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SEMINARIO INTERNACIONAL
“LA PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS
NACIONALES DE LA AGRICULTUR A FAMILIAR
EN AMÉRICA LATINA Y CARIBE”
Brasilia, Brasil (19-20 de mayo de 2016)
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 1
Contenido
SIGLAS Y ACRÓNIMOS 2
INTRODUCCIÓN 3
Propósito del seminario 3 Apertura 4 Contextualización de la actividad 5
MESA 1: Avances en los datos de los Censos Nacionales e Institutos de Estadísticas para la Igualdad de Género 6
MESA 2: Avances y retos en la incorporación de la perspectiva de género en los Registros Nacionales de la Agricultura Familiar en los países del Mercosur 10
MESA 3: Desafíos y contribuciones para mejorar las estadísticas agropecuarias desde el abordaje de género 17
CIERRE DEL SEMINARIO 21
DECLARACIÓN 21
ANEXO 1: Encuesta acerca de las estadísticas agropecuarias con perspectiva de género en América Latina y el Caribe 23
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 2
SIGLAS Y ACRÓNIMOS
AF Agricultura Familiar
AFC Agricultura Familiar Consolidada
AFI Agricultura Familiar Intermedia.
AFS Agricultura Familiar de Subsistencia
CARICOM Comunidad del Caribe
CELAC Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños
CEPAL Comisión Económica para América Latina y el Caribe
CMC Consejo del Mercado Común
DAP Declaração de Aptidão (Declaración de Aptitud) en el PRONAF
DGDR / MGAP Dirección General de Desarrollo Rural / Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Uruguay
DPMR/MDA Dirección de Políticas para Mujeres Rurales, Ministerio de Desarrollo Agrario, Brasil
EBIA Escala Brasileña de Inseguridad Alimentaria
ELCSA Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria
EMSA Escala Mexicana de Seguridad Alimentaria
FAO Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura
FIES Escala de experiencia de inseguridad alimentaria [Food Insecurity Experience Scale]
GMC Grupo Mercado Común
IBGE Instituto Brasileño de Geografia y Estatística
INE Instituto Nacional de Estadística, Guatemala
INE Instituto Nacional de Estadísticas, Chile
INEI Instituto Nacional de Estadística e Informática, Perú
INEC Instituto Nacional de Estadística y Censos, Costa Rica
NAF Núcleo de Agricultores Familiares, Argentina
ODS Objetivos de Desarrollos Sostenible
ONE Oficina Nacional de Estadística, República Dominicana
ONU Organización de las Naciones Unidas
PRONAF Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar, Brasil
REAF Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar, Mercosur
RENABE Registro Nacional de Beneficiarios, Paraguay
RENAF Registro Nacional de la Agricultura Familiar, Paraguay
SEPREM Secretaría Presidencial de la Mujer, Guatemala
SICA Sistema de Integración Centroamericana
UNSC Comisión de Estadística de la ONU
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 3
INTRODUCCIÓN
El seminario internacional “La perspectiva de género en las Estadísticas Agropecuarias y Registros
Nacionales de la Agricultura Familiar en América Latina y Caribe” tuvo lugar en Brasilia, Brasil, los días 19
y 20 de mayo de 2016. Fue organizado por la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del Mercosur
(REAF/Mercosur); la Dirección de Políticas para Mujeres Rurales, del Ministerio de Desarrollo Agrario
(DPMR/MDA), Brasil; la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Este evento es parte del proceso de incorporación de un abordaje de género en las estadísticas
agropecuarias, el cual tuvo un marco importante en el taller “Mejoramiento de las estadísticas
agropecuarias para la igualdad de género”. Este taller fue organizado por las mismas instituciones que
implementaron el seminario, además de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL),
y tuvo lugar en Caxias do Sul, Brasil, en noviembre de 2012. Los compromisos asumidos en él generaron
resultados concretos, al incidir, por ejemplo, en la construcción del formulario del Censo Agropecuario
2016 en Brasil o en la medición del aporte de las mujeres por las encuestas agropecuarias en República
Dominicana. Luego de esta actividad, la Declaración de Brasilia, resultado de la Conferencia sobre Mujeres
Rurales de América Latina y el Caribe realizada en 2014, el Año de la Agricultura Familiar, insta a “la
producción y mejoramiento de información estadística con enfoque de género y pertinencia cultural y
étnica, que permitan la planificación, ejecución y monitoreo de las políticas públicas para las mujeres
rurales”.1
Propósito del seminario
La propuesta del seminario “La perspectiva de género en las Estadísticas Agropecuarias…” fue servir como
una plataforma de diálogo e intercambio de informaciones y de experiencias de los distintos países; y su
objetivo, profundizar en las discusiones conceptuales y metodológicas sobre la incorporación de la
perspectiva de género en los Censo Agropecuarios y en los Registros de la Agricultura Familiar de los
países del Mercosur. La calificación de la información también tuvo como marco el seguimiento de los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados en la Cumbre de Naciones Unidas para el Desarrollo
Sostenible, que apuntan a poner fin a la pobreza, eliminar el hambre y lograr la igualdad de género a partir
de una perspectiva integral del desarrollo. El seminario tuvo como meta concreta evidenciar la importancia
de las estadísticas para el reconocimiento público de un problema, para la elaboración de las políticas
públicas destinadas a confrontarlo y el monitoreo de sus metas; en este caso, la situación de la agricultura
familiar en América Latina y el Caribe y las medidas tomadas por los distintos países de la región para
hacerse cargo de ella.
1 Declaración de Brasilia, Conferencia sobre Mujeres Rurales de América Latina y el Caribe en el Año de la Agricultura Familiar
2014 (12 noviembre 2014), sección “Instamos”, ítem 11, http://www.fao.org/fileadmin/user_upload/rlc/docs/Declaracion_de_Brasilia_AIAF_2014_final.pdf
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 4
En el seminario participaron 46 mujeres y 15 hombres de 14 países: Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica,
Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, México, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y
Venezuela. Incluían representantes de mecanismos estatales responsables por las políticas de promoción
de las mujeres, incluso dos ministras (Guatemala y Haití); de organismos de apoyo a la agricultura familiar
o desarrollo rural, de institutos de estadísticas y de la sociedad civil. Puede decirse que la diversidad de
su experiencia se ha visto potenciada por la metodología aplicada en el encuentro, que combinó paneles
de expertas y expertos de distintos países, con grupos menores de discusión animados por especialistas
del tema, los llamados “café con prosa”.
Todos quienes se integraron al seminario en representación de los distintos países prepararon su
participación con el envío de respuestas a una encuesta propuesta por la comisión organizadora, que
apuntaba a identificar el estado actual de los Censos Agropecuarios y registros de agricultura familiar, y
los principales desafíos, perspectivas y propuestas en la materia. La síntesis de las respuestas se
encuentra en el anexo 1.
Apertura
La Mesa de Apertura estuvo conformada por Celia Watanabe, directora de Políticas para Mujeres Rurales
del Ministerio de Desarrollo Agrario (MDA), Brasil; Marie Denise Claude, Ministerio de la Mujer, Haití; Alan
Bonjanic, representante de la FAO en Brasil; Claudia Brito, de la Oficina Regional de la FAO para América
Latina y el Caribe; Lautaro Viscay, secretario técnico de la Reunión Especializada de Agricultura Familiar
del Mercosur (REAF/Mercosur); Nadine Gasman, ONU Mujeres; y Elizete Maria da Silva, en
representación de la sociedad civil. En sus presentaciones relevaron, por un lado, el hecho de que gran
parte del trabajo que realizan las mujeres rurales sigue en la invisibilidad; y por otro, que pese a que las
mujeres trabajan más horas que los hombres, siguen teniendo menor acceso a los beneficios de las
políticas públicas, y en su gran mayoría continúan como responsables únicas del cuidado de la familia y el
hogar. A ello se suma que las contribuciones económicas de las mujeres rurales todavía no son
reconocidas, y que en las estadísticas muchas veces apenas son vistas en su rol de cuidadoras y
reproductoras.
Respecto de esta situación, se planteó, por una parte, que empoderar a las mujeres rurales no solo es
cuestión de justicia, sino también estratégico para el desarrollo de formas más armónicas de convivencia
entre las personas y de estas con la naturaleza. Y por otra, que las estadísticas contribuyen a que se
perciba a los diferentes actores sociales y políticos, e identificar las brechas y violaciones de derechos que
deben ser subsanadas por las políticas públicas.
Durante la apertura, se resaltó que el seminario forma parte de un proceso iniciado en Caxias do Sul con
el análisis de las estadísticas agropecuarias; que ahora incorpora el debate sobre los registros de la
agricultura familiar; y que apunta a la integración de diferentes fuentes de información, además del
desarrollo de otras, como los usos del tiempo. El potencial de la reflexión sobre los usos del tiempo como
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 5
herramienta metodológica fue puesto en evidencia durante el cuarto curso de la REAF dirigido a la juventud
de la agricultura alimentaria. En aquel momento se destacó la responsabilidad de las mujeres en materia
del trabajo doméstico, la sobrecarga laboral y la ausencia de tiempo para el ocio y el estudio.
