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ideas y valores · vol. lx · n. o 147 • diciembre de 2011 • issn 0120-0062 • bogotá, colombia • páginas 25 - 50 La deliberación moral en bioética. Interdisciplinariedad, pluralidad, especialización Moral Deliberation in Bioethics: Interdisciplinarity, Pluralism, Specialization Diego José García C. * Universidad de Murcia - España Resumen Se pretende mostrar la contradicción existente entre el carácter plural e interdis- ciplinar de la bioética y la figura del bioeticista o experto. Las éticas aplicadas, de las que la bioética es una rama muy desarrollada, surgen a finales del siglo XX para confrontar los retos de las nuevas tecnologías en sociedades moralmente pluralis- tas. El núcleo de la bioética es una ética cívica construida a partir de un proceso deliberativo en comités, que pone en evidencia que la competencia moral pertenece a todos los agentes y contradice la figura del experto dedicado a resolver conflictos que le son propios. Palabras clave: bioética, experto, interdisciplinariedad. Abstract e objective of the article is to reveal the contradiction between the plural and interdisciplinary character of bioethics and the figure of the bioethicist or expert. Applied ethics, of which bioethics is a very developed branch, appears toward the end of the 20 th century as a way of countering the challenges of new technologies in morally pluralistic societies. e core of bioethics is a civic ethic built on the basis of a deliberative process carried out in committees. is makes evident that moral competence is a concern of all agents, and contradicts the figure of the expert dedi- cated to resolving his own conflicts. Keywords: bioethics, expert, interdisciplinarity. Artículo recibido: 09 de febrero de 2010; aceptado: 11 de octubre de 2010 * [email protected]

Deliberacion Moral en Bioetica Diego Garcia

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ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50La deliberacin moral en biotica. Interdisciplinariedad, pluralidad, especializacinMoral Deliberation in Bioethics: Interdisciplinarity, Pluralism, SpecializationDiego Jos Garca C.*Universidad de Murcia - EspaaResumenSe pretende mostrar la contradiccin existente entre el carcter plural e interdis-ciplinar de la biotica y la fgura del bioeticista o experto. Las ticas aplicadas, de las que la biotica es una rama muy desarrollada, surgen a fnales del siglo XX para confrontar los retos de las nuevas tecnologas en sociedades moralmente pluralis-tas.Elncleodelabioticaesunaticacvicaconstruidaapartirdeunproceso deliberativo en comits, que pone en evidencia que la competencia moral pertenece a todos los agentes y contradice la fgura del experto dedicado a resolver confictos que le son propios.Palabras clave: biotica, experto, interdisciplinariedad.AbstractTeobjectiveofthearticleistorevealthecontradictionbetweenthepluraland interdisciplinary character of bioethics and the fgure of the bioethicist or expert. Applied ethics, of which bioethics is a very developed branch, appears toward the end of the 20th century as a way of countering the challenges of new technologies in morally pluralistic societies. Te core of bioethics is a civic ethic built on the basis of a deliberative process carried out in committees. Tis makes evident that moral competence is a concern of all agents, and contradicts the fgure of the expert dedi-cated to resolving his own conficts. Keywords: bioethics, expert, interdisciplinarity.Artculo recibido: 09 de febrero de 2010; aceptado: 11 de octubre de 2010*[email protected] de filosofa facultad de ciencias humanas universidad nacional de colombia[26] [26] Diego Jos Garca C.1. Las ticas aplicadas A fnales del siglo XX asistimos a un cambio de gran trascenden-cia en el mbito de la flosofa moral: la sustitucin progresiva de su objeto de estudio. Slo hasta ese momento las endogmicas discusio-nessobrefundamentacinabrieronpasoaretosplanteadosporlos cambiossocialesytecnolgicosacaecidosafnaldelsigloanterior. Estos cambios consistieron, en lo esencial, en la irrupcin de nuevas tecnologas(biomdicas,econmicas,empresariales,delainforma-cin, etc.), que exigan hacerse cargo de las consecuencias presentes y futuras de su aplicacin, e imponan que la sociedad debiera ajustarse a su nueva composicin moralmente pluralista.As,elobjetodelatica,aprincipiosdeladcadadelosaos setentadelsiglopasado,fueladiscusinsobrelabiotecnologa,la economa, las empresas, el desarrollo de los pueblos, los medios de co-municacin, la revolucin informtica, etc. La nueva y problemtica situacin demand respuestas para los novedosos problemas morales queseplanteaban,conlocuallaticasevioobligadaaextendersu mbito conceptual para dar cuenta del reto planteado por el nuevo ob-jeto de estudio. Para ello, las condiciones bsicas del nuevo desarrollo de la flosofa moral deberan tener un doble carcter: interdisciplinar (los problemas son de una gran complejidad y demandan inevitable-mente la participacin de expertos en diversas materias) y pluralista (lasrespuestashandetenerencuentalaconvivenciadegruposcon ideologas y creencias variadas en una misma sociedad).A todo ese conjunto de produccin epistemolgica innovadora en la flosofa moral se le llam tica aplicada. Por tratarse de mltiples campos de aplicacin pas a utilizarse el plural, hablndose de ticas aplicadas. As pues, las ticas aplicadas nacieron por imperativo de unarealidadsocialquenecesitabarespuestasmultidisciplinaresen sociedades moralmente pluralistas (Camps y Cortina 445).Ante el carcter irrefrenable del progreso tecnocientfco, la res-puestaquemepareceticamentevlidaesladehacersecargodel proceso.1Estosignifcaintervenirticamenteenl,conrespuestas que aseguren el control moral de los acontecimientos:1El concepto de responsabilidad ha ido aumentando su importancia en la tica durante las ltimas dcadas; no slo como concepto abstracto o como principio moral, sepa-rado de cualquier casustica, sino ms bien al revs: su importancia es directamente proporcional a la envergadura de los problemas biopolticos de los ltimos tiempos. El impacto de las biotecnologas y el riesgo ecolgico global son dos ejemplos a tener en cuenta al actualizar la responsabilidad como la necesidad de hacerse cargo ante estos nuevos retos. Es interesante, en este sentido, la lectura de Jonas, as como la de Cruz, Echeverra y Hottois.[27] [27] La deliberacin moral en biotica... ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50La ambigedad y ambivalencia, la doble y contradictoria posibili-dad, el carcter bifronte, revelan el signifcado esencial que, a nuestro juicio, tienen las creaciones actuales de las ciencias y tcnicas de la vida. Desdeluego,esenelusodelconocimientodondesemanifestanms claramente, e incluso se agudizan, las cuestiones del bien y el mal. Yesahdondecomotodossabemossepresentanlosmsacucian-tes dilemas ticos, donde se hacen patentes grandes promesas benfcas paralahumanidad,almismotiempoqueposiblesamenazasparaella yparalaconservacindelaTierra.Laambigedadaquescierta-mente difcil de disolver. Pues ambas, promesas y amenazas, son ciertas y, ambas, potencialmente factibles. (Gonzlez 43)1.1. Carcter interdisciplinar de las ticas aplicadas Elcarcterinterdisciplinardelasticasaplicadasvienedeter-minadopordiversosfactoresquehaninteractuado,modifcandoel objetotradicionaldelatica.Entreestosfactoresdestacan(Camps yCortina445-446):larealidadsocial,querequieretomarlainicia-tivaantelosnuevosretos(esunarealidadquecambidemanera aceleradaafnalesdelsigloXXyprincipiosdelXXI,yquedemanda respuestas propias de una tica cvica); los gobiernos, que precisan co-mits de tica para afrontar cuestiones relativas a nuevas tecnologas; los ciudadanos, que al ser cada vez conscientes de sus derechos, exigen respeto a su autonoma moral, y al ser ms conscientes de la responsa-bilidad individual y colectiva, entienden la necesidad de participacin directa o indirecta en este tipo de asuntos; algunos flsofos morales, quehanentendidoelcompromisoconlasticasaplicadascomoun compromiso con su poca y con el futuro.En este nuevo contexto las ticas aplicadas no son labor exclusiva de los flsofos, sino que se