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___________________________________________________________________________________________ 1 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN. DOS MOMENTOS PARA SU ANÁLISIS (1886 1991). ALEJANDRO ALBERTO LITTMANN PLAZAS UNIVERSIDAD DISTRITAL “FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS” MAESTRÍA EN EDUCACIÓN FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN BOGOTÁ - 2018

DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN …repository.udistrital.edu.co/bitstream/11349/14293/...sociedad y, en ella, de sujeto. En el marco de la discusión sobre la

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  • ___________________________________________________________________________________________ 1 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA

    PARTICIPACIÓN. DOS MOMENTOS PARA SU ANÁLISIS (1886 – 1991).

    ALEJANDRO ALBERTO LITTMANN PLAZAS

    UNIVERSIDAD DISTRITAL “FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS”

    MAESTRÍA EN EDUCACIÓN

    FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

    BOGOTÁ - 2018

  • ___________________________________________________________________________________________ 2 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA

    PARTICIPACIÓN. DOS MOMENTOS PARA SU ANÁLISIS (1886 – 1991).

    ALEJANDRO ALBERTO LITTMANN PLAZAS

    Trabajo de grado para obtener el título de Magister en Educación

    Asesor: CARLOS JILMAR DÍAZ SOLER

    UNIVERSIDAD DISTRITAL “FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS”

    MAESTRÍA EN EDUCACIÓN

    FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

    BOGOTÁ - 2018

  • ___________________________________________________________________________________________ 3 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    Nota de aceptación:

    ____________________________________

    ____________________________________

    ____________________________________

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    ___________________________________________________

    Firma del presidente del jurado.

    ___________________________________________________

    Firma del presidente del jurado.

    ___________________________________________________

    Firma del presidente del jurado.

    Bogotá D.C., Julio de 2018.

  • ___________________________________________________________________________________________ 4 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    DEDICATORIA

    Dedico esta tesis a mi esposa Anny y a mis hijos Julián y Jared quienes, pacientemente y

    sin reproches, me han acompañado en mis aciertos y desaciertos, de manera especial en mis

    desasociegos y me han fortalecido en cada jornada de trabajo esperando lo mejor de mí sin

    perder su fe.

  • ___________________________________________________________________________________________ 5 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    AGRADECIMIENTOS

    Deseo ofrecer mi más sincero agradecimiento al profesor Carlos Jilmar Díaz Soler quien,

    con su paciencia y conocimiento, me orientó en las múltiples jornadas de lectura y escritura

    sorteadas durante este árduo camino. También agradecer la confianza dada, así como su

    dedicación y especial interés por formar en mí un espríritu más atento a la reflexión y a la

    comprensión del pensamiento de algunos autores tratados en este proceso de investigación.

  • ___________________________________________________________________________________________ 6 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    Lo que se dé a los niños, los niños darán a la

    sociedad.

    Karl A. Meninger.

  • ___________________________________________________________________________________________ 7 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    TABLA DE CONTENIDO

    INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………………………………………………………………….. 12. Problema de la investigación….……………………………………………………………………………………………….….... 16. Justificación……………………………………………………………………………......................................................... 16. Metodología: análisis documental / análisis del discurso…………………………………………………………..…. 20. Objetivos…………………………………………………………………………………………………………………………………..….. 22. Objetivo general…………………………………………………………………………………………………………………….…..... 22. Objetivos específicos………………………………………………………………………………………………………………….... 22. Antecedentes……………………………………………………………………………………………………………………………..… 23. CAPÍTULO I. POLÍTICA Y ESCUELA. LA CIUDADANÍA Y LA PARTICIPACIÓN COMO PROBLEMA CENTRAL DE LAS DEMOCRACIAS EN OCCIDENTE………………………………………………………………………..…

    33. 1.1. Los Estados nacionales y el problema de la Participación de sus miembros…………………………… 33. 1.2. La Participación: Estado y Escuela en la construcción de la identidad nacional y de un ciudadano para ello………..………………………………………………………………………………………………………….….

    42. 1.3. La Escuela como aparato en la configuración de escenarios para formar en Participación.…… 47.

    CAPÍTULO II. LAS CONSTITUCIONES POLÍTICAS: FUENTES DOCUMENTALES PARA LA DISCUSIÓN SOBRE LA ESCUELA Y LA PARTICIPACIÓN……………………………………………………………………………………...

    50. 2.1. Los Estados nacionales y el problema de la Participación de sus miembros…………………………… 50. 2.2. Las Constituciones Políticas: Fuentes documentales para la investigación…………………………….. 52. 2.3. Clasificación moderna de las constituciones…………………………………………………………………..……... 59. CAPITULO III. ESCUELA, CIUDADANÍA Y PARTICIPACIÓN. ANÁLISIS DESDE LAS CONSTITUCIONES EMITIDAS EN COLOMBIA: 1886 y 1991…………………………………………………………………………………….…..

    62. 3.1. El Campo Político: Nación, Nacionalidad y Ciudadanía, tres nociones que lo configuran. Una aproximación desde las Constituciones de 1886 – 1991……………………………………………………………....

    62. 3.2. Primer momento: Política Educativa de la Ley Orgánica de Educación sobre Instrucción Pública dentro del marco de la Constitución Nacional de 1886…………………………………………………….

    78. 3.3. Segundo momento: Política Educativa de la Ley General de Educación 115 de 1994 dentro del marco de la Constitución Política de Colombia de 1991…………………………………………………………

    84. 3.4. Participación Política y Participación Social: Horizonte de las Constituciones de 1886/1991…. 100. 3.5. Ciudadanización: El papel de Escuela para formar en la Democracia y la Participación; prácticas y representaciones desde las Constituciones políticas (1886-1991)……………………………….

    112. A MANERA DE CONCLUSIÓN………………………………………………………………………………………………………... 126. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS……………………………………………………………………………………………………… 139. WEBGRAFÍA …………………………….…………………………………………………………………………………………………... 143. REFERENCIAS JURÍDICAS Y LEGISLATIVAS……………….…………………………………………………………………….. 143 ÍNDICE DE GRÁFICAS Y TABLAS……………………………………………………………………………………………………… 7 Gráfica No. 1. Relaciones vinculantes del sujeto-ciudadano……………………………………………..………….. 45. Gráfica No. 2. Pirámide de Kelsen aplicada al marco jerárquico legislativo de Colombia………………. 56.

  • ___________________________________________________________________________________________ 8 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    Gráfica No. 3. Estructura escalonada de las directrices que enmarcan la idea de Participación………………………………………………………………………………………………………………………………….

    90. Gráfica No. 4. Estructura del Gobierno Escolar, Ley 115 de 1994………………………………………………….. 91. Gráfica No. 5. Estructura del Consejo Directivo, Decreto 1860 de 1994………………………………..……… 92. Gráfica No. 6. Organización del Consejo Académico, Ley 115 de 1994……………………………….…………. 93. Gráfica No. 7. Instancias de Participación en la Escuela, Ley 115 de 1994 y Decreto 1860 de 1994……………………………………………………………………………………………………………………………………………...

    99. Tabla No. 1. Garantías constitucionales ………………………………………………………………………………..……... 110. ANEXOS ……………………………………………………………………………………………………………………..………………... 145. ANEXO 1. Elementos constitutivos, temáticos y estructurales de las Constituciones…………….……... 145. ANEXO 2. Elementos constitutivos, temáticos y estructurales de las Leyes de Educación……………… 150.

  • ___________________________________________________________________________________________ 9 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    Resumen.

    ____________________________________________________________________________

    Los conceptos de Democracia y Educación guardan una intima relación, particularmente en

    cuanto a la formación de la Ciudadanía se refiere. Cada momento histórico materializa un

    horizonte de Estado y de Nación que, en el ámbito político, integra distintos elementos

    (Legislación, Jurisprudencia, Educación, entre otros), que posibilitan materializar una idea de

    sociedad y, en ella, de sujeto.

    En el marco de la discusión sobre la Democracia, tomando para su análisis la Constitución

    Nacional de 1886 y la Constitución Política de 1991, con el presente trabajo se busca discutir el

    horizonte dado a la Participación de los estudiantes como problema central para la Educación.

    Gracias a la noción de Campo Político, pensamos que es posible materializar un estudio que

    posibilite comprender la estrecha relación entre la Sociedad, el Estado-Nación y los Sujetos, y en

    esta relación la función de la Escuela.

    Palabras clave: Nación, Estados nacionales, Constitución, Educación, Ciudadano, Democracia

    y Participación.

  • ___________________________________________________________________________________________ 10 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    Abstrac.

    ____________________________________________________________________________

    The concepts of Democracy and Education have an intimate relation, particularly as far as the

    formation of Citizen is concerned. Each historical moment materializes a horizon of State and

    Nation that, in the political sphere, integrates different elements (Legislation, Jurisprudence,

    Education, among others), that make possible to materialize an idea of society and, in her, of

    subject.