El seminario tuvo lugar en condiciones extraordinarias en la historia del Brasil, y su realización puso de
manifiesto la pertinencia de la agenda y la importancia de su continuidad. La representante de la sociedad
civil afirmó que repudian los hechos que han tenido lugar en Brasil (véase mayor detalles en declaración),
no aceptan la pérdida de derechos, así como tampoco la extinción de los organismos responsables directos
por la ejecución de las políticas de fortalecimiento de las mujeres rurales.
Contextualización de la actividad
Alba Perez, consultora de la FAO, situó este seminario en la ruta de las Conferencias de Naciones Unidas
para las Mujeres y en las iniciativas de la región, como la Conferencia sobre Mujeres Rurales de América
Latina y el Caribe en el Año de la Agricultura Familiar, 2014.
El debate sobre las estadísticas con enfoque de género interrelaciona los esfuerzos para incluir dicha
aproximación en la estrategia global para la mejora de las estadísticas agropecuarias y rurales, con el
Programa del Censo Agropecuario Mundial 2020 (CAM 2020) y la producción de datos para el monitoreo
de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Un marco en esta trayectoria en la región ha sido el taller “Mejoramiento de las estadísticas agropecuarias
para la igualdad de género”. Organizada por FAO, CEPAL, Reunión Especializada de Agricultura Familiar
del Mercosur (REAF) y el Gobierno de Brasil, tuvo lugar en noviembre de 2012, en Caxias do Sul, Brasil.
En ese momento se evidenciaron los retos que implicaba el mejoramiento de la información destinada a
cuantificar y cualificar la participación de las mujeres en la agricultura, y la importancia del uso de las
estadísticas en la elaboración de políticas públicas.
Para la FAO, como para otras entidades nacionales e internacionales, las políticas públicas deben
proponerse como meta lograr la igualdad de género. En esta perspectiva, las estadísticas aportan al
diagnóstico de los problemas colectivos que las políticas se proponen resolver. Para ello deben considerar
cómo se manifiestan las relaciones de género en la agricultura, esto es, de qué manera y en qué medida
los roles, funciones, tareas y responsabilidades asignadas a los hombres y a las mujeres en la sociedad
son diferentes. De este modo, el diseño de los instrumentos debe no solo incorporar la variable Sexo, sino
también preguntas específicas que permitan comprender las formas de organización de la producción, las
actividades que mujeres y hombres realizan, y las brechas existentes en la producción, productividad,
acceso a activos y prácticas culturales.
Transversalizar el enfoque de género en toda la producción estadística implica el fortalecimiento de
capacidades en el marco de un Sistema de Estadísticas Agropecuarias, para avanzar hacia estadísticas e
indicadores con enfoque de género. Este sistema debe incluir el desarrollo de encuestas continuas, la
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 6
construcción de indicadores, el análisis de diferentes fuentes y la mejoría de las relaciones entre
productores y usuarios.
MESA 1: Avances en los datos de los Censos Nacionales e Institutos de Estadísticas
para la Igualdad de Género
Esta Mesa estuvo articulada en torno a la problemática de los censos agropecuarios y la perspectiva de
género. Su marco conceptual fue la necesidad de profundizar los procedimientos de medición del trabajo
femenino, a fin de hacer visible el aporte de las mujeres y propender a una mirada que las considere en
su rol de productoras y/o trabajadoras.
Lourdes Xitumul Piox, de la Secretaría Presidencial de la Mujer, Guatemala, destacó la importancia de
avanzar en la visibilización del trabajo femenino en áreas rurales y en la actividad agropecuaria mediante
la profundización y mejora de estadísticas sensibles al enfoque de género. Señaló que, en su país, desde
el año 2010 existe un acuerdo entre la Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM) y el Instituto Nacional
de Estadística (INE), en la figura de una Oficina Coordinadora Transversal de Género y Pueblos, y que la
perspectiva de género ocupa un lugar central en los lineamientos de la Política Nacional de Desarrollo
Rural.
El acuerdo señalado tiene como objetivo, según indicó Xitumul Piox, “impulsar acciones para que los
registros, censos, encuestas e indicadores socioeconómicos se diseñen, recopilen, analicen y presenten
con desagregación por sexo, grupo de edad, pueblos y área geográfica”. Asimismo fue creado el Primer
Diplomado en Derechos Humanos y Estadística de Género y Pueblos. Lo anterior resulta en un reto
fundamental, como es avanzar en el fortalecimiento de capacidades para ampliar el diseño de los
contenidos de los futuros censos y encuestas, y dar cuenta así de los aportes de las mujeres tanto en la
producción como en la seguridad alimentaria de los países. Destacó el compromiso de SEPREM en
sostener y profundizar la colaboración interinstitucional con el ámbito de las estadísticas, e instó a la
continuación del apoyo técnico de FAO para el próximo censo agropecuario, así como el de otros
organismos internacionales relacionados con la temática.
Jafmary Feliz y Teresa Guerrero, de la División de Investigaciones de la Oficina Nacional de Estadística
(ONE) de la República Dominicana, presentaron el trabajo “Medición del aporte de las mujeres en
actividades agropecuarias”. A modo de contextualización, comenzaron su exposición señalando que la
ONE asume como un objetivo estratégico la institucionalización del enfoque de igualdad de género en la
gestión institucional y en la producción estadística, y reafirma el compromiso con la producción estadística
que permita visibilizar situaciones de desigualdad y de oportunidades diferenciadas entre hombres y
mujeres.
El trabajo referido fue ejecutado en el marco de un convenio ONE-FAO, “Medición del aporte de las mujeres
en actividades agropecuarias”, con el fin de probar en terreno ciertos aspectos conceptuales y operativos
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 7
para la recolección de datos con perspectiva de género en el sector agropecuario, mediante la
identificación, descripción y cuantificación de las formas de participación de las mujeres en actividades
agropecuarias, tanto desde la perspectiva de la gestión como en la toma de decisiones tecnológicas y/o
comerciales en las parcelas, así como en su rol de trabajadoras familiares y /o contratadas.
Desde esta perspectiva, en República Dominicana se procedió a realizar un operativo de recolección de
datos, seleccionando un conjunto de explotaciones agropecuarias en diferentes contextos productivas
mediante técnicas de entrevistas en profundidad a los responsables de las explotaciones o a informantes
calificadas, aplicando las pautas de un cuestionario-guía especialmente diseñado. Dicho cuestionario
contenía preguntas referidas a la ubicación y nombre de la explotación agropecuaria (parcela, finca o
conuco), datos de la persona entrevistada, el tamaño, la orientación productiva, tenencia de la tierra,
formas de gestión y manejo de la explotación, condición jurídica, viviendas y hogares, trabajadores y
trabajadoras familiares y no familiares. Se realizó un total de 123 entrevistas.
Entre los resultados obtenidos, es importante destacar el mapa laboral de la mujer rural, donde se identifica
una multiplicidad de tareas dentro y fuera de la explotación agropecuaria, así como al interior del hogar.
Las personas entrevistadas solían reconocer a la persona encargada o dueña de la finca como tomadora
de decisiones, y solo cuando se profundizaba y ejemplificaba la pregunta podía identificarse el trabajo
femenino. La frecuencia de asociativismo era mayor entre las mujeres como canal de acceso a préstamos,
a actividades de capacitación, involucramiento o proyectos estatales de desarrollo rural; también se daba
una mayor identificación de tenencia compartida o del hogar cuando la persona entrevistada era mujer.
A modo de recomendaciones, se señaló la importancia de que, para los temas de formas de tenencia y
toma de decisiones, ciertas preguntas fueran acompañadas de otras complementarias. La tenencia
compartida, sobre todo cuando el hombre es entrevistado y tiene pareja, debe indagarse con cuidado. Solo
así se puede captar la tenencia conjunta con su cónyuge. El trabajo doméstico y las tareas directamente
relacionadas con la producción suelen solaparse. Es necesario insistir durante la capacitación sobre esta
posibilidad y sondear en profundidad. Por último, se destacó la importancia de utilizar un lenguaje con
enfoque de género en toda la entrevista, para no condicionar la respuesta del informante, y de recurrir al
plural en la indagación sobre formas de tenencia.
Alejandro Vilches, asesor del Ministerio de la Mujer, y Gisella Cañote Fajardo, del Instituto Nacional de
Estadística e Informática (INEI), Perú, compartieron los avances en el marco del Programa de
Mejoramiento de Estadísticas Agropecuarias desde el Enfoque de Género. En esa perspectiva,
desarrollaron una serie de temas relativos a los cambios necesarios para visibilizar el aporte de las mujeres
en el agro; la perspectiva de género en los Censos Agropecuarios, en los Registros Nacionales de
Agricultura Familiar y en la Estrategia Nacional de Agricultura Familiar; así como el impacto de la
información estadísticas del sector agropecuario en el ciclo de política pública. Señalaron también los
cambios que serían necesarios para dar mayor visibilidad a la participación de las mujeres en las unidades
productivas agropecuarias.
