¿Cómo escribir un análisis crítico de texto?

Sin excepción, todos los trabajos deberán estar escritos por computadora, a espacio doble,

tendrán una extensión mínima de 1200 palabras y deberán llevar un membrete en la parte

superior de derecha de la página, escrito en espacio simple, con la identificación del

estudiante (nombre y código) del curso, incluyendo el semestre respectivo.

Cada trabajo debe tener un título; el título debe estar centrado y colocado debajo de una

identificación . interlineado 1.5. Cada trabajo debe escribirse en una hoja tamaño carta,

utilizando la fuente Times New Roman, tamaño 12 puntos, normal, con márgenes de 3

centímetros arriba, abajo, a la izquierda y a la derecha; debe estar paginado

consecutivamente.

Este tipo de evaluación quiere familiarizar a los estudiantes con la práctica de la escritura

de ensayos. Un ensayo es un texto donde (a) se introduce una idea, presentándola en sus

rasgos meritorios y justificando el motivo por el cual se la ha elegido; (b) se argumenta en

torno a la misma, exponiendo su estructura y, por último, (c) se hace una defensa o una

crítica de las misma. Todo esto deberá ir respaldado por las respectivas citas de pie de

página.

El docente tendrá en cuenta la ortografía, por lo cual es aconsejable verificarla con la

ayuda de un diccionario, y recomienda también grapar los trabajos, no se reciben ensayos

con hojas sueltas. Imperativo: ensayos impresos!

La lectura comienza con la relectura

Gastón de Bachelard

El primer paso es tener presente que un texto es un sistema con sentido completo, ya se

trate del texto en conjunto, de un capítulo, de una página o de un párrafo del mismo. Un

texto es semejante a una tela de araña, cuya estructura buscamos reproducir efectuando el

análisis, con el fin de comprenderla y, en especial, tener un conocimiento de la misma, para

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llamar la atención sobre detalles interesantes sobre su filigrana y otras cosas semejantes,

que son de máxima importancia.

Cuando se nos solicita escribir un ensayo, se nos pide dar cuenta del sentido o significado

de la argumentación expuesta por un autor en particular y elaborar de nuestro lado una

perspectiva sobre la misma. Por lo tanto, mientras leemos debemos tener a la vista, estas

tres preguntas:

a ) ¿Qué plantea el texto?

b) ¿Cómo lo hace? ¿cuáles son sus estrategias, ejemplos y recursos argumentativos? ¿qué

aspectos menciona el autor sobre el que trabajamos?

c) Por último, ¿ a dónde conduce, qué nos hace pensar, sobre qué desea convencernos o

ilustrarnos?

Las tres preguntas son, a la vez, una estrategia de lectura. La lectura es un horizonte de

expectativas en proceso de definición. Hay un orden en la lectura que puede codificarse en

estos términos: lectura/relectura. Una atenta consideración de la estructura de la lectura nos

mostrará las siguientes etapas de la misma:

d) Información: leemos en primer lugar para informarnos del contenido, para asegurarnos

de una manera, vaga y general al principio, sobre la idea general del texto, para saber qué se

dice. La lectura de información, la etapa más primaria o rudimentaria de nuestra tarea.

Simple etapa informativa, no hay análisis con una lectura de tal género. Con ella uno

consigue apenas formarse una impresión del tema o problema (cuya investigación se nos

solicita a través del análisis) o, a lo sumo, uno se pone en camino hacia el universo del

autor.

e) Por tal razón, para darle piso a la vaguedad de la lectura informativa, es necesario contar

con una estrategia de relectura (¡y con un lápiz!, inseparable compañero de viaje) con el fin

de seleccionar una categoría de análisis q la cual le seguiremos el rastro de principio a fin.

f) Después de tener lista una categoría de análisis (p. ej., el concepto de Estilo), el segundo

elemento táctico es la selección de un campo de relectura sobre el que se centrará el

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análisis. La relectura es una estrategia selectiva; por eso, el siguiente criterio de selección

que aparece con ella es la selección del campo de análisis: página(s), párrafo(s), capítulo(s).

g) Ya se trate de un solo capítulo, de una sola página, de un único párrafo, la selección del

campo es un procedimiento muy útil para darle foco a la atención, atención que contribuye

al éxito de la tarea. Un campo puede ser bien una categoría (Industria de la Cultura, forma,

esteticismo, etc) o un universo de referencia para la misma: 1,3,10 páginas: ¡eso es un

campo!

2. El control del Análisis.

Un análisis puede resultar exitoso si delimitamos, por lo tanto, un área específica de

análisis. Uno traza límites donde convenga, donde lo considere necesario; en todo caso,

donde uno se pueda concentrar mejor para esa tarea de refinamiento de las ideas que

pretendemos.

Al proceder así, escribir el texto se facilita de manera considerable. Escribir significa

nuestra capacidad de controlar una argumentación en torno a un tema (campo, idea, tema,

problema, etcétera). Todo lo cual nos permitirá, p. ej.,

h) Elaborar una introducción. En ella informamos sobre: 1) el área específica que hemos

elegido para el análisis; por ejemplo, 1.a) el film, la radio, la televisión y su relación con la

industria y la cultura y 2) damos un resumen en uno o dos párrafos del tema en

consideración.

i) Construir una argumentación. Para hacerlo, 2) seleccionamos una serie de párrafos o

frases, b) las transcribimos textualmente (entre comillas y citando las páginas respectivas

de la obra), c) los enumeramos: 1,2,3., etcétera; d) por último, les pasamos revista

aplicando el “método del rastrillo”.

j) El método del rastrillo consiste en seleccionar verbos, palabras y otros elementos que, a

nuestro modo de ver, encierran el sentido propio de las ideas con las que nos enfrentamos.

Se trata de extraer el sentido; de traducir lo que dice el autor: comprender es traducir de un

lenguaje a otro, empleando una variedad de recursos y pretendiendo reproducir una idea

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dentro de una serie de sinónimos que la amparan. Se puede emplear el operador: “Esta cita

quiere decir/ alude a/ da entender”.

k) Revisar la traducción: es el método idóneo que nos abre las puertas para la composición

del análisis. Primero desglosamos, formando una cadena de elementos; esos elementos son

nuestras traducciones. La revisión nos lleva a la cima, que nos permite ver el paisaje y

disfrutar de él.

l) Las conclusiones : la visión desde la cumbre es el deleite de fluir en la redacción de las

conclusiones. En ellas se recogen los planteamientos enunciados en la introducción y

desarrollados durante la argumentación, exponiendo los resultados finales.

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