Descolonizar El Saber...-BSS

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Excelente síntesis del libro descolonizar el saber del sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos en el que nos muestra una parte importante de su pensamiento sociológico.

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    Universidad Via del Mar Escuela de Ciencias Jurdicas y Sociales Carrera de Sociologa

    DESCOLONIZAR EL SABER, REINVENTAR EL PODER. - Boaventura de Sousa Santos

    Pablo Gutirrez Villarroel1 I. Des-pensar para poder pensar Dos dificultades del pensamiento crtico occidental o de la imaginacin poltica latinoamericana progresista. 1.- El fin del capitalismo sin fin: dificultad de imaginar el fin del capitalismo como tambin imaginar que el capitalismo no tenga fin. Esta dificultad fractura el pensamiento crtico en dos vertientes:

    a) Quienes dejaron de preocuparse del fin del capitalismo, y adoptaron o desarrollaron un modus viviendi con el capitalismo, sobre todo en base a ciertos principios: individualismo/comunidad, competencia/reciprocidad, tasa de ganancia/solidaridad. Ejemplos de ello son los Estados desarrollistas (modelos ISI), Estados de Bienestar, Socialdemocracia estndar. Esta vertiente de respuesta, es considerada interclasista, en la medida en que propone a las diferentes clases sociales un juego de suma positiva en el que todos ganan, permitiendo alguna reduccin de la desigualdad en trminos de ingresos sin alterar la matriz econmica de dominacin capitalista. La legitimacin de esta vertiente se da en tanto aumenta las expectativas de los histricamente excluidos sin disminuir significativamente las expectativas de los histricamente incluidos y superincluidos.

    b) Quienes se preocupan de imaginar cmo ser el fin del capitalismo, lo que trae una doble problemtica: i) imaginar alternativas poscapitalistas despus del colapso del socialismo real; e ii) imaginar alternativas precapitalistas anteriores a la conquista y la colonia. En este caso el pacto social es ms complejo y frgil, porque: a) la lucha de clases est abierta y la autonoma relativa del Estado reside en su capacidad de mantenerla en suspenso al gobernar de manera sistemticamente contradictoria; b) en la medida en que la explotacin capitalista se combina con las dominaciones propias del colonialismo interno. Nuestras clases estn atravesadas por identidades culturales y regionales que complejizan la institucionalizacin. Se acusa a la clase dominante de hacer una nacin cvica (ciudadana excluyente) que justamente hace posible la invisibilidad/exclusin en las naciones tnico-culturales.

    Ambas vertientes anteriormente expuestas comparten, pese a su diferencia, tres complicidades: i) ambas son realidades polticas que emergen a travs de movilizaciones populares fuertes.

    Las clases populares latinoamericanas tendran la posibilidad de asuncin de nuevas creencias colectivas;

    ii) ambas vertientes amplan el mandato democrtico en la misma medida en que amplan la distancia entre las experiencias corrientes de las clases populares y sus expectativas; y, finalmente

    1 Estudiante de sociologa. Nota: el presente resumen esquemtico fue realizado para la presentacin, en el ramo Anlisis Social Integrado Avanzado dictado por el socilogo Hugo Sir, sobre Boaventura de Sousa Santos. Todas las ideas expuestas son ntegramente del autor y fueron tomadas de la edicin Lom-Trilce del 2013. Chile.

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    iii) ambas vertientes usan un espacio de maniobra que el capitalismo global ha creado sin poder interferir significativamente en la configuracin o permanencia de ese espacio (no se ha podido configurar otra Internacional o una suerte de globalizacin contrahegemnica).

    2.- El fin del colonialismo sin fin: dificultad de imaginar el fin del colonialismo como imaginar que el colonialismo no tenga fin:

    1) una parte del pensamiento crtico ha desechado o negado la existencia del colonialismo. Las independencias latinoamericanas signific para muchos el fin del colonialismo, por lo que el objetivo del pensamiento poltico progresista se inicia con el anticapitalismo; la centralidad est en la luchas de clases y no en la luchas tnicas-culturales. Valoriza el mestizaje como manifestacin de la superacin del colonialismo. La idea de democracia racial se cree como algo obtenido, no es una aspiracin.

