69
El Che y el ajedrez

El Che y el ajedrezjmf/MAUSOLEE-CHE... · 2016. 5. 29. · título de "gran maestro ajedrecista", que concedió a los cinco finalistas: Enmanuel Lasker, Alexander Alekhine, José

  • Upload
    others

  • View
    20

  • Download
    5

Embed Size (px)

Citation preview

  • El Che y el ajedrez

  • El Che y el ajedrez

    Lázaro Antonio Bueno Pérez

  • EDICIÓN Y CORRECCIÓN: Liset Carrasco Velazco

    DISEÑO INTERIOR Y COMPOSICIÓN: Alejandro González Bermúdez

    FOTOS INTERIORES: Archivo del Departamento de Fotografía

    del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física

    y Recreación (INDER) y archivo personal del autor MECACOPIA: Yamilet Aiello Bahamonde

    IMPRESIÓN: Dilian López Rodríguez

    © Lázaro Antonio Bueno Pérez, 2005

    © Sobre la presente edición:

    Editorial Ácana, 2005

    ISBN 959-267-085-4

    Editorial Ácana

    República no. 300

    e/ Finlay y San Esteban

    Camagüey 1 C.P. 70100

    CUBA

    E-mail: [email protected]

  • Al Guerrillero Heroico,

    Comandante Ernesto Che Guevara.

    A mis padres y hermanos.

    A mi hijos Lázaro y Lisset.

    A mi esposa.

    .

  • Al Pombo (General de Brigada Harry Villegas Tamayo), por su desinteresada ayuda.

    A la Dra. Iraida Aguirrechu Núñez, por la colaboración y apoyo brindados.

    A la Cátedra Honorífica de Ajedrez ―Eleazar Jiménez‖ y al Taller Literario ―Nicolás Guillén‖, en la

    persona de su director, Benito Estrada Fernández, ambos de la Universidad de Camagüey.

    A los estudiantes de la carrera de Licenciatura en Ciencias Farmacéuticas de la Universidad de Camagüey,

    Janet González, Jacqueline Rodríguez, Heyder Pérez, Nardelys Rondón, Marlys Pérez y Maigret Martínez, que me

    ayudaron en la revisión de materiales en la Biblioteca Provincial Julio Antonio Mella.

    A la Lic. Teresa Caballero Puig por su cooperación en la revisión y corrección del trabajo.

    A los integrantes del Departamento de Fotografía del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y

    Recreación (INDER) por su apoyo en la impresión fotográfica.

    A la Editorial Ácana, de Camagüey, por la publicación y difusión de esta obra.

    A mis amigos que siempre los recuerdo.

    A todos los testimoniantes por su valiosa contribución.

  • Como espectador en el III Torneo Internacional

    Capablanca in Memoriam, en 1964.

    ―Vamos a tener Grandes Maestros

    y eso será también una obra de la Revolución...‖

    CHE

  • Prólogo

    Al prologar este libro hemos pensado en la forma en que el Che utilizaba ―el tiempo libre‖. En

    todo momento buscaba perfeccionarse, tanto en el trabajo como en el ajedrez era así.

    Resulta significativo el alto concepto que tenía acerca del deporte como vía para alcanzar salud

    física y mental. Apreciaba la actividad del ajedrez como deporte ciencia, capaz de contribuir al

    desarrollo del intelecto, de la actividad psíquica del hombre, de su pensamiento. Estimaba que, por

    su naturaleza, desarrollaba también el pensamiento militar, la capacidad de tomar decisiones bien

    meditadas, sopesadas con rapidez, en un período limitado de tiempo.

    El Che siempre le dedicaba un tiempo al ajedrez. Cada vez que tenía una oportunidad buscaba

    a alguien en la tropa y nos sacrificaba al hacernos jugar: nunca estábamos a su altura. En la guerra,

    para él era imprescindible el juego de ajedrez, tanto como el fusil. Siempre tenía su juego y buscaba a

    quién enseñarle, en ese afán de transmitir los conocimientos, de no quedarse con nada. Y realmente, la

    guerra de guerrillas lo propiciaba; tanto en la Sierra Maestra, aquí en Cuba, como en África y

    Bolivia.

    Cuando llegó a Bolivia, lo primero que preguntó fue: ¿Ustedes trajeron algunos juegos de ajedrez y

    libros?; él nos había facilitado dinero para que compráramos algunos juegos pequeños,

    preferiblemente magnéticos, y a pesar del poco tiempo libre, pues estábamos muy asediados,

    siempre que teníamos una oportunidad, jugábamos.

    Ahora podemos hacer una valoración justa de lo que representaba este deporte del intelecto

    para el Che. No tengo una anécdota concreta, pero sé que lo jugaba de forma sistemática, él era muy

    sistemático y de una disciplina síquica fuerte. A eso debe haber ayudado también el ajedrez.

    Harry Villegas Tamayo

    (El Pombo en la guerrilla del Che).

    General de Brigada.

  • Introducción

    El ajedrez, más que un juego, es un ejercicio intelectual que tiene algo de arte y mucho de

    ciencia, además, un medio de acercamiento social. Sirve, como pocas cosas en este mundo, para

    distraer y olvidar momentáneamente las preocupaciones del diario bregar. Es, lo que el deporte en

    el orden físico: una manera agradable de ejercitar la mente.

    Es un juego de ingenio, muy popular, para disfrutarlo entre dos jugadores, en el que el azar no

    interviene en absoluto. Cada jugador dispone de dieciséis piezas. Uno con las piezas blancas y otro con

    las negras. Cada grupo de piezas consta de un rey, una reina o dama, dos alfiles, dos caballos, dos torres o

    roques y ocho peones. Se juega sobre un tablero dividido en 64 casillas o escaques, de colores alternados

    (claros y oscuros). El tablero se coloca ante los jugadores de manera tal que la casilla de la esquina situada

    a la derecha de cada jugador sea la de color claro.

    El objetivo del juego, que simboliza la guerra, es capturar —dar jaque mate— al rey del

    adversario, sin embargo, el rey derrotado jamás se retira del tablero, como el resto de las piezas. Las

    reglas y principios básicos son fáciles de dominar, pero las sutilezas del juego exigen un estudio con

    detenimiento y un alto grado de concentración. El ajedrez es un juego que gusta a todo el mundo; los

    jugadores inexpertos o principiantes pueden disfrutarlo compitiendo con otros de su mismo nivel,

    tanto como dos maestros ajedrecistas en un torneo.

    Las piezas se han fabricado con materiales muy diversos a lo largo de los siglos, y pueden ser figurativas o abstractas. Madera, piedra, marfil, hueso, plata, oro, bronce, cristal, barro y porcelana son algunos de los más empleados por los artesanos para dar ese toque de belleza y valor incomparables. El ajedrez moderno es generalmente de madera o plástico, y responde al modelo conocido como Staunton, inventado en Gran Bretaña en el siglo XIX. Es tan popular que incluso se fabrica con tamaño de bolsillo para jugar durante los viajes. A finales de la década de 1970 las modernas tecnologías posibilitaron el surgimiento del ajedrez electrónico, ahora los jugadores tendrían un nuevo reto: enfrentarse a las máquinas.

    BREVE HISTORIA

    El ajedrez tiene su origen en la India, concretamente en el Valle del Indo, y data del siglo VI.d. C. Este es un juego análogo, existió hace ya tanto tiempo, que fijar su origen o antigüedad es cosa imposible.

    Sin embargo, hay un hecho que no deja dudas: es un juego de guerra y por lo que hasta ahora

    ha podido comprobarse, de origen oriental. Originalmente conocido como Chaturanga, o juego del ejército, se difundió con rapidez por las

    rutas comerciales, llegó a Persia, de allí al Imperio bizantino, extendiéndose posteriormente por toda Asia. El mundo árabe adoptó el ajedrez con un entusiasmo sin igual: estudiaron y analizaron con detenimiento sus complicadas variantes, escribieron numerosos tratados y desarrollaron el sistema de notación algebraica.

    Llegó a Europa entre los años 700 y 900, a través de la conquista de España por el Islam, aunque también lo practicaban los vikingos y los cruzados que regresaban de Tierra Santa. En las excavaciones de una sepultura vikinga hallada en la costa sur de Bretaña se encontró un juego, y en la región francesa de los Vosgos se descubrieron unas piezas del siglo X, de origen escandinavo, que respondían al modelo árabe tradicional. Durante la Edad Media, España e Italia eran los países

  • donde más se practicaba. Se jugaba de acuerdo con las normas árabes (descritas en diversos tratados

    de los que fue traductor y adaptador Alfonso X, el Sabio), según las cuales la reina y el alfil son piezas relativamente débiles, que solo pueden avanzar de casilla en casilla. Durante los siglos XVI y XVII el ajedrez experimentó un importante cambio, la reina se convirtió en la pieza más poderosa del tablero, en cuanto a su movimiento se refiere. Fue entonces cuando se permitió a los peones avanzar dos casillas en su primer movimiento y se introdujeron la regla conocida como en passant ('al paso'), y el revolucionario concepto del enroque. Los jugadores italianos comenzaron a dominar el juego, arrebatándoles la supremacía a los españoles. Los italianos, a su vez, fueron superados por los franceses y los ingleses durante los siglo XVIII y XIX cuando el ajedrez, que había sido hasta entonces el juego predilecto de la nobleza y la aristocracia, pasó a los cafés y las universidades. El nivel del juego mejoró entonces de manera notable. Comenzaron a organizarse partidas y torneos con mayor frecuencia, y los jugadores más destacados crearon sus propias escuelas.

    TORNEOS Y CAMPEONATOS

    A finales del siglo XVI comenzaron a organizarse los primeros certámenes ajedrecísticos, en los que se destacó el español Ruy López de Segura, considerado el inventor de la famosa apertura española. En el XVIII fue el francés Philidor quien revolucionó el juego, y resultó imbatible en todos los torneos. A lo largo del XIX sobresalieron el alemán Adolfo Anderssen y el estadounidense Paul Murphy.

    En 1914 se celebró en San Petersburgo un importante torneo, donde el zar Nicolás II creó el

    título de "gran maestro ajedrecista", que concedió a los cinco finalistas: Enmanuel Lasker, Alexander

    Alekhine, José Raúl Capablanca, Siegbert Tarrasch y Frank Marshall. Diez años más tarde, en la ciudad

    de París, queda fundada la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), organismo regulador del juego en

    el ámbito mundial, que en la actualidad agrupa a 114 países miembros divididos en 11 zonas del

    hemisferio y cuenta con un número elevado de maestros entre los que llevan el liderazgo Robert

    (Bobby) Fischer, Mijaíl Tal, Anatoli Kárpov y Garry Kásparov.

    EL AJEDREZ EN CUBA

    ANTES DEL TRIUNFO DE LA REVOLUCIÓN

    Las primeras referencias acerca del origen de la práctica del juego en Cuba datan de principio

    del siglo XVI y se encuentran en la obra Bayamo y sus cosas de Antón Ruiz Valdespino, editada en

    Barcelona, en 1835.

    El historiador cuenta en su obra la afición que tenían por el ajedrez el capitán don Manuel de Rojas,

    jefe supremo de Bayamo y su comarca, y don Juan Escribano, administrador de los bienes de don

    Diego de Velázquez. A partir de ahí, el juego fue tomado en cuenta por las clases pudientes del país, despertando gran

    interés en ellas. En fuentes fidedignas consta que de 1826 a 1868 jugaron ajedrez en la sociedad La

    Filarmónica los patricios Perucho Figueredo, don Juan de J. Fornaris y Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria.

