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Democracia sin políticos
John Alejandro Bermeo
Con la victoria del Brexit, del No en Colombia y de Donald Trump y
Jair Bolsonaro la opinión publicada1 se ha dirigido a atacar lo que hoy
llamamos el sistema de gobierno democrático. Lo que tienen en
común muchas de estas críticas es que no cuestionan el sistema en
sí, sino lo resultados del sistema, para decirlo de otro modo, lo
problemático de la democracia es que no ganan los que yo quiero
que ganen. Esta idea se encuentra bien resumida en una reciente
afirmación del Decano de Economía de la Universidad de los Andes,
Juan Camilo Cárdenas, quien afirmó:
“Las democracias liberales contemporáneas que se han
convertido en la práctica más importante de deliberación y
votación están también generando muchas dudas, muchas
dudas en el sentido de resultados como el del Brexit, como el
del plebiscito en Colombia, como el de la elección de Trump en
EE. UU. …” 2
En seguida de esta afirmación se desparrama a hablar de los sesgos,
emociones, heurísticas, etc.,3 que pueden generar que las elecciones
1 Por opinión publicada hago referencia a la promoción de la corriente “principal” (mainstream) que hacen los medios de comunicación en masa (mass media), por el contrario, la opinión pública es lo que verdaderamente esta pensando el pueblo sobre determinados asuntos, para el caso concreto, los mass media daban una victoria sobrada a Hilray y al Sí en Colombia, esto es la opinión publicada, la realidad fue que la opinión pública pensaba otra cosa. Para aclarar esta común confusión, véase: Yarce, Jorge. (2012) “No confundir opinión pública con ´opinión publicada´”. Blogs, El Tiempo. Recuperado de: http://blogs.eltiempo.com/opinabilia/2012/11/08/no-confundir-opinion-publica-con-opinion-publicada/#profile-author 2 La Silla Vacía (23 de marzo de 2019) “Votamos a ciegas en las elecciones”. Video. Recuperado de: https://www.facebook.com/86869798098/videos/652044851899903/ 3 Este tema sobre la predecible irracionalidad del ser humano ya ha sido documentado ampliamente por el psicólogo y nobel de economía, Daniel Kahneman, por Dan Ariely, Steven Pinker, Richard Thaler, entre otros.
de los votantes sean poco informadas y fácilmente manipulables.4
Quisiera desviarme un segundo, uno bien debería preguntarse el por
qué parece que solo hay sesgos y manipulación cuando no gana la
izquierda, como en estos casos citados, ¿será que estos mismos
intelectuales se encuentran sesgados?, ¿no se han sacado la viga de
su ojo y ya están señalando la paja en el ojo de los demás? La
referencia es muy clara, la democracia genera dudas por sus
resultados, afirma, pero es incluso más preciso que eso si uno lo
analiza bien, genera dudas porque la gente no vota a la izquierda, o
lo que es lo mismo, no habría dudas sobre los resultados de la
democracia si hubiese fallado el Brexit, si hubiese ganado el Sí en
Colombia y Trump hubiese perdido frente a la socialista democrática
Hilary Clinton.
Retomando, lo que quiero resaltar es que cuestionar la llamada
democracia por sus resultados es no cuestionarla en absoluto, sería
como intentar cuestionar el futbol porque mi equipo no es capaz de
ser campeón de la liga, no obstante, estos resultados sí han servido
para que muchos como Jason Brenan o Brett Hennning cuestionen
el sistema mismo y propongan alternativas, para el primer caso
Brenan propone un epistocracia5, y para el segundo, Henning
propone el sorteísmo6.
Hay muchas formas de llamar a este último: sorteísmo, estotocracia,
demarquía, lotocracia e incluido, su nombre original, democracia.7
Por mi parte, quisiera proponer la demarquía como alternativa a lo
4 Sobre la irracionalidad del votante, véase: Caplan, Bryan. (2016) “El mito del votante racional: por qué las democracias escogen malas políticas”. Editorial INNISFREE. 5 Véase Brenan, Jason. (2018) “Contra la democracia”. Editorial: Deusto. 6 Véase Brett, Henning. (2017) “The end of politicians: Times for a real democracy”. Editorial: Unbound. 7 Se hace referencia a la democracia clásica griega, dado que esta aplicaba ampliamente el sistema de sorteo en sus instituciones. Véase: Manin, Bernard. (2006) “Sobre los principios del gobierno representativo”. Especialmente, la introducción y los capítulos 1 y 2. Alianza Editorial. Disponible en “La vraie démocratie”: http://lavraiedemocratie.fr/IMG/pdf/bernard_manin_-_los_principios_del_gobierno_representativo.pdf
que —como veremos— mal llamamos hoy «democracia»,
enfrentando ambos sistemas y mostrando que muchos de los
problemas actuales cuando no desaparecen totalmente sí son
disminuidos sustancialmente a la luz de esta alternativa.
