El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    1/157

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    2/157

    spus de interrumpirse las transmisiones de una sonda enviada a estudiar el pla

    ano, el telescopio Hubble III descubre una imagen sorprendente. Los astrnomo

    ben que es ese extrao objeto. Slo saben que su rbita pasa junto a la t

    roximadamente cada dos mil aos. Mientras tanto, el arquelogo Leo Cros

    scubierto unas inslitas capas de residuos negros en varias excavaciones de dive

    ntos del globo y, lo que es ms extrao, esos finos estratos se repiten con exactitud

    06 aos, coincidiendo con los momentos ms tenebrosos de nuestra historia. Qu

    s meses para que se complete un nuevo ciclo de 2006 aos.

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    3/157

    Kristine Kathryn Rusch & Dean Wesley Smith

    El dcimo planetaEl dcimo planeta - 1

    ePub r1.0

    Balhissay 23.01.16

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    4/157

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    5/157

    En memoria de Richard B. Weav

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    6/157

    Primera parte

    DESCUBRIMIENTO

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    7/157

    1

    de agosto de 2017

    04 Hora universal

    das para la llegada

    La Sonda Internacional de Observacin Espacial nmero seis estaba sola. Desde que d

    erra haca ms de tres aos, haba viajado sola por las profundidades del espacio en direccptimo planeta, Urano, en torno al que ahora giraba describiendo una amplia elipse. Duranimos seis meses, SIOE 6 haba cumplido su misin con exactitud, haciendo lecturas de la supe

    planeta y utilizando las cmaras, sensores y otros equipos para explorar la periferia del siar.SIOE 6 era una pequea nave muy atareada, aunque desde el exterior pareciera poco ms q

    gmento de basura espacial, en un rea donde no haba ninguna otra muestra de actividad hula superficie plateada de la nave, de tamao comparable al de un dormitorio peque

    umulaban miradas de discos diminutos, antenas y aparatos de medicin que le daban el aspeca araa. A un lado, en una de las pocas y reducidas zonas despejadas de la estructura prinuraban las letras SIOE seguidas del nmero 6. Debajo de las letras haba una docena de bandarcidas que indicaban los pases que haban participado en el proyecto.En el espacio, todo lo humano pareca remoto. El Sol no era ms que un distante agujero dun vasto campo de estrellas, sin fuerza siquiera para proyectar verdaderas sombras o suminpoco de calor.No es que a SIOE 6 le importara. Era una de las siete sondas diseadas por inge

    rteamericanos y japoneses, y enviadas al espacio por un consorcio de doce pases, convencid

    necesidad de explorar los cielos de la misma manera que en otro tiempo se haban explorares. El equipo de cientficos original dise el sistema SIOE como un proyecto bivalent

    ndas recogeran informacin del espacio exterior y, al mismo tiempo, marcaran las fronteraserra.

    Sorprendentemente, las naciones que formaban el consorcio no quisieron saber nada estin de las fronteras. Establecer fronteras significara tener que defenderlas, enviar armpacio y quizs incluso mantener una flota.

    Esas cosas no son necesarias, dijeron los polticos, si no existe una amenaza real. Y

    puesto, no se haban producido amenazas ni haba seales de que fueran a producirse. Los polan que estbamos solos. Los cientficos no estaban tan seguros.As que el consorcio reuni fondos y construy las siete sondas, que fueron lanzadas una tra

    rante un perodo de tres aos. Tres sondas giraban alrededor de los tres planetas ms grandetema solar: Jpiter, Saturno y Urano. Dos sondas estaban estacionadas sobre los polos del Socima y por debajo del plano del sistema solar, a una distancia del Sol similar a la de Marptima estaba en su ltimo ao de viaje hacia Plutn, en torno al que luego describira una rbi

    Las siete enviaban un flujo constante de datos a la Tierra y se alimentaban de acumuladorerga diseados para durar treinta aos, sin necesidad de recargarse de energa solar. Los da

    iban en estaciones distribuidas por toda la Tierra y se retransmitan a una central, del tama

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    8/157

    aula, situada en el tercer stano de un complejo en las afueras de Sydney, Australia. asiones, ste acoga a ms de un centenar de cientficos de todo el mundo, que investigaban informacin enviada por las sondas.En el complejo, SIOE 6 era la nica sonda a la que no se haba puesto un mote. Los sobrenom

    e haban sugerido los cientficos de habla inglesa eran demasiado groseros para arriesgaarlos en las conferencias de prensa, aunque fuera por descuido y, adems, los juegos de pal

    eran fciles de traducir a los otros idiomas oficiales. En consecuencia, los cientficosostumbraban a dar un barniz de personalidad a los aparatos con que trabajaban, imaginaban a

    omo una trabajadora seria y prctica en la que siempre se poda confiar.SIOE 6 no era consciente de nada de eso. En realidad SIOE 6 no tena conciencia de nad

    mitaba a cumplir su trabajo, girando en torno a Urano y enviando datos telemtricos a la Tiersin era rutinaria, todo lo rutinaria que poda ser una misin de exploracin, hasta que SIci su tercera rbita del da, un da medido artificialmente segn el tiempo de la Tierra.SIOE 6 se elevaba ligeramente respecto a la cara oculta del oscuro y fro Urano, cuand

    pecie de negrura pareci acechar a la pequea nave, como si una nube invisible de holendiera por el espacio.

    Se produjo un dbil fulgor de luz en la masa negra y el flujo de informacin se interrumpiTodos los instrumentos se apagaron.SIOE 6, la fiel y diligente sonda, haba muerto.

    de agosto de 2017

    56 Hora de la costa oeste de EE. UU.

    das para la llegada

    Cuando el sol asom sobre la Cadena Costera, entre la niebla se filtraron haces de luz naraarilla. El aire de la maana era tan hmedo que pareca ms propio del invierno que del mosto, pero a medioda no quedara rastro del relente y la temperatura rayara los treinta grado

    El doctor Edwin Bradshaw sali de su tienda y se ajust la chaqueta sobre los homremecindose en la fra maana. A menos de dos kilmetros hacia el oeste, el ocano Pa

    ga al romper en la costa. No poda ver el agua se lo impedan los crecidos pinos qdeaban pero siempre oa el ocano. A veces era un simple murmullo; otras, un martillallidos airados; y aun otras, aquel rumor sordo.La conversacin constante del ocano le confortaba. Saba que lo aorara, como le p

    mpre, cuando tuviera que volver a Valley. Echara en falta todo aquello. Poda sentirse afortuhaber acabado all, en Oregn, y no en otra universidad de mala muerte, sin credenciasupuesto para enviarle a ningn sitio. La Universidad de Oregn valoraba su currculum, a las controversias y, en general, le dejaban hacer. Disfrutaba de libertad para escoge

    plazamientos de las excavaciones y a sus ayudantes, y tambin poda utilizar los fondos iversidad para proseguir sus investigaciones. Por fortuna para el doctor Bradshaw, sus trabantraban en las tribus nativas de la costa de Oregn, lo que le permita pasar los veranos, y e otro invierno, en el que consideraba el lugar ms bello de la Tierra.

    Se estaba haciendo viejo. El fro de la maana le calaba los huesos. En septiembre cum

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    9/157

    enta aos y en los ltimos tiempos haba empezado a notar el paso del tiempo. Dormir enda de campaa, aunque fuera con un buen saco y un colchn hinchable (algo que ni siqbra considerado en otra poca), le dejaba entumecido y dolorido. Cada maana neceverse durante unos minutos antes de que las articulaciones dejaran de crujir le.Nadie se mova en las otras doce tiendas que rodeaban el pequeo claro. A la excavacin de

    o se haban apuntado veinticuatro estudiantes de la Universidad de Oregn, ms que ningnrano. Tena problemas incluso para mantenerlos ocupados. El yacimiento no era tan grande ra que todos trabajaran a la vez.

    Sonri. Siempre se levantaba antes que sus alumnos. El segundo da, casi todos se quejaron daban reventados y al escucharles se sinti joven. Los estudiantes no hacan ejercicio, aparte ses de gimnasia obligatorias en las instituciones pblicas. Entre controles remotos, ordenadolsillo y los nuevos ayudantes personales, comparables a robots sin cabeza, cualquiera que qusarse la vida sentado en una silla poda hacerlo sin esfuerzo.

    Bradshaw era un hombre tradicional, lo bastante viejo como para recordar el tiempo en el qos pasaban sus vacaciones jugando al baloncesto o dando patadas a una lata en la calle hast padres les obligaban a entrar en casa; lo bastante viejo como para recordar la poca en q

    evisin en color era una novedad; lo bastante viejo como para recordar que slo haba tres caninguno de pago y se cambiaba de uno a otro con una ruedecita. Cuando era nio, unqueo, necesitaba las dos manos para cambiar de un canal a otro.

    Ahora, algunos de sus alumnos se traan sus televisores, aparatos minsculos que se llevabmueca y cambiaban de canal con una orden verbal susurrada. El primer da de la excavacin

    Kelly Flynn, su ayudante, que le echara una mano en lo que llamaba el Gran registro electrnfiscaba la mayora de los aparatos de primera necesidad de sus alumnos, relojes que hacces de ordenadores, con televisin, radio, juegos y conexin a Internet. Quera que se centrar

    vidas de los nativos americanos antes de que los colonizadores descubrieran aquel her

    raje. Sostena la teora de que, si conseguan pensar como la tribu que haba habitado aquella an ms capaces de encontrar restos de su civilizacin.Aborreca el da del Gran registro. Durante una semana se senta el hombre ms odiado d

    campamento, pero lo haba hecho las suficientes veces como para saber que al final del veranmnos se lo agradeceran diciendo cosas como: Realmente, he disfrutado dando paseos p

    sque, doctor. No lo haba hecho nunca.Y apostara a que no volvera a hacerlo.La mayora de sus alumnos se enfadaran si supieran que Edwin Bradshaw siempre se lleva

    opio equipo electrnico al campamento, y ms si se enteraban de que pasaba gran parte de la nectado a la Red, ponindose al da de las investigaciones en curso. Su direccin electrferida era una pgina a la que acuda de continuo, un lugar donde los mejores arquelogos

    neracin discutan teoras en trminos que habran sido tan incomprensibles para sus alumo un ordenador para las tribus que un da vivieron en aquel punto del mapa. La ntribucin de Bradshaw a la pgina como, por otra parte, a la mayora de las publicacqueolgicas, ya fueran en papel o electrnicas era dejar constancia de la localizacin dcimientos que excavaba y las razones que le empujaban a hacerlo.

    Cul no fue su sorpresa cuando aquella maana le despert la vibracin del reloj en la mu

    haba programado para que la alarma slo se disparara en caso de mensajes urgentes, ya f

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    10/157

    telfono, fax o correo electrnico.Aqul era un mensaje de correo electrnico, enviado pocas horas despus de que actualiz

    ormacin del yacimiento en la pgina arqueolgica. Era del doctor Leo Cross. Cross no equelogo famoso. Bradshaw no senta ningn respeto por los hombres famosos, ms preocur el reconocimiento pblico que por la investigacin. Hombres que solan delegar el trabajo d becarios y llevarse los honores de sus descubrimientos. No. Cross era el arquelotoriador ms conocido entre sus colegas de profesin. Todos envidiaban su capacidad intua como si la tierr a le hablara, revelndole secretos que ningn otro esperara siquiera or.