    A Céspedes muchos le llamaron también el Padre del Ajedrez en Cuba. A partir del 5 de octubre de 1855, comenzó a publicar en la sección ―Folletín‖ del diario El Redactor, de Santiago de Cuba, la traducción del francés al español de Las leyes del juego de ajedrez escrita por Louis Charles Mahé de La Bourdonnais, desgraciadamente en la única colección de El Redactor de que hay noticias —conservada en la Biblioteca Elvira Cape de Santiago de Cuba— la sección en que debieran aparecer los artículos de Céspedes fueron cuidadosamente recortados.

    También nuestro Apóstol practicó el noble pasatiempo. Entre los amigos de Martí se encontraba Andrés Clemente Vázquez, quien luego se trasladó y fundó en México la revista ajedrecística La estrategia mexicana.

    El Dr. Carlos J. Finlay, notable médico camagüeyano descubridor del agente transmisor de la

  • fiebre amarilla, era ajedrecista de mérito, llegó a convertirse en uno de los fundadores del Club de

    Ajedrez de La Habana, en 1885, sin embargo, solo unos cuantos pertenecían a la organización. Debido a su condición de colonia, Cuba no disponía de un pueblo preparado culturalmente, ni había recursos para expandir su práctica masiva.

    En 1889 se celebró un interesante torneo, ―[...] el VI Congreso Americano, en New York, a

    doble vuelta, donde jugó Dionisio Martínez, primer ajedrecista cubano que participa en un torneo

    internacional de ajedrez [...].1

    Ese mismo año se celebró, en la capital de nuestra república, el Match por el Campeonato del Mundo entre el praguense Steinitz y el ruso Chigorin. Su segunda partida, ganada por Steinitz, dio lugar a un interesante análisis de Finlay publicado en la Revista de Ajedrez que gustó mucho en Europa y América.

    En 1903 se jugó el primer encuentro a distancia entre jugadores cubanos y de otro país, disputado entre el Club de Ajedrez de La Habana y el Manhattan Chess Club de New York. En el

    equipo cubano había un jovencito de quince años que pronto sería conocido mundialmente: José Raúl Capablanca.

    AUGE DEL PERÍODO REVOLUCIONARIO. EL CHE COMO PROMOTOR

    En febrero de 1961 surgió el INDER, con él, un gran movimiento deportivo en nuestro país, al cual no quedó ajeno el ajedrez.

    Con el primer Torneo Inter-organismos Estatales, promovido por el Che, comenzó la divulgación masiva del juego, que continuaría con la organización de los torneos nacionales, simultáneas en todo el país y la instauración de los Torneos Internacionales Capablanca in Memoriam juegados desde 1962.

    En consecuencia, Cuba ha devenido, por derecho propio, como el Dorado del Ajedrez en los anales históricos, legando a los libros importantes competencias de inolvidable trascendencia, como el IV Torneo Capablanca in Memorian, de 1965, donde Robert Fischer participa jugando a través

    del teletipo; y la XVI Olimpiada Mundial de Ajedrez, celebrada en La Habana en 1966, hasta ese momento la más deslumbrante de todas.

    En esta importante etapa se destaca una figura promotora del desarrollo del ajedrez en nuestro

    país, el Guerrillero Heroico, quien con su presencia como espectador en muchos torneos de esta

    etapa y el sistemático apoyo que brindó a este deporte, posibilitó la celebración de importantes

    certámenes, a pesar de que nuestros atletas no tenían resultados en la arena internacional. Con la

    visión de futuro que siempre lo caracterizó y la confianza en el desarrollo de las jóvenes generaciones

    dijo las célebres palabras: ―Vamos a tener grandes maestros y eso será también una obra de la

    Revolución‖.2

    Veamos quién era este profeta y por qué amó tanto el ajedrez.

  • Desde su infancia

    Según consta en el registro civil de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe en la República

    Argentina, se produce el nacimiento del niño Ernesto Guevara de la Serna a las 3 y 5 minutos de la

    madrugada del 14 de junio de 1928; hijo del matrimonio de Ernesto Guevara Lynch y Celia de la

    Serna y Llosa. Desde su infancia poseía una delicada salud a causa del padecimiento de asma. La enfermedad

    le producía fuertes crisis, obligándolo a permanecer mucho tiempo en casa, es prácticamente por eso que se produce este acontecimiento, ―[...]el padre enseña al niño a jugar ajedrez [...]‖

    3, con

    apenas 10 años, en el transcurso de 1938; deporte que no dejaría de practicar nunca más y lo estudiaría por siempre.

    Cuando tenía 11 años y vivía en Altagracia, la ciudad de Buenos Aires que acogió la VIII Olimpiada Mundial de Ajedrez en 1939, hizo furor la presencia de Capablanca encabezando el equipo cubano (aunque entonces el Campeón del Mundo era Alexander Alekhine) que tenía el siguiente orden de tableros:

    1. José Raúl Capablanca 2. Alberto López 3. Miguel Alemán 4. Rafael Blanco 5. Francisco Planas

    En este evento compitieron 26 naciones, Cuba clasificó para la primera división quedando en el lugar 11.

    Para Ernesto, ya el ajedrez comenzaba a ser una de sus pasiones, y al saber que Capablanca era cubano, tuvo la primera impresión de la existencia de Cuba, como declaró años más tarde cuando ya era tan cubano como el que más. ¡Qué lejos estaba de imaginar que iban a estar tan cerca! Porque también Ernesto sería cubano, forjaría páginas de gloria en nuestra historia y desempeñaría un rol decisivo en el desarrollo del ajedrez en Cuba.

    En Córdoba, durante 1943, declara Gregorio, el hermano de Tomás Granado:

    Ernesto tenía más conocimientos teóricos que yo. Sin embargo, hacíamos partidos bastante buenos, con muchas tablas. Él jugaba muy bien con los caballos y yo por mi parte lo hacía bastante bien con los alfiles [...] Muchas veces jugábamos en el Salón de la Confitería, propiedad de nuestra abuelita Cecilia, en Roma 525 [...] Ernesto le ganó a muchos jugadores calificados y también supe, aunque a mí no me consta, que hizo tablas con el Gran Maestro Miguel Najdorf.

    4

    José Raúl Capablanca y Graupera nació en La Habana el 19 de noviembre de 1888. Con solo doce años de edad ganó el Campeonato de Cuba en 1901. En 1906 se trasladó hacia los Estados Unidos para estudiar la carrera de ingeniería.

    En 1909, a causa de la fama alcanzada en los círculos ajedrecísticos del Club Manhattan donde había vencido a todos sus adversarios, se arregló un encuentro entre el joven de 21 años y el campeón norteamericano Frank Marshall, uno de los más fuertes jugadores del mundo.

    Para 1914 era considerado junto con el entonces campeón mundial Enmanuel Lasker, uno de los más grandes jugadores de la época. A causa de la 1ra Guerra Mundial se demoró el encuentro entre los dos colosos hasta 1921, en La Habana. El resultado final de este encuentro (4 victorias sin derrotas y 10 empates) a favor de Capablanca, marcó un hito en la historia del ajedrez; posteriormente, de 1916 hasta 1924, es decir, durante 8 años consecutivos, no perdió una sola partida, fue en esta época que surgió el apelativo de La máquina de jugar Ajedrez.

    Capablanca, considerado en el mundo entero como el fundador genial del ajedrez moderno, mantuvo el título hasta 1927 en que fue derrotado por Alexander Alekhine en la ciudad de Buenos Aires, capital Argentina.

    Alekhine nunca quiso darle la oportunidad de la revancha, como se había acordado. A pesar de esto, Capablanca siguió cosechando éxitos y demostrando su superioridad en el mundo con sus

  • resonantes triunfos en Nottinghan, 1936, donde comparte el primer lugar con Botvinnik; su triunfo ese

    mismo año en Moscú, 1936 y la Olimpiada de Buenos Aires, en 1939, última competencia del gran trebejista cubano, donde defendiendo los colores de nuestro pabellón patrio, en el primer tablero, se alzó con la medalla de oro ante los mejores jugadores del mundo, entre ellos el campeón mundial en aquellos años, Alexander Alekhine, además de Paul Keres y otros destacados participantes, que formaban la élite del mundo en ese deporte.

    De esta forma Capablanca no defraudó a los argentinos y la prensa del país sede comentaba que podía ser nuevamente el campeón, si recibía el derecho a la revancha. Tres años más tarde, el 8 de marzo de 1942 a las 5:30 de la mañana, a consecuencia de una hemorragia cerebral, fallecía Capablanca en el hospital Mount Sinai de New York. Al enterarse Alekhine de su muerte expresó: ―Ha sido el genio ajedrecístico más grande que el mundo ha conocido. Jamás surgirá un jugador igual.‖

    5.

    Después de la muerte de Capablanca en 1942, el ajedrez en Cuba, sin la luz que irradiaba su

    genio, quedó casi extinguido. Una vez instaurado el gobierno revolucionario en Cuba en 1959

    comenzó la verdadera vida ajedrecística en nuestro país.

    Según su propio testimonio, fue por medio de esta visita del famoso ajedrecista cubano que

    Ernesto Guevara recibiera la primera referencia del país caribeño.

    En la etapa juvenil

    En noviembre de 1947 Ernesto matricula la carrera de Medicina [...] en 1948 participa en la 1ra

    Olimpiada Universitaria en dos deportes: ajedrez y atletismo [...]6, y en 1949 toma parte en la

    simultánea que ofrece el destacado ajedrecista Miguel Najdorf en Mar del Plata.

    Comenta, a propósito, Roberto Guevara:

    En Mar del Plata se jugaban los campeonatos de ajedrez en el Hotel Provincial y Ernesto

    iba constantemente. Su amistad no era con Najdorf (creo que con él jugó solamente unas

    simultáneas). Ernesto conocía a todos los ajedrecistas más jóvenes de aquellos años (1945-49);

    su gran amistad era con el campeón chileno René Letelier (Maestro Internacional), y con él,

    está retratado en la playa en una foto que se ha publicado.

    Entre los que recuerdo que venían a jugar el ping pong con nosotros (al tenis de mesa, no

    al ajedrez ping pong) estaba el Gran Maestro Héctor Rosetto (en aquel tiempo Campeón

    Argentino) y otros cuyos nombres se me escapan, pero no Najdorf.7

    Después de graduarse de médico en 1953, emprendió un viaje por toda América. Es entonces

    cuando "el 17 de junio de 1954 se produce el ataque mercenario a Guatemala [...]",8 y hallándose

    allí

    se vió envuelto en la lucha política y brindó su apoyo al gobierno de Jacobo Arbenz contra los

    planes de la CIA para derrocarlo. Ernesto pasará [sic] varios días como refugiado en la

    embajada de su país [...] hasta que parte para México. Entre sus entretenimientos estaba el de

    jugar ajedrez con algunos de los exiliados guatemaltecos [...].9

    En septiembre de 1954 llega a México, y en julio de 1955 se une a Fidel Castro y al grupo de

    revolucionarios cubanos del movimiento 26 de Julio que se preparaba para derrocar al tirano Fulgencio

    Batista, convirtiéndose en futuro expedicionario del Yate Granma. Durante su permanencia en Chalco

    para los preparativos de la expedición:

    [...] a los entrenamientos físicos se unen en lo adelante las clases o conferencias teóricas sobre

    táctica guerrillera, lucha en la ciudad y otros tópicos militares, impartidas por el excoronel [sic]

    del ejército de la República Española, Alberto Bayo. La relación con el profesor le

    proporciona a Ernesto poder jugar ajedrez, ya que el primero es aficionado del juego

    ciencia.10

  • Días después, en los entrenamientos militares en el monte, donde realizaban una exhaustiva

    pero necesaria preparación, continuaba jugando ajedrez con el jefe del campamento, Alberto Bayo,

    quien dirigió el entrenamiento guerrillero.