    2) Otra parte del pensamiento crtico cree que el proceso histrico que condujo a las independencias es prueba que el patrimonialismo y el colonialismo interno no solo se mantienen despus de las independencias, sino que algunos casos incluso se agravan. Esto no es slo un tema de poltica de Estado, como antao; es una gramtica social muy vasta que atraviesa la sociabilidad, el espacio pblico y el espacio privado, la cultura, las mentalidades y las subjetividades. La dominacin de clase y la dominacin tnica-racial se alimentan mutuamente, por lo que la lucha por la igualdad no puede separarse de la lucha por el reconocimiento de la diferencia.

    Existe una contradiccin propia que Jos Carlos Maritegui expresa magistralmente: el pecado de haber nacido y haberse formado sin el indio y contra el indio. El papel protagnico de los movimientos sociales, indgenas, campesinos, afrodescendientes, feministas, etc., y las dos dificultades de la poltica progresista son los factores que determinan la necesidad de distanciarse, finalmente, de la tradicin o teora crtica eurocntrica2. El refuerzo de esta necesidad lo dan dos factores tericos: a) [3] la prdida de los sustantivos crticos, y b) [4] la relacin fantasmal entre teora y prctica. 3.- La prdida de los sustantivos crticos: la TCE era propietaria de grandes sustantivos: comunismo, socialismo, dependencia, lucha de clases, alienacin, participacin, frente de masas, unidad popular, etc. Hoy apreciamos una desaparicin de esos sustantivos. La TCE pas a caracterizarse y distinguirse por el uso de los adjetivos con que califica a los sustantivos de las teoras tradicionales (o burguesas): desarrollo versus desarrollo alternativo, democracia versus democracia radical, participativa-deliberativa, cosmopolitismo versus cosmopolitismo subalterno, derechos humanos versus derechos humanos radicales, colectivos, interculturales.

    Hoy se cree que los adjetivos hegemnicos no son patrimonio del pensamiento burgus. Algunos movimientos sociales han conseguido la capacidad de utilizar de modo contrahegemnico y para fines contrahegemnicos, instrumentos o conceptos hegemnicos. No es necesario ser de derechas, por ejemplo para utilizar ciertos conceptos tales como: mercado, democracia, igualdad, libertad, etc., y problematizarlos. La importancia de los sustantivos radica en que an establecen el horizonte intelectual y poltico que define lo decible y lo indecible, lo creble y lo increble, lo legtimo e ilegtimo, lo realista y lo irrealista. La eficacia del uso contrahegemnico de conceptos o instrumentos hegemnicos es definida por la conciencia de los lmites de ese uso. 2 Desde ahora para referirme a la Teora (o tradicin) Crtica Eurocntrica emplear el acrnimo TCE.

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    Hoy en da las luchas sociales que se dan en Latinoamrica estn orientadas a resemantizar los viejos conceptos y, al mismo tiempo, a introducir nuevos conceptos que no tienen precedentes en la TCE, e incluso no se expresan en ninguna de las lenguas coloniales en que fue construida. Se propone aplicar [6] sociologas de las emergencias y [7] sociologas de las ausencias para identificar estas novedades. 4.- La relacin fantasmal entre teora y prctica: hay que tomar distancia de la TCE porque en ella existe una enorme discrepancia entre lo que est previsto en la teora y las prcticas ms transformadoras en curso en el continente. Hay experiencias de luchas que la TCE no previ: la luchas de los indgenas, campesinos, afrodescendientes, desempleados, pinginos, etc. Se organizaban en formas distintas a las que la teora privilegiaba: el sindicato o el partido. No se habitan centros urbanos industriales, sino Los Andes, la selva amaznica, la Patagonia. El lenguaje de estos movimientos sociales no contienen conceptos centrales como democracia, desarrollo, derechos humanos o socialismo, sino, ms bien, dignidad, respeto, territorio, autogobierno, madre tierra o pachamama o uke mapu, buen vivir o sumak kawsay (recordar experiencia del FSM). Las transformaciones sociales con las que trabaja la TCE, para explicarlas e influenciarlas, son pensadas para Europa, en se contexto socio-poltico y cultural; aunque la distancia fantasmal no es slo en cuanto a contextos, sino tambin en lo epistemolgico y ontolgico. En Latinoamrica las luchas estn basadas en conocimientos ancestrales, populares, espirituales que fueron ajenos a la TCE. Las concepciones ontolgicas sobre el ser y la vida son distintas del presentismo e individualismo occidental. Los seres son comunidad de seres antes que individuos, y en esas comunidades estn vivos los antepasados, as como los animales y la Madre Tierra.

