Conviccionesy reflexiones

Capítulo 3

Fig. 293. Le Corbusier. (Foto vista en:http://dannmihalake.wordpress.com/le-corbusier-jeanneret-charles-edouard/le-corbusier-jeanneret-charles-edouard-2/ )

En una época donde las reflexiones acerca del arte, del cubismo y la misma arquitectura eran un referente, es importante establecer una serie de análisis de los pensamientos del arquitecto que validan aún más esa postura hacia la naturaleza y que se dan a través de la pedagogía enseñada, la mirada, la ciencia y el arte, y la geometría revelada a partir de�las matemáticas o esa “invariante” a la que se refería respecto a una ecuación perfecta.

Como base para este análisis, se revisan algunas referencias del mismo Le Corbusier entre 1918 y 1926, publicadas en “Acerca del Purismo; escritos 1918 - 1926”, donde e x i s t e n u n a s e r i e d e a p a r t e s d e publicaciones del Esprit Noveau, y otras publicaciones que aclaran una serie de convicciones acerca de la naturaleza y la importancia de la creación de leyes en la arquitectura, obtenidas a lo largo de su educación y experiencia como arquitecto desde temprana edad.

Para Le Corbusier, todos los seres vivos somos producto de una selección natural que ha evolucionado a través de toda la historia, donde cada vez se van adaptando y evolucionando en función de una depuración de la naturaleza (Ozenfant A. & Jeanneret Ch. E. 1994.)

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El profesor Le Corbusier.

Le Corbusier parecía tener su propia c o n v i c c i ó n d e u n m é t o d o e n l o s procedimientos de diseño arquitectónico. Durante un corto periodo, pero que a la vez fue significante en cuanto a cierta comprobación en cómo debían ser estos y en cómo debían enseñarse, a finales de 1911 y comienzos de 1 9 1 2 l u e g o d e r e a l i z a r s u s v i a j e s , especialmente cuando acaba su viaje a oriente, y cuando este llega a La Chuax nuevamente, se dedica a escribir y a editar prácticamente lo recopilado durante su viaje. Luego de 3 meses publica su 1er libro “Estudio sobre el movimiento de arte decorativo de

Alemania” e igualmente comienza ya un nuevo rol como profesor.

Al llegar a la Escuela de arte de La Chaux, y ya como profesor, trato de establecer cierta relación con su maestro L´Eplattenier en cuanto a la pedagogía a impartir a sus estudiantes. Sin embargo, luego de establecer un método de enseñanza y el programa por parte de ambos (Le Corbusier y L´Eplattenier), existieron ciertas discrepancias al respecto.

Aparentemente, L`Eplattenier insistía en que dichos métodos eran un “estilo del jura” creado a partir de las formas de los paisajes de la naturaleza de la región; y para Le Corbusier, esto no era un problema solo de estilo, esto era algo que trascendía más allá de una región, es decir, se inclinaba más hacia la idea de que era algo más allá de lo local, era un método universal.

Para L´Eplattenier eran asuntos decorativos sobre la superficie aplicar, mas no en el diseño propio de la superficie del objeto o de la obra; Le Corbusier en este punto específicamente no estaba de acuerdo y le manifestaba a su maestro su desacuerdo tildándolo de “ornamentista”*. Aquí se nota como existe desde entonces, un criterio propio del arquitecto que surge como parte de su preocupación por la arquitectura misma; es decir , el asunto de la naturaleza y de la abstracción no era meramente un asunto decorativo sino que iba mucho mas al lá para la arquitectura.

Igualmente Le Corbusier insistía en que para la pedagogía de los estudiantes de arquitectura, debe existir el conocimiento general en todo sentido incluyendo el arte, ya que este es necesario y debe mezclarse con su pensamiento.

Brooks (1997), además hace referencia�respecto a la influencia del libro de Nietzche y Shure “Zarattustra” y “Les grandes inities”; respecto a cierta inclinación profética y del deber con la humanidad por parte de Le Corbusier, manifestándose en su labor docente.

Respecto al curso de arquitectura que finalmente Le Corbus ier d i r ig i r ía conjuntamente con su ex-maestro L´Eplattenier en la escuela superior de arte, hay ciertos aspectos importantes que bien caben destacarse dentro de los objetivos del curso, los cuales eran:

Una pedagogía centrada en el interés de captar de la naturaleza a través de la abstracción sus leyes y elementos de orden en su forma. L´Eplattenier y Le Corbusier llamaban a esta metodología “prospectus”; y era, como una guía para el análisis de formas de la naturaleza, flores, figura humana, etc.