    In the context of the debate on Democracy, taking the National Constitution of 1886 and the

    Political Constitution of 1991, the present paper seeks to discuss the horizon given to the

    participation of students as a central problem for Education. Thanks to the notion of Political

    Field, we think that it is possible to materialize a study that makes possible to understand the

    close relationship between the Society, the Nation-State and the Subjects, and in this relation the

    function of the School.

    Key words: Nation, National States, Constitution, Education, Citizen, Democracy and

    Participation.

  • ___________________________________________________________________________________________ 11 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    Abstrait.

    ____________________________________________________________________________

    Les concepts de la démocratie et de l'éducation ont une relation intime, en particulier en ce qui

    concerne la formation du citoyen. Chaque moment historique matérialise un horizon d'Etat et de

    Nation qui, dans la sphère politique, intègre différents éléments (Législation, Jurisprudence,

    Education, entre autres) qui permettent de matérialiser une idée de société et, en elle, de sujet.

    Dans le cadre de la discussion sur la démocratie, en prenant pour l'analyse de la Constitution

    nationale de 1886 et la Constitution de 1991, cet article cherche à discuter de l'horizon étant

    donné l'implication des étudiants comme un problème central pour l'éducation. Merci à la notion

    de champ politique, nous pensons qu'il est possible de réaliser une étude qui permet de

    comprendre la relation étroite entre la Société, l'État-nation et des sujets, et dans cette relation la

    fonction de l'école.

    Mots clés: nation, états nationaux, constitution, éducation, citoyen, démocratie et participation.

  • ___________________________________________________________________________________________ 12 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    INTRODUCCIÓN

    La Participación de los ciudadanos es un aspecto fundamental en la construcción de las

    Democracias en Occidente, lo que convierte este puntual asunto en relevante para el análisis

    político. En Colombia, este asunto es de vital importancia toda vez que se instituye en uno de los

    pilares que sostienen el Estado Social de Derecho (1991), el cual ha otorgado a la sociedad civil

    la titularidad de los derechos fundamentales necesarios para el ejercicio de la ciudadanía y la

    protección de la dignidad de la vida humana. El asunto de la Participación y la formación

    Ciudadanía se encuentra enmarcada dentro del ámbito jurídico estatal como un mecanismo de la

    Democracia necesario para ciudadanizar a la población desde los contextos político y educativo.

    Así, dentro de las prácticas democráticas de los ciudadanos colombianos, se descubre una

    orientación política del orden estatal, que surge como imperativo desde la norma superior

    (Constituciones) y que permea todas las esferas de lo público y lo privado, teniendo una

    particular incidencia en el sistema educativo. Intentar comprender dicho horizonte constitucional

    será el principal objetivo de este trabajo de investigación. Tomaremos para ello, las categorías de

    Democracia, Ciuadadanía. Escuela y Participación. Sin duda alguna, dichas categorías

    encuentran un vínculo político en la Escuela.

    En tal sentido, presentamos la pregunta de investigación: ¿Cómo son presentadas, a través de

    la fuerza vinculante de las constituciones emitidas en Colombia en 1886 y en 1991, las nociones

    de Nación, Nacionalidad y Ciudadanía y, en este marco, con qué horizonte se presenta la idea de

    formación para el ejercicio de la ciudadanía (prácticas) y, específicamente, aquellos aspectos

    relacionados con la Participación como eje para el ejercicio de la Democracia? Dicho

  • ___________________________________________________________________________________________ 13 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    interrogante será desarrollado teniedo como referente la formación de los Estados nacionales y en

    ellos el papel de la Escuela.

    La Escuela se presenta como un espacio que posibilitaría la formación en estos propósitos. Por

    tanto, el Estado la instituye como instrumento para formar en los estudiantes la idea de lo político

    (ciudadanos). Ya desde Platón la discusión sobre la política es intensa. Por ejemplo, en el

    Georgias (1871), se sugiere que la Política es la única vía efectiva de ejercer una moral social,

    toda vez que la moral de los sujetos se enlaza inequívocamente con la moral colectiva de la

    sociedad. Para Sócrates, el asunto que se encuentra en la mesa de discusión es de vital

    importancia porque el propósito de la política es el de revelar cómo hay que vivir, “¿Puede haber

    una oratoria política que tienda al bien de los ciudadanos?”, (p. 5036). Sin duda, es a través del

    enfrentamiento de ideas y argumentos como el hombre político construye la República.

    Aristóteles (2009), por su parte, discute lo político. Sugiere que “el bien supremo del Estado es

    la unión de sus miembros, porque evita toda disensión civil”, (p. 20). Esta tarea es exclusiva del

    Ciudadano quien posee por demás “la facultad de deliberar sobre los negocios del Estado y de

    entender en los juicios… Luego, evidentemente, es ciudadano el individuo que puede tener en la

    asamblea pública y en el tribunal voz deliberante, cualquiera que sea” (p. 53). En tal sentido, la

    razón fundante del ciudadano es la de elevar su voz para expresar su pensamiento racional no en

    los asuntos del seno familiar sino en la arena política en la que puede ser oído y contra

    argumentado por otro u otros ciudadano(s) de igual condición. Es así, como la República se

    extiende a todos los hombres capaces de construir la justicia y la Ley en tanto que son

    responsables de un Estado mejor.

    Ya en la Modernidad los hábitos sociales que se instauran en la Escuela tienen una matriz

    conforme a las directrices orgánicas que establece el ordenamiento jurídico de la Nación. Así

    pues, entre Escuela y Política existe una coadyuvancia permanente e intencionada que se vale del

  • ___________________________________________________________________________________________ 14 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    aparato educativo como medio para la trasmisión de imaginarios culturales que pretenden una

    idea particular de sujeto. En este afán, la formación en Ciudadanía se presenta como una

    pretensión que busca la construcción de una sociedad situada en los principios de las

    constituciones de los Estados occidentales.

    En el Estado Social de Derecho la Participación es un eje fundamental que favorece el

    ejercicio del Gobierno Escolar, y ofrece oportunidades para que los integrantes de la comunidad

    educativa sean parte de las dinámicas de auto gobierno. El discurso de la UNESCO (1993),

    reitera que la educación para la Democracia involucra una toma de conciencia en la que los

    individuos reconocen sus necesidades y son capaces de auto gestionar variadas soluciones a

    través del empoderamiento de sus derechos, de las acciones de consenso que se generan en las

    distintas estructuras de poder dentro de cada institución y de la transversalidad en los distintos

    procesos curriculares. En este asunto Bourdieu (2000) plantea que la conquista del poder permite

    a los sujetos sostener una cierta lucha de fuerzas que se manifiestan en el orden político y en el

    orden simbólico, concatenándose a través de las ideas de educación y sus propósitos. Tal cual es

    el propósito de la política, es decir “hacernos á todos perfectos ciudadanos”, idea que con matiz

    histórico se encuentra en (Platón, p. 261), y que para Occidente, luego de 1820 mantiene un

    fuerte el fino hilo que permite un proyecto de Nación.

    En tal sentido, las acciones educativas modernas que enmarcan el proyecto de formación de un

    nuevo ciudadano están enmarcadas desde los lineamientos legislativos que desde las

    constituciones nacionales y las leyes generales de educación establece el gobierno nacional.

    Dicha pretensión se enlazará, a su vez, a las nociones de Estado nacional, Ciudadanía,

    Democracia, Educación y Ciudadanos, caracterizados por ciertos rasgos que varían de acuerdo a

    los asuntos particulares de la realidad del país. Por tanto, las prácticas de Participación que tienen

    los estudiantes en las escuelas a inicios de siglo XX no corresponden necesariamente a las

  • ___________________________________________________________________________________________ 15 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    competencias en ciudadanía que poseen los estudiantes a partir de la Constitución Política de

    1991, pues los marcos constitucionales han promovido escenarios de participación con distintos

    matices de acuerdo a las dinámicas políticas de cada momento.

    El cambio en la pretensión de formar los ciudadanos se ha convertido en las constituciones

    como una necesidad prioritaria de los Estados modernos. En tal sentido, las Constituciones latino

    americanas de los siglos XIX Y XX han vislumbrado no solo naciones emancipadas del dominio

    conquistador, sino además, ciudadanos capaces de asumir su propia historia con roles específicos

    propios del campo político. Comprender el horizonte dado a la ciudadanía en las constituciones

    políticas de 1886 y 1991, promulgadas en la República de Colombia, constituyen un insumo

    importante para el análisis del funcionamiento de las democracias en occidente.

    Intensos son los comentarios que pedagogos y doctrinantes judiciales hacen sobre el asunto de

    la Participación en la Escuela hoy día. De manera particular, porque aún contando con los

    mecanismos legales suficientes para que la Participación, como elemento de la Democracia, sea

    un estandarte dentro del proceso de ciudadanización, la realidad escolar parece demostrar la

    complejidad a la que nos enfrentamos.