    Sobre esos partidos Bayo escribió:

    [...] El Che es un fanático de la guerra de las 64 casillas; yo también le acompañé en esa

    noble afición y cuando nos reunimos en el pueblo de El Chalco, (sic) en México [...]; él y

    yo nos dimos a conocer mutuamente en nuestra afición y con un tablero y sus piezas que

    allí teníamos, comenzamos en los momentos sin actividad nuestros duelos diarios. Después

    de la cena, el Che, Jefe del campamento, daba un parte militar sobre las novedades e

    incidencias del día y yo siempre le ayudaba en la confección [...] porque después de

    terminar esa obligación militar, entrábamos los dos en disputa ajedrecística. No teníamos

    electricidad en la finca que el Mexicano Rivera nos alquiló, por lo que [...] teníamos que

    valernos de las velas [...] la corriente de aire abanicaba el tablero [...] y hacía bailar la débil

    llama que alumbraba una pequeña parte de la mesa, cuya sombra, balanceándose inquieta y

    caprichosa sobre el cartón, nos hacia confundir con facilidad un peón con un alfil.

    —¡Eso no vale!— exclamaba uno de nosotros—. Esa pieza no es un alfil, es un peón que

    la sombra lo alargó. Y entre aquellas dificultades, poniendo en juego nuestro amor propio,

    pasamos las horas rápidas.11

    Esto demuestra la eterna rivalidad de ambos compañeros de lucha y la pasión que mostraban

    por el ajedrez en cualquier circunstancia, cuestión que hace a Bayo expresar: ―Aunque se indigne y

    eche los pies por alto diré -ahora que no me oye- que yo era mejor que él y le ganaba más partidas

    que las que él me ganaba a mí‖.12

    Está demostrado que el ajedrez en esta etapa fue el deporte que más jugó el Che. El mexicano

    Alfonso Guillén Zelaya lo confirma y recuerda sus partidas a la ciega con varios de ellos.

    Durante su detención por la policía federal mexicana el 24 de junio de 1956, también juega

    ajedrez en diferentes ocasiones. Pocos meses después formó parte de la expedición del Yate Granma, arribando a Cuba el 2 de

    Diciembre de 1956 con el objetivo de iniciar la lucha guerrillera. Según Jesús González Bayolo: ―[...] Ernesto Che Guevara desembarcó del Yate Granma, con un ajedrez, pero se quejaba de que pocas veces encontraba con quien rivalizar".

    13

    EL AJEDREZ COMO EJERCICIO INTELECTUAL. SUS INICIOS EN LA SIERRA MAESTRA

    Entre las primeras actividades que desarrollara dentro del Ejército Rebelde, está su desempeño como médico de la tropa, pero pronto con su valentía y conocimientos se convirtió en Comandante del Ejército Rebelde.

    La primera referencia que tenemos acerca de la actividad deportiva del Che en Cuba es la de jugar ajedrez. Estas partidas tuvieron lugar en plena Sierra Maestra, tanto en el campamento de El Hombrito como en Mompié.

    Comenta el Comandante Papito Serguera:

    Las primeras partidas que jugamos fue en la Sierra Maestra, en un lugar llamado Mompié, que está entre Minas del Frío y la Plata, en julio de 1958, en esos días él tenía cercada una tropa enemiga en el Alto de Cabeza del Negro, al lado de Minas del Frío, y les cogió los mulos con un cargamento de 30 000 balas, y con esa carga fue que posteriormente se cercó la tropa de Quevedo en el Jigüe y se rindieron.

    Al otro día de ese combate jugamos, yo lo acompañé a Mompié y allí jugamos hasta la

    hora de almuerzo en que me fui para la Plata, a donde estaba Camilo.

    Las piezas de ese juego las había hecho él, con una cuchilla, unas piezas eran de majagua,

    y las otras de cedro, y el tablero era pintado en un cartón con tinta rápida. Después me fui

  • para el II Frente y posteriormente nos vimos en La Habana en el Ministerio de Industrias

    donde vivíamos jugando constantemente.

    En el juego era muy aferrado a su idea, eso es una debilidad de los aficionados, porque la

    principal virtud de los ajedrecistas experimentados es su flexibilidad en el pensamiento, lo cual

    le permite hallar mejores continuaciones.14

    El Guerrillero Heroico reparó en la relación existente entre el desarrollo intelectual y la

    enseñanza del ajedrez, concibiendo este tipo de juego como un educador del raciocinio.

    Es importante hacer un alto en tales consideraciones, tanto en la de Serguera como en la del Che,

    ambas ponen de manifiesto el significativo rol que puede desempeñar el aprendizaje de este juego en el

    desarrollo del pensamiento.

    Entre las particularidades del ajedrez, un lugar muy importante lo ocupa la flexibilidad del

    pensamiento. Esta representa por sí misma uno de los componentes más importantes del

    pensamiento productivo, pero hasta el presente, su estudio sistemático estuvo relacionado con las

    dificultades de la comprensión del contenido fenoménico de la flexibilidad de la actividad mental.

    En la psicología marxista, a partir de los trabajos de L. S. Vigotski, fue trazada la tendencia del

    análisis productivo de la flexibilidad del pensamiento de los niños. El psicólogo inglés L. L. Bernard se interesó también por la flexibilidad del pensamiento,

    considera que consiste en la capacidad de cambiar los planes o tácticas desde el momento en que los métodos antiguos no ofrezcan buenos resultados.

    Al mismo tiempo opinaba que la flexibilidad del pensamiento infantil que se manifiesta externamente, es un cambio de los métodos de acción en la situación; depende del cambio de la orientación y este a su vez, depende de la habilidad del niño para distinguir las propiedades y relaciones fundamentales de los medios de la actividad mental y de la situación en que estos se encuentran.

    Similar enfoque hacia la comprensión de la flexibilidad del pensamiento se aprecia en A. Glotochkin, quien expone que consiste en saber analizar la realidad desde todos los puntos de vista y en caso necesario saber modificar el plan trazado para resolver el problema cuando se registran cambios imprevistos, así como descubrir oportunamente las contradicciones en un fenómeno o proceso. Señalaba que algo importante era la creatividad, cuestión reconocida por los psicólogos norteamericanos J. B. Sullford y P. P. Torrance, entre otros. Son también del criterio de que la flexibilidad del pensamiento constituye un indicador esencial de la creatividad y que posibilita la observación y el análisis de los mismos objetos desde diferentes puntos de vista.

    Entre los tipos de actividad infantil, el juego es uno de los más importantes. En la psicología,

    diversos autores lo estudian como una manifestación de capacidad psíquica ya madura y otros le

    conceden un lugar importante para el desarrollo del niño.

    Considero que la imaginación, el pensamiento y como parte de este, la flexibilidad, se forman y perfeccionan en el propio proceso de la actividad del niño. La enseñanza de la habilidad para jugar ajedrez, ejerce una influencia positiva en el desarrollo de la flexibilidad del pensamiento de los niños.

    Los niños son capaces de analizar imágenes o dibujos y resolver determinados problemas que se les presentan al tratar de darle solución a las tareas relacionadas con el aprendizaje de algunas situaciones del juego de ajedrez y de la metódica diagnóstica de la flexibilidad del pensamiento infantil, en la cual varios de ellos son capaces de argumentar oralmente sus respuestas.

    Después del triunfo de la Revolución en 1959

    Después del triunfo de la Revolución cubana, en enero de 1959, el Che desempeñó diversas responsabilidades, una de las primeras fue la de encargado de la fortaleza de La Cabaña; donde según el General de Brigada Harry Villegas Tamayo (Pombo) en su entrevista reflejada en el libro

  • Secretos de Generales: "[...] siguió enseñándonos a jugar ajedrez".15

    Entre otras responsabilidades se destacó como Presidente del Banco Nacional, desde noviembre de 1959 hasta febrero de 1961, cuando pasó como Ministro de Industrias, ministerio que se había creado en ese momento.

  • En 1960: la faena ajedrecística del Comandante Guevara en Cuba

    Por las investigaciones realizadas, sabemos que la disciplina deportiva que más practicó el Che en Cuba fue el ajedrez, a la vez que se convirtió en uno de sus más fervientes impulsores para llevarlo a una práctica masiva, pues sabía de la importancia del juego ciencia en la formación del hombre nuevo.

    En febrero de 1960, se celebra la semanaºº de Paul Keres, en La Habana, afamado Gran Maestro Internacional soviético, conocido como el campeón sin corona ya que era considerado como el mejor jugador en su tiempo a pesar de nunca haber alcanzado el título de Campeón Mundial. Keres viaja a Cuba, invitado por la Federación Cubana de Ajedrez, y en esa ocasión, en una recepción que ofrece la delegación soviética invitada es que el Che logra conocerlo.

    El encuentro se produce el viernes 12 de febrero de 1960, lógicamente el tema principal fue el ajedrez y se evaluó la posibilidad de que Cuba participara en la XIV Olimpiada Mundial de Ajedrez

    por equipos, que se celebraría en la ciudad de Leipzip de la entonces República Democrática Alemana, en el propio año 1960.

    Cuba decidió asistir al evento, pero carecía de los recursos financieros para hacerlo, la ayuda del Che fue decisiva para el éxito de esta empresa.

    En esta ocasión, el equipo cubano estaba integrado por Eleazar Jiménez, Eldis Cobo, Juan González, Román García y Raúl Cárdenas. Entre 40 países participantes Cuba clasificó para el segundo grupo y alcanzó el decimoctavo lugar en un empate con Noruega.

    En esos momentos era Comisionado Nacional de este deporte José Luis Barreras, quien narra:

    Desde los primeros días del triunfo de la Revolución, en 1959, Che se vinculó al proceso

    organizativo iniciado con el fin de popularizar la práctica y el auge del ajedrez en el

    pueblo [...]. No obstante, aun a sabiendas de que se producirán omisiones, intentaremos

    referirnos a ciertas características muy interesantes que retratan de cuerpo entero los

    rasgos de su personalidad y el acendrado entusiasmo que sentía por el juego ciencia.

