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\ proposiciones CHILE HISTORIA Y ”BAJO PUEBLO” 19 ‘,

Bajo Pueblo Gabriel Salazar

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\

proposiciones

CHILE HISTORIA Y ”BAJO PUEBLO”

19 ‘,

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I 1

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”BAJO PUEBLO” I

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bilk 1990

bmipci6n N' 76.095

Dirochw E J e d v a de SUR, Pmfesionales Conrultores: Carlos Verlpra D. Edibr y nywrmble legal de PrsporiciMer Jose Be oa C Comib? OdUOr: bs& Bangor, lavibr Martlnez, Eugenion$iron;

Edic6n de b textor: Pauliru MaUa

DiMo jyhfici~ y pnladr: Alkn Erowm E.

1.1. Wan* SS, Pmvk*nclr, %inlago

Manuel F. de la Mala C. b a n Herndndez T. trrabajo fotogribco) FOW: 662 205. Viria del Mar

N I ~ dxrm de una salitrera (Cdacci6n MUQO Hirldrico Nrcional)

VNCRAF Comunlcrcmnes Ltdr. Ewneralda 1083,4* Piso, Valparabo Te&w~ = Fax: (032) 250 533

Fotc&, -8:

Corn- k Iexm y dulgrInaW

lmpmr, 6(1 lor I.lknr * lmprmta LIBRA lurna*%?.5 , ValperaEsc

En verur en: LibM de Edrimi SUR 1. M. IMan& 85, Proratenor, Srntilgo ~ I W : 497 ootl- 460 6%. 225 1928 Fax: 1562) 274 0514

.% pmlte U ~ ~ W I W reprodun1611 malo parcia1 d e e m publirrubn, mn indicacdn de Is fuenle,

*CHO EN CHILE/ PRINTED IN CHILE

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proposiciones 19 INDICE

EDlTORIAL 7

IDENTIDADGERMINAL 17

El mal& de CuriLmcu. 18 ,;>I, r e El surgimiento de un mciqueamucano (17641767) z ",' Leonard0 Le6n i . .

"Los h i j i del vicio y del pecado". Ln mortalidad de los nitSos abandonados (1750-1930)

Ren6 Salinas & Manuel Delgado

44

Ser nifio 'huacho' en la historia de Chile (Siglo XIXJ Gabriel Salazar

Penas de amor de un "rotoso estudiante" An6nimo. Compilado por Gabriel %lazar

EL DISCIPUNAiWEhTO

Azote, salario y ley. Disciplinamtnto de la mano de obrn en la minerfa

de Atacama (1817-1850) M. Ang6lica nhne

Ln caldera del desierto. del guano y 10s inicios dt? la cuestidn solrial

Julio Pinto

REBELDIAS

55

84

89

90

123

142

. 173

200

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ndes y resistencia en Chile autontario clthv smneider

, 9 s epctmear popuhres urbanos ’ como sujdos hist6ricos 268

Biblwgmfh sobre Historia Social. 285 A&ulos publidos en Revista Proposicione: 1979-1 989

JoJe eengOa

El derecho a la mugre Jean Robert

290

NOTASTECNICAS 279

280 Tasb Bobre tenrns de Histwia de Chile: 1973-1988. (Titulos de un primn balance)

GodoCSceres

I.

DOCUMENTOS 289

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TORIA Y "BAJO PUEBL

e acuerdo a su definicidn originaria, la Historia ha sido la ciencia que estudia la realidad social en tanto bsta se comporta como un conjunto de 'particularidades en movimiento' Asi la intuyeron, en sus principios helkni-

y XIX, 10s grandes autores de la historiografia moderna y de la llamada teoria de la historia. Y asi tambikn han procurado sostener- la, ya en este siglo, 10s historiadores (motejados a menudo de "revisionistas") que intentan defender la historicidad de 'lo particu- lar' y la legitimidad del 'proyecto' y el 'cambio' sociales, frente a la

, han privilegiado las ciencias que Wilhem Windelband, en el glo pasado, llamo "monotkticas" (por su tendencia a concentrarse

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istoria predominantemente ha trabajado con

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fiar esas acciones e intentos. De este modo, el tip0 de Historia de Chile que ha sido predo-

minante en el pais ha devenido en una ciencia adscrita a la conste- laci6n te6rica que administra el equilibrio del sistema nacional vigente desde el siglo pasado. Se ha convertido, por tanto, en una ciencia auxiliar mas de las que componen el corpus de ciencias nomoteticas 'oficiales'.

En cambio, 10s intentos "revisionistas" que han tenido como objetivo aplicar el cllsico paradigma 'social-progresista' a la histo- ria nacional del siglo xx (caso de 10s historiadores marxistas de las decadas de 1950 y 1960, y de 10s de filiaci6n democratacristiana despues de 1980, sobre todo), aunque encomiables en si mismos, no han tenido la consistencia cientifica ni la persuasividad suficiente como para quebrar la mentalidad portaliana que prevalece -desa- fortunadamente, mas en 10s hechos que en el discurso- en el grueso de la clase politica chilena, tanto civil como militar.

I11

Lo anterior no tendria ninguna importancia, si solo formara parte de un debate academico. Pero ha sido yes algo mas relevante que eso.

Como todo profesor de historia sabe, la enseiianza de su ciencia es determinante en la formacion de la 'conciencia civica' de todo ciudadano. Y a traves de ella, es tambien determinante en la configuracion social de la 'conciencia historica'. En Chile, el proble- ma ha sido que casi toda la masa ciudadana, ya por varias genera- ciones, ha estado expuesta sistemlticamente a la enseiianza de una historiografia que no solo es en esencia "conservadora", sin0 que, por su compromiso esencial con 'sistemas de equilibrio' de origen predemocratico y preindustrial, no estl en condiciones de desen- volver en el chileno medio una conciencia ni social ni moderna para 'hacer historia'.

10

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ermanecen

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nacionai y en tanto necesid

histdrica cultivada, podria ser usadb de un

iv& esos cliilenos son duetS6s son un "pufiado". tan solo),

cerca de la destruch6n irresponsable de un sistema, que de la destruccidn-constructiva. Y en tercer Iugar, porque quh'fisega a semejante 'actor potencial' la conciencia hist6rica necesaria para convertir su particularidad indeseada en una generalidad satisfac- toria, comete un grave error de lesa politica: en lugar de cultivar unidad nacional, cultiva irracionalidad histbrica. Y ninglin sistema soporta por mucho tiempo el peso creciente de esa irracionalidad, como el sistema portaliano mismo ha demostrado ya hasta el can- sancio.

La violencia politica, que ha caracterizado la historia contem- porlnea de Chile, ni es inherente a la intrinseca perversidad de las masas, ni a la intrinseca represividad de las elites. Es, sobre todo, una cuestidn de no saber 'hacer historia'. Y esto es un subproducto social que reconoce diversas raices. Una de &stas ha sido la historio- grafia conservadora -dominante en el pais-, que ha traicionado a1 clasicismo historiogrifico desertando a1 cientifismo 'oficial' de 10s sistemas. Otra ha sido la incapacidad de 10s historiadores "revisio- nistas" para levantar un paradigma capaz de ser efectivamente fitil a las mayorias necesitadas de la naci6n. Y otra -no por liltima la menos relevante- la irracionalidad politica de la propia clase dirigente que, a1 aferrarse a un sistema liberal que ha tenido y tiene en la mayoria de la Nacidn a su mis importante enemigo (seglin ensefian 10s hechos), ha concluido por vivir dominada por el "miedo a la Sociedad. Que es un modo de gobernar sin 'conciencia histdri- ca'. Y de cultivar violencia politica.

El revisionismo histdrico no es, pues, hoy, en Chile, un simple experiment0 mis de alglin porfiado investigador premodernista. Mis bien, es una necesidad social. Y una necesidad que no s610 tiene que ver con la gran masa popular necesitada y des-historizada de este pais, sino tambiPn con la posibilidad de asentar un sentido mfis social y dinlmicamente profundo de unidad nacional que el que ha impuesto la historiografia conservadora, y con un sentido mas racional de la accidn politica a nivel de sistema.

12

RopdcMu.l9,1930

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siones ypromulgado desfinanciadas politicas sociales. Como r&ul- 1w) han hecho mb que fomentar 10s factores objetivos del

Q cerrando el circulo. Pero ninguna clase dirigente podria eer BUS miedos. De modo que ha sido precis0 vestirlos de

seudotebrico). 0 sea, de un cierto tip0 de 'teoria nte construida sblo para negar 10s fantasmas

(la historicidad de las masas, la existencia de 's populares con proyeccibn sistbmica, la vali-

i&&ico etc.) per0 no para desarrollar, desde

Las masas populares chilenas han permanecido encerradas en su particularidad estructural desde, cuando menos, fines del siglo XVII. La escasa historia social que hasta ahora se ha escrito en Chile respecto de esa particularidad revela, categbricamente, que &e ha sido un encierro tenso. Sin salida hacia una conciencia histbrica cultivada y volcada hacia la construccibn de sistemas, la historici- dad popular ha girado en circulos en torno a la misma identidad, con irritabilidad creciente. La rebelibn sorda, el bandidaje, la adic- cibn alcohblica o lddica y la violencia politica, han sido expresiones frecuentes de esa anomia histbrica. De modo intermitente, esa anomia ha producido estallidos insurreccionales que han remecido por enter0 la estabilidad del sistema. Las recientes veintidbs "jorna- das de protesta" revelaron no s610 cuLn fuerte es el poder histdrico incultivado que late en el movimiento popular chileno, sin0 tam- bien cu6n cerca y a flor de pie1 del sistema est% ese poder.

La historiografia conservadora y la mayoria de 10s que operaa a nivel de sistema han interpretado siempre 10s movimientos de la base popular como una amenaza de desintegracibn social y de des- estabilizacibn politica. No habiendo estudiado en profundidad esos movimientos (el foco intelectual ha estado preferentemente clavado en el sistema general), han asumido una actitud regularmente irracional hacia el poder latente en ellos. Porque, a1 no haber culti- vado una ciencia 'social', han desarrollado 'miedo a lo social'. Y en vez de apoyarse en las mayorias nacionales para establecer un &tado,de contenido social, han desencadenado neprbticas repre-

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y, de otro lado, la intmmitente violaci6n de 10s dere&os:hamm de 10s chilenos que, por estar empozados en inc6morlas idenitidak%s sociales a1 margen de la historia, han estimado conveniente hich peligrosas marchas de politizaci6n 'socialista', cuesta arriba del sistema.

El miedo, inherente a las blites dominantes chilenas - c o n su efecto en la irracionalidad de las conductas de dominaci6n-, las ha llevado tambibn a1 margen de la historia. Necesitan, pues, como las grandes masas dominadas, salir de su encierro en esa peligrosa par- ticularidad.

V

Si las masas populares necesitan a6n salir de su particularidad in- deseada en marchas destructive-constructoras sobre el sistema, deberhn, imprescindiblemente, cultivar su conciencia hist6rica y su capacidad para hacer historia social y efectivamente. Como no podran hacer eso auxiliandose de la historiografia conservadora y de las ciencias oficiales (nomoteticas), ni del viejo materialism0 hist6rico vulgar (en crisis), entonces deberan construir su propio paradigma historic0 y desarrollar una especifica 'ciencia popular'. De lo contrario, no tendran otro camino que continuar enfrentando 10s miedos (e irracionalidades) de las elites dirigentes por medio de nuevos 'reventones histbricos' y de mayor violencia politica contra el 'sistema general'.

Paralelamente, si las elites dirigentes aspiran a h a estabilizar la sociedad chilena conforme a un patron global de integraci6n y unidad nacionales, necesitaran cultivar su conciencia social y revi- sar las teorias (defensivas) que niegan historicidad a 10s movimien-

uaran criando 'fieras sociales' en istorica de la nacion, y alimentando sus ancestrales

tivo, pues, socializar e historizar su que, en cierta medida, estd hacien- ir que, hoy por hoy -sea de su del anilisis hist6rico no s610 es i s solo es posible a condici6n de

que se concentre en lo particular-proletario. Es decir, que retome, de

1 18, ISM

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no hacer est0 (0 sea,

uhidad nacionaiconvertido, cGmo ha ocirrido du-

Tesulta imprescindible como elemento de mediaci6n entre el polo 'particular' y el polo 'general' de la irracionalidad politica que ha caracterizado las liltimas decadas de la historia de Chile. Pues es la

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La miscelhnea enfoca prhcticamente todas las dimensfones re levantes del drama histbrico que se resuelve en la base de la sociedad chilena. De una parte, 10s problemas soterrados en la identidad germinal, tanto en lo que hace a las raices indigenas (articu- lo de L. Lebn), como a las de la infancia indigente (trabajos de R. Salinas y M. Delgado, y de G. Salazar) De otra parte, la tensibn surgida entre el disciplinamiento sistemico que pugna por imponer un f6rreo cuadrillado de identidades funcionales, y las identidades emergentes de la masa social (trabajos de M. A. Illanes, J. Pinto, J. Bengoa y G. Guajardo). Asimismo, 10s estallidos de crisis y rebeldia -COR violencia involucrada- entre un movimiento popular ya politizado, y un sistema que ha desperdiciado gran parte de sus oportunidades histdricas (estudios de P. Winn y C. Schneider). For ~lt imo, est8 tambien el momento de la reflexidn histdrica, necesario para evaluar el significado especifico de ciertos problemas, o del movimiento conjunto (J. Chesneaux, A Bauer, A. Daitsman y L. A. Romero).

El objetivo especifico de esta edicidn ha si& contribuir a1 des- arrollo de una genuina 'ciencia popular', local, en Chile; a la vez que mostrar, a 10s centros editores de la 'ciencia oficial' (sist6mica), las 'particularidades en movimiento' que, con sangre netamente huma- na,latenenel interior de 10s fantasmas que producen el gran "miedo a la Sociedad" Porque, en filtima instancia, el objetivo general de esta edicidn ha sido contribuir, con un grano de arena "revisionista", a la reconciliacidn nacional, en tanto que basada en la verdad dinhmica que sdlo la historia social puede ofrecer

,

Gabriel Salazar V. Coeditor Propostclones 19

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El rnalcin de Curiiiamcu

repella una vez m& la dmkictica los dips del nralh Iguerra, asaltol,

eron el tono a las

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Sujetos a ninguna fonna de cwra6n legal, mantenian la estructura social tribal de m t d o ymprcducian 10s antiguos patrones culturales. La poligamia y el paganism0 continuaban existiendo en un ambiente que se plagaW lentamente de fugados, crimimles v 'mal entrenidos criollos'.

M i l i h n t e , 10s indigenas&shtuian una constante amenaza contra la Segu- ridad de lo6 poblados y estanclas fronterizas, en la medida en que 10s maloqueros arrasaban losvillomos malamente defendidos, destruian las viviendas, awsinaban a

igenas y planearon establecer una

monaquias de Rancia y Espaiia ehnun6 ones rivales que podian aspirar a ganar

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hispano-cnollos de Concepci6n, intercambas comemales, de re1

ndigenas res cto a 10s productos eu 'eno,losaba~"osyvestldosdepafio para 10s orfebres. MAS a h , el compl a modif ie~r sumnc~almente el d o

cas Estas rehaones habhn producido un cons

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In primem fuse del conflicto

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de C%lle'',CHDHN23386.

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de campo Cabrito tamlnen eshlmeron dirigidas a el a traves del proyect 0. AI respecto, Cabri '"el inenor r e d o ni

. La intensa campafla de propa anda desatada por 10s hlspano Curiiiamcu fuebastante exitosa. Juaneidancuvilu de Boroa expresd su le una conferencia celebrada con Cabnto, "poniendose la mano en la cerv en lo futuro se expenmentase el menor tumulto o traicton estava pron su caveza, y mas enfervorizado continuo dinendo ( ~ u e l el autor de todos estos enredos, y eiqueha rebueltolosquatro Bulalmapusesel maldito Cunfiamcu, y al malo se le ha decortar la ~aveza''. '~ juan Antivilu de Maque a manifesto por su parte que CuriAamcu era "el peor indio de toda la tierra y que rhabia sofocado con diversos mensaxes que no obedmese a1 Senor Presidente, y Maestre de Campo"."El cacique gobemador de Angol, Huenulaf, supuestamcnte superior en rango a Curihamcu, sdia(6 "lo mismo y con lguales expresiones".

Las muestras priblicas de apoyo dtspensadas por 10s caciques'gob6madores haciaelproyectodepueblory susmanilestacionesdercpudiocontraCurifiamcu con- vencieron a Ias sutoridades de Chile de que 10s disidentes habian sido exitosamente aislados. En consecuencia, Guill y Gonzaga orden6 al maestre de campo que cmzara la frontera y comenzara la construccion de vtllas; tres columnas fueron enviadas a Angol, Huequh y Niminco a cargo de Cabrito, del sargento mayor Ribera y del capitan Joaquin Barbosa. El comisario de naciones tendrla a su cargo la fundaci6n de pueblosen el Butalmapu de la Costa y loscapi tanesdeamtgor seencarEariande iniciar las labores en sus res&?ctivos asentbmient&s. En total se Snsabr con;truir ancuenta villas a t rads de la Araucanfa."

12 'ReM6n M m m a

13 Ibld, I@

24 I4 Ibid.184

', op cil ,180

13 lMd 16 Ibld 17 P 6 m Garcia, op a t , 38'7, Drgo Barraa Arana H i r W Gewral k Chde 16 vdr (Santugo 1W1902), 6 u 3 , Horlclo L m , Cdnm de h AnrmmL, 2 v d Bantiago, IW, 2101

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$us mosetones

. " , ti&a, a1 nos desnudgs, otros heridos, 10s mas a pie, y descalzo; traspasadcy de hambre,f&hados 10s pies de las fatigas del camino, per0 todos esforzados y con anas de vengar una tan injusta injuria"."El edificio de la coexistencia fronteriia que

kabh crecido por dCcrdas, quedaba en ruinas. Aunque el ataque principal de 10s disidentes se concentr6 en Angol, se registra-

mn hostilidades similares en. Niminco, Huequh, Ma&&, Minas, Chacaico, Pub, Dpnculco, Tucalpe y Tucapel. En Ma* 10s c o ~ s a ~ l t a r o n la misi6n y profanamn las imigenes rehgims; en Rucalhue un guerrero pehuenche, vestido con ropas de sacerdote, se dedicaba a celebrar "misas". En Dalculco, cerca de Paicavi, el t q u i Colorn illan orden6 a SUI guerrems que descuartizaran a un prisionero espaiiol, corh4Jole"aunestando vivo lasmanosy lospies y ultimamentela cabeza para remitir estaa partes del cuerpo a varias reducciones que esto es lo que ellos llaman repartir la f l ~ h a ' ' . ~ El n h w o de hispano-criollos muertos no subia de cinco, per0 las relaciones entre ambos mundos habian sufrido una dramtitics transfomacih. La guerra haMa retonudo a la Araucania.

La rcaccih del Reino

El epcito fronterim habia sido humillado y el trabap de 10s misioneros deshecho. Todoa en el reino, a untaba un testigo, "ardian por emprender una cam a h en regla contra los indios" &n una car@ a1 gobernador, el maestre de campo Calrito escribia:

sofior~eccquala Divina providencla ha dispuesto ya la sulecdon deesta Nadon la que en el la 05 conrcguiblequnsi sin gnatos pues con solo quatm mil maulinos, y dos mil ftontamos que el mea que nene entren por tres partes hasti la jurisdiction de Valdivia

23 Cabnto, "Mmn 21 b t 8 de Pabb de la Guz d gabmador Cull y Connga, 5 de enero de 1767, AGI, AQI, Leg 257. 25. ''Relsdh Andrunu 26 &norArw,op c t t , 6 2 3 6 , h , q a t . 4

", hc at, &a 29 dp diarmbre

", op nt ,190

19,1990

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f u ~ ~ h p que UM traieion tan pjudicial, y una insolencia tan in el devdo y exemplar camgo, pues si M da a1 olvldo su dditQ, RIS~S wm el despremo, v h d o que no M ks persigue ni castrga Svlmmnta an gfanqe, y cmfiador en quu no s@ les ha de hacar

sobre Ias arms de 10s Espafioles, continunran tantos en un continuo movimiento con crecidos gastos y

sndo el pefldo Cunnnmcu ha procumdo fundar su de 1w d a s en que no s@ la puede castignr POE mas ue @I Ry no pinrte a 10s EsprAolcs lquel les hagan hen wwedido La imlenw~ de los Yndw ha llezado

I

a1 puntode corcaral &ial rn1llta;dc la Frontera que q d a de mi sgunda perso&, de mallntar a bx damar ofiurlar, de k e r wnsion de br Armas Espanolas. de poner m fug.alosP&drerMisioneror, de maora 101 Sentlnclarquccurrcduvan loscavallos,de hcnraatrm soldadw, deduynronduor a1 MaeotredeCampo general y sus Ofrzialcs, y lo qw M IC oir sin dolor Ikgar a corm la cavern y braroa de Is Vvgsn Sdntudnu urn qw se ha de asporar para cawgar unto iniulio, y h t i r a enemlgo h n traidor?”

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contenidps en el ReakAcuerdo.

diga V . R r que tiempo p d r e hir por ellos porque aqui hemos quedado mtd apesadu

Noobstante,la recepcibndelob1spoen loscirculosmilitareshis~no-criollosno 0- Y

mfllctos. Frentea unademanda de Esuiiieira dedesmovilizar a ocales.

ado con su ida". ' fue tan cordial, y muy pronto su papel de mediador fue mati

el mestre de campo Csbnto respondih que no era posibl por ramnes de segundad. El fiscal de la Audtenaa inkrmnoa favor de Espifieira, d a l a n d o que la movihzaah de la$ nuliaas dependh del gobemador del rein0 y que 10s comandantes debian 0-r las instru~ciones del g h e m o y sus representantes En sus conclusiones, el Rea) Acwrdo reeomendaba que el licennamiento del "pisanaje" debia dejarse en manos del obispo, "como que se halla con pleno conoarmento del estado presente de la bnrera".n

lndudablemente, para muchos soldados la dma6n del Real Acuerdo fue wsta como un nuevo vejamen contra el ejkito, que se sumaba a la derrota en Angol. Por esta razbn, LJuntadeGuerra deConcepfi6n noceddcon faalidad, manifestandoque la resencudeindiosarmadosyvagabundosen loscamposrecomendaba lamanten- c& de loscuerpos armados Refinhdose a las negociaaonesmiaadas r Espifieira con lor indigenas, los rmembmr de la Junta apuntabm con aadez: g n todo d o encontrunos muchas espinas, y que no podemos persuadimos a que sea de algun provecho.. . PorquerlendoestaunaNaclonBarbaraeInhe1,queno seretraedewolar

de CmrrppQ Fray Angel Erplfieua, aI gobemador G U l y Gonzaga, Naprmmm, 15dssnaro&%AGI,ACh,Lag'257 37 h d e l d q u e &mldordr k o a , PedroThaitaru. al provlnoal delor,esuitas, Bororr, 5 de f e h de 1767, AGI, Am, Leg 257 38 Garla del Brul de la Real Au&mms de L n h a p al pb@rna&r Gul l y Gonraga, %hago, 27 de Eskm d W r A G I , Ach, lag 2 9

' 36 c.rtr del

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do casti Ef?hl Acuerdo insisti6 en su p i c i 6 n reconciliadwa hacia hs Mbus araua-

nas, sin dejarse envolver por la nwva ret6rica belicish. Por el contrario, Los oidores escribieron ai gobemador Guill y Gonzaga, argumentando que la Junta de Guerra de Concepciim parecia estar embarcada en una campaha de Amores falsod que entorpc ch la gesti6n de EspiAeira; manifestaban que "a fin de e en b subsesivo c o n sin tropieu,estegraveimportantcassumpto,se hadeservi$.S. orderrPrdenuebo, ycon 10s apercivinuentos necesarios al Maestre de Campo y Junta de Guen, c u m p h con mandado, observando toda conformidad y buena correspondencia con el Illmo. !%or Obispo".@ Es probable que 10s oidores asumieran esta actitud porqw estabrn genui- namente lnteresados en reducir la autoridad que la ema dejaba en nunos del ejbrcito; otro factor que seguramente influyd fue la cAl% recepci6n que diemn ks rebeldes a la gesti6n de Espikira. Curiimuu escribi6 al -to a prindpios de kbrero:

y se Kubieran rescatado lo5 H e m y propiedades robadoa

ILLmo.Wor. Lcutimoonmicunmna V.S.I.cl travrpquehatomadocn venirieoe PLzaparasosegvlaTinn mirar red bkndotintor Pobresquccrummp.dddo fuva de nuestrac tierras y ?!assas. ERepcura encantre 10s Hwlqumw de V.S.I. don CabrielSossa y don Abnso Nahuelhunla porqulen noscita V.S.I. pnque nor juntano$ en esa Plw y desaxo de la P v d i que si combienen la6 bamrs C4si ues a q u h lhma v.s.1. An bja el dia aplasdo, R con ello$ a nemea pies c&.\1.9.1 pum no deseo oh. cosa sino el sodego. v la P u para cui0 E, hi b h u e m a a valmme de Ia

os miembros de la elite local y los ages& imperiales en Jas tensiones dtnicas y las disputas internibah que la

nos. Hstas p e n e s inkemas se mnvertirhn m&

y I& defenwks del pober polinco y milihr acumulpQo subfept&mente p~ el patriciadolocal.Circuwtancialm~nte,laReal Audl~arepre~tabaalosprimtros, mientras el mbernador v k Junta de Guerra de Conc&6n actunbn corn vocuw

;%os. Cualq&rafuese el resultado de esta iucha, lo importante las nuevas con&icciones entre ambos bandos hrmon crex&?s

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demitos previamente. kn ;us afanes h r extraer uni venganza-apmpiads, la@@ Ehuenches manifestaron a Valdez que se habrian unido con gusto a kS hrereaS

spano-criollas en la frontera, *a no estar con las armas en las manos para 10s Guilliches"." Por UM vez, 10s guerreros de la montaiia desertaban a sus antiguos aliados, per0 el momento era propicio para castigar a 10s huilliches, que no p O d h contar con el amyo de 10s Ilanistas. Asimismo, la entrada del verano forzaba a 10s fhuenches a ibandonar sus refukios temporales en Alico, adonde habian llegado uyendodebshuilliches,ylesobligabaa recuperarsuscamposderecoleccibny~

situados hacia d sur. Sin embargo, no todos 10s pehuenches marcharon contra 10s huilliches. El 4 de

enero de 1767. diez dias desDu6s de iniciado el sitio de Aneol. el caciaue whuenche Peynapil se present6 a1 fue& de Naamiento para "ofreceFsu auxilidcoi todos sus Peguenches".u En esos mismos dias, 10s conas pehuenches de Colignir, Manque1 y el "capitanep kona Leviant", llevaron a cabo susacciones militare. AprovechPndosede 1aausenciadelosguerrerwIlanistas,lospehuenchesdlrigieron susataquesnocontra Paylkguala, como se esperaba, sino contra 10s asentamientos indefensos de 10s Uadrtas. En una carta enviada a1 maestre de campo el 8 de enero, 10s jefes huenches seMaban "que ellos havian salido de sus tierras en defenza del Maestre c&arnpo, y [a1 m v a r con tododos las parcialidades rebeladas, y ue sus mugeres se reirian de ellos sino ensangrentaban suo L a m s con los Alzados, %e lo que resultoel que tomasen la resolution de acometer a lar Reducciones reveladas de Buereu, Malleco, Chacaico, Reqwn yQuwherepuas,robandoles porcion de anados, y dejando muertosmuchos indbs, y entre ellos el principal alzado Cheu y efemu; que 10s Peguenches perdieron solo dos hombres y regresaban a rehacerse".

AI 1lev.r a cabo sus ataques contra lo5 llanistas, 10s caciques pehuenches asunderon que el conflicto entre CunrTamcu y 10s hspano-criollos se extenderia por t d a Ir Araucanla. Pero como lo demostraron 10s eventos en Angol, Huequen y

Laonmrdo Le6n 5 , ' b cciona espaLd* y las yetrar mtestmas entre los lndm de Araucanla. Patagonla

Crta del mrre@dci de Maul., G q m o de Ulloa, al pbernador Gull1 y Gonoaga, Challh, 9 de aero %?, AGI, AOI, 1% 257 CIN del rnaeswe de camp Gbnlo a1 gobernador GuiU y Gonzaga, Naamiento, 5 de enero de 1767,

a9 Fmps. 19601806". Nurw HzsboIia 5 31-67

8. clrtr del m&e & camp Cabnto ?,I gobarnador GwU y Gonzaga, Naarnlento, 8 de a e r o dc 1767, AGI, ACh, Leg. 257

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r

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p e h ~ e n ~ d o p o r l o s d o s B u t ~ ~ ~ u s d e h C o r d i U e r a p d e l o ~ L h ~ " l g P S o b r e el miSm0 asunto, el capith de amigos Gabriel Sossa manifestah quelos pu- llanistas h a b h recibido notiaas de un sitio impuesto por 10s pehuenches Contra asentamiento de Lumaco, y que 10s conas de Repocura, Maquegua, ImFrial YBOrcL haban d i o en auxilio de sus compatriotas. Mas adelante agregaba: "DiCen h S Llanistasl estar los Pehuenches en pelotones por 10s Camnos, asechandu a todo pasajwoparaquitarlelavida, porloquesup1icanaS.S. Ilma. mandea lmcomandantes de lis Plazas que 10s Peguenihes si'pten por sus ofiaales".u

Segirnsedesprendedelos testimonioscitados, algunosasentamientos Uanistas parecian est= genuinamente conmovidos ante un inminente ataque represivo d e 10s pehuenches. Estos temores, basados en experiencias pasadas y particularmente en la maloca desatada por Colignir y Leviant a principios de enero, forzaban a 10s caciques gobernadores a cerrar lineas con 10s conas liderados por CuriAamcu. En otras pahbras,elapoyoqueloshispanocriollos brindabana lospehuenchesy quelos habia envakntonado en el pasado, solamente fortalecia las posiciones de 10s Sectores con- frontaaonalistas de 10s llanistas y minaba las posibilidades de una paz negociada con I o s rebeldes. No obstante, todavia interesadosen castigar a 10s sitiadores de Angol, la Junta de Guerra de Concepcibn y el gobernador desconocieron las recomendaciones del Real Acuerdo y procedieron a autorizar el envio de refuerzos militares a 10s phuenches. En una comunicaci6n al maestre de campo, Guill y Conzaga expresaba. El auullo de tropa miliciana y arregladaconarmas y municionesa favordelos Yndios

Peguenches, y contra IosHuilichesquehan intentado usurparlessus salinas, no pudo mnosquemerecermi aprovacionporla justaramn deque se amparen unosnaturales que j a m s han sido reveldes contra nosotros, y antes siempre han ocurrido para ofrecerse contra 10s Infieles en nuestro favor"."

La expedici6n combinada de pehuenchese hispano-criollossali6 de Tucapel el 5 de febrpro de 1767, compuesta por 137 milicianos, 16 soldados, 18 voluntarios y un

M. "Am de Is conferencia WIeNda entre el inmo Cunlamcu y d obirp Gpthatra, Slnh Juan., 24 de abtu de 1767, AGI, ACh. b g 257 51. Clrta d d mmandmn Juan Segundo L6pa a1 obisp Gpuiesa. Nadmtenio, 16 de febrvo de 1767, ACI. ACh. kg . 257 52. Cvta d d pronndJ de lor IcOuIIas. Bdthazv Hutrer, al gobernador Cull y Conuga. Na&Imlo, 16 & f o b & 1767. AGI, ACh. hg 257. 53. Gwta del caplt4n de amlgos Gabrid 666a .I obirp Gpileirs. Repponua. 12 de febnro de 1767, AG1 ACh, k. 257.

s. ~ d d b o b e m ~ o ~ C ~ ~ ~ C ~ z a g a ~ m a ~ ~ d e ~ m p ~ a b n t o . 1 2 d e f e b r ~ o d e i 7 6 7 . ~ ~ 1 , ~ ~ h Leg. 257.

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10s parares nomllladw Sari L0-b. Anme0 y la u0-n numem de mil y novgientas l a d s , que venian eimarcfia sd

' Gbrito y la Juita de Guerra de Concepcibn, endeudados con bi'&% montaibes por el apoyo que,prestaron durante el sitio de An@. no e t a b en condiciones de rechazar las demandas de Leviant. Adem& el inter& ve tenisnporcontinuarlaguerraenlaquehabiansidoderrotadoscontantahumillaci6n, losinclinsbascrearunamb~~tede tensicheintranquilidada travesdela AraWana. Comosoldadossubrogantesdela Corona, IM pehuenches jugabanun P P l l d e a l P e my~mprom&fsm\almemeal+rito, 0c"yasarrionesdebilitabanmilitarmen- te a, t&bdnonistes y BUS diados. El obispo g i f ie i ra penseha dif-te. En su OPinibn, la -deapoyo militar a los pehuenches y la participacion de los M v W i d , l %

!O,S conflictos internibales agravaba la situaci6n global, entorpffla. N gmtl6fi paakadora y estimulaba el surgimiento de una guerra total. "Las d i l i p d de I?. C h i o n -ibi6 el obi- al gobernador- quedan infaliblemente@zw fnlsha: dasenomdehpartlrsedimtao ind irec tamented ichoaux i l io ,yaunSh~~~ queel de no embarazarles el pas0 del Biobio, o no contenera dichos Pehuenches desta parte quanto sea posible, kzgo inevitable5 10s acontecirnientos vengativos de 10s Llanos contra 10s nuestros".l' ,

Ante el serio dilema de dar apoyo a 10s pehuenches y alienar definitivamente a 10s Ilanistas, o de seguir gestionando un acuerdo politico con 10s rebeldes de CuriTumcu, el Real Acuerdo deSanliago +ue hastaalli habia resistido laspresiones del gubernador y de la Junta de Guerra de Concepci6n- opt6 mayoritariamente p r h primera dtemahva. Describiendo las razones que le forzaban en esa direxion, el Real Acuerdodeclaroqw sedabaayuda para "ulvarlosdel peligro deque IosYndios Pehuenches. desunidosde nuestra amistad.0 seanexterminados por loscontrarios, o unidos a ellos en retorno de nuestm desprecio con otras fatales conrcuencias . . . en atendon a que 10s Pehuenches han manifestado su fidelidad en repetidos a c t a a nuestro favor"." Asimismo, sugeria que se diera permiso a 10s pehuenches para que instalvan toldos en los paraps solicitados p r Curin. Respecto al momento en ue se les frcilitarhn soldados, el Real Acuerdo exribio a Espifieira para que el ,%ispo explicara persomlmente a 10s pehuenches que no convenia realizar nuevasoperacio- nes mllitsres, por lo entrado del invierno. "En la precision de no ceder a dichas repre- sentsciones -instruia el Real Acuerdo al obis- y recelase que disgustados de la negativa puedan alurse de nuestra amstad y p a w a 10s enemigos, que en esta mtingencia se les conceda el auxilio que el reverend0 obispo y Junta de Guerra tubieren p r wnveniente, sehalando oficiales de entera satisfaccion que dirixan sus emprews y observen sus movimient~s".~~ Con esia decision, 10s representantes ~s Ictivos de la politica imperial en el rein0 concurrian a prestar apoyo a 10s aliados i n d i m s , $in imprtarles las consecuencias militares, politlcas y economicas que podia bcamw el rrcrudeclmientc, de la per ra intertribal. Por una vet, 10 que mds importaba era la defensa de los pehuenches.

iPor quC importaba tanto defenderlos? El roldebarrerahumana jugadoporlospehuenchesa hav&delmacimandino, una contencion fisica a la expansion de ios Iianistas, de 10s huilliches de las

'

'

I

19,1590

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mantener viva la tensi6n, aumentar su control local sobre los recur3Os militam y

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7p"a h e el pmpio Curifiamcu. Si bien durante el parlamento de 1764 Curifiamcu no figur6 entre 10s PfeS que

mgociaron el proyecto de pueblos con el gobernador Gull y Gonzaga, peas deseS d s tarde a p a M 6 encabemdo una pequefia facci6n indigena que se opoda violen- tamnte aaceptar losacuerdos. Cuandoel gobemador orden6 su a m t o , Cunfiameu era un jek menor o ca itanejo. Los dias gastados en el residio cambiaron su destino drdt icamente. Los~ispano<nollos le dieron a1 lo& el prestigio y la leghmidad que necesitaba para converhrse en lider de 10s disidentes en Angol y, m6s tarde, de gran parte de la tnbu llalusta Desde ese momento su lucha estaria dirigida contra Ias autondadeseuropeasycontra losjefesqueapareciancolaborandoconellas. pnncipal- mente los caciques gobemadores.

Las divisiones que surgieron entre 10s capitanejos y lonbs, de UM parte, y lm dores, deotra, se hicteron aun dsc l a ra s una vezque el gobernadoi z : r y e puso en prdctica el proyecto de pueblos de indios. Mientras lo:

caciques gobemadores reiteraban su entuaasta apoyo y percibian sustanciales bene hcios matenales, Cuniiamcu desato su campaRa disldente entre 10s conas. Comc manikstara Guill y Gonzaga en una comunianh enviada al Real Acuerdo, el Ionkc "empem a resfnar 10s animos y persuadirlos a que si formavan 10s Pueblos 10s Espafioles les quitarian sus Tierras y Ganados, se aprovechanan de todos sus vienes y les harian Yndios de Encumienda y se servlnan dellos para mita"."

Cuando el proyecto de pueblos comenzd a tomar forma, 10s canques gobem- dores maldipron a Cunfiamcu. per0 no pudieron frustrar sus maniobras destinadas a desatar la nueva guerra. Sibitamente, en dmembre de 1766,los caciques gobema- d o e s fueron sorpmdidos por el levantamlento de 10s linajes llanistas asentados en hgol , HuequCn, Niminco, Col$l, Lumaco, Repocura, Maquegua, Marvbn, Colhue, Bureu, Malleco, Requh, Chacaico, Bureu de la montaiia y 10s pehuenches de Rucal- hue. La reMi6n estaba dirigrda tanto contra 10s pueblos que se construian como contra el poder y la autoridad de 10s caciques gobernadores. El proplo Cunfiamu Rpetaamente demand6 durante el atlo de Angol que se le entregara la ca

efugo entre lor hispano-cnollos

*

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deCurifiamcufue les asentamientos de emro de 1767

y mgerar a SUI masetom,eomo el que no padetean Ia m e ~ r estorslan ws rns40m6s, pues yt @via ies b n a n quiado #us camllenas sus Utrnenes"

$e&n el "Covernadorsillo" de Legua. no debia aeeptirrse "que piearos perdan el credito, su guietud y b w e s eFlos, sin m m r w t i & & ~ ~ ~ dtehos mquietadorei, y de este m i s m senbr heron y dipon t a w los demas Caaques A n ~ g o s ' ' ~ Ante la temeridlad y au&ia de Curn%wncu y sus aliados, h eaciques gobernadores cerraban hlas

M Csta del mestre de c a m p Salvador Gbnto *I pbernador GmII y CIOmzagz I da e m de 1767. Nmmiento, AGI, ACh, Leg 257 65 lbld, 8 de enso de 1767. AGI. A n . I% 257

68 Cartade Anlonro Naruro de Santa Marla a1 gobernador G u l l y Gonaaga, 12 de enera de 1767, AGI,

d0Sslcedo almaastre de camp Cabnto, Arauco, 9 de enero de 1767, AGI, ACn, Leg 257

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. No bbstante, era solamente hna'cuestion de tiempo antes de que 10s caoiques

gobernadoressucumbieran frentea las intrigasde 10s rebeldes ylas demandasde sUS propios conas. La nueva guerra contra 10s hispanc-criollos proveia gloria, botin, mujeresypropiedadesy, porsobre todo, prestigio militar. Losguerrerosdelosdeds asentamientos no podian quedarse de brazos cruzados y observar como CuriRamCu y susseguidores se apropiaban deestas riquezas. Asimismo, el precarioequilibrio de poder que existia entre 10s divenos clanes y linajes podia sufrir una transformaci6n sustancial conel ascenso de los"angolinos" y Curinamcu a la cbpidedelas relaciones politicas en la Araucania. Uno de 10s mecanismos que tradicionalmente detenia este procesn era la participacion colectiva en las malocas y la distribucih social de las riquezas. En 1767 algunoscaciques gobernadores siguieron nuevamente este camino y se sumaron al malon de Curifiamcu, mmo se desprende del siguiente cuadro.

Alllrdosde Cunamcu duranleel m l d n de 1766-1767 -__ .-

Cacique gobernador Lebli Reducci6n de Lebu Cacique gobernador Paillante Reducci6n de Quiapo Cacique gobernador Nacupil Reduccdn de llicura Cacique gobernador Guaquinamu Reducci6n de Pudn el Viejo Cacique gobemador Lebuen Reduccion de Cuiquegue Cacique gobernador Buchaman Reduccidn de Caycupil Cacique gobernador Cuidelab Reduccion de leneco Capiranelo Marinan Reduccion de Caycupil "lndio de Respeto" Maribud Reduccion de Rucarague

Furnfe. DPclaraclbndelrndiomensaieroLepumJni, Arauco, 13deencrode 1767. en'Testtmon~orde~uros que m l u e Diez Cuadernos . :, op. cor.

Penchulevi, el cacique gobemador de Repocura que defend16 activamente a 10s misioneros radicados en 10s territonos de su pamalidad, enfrent6 tamblen el desafio de uno de sus seguidores, el cacique gobernador Vuchucura. Durante una junta

71 Cabnto, 'Dlano ', loc at, dla 28 de dmembre 72 CartadelcaaquegobernadorJuanCurrhrulhn y ~ r d o b a a l m ~ ~ s h e d ~ c a m p C ~ b ~ , t ~ , 7 d e e n e r o d e 1767, AGI, ACh, Leg 257

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l$.,db 8 ,a; . .: , : .@+: ' /

con'voc;lda'~r.Pendulevi, escribi6 el cacique gobernador Catricura a Cabrito: "Dis- ' thguiose la parcialidad de Vuchucura aquel vi+ a quien Ud. dio baston en el Nhcimiento. todos con cotas de malla a lo Peeuenche con vandera colorada por estar

, ... >;. ,'.. ' ., '

16 de febrero de 1767, ACI, ACh, Leg

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El fenheno socioculturel que represents el abandono de lepnas. Hist6ricamente se lo encuentra en el mundo m i d cuando entre las familias indieentes comenz4 a eeneralizarse la prictia hrps en la puerta de las iglkas. A lo largo-de 10s siglos fisteriores se fueron consolidando instituciones de candad especiahzadas en acoger y mankner a ems ruiios, porlo menoshasta 10s sieteaiios. Tal preocupan6nfueespecialmenk relevante en loscentrosurbanos bapmedievales y enlas grandesciudades delossiglosxvn-xvm.

El mundo medieval muestra una actitud ambigua con respecto al niiio, que viviamuypocointegradoalasinshtunones,ymbsbten~margendela~i~d.Por UM park, el infanhndio era un recurso relativamente comun, y la exposindn y abandono del hp a1 nacer, o m6s tarde, se transformaron en prictlcas cornentes destinadas a lirmtar las cargas familiares que la miseria impedia sostener Mu- actitudes pamen apoyar la imagsn de un nifio despersonalizado, sin el caniio y la aknudn que se le dio en Gpocas postenores *

Por otra parte, ewstia un inter& por otorgar UM mayor "proteccdn" al niiio abandonado, achtud que st bien no implicaba un cambio sustanoal de la "psicologia de la exposici6n' provemente de la anhguedad - q u e llevaba a deshacerse del hilo sm ensuoarselas manos con sangre, entregindolo a las manos de Dies-, dejaba almenos la posibtlidad de que fuera recogdo por un alma caritativa 'Comenzaron a buscarse remedios colechvos que permitreran garanhzar la sobrevivencia y educactdn de 10s abandonados ' Ya a comenzos del siglo xv, las nudades italianas de la Toscana habtlitaron hosptnos para acogera 10s nifros pbandonados-los"trovaklli~~-, y luego esas tnstituciones se generalizaron en cast todos 10s centros urbanos de la penhula y de 10s otros paises europeos ' * Lte habp forma p t e de un pmyecto que menta mn el apyo fmandero de FONDECIT 1 'La prsona del nuio todavla no estaba maahzada y no suxltah por pnnapto el -toy el mor" veare J L nandrrn. L. m o d r p ~ a l en Occrdmte (Bardona. 1984) 1'83 P kche i'enfant dans le aut Moyan Age", Anmks L Lk'mognphu Histongue (1973). 99, Ph An& L'hfant et l ~ d e f a m i l m l ylys L'Ancm

2 Mienhas entre g n e p y rompnm 106 nidm erm abandonador en el camp en el mundo mdev.1 ~e Ies expanfa en lugares poblados La poubllldad de sobrenvenna de esp N ~ O dependla deh candad sm m b u p , mlo que de la candad pvada. m mlocaban lar esperanaao en la candad p d b h OUnnB la EdadM~a.elmonaPlrr~ofueunodel06pnnapalesrelugmpuamucho.dr~mn~dm Enel~lgloVIII, lm mhca abandonad- p a Ls madres adlllterar de la audad de Mdln eran rmgdos en un hosplao d que luego 10s mnfiabaa nodnras. Im huhzaba y \os dueba hasta 10s slete lflm Ware P &&e, ~p A t ,

m8uglmS (PanS, 1975). 171-86

44

% , J LFlmdnn,q crt.194ys

&se C Klapud, "L'enfance M Toscane au debut du XVe upcle", Anmh & LMmgmPhu Htsrapur Klaprch "Athhtdes devant L'mfant', Anmlrs L D h q m p h u Hstonque (Ism), h3 y s

(Irn), 121

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r centros de recep~i6n se multiplicaron, nizando minuciosamente 10s cuidados, transfomcibn de la importancia dada hacia el. El cambio en la actitud d e las

I n a h hacihel hi%, sentido 'como dim0 de un mayor aprecio, llev6 a rechazar el recurso a1 infanticidio o a1 aborto como;nedio de des;mbdrazarsedeaqueI que nose Dodia mantener. Como altemativa a dichas medidas radicales se acudia a1 abandono, &n mecanism0 menos extremo, puesto que dejaba lugar a la esperanza de que el nifio recibiera 10s cuidados de la institucibn que lo tomria a su cargo.

En sintesis, heron la revalorizacdn de la nifiez y la institucionatizacibn de la caridad 10s factores que impulsaron la creaci6n de 10s hOsp1ci05,10s que debian impedir(a1 menos tedn'camente) la muertede 10s hijosde madres solteras yde padres

. legitimos que cartxian de 105 medios para ahmentarlos. No olvidemod que heron &stas, junto a1 deseo de evitar la vergiienza, las principles ramnes que impulsaban a1 abandono. Otro problema e5 si este mecanismo evitb o no la muerte!

Lc actitud paterna y social frente al niiio

Essabidoqueel abandonode~josesunhechoqueperviveenlas~ciedadesIctuales, y muchos aspectos de la complejidad sociocultural que represent6 este fendmemo en el pasado siguen teniendo plena vigencia! Su anilisis nos pone en contact0 con dos aspectos del comportamiento colectivo de la sociedad la sexualidad de la parep y la actitud de 10s padres con respecto al hijo.

Ciertamente las poblanones del pasado obedecieron a lo ue podrfamos denominar una politica pro natalista: a h r t o e infanncidio heron pr&ibidos? men- tras el adulterio masc(l1ino y el hetmsmo comercial, si no promovidos, a1 menos heron tolerados.8 En consecuencia, 10s hqos debian ser procreados sin importar las condiciones Como exlstfa ignorancia acerca de las conductar contracephvas, una WZ producido el naciniiento y ante la flagrante contradiccih con la situacibn econ6mica de muchas familias,los padres se vetan obligados a abandonar a1 hip. Como Cste pdia serrecog~do por una inshtucdn para su mama, se pudo conciliar el abandono con la "revalorizacibn" del Nfio que hemos visto manifestarse en Europa desde comtenzos del siglo xvm. Ademhs quedaba la poslbilidad de recuperarlo a una cierta edad, obviandaventapsamenteel gastodemantencibnen aquelloaafiosenque 'ustamte, el Nib era "im roductivo", esto e5, s610 una carga para la familia. Ella, .&embargo, denin@nm&contribuy6areforzarlaestructuradela familia,sinom&sbienayudb a desintegrarla.

Esta verdadera "inconsciencia procreadora", que Ilevaba a la5 parejas a engen- drar hips sin preocuparse de su porvenir, junto a1 abandono de la prdctica de tomar

' I 5. 1. L Flandrin, p cit., 197.

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rdAoefa enviatlo a la mu&. Y &t&aliddd no pudo kr ignorada por 10s padres. w- otras kbras, estamos en presencia de un mecarrismodeajustede un model0 faiiiilW que &e ser analizado nub profundamente en rdacibn con su pmpia forma de organizaci6n sodal. En virtud de la concepcibn cristiana de 18 vida y de Iamuerte que: rige en nuestra sociedad, la muertedel nhio abandonado serecibe con resignaci6n: 'la muerte ue golpea tan severamente a ems inocentes, decidida por Dios, les evita, en: ultimo &mino,lossufrimientos y nuriasde una vida desgraciada y, encamblo, 10s hace bienaventurados en el cielo'.'$

'

Jlegitimidnd y abundono

En Chile el abandono de nifios a a r m como otra "faceta" de la ilegitimidad. Es necesario aclarar que el concept0 8, 'hijo ilegitimo' corresponde, hasta l8&, a aquel que nace de la union de un hombre y una mujer no casados por la Iglesia, y desde esa fechaenadelante, dela uni6nnolegalizadaeneI RegistroCivil. Estasunionespueden ser durables (concubinato), pasapras o momentheas. En el mejor de 10s caws, 10s hijosilegitimospermanecen juntoa lospadresquevivenenconcubinato,perolonds comun es que vivan desde su nacimiento dlo junto a su madre 0, muy excepcional- mente, dlo junto a su padre. En el pasado. varios factores sociales -como la fuerte influencia de la moral catdlica, la pres16n econdmica, el recharo que exprimentaban de losqwlesrodeaban y losescasossegurosmateriales,casi siempremuydificilesde obher- llevaron a veces a estas madres a abandonar a sus hips. Ello explicaria que un gran porcentaje de 10s nifios abandomdos fueran ilegitimos.'l y dlo una pequeh proporcion, cuyo abandono era el resultado de la presion de la miseria, fueran legitimos.

.

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rodeaban q la madre.

