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DESDE LOS LIBRETOS DE CONVIVENCIA HACIA LA FORMACIÓN EN VALORES Y CIUDADANÍA EN LA ESCUELA MARTHA CECILIA GUEVARA GUTIÉRREZ Trabajo de grado como requisito parcial para optar el título de Licenciado en Educación Básica con Énfasis en Lengua Castellana Asesora: YENNY ALEXANDRA GARCÍA MONTAÑO Especialista en Tendencias Contemporáneas de Pedagogía UNIVERSIDAD DEL TOLIMA INSTITUTO DE EDUCACIÓN A DISTANCIA LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN LENGUA CASTELLANA IBAGUÉ – TOLIMA 2014

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DESDE LOS LIBRETOS DE CONVIVENCIA HACIA LA FORMACIÓN EN VALORES Y CIUDADANÍA EN LA ESCUELA

MARTHA CECILIA GUEVARA GUTIÉRREZ

Trabajo de grado como requisito parcial para optar el título de Licenciado en Educación Básica con Énfasis en Lengua Castellana

Asesora: YENNY ALEXANDRA GARCÍA MONTAÑO

Especialista en Tendencias Contemporáneas de Pedagogía

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA INSTITUTO DE EDUCACIÓN A DISTANCIA LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN LENGUA CASTELLANA

IBAGUÉ – TOLIMA 2014

NOTA DE ACEPTACIÓN

Ibagué, Mayo de 2014

DEDICATORIA

Doy gracias a Dios por encontrarme, caminar a mi lado y respaldarme en este largo

trasegar por la vida. A mis hijos, Brady Jean Pierre, Sharon Khaterín y Carlos David, les

dedico este logro, por ser motores en mis momentos de flaqueza, porque les tocó

prescindir de mí en tiempos importantes de sus vidas. A mis padres, en especial a mi

madre que en medio de sus muchas batallas su amor permanece. A María del Socorro

Ramírez por ser mi hermana y darme su apoyo incondicional, a mi madre espiritual

María Isabel Benjumea por estar conmigo en los instantes más difíciles y enseñarme a

ser una mujer fuerte y valiente.

4

AGRADECIMIENTOS

Al IDEAD por pensar en la formación de muchos tolimenses. A la dirección del

programa de Lengua Castellana por su proyecto flexible a distancia, el cual beneficia

una gran cantidad de población que no tenía la oportunidad de cumplir sus metas de

profesionalización, gracias por forjar nuestros proyectos de vida. Gracias a todos los

maestros que nos acompañaron en esta trayectoria por encaminarnos en la misión que

tenemos como maestros; quisieron creer en nosotros, orientándonos con su calidad

humana y sabiduría, conocimientos y experiencias. Seguro maestros que sus tutorías

lograron trascender en nosotros, significarán el peso no de una hoja seca, sino el sello

de unas huellas tatuadas que harán eco en muchos lugares de nuestro país.

De igual forma agradezco a mis compañeros, quienes lograron cumplir sus propósitos,

y a aquellos que se quedaron en el camino, pero que también fueron nuestros aliados

en este sueño.

A la profesora Yenny Alexandra García Montaño, nuestra maestra asesora, quien nos

acompañó paso a paso en este trabajo, se adentró con nosotros en este trabajo

monográfico, asesorándonos con su apoyo incondicional, mil y mil gracias por su

bondad y compromiso con su labor. Nos enseñó con su actitud a pensar diferente, a

cumplir a cabalidad este sueño. De igual forma a la maestra María Cristina Barrero,

quien nos acompañó en los diferentes encuentros asesorándonos y apoyándonos

durante este trabajo.

Dios los bendiga.

5

CONTENIDO

Pág.

INTRODUCCIÓN 8

1. ASPECTOS METODOLÓGICOS 10

2. UNA MIRADA HACIA LA DIMENSIÓN POLÍTICA EN LA ESCUELA 15

2.1 ÁMBITO EPISTEMOLÓGICO ACERCA DE LA DIMENSIÓN POLÍTICA 16

2.2 CONTEXTUALIZACIÓN PEDAGÓGICA DE LA DIMENSIÓN POLÍTICA 19

3. DESDE LOS MANUALES DE CONVIVENCIA HACIA LOS PACTOS ESCOLARES 23

3.1 ÁMBITO LEGAL SOBRE MANUALES DE CONVIVENCIA 26

3.2 CONTEXTUALIZACIÓN PEDAGÓGICA DE MANUALES DE CONVIVENCIA 29

4. EDUCACIÓN EN VALORES Y CIUDADANÍA: UNA RUTA PEDAGÓGICA PARA MEJORAR LA CONVIVENCIA ESCOLAR. 39

4.1. ÁMBITO EPISTEMOLÓGICO 40

4.2. ÁMBITO LEGAL 46

4.3. CONTEXTUALIZACIÓN PEDAGÓGICA 48

5. CONCLUSIONES 55

RECOMENDACIONES 60

REFERENCIAS BIBLIOGRAFIACAS 59

6

RESUMEN

Esta monografía propone algunas reflexiones pedagógicas sobre la dimensión política

en el territorio sociocultural de la escuela. Se basa en los avances del macro-proyecto:

Redescubrir la escuela (2009), dirigido por el grupo de investigación Argonautas del

Instituto de Educación a Distancia IDEAD, Universidad del Tolima, cuyo principal

objetivo es influir en la renovación de las prácticas de enseñanza en la región, a través

del proceso de investigación formativa, desarrollada con co-investigadores inscritos en

el programa: Educación Básica con énfasis en Lengua Castellana, desde el primer

hasta el décimo semestre.

El contenido corresponde al estudio sobre la dimensión política, los manuales de

convivencia y el retorno a la educación en valores, incluyendo los avances extraídos

del macro-proyecto mencionado. De este modo, el primer capítulo expone la

metodología, el segundo capítulo presenta la dimensión política en su relación con la

escuela; el tercer capítulo estudia los manuales de convivencia; y el cuarto capítulo

invita a una educación en valores.

El lector puede encontrar conexiones entre los registros de la investigación, las

perspectivas de la autora, y los aportes teóricos. Los resultados muestran que es

necesario cambiar la forma en que las instituciones educativas públicas de esta ciudad,

están utilizando los manuales de convivencia; ya que son muy pocos los que

comprenden su verdadera importancia. Por otra parte, muchos de los problemas de

comunicación y convivencia que perjudican el desarrollo del hábitat de la escuela,

crecen cada día. Por lo tanto cobra importancia la educación en ciudadanía y valores.

.

Palabras Claves: dimensión política, manual de convivencia, competencias

ciudadanas, valores.

7

ABSTRACT

This monograph proposes some pedagogical reflections on the political dimension in

sociocultural territory of the school. It is based on advances of macro-project:

Rediscover the school (2009), led by the Argonauts research group of the Institute of

Distance Education IDEAD, University of Tolima, whose main objective is to influence

the renewal of teaching practices in the region, through the formative research process

developed with co-researchers registered in the program: Basic Education with

emphasis in Spanish Language, since first until the tenth semester.

The content corresponds to the study of political dimension, manuals coexistence and

return to values education, including advances extracted macro-mentioned project.

Thus, the first chapter exposes the methodology, the second chapter presents the

political dimension in their relationship with the school; the third chapter studies the

coexistence manuals; and the fourth chapter invites to a values education.

The reader can find connections between research records, prospects of the author,

and theoretical framework. The results show that it is necessary to change the way that

public educational institutions of this city are using coexistence manuals; because very

few understand its true importance. Moreover, many of the problems of communication

that hurt school habitat development grow every day. Therefore, becomes important the

citizenship education.

Keywords: Political dimension, coexistence manuals, citizenship skills, values.

8

INTRODUCCIÓN

Esta monografía tiene como propósito central estudiar la dimensión política de la

escuela para proponer una alternativa pedagógica que mejore los espacios de

convivencia y participación. De acuerdo a lo afirmado por Arendt (1997), la dimensión

política es una necesidad ineludible para la vida humana tanto individual como social.

Reflexionar sobre la dimensión política en la escuela, invita a pensar estudiantes con

poder de decisión, capaces de ejercer ciudadanía, de transformar y cambiar las esferas

de participación social en el país. Por ello, es necesario movilizar y construir en

conjunto escenarios de convivencia en la escuela, hacia un ambiente que promueva

pactos y valores humanos, lo cual implica dejar de lado las viejas estructuras rígidas de

normas impuestas y acciones punitivas para crear un hábitat polifónico en la escuela,

donde se respeten las identidades culturales y las múltiples voces que requieren

articular los intereses comunes, individuales y colectivos.

Otro propósito de este estudio, es confrontar el manual de convivencia con la

cotidianidad escolar, luego poder discernir los cambios que necesita el manual de

convivencia, teniendo en cuenta la ley 1620 de 2013, para dar una posible salida a las

diferentes problemáticas presentadas debido a la ausencia de valores en las aulas y la

escasa posibilidad de utilizar los espacios escolares para el diálogo y el encuentro.

Además, la autora tiene el deseo de redescubrir la escuela como un ámbito generador

de ciudadanos muy humanos, teniendo en cuenta sus realidades actuales para

reflexionar si garantiza espacios de participación, convivencia y formación en

ciudadanía hacia una renovación de las prácticas pedagógicas.

A partir de los avances del macro-proyecto Redescubrir la escuela, se percibe la

oportunidad de indagar, concienciar y contribuir a superar de manera esperanzadora

los problemas que afectan los ambientes de convivencia en las instituciones educativas

observadas. De igual forma, se busca visibilizar dificultades que se viven a diario en las

instituciones educativas, como la hostilidad, la falta de diálogo, de tolerancia, y de

9

solidaridad con el otro. La necesidad de sentir y analizar lo que sucede en el contexto

educativo, se relaciona con la realidad social y política en que están inmersas las

comunidades educativas; por eso, resulta imprescindible reivindicar el diálogo, la

escucha, los pactos y las acciones que faciliten caminos de interrelación equitativa

entre los agentes educativos.

En este orden de ideas, es clave comprender que si se desea fortalecer la dimensión

política en la escuela, la educación en valores, tendrá un lugar primordial en el

fortalecimiento de la pluralidad desde una perspectiva de integración entre lo igual y lo

diferente. La educación en valores contribuye a que se de en los sujetos un desarrollo

integral, en los distintos ámbitos de la vida. La ética es justamente, la encargada de

formar y educar construir y ejercer su condición humana.

Por tanto, la formación de valores básicos en la escuela como base del

desarrollo potencial ético, moral y de valores, desde una perspectiva

constructivista que reconoce la necesidad de articular valores universales

mínimos con valores que respeten y resinifican los contextos culturales.

(Alvarado, Ospina. 2003, p, 375).

La propuesta escrita inicia con aspectos metodológicos y constituye el capítulo que

explica cómo se ha desarrollado la monografía. El segundo capítulo intenta crear un

hilo conductor que entreteje la teoría y los avances de investigación hacia la

comprensión de la dimensión política en la escuela. Por eso se definen categorías

como política, luego se revisa el marco legal y se cierra con la contextualización

pedagógica que debería repensar y fortalecer esta dimensión en la escuela; ubicando

al ser humano como ser histórico, protagonista del cambio en los escenarios sociales.

El tercer capítulo, aborda el manual de convivencia teniendo en cuenta aspectos

legales y pedagógicos. Por último, esta monografía presenta en el cuarto capítulo, la

formación en valores y ciudadanía, con el fin de aportar una alternativa pedagógica

que ayude a configurar intervenciones escolares y futuros proyectos a favor de la

convivencia y la ciudadanía.

10

1. ASPECTOS METODOLÓGICOS

Con el ánimo de traer a la luz los avances del macro-proyecto Redescubrir la escuela

IDEAD, se ofreció a algunos estudiantes la opción de realizar un estudio monográfico a

partir de una dimensión de la escuela, teniendo en cuenta avances del proceso de

investigación formativa, presentados por algunos co-investigadores hasta el sexto

semestre. En ese orden de ideas, se eligió el estudio de la dimensión política, motivo

por el cual al realizar la lectura de cinco informes de investigación se hizo un inventario

de observaciones y hallazgos relacionados con los mecanismos de regulación escolar,

aspecto que se relaciona con la dimensión de interés de la autora.

Así nace esta monografía, en el marco del estudio de algunos avances de investigación

aportados por el macro-proyecto Redescubrir la escuela, liderado por el grupo de

investigación Argonautas, cuyos co-investigadores son estudiantes del programa

Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Lengua Castellana de la Universidad

del Tolima- IDEAD. Ellos por medio de la investigación-acción-participativa realizaron

un trabajo de observación en cinco instituciones educativas de la ciudad de Ibagué, con

el objetivo de analizar sus múltiples escenarios de actuación. Sus percepciones y las

memorias de algunas entrevistas semi-estructuradas, estudios de caso o entrevistas a

grupos focales, fueron presentadas en informes escritos a lo largo de su proceso de

investigación formativa y también se encontraron registros de diarios de campo.

