Cuerpo, Violencia, Comunicacion

7/23/2019 Cuerpo, Violencia, Comunicacion

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La simbologa de los cuerpos ausentes ymutilados. Ensayo sobre comunicacin, cuerpo yviolencia.

MESA 4. Cuerpo y Comunicacin

Juan Manuel Pava Caldern

Universidad Autnoma de Occidente

Grupo de Investigacin en Comunicacin


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El proyecto de investigacin sobre Narrativas de violencia en el Valle del Cauca

entre 1950 y 1970.Grupo Comunicacin. 2013.

Estado actual de los estudios sobre narrativas.

El informe Una verdad secuestrada. Centro Nacional de Memoria Histrica. 2012.

Programa de Estudios sobre Accin Colectiva y Conflicto Social, CEA. Carlos Figari y Adrin Scribano.Cuerpo(s), Subjetividad(es) y Conflicto(s). Hacia una sociologa de los cuerpos y las emocionesdesde Latinoamrica. 2007.


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Apartad el 21 de febrero de 2005. Fotografa: Jess Abad Colorado


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Guerra fractal de todas las clulas, detodas las singularidades que se

sublevan bajo la forma de anticuerpos.

J.B.


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Ro Cauca, Tumbas de agua. Fotografa: Manuel Saldarriaga.El Colombiano 2002.


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Si no se habla, si no se escribe y no secuenta, se olvida y poco a poco se

va tapando bajo el miedo.La gente que vio el muerto se va olvidando

y tiene miedo de hablar, as que llevamos

un oscurantismo de aos en el quenadie habla de eso [...]

Como nadie habla de lo que pas, nada hapasado.

Entonces bien, si nada ha pasado, pues

sigamos viviendo como si nada.

Testimonio de habitante de Trujillo,Valle del Cauca.


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La actividad depredadora del capital se constituyeen torno a la absorcin sistemtica de lasenergas naturales socialmente construidas en

ejes de la reproduccin de la vida biolgica: agua,aire, tierra y formas de energa.

La dialctica entre expropiacin corporal ydepredacin se configura a travs (y por) la

coagulacin y licuacin de la accin.

La tensin de los vectores biopolticos se producey reproduce en prcticas cotidianas y

naturalizadas del olvido de la autonoma

individual y/o evanescencia de la disponibilidadde la accin, en mmesis con las condiciones de

expropiacin.

Adrin Scribano


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En el mbito de la reflexin tericay del debate pblico las temticas

del cuerpo, las subjetividades y el

conflicto, las narraciones y

testimonios sobre la culturageneralizada de la Violencia en

Colombia,

dialoga con nuestro trabajo enComunicacin sobre prcticas

culturales, entendidas como

maneras de ser, sentir, pensar,decir e ir siendo en el entremedio,

el intersticio!de sociedades postcoloniales,

colonizadas y violentadas

histricamente como culturas de la

subalternidad, manifiesta en las

identidades de nacin, clase, raza y

gnero.


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Qu nos aporta a la Comunicologa elestudio del CUERPO?

Qu nos sugiere una Teora que

revindica una vieja nocin sobre la quese nombran las sombras del trnsito dela percepcin de mundos y la

aprehensin del fenmeno de la vida?

Qu se sabe sobre el cuerpo quedesconozcan la historia o la biopoltica?

Qu papel juega en las estticas ynarrativas de la violencia, la oralidadperformativa y las producciones sociales

de sentido de las Organizaciones de laMuerte, una teora de la comunicacin en

el intersticio del cuerpo como nocin y

experiencia vital?


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Las realidades fantasmagricas con las queconstruimos narrativas, suelen llamarse

sociologas. Las fundamentan teoras que noapelan al dato, al suceso, a la situacin, al evento,

a las preguntas que la suponen y en consecuenciason sospechosas (y ocultan los intereses de sus

benefactores).