    Comenzaremos por recordar una verdad conocida: jamás nos faltaron su apoyo moral, ni

    sus consejos y sugerencias a lo largo del duro bregar en pro del deporte, aun en las más

    difíciles circunstancias, durante el proceso organizativo del ajedrez en el primer

    quinquenio revolucionario de 1959-1964. Su aporte fue significativo en todo ese período,

    calorizando toda clase de competencias con su presencia [...].16

    Los momentos difíciles —como enfatiza Barreras— nunca fueron un obstáculo entre el Che y

    el ajedrez. Veamos una anécdota de esos años:

    ―Cuando la crisis de Octubre fue trasladado a Pinar del Río; en la cueva de los Portales, donde

    radicaba su puesto de mando, le dijo a uno de sus oficiales: —Ve a la Habana y trae seis juegos de

    ajedrez de madera, que no sabemos cuánto va a durar la guerra [...]‖17

  • En 1961: propulsor del auge del ajedrez en Cuba

    Su aporte fue significativo en todo ese período, calorizando toda clase de competencias con su

    presencia. Recordamos especialmente el primer torneo de ajedrez por equipos entre organismos

    estatales.

    Aquella competencia se inauguró, de forma muy original, el martes 6 de junio de 1961: el

    entonces director del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, José

    Llanusa, realizó la primera jugada del torneo desde Santiago de Cuba, capital de la antigua

    provincia de Oriente, utilizando la vía telefónica. El comandante Guevara, instalado en el

    Coliseo de la Ciudad Deportiva, en La Habana, respondió al movimiento inicial mediante

    un teléfono adaptado a la amplificación local, de manera que los cientos de asistentes

    pudieran escuchar las jugadas protocolares.18

    Al respecto Barreras nos dice:

    Llanusa le planteó que le era imposible estar presente en la inauguración y realizar la

    apertura del torneo, ya que por cuestiones de trabajo él tenía que estar en Santiago de

    Cuba. Se le ocurrió a Barreras que eso podía solucionarse por medio del teléfono. Pero

    Llanusa le respondió que él no sabía jugar ajedrez, a lo que el Comisionado le indicó que

    si le tocaba jugar la apertura, dijera peón cuatro rey, y si era Che quién lo hacía, que

    respondiera con la misma jugada, pues generalmente son estas las aperturas utilizadas en

    los encuentros. Pero sucedió que Che, que también gustaba de hacer bromas —y esto lo recordó Jiménez— solicitó hacer la apertura, indicando nada menos que rey tres torre. Todos los presentes se asombraron de lo que escucharon, pero el asombro fue mayor al oír por los amplificadores la respuesta: peón cuatro rey. Muerto de risa, Che dijo a su oponente: ‗Eso era lo que yo quería comprobar, que tu no sabías nada de ajedrez‘. Todos los presentes disfrutaron del chiste. Para los que no conocen del juego ciencia, aclararemos que la apertura propuesta por el Che no es posible llevarla a cabo [...].

    19

    A su lado Jorge García Bango (Yoyi), futuro presidente del INDER y en la extrema derecha, con barba y sin gorra, su amigo

    Alberto Bayo.

  • Fue precisamente el Che quien hizo uso de la palabra para dejar inaugurado este torneo. Realizando su discurso en el acto inaugural.

  • Queridos compañeros:

    Es muy interesante que ya en esta etapa de la Revolución podamos inaugurar un torneo

    como este: un torneo donde todos o casi todos los representantes de organismos estatales,

    vienen a disputar el triunfo.

    Naturalmente que el ajedrez es un pasatiempo, pero además un educador del raciocinio, y

    los países que tienen grandes equipos de ajedrecistas marchan también a la cabeza del

    mundo en otras esferas más importantes. Esperamos que este torneo tenga el lucimiento

    que merece, dadas las categorías de los participantes y el entusiasmo con que todos van a

    disputar el triunfo. Esperamos también que un segundo torneo tenga más participantes y

    que todos los organismos estatales puedan intervenir. Veré si me animo a participar por el

    Ministerio de Industrias en el próximo torneo. Hasta entonces pues y mucho éxito.20

    Las emotivas y sinceras palabras del Che, ferviente cultivador del juego ciencia, causaron

    gran impacto en el público presente.

  • Amante de la solución de problemas ajedrecísticos

    El problema ajedrecístico, hijo legítimo de la partida, ocupa un lugar destacado en la historia del ajedrez, durante siglos siguió la evolución del noble juego, constituyendo un aspecto interesante del mismo. La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) reconoce a los autores de problemas con títulos internacionales que se otorgan en concursos.

    No es extraño que el ajedrez fuera considerado una fuente de conocimiento en las cortes árabes de la época medieval. Sus ingeniosos estudios, llamados ―mansubat‖ (en árabe, ―lo que ha sido creado‖), así como los más actuales, demuestran cuánto se estimula con él la educación de la mente y la toma de decisiones ponderadas y responsables.

    Por otra parte, los aficionados disfrutan la solución de problemas y obtienen, cuando lo logran, una satisfacción personal por ello.

    En aquellos días, los problemas gozaban de la preferencia en las secciones periodísticas, a las que acudían los ajedrecistas en busca del problema del día. Un problema de ajedrez consiste en ofrecer una posición determinada sobre el tablero, a partir de la cual se puede dar de forma forzada jaque mate al adversario al cabo de un número de jugadas, y es aquí dónde se deben calcular minuciosamente todas las variantes.

    Conocemos que al igual que Lenin, el Che era gran aficionado a los problemas de ajedrez.

    El Comandante Ernesto Che Guevara era un fuerte aficionado a la solución de problemas de

    ajedrez. Prefería los mates en tres jugadas por las dificultades que encierra encontrar la clave; en

    realidad constituyen un reto a la voluntad del que se somete a las dificultades del problema.

    Che estaba al tanto de los problemas que aparecían en la sección de ajedrez del periódico

    Revolución, y en cierta ocasión me criticó por haber incluido un problema de mate en dos

    muy fácil en un concurso de problemas que efectuaba el periódico.

    Como respuesta decidí entonces publicar problemas más difíciles, en particular de mate en

    tres, y sin pérdida de tiempo, dos días más tarde, publiqué en Revolución (9 de octubre de

    1961) un problema difícil, como a él le gustaban. Estaba dedicado al Comandante Che

    Guevara.

    Después de haber transcurrido una semana desde la publicación del problema, recibí una

    respuesta correcta, con todas sus variantes, firmada por un incógnito. Coincidentemente se

    produjo una llamada telefónica del Che en la que anunciaba haber resuelto el problema

    tras una búsqueda laboriosa [...].21

    El jueves 26 de octubre de 1961, el periódico Revolución publicó, en la sección ajedrez, lo

    siguiente: "El problema de mate en tres jugadas publicado el 9 de los corrientes, dedicado al querido

    compañero Comandante Ernesto Che Guevara, ha sido sin discusión posible, el más fuerte de la

    serie que viene publicándose en esta sección [...]‖.22

    Veamos este interesante problema:

  • La solución es 1.£g7! con las siguientes variantes: 1...¢a7 2.c8 (¥) ¢xa8 3.£a1 mate 1...¢c6 2.c8 ( £)+ ¢d6 3.£e5 mate 1...¢a6 2.¤xc5+ ¢a5 (si 2.... ¢a7 3.£a1 mate) 3.£c3 mate

    En 1962: I Torneo Internacional Capablanca in Memoriam

    Del 29 de abril al 30 de mayo de 1962 se celebró en La Habana el I Torneo Internacional Capablanca in Memoriam en el Salón de los Embajadores del Hotel Habana Libre. En aquel entonces se dijo que era considerado como uno de los más fuertes en su tiempo; su éxito se debió fundamentalmente al apoyo brindado por los departamentos de actividades deportivas y Relaciones Internacionales del INDER y en particular de entonces Director de esa Institución José Llanusa, no podemos pasar por alto la decisiva ayuda del Presidente de la FIDE, Folke Rogard, al reunir 8 Grandes Maestros, 7 Maestros Internacionales y 7 Maestros Nacionales en representación de 12 países. Veamos la Tabla final de posiciones:

    Debe destacarse que el Che fue su gran impulsor y uno de los más asiduos concurrentes a las partidas: asistió a la apertura y a varias de sus sesiones como espectador.

  • Observando a uno de los grandes teóricos del ajedrez, el GM yugoslavo Svetozar Gligoric, comentarista de la

    revista Jaque Mate. Se enfrenta en la primera ronda al GM Smislov.

  • Al terminar este certamen tuvo la oportunidad de volver a enfrentarse en otra simultánea a ciegas,

    precisamente a quien resultó ser el gran ganador del torneo, el Gran Maestro polaco—argentino Miguel

    Najdorf, ya que en 1949 lo hizo en su país, en Mar del Plata, donde logró un empate. En esta oportunidad,

    sentado en la mesa número 3, con más conocimientos de ajedrez, iba decidido a ganar o perder.

    Es bueno observar, la manera en que el Che reflejaba en el ajedrez su carácter y su deseo por

    conseguir la victoria, planteando esquemas muy activos, demostrando conocimientos teóricos y sentido

    posicional del juego.

    Veamos esa partida:

    BLANCAS: GM Miguel Najdorf.

    NEGRAS: Ernesto Guevara.

    Apertura Española.

    1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6 4.¥a4 ¤f6 5.0–0 ¥e7 6.¦e1 b5 7.¥b3 0–0 8.c3 d6 9.h3 h6 10.d4 ¦e8 11.¤bd2 ¥f8 12.d5 ¤e7

    A la altura de esta jugada, Najdorf le propuso tablas, pero el Che no estuvo de acuerdo: ―He

    venido a ganar o perder‖,23

    le expresó.

    El Gran Maestro se mantuvo impasible durante las cuatro jugadas siguientes y al llegar a la

    diecisiete, repitió nuevamente su ofrecimiento de empate al comandante guerrillero.

    13.c4 bc 14.¤c4 c6 15.dc ¤c6 16.¥e3 ¥e6 17.( ? )

    Este se quedó pensativo con la vista fija en el tablero por unos segundos, comprobó el

    equilibrio de las piezas. Levantó la mirada y sonriente dijo a su paisano que se mantenía de espalda:

    ―acepto las tablas‖.24

  • Acuerdan tablas en posición equilibrada.

    También sonriente, el veterano ajedrecista se vuelve, se encamina al tablero tres, estrecha la

    mano de su rival y le expresa: ―Recuerdo que el entonces joven Guevara fue uno de los pocos que

    lograron hacerme tablas en Mar del Plata en el año 1949[...]‖.25

    Después, en la sesión de juegos, recuerdan sus anécdotas de los encuentros anteriores. De izquierda a derecha Héctor

    Heras (periodista que realizó varios trabajos acerca del ajedrez para la revista Verde Olivo), Miguel Najdorf, Pedro

    Mancebo y Orlando Mestre (ambos, ajedrecistas nacionales) y el Che.

    Es interesante el comentario de la hija de Miguel Najdorf, Liliana:

    [...] cuando yo tenía 10 años, mi papá volvió de La Habana una tarde sin aviso. Era raro

    porque en general planificaba cada uno de sus regresos en los que mamá nos permitía faltar a

    la escuela para ir a buscarlo. Sin embargo, ese día llegó de sorpresa, arrastrando una copa que

    había ganado en Cuba, en el Torneo Capablanca in Memorian y que me superaba en estatura.

    Por iniciativa del entonces Ministro de Industrias de Cuba, Ernesto Guevara, el gobierno había

    organizado el primer torneo en memoria de Capablanca. El 1 de mayo, en la Plaza de la

    Revolución, los participantes se emocionaron escuchando a un millón de personas entonar

    ‗La Internacional‘.