CUADRO 1. Ednd de los h]os kpl~gitlmos abnndonsdos 1870-1910

Grupo de ednd Hip lcg’limos Id. I&@tlmos Total

(en porczntnp)

0-29 dias 84.7 15.3 100.0 1-3 meses 77 6 21.4 100.0 4-6 meses 74.6 25.4 100.0 7-11 meses a . 4 42.3 100 0 1-2 afios 44.2, 55.8 100.0

m a s de elimmnaah de hijos, tales como el siglo XIX, o la muerte p r hambre o inanicidn?g

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La magniiud gel miurnen de 10s abnndonados

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tor, per0 no es aventurado argo del period0 analizado. 1 no puede entenderse como el

resultado de una escasa prdcbca del'abandono. Hay que tener en cuenta que su regrstro es muy rmperfecto en ems afios. Ademis, la ruralizaci6n d e la socredad onentaba esta conducta en otro sentido; esto es, en el aprovechamrento de 109 huerfanos como mano de obra El difundrdo vagabundale rural cuntrasta con el control urbano, en cuyo marc0 se organrzan 10s orfanatonos.

rece innegable que esta prdctica se dio preferentemente en 10s sector^^^$ E l a sociedad. Las clases m6s pobres son las que aportabnn el mayor conangente de expbtos, y 10s cambios de residenaa ode lugares de heb i t aah en 10s centros poblados, que impuld a estos grupos sociales haaa la penferia, ayud6 a incrementar elvolumendeabandonos Una granpartedel contingente de estosruiws, lo fue porque sus padres eran demasiado pobres para cuidarlos por sf mrsmos "

Siobservamoslaprocedencia habitacional delosn~fiosrecibrdospor laCasa de Hugfanos de Santiago, se advierte un claro contraste entre la zona central de la ciudad, donde se concentraban 10s sectores sociales mAs acomodados, y el Area penf6ncasur.Entrel87Oy 1920,estadiferencia sefueacentuandoenconcordancracon un proceso de transformaah del hlbitat santiaguino, que desplazd 10s wtores del centro a la penferia.

CUADRO 3 Ongen hnhtnnonnl de 10s nitios abandonados de Snntmgo 1875-1920

Period0 Sector Central Perifena Sur Otros sectores

(en pomntn]es sobre el total)

(Parrcqma de Sta Ana y Sagrano)

(Rrrcqmas de San Uzaro y San Isidro)

44 8 38 0 49 0 32 1 49 4 38 4 44.4 45.9 52 7 37 1 51 2 38.8 50.0 39.7 54.8 39.3 60.1 37.3

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CUADRO 4. Ed& de tngreso a1 Hospicio de Santngo & 10s nirios abandonados. 1780-1920 im prrmtR]e5)

Grup de e&da Slgb XvI11 S18lO x1x S@O xx 0-29 dias 98 0 71 2 70 6 13 meses 1.9 14 5 12 4 4-9 maes 7 0 8 8 1 afio 2 1 3 1 2 aRor 0 8 4 2 3 aaos y mir 2 3 0 9 S f D 2 1

eran reden naados.

F w b L b r s de mnhada a la Cam de Hutfanor de SanKago, k a b n Lactmcu, Vols 11 a1 24 Ardlwa Naaond. Contsduris Mayor, Pnrnera Sene 943, S e p d s Sene 237 \

En todoslososariosexamnados,el pruner mesdesdeel nacimentoa arececomoel mls mortiferoparaloshu~rfanos,enproporclonesmuysuperioresala Belosniiiosnacicios en un~ones legitimas. Y frente a la hecatombe que muestran las afras, 10s ya altos porcentajes de mortalidad infantil de la * p a -que conmovleron a muchos contem- porineo+, pamen imsorios. Dichas taw, siempre sobre el 600 por mil, h a c h que una vezsuperadalabarreradel" rimeraniversano",elniiioalcanzara i import ante victoria sobre la muerte. La9 prokbrlidades de morir dismnuian durante la infanda y b adoleocencia, aunque siempre dentro de limites de alto riesp. La tasa de mortalidad juvenil durante el siglo XIX y pnmeros decenios del siglo xx, fluctud enwe

5o 300 y 500 por,ml.

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r?,,.c t t a * . 7

uyelocuentespara mostrare1 fataldestinoque abandoabdos. I3 segu~miento de cada constatarlo con la mayor audeza:.

1876-1885 813 1886-1895 802 18964905 760 1906-1915 735 1916-1925 736

Fucnla: Libros de EnIra& a la Czsa de Huhrfanos de %"hap, Vola 10 d 27

Esta siNad6n se advie& desde losorigenesdela Cdsa de HuWanos, a mediados del siglo xvm, a que una de las razones que se invocaron para fundar el Asilo fue In p a n cantidad dy, niiios abandonados aue se'veian en Santiaeo. de loa cualee la mvoriil

y agonizantes"; otro de 1910 concluye que y muchos de elloi en un e lado de salud

a que se veian sometidos 10s nibs abandonadosen n percibidos por 10s propios adminishadores de la

instituci6n, 10s que propusieron medidas para mejorar las CondicioneJ de vida y la &mentaci6n de 10s niRos recibidos a muy tiema edad. Se adoptaron sistemas de $Yhmtaci6n artificial para suplf! la falta de "amas de pecho" (nodrizas que amman- a b a n a 10s redhnacidos a cambio de un salario). v luem se disouso aue todos 10s '&%&Han uehnanecer losprimeros mesesdeedah en 1; propia b s a , ;l cuidado de

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per0 una vezqaellas ;en los jemque henen allmentar, serehrani~nnki%atam- teporhrepugyndaquelesiqnran N o p ~ ~ ~ e r o ~ c ~ c o n I . v l s t a d e n i i i o s

~ rompletamen& demacrados o cubtertos de la piel tan repugnant-, que M se pede miwh sln inspirsr un sentinuento de repuloi6n, qulen quiera que sea el que lo% oLwerve”,n

Las condkiones en que se desarrollaba Is cnanza de los nlfios fuera de la Casr deHuMmoa tampocoemn mcepaonales, de modo que 610 a t e n u a h bs %os de rn-. Loscui~quelespr~abanIwanuswmam\prrnegligenter Elsahno queselespapaba,nunasuperioradMpeJos,~oCuppbp~enIasneceerd~del

rqueenlbsdelnhlo Avccesresldianenlu tanalejndoscomoBuh,hque, %k, Isla de Meipo, etc. Ademis, casl t z a n fanullas de condicdn muy bmilde.Deacuerdoalaregliunentacr6n, esusrnujeresnodebtan hner un hijo pmpuo quealimentar; 98 oblrgaban a amamantar a1 niF& con lache de who; no debirn vivir o m b de tres Wbmehw de distnnria de la Casa; no pxlien cnar simultdneainenk a m8,8de dos erp6sitaa y de& devolver al miio a la Casa en manto &te presentara al@neintamsdemkrmedad. Sinernbargo, enla pdcbca ntnguna deestasexigennas

p d b ~ ~ ~ ~ 1 B P ( y r 9 0 9 s o p v d o h a m u ~ d i s n M b n d d l u ~ ~ e n q u e r e s i d k ~ ~ l l ~ & s n m u e r t e . Estzldtrasmu~tranqwlei~ndadoelnergo

ma tgualmeate alta hen del Asilo.

CUAWW7, RiMWkfu de b morralddeldr Ips buqam. 1694-19@

mLcoSa nbCnaP d e A m

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deseonocido por la poblaci6n. Ya hemos hwho referencm a la hip6tesis sustentada por A. Fauve-Chamoux,

paraqulenIacone@pci6ncnshana dela vida y dela muertepermitiaaceptar la muerte de un niiio Inocente como la voluntad de Dios ue, en ultimo t h u n o , evitaba a ese nifio 10s wfrtmientos de una vida desgraciada Jos peli rosdel pecado En el pasado sesentlQquelamuertedeunniiioinocentedecididapor%ioshaceunbienaventurado enel cielo y undesgraciado menosenla tierra, sostieneesta autora,cosa muy diferente de un nborto producido ode un infanticidio que, en cambro, se sabian crimenes.

orarse el "impacto emocional" que supone para 10s padres o la madre el abandono 21 hip. Peroes indudable que este impacto se atenua ante la dventualidild mucho mi$ angushosa y urgente que representa conservar el hip, ya qrye I& extrema pobreza le asegura a 6ste una inminente muerte por manici6n 0, en otros c a w la verguenza pablica y el rechazo del grupo para la madre y el hip. Esto dEtimo debe h a k r pesado mls fuertemente en 10s muy incipientes "sectores mdios" de la comunfdad. cuyas mlidarldades eran todavia muy tenues y sus norms y Condwtrs modes escasamente socializadrs.

Tampoca puede i

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Gabriel Salazar V. hertigador de SUR, Centro de Eatudios Sociales

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Barren, "la que abiend que era parto". Previendo un pa ue las ayudase teni0ndola". Alas

una muprcita, seguida de ia par. Trassu segundo parto, Rosaria Araya no mosb6 sintomasde fat@ dgUna. %

entia biemRecibi6unpocodecaldoypidi6 j u ~ d e c ~ ~ r i r e s . T ~ O p a ~ 6 ~ ~ ~ ~ nonnalizarse. Per0 oba vez, cum0 a Ins once, "le apuramn nuevos dolo=, y en t6nnino de una ora naeid oha hembra, i luego sali6 tambi0n la par".

Fue entonces cuando, todavia bajo el peso de su gran ban'@, Rosaria AraF estall6 en una gran desesperaah.

Porcstaarcera seafliji6la pacientedemasiado, recordandosu pobre2a i la desus pad=, diciendo que aria mn tantos ips i como se vda para criarlos pues e n tan pob-, por IO que dsrd mas bim morir.

La,madre y las otras personasque la auxiliaban se esforzaron por consolarla y tranquilizarla.Quenoseatligiera. Quenoibaamorir.Que todoslaayudarianacuidar de sus hijos. AI rato, R d a pudo al fin relaprse y dormir algunos minutos. Algunos de 10s presentes se retiraron. Pero, con violencia, a eso de la una y media, la barriga c o r n e d a retorcerse de nuevo. Los violentos dolores se prolongaron por casi ires horas. Y eran las cuatro bien pasadas cuando de la enorme barriga emergi6 oba hembra.

Entoncer Ilor6, se Iament6, i erclam6 al cielo, nuevamente, gritando que la privase de la Ada, pues se creia ser la dtica de todor por aber parido tanto niilo, i lo peor, no ten- con que alimentarlor.

En medio de sus itos y Ilanto. 10s dolores atacaron nuevamente. La partera dip que d l o era la par.%as

. . . la padente $e aflijio tanto, creyendo que era otra criatura, que la partera retrocedi6, i entonms ella, sintiendo un gran dolor, dijo que iba a morir muy pronto, i ab16 a su nudre,pidiendoleperd6n,mmo tambien atcdorlosquelaauxiliaban,idandoun hene quendo, al momento, expir6.

Como en un em, dlo qued6 un largo, tembloroso silencio. Los que la auxiliaban -cont6 JOG Simebn-" dicen que muri6 con bastante

barriga". Quaeramuy probableque, todavia,contuvieseotrasdamras. Per0 ya nadie quiso averigumlo, "i conoaendo que estaba muerta, d l o trataron de amortajarla".

Las criaturas que alcanzaron a nacer fueron, pues, cuairo: un var6n y t m hembras. SegCn J& Simebn, todasellas heronmuy crecidas y robustas, "tanto corn el que nace solo". El var6n fue llamado Jod Maria, "i se crla en la cam de Juan Gdoy, recojido en esta por caridad. La mayorcita de las hembras se Ilam6 M e r d e s del

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uialwas-mmootra muerte mucho peor-no he exorcizada. Cuando menos, nosu ataque ddinitivo de largo plazo. Pues, para el tiempo efimero, Jd Simdn, el

or,consigui6unpaliativo: inform6 del cam al intendentedeCoquimbo, Juan

Melgarejo remiti6 10s folios al ministro del Intenor, Manuel Montt. El ministro, . Imenteimpresionado,p~unofiaoal Presidente,Manuel Bulnes.Sadecret~5 que Rosaria Araya fueran alimentados y m& tarde educados "a menta del

archivadosdel Ministerio que lanzara eseegobema- ras de Rosana. Hallamos

tendencia decoquimbo registr6en suslibrosla sniiios. Y que,desde finesde 1847, obstinada-

Illapel d o habfa obtenido una 'caridad de ado de la emocion Hlantr6plca expefimentada

IascriaturasdeRosaria desu temdodestino histdrico. Mucho uchedumbre de niiios chilenos pobres que, entre 1840 y 1920 rdidos por ese mismo destino. culpa y llanto de Rosana Araya constituyd, hist6ncamente. un

.La 'anunciacidn'de laanwstia vculpa delas muieres mbresque

r elparejo. lmpresionado por lo que consider6 "un suceso estraordinano", Juan

I

se fuerl p6rtkonbrmal deentjada delosniios le. Y es tambih por eso que el "estraordinano el phhco introductono de este trabap.'

11

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Asi,poco apoco,depuraausenoay"notioamiento",un pa@del hpodeMaW Vega ~e iba transformando, en la mente de sus hijos, en una especie de I e p d a . En un padre legendano. Legendano, per0 inutil A veces adrmrado y deseado, per0 laS d S delasvecestemidoyrechazado.hes,a findecuentas--osea,cuandolos hipsya IW eran m6s m i i o s , no resultaba ser m6s que un desecho de la sociedad."

,Cub efectivamente culpable era;sm embargo, un pap6 como 692' Tdos sabian que un "pe6n-gaMn" no podia, nl 61 mismo, mantenerse con el

jornal que pagaban entonces por su trabap Que las mbs de las veces se le forzaba a trabanr "a raci6n v sin salano" Que, w r halllrsele en el camino y sin ocupao6n decir; sin una pipeleta que atisbg;ase que tenia "amo"-, se le consideraba un "vagabundo mal entretenido", y que por considerarse al vagabundo un estado "de suyo" pre-cnminoso, se le acosaba y se le peneguia. Era un sospechoso de nacimien-

2 ' ~ m n a o r u h u p s n ~ ~ , o ~ d m i a a n ~ ~ l b r l r ~ C u i n d o a d l 6 , r d ~ a n L S l e n ~ n n ~6sdeLbmaBsmmW.Al~~odla~16 y l u e ~ ~ l l P a l o r u e I o d e ~ r ~ , ~ d ~ m ~ ~ . .. .loa0

la Inhndenaa de

emmopude I puwebDndidomi e+vallo

*

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1 sus hips mayores,de por vlda, como ''Goned obligados" al servicio de la hadenda. Asi,conelpaso delosafios, laimagendenuestro pap6"inquilino"senos iba tornando, de verdad, d s y d b insoportable. 0 prescindible. Esqae el viejo, para ascender en la jerarquia patronal, t ednaba por convertirse en un rahoso capataz del ordeh q e lmdestruiaa61 ya todwnosotroscomopersMs Se fueconvlrtiendo enun palrOnCin0 de tercera claw, que peonizaba "a raci6n y sin salano" a sus propios hijos, o por un m'sero salario a 10s hips de otros inquilinos. que se convertfa, a ftn de cuentas, nuestropapd"mnquilino"? En un hombreapocado, servllizado, apatronadb, sin agallas DroDias. v en un Drovecto familiar sin deshno ni dimudad Si uno quetia ser un 'ho&e'hewrdad,oka,un hombredigno,dueriodes~propiavida ylibreconductor de su p r o p familia, entonces no podia uno escogerlo a el como rnodelo Asi que no tenh aenttdo quedarse al lado de CI Habia que abandonarlo, apenas fuera Habfaqueecharsealcamino,buscarporotroslados Y . C l q u i e r e q u e d a r o e a l ~ ~ ~ ~ ~ o

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‘I

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otros "huachos", estorbibamos por dias entems, intervenirP Si era "fritanguera" o "vivandem", la plazuelas y descampados donde instalaba su oocina, Per0 si era "sirvienta" o "connera" de puertas adentro, no podiamos tenbmos que uedamos en el cuarto o en el sitio, a veces SO~OS, otra custodia de la 3uela.B En cualquier caw, estaba siempre ocupada. N U S por rn& temble que fuera, no lograba distraerla de sus quehaceres 0 r nosotros. No la poseiamos.

Hay a l p , sin embargo, que no puede negarse: tenia agallas Cuando p se encontraba "cargando" mris de un niiro, tomaba una decisih crucial: abandonar la casa de la abuela para arrancharse por cuenta propla $ 3 0 majadereaba entonces al hnterillo del pueblo para que redactara para ella, y "a ruego", una "petici6n de sitio" dingda a "vuestra seiroria", el alcalde o el intendente'" AI final, lo consepia: le daban o amndaban una cuadra, un cuarto de cuadra, unas pocas varas de herra. All4 levantaba 5u rancho, sus"planteles" de drboles frutales, sus hortahzas." AI tiempo, su "quinta"era un verdadero vergel, lleno de vide, sbierto, generoso Pero, LquB ingreso le produci. esa "quinta"' Rara vez m6s de trmnta pesos anuales, jcuando lo que se necesitabaparaalimentaradecuadamentea su "mucha familra'hopdia sermenosde

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no John escakar, y la s a p b. repnte en nuestro rancho, tenni sus muchos parroqoianos. que, liberarla.s

LEra mam.4 una puta o w?

incendiaban el rancho y a no aprender a servir y a tenet terntono sin ser perseguidos eradeidayvue1ta:desirvlen nOsptroS.

'dad Nlmao 21, de Carmen Cnu. ExMn*. doc quu de Had& M addank AMH), Vd. 309; Fruntl4 2

Cdmial6n ds C.teSh0.

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donde undfa reapa~eci6pap6,r esta vez a partiapar de nuestra nuevo, estall6 la vlolenoa. Pe

Habia que comprenderlo: para nosotros, la vida no consistia en seguir majade- ramente las huellas de pa@ y m a d No podiamos repetir el ejemplo que nos daban. No tenia sentidoconstruirnada puertasadentro. Noconellos.Noallidentro.Nuestra rinica pos~bilidad radicaba en buscarnos entre nosotros mismos, puertas afuera. En construir a l p entre 10s "huachos", por 10s "huachos" y para 10s "huachos".

IEStabaclaro. tencarnos que npadiEStabaclkrnos, o mow. I I I

Fue lo que aprendimos a ham, desde el pnncipio. En torno a 10s pllones, donde lavaban las mujeres. En la "caja del no", enguerra de piedras contra lw chimberos. En las chacras, contra las tapias de 10s vecinos. En Iss playas, marisc*ndo, q u

36. En 1 9 0 6 e u r ~ a n a ~ p a i r 2 7 ~ ~ t ~ ~ ~ n d ~ ~ ~ ~ l ~ , ~ 3 246aIumno~imtor Da de kn dor terms (69 1 p r aento), Qitn muleres Las mu+ de pueblo que van P la -el&, senadar cerds al Congeso en 1660 "deuieFmn fern1 dene par resultado que conpisrm In6tllar. Lb4 duo en pmslhltas, de lo qua tenem08 I& p i n n h o o de qemplos" G. am, hisKnm dc la auua-educaasl popular (mtegrwbn 0 autonomh loktiva7: -$E-, no. IS (1wn 95-96

10,1990

66

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al "vagabunderio, ese mananhal inagotable de vicios I de crimenes, I que tantas causas fatales concurren a aumentar en las poblaciones"!' E s a ~ "pandlllas de huachos", las bandas de "rotos alzados", las"gavillas de cuatreros", las "colleras de cangalleros", 10s "encierros" de ociosos, mal entretenidw y tahlires, las "nubes de mendigos" y las "EIINOM de mujeres" que se congregan en la5 puertas de 10s billares y caGs, constituyen una arnmaza cieyta para la sociedad honorable y nviliurda en la que viwmoscnstbanamente ,Y sabbsporquP' En primerlugar, por ueex vagabunderio e gentuur que vive "sin Dios m Ley'", escandalosamente, oqendrendo la vista y demralizando a la ~uwntud, como lo prueba el Informe de don ManuelP&rez, don Esidoro ErrdzunzydonPedroF~lixVicuRa,queenunodesuap~rrilfosdlceque"cuasi todo el %em d&l . se pwstituye y se consume en forzada inacn6n: que 10s niiros en nwla oe ocu n"' En segundo lugar, porque esa gente, inclinada como este por naturalemal roc,& inmlenaa ye1 desacato, constituye una ameneza permanenteal derecho de propledad y a la majestad de la ley y la autoridad Por liltimo, porque su inveneibkproc l iv~ a la holgiuanerla sustaesuus brazosdel trabajo produehvoque puedeengrandeceranwstra naclbn.Comprender&squeunaamenazacomo&sa,que afeaa a lor fundamentos mismos de nuestra avilizacibn, d e b ser eliminada, a cual- quiercosb. bporestoque hem- encomendadoa nuestrosInbndentes,Gob~ad~ ms, Subdelegadose lnspectoresel cumpllmlento irrestricto de una tama fundamental: 'la persecusibn de EM vagos . . la eS9hrpadn de estos parisltos . . . esnnguir las

,

40 Enear.'Zldncabrpra',LErtnNarUlh6.no 291 (18deibddeIsn) 69-71 41 F Femhdea Ymedadep'. R G ~ M ~ da Ssnrvrgo 2, no 3 (1848) 279 42 AMI. VOl 1% 4 de aS@StO de la6 Memona de don Mullpel de la Barpa. ln&dcnk & senha.&, 43 AMI, 5% 22 de lUh0 de kW3 Informe presentado a la Ambles & n d desnhrgo.

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Articulo8 Sepotubcr de dulces. cmestiblw Articulo 1 2 Seprohdm la cludad.

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yv@antes,ha ,

nuestras calles.

as caws pnnnpales, al stamos empeiiados en

ellos nos contraatacan a mansalva, en la n l k s expdsrtos". Per0 nuestra pacienaa de

hemM preocupado de este problema.

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zDe manera? Pues estableciendo, en toda ciudad importante, UM Casa de Exp6sitos o de HuQfanos, cuya funcih es rmger, alimentary educar a las criaturas que susmadresdesalmadashan abandonado. A trav&dceshsberdficasC.ssshemos a s u m i d o l a ~ ~ ~ ~ l i d a d d e h ~ d e e s o s n i A o s s e r e r ~ ~ l e s a l i l sociedad.Eltrah@ h u m a N ~ r i o q u c a U I s ~ ~ d e ~ ~ c ~ ~ ~ y ~ 1 o r a d o ~ f todosb6~iudadP nos contribuyenm de este pis, y con este fin detallarma a continw6n vosotros wn a s p t o de ese trabajo:

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Hal muchaz dc esns calle'que suelen presentar el aspect" dc u n inmcnso patio decolrpo en horasderecrco ,lquBcolepale~, por Dios!Chiquillos hdrapicntosi suc~ossa l endesu~ madriperas a rcspirar el J ~ T C de la calk, 1 corren, t n x m I gritan hasta ensordecer, levantando nubesdcpol\,ocincomodandoa 10s transelintes. El policialdcturno IJl l ios b m en estas linens, porfovorl , , atirrnado en una csquina, suele mirar con cntera m p a - slblhded todo est0 h b c muy b m lincil(o m e p r q u e nosotros71 que 10s muchachos no pucdcn lugar cn 5"s casas I en contacto con tantas causas de pervcrsion moral. t m t m elcmcntuc .ic degradaclon Idcomprendhr ilhorn elprligro71 aprcnden 10s V I C I O C corrcspondicmte. dl lugar d m d e se hdn crtado

iPor que, Dios mio. el rnundo dc IPS "huachos" es tan irreductible?

'altan a la c a l k

IV

L A TRANSFlGURAClON DEL PATlO DE [UEGOS

Antes

AI salir del rancho, corno un abanico, se ahria el pntlo deluegos, que sf mtcndia hasta lob pies de la Cordillera, y atin nGs arrha. Rcpleto de poslbilldades Desafiante Invitando a 10s rnusculos y la Imaginacliin a epcer su capacldad dc dominio Nuestro poder.

(En el fundo Velacquino donde sembrsba y; chdcrar habla buenos carnlnos se daban muy bicn las papas Esto era en San Vlcentc de apellldo Tagua Tagud nuectra c a s d a b irentc al camino Lab Pataguas I 6 I

'darar, Loa dlrmz. , Ioc <,I, po,rm arrosB ."Del estableamlenioI?ehairlo.ubrerur, , l n u i s s d r i ~ ~ ~ ~ , i ~ ~ ~ ~ ~

h l B S a l a ~ a r 0 , 'Versos', Cuaderno Numen, 2 (~nrdi!o), 108

I no 133

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74

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INO se podia juga11 No habia ninguna vegetac16n Viviamos envueltos en aires veneno- sos lNo se podia pgarl Comenzamos a enfermarnos Ms hermanos menores se muneron ,y no se pdia lugart

"Asinadaencada unadeaquellascuevasvlvia una familraentera, porlojeneral bastante numerosa, 10s vicios del padre conshtuyeron la prrmera'escuela de 10s hlps, quienes, amamantindose desde que nacencon la corrupcdn I el eschdalo, llega a ser su alunento, su modo de ser ordinano Alli no existen, no pueden existlr ni el pudor ni la demncia"."

Nos reventlbamos por dentro de ganas de gntar, de llamar a alguien .

Nos mnvencimos de que el mundo se reducia a nuestros cuartos y laberintos encharca- dos Sufriamoa unaespeciedemetamorfosls Podiamos haber sido ratas, o tal vez ya lo dramos Una embnaguez mortifera nos embotaba 10s sentidos A veces nosencontrlba- mos mirando el vacio, como en Bxtasis LPor que no vienen a observarnos' 'Que suede? cQu6 nos est6 sucediendo?

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colchones de tierra, que H vecessuele formar nubes de polvo con 10s ju rapientos muchachos i de 10s innumerables perms del vecindario. . . . Zk:: las rim es cosa precisa para acercarse a ciertos lugares. Allison amagados a1

mismo tiempo 10s dnco sentidos del pobre t r a n d n t e . . . por las variadas es@mas indecentes e inmorales que se nos presentan a1 pasar . . . se ve, en confuso desorden . . . el bracero en que se hace la comida . . . estacas clavadas de las que cuelgan ro sombreros, canastos, etc. arnontonados choclos, papas, repOK etc. produdendo un olor C6mo no han de salir 10s muchaeh0.s a saltar a la calle, que es el verdadero pano de tales habitaciones? S610 quedan 108 d s pequefios; i no es estrafio verloa medio desnudos i tendidos sobre el htlmedo pavimento"."

iviniste? Mirame enmnces, de UM MI. iAlanzar a distinguirnu? Soy de Iw mlr pequenor. Estoy mediodesnudo y tendido mbroel humedopvimento, . , jQu6sisnter por ml? 'Que esperas de ml? iMe temes?

V

LOS NUMEROS DE VlDA Y MUERTE

Durante el SiglO nx, la situacibn de 10s nifioc indigentes comtihly6, en Clule, un problema social relevante. Los siguientes indicadores, de orden cumbtativo, &xd- ben el perfil general del mismo:

1. Prqwrdn de la poblac ih infantil (de UM a quincearn.4 en re.lrccdn (1 Ea poblacidn total, nanonal y/o provincial. Sixlo XIX

Durante las primeras dkadas de este siglo no ae realizaron censoa propiamente nacionales, sino, d l o parciales. Los datos existentes, que son por ello necesan'amente fragmentarios, indican que la poblaci6n infantil chilena em, a un nivel siguficativo, numerosa. Por ejemplo, en la provinda de Maule -que contenia un alta concenba- ci6ndeindividuoscatalogablescomoperteneclentesal e s t n t o i n d i S e n t e - s e r e - ron en 1827 las siguientes cifras: 46.885 muchachos y nifios de menos de quince a h , sobre UM poblaci6n total de 104.129, lo que da un porcentaje de 45.0 pn dento. Si a eso se agrega el tram0 etario de quince a veinticinco, el porcentaje ocupado por la poblaei6n pven aumenta a 60.4 por ciento del totalR Est0 revela el importante peso

'demogr6fico de la poblaci6n infantil y pven en esa provinda. Casi dos d b d a s m i a %mi&, en 1845, la poblad6n de uno a quince afios se habia incrementado en d&ha pvincia a 46.6 por dento." Per0 en 1885 era d l o de 42.9 por dento."

'

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de los d o s . 1848-1916 '

La propomen de niiios ilegttimas naados en Chile entre 1848 y 1916 aumentd desde unquintodeltotaldelosnacidosamisdeun tercio.Talescifrassondenive1nacional. oficiales y apoyadas en casos debidamente documentados. Otros informes sugierep que, dentro de determinadas h a s , @sa proporci6n pudo haber sido superior. En la ciudad de Santiago, por epmplo, fluctu6 nmmalmente por encima del Nvel nacional: entre un mInim0 de 460 por m11 y un mHxlmo de 541 por mil, entre 1903 y 1910.N A modo de htpbtesis, c a b estimar que, en 10s barrios

roporcidn de nitlosile timos debi6 -larentre 75Oy &por mil. En consecuencia, Lcia 1900, y sobre to& en lor distritos pokes, casi 10s dos tercios de 10s nacidos constitulrm c a m de nihos 'huachoa".

pulares de la capital, la'

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DE LA CRONICA ROIA: EL VI", LA SANGRE, EL FUEGO, LA DNAMITA: LA MUERTE

Losnifiosindi ntessevieronenvueltosen incesantesolasdeviolencia.Tantofuea4i. que, a "ems, eHw mismos concluyeron por impulsarlas.

El Vino

"Eldmnfngo en la tarde, una nitijcr, en mmpleto estado deebriedad,fue dwcubierta fficondida m la COdvM de UM resid& prrticular en la Calk de las Monjitas. AI scrledmandado que dlqaba+onara me lug&, sc pwo furiasn, yfue necffiario llamar a un policrb. AI llegar a la rcbUimaa, el guardkin del ordm frat6 de form a la ebria muler IC abandonar el lugar, pem pronto dlscrtbrioque ellaem demaaiadofuertepara U y;consu cffiaca rota y el mstroamtiado, two qur retiram dd "npo de W n . Fue nCCLS(Im llamar refurnos, y despu.4 de una wdadera turbmtulta. )a klkom mqierfuc U d a n h camisaria Trm un corto momento 01 9ue F,m*edb nwrr*adrr, dfa quebrd la punta de la cdda, lo que oMi@ a la guardia, pam mpcdrrps la mujdr riguicra ha~iendo n u m estmpinos, a atark de ptcs y manos. Y en me &ado pzwmxid, M a qumu hria amaind".u

La Snngrc

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La Dindmita

"EltrbaiadorGrenwioRuiz . . .~sofinasusdiassurciddndoseconuncartuchoded~~mitn que% coioc6 en el ;echo. Se Cree que ldcausa que ha inducido a1 suicida a tomar tan tremenda d e t m n i d n ha sido una larga enfemedad que le aquejaba. Parece que su q s a tarn& se encontraba en cama. De Ins avm'maciones tomadffi, se nos informa que In Casa lesuspendw elvliricoqueledaba,ytambih le kg6elpemisopara hacer una erogaM'npnmsuenfenedad Dqalaespsaydos hijosrnmoresdeedadysinrecursos. Elsutndallaraba l4airos trabajando en la Casn. Ofcim Rarnira El Corresponsal" 9'

La Muerte

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iCu6l ffa esa dimensi6n? Aunterminadoeste trabajo,noesposibledefinirla. Acasoesel pderimientode

la historicidad. La dimensi6n patetica dela sufesibnde hechos adultos. La p r o y d 6 n de 10s acontecimientos hacia el interior de la sensibilidad humam en SU a tado @S p r o y p m i n a ~ as res~nafieias infinitas que el comflep y WIW sdmal ~espiertaenlasmilcuerdasdeunacMlcienciaintacta.Como si IahisMadadinkWI no seresolvieseen el estallido encadenado de 10s accmtecimientos, s im @I la pfC&I+ didad casi intemporal de la sensibilidad.

Si eso era, jc6mo llegar hasta ani? jQu6 niiio deja testimonioe OSnibDB 0 materiales de esa profurldidad? Podria resolverse el roblema --cam0 de hecho S him aqui-drgaruzando los hechosaddtosen torno afnifio indigene, para reptodb cir pQlidamente el amasijo factual que se proymtb, durante el siglo MX chileno, al interior de su msibilidad. Definiendo v acomcdando nuetra historia adulta para medir sus repernrsiones hacia la infance desvalida.

sin embargo, la sensibilidad infantil, 'es pura rewnancia multiplicada porla gernunalidad de su men pmfundidades, Ocurren -ocumeron- cow. Cambios ne$. E1 historiador, eneste punto,no tiene mBs camino que estar atento a lo que aflor; - a f b r b d e esos cambios profundoe al exterior. A la historia pitblica y estre de loa adultor. Y podria construir, entomes, una historia de las conductas i n ~ t i l e s sus juegos, sus castumbres, sus reacdones, y su evoludbn a travC tlel tiempo. Ante eso podrh a m i n a r el problema obptivamente, incluso utilizando un lenguaje neutra --corn0 el utilizado por 10s analistaa de las politicas sociales y de beneficencia de la Repitblica-, a efectos de perfilar esos (minuscules) h&s, sus tendencias estmctu- rales y loa cambios expenmentados. Hechos y tendencias debidmnente medidos y cklficados. Y tambih archivadw.

Con todo, ies 6se el punto? jHemos cogido con em lo especifico de la histori- cidad infantil, y en especial la de 10s nifios indigentes --"los huachos"- del siglo m en Chile?

En el cam de ews NAOs, pardera que 9u sensihlidad trabaj6 en el sentido de construir identidad. De deenvolver la humanidad pura que contenian, por encima y misall~de~~matenakshist6riimsex~osqueimpactabanene~la.Trabejandoese germendehumanidad-odedi 'dad-mnya pesardeeJosmateprig.Espresk mba@ fenso ue su historiciflpareders no habers esmchlrado nun- leps del

hist6& adulto. Esqueesosnilioa, aun siendi, meros*'hua&os': reflejaron h storu adulta del pals, per0 no de un modo puramente pasivo, sin0 en 'mjeto*. Hay

en todo bo un elemofit0 bdsico, fundante, de rebeldia. Aceso aqui, en este nivel de pr0fundid.d ~ S ~ I k ! . % donde

Y cor~tumacia que son Cmcteristicas del movimierle popular chileno. ppddo burar y hallar el origen e w a l de

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INTRODUCCION

Pudo, tal vez, llrmarse Fionis 0 Lerndro, o Manuel. aunque le dedan Jeremfas, Job, “Rey de Ls Mdancolias” En un momento de i n , sin embargo, se ]lam6 a sf mlsmo esiudhte”. En verdad, parecia un muchacho pobm que, para pagar sus estudios, ha como a rch im o copista en el Cabildo de Santiago’ De cualquier modo, su amor con Manana” na lkg6 a kliz h i n o pqrque ella, ”tirana ingrata”, lo despreci6 por otro. Tras el “depdimiento”, den6 entonces de la amargura al despecho, del despecho d Ilanto, y del llantoala~ravlainsokncu. Paraterm~narconstru~ndounfilos6ficobonK,deslmismo. Per0 gn pobre, ytkvezno tenh papeldondevolcir la pberiadesus penas Otalvez,dealghmodo, quiso estamparlas para la postendad Pony, entre lar cuenbs y actas debs cohdfas de Santiago, en lor intermitenm espodos libros (a fops vudta) de 10s solemnes libros del Cabddo, d+5 nervlmmente ealigraahadss $us penas de amw por dona Manana LElan aut6nticsmente SuYOS ems wmw? Autenhms o no, dlos, disperms y escondidos donde quedamn, componian un =tido AI reguir su repem, .pare16 ante nosotros el conjunto de su drama SI el dolondo POBh Y estudranto quS0 que, en OtWs sigh, suplaran de su dolor, climplase, pues, ahora, su derw

I

Escucha tirana ingrata mis males te contare el sentimiento que tengo yo l u e p te dirt

Antes que te mnociae atah en d entender de que eras mujer onrnda y de mejw proseder

Aora que te c o m c o par lo que yo he bisto, y IC ya ben que te estimas c m o la r r m ~ bil mujer

84

9”” I¶, 1w : I .

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DAMA DE LA CMSG MRDlA SANnhCUlNA De 61 I W r C.no Rdd6n. LA mt+raol Xprw b Chile Solo querrm iu rufrir

la penitencia la bicnn tu a pdir’ 1961). p. 218

Il l

85

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sentido mas csquwito como sera en el delito llorad p r una mu]cr*

V. Sigwn otrm

hh el mas dum a m @ra tener sufrzmlento L w r como me lamenfo por que le doy compuaon pues es tanta la mio on con que enpresa a sarsptrar que el que me Uega a m i d aunque w r a mi enemgo 3e pone a llorar conmigo de w m tanto llomr.

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El disciplinamiento

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social? El temdelpresentetrabajoeslaluchaentabladaenel interrordeuna ecOnOmfa

swedad porconsolidar/o~taculizarel caprtalismocomo domesticacidn sonal. Tal Lhaconstituyeun nuevocapitulodela historia americana como conquista; aun mds, desdeel punto devista del dlsiplinamiento de la mano deobra, podrfamosidenti ficar el p ' o d o que se abre con la lndependencia corn "la segunda fase de la conquista". etapa altamente conflictiva, cuando lor sometidos entnn en estado de rebeldia a su

La rebeldia tomi, la forma de una 'autopartinpacidn' de 10s trabajadores en 10s benefkios producd0s,esp@cialmnte a travCsdel "robo" de metales y de la "fuga" con ahlantoo. Y si Hen esta forma de wbeldia aparead corn "delictual" a 10s 010s de las autorkdades, trne em reahdad un cardcter clanmente diferente de les formas "rateri- les"-r&o eapridlco, para subsistencia inmediats. generalmentede epecies cowc hbles y dtn@rC-, prqlas de 9ujet-3 m6s hen marginales dl proceso productivo mi5mg. Eata8 fiIhmaS modalidadea tambien estuneron muy presentes en el Norte

* a -Le uabio m m = + a una vemtm am u de un artkulo -ofe*=muaafoma n~a. lmu~~*nCRlk, i~)650:pubi ,cdomravistaNum.H,ltoM (bd=~) 11 (1984) ma lmv-h$aadn w complementad y ptayetm, en m a tWceTI hast., 1. decada de 187U

1 U n o & l a s ~ a i o s m ~ s ~ n p t ~ ~ ~ e u ~ ~ a ~ ~ f a 6 m ~ ~ ~ * i who& G siaar, [eb,.h,pronar y pmklllnor (4mtiago. 1965,)

90 "Dmplmm~ato de

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famha. h crisis del orden colonial afectd, en primera mstanna, el sistema repreSiV0

policial de las localidades, uno de 10s pilares de la su~ec16n laboral patronal. El mnhngente wliclal vresumiblemente entrd a formar varte de uno de 10s dos bandos en *&a, o'sirnplekente paso a engrosar la ruta dg 10s dispersos. En general. 10s gobernadores se quepban, a prop6sito de las dificultades de la recluta. de escasez de milicianos 0, lo que era casi lo mismo, de falta de cabalgaduras con que habilitarlos.

La desorganizacion represivo-policial del sistema laboral colonial coincidio, ademds, con el descubnmiento de nuevos minerales (1811, A p a Amarga; 1825. Arqueros, 1832, Chafiarcillo), queacruaron como focosdeatraccion de man0 de obra. la que se desplazo sin mayores obstaculos de sus lugares de asentamento.

Ante cada nuevo dexubnmienro parhrian, desde entonces, cientos de peones -?ndeudadosono- esperanzadosenconquistar para sila nqueza virgendela herra. "Me es sensible i aun bochornoso p r o inevitable -4rcia el gobernador Miguel Gallo al intendente-aseverara Ud. quela dispersion drlos habitantesdeestajurisdiccion por su decadencia es tal, que puede juzgarse por la poblacidn del Guasco que, a excepci6ndernuypocosindigenas, todosccomponedelos trasplantadosdersta villa y el mal que es la dispersion continua en aumento, asi, e5 moralmente irnposible el numero de 100 hombres lpara el batallh Cazadoresl y aun la mitad con mucha dificultad.'

A e t a namral migracirln con un destino fijo se superpuso esa dispersion forzada de la guerra ue vaciaria lo5 pueblos, 105 campos y las faenas, con el consiguienre malestar j e 10s propietanos de las localidades. Solamente la recluta habia significado la exlraccion desde algunos pueblos de hasta un millar de trabap- dores. lo que signihcaba, de hecho. la paralizacidn de Ins trabaps.

Conforme a IU orden del 2 del corricnte, en que mc ordena hags en esta la recluta de hombres que s r pueda . estamos en el cas0 quc riendo esra vdla y ,us rennto~ puramcnrc un asicnto de mini. no hay un $010 hombre de5ocupndo pues el que no es pdn jornalero de mlna. m h j a por sierras @liar esos bruos de &s labores hater un pejuicio gonerd, p r q w si las minas no sc trabnyn. viene una grande decadencia lUgilrquet.mbdnirasciendehasiarlerario ycaura libhca p r l o q u e r ~ ~ o c a m l n a n e n . estaocasi6nalcuidadodelTcnientePa~cu~lMol~na~homb~~~ .lurd;m&va 050mal entr~enldorquerev.yanenconrrnndoseir~nremitiendo1dirposici6ndeese~upremo

I* Gobterno'

a 3 4 de bquimbo

htcndmoa Ccq-bo. Vul 7. CopapO. M de ociubre dc 1817 htmka.aquunb Vd.21. Sdeen-ode 1823. VsUcnar Gobemador v , ~ ~ ~ ~ ~ c ~ ~ ~ ~ Inimdcnie

F'r~lpla~nra 19. 1990

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Cukrpos del Ejercito, el Se. MinisGo de la form6 el Ejercito para sostener nuestra In 10s arbitrios para cortar la desercibn' " absoluei6n.elpremio a losaprehensore todo habia sido infructuoso?

Muchos Ilegaron desde el 8 montaiim de escondites y p a w I nunca, burlaria el establecimiento d cipaci6n de 10s forzados. Tranatoriamente.

La Independencia abrid, pues, ldscom alimentadas durante aiios poresa g a n lucha to y dsercibn. Escuchemos, por ejemplo, lo q Rozas (1824): "A pesar de la vi ilancia que se eseaparon 24, cuya mquinadfn como de le sugirib la idea de hacer un forado silencio profundo cubriendole de di la guardia que estaba inmedia ta a1 cu hasta el oh0 dia. Los siguib tropa y

A p s a r de que esa continua dem16n entre 10s mismos pwHos y h lle@da de desertores a1 norte fronterizo desde otros lugares del pais y de la Argentina padria haber favorecido el ripido restablecimiento del equilibrio mano de obra/capk%i, en 10s hechos, la r e l a a h no fue fdcil ni definida a1 respecto.

La situaci6n de deserci6n permanente durante quince a b s o mi$, hnMa encontradobuenasidero enesa mentalidad colonial marginal delibre transhumancia, que sabe de atajos en el camino, de alep'a sin tiempo en las chinganas, de vlda sin ymbo, recolectoa de animales de potrero y de minerales sueltos; mentalidad propia del hombre sin patrdn que, a pesar de 10s serios intentos hechos p r domesticarlo en losmineralesdurant~los6ltimos tiemwsdela Colonia.desat6lasatadurs fdoilmen- te y se la 6 a 10s cenos.

Azlas mas, la bzaiia militar de la Independencia termin6 por anarquizar CPFgiletamente el orden social preexistente, dificultando Seriamente el a c m o y sdjechlhde fa@ano deobra a 10s dueiios. Estosdebieron, a traves de todos losmedios h su &ame, enkentar el desafio de adquirir y disciplinar trabajadores. En efecto, la thd&?&nk%, e& fuerza que imumpi6 contra 10s ObstPculos coloniales para liberar b Wiativa y voluntad criolla en el Pmbito polihco y econ6mic0, signific6 tambien la

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dguno, debiendo atenerk al desempeho de trabajos de@ndI&tesy pasivos." Es clam que estw peones prisioneros poca ocasidn tenlan para ser proletarios.

Muchos de ellos entramn a ocupar cargosde jefaturasen los minerales - m a yordomos y administradore~,conlocuallos propietarioscontaroncon un personal intermedio y obviamente preocupado de diferenciaroe de 10s simples peones. Muy litiles, por cierto, para la disciplina.,"Faltando en este partido -exribid el gobernador de Vallenar al intendente- sirvientes de cuya honradez y alguna inshucci6n puedan confiane 10s mineros, se abandonaban muchos trabaps por falta de personas a quienescodiarlos. Con la llegads de 10s prinoneroswhan encontradoestos auxiliares v se han multioiiudo1.s faenasauCoreciamentesesur~e~n yanuinaraneldh . . que 10s 6ega&nnn.'a

Los continuos ternores del &mo reweto de este snendamknfo de prilio- neros, sus bandos para recogerlog para empadronarlos, para vigilarlos

-por UM parte-, y 10s regrteoo de patrone, y autoridides locales, advirtiendo necesidad extrema de ellos para s w faenas, amenazando araliracibn y prometiendo vigilancia-porotra-,heron Io5 tirasyllnqisinicialeo8eeucon"ictivocapitulode la disputa por la mano de obra en el espacio de Ir economia minenr dc la Uepliblica. situada en una creciente y competitiva tension por la acumulaclon

La voluntad de 10s dueRos empresarios mineros y de la socieda4 civil urbana fue imponiendo su tono de voz a auloridad military civil en Atacama. %cornen26 a sdeudarcronicamentelos pagos porlospnsionerosdeguena, y hacia 1825-af10 del descubrimiento del mlneral de Arquerw- se hizo virulent. oponcdn a la reclula de peonespra la guardla civica. "lmposrble-sededa-hacer el rerviciodelcuartel que secomponede 5 hombrescada 24 horasmn la CompafiiaGvica, porserlos individuos quelacomponenlamayor par1eminerosy.a findeacallareldisgustogenerildeestw vecinos, tuve a bien hoy mismo de suspender la guardia sin dejar un hombre". Se advertia: "Ha de a otatse la iencia del vecindario o alterarse en muchos caws la moderadon . . . hatiendo SUKO much- vecinos varias tropelias de los reclutantes con motivo de ides a s c a r sus opermas y sirvientes"."

Asistimos, pues, a la dificultad de conwlidar un asalanado m i m o numericr- mente necesario en funcion de las altemativas productivas del capital a partir, en primer lugar, de esta tension his16rica entre guerra y produccibn, entre polida y plusvalia.

Esta situacidn, que se him critica hacia 1825 a raiz del descubrimiento de 10s ncos yacimientos de plafa de Arqueros, encontd cierto alivio al decretarel gobierno, a pedldo del Cabildo de Coquimb, el indulto eneral para 10s desertores "hips de aquella provincia" y que aun se hallaban OCU%JS, invitanddos a incorporarse al trabap con plena libertad." Por su parte, el intendente de Coquimtm decretaba la orohibicidn de w e Pasasen "Dara la otra banda babaiadores mineros con reswcto a

.

ia escasez deb&& en que s i halla la prowncla" '' '

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disciplinar a una mano d de sujea6n servil a rat2 ispunta a proletanzarse

kAm& - la kiNs b;r&as y abanddnadas que, para vdver a eniabhr el trabap. time el pobre dueno que originar nuevM y dobles gartos. Tcdo esto, refior, no es 5610 an pejuicio de 11s mtnas, sin0 tambiCn del Mado y causa priblica. Si erte gobkrno tuvieraunpiquctedetroparespetablenorecometerian tangravesdn6rdenesnimenos se exporimentadan tantos atraw3 y perjuicios de lor vecinos y minms.

Mar, cum0 $610 se hdla con el auxilio de 10 hombres entre ssrgento, cabos y tamboru, no er posible romedur est06 mala. h e r si se me pide (corn0 ha ocumdo variarvecca)porlorsubaltemordelosdistritosom~ncr~ksauxiliodcdorot~puntoo a un tiempo, tend14 que depr, como onas ocasiones, el cuartel solitario y mi autoridad sin respardo. Aqul no hay dvicor, q u i todos est4n empleados en el laboreo de minas y Otms giros. Poreso er de necesidad urgente acmer este piquete harta 30 plazas. %lo asl se pond16 atyo 8 lor p u c h y males y la jurtida sa6 rospetada. En Ud. est6 el mnedio Vtcente Garcla.

Es decir, las relaciones de trabap de la minerfa se hicieron anarquicas: 10s empwarios se vieron incapacitados para fijar 10s terminos de las relaciones sociales de produccibn, en una situacibn de aguda movilidad laboral, de fugas reiteradas de peones con adelantos de salarios, de prlcticas ”viciosas” y ”delictuales” entre 10s obreros, quedisminuianla productividad provocaban perdidas notorias. En suma, la difidl construccibn del capitalism0 IiLral en el Bmbito de k mineria debib enfrentarse a su contradimibn bisica: una economia minera en tensibn hacia su consolidacwjn capitalista y una mano de obra que m rwistia a su mrrespondiente funci6n proletaria-prcductora de plusvalh a 10s niveles requeridos p r ese capitalis- mo miner0 en proceso de ammulacion.

La rebeldia de 10s peones a nivel laboral se expred principalmte a traves de dos mecanismos: el "robe" de metales y la exigencia a 10s patrones de ”adelantos de salarios”.que revertiaa favordelos trabajadomsel mecani-colonjaldeadscripcibn de Is mano de o h . Est0 fue posible a raiz de la ausencia de una fueru represiva FSKutona efim, unida a a amistad de sombrai y mondrips, todo lo cual le

17. A I 5 VOL 2t,20 de mayo de 1823. Cobermdn de V.llaar .I mtm&,t.,

Pn7mQmElO. I m ,

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Por otra paAe, h rebeldia obrem a ey vida desnahdiuda y cruel ddhabajo mincro seexpresph enlaevasUn a tnvisdel alcohol, en la prostitud6ny enelcr ima l o p e para 10s empresarioa tenia un n o d . parallzackh de faenas.

Todo lo anteriorw vioal1ment.do p r e l rnismo procwomercantil minero, que ~nutrIacon~nmobndi~wdeI~mmetaks 'rob.~ ' ,de loradelanlca ,a~rdel wlario de 10s obreror Ad, si bien h &Id& rdluia a la acumuladon capitllida por k vla del comerclo (cams habilitadorm furdidoms y mmpradora de minenlea traficantes de alcohol y o m ) , en el curoo de ate p"0, do& el trabapdor desempfiabael rol deagente intennedlrbse rcaiizab tamblen w juegode1ibCrt.d: su vida bohemia en la placilla, su dgW%ir~~ en la tlberna, sus amorloo, %IS q w i w clrndestinoe y particulares, UIS encuentros m b s compaireroo dc andanzar y tambien sua suenor de rlquru curndo busnba p r SI menta wroi sin n ~ m b r a .

An*~taPihroci6ncriticadede~rdenycrecien*n~bddeMm,deobra, la clcse patronal y gubemativa intent6 POI todor bs n v d h rcstablecer el ordm laborill via la rcglantnfaci6n repmiva y la Rorganiuci6n de un contingente polici.1 especial para la minerh. La htrtoria de estc period0 de der l i p de riqwu productiva mi-, & tambiCn I. hiaocio de Iaconstrurribnde~nuevo o r b social de dominsci6n sobre la base de ia i6n.i ntordilidlycorrtrsdio~de& alianza mpital-fueru-ley para del proyedo de riqutu priwda y MC~OIIJ~.