    La prdida de los sustantivos crticos y la relacin fantasmal entre teora y prctica, sumado a las luchas que se desarrollan hoy en da en el continente, y la distancia que tomamos de la TCE, nos exige pensar lo impensado, asumir la sorpresa como acto constitutivo de la labor terica. La idea es abrir espacios analticos para realidades sorprendentes, donde puedan brotar emergencias libertadoras. 5.- La distancia con la relacin a la tradicin crtica eurocntrica: tomar distancia no significa desechar. Pero se asumo que existen problemas modernos que no tienen soluciones modernas. Los problemas de la trada ilustrada: igualdad-libertad-fraternidad aun sigue con nosotros. Primera y segunda modernidad en clave habermasiana. En la segunda modernidad, y le confiere su carcter dominante, es la lnea abismal que establece entre las sociedades metropolitanas (Europa) y las sociedades coloniales. Tomar distancia es estar simultneamente adentro y fuera de lo que se critica, de tal modo que se torna posible la doble sociologa transgresiva de las ausencias y de las emergencias, que contraponen epistemologas del norte y del sur. 6.- Sociologa de las ausencias: investigacin centrada en mostrar lo que no existe es, de hecho, activamente producido como no existente, es decir, como una alternativa no creble a lo que existe. Se trata de transformar objetos imposibles en objetos posibles, objetos ausentes en objetos presentes. Existen cinco modos de produccin de ausencia o no existencia:

    i. El ignorante: derivado de la monocultura y rigor del saber. Consiste en trasformar la ciencia moderna y a la alta cultura en criterios nicos de verdad y cualidad esttica. Consiste en tener cnones exclusivos de produccin de conocimiento y de creacin artstica.

    ii. El retrasado: basado en la monocultura del tiempo lineal. Teleologa. El tiempo es lineal y delante de l estn los pases centrales del sistema mundial y con ellos los conocimientos, las

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    instituciones y las formas de sociabilidad. En esta lgica el mundo se medira entre retrasados y avanzados.

    iii. El inferior: o clasificacin social, basado en la monocultura de la naturalizacin de las diferencias. Clasificacin jerrquica, sexual y racial las ms sealadas. La relacin de dominacin es la consecuencia y no la causa de esa jerarqua. Quien es inferior lo es porque es insuperablemente inferior y, por consiguiente, no puede constituir una alternativa creble a quin es superior.

    iv. El local o particular: lgica de escala dominante. La no existencia es producida bajo la forma de lo particular y lo local. Las entidades o realidades definidas como particulares o locales estn aprisionadas en escalas que las incapacitan para ser alternativas crebles a lo que existe de modo universal o global.

    v. El improductivo o estril: lgica productivista y monocultura de los criterios de productividad capitalista. Crecimiento econmico como objetivo principal, por lo que el criterio de productividad es incuestionable.

