerpo.
Otros sitios arqueológicos serranos característicos del Periodo Lítico
son: El Cumbe (Cajamarca), Ichuña (Moquegua), Quishqui Punco
(Ancash), Escomarca (Lima), Piedras Gordas (Pasco).
entrada de Arturo Gómez Alarcón @ 12:23 PM 4 comentarios
EL HOMBRE DE CHIVATEROS Chivateros es un yacimiento arqueológico fue descubierto y estudiado
por Edward Lanning en la desembocadura del río Chillón, en Lima. El
sitio consta de centenares de utensilios líticos de diferentes formas y
calidades, además de abundante material pétreo descartado. Lanning
consideró que en la zona funcionó un “taller lítico” y basándose en la
forma y calidad de los instrumentos dividió el complejo en cuatro
fases: Zona roja, Oquendo, Chivateros I y Chivateros II. Los restos
más antiguos de este yacimiento tendrían una antigüedad de 10 000
años a.C. y los más recientes unos 7 000 a.C.
El Complejo Chivateros se ubica en una cantera de cuarcita y según
los indicios en la zona se preparaban solamente las “pre-formas” que
se perfeccionaban en otras áreas. Los utensilios líticos eran
trabajados con la técnica de percusión y en sus fases iniciales
elaboraban, principalmente, raspadores unifaciales; en las más
recientes se elaboraban puntas de lanza bifaciales alargadas en
forma de hojas.
Los habitantes del Río Chillón vivieron en los inicios del Periodo
Holoceno caracterizado por el retroceso de los hielos, la extinción de
la megafauna y la abundancia de camélidos, zorros y venados veloces
que abundaban en las lomas cercanas. Las puntas de lanza bifaciales
de la fase Chivateros II fueron eficaces en la cacería de estos
animales. La dieta de estos habitantes se complementaba con la
recolección de vegetales y animales marinos, sobre todo peces y
mariscos.
entrada de Arturo Gómez Alarcón @ 12:22 PM 0 comentarios
EL HOMBRE DE PAIJÁN
En la Pampa de los Fósiles (Pacasmayo-La Libertad), Rafael Larco
Hoyle descubrió en 1948 un complejo lítico donde destacan las
puntas de proyectil delgadas con pedúnculo. Estos instrumentos de
12 a 15 cms. de largo fueron utilizados por pescadores y cazadores
del Holoceno Temprano.
El arqueólogo Luis G. Lumbreras sostiene que este complejo forma
parte de una gran tradición lítica que es llamada “Paijanense”.
Forman parte de esta tradición sitios arqueológicos como: El Inga
(Ecuador), La Luz-Ancón (Lima), y Paiján (La Libertad). En el
Paijanense predominaron puntas pedunculadas bifaciales de alta
calidad así como cuchillos y raederas unifaciales.
En 1975 Claude Chauchat descubrió en la zona dos entierros de suma
importancia. Un adolescente y una mujer adulta fueron inhumados,
hace diez mil años, con las extremidades flexionadas y recostadas
sobre una capa de ceniza. Estos entierros son considerados los más
antiguos del Perú, pues sus fechados alcanzan hasta 8 000 años
a.n.e. Los grupos humanos de Paiján se alimentaban, principalmente,
de peces y mariscos del litoral liberteño. También de cérvidos, aves,
cañanes y vegetales silvestres del valle de Chicama.
entrada de Arturo Gómez Alarcón @ 12:21 PM 0 comentarios
EL HOMBRE DE LA CUMBRE Es un importante sitio arqueológico ubicado en la costa norte de la
región La Libertad. Aquí el arqueólogo Paul Ossa descubrió cerca de
4500 utensilios, entre puntas de proyectil, raspadores y cuchillos.
Sobresalen las puntas “cola de pescado” que se asemejan a otras
encontradas en Panamá (Lago Madden), Ecuador (El Inga) y Chile
(Cueva Fell). Esto indicaría que la tradición lítica “cola de pescado” se
habría propagado entre los cazadores del occidente sudamericano
inmediatamente después de la Tradición Paijanense, es decir en el
séptimo milenio antes de nuestra era.
entrada de Arturo Gómez Alarcón @ 12:21 PM 0 comentarios
EL HOMBRE DE SICHES
Al norte del río Chira en Piura, el arqueólogo James Richardson
descubrió y estudió diversos sitios líticos que se agrupan con el
nombre de Complejo Siches y que datan del octavo milenio antes de
nuestra era. En este yacimiento arqueológico destacan los cuchillos
unifaciales y las hachas pulidas. En la dieta básica de estos remotos
habitantes piuranos predominaron los recursos marinos y los
vegetales silvestres que recolectaban de los manglares cercanos.
entrada de Arturo Gómez Alarcón @ 12:20 PM 0 comentarios
EL PERIODO ARCAICO Es el periodo en que el hombre andino empezó a abandonar
progresivamente su economía depredadora para reemplazarla por
una economía de producción de cultígenos y de pastoreo de
camélidos. Estos avances permitieron el crecimiento demográfico, la
sedentarización, la especialización artesanal y las primeras formas de
estratificación social que caracterizaron la Revolución Agropecuaria
en los Andes Centrales.