El actor social en estas sociologas se pierde en eldisfraz de su naturaleza oculta, en el cuerpo alma

de las intersubjetividades parlantes que setransmuta en mercanca y, que como consecuencia

de la divisin social del trabajo y de la lipofaccintermina licuado en el consumo que la sociedad

lquida desecha y recicla.


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Como en una novela, losrelatos imaginarios de los

cuerpos ausentes ymutilados encarnan

personajes de carne yhueso. Pero, nuestras

literaturas que son la

historia narrada de viva voz

por voces mltiples en losterritorios de la Patria por

sus protagonistas, no danrazn de nada.


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Desde cualquier punto de vista, el cuerpo no lo

dice todo,ni se explica as mismo en las imgenes queconstruyen sus habitantes fortuitos, ni en la

desnudez, ni en mutilamiento de los miembrosvitales.

El cuerpo y la anatoma del ser humano no cabenen el personaje que habita un cuerpo humano

como suyo. El cuerpo vivo, la forma con sentido de

un algo materia en un algo energa en constantemovimiento es muy distinta a la creacin y

representacin de la forma- contenido de un cuerpo

de mrmol moldeado por un escultor manco en laVenecia de 1638.


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Las arqueologas de estas culturascorpreas, cuyos cuerpos

esconden estructurasdesmoronadas y partes sin

relaciones, son la materia prima de

los cientficos que creen estar antelas huellas de fantasmas

inventados por aliengenas.

El cuerpo vivo es una construccin

violenta en la que convergen todos

los elementos de los que tieneconocimiento la especie humanacomo fenmeno de la vida.

Naturalezas mltiples cargadas de

energa en proceso de extincin oevolucin permanente.


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El cuerpo inorgnico, es la materia yenerga que dinamizan o exterminan

fenmenos mltiples de la vida en elplaneta. Como materia en movimiento

se transforma, muta, muere, nace,resucita, se desplaza, desaparece, se

difumina, se registra, se guarda, se

hace visible, audible, grafiable,nombrable, renombrable, se olvida, se

rescata!vuelve volando en el

viento, flotando en aguascorrientosas, ardiendo en el fuego o

peregrinando en la solidificacin delhielo csmico.


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Marx advierte!que el hombre vive de la naturaleza,

quiere decir , que la naturaleza es su cuerpo, conel cual ha de mantenerse en proceso continuo

para no morir!

y que la vida fsica y espiritualdel hombre est ligada con la naturaleza no tiene

otro sentido que el de que la naturaleza est

ligada consigo misma, pues el hombre es unaparte de la naturaleza."


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El cuerpo no escapa a las fuerzas que lodeterminan;

tal vez miente y calla; su informacin podr

quizs dar cuenta de las deformidadescausadas por naturaleza e historia y decmo la ciencia humana y sus aplicaciones al

control social lo han venido transformando en

el objeto y artefacto que una sociedadmercantil educa, reforma, socializa y

desecha, cuando ha perdido su valor ocalidad de mercanca.


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Ego solo en su corporeidad existencial, se pregunta por un Alternecesario que lo naturalice y lo incorpore

al mundo social.Ego y Alter imaginan su encuentro e inventan signos, cdigos y

lenguajes con los que comienzan a intercambiar vivencias,experiencias y memorias para formular las leyes

necesarias para gobernar y manejar los recursos escasos,

inventar recetas para vencer a los enemigos y, mitospara adular a los fantasmas! se requerir ms de un cuerpo

para llevar a cabo este proceso civilizatorio.


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Unos seres vivos individuales o colectivosque son mucho ms que cuerpos,

energas y movimiento nos interpelan enlos haceres, pensares, decires con los

que trazaron el curso de los

acontecimientos cuando exploraron elcaos de la inconciencia de la ideologa

poltica gobernada por el idealismomeditico capitalista de sociedades

temerosas al infinito. Y estas, en tanto

cuerpos institucionalizados en

representaciones tambin infinitasexplotaron las conciencias.


