Upload
valerie-jones
View
261
Download
2
Embed Size (px)
Citation preview
Cultura ChiribayaLa cultura chiribaya se desarrolló en el sur del Perú entre los años 900 y 1350.
El núcleo de esta cultura, fue en la cuenca del Río Osmore que se ubica en el Distrito del Algarrobal,
Provincia de Ilo, logrando una expansión por el norte con el Valle Tambo(Arequipa), Por el sur hasta el
valle de Azapa (Chile) y hacia las partes altas 3.000 m.s.n.m. aprox.. Su población se dedicó a la
agricultura, la ganadería, la pesca y el comercio. Tuvieron fuertes relaciones con etnias vecinas
como churajón, colla y lupaca, a quienes abastecían de maíz, pescado, frutas, moluscos y fertilizantes
(el guano de isla). Hacia el año 1350 esta cultura fue anexada al Imperio incaico.
Ubicación
El núcleo de esta cultura se encontraba en la cuenca del río Osmore, ubicado en el distrito de El
Algarrobal (provincia de Ilo), alcanzando por el norte el valle Tambo (Arequipa), y por el sur hasta
el valle de Azapa (Chile) y hasta los 3000 msnm aproximadamente hacia las partes altas de los
valles.
Organización social
Los chiribaya no eran una sociedad compleja, y los que mandaban eran jefes o caciques locales
con sus familias. Vivían de la agricultura, la ganadería y la pesca y poseían una tecnología
bastante avanzada. Sus casas eran de barro y caña y por eso no se han conservado.
Probablemente existían algunas diferencias de estatus y, posiblemente, una elite. En esa sociedad
las diferencias de clase no eran tan marcadas como en otros grupos.
Economía
Agricultura
Cultivaron principalmente el maíz, destacando también el frejol, el camote, el jiquima, la yuca y
el zapallo achira; y frutos como la guayaba, la lúcuma y el pacae.
Ganadería
Representada por tres tipos de camélidos: las llamas, las alpacas y las vicuñas. Esta actividad se
daba principalmente en los pastizales naturales de las lomas costeras, para lo cual desarrollaron
una raza especial de perro: el pastor chiribaya.La población enseñaba a sus hijos a cazar, ellos
cazaban con unas lanzas.
Pesca
Esta actividad otorgó la dieta alimenticia básica de la población Chiribaya en la recuperación de
mariscos y captura de pescado.
Arte
Dentro de las actividades de los chiribayas encontramos trabajo en metales, madera, piedra y fibra
vegetales como la totora. Esta variada producción servía como medio de intercambio con artículos
del altiplano y de las selvas orientales.
Pastor ChiribayaEn la costa sur del Perú, una antropóloga y una documentalista hallaron los restos de lo que sería
una raza de perro pastor de llamas que no solo fue parte importante de la estructura social de los
antiguos peruanos, sino que recibió un trato especial después de su muerte.
Se trata del perro pastor peruano conocido por los arqueólogos como el "perro de Chiribaya",
cultura que prosperó en la costa sur del Perú y que enterraba a sus mascotas con todos los
honores de un fiel amigo y compañero de trabajo.
El hallazgo se debe a las investigaciones de la destacada antropóloga Sonia Guillén Oneglio, quien
debe su fama al estudio de antiquísimas momias de personajes que organizaron prósperas
culturas desde Chachapoyas hasta las costas de Moquegua.
Ermanno Manniero y la doctora Velásquez han examinado al milímetro las momias descubiertas
por Sonia Guillén. No hay duda que se trata de un perro pastor originario del Perú.
Y es precisamente en la zona del puerto de Ilo donde se encuentra el centro de operaciones del
Centro Mallqui –"momia", en quechua–, dedicado a la investigación de la denominada Cultura
Chiribaya, un cacicazgo que existió en el periodo conocido como intermedio tardío (del
año 900 hasta el 1350 de nuestra era), y cuyo territorio posee hasta nuestros días una
característica que es el sueño de todo antropólogo: su suelo es extremadamente seco, contiene
una ingente cantidad de sales minerales, y las lluvias son escasas, lo que potencia la conservación
de los restos físicos de quienes habitaron este lugar.
Las momias descubiertas en esta zona se encuentran en tal estado de conservación que
mantienen intactos sus órganos internos, desde los ojos, hasta los parásitos que se quedaron en
los alimentos sin digerir. Pero la doctora Guillén nunca imaginó que sus excavaciones la llevarían a
encontrar más de un treintena de restos de una raza de perro lanudo que fueron enterrados con
todas las características del enterramiento de un homo sapiens. Esto demuestra que en el Antiguo
Perú también existieron cementerios de perros, un detalle que solo se ve en las sociedades más
prósperas del siglo XXI.
