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LOS GENUINOS ÁMBITOS DIPLOMÁTICOS PARA AMÉRICA LATINA / PÁGS. 6-7 LA AGENDA DE TRABAJO QUE DEJA LA CUMBRE NACIONAL DE JUSTICIA / PÁG. 8 DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2016 AÑO 1 - NÚMERO 20 democracia directa www.cambio.bo /periodicocambio.bo @cambio_bo AGUAS ROBADAS El ingeniero Antonio Bazoberry, quien realizó varios estudios sobre los manantiales del Silala, afirma que “está demostrado que desde 1868 están robándonos el agua para las minas, para uso doméstico, incluso para riego” y señala que desde entonces debería consignarse el pago de la deuda histórica. Asegura que Chile consume la totalidad de los recursos hídricos. Archivo

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LOS GENUINOS ÁMBITOS DIPLOMÁTICOS PARA AMÉRICA LATINA / PÁGS. 6-7

LA AGENDA DE TRABAJO QUE DEJA LA CUMBRE NACIONAL DE JUSTICIA / PÁG. 8DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2016AÑO 1 - NÚMERO 20

democraciadirectawww.cambio.bo /periodicocambio.bo@cambio_bo

AGUAS ROBADASEl ingeniero Antonio Bazoberry, quien realizó varios estudios sobre los manantiales del Silala, afirma que “está demostrado que desde 1868 están robándonos el agua para las minas, para uso doméstico, incluso para riego” y señala que desde entonces debería consignarse el pago de la deuda histórica. Asegura que

Chile consume la totalidad de los recursos hídricos.

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DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2016www.cambio.bo

2 MEMORIA Democracia Directa/periodicocambio.bo @cambio_bo

El Silala se convierte en materia de controver-sia entre Bolivia y Chile. Mientras en el país vecino lo reclaman como afluen-tes de río, especialistas bo-livianos sostienen que son bofedales o manantiales formados a consecuencia de aguas acumuladas du-rante miles de años.

La agente de Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), María Teresa Infante, impulsó con equi-pos chilenos trabajos téc-nicos en esa región para confirmar si se trataba o no de un curso natural.

Para el investigador bo-liviano sobre las aguas del Silala Antonio Bazoberry, “estos recursos hídricos en la región Quetena son íntegramente soberanos y no hay motivo de contro-versia porque no existe una cuenca hidrográfica con un río que se exten-diera hasta el Litoral, que ahora es el nuevo territo-rio de Chile”.

En su libro El mito del Silala afirma que “estudios geológicos, hidrológicos e hidrogeológicos deter-minaron que las aguas existentes en la región del Quetena son depósitos de agua confinada, calificada por los científicos como ‘recursos inmovilizados indefinidamente’ o depósi-tos de agua que se deposi-tó por la actividad fluvio glacial hace más de 10.000 años. Al nivel superior del volumen de agua deposi-tada en el subsuelo se ca-lifica como manantiales o humedales sin movimien-to propio y son propicios para el crecimiento de bofedales”.

no se anunció el 21 de mayo? cuando la presidenta Michelle Bachelet dio su rendi-ción de cuentas en el Congreso chileno, y se da a conocer ahora en medio de un de-bate nacional respecto de la baja populari-dad de la Presidenta, y sobre las reacciones que ha tenido su decisión de presentar la querella contra la revista Qué Pasa.

El 30 de mayo, el portal Emol.com titu-ló: Cadem: Aprobación de Bachelet vuelve a su registro histórico más bajo a días de su cuenta pública.

“Un 22% aprueba y un 68% desaprueba cómo la Presidenta Bachelet está condu-ciendo su gobierno”, refiere el informe de la empresa, que además apunta que “sólo un 17% considera que el país va por un buen camino desde lo político, económi-co y social”.

El contexto interno complejo de Chile es un hecho innegable. El periódico La Nación de Argentina tituló en su edición del 7 de ju-nio: “Sin oxígeno político, Bachelet pasa a la ofensiva con una demanda contra Bolivia”.

“La reacción chilena se produce cuando Bachelet enfrenta sus niveles más críticos de adhesión, la polémica por una querella suya contra una revista, un nuevo frena-zo en el crecimiento económico y mien-tras su gobierno aún enfrenta la decisión de la misma CIJ de declararse competente

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de junio, Chile presentó a la CIJ una solicitud de inicio de

procedimiento contra Bolivia por el Silala.

por ciento de las aguas de los manantiales del Silala,

aproximadamente, se consume en Chile.

empresas, ferrocarril Antofagasta-Bolivia y Codelo-Chuquicamata,

consumen las aguas del Silala, según el canciller chileno, Heraldo Muñoz.

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Diferendo de estudios técnicos

Canelas - Bachelet

Opinión

LAS CIFRAS

EN OTROS TÉRMINOS POPULARES: NOS ROBAN AGUA Y NOS DEMANDAN ¿QUÉ CLASE DE VECINO PODÍA SER?”.Evo Morales / Presidente de Bolivia (07/06/2016)

para estudiar la demanda boliviana contra Chile por una salida soberana al mar, en septiembre del año pasado”, argumentó de forma clara el diario argentino.

En el pasado, los sucesivos gobiernos chilenos acusaban a las autoridades bo-livianas de avivar el nacionalismo para superar los conf lictos internos. Se decía que los presidentes bolivianos animaban el antichilenismo para mejorar en las encuestas.