convierten en un trabajo interdisciplinar con participacin mltiple: flsofos morales, ciudadanos y expertos. Elresultadodeestostrabajosinterdisciplinareshapasadoaformar parte de documentos pblicos, en forma de declaraciones, informes, cdigos,etc.,quegeneraunmecanismoderetroalimentacinenel queelsaberproducidoenloscomitsdalugaraunpoderenforma de legislacin y penetracin institucional; y, a su vez, desde el poder (de los gobiernos, de las asociaciones de ciudadanos, etc.) se generan comits que dan lugar a un nuevo saber, que sera la produccin epis-temolgica propia de las ticas aplicadas.1.2. Sociedades moralmente pluralistas Son aquellas en las que convive ms de un cdigo moral, por lo queenellasnosepuedesuponerunacuerdobsicodereferencia. departamento de filosofa facultad de ciencias humanas universidad nacional de colombia[28] [28] Diego Jos Garca C.Este ha de construirse tomando como punto de partida las distintas ticas de mximos, ticas propias de los grupos que conviven en un espacio y tiempo determinados. En este tipo de sociedades no existe una instancia legitimada para determinar la bondad o correccin de los juicios morales que afectan a toda la sociedad.En este punto resulta provechoso traer a colacin una distincin de gran utilidad: entre ticas de mximos y ticas de mnimos (Cortina 1996202-206;CortinayMartnez117-119).Lasticasdemximos(o ticasdelafelicidad)tratandedarrazndelfenmenomoralen toda su complejidad, entendiendo la moral como un diseo holstico de vida feliz. Las ticas de mnimos (o ticas de justicia) son morales que proponen los mnimos axiolgicos y normativos compartidos por laconcienciadeunamoralpluralista,desdelosquecadaunohade tener completa libertad para hacer sus ofertas de mximos; se ocupan de la dimensin universalizable del fenmeno moral, es decir, de los deberes de justicia exigibles a cualquier ser racional.La articulacin de ticas de mnimos y de mximos hace posible construirunaticacvicapropiadesociedadesmoralmenteplura-listas, cuyo contenido son los mnimos compartidos a partir de los mximos que profesan; asimismo, permite aplicar los mnimos a los distintos mbitos de la vida social (medicina, empresa, ciencia, etc.), haciendoposiblequelosmiembrosdeunasociedadtomendecisio-nes morales compartidas en cuestiones relativas a las ticas aplicadas. Tambinhaceposiblelaconstruccindeunaticatransnacionaluna tica para una sociedad plural a partir de exigencias de justicia inapelables, dentro de las cuales se encuentra el deber de respeto hacia los mximos de los distintos grupos de una sociedad.En las sociedades plurales, para Adela Cortina, se ha llegado a una conciencia moral que comparte una serie de valores que se concretan en la defensa de derechos humanos de primera generacin (libertad e igualdad), de segunda generacin (econmicos, sociales y culturales) y de tercera generacin (derechos ecolgicos y derecho a la paz):La moral cvica consiste, pues, en unos mnimos compartidos en-tre ciudadanos que tienen distintas concepciones de hombre, distintos ideales de vida buena; mnimos que les llevan a considerar como fecun-da su convivencia. Precisamente por eso pertenece a la esencia misma de la moral cvica ser una moral mnima, no identifcarse en exclusiva con ninguna de las propuestas de grupos diversos, constituir la base del pluralismo. (Cortina 1996 196)Porello,ensociedadesmoralmentepluralistasresultaprctica-menteimposibledelimitarenquconsisteelbiencomn.Setrata dealgocambiante,porqueresultadelosmnimoscompartidospor [29] [29] La deliberacin moral en biotica... ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50losdistintosgruposqueconvivenenunasociedadyenunmomen-tohistricodeterminado.Esundestiladoobtenidodelprocesode deliberacin prudente en busca del curso ptimo de accin como res-puesta a los intereses en mutua interaccin de los distintos grupos; es decir, los mnimos morales resultantes del dilogo entre agentes que defenden sus ideales de vida feliz o mximos morales. Estos mnimos se encarnan en una serie de principios morales de justicia contenidos en el ordenamiento jurdico, los derechos humanos, o en los valores que iluminan las diversas constituciones.1.3. tica y ticas En la flosofa del siglo pasado se sealan tres giros: el lingsti-co, el hermenutico y el pragmtico. A estos hay que sumarle el giro aplicado, que afect ms concretamente al mbito de la tica o floso-fa moral (Cortina 1996 119; Camps y Cortina 444).Laticaempezasustituirsuobjetodeaplicacinalpasardel sujetoaunaseriedecuestionessocialesquedevenanenproblem-ticasdelasquehabaquehacersecargoyfrentealascualesurgan respuestas responsables. Lo novedoso de las ticas aplicadas es, pues, su objeto de aplicacin referido a cuestiones sociales candentes, a pro-blemas nuevos que suponen retos globales y que demandan respuestas con cierto carcter de urgencia:Esclaroquelaticaindividualhoynospareceinsufcientepara resolver los problemas de nuestra convivencia y que tambin el derecho ha mostrado sus lmites: las ticas aplicadas a los distintos campos de-vienen una necesidad social. La tica aplicada no puede ser una moral ms de las que forman parte de la vida cotidiana, precisamente por su carcter de tica; sin embargo, de igual modo que las morales de la vida cotidiana, pretende orientar la accin, incluso en las tomas concretas de decisin.Porejemplo,atravsdeloscomitsasistencialesencentros hospitalarios o a travs de auditoras ticas que prestan sus servicios a las empresas. (Cortina 1996 120)La pregunta que se plantea es la siguiente: qu aportan de nove-doso las ticas aplicadas frente a la moral y a la tica tradicionales? La respuestapodemosresumirlaenlossiguientesapartados(Cortinay Garca-Marz 20-23):a)Lasticasaplicadasutilizanlarefexinyellenguajeflosf-cos. No es moral cotidiana, sino aplicacin a los problemas cotidianos de los conceptos propios de la tica o flosofa moral. El utillaje con-ceptual para debatir y entender las cuestiones propias de la biotica, comoticaaplicada,proviene,porejemplo,delatradicinaristot-lica,kantianaoutilitarista.Losflsofosmorales,enloscomitsde departamento de filosofa facultad de ciencias humanas universidad nacional de colombia[30] [30] Diego Jos Garca C.biotica, pueden aportar conocimientos ticos (argumentos ganados en la historia de la flosofa moral).b) Las ticas aplicadas limitan su mbito de prescripcin a cues-tiones propias de una tica de mnimos o tica cvica (la compartida por los distintos grupos de una sociedad pluralista), quedando al mar-gendelosproyectosdemximos(proyectospersonalesydegrupos quecompartenunconjuntocompletodevalores),aunquelosmni-mos se generan a partir de los mximos.c) La elaboracin del contenido de las ticas aplicadas no es fun-cin exclusiva de los flsofos. En particular, el nacimiento y desarrollo de la biotica se debe a la participacin activa, a travs del proceso de deliberacinendiferentescomits,demdicosypersonalsanitario, flsofos,juristas,telogos,asociacionesdeafectados,etc.Sonellos los que han producido el cuerpo epistemolgico de la disciplina. Los resultados del proceso de deliberacin en estos comits han dado lu-garadocumentosofcialesopublicacionesacadmicasquehanido engrosando el contenido de la biotica desde sus orgenes.2d) La construccin epistemolgica de las ticas aplicadas requiere el concurso de ms de una teora tica. El paradigma de la compleji-dad propio de las sociedades contemporneas nos revela una realidad multidimensional en la que los problemas que se nos plantean han de ser contemplados teniendo en cuenta ms de una variable, y en la que se impone la utilizacin de los recursos de la teora tica que el pro-blema concreto demande, aceptando un fructfero pluralismo tico.1.4. La doble dimensin, pblica y privada, de las ticas aplicadas Desde su nacimiento las ticas aplicadas han mostrado una doble dimensin: epistemolgica e institucional. La genealoga de este tipo desaber,comoyasehasealado,hayquebuscarlaenlaparticipa-cin deliberativa y multidisplinar de ciudadanos, polticos, expertos y 2UnejemploparadigmticodeestasituacinesellibrodeBeauchampyChildress. BeauchampparticipenlaComisinNacionaldeEstadosUnidos,constituidaen 1974, para determinar los principios bioticos en la investigacin biomdica. Los tra-bajos se desarrollaron durante cuatro aos. En 1978 se public el Informe Belmont, enelqueserecoganlostrabajosdelaComisin,resumidosenlostresprincipios ticosquedebanpresidircualquierinvestigacinbiomdicaenlaquesetrabajase con seres humanos: benefcencia, autonoma y justicia. Beauchamp y Childress pu-blicaronsuobraalaosiguiente,en1979,herederadelostrabajosdelaComisin NacionalydelInformeBelmont,alaqueaadieronuncuartoprincipio:eldeno malefcencia. La teora de los cuatro principios ha tenido una enorme efcacia para la resolucin de todo tipo de problemas planteados en la biotica desde su origen hasta nuestros das. De todo ello nos interesa resaltar su origen, pues es fruto de un proceso de deliberacin en una comisin multidisciplinar.