    El presente esfuerzo de investigación se enmarca en un análisis acerca del asunto de la

    Participación como expresión de la Democracia en la Escuela, vislumbrada gracias al análisis del

    ordenamiento constitucional; para ello, el horizonte propuesto por la discusión de un Campo

    como el Político, a la manera sugerida por Bourdieu (2000), pensamos contribuye a su fin. Por

    tanto, los proyectos constitucionales de Ciudadanía de Rafael Núñez (1886) y de

    Ciudadanización de Cesar Gaviria (1991) posibilitarán este análisis al tomarlos como fuentes

    para la investigación y la discusión de dos momentos en la historia de nuestra Democracia. Para

    ello, el análisis de los documentos es relevante, junto con el análisis del discurso sobre estos

    puntuales tópicos.

  • ___________________________________________________________________________________________ 16 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN

    ¿Cómo son presentadas, a través de la fuerza vinculante de las constituciones emitidas en

    Colombia en 1886 y en 1991, las nociones de Nación, Nacionalidad y Ciudadanía y, en este

    marco, con qué horizonte se presenta la idea de formación para el ejercicio de la ciudadanía

    (prácticas) y, específicamente, aquellos aspectos relacionados con la Participación como eje para

    el ejercicio de la Democracia? Dicho interrogante será desarrollado teniendo como referente la

    formación de los Estados nacionales y en ellos el papel de la Escuela.

    JUSTIFICACIÓN

    Presentar una discusión a propósito de la pregunta por la Participación, implica asumir una

    perspectiva. Por ahora diremos que interrogar el marco establecido por las constituciones de 1886

    y 1991 podría permitir avanzar en una respuesta acerca de la idea de ciudadano que quedó

    consignada en la legislación en educación de cada una de ellas. No se trata de presentar el

    proceso evolutivo y los cambios de enfoque propuestos, se trataría de discutir lo que cada una de

    ellas señala sobre la manera como se construye la Democracia.

    La idea de Participación como práctica social y política la encontramos ya en la Grecia clásica,

    hace más de 25 siglos. Desde entonces su acontecer ha estado lleno de avatares. Los Estados

    democráticos liberales de occidente, por ejemplo, se han esforzado por desarrollar un

  • ___________________________________________________________________________________________ 17 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    determinado tipo de ciudadano que tenga la posibilidad de ejercer sus derechos y, en ellos, el de

    expresión, de elección, entre otros, y con ello, la posibilidad de fortalecer las ramas del poder

    ejecutivo, legislativo y judicial.

    La Participación de los ciudadanos, se torna importante en las dinámicas del funcionamiento

    de los Estados-nacionales modernos ya que posibilita el acceso a ciertas determinaciones del

    gobierno. Para ello, la estructura de los partidos políticos ha tenido relevancia, pero, claro está, la

    idea de Participación sobrepasa esta dinámica de afiliación.

    En este trasegar político se evidencia la necesidad de la presencia del ciudadano común en la

    toma de decisiones en los más variables aspectos de la realidad diaria, materializados mediante

    unos mecanismos legales instaurados por una normatividad superior que permite cierta

    comunicación entre los sujetos y el Estado. Lo que permite construir la representación colectiva

    de Democracia y de Estado como garante de sus representaciones.

    En este marco, determinar quiénes están facultados dentro del engranaje del Estado para

    participar y a quiénes les es limitado, es fundamental para nuestra discusión. Así mismo, qué

    medios son los privilegiados para tal ejercicio en especial.

    Desde los Estados nacionales, la generación de una plataforma de condiciones de posibilidad

    para que se favorezca la Participación es motivo de pregunta. Con ello se ha buscado propiciar

    un entorno que beneficie dichas condiciones, no obstante las diferencias, el status quo, o las

    distribuciones de poder en los distintos escalones de la administración pública. Según Rentería

    (2010), la Participación, como expresión de la Democracia, corresponde al entramado de un

    conjunto de variables que determinan la vida de una comunidad. Por tanto,

    “La participación ciudadana dista mucho de ser un fenómeno generalizado en las

    sociedades latinoamericanas... La sociedad no es un ente homogéneo, un todo que se mueve

  • ___________________________________________________________________________________________ 18 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    por los mismos intereses. La heterogeneidad de la Participación responde a los tipos de

    participación ciudadana y a los diversos modos de ser de las comunidades, lo cual tiene que ver

    con multitud de variables como son los niveles de escolarización, los antecedentes históricos,

    el tipo de comunidad, los móviles para participar, etc.”, (p. 499).

    Aún así, los referentes normativos superiores, marcan las directrices para enfrentarse a dichos

    condicionamientos externos a la Ley.

    Sin duda alguna, al buscar comprender la manera como la Participación de los ciudadanos

    queda consignada en los documentos mencionados podremos construir herramientas para

    fomentarla. Así mismo presentar cuáles son las condiciones particulares que la posibilitan y la

    materializan, tanto en los textos normativos como en las prácticas sociales que fundan el proyecto

    de Nación.

    Ahora bien, la Participación civil como expresión de la Democracia dentro de los Estados

    occidentales es un fenómeno que tiene un origen que se sustenta en la norma de más alta

    jerarquía, la Constitución. De ella se desprenden los fines, los principios y los lineamientos que

    posibilitan que los ciudadanos logren hacer uso de ciertas libertades y participar en las decisiones

    que propenden por el bienestar de su sociedad.

    Como documentos-monumento (Le Goff, 1991), las Constituciones permiten comprender la

    distribución del poder de una sociedad determinada, toda vez que contribuyen a fortalecer la idea

    de Nación materializada en la redacción de normas de nivel superior, mediante las cuales ciertos

    vínculos son presentados y adquieren para los ciudadanos el valor de compromiso común.

    Mediante el ordenamiento constitucional se establecen, para las sociedades, unos mecanismos

    y procedimientos que a los ciudadanos les permiten, directa o indirectamente, hacer parte de

    ciertas decisiones que comprometen el funcionamiento de toda la sociedad. En ello, el Estado

    colombiano bajo el principio de Estado Social de Derecho y a través del Ministerio de Educación

  • ___________________________________________________________________________________________ 19 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    Nacional ha plasmado unas políticas educativas en las que los sujetos vislumbran formas

    particulares de percibir el funcionamiento estatal y de movilizarlo a partir de algunas prácticas

    ciudadanas comunes. No obstante, cada Constitución política trae consigo una manera particular

    de concebir el funcionamiento de la Democracia y de materializar el imperio de la Ley.

    Son variados los estudios, análisis y reflexiones que se han realizado sobre la relación Estado-

    Escuela-Democracia, y cada uno de ellos busca responder a la pregunta por las prácticas comunes

    y las representaciones que los ciudadanos tienen sobre el ejercicio de la Democracia dentro del

    Estado garantista de derechos. La mayoría se ha enfocado en estudios particulares de casos dentro

    de comunidades específicas en donde las distintas categorías de poder posibilitan o niegan el

    derecho de expresión de los ciudadanos. Sin embargo este no es nuestro asunto de discusión.

    El presente trabajo de investigación pretende tomar las Constituciones Políticas de 1886 y

    1991, junto con sus leyes generales de educación, para realizar un análisis que de cuenta de cómo

    las Cartas Magnas del país durante el siglo XX han propuesto una visión sobre la Democracia y,

    a través de ellas, de Participación. No resulta, entonces, ser un trabajo más, sino que se revela

    como un ejercicio de desentrañamiento de la Ley desde las fuentes constitucionales y sus

    relaciones históricas y sociales, enraizadas en el vinculante imaginario de Nación. Por tanto, el

    lector tampoco podrá encontrar una posición en la que se pueda distinguir algún tipo de

    inclinación a favor o detrimento de una u otra Constitución.

    Así pues, la investigación que se desarrollará en el presente trabajo responde a la pregunta

    ¿Cómo son presentadas, a través de la fuerza vinculante de las constituciones emitidas en

    Colombia en 1886 y en 1991, las nociones de Nación, Nacionalidad y Ciudadanía y, en este

    marco, con qué horizonte se presenta la idea de formación para el ejercicio de la ciudadanía

    (prácticas) y, específicamente, aquellos aspectos relacionados con la Participación como eje para

    el ejercicio de la Democracia?

  • ___________________________________________________________________________________________ 20 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    METODOLOGÍA

    El desarrollo del presente trabajo de investigación tiene como base metodológica un proceso de

    análisis de documentos, en este caso las Constituciones Políticas de 1886 y 1991, en tanto fuentes

    primarias. De su lectura se desprende un análisis del discurso social, orientado desde la

    perspectiva de Van Dijk, (1992), en el que se pretende comprender el asunto de la formación en

    la Ciudadanía y a la Escuela como un escenario para educar en la Democracia, de manera

    especial en el principio de la Participación.

    El análisis del discurso nos permitirá, en este marco, comprender algunos elementos

    significativos con los que es viable adentrase a la realidad política y social que opera dentro de

    las Constituciones de Colombia de 1886 y 1991. De esta manera, se pretende dar mayor prioridad

    a la intelección de algunas nociones como Nación, Ciudadanía y Participación desde los

    contenidos semánticos, debido a la necesidad de precisar su carga ideológica y política.

    El discurso jurídico en sí mismo posee una intencionalidad comunicativa. Su carga lingüística

    se proyecta a un auditorio determinado, y en tal sentido, el empleo de ciertos códigos semánticos

    se encuentran limitados a una parte de la población. En tal virtud, las Constituciones aunque

    cubren la totalidad de una población y de ella exige su cumplimiento, no por ello su lenguaje es

    claro y parece destinado a aquellos que se mueven dentro del campo del Derecho.