Pero ahora resulta, y como bien lo inter-pretó el presidente del Senado, José Alberto Gonzales, que “ellos (las autoridades chi-lenas) terminaron haciéndolo, dándonos una cátedra de cómo se utiliza eso que ya Maquiavelo recomendaba: cuando tengas problemas internos, búscate pleitos con los vecinos y eso va a cohesionar a los tuyos”.

En medio de este contexto, el excónsul Canelas realiza una conclusión categóri-ca: “Bolivia al parecer se toma las cosas con una mirada de mayor alcance. Si ellos se tomarían dos años para elaborar una demanda y nosotros la planteamos en un par de meses, ¿no es razonable pensar que nos estamos apresurando y nos podría ocurrir lo mismo que ocurrió con el apu-ro que hemos tenido en hacer otro tipo de emprendimientos, como las reformas tri-butaria y educacional?”.

Las palabras del excónsul chileno Jorge Canelas son muy precisas. Primero lan-zó una crítica directa con-tra la diplomacia chilena, dirigida por el canciller He-raldo Muñoz, y luego contra la demanda que, sin lugar a dudas, fue precipitada y además cargada de un con-texto político interno.

“Lo que hemos visto has-ta ahora es mucha improvi-sación y una gestión de po-lítica exterior que ha dado muestras de falta de proli-jidad”, sentenció Canelas, representante de su país en Bolivia entre 2010 y 2014, en una conversación con El Líbero de Chile.

Lo que pone en cuestión el diplomático es que si la demanda contra Bolivia por las aguas del Silala fue un asunto debidamente pensado y se planificó con debida antelación, ¿por qué

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A MANO ALZADA

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3DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2016 www.cambio.bo

ESTUDIOSDemocracia Directa/periodicocambio.bo@cambio_bo

Las obras fueron realizadas por la empresa The Antofagasta (Chili) and Bolivia Railway Company Limited, ahora conocida como Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia (FCAB).

LA INTERVENCIÓN DE LA MANO HUMANA ESTÁ MATANDO LA VEGETACIÓN DEL LUGAR

Canalización en el Silala destruye los bofedales

Las imágenes son contunden-tes, los bofedales del Silala son destruidos de a poco a conse-cuencia de la canalización he-cha desde principios del siglo XX, por empresas chilenas.

Este fenómeno es por la fal-ta de agua que siga su ciclo na-tural, es decir, que el líquido vital emerja por los manantia-les, riegue los bofedales para que la vegetación la absorba y transpire, se acumule en su-perficie para evaporarse y/o congelarse y sublimarse.

La afirmación corresponde al hidrogeólogo Rafael Cortez, quien en una entrevista que brindó a Democracia Directa explicó la situación actual de los manantiales y bofedales del Silala y como estos últimos están siendo afectados, por la captación y el aprovechamien-to de agua que realizan empre-sas chilenas.

“Si, definitivamente, por-que la captación por canal se hace desde el mismo manan-tial u ojo de agua; el agua ya no se esparce para regar el bofedal, sino fluye por el ca-nal”, sostuvo.

En otras palabras, está mu-riendo la flora natural en ese sector del país, a consecuencia de la canalización que lleva el agua hasta la frontera para ser aprovechada por la actividad minera en territorio chileno.

Los bofedales en el Silala están quedando desérticos, el verdor característico de un bofedal sano con abundante agua casi ha desaparecido por completo, solo queda paja bra-va, rugosidad amarillenta típi-ca de un bofedal sin suficien-te agua y vestigios de bofedal muerto que visto a través del satélite tiene una coloración blanca, por la salinización ori-ginada por la falta de agua.

Para Cortez, esta situación está ocurriendo porque no existen las condiciones natu-rales que alimenten de agua a

rio, la misma que se observa a través del satélite.

NO ES RÍOPor los estudios realizados

y otros complementarios que se están realizando, “no exis-te un río, porque para que un cuerpo de agua sea clasifica-do como río, de acuerdo a las definiciones de río de entida-des internacionales acredita-das en materia de hidrología, tiene que cumplir dos con-diciones principales, prime-ra tiene que haber un flujo natural del agua y la segun-da tiene que haber un gran caudal; es decir, debe existir un gran caudal que fluye de forma natural; si no hay una de estas dos condiciones o ambas, entonces no estamos ante un río”, sostuvo.

Aclaró que en condiciones naturales, sin intervención del hombre, por el tipo de te-rreno rugoso característico de un bofedal sano con disponi-bilidad de agua, la pendiente baja del terreno en el sector de los manantiales, especialmen-te del bofedal sur, el compor-tamiento natural del agua en un bofedal sano, las condicio-nes climáticas extremas del lugar y el caudal de agua que emana de los manantiales, no se tendría el flujo de agua con las características que se ven hoy, que es consecuencia de la captación y conducción arti-ficial de las mismas (agua en-causada en un curso definido por canales por debajo del ni-vel de la superficie del bofedal, alta velocidad de flujo en los canales y una cantidad signifi-cativa de agua artificialmente captada y conducida), no cum-pliéndose así la definición de río. Descartando de esa mane-ra la tesis chilena.

