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Semitica y Fotografa en Roland Barthes.

La lectura de diferentes textos de Rland Barthes plantea interrogantes en relacin con la Semitica como disciplina que permita obtener cierto conocimiento sobre la realidad, en este caso sobre el lenguaje visual y especialmente sobre la fotografa.

El inters por este tema viene dado por la diferencia hallada entre una concepcin rigurosa de la Semitica, proveniente de su raz estructuralista que formula la aproximacin a la obra de arte desde un punto de vista objetivo y la innnegabe presencia de aspectos subjetivos ante la apreciacin de la misma.A partr de esto y a travs de la lectura de los textos La Cmara Lcida y Leccin Inaugural de la Ctedra de Semiologa Lingustica del Collge de France, se encuentra una ruptura en la concepcin de dicha disciplina.

Desde las diferentes argumentaciones sobre el inters del espectador por las fotografa y la bsqueda de su especificidad artstica, se intentar comprender la posicin de Barthes como expresin clave del pensamiento contemporneo.

Semiologa: Lo linguistico y lo Visual

Cuando se habla de Semitica pareciera que la referencia inmediata es la del lenguaje verbal, por ser ste portador de signos susceptibles de descodificacin de modo unvoco y contentivos de mensajes. Pero si la Semitoca ha logrado su autonoma como disciplina es precisamente a partr de su presencia en los intentos de comprensin del mensaje visual, incluyendo, por supuesto la obra de arte visual. A partir de la premisa de que el arte es lenguaje, y si es lenguaje posee signos y expresa un mensaje, una imagen puede ser descodificada para as determinar las relaciones y estructura que le permiten adquirir cierta valoracin esttica.

En el texto Leccin Inaugural de la Ctedra de Semiologa del Collge de France barthes deja claro su inters por la Semiologa referida sta al campo de la literatura:"En el orden del saber, para que las cosas se conviertan en lo que son, lo que han sido, hace falta este ingrediente: la sal de las palabras" (Barthes, 1989. p.127). Barthes distingue lengua de literatura asumiendo sta ltima como la posibilidad de, por medio de las palabras ser libres, en oposicin a la lengua que asocia con poder y servilismo. Distinguiendo la semitica de la lingustica, Barthes le atribuye a sta ultima el estudio de los sistemas de la lengua en sus acepciones formales. A la semitica le corresponde la comprensin de la lengua pero referida a todo lo que puede desechar la lingusitica por separarse de lo formal: "...la lingustica se deconstruye. A esta deconstruccin de la lingustica es a lo que yo denomino semiologa" (Ibid. p.135). Esta definicin tan personal de la semiologa se separa notablemente de las definiciones convencionales.

Mientras Umberto Eco considera la semitica como una ciencia autnoma a partr de su posibilidad de "formalizar distintos actos comunicativos y elaborar categoras como las de cdigo y mensaje que comprenden, sin reducirlos, diversos fenmenos..." (Eco, 1972, p.217). Barthers precisa en cambio que la semitica no es una disciplina, aunque posee relaciones con la ciencia: "Una relacin ancilar: puede ayudar a algunas ciencias, ser durante un tiempo su compaera de ruta, proponerle un protocolo operativo a partir del cual cada ciencia debe especificar la diferencia de su corpus." (Barthes, 1974, p.143). Esto sugiere no solo cmo la semitica puede aproximarse a otras ciencias sino adems cmo quiere Barthes relacionarse con la Semiologa. La Semiologa en Barthes seala la posibilidad de lograr un acercamiento ms libre con el lenguaje. Cuando se dice libre se hace necesario presentar una separacin entre Semiologa y Hermenutica para no asumir equivocadamente a sta ltima como una posibilidad del autor: "Por ello la semiologa no es una hermenutica: pinta en vez de excavar, va di porre en lugar de va di levare:" (Ibid. p.144) De aqu se entiende que para el autor el signo ejerce una fuerza, un encanto y en esto se detiene para describirlo, sentirlo y disfrutarlo. Estamos aqu ante una Semiologa que se asume como experiencia esttica ella misma. No se trata de desarmar lo que nos produce la experiencia esttica para explicarnos su estructura y de all comprender el fenmeno esttico como tal. Se trata mas bien de hacer uso de la experiencia, de vivirla y prolongarla ya sea por medio del lenguaje o por otro medio. Es por esto que en Barthes se plantea una evolucin de la semitica; Por una parte se encuentra en sus primeros trabajos una intencin de anlisis del signo con todas sus implicaciones comunicativas para posteriormente lograr una especificidad del signo desde un punto de vista ms libre e irreverente, al punto de que su obra puede ser entendida como una expresin que se asocia mas bien con la literatura.

