Blavatsky, Helena - La Doctrina Secreta II

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    HELENA PETROVNA BLAVATSKY

    DOCTRINA SECRETA TOMO IISntesis de la Ciencia, la Religin y la Filosofa

    SIMBOLISMO ARCAICO

    UNIVERSAL

    SATYT NSTI PARO DHARMAH

    No hay Religin ms elevada que la Verdad

    Traduccin de varios miembros de la Rama de la S.T.E.

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    PARTE II

    LA EVOLUCIN DEL SIMBOLISMO

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    SECCIN ISIMBOLISMO E IDEOGRAMA

    No es siempre un smbolo para quien sabe distinguir,

    una revelacin ms o menos clara, o confusa, de losemejante a Dios? Al travs de todas las cosas

    brilla dbilmente algo de la Idea Divina. Ms an: laensea ms elevada que han encontrado jams los

    hombres y que han abrazado, la cruz misma, no poseesignificacin alguna, salvo una accidental y extrnseca.

    CARLYLE, Sartor Resartus

    l estudio del significado oculto en cada una de las leyendas religiosas y profanas

    de cualquiera nacin, ya sea grande o pequea, y especialmente en las tradicionesdel Oriente, ha ocupado la mayor parte de la vida de la que estas lneas escribe.

    Ella es de los que poseen la conviccin de que ninguna fbula mitolgica, ningn sucesotradicional de las leyendas de un pueblo, ha sido en tiempo alguno pura ficcin, sinoque cada una de semejantes narraciones encierra algo de verdaderamente histrico. Enesto difiere la autora de aquellos mitlogos, por grande que sea su reputacin, que noven en cada mito ms que la confirmacin de la tendencia supersticiosa de los antiguos,y que creen que todas las mitologas han tenido su origen en los mitos solares y sebasan en los mismos. A semejantes pensadores superficiales les ha puesto

    admirablemente en el lugar que les corresponde el poeta y egiptlogo Mr. GeraldMassey, en una conferencia sobre Luniolatra, Antigua y Moderna. Su crtica aceradaes digna de reproducirse en esta parte de nuestra obra, por ser eco fiel de nuestrospropios sentimientos, tan abiertamente expresados desde 1875, cuando escribimos Isissin Velo.

    Durante los ltimos treinta aos, el profesor Max Mller ha estado enseando en suslibros y discursos, en el Times, Saturday Review y en varias revistas, desde la tribuna de laRoyal Institution, en el plpito de la Abada de Westminster, y en su ctedra de Oxford, que

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    la mitologa es una enfermedad del lenguaje, y que el antiguo simbolismo era resultado de

    algo parecido a una aberracin mental primitiva.Sabemos dice Renouf, repitiendo a Max Mller, en sus conferencias de Hibbert que la

    mitologa es la enfermedad que brota durante un estado peculiar de la cultura humana. Tales la trivial explicacin de los no evolucionistas, y semejantes explicaciones son todavaaceptadas por el pblico ingls, que piensa por cerebros de otros. El profesor Max Mller,Cox, Gubematis y otros tratadistas de mitos solares, nos han descrito al primitivo inventorde mitos como una especie de metafsico indo germanizado, proyectando su propia sombrasobre una niebla mental, y hablando ingeniosamente del humo, o por lo menos de las nubes;convirtiendo el cielo sobre su cabeza en la cpula del pas de los sueos, pintarrajeada conlas imgenes de pesadillas aborgenes. Conciben al hombre primitivo a su semejanza, y lecontemplan como irresistiblemente inclinado a la propia mixtificacin, o como diceFontenelle, sujeto a contemplar cosas que no existen. Ellos han presentado bajo un aspectofalso al hombre primitivo o arcaico, como inducido desde un principio y de un modoestpido, por una imaginacin activa y falta de direccin, a creer toda suerte de falsedades,que eran inmediata y constantemente contradichas por su propia experiencia diaria; comoun necio fantstico en medio de aquellas feas realidades con que le agobiaba la experiencia,a manera de los iceberg aplastantes que dejan sus huellas en las rocas sumergidas en el mar.Qudame por decir, y algn da se reconocer como cierto, que estos maestros, aceptadoscomo tales, no se han aproximado ms a los principios de la mitologa y del lenguaje, que elpoeta Willie de Burris a Pegaso. He aqu mi contestacin: Es slo un sueo del metafsicoterico, creer que la mitologa fuese una enfermedad del lenguaje o de cualquier otra cosa

    que no sea su propio cerebro. El origen y el significado de la mitologa ha sido totalmenteequivocado por estos traficantes en mitos solares. La Mitologa era un modo primitivo deobjetivar el pensamiento primitivo. Estaba fundada en hechos naturales, y todava puedecomprobarse en los fenmenos. Nada hay de insano ni de irracional en ella, cuando se laconsidera a la luz de la evolucin, y cuando se comprende por completo su manera deexpresarse por el lenguaje de los signos. La locura consiste en tornarla por historia humana opor revelacin Divina1. La Mitologa es el depsito de la ciencia ms antigua del hombre, ylo que principalmente nos interesa, es lo siguiente: cuando sea de nuevo interpretadacorrectamente, est destinada a ocasionar la muerte de aquellas falsas teologas a que sinsaberlo ha dado origen2.

    En la fraseologa moderna se dice algunas veces que una afirmacin es mtica enproporcin de su falsedad; pero la antigua mitologa no era un sistema o modo defalsificacin en ese sentido. Sus fbulas eran medios de comunicar hechos; no eran ni

    1 En lo que se refiere a la Revelacin Divina, estamos de acuerdo. Pero no as con respecto a la historiahumana. Pues existe historia en la mayor parte de las alegoras y mitos de la India; y bajo ellos sehallan ocultos sucesos verdaderamente reales.2 Cuando desaparezcan las falsas teologas, entonces se encontrarn las verdaderas realidadesprehistricas, contenidas especialmente en la mitologa de los arios y antiguos indos, y aun en la de loshelenos prehomricos.

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    falsificaciones ni ficciones Por ejemplo, cuando los egipcios representaban a la luna como

    un gato, no eran tan ignorantes que supusiesen que la luna era un gato; ni vean en suextraviada fantasa parecido alguno de la luna con un gato; ni tampoco era el mitogatomera expansin de metfora verbal, ni tenan ellos intencin de crear embrollos y enigmasHaban observado simplemente que el gato vela en la oscuridad, y que sus ojos aumentabany se hacan ms luminosos por la noche. La Luna era durante la noche el vidente en los cielos,y el gato era su equivalente en la tierra; y as el gato domstico fue adoptado como un signonatural y representativo, como una pintura viviente del orbe lunar Y de esto provino queel Sol, que en el mundo de abajo vea durante la noche, pudo tambin ser llamado el gato,como sucedi, porque tambin vea en las tinieblas. El nombre del gato es mau en egipcio, quesignifica vidente, de mau, ver. Un tratadista de mitologa asegura que los egipciosimaginaban un gran gato tras del sol, el cual era la pupila del ojo del gato. Pero esta

    suposicin es por completo moderna. Es la mercanca de Max Mller en el mercado. La Luna,como gato, era el ojo del sol, porque reflejaba la luz solar, y porque el ojo refleja la imagenen su espejo. En la forma de la diosa Pasht, el gato vigila por el sol, sujetando y destrozandocon su garra la cabeza de la serpiente de las tinieblas, llamada su eterna enemiga.

    Esta es una exposicin muy correcta de los mitos lunares bajo su aspectoastronmico. Sin embargo, la Selenografa es la menos esotrica de las divisiones de lasimbologa lunar. Para dominar la Selenognosis si se nos permite la invencin de lapalabra es necesario llegar a conocer a fondo algo ms que su significado astronmico.La Luna est ntimamente relacionada con la Tierra, como se ha mostrado en lasEstancias; y est ms directamente relacionada con todos los misterios de nuestroGlobo, que el mismo VenusLucifer, hermano oculto y alterego de la Tierra3.

    Las infatigables investigaciones de los mitlogos occidentales, especialmente de losalemanes, durante el ltimo siglo y en el presente, han hecho ver a las personas libresde prejuicios, y, por supuesto, a los ocultistas, que sin el auxilio de la simbologa, (consus siete divisiones, por completo desconocidas de los modernos), ninguna escriturasagrada antigua puede ser comprendida correctamente. La simbologa debe serestudiada en cada uno de sus aspectos, pues cada nacin tiene su mtodo peculiar deexpresin; en una palabra, ningn papiro egipcio, ninguna olla india, ningn ladrilloasirio ni ningn manuscrito hebreo, debe leerse y aceptarse literalmente.

    Esto lo saben ahora todos los eruditos. Las sabias conferencias de Mr. GeraldMassey, bastan por s solas para convencer a cualquier cristiano de recto criterio, que elaceptar la letra muerta de la Biblia, equivale a caer en un error ms grosero ysupersticioso que cualquiera de los que hasta el presente ha elaborado el cerebro delos salvajes insulares del mar del Sur. Pero el punto en que el orientalista ya sea

    3Vase Seccin IX, La Luna; Deus Lunas, Phbe.

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    arianista o egiptlogo que ms ame la verdad, y que con ms ahnco la busque, parece

    que contina ciego, es el hecho de que cada uno de los smbolos en los papiros u ollas,es un diamante de muchas facetas, cada una de las cuales, no slo encierra variasinterpretaciones, sino que se relaciona igualmente con varias ciencias. De esto es unejemplo la interpretacin que se acaba de citar de la luna simbolizada por el gato,ejemplo de imagen sidreoterrestre; pues la luna encierra muchos otros significadosadems de ste, en otras naciones.

    Segn ha sido demostrado por un sabio masn y tesofo, Mr. Kenneth Mackenzie,en su Royal Masonic Cyclopda, hay una gran diferencia entre el emblema y el smbolo.El primero comprende una serie mayor de pensamientos que el ltimo, el cual, puede

    decirse ms bien que encierra una sola idea especial. De aqu que los smbolos lunareso solares, por ejemplo de varios pases, comprendiendo cada uno una idea o series deideas especiales, forman colectivamente un emblema esotrico. El ltimo es unapintura o signo concreto visible, que representa principios o una serie de principios,comprensibles para aquellos que han recibido ciertas instrucciones [Iniciados].Dicindolo an ms claro, un emblema es generalmente una serie de pinturas grficas,consideradas y explicadas alegricamente, y que desarrollan una idea en vistaspanormicas, presentadas unas despus de otras. De este modo los Purnas sonemblemas escritos. Igualmente lo son el Antiguo o Mosaico y Nuevo o cristiano

    Testamentos, o la Biblia, y todas las dems Escrituras exotricas. La misma citadaautoridad dice:

    Todas las sociedades esotricas han hecho uso de los emblemas y los smbolos, comosucede con la Sociedad Pitagrica, la de los eleusinos, la de los Hermanos Hermticos deEgipto, la de los Rosacruces y la de los Francmasones. Muchos de estos emblemas no son deconveniente divulgacin, y una diferencia muy pequea puede hacer que el emblema osmbolo difiera grandemente de su significado. Los sigilla mgicos, fundados en ciertosprincipios de los nmeros, participan de su carcter; y aun cuando parecen monstruosos yridculos a los ojos del ignorante, demuestran todo un cuerpo de doctrina a los que hanaprendido a reconocerlos.