Asimismo, sostuvo que la calidad de agua es clase “A”, es decir, apta para el consumo humano, clasificación estable-cida en varios estudios que se realizaron en el lugar.

Gonzalo Pérez Bejar los bofedales que existen en el lugar, y la canalización artifi-cial que se encuentra en el lu-gar causa la “muerte de la ve-getación natural”.

De acuerdo con la descrip-ción técnica, en condiciones naturales, el agua subterrá-nea sale por los manantiales, se esparce por los bofedales re-gándolos naturalmente; al es-parcirse el agua en el bofedal, ésta se infiltra y se almacena en el mismo bofedal; al re-garse el bofedal la vegetación absorbe el agua para su creci-miento y también la transpira (hace que se evapore).

Como la superficie del bofe-dal es rugosa, el agua al espar-cirse y regar el bofedal forma charcos y el agua se evapora; cuando hace frío el agua que está en esos charcos se congela y a partir del hielo también se evapora (sublimación).

“Lo que hacen los canales artificiales, construidos des-de el manantial y por debajo

del nivel de la superficie del bofedal, es evitar que el agua se esparza en el bofedal, cam-biando el comportamiento na-tural del agua y conduciéndola hacia la frontera, generando el flujo artificial que tenemos en este momento”, señaló.

UBICACIÓNLos bofedales del Silala se

encuentran al suroeste del te-

» Los bofedales del Silala se encuen-tran entre 700 y 3.500 metros de la frontera entre Bolivia y Chile.

» El declive de los canales hasta la frontera es de siete metros.

» En el lugar hay dos bofedales, el del norte y sur que están conectados por canales artificiales que obligan a seguir un solo curso y en línea recta.

» Desde el satélite se observa que el terreno de los bofedales es blan-quecino producto de la salinización.

APUNTES

En la fotografía se observa el desarenador que se construyó a principios de siglo por obreros chilenos; luego fue desmantelado.

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rritorio boliviano, entre 700 y 3.500 metros de la frontera con Chile. Los manantiales en la parte más alta están a 4.417 metros sobre el nivel del mar; donde el bofedal abarca una zona prácticamente plana.

De acuerdo con la expli-cación efectuada por Cortez, en el Silala hay dos sectores de bofedales, conocidos como “bofedal sur” y “bofedal nor-te”, con sus respectivos sis-temas de canales artificiales “canal sur” y “canal norte”, donde a pocos metros más abajo de su intersección, se encuentra lo que fue un desa-renador donde se acumulaba el agua, captada y conducida por los canales artificiales, para, desde ahí, ser conduci-da ya por tubería.

Esta construcción fue rea-lizada por manos chilenas a principios del siglo XX en terri-torio boliviano, ya a fines del mismo siglo, se la desmanteló y construyó otra en su territo-

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jueves 18 de marzo de 2016E S P E C I A L

DIEZ AÑOS SOLIDARIOS DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2016www.cambio.bo

4 ENTREVISTA Democracia Directa/periodicocambio.bo @cambio_bo

ANTONIO BAZOBERRY

QUIROGA

“Los chilenos han utilizado nuestras aguas, robando, usufructuando en forma gratuita y arbitraria, por eso deben miles de millones de dólares desde 1868, cuando las utilizaban en el ferrocarril.

INGENIERO CIVIL

Desde 1868, el Gobierno de Chi-le ha explotado las aguas de los manantiales del Silala sin que hasta la fecha haya reconocido esa deuda, a pesar de los inten-tos de resolver el problema.

Pero ahora el tema del Sila-la cobra preeminencia después de conocer la demanda que presentó el Gobierno de Chi-le contra Bolivia, al considerar que este recurso natural tiene carácter internacional, por ser un río de curso sucesivo.

Uno de los expertos en este tema, el ingeniero civil Anto-nio Bazoberry Quiroga, a pe-sar de su delicado estado de salud, accedió a entablar una entrevista para explicar, en base a su experiencia de va-rios años, sobre la realidad de las aguas del Silala y su verda-dero origen. Hizo referencia a los varios estudios que se rea-lizaron y lo que se debe ha-cer en el futuro para defender este recurso natural.

Destacó la posición del go-bierno que preside Evo Mora-les por hacer respetar un dere-cho propio de los bolivianos y la cantidad de estudios que en su criterio se elaboraron para defender las aguas.

Ingeniero, ¿cuántos estu-dios certifican que las aguas del Silala son un manantial y no un río de curso sucesivo?

Son más de cien, porque se han hecho estudios, desde la Universidad, los que hay en las bibliotecas, en la Cancille-ría, en los ministerios, en el propio Senamhi, que antes lle-vaba las estadísticas de lo que escurría de las montañas de cada una de las cuencas.

Ahora, por definición, un río es un curso de agua perma-nente que escurre de las lade-ras de una cuenca geográfica, donde se producen las lluvias estacionales, en épocas de ve-nidas de mayor cantidad, y en-tonces estas aguas escurren por la pendiente del terreno y la velocidad del agua, se for-

man quebradas y éstas a su vez un río que al final se junta con otros ríos, que en algunos ca-sos pasan los 100 kilómetros.

Chile señala, en la demanda que ha presentado contra Bolivia, que quiere hacer un uso equitativo de las aguas del Silala. ¿Considera que hay un uso equitativo de las aguas del Silala, cuando Chile es el único beneficiario del manantial?De ninguna manera, es falso que los chilenos pretendan uti-lizar nuestras aguas, robando, usufructuando aguas bolivia-nas en forma gratuita.