    Lo que distingua a Cross era su capacidad para hacer lo que otros arquelogos soaobablemente nunca conseguiran. Cross se serva de los mitos de la historia para enccimientos arqueolgicos reales. No lo haba hecho slo en una o dos ocasiones. Haba tenidocenas de veces, lo que para Bradshaw significaba que Cross posea algo ms que suerte.

    Cross trabajaba en la Universidad de Georgetown. Durante los ltimos quince aos, se cargado de un departamento de arqueologa en decadencia y lo haba hecho progresar nseguir que figurara entre los mejores del mundo. A veces Bradshaw pensaba que le gulver a ser joven, lo bastante joven para justificar una estancia en Georgetown a fin de re

    n trabajo de posdoctorado. Le habra encantado acudir a las clases del doctor Leo Cross dusemestre.Bradshaw se desperez y dese que los frondosos pinos dejaran pasar un poco de calor. Sab

    cabo de unas horas agradecera la sombra de esos mismos rboles, pero de momento le gupoco de sol para templar el fro.Aunque, bien mirado, quizs el fro que senta no se deba a la falta de sol. Quiz tena

    acin con el mensaje que acababa de recibir de Cross.Poda recitarlo de memoria:

    Dr. Bradshaw:

    Veo que este verano ha decidido excavar un yacimiento en la costa de Oregn. Sera ta

    amable de informarme en caso de encontrar una fina capa de residuos negros en cualqui

    nivel?

    Agradeciendo de antemano su colaboracin, le saluda atentamente.

    Leo Cro

    El mensaje llevaba el sello de Georgetown y Bradshaw utiliz su programa de comprobaci

    criptado para confirmar que se haba transmitido utilizando el cdigo personal de Cross. Lo viado l mismo, no un programa que enviara automticamente el mismo mensaje cada veuien actualizaba la localizacin de un yacimiento en el boletn arqueolgico electrnico.Cross peda informacin y, antes de contestar, Bradshaw quera asegurarse de que tena alg

    ecer.Volvi a mirar hacia las tiendas. Seguan durmiendo, gracias a Dios. No tena ningn des

    blar del mensaje con nadie, ni siquiera con su eficaz ayudante.Bradshaw avanz en silencio entre las tiendas y cogi el sendero que llevaba al yacimien

    na excavada estaba marcada con estacas y cordeles cuidadosamente colocados, de manera qgar exacto de cualquier descubrimiento quedara consignado en una cuadrcula numerad

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    11/157

    alizacin or iginal de la ms diminuta astilla poda establecerse con exactitud pasara el tiempsara despus de su extraccin. El yacimiento estaba bajo un peasco que habra protegido ivos de los fros vientos invernales sin obligarles a alejarse del mar ni del ro que discurra atancia. La investigacin se centraba en los tillamook, nativos de la zona. Bradshaw haba escuel lugar porque saba, por las fotografas areas y por las costumbres migratorias de la tribu alumnos encontraran algo, pero no esperaba que fuera nada importante. Bradshaw ya

    unido informacin abundante acerca de los tillamook y haba excavado varios yacimacionados con ellos, uno de los cuales haba sido objeto de una nueva polmica. Sus alu

    contraron restos de un esqueleto y los miembros de las actuales tribus nativas, la mayora ales no saban nada de los tillamook ni de su desaparecida cultura, interpusieron una demandener las excavaciones mientras investigaban para determinar si Bradshaw estaba violando iguo cementerio.l ya saba que no estaba violando nada, ya que el cuerpo no presentaba ningn rastro d

    uales fnebres tradicionales de los tillamook. En cambio, tena el crneo agrietado y coofunda hendidura en la parte posterior, lo que indicaba que haba muerto de un golpe en la cfuera intencionado o accidental. Finalmente, le dieron la razn a Bradshaw, que pudo con

    cavando, pero no sali inclume. El enfrentamiento con las tribus locales llev a la prensa lovestigar su pasado.Eso era lo que ms le sorprenda del mensaje de Cross. Ningn arquelogo que estimautacin se haba dirigido a Bradshaw en los ltimos veinte aos, y menos aun le haba pediaboracin. Supona que se senta halagado por el mensaje de Cross, e intrigado, pero habas, algo que no deseaba sentir a esas alturas: una chispa de esperanza.Bradshaw pas junto al yacimiento y se dirigi hacia el delgado abeto junto al que haba ind

    us alumnos que abrieran la primera perforacin de prueba. Ese tipo de perforaciones eran baofundas, pero aqulla lo era todava ms, ya que los estudiantes se haban dejado llevar p

    ceso de celo. Las llamadas perforaciones de calibre de profundidad se hacan para estudipas y determinar la profundidad a la que se deba excavar en el yacimiento hasta alcanalizacin ideal para la investigacin. Los alumnos de Bradshaw se proponan retroceder scientos y quinientos aos, pero la perforacin de prueba era tan profunda que segn sus clremontaba a cinco mil aos.Sonri al recordarlo. Ya es suficiente, les haba dicho. Las culturas del noroeste de la cos

    cfico apenas haban empezado a formarse en la poca a la que habis llegado.Los alumnos haban soltado las herramientas como si les quemaran. Por lo visto, no

    nscientes de que no era necesario excavar a quinientos metros de profundidad para retroinientos aos. sa es la razn, deca a sus alumnos el primer da de clase, por la qcesario excavar en lugar de limitarse a leer sobre excavaciones. La arqueologa es una cienciquiere tocar las cosas con las manos, como todas las dems. Conocer las teoras no lo es todo

    Ahora se alegraba de que hubieran llegado a tanta profundidad. Recordaba otras perforacionueba en otras excavaciones de la zona y en todas ellas haba visto lo que ahora esperaba encaqulla: la capa negra que buscaba el doctor Cross; pero las que recordaba databan de variosaos atrs.Bradshaw oy que le crujan las rodillas al agacharse y pens que le costara cierto esf

    antarse. Mir el interior del agujero y vio exactamente lo que recordaba: una fina lnea ne

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    12/157

    s de un metro de profundidad. No necesitaba mirar las otras cinco perforaciones de calibreber que tenan la misma franja negra, de un cuarto de centmetro de espesor y situada en el mvel en todas ellas.

    Teniendo en cuenta la profundidad a la que se encontraba, su opinin era que algo haba cuella capa negra haca unos cuatro mil aos. Por su aspecto saba que haba sido causada poceso exognico, pero no se haba preocupado por saber de qu tipo en concreto. Quedaba

    mbito de su estudio. Un alumno le haba preguntado qu era aquello y su respuesta habae, en ausencia de otras pruebas, crea que era consecuencia de un gran incendio que pudiera

    olado la regin. No le haba dado ms vueltas, hasta recibir aquel mensaje.Bradshaw se qued observando la estrecha franja negra que atravesaba la tierra compacta

    red. Para qu quera informacin sobre aquella lnea alguien como el doctor Leo Cross? Eudiando las erupciones volcnicas? Los grandes incendios regionales? Considerand

    putacin del doctor Cross, no le pareca probable.Sin embargo, era evidente que Cross estaba interesado en lo que fuera que hubiera dejado a

    gra capa de holln.Se encogi de hombros y se ajust la chaqueta para protegerse del fro. Dio media vu

    gres a su tienda. No quera dictar el mensaje a su reloj. Quera asegurarse de que esecuadamente cada palabra, sin arriesgarse a malentendidos o erratas. Escribira a Leo Crosra utilizando el teclado convencional. Desde que cay en desgracia, veinte aos atrs, nunca ado tan cerca de los pioneros de la ciencia y todava conservaba la ambicin suficiente paponerse a desperdiciar esta oportunidad.

    de agosto de 2017

    23 Hora de la costa oeste de EE. UU.

    das para la llegada

    La pelota negra de squashpas a toda velocidad y Leo Cross err el golpe por unos milmvolvi y su propia aceleracin lo empuj contra la pared de madera, con el hombro por ded sobre la pared y se qued con la espalda apoyada en la madera, respirando pesadamen

    dor le resbalaba por la frente y por los brazos desnudos. Tena la camiseta empapada y el coata como si quisiera salrsele del pecho y huir de la tortura de la pista desquash. Tena cuares aos y le pareca que en toda su vida no haba estado en tan baja forma. Cmo se andonado tanto?

    Leo? dijo Doug Mickelson, apoyndose en otra pared, igualmente sudoroso y jadeasts bien?S contest Leo. Slo que no puedo creer que me hayas ganado. Te has e

    renando?Lo dices como si tuviera tiempo.Mickelson se enjug el sudor de la frente con el brazo y lo sacudi. Leo se alegr de estar a

    o de la pista. Conoca ese gesto de Mickelson; haba sufrido las consecuencias en su primer versidad, haca veintiocho aos, en una clase de squasha la que se haban apuntado para cons

    os crditos fciles. Eran amigos desde entonces.

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    13/157

    No hay pistas de squashen el sudeste de Asia? pregunt Leo Cross. Doblado, con las moyadas en las rodillas, todava no haba recuperado el aliento. Le estaba bien empleadoregarse tanto al juego despus de no haber pisado las pistas en tres meses.Creo que el sultn de Brunei tiene una pista de squash dijo Mickelson, pero lo qu

    ga lDeberas enterarte dijo Leo. Comprubalo. Investiga. Cuando ests negociando la

    sis diplomtica, diles que necesitas jugar al squashpara relajarte.Mickelson sonri con la misma sonrisa infantil que siempre le haba caracterizado pero que

    haba visto muy a menudo desde que le nombraran secretario de estado.S, claro dijo Doug. Y tambin les dir que te paguen el viaje hasta all para que uien con quien jugar. Se mir los pantalones cortos y las sucias zapatillas de deporte. r qu, pero dira que no es el mejor atuendo para presentarse en Brunei.Has ido alguna vez?La sonrisa de Mickelson se esfum.Creo que es el nico sitio donde no he estado. Y yo que crea que disfrutara con este trabaYo dir a que disfrutas replic Leo, que al fin haba conseguido volver a re

    rmalmente. Dio un paso adelante y not un gran peso en las piernas.No como pensaba, Leo. No como cuando ramos estudiantes. Te acuerdas de los debase? Recuerdas cmo me exaltaba?Nunca entend qu inters les encontrabas dijo Leo. Yo me aburra.No es aburrido. Mickelson recogi la pelota y la sostuvo en la mano derecha

    cinante. Siempre lo ha sido. El problema es que hay tanto en juego, hay siempre tanto en juYa haban tenido varias veces aquella conversacin, con algunas variantes. Era una de las ve

    ser viejos amigos. Leo saba que Mickelson le hablaba con una confianza que no poda permn otros.

    Ya sabas cmo era. Llevabas mucho tiempo rondando ese nivel de poder.Mariposear por los aledaos no es lo mismo que ser el que ocupa el cargo. Mickels

    ed mirando la pelota. Pareci que iba a decir algo pero luego se lo pens mejor.Leo lo observaba, esperando. Se senta un poco inseguro. No acababa de entender las difere

    e estableca Mickelson. El tipo de poder que tena Mickelson le era muy ajeno, algo a lo que ercara por su voluntad ni aun teniendo la oportunidad.