Arquena ge constituy6 en el pnrrver espaclo para el desaffo que enfrehnba el orden social et Independenda, est0 es, el disdplinamiento laboral para el ca 'tal Nada de Peigoicierto. Se trataba de un nuneral de lata muy rico, nci& deocucer- ro, carente de fuerza polidal y con una mano de o&, demrrada, con deseos de hacerse rica, de partidpar en el reparto de Ias riqwzas de la madre Natura. En efecto,

97

2. SubMegada Juan EauuWa Grl&

,

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se ks pague Sus sa1arios"M badelasmedidas dsdurasy , porlo tanto, misdificilesdehacef CLf= ,

la de mhibir b reumdn la fiesta v la sled en la chinmna, donde Se Vi& b -- ---.-- , del p~&~rnds ica ,e l baile, el a ardie la mda: el cuerpo y la palabra Rres?' espacio libre del e n , dondeadem& reali do metales,hnciendo sus negociosparticu amplemente planeando nuevosrumbos y Lp autoridad, conundixurso moralizador laboral, estaban "convencidos por una larga experiencia que las diversiones, en 4 modo y brma que so henen enlasclunganas, son la mortffera peste de las costumbres pribhcas, pes en elh 10s placeres se convierten en funesta rafi de la miseria y 10s crlmenesg que al mismo tiempo son el escollo del p~bllco y el e d n d a l o de la r e l i p , Se lamentaba de que, no obstante "de que fueron prohibidas las reunion& en 8 chinganas, centindan siempre, resultando de est0 multitud de desdwlmes. Mando: que loe dueiios de la$ chinganas no permihrin en ellas dichas reuniones, sin0 solamente 10s sibadoa y dommgos hasta las 10 P.M. (inmemo) y 11 P.M. (veranoy'. Lbs band00 respecto a I lamentaddn de chinganas se sucederian afio tras aiio, buscin- dose con ellos, se d z , unwcanismo de "prevencibn" de 10s delitos y crimenes. Sin embargo, queda claro ue la politica anti-chingana apuntaba bisicammte a un problema. el de la ran^%, del encuentro libre entre 10s peones y de C t o s con sus amigos. En defidtiva, lo esonnal del problema, cual era el gran consumo de alcohol, no ge podis tocar, por las fonvemencias econbmicas de la Repdblica. As< so decretaba usualmente que 10s bodegoneros y chinganeros podian vender en 10s dias de t r a h p desde la puma o ventann 10s licores requeridos, per0 no podrian admlhr la pre*n& reuruda de 10s peones en 5u interior."

Mis grave a h , las chingsnas eran punto de encuentro del pueblo con lo mldados, en un tiempo en que todavia nose habian separado frontalmmte. Objetih claw del disciplimrio capitalists sora. pues, producir un radical distanoamiento entn ello%, condlcionbiisica para el funcionamiento del sistema de obligacibn. hi, dada la

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ton0 del bando, terminante?' El discipliimiento peoilal suponia el disciplinamiento militar.

n. eL uIsc1PLmmtewo Y sus CONTRADICCIONES

1. In r&Mh

Los precafios intentos de disciplinamiento quedaron nuevamente desbaratados con heuerraavilde1829-30.Estafuuelaowrhmidad auetuvleronloswonesuaraeSCaWr a h intentos de pmletarizdci6n m6ralizadom e, a d o de martar Su rnodo.de subsistencia informal,losneurotizaba con suspm 'bioonesantilbido. La revolua6n de 1830 se manifest6 en el abandon0 de labores en la6 faenao minerds por pvte de 10s pecnes,qiueseenhegarbn-sedecIa-"entera especie demrrupcih", con los mnsiguiente

Alimen~balarrisisdenormativasocialenlapmvincia.lasituac16ndefrontera a que= vi0 sometida. A nas tenninada la revoluddn en Chile, llegaban del oho lado de los Andes a &qu& las hopas demotadas de Facundo Quiroga (cuahocienbs habkn *do a Vallenar), desestabilizando el precario equilibrio sod4 y eeon6mico & la mvinda. Hizo entom crisis la fatta de un ordenamiento reglamentan0 y

tabejDs.=

polic+diw A todoesto s e d el a d b o a W i p 6 , en enem de 1831, de 10s reos fugadw

&]uan Ikn6ndez -a aiz de la "opresih~ en que se hal1aban"-, capitanead6s p r oomlngo Tenor&. La inVasi6n de loa sublevados de Juan F e M d e z obviamente se md@?envnagraveanarqunarquiade pillf)ey saqueoddeornerdo casas particulares de kJo&dad. F ~ e n t e r a s , ~ dasysintiendoseindJm,lYilnsas.habianarranr- & a l o e c e n o b o B e l i d o & & v i l l a . P ~ ~ , , ~ ~ a l f i n l o s s u b l e v a d o s . m ~ ~ s

n y suscampoennmuertes, de Facundo. Per0 el gruerr, de

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Son mnumerablas 10s males y perluicios que s d r e a te gremio por el desorden a que eathacostumbrados 10s peones, sm que haya rido bastante el empefio de 10s duefios de henas reprimir sus abuws, si la Honorable Asrmblea no pone de por medio su mpeta~~nflumcia, hadendo so cincule por lor partidos un reglamento que los contenga y reprima. Loo mismos j-, gobemado& locales, como tan interesados en RI Iabodo de sus minas, deben rn lor mds obsennntes de 4 y loa m6s celos~s de sus cumplimrento,castigando 10s deobrdmesquektos ham deunas f m n aotras y la fub a obos minsnks fuva dd partido, debiendo a sus patrons 10s s m x ~ ~ ~ y haahdoles pder no &lo @sta anhdad iddantada, sin0 tambh, la pmlizad6n del mbap.27

Apifuccomorali6a luzel primerregbmenb de nuneria "Consultivodel Orden de 10s Asientos de Mmas y de 10s Operanos de ellas", a p h d o por la Asamblea de Coquimbo g p d i a el sefior brge Edwards, y rabfirado por el hWmk Beruv@nt@. ra 10s individuos del "@$tad0 comrln". %Lo lo r rbm hacer previo pernuso del g o L d o r local, que les

penr en cas0 de ser en contra do^ sin ella, 25 Bzoteay men caw de reinddenaa. La ~stificacl6n de esta represiva medida era que la myorla de 10s que sedingiana losmineraleslo ha& bap pretext0 de c a b , "siendosuprincipal

26 MC, VoL 76, Copiapb, 18 de er ,Bo de 1U32 w. ruc Vd. 66, L a b a a . I8 deabm de 101

n 1 se terminah el libre acceso a 10s minerales

papelaa. 100

Pqmnw.sl9, Ipw

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emrrumper la fidelidaddelos trabajadoresincitindolosal robodepiedras, aliciente del dinero, ya con el incentivo del licur". Quedaba fambiCn el ingreso a las mujses y a cualquier persona que no fuese con el objeto

El segundo mecanismo dedisciplina reglamentana quealliseestableciaconsi% tia en el perfecoonamiento del colonial sistema de la wwleta de enaanche aue

mprobado de catear o laborear minas.

f atestiguaba la pertenencia laboral de 10s peones a al@n &&n, instrum&to fr&- mente pmario para el nuevo amarre capitalieta. Se intent6 complementarlo incorpo- randoenestesistemainterpatronalalaauto~dadpoliticadelaslocalid~e$,aquiem 10s patrones debian presentar anualmente una lieta deow peom contratadom. Este sistema secomplementaba a travks de la ilustrada universaliurctdn dela informacidn

significaba para la dignidad del castigado, pero a d d era el sista para las arcas pirbhcas: "Si se destinan a obras pdblicas tiene que m;ls perjuicios que si pagase jornaleros para ellas, porque a1 menos se le pa arian d reo dos realesdiarios wra su mantencdn v otros tanto3 a los oue h mstofi-anM.m

Los esfuerzos $0, imponer el ordin en 10s mierales'ddebian, no obstante, recorrer a h un lar o camino. Con la implantacidn de las madidas reglamentarias represivas de la lifertad en 10s minerales, la rebeldia del pueblo se acrecent~5 Expresibn de est0 fue lo ocurrido el aho 1832 en el nuneral de Arqwms m h a d subdelegado Naranjo, quien en la noche del 23 de sephembre sufnb, dqo, "una horrorosa insurreccibn" contra su persona, "epcutada p r 10s p"es minews y. se@n indiaos, por un considerable ndmero de hombres mal entretentdos, hx que entreambos sedisputaban la preferencia para aminanne, no conslguihdolo pMque la suerte o la casualidad me d v 6 . Yo creo firmemente que la procedenda de esta descabellada maquinaci6n e e l haber prohibido, bajo a lynas penas,pegc~+& nnipes y Iicores; del mismo modo que la expulsidn de hombres vagor y multitud de mu+ que mi antecesor todo esto lo habia tolerado"."

Una nueva explosibn de rebeldia se produjo a los pocos meses en el mismo mineral deArqueroscuando,conocasihdehaberdetenidoel subdelegadoaunpedn con piedras en unas alfoqas, acusindolo de rob0 y conducidndolo a1 cuartd, "g reunieron en tumulto un nirmero considerable [de trabajadoresl pidiendo se pusiese en libertad aquel hombre y se le entregaran las piedras. V iedo yo que no era pmdencia resistirse a aquel golpe d e gente con una guarnicidn tan corh como k que tengo. . . resolvi en poner en libertad a1 ladrbn entregindole la especie rolutda. Este mineral hasta ahora se mantiene a1 a r m y dirip este expreso con el objeto de e i r a& aurilio pan poder perseguir farirrerosas, quebastante nexsitan de escarmien- & ~ p u e s d demaaiado viciados. Yo y la pamicidn en estos momentos quedamw enteramente rendidos"2i

,

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1 -- Arquems Chafiarcllo; en segundo lugar, el control p fiscalizaci6n de la octra&bn de minkraL, desde la5 faenas a los centros de benefioo; en tercer lugar, el establed- nuentode unsistema policial en 10s minerales, financiado por losm~smos propietarim de nunas y puesto a su snvicio; en cuarto y noritario lugar, la persecuci6n de 10s corn adores de mineral "robado", 10s cangal~eros, y la obstaculizaci6n de su benefi- clo Endestino en 10s buitrones de 10s asientos de minas.

Instalado a1 frente de la Intendencia de la provincia el general de bmgada lo& Santiago Aldunate, x p d i 6 inmediatamente a trasladar el mineral de Arquero! dedela jurisdlcd6n de Vicuna a la cual pertenecia a la de La Serena, sometihdolo as a1 control direct0 y conpnto de la Intendencia y Gobernaci6n de la ciudad. AI msmc tiempo w enn6 un destacamento militar de fuerza veterana a esa sierra, bap I0 manutencbjn de 10s propietarios, y se cre6 el cargo de Juez del Mineral de Arqueros, autoridad mdxima y a cuyo cargo estarfa la fuerza armada. El juez, con sus soldados, tenfacorn0 principal mW6n "prestar auxilio a losdueiiosde faenas o susmayordomos cuando lo nmsiten, patmlkn lap faenas dfa y noche, sobre todo 10s dias festivos . . no permitir que en ningdn punto haya reuniones que fomenten dedrdenes, ni que la tropasemezcleen ellas, prohibir venta delicores.. ., decomisarlos.. ., sacarlasmultas . . .,dmamrlos mnsep;ulda; expulsar a toda m n a que haya o llegue a1 mineral $n o m p a a n kh, apw endm WIlos ~specKtbros y, w n breve sumano, remitirlos a Ialnkndencis.. . ; c o m p e l e r a l ~ h a b a j d o r e s a l c u m p l i ~ e n t o d e ~ u s d e ~ s ~ ~ ~ n

ne$ y arrestarlos SI seempasen con adelsntos, remtihdolosa la Intendema e relncidencla". Asimlsmo, debie arrestar a todo trabajador q u e a n d u n e a de la noche debiendo War durmiendo en su respechva faena y controlar el

1

l u d a : TEW de LmnaatUra. Umverudad &

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do M o metal que salien si; @a wrres ndiente; todos 10s d m que se remitienen a1 m i d deberlan ir tambih mn reapectiva; Uevada un regisho de todos 10s metales que se enviasen a benef~ciar a 10s buitrones, remitihdokn cadi dosmesesalaIntendenda.cowa~wuninfonne&lestadodetodnslasndMs, propoN~dolasmedidasadecuadas"puaelzvreglodelapo1idaybuengobi~del mineral".

La persecuabnde hcangallerosensuexpresidndetr~, f a h prcduc- toresydu~s&buitronesytrapi~,respondeb6sicamente.laluehadelpoder r la proletarizad6n: "el principal desorden que se nota y quiz& el que estimula xy ha a u m t a d o lacormpci6ndelos trabajadoreshasta el gradodedesmoraliuabn que esconstante,e,sonlos propietariosde buitronesque.. . r e a k todaciasedemetaksin examinar.. .present6ndoserlliloscangallerosamolermn todalibertad,comprando muchos trapicheros la pasta a menor recio"lEn efecto, la ganancia alll generada se orkinaba en la acci6n de reffate de Dkwalh que hadan 10s trabaiidores a t n v h de la &'0piaa6n de parte de JU prddud611, ion la cual reak?.akn a s negodos Darflculares aue les d t i h eventudmente desDroletarizac9e v buxar nuevos &tinos de libertad. '

El redamento exida tambih de 10s ~~trones el CumDlimiento de sus d e w para con lo; peones, es&almente el pa& oportuno de & salario, bap multa, y el proporcionarleslaswmodidadesnecespriasasusalud segdnlascostumbresusueles. Debfan tambih ofrecer a 10s peones entretenimientos que, no perjudicando su wralidad y hOnradeZ, 10s distrapren de "las das fatigas del trabajo". La proleta- rizaci6n c o w una compensaa6n domest icag: moral, G c a y psi0016pica.

En suma, se intentaba fundar sobre la unidad de poder militar-judicial-patrw ~ 1 , el orden social como capitalimo.

Encam06n r excelenoa dela unidad militar-judicial y patronal pan el dipdplina- dento fueeI%mandante general Melgarep, instalado como autondad de voluntad militarimpresdndiblepara el florecienteChahrciUo (en Copiap6) delosaiios treinta ysu desproletarizadapeonada minera. Las propiaspalabrasde Melgarepdejan clam eta intemonada unidad como obptivo central de su polftica social: "Mientras no haya armonfa entre nosotrm, mienbas no nos entendamos sobre el aneglo de las peonadas y mientns no obremos de conaerto ra perseguir el crimen y la insubor- d ~ n , ~ ~ s t r a r 8 n ~ a ~ l a ~ ~ p e r a ~ s l s o ~ ~ l a o r g a n i z a e i 6 n d e l a p o l i d a d e ~ o ~ mlneraW'.%

No obstante, para a lcawr este objetivo de impedir el mbo, no bastaba el concierto en un aec&r de la clase dominanw no todo se jugaba en el interior de la

mda autoridad local con el 8410 p p o de propietarim

8 autoridades militares portalianas de entoneeb, insta- No hepldaron en intentar sacdficar, en primer l u p ,

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contribuieron a las dehciones y acusaciones entre ellos, dividihdoloS, estimulando su urouia dewnfianza v auto-eniuiciamiento. . .

Los juicios con& 10s rob; - q u e antes se castigaban sin d s con awtes- actuaron como factores de rnoralizaci6n de 10s trabaiadores: en el iuicio el azote era s61ounmedioparagrabarelprincipioavaladoporlaI~y,se~nelcu~lenlapropiedad del medio de producadn residia la verdad, la raz6n y, por lo tanto, lo justo; y em k apropiaci6n deunapartedela rodueci6ndel trabajadorpor partedelmismo,residia lo falso,el pecado yloinjusto. E~fen61nenodeladomesticaci6nproletarianoseexplica sin e$ta suerte de aprendizap moral-judicial. El juicio y el azote comb sentencia legal pretendian aplicar el refran: "la letra con sangre entra".

En su defensa, un arriero encarcelado, acusado de transporte de metal robado, expresa lo sigutente en un escnto hecho a todas luces por el abogado de pobres encargado de su defensa:

'

Arreabr rnis burros cargadoo cuando el Juez del mineral de Chaflarcillo me contuvo en la marcha, intimlndome que tanto 10s metales mmo la recua quedaban confiscadoi Yo mgustiado, perdia en unmomentoel dnico so& deuna familia indigente ye1 delpadre de ella, qua bien de d a d avanzada tengo por una dura obligaci6n que trabajar persondmente para subvenir a laa n-idades domdsticas, urd de un mulso a la d a d innoble; busqu6 mi libertad, trat6 de sustraer la m a del poder del juez'y h i rprehendido. [Mi sola intenci6n fuol salvar oldnicoarbitriodemi subsistencia y de una mdredosvalida de 10 bibs, s%bres, de 10 hips tiernos, cuya orfdndad eindigencia al paetrarme de dolor me distraia Is idea de mi impmdente proceder.

Luego de dar una seri@ de argumentos legales para que no le aumentaran la pena, .~ limitaba a pedir gracia: ''la ley, sefiores cede ou rigidez cuando el que la

104 quebrantanolohaceconlaestudiadrintenci6ndeburlarla,sinoporeldescuido t o w de ignorarla: en tal cas0 debe c a l k para que hablen las pasiones tiemas del coradn de Ips jueces. Ea piedad, la clernencia el perd6n son resorte con ue w la templa y cuyos agentes no e s t h en contradicci& con el caricter de inflexiblidad de que ellas

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". Porotraparte,agregaba, "ya hesido sobradamentecastigado. AI aprehen- denned juezdel mineral de Chaiiarcillo me ha herido no levemente en la cabeza y en un b r a , sin que pueda $1 decir que he hecho yo el menor reistimiento m i s que prucurar alqarme. El dolor de mis heridas aument6 cdn la imposibilidad de curarlas, pes asi conhrso vine conduciendo con el mayor cuidado y prontitud sobre hs que heron bestias mias, 10s metales decomisador. Estos golpes, la fati a i e una marcha precipitada y, m i s que todo, la enfermedad moral ue produch efcuadro des-- zador de ten= delante de mi, per0 enajmado ya, d o el fruto de mis trabajos, me ha originado una dislocaci6.n mental y temo m4s por sus consecuends que I 10s achaques fisicos. No obstante eo, he estado c m trer dfas en la drcd y si ertoy ya

La unidad y el concierto de claw para el disciplinamicnto dcbian plrntcar)e, tambii , a nivel espacial-territorial. De todoseri ubidoquedesdeChaliarcillo fluiana Vallenar y Freirina 10s metales sustraidos y comprados clandestinamente.

Las autoridades de Huasco areclan favower incluso ere trbflco, con lo NI $e desbarataba la acci6n policial y la Ll juezdeChaiiarcillo, limitadosa la juridiccihde la subdelegaci6n. A d lo informaba el gobemador Melgarep: "Los duems de 1. Dexubridora me han asegurado que en la quebrada donde e& ubicada su minr, x han aparecido de noche obscura cinco hombres armadas para proteer la extraceion de un robo de caj6n y medio de metal que les habian hecho y el juet que existia en la sierra.. . me ha referido que habiendo salido en perseguimiento de u r n cangalleros, &os le dispararon unos cuantos pistolams y tomaron la dirmi6n del Huasco. Estas noticias no me causaron sorpresa, p u s a mbs de ser notorio y ublico el desorden y ninguna polich quereina en ambosdepartamentos [Vdknary%eiriM], tengoen mi poder algunos pasaportes en que 10s gobemadores de aquellos puntos, arrogbndose facultades que no les competen, expiden permisos para todo el que queria pasar a bs indicados minerales, sin mi previo conocimiento y con menoscabo de mi autoridad, contraviniendo el bando que les remiti"?:,

Como respuesta, el intendente dlrigio UM comunicaci6n a losgobernadores del Huasco,donde le$ deja claramente expuesta la necesidad de la unidnd denccidn como dNco &io posible de dixiplinamiento:

,

% . ' .

del dcpartamrnto de Vallmnar y Fremna 105 nseguido de 10s esfuenos hechos por el Gobierno de Copiapd para

adelante AJGp), Legal0 20, Cuaderno 41, no~mbru-diarn~~ de , I

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I?. ,

fraude seguird'

Los resultados no fueron efectivos. Me@@ inCluS0 opt6 p0 autotidades policiales de Chawrcillo penetraran en terriforio del Hu guirlapermci6ndelmetal. hdef in i t iva , lap~ciadeescapespado les obstqcukarh permanentemente la plena proletarizacibn: se trataba de cia, enel interiorde un mismo espacio econ6mic0, de una sihracidn fronteriza a1 eSti10 far-west.

Las contradicciones imperantes en el naciente ordm econ6mico. social y politico, harian infructuosos 10s intentos por evitar el'robo de metales. NO obstante, Melgarejo atac6 magistralmente el problema, catdogado como uno de 10s d s dificiles de solucionar, y que atentaba gravemente contra el disciplinamiento: 1aS clunganas. Todos 10s bandos dictados para reprimirlas haban resultado inefectivos; Melgarejo a lic6, por el contrario, la mcdema racionalidad monetaria como funda- mento y d r e " remlador del orden sonal. simplemente impuso a cada duefio de chingah el gravamen de60pesos mensuales para conservarsu ne d o Obviamente &saparecieronusiporartedemagia,quedandodlounaenla vilfa,quedabacuatro funciones al mes. Practicamente se sent6 a esperar Melgarep que Csta tambih quebrase, y as{ lo aseguraba."

Adends, hizo m6s riguroso el control del trafico de peones, a 10s cuales no d o les exigi6 a su paso la papeleta que atestiguaba su contrato en una faena, sino que ademis una segunda papeleta "finnada desuspatronescuando tenga que bajarde sus faenas, en que se exprese el nirmero de dias porque vengan linnciados y el motivo porque son separados de su servicio, para evitar de este modo la arbitrariedad que se tonvan en ausentarsede sus trabajoscon notablepejuicio de losdue?m". De no contar con esta segunda papeleta, serian encarcelados y trabajarian UM semana en las obras pirblicas.'

Por otra parte, crei, un cuerpo de vigilantes diurnos para cuidar la propiedad de 10s comerciantes urbanos, la "seguridad de 10s ciudadanor" y el cumplimiento de 10s bandos de policia. Dot6 de distinci6n a estos vigilantes vistiendolos con "UM rhaqueta de pafio ami con cuello sapn y una goma con su cucarda y placa de plaw', uniforme financiado con una +"si611 mensual que debian aportar loscomerciantes y casas pudientes del vecindario.u

Form6 a1 mismo tiempo un cuerpo militar de infanteria con el a p y o del gobiernocentra1,alque llamda enrolarsea todos 10s rnayoresdequinceaiios. Asillegd a contar con un cuerpo de cuatrwientos inrritos, a 10s cuales paseaba luciendo sus

40. AIC. Val 84. La Serona. 4 de fib0 1834 Melgarep a 10s gobpmfdom del deparemenio d. Vauenar y F r e ~ ~ a . 41. AIC, Vol 91. &pia@, 16 de abnl de 1834 42 AIC, Vol 52. &pia@, 21 de abrd de 1834 43. lbld

106

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I En la contraversidn al reglamento residla la riqueza de la villa, que se lufh con sus hermosos jlnctes polinales de pfb azul.

Ingrem dc la mvniapnlidrrd dc Copiapd A& IbJQ'5

POI ramo de brhNa que aschrde a I y 1 I2 mlu - ~. -___

por cadi quintal cobre en bama cxutnido 5 725 - Por arriundo terrenm municipaln I 200 ' * Poi darechode rcpultwa 1 7 8 - Recaudaci6n de multas pa mnrravmci6n de hndw 1 1.698 Pago de Fmnciw Bargds prc l pnncipl quc

E 318 * Remate del l imo de csrna mucnas 9 132 - Remale del n m o de ncverir 5 82

Sild0 a h v o r de gutoi I m,3

cargabs a favor municipal en su nra de h p h u

TOTAL E 3.5813

A pesar de que la rentabilldnd del incuinplim~mto de 10s band- regFodwia contra- dietorlamente el indisciplmamento sodal, ello M llegit a nevcdizar h grum entablada por consolidar/obstaculiz&r el orden capitalists ptmnal y au conslP;uben- te sujecidn proletana. En e5tos se jugaban a3untos m&s decisivosque la rentabhddad municipal o policial.

3. La &is del orden

Elpe6ndeburtr6n khpe Diaz, despu&de "urn Bnszresistenciaa wnfwrsudel~to", dipquehabfasustrafdo treintaytantosmarcosdeplataenpel$dclbuitr~nLaLaucrta v confed haber emDleado dos n w h en hacer la excavacidn Dor donde extralo 10s

exrminar de ddnde quier persona a t e

otes que $e le darain en el a randn y sin sueldo. plata que le c o m e de tres meses"." 107

rro, natural de Copiapb y

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era prim0 hennano del

Iilcercosefueestrechandosobre1ospnes:ellstigodejuecesygobemadorescasise enredaba entre sus pies. Las delaciones y persecuaones cornenwon a ha- d v a s ; reinaba la descunfianza en los nunerales y los h i m se alteraban. Para los peones, la cuestidn de la sushacadn de minerales era una cuesti6n de ~upeMW3Wia: tcdos estaban, pues, expuestos a lor azotes ptiblicos, a1 cepo, a las obras urbanas, a comprnneter a su vez el pellep de otro. Esto, mientras nada se ha& contra 10s compradom de mineraks, quianes, 51 nose fugaban, mpondian s610 con dinero, sin exponer su cuerpo; y si se e=paban, todo se dejaba a1 olvido del tiempo.

La situacidn estalM el dia 5 de plio de 1837. Se sublevamn todos 10s p e o n e s de Chailardllo, corn rea& de ira ante el azote ptiblicu de un @n que habia robado ~edras,yaquienquitarrmdelasmanosdel juez. Enfureddos, 10s 'dmo no cas%aban a Otms que se tenfan por decenles como el ~~~~~~~

GuzmLn,que~eocupbadelcomerclodepiedrasrobadas" que"c6monocastigaban a los de pantaldn que eran los verdaderos comerciantes $e piedras, cum0 el ratero DO&p Gurm6R y O~POS". Los mayordomos de las faenas se sumaron a la subleva- ah, a exwepcdn de uno que acudid en auxilio del juez, amado de UM pistola y dos cililonep. Los sublevados atacaron a piedrams a1 juez Pedro Torres y a sus soldados, que se dispersaron ndentras el Fez Iograba arrancar y dugiarse en el rancho de la faena de Spn Frandaco. Lo5 mineros, en un intento por asesinar a1 juez, col~luaron a poner fuego a1 rancho en que aquel se hallaba. Los amotinados, f i ~ l m t e pe-- didosporEusebioRuk~zanterior, para quesecalmasenyretirasen,sefueronaun cem) inmediato. A 10s dos dks Ilegci Melgarejo con su bop. Muchos lopon

Se tratd de un motin que muchos cahhcarian de rehldia primaria, &-, dwrganiada, espont&v?a, no reivmdicativa (todos adjetivos muy propios de la historiografiaobrrradelpmodernidad). Noobstante,&ta,a mi juicio, fueunaEhE6n de funs ante la mbSficia. en contra de 10s abusos hechos en nombre de la ley;

AIGop, Leg 20, Cuad W10 de hbrero de le35 AJCOP. Leg 20. Cwd 4% Sari Antonio, e n a r o f e h , 18% AICOP. Leg. 21, C w d 6. @IO. 1837

plnpsmm 19,1000

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>;.:: ' < I

si'@ &n UM toncienoa de dase dada en la misma e.rpd&. que nutria la ira, experiencia que se volcaba con inmntenible fuerza e las urouias manos'. el 27 de mlio el uatr6n Fernando Gallo cah

.

asesi&do, hechas pedazds su cabem y su cara a ' scafroe su condena habia sido el a& en busca de uno de sus peones que se le I% huido con a1 nos met ale^.^

Los desvelosde Me1 are@ por sistematizar el ordefi en Chagkillo se hicieron improductivos. Se trataba $e un tenitorio don& la circulacidn de individuos, ofidos v neeodos. ahaidos w r la creciente riaueza del mineral. obstaculiuba la figonomia

coma base del disciplinamiento ptronal. Pocoefectivo hreelreglamentoparael mineral deChahardllo,que yaalbergaba

un n b e r o de ochocientas personas y cuya peonada permanecia "siempre dimla, tumultosa e interesada en hastomarlo todo"P*aun mas, cuando en ems ahos hebia guerra cunPeni y Bolivia y, por lo tanto, crisis mercantil y minera. A principiosde julio de 1839,"los jomleros del mineral de Chaliarcillo intentaron +tar el horroroso a m d o de k n d i a r 10s ranchos de las faenas con d fin dnico de apoderarse de Is

robos". Se infonnaba e encias funesG- tos particulares, y h a m quedar 109

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e "vagabundeaba"; donde verano, durmihndose udar su pmada de och

La apmbaci6n y aplicaci6n del reglamentono impidi6 que 10s "males" hrm en aumento y, por la misma necesidad de m n o de obra, pronto aqu8 termid For transformarseen una verdadera "compra-venta del delito": sus prohibiciones s e d a n de motivo ra el cobro de infinitas multas, que se doblaban y hiplicaban en casos de re4ncidenx y que los obwos -0 10s patrones por ellos (con la finalidad de no perderlos para las faenask optaban casi siempre por pagar: 10 pesos cuando se prolo a h la despedida vespertins, 10 pesos por no apagar las velas a la hora $e&, 12 a 25 pesos por ebriedad ($e& la "condicibn y d i d a d ) , otro tanto por ju r o andu con mujeres, 3 pesos por andar sin las papeletas que aaeditaban estar tn%jandoparaalgdn trdn Asiconsumiaelobreroloquegmbayloque"robaba", alimentando la mau&dn de la policia nunera creada para reprimirlo.

Per0 asi tambien nadd en Chariarcillo un capitulo 4 s en la historia de la solidaridad y autoidentificaadn de la daw trabaladora del norte chileno en el siglo pasado: "Si el infractor del I amento no tiene dinero para el pago de las multas, jno es sabido oue a1 momento% ser aprehendido aentos de su clase, y por UM ley establecid. m~ellosdemutuaprotecei6n,iepropordollirn slinstantecuanto ditlero necesita para nrbrir las multas?"' Para d pe6n minero, en est0 condstia su lucha: en mantenme libre. Vivird multado, perseguido, fuera de la ley, pero a d expresad su recham y obstaculizarl el establecimiento de la legalidad capitdish.

El sirtermr re@amentario y polidal hacia agua por todos lados, lo gue se veia agravado por la preencia de gran cantidad de argentinos Ile dos de la oha h d a ,

110 que~b~arrancodoamudosde1aguerraintem.queselibr~enesepais.L;r-l -

53. AIC, V d %, capla@, 18 de pb dR lB9. %. El copippino (coPiap6). 10 de febm de 1W. Gmrponralln en Juan Cdoy 95. M, 14 de novimbre de l8YJ