Lo que Chile pretende es una campaña política. Están utilizando como un medio político para desviar el ver-dadero problema y tratar de seguir robándonos el agua de forma gratuita, con el pretex-to de enjuiciar a Bolivia por el uso de aguas internacio-nales de un río Silala que es de uso compartido. Tenemos felizmente muchísimos estu-dios, comenzando de El mito del Silala y otros libros que de-muestran que no existe el río Silala. Eso es un invento que se creó a partir de un traba-jo que realizó Josiah Harding,

a quien le encomendaron ha-cer un nuevo trazo fronterizo atravesando los cerros Inaca-liri y Silala Chico.

El trazo que hizo del canal para llevar aguas del territo-rio boliviano al territorio chi-leno, y como tenían que pasar la barrera de la cordillera occi-dental, los del ferrocarril utili-zaron tuberías de 20 pulgadas para poder pasar el agua a Chi-le, y eso se lo confunde con río.

De acuerdo con los datos que usted recopiló, del 100 por ciento de las aguas, ¿qué porcentaje aprovecha Chile?Se aprovechan del cien por ciento, los chilenos no nos de-jan nada, lo que queda en Bo-livia son aguas que escurren por el canal artificial que son de 250 litros por segundo. Ahora, cuando Chile quiere hacer uso de esas aguas tiene

“Está demostrado que desde 1868 están robándonos el agua para las minas”

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EL INGENIERO INGLÉS JOSIAH HARDING, CON PALA Y PICO, EMPEZÓ A RECOLECTAR EL AGUA DE ESOS

OJOS DE AGUA, QUE SON BOFEDALES, Y ELLOS LOS LLAMARON ENTONCES MANANTIALES”.

litros de agua se escurren de los manantiales del Silala.

250LA CIFRAS

La confluencia de las aguas provenientes del norte y sur del Silala recorren canales construidos.

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jueves 3 de marzo de 2016E S P E C I A L

DIEZ AÑOS SOLIDARIOS5

DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2016 www.cambio.bo

ENTREVISTADemocracia Directa/periodicocambio.bo@cambio_bo

“Los chilenos han utilizado nuestras aguas, robando, usufructuando en forma gratuita y arbitraria, por eso deben miles de millones de dólares desde 1868, cuando las utilizaban en el ferrocarril.

“Está demostrado que desde 1868 están robándonos el agua para las minas”

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la cantidad del líquido que llega a Chile?El Senamhi (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología) es la entidad que hace las me-diciones y tiene estadísticas hace unos 60 años.

Ahora se calcula que son miles de millones de dólares que debería pagar Chile a Bo-livia por el uso de las aguas bolivianas. O sea todo lo que

que consultar con Bolivia, eso es lo que no están haciendo. Años de años que se llevaron las aguas. Es un problema pen-diente de parte de la Cancille-ría y por eso hay que felicitar-lo al Presidente, quien indicó que son aguas nacionales que nacen en Bolivia y pertenecen a Bolivia, y nos vamos a defen-der. Además que el juicio que anunció la Presidenta chilena es por un asunto político.

Está demostrando que nos están robando, que se han en-trado al territorio boliviano cuando no había nada. Según el libro Historia del ferrocarril de Chile, escrito por María Piedad Alliende, está demostrado que desde 1868 están robándonos el agua para las minas, para uso doméstico, incluso para riego.

¿Chile tiene derecho al uso de las aguas del Silala?No tiene ningún derecho, ab-solutamente son aguas na-cionales y tiene que negociar con Bolivia, como se hace siempre, como por ejemplo Itaipú, que Brasil ha hecho con Argentina y Paraguay, que duró años, y lo resolvie-ron en base a las reglas inter-nacionales que existen para uso de aguas compartidas.

había en cantidad antes que los chilenos lleguen al lugar para fabricar los canales e instalar las tuberías de 20 pulgadas.

¿Bolivia tiene los argumentos necesarios para hacer respetar sus derechos sobre estos bofedales?Tenemos cantidad de estudios que tendrían que estar en la Cancillería o las bibliotecas,

Eso deberían haber hecho los bolivianos con los chi-lenos. Los chilenos han elu-dido y están buscando cual-quier pretexto a presión de las transnacionales. En Chi-le todo es privado, el agua se tiene que pagar, la educación se tiene que pagar, la explota-ción de minerales es privada.

¿Bolivia tiene alguna obligación con Chile, país que incluso en la demanda pide que no se contamine las aguas del Silala?¿Con qué derecho?, ¿cómo?, ¿decirnos que no se contami-ne? Cuando las aguas que escu-rren en nuestro país son aguas puras, y no es río internacio-nal, porque nunca ha existido un río internacional Silala.

¿Qué acciones concretas debe asumir el Gobierno de Bolivia respecto a este tema, al margen de la demanda internacional?La contrademanda que ha in-dicado nuestro Presidente es digna de mencionar y alabar porque está defendiendo nues-tros recursos naturales, tan-to de territorio como de agua, porque son bolivianos, nacen en Bolivia y son bolivianos, entonces es digno de recono-cer y se está demostrando que nos están robando, que se han entrado al territorio boliviano cuando no había nada.

