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benchmarking de instrumentos financieros

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Instrumentos Financieros

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

Centro de Estudios Económicos Tomillo, S.L.

© Centro de Estudios Económicos Tomillo, 2002

Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier procedimiento (ya sea gráfico, electrónico, óptico, químico, mecánico, fotocopia, etc) y el almacenamiento o transmisión de sus contenidos en soportes magnéticos, sonoros, visuales o de cualquier otro tipo sin permiso expreso de los autores.

Las peticiones pueden dirigirse al correo electrónico: [email protected]

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ÍNDICE DE CONTENIDOS

INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................... 7

CAPÍTULO 1. LOS INSTRUMENTOS DE POLÍTICA TECNOLÓGICA................................. 11

1.1. JUSTIFICACIÓN DE LA EXISTENCIA DE LA POLÍTICA TECNOLÓGICA ........................................ 13

1.2. TIPOS DE INSTRUMENTOS EN LA POLÍTICA TECNOLÓGICA.................................................... 14 1.2.1. Sistema de Protección 15 1.2.2. Difusión de tecnología 17 1.2.3. Cooperación entre agentes 20

CAPÍTULO 2. INSTRUMENTOS FINANCIEROS ................................................................... 23

CAPÍTULO 3. AYUDAS DIRECTAS ....................................................................................... 27

3.1. TIPOS DE AYUDAS DIRECTAS............................................................................................. 29

3.2. CONCLUSIONES A NIVEL GENERAL .................................................................................... 30

3.3. EVIDENCIA EMPÍRICA SOBRE LA EFICIENCIA DE LAS AYUDAS DIRECTAS ................................ 30

CAPÍTULO 4. INCENTIVOS FISCALES................................................................................. 35

4.1. TIPOS DE INCENTIVOS FISCALES ....................................................................................... 37

4.2. COMPARACIÓN DE LOS INCENTIVOS FISCALES EN UN CONJUNTO DE PAÍSES......................... 38

4.3. EVIDENCIA SOBRE LA EFICACIA DE LOS INCENTIVOS FISCALES ............................................ 41 4.3.1. Las conclusiones de los estudios empíricos 43

CAPÍTULO 5. COMPARACIÓN INTERNACIONAL DE ESTADÍSTICAS.............................. 47

5.1. SELECCIÓN DE INDICADORES ESTADÍSTICOS...................................................................... 49

5.2. ELECCIÓN DE PAÍSES ....................................................................................................... 49

5.3. INDICADORES GENERALES SOBRE INNOVACIÓN.................................................................. 51 5.3.1. Gasto en I+D versus PIB per cápita 51 5.3.2. Evolución del gasto en I+D 52 5.3.3. Gasto en I+D por sectores de ejecución 53 5.3.4. Gasto en I+D por sectores de financiación 54

5.4. GASTO EN I+D DE LAS EMPRESAS..................................................................................... 55 5.4.1. Distribución del gasto en I+D de las empresas por fuente de financiación 55 5.4.2. Las pymes en el gasto en I+D financiado por el sector público 56 5.4.3. Intensidad del gasto en innovación y en I+D de las empresas 58

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5.5. GASTO EN I+D POR PARTE DEL SECTOR PÚBLICO .............................................................. 59 5.5.1. Asignaciones presupuestarias del sector público para I+D 59 5.5.2. Asignaciones presupuestarias del sector público para I+D por objetivos

socioeconómicos 61 5.5.3. Apoyo público a la I+D por tipos de instrumentos 63 5.5.4. Ayudas estatales a la I+D 64 5.5.5. Evolución de las ayudas estatales a la I+D 65

5.6. INSTRUMENTOS NO FINANCIEROS...................................................................................... 67 5.6.1. Número de patentes 67 5.6.2. Cooperación en innovación 68

5.7. INSTRUMENTOS FINANCIEROS........................................................................................... 70 5.7.1. Incentivos fiscales 70 5.7.2. Ayudas directas 71 5.7.3. Incentivos fiscales y ayudas directas 73 5.7.4. Evolución incentivos fiscales y ayudas directas 75

5.8. RESUMEN DE LAS ESTADÍSTICAS ANALIZADAS .................................................................... 76

CONCLUSIONES .................................................................................................................... 81

BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 89

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Introducción

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4 tecno-logica

La innovación es el proceso por el cual aparecen productos y servicios mejorados o nuevos en el

mercado. Existen diferentes tipos de innovación: innovaciones comerciales, organizativas y

tecnológicas. Teniendo en cuenta esta definición, la innovación constituye uno de los factores

principales para la mejora de la competitividad y por lo tanto, para el crecimiento económico de un país.

Pero la innovación no es un proceso fácil ni exento de obstáculos. Es necesario que las empresas

tengan una cultura de innovación: la innovación es una forma de inversión con beneficios en el futuro y

no un gasto más. Además, muchas empresas invierten en innovación de forma puntual o coyuntural,

presionados por la competencia o por otros factores, pero no la adoptan como un eslabón más de su

actividad que debe permanecer de forma continua. Otras barreras para el proceso innovador se pueden

encontrar en la escasez de información, los costes de la innovación, la financiación de los proyectos,

una normativa poco favorecedora, la falta de personal cualificado, etc.

Ante la importancia de la innovación para la actividad económica y la existencia de obstáculos para su

consecución, los gobiernos de todos los países desarrollados cuentan con políticas destinadas a facilitar

el proceso de innovación entre sus agentes económicos, tanto públicos como privados. La Unión

Europea lanzó en 1996 el Primer Plan de Acción para la Innovación en Europa, que integra una serie de

acciones prioritarias como son: Promover una cultura de innovación, establecer un marco favorable y

articular mejor investigación e innovación. En España, en los últimos años se han dado grandes pasos

en este sentido: la publicación del Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación

Tecnológica 2000-2003, la creación de nuevos incentivos fiscales y la mejora de los existentes, etc.

El objetivo de este documento es precisamente realizar un benchmarking o ejercicio comparativo de los

diferentes instrumentos, en especial los de tipo financiero, con los que cuentan los gobiernos para

fortalecer y mejorar la innovación en sus países respectivos y ver en la medida de lo posible los

resultados de la implementación de dichos instrumentos. El resultado de esta comparación permitirá

conocer la situación de España y permitirá extraer algunas recomendaciones sobre política tecnológica.

El documento se estructura en las siguientes partes: En el primer capítulo, se describen los

instrumentos existentes de política en materia de innovación. El segundo capítulo realiza una

descripción de los instrumentos de tipo financiero. El tercer capítulo recoge un análisis de las ayudas

directas y su eficacia. El cuarto capítulo describe los incentivos fiscales y su eficacia. En el quinto

capítulo, se realiza una comparación internacional de estadísticas concediendo un mayor interés a los

instrumentos de política tecnológica utilizados en cada país. Por último se describen las conclusiones

del estudio.

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Los Instrumentos de Política Tecnológica

capítulo 1

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1.1. JUSTIFICACIÓN DE LA EXISTENCIA DE LA POLÍTICA

TECNOLÓGICA

Dentro de un marco teórico, existen diversas razones que justifican la existencia de la política

tecnológica (el trabajo se referirá a la innovación tecnológica, por ser considerada la más importante en

el ámbito empresarial). COTEC (2000a) menciona el trabajo clásico de Arrow (1962), en el que se

describen las razones por las que la intervención de las administraciones en la asignación de recursos a

las actividades de investigación es deseable. Básicamente, existen dos justificaciones: el problema de

la “apropiabilidad” (algunos proyectos serían rentables desde el punto de vista social, pero no desde el

punto de vista individual de la empresa y por lo tanto, ésta no lo lleva a cabo) y los costes y riesgos

inherentes al proceso innovador.

Cuando una empresa decide invertir en un proyecto de innovación, lo hace porque espera obtener una

rentabilidad de dicha inversión. Si el nivel de rentabilidad esperada de un determinado proyecto está por

debajo de un mínimo fijado, la empresa no lo llevará a cabo. La empresa no tiene en cuenta los

beneficios sociales, es decir, los efectos externos positivos que tendrá el proyecto en otros productores,

en los consumidores, etc. Por ello, puede darse el caso de que la empresa no invierta en un proyecto

que desde su óptica no es rentable, pero que sí es rentable desde el punto de vista social y por lo tanto,

debería ser emprendido.

La inversión en un proyecto de innovación conlleva unos costes que pueden ser fijos y además

irrecuperables en caso de que el proyecto no tenga éxito. Además, la inversión en innovación conlleva

otros tipos de riesgos, ya que se desconoce a priori si se van a obtener los resultados esperados, si el

producto nuevo o mejorado va a ser aceptado por los clientes y si se alcanzará una cierta rentabilidad

esperada. Esto puede llevar a una empresa a desestimar la realización de proyecto de innovación.

Estos “fallos de mercado” justifican la existencia de la política tecnológica, pero también hay que tener

en cuenta que la intervención de la administración puede tener efectos negativos o no deseados en el

proceso de innovación. Por ejemplo, el Gobierno puede conceder cierta subvención para la realización

de un proyecto en una empresa y su único efecto puede ser simplemente sustituir la fuente de

financiación de la actividad. Esto ocurriría si el proyecto fuera lo suficientemente rentable como para

que la empresa lo hubiera emprendido con o sin ayuda. Es decir, se está produciendo una asignación

ineficiente de los recursos, ya que se está concediendo una subvención a un proyecto que se realizaría

en cualquier caso, mientras que dicha subvención podría emplearse en otros proyectos que sí necesitan

recursos para llevarse a cabo.

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1.2. TIPOS DE INSTRUMENTOS EN LA POLÍTICA

TECNOLÓGICA

La política tecnológica se puede llevar a cabo a través de diversos instrumentos, los cuales se pueden

clasificar en cuatro categorías diferentes (COTEC (2000 a), OCDE (1998 a) y OCDE (2000 a)) (Véase

Ilustración 1):

ILUSTRACIÓN 1:

Instrumentos de Política Tecnológica

1) Instrumentos financieros: Entre ellos hay que destacar:

a) Incentivos fiscales: Las empresas pueden realizar ciertas deducciones en el Impuesto sobre

Sociedades en función del gasto realizado en I+D+I.

b) Ayudas directas: Las empresas pueden recibir financiación en forma de subvenciones,

créditos a bajo o nulo interés, etc. para determinados proyectos de innovación.

2) Compras públicas: Las Administraciones compran bienes de alto contenido tecnológico a empresas

privadas (por ejemplo, relacionados con el sector sanitario o con defensa). De este modo, las

empresas pueden mejorar su capacidad tecnológica, si bien los resultados de las actividades de

I+D pertenecerán a la Administración.

INSTRUMENTOS DE POLÍTICA

TECNOLÓGICA

Instrumentos Financieros

Compras públicas

Instrumentos No Financieros

Regulación

Incentivos Fiscales

Ayudas Directas

Apoyo de actividades en Universidades, Centros de Investigación, etc.

Sistemas de protección

Apoyo a la difusión

Fomento de la Cooperación

INSTRUMENTOS DE POLÍTICA

TECNOLÓGICA

Instrumentos Financieros

Compras públicas

Instrumentos No Financieros

Regulación

Incentivos Fiscales

Ayudas Directas

Apoyo de actividades en Universidades, Centros de Investigación, etc.

Sistemas de protección

Apoyo a la difusión

Fomento de la Cooperación

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4 tecno-logica

3) Instrumentos no financieros: Con este tipo de acciones las empresas no reciben financiación

alguna de la Administración:

a) Apoyo de actividades de I+D con fines de desarrollo industrial en institutos, universidades,

centros de investigación.

b) Otras acciones de apoyo para la generación de innovación o para las etapas posteriores a la

realización de I+D

i) Sistema de protección: El sistema de protección de los derechos de propiedad cumple una

doble función tanto incentivando la innovación como favoreciendo su difusión. Por un lado,

la empresa se asegura de que los resultados de su innovación no van a ser utilizados por

otras empresas. Además, la empresa puede ceder el uso a otras empresas a través de

licencias.

ii) Apoyo a la difusión de las innovaciones: Con estos instrumentos, se trata de extender el

uso de nuevos conocimientos entre los usuarios potenciales, lo que contribuirá a que el

impacto de la innovación en términos agregados sea mayor.

iii) Fomento de la cooperación entre agentes: Permite abordar proyectos de gran magnitud,

ya que la empresa compartirá los costes con otra entidad, con lo que se pueden llevar a

cabo proyectos que de otro modo no hubieran sido emprendidos por falta de financiación.

4) Regulación: La Administración puede favorecer la innovación empresarial a través de la regulación

de formas diversas: manteniendo un nivel de competencia en los mercados que aporten unas

condiciones necesarias para la innovación; definiendo unas “reglas del juego” para los distintos

agentes que participan en el proceso innovador (por ejemplo, la existencia de unos derechos de

propiedad intelectual); o promoviendo la creación de nuevos mercados y productos, como la

industria medioambiental.

1.2.1. SISTEMA DE PROTECCIÓN

El sistema de protección de los derechos de propiedad cumple un doble objetivo, incentivar la

innovación y favorecer la difusión. Este sistema permite a una empresa utilizar en exclusiva el resultado

de una investigación. Pero al mismo tiempo, también constituye un medio de difusión, ya que una

empresa propietaria de una patente puede ceder el uso de la innovación a otras empresas a través de

licencias.

Existen diversos medios de protección de la innovación. En concreto, en España cabe mencionar:

• Patentes u otros títulos similares otorgados por una Oficina de Patentes.

• Propiedad intelectual: los derechos de propiedad intelectual son utilizados por los autores

y otros titulares de creaciones de carácter literario, artístico o científico.

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4 tecno-logica

• Secreto Industrial: La empresa considera cierta información como secreta y confidencial,

aunque no se registra en ningún sitio. Con este método se corre el riesgo de que los

competidores copien la innovación, pero también se confía en que estos desconocen, al

menos en un primer momento, el know-how para copiar el resultado de la innovación.

La propiedad intelectual está integrada por derechos que atribuyen al autor la plena disposición y el

derecho exclusivo a la explotación de la obra. En España, el Registro de la Propiedad Intelectual es el

mecanismo administrativo para la protección de los derechos de propiedad intelectual de los autores y

otros titulares sobre las creaciones de carácter literario, artístico o científico.

Una patente es un título que reconoce el derecho a explotar en exclusiva la invención patentada,

impidiendo a otros su fabricación, venta o utilización sin consentimiento del titular. En España, las

patentes son concedidas por la Oficina Española de Patentes y Marcas. Son objeto de una patente, un

procedimiento, un método de fabricación, una máquina, un aparato o un producto.

La diferencia entre la propiedad intelectual y la patente se encuentra en que la propiedad intelectual de

una obra literaria, artística o científica corresponde al autor por el mero hecho de su creación, por lo que

no es obligatoria la inscripción en el registro para obtener los derechos de propiedad. En cambio, con la

patente sí es necesario realizar ese registro y seguir un procedimiento administrativo.

Si una empresa pretende proteger una innovación a nivel internacional cuenta con tres vías:

• Vía Nacional: La empresa puede solicitar la patente en las oficinas de patentes de cada

uno de los países en los que esté interesada.

• Vía Europea: La empresa puede solicitar una patente en la Oficina Europea de Patentes

(EPO), con efectos en los países en los que se quiere obtener la protección y que formen

parte del Convenio Europeo de Patentes.

• Vía Internacional: La empresa puede obtener una patente que tendrá vigencia en todos los

países que forman parte del Tratado Internacional, a través de la Oficina Mundial de la

Propiedad Intelectual (OMPI).

Los sistemas de patentes de los países de la UE están prácticamente homogeneizados, pero existen

algunas diferencias entre los sistemas de patentes europeos y el estadounidense y el japonés (COTEC

(2000 a) y OCDE (1997 b)):

• Con respecto a la titularidad de la patente existen dos mecanismos. En la mayoría de los

países de la OCDE utilizan el método first-to-file, que implica que el titular de la patente

será el primero que lo solicite. En cambio, en Estados Unidos, se aplica el método first-to-

invent, por el que se concede la patente al primero que obtuvo la invención.

• Existen diferencias en cuanto a la confidencialidad de la información presentada para la

solicitud de la patente. En Estados Unidos la información se mantiene de forma

confidencial hasta que la patente sea concedida, mientras que en Europa y Japón se

publica a los 18 meses de realizar la solicitud.

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

• Los costes de obtención y mantenimiento de una patente también son diferentes

dependiendo de los países. Efectivamente, los costes de obtener una patente son más

elevados en Europa que en Estados Unidos y Japón. En parte, esta diferencia se debe a

los gastos en traducción, necesaria para que la patente europea tenga efectos en diversos

países.

• Con respecto a la duración de la patente, en Europa la patente tiene una vigencia de 20

años, mientras que en Estados Unidos este período supone 17 años.

• Por lo general, la responsabilidad de la gestión del sistema de patentes suele recaer en

una institución gubernamental, que normalmente suele ser una Oficina de Patentes. Sin

embargo, existen diferencias entre los distintos países acerca del organismo público que

suele controlar dicha Oficina de Patentes. En Japón, Estados Unidos y Reino Unido

depende del Departamento de Comercio, mientras que en Alemania pertenece al

Ministerio de Justicia. En España, la Oficina Española de Patentes y Marcas es un

organismo autónomo del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

1.2.2. DIFUSIÓN DE TECNOLOGÍA

La difusión de una nueva tecnología se refiere a la extensión en el uso entre los usuarios potenciales.

La difusión de las tecnologías es tan importante como la generación de innovación, en la medida en que

ambas tienen un efecto en términos de mejora de competitividad, empleo y bienestar social.

La justificación clásica para la implicación de los gobiernos en la difusión tecnológica se basa en los

fallos de mercado (OCDE (1997 a)):

• Falta de información sobre las nuevas tecnologías

• La incorporación de una nueva tecnología implica elevados costes de aprendizaje.

• Escasa cooperación entre los centros públicos de investigación y las empresas de tamaño

más reducido en la comercialización de tecnologías.