    7.- Sociologa de las emergencias: considera a las emergencias como un tema central, en tanto lo posible es lo ms incierto. Solo lo posible permite revelar la totalidad inagotable del mundo. Bloch introduce dos conceptos: el no (Nicht) y el todava no (Noch Nicht). El no es la falta de algo y la expresin de la voluntad para superar esa falta. El no se distingue de a nada. Lo todava no extrae lo que existe slo como latencia, un movimiento latente en el proceso de manifestarse, es el modo como el futuro se inscribe en el presente y lo dilata. Lo todava no es capacidad (potencia) y posibilidad (potencialidad). Es decir que la sociologa de las emergencias consiste en las investigacin de las alternativas que caben en el horizonte de posibilidades concretas. Consiste en proceder a una ampliacin simblica de los saberes, prcticas y agentes de modo que se identifique en ellos las tendencias de futuro (lo todava no) sobre las cuales es posible actuar para maximizar la probabilidad de la esperanza con relacin a la probabilidad de la frustracin. Tal implicacin simblica es, en el fondo, una forma de imaginacin sociolgica que se enfrenta a un doble objetivo: por un lado, conocer mejor las condiciones de posibilidad de la esperanza; por otro, definir principios de accin que promuevan la realizacin de esas condiciones. Ambas sociologas marcan la distancia con relacin a la TCE, a partir de ellas se levanta la alternativa propuesta por el autor: epistemologa del Sur.

    II.- Ms all del pensamiento abismal: de las lneas globales a una ecologa de saberes. El pensamiento occidental moderno es abismal en el sentido que traza una lnea (centro-periferia) y hace que un lado exista y otro no-exista. El pensamiento abismal es la imposibilidad de la co-presencia de los dos lados de la lnea. Habra ausencia no dialctica. Hay territorios metropolitanos (afectados por la dicotoma regulacin/emancipacin) y territorios coloniales (afectados por la dicotoma apropiacin/violencia). Las distinciones pertenecen a este lado de la lnea y se combinan para hacer invisible la lnea abismal sobre la cual se fundan. La lnea abismal se entiende tambin a travs de la tensin entre la trada filosofa, ciencia y teologa. En el conocimiento occidental no existen conocimientos campesinos, indgenas, etc. No caben, porque justamente se encuentran ms all de la verdad. En el campo del conocimiento, el pensamiento abismal consiste en conceder a la ciencia moderna el monopolio de la distincin universal entre lo verdadero y lo falso, en detrimento de dos cuerpos alternativos de conocimiento: la filosofa y

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    la teologa. Aunque finalmente los tres componentes mencionados estn del lado colono del pensamiento abismal: la lnea visible que separa ciencia de filosofa y teologa, crece sobre una lnea visible abismal que coloca de un lado de la lnea a la ciencia, filosofa y teologa, y del otro, conocimientos hechos inconmensurables e incomprensibles. La lnea separa el reino del derecho y el del no-derecho. Legalidad, ilegalidad. Lo colonial tambin entra en este juego de dicotomas, pero va ms all, porque la zona colonial no era una zona ilegal o legal, sino una zona sin ley. Amrica Latina es el estado salvaje hobbesiano o lockeano.

    Lo colonial es as el punto oculto sobre el cual las concepciones modernas de conocimiento y derecho son construidas. La modernidad occidental significa la coexistencia simultnea de estados de naturaleza primitivos, y sociedades civiles civilizadas, slo que la primera es negada por la segunda, no la deja existir, y el nico objetivo es la civilizacin. Seramos el pasado maldito del otro lado de la lnea, el pasado del centro. El argumento central es que la exclusin que se dio en la colonia nunca desapareci, hoy ms que nunca persisten. El centro se desarrolla entre la tensin regulacin/emancipacin, mientras que la periferia lo hace entre la tensin apropiacin/violencia, y la universalidad de la primera tensin no se contradice con la existencia de la segunda. Las lneas abismales continan estructurando el conocimiento moderno y el derecho moderno. Se propone, ante el escenario, un pensamiento posabismal.

