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1 Cuenta final Foto: Elliott Erwitt Por Poli Délano F. Aquella noche de un septiembre sin lluvia, pero sumamente septiembre, algo fría y con el viento haciendo zumbar los cables eléctricos como si fueran violines desafinados, la gringa Wif coqueteó con cada uno de los hombres que se dedicaban a bailar, fumar yerba y tomar cubas o vino. Pero el infeliz que tuvo que pagar la cuenta final, los platos rotos, como dicen, fui precisamente yo. Cuando llegué a la fiesta –solo como perro sarnoso, porque mi Chica me había mandado a freír monos-, la Wif estaba sentada en un sofá entre Manólopez y el profesor Ruddex, con el torso muy erecto, compuesta, los brazos cruzados como si prefiriera ocultar ese par de pechos con que la naturaleza la había premiado para retar a los hombres. Hacía preguntas y miraba sonriente el entorno. Parecía una

Delano Poli Cuenta-final

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Literatura Chilena

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  • 1

    Cuenta final

    Foto: Elliott Erwitt

    Por Poli Dlano F.

    Aquella noche de un septiembre sin lluvia, pero sumamente

    septiembre, algo fra y con el viento haciendo zumbar los cables

    elctricos como si fueran violines desafinados, la gringa Wif coquete

    con cada uno de los hombres que se dedicaban a bailar, fumar yerba y

    tomar cubas o vino. Pero el infeliz que tuvo que pagar la cuenta final,

    los platos rotos, como dicen, fui precisamente yo.

    Cuando llegu a la fiesta solo como perro sarnoso, porque mi

    Chica me haba mandado a frer monos-, la Wif estaba sentada en un

    sof entre Manlopez y el profesor Ruddex, con el torso muy erecto,

    compuesta, los brazos cruzados como si prefiriera ocultar ese par de

    pechos con que la naturaleza la haba premiado para retar a los

    hombres. Haca preguntas y miraba sonriente el entorno. Pareca una

  • 2

    diosa. Advert que en el momento en que llegaron Ricardo y la Eli, su

    mujer, le puso al profesor Ruddex una mano en la rodilla, muy

    tranquila, como si nada, y le pregunt quin era el recin llegado.

    -Here comes this beautiful man Ricardo- dijo otra gringa, la

    esposa del poeta Miller, que ya andaba en bailes con la negrita Pamela,

    su mano cayendo un poco ms debajo de la cintura. A Manlopez le

    encantaban los gringos, siempre lograba que en sus fiestas hubiera ms

    de alguno.

    Ricardo, un tipo moreno, confeccionado como para constituirse

    en estampa emblemtica del latin lover, salud a todos uno por uno, y

    cuando le toc el turno a Wif, al pasarle la mano, aprovech para darle

    un jaloncito e invitarla a bailar. Al levantarse, la gringa pareci como si

    se estuviera desenrollando, igual que cuando las cobras se salen poco a

    poco del canasto al ritmo de las notas de una flauta. Era unos treinta

    centmetros ms alta que Richard the beautiful y l, a todas luces, se

    sinti un tanto ridculo mientras daba los primeros pasos de

    Strangers in the night, pero tuvo la dignidad de seguir adelante sin

    apoyar la cabeza en los pechos de Wif, que es donde le llegaba, porque

    ah, de seguro, la Eli habra tenido que pedirle explicaciones. Yo mir a

    Finger insinuando una risita y l respondi con los ojos, como diciendo

    pobre Richard, en la que se fue a meter.

    Di una vuelta por el comedor y el living de la casa observando las

    paredes. Haba una acuarela bastante bonita, una marina surea.

    Tambin una reproduccin de Mujer en blanco, que me gusta mucho,

    antes de que Picasso se enredara en los los del cubismo. Me detuve

    frente a una estantera ocupada por libros y algunos objetos

  • 3

    ornamentales. Buenas cosas, me pareci: antologas poticas, obras de

    Blest Gana y de Sartre, cacharritos incas, mviles de la modernidad, un

    pequeo busto de Mao. Despus de esta excursin, me acerqu al

    mesn del fondo, serv una buena dosis de ron blanco en el vaso y le

    escanci como se dice en algunas novelas espaolas- cocacola, la

    mierda imperialista. Como se haba terminado el hielo, me dirig vaso

    en mano a la cocina.