Con todo y más, este previo comentario busca introducirlos al
presente trabajo que consiste en una crítica a lo que ha sido llamado
gobierno democrático. No cuestionaré los resultados que produce
este sistema, sino el sistema mismo, contrastándolo con una
demarquía (democracia real). Para ello, explicaré en primer lugar el
error de llamar a nuestro actual sistema una democracia, aclarando
que en realidad vivimos bajo gobiernos representativos o
republicanos, carentes de los elementos mínimos de la democracia
tradicional griega., en segundo lugar, corolario a ello, mencionaré
brevemente la democracia griega y, finalmente, cómo una
demarquía resulta en un sistema superior que puede mejorar
nuestras «democracias» rotas.
Nuestro sistema es el gobierno representativo, no la democracia
Bernard Manin en su obra “Los principios del gobierno
representativo”8 repasa los elementos primarios de la democracia
griega y cómo estos no tienen existencia en lo que equívocamente
llamamos democracia o más específicamente, democracia
indirecta.9
8 Véase Manin, Bernard. (2006) “Sobre los principios del gobierno representativo”. Especialmente, la introducción y los capítulos 1 y 2. Alianza Editorial. Disponible en “La vraie démocratie”. 9 Aunque de manera interesante, pero equivocada, el fallecido profesor Sartori recurre constantemente a insultos y falsas analogías para defender la “democracia” representativa mientras llama a la democracia directa como “ignorante y primitiva” y a sus defensores como: “niños que juegan con pensamientos infantiles. Pero son muchos, vociferantes e intolerantes. No debemos ignorarlos porque sean constitucionalmente analfabetos”. Lo que parece más ignorante y primitivo es tener que elegir a alguien para que nos gobierne cuando podemos gobernarnos nosotros mismos. Véase: Sartori, Giovanni. (1999) “En defensa de la representación política”. Claves de razón práctica, número 91. Recuperado de: https://dialnet.unirioja.es/ejemplar/15045
Dos son los elementos claves que componen la democracia griega, a
saber, el pueblo tomando decisiones en la asamblea, y su particular
forma de desarrollar las funciones que no hacía la asamblea,
seleccionando ciudadanos para el cargo de magistrados —entre
otros— al azar a través del kleroterium.10 Ninguno de estos dos
elementos existe en el gobierno representativo, ahora mal llamado
democracia indirecta y, que pone a la democracia clásica griega el
nombre de democracia directa.
Además de esto, es de sumar, que los fundadores de nuestro actual
sistema que apenas tiene poco más de dos siglos nunca pensaron en
su sistema como una democracia, sino, como gobiernos
representativos o constitucionales.11 Afirma David Van Reybroucke,
autor de la obra Against Elections12:
“¿Entonces, por qué se optó por usar las elecciones tras la
revolución? El motivo es impactante, fue porque los que
tomaron el poder en Estados Unidos y Francia estaban en
contra de la democracia. Tenían miedo de que mandase la
muchedumbre. No introdujeron las elecciones para conseguir
una democracia, ¡sino para impedir la democracia! Muy pocas
10 Recientemente se ha hecho una réplica de la máquina creada por los griegos (Kleroterion). Ver: Universidad Carlos III de Madrid (2019) “KLEROTERION: Un nuevo dispositivo para la selección aleatoria de personas | UC3M”. Canal de youtube UC3M. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=wkyWd4N7iAU&t=1s 11 Afirma David van Reybrouck. (2017) “Las elecciones se han convertido en un obstáculo para la democracia. ¿Y si sorteamos a los senadores?”. ABC.es: “no fue el final de la aristocracia y el principio de la democracia, a pesar de lo que nos enseñaron en el colegio. Ellos querían empezar una mejor aristocracia, que no fuera hereditaria, sino electa, y las elecciones eran la mejor forma de que esta aristocracia fuera posible”. Disponible en: https://www.abc.es/cultura/cultural/abci-como-salvar-democracia-contra-elecciones-david-reybrouck-sorteo-201702210100_noticia.html Véase, además: Henning, Brett. (2017) “The end of politicians: Times for a real democracy”. Editorial: Unbound. Capítulo 1. 12 Otra obra importante y reciente en defensa del elemento de azar de la democracia griega es: Van Reybrouck, David. (2018) “Against elections: the case for democracy”. Seven Stories Press. New York. Oakland. Edición de Kindle.