De todos estos hallazgos y reflexiones aportadas por los estudiantes co-investigadores

hasta su sexto semestre, la autora de este estudio monográfico revisó y seleccionó

para su trabajo de grado la información relacionada con la dimensión política en la

escuela; lo cual la llevó también a indagar datos que hablaran de los manuales de

convivencia y los espacios de convivencia. Además se recopilaron algunas frases

relacionadas con la cotidianidad escolar y emitidas por las comunidades observadas.

Fue así como se abrió la puerta a una nueva mirada de la dimensión política en la

11

escuela y se trazó una ruta de indagación teórica y pedagógica que permitiera

comprender lo hallado.

Este estudio implicó la revisión bibliográfica de diferentes documentos que abordan la

problemática encontrada en algunos hallazgos, se evidenció problemas intolerancia,

agresión, limitación para el dialogo y de estrategias para lograr una buena convivencia.

Se pensó de acuerdo a la indagación que se hizo iniciar con la creación varios

ámbitos, como el epistemológico, legal y pedagógico. Al avanzar en el análisis de las

realidades que caracterizan la cotidianidad escolar y que dejan ver algunos problemas

de convivencia en este territorio socio-cultural, se buscó a la luz de los referentes

consultados proponer una alternativa pedagógica que sirviera como ruta hacia el

fortalecimiento de los ambientes escolares.

A fin de crear un trabajo tentativo que logre inquietar a los lectores, se abordan nuevas

miradas de la dimensión política en la escuela, se propone una escritura mixta que

relaciona lo subjetivo, explicativo, interpretativo y comprensivo, para que el lector pueda

acercarse de una manera sensible a las realidades actuales de la educación y

reconozca la necesidad de construir espacios de reflexión e interacción entre el

conocimiento y la realidades educativas.

El proceso de escritura de la monografía se nutrió con diversas miradas. Así desde

varios puntos de vista, tuvo en cuenta la voz de los actores pedagógicos, la mirada de

los estudiantes co-investigadores y la propia voz; de tal modo que se profundiza la

observación de la cotidianidad escolar y luego se confrontara lo hallado a la luz de la

teoría. Por esta vía el modo de interpretar la dimensión política en la escuela y la

concepción de la formación de ciudadanos llevó a una conexión con la dimensión social

y humana que también están presentes en el territorio escolar.

Al mismo tiempo, surgieron limitaciones por la dificultad para encontrar material

bibliográfico actual que hablara de la dimensión política en la escuela; sin embargo en

este empeño, se logró plasmar un trabajo gratificante que espera propiciar posibles

12

cambios en las realidades escolares. Indagar y estudiar la dimensión política en sus

diferentes enfoques, permitió discernir y plasmar en la monografía el verdadero

propósito que tiene esta dimensión en la escuela, se pudo observar que su

interpretación sirvió de estudio y reflexión como lo plantea guía metodológica:

La exploración de estas dimensiones cobra real sentido cuando se

propone no sólo develar las problemáticas que como redes complejas

construyen la escuela y sus territorios, sino activar, mediante el trabajo

compartido con la comunidad, los mecanismos que permitan construir

alternativas de solución a las problemáticas. (Gamboa, Hernández, &

Sánchez, 2011, p.5).

La presente propuesta consta de cuatro capítulos. Se inicia con el reto metodológico,

constituye el capítulo que explica de donde se extrajo el material para crear la

monografía, los avances de investigación aportados por el macro-proyecto Redescubrir

la escuela, cuyos co-investigadores son estudiantes del programa Licenciatura en

Educación Básica con Énfasis en Lengua Castellana de la Universidad del Tolima-

IDEAD. Por medio de la investigación-acción-participativa, junto con búsqueda

bibliográfica, y materiales.

Se abre el segundo capítulo dividido en dos bloques, el primero contiene los conceptos

epistemológicos de la dimensión política donde se incluye la definición de la categoría

política y aportes de algunos teóricos quienes ven esta dimensión oportuna para crear

espacios de realización humana, en vez de pensarla como un término cargado de

significados negativos. En el segundo bloque está consignado el contexto pedagógico,

con el que se busca comprender los avances de investigación en conexión con la

dimensión política de la escuela. Desde allí se ubica al ser humano como ser histórico,

protagonista del cambio en los escenarios sociales. Además se procura responder los

interrogantes nacidos durante este recorrido:

¿Qué aportes epistemológicos, pedagógicos y legales contribuyen al estudio de

la dimensión política en algunas escuelas de Ibagué?

13

¿Garantiza algunas escuelas de la ciudad de Ibagué los espacios de formación

política, participación y convivencia?

El tercer capítulo, está dividido en dos bloques, en la primera parte, se encuentra los

términos epistemológicos, y el marco legal abarca el Manual de Convivencias

sustentadas por la ley como deber y derecho que tienen los estudiantes, también, como

dispositivo generador de los proceso humanizantes que incentivan la dignidad humana,

durante este recorrido se percibe el desgaste de la convivencia en los ambientes

escolares haciendo que el Manual de Convivencia se convierta en un arma de

sanciones, castigos y amenazas, en la segunda parte, se refuerza con las

contextualizaciones pedagógicas que nacen de los hallazgos, aquí se aborda como

herramienta generadora de pactos con la temáticas enfocada en el crecimiento y el

desarrollo humano. Durante este trayecto se da respuesta a las preguntas que

surgieron durante esta línea.

¿Cómo lograr que los manuales de convivencia dejen de ser herramientas para

imponer el orden y cumplan su función formativa en algunas instituciones

educativas de Ibagué?

¿Qué pasaría si los manuales de convivencia promovieran el debate y la

participación de la comunidad educativa, en torno a la solución de sus conflictos

cotidianos escolares?

Por último, el cuarto capítulo plantea la propuesta de formación en valores y

ciudadanía, pensada a raíz de las diferentes problemáticas encontradas en algunos

contextos educativos. El capítulo está dividido en tres bloques, en el primero se

encuentra el marco epistemológico, el cual implicó la búsqueda de voces que aportaran

a este trabajo con la intención de fortalecer las diferentes temáticas de valores,

ciudadanía, y competencias ciudadana. El segundo bloque, está dedicado al marco

normativo para respaldar argumentos que surgieron de las realidades educativas y de

los aportes de los co-investigadores de Redescubrir la escuela. El tercer bloque

contiene las contextualizaciones pedagógicas, que se anudan a partir de las siguientes

preguntas:

14

¿Qué alternativas pedagógicas proponer para mejorar los espacios de

convivencia en algunas escuela de Ibagué y fortalecer su dimensión política?

¿Por qué es importante rescatar la educación en valores y ciudadanía en

algunas escuelas de Ibagué?

15

2. UNA MIRADA HACIA LA DIMENSIÓN POLÍTICA EN LA ESCUELA

Un ciudadano es alguien capaz de hacer su propia vida, pero con sus

iguales. El ciudadano tiene dos lados fundamentales: hace su vida, no se

la hacen, no es siervo, ni esclavo, pero no la hace en solitario, sino en la

polis, en la ciudad, la hace con otros que no son ni más ni menos que él,

sino sus iguales. Uno de los grandes retos del siglo XXI es meter hasta la

medula de los huesos que es preciso que los seres humanos puedan

hacer su vida, sus elecciones, con aquellos que no son más que ellos y

no tienen por qué sentirse acomplejados, ni menos que ellos, por tanto,

no tienen porqué sentirse superiores, sino que a fin de cuantas son sus

iguales. (Adela Cortina, 2001, p.46)

En este recorrido teórico-reflexivo, se pretende explorar la dimensión política, abordar

los principios y prácticas en el reconocimiento de la igualdad de los estudiantes

observados en el macro-proyecto Redescubrir la escuela; reflexionar si la escuela

garantiza espacios de participación, convivencia y formación ciudadana, para presentar

una propuesta orientada a la construcción de una actitud colectiva democrática,

pluralista, subjetiva, diversa, participativa e intercultural, fundada en valores que

promueve la educación ciudadana. Todo lo anterior parte de estos interrogantes:

¿Qué aportes epistemológicos, pedagógicos y legales contribuyen al

estudio de la dimensión política en la escuela?

¿Garantiza la escuela los espacios de formación política, participación y

convivencia?

16

2.1 ÁMBITO EPISTEMOLÓGICO ACERCA DE LA DIMENSIÓN POLÍTICA Trabajar la dimensión política en la escuela debería ser una exigencia, basada en

criterios de cooperación común de servicio, siempre encaminada a humanizar, las

personas que no tienen una conciencia de servicio son las que afectan negativamente

los escenarios ya que no tienen ninguna motivación de participación. Por tal razón, es

importante pensar en este trabajo la política como un poderoso elemento de

trasformación de la realidad sociocultural. Por lo tonto, una escuela que reduzca la

democracia a la mera actividad rutinaria, está coartando y negando la posibilidad de

vivir una democracia e igualdad.

Freire (1994), afirma Como educadores y educadoras no podemos

eximirnos de responsabilidad en la cuestión fundamental de la

democracia. Como educador y educadora somos políticos hacemos

política al hacer educación. Y si soñamos con la democracia debemos

luchar día y noche por una escuela en la que hablemos a los educandos y

con los educandos, para que escuchándolos podamos también ser oídos

por ellos. (Torres p. 102)

Las instituciones educativas tienen la responsabilidad de desempeñar un rol importante

en la disposición de una sociedad participativa democrática, uno de sus principales

retos debería ser la integración de los niños, jóvenes a la sociedad democrática

solidaria, si se actuara con la con convicción clara de que la política permite abrir vías

de participación, entonces se lograría formar en los estudiantes principios claros de lo

que es ser un ciudadano críticos con poder, autonomía, madurez intelectual y moral.

Es importante que la escuela comprenda la diversidad, igualdad y diferencias la

heterogeneidad de las personas que se van a formar, que conciban que los

estudiantes no son una copia exacta de reproducción, no es la suma de muchos niños

con su total igual, cada uno tiene habilidades, son niños y jóvenes con capacidades de

decisión con un potencial racional, con posibilidades de ejercer social, económica

17

políticamente en las diferentes esferas. Se piensa que la ausencia de la dimensión

política en la escuela causa deterioro en la formación de personas integrales y

modifican en el sistema educativo.

Si bien es cierto, que se identifica el término político a la elemental forma de Estado y

a su aparato, al gobierno con su estructura estatal y a todos los dirigentes que realizan

una actividad electoral, este ejercicio lo podemos percibir cada vez que hay cambios de

gobernantes cada periodo de elecciones populares; propaganda de cada propuesta, los

colores de cada partido, los carteles y algarabía. La mayor parte de la población asocia

esta actividad democrática con el verdadero significado que se le debe dar al hecho de

ser políticos. Esta actividad se da como un interés de un grupo que ambiciona el poder,

poder de gobernar, poder de reconocimiento, de enriquecimiento, de autoridad, hacen

de esta dimensión política un ejercicio que deteriora la perspectiva de ver y hacer de

esta dimisión un ejercicio creador de una realidad específicamente humano.

Para Arendt (1997), la política es una “necesidad ineludible para la vida

humana, tanto individual como social, puesto que el hombre no es

autárquico, sino que depende en su existencia de otros, el cuidado de

ésta debe concernir a todos, sin lo cual la convivencia sería imposible”. (p.

67).

La política no debería equipararse al sistema de partidos corruptos, al sistema político

de gobiernos injustos o tiranos y a la manera como unos pocos toman decisiones

dejando en la miseria a las mayorías; sino que debe verse como un ámbito de

realización humana, como el camino hacia el cambio cultural y social. Es mejor seguir a

Durkheim, quien propone la idea de que la política es una actividad en la que el ser

humano se realiza.

La política, se trata de la sociedad política, de la patria, pero con las

condiciones de que se la conciba no como una personalidad ávida y

egoísta, preocupada únicamente de extenderse y engrandecerse en

18

detrimento de las personalidades semejantes, sino como uno de los

múltiples órganos que concurren a la realización progresiva de la idea de

humanidad. A esta sociedad es a la que, sobre todo, tiene la escuela la

función de vincular al niño. (Durkheim, 1963, p.67).

Es un desafío para los docentes actuales y futuros construir acciones colectivas de

organización para la vida en comunidad, para la escuela es un reto establecer unos

pactos que disminuyan la hostilidad y incertidumbre en las relaciones que se vivencias

con los actores en la comunidad educativa.