[31] [31] La deliberacin moral en biotica... ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50flsofos morales que, a partir de diversos tipos de comits, dio lugar a una produccin epistemolgica que se constituye en el contenido de las emergentes ticas aplicadas.Deloanteriorparecededucirsequeelncleodelasticasapli-cadashabrdeserunaticacvicaqueseelaboreapartirdelos mnimosticosalosquesehacareferenciamsarriba,producidos por la conjuncin de una serie de valores y principios comunes a las distintasticasdemximosdelosgruposqueconvivenensocieda-des pluralistas. A partir de las ticas aplicadas se puede generar una tica transnacional, que podra ser el germen de una autntica revo-lucin en la flosofa moral, determinada por este giro aplicado de la flosofa:Habida cuenta de que los distintos mbitos de las ticas aplicadas dependendelosvalorescompartidosporlasociedadcivil,considera-mos la tica aplicada como una suerte de tica cvica que se expresa en mbitoscomolamedicina,lapoltica,lagentica,laecologa,laeco-noma, la informacin o los negocios. Que se expresa en ellas quiere decirquelaticaaplicadaesresultantedeundoblemovimiento:del procesoinductivoporelqueseconfguraapartirdelosvaloressur-gidosdelasdistintasactividades,ydelprocesodeductivoporelque los principios y valores comunes a una sociedad democrtica se aplican alasdistintasdimensionessociales.Delapotenciacindeestedoble proceso y de la encarnacin en la vida cotidiana de los valores que de l surgen depende a mi juicio la nica esperanza de crear una demo-cracia autntica o una democracia radical. (Cortina 1993 177)La clsica separacin entre vida buena y justicia, entre espacio pri-vado y pblico, es muy cuestionable desde la perspectiva de las ticas aplicadas: Si lo bueno alcanza una relevancia moral, quiere decir que no debe ser abandonado a decisiones estrictamente privadas (Camps y Cortina 456). Recordemos en este punto la mxima del feminismo de los aos sesenta: lo privado es poltico, que descubra que la sepa-racin entre lo privado y lo pblico perjudicaba a la emancipacin de la mujer: la preservacin de un mbito privado en la mujer, inmune a las medidas polticas, slo puede revertir en un perjuicio de las mis-mas. Las desigualdades en la vida privada siempre son desigualdades en la vida pblica. Lasticasaplicadassemueven,pues,entrelatensindeestos dosmbitos:elprivado,queseresisteaserintervenido(porejem-plo,ladefensadelprincipiomoraldeautonomadelaspersonasen relacinconlagestindevaloresrelativosasuvida,sucuerpoysu sexualidad,ysusrepercusionesenelderechoalamuertedigna,el derecho a ser respetado en sus opciones sexuales individuales, etc.), y departamento de filosofa facultad de ciencias humanas universidad nacional de colombia[32] [32] Diego Jos Garca C.el pblico, que pretende evitar caer en la perspectiva del liberalismo moralabsoluto,dandoprioridadalmbitoprivadoeimpidiendoel objetivo de una sociedad ms justa. La discusin se plantea entre dos alternativas: por una parte, hasta qu punto nuestras elecciones pri-vadas pueden obstaculizar el objetivo de la justica, que es el principio moraldelavidaencomn?,y,porotra,dndeestellmitedela intervencinreguladoradelpoderpolticoenrelacinconnuestras eleccionesindividualesentornoalproyectodevidafeliz(principio moraldeautonomaentornoalosvaloresqueconformannuestra tica de mximos o de vida feliz individual)?Concluyo este apartado apelando a la necesidad de una adminis-tracin prudente de los dos mbitos citados, teniendo claro que no se trata de potenciar uno de ellos hasta la anulacin del otro. La casustica impone, habitualmente, la necesidad de la prudencia, de la phronesis aristotlica,querecuperaunaimportanciadecisivaenlaresolucin de los problemas esenciales planteados en las ticas aplicadas.2. La biotica como tica aplicada Labioticanaciafnalesdeladcadadelossesentayprinci-pios de los setenta del siglo pasado como un mtodo de resolucin de problemas morales que empezaron a plantearse, de manera novedosa, en relacin con valores ligados a la vida humana. La necesidad de un utillaje conceptual que poda encontrarse en la tica fue decisiva para revitalizar esta disciplina de la flosofa, que se debata en cuestiones de fundamentacin, muy apartadas de los problemas morales del ser humano a fnales del siglo XX.3Lacoincidenciadeunaseriedeacontecimientoshistricosde-terminlanecesidaddeunnuevosabercapazdehacersecargode los nuevos retos que se venan planteando en las ciencias biolgicas. Demaneraresumidapodemoscitarcomofactoreshistricosdeter-minantes:lacrisisenlarelacinclnicaqueafectabaalaautoridad paternalista que durante veinticinco siglos vena ejerciendo el mdico; el auge de la autonoma del enfermo, la cual se convierte en un prin-cipioticodeobligadocumplimientoynormamoraldeloscdigos deontolgicos de los profesionales sanitarios; la introduccin de nue-vas tecnologas biomdicas que afectan los procesos de diagnstico y tratamiento,y,fnalmente,laextensindelaasistenciasanitariaen 3En su artculo How Medicine Saved the Life of Ethics, S. Toulmin, uno de los pio-neros de la biotica norteamericana, evidencia de manera explcita cmo la medicina y su casustica vinieron a insufar un aire renovado a una disciplina que llevaba aos en discusiones endogmicas de escaso inters para su objeto de trabajo.[33] [33] La deliberacin moral en biotica... ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50lamayorpartedelospasesoccidentales,queadquiriuncarcter universal.4Aprincipiosdeladcadadelossetentadelsiglopasadosepro-duceunasustitucindelobjetocentraldeestudioenlatica:delas endogmicasdiscusionessobrefundamentacinsepasaa(intentar) hacerse cargo del reto planteado por los cambios sociales y tecnolgi-cos que demandaban una respuesta, para la cual esta disciplina de la flosofa dispona de conceptos imprescindibles. Adems, como factor aadidoaloscambiosdelatecnologaqueibandeterminandouna nuevasociedad,unnuevoesquemadevaloresimponalanecesidad de ajustar su estructura e iba confgurando una sociedad moralmente pluralista.Labiotica,desdesusinicios,formapartedelasdenominadas ticas aplicadas (junto con la tica econmica y empresarial, la tica de la informacin, la ecotica, etc.), caracterizadas por su dimensin prctica de saber obrar. Emerge al confgurarse como una nueva for-ma de saber, con una presencia institucional en comits consultivos; es decir, como una forma de poder.5Tantoensudimensinepistemolgicacomoinstitucional,el contextohistricoquevionaceralabioticaeseldelassociedades occidentales de fnales del siglo XX, caracterizadas por su pluralidad y necesitadas del dilogo interdisciplinar y de la deliberacin por parte de todos los sectores implicados para sustituir la voz de la autoridad o del experto. Afrmarqueestetipoderefexionesprcticasnoencierrams novedadqueladelosproblemasquesepresentanahoraynosepre-sentaron antes, es no entender qu nos est ocurriendo a comienzos del siglo XXI. Porque bien cierto es que las ticas aplicadas confguran una forma nueva de saber. (Cortina y Garca-Marz 9-14) Una nota distintiva de cada sociedad a lo largo de la historia es el compromiso con unos determinados valores. En las sociedades occi-dentales del ltimo tercio del siglo XX comenzaron a plantearse una seriedeconfictosasociadosalosvaloresenrelacinconlavida,la 4Losfactoreshistricosquefuerondeterminantesparaelnacimientodelabiotica han sido tratados de manera especfca en Garca y en Jonsen.5El estudio de Garca se desarrolla en este sentido de doble e inseparable dimensin epistemolgica e institucional. En el prlogo