personas podían votar, todavía menos podían ser elegidas. Las
elecciones debían crear una nueva élite. "Una aristocracia
natural" lo llamaba Thomas Jefferson. (Padre fundador de los
EE. UU.). El poder debía ser mantenido en una minoría”.13
En la misma línea escribe Brett en “The end of politicians” que lo
correcto es referirse a estos sistemas como repúblicas de
propiedad14, ya que Francia en su primera constitución adoptada en
1791, sus autores hombres propietarios crearon el concepto de
«ciudadanía activa», que significaba que solo los hombres adultos
que pagaban un mínimo de impuestos podían participar en las
elecciones, esto se hizo “para excluir a las mujeres y a la chusma
pobre de votar y presentarse en las elecciones”15, totalmente en
contravía con lo que manifestaba la Declaración de los Derechos del
Hombre y del Ciudadano16.
La historia de EE. UU. es similar, para empezar, los Founding Fathers
eran en su mayoría antidemócratas, prescindieron de poner la
palabra democracia tanto en la Declaración de Independencia (1776)
como en la Constitución Americana (1787) y solo reconocían el voto
a aquellos que poseían títulos de propiedad y el pueblo no tenía el
derecho a elegir a los senadores ni al presidente, esto lo hacían los
13 Van Reybrouck, David. (2016) “Why elections are bad for democracy”. Channel David Van Reybrouck on youtube. Available: https://www.youtube.com/watch?v=KS9EMvbBq_U&t=1s 14 Escribe Hennig Brett. (2018) “The end of politicians: Time for a Real Democracy”. Introduction: Democracy Mutates, párrafo 12: “Money replaced lineage as a prerequisite for participation in government, and as women were in general disallowed from owning anything, their exclusion was automatic. These were indeed ‘republics of property’”. Unbound Digital. Edición de Kindle. 15 Hennig, Brett. (2018) “The end of politicians: Time for a Real Democracy”. Introduction: Democracy Mutates, párrafo 10. Original en inglés: “to exclude women and the improverished rabble from voting and standing for election”. Unbound Digital. Edición de Kindle. 16 La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano declaraba en su artículo primero que: “Los hombres nacen y permanecen libres e iguales en derechos”. Muy contrario a lo que de hecho ocurría y ocurrió por muchísimos años, seguramente, en razón de lo que el mismo artículo decía enseguida: “Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común”. Véase Conseil Constitucionnel. (1789) “La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano”. Disponible en: https://www.conseil-constitutionnel.fr/sites/default/files/as/root/bank_mm/espagnol/es_ddhc.pdf
representantes del Estado, solo hasta 1913 se permitió elegir a los
senadores y el presidente y vicepresidente todavía continúan con el
sistema de colegio electoral.17
En Reino Unido se repite esta desconfianza con la democracia. Se
requería una titulación superior para ser candidato y solo los ricos y
poderosos (quienes tenían propiedad) podían votar.18
También Kant, Burke, Tocqueville, J.S. Mill y Ortega y Gaset solo por
mencionar algunos… desconfiaban del derecho al sufragio
universal.19
Retomando a los dos elementos nombrados de la democracia griega,
el primer elemento es muy difícil de aplicar actualmente como
económicamente ineficiente, suponiendo que las personas debieran
reunirse a pasar su tiempo en interminables discusiones en
asamblea. Precisamente fue viable en Grecia por el tamaño de sus
ciudades estado, aunque, nunca fue esta una objeción usada por los
fundadores del gobierno representativo, ellos simplemente estaban
pensando en otro sistema, nunca en la democracia.20 En esta misma
línea yo podría argumentar que sin duda, con nuestra tecnología
actual podría desarrollarse fácilmente alguna aplicación que
permitiera un ejercicio de democracia directa prescindiendo de la
existencia de los políticos —digamos, una futurocracia— y, por ende,
del sistema representativo. Por otro lado, mientras sí se puede dar
una excusa sobre la no aplicación de la democracia directa debido al
tamaño actual de los estados, no existen excusas para prescindir del
17 Hennig, Brett. (2018) “The end of politicians: Time for a Real Democracy”. Introduction: Democracy Mutates. Unbound Digital. Edición de Kindle. 18 Ibíd. 19 Las referencias de cada autor en oposición con el sufragio universal se encuentran en: Contreras, Francisco José, (2018) “Una defensa del liberalismo conservador”. Unión Editorial Colombia. (p. 105-6). 20 Escribe Manin: “[…] la imposibilidad práctica de reunir a todo el pueblo no fue la principal motivación de aquellos fundadores de estas instituciones, como Madison o Siéyès”. (2006) “Sobre los principios del gobierno representativo”. Alianza Editorial. (p. 8).