    [...] A los pocos días de llegar a Buenos Aires me pidió que lo acompañara a una salida, lo

    que no era para nada frecuente y quizás por eso lo recuerdo. Fuimos hasta un

    departamento en donde nos recibió un matrimonio mayor a quienes entregó un paquete

    con cartas y fotos, la charla, aburrida para mis diez años, me hacía desear que terminara

    pronto, hasta el momento en que mi papá preguntó si alguna vez habían tenido algún

    problema.

    —Sólo el día en que pusieron una bomba en el hall de la planta baja —contestó la

    señora— felizmente fue detectada a tiempo porque si no hubiera volado la manzana

    entera.

    Eran los padres del Che.26

    A pesar de no coincidir en ningún torneo con Robert Fischer, el Comandante Guevara era un

    admirador de su estilo. Fue él quien gestó la participación del Gran Maestro norteamericano en el IV

    Capablanca in Memoriam.

    En la Olimpiada de Dubai en 1986, comenta Spassky al destacado periodista y comentarista del

    periódico Juventud Rebelde, Jesús González Bayolo: "guardo agradables recuerdos del Che y su

    fantástica afición por el ajedrez".27

    Observando la partida de un joven de 25 años a quien admiraba mucho, lejos estaba de imaginar que sería campeón

    mundial de ajedrez siete años más tarde, en 1972, en su match contra el norteamericano Robert Fischer. Se trata del

    soviético Boris Spassky, quien se enfrenta al GM Ciocaltea.

    Partida entre el maestro cubano Eldis Cobo y el GM Lev Polugaiesky, ganada por el soviético; en el extremo izquierdo, Ramón F.

    Moreno, fiscal del encuentro; de espaldas, a la derecha, el muralista Silvino García.

    Al entregar los premios de ese torneo señaló que cada día iban surgiendo nuevos valores del ajedrez en Cuba, verdaderos talentos, y que pronto habría muchos jugadores de alta calidad.

    En junio de ese año participó en la simultánea ofrecida por el MN Rogelio Ortega, en el Salón de Actos del Ministerio de Industrias, donde ganó su juego con piezas negras en 22 jugadas. Veamos esta interesante partida:

    BLANCAS: MN Rogelio Ortega NEGRAS: Ernesto Guevara Simultáneas

    1.¤f3 d5 2.e3 e6 3.d4 ¤f6 4.¥d3 g6 5.0–0 ¥g7 6.b3 0–0 7.¥b2 b6 8.¤bd2 ¤a6 9.¥a3 c5

  • 10.¤e5 £c7 11.¦c1 ¤d7 12.f4 ¤b4 13.¥xb4 cxb4 14.e4 £c3 15.¤df3

    El Che se percata de la ganancia de una pieza...

    15..... dxe4 16.¥xe4 £e3+ 17.¢h1 £xe4 18.¤g5 £d5 19.c4 bxc3 20.¦xc3 ¥b7 21.¤gf3 ¦ac8 22.¦d3 ¥a6 0–1

    Las blancas abandonan.

    Momento de la simultánea. El Che se enfrenta al MN Rogelio Ortega; a su derecha, José Luis Barreras; a su izquierda, Mario Zorrilla.

    El 10 de julio de 1962 el poeta camagüeyano Nicolás Guillén fue a hacer una visita al Che en su despacho para tratar asuntos relacionados con el libro Pasaje de la guerra revolucionaria y para aceptar un regalo que este le había prometido por su cumpleaños. Al despedirse, recibió el que menos podía imaginar, un ajedrez de bolsillo, que le entregó el Che diciéndole: ―a ver si aprendes‖.

    28

    En agosto del propio año participa en una simultánea frente al Gran Maestro Miroslav Filip, e hizo tablas conduciendo nuevamente las piezas negras, la misma fue celebrada en el Ministerio de Industrias.

    BLANCAS: GM Miroslav Filip

    NEGRAS: Ernesto Guevara Defensa Eslava

    1.¤f3 d5 2.c4 c6 3.d4 ¤f6 4.¤c3 g6 5.¥f4 ¥g7 6.e3 ¥f5 7.£b3 b6 8.¥e2 0–0 9.0–0 ¤e4 10.¦fd1 ¤d7 11.h3 ¤df6 12.¥e5

    En esta posición las negras han completado su desarrollo con relativa facilidad.

  • 12....¤xc3 13.bxc3 e6 14.cxd5 exd5 15.c4 dxc4 16.¥xc4 ¥e4 17.¤d2 ¥d5 18.¥xd5 £xd5 19.£xd5 ¤xd5 20.¥xg7 ¢xg7 21.¦dc1 ¦ac8 22.¦ab1 f5 23.¤f3 c5 24.dxc5 ¦xc5 25.¦xc5 bxc5 26.¦c1 ¦c8 ½–½

    El 6 de septiembre, igualmente de 1962, logró tablas con el excampeón mundial Mijail Tal, de

    la URSS. En este año, jugó la siguiente partida, publicada años más tarde, en la revista Jaque Mate.

    BLANCAS: Ernesto Guevara

    NEGRAS: J. M. Alonso Defensa Siciliana, 1962

    1.e4 c5 2.¤c3 d6 3.g3 ¤f6 4.¥g2 ¤bd7 5.¤ge2 e5 6.0–0 ¥e7 7.d3 0–0 8.f4 a6 9.fxe5 dxe5 10.b3 ¤b6 11.¥e3 ¥e6 12.£d2 ¤g4 13.a4 ¤f6 14.¤a2 £c7 15.c4 ¦ad8 16.¤ac3 ¦d7 17.¤d5 ¥xd5 18.exd5 ¤c8 19.¤c3 ¤d6 20.¤e4 ¤fxe4 21.dxe4 a5 22.£f2 f5 23.£c2 ¥d8 24.exf5 ¦df7 25.g4 b6 26.¦f2 h6 27.¥e4 ¥f6 28.¦af1 £e7 29.¦f3 ¥g5 30.£d3 £f6 31.h3 ¢h8 32.¥xg5 £xg5 33.£e3 £f6 34.¢g2 ¦e8 35.¢g3 ¢g8 36.h4 ¢f8 37.¢h3 ¦d8 38.¦g1 £e7 39.g5 hxg5 40.¦xg5 ¢e8 41.¥c2 ¢d7 42.¦g6 ¦h8 43.£g5 ¦f6 44.¦xg7 ¤f7 45.£g4 ¢d6 46.¦g6 ¢c7 47.¦xf6 £xf6 48.¦g3 ¦h7 49.h5 ¤h8 50.£g5 £f7 51.¢h4 ¢b7 52.f6 ¦xh5+ 53.£xh5 £xf6+ 54.£g5 £f2 55.£g7+ ¤f7 56.£g4 £f6+ 57.¢h3 £f1+ 58.¢h2 1– 0

    Este año, también por el apoyo del Che, Cuba participa en la XV Olimpiada Mundial de Ajedrez con sede en Varna, Bulgaria, celebrada en los meses de septiembre y octubre; aquí participaron 38 países, el equipo campeón estaba integrado por Botvinnik, Petrosian, Spassky, Tal, Keres y Gueller (hoy pudiéramos considerarlo un dream team del ajedrez mundial). Cuba clasificó en el segundo grupo y mejoró su actuación al lugar 16; formaban el equipo Eleazar Jiménez, Eldis Cobo, Gilberto García, Rogelio Ortega y Carlos Calero.

    En 1963: incremento de la actividad ajedrecística

    El 20 de junio de 1963 participó en una simultánea efectuada por el entonces MN de Ajedrez

  • Eleazar Jiménez, Che perdió conduciendo las piezas blancas. Nos cuenta Eleazar que:

    [...] cada vez que llegaba a la mesa donde jugaba contra el Che se detenía a pensar, lo hacía —según Jiménez— porque era muy recto y le gustaba que la gente le jugara bien, hubo un momento en que la partida estaba difícil y me aguanté a pensar y me dijo ‗a mí me tienes que jugar igual que los demás', a lo que contesté: 'no Comandante, yo juego de acuerdo a la posición‘.

    29

    En este mismo año, en los meses de julio y agosto, La Habana se vistió de escaques, con la

    celebración de dos eventos ajedrecísticos de nivel internacional: el I Torneo Panamericano de

    Ajedrez, el II Capablanca in Memoriam, y uno local, el Campeonato de Ajedrez del Ministerio de

    Industrias, en los cuales la participación y el apoyo del Che fueron determinantes.

    I TORNEO PANAMERICANO DE AJEDREZ

    Del 30 de julio al 20 de agosto de 1963 se efectuó en La Habana el I Torneo Panamericano

    auspiciado por el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), la

    Federación Cubana de Ajedrez y el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP).

    De esa forma La Habana, pasó a ser considerada después de los éxitos de organización y

    calidad alcanzado en el I Capablanca de 1962, uno de los principales centros del ajedrez mundial.

    Este torneo fue el despertar del ajedrez en América Latina; pues excepto en Argentina, la

    familia ajedrecística latinoamericana carecía de espacios para confrontar fuerzas en lides

    internacionales, y con ello la posibilidad de obtener títulos internacionales para los jugadores de

    nuestro hemisferio.

    El certamen, concluyó con la victoria de un jugador del patio, nos referimos al faro y guía del

    ajedrez cubano, el campeón de Cuba Eleazar Jiménez, que ganó en calidad de invicto.

    Veamos la tabla final de posiciones:

    La asistencia en La Habana de los campeones nacionales de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,

    Colombia, México y Uruguay a dicho evento, marcó un hito para el futuro del ajedrez cubano y

    latinoamericano, y a través del ajedrez nuestro país amplió sus relaciones internacionales, para de

    esta forma contrarrestar las pretensiones de aislamiento continental con las cuales presionaban a

    nuestra patria socialista; pues solamente con México se sostenían relaciones diplomáticas. Ambas competencias estuvieron a punto de posponerse unas semanas antes de iniciar el I

    Panamericano. El INDER notificó a la Federación Cubana de Ajedrez, que había enviado las invitaciones a los

    jugadores, y realizado con Fidel los arreglos técnicos para posponer ambos torneos hasta el próximo año, por un reajuste en el presupuesto de eventos internacionales en 1963.

    Con conocimiento de esta emergencia en el ajedrez nacional, el Comandante Guevara contactó inmediatamente con Giraldo Mazola, Presidente del Instituto de Amistad con los Pueblos (ICAP) a fin de que prestara la ayuda requerida al INDER para que ambos torneos pudieran realizarse.

    Vale destacar el sistemático apoyo brindado al ajedrez por el compañero Giraldo Mazola, a quien conocí personalmente en la inauguración del torneo internacional Migoya in Memoriam, en Camagüey, en 1983. Recordemos que siendo Viceministro de Relaciones Exteriores, pronunció un emocionante discurso en el acto de clausura de la Gran Final del Torneo Nacional Abierto de Ajedrez de Radio Rebelde, en 1981 y estuvo presente en varios torneos internacionales, invitado por su entrañable amigo de lucha Luis Más Martín, entonces director de esa querida emisora.

    CAMPEONATO DE AJEDREZ

    EN EL MINISTERIO DE INDUSTRIAS

  • La Sección Sindical del Ministerio de Industrias organizó un torneo de ajedrez celebrado en los

    meses de julio a agosto de 1963, en el que Che obtuvo el segundo lugar con 24 partidas jugadas, 20

    ganadas, 2 perdidas y dos tablas para 21,0 puntos.