~ 1 0 , l a o

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- I

~~~, Y mk+bhII conin& annamentoque el particular de cada uno de 10s individt ' -PO& Se d a h mtiaa de aue en noviembre de 1842 se fugaron del minkal de

Las oportunidades de libertad peonal en cirmnstanaas de gran aumento de faenas de produca611, se tradup en aguda escasez de trabajadores para las minas, P p a r de la gran cantidad de "gente ociosa" que pululaba en Copiap6 y sus cercanias. Aument6 asf tambih la competencia p a t r 0 ~ 1 en disputa por la mano de ob=; para

111 0, dueRos de su envidiada y dis ubda

amino para su voluntaria proletarizadbn y B-

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ocho soldados al man vacon 15oouersonas ~cometer&mayorese&,cu& ha sucedido y comoesti expuestoa s u d e r c a d a y mantas veces el subdelegado del mineral Irate de reprimir la in.5olencia de 10s haba~doresoepcutarenellosalguncastigo”. Aun~s,silapolidadecomisabaalgrin rob, k t e eru de tal montoque tenia el caracter de delito de mayor cuantia, por lo que debia pasaral juzgadode lehasdela provincia. Este,agobiado con multitud decausas, no lograba llevar a buen t6rrnino 10s procesos, cuya lentitud favorecfa la huida de 10s implicados o su absolucibn.”

Las soluaonesque Melgarep proponia a tal crisis de orden tocaban, en primer lugar, el h b i t o judicial y militar. Reconvino a1 juez de lehas para agilizar las causas y llevarlas a t6mun0, persiguiendo al cumulo de abogados que promovia juicios absurdos,~ propusoal gobemador la instalaci6nenChatiarcillode unaguamicibnde por lo menos cien hombres al mando de un ohaal, tal como se practicaba con muy buen resultado en Arqueros. Prometia, por su parte, tomar ohas providenoas, c o r n meprar la recaudacidn del cobro de medio real por marcu de plala extrafdo ue se habhautoimpuesto los mismos propietariosde Chaiiarcillo el afio 1841 paralinan- ciarlapoliciadelmineral. Melgarepadvertiaalgobiernoquelasituacibnquese vivia en Copiap6 era seria, y se veia agravada por tratarse de una localidad fronteriza con la Argentina: alli se podria “sufrir un trastorno de cuyas consecuencias j d s se obtendria reparacibn”.

No obstante, el intendente sabia que la causa primera del desorden residia en la imposibilidad de imponer el sometimiento como proletarizaabn. La competenria enhe 10s empresarios mineros habia arrasado con todos los mecanismos legales reglamenlanos y polidales para la adsaipddn de la mano de obra asalariada. En esle sentido, losempmarios se hicieron c6mplices de 10s panes: estimulaban sus hgm, tapaban sus deudas por adelantos concedidos por otros patrones y se 10s pleaban a las autoridades cuando ktas 10s hacian pwsa de multas y prisiom. En UM etapa hist6rica de pmletarizaa6n no acabada, la competitividad capitalista estimul6 aun mbs este fedmeno, y IN tabajadores gozaran de relativa libertad laboral Y exis&- C d , pudiendo tambih feapropiarse de una parte de la plusvalia de su h a b p asi sobrevivir Y justificar el habap infernal a que se veian sometidos,

58. AIC, VoL 58. 13 de dasnbre de 1642. lnlmdentp al W s h a del btmor,

1 ’

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aciendo un Ihmado a uno8

6n textual, es decir, hacerla

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114

hebia anotarse si el d n q u e d a b a debiendoo no'adelantos. Todo finiquitado y ppel en mano, el pe6n que desease concertarse en otra faena habia de acudir previamente al subdelegado, quien lo autorizaria para hacerlo y firmaria el certificado. SupueSto que todo esto hiciera el pe6n, quedaba atado a la localidad, pues GI0 podria concertarse en el departamento de la subdelegation; si queria pasar a otro, q u e & ademis de un pasaporte conferido por el gobernador o subdelegados de transit0 - ubicados obviamente bastante leps-, quienes no se lo concederhn sin el certificado de desmhucio en regla del ultimo patr6n. Dos meses de trabajo priblico le esperarian al e n que se fuese de una faena sin terminar el contato, y castigos m6s severos se le impondrfan si se fuese debiendo adelantos. Y el reglamento pretendia atemorizar a lospatronesal respecto: en su primer articuloestableria queel patr6n quecuntratase a un pe6n que debiese adelantos pagaria multas de 50 pesos y asumiria la deuda del pe6n; no obstante, al f i ~ l aclaraba: "El patr6.n que le concierte serh obligado a descontarle, por pago de dicho adelanto, UM tercera parte del salario que ganase".M

En suma, Melgarejo intentaba fonar la proletarizacion interviniendo en las relaciones de produccidn por la via legal y el control estatal, cuando aun no estaban dadas las condiciones historicas para ell0 a nivel de la misma relacion indicada. La peonada podia arin sortearlastrampasdomesticadorasdel poderdominante: todavia existia el aces0 a la montafm, a su tesoro exondido y sus amplios faldones, que guardaban UM leyenda de libertad.

El afio 1846 marc6 el inicio de una abierta ofensiva empmrial. "El modo de crear en el mineral un sistema estable de policia y orden, es la cuesti6n m6s xria que Jiempe nos ha am do" '' Conestasplabrasseabren las pii%nasdeEl CQJ&@M UM demano~~~,puestodellenoadefinirlascausasyorigenesdeunodelosgrandes pmblemas de la regi6n -el "desorden de la p n a d a " de C h a h ~ l l - y po& thmino. . - 60. AIC Vd. SS, 13 deW de U43. 61. ElCopb#w,21 denzaRode 1816. EdkmtaI.

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$el balor delas piedras ricas que, en conciencia, se v para que no gane tanto, habajjndo tanto menos que mnfusi6n, no de la6 lenguas, sin0 de todaa las fortu dentro de su arcuito, abolido aquello de mio y tuyo que les han Zocado en la quiebra del dfa, con la misma franqueza que el dude de mhp remite a la m6qulna 10s que ha podido salvar del hurto"." De este modo, con@oI de w poblaci6n y de la activ~dad de &a dentro de aquel rsdnto, pad a ser pwocupaci6n principal de los propletarios de Chaliarclllo y de las autoridades de . . *& * - Por su parte, 10s trabajadores se quejaban amargamente de que en toda la pok5mica desatada en tom0 al problema social-minem, ningfin recuerdo se habia heeho de la desgraeia del trabaydor minero, expuesto a tremendas penurias para

la riqwZa. para 6US patrones; "un hombre medio desnudo aparece en la , cargando a la espalda 8,lO y 12 arrobas de piedras, des@ de n

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a1 lntendente que la Cornisih

66. Ibld. 67. El Gpiapim, 4 de abnl de 1846. Cart. de Jomkche. 68. Md, 25 de abdl de 1646. Cnrta de 'Un- Barrelens. 69. IbCd. 10 de dipaallre de 1846. Gad. . 70. Ibfd n. bid., 2 de kbrao de 1847. Sslione dd Gnmio de Minerfa

116

R. M, 20 de judo d. 1848. Gmxspsdl~. en (h,,mduo.

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establecida por la Cofnisibn de Mineria fue ordenar que to” en los cerros. Para ello, mandaba destnrir todos los

“Mkg9*.~motenwlawdida,laComisi6n proponfa variarel vestidodelospeones, para dificulhr el mbo.

Ensuma,setratariademanteneraltraba~dorahdoa la mina,controlandodia a dia su -F, terminando con su libre relaci6n con el espacio, con el medio 6ocialyconsuvdamtima;desvincul~ndolo asidelasplacillqsy vigilandom tiempo libre Bctraprnada.

IV. REGWBN DE PRODUCUON EN TRANSICION

Losennpresariosdemayorpesoseopusierondecididamenteatalesrefo-;atrav~ de los editoriales de El CoPinpiM facaron a luz el fendmeno principal que estaba

el desarrollo del capitalism minero, el f e n 6 m de ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ S r e l a a ~ e s ~ ~ r ~ M I e s ~ n el sistema de podercomr, a niwl de las reladones capital-trabajp y a nivel ideol6gico: “De si los mineros deben ?vir en la pkcilla o en las faenas, de que lleven tal o cual vestuario . . . no es de lnaunbenda de las autoridades porque cada mal gobierna m casa y su trabap del modocomolepamem6sconveniente. Lohnicoquelaautoridadde~ten~ala~sta ... esladisminua6ndelastrabas derechosconqueseencuenbagravadala~ustris. . . , Ad- formar un bataU6n dy, minems y adiestrarlos en los ejeraaos militares y prier MN~S a su d w i c i 6 n es una idea dewbellada, es poner entre la espada y la pe.da~sfsdtefbsdefaenas.. . . Y si seimpusieraesta medida en ChaiianAUo Dadel eadmumtol, el minero, . . . no abandonar.4 sus faenas y buscar6 trabap donde m

Quedard entonces abandonado el mineral de (Ihaiiercillo. . . . la libertsa individual hash el exhem0 de forzar a los mineros a

de Chaitarblo, “el desorden de la i n c a y d a d d e i m nerlasRglaSde1

cenhar e probleme en rrelaci611 capital,

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&ibfi&)ja almudes de triples (3Oraciones); 2 almudes de trig0650 raciones, comida y cena3; 180 manos de h i p (1.5 almudes); 30 onzas de sal; 30 vainas d e aP (1 libra = 288 vainas); 4 reales de came k a (1 real por cada domingo); 3cargas de a$"' Asi, si blen el e n se mantenia precariamente en la faena como mdividuo, con o que le restaba, su salario, dificilmente podia reproducirse como fuerza de lrabap. (V6ase Cuadro 1, donde se comparan 10s precioa de algunos productos de subpistencia @n Chafiarcillo ye1 pais en enera1;ene Cuadro 29enpi8caelconsumomsuilldel pe6n miner0 en la placilla).'P

Si bien lo$ productos dexritos en el Cuadro 2 no de w e n consideear ftemeS de subsistenria en tQminos biolb@cos, tam se podria hablar de "articuhs de Lu~o" (como dechn los empresarios mineros de c p a , , dadrs las condidones de trabap en 10s mineral-: ellos pasarian a tomar la categaia primera, en

'

Agua Sr.carga -

~r.'paqwte 2paquater 4 una* 1 p. 4 r. undid

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h e n m6s caramente v z n ideas de ;oral tan cuando agarran piedr& de la mina que trabajan,8unque sea fraudulentamen@Q

Esm(J,estebenefiaoencuntr6unespadoproplodentrodelmercado(~~- mente en las pladllas) que lo leghrn6 espontheamente bap una suerte de Cowen50 r~lectivo. El 'mbo de Diedras" auedaba. o incluso era fomentado, en espeCial en el Mficopromovidoen tchoala v&-ttademineralalascasashtndidorasocompradoras de metal. Por otra parte, el metal puesto en drculaci6n en las placillas, provenientede la cangalla o r o b , agilizaba las transacciones, supliendo la escasez de circulante propiadelaeconomkmineradeesetiempo,enespecialcwndoseemitianvalespara el pago de l o r " Per0 rustancialmente, ia cangalla le p e d h k al pe6n desprole t a r i w x rip mente, prsctiando otras formasde subsistencia que, aunque espori- dius, lo mantdsn cualitativamente libre. En efecto, 10s drdsticos ataques de 10s empresarios en contra de la cangalla se deblan no dlo a la "perdida" econdmica que ella les significaba, sin0 tambibn a 10s obstdculos que imponia a la dominacion soda1 capitalista.

Dadas bs circunstancias, Pudo variar tambiCn el r6gimen de producci6n cun respecto al de la +oca culonial imediatamente anterior. La tendencia del p e o ~ ' miner0 hobfa sido siempre la de estableer una jomada laboral en thninos h cantidaddc"sacas" -tresSacas en la epoci colonial-, mientraslalegislaci6ndelfines dels iglom habiaestablecidodaramente laprmda por "homsde trabap.uDurante iaepOca en que sesitrjaesteestudio. si bien la legislacion aludea ocho horasde trabap, en 1. jomada pame imponerse un *@men de "sacas", dirminuidas de tres a dos, lo que daba motivo a disputas, en especial con respecto sl tip y calidad de elias. El p p s c l r i a d o luchard pmnanentemente por aumentar el nthnero de "sacas", como manen de incrementar la productividad de la mano de obraa

Mvenaralterrutivasde trabapasalariado propiamente tal surgiana la voz de cada nuevo descubrimiento de minerales en la +n, que actuaba con la h e m del im6n, despobiando las famas anteriores: "Las importantes faenas de Chahrcillo

79 Ibld..9d*aoDde18YI 80. I b l d , S d ~ P n m d . l b W . E b n ~ 81. Ibld.. IOdefrbmod. 1843. Edilonal. M Wd., 9 de men de 1EL

63. gamlo de La Suenz 1795': dkdo p Cum.gal op di., 57. ' ,

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y 'CabezadeVaca* de hacerse "inde-

a Cpoca -cads cierto tiempo yen forma mbs o menos constante, debido a ue se estaba i n una etapa d e desrubri-

' mien to -amtu6 el h6menodela movilida~ydesproletarizaci6ncicliudela mno de obra. Por otra parte, existia en la minerfa la posibllidad de fomurr p p o s y compafdas de pirquineo, como otra forma de trabajo y subsistemu no aulariada (aunque precaria), y que encontr6 en las faenas abandonadas de la &poa un c a m p abierto para su acd6n. Lasbandasde asaltosconstituyeron tambien fomsf reMntes de subsistencia independiente en 10s minerales, fomentadas poc el trafico clandeotino con las hqu inas de beneficio.

Las altemativas a1 trabap miner0 mismo se le presentaban a la peonada igualmente bap el atractivo de 10s incentivos y premios que ofrece el tnbajo agricoh en Cpocas de cosecha, y seguramente tambih bajo el &ulo picol6gico que da el trabapestivalagricola: "En tiemposde frutas no hay apirnenlasminas: x buscancon premios porque 10s minems se han bajadoa las haciendas, contando con la seguridad que en cualquier parte encuentran conderto"."

Per0 en general, parecien ser que la peonada estaba en continua "tnnsmiga- ci6n" a lo largo del aiio y a traves del pais, lo que seria expresi6n no tanto de mentalidad " ~ ~ ~ a r g i ~ l " , sin0 basicamente de UM busqueda de mecanismcw y formas de escapar a su despop definitivo: "El mal mAs lamentable que ?e nos ha resentado recorriendo la situacion de la mineria, es el espfritu quese ha apoderado 8e todoa 10s trabajadores de recorrer toda la Reptiblica anualrnente; unos donde amman algunas riquezas que pudieran explotarse a expenws de IUS duenos, otros hacando el desorden que observan en algunas faenas, en que a empresorios inexpertos ks imponen nuevas reglas y condidones"."

En suma, el trabajo minero aparecia como una opcion esporidica e Ineslable, dejdndose 10s peones siempre un espado abierto a Ips nuevas alternativas, posibilkh- des y vmtajas laborales que se le presentasen, tanto a partir de $us actividadea en los minerales,comofueradeellos.Estoseexpresarhen unaposici6nnlativamente"librP" frente a1 capital, en UM actitud conscientemente separada de 5us nglas, y en una importantecapacidad deaccibn frentea loscontinuosintentosdedominio d d capital y su objetivo de completar su proletarizacicin o despop: "El minero, que c o r n la necesidad que se tiene de 61 en todas las faenas, muy poco o nada hare por ganar la confianzaolaestimaci6ndesuspatrones;porel contrario,es uncaminoqueselehace

ra ammeter toda clase de faltas, segur0 de no ser arrojado de alli. . . . Si se le8 niega E n a&lantol al dia siguienteamanecen los peonesde mala gana; hacen mal por mal cab0 sus trababs. procuran hacer disimuladamente todo el dafio aue mJm en Ias herramientas ' miebles del servido, procuran m fin, ocasionar lo 4ue k UsmartrPso

Ante esto, algunos se planteaban y se plantean por quC no = produdan revueltas de mayor envergadura, que pusieran en jaqw la propiedad de 10s rnedios depmducci6n minera. Losempresarios intentaban explhrlo por el cardcter pacific0 de hs~obrems. Pensamos, sin embargo, que su lucha eotaba presmte, per0 cunshtia principalmente en mantener libre su hem de trabap de la dictadura del capital,

en UP*. dy

121

de Reglamento de Polida, p a la Or@.

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sa las reglas del juego del de la oferh y la demanda

-19,180

t.."

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La caldera del desierto Los trabajadores del guano y 10s inicios de la cuest ih social

Julio Pinto Vallejos Universidad de Santiago

La mineria decimondnica ha sido asodada amenudo con el enhmtamiento social, asi como con 10s primros atisbos de acdeidn sbrera organizada. Esto ha aido d s comdn

Aunque bastante difundida, esta interpretaddn no ha rdbido mucha funda- mentacidn empirica. %lo dltimamente han aye t ido trabejos em ados en suplir esta caren& con realidades especificas, reve adoras de la compl&iidad que m vivia en 10s campamentos mineros.' AI mismo tiemp, sin embargo, se ha mestiona- do dicho enfoque a traves de planteamientos s e e n 10s cuales la verdadera cuna del movimiento obrero organizado no estaria en el mundo minero, sin0 en hs grandes ciudades de la zona central? La apertura del debate hace aun d s imperioso intensi- ficar la brisqueda.

* Este trabajo pretende aportar a dicha tarea desde la perspectiva de un espacio y una experienaa virtualmente ignorados hasta la fecha: la mineria del guano. La e1ecci6nnoes.en todocaso, arbitraria. Esverdad quela historiadelostrabajadoresdel

. guano no tuvo tanta proyeccidn posterior como la de 10s calicheros. Sin embargo, ambas cornparten una serie.de ras os que no dejan de ser sugerentes, y que se qbordwh en el transcurso deeste traLjo. ML a h : la sociedad guanera precedid sig- nificativamente a la salitrera en materia de expresiones concretas de a c d h obrera organizada, especialmente huelgas. A juzgar por los antecedentes que se entregan JZ& adelante, incluso no seria avenhrrado postularla corn directamente precumra

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, se verd que JubSisten en el mundo del guano ciertos elementos todavia tradiciomls: o demodemizacidn inaDiente, aue aparentemente limitamn el alcance gue tuvo all1 laprotestaobrera. Ensuk,sep&ulbrda losguaneroscomouMespeciedee3ta~n intermediaenelsurgimientodelasexpresionesdeaccidnobreraquehansido propias de nuesho siglo.

El dificil mundo de /as covaderas

El guano, como se sabe,esun abono fdsil depositado a lo largode milenios porlas aves marinas en las regionescosterasdel desiertode Atacama, asicomo en islas e islotesdel Padfico Sur. Puede encontr6rsele en dep6sitos subterraneos de diversa profundidad. conocidoscumo cmadems, o cum UM capa superficial que recubre rocas y promn- torios; por lo general, s610 10s primeros fueron objeto de explotaci6n comercial. Esta se inici6 durante la dkada de 1840. cuando 10s avances de la agricultura europea requirierondefertili~tesenunaeralaeintensidadsinprecedentes. Sobreesa base, ycentrada su explotaddnenlascuvaderasde las islasChincha,el guano aliment6 una era legendaria y febril de la historia del Ped, cuyos resultados finales, sin embargo, tuvieron mds de frustration que de Cxito.

En Tarapaci, las covaderasexplotadas durante el penodo considerado p o r este trabap fueron solamente tres: Pabell6n de Pica, Punta de Lobos y Huanillos. Aunque relativarneqte cercanas unas de otras, en su conjunto distaban mas de cien kil6metros delquique, el centrorblado m i s inmediato. Descontando a lospropios habitantesde k s covaderas, s6lo muentaban aquellos paramos algunos cateadores en busca de plata yoro, lmqueocasionalmenteestabledan explotacionesen muy pequeb escala. Completamenteaisladosen medio del desierto costero, rodeadosdlode "guano, roca y arenas",' 10s trabajadores de las covaderas debieron desenvolverse en un mundo fislcamente abrumador y de muy dificll escapatoria.

A lo largo de su historia. la extracci6n del guano mantuvo UM fisonomia note riamentearcaica,con nivelesminimosdemecantzaci6nysistmasdeproduccl6nmuy rudimentarios. En plenoaugedel cicloguanero peruano, en lasgrandescuvaderaode IaslslasChincha. tcdoel trabajoserealizabasindsa daquelaotorgada porpaks, picotasycarretillas. El materialextraidosetransprtachasta laorilla en lasespaldas de 10s trabajadores. aunque hacia la dkada de 1850scintrodujeron pequenoscarritos montados sobre rieles para facilitar la operaci6n. Como se careda absolutamente de instalaciones para el embarque, el guano searrojaba desdeel acantikdo a lashdegas de 10s barcos por medio de grandes "mangueras" de lona, o era conducido en btes a remo. Naturalmente, un procedimiento tan engomow, deba generar p rob lem

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basta el @mSo del dclo paanero en la d h d a de 1870. salvo p r h habilitad6n de pkitafbmus de caw en 1868. Parad6jicamente, hs fortunas del Per6 descarrsaron durantecuaRntaafiossobretanprecariabase~

to,dieho pemdte co-der mejor la importanda que tuvo para la indusbia guanere el d e s m q w h individual de sus trabajjdores. De su destreza, fuetza y resistencia Hsica dependi6, a la postre, todo el resultado de este importante negodo. Por tal r d n , el suministm y administraci6n de la fuena de trabap se constihryd desde un comienzo en preocupaa6n fundamental del Estado peruano, propietano mco de ks covaderas. El mecanism mediante el cual &te atendi6 dicha necesidad fw el de la servidumbre china, desarrollada en forma masiva y sistemfrtica desde la dkcada delS50. Graciasaella, IasisIasChincha dispusieronde trabajjdoresabundan- tes, obedientes e irremediablemente obligados a soportar las duras condiciones imperantes: en cuyo dramatismo coinciden todos 10s (estimNos.

abnuna- dora que se imponia al obrero chino, a hese exavando, transportando o ensacando guano. Las estimaciones realizadas Juchian entre mS y cinco toneladas diarias por persona, con un promedio equivalente a unas ochenta carretilladas. Con sus fuerzss disminuidas por la enfermedad, la mala alimentacibn y el calor agobiante de Ias i s h , los operarios se veian en duros aprietos para enterar la cuota. La falta de cumplimien- to, sinembargo,acarreabacruelescastigos fisicos, entreloscuales figuraban 10s azote, la exposicidn a 10s rayos del so1 y la inmersi6n. Enfrentados a un infiemo diHal de p e r , muchos optaron por refugiarse en el opio, y otroo m i s permanentemente en el suicidio. Por muchoquelamanodeobra fueseel factorclaveparael funcionamiento de las guaneras, o tal vez reciwnente por ello, el trabapdor chino se vi0 enfrentado a condiaonesdurisimas 8, vida y trabajo. Como se lor traia virtualmente a la fuerza, no hacia falta esmerarse por mantener un entomo atractivo?

Ea verdad que a cambio de todo lo anterior se ofrecia una remuneraa6n monetana, dnico impediment0 conceptual para admilar esta forma de trabap dere- chamentealaesclavitud. Dichosalario,sinembargo,eramuyaguo: unosocho de plata a1 mes m6s una raci6n diaria de dos libras de arroz y media de came. E: dem&,lamayorp@edeloganadosedestinabaal pagodel pasaj@desdeChina,deuda que muy pocos sobrevivian lo suficiente para cancelar. En comparaci6n,los obreros no o b l e a 10s que se a s i i b a n las tareas m6s compleps o d e l i c a d a s p i a n mnu, ientras dud el auge de las idas Chincha, sin embargo, este grupo fue siempre UM nunoria WiuIa?

Las wvaderas de Tanpard se comemaron a explotar cuando el ciclo guanero entraba ya su fase descendente, aquejado por el agotamiento de 10s dep6sitos y la CBnDetenela del salitre. De hecho. la dkcada critica de 1870 fue medsamente la de

Lo primero que impactaba a1 visitante de las islas Chincha era la

fines de la d k a a de 1850, unos cuarenta pesos mensuales.

ti*;* , e r @&idad para Pabell6n de Pica, HuaNllos y Punta de Lobos. Tor aquella

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sobre el peso y calidad de 10s embarqgs. Pacific0 el guano se mantuvo como monopolio estatal, aun y comerctaliura6n estuvteron en manos de contratistas y

lares. Por ese monvo, las mejoras se aiieron a una 16gica d s n6mica. En lo esencial, la industria guanera sigui6 a mer& de

0. el &imen laboral de Tarauaci difin6 mucho del de las islas Chincha. Lo d s imporGnte a este respecto fue'sin duda la desaparici6n del tTabap forzado, induada inicialmente por el cese del tdfico de "culies" de comienws de la d&ada de 1870." Es verdad que muchos obreros chinos permanecieron en las guaneras, y que su condition, de acuerdo a UM dexripci6n de 1875, no I-"= m p r r d o mucho respecto de la de sus predecesores:

P d o dedr qu1 triotlrimass su sucrte enu tos lugares lirgubres. Apartede quelos haan ' trabajar casi r muerte, no tienen suficirntes alimentos, ni agur mdianamente potable.

Dos l ibns de a m z y media de came son tcda su raci6n, rnvida generalmente entre las d i a y h r onca de la mllirna, curndo ya han trabajado seis horas. Cada hombre tiene romo obli aci6n cxtraer entre matm y cinco mnehdas de guano a1 dla. En el tiltimo Mmutre dfe 1875, re sabe que 355 chinos trabajaban en PabeU6n d e Pica solamente, d e lo8 males por lo menos 98est6n en el hospital. Padecen en general d e inflamacibnen las piernas, debido, posiblmente. a1 agua tibia y estancada ut toman y a la falta d e verduras. Lor sintomar de est. rnkrmedrd K pa- alas del escurbuto o d e la phpura."

8 Cannaan(@ y pqaetmor de Huanillor a jde polfUm, 24 de agmh de 1883, Am, Vol 45 Algo proado &alaba en 1561 el teniente de aduanar de PaMl6n de Pica, Iludmdo a m& de mll op~uror ernphdm por ka E m p m y dm buquso que estaban car ando M I P bahla, tarenm de aduanar de Rbe 116n de RCP a @e pllhm, 12 y 13 de flio de 1M11, Am. 801 2 9 W m n a del vlrpecmr de guanffas", 10 de mayo de 1881, m MlnLsteno de Haaenda, Mwona (en

10 Mnnoru delinopctor depanerar",20demayode lW2, MH(lM2). ' U a n o n a d e l ~ l m s p ~ t a r p ~ i de gumeras", 1 de mayo de 1187. MH (1887h 284

12 RtzRoy Cde, Tka P~rvnbnr SI Hmne (Lnndres, 1877). 199, a d o en Stewat, 87

126 addante MH), 1881

11 Stewart, uprtulor 7-9

R o p m r s 19,1990

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MAS o menos lo mimw protestaban 10s exams cumerciantes independientes que lognron sobrevivlren ems parajes, y que de hecho formaron s~emprela p a r t e d establedelapcblaa6nlocal =En casosextremos,el monopolio delas pulperhpodfa incluso servlr de mecanismo disciplinano, como cuando se prohibia la venta de articulos b6s1cus a trabapdores hldados de "rebeldes"?' En esas condidones, el ahactivo de un salano nominalmente alto tenia que verse msminuido.

Un problem de naturaleza aniloga era la no cancelaa6n de 10s salarios en dinero efectivo, prichca por lo demds bastante difundida en'la & p a Un articulo de pm8a kchado en agosto de 1885 descnbia claramente c h o funcionaba este sistema en 1a.s cuvaderas.

Elprnal nolormboel trabajadorendinem SeledasolamenteunaIibreta,snlacual a p n c c cargado a IU favor el valor mmspondiente Con esa libr~la, por conaguiente, y no con moneda mmente, va a la pulpria a pedir su comzda y cuanto neceSita Como

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os de amsumo Ordinan0 entre 10s trabajadores se hallan muy recargador en SUS orecios, resulta aue Ncilmente se cancela la libreta, imul6ndose el importe de 10 e - d o pore1 pe6ncdnla suma cargadaasuabono. De&~manenquedaeftraba~dor sin n i n g u ~ economla y sin tocar con sus manos su salario, y adpasa tambiOntodoentem .

' su sueGio a poder de ia pulpda."

Un informe emitido dos aos despues por un subdelegado de Paball6n de Pica revela que tampoco 8e desconoci6 en hs guaneras el pago en fichas y vales.u

Todw estos testimonies s u @ m que el consumo oLwero era controlado en forma absoluta por 10s empleadorer, lo que naturalmenta permite poner en duda la verdadera vipencia de reladones de t i p slarial. Dc hecho, el siatema de pulperh~ y fichas ha sido calificado rn8s de una vea co rn 9 capitalista, no muydistante,ensu esenaa,de be 10s cuales laboraban 10s culies chinos. En rea altemativas ocupacionales inmediatas hacia hasta dcrto p n t o innccPsPdo en Ipa

nerasrecurriralasfichasconfinesdesujeci6nlaboral.Y elloe@dmentecuando

sola mmpafiia.

opt15 consistententente por contratar a UM sola emprevl car dora, en libertad de d ing r 1- trabajos d s o menos a discfee$." En obrero de las guaneras se hallaba virtuahnente obligdo a mantenex UM relad611 no hostil con su empleador. En un lu ar donde todo debia mprarse, el despldo por lo

eneral eliminaba toda posibilidat de supervivencia. Pol esa nzBn, el exdueivi~n\o h la pulperia empresarial no necesitaba ejercerse en forma a h l u t a porelcontrario Iaextstenciadeuna franjaderninc&tasaut6MaMNq te, era la mls asidua en denunciar el monopliaM

Siempre en el terreno salarial, no era extrafm que, una va Ilegadas lo8 peones

r . a totahdad delafaenaextractivaestabaencomendada,como s k m p r e l o c ~ t u v 0 , a u ~

Para fac~litar el control y la orgadzaci6n de lo5 ernbarqua, el EstLd

El poder de las compaiiias carpioras tarnbibn 8e manifest6 de otma men

[El trabajadorl no podia permanaer en estos lugares porque el $mal que E le pglbr nobastaba a llenar sus necesidada, ni tampoco podla trasladarse por mar a o m POKL~B -fa de wursos para pagar su pa5aje. ,5510 q d & p e r a estos infslicer un desesperado recurso que tocar, y &e fua el que adopteron en fuerza de su mlsma situaci6n. So fusmn, saliemn de aqul a pie y de cualquier nunem, sin cuidarsiquien dg llevar vlveres, y en muchos cam ni dquiera el a y r neceaarir p a apagar la A en IUS l a p s y anlientea travesips. Pam si 10s h o m h resolvieron ationtar a t . 8 penalid&s -

27. VM, 13 de -to dr 1W. 129 ode Pnbellba #e Pia o intdentr, 31 de mmzo & 1887, AIT, VOL 37.

61dely.no"a h d o e ~ h ~ d r b c i m d a d e ~ ~ s e c 4 ~ & & C n l S & i * ~ a m .

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ralesdeguaneras. Enelcamdeestosdl~mos,el propioejerckodesushncionS-SOth llevarlos a enfrentamientos d s o rnenos serios, motivadw por naturales dikrencias de intereses. En palabras de Rarn6n Cavada, inspector general de guaneras en 1882:

En diversas assiones la empresa de cargulo ha formulado serias protestas y c a r p contraestslnspecci6n.yahaa pormedidastomadasporellaparagarantirlosintereses fiscales, ya por drdenesque heron mal interpretadar. En uno y otro caw, ellos mismos se han desmentido, se& consta de 10s documentos llevados al Mini~terio?~

En otras o rtunidades, la dignidad de las autoridades locales se sentia violentada por elgparpajo conque loscontratistasostentabansu autonomia. Asi en marm de 1884 se cornunicaba a lquique que el agente de la cornpaiiia se habh permitido invitara unos oficiales de la Armada bntinica a visitar las instaladonessin consultar con nadie.16Poms mess antes, en el marc0 de un conflict0 por rescision de contrato, Is misma empresa habia intentado embarcar una sene de maquinanas y herramientas de propiedad fiscal?' Nada de esto, desde luego, ayudaba a la annonia entre locl poderes que regian las guaneras.

No obstante, 10s roces raras veces involucraron al r men interior de 10s carn- parnentos, o a las reladones sodales que en ellos irnper2an. En ems aspectos, las

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ampi6 la petid6n.

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entrabada por las reclamcrones un acuerdo para el reparto de las tocaba pr6cticamente a su fin. Ad, o no tuvieron N la tranquilidad ni

la p&pediva’suficienente para organizar debidamente sus actividades. En tales cir- cunstancias, lo h i c o que mntaba era obtener ganancias dpidas, sin importar 1aS consecuencias.“r

Fmto de las condiciones esbozadas, en& 1880 y 1890 se sucedieron cuab0 diferentes conhatos de venta o consignacibn. todos ellos intermmpidos por penodos dsomosprolongadosdeparalizaci6n. Lasituaci6n puedeapreciarse dsprecisa y dramatiumente a traves del siguientecuadm:

Emborqucsde(Iwno&&Tawmaf, 1880.1890

Alio lo lo~amos lndrcg BaKos

1880 13.672.066 100 10 1881 70 7S.472 517 55 1882 49 613.989 562 32 1883 loo 080.859 732 1/1 1W - - 1885 6 787 712 49 6 1986 70,632,862 516 18 1867 8 701.065 63 7 1888 35.Mw.878 260 28 1869 44525.241 365 36 1890 35.819.1M 261 25

-

F m i Qule. M-0 de &end% !.4mm#s (111-1892) @I d l d o de Maa, que pone en epxal endencia b abhcn dcl m m d panero, oe d e b a una sugermcu del pfesor Plene Vaymke)

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sumian"estos mismbs entusiastasante el Kerre de las faenas. Recurrimdo nuevimen- tea una desnipci6n contemporhea:

Hay actualmenteen Patell6n. como habla en Huanillos, 50 o mlr fmmiliao w no s a h n qu~hanrse,careciendodelasmsosmlslndhpenublcspmIaconlervoci~ndeLvids. Elagua sevendesumamentecpra(acincocentavosgil6n) y tienequehaba fonoumen- teparacomprarla, puersinella nosepwdevivir . . .en Rbell6n s610 seved presenle calla desieltas y casas duocupadas; hombres que espsnn quo la IUN u t 4 en plsnitud paacogerabundantepesca;mujeresqueandanporIa playaen b u m demarim, y nifioo que b r a n por lo que quiz6 no es l4cil darks.''

Ciertamente, no era una recompensa digna para tantas ilusiones fojadas. En virtud de lo anterior, no era extrano que la poblaci6n guanem experiment.-

ra violentasoscilaciones. Asi, entre mdadosde 1884 ymediadosde1885ascendiode 330a 1.559wrsonas. para caernuevamente wrdebaiodelas 700 hacia finesde 1886.'' En un momento de 'especial auge produchvo, la &la fuerza laboral de Huanillos llegaba a 700, mientras que la de Pabell6n de Pica se empinaba por sobre 4GULOo" En cambio, durante,durantela paralizaci6n de prindpios de 1885 en esta filttmp cuvadera 9610 quedaban 100 personas, las cuales "esperaban con impaciencla Iw primeros diar del mes entrante para saber si el Supremo Gobierno acepta las pro uestas que se le

contrato de venta suscrito en 1882 con la Compagnie Commnciale et Finam&e du Pacifisue sigrufic6 el traslado sdbito de 600 obreros a I ui ue, con cuhsecuencias

desawaigo jmsaban a ser un m d o permanente de vida. En suma, si bien las guaneras de Tarapad nunca llegaron a tgualar el infiemo islas Chinch, la vida en ellas dist6 mucho de ser ficil. Enfrentando cualquier tativa engendrada por el estimulo salarial, se erguia un paisaje inhbspito y un

presenten por las 400 mil toneladas de guano que ofrece vender". P El t6rmino del

previsibles para la tranquilidad social de aquel puerto. 4 q As;, la tramitoriodad y e1

133 lnkndcnk, 7de enem de f a An, Vd. 91;

,brl:.rt '&'-A,. , ,

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Ln caldem del desierto

~21611 ante la dura realidad de la odoenestudio,fuelade

influencia moder de oao y holgura que en ocasiones nen en peligro el orden y seguridad pfiblica''.s6 Enfrentadas a masas obreras de di& manejo, empresas contratistas y autoridades locales terminaron por hacer del orden social una obsesibn.

En diciembre de 1882, el subdelegado e inspector de guaneras Ram6n Cavada informaba que se hallaba en Huanillos con "cuatiocientos . . . individuosde tabap y es imposible mantener el orden, entre esa gente, sin tener &no hawse reSpetar"5' Mas dramiticoaun era el testimonio de uno de sus antecesores, quien semlaba quelos que se enviaban castigados a la barra solian ser liberados durante la noche pot sus amigos, sin que nadie lo pudiese evitar.ls

Lasolucionlrdsobviaparaestasituacibneraelenviodeu~fuerzapermanen- le, como Io reiteraron en todos 10s tonos los agentes de las compaRlascargadoras."Sin embargo, durante mucho tiempo dlo se estim6.necesario destacar alguwssoldados para 10s dias de 0, que como ya se dijo eran 10s momentos m i s m'ticos. Un subdelegado, Fabi%ailartu, opinaba incluso que esa "ostentaci6n de fuena delante del trabajadof' podia ser contraproducente, y provocar pmisamente 10s disturbios que se queria evitar.'Su sucesor Enrique Cennain, sin embargo, afinnaria que "con dos soldados es casi imposible vigilar el orden, pues continuamente esos peones se

I '

I '

9. Sobn Is Irrcuncl. de lor pp, VM, 31 de e o d. 1.586, 54. bpctar g c n d p a n a m a 55. Wddo A p y o a inkndonta, I7 de diawbre de 1885, Am. VoL 18. M. S u M d e o d. %bell6 de R o a jefe ponbm, 15 dc Lambre & 1 &XI, AIT. VoL 2.

57. m o r s~eralb w e n s pe p~litim. 15 de dcicmke d. I= m, vel. 3. 58.

19 P0r *lo, sl uupdor 6.nA d. wanam 1 Id* polf6CO. 3 de Vd. 33. 60. Wddo Aguayo a inkndmte, 17 de didambre de 185, AIT. Vd. 18.

polltim. 8 de OMlbre de 1863, AIT, VoL 53.

134 de Psbeydo d. Ra a Me polIhm, '25 de abnl de 1861, Am, Vd. 2.

y 8 de &bre de IW, An, '

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=*w- y se p e n curno ~OCOS"." En un cuntexto tsyr explosive, hasta 10s patrones ~ ~ s o n w r h r s e en promotores involuntarios del desorden:

... dunnteelincendiodSeflorAdministradordelaEmp~sadeCa ulohizovrt i r utuuntidaddevino ycervezaa lor paomsquetrabapbrnenapaga?lo,~ombmr.lo ue h e deupmbado por el qw suxlibe, nrultando curno era de osperarlo una

jmbriaglrez completa en la pnad i , . . . ocadonmdo naturalmmte varios pleitw y des6rdencs en diwrros puntoi de b poblacibn. . . .Corm era de esprarlo. rncontrln- dotealguno~sumimentecbrioracometwmncon 1arroldadosqweit.bandssenriCio''

de cargufo del guano y en van@ ocadoms p r eut trabapdores y 10s de ann pueblos no vsyrn a Huan haygentededs, stomprenguanaglomg~~doa~~n tes de varlos puntos, lo cual es incmvmhte y pdii para bs habitantes tcdoa y para loa intwew mirtllas d

Ante un peli8ro %+ante, la solueich pro uesta era, u de unafuena policnlo, ensu defecto,una "guar&dekmp ernpresa.

Sutdekpzdo de Pabell& de Rea a mtdente, 27de mayo de llu17, AIT, Vd. 37 Algunw memsnks, elnusmofunaonario dabacuentadetrosemPdelocunprovwdorpol. elmnsumodelmr"pummente

en general beben loo trabajadore% a un aniwdo mmprrto de ron de nahualmente lo, a i o n a un gran mal" Sutdekgadn de de 1M6, AIT, Vol 9.

de Pica a mtendcnte, 8 de ochlbm de IsS7, AIT, Vol. 134. de Km a intendate, 17 de f e h de rW, AIT, Vol. 136.

135

I

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En cualquier caso, la autondad resolvid el problema enviando caiionera Magallanes con un ofinal y veinhcinco soldados del batall6n que cubria a la saz6n la guarnici6n de Tarapace Para el 4 de febrero, a beS ilunado el mommiento, el subdelegado podia informar a sus superiores covadera quedaba "en completa tranquilidad", aunque sin especihcar 10s medios empleados para e x fin

Como garantia de que la situaci6n conhnuase as:, se establec16 en forma permanente una fuerza policial de dieciseis hombres, financiada directamente por el Ministerio de Hacienda Segin las apariencias, se necesitaba una huelga para que el gobierno central se decidiera a responder al anhguo clamor empresanal Sea como fuere, cuando el ministro de Hacienda desembarco en Huanillos el dia 20, el lefe polihco de Tarapaca pudo recibirlo con la situaci6n absolutamente bap control 67

No se mantuvo asi por mucho tiempo El 10 de mayo del mismo aiio 1883, el inspector general de guaneras Jose Zegers Recasens debio viagr precipitadamente de Iquique a Huanillos para conjurar un nuevo estallido huelguishco Como la vez anterior, el mohvo era salanal aumento del lornal de 1 80 a 2 00 pesos dianos Ahora, sin embargo, no hubo necesidad de recurrir al despliegue de fuerza, y aunque las fuentes no consignan el resultado espectfico del movimiento, Zegers informaba haberlo resuelto "completa y tranquilamente"

El mismo inspector general debio hacer frente, algunos meses mlis tarde, a expresiones menos "tranquilas" del malestar obrero Segin su propio testlmonio, "el

24 de sephembre ulhmo. 10s trabaladores se declararon aqui en huelga, por no conforrnarse con una nueva tarea que se les imponla" '' Aunque el informe aseguraba que todosehabiaarreglado"satisfactoriamentealotrodia", unacronicadeprensadel 29 daba cuenta de "graves des6rdenes", provocados por la acci6n policial Product0 de ello, el sargento de la policia debta "vivir rodeado de armas y con su o p abierto para noservictima delosbribones Parecequelagenteestaresueltaa hacerdiabluras" 7o

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pesos plata ofrecido al comienzo se reducia unilateralmente a 1 Comparado con 10s 2 pesos de afios anteriores, esta suma desalentadbra. La desvalorizacidn de la moneda la ha& aun redudr su alcance real en alrededor de un 20 por ciento reSDect0 quids mBs visibles para el obrero, un suelddde 1.30 pesos no podIa ser satisfactorio enlugaresdondedb enalimentaci6nsegastaban entre80centavosyunpdbri0, y menosatin siel pap sed-taba deuna libreta en lugar decancelarseenefectivo."

lmpulsados prindpalmente por esta circunstancia, aunque tambih p r cues tiones como la falta de asistencia medica, muchos de 10s enganchados dejaron inmediatamente la6 faenas. Un grupo llegado a lquique por mar manifestaba a la prensa que "han abandonado Huanillos prque creen que si hubieran estado d s tiempoalli, habrianconcluidopormonrsede hambre,porqueel salarioquetenianno les alcanzaba para comer"." %os marcharon cum0 otras veces p r tierra, debiendo sersocorridos p r l a Intendenciaante la falta absoluta demedioscon queacometieron la diHcil travesia." Pese a esta actitud, el intendente Gonzalo Bulnes adwrtid al subdelegado que "avise . . . a todos 10s pobladores de las guaneras que en adelante no se enviari recurso ni socorm alguno para facilitarles el viaje"."Asimismo, a los

79 lnspclor general de pannu a ,de pollttm, 3 de mer0 de 1884, AI? Vol 33 M) Vhd.3ldem0ode11184

82 VM, ?3 dehbreo de 1884, pie &wUlzco a mimslro de H.aend4 5 de f e b m de W;#r poUhoDa Subd.lrgd0 de Huurulloo. 19 de kbm de I&; ambos en All', Vol. 34 a3. vM.3ld8marmdelC85. 84. VM, 2l y30depho,Z, 4,7,9,13,14,15, I S d e s p t o d ~ 1S5. 85 VM.7deagoatodeIM1S 86. VM, 7 14 18 de q-alo de 1885 lntendente a Rlbdelegado de Patillor 19 de a p t 0 de 1885. All', V d 79; + b HuwilIw a'hkndente, 16 de nwlembre de 1886. kT, Vol. 91. 67. Inlmdmk a mbd.lgSd0 de P.hllos, 9 de agost0 de 1885, AIT, Vol 79.

m VM, lode f e h o de iw

138

i.

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I&p-rn-pddp liberado al s k como en la c h i a k i o r . " o todos, sin embargo, optaron pot el abandono. Los que se quedaron en las se dedararon abiertamente en huelga, pese a las ammazas de sus jefes. Al

cabode un dfa deparalizaci6n "sererum6 a las slplias, y mtonces trabajaron"P0En versi6n de un testigo favorable a 10s huelguistas, 'la necesidad, la falta d e medios

de movilizaci611, el deseo de conservar todas sus cacbatpls [ensem dom&ticosl, 10s hancontenidoen loslimitesdeun simpledisgusto;peroaeenlo5rec~nllegadosque la medida se ha de Ilenar, y que, agotada la mansedumbre de sus cornpaiieros, va a pronunciarse una huelga que deje despobladas las guaneras"."

Enefecto,parareemplazaralosrenunciadoslaempresapromovi6Iami desde Iquique, esperando tal vez que las expectativas locales fuesen menos r n s : que las de 10s surefioor Que ello no fue as; lo demoestra la cita anterior, asi c o r n k prolongaci6n del flup de "desertores". A mediados de septiembre, un grupo de trabajadores regresados a Iquique declaraba que en 10s guaneras sepia reinando "mucho descontento entre operarios y empresarios"." MPs elocuente tcdavh fue el reforzamiento de la guarnici6n de Ias guaneras con doce soldados del Regimiento de Artilleria No2, enviados a Huanillos pocos dias despu6sn

Todo esto, naturalmente, no hacia sino entorpecer el embarque de guano, cuya reactivacibn ya tardaba demasiado. As;, la empresa opt6 finalmente por mejorar lor prnales en un monto no especificado por las fuentes. Con e%? alicientc M ca dodentosoperanosen Iquique, con UM respuesta quese consider6 bastante ble?' Aunque un poco tarde para muchos, ias reivindicaciones de 10s huelguistas de agosto heron a1 menos paraalrnente satisfechu.

Tampoco esta v a la armonla dur6 mucho. El 14 de diaembrc del mi- aiio 1885, Waldo Aguayo, representante de la empresa de cargufo en Huanillos, tclcgra- fiaba a la lntendencia pidiendo protecci6n policial para su penom. Motivaba esta soliatud un hrmultosuxitadoduranteundia de pago, a raiz,se&nel propioAgruy0, del estado de embriaguez en que 10s opearios solian acudir a cancelam. "he tal la bulla que se produp --continuaba el testimonio-, y halldndome completamente desorientado a causa de la griteria, me vi en la nemidad de suspender el pago, ret ir~domeamicasaense~jda".~ido~staal l ipor "unodelostrabajadoresds bomchos", Aguayo reaccion6 a sus "edgenaas e insolencias" recurriendo a las "vias dehecho",noobstantelocual "mefue senallisimo al dia siguientearreglarle sucwnta ~uandose me present6 bueno y sano a grse" El administrador tcrminaba mnde- W o la falta de vigilancia de parte de E autoridades locales, "origen d e muchas de las huelgas que qui 6e han producido entre 10s trabajpdores"."

El problema no termin6 all< Santiago Navia, el pe6n agredido, se querell6 ~,ji&ltnente contra el administrador Aguayo. En esta oportunidad el juez de 6 hall6 la r a d n a1 demandante, considerando que el verdadero origen w= haMa a& la embriaguez de losobreros sino el "noestar arregladas las

'

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i '.

ConcZuSiones

Los gestos de rebeldia, 10s motines y las huelgas heron, p e s , expresiones EMiVa- mente frecuentes entre el peonaje guanero. En alguna medida, est0 seguramente {rovino de la especial naturalem de su actividad, y de la fonna en que ella se

esarrollaba. Debeconsiderarse, por atar un ejemplo, el desarraigo y la inestabilidad inhinsecosdeesavida. NohabiaenlasguanerasNngunacomunidadestablecidaque recibiera al recienllegado. No habia, porlo tanto, no-rmaso instituaonesconsuetudi- narias para legitimar las jerarquias M a l e s o para dotarlas de algin sentido. En la mayoria de 10s casos, tampoco existia una familia cuyo sustento indupse al obrero a conlrolar sus reacriones. Hombres por lo general j6venes y solos, sin hogar ni identidad local, era f6dl para ellos hacer de su conducta un asunto estrictamente pemnal, y de su sueldo el liNco lam con el mundo guanero. Desde luego, un trabajo abrumador y casi siempre muy poco gratificante dificilmente habria podido desarro- llar lazos alternativos. Hasta el marco ge0grMco otorgaba a ese mundo un aspect0 deshumanizador, sujeto a intereses comerciales cuya I6gica se gestaba y resolvia a miles de ki16mehos de distancia.

En este mismo sentido alienante y deshumanizador obraba la forma en que se ejercia el poder local. Se ha visto d m o las empress cargadoras llegaban ficilmente a regir sin mayor contrapeso las comunidades guaneras, contmlando desde 10s bienes de subsistencia Wsica hasta 10s exasos elementos de diversih. Para lubricar y cohesionar este delicado mecanismo, sin embargo, s610 existia el nexo salarial, en

'ssemipennanenteenque s propias opciones perso-

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U h ~ t a d ~ u n 6 t a n ~ i r incitaba abscontratistasa manipularbs sahriosoinrremen- tar 1aS &g"h@b puntos p l i sos. T a h b i h incitaba, altemativamente, al despido del o h r o sin &s tr6mite. gesivamente agobiados de exigencias 0 aban- donados a su suerte, 10s peones guaneros no tenian muchos motivos para sentikse

menteCOmprometidosconsuspatrones. Muy por el contrario,el impersona-

faciiitaba su identificaci6n comoenemigo. Y por ende, la rebell6n abierta en su contra. Sin embargo,estascondicionesdeimpersonallsmoydistanciamientosocial no

fueron privativas de las covaderas. Tambib se confiyraron, por ejemplo, en las oficinas salitreras, sin que alli desembocaran tan temprano en las mnductas que este articulo ha resefiado. Para dar sentido a esta diferencia, algo especial Gene que haber habido en el mundo guanero.

Una posibilidad cs el efecto clarificador que pudo haber tenido el monopolio contrac~aldelasemprsasca~adoras.Cuandoel~pleadoreraunosolo,yno habia opcionesdecambiarlo, la resolucidnde losproblemas laboralesse transformaba enun asunto estlictamente bilateral. Tampoco hacia ficil la decrsi6n de renunciar. Podia hacerse, per0 a un precio que, como se ha visto, era bastante alto. Muchos estuvieron dispuestosa asumirlo, tomandoel camino de Iquiqueodel desierto, dejando atrissus sueflos de enriquecimiento guanero. Per0 para 105 que se quedaban, d o cabb la tesignaci6n o el conflicto. Y como para paralizar las guaneras bastaba con 10s obreros de UM sola empresa, el camino de la acci6n colectiva pudo haberseinsinuado en forma d s o menos espontinea.

Por otra arte, no fue &lo el aislamiento ffsico o el monopolio empresanal lo que priv6 a1 tragajador guanero de alternatwas. De hecho, la intensidad mixima del conflict0 coincidi6 con etapas en que toda la economfa provincial atrav-ba p r estados de crisis. Bajo esas circunstancias, ni siquiera la cammata por el desierto garantizaba un suerte mepr. Una vez d s , lo h i c o que quedaba era la sumisi6n o la acci6n contestataria.

Naturalmente, la documentacidn no aporta pruebas explicitas frente a estas ppos iaones , cuyo carticter es p r lo tanto eminentemente hp t6 t im . Sin embargo, es un hecho que las guaneras fueron un foco activo de conflicto social cuando ese -0 recih despuntabaen las oficinas salitreras. No deja de ser sugerente a este msyto que 10s administradores de &stas miraran siempre con recelo a 10s emigrados de ascovaderas:

p""' SmD pahUM1, reforzado en algunos momentos por barreras nacionales o culturales,

adela paralizacidndelasguanerasdeHuanillos, recomnlaspampasuna ndividuos en busca de trabap, entre 10s cuales vienen UM cantidad de con fmuenciaamenazanasaltar IasOficinas, yestorbanal mismo tiempo debs habapdores pacfficos que en ellas habitan!'

o podia ser contagioso.

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Vivian, que hacian 10s di 109 trabajadores. AUi en

prosperidad. Mil ochocientos noventa y dos fue un aiio importante. Terminaba la Guerra

Qml, comenzaba un nuevo period0 de la historia del pais. Casi cuarenta aiios -hasta la cnsis de la d&ada del treinta- en que Chile cont6 con enonnes riquezas. Fue el tiempo dorado de la oligarquia y tambien el comienw de su decadencia. EnSantiagp habian ocurrido graves trastornos, en cambio en las haaendas y hndos de la wna central todo seguia igual Nuestro estudio se siMa en ese aiio y 10s dos siguientes.

