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COMPLEJO DEPORTIVO UNIVERSITARIO [ES] Composición arquitectónica de la ciudad en la ciudad

Complejo Deportivo Universitario [ES]

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COMPLEJO DEPORTIVO UNIVERSITARIO [ES]

Composición arquitectónica de la ciudad en la ciudad

 

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I.

El proceso de investigación de contexto(s) urbano(s)

El Estadio Universitario de Porto, inaugurado en 1953, es todavía un símbolo

que se quedó de una generación de arquitectura portuguesa propia de la dictadura

de Salazar. Fue construido en un contexto aislado de la ciudad (en el cuadrante sur-

oeste), sin embargo, esta hoy insertado en un tejido complejo, resultado de la

construcción de un nodo de autopista que hace de cintura a todo el terreno.

No obstante, en el momento de su construcción este equipamiento estaba

incluido en un masterplan de una nueva ciudad universitaria que sería no más que

una tentativa de expresión del progreso y prosperidad de un régimen absolutista. Ese

masterplan fracasó en casi todos los sentidos: el Estadio fue prácticamente la única

infraestructura que se quedó de ese ideal de ciudad.

Se ve esa cómo la primera paradoja de la interpretación de este lugar que

teníamos ahora, seis década después, para rehabilitar y recalificar. Es un hecho que

en el momento de su construcción el Estadio Universitario se encontraba sin un

contexto urbano y que ahora, en su primera rehabilitación física y estructural, esta

insertado en un tejido del crecimiento de la ciudad, es también verdad que el

proyecto de esa nueva ciudad de la cual nada se quedó ofreció, hace sesenta años, al

proyecto original un argumento urbano y contextual que hoy no más existe.

 

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[1] http://repositorio-tematico.up.pt/handle/10405/3437

 

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[2] Cortesia DOME architecture

 

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II.

La paradoja entre el equipamiento y el proyecto urbano:

ciudad continuada adentro de la ciudad.

El proyecto del Estadio Universitario de Porto puede categorizarse,

programáticamente, como un equipamiento de uso colectivo que participa en la

forma y en el funcionamiento de la ciudad, como otros equipamientos participaran.

Sin embargo, no podemos ignorar la notable dimensión del terreno (la área de

intervención), que, de hecho, es más que 50 mil metro cuadrados, adentro de la

ciudad.

Esa duplicidad de escalas introduce una acrecida dificultad al enfoque a este

proyecto y constituye una paradoja notable y que sigue al lado de todo el proceso de

diseño hasta el final. Se es verdad que se trata de un equipamiento, es también

evidente para nosotros que de la misión para esta intervención hacia parte la

construcción e ciudad y que sobre ella se colocaban cuestiones eminentemente de

espacio público. Así, y como Távora sobre Nuno Portas, no tratamos aquí ‘’de

producir edificios más grandes o más chicos (…) e insertarlos en la ciudad por un

proceso de casi pura adición.’’ 1.

Al revés de lo que es normal, en arquitectura, en un proyecto de equipamientos,

el tema de la relación de programa con el espacio público no era linear. O sea, el

contacto de este proyecto con el espacio exterior no se resolvía con un mejor o peor

diseño de pasillo público, diseñado a lo largo de los límites del proyecto. El tema de

espacio público es, en este caso, más que nada visceral.

                                                                                                                         1 Távora, Fernando, Prefácio à 2ª Ed., in Portas, Nuno, A cidade como arquitectura, apontamentos de método e crítica, 2ª Ed. fac-simile com posfácio do autor, Livros Horizonte, 2007

 

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No se trata aquí de conexión con el espacio público porque el equipamiento es el

propio espacio público, condición exclusiva y excepcional que sale reforzada en la ya

referida inexistencia de espacio público y de ciudad convencional en el contexto.

Contexto, que es como ya sabíamos, particularmente destrozado y instable por estar

emplazado en un nodo de autopista.

El contacto del terreno con la ciudad se hacía por una puerta y la ciudad

continuada del proyecto de nosotros está condicionada por esa estrangulación,

adonde abrían de pasar todas las infraestructuras y todos los equipamientos.

El proyecto exigía que el producto fuera, también, ciudad, pero exigía más que

nada la generación de una unidad de proximidad y barrial al mismo tiempo que una

unidad territorial y centrípeta. Como introducir esa proximidad en un contexto de

negación de la propia proximidad, en un no lugar y vacío urbano, constituyese uno

de los más grandes desafíos del proyecto.

Fue por ese motivo – de envolver la ciudad – que extendimos un ciclovía () a

través de un circuito que hacía el camino del límite interior del Estadio. El propio

diseño de las vías, se compone como una extensión de la ciudad adentro de la propia

ciudad.

 

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[3] Cortesia DOME architecture

 

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III.

‘’Construcción del vacío’’

Protección al impacto de la infraestructura

Considerando la cantidad de nuevos volúmenes exigidos, para albergue de

diferentes prácticas deportivas, el edifico central surge como un simples diseño de

espacio público – a la cota alta permitiendo la circulación en torno de las canchas

deportivas, y a la cota baja diseñando el espacio de entrada y el nuevo espacio de

canchas de juegos.