    En el acto de premiación realizado en el restaurante Río Cristal, el 24 de agosto, manifestó:

    Me gustaba jugar ajedrez desde la edad de once años. Las primeras noticias que tuve de la

    existencia de Cuba fue a través del gran ajedrecista José Raúl Capablanca, cuando el

    campeón cubano visitó la Argentina [Fue en 1939 con motivo de la Olimpiada].

    Capablanca fue un fenómeno aislado. Le tocó vivir una época en que existía gran

    aislamiento entre los pueblos.

    [Relató que durante el desarrollo de la lucha en la Sierra Maestra tenía un juego de

    ajedrez, pero que entre los combatientes casi ninguno sabía jugarlo.]

    Es que cuando Capablanca murió, el ajedrez se olvidó mucho. Ahora ha surgido

    nuevamente el entusiasmo con la Revolución.30

    II TORNEO INTERNACIONAL

    CAPABLANCA IN MEMORIAM

    Al siguiente día, 25 de agosto de 1963, fue su inauguración, y el Comandante Guevara dirigió

    la palabra a los presentes: "En este momento de confrontaciones mundiales que se deben a sistemas

    ideológicos muy distintos, el ajedrez puede y es capaz de aglutinar a gentes de países con sistemas

    diferentes‖.31

    Hizo referencia a que Capablanca viajó a la URSS y actuó en ese país pese a que en ese momento

    Cuba figuraba en un bloque de países que era hostil a la Unión Soviética.

    Finalizó el discurso expresando: ―Que la victoria corresponda a quien mejor juegue‖.32

    En esta edición de los Torneos Capablanca, participaron 11 Grandes Maestros; 5 Maestros

    Internacionales y 6 Nacionales, representando 13 países; veamos el resultado final del certamen:

    En esta oportunidad, como de costumbre se le vio de observador en distintos partidos,

    acompañado del Comandante Sergio Serguera, quien a propósito comenta: Durante este torneo hubo una discusión sobre el Rating de los jugadores y comparaban quién era mejor si Petrosian, Fischer o Capablanca, el Che manifestó que el Rating era importante para medir la fuerza del jugador igual que el average en la pelota; pero no mide la fuerza exacta del jugador, sino sus resultados competitivos, este coeficiente deportivo no mide la imaginación y creatividad del ajedrecista. Es que el Ajedrez está vinculado con el coraje del ajedrecista, hay posiciones en que no se ve claro el resultado y en algunas se ve que el que arriesga pierde, y se pierden en muchos juegos la oportunidad de ganar, por no arriesgar en muchas posiciones, donde por razones de intuición se supone que hay algo que se puede explotar. Capablanca pertenecía al jugador de iniciativa riesgosa, no es que arriesgaba, sino que arriesgaba por imaginación o por intuición, por ejemplo, cuando refuta en aquel momento, el ataque Marshall de la apertura Ruy López, en su partida contra el Campeón de Estados Unidos Frank Marshall, quien le había preparado durante ocho años esta variante, y Capablanca en solo unos minutos encontró una excelente variante contra el mencionado ataque y ganó. Por tanto, el Che veía que en el Ajedrez hay que correr riesgo, y tenía razón, jugué mucho con él y no tenía miedo de perder, le molestaba hacer un disparate en la partida y perder por esto.En el recorrido que hicimos por África jugamos mucho, tanto en el avión, como en las embajadas‖.

    33

    En el salón de juego, atento al desarrollo de las partidas en este torneo. Observa minuciosamente la partida efectuada en la última ronda entre el húngaro Barcza (de espalda) y el GM Ludek Pachman; de pie, a su lado, un gigante del ajedrez soviético: Víctor Korchnoi; sentado junto al tablero en funciones de fiscal, José A. Cardoso (exmiembro del equipo cubano de esgrima).

  • Sin embargo, tomó parte en las simultáneas ofrecidas por tres Grandes Maestros extranjeros participantes en el torneo, entre ellas con Mihail Tal y Victor Korchnoi, ambas efectuadas en el Ministerio de Industrias. Veamos lo que nos cuenta el actual Gran Maestro Silvino García, fundador del ISLA (Instituto Superior Latinoamericano de Ajedrez):

    En la simultánea que ofreció el soviético Ex-Cam-peón Mundial, Mijail Tal, en el Ministerio de Industrias, ocurrió una anécdota interesante, yo tenía 19 años, y en esa simultánea pierdo contra Tal, y el Che, que había hecho tablas, se acercó a analizar la partida y propuso una jugada, por su parte, otro aficionado dice que esa jugada del Che no era buena y propone otra, de momento le digo al aficionado: 'deja la que dice el Che', en ese momento el Che se me queda mirando y uno de los escoltas dice: 'El Comandante Guevara'; me puse rojo como un tomate y salí muy disgustado, tiempo después se juega el Capablanca in Memoriam, y trabajo de muralista, y el Che llega y me pone el brazo en el hombro y me pregunta: '¿qué te parece esa posición?', yo le quité el brazo de encima y lo dejé plantado ahí. A los pocos días, en el mismo torneo, de igual manera hace lo mismo y yo también. Al poco tiempo empiezo a subir el nivel de juego en el ajedrez y se juega el Campeonato Nacional en el Salón de los Embajadores del Hotel Habana Libre y el Che me daba vueltas todos los días, y me hago Maestro Nacional en ese torneo, y ese día viene con su escolta y me ve desde el lobby del hotel, y de momento sube corriendo las escaleras, me felicita y me dice: 'te acuerdas de lo que pasó en el Ministerio de Industrias, tú eras muy verdecito para esas cosas‘. Después empiezo a trabajar en el Ministerio de Industrias y me lo encuentro en un pasillo y me dice: ‗aquí sí vas a tener que trabajar, aquí no se dan botellas'; en esos días se estaban haciendo unos trabajos en el monte y me mandan para allá, estuve meses en eso, cuando regresé me dijo: ‗¿trabajaste duro, verdad?‘.

    34

    Solía jugar con todos en partidas informales y en simultáneas. Jugó frente al yugoslavo Trifunovic, con el checo Filip, con los soviéticos Tal y Korchnoi, el inglés Wade, el argentino Najdorf, el mexicano Cadena, el norteamericano Larry Evans y con muchos otros. Rivalizando el 27 de septiembre de 1963 en el Ministerio de Industrias con el GM Víctor Korchnoi.

    Pero el Che no se limitaba únicamente a practicar este deporte, sino que intervenía directamente con sus consejos y sugerencias, que siempre resultaron valiosos al mayor brillo de cualquier evento ajedrecístico nacional o internacional.

    En este Torneo Capablanca, el Comandante Guevara y el General Alberto Bayo (Jefe de la sección de ajedrez del MINFAR) protagonizaron una singular partida de ajedrez en el salón de prensa, donde los maestros analizaban sus partidas una vez concluidas las mismas.

    Match frente a Bayo

    Nos comenta Papito Serguera: ―Parece que jugaba en México con el General Alberto Bayo, pero en esa época Che no era un gran jugador, digo esto porque se había creado una rivalidad entre Che y Bayo, se buscaban para dirimir viejas deudas del tablero‖.

    35

    William Gálvez también comenta este acontecimiento:

    Aquella lucha en el tablero resultó emocionante en alto grado, dada la personalidad de los contendientes. El acontecimiento, sin embargo, fue completamente fortuito. Esa tarde me encontraba conversando con el Che y Bayo en el salón de análisis, cuando vino a mi mente una cita ajedrecística escrita por Bayo en su libro Mi aporte a la Revolución Cubana. No compartía yo una afirmación de tal naturaleza, por cuanto en mi modesta opinión, el Che era él más fuerte entre los dos. Quise salir de dudas y, animado por el propio ambiente, saqué a relucir el indiscreto tema: Che, leí en un libro que me regaló Bayo, cuyo prólogo escribió usted, que en las partidas que jugaban en el entrenamiento en Chalco, él le ganaba...

  • No me dejó terminar. Mirando fijamente a su antiguo profesor, con una semi sonrisa reflejada en el semblante, le expresó muy quedo: Viejo, dices que soy tu alumno preferido, pero discúlpame, lo que escribiste sobre nuestras partidas no es verdad... Antes de que Bayo saliera de la perplejidad que le causaran esas palabras, se me ocurrió señalar la mesa de ajedrez, a la vez que insinuaba se dilucidara esta cuestión sobre el tablero. Y así, rápidamente, sin pronunciar palabra, se pusieron frente a frente. Recuerdo que Bayo planteó el gambito de dama, y el Che lo aceptó. Luego los movimientos se fueron haciendo cada vez más lentos, bien meditados. Mientras tanto, la noticia del inusitado encuentro animó el salón de análisis y prensa. Llegaron fotógrafos, periodistas y algunos aficionados. En la apertura, las blancas —en manos de Bayo— quedaron mejor, pero en las complicaciones entre el medio juego y el final, el Che impuso su mejor estrategia y conquistó finalmente la victoria. Al terminar la partida, apenas podía sostener el Che entre los dedos de la mano, por los reducidos que estaban, los restos de lo que había sido un tabaco; pero la expresión de su rostro, contento por la victoria lograda, es inolvidable....

    36

    Veamos lo que nos cuenta Papito Serguera:

    En esta partida, jugada en el Hotel Habana Libre, se había aglomerado mucho público y detrás del Che se encontraban Mijail Tal y Víctor Korchnoi que querían ver el grado de profundidad del juego del Che, pues lo admiraban mucho. Resulta que en medio de la partida el Che se estaba fumando un tabaco y lo puso en el borde de la mesa, estaba pensando la posición, y los espectadores observaban la posición, uno de los que estaban exactamente detrás del Che era Tal; el Che movió la mano al parecer para mover un alfil o una torre, y por encima de la mesa Tal movió el caballo del Che a la casilla 7 Alfil para dar Jaque, el Che retiró la mano y se viró para mirar a Tal y empezó a reír, pues se percató enseguida que la jugada era buena, entonces Bayo le dijo al Che: ‗Tú ibas a jugar otra‘, Che le contestó: ‗Yo iba a coger mi tabaco‘. Era un jaque de Caballo donde la Torre no podía tomar pues la Dama daba mate, el Rey tenía que ir a la casilla g1, se daba un jaque doble y después se entregaba la Dama, era el clásico mate en tres, llamado Philidor, se armó una discusión tremenda, pues al parecer el Che iba a jugar una doble amenaza de alfil a las dos torres de Bayo. El mate Philidor para un aficionado es desconocido, aunque después puede percatarse, esto ocurre más en partidas de aficionados que entre Maestros.

    37

    Esto demuestra que el Che poseía conocimientos teóricos y prácticos del juego, ya que un simple aficionado no conoce estos temas de mate.

    Después en otra ocasión, creo que fue con Giraldo Mazola, realizó un mate muy bonito de varias jugadas donde entrega las dos torres y da jaque con la dama en 1 torre seguido de mate en la casilla 7 torre, parecido a un mate que dio Capablanca cuando tenía 11 años.

    38

    Según Barreras, jugó contra el colombiano Boris de Greiff, los uruguayos Echeverri y Walter Estrada, el chileno René Letelier, los mexicanos Jorge Cadena, coronel Joaquín Araiza, Mario Campos, Joaquín Camarena y otros. Todas en partidas rapid transit.