Diversos grupos humanos, desde el séptimo milenio antes de nuestra
era, experimentaron el tránsito de la vida cazadora y recolectora
predominantemente nómade hacia una economía de producción
agrícola y pastoril. El transito de viejas formas económicas hacia una
nueva, impulsó la creación de instrumentos y técnicas que ampliaron
las fuerzas productivas y aceleraron la sedentarización. Se produjo un
gran crecimiento demográfico, lo que agudizó la crisis en las
relaciones sociales y el desarrollo de complejas formas de control,
aprovechamiento y especialización de la fuerza de trabajo, todo esto
característico de la llamada Revolución Agropecuaria, que en los
Andes Centrales, corresponde al Periodo Arcaico Tardío.
Los arqueólogos Ramiro Matos y Róger Ravines sostienen que en este
proceso “las nuevas formas de producción exigen necesariamente un
cambio en el manejo económico. La población aumenta y las
necesidades igualmente. La economía de caza y recolecta era ya
insuficiente para satisfacer la demanda, fue entonces conveniente
asumir nuevas formas económico-sociales. Esta transición de una
economía extractiva, muchas veces depredadora, de caza y
recolecta, hacia una productiva, de subsistencia, racional y
controlada, es lo que caracteriza al periodo Arcaico.” (3)
A nivel social el Periodo Arcaico se caracteriza por el surgimiento de
las primeras tribus. Algunos grupos humanos que se fueron
especializando (pastores, horticultores, pescadores) y que
incrementaron fuertemente su población debieron complementar sus
recursos a través del intercambio y protegerlos mediante alianzas.
Las antiguas bandas cedieron lugar al surgimiento de las tribus. Fue
la necesidad de formar una comunidad grande y fuerte. Esto
aseguraba protección y bienestar; además una gran ventaja sobre las
pequeñas bandas nómades que competían por los recursos.
Las tribus son grupos relativamente amplios de gente ligada por
vínculos de parentesco y congregadas en un mismo territorio. La
necesidad de producir los alimentos agropecuarios y defender sus
excedentes, condicionó el forjamiento de grupos humanos cada vez
más amplios y estables. La vida en las aldeas agrícolas y pastoriles se
fue organizando en torno a lazos de consaguinidad y de
territorialidad, vínculos básicos que aseguraban la cohesión, defensa
y bienestar del grupo.
En las nuevas condiciones de convivencia los miembros que poseían
más conocimientos agrícolas y ganaderos fueron reconocidos como
jefes o patriarcas, con experiencia y sabiduría para dirigir, normar y
arbitrar en la vida económica y social de la aldea. El surgimiento de
las tribus debió ser paralelo al surgimiento de las familias nucleares,
donde un aldeano es responsable de su mujer e hijos. El jefe y la
comunidad le asignan una parcela de suelo cultivable y se van
estableciendo relaciones de reciprocidad y redistribución cada vez
más complejas. Esto debió cumplirse en las comunidades que
alcanzaron mayor desarrollo agropecuario y excedentes productivos.
Aunque es difícil determinar la evolución social de los primeros
aldeanos, se puede especular en base a los estudios antropológicos.
Muchas tribus comenzaron a competir por los pastos y los escasos
suelos fértiles. Algunas de ellas en lugar de luchar se debieron unir y
fundirse para formar los primeros clanes, que en el Perú llamamos
ayllus.
Para el antropólogo Fernando Silva Santisteban el clan es un grupo de
personas asociadas que viven en comunidad y que se consideran
parientes, pues descienden de una pareja sagrada; sin embargo, no
pueden reconstruir con precisión esa genealogía. Es ahí que entre las
creencias de sus miembros se incluye uno o más relatos míticos que
explican simbólicamente el origen del clan. Los mitos dieron cohesión
al clan o ayllu, hicieron más llevadera la vida en comunidad al
justificar los mecanismos de reciprocidad y redistribución con
supuestos mandatos divinos.
Siguiendo al arqueólogo Luis G. Lumbreras, el Arcaico es dividido en
dos etapas: Arcaico Inferior, de los agricultores incipientes, y el
Arcaico Superior, de los agricultores sedentarios con algodón. Cada
periodo tiene sus propias características y logros alcanzados por
nuestros antepasados, los mismos que pasamos a estudiar
inmediatamente.
entrada de Arturo Gómez Alarcón @ 12:18 PM 0 comentarios
EL ARCAICO INFERIOR O TEMPRANO (7 000 a.C. – 4 000 a.C. aproximadamente )
Al comenzar el Holoceno, los drásticos cambios climáticos
ocasionaron una crisis en la economía depredadora del Periodo Lítico.