El asumir las instituciones educativas como asociaciones políticas es

reconocer que la convivencia escolar conlleva a situaciones de

conflictividad propias de las relaciones sociales, donde el antagonismo las

diferencias de ideas y las confrontaciones de intereses y motivaciones

conviven. (Delgado y Arias. 2009, p, 46).

La formación política para los docentes, debería ocupar un espacio valioso en la

promoción del pensamiento crítico, siendo promovida en los ambientes de aprendizaje

como un espacio de realización humana, como un ejercicio permanente que invite a

aplicarla en la vida cotidiana y no sólo en situaciones escolares reguladas; en tanto

que, se busque la formación de ciudadanos autónomos. No obstante, el deterioro de la

palabra política, está cargada de significados negativos y poca credibilidad en el

contexto colombiano; lo cual, incide en que las personas no tengan claro su concepto.

Esta concepción que se tiene del termino de política, también disminuye la visión y el

ejercicio que se tiene del gobierno escolar, manual de convivencia y de democracia, la

formación ética y valores asunto que limita las posibilidades de ejercer una actitud

política por parte de niños, jóvenes y por parte de los mismos maestros; quienes no

creen en las promesas de los famosos candidatos y gobernantes que aparecen en

tiempos de elecciones con los mismos discursos en las propagandas de la televisión,

prensa y radio. Todo lo anterior sumado a tantas contradicciones relacionadas con la

19

impunidad, el desacato a los derechos de los ciudadanos y otras vejaciones que

evidencian los mismos medios de comunicación en el país y en el mundo.

Además, si en la familia y en las aulas hay apatía y rechazo a participar en espacios

políticos, o si son escasos los espacios de negociación, debate y participación a la hora

de tomar decisiones, y si desde estas esferas de interacción no se da ejemplo con

respecto al ejercicio de los principios y valores ciudadanos ¿Cómo enseñar a niños y

jóvenes que a través de la política se puede construir una sociedad y un país mejores?

Es notorio que cada día crece el desprestigio de la palabra política y también los

conflictos escolares. Más, cuando se refuerza la idea negativa acerca de convertirse en

líder o agente político, porque se niega el ejercicio de la democracia participativa y se

imponen reglas sin diálogo, o se rechaza y persigue a quienes opinan diferente.

Teniendo en cuenta estas circunstancias, la escuela está llamada a promover desde

sus proyectos de convivencia la pluralidad, la participación, la diversidad, el ejercicio de

interacción y la toma de decisiones como fruto de la actividad humana. La formación

política representa un reto hoy en las instituciones educativas, es un camino que

requiere flexibilidad y mucha escucha por parte de directivos y profesores, si es que

apuestan a la formación en valores y en competencias ciudadanas que faciliten crear

ambientes escolares dialogantes y pacíficos donde se interactúe con libertad, respeto,

más allá de las ambiciones y el poder.

2.2 CONTEXTUALIZACIÓN PEDAGÓGICA DE LA DIMENSIÓN POLÍTICA Durante este recorrido teórico se percibe que la escuela no está garantizando espacios

de formación política, se puede ver que el sistema educativo está sufriendo un

contraste con los cambios socioculturales y los modelos pedagógicos que se están

empleando, se debe ser conscientes que los trastornos que inquietan la educación se

lograrían implementando la acción política como herramienta clave para mejor la

20

estructura social. De la misma manera, hay que comprender que no puede haber un

crecimiento de participación y democracia con la problemáticas de intolerancia, falta de

comunicación y por ende una pobre convivencia.

Es importante estudiar la dimensión la política en la escuela, para asumirla de manera

crítica y participativa en sus espacios socio-culturales, entendiendo que cada individuo

debe trascender hacia la autonomía porque puede ser un fabricante de transformación

0social, cuyas diferencias e identidad merecen ser respetadas, pues todos los

ciudadanos son sujetos con derechos y deberes, con libre albedrío para tomar

decisiones y para buscar su autorrealización. Hace falta cuestionar los resultados de

las clases sobre democracia, valores y ética; las cuales por mucho tiempo se han

impartido a niños y jóvenes colombianos, a partir de unos lineamientos curriculares

emitidos por el Ministerio de Educación Nacional.

El potencial político en los niños, niñas y jóvenes se fortalece en ellas y

ellos con el desarrollo de la sensibilidad ciudadana, los ejercicios

concretos de participación democrática ante los procesos de toma de

decisiones cotidianas, cercanas y lejanas, y fundamentalmente por el

desarrollo de posiciones de respeto y defensa de los derechos humanos.

(Alvarado, 2009, p. 22).

Parte del reconocimiento de la emergencia de las formas distintas de agrupamiento

son inherentes al ser humano, parten de lo individual y luego de interrelaciones

sociales que se tejen con la necesidad de interactuar y crean principios de que

gobiernan la acción de los sujetos a través de la igualdad y distinción. Es posible que la

escuela no esté formando ciudadanos que sean sujetos políticos conscientes de tener

derechos y deberes en su contexto; pues al revisar los avances de investigación del

macro-proyecto: Redescubrir la escuela, se halló de forma reiterativa que las

comunidades educativas en su mayoría, tienen dificultad para participar en la vida

21

escolar, carecen de espacios participativos y sobre todo, les cuesta llevar a la práctica

lo que indica el manual de convivencia.

En este hallazgo:

La institución educativa se encuentra un nivel socio-cultural medio, los niños están en

medio de una educación tradicional, por este motivo los niños se encuentran un poco

reprimidos en las técnicas educativas. Por otro lado el espacio de convivencia es

mínimo, se podría decir que un tanto reducido para la cantidad de alumnos, se hace

una breve observación a todos los grados, sus docentes están muy apegados a una

educación tradicional, los niños entre los 6 a 10 años, están sujetos a sus docentes

más con temor que como un amigo con el cual pueden compartir experiencias y

solucionar problemas presentados en el entorno. Los niños están en un espacio donde

su educación no es crítica, solo están prestos a recibir un conocimiento que después

de unos días ya no estará en sus mentes, aprender por el momento y para el momento,

las clases son un poco monótonas, es necesario que el docente cree un espacio de

reflexión dentro de la misma clase para que sus alumnos se sientan interesados por

aprender. (Avances del macro-proyecto: Redescubrir la escuela. Observación

institución educativa Miguel de Cervantes Saavedra, co-investigadores: Natalia

Galeano, Julián Andrey Cortez, Johnny Cordero, Ainilda Ávila. Línea de investigación:

espacios de convivencia.

Se puede percibir en la anterior experiencia de observación que los ambientes

educativos, en muchos casos no favorecen los procesos de aprendizaje y mucho

menos el desarrollo integral del ser humano. Para construir escenarios donde se

habilite la actuación de la dimensión política en la escuela se debería promover en los

espacios cotidianos de interacción pedagógica e integración escolar: la ética y los

valores como el respeto por la diversidad, la participación, la autonomía y el poder de

decisión, como bases en la formación de ciudadanos conscientes de ser sujetos de

derechos y deberes. Además, el cultivo de competencias ciudadanas en la escuela, es

imposible sin un ambiente crítico que permita la libertad de pensamiento y el desarrollo

pleno de la autodeterminación cultural de sus educandos. Más allá de imponer normas

22

y autoridad pedagógica, los maestros deberían proponer el diálogo en torno a normas y

acciones que faciliten vivir en aulas en paz y buscar nuevos caminos que propicien la

convivencia.

Las escuelas del siguiente milenio demandan, nos parece, una mayor

capacidad de autonomía y juicio, una más amplia responsabilidad frente a

la realización personal y social del individuo y un fortalecimiento de su

democracia para que se construya en un escenario ejerza la capacidad

de dirigir su destino en un mundo donde la aceleración del cambio, a

acompañado de fenómenos que tienden a modificar las relaciones

pedagógicas. (Builes, 2003, p.286).

En síntesis, debe haber un cambio en las instituciones educativas es allí donde se

aprende la socialización, se debe sensibilizar a niños y jóvenes acerca de la

importancia de conocer y practicar los deberes y los derechos que tienen los

ciudadanos, los cuales fueron creados para fortalecer las relaciones humanas en busca

de la convivencia hacia el bien común, y también para organizar las acciones que

facilitaran la construcción de ciudadanía participativa. Por esta vía, se requiere con

urgencia que tanto las instituciones educativas como los maestros, tomen conciencia

de su rol en la formación socio-cultural de ciudadanos y que las competencias

ciudadanas trasciendan a la acción, a la vivencia, con tal de dinamizar los gobiernos y

ambientes participativos de las escuelas; de modo que las habilidades ciudadanas, los

derechos y deberes constitucionales, dignifiquen y liberen a los educandos.

23

3. DESDE LOS MANUALES DE CONVIVENCIA HACIA LOS PACTOS ESCOLARES

Muchas veces desde las oficinas centrales diseñamos propuestas

innovadoras que creemos ayudaran a mejorar las condiciones del trabajo

en el aula. Para nuestra sorpresa revotan contra la indiferencia y el

rechazo de quienes deberían ser los protagonistas y beneficiarios del

proyecto las propuestas de educación para la convivencia no escapan a

la regla. (Zaritzky, 2003, p. 174).

Por medio de este capítulo se pretende confrontar el Manual de Convivencia con la

cotidianidad escolar con el fin de aportar otra mirada sobre esta herramienta de

regulación; pues más allá de concebirle como un instrumento pasivo generador de

normas y de sanciones, debe asumirse como un instrumento generador de escenarios

oportunos para el diálogo y para construir pactos. Igualmente se reflexionará acerca de

las implicaciones que tienen los Manuales de Convivencia y del manejo que se le da a

las normas en el contexto educativo. Todo lo anterior motivó los siguientes

interrogantes:

¿Cómo lograr que los manuales de convivencia dejen de ser herramientas para

imponer el orden y cumplan su función formativa en algunas instituciones de la

ciudad de Ibagué?

¿Qué pasaría si los manuales de convivencia promovieran el debate y la

participación de la comunidad educativa, en torno a la solución de sus conflictos

cotidianos escolares de algunas instituciones de la ciudad de Ibagué?

Se define el Manual de Convivencia como una herramienta pertinente para las

instituciones educativas, aportar fundamentos conceptuales y jurídicos que le dan

validez a todo un sistema organizado de pautas institucionales con autonomía para

modificar y poner en práctica los deberes y derechos consignados con el propósito de

armonizar los procesos de convivencia.

24

la importancia del manual de convivencia es poder percibirlo como un proceso de

socialización política con escenarios que promueva dentro de la interacción un orden

social donde se pueda trabajar por los intereses individuales y colectivos, donde se

trabaje por fortalecer los encuentros y los pactos todo esto con la certeza de aportar

para una sana convivencia y a la vez mejorar la calidad sociocultural, esto implica que

la calidad de las de acciones estén vinculadas no solo a un proceso de legitimación y

sino a un proceso de correlación basadas en el conocimiento y la concordancia que

existe entre educación y democracia.

De la misma manera, se quiere lograr que esta herramienta cumpla su función útil de

ser intermediaria entre los aspectos legales y los conceptos que dan la oportunidad de

que el individuo crezca en una atmosfera que posibilite y desarrolle su potencial

humano por medio de la calidad de la experiencias, anulando la rigidez y se

caracterizarse por ser flexible frente a los principios y derechos que tienen los

estudiantes con su propia personalidad, las instituciones deberán respetar la autonomía

individual y colectiva frente a una diversidad sociocultural. Es un derecho respetar la

actitud y carácter que tomen los estudiantes respecto a su reconociendo en la identidad

y orientación sexual hacen parte de la liberta, dignidad y autonomía.

Entonces, la responsabilidad de las instituciones educativas es promover, motivar,

formar, en el conocimiento y pertenencia de la libertad, igualdad, participación y

democracia teniendo en cuanta los contextos, la calidades de las estrategias y el

trabajo de enseñanza en las aulas, un primer punto de partida es tener claro el

propósito de la política, en este caso va encaminada a fortalecer la construcción y el

fortalecimiento de los condiciones directamente relacionadas con el modo como las

personas se organizan y participan en los escenarios públicos, estas experiencias hace

que las personas sean más humanas. Entonces, el manual de convivencia debe

concebirse como un escenario de la socialización política, con convicción para

fomentar la socialización, la participación, el liderazgo, el dialogo y la calidad de los

25

encuentros, además se debe tener ver la escuela no como escenario solo institucional,

sino, sino concebirla como un contexto diverso, pluralista de trasformaciones y

trascendencia social. En este sentido, podemos señalar que para que haya una cultura

política crítica, donde el manual de convivencias se aun pretexto para penetrar en los

ambientes escolares y profundizar en las modificaciones de una serie de actitudes y

acciones, paradigmas, que se han convertido en hábitos en el actividad escolar.