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 8
Los expositores dieron cuenta de cómo, en el Perú, a partir de la recomendación del Programa Mundial de
Censos Agropecuarios (2010), se asoció en los registros censales la Unidad Doméstica (Hogares) a las
Unidades Productivas; se buscó mejorar los cuestionarios de modo a captar la realidad de aquellas que
todavía no tienen voz; y se investigó la participación de la mujer en el trabajo productivo. Ello junto a
preguntas sobre todos los componentes del hogar en relación con el sexo, edad, parentesco con el
responsable, escolaridad, y si participa o no en el trabajo de la unidad de producción. En Perú no hay un
registro de la agricultura familiar, pero sí una estrategia hacia el fortalecimiento de dicha producción que
toma como referencia las informaciones del censo. Con base en esto, se identifican tres tipos de agricultura
familiar (AF): Agricultura Familiar de Subsistencia (AFS), intermedia (AFI) y consolidada (AFC). La AF
involucra también una dimensión comunitaria (comunidades campesinas y nativas). La agricultura familiar
de subsistencia tiene rostro de mujer; las y los productores agropecuarios son jóvenes, con un bajo nivel
de instrucción; hablan lengua nativa, sus ingresos son insuficientes, no reciben asistencia técnica ni
acceden al crédito; usan muy poco semillas certificadas, fertilizantes, insecticidas, químicos, tractores;
utilizan mayormente energía animal, tardan más de una hora en llegar a la capital del distrito y el destino
de su producción es el autoconsumo.
Los desafíos para seguir avanzando en el mejoramiento de las estadísticas es continuar asociando las
unidades domésticas, los hogares y unidades productivas, las explotaciones; realizar entrevistas a
hombres y mujeres; desarrollar encuestas de usos del tiempo, de modo de entender mejor las actividades
realizadas por cada uno de los integrantes de la familia. Además, está el reto de desarrollar un registro de
la agricultura familiar que contemple a trabajadoras y trabajadores sin tierra y comunidades que hacen uso
común de la tierra; y, junto con ello, transversalizar el enfoque de género a fin de entender cómo las
culturas han establecido diferencias y exclusiones a partir del sexo de las personas, y cómo estas
diferencias se han convertido en desigualdades. Por ello —señalaron Vilches y Cañote Fajardo—, los
censos y las encuestas, que son los instrumentos capaces de dar visibilidad a las inequidades, deben
considerar que “las condiciones de vida y oportunidades para hombres y mujeres son diferentes, que tienen
diferentes necesidades debido a que desempeñan diferentes roles en la sociedad y viven de manera
diferente los mismos problemas".
Antonio Florido, gerente del Censo Agropecuario del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE),
empezó su presentación recordando que es muy necesaria la implicación de las personas usuarias del
censo —quienes definen las políticas, quienes demandan la información y quienes analizan los datos—,
para colaborar en el diseño de los formularios, asegurar que las agricultoras y agricultores los contesten
bien, y examinar los datos recopilados.
Brasil tiene una larga tradición en la realización de censos agropecuarios y desde hace un tiempo se viene
perfeccionando el abordaje de género en ellos. En el Censo 1995 se preguntaba el sexo de las personas
ocupadas con más de 14 años; en el del año 2006 se amplió para el sexo de la persona responsable por
el establecimiento agrícola. La propuesta para el próximo censo, con año base en 2017, es recolectar
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 9
informaciones relativas a sexo, edad, escolaridad, actividades desarrolladas por todas las personas que
trabajan en la explotación, sean estas unidades familiares o de comunidades tradicionales que hacen uso
común de la tierra. Además, se considera incluir la corresponsabilidad por la unidad productiva.
Este modelo de cuestionario fue testado en pruebas piloto, con buenos resultados. La propuesta actual es
identificar las variables derivadas posibles para futuras tabulaciones específicas que evidencien con la
mayor precisión el trabajo de las mujeres en el sector agropecuario. Es importante destacar que todas las
unidades productivas se georreferencian, lo cual posibilita su integración con los datos de los censos de
población y vivienda.
Tras las presentaciones, se organizaron diversos grupos de discusión en torno a los temas expuestos, en
los que los participantetes tomaron en consideración los avances y limitaciones de los censos
agropecuarios en sus respectivos países y se consideraron ideas y propuesta futuras. Las situaciones
varían según cada país, en la medida en que en aquellos donde se ha relevado los censos en el marco de
la Ronda de Censos de 2010, se recoge una serie de variables que posibilitan identificar los casos de
responsables femeninos en las explotaciones agropecuarios. Ello no obstante, persisten algunos países
en los cuales es muy incipiente la incorporación de la perspectiva de género en los censos y encuestas
agropecuarios, a pesar de las recomendaciones y propuestas de los organismos internacionales
especialistas en la materia.
Fue coincidente la mención de que algunos censos también recogen datos sobre el sexo de los
trabajadores en las explotaciones agropecuarios, como también sobre los miembros del hogar del
productor o productora. Sin embargo, aun en esos casos, por diversas circunstancias que se dan durante
el proceso de realización de las entrevistas se suele omitir la participación de las mujeres en el trabajo
agropecuario. Queda oculta o inmersa en las tareas domésticas. En este sentido, se plantearon
alternativas relacionadas con la importancia de utilizar un lenguaje inclusive, indagar en profundidad
incluyendo preguntas adicionales y en plural, reconociendo así la posibilidad de una gestión conjunta de
las explotaciones agropecuarias.
La definición de productor agropecuario debe referirse a quiénes y no a quién toma las decisiones de
manejo y gestión de la explotación agropecuaria, posibilitando de esta forma que los encuestados den
cuenta de las decisiones compartidas y de la presencia de más de una persona responsable por la
explotación. Se sugirió también la inclusión de preguntas sobre la cantidad de horas trabajadas dentro y
fuera del predio. Por último, se destacó la importancia de la coordinación y colaboración interinstitucional
y la necesidad de participación de especialistas en género en el diseño de los instrumentos de recolección
de datos, y en la elaboración de los manuales de instrucción y cursos de capacitación para el personal de
campo.
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 10
MESA 2: Avances y retos en la incorporación de la perspectiva de género en los
Registros Nacionales de la Agricultura Familiar en los países del Mercosur
La Mesa se inició con una introducción al tema por Lautaro Viscay, de la Secretaría Técnica de REAF
(Reunión Especializada sobre Agricultura Familiar del Mercosur). La REAF es un órgano asesor del Grupo
Mercado Común (GMC) y funciona como espacio de diálogo político entre las delegaciones
gubernamentales y de la sociedad civil en la formulación de propuestas, intercambio y cooperación en
temas de políticas públicas para el fortalecimiento de la agricultura familiar.
Al respecto, la Resolución GMC 25/07 establece las directrices mínimas para el reconocimiento e
identificación de la agricultura familiar en el Mercosur: mano de obra predominantemente familiar, familia
responsable por la gestión y residente en el establecimiento o lugar próximo a él, recursos productivos
compatibles con el trabajo de la familia. Se incluyen las productoras y productores sin tierra, personas
beneficiarias de procesos de reforma agraria y comunidades que hacen uso común de la tierra. Se plantea
la implementación de un registro voluntario en todos los Estados Partes del Mercosur, donde se incluirá a
mujeres y hombres, independientemente de su estado civil, con el objetivo de aplicación de políticas
públicas diferenciadas dirigidas a la agricultura familiar.2
La REAF tiene cinco Grupos de Trabajo (GT), entre los cuales se cuentan el GT de género y
adicionalmente el Grupo Técnico de registros, que funciona desde 2010 y donde participan representantes
gubernamentales con responsabilidad en los registros censales de sus respectivos países. En 2012, el
Consejo del Mercado Común (CMC) aprobó la Decisión que establece el reconocimiento mutuo de los
registros por medio de un proceso que implica la elaboración de informes anuales por los países
participantes, la realización de estudios, cooperación con la Reunión Especializada de Estadísticas del
Mercosur y prestar asistencia a la construcción de registros en otros países.
En seguida, representantes de los Estados Partes del Mercosur dieron cuenta del proceso de construcción
de los registros en sus países, su estado actual y los retos que enfrentan. A continuación se destacan
algunos puntos de las mismas.
Enrique Matías Berger, director nacional de Identificación y Formalización de los Agricultores Familiares,
Argentina, presentó el Registro Nacional de la Agricultura Familiar desarrollado en el país, cuya
construcción se dio de forma concomitante a la definición de la agricultura familiar y a la creación de una
institucionalidad para el desarrollo de políticas diferenciadas en el marco de la Resolución GMC 25/07. El
proceso, señaló, tuvo un buen grado de participación. Las organizaciones sociales, habiendo advertido un
vacío de informaciones sobre lo que era la contribución económica de la agricultura familiar, demandaron
la inclusión de muchas materias en el Registro, cuyo formulario llega a tener 18 páginas. Así, por ejemplo,
2 Mercosur/GMC/RES Nº 25/07, Directrices para el Reconocimiento e Identificación de la
Agricultura Familiar en el Mercosur, en http://www.sice.oas.org/trade/mrcsrs/resolutions/Res2507.pdf
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 11
en él se pide nombrar a dos titulares del Núcleo de Agricultoras/es Familiares (NAF), con el objetivo de
identificar a las mujeres productoras y lograr su registro; se indaga sobre quiénes realizan las actividades
que declara el NAF, puntualizando qué actividades hacen los varones y cuáles las mujeres; se pregunta
por el sexo de los trabajadores no familiares que contrata el NAF, en caso de que lo haga; finalmente, se
relevan los datos personales, relaciones de parentesco, nivel educativo y participación en el trabajo en el
NAF y fuera del NAF de todos los integrantes del mismo. En lo relativo al trabajo en el NAF, se pregunta
si el trabajo es en la producción agrícola o en tareas domésticas (asumiendo que las tareas
reproductivo/domésticas también son productivas).
