Upload
anita-de-dios
View
28
Download
3
Embed Size (px)
DESCRIPTION
como escribir una novela, tomado de la red.
Citation preview
Cómo escribir una novela
Escribir una novela es bastante sencillo, hay que saber
cómo empezar luego ir paso a paso escribiendo los capítulos hasta el final.
Bromas aparte, escribir una novela no es una acción (escribir) es más bien un
proceso que para algunos puede ser bastante confuso por la cantidad de pasos a
seguir, que resumo en:
1) Crear todos los personajes de ficción e idear un argumento redondo.
2) Escribir argumentos secundarios para integrarlos a la perfección en la trama
principal.
3) Construir una atmosfera creíble y decidir hablar sobre un tema interesante.
… y eso es todo antes de que pueda sentarse a escribir la novela.
No es de extrañar que la pregunta que se hace todo nuevo escritor sea…
¿Por dónde empiezo?
Como la construcción de un edificio, para escribir una novela hay que tener una buena
idea del conjunto, entonces trazar un plano detallado y definir un plan de avance.
El plano le da una visión general del conjunto y de cada componente, de cada pieza y
material que necesita para construir el relato que al final pueda salir publicado con su
nombre.
El plan de avance es una guía que le ayuda a escribir en el día a día, le dice dónde se
encuentra hoy y a dónde debe llegar. Nos mostrará nuestros logros y el camino que
resta.
Hay que tomarse el tiempo necesario para estudiar el plano antes de empezar a
construir nuestra novela, para tener presente el todo; pero no debemos olvidar
volver a consultarlodurante la ejecución de las obras, cuando estemos atascados en
un detalle o perdidos sobre qué componente debe ir a continuación
En el nivel más básico, escribir una novela consiste en sólo tres pasos…
Planificación. Aquí es donde usted resuelve lo que quiere decir (en forma de síntesis).
Escritura. Es donde se transforma el plano en prosa y en diálogo.
Revisión. Por último, se pulen las ideas y las palabras hasta que brillen.
Fácil, ¿no? Bueno, sí… excepto que realmente no nos dice nada acerca de cómo
escribir novelas. Entonces dividimos estos tres pasos en instrucciones concretas sobre
qué hacer primero, en el medio y al final. Así llegamos a estos 15 pasos:
Planificación:
1. Preparación.
2. Decidir el objetivo: Tipos de Novelas.
3. Brainstorming: La idea original.
4. Decidir el tema.
5. La premisa principal.
6. Creación de personajes.
7. Punto de vista.
8. Sitio y situación.
9. Matemáticas.
10. El plano general: Síntesis del argumento.
Escritura:
11. Escenas clave.
12. Primer borrador.
Revisión:
13. Revisión de Tema.
14. Cohesión, consistencia y verosimilitud.
15. Corrección de estilo, gramática y ortografía.
Y ahora, la explicación de lo que conlleva cada punto de la lista. Ésta es una
explicación resumida para no extenderme demasiado y al final lograr que se aburran,
pero nos dará una idea clara de lo que hace falta tener cubierto para pasar al siguiente
punto.
Les aseguro que si cumplen cada paso a conciencia el resultado será una novela con
una calidad aceptable para la publicación.
1. Preparación
Hay algo necesario antes de iniciar un proyecto de éstas características y es tomarse
un tiempo para decidir y comprometerse con un trabajo largo y pesado, sin
reconocimiento inmediato.
Si usted busca la receta para escribir una novela completa para llevarle a una editorial
en tan sólo unos pocos meses, buena suerte, pero me temo que no puedo ayudarle. No
hay atajos en la escritura de novelas. Pero si está dispuesto a trabajar tan duro como
sea necesario durante el tiempo que sea necesario (sin olvidarse de disfrutar a lo largo
del camino, por supuesto) entonces si se puede llegar muy lejos.
En primer lugar, hay que decidirse a ser escritor de verdad, no de hobby. Encontrar el
motor que lo impulse en este emprendimiento es algo personal. Hacer dinero de la
escritura no es una mala motivación pero quizás resulte insuficiente, hay maneras
mucho mejores de asegurarse que le dan ganas de trabajar en su novela todos los
días.
Si decidimos que nos embarcamos en esto seriamente hay una serie de ajustes
prácticos que deberemos hacer a nuestro ritmo de vida. Deberemos separar tiempo
para la escritura, preparar un lugar específico, conseguirnos un ordenador (hoy en día
es imprescindible, porque aunque parezca romántico darle a las teclas de la Remington
de la familia, las correcciones y las entregas nos obligarán a tener una copia en
digital); en fin preparar el entorno de un escritor, para que cuando llegue el momento
sólo debamos sentarnos y escribir.