La doctora Guillén sostiene que la tumba de una persona refleja su posición social, política y
religiosa dentro de la organización de los pueblos antiguos, y en el caso de estos perros las tumbas
demostrarían que, habiendo cumplido una vida productiva dentro de la organización Chiribaya,
recibieron buen trato, ya sea vivos o muertos.
Siguiendo el rastro
Martha Meier Miró Quesada, periodista, productora y documentalista, estuvo detrás de los
hallazgos de la doctora Guillén desde hace más de diez años, pero debido a la rigurosidad del
trabajo de la antropóloga, esta no permitió que sus hallazgos fueran dados a conocer hasta estar
completamente segura de que no se trataba de hechos aislados.
Fue así como a comienzos de este año, que Meier Miró Quesada y su equipo de trabajo pudieron
registrar en imágenes los hallazgos e investigaciones de Sonia Guillén, los cuales han quedado
plasmados en el documental titulado "El Perro Pastor Chiribaya".
"A pesar de la inscripción oficial de la raza originaria del perro peruano sin pelo, aún muchos
siguen pensando que los perros llegaron con los españoles. Y el hecho de encontrar otra variedad
de perro nativo es un descubrimiento muy importante", dice la documentalista.
A diferencia del tan promocionado perro sin pelo, el perro pastor peruano o de Chiribaya no solo
tenía abundante pelaje, sino también otras características propias de las mascotas favoritas de los
peruanos del siglo XXI.
Ermanno Maniero, presidente del Kennel Club del Perú, y la médica veterinaria Viviana Fernández,
de la Universidad de San Marcos, examinaron exhaustivamente las momias halladas y
determinaron que estos canes tenían el cuerpo más largo que alto; que el color del pelaje podía
variar entre el amarillo y el rojizo, algunos con manchas oscuras sobre el lomo o la cabeza, que
tenían las orejas recortadas y caídas; y sus patas era tipo "liebre", es decir que permitían al animal
moverse sobre la arena o la tierra con menos esfuerzo.
Y esta última cualidad quizá sea la que le dio la importancia dentro de la estructura de vida
chiribaya.
Sonia Guillén y Martha Meier esperaron más de diez años para dar a conocer sus hallazgos.
Telares y petroglifos dan cuenta de la actividad ganadera de los chiribayas, lo que apuntala la
importancia del perro pastor en su sociedad.
Sonia Guillén dice que varios estudios, incluidos los suyos, han determinado que en la costa
también se desarrolló la ganadería de camélidos. O sea, que estos animales no fueron exclusivos
de las alturas.
En el caso de los chiribayas, ellos tuvieron una economía costera, con el uso de recursos marinos,
también con agricultura, pero intensamente ganadera, y eso lo saben por las cabezas, patas y
orejas de llama que han sido halladas como ofrendas recurrentes en los entierros chiribayas.
La antropóloga dice que según las investigaciones realizadas por la genetista Jane Wheeler, quien
trabajó en el valle medio de Ilo, los chiribayas criaron un tipo de llama que tenía el pelo más largo y
más fino que la mejor alpaca de nuestros tiempos, pero que estas fueron ignoradas por los
conquistadores españoles, quienes las usaron como bestias de carga, provocando su exterminio,
aunque dicen que es posible localizarlas aún en algunas zonas de la Argentina.
"Al tener tantas llamas, los chiribayas necesitaron perros para el pastoreo. Entonces, estos se
convirtieron en compañeros de trabajo por lo que a su muerte recibieron los honores
correspondientes", dice Guillén.
Chusco con estirpe
Gracias a las momias del perro pastor peruano o de Chiribaya, los investigadores han podido
determinar también que los descendientes de esta raza permanecen hasta nuestros días, y esto lo
confirma la similitud entre los restos conservados y muchos de los canes que viven en Ilo y
alrededores.
"Para graficarlo, es como si miraras a una momia de un antiguo peruano y la compararas con el
rostro de nuestros contemporáneos. Vas a notar la familiaridad entre ellos. Lo mismo pasa con los
perros de la zona y las momias de estos animales", dice la doctora Guillén.
Incluso el perro "Abdul", el guardián de las instalaciones del Centro Mallqui, es sin duda un
descendiente de los perros Chiribaya. Su pelaje es amarillo, orejas caídas, hocico corto. El típico
perro chusco peruano. Y precisamente Martha Meier llama la atención de este detalle y dice que de
alguna forma lo que llamamos "chusco" encaja con las características del Pastor Chiribaya, por lo
que no sería raro que con los años, este se haya propalado por todo el territorio peruano.