También se percibe como un documento interno, sustentado en una base legal y

estructuras donde se consignan las relaciones de los estudiantes con la comunidad

educativa, reglas de higiene, pautas de presentación personal, estímulos y sanciones,

que dan garantizan la armonía institucional, también se encuentran elementos del

debido proceso con principios reguladores que dan garantía de las decisiones cuando

se presenta un proceso disciplinario, por último en esta manual esta consignada la

inspección y vigilancia para garantizar que le proceso de elaboración y modificación se

haya cumplido con la debida participación y democracia, coherencia y respaldo jurídico.

El Manual de Convivencia es de mayor importancia para los actores educativos como:

supervisores, coordinadores, directivos, docentes, demás profesionales de inspección,

vigilancia. Entender la convivencia en su naturaleza y dinámica, es trabajar por ofrecer

una excelente calidad en los ambientes escolares, es fomentar acciones para que los

estudiantes fortalezcan los lazos de interacción social, por ende se pude pensar que el

Manual de Convivencia como el pacto social que busque disminuir la arbitrariedad,

intolerancia, agresividad, más bien, que sea visto como un mecanismo que favorece un

atmosfera saludable que permita el desarrollo armónico de las prácticas educativas y

que no se ha visto como una herramienta basada en la prohibición, el castigo y la

sanción y de cierta manera sea un manual injusto para buscar cambiar actitudes y

mejorar conductas.

26

3.1 ÁMBITO LEGAL SOBRE MANUALES DE CONVIVENCIA

Al entrar en rigor, en Colombia, la ley general de educación (ley 115 de

1994) se incluye en el lenguaje institucional de las organizaciones

escolares el Manual de Convivencias, para designar el instrumento

normativo que, además de la clasificación de las instancias de autoridad,

contienen los procedimientos para la atención de diferentes situaciones,

así como también señala los derechos y deberes de los estudiantes,

normativa que mediante legislación posterior ratifica un la obligatoriedad y

estructura de dicho manual, y señala responsabilidades de carácter

convivencia a las instituciones educativas para con los estudiantes.( ley

115 de 1994, articulo 73).

De acuerdo a la normatividad el propósito es el de mejorar los espacios educativos

ofreciendo un clima escolar que garantice la armonía en las escuelas, que podemos

concienciar que el clima escolar es un factor de eficacia de primera importancia en los

escenarios educativos, pensar en el clima es escolar es imaginar un buen espacio con

un buen rendimiento y un buen nivel de convivencia. Cobra aún mayor fuerza cuando

se perciben buenas relaciones entre estudiantes, estudiantes, docentes y toda la

comunidad en general.

La idea es potencializar las normas cobra sentido, siempre y cuando potencie el

análisis de conflicto que se presentan en las instituciones para hallar su raíz. Hay que

entender las diferencias y especificidades de los contextos, aproximarse a la realidad

de los niños, niñas y jóvenes de nuestra sociedad que sufren las consecuencias de una

violencia familiar, social, cultural y política. Son estos niños quienes llegan a las

escuelas. Entonces ¿Por qué contaminar los ambientes escolares con más violencia

que vulnere los derechos de estos niños? ¿Si lo que les toca vivir en sus contextos es

insoportable?

27

Por lo tanto, teniendo en cuenta las realidades de los contextos educativos actuales,

las anteriores situaciones conlleva a afectar los espacios educativos y por ende toda la

malla social, estas realidades de cierta manera se convierten en una en objeto de

estudio preocupante. Lo que el Ministerio de Educación Nacional pretende es darle un

giro al Manual de Convivencia, piensan que este material se debe tener en cuenta para

que sea un canal abierto de posibilidades de participación y se convierta en un

instrumento generador de espacios para los pactos, entonces, los estudiantes van a

vivir experiencias trascendentales que cambien los paradigmas en cuanto percepción

de las diferencias y formas de solucionar los conflictos.

Aquí se pretende exponer las modificaciones que plantean y los artículos que la

respaldan, para hacer un proceso de actualización en la nueva reforma del manual de

convivencias, queriendo profundizar en los contenidos que debe implementar teniendo

como base los principios, definiciones y responsabilidades sugeridas por la ley 1620 de

2013, Artículos 2, 5, 13, 17, 18, 19 y 21 en el Decreto 1965 de 2013, aspectos que

deben desarrollarse en los artículos 28, 29 y 30.

Además, Para actualizar el Manual de Convivencias el Ministerio de Educación

Nacional recomienda tener en cuenta tres elementos esenciales importantes para dar

comienzo a este proceso que permitirá dar una coherencia entre la ejecución de la ley

1620 del 2013 y los contextos educativos. La primera sugerencia está pensada en

formar los Comité Escolar de Convivencia, dirigido a institución educativa basada en el

compromiso y la responsabilidad que deben tener para liderar el ejercicio.

Para lograr lo anterior, se debe tener en cuenta los seis pasos que son los puntos para

analizar los cambios y consisten en la capacidad que deben tener los docentes para

leer las realidades de los contextos educativos a partir de las vivencias sociales

incluyendo y fortaleciendo las subjetividades y pluralidades de los ambientes planteado

en el Artículo 29 del Decreto 1965. Y por último, contar con los lineamientos generales,

28

que está relacionado con el procesamiento de actualización del manual, enfocado a la

renovación de la convivencia escolar.

Es necesario cambiar los esquemas que han venido permeando las escuelas

tradicionales, caracterizadas por que el maestro sea la autoridad. Es tiempo de cambio,

así, como se han transformado los modos de comunicarse y de estar juntos en un

territorio y en la aldea global. Las instituciones educativas no se pueden quedar atrás.

Hay que darle espacio al diálogo y hay que abrir puertas a la formación y promoción de

valores, a la tolerancia, a la aceptación y al amor por el prójimo porque esto humaniza.

Se deberá forjar en los estudiantes la autonomía y el juicio político que les

permita participar de manera activa en los asuntos colectivos, tanto en su

comunidad escolar como en ámbitos más amplios. La formación

ciudadana se ocupará entonces, de crear en los estudiantes la conciencia

de la responsabilidad que cada uno tiene en la construcción del destino

que como seres humanos todos compartimos. (Carreño & Trujillo, 2009,

p. 43).

Finalmente, es necesario comprender que la escuela es un espacio donde se

encuentran diferentes actores con una dinámica constante de interacción personal y

colectiva que afectan a otras instituciones sociales, en este heterogeneidad de

diversidad de culturas, ideologías, religiones se encuentran problemáticas, de modo

que la cotidianidad de los problemas se presentan con un proceso y unas

particularidades fundamentales que ameritan la claridad de los roles y el

funcionamiento adecuado de todo el aparato institucional, por lo tanto no debe ser una

reproductora exacta de los proceso que aprendizaje y de valores, precisamente porque

en ella se da la diferencia y la igualdad, por lo tanto no se puede entender como una

institución unificadora, De manera que es un deber estudiar las realidades de los

contextos para ir renovando las herramientas legales que posibilite los cambios de

paradigmas que azotan las instituciones.

29

3.2 CONTEXTUALIZACIÓN PEDAGÓGICA DE MANUALES DE CONVIVENCIA

Educar es conducir y conducir no es arrastrar. Por la fuerza se arrastra

pero no se conduce. Suprimir por el uso de la fuerza, la capacidad

evolutiva del niño, es ignorar las condiciones que lo hacen digno. Quien

conduce, enseña el camino que juzga mejor, pero el que arrastra elimina

brutalmente toda posibilidad de optar. Cosifica el sujeto al despojarlo de la

libertad que lo signa. Corte constitucional de la República de Colombia.

Sentencia C-371 de 1994. (Builes, 203, P.285).

Es compromiso de las instituciones educativas cumplir la finalidad del manual de

convivencias y establecerlo como herramienta fundamental en la orientación del

proceso educativo que corresponde al reto de crear una nueva sociedad y unas

personas coherentes con las acciones, con capacidad creativa, critica, democrática y

con una gran decisión de vivir armónicamente consigo mismo y con los demás, en

donde el gobierno escolar juegue un papel importante en la solución de conflictos

individuales y colectivos.

En algunas de las instituciones educativas observadas en Redescubrir la escuela, por

medio de los instrumentos del diario de campo, entrevistas semi- estructuradas, se

puede determinar que esto manuales o herramientas de convivencia parecen estar

destinados al ocultamiento, no son debidamente socializados y ajustados a las

necesidades de sus comunidades educativas; lo cual evidencia el temor de los

maestros o administrativos a perder el control de sus contextos. Al ser de uso exclusivo

para quienes administran el poder y la disciplina, se evidencia que se le reduce a ser

un aparato sancionador; a cumplir con el requisito legal; y a adornar los currículos,

deteriorando sus propósitos.

El Manual de Convivencia, puede entenderse como una herramienta en la

que se consignan los acuerdos de la comunidad educativa para facilitar y

garantizar la armonía en la vida diaria de las instituciones educativas. En

este sentido, se definen las expectativas sobre la manera cómo deben

30

actuar las personas que conforman la comunidad educativa, los recursos

y procedimientos para dirimir conflictos, así como las consecuencias de

incumplirlos acuerdos (Chaux, Vargas, Ibarra & Minski, 2013, p. 27, citado

del Ministerio Nacional de Educación,2013).

Es importante hacer otra mirada a los manuales de convivencia, si se quiere lograr que

sean significativos al momento de mejorar el clima escolar actual y las actitudes o

competencias ciudadanas que requieren los estudiantes para convivir en sociedad. De

hecho, hasta que alumnos, docentes y el resto de las comunidades educativas,

renueven su manera de ver estas herramientas y logren ponerlas en marcha de

manera conjunta, será posible hablar de democracia participativa en los contextos

escolares y dar respuestas a los problemas de comunicación y convivencia que

enfrentan.

En las observaciones reportadas por los co-investigadores del macro-proyecto

Redescubrir la escuela, se pueden constatar situaciones reales que está viviendo la

escuela, problemáticas que se presentan por ejemplo en una de las instituciones objeto

de estudio. Un problema relevante y frecuente hallado es la indisciplina, la cual está

afectando de manera sistemática los espacios de convivencia y el respeto por los otros.

Así se expresa en el siguiente hallazgo:

Las investigaciones facilitaron descubrir problemáticas que viven las instituciones.

Tienen que enfrentar múltiples situaciones de conflicto entre estudiantes, dentro y fuera

del colegio, debido a la falta de control de parte de los docentes y directivas para evitar

el ingreso de armas blancas y alucinógenos. La mayor dificultad se presenta porque

algunos de los estudiantes pertenecen a grupos o pandillas que quieren generar

pánico y liderazgo negativo dentro y fuera de las aulas. (Avances de investigación del

macro-proyecto: Redescubrir la escuela. Grupo focal, Observación Institución

Educativa, Alberto Santofimio Caicedo, por los estudiantes: Diana Belén Acosta,

Amanda Celis Ospina, Ricardo Ospina Botero, Sindy Paola Rodríguez.

31

Estas realidades corroboran la situación actual que se está viviendo en las escuelas de

la ciudad de Ibagué. No se trata de ser permisivos y dejar que los estudiantes hagan lo

que quieran, tampoco se trata de que no se le dé importancia a la disciplina, porque

para ello, las personas van a una institución educativa a adquirir una formación y

conocimientos o herramientas sociales que permitan ser competente socialmente. Sin

embargo, parece que es tiempo de escuchar a los estudiantes.

Hay que tener en cuenta que los estudiantes a diario se están enfrentando a muchas

situaciones de cambios y conflictos, entre estos, familiares, que hacen que pasen por

situaciones dolorosas que en muchas ocasiones los docentes no se detienen ni les

interesa entenderlas pero que están afectando la armonía en las intuiciones, esta

actitud por parte de los docentes hacen que los jóvenes sean rebeldes y que no les

importe lo que allí está estipulado y no les importa las sanciones que les hagan y

muchas veces estos jóvenes utilicen un tono agresivo o displicente como la mejor arma

de defensa con los docentes y creen que esa es la mejor forma de darle solucionar a

los problemas.