    Primero escuch la voz del profesor Ruddex diciendo en ingls

    estoy casi listo, y acto seguido a la gringa Wif responder de veras?,

    mientras le daba a Ruddex un agarrn certero en pleno paquete,

    asegurndose de que eso fuera cierto, Oh, s, parece que s, exclam

    con cierta dosis de entusiasmo. Me retir discretamente, sin el hielo,

    resignado a tomarme la cuba como si fuera un consom.

    Me sent en un pouff oriental y debo haber pasado un buen rato

    pensando en la inmortalidad del cangrejo, porque de pronto, como si

    despertara de un sueo imperceptible, advert que la iluminacin se

    haba debilitado -estbamos a media luz-, que la esposa del poeta

    Miller le haca guios a Richard the beautiful, y que el propio gringo

    se escabulla escaleras arriba de la mano con la negrita.

    -Dame una pitada le orden a Finger, que hacindose el huevn

    se premiaba solo con un pito de yerba. Digo le orden en lugar de le

    ped debido a que yo a Finger le daba rdenes en lugar de pedirle

    favores. Era una especie de sirviente que bailaba al son de mi ritmo, un

    nio grande siempre dispuesto a complacer para que no lo castigaran, y

    conmigo practicaba bien sus lecciones, haca ensayos generales de

    cmo comportarse en sociedad. Me pas el pito y llen de humo y dicha

  • 4

    mis entraas. En ese momento podra haber lanzado al aire

    bendiciones y versos en nombre del Maligno, pero cuando de pronto,

    como un golpe a mansalva, se me atraves en el recuerdo la imagen de

    mi Chica Janet, me salt el corazn y sent que tambin podra gritar a

    todo pulmn una sarta de maldiciones en nombre del Espritu Santo,

    maricona Janet que me haba dado calabazas tan slo por el

    entusiasmo con que le habl de la revolucin cubana, una revolucin en

    espaol, le dije, y no en ruso o en chino. Que yo no tena ni auto para ir

    a dejarla a su casa, me sentenci, que ella iba a titularse de arquitecta,

    a construir casas, a viajar, mientras que yo haca pender mi destino de

    una guitarrita y una voz que, por lo dems, no le pareca demasiado

    buena, que me pusiera las pilas gritaba-, ella no estaba para irse de

    jipi a alguna estpida granja a criar gallinas y cultivar betarragas, que

    se fuera a la cresta el Che Guevara; y se mand al buche de un

    paraguazo las mil y una noches sublimes que habamos pasado juntos,

    y esos fines de semana en que me toc cantar en Valparaso y nos

    largbamos de vagancia entre marisco y marisco. Y entonces como que

    no quise estar vivo, quise salir de mi cuerpo, escapar de este mundo,

    felicitar con toda mi alma a personajes como la lujuria, la envidia, la

    avaricia, a cada uno de los vicios, largarme a recorrer las geografas con

    el seor del Mal de la manito, cagarme en la indiferencia y que

    reventara el sol! En esas ldicas regiones andaba mi espritu cuando la

    gringa Wif sali de la cocina un poco despeinada y recuper su antiguo

    asiento.

  • 5

    -Cuntame cmo los entrenan en la CIA -le dije, acercndome

    con el pouff -. Me mir como si esa pregunta ya estuviera cansada de

    responderla, me pidi el pito y aspir.

    -Los cuerpos de paz no tienen nada que ver con la CIA dijo

    despus de vaciar sus pulmones-. Nosotros venimos a colaborar.

    -Y Miller?

    -l tiene una beca.

    -De la CIA?

    -No, tonto, la CIA no da becas. De la Fundacin Fullbright, una

    institucin benefactora.