sistema de elección por sorteo, este puede hacerse con poblaciones
grandes o pequeñas, más, uno debería preguntarse porque ha sido
tan deliberadamente ignorado,21 y pocas veces usado, por no decir
nulamente usado, salvo mínimas excepciones como la elección de
jurados en EE. UU. y los jurados de votación en elecciones. Sentencia
Manin: ¿Por qué no practicamos el sorteo y, sin embargo, nos
llamamos demócratas?22
Lotocracia/Demarquía
Con la demarquía lo que se busca es rescatar el sistema de sorteo de
la democracia griega para aproximar nuestro sistema republicano a
una democracia real y superar muchos de los problemas del mismo.
Primero que todo, definamos lo que es la demarquía, escribe Antony
Mueller en “Demarchy and Anarchocapitalism”:
"La "demarquía" es una forma de gobierno donde los
representantes de las personas son elegidos por sorteo en
contraste con los sistemas políticos cuyos gobernantes llegan
al poder a través de la herencia, la fuerza o el voto, mientras
que el "sorteísmo" designa el proceso a través del cual el
cuerpo representativo del pueblo es elegido en una lotería en
contraste con los sistemas de voto".23
En palabras de Brett en “The end of politicians: time of real
democracy”:
21 Nuevamente Manin: “En cambio, en ninguno de los gobiernos representativos de los últimos dos siglos se utilizó el sorteo para asignar ni el mínimo poder, fuese soberano o ejecutivo, central o local”. (p. 8). El sistema de la elección por sorteo es tan importante que menciona con desdén: “Un fenómeno tan coherente y universal debe llamar la atención y, en efecto invitar al escrutinio”. (p. 8). 22 Ibíd. p. 9. 23 Mueller, Antony P. (2018) “Principles of Anarcho-Capitalism and Demarchy”. (p. 102). Edición de Kindle. Original en inglés: “Demarchy” is a form of governance where the people’s representatives are chosen by lottery in contrast to the political systems whose rulers come to power through heritage, force or vote, while “sortition” designates the process through which the representative body of the people is chosen in a lottery in contrast to systems of vote, co-option, and cooptation”.
“[…] una verdadera democracia eliminaría a los políticos y los
sustituiría por una red representativa de los ciudadanos
normales seleccionados al azar”.24
Con esta clara definición ya es posible proseguir con el análisis de las
cualidades de la demarquía que rescata el sorteo de la democracia
griega, en contraposición con nuestro sistema de elecciones
republicano.
No está de más citar la autoridad de Aristóteles que afirmó:
“[…] parece ser democrático que los cargos se den por sorteo,
y oligárquico que se den por elección; democrático también
que no se basen en la renta, y oligárquico que dependan de la
renta”.25
En esto último exactamente se basa nuestro sistema, en la elección
y en la renta/riqueza para ganar, dando lugar una oligarquía, que
siendo precisos bien puede tener el nombre de kakistocracia o
gobierno de los peores.26
Igualmente, Montesquieu haciendo referencia a Solon y la
democracia griega afirma en su monumental “Del espíritu de las
leyes”:
24Hennig, Brett. (2018) “The end of politicians: Time for a Real Democracy”. Introduction: Democracy Mutates, párrafo 37. Kindle edition. Original en inglés: “[…] a real democracy would eliminate politicians and replace them with a representative network of randomly selected, ordinary citizens”. 25 Aristóteles. (1988) “Política”. Editorial Gredos, Madrid. España. (p. 244). 26 Sobre la “Kakistocracia” escribe Ronnie V. Amorado (2012) “Kakistocracy: rule of the unprincipled, unethical and unqualified”. Asian Horizons Vol. 6, No. 1, March 2012, Pages: 21-40: “Leadership without intelligence or integrity gives rise to kakistocracy – a government or organization that is ruled by the most unprincipled, unethical and unqualified managers and leaders. It comes from the Greek kakistos (worst) or kakos (bad) + kracia (rule, power or government). If unchecked, kakistocracy results in kleptocracy, from the Greek kleptos (theft) + kratos (rule). Kakistocratic and kleptocratic leadership behaviour explains the world’s woes in government corruption, citizens’ misconduct, corporate scandals, misdemeanour in the Church, anomalies in civil society, spousal indiscretion and infidelity, the desecration of rule of law, and even the persistence of illegitimate authoritarian states and despotic rulers”. (p.3). http://www.dharmaramjournals.in/ArticleFiles/06.1.2012.2.%20Ronie%20V.%20Amorado.pdf
“La elección por suerte es propia de la democracia: por sufragio
de la aristocracia.