A pesar de que el manual de convivencia es una herramienta esencial para la

formación del pensamiento crítico y de la argumentación, la norma sigue representando

un infortunio, un arma salvavidas para los que se aferran al autoritarismo, en cambio de

darle la cara al debate y a la construcción conjunta de estrategias para la

autorregulación escolar. Asimismo, el Manual de Convivencia es percibido por los

estudiantes más como un arma de amenaza o de chantaje cuando traspasan los

linderos de las normas, por lo tanto, no hay un verdadero conocimiento de este

material, es necesario socializar este herramienta de una manera que despierte en los

estudiantes un sentido de pertenencia y un compromiso consigo mismo y con los

demás, llevándolos concienciar la importancia de las acciones que ellos realizan, que

comprendan que de acuerdo a sus acciones pueden afectar de manera positiva o

negativa sus contextos, deben entender que los estudiantes son un recurso valioso que

aporta en la creación de ciudadanía.

32

A si se argumenta en el siguiente hallazgo.

Se puede observar estudiantes saliéndose del colegio por las tapias o techos y cambiar

de sitios que en algunos de los casos han generado accidentes a ellos mismos. La

institución a través del debido proceso, que inicia desde la observación integral del

estudiante (académico, disciplinario) pretende generar un ambiente de trabajo y

convivencia donde el diálogo se convierte en la primera estrategia de solución del

conflicto entre: estudiante- estudiante y docente - estudiante. Al iniciar el debido

proceso disciplinario correspondiente a la notificación del padre de familia, se puede

observar la ausencia o incumplimiento de los acudientes al llamado que realiza la

institución, por lo que difícilmente se puede realizar el debido proceso comportamental

tipificado en el manual de convivencia. (Avances del macro-proyecto Redescubrir la

escuela. Grupo focal Institución Educativa, Alberto Santofimio Caicedo. Co-

investigadores: Diana Belén Acosta, Amanda Celis Ospina, Ricardo Ospina Botero,

Sindi Paola Rodríguez).

De acuerdo a este registro, se infiere que hay falencias en la convivencia y que no hay

autorregulación, ni acato a las normas escolares; asunto que deteriora el clima escolar.

De otra parte, esto es una alerta o un llamado a buscar estrategias y espacios de

negociación con los estudiantes para escuchar sus razones y propuestas. Este

fenómeno cada día toma mayor fuerza. Se percibe inconformidad entre los jóvenes que

fomentan la indisciplina y el desorden en los momentos de clase y en el descanso.

Inquieta conocer las causas que los motivan a evadir sus responsabilidades

académicas. ¿Por qué estos estudiantes arriesgan su integridad física y su relación

familiar saltando los muros y las reglas escolares?

Parece que el discurso pedagógico de educar con rigidez dictatorial todavía se práctica,

se pudo percibir en los hallazgos que las practicas se siguen heredando haciendo

contraste con los pluralidades y cambios socioculturales, los docentes que tienen la

capacidad de razonar la autoridad saben que no necesitan los gritos o palabras salidas

de tono, porque están seguros de sus capacidades para orientar la labor y generan una

confianza mutua entre alumno-docente. Lo contrario de este ejercicio, repite el

33

sometimiento que lleva al temor y a la creación de un ambiente cargado de

irracionalidad, desigualdad, implicando diferencias de valores.

Tal vez porque han errado en la forma cómo han tomado la dimensión de

los valores éticos. La ética autoritaria niega formalmente la capacidad del

hombre para saber lo que es bueno y malo; quien da las normas es

siempre una autoridad que trasciende al individuo. Tal sistema no se basa

en la razón ni en la sabiduría, sino en el temor de la autoridad y en el

sentimiento de la debilidad y dependencia del sujeto; la sesión de la

capacidad de discernir sujeto a la autoridad es el resultado del poder

mágico de esta, cuyas decisiones no pueden ni deben objetarse.(Fromm,

2003, p. 22)

Seguidamente, encontramos otro relato el diario de campo observado en, Redescubrir

la escuela, encontramos otra escena de las realidades de algunas escuelas de la

ciudad de Ibagué, su ambiente deja ver un deterioro de las rudimentarias prácticas

educativas y descontextualizadas, metodologías fuera de contexto que no aportan a la

construcción de las nuevas generaciones que se levantan con otras percepciones

motivados por las nuevas herramientas tecnológicas que les permiten desarrollar

habilidades y destrezas para comprender el mundo, los niños, jóvenes, avanzan

velozmente en la adquisición de nuevas saberes previos que adquieren por la

interacción de la redes sociales, estos saberes necesitan ser reconstruir con la ayuda

de la escuela.

Con esta observación de los ambientes escolares se cuestiona la labor de algunos

docentes, la actitud de aplicar su ética profesional dejan ver un deterioro en la forma

como asumen su labor formadora, además se percibe el poco interés para crear

nuevas tácticas que posibiliten otra dirección a los conflictos planteados, se puede

pensar en la falta de adquirir una conciencia de inconformidad que revolucione los

pensamientos y las actividades pedagógicas que den cabida a la reflexión, indagación,

investigación, y dejen la aptitud de comodidad y la tranquilidad que les genera tener un

trabajo estable.

34

Esta situación desborda un caudal que va a causar una avalancha en la formación de

los futuros ciudadanos afectando notoriamente los procesos que llevan al estudiante a

ser competentes, de igual forma, el deterioro de la comunicación entre los actores se

vivencia únicamente en la trasmisión de contenidos, estas eventualidades deja ver sin

duda alguna la poca creatividad para aprovechar los espacios en el aula, que dan pie

para que se fomente el desorden en la escuela. Así se evidencia lo dicho:

En el siguiente hallazgo:

Algunos estudiantes de manera organizada pedían la palabra y daban sus aportes sin

embargo dos de ellos no pedían palabra, ni respetaban el turno correspondiente. La

docente les recuerda “que la palabra se pide y se escucha” (…) En este proceso de

observación realizado a los estudiantes de la comunidad educativa del barrio La

Francia, se puede notar que los distractores presentes en ellos y que impiden una

escucha asertiva, son ellos mismos; ya que para algunos de ellos la comunicación, la

risa y el juego están presentes en cada espacio o momento de la clase. Era difícil

entender qué los motivaba a hablar o molestar al resto de los compañeros que trataban

de escuchar con atención las instrucciones impartidas por la docente. (Avances macro-

proyecto Redescubrir la escuela. Aula del grado 5°, Institución Educativa Alberto

Santofimio Caicedo. Co-investigadores: Diana Belén Acosta, Amanda Celis Ospina,

Ricardo Ospina Botero, Sindi Paola Rodríguez).

Aquí se observa en los educadores una actitud pasiva y reacia al cambio que no

permite avanzar en los procesos de desarrollo social de los estudiantes, los ambientes

son muy tranquilos y hay poca participación, esta tranquilidad genera oportunidad para

que los procesos pedagógicos caigan en la rutina y se propicie un ambiente de

hostilidad, de falta de diálogo, falta de tolerancia, de ser solidario con el otro, hacen

que los espacios se conviertan en un escenario oportuno para los conflictos y la

indisciplina.

Por ende es crucial la labor educativa, se debe cambiar los esquemas tradicionales

concebidos desde la perspectiva de los docentes, impregnados de rigidez,

35

autoritarismo, y descontextualizados. Se debe orientar por principios pedagógicos

didácticos que armonicen el que hacer educativo, sin caer en la rutina de las mismas

estrategias que pierden credibilidad y caen en la rutina, es importante aprovechar cada

espacio para orientar el proceso de aprendizaje haciéndolo enriquecedor, estos

problemas se traducen en el aula en deserción, problemas de aprendizaje, ausentismo,

escasa participación, y repitencia.

La interiorización de las normas en las instituciones, sugiere la presencia de

determinados límites en algunos comportamientos que se consideran inapropiados y

que de cierta manera afectan los ambientes escolares. Por eso, proponer normas de

uso colectivo, demuestra la intención y necesidad de un bienestar común capaz de

garantizar el cumplimiento equitativo de derechos y deberes de los actores escolares.

No hay convivencia escolar posible sin unos límites establecidos basados en acuerdos.

Es crucial que los niños entiendan que el problema no son los

sentimientos sino la conducta. Todos los sentimientos y deseos son

aceptables, no a si las conductas. La tarea del docente es entonces fijar

límites, respeto de los actos, no de los sentimientos. (Zaritzky, 2003, p.

116).

El deber de las escuelas es el de rescatar el propósito del manual de convivencias y

plasmarlo en los contextos educativos, para sea una misión que fortalece las

interacciones de los pactos sociales, se crea también lazos de convivencia, que se dan

en la medida que las estudiantes participen de las relaciones para ir creando un efecto

y lazos de amistades que van influyendo en los contextos socioculturales y que a la

vez pueden lograr sus propias marcas particulares que ayudaran a construir su mundo,

su carácter, personalidad, liderazgo, autonomía y su propia responsabilidad, pero la

realidad de los manuales de convivencia es otra.

En este proceso de cambio el diálogo debe convertirse en un elemento

principal para crear relaciones productivas entre profesores y alumnos.

36

Por medio de él hacer crear un equilibrio y coherencia con la práctica y la

teoría de la socialización de realidades. El lenguaje crea realidades.

Cuando se habla, expresa, escribe o lee, se comparten formas de ver el

mundo, formas de relacionarse entre las personas (Maturana, 1991, p.38,

citado del Ministerio Nacional de Educación, 2013)

Su importancia debe ir enfocada en contribuir a la regulación de las relaciones de los

estudiantes entre sí, y con los demás miembros de la comunidad educativa. Su norte

debe ir orientado en la convivencia como el motor de la formación para la humanización

integral. Por ello es importante comprender su naturaleza y su dinámica propia dentro

de la institución educativa. Pero no basta con saberlo porque son frases que se quedan

allí plasmadas y que no están trascendiendo en el ámbito educativo, es necesario crear

espacios para transformar los contenidos y traerlos a la realidad.

Quizás por eso sea importante promover los espacios en las escuelas

para que los alumnos participen, opinen, tomen decisiones, se

equivoquen y rectifiquen. En el futuro habrá sido uno de los principales

aportes al progreso social: la formación de una generación habilitada

psicológicamente para sostener las trasformaciones de su tiempo.

(Zaritzky, 2003, p, 175).

Es indispensable pensar en la construcción de ambientes educativos significativos, o

sea que permita la interacción entre sujetos vistos como personas, que vayan más allá

de lo cognitivo, que tengan en cuenta los sentimientos, los valores y de las estrictas

exigencias de la norma, la verticalidad del currículo y el cumplimento de horarios; una

escuela que valore el respeto al conocimiento y a la actitud de las personas. Así las

cosas, llama la atención lo descrito por los co-investigadores.

En este hallazgo:

Todos son muy curiosos parecieran unos animalitos enjaulados, sus miradas y sus

pensamientos se pierden rápidamente con una distracción, por eso se podría decir que

37

sus clases no son amenas, si así lo fueran ellos estarían al pendiente de ellas y no se

distraerían tan fácil con su entorno. También se tiene que tener en cuenta que como

todo niño son curiosos. También es muy importante resaltar que como es de esperarse

sus costumbres van cambiando, en la actualidad los niños son más sociables, su forma

de vestir que antes era muy impecable, ya no es lo mismo, no queriendo decir que son

desorganizados, pero si un poco diferente a lo que se tenía presente antes. (Avances

de investigación del macro-proyecto: redescubrir la escuela. Observación institución

educativa Miguel de Cervantes Saavedra, por co-investigadores: Natalia Galeano,

Julián Andrey Cortez, Johnny Cordero, Ainilda Avila. Línea de investigación: espacios

de convivencia).

No obstante es importante pensar en una escuela donde el ambiente educativo sea

enfocado desde la perspectiva de la educación “humana” y contemporánea de sujetos,

maestros y estudiantes. Debemos imaginar una educación para el diálogo, la

participación y la responsabilidad, es necesario dar el paso, hay que dejar a un lado la

actitud pasiva, indiferente, reacia a los cambios y renovar las prácticas pedagógicas.

Para (Chaux, 2012). El clima institucional se refiere a las relaciones entre

docentes, Estudiantes, directivas, docentes con funciones de orientación,

personal de apoyo, familias y personal, administrativo. Incluye aspectos

tan diversos como el sentido de pertenencia, la satisfacción laboral, la

conexión percibida entre las personas que conforman la comunidad

educativa, el apoyo con el que perciben que pueden contar o la

percepción sobre qué tanto las opiniones son tenidas en cuenta (p.51,

citado por el Ministerio Nacional de Educación,2013).