También la propuesta de que se construya el puerto en las fal-tas del Mutún (Puerto Suárez) y que mediante un canal de 120 kilómetros de longitud, con un ancho de 40 metros y una pro-fundidad de nueve metros, lle-gue a la Hidrovía Paraguay-Pa-raná, así tendríamos nuestro puerto y comunicación directa con Puerto Nueva Palmira en Uruguay, para salir al Atlántico.

¿Hay nuevos estudios sobre las aguas del Silala que determinen su curso actual,

las universidades, tenemos cantidad, a lo que se suma el libro El mito del Silala, que en la actualidad ya está en su se-gunda edición.

¿Cómo se debe sentar soberanía en esa región para evitar que se sigan llevando lo nuestro?Se debería ayudar al asenta-miento de una comunidad ga-nadera en los bofedales, dándo-les facilidades de vivienda, de energía eléctrica y todo lo que es necesario para la crianza de ganado lanar, o sea vicuña, lla-ma, alpaca y otros.

Una vez hecho eso funda-mentamos nuestro derecho de que somos propietarios de ese terreno y estamos utili-zándolo. Porque los chilenos dicen: ¿para qué les sirve a los bolivianos si no utilizan esos territorios?

¿Cómo y desde cuándo considera usted que se debería consignar el pago o compensación de la deuda histórica?Desde 1868, que, según la es-critora chilena Allende, es des-de ese año que se han desviado las aguas bolivianas de los bo-fedales mediante canales hacia Antofagasta. Son miles de mi-llones de dólares que tendrían que pagarnos por el uso arbi-trario de nuestras aguas. Al negociar, en alguna forma que nos paguen el agua, pero bajo nuestras condiciones y hacien-do que Chile nos dé una salida soberana al mar.

» Antonio Bazoberry Quiroga es ingeniero civil en provisión nacional.

» Ingeniero militar en construccio-nes y certificado como ingeniero ambiental.

» Miembro de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia y de la Sociedad de Ingenieros Civiles de los Estados Unidos.

» En Estados Unidos se desempe-ñó como especialista en obras hidráulicas para América Latina y el Caribe, en calidad de consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

» Además trabajó como consultor internacional del Banco Mundial.

PERFIL

HAY QUE FELICITAR AL PRESIDENTE POR INDICAR QUE SON AGUAS NACIONALES, QUE NACEN EN

BOLIVIA Y PERTENECEN A LOS BOLIVIANOS, Y SE LAS VA A DEFENDER.

han podido robar agua de Bo-livia lo han hecho y lo siguen haciendo.

Si bien las aguas del Silala son recursos hídricos que emergen del interior de la tierra porque son reservorios, ¿se pueden terminar y Bolivia se podría quedar sin nada?Esas aguas son depósitos flu-vioglaciales de hace más de 40 mil años, depósitos donde ha quedado nieve de los cerros que están alrededor de Inacali-ri y Silala Chico, que por cam-bios climáticos se depositaron en los espacios de los volcanes. Ésas son las aguas que emer-gen a la superficie para formar esos bofedales, de los que se alimentaban las vicuñas, que La confluencia de las aguas provenientes del norte y sur del Silala recorren canales construidos.

El ingeniero Antonio Bazoberry enseña su libro de la segunda edición que hace referencia a las aguas del Silala.

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DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2016www.cambio.bo

6 A FONDO Democracia Directa/periodicocambio.bo @cambio_bo

¿Debe Latinoamérica continuar participando en un foro internacional como la OEA, dominado por una nación hegemónica? ¿Tienen alguna legitimidad desde una perspectiva humanista y

jurídica las resoluciones de un organismo sumiso a la política exterior estadounidense?

PARA AMÉRICA LATINA

Los genuinos ámbitos diplomáticos

Durante la última semana, los medios de comunicación se centraron en la controver-sia suscitada en el ámbito de la OEA (Organización de los Esta-dos Americanos, dependientes de las Naciones Unidas) por su secretario general, el urugua-yo Luis Almagro. El hombre, que actualmente preside este foro diplomático, hizo gestio-nes para aplicar la denomi-nada cláusula democrática a Venezuela —reservada a go-biernos ilegítimos o que vul-neren el ejercicio democráti-co—, aunque esta iniciativa de exclusión halló la resistencia de los países más soberanos en su política exterior, entre ellos el Gobierno del Estado Plurina-cional de Bolivia. Por su parte, el presidente ecuatoriano, Ra-fael Correa, aseguró que Al-

Por Alejo Brignole * magro no está autorizado para hacer la convocatoria, puesto que “la máxima autoridad de la OEA es la Asamblea y no el Consejo Permanente”.

Pero más allá de cuestiones de tipo formal-administrativo para la convocatoria, esta ini-ciativa propuesta por el titular de la OEA podría leerse apenas como un signo más de las vie-jas prácticas que este organis-mo diplomático hemisférico ha promovido desde siempre para nuestra región: la tutela estadounidense en el decurso estratégico latinoamericano. O dicho de otra manera, nuestra sumisión a la diplomacia nor-teamericana. Ya el propio pre-sidente Morales señaló en las redes sociales que “La OEA, en su historia, siempre ha sido un instrumento de dominación para el sistema capitalista y modelo imperialista de EEUU”.

