Diodoro de Sicilia, Biblioteca Histórica XV

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DIODORO

BIBLIOTECA HISTRICA: LIBRO XV

Traduccin y adaptacin "el Annimo Castellano"

CONTENIDOS DEL LIBRO XV

Para facilitar su publicacin en la web se ha dividido el libro en tres partes ms un ndice.

ndice - Parte I - Parte II . Parte III-

-Cmo hubo entre los Argivos una gran matanza que fue llamada el reinado de la anarqua (caps. 57-58);

-Sobre Jasn, tirano de Feras, y sus sucesores (caps. 57, 60, 80, 95);

-Los logros de los Tebanos durante su invasin del Peloponeso (caps. 62-66, 69, 75, 82-88 passim);

-El sinecismo de Mesenia por los Tebanos (caps. 66-67);

-La campaa de los Beocios contra Tesalia (cap. 67).

LVII[171]. Cuando el ao lleg a su fin, en Atenas Disniceto fue arconte, y en Roma fueron elegidos tribunos militares con potestad consular, cuatro en nmero: Quinto Servilio, Lucio Furio, Cayo Licinio y Publio Celio. Durante el ejercicio de su magistratura los Tebanos, haciendo campaa con un gran ejrcito contra Orcmeno, se propusieron reducir la ciudad a servidumbre, pero cuando Epaminondas les advirti que cualquiera que aspirara a la supremaca en Grecia deba salvaguardar con un generoso trato lo que haban logrado por su valor, cambiaron de parecer. En consecuencia incluyeron al pueblo de Orcmenos como perteneciente al territorio de sus aliados, y luego, habindose hecho amigos de los Focidios, Etolios, y Locrios, regresaron de nuevo a Beocia[172]. [2] Jasn[173], tirano de Feras, cuyo poder estaba constantemente incrementndose, invadi la Lcride, primero tom Heraclea en Tracinia por traicin, la devast, y dio el pas a los Oetanos y Malianos; despus movindose a Perrebia, se atrajo algunas ciudades con generosas promesas, y subyug otras por la fuerza. Como su posicin de poder rpidamente se haba establecido, los habitantes de Tesalia miraron con suspicacia su engrandecimiento y sus usurpaciones.

[3] Mientras estas cosas estaban teniendo lugar, en la ciudad de Argos estall una contienda civil seguida de la matanza del mayor nmero que se recuerda haber alguna vez ocurrido en cualquier otra parte de Grecia. Entre los Griegos este movimiento revolucionario fue llamado el gobierno violento, recibiendo este nombre en base a la manera de ejercerse.

LVIII. Entonces la contienda se origin por las siguientes causas: la ciudad de Argos[174] tena una forma democrtica de gobierno, y ciertos demagogos instigaron al populacho contra los ciudadanos preeminentes por su riqueza y reputacin. Las victimas de las acusaciones hostiles se reunieron y decidieron derrocar la democracia. [2] Cuando algunos de aquellos que fueron considerados implicados en la conjura fueron sometidos a tortura, todos salvo uno, temiendo la agona de la tortura, se suicidaron, pero aquel lleg a un trato bajo tortura, recibi garantas de

inmunidad, y como informante denunci a treinta de los ms distinguidos ciudadanos, y la democracia sin una cuidadosa investigacin conden a muerte a aquellos que fueron acusados y sus propiedades confiscadas. [3] Pero muchos otros estuvieron bajo sospecha, y como los demagogos apoyaban falsas acusaciones, el movimiento fue arrastrado a tal punto de salvajismo que condenaron a todos los acusados a muerte, que eran muchos y ricos. Cuando, sin embargo, ms de mil doscientos hombres influyentes haban sido expulsados, el populacho no se refren ante los demagogos mismos. [4] Porque a causa de la magnitud de la calamidad los demagogos estaban temerosos de que algn giro imprevisto de la Fortuna pudiera sorprenderlos y, por tanto, desistieron de sus acusaciones, mientras que el movimiento, ahora pensando que aquellos los haban dejado en la estacada, estaban airados por ello y condenaron a muerte a todos los demagogos. As aquellos hombres recibieron el castigo que merecieron sus crmenes como si alguna Divinidad estuviera haciendo caer su justo resentimiento sobre ellos, y el pueblo, mitigada su rabia iracunda, recuper el sentido comn.

LIX. Hacia el mismo tiempo, Licomedes[175] de Tegea convenci a los Arcadios para formar una nica confederacin[176] con una asamblea comn de diez mil hombres encargados de decidir sobre la guerra y sobre la paz. [2] Pero como una guerra civil haba estallado en Arcadia a gran escala y las facciones enfrentadas acudieron a la fuerza de las armas para tomar una decisin, muchos fueron muertos y ms de mil cuatrocientos huyeron, unos a Esparta, otros a Palantio[177]. [3] Entonces estos ltimos fueron rodeados por los Palantinos y aniquilados por el partido vencedor, mientras que aquellos que tomaron refugio en Esparta convencieron a los Lacedemonios de invadir Arcadia[178]. [4] En consecuencia el rey Agesilao con un ejrcito y la banda de fugitivos invadi el territorio de los Tegeos, que se crea haban sido la causa de la insurreccin y las expulsiones. Devastando la campia y asaltando la ciudad, atemoriz a los Arcadios del partido contrario.

LX. Mientras estas cosas tenan lugar, Jasn[179], tirano de Feras, a causa de su superior pericia como general y sus xitos en atraer a muchos de sus vecinos a una alianza, convenci a los Tesalios para reclamar la supremaca de Grecia, porque este era una especie de premio para la valenta accesible a aquellos que eran suficientemente fuertes para contender por ella. [2] Entonces ocurri que los Lacedemonios haban sufrido un gran desastre en Leuctra; que los Atenienses slo reclamaban el dominio del mar; que los Tebanos eran indignos del primer rango; y que los Argivos haban menguado por las guerras civiles y las matanzas intestinas. As los Tesalios

nombraron a Jasn lder[180] de todo el pas, y como tal le dieron el mando supremo de la guerra. Jasn acept el mando, se atrajo a algunas de las tribus cercanas, y entr en alianza con Amintas rey de los Macedonios.

[3] Una peculiar coincidencia se dio este ao, porque tres de aquellos que estaban en posicin de poder murieron hacia el mismo tiempo. Amintas[181], hijo de Arrideo, rey de Macedonia muri despus de un reinado de veinticuatro aos, dejando tres hijos, Alejandro, Perdicas y Filipo. El primognito Alejandro[182] sucedi en el trono y gobern un ao. [4] Asimismo Agespolis, rey de los Lacedemonios, muri despus de reinar un ao, pasando el reino a su hermano Cleomenes quien le sucedi en el trono y rein durante treinta y cuatro aos[183]. [5] En tercer lugar, Jasn de Feras, que haba sido elegido gobernador de Tesalia y segn opinin comn era un gobernante moderado, fue asesinado[184], ya, como foro escribe, por siete jvenes que conspiraron por la fama que les generara, ya, como algunos historiadores dicen, por su hermano Polidoro. Este Polidoro tambin, despus de suceder a aquel en la posicin de lder, gobern un ao. [6] Duris[185] de Samos, el historiador, comenz su historia de los Griegos en este punto.

Estos pues fueron los sucesos de este ao.

LXI[186]. Cuando Lisstrato era arconte en Atenas, un conflicto civil estall entre los Romanos, pensando unos que debera de haber cnsules, y otros que deberan ser elegidos tribunos militares. Por un tiempo la anarqua devino en guerra civil, luego decidieron elegir a seis tribunos militares, y los elegidos fueron Lucio Emilio, Cayo Verginio, Servio Sulpicio, Lucio Quintio, Cayo Cornelio y Cayo Valerio. [2] Durante el ejercicio de sus cargos Polidoro de Feras el gobernante de Tesalia fue envenenado por Alejandro[187] su sobrino, quien le haba desafiado a una competicin a ver quin beba ms, y el sobrino Alejandro sucedi en el gobierno como seor y lo ejerci durante once aos. Habiendo asumido el gobierno ilegalmente y por la fuerza, lo administr constantemente con la poltica siguiente que el eligi. En efecto mientras que los gobernantes que le haban precedido haban tratado a los pueblos con moderacin y eran por tanto amados, fue l odiado por su gobierno severo y violento[188]. [3] En consecuencia, por miedo de su anarqua, algunos Larisianos, llamados Aleuadas[189] a causa de su noble linaje, conspiraron para derrocar el seoro de aquel. Marchando de Larisa a Macedonia, convencieron al rey Alejandro a unirse a ellos para derrocar al tirano. [4] Pero mientras estaban ocupados en estos asuntos, Alejandro de Feras, sabiendo de los preparativos contra l, reuni cuantos hombres eran convenientes para la campaa, pretendiendo dar batalla en Macedonia. Pero el rey Macedonio, acompaado de los refugiados de Larisa, se anticip al enemigo invadiendo Larisa con el ejrcito, y habiendo

secretamente sido admitido dentro de las fortificaciones, se adue de la ciudad salvo la ciudadela. [5] Luego tom la ciudadela por asedio, y, habiendo tambin ganado la ciudad de Crann, al principio se avino a devolver las ciudades a los Tesalios, pero despus, teniendo en cuenta la opinin pblica, puso guarniciones de considerable fuerza en ellas y las ocup para s[190]. Alejandro de Feras, hostilmente perseguido y alarmado al mismo tiempo, regres a Feras.

Tal era el estado de cosas en Tesalia.

LXII. En el Peloponeso, los Lacedemonios enviaron a Politropo como general a Arcadia con mil ciudadanos hoplitas y quinientos Argivos y Beocios exiliados. Lleg a Orcmenos de Arcadia y la trataron atentamente ya que estaba en trminos amistosos con Esparta[191]. [2] Licomedes de Mantinea, general de los Arcadios, con cinco mil hombres denominados de lite[192], acudieron a Orcmenos. Como los Lacedemonios sacaron su ejrcito de la ciudad una gran batalla se produjo en la que el general Lacedemonio fue muerto[193] y otros doscientos, mientras que el resto fue forzado a reingresar en la ciudad. [3] Los Arcadios, a pesar de su victoria, sentan un prudente respeto por la fortaleza de Esparta y crean que no podran por s mismos hacer frente a los Lacedemonios. En consecuencia, alindose con Argivos y Eleos, enviaron primero embajadores a Atenas solicitndoles unirse a una alianza contra los Espartanos, pero como nadie les prest atencin, enviaron una legacin a los Tebanos y los persuadieron para que se incorporaran a una alianza contra los Lacedemonios[194]. [4] Inmediatamente, pues, los Beocios hicieron marchar el ejrcito, tomando a algunos Locrios y Focios como aliados. Entonces aquellos hombres avanzaron contra el Peloponeso al mando de los beotarcas Epaminondas y Pelpidas, pues los otros beotarcas haban sabiamente cedido el mando a estos en reconocimiento de su pericia en el arte de la guerra y de su valenta. [5] Cuando llegaron a Arcadia, los Arcadios, Eleos, Argivos y todos los dems aliados se les unieron con todas sus fuerzas. Y cuando ms de cincuenta mil se haban reunido, sus lderes en consejo decidieron marchar sobre Esparta misma y devastar toda Laconia.