2. Decidir el objetivo: Tipos de Novelas.
Como ya lo habíamos comentado, hay que adoptar una actitud profesional. Olvídese de
los ideales románticos y la imagen del escritor bohemio. Ser un escritor es una
actividad creativa, pero también es un trabajo y la venta de una novela a un editor es
una propuesta de negocio.
¿Qué significa eso para usted? Esto significa que puede aumentar su posibilidad de
éxito si conoce desde el principio qué necesita su libro para integrarse mercado
editorial.
No le estoy pidiendo que venda su integridad artística aquí, yo simplemente le
aconsejo ponerse el sombrero de los negocios por un momento. Hay que investigar un
poco el mercado e identificar un nicho al que apuntar porque es riesgoso escribir una
novela sin tener una idea clara de la posición que va a ocupar en el mercado literario.
Usted puede salirse con la suya si su novela entra perfectamente en una categoría,
más por suerte que por juicio, pero si llega a deslizarse entre las zonas grises
intermedias de los géneros, entonces los editores estarán poco inclinados a aceptarla,
no importa lo bueno que la escritura. Editar novelas es un negocio, no una obra de
caridad para gente creativa. Si sus libros no van a hacer ganar dinero a los editores (si
no de inmediato, por lo menos en los dos o tres años siguientes) entonces no van a
querer saber nada con ellos.
En la práctica esto se puede prever explorando los distintos tipos de novelas,
decidiendo por el tipo que (desde nuestro punto de vista creativo) sea el que permitirá
expresarnos de forma fluida y crear una historia a la vez interesante y original.
Si bien pueden existir innumerables tipos de ficción, a grandes rasgos se puede dividir
en tres grupos:
Las novelas de género
Es la variedad más popular de la ficción. Se puede dividir en categorías como de
misterio, policiales, ciencia ficción, fantasía, negras, de espías, etc. Si usted decide
escribir ficción de género, es necesario tener en cuenta que cada categoría tiene un
conjunto particular de reglas (o convencionalismos) que usted, el escritor, tendrá que
seguir más o menos.
Literatura mayor o ficción literaria seria
Son generalmente novelas profundas de contenido y cargadas de simbolismos e
ideología, con densas subtramas y alegorías. Por lo general mucho menos comerciales
que los libros de género, con honrosas excepciones. Si su novela literaria seria pasa a
ganar un importante premio o recibe crítica positiva del boca a boca, podría hacerle
muy rico.
Ficción general o de gran público
Como habrá adivinado, se encuentra a medio camino entre los otros dos tipos. No son
novelas de género, pero tampoco buscan la profundidad ideológica ni tienen las
pretensiones artísticas de la literatura mayor. Son las novelas que se convierten en
Best Sellers, y tienen un poco de otros tipos pero no siguen los convencionalismos de
los géneros (algunas se sitúan en el futuro, pero no pretenden ser ciencia ficción, otras
hablan de vampiros pero en realidad son de amor y no de terror, etc). Usualmente
relatan historias más íntimas y cercanas.
3. Brainstorming: Todas las ideas, una idea.
Bueno, estamos acercándonos al punto donde empieza el verdadero trabajo (es decir,
el punto en que comienza a planear su novela). Antes de poder planificar, sin embargo,
es necesario encontrar esa idea generadora. Habrá que hacer el esfuerzo de buscar lo
mejor que a uno se le pueda ocurrir. Después de todo, si le piensa dedicar una parte
significativa de su vida a esta novela la última cosa que querrá hacer es empezar el pie
izquierdo.
Algunas personas le dirán que las buenas ideas son difíciles de conseguir. Con todo
respeto, no estoy de acuerdo. De hecho, creo que cualquier escritor tiene el problema
opuesto: No tener suficientes años como para convertir cada buena idea que tiene en
una novela.
Hay toda una sección dedicada a las ideas que quizás quiera explorar.
Intermedio: Planificar su novela
Las ideas de una persona sobre cómo escribir una novela serán un poco diferentes a
las de otra persona. Es por eso que usted debe sentirse libre de adaptar este proceso
de escritura de novelas a sus necesidades propias.
Tal vez una de las diferencias más grandes sea ésta:
A algunos les gusta planificar su ficción al detalle, antes de iniciar la etapa de la
redacción y corrección. Otros escritores logran salir adelante con una planificación casi
inexistente, o incluso sin planificación. Vienen de la escuela de escritura “sólo siéntate
y escribe”.
¿Qué camino es el mejor? No hay una respuesta absoluta, sólo cabe decir que si una
determinada manera de escribir ficción funciona para usted, ésa es la correcta.
Pero si no está seguro y quiere una recomendación, me permito sugerir que es mejor
planificar su novela con tanto detalle como usted pueda, antes de escribir el primer
borrador.
¿Qué implica la planificación de una novela?