A esta nueva semitica, Barthes le atribuye un carcter activo y negativo. En su carcter activo reside el ir al signo, representarlo, imitarlo y comprenderlo. Su carcter negativo se refiere a la imposibilidad que presenta la semitica de poseer esa cientificidad que determina leyes universales: "...niega que sea posible atribuirle caracteres positivos, fijos, ahistricos, acorporales..." (Ibid. p.141). Esto est relacionado con lo que Eco llam interaccin contextual. Es decr que un signo posee significados a partir del contexto que hace posible su lectura. Pero Barthes cuando postula su semiologa parece alejarse de ella para internarse en su subjetividad, perdiendo as todo compromiso de entender el signo a partir de un anlisis del mismo. El signo ser tratado en las reflexiones de La Cmara Lcida como una reafirmacin de subjetividad que impide el paso a la certeza y deja al conocimiento en un plano secundario.

En La Cmara Lcida se esbozar una tesis que, compatible con su inters por lo literario puede ofrecernos unas implicaciones estticas y semiticas.

Literatura e imagen en Barthes

En La Cmara Lcida, Barthes reflexiona sobre ciertas emociones, sensaciones o evocaciones que puede motivar la fotografa al ser observada. Hay un inters por hallar alguna especificidad del quehacer y el producto fotogrfico. Esta especificidad finalmente ser condensada en la frase esto ha sido; Lo que indudablemente puede expresar una fotografa es la existencia de su referente. La realidad espacio-temporal del referente es el rasgo particular de la fotografa: "En la fotografa la presencia de la cosa (en cierto momento del pasado) nunca es metafrica" (Barthes, 1982, p.139).

Distinguindose la fotografa del lenguaje, Barthes seala que este ltimo es ficcional por naturaleza, en cambio ante la fotografa no cabe la duda de si es realidad o si es ficcin, pues al observarse, autentifica su referente.

Por otra parte, se presenta en la fotografa una relacin con el espectador que en muchos casos viene dada por el referente o spectrum como llamar Barthes a lo que es fotografiado. La relacin del espectador con la fotografa ser determinada por la relacin que se tenga con el referente; si hay afecto o si hay odio hacia lo fotografiado, este odio o este afecto se transfiere a la fotografa misma. Pero hay aqu una diferencia importante con otras obras visuales. En otras expresiones plsticas hay una mediacin de la tcnica, del estilo del autor que transforma al referente, lo envuelve y pasa a formar parte de un todo. La especificdad que encuentra Barthes en la fotografa viene dada por esa fidelidad al momento y al gesto que ella fija.

La relacin que describe Barthes en torno al hecho fotogrfico tiene un carcter fenomnico, no hay intencin de analizar por qu lo percibe de una manera o de otra, hay un inters ms bien descriptivo del fenmeno.

Un aspecto central del texto se halla cuando Barthes indica sus preferencias en cuanto a la fotografi, descubriendo que a diferencia de otras manifestaciones artsticas no puede presentar un gusto especial hacia un fotgrafo determinado, slo una que otra fotografa de uno que otro autor puede cautivarle realmente, resultndole el resto de una indiferencia que puede convertirse en aversin. Por esto revela: "...que la fotograa es un arte poco seguro, tal como sera (si nos emperamos en establecerla) una ciencia de los cuerpos de deseo o de odio" (Ibid. p.52).

La fotografa se presenta as como una expresin cuyo contenido puede interesarnos o no dependiendo de la subjetividad del espectador. Barthes est preocupado por esto y explica su motivacin al exponer su concepcin de la fotografa y su forma particular de percibirla,

para ofrecer tal individualidad, para ofrendarla a una ciencia del sujeto, cuyo nombre importa poco, con tal de que llegue (est dicho muy pronto) a una generalidad que no me reduzca ni me aplaste." (Ibid. p.52)

A la fotografi que ante sus ojos pasa inadvertida opone una fotografa que ejerce una especial atraccin, una animacin. Pero ante la diversidad de fotografas que le interesan, Barthes busca los elementos comunes que determinan ese gusto. Es as que reconoce dos elementos que pueden ser el origen de la animacin que poseen: el STUDIUM y el PUNCTUM.

El STUDIUM es el inters hacia una fotografa o un gnero fotogrfico determinado:

"...es el studium, que no quiere decir, o por lo menos no inmediatamente, es estudio, sino la aplicacin a una cosa, el gusto por alguien, una suerte de dedicacin general, ciertamente afanosa, pero sin agudez especial." (Ibid. p.64)

El Studium de una fotografa viene dado por un gusto simple hacia determinado grupo de ellas.

