27

Dossier de prensa - Danilo Vasiloff

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Notas de prensa del artista visual Danilo Vasiloff - Carmen de Patagones - Patagonia Argentina

Citation preview

Domingo 06 de Enero de 2008

ARTE & OFICIO

EL ARTISTA DE LA DOLOROSA DIÁSPORA

La casa de Danilo Vasiloff queda cerca del rÍo Negro, en la costadePatagones. No bien se llega a su portÓn de madera, lo reciben a unodos grandes y amistosos golden retriever y, si SE lo visita enprimavera, un hermoso y refrescante cerezo en flor que crece EN supatio, junto a la puerta deL hogar, que parece decir “Usted esbienvenido”. Es en este lugar, ochenta por ciento atelier, veinte porciento casa, donde Vasiloff instaló su búnker creativo. Sencillo, ameno,de mirada penetrante y melancÓlica, al poco tiempo de hablar conDanilo se percibe que en sus 49 aÑos ha vivido mucho, que ha vividotodo, y que ese transcurrir por la vida lo ha dotado de una calidezexcepcional que invita a la charla y abre las puertas al fascinantemundo de un artista que no ha cesado en su búsqueda filosóficay laproducciÓnde un arte personalÍsimo.

En el relato de Vasiloff, que narra todo con un tono pausado, comoprologando una letanía que le acompaña por donde va, se mezcla elpasado latente de nuestro país y la búsqueda constante de nuevoshorizontes desde donde ser.

Como en los cuadros del gran Benito Quinquela Martín, apareceprimero un puerto. "Soy de Berisso, zona de inmigrantes de puerto.Es más, nací al lado de un puerto", evoca.

Luego, en segundo plano, pero en el hilo de la misma historia,aparece el arte y una vocación que viene de familia. "Vengo de unafamilia de gente que se dedicó al arte. Así que es difícil aislarse desu influjo. Antes de venir para Patagones estudiaba en una escuelade arte, además de estudiar en el bachillerato. Ahí hice las primerasarmas en esto. También de chico tuve contacto con el arte y lamúsica. De chico estudiaba violín. Me daban pintura también,cerámica".

En tercer lugar, como una aura que lo envuelve desde adentro, elrelato familiar y la huida ante el horror. "Llegué acá en el '76. Vinedespués del golpe. Encontré este lugar debido a una situación muycuriosa, porque mi papá era inspector de enseñanza técnica. Esa fue la verdadera razón deque me viniera para acá. Me vine y de alguna manera él me metió en la EscuelaSpegazzini, en la chacra. Bueno, ahí quedé a buen resguardo. Una cosa muy rara, por losambientes que yo manejaba, no? No tenía nada que ver una cosa con la otra. Yo eraestudiante de arte, en realidad. Pero no había opción. Amigos o conocidos eran presos odesaparecidos. Estuvo muy complicado para todos nosotros", narra.

En este punto la narración de Vasiloff toca una zona que marcó para siempre, al igual que asu propia existencia, los destinos de miles de argentinos. Desde aquí se puede conocer, através de la voz de este artista, una historia de diáspora y separación, de lucha yresignación, que se mantiene viva y ardiendo en los ojos de quien rememora.

Haciendo el equilibrio de un violinista en el tejado, en los inclementes años en donde laindiferencia y la euforia de la pizza y el champán cubrían el inconsciente colectivo de unvelo de anestesia, Vasiloff se debatió entre el trabajo y el continuar con su arte.

"Los '80 y los '90 fueron años muy duros. Muy duros. Por suerte pude seguir produciendo.Yo soy un tipo que en ese sentido, gracia a mi se

ñora también, María del Pilar, siempre estuve incentivado para el trabajo. Entonces, escomo que tuve un lugar donde trabajar siempre. El problema de todo esto es que el arte esuna permanente reflexión. El artista en estos tiempos, me parece a mi, tiene que ser un tipo