Para la opinión pública más superficial, la iniciativa de Luis Almagro podría pare-cer casi un síntoma de salud institucional que un organis-mo diplomático trasnacional (en este caso la OEA) exponga preocupación o curse reclamos para resguardar la democracia en nuestra región. Después de todo, los principios fundacio-nales de las Naciones Unidas y de sus organismos dependien-tes fueron creados, en su teo-ría jurídica, para garantizar la libertad de las naciones, res-guardarlas de totalitarismos y asegurar una dinámica de diá-logo entre Estados, por encima de tentaciones beligerantes e intervencionistas.

Sin embargo, la realidad po-lítica pocas veces halló reflejo en aquellas intenciones expre-sadas por la OEA en sus actas fundacionales, desde su na-

cimiento en 1948. Antes más bien, este importante foro in-teramericano ha servido como organismo de presión para sa-tisfacer las demandas y necesi-dades estratégicas de la políti-ca exterior estadounidense. Es decir, ha fungido como herra-mienta jurídica para someter las decisiones soberanas de sus Estados miembros, cuyas can-cillerías han sido extorsiona-das, presionadas y amenaza-das económicamente, década tras década, por el Departa-mento de Estado norteameri-cano para obtener decisiones diplomáticas favorables a los intereses de Washington. Ha sido, en síntesis, un foro deli-berativo sometido a extorsión constante y, por tanto, perver-tido en su praxis diplomática. Lo cual nos lleva a una conclu-sión muy clara desde una pers-pectiva jurídica: su nulidad

» La OEA es el organismo regio-nal más antiguo del mundo, cuyo origen se remon-ta a la Primera Conferencia Internacional Americana, celebrada en Washington, D.C., de octubre de 1889 a abril de 1890.

» La OEA fue creada en 1948, cuando en Bogo-tá, Colombia, se subscribió la Car-ta de la OEA, que entró en vigencia en diciembre de 1951.

DATO

organismos, como la Unasur y la Celac,

asumieron un papel más protagónico que la OEA.

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El presidente de Cuba, Raúl Castro, en la II Cumbre de la Celac, celebrada en La Habana.

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7DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2016 www.cambio.bo

A FONDODemocracia Directa/periodicocambio.bo@cambio_bo

Estados integran

la OEA. Se otorgó el

estatus de observador permanente a 69 Estados,

así como a la Unión

Europea (UE).

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Presidentes de las naciones que integran la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP), en la cumbre de 2014.

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como ámbito legítimo para las naciones latinoamerica-nas que promuevan la justicia y la soberanía de sus pueblos. Y dentro de este grupo, entra-ría, sin dudas, la República Bo-livariana de Venezuela, que es la nación que ahora se quiere sancionar bajo argumentos falsos e improcedentes.

Lo interesante de este in-tento de marginar a un Esta-do soberano como Venezuela, por el simple hecho de ser re-fractario a la política exterior estadounidense en nuestra región, es que plantea muy sencillos interrogantes para el hombre común de Améri-ca Latina que quiera indagar y entender la realidad que le afecta, pues estas preguntas evidencian el grado de de-terioro ético e institucional que afecta a la OEA, práctica-mente desde sus inicios.

Y estas preguntas podrían ser: ¿por qué se intenta aislar a Venezuela cuándo no incum-ple ninguna de las normati-vas recomendadas para san-cionar a gobiernos ilegítimos? ¿Por qué la OEA exhibe tanta preocupación por los gobier-nos que confrontan las inje-rencias norteamericanas, y no expresa siquiera incomodidad o intentos sancionadores con-tra Estados Unidos, que man-tiene cárceles clandestinas en nuestra región, que tortura in-dividuos y los priva de liber-tad y enjuiciamiento fuera de toda jurisdicción internacio-nal? ¿Por qué la OEA no convo-ca a asambleas plenarias para arbitrar sanciones ejemplares contra el peor delito que pue-de cometer un Estado, que es aplicar políticas de lesa hu-manidad? ¿Por qué Estados

Unidos puede intervenir mili-tarmente en nuestros países, secuestrar ciudadanos, aplicar-les tormento y negarles toda posibilidad de defensa legíti-ma, y estas acciones hallan el silencio cómplice de todos los foros internacionales, incluida la ONU? ¿Quién debe definir lo que es democracia en nuestra región? ¿Los parámetros es-tadounidenses para definir lo que es democrático pueden ser validados en nuestra región, teniendo en cuenta que EEUU vigila a sus ciudadanos, tolera el abuso policial de tintes ra-cistas y financia dictaduras en todo el mundo?

Por supuesto, las respuestas a estas preguntas evidentes, imposibles de maquillar o sos-layar, son sencillas y además de variada genética. La prime-ra sería: Estados Unidos pue-de hacer todo ello porque el marco jurídico de la OEA está dominado y diseñado para acompañar estas políticas he-gemónicas, lo cual convierte a la OEA en un organismo in-aceptable desde cualquier in-terpretación constructiva y humanista de la diplomacia.

La segunda respuesta a aquellas preguntas podría-mos hallarla en la crisis ac-tual de la civilización, pues el orden que rige el mundo no se apoya en un derecho internacional igualitario, sino en la fuerza y el predo-minio geoestratégico basado en la disuasión armamentis-ta. Esto es, en la fuerza bruta. En el aplastamiento de todo lo que se oponga al discurso hegemónico y a los valores de mercado vigentes.