    A propósito sobre la opacidad de los discursos Santander (2011), señala:

    “sabemos que el lenguaje no es transparente, los signos no son inocentes, que la connotación va

    con la denotación, que el lenguaje muestra, pero también distorsiona y oculta, que a veces lo

    expresado refleja directamente lo pensado y a veces sólo es un indicio ligero, sutil, cínico.. Por

    qué y cómo hacer Análisis de Discurso” (p. 3).

  • ___________________________________________________________________________________________ 21 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    Así pues, dentro del proceso metodológico, será fácil para el lector reconocer el proceso

    cronológico en este trabajo de investigación orientado por el origen de los Estados Nacionales de

    Occidente, la aparición de la idea de Nación y Patria en Europa y América, el desarrollo de la

    Democracia como elemento fundante de los estados modernos, el origen de las Constituciones, la

    comprensión de la relación entre Escuela y Estado como corresponsables de la formación del

    Ciudadano.

    A partir de allí se toman como punto de referencia dos documentos situados en dos momentos

    específicos de la historia política de Colombia, nos referimos a la Constitución Nacional de 1886

    y a la Constitución Política de 1991. De ellas, evitando caer en paralelismos absurdos, se

    pretende analizar discursivamente qué es aquello que dicen a propósito de la idea de Ciudadanía

    y de la función de la Escuela en la tarea de educar en el principio de la Participación para

    fortalecer Democracia.

    El análisis del discurso, presentado en este trabajo de investigación, se encuentra orientado

    desde la perspectiva de Van Dijk (1992), quien comprende el texto como una red de significados

    que mantienen una extrecha relaciòn que involucra en el texto escrito los atributos de la situación

    social, necesarios en la producción y posteriuor comprensión del discurso. En tal sentido, las

    Constituciones Polìticas, como fererentes normativos superiores, se encuentran adscritos a una

    realidad social particular y responden a necesidades sociales particulares propias de la Naciòn y

    del contexto global; en nuestro caso desde 1886 hasta 1991.

    En tal virtud, es posible encontrar determinadas huellas o matices del contexto social desde las

    distintas categorías y marcos de poder (Ciudadano, Ciudadanía, Estado, Naciòn, Educaciòn,

    Escuela) mediante los cuales se suscriben los principios constitucionales y la legislación nacional.

  • ___________________________________________________________________________________________ 22 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    Así pues, atendiendo a Van Dijk, todo análisis del Discurso pierde fuerza cuando se focaliza

    exclusivamente en el análisis de los procesos linguisticos dados en el uso del lenguaje y no da

    cuenta de estructuras y procesos socio-culturales necesarios para compresión diacrónica y

    sincrónica. Lo que en nuestro caso, nos obliga a dar cuenta del discurso como acción social.

    OBJETIVOS

    OBJETIVO GENERAL

    Discutir desde el marco de las Constituciones Políticas de Colombia (1886 – 1991), las

    nociones de Democracia y Ciudadanía, para analizar desde allí cómo se ha edificado el horizonte

    de la Participación dentro del escenario particular de la Escuela.

    OBJETIVOS ESPECÍFICOS

    • Presentar, a partir de la idea de Estados nacionales, un marco conceptual que permita

    comprender la noción de Participación ciudadana en su relación con la Educación.

    • Analizar la Constitución Nacional de 1886 y la Constitución Política de 1991, junto con sus

    respectivas leyes generales de educación, en lo que refiere a las nociones de formación en

    Ciudadanía.

    • Analizar la manera como el Estado colombiano, desde el marco de las Constituciones de

    1886 y 1991, ha delimitado algunos escenarios, prácticas y representaciones en torno a la

    Participación como forma privilegiada del ejercicio de la Ciudadanía.

  • ___________________________________________________________________________________________ 23 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    • Analizar cuál ha sido el papel de la Escuela dentro del proceso de ciudadanización y

    formación para la Participación Política y la Participación Social.

    ANTECEDENTES

    La pregunta por el fenómeno de la Participación no es reciente. Varias son las perspectivas

    desde las cuales se ha intentado abordar dicho asunto, particularmente desde los matices que se

    desprenden luego de la conformación de los Estados nacionales de occidente que la comprenden

    como el derecho social de las naciones de buscar instrumentos propios para que sus asociados

    encuentren soluciones a determinados objetivos económicos, sociales, culturales, políticos,

    ideológicos e incluso religiosos bajo el modelo de la representatividad.

    La Democracia, y en ella la Participación, como elemento fundante dentro de los escenarios

    políticos de Colombia, ha sido analizada durante mucho tiempo atendiendo al objeto mismo de

    la investigación (Conceptos y nociones), a los sujetos sobre los que ella recae (población civil),

    los escenarios de investigación y, desde el punto de vista del investigador, quien desempeña un

    rol dentro del proceso educativo. No obstante no se encuentran muchos estudios que la aborden

    desde el análisis de la misma legislación, o desde el orden de las constituciones y sus referentes

    dentro del Estado de Derecho y el Estado Social de Derecho.

    El problema de la Participación comienza a ser estudiado prioritariamente en el escenario

    nacional a partir de la Constitución Política de 1991, por tanto de su análisis se destaca una

    mayor información que la que se encuentra sobre la Constitución Nacional de 1886. Ante tal

    circunstancia, este apartado de antecedentes corresponde a la revisión de una selección de

    estudios que se aproximan a la temática planteada dentro de esta investigación, de acuerdo a una

    clasificación propia que incluye cuatro puntos de acercamiento, a saber: Las experiencias

  • ___________________________________________________________________________________________ 24 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    pedagógicas, las organizaciones gubernamentales nacionales e internacionales, la perspectiva

    histórica y, por último, la legislación.

    • Las Experiencias pedagógicas, como ejercicios de reflexión permanente del pedagogo,

    posibilitan una ampliación analítica del fenómeno de la Participación, orientado desde el trabajo

    directo con los sujetos. La observación, sistematización y organización de experiencias le

    permiten al investigador orientar nuevas prácticas y ampliar escenarios para su discusión.

    Desde este referente investigativo se encuentran trabajos como el de El Colectivo de docentes

    de la Escuela Popular Claretiana que a través del libro Pedagogía de la Participación en la

    Escuela, Instituto de Derechos Humanos (2007), reflexionan sobre sus experiencias pedagógicas

    trazadas en procesos colectivos de participación en los que se integra la comunidad educativa y el

    barrio. El Proyecto Educativo de la Escuela se alimenta de los aportes pedagógicos y didácticos

    de Celestín Freinet y de la propuesta de educación popular de Paulo Freire, como uno de los

    pioneros de la pedagogía crítica. La riqueza de dicho trabajo radica en el proceso que se sigue

    para motivar la participación de los integrantes de la comunidad barrial integrada a las dinámicas

    de la escuela y reconstruir la memoria de temáticas significativas que lograron cambios en la

    forma de ver y ejercer la ciudadanía.

    A la par de este estudio, se encuentran la investigación de Echeverry (2011) en Formación

    ciudadana y escuela; una mirada desde la ciudadanía democrática. Este estudio realizado en el

    periodo 2009-2010, se propone aportar a la reflexión sobre los procesos de formación ciudadana

    en el ámbito escolar y develar el potencial de la escuela como escenario de socialización política

    para la formación ciudadana desde el enfoque de la ciudadanía activa y democrática. El autor

    entiende por ciudadanía activa la capacidad de incidir, a través de los procesos de participación,

    en la transformación de las dinámicas políticas y sociales que posibilitan la concreción de la

  • ___________________________________________________________________________________________ 25 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    dignidad humana. Se desarrolla, entonces, el concepto de ciudadanía como el ejercicio pleno del

    los ciudadanos que se encuentran dotados de derechos y de poder soberano.

    Al respecto la revista Acción Pedagógica, Vol. 12, publicó el artículo Democracia y

    Ciudadanía en la Escuela Colombiana, cuya autora Castillo (2003), expone un análisis sobre las

    relaciones entre la Democracia, la Escuela y la formación de Ciudadanía. Destaca que la escuela

    tiene características que hacen de ella un posible escenario excepcional para la construcción de

    una cultura democrática. En ella se desarrolla un tiempo-espacio humano individual y colectivo

    donde se construye una socialización política. Así mismo, se establecen relaciones entre

    ciudadanía, sociedad civil y experiencia escolar, haciendo énfasis en los siguientes temas: el

    conflicto como elemento democratizador de la escuela, la rutinización, ritualización, la

    institucionalización y la ciudadanización. Manifiesta, además, que existe una tensión central entre

    la cultura escolar y la demanda democrática de sus actores que exigen respuestas que desde la

    pedagogía redefinan su identidad como institución social. La ciudadanización implica el inter-

    juego de la socialización y la individualización, constituyéndose en un proceso dialéctico de

    naturaleza individual y social, al igual que el proceso de formación de la identidad. De tal

    manera, la participación se presenta como expresión de opiniones, deliberación, toma de

    decisiones y gestión en torno a un proyecto institucional común.