que esté lo más instruido que se pueda. No hablo en términos de instrucción ingenua. Digoinstrucción filosófica, conocimiento del medio, saber el porqué de algunas cosas y estarrelacionado realmente con las cuestiones sociales. Todo esto en un artista hace que enalgún punto empiezan a surgir preguntas que tienen su respuesta en la obra. Después, hayque decir que la obra es una cosa muy personal que hace vibrar a cierta gente y a otra no,y a una misma persona puede gustarle una cosa y otra no. La obra hecha busca su propiopúblico. Pero en todo esto hay pensamiento, pregunta y un involucrarse con las cuestionessociales que te van pasando. Por eso los años '80 y '90 fueron tan duros. Vos veías ladesesperación por la inflación. Viedma en un momento determinado llegó a no cobrar! Lagente no cobraba! En el '94 dije basta y me fui dos años y medio a vivir a Venezuela. Allátenía mi viejo, que se había quedado a vivir y donde, finalmente, murió. Estuvimostrabajando de cualquier cosa y también en el arte. No fueron tan fáciles las cosas. Noshabíamos ido con nuestras familias", cuenta Danilo.

Maestro pizzero de gran excelencia, artesano, pintor, escultor y versátil artífice deorfebrería, Danilo Vasiloff investiga y hace con cuanto material llega a sus manos.

Ha hecho de su casa su íntimo bastión para enfrentar, con la paciente "Pilín", su esposa, allado, una vida de permanente encuentro con el arte.

"Mi casa es el taller. No tengo horario. Es más, si tengo más tiempo lo aprovecho paratrabajar en mi arte. Acuarela, óleo, plata. El material es el material", dice.

Y como frase cierta sólo para quienes día a día trabajan creando y buscando nuevas cosaspara hacer. "El material es el material" es la metáfora de la propia historia de vida de esteartista, que tiene un poco de sobreviviente y otro tanto de genio.

TEXTO: EMANUEL LAGOS

FOTOS: MARCELO OCHOA

Más fotos e info de este artista plástico en el blog de "eH!", www.rionegro.com.ar/blog/eh

Diario Río Negro.Provincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina. Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.Todos los derechos reservados Copyright 2006

07 » Jan2008

Danilo Vasiloff, arte versátil

Desde la costa del Río Negro en Carmen de Patagones, el artista Danilo Vasiloff nos abre las puertas de suateliery nos muestra sus obras. La charla fue publicada en la última edición de Estilo Hogar, la número 212 peroaquí agregamos parte del texto que por cuestión de espacio no pudo ser publicado y que es igualmenteimperdible para el conocimiento de su vida y obra.

La Diáspora.

“Mi viejo se había exiliado. Yo era uno de los delegados en una de las escuelas de Berisso, en el tema de losboletos escolares. Bueno, mi vieja y mi viejo, que vieron cómo se había puesto todo, me recomendaron que mefuera. Y bueno, al poco tiempo, entre lo que yo me vine y un poco antes, se dio lo de la noche de los lápices. Asíque mi hermano se tuvo que ir a Alberti, yo me vine para Patagones, mi otro hermano y mi madre se fueron aCórdoba. Y mi viejo, que estaba separado de mi mamá, se terminó yendo a Perú. Fue una diáspora jodida parami familia. Todos estábamos escapando”, recuerda un Vaciloff profundo y emotivo.Así como tantos otros, cuando no eran “desaparecidos” o asesinados, Danilo y su familia iniciaron un viaje quelos llevó por distintos lugares, buscando sosiego y la oportunidad de sobrevivir.En el largo recorrido por caminos y geografías distintas, el arte de este plástico pasaba por mayores y menoresetapas de producción. “Después, luego de la diáspora, tuve un período en donde estuve inactivo. Después me fuipara La Plata, aunque antes pasé por Bariloche. En ese tiempo me empecé a dedicar a la artesanía. Ése era mitrabajo, por aquél entonces. Yo fui uno de los que casi inauguró la Feria de artesanía de La Plata. Hicimos unaasociación que se llamaba La Unión Platense de Artesanos. Habíamos conseguido unas cuantas cosas,recuerdo. Entre una de ellas, no permitíamos la reventa, con criterios muy concretos con respecto a lo que era laartesanía. Cuando eso se empezó a desvirtuar, por lo de siempre –revendedores, las mercaderías de cualquierlado- ya dejamos eso y me entré a dedicar a otras cosas. Entre que todo esto sucedía, me fui relacionando conmateriales muy distintos, como el metal y la madera. Tuve de maestros de la feria misma que me iban enseñandomientras trabajaban. Era muy difícil relacionarse con gente que tuviera este tipo de oficios”, cuenta.Su mirada de artista y hombre comprometido, no puede obviar la reflexión necesaria ante tanto dolor y tantosconflictos sociales, que lo encontraron siempre tratando de construir y crear nuevos caminos. “Era el año ´81 u´82. Eran años muy difíciles, porque las facultades estaban controladas por los militares. Estaba ahí nomás laguerra de Malvinas. Había una apatía generalizada sobre lo que pasaba en el país de parte de la gente, que noalcanzaba o no quería visualizar el desastre que había pasado con los desaparecidos. Era como una especie denadar en el vacío. Había una angustia contenida, no se notaba muy bien. Entre la euforia estúpida de Galtieridiciendo que teníamos que tomar las islas y el otro montón de gente que fue a la plaza de Mayo a apoyarlo, no sesabía bien qué pensar. Sobre todo cuando al otro día, a todos aquellos que fueron a celebrar, los molieron apalos en la misma plaza cuando fueron a reclamar alguna cosa. Se pasaba muy rápido de la euforia a laangustia”, dice Vaciloff.El convulso obrar de un gobierno de facto, no sólo sembró la muerte en el seno de nuestra sociedad. En laspalabras del pintor se mezclan el recuerdo rabioso ante la injusticia y la revisión crítica de un devenir históricoque nos abarca a todos. “Claro que eran años muy angustiantes. Pienso, por ejemplo, en el control ejercidodentro de las facultades, que era tal que directamente había una especie de negativa generalizada en elestudiantado a pensar. Era una cosa impresionante. Y esto después se notó en el tiempo. Hay que imaginar quehubo una generación que convivió con lo que fue Menem, de gente estupidizada. Digamos, la cuestión política, elacercamiento a la política, era solo elíptica, era pasar por el costado de los problemas. Nada de sustancia crítica.En gente como yo, y con compañeros que tuve, que la democracia convalide la barbaridades que hicieron losmilitares de esa manera, era un golpe durísimo. Sobre todo porque no sólo soñábamos una sociedad más justa,soñabas además con una ciudadanía que buscara lo justo. Y sin embargo, dentro de lo que era la perspectivapolítica, te encontrabas con un desastre donde la Ley de Obediencia Debida estaba primero, el endeudamiento

