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Caso: El soplón obstinado Cuando Francisco Sánchez, ejecutivo en jefe de Fairway Electric, me ascendió a vicepresidente de la División Nuclear, sentí que estaba en la cima del mundo. Ahora, apenas un mes después, siento que el mundo se me ha venido encima. Estoy acostumbrado a ser parte de un equipo con el cual comparto los problemas, pero en esta ocasión estoy solo ante esto. Al menos la puerta de Francisco siempre ha estado abierta para mí. Ha sido mi padrino y mi guía desde que me incorporé a Fairway hace ocho años, y realmente a él le debo mi éxito en esta empresa y me siento en deuda con su persona. Pero cuando pienso en lo que ha ocurrido en las últimas semanas, me cuestiono si hice bien en hacerle caso esta vez. Todo empezó una mañana cuando llegué a mi oficina y encontré a Javier Robles, un antiguo compañero de trabajo, esperándome. Se disculpó por quitarme el tiempo, pero creía que era muy importante lo que tenía que decirme. Había trabajado con Javier por más de cuatro años y si decía que algo era importante, realmente lo era. –¿Qué pasa? –pregunté. –Roberto –dijo–, he encontrado algo que no puedo manejar yo solo. Me molesta pasarte el paquete, precisamente ahora que te inicias en tu nuevo puesto, pero es una de esas cosas que hay que llevárselas al jefe, y ahora tú eres el jefe. –No te preocupes, Javier; sea lo que sea, puedes contar con mi ayuda. Respiró profundamente varias veces antes de continuar. –Ya sabes de la falta de espacio y lo apretado que estamos abajo. Bueno, pues ayer le pedí a mi secretaria que sacara todos los expedientes de más de cinco años. Antes de irse, dejó los expedientes viejos sobre mi escritorio, para que los revisara antes de mandarlos a la bodega, y no vas a creer lo que encontré entre esos expedientes. Javier sacó una libreta roja de su portafolio. –Encontré este reporte escrito hace quince años por dos ingenieros de la División Nuclear. Trata acerca de una falla en nuestro diseño del reactor nuclear Radón II. Aparentemente había un problema estructural en la unidad contenedora, el cual se manifestaría durante la construcción de la planta generadora de electricidad. No era un riesgo de seguridad, pero retrasaría la construcción y costaría mucho su arreglo. El reporte menciona que Fairway corregiría el diseño. Pero deja que te lea este memo escrito por el jefe de la División Nuclear. Javier abrió la libreta y leyó una hoja engrapada a la parte interior de la portada. –"Los problemas potenciales en el diseño del Radón II son preocupantes. Sin embargo, no representan un riesgo de seguridad y por ello sería contraproducente descontinuar la venta del diseño. Si hubo problemas en las conexiones, se presentarán durante la construcción de la planta y en ese momento podrán hacerse las correcciones debidas. La necesidad de hacer ajustes en el campo no es algo fuera de lo común. Nuestra experiencia ha sido que los clientes rara vez se quejan acerca de estos costos extras." Javier cerró la libreta y se me quedó viendo. –Este memo me enferma, Roberto. No puedo creer que Fairway arriesgue su reputación vendiendo diseños a sabiendas de que tienen fallas . Esos clientes compraron esos diseños pensando que eran lo mejor en el mercado, pero el Radón II requirió de más tiempo para su construcción y costó bastante más de lo que Fairway les había dicho a sus clientes. Eso es una distorsión de la

Caso

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Caso: El soplón obstinado

Cuando Francisco Sánchez, ejecutivo en jefe de Fairway Electric, me ascendió a vicepresidente de la División Nuclear, sentí que estaba en la cima del mundo. Ahora, apenas un mes después, siento que el mundo se me ha venido encima. Estoy acostumbrado a ser parte de un equipo con el cual comparto los problemas, pero en esta ocasión estoy solo ante esto. Al menos la puerta de Francisco siempre ha estado abierta para mí. Ha sido mi padrino y mi guía desde que me incorporé a Fairway hace ocho años, y realmente a él le debo mi éxito en esta empresa y me siento en deuda con su persona. Pero cuando pienso en lo que ha ocurrido en las últimas semanas, me cuestiono si hice bien en hacerle caso esta vez.