El acto de diseñar un grande negativo para se poder ubicar la forma – el vacío

adentro del vacío – busca ofrecer la respuesta a un otro problema: el excesivo ruido

que es causado por la proximidad de las infraestructuras viarias que antes ya

habíamos referido. Así, se puede observar en el corte (en el croquis dibujado), que

proponemos una zona espacial de insonorización, a través del acto de eliminación de

materia. No dice el filoso Francés Alain: “En parte, la arquitectura sería como una

modelación escavada. Es así que la forma humana se imprime en la escalera, en el

parapeto, en la bóveda, en la silla y en la cama”. 2

Se intentó que la masa edificada sea una simples extensión de la masa natural,

como que se la materia extraída fuera reintroducida y se confinase hasta los límites

de la nueva forma. Esa extensión topográfica se expresa en la fachada de la entrada

por dos grandes macizos en cada uno de los extremos del edificio, se quedando un

grande vacío que es suportado por una viga de hormigón adonde se pone y se

suporta la losa. Esa losa, que hace parte del territorio, solo es rasgada por dos patios

que sostienen dos grandes árboles preexistentes. Hay, así, una dupla condición: la de

la permanencia, de la ruina, de la opacidad y de la territorialidad; y otra, de la

transitoriedad, de la transparencia y del uso. Al final, de la dependencia de un

programa, y de la volatilidad de su presencia.

La existencia y la vida de la primera condición descripta no va a depender de la

existencia de la segunda. Pero, claro, la segunda va a depender de la primera para

                                                                                                                         2 ALAIN (Émile – Auguste Chartier), Entretiens chez le sculpteur (1934 – 37), Paris, Gallimars, 1969, p.79.

 

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disfrutar del acondicionamiento que esa le va a conceder, como por ejemplo la

protección acústica.

En el leguaje constructivo, eso fue visto en una clara jerarquía: de

estructura/continente, ejecutada en betón, y del substrato nuclear, versátil, al estar

ejecutado en paredes de drywall y vidrio.

La permanente intención de esta jerarquía en el diseño espacial, resultó de una

reflexión sobre los binomios interior-exterior, opaco-transparente, publico-privado,

colectivo-individual. Es, en la verdad, la permanente cuestión abierta que nos fue

planteada por Eduardo Souto de Moura, recurriendo a un curioso hecho de la vida

de Mies, que alimenta esa interacción en el proyecto:

‘’Es esta contradicción que me interesa más en mi trabajo. Mies tenía un

apartamiento en Lake Shore Drive, todo en vidrio, al cual nunca se cambió. Vivió

siempre adentro de muros, en la sombra, envuelto por obras de arte. Descubrir por

qué Mies nunca se combió a su nueva casa es comprender la condición de la

arquitectura”.3

Las dos plantas del edificio central corresponden a dos grados de opacidad. La

planta baja tiene no más que una fachada, y por eso una sola frente de luz y de

transparencia. Todos los otros tres lados son ciegos, embutidos en el terreno. El

primer piso tiene dos frentes (uno de doble altura, el de la entrada), y permite una

total transmisibilidad entre los dos espacios de entrada y de las pistas de tenis. Igual,

una gran rampa ortogonal a la fachada propone esa posibilidad de penetración de

este piso. Ese carácter público corresponde al programa instalado, todo el conectado

a la comunidad de usuarios. Al revés, se eligió la planta baja para alojar el programa

destinado especialmente a la comunidad de trabajadores del club (i. e. espacios

individuales con gabinetes privados y de administración).

                                                                                                                         3 SOUTO DE MOURA, Eduardo, “Uma autobiografia pouco científica”, in Atlas de parede, Imagens de método, Porto, Dafne Editora, Dezembro 2011.

 

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[4] El mismo tipo de estrategia urbana lo usó

Aurelo Galfetti en las piletas de Bellinzona

(1967). El atravesamiento de todo el parque en

que se disponen las piletas, esta un verdadero

conector urbano, pasaje aérea para el publico,

no exclusivamente usuario del equipamiento.

Por debajo de esta estructura de hormigón, se

alojan balnearios y servicios.

[5] Cortesia DOME architecture

 

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IV.

Pabellón Polideportivo –

la organización espacial y el proyecto de luz

El pabellón polideportivo es una infraestructura preexistente, que tenía que ser

sujeto a una profunda rehabilitación, debido a factores de orden técnica (la

estructura de la cobertura estaba profundamente degradada), pero no solo. También

las calidades del espacio interior y la imagen exterior del edificio carecían de una

intervención intensa. Esas dos últimas categorías de problemas están asociadas, ya

que el diseño exterior de la fachada representa, en el interior, el diseño de la luz.