    -Ah, ya, una institucin benefactora.

    -Baila conmigo, baby, y deja las preguntas para maana,

    quieres?

    Me arrastr a la sala y nos mandamos un numerito con Ill be

    there, un himno de nuestra poca.

    -Yo estar ah -dije, sintindome dueo del idioma ingls.

    -No, baby: Ill be there significa cuenta conmigo.

    -Que cuente contigo?

    -Ill be there respondi con una risita.

    Yo era bastante ms alto que Richard, de manera que Wif no me

    quedaba tan grande, aunque de todas maneras me llevaba algunos

    centmetros. Sent rico y clido el contacto de su cuerpo, la presin de

    sus pechos, el aliento en mi oreja. Ella lo not.

    -Te gusta el profesor Ruddex? pregunt.

  • 6

    -No dijo-. Me gusta Manlopez-. Le entreabr un poco las

    piernas con mi rodilla y ella suspir-. Pero sabes quin es el que ms

    me gusta, baby?... Adivina... El que ms me gusta de todos es el que

    est bailando conmigo-. Se me apeg un poco ms-. No podramos ir

    a otra parte?

    -A otra parte? -pens. Eran las once de la noche y estbamos en

    La Florida, casi a las afueras de Santiago.

    -A otra parte? dije como un estpido.

    -No s, piensa t, que conoces ms. Quizs puede ser el piso de

    arriba, o tu departamento, usa la imaginacin.

    La gringa estaba caliente, y me dije muy a lo mero macho que si

    no era conmigo, tons con quin? Y si no era ahora, entonces

    cundo?... La imaginacin... El prehistrico cacharro de Finger! Para

    eso me alcanz la imaginacin, un Ford de los aos 30, de sos ms

    cuadrados que un bal, pero que todava pareca capaz de subir el

    Cerro San Cristbal, ah estaba la cosa. Terminaba el disco y seguimos

    abrazados, la gringa y yo.

    -Djamelo a m le dije-. Ponte tu chaquetn y acrcate a la

    puerta porque vamos a salir.

    Finger le haba pasado el pito a Manlopez y pareca como

    volando. Me acerqu.

    -Psame las llaves del auto le dije autoritario. Pareci

    desconcertarse, ya que yo slo haba manejado su automvil con l

    arriba, pero nunca se lo haba pedido.

    -Las llaves del auto?

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    -Las llaves del auto? arremed con voz de vieja, como en el

    chiste se de maestro, ser yo?. Psamelas, huevn, que me est

    esperando la gringa Wif

    ...... ......

    -Dnde me llevas? pregunt Wif-. Conoces algn motel por

    aqu?

    La noche se mostraba especialmente oscura y los focos de la

    porquera que me haba pasado Finger no eran ejemplo de potencia, de

    manera que avanzbamos despacio rumbo al sur, me figuro que por la

    angosta carretera que engarza los pueblitos del Cajn del Maipo. La

    verdad es que yo no conoca ningn motel, ni ah ni en ninguna otra

    parte, pero prefer que la gringa se sintiera cmoda y segura. Nuestro

    motel iba a ser la parte de atrs del cacharro, que al menos era

    generoso de espacio, sin las estrecheces del mundo moderno. -S le

    dije con un cinismo que slo me pudieron generar las pitadas de

    mariguana-. Un poco ms all, cerca de Las Vizcachas, hay un motel

    muy bueno, con habitaciones de distintos estilos, la romana, la egipcia,

    la cavernaria, la sadomasoquista; le estaba describiendo el Hotel

    Valdivia, de pleno Santiago, que yo tampoco conoca sino de odas. Me

    haba convertido en campen mundial de la mentira-. Y sirven

  • 8

    traguitos, bocadillos de caviar segu-, completamente lanzado-, y nos

    podemos quedar hasta maana, que se joda Finger.

    -No dijo la gringa, tragndose las palabras como si le hubiera

    dado un susto-, tenemos que volver, porque Harry me va a ir a buscar

    a la fiesta.