LXIII. En cuanto a los Lacedemonios, puesto que haban perdido a muchos de sus jvenes en el desastre de Leuctra y en sus otras derrotas haban perdido a no pocos, y estaban, en suma, reducidos por los golpes de la Fortuna a unos solos pocos ciudadanos soldados y, adems, porque algunos de sus aliados se haban secesionado otros padecan escasez de hombres por razones

similares a las suyas, se hundieron en un estado de gran debilidad. Por lo tanto fueron obligados a solicitar la ayuda de los Atenienses, el pueblo sobre el que haba una vez impuesto a los treinta tiranos[195], al que haban prohibido reconstruir las murallas de su ciudad, cuya ciudad haban pretendido destruir completamente, y cuyo territorio, tica, quisieron convertir en una caada para ganado. [2] Pero, despus de todo, nada es ms fuerte que la necesidad y el destino, que oblig a los Lacedemonios a requerir la ayuda de sus peores enemigos. Sin embargo no se vieron defraudados en sus esperanzas. Porque el pueblo Ateniense, magnnimo y generoso, no estaba atemorizado por el poder de Tebas, y vot ayudar con todas sus fuerzas a los Lacedemonios ahora que estaban en peligro de caer en la servidumbre. Inmediatamente nombraron a Ifcrates general y lo enviaron con doce mil jvenes el mismo da[196]. Ifcrates, pues, cuyos hombres iban con buen nimo, avanz con el ejrcito a marchas forzadas. [3] Entretanto los Lacedemonios, como el enemigo puso sus reales en las fronteras de Laconia, partieron con todas sus fuerzas de Esparta y marcharon al encuentro de aquellos, dbiles en fuerza militar pero fuertes en valor y nimo. [4] Entonces Epaminondas y los dems, percibiendo que el pas de los Lacedemonios era difcil de invadir, consideraron que no les sera ventajoso invadirlo con tan gran ejrcito unido, y as decidieron dividir sus tropas en cuatro columnas y entrar por varios lugares[197].

LXIV. Entonces el primer contingente, compuesto de Beocios, tom la ruta de en medio a la ciudad conocida como Selasia[198] y provoc que sus habitantes se rebelaran contra los Lacedemonios. [2] Los Argivos, entrando por las fronteras de Tegeatis[199], entablaron batalla con la guarnicin enviada para guardar el paso, mataron a su general Alejandro el Espartano y a unos doscientos del resto, entre los cuales estaban los exilados Beocios. [3] El tercer contingente, formado por Arcadios y que se compona de un gran nmero, invadi la regin llamada Sciritis[200], que tena una magna guarnicin al mando de Incolas, un hombre de conspicuo valor y pericia. Siendo l mismo de los ms distinguidos soldados, ejecut un hecho heroico y memorable. [4] Porque, viendo que, a causa del superior nmero de enemigos, todos los que lucharon en la batalla junto a l estaban muertos, decidi que no correspondiendo con la dignidad espartana abandonar su puesto en el paso, sera empero til a su pas conservar a sus hombres. Por tanto de manera asombrosa logr ambos objetivos e emul la valenta demostrada por el rey Lenidas en las Termpilas[201]. [5] Porque eligi a los jvenes y los envi de vuelta a Esparta para estar a su servicio en su hora de peligro mortal. l mismo, manteniendo su lugar con los mayores, mat a muchos de los enemigos, pero finalmente, rodeado por los Arcadios, pereci con todas sus tropas. [6] Los Eleos, que formaba el cuarto contingente, marchando por otras regiones no custodiadas, alcanzaron Selasia, porque este era el lugar designado para todos como sitio de reunin. Cuando todo el ejrcito se haba reunido en Selasia, prosiguieron sobre Esparta misma, saqueando y quemando la campia.

LXV. Entonces los Lacedemonios, que durante quinientos aos haban preservado Laconia inclume, no pudieron entonces sobrellevar la contemplacin de ser saqueada por el enemigo, sino que impetuosos estaban preparados a salir de la ciudad, pero siendo convencidos por los ancianos de no avanzar demasiado lejos de su tierra patria, para que nadie la atacara, finalmente consiguieron que esperaran y permanecieran en la ciudad salvos. [2] Entonces Epaminondas descendi a travs del Taigeto[202] al valle del Eurotas y estaba dedicado a cruzar el ro, cuya corriente era rpida ya que era la estacin de invierno, cuando los Lacedemonios, viendo al ejrcito enemigo lleno de confusin por la dificultad del cruce, aprovecharon la oportunidad favorable para atacar. Dejando a las mujeres, nios y ancianos en la ciudad para proteger Esparta, condujeron a los todos hombres en edad militar, se dirigieron contra el enemigo, cayeron sobre l sbitamente cuando estaban cruzando, y llevaron a cabo una gran matanza. [3] Pero cuando los Beocios y los Arcadios se defendieron y empezaron a copar al enemigo gracias a su mayor nmero, los Espartanos, habiendo matado a muchos, se retiraron a la ciudad, porque haban claramente exhibido su valenta. [4] Despus de esto, cuando Epaminondas con toda su fuerza desencaden un formidable asalto contra la ciudad, los Espartanos con la ayuda de sus fuertes defensas naturales mataron a muchos de aquellos que atacaban precipitadamente, pero finalmente los sitiadores hicieron una gran presin y pensaron al principio que haban vencido a Esparta por la fuerza, pero como de aquellos que intentaban abrirse paso unos eran muertos y otros heridos, Epaminondas orden con las trompetas a sus soldados que retrocedieran, pero los hombres a iniciativa propia se aproximaron a la ciudad y retaron a los Espartanos a entablar batalla, instndoles por otra parte a admitir su inferioridad ante ellos. [5] Cuando los Espartanos contestaron que cuando encontraran una ocasin adecuada apostaran todo en una batalla, se marcharon de la ciudad. Y cuando hubieron devastado toda Laconia y acumulado incontable botn, se retiraron a Arcadia.

[6] Con ello los Atenienses[203], quienes haban llegado a escena demasiado tarde para actuar, regresaron al tica sin lograr nada destacable, pero otros de sus aliados, en nmero de cuatro mil hombres, acudieron a reforzar a los Lacedemonios. Adems incorporaron a los Hilotas que haban sido nuevamente emancipados, mil, y doscientos de los refugiados Beocios, y convocaron a no poco nmero de las ciudades vecinas, de modo que crearon un ejrcito comparable al del enemigo. Como mantenan estos contingentes unidos y los entrenaban, ganaron ms y ms confianza y se prepararon para la batalla decisiva.

LXVI. Entonces Epaminondas, cuya naturaleza le impela a grandes empresas y a labrarse eterna fama, aconsej a los Arcadios y a sus otros aliados a reasentarse en Mesenia, que durante muchos aos haba permanecido yerma de habitantes por los Lacedemonios, pues ocupaba una posicin muy adecuada para las operaciones contra Esparta. Como se pusieron de acuerdo, busc a los Mesenios que quedaban, registrando como ciudadanos a cualesquiera desearan fund de nuevo Mesenia, hacindola una populosa ciudad. Entre ellos dividi el campo, y reconstruyendo sus edificios restaur una notable ciudad y obtuvo una gran aprobacin de todos los hombres[204].

[2] Aqu pienso que no es inadecuado, puesto que Mesenia ha sido tan a menudo capturada y arrasada, recapitular su historia[205] desde el inicio. En tiempos antiguos la lnea de Neleo y Nstor[206] se remontaba a los tiempos de Troya; luego Orestes, hijo de Agamenn, y sus descendientes hasta el regreso de los Heraclidas[207]; despus Cresfontes[208] recibi Mesenia como parte suya y su linaje rigi sobre ella durante un tiempo; pero luego cuando los descendientes de Cresfontes hubieron perdido su reino, los Lacedemonios se aduearon de l. [3] Despus de esto, a la muerte del rey Lacedemonio Teleclo[209], los Mesenios fueron derrotados en una guerra por los Lacedemonios. Esta guerra se dice que dur veinte aos, porque los Lacedemonios haban hecho el juramento de no regresar a Esparta a menos que hubieren capturado Mesenia. Entonces ocurri que los nios llamados parteniae[210] nacieron y fundaron la ciudad de Tarento. Luego, empero, mientras los Mesenios estaban en servidumbre a manos de los Lacedemonios, Aristomenes[211] persuadi a los Mesenios a rebelarse contra los Espartanos, e infligi muchas derrotas a los Espartanos en la poca en que el poeta Tirteo[212] fue dado por los Atenienses como lder a Esparta. [4] Algunos cuentan que Aristomenes vivi los veinte aos de guerra. La ltima guerra[213] entre ellos fue con ocasin de un gran terremoto; prcticamente toda Esparta fue destruida y la dej vaca de hombres, y los Mesenios que quedaron se asentaron en Itome con la ayuda de los Hilotas que se unieron a la revuelta, despus que Mesenia hubiere estado desolada durante largo tiempo. [5] Pero cuando no tuvieron xito en todas sus guerras y finalmente fueron expulsados de sus casas, se asentaron en Naupacto[214], una ciudad que los Atenienses les haban entregado para su habitacin. Adems algunos de ellos fueron exiliados a Cefalonia, mientras que otros se asentaron en Mesina[215] en Sicilia, que fue llamada as por ellos. [6] Finalmente en el tiempo que estamos tratando los Tebanos, Epaminondas incitante, quien haba reunido a los Mesenios de todos sus asentamientos, los asent en Mesenia y les devolvi su antigua tierra.

Tales fueron las muchas importantes vicisitudes de la historia mesenia.

LXVII. Los Tebanos, habiendo conseguido en ochenta y cinco das[216] todo lo que est descrito arriba, y habiendo dejado una considerable guarnicin en Mesenia, regresaron a su patria. Los Lacedemonios, que haban inesperadamente librarse de sus enemigos, enviaron a Atenas una

comisin de los Espartanos ms distinguidos, y llegaron a un acuerdo sobre la hegemona: los Atenienses seran dueos del mar, los Lacedemonios de la tierra; pero despus de esto en ambas ciudades constituyeron un mando conjunto[217]. [2] Los Arcadios entonces nombraron a Licomedes su general, le dieron el contingente que llamaban de lite[218], cinco mil hombres, e inici campaa contra Pellene[219] en Laconia. Habiendo tomado esta ciudad por la fuerza, mataron a los Lacedemonios que haban sido dejados all como guarnicin, unos trescientos hombres, esclavizaron la ciudad, devastaron la campia y regresaron a casa antes que los Lacedemonios acudieran en auxilio. [3] Los Beocios, llamados por los Tesalios para liberar sus ciudades y derrocar la tirana de Alejandro de Feras, enviaron a Pelpidas con un ejrcito a Tesalia[220], despus de darle instrucciones para manejar los asuntos tesalios en inters de los Beocios. [4] Habiendo llegado a Larisa y encontrado la acrpolis guarnecida por Alejandro de Macedonia[221], obtuvo su rendicin. Luego avanzando a Macedonia, donde concluy una alianza con Alejandro el rey Macedonio, recibi de l a su hermano Filipo como rehn, al que envi a Tebas[222]. Cuando hubo arreglado los asuntos tesalios como pens mejor en inters de los Beocios, regres a casa.

LXVIII. Despus de estos hechos, Arcadios, Argivos y Eleos, haciendo causa comn, decidieron hacer campaa contra los Lacedemonios, y habiendo enviado una comisin a los Beocios les convencieron de unirse a la guerra. Nombraron a Epaminondas comandante[223] junto con otros beotarcas y enviaron siete mil infantes y seiscientos quites. Los Atenienses, oyendo que el ejrcito Beocio iba a pasar al Peloponeso, envi un ejrcito y a Cabrias como general contra ellos. [2] Lleg a Corinto, incorpor a su ejrcito a los Megarenses[224], Pelenios[225] y a los Corintios, y as reuni una fuerza de diez mil hombres. Luego, cuando los Lacedemonios y otros aliados llegaron a Corinto, se congregaron no menos de veinte mil hombres. [3] Decidieron fortificar los accesos e impedir a los Beocios invadir el Peloponeso. Desde Cencreas[226] a Lequeo protegieron el rea con empalizadas y profundos fosos, y como el objetivo fue completado rpidamente debido al gran nmero de hombres y su entusiasmo, tenan cada lugar fortificado antes de que los Beocios llegaran. [4] Epaminondas vino con su ejrcito, inspeccion las fortificaciones, y, percibiendo que haba un punto muy accesible donde los Lacedemonios estaban de guardia, primero ret al enemigo a avanzar y entablar batalla, aunque eran tres veces superiores en nmero, luego cuando ningn hombre os avanzar ms all de la lnea fortificada, sino que todos permanecieron a la defensiva en su campamento fortificado, lanz un violento ataque sobre ellos. [5] En consecuencia, a lo largo de todo el rea duros asaltos fueron hechos, pero particularmente contra los Lacedemonios, porque su terreno era fcil de asaltar y difcil de defender. Una gran rivalidad se origin entre los dos ejrcitos, y Epaminondas, quien tena con l a los ms valientes Tebanos, con gran esfuerzo rechaz a los Lacedemonios, y rompiendo su defensa y penetrando su

ejrcito, pas al Peloponeso, logrando de tal modo una hazaa en nada inferior a sus magnficos hechos anteriores.