Debido a que la planificación de un largo trabajo de ficción en detalle es una tarea muy
grande (por no hablar de que puede ser potencialmente confuso), la mejor manera de
hacerle frente es dividirlo en partes más pequeñas. En total, hay seis partes:
Tema y simbolismo.
Premisa principal.
Personajes.
Punto de vista.
Escenarios.
Argumento.
4. El tema.
Esto no es tan difícil o tan confuso como parece. El tema es la esencia del relato, el eje
alrededor el cual gira la narración. El tema no es algo concreto, sino un concepto
abstracto, universal, algo que todos podemos entender: el sufrimiento, el heroísmo, la
violencia, la crueldad, etc. Como vemos, son todas palabras que, independientemente
de si transmiten un valor positivo o negativo, no se atienen a una época o a un espacio
determinado. El tema de nuestra historia es lo que queda de ella cuando la reducimos
a una sola palabra.
Si queremos escribir una historia de amor, da igual si los enamorados son Romeo y
Julieta, dos extraterrestres hechos de lava hirviente o una tostadora y un microondas,
el tema de las tres historias será el amor. Para aclarar un poco más la cuestión veamos
cuál es el tema en estas conocidas obras:
Peter Pan, de JM Barrie: la infancia.
El conde de Montecristo, de Alexandre Dumas: la venganza.
El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde: el narcisismo.
Madame Bovary, de Gustave Flaubert: el adulterio.
Crimen y castigo, de Fiódor Dostoyevski: la culpa.
Para concluir, la definición del tema es fundamental en nuestra planificación porque al
fin y al cabo es de lo que nuestra novela va a tratarse y estaremos trabajando sobre
este concepto durante todo el proyecto.
5. La premisa principal.
Una vez hayamos decidido el tema que ha de tratar nuestra novela debemos definir
nuestra perspectiva personal sobre ese tema, la mirada del autor. Si el tema era sólo
una palabra que contenía la esencia de nuestra novela, la premisa es una frase que
establece nuestra postura ante ese tema. No se trata de una frase compleja, como
habíamos visto en las ideas que originaban la novela, una premisa contiene todo lo que
pasa en la historia, pero sin protagonistas, ni escenario, ni fechas; solo tema,
conflicto y conclusión.
Por ejemplo, si su tema es “la mentira” su premisa puede ser “las mentiras siempre
acaban por descubrirse” y la historia que escriba deberá atenerse a esa premisa, será
la brújula, la promesa que ha hecho al lector y que debe ser respetada.
Al ser una postura personal y subjetiva, la premisa no debe ser (necesariamente) una
verdad universal. Es su opinión sobre el tema, su tesis, y en la novela la va a
demostrar.
¿Por qué premisa principal? Como puede suponer, en una historia compleja como las
de las novelas aparecerán tramas secundarias y con ellas los temas secundarios y las
premisas de cada tema secundario. Lo importante en este punto es definir nuestra
premisa principal, que aportará nuestra opinión sobre el tema principal.
6. Creación de los personajes.
Hay dos grandes tareas para completar aquí:
En primer lugar, es necesario elaborar una lista de personajes (de todos, desde el
protagonista principal hasta el hombre que pasa y pregunta la hora en el capítulo 8). Es
imposible durante la etapa de planificación pensar en todos los personajes que se
necesitan. Ya se que muchos de ellos no existirán hasta que usted comience a escribir,
pero sin duda tiene una idea de quiénes son los principales actores. Esta lista de
personajes va a ir creciendo y completándose a medida que avanza la escritura del
primer borrador.
En segundo lugar, es necesario conocer a los personajes, escribiendo perfiles o mini-
biografías para ellos. Conocer de arriba abajo a tus personajes antes de escribir una
sola palabra de la novela es muy importante. Dejar de hacer esto significa no tener el
material básico para convencer a los lectores de que son seres vivos y eso no dirá
mucho de su reputación como novelista.
¿Qué debe entrar en estas mini biografías que usted necesita para escribir para cada
uno de los personajes principales? Iré subiendo post sobre cómo crear personajes para
que lleguemos a las respuestas.
7. Decidir sobre un punto de vista
Usted ya ha elaborado una lista de personajes y conoce de forma íntima y completa a
los personajes más importantes de esa lista. Ahora que todos ellos son reales para
usted el siguiente paso surge de manera sencilla: ¿Quién cuenta la historia?
No debe confundir nunca al autor de la novela (usted) con el narrador de la misma (una
creación suya). En un relato de ficción nunca es el autor quien narra.
Si el narrador cuenta la historia desde fuera de los personajes, estará adoptando
un punto de vista externo. En este tipo de punto de vista, el narrador puede ser:
Narrador omnisciente
Es dios. Tiene acceso al mundo externo e interno de los personajes, conoce su pasado
y su futuro. Es ubicuo, por lo que puede contar hechos simultáneos que suceden en
lugares distantes. Tiene un conocimiento completo de la historia y puede manejar un
gran número de personajes. Puede también opinar sobre los hechos que narra, aunque
no siempre lo haga.