Todos estos fallos de mercado pueden limitar el desarrollo de la capacidad de las empresas para

incorporar la tecnología, así como su capacidad para identificar, acceder y usar las tecnologías.

La OCDE ha definido diversas tipologías de programas de difusión de tecnologías. En la Tabla 1 se

describe la primera de ellas, basada en los diferentes objetivos de las programas de difusión

tecnológica. En la Tabla 2 se encuentra la segunda clasificación, bajo un enfoque operacional y más

simplificado que el anterior. Por lo general, todos los países utilizan todos los tipos de programas en

mayor o menor medida. La utilización más o menos intensiva de cada uno de ellos depende de las

principales necesidades de cada país en materia de difusión tecnológica.

A partir de las experiencias mostradas por diversos países, la OCDE realiza una serie de

recomendaciones o mejores prácticas a tener en cuenta en relación con la política de difusión

tecnológica, entre las que destacan (OCDE (1997 a)):

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Centro de Estudios Económicos Tomillo 18

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4 tecno-logica

• Asegurar el control de calidad de los proveedores de servicios de difusión tecnológica.

• Emplear y desarrollar la experiencia de los consultores y personal especializado.

• Proximidad geográfica: La presencia local de las instituciones es necesaria para asegurar

una mejor interacción con las empresas.

• Aprovechar los recursos existentes, con el fin de evitar la duplicación de recursos,

integrando los diferentes tipos de instituciones y servicios.

• Considerar la transferencia de tecnología desde el momento en que comienza a

diseñarse un programa y no a posteriori.

• Crear una cultura innovadora entre las empresas.

• Mantener vínculos con grupos industriales y asociaciones, que permitan proporcionar

orientaciones para el diseño de programas.

• Asegurar la sostenibilidad y estabilidad de los programas.

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TABLA 1

TIPOS DE PROGRAMAS DE DIFUSIÓN TECNOLÓGICA, SEGÚN LOS OBJETIVOS

Fines Tipos de programa Objetivos

Tecnologías específicasDifundir una tecnología específica entre un amplio número de empresas y sectores

Instituciones específicasPromocionar la transferencia de tecnología desde instituciones específicas

Sectores específicosDifundir la tecnología a un sector industrial concreto

DemostraciónDemostrar la implementación práctica de las tecnologías

Asistencia técnicaAsistir a empresas en el diagnóstico de las necesidades tecnológicas y en la resolución de problemas

Redes de InformaciónAcceder a la información sobre fuentes tecnológicas

Asistencia para proyectos de I+D a pequeña escala

Crear capacidades para el desarrollo tecnológico autónomo

Planificación de tecnologías a nivel sectorial

Planificación sistemática de inversiones futuras en tecnologías estratégicas

Herramientas de diagnóstico

Ayudas a las empresas en el desarrollo de innovación orientadas a la gestión

Benchmarking Transmitir las mejores prácticas

Colaboración universidad/industria

Mejorar el conocimiento básico de la empresa

Nivel 1: Mejorar la adopción y adaptación de tecnologías específicas

Nivel 2: Mejorar la capacidad receptora de tecnología en las empresas

Nivel 3: Fomentar la capacidad de innovación de las empresas

Fuente: OCDE (1997 a).

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4 tecno-logica

TABLA 2

TIPOLOGÍA DE PROGRAMAS DE DIFUSIÓN TECNOLÓGICA, DESDE EL PUNTO DE VISTA OPERATIVO

Tipo de programa Objetivos

Orientados hacia la OfertaTransferir tecnología desde la investigación realizada por el sector público hacia el sector privado

Orientados hacia la DemandaTransferir tecnologías que cumplan con las necesidades específicas de las empresas

Basados en redesDesarrollar sociedades e instituciones que promocionen los flujos de tecnología

Construcción de InfraestructurasMejorar las infraestructuras regionales y nacionales de difusión de la tecnología

Fuente: OCDE (1997 a).

1.2.3. COOPERACIÓN ENTRE AGENTES

La cooperación entre agentes (dos empresas del mismo sector, una empresa y un organismo público,

una empresa y un cliente, una empresa y un proveedor, una empresa y un competidor, etc.) puede

ayudar a evitar ciertos fallos de mercado. Entre éstos, cabe destacar:

• Incapacidad de las empresas para apropiarse completamente de los resultados de su

investigación, ya que la empresa no tiene en cuenta los beneficios externos que su

innovación arroja sobre otros agentes (otras empresas, consumidores, etc.).

• La dimensión de los costes y riesgos de algunos proyectos, que impide que éstos sean

llevados a cabo por una sola empresa.

Sin embargo, la cooperación también puede desembocar en ciertos efectos negativos: la colaboración

entre empresas de un mismo sector puede dar lugar a acuerdos en precios o en producción, que

conlleven una reducción de la competencia. Por lo tanto, sería necesario que la cooperación entre

empresas en I+D se limite a este campo y no abarque otras materias, como los precios, con el fin de

que se eviten efectos adversos sobre los mercados.

Veugelers (1998) contiene una síntesis de los factores que estimulan y dificultan la cooperación en I+D,

detallados en la Tabla 3.

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Centro de Estudios Económicos Tomillo 21

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

TABLA 3

MOTIVOS Y OBSTÁCULOS PARA LA COOPERACIÓN EN I+D

Motivos para aliarse Problemas para aliarse»Compartir costes y riesgos. »Inversiones iniciales:

»Acceso a los conocimientos / mercados / productos de los socios.

Costes de negociación, inversión en infraestructuras específicas, oportunidades perdidas.

»Mejoras de eficiencia:»Costes de coordinación y Agencia de llevar a cabo la cooperación.

Economías de escala en producción / distribución / I+D.

»Información asimétrica:

Sinergias al intercambiar / compartir conocimientos.

Valoración de los inputs del socio.

»Consideraciones competitivas:»Control de los flujos de información entre socios.

Controlar la tecnología / mercados / productos de los socios.Influir con alianzas en otras

actividades.

Influir sobre la estructura competitiva.

»Política pública (industrial, de comercio y de competencia).

Fuente: Veugelers (1998).

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Instrumentos financieros

capítulo 2

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Centro de Estudios Económicos Tomillo 25

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

Los incentivos financieros son utilizados prácticamente por todos los países desarrollados como

instrumento para fomentar la innovación. Mediante este tipo de ayudas se reduce el coste de las

actividades de I+D+I, pretendiendo así incentivar la inversión en procesos de innovación.

Como se ha mencionado anteriormente, básicamente existen dos tipos de instrumentos financieros de

apoyo a la innovación: incentivos fiscales y las ayudas directas, entre las que se encuentran las

subvenciones, los préstamos a tipos de interés reducidos o nulos, etc.

Aunque ambos tipos de instrumentos son utilizados en cada uno de los países de la OCDE en mayor o

menor medida, existen diferencias entre ellos que se detallan a continuación (COTEC (2000 a)):

• Neutralidad versus rentabilidad social: Los incentivos fiscales no van dirigidos a

fomentar ciertos proyectos de I+D, sino que son utilizados por las empresas sin

interferir en la selección de proyectos que éstas deciden llevar a cabo. En este

sentido, puede decirse que los incentivos fiscales son más neutrales o menos

distorsionadores que otros instrumentos. En cambio, las ayudas directas están

orientadas a la financiación de determinados proyectos pertenecientes a áreas

concretas, sectores específicos, etc. Por esta razón, las subvenciones y demás

ayudas directas suelen ser el instrumento utilizado para fomentar la realización de

determinados proyectos con una gran rentabilidad social o con mayor impacto

económico. Sin las ayudas directas, las empresas decidirían emprender aquellos

proyectos con mayores beneficios esperados privados.

• Costes de gestión: Las ayudas directas conllevan unos mayores costes de

gestión para el sector público que los incentivos fiscales. Para la adjudicación de

subvenciones y otras ayudas es necesario realizar convocatorias públicas,

establecer unos criterios de selección de proyectos y realizar ciertas tareas de

evaluación y supervisión de candidatos y de los fondos otorgados. Por otra parte,

las empresas también tienen que asumir ciertos costes para acceder a las ayudas

directas, ya que deben preparar la documentación a presentar en el momento de

la solicitud y cumplir una serie de requisitos. Los incentivos fiscales no implican

este tipo de costes, si bien hay que tener en cuenta que para poder aplicar estos

incentivos fiscales, al menos en España, las empresas deben tener reflejados en

su contabilidad los gastos en I+D asignados por proyectos, lo que supone un

obstáculo para muchas empresas, especialmente aquellas de menor tamaño,

cuyos sistemas de información no están preparados para ello.

• Incertidumbre en los presupuestos: Las ayudas directas permiten al Gobierno

conocer a priori cuál va a ser el total de recursos destinados a subvenciones y

otras ayudas que deben obtenerse de los presupuestos públicos. Sin embargo,

con los incentivos fiscales, la Administración desconoce cuál va a ser el coste

final de utilizar dicho instrumento, ya que dependerá de los beneficios

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Centro de Estudios Económicos Tomillo 26

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

empresariales, del gasto que realicen las empresas en I+D, etc., es decir, que

vendrá dado por variables que no son controladas por el Gobierno.

• Libertad en los incentivos fiscales frente a restricciones en el uso de

subvenciones: Los incentivos fiscales pueden ser utilizados sin restricciones por

todas aquellas empresas que presenten su declaración del Impuesto Sobre

Sociedades, mientras que las ayudas directas están limitadas por las restricciones

presupuestarias y por la competencia para su disfrute, lo que provoca cierta

incertidumbre entre las empresas. Mientras una empresa cumpla con los

requisitos, siempre podrá disfrutar de los incentivos fiscales, mientras que aunque

la misma empresa solicite una subvención y cumpla con los criterios necesarios,

no puede conocer de antemano si obtendrá la subvención, ya que debe

“competir” con otras empresas por recibir dicha financiación.

• Información asimétrica: Las ayudas directas no están exentas de los problemas

derivados de la información asimétrica. A menudo no es fácil para la

Administración verificar la información procedente de la empresa sobre los

proyectos de I+D+I, su capacidad para llevarlos a cabo, su esfuerzo, etc. En el

caso de los incentivos fiscales estos problemas son menores, pero no por ello

inexistentes: la empresa puede redefinir ciertos gastos como gastos de I+D+I con

el fin de poder aplicarse las deducciones correspondientes.

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Ayudas directas

capítulo 3

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Centro de Estudios Económicos Tomillo 29

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

La subvenciones y otras ayudas, conocidas como ayudas directas, son un instrumento de política

pública de gran utilidad, en el sentido de que permiten a la Administración destinar recursos a aquellos

proyectos de I+D con una gran rentabilidad social, o bien aquellos que pertenecen a un sector concreto,

etc. En definitiva, con las ayudas directas se trata de fomentar la innovación de forma selectiva. Ahora

bien, como también se ha mencionado anteriormente, este tipo de instrumentos también conllevan

ciertos inconvenientes, ya que son más distorsionadores que otros tipos de incentivos, implican

mayores costes de gestión y generan competencia para su disfrute.

3.1. TIPOS DE AYUDAS DIRECTAS

La OCDE distingue cuatro tipos de programas de apoyo directo a la I+D de las empresas (OCDE (1998 a)):

• Programas genéricos que apoyan el desarrollo de tecnologías avanzadas en

áreas no definidas o definidas en sentido amplio. Por lo general, este tipo de

programas ofrece financiación para la investigación a empresas individuales o

consorcios de empresas. También pueden incluir la participación de

universidades o institutos de investigación, mediante convenios de colaboración.

Las empresas financian al menos un 50% del coste del proyecto. Este tipo de

programas es típico de los grandes países de la OCDE. Algunos ejemplos de este

tipo de programas son Advanced Technology Program (ATP) en Estados Unidos,

LINK en Reino Unido, los Programas Marco en la Unión Europea y el programa

Eureka.

• El segundo grupo incluye los programas destinados al apoyo del desarrollo

tecnológico en sectores o áreas tecnológicas concretos. Estos programas a

menudo se dirigen a áreas de relevancia estratégica y tienen muy en cuenta el

valor comercial de la innovación. También pueden tener como objetivo la

especialización industrial. Estos programas cuentan con presupuestos y objetivos

más modestos. Un ejemplo de este tipo de programas es SEMATECH, en

Estados Unidos.

• El tercer grupo está formado por programas de fomento de la innovación de

relevancia comercial a partir de un proyecto base, ofreciendo un tratamiento

preferencial a las pymes. Este tipo de programas suele ser habitual en países

pequeños. El programa R&D START, de Australia, es un ejemplo de este tipo de

programas.

• El cuarto tipo de programas está integrado por aquellos que incentivan la

interacción entre la investigación realizada por las empresas y la realizada por el

sector público, más allá de las relaciones entre industria y universidad. Un

ejemplo a destacar en este tipo de programas es CRADA, Estados Unidos.

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Centro de Estudios Económicos Tomillo 30

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

3.2. CONCLUSIONES A NIVEL GENERAL

La gran variedad de programas existentes, diferentes por sus objetivos, tamaño y especificidades

propias de cada país han hecho que los estudios sobre la comparación del funcionamiento de los

programas de ayudas directas a la I+D sean “apenas factibles”, según la OCDE (OCDE (1998 a)). Sin

embargo, la OCDE apunta algunas conclusiones a nivel general que se pueden extraer sobre el uso de

las ayudas financieras directas:

• A nivel agregado, las ayudas financieras directas son beneficiosas en el sentido

de que tienen un efecto positivo, aunque modesto, en el gasto en I+D de las

empresas, con beneficios a nivel social en forma de crecimientos adicionales en

la productividad y en la riqueza.

• Las ayudas directas aumentan la dimensión de los proyectos de I+D y aceleran el

proceso para llevar a cabo proyectos de I+D, pero raramente reorientan los temas

de investigación.

• Existe un trade-off entre adicionalidad (que la financiación pública incentive el

gasto privado en I+D, en lugar de sustituirlo) y asegurar impactos económicos

importantes.

• Los programas que se dirigen a consorcios de empresas y fomentan la

cooperación con universidades e institutos de investigación ofrecen mayores

beneficios que los programas dirigidos a empresas individuales.

• La cofinanciación pública/privada y la competencia entre los propios solicitantes

de las ayudas aumentan la eficiencia de los programas y reducen el riesgo de

subvencionar proyectos de segunda categoría o equipos de investigación menos

cualificados.

3.3. EVIDENCIA EMPÍRICA SOBRE LA EFICIENCIA DE

LAS AYUDAS DIRECTAS

Las ayudas directas tienen un efecto directo y un efecto indirecto (Lach (2000)). El efecto directo

consiste en el aumento del gasto en I+D total (realizado por todos los agentes) derivado de un aumento

en el I+D público y manteniendo el gasto en I+D privado constante.

El efecto indirecto se deriva de la respuesta del gasto en I+D de las empresas frente a la recepción de

un subsidio, subvención, etc. Éste último efecto puede ser positivo o negativo. Una ayuda financiera

significa una reducción del coste que tiene que enfrentar la empresa. El incentivo puede incrementar el

gasto privado en I+D presente y futuro ya que la subvención puede suponer que un proyecto que no era

rentable se convierta en rentable tras la recepción de un subsidio o que se acelere la realización de un

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Centro de Estudios Económicos Tomillo 31

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

proyecto. Además, en la medida en que el proyecto subvencionado implique la adquisición de material o

de activos materiales y se genere un aprendizaje del personal relacionado con el proyecto, esos activos

y esos conocimientos se pueden aplicar a proyectos futuros y pueden ser beneficiosos para la decisión

de realizar proyectos futuros. En estos casos se dice que la financiación pública y la financiación

privada de la I+D son complementarios y se genera adicionalidad.

Sin embargo, también puede darse un efecto negativo de las ayudas sobre la realización de proyectos

de I+D. Una subvención puede generar un efecto crowding-out (expulsión) sobre el gasto privado en

I+D si se subvenciona un proyecto que se habría llevado a cabo con o sin ayuda pública. En este caso,

la subvención no era necesaria para la ejecución del proyecto. El efecto crowding-out también se

produce de otras formas. Por ejemplo, a través del precio de los factores de producción empleados para

la I+D. Si la subvención transforma un proyecto no rentable en rentable y la empresa decide llevarlo a

cabo, unos costes altos de contratación de nuevo personal para dicho proyecto pueden provocar que la

empresa decida suspender la ejecución de un proyecto que estaba realizando antes de recibir la

subvención. Es decir, se decidirían realizar nuevos proyectos de I+D a cambio de no realizar otros

anteriores. En este caso, lo que se produce es un efecto sustitución.

La evidencia empírica sobre si las subvenciones y la financiación privada de proyectos de I+D son

complementarias o sustitutivas no es del todo determinante, en el sentido de que no se puede rechazar

por completo la existencia del efecto sustitución entre financiación pública y privada. Sin embargo, hay

que destacar que el efecto complementariedad suele dominar al efecto sustitución.

David, Hall y Toole (2000) realizaron un repaso de la literatura relacionada en los últimos 35 años,

clasificando los estudios por nivel de agregación de los datos (líneas de negocio y laboratorios,

empresa, sector y agregado de la economía). En la Tabla 4 se resumen los resultados encontrados.

De 33 estudios analizados (con más de veinte referentes a Estados Unidos), en once casos aparece

una relación de sustitución y esto es más frecuente en el caso de un nivel de agregación de empresa o

inferior. Entre estos estudios hay que destacar el de Von Tunzelmann y Martin (1998) en el que se

analizan datos para 22 países de la OCDE en el período 1969-1995. Sólo en siete de los veintidós

países analizados encuentran que los cambios en la I+D financiada por el Gobierno tienen un efecto

significativo en los cambios en la I+D financiada por la empresa, con un efecto positivo en cinco de

estos siete países (Alemania, Holanda, Suiza, Nueva Zelanda y Estados Unidos). También hay que

destacar que cuando se eliminan de la muestra los tres países cuyo efecto es cercano a cero y no

significativo, el número de países en los que hay un efecto positivo de la financiación pública sobre la

privada aumenta hasta diez.