LXIX. Habiendo proseguido de inmediato hacia Trecn y Epidauro, saque la campia pero no pudo expugnar las ciudades, porque tenan guarniciones de considerable fuerza, pero Sicin[227], Fliunte[228] y algunas otras ciudades estaban tan intimidadas por l que las atrajo a su bando. Cuando atac Corinto, y los Corintios avanzaron a su encuentro, los venci en batalla, y los rechaz hasta dentro de sus murallas, pero cuando los Beocios estaban tan animados por su xito que algunos de ellos se aventuraron precipitadamente a abrirse camino a travs de las puertas para entrar en la ciudad, los Corintios, asustados, buscaron refugio en sus casas, pero Cabrias el general Ateniense opuso una resistencia decidida e inteligente, y tuvo xito en expulsar a los Beocios de la ciudad, habiendo abatido tambin a muchos de ellos. [2] En el enfrentamiento que sigui, los Beocios reunieron todo su ejrcito en lnea de batalla y desencadenaron un formidable asalto contra Corinto, pero Cabrias con los Atenienses sali de la ciudad, tom posicin en un lugar superior y contuvo el ataque del enemigo. [3] Los Beocios, empero, confiando en la fortaleza de sus cuerpos y su experiencia en las continuas guerras, esperaban superar a los Atenienses por la pura fuerza, pero el contingente de Cabrias, teniendo la ventaja de un lugar superior en el enfrentamiento y de un avituallamiento abundante desde la ciudad, mataron a muchos de los atacantes y a otros hirieron severamente. [4] Los Beocios, habiendo sufrido muchas prdidas y no pudiendo lograr nada, se batieron en retirada. As Cabrias se gan una gran admiracin por su valor y pericia como general y consigui librarse del enemigo de esta manera.

LXX. Desde Sicilia, Celtas e beros en nmero de dos mil navegaron a Corinto, porque haban sido enviados por el tirano Dionisio para combatir en alianza con los Lacedemonios, y haban recibido su estipendio para cinco meses. Los Griegos, para probarlos, los condujeron en primera lnea, y probaron su excelencia en el combate cuerpo a cuerpo y en las batallas y muchos de los Beocios y de sus aliados fueron muertos por ellos. En consecuencia, habiendo ganado reputacin de superior maestra y valor y habiendo rendido servicios de muchas clases, fueron premiados por los Lacedemonios y enviados de vuelta a fines del verano a Sicilia[229]. [2] Despus de esto, Filisco, que fue enviado en esta misin por el Rey Artajerjes, naveg a Grecia a urgir a los Griegos a arreglar sus diferencias y concluir una paz general. Todos salvo los Tebanos respondieron de buena gana[230]. Aquellos empero aferrndose a su propio proyecto haban unificado toda Beocia en una confederacin y fueron excluidos del tratado. Puesto que la paz general no fue concluida,

Filisco les dej dos mil mercenarios veteranos, pagados por adelantado, a los Lacedemonios y luego regres a Asia.

[3] Mientras estas cosas estaban sucediendo, Eufrn de Sicin, un individuo particularmente temerario y loco, con cmplices de Argos, intent erigirse en tirano[231]. Obtenido el xito, expuls a cuarenta de los ms ricos Sicionios, confiscando primero sus propiedades, y, cuando se haba procurado grandes sumas de dinero con ello, reclut una fuerza mercenaria y se hizo seor de la ciudad.

LXXI[232]. Cuando Nausgenes era arconte en Atenas, en Roma cuatro tribunos militares con potestad consular fueron elegidos, Lucio Papirio, Lucio Menenio, Servio Cornelio y Servio Sulpicio, y los Eleos celebraron la centsima tercera Olimpiada, en la que Pitstrato el Ateniense gan la carrera del estadio. Durante el ejercicio de su magistratura, Ptolomeo[233] de Aloro, hijo de Amintas, asesin a Alejandro, su cuado, y fue rey de Macedonia durante tres aos. [2] En Beocia Pelpidas, cuya reputacin militar rivalizaba con la de Epaminondas, vio que ste estaba ocupado en los asuntos peloponesios en beneficio de los Beocios, y estaba ansioso de ser el instrumento por el que los Beocios ganaran regiones fuera del Peloponeso. Tomando junto a l como socio a Ismenias, un amigo suyo, y un hombre que era admirado por su valor, entr en Tesalia[234]. All se encontr con Alejandro, el tirano de Feras, pero fue sbitamente arrestado con Ismenias, y puesto bajo custodia. [3] Los Tebanos, airados por lo que se haba pasado, mandaron ocho mil hoplitas y seiscientos caballos con toda rapidez a Tesalia, asustando tanto a Alejandro que despach embajadores a Atenas para una alianza[235]. El pueblo Ateniense inmediatamente le envi treinta naves y mil hombres al mando de Autocles. [4] Mientras Autocles estaba circunnavegando Eubea, los Beocios ingresaron en Tesalia. Aunque Alejandro haba congregado su infantera y tena muchas veces ms caballos que los Beocios, al principio los Beocios decidieron resolver la guerra con una batalla, porque tenan a los Tesalios como auxiliares, pero cuando estos los dejaron en la estacada y los Atenienses y algunos otros aliados se unieron a Alejandro, y encontraron sus provisiones de comida y bebida y todas sus restantes vituallas acabndose, los beotarcas decidieron regresar a casa. [5] Cuando levantaron el campamento y estaban avanzando por tierra llana, Alejandro los persigui con un gran contingente de caballera y atac su retaguardia. Muchos Beocios perecieron bajo la continua lluvia de dardos, otros cayeron heridos, hasta que finalmente, no pudiendo ni parar ni avanzar, se vieron reducidos a la completa desesperacin, como era natural ya que andaban tambin cortos de provisiones. [6] Cuando haban ya abandonado toda esperanza, Epaminondas, quien estaba en ese momento sirviendo como un soldado gregario, fue nombrado general por los hombres. Rpidamente seleccionando a los hombres de armadura ligera y a la caballera, y haciendo crculos y ofreciendo batalla y usando

magistralmente las formaciones salv el ejrcito. [7] Por estos repetidos xitos increment ms y ms su reputacin y se gan la entusiasta aprobacin de sus conciudadanos y aliados. Pero los Tebanos enjuiciaron a los beotarcas de turno y los castigaron con una gruesa multa.

LXXII. Cuando es preguntada la razn por la que un hombre de tales caractersticas estaba sirviendo como soldado gregario en la expedicin que haba sido enviada a Tesalia, debemos dar su propio alegato de defensa. En la batalla de Corinto Epaminondas, habiendo atravesado las defensas de los Lacedemonios en las obras defensivas avanzadas, aunque pudo haber matado a muchos enemigos, qued satisfecho con su ventaja y desisti de ulteriores combates. [2] Una seria sospecha se origin de que haba salvado a los Lacedemonios como un favor personal, y aquellos que estaban celosos de su fama encontraron una oportunidad de lanzar acusaciones plausibles contra l. En consecuencia presentaron el cargo de traicin contra l, y el populacho, airado, le depuso del consejo de beotarcas, lo degradaron a soldado raso y lo mandaron con el resto. Cuando haba por sus logros hecho olvidar el enfado contra l, el pueblo entonces lo restituy a su antigua posicin de alta reputacin. [3] Poco despus de esto los Lacedemonios lucharon en una gran batalla contra los Arcadios y los vencieron claramente. De hecho desde la derrota de Leuctra este era su primer golpe de buena suerte, y fue una sorpresa, porque unos diez mil Arcadios cayeron y ni un solo Lacedemonio[236]. Las sacerdotisas de Dodona[237] les haban predicho que esta guerra sera sin lgrimas para los Lacedemonios. [4] Despus de esta batalla los Arcadios, temerosos de la invasin de los Lacedemonios, fundaron en un lugar favorable la ciudad llamada Grande, Megalpolis, uniendo para formarla veinte[238] pueblos de los Arcadios conocidos como Menalios[239] y Parrasios.

Tales eran los hechos en Grecia en este tiempo.

LXXIII. En Sicilia, Dionisio el tirano teniendo grandes ejrcitos y percibiendo que los Cartagineses no estaban en condiciones de sostener una guerra a causa de la peste que haba estallado en medio de ellos[240] y la defeccin de los Libios, decidi hacer campaa contra ellos. No teniendo una razonable excusa para el conflicto, aleg que los Fenicios en el imperio de Cartago haban violado el territorio dominado por ellos. [2] Por tanto prepar un ejrcito de treinta mil infantes, tres mil caballos, trescientas trirremes y un tren de bagaje apropiado para esta fuerza, e invadi el

territorio pnico en Sicilia. Inmediatamente gan Selinunte y Entella, devast toda la campia, y, habiendo expugnado la ciudad de rice, asedi Lilibeo[241], pero haba tantos soldados en el lugar que levant el asedio. [3] Oyendo que los diques de los Pnicos haban sido quemados y pensando que toda su flota haba sido destruida, concibi en su mente desprecio por ellos y envi solamente ciento treinta de sus mejores trirremes al puerto de rice, mandando el resto de vuelta a Siracusa. [4] Pero los Cartagineses, habiendo inesperadamente equipado doscientas naves, navegaron contra la flota anclada en el puerto de rice, y, como el ataque fue inesperado, hundieron la mayora de las trirremes. Despus cuando lleg el invierno, los dos estados firmaron un armisticio y se retiraron, regresando cada uno a sus propias ciudades. [5] Un poco despus Dionisio cay enfermo y muri, despus de gobernar como seor durante treinta y ocho aos. Su hijo Dionisio le sucedi y gobern como tirano doce aos.

LXXIV. No est fuera de lugar con respecto a la presente narracin relatar la causa de su muerte y los hechos que sobrevinieron a la dinasta hacia el final de su vida. Entonces Dionisio haba escrito una tragedia en Lenea[242] en Atenas[243] y haba obtenido la victoria, y uno de los que cantaron en el coro, suponiendo que sera recompensado generosamente si l era el primero en darle nuevas de la victoria, cogi un barco para Corinto. All, encontrando un navo aparejado para Sicilia, se traslad a l y gozando de vientos favorables, rpidamente desembarc en Siracusa y dio al tirano noticias de su victoria. [2] Dionisio le premi, y l mismo estaba tan regocijado que sacrific a los Dioses por la buena noticia e instituy un certamen de bebida y grandes festejos. Como recibi prdigamente en reunin a sus amigos y durante el certamen se aplic sin medida a beber, cay violentamente enfermo por la cantidad de alcohol que haba consumido. [3] Entonces tena un orculo que los Dioses le haban dado que le deca que morira cuando hubiera conquistado a sus superiores, pero l lo interpret como referido a los Cartagineses, considerando que estos eran los sus superiores. As en las guerras que haba desencadenado muchas veces contra ellos se haba acostumbrado a retirarse en la hora de la victoria y a aceptar la derrota de buen grado, para que no pudiera parecer que se haba probado mejor que el enemigo ms fuerte. [4] A pesar de todo esto, al final no pudo, empero, evitar con sus estratagemas el destino que el Hado le haba reservado; por el contrario, aunque era un mal poeta y sin embargo examinado en esta ocasin en una competicin en Atenas[244], derrot a poetas mejores que l mismo. As en literal coherencia con lo dicho por el orculo muri a consecuencia directa de vencer a sus mejores.