    -Harry? Quin es Harry?

    -Es mi chico, pololo, como dicen ustedes, tambin pertenece a los

    Peace Corps.

    Vi que un poco ms adelante a mano izquierda, un camino rural

    se internaba en un macizo de rboles cuya sombra se insinuaba por la

    reciente aparicin de una cmplice lunita menguante. Una flecha

    indicaba que se poda entrar, de modo que dobl. Un letrero escrito a

    mano sobre una tabla deca Las parcelas.

    -Por aqu es le dije.

    -El motel?

    -El motel: un poco ms adelante.

    -Pero no se ven luces, no se ve nada.

    En eso Wif tena mucha razn: no se vea nada.

    -Tienes razn admit-, no hay luces; tal vez me equivoqu, dobl

    antes-. Estbamos en pleno campo y habamos llegado a los rboles.

    Apenas vi la posibilidad, me sal del camino, detuve la cafetera, apagu

    motor y luces.

    -Est fro aqu dijo Wif-. Entonces la abrac, mis labios

    buscaron los suyos y ambos les permitimos a nuestras manos toda la

    libertad del caso.

    -Cambimonos para atrs dije en una tregua.

  • 9

    -S dijo ella con mansedumbre.

    En el asiento trasero, las cosas no se mostraron fciles. Aunque

    el asiento era blando y de una sola pieza, la estatura de la gringa no

    resultaba un factor demasiado cmodo: por un extremo le sobraba

    cabeza y por el otro piernas, y la corriente fra que circul con las dos

    puertas abiertas, nos anduvo medio empalando, despus de que ambos

    nos sacamos los jeans y tratamos de ensamblar nuestros cuerpos para

    cumplir con el objetivo que nos haba llevado hasta all.

    -Oh, no dijo la gringa varias veces mientras yo le lama el

    ombligo-, oh, no... Esto es ridculo-, y se cambiaba de posicin para

    facilitar los trabajos, que con cada cambio se complicaban ms, hasta

    que el fro, la incomodidad, los nervios, desembocaron en plena

    fatalidad y mis energas se desinflaron como un globo.

    -Se siente rico dijo Wif cuando mis labios empezaron a reptar

    como orugas hacia abajo-, pero vmonos mejor, tengo mucho fro-. Y

    sent que su cuerpo tiritaba. Hicimos el camino de regreso en completo

    silencio y antes de llegar a la casa, ella me puso una mano en la

    rodilla, sin decir nada, como asegurando que no haba razones para que

    me sintiera mal.

    ........ ........

    Desde el mesn del fondo, las botellas se erguan vacas, y tuve

    que calentarme un caf para aliviar los tiritones, que persistan.

  • 10

    Manlopez bailaba con Finger ese bolero de Sombras nada ms;

    el profesor Ruddex se haba marchado; el negro Richard the beautiful

    y Miller discutan sobre la CIA, Cuba, el asesinato de Kennedy y la

    ruptura chino sovitica. Los chilenos no necesitbamos que esa tropa

    de muchachos vinieran a ayudarnos y ensearnos cmo hacer las cosas,

    deca Richard. Y el gringo replicaba que esos muchachos colaboraban

    en las siembras y las cosechas, en las poblaciones, la construccin,

    hacan muy buena labor y adems evitaban as que los enviaran a

    combatir a Vietnam. Al presidente lo haba matado el enemigo interno,

    los conservadores, los hijos del Klan y no los agentes de Mosc; China

    era el despertar de un gigante dormido, el Ch Guevara quera

    contagiar de revolucin a todo el continente americano, y era preciso

    cambiar las condiciones de vida para que esto no resultara necesario,

    por esa razn estaban aqu los muchachos. La negrita Pamela se haba

    dormido despaturrada en un silln. Me acerqu a Finger.

    -Aqu estn las llaves dije, echndoselas en el bolsillo del

    vestn, sin siquiera dar las gracias.

    -Te fue bien? pregunt en un susurro cmplice.