La suerte es un medio de elección que no molesta a nadie y
deja a todos los ciudadanos la esperanza razonable de servir a
su patria”.27
Ahora, con todo lo mencionado, permítaseme contraponer nuestro
actual sistema representativo con la propuesta de traer el elemento
del sorteísmo de la democracia griega a nuestro tiempo.
La demarquía es superior y preferible al sistema representativo
Honestidad
Al no depender del voto popular en busca de una elección o una próxima reelección la demarquía permite más honestidad y trasparencia de los que están en el poder a la hora de comunicar a los ciudadanos la situación real del país. No tienen la preocupación
electoral para apoyar o no apoyar ciertas políticas ni de aliarse a
ciertas facciones pues no están sometidos al impacto electorero, es
decir, pueden tomar medidas dolorosas a corto plazo, pero saludables
a largo plazo, algo que está totalmente vetado para el cortoplacismo
de los políticos.
Acceso al gobierno
En los gobiernos representativos se nos dice que cualquiera puede
gobernar, pero, los políticos, desde el de más alto rango (Presidente)
al de menor rango, depende de cierta cantidad de riqueza, de modo
que el acceso al poder en la práctica está vetado para las clases pobres
e incluso, menos educadas.28 Por el contrario, en la demarquía
27 Montesquieu. (1906) “El espíritu de las leyes”. Tomo I. Librería General Victoriano Suárez – Madrid. (p. 25). 28 Los datos muestran que la mayoría de personas que llegan al gobierno cuentan al menos con educación profesional. Vale decir que, si usted considera que esta mal que lleguen personas con poca educación, usted no es un demócrata, en realidad es, un defensor de las elites, es decir, un aristócrata o un epistócrata. Los parlamentos están conformados en su mayoría por hombres viejos, ricos y educados. Véase: Hennig, Brett. (2015) “Planet westminter”. Sortition Foundation. Disponible en: https://www.sortitionfoundation.org/planet_westminster
absolutamente todos tienen la misma opción de llegar al poder, sin
importar sexo, raza o riqueza, lo que hace al sistema verdaderamente
representativo del pueblo, diverso y legítimo, y su método de
selección hace al proceso justo e imparcial.
Vale la pena señalar que en el gobierno representativo existe una
competencia por el poder, empero, no toda competencia es buena,
si la competencia se trata de cosas malas va ser dañino para la
sociedad. El sistema representativo consiste en una competencia
para llegar al poder, a lo que vale la pena preguntar, ¿qué clase
de hombres desean gobernar a otros hombres?
Quien gane esta competencia tendrá el poder de dominar a otros
y de enriquecerse a su costa, tendrá el poder del Estado como
institución que detenta el monopolio «legítimo» del uso de la
violencia en el territorio, de reclamar tributos y de fabricar leyes.
Escribe Hoppe:
“La libre competencia en el asesinato, el robo, la falsificación
o la estafa no es buena: es peor que mala. Pero eso es
precisamente lo que ha instituido la «abierta competencia
política», es decir, la democracia”.29
La libre competencia política para llegar al poder tiende a
favorecer ciertas cualidades que, obviamente, se encuentran
desigualmente distribuidas en los seres humanos, sociabilidad,
buena presencia, capacidad oratoria, carisma, etc,30 pero también
ciertas anti-cualidades, nuevamente Hoppe:
y además: Hennig, Brett. (2018) “What would a randomly selected US Senate look like?”. Sortition Foundation. Disponible en: https://www.sortitionfoundation.org/what_would_randomly_selected_senate_look_like 29 Hoppe, H-H. (2013) “Monarquía democracia y orden natural: una visión austríaca de la era americana”. Colección Anarkhos. Unión Editorial. (p. 351). 30 Ibíd. p. 352.