[5] Dionisio el joven en su sucesin a la tirana primero reuni al populacho en una asamblea y les urgi con palabras apropiadas a guardarle la lealtad que pasaba a l con la herencia que haba

recibido de su padre; luego, habiendo incinerado a su padre en unas magnficas exequias en la ciudadela cerca de las puertas llamadas reales, se asegur la direccin del gobierno.

LXXV[245]. Cuando Policelo era arconte de Atenas, la anarqua dominaba en Roma a causa de las disensiones civiles, y en Grecia, Alejandro, tirano de Feras en Tesalia, habiendo hecho acusaciones sobre ciertos asuntos contra la ciudad de Escotusa[246], convoc a sus ciudadanos a una asamblea y, habindolos rodeado con mercenarios, mat a todos, arroj los cuerpos de los muertos a una zanja que haba delante de las murallas y saque la ciudad de un extremo a otro. [2] Epaminondas el Tebano entr en el Peloponeso con un ejrcito, se atrajo a los Aqueos[247] y algunas otras ciudades, y liber Dyme, Naupacto y Calidn, que estaba ocupada por una guarnicin de los Aqueos. Los Beocios invadieron Tesalia tambin y liberaron a Pelpidas[248] de la custodia de Alejandro, tirano de Feras. [3] Y a los Fliasios contra quienes los Argivos estaban haciendo la guerra, Cares[249] llev auxilio, habiendo sido enviado con un ejrcito a su mando por los Atenienses. Derrot a los Argivos en dos batallas, y despus de asegurar la posicin de los Fliasios, regres a Atenas.

LXXXVI[250]. Cuando el ao termin, Cefisodoro fue arconte en Atenas, y en Roma el pueblo eligi cuatro tribunos militares con potestad consular, Lucio Furio, Paulo Manlio, Servio Sulpicio y Servio Cornelio. Durante su magistratura, Temisn[251], tirano de Eretria, se apoder de Oropo. Pero esta ciudad, que perteneca a Atenas, la perdi rpidamente, pues cuando los Atenienses hicieron campaa contra l con fuerzas muy superiores, los Tebanos, que haban acudido en ayuda de aquel y haban asumido el control de la ciudad como depsito, no la devolvieron.

[2] Mientras estas cosas tenan lugar, los habitantes de Cos trasladaron su habitacin a la ciudad que ahora habitan y la convirtieron en un notable lugar[252], porque se reuni all una gran poblacin, y fueron construidas con gran coste murallas y un considerable puerto. Desde este tiempo adelante sus ingresos pblicos y riquezas privadas constantemente se incrementaron, tanto que lleg a ser en una palabra rival de las ciudades punteras de Grecia.

[3] Mientras estas cosas sucedan, el Rey Persa[253] envi legados y tuvo xito en persuadir a los Griegos en cesar sus guerras y hacer una paz general entre s. En consecuencia la guerra llamada espartano-beocia fue acabada despus de durar ms de cinco aos contando desde la campaa de Leuctra.

[4] En este periodo hubo hombres memorables por su cultura[254], Iscrates el orador y aquellos que se hicieron alumnos suyos, Aristteles el filsofo, y adems Anaxmenes de Lampsaco, Platn de Atenas, el ltimo de los filsofos pitagricos y Jenofonte quien compuso sus historias en edad muy avanzada, porque menciona la muerte de Epaminondas que ocurri unos pocos aos despus[255]. Entonces estaban Aristipo y Antstenes, y Esquines y Esfeto, el socrtico.

LXXVII[256]. Cuando Quin fue arconte en Atenas, en Roma tribunos militares con potestad consular fueron elegidos, Quinto Servilio, Cayo Veturio, Aulo Cornelio, Marco Cornelio y Marco Fabio. Durante su magistratura, aunque la paz dominaba en Grecia, nubes de guerra se cernieron en algunas ciudades y nuevos y extraos estallidos de revolucin. Por ejemplo, los exilados Arcadios[257], partiendo desde Elis, ocuparon el castillo conocido como Lasin del pas llamado Trifilia. [2] Durante muchos aos Arcadia y Elis haban estado disputando la posesin de Trifilia, y segn la hegemona cambiaba de manos de un pas a otro, eran alternativamente dueos de la regin, pero en el periodo en cuestin, aunque los Arcadios estaban gobernando Trifilia, los Eleos, haciendo de los refugiados un pretexto, la tomaron de los Arcadios[258]. [3] Como resultado los Arcadios se enojaron y al principio enviaron embajadores pidiendo la devolucin de la regin, pero cuando nadie les prest atencin, solicitaron a una fuerza aliada de los Atenienses y con ella atacaron Lasin. Los Eleos acudieron en auxilio de los refugiados y una batalla se produjo cerca de Lasin en la que, siendo muchas veces sobrepasados en nmero por los Arcadios, los Eleos fueron vencidos y perdieron unos doscientos hombres. [4] Cuando la guerra haba empezado de este modo, vino a suceder que la discordia entre los Arcadios y los Eleos se extendi, ya que inmediatamente los Arcadios, animados por su xito, invadieron Elis y tomaron las ciudades de Margana y Cronion[259], y Ciparisia y Corifasio[260].

[5] Mientras estas cosas se producan, en Macedonia Ptolomeo de Aloro[261] fue asesinado por su cuado Perdicas[262] despus de gobernar tres aos; y Perdicas sucedi en el trono y gobern Macedonia por cinco aos.

LXXVIII[263]. Cuando Timcrates era arconte en Atenas, en Roma tres tribunos militares con potestad consular fueron elegidos, Tito Quinctio, Servio Cornelio y Servio Sulpicio; y se celebr la centsima cuarta Olimpiada por los Pisanos y los Arcadios en la que Fcides, un Ateniense, gan la carrera del estadio. [2] Durante su magistratura los Pisanos, renovando el antiguo prestigio[264] de su pas y recurriendo a pruebas mticas y antiguas, afirmaron que el honor de organizar las Olimpiadas era su prerrogativa. Y juzgando que tenan ahora una ocasin adecuada para reclamar los juegos, formaron una alianza con los Arcadios, quienes eran enemigos de los Eleos. Con aquellos como auxiliares hicieron campaa contra los Eleos que estaban en plena celebracin de los juegos. [3] Los Eleos resistieron con todas sus fuerzas y una obstinada batalla tuvo lugar, teniendo como espectadores a los Griegos que estaban presentes para ver la festividad llevando coronas sobre sus cabezas y aplaudiendo tranquilamente los hechos de valor de ambas partes, estando ellos mismos fuera del peligro. Finalmente los Pisanos vencieron y celebraron los juegos, pero los Eleos despus dejaron de recordar esta Olimpiada porque consideraban que haba sido organizada por la fuerza y contrariamente a la justicia.

[4] Mientras estas cosas pasaban, Epaminondas el Tebano, quien disfrutaba de la ms alta posicin entre sus compatriotas, pronunci un discurso en una reunin de la asamblea, urgindoles a luchar por la supremaca en el mar. En el curso de su oracin, que era el resultado de larga meditacin, proclam que este intento era conveniente y posible, diciendo en particular que era fcil para aquellos que posean la hegemona en tierra adquirir el dominio del mar. Los Atenienses, verbigracia, en la guerra con Jerjes, que tenan doscientos barcos equipados por ellos mismos, obedecan las rdenes de los Lacedemonios que aportaron slo diez barcos. Por este y muchos otros argumentos adecuados a su tema convenci a los Tebanos de hacer un serio esfuerzo por la supremaca en el mar.

LXXIX. En consecuencia el pueblo inmediatamente vot construir cien trirremes y diques para acoger su nmero[265], y urgir a los pueblos de Rodas, Quos y Bizancio a ayudarles en su proyecto[266]. Epaminondas mismo, quien haba sido enviado con una fuerza a las antemencionadas ciudades, de tal modo atemoriz a Laques, el general Ateniense, que tena una gran flota y haba sido enviado a batir a los Tebanos, que le forz a retirarse e hizo a las ciudades amigas de Tebas. [2] De hecho si este hombre hubiera vivido ms, los Tebanos sin duda se habran asegurado el dominio del mar adems de la supremaca en tierra. Cuando, sin embargo, un poco despus, despus de ganar la ms gloriosa victoria para su patria en la batalla de Mantinea, muri

como un hroe, inmediatamente el poder de Tebas muri con l. Pero este asunto lo trataremos con ms detalle un poco ms adelante. [3] En este tiempo[267] los Tebanos decidieron hacer campaa contra Orcmenos por las siguientes razones. Ciertos exilados que queran cambiar la constitucin de Tebas a una aristocracia indujeron a los caballeros de Orcmeno, trescientos en total, a unirse a ellos en el intento. [4] Estos caballeros, que tenan el hbito de reunirse con algunos Tebanos en un da determinado para una revista de todos ellos armados, convinieron hacer el ataque ese da, y junto con muchos otros que se unieran al movimiento y aadieran sus esfuerzos, se encontraran en el momento oportuno. [5] Entonces los hombres que haban organizado la accin cambiaron de opinin y revelaron a los beotarcas el proyectado ataque, traicionando as a sus compaeros de conjura, y por este servicio obtuvieron la salvacin para s mismos. Los oficiales arrestaron a los caballeros de Orcmenos y los llevaron a la asamblea, donde el pueblo vot su ejecucin, vender a los habitantes de Orcmeno como esclavos, y arrasar la ciudad. Desde tiempos antiguos los Tebanos haban estado mal dispuestos hacia ellos, habiendo pagado tributo a los Minias[268] en la poca heroica, pero luego haban sido liberados por Heracles. [6] As los Tebanos, pensando que tenan una buena oportunidad y habiendo logrado pretextos plausibles para castigarlos, hicieron campaa contra Orcmeno, ocuparon la ciudad, mataron a los habitantes varones y vendieron como esclavos a las mujeres y a los nios.

LXXX. Hacia este tiempo los Tesalios, que continuaban la guerra contra Alejandro, el tirano de Feras, y, sufriendo la derrota en la mayora de las batallas, haban perdido una gran cantidad de sus soldados, enviaron embajadores a los Tebanos con la peticin de que les auxiliaran y les mandaran a Pelpidas como general[269]. Porque saban que en base a su arresto[270] por Alejandro estaba en muy malos trminos con el gobernante, y adems, que era un hombre de superior valor y universalmente renombrado por su pericia en el arte de la guerra. [2] Cuando el consejo comn de los Beocios fue convocado y los embajadores haban explicado los asuntos sobre los que haban sido instruidos, los Beocios estuvieron de acuerdo con los Tesalios en todos los puntos, dieron a Pelpidas siete mil hombres y le ordenaron que prestara la ayuda que era requerida, pero cuando Pelpidas se apresuraba a irse con su ejrcito[271], el sol fue eclipsado[272]. [3] Muchos albergaron un temor supersticioso por el fenmeno, y algunos de los augures declararon que a causa de la retirada de los soldados, el sol de la ciudad se haba eclipsado. Aunque en esta prediccin estaban augurando la muerte de Pelpidas, este sin embargo parti para la campaa, arrastrado por el Hado. [4] Cuando lleg a Tesalia, y encontr que Alejandro se le haba anticipado ocupando las posiciones dominantes y tena ms de veinte mil[273] hombres, acamp frente al enemigo, y, reforzando sus fuerzas con las tropas aliadas de entre los Tesalios, entabl batalla con sus oponentes. [5] Aunque Alejandro llevaba ventaja a causa de su superior posicin, Pelpidas, impaciente por decidir la batalla por su propio valor, carg contra el mismo Alejandro. El gobernante con un cuerpo de hombres veteranos resisti, y se

sigui una reida batalla, en el curso de la cual Pelpidas ejecutando extraordinarios hechos de valor, cubri toda la tierra en torno a l de cadveres, y aunque puso fin a la lucha, venci al enemigo y obtuvo la victoria, perdi sin embargo su propia vida, sufriendo muchas heridas y expirando su alma heroicamente. [6] Pero Alejandro, despus de vencido en una segunda batalla y completamente batido, fue obligado por tratado a restaurar a los Tesalios las ciudades que haba subyugado, entregar a los Magnesios y a los Aqueos Ftiotianos a los Beocios, y para el futuro ser slo gobernante de Feras como aliado de los Beocios.

