articulo 1640 Annus Horribilis

5/13/2018 articulo 1640 Annus Horribilis

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SOMBRAS: CRISIS EN LOS REINOS DE FELIPE IV

"ANNUS HORRIBILIS"

E L U LT IM ORETRATO DEFELIPE IV, perVelazquez,hacia 1652-55,Madrid, Museodel Prado.

LAS CLAVESSENSACION DE RUINA. Losmejores I it eratos de la epoca-Quevedo, Lope de Vega, Ca l-deron de la Barca . .. - re tle ja -r on e n s us o br as I a a g ud a sen-s ac i6 n d e crisis pcl ltrca y so -c ia l de 1640.PUNTO DE PARTIDA. LaGuerra dels Segadors y el le-vantamiento en favor del duquede Braganza estan en labase dela epica del nacionalismo ca-talan y portugues.

LA REVUEL:TA CATALANA Y EL SECESIONISMO PORTUGUES ENCABEZARONLA SERlE DE CONFLICTOS QUE PUSO EN JAQUE A LA MONARQUIA

HISpANICA, EN UN ANO EN QUE SE HIZO PATENTE EL FRACASO DELREFORMISMO CENTRALIZADOR DEL CONDE DUQUE DE OLIVARES, VALIDODE FELIPE IV RICARDO GARCIA CARCEL REVISAAQUELLA GRAVE

CRISIS YANALIZA SUS TRASCENDENTALES CONSECUENCIAS[JDIFi cIL ET IQUE1AR UNHECHO hist6rico comoglorioso 0 nefasto. Lagloria 0 el desastretienen mucho deconstrucciones histo-

nica. Pero sobre ese afio y su estelapol it ica se haedificado buena par te delaepica del nacionalismo catalan y por-cugues. EI primero, desde mediadosdel sigloXIX, ha glosado laGuerra delsSegadors como hito de laconquista porCatalufia de la"libertad y el progreso",hahecho li teratura del Corpus de San-gre del 7 de junio de 1640 y conver-tido el canto de los segadores en elhimno nacional catalan, EI nacionalis-mo portugues ha si tuado en elIdediciembre de 1640 el punro de par-

rida de laRestauracao, el fin de los "se-senra afios de cautividad babiI6nica",desde que Felipe II se anexion6 a Por-tugal, el comienzo de un proceso queculminaria en 1665 con la indepen-dencia de Portugal.En cualquier caso, fueran cuales fue-

ran las derivaciones politicas de la cri-sis de 1640 y la rentabi lidad sectorialde la misma, laI iterarura del mornen-to dej6 marcado el afio 1640 con laeti-quera de afio horrible. La ant itesis de1492. Quevedo escribi6: "Toda ]@-+

ricas que se superponen a la realidadsiempre ambivalente. 1640 fue, cier-ramen rc, un anuus hor rib il is desde laperspectiva de la Monarquia Hispa-

RICARDO GARCIA CARCEL. CATEDRATICODE H ISTOR IA MODERNA, UN IVERS IDADAUT 6NOM A D E BARC ELONA.

1-I1STOR1A110


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ELCONDEOUOUEDEOLIVARESen un qrabado de 1638. dos afios antes de que se desatara la peor crisis de la Monarquia Hispanica enla Edad Moderna, Madrid, Biblioteca National.

t . . , . . . t!::-.1VIt" nil.....HISTORIA

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SOMBRAS: CRISIS EN LOS REINOS DE FELIPE IV

-~Espana esta en un tris y a pique dedar un tras". La conciencia de que serocaba fondo estuvo muy presente enla sociedad espanola de 1640. Y des-de luego asi 10 vieron tam bien en Eu-ropa. EIembajador ingles, Arthur Hap-ron, dijo de laEspana de 1640: "No tie-nen un solo hombre con capacidad demandar un ejerciro ... la justic ia estaaqui del rodo exringuida yelpueblo casi desespera. Vues-tra Scfioria puede estar sc-guro de que esta monarquiacorre grave peligro de arrui-narse por complero",Como es obvio, la sima

profunda de 1640 no fue alsorepentino, sino mas bien laculminacion del proceso dedeclinacion que ernpezo a fi-nales del reinado de Feli-pe II. En los comienzos delreinado de Felipe IV , pareciaque habia llegado la hora dereformisms como Olivares.

do por todos los reinos y no 01 0 porCastilla}.Olivares aspir6 a una rnonarquia cen-

rralista que erradieara "esta sequedady separaci6n de corazone que hastaahora ha habido" en los diversos terr i-torio de la Corona. En el Gran Me-morial encarecfa a Felipe fV : "hacerserey de Espana, quiero decir senor, que

Francia supuso laapertura de un fren-ce rn il it a r en Catalufia eras la conquis-ta por los franceses de Salses. La pre-sencia del ejercito real en el principa-do gener6 frecuente enfrenramientosentre los soldados y los campesinos. EIalzamienro campesino se extendio conenorme rapidez, El10 de mayo, el Vi-rrey escribia asf al Rey: "Me ha pareci-

do que en esra ocasi6n no eraconvenience passar adelanteen laexacci6n de los fogatgespor no alrerar mas esto, queesta peligrosisimo".