Fig. 294.

Fig. 295.

Fig. 294. Estudio de formas naturales. Portada para la escuela de artes. (Vista en BROOKS, H. A. 1997 p.363)

Fig. 295. Estudio de formas a partir de la observación del pino. 1911. (Vista en BROOKS, H. A. 1997 p.366)

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Implementar un curso pedagógicamente ajustado a sus criterios de observación y abstracción; el cual iba encaminado� hacia la producción y a la aplicación (Era un curso que podría relacionarse en parte con la filosofía de Worringer* y Ruskin*; y la parte de producción e industrialización aprendida en Alemania.)

Le Corbusier, insistió en un método de elementos geométricos que se iban descomponiendo, los cuales eran cierta esencia de diseño y composición de las cosas. (El cual básicamente era similar al impartido por L´Eplattenier* a él cuando joven)

Y Saber mirar todo lo que nos rodea, incluyendo la arquitectura. Le daba valor al estudio de las diferentes características de la arquitectura, es decir, de los elementos que desde el punto de vista volumétrico y otros aspectos, la componen. En esta figura se nota el análisis de los estudiantes a componentes de la arquitectura. En la fig. 297 y 298 se puede apreciar la importancia de referentes clásicos.

Fig. 296. Dibujos de “abstracción” de formas naturales y patrones geométricos a partir de árboles realizados por Le Corbusier.(Vista en BROOKS, H.A.1997. p365)

Figs.297 y 298. Análisis de componentes arquitectónicos realizado por los estudiantes de Le Corbusier en Junio de 1913. (Vista en BROOKS, H.A. 1997. p362)

Fig. 297. Fig. 298.

Fig. 296

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El hecho de que Le Corbusier insistiera en el análisis de la naturaleza ya como profesor, evidencia cierta validación de un método en la mirada a la naturaleza que el arquitecto debía aprender.

Su pedagogía relacionada con la manera de proyectar, valora el estudio de la naturaleza como un asunto no solo hacia aspectos meramente decorativos durante su formación, sino que nos muestra como esta es una de las bases para el entendimiento de las formas a aplicar en la arquitectura.

Los ejercicios de Le Corbusier con sus

alumnos, incluían un sistema de unidades a

partir de una grilla encontrada en los elementos

de la naturaleza; donde se establece un patrón

repetitivo por medio del dibujo. Esto, es

apoyado en la bibliografía de Eugene Grasset

(1905) en “Methode de compos i t i on

ornamentale”.

Aquí se comprueba de cierta manera el método

establecido por el profesor a sus estudiantes.

En este sentido, son nuevamente los trazos que

se van derivando del estudio de los pinos y los

árboles, en donde se identifican patrones y

c ier tos t razos regu ladores de l íneas

diagonales, horizontales y verticales. El

arquitecto como docente establece una

pedagogía donde valida su propio método a

partir de ejercicios similares inculcados por su

maestro L`Eplat tenier cuando era su

estudiante.

En las figs. 299 y 300, se evidencian dichos estudios de los profesores y sus estudiantes, con patrones naturales obtenidos a partir de una serie de circunferencias que van tomando una serie de formas y composiciones a través de la abstracción de flores, pinos y hojas.

Fig. 299.

Fig. 300.

Fig. 299. Dibujos realizados a partir de la observación aparentemente de flores y hojas. 1911 (Vista en BROOKS, H. A. 1997. p366)

Fig. 300. Dibujos de procesos de abstracción y geometrías a partir del pino y hojas. “Pino en invierno” de Le Corbusier 1911. (Vista en COHEN, J. L. 1975)

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Fig. 301. Bocetos y diferentes dibujos realizados por Le Corbusier con abstracciones y estudios a formas naturales durante los años 1902 - 1907. (Vistos en BROOKS, H.A. 1997)

Fig. 302.Composición de abstracciones y geometrías realizadas aparentemente a partir de la observación de árboles. Le Corbusier. (Vistos en COHEN, J. L. 1975)

La abstracción y la mirada

Es evidente que Le Corbusier registró de manera cada vez más detallada la naturaleza, abstrayendo y caracterizando ciertos patrones o pautas geométricas extraídas de a observación.