    Las sociedades antes mencionadas, son todas comparativamente modernas; puesninguna de ellas se remonta ms all de la Edad Media. Cunto ms conveniente no es,pues, que los estudiantes de las escuelas arcaicas ms antiguas se abstengan dedivulgar secretos de una importancia mucho ms capital para la humanidad (por serpeligrosos en manos de ignorantes), que los llamados secretos masnicos, que se hanconvertido actualmente, como dicen los franceses, en los de Polichinela! Pero estarestriccin puede tan slo aplicarse al significado psicolgico, o ms bien alpsicofisiolgico y csmico del smbolo y emblema, y aun as, solo parcialmente. Un

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    Adepto debe negarse a participar las condiciones y modos que conducen a una

    correlacin de elementos (ya sean psquicos o fsicos), que pueden producir resultadosperniciosos lo mismo que benficos; pero siempre est pronto a comunicar alestudiante serio, el secreto del antiguo pensamiento en todo lo que se refiere a lahistoria que se halla oculta bajo smbolos mitolgicos, suministrando as un horizontemayor a la vista retrospectiva del pasado, que contenga datos tiles relacionados conel origen del hombre, la evolucin de las Razas y la geognosia; y sin embargo, esta es laqueja del da, no slo entre los tesofos, sino tambin entre los pocos profanos que seinteresan en el asunto: Por qu dicen no revelan los Adeptos lo que saben? A estose les podra contestar: Cmo han de hacerlo, toda vez que de antemano sabemos

    que ningn hombre cientfico aceptara, ni siquiera como hiptesis, y mucho menos,por tanto, como teora o axioma, los hechos que le comunicasen? Habis llegadovosotros siquiera a aceptar o creer en el abec de la Filosofa Oculta que contiene elTeosophist, el Buddhismo Esotrico, y otras obras y revistas? No ha sido, hasta lopoco que se ha dado, ridiculizado y escarnecido, y confrontado con la teora animal ycon la del mono de Huxley y de Hckel por un lado, y con la costilla de Adn y lamanzana por otro? A pesar de estas perspectivas tan poco envidiables, se da en la obrapresente una multitud de hechos; y el origen del hombre, la evolucin del Globo y delas Razas, humanas y animales, se tratan ahora con toda la extensin que la escritorapuede hacerlo.

    Las pruebas que se han presentado en corroboracin de las antiguas enseanzas, sehallan esparcidas en todas las escrituras de las civilizaciones de la Antigedad. LosPurnas, el Zend Avesta y los antiguos clsicos, estn llenos de ellas; pero nadie se hatomado la molestia de recopilar estos hechos y confrontarlos entre s. La causa de elloes que todos estos hechos fueron registrados simblicamente; y que los ms expertos,las inteligencias ms penetrantes entre nuestros arianistas y egiptlogos, han sidooscurecidas por conceptos preconcebidos, y an con ms frecuencia, por los puntos devista parciales del significado secreto. Sin embargo, hasta una parbola es un smbolohablado; segn piensan algunos, no es ms que una ficcin o fbula; mientras quenosotros decimos que es una representacin alegrica de realidades, de la vida, desucesos y de hechos. Y as como de una parbola se deduce siempre una moral, siendoesta moral una verdad y un hecho real de la vida humana, del mismo modo se deducaun hecho histrico verdadero (por aquellos que estaban versados en las cienciashierticas), de ciertos emblemas y smbolos registrados en los antiguos archivos de lostemplos. La historia religiosa y esotrica de todas las naciones se encontraba embebidaen los smbolos; nunca fue literalmente expresada en muchas palabras. Todos lospensamientos y emociones, toda la instruccin y conocimientos revelados y adquiridosde las primeras Razas, tenan su expresin pictrica en la alegora y en la parbola. Por

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    qu? Porque laspalabras habladas tienen una potencia no slo desconocida, sino que no

    se sospecha siquiera, ni se cree naturalmente por los sabios modernos. Porque elsonido y, el ritmo estn estrechamente relacionados a los cuatro Elementos de losantiguos; y porque tal o cual vibracin en el aire, es seguro que despierta los Poderescorrespondientes, y la unin con los mismos produce resultados buenos o malos, segnel caso. Nunca se permiti a ningn estudiante recitar narraciones de hechos histricos,religiosos, ni reales, con palabras que claramente los determinasen, para evitar que losPoderes relacionados con tales sucesos pudiesen ser atrados nuevamente. Talesacontecimientos se narraban tan slo durante la Iniciacin, y todos los estudiantestenan que registrarlos en los smbolos correspondientes, sacados de su propia mente y

    examinados despus por su Maestro, antes de ser definitivamente aceptados. As,paulatinamente, fue creado el Alfabeto Chino, del mismo modo que poco antes deste haban sido determinados los smbolos hierticos en el antiguo Egipto. En lalengua china, cuyos caracteres pueden leerse en cualquier otra lengua, y el cual, comoacaba de decirse, es poco menos antiguo que el alfabeto egipcio de Thoth, todas laspalabras tienen su smbolo correspondiente, en forma pictrica. Esta lengua poseemuchos miles de tales smbolos, letras o logogramas, cada uno de los cuales significatoda una palabra; pues letras propiamente, o un alfabeto, como lo entendemos, noexisten en el idioma chino, como tampoco existan en el egipcio, hasta una pocamucho ms cercana.

    De este modo, un japons que no sepa una palabra de chino, al encontrarse con unode esta nacin que nunca haya odo la lengua del primero, se puede comunicar con lpor escrito, y se comprendern perfectamente, puesto que su escritura es simblica.

    La explicacin de los principales smbolos y emblemas, es lo que ahora se intenta;pues el Libro III, que trata d Antropognesis, sera excesivamente difcil decomprender sin un conocimiento preparatorio, al menos de los smbolos metafsicos.

    Por otro lado, no sera justo entrar en la lectura esotrica del simbolismo, sin tributarel debido homenaje a quien ha hecho un grandsimo servicio en este siglo,

    descubriendo la clave principal de la antigua simbologa hebrea, entretejida de modoacentuado con la metrologa, una de las claves de lo que fue en otro tiempo Lenguajedel Misterio universal. Me refiero a Mr. Ralston Skinner, de Cincinnati, autor de TheKey to the HebrewEgyptian Mystery in the Source of Measures (Clave del MisterioHebreoEgipcio, en el Origen de las Medidas), a quien por este concepto damos lasgracias. Mstico y kabalista por naturaleza, trabaj durante muchos aos en estesentido, y sus esfuerzos fueron verdaderamente coronados de gran xito. Segn lmismo dice:

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    El que esto escribe est completamente seguro de que hubo un antiguo lenguaje que se ha

    perdido para los tiempos modernos hasta la poca presente, pero cuyos vestigios, sinembargo, existen en abundancia El autor descubri que esta razn geomtrica [la raznintegral numrica del dimetro a la circunferencia del crculo] era el origen, muy antiguo yprobablemente divino de las medidas lineales Parece casi probado que el mismosistema de geometra, de nmeros, de razn y de medidas, era conocido y usado en elcontinente de la Amrica del Norte, aun antes que lo conocieran los descendientes semitas

    La particularidad de este lenguaje era que poda estar contenido dentro de otro, de unmodo oculto, y que no poda ser percibido sino con la ayuda de ciertas instruccionesespeciales; letras y signos silbicos posean al mismo tiempo, los poderes o significado delos nmeros, de las figuras geomtricas, las pinturas, o la ideografa y smbolos, cuyo objetodibujado era expresamente auxiliado por parbolas en forma de narraciones o porcionesde narraciones; y a la vez podan ser expuestas separada, independientemente y de variosmodos, por medio de pinturas, en trabajos en piedra o en construcciones de tierra.

    Para esclarecer una ambigedad referente al trmino lenguaje, dir: primero, que estapalabra significa la expresin hablada de las ideas; y segundo, que puede significar laexpresin de las ideas en otra forma. Este antiguo lenguaje est de tal modo compuesto enel texto hebreo que, por medio de los caracteres escritos, que al ser pronunciados forman ellenguaje primeramente definido, puede comunicarse, intencionalmente, una serie de ideasmuy distintas de las que se expresan por la lectura de los signos fonticos. Este segundoidioma manifiesta veladamente series de ideas, copias en la imaginacin de cosas sensibles,que pueden ser dibujadas, y de cosas que pueden clasificarse como reales sin ser sensibles;como, por ejemplo, el nmero 9 puede ser tomado como una realidad aun cuando no tieneexistencia sensible; asimismo una revolucin de la luna, considerada como algo aparte de laluna misma que ha hecho la revolucin, puede tomarse como dando lugar, o produciendo unaidea real, a pesar de que semejante revolucin no tiene substancia. Este lenguaje de ideaspuede consistir en smbolos que se hallen concretados en trminos y signos arbitrarios, quetengan un campo muy limitado de conceptos sin importancia, o puede ser una lectura de laNaturaleza, en alguna de sus manifestaciones, de un valor casi inconmensurable, para lacivilizacin humana. Una imagen de algo natural, puede dar origen a ideas de asuntoscoordinados que radien en varias y hasta en opuestas direcciones, como los rayos de unarueda, dando lugar a realidades naturales que pertenezcan a un gnero de ideas muy distinto

    de la tendencia aparente de la lectura primera, por la que se principi. Una nocin puedeoriginar la nocin relacionada; pero al tener esto efecto, todas las ideas resultantes, pormuy incongruentes que en apariencia sean, tienen que brotar del smbolo original y estararmnicamente relacionadas unas a otras. As pues, con una idea dibujada, losuficientemente radical, puede llegarse a idear el cosmos mismo hasta en sus detalles deconstruccin. Semejante lenguaje comn no se emplea ya; pero el que esto escribe sepregunta si en alguna poca muy remota no era esta lengua, o una semejante, de uso universalen el mundo, y poseda, a medida que se moldeaba ms y ms en sus formas de arcano, porslo una clase o casta selecta de la humanidad. Quiero decir con esto, que el lenguajepopular o nativo comenz, aun en su origen, a ser usado como vehculo de este modoespecial de comunicar las ideas. Sobre este punto los testimonios son de mucha fuerza; y

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    verdaderamente, parece como si en la historia de la raza humana hubiese tenido lugar, por

    causas que no podemos averiguar, por lo menos en el presente, la desaparicin o prdida deun lenguaje primitivo perfecto, y de un sistema perfecto de ciencia. Deberemos decirperfecto porque era de origen y de importancia divinos?4.