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El dilogo pas a ser el lugar de losencuentros, los conflictos y los malentendidos

de ser en el mundo; entonces los humanosconstruyeron otro cuerpo, el cuerpo social

donde el sujeto ocupa ya no su recipienteautnomo (su propio cuerpo con su forma,

contenido e historia) sino un espacio de

representacin y ausencia delegado aagentes cuya posicin como seres mltiples

negocian y deciden el inmediato futuro de las

mayoras silenciosas -en otro tiempo y otroespacio de interaccin- que no es ya, cuerpo

social, sino red global de intereses.


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El cuerpo reclamar entonces el espacio vital dondepretender moverse de nuevo en un lugar imaginado,

virtual, a billones de aos de la Va Lctea en el instanteincesante en el que ocurren mltiples transformaciones

corpreas en todos los espacios y en todos los tiempos,pues nace o muere una estrella.

El cuerpo recurrir entonces a la vieja estrategia biopolticade la violencia y la guerra. La acompaar de literaturas y

ciencia exacta.

Memoria y violencia del simblico animal humano,

compartirn en esas narrativas posibles de la imaginacin

su carcter biolgico, histrico y relacional.


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As, al parecer, los debates sobre la nocin y sentido del cuerpo quereinterpretan

las memorias de la violencia y la guerra,experimentan en la actualidad

un auge que tal vez es resultado directo de las dimensiones y sutilezas

de los ataques, masacres, exterminios masivos y las guerras fratricidas,con las que se ha emprendido el proyecto civilizatorio y modernizador

de la naciones y los nacionales en la revoltura de las fragmentacionesidentitarias.


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Es este ambiente donde se visibiliza el resurgimientodel inters por las subjetividades en conflicto,

promovidas por el determinismo cultural delconsumismo post-capitalista de sus tericos y militantes fanticos

para quienes la importanciade los indicadores de competitividad y ganancia

impiden valorar el dao y el costo resultantesde los procesos de reproduccin y reproduccincapitalista a escala planetaria

como el de los cadveres putrefactos y malolientes

que nadan en la gran isla de desechos industriales del Pacfico.


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Violencia, cuerpo y memoria escapan a la lectura ydiagnstico lineal y ms amplio del cual la Historia

Oficial

hace el retrato del paisaje socio-antropolgicocon el que el sentido comn configura las identidadesde las sociedades de nuestros tiempos.


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En Colombia, como en el Mundo, los acontecimientos nacionales y

regionales, sumados a los sismos noticiosos mundiales son muchos;pero ante todo se refieren a acontecimientos violentos y reales: guerras ygenocidios con los que se estructuran las historias nacionales de poder y a

la vez la historia universal.

En su declaracin, el espritu del terrorismo Jean Baudrillard llega a la

conclusin de que el incremento del poder producey procura mayor nmero de competidores y enemigos

y dentro de esa lgica los propios beneficiarios del sistema se vuelven contra

l y este a su vez se convierte en el cmplice de su propia autodestruccin,como el lagarto que se come su propia cola hasta devorarse a s mismo.


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Si la clave de lectura como proponen los analistas dela violencia es el contenido simblico del evento del

que somos partcipes, es porque como observadores

virtuales fascinados con lo inslito, terminamos porconvencernos que la ficcin de la realidad no es nuevay que los abusos del poder hacen parte de la realidad

fantstica donde el ejercicio de la violencia, la guerra

y la licuacin (Scribano 2005) de los cuerposincinerados y los sobrevivientes, constituyen el espritu

que signa nuestro tiempo y nuestras sociedades a larazn histrica de la epopeya occidental.


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Las condenas a Oriente o a Occidente, las pugnas por la

hegemona del Este o el Oeste, el Norte y el Sur en suspretensiones liberadoras, nacionalistas y anti omnipotentes,

pueden concebirse como decisiones polticas de actores

hegemnicos que apuestan a vencer o morir o a laredencin suicida de ganar el cielo y cerrar el ciclo vital

dando la vida al creador.