En el momento actual, evalúan que el reconocimiento de la agricultura familiar ya es un hecho y que es
posible refundar el Registro, centrándose en su objetivo de acceso a las políticas. En este sentido, esperan
vincular informaciones de otras instituciones, como el Sistema Nacional de Sanidad Animal e
informaciones tributarias, y disminuir el tamaño de la planilla. Esperan también que la ampliación de la
cobertura del Registro, además de asegurar la vinculación con las políticas, permita establecer un universo
muestral para estudios complementares de temas específicos.
El principal desafío es la formación de las personas encargadas de llevar a cabo las indagatorias. Las
pautas culturales llevan a que se pasen por alto o se minimicen los datos desagregados por sexo, como,
por ejemplo, la posibilidad de que la persona que realiza el registro solo incorpore al varón.
Regis de Oliveira, de la Secretaría de Agricultura Familiar del Ministerio del Desarrollo Agrario, ha
presentado el registro de Brasil, denominado Declaración de Aptitud (DAP), realizada en el marco del
Programa Nacional de Fortalecimiento de la Agricultura Familiar (PRONAF). La DAP fue instituida en 1995
como una autodeclaración de los emprendimientos agrícolas familiares para acceder al crédito subsidiado
del PRONAF. En 2000 se inició el proceso de centralización y control de la emisión de la DAP. En 2006 se
definió por ley la caracterización de la agricultura familiar.
Según la normativa vigente, también se emite una DAP por unidad de producción familiar con doble
titularidad, sin jerarquía entre los titulares. En la base de datos de la DAP están registrados actualmente
4,8 millones de familias, la mayoría de bajos ingresos. Las unidades familiares con titularidad conjunta
representan 58,1% de los registros; aquellas con titularidad masculina única, 21,7%; y con titularidad
femenina única, 20,2%. Estos establecimientos con una mujer responsable tienen una superficie media e
ingresos anuales menores que los demás. La mayoría de las mujeres que los integran (84,34%) son
agricultoras familiares, seguidas por pescadoras, beneficiarias de proyectos de reforma agraria,
recolectoras, indígenas, quilombolas, acuicultoras y silvicultoras, en este orden.
El registro prevé además la posibilidad de una DAP accesoria para jóvenes y mujeres agregadas a la
familia. Pero el registro de mujeres en esta condición es muy bajo: hay 414 casos en la base. En las
organizaciones donde se asocian participantes de la agricultura familiar, las mujeres representan tan solo
un 24,7%.
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 12
Los avances en este proceso de registro, concomitante al reconocimiento de la importancia de la
agricultura familiar, incluyen su institucionalización por medio de normativas, el sistema online, una amplia
red de emisores, y la vinculación de acceso a 15 políticas públicas. Entre los desafíos está la integración
con otras bases de datos oficiales; el diálogo con las categorías utilizadas en el Censo Agropecuario;
avanzar hacia el registro de todos los integrantes de la familia; y un mejor conocimiento de las actividades
desarrolladas por cada uno de ellos y del rol de las mujeres en la gestión de las actividades. La propuesta
en discusión de un Catastro Nacional de la Agricultura Familiar viene responder a estos retos.
Mercedes Benítez, de la Dirección del Censo y Estadísticas Agropecuarias del Ministerio de la Agricultura
y Ganadería, Paraguay, enfocó su presentación en el Registro Nacional de la Agricultura Familiar (RENAF)
como fuente de información. En comparación con el Censo Agropecuario, este registro permite una mejor
aproximación a la perspectiva de género, pues aborda, además del sexo del productor, la composición
familiar y su ocupación en la finca, forma de tenencia de la tierra y trabajadores asalariados. Además de
una mejor aproximación a la realidad de las agricultoras, el hecho de asegurarles el acceso a programas
ha permitido captar mejor su presencia en la agricultura. Así, mientras el Censo Agropecuario de 2008
identificó que las agricultoras representaban el 22% de los productores, en el RENAF las mujeres aparecen
representando un 40% de los productores registrados.
Los datos del Registro Nacional no establecen una diferencia significativa entre mujeres y hombres según
actividades productivas. Las productoras tienden a estar más representadas entre las más jóvenes. No
hay significativa diferencia en la escolaridad, pero las mujeres están ligeramente más presentes entre los
sin instrucción. De los trabajadores asalariados, 97% son hombres.
Entre los avances se destacó la promulgación de la Ley Nº 5446/15 de Políticas Públicas para las Mujeres
Rurales y el proceso para la realización de una encuesta de uso del tiempo. Los desafíos incluyen la
necesidad de identificar mejor los rubros en los cuales las mujeres tienen mayor participación y visibilizar
las acciones de la mujer productora, a fin de que las políticas públicas respondan de manera eficiente a
las demandas de las mismas. Para esto es necesaria una mejor incorporación de las políticas de género
en las acciones diarias de la Dirección de Censos y Estadísticas Agropecuarias, y la sensibilización y
capacitación al funcionariado de la institución (personas encargadas y autorizadas para recoger los datos).
Fernando Sganga, de la Dirección General de Desarrollo Rural del Ministerio de Ganadería, Agricultura y
Pesca (DGDR/MGAP), Uruguay, presentó el caso de los registros de productoras y productores familiares
agropecuarios y pesqueros incluidos en el Registro de la Producción Familiar. El país ha internalizado la
Resolución GMC 25/07 con una serie de resoluciones, decretos y leyes que definen al productor y
productora familiar del agro y la pesca, además de crear los registros y la institucionalidad responsable.
En este proceso hubo intensa participación de la sociedad civil, lo que ha contribuido a la legitimación de
la herramienta.
Los registros señalados por Sganga son de carácter administrativo, voluntarios y gratuitos; se basan en
una declaración jurada y están vinculados a otros registros administrativos. Son obligatorios para el acceso
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 13
a políticas públicas diferenciadas de financiamiento, compras públicas, exención fiscal, acceso a la tierra
e insumos y vivienda. Aunque su objetivo principal apunta al acceso a las políticas públicas, ellos también
permiten visualizar la producción familiar y la situación en que se encuentran las distintas unidades, lo que
contribuye en el diseño de las políticas dirigidas a ellas.
En Uruguay, las normativas adecuan los criterios de identificación de la agricultura familiar a la realidad
del país. Así, establecen, según el ponente, que “se entiende por familia (…) al matrimonio o unión de
hecho y las personas vinculadas con un primer grado de parentesco con estas declaradas, que vivan en
un mismo hogar” (según definición del Instituto Nacional de Estadística). En una familia podrán existir uno
o más productores familiares agropecuarios, extendiéndose el concepto de titularidad de la explotación
agropecuaria y/o actividad productiva agraria familiar hacia los miembros de la familia mayores de edad
que trabajen en la explotación.
Actualmente están registradas en la base de datos 17.886 unidades familiares y a 27.521 productores y
productoras familiares, de los cuales 52% son parejas; 28%, hombres individuales; y 13%, mujeres
individuales.
En cuanto al enfoque de género, desde 2014 en el Registro se identificar como productor o productora
familiar a todos los integrantes de la unidad familiar mayores de edad que trabajan en la unidad productiva
que cumple con los criterios establecidos por las resoluciones ministeriales MGAP 219/14 y 387/14.3 Ese
año se desarrolló una campaña para incentivar los procesos de registro, que en su lenguaje e imágenes
ha considerado a las productoras. Los avances son, por lo tanto el reconocimiento del derecho de la mujer
como productora y en su acceso a políticas públicas dirigidas a unidades productoras familiares. Además
está la posibilidad de considerar la existencia de doble responsabilidad por el hogar. El límite es que
todavía no se identifica volumen de trabajo y distribución de los tiempos en la jornada laboral, ni la relación
de activos.
Por fin, Miriam Nobre, consultora de la FAO, aportó algunos elementos para el debate de género a partir
de un estudio de los registros de la agricultura familiar realizado a pedido de la Secretaría Técnica de la
REAF y desarrollado en conjunto con Karla Hora.
El primer paso de dicho estudio fue considerar la corresponsabilidad por la gestión de la unidad familiar de
producción, con el registro de dos o más titulares. Estos titulares deben permitir otros arreglos familiares
que no sean únicamente el matrimonio. Es necesario cuidar que el registro no vaya a omitir a las cónyuges,
reemplazándolas por los hijos mayores. Al respecto, una buena alternativa es no utilizar la presentación
como titular 1 y 2, de modo de evitar la interpretación de una jerarquía entre los titulares. Pero, más que
eso, es fundamental que los registros incluyan a todos los integrantes de la unidad familiar. La planilla
3 Resolución Ministerial 219/14, de 28 febrero 2014, que define lo que “se considera Productor o Productora Familiar
Agropecuario/a”, en http://www.mgap.gub.uy/sites/default/files/resolucion_mgap_219-14.pdf. Y Resolución Ministerial 384/14, de 19 marzo 2014, donde se ajusta la definición precedente, en http://www.mgap.gub.uy/sites/default/files/resolucion_mgap_387-14.pdf
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 14
debe contener información básica acerca del núcleo de la agricultura familiar, como sexo, edad,
escolaridad y si la persona trabaja en la unidad de producción familiar, con recorte en la producción y/o en
el trabajo doméstico.