La historia del siglo xx puede ser leida como un gran esfuerzo de transforma- cidn y cambio de esa base socml, economics y cultural de corte a p r i o y hacendal que vamos a analizar en este trabaio Mds de cincuenta aiios cost6 aue la claw dominante . sesacarasupesadacargarentishcaagrana y se transformaraeiburguesiaaudadana. AGn no sabemoa si el cambio ha ocurrido plenamente. Lo mismo se puede decir de 10s sectores populares. Durante decadas la clase obrera ha luchado por conshtuirse fuera del espacro moral y cultural hacendal. La sociedad urbana, en fin, ha tratado persis- tentemente -y tememos que infructuosamente- de secularizar las relaciones de sociabilrdad y democratizar las estructuras de la vida cotidiana. A fines del siglo mx, una parte muy significativa de la poblaci6n vivia, trabajaba o estaba relacionada con las haciendas. Esta srtuan6n se mantuvo sin cambios hasta 10s aiios treinta. A partir de entonces comenz6 una lenta crisis de la agncultura hacendal, que culmin6 en 10s afios sesenta con la intervenn6n urbano-estatal y lasrefonnasen el campo: la abolici6n de la hacienda y el inquilinaje

Hemos quendo rescatar 10s nombres de 10s inquillnos, sua salarios, sus rangos y officios. Nos prec@ que a1 hacerlo nos acercamos a una Iectura mdr liumanizada de la histona. Fueron ems inquilinos y peones 10s que construyeron la agncultura del

la Utuatun y en h

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emostrando,discuti~doyrebatiendoI~s tesis Nos parece un dillogo dtil.

1. UIS PRPPIETARIOS

Quilpu6 representa un modelode hacienda de finesdel siglo pasado. Ubicada a r y s kil6mehos d e San Felipe, en las mjores t imas de uno de los mejores v a l k d pa* 4 1 del do Aconcagua-, nos habla de la mejor agncultura del momento.

SUS propietanos no procedian de las antiguas familias oligarcas y consewado- ras, tan vilipendiadas por la historiografia liberal. No eran ni qandea "Senores y rajbdiablos", ni tampoco "patrones de horca y cuchillo". Por el contrario. Prownian de las oleadas europeas posteriores a la Independencia, los primeros banquems del pa&, losprimeros editoresdediarios, y ruda menosquedel diario EIMcrcuno, simbolo delaburguesiamercantildportefia: IosEdwards. Era 11 proptaria enesosafios(1892- 95) dofia Juana Ross de E wards, la gran benefactora y fildntrop de Vnlparaiso. Con pqsterioridad a 10s Edwards, la hacienda p a d a propiedad de don Arturo L on Pens, membro deuna famiha emparentada y ligada comercialmentea la anterior.&sl yon, ademis de dedicarse con pasi6n a 10s caballos de carrera, incursionaron en el

enda-burped', podriamos bromear, ya --en nuestra clase alta chilena- h la

noshaentusiasmadoenel estudiodeesta

rcantilde syspropietariosafectabala

esta familia. No precima ser fldl

. -

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2 El t o t d d e l o s a v a l d o p d e l ~ ~ p ~ ~ p ~ ~ a ~ ~ ~ ~ ~ l ~ d ~ l o s ~ ~ r d s e n 1852-1894alcanzsbas5249 938 p” Eran paosdelOpcn~ques, estoe,la tasacarnbianaconlalibra esterlma Para pdermmparareslas a l ~ , ~ a l ~ m q u e e l p r e s u p u e s t o d e h n r u n l n l 7 7 5 4 2 1 p s o s , yddelamuruu~&dd~VliadelM~r,l~402pepas,queelempreStilo~ahacerellagoPeiiuel~, ue w r M a d o s ~ u ~ a V a l p ~ a h o , ~ ~ a ~ o x i m a ~ m ~ d r d m m i U o n e r d e p e s a s Habrhqueagregar q u e L svallLaa f i d e s cslaban muy d+or del valor mmmal de las propiedades 3 h o l d huer, C h k n find Socrary,fma de S p n d Gmqvcrt Lo 1930 (Csmbndge, 1975), CaplNlo4 “Gph l , credit and technology m the rural pconomf‘, 91 y %, acerca de lap operaaones de la Cap de C r d l o Mpotmno Nor parean condusivashs IdeasaUI planteadas GonzdoVlal,en su H u h & ChL 1891-1973,3’ediu6n (Sanhago, 19M),Cap(tulo7 “Economfa Tierra eurflaabn”,dics “hi-asque slcanzaban la fortuna por mdqu~er via se a p u r a b a n a ’drcorane’ con un fundo, el mal subrayaba el ~ x ~ t o c k b n ~ d o ~nquaoacanolorEdwardsySubercaseaux,minemscomolm Ossa , abagadosmmo Julio Zeprs , p e l a n tamblhr importantes inmuebb agrimlar P a n ellos, ‘era esa -dad. ese fundo una forma den&’ ‘Lsr dabasu renta mica opnnapal’” Aeontinuaa6n -daspueS de habm hecho etas p r e p t u , tan pert inentb, el autor las emprende mntra Ias lesis anh agndlores, d m que nose Eabeelp~cdelosa~dtorarenelCon~~y.pnlanto,suinfluenaa,Laquelamflan6nben~nrfioaba 0 p q h b a a &vonas stores y que, en mnrecumaa, 10s a g n d t o m no lendrfan mler- daflmdos, &CR quo olllc era un pais sin indusma. olndsndo rslahviear este asunto hoy d a basbnte invesbgado y finalmmte, deliadr a lor aguultores de la new a w a 6 n de RXplOtrd6n aloe cam-= selidanbo que “ e s m u y d g d p e r o r a r l a r ~ ~ ~ ~ a b n c k h v a ganadaporlor traba)adoresdeloshdor’, ydqando anladudalsahnnao(ndequ6~~abur muypocasalaanoytsnlsnlngeros baps E ~ e e n somaqueoeria t a w de mmanor estableer mhto samba un c a m p n o El CarActerpolkrucoha~ mtaepulte est$ texto, p r o lo pamdiul dunaaado Es aridente que el anst. de “decorane“ con un h d o 1u1 pede *la b m m expli~a~dequelrfamllraEdwardrr Nnera lantaspropedsde S e p d d a p n ~ a r q u e p n “ d m Iobraba con un “decorado” €rundo cera de Valparafro Lm mdlonso en hma6 no s610 deben habm ado

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d, tampow era demasiado diferenk a ladelmto de smolacal tambihoperaba. En fin, nohayelemenlos diferenciena estrhaciendadel mstodelaagricultura

ecta. En Taka, sin embargo, ya n urbana. Por la cercanip, habia

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y poa e116 debfa pagar wmo mntdbwiones an& 2.133 m a s

5. "Ls propiedadcs &tiw de Chile'', Cuadrm y datm publicadm p r el lblelh de m h r m 6, no. 166 de junio 5 de 1876): 410 y s . Comodato de interkpara lose4pciahtas. sefialemm qued hurdom6s valaado de la ep00 era Catanu. ubicado tambien en Amnogua. m y n a de Putaendo, y pmpirdsd de IafamiliaGarda Huidobro; lo q u f a el fundo Codao, ubicado en Rancagua ypropiedad de RecaredoDwu; Lirnache. drJos6 Tomb Urmenet.: Vilum, de Rafael Larrain Mox6, Residente de la Sodedad (Naaonal) de Agriculhua en CIK enton-; en rgPtimo y dDdrnOprimer lugar se enconhaban lm fundm de la familia &de, Micahue y Lan otoma, en Petmcr. en novemo lugar se enconhaba el funda Glchagua, de D. Fderim Mwir En e f n b o veintiundsaenmntraba la hadenda E n lo& delcarmen (del Huique), en d entoneas deparimenlo de Caupolidn, hoy dia provinda de Colchagua, estudiada pi el pmfesor A. huer. 6. Catemu. l a p '&ad mks nu en la d h d a dol setenta, habla nsistido a la rubdivisi6n. A la muerte de D. Lkfja Gard~uidobro sa dividi6 enhe sw familiares, qudando --noes Hpim en todo Chile- l.rhadenda%deCatemuAo, ~trmu~oyvaria~dmmks,dop.rtesdelaant igua hadenda.Afinep del aglo enmhamm siete pmpiedades product0 de la antigua pmpiedad amayaazgada. 7. Paradnrslgunaideadecpmd6n di mosque~lavaltioen-mismoaliodelaPoblad~Vergara a Vhia del Mar era deZ95.8Wpesas; d ;"a& dels hacienda Limache, propiedad dela familia Lsbnan, de 606.684 w. El h i m predio de similar avaltio a a d de Panquehue, que hash hoy rep-ta una de las tiarm m6s fieas del Valk de A m n e p .

' 8. Las~nnde4hsdenda~,~~esbiensabido,~~on~eandoasualrededor--derdelaColonia--grcls de peqtala propiedad, mmo una forma de protew sys daslindes de diem, cvahaimo et=. y de pmvezrse mano de obra IApIda, abundante y -na para lm prlod- de necddad Sobre'la & i 6 n entre latifundio y rninilvndio se pucdc ver en 0lped.l a Rafael Baraona et al, V d k del PuLmdo. Lludio da F ~ ~ N C L Y ~ agne (Santiago, 1960). Sobre este tCmS nm refahnos en n u e m habap Hivtmh d de b qdmltun Torno I: El pdm y b s u b a d i m i h (bntiago, 1988). M b adelante se w r h que lm peqhm propietarim de la alreddorr, wabledan amndamienta p a chams mn la hacienda. Esta se servh de caos chacueras parr tena productas para la "despsa". 9. TodDs lm datm son del Ubro de eaja de la hacienda Quilpu6, atim l89i-1.895. -do nose mqUe la fuente, se entender6 que es pmvenhte de a t - Libra. Data complemenhrim .Ghm tanado de la prensa de In rpOea y de diveroas informadones.

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te, durante m6s de quince aAos se h e delos edificiosdsespectaculares por don Agustin Edwards Ross y odelpredioaprtirdecudenim

En definitiva, el coraz6n de la pmpiedad estaba en 1892 formado por un conjunto abierto de cams bodegas, talleres y corralones, que fonnaban un ndcleo en torno a1 cual eraba la v d a de la hacienda."

Este cunjunto enorme de cams y construccionm tenia una Iaqa historia colo- Nd. ElpoMadodepequei\osagricultoresdrE~ny h hacienda deQuYpu6apsreeen censados en 1813, con un total de 903 almar" Este Caw, con todas las imperfeceiP nes conocidas, nos seiiala la existencia de 98 inquilinos 7 esc l rw~ negros (y dos mupres negras) y un total de 33 indios hombre5 101 indias muwee, posiblemente del poblado de En&. Gs iun siglo despu&,en el {emode IbXddistdto deQullp6 a rececon1.536personas,deiascualess610309daclara~~~leerye~Mrybto $niiios) asistian a la escuela. En 1907 I. pobbci6n de b lyalidad hbir dieminuide un poco, siendo de 1.446 personas, y e fundo Qui1 tenk en sw interior Sa3 pernna~.'~ Podriamos, por tanto, establecer que para 1E k h a de nucrtro rsbdmo. la pobIaci6n de la hacienda seda de unas 800 perwnas a p m ~ d a m s n t e .

En 1892, la mayoria de las casas de inquilinoe eran bs usualcr ranehar de quincha y paja que se rcostumbraban en cl campo. En el lib0 de eaja a p r m n Irr comprasdetotorapararetechar, me r a r y c ~ ~ r n u ~ v ~ ~ p o ~ ~ ~ ~ i ~ u i l i ~ . ~ e ~ s ~ o s c o m ~ ~ l a c o n s t ~ c c t ~ ~ ~ s a ~ m ~ ~ ~ l ~ d a ~ , p a ~ a ~ ~ ~ l ~ e i n i ~ i 6 u ~ ~ ~ de ladrillos y tejas, que senitfa tanto para las nuevas c a w como para la$ cam* mepradas de 10s inquilinos. Esta tendencia a meprar la vivlenda campsinn. va a acentuarse a comienzos de siglo, en que el debate por la "vlvienda obrma" @e expandir.4 desde las ciudades a &as zonas mas "modernas" &I clamp. En 1910 yn habia cuarenta posesmnes de inquilinos con casas de kja, rnuehas de h e cuales aQn oe pueden observar en el campo.

La hacienda QuilpuC era, como se ha visto, una p a n pmpWad, f immente establecida, claramente delimit nes;poseia adedspoblaci6nci Io que le fadlitaba 10s trabajos Tenia plantadones de vifiedos de tiempos inmemonales, arboldas a n t i p s , callep

10. La hwtona de etas "casas" podria YT ob@ de oha monopafh La sWm*dad 90 pude obrarvsr induso haah el dla de hoy, a p a r del detanoro cas told en que se encumb'an PInMmOs que vlll un simbolo del latifundlo chieno Una grin enkada, con repi de Lbups cuno.oI, datu a un parquedirehado espedahenteporal@nduoradvr patsapla mopeo, murhoaaprsm. pg"aqpyfuentm, kdabm un m e d t e r h w , de un exkafm y kasplantado pdaao itaham Gntmsaba rrte estilo mn el me i C que tA3 quron trataton de imponer las ptoptanos, y sobre t- mn la lnnlDncia del r q u t u t o

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conlos tiempqsnaturales.Eselviep temaagrariode cada mes, "se hacen" determinadas actividades. La

sefda la entrega de un dinero para el entierro de un inquilio. En la hacienda Qui1 d s e producia de todo. En 1892, lo m6s importante SegUh

siendo el t r ip . Era "la in8ustriar', como se decia, pnvilegiada. Casi ochenta cuadras anuales se sembraban. UM multitud de trabajadores se encargaba de SU cosecha, aunque ya se estaba wando maquinaria de vapbr para trillar y enfardar la pap. Las trillas d s antiguas deben haber mnstituido UM fiesta para toda la cornarca. El t r i p se enviaba dimtamente a Valparaiso, para ser exportado por las casas comerciales dedicadas a este rubro.

El otro producto de importancia con fines comerciales era el pasto aprensado, o colisasdealfalfa. Se habhincorporado dqu inas enfardadoras en losahosochenta, y la producci6n de la hacmda era muy estimada/en Valparaiso y Santiago, por su calidad. Rmrdemos que la movilizad6n en las ciudades era de tiro animal, por lo tanto se requerfa de este "combushble" Idsico. I,as haciendas m b modemas eran las ' que lo producian.

Junto a estas dos "industrias", habia un sinndmero de siembras, prcducciones, actividades agricolas menores. La viha y la preparacidn de chichas, chacolies y aguardientes era desde antiguo muy estirnada. Hasta 1892 no habh a h prcducci6n de vino de marca. En esos a?ios el propietano trap a1 vihatero franc& Jer6Nmo Cherblanc para meprar la calidad del producto. Sin embargo, la hacienda no se especialid en la viiiateria. Junto a esta actividad, estaban las chacras, propias y arrendadas; el huerto de las casas del fundo, que proveia de hortalizas; el olivar de dondeseprcduciaaceitunasenbarriles, ;anos huertusfrutales,destacindoseunode 10s primeros parronales de m a de mesa de la &6n y del ,ais." El ciliamo, aue en la 1&6nesmuyimportank, se producia y sevend'a a la Fibdca de Jarciasde%~Felipe.

La engorda y crianza de animales seguramente era tan antigua c o w la misma hacienda. Las existencias eran variables, per0 se observa en los libros un permanente

14. Esta hadends h e una de las pamenS que expat6 uw a Eshdw Untdos en la dcads de 1910. En Ir Expoaid6n de ryrlmmUa de 1917 sac6 el prlmer p m i o par Is calldad de sw htar.

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d E l inoimto en la hacienda

Numerosas actividades de preparaci6n de faenas se iban haciendo a1 cumenzar e invierno. Se le handaba gente al juez de rlo para que se hiciesen las limpias de las bocatomas y candles:* se le compraba plantas de Blamo a don Manuel Oliva, a1 parecer pequeiio agricultor, para las alamedas de 10s caminos. Habia una costumbfe ya adquirida en la hacienda, de plantar todos bs afios entre tres mil y cinco mil nuevOS &boles, en caminos, cierros de potreros, etc. Hasta el dia de hoy vemos 10s paisa@ aconcagiiinos cercados de alamedas y arbledas. A don P. Lazcano se le encarg6 la doma de varios caballos, por lo cual rmbi6 40 pesos. Se amansaron las yeguas "Coipa", "Estrella", "Balhta", "Cuerva" y "Golondrina", y 10s caballos "Salteadof', "Coral" "Chucho" y 'Nrimero" Cada caballo en la hacienda llevaba su nombre claramente identificado. No han existido caballos andnimos en Chile.

AdonBemardoCabelloselonombrasotadelosaradoresdelavifia,desupoda yarreglo.porlocualselepagabaunsueldoespecialde1.25pesosdiarios. Estaerauna vifia del pais de 28 hectireas, vieb per0 en muy buen estado. En ese mismo afio se estaba plantando U M vifia de uva de mesa, y otra parte de cepas francesas para aumentar esta producci6n.

Los libros registran el envio de regalos y productos a la familia, que ya estaba en la ciudad. A doiia Juana ROSS de Edwards, pro ietaria del predio y conocida fillntropa de Valparaiso, se le enviaron dos barriles {e las aceitunas mi611 prepara- das. Seleenvib a Valparaiso dm aquetesde plantas de fresones que habia mandado pedir.paraplantarensuquinta.Psemismoafio(1892)sehim unfletecondosbarriles . de la apreciada chicha del fundo al Presidente Montt, recien asumido despuCs de la Revoluciondelafio anterior. (Fletedel 11 de julio de 1892). Como se sabe, Edwards fue monttista y partidario del Congreso en la Revolucibn. La hacienda tenia relaciones es

17 1.1 bajo el mbro "des--": nele de vetnte sacs de Irangotlo de Udquer. bmpra o Frmorm Shmann de 2.269 hbrar de l n p l r a 4 pesas el qwnlal. Rmbo de R. aavip p 148 Libras de pass que S. le han comprdo a 30 cenlavcs. flea pm dm sams de hejoles despchados de Manantides (&taobn de IPrroamles mil a la hadada Nancaya. de 10s mlsmo6 p m p i e ~ ) , elc

18. So pgaba del dfpente modo "Lhalo aeho p o n e , por cuam dlar cada mo en la lmpia del -d Hemra:b4Oopeos" Lalimpadecn.les~~unatalpaLKdlelngnla,sobr~lodominvi.mo.~lahds m n pones P r u ( n de 3.20 pesos Luim. So .nhq,~ba raabn de Inngatlo.

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El pmpietario tenovaba la$ wscripciones a diarios y revirtas que Ile ban a la hacienda. Ad, aparece la suscripcidn a la Reoish deIndustrias, quedirigia eyeitor A. Sam; al diario El FnmcarrEl, de Santiago; a El Mmurio, obviarnente; a la Libertad Ek~t~rs l . TambtCn re sumibis el diario local El kmp yd ~ e f i n d e . & i ~ t u r r r , de la sodedpd NpciOnrl de AgREultu~a.1~

En a OB@ habia una partida de peones dedicados a 18 mta de mad@ns de dhmoy tratajando en el aerradero. En la volteada de un d l a m re hiri6 un p@6n (el 1 de ago*@) y re €e pa@ un paso a Pedro Lazcano p r mtklarlo. Roeendo Cabello din& corn m a la fama y ganaba 1.50 pesos diaries por em fun&n. Aparece ernando 0.50 OW nundo las tar& ne son tan comoleiia. o c u m d o no tienc &sponsabilidd. Cabello y Lazcano, s e e n pareciera por 6s ckosantecedentes, eran inquilinos de a caballo. El primer0 hacia de mta en las faenas delicadas y el segundo eraunhibilhombredeconflanzapara"cosasdeanimales". Lovemoae?emesacargo de la amansa de 10s caballos, lo han enviado a cargo de un grupo de peones a dejar animale a Til Til, lo envian a buscar unos paquetes a la hacienda de Nogales, propiedad de don Agurtin, etc. Es lo que se denominaba "un c o d i n " .

Ese mes deagosto se envio la mayor cantidad de chicha a1 comercio, y K volvi6 a envisr un regalito de dos barriles a La Moneda. %lid tambih ese mes una prtida denovilloshacia Llay Llay ycontinudlaventadepasto prensado.mE15deagostolleg6 una parnda de 3.900 plantas de "barbecho de uva cuyana", por hen; el 8 de ese mes llegaron plantas de uva r o d s y el 23, dos bultw mAs. Provenhn de la hacienda de Nanegua, con la que Quilpue hacia intercambios permanentes, ya que pertenccia tambien a d& Juana Ross de Edwards."

En Ids mews de invierno se trabaj6 en la fabricacidn de nuevas carretas p r a 1. prdxima temporada. Don Exequiel Le cstuvo a cargo de la construccldn y se le pagaron217~osporcincocarretu. Acarpinterodon RosaumZapataleleencarg6 entablar la bodega de pasto y el jde de carpinterm, don hntos Canto y sus oficiales Cataldo, Silva y Canasco, trabajaron en la carpinteria del fundo, en arre 10s y reparaciones. Se aprovechb la ausencia de lo, propietarios para reparar Ias s i h s de junco de la casa y hacer un estante para libros, todo lo cual him don Digno Aevedo, a quien se le pagaron 80 pesos por el mueble y 13.25 pesos por las reparadones. L. hernia reribid de Balfour y Lyon de Valparaiu, diversas pieus de fierro pra confeccionar 10s eps y dendsapareps. Asimismo, ese mes de agosto se cambiaron 'las

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Losegresosdeagostode1892sumaron16.618,~pesosylosl~~, 17.245,88$6St& quedando un saldo en caja de 597,115 peds. Los ingresos promian de las VatthS hechas a Valpar&a-pasto y chichas principalmente-, de ventasde animalesen 4 fundo a 18 centavos el kilo de came, de 10s pagos de arriendos de 10s inquihos (CaSi simb6li~o) y otros ingresos no especificados

Los egRsos correspondian a gastos del fundo y remess a la menta de dofia Juana Ross de Edwards (5.600 pesos en a sto) y a 10s dep6sitos a don A. Edwards a1 Banco de Valparaiso. Ese mes heron S.$$pe$Os. b s costos de operaci6n en un mes comoagosto,debajaactivid~,erande4.819pesos.Paralalistasemanaln~mero421, de pngo de peones del 6 de a osto de 1892, se entreg6 a1 p ador, mayordomo 0 "allstador" Raimundo Plado, 831.40 pesos, y fue la m b a h ye1 mer Con las otras listas,del13,20y27deagosto,elpago mensualdeslanosandi6a 1.919pesos,que con otms pagos atrasados hizo la suma de 2.024,29 pew. Los gastos de la c a s del fundofuwonesemesde292pesosyIosgastosgeneralesde89,60pesos. El rubrods importante de gastos, despu& de la planilla de salaries, era el de 10s "socorns" o pn%tamos a 10s inquihnoa, que en ese mes alcanzaba la cifra de 1.544 pes0s.P

Le hanenda tenia poco% gastos; como se deda, "funcionaba sola": Con lo que se vend& se pagaba a lw p n e s , casi no se requafan insumos, todo se produda y el dinem que sobraba se le deposttaba al propopietario

e) Fwiar Patnas y e l e c n o ~

En Jeptiembre comenzlron a Ilegar pot ferracarril carrw de animnles pmvenienter de h hacbnda Vituco, embarcad- en la loealtdrd de Lindmo$. MHa de tredentos n~v11bs para engatds. En ewdiaa, como se acercaban les Fiestas Pahias, se contrat6 una hmda y % de8embolsaron 60 pews para h a m una cekbraci6n Se acercaban tambbn la8 elecciones y el administrador del fundo, seiror Carlos Segundo Hopfen-

22 El diaZbderepIiembred. 1982Ue& un ktcde fsnocarrll con uncamodecal &de LaCslar;l Bolelo no 559 EI fie& a t 6 7.60 p1100 h o PP ve, las tmfas fenowarms man muy bajps LB ha cntlrado que ravorsian a bs wrakmwntes vipl o p et, Tomoll, vo1 I, 4311 dimteest. a m t o H leer~r plede-t

23 Las "saaror" o "ddelsntm" se antregaban m&u v- tsmlnk, a lor "hatem" e h a b j i d ~ a mnlratadosSagin lrabnjorandrdo. En s a n d las carpmteror, albuWeQ, pmadorca, etc, habafaban deest.

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ErU COZ7duKmeQ W W O S &OS

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2 pesos, al cocherb que bcup6 el R.P. el 28 de agosto pro para d&ir Mi-; &de encumienda de plantas de parras i o la Sn. Juana d)ou de Mwards; Id. 1 caj6n de aceltunas; hmaduras pan el cabalf "Consuelo".

El 3 de sepHembre anota el libro:

En el mes de octubre, cuando x traquila owjas, el librc de diez carneros finos, 10s males le son encomendados a dofia paga 1.50 pesos por hacer el trabag. Sg paga por la trasquila 23

vacas del pequek establo que surtia de lcche a Ips caws, haelendo conserveria, aceitunas, huesillos, etc., todo lo que da pnreba de su habilidad y capacidad de trabap.

fl Pfeparacidn de las cosahas

En ese mismo mes se arre laron y fabricaron rastrillos y d a d s maquinaria pastere, para lo cual don h4iximo8dmez p a d una cuenta de64.50 pesos, habiendo fabficado 10s rastrillos y d l o comprado 10s rayos p r a las ruedas y un par de ruedas nuevas trafdas de Valparaiso. Llama la atenci6n la capcidad que habia en el predio p r a reparar, mejorar e incluso fabricar maquinaria. odos los testigos hablande la calldad y capacidad de 10s maestros y trabajadores, de su inventiva.

Habria que anotar que en septiembre se le contrat6 m& pemonal a1 hwtelano don Alfonso Pkrez, para 10s trabaps de la huerta d e las caws del fundo. La6 faenas de las nuevas asas contindan y se percibe mucha actividad y preparativos en las

bod~bodegasdevinosestabanrreciendoenesosaiios,como sepuedeobsenrar &lap pipas y fudres comprados por la hacienda y las obras de adelanto en vasijeria

estaban haciendo. En septiembre aparece don Juan Chapam 9 ca o de la ;tielo designa cmo "tonelero". Se sabe de fletes de maderas de K& desde 153

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' La prinapal actividad en esos meses era la s i 9 y aprensadb de pasto. Esta

faena Se realizaba a traW en 1 pobero "El Molle", mediade Una dquinaktrapor. El 67, ylZdedidembre~carr~decarMndepiedrapara& faata.hcdlroghan s idoenviadosrsaa , ray~~rd,auncostbde14gesoscadan~.Plnleganden mllosdealam re,tambi&nporfe~ocarril,yel24otrocarrodecarMn. Enesemomento, ya estabav funaonando dos miquinas aprensadoras, la del "&lle" y oba dicha "de abap".Sepagaba porfardoalosaprensadores, siendoel tratode5centavosporcada uno. Las cuentas que tenemos a la vista .permiten obtener un total de 3.160 fardos pagados en diciembre.

De Nanca llegaba en diaembre lana para ser aprensada. AI parecer ebesa otrahaciendanof%aeste tipodemaquinaria.Losfardosdelanaeranluegoenviados a Vdparaiso para su venta. A don Rafael Arcos, otro maestro tonelen,, se le paga p r entregar ancobarnlesparalabodega,a 1.50pesoscadauno.El30dediciembreseha enfe~dolase~oradeladministrador ysebuscaunaenfermeraenSanFelipe.laque es traida en coche. Isidn, Zrifiga, el Ilavm del fundo, es enviado a Santia a buxar al doctor Oyarzlin y se le dan 10 pesos para 10s gastos de este viaje. Ssabemos lamentablemente ordl serfa la cuenta del mdico por esa vlsta domiciliana al campo. Sabernos si que a la enfermera aue cuidB a la seiiora durante doce dias se le Daearon . " 2opesoJ. .

g) El wmno y las cosechas

En enem ya estP todo listo para la cosecha del trigo, y llegan echonas nuevas para 106 cortadores y piezas para las dos segadoras mecimcas, de tin, animal. Se arreglan tambiCn 10s cullares de suela para 10s caballos de tiro, y se pagan 7 pesos por una silla de montar. Se compran die2 yugos y una docena de agups para coser sacos, lasque cuestan 40 centavos. El 28 de enero se pagan tres listas de peones separadas, a diferencia de 10s otros meses, en que c o d a una sola lista por haber menos personal. Una Iita. que a p p a a 10s cosechadores, es gada por Cesireo Barcina y suma 576 pesos;lasiguientelists, del4defebren,,fue~~~~pe~s,loquenosestaMseMlando el pap decasi dosdentoscincuenta trabajadores. En lascasasdel fundo trabapbanen diversas actividades alrededor de veintionco personas y en la construcd6n de las "casasnuevas", unos treinta albaiiiles y peonesayudantes. Habria queagregar aestas faenas, el personal de las bodegas, y la obra de ladrillos y tejas que en esos dias funcionaba a m c h a forzada, ya que aparecen dos envios de carboncillo desde Valparaiso en Wen.

El 25 de kbrem se pa an canastos especialmente mandqdos a hacer para encomiendas, y canastos para fa cosecha de uva. La docena de canastos era pagada a 2 pesos. Don JOG Letelier de Tdca remite diez fudres por ferrocaml para la bodega y

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La hacienda Quilpue era UM gociedad local compleja. Nos da la impresidn de una comunidad intemammte jerarquirnda, segdn cargos y oficios. Era comunidad en Fa medida en que habia una poblacih "nacida y criada" en la localidad, que vivh deun conjunto de recursas que eran de la hacienda: tierras cedidas en contrato de inquili- naje, tierras de regalia, talajes, amendos de chacras, trabajos de la hacienda, etc. Era ~~comunidadenlamedidaenquehabiaunareferenciaaunrecu~com~n(aunque no propio) y sobre todo, eh la medida en que alli se daban 10s tipicos procesos de entrecmzamiento familiar v ierarauizao6n de toda comunidad. Las ierarduias esta- bandadasprelreconocim~ntoq~ela hacienda hacia deellas.Lacalidaddknaestro.

ilino de a caballo, la confm'a la hacienda; era su reconocimiento el que OW1 permiti. O iT. su ir en la acllh sdcial hacendrrl.

Lm Mciedad hacendalerauna comunidad dependiente; La difemda fundamen- tal con comunidades independientes, es que en Cstas el reconocimiento viene.de sf misma, de la misma sociedad, ya que 10s recursos son propios. La gran aspiraci6n de loainqullinosera independizarse. Lascomunidadesde Enojn, LasCoimas(caminoa Putaendo), Calle del Medio, Cancha del Olivo, Cancha del Llano, etc., que rodeaban a la hacienda QuilpuG, mostraban el camino y la alternativa. La mayor parte de estos "pequeibs pro$etarios" provenian de 10s inquilinos enriquecidos de las haciendas: mayordomos,capatace5, etc.,queacumulaban ganados,compraban"un terrenito"en Iacomarca,ose"anpmtaban"conlosantiguospropietarios. Era lasalida porardba, al " a m social hacendal". No se abandonaba la cumunidad, ya que la sociedad hacmdal estaba ouzada por mrlltiples relaciones familiares y de tcdo tip con las comunidades de pequehr agriculrores independientes de loa alrededores, pem se adquiria una ciwta independencia.m

a) El inquilinaje en QuiZpd

la blaci6nmsertabledela hacienda estaba compuesta por iosinquilinos.Secuentan e n c s l i h s menta y nuew poaesiones de inquilinos que, siguiendo la tradici6n

28. Ln m d a d hmblcn era una mmunidad de aeyentes Todm l a domingm iba el CUR del AhwndrdadlruMaa LsrHanunli#oriaa~~Ie~abanmn~nNu-o MuycnasnSsntaMarlrsr rrsllrskuucdebmd6ndela Vlrgenmneafradiasycantmdealf&- Losenhumspa- haklndo my rud.. a b menon pm el rpnh en Lnuo que SL vela obligda a h i m la hmenda

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galleta de 4% gramor de p n andeaf que OQ

lo gentrat uncuarto decuadrGyoira3 regalias tmctonales, tenemca quecasi un quinto de !as tierrs8 de ricgo tcnbn "un carkterautivo"."

El valor anual de lob rnicndos no err abolutrmcnte nmbolico, aunque sl parecer QQ perdonah 6u pago itrrlado. Tenems que en ma@ de 1893 pa iron aniendwvetnteinquillnoda un promcdlo de25.49 pcsos. El toul rwudado fue$e509 pew, lo que no era UM dfra depreciable.

Los arriendos tenfan vrbreo difcrente, y nos irnrgsnamcn que lu rurnlid?r y catidadesdc lar tierrasderegalhcrsn d i f m t n . Pore plodonGregorlo Crdep. inquilino, en 1892 cinfcl6 50pesoa quedondo en d z o n 2.%peaos ue Oncel6 enibrll de 1893, en que vdvio a cmCE(rr 52.50 pesos. En a m b b el ad& Nume~~ 69, de Evari9to Pirarro, tenia un valor de 30 p e . ~ El mir brato e n de 163, de don Jeniro Hcneri, y ei maS aro el ya sehldo de Vndqo."

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D i O d s i O G N d b 2437 Lgandroojed3 37 30 lose ordenes 19 32 50 Bemardo Llanos 54 20 Enrique villaseca 16 30 Faustino % p a 45 IS Frandsco Aranabia 34 30

18 20 23 30

Antonio Donoso 43 30

'Benjarnfn Muiioz 14 20

a 2 . a

. JeharoH- 20 1625

Felix Fsmandez 41

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‘x Eran tiemposen que Ias personas tenfan oficios. Cada uno lo habfa aprendido de su padre, de un maestro, y era orgulloso de sus conocimientos. 5e llegaba a ser maestro tmS una medieval escala de ascenso que c o m e m h con el trabap infantil, juvenil, seguia con el cargo de oficial y tenninaba en el reconoeimiento de maestro por la hacienda y la Mciedad local. La hacienda era un $isem radicalmente distinto a la modemaempresa inpust limn y desespecializan, conocimiento de la tecn

quienes fabricaron 10s 60 obrar de ingenieria h i d m x a .

le@ maices panidoresde @guar, larbQf.&omos y d e M s

caws, pircas, tapias, etc.; la$ labores de riepo canales, carretas y manejo de 106 vehiculos. El asemalero wa o Y en esos aiios en que la ”revoluobn industtial” lie

Sorprende la lista de oficios de la hacienda. No encon t ram a 10s mmrcrb diferentes ofiaos; cada uno sigue a lo largo de trcs afios en su dsma actlvid especializada. Habia respeto por la mano de obra cahficada. $anta Canto era carpintero; hasta que se muere en 1894, Ibacache era el piscador del fundo; atro era el albardero, encargado de hacer las tapias de adobones que hasta el dia de b y , a ~ len aAos y vanos terremotos, se mantienen en pie. Hacian bien 5u trabp.

El 31 de rnarzo de 3893 se pagaron sueldoa a veinticinco empl@adm quc en forma estable haba tenido el fundo durante todo el mes anterior En noviem4e y diciembre la cifra habia alcanzado a treinta y doa y treinta y cinco respectivamente. Estos sueldos eran pagados en lista diferente que la de 10s peones e inquilines, la que se cancelaba semanalmente. A 10s denominados “empleados“ 9& les pagaba se@n trato especificoyseiba descontandodelos”socorros”quesolicitabandoso M s veces a1 mes. Aparte de estos veinticinco a treinta y cinco empleados permanmtes, habria que considerar a 10s empleados ”particulares” o de mayor rango y oficio, taka como el vifiatero, el adminishador, etc., 105 que no aparmen en la lista.

La hacienda tenia entre veinte y treinta maestros estabk. La lista que se presenta es de personas que trabajaron a lo menos dos ams, se@n van rpareciendo en& n6minas de socorros:

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Hilario Zapata P.P&eEl I

Lindor C6rdova Isidm Cdrdwa TombConZekz

ChSManc 2 3 & ndo Mayer Rafael Arcor Juan- an0 Timote0 &mstu MatildeIMasildol Figuma Eugohio Ibacache Eli- Y a m Prancirco OllVarrU, Tom& E m Jmam Herrera J D d cort(l Evaristo Loboa CNZ Montenegro Bernarda Tom fgl6nimr Gutiarm podm Lazan, Baldomero Cantellane

Herrem (reemplazante) lek de obra W a s nuevas) Pintor Cortador de ladrillob

Cantem, picapedm Vinatero Bcdeguem Tonelem (1893 Tonelem Tonelem (1893) Canastera Io1 Pircador Pircador (a) Tapiador, o bardador Telefonista Jardinem Id. Id. Id. Ordenadom, trasquiladora, etc. Trasquiladora y lavado de lana Amansador de caballos Id

Tsero

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Claudio LUM Jod Cannons Emilio Segura Hilario Zapata Fidel Omgo Pantaldn Ibicache J u ~ V a l d ~ . . . . (c) Juan Gonz4kz Juan C. Vieencio "Manteri" %go Juan lo& B r i c a Ex uidL66n JX osd rri.Monknegm MIximo Cifuentes . . . (e) Fidel Leks Emit0 Rlomo

De 10s cincuenta y nueve oficios que apreocn en Ya nentes en el fundo, como 10s Iigados a la carpinteda, a la herreria, a las mejoras de c i m s y tapialea, etc. Oms ma amansador de caballos, capador, tejedoras de inantas, etc. Sw nombrw no a p m en las n6mnas de i ilinos, pones y otro~, por Eo que podemoa 8 u v uh m n campestnos indepexentes de 10s alrededores o petsoars qw wivirn en %n%eltpe y tenian este oficio. Eran Ilamados cuando ea 10s requerhM

c) La admrnistracidn de fa kanenda

,Un jerarquizado cuerpo admintatrativo m a n e w cotidtammente I. hccienda. A k cabeza estaba el ahinrsfrador general, quicn r m p l a z a b al pu6n o pmpi@ir&. En este caw m trataba de UM persona de rango t h h , posblemente exzranpto, y &p tenia muchas prerrogativas. Vivia en las cams de la hacienda con au familh, c o d de las caws y posiblemente en el comedor con 10s opietarios cuando &tw visltaibcnel fundo; raba en la Cuenta bancaria, se k l avac la rap" p" cuenta de k W d , veranega en Jahuel, participaba en la litica local, y Ilevabp tcdos 10s asunto$ del campo. No es ficil determinar el w e e 0 del adminhtrador, ya que 10s l i b m lo muestran retirando dinero a cuenta podblemenb de utilidpdes. NO a p a m UmpOCO con derechos de tierras ni realizando labores agr'cdas o negocios pcf su cuenta.

Acontinuaci6nvienen losmayordom, capatacesyddscwrpodesdminirtrP ci6n, compuesto por personas de la misma hacienda que habian a d i d o a u&os deconfianza. Tenian sueldos por su labor y derechos de tierras y talajes. roJi&mmte ~stierraslastaba~banconpeonescontratados,losqueobvirmentenoaprrecencn las cuentas generales. Sus salarios eran considerablemwnte mayores que los de 10s

* maestros, inquilinos y peones. Era la "gente de a caballo", corn0 se dechen I. m. y la demostracidn est4 en que la hacienda les proveia cabalgaduras, 13s hcmba, Ctc.

161 $ <

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Encamaci6n Fernandez

El llavero Isidro y la Ilavera de las casas tenian lo que hoy dia se Il~maM "&b chid', est0 es, un dinero para gastos conientes, de 10s que debian dar cuentd a1 mayordomo,quienllevabaloslibrosdecaja queposiblementeeselcmnistadequien hemos extraido estos dams. Doiia M6nica dore, aue auarece en los libros como 'la M6nica". mandaba en las c a w del fundo; tenia a ca@o lascompras dealimentos, contrataba a 10s ayudantes y mozos, etc. En algunas relaciones aparece tarnbikn como tnquilina, y por tanto con derechos de tterras, per0 en ninguna parte aparece pagando "amendos de inquilinaje".

El llavero Isidro aparece encargado de llevar el control de las herramtentas del fundo, de Jeiralar su estado y necesidades de reparacidn, etc. Llevaba tambih el negocio menudo con 10s inquilinos, comprhdoles productos para "la despensa" del fundo, que tambikn controlaba. La "des nsa" era la provisi6n de alimentos que se tenfa para el "rancho" de 10s peones. necesano tener una buena cantidad de porotos, frangollo, ai1 de color y ptcante, zapallos, gras, etc. Para abastecer la despensa 8e eompraba a los inqutltnos y vednos, se encargaba a otros fundos de la fanrilia-porqemplo,los porotos se traian de la hacienda Nancagua-, y secompraba a algunos abastecedores permanentes. El sefior c lamp era el abastecedor de grasa, charqui,came,etc.,y aklselevendiaantmales. ElIlaverolsidn,apareceenlascuentas cast semanalmente entendihdose con este personale, con el cual lo debe haber unido no dl0 UM relaci6n comernal.

Los ma ordomos de vitins y de c a d tenian cada uno a su cargo esas importantes y especializp&s labores de la hacienda. El mayordomo del canal es llamado tambikn "tomero", est0 es, el encargado de la toma de agua o bocatoma. Su ma ordomia se TIT? principalmente en las construcctones y reparaciones de canares y en las ' impas", faeMS, COM se =be. de la mayor importancia en UM agricultura de nego c o w b de Quilpu6.

EL mptaz era otra de las autoridades del predio. Estaba &bajp del administra- dor y casi a1 mismo nivel del mayordomo. Pensrmos aue el mavordomo estaba iedicado mds a la admtnirtraci6n kondmica de la haciinda y el fapataz mis a h

37 El q u e m Ella G a l a tenla medied8 con el fundo y le vmdL p o b s pets lrrs naones y nnchca (1893)

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p"iucri6n"enterreno",conuncontrolmdsdimto~brelamanodeobra. Esporello que aparece don Cesareo cobrando las multas y eastigando a 10s ?' El cap* era tambih pa ador de peones, vigilante, hombre de confianza E a z s a s . El SeROr k r h I . a1 igua?que el Mor Frado, sabian obviamente leer y esfribir, llevar CUenta.5, y pertendan a la clase media en ciemes, de San Felipe. Aparece don Cesareo (0 Cesario) girando en la cuenh bancarla, haciendo depbsitos, encargindose junto a1 mayordomo de 10s pa I en aqudlos meses en que habh mis de una lista que w r , por existir p a n cantiEd degersonal. La hacienda le ponia caballo y a v m s C O d K para el cual se tenia prepra a permanentemente "1. ra de don CesariO Bsrcinp" Estaensindudaunagituacldnquenoocu~*entoditr~~cuciendPs,donBeelcapara.

peones ganaban 20 centavos, el sota gatwbs 50.

d ) l o s peones

la p t e forastera. Estos "c6lectivos", como se llamaban, wan de quincha blanqucsda a la cal y tech0 de totora. Lo podemod saber por 10s gastos de r e p a r d que alli se hacian y que aparwen en hs cuentas. Recibian raci6n de comida y galleta c a m p h a (pn). En t i e m p de cosechas los salarios para esta peonada afUeriM e n n un poco

163

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1 Terminadas las cosechbs hey un mdmentb de Baja obra, la que se recupera con d i m s aabajos de iWm, coma he& vista en la secci6n anterim. Llama la atenci6n el alto nivel de trabaja a~0s~loenagostosevedisminuido.Sepodriapensar~el claramente mawadas por disminucidn en el pago a peones. Fiestas Patrias, en dos casos en que el 18 de septiembm , disminuye la gente que sale a trabajar.

La variacidn en la mano de obra era muy alta, y por ello exist& tantos relatos de las mass de p n e s "torrantes" que andaban por 10s caminos buscando tmbajo. Podesnoscalnilar que el 25 de febrero estarian siendo agados entre setecientos y mi1 peones." Esto significa una masa enorme de mano 8e obra, viviendo de cualquier modo en las orillas de 10s potreros, como se las wo hasta hace no muaho tiempo, Los mms se hacfan a hombres. rnuleres v nihos (0.15 Centavos diarios, contra 0.60 10s de ;n%ombre mayor en trabap eqkiaf). Las canbnas de San Felipe deben haber tenido bastante trabalo.

En m n o habia comenzado a disminuir el trabap y se "wrtaba" a 10s peones forasteros. El 15 de abril la msa habiadisminuido en 4.5 veces, con unos cien p o n e s trabapndo (vCase nota 39). Mayo de 1884 aparece como el momento de menor trabajo en La hacienda Quilp& en 10s ahos de que tenemos datos. Hay una relacidn de ocho a uno entre este momto y el de m i s alta dernanda de mano de obra.

39 Mo tenemos el detalle de Im rplanm, par lo tanto, d o nor po&mor aproximar al ntimem de peones quetrabapba esaonnana Lmsalanoss lospanesen el m d e a p t o , del que tenemmdetaJles,vanaban entrcOMlyOl5poror ' U ~ n ~ ~ e l P a r e d e s ~ m p ~ o s ~ ~ l a 4 1 7 y 4 1 4 u n d I ASsrPla L+% Sa-a W Aconhnuandnhayvanasl~shlrdep~gasmquesevelavanao~delsalar~o Inun,Horrwaa~20pesor.RMonaC~t~aO25.EvansloP1v~a020,V~tmaC6rdavarO25,Evansto Pnarro (nochw) a 0 20, Serafin +E, ana d m a 0 60. Evansto plzarro (soia), her &as a 0 40 Samuel F a n P n & ~ a r r t s d i a r a O ~ , L - ~ ~ ~ ~ t e n e ~ ~ ~ ~ ~ = ~ o d ~ ~ = O ~ , S ~ t ~ ~ y a , ~ - d ~ a ~ M l , y ~ a y r n mtemumblrr bas Wmr El promeddlo que M puedc mar es de pnco a seis das de trabap, ya que sonmuypacorlorpeonmpaga&~pors~tedlas U m 4 u m o p a g a d ~ e s d a b O e t ~ ~ o s ~ ~ ~ , ~ e ~ d o e l prom&o entre 20 y 30 mtavm Ton$anw en Nenta que don Bdnib Palmr, apdsnte del hortelmo y Fanante en la haeenda, rmbh 25 pe€m mensuds, y el sueldo del YLflatem seyndo, don Mdchor emPndez, era dc 3Opsos

&to agruRcprla que podrlamm etablrca un prom&o bap y uno dto, para calcular la antldrd de p ~ ( 1 que trabajah El b =la un pmmdo do dnco dlar de trabqo a la semsna a25 mtavos pw dia (1 25 p s o a proindo) %promdo alto mrrespderh a XIS dla de trabab (se pagaba d o da habydo se@ heU (110 ea, la nya puesta en el libm de Urta) a 4 pmr dano (z 40 pRm promedl0 ) De @a kfma caMamor lor rlguknhs pmm&os para I I 4 164 Dbynra All0 Bqo

n dt iebrrr~ 587 1127 > Is de abnl 128 24f 8 demayo 71 136

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& T l i c a d a pore& he&. Los patmnes nu& se%cier& cargohe la neab de* en os ptodos de "pam". P a n ello se favomda la acampesinizaci6n" de poOnaaa, su mstalaci6n en *os, su rrdicad6n en a w n campito don& pudrean "capear el temporal" caando la haciqda no 10s nefesihba.M

A p r de lo dicho sobre la alta e s t a c i U a d , la hacienda, con su multiplia- dad de actividades, btaba de mitigarla. Tambib eta co antiguss wadicionep l a w y jesui ts 9 Eondia como uEG%ZEg!CqE h ~ ~ ~ t a v a r i a c i 6 n e n l a s ~ i d a d ~ d e ~ d e o b r . y s e b u s c a ~ todo tipode Whps pnra mantener al@n nivel de e s t a b i W . Se remmndah realiur en

tmer en buen estpdo la hacienda. d e m o s trafmjg en la &e, t m n d o

pennanente. Recordemos que 16s ni%5 &an "whadoa B babajd' a &y tempnna edad.

e) La eseala social de la h a c i d ~

La hacienda poseia una fuerte estructura jerdrquica. He una pirimide control y ogartiuci6n. Pero se puede ascender por esa pirdmide. Esa cnpuidd integradora que tenia la hacienda. A nuestro modo de ver, a1 explicaci4n m& pmfunda de la estabilidad del Iafifundb en Chile.

Es evidente que 10s sueldos en metdlico que se pagaban eran exiguos. Una galline vaGa un peso y el salario diario de un pe6n no a k a m b a ni a la mitad de esa cantidad, EL ~CCBSD a los artfculos de tip0 urbano e industrial estaba totalmente dado, En esas condiciones, se podria pensar, habria habido una rebelibn peonal ~va,comocurri6eneaemimogeriodoen Rusia, M ~ x i c o y m u ~ o s o t r o s l u g a r ~ del mundo. La establidad del latifundio m i t i 6 v dio souorte a la estabilidad de la gsciedad y el Bstado,

La integrad611 provocada por este sistema piramidal era real. Se podia comen- zar de niiio -&no p&n, continuar aprendiendo alpin oficio, casark y solicitar derechosde inauilinaie. En la medida en aue se tenia buena relaci6n con 10s sotas.

I nado, sembrar "a medias", desarrollar 9u 8 n t e r i o r de la hacienda. Don Elias Galaz,

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en el camp, se atenfa modemas al camp, 110

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Febrem .

nano

. Abril - 1

R 15 22 29

Mayo 6

Junio 3

10 19 26

Yo 8

16 2 2 . 29

t I'

443 641.84 444 648.25 445 6691 446 826.88

447- 44a 449 450

451 452 453 454

976.13 1.183.56 1.240,57 1.409,37 (25 de febrero)

1.11224 829.08 821.70 m7,w

455 456 457 458 459

460 461 462 463

464 465 466 467

593.59

w,a 35240

571,16

372,97

357.49

518,62 600.62

3989. -

609.22 . 809.74 69.M 709.92

468 469 , 470

, 471 472

473 474 475 476

I F

306.68 775,M) (pago de mldo anterior) 656.22 735.82

784,21 807.46 624.36 833,n

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51467

\ 4.000

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n neeesario incorporar nuevos mediqs pmduclivos y

En el casode 105 ferrocamiles estatales chilenos h e im rtante la actitud de 10s sectoressocia~esque~os fo-ron, contm~aron y utilizaron. L e m u y tempnno, sub administradores e ingmieros pusieron en evidencia 105 problemas que afectaban a la em resa krrocamlera; entre ellos, y principalmente, 10s dacionados con la capad- d a f d e la mano de obra nacional y la dependencia extema. Para enfrentarlos imple mentaron diversas medidas y levantamn un debate en torno a la fonnadbn y capacitaci6n de trabajadores calificados en el pais, y el10 no dlo para esta actividad sin0 para el rest0 de la economia. En cambio. 10s empresarios de la, compaiiias ferrovianas pnvadas, especialmente mineras, trabajaron con el sector comercial en la Jolucidn de sus roblemas, sinparticipnr enlasaccionesdecapacitaci6n desarrollada por el sector p&ico.

D e e s t e m o d o , a m e d i a d o s d e l s i ~ o ~ x ~ ~ t ~ c t u r 6 ~ ~ 0 ~ 1 6 n q u e ~ t i a m o ~ Uamar "estatal-desarrollista" en la zona centro sur del pais, donde el Estado him su mayor despliegue de inversiones.' Se trataba de una OM dominada tanto politicp comoecon6micamente por 10s terratenientes,donde sus raicesdeacumulacdn tenian una antiguedad de tres siglos y eran mucho mis fuertes que las del empresariado miner0 localizado en el norte, cuya actividad fue m6s tardia y estuvo aJoctada estrechamente al capital extranjero.

II. EL ESPAUO DE CAPACITACION LOS FF.CC DEL ESTADO

En la capacitacidn y formaci6n del obrero ferroviano tuvo gran importancia la estructuaci6n polinco-econ6mica de los m.cc. del Estado, y 10s dmfios de la tecno- logfa del vapor para un pais con pautas de trabajo basadas en el control y empleo intensivo de mano de obra no calificada.

1. ESTRUCTURACION POLITICO ECONOMICA DE LOS FF.CC.

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178

9s Q

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damente 400 obrwos; y la adminisbadbn de la estaclh conststia en alrededor de 100 personas. De esa manira se concentraban por lo menos 800 personas, cuyos salanos en 1875 sumaban 412.968 pesos anuales, M decir el 49.1 por ciento de los sudd09 y joinales pagados por el FCSV a sus 1.958 empleador; y que a nivel d s general representaba el 28 r clento de 10s sabrios pagad- por los R.CC. fiscales d e d e Valparaiso hasla Taghuano. Tal cifn es tab reprtida en una d e n s red de pueaos con diversas jerarquus y funciones que dindian Barbn entre Is "Estad6n" (carp y pasajeror) y la "Mantranu" (talleres), y ye se refiejabs en !as satariw prornedlos rnensuaIes, que en le primera Area eran de 5 7 pesos y en la segunda, de 56.6 pesos."

El tip0 de trrbi.dor que emplmb~ el i r e de tr.cci6n y maeslranu, en Ir cud se rnaneph la tecnologdel vsp&, dioa m departamento el pimer I u p dentro del perlrldesalariwde RCC Asi,por&mpb,en 1914el brnalenAdministm6n

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10s mteriaies nec<ipriw mom0 10s ingenieros:aCtos,'una vet I I & ~ O S inicLmn una nueva cadena pnra trser mis msonrl v .den-& obtencr nuyoles inmews Y estabili-

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aquelbs que disponian de 10s mums y del pod@ -el Bstado y 10s @andeS pietarios-, per0 m se %Iizaron las inversiones necesariag para UM dihrsidnde '

mecanhci6nproductiva. DeahSque,enelcasodelFF.~c.,la~pdtad6nsehlera remitiendo cada vez d s a1 proceso productivo mismo, muy conectado con las coyunWa$ de transporte.

El movirmento de exportacibn de trigos en 1866 y la disposicibn favorable deb nuevo jefe de maestranzas y locomotoras, James Martin, quien np habia pretendido hscer "monopolio de 10s talleres de la maestranza", facilitaron la entrada de "10s hiips del pnb" para 9er capacitadosen el trabap diario. Dicha buena dispsici6n no fue,sin embargo, impediment0 para contratar en el exterior, ya que Martin recornend6 en 1867 la cuntratacih de seis ma uinistas y dos meciinicos en el Canadii, pais en donde

servicb de la Em rem y por no hallark en &a gente competente para 10s indicados serviaos".nNo ogstante, el superintendente cornpensir estas contrataciones pidiendo aut~nnoprraan~r,sinoconhatarlosalumnosdscompetentesdelawoen calderrrk y torno, con un swldo de 30 pesos mens~a le s .~

Lo intermante del fracas0 de la ui. formal en el FCSV en esta epoca, f i e que coinddid con el hnso del proyeto de aruexi6n de la ULO a la Fundici6n Nacional de Umache en 1869.

¶3 ANMI, Vol 511.22 de .MNI de 1%7 24 ~ m h r S n ~ ~ y V ~ , I n ~ r b l r u ~ l ~ ~ a r f ~ o l ~ y l a r . u m r s m & l l 6 5 , 39 2s. A ~ d e b ~ a d e l ~ y ~ ~ o a d e l ~ ~ ~ ~ , ~ ~ ~ ~ ~ m ~ y a ~ r n b ~ - ~ n Nd mvdsadrlmol en apmpro lip drproduchvtdak a d d , c o l d bass& en la adia6n de harar y-de bat+ SmCnbug0,la lntnuIILaa6n deloavln&extemc6 hizcakm en -el &ana

en medm poduchvor tmol6gleammb manu& Porn ello nc e esa 1nvem6n debla ammppauoa de rebma w e n s en 1; E 3 que, perammtmer d m hsdipond yemirentat losombim

.uIIDIMx de lndwcta mn loa p p s mnanhl-finudm oriawen ta ab%n dd €stah ha& una partidpdh mhs deddld. en la a m n d a . De est. m-

L m*v&h y sllvar b mru, h que nopdmon ham los Ppleitmy mdianoL opWsrroa n c&w dsKnto ocumi6 en Is wns* dmde lor nlv& de mvemltn e*da psn d v m

182 ~ - k ~ - q ~ . * - ~ r d g n * - l ~ a r r ~ A m d d ~ u ~ , ~ ~ ~ n n l u x r t y ( N e w ~ ~ ~ 1 ~ , 1oB11; G.brM Sahar, "Al'Alynra "pa ra fundamtales sobre el damello del aplhbm en m e , 1541-IW (5ntlyo. lW7; mlm.oLnfhldo), 45-58 26 AMMI. Vd. 511, Ldejmiodr 1867 27. AMMI, Vol, 511,13 de)ulio de 1%7. 28 IMd

habh trabajado anteriormente, 4 porerindis nsablealnecesario movimiento ybuen

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rundicdnrueleMntadaenn~porel~NstedodeGuerrayMarinapara fabncar plmpmento y enfrentar la gumacon Espah. Una vez conduido el wnfiicto, h Fundcdn d&v6 hacia un pmyecto fabriP en el &rea metaImec4nica.que ail0 a aiio la expenmentar problemas de crecirmento, espedalmente graves porla hlta de mano de obra calihcada en el ram0 de diseilo, reparaobn y fabncac16n de caidems.w