LXXXI. Aunque los Tebanos haban ganado una famosa victoria, declararon al mundo que eran los vencidos por la muerte de Pelpidas, pues habiendo perdido a tan destacable hombre, rectamente juzgaron la victoria de menos peso que la fama de Pelpidas. De hecho haba prestado muchos grandes servicios a su patria y haba contribuido ms que nadie al engrandecimiento de Tebas. Pues en el asunto del regreso de los exilados[274], por lo que reconquist la Cadmea, todos convenan en atribuir a l la mayor parte del xito. Y result que este golpe de buena suerte fue la causa de todos los posteriores acontecimientos felices. [2] En la batalla de Tegyra[275], Pelpidas solo de entre los beotarcas gan la victoria sobre los Lacedemonios, los ms poderosos de los Griegos, la primera ocasin en que por la importancia de la victoria los Tebanos levantaron un trofeo sobre los Lacedemonios. En la batalla de Leuctra dirigi el Batalln Sagrado[276], con el que carg contra los Espartanos primero y as fue la primera causa de la victoria. En las compaas en Lacedemonia, comand setenta mil hombres, y en pleno territorio de Esparta erigi un trofeo de victoria sobre los Lacedemonios, quienes nunca en su historia haban visto su tierra saqueada[277]. [3] Como embajador ante el Rey de Persia tom Mesene a su cuidado personal en el acuerdo general, y aunque durante trescientos aos haba estado deshabitada, los Tebanos la fundaron de nuevo[278]. Al final de su vida, en el enfrentamiento con Alejandro que tena un ejrcito muy superior al suyo, no slo obtuvo una gloriosa victoria, sino tambin se encontr con su muerte con un valor que fue digno de memoria[279]. [4] En sus relaciones con sus conciudadanos fue tan bien tratado que desde el regreso de los exilados a Tebas hasta su muerte fue cada ao beotarca[280], un honor no concedido a ningn otro ciudadano. As dejemos que Pelpidas, cuyos mritos personales recibieron la aprobacin de todos, reciba de nosotros tambin la aprobacin de la Historia.

[5] Al mismo tiempo, Clearco, que era originario de Heraclea Pntica, trabaj para obtener la tirana, y cuando haba conseguido su propsito, emul los mtodos de Dionisio el tirano de Siracusa, y despus de llegar a ser tirano de Heraclea gobern con evidente xito durante doce aos[281]. [6] Mientras estas cosas tenan lugar Timoteo, el general Ateniense, comandando una

fuerza de infantera y barcos, siti y conquist Torone y Potidea[282], y liber Czico[283], que estaba bajo asedio.

LXXXII[284]. Cuando termin este ao, en Atenas fue arconte Caricleides[285], y en Roma fueron elegidos cnsules, Lucio Emilio Mamerco y Lucio Sextio Luterano. Durante el ejercicio de sus magistraturas los Arcadios colaborando con los Pisanos organizaron los juegos Olmpicos, y se aduearon del templo y de las ofrendas depositadas en l[286]. Puesto que los Mantineos se haban apropiado para sus propios usos privados de un gran nmero de ofrendas, estaban, como transgresores, inclinados a continuar la guerra contra los Eleos, para evitar, si era la paz restaurada, tener que rendir cuentas de sus gastos[287]. [2] Pero puesto que el resto de Arcadios deseaban hacer la paz, desencadenaron un enfrentamiento contra sus propios compatriotas. Dos partidos en consecuencia se formaron, uno liderado por Tegea, y el otro por Mantinea. [3] Su enfrentamiento tom tales proporciones que depositaron la solucin en las armas, y los Tegeos, habiendo enviado embajadores a los Beocios, obtuvieron su ayuda, porque los Beocios nombraron a Epaminondas general, le dieron un gran ejrcito, y lo mandaron a auxiliar a los Tegeos[288]. [4] Los Mantineos, atemorizados por el ejrcito de Beocia y la reputacin de Epaminondas, enviaron embajadores a los peores enemigos de los Beocios, los Atenienses y los Lacedemonios, y les convencieron de que lucharan de su parte[289]. Y cuando ambos pueblos rpidamente enviaron en respuesta fuertes ejrcitos, muchos duros combates tuvieron lugar en el Peloponeso. [5] De hecho los Lacedemonios, viviendo cerca, inmediatamente invadieron Arcadia, pero Epaminondas, avanzando a su encuentro con su ejrcito y no estando lejos de Mantinea, supo por los habitantes que los Lacedemonios, con todas sus fuerzas, estaban saqueando el territorio de Tegea. [6] Suponiendo entonces que Esparta estaba desnuda de soldados, plane un gran golpe, pero la Fortuna labor contra l. l mismo parti de noche hacia Esparta, pero el rey Lacedemonio Agis, sospechando la idea de Epaminondas, conjetur sabiamente lo que iba a hacer, y envi a algunos exploradores Cretenses y a travs de ellos, anticipndose estos a Epaminondas, dijo a los hombres que haba dejado en Esparta que los Beocios apareceran pronto en Lacedemonia para saquear la ciudad, pero que l mismo acudira tan rpido fuera posible con su ejrcito a dar ayuda a su patria[290]. As dio rdenes a aquellos que estaban en Esparta de velar por la ciudad y no atemorizarse ante nada, porque l mismo aparecera pronto con ayuda.

LXXXIII. Los Cretenses rpidamente cumplieron sus rdenes y los Lacedemonios milagrosamente evitaron la conquista de su patria, porque si el ataque no hubiere sido impedido en plena marcha,

Epaminondas habra penetrado en Esparta indetectado. Podemos justamente alabar la ingenuidad de ambos generales, pero debemos considerar la estrategia del Laconio ms inteligente. [2] Es verdad que Epaminondas, sin descansar durante la noche, cubri la distancia a marchas forzadas y al amanecer atac Esparta. Pero Agesilao, quien haba sido dejado a la guarda y haba sabido slo poco antes por los Cretenses todo sobre el plan del enemigo, inmediatamente emple toda su energa en mejorar la defensa de la ciudad. [3] Emplaz a los jvenes de ms edad y a los ancianos en los tejados de las casas y les orden que desde ah se defendieran contra el enemigo si se abra paso a la ciudad, mientras que l mismo alineaba a los hombres en la plenitud de vida y los reparta en los obstculos delante de la ciudad y en los accesos, y, habiendo bloqueado todos los lugares que pudieran permitir la entrada, aguard el ataque del enemigo. [4] Epaminondas, despus de dividir a sus soldados en varias columnas, atac por todas partes a la vez, pero cuando vio la disposicin de los Espartanos, supo inmediatamente que su movimiento haba sido descubierto. Sin embargo hizo el asalto contra todas las posiciones una y otra vez, y, aunque estaba en desventaja por los obstculos, lleg al combate cuerpo a cuerpo. [5] Muchos golpes recibi e hizo frente y no ces el combate hasta que el ejrcito de los Lacedemonios reingres en Esparta. Entonces como muchos acudan a auxiliar a los sitiados y la noche intervino, desisti del asedio.

LXXXIV. Habiendo sabido de los cautivos que los Mantineos haban venido con todas sus fuerzas a auxiliar a los Lacedemonios, Epaminondas entonces se retir a corta distancia de la ciudad y acamp, y habiendo dado rdenes de preparar la comida, dej algunos de los quites y les orden prender fuego en la campia hasta la maana, mientras l mismo con el ejrcito parta y se apresuraba a caer sbitamente sobre aquellos que haban sido dejados en Mantinea. [2] Habiendo cubierto mucho camino al siguiente da, de sbito irrumpi contra los Mantineos, cuando no lo estaban esperando. Sin embargo, no tuvo xito en su intento, aunque en este plan de campaa haba previsto cualquier contingencia, pero, encontrando el Hado opuesto a l, contrariamente a sus expectativas perdi la victoria. Porque justo cuando se estaba aproximando a la ciudad desprotegida, en el lado opuesto de Mantinea llegaban refuerzos enviados por Atenas[291], seis mil al mando de su general Hegesileo[292], un hombre de renombre en aquel entonces entre sus ciudadanos. Introdujo una fuerza adecuada dentro de la ciudad y puso en lnea al resto en espera de una batalla decisiva. [3] Y al poco los Lacedemonios y los Mantineos aparecieron tambin, ante lo cual todos se prepararon para la batalla que iba a decidir el destino y llamaron a sus aliados desde todas direcciones. [4] En el bando de los Mantineos estaban los Eleos, los Lacedemonios, los Atenienses y otros pocos ms, que eran en total ms de veinte mil infantes y unos dos mil caballos. En el bando de los Tegeos estaban alineados los ms numerosos y valientes de los Arcadios, tambin Aqueos[293], Beocios, Argivos, algunos otros Peloponesios, y aliados de fuera, y todos en total eran unos treinta mil infantes y no menos de tres mil caballos.

LXXXV. Ambos bandos se congregaron impacientemente para la batalla decisiva[294], sus ejrcitos en formacin de combate, mientras los augures, habiendo sacrificado en ambas partes, declararon que la victoria estaba predicha por los portentos de los Dioses. [2] En la disposicin de las fuerzas los Mantineos con el resto de los Arcadios ocuparon el flanco derecho con los Lacedemonios como sus vecinos y auxiliares, y a continuacin de estos estaban los Eleos y los Aqueos, y lo ms dbil de las restantes fuerzas ocupaba el centro mientras los Atenienses se situaban en el ala izquierda. Los Tebanos mismos se haban colocado en el ala izquierda, apoyados por los Arcadios, mientras confiaban el flanco derecho a los Argivos. La restante multitud ocupaba la mitad de la lnea: Eubeos, Locrios, Sicionios, Mesenios, Malianos, Aenianianos, junto con los Tesalios y dems aliados. Ambos bandos dividieron la caballera y dispusieron contingentes en cada ala. [3] Tal fue el despliegue de los ejrcitos, y luego cuando se aproximaban uno a otro, las trompetas sealaron el toque de batalla, los ejrcitos elevaron el grito de guerra, y por el alto volumen de sus gritos pronosticaron su victoria. Al principio se enzarzaron en una batalla de caballera en los flancos en la que unos sobrepujaban a los otros en intensa rivalidad. [4] Entonces cuando la caballera ateniense atac a la tebana sufrieron la derrota no tanto por la calidad de sus monturas ni por el motivo del coraje de sus jinetes o la experiencia en la equitacin, porque in ninguno de esos apartados era la caballera deficiente, pero fue en el nmero y equipamiento de las tropas ligeras y en su entrenamiento tctico donde eran muy inferiores a sus oponentes. De hecho tenan solamente unos pocos lanzadores de jabalinas, mientras que los Tebanos tenan tres veces ms honderos y lanzadores de jabalina, los cuales les fueron enviados desde las regiones circundantes a Tesalia. [5] Aquellos pueblos practicaban desde la niez asiduamente este tipo de lucha y en consecuencia era costumbre desempear un gran papel en las batallas a causa de su experiencia en arrojar esos proyectiles. Por ello los Atenienses, que estaban siendo continuamente heridos por las tropas ligeras e iban rpidamente a la extenuacin por causa de sus oponentes que les enfrentaban, dieron la espalda y huyeron. [6] Pero habiendo huido ms all de los flancos, consiguieron frenar su derrota, porque incluso en su retirada no rompieron su propia falange, y encontrndose simultneamente con los Eubeos y ciertos mercenarios que haban sido enviados a apoderarse de unas colinas cercanas, les dieron batalla y los mataron a todos. [7] Entonces la caballera tebana no persigui a los fugitivos, sino que, atacando la falange que haba frente a ellos, se esforzaron con celo en flanquear a la infantera. La batalla era reidsima. Los Atenienses estaban exhaustos y haban huido, cuando el comandante de la caballera elea, asignado a la retaguardia, acudi en auxilio de los fugitivos y, abatiendo a muchos Beocios, cambiaron el curso de la batalla. [8] As mientras la caballera elea por su aparicin de esta manera en el ala izquierda fren la derrota que sus aliados haban sufrido, en el otro flanco las fuerzas de caballera de ambos bandos se lanzaron unas contra otras y la batalla estuvo indecisa durante un espacio corto de tiempo, pero luego, por el nmero y valor de los quites Beocios y Tesalios, los contingentes del

bando mantineo fueron obligados a huir, y con considerables prdidas alcanzaron refugio en su propia falange.

