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DIBUJO ARQUITECTÓNICO FAUD-UNSJ PRÁCTICO N° 4 – PERCEPCIÓN VISUAL – PARTE 3

13 de MAYO 2020

EL SIGUIENTE MATERIAL NO REQUIERE IMPRESIÓN

• Actividad 1: Conocer el Caso de Estudio “Casa Gilardi” Arq. Luis Barragán. México

1°- Realizar la lectura de los siguientes textos.

¿Para qué croquizamos? M.Arq. Carlos Herrera

http://www.faud.unsj.edu.ar/revista-andinas/andinas-digital/118-para-que-croquizamos/

Las siguientes reflexiones surgen a partir de una serie de preguntas:

¿para qué dibujamos los arquitectos?;

¿qué, cómo, con qué, cuando, donde dibujamos?;

¿cómo se hace un dibujo?; y

¿cómo y qué se enseña a dibujar?

Desde hace algunos años en el primer día de clases de Dibujo Arquitectónico, pregunto a los estudiantes

¿qué tipo de experiencia tienen con el dibujo?; las respuestas son variadas, algunos mencionan sus

prácticas de Dibujo Técnico en la Escuela Secundaria, otros se refieren a las actividades plásticas-

expresivas en el marco de una formación artística; mientras que otros responden que no han tenido

experiencia previa con el dibujo.

La pregunta siempre espera esta última respuesta, porque permite desenvolver los argumentos para

construir una noción del dibujo genérico como "un modo de ver, como manera de comprender,

capturar y construir el mundo". Así la mención de las primeras expresiones gráficas infantiles, hace

comprender y redescubrir a los estudiantes sus vínculos con el dibujo, expresiones que atraviesan el

desarrollo de la cultura humana desde las manchas "mágicas" en la pared de una caverna imaginando y

haciendo posible aquello deseado para la subsistencia hasta los garabatos que permiten comprender la

"espacialidad corporal" y el dominio del "espacio existencial".

Entonces la pregunta tiene una respuesta diferente, ahora ya tienen "experiencia", ya son todos iguales

aunque diferentes, ahora no importa y no tienen valor las "comparaciones", ahora los paralelos son

internos y unipersonales.

Esta es una manera de romper con estereotipos culturales expresados cotidianamente en ámbitos

académicos: "es que... yo no sé dibujar", "perdón, pero mis dibujos son muy feos", "si no sabés dibujar,

te va a costar mucho", "primero hago una idea en una hoja chiquita y después lo paso en limpio", "¡no

me salen los croquis!", "soy malo para las perspectivas"; expresiones que demuestran la prevalencia de

cualidades de belleza del dibujo, la "limpieza" de trazos, la "pulcritud" de elaboración, la exactitud y

correspondencia con el modelo de referencia; quedando subestimado y soslayado un mundo de

motivaciones que son razón de existencia de cualquier dibujo y que es "la construcción de un mundo

pleno de significado". Paolo Portoghesi, lo expresa claramente: "el dibujo de arquitectura es antes que un

conjunto de líneas trazadas sobre un pedazo de papel, un conjunto de operaciones establecidas por la

mente humana”

Aproximarnos a una noción de Dibujo Arquitectónico implica reflexionar sobre las múltiples vinculaciones

de la disciplina con el dibujo. Los arquitectos tenemos cierta "dependencia" con respecto a las

representaciones gráficas, así, entre la obra de arquitectura diseñada y construida, y los dibujos que la

representan existe una compleja trama de relaciones motivadas por el papel "sustitutorio" que el dibujo

cumple frente a la producción.

Entonces dibujamos para reproducir, para registrar aquello que podemos percibir; también lo hacemos

como una manera efectiva de expresar y desarrollar nuestro pensamiento o durante una instancia de

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análisis; pero el dibujo arquitectónico cobra su mayor virtud y sentido de existencia en los momentos de

anticipación.

Es precisamente durante el proceso de diseño, cuando el dibujo se constituye un ambiente de

generación, simulación, experimentación, mutación, prueba y error; en este sentido nos acercamos al

método de producción artesanal, en el cual se piensa y se hace al mismo tiempo, se dibuja y se piensa;

aunque a diferencia del artesano no se trabaje sobre el propio objeto, sino sobre una representación del

mismo.

Pero pensar en el proceso de diseño arquitectónico sólo en su aspecto gráfico constituye un caso

extremo, ya que la tarea de diseño cubre otras operaciones en las que intervienen motivaciones de

orden espacial, sensorial, funcional, económico, geométrico, histórico, cultural, emotivo, constructivo; las

que se integran operando en el espacio gráfico, el que funciona como un "pensamiento que se ve,

pensamiento que se palpa", o, en palabras de Michael Graves como una "especulación tangible".