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Los acontecimientos muestran que la

resistencia generalizada a lahomogenizacin y mundializacin poltica,econmica y cultural ha llegado a

convertirse en el estado de cosas mutante,readaptable, determinante y funcional a los

intereses de poderosos poderes

econmico-militares.Pero los acontecimientos y las realidades

ocultas no se explican con la visin

maniquea del mundo que opone ricos ypobres, sudacas, rabes y europeos, como

los malos y los buenos o, por el

resurgimiento de las fuerzas del Malempeadas en arrasar las grandes obras

de la Cultura Occidental.


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Que internet y la t.v ganen la guerra.Es en ese nuevo escenario de accin donde se crean los subversivos, los

guerrilleros, las sectas de dictadores y los paramilitares, que son unanueva modalidad de organizaciones semi intitucionalizadas que han

aprehendido los saberes, haceres y decires de la modernidad occidental y,que se han educado para el terrorismo en los mrgenes y los lmites para

sobreponerse a su efecto mundializador y sus respectivas reglas, usando

si no las mismas armas de sus competidores, la imaginacin terrorficadesbordante.


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La muerte de un ser humano no es el arma

secreta, ni la que proporciona una ventajasustantiva sobre el otro no deseado. Elsimbolismo es la clave de la comunicacin

estratgica de la guerra sucia. No se tratade la muerte del Estado, de la Banca o la

Industria de armas nucleares.

Mientras tanto, para los subversivos,guerrilleros, bandidos y paramilitares, sus

empresas son pactos y al igual que sus

enemigos tienen la facilidad de redefinir loscdigos morales por la voluntad de lder que

reemplaza al anterior (muerto y olvidado) quelos vincula a un plan maestro de un ideal

superior global.


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La violencia, ha evolucionado y se haconvertido en una aventura que slo los

ricos pueden emprender y puede tambinser una de las consecuencias objetivas

del poder. (Baudrillard 2001: 6)Existe adems complicidad interna,

profunda de este poder con aquel otro que

se alza contra l desde el exterior y lodesafa y logra desestabilizarlo finalmente.

La violencia es en consecuencia un

fenmeno intrnseco al propio sistema.


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En la postmodernidad coexisten ms de dos fuerzasopuestas y muchas de ellas acuerdan acciones y

programas de accin blica tcitas, cuyos balances pocose detienen en los efectos controlables, sino en el

inmediatismo de los beneficios y la rentabilidadfinanciera. La preponderancia de una de las fuerzas en

pugna, el surgimiento de una nueva, se interpreta en

trminos de poder econmico-poltico y simblico, lo quesignifica, necesariamente, la reanimacin la reaccin en

cadena del sistema completo que fija las reglas de juego

mundial..


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El espritu de la violencia ya no requieremostrar cadveres putrefactos, fotos de

desaparecidos o crceles llenas, estaaccin ha pasado a los agentes de la

publicidad y las industrias culturales. La

accin violenta concreta se concentra en lainvisibilizacin total, en hacer desaparecer

a los enemigos y oponentes, e incluso asus aliados bajo el humo de la bomba o en

el lodo de los ros profundos y tal vez tras

la valla que anuncia el estreno de la ltima

versin del film La guerra de las Galaxias


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Pero entonces, qu es la violencia?

Es la afirmacin del poder o "del sujeto, traducida en un actuar con el dolorfsico considerado legtimo por el artista y por (algunos) testigos (Riches

1986: 8), puesto que el acto violento es relativamente el efectuar fcilmentey al mismo tiempo, una forma muy eficiente de transformar el entorno social

y la puesta en escena de un mensaje ideolgico ante una audiencia pblica

altamente visible y concreta (1986: 11).

Esta definicin de Riches, tiene la ventaja de permitir la comparacin

transcultural de la violencia y en su direccionamiento, destacar laambivalencia esencial de la guerra y la violencia como formas de accin

instrumental y expresiva de un agente de poder. (1)


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Pero cmo este proceso de legitimacinsocial de la violencia es consumado?