BLOG DIARIO RÍO NEGRO WWW.RIONEGRO.COM.AR

con el FMI, la misma cuestión con el latifundio, que hoy también está. Y esto último es una crítica concreta yvigente. No sólo porque se extranjeriza la tierra sino porque se corre a los pueblos originarios de los lugares queles pertenecen. También la cuestión de la tala indiscriminada de bosques, y la “nada” de parte de los gobiernos.Esta inacción estúpida que tienen. Para después, cuando se les sobreviene la cuestión sanitaria o cuando vienela hecatombe, tratan de hacer una especie de reacción inmediata, que siempre es un fracaso”, señala.

Artistas del Puerto Unidos.

Como buen hijo de sus ideales y gran sobreviviente, Danilo Vaciloff sabe que en la unión radica la fuerza. Poresta razón, uno de sus últimos proyectos colectivos que ayudó a generar, implica la creación de un nuevoespacio para el arte sobre la costa del río Negro, emplazado en el casco histórico de Patagones.Esta iniciativa fue llevada a cabo bajo el nombre de Asociación Artistas del Puerto, integrada por artistas quepertenecen a diferentes disciplinas y que residen en la comarca Viedma-Patagones, y de la que Vaciloff formaparte.La casa en donde funciona ahora este nuevo espacio de arte, tiene su propia historia y su pasado ligado a lashondas raíces de la zona. Ubicada frente al río Negro, su arquitectura conserva los rasgos de principios del sigloXX.El grupo está integrado por Federico Navarrete y su esposa, Carina Batistón, joyeros; Paula Echaren, SoniaPezzano, Danilo Vasiloff y Gustavo Boedo, pintores y escultores; Javier Agama Barragán, grabador; EugeniaAlonso, fotógrafa y diseñadora gráfica; y Carlos Leporace, ceramista y escultor.“Siempre se ha vendido muy poco. Justamente, lo de la asociación es una forma de tratar de incentivar el temade la venta. De hecho, no vivo de la pintura. Ojalá pudiera vivir, pero no. Pero esto siempre me pasó de tener quetrabajar en otras cosas para poder seguir pintando. Nunca fue al revés. Pero esto es complicado”, explica.Detrás de este planteo, que constituye la realidad de tantos artistas y músicos que tienen que sobrevivir en elmercado, muchas veces a costa de la postergación de sus proyectos creativos, se encuentra otro más radical.“Hoy por ejemplo, yo puedo hablar desde una perspectiva, pero en la práctica, vos imaginás chicos jóvenes,puestos a pintar, ¿y el Estado qué cosas les da para que esto suceda? ¡No les da nada! No hay una estructuraque ayude a los chicos, dentro de lo que es la escultura, la pintura, las artes en general, tengan un espaciodonde puedan realmente ir relacionándose con lo que pasa realmente. Porque los que pasa “realmente”, es otracosa. Es un juego de relaciones infames, una hipocresía estúpida de todos con todos. Entonces vos decís,bueno, “la juventud”... la juventud yo la prefiero rebelde, idealista y reclamando por el espacio que merece. Hastaacá solo hay estos pequeños paquetitos armados como para que cada quien tome el suyo y que no se elaboreuna cosa conjunta que nos ayude a que estas cuestiones salgan a la luz”, reclama un Vaciloff indignado.