Esto hizo necesario que los antiguos peruanos dejen gradualmente
sus formas parasitarias de subsistencia para desarrollar las primeras
formas de producción de alimentos (horticultura y pastoreo), gracias
a sus conocimientos milenarios sobre la vida y reproducción de
plantas y animales adquiridos durante el Periodo Lítico.
En la sierra central y nor-central la flora y la fauna fue disminuyendo,
obligando a que especies como los venados (tarukas) y guanacos
emigraran a los Andes del Sur. Los antiguos recolectores y cazadores
se vieron obligados a buscar nuevas estrategias de supervivencia.
Este difícil reto fue afrontado por nuestros antepasados ingresando a
un proceso de experimentación que desembocó en el desarrollo de
una incipiente agricultura de huerto y la domesticación de camélidos
como la llama y la alpaca.
El arqueólogo Kauffman Doig explica que “en un principio ante la
precariedad de la caza y la pesca fluvial acostumbradas, debió
intensificarse el patrón de acopio de vegetales comestibles,
buscándose nuevas variedades y experimentándose diversas formas
de aprovechamiento que luego derivarían en formas de cultivo
elementales, estas últimas, a lo largo de milenios, fueron adquiriendo
complejidad, con la invención de técnicas agrarias, la domesticación
de un creciente número de cultígenos y la adopción de patrones
culturales sedentarios más avanzados” (4)
En el litoral peruano, principalmente en la costa central, los
habitantes reforzaron sus formas de vida basadas en la pesca
intensiva, la recolección de mariscos, la cacería de aves guaneras y
de lobos marinos. Así, la riqueza biológica de nuestro litoral hizo
posible el asentamiento de las primeras aldeas de pobladores rumbo
a la sedentarización. Adicionalmente, estos grupos complementaban
su dieta con el desarrollo de la horticultura de frijoles, pallares y
calabazas.
entrada de Arturo Gómez Alarcón @ 12:17 PM 2 comentarios
EL HOMBRE DE GUITARRERO
Cueva de Guitarrero,
cerca del río Santa (Ancash, Perú).
LOS HOMBRE DE GUITARRERO I Y IIArturo Gómez Alarcón
Guitarrero es una famosa cueva en el Callejón de Huaylas (Ancash)
donde el arqueólogo estadounidense Thomas Lynch descubrió dos
estratros de presencia humana de la etapa precerámica peruana.
El estrato más profundo es denominado Guitarrero I y sus restos
arqueológicos tienen una antigüedad 13000 años a.C.
aproximadamente (Periodo Lítico o Pre-agrícola). Aquí se descubrió
evidencias de fogatas e instrumentos líticos como chancadores,
martillos de piedra, una punta lanceolada y un pequeño cuchillo
bifacial. El fechado obtenido mediante el Carbono 14 lo convierte al
"Hombre de Guitarrero I" en "el habitante más antiguo del Perú"
hasta hoy conocido y confirmado.
El siguiente estrato es llamado Guitarrero II y corresponde a
habitantes que conocían la horticultura y cultivaron frijoles unos 3000
años a.C. (Periodo Arcaico). Además a esta ocupación pertenecen
fogatas y numerosos artefactos de madera, hueso, astas, cordeles y
tejidos de fibras vegetales. También puntas líticas lanceoladas, una
piedra para moler y numerosos raspadores.
El hombre de Lauricocha
Existió aproximadamente en los años 9000 – 7000 a. C. en el departamento de Huánuco, serranía Peruana, y es el más antiguo resto fósil humáno del Perú. (Región suni – puna 3950 msnm). Se dice que el poblamiento de esta zona fue propicio pues era favorable para el asentamiento humano, cuando los glaciares se deshelaron.
En 1958 el peruano Augusto Cárdich, descubrió en las regiones altas de Huanuco once esqueletos humanos, 4 de adultos y 7 de niños; también se encontró raspadores y lascas, huesos fosilizados de camélidos y cérvidos, raíces y tubérculos, proyectiles, figuras de animales, representaciones de danzas ceremoniales, etc. con comprobación científica. En Lauricocha existía una organización del trabajo y empezaban a aparecer las primeras jerarquías, la defensa colectiva de su círculo de supervivencia y se evidencía ya la práctica funeraria.