el autor nos advierte que pretende ha-cerunagenealogadelabioticapartiendodelospresupuestosmetodolgicosde Michel Foucault, cuya propuesta es una actividad crtica en la que aparecen de ma-nera indisociable historiografa y flosofa, pues considera que las prcticas histricas funcionan como una forma de ejercer un cierto poder y de producir un cierto saber.departamento de filosofa facultad de ciencias humanas universidad nacional de colombia[34] [34] Diego Jos Garca C.sexualidad y el cuerpo.6 Dichos confictos se producen por una serie de acontecimientos histricos que van a ser determinantes en el cam-bio de la sociedad porque establecen nuevas jerarquas entre aquellos valores. Una determinada jerarqua de valores caracteriza a un grupo, a una sociedad; si hay factores con una incidencia social signifcativa (por ejemplo, el uso de nuevas biotecnologas para diagnsticos y tra-tamientos, o el reconocimiento legal del derecho a la autonoma en la gestin de valores vitales), sern decisivos para una reestructuracin de los valores de referencia y del cambio en relacin con las jerarquas anteriores.7Lassociedadespluralistassecaracterizanporlaconvi-vencia de diversos grupos sociales con propias y distintivas jerarquas de valores en un mismo entorno geogrfco e histrico. Losnuevosconfictosdevaloresrelacionadosconlavidase producen por una serie de fenmenos acaecidos en las sociedades oc-cidentales a fnales del siglo XX, fenmenos que exigen un nuevo saber capazdehacersecargodelosretosplanteados.Porello,renuncioa considerarlabioticacomounsaberquesiemprehaexistido;este sepresentamsbiencomounsabercontingente,cuyonacimiento tuvo lugar por la convergencia de una serie de hechos histricos. Esta argumentacinsuponeladescomposicinendistintosprocesosque trazaninterdependenciasyconstruyenunpoliedroepistemolgi-co.Estosconfictosseplantearonalassociedadesoccidentalesenel momentohistricodefndesiglo,ysucarcterpluralistademand acuerdos bsicos para abordar estas cuestiones morales. Lasnuevastecnologasbiomdicasybiotecnologaslleganaser problemticascuandoentranenconfictoconvaloresyestructuras normativaspreexistentes,puespuedenalterarelequilibrioentreac-tores sociales en un momento histrico determinado.8 Los avances en estas tecnologas son de tal envergadura, que plantean cuestiones que afectan los fundamentos de la vida humana, lo que da lugar a cambios 6Diego Gracia sostiene la hiptesis de que el nacimiento de la biotica tiene que ver con un nuevo estilo de gestin de valores en relacin con la vida, la muerte, el cuerpo y la sexualidad (2004 106). Hasta el ltimo tercio del siglo XX, el control de estos valo-res estaba reservado a instancias externas al sujeto religiones y normas jurdicas. A partir de esa fecha el control ha pasado a la gestin tica privada de las personas, sin que los Estados o las iglesias puedan intervenir directamente en l.7La axiologa o flosofa de los valores es una rama de la tica desarrollada por Max Scheler(cf.OrtegayGasset).Enrelacinconlabiotica,esinteresantelarefexin sobre los valores que hace Diego Gracia, comenzando por la difcil defnicin y el carcter evanescente por comparacin con otras realidades que al hombre le parecen ms evidentes y fables (1998 29-32).8Vase al respecto Lujn, quien hace hincapi en cmo, hacia fnales de los aos sesen-ta, la ciencia y la tecnologa se convierten en objeto de debate poltico. [35] [35] La deliberacin moral en biotica... ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50de paradigmas cientfcos, morales y culturales. Todo ello es determi-nante para entender la situacin de la biotica (como una ms de las ticas aplicadas) dentro de la tica:Sera imposible pensar la tica en la hora actual sin asociacin a la bio-tica. Y esto, debido a mltiples factores que provienen tanto de las grandes revoluciones cientfcas y tecnolgicas que se han producido en los ltimos tiempos no slo en el campo de la medicina, como de los nuevos horizontes abiertos en el mbito bio-lgico, bio-mdico, bio-ge-ntico y bio-tecnolgico. Difcilmente podra la tica permanecer ajena eindiferentealosconocimientosyalastransformacionesquerecaen sobreeluniversodelavida,alcualellamismapertenece;nopodra ciertamente ser insensible y desentenderse de los mltiples interrogan-testicosrelativostantoalavidahumanadelpresenteydelfuturo, como a la no humana y a los reclamos tico-ecolgicos que ataen a la vida del planeta. Una de las vertientes ms caudalosas de la tica actual es ciertamente la de la biotica. Y si lo que constituye la fuente nutricia de la flosofa son los proble-mas, la flosofa moral queda removida y revitalizada por la profunda, trascendental y perturbadora polmica abierta por los nuevos saberes y, muy sealadamente, por los nuevos poderes que vienen generando, en especial, las ciencias y las tecnologas de la vida. (Gonzlez 41-42)Enunintentoderesolverlosproblemasderivadosdeconfictos de valores en las sociedades pluralistas que vieron nacer a la biotica, seutilizelmtododeladeliberacincomoelpropiodelabioti-cadesdesusinicios,loquepropicialaparticipacinactivadetodos losgruposimplicadosenunproblemaconcreto.Esunmtodoque pretende recuperar el concepto aristotlico de prudencia (phronesis), aplicado a confictos de valores en sociedades pluralistas.9 La opinin pblica,losexpertos,losgobiernosyalgunosflsofosmoraleshan entendido su compromiso con la biotica, como tica aplicada, dentro de la responsabilidad de todos en relacin con su poca y con el futu-ro. En este punto seguimos la afrmacin de Juliana Gonzlez: En general, la situacin presente exige una tica que, con una cla-ra memoria de lo humano, contribuya a que el proceso transformador preservevivoelrostrodelahumanitas.Senecesita,asimismo,enla era actual, una biotica que se defna por su signifcado secular, plural 9Aubenque considera la virtud aristotlica de la prudencia como la sntesis de las vir-tudes: el buen juicio, la oportunidad del obrar. La prudencia implica radicalmente la sabidura prctica, al tener en cuenta el carcter precario e imprevisible de la praxis humana, al aceptar siempre el riesgo de error. La biotica, como el resto de las ticas aplicadas,tienecomosustratoepistemolgicoestesaberobraralquesehahecho referencia, y se conecta inevitablemente con la virtud aristotlica de la prudencia.departamento de filosofa facultad de ciencias humanas universidad nacional de colombia[36] [36] Diego Jos Garca C.y dialgico, contrario al dogma, abierta a la deliberacin, a la toleran-ciayalrespetoalapluralidado,loqueeslomismo,acordeconlos nuevostiempos.Unaticaque,conformealverdaderoespritucient-fcoyflosfcopromuevalapermanentedisposicindeluchacontra laignorancia,yasumaalavez,socrticamente,laincertidumbreyla perplejidad,promotorasperennesdelabsqueda.Unabiotica,en suma, que ejerza la virtud de la phronesis o sapiencia, junto con las del asombroylaesperanza;virtudesciertamentefundamentalesenestos tiempos de cambios tan cruciales para la humanidad. (53)3. Caractersticas bsicas de la biotica 3.1. Carcter inacabado de la biotica Partiendodelcarcterabiertoeinacabadodelabiotica,como cualquier otra tica aplicada, resulta lgico entender su constitucin comodisciplinatambininacabada,siempreabiertaalarevisin crtica,razonadayargumentadapornuevasaportaciones.Esaeste carcter inacabado al que se refere Victoria Camps cuando dice: Mi tesis es que la biotica, esto es, la refexin tica sobre los pro-blemasqueconciernenenlaactualidadalavidahumanayalavida en general, no es algo simplemente deducible de unos principios ticos bsicosyfundamentales.Labioticaesbsicamenteunprocesoyun descubrimiento. (11)Labioticaesunadisciplinaqueconstruimosentretodosme-diante procesos de toma de decisin colectivos, para los cuales no hay ni debe haber expertos dedicados de manera exclusiva. Se trata de un proceso de deliberacin colectiva sobre riesgos y responsabilidades. 