Todo empezó una mañana cuando llegué a mi oficina y encontré a Javier Robles, un antiguo compañero de trabajo, esperándome. Se disculpó por quitarme el tiempo, pero creía que era muy importante lo que tenía que decirme. Había trabajado con Javier por más de cuatro años y si decía que algo era importante, realmente lo era.

–¿Qué pasa? –pregunté.

–Roberto –dijo–, he encontrado algo que no puedo manejar yo solo. Me molesta pasarte el paquete, precisamente ahora que te inicias en tu nuevo puesto, pero es una de esas cosas que hay que llevárselas al jefe, y ahora tú eres el jefe.

–No te preocupes, Javier; sea lo que sea, puedes contar con mi ayuda.

Respiró profundamente varias veces antes de continuar.

  –Ya sabes de la falta de espacio y lo apretado que estamos abajo. Bueno, pues ayer le pedí a mi secretaria que sacara todos los expedientes de más de cinco años. Antes de irse, dejó los expedientes viejos sobre mi escritorio, para que los revisara antes de mandarlos a la bodega, y no vas a creer lo que encontré entre esos expedientes.

Javier sacó una libreta roja de su portafolio.

–Encontré este reporte escrito hace quince años por dos ingenieros de la División Nuclear. Trata acerca de una falla en nuestro diseño del reactor nuclear Radón II. Aparentemente había un problema estructural en la unidad contenedora, el cual se manifestaría durante la construcción de la planta generadora de electricidad. No era un riesgo de seguridad, pero retrasaría la construcción y costaría mucho su arreglo. El reporte menciona que Fairway corregiría el diseño. Pero deja que te lea este memo escrito por el jefe de la División Nuclear.

  Javier abrió la libreta y leyó una hoja engrapada a la parte interior de la portada.

–"Los problemas potenciales en el diseño del Radón II son preocupantes. Sin embargo, no representan un riesgo de seguridad y por ello sería contraproducente descontinuar la venta del diseño. Si hubo problemas en las conexiones, se presentarán durante la construcción de la planta y en ese momento podrán hacerse las correcciones debidas. La necesidad de hacer ajustes en el campo no es algo fuera de lo común. Nuestra experiencia ha sido que los clientes rara vez se quejan acerca de estos costos extras."

Javier cerró la libreta y se me quedó viendo.

–Este memo me enferma, Roberto. No puedo creer que Fairway arriesgue su reputación vendiendo diseños a sabiendas de que tienen fallas. Esos clientes compraron esos diseños pensando que eran lo mejor en el mercado, pero el Radón II requirió de más tiempo para su construcción y costó bastante más de lo que Fairway les había dicho a sus clientes. Eso es una distorsión de la realidad. Quizá la razón por la que las compañías eléctricas nunca se quejaron se deba a que podían pasarle los costos a sus usuarios, pero eso es un robo, y los jefazos en Fairway lo sabían.

Javier lanzó la libreta sobre mi escritorio y se quedó viéndome con la cara roja de ira.

http://www.stanford.edu/class/ee204/assignments.html

Niveles identificados según dimensiones.Analítica: Nivel identificado 1, identifica el problema en el reactor, saben lo que deben de hacer pero no están alineados debido una situación económica que no quieren responsabilizarse.

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Conceptual: Nivel identificado 3, la información para poder tomar una decisión ya de los cambios requiere de más guías, debe de haber clarificación, mas ideas que permitan afrontar un problema identificado hace 15 años entonces no se debe solo enfocar en el problema del reactor sino de cómo hacer que la cabeza de la compañía le interese solventar esta situación en la que no les importo durante 15 años.