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Centro de Estudios Económicos Tomillo 32

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

TABLA 4

RESUMEN DE LOS RESULTADOS DE LOS ESTUDIOS ECONOMÉTRICOS DE LA RELACIÓN ENTRE INVERSIÓN PÚBLICA Y PRIVADA EN I+D

Estudios que hallan

sustitución netaNúmero total de

estudios

Nivel de agregación: empresa o inferior

Número de estudios revisados 9 19Basados en datos de EEUU 7 12Basados en datos de otros países 2 7

Nivel de agregación: sectorial y superior

Número de estudios revisados 2 14Basados en datos de EEUU 2 9Basados en datos de otros países 0 5

Todos los niveles de agregación 11 33

Fuente: David, Hall y Toole (2000).

Un estudio muy reciente (Lach (2000)) analiza los efectos de los subsidios a la I+D en Israel durante el

período 1990-1995. Lach encuentra que las ayudas públicas estimulan el gasto en I+D financiado por

las empresas. La elasticidad de largo plazo estimada es de 0,22 (un incremento del 10% en los

subsidios da lugar a un aumento del 2,2% en el gasto privado en I+D). En términos marginales, como

media un dólar adicional de subvención pública incrementa a largo plazo el gasto privado en I+D en

0,41 dólares, por lo que el gasto total en I+D aumenta en 1,41 dólares. Aunque los datos apuntan a que

los efectos son suficientemente altos desde el punto de vista cuantitativo como para justificar la

existencia del programa de ayudas públicas, el efecto estimado es relativamente bajo si se tiene en

cuenta la estructura de cofinanciación de la mayoría de los proyectos en Israel. Normalmente, cada

proyecto subvencionado recibe una ayuda que supone el 50% del coste del proyecto, por lo que el 50%

restante debe ser sufragado por la empresa. Esto supone que aunque el Gobierno israelí aporte un

dólar, la empresa no va a contribuir a con otro dólar, necesario para llevar a cabo el proyecto, sino con

0,41 dólares. Estos resultados, según Lach, conducen a dos conclusiones: la primera es que las

subvenciones se conceden en algunas ocasiones a proyectos que se hubieran llevado a cabo sin la

colaboración del sector público. Y la segunda se refiere a que las empresas reajustan sus carteras de

proyectos de I+D eliminando o ralentizando la ejecución de algunos proyectos que no están

subsidiados, una vez que se recibe la ayuda pública.

Para el caso español se pueden mencionar dos estudios: Busom (1999) y González, Jaumandreu y

Pazó (1999). Busom (1999) estudia los factores que explican la participación de las empresas en

programas de subvenciones a la I+D y los efectos de dicha participación sobre el esfuerzo de las

empresas en I+D. Para ello cuenta con una muestra de 154 empresas a las que se les hizo una

encuesta en 1988, de las que aproximadamente la mitad obtuvieron algún tipo de subvención pública.

Entre los factores que aumentan la probabilidad de obtener una ayuda pública están la participación del

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

sector público en la propiedad de la empresa, pertenecer al sector químico o farmacéutico, la

experiencia de la empresa (medida por la edad) o la experiencia en I+D. Este último resultado podría

sugerir que los subsidios pueden no ser la mejor política para incentivar a las empresas que no han

realizado ninguna actividad de I+D. Además, existen dos factores que disminuyen la probabilidad de

obtener una subvención: el tamaño de la empresa y la presencia de capital extranjero en la empresa.

Las empresas pequeñas tienen más restricciones para obtener créditos y por ello, el sector público

puede desear favorecer a las pymes. En cuanto a la propiedad extranjera de la empresa, una de las

causas puede ser que las empresas extranjeras ejecuten la I+D en sus países de origen y por lo tanto,

no solicitan subvenciones en España. En cuanto a los efectos de la subvención sobre el gasto de la

empresa en I+D, Busom concluye que aproximadamente en un 30% de los participantes en un

programa de ayudas públicas no se puede descartar la posibilidad de un efecto crowding-out completo,

es decir, que la empresa habría ejecutado ese proyecto incluso sin haber recibido la subvención.

Además, Busom calcula que las empresas que han recibido ayudas públicas hubieran gastado un 85%

del gasto realizado en el caso de no haber recibido apoyo financiero por parte del Gobierno, por lo que

se descarta un efecto sustitución total, aunque sí podría darse uno de tipo parcial.

Por otra parte, González, Jaumandreu y Pazó (1999) estudian el impacto de las subvenciones a la I+D

recibidas por las empresas manufactureras españolas. Para ello cuentan con una muestra de 8.711

observaciones extraídas de la Encuesta de Estrategias Empresariales, correspondiente al período

1990-1997. Los resultados apuntan a que la cobertura (proporción en gasto en I+D de la empresa que

es cubierto con la financiación pública) influye positivamente tanto sobre el esfuerzo en I+D realizado

por la empresa como en la probabilidad de llevar a cabo este tipo de actividades. En este trabajo

también se estima cuál sería la cobertura necesaria para que las empresas que no hacen I+D

encuentren rentable hacerla. Las empresas pequeñas (200 y menos trabajadores) necesitarían una

cobertura de su gasto en I+D superior a las grandes (más de 200 trabajadores) para emprender

actividades de I+D (aunque ello supondría en bastantes casos subvenciones de menor cuantía). En

cuanto a la efectividad del incentivo, medida por el porcentaje de empresas que dejarían de hacer I+D

en caso de no existir un sistema de ayudas públicas, hay que señalar que el porcentaje de empresas

pequeñas que abandonarían las actividades de I+D sería considerablemente superior, en concreto, un

20%, frente a menos de un 4% en el caso de las empresas grandes. Por último, destacar las

estimaciones realizadas en este trabajo acerca del efecto marginal de la cobertura en la probabilidad de

realizar actividades de I+D (medida por los puntos porcentuales en que se incrementará la proporción

de empresas que realizan I+D si se incrementa la cobertura en un punto porcentual). Si el sector a

analizar es innovador, la cobertura esperada tiene un efecto marginal mayor en las empresas

pequeñas, mientras que si el sector es poco innovador, el mayor efecto se registrará en las empresas

grandes.

Además de los estudios econométricos, se han realizado otros basados en encuestas. Urzay (1998)

analiza los resultados de diversas encuestas realizadas a empresas españolas que reciben ayudas

públicas del CDTI. En este artículo se desagrega la adicionalidad en tres componentes: primero, en la

decisión, es decir, en qué medida la financiación pública influye en la decisión de la empresa para llevar

adelante el proyecto; en segundo lugar, la dimensión del proyecto, que puede ser mayor gracias a la

financiación pública; y en tercer lugar, el aspecto temporal, en el sentido en que la ayuda pública puede

provocar una posible anticipación del proyecto. Estas tres formas de adicionalidad son analizadas en

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4 tecno-logica

una encuesta sobre la evaluación de los proyectos concertados (en colaboración entre empresas y

Centros Públicos de Investigación). Efectivamente, la influencia de la ayuda pública en la decisión de

ejecutar el proyecto es bastante mayor en las empresas de menor tamaño, lo que tiene cierta lógica,

dado que estas empresas son las que tienen menos capacidad de autofinanciación y más dificultades

para acceder a financiación externa. En el caso de las otras dos formas de adicionalidad (dimensión del

proyecto y tiempo) no hay diferencias significativas en función del tamaño de la empresa. Lo que sí hay

que destacar es que en torno a un 80% de las empresas encuestadas afirma que la ayuda fue

importante o muy importante a la hora de destinar más recursos al proyecto, mientras que este

porcentaje oscila entre el 46% y el 64% para el supuesto de adelantar el inicio del proyecto y entre el

58,5% y el 77,6% en el caso de la decisión de emprender el proyecto.

Urzay (1998) describe en su artículo otra encuesta sobre la evaluación de la actividad del CDTI, en la

que se preguntaba a las empresas sobre si la ayuda recibida les había permitido aumentar (con lo que

habría una adicionalidad total), mantener o disminuir la aportación de la empresa inicialmente prevista

en el proyecto (en este último caso se produciría un efecto crowding-out o sustitución de los fondos

privados por fondos públicos). Hay que destacar dos comportamientos bien diferenciados. En las

empresas menores de 500 empleados más del 50% de las empresas declara que aumentó la dotación

para el proyecto, mientras que en torno a un 30% afirma que ha mantenido su aportación y alrededor de

un 15% sostiene que ha disminuido su participación. El caso de las empresas más grandes (con más de

500 empleados) es peculiar en el sentido de que cerca de un 25% de los encuestados declara que la

ayuda pública provoca una disminución de la aportación privada, mientras que un 37,7% de las

empresas dice que ha aumentado su aportación y otro 37,7% sostiene que la ha mantenido.

Urzay (1998) también destaca que las ayudas públicas allanan las dificultades de las empresas para

financiar sus proyectos de inversión en I+D. El 76,9% de las empresas asigna una puntuación mínima

de 3 sobre 5 al ser preguntadas sobre el nivel de dificultad que la empresa hubiera tenido para financiar

sus proyectos si no hubiera contado con la ayuda pública. Además, como cabe esperar, a menor

tamaño de la empresa, mayor es la dificultad. A la luz de estos resultados, parece justificable la

existencia de una intervención pública para paliar las dificultades de acceso a la financiación.

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Incentivos fiscales

capítulo 4

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Centro de Estudios Económicos Tomillo 37

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

Los incentivos fiscales, como se han mencionado anteriormente, se caracterizan por su neutralidad,

frente a otros tipos de incentivos. Para el sector público constituye el instrumento menos distorsionador,

en la medida en que no interfiere en la selección de proyectos de I+D por parte de la empresa y sólo

reduce el coste de la inversión en I+D. El inconveniente principal que muestran este tipo de

instrumentos es precisamente que la imposibilidad de influir en la selección de proyectos en I+D impide

al sector público fomentar la realización de aquellos proyectos con mayor rentabilidad social.

4.1. TIPOS DE INCENTIVOS FISCALES

El carácter neutral de los incentivos fiscales hace que sean utilizados en mayor o menor medida por la

mayoría de los países desarrollados para fomentar el gasto en I+D. Desde una perspectiva fiscal, la I+D

está formada por un gasto corriente, que habitualmente se deduce de la renta imponible el Impuesto

sobre Sociedades en el año en que se incurran y una inversión en bienes de equipo, maquinaria y/o

edificios que debe depreciarse. Con esta definición, los gobiernos pueden aplicar una serie de medidas

fiscales de forma individual o combinada, siendo las siguientes las más importantes (OCDE (1998 a),

COTEC (1999 a) y COTEC (2000 a)):

• Deducción del gasto corriente en I+D de la renta imponible, lo cual supone una medida

beneficiosa para la empresa en la medida en que dicho gasto debería ser considerado

como una inversión que generará ciertos beneficios en el futuro. En algunos países,

incluso, se permite una deducción superior al 100% de los gastos en I+D.

• Depreciación acelerada de ciertos activos fijos. En algunos países se permite una

depreciación más rápida del equipamiento, maquinaria, y en algunos casos,

edificios, que estén afectos a las actividades de I+D.

• Crédito fiscal. Consiste en una deducción del gasto en I+D en la cuota íntegra.

Existen tres tipos en función del concepto de I+D a utilizar para la deducción:

o Crédito fiscal lineal: La cantidad a deducir de la cuota íntegra es un

porcentaje del total del gasto en I+D realizado por la empresa.

o Crédito fiscal incremental: la cantidad a deducir es un porcentaje del

incremento que supongan el gasto en I+D del año en cuestión con respecto

al gasto en I+D de un año de referencia. El año de referencia puede ser una

base móvil, (por ejemplo, la media del gasto en los dos últimos años) o fija

(por ejemplo, el gasto realizado en el año 2000).

o Crédito fiscal mixto: Consiste en una combinación de las dos anteriores. Por

ejemplo, se permite deducir un porcentaje del gasto en I+D y si éste supera

la media de los últimos años se puede añadir una deducción adicional

consistente en un porcentaje del incremento.

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Centro de Estudios Económicos Tomillo 38

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

4.2. COMPARACIÓN DE LOS INCENTIVOS FISCALES EN

UN CONJUNTO DE PAÍSES

En la Tabla 5 se ofrece una descripción de los diferentes incentivos fiscales aplicados en el conjunto de

países analizados en 19961:

1 En el apartado 6.2 se detalla la selección de países utilizados para el análisis en este estudio.

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Centro de Estudios Económicos Fundación Tomillo 39

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4 tecno-logica

TABLA 5

TRATAMIENTO FISCAL DE LA I+D, 1996

Deducción Gasto en la

base imponible

Maquinaria y equipo Edificios Lineal Incremental

Alemania 100 30%, amortización porcentual (2) 25 años, lineal (2)

Australia 150 (1) 3 años, lineal 40 años, linealCanadá

Pymes 35

Grandes empresas 20

España 100 100% (amortización libre) 10 años, lineal 20 40 No

Estados Unidos

100

5 años, Modificación del Sistema de Costo de Recuperación Acelerada (MACRS, siglas en inglés) (2)

39 años, lineal (2) 20 Sí

Francia 1005 años, lineal o 40%, amortización porcentual

20 años, lineal (2) 50 No

Holanda

Pymes40

18%, maquinaria y equipo, edificios

Grandes empresas12,5

2%, maquinaria y equipo, edificios

Italia

Pymes 30

Grandes empresasJapón

Pymes 6

Grandes empresas 20

Nueva Zelanda 22%, amortización porcentual (2)4%, amortización porcentual (2)

Portugal 100 3 años, lineal 20 años, lineal

Reino Unido 100 100% (amortización libre) 100% (amortización libre)

100

100% (amortización libre)

5 años, lineal

10 años, lineal

A elegir entre 7 a 65 años, lineal (2) o 1,6% a 14,2%, amortización porcentual (2)

100

100

100

A elegir entre 3 a 25 años, lineal (2) o 8,8% a 53,6%, amortización porcentual (2).

No

No

4 años, amortización porcentual (2)

5% para maquinaria y equipo de alta tecnología

25 años, lineal

33 años, lineal (2)

Otros aspectos

Deducciones especiales

Beneficios fiscales

gravados

Depreciación de los activos afectos a la I+D

(Porcentaje)(Nª de años aproximado para amortización completa o

coeficiente de amortización)

(Porcentaje)

Crédito fiscal

(1): 125% desde 1997. (2): Tratamiento igual que otros tipos de inversión. Fuente: OCDE (1998 a).

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

A continuación se detallan algunas peculiaridades sobre los incentivos fiscales:

• En la mayoría de los países está permitida la depreciación acelerada de los activos

utilizados en las actividades de I+D.

• Todos los países, excepto Nueva Zelanda, permiten deducir el gasto en I+D realizado

en el ejercicio en la base imponible del Impuesto sobre Sociedades.

• En algunos países, la deducción permitida en la base imponible supera el 100%,

como ocurre en Australia, donde se aplica una deducción del 125% de los gastos

corrientes en I+D.

• La definición del gasto en I+D susceptible de ser deducido difiere según los países.

• Siete países ofrecen créditos fiscales. En Canadá, Italia y Holanda (para pymes) son

lineales; en Francia y Estados Unidos están basados en incrementos; en Japón y

España se aplican los créditos fiscales combinados. En los países que aplican los

créditos fiscales basados en incrementos la fórmula es diferente para cada país. En

Francia y España la referencia es el gasto en I+D realizado en los dos últimos años;

en Japón, se toma como referencia el mayor gasto en I+D realizado desde 1966. En

Estados Unidos, el incentivo depende de la intensidad del gasto en I+D (porcentaje

que representa los gastos de I+D en los ingresos), ya que se toma como referencia el

producto de un porcentaje base fijado (la intensidad media del gasto en I+D en 1984-

1988 con un máximo del 16%) y la media de las ventas totales durante los últimos

cuatro años.

• Las deducciones fiscales son imputables como ingresos en algunos países, como

Canadá y Estados Unidos.

• Algunos países establecen máximos en las deducciones fiscales.

• El tratamiento de las empresas con pérdidas, como por ejemplo, la posibilidad de

trasladar al futuro las deducciones fiscales no aplicadas en el ejercicio

correspondiente, también es diferente entre los países.

• En algunos países, existe un cierto grado de selectividad en los incentivos fiscales.

Estos son utilizados para dar un trato fiscal más favorable a determinados tipos de

empresas, tecnologías o gastos en I+D. Algunos países, como Canadá, Holanda,

Italia y Japón ofrecen ventajas fiscales a las pymes. Japón favorece la investigación

básica y “áreas tecnológicas prioritarias”. Además, ciertos países ofrecen ciertos

incentivos fiscales para el empleo en I+D+I.

• En algunos países existen dos sistemas fiscales, uno central (federal) y otro regional

(provincial), y por tanto, dos tipos de incentivos fiscales. Esto ocurre en Estados

Unidos y en Canadá.

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4 tecno-logica

4.3. EVIDENCIA SOBRE LA EFICACIA DE LOS

INCENTIVOS FISCALES

Hoy en día nadie duda que los gobiernos deben incentivar las actividades de I+D que realizan las

empresas. Pero para poder evaluar la eficacia de los incentivos fiscales, hay que analizar si con los

incentivos fiscales se genera más I+D de la que se hubiera llevado a cabo sin ellos y si las medidas

fiscales son superiores a otros instrumentos. Para ello, la OCDE propone cuatro criterios (OCDE (1998 a)):

• Asegurar la adicionalidad. ¿hasta qué punto reducir el coste de la I+D mediante los

incentivos fiscales estimula el gasto en I+D por parte de las empresas? Pues depende

de la elasticidad precio de la I+D. Si la elasticidad se acerca a cero, una disminución

del coste no dará lugar a un aumento adicional del gasto en I+D y lo único que se

producirá será una sustitución de fondos de las empresas para financiar el gasto en

I+D por fondos públicos. Para asegurar la máxima adicionalidad existen dos

alternativas. Una es definir bien y sin ambigüedades los gastos en I+D que se pueden

deducir en el impuesto para evitar que la empresa pueda redefinir algunos gastos

como I+D y deducirse la cantidad correspondiente, si bien los estudios realizados

apuntan que el riesgo de que ocurra esto es pequeño. Algo más importante para

obtener una adicionalidad máxima es la elección de una figura impositiva correcta.