El enfoque de género va más allá de las informaciones desagregadas por sexo. Desde la economía
feminista, se visibiliza las interrelaciones entre producción y reproducción, que tienen una de sus
dimensiones en el destino de la producción para el autoconsumo. En el cálculo del valor bruto de
producción —que, además de información estadística relevante, sirve al encuadramiento de la unidad en
la categoría de la agricultura familiar—, es fundamental considerar el conjunto de la producción, no
solamente la parte destinada a la venta, sino también aquella para el consumo familiar. Esta información
es decisiva para dar visibilidad a la contribución económica de las mujeres, pues son ellas quienes se
concentran en las actividades de producción para el autoconsumo. Además, sus datos contribuyen a una
mejor comprensión de las dinámicas que aseguran la sustentabilidad de la agricultura campesina e
indígena, la cual se basa en una combinación de diferentes estrategias frente al destino de la producción.
La forma de tenencia de la tierra es una pregunta de los registros también relacionada con la inclusión en
la categoría de agricultura familiar. Relacionar la forma de tenencia con quién es el propietario permite
relevar información sobre las brechas de género en la posesión de activos. De este modo, se incluirá a los
países de la región en los debates sobre estadísticas de género que asocian la posesión de activos a la
autonomía económica y personal de las mujeres.
Otro punto básico en la operación de los registros, y de gran importancia tanto para el análisis como para
el direccionamiento de las políticas, es preguntar el sexo de las personas asociadas en organizaciones
que constan en los registros de organizaciones de agricultoras y agricultores familiares.
Los informes del grupo de trabajo de registros de la REAF facilitan una mirada sobre la agricultura familiar
en la región, e incluso contienen un apartado sobre género y generación. En este marco, es conveniente
incluir otras informaciones, como edad, escolaridad y actividades productivas de las agricultoras y
agricultores registrados, además de informaciones relativas a superficies medias de producción e ingresos
anuales de los estabelecimientos de gestión conjunta, y de aquellos con titularidad femenina o masculina
única.
En algunos países, los registros con titularidad femenina en relación con el total de registros, son inferiores
a la proporción de explotaciones con mujeres responsables respecto del total de explotaciones de la
agricultura familiar. En el vínculo con las políticas públicas, muchas veces los límites establecidos para el
acceso a una política dada que afectan a una familia impiden el apoyo a iniciativas autónomas
desarrolladas por mujeres y personas jóvenes de ambos sexos. Además de ese obstáculo a la obtención
de titularidad, está el sexismo institucional, que se manifiesta en muchas actitudes de gestores públicos
que no reconocen a las mujeres como agricultoras y terminan por negarles el registro.
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 15
“Café con prosa”
Con posterioridad a las presentaciones sintetizadas hasta aquí, se formaron cinco grupos para contestar
dos cuestiones en la instancia denominada “Café con prosa”. Tales preguntas fueron: ¿Cuáles elementos
de las experiencias presentadas identifican en los distintos países? ¿Qué aspectos consideran relevantes
en la perspectiva de género en los registros de la agricultura familiar en sus países? Los cinco grupos
compartieron en un plenario sus debates, algunos de cuyos puntos se presentan a continuación.
En los encuentros participaron países que ya han desarrollado un registro nacional de la agricultura
familiar. En algunos, este registro es la única condición para el acceso a políticas públicas direccionadas
a ese sector. En otros, coexisten estos registros específicos con otros relacionados a distintos políticas o
programas. Hay países que en este momento están discutiendo políticas de fortalecimiento de la
agricultura familiar, elaborando su definición propia de agricultura familiar y dando forma al registro. Otros
países, pese a tener programas de desarrollo rural y de apoyo a pequeños productores, no han dado forma
a una caracterización propia de la agricultura familiar y a un registro único para este sector. Por
consiguiente, hubo una gran curiosidad por comprender cómo funciona el registro en los distintos países
y, sobre todo, por el proceso nacional y regional en el Mercosur para constituirlo.
El interés por conformar un único registro está vinculado a la posibilidad de cobertura de las políticas, su
mejor direccionamiento al público objetivo, y el intento de evitar la duplicación del trabajo del Estado —
obligado a la consideración de múltiples registros—, pero también evitarlo a las agricultoras y agricultores,
que terminan por responder muchas veces las mismas preguntas.
Es importante institucionalizar las políticas de fortalecimiento de la agricultura familiar y los registros
correspondientes, incluso para asegurar su continuidad, pese a los cambios de gobierno. La
institucionalización pasa por la definición de un marco conceptual, y de las normativas, los mecanismos
de gestión y para la captación de los recursos necesarios a su operación. La participación de la sociedad
civil en todas las etapas del proceso asegura que el registro de agricultoras y agricultores familiares esté
en consonancia con la dinámica de ese sector de la producción, y permite que la población objetivo se
apodere del mismo como una herramienta y presione al Estado por su permanente mejoramiento. Mientras
mayor sea la medida en que las agricultoras y agricultores perciben la utilidad del registro, mejor será la
calidad de la información que aporten a él.
La finalidad de los registros es el acceso a las políticas públicas; por lo tanto, su resultado final se mide en
que la agricultura familiar acceda a sus beneficios. Así, en la medida en que en la captura de información
se haya aplicado los criterios estadísticos aceptados en cuanto a cobertura, temporalidad y precisión, mejor
pueden los registros visibilizar la agricultura familiar y ser utilizados para el mejoramiento de la política
pública. La sistematización y transparencia de los datos es un retorno a las personas que contribuye a
disminuir su desconfianza.
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 16
En los debates se apuntó a la necesaria integración entre las instituciones que trabajan la agricultura
familiar o el desarrollo rural, aquellas encargadas de las estadísticas, y las que se dedican a materias
relacionadas con mujeres y género. Además, se insistió en la posibilidad de hacer compatibles las
informaciones provenientes de diferentes registros administrativos.
La REAF ha aportado mucho a los procesos llevados a cabo en los países miembros. Se espera que
pueda contribuir al avance en los demás espacios de integración regional, como es la Comunidad de
Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Comunidad del Caribe (CARICOM) y el Sistema de
Integración Centroamericana (SICA). La interacción entre el ámbito nacional y el regional permite sinergias,
intercambio de experiencias y asesoramiento, además del aprendizaje a partir de los errores y virtudes de
los procesos en curso.
En cuanto a los aspectos relevantes desde la perspectiva de género, se destacó como fundamental que
los organismos que desarrollan políticas para la superación de las desigualdades de género se involucren
en el caso de las mujeres rurales asociadas en organizaciones de la sociedad civil. Se insistió en la
importancia de considerar la dimensión de género desde el inicio del debate de caracterización de la
agricultura familiar y definición del registro. Este debe mostrar la diversidad de los sujetos de la agricultura
familiar: campesinos, pueblos originarios, artesanos, mujeres, jóvenes; y debe estar abierto a la diversidad
de arreglos familiares: familias biparentales y monoparentales, uniones de hecho, entre otros.
Los registros deben preguntar el sexo de los encuestados, de modo de permitir desagregar las
informaciones por sexo y utilizar un lenguaje inclusivo. Hay que seguir buscando las mejores formas de
obtener informaciones sobre las actividades desarrolladas por las mujeres, a fin de responder con políticas
públicas a sus necesidades y demandas. También se debe considerar que muchas veces las mujeres no
se atreven a responder y esperan que sus parejas lo hagan. Hay que seguir buscando formas de fortalecer
a las mujeres y sensibilizarlas sobre la importancia de responder por ellas mismas. Al respecto, también
se destacó la necesidad de formación y capacitación (sensibilización) en género de quienes recogen y
tratan la información.
En el debate que siguió a la presentación de los grupos se puso énfasis sobre todo en las posibilidades de
cruce de diferentes fuentes de información. Los registros administrativos no tienen fines estadísticos, pero
sí tienen adecuados controles de calidad, cobertura, tratamiento estadístico y confidencialidad, y pueden
ser usados con fines estadísticos. Las bases de datos de los registros de la agricultura familiar pueden
cruzarse con otras bases, como catastros territoriales, ambientales, de políticas sociales, para componer
una base de datos significativa que contribuye al monitoreo, evaluación y mejor direccionamiento de las
políticas públicas.
También es necesario seguir trabajando en la relación entre los registros de la agricultura familiar y los
censos agropecuarios y de población, por ejemplo compartiendo las mismas definiciones conceptuales.
En algunos países los registros captan mejor la participación de las mujeres en las unidades productivas,
y las actividades de productoras y productores que carecen de áreas de cultivo. Por lo tanto, la experiencia
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 17
de utilización de los registros también trae aportes al mejoramiento de las definiciones y conceptos
utilizados en los censos.
MESA 3: Desafíos y contribuciones para mejorar las estadísticas agropecuarias desde
el abordaje de género
Esta Mesa contó con los aportes de Verónica Boero, de Estadística Regional para América Latina y el
Caribe, de la FAO; y de Cristina Klimsza Sabalain, consultora de la FAO.
Verónica Boero situó su propuesta en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en el sentido de
que la producción de información sobre alimentación y agricultura familiar en la que se ha incorporado una
perspectiva de género, marca la agenda estadística de los próximos quince años.