    Se estremeci. Si sus teoras resultaban ser ciertas, debera recurrir a esos poderes. Apara de su mente.

    Cuatro meses es mucho tiempo para ir saltando de una cr isis a otra.Mickelson sonri, pero esta vez era la sonrisa de las conferencias de prensa.Estuve aqu unos das.Que no dieron de s lo suficiente para jugar a squash.Justo para llamar te y luego cancelar la cita. Sacudi la cabeza. Menos mal que tenn. Si no dispusiera del tiempo que me permiten los viajes para reunirme con mis conseje

    ncentrarme en el siguiente pas, no sabra ni en qu hora vivo y menos aun cules son los intEE. UU. en la zona.Siempre has sabido cules son nuestros intereses, en cualquier parte.

    Es verdad asinti Mickelson, pero pasar de una discusin sobre las violaciones del tr

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    14/157

    ernacional de clonacin en China a intervenir en la ltima crisis econmica en Grecia reqner en funcionamiento otros protocolos, otros conocimientos y otro tipo de habilidades. Conos tengo una habilidad especial.Eso he odo.Pero los griegos me desconcier tan siempre, cuando en principio debera entenderme mejoPor qu?Por la influencia de su cultura en la nuestra.Su antigua cultura dijo Leo. La conversacin haba entrado en su terreno. Cien a

    an un gran salto en nuestra cultura. Imagnate que le tuvieras que explicar a alguien que hbrevivido a la epidemia de gripe de 1918 las condiciones que provocaron su enorme expansiedes esperar que los griegos se parezcan en nada a sus antecesores de la Antigedad.Imagino que no dijo Doug Mickelson, y suspir. Me has cogido en un mal da

    pongo que deberamos haber esperado a que llevara aqu al menos una semana antes de qra jugar.

    Y que volvieras a cancelar la cita por otro atentado terrorista en Miln? No, gracias.Espero que no vuelva a ocurrir algo as. Mickelson ech a andar hacia la puerta de cris

    supone que estar aqu durante por lo menos un mes. Con lo desentrenados que estamos,dramos que jugar dos veces por semana.Como quiera, seor Secretario repuso Leo sonr iendo.No tienes que viajar a ningn sitio?La investigacin me tiene aqu retenido. Leo se irgui y lo sigui hacia la salida.Hank, el jefe del destacamento del Servicio Secreto asignado a Mickelson, estaba sentado

    adas. Otros dos agentes estaban apostados al otro lado de la puerta que daba acceso a las psde que Mickelson haba sido nombrado secretario de estado, la intimidad era un recuerdsado.

    Al principio, Leo se senta incmodo por el solo hecho de hablar con su amigo en presenagentes del Servicio Secreto, pero Mickelson se comportaba como si no estuvieran y Leo p

    e si Mickelson poda hablar de cuestiones personales delante de aquellos hombres, l no ten sentirse cohibido. Pero aun as, cada vez que sala de una pista de squash y vea a un honido todo vestido de negro, con equipamiento electrnico de lo ms sofisticado en la mua pistola en una funda lateral que le arruinaba el corte de la chaqueta del traje, no dejaprenderse. Le resultaba extrao porque, en su mente, Mickelson y l seguan siendo estudianlumbia; sus discusiones tericas, continuacin de una noche en vela comiendo pizza

    rmitorio; y los altos y bajos de sus vidas personales, ms madera para avivar la conversacinPensar que, en esos veintiocho aos, haba llegado a la cima de su profesin y Doug Mickede la suya, le haca sentir extraordinariamente mayor. Haba experimentado lo mism

    neracin de sus padres cuando un da se dio cuenta de que sus amigos eran conocidos banqudicos de renombre y un hombre de su misma edad ocupaba el puesto de presidente de Esidos?Eso era una de las cosas que ms impresionaba a Leo Cross. El presidente era slo cincoyor que l, y Mickelson, que en otro tiempo se nombr a s mismo rey de las pepitas de uvso pendientes en los pezones para ganar una apuesta, ahora era el secretario de estado de Es

    idos y vesta con trajes hechos a medida por los sastres de Savile Row para dar una imag

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    15/157

    mbre conservador y prudente a pesar de su relativa juventud (por lo visto, los gobernantes deses podan pensar que a los cuarenta y seis aos un poltico internacional era todava un nioEl mismo Leo haba alcanzado una edad en la que cualquiera menor de treinta aos le lla

    eor, algo, por otra parte, natural, ya que podra ser el padre de casi todas esas personas. Ndre de nadie, sin embargo, y tampoco se haba casado. Haba dedicado toda su vida adulta al trno pareca que se avecinaran cambios. La arqueologa combinaba lo mejor de todas las ciecesitaba tener conocimientos de qumica, biologa y fsica, as como de geologa y paleontoel ltimo ao, haba aprendido ms astronoma de lo que nunca hubiera imaginado; haba as

    un gran nmero de clases y conferencias sobre arqueoastronoma, una nueva rama de su pmpo cientfico.

    Aun as, cuanto ms aprenda, ms consciente era de lo que no saba, y eso le preocupaba. Tensacin de que se le agotaba el tiempo.

    Hola, Hank dijo Leo abriendo la puer ta de cristal.Hank le salud con un movimiento de cabeza, tal como Leo esperaba. En todos los aos que

    vaba al servicio de Mickelson, Leo no haba conseguido arrancarle ms que un s, seoro, seor. No haba manera posible de saber si haba disfrutado viendo jugar a squash

    mbres maduros durante los ltimos cuarenta minutos. No haba manera posible de saber nank.Doctor Leo dijo Hank, y Leo se sorprendi. Hank nunca se haba dirigido a l directaLa alarma de su ordenador ha estado sonando durante los ltimos diez minutos.Debera habernos interrumpido dijo Mickelson frunciendo el ceo. Puede ser

    portante.No dijo Leo. Ser mi secretario no forma par te de sus obligaciones.Leo recogi la toalla de una de las gradas inferiores y se la pas por la cara y el pecho. Lue

    puso alrededor del cuello y cogi el reloj.

    Los relojes haban dejado de ser simplemente relojes, pero ninguno de los nombres comercmo infotrnic, haba conseguido imponerse. Aunque ahora los relojes podan hacer cuasa menos conducir el coche (y Leo a veces se asombraba de que nadie hubiera desarrollaograma con esa utilidad), seguan llamndose relojes. Eran pequeas criaturas de cierto grosobargo, y los modelos antiguos, como el suyo, resultaban bastante incmodos, pero Leo Crode los que sentan la necesidad de renovar el equipo cada vez que alguien introduca una mlos altavoces. Esperaba a que las mejoras le fueran realmente tiles, y en los ltimos tres

    die haba pensado en mejorar los programas de organizacin del trabajo.

    En lugar de ponerse el reloj en la sudorosa mueca, se sent en la grada y activ el cctrnico.Mickelson estaba de pie a su lado, secndose.Es agradable ver que es otro el que recibe los mensajes urgentes le dijo a Hank.Hank, como siempre, no contest.Leo ley la contestacin del profesor Edwin Bradshaw de Oregn. Una parte de l hu

    seado no recibir ms mensajes como aqul, pero el cientfico que llevaba dentro, esa parte rsonalidad que se entusiasmaba con las investigaciones, salt de emocin.

    Problemas? pregunt Mickelson.

    Es un proyecto especial contest Leo. Algo que me preocupa mucho.

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    16/157

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    17/157

    Mejor contest ella, porque esta tarde tena varias clases y estara bien que la noncelacin fuera de su puo y letra.

    Si puedo dijo, y suspir.Podr le contest, y Leo oy un leve ruido seco. Aqu est. Tiene un vuelo que s

    lles dentro de tres horas. Le queda tiempo para pasarse por aqu.No hay ninguno antes? Llegar a Oregn a media tarde.Puedo hacer milagros dijo ella con cier to retintn, pero slo los jueves de las sem

    pares.

    Gracias, Bonnie dijo riendo. Hasta ahora y colg.Mickelson segua all mirndole.Pensaba que la investigacin te retena aqu.S contest Leo, pero las cosas cambian de un momento a o tro.En arqueologa? dijo Mickelson. Si algo lleva en un sitio ms de mil aos, qu m

    e espere un da ms?Leo se qued mirndole por un momento, preguntndose si no haba llegado el momen

    ordar el tema, pero enseguida rechaz la idea.

    Te sorprendera saber lo importante que puede ser un da ms o menos, Doug dijo. Naginas.

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    18/157

    2

    de agosto de 2017

    06 Hora de la costa oeste de EE. UU.

    das para la llegada

    El yacimiento de Oregn, como casi todas las excavaciones de estudiantes, estaba alejado

    cleos urbanos. Leo tuvo que elegir entre volar a Newport, la ciudad ms grande de la costa,uilar un coche en algn establecimiento local, ir en helicptero, o coger un avin a Portl

    guir la ruta turstica. Quince aos antes haba intentado alquilar un coche en Newport y jurnca ms lo hara, y con el helicptero corra el riesgo de ocasionar algn dao a la excavacie decidi ir directamente a Portland y luego se alegr de su decisin. El vuelo se haba retrbido a las malas condiciones meteorolgicas en el medio oeste y no haba llegado a media o a la una de la madrugada. A esa hora todo lo que pudo hacer fue salir del aeropuerto y bustel, donde descans unas horas antes de emprender la ruta de la Cadena Costera.

    Leo haba viajado por todo el mundo, pero segua admirando la belleza virgen de la Cstera de Oregn. Calcul la hora a la que pasara por el puerto Van Duzer para hacerla coin el amanecer. Quera ver cmo los primeros haces de luz iluminaban los gigantescos rcindole sentir pequeo. Aparte de algn que otro vehculo turstico, circulaba solo pretera.En maanas como aqulla, contemplando cmo la luz del sol evaporaba el roco formandbla plateada que flotaba sobre la carretera, se preguntaba qu habra sido de su vida si se huablecido en una zona y sus investigaciones se hubieran centrado en un campo concreto, la fvida de, por ejemplo, los chinook, o los tillamook, como haba hecho el doctor Bradshaw

    bra casado? Tendra hijos, quizs incluso nietos? O seguir a tan entregado a su trabajo, raobsesin?El yacimiento estaba en la costa, cerca de la ciudad de Cloverdale. Los oregonianos la llamdad, pero en realidad era un pueblo con menos de trescientos habitantes. Los comerciontonaban en los mrgenes de la carretera de la costa nor te, tambin conocida como 101. Pasante de un colegio, una consulta veterinaria, tres restaurantes, una iglesia y un almacramarinos. Haba dos tiendas de camisetas destinadas a los turistas, aunque desde Cloverdale

    visaba el ocano.