Para enfrentar esosdesafios,el director dela Fundici6n,BenpminViel,propuso a1 gobierno anexarla a la EAO. Chcha propuesta h e exannnada por UM mnns16n encabezada por JoSe Zegers Recasens d i rec tor de la Escuela acadenuco de la Universidad deChile-, que estimb noera convenientehacerlo. A&p que tal anexibn demandaria un gasto de traslado de d s d e EO mil pesos, y un aumento en el msto por alumno, debido a1 mayor costo de la nda en la zona. En lo referenk a produca6n, la Fundicibn no se beneficlaria mucho, por ue la uo no disponia de maquinarias para armamentos Adeds , 10s alumnosno & f a n estar sometidor a1 nhno de trabajoque en@ entregar piezas en que se necesitaba destreu y precim6n. Tampoco p n a n trabapr dianamente en 10s talleres, a ue debian asishr a dases, lo que ha^ difial la conwvencia con 10s trabapdoresP

to fabrilno se)ustif~~aba mucho, p r q u e era d s barato para las necesilades degstado recumir a 10s fundidores parhculares de Valparaiso y Santiago a Tal recomendan6n sin duda fue motivada por la competencia que la Fundinbn Nanonal de Limache estaba haciendo a dichos fabncantes, aunque en 1872 el director estimb que su produmbn no afectaba a las fundiaones parhculares Dos afios mis tarde, sin embargo, el Ministem de GUeRa y Marina dispum el nene de la empresa, adunendo que hacia una competencla "inmohvada"alosestablecimientosparticulares 33A suvez,en 1875sedetemnbque &lo debian quedar en el recinto las maquinanar para reparar armas, "sin aplicad6n a 10s talleres de la industna pnvada"

Tras el cam de la Fundicih Nacional estaba el inter& de un p p o de fundidorespordesarroIlarse,dsqueencontradela importao6n,enloses~padosque eSta no cubria No deseaban asi tener competencia en el pais, y menos del Bstado.

En shtesis, la via formal de capacitacibn de 10s trabapdores r e q u d salir de la precanedad t h i c a , invertir en miiquinas y tambien en transformar a1 trabapdor nacional en sus capacidades productivas Per0 10s manufactureros no habian alcanzp- do esa etapa en la produccibn, y sus procesos no lo demandaban, por lo que sus strategas de desarrollo estaban mis puestas en el plano polihco A este respecto hay que recordar que ems afios fueron de protesta de un naaente sector indush?al'l que se jug6 por medidas protectoras estatales, per0 n9por llevar su producci6n hacia otro =vel de desarrollo

La opcdn tomada por esta pequefia burguesia industnal no seria permanente. DespueSdela~s1sde1878,lanecesidaddeinv~renbiensdecapitalparaasegursr

Porotra parte,lacomisibneshm6 ueelpro

,

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orientada a reform

b) El nuge de la mpcitdci6n "sobre la march"

heron rtMss%r Sadd s?gnificativoenelpai$,jra +e entre 1854 y 1895 cerca del 60 por ciento de la clase h'abajadora chilena MbWrecibidd su aaendizaiedentmLIa econmia rolonial,quemlue&i hexiilidad para ammeter "c&lquier" kabap, imaginaci6n para mear tknologia en el Wren0 mhhw,-a~ti*di%d laboral comunitaria y resistencia psicofisica a la fatiga. Per0 10s peones cateciah de 10s conocimientos y disciplina necesarios para operar d q u i n a s importadas dentro de un orden mecinico de produccion.'

Estos trabejjdores a su v a constimian una buena parte del personal de 10s f m a r r i l e s . Asi, en el cam de la Estacion Baron, en 1875 10s peones representaban aloededordel Wporciento de lostrabajadoresquesedesempefiabanen la "maestran- a", limpiando locomotoras, y en la "esfacibn", cargando y descargando trenes?' Ocupaban por ello 10s niveles m i s bajos en la prarquia de 10s departamentos, s e n podemos w r m' el Cuadro 5.

Dadas las caracteristicas daladas, 10s ingenieros extranpros dudaban de la capacidaddelpehparareemplazara 10s "skilled wrkm",yrnantenian haciaellosuna actitud de desmnfianza y desprecio.

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mohosos,quememstaba muchschotdotiznadoa AhI nos hiciemn meter a calderas hasta que quedaron limpinr:’

mohosos,quememstab muchschotdo tiznado AhI nos hiciemn meter calderas hasta que quedaron limpinr:’

b s que se interesaban apreKdlian vagamente con la rutina diaria, carente de toda n d n Mrica, el funcionamiento del equipo. AI& suc& especial, Eortlo un aceidmte, ;Impliabalosconocimientosalpermitir una mejorvisih del funcionaden- to del &@ma.

Dsrpuds de t m d b de tratnjo consecutivos, reggresamos a Mtiago con 10s emmbros de tas dquinas. A mf me sirv16 much que me Ilevaran rl lugar del siniestm, adquid varbv mnocimmos sobn !a armadura da carros y sobre Ias pi-= l o ~ ~ m o t o r a ~ y sudistrlbuddncon rarpeao alvapor. En la Maestranza la 6mm que habh a m d i d o RTP conoc~l lea piour, por el oflcb de limpiador que tenia, mmo el de iwnrduclmte en Iw calderas y remachar remrcches.”

LOS y fogonems emn peones que provenfan Qnto de 10s tallem comb de 1 r 6 que tales trnspsor i h en contra de hs n o m s de 10s

kros ingleaes y norteam@riunoa, 10s superintendentes fomentamn el aprendi-

ulnish Robert Anderson ofred6 a1 Directorio del RS ensefiar el ofi& ~~~~~~ C ~ ~ W S , cobrando por ello un sobresuddo de 10 pesos. El + q l o fue b n ~ ~ t L d o por el Directorio entre los exhanjeros,guienes cooperaron ‘‘d por d inter& de Ia pmm quc pot lw d e w de ewe*f. Un aflo m6s tarde, Manuel JeaUr &aber, e n de e t a a h de San Elemardo, fue incorporado como foponero de Andau)n. Apedid el ofkio en la rutina dhria del manejo de las loccmotorrr nofi@8m@&anaa, que p r su falta de inyectorea para el agua del caldero

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I

Los mglewa no se preocupaban de e n d a r nada a SIM -S: nstabande~losenlamaseompl*aignonncia nun- subierahtalb previniendo lo que sucederfa eon el tiempo, que los h i g & s lor nxmplazarfan a

En 1966,cuandohabianascendidoamaquinistasenelpcsvarios'lripsdel pis': c o m d una violenta campaiia porparte de 103 maquinistes ext ranpr0S Contra 105 chilenos, a 10s que acusaron frente a1 Directorio del RS de ser culpbles de una serie de desperfectos. Ante ello, Ureta afim6 que "aunque se hagan pedazos todas las dquinas, lendfin que ser chilenos todos 10s maquinistas".15 Similares hechos, aun- que no de ese grado, se reg&raron en el KSV: "En una ocasi6n en que iba a fonduar el tren un aprendiz chileno, le jabonaron 10s rieles en UM extensi6n de mho o diez metros, y el pobre novioo no podia avanzar una pulgada su locomotora, en medio de 10s chistes de sus rivales, hasta que dio por perdida la paciencia y la partida"*

Por su desconocimiento de la d n i c a , 10s peones ascendidos no podian prevenir las fallas habituales en UM locomotora. Asi lo destacaba e~ 1874 el ingeniero @e del RS, Charles Fletcher Hillman,- a1 afirmar que, a1 moment0 de su inpreso, 10s maquinistas chilenos no eran d s que "gafmnes que buscaban mpaci6n como limpiadores", y al atribuirles por ello una mota de responsabilidad en 10s mayores gast0s de operaci6n. Tal situao6n -a juioo de Hillman-contrastaba con la explota- ci6n del FCW, donde todos 10s maquinistas eran proksionales traidos del Canad& e Inplatema que habian debido viajar en calidad deayudanteso fogoneros por alrededor de sesenta a ochenta dias para que conocieran las caracterishcas de la via, antes de asurmrelpuesto,al~cualatribuPlacarenaadeacodentesimportantesenesalinea.~

A pesar de tales JUICIOS, el aumento de salanos de 10s "artesanos" desde principios de la d h d a de 1870, him necesano mecanizar algunas tareas, bajaf 10s niveles de calihcaci6n e incorporar aprendicer chilenos.

Para lo primero, en la Maestranza de Sanhago (FCS) en 1871 se introdujeron dquinas-herramienta para el trabap de la madera; nose veia otra fom de "ecuno- mizar el tiempo obrero, poque observamos el antiguo sistema de hacer toda claw de

dlos ventajosalnente=

52. Md, 10-11 53 krmwll del ku, lLgbnrnto pm nnqumsm y konems d W pn rl SupmtatdaUe ISenCago, 166565). M 54 ~ 2 6 d e a b r l l d e 1 9 0 1

56. kjmnln Vim& Nadmu~c. I)r V d p m b rn sol- 57. ~ ~ H i l l m a n . ~ & l m ~ r o k r d s ~ ~ p I ~ i p D ~ U l y o , 1 ~ 4 ~ , 2 1 . 58. ANML Vd. esJ.11 dr didWbre de 1878.

5.5. ~sobu. op sir, la I W , 268.

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,190

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la EFE, Bego Hall, present6 d n w a maesbanzaen Valprai- y permitiria dlsponer de mno

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zrrcldn de los ferroeamiles estatales en UM sola entidad y su mayor desrmllo udam de relieve el papel de 10s ikeniems, que apuntaron en esta etapa a la -sdad de cmnbiar la he tknica de la ER y el tip de personal mediante la lncorpanci6n de la upcitrc16n en euuelas. Un examen en ese orden fue hecho en 1899 md consultor tt?cnimdelmbierno,eI inaenierobelrcaOmerHuel,?oauien m6s

oddad la cabficaci6n del personal. Sin embar-

dr'blsC(plina induririor', manifdada en requerimientos formales como la engenoa ~ t w l b d a d , rcspeto a lis prarquias, urn de uniforme, ternperancia Para mr

&6ptiow,un trabaj.dordebb serposeedordeconoclmientos tecnol6 cos adqWdw # en Ia pr6ctrr dmria, slno en cscuelas, tener nonones cien$cas

' ~ l l ~ ~ ' l o s d p ( s ~ e s & k , d i v e r s a s c i e n c i a s a p l i c a d a s y la ternologfadelos

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En lineas generales, 10s exdmenes de 10s in eniems mbre la capacitwdn del trabapdor ferroviano apuntaban hana una vincufacibn mbs estrecha con la EAO y a mlutar mano de obra culruralmente distlnta a Ias m a w laborales del pais Bstas carecipndeunabase t6cnica sblida,yademds sedesenvolvian en un panorama enque, SI bien la indusma estaba en expansion, no era predomlnsnte En dicho panorama el W.CC constituia una excepaon, por su alta intensldad de inveisdn ypor sw trabap- dores, sin duda dlshntos a los peones "artesanos" Estog irltimos, los egresadosdela ULO, eran victlmar del nivel de la prduccdn nacwnal, que los obllgaba a degarrollar medianamente sus conocimientos y habilidaderi tknico-manuales

El bap nivel tknico de 10s trabaladores nacionaler subsistfa a p e w del plan de modemlzacidn impulsado por la Saciedad de Fomento Fabril y el Mintsteno de Indushias y Obras Pirblicas desde 1887, que habia implemcntado sustancurler refor- mas en 10s p y r a m a s de estudio e instalaciones Desde ems aRw se dispuso de una plantade300a umnosy unacapacidad industnal notablequequed6demanifiestoen 1897, al construirse un desvio ferroviano destinado a reparar una locomotora. Respecto a este trabap, el director de Traccih y Maestranzas, Anselmo Moraga:' inform6 que'hadiepodria imaparsequeellas Ilasreparaaonesl han ado heehaspor manos de alumnos aprendices, sobre todo si se toma en consideracidn la delicadeza deltrabajoylacircunstanciadeserestn la primcravezqueseocu andeobrasdeesta naturaleza". Sobre esa base, rccomendaba al director general deya EFT que insinuara al ministro de lndustrias encargar la fabricacion de una locomolora y algunos carros, para dar entrenamiento a 10s alumnos.s2 Con esta recomendaci6n. en 1898 la EAO se present6 en una propuesta para construir carrori y locomotoras. Sin embargo, el mbiemonoaccedi6ala wtici6n.wrlasDresionesaueeiercieron losindustrialesoara ier favorecidos con coniratos que les pekitirian cbmktir con la importaci6n

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estos trabajadores.-en cuanto perte.identes a UM empresd plblica, sometida a hs .

' I interpelaci6n de diputados dem6cratas.

Como lo sabe el honorable Diputado r Valpardso Ibnifacio Veasl, muchos obrsms prrfiewr trabajj en ks e m p a s deI%tado mlsbien que en lar privadas, por manto en aquellas goun de mayom condescendencias, hay si puededecirseasfdsmlajaci6n de 10s rigores de la disci h a de 10s talleres. S.E. el Reridente de la R&blica ha manifestado que es menester modlficar el actual cis- y que 10s obms, si d-n aumento de sus sueldos, deben cOrreSpOnder a este aumento con un trabap efectivo m6s con~idenble.'~

.

b) Reorganiaackirc m b i o tecnoldgico y opeidn por la mk "formal" de capaCitaci6n

L a evaluacibn del nivel de 10s trabajadom ~c iona le~ en Fenorarriles, una cobertura territorial creciente y el franc0 deterioro y antigiiedad de q u i e infraeshucharas, llevaron en 1904 al director general de la EFE a dicitar del g o b k la incorporad6n de m6s dquinas-herramienta para reducir el nlmem de operarios. Al afio siguiente se comeflz6 a dotar de nueva maquinaria a las maestrams y talleres prinapales de ValparaiSO y Santiago, y se inid6 el estudio para la instalaa6n de oms ds.&

Sin embargo, las medidas deshockdestinadas a enfrentar e s ~ situaci6n Ilegaron recih en 1907, y fueron aplicadas por Omer Huet como director general. Este me6 q h n e n t o s p a r a e l pers0~1, radonaliz6 tareas, reasi@,reduJoycontrat6 personal.

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b

'J

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medidas para inserta& en lasdecisionesdel Eskdo y lograr &tableer una &pr& de capadtaci6n a partir de los conocimientos adquiridos en el trabap diario. En 1914 seseleb la p ~ m e r a C o r v a n c i 6 p d s M ~ ~ ~ y F ~ ~ r o s delos Ferrocamles del ~ ~ ~ , ~ n n e l ~ * - d e h ~ ~ p ~ ~ ~ u y - ntosreferidosalaobtenci6ndeuna educaci6nregular para los h~d~losemplea~,laformaci6ndeunaescuela y una bibliotecapilralainstrucci6n tecnicadeloshdbajadores,yelper%owgnanlies m&s "aventapdos" en el exterior. Estas medidas se llevarlan a ca en conpnto con la empresa y estarian acornpaltadas por la proh n de contratar operarios ertranje- IUS.%

A la vez, 10s maquinistas acordaron me a la di&6n de la we para cwperar con soludones que evitarian la "bancarrota de la Empresa", en problemas como ahorro de lubricantes, combustibles y la regularizacibn de 10s t i p de locomo- toras; en este liltimo punto debian ser consultados 10s maquinistas, "10s que darian a losingenierosencar adosdela confecciondelosplanosexplicacionesprActicas".~Las ventajasdetalcuns&aresidianenlacultura thicadelosoperarios.queb6sicarnente se resumia en la frase: 'lJn tknico no podra enseiiarles 10s mas elernentales conoci- mientos sobre el gobierno de una locomotora, porque el nunca la ha gobemado"."

Estos acuerdos reflejaban la meacion de UM cultura tecnol6gica del obrem ferroviario, que se nutria del contact0 con la producci6n misma y que pusieron a disposici6ndelEstado. Perola participacdndeesaculturaeneldesarrolloecon6mico 110 era un problema t h i c o , sin0 fundamentalmente politico.

CONCLUSIONES

El kmarrl l constituyo un nuevo instrumento de arumulaci6n de la oligarquia, que impact6en lasfuerzasproductivasdel paispor sualla inlensidad de bienesdecapital modernos y nuevos metodos de trabajo. Srn embargo, sus efectos no pueden adjudi- c a r s excludvamente a la tecnolog'a. Muy por el contrario, dicha tecnologia y organizaci6n del trabap --de expansion mundial- se articulo con formas locales espedicas, manifestadas en el domini0 de 10s instrumentos de acumulaci6n por una oligar uL 110 dividida en facciones antagonicas, que estaba en proceso de trsinsito desdelormas de acumulacion prrmitiva --con predominio de un sector mercantil- a UM acumuhci6n capitalista limitada en que se mantuvo ese predominio. Esto detennino la conshtucion de polos de alta modernidad que compartieron el espacio con institucionesarcaicas,como la hacienda, queseextendia a lo largodela linea ferrea de Chile central.

En ese marco, la fdrmacion y entrenamiento de 10s trabajadores ferroviarios en el trabajo metalmecinico no fue un proceso expansivo sino que limitado a1 FF.CC., que

'

198 93 Fmmcamka del Estado, RqhmanS Gnurol de bs Fmowmks del EsLIdo ($anhago, 1914). 27-28 94 EFEM, 1915, S, 1917,s 95 L k , 30 de map de I914 96. k d t 97 L k 27 de hdrmbre de 1913

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or 10s eremenms para su de3armllo. diciones deo aci6n deestemediode la matriz G a del Estado chileno: 1 del ca itagroductiv- y una nacien

c o n u n p r ~ e c t o d e d e ~ ~ l l o ~ l Estado.Estaarticulaci6nde t&nicaypoderpol~tico- econdmico model6 en 10s ferrocarriles fisealee variarcaras desarmllistas. Una deellas h e s u utili~d6ncomoinstrumentouara formarunanueva fuenadetrabaiinacional capazdeexpandirlaacumul.ci6nmedianteel msnejodemaquinarias;seiograbaasi U M autonomia respecto de lis cays comerciales en manto a la mntrata de obreros calificados, aunque no en el aprovisionamiento de rniquinas. Caw distinto fue el del empresariado ferroviado del norte minero. aue en man medida mantuvo suo lpros extemosen esta materia, a p e ~ a r de disponer he la m%ma herrarnienta. Otra p i n o n fUe la del empresariado industrial, aue si bien exim6 desoues de 1880 instruccibn formal, fue "khando mano" cada &z m8s de los"esfue&s del prcyeete eptatal- desarrollista."

Sin embnrgo, un sistema econ6mico que durante varies sixbs se habia ba& en el empleu deabundante mano de obra no calificada de inversidn productiva limitada, se tradujo en que los trabajadores conectados a actividades 'modemasas no fueran llevados al l h t e de SU transfomaci6n y quedaran I media cafnino @n su capacidades, fendmeno reflejado en man medida en el ~emide~rroll~dr I- emelas t&nicas.

b t a utuandn global le dio 'a1 ferrocaml un carActer de polo de a b intensidad tanto en el plan0 de 10s trabajadores comb en el de la produccih En 1914 Is3 maestranzas ferrovlanasestataleseran mdsimportantes &nica y labonlmentequael sector industnal, que deberia haber s1do el sostenedor del proceso de califiwkh tknica. e incluso exhibia instalaciones-simbolo para la industria de la Bpoca, como era

-

la MaestranzaCentraldeSan Bernardo. Esta pherosa'kara industriafdelosm.cc.en el panorama econornico del pais hizo que su cambio tecnoldgico y laboral redefinie ra en p a n medida la education tknica, estuviera a la cabea de ella, y tambien que llevara a cabo su proyecto con un Cnfasis autirquico en el personal, ya que la rnsa laboral chilena no estaba suhcientemente lmbuida de "diwiplina industrial '.

Est0 dltimo marcd, a partlr de 1914, el agotamiento de un t i p de fuerza de trabah -mr lo menos en la traccidn y las maestranzas de 10s R.CC esstetales-, fp&& Aediapte procesos de autoin~tmccidn laboral. La expansidn del sistema fmcwiariosesostuvopor cerca de setenta afios,estlmulando procesosdecapacitaadn ulue t&minacon por hacerse obsoletos hente al mayor compromiso de la CIE con el

aboral ferrocarnlero un sell0 especial, est0 es, la sidad tecnoldgca y de aka intensidad de poder erece ser explorado en un anillsis de la cultura

culacidn con 10s movimientos polincos .Enelcasodelos~~cc.,dichom~delode ores desde su trasfondo c a m p i n o de tesanos que tienen unoflcio", propio del

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I'

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Una noche de inviemo en julio de 1%2,los 3.500 obrems de la fibrica textil Yarur, la m i s grande de Chile, panron el trabap y se declararon en huelga. Establederon cuerpos de vigilantes y formaron comites, crearon una olla cornrin y pidieron solida- ridad material y 'pop politico. A la distancia, la huelga Yarur par& un conflict0 laboral comun,delosrnuchosqueocurrierondurantela presidenciaconservadorade Jorge A1essandri.l

Pero, como 10s reportajes de la prensa destacaron, la huelga Yarur estaba le@ de ser tipica; en realidad, no tenia precedentes. Durante 10s veinticinco afios de existenciadelafdbricadlo habia habidouna huelga,en 1939,yellaselimit6aunbreve p a r o d e d o s m n u , pocodespukdequela fHbricaalcanzarasurniximaproducci6n yseformnraunprimersindicato. Encarnbio, la huelgaYarurde1962dur6dsdek - meses y se llev6 a cab0 a pesar de la opostcion del sindicato de la compafda, que habia sido 'aptronado' porairos. Mds alin, la huelga de1939 habia sido legal, Nevada a cab0 con la apmbaci6n del gobernante Frente Popular, coalici6n que incluia 110 d o a partido8 de izqulerda stno tambien a la Confederacion de Trabajadores de Chile term). Por el contrario, en 1962 10s trabajadores de Yarur se involucraron en una huelga il al bajo un gobierno derechista, predispuesto en contra de 10s trabajadores y con unaearga historiadeconfrontacionescon la Central UnicadeTrabajadores(m), que en ere momento ademds estsba debililada por UM lucha interna.

Lo que him que la huelga de 1962 fuera mHs sorprendente a h , h e la experien- ciu de lo$ trabajadores de Yarur en 10s aRos anteriores. Juan Yarur, el fundador de la flbnca, habia hecholo imposible por establecer un sistema paternalista de relaciones sociales, incluido un patron que daba amistoss palmaditas en la espalda a sus trabajadores mientras vtsitaba la planta diariarnente, les cuncedia favores y hacia regalos, siemprealentdndolosalor trabajadoresacreerquedisfrutabanderelaciones perronalesconelduenodelaempreu. Peroeraunpaternalismorepresivo,quepedia

* Ena arlldo e' parte de un m a n u d o i d s 1 0 mi s .xICnw, "Keds and Y c l b w Confltcl and Cmplrkon nIhrY.rwCMlonTcxt~IcMdI. 1937-1944" Exceplodondexlndkaolr~coo=,cs~ basadoen una MIC d. . I I ~ I I V I ~ ~ ~ P L aplmdrs v g h 1hr.s de Hastons Oral, a obrcror y empleadas, getenter y .mpreurlm, dirigmlrr mdtdeo y p a l i l ~ ~ ~ , dlchar ontrewstal h o n r.aUzPdn enhe 1" y 1989.5. mvtrti@ .d.rnL la prenlo motmporhnca, drbatn m d Coitgrw, y lo. atchivos del Minislcno de

202 Tnb+ydekS.A Yuw.M.nufxrwlrOlilena~dcAlgad~.~lueroaar.dec~ra tcdoploschilcno.que htaerm p i b k e68 1nvotlgci6n. 1. Para .I e u b o compmrlvo m k rceieale dc h d g r durante esa na. v h x Gthlomo Rxarro, L h u d p o k n n ChY, 1190.1979 (%n1iap,1986), 151.82. Un estudia mbr anoguo. pro 8th Y~IIOIO, e' el de Mmud bnnr, "Psrcpecbv. Let&- de la huslga obrera en (hdd' . Cuadrmor dr Lt R d h d N o c m d , ne. 9 (Scphnnbr. 1971). 119-55, eapeaalmenlc pp 14055.

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trebajadores que mostraban

. I

Yarur fue intemm

sindimto independient

a su-disposicion, que wan muchw. Se cobraban hvores pditicw y perwulea para asegurarelapoyo del Estado, fomlmenteneutral. tr r iquwde Iw Yarurcompraba apoyoenlaprensa ye1 Parkmento. Despedl.ncM1cuslquicrpretextoalo,mba~do- res sospechosos de tener simptias pro-sindicato, y organizeban brigadw de mano dura para intiddar a aquellos que quedaban. En las casos en que se v&n incapaces defrenarla formaci6n de unsindicatoindelxndienhdirlmdo Dortnbrirdorcaqueno querian cumplir sus drdenes, slanpre f@ quednba 1; ~ ~ ~ l ~ ~ . d e re&itlr I organizaciones paraldas, asociauones mutualbw o %omit& Independienrcs". qw podfan uSar para movdilar a sua leales y m v a i 10s *dtcntos iegales y a SUI hirigentes elegidos. Tarde o temprano, a t r a h de un golpe prrv&Ihvo o por asotamiento, losrecurswsuper~oresdelos Yarury sucxperiencia le, pmnltlanginar Gbatalla. A1 final, cada uno de estos mov~mento~ d e b fmbapdores fue vencido, delaqdo al sindimto Yarur bep el control de Ir com nia, y a lo$ a d h m t e s a1 sindicato independlente, despedidw o desmotlvado$;E tnbapdores no despedi- dos, por su parte, quedaban convencidos de lo beneficiou, de la lealtnd y lo vnno de la rebeli6n. Como consecuencia, la fibncn Yarur era nobna pbr la pasividad de dus traba@dorm,porel patemalrsma reprrsiwdesusdue~osyporel f~rreowntrolsocldl

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El debil estado del movimiento laboral chileno tambih m un factor en bnnda del &to del movimiento de 10s obreros en Yarur. La hue lp general de 1961, convocada pot el presidente de la cur, Qotario Blest, habia sido cancelada a dltimo momento por su Consejo, dominado por 10s comunistas, que temian que fracaara y deseaban cunsolidar su control sobre la Central Unica de Trabajadores. Como c o n s cuencia de esta demota, un Blest indignado, el padre fundador de la cur y el sfmbdlo de su inde ndencia no partidaria, renuncio a su puesto, acusando a 10s comunistas de juego &e y de tralcionar a 10s trabajadores. Con la direcci6n nacional de 10s trabaiildoresdesoreanizada.el ndmerodemiembrosdeclin6.revirtiendouna tenden-

I -

cia d& cuatm alios7 h situacidn de Ea Federaci6n Nacional de Trabajadores Textiles W A T E X )

tam- era dentadora. La RWATEX se caracmizaba uor el control cornunista Y un sectkismo partidario que impidi6 la unidad que tal Gez habria hecho del sindkato textil naclonal de Chile -el segundo grupo mds grande de trabajadores industriales del Is- unadelasfederacionesrnaspoderosas.Comoconsecuencia, laafiliaci6nde si&tor imprtantescon una direcci6n xxialista o dem6crata aistiana era general- mente m i s formal que real; y a la vez, se habla formado una federacidn rival de trabajadores textiles anti-comunista. Mas a h , en Santiago, la dcbilidad deFENATEX se vioacentuada poruna fuertepugnadepodcrentretresdirigenteslaboralncomunis- tu? Sin embargo, 10s trabajadores de Yarur tcndrian que recurrir a este movimiento sindical debilitado para a p y o y dircccion.

La explori6n de combatividad de 10s trabajadores de la f6brica Yarur tampon, puedc ser explicada p r Is crisis economica. Los trabajadores de Yarur se habian nuntenido psivosdurante Is fuerte inflacion y medidasde austeridad im lementa- das durante el gobierno de Ibafiez. ~ P o r qui. tenian que explotar cuando efaumento de precios K hsbh reducido a un solo di 'to y la estabilidad econ6mica parecia aeguradr? La huelga Yarur de 1962, add, era una huelga ilegal, un claro desafio a las leyes Iaboraleschilenas que haMan legitimado la huelga de 1939, per0 queahora dejlban a lostrabajadoresen una utuaci6n vulnerablefrente a lassancionesdel Estado y sujetm a de$pedidos $umarioci.

4 h Nolttbs AI h Ultina Hm.26denov~mbreds 1961. J a g . brrla, H ~ w ~ d t l ~ C U T ~ n a ~ , 1971). W-IW; B i r b . n S n ~ i i n g . U . p t ~ ~ l c t m ~ E c ~ n ~ m ~ D m ~ ~ n r n i mChJ1,1958-1973 (Stanford.Gld.. 1978). 246, Tabla Ad; Fmilu, M a y d o , LBmd smdwl (hntiigo, 1967). 153.

5. Amtando Agwre, dimkt de 1973; Lffls Campol, sncm do 1574; Rcinaldo lam, mero de 1574. Apurr fw prukiate p mucho t m p o do Is Federwh dr Trabrpdaa del Cahado y el Cuna; Cktpco, un p r o l ~ o n a l c a n u n ~ s e s p a l i z t d o e n Isrdoomerlboraler, qusamnwj6a lor huclyirtas A. Yam. RnddoJan, quefwlrabajdorenYanv, habhdmgidod rnovuntentoincurgmlede 1961947 desde dmtm de la Nbric. y ha mwjero dwmte el monmienlo de 1952.1953 mrno un rnimbm & la FENATM. LhranhloraFm quvy lnon u reta6 del ParttdoComuniUa y %convirti6 en un dmLdo mtiamunisla, form6 la Fedmaah Ae Trabapdacs Textiles de Chile. V h r e Reinatdo Jam, SeQelario Gmnnd. Federaah de Tcabapdorce T e r h y RRSS de Chile. '"Infama . .de la FederW6n Tertil del a60 19W. A r h v o MmNmo de Trmbap

204

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habia %do provocada por 10s comunistas, quevhabtn manipulado a '&" trabapd& res para sus fines polfhcos Sin embargo, muchos trabaladores creyeron que wan los Yarur quienes habian ptovocado la huelga ilegal, p r n poder despedir a miles de trabapdores rbpidamente y stn finiquito, y asi ahorrar costos de trabsp. La mayoda de los observadores externos se sintieron impctados por la ausencia de las demandas de tlpo salarral que generalmente servfan de base a 10s conflictos laborales chilenor aunque vanos trabaladores se referign a la "explotacibn" como causa prlnopal de la huelga ' Un experto en relaciones laborales, consejero de 10s huelguistaa de Yarur, concluyb de su experiencia que la huelga "en el fondo era una luck por la dlgnidad humana",unpunto devistaapoyadoporreferenciasdelos trabapdoresalrentimrn- todehurmllan6nquelescausabaelsistemaYarurdetrsb~pycon~r~lsociel 'Alpnos vieron la fabnca Yarur como una "caldera que habia estado himiendo p r un h e n tiempo", mientrasotrosla veiancomo unlugardetrabapestablecuyepaz social habL sido detenorada por la ptnerracibn de agitadores extmos o p nuevos pmcexn de trabap? Muchos veian la huelga comb una protesta contra "el ambtente de miedo" quepormucho h e m p habiacaracterizgdoala Hbrlca Yarur, mimtraaotrosprcibhn su origen en la muerte reciente de su fundador, Juan Yarur, y en la ineptitud de $us hilos para manepr su legado paernalista con la mima habihdrd'"

Lacausambscomlindcla huelga,mencwnada tantoporlo~trabalaaoresc~mo prlosgerentes,era "el asuntodel sindicato" eldeseodelos trabapdoresdeYarurde tener un sindicato independiente que 10s reprerntara, frente a la insmtenaa de la9 Yarur en un sindlcato de la compafiia (andicato'amarillo') "Nosotros hidmos esta huelga por la sencilla razon que nosotros nunca teniamos deredro B elegir nUe5trOS dirigentes", explicaba una mupr trabapdora "" [knpre] lospatronesnosponianlw dirigentes y nomtros teniamos que salir C O ~ O carneritos para afuera a sufragar Entonces nos rebelamos" Fue una explicaci6n corroborada p r la secueneia de acciones. el 7depliode 1962 habia una eleccih para loscargosdel smdlcato, en la mal 10s dingentes del sindicato de la compafiia, a quienes muchm trabapdores descnbre- ron como "dingentes vitalrios", habian sido dcafiados por una lista de candidatos "rebeldes" porprimeravezenquincealros Sehnbiadcclarado uelillista'apatronada' em la ganadora, a pesar de la evidenm de un a p y o a b r u d o r de 10s trabajadores a 10s candidatos no ohcialistas. Como respuesta, 10s trabapdores, indigwdos, aban- donaron sus trabalos y se dcclararon en huelga, Sin p a w por 10s proccdimentos burocr&tlcos decretados en las leyes laborales chilenas para una "huelga legal" "La causa de la huelga a f i r m 6 un mando medm con decadas de expcnencls en la

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sistemas econ6micos y politicos divergentes; se demostr6 a d compahble no d o con elcapitalismoliberal delosEstadosUnidos,smo tambi4nconelcapltalismodeEstado de la Alemania nazi y el socialismo estatal de la Uni6n SovleHca ’*

Sin embargo, Am4nca Latina formaba parte de la perifena de la econom‘a mundial. A menudo se habia dado una brecha temporal entre el desarrollo de nuevas tecnologias y procesos de trabajo, y su transferenna a Adrica Lama, y el tayloylorismo no era una excepcdn. En unas p a s industnas de exportacdn pertengcientes a norteamericanos, donde la competenna intemacional era fuerte y 10s costos consti- tuian una importante preocupaci6n. como 10s frigonficos Armour y Swift de Argen-

, tina, se introdup el sistema Taylor durante las decadas entre guerras.”Sin embargo, no h e sin0 despues de la segunda guerra mundial que 10s seguidores de la “adminir traa6ncientibca” de Taylorcomenzarona transformar la protegda Industria sustihr- tiva de imprtaciones propia de la re@, cum0 10s texhles; en este proceso Colombia y M&&o estuvmeron a la cabeza, teniendo a hrmas norteamerrcanas corn agentes y modelos del cambio. En Chile, cuya protegida industria textil era notofia por su bay

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Burlingtoon para que ditigera el procem." Ya en 1960,los Yarur se habhn deadido por a "adrn~nistrac~dn cientifica" y

con$eiaron In contratacrdn de obreros, como un paw hacia la importante reducc~h de fuerza de trabaje que el astern Taylor haria posible. Durante el afio aguiente, el director de servicios rnternacionales de Burlington, C. W. Bwdigo, visit6 la f6brica y

20 Lalcaster W m , Vue Presidents, lndusmas Burlm@on,~ul~o de 1981 21 lbld 2.2 Md.

3

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El "taylorismo" lkga a Yarur

En oftubre de 1961, cuatro expertos norteemevicanos -epeaalirtaz en difennm aspectosdeproduca6n textil y administraadn-y-a habiancomenzlldo su emluacrdn de las necesidades de Yarur. A fines de oflo habisn concluido sus eskudia, y en emro de 1962 comenzd el proceso de insular el btema Taylor, bap Sa dirmidn de un ingeniero industrial colombiano experimentado, Javier Arcilb."

Arcilla pronto se convirti6 en el k y modelo de 70s estudisntes", bs ingenieros textiles j6venes graduados recientemente en la Universidad T k n i a del Estado, que habian sido contratados por Jorge Y m r fomo pa modemizaci6n, y luego asignados a trabajar con Arcilla. Para chilenos, que habian sufndo de sentimientos de infenoridad empresariado criollo airn crefa en la superioridad de 10s t@cnkcos extranjeroa, Aralla era la prueba viviente de que un t&nico latinoamencano podia ser "tan bueno mmo un gringo". Aden-&, como profesor, sostiene juan Carvajal, quien seda el jefe de ingenierie industrial en Yarur tras la partida de Aralla, el cdombiano era mucho mepr que "los pingos" contratados p r 10s Yarur en el pasado, "oprtunistas" que "venian a adelantar en suus carreras y recibian sueldos fabulcsos, per0 casi nuwa nos eweihron lo que sabian"r" Arcilla, por el contrano, tom6 como una de sus tareas central- la preparacidn de un grupo de t h i c o s chilenos que supervisarian el nuevo sistema de trabajo despues de que el se fuera Recuerda Carvajal que Aralla no $1510

xtraordinaria", sin0 tambien un profem "de un que estiibamw trabajando directamentecon 61 trabajar. No importaba la hora . . . nos enselT6 en hecho.' Fue una lecci6n que Juan Carvajal

en la prktica que Arcilla les d a durante la la fhbrica Yarur. Esa experiencia marc6 al irtihdolo en un defensor sobresaliente de la

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Ea& ma b m r a l del nWtema Taylor. "Todo colwiste en eso, en deterrmnar el normoZ lo, veloc&d N muy &@a ni muy ienta", recalcaba Carvajal.J1

tifica estaba la importancia del ingeniero industrial: aqueesticmnometrando.. . tienequeconocermuy . y tiene que tener un concept0 hen claro de lo que

que -tar muy bien adiestrada"). Fueron 10s expertos

wuII.41 ti. M&Mm, vi~esidenk, de &uhgm Intunmrmal, pan Jorge Yaw. Cneensbom, 210 gath OIOIYU (11 de inrm da 96262). AIchlvo B A Yrrw 3c1 r- c l r ~ + t w e d.1972

31 IM 32. tau 0 Ibld

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El tiemP0 P u d e &r el factor central del sistema Taylor, per0 no era la linica medida Para fit= 10s ~ h n O S de 10s obreros y JUS bonificaciones. Tambih se cunside- raba la i m P w n a relativa del trabajo, detminada a1 estudiar doce factores, incluidos el COIUdnuento y preparacidn requeridos para llevarlo a cabo, el grad0 de responsabilidad involumada y las condiciones ambintales. Ademis de fijar las mrmas de trabak, esta "evaluacidn de cargos'' detenninaba el pago base P=a trabjo, a d e d s de losbonos de incentivo que el trabajador r m K 2 g cumpliresta norma.% Una vez que se habia finalizado el estudio de hempo-movimien- to, que 10s obreros se encontraban entrenados en el metodo "currecto" para operar la miquina y cumplian 10s esthdares de Hemp normal, que se hsbia fijado el pago base y 10s bonos de incentivo, 10s ingenieros industriales se cambiaban a la d q u i n a sipuiente, delando a 10s supervisores la tarea de elegir a 10s trabajadores que se quedalian y despedir a aquellos que la productividad incrementada del sistema Taylor hacia innecesanos.

Tomaria mis de tres aiios y unos 300 mil pesos en honorarios de consulta la instalacidn del sistema Taylor."pero a1 final del proceso la prcductividad del trabap se duplicaria en la fdbnca Yarur y sus obreros serian reducidos a la nutad Fue la posibilidad de este dividendo de produchvidad y reduccion de costos de trabajo lo que impuls6 a JorgeYarur a introducir el sistemaTaylor ensu fabnca farmliar,yloque lo llevd a transformarse en su mis ferviente defensor. Para Jorge Yarur, el nuevo

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. Entre los primer08 blancos de Jorge Y a m estuvie d x e b r ematam labs tan imurductivos en sus

hlamud & h a la risi6n de 1i1odemizaa6n indushialde su hezmmo15 su oposici6n era personal: en la lucha por el control familiar, el s i s l e n W l ' a y k ! cOkiUertirse en una ventap decisiva pnmsuhennano Jorge; repremtaba Wla vez el triunfo de su tlsibn modernizaddra y la 3mp6sici6n de un sistema i m p e m d de productividad quk r&queria UM administmih t e e d t i c a para funcionar, inclui- dos eiMgfivosan ks kndench rationales y mtrenamiento eruadministrad6n de empresas que su hennano poxia, per0 delos cuaks 61 carecia Habb Iamb otras ramnes'qw explian la poca d i s r 6 n de Amador Yarur aroept.r la alIa pmdk tlvMad y ganaiwias del sistema ramnes ue reflejan la lealbld del hermano Yarur d s pven a1 legado p a t e r n a g d e su paL. 61 tq idrno pir ia m v a r el sistema pa tml l s t a y personrlista de relaciones sociales e habian sido el sell0 de la f6brica Yarur desde N fundaci6n. y el secrpto del conmymial de su padre. Era un Iegadoendcualsecobi~bael pocoinsrmidoeinseguroAmador,peroquenoealzaba con Jorge,miSMoy reservado,parHdariodelestibdeadministraci6nim~mldel ejecuHvo mrporativo modmu, que 6l habia estudiado en la univenidad. A d d s , Amador cr& que IOE trabapdores de Yarur necuitaban el paternalism al cual su padreloshab&acoJtumbrado,y se sentip inquietopor bsantiguostrabajadoresleales de Yarur c u p trabajos podian verseamenazados pore1 nuevo sistema y susprocesos de "selmih natural" a t rads de "la sobrevivenda d d o s d s fuertes". Amador estrh yuciente de que estos trabajadores l e a k eran sus partidarios m4s fuertes en N rivdldad con su hmnano, y temla que el +tern Taylor trastornarb la paz social de I. fibriu. No ertaba equivocado: a trav& de toda la fabrica, su implementaci6n provocprb divbi6n y deacontento?'

Est0 rn chro a nivd de 10s nundos medios, don& la introducci6n del astema Taybrparechla batdhdefinitivaenla luchilentreloej8v~~icorunivmitarior & Jorpc Yarur, y bs avejentsdos, autodidactas w sora de Juan Yarur. Para '10s estudhntw", el sistema 'wtilicah susestudios, c v a l o r a sus titulos, validaba su teawxratim y satisfa& sw asplraciom personales AI privilegiar la educaci6n, el enmMmknto espcidlzado y una mentalidad ingenieril, el nuevo sistema tambih dgnificaba un triunfo sobre ws ntes, d grupo mbs a n t i p de mandos medios que debian sus tr&aps m i s a sXF Itad que a NS credenciales y calificaciones.m

Pan estos anti 01 supemcows, muchos de ellosantiguos obreros asendidos a prestosmisaltos, e G & m n n T a y l o r p a ~ ser unaadvertencia chra. am0 minimo, 8igniflc.b. que la M t a d que les hbia hedm cwlu puestos ya no seria valorada tan alto coni0 br calificaciones bknicar de Iao que dlos carecian, lo que afectaria 5us darios y ascesoo; corn miximo, el n m sistema podria rwelar su inca acidad para ob- m y o r prcduc(ividd de sur trabawores, y ello Uevaria a su Begrada- c h o despkio. "End fondo", o p i ~ Grvajal, lor supervivms se opontn d nuew

muy Ydl, per0 hrccrh produdr con cien personas es difkil . . . era un desaHo a la Slpervisibn": se r q d una manten& de la maquinaria y adminis(nd6n de

. ' . '

,

'

siskmr de tratmjo "potquc hpcer produdr una sccd6n con bmdentas pmow es

212 3& Md; 1tuacpvpi.t a#aalode 15-72; Erk " m a % -asdo I r n . 39. LaproLe*g & I ~ J o r g a Y r r o , . C o d o & 1 9 n ; ~ N . M l a g ~ ~ & 1 9 R ; J w C r v s i e s I & o l a & ~ - ~ u e d d ~ * d o k w ~ Y r u r d u m t . h r s * o r 40. JwCarv+apto&lIm.

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s, era insufiaente para superar las obpciones que teal nuevo sistem y sus requisitoa En un -so, un

euPervl~W muy anhguo se indignd de tal manera queenfrenffi a Jorge Yarur personal- mente: ''El a@ present6 un d t a don Jorg Yarur y le dip: Don Jorge: o yo o ingenieria industrial", fnseqqwlollev6alarenunoa*~Otrossupeniwreseranmenosexpliatos en SU opJiCi6n al srstemsl Taylor, per0 retardamn el pmgreso desv implernentacih a t r a a s de una reststencia pasiva; otrw, finalmente, expresaban su ambivalencia y dudas en una degganada cobboraci6n con los ingenieros industnales de Arcilla.

Si m u c h capataces se sentian indecisos ante el istema Taylor, la mayoria de los cbrem tenia una mi& Clara. Para elbs. el nuevo sistema de trabaio simificaba dmtre:desped&Gra muehos,yaceleraclindel ntmo detrabap para'aq&llosque TILedarfn No era m'presa entoncef que lareaco6ndelosobrerosala modernizad6n

e s w ~abwes fwra notoriammte negahva. En parte, esta respuesta negativa de 10s trabaiadores se debia a su falta de expenencia en nada armlar, y a 10s baps niveles de prodwhvidad y eficbenoa a que estaban acostumhdos. Sm embargo, el Mbito y la imperrencia M eran bas dnicas rawnes para su oposici6n. Para 10s t h i c o s como Juan carvaral, el sistem Taylor tal vez pameria ranonal y equitativo, y para Jorge Yarurelmetodode traba]omisbeneficioso, peroparalostrabaj~radoressignhcabauna aceberacidn infernal del n t m de trabajo, que absolutamente rechaaban, a pesar de que el sistema pdrfa aumentar sus p-s ingresos hasta en un 20 por ciento. Su razonambento era elam %nos exige dianamente un minimo de 90 puntos y oobreeso se nos da prima -exphca Mada Tapla-. Pero para lograr eso tenemos que reventar- nos trabapndo".*

ue en teorla las normas de trabap fqadas por la ~ngenim'a industnal gennitian2os habsjadoresmaneprlasm~utMJdemaneraeficientesincan~r~en

pdctica, 10s trabajadorcs de Yarur alegaron del cansancio extrmo que ahora sentianal final deundh de trabajo,quesed~vidkendossegmentosdecuatrohwas, separados p r cuatm b r a s de almuerzo y demmso. "Uegaba agokado a mi cam despuk de euatro horas trabajjndo asi -recuerda un tejfdor co ulento-, y lo p r era que tenia que volver a trebajar otras cuatro b r a s mAs tarde"?Lo m6s dlficll para los trabajadoresYcrurera, smembargo,lacanhdadde Nmotesy t m t e s d e k p i d o s originados por el nuevo $Wema. Jorge Yarur podia hablnr de la crea&n de una '%lite obrera", m u c ~ de $us obreros ternian seer excluidos de ate circulo selecto, y m b i d n de sus trabaps. T a m r e n est0 mera paranoia de su rte. A medida que

equip e ingenieros industnales ava-cn a trav6s de laS cibndela fdbbnca, DanielFqnml1da,el)efedepersonal,lws@guia an que nos iban a llevar a la O ~ C I M y en la ohcim era seguro:

d e l d a " , recuerda UM antigua operadora de ~ u l M r i B s u zquelostrabajjadoresdeYarursed~mncuentadeloqueestabapssando

Au

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notondmucho u w o sistana de

A travb del frio y la lluvia de julio mantuvieronenguardi,desafiandoa ros" que trataban de penetrar las linea

Juan Y a m durante 10s vetetanosdelos

derrotdor movknlenlvs de e m a b s , quehabian "aprendido su l d n " en eSaS C.UYB pcFdidas, y prometido "nunca m6s involwarse" en UM lucha desigual contra

Lo que habh llevado a estos vieps trabajadores a desafiar el orden social que por bnto Hemp0 habian considerado inmutable - p a r a el asombro incluw, de 10s veteran08 diripntes sindicaks que los estaban aconsejand- era el sistema Taylor. "A raiz de eso, del aistcma de incentivos, empeei, el movimiento del aiio 62 --plica Yohnda Cajlrdo-."Po ue habb P t e que no estaba de acuerdo con el sistema de i m t i v o r , po ue trpb&n, habapban . , . casi se volvfan locos, y el puntaje a Mces nokslubh. ~nqueahiempezi,eldescontentopara la huelgadelafio62.Estofue el ouya motivo". Elt . aceleracibn del ritmo de trabajo era n d s dura para 10s urbr).dom m l r vi+$ que ya no mntaban con la fuerza y resistencia de la juventud para SDIlMSe Ice eele durde who b r a s de trabap infatigable a un paso y eficiencia que nu- antes h b h n experimentado. 'Yo a veces Iloraba, entrernedio de las m i ~ i ~ r . . . de w r que no estaba capacitada para tanto trabap que daban al d u , con d una a n b p o c d o n de miquinao de hilar."

os, 10s trabapdores se vdan obligados a operar cinco veces nds miqulnarcaaFdadorasquelasque habian atendido antes. lncrernentos semejantes Y ncvapon a ubo en &as secciones de produccibn. Alicia Navarrete recuerda que en hs salas de iejido "siernpre fucron seis u who dquinas por persona, per0 del aiio 62 comenzh a aumentar d numero de d q u i n a s que UM persona tenia que trabajar . . . y la gmtr antigua no se sinti6 capaz de trabapr con 16,25,30 dquinas. . . . Entonces por M fall6 la huelga. Fue ese el motivo, que le dieron tantas ndquinas a la ge~~te".'~

El sistcnu Taylor no $610 cambi6 la cantidad de trabap, sin0 tambien las condMones arnbkntoles de la Nbrica. Antes de la llegada de 10s especialistas de Burliyton, un viqo operadordemaquinaria explicaba, "no habia tantopolvo, porque la8 Wntamsnmatros Iar abrfamos . . . y las ventanas estaban cubiertas con flores, con pkntw. asi que no ne s e n ~ a tan mal uno". Pem, en 1962, "principiaron a cerrar las

Unas poque vinieron uno9 t&cnicos yanquis y dijeron que entraba muchoaire, que

UIS poderosos psh'ones.~

En la scrcl6n HI

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Estosco&sesGban igualmenteclaro~cu&do se tratiba de tehcionnsociales. Antes de la instalacibn de este nuevo sistema de trablb. recordah nostllniumente un antiguo obrero, "habb m4s compaiierismo, h u e cuindo ha% As poas dauinas la prente tenia m8s tiemoo de mnversar, de r e h e v chamtar. Entonces v& desbub la g&te no pudo"?' Anies, con el doble de trabahdores para producir'ia misma cantidad de hilo v tela en el mismo tiemw. los ruwrvisorcs de Yarur habian sido relativarnente tolerintes con 10s meos de'los trabapdOrc3, e induso partidpa- banensusconversaciones, peroahora "a lospfes la parecia malqucestuvierancuam o cinco rnaquinas paradas y la gente estuviera conversando" 14 Ahora ni las pausas para ir al bario wan sagrados. P un trabajador se demoraba mSs de u r n p ~ o s minutos. 10s iefes eran cauaccs de entrar a 10s barios y llamsrlos para que salteran.",

215

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de hombros h t e a 10s mhimosauhentos de s&l& diluan 1pvozpiuapmtestar. "Laraizdela huelga fueporlaexplotaci6nd~linoenti Maria L6wz. una teiedora aue habia trabaiido en Yarur desde llF41-. mayor &;sa de la huelga de'1962. . . que ldbia mucha e~plo tac ib" .~

Sin embargo, lo n d s importante p r a estos tmbajadores antiguos, era que por primera vez tenian miedo de perder sus empleos. Se@n un vie@ tepdor, "la gem antigua no crey6 que podia trabajar ad". Y la suspensi6n. despedida o reliro fonado de aquellos que no podian cumplir mn el tremendo aumento de las cargas de trabajp, confimumn suo peores temores. "Ya principiamn a controlarnos &, a llamamos para decimos tiene que trabajar mas, tiene que trabajjr d s dquinas.. . . Lo decian UN o dos veces, y despub lo suspendian no mas." "Asi es que nosotros teniamos terror que nos dijeran que nos iban a mandar a la oficina por el puntaje", agrega otro delosantiguoa'Serlla~a'~aoficina"delpfedepenonalll~6a~elgrantemor . de 10s trabajpdores de edad.

Toda esta ansiedad se vi0 exacerbada por la gran reducri6n en la fuerza de trabap durante 10s rimeros mess de 1962, y por 10s rumores de que mil obreros d s A n e l i n a d o s furante los meses siguientes." "Empezamn a despedir an' de dos a tres, de a clutro a diez ema an ale^", recuerda un trabajador de la &on Hiladosr Para la gente antigua, la advertencia estaba Clara: aquellos que no podian manejar tres ocuaho vecesdsdquinasdeloqueestabanacostumbrados,perderiansustrabajos enmanorde habajadoresds jbvenesquepodrian adecuarsea lasnormasnuevas, sin importar sus servicios pasados y lealtad a 10s Yarur. "No e s t h m o s acostumbrados a eso", explica Maria L6pez. Recuerda que todos sabian "que se iba a despedir gente y uno no sabia si le iba a tocar o no. Per0 si se sabia que tenian que mrtar a la mitad, corm milo dos mil operanos.. . por eso surgi6 la hue1ga"P Parad6jicamente fue este temor de perder IUS empleos lo que llev6 a mucha gente anfigua a botarse en huelga, predsamente la awi6n que n d s posibilidades tenia de desatar esa pesadilla.

El ternor de estos trabajadores de edad, muchos de 10s cuales habian trabajado dcmpre en Yarur, estaba asociado a UM repentina mnciencia de su vulnerabilidad.

..

1. Yd.nda G j d o , apb de 192. 5% c b u r m a n c o . ~ d e l 5 7 2 m. M ~ L ~ P ~ ~ O & I P R

216 61. AlkiaNlv&,~tode1972. 62. AhnTam.Xptianbndrl9iZ. 63. ~ s L n c o . ~ d e l m . 6). AlnuTona.*pti.mbrrdr1972 65. Marla lam qwto dr 1972

:I

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embargo, se habk basado en un &frat0 social impliclto erne el pbdn y sue empleados: un intercambio de kaltpd del babarador wr un tnbaio reeular v -0. A h o r a s u s h i p s h a b i a n r o t o e s e c o m p r o m ~ s o y d ~ ~ ~ l ~ o e ~ ~ c t o , ~ ~ e l a +&I de la fibrica. En el proceso, tambikn habkn roto los vlnculos Daternalisus aue unLn a 10s habajadorea con su5 jefes, revelando sus interem conflktivos y liber&do a lor trabaiadores paradefender sus interesescomunesen una &nconlunh. TorneYuur insis& en q i e no tenia ninguna intenci6n de des dire lo$ rnba)&30r&& vi+$ para reduar la fuerza de trabajo al nivel d p h o $ternnudo por el ssterm Taybr, y unode susayudanteslaborales ~ s i m p r t a n t e s ~ s t ~ que et problem6 noeftaba en el sistema mismo, sin0 en que habis sido introducido @n Y m r sin e x p l i i i o n s sufiaentes y de una manera insensible a la malidad de la fibria.@ Lo que niw.un0 de losdos vi0 kequeel nuevosistema de trabajo quelubfangestbnsdodkolvfa I'bs l a m paternalistas que sostenfan el sistema social de la fabrica, dejando a 10s trahpdores listos para rebelarse (y disponibles para el conflicto de clases).

Lo anterior aparece reflqado claramente en la forma C O ~ O habh cambiado la ~6ndemuchostrabaiadoresdeYarurrespectoaulspfe* Yarn 1%2,muchos **;cornparaban a Juan Yarur con sus hi@ deuna manera que era mala setial para

social dentro de la fibrica. "Los hips son distinms . . . llliis malos", afirm6 una !6%a demu6s una tekdora, con una rabia que el tiempo no haw apkado. Los hbjacjor& wian a Jo& Yarur mmo una figura arrogante, fria y distante: "Porn se veh. wmuegasaba asi, oliendo, parecia quele tenia ax0 a uno. Nunca convemba con