Información: Nivel identificado 1, hay una claridad y secuencia cronológica de cómo sucedió todo y de una manera sencilla y corta se muestra la información.

el caso plantea una situación, donde el problema real ya no es la cuestión de las afectaciones del reactor en sí, sino las implicaciones en cuestión de calidad de producto terminado que pueden afectar a la imagen de la empresa, ya que fue algo ocurrido hace 15 años atrás.

Coincido contigo en que el caso plantea una situación poco clara con relación a las afectaciones del reactor, pero considero que el problema real es una cuestión ética por parte del nuevo jefe: comentar o no la situación; actuar o no, con relación al reactor.

 de acuerdo a tu planteamiento se requiere de una indagación retrospectiva para evaluar el impacto del daño económico a los clientes y este dato sería un aporte al dilema ético presentado. To be or not to be.

el caso de forma global es de un nivel de dificultad 2, pues presenta el problema, pero hay que buscar su solución.

Coincido contigo en que en la dimensión de información, el nivel es 1, ya que se presenta la información claramente y en secuencia cronológica.Sin embargo, difiero contigo en cuanto a la dimensión analítica. Aquí le pondría yo un nivel 3, ya que no se sabe cuál es el problema ni las alternativas. En cuanto al problema, todavía no se sabe si es ético (decir o no sobre el asunto a su jefe) o técnico (arreglar el reactor). Tampoco ofrece soluciones.Por otra parte, en el nivel conceptual, me parece que es nivel 2,  porque requiere de perspectivas múltiples: puede ser un caso de toma de decisión (consultar o no con su jefe, o ejercitar alguna acción para corregir el problema, o no tomar ninguna acción). Además, requiere herramientas de comunicación y negociación: con su compañero y con su jefe.

Muy interesante tu opinión. Considero que el caso "El soplón obstinado" tiene las siguientes dimensiones:Dimensión analítica: Es un caso Nivel 3, ya que si bien podemos intuir diversos problemas (sobre si existen riesgos en la eficiencia de un reactor nuclear producido por la compañía, o si se trata de qué hacer con los directivos que ocultaron la información revelada por Javier, etc.) el caso no indica cuál es el problema a ser resuelto. Tampoco nos indica ninguna posible solución. Siendo que tanto el problema como la solución deben ser descubiertos por el lector, este caso es Nivel 3 en su dimensión analítica.Dimensión conceptual: Considero que también tendría un Nivel 3 en este rubro, ya que requiere más de una lectura para entender la situación que enfrenta Roberto ante las revelaciones de Javier Robles. Además, será necesario que el

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profesor guía a los alumnos a debatir sobre los métodos de solución una vez que queden establecidos los problemas del caso.  Dimensión de presentación de la información: También estamos ante un caso Nivel 3, pues presenta mucha información que nos permite tener el contexto de la situación de Roberto, pero que no aporta a entender el problema real sobre los reactores nucleares de Fairway. Si bien la lectura es entretenida (permite que el lector se involucre con el contexto y los sentimientos de los personajes), la estructura del caso no es cronológica, pues "salta en el tiempo" varias veces. Será necesario profundizar en los hechos para descubrir los problemas que tendrán que ser gestionados por Roberto. 

en mi opinión en la dimensión Conceptual la dificultad es de Nivel 2, dado que no todos necesariamente estarán de acuerdo en alguna solución y requiere por lo tanto discusión e intercambio de ideas para explorar las implicancias de las posibles soluciones, en la dimensión Analítica la dificultad es de Nivel 2, dado que se plantea el problema pero no la solución no creo que se requieran mas guías  todo esta bastante claro y por ultimo en la dimensión de la Presentación de la información la dificultad es de Nivel 1, dado que la información se presenta de manera ordenada y lógica.

Dimensión analítica: Es un caso Nivel 3,