El PUNCTUM ya no es el inters hacia una fotografa sino que est referido a algo que la fotografa posee y que llega al espectador de manera que no podr ser indiferente. Pero Barthes an no determina que es exactamente ese punctum: "El punctum de una foto es ese azar, que en ella me despunta (pero que tambien me lastima, me punza)" (Ibid. p65).

Con el PUNCTUM, Barthes enfatiza el carcter subjetivo y en cierto modo caprichoso del gusto hacia una fotografa al sealar que lo que le da existencia especial son elementos particulares, curiosos, azarosos y diversos; nos percatamos de que el creador, el fotgrafo est al margen de esta existencia, se le escapa, lo que resulta desafiante al negarle una participacin consciente como creador.

Se puede decir que la experiencia esttica de Barthes ante una fotografa queda determinada por el PUNCTUM que contrariamente a lo que indica la semiologa no corresponde en ningn grado a la estructura del mensaje. Al no poder aclarar qu es lo que constituye realmente el encanto hacia un detalle determinado se introduce una clave afectiva; un objeto familiar que aparece en la fotografa y que no recordaba desde cierto tiempo le produce sensaciones evocadoras. En el texto se ahonda en la percepcin del PUNCTUM desde una perspectiva afectiva. La bsqueda de una fotografa que contenga la esencia de lo que fu su madre, por ejemplo; su hallazgo "...certificaba... utpicamente, la ciencia imposible del ser nico:" (Ibid. p.126)

A modo de conclusin

Aunque Barthes se refiere a la fotografa como expresin cuya apreciacin tiene que ver mas con los afectos y la subjetividad, se puede reconocer a travs de la lectura de La Cmara Lcida, algunas caractersticas que respondan a cierta proposicin esttica en relacin a la fotografa. Por ejemplo se inclina por el retrato como el gnero que puede contener con mas precisin el Punctum. Hay tambien, en el texto una crtica hacia las fotografas muy elaboradas donde el creador organiza elementos en busca de una disposicin premeditada.

Semitica y Fotografa se relacionan por medio del Studium. Cuando Barthes habla de este aspecto hace referencias a algunas caractersticas formales como son la presencia de elementos contrastantes en la composicin. Igualmente, habla de fotos bellas, que expresan dignidad o nos hablan de una realidad social o poltica determinada, es decir, hay un inters por la fotografa de acuerdo a un contexto determinante para su apreciacin.

En el texto se puede comprender cmo la semitica que anuncia Barthes en la Leccin Inaugural es llevada a sus ltimas consecuencias; El lenguaje representa una posibilidad de recrear la percepcin y la sensacin. La fotografa como signo es tratada como forma de aprehender lo que se escapa, lo fugaz, para aprehenderlo en su aspecto fenomnico. Viene al caso la reflexin que hace en el texto antes mencionado:

Puede decirse que la tercera fuerza de la literatura, su fuerza propiamente semitica, reside en actuar los signos en vez de destrurlos, en meterlos en una mquina de lenguaje cuyos muelles y seguros han soltado. (Barthes, 1989, p.133)

Barthes intenta construir un cdigo para la fotografa, aunque este cdigo conlleva aspectos subjetivos y hasta irracionales. En esta construccin del cdigo especfico de la fotografa le resulta inevitable involucrarse en el campo de la literatura, as como en el de la esttica. Como bien lo expresa Valverde al referirse a Barthes y su obra:

Una creacin tan excesivamente lcida sobre su propio hacer y tan escasamente capz de hacer algo, llega a distinguirse mal de la propia esttica, a fuerza de ser teora ella misma; por otra parte, la especulacin esttica, a su vez, asume crecientes pretensiones de ser tambien literatura. (Valverde, 1987, p.223)

Esta complicada interrelacin entre diferentes campos parece ser una expresin absolutamente contempornea y responde a lo que se ha dado por llamar la multiracionalidad, marcada por la pluralidad conceptual y la negacin de actitudes preceptivistas.

Aura Marina Orta

Bibliografa

Barthes, R. (1982). La Cmara Lcida. Barcelona: Edit. Gustavo Gili.

Barthes, R. (1989). El Placer del Texto y Leccin Inaugural.( 5 ed.) Mxico:

Siglo Veintiuno.

Eco, U. (1972). La Estructura Ausente. introduccin a la semitica. Barcelona: Edit. Lumen.

Valverde, J. M. (1987). Breve Historia y Antologa de la Esttica. Barcelona: Ariel.