Los logros se muestran en laLegislatura.

Click para ampliar

Los logros se muestran en laLegislatura.

Buscar_RIO NEGRO WEB

FAVORITOSREGISTRARSE

Miércoles 05 de Noviembre de 2008

EDICION IMPRESA PAG. 31 » SOCIEDAD

Al rescate de olvidados oficios y artesanías

VIEDMA(AV).- Rescatar viejos y olvidadosoficios. Metalistería, trabajos en madera ytelar mapuche forman parte de unamuestra que se exhibe en la Legislaturaprovincial vinculada a los talleres queofrece la Fundación "La Trama" .

El año pasado con el dictado de un taller de herrería artística a cargo deMagdalena Albanece se comenzó a trabajar en los viejos talleres de VialidadNacional a través de un convenio con el organismo que le permite a "La Trama"utilizar esas instalaciones. Este año los talleres emprendidos fueron tres.

Agrupados bajo el título "Las experiencias cuentan" se trató de rescatar viejosoficios que han quedado en el recuerdo de pocos. Con ese objetivo se ubicaronartesanos que no solo tuvieran un oficio relacionado directamente con el telarmapuche, el metal y la madera sino que se buscó a personas de la tercera edadque pudieran narrar historias sobre esos viejos oficios que antes se practicaban. Através de estos talleres los alumnos que participaron aprendieron los secretos delmanejo de distintos metales y la madera, elaborando pequeños artículosornamentales. En cuanto al telar, el proceso de aprendizaje abarcó desde el hiladode la materia prima en bruto hasta el teñido y tejido artesanal.

En promedio, la matrícula por taller fue de 55 alumnos. Si bien se registró unaimportante deserción del grupo inicial, lo importante es que cada taller contó unremanente que sostuvo la producción y abrió la posibilidad para que estaspropuestas continúen en el tiempo.

Los maestros de los talleres fueron el reconocido orfebre y artista plástico, DaniloVasiloff, en el de metal y madera; y la artesana hilandera Lidia Cullumilla en el detelar mapuche.

LINK:» TAPA IMPRESA» TITULARES» REGISTRARSE» AYUDA» CONTÁCTENOS

» PUBLICIDADONLINE

Diario Río NegroProvincias de Río Negro y Neuquén, Patagonia, Argentina.Es una publicación de Editorial Rio Negro SA.

Todos los derechos reservados | Copyright 2007 | CERTIFICA

Domingo15 de

Agosto

Buscar...

INICIO LA COMARCA LA PROVINCIA LA PATAGONIA EL PAIS EL MUNDO DEPORTES CULTURA Y ESPECTACULOS EDITORIAL

En el Centro Cultural

Exhiben las maquetas del concursoMemoria Viva05/05/2009 | Viedma (nexosur).- En el Centro Municipal de Cultura, ya se encuentranexpuestos todos los trabajos que participaron del Concurso “Memoria Viva”, que organizan laComisión Permanente por la Memoria, la Justicia y la Afirmación de la Democracia y laSubsecretaria de Cultura de la Municipalidad de Viedma.

Los vecinos interesados en ver las maquetas podrán hacerlo en la Sala Alcides Biagetti, con entradagratuita.

El concurso se realizó para seleccionar el trabajo visual que será instalado en la Costanera deViedma, frente a la Casona ubicada en boulevard Ituzaingó.