Por ultimo, se quiere lograr que el Manual de Convivencia sea percibido como un

elemento capaz mejorar la convivencia escolar, por ello es necesario que las

instituciones educativas junto con la familia apuesten a mejorar la calidad de las

experiencia interpersonales como parte activa de las esperas sociales aptas para

educar en valores y convivencia con esta propuesta, no que se queden plasmados en

los proyectos educativos, al contrario que partan de experiencias reales donde se

38

expongan los problemas cotidianos del entorno, son en los escenarios educativos

donde recibimos y damos conocimientos, estando inmersos en esta realidad aportamos

de nuestro grano de arena como personas, es allí donde necesitamos de los otros,

trabajo en equipo, entender que somos diferentes y a si a prendemos a vivir con las

diferencias.

Recapacitar en la convivencia escolar es entenderla como un conjunto de relaciones

socioculturales que acontecen de manera natural en los espacios educativos afectando

directamente en los procesos pedagógicos que allí se desatan. Por lo tanto se piensa

en una buena convivencia escolar cuando hay una interrelación entre los diferentes

miembros de un establecimiento educacional que tiene incidencia significativa en el

desarrollo ético, socio-afectivo e intelectual de los estudiantes capaces de afectar de

manera constructiva las esferas sociales.

Consecuentemente, en estas interacción juega un papel importante el Manual de

Convivencia no se debe limitar a la mera exigencia de la norma, sino que debe

aprovecharse al máximo logrando que repercuta en las relación entre los diferentes

actores, además de esto se vivencian las formas de interacción entre los diferentes

condiciones que conforman una comunidad educativa, por lo que constituye una

construcción colectiva y es responsabilidad de todos los miembros y actores educativos

sin excepción contribuir a mejora la calidad de los vínculos.

Si se reflexionan que el manual de convivencias puede influir de manera constructiva y

participativa en el oficio social de la escuela entonces, se piensa que se esta aportando

en la formación de un determinado tipo de sujeto, pensado en estudiantes competentes

con un desarrollo de sus habilidades, actitudes y conocimientos acordes a los

requerimientos actuales, políticos, económicos, y socioculturales.

39

4. EDUCACIÓN EN VALORES Y CIUDADANÍA: UNA RUTA PEDAGÓGICA PARA MEJORAR LA CONVIVENCIA ESCOLAR.

Este capítulo busca responder a las preguntas:

¿Qué alternativas pedagógicas proponer para mejorar los espacios de

convivencia en algunas escuela de Ibagué y fortalecer su dimensión política?

¿Por qué es importante rescatar la educación en valores y ciudadanía en

algunas escuelas de Ibagué?

Es imperioso proponer la educación en valores como alternativa para fortalecer la

convivencia escolar, a raíz de las problemáticas de convivencia y comunicación entre

estudiantes y profesores que se hallaron en los avances de investigación formativa del

macro-proyecto Redescubrir la escuela. A raíz de toda la problemática investigada en

los hallazgos se nota la ausencia de una educación en valores, lo cual desata que

algunos estudiantes no tengan herramientas para ejercer y actuar como integrante que

afecta y participa en la ciudadanía, tampoco tengan formación en su carácter de

reconocimiento de las diferencias del otro; por lo tanto, no hay responsabilidad con sus

deberes colectivos, lo cual conlleva a que presenten en su cotidianidad incapacidad de

diálogo, de escucha y de hacer acuerdos con sus iguales o con sus docentes. Esta

situación observada, invita a cuestionar la calidad de los procesos pedagógicos que se

orientan y vivencian en algunas escuelas de la localidad.

Si las prácticas educativas no se limitan a cumplir únicamente con las obligaciones

académicas y atienden el desarrollo su dimensión política y humana. Freire (1992),

afirma que los temas de los contenidos no pueden ser ajenos a los objetivos que se

persiguen y muchos menos al como se trabaja esos contenidos. Su voz se levanta

con una fuerte crítica que hace de manera potente a las instituciones educativas, afirma

que las prácticas pedagógicas siguen siendo un conjunto de rígidas formas y normas

alineadas a partir de la educación tradicional. Para Freire (1992) El acto de educar y

educarse sigue siendo un acto político y no pedagógico, p.17, por lo tanto aquí se

percibe al estudiante como centro principal del proceso teniendo en cuenta las

40

necesidades de cada estudiante, por ende el alumno en este enfoque es el

protagonista de los procesos de aprendizaje.

Consecuentemente, en estricto sentido toma fuerza la propuesta pedagógica de

educación en valores, como un derecho que reza la Ley 115 de 1994. También, cobra

importancia hacer un recorrido por la educación en ciudadanía, con base en lo

sustentado por la Ley 1620 de 2013, para proponer posibles soluciones hacia la

creación de espacios de socialización donde los valores cumplan su función formadora.

4.1. ÁMBITO EPISTEMOLÓGICO

La Propuesta se plantea como una posible solución a las problemáticas reales que se

están vivenciando cada día en algunas instituciones educativas de la ciudad de Ibagué.

Puesto que al parecer se están convirtiendo en conflictos sin encontrar alternativas

contundentes que mejoren los ambientes, al contrario, cada día se puede oír en las

diferentes contextos como: el barrio, la calle, el parque, en los medios de comunicación

como se acrecienta el problema de intolerancia, intransigencia, y agresión, de cierta

manera las soluciones que se toman para dar solución a un conflicto parecieran que

fueran muy someros afectando las relaciones maestro-estudiante, estudiante-estuante.

Por consiguiente se encontró en diferentes autores tales como: Adela cortina, paulo

Freire, una amplia gama de contenidos que hablan de los valores universales,

culturales, y cívicos, en fin todos importantes a la hora de pensar en una buena calidad

educativa, en este trabajo no se trata de excluirlos o mirar cuales son los más

pertinentes, lo importante, es poderlos incluirlos de acuerdo a las diferentes estrategias,

espacios, escenarios, programas y proyectos, significaría un gran aporte al desarrollo

humano, y traería beneficios en la formación de los futuros ciudadanos del mundo

responsables de construir sociedad.

41

Abordar el tema de la formación en valores y ciudadanía en la escuela, desde el

enfoque de la dimensión política, es entender el desarrollo del ser humano como sujeto

individual y colectivo, responsable de construir ciudadanía esta condición que estable al

hombre como actor social con un despliegue de experiencias y acciones que se

convierten sistemáticamente en trasformaciones que van a influir de manera positiva

o negativa en los diferentes contextos, por ende, es importe que desde la familia y la

escuela y los espacios sociales como instituciones formadoras pueda desarrollar en

los futuros estudiantes una conciencia del otro como igual.

Donde se puedan tejer las subjetividades, basada en la aceptación de las diferencias,

incrementando el fortalecimiento del potencial afectivo que pueda fortalecer el auto

concepto, la autoestima y la creación de estrategias que les permitan consolidar la

valoración positiva de sí mismos, toda posibilidad que les permitan crear lazos de

amistad, diálogo, solidaridad, respeto.

El fortalecimiento del potencial ético- moral parte del reconocimiento de

que las relaciones que se tejen en la intersubjetividad están reguladas por

marcos axiológicos que dependen de la moral individual del niño, niña y

joven y por diferentes niveles de compromiso y solidaridad con el otro,

que dependen de la perspectiva ética con la que enfrentan la vida.

(Alvarado, 2009, p.22).

Adentrarnos en el estudio de los valores conlleva a formar la en los estudiantes una

conciencia de actuar y de ser personas con autonomía, con un concepto alto de si

mismo, con capacidad para tomar decisiones y de comprender lo que significa actuar

con libertad. Es por ello que la escuela debe retomar los principios los cuales ayudan a

los estudiantes adquirí una conciencia de ser ciudadanos más humanos capaces de

construir mundo y solo se lograría a través de la calidad de las interacciones con las

demás personas.

Seguidamente se hará un recorrido por los diferentes conceptos de valor con el fin de

estudiar las diferentes miradas y entender que todas ellas apuntan a la construcción de

42

relaciones interpersonales basadas en la necesidad del otro, por tanto la calidad de

estas relaciones están relacionadas con las actitudes de cada personada.

Iniciamos conociendo la definición según el diccionario de la Real

Academia, El termino valor viene del latín valere, que significa grado de

utilidad o actitud para satisfacer necesidades o proporcionar bienestar,

expresa aprecio considerado a algo que tiene valía, o sea a algo que es

bueno y trae estimación, también indica convivencia o acuerdo consabido

entre dos o más personas (p.1539).

Para López, (2008), El conocimiento de los valores es necesario a la convivencia y a la

dignidad humana; la persona moralmente madura ha de ser capaz de reflexionar sobre

problemas morales y de emitir juicios racionales sobre ellos. Se debe entender que los

valores son principios y que se fortalecen en las persona de acuerdo a la particularidad

de las costumbres y se van convirtiendo en costumbres o hábitos, que luego darán

sentido a los actos, los individuos de acuerdo a su madurez emocional saben equilibrar

o canalizar las situaciones cotidianas dándoles un buen manejo y actuando con

inteligencia, los valores pueden ser un reductor de los conflictos y desacuerdos. Para

la escuela el mundo de los valores debe ser un plan orientado a realizar una siembra

diaria de la libertad y la igualdad que cobre sentido en el trabajo propio y compartido,

se debe fortalecer con el compromiso y la participación de todos los ciudadanos en

aras de beneficiar las diferentes esferas. P.80.

para Carrearas y Eijo(2001), El término “valor” está relacionado con la

propia existencia de la persona, afecta a su conducta, configura y modela

sus ideas y condiciona sus sentimientos, se trata de algo cambiante,

dinámico, que, en apariencias hemos elegido libremente entre diversas

alternativas. (p. 20)

Por tanto reiteramos, la importancia de la educación en valores y ciudadanía con el

intención de ofrecer una propuesta que mejore la calidad de los ambientes escolares, y

de la misma manera mejore la calidad de la educación; lo cual no se consigue

43

solamente con una ley o una norma acomodada en un Manual de Convivencia; sino

que es un proceso que debe ir inherente en el quehacer pedagógico cotidiano de forma

permanente y también en los proyectos institucionales; de tal modo que las relaciones

con los demás estén fundamentadas en principios, en el diálogo, la solidaridad, la

responsabilidad individual y social, en el reconocimiento a si mismo y a los otros; como

también en la justicia basada en la equidad y la construcción colectiva de ciudanía. la

ciudadanía permite visualizar al hombre en un espacio determinado y limitado, pero

trascendental, con unas características que hacen al hombre único y con capacidad de

poder y de decidir, de construir y de evolucionar dentro de una cultura, religión raza y

esfera.

El término ciudadanía significa en el Real academia (2001), Cualidad y derecho del

ciudadano, conjunto de los ciudadanos de un pueblo o nación, comportamiento propio

de un buen ciudadano (p. 381). Término que se le adjudica al ser humano por tener

una naturaleza natural y pública los únicos en crear y pertenecer a una sociedad

organizaba, participativa, basada en deberes y derechos, y tiene responsable de hacer

que se cumplan, además con principios de igualdad que haca que las personas se

organicen en una comunidad y a la vez adquieran sentido de pertenencia e identidad

en un contexto donde se interactúen socialmente.

Ser ciudadano es tener una posición y unas carteristas que le admiten hacer

ciudadanía, pero que a la vez lo ubica en un contexto democrático de construcción y

participación del bienestar común y social, es dar y recibir, participar y liderar, en

acciones conjuntas que logran incentivar la sensibilidad humana partiendo de las

necesidades de cada comunidad, de esta posición se está participando del ejercicio

político, es el puñado de arena que aporta cada individuo a la transformación de las

realidades sociales desde diferentes escenarios con diferentes roles.

Para Aristóteles la política es la reflexión sobre la convivencia. Convivir

significa vivir por el otro. Coexistir es existir por el otro y pienso que ese

44

acierto aristotélico no ha podido ser contradicho. El hombre está abocado

a vivir por el otro, a convivir a coexistir, y la política lo que hace es

reflexionar sobre las mejores formas de convivencia; ¿cuál es la forma

más adecuada de vivir por el otro?,. ¿Cuál es la forma más adecuada de

existir por el otro sin hacerle daño o que él no haga daño?; o como diría

modernamente Josep Ratz, convivir de tal manera que logremos crear el

estado de bienestar que propicie la buena convivencia. (Gaviria 2006). (

Cálad, 2009, p.111)

Por tanto la escuela es un buen escenario para hacer ciudadanía, es el lugar donde

aprendemos a socializar y a recibir del otro, a interactuar para descubrir los ambientes,

allí socializan y participan de un mundo que les apoya a descubrir y dar sentido,

significado a lo que se quiere, lo que se hace y lo que se es. La escuela, el lugar

donde se hace amigos, no es solamente una salones con forma de jaulas, con pupitres,

normas, reglamentos, horarios. La escuela es gente, docentes, directivos, docentes

padres de familia, gente que ama, gente que trabaja, que valora, comparten un mismo

lenguaje, costumbres, ideologías, la escuela es el lugar donde se tejen lazos de

amistad, está el parche, los colegas, los compinches, es el lugar donde crecemos, y

nos hacemos seres emocionales, espirituales, cognitivos, cognoscitivos, etc.