Con las deducciones de más del 100% del gasto en I+D y con los créditos fiscales

basados en el volumen en realidad se subsidia todo el gasto en I+D, cuando gran

parte de dicho gasto se hubiera realizado incluso sin incentivos fiscales. Sin embargo,

con los créditos fiscales basados en incrementos, lo que se está premiando no es el

total de gasto sino el aumento marginal sobre una base que intenta aproximarse al

gasto que se hubiera producido si no hubiera incentivos fiscales.

• Evitar efectos discriminatorios y distorsionadores. Los créditos fiscales basados en

incrementos son un buen instrumento para el criterio de adicionalidad. Sin embargo,

también tienen desventajas: se crean desigualdades en el terreno fiscal entre dos

empresas que efectúen el mismo gasto en I+D y se distorsionan las estrategias de

inversión en I+D. Esta última desventaja se produce como consecuencia de la

definición de la base para los incrementos. Si se tiene una base móvil (por ejemplo, el

incremento se mide con respecto al volumen de gasto del año anterior), la empresa

puede decidir concentrar el gasto en determinados años para obtener más beneficios

fiscales. Si la base está fija en un año concreto, se reduce la distorsión, pero con el

paso de los años esta referencia es menos significativa y también hay que tener en

cuenta que es menos eficaz para el criterio de adicionalidad, a no ser que se tenga el

caso de Estados Unidos, donde la base incremental depende de la intensidad del

gasto en I+D. Por otro lado, hay que destacar que los incentivos fiscales a la I+D

discriminan en el sentido de que sólo benefician a las empresas con beneficios. Las

empresas con pérdidas y las empresas nuevas que todavía no tienen beneficios no

pueden acceder a este tipo de apoyo público. Este problema tiene varias soluciones

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Centro de Estudios Económicos Fundación Tomillo 42

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

posibles: la primera posibilidad es permitir a las empresas con pérdidas reclamar los

créditos fiscales de otros ejercicios cuando tengan beneficios. Otra solución consiste

en ligar los incentivos fiscales a impuestos menos cíclicos.

• Maximización de los beneficios sociales. El hecho de que se puedan diseñar

instrumentos fiscales que no sean discriminatorios y aseguren la máxima

adicionalidad no es condición suficiente para justificar la intervención del Gobierno. El

conjunto de la sociedad debe poder beneficiarse del gasto público a través de

incrementos en la productividad, en la renta y en el empleo. En cierto grado existe un

trade-off entre dos objetivos: minimizar las distorsiones en el mercado dando un

tratamiento igual a todas las empresas y concentrar los beneficios de los incentivos

fiscales allí donde la diferencia entre la rentabilidad social del gasto en I+D y la

privada es más amplia. Por otro lado, los incentivos fiscales, al contrario que las

subvenciones, dejan un gran margen de maniobra a la empresa para decidir en qué

proyectos de I+D invertir. Las empresas decidirán llevar a cabo primero los proyectos

más rentables desde su punto de vista. Después, gracias a los incentivos fiscales

realizarán los proyectos con menos beneficios. La cuestión es si entre esos proyectos

también se encuentran los que tienen más beneficios a nivel social. El Gobierno tiene

escaso conocimiento de la relación entre la rentabilidad privada y la social. Para

solucionar este problema se pueden tomar dos medidas. La primera es restringir el

apoyo fiscal a ciertos tipos de investigación que supuestamente tienen mayores

beneficios sociales (como la investigación básica). Sin embargo, si lo que se quiere

conseguir es esto, deberían utilizarse las ayudas para determinados proyectos. La

segunda solución consistiría en dar un tratamiento fiscal preferente a ciertas

empresas, como por ejemplo las pymes, ya que ellas pueden estar más afectadas por

los fallos de mercado que otras empresas. Sin embargo, también en este caso la

solución no acaba de ser la correcta, ya que habría que diseñar una medida fiscal que

abarque todas las necesidades de todos los tipos de pymes.

• Superioridad y eficiencia sistémica. Las comparaciones entre los incentivos fiscales a

la I+D y otros instrumentos para lograr los mismos objetivos son todo un reto. Los

diferentes tipos de apoyo financiero a la I+D se dirigen a diferentes tipos de

investigación. Sin embargo, se producen algunos solapamientos entre ambos

instrumentos. Por otro lado, para comparar el coste de los incentivos fiscales con los

beneficios que se generan no sólo hay que tener en cuenta la cantidad adicional de

I+D que se genera, sino las externalidades o los beneficios sociales derivados:

efectos en otras empresas y clientes, efectos a largo plazo en la productividad, la

producción, la recaudación de impuestos sobre sociedades. Desde el punto de vista

del sistema, incluso habría que tener en cuenta los beneficios que se producen en

otros países, aunque algunos estudios sugieren que estos efectos internacionales son

modestos.

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

4.3.1. LAS CONCLUSIONES DE LOS ESTUDIOS EMPÍRICOS

Para conocer cómo responden las empresas a cambios en el coste de realizar I+D mediante incentivos

fiscales se han realizado diversos estudios para diferentes países, algunos de los cuales están

recogidos en OCDE (1998 a) y COTEC (2000 a) y son resumidos a continuación.

Los estudios basados en encuestas a empresas apuntan algunas conclusiones, que deberían tomarse

con cautela, debido a problemas en la encuesta y a la subjetividad de las respuestas de los

encuestados. En resumen, estos estudios realizados para Australia y Canadá apuntan a que la

introducción de algunas medidas fiscales generaban un gasto en I+D que suponía el 40-60%, según los

casos, de los ingresos fiscales a los que el Gobierno había renunciado.

Algunos estudios econométricos tratan de estimar la elasticidad precio del gasto en I+D (es decir, el

aumento porcentual en el gasto en I+D que se genera por una reducción de un 1% en el coste de la

I+D) y el aumento en la I+D derivado de una bajada marginal de los ingresos fiscales. Los primeros

estudios sugerían que la elasticidad precio era pequeña (en torno a 0,3). En cambio, los estudios más

recientes apuntan que la elasticidad sería bastante mayor, en torno a la unidad (Hines (1993); Hall

(1992); Mamuneas y Nadiri (1995)). Esta diferencia entre las elasticidades puede deberse, entre otros

factores, a la existencia de muestras con un número mayor de años. Diversos estudios también han

realizado estimaciones de las elasticidades a corto plazo y a largo plazo. Bloom, Griffith y Van Reenen

(2000) comparan diferentes incentivos fiscales en un grupo de países pertenecientes a la OCDE y

estiman una elasticidad de largo plazo cercana a la unidad, mientras que la elasticidad a corto plazo se

encuentra en torno a 0,1.

Una cuestión importante es si las empresas que más se benefician de los incentivos fiscales son las

que más lo necesitan. No hay demasiada evidencia empírica, pero los análisis realizados apuntan a que

esto no es así, de lo que se deriva la importancia de diseñar sistemas fiscales de incentivos que

minimicen tanto las desigualdades fiscales como los efectos distorsionadores.

La OCDE ha realizado un estudio econométrico sobre las relaciones entre el tratamiento fiscal de la

I+D, la financiación pública de la I+D (que serían las ayudas directas) y la financiación privada de la I+D

para una muestra de 17 países pertenecientes a la OCDE (Guellec y van Pottelsberghe (1999)). A

continuación se describen las conclusiones de dicho estudio:

• Tanto las ayudas directas como los incentivos fiscales tiene un efecto positivo

significativo, aunque débil, sobre el gasto de las empresas en I+D. El efecto de los

incentivos fiscales es mayor en el corto plazo. Sin embargo, a largo plazo son las

ayudas directas las que tienen un mayor impacto. Ambos tipos de medidas deben

dirigirse a cumplir diferentes objetivos: Mientras las medidas fiscales favorecen la

investigación aplicada con un retorno privado alto, las ayudas directas se dirigen a

proyectos seleccionados por el gobierno con una visión más a largo plazo y con una

rentabilidad a nivel social.

• Dado un nivel de intervención del sector público, los cambios marginales en los

incentivos fiscales y las ayudas directas son sustitutos. Es decir, a mayor aumento de

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Centro de Estudios Económicos Fundación Tomillo 44

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

ayudas directas, más débil es el impacto de los incentivos fiscales, y una mejora en el

trato fiscal de la I+D reduce el efecto de las ayudas directas. De esto, se deriva la

necesidad de coordinar los distintos instrumentos para potenciar el gasto en I+D.

• Las empresas responden más a los incentivos fiscales en los países con sistemas de

incentivos fiscales estables.

Un trabajo posterior publicado por la OCDE y realizado por los mismos autores (Guellec y van

Pottelsberghe (2000)), sirve de complemento al anterior, al ampliar los resultados a otros tipos de

políticas, lo que significa una notable mejora, ya que hay que tener en cuenta que los efectos de las

diferentes políticas para estimular la I+D están condicionados por el uso de otras políticas. En este

caso, se trata de estimar el efecto del gasto público en I+D sobre el gasto en I+D ejecutado y financiado

por las empresas. Aquí, el gasto público en I+D incluye no sólo los incentivos fiscales y las ayudas

directas, sino también el gasto del sector público en I+D en laboratorios públicos y los desembolsos

realizados por el Gobierno para la I+D ejecutada por la Enseñanza Superior. Para ello, se tiene una

muestra de 17 países, en el período 1983-1996.

Tras un detallado análisis econométrico, del estudio se desprenden varias conclusiones, siendo algunas

de ellas las mismas que las obtenidas en el estudio anterior:

• Tanto los incentivos fiscales como las ayudas directas estimulan la I+D financiada por

las empresas, mientras que la I+D realizada por el Gobierno y las Universidades tiene

un efecto expulsión (crowding-out). Además, el efecto de los incentivos fiscales es

más rápido, aunque de menor duración que el de las ayudas directas. Si el Gobierno

de un país desea incentivar la I+D en el sector privado debería centrarse en los

incentivos financieros y las compras públicas (en este estudio una de las variables era

la financiación por parte del Gobierno de la I+D ejecutada por las empresas,

incluyendo las ayudas directas y los contratos públicos), en lugar de instrumentos

como el apoyo a la Universidad o a institutos de investigación públicos. Otra

conclusión a destacar es que un aumento en la financiación directa por parte del

Gobierno de la I+D privada ayuda a mitigar el impacto negativo de la I+D de las

Universidades sobre la I+D de las empresas, quizás porque esa financiación pública

puede reducir las barreras en la transferencia de conocimientos desde las

Universidades hacia las empresas.

• Los países con un nivel de ayudas directas demasiado alto o demasiado bajo

estimulan la I+D privada menos que los países con un nivel medio de financiación

pública. Es decir, la relación entre la elasticidad de la I+D ejecutada y financiada por

el sector privado con respecto a las ayudas públicas y la financiación pública de la I+D

privada (a través de ayudas directas y contratos públicos) tiene forma de U invertida,

alcanzando un máximo con una tasa de subsidiación (el porcentaje de la I+D

ejecutada por las empresas y financiada por el Gobierno) del 12,7%. Es más, con una

tasa de subsidiación superior al 25% la elasticidad se convierte en negativa, lo que

significa que a esos niveles un aumento de la financiación pública provoca una

reducción de la financiación privada de la I+D de las empresas. En el Gráfico 1 se

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Centro de Estudios Económicos Fundación Tomillo 45

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

puede observar la tasa de subsidiación para todos los países analizados de los que

se disponen datos en 1981 y 1996. Como se puede apreciar en el gráfico, la

tendencia en los países con un mayor apoyo público, incluso superando el punto

crítico del 12,7%, ha sido a disminuir el peso de las ayudas en la I+D desarrollada por

las empresas (como es el caso de Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos).

Italia y España, que se encontraban por debajo de dicho “umbral” han hecho lo

contrario, acercarse. En cambio, Australia y en menor medida, Canadá, han reducido

el peso de las ayudas públicas, incluso encontrándose por debajo del punto máximo

inicialmente.

GRÁFICO 1

TASA DE SUBSIDIACIÓN, 1981-1996

0

5

10

15

20

25

30

35

Ale

man

ia

Aus

tral

ia

Can

adá

Esp

aña

Est

ados

Uni

dos

Fra

ncia

Hol

anda

Italia

Japó

n

Rei

no U

nido

1981 1996

Efecto máximo: 12,7%

Fuente: OCDE (1998 a) y (2000 a).

• Las políticas estables son más efectivas que las políticas volátiles. Es decir, siempre

una política será tanto más efectiva si está integrada en un sistema estable.

• Existe una interacción entre las diferentes políticas, es decir, que la efectividad de una

política puede verse influida por el uso de otras políticas. Así, el análisis sugiere que

la financiación pública directa de la I+D de las empresas y los incentivos fiscales son

sustitutos, es decir, que por ejemplo, al aumentar la financiación directa se disminuye

el efecto de los incentivos fiscales. De esto se deriva, la necesidad de coordinar los

diferentes instrumentos de los que disponen los Gobiernos para estimular la I+D.

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Page 47: benchmarking de instrumentos financieros

Comparación internacional de estadísticas

capítulo 5

Page 48: benchmarking de instrumentos financieros
Page 49: benchmarking de instrumentos financieros

Centro de Estudios Económicos Fundación Tomillo 49

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

En este capítulo se realizará una comparación de estadísticas a nivel internacional que permitirá

conocer la situación de cada país en materia de innovación, la evolución de la I+D en las empresas, los

recursos que destina el gobierno de cada país al fomento de la I+D y el nivel de uso de los distintos

instrumentos de política tecnológica que se han descrito anteriormente. Además, para cada aspecto de

la innovación, se podrá conocer qué países son líderes y la situación de España dentro del conjunto de

economías analizadas.

5.1. SELECCIÓN DE INDICADORES ESTADÍSTICOS

Los indicadores seleccionados se integran en cinco grandes bloques que intentan ofrecer el máximo de

información tanto sobre la innovación en cada país en general, como sobre el tema principal de este

estudio, que son los instrumentos financieros de política tecnológica. En la Tabla 6 se encuentra un

esquema de los indicadores utilizados.

5.2. ELECCIÓN DE PAÍSES

El análisis de los datos estadísticos referentes a innovación se realizará mediante una comparación

entre España y un conjunto de países pertenecientes a la OCDE. Para la elección de este grupo de

países se han seguido varios criterios:

Todos ellos son países desarrollados

Algunos de los países escogidos pertenecen a la Unión Europea. En concreto, se han

elegido los países de mayor importancia dentro de la UE (Alemania, Francia, Italia y

Reino Unido). Además, también se han incluido otros dos países, Holanda y Portugal,

que se caracterizan por su menor tamaño y en el caso del segundo por su cercanía

geográfica y mayor similitud con España.

Se han escogido otros países no pertenecientes a la UE, pero que sí se consideran

de interés desde el punto de vista de la innovación.

Todos los países pertenecen a la OCDE, lo que facilita la existencia de datos

estadísticos, ya que la OCDE es una de las principales fuentes de estadísticas a nivel

mundial.

Tras la aplicación de estos criterios se han escogido los siguientes países: Alemania, Australia, Canadá,

España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Portugal y Reino Unido.

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

TABLA 6

SELECCIÓN DE INDICADORES PARA COMPARACIÓN DE DATOS ESTADÍSTICOS

TEMA Indicador

Gasto en I+D versus PIB per cápita

Evolución del gasto en I+D

Gasto en I+D por sectores de ejecución

Gasto en I+D por sectores de financiación

Distribución del gasto en I+D de las empresas por fuente de financiación

Las pymes en el gasto en I+D financiado por el sector público

Intensidad del gasto en innovación y en I+D de las empresas

Asignaciones presupuestarias del sector público para I+D

Asignaciones presupuestarias del sector público para I+D por objetivos socioeconómicos

Apoyo público a la I+D por tipos de instrumentos

Ayudas estatales a la I+D

Evolución de las ayudas estatales a la I+D

Número de patentes

Cooperación en innovación

Incentivos fiscales

Ayudas directas

Incentivos fiscales y ayudas directas

Evolución de los incentivos fiscales y las ayudas directas

INSTRUMENTOS FINANCIEROS

INDICADORES GENERALES SOBRE INNOVACIÓN

GASTO EN I+D DE LAS EMPRESAS

GASTO EN I+D POR EL SECTOR PÚBLICO

INSTRUMENTOS NO FINANCIEROS

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

5.3. INDICADORES GENERALES SOBRE INNOVACIÓN

5.3.1. GASTO EN I+D VERSUS PIB PER CÁPITA

En el Gráfico 2 se observa el gasto en I+D per cápita frente al PIB per cápita, del que se derivan dos

conclusiones claras. La primera es que a mayor renta pér cápita, mayor es la inversión en I+D,

destacando el caso de Estados Unidos, que se encuentra en primer lugar. La segunda es que España

se encuentra en los últimos lugares tanto en PIB per cápita como en I+D dentro del grupo de países

seleccionados. Hay que mencionar que otros países europeos, como Portugal y Grecia, se encuentran

por debajo de España en ambos aspectos. La relación entre la intensidad del gasto en I+D y la renta

per cápita está claramente justificada: En los países con renta más baja el gasto en I+D del sector

público y del privado es relativamente más bajo, aunque en estos países el sector público tiende a tener

un mayor peso en el gasto en I+D, ante la necesidad de desarrollar una base tecnológica y el escaso

esfuerzo tecnológico de las empresas. Ésto se ve reforzado por el hecho de que los países con renta

más baja suelen tener empresas con niveles medio o bajo de tecnología, que no realizan demasiado

esfuerzo para adoptar nuevas tecnologías. Por otro lado, los países más pobres suelen tener una

balanza de pagos tecnológica negativa, ya que dependen notablemente de las importaciones de

tecnología.