“La competencia política sin restricciones favorece a los
hombres de temperamento agresivo (peligrosos) más que a
los de temperamento defensivo (inofensivos) y estimula el
cultivo y perfeccionamiento de la demagogia, el fraude, la
mentira, el oportunismo, la corrupción y el soborno.
Consecuentemente, resultará cada vez más difícil que una
persona con reparos morales contra la mentira y el robo
pueda llegar al gobierno y tener éxito en el desempeño de
sus funciones”.31
En suma, los políticos deben mostrar total inhibición moral si quieren
ganar, no deben apelar a la razón, sino a los sentimientos e instintos
más bajos de las masas, deben ser unos demagogos, hipócritas y
mentirosos.32
Corrupción
Dado el papel fundamental de la riqueza en el sistema
representativo lo común es que los políticos requieran del apoyo de
ciertos grupos privilegiados y empresariales bajo la fórmula “pay to
play”, a saber, los empresarios burócratas financian las campañas
políticas y los políticos deben regresar el favor en forma de cuotas
31 Ibíd. p. 153. En esta misma línea argumenta en otra obra llamada (2008) “Libertad o socialismo”. En el título “Porqué los peores gobiernan”. Universidad San Francisco de Quito: “Como resultado de la libre competencia y selección política, aquellos que suben se volverán individuos cada vez más corruptos y peligrosos, y sin embargo al ser cuidadores temporales e intercambiables, ellos serán raramente asesinados”. (p. 117). Disponible en: https://fundacion-ds.org/wp-content/uploads/2019/03/Libertad-O-Socialismo-Liberty-or-Socialism_3-1.pdf 32 Hayek, F.A. (2008) “Camino de servidumbre”. Textos y documentos. Madrid: Unión Editorial, capítulo X “Por qué los peores se colocan a la cabeza”. Aunque en este texto Hayek se refiere a las sociedades que tienden al totalitarismo y explica cómo es necesario prescindir de la moral y los escrúpulos para instaurar un régimen totalitario. Los criterios morales para lograr el éxito en tal sistema son perfectamente trasladables al régimen democrático.
de poder33, caso típico es el de la revolving door.34 En una demarquía
en cambio, no se requiere el apoyo y financiamiento de lobbistas ni
para llegar ni para mantenerse en el poder manteniendo la
corrupción en niveles bajos.
Vale nuevamente citar a Hoppe en otra obra, “Uma breve história do
homen: Progresso e declínio”35 donde esclarece cuál es el verdadero
gobierno en una democracia36:
“La democracia produce y genera una nueva elite poderosa o
clase dominante. Los presidentes, los primeros ministros y los
líderes del parlamento y de partidos políticos forman parte de
esta élite, y ya les he hablado de ellos como, esencialmente,
demagogos amorales. Pero sería ingenuo suponer que son las
personas más influyentes y poderosas. En general, son sólo
agentes y delegados -los intermediarios- de otras personas que
permanecen al margen y fuera de la visibilidad pública. La
verdadera elite poderosa, que determina y controla quién será
presidente, primer ministro, líder del partido, etc., son los
plutócratas. Los plutócratas, por definición del gran, pero
olvidado sociólogo norteamericano William Graham Sumner
(1840-1910), no son sólo los súper-ricos - los grandes
banqueros y los dueños de los grandes negocios y de la gran
industria. Por el contrario, los plutócratas son sólo una subclase
de los súper ricos. Son aquellos banqueros y empresarios súper
33 Véase Palmer, Tom (2013) “La moralidad del capitalismo”. En su introducción el título: “Capitalismo de libre mercado versus capitalismo de compinches”. (p. 32 ss.). El Cato. Disponible en: https://www.elcato.org/sites/default/files/La_Moralidad_del_Capitalismo_0.pdf 34 Véase Gómez Arismendi, Jorge. (2015) “El fenómeno de la corrupción”. FPP Chile. Fundación Para el Progreso Disponible en: http://fppchile.org/wp-content/uploads/2015/04/fenomeno-de-la-corrupcion_v2_final.pdf 35 Hoppe, H-H. (2018) “Uma breve história do homen: progresso e declínio”. Editorial LVM, Säo Pablo-Brasil. Kindle edition. 36 Entiéndase en estos puntos por «democracia» que claramente nos estamos refiriendo al gobierno representativo.