Las oportunidades de crecimiento de los demás, están directamente

relacionadas con las vivencias mutuas de las diferencias entre unos y

otros y de aquellos aspectos que los convierten en miembros de una

misma especie y en constructores del mismo proyecto, (Alvarado, 2009,

p.20)

No obstante el sentido de la educación para la convivencia, busca desarrollas estas

habilidades desde los primer año escolar, debe tener unos horizontes que permitan

reflexionar sobre las acciones y principios que irán alcanzando y vivenciando de

acuerdo al direccionamiento de la búsqueda de una educación en y para la ciudadanía

45

que implica la consolidación de una interacción pacífica y de los principios de derecho,

a la vez alcanzar una mudares emocional para solucionar los conflictos con un criterio

sólido y una capacidad para integrar las diversas subjetividades.

Entonces debe implementarse las competencias ciudadanas como estrategias

pensadas para crear un atmosfera que favorezca a todos, deben considerarse como

una herramienta que pretenda promover los derechos fundamentales, reconocer las

diferencias e igualdades con el fin de que los estudiantes las adquiera como

fundamento de una vida en comunidad, de las misma manera sean conocimientos para

alcanzar un proceder de cooperación, respeto, tolerancia, enfocada en la formación de

estudiantes ciudadanos para una vida social adulta, con el fin de que cada persona

vivencias, defender y promover las acciones en la vida cotidiana.

El Programa de Competencias Ciudadanas -PCC- es el conjunto de

estrategias lideradas desde el Ministerio de Educación Nacional -MEN- y

dirigidas a todo el sector, que busca fomentar en el establecimiento

educativo innovaciones curriculares y pedagógicas basadas en prácticas

democráticas para el aprendizaje de los principios y valores de la

participación ciudadana. (Art. 41, Colombia, 1991), con el fin de “formar al

colombiano en el respeto a los derechos humanos, a la paz y a la

democracia. (Art.67, Ibíd.) (Citado por Ministerio de Educación

Nacional.2011, p. 14).

De la misma manera defender y promover los derechos, aplicándolos en los diferentes

contextos que se viven en las realidades cotidianas y de alguna manera pueden ser

vulnerados cuando no hay una conciencia clara de que el conflicto o las problemáticas

pueden darse de una manera normal, tanto por las propias acciones, como por las

acciones de otros, es importante entender que en las escuelas se vive una atmosfera

de tensión, presión lenguajes simbólicos y diversidad, por lo tanto los ambientes

escolares deben convertirse en espacios de relaciones

46

4.2. ÁMBITO LEGAL

La educación en ciudadanía en las instituciones escolares es materia de la Ley 1620

del 2013 de Convivencia Escolar, como estrategia para mejorar el clima escolar con la

creación, prevención, promoción acciones que mejoren los ambientes escolares por

medio de normas de organización que serán trabajadas en equipo para un

funcionamiento que garantice el trabajo de los seis capítulos y los 40 artículos que la

conformaran junto a su decreto reglamentario 1965 del 2013.

Al hacer un recorrido por esta ley, se encontró en el primer capítulo la estructura de las

disposiciones generales de la ley, contemplando el objeto de la ley, los conceptos de

competencias ciudadanas, educación para el ejercicio de los derechos humanos,

sexuales y reproductivos, acoso escolar y bullying. El segundo capítulo informa sobre

el orden y las pautas que se deben poner en marcha en las instituciones educativas.

La implementación de la ley tiene como estrategia mejorar la calidad de los ambientes

escolares y generar mayor participación entre los actores pedagógicos. Para lograrlo

propone que los comités de convivencia aporten a la creación de un sistema de

convivencia escolar nacional capaz de cumplir funciones específicas que deben ser

trabajadas en la institución. Se privilegia la formación para los derechos humanos,

reconociendo a los niños y jóvenes como sujetos de derechos. Así, las instituciones

educativas, las familias, la sociedad y el Estado, comparten la responsabilidad de la

formación ciudadana con el propósito de formar contextos basados en el desarrollo de

programas que lideren una sana convivencia.

El tercer capítulo menciona las responsabilidades que tienen los entes que respaldan la

puesta en marcha de esta ley: el ministerio de educación nacional, las secretarías de

educación, y los establecimientos que prestan el servicio educativo de acuerdo con la

Ley 115 de 1994. Por otro lado también se plantea las responsabilidades de los

rectores, los docentes y la familia, quienes apoyan acciones y principios coherentes

para la construcción democrática de la convivencia basada en el respeto, solidaridad,

47

equidad y justicia, con el propósito fundamental de hacer una coherencia en los

escenarios escolares y sociales.

Como complemento necesario para que la sociedad mantenga su compromiso con esta

ley y no se quede en el papel, en el cuarto capítulo se declara cuáles son las

instituciones nacionales oficiales comprometidas con su cumplimiento en el proceso

educativo. Son ellas el Ministerio de Salud, el Instituto Colombiano de Bienestar

Familiar, Ministerio de Cultura, los personeros, los integrantes del sistema de

responsabilidad penal para adolescentes, quienes pueden fortalecer todo un sistema

que apunta a mejorar la calidad educativa.

Por otro lado, está estipulado en la Ley 115 de 1994 como enseñanza obligatoria, la

educación en valores en el artículo 14, Numeral d, enfatizando la importancia de la

formación en valores basados en la justica, paz, democracia. En el artículo, 25, se

reafirma que la formación ética y moral debe ir inmersa en los currículos dejando a

consideración el trabajo honesto a los directivos, docentes y demás directivos. (Ley

General de Educación. 2011: 45).

Para que surjan los efectos esperados con la reforma legal educativa, en las escuelas

debe haber primero un reconocimiento de los valores, y un conocimiento del ejercicio

político para que pueda implementarse como competencia en los procesos educativos

transversales. Además hay que dar prioridad a la educación para la convivencia y los

valores si se desea contribuir a mejorar la calidad de vida de las comunidades

escolares, asumiendo que los estudiantes son parte activa de la construcción su

proyecto de vida y de igual forma protagonistas de los efectos sociales.

En estos tiempos complejos es un desafío hablar de la educación en valores y de la

ciudadanía, por ello se quiere ciudadanos constructores de sociedades que se

pregunten constantemente por su función social y su lugar en la ciudad o en el campo,

motivados a descubrir y a realizar un autoevaluación que permita determinar la

importancia de los valores en su vida; pues hace falta brindar mayor atención a la

actitud de las personas, a sus comportamientos y formas de relacionarse en esferas de

comunicación y socialización fundamentales como son la familia y la escuela.

48

Para finalizar, el sentido de los valores se debe construir en la escuela a toda

cabalidad, debe ser percibido como la noción de la ciudadanía que conlleva a fomentar

el aprecio al prójimo, los valores morales y éticos, componentes esenciales del mundo.

Cómo imaginar una sociedad sin ellos. Aunque en algunas instituciones educativas no

se incluyen en el plan de estudios propuesto por los maestros, la humanidad clama

sensibilidad ante la falta de valores; y clama por soluciones inmediatas que mejoren la

convivencia en todas las esferas de la vida social; porque entendemos que el

crecimiento en ética y en ciudadanía es vital para garantizar un crecimiento humano.

4.3. CONTEXTUALIZACIÓN PEDAGÓGICA

Las personas mayores me aconsejaron abandonar el dibujo de serpientes boas,

ya fueran abiertas o cerradas, y poner más interés en la geografía, la historia, el

cálculo y la gramática. De esta manera a la edad de seis años abandoné una

magnífica carrera de pintor. Había quedado desilusionado por el fracaso de mis

dibujos número 1 y número 2. Las personas mayores nunca pueden comprender

algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra

vez explicaciones”. (Antoine De Saint Exupérry, 1984)

Es un desafío abordar los cambios que necesita la nueva educación de globalización

que ha permitido un acercamiento entre culturas incrementándose y la combinación las

diferencias interculturales y que de repente han tomado por sorpresa a padres de

familia, educadores y demás provocando una crisis que separa al hombre de su

realidad. Se hace necesario cambiar los paradigmas que están deteriorando las

instituciones educativas. Como se menciona en los anteriores capítulos estamos en

una sociedad abierta, pluralista que necesita dar solución a una encrucijada que está

causando controversia, desigualdades e indisciplina en los ambientes escolares. Y es

precisamente allí donde se pueden crear principios que lleven al reconocimiento y la

aceptación por el otro entre la diversidad de grupos, por ende la propuesta busca

considerar las acciones que lleven al crecimiento de las condiciones humanizadoras

49

dirigidas a afianzar la autonomía en los estudiantes desde una perspectiva personal y

social.

Para la educación tradicional se apelaba el término” convivir” con un

sinónimo de “buena conductas” se entendía para este término un

comportamiento estable al acatamiento a las regla. Mientras el maestro

hablaba el alumno debía escuchar, completar su tarea sin hablar con el

compañero para no distraerse, copiar del pizarrón, formar fila, moverse lo

menos posible. Ante una orden primero obedecer, después preguntar. El

alumno que aprendiera a respetar las normas de la escuela, en el futuro

podría ser un buen ciudadano. (Zaritzky, 2003 p, 177).

No se trata de un aprendizaje para” amaestrar estudiantes” con un diseño sistemático

de reproducir para las sociedades de masas, limitando la posibilidad de brindar una

verdadera participación y construcción de la ciudadanía, para algunos se considera el

ejercicio de ciudadanía el hecho de cumplir esporádicamente al voto.

Por lo tanto, Ayudar pedagógicamente a humanizar las decisiones

adoptadas supone considerar al educando como agente de un proyecto

de vida moralmente autónomo, no en el sentido de legitimar cualquier

posición por ser personal, sino porque cualquier intervención solo es

pedagógicamente correcta si se incrementa su soberanía personal frente

a un contexto plural y tolerante. (Bárcena, Gil & Jover, 1999, p. 38).

En el siguiente hallazgo se puede notar una preocupación por las problemáticas

sociales y encuentros de culturas que toman por sorpresa las instituciones educativas

que a un están en oposición con los modelos pedagógicos que se trabajan. El

comportamiento y la forma que están manejando sus diferencias están haciendo de la

escuela un contexto difícil para enseñar, en lugar de ser un espacio que cumpla su

propósito de emporio del saber se está convirtiendo en un ámbito propiciador de

conflictos, para muchos estudiantes y docentes es un dolor de cabeza ir a la escuela.

50

En este Hallazgo:

Los niños están en una sociedad que los absorbe, y ellos son de fácil manipulación,

sus modas y costumbres cambian diariamente, un ejemplo claro son las tribus urbanas

que encontramos diariamente, siempre con más adeptos y en constante crecimiento y

evolución, vemos a los niños enfrentándose a una sociedad cambiante y en la cual

deben encontrar su propio espacio, así esto lo hagan imitando a los demás, para al

final terminar siendo una más del montón, donde sus propios ideales y pensamientos

quedan en un segundo plano gracias a un ritmo de vida y una sociedad ya marcada por

otros. (Avances de investigación del macro-proyecto: redescubrir la escuela.

Observación institución educativa Miguel de Cervantes Saavedra, por los co-

investigadores: Natalia Galeano, Julián Andrey Cortez, Johnny Cordero, Ainilda Avila.

Línea de investigación: espacios de convivencia.

Es importante que los docentes tengan un pensamiento crítico, analítico que pueda

ayudar a los estudiantes a descubrir los valores propios de nuestra cultura, nuestra

nacionalidad y nuestro sistema democrático con el fin de conservar la identidad, para

amar, respetar nuestros contextos socio-culturales y las conservaciones propias de

nuestras raíces culturales, además, sea un espacio que propicie una interacción de

lazos con sus semejantes, para fortalecer los principios que permitan dar frutos para

afianzar la amistad, compañerismo, aceptación, durante ese proceso de socialización

podamos aprender comunicarnos, aprender a interactuar, decidir en grupo, a cuidarse,

a cuidar su entorno, valorar el saber social, y respetar y valorar las diferencia.

Un pensamiento que dé cuenta de la genealogía de las relaciones

implícitas entre gobernabilidad, subjetividades, y derechos humanos, es la

tarea que se abre en los terrenos de la filosofía política, para ahí

establecer una política de vida, con los dispositivos que las múltiples

formas de vida se pueden interrelacionar con la garantía del que el otro y

los otros. O sea un atentico nosotros esté presente en una política que

contenga en su régimen de verdad, la interacción, la inestabilidad, la

51

diversidad, la intersubjetividad, la competencia de la vida humana.