3.2. Carcter interdisciplinario de la biotica Msarribahemoshabladodelcarcterinterdisciplinariodelas ticas aplicadas. Como no poda ser de otra manera, la biotica parti-cipa de esta nota distintiva: expertos y legos participan en el proceso de construccin de la disciplina, porque todos estn llamados a esta tarea comn. Precisamente, la difcultad y el mrito de la biotica se deben a que, desde el principio, ha necesitado del dilogo interdiscipli-nar, haciendo posible, con diversos procedimientos, la compatibilidad deloslenguajesdelasdiversasdisciplinas.Estassehanconstituido histricamente mediante procedimientos distintos y, a veces, distan-tes.Elflsofo,porejemplo,estmscercanoaldiscursoabstracto, mientras que al mdico clnico le suele interesar ms la casustica por [37] [37] La deliberacin moral en biotica... ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50loapremiantedeladecisinconcreta.VictoriaCampshaceecode esta situacin:Labioticaesunapuestaencomndelosconocimientosde diversas disciplinas procedentes de todas las ramas de la ciencia: expe-rimental, social, humana. El dilogo interdisciplinar es costoso, porque fuerza a los que lo integran a corregir los vicios y sesgos de su disciplina y a renunciar a maneras de hacer que difcultan la puesta en comn de unos mismos contenidos. Una consecuencia lamentable de esa incom-patibilidaddelenguajeseslatransformacindeladiscusinenalgo distinto y en principio no previsto en el objetivo inicial. (127)3.3. Carcter pblico y privado de la biotica Yahemossealadomsarribacmolaclsicaseparacinentre vidabuenayjusticia,entreespacioprivadoypblico,esmuycues-tionabledesdelaperspectivadelasticasaplicadas,concretamente en el mbito de la biotica. En esta disciplina no es posible hacer una distincin tajante entre espacio pblico y privado, como ha pretendi-doelpensamientoliberal.Comoconsecuenciadeello,lamoralque precisa la biotica debe participar de esta doble consideracin, pbli-cayprivada,enmutuainteraccineinterdependencia,comoseala Victoria Camps:Lamoralquebuscamosnoesunamoralqueselimiteamodelar loshbitosylasactitudesdelosindividuos(aunqueeseesunaspecto muy importante), no es una moral que se limite a decirnos cuales son nuestrosdeberesindividuales,sinounamoralque,adems,orientey guelasdecisionesquecolectivamentehabrquetomar.Laperspecti-vaindividualistayliberalnohasabidoconstruirunyoresponsabley solidario.Poresoproponemospensarlaticanoslocomounasun-topersonalyprivado(tambinloes),sinocomounaactividadtanto organizadacomopersonal.Losfactoresorganizativosinfuyenenel comportamiento individual en igual medida que los comportamientos personales repercutirn en la vida de la organizacin. (147)3.4. Carcter derivado del dilogo racional, plural y crtico La dimensin histrica de la racionalidad es un punto de partida necesario en este apartado, puesto que cada poca histrica se defne poruntipoderacionalidad,ylaticahautilizadolospresupuestos de esa racionalidad para dotarse de contenidos. De manera resumida, podemos distinguir, con Diego Gracia, tres tipos de racionalidad en la historia del pensamiento occidental: la racionalidad objetiva (tpica delpensamientonaturalistagriego),laracionalidadsubjetiva(que departamento de filosofa facultad de ciencias humanas universidad nacional de colombia[38] [38] Diego Jos Garca C.surge con la modernidad y elcogito cartesiano, y que pone a la sub-jetividadcomopuntodereferencia)ylaracionalidadintersubjetiva (quesurgeapartirdelacrisisdelaraznacaecidaenelsigloXIXy continuada en el XX, y que coincide con la muerte de Hegel).10Por otro lado, los juicios de valor o juicios morales tienen el ca-rcter de probables, nunca de absolutos. Esta consideracin es propia deunaracionalidadquesurgeconlacrisisdeladenominadara-cionalidad dbil, en la que los presupuestos son slo razonables, no estrictamente racionales. Desde esta perspectiva, en cualquier debate racional nadie puede aspirar a una verdad total, de manera que todo debate es necesariamente plural.La biotica naci a fnales del siglo XX, en un momento histrico en el que la tradicin flosfca haba aceptado la limitacin de la ra-cionalidad, lo que haca necesario el pluralismo de opciones:Si algo tiene de peculiar este movimiento, es la enorme pluralidad de abordajes que ha permitido en su seno. Slo as se explica que puedan coexistirmetodologasdiversas[]ocredosreligiososmuydistintos y, cmo no, tambin culturas varias. Cierto que la biotica naci en un medio cultural muy determinado, el anglosajn. Pero dentro del mundo anglosajn los abordajes fueron, desde un principio, muy diversos, obe-deciendo a diferentes presupuestos flosfcos y teolgicos. Y la enorme difusin que la biotica ha tenido en otros espacios culturales y geogr-fcos a lo largo de estos veinticinco aos, ha incrementado esa pluralidad de enfoques hasta lmites casi inabarcables. (Gracia 1998 59-60)La tercera caracterstica sealada en el epgrafe es el carcter cr-tico de la biotica. Esta es una peculiaridad irrenunciable de la razn. La racionalidad que vio nacer a la biotica no es absoluta, sino razona-ble y, por tanto, sometida a la posibilidad de la crtica. Por otra parte, el pluralismo tiene como consecuencia la necesidad de confrontacin crtica.Estacrticasuponequetodapropuestanoestapoyadapor razones y argumentos de igual peso; es decir, que en el debate biotico no todas las opciones valen lo mismo.4. El mtodo de la deliberacin en biotica: el argumento genealgico El nacimiento de la biotica tiene una ntima relacin con confic-tos institucionales o de poder. En el mbito del poder judicial hay un 10Paraampliaresteapartadodelospresupuestosdelaracionalidadalolargodela historia del pensamiento, vase Gracia (1998 51-59).[39] [39] La deliberacin moral en biotica... ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50amplio elenco de casos paradigmticos en el nacimiento de la biotica, sobre todo en los tribunales norteamericanos a lo largo del siglo XX.11 Estos confictos institucionales desembocaron en la necesidad de crear comits o comisiones para el debate de problemas bioticos. El mtodoutilizadoparalaresolucindelosproblemasplanteadosha sidoladeliberacin.ParaDiegoGracia,lafuncindeuncomites precisamente deliberar: Un comit es un rgano de deliberacin. La funcin del comit es deliberar. Por tanto, no se trata de informar a otros de las propias ideas, ni de convencerles, ni de cambiar sus sistemas de creencias o valores. La funcin de un comit es distinta, es deliberar, a fn de tomar decisiones sobre cuestiones complejas. (2003 60)Acontinuacinanalizaremoselconceptodeliberacin,conside-rndolo como esencial para entender qu es lo distintivo de un comit debiotica.Paraellopartiremos,siguiendoaDiegoGracia,dedos posiblesaproximacionesaproblemasticosqueelautordenomina dilemtica y problemtica:Desde los inicios del movimiento biotico hasta la actualidad se han propuesto numerosos mtodos de anlisis de los problemas ticos. Y la experiencia de su aplicacin es, en general, ambigua. [] Mi hiptesis es quetododependedelmodocomoseanutilizados.Existendosaproxi-macionesdiferentesalosproblemasticos,ascomoalmododeusar estas metodologas, que propongo denominar dilemtica y problem-tica.Elobjetivodelaprimeraeselegirentrediferentesposibilidades, generalmente dos. Su mtodo es la teora de la eleccin racional. Por el contrario, la segunda pone ms el acento en el camino que en la meta; se fja ms en el procedimiento que en la conclusin, entre otras cosas por-que no es evidente que los problemas morales tengan siempre solucin, y que de tenerla esa solucin sea una y la misma para todos. La primera es una aproximacin decisionista a los problemas ticos, en tanto que la segunda es bsicamente deliberativa. (2000 21-22)La aproximacin dilemtica, conocida con el nombre genrico de Teora de la Eleccin Racional, supone que todo problema tico ha de tener una y slo una solucin razonable que puede alcanzarse con la metodologacorrecta.Losproblemasticos,desdeestaperspectiva, pueden reducirse a problemas tcnicos (la perspectiva dilemtica tie-ne un carcter tecnocrtico, es decir, entiende que es posible reducir todoslosproblemasticosaotrosnoticos).Estamentalidadnaci hace algunos siglos, con el descubrimiento de las principales leyes de 11Vase Garca (204-209).departamento de filosofa facultad de ciencias humanas universidad nacional de colombia[40] [40] Diego Jos Garca C.laprobabilidad:sutesisesqueunadecisineslgicayticamente correcta cuando coincide con el curso de accin de ms alta probabili-dad o que tiene mayor posibilidad de xito. Esta sera la nica decisin racionalycorrecta(Gracia200023-24).Segnestaaproximacin, siempre