    Origen divino no quiere significar aqu una revelacin de un Dios antropomrfico, enuna montaa en medio de truenos y relmpagos; sino, segn los entendemos, unlenguaje y un sistema de ciencias comunicados a la primera humanidad por unahumanidad ms avanzada, tan elevada, que fuese divina a los ojos de aquellahumanidad infantil; en una palabra, por una humanidad de otras esferas. Esta idea nocontiene nada de sobrenatural, y el aceptarla o rechazarla, depende del grado depresuncin y arrogancia, de la persona a quien se le exponga. Porque, si los profesoresde la Ciencia moderna confesasen tan slo que, aun cuando nada saben del destino delhombre desencarnado o ms bien, no quieren aceptar nada, sin embargo este futuropuede estar preado de sorpresas y de revelaciones inesperadas para ellos (cuando susEgos se vean libres de sus groseros cuerpos), entonces el escepticismo materialistatendra mucha menos fortuna que la que tiene. Quin de ellos sabe, o puede decir, loque suceder cuando el Ciclo de Vida de este Globo toque a su fin, y hasta nuestramadre Tierra caiga en su ltimo sueo? Quin osar afirmar que los Egos divinos denuestra humanidad al menos los elegidos de entre las multitudes que pasan a otras

    esferas no se convertirn a su vez en los instructores divinos de una nuevahumanidad, por ellos generada, en un nuevo Globo, llamado a la vida y a la actividadpor los principios desencarnados de nuestra Tierra? Todo esto puede haber sido laexperiencia del Pasado, y estos extraos anales yacen embebidos en el Lenguaje delMisterio de las edades prehistricas; el lenguaje ahora llamado SIMBOLISMO.

    4 De un manuscrito.

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    SECCIN IIEL LENGUAJE DEL MISTERIO Y SUS CLAVES

    escubrimientos recientes hechos por grandes matemticos y kabalistas,prueban de este modo, fuera hasta de sombra de duda, que todas las

    teologas, desde las ms antigua hasta la ltima han surgido, no slo de unorigen comn de creencias abstractas, sino de un lenguaje esotrico universal o delMisterio. Estos sabios poseen la clave del lenguaje universal antiguo, y la han usadocon xito, aunque slo una vez, para abrir la puerta hermticamente cerrada queconduce al Vestbulo de los Misterios. El gran sistema arcaico conocido desde lasedades prehistricas como la Ciencia Sagrada de la Sabidura, que est contenido ypuede encontrarse en todas las religiones antiguas as como en las modernas, tena, ytiene an, su lenguaje universal sospechado por el masn Ragn la lengua de losHierofantes, que tiene siete dialectos, por decirlo as, cada uno de los cuales se refiere

    y est particularmente apropiado a uno de los siete misterios de la Naturaleza. Cadauno de ellos tena su simbolismo propio. La Naturaleza poda ser leda de este modoen su plenitud, o considerada bajo uno de sus aspectos especiales.

    La prueba de esto reside, hasta el presente, en la gran dificultad que los orientalistasen general, y especialmente los indianistas y egiptlogos, experimentan en lainterpretacin de los escritos alegricos de los arios y de los anales hierticos deEgipto. Esto sucede porque nunca quieren tener presente que todos los anales antiguosestaban escritos en una lengua que era universal y conocida igualmente por todas lasnaciones en los das de la antigedad, pero que ahora slo es inteligible para unos

    pocos. As como los nmeros arbigos son claros para cualquier hombre, sea cual fueresu nacionalidad; o as como la palabra inglesa and, que se convierte en et para losfranceses, en und para los alemanes, en y para los espaoles, y as sucesivamente,puede empero expresarse en todas las naciones civilizadas con el signo &, igualmentetodas las palabras de esta Lengua del Misterio significaban la misma cosa para todoslos hombres. Ha habido hombres notables que han tratado de restablecer un lenguajefilosfico y universal semejante: Delgarme, Wilkins, Leibnitz; pero Demaimieux, en suPasgraphie, es el nico que ha probado su posibilidad. El esquema de Valentn,

    D

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    llamado la Kbala Griega, basado en la combinacin de letras griegas, puede servir de

    modelo.Los muchos aspectos del Lenguaje del Misterio han conducido a la adopcin de

    dogmas y ritos variadsimos, en el exoterismo de los rituales de las Iglesias. Ellos son,tambin, los que estn en el origen de la mayor parte de los dogmas de la IglesiaCristiana; como por ejemplo, los siete Sacramentos, la Trinidad, la Resurreccin, lossiete Pecados Capitales y las siete Virtudes. Sin embargo, habiendo estado siempre lasSiete Claves de la Lengua del Misterio bajo la custodia de los ms elevadosHierofantes iniciados de la antigedad, slo el uso parcial de alguna de las siete pas,por traicin de algunos de los primeros Padres de la Iglesia ex Iniciados de los

    Templos a manos de la nueva secta de los nazarenos. Algunos de los primeros Papasfueron Iniciados; pero los ltimos fragmentos de su saber han cado ahora en poder delos jesutas, que los han convertido en un sistema de hechicera.

    Se afirma que la India no con sus actuales lmites, sino incluyendo los antiguos es elnico pas en el mundo que cuenta todava, entre sus hijos, Adeptos que poseen elconocimiento de todos los siete subsistemas, y la clave del sistema completo. Desde lacada de Menfis, Egipto principi a perder todas estas claves, una a una, y la Caldeaslo conservaba tres en los das de Beroso. En cuanto a los hebreos, no demuestran entodos sus escritos ms que un conocimiento completo de los sistemas astronmico,

    geomtrico y numrico de simbolizar todas las funciones humanas y especialmente lasfisiolgicas. Nunca han posedo las claves superiores.

    Mr. Gaston Maspero, el gran egiptlogo francs y sucesor de Mariette Bey, dice:

    Cada vez que oigo hablar de la religin de Egipto, me siento impulsado a preguntar a qureligin egipcia se refieren. Es a la religin de la Cuarta Dinasta, o a la religin del perodode los Ptolomeos? Es a la religin del vulgo, o a la de los sabios? A aquella que seenseaba en las escuelas de Helipolis o a aquella otra que se hallaba en las mentes y en losconceptos de la clase sacerdotal de Tebas? Porque entre la primera tumba de Menfis, quelleva la inscripcin de un rey de la tercera dinasta, y las ltimas piedras grabadas en Esneh,

    bajo CsarFilipo, el rabe, hay un intervalo de cinco mil aos por lo menos. Dejando a unlado la invasin de los Pastores, la dominacin etope y la de los Asirios; la conquista persa,la colonizacin de los griegos y las mil revoluciones de su vida poltica, el Egipto pas,durante estos cinco mil aos, por muchas vicisitudes morales e intelectuales. El cap. XVII delLibro de los Muertos, que parece contener la exposicin del sistema del mundo, segn eracomprendido en Helipolis durante la poca de las primeras dinastas, slo nos es conocidopor unas cuantas coplas de la undcima y duodcima dinasta. Cada uno de los versculos quelo componen era ya interpretado de tres o cuatro maneras distintas; tan diferentes, quesegn sta o aquella escuela, el Demiurgo se converta en el fuego del sol, Rashu o en el aguaprimordial. Quince siglos ms tarde, el nmero de las interpretaciones haba aumentado

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    considerablemente. El tiempo, en su transcurso, haba modificado las ideas sobre el

    Universo y las fuerzas que lo rigen. Durante los dieciocho siglos escasos que existe elCristianismo, la mayora de sus dogmas se han elaborado, desarrollado y cambiado;cuntas veces, pues, no habr podido alterar sus dogmas el clero egipcio, durante loscincuenta siglos que separan a Teodosio de los Reyes Constructores de las Pirmides?5

    Creemos que en este punto ha ido el eminente egiptlogo demasiado lejos. Losdogmas exotricos pueden haber sido a menudo alterados, pero nunca los esotricos.No ha tenido presente la sagrada inmutabilidad de las verdades primitivas, sloreveladas en los misterios de la Iniciacin. Los sacerdotes egipcios haban olvidadomucho, pero no alteraron nada. La prdida de gran parte de las enseanzas primitivas

    fue debida a las muertes repentinas de grandes Hierofantes, que fallecieron antes dehaber tenido tiempo de revelar todo a sus sucesores, y principalmente a causa de lafalta de herederos dignos del conocimiento. Sin embargo, han conservado en susrituales y dogmas las principales enseanzas de la Doctrina Secreta.

    As, en el captulo del Libro de los Muertos, mencionado por Maspero, se encuentra:1 A Osiris diciendo que es Tum (la fuerza creadora de la Naturaleza que da forma atodos los seres, espritus y hombres, generado por s mismo, y por s mismo existente),salido de Nun, el ro celestial, llamado la MadrePaterna de los Dioses, la deidadprimordial, que es el Caos o el Ocano, impregnado por el Espritu invisible; 2 lencontr a Shu, la fuerza solar, en la Escalera de la Ciudad de los Ocho (los doscuadrados del Bien y del Mal), y aniquil los principios malos de Nun (el Caos), los Hijosde la Rebelin; 3 l es el Fuego y el Agua, esto es, Nun, el Padre Primordial, y cre alos Dioses de sus miembros catorce dioses (dos veces siete), siete oscuros y sieteluminosos (los siete Espritus de la Presencia de los cristianos y los Siete Espritusmalos); 4 l es la Ley de la Existencia y del Ser, el Bennu o Fnix, el Ave de laResurreccin en la Eternidad, en quien la Noche sigue al Da y el Da a la Noche alusin a los ciclos peridicos de resurreccin csmica y de reencarnacin humana;pues qu otra cosa puede significar? El Viajero que cruza por millones de aos, es el

    nombre de uno; y las Grandes Verdes [Aguas Primordiales o Caos], es el nombre delotro: uno produciendo millones de aos en sucesin, y el otro absorbindolos, paradevolverlos; 5 l habla de los Siete Luminosos que siguen a su seor, Osiris, queconfiere la justicia, en Amenti.

    Todo esto se ha demostrado ahora que ha sido la fuente y el origen de los dogmascristianos. Lo que los judos tenan en Egipto, por Moiss y otros Iniciados, se torn

    5Guide au Muse de Boulaq, pgs. 148149.