LXXXVI. Entonces la batalla ecuestre tuvo el antedicho desenlace. Pero cuando las fuerzas de infantera chocaron con el enemigo cuerpo a cuerpo, se sigui una lucha extraordinaria, colosal. Porque nunca en ningn otro tiempo en que los Griegos lucharon con Griegos hubo tanta la multitud de hombres reunidos ni generales de ms reputacin u hombres ms competentes desplegaron alguna vez tal gallarda en batalla. [2] Porque los soldados de a pie de este tiempo, Beocios y Lacedemonios, cuyas lneas estaban dispuestas una frente a otra, comenzaron la batalla, exponindose sus vidas a cualquier riesgo. Despus del primer intercambio de lanzas en la que la mayora fueron rotas por la propia cantidad de proyectiles, pelearon con las espadas. [3] Y aunque sus cuerpos estaban todos entrelazados unos con otros e infligan toda clase de heridas, sin embargo no paraban; y durante un largo tiempo en el que persistieron en su terrible faena, por el valor superlativo exhibido por ambas partes, la batalla estuvo equilibrada. Pues cada hombre, sin hacer caso del riesgo de dao personal, sino deseosos ms bien de ejecutar algn hecho brillante, aceptaba una noble muerte como premio de la gloria. [4] Como la batalla se intensific seriamente durante mucho tiempo y el conflicto no se inclinaba hacia ningn lado, Epaminondas, concibiendo que la victoria clamaba por el despliegue de su propio valor, decidi ser l mismo el instrumento que decidiera el desenlace. As inmediatamente tom a los mejores hombres, los agrup en formacin cerrada y carg en medio del enemigo. Dirigi su batalln en la carga y fue el primero en arrojar su lanza y herir al comandante de los Lacedemonios. [5] Entonces, como el resto de sus hombres tambin llegaron inmediatamente a las manos con el enemigo, mat a algunos, aterroriz a otros y penetr a travs de la falange enemiga. Los Lacedemonios, intimidados por el prestigio de Epaminondas y por el imparable peso del contingente que conduca, se retiraron de la batalla, pero los Beocios continuaron el ataque y continuamente mataban a aquellos que estaban en retaguardia, de modo que una multitud de cuerpos se apil.

LXXXVII. En cuanto a los Lacedemonios, cuando vieron que Epaminondas en el fragor de la batalla estaba avanzando demasiado imprudentemente, cargaron en bloque contra l. Cuando los proyectiles volaron abundantes y rpidos sobre l, esquiv algunos, evit otros, aun otros arranc de su cuerpo y los us para repeler a sus enemigos. Pero estaba peleando heroicamente por la victoria, cuando recibi una herida mortal en el pecho. Como la lanza se rompi y la punta de hierro qued en su cuerpo, se cay sbitamente, su fuerza se apag por la herida. En torno a su

cuerpo se sigui una rivalidad en la que muchos fueron muertos de ambos bandos, pero al final, con dificultad, por su superioridad en fuerza corporal, los Tebanos consiguieron agotar a los Lacedemonios. [2] Como estos ltimos se volvieron y huyeron, los Beocios los persiguieron durante un poco pero regresaron, considerando lo ms esencial recoger los cuerpos de los muertos. As, cuando por las trompetas se convoc a sus hombres, todos se retiraron de la batalla y ambas partes elevaron trofeos reclamando la victoria. [3] De hecho los Atenienses haban derrotado a los Eubeos y a los mercenarios en la batalla por las colinas y estaban en posesin de los muertos; mientras que los Beocios, porque haban vencido a los Lacedemonios y estaban en posesin de los muertos, estaban por concederse a s mismos la victoria. [4] As durante largo tiempo ningn bando envi embajadores para recuperar a sus muertos, para que no pareciera que reconocan la victoria, pero despus, cuando los Lacedemonios fueron los primeros en haber enviado un heraldo para pedir la restitucin de sus muertos, cada bando enterr a los suyos. [5] Epaminondas, sin embargo, fue llevado de vuelta al campamento an vivo, y los mdicos fueron llamados, pero cuando declararon que sin duda tan pronto como la punta de lanza fuera extrada de su pecho, morira, con suprema valenta encontr su fin. [6] Porque convocando primero a su escudero le pregunt si haba salvado su escudo. En contestando que s y colocndolo ante sus ojos, pregunt de nuevo, quin era vencedor. A la respuesta del muchacho de que los Beocios eran vencedores, dijo: Es tiempo de morir, y les orden que retiraran la punta de lanza. Sus amigos presentes gritaron en protesta, y uno de ellos dijo: Mueres sin hijos, Epaminondas, y rompi a llorar. A esto replic: No, por Zeus, al contrario, dejo dos hijas, Leuctra y Mantinea, mis victorias. Luego cuando la punta de lanza fue retirada, expir sin agitacin.

LXXXVIII. Para nosotros que estamos habituados a conceder al fallecimiento de grandes hombres el galardn adecuado de alabanza, sera lo ms inapropiado, como pensamos, pasar por la muerte de un hombre de tal estatura sin una palabra de comentario. Porque me parece que sobrepas a sus contemporneos no slo en entrenamiento y experiencia en el arte de la guerra, sino tambin en moderacin y magnanimidad. [2] Pues en la generacin de Epaminondas hubo famosos hombres: Pelpidas, el Tebano, Timoteo y Conn, tambin Cabrias y Ifcrates, Atenienses todos, y, adems, Agesilao el Espartano, quien perteneca a una generacin algo ms vieja. An ms antiguos que estos, en los tiempos de los Medos y de los Persas, existieron Soln, Temstocles, Milcades y Cimn, Mironides y Pericles y ciertos otros en Atenas, y en Sicilia Geln, hijo de Deinomenes, y aun otros ms. [3] Todos estos, si comparas las cualidades de aquellos con el liderazgo y reputacin de Epaminondas, encontrars las cualidades de Epaminondas muy superiores. Porque en cada uno de los otros descubrirs un solo aspecto en el que fueron superiores, que les hicieran reclamar la fama, en l todos los aspectos combinados. Pues en fuerza corporal y en elocuencia, as como en altura de miras, desprecio de las riquezas, imparcialidad, y, sobre todo, en valor y pericia en el arte de la guerra, sobrepas con mucho a todos ellos. [4] As

fue que durante su vida su patria consigui la supremaca en la Hlade, pero cuando muri la perdi y sufri cambios a peor y finalmente, debido a la locura de sus lderes, experiment la esclavitud y la devastacin. As Epaminondas, cuyo valor fue reconocida entre todos los hombres, encontr de esta manera la muerte, como hemos mostrado.

LXXXIX. Los estados de Grecia despus de la batalla, puesto que la victoria les mostr que todos estaban en conflicto y que haban demostrado estar emparejados en valor, y, adems, que ahora estaban exhaustos por la serie ininterrumpida de batallas, hicieron la paz unos con otros. Cuando haban concluido una paz general y una alianza, trataron de incluir a los Mesenios en el tratado. [2] Pero los Lacedemonios, por su enfrentamiento irreconciliable con ellos, prefirieron no ser parte en la tregua y quedar los nicos de los Griegos fuera de ella[295].

*3+ Entre los historiadores Jenofonte el Ateniense prolonga su relato de Asuntos Griegos*296+ hasta este ao, terminndolo con la muerte de Epaminondas, mientras que Anaximenes de Lampsaco, quien compuso la Primera Investigacin de Asuntos Griegos*297+, comenzando con el nacimiento de los Dioses y la primera generacin de los hombres, y acabando con la batalla de Mantinea y la muerte de Epaminondas. Incluy prcticamente todos los hechos de los Griegos y no Griegos en doce volmenes. Y Filisto[298] llev su historia de Dionisio el Joven hasta este ao, narrando los hechos de cinco aos en dos volmenes.

XC[299]. Cuando Moln era arconte en Atenas, en Roma fueron elegidos como cnsules Lucio Genucio y Quinto Servilio. Durante el ejercicio de sus magistraturas, los habitantes de la costa Asitica se rebelaron contra Persia, y algunos strapas y generales alzndose insurrectos hicieron la guerra a Artajerjes[300]. [2] Al mismo tiempo Teos el rey Egipcio decidi luchar contra los Persas y prepar barcos y reuni las fuerzas de infantera[301]. Habindose procurado muchos mercenarios de las ciudades griegas, persuadi a los Lacedemonios asimismo a combatir con l, porque los Espartanos se haban alejado de Artajerjes ya que los Mesenios haban sido incluidos por el Rey Artajerjes en los mismos trminos que los otros Griegos en la paz general. Cuando el levantamiento general contra los Persas alcanz grandes dimensiones, el Rey tambin empez a hacer preparativos para la guerra. [3] Porque a la vez y al mismo tiempo deba pelear con el rey Egipcio, las ciudades griegas de Asia, los Lacedemonios y los aliados de estos (generales y strapas

que gobernaban las regiones martimas y haban acordado hacer causa comn con ellos). De estos los ms distinguidos eran Ariobarzanes[302], strapa de Frigia, quien a la muerte de Mitrdates haba tomado posesin de su reino, y Mausolo[303], seor de Caria, quien era seor de muchos castillos y ciudades importantes de las que la ciudad principal y madre era Halicarnaso, que posea una famosa acrpolis y el palacio real de Caria; y, adems de los dos ya mencionados, Orontes[304], strapa de Misia, y Autofradates[305], strapa de Lidia. Aparte de los Jonios estaban los Licios, Pisidianos, Pamfilios y Cilicios, as como Sirios, Fenicios, y prcticamente todos los pueblos costeros. [4] Con la revuelta tan extendida, se perdieron la mitad de los ingresos del Rey y lo que quedaba era insuficiente para los gastos de la guerra.