    En el torneo de formación del equipo del Ministerio de Industrias, efectuado del 18 de noviembre al 16 de diciembre del propio 1963, que se disputó por el sistema suizo a 10 rondas, también participó. Jugó 10 partidas, ganó 7, hizo tres tablas y no perdió ninguna, para 8 puntos, quedando en 2do lugar e invicto. V TORNEO ZONAL

    CENTROAMERICANO Y DEL CARIBE

    En diciembre se le vio como espectador del V Torneo Zonal Centroamericano y del Caribe

    celebrado en La Habana bajo los auspicios de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) y el INDER

    el cual tenía carácter eliminatorio para el X Campeonato Mundial perteneciente a la Zona 7; resultó

    ganador invicto Francisco J. Pérez, de Cuba.

  • Con respecto a la forma de jugar del Che nos narra el Maestro Internacional Eleazar Jiménez:

    Se desempeñaba en el ajedrez igual que en la vida, no quería tablas, luchaba el juego hasta

    el fin. Él botaba a los guardaespaldas, ellos se iban pero después estaban de nuevo por ahí,

    el Che no tenía miedo para nada, apoyaba mucho al ajedrez, desgraciadamente lo

    perdimos.

    Siempre tenía un gran respeto hacia los jugadores, le daba una gran importancia a los resultados

    de los cubanos, cada triunfo de un maestro cubano le daba una alegría extraordinaria y surgía su

    invariable frase ‗otro puntico para Cuba‘.39

    Por sus resultados en este año la FIDE le confirió el título de Maestro Internacional al jugador

    cubano Eleazar Jiménez, alcanzando el primer título internacional después de Capablanca y el

    primero después del triunfo de la Revolución.

    Veamos los interesantes comentarios de Oscar Cuesta Torres:

    Me presentaron al Che a finales de 1963, estaba sentado en su despacho con Castor

    Menéndez (ciudadano español radicado en Cuba y organizador del club de ajedrez del

    reparto la Víbora aquí en La Habana), en esa época yo era subcampeón nacional juvenil, el

    Che me extiende la mano, me pongo muy nervioso y no le doy la mano, entonces él la

    retira con mucho disimulo, se percata que yo llevaba un libro de gramática, de Joaquín de

    Añorga, y me dice (se da cuenta que estoy fuera de paso): es usted estudiante, yo le

    contesto: el libro es de gramática, y me contesta con burla: ah, es intelectual, vamos a jugar

    una partida.

    Ese día en una de las partidas jugamos un Ruy López, él con negras planteó la variante

    Morphy cerrada, pero hace una transposición de movimientos incorrecta, en vez de jugar

    primero d6 y después Ca5, jugó primero Ca5 y se puso muy nervioso porque se da cuenta

    que pierde el peón que está en la casilla e5, en ese momento le digo: comandante haga otra,

    me contestó: ‗yo toqué el caballo y tengo que jugarlo‘.

    Debo señalar que era aferrado a sus aperturas, siempre jugaba con blancas Peón Cuatro

    Rey y si le jugabas una defensa Siciliana, te respondía con la variante cerrada pero jugando

    en caballo rey por la casilla e2, resulta que le expliqué que esa variante era muy débil y él la

    seguía jugando, pues bien, un día él había visto una partida del excampeón mundial soviético

    Smivlov y cuando me localizó en el Ministerio de Industrias me dijo: ves juvenil como yo tenía

    razón. Esto demuestra que estaba al día, estudiaba el ajedrez cuando sus ocupaciones lo

    permitían. Con negras contra el peón rey contestaba con el doble peón rey y cuando le jugaban

    la apertura Ruy López jugaba la variante Chigorin. En su vida personal era muy autocrítico

    (menos en el ajedrez), cuando jugaba con nosotros en el Ministerio, cantaba en voz baja un

    tango, tenía las manos más lindas que he visto en mi vida, siendo muy viriles parecían muy

    delicadas, me percaté que tenía una pequeña cicatriz en la mano derecha.40

  • En compañía de dos grandes figuras del ajedrez cubano. De derecha a izquierda, Eleazar Jiménez y Francisco J. Pérez, en

    amena charla con el Che durante una sesión de juegos.

  • En 1964: match Cuba-México

    El encuentro tuvo lugar en el Salón de Embajadores del Hotel Habana Libre. Se inició la

    primera vuelta el 21 de mayo de 1964 y triunfaron los cubanos 5,5 x 2,5 puntos; la vuelta final se

    celebró el 24 de mayo en la que dividieron honores ambos países al anotarse 4 puntos cada uno;

    triunfó definitivamente Cuba 9,5 x 6,5 puntos. La delegación amiga fue integrada por el licenciado

    Alfonso Carreño, delegado de su país ante la FIDE, el Coronel de Ejército José Joaquín Araiza,

    director de la Federación Mexicana de Ajedrez; Alejandro Báez, periodista, secretario de la FMA,

    los Maestros Nacionales Ing. Armando Acevedo, campeón de México, Ing. Mario Campos, campeón

    del Distrito Federal, Ing. Roberto Treviño y Lic. Raúl Solorzano, Joaquín Camanera, Ernesto Torres

    Sánchez y Jorge Cadena. (Pocos meses después falleció en México este joven y valioso ajedrecista

    mexicano, quien durante sus repetidas visitas a Cuba supo dejar una estela de simpatía).

    La escuadra cubana estaba compuesta por Eleazar Jiménez, Eldis Cobo, Rogelio Ortega,

    Orlando Mestre, Gilberto García y tres maestros recién graduados: Silvino García, Hugo Santa Cruz y

    Jesús Rodríguez. El Che asistió los dos días de competencia.

    Los integrantes del equipo mexicano, con los cuales charló repetidas veces quedaron

    gratamente impresionados con su sencillez y amabilidad. Después de finalizar el encuentro

    quisieron reunirse con él para jugar algunas partidas, esto pudo ser a las tres de la madrugada del 26

    de mayo de 1964: la delegación de ajedrecistas visitó el despacho del Che.

  • Con el equipo mexicano que participó en el match.

    Después de sostener una animada charla sobre diversas cuestiones políticas y económicas

    planteadas por los visitantes, el Che dispuso el tablero y las piezas. Todos los mexicanos

    intentaron jugar, hasta que se decidió que fueran turnándose en el mismo tablero cada vez que

    realizaban una jugada. Con esa original partida en relevo Che pudo complacerlos, jugando

    contra todos ellos. El partido se inició a las cuatro de la madrugada, hubo 29 rotaciones,

    finalizando tablas una hora más tarde.41

    Debemos señalar que esta bonita iniciativa de los match contra la hermana tierra azteca, impulsados y calorizados por el Che, se desarrollaron nuevamente en 1966, 1967 y el último fue celebrado en 1975, en la ciudad de Santa Clara, donde participé como miembro de la escuadra cubana, en mi condición de Campeón Nacional Juvenil y a solicitud de mi entrenador Eleazar Jiménez, quien me entrenaba para participar en el Campeonato Mundial Juvenil a celebrarse en ese mismo año en Tjentiste, Yugoslavia.

    HACIA CAMAGÜEY POR EL AJEDREZ

    Luego del madrugador partido, Che se dirigió a los campos del central ―Ciro Redondo‖, en Pina, Morón, municipio de la antigua provincia de Camagüey, hoy Ciego de Ávila [...]

    42

    A pesar de encontrarse mal de salud, al amanecer del 29 de mayo decidió trasladarse hasta Camagüey (cerca de 150 kilómetros por carretera) para asistir a la apertura de una simultánea de ajedrez, en el CV Deportivo de este territorio, donde participarían los dos equipos de México y Cuba mencionados anteriormente.

    De este hecho recuerdan Eleazar Jiménez y José Luis Barreras que cuando ellos llegaron al local ya se encontraba Che, quien de manera jocosa les dijo: "Así que yo que estoy cortando caña lejos de aquí, llegué puntual y ustedes se dan el lujo de hacernos esperar…‖

    43

    Evidentemente no se pensó que Che pudiera asistir a la simultánea. Los organizadores del evento, confiados, invitaron a los simultanistas a una sorpresiva comida que demoró más de lo debido.

    Emilio López Escobedo (alias Calderín), uno de los organizadores de esa simultánea, explicó:

    [...] no se esperaba que el Che participara esa noche en esa actividad y los pocos allí presentes se sorprendieron cuando llegó el Che en un Jeep. Recién comenzada la simultánea, el Maestro Nacional Rogelio Ortega comienza a protestar (con su característica frase: ―contra‖) por el ruido que se estaban produciendo en un juego de baloncesto que se celebraba en esa instalación y el ruido de la música del Cabaret Caribe (instalación cercana al lugar); y que al poco rato se anunció que por favor hicieran silencio que se estaba jugando una simultánea de ajedrez donde estaba el Che; acto seguido todos paralizaron el juego para ir a ver al Che jugando ajedrez y la música se redujo a un nivel tan bajo que ya no molestaba y a continuación muchos espectadores de esas actividades colmaron la sala de juego.

    44

    A continuación, la partida desarrollada esa noche del 29 de Mayo de 1964 contra el Campeón

    de México Armando Acevedo, el cual participaba en el match como primer tablero de la escuadra

    Azteca, celebrada en los locales que ocupa hoy el Palacio de la Juventud en el área del Casino

    Campestre, en Camagüey.

    BLANCAS: MN Armando Acevedo

    NEGRAS: Ernesto Guevara

    Simultáneas

    1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6 4.¥xc6 dxc6 5.0–0 ¥d6 6.d4 exd4 7.£xd4 f6 8.¤c3 c5 9.£e3 ¤h6 10.e5 ¤g4 11.£e4 ¤xe5 12.¤xe5 ¥xe5 13.¥e3 £e7 14.¤d5 ¥xh2+ 15.¢xh2 £xe4

  • 16.¤xc7+ ¢f7 17.¤xa8 b6 18.¤xb6 ¥b7 0–1

  • Rinden las blancas, pues no tienen otra alternativa.

    Nos cuenta el MI Eleazar Jiménez: ―[...] que en cuanto terminó esta partida, el Che fue al área donde

    se encontraba jugando como simultanista contra varios oponentes y le dijo muy contento: ‗Eleazar gané mi partida‘‖.

    45

    En ese año clasificó en los torneos de tercera y segunda categoría.

    III TORNEO INTERNACIONAL CAPABLANCA IN MEMORIAM

    En el III Torneo Capablanca in Memoriam de agosto-septiembre de 1964 se le veía de espectador nuevamente. En el mes de septiembre, antes de finalizar el evento, pudo medir fuerzas con el Gran Maestro Larry Evans, de Estados Unidos, y obtener tablas, también con el MI de Inglaterra Robert G. Wade, frente al que logró la victoria en presencia de Barreras.

    En esta edición participaron 12 Grandes Maestros, 6 Maestros Internacionales y 4 Nacionales

    de 17 países; veamos la tabla final de posiciones:

  • Como espectador en algunas partidas.

  • El 31 de agosto en la ronda 7 de este certamen observa la partida entre los maestros Eldis Cobo y Ludek Pachman;

    sentado a un lado del tablero, en funciones de fiscal del juego, Ramón F. Moreno; de pie, al lado del Che, Regino Boti,

    Ministro Presidente de la JUCEPLAN (Junta Central de Planificación).

