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Comercio de proximidad y minorista en el barrio de Las Fuentes.

Conclusiones de las jornadas sobre el comercio de proximidad realizadas por FACU, Federación Aragonesa de Consumidores y Usuarios, en colaboración con la

A.VV. Civitas y La Junta de Distrito del barrio de Las Fuentes. Noviembre -Diciembre 2012.

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Las Fuentes se mueve. Es un barrio dinámico que busca su propio espacio en el panorama de nuestra ciudad, tanto desde las instituciones como desde sus vecinos.

Una muestra de ello es lo que está ocurriendo con el sector comercial de Las Fuentes.

Desde siempre, el comercio minorista y de proximidad ha sido uno de los elementos más dinámicos de Las Fuentes, ha colaborado en las fiestas y en la vida cultural y deportiva de sus calles.

Ha ayudado a crear espíritu de barrio y ha sido uno de los elementos del distrito más valorado por sus vecinos. Debido a la situación de la economía, junto a la proliferación de centros comerciales, está atravesando una mala época. Los establecimientos cierran, los locales no se ocupan, la zona pierde atractivo y el barrio lo nota.

Eso está cambiando.

Durante los pasados meses de noviembre y diciembre, se celebraron las “Jornadas sobre el comercio de proximidad”, que organizó FACU- Federación Aragonesa de Consumidores y Usuarios- en colaboración con la A.VV. Civitas y el apoyo de la Junta de Distrito, y de las que mañana se publicarán sus conclusiones.

La Asociación de Comerciantes del Barrio de Las Fuentes, con apoyo de la Junta, la Comisión de Fiestas y asociaciones del barrio, organizo un pasacalles y una cabalgata de reyes para dinamizar la calle.

La Asociación de Vecinos de Las Fuentes ha puesto en marcha una iniciativa para poner en valor el comercio de proximidad.

La Junta de Distrito ha convocado un pleno extraordinario para analizar la situación del comercio del barrio y poder coordinar todas estas acciones, a fin de lograr el objetivo que todos buscamos: que el comercio de Las Fuentes sea referente, no solo en el barrio, sino para toda la ciudad, que nuestras calles se vuelvan llenar de gente y el barrio crezca.

Es hora del análisis sincero, de hablar y de escuchar, de encontrar los objetivos comunes y caminar todos juntos para lograr lo que el barrio necesita: unificar ideas, trabajo conjunto y espíritu de barrio.

El futuro de Las Fuentes está en juego.

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Comercio de proximidad y minorista en el barrio de Las Fuentes.

Introducción

El comercio de proximidad y detallista es un elemento básico de la vida social y económica de cualquier barrio. Es un elemento indispensable de cohesión, que asegura la estabilidad social y económica. Lejos de las grandes cifras macroeconómicas, estos comercios representan un nicho de empleo estable, un foco de consumo que tiene características propias y un lugar de unión y encuentro que ayuda a la creación del espíritu de un barrio. Además, los productos en venta en estos comercios tienen un origen regional y local y contribuyen al mantenimiento del tejido industrial y agrario de la provincia, la comunidad y el país.

El cambio de costumbres con respecto al consumo han dado la puntilla a pequeños comercios durante años. La actual crisis ha atacado especialmente a este sector en dos vertientes: el retraimiento del consumo y la falta de crédito que impide soportar la crisis y la creación de nuevos comercios.

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El Barrio de Las Fuentes

El barrio presenta dinámicas determinadas por su propio desarrollo. Surge a principios del siglo XX, en torno a industrias e instalaciones ferroviarias, y siendo desde sus comienzos un barrio obrero. En la primera mitad del siglo, y hasta los años 60, el barrio sigue creciendo en base a trabajadores y se configura como un barrio dormitorio.

El barrio estuvo habitado por una población joven, y conforme nos acercamos al final del siglo XX, Las Fuentes se va conformando en su actual estructura, creando un nicho comercial muy dinámico e importante.

Sin embargo, no hay oferta de vivienda para los jóvenes, y muchos tienen que irse del barrio, lo que ha provocado un paulatino envejecimiento de la población y del barrio, que pierde pujanza frente a otros como foco de atracción de población, además de producirse un descenso de la renta de sus habitantes. Hay que señalar también la desaparición y traslado de prestigiosos y buenos establecimientos: restaurante Sella. La Novedad, Bristolman, Sastrería Cortés, Golfar etc.-, pioneros en el barrio en sus

comienzos.

Las Fuentes siempre ha sido un barrio con un fuerte espíritu comunitario, la sensación de que todos pertenecemos al barrio, que este es nuestro. Es “un pueblo dentro de la ciudad”, donde todos nos conocemos y donde nos gusta pasear y estar en la calle.

Ahora mismo, el barrio apenas supera los 44000 habitantes.

Hoy el barrio presenta una dualidad muy acusada, la zona exterior, con edificios más nuevos y una población más joven y la interior con edificios más antiguos, y el corazón de la vida comercial del distrito.