El primer premio se hizo acreedor a diez mil pesos y fue para el proyecto: “Plaza de los ausentes”, deSoledad Arrascoyta y Luciana Berenguer.

El segundo premio, que ganó dos mil pesos, fue para Danilo Vasiloff, con su obra “La presencia”.Este proyecto fue recomendado para ser ejecutado en una segunda etapa en un lugar a determinarpor los organizadores del concurso.

Además, se dieron menciones especiales a Reynaldo Agosteguis y a Fernando Donato Córdoba.

Los trabajos fueron premiados por ponderar la localización en términos urbanos, las posibilidadesde interacción entre la obra y las personas generando espacios, el espíritu reflejado en el contenidode las memorias descriptivas.

Los autores del primer premio deberán coordinar con la Subsecretaría de Planificación delMunicipio de la ciudad de Viedma y el Ente organizador las cuestiones técnicas y ejecutivas para larealización del proyecto.

El jurado estuvo conformado por Marcela Egues, de Madres de Plaza de Mayo; Héctor Ayala,familiar de víctimas del terrorismo de Estado; Graciela Zeppi y Dolores Martinolich, de la comunade Viedma; Gladis Cofré, Subsecretaria de Derechos Humanos; Marcelo Castillo, Director deDerechos Humanos; Luis Enrique Vía, de la Comisión por la Memoria, la Justicia y la Afirmaciónde la Democracia.

MULTIMEDIA

MAS DE ESTA SECCIONAdiós a un amigo...Pega entrega cheques para comprar herramientas einsumosContinúan los Festejos por el Día del Niño"Este nuevo proyecto de ley es retrotraer las cosas alsistema anterior "Nuevos rionegrinos con casa propiaSe construyen veredas interiores en la plaza delbarrio Mi BanderaDesarrollo Económico y la PAU se instalaron en calleRocaSe abre inscripción para curso de panaderíaLa UNRN otorgará hasta 100 becas de alimentación,de $250,00 por mes por un periodo de cinco meses.Día del Niño en el Barrio Lavalle con maratón ymurga

LA COMARCA LA PROVINCIA LA PATAGONIA EL PAIS EL MUNDO DEPORTES EDITORIAL CULTURA Y ESPECTÁCULOS CONTACTENOS

COPYRIGHT © 2010 MAPUCHITO.COM

DOMINGO 15 DEAGOSTO

Viedma | Patagones Año 9 | 4778

08-02-2009 - 00:00:00

Danilo Vasiloff, creador de obras de arte que se comen, unhombre que reflexiona junto al ríoLa historia personal de Danilo Vasiloff está plena de movimiento. Pasó momentos feos ylos pudo superar, con tenacidad y calma. La misma calma que le permite elegir concuidado el color apropiado y la intensidad exacta de la pincelada, cuando está enfrentede la tela, en su manso taller de pintura; y disponer con prolijo deleite los ingredientes delas pizzas que elabora artesanalmente, cerca de la tórrida boca del horno de leña de subodegón, en el casco histórico de Patagones.

La historia personal de Danilo Vasiloff está plena de movimiento. Pasó momentos feos ylos pudo superar, con tenacidad y calma. La misma calma que le permite elegir concuidado el color apropiado y la intensidad exacta de la pincelada, cuando está enfrente dela tela, en su manso taller de pintura; y disponer con prolijo deleite los ingredientes de laspizzas que elabora artesanalmente, cerca de la tórrida boca del horno de leña de subodegón, en el casco histórico de Patagones.

Si Roberto Arlt reviviera y retornara a la zona del puerto maragato (como lo hizo hace 75años) seguramente se detendría en la pizzería de Danilo, para disfrutar de sus sabores conencanto popular; y mezclarse en una charla sobre corrientes estéticas y función social delarte. Enrolado en la misma corriente de aquellos contemplativos de la calle Roca (hoyllamada J.J. Biedma) Danilo proclama desde su local la serena conjunción entre la pinturay la escultura, como portadoras de mensajes y contenidos, para enriquecer esa cosainasible llamada espíritu; y los apetitosos platos que, con hidratos en complicidad con eljamón y la muzzarella, satisfacen ansiedades carnales muy concretas. “No haycontradicción entre el arte y la gastronomía, los hombres nos alimentamos con la mezclade muchas cosas: un buen cuadro y un buen plato de comida” asegura Vasiloff, y tienerazón.