    -S dije.

    De pronto esa condicin casi esttica de la fiesta se vio

    estremecida por los estertores selvticos de una moto, seguidos de dos

    timbrazos fuertes.

    -Debe ser Harry dijo Wif dirigindose desganadamente a la

    puerta.

    Era Harry.

    -Hey, amigos, l es Harry. Harry, stos son mis amigos.

  • 11

    Melena castao clara hasta los hombros , pantaln y casaca de

    cuero negro. Buena estatura para la gringa. Fuerte. Pens que si

    hubiera querido disputarle a su novia por la violencia, me habra ido

    cortado como un volantn de septiembre.

    Bailaron los pololos y ella de pronto pareci ponerse feliz, qu se

    estaran diciendo? l rea mientras ella le explicaba algo, despus rea

    ella y l la miraba fijo. Ricardo se levant y le dijo a Eli que era hora de

    partir. Finger y Manlopez ya no bailaban. Miller miraba con avidez a

    la negrita, que haba vuelto a la vida con los timbrazos. Wif se me

    acerc.

    -Un ltimo baile, por favor?

    En la mitad de All the way me lo explic. Harry y ella deseaban

    pasar la noche juntos. Qu bien, qu bien, dije, que la pasaran, cul

    era el problema? Para eso pololeaban, verdad... El problema era que

    cada uno estaba albergado en una distinta casa de familia... Y eso no

    era problema, por algo exista el Hotel Valdivia, con distintos tipos de

    habitaciones, igual que el motel que no pudimos encontrar, asegur.

    -Ah, s dijo languideciendo-, el Valdivia. Alguna noche tienes

    que llevarme t, para continuar lo de hoy. Pero lo que pasa es que

    Harry y yo estamos sin dinero, quiero pedirte un favor...

    -If somebody loves you, its no good unless he loves you all the

    way cant Sinatra-. Dinero? No creo que tenga.

    -Algo debes tener, chico malo.

    -No, no tengo.

    -Y cmo pensabas pagar ese motel que no encontramos? Por

    favor...

  • 12

    Me sent atrapado y al mismo tiempo se me parti el alma. Tena

    razn la puta gringa. Pero como la verdad es que yo no tena dinero,

    despus del baile llam a Manlopez y le ped un prstamo, diez mil, en

    tres o cuatro das le pagaba, total nos veamos cada semana por lo

    menos un par de veces. Era lo ltimo! En ese momento podran

    haberme colocado con justa razn la corona de campen universal de

    los huevones, y yo obligado a sonrer agradecido. Pero no haba

    escapatoria.

    Me acerqu a Wif, con el billete bien dobladito en mi mano

    empuada.

    -Un gusto haberte conocido le dije estampndole un beso frgido

    en la mejilla y tomndole con disimulo la mano para depositar en ella

    los diez mil. A ti tambin Harry, que tengan una buena noche, no

    corras mucho en esa moto, eh, se pueden sacar la cresta.

    Todos fueron partiendo y yo me acerqu a Finger con cierto grado

    de desolacin que me rapaba el alma.

    -Llvame a mi casa le dije, autoritario.

    ***

    Cuenta final, de Poli Dlano fue publicado en el libro Hermosas

    bestias salvajes, Mago Editores, Santiago de Chile, 2012.

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    Enrique (Poli) Dlano Falcn (Madrid, 22 de abril de 1936)

    es un escritor chileno.

    Biografa

    Hijo del escritor Luis Enrique Dlano y la fotgrafa Dolores

    (Lola) Falcn (1907-2000), nace en la capital espaola adonde su padre

    haba llegado en 1934 a estudiar Letras e Historia del Arte en la

    Universidad de Madrid. Durante su infancia vive en varios pases,

    principalmente en Mxico y Estados Unidos donde su padre se

    desempea como cnsul de Chile en Ciudad de Mxico (1940-46) y

    Nueva York (1946-49).