    Desde esta perspectiva Castillo (2003), plantea como necesaria una reorientación de las

    prácticas democráticas escolares para superar la Participación como una práctica reducida al

    representacionismo de las elecciones del Gobierno Escolar, por un lado, sin incidencia en las

    expectativas de transformación de la vida institucional, y por el otro, sin poder articularse como

    estrategia concreta que permita aportar en la transformación positiva de la sociedad.

    En una investigación diferente, Sepúlveda y Valdez (2008), empleando talleres de aula como

    estrategia didáctica, investigan algunos espacios escolares que, acorde a la dirección de su

  • ___________________________________________________________________________________________ 26 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    investigación, facilitan la participación de los distintos actores educativos. Convergen en que

    hace falta recorrer un camino más extenso con la comunidad educativa para posibilitar espacios

    genuinos de participación, en donde se considere a sus participantes sujetos de derechos, de

    deberes y responsabilidades, y donde cada actor cuente con las habilidades requeridas para actuar

    como ciudadanos democráticamente activos, aún cuando haya que enfrentarse a ciertas barreras

    de autoridad y de poder que circundan dentro de todo el espacio social.

    Respecto a la pregunta ¿Democratizar la escuela o escolarizar la democracia?, Castillo y

    Sánchez (2003), plantean la socialización política como el conjunto de procesos de

    internalización, objetivación y legitimación del orden social desde el cual se representan y

    tramitan los intereses individuales y colectivos.

    La tensión socialización-individuación visibiliza el modo como la escuela ha tramitado

    históricamente fenómenos como la diversidad y la pluralidad de los individuos. Pero, sobre todo,

    aviva el debate sobre el sujeto que subyace a las teorías sociales y pedagógicas que determinaron

    el surgimiento de la escuela. Ella a su vez soporta un alto valor de individuación a la vez que

    implica un gran nivel de institucionalización de la aspectos de la vida de los sujetos, por tanto, se

    requiere clarificar el lugar específico que la escuela ocupa en el proceso global de

    democratización e individuación en occidente.

    Afirman estos autores que la Participación, como derecho de la humanidad, hace parte de los

    componentes esenciales de la Democracia. Sin ella, son vacíos los esfuerzos públicos o privados

    para lograr la pacificación, en especial la de este país. Los ciudadanos tienen la posibilidad de

    manifestarse en contra de tales circunstancias solamente por medios que sin acudir a la vía de

    hecho o a la violencia, constituyen el espacio de la Democracia que nace desde el seno familiar y

    tiene sus aportes en el espacio de la institucionalidad educativa.

  • ___________________________________________________________________________________________ 27 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    Desde el punto de vista de los sujetos como objetos de investigación, se han encontrado

    aportes como los propuestos por Cubides, Guerrero, Aladier, Hurtado y Restrepo (2007), dentro

    del artículo Jóvenes, Participación política y Formación democrática. Estudio comparado en

    Bogotá y Medellín, el cual pretende aportar una perspectiva de formación política que concibe a

    los jóvenes como sujetos en constitución, con formas de expresión, valores, expectativas y

    motivaciones propias para participar en modalidades nuevas y móviles, inscritos en prácticas de

    lugar, pero al tiempo integrados con otras comunidades globales.

    • En el segundo orden se circunscriben las Organizaciones gubernamentales y las no

    estatales interesadas en impulsar y estimular el desarrollo de la participación en las distintas

    comunidades. Ellas realizan procesos de investigación y de inclusión social, lo que les permite

    una mayor aproximación respecto de los sujetos en quienes recaen los derechos de la Carta

    Magna.

    En razón a la pregunta ¿Qué ha pasado con la participación ciudadana en Colombia?, la

    Fundación CORONA, Velázquez (2003), ha pretendido demostrar que las acciones de expresión

    no cesan en el sufragio electoral sino que se extienden a distintos momentos en los que se hace

    necesario controlar las actuaciones del Estado en tanto que estas no estén en pro de los

    ciudadanos. Ante tal circunstancia, la participación se identifica no sólo como un problema de

    eficacia del sistema político, sino como una práctica de la Democracia deliberante, en la que al

    pueblo soberano le corresponde conciliar de forma pacífica sus conflictos y guiar a través de su

    reflexión el destino de la Nación y del Estado. En tal sentido, la participación es una herramienta

    formativa de primer orden para construirla desde el ejercicio de una ciudadanía activa y

    consciente.

    También se encuentra otro estudio del Observatorio de la Democracia de la Universidad de los

    Andes, denominado Cultura política de la democracia en Colombia y en las Américas; Hacia la

  • ___________________________________________________________________________________________ 28 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    igualdad de oportunidades y liderado por Rodríguez (2012), quien a través del uso de la

    estadística logró concluir que aunque la literatura sugiere que existe un sesgo negativo en la

    participación de los grupos menos favorecidos, Colombia parece no presentar ese fenómeno. La

    Participación electoral es casi la misma en todos los quintiles de riqueza, las mujeres parecen

    tener mayor participación electoral que los hombres pero esta diferencia no es estadísticamente

    significativa, y el color de la piel de las personas tampoco está relacionado con la participación

    electoral. Sin embargo, el nivel educativo tiene un efecto importante aunque no necesariamente

    en la dirección sugerida por la literatura; en efecto, la mayor participación se da en los niveles

    más bajos y más altos de escolaridad.

    El MEN (2007), dentro del artículo Participación ciudadana, y en consonancia con los

    lineamientos constitucionales y para dar cumplimiento al mandato constitucional de 1991 de

    garantizar el control social, manifiesta que la Participación es un proceso social. Ésta resulta de la

    acción intencionada de individuos y grupos en busca de metas específicas; en función de

    intereses diversos y en el contexto de tramas concretas de relaciones sociales y relaciones de

    poder. La Participación es un proceso

    “en el que distintas fuerzas sociales, en función de sus respectivos intereses, intervienen

    directamente o por medio de sus representantes en la marcha de la vida colectiva con el fin de

    mantener, reformar o transformar los sistemas vigentes de la organización social y política”. (Art.

    270).

    La Participación ciudadana en las decisiones y acciones de la educación no es un lujo o una

    opción: es condición indispensable para sostener, desarrollar y transformar la educación en las

    direcciones deseadas. En este campo está ausente el nuevo gran actor: el mercado. La sociedad

    civil (su propia caracterización como tal, su nuevo papel, sus límites y posibilidades) se ubica y

  • ___________________________________________________________________________________________ 29 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    define hoy en esta compleja trama de relaciones entre Estado, mercado, y agencias

    internacionales.

    • La Perspectiva Histórica es una clasificación con un contenido particular, toda vez que

    toma las fuentes históricas, entre ellas a los personajes, los lugares, los relatos, la literatura local,

    la legislación, las costumbres y reconstruye los escenarios y sus crónicas, para traer al presente

    puntos de reflexión desde la mirada del estudioso.

    Frente a este punto de vista Reina (2012), en su estudio de doctorado sobre la Historia de los

    jóvenes en Colombia 1903 – 1991, particularmente en el tercer capítulo, da cuenta de la

    presencia de las juventudes colombianas en cuatro escenarios representativos de la vida nacional:

    la política, los ejércitos, el estudiantado y la cultura. Se trata de la observación de estas en un

    tiempo largo, para identificar elementos comunes y diferenciales en la historia del siglo XX. Un

    punto fundamental para justificar este trabajo se desprende de la hipótesis de que las juventudes

    han hecho presencia en la historia colombiana en distintos momentos y que esas manifestaciones

    se pueden observar tomando algunos referentes de los distintos procesos de participación

    colectiva dentro de la vida social y cultural del país.

    Se suma a este punto de análisis el realizado por Torres (2001), quien presenta un documento

    avalado por la Unidad de Desarrollo Social y Educación (UDSE) de la OEA que se refiere al

    creciente valor atribuido a la sociedad civil y a la Participación ciudadana en el pensar y el

    quehacer local, nacional e internacional tiene como trasfondo una redefinición del papel de la

    relación entre Estado y sociedad civil, en el marco de una redefinición de la relación entre lo

    público y lo privado, y entre lo local, lo nacional y lo global.

    Álvarez (2001), en el libro ESCUELA Y DEMOCRACIA EN COLOMBIA afirma que la

    escuela ha sido blanco directo de guerras y luchas políticas durante el siglo XX; por décadas ha

    sido cuestionada e incluso deslegitimada, presagiando incluso, su desaparición definitiva. Sin

  • ___________________________________________________________________________________________ 30 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    embargo, ahí está y se le siguen asignando funciones de altísimos grados de responsabilidad de

    carácter político y transformación social. El autor plantea el interrogante qué debe ser primero,

    ¿Una escuela que eduque en democracia para que la sociedad sea democrática o una sociedad

    democrática que cree las condiciones para que la escuela sea democrática? Cualquiera que sea el

    camino para aproximarse a una respuesta, es necesario reconocer que la escuela tiene un

    protagonismo histórico innegable, y de ella depende la apropiación de imaginarios cívicos

    mediante los cuales los ciudadanos expresan su afinidad con las directrices del Estado. La

    participación es un mecanismo que es concedido por delegación del Estado a la Escuela y de esta

    a los jóvenes ciudadanos quienes aprenden y desarrollan ciertas actitudes que favorecen el normal

    accionar del gobierno dentro del escenario social.