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    bastante confuso y desfigurado en pocas posteriores; pero lo que la Iglesia tom de

    ambos, est todava peor interpretado.Sin embargo, su sistema se ha probado actualmente que es idntico en esta parte

    especial de la simbologa principalmente la clave de los misterios de la astronomarelacionados con los de la generacin y concepcin a aquellas ideas de las antiguasreligiones cuya teologa ha desarrollado el elemento flico. El sistema judo de medidassagradas, aplicado a los smbolos religiosos, es el mismo, en lo que se refiere a lascombinaciones geomtricas y numricas, que los de Grecia, Caldea y Egipto; puestoque fue adoptado por los israelitas durante los siglos de su esclavitud y cautiverio enaquellas dos ltimas naciones6. Cul era este sistema? El autor de The Source of

    Measures tiene la ntima conviccin de que los Libros Mosaicos tenan por objeto, pormedio de un lenguaje artificial, el establecer un sistema geomtrico y numrico deciencia exacta, que deba servir como origen de las medidas. Piazzi Smyth cree lomismo. Algunos eruditos deducen que este sistema y estas medidas son idnticos a losusados en la construccin de la gran Pirmide; pero esto es tan sola en parte. Elfundamento de estas medidas era la razn de Parker, dice Mr. Ralston Skinner en TheSource of Measures,

    El autor de esta obra tan extraordinaria lo ha encontrado, dice, en el uso de la raznintegral del dimetro a la circunferencia de crculo, descubierto por John A. Parker, de

    Nueva York. Esta razn es de 6561 para el dimetro, y 20612 para la circunferencia.Dice, adems, que esta razn geomtrica fue el origen antiqusimo y probablementedivino de lo que ahora se ha convertido, por uso exotrico y aplicacin prctica, en lasmedidas lineales britnicas, cuya unidad fundamental, esto es, la pulgada, eraigualmente la base de uno de los codos reales egipcios y del pie romano.

    Descubri tambin que haba una forma modificada de la razn, a saber, 113 a 355; y quemientras la ltima razn sealaba por medio de su origen a la integral exacta pi, o 6561 a20612, serva tambin como base para clculos astronmicos. El autor descubri que unsistema de ciencia exacta, geomtrica, numrica y astronmica, fundada en estas relaciones,

    6 Segn hemos dicho en Isis sin Velo (vol. II, pgs. 438439): Hasta el presente, a pesar de todas lascontroversias y las investigaciones, la Historia y la Ciencia permanecen en la misma oscuridad de siempre,respecto del origen de los judos. Pueden ser lomismo loschandlas desterrados de la antigua India, losalbailes mencionados por VedaVysa y Manu, que los fenicios de Herodoto, losHyksos de Josefo,los descendientes de los pastores palis, o bien una mezcla de todos stos. La Biblia menciona a los tirioscomo de lamisma raza, y reivindica supredominio sobre los mismos Sin embargo, sea cual fuese suorigen, se convirtieron, no mucho tiempo despus de Moiss, en un pueblo hbrido; pues la Biblia losmuestra cruzndose libremente no slo con los Cananeos, sino tambin con todas las naciones y razas conque se ponan en contacto.

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    y que se ha visto usado para la construccin de la gran pirmide egipcia, era en parte el

    contenido de este lenguaje que se halla contenido y oculto en la letra del texto hebreo de laBiblia. La pulgada y la regla de dos pies, 24 pulgadas, interpretada para el uso de loselementos del crculo, y las relaciones mencionadas, se vio que estaban en la base ofundamento de este sistema natural de ciencia egipcio, y hebreo; mientras que, por otraparte, parece evidente que el sistema mismo era considerado como de origen y revelacindivinos.

    Pero veamos lo que dicen los adversarios de las medidas de la pirmide del profesorPiazzi Smyth.

    Mr. Petne parece negarlas y echar por tierra los clculos de Piazzi Smyth en sus

    relaciones bblicas. Otro tanto ha estado haciendo Mr. Proctor, el campencoincidentalista, durante muchos aos, en todas las cuestiones de ciencias y artesantiguas. Al hablar de la multitud de relaciones independientes de la Pirmide, que sehan manifestado al tratar los piramidalistas de relacionar la Pirmide con el sistemasolar, dice:

    Estas coincidencias [las que existiran aunque no existiese la Pirmide] son mucho mscuriosas que cualquier coincidencia entre la Pirmide y los nmeros astronmicos; lasprimeras son tan exactas y notables como reales; las segundas, que son slo imaginarias ( ?),hansido establecidas nicamente por el procedimiento que los chicos de escuela llaman

    hinchar el perro; y ahora las nuevas medidas tomadas harn que se rehaga el trabajo todode nuevo7.

    A esto contesta con razn Mr. C. Staniland Wake:

    Tienen que haber sido, sin embargo, ms que meras coincidencias, si los constructores de lapirmide posean el conocimiento astronmico desplegado en su perfecta orientacin y ensus otras caractersticas astronmicas admitidas8.

    Los posean seguramente; y en este conocimiento estaba basado el programa de losMisterios y de la serie de Iniciaciones: de aqu la construccin de la Pirmide, registroperdurable y smbolo indestructible de estos Misterios e Iniciaciones en la Tierra, comolo son en el Cielo los cursos de las estrellas. El ciclo de la Iniciacin era una reproduccinen miniatura de aquella gran serie de cambios csmicos a que los astrnomos han dadoel nombre del ao tropical o sideral. Lo mismo que a la conclusin del ciclo del ao

    7Knowledge, vol. I; vanse tambin las cartas de Petrie a The Academy, diciembre, 17, 1881.8The Origin and Significance of the Great Pyramid, pg. 9.

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    sideral (25.868 aos), vuelven los cuerpos celestes a las mismas posiciones relativas

    que ocupaban al principio; as, al finalizar el ciclo de la Iniciacin, el hombre internorecobra el estado prstino de pureza y conocimiento divinos, de donde parti alemprender su ciclo de encarnacin terrestre.

    Moiss, Iniciado en la Mistagogia egipcia, bas los misterios religiosos de la nuevanacin que cre, sobre la misma frmula abstracta derivada de este ciclo sideral, quesimboliz bajo la forma y medidas del tabernculo, que se supone construy en eldesierto. Sobre estos datos, construyeron los ltimos Grandes Sacerdotes judos laalegora del Templo de Salomn edificio que no ha tenido nunca existencia real, comotampoco el rey Salomn, que es simplemente un mito solar, corno el de Hiram Abif de

    los masones, segn Ragn tiene bien demostrado. As pues, si las medidas de estetemplo alegrico, smbolo del ciclo de la Iniciacin, coinciden con las de la GranPirmide, es debido al hecho de que las primeras se derivaron de las ltimas, pormedio del Tabernculo de Moiss.

    Que nuestro autor ha descubierto de un modo innegable una y hasta dos de lasclaves se demuestra plenamente en la obra citada. No se necesita ms que leerla parasentir una conviccin creciente de que el significado oculto de las alegoras y parbolasde ambos Testamentos, se halla ahora de manifiesto. Pero que l debe estedescubrimiento mucho ms a su propio genio que a Parker y a Piazzi Smyth, es

    igualmente cierto. Pues, como se ha mostrado, no es tan seguro que las medidas de laGran Pirmide, tomadas y adoptadas por los piramidistas bblicos, estn fuera de todaduda. Una prueba de ello es la obra llamada The Pyramids and Temples of Gizeh (LasPirmides y Templos de Gizeh), por Mr. F. Petrie, adems de otras obras escritas muyrecientemente para contradecir los mencionados clculos que sus autores llamantendenciosos. Colegimos que casi todas las medidas de Piazzi Smyth difieren de lashechas posteriormente con ms cuidado por Mr. Petrie, quien termina la Introduccinde su obra con el siguiente perodo:

    Respecto de los resultados de toda investigacin, muchos de los tericos estarn deacuerdo con un americano que era creyente entusiasta en las teoras de la Pirmide cuandovino a Gizeh. Tuve all el gusto de disfrutar de su compaa durante un par de das, y laltima vez que comimos juntos, me dijo en tono triste: Tengo la misma impresin que sihubiera asistido a un funeral. Como quiera que sea, haced que las antiguas teoras tengan unentierro decente, pero teniendo cuidado de no enterrar vivas, en nuestra prisa, a lassolamente heridas.

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    Respecto del clculo, en general, del difunto J. A. Parker, y especialmente acerca de su

    tercera proposicin, hemos consultado a algunos eminentes matemticos, quienes enresumen han dicho que:

    El argumento de Mr. Parker se basa en consideraciones sentimentales ms bien que enconsideraciones matemticas, y lgicamente carece de fuerza.

    La Proposicin III, a saber que:

    El crculo es la base o principio natural de toda rea, siendo artificial y arbitrario el haberhecho esto con el cuadrado, en la ciencia matemtica

    es un ejemplo de proposicin arbitraria, y no se puede tener confianza en ella en elrazonamiento matemtico. La misma observacin es an ms aplicable a la ProposicinVII, que declara que:

    Puesto que el crculo es la forma primitiva en la Naturaleza, y por ello la base del rea; ypuesto que el crculo es medido por el cuadrado e igual al mismo slo en razn de la mitadde su circunferencia por el radio, por lo tanto, la circunferencia y el radio, y no el cuadradodel dimetro, son los nicos elementos naturales y legtimos del rea, por los cuales todaslas formas regulares se hacen iguales al cuadrado, e iguales al crculo.

    La Proposicin IX es un ejemplo notable de falso razonamiento, aun cuando es en elque se basa principalmente la cuadratura de Mr. Parker. Afirma que:

    El crculo y el tringulo equiltero son opuestos uno al otro en todos los elementos de suconstruccin, y de aqu que el dimetro de un crculo, que es igual al dimetro fraccionariode un cuadrado, est en razn duplicada e inversa al dimetro de un tringulo equiltero,cuya rea sea uno, etc., etctera.

    Admitiendo, en gracia del argumento, que se pueda decir que un tringulo tenga unradio en el sentido que le damos al radio de un crculo pues lo que Parker llama el

    radio de un tringulo es el radio de un crculo inscrito en el tringulo, y por lo tanto, deningn modo el radio del tringulo y admitiendo por un momento las otrasproposiciones matemticas e imaginarias, unidas en sus premisas, por qu hemos dededucir que si el tringulo y el crculo son opuestos en todos los elementos deconstruccin, el dimetro de cualquier crculo definido ha de estar en la raznduplicada e inversa del dimetro de un tringulo dado equivalente? Qu relacinnecesaria hay entre las premisas y la deduccin? El razonamiento es de una clasedesconocida en geometra, y no sera aceptado por verdaderos matemticos.