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El comercio detallista y de proximidad en el barrio de Las Fuentes.

Debemos analizar por un lado la dinámica general del sector en Zaragoza y por otro las peculiaridades del comercio en nuestro barrio.

Las situación general:

Zaragoza triplica en metros cuadrados de grandes superficies comerciales a cualquier ciudad de España, quienes reciben, además, más ayudas que los pequeños comerciantes.

El comercio detallista y de proximidad tiene muchas DIFICULTADES PARA COMPETIR EN PRECIOS CON LAS GRANDES SUPERFICIES Y LAS GRANDES FRANQUICIAS. La unión de ocio y consumo es un cambio de hábito que frena el desarrollo de los comercios de toda la vida. En esta tesitura, el relevo generacional apenas se produce y muchos de los establecimientos no tienen un relevo para seguir con la actividad.

El trato del pequeño comercio no se puede comparar con el gran almacén: consejo, confianza y relación personal son valores importantes. La calidad del minorista es mucho mayor que el gran almacén y grandes superficies. Sin embargo, estos son un foco de atracción con ofertas en los establecimientos, ofertas combinadas de compras, hostelería y ocio y una gestión conjunta del espacio común.

El hábito de compra ha cambiado en los últimos años. Ahora en las grandes superficies nadie atiende al cliente. Esto es asumido por el consumidor, que además se ve atrapado por técnicas comerciales y de publicidad agresivas fuera del alcance del pequeño comercio.

La subida del IVA afecta siempre al que va más justo, y en las tiendas pequeñas representa un problema, dado que el margen de beneficio es tan escaso que apenas pueden jugar con el precio. No pueden asumir esas subidas y tienen que trasladarlas al cliente, aumentando precios, lo que hace que muchos se centren en la búsqueda del mejor precio, por necesidad, debido a la bajada del poder adquisitivo de la población y el aumento del paro. Esto hace que el consumidor deseche las ventajas del comercio de proximidad, como el que la mayoría este adherido al sistema arbitral del consumo.

Todos los foros que podemos escuchar al respecto parecen concluir que comercio de proximidad constituye la fórmula más adecuada para mantener la vida en los centros de las ciudades y en sus barrios. Es más, parece que no se trata de sustituir una fórmula por otra, ya que los usuarios del comercio de proximidad los son también de los grandes centros comerciales más alejados. Pero parece que lo adecuado sería medir el impacto que las aperturas tendrían en el comercio tanto a escala de ciudad como de barrio. La distribución organizada, en manos de pocas empresas, maneja poderosas herramientas que tal vez dejen al pequeño comercio en cierta situación de indefensión, lo que lleva a las instituciones a querer actuar a favor de las formas más frágiles de comercio. Pero hay un factor determinante de mayor peso que las actuaciones físicas de cualquier orden que se puedan emprender en mercados o en entornos comerciales, y no es otro que la gestión profesionalizada con un punto de vista de innovación aplicado a la tecnología o el surtido. Solo de esta forma los mercados conseguirán volver a ser los centros de compra cotidiana siempre concurridos, para competir con las grandes superficies que, por otro lada tratan de imitar cada vez más el formato del mercado tradicional.

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Desde julio de 2012 ya no existe legislación sobre rebajas (primero el gobierno central y luego la DGA).

El consumo se ha derivado hacia las grandes superficies y los hábitos cambiantes de compra suponen un desafío para comerciantes y minoristas que deben controlar al máximo sus stock.

Los bancos daban créditos con mucha facilidad y los comercios han podido crecer con ellos. La caída del crédito ha afectado mucho al pequeño comercio. Los datáfonos son un negocio para los bancos y cobran porcentajes sobre las operaciones, pero cuantas menos operaciones realizan, más tienen que pagar. Las entidades financieras, ahora, ni reciben al pequeño comerciante, minorista o autónomo. Sus puertas están cerradas y los cobros los fijan a sus anchas, sobre todo las cajas de ahorro.

Hay un incremento continuo de nuevos lugares de venta (instalaciones nuevas), así como una atroz competencia: almacenes de importaciones, rastros, ferias, outlet….

Las Fuentes

Las calles Compromiso de Caspe, Doctor Iranzo y Salvador Minguijón, son los ejes del barrio, concentran el pequeño comercio.

El comercio del barrio de Las Fuentes es el más fiel al barrio, y es percibido por los vecinos como

uno de los elementos más atractivos del distrito. Sin embargo, la situación de crisis actual les afecta con devastadora intensidad.

En el barrio, los mercadillos privados han decaído, con múltiples puestos vacios y muy poco mantenimiento: las Fuentes, Ebro, Compromiso Caspe nº 82.

El barrio creció desde los años 50, con una expansión comercial espectacular. La Asociación de Comerciantes del Barrio de Las Fuentes se formó hace 14 años y tiene un gran potencial y un número importante de establecimientos asociados (comercios, mercadillos y bares) y pertenece a la CZA.