En esta dirección, la enseñanza del dibujo arquitectónico debería centrarse en la comprensión lo que

estas herramientas suponen para la comprensión e ideación de la arquitectura más que en el

aprendizaje de conocimientos y habilidades necesarias para manipular adecuadamente los instrumentos

de proyectación; entendiendo a los Sistemas Gráficos como entidades subordinadas, contextualizadas

con el proceso creativo en que se desenvuelven.

Registrar para proyectar

Existe un tipo de dibujo denominado "croquis, boceto, schizzo, esquisse, o sketch"; y suelen encontrarse

en el diario o bitácora de cualquier arquitecto ávido por el ejercicio visual y gráfico. Estos dibujos son

registros taquigráficos y fragmentarios que captan aspectos importantes de una realidad perceptible;

sirven como repertorio de tipologías o de resoluciones a problemas arquitectónicos, o bien adquieren

valor en sí mismo. Son registros realizados con economía de recursos gráficos, en un breve lapso de

tiempo, que transmite, en forma directa una imagen y en forma indirecta una carga de impresiones

emotivas, sensitivas y perceptuales.

Para los estudiantes, el croquis resulta una herramienta básica que permite analizar y describir

críticamente formas existentes; adiestrarse y ejercitar la mirada y las manos; desarrollar la capacidad de

comprensión y sensibilización ante la experiencia del espacio vivencial arquitectónico; e impulsar una

manera de pensar y percibir la arquitectura.

Para Alvaro Siza, mirar y palpar, los ojos y la mano son un mismo instrumento, un mismo sentido

perceptivo y activo. La actividad mirar-pensar-trazar plantea un doble viaje, lo que aprendemos

reaparece disuelto en los rastros que después trazamos, el ojo recibe, la mano extrae.

La práctica del croquis resulta de vital importancia en la formación del arquitecto, puesto que potencia

actitudes de reflexión y observación crítica; esa observación supera los aspectos "tangibles" y

"registrables" de toda situación escénica, convirtiéndose en una oportunidad para pensar en aquello que

no se dibuja - "los indibujables"- aquello que está condicionado, permitido, posibilitado, impedido, negado

por las condiciones materiales y que definen condiciones de habitabilidad. Por ello entendemos que la

práctica del croquis debe asimilarse como una "actitud" que debe incorporarse y asimilarse continua e

interminablemente.

En el escenario actual, en el cual la tecnología digital ha desarrollado equipos más potentes y

"accesibles", software más versátil y con interfaces más amigables, cámaras digitales con múltiples

funciones y gran capacidad de almacenaje, juegos interactivos, animaciones digitales, amplia cobertura

de conectividad; el dibujo "a mano alzada" se ha visto desplazado en algunas instancias del proceso

proyectual.

Pero creo que el dibujo manual aún resiste en las primeras instancias del proyecto, en la transformación

de las ideas en imágenes y de éstas en aquellas, ya que cuando se trata de concebir lo que todavía no

existe, la mano que elabora imágenes y produce trazos sigue siendo insustituible.

Por estas razones entendemos al dibujo arquitectónico -en su máximo potencial comunicativo- como

signo que remite a otra cosa y que supera la materialidad de los trazos; que, en nuestro caso consiste en

una propuesta de "habitabilidad", la que se debe buscar, leer, escribir ahí "entre las líneas, bits, píxeles,

manchas o animaciones".

Esta es la invitación.

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Una visita a la Casa Gilardi de Luis Barragán

M.Arq. Carlos Herrera

Viajar es una experiencia inevitable, y no me refiero a destinos lejanos, costosos, exóticos, (aunque no

quedan excluidos en este breve texto), algunas veces viajamos trasladándonos de un sitio a otro, desde

casa al centro comercial, desde casa a la escuela, desde casa al gimnasio, desde casa hacia donde sea.

Pero en otras ocasiones el viaje es imaginario, alimentado por el deseo de ir a algún lado distinto al

habitual, y ni hablar en estas circunstancias de encierro obligatorio por la pandemia viral.

Viajar reside en nuestros genes humanos, viajamos desde siempre, a veces siguiendo o persiguiendo a

nuestro alimento, o buscando mejores condiciones climáticas, o buscando agua y refugio, o simplemente

por curiosidad, para ver que hay detrás de la colina, somos curiosos por naturaleza, porque viajar te

predispone y activa los sentidos de una manera especial, pero sin duda para un arquitecto o estudiante

de arquitectura es fundamental.