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    Que el sistema arcaico esotrico haya o no originado la pulgada inglesa, es de poca

    importancia, sin embargo, para el metafsico estricto y verdadero. No es incorrecta lainterpretacin esotrica de la Biblia de Mr. Ralston Skinner, slo porque las medidas dela Pirmide pueda verse que no concuerdan con las del Templo de Salomn, con las delArca de No, etc., o porque la Cuadratura del Crculo de Mr. Parker sea rechazada porlos matemticos. Pues la interpretacin de Mr. Skinner depende principalmente de losmtodos kabalsticos y del valor rabnico de las letras hebreas. Sin embargo, es demucha importancia comprobar si las medidas usadas en la evolucin de la religinsimblica aria en la construccin de sus templos, en las cifras que se dan en los Purnas,especialmente en su cronologa, sus smbolos astronmicos, la duracin de los ciclos y

    otros cmputos, eran o no las mismas empleadas en las medidas y signos bblicos. Puesesto probar que, a menos que los judos tomasen su codo y medidas sagradas de losegipcios (Moiss siendo iniciado por sus Sacerdotes), tuvieron que adquirir estasnociones en la India. En todo caso, las transmitieron a los primeros cristianos. De aquque los ocultistas y kabalistas son los verdaderos herederos del Conocimiento oSabidura Secreta que se encuentra en la Biblia; pues ellos nicamente comprenden suverdadero significado, mientras que los judos y cristianos profanos estn atenidos a lacorteza y a la letra muerta de la misma. Se ha demostrado ahora por el autor de TheSource of Measures, que este sistema de medidas fue el que condujo a la invencin delos nombres de Dios, Elohim y Jehovah, y a su adaptacin al falicismo; y que Jehovahes una copia, no muy lisonjera, de Osiris. Pero tanto este autor como Mr. Piazzi Smythparecen estar bajo la impresin de que a) la prioridad del sistema pertenece a losisraelitas, siendo la lengua hebrea el lenguaje divino, y b) que este lenguaje universalpertenece a la revelacin directa.

    La ltima hiptesis es tan slo correcta en el sentido mostrado en el ltimo prrafode la Seccin precedente; salvo que no estamos todava de acuerdo, respecto de lanaturaleza y carcter del divino Revelador. La primera hiptesis respecto de laprioridad depender, por supuesto, para el profano, de a) el testimonio interno yexterno de la revelacin, y b) de las ideas preconcebidas de cada cual. Esto, en todocaso, no puede impedir que el kabalista desta, o el ocultista pantesta, crean cada cuala su modo; sin que el uno convenza al otro. Los datos que la historia suministra, sonmuy pobres y demasiado poco satisfactorios para que ninguno de ellos pueda probaral escptico cul tiene razn.

    Por otro lado, las pruebas que la tradicin proporciona, son rechazadas tanconstantemente, que no da lugar a esperar que se resuelva la cuestin en la pocapresente. Mientras tanto, la ciencia materialista continuar rindose tanto de loskabalistas como de los ocultistas; pero una vez descartada la enojosa cuestin de la

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    prioridad, la ciencia, en las ramas de la filologa y de la religin comparada, se ver

    ltimamente precisada a pronunciarse, y obligada a admitir la asercin comn.Uno a uno van siendo los asertos admitidos, a medida que los hombres cientficos,

    uno despus de otro, se ven obligados a reconocer los hechos que de la DoctrinaSecreta se han dado; aun cuando raramente reconocen que se les han anticipado. Asocurri en los das en que gozaba de ms autoridad la opinin de Mr. Piazzi Smythrespecto de la pirmide de Gizeh, siendo su teora que el sarcfago de prfido de laCmara del Rey, que era la unidad de la medida de las dos naciones ms ilustradas dela tierra, Inglaterra y Amrica, no fue ms que un arcn de trigo. Esto lo negamosrotundamente en Isis sin Velo, que precisamente se acababa de publicar. Entonces la

    prensa de Nueva York se levant en armas (los peridicos el Sun y principalmente elWorld) contra nuestra presuncin de corregir o demostrar errores a semejante estrelladel saber. En esta obra habamos dicho que Herodoto, al tratar de aquella pirmide:

    pudo haber aadido que exteriormente simbolizaba el principio creador de laNaturaleza, y tambin arrojaba luz sobre los principios de la geometra, matemticas,astrologa y astronoma. Interiormente, era un templo majestuoso, en cuyos sombros retirostenan lugar los Misterios, y cuyos muros haban presenciado a menudo las escenas de lainiciacin de miembros de la familia real. El sarcfago de prfido que el profesor PiazziSmyth, astrnomo Real de Escocia, degrada convirtindolo en arcn de trigo, era la fuente

    bautismal, al salir de la cual el nefito naca de nuevo y se converta en adepto9

    .

    Entonces se rieron de nuestra afirmacin. Fuimos acusados de haber tomado nuestrasideas del iluso Shaw, escritor ingls que haba sostenido que el sarcfago haba sidousado para celebrar los Misterios de Osiris, aunque no conocamos la existencia de esteautor. Y ahora, seis o siete aos despus (1882), he aqu lo que Mr. Staniland Wakeescribe:

    La llamada Cmara del Rey, de la que dice un entusiasta piramidista: 'Tas paredespulimentadas, los hermosos materiales, las grandes proporciones y el lugar preferente,

    hablan con elocuencia de futuras glorias; si no era la cmara de perfecciones de la tumbade Cheops, era, probablemente, el lugar en donde el que se iniciaba era admitido despus dehaber pasado por el estrecho y empinado pasaje y por la gran galera, con su modesta

    terminacin, que gradualmente le preparaban para la etapa final de los Sagrados Misterios 10.

    9Ob. cit., I, 519.10The Origin and Significance ofthe Great Pyramid, pg. 93.

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    Si Mr. Staniland Wake hubiese sido un tesofo, hubiera podido aadir que el pasaje

    empinado y estrecho que conduca a la Cmara del Rey tena una puerta estrecha enverdad; la misma entrada angosta que conduce a la vida o nuevo renacimientoespiritual a que alude Jess en Mateo11; y que era esta entrada en el Templo de laIniciacin, a la que se refera el escritor que registr las palabras que se suponenpronunciadas por un Iniciado.

    De este modo, las ms grandes inteligencias cientficas, en lugar de encogerse dehombros ante lo que suponen frrago de ficciones absurdas y supersticiones, como sellama generalmente a la literatura Brahmnica, tratarn de aprender el lenguajeuniversal simblico, con sus claves numricas y geomtricas. Pero aun en esto

    fracasarn si participan de la creencia de que el sistema kabalstico judo contiene laclave de todo el misterio; pues no es as. Ni tampoco lo posee enteramente en laactualidad ninguna Escritura; pues ni aun los Vedas son completos. Cada religinantigua no es ms que un captulo o dos del volumen de los misterios arcaicosprimitivos; slo el Ocultismo oriental puede vanagloriarse de estar en posesin detodo el secreto, con sus siete claves. En esta obra se establecern comparaciones y seexplicarn tanto como sea posible, dejando el resto a la intuicin personal delestudiante. Al decir que el Ocultismo oriental posee el secreto, no se quiere significarque la que escribe pretenda tener conocimiento completo, ni siquiera aproximado,

    porque sera absurdo. Lo que s, lo digo; lo que no puedo explicar, tiene el estudianteque encontrarlo por s mismo.

    Pero aun suponiendo que todo el ciclo del Lenguaje universal del Misterio no seadominado durante siglos, basta con lo que ha sido ya descubierto en la Biblia poralgunos sabios, para que pueda demostrarse matemticamente lo que se afirma. Comoel judasmo se sirvi de dos claves de las siete, y han sido descubiertas ahora estas dosclaves, ya no se trata de especulaciones e hiptesis individuales, y mucho menos decoincidencias, sino de una interpretacin correcta de los textos de la Biblia, del mismomodo que cualquiera que sepa aritmtica, lee y comprueba una suma. De hecho, todo

    lo que hemos dicho en Isis sin Velo se encuentra ahora corroborado en EgyptianMystery or The Source of Measures, con tales interpretaciones de la Biblia por medio delas claves numricas y geomtricas.

    Unos cuantos aos ms y este sistema destruir la interpretacin de la letra muertade la Biblia del mismo modo que la de todas las dems creencias exotricas,presentando los dogmas al desnudo, en su significado verdadero. Y entonces estesignificado innegable, por ms completo que sea, quitar el velo del Misterio del Ser y

    11 VII, 13 y siguientes.

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    adems cambiar por completo los sistemas modernos cientficos de la Antropologa,

    Etnologa y especialmente de la Cronologa. El elemento de Falicismo encontrado entodos los nombres de Dios y en las narraciones del Antiguo Testamento, y en parte en elNuevo, podr tambin con el tiempo hacer variar mucho las opiniones materialistasmodernas, en Biologa y Fisiologa.

    Tales aspectos de la Naturaleza y del hombre (despojados de su repulsiva crudezamoderna), por la autoridad de los cuerpos celestes y de sus misterios, quitarn el veloque cubre las evoluciones de la mente humana, y mostrarn cul natural era semejantecurso del pensamiento. Los llamados smbolos flicos se han hecho repulsivos slo acausa del elemento animal y material introducido en ellos. En un principio estos

    smbolos eran slo naturales; pues tuvieron su origen en las razas arcaicas, queprocedan, segn su conocimiento personal, de antepasados andrginos; y eran lasprimeras manifestaciones que presenciaron de los fenmenos de la separacin de lossexos y del subsiguiente misterio de crear a su vez. Si las razas posteriores los handegradado, especialmente el pueblo escogido, esto no afecta al origen de lossmbolos. La reducida tribu semtica una de las ms pequeas ramificaciones de loscruzamientos de la cuarta y quinta subraza, las llamadas mogolaturania eindoeuropea, despus de la sumersin del gran Continente slo poda aceptar susimbologa en el espritu que se le daba por las naciones de donde proceda. Puede ser

    que, en las primeras pocas mosaicas, no fuese la simbologa tan grosera como se hizodespus bajo el manejo de Esdras, que reform todo el Pentateuco. Pues el mito, porejemplo, de la hija del Faran (la mujer), el Nilo (el Gran Abismo y el Agua) y el nioencontrado flotando en la barquilla de juncos, no haba sido compuestoprimitivamente para Moiss, ni por l; sino que se ha descubierto su mayor antigedaden los fragmentos de los ladrillos babilnicos, en la leyenda del rey Sargn, que vivimucho antes que Moiss.

    Mr. George Smith, en su Assyrian Antiquities 12,dice: En el palacio de Sennacherib, enKuyunjik, encontr otro fragmento de la curiosa historia de Sargn publicada en mi

    traduccin en las Transactions of the Society at Biblical Archlogy13

    . La capital deSargn, el Moiss Babilnico, era la gran ciudad de Agade, llamada Accad por lossemticos, mencionada en el Gnesis 14 como la capital de Nimrod Accad estsituada cerca de la ciudad de Sippara en el ufrates y al norte de Babilonia15. Otra

    12 Pg. 224.13 Vol. I, part. I, 46.14 X, 10.15 Vase Isis sin Velo, II, 442443.

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    coincidencia extraa se encuentra en el hecho de que el nombre de la vecina ciudad de

    Sippara es el mismo que el de la mujer de Moiss, Zipporah16

    . Por supuesto que laleyenda es una hbil adicin hecha por Esdras, quien no deba ignorar el original. Estacuriosa fbula se encuentra en fragmentos de tablillas de Kuyunjik, como sigue:

    1.Sargina, el rey poderoso, el rey de Accad, soy yo.

    2.Mimadre era una princesa, a mi padre no le conoc; un hermano de mi padre gobernabaen la comarca.