    • La Legislación como manifestación directa del sentir del Gobierno, actúa como

    direccionador de políticas administrativas y de organización civil. La legislación no se pretende

    como un conjunto de normas que buscan coaccionar los comportamientos del ciudadano común o

    de las entidades públicas o privadas, sino que actúa como regulador del aparato estatal, de tal

    manera que los derechos y los deberes que emanan de la Constitución, sean acordes a los avances

    del tiempo y a las circunstancias socio-políticas de la Nación. Así pues, la legislación es tenida en

    cuenta dentro de esta clasificación de antecedentes, porque el asunto de la Participación también

    ha sido estudiado desde el contenido de la norma y su aplicación en distintos escenarios de

    acuerdo a su funcionalidad.

    A propósito de ello, estudios como el de Osorio (2011), Caracterización de la gestión

    educativa y curricular en Colombia: Una búsqueda desde la política educativa y la normatividad

    legal 1990-2006, tienen como objetivo central abordar, desde lo jurídico y su componente social,

    la caracterización de la gestión educativa y curricular en Colombia, durante los periodos

    constitucionales 1990-2006. De acuerdo a su autor, es en este período de análisis en el que se

  • ___________________________________________________________________________________________ 31 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    presentan los desarrollos legislativos más importantes frente a las políticas de apertura económica

    del Estado, iniciadas en el gobierno del presidente César Gaviria, en búsqueda de un espectro

    educativo que busca responder a las necesidades reales del sector empresarial como demandante

    de perfiles ocupacionales coherentes con la realidad de un país globalizado. El asunto de la

    participación es asumido desde la perspectiva legal en la que los jóvenes logran ser parte del

    aparato social a partir de su preparación dentro del ámbito laboral. Son las políticas educativas el

    referente para comprender como se materializa la inserción desde la escuela de los nuevos

    ciudadanos al aparato productivo de la sociedad.

    Otra es la visión que presenta el Banco de la República mediado por el trabajo presentado por

    las investigadoras Ramírez y Téllez (2006), quienes presentan un estudio sobre la evolución de

    la educación primaria y secundaria en Colombia durante el siglo XX desde una perspectiva de las

    políticas educativas, observan el problema de la participación como un asunto propio de la

    sociedad que actúa como depositaria de los derechos constitucionales de vigilar al Estado y de

    hacer posible la realización de las principales políticas educativas así como los cambios

    institucionales y organizacionales presentes en las reestructuraciones, el comportamiento de las

    principales variables educativas y la evolución de calidad de la educación en el país.

    Según Ospina, (2011), la reforma educativa de 1903 es la fuente desde la cual encuentra su

    realización la pretensión educadora del aparato estatal en Antioquia en la historia reciente del

    país. En tal sentido, establece diversos órdenes conceptuales para acceder en el discurso acerca de

    la política educativa antioqueña de principios del siglo XX; discurso que, como resultante de las

    directrices nacionales, es un híbrido que contiene elementos de la Constitución de 1886, del

    Concordato de 1887, del Plan Zerda y de la Ley Uribe de 1903, con el Decreto reglamentario 491

    de 1904. Establece un juicio en el que responde a cómo la promulgación de la Ley 39 de 1903

    originó una grieta fundamental en el campo discursivo sobre la Instrucción en el Departamento

  • ___________________________________________________________________________________________ 32 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    de Antioquia. Visto desde este enfoque, la Participación se nos presenta como un imaginario

    social que no se puede cristalizar en ejercicios distintos a las prácticas de ciudadanía infundidas

    desde las aulas de clase con el sistema nacional de instrucción. Con ella se pretende formar un

    ciudadano con unas características especiales, acordes a los estatutos delineados en la

    Constitución de 1886.

    Ahora bien, teniendo en cuenta los antecedentes arriba mencionados dentro de la clasificación

    propuesta, se puede destacar que el asunto de la Participación como núcleo problémico de

    investigación es y ha sido un tema inabarcable en su totalidad, pues dependiendo del examen del

    estudioso adquiere matices distintos que siguen brindando luces para aquellos que se interesan en

    el tema. En esta investigación en particular, es necesario indicar que no se apunta a realizar

    estudios de casos en grupos focales en específico, ni a determinar la funcionalidad de las

    prácticas democráticas dentro de las instituciones escolares, sino a indagar qué es lo que desde

    los marcos de las supremas normas de 1886 y 1991, así como desde la legislación educativa que

    de ella se desprende, lo que sobre participación y ciudadanización nos refiere.

  • ___________________________________________________________________________________________ 33 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    CAPÍTULO I.

    POLÍTICA Y ESCUELA. LA CIUDADANÍA Y LA PARTICIPACIÓN COMO

    PROBLEMA CENTRAL DE LAS DEMOCRACIAS EN OCCIDENTE.

    1.1. Los Estados nacionales y el problema de la Participación de sus miembros.

    Los Estados nacionales -Estados modernos- constituyen una forma de organización propia de

    la mayoría de las sociedades en la historia reciente de la humanidad. Según Hobsbawm (1998,

    p. 11), “las naciones no son, como pensaba Bagehot, «tan antiguas como la historia». El sentido

    moderno de la palabra no se remonta más allá del siglo XVII”. Sus orígenes se hayan finalizando

    el Feudalismo en el siglo XII y su establecimiento político se extendió incluso durante todo el

    siglo XX, dando cuenta de una singular adecuación entre los conceptos de Estado-Nación;

    obedeciendo a dinámicas particulares de los asociados y a un proceso de transformación política,

    económica, social y cultural en Europa Occidental. Así pues, es en el antiguo continente en donde

    se consolidan los Estados nacionales tal como se nos presenta el término en la actualidad, a pesar

    de que en toda la esfera terrestre y en el transcurso de la historia han surgido evidencias de

    concentración de poderes aplicados a comunidades con cierta organización territorial.

    El término Estado nacional corresponde a la suma de dos nociones que lo componen y que

    deben ser comprendidas por separado (Estado y Nación). Cada una es dueña de un contenido

    histórico propio que complementa al otro y brinda elementos que permiten observar la

    transformación de las relaciones entre los ciudadanos y los gobiernos; el cimiento de nuevas

    estructuras de poder entre Sujeto-Estado; y la apropiación de los derechos políticos que ejercen

    los ciudadanos mediante algunos ejercicios de participación propios de los estados democráticos.

    Para Anderson (1993) la Nación entendida como estructura, como “Comunidad política

    Imaginada”, tiene un nacimiento más lejano en la historia que aquel que la ubica entre los siglos

  • ___________________________________________________________________________________________ 34 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    XIII hasta el XVII. Es decir desde la finalización del Feudalismo hasta los hechos que

    permitieron la Revolución Francesa. Afirma que la Nación es imaginada porque sus miembros

    necesariamente no se conocen unos a otros y no siempre se encuentran reunidos dentro de los

    mismos límites geográficos terrestres. Es decir, pueden estar en distintos lugares del globo y aun

    así compartir iguales sentimientos de afinidad e identidad social. Aun así la Nación no es global,

    tiene límites frente a otras naciones de mayor o menor tamaño.

    “La nación se imagina limitada porque incluso la mayor parte de ellas, que alberga tal vez a mil

    millones de seres humanos vivos, tiene fronteras finitas, aunque elásticas, mas allá de las cuales

    se encuentran otras naciones. Ninguna nación se imagina con las dimensiones de la humanidad”.

    (1993, p. 24).

    Desde este punto de vista las naciones nuevas buscan la alteridad política con el propósito

    reclamar los derechos históricos que las hacen iguales a las demás.

    De acuerdo a Hobsbawm (1998) el problema se deriva del hecho de que la Nación moderna,

    ya sea como Estado o como conjunto de personas que aspiran a formar tal Estado, difiere en

    tamaño, escala y naturaleza de las comunidades reales con las cuales se han identificado los seres

    humanos a lo largo de la mayor parte de la historia, y les exige cosas muy diferentes.

    El carácter de imaginada se presenta cuando los individuos comparten ciertas maneras de

    pensar con las que se identifican luego de haber compartido históricamente un mismo nacimiento

    como pueblo. Así pues, el primer medio de identificación es la lengua y la escritura. A través de

    ellas quedan expuestas las formas de pensar y de verse como comunidad con un acervo cultural

    propio que se despliega a través del tiempo y que la caracteriza como un ente singular. Así el

    libro, el material impreso es desde sus inicios una herramienta estratégica importante para la

    difusión de las ideas de un pueblo que propende por conservar sus costumbres y plasmarlas en los

    anales de la historia. A través del libro las ideas se perpetúan y permanecen en la mente de los

  • ___________________________________________________________________________________________ 35 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    lectores cultos y del común. Los primeros las debaten mientras que los segundos las eternizan. De

    acuerdo a Gellner

    “Lo importante de la educación o formación de las personas, lo que las provee de una

    identidad, no es una habilidad específica, sino las habilidades genéricas comunes que dependen

    de la cultura desarrollada también común que define una «nación». Es entonces, y sólo entonces,

    cuando esa nación/cultura se convierte en la unidad social natural y no puede sobrevivir

    normalmente sin su caparazón político propio: el estado” (2001, p. 182).