ricos que percibieron el enorme potencial del Estado como
institución capaz de cobrar impuestos y legislar para su propio
enriquecimiento futuro aún mayor y que, sobre la base de esta
idea, decidieron involucrarse con la política. Ellos percibieron
que el Estado puede hacerlos aún más ricos, ya sea dándoles
subsidios, dándoles contratos estatales o aprobando leyes que
les protegen de la competencia, y ellos deciden usar sus
riquezas para capturar al Estado y usar la política como medio
para alcanzar enriquecimiento aún mayor (en vez de
enriquecerse solamente por medios económicos, o sea,
sirviendo mejor a los consumidores voluntarios de sus
productos). Ellos no necesitan involucrarse directamente con
la política. Ellos tienen cosas más lucrativas e importantes que
hacer que desperdiciar tiempo con la política cotidiana. Pero
tienen el dinero y la posición para "comprar" a los políticos
profesionales generalmente menos influyentes, ya sea
pagándoles sobornos directos o acordando emplearlos
posteriormente, después del paso en la política profesional
como gerentes, consultores o lobistas bien pagados, y así
consiguen influir decisivamente en el curso de la política a su
favor. Ellos, los plutocratas, se convertirán en los vencedores
finales de la constante lucha de redistribución de renta y de
riqueza que es la democracia”.37
37 Hoppe, H-H. (2018) “Uma breve história do homem: Progresso e declínio”. Capítulo III “Da Aristocracia à Monarquia e à Democracia”. LVM Editora. Edición de Kindle. Original en portugués: “A democracia produz e gera uma nova elite poderosa ou classe dominante. Os presidentes, os primeiros-ministros e os líderes do parlamento e de partidos políticos fazem parte desta elite, e já falei deles como, essencialmente, demagogos amorais. Mas seria ingenuidade supor que eles são as pessoas mais influentes e poderosas. Em geral, são apenas agentes e delegados – os intermediários – de outras pessoas que permanecem à margem e fora da visibilidade pública. A verdadeira elite poderosa, que determina e controla quem será presidente, primeiro-ministro, líder do partido etc., são os plutocratas. Os plutocratas, por definição do grande, mas esquecido sociólogo norte-americano William Graham Sumner (1840-1910), não são apenas os super-ricos – os grandes banqueiros e os donos dos grandes negócios e da grande indústria. Ao contrário, os plutocratas são apenas uma subclasse dos super-ricos. São aqueles banqueiros e empresários super-ricos que perceberam o enorme
También podemos mencionar casos como los de los Cambridge
analityca que haciendo uso del big data manipulan el sistema
electoral38, que podrían solucionarse simplemente cambiando la
forma en que elegimos a nuestros representantes haciéndolo por
sorteo.
Cuidado del amo de casa/preferencia temporal39
En sistema representativo los políticos no son los propietarios del
Estado sino unos meros cuidadores/celadores intercambiables, esto
los llevar a carecer de una visión histórica que trascienda
generaciones40, altera el cuidado del Estado como sus propios
incentivos, lo que a su vez hace a su preferencia temporal
cortoplacista y avocada al presente inmediato y a sus próximas
elecciones41. En este orden, los políticos son como niños con un
dólar. En razón de lo mencionado la forma de actuar será la
potencial do Estado como instituição capaz de cobrar impostos e legislar para seu próprio enriquecimento futuro ainda maior e que, com base nesta ideia, decidiram se envolver com a política. Eles percebem que o Estado pode torná-los ainda mais ricos, seja dando-lhes subsídios, dando-lhes contratos estatais ou aprovando leis que os protegem da competição, e eles decidem usar suas riquezas para capturar o Estado e usar a política como meio para alcançar enriquecimento ainda maior (em vez de enriquecerem somente por meios econômicos, ou seja, servindo melhor aos consumidores voluntários de seus produtos). Eles não precisam se envolver diretamente com a política. Eles têm coisas mais lucrativas e importantes a fazer do que desperdiçar tempo com a política cotidiana. Mas têm o dinheiro e a posição para “comprar” os políticos profissionais geralmente menos influentes, seja pagando-lhes subornos diretos ou concordando em empregá-los posteriormente, depois do turno na política profissional, como gerentes, consultores ou lobistas bem pagos, e assim conseguem influenciar decisivamente o curso da política em seu favor. Eles, os plutocratas, se tornarão os vencedores finais da constante luta de redistribuição de renda e de riqueza que é a democracia”. 38 Escribe Cohen, Robin (2018) “Beating the Cambridge Analyticas: change the way we (s)elect our representatives”. Sortition Foundation: “Los mensajes dirigidos, las imágenes y la información falsa se implementan para respaldar o denigrar a determinados candidatos, sin verificación y sin revelar la fuente de las publicaciones”. Recuperado de: https://www.sortitionfoundation.org/beating_cambridge_analytica 39 Para comprender la teoría de la preferencia temporal y cómo está explica el comportamiento de diversos tipos de gobierno, véase: H-H- Hoppe (2013) “Monarquía, democracia y orden natural: una visión austríaca de la era americana”. Unión Editorial, colección Anarkhos, capítulo 1. 40 Véase Kuehnelt-Leddihn, Erik. (2000) “Monarchy and War”. Mises Institute. Journal of Libertarian Studies 15, No. 1 (2000): 1-41. Disponible en: https://mises.org/library/monarchy-and-war-0 41 Véase: Hoppe, H-H. (2013) “Monarquía, democracia y orden natural: una visión austríaca de la era americana”. Unión Editorial, colección Anarkhos, capítulos 1 al 4.