que se nos presenta un dilema sabemos que no hay ms que dos soluciones posibles, ambas opuestas e incompatibles entre s; slo una puede ser correcta, pero no sabemos cul.La aproximacin dilemtica supone una mentalidad decisionista: se parte del supuesto de que el objetivo de la tica como disciplina es dar argumentos que inclinen la balanza en favor de una u otra solu-cin al dilema con el fn de decidir. La versin tica de la aproximacin dilemtica la encontramos en el utilitarismo: la decisin a favor de la mayor utilidad es la econmicamente razonable y, tambin, la nica moralmente justifcable.Laaproximacinproblemticaponeelnfasismsenelproce-dimientoqueenlaconclusin,porqueconsideraquenoesevidente quelosproblemasmoralestengansiempresolucinyque,silatie-nen,debeserunaylamismaparatodos.Enestaaproximacin,los problemas son cuestiones abiertas en las que, a diferencia de la aproxi-macindilemtica,lasolucinnoestpresentedesdeelprincipioy, por tanto, la cuestin no est en la eleccin entre dos o ms posibles respuestas, sino en la bsqueda de una respuesta adecuada. Lamentalidadproblemticapartedelsupuestodeinadecuacin entrerealidadyrazn;nadieestencondicionesdeabarcartodala riqueza de la realidad:Losproblemassoncuestionesabiertasquenosabemossisere-mos capaces de resolver, ni cmo. La solucin no est presente desde el principio, y por tanto la cuestin no est en la eleccin entre dos o ms posibles respuestas, sino en la bsqueda de una respuesta propia y ade-cuada. La mentalidad problemtica parte siempre del supuesto de que la realidad es mucho ms rica y compleja de todo lo que nosotros podamos concebir, y que por tanto hay una inadecuacin bsica entre la realidad yelrazonamiento.Nadiepuedeabarcartodalariquezadelarealidad ms simple. [] La inadecuacin entre la complejidad de los hechos y lasimplicidaddelasideasesespecialmenteevidenteenlascuestiones prcticas,enpoltica,enticayenmateriastcnicas.Estaeslarazn porlaquelosflsofosgriegos,especialmenteScratesyAristteles, pensaran que en tales materias la certidumbre es imposible y slo puede alcanzarse la probabilidad. (Gracia 2000 27-28)En la tica aristotlica la racionalidad moral no pertenece al nivel delaepistemeociencia(entendidacomounconocimientociertoy universal sobre la realidad), sino al de la doxa u opinin. La opinin [41] [41] La deliberacin moral en biotica... ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50es probable, por tanto nunca absolutamente cierta, pero no por ello se convierte en irracional. Esta caracterstica hace posible el desacuerdo, las opiniones diferentes (este es el signifcado del vocablo griego para-doxa o paradoja). De este modo, ni las cuestiones morales son propias dejuiciosanalticos(deabsolutacerteza),nielmtododeductivoes el adecuado; al tratar con ellas utilizamos, en cambio, los juicios sin-tticos(probables,nuncaabsolutos)queexplicanlaposibilidadde pluralidaddeopinionesentornoauntemaconcreto,einclusosu carcter paradjico. Enlaterminologaaristotlica,laphronesisesunconocimiento prctico o prudencial, un uso correcto de la razn en condiciones de incertidumbre.Yelcaminopararealizarlosjuiciosprudentesesla boulesis,ladeliberacin.Aristtelesentendiladeliberacincomoel procedimiento fundamental en tica. La razn prctica es deliberati-va: cada individuo delibera consigo mismo cuando toma una decisin personal y, cuando hemos de discutir cuestiones que nos afectan, de-bemosdeliberarconlosdems(enestepunto,laticavaunidaala poltica).Aristtelesdicequenadiedeliberaacercadecosasqueson invariables, sino sobre cosas que pueden realmente ser de otra manera:Se delibera sobre todas las cosas y es todo susceptible de delibera-cin, o sobre algunas cosas la deliberacin no es posible? Y debe llamarse susceptible de deliberacin no aquello sobre lo cual podra deliberar un necio o un loco, sino aquello sobre lo cual deliberara un hombre dotado deinteligencia.Puesbien,sobreloeternonadiedelibera,porejemplo sobre el cosmos, o sobre la inconmensurabilidad de la diagonal y el lado. Tampoco sobre lo que est en movimiento, pero acontece siempre de la misma manera, o por necesidad, o por naturaleza. [] Porque ninguna deestascosaspodraocurrirpornuestraintervencin;perodelibera-mos sobre lo que est a nuestro alcance y es realizable. [] Y todos los hombresdeliberansobreloqueellosmismospuedenhacer.Sobrelos conocimientosrigurososysufcientesnohaydeliberacin;perosobre todoloquesehacepormediacinnuestra,aunquenosiempredela misma manera, deliberamos, por ejemplo sobre las cuestiones mdicas o de negocios. [] La deliberacin se da respecto de las cosas que gene-ralmente suceden de cierta manera, pero cuyo resultado no es claro, y de aquellas en que es indeterminado. (1112a-b)El procedimiento deliberativo es til tanto en tica como en po-ltica.Losproblemasquepretendeafrontarafectantantoalmbito privadocomoalpblico,que,comohesealadomsarriba,sonlas dosdimensionesinterdependientesdelabioticaenparticularyde las ticas aplicadas en general. De hecho, la teora moderna de la deli-beracin ha sido desarrollada ms por flsofos de la poltica que por departamento de filosofa facultad de ciencias humanas universidad nacional de colombia[42] [42] Diego Jos Garca C.eticistas. Esta ntima relacin y dependencia entre tica y poltica ha sido sealada por Antonio Campillo: Al esfuerzo que cada uno de nosotros hace para constituirse como unyonicoeirrepetible,dignodeseramadoyadmiradoporsus semejantes, lo llamamos tica. Y al esfuerzo que cada uno de nosotros hace para constituirse como una agrupacin humana, como un noso-tros comn y duradero, lo llamamos poltica. (37)Enelmismosentidodelcarcteralavezpblicoyprivadode la deliberacin en relacin con la biotica, y ms all del restringido campo de aplicacin clnica, se pronuncia Diego Gracia:La biotica es un proceso de deliberacin acerca de los fnes indi-vidualesycolectivosdelavidahumana.Consecuentementenopuede limitarse a los hospitales ni a las Facultades de Medicina. Los objetivos delavidahumanasonprimariamentesocialesypolticos.Labiotica noesunameraticaprofesional,sinotambinyprincipalmenteuna parte de la flosofa poltica. [] La deliberacin es el mtodo de la ra-zn prctica. As pues, debe ser promovida cuando los valores y los fnes delavidahumana,individualycolectivamente,estnenjuego.Yla biotica debe colaborar en esta tarea. (2000 40-41)Unbuenejemplodelmtododedeliberacinenbiotica,desde una aproximacin problemtica a los problemas clnicos, lo tenemos en la obra de Diego Gracia y Javier Jdez: tica en la prctica clnica. Ellibroesunarecopilacindecasosclnicosquedevienenproble-mticosdesdelaperspectivabiotica,yunaaplicacindelmtodo deliberativo a cada uno de ellos para mostrar y desarrollar el procedi-miento en las distintas fases expuestas en el captulo primero. A su vez, el libro expone el resultado de un proceso de formacin deprofesionalesenconocimientosyhabilidadesbioticasquehan participadoenlosmltiplesComitsdeticaAsistencialenEspaa. Considero esta obra como una excelente exposicin de todo lo dicho en este apartado en relacin con el mtodo deliberativo y su aplicacin a la prctica clnica y a los comits de biotica. Como sealan los au-tores, este libro es la culminacin de la primera etapa de un proyecto gestado desde 1998, similar al desarrollado en Canad por Peter Singer, elcualcolocaaEspaaenlamismalneaconotrospases,especial-mente del entorno anglosajn. El mtodo de la deliberacin en biotica adquiere as una dimensin institucional de carcter internacional.Gracia y Jdez se referen a la deliberacin como el mtodo para la resolucin de problemas bioticos. Consideran que las situaciones de prdida de control emocional y de angustia son las que nos llevan a asumir posturas lmite, de aceptacin o rechazo totales, de amor u [43] [43] La deliberacin moral en biotica... ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50odio,queconviertenlosconfictosendilemasconslodossalidas extremas y opuestas entre s. Los citados autores ofrecen una aproxi-macin y una concrecin de la problemtica de la deliberacin en los siguientes trminos:Ladeliberacinbuscaanalizarlosproblemasentodasucomple-jidad.Esosuponeponderartantolosprincipiosyvaloresimplicados como las circunstancias y consecuencias del caso. Esto permitir iden-tifcartodos,oalmenoslamayoradeloscursosdeaccinposibles. Puede tomarse como norma que los cursos posibles son siempre cinco oms,yquecuandosehanidentifcadomenosespordefectoenel proceso de anlisis. Por otra parte, el curso ptimo de accin no est ge-neralmente en los extremos, sino en el medio o cercano a l. De ah que el resultado del proceso de la deliberacin suela ser tan distinto del de los procesos dilemticos. El proceso de la deliberacin exige la escucha atenta (la angustia no deja por lo general escuchar al otro, precisamente porque se tiene miedo de lo que pueda decir), el esfuerzo por compren-der la situacin objeto de estudio, el anlisis de los valores implicados, la argumentacin racional sobre los cursos de accin posibles y los cursos ptimos, la aclaracin del marco legal, el consejo no directivo y la ayuda aun en el caso de que la opcin elegida por quien tiene el derecho y el deber de tomarla no coincida con la que el profesional considera correc-ta. [] La deliberacin es en s un mtodo, un procedimiento. (26-27)5. La fgura del biotico como experto y la deliberacin comombito y procedimiento de decisin colectiva en biotica En el presente artculo he pretendido hacer una genealoga cen-tradaenlaconstitucinepistemolgicadelasticasaplicadasen general, y de la biotica en particular. Me interesa en especial el argu-mentogenealgicoparamostrarlascaractersticasepistemolgicas esenciales de la biotica como disciplina confgurada a partir de co-mits de participacin y deliberacin colectiva. Desde sus inicios, en las sociedades pluralistas de fnales del siglo XX y principios del XXI, la biotica se ha ido construyendo y aplicando en comits de partici-pacinmltipleeinterdisciplinar(expertos,ciudadanos,gobiernos, flsofos morales, etc.). Como apunta Victoria Camps, en ese tipo de sociedades no puede haber moralistas profesionales, pues la moral es unadimensindelcomportamientohumanoquenoesexclusivade nadie. Es en este contexto, en el que el flsofo moral puede poner la erudicin al servicio del anlisis de los confictos morales.1212Sobre este tema Victoria Camps se manifesta en contra de la profesionalizacin de la biotica (218-219).departamento de filosofa facultad de ciencias humanas universidad nacional de colombia[44] [44] Diego Jos Garca C.Paralelamente al desarrollo de la biotica, tanto en su dimensin epistemolgica como institucional, se ha generado la fgura del bioe-ticistaobioticocomounnuevotipodeprofesionaloexpertoenel anlisis de casos y aplicacin de principios, conocedor de las vertien-tes tcnica y valorativa de la biotica, capaz de favorecer el encuentro depuntosdevistaylacolaboracinentreespecialistas.Elbiotico fue considerado desde el principio como un experto capaz de tender puentes, con pretensiones de facilitar acuerdos en el mbito profesio-nal, al margen de las diferencias que pudieran existir en lo poltico, lo religioso o lo ideolgico.Aspues,loquesecuestionaenesteartculoes,enprimerlu-gar,sisonnecesarioslosexpertosenbiotica;sisenecesitasen,qu tipodeexpertosdeberanser,ycmosurgiyevolucionlafgura del experto. Es necesario hacer una distincin entre dos fguras: por un lado la del biotico, bioeticista o especialista slo en cuestiones de biotica y, por otro lado, la de los expertos procedentes de distintas disciplinas y con formacin para abordar las cuestiones morales propias de la bio-tica. En este artculo se pretende defender que no es imprescindible el primero, al que podemos denominar bioeticista o biotico (el experto enbiotica,sloenbiotica),peroquessonnecesarioslosexper-tosdedistintasprofesionesqueaportendiferentesenfoquessobre los problemas morales, entendiendo que, como se expondr a conti-nuacin, ambos tipos de expertos han compartido el carcter liberal, pragmtico y secular de la biotica desde su nacimiento. Tambin se quiere insistir en que a pesar de que se trata de dos fguras distintas, la demarcacin entre el bioeticista y el experto no es completamente ntida (por ejemplo, a los flsofos que participan en comits de bio-ticacomoexpertosselesasignanfuncionesmuyparecidasalasdel bioeticista). Teniendo en cuenta esta distincin, se abordar la fgura del experto de una manera ms genrica, ya que el inters ltimo es argumentar a favor de la participacin interdisciplinar y mltiple en losprocesosdedeliberacinfrentealadecisindelosexpertos.Es decir, democratizacin antes que especializacin. En primer lugar, se intentar demarcar la fgura del experto y su evolucin histrica. A continuacin se matizar la necesidad de profe-sionales con conocimientos especializados en determinadas materias, imprescindibles para poder afrontar, con una informacin completa, losproblemasplanteadosporloscasosconcretosenlosprocesosde deliberacin plural de los comits de biotica.En los apartados anteriores he intentado hacer una genealoga de la biotica, interesndome por su constitucin epistemolgica e insti-tucional.Enlaltimacitadelapartadoanteriorconclua,siguiendo [45] [45] La deliberacin moral en biotica... ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50aDiegoGracia,quelabioticaesunprocesodedeliberacinsobre losfnesdelavidahumanaquenopuedelimitarsealoshospitales oFacultadesdeMedicina,yresaltabaelcarcterpolticodelavida humana(ensentidosimilaralconceptodebiopolticadeMichel Foucault). La biotica requiere, desde su nacimiento, de un escenario plural, abierto al dilogo y a la participacin de todos los implicados, en el que el procedimiento de la deliberacin es el ms apropiado para cumplir con estos objetivos. Por ello surge la duda sobre la competen-cia y autoridad para decidir acerca de problemas relacionados con los valores que afectan la vida humana. Por un lado, hay profesionales con conocimientosespecializados,msomenosnecesariosalahorade tomardecisiones,perolasdecisionessobreelusodelconocimiento no pertenecen a ningn grupo especial. Defendo el papel poco ntido, borroso, de los expertos en biotica (sobre todo el de la fgura indivi-dual del biotico) y tambin la necesidad de reivindicar la perspectiva originaria de la disciplina a favor de la participacin de todos los impli-cados, incluidos los no expertos, en el proceso de toma de decisiones:Es correcto hablar de bioticos en el mismo sentido que habla-mosdeBiotica?Ladisciplinasedesarrolldeformaespectacular entre fnales de los aos sesenta y comienzos de los setenta. [] Puede decirse incluso que la Biotica se ha convertido a lo largo de las ltimas dcadas en la parte ms visible, la ms conocida de la tica. Es a veces una disciplina tica que salta los muros acadmicos. Mucho menos clara resulta, sin embargo, la fgura de aquellos profesionales que se ocupan de las cuestiones propias de la Biotica. Puede decirse que un conoce-dor de la literatura es escritor? Un experto en Filosofa es un flsofo? De forma anloga, quien se dedica a temas de Biotica ha de tener un estatuto profesional como biotico? [] La competencia moral no es exclusivadequienessededicanaunaactividad,pormuchoqueesta suscite dilemas morales. Ni est bajo la autoridad de quienes tienen un contactomsdirectoconlassituacionesreales,mdicos,juristas,psi-clogos,etc.Lacompetenciamoralperteneceatodoslosagentes.