La ciudad de México es enorme, densa en población, densa en smog, densa en cantidad de

automóviles, su aire es denso; las piernas no te responden, te falta el aire, pero eso te ocurre hasta que

te acostumbras. Pero también hay densidad en otras cosas, en las texturas de sus comidas, en la

intensidad de sus colores, en lo ancestral de sus costumbres, en los aromas de sus frutos, en el espesor

de su luz intensa, de sus sombras y penumbras.

El arquitecto mexicano, Luis Barragán (1902-1988) gustaba de viajar, y así lo recomendaba: “… no me

pregunten por esta o por aquella obra, no busquen lo que yo hago, vean lo que yo ví”.

Barragán contaba con 80 años, hacía diez que se había retirado de la actividad profesional cuando fue

convocado para un encargo, una casa familiar, emplazada en un terreno entre muros medianeros en

Ciudad de México, en el que sólo crecía un árbol, un jacarandá de flores color lila.

En un principio rechazó la propuesta alegando que estaba fuera de ritmo, aunque inmediatamente

recomendó que cuando hicieran el proyecto, mantuvieran el árbol existente en el sitio, “la casa girará en

torno a ese árbol” expresó. El señor Gilardi supo que, con ese comentario, Barragán aceptaba el

encargo.

La pequeña casa rosada, se cierra hacia la calle, reforzando su interioridad, está ordenada sobre el eje

longitudinal del terreno.

La casa se organiza en tres bloques;

Un volumen hacia el frente del terreno, contiene los servicios y los dormitorios,

Un volumen posterior, dispone el estar, el comedor y la piscina.

Y un tercer volumen conecta a ambos.

Todos ellos dispuestos para configurar un patio que rodea el Jacarandá.

La casa resume los argumentos de la arquitectura de Barragán: belleza, silencio, soledad, serenidad,

magia y sorpresa, dispuestos en muros plenos, patios, y juegos de luces y sombras.

Axonometría identificando los Bloques

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Axonometría general

Axonometría general desde atrás

Estos dibujos axonométricos resultan de utilidad para identificar la composición general de la vivienda,

pero poco expresan sobre las cualidades espaciales, perceptuales de la casa Gilardi. Pasemos a ver una

secuencia de fotos.

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• Actividad 2: Simulando un recorrido virtual.

1°- A continuación, podrán visualizar una serie de imágenes que intentarán, de manera limitada, simular un recorrido virtual parcial por la Casa Gilardi.

Links de interés:

https://www.youtube.com/watch?v=wZCEHS7TaMI

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Rosada, luminosa, táctil, cerrada, introspectiva, íntima.

Pesadez, robustez, solidez, intriga.

Misterio, sorpresa, suspenso

Calma, serenidad, calidez

Paz, magia, espacio-tiempo, intriga.

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• Actividad 3: Dibujar el pasillo de Ingreso “paso a paso”. Escala 1:50.-

1°- Coloque la lámina A4 en posición “VERTICAL” para realizar el dibujo semejante a la siguiente imagen correspondiente al “Pasillo de Ingreso a la casa Gilardi”

A la derecha se ubica la puerta que accede al sector de Servicio (Garage, Cocina), a la izquierda se aprecia la puerta de acceso a Baño y Depósitos en Planta Baja, también se asoma el primer escalón de la escalera hacia los Dormitorios en Plantas de Primer y Segundo Piso, y al final se percibe la puerta de acceso hacia el Pasillo que conecta con el Estar, Comedor, Piscina y Patio. Vamos a comenzar tomando como referencia el rectángulo indicado en línea roja.

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2°- Dibuje en ESCALA 1:50, una Línea Horizontal de Base y una paralela o Línea de Horizonte (LH) a 1,50 mts de separación. (Está definiendo la altura de los ojos de un observador de pie), UTILICE LÁPIZ DE GRAFITO HB o N°2 TIPO ESCOLAR, CON JERARQUÍA DE LINEAS AUXILIARES

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3°- Dibuje en ESCALA 1:50, un RECTÁNGULO de 1,750 mts de ancho y de 2,95 mts de altura, tomando la misma desde la LINEA BASE HORIZONTAL. Sitúe un PUNTO DE FUGA en LH. IMPORTANTE: Las medidas que tracemos en ese rectángulo serán las únicas dimensiones que podremos verificar utilizando un elemento de medición (escalímetro o regla). NOTA ACLARATORIA: El borde exterior de todas las imágenes es ilustrativo para el borde de la página A4, el resultado de la Lámina no necesariamente deberá ser igual. Los colores son usados para dar claridad al proceso, no es necesario usar color en el desarrollo de la lámina y tampoco deberán borrar los trazados auxiliares.