Debido a este marco jurídi-co distorsionado, podríamos

decir que tanto la OEA como la intención manifiesta por su se-cretario general, Luis Almagro, resultan apenas instrumentos pasivos —simples peones de obediencia irrestricta— para el dominio estadounidense. Y por tanto jurídicamente nulo.

Es la comprensión de esta realidad la que provoca el re-chazo latinoamericano contra esta nueva iniciativa aislacio-nista de Venezuela. Y de este entendimiento surge el impe-rativo ético para nuestras na-ciones del sur, de comenzar un camino constructivo que vaya en sentido contrario a estas anomalías del derecho inter-nacional. Primero deberíamos desconocer —es decir, retirar-nos de los foros internaciona-les pervertidos en su funciona-miento— y promover nuevos ámbitos de discusión y deci-sión regional, otorgándoles una validez protagonista para marcar la senda estratégica de Nuestra América. De allí que la Unasur, el Parlamento del Mercosur, la Celac o el ALBA, etc., son los que deben estable-cer los verdaderos límites a la injerencia del Norte y sirvan para desprendernos de ámbi-tos diplomático tóxicos para nuestro desarrollo.

En este siglo XXI, nuestra dinámica diplomática debe-rá buscar métodos de aleja-miento y prescripción para un mundo que utiliza la fuerza y desconoce el derecho como fuente de legitimidad entre los pueblos. Será ésta, pues, la gran tarea latinoamericana en esta centuria que corre para no repetir los errores y las su-misiones del pasado siglo.

El derecho inalienable del gobierno del presidente

Maduro de tomar medidas extraordinarias en el ámbi-to social y político para ate-nuar una crisis provocada por maniobras subterráneas del propio Departamento de Estado norteamericano, no debería jamás encuadrarse como un conflicto interna-cional que deba ser dirimido por foros diplomáticos suje-tos a la tutela estadouniden-se. Eso sería poner al zorro a cuidar el gallinero.

La Organización de los Es-tados Americanos, si obser-vamos con detenimiento su historia, ha sido apenas una parodia neocolonial disfra-zada de entidad jurídica im-pregnada de una retórica hu-manista, pero sus decisiones internas y sus políticas he-misféricas han estado inva-riablemente subordinadas a la potencia hegemónica do-minante. Y en esa subordina-ción, la OEA acompañó todo tipo de arrasamientos a la dignidad humana en nuestro continente. Ha permitido ge-nocidios de una envergadura apabullante. Legitimó gobier-nos corruptos y dictaduras brutales. Ha callado ante el terrorismo financiero promo-vido por el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mun-dial en nuestras naciones, y —su pecado más grave— ha facilitado el dominio de una nación por sobre el resto. Fue, en síntesis, un instrumento diplomático para nuestra su-misión y subdesarrollo.

Será pues, la hora de aban-donar diplomáticamente y to-mar distancia efectiva con esa institución pervertida en su funcionamiento llamada OEA.

* Es periodista

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DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2016www.cambio.bo

8 AGENDA Democracia Directa/periodicocambio.bo @cambio_bo

Es hora de construir una justicia desde la visión y perspectivas de quien la necesita: las personas que urgen resolver sus conflictos.

LAS TAREAS DE LA CUMBRE NACIONAL DE JUSTICIA

Justicia sin maquillaje

¿A quién le pertenece la justi-cia? Depende cuan atrás mire-mos en la historia. La Colonia nos impuso un sistema legal y judicial pensado en proteger los intereses de los monarcas. Jueces, magistrados, tribuna-les y funcionarios de juzgado, con la complicidad de los abo-gados, continúan aspirando a mantener la justicia operando como una máquina de explota-ción de miseria y desgracia hu-mana a favor de las cúpulas y las minorías. La llegada de la democracia no ha erradicado los fundamentos de las raíces coloniales del aparato judicial. El expediente, el litigio de las formas y la impunidad e inefi-ciencia estructural siguen acti-vas y funcionando. La justicia no ha transitado por el trayec-to abierto por las conquistas democráticas de los últimos cuarenta años. Ante el recla-mo popular y la iniciativa de reformar la justicia existe una fuerte corriente de resistencia de quienes esperan continuar explotando el modelo colonial de justicia que debemos sufrir actualmente.

La resistencia es el síntoma de desesperación ante la ago-nía del modelo fracasado. Sólo falta darle el golpe de gracia. El sistema judicial está pasan-do por un momento de pro-funda crisis y decadencia ideal para dar arranque al cambio. A pesar de las opiniones en con-trario, la verdadera reforma de la justicia no tendrá origen ni impulso en la voluntad de los políticos. Tampoco será el pro-ducto de la conciencia gremial de los magistrados, jueces, ni de los fiscales, menos aún de los abogados. No será el fruto de ninguna gestión ministe-rial, ni de las universidades. El cambio deberá abrir espa-cios de inclusión, pero no será autoría ni mérito de dichas minorías. En gran parte, estos grupos representan a la cúpula corporativa que ha tomado la justicia de rehén y no la quie-re dejar en libertad. ¿Por qué habrían de hacerlo? Así como está, la justicia les protege sus privilegios a costa de quienes viven en la necesidad y la ca-rencia. El sistema judicial, le-jos de servir a la gente, se ha servido de ella, dejando de-trás de sí un rastro de violen-cia, maltrato, discriminación, exclusión, represión, retarda-ción, corrupción e impunidad.