"Lo que queremos hacer ahora es recuperar la pureza de esta raza de perro. Por eso vamos a
empezar un trabajo de recojo de ADN de los canes de la zona de Ilo para compararlo con el de las
momias, y luego empezar un proceso de selección y crianza. Va a ser un trabajo de varios años,
pero vale la pena", dice la documentalista, quien hace mención a ciertas crónicas coloniales donde
figura la existencia de otro perro originario del Perú, semejante al Bulldog, con el hocico chato,
recio y musculoso. Pero esa es otra historia.
Typha (en español, totora, gladio, espadaña, anea o enea) es el nombre de un taxón de plantas
asignado a la categoría taxonómica degénero, que en el sistema de clasificación APG II del 20031 era el único género de la familia Typhaceae, mientras que en sistemas
de clasificaciónmodernos como el sistema de clasificación APG III (20092 ) y el APWeb (2001 en
adelante3 ) y el sistema de clasificación utilizado por Judd et al.(20074 ) comparte su lugar en la
familia Typhaceae sensu lato junto con su género hermano Sparganium. El género posee unas 8-
13 especies de plantas herbáceas acuáticas emergentes robustas, perennes, rizomatosas,
con hojas muy erectas, dísticas y bifaciales, y una espiga cilíndrica de numerosas flores diminutas
polinizadas por viento (las masculinas arriba y las femeninas abajo), con un perianto como
escamas o cerdas, y un fruto que es como un aquenio dehiscente con el ginóforo, el estilo, y el
perianto persistentes en el fruto. Están distribuidas en pantanos yhumedales de buena parte del
mundo, formando densas colonias a veces impenetrables.
Caracteres
Hábito: Hierbas robustas, perennes, de 1 a 3 m de altura, salvo en Typha minima, que no supera el
metro. Acuáticas emergentes, monoicas (flores masculinas y femeninas en la misma planta),
de tallo rizomatoso.
Hojas muy erectas, bifaciales, mayormente basales, dísticas, envainadoras, simples, sin dividir,
planas, alargadas y delgadas, de venación paralela, con parénquima esponjoso.
Inflorescencia terminal, consta de una espiga cilíndrica de flores muy densas, las masculinas arriba
y las femeninas debajo.
Flores muy pequeñas, unisexuales, actinomórficas, las flores femeninas hipóginas.
El perianto consiste en 0 o 3 (o raramente 8) tépalos como cerdas en las flores masculinas, y
numerosos tépalos como cerdas o escamas en las femeninas (en 1-4 verticilos).
Estambres 3 (raramente 1 u 8), separados entre sí y además libres de las demás piezas florales
("apostémonos"). Las anteras son basifijas, con el conectivo ancho, extendido más allá de la teca.
El polen es liberado en tétradas o en mónadas.
El gineceo es de 1 solo carpelo, con un ovario súpero. El estilo es acrescente (se mantiene en el
fruto). La placentación es apical, el óvulo es solitario, anátropo, bitégmico.
No hay nectarios.
El fruto es dehiscente y de tipo aquenio, con un ginóforo acrescente y estilo también acrescente, y
partes del perianto persistentes, que ayudan a la dispersión por viento.
Las semillas poseen endosperma con almidón.
Ecología
Ampliamente distribuidas en todo el mundo. Typha latifolia se encuentra en todas las regiones
templadas del Hemisferio Norte; Typha angustifolia, también cosmopolita, soporta peor el frío y se
extiende por ello menos hacia el norte. Typha domingensis también es subcosmopolita.5 Las
restantes especies tienen distribuciones más limitadas como Typha laxmannii, Typha minima,
yTypha shuttleworthii, las que crecen en el sur de Europa y partes de Asia.
Los miembros de este taxón crecen como plantas emergentes en estanques, acequias, y pantanos.
Suelen ser de las primeras especies en colonizarlos. Las colonias de totoras son muchas veces un
paso importante en la desecación de lagunas y pantanos, formando una capa de denso tejido
orgánico sobre la cual se deposita la tierra.
El denso sistema rizomático favorece la fijación del suelo, previniendo la erosión. En su interior se
alojan numerosos insectos, y proporciona cobijo a batracios y aves lacustres.
Otras aves emplean los restos de la inflorescencia para tapizar sus nidos.
Las pequeñas flores de Typha son polinizadas por viento.