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4°- Trace desde cada uno de los Vértices del rectángulo inicial, rectas CONCURRENTES al Punto de Fuga determinado. Estará dibujando rectas horizontales, paralelas entre sí, que definen la sección del volumen. 5°- Trace un RECTÁNGULO LIMITE, de igual proporción que el Rectángulo Inicial, de dimensiones 7,00 mts de ancho y 11,80 mts de altura. Verifique que los Vértices del nuevo rectángulo están ubicado en las rectas concurrentes al PF.

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6°- Ahora haremos una partición de la superficie del PISO, dividiendo en TRES FAJAS IGUALES LONGITUDINALES (1 – 2 – 3). Dividiendo el ancho en segmentos de 0,58 mts aprox. cada uno, y trazando Rectas Concurrentes al Punto de Fuga, siendo el muro inicial el UNICO lugar en donde poder tomar VERDADERAS DIMENSIONES.

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7°- Ahora, trazando la DIAGONAL del Rectángulo del Piso, determinamos DOS Puntos de Referencia para dividir en TRES FAJAS IGUALES TRANSVERSALES

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8°- Trazando SEGMENTOS DE RECTAS HORIZONTALES que pasen por los PUNTOS DE REFERENCIA determinados previamente, lograremos una CUADRICULA DE NUEVE PAÑOS IGUALES en el PISO.

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9°- Trazando las DIAGONALES de los PAÑOS INDICADOS (A3 – B2 – C1), obtendremos TRES nuevos PUNTOS de REFERENCIA.

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10°- Trazando SEGMENTOS DE RECTAS HORIZONTALES que pasen por los PUNTOS DE REFERENCIA determinados previamente, lograremos una CUADRICULA DE 18 PAÑOS IGUALES en el PISO. Ahora el PISO está DIVIDIDO en TRES FAJAS LONGITUDINALES y SEIS FAJAS TRANSVERSALES.

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11°- El paso siguiente consiste en ubicar algunas aberturas para puerta en los muros laterales. Vamos a dejar vacíos los espacios correspondientes a los paños A -B – C y D que corresponden a un “ensanche” del pasillo hacia el lado izquierdo en donde se sitúa la escalera hacia los pisos superiores. Del lado izquierdo del pasillo, el paño E corresponde a un muro, mientras que del lado derecho se ubica una puerta hacia la cochera y cocina. Siguiendo en el lado izquierdo, en el paño F se ubica una puerta hacia el baño.

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12°- En este paso vamos a definir la altura de las aberturas ubicadas en los muros laterales, ambas con 2,30 mts desde el piso. La dimensión vamos a indicarla en el “único muro en donde podemos tomar medidas reales en escala”, es decir el “muro inicial.

2,3

0 m

ts

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13°- Ahora trazamos rectas concurrentes al Punto de Fuga desde las alturas correspondientes a las puertas laterales hasta intersectar a las rectas verticales que definen el ancho de las mismas. .

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14°- Ahora vamos a “ensanchar” el muro inicial ubicado al fondo del pasillo para poder ubicar la abertura que conecta con el espacio siguiente. El piso de ese espacio contiguo se encuentra “elevado” 0,35 mts con respecto al nivel del piso del pasillo. La abertura tiene un ancho de 1,00 mts y una altura de 2,60 mts.

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15°- Trazando rectas concurrentes al PF, desde los vértices del nuevo paño agregado junto al muro inicial, tendremos la definición de las aristas límites superior e inferior de un plano lateral en el espacio de la escalera.

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16°- En esta imagen se definen los planos superior e inferior con el ensanche del espacio correspondiente a la escalera.

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17°- Resta ahora definir las aristas definitivas con la jerarquía correspondiente a ARISTAS VISIBLES, pero sin borrar el trazado previo, luego incorporar la escala humana, realizar un “ajuste” en el techo en el espacio de la escalera, aplicar texturas en pisos, muros, cielorraso, espesores de muros en aberturas, un par de escalones, y por último incorporar un par de líneas para sugerir la continuidad y cualidades del espacio contiguo (pasillo amarillo).

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Entrega: Miércoles 20 de mayo

Envío al mail dibujo.faud.unsj@gmail.com Asunto: Arq. NNN (Correspondiente a Comisión) – Apellido y Nombre (tuyo) – DNI o

Registro