    Poli Dlano cas con Mara Luisa Azcar, con quien tuvo dos

    hijas, Brbara y Viviana. En 1953 comienza a estudiar pedagoga en

    ingls en la Universidad de Chile y seis aos ms tarde viaja a China

    con su esposa para trabajar como traductor. Publica su primer libro

    Gente solitaria precisamente cuando est en Pekn en 1960 y al ao

    siguiente obtiene su primer Premio Municipal de Santiago.

    Comienza a ensear literatura estadounidense en el Instituto

    Pedaggico de la Universidad de Chile en 1962, cargo que desempear

    hasta que se vea obligado a salir de su pas en 1973, despus del golpe

  • 14

    militar de Augusto Pinochet.

    Vivi exiliado en Mxico entre 1974 y 1984, ao en que pudo

    regresar a Chile, donde reside actualmente, dedicado a escribir. De

    1987 a 1988 presidi la Sociedad de Escritores de Chile.

    Varias de sus novelas y cuentos han sido traducidos al francs,

    ingls, ruso y otros idiomas.

    El sobrenombre Poli, se lo puso Pablo Neruda, cuando an era un

    recin nacido en alusin a su gran tamao y peso, al exclamar: "este

    nio es un polifemo".

    Su hija Brbara, sociloga y poetisa, falleci en un accidente

    areo en 1996. Cuadernos de Brbara, libro con toda su poesa,

    recopilado y ordenado por su madre, Mara Luisa Azcar, gan el

    Premio Altazor de las Artes Nacionales 2007.

    Bibliografa

    Cuentos

    Gente solitaria, Ediciones Mazorca, Santiago, 1960; contiene 7

    cuentos:

    Casimir; Sermn en el bus; El espejo; Final; El boleto de lotera; Al

    caer la noche y La frontera

    Amaneci nublado, Sociedad de Escritores de Chile, Ediciones

    Alerce, 1962; contiene 8 cuentos:

    Pero la vida; Adis, Zacaras Daz; Un 'patn', un 'Mateo' y los

    'verdes'; Amaneci nubiado; Un drama corriente; Extrao goce; Un

    pauelo de seda y La voz la sangre

  • 15

    Los mejores cuentos de Poli Dlano, seleccin y ordenacin de

    Alfonso Caldern; Editorial Zig-Zag, Santiago, 1969

    Vivario, Editorial Huda, Santiago, 1971; contiene 15 cuentos

    Ms ac de las nubes; Como buen chileno; Llor la milonga;

    Yesterday; Las araas; branme la puerta; Adis a la Candelaria;

    Anestesia; Ser alguien; Estribo amargo; Felices; Su maana; No me

    culpe; La quimera del oro y Bajo la ducha

    Cambio de mscara, Casa de las Amricas, La Habana, 1973;

    contiene 6 cuentos:

    Cambio de mscara; Consultorio sentimental; La lluvia sobre el

    metal; Terremoto; Las vacas flacas y El apocalipsis de Daniel Zaartu

    Como buen chileno, Centro Editor de Amrica Latina, Argentina,

    1973; contiene 10 cuentos:

    Como buen chileno; Un 'patn', un 'mateo' y los 'verdes'; Uppercut;

    Llor la milonga; Cuadriltero; Las araas; Te dormiste?; Estribo

    amargo; Su maana y Bajo la ducha.

    Sin morir del todo, Mxico, 1975

    Dos lagartos en una botella, J. Mortiz, Serie del Volador, Mxico,

    1976; contiene 10 cuentos:

    Morir en Guanajuato; Dos lagartos en una botella; Alacrn negro;

    Muchos seores calvos y sin bigote; Un leopardo en la cumbre de un

    volcn; La viajera risuea; Vodka; Presuicidio en el mar; El esqueleto

    de un dinosaurio y El mar.