Narrador cámara
Esta técnica de narración crea la ilusión de que no existen intermediarios entre la
historia que se narra y el lector. Es lo más parecido a una película donde sólo podemos
ver las acciones del mundo externo de los personajes, nunca sabremos qué piensan, no
conoceremos sus emociones, ni su pasado o su futuro. Es como asistir a la historia “en
directo”.
Narrador cuasi omnisciente
Es un narrador omnisciente, pero limitado a uno de sus personajes. Usted utilizará la
tercera persona pero contará la historia desde la perspectiva de su personaje
protagonista. Sólo accede a las escenas que ve el personaje y sabe lo que piensa y
siente ese personaje, no los otros.
Si el narrador cuenta la historia desde dentro de los personajes (ya sea uno o varios),
estará adoptando un punto de vista interno. Aquí utilizará la primera persona, verá
la historia a través de los ojos de ese personaje y podremos oír sus pensamientos.
Hay montones de combinaciones que pueden dar juego a interesantes formas de
contar la misma historia.
8. Sitio y situación
Una vez haya decidido quién y cómo narrará la historia al lector, deberá saber el dónde
y cuándo de la historia. La escenificación abarca mucho más que calles y edificios. Es
concretamente todo el mundo que rodea a los personajes. Incluye cosas como lo
que los personajes hacen, un trabajo, el clima (muy importante en una novela es crear
atmosfera). La historia de la ciudad o el lugar donde los personajes están, el folclore.
Al igual que con los personajes, tiene que conocer a fondo el entorno antes de empezar
a escribir sobre ello. De hecho, si usted ve la escenificación de una novela como un
personaje más, no se equivocará.
Para esto debe realizar algo de investigación, recolectar fotos, tomar apuntes en forma
de cortas descripciones (no sólo visuales, también de sensaciones, olores, tacto, etc.).
Actualmente el Google Maps nos lleva a casi cualquier sitio y nos permite
prácticamente pasear por las calles en cualquier punto del globo. Si nuestra novela se
desarrolla en la actualidad, ésta será una excelente herramienta.
9. Matemáticas
Antes de escribir nuestro argumento, deberemos conocer ciertas estadísticas que
pueden ayudarnos un poco con la estructura básica que ese argumento puede tener.
En general, las novelas se componen de tres secciones (o tres actos): Inicio, que
abarca un 25% del total del libro, nudo un 50% y desenlace el restante 25%. Si
tenemos en cuenta que una novela tipo tiene unas 80.000 palabras, la proporción de:
inicio 20.000 / nudo 40.000 / desenlace 20.000.
El inicio comprende la introducción a la historia y a los personajes, proporciona es
estatus quo y va creando el marco lógico para la introducción del primer punto de giro
de la trama, donde se presentará el conflicto que nuestro personaje deberá resolver.
En una novela tipo se desarrollan unas 80 a 120 escenas o acontecimientos
significativos. Si tomamos la primera cifra y de acuerdo con los porcentajes iniciales,
unas 20 escenas conformarán nuestro inicio.
El inicio culmina cuando el protagonista toma la decisión de actuar.
El nudo, que es donde se desarrolla la historia, la acción en sí, comprenderá unas 40
escenas, unas 40.000 palabras. Aquí aparecerán las subtramas (historias que
involucran personajes secundarios y que complementan o funcionan de contrapunto de
la historia principal).
El desenlace es donde se define la historia y se ven las consecuencias de la acción
llevada a cabo por el personaje principal. Tendrá otras 20 escenas (20.000 palabras).
Evidentemente es una estructura simplista y poco profunda, que no se ajustará a la
novela que está pensando, pero es realmente útil a la hora de iniciar el planteamiento
del argumento de su novela, Los números irán cambiando, pero es muy probable que
se encuentren en los márgenes de los promedios dados.
10. El plano general: Síntesis del argumento
Este es un paso realmente importante, por lo menos en términos de cuánto tiempo le
llevará. Primero definamos: El argumento es una serie de eventos vinculados, en
relación con un personaje que quiere lograr algo importante para él y que no será fácil
de conseguir. Los eventos deben ceñirse a la lógica interna del relato y llegar a una
conclusión satisfactoria.
Para esto, también deberemos entender un par de conceptos más, el de historia y
trama.
La historia es el desarrollo de la acción (en donde se involucran nuestros los
personajes) de forma lineal y cronológica. Es todo lo que pasa en su novela, contado
desde el principio hasta el final en el orden natural de los acontecimientos. La trama,
sin embargo, el cómo decide usted mostrar esos acontecimientos. Es el resultado de
organizar narrativamente esa historia que ha pensado. Para construir la trama deberá
tomar dos decisiones fundamentales:Seleccionar qué pasajes vamos a contar de
la historia, porque en una serie de hechos no todo es interesante y determinar en
qué orden vamos a narrar lo seleccionado.