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expucstosanodones a mtea deentmf a Is marxistas respect0 a

polid& para muchos trr&jaddores j&encs, &nqw sus lemonu wan mds J menudo =ntida3queexplidtas. MiguclConchanaci6muru Iamii i i ;crm~na,~roapnmd~ de "explobcidn upialist." cuando adn em un mudumo,mientru trabajjba en una mina de w b 6 n en el sur (por 5 pew diariw), donde &mpaficror de Iribpp la e rwkron sobre la solIdaridad de chse. Como rtsultdo, apyab . a la Lqukrdi, ya que "cualquier pobre dempre buscr w Irdo"." A ohm, como Fedsrico Vlsquez, m i e n una poblaeidn obrera 4 n vlviend. onutrici6nnr&urdas, dn a g w poabk 0 C a k S pvimentadas- le ensehd lecci6ncs simiiam." En otm. su rctitud pblitlo mi6 de experiencus traumdtica: Amilcar Rubio coMNi) r ser Jlmpatizsntc comu- nista cuando. siendo nifio, v b en el p t o de San Antonloc6mo miliuntescomnnists$ eran transportados en une t rs pars ser ernhrcrdas a h Ida de Juan Ftm&ndtz. adonde hablansidocxiliados par CsbndConzikzVideL~ydeIaewl muchosnunca n g r e w n ) . "Entonces de ah1 me qued6 a mf eee dolor, eae rencot contra todos ba burgueses que deportaron a cumpafieror que tenirn h i p , )6vencs como yo . . . y no volvieronnuncamns . . . y esagenteemndbreroscombyo,luchandopmdbi~~r

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1 El movirnlento podia &dirigido porj6venes,p&ocomo perfettamente sabhn. oara d e r v e n c e r a ladireccidndel sindicatodelacomwaia necesltabanelapJyode ''la &nte antigua", cuya lealtad a 10s Yarur habia socabado bs anteriores eifuerms destinados a ganar "un sindicato libre". Teniendo esto clam, 10s fieles a Yamr habian carnbiado losestatutm del sindicato de lscompahia ra darlea 10s trabajadorescon mirs de cinco eaos en la fhbrica el doble de votos en E elecciones de sindicatoque a bs contratados m i s recientemente. Esto signlflcah que ningirn desaffo a la ernpresa podia tener exito sin el apoyo de Iw trabajadores antiguos.

h e l a intmducclon del slstcma Taylor loqwcre6 la oprtunidad de unira eshs doegeneracionesdeobremsen un movirniento rebeldefuerte. Lasnuevasdemandas y alto a t 0 social del nuevo sisterna de trabajo, d s el temor de ser des didos que acompMsu imposicdn, l i M a "la genteantigua" de su sentimientodeGltad hacia iosYarurykrhim verla~mportanciadetene~"undndicatolibre".Paralosactivistas pvenes que h r h n eaado fsperando desde 1957 el momento precis0 para desfiar a 10s Yarur, cowituyd el rnotivo que unificaria a 10s obrcros y el rogratna alrededor del cui1 tanto biviepscomo ~OsHWnes podlanmngregaarse: 4xotrosiucMbamos p a un andlcato libre y por el mes p a r a?io"."

Fue esls confiuencia de hechoo la que persurd14 a 10s conseepros de la CUI y ~ ~ ~ ~ ~ p a f a d a r l u t ~ d e a l o s h u e l g u ~ s t a s d e Y a r u r e n 1962. En 1957,lr rimeravez que se ks habhn ammdo gs,. pEdir awda en la erganizacibn de on Scsaflo a 10s Yarur (a rovcchrndo el am knte MC~OMI de descontento y la efervescenda social p u " s . porIapoliHcaeco~mladeCarlosIba~ez,u~comblnaci6ndedescontro-

da inflwldn y rusterldad fiscal), les habian dicho que eperaran un tiemp, ya que 1ascundklonebdentrodela fibncaerand~favorablco,debidba la lealtad de "la gente antigun" hacia lob hlps de Yarur. En 1962, aunque cI context0 nacionil era menos bvorrbk, 105 dlrigentes srndicales de izquierds concluyeron que la situation en la fdbrier Y w r estih madun pa" un nuevo intento de tomar el control del sindicato de la cornpalti. e integmr a su) trabajadores al movimiento nad0~1 sindical."Para Irdircctlva cornunirca de RNAlEx, b U b r b Yarur era "corn una teten que ertaba hirviendo hace ticrnpo", debido I log bios salarios, "un ambiente de mledo" y un h j i a I o c u m ditliptes m n "vendkbs rl patrdn", elegidos en elecciones fraudu- 1 e n t a ~ y c u l p ~ d e " m a l mnejodefonda"."Y e t a "tetedwhabia transformado en "UM d l a de pwsi6n" a punlo de explotar, por b ImpKiMn del sislema f a lor k 'wpercxplotao6n", mstw %xiales y reducnones de personal inseparables 6l.r

Durante Im primem meses de 1962, a medida que lavier ArciIfa y sus

4 i

'

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sindicato en julio 1962, deto mayorfdbrica texhl deChile. Tras ella se encontraba el sistema Taylor, quids sueW capitalista, per0 pedi l la de 10s trabajadores.

La huelga Yarur de 1962 se convirti6 en un esunto plihco maonal, crusando plCmas en la prensg y undebateen el Congreio, donde w hicieron indtilesesfuenoa para censurar a1 ministro del Trabajo p r no selva ardar la democracia del dndicato Yarur. Ls huelga misma dur6 nueve semanad, %endo el d x i m o la voluntad y recursos de 10s trabajadores. Por la intransigenda de Yarur se agrav6 el conflicto, las lineas de batalla se endurmeron, y tanto la wolencn como la amargura K intenslfi- caron en ambos bandos, ademas de cauwr daiios a la econom'a chilena, Rnalmente, el unto muerto a1 que habia llegado el enfrentanuento K vio roto pi la intervencidn der gobierno de Alessandri; este declar6 la reanudaci6n de faenes y nombr6 un interventor militar que termin6 con la huelga y despidi6 a 10s activistas que la habkn impulsado."

Como consecuencia de la hualga, m b de mil trabajadorer prdieron sus trabjos; si se 10s suma a aquellos despedidos durante el period0 antenor al conflicto, significa que el sistema Taylor habia de~ado desempleados a rids de dos mil obreros, reduaendo a la mitad la fuerza de trabap en Yarur y duplicando la productividad exigda a aquellos que quedaban. Mientras Jorge Yarur, ne aba hsber provwado la huelga, admih6 que le habia "ayudado" a reduar la fuerzafaboral de la fdbrica a un nivel 6ptimo mds rd idamente y en forma menos custosa que si hubiera sido a traves

todalafdbrica,ylosexpertosdeBurlington Millspodianvolverasuscasas.Su trabajo estaba hecho y se habfa transformado la fdbrica Yarur, al igual que la vida de $us tabajadores, que tuvieron que pagar el cost0 de la modemizacidn aclamada p r lo5 Y w r e imitada p r sus rivales durante 10s aiios que siguieron.

La hue@ de 1962 ayudd a 10s Yarur a destruir el movimiento rebelde de loa t,&+dores,a la vez queles pemih6 anular el desafioque ese movimiento q p h c a b a ,& su sistema de control social. Aunque 10s que habian apyado la huelga ganaron

amarga en la hieloria d fue dlo la cause inmedi

,

de enfrentamientos. E Ya en 1965 estaba mmpleta la instalaci6n del sstema Taylor en

221

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Cathy Schneider lnltituto de Montemy do Mud& Intonummah (Cnhfomia, EE.WS

El 11 de mayo de 1983, UM fucrte oh de protestas imrmpi6 en hs calks de Santiago. En su centro estaban 10s mismos barrim urbanos que habhn liderado la$ tonus de terreno ilegales durante la d h d r anterior. Esta repentina avllmnchr de protestas, despues de diet ahos de dominio autoritorio, fue consemencia direct. de dOs hechos simult8necs: la reorganizaci6n de bs barrios urbanos y el quiebre de Ir coaliO6n gobernante. En 1982, el exlndalo ue produjo el mal manep de la economia por ei gobierno militar him tambaleat las&isesdel r6gimen, y rbri6 hs pertas, repentima- mente,auncreclente movimientoo dtor Ycomosiunkhiwrehubiesequebrado, estudiantes, trabajadores y poblaEes &paron Ips caller pidiendo el t h i n 0 del

La caracteristica mdssobresllientedel movirnientode prolertadelossnoj 1983- 1986, h e su configuraci6n geogrlfica. Esto e$, las protestas no estaban distribuidas equitativamente a traves de 10s barrios pobrer, ni tampoco concentradas en bs sectores donde m6s dah0 hdbh cauwdo el modelo economico. Por el mtrario, el

I dominio militar.

eron de corta duracih, poque 10s que

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Comparada conPu&huel, la ZOM sur de Santiago fue apenas afecta-da por la crisisecon6mica de 1982. Losingresosmensuales(quecayeronen 1976a 15milpesos en San Miguel y 13 mil pesos en La Granja) bajamn enhp 1980 y 1983 de 36 mil pesos a 26 mil pesos en San Miguel, y de 23 mil pesos a 17 mil pesos en La Cranja (Encuesta Empleo y Desempleo). Sin embargo, en las primeras tres protestas, 10s residentes de la zona sur lucharon con fuerza y violencia contra la dictadhra. Los iwiddtesde Granja y San Miguel desamllaron UM franca rebelidn popular. Los'particifMnS-sen las protestas rayaron las Dawdes de las mblaciones drainales con cohsimds'&Iiti-'

'

En vez de destacar la fragmentacih y drsolucih socral, un segundo grupo de ~xi6logos, incluyendo a T h a n Evers (1985). James Petras (1986) y Teresa ValdGs (1987), apuntan a la creacibn de organizaaones vednales aut6nomas y a la f m a d 6 n de un nuevo actor social, el movinuento de pbladores, para explicar el surgimiento de protestas en e1 Chle autontario. Valdes, p r ejemplo, plantea que la prolongaah de la cnsw econdmica fortalecid las organizaciones poblacionales, que avanzaron a "niveles superiom de organizaci6n a nrvel de la poblaci6n, de la zona, y tambib de la ciudad de Sanhago" (Valdes 1987,296).

La informaci6n acerca del nuevo movimiento social no l o p , sin embargo, explicar la configuracidn parhcular de la protesta en el marco de autorrtarismo del r6gimen militar. Si las protestas de 1983 hublesen slmbolizado el nacimiento de un nuevo momnuento social en las poblacrones margmales, la distribucidn del descon- tento debid h a k e manifestado m6s equitahvamente, o bien, debid ha& concen- trado en 10s sectores donde se habian realizado las m i s grandes inversiones de esfuerzos en levantar nuevas organizaciones. Como Eugenio Tironi dice:

Desdelos pnmerosa~osdelr~imenmllitarsefuemnfigurandoenIaspoblacionesu~ pquena red de "orgmzanon- solidanas" . . . lquel tuvo como multado la temprana reactivaci6ndelos militant- politicos delas poblaciones . . Elllamado movimientode pobladom, sin embargo, se Eonfunds por completo con la militancsa politica que identificlramoo mbs arriba Cl'lrom 1987,72-73, subrayados del autor).

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I. PARTIDOS POLITICOS Y POBLACIONES. VISION HISORICA GENERAL

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est- pobladones tuvie lacionesquehabhn sido la wblacdn. encontraro

politicoscomo estructura suwriorvsemrada ~uadros wlLn ser estudianies de i &e media y aka, operaba como vanguardiien hs poblaciones, proporcionando la or anizad6n y la fuerza miUtar para desafiar al @bierno,pcronointerpaba alos poblaior es en lasfila$del partido. La didnci611 entre militantes politicos y pobhdores era aguda en estos asentamientos. Como observa Manuel Castells respecto a la toma de la Nueva Hsbana dirigida por el MIR:

El l o 1 wid de1 campamento cambiaba se& ks tsreas politicas y pnondades etable- cidu por el MIR a nivel naaonal. Durante el primas aflo, el MIR apy6 las demandas U & ~ V I S cemo una manera de conrohdar su posicidn en el movimierrro de poblildores y

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estos grupos. Su obje en un enfendrmiknto c

organizaciones de 10s +res. . . . AI cab0 de pocw mess $ u r p anunfios resp&to a quetalcantidaddenuevoareclutashan in~srdoaI.sJuvmhrdesComuniwasenIIs poblaciones en tom. Estos nuevw mllltantes de base actwban coma puente entre la direcci6ndel~utidov lasmmsas.dando formauntoaIrswblac~onescomorlDarlido

semovilizaron. Chando su diteccibn p U t i a b e asesinda u obltgedb a permmew en laclandestinidsd duranteel eolue de 1973, estasooMacionesouedaron d n u m base wutica fuerte. Muchas de est& bblgcione f k n "enadicahaa" y BUS midentea hocalizadosen otmslugares. Lasohaas quedamnrin orgsniuclbn pOlltica, y descon- fiadas respecto a 10s militantes ue vivian fuera de la pblaci6n. Los militantes, a su vez, tendiana reflejar las priorilades y mtarisms de la direci6n nacional polIHca. Estaluchaooliticainternaincidi6enelaltocostodelasprotertas.Nicl~,nlloaMros

ver el uno con el otro". do, en aquellas poblacionesori~MlrnenLeorganiaadaspore1 Partido lad6n Mgania entre el partido y sus bases signifid que cua& 10s

partidos be izqierda que d~rigieron tomas de t e r r e k , habian consfmido en La poblaciones una base sufickntexwnte fuerte 601110 para r@g@nemr la eonduei6n politica Como consecuencia, el nivel de movlliad6n en este t i p de ~sentamienkm dependia de los cambios en el ambiente politico mCIOnaI. Corn un nulitante expllca. "a uellos que organizaron o r i @ ~ l ~ k 10s camplmentas ventsn dede fuera de la po%laci6n.Nuncacrearonuna basetn~. lnc lusoahors , l~mrnl l i t~nt~pol i t i~que organizan la poblad6n, no viven a&. Siguen lau instrucciones de 106 dirigentes de sus mddos. Y ya que 10s partldos estan dividldos, 10s militantes que trabajan squi no

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C I r - -

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Nda", explica un pven rtidas en la poblacibn. endo la identidad colm

e6 pn dement0 esencial en la lacha:

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muy imprtante crear una

LadifereneiaentmVi diticultades que e-tm resisten&, corn el rol de

pedes haem w.

gosos esfuerzos por levantar la movil

2. POBLAClONES ESWRADICAMENTE COMBATWAS

En este tip d r b l a c i o n e , el hiunfo de cualquler d k espedfkadep kcngranmedidadelnivd p n l d e a c t i p o b h d o n e s , c m a c t a s p r l a s luchabpohticssinternas inupaces de mantener un niwl consrante de resistenda, pe ban mnndo funcienaba la organizacidn.

to Hmnida

Lo Hermida, ubicado en el sector cwiente d tiago, es la h s explosiva poblaci6n d e m o v i l i s a c i 6 n ~ ~ c a o c o ~ n ~ ~ l . EndiosdeprotestPnacional,l~~venesde LoHermldaenfrmtabnna lm tampeybalasconnada m4squepiedrasybamcadas. Per0 Lo Hermidti difiere de Ias poblaeiones d s m mantenn direccidn politica y resistir a1 gobiemo en El taldn de Aquiles de h poMd6n es su &Ita de d l i

Como b Pintann, Lo Hermida esti confo pqueiios. La parte bur de la pobhcidn WORS 1, ilegales orgnnizadas p r el m. Los sectores del norte ernn "sitios asigrdos':por el

230

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res tienen miedo y &tan involucnrw. si M t%era por la igksia, no h'nbria ningdn tip de moviliwci6n en estos mores. La iglaoia dr un espacio politico, organirn ollar mmunes y talleres, pro le responde a su mngrrgaci6n. si Csta no ea polftiu, tampoco lo es h iglesia. Cruz %grad% por qempb, eo una igl& qua %lo dentemente ha llegado a sar "consecuente" (consciente de su ml politico), sprendicndo de su congraga- ci6n.

En el M o r 5, en lo$ temnw donados por la Demomacia Cristisna, "no paw nada".

Lo que caracteriza inclux, a las pblaciones m.4~ combativas, es su incapacidad de generar una direccidn pblacional suficiente. Durante la Uhided Papular, Lo Hermida era una poblacidn autogobernada por la, bases, con un alto nivel de participacidn y organizacidn, explica el dirigente.

Intelmales del prtldo [Mral vinieron de afuera de la poblacidn para organizpr lu ocupaciones. Yo era, en esa kpoca, unode lor poco$ miembrosquemlmente vivh enla poblaci6n. . . . Dos dias antea del plp, 10s plincipalea dirigenter del MIR d+mn la poblaci6n y pasaron a la cland@stinidsd. Los diri entes de Lo Hermida asumimn la defensadeIapoblaci6nyelmstoquesignificaba. Ifninformmtequeerubabien =to dentm del ~ l ~ a y u d 6 a la DIN* a ubicar y mjecutar a todos lor dirigentei de la pobrdn. Lo Hermida se mnvirti6 en un mito. La vier pardia, desilurionada y destmida, 5610 queria esconderse en sus caias despuCs del golp

En 1980 las oeanizaciones comenzaron a rearticularse, p r o con nte nueva, en su mayoria pvenesque salieron de Ias comunidades cristianas. Le &sia llen6 el vacb que dejaron 10s partidos politicos, pro la falta de una organiacidn fuerte dc partidos politicos significd que aun cuando se pmntaban las oprtunidades, Ias organizacionescarecian de visidn paracontinuardsalld delacrisisinrnediata. Corn0 un organizador alegaba:

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la rabia de muchos as e insultos dirigi-

dos a 10s soldados, que con fmuencia Ile n apoyados por tanques yhelrc6pteros. Per0 los miembros de 4 s ai& enesta pogacibn son en su mayoria padWiS, incluso aquellos que parhaperon en la Unidad Popular.

Para el director de un taller de arte, un ioven de 21 afibs, "la prbbfundidad de la participaei6n en la poblacibn es de extrema importancia; d hay unh histona de lucha y organiucidn, el regimen puede decapitar a las organizaciones, per0 Ctas vuelven a kvantaise". "Sin embargo -explica otro din ente poblador mientras 10s pvenes aquihanpodido volvera kvantarlasJuntasde8ecinoseliminadasporel +gimen,hay poca prticipaei6n delos adultos en las diversas actividades de la blaci6n. Por lo tanto, tenem03 que apreder todo por nuestra propia cuenta; reciGmos muy p a Instw&n".

J3 p b l e m a no es simplemente la falta de instmcci6n. La falta de solidaridad Mica aumenta dcostode la participacidn politica. "Esmiisdificil organizaraquien

~Herrn i ruda"-af ima un joven activista-, porque 10s pobladores tienen miedo de partidpar: "Ladivisibeseel problem mayor-wstieneotrodirigentede20aiios . La gente tiene miedo de involucrarse. Hay muchos soplom".

"El RCQ o no estd solamente en las calles Agrega otro joven militant-; nos atPCan d e d e k4icdpteros. Aunque la represih estd rincipalmente enfocada sobre La Hermfnda, 'Sara Gajardo' time una tam mls aha 8, muertes". "La Herminda est6 mejm defendida ya que recibe mris respaldo de la poblaci6n. Hay mds militantes politiwt% hay mas comunistas'", explicaba un joven mirista.

Per0 en ' 3 r a Gajardo", \os comunistas no tienen mucha fuerza. Mucha gente d e m f f i deelloa, sintiendo que fueron utilizados por 10s partidos politicosen 1973. %pin el pirroa, del wector,

hay un p r o b h grandedelas bassrconlorpartidospoliticor. Existeuna tendencia por p~ed~I~partidospolit~co~ainteniartomarelcontml.ElPartidoComunislasiempre eU1 tntando de materst y controhr la% cosas. Reciben 6rdenes de afuera y no riempre toman en cuenta la$ nexsidades reales de lor pobladores. Exlrte bahntederilusdn. La genl*qukncrur rupropiofulum y no deja lodoen manm delComit6Central.. . . Los partida no r~empreron honertor y la gentelorvecomoutilitanrtar.Quieren socialismo, transfamar radicalmente la midad , pero los partido, no pamen ser apmpiadm para k t.101.

Comoen o t l u poblwiones movilizadaresporddicamente, el nivel demviliza- ci4n&dependedecondicionesextemas. En el parodel 2 y3dejuliode 1986, por ejemplo, la participaci6n Seg6 hash N punto mdximo, afirmo el pdrroco.

La ratdn principal he una buena campafia de difuridn y propaganda, y un buen esfuerzn por parte d r la% organizacionrs. Habkron con pad-, dueitor de negocior, chokns de micro, sindicatos. La convoatoria era mlr amplia; incluia 10s sectores mdiory hrindicatos.Cnaron Iarcondicionu ara realiuralgoconcertadoy masivo. La mnripn. de la arrmblu e n "todor ]unto$ya!rnismo tiempo". Los paror nadonalet dcmaru,dc1984yoctubrrde1985,tambi~nheronexitososporrazon~similaresala.

232

, ' . ~ . ' \ ,

-1*1#Jo

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Sin embarp,en 19BBaummuS lo con8uaa, a p ~ d o s p o l h i m s y l s c l a r i d d d e s ~ n u e ~ s e s b a N o h e espedalmente fwrce delndo a la mndu

"Hay butante represi6n en la poblaci6n -agreg&, porque h poblaci6n es de importanaa estrategica y hay muy p a organizacibn aqui para defenderla': (Mien- t n r converdbamos, Iw militares llegaron y cornentaron a disparar hacia las cams e igkds, aunque M existia ningun tip de protesta. Los disparos continuaron por cuatm bras i n intemrpei6n).

3. EL FOCO 06 LA LESISTENCIA: LAS POBLACIONES COMBATIVAS

l~rpoblacionesquccrgieron como el centrO del movimiento dewsistenciaen 1983 fucron aqudlv formadar por el Partido Comunista. Los militantes politicos que artulbmenert.spobl~ionervivirnahirmrmo,mantenlanuna relaci6nog6nicacon Iw pobladom, y hachn bastank m6s que organizar protestas. Or anizaban actos plbllcoo para fortakctr 10s vinculos dela poblaci6n y revivir Ias tra&ciones cultura- l-, y cream nuevas f o m r de democrana a nivel de las bases.

la victoria

l6metros cuadrados, con omas de terreno enchile. delosparticipantesde la

E t n p z a m L organlras L toma Js ternno 4 s me= antes h b junt6bamos clandes- 6namsnteendiknMosuors.. . . E l d l a d e l r t o r r m l o o ~ a b i ~ n ~ s ~ ~ m n . H u ~ guinccmwatmaraiadd M o y d @ l a r e n ~ ~ r d ~ . S e n ~ a m o a m i e d o a l o r ~ i z a m o s . tr wildmid@ era ~IKIBIBL.. . Slmptmente noa quedamos en el t m o hasta que el pbhnm -6 vendernos 10s detechos.

PWO la organiacih poblacional no f e d n 6 a1 lograr obtmer 10s derechos de vivlmda. "En clunto rrcibimos loa derechos del temmo. emwumos a oreanizams

234 nuevamte", matienc Maria, UM representante de la Junta he Vecinos d&e 1960 a 1964.

pan burcu a da de la municipalidad, d a p & de la CORVI, pan p d b h , etc. era un punto clave.ko tenhmcw 'pa potable.

m(g pctidones al Consrep0 y a1 %ado, per0 habfa muy poca Nstiaa. Continua-

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rrihca respecto a la e' iosochtmta". Aunquesonlosj6venesIZl;qti~partici~ son InSYdiFeCtas. v forman Dartedeuna dtratwia m

235

m- -__ _ _ colectiva y la ex;erienaa i e organizad6n de La \ partidm clandestinos de la inhltraci6n rmlrtdr.

CuandoLaVictonacelebr6elaniver~ariod~latnmadet~oddlaCr . - I ._ -- . eon diez dias de festividades. memomas fraditiom dna mil personas aslstieron a la mremnia de el

domini0 autoritario, en obtener el reconodrniento oficial p r a una Junta de V a n o s democrtitlcamenteelegida por 105 Madores. En realldad el procesode democratiza- a6n egtuvo I n t i m m Z e hgado aEcuerdo a que lleg6 durante la toma original.

Connoexplicaba unode losmiembros de 14 p r i m a Junta de Vecinos democrb Umm@nh?ele@da (unrmlrtantedeI2quierdaCristiana),laocupaa6nde Hermindade la Victoria en I967 se eneontd con una fuerte represi6n militer. Tremta personas mUriW0n durante b nueve meses de lucha, incluso urn niiia, en cuyo homenaje se

t@ se lleg6 a un acuerdo con el gobierno. Lw Sector vacante, y se les vendiemn 10s derechos de

rporaci6n de la Vivienda

a de 10s dirigentes

Araya, d ex presidente del cumiM de IosSin Casa, y la Metropc- M@n@ ~~~~$ (la organtzad6n cooniinadora de la$ poblaciones, yinculada a1 Pavtldo ~omnl9tp) iniclaron una m e de reuniones en la poblacih. AVEC (Aeci6n VecmalCsmwn~taria),o~nizaeihli.gadaa laIglesia, tam%& partici ba. La idea no

deredros de vlvienda, rino tambiCn por 6 derechos en infomame de lo estipulado por la ley. onviraeronen k bPaedelConut~$dePobladadores, que

rantizados m el contrato original de vivi rmtoqwgamnti~baque tdoslosacu lb un mlembro del comtg.

con rmenazar Lw Madwe$ *e comenzaron a p t r r para -bow cQIl rbognE L% primera r m r u neg.ron currents, f: w$u& dobflenfar, la teeera rdntkon quinientos Postmormmte, no hub0 mhs

m w n o . . Nw juntamoa afum de b Juntn de V & m ofids1 para dmunaarlos pndinon con repwi4n &rami, tntando de dlminmr d ComitC de Pobhdores

Page 269: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

Pedmfueelegrdopresidente El y yo&amoslosdnicos nommun~stas Fuimoselegidor en junio de 1980 El 25 de dlnembre de 1980, orpnizamos una fiesta de Nundad pan celebrarnuestra vxtona Partmparon? 500 nlfios,y todoslospobMorermntnbuyemn

Losdingentes polihcos, sin embargo, no fueron capces de rnantener la relacidn

Nuestm roblemas se iniciamn cuando nos obligaron a usar la oficina de la Junta de rY-ecinoso&ml. Deesta manera wsamosaderxnderdela Municipalidad.~~iendoPsi el contact0 con 10s pobladok Se nos em& a l a r a cargo d; 10s tra6apdorer del Program de Empleo Minimo Se nos dio la responsabilidad de mantener el orden durantelas~mtestas,cnt~candoaccordevandallsmo Estod1vidi6muchorlapoblan6n.

, . - I

un p p o de antiguos dingentes del Partido Comunista argumehtamn que lizado nuestra misi6n. que ya era tiempo de llamar a elecciones para w

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Yun ay e5 una poblaci6n pequea de 14 mil habitantes, cuyas calles llevan 10s nom%resde los hombres rnHs destacados oernblemdticos de la Unidad Popular, como Salvador Allendc y Victor Jam. Esta poblacion 110 era tan d o UM de las rn6s combdtivah sino que ya en 1986 pseia una junta de Vecinos dmwdticarnente elegida y funcionando en su totalidad. Es tamhen UM de Ias pocas poblaciones combativas cuyo origen 110 h e UM toma de terreno. Fue organrzada legalmente por el Part& Comunista durante el gobimno de Allende. Por lo tanto, Yungay ofrece un cam ideal pars el andlib: es una poblacicin cuya identidad colectiva surgi6 de una rrlaci6norginica conel Partido Cornunista, miis que corn una experienoa visceral de toma.

El p i m o d e la p b l d n , unespecialista derenombre mundial enel desarrollo deI~Igleoirdelpueblo",aostienequeenYungaylam~duradelospartidospollNcos ywsraicespmfulEdasenlapobldnr(nlespermitcn trabajarenconjuntocon la Iglesia trai un W v o m u n . En pobhcionm sin U M larga hadici6n de organizaci6n. tanto lor partidos politicos corn la lalnia tienden a mwr v dlrieir d&e afuera. cavcndo

'

b y m& mdumz, tanto en kx prtidm pditica, corn en la comunidad crirtirna; hay I& gsrtkipui6n d~ 11s buns en ambos Lad-; p r lo tanto, hay m d s pobladorer integrdo) sirnultlnoammtc a Ias do# organiwonn. y m b vinculorentre 10s mmn- brm de rmbw.

Lo$ inlegantes de la prlmera Junta de Vfflnosdemocrdtica tambiCn subrayan el rul euawial 'updo por la IolidarMad politra en la monstrum6n de la democracia a niwl local. besdc 19Tj a 198.4, por epnplo. d alcalde h e designado por la junta miliIar, que hrnblin mrnbr6 a la p a veciml. Los pobladores, sin embargo, qwrfan el@ a -3 propios representantes, y a d en 1979 mvkon UM sene de reuniones con ab@as, con el fin dc conreyir autonzacidn legal para tener una Junta de Vecinos degkla. Ya en 1984 M n creado, a travCs de UM wrie de rcuniones por cuadra, un cucrpoderepreamtantejdanda settordela poblaci6n. Los rcprwmlanresdecuadra eligeron d m clelegados para formar la nwva Junta de Veeinos demodtica. 'la

Idh enten partidpo en la selccci6n --explica el presidcnie de la junta de

cmbanamos en un plan de accih. A medida que cornenmarnos a pmducir ideas, 238 deapertamosala p t b r i d n . l~~iamo~lagesti6nconmuchoimpecu. Primerocrearnos

UN %de y pcdlmos un tel6fono a la rnuntdpalidad; Ips dijirnos q w Iw Ilevariamos a juicio ri no satidadan n w n peckion. Pan evitarlo, debhn Lr con Iu)mrm a una notarl. y finnrr b papeks que nos daban el dcrecha a un tel&mo. Aceptamn, ante locudredactamosucu~aracl6npliMicayuncontratoque~ubledaelcompromi-

eo e c ~ n o ~ . Luqp deafiamor h legitimkiad de la Junta dc V e d n o s ofioallsta, y nos

Page 271: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

tad0 a trav.5~ dela tarifa (cobraban 20 pesos por cd poblaci6nenelsector

gUe teI6fono. y en dioem el

PEsidente de la Junta de Vecinos--. Se mmenzaron a involucrar d s en el p'oceso, Wabpron mds. Con unidpd y democracia, todos 10s sectores de la poblactbn puna-

1 0 s vecinos cornenzaron a tener mhs confianza en nosotros

Luego la Junta de Vecinos abrib una biblioteca, la primera en el sector; la llamaron 'Biblioteca Pablo Neruda'. "Todo esto lo hicimos solos", rfirma orgullosa- mente el presidente de la Junta.

No recibimos ayuda de nadie fuera de la poblaci6n. ni econhica nx material &spuds, comenzamos a construir Vedas Nuncr habiamos tendo voledas, y ahma hinmos cinco mil metros Los vecinos colocaron el cement0 y la munmpalidad pmpmc1on6 el rest0 de 10s materialel Dilemn que nos lo$ habbn dado, p r o en realidad no fueasi L o r materiales ae compramn con la plata que ellor acaban de la mlsma pblacidn Ellos tienen que pmporcionar estas msas mn fondos municipales

Pero los6xitos de Yunaav no eran solamente materiales. Con cada lucha exitow. 10s pobladores se hacian rn& audaces desarrollaron m6s confianza en ellos rnsmos y una conception mas arnulia de sus derechos mmo dudadanos. Como observa el presidente de la nueva Jun'ta de Vecinos democritica:

Le dilimos al alcaldc que nosoiros compramor la poblac~dn lniciamos la construccrdn, y nos mbaron. La municipalidad ha rido c6mplico en est0 Nowtros pagamos UM vivienda urbanizada toralmente y no hemos recibido nada deeso Solramos pensir que hayqusdaralgo pararecibiralgodela municipalidad. AhoraexiBmosaqu$loquer;or corresponde como ciudadanos de este pais. Exigimos lo que es legalmente nuestm, exigimos nuestros derechos.

La solidaridad poblacional permiti6 a la Junta de Vecinos desafiar la legitimi- dad de 10s revresentantes desimados POI el aobierno Ello trap mmo consecuencia quela poblacbn reafirmara su Goluntad dem&critica. explica efpresidentede laJunta de Vecinos:

Cuando exigimos estas cosas, la otralunta de Vecinosno se pronuncia, por miedo de que el alcalde simplemente 10s despida Por otm lado, nosotros tenemos la pblacidn de nuestm lado No nos puede echar, 61 no nos conmt6. Cuando trata de hacerlo, la poblacidn dice no bunidad surgede labasedemocrdtica Siempreha existidounagran solidaridad en la pblacidn, y un gran deseo de lucha contra el rigimen Sufrimos muchoSin embargo, nunca tuvimos el nivel de partmpacdn que tenemos ahorn. Hoy en dfa mste m6s comprensidn, mds unidad, mds solidandad.

Mynas veces usamos la ley psra presionar, p r o generalmente u5.1mos a la gente misma de la poblacidn para que presione Cada semana tenemos una reunidn en eada ~tor;sempreestamosen reuniones. Eln~eldepanicipsci6nessupenoraldeL Victoria [otra poblacrdn combativa ubrcada en San M~guell. Trabapmos resp+tanda la democracia en las bare5

Page 272: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

I ,

III. CONCLUSIONES

En cod~skspoblacionesmenosc~tivas,lospartidospoliticosylosmilitan~eran mirados con desconfianza. Loa militantes aue trabaiaban en estas mblaciones usual- m t e vivian en sectores de clase media, ieso hac6 que 10s poblidores los conside- raran oportunirtas que explotaban el sufrimiento de 10s pobladores para su$ prop& sitos sectarios. Log militantes, a la vez,frecuentemente respondian con UM rigid- y

tisno que no se encontraban entre 10s militantes politicos en las poblaciones P s combativas. Esta tmsi6n entre 10s militantes-wliticos v 10s cabladores resultaba en un estancamiento politico. Los residentesde k t a s pobl&ion&a mnudo erpresa= ban UM frur(rri6n profunda v un plan enoio. wro urecian de la direcci6n v organluci6n neccaaribs pan actbar &esas f;u;&adones. lndusoen Lo Hermidi, una pobl.ci6n his t6r iumte mas cumbativa, la rnilitanna radical de 10s Dobladores fw htlgada por la debilidad de lar organiuclones polihcas La situacidn era muy similar a la de 'Sara Gaprdo", donde 10s pobladores observaban que la represibn diridda m n m Hemunda de la Victorlr two como resuitado d s vichrnas en su pro$. pobhcl611. 5610 nundo una coalici6n no partidana, de centro, como la & m b b de la Civiltdad, lidrr6 loa llamados de protesta, estas poblaciones se movillparon.

La$ bniear F a c l o n e s que estaban altamente movllizadas en 1986 eran aque- Ilas aw bbfsn ado ueadan aor el Partido Comunista. Sin embarw. est0 no era simpfemente un sign0 del eduerzo y perseverahcia de ese conglo&rado En 10s barrios donde el Partido Cornuniits no tenia baws hist6ncas. o donde obededa a pnbrkkdes impuestos desde fuera de la poblaci6n. desconhaban de ellos y SUI eafuerzos por owruzar la reaistenaa fracasaban.

El Partldo-Comunista y la resistencia sobrevivieron en las poblaciones ma@- ni leshad~lmentecomuN~as ,yaqucei trabapdelpartidoen laculturapopular, antes de 1973, hrbh credo UM etneraci6n Mbil de militantes de base. camz de mantmer el npyo de la pobl8c1&1. En todes aqudlas poblaciones oripinaimnte fornudm wf d Partido Comumata. 10s militantea de base constituh UM mrte importanted. la estructurd social. Per0 el exito o akann de Iasaccioner de &testa no e6tab.n dekrminadar por los mlitmtes considerador individualmente. Muchas vaes fueron aseednados 6 detmidos, y entomes los reemplauban oms pvenes, haredmordela m i u ~ tndici6n. (Inclusolospirrocosdee~spobkcionesmarginales

ban a tpner un rol d s ~ctivo, porquelos pobladores &i@n el compkrniso EO de 8- Mcerdotd. Lo importante &a haeta que punto la solidaridad pobla-

c h * l y UM viadn pditica compamdp habian hecho a todos JUS integrantes potencia- lea miitan4a

Estonoslgntfiuqued PartidoComunIsta fwnd h i m partidoactivoen Chile durante la resistencia de 1983-1986, o incluso en lar mianas wblacionck Primeto. en general bnmilitantesde boaeeran mirictlvosenlrsquetradr.d:cionrlmente habiansido

Fmpcmmm IS, loso

permitido que la poblacidn no .%lo legimen, sin0 tambi€n restablecer la

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as poblaciones donde

Navia . . . La Pintana". de pobladores eran activos y estaban

organizados entre 1983-1986. Como Guillermo Camper0 afirma, "a lo me@r el 10 o 20 p r ciento delos pobladores estaban organizados. Aquellos queno estin organizados tienden a apoyar a 10s democratacrishanos; aquellos que si lo estin, henden a apoyar a 10s comunistas". (Entrevistas en Santiago, enero 1987). En realidad el ml dia 6s tico del Partido Comunista el aiio 1986, a1 selialarlo como el aiio dksivo, se gbib precisamente a su incapacidad Dara distineuir entre la wblrnon achvista vel mucho

r - - ~- - z d s comrin poblador iautelosd y pasivo. " Entonces, en su mepr momento, el Partido Comunista funcionaba como una

fuente de cultura y direccion politica, que recogh la esencia de la experiencda y creatividaddelaclase trabajadora.Fueestacualidad laquepermiti6quelaspoblacio- nes tradicionalmente comunistas asumieran la vanguardia de la resistencia. En su

. peor momento, el Partido Comunista intent6 hegemonizar sobre el movimiento, perdiendo el contact0 con las bases en el roceso Vemos claramente esta tensi6n en la diferencia entre el &it0 de la Junta de &nos de la poblaci6n Yungay, y el frscaso deunaJunta similarenHermindadelaVictoria;elfracirsodela~ltimaesconmuancia directa del intento del Partido Comunista por qercer el control hegem6nico. Como dice un organizador comunista,"estibamos tan preocupadosde controlar la5 organi- zaciones sociales, que no nos dimos cuenta de que una vez logrado ese obptivo, 10s otros partidos las abandonaban, aisldndonos de las masas".

En realidad, la habilidad de Ios partidos politicos para sobrevivir el gobierno autoritario y mantener oposici6n a pear de la intensa represib, era conmuencia de la cultura popular que habian enerado durante 10s afios previos al 01 mijs que de las estrategias politicas seguifas por la direccidn nacional despuis g 1 9 8 3 . Fue la fuerza de esta cultura popular la que permitib, incluro a 10s partidos politicos d s reorimidos. reeenerar su direcci6n Dolitica y oraanizarse localmente despues de que s;direcci6n Glitica tradicional fu&a ejecitad;. Sin embargo, iqu6 pa.& con 10s &litantes de base y organizaciones populares ahora que 10s partidos han vuelto a la vanguardia? 2% volverdn obsoletos por el regreso a la politica tradicbnal?

Hav varias resouestas a esta Drermnta. La awrhua democrdtica creada por el I - - _ -

plebiscite de 1988 y I: campaiia el&to& alent6 i n florecimiento de las actividades p&ti@sdebase. Laspoblaciones tradicionalmentecomunistasno hanestado solasen estn. La cualidad eswcifica de estas poblaciones, que permiti6 a organuadores y

de base son desmovilizadas y sus

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' ' " ' r " ' ' , -

LENA, FERNANDO IGNACIOB JAMBS Psnus

Vol. 13, no. 4.

Dadtonhip a d Pobtid Dlbscnt. London. Taviswk

Urkn Latin Ammc~~. Austin University of Texas

1969 Tuaao Poblachms: Infome prelimmar robre atuacidn y aspiranones de Gnrpos Marginadoi an el p n Santiagd' Santiago Pmgnma de Sa~oloeip del Deumrllo de la U d m i d a d de Wironrin. Estudio en Areas M a p a d a s de h h a p de Ode. 1%El%9

'The Mobilization at the Grassroots: Shantytom and Resistence in Authori- tarian clulo". Ithaea: Conell Uniwrlty, PhD. diowtatlon.

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SCHNBIOEF. CATHI 1989

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UNNSRSIDAD DE mlLP 1936 E ~ l a n p b y & m g b o ~ 9 ~ 1 o d 5 ~ . s . n t i s g o : Universidd deChile, De

parhmentu de konomfa (COpL pwod).

Page 275: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

1 .

Page 276: Bajo Pueblo Gabriel Salazar
Page 277: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

lexion hist6rica : D m A

A

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El tiempo de la modernidad’

Las falsiftcaciones del pusado

sentido, de funcibn intelectual, de estatus social, bajo la arremetida de la moderrudad.

Apnmera vista,an embargo,el pasadoparece ocupar un lugar de privile io en el pequeiiouniver- so mediltico y mercantil & la produccibncultural; el pasado se ha convertido en un material de vasto consumo popular. La televisibn multiplica las se-

Vollendam (Holanda), en el Berry franc& Aubigny, Williamsburg en Carolina del Norte. La alma de or0 en este g6nero es atnbuida a una ciuiadela de

~ 1 9 , 1 9 3 0

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de la revoluci6n se nos invade hov

10s cpnpos suecos, 10s visitar innumerables

nas o europeas, so na de perder de vista comple- tamente las v e r d a k a s prioridades de sus pmpias sociedades, o cuando loo campesinos franceoes son obligados a entrar a toda velocidad en el modelo aero-alimenticio industrializado. so uena de en- d&darse en esta carrera por el produ&vismo y la sobreproducci6n invendible -en nombre de la modernidad en 10s do, casos-, es al pasado a quien se recurre parr apoyar esas operaciones de intimidacidn; cle juega con el miedo de 10s interm- dos a aparecer como 'atrasados".

Si este chantap a la modernidad hace fre- cuentemente referencia a las tareas del pasado, es para acreditar mejor la pretensidn del presentea la infalibilldad eufdrica y a la necesidad hirtdrica. La, tareas del pasado resultan bien cdmodas para ocul. tar las heridas del presente y dcoviar la atencion de ellas. El recuerdo del pasado ejerce en nuestra cul- tura politica el rol de U M referencia de camuflaj?, ayuda a exorcizsr las mutrcioner traumiticas del

resente. De Gaulle llanuba elocuentemente a la 'Francia de siempre", mientras involucraba a la sociedad francesa en un proceso de americaniza- cidn que fue la piedra angular de toda la v Republi- ca;' Ronald Reagan invocd durante ocho afios 10s valores pioneros del siglo XIX americano para facili- tar la aceptacidn de lor ri ores de la liberalitacidn econdmica, los progresos%eIa"nueva pobreza" y el fin del suefio democrdtico legado por el New Den1 rooseveltiano; en suma, la modemidad sin artifldo ni piedad. La arcaica Guerra de las Malvinas, en la misgrande tradici6n militar del Imperio Britinico, vino Just0 a tiempo para asentar la autoridad de un gobierno thatcheriano que dejaba, sin importar sus costos sociales, a1 puro mercado como irbitro entre winners y loosen:

e ocupando entonces un lugar de privilegio en rcultura de la modemidad, es en tanto pasadoProteo, cuyas funciones son tan diversas, cuando no contradictorias, hue subrayan

Si el pasado si

247 . ._ . . . . .. .

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su carp* dislocado y des-construido. Es,.por lo mismo. a trav6s de sus m~ltiples funciones, un pasado exterior a nosotrov. Sea bajo la forma de

asco o marca de

a extnnjera, como

na relacidn de

histdrica a la vez como continuidad y discontinui- dad, nuestra percepcidn de la dimensidn temporal se degrada y diluye en lo inmediato; el eje quenne el pasado al presente y al futuro esth dislochndose bajo 10s golpes de la modernidad-mundo. .

Lo efimero y la durucidn

El tiem ode la modernidad se contrae en lo inme- diato y fbefimero. El fast-food se elabora en lo inme- diato, es un pntchwork aleatorio, niega el arte tradi- cional de loscocimientos escalonadosen el tiempo, la maduracidn plural de gustos y sabores, la combi- nacidn de ingredientes que se armoniza progresi- vamente. Losrelojesdigitalesya no indicanel tiem- PO como duracidn sin0 el momento efimero, mien- tras el movimiento de 10s punteros del reloj inscri- bta el tiempo a traves del espacio y hacia percepti- ble su progresidn en referencia simulthea a un pasado y a un porvenir.

Nos instalamos asi en la etica del instante, el imperio del nano segundo, el culto de lo desecha- ble, el horror a la obsolescencia, pero loo desechos y resto) dejados por estos productos tan rhpida- mente degradados se revelan de una longevidad temible.

El intelecto tambien se instala en el instante. Las "news" audiovisuales no son mds que lo "pr2t- 8-jeter", son olvidadas al momento de ser consumi- das. La traduccidn automPtica (Ilamada "tradbcti- ca") opera or el juego de equivalancias mecinicas y rechaza ya experiencia personal adquirida pro- gresivamente por el traductor, su "savoir-faire" conseguido con el tiempo. La "informacidn", tan celebrada c o r n instrumento de rendimiento eco- ndmico, reducida a datos transitorios y constante- mente reformulada en funcidn de la evolucidn de la6 situaciones, se precia de eliminar el saber en tanto roceso acumulativo.

!n un nivel mls abstracto de la teoria econd- mica, jacaso no podemos interrogarnos sobre la ex- pansidn del sector terciario como reduccidn del valor a lo instantdneo? Viajes, especthculos, acce-

~ U , I ~

s6s a un banco de datos, llamados telef6&& valor de todo servicio o vrestacidn del terciario realiza en lo inmediato, por el mismo hecho de su disponibilidad dirkfa. El valor de 10s productos del "primario" (agrlcuhura, mineria) y del "secun- dario"(artesanado,industria)seitWnbia en el tiem-

sociedad sincrdnica integral del v ("Just an time") La categoria "bloque de programas" inscribe

la gestidn programada del tiempo social en la dis- continuidad de lo inmediato. un proceso rogresi- vooquedeberia serlo,asicomoeldesarrol%deuna ciudad, se resuelve en una sene de accionw a corto plazo,demomentosala vez burocrhticos y tbcnicos que no tienen pasado ni porvenir y que estin dlso ciados unos de otros

La vida personal esth tambien prd rnmada de modo tan estricto como la actividad defw festi- valesculturales, lasfirmasindustriales,lascrsasde edicidno loscanalesde televisidn. Laagendasobre- cargada no esel privilegiodelasprofesionclslibere les y del "terciario supenor". En caw dsenfmne- dad, tcdos hemos tenido la experiencia de Is M e - cisidn frente a tenerque"desm0ntar"undia~~- mado con anterioridad. Frente a la complefird de la operacidn y las pkeocupaciones que

mos llamando asisdlo programan de manera

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uee p&O. EI,$adMo econ6mieo del Eimpo va a la par

JU progan~c16n social. Haee aglw que el bua-

un ti&G social y afectjvo completamente

&!As pfs 1- qae am%* des humanas;en wma,un

ancial a la praxis humana.

Estctiemporigidoycuantitativoepel tiempo que Occtdentz impone a1 reato del mundo a mpdida que @e instah el mmado rnundial unificado, e1 toctlo-EoBmo, el nuodelo de homo molldfnlis m#dmU‘-

conmtane. Diucutir, entre lunakaa o c6n lo$ bla& COS, 011 tomane el tiempo para discutir. Este tiemp kanaka est6 fundado en el recuerdo y la mnnivtn- cia. De generaci6n en gcneracih Y transmite la

r r fk de 1.5 ticrrro y 10s acnderos que materls- T O s lmahn 18s rdadoncs entre clanes y entre tribus, 10 que el “cantonamiento” colonial, el encierro en SUI reservas, pretend16 borrar. Lw kanakar no hablan flcilmente de IU paudo, ni siquierr de sua rufii- rnlentor pasado$; este iilencio no er el silcncio del olvido, rino el de la interiorizrci6n en la duraci6n. (Cdmo el pequetio fundonario blanco, atraMo por Ias primas y privilegior que otorga Francir protu- wrmente en sus territorios de ultramar, pars quicn las rigidecer temporales del rpanto estatd franc.% en Caledonia son parte integrante de $u propio pcder; c6mo el pequeho agncultor criollo, instalr- do en un liempo fragmentado e imrte, puntuado rolamente de 10s Cxitos y fincaws tndividuales, definidoentonceen thnmor mercantile% podrian captar lor lono) y sutiletas del tlempo kanaka?

El tiempo disuclto y la memaria andnima

El tiempo tal y como lo modela la modemidad es un t impo desnaturalizhdo, des-reallzado, dwadado 249

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sueno son definidos por las exigencias de las ml- quinas; 10s obreros se supone deben ignorar la ahernancia de 10s dias y las noches, per0 sus cuer-

violencia insidiosa bajo la

comer de todo en cualquier momento; el calendario alimentario anual es puesto "en encefalograma ilano", es banahzado, aculturado.

La hora de verano "a la francesa"-iniciativa le este pais, conocido por su propensidn a las sofis- icaciones burocriticas- introduce un desfase de

dos horas en relacidn a :a hora solar "verdadera". Bastante para provocar perturbaciones del sueiio, de la actividad cardiaca y de las secreciones hormo- nales, no s610 de 10s niiros, sin0 tambien de 10s trabapdores a1 aire Iibre, de 10s agricultores y de loa enfermos, asi como de todos aquellos que siguen ligados a 10s ritmos d a r e s y a 10s ciclos naturales par razones biol6gicas o profesionales

En una escala infinitamente mas grande, 'no esacaso el tecno-cosmo enter0 que entra en conflic- to con &os ritmos naturales de 10s bosques y lagos, de las napas fredticas y de la atmbfera? Estos codsterna$ son a la vez de una gran estabilidad y inb gPan flexibihdad, descansan en equilibrios omplqos que son posibles de reconstituir, pero a itmos muy lentor y progresivos, resisten mal alas igresiones aiolentas y repentinas de la tecnica El dstema de sutodepurae6n de 10s lagos no puede acompaiiar" 10s vaciamientos masivos de las cloa-

cas, loscualessirven solamentea Iasalgas llamadas "Qutrdflcas", que prolife:an acaparando el oxigeno disuelto en el agua y condenando a muerte a las otras especies vegetales y animales El dispositive dehltracidnnatural delasnapassubterrineasnoes

de absorber las dosis masivas de abonos s que reeiben en las zonas de a ricultura rnr" En muchos paises hopicales, k Revolu-

cidn verde, e n m camera por lograr cada ve2 mayo- res rendimentoa y cor IUS siembras demasiado profundas, ha roto 10s rirmos naturales de recons- titucidn del humus en la superficie de 10s suelos.

El nempo deviene sirtema. El tiempo llama- do "real" -sobre el que se funda Iacaptacidn infor- matizada del trabajo industrial, la gestidn informa- , t1ca instantlnea de losstock comerciales, el control

250

p r v p c l m 19, I990

El espacio-sistema y el tlempo electrhica no se organizan de acuei'd

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tiempos modernos son

C O ~ O sobre el h e m p perfecta de la red ferw- loo trenes se detengan

de las gr&desciudadesdeOccidente, a aqudlor de lo3 "Estador-Hbricas" de Asia Oriental y a 10s de

lugar de trabajo y de resideniia uealsrga coneden- blemente. No se puede responder a Ins exigencias crecientw dc la vida moderna, hacer lor trdmites sdrninistrativos, organizar la vida de lor niRos, isegurrr el buen funcionarniento del hogar, sin entrara unagimnasia temporaLqueer t o d a v i a d s agotadora para lor nervi- de la rnupr que trabaja.

Ricoso pobres, todorcedena lapresi6nestre- santedeloinmediato.Sevive,lodeciaOrwell hace ya medio siglo, en la "obsesl6n de un liffing perm- nente", % mrre detrAs.de la moda fugaz, wmos atrapados por el 'must "eflmero, recibirnos cotidia- namente el bombardeo publicitarro en favor de lo nuevo. La presidn de la informacion inrnediatr transform la vida cotidiana enanticiprcibnangus- tiosa del manana, y asl cada dia pierde JU realtdad viva y especifica. "Lo que es grave con 'el Tiempo' -dice el humorista franc& Cavannaes- que an- tes, cuando no teniamos informes meteorologicos, si era un bonito dia, godbamosdel sol; pero ahora que sabernos que va a llover al dia siguiente, ems mismos rayos de sol se nos estropean".

Rim o pobre, cada uno est6 obligado a llevar ung vida personal separada en ternporalidades mul-

251

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imbrrceciow de lea, estams sblr

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laboral, las vacaciones, y naturalmente 10s ritmos de trabajo, ocupan un lugar cada vez mas impor- tante en las reivindicaciones obreras y las huelgas y. en consecuencia, m la conciencia de loa trabaja- dores. La importancia del tiempo se aproxima cada vez m6r a la d d salano.

&uCcontrol tione cada uno mbre 5u tiempo

n&e el dereeho a1 espcio. -

flradurrlh dtr JaaQ A*& S )

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la vez quo k preguntaron a un hombre si le rw*; "LComparada con quC?', res-

n p mtonces un bosquejo de algunos wios tanto europeos como americanos

de dos crisis: la llamada %ran

en que respondieron

hist6nco presente al mis- sistema delmundo Atlin-

n Represio'n" del s igh XIX

sepueden ldentiflcardos tendencuspnndp-

6 y Australia, per0 tambiCn en zonas m h p a s -corn0 East Anglia, en Inglaterm-, la

despues, mientras investigaba ia agricultura =vi& tica. Lamentablemente, su infatigable trabajo lo involucr6 intimamehte con la realidad social, y pag6 el precio de ello con el exilio a Alma Ata. De tal destino, 10s ratones de biblioteca no tenemos mucho que temer.