    1.- la divisin abismal entre regulacin/emancipacin y apropiacin/violencia: la permanencia de estas lneas no quieren decir que hayan sido estticas todo el tiempo. Las lneas globales tuvieron dos perodos de crisis: a) para las independencias y las luchas anticoloniales, y b) contra la exclusin social radical. Las poblaciones sometidas al paradigma de la apropiacin/violencia clamaron derecho de ser incluidas en el paradigma regulacin/emancipacin. Ambas en sus movimientos parecan converger en la contraccin y en ltima instancia en la eliminacin del otro lado de la lnea. La lgica de la apropiacin/violencia ha ganado terreno en detrimento de la lgica de regulacin/emancipacin. Esto incita a un esfuerzo colectivo para desarrollar una epistemologa del Sur. Hay un movimiento principal (el retorno a lo colonial) y un contramovimiento subalterno (cosmopolitismo subalterno). Aqu lo colonial es una metfora para aquellos que perciben en sus experiencias vitales tienen lugar a otro lado de la lnea, y se rebelan contra ello. Este retorno adopta tres formas diferentes: i) terrorista, ii) trabajadores migrantes indocumentados; y iii) los refugiados. Para el retorno a lo colonial se entiende por la lgica ordenante de apropiacin/violencia, es ms, la regulacin/emancipacin est siendo cada vez ms desfigurada por la presin creciente y la presencia en su medio de la apropiacin/violencia. Estamos en la presenciando la emergencia de una nueva forma de Estado que restringe derechos democrticos bajo la premisa de salvaguardarlos o expandirlos. Los derechos humanos son as violados con objeto de ser defendidos, la democracia es destruida para salvaguardar la democracia, la vida es eliminada para preservar la vida. El retorno del colonizador implica resucitar formas de ordenamiento colonial tanto en las sociedades metropolitanas como en sociedades que en un tiempo fueron sometidas al colonialismo europeo. Esta emergiendo como un Estado que se retira de la regulacin social y cuyos servicios pblicos son privatizados. El control sobre la vida y el bienestar de la poblacin queda tambin privatizado. La obligacin poltica que ata al sujeto al Estado moderno est siendo reemplazado por obligaciones contractuales privatizadas y despolitizadas, bajo las cuales se da la dominacin explcita entre poderosos y no-poderosos. El autor acusa un auge de fascismo social, compuesto por tres dimensiones:

    i) Fascismo del apartheid social: divisin entre zonas salvajes y civilizadas que se convierten en criterio general de sociabilidad, un nuevo tiempo-espacio hegemnico que atraviesa todas las

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    relaciones sociales, econmicas, polticas, culturales y es, por lo tanto, comn a la accin estatal y no estatal.

    ii) Fascismo contractual: desigualdades de poder entre las partes en el contrato de derecho civil (contrato de trabajo o contrato para la disponibilidad de bienes o servicios). El proyecto neoliberal es transformar el contrato civil por uno laboral. Esta forma de fascismo sucede frecuentemente hoy en da en situaciones de privatizacin de los servicios pblicos (salud, educacin, etc.).

    iii) Fascismo territorial: ciertos actores sociales con poder disputan el control del Estado sobre los territorios donde ellos actan, o neutralizan ese control coercionando a las instituciones estatales y ejerciendo regulacin social sobre los habitantes del territorio sin su participacin y contra sus intereses. El fascismo social es una nueva forma de estado de naturaleza que prolifera a la sombra del

    contrato social, y se da de dos modos: a) Poscontractualismo: el proceso por medio del cual grupos sociales e intereses sociales que

    hasta ahora fueron incluidos en el contrato social, son excluidos sin ninguna perspectiva de retorno.

    b) Precontractualismo: consiste en bloquear el acceso a la ciudadana a grupos sociales que antes se consideraban a s mismos candidatos de ciudadana y que tenan la razonable expectativa de acceder a ella.