Los trazos geométricos, que realizaba a partir de la observación de la naturaleza (rocas, capas de árboles, semillas, etc.); aparecen en Le Corbusier desde muy temprana edad. Las pinturas, bocetos y de sus composiciones, eran una constante referencia a la naturaleza desde su niñez.

Es indudable la capacidad de su mirada y el interés hacia las formas naturales. Su mirada es, precisamente, un entrenamiento para ver cada vez más allá de cierta superficialidad de los objetos. Desde muy temprana edad, existía una preocupación en encontrar, a través de la mirada en la naturaleza, composiciones nuevas y diseños fundados en una reinterpretación de lo que veía, tratando de encontrar la esencia de las cosas. Al revisar la obra de manera cronológica son evidentes los estudios aplicados de referentes naturales en su proceso creativo y aplicados en la arquitectura. En los bocetos, gradualmente desde los grabados que hacía y los primeros bocetos que dibujaba, estos se iban convirtiendo cada vez más en composiciones abstractas extraídas de la mirada en la naturaleza. Estos no eran un estudio meramente decorativo, era un estudio profundamente analítico.

Los estudios de hojas, tallos, el suelo, piedras, árboles, etc; van evolucionando y en algunas abstracciones, parecía despertar cierto interés en trazos ortogonales. Parece como si cada vez se cristalizaran más los elementos tratando de ordenarlos y regularizarlos. A través de la abstracción, Le Corbusier parece encontrar un proceso de metamorfosis que trata de encontrar una esencia y una mayor evolución de los dibujos, y una clara evidencia de la metodología a través la abstracción misma.

Fig. 301.

Fig. 302.

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Es característico en los dibujos de L.C. una especie de abstracción de formas de la naturaleza a partir de en una serie de repeticiones que van componiéndose y transformándose en patrones o pautas en sus bocetos. Sus diseños, de manera disciplinada son controlados por una serie de trazados de patrones reguladores� d e l í n e a s . L a s abstracciones cada vez se van convirtiendo en temas cada vez más complejos y difíciles de relacionarlos con el objeto que se mira.

Refiriéndose a este procedimiento de abstracción de formas de la naturaleza tales como hojas, piedras, arboles, etc., el mismo historiador Allan Brooks (1997) se refiere a como era de evidente el procedimiento de diseño. Le Corbusier parece defender la mirada de la naturaleza, insistiendo que esta debía estar basada en una serie de leyes que el artista tiene que conocer, y que este debe dibujarla de manera analítica para entenderla y sintetizarla en sus fundamentos y leyes.

En sus viajes, cuando se apostaba a dibujar realizaba bocetos propios de un método personal de abstracción que iba en evolución. En sus dibujos se muestra una “síntesis” de lo fundamental que era para él; es decir, la manera como el miraba la naturaleza y la reinterpretaba en dibujos, era el mismo procedimiento para ver y abstraer de la arquitectura lo fundamental. Los dibujos que hacia Le Corbusier de las obras arquitectura y la pintura que veía, no eran superficiales sino también de cierta profundidad, composiciones reinterpretadas, sombras, geometrías y elementos ordenadores. Aquí, es clara la importancia en la educación de la mirada definitivamente.

Durante sus viajes, otra de las cosas que cabe destacar era la búsqueda de pautas implícitas en las formas. Le Corbusier a través de la mirada aguda en la pintura, encontraba ciertas herramientas que le brindaban respuestas a la arquitectura. A esto se le suma, como traves del “Methode de composition” Graset (1905), Le Corbusier valida la abstracción geométrica y de las formas en la obra de Cezanne comprobando una y otra vez esa mirada aguda en todos los aspectos. Incluso, su padre se refería a cual era el verdadero interés de su hijo en los viajes, refiriéndose asi en una de las cartas que le envía: .(..)...“Una cosa que me sorprende en esos artículos es que eres todo menos arquitecto: pintor, colorista, poeta, sensible a la belleza de la naturaleza, (...).; todavía hasta ahora uno tiene dificultades para encontrar dos o tres alusiones a edificios en todas las ciudades que ya has visitado” (Brooks 1997, p.274)

Bien se podría establecer, que la pintura hace parte de su interés tal como lo era la naturaleza y la arquitectura. La pintura de Le Corbusier es otro manifiesto de la abstracción geométrica establecida� y� plasmada en su obra. Admiraba a Cezanne, Hodler, Signac, Maillo, Matisse, Van Dongen, Van Gogh, Gaugin, Bonnard y Denis. Es de recordar la importancia que Le Corbusier le da Cezanne en cuanto a la manera de abordar un método de la pintura a partir de trazos ordenadores encontrados en la pintura. De una u otra forma, esa relación de Cezanne y Matisse con ciertas leyes de composición en el arte, validan esa postura de Le Corbusier en cuanto a cómo se debía mirar precisamente la naturaleza, tomando de esta lo verdaderamente esencial y útil.