    Desde que era un nio, Leo no haba vuelto a estar en una ciudad como aqulla, sin supermetienda de alquiler de vdeos; con slo unos cuantos negocios familiares y algunos establecimcomidas. De tener tiempo, se habra detenido a observar si junto a alguna de las casas an haste con bandas rojas y blancas en espiral. Habra apostado una buena cantidad a que as sera.Siguiendo las indicaciones de Bradshaw, cogi la vieja carretera que suba por lo que l h

    mado una montaa, aunque para los habitantes de la zona fuera una colina. A mitad de la asce una seal descolorida con un nombre tachado; unos kilmetros ms adelante, la carrete

    nverta en una pista de tierra. Las poblaciones de la costa de Oregn, sobre todo las ms vnstruidas a mediados del siglo pasado, a veces desaparecan sin previo aviso, tragadas p

    ano. Conoca por lo menos dos que haban desaparecido as y, si su memoria no lo engaa

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    19/157

    al que acababa de pasar todava indicaba el camino a una de ellas.Le recorri un escalofro. Despus de dcadas de estudio, an le estremeca pensar cm

    eblos, las ciudades, los pases, podan desaparecer sin ms. La vida humana era muy frgil.Cogi el desvo sealado con un trapo rojo atado a un rbol, probablemente puesto por Bralguno de sus alumnos. Apenas quedaba rastro del camino, invadido de matojos. La nica see en otro tiempo haba sido una va transitada eran los profundos surcos que se vean a uno o.Al coger el tramo lleno de baches, el ordenador del coche se activ para advertirle del da

    carretera estaba ocasionando a los amortiguadores y decirle, en un tono bastante brusco, qcesitaba un vehculo todo terr eno debera haberlo especificado al alquilarlo.

    Desactivacin de voz gru. Aborreca ese aspecto de la modernidad. Los ordenarecan creerse en la obligacin de controlar el comportamiento de las personas. Era como si odas partes con tus padres.

    Al salir de una curva, vio cinco coches aparcados cerca de un grupo de rboles. Cuatro den vehculos viejos y abollados, y dos estaban cubiertos de xido, adems. Slo uno de los todo terreno con barro hasta el techo, era lo bastante nuevo como para pertenecer al profeso

    ba encontrado el yacimiento.Sali del coche y estir los brazos para desentumecerse. Desde all se oa el murmullo del suave brisa ola a sal. A su derecha, haba un grupo de tiendas de campaa y le pareci v

    ndero que supuso que conduca al yacimiento propiamente dicho. Entonces oy un grito proceuna zona ms baja; alguien le haba visto. Al cabo de unos momentos, apareci un ho

    busto, de pelo entrecano, que suba por la montaa seguido de dos estudiantes, dos chicas.El doctor Edwin Bradshaw no se pareca en nada al hombre que sala en las fotografas de pos vdeos amarillentos que haba estado mirando durante el viaje en avin. En aquel ti

    adshaw tena un aspecto enjuto y decidido; la imagen de un hombre que dedicaba dema

    mpo a pensar y muy poco a comer. Ahora luca una moderada barriga y haca tiempo que dber visitado al peluquero. Vesta con una camisa de franela sucia de tierra, sobre una camscolorida donde todava se lean las palabras Grateful Dead. Iba con los bajos de los temetidos en unas gruesas botas de trabajo y en la mano derecha llevaba unos guantes.

    Sus alumnas iban con atuendos similares, aunque las camisetas no estaban descoloridas mbres de los grupos de msica le sonaban slo vagamente, y eso porque sus propios aluan gustos parecidos.Leo se frot las manos sobre los tejanos limpios y se sinti ligeramente cohibido. Haba s

    deprisa que se haba dejado las botas de trabajo, y haca tanto tiempo que no visitabcimiento que sus ropas le hacan parecer un turista entre experimentados nativos. Se asomerior del coche y cogi la bolsa de viaje; se la ech al hombro y cerr la puerta.Doctor Cross dijo Bradshaw, que entretanto haba llegado a la zona de aparcamie

    win Bradshaw.Se estrecharon la mano y Leo observ al hombre que tena delante. Era ms bajo de l

    peraba y tena profundas arrugas alrededor de los ojos. Su rostro acusaba los padecimientgos aos.Leo recordaba haber admirado los trabajos de Bradshaw en su poca de estudiante. Reco

    mbin el regocijo con que sus profesores se dedicaron a desacreditarle cuando public su in

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    20/157

    bre una antigua civilizacin tecnolgicamente avanzada que supona haba habitado en las spicales de Sudamrica. Haba centrado su investigacin en varios yacimientos localizados a reducida y los diminutos fsiles que haba encontrado incrustados en la roca tenanigedad de doce mil aos. Bradshaw crey, sin sombra de duda, que esas diminutas pieza

    ba descubierto eran similares a los microchips que hacan funcionar los ordenadores en aqoca, pero en versin nanotecnolgica. Su teora obtuvo un inmediato xito meditico y Bradhizo famoso.Tardaron un ao, pero sus rivales dentro de la arqueologa examinaron las mismas prue

    garon su validez. La reputacin de Bradshaw qued destruida y se convirti en el hazmerrerofesin. Leo siempre haba pensado que eso fue injusto. Aunque su hiptesis sudamericananea, sus otros trabajos haban sido brillantes, hasta el punto de que Leo haba basado algun primeros estudios en las investigaciones de Bradshaw.Haba sido una grata sorpresa descubrir que segua en activo, aunque fuera con limitacionesLe presento a dos de mis alumnas dijo Bradshaw. Mi ayudante, Kelly Flynn L

    ita, morena, le salud con la cabeza; era pecosa y con un aire de mujer competente, mbridge, una admiradora suya.

    Bet Cambridge era convencionalmente guapa, con los pmulos altos y el pelo rubio, que a reci teido. Al mirarle, los ojos azules le brillaron con intensidad. Leo pens que deba de to los documentales arqueolgicos que haba narrado creyendo que seran emitidos slo eultades y que, para su sorpresa, se haban retransmitido en horas de mxima audiencia, comodomingos por la noche, en numerosas cadenas pblicas.Quiere tomar un caf, doctor Cross? pregunt.Llevo levantado desde las cuatro dijo , obligndose a sonrer ; las fans, de todo ti

    caban el hgado, y ya he tomado bastantes. Gracias, de todas maneras. Se volvi adshaw y aadi: Me gustara ver el yacimiento si es posible.

    Por supuesto.Bradshaw los condujo por un sendero de arena compacta, cubierto de agujas de pino y as, pero sin rastro de hierba.Leo intuy el lugar del yacimiento antes de verlo, por el caracterstico ruido de las idas y vseres humanos en un entorno natural, mezcladas con las conversaciones murmuradas d

    udiantes. Le pareci or su nombre un par de veces antes de que Bet anunciara en voz altaban all. En el rostro de Bradshaw se dibuj una mueca de disgusto, que enseguida desaparecLeo ya se lo esperaba, pero no era el inters por el trabajo de los estudiantes lo que le

    vado all, sino aquella capa negra.Subieron un pequeo promontorio y a sus pies apareci el yacimiento. Leo enseguida entr qu Bradshaw haba elegido aquel lugar. Era lgico que los tillamook, o cualquier otro e viviera en la zona, hubiera establecido un campamento all. Estaba lo bastante alejado depona de agua potable del arroyo que pasaba un poco ms abajo y el peasco lo protegnto. Le sorprenda que nadie hubiera trabajado antes en l.Debajo de la cara rocosa del peasco saliente, la tierra estaba delimitada y cuadriculad

    rdeles que marcaban los puntos de referencia. Tres viejos pinos uniformemente distribvan de postes para los cordeles. Haba diez estudiantes trabajando atentamente en diferentes

    unos de ellos armados con un simple cepillo de dientes para extraer y limpiar las piezas.

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    21/157

    Leo sonri. El yacimiento no difera en nada de otros en los que haba trabajado veinticincos. En arqueologa, las herramientas para la obtencin de datos no haban cambiado mucho, pnos en aquel estadio del trabajo.Algunas zonas haban sido excavadas a menos de un metro de profundidad, lo que indica

    udio de una poca mucho ms prxima de lo que Leo haba imaginado. Aguant la respiriz su hiptesis resultara falsa.Esperaba que fuera as.A qu poca se remonta? pregunt.

    En general, slo entre doscientos y quinientos aos atrs dijo Bradshaw, aunque cree el lugar pudo haber sido un campamento regular de distintas tribus ms antiguas.Varios estudiantes se volvieron a mirar a Leo, pero ninguno dej de trabajar. Cuando visita

    cimiento, sola ocurrir que la mayora actuaran como Bet, no slo por los documentalesrque casi todos haban estudiado su libro de metodologa. Se consideraba la obra defiunque l saba que no existan tales obras) sobre la manera de obtener informacin de disciplinas y desarrollar una hiptesis, no slo durante la fase de interpretacin en los yacimio durante toda la investigacin.

    Bradshaw ech una mirada severa a un alumno que haba dejado de trabajar e inmediatamvi a agacharse sobre su cuadrado de tierra. Incluso Bet haba vuelto a su puesto en la excavse afanaba en una esquina apoyada con una mano en la pared de tierra. Kelly segua juadshaw. Por lo visto, era su mano derecha y esperaba dispuesta a cumplir cualquier enpecial que pudiera hacerle.

    Cuando los estudiantes dejaron de mirarles, Bradshaw sonri a Leo, que entonces se dio cuee lo que haba interpretado como arrugas de sufrimiento, eran producto de frecuentes expresueas. Bradshaw tena una sonrisa traviesa. Leo le devolvi la sonrisa de manera casi involunBradshaw le condujo entonces hacia un extremo de la zona acordonada. Kelly les segua un

    s atrs. Llegados a un punto, Bradshaw se agach. Leo saba exactamente dnde estaban y quque miraba el profesor. Aqul era el lugar elegido para hacer la perforacin de prueba, avancia el pasado a travs de la tierra, como en una mquina del tiempo.

    Tena cerca de un metro de ancho y se hunda unos dos metros en la tierra marrn. La lnlln se vea claramente a un metro y medio de profundidad, un anillo que rodeaba las paredes en aquel nivel hubiera habido una manta extendida que ahora haba sido atravesada por el agerto por Bradshaw.Esa profundidad en la perforacin de calibre era seal inequvoca de que el anillo negro n

    formacin reciente, como Leo haba querido creer. Respir hondo e hizo un esfuerzo pmostrar su decepcin. Si pudiera encontrar una capa de holln ms cercana a la superficie, plver a dormir por las noches, pero no era el caso.Qu antigedad tiene? pregunt Leo, aunque saba casi con total seguridad cul se

    puesta.Dira que de unos cuatro mil aos dijo Bradshaw, considerando la estructura geolg

    zona. Tendra que hacer ms pruebas para estar seguro. Nunca se sabe lo que ha podido ocuras zonas costeras.Cuatro mil doce aos, habra querido decir Leo, pero se limit a asentir con la cabeza. E

    mo se haba temido. No deseaba decirle a Bradshaw que si perforaba a ms profundidad, er

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    22/157

    obable que encontrara otra capa en el nivel de los ocho mil veinticuatro aos. Se haban enconpas de holln iguales, a la misma profundidad, en puntos que se extendan en direccin surkersfield, California. Aqul era el punto situado ms al norte, de momento.Hicimos ms perforaciones de calibre alrededor del yacimiento dijo Bradshaw despu

    r ese anillo.Aparece en todas? pregunt Leo, aun sabiendo que as era.Bradshaw asinti.Fue un incendio, seor? pregunt Kelly. Tena una voz ronca y profunda, que demo

    nfianza en s misma, muy distinta de lo que Leo haba esperado. O es una tonelada de clcnicas tradas hasta aqu por alguno de esos extraos tornados que a veces transportan ressde el este?