    La misma esquina del mundo, Premia, Mxico, 1981

    25 aos y algo ms, con prlogo de Alfonso Caldern; Alfa, Santiago,

    1985. Dividido en 5 partes; contiene:

  • 16

    1. RECORDANDO CON IRA: Como la hiena; El mar; La misma

    esquina del mundo; Marionetas

    2. VOLVER A LOS DIECISIETE: Estribo amargo; Tan slo un fin

    de semana; Las araas; Uppercut

    3. LAS FLORES DEL HUERTO: Las lluvias; Adis, Zacaras Daz;

    Te dormiste?; Pero la vida; Llor la milonga

    4. VAGANDO POR OTROS MUNDOS: Como buen chileno; Vodka;

    Un leopardo en la cumbre de un volcn; Alacrn negro

    5. LOS ROSTROS OCULTOS: Cambio de mscara; Yesterday; Dos

    lagartos en una botella; A1 caer la noche; Let it be; El apocalipsis de

    Daniel Zaartu; El aardvark; Tiburn, tiburn; Morir en Guanajuato

    Como una terraza en la quebrada, Galinost, Santiago, 1987

    Un leopardo en la cumbre de un volcn (Cuba, 1989)

    Cuentos escogidos (Mxico, 1994)

    Cuentos (Chile, 1996)

    Solo de Saxo, Grijalbo, Mxico, 1998

    Rompiendo las reglas: cuentos casi completos, Grijalbo, Mxico,

    2001

    Por las calles del mundo, 15 cuentos; Mago editores, Santiago, 2009

    Segn pasan los aos, antologa de 17 cuentos; compilacin y

    prlogo: John J. Hassett; Ceibo, Santiago, 2014

    Novelas

    Cero a la izquierda, Editorial Zig-Zag, Santiago, 1966

    Cambalache, Nascimento, Santiago, 1968

  • 17

    En este lugar sagrado, Mxico, 1977 (Catalonia, Santiago, 2014)

    Piano-bar de solitarios, Mxico, 1983 (RIL, Santiago, 2005)

    El hombre de la mscara de cuero, Chile, 1984 (Atenea-Galinost,

    Santiago, 1989)

    El verano del murcilago, novela corta, Sin Fronteras, Santiago,

    1986

    Como si no muriera nadie, Planeta, Santiago, 1987

    Casi los ingleses de Amrica, Planeta, Santiago, 1990

    Muerte de una ninfmana, LOM, Santiago, 1996; contiene 4 novelas

    cortas:

    Los caminos de una vbora, Aria para la cuerda de sol, Muerte de

    una ninfmana y El verano del murcilago

    Humo de trenes (Chile, 1997)

    En este lugar sagrado, Grijalbo, Mxico, 1998

    La cola, Grijalbo, Mxico, 1999

    Este banco del parque, Mondadori, Mxico, 2002

    El amor es un crimen, Planeta, Santiago, 2005

    Ests ah, Andrs Bello, Santiago, 2005; tres novelas breves:

    Ests ah, El rayo verde y El verano del murcilago

    Y t no me respondes, Mondadori, Santiago, 2010

    Afuera es noche, Ceibo, Santiago, 2014

    Otros

    Lo primero es un morral: notas de un viaje al frica (Chile, 1972)

    Cuentos mexicanos (compilador: Poli Dlano; Chile 1996)

  • 18

    Entre la pluma y la pared, UNAM, Mxico, 1999

    Memorias neoyorquinas (Chile, 2009)

    Premios

    Premio Municipal de Santiago 1961 por Gente solitaria

    Premio Alerce 1962 por Amaneci nublado

    Premio Municipal de Santiago 1969 por Cambalache

    Premio Casa de las Amricas 1973 por Cambio de mscara

    Premio Nacional de Cuento 1975 (Mxico) por Dos lagartos en una

    botella

    Premio Municipal de Santiago 1985 por El hombre de la mscara de

    cuero

    Finalista del Premio Altazor 2000 con La cola

    Finalista del Premio Altazor 2002 con Rompiendo las reglas:

    cuentos casi completos

    Finalista del Premio Altazor 2006 con El amor es un crimen

    Finalista del Premio Altazor 2010 de Ensayo con Memorias

    neoyorquinas

    En: Wikipedia