Fig. 303. Dibujo de análisis acerca del crecimiento y proporciones de un árbol.(Vista en BROOKS, 1997)

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En los viajes, se alternaban visitas a edificios, pueblos y visitas al campo y paisajes de los lugares por donde iba pasando. Muchas veces, Le Corbusier y su compañero de viaje preferían contemplar la naturaleza. Esto se relaciona en el viaje que realizaron a los montes Apeninos a “mirar el ocaso del sol y la salida de la luna” (citado en Brooks, 1997 p. 112). En muchas ocasiones Le Corbusier prefería ir a lagos y adentrarse en bosques y ciertas visitas a sitios explícitamente de entorno natural en vez de ciudades o edificios.

Entre las obras de arquitectura que vio y que fueron fundamentales en su educación, es el monasterio de la Cartuja. En ésta vio un modo de vida ideal para los hombres y se refería a la posibilidad de que a partir de sus volúmenes, veía unas células de habitar; aspecto que definitivamente para esta investigación es de interés debido a la connotación final que antecede la casa domino. Cabe recordar lo escrito por Le Corbusier a sus padres en 1907: “Me gustaría vivir toda mi vida en lo que podríamos llamar células. Esta es la solución a trabajar en la casa del hombre. Un único tipo o más bien un paraíso terrenal”. (citado en Brooks, 1997, p. 301)

Adicionalmente, en uno de los escritos de Le Corbusier a su hermano Albert le manifiesta cierto reconocimiento a esa mirada aguda aprendida en su escuela, y la cual encuentra bastante útil durante sus viajes: “Mr. L´Eplattenier supo desarrollar en nosotros una visión amplia..., además tenemos un suficiente conocimiento acerca del arte y su historia, lo que nos permite beneficiarnos de las leyes que guían los grandes maestros.”.. “Finalmente en casa el ornamento ha sido altamente desarrollado, aquí, no han visto jamás una flor”… “Tomamos de el un extraordinario regalo y una profunda inteligencia. En teoría ya lo supera, y en pocos años lo aplicaremos en la práctica de la arquitectura moderna. Para mí, el es como mi

25segundo padre” .

25. Carta enviada por Le Corbusier a su hermano Albert el 15 de dic. De 1907 desde Viena. (citada en BROOKS 1997, p. 128).

Otro aspecto importante, es que luego de regresar de Paris, Le Corbusier escribe una serie de asuntos relacionados con el urbanismo en “La Construccion des Villes”. Aquí, Le Corbusier traslada esa mirada por medio de una serie de dibujos, bocetos y sketches sintetizados igualmente a partir de una serie de análisis y descripciones respecto a lo que debe y no debería pasar en los diferentes trazados urbanos. A partir de una serie de dibujos sintetizados, plantea una serie de relaciones entre las manzanas, los edificios, los árboles, el entorno, geometría, etc. Parece como si tratase de encontrar una serie de reglas para el urbanismo también.

Fig. 304. Dibujos de análisis urbanos realizados por Le Corbusier para el libro “Le construction des villes” en 1910. (Vistos en BROOKS, H. A. 1997. páginas 277, 285, 413 y 494)

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Es interesante entonces plantear que Le Corbusier lo que hace en su viaje es reafirmar de manera integral su método, y que a través de su mirada encuentra la base de la arquitectura. Lo clásico y la buena arquitectura es derivada, precisamente de una experiencia de verificación en los valores intrínsecos de esa mirada en las formas naturales donde a partir de allí, se garantizan los valores de armonia, proporción y todos los aspectos fundamentales de la forma bajo aspectos universales.