GRÁFICO 2

GASTO EN I+D PER CÁPITA Y PIB PER CÁPITA, 1998 (1)

0

100

200

300

400

500

600

700

800

900

10000 15000 20000 25000 30000 35000

PIB per cápita en dólares (PPP)

Gas

to e

n I+

D p

er c

ápita

en

dóla

res

(PP

P)

España Nueva Zelanda

Italia

Estados UnidosJapón

Canadá

Alemania

Australia

OCDEHolanda

Francia

UE

Reino Unido

Portugal

(1) Australia, 1996 Nueva Zelanda, Portugal y Holanda: 1997. Fuente: OCDE (2000 a).

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5.3.2. EVOLUCIÓN DEL GASTO EN I+D

La evolución del gasto en I+D en porcentaje del PIB en las dos últimas décadas (véase Gráfico 3)

refleja un esfuerzo en mejorar la I+D entre 1981 y 1999 en casi todos los países analizados. En este

sentido, hay que destacar el gran progreso de España, Australia y Japón. Sólo el Reino Unido y

Alemania han visto como el gasto en I+D en relación al PIB descendió entre 1981 y 1999, aunque en el

caso germano fue a consecuencia de la reunificación. Ahora bien, esta tendencia positiva en el gasto en

I+D no se ha producido de manera uniforme. En la mayoría de los países se observa que en la década

de los ochenta se produjo una mejora muy notable en el gasto en I+D, mientras que en la década de los

noventa esta mejora se ralentizó o incluso se produjo un empeoramiento del gasto en I+D en porcentaje

del PIB. Ciertamente, existen una gran cantidad de factores que influyen en la decisiones de invertir en

I+D, pero sin duda uno de los elementos fundamentales es el ciclo económico. Tras la bonanza

económica de los años ochenta, llegó una desaceleración de la actividad económica en la primera mitad

de los noventa, lo que a buen seguro puede contribuir a explicar la tendencia del gasto en I+D descrita

anteriormente.

GRÁFICO 3

EVOLUCIÓN DEL GASTO EN I+D, EN PORCENTAJE DEL PIB, 1981-1999 (1)

0

0,5

1

1,5

2

2,5

3

3,5

Portugal España Italia NuevaZelanda

Canadá Australia UE ReinoUnido

Holanda Francia OCDE Alemania EstadosUnidos

Japón

1981 1990 1999

(1) O último año disponible. Fuente: OCDE (2000 a).

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5.3.3. GASTO EN I+D POR SECTORES DE EJECUCIÓN

En la Tabla 7 se presenta el gasto en I+D de diferentes países por sectores de ejecución. Las

diferencias entre España y otros países son notables. En España, el peso de las empresas en el gasto

en I+D es considerablemente menor que en la media de la OCDE y en la UE, mientras que las

Administraciones Públicas y la enseñanza superior concentran un mayor porcentaje del gasto en I+D.

Un caso a destacar es el de Portugal, ya que en este país los Centros de Enseñanza Superior son los

que aportan la mayor parte de la I+D, mientras que las empresas y las Administraciones Públicas tienen

un papel en la I+D mucho más reducido. Por otra parte, al observar los datos de la tabla se observa una

conclusión clara: El peso de las empresas en el gasto en I+D aumenta con el nivel de renta. En Estados

Unidos y Japón más del 70% del gasto en I+D es ejecutado por las empresas, mientras que en España

es algo superior al 50%, y en Portugal es inferior al 25%.

TABLA 7

DISTRIBUCIÓN DEL GASTO EN I+D POR SECTORES DE EJECUCIÓN (EN PORCENTAJE), 1999 (1)

Empresas

Administraciones públicas

Centros de enseñanza superior

Alemania 67,8 14,6 17,6Australia 47,9 23,8 26,3Canadá 63,0 12,2 23,6España 51,5 16,5 30,9Estados Unidos 76,1 7,1 13,9Francia 62,0 19,5 17,1Holanda 54,6 17,1 27,3Italia 53,8 21,2 25,1Japón 71,2 9,2 14,8Nueva Zelanda 28,2 35,3 36,4Portugal 22,5 24,2 40,0Reino Unido 65,8 13,3 19,6

UE 63,5 15,0 20,7OCDE 69,3 11,2 17,0

(1) O último año disponible. Fuente: OCDE (2000 a).

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5.3.4. GASTO EN I+D POR SECTORES DE FINANCIACIÓN

En la Tabla 8 se presentan los datos según el origen de la financiación del I+D. El patrón es muy similar

al seguido por los sectores que ejecutan el gasto en I+D. En la OCDE, la fuente principal de financiación

procede de las empresas, que aportan más del 60% del total, mientras que las Administraciones

Públicas contribuyen con un 30%. Hay que destacar los casos de Estados Unidos y Japón, con una

gran importancia del sector privado. Mientras, en la Unión Europea y en España las cifras son algo

diferentes: en la UE, cerca del 54% del gasto en I+D es financiado por las empresas, frente al 37,2%

procedente del sector público. En el caso de España la financiación por parte de las empresas

constituye el 49,8%, frente al 38,7% de las Administraciones Públicas. También hay que destacar el

caso de Portugal, donde las empresas apenas financian el 21,2% del gasto en I+D y es el sector público

quién tiene mayor protagonismo en este aspecto. En relación con la financiación procedente del

extranjero, cabe mencionar los casos de Canadá, Holanda y Reino Unido, donde el capital procedente

del exterior tiene una mayor importancia relativa. En el otro extremo, se encuentra Japón, donde la

financiación del extranjero del gasto en I+D sólo supone el 0,3%.

TABLA 8

DISTRIBUCIÓN DEL GASTO EN I+D POR SECTORES DE FINANCIACIÓN (EN PORCENTAJE), 1999 (1)

Empresas

Administraciones públicas

Extranjero

Alemania 61,7 35,6 2,4Australia 47,5 46,0 2,1Canadá 49,2 31,2 13,8España 49,8 38,7 6,7Estados Unidos 68,5 27,6 -Francia 50,3 40,2 7,9Holanda 45,6 39,1 12,8Italia 43,9 51,1 5,0Japón 72,6 19,3 0,3Nueva Zelanda 30,5 52,3 5,2Portugal 21,2 68,2 6,1Reino Unido 47,3 31,0 16,8

UE 53,9 37,2 7,0OCDE 63,1 30,6 -

(1) O último año disponible. Fuente: OCDE (2000 a).

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5.4. GASTO EN I+D DE LAS EMPRESAS

5.4.1. DISTRIBUCIÓN DEL GASTO EN I+D DE LAS EMPRESAS POR FUENTE DE FINANCIACIÓN

En relación con el gasto en I+D ejecutado por las empresas, hay que destacar que la principal fuente de

financiación de dicho gasto son las propias empresas (véase Tabla 9 y Gráfico 4). De hecho, en la

mayoría de los países analizados, una cifra cercana e incluso superior al 80% del gasto en I+D

empresarial procede de las empresas, quedando el sector público relegado a un papel secundario, ya

que sólo aporta una media del 9% de los fondos necesarios en la UE y en la OCDE. En este sentido,

hay que destacar países como Alemania, Australia, España, Estados Unidos y Japón, donde el gasto en

I+D financiado por las empresas supera el 85%. Por otra parte, también hay que mencionar que la

financiación procedente del extranjero tiene un papel importante en algunos países como Canadá,

Holanda y el Reino Unido.

TABLA 9

DISTRIBUCIÓN DEL GASTO EN I+D DE LAS EMPRESAS POR FUENTE DE FINANCIACIÓN, EN PORCENTAJE, 1999 (1)

Empresas

Administraciones públicas

Extranjero

Alemania 88,2 9,0 2,7Australia 93,5 2,4 2,6Canadá 73,4 5,3 21,3España 89,1 6,6 4,2Estados Unidos 88,2 11,8 -Francia 78,5 10,6 10,8Holanda 75,7 5,4 18,8Italia 78,5 13,3 8,2Japón 97,3 2,1 0,4Nueva Zelanda 79,3 8,7 11,2Portugal 82,7 9,4 7,9Reino Unido 66,4 11,6 22,0

UE 81,9 9,3 8,7OCDE 87,7 9,5 -

(1) O último año disponible. Fuente: OCDE (2000 a) y OCDE (2000 b).

Page 56: benchmarking de instrumentos financieros

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

GRÁFICO 4

GASTO EN I+D DE LAS EMPRESAS POR FUENTE DE FINANCIACIÓN, EN PORCENTAJE, 1999 (1)

0

20

40

60

80

100

120

0 2 4 6 8 10 12 14

Administraciones Públicas

Em

pres

as

Japón Australia

HolandaCanadá

España

Nueva Zelanda

Alemania OCDE

Italia

Estados Unidos

Francia

Reino Unido

UE

Portugal

(1) O último año disponible. Fuente: OCDE (2000 a) y OCDE (2000 b).

5.4.2. LAS PYMES EN EL GASTO EN I+D FINANCIADO POR EL SECTOR PÚBLICO

Las pymes integran una gran parte de la estructura empresarial en la mayoría de los países, y al mismo

tiempo, son empresas que encuentran más obstáculos que otros grupos a la hora de innovar. Los

gobiernos de los distintos países cuentan con diversos instrumentos para incentivar la innovación entre

los agentes económicos y uno de ellos es la financiación, ofreciendo ayudas y subvenciones. En el

Gráfico 5 se presentan datos sobre el peso de las pymes en el gasto ejecutado por las empresas y

financiado por el sector público (sólo existen datos para algunos países comunitarios, Estados Unidos y

Japón). Del gráfico se desprende que son los países pequeños, junto con España, los que muestran

una mayor participación de las pymes. Alemania, Francia, Reino Unido, Estados Unidos y Japón

muestran que sólo entre el 8% y el 15%, aproximadamente, del gasto ejecutado por empresas y

financiado por el sector público, procede de las pymes. En cuanto a la evolución de este indicador

(véase Gráfico 6), se puede decir que Portugal y España son los que han mostrado un crecimiento más

elevado en los últimos años en el gasto en I+D ejecutado y financiado por el sector público. En cambio,

los países donde las pymes tienen menos importancia en el gasto en I+D públicamente financiado, los

crecimientos son más reducidos, como en Estados Unidos, e incluso negativos, como sucede en Reino

Unido y Francia. Japón es un caso a destacar, ya que aunque las pymes tienen una importancia relativa

menor en el gasto en I+D financiado por el Gobierno, sí ha mostrado un crecimiento considerable,

similar al de España, en los últimos años.

Page 57: benchmarking de instrumentos financieros

Centro de Estudios Económicos Fundación Tomillo 57

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

GRÁFICO 5

PORCENTAJE DE LAS PYMES EN EL GASTO EN I+D EJECUTADO POR LAS EMPRESAS Y FINANCIADO POR EL SECTOR PÚBLICO, ÚLTIMO AÑO DISPONIBLE

0 10 20 30 40 50 60 70

Francia

Estados Unidos

Reino Unido

Alemania

Japón

Holanda

España

Portugal

Portugal: 2000; Reino Unido, Japón, Estado Unidos: 1999; Alemania: 1997; Resto de Países: 1998. Fuente: Comisión Europea (2001 a).

GRÁFICO 6

GASTO EN I+D EJECUTADO POR LAS PYMES Y FINANCIADO POR EL SECTOR PÚBLICO. CRECIMIENTO MEDIO ANUAL EN TÉRMINOS REALES, EN PORCENTAJE. 1995-ÚLTIMO AÑO DISPONIBLE

-15 -10 -5 0 5 10 15 20 25 30 35

Francia

Reino Unido

Estados Unidos

Holanda

Japón

España

Portugal

Portugal: 1995-00; Reino Unido y Japón: 1995-99; Francia: 1995-98; Holanda: 1996-98; España, Estados Unidos: 1997-99. Fuente: Comisión Europea (2001 a).

Page 58: benchmarking de instrumentos financieros

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

5.4.3. INTENSIDAD DEL GASTO EN INNOVACIÓN Y EN I+D DE LAS EMPRESAS

Como medida de la intensidad de la innovación se pueden evaluar dos indicadores. El primero, cuyos

datos se muestran en el Gráfico 7, corresponden a los gastos de las empresas en I+D en porcentaje del

PIB generado por el sector privado. Éste es un indicador amplio en la medida en que registra el gasto

del sector empresarial conjunto, pero sólo mide el gasto en I+D. El segundo indicador, que se muestra

en el Gráfico 8, consiste en el gasto en innovación en porcentaje de las ventas totales de la industria,

que mide no sólo la I+D, sino el conjunto de la innovación, pero sólo se refiere a las empresas del

sector industrial con más de 19 trabajadores y pertenecientes a la UE, ya que los datos proceden de la

Encuesta de Innovación Comunitaria. Como se observa en los gráficos, el orden de los países es muy

similar, Con Japón, Estados Unidos y Alemania a la cabeza e Italia, España, Nueva Zelanda y Portugal

en los últimos lugares. También hay que mencionar que, por lo general, la evolución en los últimos

veinte años de la intensidad del gasto en I+D ha sido positiva, en la medida en que del conjunto de

países analizados, sólo Alemania y Reino Unido, que partían de una situación más favorable, han

registrado un descenso de la intensidad del gasto en I+D. El resto de los países han mostrado una

mejora en este indicador.

GRÁFICO 7

GASTOS DE LAS EMPRESAS EN I+D EN PORCENTAJE DEL PIB GENERADO POR EL SECTOR PRIVADO, 1981-1998

0 0,5 1 1,5 2 2,5 3

Portugal

España

Australia

Holanda

Reino Unido

OCDE

Estados Unidos

1981 1998

Los datos de Australia, Holanda, Nueva Zelanda y Portugal corresponden a 1997. Fuente: OCDE (2000 a).

Page 59: benchmarking de instrumentos financieros

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4 tecno-logica

5.5. GASTO EN I+D POR PARTE DEL SECTOR PÚBLICO

5.5.1. ASIGNACIONES PRESUPUESTARIAS DEL SECTOR PÚBLICO PARA I+D

La asignación presupuestaria del Gobierno para I+D ofrece una aproximación del apoyo a la I+D por

parte del sector público e incluye los recursos destinados a estas actividades y desarrolladas por el

sector público, por las empresas, por las Universidades y por las organizaciones sin fines de lucro. El

Gráfico 9 muestra el porcentaje que suponen los recursos asignados a I+D en el presupuesto total del

Gobierno. Hay que destacar que Estados Unidos y Japón se encuentran entre los países con mayor

peso de la I+D en los presupuestos públicos, por delante de la media de la Unión Europea. Sin

embargo, dentro de la UE existen diferencias, ya que mientras Francia y Holanda superan de forma

considerable la media europea, en Portugal e Italia sucede lo contrario, quedando Alemania, Reino

Unido y España cerca de la media. La evolución en los últimos años revelan patrones diferenciados

(véase Gráfico 10). España y Portugal son los países con un mayor crecimiento en la asignación

presupuestaria destinada a I+D. Asimismo, hay que destacar el notable crecimiento de Japón y la

importante reducción registrada en Francia, teniendo en cuenta, como se ha mencionado antes, que

ambos países conceden una mayor importancia relativa a la I+D en los presupuestos públicos.

GRÁFICO 8

GASTO EN INNOVACIÓN EN PORCENTAJE DE LAS VENTAS TOTALES DE LA INDUSTRIA, 1996

0 0,5 1 1,5 2 2,5 3 3,5 4 4,5

Portugal

España

Italia

Reino Unido

UE

Holanda

Francia

Alemania

Los datos de Alemania y España corresponden a 1998. Fuente: Comisión Europea (2001 d).

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4 tecno-logica

GRÁFICO 9

PESO DE LA ASIGNACIÓN PARA I+D EN EL PRESUPUESTO DEL SECTOR PÚBLICO

1,36

1,47

1,83

1,87

1,9

1,99

3,25

3,86

4,2

4,95

0 1 2 3 4 5 6

Italia

España

Alemania

Holanda

Estados Unidos

(1) España, Francia, Italia, Reino Unido, Estados Unidos y UE: 1999. Resto de países: 2000. (2) Datos de Luxemburgo no se incluyen en la media UE. Fuente: Comisión Europea (2001 a).

GRÁFICO 10

ASIGNACIÓN PRESUPUESTARIA A I+D, TASA DE CRECIMIENTO MEDIO ANUAL EN TÉRMINOS REALES, EN PORCENTAJE

-1,52

-0,52

-0,27

-0,08

0,61

1,48

2,68

6,26

10,85

12,72

-4 -2 0 2 4 6 8 10 12 14

Francia

Reino Unido

UE(2)

Holanda

Portugal

(1) España, Francia, Italia, Reino Unido y UE: 1995-1999. Resto de países: 1995-2000. (2) Datos de Luxemburgo no se incluyen en la media UE. Fuente: Comisión Europea (2001 a).

Page 61: benchmarking de instrumentos financieros

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5.5.2. ASIGNACIONES PRESUPUESTARIAS DEL SECTOR PÚBLICO PARA I+D POR OBJETIVOS SOCIOECONÓMICOS

Las asignaciones de los presupuestos públicos destinados a I+D por objetivos socioeconómicos

permiten conocer las prioridades de los Gobiernos. En la Tabla 10 se muestra una primera clasificación

entre Defensa y Civil, junto con la desagregación de los objetivos civiles en Desarrollo Económico (que

incluye promoción de la agricultura y pesca, promoción de la industria, infraestructuras y energía), Salud

y Medioambiente, Espacio civil, Programas no orientados y Fondos generales para la Universidad. Los

datos ofrecen una conclusión clara: los distintos gobiernos están reduciendo el peso de la defensa en

sus presupuestos. En la década de los noventa, entre los países analizados sólo Canadá y España han

aumentado el porcentaje de las asignaciones presupuestarias para I+D destinado a Defensa,

destacando el aumento de España, que en 1999 prácticamente había doblado la cifra de 1991. Esto

hace que España se sitúe en tercer lugar en relación con el porcentaje de la asignación presupuestaria

destinada a I+D que se dedica a Defensa, por detrás solamente de Estados Unidos y Reino Unido, y

superando a Francia, que forma parte del grupo de países que dedica más recursos a Defensa y a I+D

en general (véase Gráfico 9). Entre los objetivos civiles, hay que destacar que por lo general, el sector

público está tendiendo a reducir los fondos para desarrollo económico para aumentar los destinados a

Salud y Medioambiente, los Fondos para la Universidad y otros objetivos no orientados.