A esta historia es necesario vincular una o varias subtramas perfectamente integradas
en la trama principal. También deberá crear intriga mediante la plantación de
“señales” que servirán de referencia para que los acontecimientos futuros no parezcan
caídos del cielo.
Una vez que haya completado el argumento base, usted estará listo para comenzar a
escribir su novela.
11. Escenas clave
Una técnica útil para comenzar la escritura es sentarse a escribir primero las escenas
clave del argumento. Si la trama está bien realizada, nos conocemos a fondo los
personajes, los escenarios y el desarrollo de la historia, entonces podemos definir
cuántas y cuáles son las escenas clave, esas escenas importantes, intensas o emotivas
con las que seguramente ya estuvo soñando en más de una ocasión mientras se
gestaba la historia en su cabeza.
Iniciar la escritura desde uno de estos puntos calientes le brindará el entusiasmo que
necesita para generar páginas y páginas sin temor al bloqueo frente a la página en
blanco. La escritura no consecutiva además fija estos puntos clave de la historia tal
como los hemos imaginado y permite que, cuando comencemos a llenar los espacios
intermedios, nuestra novela se dirija exactamente donde queríamos en un primer
momento.
12. El primer borrador
Usted se habrá dado cuenta de que, en esta guía de 15 pasos sobre escribir una
novela, los primeros 10 se ocupan de la preparación y planificación. Eso es bastante
deliberado.
Según los agentes y los editores, la mayoría de las novelas son rechazadas a causa de
una pobre elaboración. Y ¿adivinen qué? Está mucho más propenso a escribir una
novela bien elaborada si se toma el tiempo y la molestia de planearlo todo con cierto
detalle.
Si decide obviar la planificación y saltar directamente a la escritura, está bien. Lo más
probable es, sin embargo, que el primer proyecto vaya a terminar siendo una zona de
desastre estructural y, a continuación, tendrá que aplicar todas las técnicas de
planificación durante las etapas de revisión.
Aunque algunas personas le dirán que la única parte verdaderamente creativa en una
novela es la escritura en sí: están equivocadas. De hecho, partir de una hoja de papel
en blanco y llenarla de personajes, lugares y eventos, usando nada más que su
imaginación, es la definición misma de la creatividad.
Algunos autores le dirán que escribir un primer borrador de una novela es una agonía.
Y hay algo de verdad en esto. De hecho, es precisamente en este momento en que el
bloqueo del escritor acecha. Si ya tiene escogidas y planteadas, incluso escritas, las
escenas clave de su novela como había visto en el paso anterior, esto no le sucederá
Abordada con una mentalidad positiva, no hay ninguna razón por la que llenar unos
pocos cientos de hojas de papel con las palabras no deba ser una experiencia gozosa.
Los recién llegados a la escritura cometen aquí el error más grande: escribir tratando
de redactar y editar al mismo tiempo (es decir, obtener volcar una frase al papel y de
inmediato empezar a tratar de mejorarla). No haga esto. Los primeros proyectos son
simplemente poner la trama en negro sobre blanco, no importa lo terrible de la calidad
de la prosa. Ya se encargará de pulirla en el siguiente paso.
Hay dos maneras de escribir una novela, una es la redacción de una sola vez, hasta
terminar el primer borrador y la segunda es hacerlo capítulo por capítulo y revisar cada
uno antes de continuar. Para la segunda sólo tendrá que repetir los pasos de revisión
con cada capítulo en lugar de con toda la novela. No importa cuál de las manera haya
escogido, el resultado no debe variar.
13. Revisión del tema
Lo que hará en este paso es revisar lo que ha dicho. Si usted hizo un montón de
planificación antes de escribir el primer borrador de la novela (como se recomienda) no
tendrá demasiado que hacer aquí. En pocas palabras, deberá asegurarse que su novela
habla efectivamente del tema que planteó en un principio y que al lector le queda claro
que es así. También si el mensaje que deja la lectura de su historia encaja con la
premisa que había escogido defender.
Esto deberá hacerlo también con cada subtrama, aislándola en lo posible de la historia
principal y viendo si el tema y la premisa de esa parte de la historia son comprensibles.
14. Cohesión, consistencia y verosimilitud.
Los personajes tienen el hábito de tomar una vida propia durante la escritura, y a
menudo significa que lo que usted quería que hagan los personajes (es decir, el
argumento) se puede salir de pista en algunos lugares. Esto es realmente una bueno.
El cambio de opinión acerca de ciertos aspectos menores de la historia, una vez la vaya
conociendo detalladamente, debe dar lugar a una historia mejor. Pero también significa
que ahora tiene que revisar cuidadosamente el manuscrito para encontrar los errores o
inconsistencias que se podrían haber deslizado.