  • Nos comenta Silvino García: ―[...] el Che influyó mucho en la disciplina, jugábamos muchas

    partidas y me regaló algunos libros; cuando jugábamos me ponía muy tenso, porque al que se

    dejaba ganar él le decía que era un guataca, por lo tanto yo le ponía todo, le jugaba fuerte, ganaba y

    perdía con él...".46

    Narra Eleazar Jiménez:

    [...] el Che siempre estaba de espectador en los torneos, en este, yo estaba jugando una partida donde la posición era complicada y había apuros de tiempo, era tan tensa que me levanté de la mesa a refrescar mientras pensaba mi contrario, el Che me interceptó diciéndome 'si te pide tablas arráncale el brazo', a lo que le contesté: ‗Coman-dante, yo no quiero tablas en esa posición‘, el Che se quedó sorprendido y se retiró a comentar con otros jugadores cubanos: ‗pero mira a este hombre, se pasa la vida haciendo tablas y hoy no quiere‘. Finalmente gané la partida.

    47

    Y continúa: ―El Che ayudó al ajedrez de una forma extraordinaria, todo el mundo veía en el ajedrez algo importante, precisamente por ser el Che un practicante sistemático‖.

    48 Dice más

    adelante:

    Llegué a la conclusión con el Che de que no le gustaba que le dijeran mentira o le guardaran cosas por temor. Sembró en los jugadores el sentir de que tenían que tener seriedad para llevar a cabo la práctica del ajedrez para llegar a planos superiores. Le decía la verdad siempre a cualquiera, era para ayudar, apoyó el ajedrez, cuando la organización era incorrecta no se lo decía a nadie, después se lo comunicaba a los organizadores para que mejoraran en los próximos torneos, sus sugerencias eran muy útiles a los organizadores. Durante un torneo Capablanca in Memoriam el Che se había enterado que yo estaba tratando de conseguir un carro y que nadie me había ayudado en esto, y al finalizar una de las últimas partidas del torneo se me acercó y me dijo: me han dicho que no has podido conseguir que te vendan un carro, cuando se termine el torneo vete a ver a mi ayudante para que te dé el carro, no son muy buenos pero resuelven, ahora, eso si, tienes que pagarlo.

    49

    Dijo Silvino García: ―El Che vio en el ajedrez un instrumento educativo para la juventud, y por eso insistió en su práctica masiva. Es que la práctica del ajedrez implica una severidad intelectual y moral que necesariamente resulta formativa para las nuevas generaciones‖.

    50

    Después de este torneo, el equipo cubano participó en la XVI Olimpiada Mundial de Ajedrez con sede en la ciudad de Tel Aviv, Israel, donde acudieron 50 países, el equipo cubano estaba representado por Eleazar Jiménez, Francisco J. Pérez, Jesús Rodríguez González, Rogelio Ortega, Gilberto García y Eldis Cobo. Cuba, nuevamente clasificó para el segundo grupo finalizando en el vigésimo primer puesto.

    A partir de entonces, ya se comenzó a gestionar que nuestro país fuera la sede de la XVII edición para 1966, el apoyo y entusiasmo del Che no faltó en esa ocasión. Así, el Comandante Guevara llegó a inscribirse en los torneos de clasificación del INDER, jugando desde la base, para clasificar en la tercera categoría, después en la segunda, y más tarde, en la primera; se vio imposibilitado de participar en la siguiente fase regional por impedírselo un viaje al extranjero.

  • Observando a las jóvenes promesas del ajedrez cubano, las cuales se desarrollaban impetuosamente gracias al apoyo del

    Gobierno Revolucionario. Silvino García medita su próxima jugada frente al peligroso jugador cubano Rogelio Ortega

    durante el Campeonato Nacional; al fondo el querido y alegre MN Francisco Planas, integrante del equipo a la VIII

    Olimpiada Mundial de 1939, en Buenos Aires.

    SALIDA AL EXTRANJERO

    Pasado este evento no poseemos constancia gráfica ni escrita de otra actividad ajedrecística oficial. El 4 de noviembre de 1964 viaja al exterior en misión oficial. Veamos la interesante anécdota que nos narra Neftali Perna, un gran aficionado al ajedrez:

    No puedo darte con exactitud el desarrollo de las partidas porque no las anotamos, además, estas se celebraron en un momento muy especial; yo iba para la Unión Soviética enviado por el Gobierno Revolucionario, urgente, porque tenía un hijo que estaba estudiando Ingeniería en Minas allá, y en el segundo año de su carrera se enfermó muy grave y lo operaron, y al efectuarle la operación de los ganglios le hallan dentro un alambrito muy finito y enroscado que los médicos no sabían cómo eso había llegado ahí. Después lo mandan a Moscú, al Hospital Oncológico y me avisan, entonces, a través de una amiga mía se lo da a conocer al médico de Fidel, el Comandante René Vallejo y Fidel enseguida determinó que mi esposa y yo partiéramos para Moscú y en 48 horas nos arreglaron todo lo del viaje y

    coincidí en el viaje con el Che, en el vuelo de Aeroflot el 4 de noviembre de 1964 a las 7 y 15 de la mañana. El Che viajaba a los festejos del 7 de noviembre en la URSS y en esa delegación viajaba un amigo mío que se enteró del motivo de mi viaje y enseguida se lo comunicó al Che y este me quiso conocer de inmediato, me llevó ante él, me pidió detalles de la operación, lo del alambrito encontrado, etc., y enseguida dijo el Che: "ese es el alambrito que llevan las agujas cuando son nuevas, el que le puso la inyección de calmante para la operación no se lo quitó y al empujar el alambrito penetró". Esto me tranquilizó, y después me hizo mas preguntas hasta que al fin me dijo: "mira, compañero, esa enfermedad (el mal de Hodkin) que él tiene no está aún dominada por la ciencia", es decir que me dijo la verdad, pero me lo dijo de una forma que yo se lo agradezco, después agregó: "de todas formas cuando llegues a Moscú, procura que te acompañe alguien de la

    embajada, habla con los médicos y cualquier cosa que necesites ve al embajador que yo voy a hablar con él en cuanto llegue a Moscú", entonces me invita a jugar ajedrez con un juego de ajedrez magnético que era de él, para tratar de calmarme, para no estar tan tenso como estaba. Jugamos tres juegos en el avión, él iba en un departamento de 4 asientos y allí jugamos, los tres juegos me los ganó, aparte que era un buen jugador, yo no estaba jugando bien debido a mi problema y él me rectificaba las jugadas, fue muy bondadoso conmigo en el trato, tanto en el viaje como al despedirnos, además, ocurrió algo curioso, cuando el avión se fue aproximando a la zona glacial, el frío era más intenso, pasaron distribuyendo grandes mantas de lana a los pasajeros, al llegar ante el Che con su manta, él se separó alegando que la lana le produciría un ataque de asma y que prefería el frío, al poco rato llegaron ante el Che todas las azafatas para ponerle sobre el cuello que tenía el

    capote de Kaki verde olivo que era su único abrigo, los pañuelos de seda que positivamente lo abrigaban. Bello gesto el de las azafatas soviéticas que demuestran el cariño y la admiración de ese pueblo por la revolución cubana y sus dirigentes, más avanzada la oscura noche glacial, vi por la ventanilla, en el horizonte, por el noroeste una gran bola incandescente y una azafata que hablaba bien el español me dijo que era la aureola boreal, enseguida busqué al Che y le informe del acontecimiento, mostró una gran alegría y curiosidad de contemplar este fenómeno que sólo es posible ver en estas latitudes. Lo conduje hacia la proa izquierda del avión donde se veía mejor, en eso estábamos cuando vino una azafata y nos comunicó que el capitán de la nave invitaba al Che a pasar a la cabina para que pudiera contemplar mejor la aureola boreal, después aterrizamos en Murmask a 35 grados bajo cero, el frío era muy intenso, pero allí esperaban al Che y su delegación dándole una calurosa bienvenida las autoridades de la

  • localidad, después de esa escala técnica partimos hacia Moscú.51

    En 1965: alejado del escenario ajedrecístico

    El 11 de diciembre de 1964 representó a Cuba en la XIX Asamblea General de las Naciones Unidas,

    luego, a partir del 17 de diciembre, viaja a varios países africanos acompañado del Embajador de Cuba en

    Argelia, el comandante Jorge Serguera Riverí (Papito): el 18 de diciembre en Argelia, el 26 a Mali, el 2 de

    enero de 1965 viaja a Congo Brazzaville, el 8 del mismo mes a Guinea Conakry, el 14 de enero hace

    estancia de diez días en Ghana y el 24 visita Dahomey; el 27 de nuevo en Argelia, el 6 de febrero viaja a

    París y al otro día hace escala en Pakistán, rumbo al gigante asiático China, en un viaje relámpago. De

    nuevo en Argel, continúa su visita en África, esta vez a Tanzania. El 11 de Febrero visita El Cairo y de ahí

    regresa a La Habana, vía Praga el 14 de marzo de 1965. Durante ese recorrido jugó varias partidas con

    Serguera, quien nos narra lo siguiente:

    [...] jugamos de por vida muchas partidas de ajedrez, más o menos de 150 a 200, quizás muchas más, yo no soy un gran jugador, soy un aficionado como los hay mucho aquí en Cuba, el Che era un aficionado también; en el mundo ajedrecístico los hay con mayor dedicación y los hay por placer, yo no creo que el Che era por placer, le hubiera gustado haber profundizado en la teoría del ajedrez y para el estudio, siempre le faltó tiempo. Su presencia en los torneos no era solamente por curiosidad de aficionado sino por un interés marcado de poder conocer con profundidad el ajedrez. Algunas de las características que se ponían de manifiesto en el tablero y que después de jugar tanto, alguna idea debo tener; puedo decir que tenía predilección por el Peón Dama cuando jugaba con blancas, dentro de ese tipo de aperturas jugaba el Gambito de Dama o el Peón Dama basando un desarrollo para evitar que su contrario hiciera e5. Esto lo tipificaba como un jugador de aperturas cerradas, no era proclive al ajedrez romántico que tipifica a los aficionados, donde se cometen errores costosos, su estilo era reflejo de su temperamento, desarrollaba un ajedrez serio. Cuando jugaba con las piezas negras le gustaba la Defensa Siciliana y el doble peón rey, como una manifestación de su carácter, defensas peligrosas pero con posibilidades. No jugaba un ajedrez de combinación sino de posición, como todo ser humano, no le gustaba perder, le molestaba cuando cometía un error que podía evitar, aquí está la diferencia entre los maestros y los aficionados, estos últimos no se preocupan tanto por perder, puede que haya aficionados que no les gusten perder. El Che reaccionaba de esa manera, tenía el inconveniente de que no era estudioso, debido a sus obligaciones políticas y económicas. Hay que ver un aspecto muy importante en su dedicación al ajedrez y es que era un momento de expansión, era un trabajador infatigable con un alto sentido del deber, con el ajedrez descansaba de su presión de trabajo.

    52

    En la última semana de marzo de 1965 comienza sus preparativos para luchar en el Congo:

    El Guerrillero Heroico sale a cumplir su primera misión internacionalista al Congo, en África. Parte de Cuba el 1ro de abril de 1965 hacia Dar Es-Salam, capital de Tanzania, para entrar al primer país e