Hubo tambiCn otras reacciones a la crisis y a la baja de 10s precios agricolas. Por ejemplo, se expuld a 10s productores dCbiles y a 10s campesi- nos tradicionales de sus uarcelas. AsL 10s mismos vapores que llevaban toneladas de trig0 barato norteamencano al estede Europa, volvian llenos de campesinos desposeidos, lor que, una vez asenta- dos en las nuevas tierras, en granjas mls randes y mecanizadas, llevaron aun mis leps ef original, esto es, la conversi6n dela unidad en unidad de production. lncluso el que yo este aqui ahora hablindoles, se debe indirectamente al mismo proceso: mis antepasados eran campesinos alemanes expulsados de sus pequefios pedazos de tierra por la Gran Depresi6n. Habian abandonado su Swabia natal, donde se bebia vino y se bailaban danzas campesinas, para ir a 10s lsperos llanos del capitalismo agrario en Kansas. Y unas pocas gene- raciones despues, yo, como 10s hijos de miles de in- quilinos en Chile central, deje el campo por las brillantes luces de la ciudad.

Una reacci6n. entonces, a la coyuntura del ul- timo tercio del siglo pasado, fue la tendencia a la producci6n especializada en unidades privadas fa- miliares, en las cuales 10s padres, las hijas y 10s hijos,proveian 1amanodeobra.Como todossaben, V. 1. Lenin -recurriendo al cas0 que mejor cono- cia- llam6 a este proceso, el "camino granjero" al capitalismo agrario.'

La segunda respuesta general a la crisis de fines del siglo XIX fue la transicidn a la salarizacion del trabajo. En muchas regiones donde regia el

2. Pam una redenle e x p i & y apliuciones htinoammranar de 10s w i n o s ' pran@o' y *pNSho", vekv Al8b de h ' I Y , The A p r h Quest@ and llrformlrm in Latin America (Bd6mae. MR 19BIJ. hpp. 1w9. Param bumacompsract6n dd p040 h$fT&.SkObd Kay, *cOlllpa6vC DCVdOPWnt dth Eworopan L(lmwipl Sptannd tMWm A r a n h r b . ,i, sys(em-, ),numi cf hrnt - a. M 1 (c*L. 19m. *Mi % l i t i c . l E m t n m y , : C A U ~ m d A r H n )a04 d k ~ S t w 5 n l l . n O . 4 Only, f&

z5 '

I - I

Page 288: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

senta.

2 La excepcidn o anomalia chilena

En 10s inicios de la de residn agricola del slglo XIX, laestructura ruralchigna.descrlta en la obra cldsi-

nia en la dkada del tambiCn prevaledd el camino, que muchas sociedade afios, mera una O F i 6 " realiSta de la Posibilldad de una reform

~ ~~

ca de Claudio Gay, se parecia, y a la vez era muy distinta. a la de otros sistemas agrarios hispanoa- mericanos y europeos. En Chile, como en Mexico, Ecuador, el Peru y Bolivia, dominaban el paisale las grandes haciendas, en las cuales Vivian y Irabaja- ban miles de asentados, 10s equivalentes al inquili- no, llamados segun el pals, peon acasillado, huasipungucro, yanacona, colono o concerrodo. Per0 a diferencia de esos paises, o d e la Europa continen- tal,no huboenchile uncampesinadoindependien- te, en el sentido de comunidades o aldeas de cam- pesinos. En la ausencia de una comunidad campe-' sina indigenaarraigada,sedentaria,duranteelsi lo' xvlu la Corona npanola se esforz6 -corn lo $e- muestra Gabriel Salazar- en lormar comunidades "a Ir europea" d traves de todo el Valle Central, paraasentaralagentedecamposmtierras,quepor esa Ppoca sumaba miles. Con el tiempo, estas fun- daciones llegaronaconformar las villasdeChillAn, Talc., Curicd, San Fernando, Los Andes y otras mds, las que sin embargo nunca fueron reconocidas como comunidades indigenas o campesinas.' AI contrario, desde el siglo xviii en adelante se contra- tan peones il jomal como trabaladores temporeros,

256

aun de una transrci6n a un sistema Son 8*-. de 1

Page 289: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

i6n del sistema de de unos doscientos les, a 10s que se dio

como "peones" 0- "gailanes-", miembnrs de las familias de in uillnor o que Vivian allegador a ellas. S610 el 28 w r ciento auarece mmo "afueri- nos" o jornalerodestacionalei. or vu parte, George %Bride, observando de cerca el campo chileno en 10s aIlo5 treinta, no tuvo ni na dud. en cuanto a la importancla central d e x in uilinos: ue - feaadn el- doblabrn en nlimem alas asalalados. I

~C6rno be podrfa reconciliar wtes dlatintas interpretadones? En urimer lupar, no hav dud* de que61 inquilinajecrkblb a trav&delsigjo, hastael Eobierno de E. Frei v la Reforma Aariria, v DOCOS ;reen acturlmente que el t&nnino "kquilil(o" des- c r ib a un solo tip0 de trabaiador rural. Pcro mi, all& de que la8 distintas mukiones del inquilino Sean llarnadas "peones estables- o "mniproleta-

pstrones permanecimn esenciilmente intactar. errulan inteecambiando su trabam Dor derecbs

pr&arios a tierra y regalias: seguh.n'slendo parte deuncompromisodeiigual queconfirmaba el poder politico de la close hacendada. Aai, bajo el impacto de la Grsn Depresi6n del siglo pasado, la agricultu- ra chilena no tomb ni el "camlno granjero" de unidadesprivadasfamillares, nl tampocoel "cami- no orusiano" de expulsion del inauilinaieasentado y iontratacibn de'mane de obia a sahada . AI contrario, hut90 una "reinquilinizaci6n" en cinta manera diferente al sistemi orlginal, y el fortaleci- miento de una economia seitorial y del dominio pa- trona1 en el campo.

3. La Crisis Mundial de Zos arSos treinta

Cincuenta aiios des u6s de que en muchas partes del mundo la Gran gepresl6n del siglo nx lanzara a la poblacidn rural por distintos cammos a1 capita- lismo agrario, con la Crisis Mundial de 10s afios treinta vino otro golpe. Los precios agricolas baja- ron de nuevo a un tercio de su valor, y 10s Mrminos de intercambio se hicieron desfavorables al campo.

257

Page 290: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

huelgas tenninaron en una a nos del altiplano y 10s trabajadores de la costa. Regiones de Colombia "w hundieron en conflicto d a l " cuandoentre diez y quince mil colonos, tra-

. bppdoces y ml.gqantes,se.levaptaron e n e l c a m p En Mkico, el gobierno dei8zaroC&ilenas llev6 a cab0 una refarma masiva en.el campo mmo reac- ci6n a1 movimiento revoluCiowrio que habia deja- do unmillbnde muertosen IasdosdCcadasanterio- . res. En el Per& el APRA hat6 de organizar a 10s pequeiros propietarios y proletarios rurales en un partido politico popular con, como result6, un desenlace desastroso. AI mismo tiempo en Chile, a pesar de la militancia creciente de 10s sindicatos industrialesy mineros yde la presencia departidos politicos urbanos, el campo qued6 esencialmente tranquilo. Brian Loveman, con datos del archivode la Oficina del Trabajo, ha detallado el esfuerzo que se him para organizar a 10s sindicatos campesinos y el poco exit0 que se tuvo entre 10s aRos 1920 y 1960. Es cierto que hub0 inevirables conflictos a nivel de 10s fundos; sinembargo, esdificil hablar de una "militancia campesina", hasta la Relorma Agraria de 10s scsenta y la politizacibn y conclenti- zaci6n que la acompaharon. De hecho, Ios campesi- nos chilenos no se rebelaron, no se levantaron, ni aun cuando, como wurrio en 1891, un conflicto en el intenor de la clase dominante dio pretext0 y oportunidad para ello. Los trabajadores rurales permanecieron aidados de las corrientei vitales de la polllica nacional. su unica alianza era con aquella clase ue era a la vez su "benefactor" y su opresor. PI momento clave en esta Ira ectoria polltica pareceestar en lossnos del Frente Joopular, cuando coincidieron 10s interewsde lo3 mineros. del prole- tariido urbano y de 10s nuevos industriales, en la necesidsd dedbaratrr losahmentos. Peroen vezde presionar contra la iodavfa poderusa clasc haccn. dad& buocaron una meta mas Iimitdda, la de pre- ciosagrlcolascontrolados. Para 105 dirigentes pli- ticos urbanor era obvio que un a120 en 105 precios agricolas carcomeria 10s sueldos del prolctariado y acrrrearla problems politicos cn la ciudad. Duran- te 10s dfios si uientes, cada vez que el conflicto entre lo ciudaty cI campo amenataba con "pertur- bar la paz social", lo6 industriales, el proletariado urbano y Io$ hecendados llegaron a un entendi- micnto mutuamente kneficioso, a expenws del campeinado: 10s hacendados se manifestaban dispuestos b aceptar preclos conlroladoo, siempre y cuando 10s "cuadros marxi~tas'' no intentaran or- ganizar al campesinado. Asi, no se permitian sindi- cams en el campo y el c05to del trabajo rural sc

* ,' ' ..:I;-

258

RopanOnvIO. 1990

mantuuobajd. Irasprratenientes y 10s traba'ador- se quedaron fon'e! sistema que habhn relorzado cincuenta airos antes y queperd 'a dos dkadas mhs. hasta el amanecer de les &?%micas luchas

tumado otra ruta cuando se riltimo tercio del siglo pasad

1 camino en eL

tnbuci6n de la tierra, en el siglo XIX. Luis gandes fundos estaban firmemente atrincheradw, y sus

presi6n politica alguna en ese la8 alternativas hipotbticament

siglo despues fue la elegida

sido el CUTSO de la histo

ria chilena reciente

a) Aspectos econ6micos

Suponiendo w r el momento la capaddad y I,

Page 291: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

osyuna mejorvida

, el hacendado habria o en moneda equiva- habia recibido como s-losafuerinos- un

+I,? de ticrrar,y regalls. ' I ' Los haceitdadowno pddkvon hab& &id0 la prictica de "inquilinizaci6n" sin la cooperacith de 10s mismos inquilinos; en vez de verlos inevita- blemente como "bictimas", debemos entonces re- cordar que en esta historia 10s trabajadores tambien eran actores, e intentar ponernos en su lugar. Obviamente esto es dificil, ya que --corn0 otras culturas similares- han dejado pocos documen- tos, lo que obliga a infenr sus motivaciones tenien- do como material s610 la huella de suo acaones. Salazar y Bengoa emplean la literatura popular

ara acercarse a la mentalidad rural, y en las nota-

Ximena Valdes y suscolegas,podemosoir la vozde 10s propios hombres y mujeres del campo Y dun- que es cierto que sus testimonios se refieren a una epoca posterior --des.de 1930 en adelante-, me parece que en estas entrevistas surgen verdades sumergidas de la mentalidad campesina

Pocos campesinos creian en la posibilidad de una alternativa a la vida que Ilevaban; aun despues delaaparici6ndeperi6dicosyde la radio, lamayoria vivia convencida de que nada se podia cambiar, o de que si hubiera un cambio. resultaria para peor Con la mejor tierra en manos de unos pocos terrate- mentes, por un lado, y miles de personas sin tlerra, a1 otro, muchos codiciaban una posici6nenel fundo, querian ser inquillnos Eran "Iibres", en el sentido liberal de la palabra, para hacerse inquillnos, y ninguna ley ni estatuto extralegal 10s obligaba a permanecer en el fundo, per0 -y esto era el mayor problema- no tenian defensa contra el desalojo Precisamente la amenaza de ser expulsados al subproletariado de afuerinos era el arma mPs pode- rosa esgrimida por 10s hacendados, desde que para 10s inquilinos su vida en la haclenda era indudable- mente superior a la que podian encontrar fuera de ella, o en las deserticas salitreras del norte.

E les historias orales recopiladas y elaboradas por

Page 292: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

Cdmo ha pfialado Jose Bengoa, el p d e r polfhco de 10s hacenC1ados en el campo se bas6 no $610 en el control de la Herra, sino tarhbiCn en el control de la fen". Durante Iasprimerasdkadasdela Cpoca de a Independencia, el control de la ente signified no &lo el domini0 sobre docenas h inquilinos dis- r e t o s a trabajar en el campo, cosechar el trigo, levarmensajes atenderalas tareasdombsticasen la Easa del funio, ano tambibn la defensa de 10s intereses del patron, con las armas cuando fuera necesario.

El Estado conservador se basaba en una "so- ciedad de notables", en la cud los grandes hacen- dado8 del Valle Central eran el elemento dominan- te. Sublevacioms armadas regionales del norte minero y del sur molinero cuyos lideres tenian inclinaciones demoeratizantes (estilo siglo MX) tueron aplastadae en 1851 y 1859, y el Estado cen- trrlizadon be fortalecd En la medida en que 10s i.npsm de la exportacidn miner. hicieron posible una burocracia mayor y mis aut6noma. el Epcuti- vo insistid en que 543 candidrtos a arecieran en la9 listarctectorales, y despub movi& a la Guardia Nacional y a losempleados pdblicos para que vota- r&n poc 108 CandidatQe oficiales.

Yap~r1870,la "IIondaaristocrltic.",y~pe- cialmenae to@ gnndes heendadoh se vieron obli-

ombtir l a mrniobrao presidenciales con Ias mnipulwiones dentro del @ego de-

$5 qve en 1574 luchpron por una Ley ecforal que diera derecho a voto a

todo hombre alhbeto, una precosidad democrdtica

' ~ ~ ~ ~ ~ l l d ~ ~ ~ v i c a $ d e l ba]o pueblo, sin0 como una forma de contianrestar la autonomia creciente del Eatado Etberal

h

9 m a w wan m c~ ws m a* (ST tlu b o u r p r d r - tiair hh.1 ruM wwb9 CPlinroIan, lW), Cap 2 10 Samuel VaJ~nzu~Ia, !kmxratmrclbn vla rsfams la expan- r6nddruh~~en~~ule(WIIM~Air~,1BsS),12-19y106.21

O b m s y o m de esmto balo

El termino "agncultor"enloscensos excluia "peones" y "gaiianes" (que pias categorias), per0 incluia a 10s

treinta). El incremento inaudito "agricultores" en el Cuadro 1 s61 la inclusion de miles de inquil'

vinculados a la clase hacendada en 1 1850; el camuo se mantuvo solidament

Page 293: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

dw d&

os del Fmnce Popular y has

un camgesinado Ias misines alisn- nteS Si $e hubiem

ociales y cultursles

ecandmieos y politicos que a del sstema rural chiteao, Cn han pesado elementos sentrevista~v eneuestasre-

la Reform Agraga. las indirga- Lovemn en 10s archwas de la p. 10s testirnonios de Iss Mujere3 Pospor Ximena VJdOsyotraarn- resentan una nca fuente de infor- onstruccidn de las ideas y vaIoFer te humilde, eino tambdn de 109

rtante entender 10s IazoS y hasta el amor entre plicarse la larga atrac- presidn Analiz&nddo

trdn, creo que la idea de Importante al res- nca he gozado del de sirvientes que samente me abran

No dado de que el l a m de dar drdenes, de rn servid.0. pak mu& en cualquier decw6n que tomara el h m d a d o chileno en man@ a Ire JupuertsJ ventaim de La *moderniirec16n" o la "p'detatizaci6nq. La satlsfaccicidn del "servicio

dose 1EOtnF, y ni Bun dejhndoae convexes de pres- t i l "ssrvicias personalef a nadie. LR eselavlrud negra, por rupueato. siempre es tema aparte

5. Candusidn

Espero que este bosqsep, tlunque un poco tipido, haya servido pari subrayar cleftas carrcteristicis de la hi$toria ehilena que precen poco eomunes a un extraqero En cornparaci6n con otros paise$, la persistencia en Chrle de un dstema selioriai y la falta de un movimiento politico campesino haata mediados del presente slglo me p a r e n excepdo- nales. v he tratado de sunerir cuPles han sido la3

261

, conse&encias de tales pr&esos.

Ahora,en juliode 1989. tenernoaantelosojos el dtnouement, vernos d m o ha resultado, al menos

n a mis huespedes y me e al menos- respeto y

id ploprr,w I*1W

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naata el presente. nn 10s tlempos de m a e z y Ales- sandri, 10s hacendados tomaron el camino que

zado un siglo atris. Desalojarona 10s o 10s convirtieron en proletarios paga- talmente en efectivo. En 1964, &lo d 6 de la pblad6n ;rural ecarremiesmente

activa se describfa corn6 inquilines. b a s t e 10s sipuientes seis o siete aiios, Iw gbbiemos de W y Allende irrumDieron &I esta tardfn tfanSici6n al capitalismo, biscando una soluci6n urbanaalkr- sistente problema d e "poder y subordinaci6n" a trav6s de progamas de cooperativismo y colecti- vismo, res ectivamente. Desde 1973, parece que el Chile rurarhubiera tomado el "camino granjero", con ciertas caracteristicas prusianas. . .

Pareceobvio que la transicI6n retardada o in- completa a1 capitalismo agrario durante 10s cien aaos antenores a 1960 tuvo un impact0 profundo en la historia reciente del pais, y he tratado de imaginar algunas sendas alternativas para explorar la importancia de la experiencia realmente vivida., La persistencla de la estructura seliorial no h e especialmente daliina para la agncultura: durante las tres primeras decadas de este siglo, o sea el

heb& moderniZado6 litaban su pro hubieran abanEa%% tad0 su destino de proletarizat? imaeinar con menos sewridad. v a mflgencia polit ica... "

Pero todo est0 sue& a sofiarconel o lifornia, asi es que ibasta de historia enmud&,& luntivo! A h a t

(Versibn en espaflol del autor, revisa@ pox P.

i ,

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ando

Andy Daitsman

Page 296: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

e el punto clave, imp& wm per0 nun- fonnu- ih. respecto a que el undamentalmente una

soiial. Dada la a h m c i 6 n de Hobsbawm en cuanto

a que el bandolerismo social es universal, prece mds dtil considerar que el concepto nos aporta una hmnci6n descriptiw y no predictiaa. La etapa entre la decadencia de una sociedad basada en la familia y la transici6n al capitalismo demor6 vanos miles de aitos y vi0 el desarrollo de las m6s vanadas formas de organizacdn social Las eneralrzaciones sobre un period0 tan largo y tan fiverso, tienen que ser muy abstractas. La linica condicwn para la existen- cia del bandolerismo sociat, seglin Hobsbawm, es que 10s campesinos est& "0 rimidos y explotados

algdn otro seflores, ciu8ades. gobiernos, legis- adores o incluso bancos" Es decir, tlene que ser en

el context0 de una formaci6n social feudal, o capi- talista comercial, o la del modo de producci6n asil- tico,etc Estossistemasve parecendloenel sentido de que son pnnctpalmente agranos,'que estdn marcados por diferenciaci6n social, y que son ante- rimes a la transicion al capitalismo industrial Cabe seflalar que Ias diferencias entre ellos son mucho mls importnntes que las similitudes

Er mejor, entonces, ver el concepto del ban- dolerismo soclal como petite t h b n e , no grnnde-thio- n e Hobqbawm no pretende explicar el universo enter0 de la soaedad humana, ni a h el de la aonedad campesina, stno que quiere entender un fen6meno bastante mSs pequefio, lo que parece 8er la universalidad de 108 mitos que glorifican a 10s bandidos campesinoa Aunque algunos de estos mitos $on la creaci6n de intelectuales de la clase media, quienea romdnticamente quieren volver a un asado que se ima nan mds puro y menos c o ~ i c t l v o que la sociefad actual: muchos otros son realmdnte el product0 de las sociedades cam-

264

4 Hohbawm.11 5 Hobsbawm.13 6 eta pombrlrdad

En ngor, Hohbawm no muesira h renmbhdad ne-ria a

construcci6n d i d Wo xon 10s bandidos quienes crean el concepto de bandoteror sonales, sin0 ue lo hacen las comunidades dede la9 cuales 90; surgen. ElbandidotieneIa6pct6n deadaptarseala imagen o dqarla a un ladb"@k la prilchca, parece quela rnayoriadwdemaf@r&b tmagendelban- dolero m a l para conservar $n der@ p d o de apoyo politico dentro de la omnk" d, sin necesa- riamente aceptar todas las I i m i t a a e * de un ' ver- dadero", o ideal, bandoJensmo soap En clerto sentido, el bandidocomlenda acambiar ta para asi satisfacer mqor las ex pdblico.

Cuando losconcebimos asi. nosdam$tmen- ta de que 10s bandoleros sociads existgi;'&"un. relaci6n dialktica con "su propia" comunididan: pesina? Su prestigio dentro de la comu pende del cumplimiento de ciertas obliga-s, como son las de vestirse bien, desafiar a la.au.W- dad establecida, asociarse con hs elites Iq@$s, tratar bien a 10s pobres, etc. Es la comunidad q@en define estas obligaciones en el acto de

talivas futuras por medio de sus r des, las cuales se transforman a

la vida del bandolero, ya con existentes. Enpleno conocimien vas comunitanas referidas a 10s

lulr6n m el llano"

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Page 298: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

El &am chileno del siglo XIX

Este esquema investigativo presupone que el (0 la) investigador(a) entienda la naturaleza de la comu- nidad campesina, y tambien el t i p de mitos y leyendas que ella inventa acerca de 10s bandidos Es deer, antes de inv&gar la articulaci6n polihca de 10s bandidos, hay que entender la idiosrncrasia

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iaoentrar aqui en una explica- id0 de este hecho. No obstante

maiios. ' Existe asi una contradiccidn en el cam chile- no, nomuydstinta'enverdada a uellapresentem , 10s otros casbs de bandolerismo.%e un Iado, e s t h 10s mitos que, si no lustifican precisamente el ban- dolerismo, por lo menos lo presentan como una posible altemativa a In actual or anizacidn de la sociedrd. Deotro Iado,tenemoJ al%andidomierno, que actda para satisfacer su hambre u otras necesi- dades. LCuadran el uno con el otm' En pnncipio, pareciera que no.

Ante8 de desechar toda la teorfa frente a esta aparente contradiccidn, es necesario recordar dos cosas. Primero, como dijimos a1 wmienzo, no todos 10s bandidos son bandolerw miales; y segundo, que la definicidn del bandolerismo social descansa en la relacidn dialCctica entre bandido y sociedad. Podemos distinguir tedricamente entre un bando- k?rlsmO social existente, caracterizado por bandi- dos que adoptaron las restriceiones de lo5 mitos como una guia de accdn; y un bandolerismo social latente, en el cud lor mitos existen, per0 10s bandi- dos no 10s toman en serio. Ademds, posiblemente existen en el mundo casos donde el fendmeno no sureid. De todas maneras, la tarea del (la)

'

his&ador(a) esaplicar la teoriaa su casoconcreto para determrnar rnejor la utilrdad deella. Yo, por lo menos, sigo creyendo en la ulllidad del concept0 de bandolero social.

267

Page 300: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

es populares urban x-n ~ . .< ioknc tlist6ric

La cuesti6n de qui6nes son 10s suptos hist6ricos y cu&les son sus mcdos de existencia ha sido central en

ses en primer lugar, pro

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L .la formaddn dela claw obrera dieron cu&tc.de h a transiddn muy matizada y muy larga, y de UM serie de fsnnas intermedias no exactamente horndogables al viejoparadigmadelaclaseobrera,aunquetampocu incompatiblcsfPorohaparte,enelcasoespecde Ias wiedades latinoamericanas se puu, en evldenaa el car6cter insular de su claw obrera (por lo menos de aquellaquesatisficierael viejo paradigndylaampli- tud deotros pposqueno seconfundencon ella, per0 que tampoco pueden r r separadoclcompletamente, y p~ 10s males pasan algunos de 10s procesos soeiales mal significativos.'

Asi hey, en el cam de las sociedades urbanas, lo5 mtudios sobre b que Gramxt llamb les clases subalternas parecen no centraw exclurivamente en 10s trabapdoresindustriales,ainoenunconjuntonds amplio, gen6ricamente denominado sectores popula- res urtunos. Par otra parte, del estudio excluyente de lo laboral se ha pasado a un intento de integrar la di*intas @sferas de su vida; de su acci6n y conflictas como trabajadorm, a traves de lu organizaciorres sindicales, a todas Irs manifestaciones conIlictivas de N existencia. Fnahnente, del analisir de la, "ideolo- gi~s" , est0 es, las formulaciones sistedticas, prove- nientes de intelectualm que ensenan a la clase cuales m SUB ldeas(tal la versionextrema y caricaturescadel planteo mucho n i s pmfundo de Lenin, que ha domi- nadolosestudiosenestecampo),a u~considerrcion mas general de lo que se denomins su cultura?

3 enrrcbsd&smmE 1 . t l o b r b a w n . T n ~ ~ e 1 Ewular&hislorL, & k claw o h m (Bardona. 19n): E. P. Thhmnpwn, L. htI1bIca de b rfarr o h m (Barcdana, 19m. y T r d ~ n k rmrlU y c m c m c ~ ( de &x (Bardom, 1979); C Rud6, IA w f t i t y l en fa h ~ l w ~ ( 8 u ~ A ~ m ~ , l ~ l ) g P m u U a p ~ J n r y R a c d v n d n n r l i ~ l a XVlU (Earceiau. 1976); G Ysdmn ]one% O W m I Ladon. A Wvly m ik rrbinarhtp brtpun &ws on Vdwian wciny (Oxford. 1971)

4 bbre Ma romnkImao6n de !a hist- del moulmienm obruo Iai~notmericam,v6aseCh Ber WhatkbRngh'sOme

~msnc..'. h i i n American R I M W ~ R r w 16 no. 2 (1981). t a m h h ro-t rtudicsd the wdhgr:2arg."md Iabw In hhn

Page 302: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

canales restados,devoceJyplumasa)enas,conpala- tnas e KPeas.de o m .

El text0 que a i p e pretende, mds que dor res- puesta a cueStloneS que todavia no las nenen (y quid nunca Ias tengan), precisar y delimitar 10s intemgan- t e ~ pan! evitar ue, de Incitaciones a la revisi4n de las idas estabtpei%as, &os devengan en el garalizante "@$tu no ge puedd estudlr'". Intentar6 en seegundo lugar mastrar que, pomendo plecisi6n en las cuestto- n e y acotrindohs, pueden abrirse algunas vias de conw1nuento nueraa Finslmente rocurar6 plantear nIguw Meassobre la naturalem 8, iw suptog =,a- Pes, -05 d d e la prepectiva de la Hiotoria, que @ran en t m o de la constitwibn de su identidad. En mi opinih, las trei meshones est6n entrelazadas

270

La primera cuesh6n por dilucidar es el

como aquQlos, que a su unidas a las antenores

de desviadones, falta d

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a en un extremo a

sus dos dimensio

bisica de la hadicidn mamsta de la determinaci6n en dlhma instancia de las estructuras materiales v la traduce en t h i n o s de limites-dentro de loscuiles pueden constituirse diversos univerw cultural- e incitaciones, elementosnecesarios per0 no suhaentes, a partir de 10s cuales 10s suptos conforman su mundo cultural.

Si aceptamosla idea de queen la esfera cultural se constituye la forma menhs de 10s sujetos, que es valorahva y operahva,esdecir, quelespermte pzgar

st6nco por que camino esas estructura se conrierten en

'n duda el concept0 de ape-

el modo como se constituyen representaciones som- les a partir de experiencias individuales primanas, y a la vez el modo cdmo esas expenencias primarias son vividas e interpretqdas por sus protagonistas a La luz delas experiencias acumuladas, decantadasyconver- tidas en representaciones simbdlicas. He aqui un

~ 1 8 , I W

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LJ segunda cuesti6n Hew que ver con la poaci6n de Io$ wtores populares urb~nos cn In sowdad

desdeconocerlos hsabidoquelaHtstorla hamirado preferente o excluwvamente a las Mtev, enhc otras CWI poque ellas $on la, que 5e hacen muchar pletumente Tener vozer t a m hlstonay quienesnolr

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a de la manipulaabn,

C ubican en la perspectiva o la antropol6gica, y tienen en

*-jcsi! Q)M)ce al destinatario.

demasmdos testimonios

biabdn" no atpo erribir, y a lo sumo ntodosloalugamdondeselosve

Rstata que, en definitiva, siemprp es UM ?Orelementos, eshucturas 0 insh- Id mlabkida: suscreencias pasan gteslas instihlcionales, su rcci6n

nrcS de direcciones o programas alenos,

-F te mayor parte de su historia, esta

-sinembargo mieterio- s.Qukwasumen la perspectiva

n los noblemas cultuales, se

meta consecumcia de esta weka a Ips cas tieneqwvermnnuestmtrad~d jebs sodales clan y pllmmente reax-

Wos, si M impenneabks, si a1 menos rU'tiduncnte sepwados urns de otrosm. Thompson ha senillado. en un notable artfculo, c6mo loo sujetos &&lea 9~ conrtituyen a putlr de un conflict0 socisl que lw cs p v i o . No se h t a con e& de establecer prelaciones, que Uevarlan otra vez al c a w n sin sslida de la "filtima instancia", sin0 debuscPr un modo de pehur distinto del que -M de la vie@ tradid6n: prlmero esth (y auactericemoo a) los actores, y vwmus hs clugils que Itwan mnficro. T r n S a - Williams cumo Pkm Bourdh han partido de un ~ n t o d e ~ ~ s i ~ l a r a I e s ~ ~ r 1 0 ~ ~ ~ ~ ~ ~ - ales: antes que penr~r en sujetos sodales que tiknen distintas culturas, y establecer a partir de est0 I.0 mladonea, conviene partir de la existenda de una ' coniente cultural corn* y estudlar Ls dbtintas for- m a s d e a p r o ~ ~ n o c u n s w n o , a s i c o ~ l o s ~ ~ mosque la0 regulan. Aqui, como en el -so anterior, primer0 est6 el campo y lwgo los sujeto5. Pem en &I, la configuraci6n de 10s sujetos es cambiante: mmo h. seiialadoStuPrtHallmnlaa6nmnelmmpocul~~, se trah de un campo de limiw fluctuanteo; entre mas polos-el populryeldecllite,mes~c-~y~o tip0 de relaaones: imposicibn, aceptaci6h pr&@mo, apropiaci6n. Lo que sepn a lo popular de lo que M lo ea no se & h e de UM vez para dempre, dno que ea el resultado concreto de una fase concreta de ese codicto, y corn tal se despla~a, avanm o rehocede. E s f 6 c i l p e n s a r e j e m p l o r s i ~ ~ ~ l a l ~ ~ 1 , l a polf tics...'* Las m,nifesWones de lo popular que habitualmende puede eshldinr un Metoriador -un ~ ~ , ~ f o ~ d e ~ ~ , u n ~ v i ~ ~ ~ ~ , ~ creaa6n cultural- nunca son populpresen M p u r o s , y n a p o n l u e l o s s ~ , ~ , a ~ ~ de los de la &lite, tengan em b dinrinuHo de la h e t e m n o ~ o lamabonlwhTti-pe6m

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much0 m6s de quienes las piensen referencia. Pem en el proms0 snaa wbre Cte; la "mirada del OW, del esunodeloselementosconstituyen social, y ese elemento puede ser estudiado bastante bien.

apartarsede la vishn repmduccionista de estos auto-

y soportan ]'

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UUIU~D 51, dlos, agregan indicios para e1 con0c~- iento de ese sujeto huidizo.

En sintesrs, no ga hata de sqjetos Jonales de lhdad dishnta, uno pun, y OW0 impure, uno cogros- yleyel otro no, sinodeun~nicocampocyas~onas ~quidmejorO~riluminadas,peroqueesines~ ldible. Y asi comoestudiar las ulnas clams ayuda a tender las oscuras, mientras estas ZOOMS oscuras istan las dares n e W6n totalmente entendidas.

vramos ahora qd nnplicaciones tiene esto para una I conceptualiki6n de 10s sujetos histhcos, y parhcu- [mente del Uamado sujeto popular.

on 10s sectores populares urbanos un supto ;M?IC0?

Cabe enbnmpregufitarse culnto se dice cuando se habla de sectoms populares, y hasta que punto ellos soneabalmenteunsujetohist~nco. En realidad sedice muy poco, msi &a, yen este sentido las critrcas al empleo de eta denominacih son justas. El tbrmino apenasurve amdelimitar un campo deestudio, para mortar un lea de la realidad, per0 fuera de eso no

Probablemente en esta ambigue- est4 su virtud, pues de manera

a que cuando se emplean t6rminos aparentemmte mis precisos, como clase obrera o burguesia, se manifiesta la imposibilidad de definir

deunproceso hist6rico concre- niaones m&s bien estancas de las sistematizadoras, la Historia debe

enconhar un modo especifico de caractenzar 10s sup tos, y probablemente deba apelar para ello a un modo

MI: SeFalaremos a1 respecto tres

ilos sectores populares son

S se ve el cruce

de la estrb res, el Est actuando Propio sujeto, que conshuye desde adentro N p p i a imagen, de modo que la resultante es una combina- cion. no nwesariamente coherente, de todos esos impulsos.

En segundo termino: jconstituyen estos sectc- res populares un recorte preciso, homogbneo y cons- tantede la realidad? Laanteriorconclusi6n indicaque no puederesultaresodehconfluencia,necewriamen- te inestable cambiante de tanbs fuerzas. Aqui, la pcrcepci6n JeI histonad& se aparta sustancialmente de la de quienes creen que es ible una caracteriza- ci6n precisa y univoca, capazGeterminar loslimites exactos de este sujeto popular, con la precisi6n que tiene, por ejemplo, una caracterizacicin censal: tales categorias ocupacionales enhan en la defiNci6n y talesohasno, ydeben ser incluidas,porejemplo,enla "clasemedia"(un termino tan ambiguo como"sectores ppulares", per0 que sin embargo goza de m6s respe- tabilidad) 0. p r otra parte, en 10s grupos marginales ode la "mala vida", separados de 10s especificamente populares.

Quizd deberia partine de la premisa contraria. Existen en 10s sectores populares -y probablemente en cualquier sujeto hist6ric- fuerzasque llevanasu fragmentacih: hay una enormediversidad ocupacio- nal y de condiciones en cuanto trabajadores; hay una gran diferencia en cuantoa riqueza, prestigio o poder, a partir de las cuales pueden establecerse capas; exis- ten en ellos tradiciones culturales diferentes, que in- cluyenen muchos casoslas nacionales; hay, Rnalmen- te, recortes ideol6gicos o polihcos que, en ocasiones, pueden establecer diferencias profundas. La enume raci6n puede extenderse m i s a h . Todos ems seg- mentos que cortan el conjunto de diversas maneras, cwxisten conflictivamente y las diferencias pueden llegar a determinar hasta enfrentamientos profundos (para poner un casoextremo: huelguistas y equiroles, o la clasica contmposici6n entre proletariado y lum- pen-proletariadoh Mas aun, podria decirse ue sobre esas diferencias, acentuindolas, suelen &ajar 10s mecanismos de dominaci6n. Per0 simultheamente existen fuerzas que impulsan a la polarizacih: a su integracidn a partir de grandes experiencias unifica- dwas que uedenencontrarseen losmismoscampos dond; se k h a n las de la framentaci6n: una man 275 fabrica, que iguala condicion& laborales; el ha&- miento en la vivienda. la commin extranieria frente a

tadoperodiversodeestatuas tal la determin

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conslituye, de alguna manera, un desaflo a la 16gica ionstituye tambien un cam que habitualmente u5amos. En sintws, debemor e n l a c o n s t i t u o 6 n d e e s a ~ i 6 n . e n l a d e t e ~ ~ i b q p o m a r en un sueto que, aun teniendo un polo con- de lo que debe ser recordado, olvidado y recupeiado,,? ante, cuya caracterizaci6n nos remite a la estructura, y en la valoracion respectiva, operan las misqrasfuer- 8

za no I Y ) ~ die luda una respuesta ge&ica, y que Tenemos, pues, unos sujetos sociaks que@- '

m i t e a1 p r m hiit6rico sus coyunturas. bian y pennanecen, son lo ue son y lo que hansido. Fimlmente: ;ae pud predicar al o constante Tnmbien, en alguna medija, lo que van a q,. Los

y ~nentcdelo~secrorespopularrs?~~nemoscas~ procesos de cambio comienzan conformando $ma- la necesidad intclcaual de encunlrar una ddinici6n clones sociales anunc~adas, per0 no maduras. Hay decstesu~Oloruf~rPnmnenrdurabk y permanen- p p o s , actltudei, ideas, queempiezan a conngUrarZe IC co rn pra ser sdexadn a UM estructura de larga per0 que alin no han crwido lo suficiente como para duracdn, aI modo cam0 'dasc obrera' lo a p r a incorporarse a un supto hist6nco distinto, y actlian 'npitslirmo".Pero,porotmlado,laper~tiva hbm- denlrodelewistcnte, empu]lndoloen unsentido,para ncista neva 8 cusfionar la extstends de esas perma- ser algo distinto, o prefigurando una mptura. Tal el n ~ ~ 4 & 8 a b w l u t a s y a prrguntorsesl Im cambioscons- caso,porepmplo,del vasto movimientodedisconfor- untes,~~csmbibnte~equillbrios, no hacen imposibk mismc propio de la d e d a d buguesa, que aun hoy esa cont inuidd y todo intento de defmidbn perm- desafia algunos de 10s componentes de &ta, aunque nente. no termina de conformar UM alternatlva. S o n p p o s

Los wctorer poplkre, entre la fragmentadon o fuerzas emergentes que, sin haber roto todavfa con y Ia polarizacibn, no wn en realxiad, i n o qw @tin el wkto, lo hacen empe2ar a seer algo distinto de si rundo; eu MEpsano enwntrar In (6rmuk ue, en la m i m I'

definlrMn del auicto, rrticvk la conknuisad en el cambio, o L i r a t u f o ~ ~ en la pcrmanencia. pro-

de conflicto cultural

~limitsydensidadesvanables ,decuya naturale- zas que juegan en el conflicto social." I .

re l xdn fn t ree l supto popular y a l y n o de losotros, ~'~tosr~uhulr.yPmorgPns.junlomnl~~dominsntesVgsa 2 l h a r ~ n a n ~ e ~ a c o n f { r& i6ndee~e~ je to ,p r ro Is ~n;blroYIlur~tum..cit.Un.d~nadenl*hpoapar~onk~,

ce en 11 imagen. en L s representadones simbdlicas, configuraa60no~esaparecedel todo: permme. hincnogrlfiad.Jos(LulrRanno. h d m m t e m h t i

r ~ w h cw&drr y kr id.nr (Bu- E, 1576). y .n EsIud mentdd buVv ( B ~ ~ ~ A W ~ , 1987).

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mommto rn que, de un modo m6s d prensa, pede lubluae de un "noootros", sea cual fuera n a Idenhficiah Estas identidades son cristalizacmn- pTOViUOh&h, que dan el tono, la linea pnncipal en UM sitluddn. un pericdo relativamentelargo, astble, cogno6nblc, per0 ue no excluye tonos menores, 11- was altcmsttvas. &lerente o contradictonas, rerna

qeto hiidnco, que SI no ofrece las wguridades espe- rables p a n un conocimiento "duro" y positive. a1

de acercar6e 11 material empirico y organizarb, y Simult8neamenteprobar, combinar, cvaluar hasta que punto las lineas divergentes son em 0, m6s a h , defi- nen ldmtidades altemativas.

Porque el problema mayor de quien quiere drnultineanwnte estudiar a un sujeto huidlzo c o w 10s wetores popularer urbanoi, y una esfera hui- dim alin,como la de la "cultura., es c6mo transformar estas ideas generales acerca de la naturaleza de 10s problems en mecanismos opennvos. AquI e; sin duda donde 10s trabah wbre la cultura popular ofrecen a menudo un flanco debil, donde mhs f k i l es deslivlrx del estudio riprow a1 ensayo. En otros I r a b ~ s hemos propuesto la existencia,entrelossecto- r e popular% de Buenos Aires entre 1880 y 1940, de dosgtandes identidades sucesivas: una tnbajadora y contestataria, fuerternente influida pur elanaquismo, y otra poplar, conformista y reformata, con influen- cias del soclalbmo." Tarn&& hernos propuesto un conjunto de vias que anallticamente pueden,distin- guimrl estudiar 10s procews de constitun6n de estas ldenhdades. En primer lugar, el Area de las experien- nas wiales, es decir, esc campo en que lor impulm estructursles se convierten en circunstancias vividas. recordadas y trasmilidas, organitados en una forma mentis a partir de la cual las propias experiencias wn

I'

e n t e d d b s Luego, el &rea de <as reladones con Loa otro~actore~ sonalea.deaeosos de un modo u o m de moldear esa identidad. Estos aclcires, v la naturaleza de su aaibn. son dlversos. Pwde d& ir% entre ell- lo que e9 la mirada p u r a m t e px ic ios r del "otro': d& las Plites, habiiualmenle descalifiadora. aunaw a veres sea patanal, y que de alpuna manera el suieto sonar ineoipors, ya.& por la iieptaadn, el techazo o la refonnulacih. Por otrn parte, la accdn

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Intentarnos, a travb de este me- Licenciada en Humanidades, men- ci6n en Historia cnnismo indirecto.' generar un

I cir.

UNIVERSIDAD DE CHILE FACULTAD DE FIWSOFIA, HUMANIDADES Y EDUCACION torla

Prof Guia. Ricardo Krebs W.

Purab exp=$ionw de sociabill- Magister en Historia, menci6n en dad en fk &rea.) de rsparcimronto en la cudad de Concepcidn (1850- 1900). 119 h. Prof Patr : Lur Marla Mfndez 6 Liccnclada en Humanidades, men- ci6n en Historia

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9 GUZMAN SUAZO, MANUEL (1983) Los sectores rodales clulenos en las novelao l e Luis Orrego Luco una desrnpci6n sociol6gica (1876-1930) 132 p Pmf Gula Hernln Godoy U Licencmdoen Sociologia

Chile, 1850-1691 Desarrollo y cnsis del sisterna polhm 105 p Licenciado en Sociologia

(1979) Idgologla y utopra en la Guerra de Independenoa (1812-1818) 208 p Prof Guia Luis Schertz G Lcencmdo en Historia

10 LEM6lTRIL MARIA IOSa (1978)

11 PARKER GUMUCIO, CRISTIhN

284

Llcenchdo en .$odologla

Prof. Gula: Luis

5. INOSTROZA Estudio acerca

Prof. Guia Guill

Magister en Historia

Page 317: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

Bibliografia sobre Historia Social ArHculos publicados en Revista Proposiciones: 1979-1989

(Santiago de Chile: Ediciones SUR)

cohamcu, cauce oantido. F w n de ea hlstorta, las vi& indivulualr, pa- recan rujetas a un omm e injUSM azar ~~~mmr!onamos ni comprendemor. '

AnLlisis m'hco de la Intmdwct6n I la mmurhorloadolomqw H i r t o ~ del pueblo ehkm, del profeeor se hacan entendlbles cuando ss toma Sergm Villabbos, aperecida ese atto. 56 mnciancia de gua son historia, no b b cntm la propuesta histonopWca, si- graflas". ConhnIb el sn6Uris. Thile M)

guiendo a Lucien FabvR Presentar es una s u m decenc Ms para Nerqda separada y suceslvamente IDS g N p I . de hechode diferente naturalera, poli- trudura, ni el eonpnto de h e c E tica, swial, econbmlca, intdectual, &s lo o b j a o s q u e a m b o l l u n ~ a u ~ r ~ ~ c -

,

no una abstnccz 0 una au

&rho". NJ"" 5 0952)

EDUARDO MuNoz "El pats de 10s histonadom" N h e m 4 (1981)

tan Is msis del sistema oligb

PAULINA MATT* QATTIER ".&ma de la Patria: Nmda"

Page 318: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

de la d t u m obrea en el period0 de surdmiento dsl movimienb ObRIO chi&no. %plan& el tema doh autono- mi. cultural. ralrcwdndoh a n hs

EDUAKDOVALRNZUWA ' 'I% I@ h&totori. regan Vitale" NJmao 6 (1982)

JDSl BENCOA "Acerudela nocuhdeEstadoenChle. Criclcaal libm del pmkwr Mario G4n- ) p a ' NOmm 7 (1982)

AnPhas y cnmentario crihm al enton- ces mien apanxido hbm del profaor Mario G6ngora. Endsyo krrtdnw sobn la nocrdn de Estado en Ckdem lob s18los XIX y xx Se e m h en primer lugar que se lo mMen mmo"unodelos misimpor- tanter trabpa que SR han escnto en estos PROI", sdemtis. que "el ppel del GABRIEL SA himtomdm ea mostrar que eptc pais no '"De la ze

d e n en un mism

pute de cm, y m esdG6ngo& es el rmeutrg , . El text0 obli a a la ntle- xan, a k critim, a dlscutt no s610 la conclusi6n. smo q(de h interpretacidn de I@ premises" El autorcqWca la inter-

rcl6n exclunvammte prmidencia- que dr 6 6 n p a a1 Estadochlleno,

yquocaraaentmriphacidsd ylacul- tura. AI mismo Hemp, 1.1 ausenma de unav~aldndemocr~ticadelEstado, otn mra do k moneda, rmpida obseervar el

permo~eentreputortarismoe "T Inc u$ic%n, ye1 elemento de integnci6n quehacrrryteriardoalEstadochileno y lo ha hecho seer tan eatable.

Josa ~ N C O A "El m r o l del p a d o am0 campo de lurha politica w el presente cdtlco del

E L 8 (1983) 1w-23

Cornentario SI libm del pmferor Jean

jhnipokncia. anomb

Niunem 12 (1986):

"Sociedird criolla. soci

m

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El Prticulo es un esNdio hist6nco de la educacidn popular en Chile

COMBNTARIO a B u d o un im Identi- dad y utopb rn 10s Andus, de A k r t e

COMWTARIO al libm Miswnno AraucsnCz, de Jorge Pinto et a\. NJmm, 17 (1989) 216

CHILENA: balance y del "SeminariO de realmdo m SUR, Floras Galmdo.

N h m 15 (1987). 230

mid en b fomd6n de Chth achurl L i p 1700-1850,d~ Roland0 Mella

Nbero 170989) 218

ones y diwu- COMENTARIO a El penmiento s o ~ l ~ t r r Histona de en Clut . Antolo@ 18934933, dr Eduar- R e d Salinas

Nbm 15 (1987X 230

GABRIEL %LAZAR P Gawoh et al COMENTARIO al lrbm Hirtorvr del mom-

mumto obnro, de Pedro Milos y Mano

N~mem 15 (1987). 233

"Estudiando -@I' hn'- 10s mer deres banqwros del slglo XIX"

N h e m 17 (1989) 219-26

Comentano critic0 a cuatrn libmi t O M . 190-1970, de cientementeeditadosxerin de

ciantes, perronapr rims y bu chkna en el sigh XIX.

10 a G~Q~IDS del magibtmo,

COMENTARIO~ Gwbbn 100rfiosdehrPto- M (1864.1980). de Ennque Rguma y Carlos Sandoval

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Recuerdo aquellos dias en que presentaba yo mis lotrinas c o r n aparatd capaces de acelerar la circula- ci6n de las materias orghicas. Entoncs promovia el reciclaje y, mirando hacia aMs, veo que era lbgico que pensaraasi. Desde tempranomehabianinculcadoqw Knpta munent, lo escrito sobrevive a quien lo dict6. Asi,mehabiaacostumbradoacreerenla~nencia del pasado. Wabbk aprendido a concebir la memona corn un pimrr6n en el que se conserva todo, tal como h e .

Hasta que un dia, oyendo a roo60 Merlin contar- nos por tercera vez la nusma lstoria sobre Sabinillo, su pueblo en la Mixteta Baja, me di cuenta de que el recuerdo no tern que ver con la mem0na. El recuerdo recrea loeheeh,sempre semepntesynuncaigualer La memoria 10s embalsama, loscanaliza y Em drcula. Y entiendo que esta memona, la que conwva tal cual lo dteho, e@ producto de una tecnologip. sin el alfabeto no extabria N se podria tmaghr . Desde entonces, p l e t ~ ~ w e$ as% con todos bs desechos. Lo que wtedet~laman eldeseehoesel andlogo matenalizado de que110 que desde Arist6teles se ha llamado la memona, b mbs preei9smente, el "%W Asicomo las kye5 de la m@m&rls detminan la sobrevwencia del pawlo, la ley de eonservad6n de la materia habh engntdrado en mi la IIuM6n de stermra mawnt, que todo e x c m n t o ~e conserva. Y, proyectando &a, mi ilus&n mbre d pmdo, me habis convencldo de que, bajo muy dmtintas e x p r e w m todar las soctedades ~ ~ ~ ~ I c I o M I C S hablm rendado sus d m h o s lo ha- bian heeho a d d 5 m una forma mis compLa que ~Wtr05.Gui.doporeStemodode pensar,andabayo pmponkndo I 10s tampsinos nuevas tknicaa para apximarseotra VBZ a un ideal perdido. Fue la snalo-

entre la memoda midental y el demho modemo glp6 mi rtusidn. Entendi que el desecho apM para sw conservado, tratado y arcula- ngeniero, es tan novedoro eomo la memoria

$E1 alfahtizarior demrroila en sus clientes.

*Conferwd4dadaa e I " P ~ r i m a * m i n u l o l n t c a n a ~ b r e Sdudmer de Lhjo W o para EMementas, A rs Nesar y &aura", MedeUfn, Colombia, julb de 1987 R€prc%mdo de Tec no-PolIbca': Doc 87 06, Cumavlca. Mxm (mimwgafiado)

290

i+qmcwns 19,1990

fdcil Por buenas razones termino tecnico. Creamos

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es eatada, pmcesada y recirculada por ingenieros en

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Mnrino Re&i ‘ .

Modernidad y Capitalism0 1 Boliuar Echevemir

El Suefio de Newton Wolfgang Schmidt

La Izquierda y la caida del Comun Em Hobsbnwn

, I , ,& La Oscuridad en Acecho Nelson Jurado

Para UM Ecologfa de lo Cotidiano. Albert0 M e f u m

Guayaquil y 10s Indios Gnfo Rnmdn

Una forma distinta de novelar Cm’lin Velum

De la Inteligencia de las Especies Abddn Ubidia

El VI Encuentro de Historia Jodquin Hm’ndtz

Sobre Elefantes y Gacelas en el debate sociol6gico ecuatonano Agustin C u m

:. “5%

Surcripcionss: Centro ds Investi aciones y Estudim &io-Ec

LuL Martfnaz 148 - telf.!34-924-casilla 161 SUC. 12

Page 327: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

Instituto Internaciona de Medio Ambiente y Desamllo - IlED.

Am6rica Latina

Page 328: Bajo Pueblo Gabriel Salazar

49 socialismo y participacibn

marzo, 1990 QM " ( I

d:' uaaridlisis '

Artteulos: Politicas de poder, deuda, ajuste yberechos Humanos. Msnuel Roddgua Cuadms. ,

Tutela juddica de los recurws fitogeneticos en el

Guillmno Figallo.

Canasta Msica de consumo masivo y el IPC de 10s

. Perti.

rb= ah l i m b . '

E"" lfana C&a.

La dinbmica del empleo y el rol del SIU m el odo de inestabilidad ecodmica: 1985-1989.

La educacidn de adultos en America Latina. Jd R i m .

"El Otro Sendem" a1 trasluz. [@SI? Carlos Fajwdo.

Artc: POL?miiS. Rafael &tala.

adep

Mesa Redonda sobre \eSw Ruiton.

Remfias y novedad bibli

El Perti desde la Escuela. (Eleana Llosa). ., 9

G o m l o Portocawm, Patricia Oliavt. yd Novedad biblio ificc comenta cinco l i L s recientes. Carlos Manuel Allbnbulo.

Publicaciones ncibidas:

i - SOCIALISM0 y PARTICIPACION es una ublicaci6n trimestral del Centro de 6 Estudios para el Desarrollo y!articipaci6n, CEDEP. - - -

'1 4 . g

La correspondencia dhigirla E EDICIONES SOCIALISMO Y PARTICIPACION, Jon6 Faustino Shchcz

Cad611 790, Lima 17, P e d .

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Actualidad Valores democraticos y practica polihca Jose M ' Maravall

Los sindicatos en la sociedad industnal desarrollada Manuel Chaves

L- Memorandum sobre America Latina. Enrique Gom'lez Pedrero.

Andlisis y debate Las transfotmaciones del socialismo Salvador Clotas

Otoiio 1989 37 I1 Epoca La crisis del Estado providencia Ludolfo Parnmio

Sobre el mito de la Revolucion Lucinno Pellicnni.

Libros El socialismo del futuro Miguel Porta.

Capitalism0 y paro. Miguel Porta.

a

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Os Estados Unidos e a A d c a Lati

A luta pela paz e pel0 progress0 sodal M nossa epoca Rolf Reissig

A CoOperacHo argmtino-brasileira: significado e

modificagks do sistema intemacional eo Brasil

As bssed de sustenctio politica do govern0 nos B R 0 $ 9 0 Reg& de Castro Andrade

Sergio ZmnetSo

Conto A origem do c6u e da terra Gctlilio AUlo

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El Tema Central: NESTRATEGZAS Y POLITICAS INDUSTRIALESm

la e&ricncis chilena. Afekndro /adresic. La reconwrsibn industrial y el E- cnran.dor en Costa Rtca. Ios iM~nuel Salatar y €Awnlo ' ' . Politica industrial e tKnol6gica no &asit: U n u avaluclo preliminar. k q u a Marcm'tch. cuos europeoc

ANALISIS DE PROCESOS SECIORIALES DE RECONVERSION INDUSTRIAL. La i n d u s b metalmechica y la 9 6 n i n d w u en Colombia.

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C H I

~ leonado Ldn: El mal& de Cuririamcu. El

EL DISCIPLINAylENTO

M. h g d i c a Wanes: Azote, salario y ley. Disdiplinamiento de la mano de obra en la mineria de Atacama (1817-1850) *julio\Pinto: La caldera del desierto. 10s trabajadores del guano y 10s inicios de la ruestidn social JosC B m p a : Una hacienda a tines de siglo: Las Casas de QuilpuP Guillermo Cuajardo: La

capacitacidn tPbico-manual de 10s trabajadores ferroviarios chilenos (1852- 1914).

REBELDIAS

Paer Winn: El taylorismo y la gran huelga Yarur de 1962 Cathy Schneider: La moyilizacidn de las bases. Poblaciones marginales y resistencia en Chile

autoritario.

REFLEXION HlSTORlCA

Jean Chesneaux: El tiempo de la modernidad *A. 1. Bauer: Sociedad y polilica I

ruplchilenas en un enfoque comparativo Andy Daitsman: Bandolerismo: mito , y rociedad. Algunos apuntes te6ricos *Luis Albert0 Romem: 10s sectores

J populares urbanos como sujetos histdricos.

N O T A S TECNICAS / Conzalo Ciceres: Tesis sobre temas de Historia de Chile: *

1973-1 988. (Titulos de un primer balance) JOSC Bengoa: Bibliografia sobre ; Historia Social. Articulos publicados en Revista Proposiciones: 1979-1 989.

~ D O C U M E N T O S / lean Robert: El derecho a la mugre REVISTAS.

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