Su emprendimiento gastronómico familiar se distingue por dos aspectos: ese hornoalimentado a leña, que perfuma de un modo especial todo el ámbito; y las paredestapizadas de cuadros: la mayor parte de autoría del propio Danilo y otros de pintoresamigos, o del histórico Julián Llambí, a quien admira junto al célebre Alcides Biagetti.

Los años duros

“A mi papá de alguna manera lo exilian en Perú cuando lo amenazan de muerte en 1976,por sus contactos con gente del ambiente político, artístico e intelectual de La Plata. Yo,que era un adolescente de 16 años, ya participaba de la militancia estudiantil, en el famoso reclamo por el boleto estudiantil, en donde representaba a la escuela media deBerisso.

Para protegernos mi papá hizo una movida con nosotros, a mi hermano Lautaro lo mandó ala localidad de Alberdi; mi otro hermano Germán y mi mamá se fueron para Córdoba, y enese ínterin desaparecieron muchos amigos nuestros, y una tía mía fue encarcelada. Miviejo, que era inspector de enseñanza técnica, conocía al director de ese entonces de laescuela agropecuaria Carlos Spegazzini, un señor de apellido Lupis, y por eso me mandóacá, como alumno internado” contó Danilo, en el principio de la charla, en la pizzeríainusualmente desierta, porque eran apenas las seis de la tarde.

Agregó que “fue muy duro, la situación era difícil, yo era un chico que de pronto seencontraba a mil kilómetros de distancia de todos sus afectos.

Pero debo decir que Patagones se convirtió enseguida en una especie de oasis, porque lagente me dio una mano increíble, con enorme calidez.

Recuerdo por ejemplo a los Carmody, que tenían almacén y me llevaban a su casa acomer, como si fuese un hijo. Al año siguiente me pasé al nacional de Viedma, en dondeterminé. Ya vivía en la pensión de Gámbaro, en la calle Alsina, donde también mecuidaban mucho. En medio de todo eso hubo algún tipo de denuncia, me buscaron y meamenazaron, todo era totalmente loco. Trabajaba de noche en el galpón de la fábrica textilLahusen, para poder ir a la escuela a la tarde; así que muchas veces me pasaba lamañana durmiendo. En un tiempo tenía como compañeros de pieza a dos suboficiales dela Fuerza Aérea, que trabajaban en meteorología del aeropuerto de Viedma. Un día, poruna denuncia, cayeron de la policía para hacer un allanamiento en la habitación, pero yono me desperté en ningún momento, y además los muchachos de la aeronáutica se dierona conocer y los tipos se fueron, sin molestar más.”

Después la vida se le fue haciendo más sosegada. Muy joven, a los 19, ya estaba casadocon Pilín, su compañera desde entonces, madre de sus hijas; y entró como empleado endiversos sitios. Hacia mediados de la década del ’90 intentaron la primera aventura

.

comercial, con un negocio de marroquinería y bijouterie, en donde les fue mal “en aquellosaños en que la gente no cobraba los sueldos”. Se fueron un tiempo a Venezuela, donde elpadre de Danilo sigue instalado, y volvieron para el año 1998, ya dispuestos a quedarseaquí, en Patagones. En noviembre de ese año arrancó la pizzería, enfrente del río. Lasmanos en la masa, el color en la masa, creando obras de arte que se comen.

La pintura y el hombre

“Yo me crié entre gente que pintaba, en un ambiente de artistas. Mis viejos eran amigos degente de teatro como Federico Luppi, Lautaro Murúa y Lito Cruz (que es nativo de Berissoy siempre lo tiene presente). Lito y una tía mía formaban parte del grupo de teatro deBerisso, donde también estaba Víctor Manso (un actor siempre de reparto, que tuvo unpequeño papel en La Tregua). La mujer de Murúa en ese momento era la pintora EmmaGans, por otro lado Hugo Subiel era pintor y escenógrafo del teatro Argentino de La Plata.Todos ellos formaban parte del mismo grupo y yo estaba allí metido. Una vez la profesorade dibujo del secundario nos llevó a un bosquecito y nos pidió que pintáramos algo. Yo meexpresé libremente y la profesora me echó, me descalificó por completo, así que durantealgunos años me dediqué a la música y a la cerámica. Pero ni mamá insistía que tenía queponerme a pintar. Finalmente me tiré a la pintura, cuando dije: tengo que tirarme a loscolores, porque ya tengo tantas cosas guardadas y proyectadas, que necesito sacarlespara afuera.