    Sin contestar, Leo se arrodill, dej la bolsa en el suelo y sac su equipo de anlisis de minea como una caja de zapatos, enorme en comparacin con la mayora de aparatos electrnicostamao se deba a la necesidad de introducir muestras de distintas medidas en su interior.

    Guau! exclam Kelly. Nunca haba visto uno de sos.Leo la mir divertido.

    Todava hacis el anlisis inicial por el mtodo tradicional y luego lo confirmis oratorio?Nuestro presupuesto es bastante modesto dijo Bradshaw antes de que Kelly pudiera conLlevo algn tiempo ahorrando para comprar uno de sos.Era una vergenza que uno de los ms eminentes investigadores de campo, por mucho que

    biera denigrado, no pudiera permitirse algo que la mayora de los arquelogos considerabrramienta fundamental en la fase de obtencin de datos, pens Leo, pero se lo call.

    Son caros dijo, en cambio.Cogi una cucharilla y un platillo de la caja y se desliz al interior del agujero apoyando lo

    las hendiduras abiertas en uno de los lados. Se alegraba de que la novedad del equipo hado de lado la pregunta de Kelly acerca del incendio. Prefer a no contestar si poda evitarlo.El olor a tierra hmeda era reconfortante, a diferencia de lo que ocurra con la profundida

    e se encontraba la capa negra. Rasc con cuidado una muestra del anillo, justo de la parte centfranja de medio centmetro, para asegurarse de que no la mezclaba con la tierra adyacente.

    Luego coloc la muestra encima de la caja y cogi dos recipientes ms, donde deposit otruestras, tras lo cual los sell. Sali entonces del agujero y se arrodill junto al aparato de pruasvas la primera prueba al platillo de anlisis cuidando de proceder con ms lentitud

    bitual, a fin de que Kelly y Bradshaw pudieran observar el funcionamiento del aparato.El equipo de pruebas electrnico realizaba el anlisis de la muestra de tierra sin destruirla, iciente para que prefiriera el nuevo mtodo, pues le permita estudiar muestras mnima

    cesidad de perderlas, pero, adems, en un momento estaba realizado el anlisis. Introdugunda para comprobar el resultado, y luego la tercera. Los tres anlisis dieron la composiciperaba.

    La veta es exognica, tal como esperaba, y parcialmente orgnica le dijo a Bradshaw.Bradshaw asinti con la cabeza pero antes de que pudiera decir nada, Kelly frunci el ceo.No confirma eso que fue un gran incendio? pregunt.

    En su situacin, sin otros antecedentes, Leo habra pensado lo mismo. La compo

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    23/157

    ferentemente orgnica pareca dar fuerza a la hiptesis de un fuego que hubiera asolado la rego, la investigacin cultural y la obtencin de ms pruebas la confirmaran o desmentiran.No haba sido un incendio, sin embargo, como Leo saba haca ya tiempo. Para formar un medio centmetro de espesor a esa profundidad, el incendio debera haber dejado una ca

    nizas de cinco centmetros, pero ningn incendio extenda una capa uniforme de semejante gadshaw no haba hecho ningn comentario pero Leo sospechaba que habra sopesado la hip

    fuego en primer lugar y la habra descartado por la misma razn. Y aun haba otra ralmente de peso.

    Ni Kelly ni Bradshaw disponan de la informacin de que gozaba Leo, que haba recestras de cincuenta yacimientos de todo el mundo y las haba sometido a pruebas exhaustiva

    nguno de los yacimientos haba seales de que el calor fuera el causante de aquellas lneas nedas las muestras contenan grandes cantidades de magnetita, sin importar la mayor o mundancia de ese mineral en la zona.

    Lo que ms le preocupaba, de todos modos, era la enorme similitud de las muestras de todcimientos. Haba visitado excavaciones en las que la lnea de holln se remontaba diecisarenta y ocho aos y, al analizar la muestra, haba encontrado exactamente los m

    mponentes que en otras recogidas a miles de kilmetros de distancia y varios miles de aoientes. Los restos de los fenmenos naturales, como el fuego, no respondan a esquemas rbran sido distintos segn el perodo de tiempo al que pertenecieran, a la zona del globo doncontraran y al tipo de suelo.

    Pero eran iguales.Doctor Cross? le inst Kelly, que no estaba dispuesta a dejar correr la pregunta.Reprimi un suspiro. No saba qu haba causado aquellas capas de holln, as que era ms

    ar que sus oyentes creyeran que eran producto de un incendio. Su contestacin no satisfadshaw, pero esperaba que tuviera la delicadeza de no decir nada mientras su alumna estu

    sente.Es una buena teor a le dijo a Kelly, pero nunca saques conclusiones hasta que

    alizado todas las pruebas.Eso es lo que dice siempre el doctor Bradshaw repuso ella sonriendo.Me creers ahora? le pregunt Bradshaw.se no es el problema contest encogindose de hombros. Aqu pasa algo que no qu

    e sepa.Leo mir a Bradshaw, que observaba a su alumna con una sonrisa paternal. Era evident

    aba orgulloso de ella y crea que tena un futuro prometedor.Est bien dijo sonriendo a su vez al captar la mirada de su profesor. Ya s cmo funcas cosas. Algn da ser yo el profesor y podr torturar a los humildes becarios.Ya te dejo torturar a humildes estudiantes sin ttulo dijo Bradshaw.Por lo que le estoy enormemente agradecida repuso ella. Les dejo con su misteriosa

    gra. Y dicho esto, dio media vuelta y se fue.Leo la observ alejarse. Vio que hablaba con uno de los estudiantes que trabajaban

    cimiento y que luego se pona ella tambin manos a la obra.Parece muy inteligente dijo.

    Quiz le doy ms confianza de la que debiera dijo Bradshaw asintiendo con la cabe

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    24/157

    ro alumnos como ella no se encuentran cada da.Leo se limpi las manos y recogi el equipo.Le agradezco su ayuda dijo con la esperanza de esquivar las inevitables preguntas.No se va a escapar tan fcilmente dijo Bradshaw sonriendo. Los dos sabemos qullo no obedece a un incendio.Leo guard el aparato en la funda.Tiene razn.Y, francamente, me sorprende que supiera que estara aqu, teniendo en cuenta lo poc

    ba del yacimiento, del lugar o de la profundidad a la que pensbamos excavar Bradshawa pausa y se sent en la hierba que creca junto a la perforacin de prueba, lo que me llnsar que ya la haba encontrado en otros sitios y en distintos perodos de tiempo. Anoche co visitas a yacimientos, doctor Cross, y no ha estado en un yacimiento de Oregn desde quudiante. No puede recordar algo como esa franja negra de una excavacin que dur dos dasntisiete aos.No se chupaba el dedo. Leo debera haber sabido que Edwin Bradshaw no tardara en po

    do en la llaga. Ninguno de los directores de yacimientos lo haba hecho hasta entonces.

    antos haban realizado pruebas de la muestra por su cuenta y luego le haban hecho alguntas, pero ninguno de ellos haba sospechado el aspecto ms inquietante de todo aquello: qpa de holln haba aparecido en un buen nmero de yacimientos y en mltiples perodos de tiadshaw haba ido directo al grano.Leo se pregunt si Bradshaw no se habra topado con ella anteriormente.Hice algunas pruebas despus de recibir su mensaje dijo Bradshaw, y sealando el e

    n la cabeza aadi: ni mucho menos tan sofisticadas, pero algo me han dicho. No hay carbngn otro resto de fuego en esa capa. Slo contiene algunos elementos traza de varios minerazona, y magnetita. No hay magnetita en toda la zona. Y por lo que se refiere al grosor de la

    ste con mencionarlo.Leo mir hacia donde estaban los estudiantes, al pie de la colina, y admir la precisin y lim

    n que se haba preparado el yacimiento. Era evidente que Bradshaw era un hombre capaz de pr su cuenta y alguien en quien se poda confiar. Se propuso investigar ms a fondo sus erra comprobar si sus presunciones haban sido razonables, basadas en las pruebas, y el descba sido provocado por la envidia de algunos de sus colegas, o si Bradshaw realmente rdido la capacidad de hacer deducciones razonables a partir de los datos de los que dispona.

    Leo siempre haba sospechado que el trabajo de Bradshaw era slo preliminar y que se

    do un bombo desproporcionado a sus descubrimientos. De ser as, la metodologa de Bradgua siendo vlida y poda ser buena idea contratarle para que le ayudara. Una de las cosaba demostrado en su trabajo era que tena una mente rpida, ingeniosa y abierta.

    Bueno, doctor Bradshaw dijo Leo.Edwin dijo Bradshaw tendindole la mano.Edwin repiti Leo con un gesto de reconocimiento. Tal como ha supuesto, habra m

    e decir de esas capas negras. Las llamo niveles de holln, aunque holln no sea el trminecuado. No tendrn nombre oficial hasta que sepa realmente de qu se trata.

    Una decisin prudente dijo Bradshaw, mirndole expectante.

    Leo sinti tener que defraudar sus expectativas, como mnimo por el momento.

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    25/157

    Ahora mismo, sin embargo, me temo que no puedo decir le mucho ms de lo que ya sabeme unos das y le pondr al corriente. Se lo prometo.

    El brillo de los ojos de Bradshaw se apag. Cuntos arquelogos le habran hecho prommilares desde que perdi su reputacin? Probablemente, montones. Leo sinti compasin nzada de miedo. Podra ser que tuviera que enfrentarse a una situacin similar.Aun as, Bradshaw no le puso mala cara, sino que sonri en cambio, aunque la sonrisa ya amplia como antes.Desde que ayer hice esas pruebas, no he pegado ojo, preguntndome qu pudo haber caus

    meno. No me haga esperar muchos das. A mi edad, necesito dormir.No dijo Leo. Le aseguro que no tardar en tener noticias mas.No poda prometerle nada ms si quera estar seguro de poder cumplir su promesa. Vo

    rar el yacimiento, donde los estudiantes seguan trabajando. El hecho de que Bradshaw estu significaba que Leo no era el nico que recordaba su pasado. La Universidad de Oregn ido el coraje de contratarle, aunque hubiera sacado partido de su desgracia pagndole una c

    rte de su antiguo sueldo. Aun as, al darle asilo, le estaban dando tambin la oportunidhabilitarse y, al parecer, Bradshaw la estaba aprovechando.

    Me hara un favor? pregunt Leo.Si est en mi mano dijo Bradshaw.Quizs interfiera todava ms en su descanso.Bradshaw sonri y esta vez la sonrisa le ilumin la mirada.Siempre est bien tener algo en que pensar.Pues, se lo aseguro, esto le dar bastante que pensar dijo Leo. Me gustara que eligielas perforaciones de prueba y siguiera cavando, cuando pueda, hasta superar el nivel de lol aos. Hgalo sin ayuda de los estudiantes y sin que le vean. No quiero que nadie ms erriente. Infrmeme de lo que encuentre, si es que encuentra algo.

    Bradshaw lo mir fijamente. Leo vio cmo la preocupacin se reflejaba en los ojos de mbre. Era evidente que haba atado cabos de inmediato. No le haba sorprendido la sugerene poda haber otra capa en un nivel ms profundo. Leo sinti que un escalofro le recorpalda. Quizs hubiera encontrado el ayudante que tanto necesitaba.