El concepto de guerra (o conflicto armado) describe un estado

de confrontacin en el que la posibilidad de que la violenciaest siempre presente y se considere legtima y, en el que se

producen los encuentros violentos reales sobre supuestosdefinidos.

Significa tambin una relacin de las colectividades polticas por

encima del nivel de la familia, las clases populares y losindividuos, agrupadas en organizaciones o asociaciones lcitas

o ilcitas; incluye desde bandos, partidos, grupos o linajes aEstados Nacionales (e incluso alianzas estatales).


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En ninguna de estas colectividades, incluso en la mayora de los casosconocidos, de ningn bando es la decisin de ir a la guerra con el apoyo

unnime de todos los miembros del grupo y con el respaldo de un sector

poblacional de opinin amplio.En los casos reportados, el grupo de decisin estar compuesto por la mayorade aquellos que detentan el poder en la sociedad y otros que paulatinamente

se alan a l o lo abandonan. Las "guerras ocurren cuando los que toman la

decisin de luchar estiman que al hacerlo defienden la razn de sus interesesmateriales " (Ferguson 1990: 30). (2)


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Los medios por los cuales estos racionamientosmorales y el lenguaje que se inculca en las

mentes de aquellos que realmente marchan a labatalla son muy variables entre las bandas y los

estados. Lo importante es, sin embargo, quemientras que los conflictos son causados por las

condiciones estructurales como el acceso

desigual a los recursos, los cambios en lapoblacin o presiones internas o externas, como

las guerras, no suelen resultar automticamente

de estas condiciones. (3)


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La violencia puede ser una estrategiaexitosa para muchos tipos diferentes de

sus autores.

la guerra es como un delicioso pedazo

de pastel, todo el mundo quiere unpedazo: polticos, delincuentes y

especuladores, usureros y asesinos,sdicos y masoquistas, los fieles y los

historiadores y filsofos de caridad, y los

periodistas (Ugresic 1995: 126).


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Para intentar concluir, lo que hasta aqu hemos venidodiciendo, vale la pena retomar el trmino "Mercados de

violencia" para describir los escenarios de interaccin

violenta a largo plazo, sin restricciones por lasestructuras de poder globales y normas de mitigacin,donde varios actores emplean la violencia como

estrategia de negociacin de la energa y el material de

beneficios. (Georg Elwert 2003).


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Desde este punto de vista, la guerra y la violencia esun juego jugado por los lderes de la planificacin

estratgica o las lites en el que los que realmentecometen los actos de violencia no son ms que

peones que - al menos momentneamente-

renuncian a sus cuerpos y a la reflexin y a la raznen favor de la accin emotiva y el instinto de

supervivencia.Sin embargo, en ambos niveles, la motivacin sigue

la lgica de una gramtica cultural especfica que

define el valor y la relacin de la importancia de los

beneficios materiales y sociales (honor, prestigio).


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El asunto, reclama a las ciencias y quienes las profesan, abrir el punto devista y el enfoque de la situacin a la ubicacin de contexto de la

comprensin y del mutuo entendimiento en la interaccin.La significacin, la representacin de lo que decimos sobre lo que

venimos siendo como pas y cultura violentos y, lo que creemos por vocesajenas que vamos siendo, configura identidades nacionales y regionales

de las que participan o no, los cuerpos y los fantasmas como actores

sociales que se construyen en las tramas de los contextos del tiempo-

espacio de la vivencia de las relaciones sociales violentas, extremas,diferenciales, clasistas, racistas, homofbicas y autoritarias.


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All donde manda y decide una lite de poder que con susacciones, mandatos y discursos hace ver y saber a sus

posibles enemigos o competidores, su lugar y posicin en laexperiencia vital e histrica de poseer un cuerpo vivo.

Los actores involucrados en tales procesos y las prcticas

que se llevan a cabo, parecen comprensibles, en tanto

textos- discursos- performances con los que se acta.

Se trata segn Baudrillard (2001) de una guerra fractal de

todas las clulas, de todas las singularidades que sesublevan bajo la forma de anticuerpos.