    Durante la época feudal en Europa occidental los núcleos de organización política (reinos,

    principados, señoríos, ciudades, comarcas, etc.) no se pueden comprender como unidades

    consolidadas de poder. El poder se hace presente mediante una visión policéntrica, y obedece a

    intereses personales, patrimonialistas, religiosos y de conveniencia. Los señores feudales

    dominan en sus respectivos territorios sin hacerlo a título de representantes del rey, pero se

    suman cuando son convocados al combate. De esta manera no existe una idea de Nación clara,

    hay ausencia de una lengua oficial y los pobladores se congregan en pequeñas comunidades que

    aceptan la autoridad de su gobernante de turno.

    Por tal motivo, durante la Edad Media, la única fuente de unidad nacional conocida es la

    figura del rey. Él es el encargado del recaudo fiscal, de la expansión territorial y de la

    consolidación del poder a través de su ejército. En sus tierras se encuentran múltiples

    comunidades que le obedecen porque han sido adicionadas como producto de las conquistas o el

    uso de la fuerza, y aunque hablan sus lenguas nativas, ellas no necesariamente corresponden a la

    que habla el rey, que por demás, es extranjero y no se encuentra legitimado para gobernar a la

    Nación sometida.

    Al finalizar la Edad Media, y luego del proceso paulatino de algunos escritores empecinados

    en secularizar la imprenta, que por demás tiene en su momento un uso exclusivamente clerical,

  • ___________________________________________________________________________________________ 36 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    los distintos libros fortalecieron una manera especial de ser y de pensar en las comunidades

    europeas y americanas, dando origen a los periódicos como instrumentos mediáticos para plasmar

    las ideas y los distintos puntos de opinión. Ello permite al campesino común adquirir una visión

    más extensa que la que tiene sobre su pequeña aldea y a partir de ello amplia la visión de la

    realidad, mientras que a los pocos letrados se les permite profundizar en el uso de la lengua y la

    propagación de los idearios de libertad.

    En este trasegar los grupos humanos que se identifican dentro de la comunidad que integra la

    Nación son capaces de observar y cuestionar la legitimidad del poder que tienen sus gobernantes.

    Por tal motivo de manera implícita, abre la posibilidad a sus miembros revelarse desde las

    distintas escalas sociales en pro de un reordenamiento que le permita ostentar el derecho de los

    pueblos a su auto determinación. Lograr hacerlo da origen a los Estados, al mismo tiempo que

    crea los nacionalismos sustentados en el amor patrio.

    Anderson ofrece una razón para explicar por qué algunas naciones buscan asumir una posición

    política. Ella se sustenta en la necesidad de recordar los orígenes y de establecerse con un marco

    histórico el que impulsa a la Nación a buscar las raíces de sus símbolos, a resaltar a sus héroes y a

    buscar símbolos, imágenes y acontecimientos que se enganchen desde los mismos orígenes de la

    historia, a usar su lengua como instrumento mediático de emancipación. De esta manera se

    establecen como iguales ante las demás naciones.

    “En un mundo en que la Nación-Estado es la norma predominante, todo esto significa que

    hoy pueden imaginarse naciones sin ninguna comunidad lingüística no en el espíritu ingenuo de

    "nosotros los americanos: sino por una conciencia general de lo que la historia moderna ha

    demostrado que es posible”. Anderson, (1993, p. 92).

    En determinadas situaciones la elección de la lengua oficial tiene un carácter político y no

    obedece al desarrollo natural de los pueblos. De esta manera puede encontrarse en un mismo

  • ___________________________________________________________________________________________ 37 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    Estado una gran variedad de lenguas, nativas, vernáculas, y aun así seleccionar solo una con un

    posible carácter comercial o económico o que atienda a necesidades políticas internas.

    Así, las lenguas son un modo de separar una comunidad cultural de otras, pero no

    necesariamente explica que por ello, la lengua dominante sea la lengua oficial de la Nación, pues

    podría darse la situación que la lengua hablada y escrita de los pobladores solo obedeciese a que

    pertenece a una más grande. E incluso se puede notar que la lengua que se habla es la oficial y

    mucho más grande que la lengua natural y cultural que habla el sujeto dentro de su pequeña

    comunidad.

    Comprendidas ahora algunas razones que motivaron su origen, es posible aproximarse a una

    primera definición de Nación, entendiéndola como una colectividad soberana, forjada a partir de

    un origen significativo e individual, e impulsada a asumir la legitimidad de un futuro político

    común.

    De esta manera surgió el Estado nacional antes de terminar el siglo XVIII, como una

    organización que distribuye el poder entre las personas que administran las instituciones en

    procura del bienestar social. Tal como sucedió en Europa a través de variados procesos de

    transformación de los gobiernos producto de las ideas nacidas en el Siglo de las Luces y que

    luego se extendieron y prosperaron en América con los distintos movimientos de independencia

    una vez surtida la Revolución Francesa y el empoderamiento de las clases burguesas nacionales.

    Quienes por demás, ascienden en el escenario político motivados por la conquista de su proyecto

    económico dentro del aparato del Estado.

    La floreciente burguesía, apoyada en el vertimiento de nuevas tecnologías aplicadas a los

    procesos productivos aumentó su producción a escala e hicieron un gran cúmulo de capital. Ello

    trajo como consecuencia la masificación de la nueva clase social del proletariado que sin tener

    otras posibilidades se desplazó desde las zonas rurales para aportar abundante mano de obra en

  • ___________________________________________________________________________________________ 38 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    las fábricas e industrias nacionales bajo medidas proteccionistas. De esta manera la toma de

    poder, como producto de la conciencia económica, política y social burguesa provocó el

    surgimiento de los imperios coloniales.

    Por tanto, mientras la burguesía se empodera de las esferas gubernamentales durante el siglo

    XIX, los cambios generados por las revoluciones de las clases obreras propendieron por la

    constitución de Estados en los que el poder no se concentra en un solo grupo o clase social sino

    que actúa mediante representantes de toda la colectividad. En el caso de los estados socialistas, la

    distribución de los bienes y la administración de la economía impusieron la eliminación de las

    clases sociales y el fortalecimiento de un solo partido político representante del Estado. Gellner

    (2001), lo explica de la siguiente manera:

    “Lo que sostenemos es que el nacionalismo es una clase muy concreta de patriotismo que

    pasa a generalizarse e imperar tan sólo bajo ciertas condiciones sociales, condiciones que son las

    que de hecho prevalecen en el mundo moderno, y no en ningún otro. El nacionalismo es una

    clase de patriotismo, que se distingue por un pequeño número de rasgos verdaderamente

    importantes: las unidades a que este tipo de patriotismo —es decir, el nacionalismo— entrega su

    lealtad son culturalmente homogéneas, y se basan en una cultura que lucha por ser una cultura

    desarrollada (alfabetizada); son lo suficientemente grandes como para creerse capaces de

    sustentar el sistema educativo que mantiene en funcionamiento esa cultura desarrollada; contiene

    escaso número de subgrupos internos poco flexibles; sus poblaciones son anónimas, fluidas y

    móviles, y no están mediatizadas; el individuo pertenece a ellas directamente, en virtud de su

    formación cultural, y no en virtud de ser miembro de uno de los subgrupos componentes.

    Homogeneidad, alfabetización, anonimidad: éstos son los rasgos clave” (págs. 176, 177).

    A partir de 1880 el tema de la Nación y de la nacionalidad toma una particular importancia,

    toda vez que en contextos como el socialista, la masa empezó a tener una especial atención

    centrada en los comicios y las orientaciones políticas reales o en potencia de los ciudadanos.

    Retomando a Hobsbawm (1998), los partidos políticos toman importancia porque convocan a los

    electores bien para sufragar por sus candidatos o bien para fortalecer ciertos idearios propios de

  • ___________________________________________________________________________________________ 39 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    su partido que en más o menos proporción, movilizaban las dinámicas políticas y administrativas

    de su país.

    “Las actitudes políticas de los ciudadanos, y en particular de los trabajadores, eran factores de

    muchísimo interés, dado el auge de los movimientos obreros y socialistas. Obviamente, la

    democratización de la política, es decir, por un lado la creciente ampliación del derecho

    (masculino) al voto, por otro lado la creación del estado moderno, administrativo, que

    movilizaba a los ciudadanos e influía en ellos, colocaba tanto el asunto de la «nación» como los

    sentimientos del ciudadano para con lo que considerase su «nación», «nacionalidad» u otro

    centro de lealtad, en el primer lugar del orden del día político.” (Hobsbawm, 1998, p. 92).