(Moreno, 2003, p, 128).

La mirada de hacer de los valores una herramienta primordial en todas las experiencias

escolares es necesaria para vincularla a los procesos metodológicos y pedagógicos no

solo en el quehacer pedagógico sino que debe entenderse como prioridad de las

políticas de la educación. De lo contrario todas las estrategias que se hagan no tendrán

sentido, se educará en una conocimiento específico pero sin trascender en una

conciencia de humanización y el desarrollo social de los estudiantes. Por tanto la

invitación es aportar herramientas y espacios de reflexión que permitan a los

estudiantes resolver diferentes conflictos de una manera responsable, sensata y justa.

Lo que caracteriza la ayuda prestada como pedagogía es que el educador

se centre en incrementar la competencia del educando en sus diversas

capacidades. Cuando de lo que se trata es de intervenir en la estructura

moral para incrementar el componente humanizador de nuestras

decisiones, la competencia que se ha de adquirir consistirá en suscitar

efectos de orientación social y personal. . (Bárcena, Gil & Jover, 1999, p.

39).

Se puede pensar que la formación ciudadana y en valores, no ha recibido el interés

necesario que amerita; los programas que se enfocan en ella son intermitentes y de

bajo impacto social; incluso en las industrias culturales y en los medios de

comunicación los valores no tienen un lugar importante y por eso día a día la educación

en valores pasa más desapercibida; ni siquiera la familia y la escuela proponen rutas

hacia ella; pero el contexto social reclama su presencia:

Educar para la ciudadanía implica crear espacios de participación;

oportunidades concretas para su conocimiento y prácticas, puesto que

nadie nace sabiendo participar. Ejercer la condición de sujeto de derecho,

requiere conocerse así mismo, aprender a argumentar y pensar

52

críticamente; poder manejar los impulsos para conciliar las necesidades

personales con las de los otros. (Zaritzky, 2003, p. 178).

La formación en valores y convivencia debe ser fortalecida para que sea percibida

como espacio de formación que se vivencia en el aula, en el patio de recreo, en las

horas libre o en el comedor escolar, donde también se producen experiencias

significativas. Por lo tanto, deben ser planeadas y organizadas para orientar la calidad

de los encuentros que ayuden constructivamente en los procesos democráticos para el

fortalecimiento de los valores en un trabajo conjunto que demanda compromiso y

responsabilidad.

Con una actitud optimista, proponer la educación en valores como alternativa para

fortalecer la convivencia escolar puede contribuir a disminuir gradualmente la violencia

y los comportamientos que están azotando algunas instituciones educativas de la

ciudad de Ibagué. De modo que la propuesta es desempolvar la ética y los valores, con

el objetivo de transformar los ambientes escolares violentos en laboratorios de

ciudadanía; todo esto desde una mirada esperanzadora que requiere esfuerzo y

compromiso no sólo de maestros, psicólogos, padres, vecinos y administrativos; sino

de todas las entidades sociales que interesadas en la formación de los niños y jóvenes

de nuestro territorio.

Por ende, es tiempo de juntar esfuerzos con tal de avanzar en propuestas de formación

para la ciudadanía y abordar las herramientas que el Ministerio de Educación Nacional

ha creado para mejorar los ambientes educativos y llevarlos a todas las territorios del

nación. Estas propuestas deben ser direccionadas y trabajadas directamente con las

instituciones. Suele pasar que en estos casos son muy pocos los docentes capacitados

para recibir la información, y los ya capacitados se quedan con llenura por que la

información no es socializada.

Estas propuestas al parecer están diseñadas con base en principios claros, pero que a

la vez se quedan plasmadas en el papel y no cumplen su funcionamiento a cabalidad.

53

Entonces se requiere que en las comunidades educativas todas las personas se

pongan la camiseta para trabajar con persistencia y rigor. También es clave generar

procesos de evaluación y seguimiento para verificar que se vaya en la dirección

adecuada y para que además de buenas intenciones se concreten acciones y cambios,

afectando así los planes de mejoramiento de cada institución.

Por lo tanto se plantea una propuesta que mejore la calidad de los ambientes escolares

enfocada al trabajo y al rescate de formar personas humanas con sensibilidad para

humanizar, personas que afecte y transforme los ambientes de participación.

necesario entender por qué es importante formar en competencias ciudadanas? en la

actualidad los escenarios escolares se a acrecentando la violencia, intolerancia, falta

de diálogo y agresión en los niños y jóvenes de la ciudad, creando ambientes

inapropiados y aulas hostiles, niños y jóvenes se encuentran intimidados, afectando los

procesos de aprendizaje, los lazos de compañerismo, la personalidad, la autoestima, el

respeto por sus iguales, a la vez, estás problemáticas de violencia y agresión dejan ver

el deterioro de los valores, todas estas falencias hacen de la actividad educativa una

espacio difícil de manejar, por tanto se piensa que es allí en las aulas, en las

instituciones educativas donde se debería sensibilizar y trabajar para prevenir estos

casos de agresión que cada vez dejan ver un índice de violencia muy alto en la

sociedad, cada vez hay son más niños y jóvenes que son expulsados de una institución

como única solución de mejorar y tranquilizar la labor educativa.

Es obligatorio reunir esfuerzos para que las prácticas pedagógicas sean tiempos

significativos de aprendizajes, no solo en lo académico sino, un aprendizaje integral,

que a raíz de estas experiencias los niños y los jóvenes adquieran la capacidad de

vivir juntos y trabajar colectivamente pensado en el bienestar de todos, de la misma

manera participe responsablemente y constructivamente en los procesos democráticos.

Formar para la ciudadanía es un desafío que implica el compromiso de todos, padres

de familia, escuela y sociedad se debe pensar si realmente la calidad de los espacios y

roles se están cumpliendo, por que es normal escuchar a padres de familia

54

responsabilizando a las instituciones educativas, y luego los docentes afirman que la

responsabilidad de la educación es de la familia. Aquí lo importante es concientizar a

los padres de familia y docentes para que se un trabajo colectivo, y cada uno cumpla

con su labor aportando siempre lo mejor, los resultados de este trabajo se lograra

formar hombres y mujeres con madurez para hacer ciudadanía.

El Ministerio de Educación Nacional define Las competencias ciudadanas como el

conjunto de conocimientos y de habilidades cognitivas, emocionales y comunicativas

que, articulados entre sí, hacen posible que el ciudadano actúe de manera constructiva

en la sociedad democrática. 2004. P, 8. Por lo tanto las competencias son elementos

que ayudan a reforzar los vínculos interpersonales de una manera más razonable,

comprensiva basada e la igualdad y el respeto, lograr en los estudiantes este propósito

se estaría desarrollando en los estudiantes ciudadanos comprometidos con el bienestar

común, con autonomía, liderazgo, y decisión de participación.

Es importante comprender el propósito de las competencias ciudadanas, fueron

pensadas y elaboradas para favorecer la calidad de los ambientes escolares, para

formar niños y jóvenes con conciencia de construir y trabajar de una manera

responsable como miembro de una sociedad, basadas en la libertad, aceptación de las

diferencias socioculturales con el fin de menguar las acciones y comportamientos de

violencia que atentan contra los derechos humanos, es necesario pensar en un

ambiente que permita y comprometa la participación social de un contexto multicultural

diverso. De la misma manera es necesario convencernos de que la educación es la

principal vía que hace posible personas con sentido de pertenencia y una posibilidad de

formar personas, familias, sociedades, libres, democráticas capaces de construir

contexto de paz.

55

5. CONCLUSIONES

Durante este recorrido teórico-reflexivo, se comprendió la preocupación y

dificultad que tienen la mayoría de maestros o directivos de las escuelas con

respecto a la disciplina y el no cumplimiento de las normas establecidas en sus

manuales de convivencia. De hecho, esa dificultad para regular los ambientes

escolares, estuvo presente en muchas observaciones del macro-proyecto

Redescubrir la escuela.

Hay que dar atención al hecho de no favorecer la formación política de los

estudiantes y resignificar la dimensión política en las escuelas, porque el fracaso

cotidiano de tantas normas impuestas, convierte los manuales de convivencia en

libretos no aptos para el diálogo y para la sana interacción de los agentes

pedagógicos, lo cual justifica por qué la escuela, hoy constituye un territorio

donde ocurren acciones violentas.

A partir del estudio de la dimensión política, se pudo notar el poco conocimiento

que tienen docentes, estudiantes y padres de familia, acerca de esta dimensión.

Desde una perspectiva crítica, se pudo notar también la hostilidad, la falta de

diálogo, la falta de tolerancia, el irrespeto hacia los compañeros en la mayoría de

ambientes escolares. Se pudo percibir que los estudiantes no responden a los

pactos que se hacen para cumplir los derechos y deberes que tienen frente al

compromiso de hacer parte importante de una institución educativa.

Además de estas dificultades de convivencia, las instituciones educativas

observadas no asumen en su cotidianidad al estudiante, como ser político,

sujeto con poder de decisión, creador y constructor de sociedades; por esta

misma razón, pareciera que se tiene en las escuelas, un concepto muy limitado

de lo que implica ejercer ciudadanía; ya que carecen de espacios consistentes

de participación ecuánime y diálogo.

56

Al parecer una de las causas que genera esta problemática es la ausencia de

compromiso por parte de las instituciones educativas para crear y dinamizar

espacios de formación política que por ejemplo permitan debatir y llegar a

acuerdos en torno a las normas estipuladas en el Manual de Convivencia. Si la

escuela se encarga de formar ciudadanos responsables para construir y

transformar sus territorios; esto no es posible, mientras los mismos territorios de

la educación impidan el desarrollo de escenarios a favor de pactos pedagógicos.

Con esta propuesta se vivió un verdadero encuentro con las realidades de la

escuela investigadas, se pudo notar que los procesos educativos siguen siendo

tradicionales, este ejercicio hace un contraste con las prácticas educativas y las

realidades sociales, ya que los avances tecnológicos y los aprendizajes fuera de

tiempo muestran un panorama de subdesarrollo en cuestiones educativas.

De esta manera, se infiere que los ambientes escolares no están siendo los más

propicios para la formación de ciudadanos con autonomía y con valores,

capaces de enfrentar el mundo y contribuir en su transformación. Si bien es

cierto, el quehacer pedagógico no es neutral y está siempre sujeto al control

estatal; hay una responsabilidad frente a la realización individual y social de las

personas con las que convive que va más allá de su situación laboral y que le

llama a cumplir su deber ser como ciudadano ejemplar.

57

RECOMENDACIONES

La invitación es implementar itinerarios y acciones estratégicas que contribuyan

al asentamiento de los valores de cada ser humano como prioridad en la

formación escolar. La apuesta es crear ambientes o situaciones cotidianas

consistentes que promuevan ejercicios reales de ciudadanía y la puesta en

escena de valores, en contextos significativos para los estudiantes, con tal que

aprendan a vivir en los escenarios de la escuela y de la vida.

Si los estudiantes desconocen sus derechos y responsabilidades o se sienten

perseguidos por normas que violentan su propia identidad y sus intereses; por

supuesto continuarán sobrepasando los límites; afectando los espacios

educativos. Uno de los caminos para fortalecer la convivencia es construir los

manuales de convivencia contando con la participación de padres de familia,

docentes y estudiantes.

Hay que resaltar la importancia de apoyar el compromiso, creatividad y la

responsabilidad que tienen los padres de familia, docentes, vecinos y demás

miembros de las comunidades educativas, en las posibles intervenciones y

propuestas que formulen a favor de la formación en ciudadana de los niños y

jóvenes.

La escuela del futuro demanda un mayor compromiso frente a las nuevas

situaciones y realidades sociales de sus actores pedagógicos, si desea facilitar

su acercamiento intercultural y generar verdaderos ambientes de participación,

liderazgo y ciudadanía, con base en los valores éticos y morales hacia territorios

escolares amigables donde haya vínculos humanizantes, pactos y confianza en

vez de carceleros y reos.

58

Es urgente dar un giro al uso y a la concepción que se tiene del manual de

convivencia en el contexto escolar para mejorar las relaciones interpersonales

de los actores pedagógicos y promover formas de autorregulación que apunten

a una interiorización de valores y competencias ciudadanas que trasciendan a la

práctica y al desarrollo humano.

Esta propuesta de cambio, de renovación de la convivencia y de la dimensión

política en la escuela, no es para unos pocos, porque una sola golondrina no

llama agua; avanzará y hallará resultados con el compromiso de todos, por la

humanidad, la escuela, el barrio, el pueblo, la ciudad, el territorio y el país.

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