En cuanto a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en la 70a Asamblea General de las Naciones Unidas
(septiembre 2015), los Estados Miembros aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que
incluye un conjunto de 17 objetivos para la erradicación de la pobreza en todas sus formas, poner fin al
hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición, promover la agricultura sostenible,
luchar contra la desigualdad y la injusticia y hacer frente al cambio climático. En este marco, el Objetivo 5
propone, específicamente, “lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las
niñas”, y entre sus metas establece la necesidad de “emprender reformas que otorguen a las mujeres el
derecho a los recursos económicos en condiciones de igualdad, así como el acceso a la propiedad y al
control de las tierras y otros bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de
conformidad con las leyes nacionales”. 4
La Comisión de Estadística de la ONU (UNSC) estableció un Grupo Interinstitucional y de Expertos sobre
los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.5 Son miembros de este grupo 28 Oficinas
Nacionales de Estadísticas, siendo dos por región del mundo en base rotativa. De América Latina y Caribe
ahora lo integran Brasil, Colombia, Cuba, Jamaica y México. Los países son protagonistas en las
definiciones, las agencias multilaterales son observadoras con un rol más de suporte metodológico. Entre
los 229 indicadores aprobados por la UNSC, muchos son nuevos, sin metodología establecida, o los datos
todavía no han sido producidos. Bajo el mandato de FAO, directamente hay veinte indicadores e
indirectamente, cinco más; de estos, siete deben tener enfoque de género.
4 Véase Naciones Unidas, Objetivos de Desarrollo Sostenible: 17 objetivos para transformar nuestro mundo [online],
http://www.un.org/sustainabledevelopment/es/gender-equality/
5 Naciones Unidas, Consejo Económico y Social, Comisión de Estadística, “Informe del Grupo Interinstitucional y de Expertos sobre
los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”(2016) [E/CN.3/2016/2], en http://coordinadoraongd.org/wp-content/uploads/2016/03/Informe_ONU_ODS.pdf
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 18
De la lista de los indicadores propuestos para los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluidos en el
informe del Grupo Interinstitucional, según metas, se destacaron los que se incluyen en la tabla
siguiente.
Objetivos de Desarrollo del Milenio, metas e indicadores seleccionados
Objetivo 1. Poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo
Meta 1.4: De aquí a 2030, garantizar que todos los hombres y mujeres, en particular los pobres y los vulnerables, tengan los mismos derechos a los recursos económicos y acceso a los servicios básicos, la propiedad y el control de la tierra y otros bienes, la herencia, los recursos naturales, las nuevas tecnologías apropiadas y los servicios financieros, incluida la microfinanciación.
Indicador 1.4.2: Proporción total de adultos en la población con derechos a la tenencia de la tierra seguros, documentación legalmente reconocida y que perciben sus derechos de tenencias como seguros, por género y tipo de tenencia.
Este indicador todavía no se mide, es necesario desarrollar la metodología. El gran desafío será definir cuál será el denominador en este indicador.
Objetivo 2. Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible
Meta 2.1: De aquí a 2030, poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones de vulnerabilidad, incluidos los niños menores de un año, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año.
Indicador 2.1.1: Prevalencia de la subalimentación.
Indicador 2.1.2: Prevalencia en la población de inseguridad alimentaria severa y moderada, basadas en las escalas de experiencia de inseguridad alimentaria (FIES, ELCSA, EBIA, EMSA).*
El indicador de subalimentación es calculado por FAO desde el año 1990 a nivel nacional y fue utilizado para medir las metas de hambre de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Se calcula utilizando Hojas de Balance de Alimentos (HBA), elaboradas por la FAO, que determinan el consumo aparente, también denominado ‘disponibilidad de alimentos’, y encuestas de hogares sobre consumo de alimentos o de ingresos y gastos. La FAO tiene metodología para resolver el sesgo provocado en las encuestas e hogares que no contabilizan la comida fuera del hogar.
La población en inseguridad alimentaria ya es mensurada en algunos países de la región (Brasil, El Salvador, Guatemala y México a nivel nacional). FAO, bajo el proyecto “Las voces del hambre”, desarrolló una metodología para hacer las diferentes escalas comparables entre sí y con la World Gallup Poll, aplicada en 147 países.
(*) FIES: Escala de experiencia de inseguridad alimentaria [Food Insecurity Experience Scale] / ELCSA: Escala Latinoamericana y Caribeña de Seguridad Alimentaria / EBIA: Escala
Brasileña de Inseguridad Alimentaria / EMSA: Escala Mexicana de Seguridad Alimentaria.
Meta 2.3: Para el año 2030, duplicar la productividad agropecuaria e ingresos de pequeños productores de alimentos, en particular mujeres, pueblos indígenas, productores agropecuarios, pastores, forestal y pescadores familiares; incluyendo a través de acceso igualitario y seguro a la tierra, otros recursos productivos e insumos, conocimiento, servicios financieros, mercados y oportunidades de agregar valor y empleo no agropecuario.
Indicador 2.3.1: Volumen de producción por unidad de trabajo (medido en USD constantes), por clases de actividad (agropecuaria/pastoril/forestal/pesquera) y tamaño de la unidad agropecuaria.
Indicador 2.3.2: Ingreso promedio de los productores de alimentos de pequeña escala, por sexo y condición de pueblo indígena.
No existen metodologías para calcular estos indicadores. El gran desafío será definir lo que es un productor de alimentos de pequeña escala a nivel mundial. Los debates de la REAF sobre los registros de la agricultura familiar pueden aportar en este sentido.
Objetivo 5. Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 19
Meta 5.a: Realizar reformas para dar a la mujeres igual acceso a recursos económicos, así como acceso a la propiedad y control de la tierra y otras formas de propiedad, servicios financieros, herencias y recursos naturales, de acuerdo con las leyes nacionales.
Indicador 5.a.1: a) Porcentaje de personas propietarias o con derechos de propiedad seguros de tierras agropecuarias (sobre la población total de agricultores), por sexo; y b) Proporción de mujeres entre los propietarios o personas con derecho a la tierra agropecuaria, por tipo de tenencia.
Indicador 5.a.2: Porcentaje de países donde el marco legal garantiza a las mujeres igual derecho a la propiedad y/o control de la tierra.
No existen metodologías para calcular estos indicadores. Además será necesario definir qué leyes garantizan estos derechos.
Fuente: Naciones Unidas, Consejo Económico y Social, Comisión de Estadística, “Informe del Grupo Interinstitucional y de Expertos sobre los Indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”(2016), Anexo III [http://coordinadoraongd.org/wp-content/uploads/2016/03/Informe_ONU_ODS.pdf].
La presentación de Cristina Klimsza Sabalain se inició destacando que los censos son instrumentos
estadísticos para medir determinados aspectos de la realidad, durante un tiempo preestablecido, mediante
la observación de las características de las unidades estadísticas. Esto requiere, como en toda actividad
de recolección de datos, definir previamente la población o universo de estudio, entendido como un
conjunto finito y teóricamente mensurable de seres vivos, objetos o conceptos. La población o universo es
el conjunto de referencia sobre el cual recae la indagación, el cual debe ser homogéneo e integrado por
elementos relacionados entre sí por una o varias propiedades. Para el caso que nos ocupa, el universo de
estudio está compuesto por las explotaciones agropecuarias.
En la mayoría de los países, los censos agropecuarios conforman el pivote central de los sistemas de
información agropecuaria y rural. Constituyen operativos de relevamiento de datos complejos e
imprescindibles para el conocimiento de la estructura de la producción agropecuaria, la cual se articula
sobre la base de una serie de componentes de naturaleza diversa. Es así que uno de los principales
desafíos con los que se enfrenta la producción de información agropecuaria y rural es la
multidimensionalidad de los fenómenos sobre los cuales tiene que dar cuenta.
Las estadísticas agropecuarias engloban censos, encuestas y registros administrativos. Cada uno de estos
procedimientos de recolección de datos tiene particularidades y metodologías propias, pero todos deben
definir objetivos específicos en lo que habitualmente conocemos como el alcance temático de la operación
estadística. Cada una de las operaciones estadísticas presenta ventajas y desventajas; de ahí la
importancia de una correcta definición de los objetivos y, por ende, del alcance del operativo.
Surge aquí la pregunta relativa a por qué mejorar las estadísticas agropecuarias con enfoque de género.
Una respuesta es, en primer lugar, que no obstante la importancia creciente del rol de las mujeres en la
producción agropecuaria y en la vida rural, tal participación no es adecuadamente representada por la falta
de datos precisos; y luego, que es necesario adecuar los instrumentos de medición de manera tal que
incorporen el reconocimiento del carácter desigual de la participación de las mujeres en la producción y el
trabajo agropecuario. Tal ajuste implica precisar y profundizar la delimitación de los alcances temáticos de
los operativos estadísticos, junto con una definición de los instrumentos de recolección de datos que
permita dar cuenta de las diferentes realidades en:
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 20
las definiciones conceptuales,
las preguntas e indagaciones,
las variables que se quiere relevar,
las instrucciones y manuales,
la capacitación del personal de campo,
los resultados que se busca obtener/difundir.