    El fascismo social puede coexistir con la democracia poltica-liberal. Es ms, podemos estar

    entrando en un perodo en que las sociedades son polticamente democrticas y socialmente fascistas. Seran nuevas formas de gobierno indirecto. BSS se da cuenta de dos transformaciones que afectan a esto, transformaciones de la propiedad, una primera que tiene lugar cuando la propiedad sobre las cosas fue extendida, con el capitalismo, a la propiedad sobre los medios de produccin. En las colonias el control sobre las personas fue la forma original de control sobre las cosas, incluyendo lo humano y lo subhumano. La segunda transformacin tiene que ver con la idea cuando la propiedad de los servicios se convierte en una forma de control de las personas que los necesitan para vivir. 2.- Cosmopolitismo subalterno: la resistencia poltica de este escenario debe ser presupuesta como resistencia epistemolgica. No es posible una justicia social global sin una justicia cognitiva global. El cosmopolitismo subalterno se manifiesta a travs de iniciativas y movimientos que constituyen la globalizacin contrahegemnica. Consiste en el conjunto extenso de redes, iniciativas y movimientos que luchan contra la exclusin econmica, social, poltica, cultural generada por la encarnacin ms reciente del capitalismo global (globalizacin neoliberal). Estas luchas son animadas por un ethos redistributivo en su sentido ms amplio, implicando la redistribucin de los recursos materiales, sociales, polticos, culturales y simblicos y, como tal, est basado en el principio de igualdad y el principio de reconocimiento de la diferencia. La novedad en el cosmopolitismo subalterno est en su profundo sentido de incompletud sin tener, sin embargo, nimo de ser completo. Defiende que el entendimiento del mundo en gran medida excede al entendimiento occidental de mundo. Defiende, a su vez, que cuantos ms entendimientos no occidentales fueran identificados, ms evidente se tornar el hecho de que muchos otros esperan ser identificados y que las compresiones hbridas son virtualmente infinitas. Esquema del pensamiento posabismal, centrado en sus dimensiones epistemolgicas:

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    3.- El pensamiento posabismal como pensamiento ecolgico: implica una ruptura radical con los modos occidentales modernos de pensar y actuar. Pensar en trminos no derivados significa pensar desde la perspectiva del otro lado de la lnea, precisamente porque el otro lado de la lnea ha sido reino de lo impensable en la modernidad occidental. El ascenso del orden de la apropiacin/violencia dentro del orden de la regulacin/emancipacin tan solo puede ser abordado si situamos nuestra perspectiva epistemolgica en la experiencia social del otro lado de la lnea (el Sur global no imperial) concebido como la metfora del sufrimiento humano sistmico e injusto causado por el capitalismo global y el colonialismo. Se le llama ecologa de los saberes porque est basada en el reconocimiento de la pluralidad de conocimiento heterogneo (uno de ellos es la ciencia moderna) y en las interconexiones continuas y dinmicas entre ello sin comprometer su autonoma. El conocimiento, aqu, sera interconocimiento. 4.- Pensamiento posabismal y copresencia: la copresencia radical es condicin para el pensamiento posabismal. Esto significa que las prcticas y los agentes de ambos lados de la lnea son contemporneos en trminos iguales. Una copresencia implica concebir simultaneidad como contemporaneidad, la cual solo puede ser realizada si la concepcin lineal de tiempo es abandonada. La copresencia radical tambin presupone la abolicin de la guerra, porque sera la negacin ms radical de la copresencia. 5.- La ecologa de saberes y la diversidad inagotable de la experiencia del mundo: diversidad epistemolgica del mundo, reconocimiento de la existencia de una pluralidad de conocimientos ms all del conocimiento cientfico. 6.- Saberes e ignorancias: las creencias son parte integral de nuestra identidad y subjetividad, mientras que las ideas son exteriores a nosotros. Mientras que nuestras ideas se realizan desde la incertidumbre y permanecen ligadas a ellas, las creencias se originan en la ausencia de duda. Distincin entre ser y tener: nosotros somos lo que creemos, pero tenemos ideas. La relacin entre creencias e ideas con respecto a la ciencia ya no es una relacin entre dos entidades distintas, sino que es una relacin entre dos modos de experimental socialmente la ciencia.