Alguna vez escuché que una de las claves del arte es la idea primigenia de qué hacer, sinque importe el resultado posterior” narró, de un tirón, para poner a punto sus recuerdossobre sus inicios con la pintura en particular, y el arte en general. De su paso por laescuela de arte de Berisso tiene gratos recuerdos, “porque pude meterme en distintasdisciplinas”.

Sumó enseguida la evocación de Víctor Grippo, gran figura de las artes plásticas argentinas de la segunda mitad del siglo pasado, vinculado a los movimientos innovadoresde los años ’70, que mereció una retrospectiva póstuma en el 2004 en el Museo de ArteLatinoamericano de Buenos Aires, MALBA. “Fue, también, gran amigo de mi padre, y tuvela suerte de tratarlo intensamente. Lo visitaba frecuentemente, en los últimos años, en sutaller de La Plata y le llevaba mis trabajos para mostrárselos. Tuvo una enorme influenciaen mí, me dejó algo muy importante, que es la generación del pensamiento profundo, de lacuestión filosófica, sobre la relación del hombre con el arte. Es muy difícil, no siempre selogra esa relación, por cuestiones formales, en donde influye la disponibilidad de horas detrabajo, porque esto de pintar es en definitiva como un oficio”.

Arte para reflexionar

La charla con Danilo (interrumpida por el paso de un vecino, el arribo de Germán, elhermano y la llegada de un proveedor de la pizzería) se abonó en forma permanente con elrecuerdo de aquellos bohemios amigos del hogar paterno. “Recuerdo a Imar Lamonega(trabajador petrolero, poeta, secuestrado y desaparecido por la dictadura militar) queplanteaba que los artistas de esta época necesitan ser gente muy instruida, con granbagaje cultural, porque ya no hay una lucha tonta por las estéticas, sino que hay quesostenerse por la inteligencia. Porque el arte tiene que ayudar a reflexionar” apuntó, enotro momento.

Más tarde volvieron los recuerdos agridulces de aquel año 1976, del alejamiento deBerisso y la recalada en Patagones. “Yo venía de una ciudad que era un gran puerto y cuando llegué por primera vez a la barranca, desde el terreno en donde está ahora elcentro cívico, pude ver el paisaje del río Negro con el muelle y las lanchitas, y sentí queeste era un territorio que me resultaba familiar” acotó.

Hubo un silencio, contemplando la luz vespertina en la calle Biedma. El entrevistado y elcronista sintieron que por allí andaban Biagetti y Llambí, con sus caballetes y paletas depintura. “Ellos vieron un Patagones muy particular, Biagetti casi nunca pintó gente en estepueblo, puso en la tela la soledad, tal vez como un reflejo del poco acompañamiento quetuvo por parte de sus vecinos. Llambí también fue un hombre modesto, sin fama.

Siento un gran respeto por ellos, recibo de ellos la energía, por eso tengo cerca suscuadros, uno acá en la pizzería (el de Llambí) y otro en casa”, añadió.

La capacidad de asombro

El tema final fue el de la relación entre la pintura (el arte) y la pizzería (el sosténeconómico). Afirmó Danilo: “Un pintor alemán me dijo, una vez, en un español terrible: siquerés dedicarte a la pintura tenés que tener plata. Bueno, yo encontré que la pizzería mepermite vivir, mantener una familia.

Claro que hay una gran relación entre la elaboración artesanal de la comida y el arte,porque siempre hay una cuota de improvisación, y no hay que dejarse ganar por la rutina.El arte nos asegura la capacidad de asombro frente a lo que uno termina de hacer”.

En ese momento llegaron Pilín y las chicas, porque ya era el tiempo de empezar a hacercrecer la masa para atender a los primeros hambrientos del estómago, siempreimpacientes; gente distinta de aquéllos que desean alimentar eso inasible llamado espírituy que nunca tienen demasiado apuro.

Mientras se alejaba, por la calle que otrora fue escenario de bodegones, el cronista pensóque el mayor mérito de la pizzería de Danilo Vasiloff y su familia es poder juntar a unos y aotros, a los apurados y a los calmos.

.

.

Con la misma calma del propio Danilo, cuando el horno arde y la clientela también.