El cambio no vendrá si los movimientos sociales, las orga-nizaciones ciudadanas y la po-blación en general no se apro-

justicia debe darse en audien-cias transparentes, con parti-cipación ciudadana para que los ciudadanos y ciudadanas vean cómo sus jueces deciden conflictos y con un modelo de gestión transparente, eficien-te y orientado al servicio para prevenir la corrupción.

En el camino habrá avances, retrocesos y estancamientos. Ninguno de ellos debe enten-derse por sí solo como éxito o fracaso de la transformación de la justicia, porque ésta es conti-nua e incesante. La Cumbre no marca la meta, sino la dirección para el inicio de la travesía. El camino lo deben recorrer los movimientos sociales y popu-lares, las personas usuarias del sistema y las ciudadanas y los ciudadanos, no como meros es-pectadores sino como titulares conductores del proceso. Eso significa que deben integrar y dirigir todas las comisiones e instancias que supervisen el cumplimiento de los mandatos que emanen de la Cumbre.

La justicia es un reclamo co-lectivo en el medio de nuestras diversas diferencias. La demo-cracia tiene esta misma esencia tal vez porque justicia y demo-cracia se incluyen y necesitan mutuamente. Esperemos que los delegados a la Cumbre Nacio-nal de Justicia Plural que llevan las genuinas aspiraciones de los movimientos populares logren superar las barreras de la resis-tencia corporativa y de intereses pactados y logren desacreditar aquellas propuestas de cambios insustanciales o superficiales al sistema judicial. Sin duda habrá disensos y desacuerdos, pero és-tos son el combustible necesario para la transformación. La falta de consensos es un buen sínto-ma cuando éstos se usan para proteger a las aves carroñeras que no terminan de deshuesar el cadáver de la justicia.

Esperemos que una potente avalancha democrática destru-ya las estructuras actuales de la justicia boliviana en un es-píritu de genuina renovación con participación ciudadana. Esperemos que dicho espíri-tu venga de las voces activas y presentes de los movimien-tos populares y sociales, como protagonistas principalesde la Cumbre Judicial. Sin duda es propicia la oportunidad para vivir un nuevo momento polí-tico de conciencia colectiva, en el cual veamos ocurrir aquello que asumíamos como distante o imposible. ¿A quién le perte-nece la justicia? A quienes no la tienen. Y ya es hora de hacer algo al respecto.

* Es abogado

Enrique MacLean Soruco *

dad, celeridad y participación ciudadana (experiencias que impulsan las iniciativas de centros de conciliación, justi-cia vecinal, justicia restaura-tiva, entre otros). La abogacía, la magistratura y el sistema judicial pueden y deben jugar un rol en el nuevo modelo de justicia, pero debe ser radical-mente distinto y opuesto al ac-tual. Como servicio estatal de-bería limitarse a conflictos de mayor complejidad o gravedad que no puedan ser resueltos a través de otras vías, más afines y accesibles a las necesidades de la población.

La justicia de los juzgados, las jerarquías, las formalida-des y los expedientes son par-te de la herencia colonial que está pendiente de erradica-ción. La descolonización de la justicia requiere la implemen-tación radical de los principios democráticos expresados en el artículo 180 de la Constitución Política del Estado. La nueva

Una de las varias audiencias judiciales en la ciudad de Santa Cruz.

Arc

hivo

pian de este proceso, como lo hicieron en el pasado quienes nos devolvieron la democra-cia. Ningún proceso de recon-quista democrática es cómodo o libre de turbulencias, pero las minorías corporativas (po-líticas, judiciales, abogadiles, “académicas” y otras) que tie-nen intereses invertidos en el diseño actual del sistema ju-dicial harán todo lo que esté en sus manos para limitar los cambios de la Cumbre a super-ficialidades intrascendentes. Intentarán promover “consen-sos” para limitar el cambio al mínimo aceptable para todos. Cambiar el sistema de elección de las autoridades jerárquicas. Digitalizar expedientes. Agra-var las sanciones disciplinarias. Modificar los Códigos. Acortar plazos procesales. Aumentar el número de juzgados y el presu-puesto judicial. Maquillaje, ma-quillaje, maquillaje.

Es hora de construir una justicia desde la visión y pers-

pectivas de quien la necesi-ta: las personas que urgen resolver sus conflictos. Espe-cialmente aquellas personas vulnerables, forzadas a sufrir los efectos de la injusticia sin esperanza de poder reclamar por sus derechos. Al igual que el agua, la luz, el gas, el inter-net y el transporte, la justicia debe ser reconocida como un servicio para la población y especialmente uno a favor de los más débiles: niños y niñas, adultos mayores, personas con discapacidad y otros en situa-ciones de vulnerabilidad.

La Justicia Indígena Ori-ginaria Campesina debe ser el faro luminoso que ayude a evitar el naufragio de la jus-ticia ordinaria. De la JIOC he-mos aprendido que la justicia no es ni puede ser monopolio de los abogados. También he-mos aprendido que el acceso a la justicia significa dar un ser-vicio de gestión de conflictos con eficiencia, cercanía, orali-