    Lo har dijo Bradshaw, y nadie tiene por qu enterarse.Gracias dijo Leo.Estrech la mano de Bradshaw y ech a andar sendero arriba. Deseaba alejarse cuanto ant

    cimiento. Estaba empezando a ponerse nervioso, a sentir la misma aprensin que le haba inv

    otros yacimientos. Tena una imaginacin muy viva y no le costaba representarse toda aqna arrasada, sin un solo rbol o planta, cubierta de una capa de holln tan gruesa que sus pndiran en ella si tuviera que atravesarla. Poda recrear la escena tan fielmente como si la huvido.

    No la haba vivido, pero tema que pudiera vivirla.

    de agosto de 2017

    24 Hora de la costa este de Australia

    das para la llegada

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    26/157

    Trabajas demasiado, colega dijo Thomas Kingsford. Deberas hacer lo que hacen yanquis cuando sacan humo por las orejas: airearte.Craig Stanton separ la silla de la pantalla y mir a Kingsford con cara de malas pulgas

    o como parte del ritual.Por mucho que te esfuerces, nunca lo conseguirs dijo Craig. No deberas

    presiones como sacar humo por las orejas. Suena ridculo con ese acento australiano.Kingsford se ech a rer, con unas carcajadas tan profundas y sonoras que parecan procedhombre que le triplicara en tamao.

    No intento parecerme a los yanquis, colega. Slo pretenda utilizar un lenguaje que puender.Sigue intentndolo replic Craig un poco picado mientras se levantaba de la silla. King

    a razn. Necesitaba airearse. Estir las piernas y se pase por la habitacin atestada de monscritorios, adems de una pantalla gigante en la que, en aquel momento, se proyectaban im

    sde Marte en tiempo real. Tenan un aire familiar pero estaba seguro de que eran nuevas. Copaisaje de Marte casi tanto como el de su casa paterna, e incluso mejor que el que se vea ntana del reducido apartamento que haba encontrado cerca de Hawkesbury River.

    Nadie le haba advertido que tendra que cruzar medio Sydney para volver a casa cadmpoco nadie le haba dicho que haba alojamientos disponibles a precios reducidos papleados de la Agencia Internacional de Exploracin Espacial. Para cuando lo descubri, ya mado las letras de la hipoteca.Craig slo pensaba en todo aquello cuando alguien como Kingsford le recordaba el sentim

    e le haba invadido las primeras semanas que pas en Australia. Era como si estuviera de vo por primera vez en su vida, por mucho que hiciera siete aos que llevaba una vida independs australianos, por lo menos los que intervenan en el proyecto, parecan suscribir la ley pervivencia del ms fuerte. Si un hombre cometa un error, all l, y si le costaba una fortun

    ca perder mucho tiempo o le haca sufrir, bueno, quiz le sirviera de leccin. Siempre do que los habitantes del oeste americano sobre todo de Wyoming, donde se haba crin hombres duros, pero haba descubierto que eran unos blandengues comparados co

    stralianos.Nadie levant la vista cuando pas por su lado para ir a la cafetera, a buscar una taza d

    zofia que llamaban caf. En su antiguo despacho de San Francisco, donde trabajaba parultinacional y no, como ahora, para una agencia internacional encajada a duras penas en el re

    una universidad, la cafetera era atendida por un camarero que llevaba ms de treinta

    bajando all. Aqu, la mitad de los empleados tomaban caf instantneo que se preparaban croondas.Se estremeci involuntariamente y al entrar en la sala, cambi de opinin y sac una lata de

    la de la nevera. Mir los marchitos bocadillos dispuestos sobre lechuga de plstico dentro da de cristal, luego ech una ojeada a las pastas, que acababan de llegar, y por ltimo destamida que se haba trado de casa. Nada de todo aquello le despertaba el apetito. Lo que neceera comida. Lo nico que le importaba era lo que haba descubierto. Fue hacia la puerta

    om a la oficina.Decenas de personas trabajaban en el tercer turno. Las sondas no dejaban de transmitir dato

    rque los humanos quisieran descansar, y era tanta la informacin que suministraban que hab

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    27/157

    ntenar de cientficos ocupados en interpretarla veinticuatro horas al da.Se produjo un buen revuelo cuando SIOE 6 dej de transmitir haca casi una semana, sobre

    r parte de los cientficos internacionales que contaban con que SIOE 6 les mostrara lseaban saber acerca de Urano. El director de la agencia haba intentado calmarlos cgumento de que en su breve periplo de seis meses, SIOE 6 ya les haba enviado ms informacque podan procesar en tres aos, sin contar la que haba recogido durante el viaje hasta el pldirector les record asimismo que los equipos a veces fallaban. Por mucho que se planificaraplanificable, a veces fallaban. Poda ser que un fragmento de basura espacial hubiera desvia

    nda o que algo interfiriera en la transmisin. El equipo encargado de su mantenimiento espe el problema fuera algo que pudieran solucionar desde la misma agencia, all en Australia.Craig no estaba tan seguro y eso era lo que le preocupaba. No formaba parte del equipo SI

    r lo menos no del equipo que lo dise y mont en primer lugar, pero senta un cierto carisonda. Su trabajo haba consistido en observar el progreso de la sonda en tiempo real y se ntido como si fueran compaeros, dos criaturas igualmente solas en mundos extraos y, a vstiles.Y entonces, SIOE 6 haba desaparecido.

    Desde entonces, el equipo responsable del montaje y algunos otros cientficos estaban trabara intentar restablecer el contacto con la sonda. Estaban convencidos de que segua all y de qoblema no era ms que un fallo tcnico.

    Se llev la Coca-Cola a su mesa. Kingsford se haba marchado, por suerte. No estaba de hra hablar con nadie. Se sent y recuper los datos que le llevaban de cabeza desde haca cuatro

    Los expertos estaban equivocados o, por lo menos, sa era la conclusin a la que haba lleean que se trataba de problemas internos de SIOE 6, algo que poda arreglarse. l, no. Mirande mirara la informacin, cada vez llegaba a la misma conclusin: algo externo haba afecOE 6 justo antes de que dejara de transmitir, y no era algo previsible, como las colisione

    gmentos de basura espacial. Haba presenciado el accidente en tiempo real y haba observadie de combinaciones de datos que no se parecan a nada que hubiera visto antes. Haban pmasiado rpido para poder analizarlas, por supuesto, y al principio ni siquiera estaba muy shaberlas visto. As que, despus de luchar con las dudas durante dos das, finalmente se

    cidido a examinar los veinte canales de datos por los que la sonda haba enviado informrante las ltimas ocho horas de funcionamiento, para ver si poda determinar qu era lo que enido la transmisin.No haba pedido permiso pero, por lo visto, a nadie pareca importarle que no estu

    uiendo el protocolo habitual. Se pregunt si alguien vigilaba su trabajo tal como el jeeraciones le haba advertido que haran cuando le contrataron. Sospechaba que no era cierto.Aun con esa sospecha, se senta intranquilo siguiendo el rastro de los datos, pero no

    tarlo. SIOE 6 y l haban sido compaeros durante mucho tiempo y, aunque lo haban destinauipo de apoyo de SIOE 5 hasta que se restableciera la conexin con SIOE 6, le era impandonar a la sonda desaparecida. Tena la impresin de que no volvera nunca y necesitaba r qu.Despus de cuatro das de investigacin, haba averiguado bastantes cosas. En primer lugar,

    ba producido ninguna colisin. En el caso de que una roca se hubiera precipitado contra

    da velocidad, los sensores de SIOE 6 la habran detectado, pero no haba sido as. Cuan

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    28/157

    mprob, dos das atrs, se lo comunic al equipo de reparaciones. Acogieron la nusiasmados, creyendo que eso significaba que haba grandes posibilidades de recuper

    ntacto con la sonda, pero no le concedieron ms importancia y reanudaron su trabajo, dispuenectar de nuevo con SIOE 6.

    Nadie le haba echado en cara que se hubiera apartado del trabajo que tena encomendado.Craig no les haba comunicado ningn otro de sus descubrimientos. Todava no estaba prep

    tre otras cosas, haba descartado la posibilidad de que se hubieran apagado los dispositinsecuencia de un fallo elctrico en el sistema. La sonda tampoco haba recibido la ord

    agarlos. En los dos casos, habra seales evidentes en el flujo de datos de los ltimos seguro no era as.

    Hizo aparecer en la pantalla la grfica que haba confeccionado con el flujo de los veinte cinformacin durante el ltimo segundo de transmisin. Haba trazado las curvas de la intensridad de cada canal. Las veinte curvas, en el mismo momento, iniciaban una trayescendente que iba desde niveles de energa normales a energa cero en el lapso de un segundo

    Imposible, pero cierto. La transmisin de datos pasaba de niveles aceptables a la inactsoluta en un abrir y cerrar de ojos. Haba comprobado los clculos varias veces. Eran corr

    ro eso no era lo ms extrao. Lo increble era que todas alcanzaran actividad cero exactamemismo instante. Diferentes unidades de procesamiento, diferentes motores, diferentes reserverga, todo se haba detenido exactamente a la vez.

    Sus conocimientos le decan que algo as era imposible. Era como si algo hubiera cubierto omo un teln de teatro, impidiendo en el mismo instante la comunicacin de los distintos apsin embargo, las seales haban dejado de llegar de una manera normal. Las curvas descemo la de una batera de coche que se descarga al dejarse las luces encendidas durante toda la n

    energa disminua progresivamente. El problema era que, en la sonda, el agotamiento dtentes acumuladores primarios, secundarios y de refuerzo, se haba producido en un segund

    ser por la gran velocidad a la que se transmitan los datos, ni siquiera habra podido perciminucin progresiva de energa.Pero qu fenmeno poda provocar aquel efecto? Era posible que algo se hubiera traga

    nda como pareca indicar la estructura de los datos transmitidos a la Tierra durante el gundo? Haba comentado con el equipo de montaje la posibilidad de que las reservas de enerbieran agotado, pero se haban redo de l.Craigie, por favor le haba dicho uno de los cientficos, los acumuladores de energa ervas para treinta aos. Todava no han pasado tres y, adems, hay dos acumuladores de refu

    Ya lo haba pensado, pero las pruebas indicaban que los acumuladores de energa esotados, y si los acumuladores estaban agotados, era como si la sonda estuviera muerta.Saba que estaba en lo cierto, pero necesitaba probarlo sin posibilidad de duda. No tena ni id

    poda haber provocado que se descargaran, pero estaba seguro de que cualquiera que funclusin a la que llegara, tendra que presentarla con todo tipo de pruebas si no quera zmerrer de la agencia. Y aun as, ya se vera.

    Se sent frente a la pantalla y volvi al trabajo. Antes de exponerse a ser el blanco de las burdo el mundo, se asegurara de que su informacin era exacta y absolutamente correccesitaba unos das ms, se los tomara.