    3. En la ciudad de Azupiran, situada en la proximidad del ro Eufrates.

    4. Mimadre, la princesa, me concibi: con sufrimientos me dio a luz.

    5. Me coloc en un arca de juncos; con betn cerr mi salida.

    6. Me lanz al ro, el cual no me ahog.

    7. El ro me llev a Akki, el conductor acutico, me llev.

    8.Akki, el conductor acutico, con ternura entraable, me recogi17.

    Y ahora comparemos la narracin de la Biblia en el xodo:

    Ycuando ella [la madre de Moiss] no pudo ocultarlo por ms tiempo, tom un arca dejuntos y la unt de barro y pez, puso al nio en ella y lo ech a flotar por la orilla del ro18.

    Mr. G. Smith contina luego diciendo:

    Este suceso se cree que tuvo lugar cosa de 1600aos antes de Cristo, ms bien antes de lasupuesta poca de Moiss; y como sabemos que la fama de Sargn lleg a Egipto, es muyprobable que esta narracin estuviese relacionada con el suceso relatado en el xodo II;puestoda accin, una vez ejecutada, tiene tendencia a repetirse.

    Pero ahora que el profesor Sayre ha tenido el valor de hacer retroceder las fechas de

    los reyes caldeos y asirios en 2000 aos ms, Sargn debi preceder a Moiss lo menosen 2000 aos. La confesin es muy significativa, pero a las cantidades les faltan uno odos ceros.

    Ahora bien; cul es la deduccin lgica? Seguramente aqulla que nos da derechopara decir que la fbula que cuenta Esdras de Moiss la haba aprendido en Babilonia, y

    16xodo, II, 21.17 George Smith, Chaldean Aecount of Genesis, pgs. 299300.18 II, 3.

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    que aplic la alegora que se refera a Sargn, al legislador judo. En una palabra, que el

    xodo no fue escrito nunca por Moiss, sino reconstruido por Esdras con antiguosmateriales. Y siendo as, por qu no ha podido este hombre versado en el ltimoculto flico caldeo aadir otros smbolos y mitos, mucho ms groseros en su elementoflico? Se nos dice que la creencia primitiva de los israelitas era muy diferente de la quefue desarrollada, siglos ms tarde, por los talmudistas, y antes que stos, por David yEzequas.

    Todo esto, a pesar del elemento exotrico, tal como ahora se encuentra en los dosTestamentos, es lo suficiente para clasificar a la Biblia entre las obras esotricas, yrelacionar su sistema secreto con el simbolismo indo, caldeo y egipcio. Todos los

    smbolos y nmeros bblicos, sugeridos por observaciones astronmicas, pues laAstronoma y la Teologa estn estrechamente relacionadas, se encuentran en lossistemas indos, tanto exotricos como esotricos. Estos nmeros y sus smbolos, lossignos del Zodaco, los planetas, sus aspectos y nodos este ltimo trmino habiendopasado ahora a nuestra botnica moderna son conocidos en la Astronoma comosextiles, cuartiles, etc., y han sido usados durante siglos y evos por las nacionesarcaicas; y, en cierto sentido, tienen el mismo significado que los numerales hebreos.Las primeras formas de la Geometra elemental debieron, seguramente, ser sugeridaspor la observacin de los cuerpos celestes y sus agrupaciones. De aqu que los

    smbolos ms arcaicos en el Esoterismo oriental sean un crculo, un punto, un tringulo,un cuadrado, un pentgono, un exgono y otras figuras planas con varios lados yngulos. Esto nos muestra que el conocimiento y el uso de la simbologa geomtricason tan antiguos como el mundo.

    Partiendo de esta base, es fcil comprender cmo la misma Naturaleza pudo haberenseado a la humanidad primitiva, aun sin la ayuda de sus divinos instructores, losprimeros principios de un lenguaje de smbolos, numrico y geomtrico19. De aqu queencontremos nmeros y figuras usados como expresin y anales del pensamiento entodas las Escrituras simblicas arcaicas. Son siempre las mismas con slo ciertas

    variaciones, resultantes de las primeras figuras. As fue como la evolucin y correlacinde los misterios del Kosmos, de su crecimiento y desarrollo espiritual y fsico,abstracto y concreto fueron primeramente registrados en cambios de formageomtrica. Cada Cosmogona ha principiado con un crculo, un punto, un tringulo y

    19 Para recordar cmo la religin esotrica de Moiss fue destruida varias veces y el culto de Jehovah,segn lo restableci David, puesto en su lugar, por Ezequas, por ejemplo, lanse las pginas del volumenII de Isis sin Velo. Seguramente debieron de existir muy buenas razones para que los saduceos, quesuministraron casi todos los grandes Sacerdotes de Judea; se atuviesen a las Leyes de Moiss ydespreciasen los pretendidos Libros de Moiss: el Pentateuco de la Sinagoga y el Talmud( ?) .

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    un cuadrado hasta el nmero 9, todo luego sintetizado por la primera lnea y un

    crculo, la Dcada pitagrica mstica, la suma de todo, que abarcaba y expresaba losmisterios de todo el Kosmos; misterios registrados de un modo cien veces mscompleto en el sistema indo que en otro, para aquel que pueda comprender sulenguaje mstico. Los nmeros 3 y 4 en su suma de 7, as como tambin 5, 6, 9 y 10,son las piedras angulares de las Cosmogonas Ocultas. Esta Dcada y sus milcombinaciones se encuentran en todas partes del mundo. Pueden ser reconocidas en lascavernas y en los templos abiertos en la roca del Indostn y del Asia Central; en laspirmides y monolitos de Egipto y Amrica; en las catacumbas de Ozimandyas; en losbaluartes de las fortalezas coronadas de nieve del Cucaso; en las ruinas de Palenque;

    en la Isla de Pascua; en todas partes doquier el hombre antiguo ha sentado su planta.El 3 y 4, el tringulo y el cuadrado, o los signos universales masculino y femenino, quemuestran el primer aspecto de la deidad que se desarrolla, se hallan para siempreestampados en la Cruz del Sur en los Cielos, lo mismo que en la Cruz Ansata egipcia,como lo ha expresado muy bien el autor de The Source of Measures:

    El Cubo desdoblado es al desplegarse una cruz de la Tau, o forma egipcia, o de la forma dela cruz cristiana Un crculo unido a la primera, da la Cruz Ansata los nmeros 3 y 4 quese cuentan en la cruz, muestran una forma del candelabro [hebreo] de oro [en elSanctasantrum] y los 3+4=7 y 6+1=7, das en el crculo de la semana, como las siete lucesdel sol. Igualmente, as como la semana de siete luces dio origen al mes y al ao, as estambin el indicador del tiempo del nacimientoLa forma de la cruz se muestra, pues, por eluso relacionado de la frmula 113:355, y el smbolo se completa fijando un hombre en lacruz 20. Esta clase de medida fue hecha para concordar con la idea del origen de la vidahumana, y de aqu la forma flica.

    Las Estancias muestran la cruz y estos nmeros como representando un papel muyimportante en la Cosmogona arcaica. Por otro lado, nos aprovecharemos de lostestimonios recogidos por el mismo autor, en la seccin que acertadamente llamaVestigios Primordiales de estos Smbolos, para mostrar la identidad de los smbolos y

    si significado esotrico en todo el mundo.Desde el punto de vista general tomado de la naturaleza de la forma de los nmeros es

    un asunto interesantsimo de investigacin, el cundo y dnde fueron primeramenteconocidos su existencia y su uso. Ha sido cuestin de revelacin en lo que conocemos comopoca histrica, ciclo excesivamente moderno, comparado con la edad de la raza humana?

    20 Recordad tambin el Wittoba indo, crucificado en el espacio; la significacin del signo sagrado, laSvastika; el Hombre de Platn puesto en cruz en el espacio, etctera.

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    Parece, efectivamente, que la fecha de su posesin por el hombre, est mucho ms lejana en

    el pasado respecto de los antiguos egipcios, que stos respecto de nosotros.Las islas de Pascua, en el medio del Pacfico, presentan la apariencia de ser picos, restos

    de las montaas de un continente sumergido, por existir en estos picos multitud de estatuasciclpeas, vestigios de la civilizacin de un pueblo numeroso e inteligente, que pornecesidad debi de haber ocupado una rea muy extensa. En la espalda de estas imgenes, seve la cruz ansata y la misma modificada de conformidad con los contornos del cuerpohumano. La descripcin completa con la representacin del territorio y sus abundantesestatuas, as como tambin copias de las imgenes, se encuentran en el nmero de enero de1870del London Builder

    En el Naturalist, que se publica en Salem, Massachusetts, en uno de los primeros nmeros

    (sobre el 36), se encuentra una descripcin de algunas figuras, esculpidas en las rocas de lascrestas de las montaas de la Amrica del Sur, mucho ms antiguas, segn se asegura, que lasrazas hoy existentes. Lo extrao de estos trazos consiste en que exhiben los contornos de unhombre extendido sobre una cruz21, por medio de una serie de dibujos de los cuales resultaque de la forma de un konzbre se desprende la de una cruz, pero hecho de tal modo, que lacruz puede ser tomada por el hombre, o el hombre por la cruz.

    Es sabido que la tradicin ha conservado entre los aztecas una relacin muy perfecta deldiluvio El barn Humboldt dice que debernos buscar el pas de Aztaln, el pas original delos aztecas, por lo menos tan alto como el paralelo 42 de latitud Norte, desde donde,viajando, llegaron por fin al valle de Mjico. En este valle, los montculos de tierra del

    lejano Norte se convierten en la elegante pirmide de piedra y en otras estructuras, cuyosrestos se estn encontrando ahora. La relacin entre los restos aztecas y los egipcios, es bienconocida Atwater est convencido de que conocan la Astronoma, por el examen decientos de aqullas. Humboldt da, acerca de una de las construcciones piramidales msperfectas de los aztecas, la descripcin siguiente:

    La forma de esta pirmide, [de Papantla], que tiene siete pisos, es ms puntiaguda que lade ningn otro monumento de esta clase descubierto hasta el presente; pero su altura no esextraordinaria, pues slo es de 57pies, y subase de 25por lado. Sin embargo, es notable enun sentido: est construida toda ella de piedras talladas de un tamao extraordinario y depreciosa forma. Tres escaleras conducen a la cima, cuyos escalones estn adornados con

    esculturas jeroglficas y pequeos nichos, presentados con gran simetra. El nmero de estosnichos parece hacer alusin a los 318 signos simples y compuestos de los das de su calendariocivil.

    318 es el valor Gnstico de Cristo, y el nmero famoso de los disciplinados ocircuncidados servidores de Abram. Cuando se considera que 318 es un valor abstracto yuniversal, que expresa el valor del dimetro tomando la circunferencia como unidad, se hacemanifiesto su uso en la composicin del calendario civil.

    21 Vase ms adelante la descripcin dada de la primera Iniciacin aria: del Vishvakarman crucificando alSol, Vikrttana, desprovisto de sus rayos, en un trono en forma de cruz.