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TABLA 10

ASIGNACIONES PRESUPUESTARIAS DEL SECTOR PÚBLICO PARA I+D POR OBJETIVOS SOCIOECONÓMICOS

1991 (1) 1999 (2) 1991 (1) 1999 (2) 1991 (1) 1999 (2) 1991 (1) 1999 (2) 1991 (1) 1999 (2)Alemania 11,0 8,7 89,0 91,3 25,5 22,1 13,0 12,2 6,0 5,2 17,0 17,3 37,3 43,0

Australia 10,3 7,2 89,7 92,8 28,8 27,1 16,3 15,4 - - 23,3 23,5 31,7 34,1

Canadá 5,6 6,1 94,4 93,9 39,9 45,7 16,3 27,8 8,5 12,0 14,8 11,0 20,5 18,1

España 16,8 30,0 83,2 70,0 33,1 34,6 18,2 14,3 8,4 7,8 13,0 10,4 24,0 31,2Estados Unidos 59,7 52,5 40,3 47,5 22,1 13,8 43,5 50,7 24,5 22,6 9,9 13,0 - -

Francia 36,1 24,8 63,9 75,2 32,8 20,3 9,8 13,0 13,5 14,5 23,9 27,1 19,4 22,7

Holanda 3,5 3,1 96,5 96,9 34,3 24,4 10,7 11,5 3,2 3,0 12,9 11,3 34,2 45,6

Italia 7,9 2,6 92,1 97,4 23,6 15,9 19,7 14,6 7,6 8,5 11,5 11,9 34,0 49,1

Japón 5,7 4,6 94,3 95,4 33,5 34,4 5,7 7,1 7,2 6,6 8,5 13,5 45,1 38,4

Nueva Zelanda 1,5 0,7 98,5 99,3 47,5 45,1 25,7 26,6 0,0 0,1 1,2 4,7 24,5 23,5

Portugal 0,8 0,5 99,2 99,5 39,4 28,7 17,6 20,5 0,3 0,7 9,4 9,1 28,6 35,6

Reino Unido 43,9 36,9 56,1 63,1 28,8 12,4 22,3 34,1 4,8 3,9 9,1 18,6 33,7 30,2

Unión Europea 21,0 14,9 79,0 85,1 30,3 23,0 14,3 15,3 7,2 6,8 15,7 17,0 30,8 36,2

OCDE 37,3 30,5 62,7 69,5 28,6 22,5 22,3 23,9 12,2 11,5 13,4 14,9 - -

DEFENSA (% del

presupuesto asignado a I+D)

CIVIL (% del presupuesto

asignado a I+D)

(1): 1991 o primer año disponible(2): 1999 o último año disponible

CIVIL (% del presupuesto para objetivos civiles)

1991 (1)

1991 (1)

1999 (2)1999 (2)Desarrollo económico

Salud y Medioambiente

Espacio No orientadosFondos generales

para la Universidad

Fuente: OCDE (2000 a).

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5.5.3. APOYO PÚBLICO A LA I+D POR TIPOS DE INSTRUMENTOS

En relación con la estructura de las ayudas públicas a la I+D ejecutada por las empresas, sólo existen

datos para Alemania, Australia, Canadá, Estados Unidos, Japón, Francia, Holanda y Reino Unido. El

primer rasgo a destacar (véase Tabla 11 y Gráfico 11) son las marcadas diferencias existentes entre

países. Así, Estados Unidos, Francia y Reino Unido hacen un uso relativamente mayor de los compras

públicas (en estos países también se dedican una cantidad de recursos relativamente mayor a

defensa), en detrimento de otros tipos de apoyo. En cambio, en países como Alemania, Australia y

Holanda son otros instrumentos no financieros los que cuentan con un mayor peso. Por último, Canadá

concede más importancia a las ayudas de tipo financiero, mientras que Japón se concentra en las

compras y en otros instrumentos, para dejar un papel marginal a las ayudas financieras. En cuanto a la

evolución, hay que destacar que en cinco de los ocho países con datos disponibles se ha producido un

descenso de la intensidad del apoyo público (en función del PIB generado por el sector privado), sin que

exista un patrón claro en cuanto al tipo de instrumento sobre el que ha recaído dicha reducción.

TABLA 11

INSTRUMENTOS DE APOYO A LA I+D REALIZADA POR LAS EMPRESAS, TOTAL EN PORCENTAJE DEL PRODUCTO INTERIOR DEL SECTOR PRIVADO Y EN PORCENTAJE TOTAL, 1989-1997

1989 1997 1989 1997 1989 1997 1989 1997 1989 1997 1989 1997 1989 1997 1989 1997

Total 0,55 0,37 0,29 0,31 0,35 32,00 0,76 0,54 0,20 0,27 0,63 0,51 0,38 0,38 0,57 0,40

Instrumentos financieros 35,4 25,1 38,8 28,9 48,9 54,8 15,1 18,5 10,2 7,0 28,1 23,8 44,0 31,8 9,5 3,3

Compras públicas 33,8 35,1 5,9 11,3 24,9 28,4 83,4 79,3 39,1 46,0 58,5 58,7 17,0 24,9 68,0 76,6

Otros instrumentos 30,8 39,7 55,0 59,8 26,2 16,8 1,5 2,2 50,7 47,1 13,4 17,5 39,0 43,2 22,6 20,1

Nota: Los datos de Canadá y Francia se refieren a 1995.

Japón Francia Holanda Reino UnidoEstados UnidosAlemania Australia Canadá

Fuente: OCDE (2000 a).

GRÁFICO 11

INSTRUMENTOS DE APOYO A LA I+D REALIZADA POR LAS EMPRESAS, EN PORCENTAJE DEL PRODUCTO INTERIOR DEL SECTOR PRIVADO

0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6

Japón

Australia

Canadá

Alemania

Holanda

Reino Unido

Francia

Estados Unidos

Instrumentos Financieros Compras Públicas Otros Instrumentos

Fuente: OCDE (2000 a). Nota: Los datos de Francia y Canadá se refieren a 1995.

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5.5.4. AYUDAS ESTATALES A LA I+D

La Comisión Europea dispone de datos sobre las ayudas estatales en los distintos

Estados miembros de la Unión Europea, incluyendo el desglose por objetivos horizontales, entre los que

se encuentra la I+D. Los datos observados en la Tabla 12 y en el Gráfico 12, aportan dos conclusiones.

La primera se refiere a las notables diferencias en el porcentaje del PIB que representa el gasto en I+D

por parte de las empresas. En porcentaje del PIB, las empresas españolas gastan la cuarta parte de lo

que gastan las alemanas y la tercera parte de las francesas, aproximadamente. La segunda conclusión

es que las ayudas estatales a las actividades de I+D suponen una cantidad reducida en comparación

con los recursos gastados por las empresas en I+D. Por ejemplo, para el caso de España las ayudas

estatales a la I+D representan el 9%, aproximadamente, del gasto en I+D empresarial y esta cifra se

reduce al 4% para Alemania.

TABLA 12

GASTO EN I+D DE LAS EMPRESAS VS. AYUDAS ESTATALES A LA I+D, EN PORCENTAJE DEL PIB, 1999

Gasto en I+D de las empresas

Ayudas estatales a la I+D

Alemania 1,69 0,06Australia n.d. n.d.Canadá n.d. n.d.España 0,46 0,04Estados Unidos n.d. n.d.Francia 1,38 0,09Holanda 1,05 0,04Italia 0,56 0,03Japón n.d. n.d.Nueva Zelanda n.d. n.d.Portugal 0,17 0,01Reino Unido 1,27 0,01

UE 1,25 0,05OCDE n.d. n.d.

En porcentaje del PIB

Los datos de Holanda corresponden a 1998.

Fuente: Comisión Europea (2001 b).

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GRÁFICO 12

GASTO EN I+D DE LAS EMPRESAS VS. AYUDAS ESTATALES A LA I+D, EN PORCENTAJE DEL PIB, 1999

0

0,2

0,4

0,6

0,8

1

1,2

1,4

1,6

1,8

Portugal España Italia Holanda UE Reino Unido Francia Alemania

Por

cent

aje

del P

IB

Gasto en I+D de las empresas Ayudas estatales a la I+D

Los datos de Holanda corresponden a 1998. Fuente: Comisión Europea (2001 b).

5.5.5. EVOLUCIÓN DE LAS AYUDAS ESTATALES A LA I+D

En los últimos años, las ayudas estatales concedidas por los países de la Unión Europea han

experimentado una reducción (no existen datos para los países no pertenecientes a la UE, dado que es

la Comisión Europea quien publica periódicamente los informes sobre las ayudas estatales). Según la

Tabla 13, éstas han bajado a un ritmo anual del 6,7% en el conjunto de la UE entre 1995 y 1999, si bien

hay que destacar que esta reducción no se ha visto reflejada en un descenso de las ayudas a la

Investigación y Desarrollo en todos los países analizados. Mientras en España y Holanda las ayudas a

la I+D registraban un aumento, especialmente considerable en el caso español, Italia, Portugal y Reino

Unido mostraban lo contrario, destacando el último de ellos. Las diferencias en las ayudas estatales

concedidas para I+D no acaban en la evolución de los últimos años, sino que son especialmente

evidentes si se observan otros datos, como las ayudas a I+D per cápita. Aunque la media europea se

encuentra en 1.038 euros por habitante, el intervalo de valores se encuentra entre los 120 euros para

cada portugués y los 1.965 euros por cada alemán. El caso español es destacable en el sentido de que

las ayudas a la I+D por habitante suponen casi la mitad de la media de la UE, aunque hay que

mencionar que en los últimos años ha experimentado un gran aumento, llegando a doblarse la cantidad

entre 1995 y 1999.

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TABLA 13

AYUDAS ESTATALES A LA I+D, EN EUROS CONSTANTES DE 1998

Ayudas a I+D Ayudas Totales

1995 1999 1995 1999 1995 1999 1995 1999

Alemania 3,3 5,3 317 330 32,1 31,8 33,8 29,6 1,3 -9,8Australia n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d.Canadá n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d.España 1,5 3,8 279 556 3,0 5,6 7,1 7,2 18,9 -6,3Estados Unidos n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d.Francia 7,1 7,6 1.904 1.965 30,1 29,7 14,8 19,2 1,2 -0,4Holanda 4,8 4,3 766 942 3,2 3,8 2,3 4,4 5,9 9,3Italia 1,5 2,9 539 531 8,4 7,9 19,6 13,2 -0,2 -15,4Japón n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d.Nueva Zelanda n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d.Portugal 1,4 1,0 160 120 0,4 0,3 1,1 1,5 -6,8 2,0Reino Unido 3,4 1,5 456 163 7,3 2,5 7,4 7,9 -22,3 -5,2

UE 3,5 4,9 988 1.038 - - - - 1,5 -6,7OCDE n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d. n.d.

Crecimiento medio anual 1995-1999, en porcentaje

Ayudas a I+D en % de Ayudas Totales

Ayudas a I+D per cápita, en euros

Ayudas a I+D en % de Ayudas a I+D de la UE

Ayudas Totales en % de Ayudas

Totales de la UE

Fuente: Comisión Europea (2001 c), Eurostat (2001) y CEET.

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5.6. INSTRUMENTOS NO FINANCIEROS

5.6.1. NÚMERO DE PATENTES

El número de patentes es utilizado como una medida de la “producción” de conocimientos, es decir,

como una forma de medir la innovación. Sin embargo, a la hora de utilizar el número de patentes de un

país como un indicador de la producción de nuevas invenciones, hay que tener en cuenta que la

patente no es el único medio de protección de un nuevo producto, ya que se puede optar por otros

métodos, como el secreto industrial. Además, también hay que tener en cuenta que hay sectores o

ramas de actividad que muestran una mayor propensión a patentar sus innovaciones, por lo que la

estructura sectorial de un país también influirá, en cierta medida, en el número de patentes.

Teniendo en cuenta lo anterior, se pueden obtener ciertas conclusiones de la Tabla 14. En primer lugar,

la evolución de las patentes solicitadas en España por residentes apunta a que se ha registrado un

estancamiento en la década de los noventa, frente a aumentos notables en otros países, como

Alemania, Canadá, Estados Unidos, Holanda y Nueva Zelanda. En segundo lugar, hay que destacar

que en términos relativos, las patentes españolas también se encuentran muy por debajo de la media,

ya que mientras en España se solicitan 0,6 patentes por cada 10.000 habitantes, en la UE esta cifra se

eleva hasta 2,5 y en la OCDE sube hasta 5,3, destacando en gran medida Japón, con 27,7 solicitudes

de patentes por cada 10.000 habitantes, seguido por Alemania, con 5,5 y Estados Unidos con 4,5. De

hecho, del conjunto de países analizados, sólo España y Portugal muestran una cifra inferior a una

patente por cada 10.000 habitantes. La tasa de difusión ofrece una medida de la difusión tecnológica en

el exterior al relacionar las solicitudes de patentes en el extranjero de residentes en un país con las

realizadas por estos en dicho país. Entre el conjunto de países examinados, España queda ligeramente

por debajo de la media de la UE y bastante alejado del grupo de países líderes, que son Canadá y

Holanda.

Page 68: benchmarking de instrumentos financieros

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TABLA 14

PATENTES SOLICITADAS POR RESIDENTES, 1991-1997

1991 1997

Tasa de crecimiento

medio anual, 1991-1997, en

porcentaje

1991 1997 1991 1997

Alemania 32.953 45.105 5,4 4,1 5,5 4,64 10,09Australia 7.757 7.870 0,2 4,5 4,2 3,18 9,16Canadá 2.230 3.394 7,3 0,8 1,1 7,97 35,35España 2.188 2.270 0,6 0,6 0,6 2,50 9,69Estados Unidos 88.136 119.452 5,2 3,5 4,5 3,59 14,79Francia 12.746 13.451 0,9 2,2 2,2 5,01 14,02Holanda 1.696 2.511 6,8 1,1 1,6 11,12 43,54Italia (1) 7.750 7.102 -2,2 1,4 1,2 n.d. 12,09Japón 335.620 349.211 0,7 27,1 27,7 0,40 1,12Nueva Zelanda 983 1.596 8,4 2,8 4,2 0,50 12,74Portugal 102 72 -5,6 0,1 0,1 0,65 8,46Reino Unido 19.330 18.010 -1,2 3,3 3,1 4,42 17,55

UE 79.123 93.024 2,7 2,2 2,5 2,66 10,58OCDE 518.052 582.743 2,0 5,5 5,3 1,83 6,15Coeficiente de inventiva=Solicitudes de patentes por residentes por cada 10.000 habitantes

Tasa de difusión=Solicitudes de patentes en el extranjero/solicitude de patentes por residentes

(1) Datos de Italia, excepto tasa de difusión: 1992-1996

Solicitudes de patentes en oficinas nacionales por parte de residentes

Coeficiente de inventiva

Tasa de difusión

Fuente: OCDE (2000 b).

5.6.2. COOPERACIÓN EN INNOVACIÓN

La cooperación o colaboración en innovación supone un beneficio para los agentes participantes en la

medida en que se favorece la difusión de los nuevos conocimientos, se comparten y, por lo tanto, se

reducen, los costes de llevar a cabo la innovación y al mismo tiempo, constituye una solución al

problema de las externalidades (que ocurren cuando la empresa no tiene en cuenta los beneficios a

nivel social que puede desarrollar cierto proyecto de innovación).

La Encuesta Comunitaria de Innovación aporta datos sobre la cooperación en innovación de las

empresas con otras empresas, Universidades y Centros Públicos de Investigación (no existen datos

para los países no comunitarios). En el Gráfico 13 se observa el porcentaje de empresas del sector

industrial innovadoras que coopera en innovación, del que se derivan varias conclusiones: la primera es

el bajo nivel de colaboración de las empresas innovadoras, ya que sólo una de cada cuatro coopera con

otros agentes. La segunda conclusión es que los países del sur de Europa, incluido España, se sitúan a

la cola en este aspecto. Aunque no entran en el grupo de países analizados, hay que destacar que los

mayores niveles de cooperación en innovación se encuentran, y con diferencia, en los países

escandinavos. El Gráfico 14 representa las pymes industriales (innovadoras y no innovadoras) que

cooperan en innovación. Los resultados son todavía menos favorables, ya que en este caso sólo un

11,2% de las pymes europeas colabora con otras entidades. El ranking es muy similar al anterior. El

Page 69: benchmarking de instrumentos financieros

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primer lugar lo ocupa Reino Unido, con un 15,7% y en último lugar se encuentra Portugal con un 4,5%,

mientras que España continúa en los últimos puestos.

GRÁFICO 13

PORCENTAJE DE EMPRESAS INNOVADORAS DEL SECTOR INDUSTRIAL QUE COOPERAN EN INNOVACIÓN, 1996

0 5 10 15 20 25 30 35

Italia

Portugal

España

Alemania

UE

Holanda

Francia

Reino Unido

Fuente: Comisión Europea (2001 a).

GRÁFICO 14

PORCENTAJE DE PYMES DEL SECTOR INDUSTRIAL QUE COOPERAN EN INNOVACIÓN, 1996

0 2 4 6 8 10 12 14 16 18

Portugal

Italia

España

UE

Francia

Holanda

Alemania

Reino Unido

Nota: Los datos de Holanda y España son de 1998. Fuente: Comisión Europea (2001 d).

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5.7. INSTRUMENTOS FINANCIEROS

5.7.1. INCENTIVOS FISCALES

El uso de los incentivos fiscales es generalizado (véase Gráfico 15 y Gráfico 16), ya que de los doce

países analizados, ocho de ellos conceden ayudas fiscales por invertir en I+D y sólo tres de ellos

(Nueva Zelanda, Alemania e Italia) gravan el gasto en I+D. Sólo el Reino Unido tiene una política

neutral, sin favorecer ni gravar la I+D. Hay que destacar que España es el país con más incentivos

fiscales, con 0,313 dólares de ayuda fiscal por cada dólar invertido en I+D. En la evolución de los

incentivos fiscales en la década de los noventa, hay que destacar que la tendencia general ha sido a

aumentarlos o, en el caso de los países que gravan la I+D, a reducir en cierta medida esa imposición.