Las recomendaciones del Programa Mundial de Censos Agropecuarios 2010 y 2020 de FAO, junto con los
lineamientos de la Estrategia para el Mejoramiento de las Estadísticas Agropecuarias y Rurales, y los
indicadores acordados en el marco de los Objetivos de Desarrollos Sostenible (ODS), han propuesto
aportes muy concretos para profundizar el conocimiento y la medición del trabajo femenino en el sector,
destacando la multifuncionalidad de la actividad agropecuaria y proponiendo el concepto de ‘productor
conjunto’ en las explotaciones agropecuarias.
Desde la perspectiva de los países, también ocurrieron importantes avances en las mediciones con
perspectiva de género. Las presentaciones y discusión en este seminario acerca de los censos
agropecuarios, realizados y futuros; las conclusiones de los estudios de caso e importancia de los análisis
cualitativos a modo de antecedentes, así como la importancia que ha adquirido la coordinación
interinstitucional y los intercambios entre las instituciones estadísticas y las instituciones de política para
las mujeres, dan cuenta de tales avances.
En la mayoría de los países, los censos indagan por el sexo del responsable de la explotación
agropecuaria, y en algunos casos también se lo hace respecto del sexo de trabajadores y residentes. Sin
embargo, pocos países de la región han incorporado la categoría de ‘productor conjunto’, como tampoco
el grado de participación de las mujeres en las decisiones de manejo o de gestión de una explotación
agropecuaria, la caracterización del tipo de tareas de las mujeres dentro de la explotación —sea en su
condición de productoras o de trabajadoras—, o los niveles de calificación de las tareas.
A modo de conclusiones y pasos futuros se propone:
Mantener el impulso a que dio lugar este seminario y dar continuidad a las actividades, experiencias,
líneas de trabajo y debates que fueron discutidos en él.
Continuar y materializar los acuerdos y la colaboración interinstitucional.
Propender a buscar un lenguaje común entre las instituciones estadísticas y los mecanismos de
género.
Tender hacia la búsqueda de una integración de los datos agropecuarios con otras fuentes —entre
ellos, los censos de población, las encuestas de hogares, de uso del tiempo, calidad de vida, los
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 21
registros administrativos—, lo cual implica compatibilizar unidades, conceptos, definiciones,
categorías y clasificadores comunes.
Identificar las formas de vincular las unidades de producción con los hogares.
Continuar con la realización de pruebas de campo, a modo de estudios de caso, en diferentes
ambientes socioestructurales y diferentes contextos productivos.
Seguir trabajando y reforzando en todos los ámbitos la importancia de los temas en torno a los
cuales se ha convocado en este seminario.
CIERRE DEL SEMINARIO
El seminario concluyó con las palabras finales de Célia Watanabe (DPMR/MDA), Cláudia Brito (FAO/RLC),
Lautaro Viscay (REAF) y de Carol Acevedo, representante de la sociedad civil. En sus comentarios
resaltaron la riqueza del debate realizado, el que pudo articular las vertientes técnicas y política, y
aprovechar la diversidad de experiencias de los sujetos políticos presentes. Al respecto indicaron: “Desde
de la política se reafirmó lo que queremos; y desde la técnica, cuáles herramientas necesitamos para lograr
los objetivos compartidos. Seguimos el camino trazado desde Caxias do Sul”. Se señaló que en el
encuentro se habían abierto temas clave, por la inclusión del debate sobre los registros de la agricultura
familiar, y se apuntó a la necesidad de otras herramientas, en particular las encuestas de usos del tiempo.
Se concluyó que los espacios de incidencia y diálogo que estuvieron representados en el seminario, como
la REAF y la CELAC, permiten prever la continuidad del debate por medio de iniciativas existentes —como
el programa de intercambio de políticas de género, de la FAO— y a través de nuevas iniciativas que puedan
surgir, como la propuesta de un informe de los avances de la igualdad de género en la región.
Para terminar, se leyó una declaración firmada por todas las representantes de la sociedad civil.
DECLARACIÓN
Las mujeres rurales e indígenas de la sociedad civil presentes en el “Seminario Internacional: La
perspectiva de género en las Estadísticas Agropecuarias y Registros Nacionales de la Agricultura Familiar
de América Latina y el Caribe”, vemos con profunda preocupación las últimas medidas tomadas por el
GOBIERNO INTERINO de Brasil, que afectan directamente los derechos conquistados por las mujeres.
Los logros de las mujeres brasileñas han sido un referente para la lucha y conquista de los espacios de
todas las mujeres de América Latina y Caribe, es por esto que nos solidarizamos y acompañamos la lucha
por mantener las justas reivindicaciones del PUEBLO BRASILEÑO Y EN PARTICULAR DE SUS
MUJERES.
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 22
Participar en este seminario ha sido para nosotras una experiencia enriquecedora que nos aporta
herramientas en el camino de visibilizar a las Mujeres Rurales y su productividad, a través de los Censos
Agropecuarios y Registros Nacionales de América Latina y El Caribe.
Llamamos a continuar realizando estas actividades que posicionen la perspectiva de género dentro de las
estadísticas de los Estados y potencien el desarrollo de políticas públicas diferenciadas en cada uno de
los países participantes.
SEMINARIO DE AGRICULTURA FAMILIAR | INFORME FINAL 23
ANEXO 1: Encuesta acerca de las estadísticas agropecuarias con perspectiva de
género en América Latina y el Caribe
SÍNTESIS DE LAS RESPUESTAS ENVIADAS POR LOS REPRESENTANTES DE LOS PAÍSES
País
Cómo se aborda la perspectiva de género en los Censos Agropecuarios e Institutos de Estadística(INE)
Ídem en los Registros de Agricultura Familiar
Desafíos, perspectivas y sugerencia de acciones
Argentina Indaga el sexo del responsable de la explotación, de los residentes y de los trabajadores permanentes según sean familiares o no del productor. Asimismo, pregunta el sexo de los trabajadores según tipo de ocupación dentro y fuera de la explotación. No indaga sobre coproducción o responsabilidad compartida de la gestión.
Se registran dos titulares y se identifica el tipo de tareas que hacen varones y mujeres y el sexo de los trabajadores no familiares.
Fortalecer el intercambio entre instituciones y trabajar desde el territorio, evidenciando mejor las situaciones reales
Chile El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) ha incorporado el análisis de género en sus productos, aunque se visualiza la necesidad de adecuar los instrumentos para mejorar el registro de la información en censos y encuestas a los sectores productivos e incorporar preguntas sobre la dinámica social: empleo, género, migración. Los censos no dan cuenta del tipo de ocupaciones que desarrollan las mujeres ni de la responsabilidad compartida de la gestión. Tampoco se verifica el uso de un lenguaje inclusivo.
Ei Instituto de Desarrollo Agropecuario, cuya misión es atender a los integrantes de la Agricultura Familiar Campesina, ha implementado sistemas de registro de la información con desagregación por sexo.
Se evidencian cambios en los censos, mediante la incorporación de una mirada hacia las personas que residen y trabajan en las explotaciones agropecuarios. No obstante, aún no es posible conocer la dotación de recursos y las formas del acceso a los mismos por parte de las mujeres. Sigue vigente el debate acerca de un enfoque de género que impulsa el concepto de “negocio propio de la mujer en la explotación”.
Costa Rica La perspectiva de género se ha ido introduciendo en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) de manera gradual desde finales de la década de los noventa, trabajando de manera coordinada con el Instituto Nacional de las Mujeres. El último censo agropecuario incluyó el sexo de la persona productora y de la administradora, y de todas las personas que integraban el hogar productor. Se utilizó un lenguaje inclusivo en el diseño de los instrumentos censales y la sensibilización de la población, pero aún se requiere mejorar tal aspecto en la capacitación del personal de campo.
El país no dispone de un Registro de Agricultura Familiar.
Resulta fundamental el compromiso y apoyo de las autoridades en materia de estadísticas, género y agro, y una articulación que garantice un intercambios permanente de conocimientos que posibilitan visibilizar el rol de las mujeres en este sector.
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 24
SÍNTESIS DE LAS RESPUESTAS ENVIADAS POR LOS REPRESENTANTES DE LOS PAÍSES
País
Cómo se aborda la perspectiva de género en los Censos Agropecuarios e Institutos de Estadística(INE)
Ídem en los Registros de Agricultura Familiar
Desafíos, perspectivas y sugerencia de acciones
Guatemala La perspectiva de género en el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha tenido importantes avances mediante convenios de cooperación con la Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM) para incorporar el enfoque de género en registros y encuestas de hogares. En el sector agropecuario, los censos discriminan el sexo del productor o productora.
Se desagrega por sexo y se elabora estrategias para responder a los criterios estadísticos en materia de agricultura familiar.
Ampliar la cantidad y la capacidad del equipo responsable de incorporar el enfoque de género en las estadísticas agropecuarias. Fortalecer el análisis de los datos y propender al apoyo de las entidades rectoras a nivel internacional para estandarizar criterios y metodologías desde el enfoque de género y pueblos.
Ecuador El censo indaga sexo en dos secciones del cuestionario: en referencia a la persona productora y respecto de los trabajadores permanentes en las explotaciones. No incluye elementos adicionales sobre la cadena de producción y de valor.
El registro de la agricultura familiar con información de género se realiza de manera separada por cada una de las instituciones y organizaciones del Estado y de la Sociedad Civil.