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    Idnticos signos, nmeros esotricos y smbolos se encuentran en Egipto, el Per,

    Mjico, la Isla de Pascua, India, Caldea y Asia Central hombres crucificados, ysmbolos de la evolucin de las razas procedentes de Dioses, y sin embargo, he aqu ala Ciencia repudiando la idea de una raza humana que no sea hecha a nuestra imagen; ala Teologa defendiendo sus 6.00o aos desde la creacin; a la Antropologa enseandonuestra descendencia del mono, y al clero derivndola de Adn, 4.004 aos antes deCristo!!

    Debemos nosotros (por temor a incurrir en la pena de ser llamados necios,supersticiosos y hasta mentirosos) abstenernos de presentar pruebas, tan buenas comocualesquiera otras, slo porque no haya an alboreado el da en que se darn todas las

    Siete Claves a la Ciencia, o ms bien a los hombres de saber que investigan el ramo dela simbologa? Debemos, frente a los abrumadores descubrimientos de la Geologa yla Antropologa respecto a la antigedad del hombre, circunscribirnos a los 6.000 aosy a la creacin especial, o a aceptar con sumisa admiracin nuestra genealoga ydescendencia del mono, a fin de evitar la penalidad que comnmente recae sobre todoslos que se apartan de las trilladas sendas, tanto de la Teologa como del Materialismo?No as, mientras se sepa que los anales secretos guardan las Siete Claves mencionadassobre el misterio de la gnesis del hombre. Por deficientes, materialistas y errneas quesean las teoras cientficas, estn mil veces ms cerca de la verdad que las vaguedades

    de la Teologa. stas se hallan en las agonas de la muerte, para todos los que no seanincondicionalmente santurrones y fanticos. Algunos de sus defensores podra decirseque han perdido la razn. Pues, qu puede uno pensar cuando, frente a los absurdosde la letra muerta de la Biblia, son stos, sin embargo, sostenidos pblicamente y contanta fiereza como siempre; y cuando se ve a sus telogos afirmar que aun cuando lasescrituras se abstienen cuidadosamente (?) de contribuir de un modo directo alconocimiento cientfico, ellos no han tropezado nunca con ninguna declaracin que nopueda sostener la luz de la Ciencia Progresiva 22.

    De aqu que no tengamos otra alternativa que o aceptar ciegamente las deducciones

    de la Ciencia, o romper con ella, y hacerle frente sin temor, declarando lo que laDoctrina Secreta nos ensea y estando por completo dispuestos a sufrir lasconsecuencias.

    Pero veamos si la Ciencia, con sus especulaciones materialistas, y hasta la Teologa enel estertor de su agona y en su lucha suprema para reconciliar los 6.000 aos desdeAdn con las GeologicalEvidences of the Antiquity of Man (Evidencias Geolgicas de la

    22Primeval Man Unveled; or the Anthropology of the Bible, por el autor (desconocido) de The Stars and theAngels, 1870, pg. 14.

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    Antigedad del Hombre), de Sir Charles Lyell, no nos ayudan inconscientemente ellas

    mismas. La Etnologa, segn confesin de algunos de sus ms instruidos entusiastas,encuentra ya imposible explicar las variedades de la raza humana, a menos de noaceptar la hiptesis de la creacin de varios Adanes. Hablan de un Adn blanco y deotro negro; de un Adn rojo y de otro amarillo23. Si fuesen indos que enumerasen losrenacimientos de Vmadeva en el Linga Purna, poco ms podran decir. Pues, hablandode los repetidos nacimientos de Shiva, dice aquella Escritura, que en un Kalpa erablanco, en otro negro y en otro de color rojo, despus de lo cual el Kumra se convierteen cuatro jvenes de tez amarilla. Esta extraa coincidencia, como dira Mr. Proctor,habla en favor de la intuicin cientfica; pues ShivaKumra representa,

    alegricamente, a las Razas humanas durante la gnesis del hombre. Y tambincondujo a otro fenmeno de intuicin, esta vez en las filas teolgicas. El autordesconocido del Primeval Man (El Hombre Primitivo), en un desesperado esfuerzo paraescudar la Revelacin divina, de los inexorables y elocuentes descubrimientos de laGeologa y Antropologa, al hacer la observacin de que sera una desgracia que losdefensores de la Biblia se viesen reducidos a la alternativa de abandonar la inspiracinde la Escritura, o de negar las conclusiones de los gelogos, encuentra una transaccin.An ms, dedica un voluminoso libro a probar el hecho de que Adn no fue el primerhombre 24creado en la tierra. Las exhumadas reliquias del hombre preadmico, enlugar de debilitar su fe en la Escritura, aaden ms pruebas a la veracidad de lamisma25. Cmo es esto? De la manera ms sencilla del mundo; pues el autor aduceque, en adelante, nosotros (el clero) podemos dejar a los hombres cientficosproseguir sus estudios, sin intentar refrenarlos con el temor de la hereja. A la verdad,esto debe de ser un consuelo para los Sres. HuxIey, Tyndall y Sir C. Lyell!

    La narracin de la Biblia no principia con la creacin, como comnmente se supone, sino conla formacin de Adn y Eva, millones de aos despus de haber sido creado nuestro planeta.Su historia anterior, en lo que concierne a la Escritura, no se ha escrito an Pudo haberhabido no una, sino veinte razas diferentes en la tierra antes del tiempo de Adn, lo mismoque puede haber veinte razas distintas de hombres en otros mundos26

    Quines o qu eran esas razas, puesto que el autor persiste en sostener que Adn esel primer hombre de nuestra raza? Eran la raza y las razas Satnicas! Satn nunca

    23Ob. cit., pg. 195.24 Especialmente en vista del testimonio mismo que la autorizada Biblia proporciona en el cap. IV delGnesis (IV,16 y 17), que muestra a Can marchando a la tierra de Nod y tomando all esposa.25Ibd., pg. 194.26Ibd., pg. 55.

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    (estuvo) en el cielo, (siendo) los ngeles y los hombres una especie. La raza preadmica

    de ngeles fue la que pec. Satn fue el primer Prncipe de este mundo, leemos.Habiendo muerto a consecuencia de su rebelin, permaneci en la tierra como Espritudesencarnado, y tent a Adn y a Eva.

    Las primeras edades de la raza satnica, y especialmente durante la vida del mismo Satn[!!!], pueden haber constituido un perodo de civilizacin patriarcal y de relativo reposo(poca de los TubalCanes y de los Jubales, cuando tanto la Ciencia como las artesintentaron arraigarse en aquel suelo maldito) Qu asunto para un poema pico! Hayincidentes inevitables que debieron haber ocurrido. Vemos ante nosotros al alegreamante primitivo galanteando a su ruborosa novia en una noche hmeda de roco, bajo losrobles daneses, que entonces crecan en donde ahora ningn roble crece al ancianopatriarca primitivo a la prole primitiva inocente saltando alegremente a su lado Milcuadros semejantes se despliegan a nuestra vista!27.

    La mirada retrospectiva hacia esta ruborizada novia satnica, en los das de lainocencia de Satn, no pierde nada de su poesa al ganar en originalidad. Todo locontrario. La novia cristiana moderna que no se ruboriza a menudo en nuestros dasdelante de sus alegres amantes del da pudiera hasta aprender una leccin moral deesta hija de Satn, creada en la exuberante fantasa de su primer bigrafo humano.Estos cuadros y para apreciarlos en todo su valor es necesario examinarlos en el libro

    que los describe se han imaginado todos con el objeto de reconciliar la infalibilidad dela Escritura revelada con laAntiquiti of Man (Antigedad del Hombre) de Sir C. Lyell, yotras obras cientficas que la perjudican. Pero esto no impide que exista una verdad yun hecho en el fundamento de estas extravagancias, que el autor no ha querido nuncafirmar ni con su nombre ni con otro alguno. Pues sus razas preadmicas (no satnicas,sino simplemente atlantes, y antes que stos los hermafroditas) se encuentranmencionadas en la Biblia, cuando se lee esotricamente, as como se encuentran en laDoctrina Secreta. Las Siete Claves descubren los misterios, pasados y futuros, de lassiete grandes Razas Races, y de los siete Kalpas. Aunque la gnesis del hombre y hasta

    la geologa esotrica sern seguramente rechazadas por la Ciencia (tanto como las razassatnicas y preadmicas), sin embargo, si, no teniendo otro camino para salir de apuros,los hombres cientficos se ven en el caso de escoger entre las dos versiones, tenemos laseguridad, a pesar de la Escritura, y una vez que el Lenguaje del Misterio se halle casidominado, de que optarn por las enseanzas arcaicas.

    27Ibd., pgs. 206207.

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    SECCIN IIILA SUBSTANCIA PRIMORDIAL Y EL PENSAMIENTO DIVINO

    Como parecera irracional afirmar que conocemos ya

    todas las causas existentes, debe concedrsenospermiso para suponer, sifuese necesario, la existencia

    de un agente completamente nuevo.

    Suponiendo que la hiptesis ondulatoria expliquetodos loshechos, locual no es todava perfectamente

    seguro, nos hallaremos en el caso de resolver si laexistencia del ter ondulatorio queda as probada. Nopodemos asegurar de un modo positivo que ninguna otra

    suposicin pueda explicar los hechos. Se admite que lahiptesis corpuscular de Newton qued destruida por

    la de la ondulacin, y al presente no existe rival. Sinembargo, sera mucho de desear que para todas las

    hiptesis semejantes se encontrase alguna confirmacincolateral, alguna evidencia aliunde del supuesto ter.

    Algunas hiptesis consisten en la suposicin de laestructura diminuta de los cuerpos y sus operaciones.

    Dada la naturaleza del caso, estas presunciones nopueden ser nunca probadas por medios directos. Su

    nico mrito consiste en su adaptacin para explicar losfenmenos. Son ficciones representativas.