La cohesión es la manera de relacionar y unir las distintas palabras, oraciones y
párrafos del texto, de forma que se entiendan como partes del mismo todo. Salvo que
se busque una diferenciación por motivo de la trama, nuestro texto tiene que dar la
clara sensación de integrar la novela de forma fluida y natural.
Como sabemos, las novelas tienen su propia lógica en donde cada hecho tiene una
causa y una consecuencia. Si existen en nuestra novela escenas, actitudes o acciones
de nuestros personajes que parecen inexplicables, o que no siguen la lógica interna de
la novela, estas secciones atentarán contra la comprensión de la historia. Todas las
acciones, actitudes y pensamientos de nuestros protagonistas tienen que ser
consistentes con lo que anteriormente se ha escrito sobre ellos y así llegaremos al final
que aunque pueda sorprender al lector, será una resolución creíble y lógica de los
acontecimientos anteriores.
La verosimilitud está muy cerca de la coherencia. Respetando la lógica de nuestro
relato, nuestros personajes deben actuar, hablar y pensar como lo que son. Cualquier
elemento que contradiga su perfil restará credibilidad a ese personaje y por añadidura
a toda la historia. De la misma manera, si sobreviene una resolución o una acción sin
causa previa, parecerá poco creíble y contagiará la sensación de falsedad a toda la
historia.
15. Corrección de estilo, gramática y ortografía.
Esto simplemente significa pulir el lenguaje hasta que fluya tan fácilmente como una
buena conversación. O como Hemingway lo puso: “Conseguir las palabras correctas y
colocarlas en el orden adecuado.”
El mejor consejo es simplemente confiar en su oído. Fue el amor a la lengua lo que le
llevó a escribir una novela en primer lugar, por lo que este es el momento de confiar en
sus instintos.
Si una frase suena demasiado elegante, demasiado exagerada, es necesario bajar el
tono o directamente sacarla. Si suena floja, todavía necesita trabajo. Pero si una
oración fluye sin esfuerzo y transmite la idea exacta de lo que significa para nosotros,
lo que buscábamos, no la toque.
En cuanto al estilo, en mi opinión, el mejor es un estilo simple que no llame la atención
sobre sí mismo (a diferencia de la prosa pomposa, que es lo que los aficionados
escriben cuando tratan de sonar literarios). Y la paradoja es que, cuanto más simple y
menos trabajada usted quiere que sea su prosa, más se tiene que trabajar en ella.
Esto es muy importante: No trate de vender su novela a un editor hasta que haya
revisado las palabras una y otra y otra vez. (y luego, una vez más para la buena
suerte.)
Conclusión
Pregunte a cien escritores sobre cómo escribir una novela y obtendrá cien respuestas
diferentes. Todo el mundo es único, y todo el mundo trabaja de manera única. Le
puedo decir lo que funciona para mí y para muchos otros escritores con los que he
hablado, pero si usted necesita adaptar los pasos anteriores a sus propias necesidades
personales, eso es lo que debe hacer. El anterior es un programa tipo, usted debe darle
la forma definitiva, la suya.
Más allá del proceso de escritura de novelas, también es necesario practicar, practicar
y practicar mediante la aplicación de lo aprendido a su propia novela en progreso. Y
tiene que leer un montón de ficción publicada (preferiblemente del mismo género que
está escribiendo) así que usted puede ver ejemplos que tienen relativo éxito. Estudiar,
escribir y leer, haga estas tres cosas al mismo tiempo y se creará un verdadero círculo
virtuoso.
“Tienes que estar preparado para trabajar siempre sin aplausos… nadie puede ver lo
que haces hasta que lo hayas repasado una y otra vez, hasta que se haya logrado
comunicar la emoción, las imágenes y los sonidos al lector, y mientras estés
completando el mensaje, las palabras, a veces, no tendrán sentido para ti cuando las
lees, así que muchas veces tienes que volver a leerlas y releerlas. Cuando el libro salga
publicado tu habrás comenzado otra cosa, todo lo habrás dejado atrás y ya no quieres
ni oír hablar de ello.” Ernest Hemingway.
http://escrilia.wordpress.com/el-resumen/
Quiero ser escritor
Hay una cosa que tienen en común todos los escritores
de éxito, desde Julio Verne y J.R.R. Tolkien hasta Dan Brown y J.K. Rowling, pasando por
Isaac Asimov y Stephen King: Han escrito.
Ésta afirmación, que parece tonta a priori, no lo es tanto si la analizamos un poco. Si lo
que quiere es saber cómo llegar a ser escritor profesional, un escritor de éxito que viva
de su trabajo como tal, yo tengo la fórmula: escribir.
Yendo por pasos: primero hay que escribir una novela, luego vendérsela a un editor (o
publicarla uno mismo), esperar que los lectores la compren masivamente y ya está.