A ese respecto había fuertes contradicciones. Los vanos del edificio remetían

para una escala inapropiada, para ventanas de uso doméstico, y por eso la luz

producida en el espacio interior del pabellón estaba siendo excesivamente

heterogenia. Paradoxalmente, la fachada que se volvía hasta la autopista cercana era

la que tenía más vanos y eso, claro, causaba un indeseable ruido, producido por los

autos que transitaban a velocidades superiores a 100 km/h. A pesar de se exponer de

esta forma a la exterioridad, el pabellón – que era el único edificio del conjunto que

se expresaba volumétricamente desde la autopista – no exprime su presencia y por

eso no exprime la presencia del club.

Había, por eso, un problema que era bicéfalo. Por un lado, la necesidad de

protección a una cierta hostilidad que la autopista representaba, por otro, la

necesidad de expresión de este pabellón sobre esa misma autopista, única frente

visual posible de este club.

Se formuló una estrategia que ‘’aspiraba a una construcción desde adentro’ ’4. Se

aprovechó la necesidad de reposición de la cobertura, se decidió homogenizar la

iluminación natural, a través del uso de un material translucido que es nuevo, con

                                                                                                                         4 TEYSSOT, Georges, Da Teoria da arquitectura: Doze ensaios, Lisboa Edições 70, Março de 2010

 

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propiedades térmicas y acústicas mejoradas en relación al antiguo policarbonato

existente. Dos grados de transparencia fueran usados en la cobertura, un que es

prácticamente opaco y otro que es prácticamente transparente. En la área

correspondiente a las canchas de juegos se eligió un material prácticamente

transparente y, así, esa área tendría una más incidencia de la luz. Casi todos los

vanos más chicos fueran eliminados y cerrados y así también se reforzó el proyecto

de homogenización de la luz. Igual, se decidió cerrar la parte más grande de las

superficies abiertas en la fachada que se volvía a la autopista, para que se mejorase la

función acústica del espacio. La iluminación del espacio interior del pabellón, que

alberga dos canchas de juegos, pasa a disfrutar de otra regla.

La iluminación natural pasa a estar, exclusivamente, arriba de los dos metros y

veinte centímetros, diseñándose desde el umbral hasta esa cota algo como un friso

continuo, de un material totalmente opaco y que beneficia la función acústica. Este

nuevo lenguaje introduce el tema de la opacidad linear y los espacios del pabellón

pasan a ser iluminados por un lucernario gigante.

Para cambiar la imagen exterior del edificio se eligió una estrategia de superficie

con revestimiento total y con el mismo material translucido que habíamos elegido

atrás; algo como una piel continua que mantiene el existente y solo lo reviste (se cría

una caja de aire entre una estructura metálica para el suporte de la nueva piel del

pabellón). A pesar de la protección del interior que se promovió en relación con el

exterior, se consiguió, con esta nueva piel translucida, una presencia permanente en

la lectura de quien viene en los autos y que son los que más van a ver este edificio en

la totalidad de su forma. En primer lugar, porque ya no es más una sucesión

compleja e ilegible de pórticos de hormigón, intermediada por vanos y ventanas

chicas. Es una pieza sola que gana ahora una escala propia de un equipamiento de

esta dimensión. Esa expresión más notable es reforzada a la noche, cuando este

material translucido permitir la difusión de la luz interior e proyección hasta el

exterior y el pabellón se convierte en una caja de luz con dimensión territorial. Hay

que anotar la importancia de este hecho, ya que casi toda la actividad del club se hace

a la noche.

Este fue el proyecto de rehabilitación del pabellón, que es mas que nada un

proyecto de organización espacial a través del diseño de la difusión de la luz, sea

natural o artificial. Esa opción fue hecha en la convicción que la luz convierte y hace

transformaciones y cambios espaciales exteriores y interiores.

 

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V.

Bancada – Proceso integro:

estrategia urbana y composición arquitectónica

La bancada existente es una construcción del proyecto original, de una

arquitectura reglada, pero pobre, disciplinada, pero austera. El programa solicitaba

una ampliación, obligatoriamente de 25 metro a cada uno de los lados de la bancada

original y, así, exigía la continuidad de la simetría compositiva que ya marcaba la

fachada. Los dos nuevos volúmenes van, inevitablemente, hacer del conjunto de

bancadas un elemente de diseño de territorio. Palladio, en Villa Emo, transporta ese

carácter más territorial de conjunto para la composición volumétrica. El cuerpo

central es más alto y denso en su diseño. Los brazos simétricos se extienden y son

más bajos, neutralizan y equilibran la excepción central, pero las dos extremidades

recuperan la altura y se demarcan como torres. Creímos que eses dos nuevas torres

son un refuerzo a la simetría y al equilibrio de la composición.

La casa (especie de templo domestico para Palladio), la sede / cabeza y entrada

principal / axial está debidamente marcada, como también es dado a conocer el

dominio del conjunto sobre todo el territorio, cuya extensión y finitud son

igualmente denunciadas en las extremidades.

Es la mejor lición que conocemos nosotros de la transferencia conceptual entre

la estrategia urbana y composición arquitectónica. De ella, inconscientemente, en el

proceso de diseño no servimos. De eso nos consciencializamos, aparentemente,

ahora.

 

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[11] Villa Emo, Andrea Paladio, 1550

[12] Cortesia DOME architecture

[13] Cortesia DOME architecture

 

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