XCI. Los pueblos que se haban sublevado contra el Rey eligieron como su general a Orontes a cargo de todas las ramas de la administracin. Este, habiendo asumido el mando y los fondos necesarios para reclutar mercenarios, reuniendo la paga de un ao para doce mil soldados, procedi a traicionar su confianza. Pues sospechando que obtendra del Rey no slo grandes premios sino tambin la satrapa de toda la regin costera si entregaba a los rebeldes en manos de los Persas, primero arrest a aquellos que traan el dinero y los envi a Artajerjes; luego entreg muchas de las ciudades y a muchos de los soldados que haban sido reclutados a los oficiales en jefe que haban sido enviados por el Rey. [2] De similar manera, se produjo tambin la traicin en Capadocia, donde una cosa extraa e inesperada tuvo lugar. Artabazo[306], el general del Rey, haba invadido Capadocia con un gran ejrcito, y Datames[307], el strapa del pas, haba hecho campaa contra l, porque haba reclutado muchos caballos y tena veinte mil mercenarios sirviendo con l. [3] Pero el suegro de Datames, quien mandaba la caballera, deseando ganar favor y al mismo tiempo teniendo un ojo puesto en su propia salvacin, desert de noche y se pas con la caballera al enemigo, habiendo un da antes tenido tratos con Artabazo sobre la traicin. [4] Datames entonces convoc a sus mercenarios, les prometi grandes premios y lanz un ataque contra los desertores. Encontrndolos en el punto de reunin de los desertores con el enemigo y a l mismo atacando al mismo tiempo a la guardia de Artabazo y a los jinetes desertores, mat a todos los que trabaron combate cuerpo a cuerpo. [5] Artabazo, al principio inconsciente de la verdad y sospechando que el hombre que haba desertado de Datames estaba haciendo una contratraicin, orden a sus hombres matar a todos los quites que se haban aproximado. Y Mitrobarzanes[308], cogido entre los dos grupos, uno buscando venganza contra l como traidor, el otro tratando de castigarlo por la contratraicin estaba en un problema, pero como la situacin no permita tiempo para deliberar, recurri a la fuerza, y peleando contra ambos bandos les caus graves prdidas. Cuando, finalmente, ms de diez mil haban cado, Datames, habiendo puesto al resto de los hombres de Mitrobarzanes en huida y matado a muchos de ellos, llam con las trompetas a sus soldados que se haban ido en su persecucin. [6] Entre los supervivientes en la caballera algunos volvieron junto a Datames y le rogaron perdn, el resto

nada hizo, no teniendo un lugar al que volver, y finalmente, siendo unos quinientos, fueron rodeados y abatidos por Datames. [7] En cuanto a Datames, aunque incluso antes de esto era admirado por su liderazgo, en este momento gan una aclamacin mucho mayor por su valor y su sagacidad en el arte de la guerra, pero el Rey Artajerjes, cuando supo de la hazaa de Datames como general, porque se impacientaba por librarse de l, instig su asesinato[309].

XCII. Mientras estas cosas estaban ocurriendo, Reomitres[310], quien haba sido enviado por los insurgentes ante el rey Teos en Egipto, recibi de l quinientos talentos de plata y cincuenta barcos, y naveg a Asia a la ciudad llamada Leucae[311]. A esta ciudad convoc a muchos lderes de los insurgentes. Los arrest y envi encadenados a Artajerjes, y, aunque l mismo haba sido un rebelde, por los favores que haba prestado a travs de su traicin, hizo la paz con el Rey. [2] En Egipto el rey Taos, habiendo completado sus preparativos para la guerra, tena doscientas naves costosamente equipadas, diez mil mercenarios escogidos de Grecia, y adems ochenta mil infantes Egipcios. Dio el mando de los mercenarios al Espartano Agesilao[312], quien haba sido enviado por los Lacedemonios con mil hoplitas para luchar como aliado, siendo un hombre capaz de conducir tropas y altamente estimado por su valor y por su pericia en el arte de la guerra. [3] El mando de la flota lo confi a Cabrias[313] el Ateniense, quien no haba sido enviado oficialmente por su pas, pero haba sido privadamente convencido por el rey para unirse a la expedicin. El rey mismo, teniendo el mando de los Egipcios y siendo el general de todo el ejrcito, no prest ninguna atencin al consejo de Agesilao de permanecer en Egipto y dirigir la guerra a travs de sus generales, aunque el consejo era slido. De hecho cuando el ejrcito se haba ido muy lejos y estaba acampado cerca de Fenicia, el general dejado a cargo de Egipto se sublev contra el rey, y habiendo enviado una carta a su hijo Nectanebo le convenci de asumir el reino de Egipto, y de este modo estall una gran guerra. [4] Pues Nectanebo, quien haba sido nombrado por el rey comandante de los soldados Egipcios y haba sido enviado desde Fenicia a asediar las ciudades de Siria, despus de aprobar los proyectos de su padre, persuadi a los oficiales con sobornos y a los soldados gregarios con promesas, y as los convenci de ser sus cmplices. [5] Al final Egipto fue tomada por los insurgentes, y Taos, lleno de pnico, tuvo el atrevimiento de ir ante el Rey a travs de Arabia y pedir perdn por sus errores pasados. Artajerjes no slo lo absolvi de las acusaciones contra l sino incluso lo nombr general en la guerra contra Egipto.

XCIII. Poco despus, el Rey de Persia muri, habiendo gobernado cuarenta y tres aos, y Oco, quien asumi un nombre nuevo, Artajerjes, le sucedi en el reinado y gobern durante treinta y

tres aos (porque como el primer Artajerjes haba gobernado bien y se haba mostrado amante de la paz y afortunado, los Persas cambiaron los nombres de aquellos que gobernaron despus de l y prescribieron que llevaran este nombre[314]). [2] Cuando el rey Taos haba regresado al ejrcito de Agesilao[315], Nectanebo, quien haba reunido ms de cien mil hombres, vino contra Taos y el ret a celebrar batalla por el reino. Entonces Agesilao, observando que el rey estaba atemorizado y falto de valor para arriesgar una batalla, le inst a tener nimo: Porque, dijo, no son aquellos que tienen la ventaja del nmero los que vencen, sino aquellos que sobresalen en valor. Pero como el rey no le prest atencin a Agesilao, fue obligado a retirarse con l a una gran ciudad. [3] Los Egipcios al principio comenzaron a atacarlos una vez que los haban encerrado en ella, pero cuando haban perdido muchos hombres en sus asaltos contra las murallas, empezaron a rodear la ciudad con un muro y un foso. Como el trabajo se estaba rpidamente terminando por razn del gran nmero de trabajadores, y las provisiones de la ciudad estaban acabadas, Taos desesper de su salvacin, pero Agesilao, exhortando a sus hombres y atacando al enemigo de noche, tuvo xito inesperadamente en sacar a todos sus hombres salvos. [4] Y puesto que los Egipcios los haban perseguido pisndoles los talones y la regin era llana, los Egipcios supusieron que si rodeaban al enemigo con su superior nmero, lo destruiran completamente, pero Agesilao se apoder de una posicin que tena a cada lado un canal alimentado por el ro y as fren el ataque del enemigo. [5] Habiendo luego desplegado sus fuerzas de conformidad con el terreno y protegido su ejrcito por los canales ribereos, entabl batalla. El nmero superior de los Egipcios se haba hecho intil, y los Griegos, que los sobrepasaban en valor, mataron a muchos Egipcios y obligaron al resto a huir. [6] Despus Taos recuper fcilmente el reino egipcio[316], y Agesilao, como el nico que haba sin ayuda restaurado su reino, fue honrado con los regalos apropiados. En la travesa de vuelta a su patria a travs de Cirene, Agesilao muri, y su cuerpo conservado en miel[317] fue trasportado a Esparta donde recibi honores y un esplndido funeral.

A tal punto progresaron los hechos en Asia hasta el final del ao.

XCIV. En el Peloponeso, aunque los Arcadios haban firmado la paz general despus de la batalla de Mantinea, se adhirieron al convenio slo un ao antes de que renovaran la guerra. En el acuerdo fue escrito que cada cual regresara a su patria despus de la batalla, pero haban venido a la ciudad de Megalpolis[318] los habitantes de las ciudades vecinas que haban sido llevados a sus nuevos hogares y estaban encontrando que el traslado desde sus propias casas era difcil de hacer. Por ello cuando haban regresado a las ciudades que antao haban sido suyas, los Megalopolitanos trataron de obligarlos a abandonar sus patrias. [2] Y cuando por esta razn se produjo un enfrentamiento, los ciudadanos llamaron a los Mantineos y a ciertos otros Arcadios a que les ayudaran, y tambin a los Eleos y a otros pueblos que eran miembros de la alianza con los

Mantineos, mientras que los Megalopolitanos rogaron a los Tebanos que lucharan con ellos como aliados. Los Tebanos rpidamente les enviaron tres mil hoplitas y trescientos caballos con Pammenes como su comandante. [3] Lleg a Megalpolis, y saqueando algunos pueblos y atemorizando a otros oblig a sus habitantes a cambiar su residencia a Megalpolis. As el problema de la amalgama de las ciudades, despus que haba alcanzado tal grado de agitacin, fue reducido a la calma segn fue posible.

[4] De los historiadores, Atanas[319] de Siracusa escribi trece libros que comienzan con los hechos que ataan y seguan a la expedicin de Din, pero puso primero, en un libro, un relato del periodo de siete aos no descritos en el tratado de Filisto y registrando aquellos sucesos de manera sumaria hizo de la historia un relato continuo.

XCV[320]. Cuando Nicofemo era arconte en Atenas, la magistratura consular en Roma fue asumida por Cayo Sulpicio y Cayo Licinio. Durante el ejercicio de sus funciones Alejandro, tirano de Feras, envi barcos piratas contra las Ccladas[321], asalt algunas y tom muchos cautivos, desembarcando luego mercenarios en Pepareto[322] siti la ciudad. [2] Y cuando los Atenienses acudieron en auxilio de los Peparetianos y dejaron a Lestenes al mando de la misin, Alejandro atac a los Atenienses. En ese momento estaban bloqueando a los soldados de Alejandro que estaban estacionados en Panormo. Y puesto que los hombres del tirano atacaron inesperadamente, Alejandro obtuvo un sorprendente xito. Porque no slo liber al destacamento de Panormo de un gran peligro, sino tambin captur cinco trirremes ticas y una peparetiana, y cogi seiscientos prisioneros. [3] Los Atenienses, enfurecidos, condenaron a Lestenes a muerte por traidor y confiscaron su propiedad, eligiendo entonces a Cares[323] como general al mando y dndole una flota lo mandaron all. Pero emple su tiempo en evitar al enemigo e injuriar a los aliados. Porque naveg a Corcira, una ciudad aliada, y desencaden tan violenta confrontacin civil en ella que muchos asesinos y ladrones se apoderaron del lugar, con el resultado de que la democracia ateniense qued desacreditada a ojos de los aliados. As sucedi que Cares, quien hizo muchos otros actos injustos, nada bueno logr pero llev a su patria al descrdito.

[4] Los historiadores Dionisiodoro y Anaxis[324], Beocios, terminaron su relato de la historia griega con este ao. Pero nosotros, ahora que hemos narrado los hechos antes del tiempo del Rey Filipo, ponemos fin a este libro aqu de acuerdo con el plan trazado al comienzo[325]. En el siguiente libro que comienza con el ascenso de Filipo al trono, recordaremos los logros de este rey hasta su muerte, incluyendo en su contenido aquellos otros sucesos tal como han ocurrido en las otras partes conocidos del mundo.

[171] 370/69 a. C.

[172] Sobre los aliados de los Tebanos in 370 vase Jen. Hell. 6.5.23; Jen. Ages. 2.24.

[173] Vide Jen. Hell. 6.4.27-28.

[174] Vase tambin Plut. Preacepta gerendae reipublicae 814; Isoc. 5.52; Dionisio de Hal. 7.66.5.

[175] Segn Jen. Hell. 7.1.23, Licomedes era de Mantinea (tambin Paus. 8.27.2 y el propio Diodoro, cap. 62.2). Licomedes urgi a los Arcadios, que en este tiempo entraban a servir en otros estados en gran nmero como mercenarios, a dedicarse a fortalecer su propio estado.

[176] Vase para la Liga Arcadia Cary, Cambridge Ancient History 6.88f.

[177] La occidental ciudad arcadia de Tegea, se dice haber sido el hogar de Evndro y origen del nombre de Palatino (Virgilio Envida 8.51-54).

[178] Vase Jen. Hell. 6.5.10-18.

[179] Vase cap. 54.5.

[180] Jasn fue creado tago de los Tesalios, Jen. Hell. 6.1.18. Beloch prefiere la datacin de Diodoro, 371, a la de Jenofonte, 375/4. La muerte de Jasn caus el sbito colapso de la unificacin de Tesalia y abri la puerta a las agresiones tebanas.

[181] Vide libro 14.89, 92.3; cap. 19.2.

[182] Vase cap. 67.4. El comienzo de su reinado es situado en el arcontado de Frasicleides 371/0 en el Marm. Par. 72.