    Nada podra traer de vuelta a SIOE 6, de eso estaba seguro. Unos das ms no tenan ni

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    29/157

    portancia.

    de agosto de 2017

    03 Hora de la costa este de EE. UU.

    das para la llegada

    Edwin Bradshaw se acomod en el asiento de plstico agrietado del taxi y se entr

    ntemplando los sucios edificios de Washington. Haca mucho que no haba estado all; chos aos que la ciudad no le haba vuelto a abrir sus puertas. Segua sintindose intranquilaba nada seguro de la conveniencia de aquel viaje.El doctor Leo Cross le haba hecho llamar. Le haba pagado el billete de avin y haba prom

    cerse cargo del alojamiento y las comidas. Haban convenido todos los detalles por cctrnico, pero Bradshaw haba sido incapaz de dejar las cosas tal como estaban. Antes de petituto para que ocupara su puesto en la excavacin, decidi llamar a Cross. Para su sor

    ntest en persona.Doctor Cross le haba dicho sin muchos prembulos, me halaga sobremanera la ofe

    aboracin en su proyecto y estoy realmente intrigado, pero no estoy seguro de que sepa quiPor supuesto que lo s, doctor Bradshaw dijo Cross. He estudiado su trabajo.Pero sabe lo de?El escndalo de la civilizacin tecnolgicamente avanzada? Por supuesto.Perdneme le haba dicho Bradshaw, pero hace muchos aos que me persigu

    sgracia y mi participacin podra significar que su proyecto pasara de ser una investigpetable a ser pasto de la prensa sensacionalista.Su trabajo siempre ha sido impecable, Edwin le haba replicado Cross.

    Bradshaw se haba alegrado de no estar utilizando la opcin de videoconferencia. Al or aqo que sentarse. Era la aprobacin por parte de un colega de profesin que haba estado esperconfirmacin de que siempre haba trabajado bien y no la triste consolacin de haber cometior que con el tiempo podra superar.Me alegro de que piense as haba dicho finalmente, un segundo ms tarde de lo convepero otros podran pensar de otra manera. Comprometera su trabajo.Sera tonto negar que he pensado en esa posibilidad dijo Cross, pero francamen

    gado a la conclusin de que esa desgracia, como usted la llama, hace su presencia en el pros necesaria si cabe.

    No le entiendo dijo Bradshaw.Trabajo impulsado por presentimientos y recojo informacin de fuentes muy variada

    mo hace usted. Tengo cierta tendencia a tirar hacia adelante como sea, aun a riesgmprometer la investigacin. El problema es que no disponemos de mucho tiempo y sospeched se asegurar de que estoy bien preparado antes de que divulgue lo ms mnimo.S dijo Bradshaw, pero eso puede no ser suficiente para impedir las reacciones adv

    a vez que la informacin pase a otras manos. Mi presencia sera una mancha en su trabajo.Podr a ser dijo Cross, pero tambin cabe la posibilidad de que mi presencia rehabilit

    yo. Sigue defendiendo su teora, verdad?

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    30/157

    Hace tiempo que decid no discutir el caso.Hgalo ahora conmigo dijo Cross. Sigue defendiendo su teora?Era un trabajo preliminar dijo Bradshaw. No divulgu la informacin para que

    ticada, sino para que otros pudieran evaluarla. Hasta el momento, nadie se ha tomado la moleY el espectculo meditico?Fue una ingenuidad por mi parte. Nunca pens que tanta gente viera en mis descubrimien

    nfirmacin de sus absurdas teor as.De haberlo sabido, nunca hubiera publicado aquel informe. Lo s dijo Cross. A

    lv a leerlo, por cierto. Estableca con toda claridad la naturaleza preliminar de su investigacntrariamente a lo que dijo la prensa, no sacaba ninguna conclusin. Usted slo indsibilidades basadas en contextos culturales e insista en la necesidad de seguir investigando.e ya ha pasado suficientes aos en el exilio, Edwin.Bradshaw no hubiera podido estar ms de acuerdo.Me sentira ms tranquilo si mi colaboracin se mantuviera en secreto.Dejemos esa decisin para cuando haya visto en qu estoy trabajando. Quiz prefiera vo

    precioso yacimiento en la costa de Oregn. Dicho esto, Cross se despidi y colg.

    La conversacin le haba dado nimos para coger el avin, pero no era lo que lo empujorrer las calles en taxi hacia la direccin que le haba dado Cross. Lo que realmente le guir adelante era su propia curiosidad. No poda quitarse de la cabeza los dichosos anillos neg

    La tarde despus de que Cross se marchara, mientras unos estudiantes trabajaban y otros esciendo recados en Cloverdale, se puso a cavar en una de las perforaciones de calibre. Tal oss le haba indicado, Bradshaw fue haciendo el agujero ms profundo hasta que, en el rrespondiente al perodo de alrededor de doce mil aos atrs, encontr otro anillo de hollsmo grosor. Se apresur a recoger muestras y luego rellen la perforacin hasta el nivel antmanera que ningn alumno le hiciera preguntas que no pudiera contestar. Dudaba de que el m

    oss pudiera explicar a qu obedecan esos dos anillos de holln en la tierra, a ocho mil atancia en el tiempo.Bradshaw realiz algunas pruebas y obtuvo idnticos resultados que con el primer a

    actamente los mismos: algo que saba que era imposible. Envi la informacin a Cross por cctrnico, con toda probabilidad antes incluso de que Cross estuviera de vuelta en la capitalcin. Esa noche Bradshaw recibi un escueto mensaje en respuesta.

    Gracias. En breve me pondr en contacto con usted. Cross.

    Dos das ms tarde haba llegado la propuesta de ir a Washington.El taxi se detuvo frente a una casa seorial, de ladrillo rojo, que deba de tener por lo m

    scientos aos. En su da debi de ser considerada una mansin, pero segn los criterios actuna casa de buenas dimensiones, bien conservada. No era en absoluto lo que haba esp

    contrar, por mucho que Cross le hubiera advertido de que se encontraran en su propia casa.Cuando Bradshaw baj del taxi, empezaba a chispear y el aire era hmedo y clido. El tax

    ud a sacar las maletas del portaequipajes; Cross le haba pedido que viniera preparado p

    cidan trabajar juntos. Subi los mojados escalones de ladrillo cargado con las maletas y llambre.

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    31/157

    Abri la puerta una mujer por lo menos veinte aos mayor que Bradshaw. Llevaba unaqueta azul y un collar de perlas. Era mucho ms baja que Bradshaw, pero tena una presponente. Al verlo, sonri.Doctor Bradshaw dijo. El doctor Cross le est esperando. Pase.Entr en un recibidor con el suelo de madera pulimentada, cuadros colgados de las pa

    ncas, una araa que iluminaba la estancia y una amplia escalera de madera que llevaba al rsegundo piso. Ciertamente, no r esponda a nada de lo que hubiera podido esperar.No se atrevi a dejar las maletas en el suelo, por miedo a estropear la lujosa madera.

    Soy Bonnie Oldham dijo la mujer, la secretaria del doctor Cross. Le est esperandoo de abajo, pero imagino que antes preferir asearse un poco. Constance! Haba dadto que Bradshaw se alegr de que no lo llamara a l. Criar a los hijos te da buenos pulmonSali una mujer de la cocina, secndose las speras manos de trabajadora en un trapo blancoEn qu habitacin quiere el doctor Cross que se instale el doctor Bradshaw?En el dormitorio azul dijo Constance. Acabo de prepararlo.Ya es casi su hora de irse, verdad? pregunt la seora Oldham. Acabe de preparar lame ocupo yo de acompaar al doctor Bradshaw.

    Gracias, seora Oldham dijo Constance, y volvi a la cocina.Viendo la expresin de asombro de Bradshaw, la seora Oldham dijo:Es su ama de llaves. El doctor Cross viene de una antigua, distinguida y acaudalada fami

    rginia. Siempre se ha sentido un poco incmodo al respecto, pero eso no le impide disfrutar ntajas. Esta parte de la casa, junto con las habitaciones de invitados, la sala de estar y el comdava reflejan los gustos de su madre. El resto es obra suya. Creo que conserva a Constance potra manera no comera debidamente, aparte de que la casa pronto parecera un estercolero.Subieron las escaleras, atravesaron el rellano y pasaron a unas dependencias laterale

    rmitorio estaba decorado en azul marino y en el centro haba una cama grande de caoba. Er

    za antigua, en la que no faltaba una mosquitera retirada a un lado, como si se esperara qvitados la utilizaran por la noche. Bradshaw se qued pensando cuntas generaciones de invilos Cross habran dormido all. Su cicerone abri una puerta.Aqu tiene un vestidor que da a un bao dijo. La siguiente habitacin es una sala de

    mbin para invitados. Adems, tiene una sala de lectura con libros suficientes para leer halo que viene, si es que le gusta. No entiendo cmo los invitados del doctor Cross no se q

    ra siempre. Estas dependencias no tienen ni punto de comparacin con mi casa, pero todava nseguido que el doctor Cross me invite a dormir.

    Bradshaw la mir sorprendido y ella se ech a rer. Su risa era tan profunda y plena, tan lleda, que no pudo sino rer l tambin.Tendr que acostumbrarse a m, doctor dijo. Digo lo que pienso, y no lo atribuy

    ad, porque siempre he sido as. Cuando est preparado, baje al stano. Las escaleras salen derta que hay en el recibidor donde estbamos antes. Es la nica puerta cerrada. No tiene prdidY se march. l se qued un momento en el centro de la majestuosa habitacin, contemplan

    idez del mobiliario antiguo: no haba cabida para los frgiles muebles franceses all; todobustas piezas americanas, algunas con ms de trescientos aos de antigedad. Los cuadros redes eran originales, todos ellos primitivos americanos. Su formacin en aquel campo le pe

    onocer el estilo, pero no a los autores. Si una semana antes alguien le hubiera dicho que e

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    32/157

    y no en mitad de un bosque de Oregn, se habra redo.Cogi las maletas y las llev al vestidor, donde se asombr al ver prendas de distintas

    nca haba estado en una casa que pusiera ropa a disposicin de los invitados, por si cesitaban algo. Haba una hilera de trajes y, detrs, fracs y esmquines. En el suelo se alintintos pares de zapatos y en las estanteras, haba camisas sin estrenar, as como corbatas varcudi la cabeza. No, nunca habra imaginado que iba a estar en un lugar as.Deshizo la maleta deprisa, sac una camisa limpia y entr en el bao. Era el nico lugar do

    ban hecho concesiones al siglo XXI. La ducha estaba informatizada e incluso tena una alca

    ble para el caso de que la utilizara una pareja. El vter era automtico y la pila tena un sensvimiento en lugar de mandos en los gr ifos. Escogi una pastilla de jabn sin perfume de unala que haba ms variedades de las que hubiera podido soar. Se pein y, mirndose al e

    ns que no pareca tan cansado como se senta.Respir hondo apoyndose en los lados de la pila y al momento recul, sorprendido al ver q

    na en marcha.Pueta murmur. Los mtodos antiguos tenan sus ventajas.Se sec las manos con la toalla y sacudi la cabeza. Era su ltima oportunidad de echarse

    iz fuera lo mejor tanto para Cross como para s mismo.Pero saba tan bien como que se llamaba Edwin que no se echara atrs. Se haba compromsde el momento en que recibi el primer mensaje electrnico. El misterio haba despertariosidad y, lo que era ms importante, era muy probable que fuera su ltima oportunidbajar en algo de ms envergadura que una excavacin de estudiantes.Sali de la habitacin y baj las escaleras sin encontrarse con nadie. Oy ruido de cacharros

    cina y dedujo que Constance, el ama de llaves, an no se haba marchado. Atraves un pcorado con antigedades, todas de estilo colonial americano, desde el anaquel donde se expzas de cermica hasta el perchero que haba junto a la puerta. Encontr la puerta cerrada que

    stano en el hueco de la escalera. La abri y le extra que las escaleras estuvieran forradaa estera de esparto verde.Abajo haba luces encendidas y se oan voces. La seora Oldham se rea y Cross, en ca

    reca un tanto enfadado.Pensaba que me haba dicho que estaba aqu.Acaba de llegar de un largo viaje, Leo. Necesitaba estar un momento solo.Quera que viniera aqu primero. Si no le gusta lo que hacemos, ya tendr todo el da para

    o antes de volver a coger el avin.