Los países donde se ha producido un aumento mayor han sido Portugal, Holanda y España. Los dos

primeros han pasado de tener un impuesto sobre la I+D a ofrecer una ayuda. Sin embargo, el caso de

España es diferente, ya que nuestro país ya ofrecía una cantidad relativamente generosa en 1990 (en

aquel año fue el segundo país más generoso, por detrás de Australia) y ha incrementado todavía más

ese trato ya de por si favorable. Los únicos países que han reducido las ayudas han sido Estados

Unidos, Francia y Australia.

GRÁFICO 15

AYUDA FISCAL POR CADA DÓLAR DE GASTO EN I+D, 1999, GRANDES EMPRESAS

-0,2 -0,1 0,0 0,1 0,2 0,3 0,4

Nueva Zelanda

Italia

Japón

Francia

Australia

Canadá

(1) Año 2000. Fuente: OCDE (2000 a).

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GRÁFICO 16

VARIACIÓN EN LAS AYUDAS FISCALES POR CADA DÓLAR DE I+D, 1990-1999, GRANDES EMPRESAS

-0,2 -0,2 -0,1 -0,1 0,0 0,1 0,1 0,2 0,2

Australia

Francia

Canadá

Italia

España

Portugal

(1) Año 2000. Fuente: OCDE (2000 a).

5.7.2. AYUDAS DIRECTAS

Para estimar el uso de las ayudas directas por parte de las Administraciones Públicas se puede utilizar

como aproximación el porcentaje del gasto en I+D ejecutado por las empresas y financiado por las

Administraciones Públicas. En la década de los noventa se ha tendido a disminuir el peso del sector

público en la financiación del gasto en I+D de las empresa (véase Gráfico 17). En 1992, la financiación

pública alcanzó el 11,9% y el 13,4% del gasto en I+D empresarial en la UE y en la OCDE,

respectivamente. Estas cifras se han reducido hasta el 9,3% y el 9,5%, respectivamente, en 1999, lo

que revelaría que los Gobiernos están haciendo un menor uso de las ayudas directas para apoyar las

actividades de I+D en las empresas. Hay que señalar especialmente el descenso producido en Canadá,

España, Francia y Estados Unidos. Incluso, nuestro país se encuentra por debajo de la media de la UE

y de la OCDE y de las principales economías mundiales, como Alemania, Estados Unidos, Francia,

Italia y el Reino Unido. En el otro extremo, hay que destacar Japón, Australia, Nueva Zelanda, Portugal

e Italia, donde se ha producido un aumento de las ayudas directas en términos relativos, con la

peculiaridad de que en los dos primeros países se partían de niveles bajos y al mismo tiempo,

constituyen los países con un menor peso del sector público en la financiación de la I+D empresarial.

Page 72: benchmarking de instrumentos financieros

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GRÁFICO 17

GASTO EN I+D DE LAS EMPRESAS FINANCIADO POR EL SECTOR PÚBLICO, EN PORCENTAJE DEL TOTAL, 1992-1999 (1)

0

5

10

15

20

25

Japó

n

Aus

tral

ia

Can

adá

Hol

anda

Esp

aña

Nue

va Z

elan

da

Ale

man

ia

UE

Por

tuga

l

OC

DE

Fra

ncia

Rei

no U

nido

Est

ados

Uni

dos

Italia

1992 1999

(1) O último año disponible. El dato de Canadá corresponde a 1993 en vez de 1992. Fuente: OCDE (2000 a) y OCDE (2000 b).

Page 73: benchmarking de instrumentos financieros

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5.7.3. INCENTIVOS FISCALES Y AYUDAS DIRECTAS

Además de comparar por separado los incentivos fiscales y las ayudas directas establecidos en los

países analizados, resulta interesante examinar la relación existente en uno y otro tipo de instrumentos

en cada país. Con ello, se trata de conocer si los gobiernos utilizan ambos instrumentos o utilizan uno

de ellos en mayor medida.

Según se observa en el Gráfico 18, hay que señalar la falta de un modelo claro2. Algunos países utilizan

más incentivos fiscales y pocas ayudas directas, como es el caso de Australia y Holanda. En otros

países, como Alemania, Italia y Reino Unido, se prefieren las ayudas directas. Además, también se

encuentran los países que ofrecen muchas ayudas directas y muchos incentivos fiscales, como

Canadá, Francia, España y Estados Unidos. En el otro extremo, destaca Japón, donde el uso de ambos

instrumentos es mucho menor.

GRÁFICO 18

INCENTIVOS FISCALES Y APOYO DIRECTO A LA I+D REALIZADO POR LAS EMPRESAS, 1996

0

2

4

6

8

10

12

14

16

18

0,6 0,7 0,8 0,9 1 1,1

Incentivos fiscales

Apo

yo d

irect

o España

Australia

Canadá

Holanda

Estados Unidos

Francia

Reino Unido Italia

Alemania

Japón

Notas: Los incentivos fiscales están representados por el B-index y el apoyo directo por el porcentaje del I+D empresarial financiado por el sector público. Fuente: OCDE (1998 a) y OCDE (2000 a).

2 Las ayudas directas se han representado por el porcentaje de I+D ejecutado por las empresas y financiado por el sector público. Para obtener una medida de los incentivos fiscales se ha utilizado el B-Index, un indicador sintético que pretende medir la generosidad de los sistemas fiscales con respecto al gasto en I+D y que fue desarrollado por Warda (1996). Cuanto más bajo es este índice, más generoso es el tratamiento fiscal de la I+D. El valor igual a uno se alcanza en el caso de que el sistema fiscal sea neutral y el gasto en I+D no tenga ningún tratamiento específico

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

Cuadro 1: El B-Index

El B-index es un indicador sintético que pretende medir la generosidad del sistema fiscal con respecto a

la I+D y que fue desarrollado por Warda (1996). Se define como el valor actual de la renta antes de

impuestos necesaria para cubrir el coste inicial de una inversión de un dólar en I+D. Algebraicamente,

se define como el coste después de impuestos que supone invertir un dólar en I+D dividido por uno

menos el tipo del Impuesto sobre Sociedades.

( )( )tAindexB

−−

=−11

donde A es el valor actual de todos las desgravaciones fiscales (deducciones y depreciaciones),

créditos fiscales y desgravaciones especiales. El coste después de impuestos es el coste neto de

invertir en I+D, teniendo en cuenta todos los incentivos fiscales disponibles (deducciones y

depreciaciones, créditos fiscales y otras deducciones especiales).

Este índice aumenta a medida que el sistema fiscal es menos generoso con la I+D. En el caso extremo

en que sólo se puede deducir de la renta imponible el 100% de los gastos en I+D, pero no existe otros

incentivos fiscales, A=t y por consiguiente, B=1. Cuanto más bajo sea el índice más favorable será el

tratamiento fiscal de la I+D.

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

5.7.4. EVOLUCIÓN INCENTIVOS FISCALES Y AYUDAS DIRECTAS

En el apartado anterior se ha comprobado que no existe homogeneidad en cuanto al uso de los

instrumentos financieros disponibles para incentivar la I+D (fiscales y directos). Sin embargo, también

resulta interesante verificar cuál ha sido la tendencia en los últimos años en cuanto al uso de las

ayudas. Según el Gráfico 19, entre 1981 y 1996 la mayoría de países incrementó los incentivos fiscales,

mientras que han disminuido las ayudas directas, es decir, han utilizado más generosidad fiscal para

sustituir a otras ayudas financieras (esto ha ocurrido en países como Australia y Francia). En otros

países como España se incrementó el uso de ambos tipos de medidas, mientras que en países como

Estados Unidos se han disminuido las ayudas fiscales y directas. Sin embargo, con posterioridad a

1996 la evolución de los datos estadísticos (véase Gráfico 17) junto con las modificaciones realizadas

en el sistema impositivo español en relación con el tratamiento fiscal de la innovación hacen presagiar

que España habrá continuado la tendencia mostrada por muchos otros países que apunta a un

aumento de los incentivos fiscales y un descenso de las ayudas directas3.

GRÁFICO 19

EVOLUCIÓN DE LOS INCENTIVOS FISCALES Y APOYO DIRECTO A LAS EMPRESAS EN I+D, 1981-1996

-20

-15

-10

-5

0

5

10

-0,3-0,25-0,2-0,15-0,1-0,0500,050,10,15

Cambios en los incentivos fiscales (1)

Cam

bios

en

el a

poyo

dire

cto

(2)

Australia

España

Holanda

Francia

Reino Unido

Alemania

Estados Unidos

Canadá

JapónItalia

Notas: (1) Cambio en el valor del B-index (2) Variación en la tasa de apoyo directo al I+D. Fuente: OCDE (1998) y OCDE (2000).

3 En 1981-1999 la evolución de las ayudas directas en España ha cambiado de tendencia. En la década de los ochenta las ayudas directas (medidas por el porcentaje del gasto en I+D de las empresas que es financiado por el sector público) registraron un fuerte aumento hasta alcanzar un máximo a principios de los noventa. En cambio, en la década de los noventa, se produjo un descenso gradual de las ayudas directas, aunque sin llegar a los valores de principios de los ochenta, lo que da lugar a la diferente interpretación del Gráfico 17 y Gráfico 19.

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

5.8. RESUMEN DE LAS ESTADÍSTICAS ANALIZADAS

La Tabla 15 resume las conclusiones de cada una de las estadísticas analizadas, detallando quiénes

son los líderes en cada una de ellas, así como la situación de España.

En los Indicadores generales sobre innovación hay que destacar la supremacía de Estados Unidos y

Japón, con un elevado gasto en I+D per cápita y en porcentaje del PIB, procediendo tres cuartas partes,

aproximadamente, del gasto ejecutado por las empresas. España se encuentra en una posición

completamente diferente, ya que ocupa los últimos lugares en cuanto a gasto en I+D. El único punto

destacable es el gran esfuerzo realizado en los últimos veinte años para aumentar el gasto en I+D en

relación al PIB.

En cuanto al gasto en I+D de las empresas, hay que destacar que España se encuentra junto con

Alemania, Australia, Estados Unidos y Japón, dentro del grupo de países con un mayor porcentaje del

gasto en I+D ejecutado por las empresas y financiado por ellas mismas. Asimismo, también hay que

mencionar que España se encuentra entre los primeros puestos en cuanto a participación de las pymes

en el gasto en I+D ejecutado y financiado por las empresas, con un incremento muy notable en los

últimos años, sólo superado por Portugal. Sin embargo, donde España debe mejorar es en la intensidad

de la innovación y del gasto en I+D, ya que se encuentra en los últimos lugares, mientras que los

primeros puestos de nuevo son ocupados por Japón y Estados Unidos.

En relación con el gasto en I+D por parte del sector público, hay que destacar que Francia, Estados

Unidos, Japón y Holanda, son los países con un mayor peso de las asignaciones para I+D en los

presupuestos públicos. España queda en los últimos lugares, si bien ha mostrado un crecimiento muy

elevado en los últimos años. Si se desagregan las asignaciones presupuestarias para I+D por objetivos

socioeconómicos, la tendencia general observada es un menor peso de Defensa a favor de los

objetivos civiles, salvo en países como España, donde ha ocurrido lo contrario, lo que la sitúa en el

tercer lugar como el país que más gasta en I+D relacionada con Defensa en términos relativos. Otra

fuente para medir el gasto en I+D del sector público procede de los datos sobre ayudas estatales que

recoge periódicamente la Comisión Europea. De estos datos se derivan varias conclusiones. La primera

de ellas es que las ayudas estatales para I+D suponen un porcentaje muy pequeño del gasto en I+D de

las empresas. Por otro lado, también hay que destacar que aunque la tónica general es que en los

últimos años se ha producido un descenso de las ayudas estatales totales, esto no ha ocurrido con las

ayudas destinadas para I+D en todos los países. De hecho, en Holanda y especialmente en España

estas ayudas han crecido de forma importante, lo que ha permitido que las ayudas para I+D en términos

per cápita se hayan doblado en los últimos años, aunque también hay que destacar que España todavía

se mantiene en la mitad aproximadamente de la media de la UE. El desglose por tipos de instrumentos

del apoyo público a la I+D de las empresas sólo está disponible para un número reducido de países

entre los que no se encuentra España. En este aspecto hay que señalar que en la década de los

noventa parece haberse producido un descenso del apoyo público, en relación con el PIB del sector

privado y que no existe un patrón homogéneo en cuanto a la utilización de los distintos instrumentos

financieros.

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

Dentro de los instrumentos no financieros existen datos sobre el número de patentes y la cooperación

en innovación. Con respecto al primer indicador, hay que destacar de nuevo la superioridad de Estados

Unidos y Japón en cuanto al número total de patentes solicitadas, si bien en términos per cápita hay

que subrayar los buenos resultados de Alemania, Australia, Estados Unidos, Japón y Nueva Zelanda.

En el otro extremo, se encuentra España, donde el número de patentes se ha estancado en los últimos

años y al mismo tiempo es el penúltimo país, entre los analizados, en función del número de patentes

por habitante. En relación con la cooperación, en la UE, que es la zona para la que se dispone de

datos, los resultados no son muy favorables, ya que sólo una empresa, de cada cuatro que innova,

coopera, con España situada en el antepenúltimo lugar. Los resultados para el caso de las pymes

resultan todavía más pesimistas.

En relación con los instrumentos financieros hay que destacar que tanto los incentivos fiscales como las

ayudas directas son utilizados por la mayoría de los países analizados. En cuanto a los primeros hay

que destacar que España es el país, y con diferencia, que más incentivos fiscales utiliza, mientras que

en el caso de las ayudas directas los países con un mayor uso son Italia, Estados Unidos y Reino

Unido. Asimismo, hay que señalar que no existe un patrón homogéneo en cuanto a la utilización

conjunta de ambos instrumentos, ya que algunos países utilizan más intensivamente incentivos fiscales,

otros acuden a las ayudas directas, otros utilizan ambos ampliamente, mientras que en el otro extremo

se encuentran países donde apenas son usados. Ahora bien, en los últimos años se ha producido una

tendencia generalizada que consiste en un aumento de los incentivos fiscales junto con una reducción

de las ayudas directas.

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

Tabla 15: RESUMEN DE LOS INDICADORES ANALIZADOS

TEMA Indicador Líderes Situación España

Gasto en I+D versus PIB per cápita Estados Unidos, Japón. Entre los últimos lugares.

Evolución del gasto en I+D Australia, España, Japón. Mejora notable en los últimos años.

Gasto en I+D por sectores de ejecución Estados Unidos y Japón: elevado porcentaje de I+D ejecutado por empresas.

Entre los últimos puestos, sin ser el último.

INDICADORES GENERALES SOBRE INNOVACIÓN

Gasto en I+D por sectores de financiación

Estados Unidos y Japón: elevado porcentaje de I+D financiado por empresas.

Por debajo de la media de la UE.

Distribución del gasto en I+D de las empresas por fuente de financiación

Alemania, Australia, España, Estados Unidos y Japón: elevado porcentaje de I+D ejecutado por empresas y financiado por ellas mismas.

Entre los que tienen un porcentaje elevado del gasto en I+D de las empresas financiado por las propias empresas.

Las pymes en el gasto en I+D financiado por el sector público

Portugal, España y Holanda. Está entre los líderes en el peso de las pymes en el gasto en I+D ejecutado por empresas y financiado por sector público y en la evolución reciente.

GASTO EN I+D DE LAS EMPRESAS

Intensidad del gasto en innovación y en I+D de las empresas

Japón, Estados Unidos y Alemania. En los últimos puestos.

Asignaciones presupuestarias del sector público para I+D

Francia, Estados Unidos, Japón y Holanda. Entre los últimos puestos, si bien en los últimos años ha mostrado un crecimiento sorprendente.

GASTO EN I+D POR EL SECTOR PÚBLICO

Asignaciones presupuestarias del sector público para I+D por objetivos socioeconómicos

Nueva Zelanda y Portugal son los que más dedican a objetivos civiles.

El tercer país con mayor porcentaje para Defensa, con un incremento notable en los últimos años.

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

Tabla 15: RESUMEN DE LOS INDICADORES ANALIZADOS (CONTINUACIÓN)

TEMA Indicador Líderes Situación España

Apoyo público a la I+D por tipos de instrumentos

Estados Unidos y Francia: instrumentos de apoyo en porcentaje del PIB del sector privado.

No disponible.

Ayudas estatales a la I+D Francia, con diferencia. En posición intermedia.

GASTO EN I+D POR EL SECTOR PÚBLICO

Evolución de las ayudas estatales a la I+D

España y Holanda: crecimiento notable en los últimos años.

El fuerte incremento de las ayudas a I+D ha permitido doblar las ayudas a I+D per cápita en los últimos años, aunque todavía está a la mitad de la media de la UE.

Número de patentes Superioridad de Estados Unidos y Japón en número total. En términos per cápita destacan Alemania, Australia, Estados Unidos, Japón y Nueva Zelanda.

España muestra un estancamiento en el número de patentes y en términos per cápita está situada en penúltimo lugar.

INSTRUMENTOS NO FINANCIEROS

Cooperación en innovación Reino Unido, Francia y Holanda. Entre los tres últimos.

Incentivos fiscales España y con diferencia. España es el país con más incentivos fiscales y con un crecimiento notable en la década de los noventa.

Ayudas directas Italia, Estados Unidos y Reino Unido. Se encuentra en los últimos lugares con una reducción considerable en la década de los noventa.

Incentivos fiscales y ayudas directas No existe un patrón homogéneo. En 1996, España se caracterizaba por dar muchos incentivos fiscales y muchas ayudas directas.

INSTRUMENTOS FINANCIEROS

Evolución de los incentivos fiscales y las ayudas directas

Se tendió a aumentar incentivos fiscales y disminuir ayudas directas.