Cada vez más, Le Corbusier parece reconocer un método a través de la abstracción geométrica, en la cual, parece encontrar el verdadero arte y arquitectura. En este sentido Le Corbusier también menciona a Worringer (1948), y se refiere al libro “Abstraktion und Einfulhung”, y que durante uno de sus viajes leyó. Dicha mención, aparece en el cuaderno de notas de Le Corbusier, donde además cita: “El impulso artístico primordial no tiene nada que ver en hacer una representación de la naturaleza. Este busca una abstracción pura como la única posibilidad de reposo en la composición de la pintura, y crea el mismo con el instinto necesario, una abstracción geométrica” (citado en Brooks 1997, p.256). Esto se interpreta como la representación de lo fundamental de la mirada de la naturaleza, encontrada a partir de la abstracción geométrica y validando así además lo que L`Eplattenier le enseño al joven Le Corbusier. Esto nos revela lo verdadero y original que se encuentra oculto en la naturaleza, y que se manifiesta a través de nuestra propia abstracción. Worringer (1953), definitivamente insta a la abstracción, y de hecho, esta se hace manifiesta en la arquitectura clásica y antigua, sobre la cual Le Corbusier estaba tratando de entender, reafirmar y conectaba de manera clara y evidente con su método a partir de la mirada.

Fig. 305.

Fig. 306.Fig. 307. Fig. 308.

Figs. 305, 306, 307, 308. Dibujos realizados por Le Corbusier de diferentes paisajes y arquitectura vistos durante los viajes entre 1911 y 1918. Es importante destacar como los dibujos son una especie de “síntesis” de lo que L.C. veía. (Vistos en BROOKS, H. A. 1997.)

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Es por esto que Le Corbusier plantea cierta postura frente a lo que el artista debe realizar para obtener una gran obra. En este caso, al mirar se debe invalidar completamente el hecho de una imitación superficial de algo a través de la misma mirada. : “La naturaleza, apreciada o mirada superficialmente, parece un magma de incidentes en constante cambio y variación... Pero, observada con atención, o apreciada seriamente, la naturaleza aparece entonces, no como un espectáculo maravilloso, sin guión, sino como una máquina. De esta máquina complicadísima surge un tejido complejísimo, pero tejido en trama geométrica. La geometría física y matemática define las leyes de las fuerzas que son como ejes de ordenación” (Ozenfant & Jeanneret, 1994, p.31)

Para el arquitecto, el artista debía buscar las leyes de orden de la forma a través de un método de “inducción, análisis, concepción y reconstrucción” (Ozenfant & Jeanneret, 1994, p.32). Igualmente, hace relación respecto al error que existe al pensarse que la ciencia es deductiva y el arte intuitivo únicamente; hablando de como para el artista sus estudios son paralelos a los métodos de análisis de un físico o matemático en la ciencia; para ambos es el conocimiento de ordenación de la naturaleza. Para el artista, la mirada es la que actúa verdaderamente como instrumento de control, de comprobación y de entendimiento.

Plantea la importancia en que el artificio creado por el hombre debe encontrar sus propias leyes. El artista trata de definir lo que denomina los “ejes de ordenación” a través de leyes de armonía, ya que precisamente la naturaleza obedece a ejes de orden como resultado de una gran multitud de leyes, las cuales poseen ciertas jerarquías que se deben encontrar, tal como lo establece un tronco, luego las ramas y luego las hojas de un árbol. Insiste en que el arte y la arquitectura, al igual que la ciencia debe conocer primero sus propias leyes. En este sentido planteaba que “Cada vez que el sabio o el artista intente trasgredir esas leyes, su obra disminuirá” …(..).. “Los cánones antiguos que suelen creerse códigos artificiales, calibrados, no estaban fundados sino en el justo conocimiento de la universalidad de las leyes naturales que gobiernan el mundo exterior y condicionan la obra de arte. No eran códigos sino leyes justas y flexibles, que permitían vincular la obra humana a la de la naturaleza” (Ozenfant & Jeanneret, 1994, p. 37).

En este caso, los seres vivos no se deben mirar de manera superficial o solo desde un punto de vista determinado, sino más bien desde todo punto de vista para encontrar realmente esas leyes que involucran su forma resultante. Es algo así como “saber encontrar para luego aplicar” las leyes implícitas de la forma. (Ozenfant & Jeanneret 1918). Precisamente, el mismo Le Corbusier se

refería a “..lo que la naturaleza exige de nuestro espíritu es ser comprendida en sí misma, en su esencia y no tanto en su aspecto”.(Ozenfant & Jeanneret, 1994, p116)

Le Corbusier hace una especie de ejemplificación de las diferentes maneras de percibir la forma a través de la mirada. Por ejemplo, la línea recta, la línea quebrada y las curvas hacen disponer de manera distinta los músculos de nuestra visión logrando así una especie de consecuencia geométrica en nuestra percepción. Es en este sentido que se plantea como esta percepción tiene una cierta universalidad de criterios de orden en todo y para todos, planteando como la técnica es un aspecto fundamental para llegar a la estética, ya que sin ésta nada se podría realizar de manera perfecta. Todo esto, en mayor o menor medida requiere de intuición y de la razón.