[183] Debera ser sesenta aos y diez meses.

[184] Vide Jen. Hell. 6.4.31-32.

[185] Duris llev su historia al menos hasta la muerte de Lismaco.

[186] 369/8 a. C.

[187] Segn Jen. Hell. 6.4.33, Polidoro y Polifrn, hermanos de Jasn, sucedieron a Jasn; Polifrn mat a Polidoro y l mismo fue asesinado por Alejandro, hijo de Polidoro, al siguiente ao (Jen. Hell. 6.4.34). Sobre la muerte de Alejandro vide libro 16.14.1.

[188] Jenofonte da testimonio del cruel carcter de su gobierno (Jen. Hell. 6.4.35ff).

[189] Supuestamente descendientes de Aleuas, un Heraclida, los Aleuadas formaron dos lneas: los Aleuadas de Larisa y los Escopadas de Crann. Fueron los grandes aristcratas de la sociedad tesalia.

[190] Vase cap. 67.4.

*191+ Los Orcomenios rechazaron ser miembros de la Liga Arcadia en base a su enemistad con los Mantineos (Jen. Hell. 6.5.11).

[192] Eran llamados eparitoi. Vase Jen. Hell. 7.4.22, 33, 36; 5.3; y abajo en cap. 67.2.

[193] Jen. Hell. 6.5.14.

[194] Vase Dem. 16.12, 19, y Jen. Hell. 6.5.19. Para la poltica de Atenas en este periodo vide Cloch, La Politique trangre d Athnes, 97-99. Cloch piensa que Atenas tuvo la oportunidad de expandir su confederacin a expensas de su antiguo aliado Tebas y su antiguo enemigo Esparta, pero su negativa a ayudar (debido especialmente a la recalcitrancia de Elis) dio en este tiempo a Tebas la ocasin de frenarlo.

[195] Los Treinta fueron instituidos como consejo de gobierno en Atenas por Lisandro despus de la captura de la ciudad (404 a. C.) tras la derrota de Egosptamos. Aunque los aliados de Esparta deseaban destruir Atenas completamente, la misma Esparta no permiti tan drstico castigo, sino que exigi la demolicin de las murallas, lo que se hizo por el populacho de Atenas al son de la msica de una flauta. Aunque haba prohibicin de reconstruirlas, cuando, despus de la victoria de Cnido (394 a. C), Conn regres a Atenas, el pueblo una vez ms construy las murallas.

[196] Vase Jen. Hell. 6.5.33-49. Diodoro data el envo de Ifcrates y su ejrcito demasiado pronto. Esto fue en la primavera del 369, despus de la campaa en Laconia.

[197] El mejor relato de esta invasin est en Jen. Hell. 6.5.22-32. Vide tambin Paus. 9.14; Plut. Pelpidas 24, Agesilao 31-32; Polieno 2.1.14, 15, 27, 29; Nepote Agesilao 6; Eliano Hitoriae Variae 14.27. La invasin de Laconia se produjo en invierno del 370/69.

[198] Un punto de reunin que se extiende en territorio de Laconia al norte de Esparta.

[199] En el extremo sureste de Arcadia lindante con la Arglide.

[200] Una regin muy montaosa en el norte de Laconia en la carretera que conduce de Esparta a Tegea.

[201] La histrica ocasin, 480 a. C., cuando Lenidas envi a casa a todos salvo a trescientos Espartanos, a los que retuvo para frenar el avance de Jerjes. Vide libro 11.11.

[202] Cadena montaosa inmediatamente antes de Esparta bordeando el ro Eurotas.

[203] Vase cap. 63.2. Jenofonte data la peticin de ayuda a los Atenienses despus del ataque sobre Esparta (Jen. Hell. 6.5.33-52).

[204] Vase Plut. Pelpidas 24.5, Agesilao 34.1; Paus. 4.26-27, 9.14.5; Isoc. 6.28. Aparentemente Jenofonte, el filoespartano, no hizo mencin de la refundacin de Mesenia.

[205] Un breve relato de la temprana historia de Mesenia y Esparta se encuentra en Cambridge Ancient History.

[206] Jefes de Pilos en la costa. Vide libro 4.68.6; y Pausanias 4.3.1.

[207] Los llamados hijos de Heracles que formaron la segunda oleada de invasores Dorios en el Peloponeso (vide libro 4.57f).

[208] Un Heraclida que favoreci a los primeros habitantes de Mesenia y fue muerto por los Dorios. Fue elevado con su hijo Epito a hroe por Epaminondas segn Paus. 4.27.6. Vase Estrab. 8.4.7.

[209] Un rey de linaje Agida. Primera guerra mesenia, 743-723 a. C. Vase Paus. 3.2.6, 4.4.2, 31.2 y Estrab. 6.3.3.

[210] De la unin de las vrgenes Espartanas (parteniai) con los hombres dejados en Esparta mientras en grueso de los Espartiatas estaban combatiendo en Mesenia. Se asentaron en Tarento en 708 a. C. Vide Estrab. 6.3-4.

[211] Hroe Mesenio de la segunda guerra mesenia, 685-668 a. C:

[212] Fragmentos de sus himnos militares y de sus poemas sobre el buen gobierno (eunomia) han sido recopilados. Schmid-Sthlin duda si un poeta vino de Atenas o Esparta en este periodo pero piensa ser muy posible que Tirteo viniera de Mileto junto con otros poetas que acudieron a Esparta desde las ms alejadas regiones de Asia Menor y las islas.

[213] 464-455 a. C. Vide libro 11.63.

[214] Situado en un promontorio en la costa norte del golfo de Corinto; un importante aliado de Atenas en la guerra del Peloponeso.

[215] Antiguamente Zancle, habitada por Sculos probablemente, luego colonizada por Calcidios.

[216] Tres meses en Plut. Agesilao 32.8.

[217] Jenofonte dice (Jen. Hell. 7.1.14) que cada uno ejerca un mando alternativo sobre las fuerzas martimas y terrestres por periodos de cinco das. Vide cap. 38.4.

[218] Vase cap. 62.2.

[219] Pellana en dialecto laconio. Situado en el ro Eurotas en la carretera de Esparta a Arcadia. Vide Jen. Hell. 7.2.2.

[220] Vide Plut. Pelpidas 26.

[221] Vase cap. 61.4, 6.

[222] Para un diferente relato sobre Filipo vase libro 16.2.2. Vide Esquines 2.28.

[223] Un relato de esta expedicin est en Jen. Hell. 7.1.15-22. Vase tambin Paus. 9.15.4.

[224] Segn Iscrates (Isoc. 8.118), Megara permaneci neutral. Es obvio aqu que permiti el paso a ambas partes.

[225] Pellene era la ciudad ms oriental de Acaya, un poco al noroeste de Sicin y Corinto.

[226] La lnea de Cencreas (en el golfo Sarnico) a Lequeo (en el golfo Corintio) cruzaba el istmo cerca del Peloponeso e inclua justo la ciudad de Corinto. Mencionada en el libro 11.16.3.

[227] La lucha por Sicin est explicada en Polieno 5.16.3 y Pausanias 6.6.3. Que los Beocios la conquistaron est indicado en Jen. Hell. 7.2.11, 3.2, 4.

[228] Segn Jen. Hell. 7.2.5-9, Fliunte permaneci leal a Esparta.

[229] Para el papel de aquellos Celtas e beros vide Jen. Hell. 7.1.20-22.

[230] Vase Jen. Hell. 7.1.27. Este intento por la paz es datado en primavera del 368.

[231] Esto se dice en Jen. Hell. 7.1.44-46 en el ao 367. Diodoro est probablemente equivocado en cuanto al ao.

[232] 368/7 a. C.

[233] Ptolomeo de Aloro era marido de Eurinoe, hija de Amintas III y Eurdice (Justino 7.4.5, 7), de ah el uso de . Pudo bien haber sido el hijo de un Amintas ya que el nombre era comn en Macedonia. Despus de la muerte de Alejandro asumi la regencia de Perdicas (Esquin. 2.29) y se cas con la reina viuda Eurdice (Just. 7.4.7). Si fue rey, no hubo monedas acuadas en su nombre. Vase tambin Plut. Pelpidas 27; Marsias en Ateneo 14.629d.

[234] Para esta aventura vide Plut. Pelpidas 27ff; Paus. 9.15.1-2; Nepote Pelpidas 5.

[235] Sobre la alianza vase Plut. Pelpidas 31.4, Apoptegmata de Epaminondas 17; Dem 23.120.

*236+ Sobre la batalla sin lgrimas vide Jen. Hell. 7.1.28-32 y Plut. Agesilao 33.3ff.

[237] Antiguo orculo de Zeus en piro.

[238] Paus. 8.27.3-4 cita cuarenta pueblos. Cary, Cambridge Ancient History 6.91-92, acepta la cifra de Diodoro pero no su datacin. Para la fecha de fundacin Paus. 8.27.8 da 371/0; el Mrmol Pario 370/69 o 369/8, mientras que Beloch acepta a Diodoro.

[239] Regiones del sur de Arcadia. En Menalia estaba situada la nueva fundacin, Megalpolis.

[240] Sobre los pasajes anteriores de Sicilia vase caps. 6-7, 13, 14, 15-17, 24 (peste y rebelin).

[241] Selinunte est en la costa meridional de Sicilia cerca del confn occidental, Entella est tierra adentro, mientras que rice est en el extremo noroccidental, el moderno puerto del cual es Trapani, y Lilibeo est al sur en la costa.

*242+ El Festival de la Pisa del Vino de Enero o Febrero en el que eran representadas comedias y tragedias. Por unnime consenso la poesa de Dionisio era mala y tediosa, pero nunca dej de intentarlo. Para una experiencia humillante vide libro 14.109. Vase tambin libro 15.6. El nombre de la obra presentada en esta ocasin era El rescate de Hctor.

[243] Hay que destacar que Atenas era entonces, con Esparta, una aliada de Dionisio I (Jen. Hell. 7.1.28-29). Atenas honr a Dionisio y a sus hijos con pblicas alabanzas y coronas en 369/8.

[244] Aunque Diodoro acaba de decir que Dionisio estaba representndola en Atenas, parece por su repeticin desear destacar el hecho de que el veredicto fue dictado por la ciudad ms crtica y exigente de la poca.

[245] 367/6 a. C.

[246] Una ciudad tesalia entre Feras y Farsalo. Para este bao de sangre vase Plut. Pelpidas 29.4.31.1 y Paus. 6.5.2f (fecha dada como 371/0, tal vez como resultado de omitir una Olimpiada).

[247] Vide Jen. Hell. 7.1.41f, que sita esta marcha despus de la conferencia de paz (cap. 76.3 abajo), probablemente de forma errnea.

[248] Vase Plut. Pelpidas 29.2-6. Despus de este rescate Pelpidas fue a Susa como enviado de Tebas.

[249] Vide Jen. Hell. 7.2.18ff, en el ao 366.

[250] 366/5 a. C.

[251] Vide Jen. Hell. 7.4.1; Dem 18.99; Esquin. 2.164, 3.85.

[252] Vide Estrab. 14.2.19.

[253] Vase Jen. Hell. 7.1.39. Para las anteriores embajadas de Artajerjes urgiendo la paz vide caps. 38.1, 50.4, 70.2. Este congreso que se celebr en Tebas parece haber fracasado como los previos.

*254+ Paideia es traducido por cultura por Werner Jaeger en su trabajo de tres volmenes de tal ttulo. Uno bien puede sorprenderse ante una lista de nombres que incluye al orador Anaxmenes de Lampsaco y omite a Demstenes. El fin de los pitagricos incluye Arquitas, Timeo, Xenfilo, Fanton, Equecrates, Diocles y Polimnasto (Diog. Laerc. 8.46, 79).

[255] i.e. despus del ao 366/5.

[256] 365/4 a. C.

[257] No parece haber una especfica referencia a este grupo en Elis, aunque probabl