Hay gente que se pasa los años diciendo que quieren ser escritores y no se dedican a
lograr ese sueño, no completan un trabajo con un nivel de calidad al menos aceptable.
Para ser escritor hay que completar el ciclo, con el enorme esfuerzo que esto requiere,
salvo que usted esté entre ese 1% que se sienta a escribir y le brota por las yemas de
los dedos una obra maestra que ni siquiera precisa ser corregida y encima tenga a su
mejor amigo en una de las editoriales más importantes suplicándole originales.
Bromas aparte, volvamos a lo nuestro: La gran mayoría de los escritores en ciernes se
ven tentados a saltarse etapas importantes del proceso de escritura de una novela y
dedicarse sin más a la redacción, con una idea del argumento en la cabeza y
esperando que la inspiración los lleve por el camino correcto. Es una completa pérdida
de tiempo, lo digo por experiencia.
Hay que dejar de lado la imagen romántica del escritor que decide comenzar una
novela entonces se sienta ante una hoja en blanco, escribe, escribe (a mano, con
máquina, con computadora, no importa) y al final termina una historia sólida y
conmovedora poniendo la palabra FIN.
Escribir una novela no es una acción aislada, es un proceso particularmente largo y
complicado. Para destacar como escritor o siquiera para no abandonar en medio de la
carrera como lo hace más del 90% de las personas que sueñan en convertirse en
escritores, hay que preparar el proyecto como un gran edificio a construir (no podía
faltar la analogía a la arquitectura).
En principio todo se reduce a tres cosas básicas:
Motivación constante. Es lo que le llevará a sentarse frente al escritorio día tras día,
incluso en las épocas en que todo tire para otro lado.
Actitud profesional. Escribir ya no será un hobbie. Es un negocio (no nos engañemos,
porque eso es lo que es). Para afrontarlo como tal hay que ser responsable, decidido,
ejecutivo. Es la diferencia entre un escritor y alguien que escribe por gusto.
Producción creativa. En el caso de que el anterior punto haya sonado muy
mercantilista, éste otro es el que asegura que el lado artístico de su personalidad se
desarrolle y dé frutos concretos.
Ampliamos un poco estos conceptos:
1. Convertirse en un escritor requiere motivación constante.
Hay un par de preguntas que deberemos contestarnos para explicar esto, la primera
es:
¿Por qué quiero ser escritor?
Es evidente que escribir una novela con un nivel aceptable para su publicación
requiere tiempo y esfuerzo. Aunque es un trabajo divertido, que libera nuestra
creatividad y conocimiento y al final resulta gratificante, hay que estar seguros de que
tendrá sus momentos difíciles.
Entonces, ¿por qué molestarse en convertirse en escritor? ¿Qué quiere lograr con ello?
Si la respuesta es “dinero”, piense de nuevo. Es perfectamente posible hacer dinero
con las novelas, muchos lo han hecho. Pero probablemente no sea la mejor motivación
para escribir. Los resultados no se verán inmediatamente y el entusiasmo irá
decayendo al ver que no sólo no entra efectivo sino que debes invertir en este
proyecto gran parte de lo que tienes en forma de tiempo y recursos.
Conseguir éxito por tus propios medios. Triunfar con el producto de tu creatividad. Esto
ya es otra cosa: La emoción es una gran motivadora y es fácil entusiasmarse con un
proyecto que te mantiene fiel a ti mismo, a tu manera de hacer las cosas y a tu deseo
de expresarte.
Difícil es mantener la motivación si no sigues a tu corazón y a tu intuición, por eso hay
queescribir con absoluta honestidad. Todo se reduce a escribir la novela que queremos
en lugar de escribir la novela que creemos que tenemos que escribir. Cuando
escribamos con genuina honestidad, para mostrarle a quien nos lea cómo se ve el
mundo con nuestros ojos, convertirnos en escritores será el paso natural, necesario.
Hay que ser el mejor escritor que nuestra novela pueda tener. Este es un consejo
simple, pero por eso es fácil pasarlo por alto en la prisa por zambullirse a escribir.
La segunda pregunta, que supongo se hacen todos los que alguna vez piensan en
entrar en este mundo es:
¿Tengo lo que se necesita para tener éxito como escritor?
Todo aspirante a novelista necesita esta respuesta. Después de todo, si uno duda
sobre su propio talento para escribir ¿cómo va a hacer frente a un capítulo difícil,
después de que el entusiasmo inicial se haya desgastado?
Este es el punto en el que muchos novelistas abandonan sus sueños.
Pero si creemos en nuestro talento y tenemos la confianza necesaria para seguir
tirando cuando las musas no nos auxilian y pasamos por un bache (y absolutamente
todos los escritores pasan por eso, hasta los más experimentados).