[] La Biotica no pertenece en exclusiva a los profesionales de la ciencia, delaMedicinaodelaFilosofa.Noperteneceauntipodeexpertos, puesto que la disciplina fue pensada para tender puentes entre campos. LaBioticainvitaalaprendizajemutuo.Requiere,enfn,deunagran cantidad de expertos en campos muy diversos, mdicos, tcnicos sani-tarios, juristas, psiclogos, trabajadores sociales, economistas, flsofos [] no de un experto dedicado en exclusiva a las cuestiones morales. (Lpez de la Vieja 2002 168-169)Enrevistasespecializadasyenmediosdecomunicacinapare-cen los trminos tico y biotico para referirse a especialistas con una departamento de filosofa facultad de ciencias humanas universidad nacional de colombia[46] [46] Diego Jos Garca C.metodologaycontareasbiendefnidas.Sonprofesionalesqueaun-que no son mdicos, tienen las capacidades para analizar los temas de tica mdica. En los comienzos de la biotica los bioticos eran en su mayora telogos, pero poco a poco estos expertos fueron asumiendo una ideologa secular y unas funciones cada vez ms defnidas: infor-mes, consultas, actividades formativas, investigacin y asesoramiento a los profesionales de la salud y a las instituciones (Lpez de la Vieja 2008b 244).Lavoluntaddetenderpuentesparaconseguiracuerdosyla ideologadelconsensohanconseguidoquelabioticaseahoyuna disciplinaconfuertepresenciaacadmicaeinstitucional.Desdesus inicios, y durante ms de dos dcadas, el consenso fue el objetivo b-sico de los expertos en biotica. Los logros prcticos de los bioticos ysupresenciainstitucionalenloscomitstambinenlosgrupos deexpertosqueasesorabanalaadministracinentemasdeticay de investigacin cientfca reforzaron la cohesin interna (Lpez de la Vieja 2008a 60-61). Desde sus orgenes el biotico se apart de las discusiones polticas o religiosas, al adoptar un modelo profesional (ms cercano al cientfco que al poltico, en terminologa de Weber). Como seala Lopez de la Vieja:LaBioticahatenidoytieneideologa,aunquenosiempresea explcita.Suenfoqueliberalypragmtico,[]elmodeloprofesional, integracondifcultadlasdemandasquellegandesdecontextosycon lenguajes diferentes. La fgura del experto o biotico ha estado asocia-daaltrabajosistemtico,procedimientosapropiados,independencia, imparcialidad.Aunmodelocientfco,nopoltico.Sinembargo,los cambios externos y la dimensin internacional que ha cobrado la bio-tica, hacen pensar que se impondr la tendencia opuesta. El modelo de expertostendrquedejarpasoaotromsparticipativo,msrepu-blicano;estoes,msabiertoaladeliberacin,sensibletambinalas tensiones que afectan a la esfera pblica. Estar ms prximo a la pers-pectiva de los agentes, menos centrado en las cuestiones tcnicas y, por lo tanto, depender ms de la participacin de los afectados. (2008a 70)Elnacimientoydesarrollodelabioticaydelafguradelbio-ticosehanorientado,durantelasprimerasdcadas,alconsensoy alpragmatismo.Lanormalizacindeladisciplinaysupesosocial einstitucionalhansidoposiblesgraciasalosacuerdos,esdecir,a laelaboracindeunlenguajecompartidoporexpertosdediferen-tes campos. Los acuerdos han reforzado, en un principio, un tipo de biotica liberal y pragmtica, centrada en el principio de autonoma, y los resultados concretos han dado lugar a un modelo capaz de afron-tar y superar con xito relativo las tensiones internas de la disciplina. [47] [47] La deliberacin moral en biotica... ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50Lacontrapartidahubodeserelobviarlosdebatesideolgicos.A esta situacin en la que el consenso, la imparcialidad e incluso cierta neutralidad ideolgica que reduce las diferencias se convierten en el objetivo de la biotica y de los expertos, J. Moreno la ha denominado pax bioethica:El silencio ideolgico marc la direccin a seguir por los expertos los nuevos bioticos para bien y para mal. Por eso mismo la disciplina sehacentradoenelrespetoporlaautonoma,ocupndoseenmenor medidadelprincipiodejusticia.[]Laideologadelconsensonoha hecho a la biotica inmune a otros debates ideolgicos, al contrario. Las tensiones entre cultura liberal y contracultura han permanecido latentes durante un tiempo en aras del consenso. (Lpez de la Vieja 2008a 69-70)De esta manera, el biotico o bioeticista es una fgura que aparece a la par de la biotica, compartiendo con esta el carcter liberal y pragm-tico propio de la sociedad norteamericana. De hecho, hay acuerdo entre los diversos autores en situar el nacimiento de la biotica en los Estados Unidos, aunque en la actualidad est mundialmente extendida.Comopuntodepartida,laelaboracinyaplicacinalcaso concretodeloscontenidosdelasticasaplicadasnoesfuncinde ningunapersonaindividual,puesestashacenpartedeunarespon-sabilidad colectiva asumida por expertos en distintas materias en los diversoscomitsycomisionesdebiotica.Lasticasaplicadashan dejadodeserobjetoexclusivodelflsofomoral.Elparadigmade lacomplejidad,propiodelassociedadescontemporneas,nospare-cecontradictorioconlacreacindeunnuevoexperto,elbioticoo bioeticista,quevendraaanularelcarcterinterdisciplinarioymo-ralmente pluralista de la biotica:Las habilidades mejor valoradas en el campo de la Biotica prestar ayuda en los casos prcticos, poner a disposicin de otros profesionales una informacin especializada, formular argumentos especfcos, iden-tifcar la perspectiva moral, evaluar las actuaciones, uso apropiado del lenguajemoral,etc.requierenunbuenconocimientodemtodosy deteoras.Ahorabien,estashabilidadespuedenseratribuidasapro-fesionalesdelaMedicina,delaBiologa,delDerecho,delasCiencias Sociales, de las Ciencias de la Comunicacin, e incluso de la Filosofa. [] Bastar con que los interesados conozcan en modo adecuado aque-llascuestionesdeticaquesurgenenuncampodeterminado.Enel campo de los flsofos su aportacin se cie a la deliberacin, el anlisis, la refexin. (Lpez de la Vieja 2008b 245-246)La racionalidad propia de la biotica surge despus de la crisis de la razn del siglo XIX, asumiendo su carcter probable, razonable y no departamento de filosofa facultad de ciencias humanas universidad nacional de colombia[48] [48] Diego Jos Garca C.de absoluta certeza. Por ello, la fundamentacin de las ticas aplica-dasydelabioticaesintersubjetiva,ylaracionalidadnecesitadela confrontacin plural y crtica. La moral que se necesita en estas socie-dades debe ser til para guiar las decisiones colectivas, dejando de ser un asunto de competencia exclusivamente individual. Loscomitsdebiotica,desdesusorgenes,seconstituyeron como el mbito para la toma de decisiones, y la deliberacin vino a ser el procedimiento ptimo. La mentalidad problemtica propia de este procedimiento pretende una construccin colectiva con el objetivo de buscarunasolucinquenoestdadadesdeelprincipio,loquese constituyeenparteesencialparalatomadedecisiones.Esteproce-so ha de ser colectivo. La intersubjetividad y la pluralidad, presentes desde sus orgenes como condicin esencial, hacen de la biotica una disciplinaincompatibleconunanicapersonacapazdeencarnar aquella diversidad que esencialmente se exige desde sus inicios. Como acertadamente expresa Juliana Gonzlez: Esporelloquenosepuedehablarpropiamentedeexpertosen tica.Labioticaseralalamultiotransdisciplinadondediversas perspectivas(mdica,biolgica,jurdica,flosfca)tienen,enprincipio, lamismaautoridad,yentretodassevagenerandoeldilogopluraly abierto que caracteriza la deliberacin biotica, clave de sus juicios y de-cisiones. Si la tica y la tico-poltica no fueran vocacin universal no tendrasentidohablardehacernosdueosdelproceso.Estaesaccin colectiva y plural; es conciencia y tarea compartidas, voluntad comn. (45)Desde fnales de los noventa hasta nuestros das se ha ido debilitan-do la pax bioethica, al pasar de un escenario en el que primaban (tanto entre los expertos como en la disciplina) el consenso minimalista, el pragmatismoylaneutralidadideolgica(propiosdelpragmatismo norteamericanoquevionaceraladisciplina),aotroenelque,con elobjetivoycomoconsecuenciadedarentradaalosciudadanosen losprocesosdedecisin,empezabanaimponerseanlisiscadavez ms comprometidos, acuerdos ms densos y menos duraderos. Se ha transitado, entonces, desde una etapa inicial en la que primaban la de-fensa de los derechos fundamentales, hasta la etapa actual en la que se tiene en cuenta la dimensin global de los agentes implicados, lo que consolida el perfl internacional y pluralista de la biotica. Podramos hablar de una evolucin de la biotica que pas de un enfoque liberal aotrocvico.Oenotraspalabras,lademocratizacindelabiotica frente al poder de los expertos, tal y como constata Lpez de la Vieja:Es ms que probable que el consenso de los expertos tenga que ser reemplazado por otro tipo de consenso, con bases ms amplias, ms re-publicanas por as decirlo. Es decir, con mayor participacin de todos [49] [49] La deliberacin moral en biotica... ideas y valores vol. lx n.o 147 diciembre de 2011 issn 0120-0062 bogot, colombia pginas 25 - 50los afectados, sensible tambin a las diferencias y a las identidades. Un consenso ms cosmopolita, ms cvico en defnitiva. Este nuevo tipo de consensosermsmodesto,provisional.Talvezestmenoscentrado en los aspectos tcnicos o en la opinin de los expertos, pero as favore-cer los acuerdos en la esfera pblica. En suma, ser el consenso de los ciudadanos, sin otra autoridad que su competencia moral. 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