    Logic, por ALEJANDRO BAIN LL. D., parte II, pgina 133

    l ter, ese Proteo hipottico (una de las ficciones representativas de la cienciamoderna, que, sin embargo, ha sido aceptada hace tanto tiempo), es uno de losprincipios inferiores de lo que llamamos la Substancia Primordial (ksha en

    snscrito), uno de los sueos de los antiguos, que se ha convertido ahora en el sueode la ciencia moderna. Es la mayor, as como la ms atrevida, de las especulaciones quesobreviven de los antiguos filsofos. Para los ocultistas, empero, tanto el ter como la

    E

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    Substancia Primordial son realidades. Para decirlo claro, el ter es la Luz Astral, y la

    Substancia Primordial es el ksha, el Updhi del Pensamiento Divino.En el lenguaje moderno, este ltimo estara mejor llamado Ideacin Csmica, espritu;

    y el primero, Substancia Csmica, Materia. stos (el Alfa y la Omega del Ser) no sonsino las dos facetas de la Existencia Absoluta. A sta jams se dirigieron ni la llamaronpor ningn nombre en la antigedad, excepto alegricamente. En la raza aria msantigua, la inda, el culto de las clases intelectuales nunca consisti, como entre losgriegos, en una adoracin a la forma y al arte maravillosos, que llev a los ltimos alantropomorfismo. Pero mientras el filsofo griego adoraba la forma, y slo el sabioindo perciba la verdadera relacin entre la hermosura terrestre y la verdad eterna, las

    gentes incultas de todas las naciones nunca han comprendido ninguna de las dos cosas.Ni aun ahora las comprenden. La evolucin de la idea de Dios va a la par que la propia

    evolucin intelectual del hombre. Tan verdad es esto, que el ideal ms noble a que elespritu religioso de una poca pueda remontarse, parecer una caricatura grosera a lamente filosfica de una poca posterior. Los mismos filsofos tenan que ser iniciadosen los misterios perceptivos, antes de que pudieran asir la idea correcta de los antiguoscon relacin a este asunto, el ms metafsico de todos. De otro modo fuera desemejante Iniciacin para cada pensador habr un hasta aqu llegars, pero no msall, limitado por su capacidad intelectual, de un modo tan claro e infalible, como lo

    est el progreso de cualquier nacin o raza, en su ciclo, por la ley de Karma. Fuera de laIniciacin, los ideales del pensamiento religioso contemporneo tendrn siempre lasalas cortadas, sin poder remontar su vuelo; pues tanto los pensadores idealistas comolos realistas, y hasta los librepensadores, no son sino la demostracin y productonatural de su poca y de todo lo que les rodea. Sus ideales son tan slo el necesarioresultado de sus temperamentos, y la expresin de aquella fase del progresointelectual que ha alcanzado una nacin, en su colectividad. De aqu, como ya se haobservado, que los ms altos vuelos de los metafsicos occidentales modernos hayanquedado muy lejos de la verdad. Muchas de las especulaciones agnsticas corrientes

    sobre la existencia de la Primera Causa no son casi ms que un materialismo velado;pues slo es diferente la terminologa. Hasta un pensador tan grande como Mr.Herbert Spencer, habla a veces de lo Incognoscible en trminos que demuestran lainfluencia letal del pensamiento materialista, el cual, como el mortal Sirocco, ha secadoy esterilizado toda corriente de especulacin ontolgica.

    Por ejemplo, cuando llama a la Primera Causa (lo Incognoscible) un poder que semanifiesta pormedio del fenmeno, y una energa infinita y eterna, est bien claroque slo ha concebido el aspecto fsico del Misterio del Ser, o sea tan slo las Energasde la Substancia Csmica. El aspecto coeterno de la Realidad Una, la Ideacin Csmica,

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    est en absoluto fuera de consideracin; y en cuanto a su Numeno, parece no existir

    en la mente del gran pensador. Sin duda alguna, este modo de tratar el problema slobajo un aspecto es debido, en gran parte, a la prctica perniciosa del Occidente desubordinar la Conciencia a la Materia, o considerarla como un producto derivado delmovimiento molecular.

    Desde las primeras edades de la Cuarta Raza (cuando slo al Espritu se renda culto,y cuando el Misterio estaba de manifiesto) hasta los ltimos das gloriosos del artegriego, en la aurora del Cristianismo, slo los helenos se haban atrevido a levantarpblicamente un altar al Dios Desconocido. Sea lo que fuese lo que San Pablo puedahaber abrigado en su mente profunda, cuando declar a los atenienses que este

    Desconocido a quien adoraban ignorantemente era el verdadero Dios anunciado porl, aquella Deidad no era Jehovah, ni era tampoco el hacedor del mundo y de todaslas cosas. Pues no se trata del Dios de Israel, sino de lo Desconocido de losPantestas antiguos y modernos, que no mora en los templos construidos con lasmanos 28.

    El Pensamiento Divino no puede ser definido, ni su significacin explicarse, exceptopor las innumerables manifestaciones de la Substancia Csmica, en la que el primero essentido espiritualmente por los que pueden. Decir esto, despus de haberlo definidocomo la Deidad Desconocida, abstracta, impersonal, asexual, que tiene que colocarse

    en la raz de todas las Cosmogonas y su evolucin subsiguiente, equivale a no decirabsolutamente nada. Es lo mismo que intentar resolver una ecuacin trascendental decondicin, teniendo a mano, para deducir el verdadero valor de sus trminos, slocierto nmero de cantidades desconocidas. Su lugar se encuentra en las primitivascartas simblicas antiguas, en las cuales, como ya se ha mostrado, est representadopor una obscuridad sin lmites, en cuyo fondo aparece el primer punto central en blancosimbolizando de este modo el EsprituMateria coevo y coeterno, haciendo suaparicin en el mundo fenomenal, antes de su primera diferenciacin. Cuando el Unose convierte en Dos, puede entonces nombrrsele como EsprituMateria. Al Espritu

    pueden referirse todas las manifestaciones de la conciencia, reflejada o directa, y de laintencin inconsciente adoptando una expresin moderna usada en la llamadafilosofa occidental, como se evidencia en el Principio Vital, y en la sumisin de laNaturaleza al orden majestuoso de la Ley inmutable. La Materia debe serconsiderada como lo objetivo en su ms pura abstraccin, la base existente por smisma, cuyas manvantricas diferenciaciones septenarias constituyen la realidadobjetiva, base de los fenmenos de cada fase de la existencia consciente. Durante el

    28Hechos, XVII, 2324.

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    perodo del Pralaya Universal, la Ideacin Csmica es inexistente; y los distintos

    estados diferenciales de la Substancia Csmica se resuelven nuevamente en el estadoprimitivo de objetividad abstracta potencial.

    El impulso manvantrico principia con el redespertar de la Ideacin Csmica, la MenteUniversal, simultnea y paralelamente con la primitiva emersin de la SubstanciaCsmica siendo esta ltima el vehculo manvantrico de la primera de su estadopralyico indiferenciado. Entonces, la Sabidura Absoluta se refleja en su Ideacin; lacual, por un proceso trascendental, superior e incomprensible a la conciencia humana,se convierte en Energa Csmica: Fohat. Vibrando en el seno de la Substancia inerte,Fohat la impulsa a la actividad y gua sus primarias diferenciaciones en todos los Siete

    planos de la Conciencia Csmica. De este modo, hay Siete Protilos (como ahora se lesllama, mientras que la antigedad aria los llamaba los Siete Prakritis o Naturalezas),que diversamente sirven como base relativamente homognea, que en el curso de lacreciente heterogeneidad, en la evolucin del Universo, se diferencian en los fenmenosmaravillosamente complejos que se presentan en los planos de percepcin. El trminorelativamente se ha empleado de propsito, porque resultando la existencia mismade semejante proceso de las segregaciones primarias de la Substancia Csmicaindiferenciada, dentro de sus bases septenarias de evolucin, nos obliga a considerar elProtilo de cada plano slo como una fase intermedia que asume la Substancia en su

    paso desde lo abstracto a la completa objetividad. El trmino Protilo se debe a Mr.Crookes, el qumico eminente que ha dado este nombre a la premateria, si puedellamarse as a las substancias primordiales y puramente homogneas, sospechadas, yaque no realmente encontradas por la Ciencia en la ltima composicin del tomo. Perola segregacin incipiente de la materia primordial en tomos y molculas slo principiadespus de la evolucin de nuestros Siete Protilos. El ltimo de stos es el que Mr.Crookes se ocupa en buscar, por haber percibido recientemente la posibilidad de suexistencia en nuestro plano.

    Se dice que la Ideacin Csmica es no existente durante los perodos pralyicos, por

    la sencilla razn de que no hay nadie ni nada que perciba sus efectos. No puede habermanifestacin de conciencia, de semiconciencia ni siquiera intencin inconsciente,excepto por medio del vehculo de la Materia; esto es, en este nuestro plano, en dondela conciencia humana, en su estado normal, no puede remontarse ms all de lo que seconoce como metafsica trascendental; pues slo por medio de una agregacin oconstruccin molecular surge el Espritu como corriente de subjetividad individual osubconsciente. Y como la Materia que existe fuera de la percepcin es una meraabstraccin, los dos aspectos de lo Absoluto (Substancia Csmica e Ideacin Csmica)son mutuamente interdependientes. Hablando con estricta exactitud, para evitar

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    confusiones e interpretaciones errneas, la palabra Materia debera ser aplicada al

    agregado de objetos de posible percepcin, y la palabra Substancia a los Numenos;pues dado que los fenmenos de nuestro plano son la creacin del Ego que percibe lasmodificaciones de su propia subjetividad, todos los estados de materia querepresentan el agregado de los objetos percibidos no pueden tener para los hijos denuestro plano sino una existencia relativa y puramente fenomenal. Como diran losmodernos idealistas, la cooperacin del Sujeto y del Objeto, resulta en el objeto desensacin o fenmeno.

    Pero esto no conduce necesariamente a la conclusin de que suceda lo mismo entodos los dems planos; de que la cooperacin de ambos en los estados de su

    diferenciacin septenaria, resulte en un agregado septenario de fenmenos, que sonigualmente no existentes per se, aunque sean realidades concretas para las Entidadesde cuya experiencia forman parte; del mismo modo que las rocas y ros a nuestroalrededor, son reales desde el punto de vista del fsico, aunque son ilusiones de lossentidos, sin realidad desde el del metafsico. Sera un error decir y hasta concebirsemejante cosa. Desde el punto de vista de la metafsica ms elevada, todo elUniverso, incluso los Dioses, es una Ilusin (My). Pero la ilusin de aquel que es en smismo una ilusin difiere en cada plano de conciencia; y no tenemos ms derecho adogmatizar sobre la posible naturaleza de las facultades perceptivas de un Ego que se

    halla, por ejemplo, en el sexto plano, que el que tenemos para identificar nuestraspercepciones con las de una hormiga en su modo de conciencia, o para convertirlas enmodelo para la misma. La Ideacin Csmica, enfocada en su principio, o Updhi (Base),resulta como conciencia del Ego individual. Su manifestacin vara segn el grado deUpdhi. Por ejemplo, por medio de lo conocido como Manas, surge como concienciamental; y por medio de la construccin ms finamente diferenciada de Buddhi, sextoestado de materia (teniendo como base la experiencia de Manas), como una corrientede Intuicin Espiritual.

    El Objeto puro aparte de la conciencia nos es desconocido mientras vivimos en el

    plano de nuestro Mundo de tres dimensiones; pues slo conocemos los estadosmentales que excita en el Ego que percibe. Y en tanto que dure el contraste del Sujetoy el Objeto, esto es, mientras que no disfrutemos ms que de nuestros cinco sentidos,y no sepamos el modo de divorciar nuestro Ego, que es todo percepcin, de laesclavitud de estos sentidos, ser imposible al Yo personal romper la barrera que lesepara del conocimiento de las cosas en mismas, o sea de la Substancia.

    Aquel Ego, progresando e