siguiente: “lo que no robe hoy, no lo podré robar mañana”, como
consecuencia, los impuestos, la deuda pública y el número de leyes
tenderán a aumentar.42
Semejantes problemas son solucionados con la monarquía43, no así
en la demarquía, aunque los incentivos no son tan tendientes al
latrocinio como en el gobierno representativo no desaparecen del
todo. Recordemos que en demarquía estas personas no han llegado
al poder por sus cualidades de ser los peores de la sociedad, sino, de
la selección al azar de la población, extinguiendo al político de
profesión de la faz de la tierra.
Normalmente las personas buenas no sienten el deseo de gobernar ni dirigir la vida de otros, esto asegura que solo los más ambiciosos y megalómanos busquen el poder. Una demarquía permite lo impensable en un gobierno representativo, a saber, que lleguen buenas personas. Polarización y conflicto social La demarquía nos permite organizarnos en comunidad y hacer frente a los problemas más importantes de nuestra sociedad, en otras palabras, al desaparecer a los políticos con ellos desaparece el sistema partidista generador de conflicto y faccionismo44, desaparecen las campañas políticas y su derivado clientelismo, populismo, nepotismo, amiguismo y las mafias que secuestran el poder. Como la demarquía se basa en el sorteo y en la rotación se acaba el gobierno donde se atornillan “los mismos de siempre” y donde nadie confía en el sistema. 42 Hoppe, H-H. (2018) “Uma breve história do homem: Progresso e declínio”. Capítulo III “Da Aristocracia à Monarquia e à Democracia”. LVM Editora. Edición de Kindle. 43 Hoppe, H-H. (2013) “Monarquía, democracia y orden natural: una visión austríaca de la era americana”. Unión Editorial, colección Anarkhos, capítulos 1 al 4. 44 Véase Pearce, Daz. (2016) “Games that People Play”. Sortition Foundation. Disponible en: https://www.sortitionfoundation.org/games_that_people_play
En la demarquía hay un ahorro de recursos ya que no debe desplegarse toda la institucionalidad para garantizar unas elecciones libres de fraude, antes, durante, y después del proceso. La demarquía como sistema de selección basado en el sorteo, disminuye la envidia, el odio y la división social, ya que no estaríamos gobernados por las mismas mafiosas dinastías de siempre que generación tras generación se enriquecen a costillas del pueblo. El proceso demárquico es transparente, inclusivo, eficaz, legítimo, confiable y ayuda a que muchas más personas desarrollen una comprensión política. Incentiva la deliberación y disminuye la corrupción. Finalmente, quisiera transmitir el mensaje de Henning Brett:
“La tentadora posibilidad de que podemos gobernar nosotros mismos se ha presentado, ya no necesitamos de los políticos para que lo hagan por nosotros. Es hora para el final de los políticos y para nosotros llegar a ser la próxima ola en la continua lucha por la demanda de democracia real”.45
45 Hennig, Brett. (2018) The end of politicians: Time for a Real Democracy”. Introduction: Democracy Mutates, párrafo 37. Kindle edition. Original en inglés: “The tantalising possibility that we can govern ourselves has presented itself – we no longer need politicians to do it for us. It is time for the end of politicians and for us to become the next wave in the ongoing struggle to demand real democracy, now”. Ultimo párrafo.
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