Poner mayor énfasis en la persona como centro de la encuesta y no de la unidad productiva, visualizando y cuantificando las tareas domésticas y las productivas para medir efectivamente el aporte real de las mujeres en la economía del país.
El Salvador A pesar de que se identifica productores y productoras y se desagrega por sexo, persisten limitaciones para conocer en detalle la participación de las mujeres. La Dirección de Estadística y Censos ha incorporado recientemente la Gerencia de Estadísticas de Género. Asimismo, se visualiza que los responsables de los trabajos de campo no están capacitados para utilizar un lenguaje inclusive en lo que se refiere a género.
El país no cuenta con un Registro de Agricultura Familiar. Ello no obstante, se utilizan registros para el seguimiento y monitoreo de avances en la situación de las mujeres rurales y su autonomía económica, en el marco de la Política Nacional de las Mujeres y el Plan Nacional de Igualdad y Equidad de para las Mujeres Salvadoreñas.
Revisión de los instrumentos estadísticos para profundizar el enfoque de género en todos los relevamientos; capacitación del personal; institucionalización de estudios que denoten las brechas de género en las actividades agropecuarias; seguimiento y monitoreo sobre la adopción de compromisos internacionales vinculantes a mujeres rurales.
México Los cuestionarios de los censos y encuestas agropecuarias incluyen preguntas relativas al sexo del productor, de tal forma que permite conocer las unidades productivas que son responsabilidad de mujeres. El módulo de mano de obra también desagrega por sexo a trabajadores y familiares que participan en las labores. Los censos de población presentan un mayor desglose de sus variables y el cruce de ambos censos permite generar información sobre las características de las unidades de producción agropecuarias, junto a las características sociodemográficas de los habitantes.
No existe en el país una definición nacional consensuada de agricultura familiar. Recientemente se ha planteado una división entre agricultura familiar y pequeña agricultura, pues tradicionalmente se ha manejado la distinción entre el tamaño de la parcela y la funcionalidad de la misma, sin asociar la forma en que la gente vive, cultiva y se relación con su entorno. A partir de 2014 se han promovido políticas públicas para reconocer la contribución de la agricultura familiar a la erradicación del hambre y la desnutrición, la conservación del medioambiente y la reducción de la pobreza rural. Se ha promovido también la generación de estadísticas de género en el ámbito rural.
Uno de los principales desafíos es garantizar la continuidad en la generación de información del sector agropecuario. Otro aspecto importante es tender a que tanto las instituciones generadoras como las usuarias logren homologar la conceptualización inherente a la agricultura familiar y al género, y alcancen un equilibrio respecto de la visión de la agricultura industrial. Analizar la posibilidad de incluir en el cuestionario del censo agropecuario que se levantará en 2017, las variables necesarias para generar un Registro Nacional de Productoras y Productores de Agricultura Familiar.
”SEMINARIO INTERNACIONAL “PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LAS ESTADÍSTICAS AGROPECUARIAS Y REGISTROS NACIONALES DE LA AGRICULTURA FAMILIAR” 25
SÍNTESIS DE LAS RESPUESTAS ENVIADAS POR LOS REPRESENTANTES DE LOS PAÍSES
País
Cómo se aborda la perspectiva de género en los Censos Agropecuarios e Institutos de Estadística(INE)
Ídem en los Registros de Agricultura Familiar
Desafíos, perspectivas y sugerencia de acciones
Paraguay El país se encuentra en una etapa inicial de datos básicos desagregados por sexo. En el censo agropecuario se capta el sexo del productor/productora. No se recaba datos sobre la ocupación de cada miembro de la familia, como tampoco sobra la coproducción o responsabilidad compartida de la unidad productiva. Los censistas no están capacitados para utilizar un lenguaje inclusivo en lo que se refiere a género.
A nivel de la agricultura familiar se dispone de un importante instrumento de recolección de datos, resultado de la REAF actualmente denominado RENABE (Registro Nacional de Beneficiarios), en el cual se recaban datos con perspectiva de género.
Visibilizar las acciones y el trabajo de las mujeres productoras para que las políticas públicas respondan de manera eficiente a las demandas de las mismas. Capacitación y sensibilización de todos los actores que participan en los procesos de generación de información, incorporando en los instrumentos de medición la perspectiva de género de manera transversal.
Perú La perspectiva de género es abordada en los censos y encuestas incluyendo la variable Sexo y todas aquellas que permitan presentar resultados con enfoque de género: Educación, Salud, Cobertura de programas sociales, Empleo e Ingresos desagregados para hombre y mujeres. El censo agropecuario no desagrega la coproducción o responsabilidad compartida de las mujeres. Se verifica que los responsables de las tareas de recolección de los datos están capacitados para utilizar un lenguaje inclusivo en lo que se refiere a género.
Los datos del IV Censo Agropecuario presentan información desagregada según tamaño de la unidad productiva de acuerdo con los rangos de superficie y variables que permitirían caracterizar a la agricultura familiar.
Transversalizar el enfoque de igualdad de género e implementar la normativa de políticas de género promovida por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. Seguir utilizando los estándares internacionales a fin de mantener la comparabilidad con otros países; evaluar las preguntas del módulo ”familia del productor/a agropecuario”; formar equipos de trabajo a fin de evaluar la temática censal en relación con las recomendaciones internacionales y la realidad nacional.
República Dominicana
La Oficina Nacional de Estadística (ONE) viene promoviendo el enfoque de género desde el año 2007, incorporado como objetivo estratégico del Plan Estratégico Nacional 2014- 2017. En el diagnóstico realizado por la ONE para el Plan Sectorial Agropecuario se indica que la desagregación por sexo no es una variable recolectada “ni con frecuencia ni con rigurosidad”, y si se recoge, no es difundida. Tampoco se verifica la utilización de un lenguaje inclusivo en lo que se refiere a género entre los encargados de los trabajos de campo.
Las estadísticas procedentes de los registros administrativos del sector agropecuarios que más se recogen son las referidas a capacitación. Sin embargo, estos registros presentan problemas de armonización, debido a la poca coordinación entre los programas que las producen.
Establecer alianzas con las áreas encargadas de la ejecución de los censos, de manera de tender a encontrar una manera práctica de operacionalizar el lenguaje de género en los instrumentos e incluir preguntas directas o complementarias que permitan visibilizar el trabajo de las mujeres rurales, su contribución económica, la desigualdad de acceso a oportunidades y a formas diferentes de tenencia. Seleccionar al informante principalmente en lo que se refiera a la toma de decisiones y trabajo femenino dentro y fuera de la explotación. A modo de ampliación de estas recomendaciones, se sugiere consultar el estudio efectuado por la División de Investigación de la ONE, conjuntamente con el documento de FAO “Medición del aporte de las mujeres en actividades agropecuarias”.
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SÍNTESIS DE LAS RESPUESTAS ENVIADAS POR LOS REPRESENTANTES DE LOS PAÍSES
País
Cómo se aborda la perspectiva de género en los Censos Agropecuarios e Institutos de Estadística(INE)
Ídem en los Registros de Agricultura Familiar
Desafíos, perspectivas y sugerencia de acciones
Uruguay Desde el Censo 2011 se realizan preguntas de población y mano de obra discriminada por sexo; y a partir del año 2014 se comenzó un análisis de esta información buscando lectura desde una perspectiva de género. Sin embargo, en las estadísticas agropecuarias no se dispone de información específica para la construcción de indicadores de género.
En Uruguay existen tres registros: el Registro de Productores/as Familiares Agropecuarios/as, el Registro de Productores/as Familiares Pesqueros/as, y el Registro Nacional de Organizaciones Habilitadas de la agricultura familiar. Los dos primeros realizan un relevamiento de personas físicas que integran los núcleos familiares, otorgando la condición de productor/a familiar a más de una persona por establecimiento, permitiendo el acceso a diferentes políticas públicas. Esto supone un reconocimiento del componente familiar, pero presenta una limitación desde la perspectiva de género, ya que no se identifica volumen del trabajo, la distribución por tiempo ni la relación con los activos.
Profundizar y actualizar algunas definiciones censales e incorporar el manejo de las relaciones entre varones y mujeres, y diferenciar el rol que cumplen en las unidades productivas. Diferenciar a las mujeres propietarias y las mujeres productoras, y separar las tareas agropecuarias de las domésticas. Sensibilizar a censistas y personal de supervisión en el uso de un lenguaje inclusivo y preguntas integradoras para visibilizar el rol de las mujeres. Poner en evidencia, mediante estudios y análisis, el conjunto de relaciones sociales que mantienen o reproducen la inequidad entre varones y mujeres. Trabajar coordinadamente entre las instituciones estadísticas, las organizaciones de base en el territorio y las organizaciones de mujeres rurales
SICA- Países del Sistema de la Integración Centroamericana
Cinco de los ocho países han realizado esfuerzos para incorporar el enfoque de género en los censos agropecuarios —Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Panamá y República Dominicana— mientras los restantes no lo consideran aún. Los datos de Honduras, Belice y El Salvador son solamente económicos, asociados a la producción por cultivos.
Los conceptos de agricultura familiar se refieren a ciertas características de las unidades productivas en algunos de los países.
Es necesario compartir en la región centroamericana las buenas prácticas entre países y que se den eventos intersectoriales entre agricultura/desarrollo rural y el sector de género, para profundizar en temas de competencia mutua