    Bradshaw hizo todo el ruido posible bajando por las escaleras, que daban a una espaciosn una chimenea y una mesa de billar en el centro. Los tacos estaban colgados en la pareduien haba pintado de verde, a juego con la estera del suelo. Por las marcas de desgaste, Braagin que la estera llevaba puesta desde la poca en que l era un nio, haca ms de cincos.

    Cruz la sala y atraves una puerta abierta. Aquella habitacin era ms acogedora. Estabaminada y caldeada, con las paredes revestidas de roble y una gruesa moqueta en el suelo. as cuantas sillas y un tresillo delante de una gran pantalla de televisin que, por su aspecto nalta definicin. A todas luces, era algn tipo de habitacin familiar o de juegos. Cross pasealado a otro.

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    33/157

    Edwin, por fin dijo.A ver, intntelo otra vez dijo la seora Oldham. Qu tal suena Hola, Edwin. Bienv

    asa. Espero que haya tenido un buen viaje?Puede creer que le pago? dijo Cross sonriendo.Me paga la universidad dijo ella, y usted se beneficia.Cross se acerc a Bradshaw y le estrech la mano.Perdone mi grosera dijo. Le ha atendido bien Constance?Le he atendido yo dijo la seora Oldham.

    Bien dijo Cross. Ahora que ya hemos cumplido con las formalidades, pongmobajar.Bradshaw se sinti como si le hubiera pasado una apisonadora por encima. No haba dichabra, pero le pareca haber sido el centro de la conversacin. La fuerza del apretn de Cr

    ba dejado la mano dolor ida.Cross se dirigi hacia una puerta cerrada, en la pared opuesta, e introdujo una

    ormatizada.Decidimos instalar aqu la sala de mapas dijo Cross. Es ms seguro que la univer

    nde podran hacernos preguntas para las que no tenemos respuesta.Bradshaw sigui a Cross al interior. Era un despacho de trabajo, equipado con pantallsma y faxes digitales. Alineadas junto a una pared, haba varias impresoras y un plterprimir mapas y planos de arquitectura; en el centro, una mesa bastante desordenada con as alrededor; y junto a las impresoras, varios escritorios. Ah se acababa todo el mobireca de ventanas. En otra de las paredes haba varios archivadores que tenan aspecto de rtenecido a otra poca, pero la pared que tenan delante estaba totalmente desnuda.

    Cross puls una tecla en uno de los ordenadores y se desplegaron varias pantallas planandes dimensiones, como las de la mayora de los aparatos de televisin del momento. Puls

    s teclas y las pantallas cobraron vida.En la ms grande apareci un mapamundi tridimensional. A medida que la tierra giraba sob

    , se vean diminutos puntos brillantes. Otra pantalla mostraba un mapa detallado de Amrirte, y una tercera, el de Amrica del Sur. Europa y Asia tambin tenan su propia pantalla,e Indochina y Australia.En todos los mapas haba puntos de colores que sealaban distintos emplazamientos, y re

    a tonalidad ms clara, como si estuvieran iluminadas.Los puntos negros representan anillos de holln encontrados en niveles que indican q

    maron hace dos mil seis aos dijo Cross.Seis? pregunt Bradshaw mirando a Cross. La arqueologa no permita tanta exactituuda externa.

    Ya llegar a eso. Cross seal el mapa de Amrica del Sur. Los puntos rojos indicanholln de cuatro mil doce aos de antigedad. Los verdes, de seis mil dieciocho ao

    cimiento, por tanto, est marcado en rojo.Bradshaw se acerc al mapa de Amrica del Norte. Su yacimiento, en Oregn, estaba so

    nto rojo al lado de otro naranja. No haba ningn otro yacimiento marcado en Oregn. Ecano estaba en California y era de color azul.

    El azul indica una antigedad de ocho mil veinticuatro aos dijo Cross notando la curio

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    34/157

    Bradshaw y el naranja, doce mil treinta y seis.Bradshaw vio varios puntos naranja en Amrica del Sur.Los puntos blancos sealan las capas de hace catorce mil aos o ms dijo Cross

    acin exacta es ms difcil de establecer.Bradshaw se qued mirando los mapas, dejando que se asentara la informacin que le acaba

    ministrar Cross. Las capas de holln que haba encontrado eran un fenmeno mundial. Not uremecimiento.Aquello significaba que se deban a un hecho recurrente.

    Algo externo, algo que podra predecirse, por lo menos en su regularidad temporal. Bradserv las marcas. Sin embargo, no ocurra en todas partes a la vez. No se extenda por toerra cuando ocurra, slo por ciertas reas.

    El anlisis qumico es el mismo en todos los puntos? pregunt.Existe una ligera variacin por lo que se refiere a los minerales locales dijo

    ntiendo con la cabeza, pero, por lo dems, es exactamente igual. En todos ellos hay magnetMagnetita repiti Bradshaw, sacudiendo la cabeza ante la rareza de todo aquell

    gnetita era un mineral bastante corriente, distribuido por todo el mundo, con el mayor deps

    norte de Suecia, pero nunca se encontraba en capas tan finas como aqulla.He reunido esta informacin dijo Cross encogindose de hombros durante los ltimoos y todava no tengo ni siquiera una teora de lo que puede haber causado el fenmeno.

    Qu significan las reas iluminadas? pregunt Bradshaw, yendo hacia el mapa de AmNorte para observarlo de cerca. Haba una zona teida de rojo que se extenda desde Los n

    sta el sur de Oregn, otra verde sobre el centro del pas, y un valo rojo en Texas y Nuevo MPuesto que la informacin de que disponamos se refer a principalmente a los niveles d

    atro y seis mil aos de antigedad, intentamos determinar la extensin de la capa de holln. Dao pasado, hicimos unas cien perforaciones de calibre en la zona central de EE. UU., a f

    erminar los lmites de los tres niveles de holln.Bradshaw apenas poda creer lo que oa. La zona verde inclua casi siete estados enteros

    ntro del pas. Y la zona roja, casi toda la costa oeste.Su yacimiento ha ampliado hacia el norte la zona de los cuatro mil aos en la costa oeste

    seora Oldham. Hasta ahora habamos credo que la frontera se situaba en las monkious.Por lo visto, las montaas no suponen ningn obstculo a lo que sea que provoca esas cap

    o Cross.

    Bradshaw pase lentamente por la habitacin, asombrado ante el ingente trabajo realizadoalizar las capas de holln en todo el mundo. Slo alguien con la reputacin y la influencoss poda haber reunido tanta informacin. El despliegue era impresionante por s mismo, los sorprendentes hechos que mostraba.Y dijo Bradshaw cuando su mente se neg a mirar nada ms cmo ha conse

    erminar las fechas con tanta precisin?Cross se sent en una silla y desliz un cuaderno de notas hacia Bradshaw.Empezamos con dataciones de carbono catorce y retrocedimos dijo Cross. Las cap

    ce dos mil aos fueron las ms fciles de situar. Seal la zona teida de negro que se ex

    r Amrica Central y el norte de Amrica del Sur. Las culturas de Amrica Central y de

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    35/157

    aron documentos que nos han sido muy tiles. Encontr referencias de los izapas de la regiatemala y de los nazca, que haban odo hablar del fenmeno en toda la zona que

    nocemos como Per.Bradshaw sinti cierta irritacin por el tono que empleaba Cross. Era evidente que haba

    as mismas explicaciones a personas que no conocan aquellas culturas, pero no era su caso. Mpa de Amrica del Sur y dijo:Qu me dice de los mayas? No dejaron constancia de nada que le fuera til?Lo llamaron la gran negrura dijo Cross. Los estudiosos lo pasaron por alto por la se

    n de que no saban qu significaba. Seguimos sin saberlo, pero las fechas pueden determi con total exactitud.Bradshaw recorri los mapas con la vista. Haba grandes zonas negras en China, el cen

    ia, Sudfrica y Amrica del Norte. No era difcil de imaginar que los datos extrados de arctricos hubieran ayudado a establecer la datacin. Tuvo que haber abundantes testigos.En todo el mundo, se refirieron al fenmeno como el Tiempo de la Oscuridad o la Giga

    be Negra, por lo que hemos deducido que algo negro procedente del cielo cubre extensas zostruye todo lo que toca. En todas partes ocurri a la vez, en el ao 12 despus de Cristo.

    De repente, a Bradshaw le pareci que la habitacin daba vueltas. Aguant la respirnalmente entenda adnde quera ir a parar Cross. Antes de hablar, se oblig a reofundamente.

    Me est diciendo que hace dos mil seis aos que ocurri por ltima vez?S dijo Cross.Significa eso que volver a ocurrir en el plazo de un ao? Bradshaw miraba atni

    ormes zonas teidas de negro en los mapas. Calcul que en conjunto cubran una zona bastantande que todo el continente de Amrica del Norte. Si toda forma de vida en aquellas zonstruida, mor iran miles de millones de personas.

    As es dijo Cross. Lo que fuera que lo provoc volver a ocurrir en cualquier mome

  • 7/25/2019 El Decimo Planeta - Kristine Kathryn Rusch

    36/157

    3

    e se ptiembre de 2017

    00 Hora de l este de Australia

    das para la llegada

    La sala de conferencias era gris y oscura. No haba sido renovada desde que el edific

    nstruyera a finales de la dcada de los noventa. Uno de los fluorescentes del techo parpadeabo estaba fundido. La nica concesin a la modernidad eran las pequeas lmparas empotradmesas junto a cada silla. Craig encendi la suya.Tena acidez de estmago y ni siquiera las pastillas ms fuertes del mercado haban conse

    viarle en lo ms mnimo. Se frot las manos hmedas en las perneras del pantaln y vomprobar el funcionamiento del equipo.

    Sus jefes estaban en la habitacin contigua, tomando caf, que haba comprado especialmra la reunin, y comiendo los pastelillos de crema especiales que hacan en una panadera ce

    casa. Craig conoca a los cientficos: siempre apreciaban el hecho de que en una reunin humida.Por su parte, habra sido incapaz de comer y ms caf le habra hecho un agujero en ltratado intestino. A esa hora, sola estar durmiendo, pero no poda pedir a sus jefes q

    unieran con l a la hora que empezaba su turno, as que haba solicitado que se convocara aqunin y se le haba concedido.

    Se deca una y otra vez que lo peor ya haba pasado. Le haba dicho a su superior inmediatlugar de dedicarse al trabajo que tena encomendado, haba estado investigando el problem

    OE 6. Su jefe, Tracie Smithers, lo haba mirado con severidad hasta que Craig le dijo que

    scubierto alg