Las identidades resultantes, estn dispuestas a matar ycomer del muerto.


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Tal vez, la dimensin performativa y caracterstica adicional de la

violencia como accin simblica mencionada en su cualidad corprea,arroje luces.La violencia sin pblico va dejando a la gente muerta, pero sin

espectculo y socialmente sin sentido. As, los actos violentos soneficientes por su puesta en escena de poder y legitimidad, probablemente

incluso ms que por sus resultados fsicos reales o sus ganancias. (4)

Se trata de un fenmeno social complejo que bajo ciertas circunstanciaspuede no ser una buena opcin estratgica en absoluto, como en el caso

de Colombia donde nuestro ser en otro, parece renovarse en la incesante

narracin de actos violentos y conflictos contra el cuerpo en todas susvariantes.


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La produccin de memorias de violencia einteraccin violenta constituyen el actual Archivo

Histrico de la Nacin, el patrimonio de losvencidos ansiosos de mendigar migajas de

libertad. Sin embargo, el proyecto cultural de estaprctica recreadora, queda al servicio de los

campos sociales donde se define la supervivencia

y renovacin de las viejas formas de poder,marginalidad social y hegemona y donde reina la

extraacin.


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Esta gramtica cultural da un significado al cuerpo fsico, al

cuerpo social en cuanto representan actores y contendientes,y a la vez construyen unas nuevas gramticas subalternas delterror al resignificar la puesta en escena, y el performance de

producir variantes de los cuerpos muertos, torturados odesaparecidos de los que ya no se tienen registros, con lo que

se promueve ms la participacin y permanente confrontacin

entre los violentos.


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La sociedad termina por promover y publicitar elmercado de la violencia y al hacerlo ofrece un marco

motivacional adicional que tiende incentivos mayoresque la del actor individual movido por intereses

inmediatos.


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Con todas estas consideraciones es importanteagregar que el anlisis descriptivo detallado de

cmo estos procesos de decisin evolucionan,qu modelos culturales se emplean para evaluar

una situacin como un llamado a la accinviolenta y qu tipo de relaciones sociales se

invocan para interpretar el juego de poder que

conduce a una lite y sus aliados a tomar ladecisin de participar en actos de violencia a

corto plazo o de hacer la guerra, ha sido muy

descuidado en la investigacin socio-

antropolgica y comunicolgica sobre la

violencia.


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El giro Corporal o el inters por

explorar en Amrica Latina la

conexin-tensin entre las formas de

reproduccin social del capitalismo y

las acciones colectivas en el

entremedio de las polticas derepresentacin del cuerpo, las

polticas de control social, la violencia

y la estructuracin de las dinmicas

de las relaciones sociales en su

conjunto, sirve para observar cmo

la sociedad y la lgica que la mismacomporta en los diversos niveles de

reproduccin del capitalismo en los

momentos de mayor tensin que ha

vivido nuestro pas.


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El carcter fantasmagrico del

capital se manifiesta en los

miedos que la

lgica de la dominacin imponecomo mecanismo de control

social, a travs

de dispositivos de

disciplinamiento individual y

colectivo.

Fantasma y fantasa evidencian

que la percepcin social de la

realidad se presenta sesgada y

sostiene una mirada que no

quiere ver ms que fantasas que

prometen.


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Se configura un futuro mejor, eludiendo la capacidad presente de

reconocimiento y transformacin de una realidad concreta, tapada

por el miedo al regreso de los fantasmas.

En cada presente perdido como posibilidad de actuar, operan una

serie de mecanismos

ideolgicos sobre los marcos perceptivos de los agentes,

asediados por un dolor socialque finalmente se acalla /se hace callo/ en espera de que suceda

una fantasa.

Los estudios de accin colectiva han permitido visualizar esas

falsas suturas, detener

el acoso y atravesar las fantasas sociales, y sobre todo hacer

notar como las mismas

actan como adormecedoras de posibles situaciones de accin

colectiva.

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