    La ecologa de saberes es bsicamente contraepistemologa, fundada en dos factores: a) globalizacin contrahegemnica, y b) la proliferacin de alternativas (ya no ms una nica alternativa).

    7.- La ciencia moderna como parte de una ecologa de saberes: como un producto del pensamiento abismal, el conocimiento cientfico no es socialmente distribuido de un modo equitativo; no podra serlo; fue diseado originalmente para convertir un lado de la lnea un sujeto de conocimientos, y del otro un objeto de conocimientos. Como una epistemologa posabismal, la ecologa de saberes, mientras fuerza la credibilidad para un conocimiento no cientfico, no implica desacreditar el conocimiento cientfico. Simplemente implica su uso contrahegemnico. Todo conocimiento tiene lmites internos y externos. Los internos estn relacionados con las restricciones en las intervenciones del mundo real impuestas por cada forma de conocimiento, mientras que los lmites externos resultan del reconocimiento de intervenciones alternativas posibilitadas por otras formas de conocimiento. La exploracin de cada lmite pueden ser alcanzados por parte de una concepcin contrahegemnica de la ciencia. Todo esto radica en el impulso para una copresencia igualitaria y para la incompletud. La ecologa de saberes expande el carcter testimonial de los saberes

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    para abrazar tambin las relaciones entre conocimiento cientfico y no cientfico, por lo tanto expandir el rango de la intersubjetividad como interconocimiento es el correlato de la subjetividad y viceversa. 8.- Ecologa de saberes, jerarqua y pragmtica: la ecologa de saberes concibe el conocimiento como prcticas de saberes que permiten o impiden ciertas intervenciones en el mundo real. La ecologa de saberes est basada en la idea pragmtica de que es necesario revalorizar las intervenciones concretas en la sociedad y en la naturaleza que los diferentes conocimientos pueden ofrecer. Esta se centra en las relaciones entre conocimientos y en las jerarquas que son generadas entre ellos, desde el punto en que las prcticas concretas no seran posibles sin tales jerarquas. Ecologa de los saberes favorece jerarquas dependiendo del contexto, a la luz de los resultados concretos pretendidos o alcanzados por diferentes prcticas de conocimiento. Las jerarquas concretas emergen desde el valor relativo de intervenciones alternativas en el mundo real, lo que abre la posibilidad de distintas complementariedades o contradicciones entre los diferentes tipos de conocimiento. 9.- Ecologa de saberes, inconmensurabilidad y traduccin: hay experiencias cognitivas perdidas, que la ecologa de saberes intenta recuperar. Imbuidas en diferentes culturas occidentales y no occidentales, esas experiencias usan no solo diferentes lenguas sino tambin diferentes categoras, universos simblicos y aspiraciones para una vida mejor. Existen muchas filosofas, que posibilitan el dilogo y el enriquecimiento recproco. La inconmensurabilidad no impide necesariamente la comunicacin y que incluso puede permitir insospechadas formas de complementariedad. Todo ello depende del uso de procedimientos adecuados de traduccin intercultural. A travs de la traduccin, llega a ser posible identificar preocupaciones comunes, enfoques complementarios y, por supuesto, tambin contradicciones. 10.- Ecologa de saberes, mitos y clinamen: la ecologa de saberes acontece a nivel del logos y del mythos. La ecologa de saberes es una epistemologa desestabilizadora hasta el punto en el que se compromete en una crtica radical de las polticas de lo posible sin el rendimiento a una poltica imposible. Distincin entre accin conformista (rutinaria) y clinamen, es decir, poder creativo, poder de un movimiento instantneo. El rol de una ecologa de saberes ser identificar las condiciones que maximizan la probabilidad de tal acontecimiento y, al mismo tiempo, definir el horizonte de posibilidades dentro de las cuales el viraje operar. La ecologa de saberes est constituida por sujetos desestabilizadores, individuales o colectivos, y es, al mismo tiempo, constitutiva de ellos.