Características físicas [editar]
Las características principales del hombre de Lauricocha eran:
Cráneo alargado
Cara ancha Estatura media de 162 cm Piernas cortas y musculosas (propias de cazador nómada) Dientes en forma de pala (preparadas para desgarrar los músculos de
sus presas)
TOQUEPALA: Pintores rupestres paleolíticos
Los Hombres de Toquepala son los más famosos pintores rupestres del Perú. Las escenas de "chaku" (cacería) que grabaron en una cueva de Tacna muestran a hombres con garrotes atacando a sus presas, los huanacos. No fueron los únicos; nuestro país es muy rico en cuevas y abrigos rocosos donde el hombre antiguo dejó huellas de su paso y de la fauna que los rodeaba.
Los Hombres de Lauricocha también dejaron pinturas en la cueva de Chaclaragra en las alturas del departamento de Huánuco. Los cazadores se muestran persiguiendo a los camélidos con eficaces lanzas.
En la cueva de Sumbay en Arequipa los cazadores dejaron más quinientas pinturas donde destacan las siluetas humanas persiguiendo a sus presas favoritas, los camélidos andinos.
Otros lugares con interesantes muestras de pintura peleolítica son:
- Huargo (Huánuco) - Pampacancha (Junín) - Mazo Cruz (Puno)
Los Hombres de Toquepala son los más famosos pintores rupestres del Perú. Las escenas de "chaku" (cacería) que grabaron en una cueva de Tacna muestran a hombres con garrotes atacando a sus presas, los huanacos.
Para realizar estas pinturas se han usado colores como el rojo, el amarillo, el verde y el negro. De acuerdo con el investigador Jorge Muelle, estas escenas habrían sido realizadas con el fin mágico de propiciar una buena cacería.
Se calcula su antigüedad en siete mil 600 años A.C. (antes de nuestra era)
UBICACION Están ubicadas en las cercanías del Asiento Minero de Toquepala, a la altura del km 103 del ferrocarril de Ilo a Moquegua en los meridianos 7°38′ y 71°00′ de longitud oeste y los 17°30′ de latitud sur.
Zona enclavada en la Cordillera Occidental de los Andes a una altitud de 2,700 m.s.n.m. Dista 154 km en línea recta a la ciudad de Tacna.
En estos refugios, durante las estaciones frías y cuando el hombre disponía de comida por un tiempo, debió pintar escenas que muestran su preocupación fundamental en la alimentación a través de la recolección.
Estos hombres primitivos tiraron sus desperdicios de comida en la misma cueva, los que con el tiempo formaron estratos.
Las pinturas rupestres de Toquepala presentan, como los demás descubrimientos de otras partes del mundo, un alto sentido animista, para propiciar la caza y los alimentos. Estas pinturas no solo fueron hechas por distracción ni por necesidad de expresar belleza, sino fundamentalmente, ( según los arqueólogos ), porque traía ” buena suerte ” pintarlas.
Hay representaciones de animales ( camélidos ) heridos, escenas rituales de la caza del huanaco; las principales escenas están hechas de agua y con pincel fino, y figuras aisladas hechas con los dedos y con pigmento de vehículo graso.
Los habitantes primitivos pensaban que tales imágenes se constituían en espíritus de animales reales, por lo cual, antes de realizar las faenas de caza, ensayaban lanzando vigorosamente sus proyectiles y lanzas sobre aquellas figuras. Esta rito, significaba para ellos, augurio de buena cacería y abundante alimento recolectado;” era como un pronóstico y un acto de magia”.
EL HOMBRE DE CHIVATEROS
Chivateros es un yacimiento arqueológico fue descubierto y estudiado por Edward Lanning en la desembocadura del río Chillón, en Lima. El sitio consta de centenares de utensilios líticos de diferentes formas y calidades, además de abundante material pétreo descartado. Lanning consideró que en la zona funcionó un “taller lítico” y basándose en la forma y calidad de los instrumentos dividió el complejo en cuatro fases: Zona roja, Oquendo, Chivateros I y Chivateros II. Los restos más antiguos de este yacimiento tendrían una antigüedad de 10 000 años a.C. y los más recientes unos 7 000 a.C.
El Complejo Chivateros se ubica en una cantera de cuarcita y según los indicios en la zona se preparaban solamente las “pre-formas” que se perfeccionaban en otras áreas. Los utensilios líticos eran trabajados con la técnica de percusión y en sus fases iniciales elaboraban, principalmente, raspadores unifaciales; en las más recientes se elaboraban puntas de lanza bifaciales alargadas en forma de hojas.
Los habitantes del Río Chillón vivieron en los inicios del Periodo Holoceno caracterizado por el retroceso de los hielos, la extinción de la megafauna y la abundancia de camélidos, zorros y venados veloces que abundaban en las lomas cercanas. Las puntas de lanza bifaciales de la fase Chivateros II fueron eficaces en la cacería de estos animales. La dieta de estos habitantes se complementaba con la recolección de vegetales y animales marinos, sobre todo peces y mariscos.