Los mercados del barrio Hablar de comercio de proximidad permite analizar diversas cuestiones en torno a lo urbano. El comercio es objeto de atención preferente por el determinante papel que desempeña en las transformaciones de diversas ciudades. Dentro de este, los mercados son probablemente el más claro nexo de unión, el epicentro de cada barrio. Representan una forma de vivir con un sabor tradicional y amable que posiblemente necesita una nueva orientación para seguir satisfaciendo las demandas de las nuevas generaciones. Sin embargo, no es menos cierto que los ciudadanos pueden volver a mirar de otra forma a los mercados, sabiendo valorar lo que los hace diferentes y únicos: el trato humano, la especialización y el consejo profesional que ahí pueden encontrar. Actualmente, la ciudad se encuentra inmersa en un proceso de relanzamiento de sus mercados como herramienta estratégica de primer orden, entendiendo un mercado como una dotación fundamental en cualquier barrio. En Las Fuentes, el comercio de proximidad ha sido siempre pujante, pero es bien sabido que la distribución organizada siempre parece encontrarse un paso por delante de lo pequeño, adaptándose a las mutaciones sociales a través de nuevas fórmulas y conceptos, mediante agresivas ofertas y comunicaciones. El barrio no ha podido sustraerse a esta realidad en la que está inmersa toda la ciudad.

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En 2009 se contabilizaban 576 comerciantes en el barrio. Ahora un 45% menos, y los miembros de la asociación son un 55% menos en el mismo periodo. Es una situación dura para el comercio que no tiene espíritu grupal. La no unión del comercio es un problema

El barrio ha envejecido, disminuye la gente joven. El espacio público es poco atractivo, escasamente habitable y lleno de coches.

Las Fuentes (Datos 2009) Gasto total generado

(Millones de €) Bienes diarios 84,2 Equipamiento personal 39,0 Equipamiento del hogar 22,7 Otros ocasionales 10,7 Bienes ocasionales 72,4 Total gasto generado 156,6

La proximidad con el centro de la ciudad, las buenas comunicaciones y la red de pequeño comercio tradicional, tienen un gran potencial de capacidad de atracción de clientela externa.

Futuro

El futuro es incierto.

El comercio minorista tiene una tradición y hay que luchar por ella. Existen problemas de horarios, y las liberaciones perjudican.

Se debe presionar a fin de mejorar las condiciones para la creación y mantenimiento de los comercios, con nueva legislación, menos rígida, y más agilidad en las licencias, con políticas fiscales adecuadas, que favorezcan el consumo y exenciones por mejoras e innovación; aumentar y mejorar las ayudas a la contratación, y que se pongan en práctica políticas para fomentar el consumo, racionalización de horarios etc.

Así mismo, hay que trabajar por hacer el barrio más atractivo y atraer población joven: establecer un programa de rehabilitación de fachadas que además de

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crear empleo mejorara el aspecto estético de nuestras calles; creación de más plazas de aparcamiento que disminuya el número de vehículos en las calles, haciéndolas más transitables y cómodas; mejorar el mobiliario urbano; aumentar las zonas verdes y de servicios; peatonalizar algunas zonas; llevar a cabo la extensión del barrio hacia el este, no solo con viviendas, sino también con equipamientos sociales y culturales; son pasos necesarios para lograr tal objetivo. Es el momento de prestar atención a la ciudad consolidada.

La falta crédito es un aspecto muy importante, y se debe trabajar para que este fluya en condiciones favorables para la creación de comercios.

Pero no solo hay que esperar que las instituciones solucionen el problema, desde los propios comerciantes, asociaciones del barrio y vecinos debemos trabajar para alcanzar una mejoría.

El lavado de cara de los comercios del barrio, haciéndolos atractivos visualmente, prestando más atención al escaparate, junto a una revitalización de la hostelería y del ocio de una forma coordinada, pueden hacer de Las Fuentes un centro comercial al aire libre. El pequeño comercio debe recuperar sus señas de identidad: calidad, especialización y trato personalizado, además de acceder a las nuevas tecnologías, ser referente en el trato al consumidor y agruparse de forma eficiente, y prestar atención a los gustos y preferencias de los consumidores, que

cambian constantemente.

Por otro lado, hay que concienciar a los vecinos de la importancia que tiene el comercio de proximidad, con promociones, charlas y actividades. Se ha de fidelizar a los consumidores y atraer a otros, aprovechando los buenos accesos que el barrio tiene.

En definitiva, dinamizar Las Fuentes de manera que sea un lugar en el que vivir y un barrio que visitar.

“Las Fuentes, un lugar donde vivir, un barrio que visitar”

Conclusiones de las jornadas sobre el comercio de proximidad realizadas por FACU, (Federación Aragonesa de Consumidores y Usuarios), en colaboración con la A.VV. Civitas y La Junta de Distrito del barrio de Las Fuentes