Antes de responderse esta pregunta quizás quiera dar un rápido vistazo a este
artículo: Verdadero y falso sobre escribir novelas.
2. Convertirse en un escritor requiere profesionalismo .
Hay mucha gente que decide convertirse en escritor con la visión del artista que vuelca
su alma en el papel y no presta atención a los aspectos comerciales de la escritura.
Hay algo de cierto en esto, al fin y al cabo la escritura de una novela es un acto
creativo y esa capacidad de dejar nuestra esencia en las páginas es lo que la hará
honesta y elevará su calidad literaria.
Pero escribir ficción es un negocio, los escritores crean historias para que las lean y
entre escritor y lector hay todo tipo de intermediarios que forman la industria editorial:
Agentes, editores, publicistas, distribuidores, librerías, etc.
Para tener éxito en el mercado de la ficción literaria hay que ser parte de esta industria
y, si bien el crear un producto que los lectores quieran leer depende de su faceta
artística, el hacerlo conocido dentro del ámbito editorial remite directamente a su
actuación profesional.
Esto significa ser organizado y eficiente en sus rutinas de escritura (hay que garantizar
la entrega del producto). También deberá ser responsable y despierto en sus reuniones
con agentes y editores, dejando de lado su ser creativo para hacerle lugar al
negociante.
Esto no significa “venderse al vil mercantilismo”, sino establecer una base de
responsabilidad como profesional que anime a invertir en su proyecto y mantenga
girando la rueda de su carrera como escritor, la que se alimenta de dinero y respeto. Es
el trabajo que hemos elegido.
El entorno también ayuda, por eso debemos procurar tener las herramientas para ser
escritor profesional a mano. Es impensable un carpintero sin martillo, eso hablaría a las
claras sobre qué tipo de profesional es.
La gestión de nuestro tiempo también nos lleva a ser profesionales.
Tiempo al tiempo
Como sabemos, convertirse en un escritor lleva tiempo. No se puede llegar a la meta
en menos tiempo del que lleva el trayecto, no hay atajos. Por eso es bueno
concentrarse como los artesanos experimentados en tareas pequeñas, de a una por
vez haciéndolo lo mejor posible y sin preocuparse sobre cuánto tiempo tomará. Esta es
la forma de acelerar más el proceso.
Tiempo de calidad
Se trata de sacar el máximo partido a sus sesiones de escritura. Aplicar técnicas de
escritura, superar bloqueos, aplicarse en la resolución de los detalles hará que sin
querer se acerque a la meta en menos tiempo y disfrutando el trayecto. Hay
que escribir de forma inteligente.
3. Convertirse en un escritor requiere creatividad.
Es el momento de hablar de la tercera pata (y quizás la más importante) que nos
ayudará a sostenernos como escritores: la creatividad.
La buena noticia es que todos tenemos algo de creatividad y, tomando esto como
base, esa creatividad se puede desarrollar, ampliar, fortalecer con distintos ejercicios
generando un flujo constante de ideas a las que el profesionalismo deberá dar forma
sin que decaiga la motivación durante todo el proceso.
La creatividad que tenemos todos de niños, esa que nos permite pasar horas junto a un
grupo de árboles convertidos en un bosque encantado, o sobre unas cajas de cartón
que son nuestra nave espacial, se va endureciendo y tendemos a perderla mientras
crecemos por un falso concepto de que se opone a la seriedad y la responsabilidad.
Falso. Se puede ser a la vez serio, responsable y creativo!
Aprender a hacer pleno uso de su creatividad es vital si se quiere llegar a ser un
escritor de novelas de éxito. Su creatividad no sólo le permitirá escribir mucho mejor,
sino que le ayudará a disfrutar del proceso de escritura
La inspiración, nuestra musa de la escritura, nace de la creatividad, de ese hemisferio
derecho de nuestro cerebro donde residen la imaginación y las emociones. Pero no es
posible esperar sentado a que llegue nuestra musa, ha que despertarla, hay que
llamarla.
Dijo Picasso “Yo no creo en las musas, pero por si acaso bajan, prefiero que me
encuentren trabajando”, por eso hay cantidad de ejercicios de creatividad que pueden
ser útiles en distintos momentos.
Una gran nube negra en nuestro cielo creativo es el temido “bloqueo del escritor”. A no
asustarse, hay muchas maneras de superarlo y seguir con nuestra tarea hasta terminar
nuestra novela.
Ahora deténgase un momento y tómese el tiempo necesario para absorber todos los
consejos de éste artículo. Sé que está ansioso por ponerse en marcha en esta nueva
aventura de convertirse en un escritor, pero lo que hay que entender es que escribir
una novela es una carrera de fondo, no un sprint.
Tomarse el tiempo para prepararse antes de salir le puede ahorrar un montón de
tiempo después.
SHARE THIS: