Atalaya 10

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  • 7/27/2019 Atalaya 10

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    ARTICULOS DE ESTUDIO

    26 DE NOVIEMBRE2 DE DICIEMBRE

    Afrontemos con valenta

    los golpes de la vidaP

    AGINA 7 C

    ANTICOS: 81, 33

    3-9 DE DICIEMBRE

    Qu

    e clase de espritu

    manifiesta usted?P

    AGINA 12 C

    ANTICOS: 122, 124

    10-16 DE DICIEMBRE

    Obedezca a Diosy ver

    a cumplidas

    sus promesasP

    AGINA 22 C

    ANTICOS: 129, 95

    17-23 DE DICIEMBRE

    Que su s signifique s

    PAGINA 27 C

    ANTICOS: 63, 125

    34567

    1 5 D E O C T U B R E D E 2 0 1 2

    DE D I C I

    O N D E E S T U D I O

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    2/32

    EL PROPOSITO DE LA ATALAYA

    es honrar a Jehov

    a Dios, el Sobe-rano del universo. En el pasado,

    las atalayas, o torres de vigilan-

    cia, permitan descubrir lo que

    suceda a lo lejos. De igual modo,

    esta revista nos ayuda a descu-

    brir la relaci

    on entre las profecas

    bblicas y los sucesos de nuestro

    tiempo. La Atalaya consuela a la

    gente anunciando que el Reino

    de Dios un gobierno de verdad

    que se halla en los cielos pronto

    acabar

    a con la maldad y transfor-

    mar

    a la Tierra en un paraso.

    Adem as, promueve la fe en el Rey

    reinante de dicho gobierno, Jesu-

    cristo, quien muri

    o para que

    pudi

    eramos alcanzar la vida eter-

    na. Esta publicaci

    on, editada sin

    interrupci

    on desde 1879 por los

    testigos de Jehov

    a, es poltica-

    mente neutral y reconoce la

    Biblia como m

    axima autoridad.

    Esta publicaci

    on se distribuye como parte

    de una obra mundial de educaci

    on bblica

    que se sostiene con donativos. Prohibida su

    venta. A menos que se indique lo contrario,las citas b

    blicas se han tomado de la ver-

    si

    on en lenguaje moderno Traducci

    on del

    Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (con

    referencias).

    345676

    OCTOBER 15, 2012

    PROPOSITO DE LOS ART

    ICULOS

    DE ESTUDIO

    ARTICULO DE ESTUDIO 1 P

    AGINAS 7-11

    Vivimos en una

    epoca de grandes de-

    sastres. En este artculo analizaremos

    ejemplos de siervos de Dios de tiempos

    antiguos y modernos que han afrontadodiversas desgracias. Tambi

    en veremos

    c

    omo mantener el valor y el optimismo

    venga lo que venga.

    ARTICULO DE ESTUDIO 2 P

    AGINAS 12-16

    El mundo est

    a inundado por un espritu

    que ejerce un efecto destructivo en la gen-

    te. Este artculo nos ense

    nar

    a a evitar

    cualquier comportamiento o actitud que

    perjudique a la congregaci on, as como a

    cultivar buenas relaciones con los dem

    as.

    ARTICULOS DE ESTUDIO 3 Y 4

    PAGINAS 22-31

    El primer artculo subraya las inestimables

    promesas que Dios ha jurado cumplir.

    Para beneficiarnos de ellas, debemos obe-

    decerle y ser fieles a nuestra palabra.

    El segundo artculo habla de personas

    cuyo s signific o s, y anima a los cristianos

    bautizados a cumplir con su s m

    as impor-

    tante (Mat. 5:37).

    OTROS ARTICULOS

    3 SE OFRECIERON DE BUENA GANA

    PARA SERVIR EN BRASIL

    17 SESENTA A NOS COMO AMIGOS...

    Y SOLO ES EL PRINCIPIO

    32ANIMO DE LA BOCA DE LOS NI

    NOS

    PORTADA: Una pareja

    de precursores predica

    en una zona muy con-

    currida de la ciudad

    utilizando un expositor

    port atil

    TIMES SQUARE

    (MANHATTAN, CIUDAD

    DE NUEVA YORK)

    600PRECURSORES

    PREDICAN EN

    12PUNTOS DE

    MANHATTAN

    55CONGREGACIONES

    EN MANHATTAN

    Vol. 133, No. 20 Semimonthly

    SPANISH

    The Watchtower (ISSN 0043-1087) is

    published semimonthly by Watchtower

    Bible and Tract Society of New York, Inc.;

    L. Weaver, Jr., President; G. F. Simonis,

    Secretary-Treasurer; 25 Columbia Heights,

    Brooklyn, NY 11201-2483, and by Watch

    Tower Bible and Tract Society of Canada,

    PO Box 4100, Georgetown, ON L7G 4Y4.

    Periodicals Postage Paid at Brooklyn, NY,

    and at additional mailing offices.

    POSTMASTER: Send address changes toWatchtower, 1000 Red Mills Road,

    Wallkill, NY 12589-3299.

    5 2012 Watch Tower Bible and Tract

    Society of Pennsylvania.

    Todos los derechos reservados.

    Printed in Canada.

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    HACE unos a

    nos, R

    ubia (1), una hermana que ahora tie-

    ne 30 a

    nos de edad, viaj

    o al sur de Brasil para visitar a

    Sandra (2), quien serva de precursora en una peque

    na

    congregaci

    on. Durante la visita ocurri

    o algo que le cambi

    o la vida.

    Qu

    e fue? Dejemos que ella misma nos cuente qu

    e le caus

    o una

    impresi

    on tan profunda.

    NO ME LO PODIA CREER!

    Sandra me llev

    o a visitar a una mujer a la que daba clases bbli-

    cas. Durante el estudio, la se

    nora le dijo: En mi trabajo hay tres

    chicas que quieren aprender de la Biblia, pero como s

    e que tie-

    nes la agenda de este a

    no completa, les dije que tendr

    an que

    SE OFRECIEROND E B U E N A G A N A P A R A S E R V I R

    en Brasil

    Noemi y Jo

    ao Paulo en Ascurra (Santa Catarina)

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    4

    esperar turno. No me lo poda creer! Hab

    a tantas

    personas deseosas de conocer a Jehov

    a que San

    dra tena una lista de espera. Con lo que a m

    me

    costaba encontrar en mi territorio una sola perso

    na interesada en estudiar! En ese momento, en la

    casa de aquella mujer, sent un intenso deseo de

    ayudar a la gente de all. Poco despu

    es me mude

    de la gran ciudad al pueblo donde serva Sandra.

    C

    omo le fue a R

    ubia? Ella explica: En solo dos

    meses ya diriga quince estudios b

    blicos. Y, po

    sorprendente que parezca, en poco tiempo tena m

    propia lista de espera.

    REEVALUO SU MINISTERIO

    Diego (3), un hermano de veintipocos a

    nos, fue a

    visitar a unos precursores que sirven en un pueblo

    del sur de Brasil llamado Prudent opolis. La expe

    riencia le cal

    o tan hondo que le hizo reevaluar su

    propio ministerio.El mismo admite: En mi congre

    gaci

    on segua la ley del m

    nimo esfuerzo y predica

    ba unas cuantas horas al mes. Pero estar con los

    precursores y escuchar sus experiencias me impu

    s

    o a comparar su alegre espritu con mi indiferen

    cia hacia el ministerio. Vi

    endolos tan felices y entu

    siasmados, pens

    e: Ojal

    a mi vida fuera como la

    suya!. A su regreso a casa, Diego se hizo precursor.

    Qu

    e hay de ti? Tambi

    en eres un joven Testigo que

    predica y asiste a las reuniones, pero que a veces

    nota que su ministerio se ha vuelto aburrido y rut

    nario? En tal caso, tal vez puedas hacer cambios

    en tu vida para sentir el gozo de ir adonde se nece

    siten m

    as publicadores del Reino. Claro, puede que

    no te atraiga mucho la idea de renunciar a algunas

    comodidades. Pero eso es justo lo que muchos de

    tu edad han hecho: han tenido el valor de cambia

    sus deseos y objetivos con tal de servir m

    as plena

    mente a Jehov

    a. Veamos el caso de Bruno.

    MUSICO O MINISTRO?

    Bruno (4), que ahora tiene 28 a

    nos, estudi

    o m

    us

    ca en un prestigioso conservatorio. Su sue

    no era

    ser director de orquesta, y progres

    o tanto que lo

    1 2

    3

    4

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    invitaron varias veces a dirigir una orquesta sin-

    f

    onica. Su futuro era muy prometedor. No obstan-

    te,

    el admite: Tena la sensaci

    on de que me falta-

    ba algo. Le haba dedicado mi vida a Jehov

    a, pero

    saba que no le estaba dando todo lo que pod

    a,

    y eso me haca sentir mal. Le abr

    mi coraz

    on y

    tambi

    en habl

    e con varios hermanos de experien-cia. Tras pensarlo mucho, decid

    poner el ministe-

    rio en primer lugar en mi vida: dej

    e el conservato-

    rio y acept

    e el reto de servir a Jehov

    a en un lugar

    donde realmente hacan falta proclamadores del

    Reino. Fue aquella una buena decisi

    on?

    Bruno se mud

    o a una localidad de 7.000 habi-

    tantes llamada Guapiara, a unos 260 kil

    ometros

    (160 millas) de S

    ao Paulo. Como

    el mismo cuenta,

    fue un cambio dr

    astico: La casa era muy peque-na, sin nevera, televisi

    on ni Internet. Eso s

    , ten

    a al-

    gunas cosas que para m eran nuevas, como un

    huerto con

    arboles frutales. Bruno serva en una

    congregaci

    on de pocos hermanos. Un da a la se-

    mana tomaba una bolsa con publicaciones, comi-

    da y bebida, y se iba en su motocicleta a predicar a

    una zona rural donde muchas personas jam

    as ha-

    ban o

    do las buenas nuevas. Dirig

    a nada menos

    que dieciocho estudios bblicos explica. Era ma-

    ravilloso ver a aquellas personas hacer cambios ensu vida. Entonces comprend

    que hab

    a encontra-

    do lo que me faltaba: la profunda satisfacci

    on que

    produce poner los intereses del Reino en primer

    lugar. Ning

    un sue

    no materialista me habra hecho

    tan feliz. Y c

    omo se ganaba la vida en Guapiara?

    Responde con una sonrisa: Dando clases de gui-

    tarra!. As que, despu

    es de todo, sigue siendo m

    u-

    sico!

    SENCILLAMENTE, TEN

    IA QUE QUEDARME

    La situaci

    on de Mariana (5), de veintitantos a

    nos,

    era parecida a la de Bruno. Aunque ganaba bas-

    tante dinero como abogada, no se senta realiza-

    da. Ella misma dice: Mi vida era como esforzarse

    tras viento (Ecl. 1:17). Varios hermanos la ani-

    maron a plantearse la posibilidad de emprender

    el precursorado. Despu

    es de meditarlo, ella y tres

    No nos ha faltadonada

    Cuando Jo

    ao Paulo y su esposa, Noemi, co-

    mentaron que les gustara ir a un lugar conmayor necesidad de predicadores, no todas

    las respuestas fueron positivas. Algunos her-

    manos de la congregaci

    on les decan: Si se

    van a un pueblo peque

    no, pueden sufrir pro-

    blemas econ

    omicos, y Por qu

    e quieren

    mudarse, con todo lo que hay que hacer en

    esta congregaci

    on?.El explica: Sab

    amos

    que lo decan sin mala intenci

    on, pero aun

    as nos costaba evitar que sus palabras nos

    desanimaran. No obstante, despu

    es de va-

    rios a

    nos sirviendo en una zona donde se ne-cesitan m

    as publicadores, los dos se alegran

    de haber ampliado su ministerio, tal y como

    haban decidido. Jo

    ao Paulo asegura: Desde

    que llegamos aqu, no nos ha faltado nada.

    Y en lo que respecta a las cosas que realmen-

    te importan, tenemos mucho m

    as que an-

    tes. Noemi a

    nade: El esfuerzo vali

    o la

    pena.

    Ganarse la vida en un pueblo peque

    no sue

    le ser difcil. C

    omo se las arreglan quienes

    se han mudado a zonas distantes? Siendo

    creativos. Algunos ense

    nan ingl

    es u otro idio-

    ma, dan clases privadas a ni

    nos, cosen, pin-

    tan casas o hacen cualquier otro trabajo a

    tiempo parcial. Todos est

    an de acuerdo en

    que las bendiciones superan con creces los

    sacrificios.

    15 DE OCTUBRE DE 2012

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    amigas llamadas Bianca (6), Caroline (7) y Ju-

    liana (8) decidieron ayudar a una congregaci

    on

    de Barra do Bugres, un pueblo situado cerca de

    Bolivia, a miles de kil

    ometros de su hogar. Qu

    e

    ocurri

    o?

    Mariana comenta: Mi intenci

    on era quedarme

    tres meses. Sin embargo, cuando acab

    o ese

    plazo, estaba dirigiendo quince estudios bbli-

    cos, y los estudiantes necesitaban mucha m

    as

    ayuda para progresar en la verdad. C

    omo po-

    da decirles que me iba? No fui capaz. Sencilla-

    mente, tena que quedarme. Y eso fue lo que

    hicieron las cuatro. Ahora Mariana est

    a mucho

    m

    as satisfecha: Me hace sentir muy bien saberque Jehov

    a me usa para ayudar a la gente a me-

    jorar sus vidas y que estoy dedicando mi tiempo

    y energas a algo que s

    vale la pena. Caroline

    resume as el parecer de las cuatro: Me acues

    to cada noche con la satisfacci

    on de haberlo

    dado todo por los intereses del Reino. Me con

    centro en ayudar a mis estudiantes de la Biblia

    y es maravilloso verlos progresar. He comprobado que la Biblia tiene raz

    on cuando aconse

    ja: Gusten y vean que Jehov

    a es bueno (Sa

    34:8).

    Sin duda, a Jehov

    a debe complacerle muchs

    mo ver como cada vez m

    as j

    ovenes de todo e

    mundo se ofrecen de buena gana para pred

    car las buenas nuevas del Reino en zonas leja

    nas (Sal. 110:3; Prov. 27:11). A su vez, estos

    abnegados j

    ovenes reciben muchas bendiciones (Prov. 10:22).

    Combaten la nostalgia

    Tiago: Poco despu

    es de llegar a la nueva congre-

    gaci

    on empec

    e a sentirme desalentado. En el pueblo

    haba muy pocos publicadores y apenas sitios donde

    divertirse, as que me entr

    o nostalgia. Como sab

    a que ten

    a

    que hacer algo para animarme, me propuse conocer mejor a

    los hermanos, y funcion

    o! Hice nuevas amistades y no tard

    e

    en sentirme muy feliz y como en casa.

    5

    6

    7

    8

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    VIVIMOS en una

    epoca de grandes desgracias.

    Terremotos, tsunamis, incendios, inunda-ciones, volcanes, tornados, tifones y huraca-

    nes causan estragos en todo el mundo. Adem

    as, laspersonas sufren todo tipo de problemas personales yfamiliares que las llenan de temor y tristeza. La Bi-

    blia lleva mucha raz

    on cuando afirma que a cual-quiera nos puede ocurrir un suceso imprevisto (Ecl.9:11).

    2 En conjunto, los siervos de Dios nos hemos en-frentado con valor a todas esas circunstancias dif

    ci-

    les. No obstante, necesitamos estar preparados para loque pueda venir seg

    un se acerca el fin de este sistema.

    C

    omo podemos afrontar los problemas sin dejar quenos abrumen? Qu

    e nos ayudar

    a a sobrellevar con va-

    lenta los golpes de la vida?

    IMITEMOS A QUIENES AFRONTARON

    LA VIDA CON VALENTIA

    3 Aunque los problemas afectan hoy da a m

    as gen-

    te que nunca, lo cierto es que existen desde hace mi-lenios. Veamos c

    omo lograron afrontar los golpes de

    la vida algunos siervos de Dios de tiempos bblicos

    (Rom. 15:4).4 En primer lugar, hablemos de David. Entre otras

    cosas, tuvo que soportar la c

    olera de un rey, los ata-

    ques de sus enemigos, la captura de sus esposas, latraici

    on de sus propios hombres y una enorme angus-

    tia emocional (1 Sam. 18:8, 9; 30:1-5; 2 Sam. 17:1-3;

    1, 2. Qu

    e desgracias son comunes hoy, y qu

    e necesitamos lossiervos de Dios?

    3. Seg

    un Romanos 15:4, qu

    e puede alentarnos cuando sufrimosproblemas?

    4. Qu

    e tuvo que padecer David, y de d

    onde sac

    o las fuerzas?

    AFRONTEMOSCON VALENT

    IA

    LOS GOLPESDE LA VIDA

    Dios es para nosotrosrefugio y fuerza, unaayuda que puede ha-

    llarse prontamentedurante angustias.(SAL. 46:1)

    QUE RESPONDER

    IA?

    C

    omo podemos impedir que

    las desgracias nos abrumen?

    Qu

    e motivos tenemos para ser

    valientes?

    Qu

    e ayudas nos ha proporcio-

    nado Jehov

    a para afrontar los

    problemas?

    7

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    24:15, 17; Sal. 38:4-8). Los relatos bblicos

    de su vida reflejan muy bien lo mucho quesufri

    o. Sin embargo, los problemas no aca-

    baron con su espiritualidad. De d

    ondesac

    o las fuerzas? Rebosante de fe, dijo:

    Jehov

    a es la plaza fuerte de mi vida. De

    qui

    en he de sentir pavor? (Sal. 27:1; l

    easeSalmo 27:5, 10).

    5 Pensemos ahora en Abrah

    an y Sara.Ambos vivieron la mayor parte de su vidacomo extranjeros en tiendas de campa

    na.

    Y aunque las cosas a veces se ponan di-

    fciles, encararon con decisi

    on problemas

    como el hambre y los conflictos con nacio-nes vecinas (G

    en. 12:10; 14:14-16). C

    omo

    lo lograron? La Palabra de Dios se

    nala que

    Abrah an esperaba la ciudad que tienefundamentos verdaderos, cuyo edificadory hacedor es Dios (Heb. 11:8-10). En lugarde dejarse arrastrar por el mundo que losrodeaba, los dos se concentraron en el fu-turo.

    6 Por su parte, Job tambi

    en soport

    o pre-siones muy intensas. Para

    el debi

    o de ser

    horrible ver como su vida pareca derrum-

    barse a su alrededor (Job 3:3, 11). Y lo peorera que no comprenda por qu e le esta-ba ocurriendo todo aquello. Pero nunca sedio por vencido, sino que mantuvo su feen Dios (l

    ease Job 27:5). Qu

    e gran ejemplo

    de integridad!7 Veamos a continuaci

    on el ejemplo de

    Pablo. Este ap

    ostol atraves

    o peligros enla ciudad, en el desierto y en el mar.Adem

    as, soport

    o hambre y sed, fr

    o y

    desnudez. Incluso dijo que estuvo unanoche y un d

    a [...] en lo profundo, refi-

    ri

    endose seguramente a uno de sus varios

    5. C

    omo lograron Abrah

    an y Sara encarar las nu-merosas dificultades de su vida?

    6. En qu

    e debemos imitar a Job?

    7. Qu

    e situaciones vivi

    o Pablo durante su servicioa Dios, y qu

    e le dio valor para seguir adelante?

    naufragios (2 Cor. 11:23-27). Pero siem-pre manifest

    o una buena actitud, como lo

    demuestra lo que dijo tras estar a puntode perder la vida por servir a Dios: Estofue para que no tuvi

    eramos nuestra con-

    fianza en nosotros mismos, sino en el Dios

    que levanta a los muertos. De tan grandecosa como la muerte nos libr

    o y nos libra-

    r

    a (2 Cor. 1:8-10). Pocas personas han vi-vido tantas situaciones extremas como Pa-blo. No obstante, podemos identificarnoscon sus sentimientos y cobrar

    animo al

    examinar su ejemplo de coraje.

    NO DEJEMOS QUE LAS DESGRACIAS

    NOS ABRUMEN

    8

    A mucha gente le abruman los desas-tres, problemas y presiones del mundo ac-tual. Hasta a algunos cristianos les ocurre.Lani,1 que serv

    a de tiempo completo jun-

    to con su esposo en Australia, recibi

    ocomo un jarro de agua fr

    a la noticia de

    que tena c

    ancer de mama. Ella recuerda:

    Los tratamientos me dejaron muy enfer-ma y con la autoestima por el suelo. Paracolmo, su esposo se someti

    o a una ope-

    raci

    on de la columna vertebral y ella tuvoque cuidarlo. Qu e podemos hacer si nosvemos en una situaci

    on parecida?

    9 No olvidemos que Satan

    as se vale delos problemas que tenemos para atacarnuestra fe. No permitamos que nos robe laalegr

    a de vivir. Proverbios 24:10 advierte:

    Te has mostrado desanimado en el da de

    la angustia? Tu poder ser

    a escaso. Si re-flexionamos en ejemplos b

    blicos como los

    que hemos analizado, podremos afrontarcon valent

    a los golpes de la vida.

    1 Se han cambiado algunos nombres.

    8. En qu

    e situaciones podemos vernos? Cuenteun caso real.

    9, 10. a) Qu

    e debemos impedirle al Diablo?b) Qu

    e efecto deben tener en nosotros las pala-

    bras de Hechos 14:22?

    8

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    9/32

    10 Por supuesto, no es realista esperarque nunca nos ocurra nada malo; m

    as bien

    es al contrario (2 Tim. 3:12). Hechos 14:22asegura que tenemos que entrar en elreino de Dios a trav

    es de muchas tribulacio-

    nes. Pero en vez de tirar la toalla, debemos

    ver los problemas como oportunidades dedemostrar valor y fe en la ayuda divina.

    11 Necesitamos concentrarnos en cosaspositivas. La Palabra de Dios explica: Uncoraz

    on gozoso tiene buen efecto en el

    semblante, pero a causa del dolor del cora-z

    on hay un esp

    ritu herido (Prov. 15:13).

    Hace mucho que los cientficos conocen

    los beneficios fsicos del optimismo. Mu-

    chos de los pacientes a los que se les ad-

    ministra un placebo mejoran simplementeporque creen que est

    an recibiendo un me-

    dicamento real. De hecho, tambi

    en se hademostrado la existencia del efecto contra-rio, conocido como nocebo: los pacientesempeoran simplemente porque alguien lesdijo que el f

    armaco que estaban tomando

    les perjudicara. Si nos obsesionamos con

    situaciones que no podemos cambiar, soloconseguiremos desanimarnos. La buenanoticia es que Jehov a nunca nos da sim-ples placebos. Cuando sufrimos unadesgracia, nos fortalece de manera realcon su Palabra, con nuestra amorosa her-mandad y con el esp

    ritu santo. Recurrien-

    do a estas tres ayudas, recuperaremos lasfuerzas. Por tanto, en lugar de seguir d

    an-

    dole vueltas a lo negativo, tomemos medi-das pr

    acticas para afrontar cada problema

    y concentr

    emonos en las cosas buenas denuestra vida (Prov. 17:22).12 En los

    ultimos a

    nos, varios pa

    ses

    11. C

    omo podemos evitar que las desgracias nosabrumen?

    12, 13. a) Qu

    e ha ayudado a los siervos de Dios asuperar las consecuencias de los desastres? D

    e al-

    g

    un ejemplo. b) Cuando ocurre un desastre, c

    omose hace evidente lo que es m

    as importante?

    han sufrido desastres muy graves, y loscristianos que viven all

    han manifesta-

    do un aguante admirable. A principiosde 2010 se produjeron en Chile un potenteterremoto y un tsunami que arrasaronlas viviendas de numerosos hermanos.

    Muchos de ellos perdieron sus posesio-nes, y algunos, su medio de vida. Perosu espiritualidad se mantuvo intacta. Sa-muel, quien perdi

    o su hogar, asegur

    o:

    A pesar de esta situaci

    on tan dura, mi es-posa y yo nunca dejamos de ir a predi-car y a las reuniones. Creo que eso nosayud

    o a no desesperarnos. Junto con mu-

    chos otros, siguieron adelante sirviendo aJehov

    a.

    13 En septiembre de 2009, las lluviastorrenciales inundaron m

    as del 80% de

    Manila, la capital de Filipinas. Cierto hom-bre adinerado que perdi

    o mucho en el de-

    sastre dijo: Las inundaciones nos hanpuesto a todos al mismo nivel; ricos y po-bres estamos padeciendo los mismos pro-blemas. Esto nos recuerda el sabio conse-jo de Jes

    us: Acumulen para s

    tesoros en

    el cielo, donde ni polilla ni moho consu-

    men, y donde ladrones no entran por fuer-za y hurtan (Mat. 6:20). Quienes dedicanla vida a conseguir cosas materiales quetan r

    apido se esfuman suelen acabar

    desilusionados. Es mucho mejor centrar-nos en cuidar nuestra relaci

    on con Jeho-

    v

    a, una posesi

    on que no se ve afectada pornada de lo que suceda a nuestro alrededor(l

    ease Hebreos 13:5, 6).

    TENEMOS MOTIVOS

    PARA SER VALIENTES

    14 Jes

    us avis

    o a sus discpulos que du-

    rante su presencia se produciran proble-

    mas, pero luego les dijo: No se aterrori-cen (Luc. 21:9). En efecto, con

    el como

    Rey y con el Creador del universo a nuestro

    14. Qu

    e motivos tenemos para ser valientes?

    15 DE OCTUBRE DE 2012 9

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    10/32

    lado, tenemos motivos de sobra para ser va-lientes. Pablo anim

    o a Timoteo con las si-

    guientes palabras: Dios no nos dio un es-p

    ritu de cobard

    a, sino de poder y de amor

    y de buen juicio (2 Tim. 1:7).15 Muchos siervos de Dios expresaron

    su inquebrantable confianza en

    el. Porejemplo, David afirm

    o: Jehov

    a es mi fuer-

    za y mi escudo. En

    el ha confiado mi co-raz

    on, y se me ha ayudado, de modo que

    mi coraz

    on se alboroza (Sal. 28:7). Pa-blo declar

    o: En todas estas cosas estamos

    saliendo completamente victoriosos me-diante el que nos am

    o (Rom. 8:37). Y Je-

    s us, al verse ante el peligro, dej o claro queten

    a una s

    olida relaci

    on con Dios cuan-

    do dijo: No estoy solo, porque el Padreest

    a conmigo (Juan 16:32). Las palabras

    de todos ellos evidencian que confiabanpor completo en Jehov

    a. Si imitamos su

    actitud, tendremos valor para hacer fren-te a cualquier problema (l

    ease Salmo 46:

    1-3).

    JEHOVA NOS AYUDA

    A SER VALIENTES

    16 Los cristianos no somos valientes

    15. Qui

    enes demostraron tener una confianzainquebrantable en Dios, y c

    omo podemos cultivar

    un valor similar?

    16. Por qu

    e es tan importante que estudiemos laPalabra de Dios?

    porque confiemos en nosotros mismos,sino porque conocemos a Dios y nos apo-yamos en

    el. Para ello debemos estudiar su

    Palabra, la Biblia. Una hermana que pade-

    ce de depresi on explica lo que a ella le ayu-da: Leo una y otra vez los pasajes que m

    as

    me consuelan. Y qu

    e hay de la exhor-taci

    on de dedicar tiempo regularmente a

    adorar a Dios en familia? Lo estamos ha-ciendo? Si as

    es, podremos cultivar la ac-

    titud del salmista que dijo: C

    omo amo tuley, s

    ! Todo el d

    a ella es mi inter

    es inten-

    so (Sal. 119:97).17 Tambi

    en disponemos de publicacio-

    nes bblicas que fortalecen nuestra con-fianza en Jehov

    a. A numerosos hermanos

    les han ayudado muchsimo las biograf

    as

    de nuestras revistas. Por citar un caso, unahermana de Asia que sufre trastorno bi-polar ley

    o la historia de un hermano que

    haba sido misionero y que estaba luchan-

    do con

    exito contra la misma enfermedad.Agradecida, escribi

    o: Me ayud

    o a com-

    prender mi problema y me infundi

    o espe-ranza.

    18 Adem

    as, contamos con una ayudaque est

    a disponible en cualquier situaci

    on:

    17. a) Qu

    e nos ayudar

    a a mantener una actitudpositiva? b) Mencione alguna biograf

    a que lo haya

    ayudado en su caso.

    18. Por qu

    e debemos aprovechar al m

    aximo laoraci

    on?

    Cuando la vida lo golpee,aproveche las ayudas

    que nos proporciona Jehov

    a

    10

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    11/32

    la oraci

    on. El ap

    ostol Pablo destac

    o sugran valor cuando dio este consejo: No seinquieten por cosa alguna, sino que entodo, por oraci

    on y ruego junto con acci

    on

    de gracias, dense a conocer sus peticio-nes a Dios; y la paz de Dios que supera atodo pensamiento guardar

    a sus corazones

    y sus facultades mentales mediante Cris-to Jes

    us (Filip. 4:6, 7). Aprovechamos al

    m

    aximo esta ayuda para buscar fuerzascuando las cosas se ponen cuesta arriba?Alex, un joven brit

    anico que lucha contra

    la depresi

    on desde hace mucho, explica:Hablar con Jehov

    a y escuchar lo que dice

    a trav es de su Palabra es para m un salva-vidas.

    19 Otra ayuda que tenemos a nuestradisposici

    on son las reuniones cristianas.

    Un salmista escribi

    o: Mi alma ha anhela-do, y tambi

    en se ha consumido, en su vivo

    deseo por los patios de Jehov

    a (Sal. 84:2).Nos sentimos como

    el? Lani, mencionada

    anteriormente, cuenta c

    omo vea las reu-

    niones: Asistir no era opcional. Saba que

    si quera que Jehov

    a me ayudara, ten

    a que

    estar all.

    20 Predicar las buenas nuevas del Reinotambi

    en nos ayuda a ser valientes (1 Tim.

    19. C

    omo debemos ver la asistencia a las reunio-nes?

    20. C

    omo nos ayuda la predicaci

    on?

    4:16). Una hermana de Australia que hapasado por diversos problemas se

    nala:

    Un anciano me invit

    o a predicar, y aun-que en ese momento era lo

    ultimo que

    quera hacer, acept e. Y debe de ser queJehov

    a me estaba ayudando, porque cada

    vez que sala al ministerio me sent

    a muy

    feliz (Prov. 16:20). Muchos cristianos hancomprobado que, cuando fortalecen la fede los dem

    as, al mismo tiempo fortalecen

    la de ellos. Adem

    as, alejan de la mente susproblemas y se concentran en las cosasm

    as importantes (Filip. 1:10, 11).21 Jehov

    a nos ha proporcionado nu-

    merosas ayudas para afrontar con valentalos golpes de la vida. Si las aprovechamos,reflexionamos en los relatos de los sier-vos de Dios e imitamos su ejemplo devalor, podemos estar seguros de que logra-remos enfrentarnos con

    exito a los proble-

    mas que se nos presenten. A medida quese acerca el fin de este sistema, es posi-ble que nos ocurran cosas negativas, pero

    podemos hacer nuestras estas palabras delap ostol Pablo: Se nos derriba, pero no senos destruye. [...] Por lo tanto no nos ren-dimos (2 Cor. 4:9, 16). Mientras tengamosa Jehov

    a de nuestro lado, podemos afron-

    tar con valenta los golpes de la vida (l

    ease

    2 Corintios 4:17, 18).

    21. De qu

    e podemos estar seguros?

    15 DE OCTUBRE DE 2012 11

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    12/32

    EN SUS cartas, el ap

    ostol Pablo expres

    o vez tras

    vez su deseo de que Dios y Cristo aprobaran elesp

    ritu que cada congregaci

    on mostraba. Por

    ejemplo, a los g

    alatas les escribi

    o: La bondad inme-recida de nuestro Se

    nor Jesucristo est

    e con el esp

    ri-

    tu que ustedes manifiestan, hermanos. Am

    en (G

    al.

    6:18). A qu

    e espritu se refer

    a?

    2 En este contexto, ese espritu es la actitud, o

    modo de pensar, que nos impulsa a decir o hacer lascosas de cierta manera. Por ejemplo, una persona pue-de ser amable, considerada, cari

    nosa, generosa o com-

    prensiva. La Biblia alaba a quien refleja un espritu

    quieto y apacible y a quien es sereno de espritu

    (1 Ped. 3:4; Prov. 17:27). Por otro lado, hay quienes sonsarc

    asticos, materialistas, susceptibles, individualistas

    o, peor a

    un, inmorales, desobedientes o rebeldes.3 Por tanto, al usar expresiones como el Se nor est e

    con el espritu que manifiestas, Pablo estaba animan-

    do a sus hermanos a adoptar una actitud acorde con lavoluntad de Dios y la personalidad cristiana (2 Tim.4:22; l

    ease Colosenses 3:9-12). Hoy d

    a, cada uno de

    nosotros hace bien en preguntarse: Qu

    e actitud mecaracteriza? En qu

    e puedo mejorarla para que agrade

    a Dios? Puedo hacer una mayor aportaci

    on al buen es-p

    ritu de la congregaci

    on?. En un campo de girasoles,

    cada flor contribuye a la fascinante belleza del conjun-to. Es usted una de las flores que contribuyen a labelleza de su congregaci

    on? Sin duda, todos debemos

    esforzarnos por serlo. As pues, veamos c

    omo cultivar

    un espritu que agrade a Dios.

    1. Qu

    e deseo expres

    o Pablo en sus cartas?

    2, 3. a) En algunos casos, a qu

    e se refiri

    o Pablo al usar la pala-bra esp

    ritu? b) Qu

    e preguntas podemos hacernos?

    QUE CLASE

    DE ESPIRITU

    MANIFIESTA

    USTED?

    La bondad inmerecidadel Se

    nor Jesucristo

    est

    e con el espritu que

    ustedes manifiestan.(FILEM. 25)

    SABE LA RESPUESTA?

    Por qu

    e es importante cuidar

    la clase de espritu que

    manifestamos?

    Qu

    e actitudes queremos evitar,

    y c

    omo lo lograremos?

    C

    omo podemos manifestar

    un buen espritu en la

    congregaci

    on?

    12

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    13/32

    RECHACE EL ESPIRITU DEL MUNDO

    4 La Biblia indica: Nosotros recibimos,no el esp

    ritu del mundo, sino el esp

    ritu

    que proviene de Dios (1 Cor. 2:12). Qu

    ees el esp

    ritu del mundo? Es el mismo

    mencionado en Efesios 2:2, que habla de

    quienes en un tiempo anduvieron confor-me al sistema de cosas de este mundo, con-forme al gobernante de la autoridad delaire, el esp

    ritu que ahora opera en los hi-

    jos de la desobediencia. Dicho aire re-presenta la actitud mental de este mun-do, un esp

    ritu que, como el aire, est

    a por

    todas partes. Se traduce en lemas tan co-munes hoy d

    a como A m

    nadie me dice

    lo que tengo que hacer o Lucha por tusderechos. Quienes manifiestan esta acti-tud son los hijos de la desobediencia delmundo de Satan

    as.

    5 Esta actitud no es nueva. En tiemposde Mois

    es, Cor

    e se rebel

    o contra quie-

    nes haban recibido autoridad en la con-

    gregaci

    on de Israel. Atac

    o particularmen-te a Aar

    on y sus hijos, quienes serv

    an de

    sacerdotes. Tal vez se fij

    o en sus defectos o

    concluy o que Mois es les haba concedidolos privilegios solo por ser parientes suyos.Lo que est

    a claro es que empez

    o a mirar las

    cosas desde una

    optica humana y critic

    oa los hombres que Jehov

    a hab

    a nombra-

    do. Tuvo el descaro de decirles: Ya bastade ustedes [...]. Por qu

    e, pues, deben us-

    tedes alzarse por encima de la congrega-ci

    on de Jehov

    a? (N

    um. 16:3). De forma si-

    milar, Dat

    an y Abiram le presentaron estaqueja a Mois es: Procuras hacerte prncipesobre nosotros hasta el l

    mite. Y cuando

    el

    los mand

    o llamar, replicaron de malos mo-dos: No vamos a subir! (N

    um. 16:12-14).

    Est

    a claro que a Jehov

    a no le agrad

    o esa

    4. Qu

    e es el espritu del mundo?

    5. Qu

    e mala actitud mostraron algunos israelitas?

    actitud, pues ejecut

    o a todos los rebeldes(N

    um. 16:28-35).6 En el siglo primero tambi

    en hubo quie-

    nes criticaron y despreciaron a los hom-bres que ten

    an autoridad en la congrega-

    ci

    on (Jud. 8). Es probable que estuvieran

    descontentos con las responsabilidadesque se les hab

    an confiado. Y quiz

    as procu-

    raran predisponer a otros cristianos con-tra los hombres nombrados, los cualesse esmeraban por cumplir las tareas queDios les hab

    a encomendado (l

    ease 3 Juan

    9, 10).7 No hace falta decir que esa actitud est

    a

    fuera de lugar en la congregaci

    on cristia-na. As

    pues, tenemos que estar alerta. Los

    ancianos de la actualidad no son perfec-tos, como tampoco lo eran los contempor

    a-

    neos de Mois

    es o del ap

    ostol Juan. Puedencometer errores que nos afecten personal-mente. Si eso ocurriera, jam

    as debemos

    adoptar el espritu del mundo, exigiendo

    que se haga justicia o que el hermano re-ciba su merecido. Si Jehov

    a decide pa-

    sar por alto ciertos errores de relativamen-te poca importancia, no podemos hacerlo mismo nosotros? Algunos cristianos quehan cometido un pecado grave se han ne-gado a comparecer ante el comit

    e designa-

    do para ayudarles. Por qu

    e raz

    on? Porquese han concentrado en los supuestos de-fectos de los ancianos del comit

    e. Pero eso

    es como negarse a aceptar un tratamientom

    edico solo porque no nos agrada algo del

    doctor.8

    Para evitar ese esp

    ritu, recordemosque la Biblia dice que, en su mano

    6. Qu

    e mala actitud demostraron algunos cristia-nos en el siglo primero, y cu

    al pudo ser el motivo?

    7. Ante qu

    e actitud tenemos que estar alerta en lacongregaci

    on?

    8. Qu

    e versculos nos ayudan a seguir mostran-

    do el debido respeto por los superintendentes de lacongregaci

    on?

    15 DE OCTUBRE DE 2012 13

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    14/32

    derecha, Jes

    us tiene siete estrellas. Estasrepresentan a los superintendentes ungi-dos y, por extensi

    on, a todos los superin-

    tendentes de las congregaciones.El pue-

    de dirigir como considere apropiado a lasestrellas que tiene en la mano (Rev. 1:16, 20). Por consiguiente, en su papel deCabeza de la congregaci

    on cristiana, ejer-

    ce pleno control sobre los cuerpos de an-cianos. La Biblia indica que sus ojos [son]

    como una llama de fuego, es decir, est aal tanto de todo; por tanto, si es precisocorregir a alg

    un anciano,

    el se encargar

    a

    de que se haga cuando y como lo estimeoportuno (Rev. 1:14). Mientras tanto, se-guimos mostrando el debido respeto a loshombres que han sido nombrados por es-p

    ritu santo, pues Pablo escribi

    o: Sean

    obedientes a los que llevan la delantera en-tre ustedes, y sean sumisos, porque ellosest

    an velando por las almas de ustedes

    como los que han de rendir cuenta; paraque ellos lo hagan con gozo y no con sus-piros, por cuanto esto les ser

    a gravemente

    da

    noso a ustedes (Heb. 13:17).9 La actitud de un cristiano tambi

    en

    puede verse sometida a prueba cuando sele corrige o se le retiran sus privilegios de

    servicio. En una congregaci on, los ancia-nos hablaron con un hermano joven sobresu costumbre de jugar con videojuegos vio-lentos. Por desgracia, no escuch

    o sus con-

    sejos y tuvo que ser dado de baja como

    9. a) A qu

    e prueba puede verse sometido un cris-tiano cuando se le corrige o disciplina? b) C

    omo

    debemos ver la censura?

    Si reflexionamos en la funci

    oque desempe

    na Jes

    us

    c

    omo reaccionaremos cuandlos ancianos nos corrijan

    14

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    15/32

    siervo ministerial porque ya no satisfaca

    los requisitos bblicos (Sal. 11:5; 1 Tim. 3:8-

    10). Despu

    es de eso comenz

    o a manifestaren p

    ublico su desacuerdo, envi

    o a la sucur-

    sal numerosas cartas de queja y hasta ani-m

    o a otros miembros de la congregaci

    on

    a hacer lo mismo. De veras vale la penaponer en peligro la paz de toda la congre-gaci

    on solo para tratar de justificar nues-

    tros actos? Es mucho mejor ver la censu-ra como un medio para descubrir defectospropios que tal vez no ve

    amos y entonces

    aceptar la correcci

    on sin quejarnos (l

    easeLamentaciones 3:28, 29).

    10 Santiago 3:16-18 nos ayuda a ver cu

    ales la actitud adecuada en la congregaci

    on

    y cu al no lo es: Donde hay celos y espritude contradicci

    on, all

    hay desorden y toda

    cosa vil. Pero la sabidura de arriba es pri-

    meramente casta, luego pacfica, razona-

    ble, lista para obedecer, llena de misericor-dia y buenos frutos, sin hacer distincionespor parcialidad, sin ser hip

    ocrita. Adem

    as,

    en cuanto al fruto de la justicia, su semillase siembra en condiciones pac

    ficas para

    los que est

    an haciendo la paz. Si mani-festamos la sabidura de arriba, nuestrascualidades cristianas contribuir

    an a que

    reine la armona entre los hermanos.

    MUESTRE UNA ACTITUD RESPETUOSA

    EN LA CONGREGACION

    11 No debemos olvidar que es Jehov

    aquien les ha asignado a los ancianos lalabor de pastorear la congregaci

    on

    (Hech. 20:28; 1 Ped. 5:2). Por tanto, lo m

    assabio es respetar la voluntad divina, seaque tengamos ese privilegio o no. Si culti-

    10. a) C

    omo nos ense

    na Santiago 3:16-18 cu

    al esla actitud adecuada y cu

    al no lo es? b) C

    omo nos

    beneficia manifestar la sabidura de arriba?

    11. a) Qu

    e trampa evitaremos si cultivamos la ac-titud adecuada? b) Qu

    e nos ense

    na el ejemplo de

    David?

    vamos la actitud adecuada, evitaremos latrampa de dar demasiada importancia atener una posici

    on de autoridad. Cuando

    el rey Sa

    ul crey

    o que David le iba a quitarel trono, empez

    o a mirarlo de continuo

    con sospecha (1 Sam.18:9). De hecho, su

    mala actitud lo llev

    o al punto de quererasesinarlo. Qu

    e hay de nosotros? En vez

    de ser como Sa

    ul y preocuparnos en exce-so por un puesto, ser

    a mucho mejor pa-

    recernos al joven David. A pesar de todaslas injusticias que padeci

    o, siempre respe-

    t

    o la autoridad que Dios haba establecido

    (l

    ease 1 Samuel 26:23).12 Las diferencias de opini

    on pueden

    provocar desavenencias entre los miem-bros de la congregaci on, incluso entre lossuperintendentes. A este respecto pue-den ayudarnos los siguientes consejos b

    -

    blicos: En cuanto a mostrarse honra unosa otros, lleven la delantera, y No se ha-gan discretos a sus propios ojos (Rom.12:10, 16). En vez de insistir en que lleva-mos la raz

    on, debemos admitir que casi

    siempre hay m

    as de una forma v

    alida de

    ver las cosas. Si tratamos de comprenderlos puntos de vista de los dem as, contri-buiremos a la unidad de la congregaci

    on

    (Filip. 4:5).13 Quiere esto decir que estar

    a mal

    ofrecer alg

    un comentario si nos pareceque hace falta cambiar algo en la congre-gaci

    on? No necesariamente. En el siglo

    primero, cuando surgi

    o cierta cuesti

    onmuy pol

    emica, los hermanos se encarga-

    ron de que Pablo y Bernab e y algunosotros de ellos subieran a donde los ap

    osto-

    les y ancianos en Jerusal

    en respecto a estadisputa (Hech. 15:2). Seguro que todos

    12. C

    omo podemos contribuir a la unidad de lacongregaci

    on?

    13. C

    omo debemos considerar nuestras opinio-nes, y qu

    e ejemplo b

    blico lo ilustra?

    15 DE OCTUBRE DE 2012 15

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    16/32

    tenan su opini

    on sobre el problema y su

    posible soluci

    on. Cada uno expres

    oloquepensaba, y se tom

    o una decisi

    on guiada

    por el espritu santo. A partir de ese mo-

    mento, ninguno sigui

    o insistiendo en suopini

    on personal. Y cuando la carta que

    anunciaba la resoluci

    on lleg

    o a las congre-gaciones, todos se regocijaron por el es-tmulo y continuaron haci

    endose firmes

    en la fe (Hech. 15:31; 16:4, 5). Hoy ocurreigual: una vez que presentamos un asun-to a los hermanos responsables, debemosdejarlo en sus manos confiando en que loatender

    an con esmero.

    MANIFIESTE UN BUEN ESPIRITU

    EN SUS RELACIONES PERSONALES14 En el plano personal tambi

    en se nos

    presentan numerosas oportunidades demanifestar un buen esp

    ritu. Por ejem-

    plo, cuando alguien nos ha ofendido,podemos fomentar la paz con el pr

    o-

    jimo siendo comprensivos. La Palabra deDios aconseja: Contin

    uen soport

    ando-

    se unos a otros y perdon

    andose liberal-mente unos a otros si alguno tiene cau-

    sa de queja contra otro. Como Jehov a losperdon

    o liberalmente a ustedes, as

    tam-

    bi

    en h

    aganlo ustedes (Col. 3:13). La fra-se si alguno tiene causa de queja indi-ca que puede haber razones justificadaspara enojarnos con los dem

    as. Pero en lu-

    gar de obsesionarnos con sus defectos yperturbar la paz de la congregaci

    on, pro-

    curamos imitar a Jehov

    a y perdonarlos,para as

    continuar sirvi

    endole juntos.

    15 El ejemplo de Job nos recuerda laimportancia de perdonar. En lugar deconsolarle, sus tres supuestos amigos le

    14. C

    omo podemos manifestar un buen espritu

    en el plano personal?

    15. a) Qu

    e aprendemos de Job sobre la importan-cia de perdonar? b) C

    omo nos ayuda la oraci

    on a

    cultivar una buena actitud?

    ofendieron con comentarios muy descon-siderados. A pesar de todo, or

    o a favor

    de sus compa

    neros y los perdon

    o (Job16:2; 42:10). En efecto, orar por los de-m

    as puede cambiar nuestra actitud ha-

    cia ellos. Si pedimos por todos nuestros

    hermanos en la fe, cultivaremos un es-p

    ritu cristiano (Juan 13:34, 35). Adem

    as,

    debemos pedir espritu santo (Luc. 11:13).

    La fuerza activa de Dios nos ayudar

    a amanifestar las verdaderas cualidades cris-tianas al tratar con el pr

    ojimo (l

    ease G

    ala-

    tas 5:22, 23).

    FOMENTE UN BUEN ESPIRITU

    EN LA ORGANIZACION DE DIOS

    16 Como ya hemos visto, cuando cadamiembro de la congregaci

    on se propone

    cultivar un buen espritu, toda la congre-

    gaci

    on se beneficia. Es posible que, des-pu

    es de haber analizado este art

    cu-

    lo, veamos que podemos mejorar nuestraactitud personal. Si ese es su caso, exam

    -

    nese a la luz de la Palabra de Dios (Heb.4:12). Pablo, quien se esforzaba por darun buen ejemplo a las congregaciones,afirm o: No tengo conciencia de nadacontra m

    mismo. Sin embargo, no por

    esto quedo probado justo, sino que el queme examina es Jehov

    a (1 Cor. 4:4).

    17 Si nos esforzamos por guiarnos por lasabidur

    a de arriba y no tomamos dema-

    siado en serio nuestras opiniones o nues-tra posici

    on, contribuiremos a que reine

    un buen espritu en la congregaci

    on. Y si

    perdonamos a nuestros hermanos y losmiramos con buenos ojos, estaremos enpaz y armon

    a con ellos (Filip. 4:8). Enton-

    ces, Jehov

    a y Jes

    us se pondr

    an muy con-tentos al ver el esp

    ritu que manifestamos

    (Filem. 25).

    16, 17. Qu

    e clase de espritu quiere usted mani-

    festar?

    16

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    17/32

    15 DE OCTUBRE DE 2012 17

    EN FEBRERO de ese a

    no, 122 precursores haban

    llegado a South Lansing (Nueva York) para asistira la clase 17 de la Escuela de Galaad. Entre losfuturos misioneros estaban Lowell Turner y Wil-liam (Bill) Kasten (ambos de Michigan), RichardKelsey (de Iowa) y Ramon Templeton (de Califor-nia). Los cuatro no tardaron en hacerse buenosamigos.

    Unos cinco meses despu

    es se dio un anun-cio que cre

    o mucha expectaci

    on: el hermano

    Nathan Knorr vendra de la sede mundial para

    hablar a los estudiantes! Los cuatro hermanoshab

    an expresado su deseo de servir juntos en el

    mismo pas, si era posible. Estar

    an a punto de

    conocer sus destinos como misioneros en el ex-tranjero?

    La intriga creci

    o cuando el hermano Knorr,que se dirig

    a a toda la clase, empez

    o a decir-

    les a los estudiantes d

    onde haban sido asigna-

    dos. Los primeros en ser llamados a la plataformafueron aquellos cuatro j

    ovenes. Subieron nervio-

    sos, aunque contentos porque al fin saban que

    no iban a separarse. Pero ad

    onde iran? Cuan

    do se anunci

    o, sus compa

    neros aplaudieron sorprendidos al saber que servir

    an en Alemania.

    Los testigos de Jehov

    a de todo el mundo estaban admirados por la fidelidad que sus hermanos mostraron en Alemania a partir de 1933 bajel r

    egimen de Hitler. Muchos estudiantes recor

    daban haber enviado ropa y ayuda humanitaripara sus hermanos europeos al acabar la segunda guerra mundial. Los siervos de Dios de aquepa

    s eran ejemplos de fe, determinaci

    on, valor

    confianza en Jehov

    a inquebrantables. Lowell recuerda que pens

    o: Vamos a conocer a esos que

    ridos hermanos en persona!. No es de extra

    naque aquella noche estuvieran tan emocionados quisieran llamar a su familia y amigos.

    RUMBO A ALEMANIA

    El 27 de julio de 1951, el vapor Homeland zarpde un muelle del East River (Nueva York) en untraves

    a de once d

    as que llevar

    a a los cuatro am

    gos a su destino. El hermano Albert Schroede

    Sesenta a

    nos comoamigos... y solo esel principio

    Una noche a mediados de 1951, cuatro veintea-neros hicieron varias llamadas de larga distancia

    a Michigan, Iowa y California desde unas cabinas

    telef

    onicas de Ithaca (Nueva York). Tenan bue-

    nas noticias!

    De izquierda a derecha: Richard, Lowell, Ramon

    y Bill se hicieron amigos en Galaad

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    18/32

    profesor de Galaad y posteriormente miembrodel Cuerpo Gobernante les haba ense nado al-gunas frases en alem

    an. Como en el barco hab

    a

    algunos pasajeros alemanes, pensaron que po-dr

    an aprender algunas m

    as. Sin embargo, al pa-

    recer hablaban diferentes dialectos del idioma.Qu

    e confuso!

    Tras un viaje no exento de n

    auseas y mareos,los hermanos por fin pisaron tierra firme enHamburgo la ma

    nana del martes 7 de agosto. Las

    cicatrices de la guerra, que hab

    a terminado soloseis a nos antes, estaban por todas partes. Abati-dos por lo que vieron, tomaron un tren nocturnohacia Wiesbaden, donde entonces estaba la su-cursal.

    El mi

    ercoles por la ma

    nana temprano cono-cieron por primera vez a un Testigo en Alema-nia. Este hermano, cuyo nombre muy t

    pico, por

    cierto era Hans, los llev

    o de la estaci

    on a Betel.

    All los dej

    o con una hermana de edad avanza

    da y de car

    acter decidido que no hablaba ni unapalabra de ingl

    es. Por lo visto, pensaba que uno

    puede hacerse entender en cualquier idioma simplemente hablando m

    as alto. No obstante, cuan

    to m

    as gritaba ella, mayor era la frustraci

    on de to

    dos. Finalmente apareci o Erich Frost, el siervo desucursal, y los salud

    o afectuosamente en ingl

    es

    La cosa iba mejorando!

    A finales de agosto, los cuatro asistieronen Francfort del Main a su primera asambleaen alem

    an, titulada Adoraci

    on Limpia. Con

    47.432 asistentes y 2.373 bautizados, aquellaasamblea aviv

    o el celo de estos misioneros. Que

    ganastenan de predicar! Pero unos d

    as despu

    es

    el hermano Knorr les inform

    o que no serviran en

    el campo, sino en Betel.

    Tiempo antes, Ramon haba dejado pasar una

    oportunidad de trabajar en el Betel de EstadoUnidos porque quer

    a ser misionero. Por su par

    te, Richard y Bill nunca haban pensado en ser

    vir en Betel. Pero el gozo que luego sintieron alllos convenci

    o de que Dios siempre sabe lo que

    m

    as nos conviene. Sin duda, es mucho m

    as sabio

    El gozo que sintieronlos convenci

    o de que

    Dios siempre sabe loque m as nos conviene

    Arriba: Ramon dando clases en la Escuela del Ministerio

    del Reino; derecha: Richard haciendo placas para

    imprimir direcciones en el Betel de Wiesbaden

    18 15 DE OCTUBRE DE 2012

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    19/32

    confiar en Jehov

    a que dejarse llevar por los de-seos personales. Comprender este hecho es la cla-ve para ser felices sin importar d

    onde sirvamos a

    Jehov

    a o qu

    e responsabilidades se nos asignen.

    VERBOTEN!

    Muchos miembros de la familia Betel estabanmuy contentos de contar con varios estadouni-denses con los que practicar ingl

    es. No obstan-

    te, algo frustr

    o de s

    ubito sus intenciones. Cier-to d

    a, mientras todos estaban en el comedor, el

    hermano Frost comenz

    o a hablar en alem

    an consu caracter

    stica energ

    a de algo que parec

    a bas-

    tante serio. Todo el mundo estaba callado y conlos ojos pegados al plato. Los cuatro americanosno sab

    an qu

    e ocurr

    a, pero poco a poco empeza-

    ron a darse cuenta de que ten

    a que ver con ellos.Y se sintieron muy inc omodos cuando el herma-no Frost dijo alzando la voz: VERBOTEN!(es de-cir, prohibido!). Luego lo repiti

    o a

    un m

    as alto

    para enfatizarlo. Qu

    e haban hecho para provo-

    car semejante tensi

    on?

    En cuanto termin

    o la comida, todos salierondisparados a sus habitaciones. M

    as tarde, un her-

    mano les explic

    o: Para que ustedes puedan ayu-darnos, es necesario que sepan alem

    an. Por eso,

    el hermano Frost nos dijo que, hasta que lo aprendan, hablar con ustedes en ingl

    es est

    a VERBO

    TEN.

    La familia Betel fue muy obediente, lo cuano solo ayud

    o a los nuevos a aprender alem

    an

    sino que tambi

    en les ense

    n

    o una lecci

    on: cuand

    un hermano amoroso te da un consejo, aunqual principio te cueste aceptarlo, suele ser por tbien. Al hermano Frost lo impulsaban el inter

    e

    por la organizaci

    on de Jehov

    a y el amor por suhermanos.1 No es extra

    no que los cuatro term

    naran queri

    endolo muchsimo.

    APRENDEN DE SUS AMIGOS

    El buen ejemplo de los amigos leales a Diopuede ayudarnos a fortalecer nuestra propiamistad con Jehov

    a. Por ejemplo, nuestros pro

    tagonistas aprendieron mucho de los fieles hermanos alemanes demasiados para mencionarlos por nombre, pero tambi

    en unos de otros

    Richard relata: Lowell se manejaba m

    as o menobien con el alem

    an, pero los dem

    as nos defend

    a

    mos a duras penas. Como adem

    as era el mayor dlos cuatro, siempre le pregunt

    abamos nuestra

    1 La apasionante biografa del hermano Frost se public

    o e

    La Atalaya del 15 de julio de 1961, p

    aginas 437 a 443.

    Arriba: Erich Frost (derecha) y otros hermanos

    durante una visita de Nathan Knorr (izquierda);

    derecha: de vacaciones en Suiza en 1952

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    dudas ling

    usticas y le ped

    amos que llevara la

    iniciativa. Ramon recuerda: Un hermano nosofreci o quedarnos en su casa de campo en Sui-za. Ser

    an nuestras primeras vacaciones despu

    es

    de un a

    no en Alemania. Qu

    e alegra! Dos sema-

    nas sin tener que pelearnos con el idioma! Perono cont

    abamos con la determinaci

    on de Lowell,

    quien insisti

    o en que todas las ma

    nanas ley

    era-mos y analiz

    aramos el texto diario en alem

    an.

    Muy a mi pesar, no dio su brazo a torcer. Peroaprendimos la importancia de hacer caso a quienbusca lo mejor para ti, aunque a veces no est

    es de

    acuerdo. A lo largo de los a nos, este principio nosha beneficiado mucho y nos ha hecho m

    as f

    acil

    someternos a las instrucciones teocr

    aticas.

    Los cuatro amigos tambi

    en aprendieron a valo-rar los puntos fuertes de cada uno, consideran-do con humildad mental que los dem

    as son su-

    periores, como dice Filipenses 2:3. Por ejemplo,Lowell, Richard y Ramon concordaban en quehab

    a asuntos que Bill sab

    a manejar mejor que

    ellos. Lowell cuenta: Si surg

    a un problema deli-cado y est abamos de acuerdo en que haba quetomar ciertas medidas dr

    asticas o desagradables,

    recurramos a Bill. A diferencia de nosotros,

    el

    siempre tena el valor y la capacidad para hacerlo.

    FELIZMENTE CASADOS

    Uno tras otro, los cuatro decidieron casarse.Como su amistad estaba cimentada en el amor

    por Jehov

    a y por el ministerio de tiempo completo, se propusieron fijarse solo en hermanadispuestas a darle a Jehov a la m axima prioridad. El servicio de tiempo completo les hab

    a en

    se

    nado que quien da es m

    as feliz que quien recibe y que se deben anteponer los intereses deReino a las preferencias personales. As

    pues, se

    casaron con hermanas que ya servan a tiempo

    completo, y sus matrimonios fueron s

    olidos y felices.

    Para que una amistad o un matrimonio searealmente fuerte, Jehov

    a debe formar parte de la

    relaci on (Ecl. 4:12). Aunque Bill y Ramon enviudaron, ambos disfrutaron de la alegr

    a y el apo

    yo de sus fieles esposas. Lowell y Richard siguenfelizmente casados, y Bill, que volvi

    o a casarse

    tom

    o la sabia decisi

    on de elegir a una mujer conla que podr

    a seguir en el servicio de tiempo com

    pleto.

    Con los a

    nos, sus responsabilidades los llevaron a separarse y vivir en pa

    ses distintos, prin

    cipalmente Alemania, Austria, Luxemburgo, Canad a y Estados Unidos. Aunque la distancia leimpidi

    o pasar juntos tanto tiempo como les hu

    biera gustado, siempre mantuvieron el contactoy compartieron las alegr

    as y las tristezas (Rom

    12:15). Amigos as son valiosos regalos de Jeho

    v

    a que nunca deben darse por sentados (Prov17:17). Los amigos de verdad no se encuentran f

    a

    cilmente, pero los testigos de Jehov

    a contamo

    De izquierda a derecha: Richard, Bill, Lowell

    y Ramon juntos en Selters para la dedicaci

    on

    de los edificios de la nueva sucursal en 1984

    20 15 DE OCTUBRE DE 2012

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    21/32

    con la amistad de nuestros hermanos de todo elmundo y, en especial, con la de Jehov

    a y Jesu-

    cristo.

    Como es natural, no todo ha sido un camino derosas para estos cuatro amigos. Han tenido que li-diar con desaf

    os como la p

    erdida de un c

    onyu-

    ge, una enfermedad grave, el cuidado de padresenvejecidos, la crianza de hijos mientras serv

    an

    a tiempo completo, la incertidumbre ante nuevasresponsabilidades teocr

    aticas y los achaques de

    la edad. Pero la experiencia les ha ense

    nado quelos buenos amigos se encuentren cerca o lejossiempre est

    an con quienes aman a Jehov

    a para

    ayudarlos a afrontar los sinsabores.

    AMIGOS PARA SIEMPRE

    Lowell, Ramon, Bill y Richard hicieron muybien en dedicar sus vidas a Jehov

    a con 18,12, 11 y

    10 a

    nos y emprender el servicio de tiempo com-pleto entre los 17 y los 21. Siguieron el consejo deEclesiast

    es 12:1: Acu

    erdate, ahora, de tu Magn

    -

    fico Creador en los das de tu mocedad.

    Si eres un joven var

    on cristiano, Jehov

    a te ani-ma a servirle a tiempo completo. Te es posibleaceptar su invitaci

    on? En tal caso, por su bondad

    inmerecida quiz

    a puedas disfrutar como estos

    cuatro amigos de las alegras de ser superinten-dente de circuito, de distrito o de zona; de serviren Betel, incluso en un Comit

    e de Sucursal; de ser

    profesor de la Escuela del Ministerio del Reino ola del Servicio de Precursor, o de pronunciar dis-cursos en asambleas. Estos cuatro hermanos sesent

    an muy felices de saber que su trabajo bene-

    ficiaba a miles y miles de cristianos. Y todo fueposible simplemente porque de j

    ovenes acepta-

    ron la invitaci

    on divina de servir a Jehov

    a de todo

    coraz on (Col. 3:23).En la actualidad, Lowell, Richard y Ramon sir-

    ven juntos de nuevo en la sucursal de Alemania,

    que ahora est

    a en Selters. Por desgracia, Bill falleci

    o en 2010, siendo precursor especial en Esta

    dos Unidos. La muerte le ha asestado un durgolpe a esta amistad de casi sesenta a

    nos. Per

    nuestro Dios, Jehov

    a, no olvidar

    a a sus amigonunca. Bajo el Reino de Dios, sus siervos reanu

    dar

    an todas las amistades que la muerte ha truncado temporalmente.

    Poco antes de morir, Bill escribi

    o: En estos sesenta a

    nos no recuerdo ni un solo momento qu

    empa

    ne nuestra amistad. Nuestra relaci

    on siempre ha sido algo muy especial para m

    . A lo qu

    los tres amigos, con la vista fija en el nuevo mundo, inmediatamente a

    naden: Y esto solo es e

    principio.

    En estos sesenta a

    nosno recuerdo ni un solomomento que empa

    ne

    nuestra amistad

    De izquierda a derecha: Ramon, Richard y Lowell

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    22/32

    JEHOVA es el Dios de la verdad (Sal. 31:5). Como

    los hombres son pecadores, no siempre son dig-nos de confianza; en cambio, es imposible que

    Dios mienta (Heb. 6:18; l

    ease N

    umeros 23:19).

    Lo que se propone para el bien de la humanidadsiempre se cumple. Por ejemplo, todo lo que dijo que

    har

    a al principio de cada per

    odo creativo lleg

    oaseras, de modo que al final del sexto da vio Dios todolo que hab

    a hecho y, mire!, era muy bueno (G

    en. 1:

    6, 7, 30, 31).2 Tras contemplar sus creaciones, Jehov

    a anunci

    o

    el comienzo de un s

    eptimo da. No se refer

    a a un d

    a

    literal de veinticuatro horas, sino a un largo perodo

    de descanso durante el cual no ha creado m

    as cosasen la Tierra (G

    en. 2:2). Y ese d

    a a

    un no ha termina-

    do (Heb. 4:9, 10). La Biblia no revela cu

    ando comen-

    z o exactamente, pero fue algun tiempo despu es de lacreaci

    on de Eva, la esposa de Ad

    an, hace unos seis

    mil a

    nos. Ante nosotros se extiende el Reinado deMil A

    nos de Jesucristo, el cual se encargar

    a de cum-

    plir el prop

    osito de Dios al crear la Tierra: que fueraun para

    so donde los seres humanos vivieran para

    siempre siendo perfectos (G

    en. 1:27, 28; Rev. 20:6).Podemos estar seguros de que disfrutaremos de esefuturo tan feliz? Claro que s

    , pues Dios procedi

    o

    a bendecir el da s

    eptimo y a hacerlo sagrado. Eso

    fue una garanta de que, sin importar los imprevis-tos que pudieran surgir, el prop

    osito de Dios se cum-

    plira sin falta al finalizar su d

    a de descanso (G

    en.

    2:3).

    1. En qu

    e se diferencian las promesas divinas de las que hacenlos hombres?

    2. Qu

    e es el da de descanso de Dios, y por qu

    e lo declar

    o sa-

    grado?

    OBEDEZCA A DIOSY VER

    A CUMPLIDAS

    SUS PROMESAS

    Puesto que [Dios]no pod

    a jurar por

    nadie mayor, jur

    o por

    s mismo. (HEB. 6:13)

    SABE LA RESPUESTA?

    Por qu

    e estamos seguros de

    que las promesas de Dios se

    cumplir

    an sin falta?

    Qu

    e promesa hizo Dios

    despu

    es de que Ad

    an

    y Eva pecaron?

    C

    omo nos beneficia el

    juramento que Dios le

    hizo a Abrah

    an?

    22

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    23/32

    3 Tras iniciarse ese da de descanso, so-

    brevino el desastre. Satan

    as, quien era unangel de Dios, se alz

    o como un dios ri-

    val cuando le dijo a Eva la primera menti-ra y la indujo a desobedecer a su Creador(1 Tim. 2:14). A su vez, ella consigui

    o que

    su esposo se le uniera en su mal proceder(G

    en. 3:1-6). Incluso en ese triste momen-

    to de la historia universal en que se pusoen duda su veracidad, Jehov

    a no vio ne-

    cesario confirmar con un juramento quesu prop

    osito se har

    a realidad a pesar de

    todo. M

    as bien, con palabras que se en-tender

    an cuando

    el lo estimara oportu-

    no, simplemente declar

    o c

    omo se aplasta-ra la rebeli

    on. Le dijo a Satan

    as: Pondr

    e

    enemistad entre ti y la mujer, y entre tudescendencia y la descendencia de ella.El [la Descendencia prometida] te magu-llar

    a en la cabeza y t

    u le magullar

    as en el

    tal

    on (G

    en. 3:15; Rev. 12:9).

    EL JURAMENTO,

    UN VALIOSO RECURSO LEGAL

    4 En esa primera etapa de la historiahumana, probablemente nunca hizo fal-

    ta certificar algo con un juramento. Lascriaturas perfectas que aman a Dios ylo imitan no necesitan jurar, pues siem-pre dicen la verdad y conf

    an por comple-

    to unas en otras. Pero todo cambi

    o cuan-do el ser humano cay

    o en el pecado y

    la imperfecci

    on. Con el tiempo, la menti-ra y el enga

    no se hicieron comunes entre

    los hombres, as que vieron necesario ha-

    cer juramentos para garantizar la veraci-

    dad de asuntos importantes.5 Abrah

    an emple

    o ese recurso legal al

    menos en tres ocasiones (G

    en. 21:22-24;24:2-4, 9). Una de ellas fue despu

    es de

    3. a) Qu

    e rebeli

    on se produjo tras iniciarse eld

    a de descanso de Dios? b) C

    omo expres

    o Jehov

    a

    su voluntad de aplastar la rebeli

    on?

    4, 5. Qu

    e recurso legal emple

    o a veces Abrah

    an?

    derrotar al rey de Elam y sus aliados.Cuenta la Biblia que, mientras regresabade la batalla, el rey de Salem y el de Sodo-ma salieron a su encuentro. El primero,llamado Melquisedec, era adem

    as sacer-

    dote del Dios Altsimo, y como tal ben-

    dijo a Abrah

    an y alab

    o a Dios por haberconcedido al patriarca la victoria sobresus enemigos (G

    en. 14:17-20). Entonces,

    cuando el rey de Sodoma quiso recom-pensarle por rescatar a su pueblo de losej

    ercitos invasores, Abrah

    an le contest

    o:

    De veras alzo la mano en juramento aJehov

    a el Dios Alt

    simo, Productor de cie-

    lo y tierra, y juro que, desde un hilo has-ta una correa de sandalia, no, no tomar

    e

    nada de lo que es tuyo, para que no digas:Yo fui quien enriqueci

    o a Abr

    an (G

    en.

    14:21-23).

    EL JURAMENTO QUE JEHOVA

    LE HIZO A ABRAHAN

    6 Para ayudarnos a confiar en sus pro-mesas, Jehov

    a tambi

    en hizo juramentos

    que comenzaban con expresiones comoesta: Tan ciertamente como que yo estoy

    vivo es la expresi

    on del Se

    nor SoberanoJehov

    a (Ezeq. 17:16). En la Biblia se re-

    gistran m

    as de cuarenta juramentos deJehov

    a, y puede que el m

    as conocido sea

    el que le hizo a Abrah

    an. A lo largo de mu-chos a

    nos le hab

    a hecho varias promesas

    que, en conjunto, revelaban que la Des-cendencia prometida vendr

    a de su linaje,

    a trav

    es de su hijo Isaac (G

    en. 12:1-3, 7;13:14-17; 15:5, 18; 21:12). Entonces Jeho-

    v a lo someti o a una difcil prueba, pues lemand

    o que le sacrificara a su amado hijo.

    Abrah

    an se dispuso a obedecer sin de-mora, y cuando estaba a punto de matar-lo, un

    angel lo detuvo. Entonces Dios le

    6. a) Qu

    e magnfico ejemplo nos dio Abrah

    an?

    b) C

    omo nos beneficiar

    a la obediencia deAbrah

    an?

    15 DE OCTUBRE DE 2012 23

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    24/32

    hizo este juramento: Por m mismo de ve-

    ras juro [...] que por motivo de que hashecho esta cosa y no has retenido a tuhijo, tu

    unico, yo de seguro te bendecir

    e

    y de seguro multiplicar

    e tu descendenciacomo las estrellas de los cielos y como los

    granos de arena que hay en la orilla delmar; y tu descendencia tomar a posesi onde la puerta de sus enemigos. Y median-te tu descendencia ciertamente se bende-cir

    an todas las naciones de la tierra debi-

    do a que has escuchado mi voz (G

    en. 22:1-3, 9-12, 15-18).

    7 Con qu

    e prop

    osito le jur

    o Dios aAbrah

    an que sus promesas se cumpli-

    ran? Con el de animar y fortalecerles la fe

    a las personas que compondran la parte

    secundaria de la descendencia prometi-da, quienes ser

    an herederos con Cristo

    (l

    ease Hebreos 6:13-18; G

    al. 3:29). Comoexplic

    oelap

    ostol Pablo, Jehov

    a intervino

    con un juramento, a fin de que, mediantedos cosas inmutables [su promesa y su ju-ramento] en las cuales es imposible queDios mienta, tengamos [...] fuerte est

    mu-

    lo para asirnos de la esperanza puesta de-

    lante de nosotros.8 Los cristianos ungidos no son los

    uni-

    cos que se benefician de ese juramento.Jehov

    a jur

    o que mediante la descenden-

    cia de Abrah

    an se bendeciran perso-

    nas de todas las naciones de la tierra(G

    en. 22:18). Entre ellas se encuentran las

    obedientes otras ovejas de Cristo, quie-nes abrigan la esperanza de vivir parasiempre en una Tierra hecha un para

    so

    (Juan 10:16). Sea que tengamos la espe-ranza de vivir en el cielo o en la Tierra, de-bemos asirnos, o aferrarnos, a ellaobedeciendo a Dios en todo aspecto denuestra vida (l

    ease Hebreos 6:11, 12).

    7, 8. a) Con qu

    e prop

    osito le hizo Dios un ju-ramento a Abrah

    an? b) C

    omo se beneficiar

    an del

    juramento de Dios las otras ovejas?

    JURAMENTOS DIVINOS RELACIONADOS

    CON LAS PROMESAS A ABRAHAN

    9 Siglos m

    as tarde, Jehov

    a volvi

    o a ju-rar que cumplir

    a las promesas que ya he-

    mos mencionado cuando envi

    oaMois

    es ahablar con los descendientes de Abrah

    an,

    quienes por ese entonces eran esclavos delos egipcios (

    Ex. 6:6-8). Dios dijo con refe-

    rencia a aquella ocasi on: El da en queescog

    a Israel [...] alc

    e la mano en ju-

    ramento a ellos para sacarlos de la tierrade Egipto a una tierra que yo hab

    a es-

    piado para ellos, una que manaba leche ymiel (Ezeq. 20:5, 6).

    9. Qu

    e jur

    o Dios cuando los descendientes deAbrah

    an eran esclavos de los egipcios?

    Dentro de poco, Abrah

    anver

    a cumplirse las promesas de Jehov

    a

    24

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    25/32

    10 Tras liberar a los israelitas del yugode Egipto, Jehov

    a les hizo este otro ju-

    ramento: Si ustedes obedecen estricta-mente mi voz y verdaderamente guardanmi pacto, entonces ciertamente llegar

    an a

    ser mi propiedad especial de entre todos

    los dem

    as pueblos, porque toda la tierrame pertenece a m

    . Y ustedes mismos lle-

    gar

    an a ser para m un reino de sacerdo-

    tes y una naci

    on santa (Ex. 19:5, 6). Qu

    e

    gran privilegio! Si eran obedientes, mu-chos miembros de esa naci

    on podr

    an te-

    ner la esperanza de que Dios los utilizaracomo un reino de sacerdotes para bende-cir al resto de la humanidad. Posterior-mente, explic

    andoles lo que hab

    a hecho

    por ellos en aquella ocasi on, Jehov a lesdijo: Proced

    a [...] hacerte una declara-

    ci

    on jurada y a entrar en un pacto contigo(Ezeq. 16:8).

    11 Jehov

    a no oblig

    o a los israelitas a ju-rar que le obedecer

    an, ni tampoco a en-

    trar en esa privilegiada relaci

    on con

    el.Fue por su libre voluntad que dijeron:Todo lo que Jehov

    a ha hablado estamos

    dispuestos a hacerlo (Ex. 19:8). Tres d

    as

    despu es, Jehov a les dijo lo que tenanque hacer como naci

    on escogida. Prime-

    ro oyeron los Diez Mandamientos, y lue-go Mois

    es les transmiti

    o otros mandatos

    (Ex. 20:2223:33). Qu

    e hicieron? Todo el

    pueblo respondi

    o con una sola voz y dijo:Todas las palabras que ha hablado Jehov

    a

    estamos dispuestos a ponerlas por obra.(

    Ex. 24:3.) M

    as tarde, Mois

    es escribi

    o las

    leyes en el libro del pacto y las ley

    o envoz alta para que toda la naci on pudierao

    rlas de nuevo. Al instante, el pueblo pro-

    meti

    o por tercera vez: Todo lo que Jeho-

    10. Qu

    e promesa le hizo Dios a Israel tras liberar-los del yugo de Egipto?

    11. Qu

    e hicieron los israelitas cuando Dios los in-vit

    o a entrar en un pacto con

    el como su naci

    on

    escogida?

    v

    a ha hablado estamos dispuestos a hacer-lo, y a ser obedientes (

    Ex. 24:4, 7, 8).

    12 Jehov

    a empez

    o a cumplir de inme-diato su parte del pacto de la Ley. Dequ

    e manera? Estableciendo una tienda

    para su adoraci

    on y un sacerdocio. De ese

    modo, los seres humanos pecadores po-dr

    an acercarse a

    el. Por su parte, los is-

    raelitas olvidaron enseguida su dedica-ci

    on a Dios. Con su actitud, causaban

    dolor aun al Santo de Israel (Sal. 78:41).Por ejemplo, mientras Mois

    es estaba re-

    cibiendo m

    as instrucciones en el monteSina

    , ellos pensaron que los hab

    a aban-

    donado, as que se impacientaron y co-

    menzaron a perder su fe en Dios. Como

    resultado, fabricaron un becerro de oro yproclamaron: Este es tu Dios, oh Israel,que te hizo subir de la tierra de Egipto(

    Ex. 32:1, 4). Entonces se pusieron a ce-

    lebrar lo que denominaron una fiesta aJehov

    a, inclin

    andose y haciendo sacrifi-

    cios ante la imagen. Al ver aquello, Jehov

    ale dijo a Mois

    es: Se han desviado apresu-

    radamente del camino en que les he man-dado ir (

    Ex. 32:5, 6, 8). Por desgracia, de

    ah en adelante Israel adopt o la mala cos-tumbre de hacer votos para luego romper-los (N

    um. 30:2).

    DOS JURAMENTOS MAS

    13 Durante el reinado de David, Jehov

    ahizo otros dos juramentos para bendecir atodos sus siervos obedientes. En primerlugar le jur

    o a David que su trono durar

    a

    para siempre (Sal. 89:35, 36; 132:11, 12).

    Esto signific o que la Descendencia pro-metida provendr

    a de su linaje, y por eso

    se la llamara Hijo de David (Mat. 1:1;

    21:9). De hecho, aquel rey se refiri

    o con

    12. Qu

    e hicieron Jehov

    a y su pueblo escogido conel pacto que hab

    an celebrado?

    13. Qu

    e juramento le hizo Dios al rey David, yqu

    e relaci

    on tiene con la Descendencia prometida?

    15 DE OCTUBRE DE 2012 25

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    26/32

    humildad a su futuro descendiente comosu Se

    nor, reconociendo que el Cristo

    ocupara un puesto superior al suyo (Mat.

    22:42-44).14 En segundo lugar, Jehov

    a inspir

    o a

    David para que predijera que ese singu-

    lar Rey tambi

    en sera el Sumo Sacerdo-

    te de la humanidad. En Israel, los reyes ylos sacerdotes eran figuras totalmente se-paradas. Los sacerdotes proven

    an de la

    tribu de Lev, y los reyes, de la de Jud

    a.

    Pero en cuanto a su ilustre heredero, Da-vid profetiz

    o: La expresi

    on de Jehov

    a a

    mi Se

    nor es: Si

    entate a mi diestra has-ta que coloque a tus enemigos como ban-quillo para tus pies. Jehov

    a ha jurado (y

    no sentir a pesar): Tu eres sacerdote hastatiempo indefinido a la manera de Melqui-sedec! (Sal. 110:1, 4). En cumplimientode esta profec

    a, Jesucristo, la Descen-

    dencia prometida, ya reina en los cie-los. Adem

    as, es el Sumo Sacerdote de la

    humanidad, y en ese papel ayuda a laspersonas arrepentidas a disfrutar de unabuena relaci

    on con Dios (l

    ease Hebreos 7:

    21, 25, 26).

    EL NUEVO ISRAEL DE DIOS

    15 Cuando rechazaron a Jesucristo, losisraelitas como pueblo perdieron su posi-ci

    on privilegiada ante Dios y la posibili-

    dad de convertirse en un reino de sacer-dotes. Jes

    us les asegur

    o a los l

    deres

    judos: El reino de Dios les ser

    a quitado

    a ustedes y ser

    a dado a una naci

    on que

    produzca sus frutos (Mat. 21:43). La nue-va naci on llego a existir en la fiesta dePentecost

    es del a

    no 33 de nuestra era,

    14. Qu

    e juramento hizo Jehov

    a respecto a la Des-cendencia prometida, y c

    omo nos beneficia?

    15, 16. a) A qu

    e dos naciones de Israel se refie-re la Biblia, y cu

    al tiene hoy la bendici

    on divina?

    b) Qu

    e mandato dio Jes

    us a sus seguidores respec-to a jurar?

    cuando se derram

    o el espritu de Dios so-

    bre unos ciento veinte discpulos de Jes

    us

    que se encontraban reunidos en Jerusa-l

    en. Como grupo, se los lleg

    o a conocer

    como el Israel de Dios, al que no tarda-ron en unirse varios millares de cristianos

    de todas las naciones del mundo conoci-do de aquel tiempo (G

    al. 6:16).

    16 A diferencia del Israel literal, la nue-va naci

    on espiritual de Dios no ha deja-

    do de producir buenos frutos gracias a sucontinua obediencia a Dios. Uno de losmandatos que cumplen sus miembros tie-ne que ver con los juramentos. En tiem-

    pos de Jes

    us, mucha gente juraba en falsoo sobre cuestiones de poca monta (Mat.23:16-22). Sin embargo, Jes

    us les ense

    n

    o

    a sus seguidores: No juren de ningunamanera [...]. Simplemente signifique supalabra S

    , S

    , su No, No; porque lo que

    excede de esto proviene del inicuo (Mat.5:34, 37).

    17 Quiso decir Jes

    us que siempre est

    amal jurar? Y m

    as importante, qu

    e im-

    plica que nuestro s

    signifique s? Exami-

    naremos estas preguntas en el siguiente

    art

    culo. Que nuestra reflexi

    on constanteen torno a las Escrituras nos impulse a se-guir siendo obedientes a Dios. Entoncesel se complacer

    a en concedernos bendi-

    ciones eternas, en armona con sus inesti-

    mables juramentos.

    17. Qu

    e preguntas examinaremos en el siguienteart

    culo?

    Las promesasde Jehov

    a siempre

    se hacen realidad

    26 15 DE OCTUBRE DE 2012

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    27/32

    POR lo general, los verdaderos cristianos no ne-cesitan jurar que lo que dicen es cierto, puesobedecen a Jes

    us, quien exhort

    o: Simplemen-

    te signifique su palabra S, S

    . Lo que quiso decir

    es que debemos ser fieles a nuestra palabra. Justoantes hab

    a dicho: No juren de ninguna manera.

    As conden

    o la costumbre que muchas personas tie-

    nen de jurar por cualquier cosa, incluso sin la menorintenci

    on de cumplir lo que prometen. En realidad,

    debera bastar con pronunciar un s

    o un no cuan-

    do nos comprometemos a algo. Quien se excede deesto quiz

    a revele que no es confiable y que se ha-

    lla bajo la influencia del inicuo (l

    ease Mateo 5:33-37).

    2 Quiso decir Jes

    us que jurar es siempre malo?Obviamente no. Como aprendimos en el art

    culo an-

    terior, Jehov a y su justo siervo Abrah an juraron enocasiones importantes. Adem

    as, la propia Ley de

    Dios exiga que se hicieran juramentos para zanjar

    ciertas disputas (Ex. 22:10, 11; N

    um. 5:21, 22). Por

    consiguiente, tal vez un cristiano deba jurar que dir

    ala verdad en un tribunal. O, en raras ocasiones, debahacerlo para confirmar sus intenciones o resolver al-g

    un asunto. Por ejemplo, cuando el sumo sacerdote

    puso bajo juramento a Jes

    us,

    el no se opuso y le dijo

    la verdad al Sanedr

    n jud

    o (Mat. 26:63, 64). Y esoque el no necesitaba jurar por nada ni nadie. Contodo, a menudo recalc

    o la veracidad de su mensaje

    con esta singular introducci

    on: Muy verdaderamen-te les digo, o, seg

    un la nota, verdaderamente, ver-

    daderamente les digo (Juan 1:51; 13:16, 20, 21, 38).

    1. Qu

    e dijo Jes

    us sobre la costumbre de jurar, y por qu

    e?

    2. Por qu

    e no siempre est

    a mal jurar?

    QUE SU SI

    SIGNIFIQUE SI

    Simplemente signifi-que su palabra S

    , S

    ,

    su No, No. (MAT. 5:37)

    SABE LA RESPUESTA?

    Qu

    e dijo Jes

    us sobre la costum-

    bre de jurar?

    Qu

    e magnfico ejemplo nos

    dej

    o Jes

    us respecto a ser fieles

    a nuestra palabra?

    En qu

    e campos de la vida

    debemos hacer que nuestro

    s signifique s

    ?

    27

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    28/32

    Veamos qu

    e m

    as podemos aprender delejemplo de Jes

    us, as

    como del de Pablo y

    otras personas cuyo s signific

    o s

    .

    JESUS, EL MEJOR EJEMPLO

    3 He venido [...] para hacer tu volun-

    tad, oh Dios.(Heb. 10:7.) Con estas signi-ficativas palabras, Jes us se present o anteDios para cumplir todo lo que se hab

    a

    predicho sobre la Descendencia prometi-da, incluida la herida que Satan

    as le oca-

    sionara en el tal

    on (G

    en. 3:15). Nin-

    g

    un otro ser humano se ha ofrecido jam

    aspara cargar con una responsabilidad tanpesada. Jehov

    a expres

    o desde los cielos

    su completa confianza en que su Hijo

    cumplira lo que haba prometido, sin exi-girle que lo jurara (Luc. 3:21, 22).

    4 Jes

    us predic

    o con el ejemplo, puessu s

    siempre signific

    o s

    . No permiti

    o

    que nada le impidiera cumplir la misi

    onque hab

    a recibido de su Padre: predicar

    las buenas nuevas del Reino y ense

    nar aquienes se acercaran a

    el impulsados por

    Dios (Juan 6:44). Hasta qu

    e punto fue

    fiel Jes

    us a su promesa? La Biblia lo mues-tra con estas conocidas palabras: No im-porta cu

    antas sean las promesas de Dios,

    han llegado a ser S mediante

    el (2 Cor.

    1:20). No cabe duda: Jes

    us dio el mejorejemplo en cuanto a cumplir lo que le ha-b

    a prometido a su Padre. Hablemos aho-

    ra de alguien que se esforz

    o al m

    aximopor imitar a Jes

    us.

    PABLO, UN HOMBRE DE PALABRA5 Qu

    ehar

    e, Se

    nor?(Hech. 22:10.) Pa-

    blo, conocido entonces como Saulo, res-

    3. Qu

    e le prometi

    o Jes

    us a su Padre celestial, yc

    omo respondi

    o Jehov

    a?

    4. Hasta qu

    e punto se asegur

    o Jes

    us de que su s

    significara s?

    5. Qu

    e ejemplo nos dej

    o el ap

    ostol Pablo?

    pondi

    o con estas sinceras palabras a lasinstrucciones del Se

    nor Jes

    us glorificado,

    quien se le haba aparecido en una vi-

    si

    on para que no siguiera persiguiendo asus disc

    pulos. Saulo se arrepinti

    o de sus

    hechos pasados, se bautiz

    o y acept

    o la co-

    misi

    on especial de dar testimonio de Je-s

    us a las naciones. Sigui

    o llam

    andolo Se-

    nor y obedeci

    endolo como tal hasta el

    fin de su vida en la Tierra (Hech. 22:6-16;2 Cor. 4:5; 2 Tim. 4:8). No fue como aque-llos a quienes Cristo dijo: Por qu

    e me

    llaman Se

    nor! Se

    nor!, pero no hacenlas cosas que digo? (Luc. 6:46). En efec-to, Jes

    us espera que cuantos lo aceptan

    como su Se

    nor cumplan con su pala-bra, como hizo el ap ostol Pablo.

    Desde su bautismo hastasu muerte, Jes

    us cumpli

    o lo

    que le prometi

    o a su Padre

    28

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    29/32

    6 Pablo difundi

    o con celo el mensajedel Reino por toda Asia Menor y algunasregiones de Europa, donde fund

    o y volvi

    o

    a visitar muchas congregaciones. A vecesvio necesario garantizar con un juramen-to lo que escrib

    a (G

    al. 1:20). Cuando al-

    gunos corintios lo acusaron de no serdigno de confianza, se defendi

    o con estas

    palabras: En Dios se puede confiar res-pecto a que nuestra habla dirigida a uste-des no es S

    y, no obstante, No (2 Cor.

    1:18). En ese momento, Pablo haba sali-

    do deEfeso y viajaba a trav

    es de Macedo-

    nia para despu

    es ir hacia Corinto. En unprincipio hab

    a pensado hacerlo al rev

    es,

    es decir, regresar primero a Corinto y lue-go ir a Macedonia (2 Cor. 1:15, 16). Perocomo les sucede a veces a los superin-tendentes viajantes, tuvo que cambiar elitinerario, no por capricho o intereses per-sonales, sino por motivos de fuerza ma-

    yor. En este caso, Pablo retras

    o su visita aCorinto por el bien de aquella congrega-ci

    on. Veamos por qu

    e.

    7 Alg

    un tiempo despu

    es de planear su

    viaje, mientras a un estaba enEfeso, Pa-

    blo se enter

    o de que en la congregaci

    onde Corinto se toleraban brotes de desu-ni

    on e inmoralidad (1 Cor. 1:11; 5:1). Para

    corregir la situaci

    on, les escribi

    o su pri-mera carta. Luego, en vez de navegar di-rectamente de

    Efeso a Corinto, decidi

    o

    darles tiempo a sus hermanos para seguirsus consejos y que, cuando llegara, su vi-sita resultara m

    as animadora. Para garan-

    tizarles que esa haba sido la raz on de sucambio de planes, les escribi

    o en su se-

    gunda carta: Invoco a Dios como testi-

    6, 7. a) Por qu

    e retras

    o Pablo su regreso a Corin-to? b) Por qu

    e no ten

    an raz

    on quienes acusaban a

    Pablo de no ser digno de confianza? c) C

    omo de-bemos tratar a las personas nombradas para dirigir-nos?

    go contra mi propia alma al asegurarlesque por consideraci

    on a ustedes no he ido

    todava a Corinto (2 Cor. 1:23). Nunca

    seamos como quienes criticaron a Pablo;m

    as bien, mostremos profundo respeto a

    las personas nombradas para dirigirnos.

    Nos conviene imitar a Pablo, tal comoel imit

    o el de Cristo (1 Cor. 11:1; Heb.

    13:7).

    OTROS BUENOS EJEMPLOS

    8 Estoy dispuesta a ir. (G

    en. 24:58.)Con estas sencillas palabras, Rebeca indi-c

    o a su madre y a su hermano que estaba

    dispuesta a irse de casa ese mismo da y

    viajar con un desconocido m

    as de 800 ki-

    l

    ometros (500 millas) para casarse con elhijo de Abrah

    an, Isaac (G

    en. 24:50-58).

    El s de Rebeca signific

    o s

    , y ella fue una

    esposa fiel y temerosa de Dios. Por el restode su vida vivi

    o en tiendas como una ex-

    tranjera en la Tierra Prometida. Y su fide-lidad fue recompensada, pues tuvo el ho-nor de ser antepasada de la Descendenciaprometida, Jesucristo (Heb. 11:9, 13).

    9 No, sino que contigo volveremos atu pueblo. (Rut 1:10.) Las viudas moabi-tas Rut y Orp

    a le iban repitiendo estas pa-

    labras a su suegra Noem, tambi

    en viu-

    da, mientras ella regresaba a Bel

    en desdeMoab. Tanto insisti

    o Noem

    para que se

    quedaran en Moab, que al final Orp

    a vol-vi

    o a su pa

    s. Pero el no de Rut signific

    o

    no (l

    ease Rut 1:16, 17). Lealmente se fuecon Noem

    dejando atr

    as a su familia y la

    religi

    on falsa de Moab. Gracias a su per-severancia como fiel adoradora de Jehov a,tuvo el honor de ser una de las cinco

    uni-

    cas mujeres que Mateo incluy

    o en la l-

    nea geneal

    ogica de Cristo (Mat. 1:1, 3, 5,6, 16).

    8. Qu

    e ejemplo nos dej

    o Rebeca?

    9. Cumpli

    o Rut con su palabra?

    15 DE OCTUBRE DE 2012 29

  • 7/27/2019 Atalaya 10

    30/32

    10 Aqu estoy yo! Env

    ame a m

    . (Is.

    6:8.) Antes de pronunciar estas palabras,Isa

    as tuvo una gloriosa visi

    on de Jehov

    a

    sentado en su trono por encima del tem-

    plo de Israel. En ella, Isa

    as oy

    o a Jehov

    apreguntar: A qui en enviar e, y qui en ir apor nosotros?. Se trataba de una invita-ci

    on a ser su portavoz y transmitir su men-

    saje a su pueblo descarriado. Isaas fue

    fiel a su palabra: su s signific

    o s

    . Desem-

    pe

    n

    o la funci

    on de profeta durante m

    asde cuarenta y seis a

    nos, en los que pro-

    clam

    o tanto fuertes mensajes de conde-naci

    on como magn

    ficas promesas de res-

    tauraci

    on de la adoraci

    on verdadera.11 Por qu e se encargo Jehov a de queestos ejemplos se registraran en su Pa-

    10. Por qu

    e es Isaas un buen ejemplo para noso-

    tros?

    11. a) Por qu

    e es tan importante que cumplamosnuestra palabra? b) Qu

    e ejemplos de personas que

    no fueron fieles a su palabra nos sirven de adver-tencia?

    labra? Y cu

    anta importancia tiene quenuestro s

    signifique s

    ? La Biblia dice

    claramente que quienes resultan fal-sos en los acuerdos [...] son merecedoresde muerte (Rom. 1:31, 32). El fara

    on de

    Egipto, el rey Sedequas de Jud

    a y Ana-

    nas y Safira son ejemplos de personas

    cuyo s signific

    o no. Las tr

    agicas conse-

    cuencias de sus actos nos sirven a todosde advertencia (

    Ex. 9:27, 28, 34, 35; Ezeq.

    17:13-15, 19,