    Así pues, surge un nuevo concepto, el de Conciencia Nacional. En ella se comprende que la

    Nación tiene un origen legítimo y que está llamada a organizarse, a defender los símbolos, las

    tradiciones ancestrales, los acervos culturales, los códigos lingüísticos, la unidad de sus miembros

    y la soberanía nacional. Este tipo de conciencia requiere además. De la firme convicción de una

    vida colectiva en la que los sujetos se sienten parte de una comunidad mayor que posee vida

    propia, con intereses históricos especiales y propias necesidades.

    La Conciencia Nacional da origen a los nacionalismos y provoca las revoluciones y los

    cambios de poder. Los nacionalismos propician el origen de los Estados, valiéndose del interés

    particular de los miembros a tener en sus manos la oportunidad de participar en los distintos

    procesos de transformación y reestructuración de la organización del gobierno. Para ello se sirve

    del sentido de pertenencia, del amor patrio, de todo aquello que le permite a la colectividad sentir

    un profundo deseo de defender, incluso con la vida, la comunidad imaginada de la que se siente

    heredero.

    De este modo se instaura un nuevo pensamiento que defiende toda manifestación de la

    voluntad general del pueblo soberano y exige un gobierno legítimo propio, ajeno a las

    determinaciones de gobernantes extranjeros.

  • ___________________________________________________________________________________________ 40 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    Durante el siglo XX el Estado colombiano se estructuró a través del control de la economía y

    la administración de los distintos entes departamentales. La Nación atraída por los ideales que

    fomentaron los nacionalismos se empezó a fundir en sentimientos patrios y a sentir parte del

    Estado ofrecido desde el nuevo estatus de Ciudadano Político. En el caso de los americanos

    “Por una parte, ninguno de los revolucionarios criollos soñó con mantener intacto el imperio,

    sino en modificar su distribución interna del poder, invirtiendo las anteriores relaciones de

    sujeción, transfiriendo la metrópoli de un lugar europeo a uno americano”, (Anderson, 1993, p.

    265).

    En América, el problema se planteó de otra manera. Para el decenio de 1830 habían sido

    reconocidas internacionalmente las independencias nacionales e ingresaron en las líneas

    genealógicas de los Estados nacionales. Sin embargo, para aquel momento aún no se cuenta con

    los medios humanos e históricos que consolidaron los Estados europeos. En tal dirección, el

    Lenguaje, como categoría, no logró ser un asunto de real interés por los movimientos

    nacionalistas americanos, toda vez que al compartir un lenguaje común con la metrópoli (religión

    y cultura), había hecho posibles las primeras imágenes nacionales.

    De acuerdo a Anderson (1993), “la nacionalidad se asimila al color de la piel, el sexo, el linaje

    y la época de nacimiento: todas estas cosas no podemos escogerlas”. Tal es la razón por la que los

    Estados generaron marcos legales constitucionales para incluir a sus nacionales y brindarles

    garantías jurídicas como la nacionalidad. Basta entonces nacer en cualquier país para que de

    inmediato el Estado lo acoja como un miembro más de la sociedad y le otorgue ciertos derechos

    y, en correspondencia, el nuevo asociado responda asumiendo sus respectivos derechos y

    deberes.

    Con lo anterior la estabilización del Estado hizo ineludible la necesidad de aplicar distintos

    procesos y mecanismos de institucionalización y conformación del aparato administrativo, es

  • ___________________________________________________________________________________________ 41 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    decir de un cuerpo de funcionarios que actúan en su nombre y ejercen actividades especiales y

    permanentes. Por otra parte, también impuso un conjunto de normas para regular la vida social de

    manera que se hizo imposible o ilegal asumir la fuerza por la propia mano y en su lugar aplicar la

    norma en pro de la justicia.

    Con todo, los Estados nacionales lograron la construcción de un acervo jurídico oficial, el cual

    establece las condiciones bajo las cuáles se ejerce coacción legal frente a los individuos que

    vulneran las libertades de los otros. Este nuevo orden social tiene como objetivo la pacificación

    de los colectivos como proyecto político continuo. Para Benedict, el modelo del nacionalismo

    oficial adquiere su pertinencia sobre todo en el momento en que los revolucionarios toman el

    control del Estado, y se encuentran por primera vez en posibilidad de usar el poder de éste para

    realizar sus sueños. La pertinencia es mayor en la medida en que incluso los revolucionarios más

    decisivamente radicales, heredan hasta cierto punto, el Estado del régimen derrocado. Algunos de

    estos legados son simbólicos, pero no por ello son menos importantes.

    En el caso colombiano la Corte Constitucional (2015) describe al Estado en los siguientes

    términos:

    “La Asamblea Nacional Constituyente, al promulgar la Constitución Política, estableció un

    marco jurídico “democrático y participativo”. El acto constituyente de 1991 definió al Estado

    como “social de derecho” reconstituyéndolo bajo la forma de república “democrática,

    participativa y pluralista”. Su carácter democrático tiene varios efectos. Entre otras cosas,

    implica primero, que el Pueblo es poder supremo o soberano y, en consecuencia, es el origen del

    poder público y por ello de él se deriva la facultad de constituir, legislar, juzgar, administrar y

    controlar; segundo que el Pueblo, a través de sus representantes o directamente, crea el derecho

    al que se subordinan los órganos del Estado y los habitantes; tercero, que el Pueblo decide la

    conformación de los órganos mediante los cuales actúa el poder público, mediante actos

    electivos y (iv) que el Pueblo y las organizaciones a partir de las cuales se articula, intervienen

    en el ejercicio y control del poder público, a través de sus representantes o directamente”. Corte

    Constitucional, Sentencia C-150 de 2015.

    De acuerdo al Banco de la República, página web (2015), el Estado se comprende como una

    forma política, adoptada por un pueblo nación con voluntad de autogobierno, enmarcado dentro

  • ___________________________________________________________________________________________ 42 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    de unos límites políticos territoriales, la soberanía de sus miembros y el libre ejercicio de la auto

    determinación. El Estado no existe sin la Nación, pero esta sí puede sobrevivir sin que exista

    cómo mediadora de cualquier tipo de organización legal. Ello significa que es expresa la

    necesidad de una población humana que la forme, que actúe en su nombre y por sus propios

    intereses, sin que por ello sea dueña histórica de la herencia de una única lengua.

    La idea de Nación dentro del imaginario de los colombianos no circunda por la tradición

    ancestral de los pueblos indígenas precolombinos. En tal sentido, no se construye como una

    comunidad imaginada (Anderson, 1993), sino como un constructo que pretende continuar los

    lazos históricos del conquistador europeo. Tratando de edificar bajo sus bases culturales una

    historia propia y a la vez, una cultura aferrada a formas de vida y de cosmologías agenas a las

    aborígenes americanas.

    En tal sentido, el Estado como ente administrativo, ha buscado mediante las Constituciones y

    su normatividad, desarrollar una idea de patria en los ciudadanos tomando como fuentes

    históricas los héroes de la Independencia para unirlas a los principios altruistas de libertad y

    justicia como requisitos para vivir en sociedad.

    1.2. La Participación: Estado y Escuela en la construcción de la identidad nacional y de un Ciudadano para ello.

    Una de las características del Estado nacional es la preocupación por la integración de sus

    miembros, es decir, la configuración de una comunidad identificada con sus principios, normas,

    imaginarios, valores, símbolos, entre otros, mediante los cuales busca la adhesión de sus

    miembros en calidad ahora de ciudadanos; en todo caso mediante diversas estrategias se busca el

    fortalecimiento de una historia común. La proyección de la Nación se materializa en la

    construcción del Estado y el Estado adquiere sentido en tanto que la representa. En tal sentido, el

  • ___________________________________________________________________________________________ 43 DE LA EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA A LA EDUCACIÓN PARA LA PARTICIPACIÓN

    ciudadano es el eslabón que actúa como elemento de unión entre estos dos componentes de

    diferente estatuto.

    De acuerdo al planteamiento de Lewkowicz (2004), el ciudadano es un sujeto de conciencia

    política, moral y jurídica en el que el Estado deposita todos sus intereses para hacerse funcional

    socialmente. El sujeto es, entonces, un sujeto en el que se condensa la “conciencia nacional” (p.

    30).

    En tal sentido, adquirir la calidad de ostentador de la conciencia jurídica implica que el sujeto-

    ciudadano es capaz de comprenderse en una condición de unión bilateral, es decir, dentro de un

    doble vínculo, paralelo y vinculante.

    La primera relación vinculante corresponde a la pertenencia a una comunidad con la que se

    comparte una historia, unos ideales, unas maneras de ser tan específicas que de estar en otra

    comunidad le impedirían al sujeto-ciudadano sentirse identificado con ella. Gracias a su

    identificación con este grupo-comunidad es posible la transmisión del legado histórico con el

    paso de las generaciones, no obstante los cambios históricos, las condiciones geográficas y los

    avatares socio-políticos a que se son enfrentados. En palabras de Anderson (1993, p. 202), son los

    “lazos naturales” que permiten que “en la mente de cada uno viva la imagen de su comunión” (p.