Para Le Corbusier, el análisis era el principal mecanismo de entendimiento para entender las propiedades de la naturaleza y establecer objetivos similares. Hace la diferencia en cuanto a que para la ciencia, la comprobación está en los instrumentos que ella misma posee para su medición, y que puede lograr la perfección a través de estos instrumentos; haciendo cierta alusión a que para la arquitectura y el arte también existían además expresiones de una medición por medio de leyes.

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De hecho, el arquitecto trata de demostrar cómo algunos aspectos geométricos obedecen a lineamientos fisiológicos, y que como tal, este ya tiene una serie de dinámicas y estéticas preestablecidas, las cuales además, están regidas también por un orden compositivo a partir de leyes. Es además, cierta validación en cuanto a que nuestros ojos deben precisamente afinarse en torno a una mirada aguda para obtener de las formas una verdadera claridad geométrica (Ozenfant & Jeanneret, 1994). Esa claridad geométrica bien podría relacionarse con el concepto del cristal en las formulaciones de Riegl (Worringer 1953) en cuanto a esa “Cristalización” que se obtiene de la mirada en la naturaleza, y es, la que según éste, como debía obtenerse la abstracción de las formas de la naturaleza y su geometría.

Podría decirse que Le Corbusier, es a través de esa “cristalización” como entendía la naturaleza, su geometría y que es precisamente allí donde encuentra un factor común entre el hombre y la naturaleza, validada a través de leyes en la arquitectura.

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Las culturas antiguas.

Le Corbusier recalcaba que la abstracción geométrica era la base del arte y la arquitectura en muchas culturas antiguas. Plantea cierta reflexión frente a criterios de realización del arte y la arquitectura en las culturas antiguas, validando una y otra vez su obra y sus métodos. De hecho, aparentemente su mirada en la naturaleza lo reafirmó a partir de lo encontrado en la arquitectura clásica antigua.

Cuando llega a Atenas, en las ruinas del Partenón, la acrópolis y demás edificios, parecía encontrar el ideal de la arquitectura: lo bello, lo perfecto, percibido a través de las leyes de la naturaleza por medio de reglas universales. Vio las matemáticas en estos edificios, vio prácticamente lo perfecto para el en la arquitectura. En el Partenón, reacciono de manera intensa (Brooks 1997). De hecho, se refirió a este acerca de las virtudes que tenía alrededor de sus leyes, reglas formales, matemáticas, medidas y proporciones, etc. Si bien antes se refería un poco de estos aspectos a la arqui tectura que había encontrado, definitivamente aquí Le Corbusier se exaltó con estos monumentos.

Esto, podría interpretarse como un encuentro de una estrecha relación entre lo aprendido en La Chaux, los viajes, los libros y la arquitectura. Le Corbusier, recalca de hecho las leyes implícitas de orden en el Partenón con ciertas leyes que había encontrado en las pinturas que ya conoció con anterioridad en algunos museos. Adicionalmente, y como lo manifiesta el propio Le Corbusier, existía una visión espacial de orden a través de sus masas, volúmenes y espacio; es decir, no era un problema decorativo ni externo solamente. También estuvo en Pompeya y reitera su interés a través de análisis hechos a las edificaciones con elementos reguladores de composición. En las casas y estructuras religiosas se examinan ejes, composiciones, relaciones espaciales, axialidades, asimetrías o simetrías espaciales, etc. Igual que en todos sus análisis, trata de entender los elementos fundamentales de orden que regulan la forma.

Fig. 309.

Fig. 310. Fig. 311.

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Fig. 309. Ordenes geométricos establecidos en el Partenón. (Vista en LAWLOR R. 1996, p.29)

Figs. 310 y 311. Dibujos realizados por Le Corbusier durante el viaje a oriente en Grecia.(Vistos en BROOKS, H. A. 1997, p. 281 y 282)