Entre 1981 y 1996 se aumentaron los incentivos fiscales y las ayudas directas. Los datos de años posteriores apuntan a un aumento de incentivos fiscales y descenso de ayudas directas.

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Conclusiones

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Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

La innovación constituye una prioridad política en los países desarrollados como consecuencia de la

importancia que ésta ha adquirido para apoyar el crecimiento económico de un país y de los múltiples

obstáculos que los diferentes agentes económicos deben superar para poder llevar a cabo actividades

innovadoras.

Con este documento se ha efectuado una descripción de los diferentes instrumentos con que cuentan

los gobiernos de los diferentes países para fomentar la innovación, especialmente en el sector privado,

centrándose principalmente en los instrumentos de tipo financiero. Asimismo, se ha realizado un repaso

de la bibliografía existente con respecto a la eficacia de los instrumentos financieros existentes, tanto

desde el punto de vista de su utilización individual como conjunta. También se ha elaborado un ejercicio

comparativo del uso de los diferentes instrumentos entre un grupo de países seleccionados entre los

pertenecientes a la OCDE.

En un marco teórico existen dos obstáculos que pueden complicar el proceso innovador y que justifican

la existencia de una política tecnológica. El primero de ellos se refiere a la apropiabilidad, que se deriva

del hecho de que algunos proyectos no se lleven a cabo porque no son rentables desde el punto de

vista privado (de la empresa) y sin embargo, sí deberían ser ejecutados si se tuviera en cuenta la

rentabilidad no sólo de la empresa, sino a nivel social. El segundo problema se deriva de los costes y

riesgos asociados a la innovación, ya que cuando la empresa decide llevar a cabo un proyecto de

innovación, éste conlleva unos costes y riesgos que la empresa debe asumir sin conocer a priori si se

van a conseguir los resultados deseados lo que puede llevar a muchas empresas a desestimar la

ejecución de dicho proyecto. Desde otro punto de vista, la ejecución de una política tecnológica no

conlleva solamente beneficios, sino que pueden tener efectos adversos, en forma, por ejemplo, de una

asignación ineficiente de recursos, al financiar el Gobierno un proyecto de innovación que hubiera sido

llevado a cabo con o sin apoyo público. De todo ello se deriva que si bien es deseable una política que

incentive la innovación, se debe seguir un estricto control de los resultados de su ejecución con el fin de

evitar resultados negativos.

La política tecnológica puede ser llevada a cabo a través de distintos instrumentos, entre los que cabe

diferenciar cuatro grandes grupos:

1. Instrumentos financieros. Son aquellos que implican una transferencia de recursos

monetarios desde la Administración hacia la empresa, con el fin de reducir el coste

de los proyectos de innovación que ésta lleva a cabo.

2. Compras públicas: Los gobiernos compran bienes de alto contenido tecnológico a

empresas privadas, con lo que el resultado de las actividades de I+D pertenece a la

Administración. Sin embargo, las empresas salen beneficiadas en la medida en que

las actividades de I+D mejoran su capacidad tecnológica y sus recursos humanos,

que pueden ser utilizados para proyectos futuros.

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Centro de Estudios Económicos Fundación Tomillo 84

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

3. Instrumentos no financieros: Este tipo de apoyo público no implica una transferencia

monetaria del Gobierno a las empresas, sino que el sector público apoya otro tipo de

actividades que pueden influir en el proceso innovador de las empresas. Entre estos

instrumentos se pueden destacar el apoyo de actividades de I+D con fines de

desarrollo industrial en Centros Públicos de Investigación, Universidades, etc., la

creación de un sistema de protección de resultados de la investigación, el apoyo a la

difusión de las innovaciones o el fomento de la cooperación.

4. Regulación: La Administración puede favorecer la innovación empresarial a través

de la regulación de formas diversas: manteniendo un nivel de competencia en los

mercados apropiado para la innovación, definiendo unas “reglas del juego” para los

distintos agentes que participan en el proceso innovador; o promoviendo la creación

de nuevos mercados y productos, como la industria medioambiental.

Los instrumentos financieros son utilizados prácticamente en todos los países desarrollados y tienen

como objetivo principal incentivar la inversión en innovación mediante la reducción de su coste.

Básicamente, existen dos tipos de instrumentos financieros, los incentivos fiscales y las ayudas directas

(subvenciones, créditos a bajo o nulo tipo de interés, etc) y ambos muestran diferencias entre sí. Los

incentivos fiscales se dirigen a incentivar la innovación sin interferir en la selección de los proyectos, por

lo que son menos distorsionadores, mientras que las ayudas directas pueden ser utilizadas para

incentivar proyectos de determinados tipos de empresas o áreas. Por otro lado, las ayudas directas

generan unos costes de gestión superiores a los de los incentivos fiscales. En cambio, éstos últimos

provocan una mayor incertidumbre en los presupuestos públicos, ya que se desconoce cuál va ser el

número total de empresas y el importe por el que se van a poder aplicar las deducciones fiscales

correspondientes a las actividades de I+D. En el caso de las ayudas directas, el Gobierno sí puede

limitar los recursos destinados a su financiación.

Las ayudas directas constituyen el mejor instrumento para solucionar problemas de apropiabilidad, es

decir, que pueden utilizarse para fomentar la inversión en proyectos de gran rentabilidad social. Existen

diversos tipos de programas de ayudas directas, que van desde aquellos programas genéricos, sin un

área definida, hasta aquellos programas que van dirigidos a sectores y tipos de empresas concretos,

pasando por los programas que intentan favorecer las colaboraciones entre empresas y el sector

público. La gran variedad existente de programas de ayudas directas hace inabarcable la comparación

de su funcionamiento, si bien de la literatura existente se pueden deducir algunas conclusiones sobre su

eficiencia:

• Las ayudas financieras pueden tener un efecto positivo o negativo. Una subvención

reduce el coste de llevar a cabo actividades de I+D, por lo que la empresa puede

aumentar su gasto en I+D, ya que puede decidir llevar a cabo un proyecto que antes

de recibir la subvención no era rentable, o bien puede adelantar la ejecución de un

proyecto o aumentar la dimensión de un proyecto. En estos casos, se dice que las

ayudas públicas y el gasto privado en I+D son complementarios y se genera

adicionalidad. El efecto negativo de las ayudas directas se produce si éstas se

destinan a financiar proyectos de I+D que se habrían llevado a cabo con o sin

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Centro de Estudios Económicos Fundación Tomillo 85

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

financiación pública. En estos casos se produce un efecto expulsión (crowding-out) y

se dice que las ayudas directas y la financiación privada de los gastos en I+D son

sustitutivos, ya que la empresa lo único que hace es dejar de utilizar parte de sus

recursos para actividades de I+D y sustituirlos con fondos públicos, sin que se genere

una inversión adicional en innovación. La evidencia empírica apunta a que no se

puede rechazar la existencia de un efecto sustitución entre la financiación pública y la

privada en actividades de I+D en algunos casos, si bien el efecto complementariedad

suele dominar al efecto sustitución. De hecho, las estimaciones encontradas apuntan

a que en un tercio de las empresas analizadas en los estudios no se puede descartar

la existencia de un efecto sustitución. Además, también puede decirse que el efecto

de las ayudas directas suele ser modesto

• Las ayudas directas son un instrumento adecuado para favorecer la innovación entre

las empresas de menor tamaño. La evidencia empírica apunta a que un mayor

porcentaje de éstas abandonarían las actividades de I+D en caso de no recibir

financiación pública. Además, las pymes son las que en una mayor proporción opinan

que las ayudas directas influyen de forma determinante en la decisión de ejecutar un

proyecto y permiten aumentar la dotación de recursos para I+D.

• Los programas dirigidos a consorcios de empresas o bien a fomentar la colaboración

entre empresas y otros agentes son más beneficiosos que los orientados a empresas

individuales.

• La cofinanciación pública/privada y la competencia entre los solicitantes de programas

aumenta su eficiencia y reduce el riesgo de subvencionar proyectos de segunda

categoría.

• Los países con un nivel de ayudas directas demasiado alto o demasiado bajo

estimulan las actividades de I+D privada menos que los países con un nivel

intermedio. Es decir, el efecto de la financiación pública de la I+D privada tiene forma

de U invertida en relación con la tasa de subsidiación (porcentaje de la I+D privada

financiada con ayudas directas). A partir de un cierto nivel de subsidiación, las ayudas

directas se convierten en un sustituto de la financiación privada en I+D.

Los incentivos fiscales se caracterizan por su neutralidad, ya que la empresa cuenta con total libertad

para decidir qué proyectos lleva a cabo, pero esto al mismo tiempo se convierte en un inconveniente, ya

que el Gobierno no puede influir para que los proyectos de I+D ejecutados sean aquellos con mayor

rentabilidad social. Los incentivos fiscales integran diversas deducciones y tratamientos especiales que

la empresa puede aplicarse:

• Deducción del gasto corriente en I+D de la renta disponible.

• Depreciación acelerada de activos implicados en la realización de I+D.

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Centro de Estudios Económicos Fundación Tomillo 86

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

• Créditos fiscales. Las empresas pueden aplicar una deducción del gasto en I+D en la

cuota íntegra. Existen tres tipos de crédito fiscal. En primer lugar, se encuentra en

crédito fiscal lineal, por el cual la empresa se deduce de la cuota integra un porcentaje

del gasto en I+D. En segundo lugar, está el crédito fiscal incremental, por el que la

cantidad a deducir de la cuota íntegra es un porcentaje del incremento en el gasto en

I+D con respecto a un año de referencia. Y por último, hay que mencionar el crédito

fiscal mixto, que consiste en una combinación de ambos.

Existen diferencias entre los incentivos fiscales utilizados por los países analizados, que se refieren al

concepto de I+D sobre el que se pueden aplicar las medidas fiscales, el tipo de crédito fiscal utilizado, el

establecimiento de un máximo en las deducciones fiscales, la coexistencia de sistemas fiscales

centrales y regionales, la aplicación de incentivos fiscales a determinados tipos de empresas (por

ejemplo, las pymes), etc.

De la comparación de los incentivos fiscales entre los países analizados y de la evidencia empírica

existente, pueden obtenerse diversas conclusiones relativas a la eficacia de este tipo de instrumentos,

de la conveniencia de utilizar uno u otra medida fiscal, así como recomendaciones para su diseño.

• Diversos estudios recientes han estimado la elasticidad precio del gasto privado en

I+D (el aumento porcentual en el gasto de las empresas en I+D que se genera por

una reducción de un 1% en el coste de la I+D). La conclusión a la que se llega es que

el efecto a corto plazo es modesto, si bien la elasticidad a largo plazo es mayor.

• Es necesario definir bien los gastos de I+D sobre los que se pueden aplicar los

incentivos fiscales, con el fin de evitar que las empresas puedan redefinir algunos de

sus gastos como gastos de I+D.

• A la hora de diseñar un sistema fiscal de incentivos hay que tener en cuenta su

eficiencia y asignar de forma eficiente los recursos. Los créditos fiscales lineales y las

deducciones fiscales “premian” todo el gasto en I+D, por lo que suelen ser adecuados

para países con un nivel de gasto en I+D inferior, que necesitan una aceleración de la

intensidad de la innovación. Cuando el país ha alcanzado un cierto nivel de desarrollo

tecnológico, es más apropiado un incentivo donde se premie el aumento en el gasto

en I+D, no la cantidad total invertida, por lo que en estos casos, serían más

apropiados los créditos fiscales basados en incrementos. Sin embargo, hay que vigilar

las bases de referencia utilizadas para este incentivo fiscal, ya que si la base de

referencia es móvil (por ejemplo, la media de los dos últimos años), la empresa puede

seleccionar de forma estratégica ejecutar proyectos en determinados años para

maximizar las deducciones fiscales obtenidas. Una base fija, (como un año

determinado) es preferible en este sentido, pero se corre el riesgo de quedar obsoleta

con el paso del tiempo.

• Con los incentivos fiscales, la Administración no puede controlar el tipo de proyectos

que se ejecutan gracias a ellos. Por esta razón, algunos incentivos fiscales están

dirigidos exclusivamente a determinados sectores o tipos de empresas, como las

Page 87: benchmarking de instrumentos financieros

Centro de Estudios Económicos Fundación Tomillo 87

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

pymes, con el fin de alcanzar una mayor rentabilidad social. Sin embargo, a medida

que estos incentivos fiscales son más selectivos, hay que comparar su efectividad con

otros tipos de medidas mejor diseñadas para conseguir esos objetivos.

Algunos estudios realizados han comparado los incentivos fiscales con las ayudas directas, de los que

se extraen algunas conclusiones sobre su uso conjunto:

• Tanto las ayudas directas como los incentivos fiscales tienen un efecto significativo,

aunque modesto, sobre el gasto en I+D de las empresas. Si bien, hay que precisar

que el efecto de los incentivos fiscales es mayor en el corto plazo, mientras que las

ayudas directas tienen un mayor impacto a largo plazo. Los incentivos fiscales

favorecen la I+D con una mayor rentabilidad privada, mientras que las ayudas directas

se dirigen a proyectos más seleccionados, con una visión a largo plazo y una mayor

rentabilidad social.

• Para un nivel dado de intervención del sector público, los cambios marginales en los

incentivos fiscales y las ayudas directas son sustitutos. Es decir, una mejora en los

incentivos fiscales reduce el efecto beneficioso de las ayudas directas y viceversa, de

lo que se deriva que debe existir una coordinación en la utilización conjunta de ambos

instrumentos.

• El apoyo a la investigación en universidades y centros públicos de investigación y las

ayudas directas son complementarios. Ello se debe a que éstas últimas pueden

mejorar la transferencia de conocimientos entre los centros públicos de investigación y

universidades y las empresas.

• Tanto los incentivos fiscales como las ayudas directas son más eficientes cuando se

mantienen estables a lo largo del tiempo, ya que se permite a las empresas planificar

su estrategia de inversión en I+D en un ambiente con menor incertidumbre sobre

posibles cambios en las ayudas. Sin embargo, también hay que mencionar que deben

realizarse evaluaciones periódicas para adaptar los instrumentos financieros a los

cambios en el entorno.

Por último, se ha realizado un ejercicio comparativo de estadísticas sobre distintos aspectos de la

innovación y el uso de instrumentos para estimularla:

• El primer rasgo destacable es la superioridad de Estados Unidos y Japón sobre los

demás países analizados en los indicadores generales de innovación. España se

encuentra en el otro extremo, si bien hay que destacar que en los últimos años ha

realizado grandes avances. Además, también hay que destacar que España se

encuentra junto con Alemania, Australia, Estados Unidos y Japón, dentro del grupo de

países con un mayor porcentaje del gasto en I+D ejecutado por las empresas y

financiado por ellas mismas. Asimismo, también hay que mencionar que España se

encuentra entre los primeros puestos en cuanto a participación de las pymes en el

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Centro de Estudios Económicos Fundación Tomillo 88

Benchmarking de Instrumentos Financieros

4 tecno-logica

gasto en I+D ejecutado y financiado por las empresas, con un incremento muy notable

en los últimos años.

• En relación con el gasto del sector público en I+D, Francia, Estados Unidos, Japón y

Holanda, son los países con un mayor peso de las asignaciones para I+D en los

presupuestos públicos. España se sitúa en los últimos lugares, aunque con un

crecimiento muy elevado en los últimos años. Otra fuente para medir el gasto en I+D

del sector público procede de los datos sobre ayudas estatales que recoge la

Comisión Europea. Aunque la tónica general en los últimos años ha sido una

reducción de las ayudas estatales totales, esto no ha ocurrido con las ayudas

destinadas para I+D en todos los países. De hecho, en Holanda, y especialmente en

España, estas ayudas han crecido de forma importante, lo que ha permitido que las

ayudas para I+D per cápita en España se hayan doblado en los últimos años, aunque

todavía están a la mitad de la media de la UE.

• En cuanto a los instrumentos no financieros, hay que destacar de nuevo la

superioridad de Estados Unidos y Japón en el número de patentes solicitadas. En

términos per cápita hay que subrayar los buenos resultados de Alemania, Australia,

Estados Unidos, Japón y Nueva Zelanda. España se encuentra en una situación muy

desfavorable, ya que el número de patentes se ha estancado en los últimos años y es

el penúltimo país, de entre los analizados, en el número de patentes por habitante. En

relación con la cooperación, en la UE, la zona para la que se dispone de datos, los

resultados no son optimistas, ya que de cada cuatro empresas innovadoras, sólo una

coopera, con España situada por debajo de la media de la UE.

• En relación con los instrumentos financieros hay que destacar que tanto los incentivos

fiscales como las ayudas directas son utilizados por la mayoría de los países

analizados. En cuanto a los primeros hay que destacar que España es el país, y con

diferencia, que más incentivos fiscales utiliza, mientras que en el caso de las ayudas

directas los países con un mayor uso son Italia, Estados Unidos y Reino Unido. No

existe un patrón homogéneo en cuanto a la utilización conjunta de ambos

instrumentos, ya que algunos países utilizan más intensivamente incentivos fiscales,

otros acuden a las ayudas directas, otros utilizan ambos ampliamente, mientras que

en el otro extremo se encuentran países donde apenas son usados. Ahora bien, en

los últimos años se ha producido una tendencia generalizada a aumentar los

incentivos fiscales junto con una reducción de las ayudas directas.

En resumen, en general los distintos instrumentos financieros suelen tener un efecto beneficioso sobre

la inversión en innovación realizada por las empresas. Ahora bien, a la hora de diseñar una política

basada en la utilización conjunta de instrumentos financieros, hay que hacerlo de forma coordinada.

Aunque cada uno de los instrumentos está dirigido a un objetivo diferente, la interacción existente entre

ellos puede provocar efectos no deseados derivados de la falta de coordinación.

Page 89: benchmarking de instrumentos financieros

Bibliografía

Page 90: benchmarking de instrumentos financieros
Page 91: benchmarking de instrumentos financieros

Centro de Estudios Económicos Fundación Tomillo 91

Benchmarking de Instrumentos Financieros

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Colección tecno-logica

Centro de Estudios Económicos Tomillo