OLIVARES, PASI6N POR MAN-DAR. SU vocaci6n pcliticafue definida expresivamen-te por Mararion como la"pasion por man dar". Oli-vares represenra la prirneraplasrnacion hist6rica del"problema de Espana", ensu doble vert iente: inter ior-Ia gobernabilidad eficaz deuna monarquia cornpuesta-y exrerior-Ia reivindicaciondel prestigio internacionalperdido-. La verrebracionhispanica y el reputacionis-mo. Para abordar arnbas di-men iones del problema,Olivares tenia clara la nece-sidad de una serie de refor-rna . A ello se aplic6 con lacreaci6n de la Junta Grande de Re-formacion y su estela de medidas so-cioecon6micas (reduccion de la no-bleza parasi ta ria, prornocion deuna banca publica , abolici6n del im-puesto de los millones) y la Uni6n deArmas (prornocion de un ejercito na-cional espafiol cornpuesro y financia-

ALEGORfA DE LA REBELl6N DE PORTUGAL en fa cublerta de un Ilbrode Antonio de Sousa, 1645, Madrid, Biblioteca Nacional.

nose contente V . M. con ser rey de Por-tugal, de Arag6n, de Valencia, conde deBarcelona sino que trabaje y piense conconsejo moderno y secrete por redu-cir esros re inos de que se compone Es-pana al estilo y leyes de Castilla".Pero el proyecto de Olivares fracasa-

ria estrepitosarnente. La guerra con

LA REVUEL TA CATALANA. EIpunto culminame de los rno-tines se produjo en Barce-lona el 7 dejunio de 1640, enla mirica jornada del Corpusde Sangre. Este dia enrraronen Barcelona al amanecerunos 400 0 500 segadores,trabajadores eventuales quese concentraban en lasRam-bias para contrararse para lasiega. A las nueve de la ma-nana se inicio el motin, Losrevolrosos se dirigieron al pa -lac io del Virrey con los cla-sicos griros: "ivisca la terra!","'Muiren els craidor l ","iMuira el mal govern!".Ante la situacion, los con-

sistorios aconsejaron al Vi-rrey que huyera de Barcelo-na . Este re traso la huida. Lamultitud asalt61as Ataraza-nas y persigui6 al Virrey,queinrentaba tomar una galeragenovesa. Antes de llegar a laplaya, fue rnuerto elVirreySanta Coloma.La actitud de los dipura-

dos de laGenerali tar fue te-merosa y conciliadora . En

Madrid, la muerte del Virrey provoc6una gran indignaci6n. EI 24 de scp-ciernbre , en el convento de los capu-chinos de Ceret, se f irm6 un convenioentre Cataluf ia y Francia, por e l cualse concertaba una ayuda mil itar de estaa aquella. Pero 10 que ech6 a Catalufiaen manos de Francia fue la propia pre-

si6n de los aconteci-OLIVARES ASPTRABAA A MO ARQufA CE TRALISTA QUEERRADfCARA LA "SEQ EDAD DE CORAZO ES" E TRE LOSREf OS. SU PROYECTO FRACAS6 ESTREPITOSAMENTE

mientos: la amenazamilitar castellana, deuna parte, las exigen-cias francesas, de

L\,W:NTLIlA[)El,.AHISTORIA

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CATALU -A FUE FRA CESA E TRE 1641 Y 1652, CUANDO LARECUPERO DON JUA JOSE DEA STRIA. E CAMBro, EN 1668HUBO DE RECO OCERSE LA INDEPE DENCIA DE PORTUGAL

otra, y laincapacidad catalana para asu-rnir su autodefensa, de otra.EI rey de Francia comunico que no

ayudarfa plenarnente a Catalufia siesrano se ponfa bajo la obediencia fran-cesa. EI 23 de enero, el principado sepuso bajo el gobierno del rey de Fran-cia, "como en riernpos de Carlo Magno,con el pacro de observar nuestras cons-tituciones".Catalufia pasaria ala soberanfa fran-

cesa con el cornprorniso frances de res-petar las ins ti ruciones catalanas. EI26de enero de 1641, al pie de Montjuich,el ejercito cas tellano fue derrotado es-trepitosarnente pese a su uperior idadnumerica. Promo desaparecerlan losprincipales protagonistas de la revolu-cion en uno y otro frente: Pau Claris rnu-ri6el27 de febrero de 1641; Richelieu,el4 de diciernbre de 1642, y Olivaresfue cesado el 17de rnarzo de 1643.La separacion se prolongarfa basta

octubre de 1652, en que entrar la tr iun-falmeme en Barcelona don Juan Josede Austria, herrna-nastro de Carlos II.Pero no fue s610 Ca-talufia el foco delconfl icto con la Mo-

narqufa. Por tugal en la deca-da de 1630 sufrio presionesfiscales y anticonstitucionalesque generaron el levanta-rniento de Evora.LA SECESI6N PORTUGUESA. La cues-cion nacional no fue deterrninanre enel conflicto portugues. La uni6n di-nastica esraba muy pr6xima y au n per-manecfan en la memoria de los por-tugueses los enfrentarnientos bel icosy la hostilidad del expansionismo cas-tellano.EI desasrre naval del almiranre

Oquendo en Las Dunas en octubre de1639 hizo ver a los mercaderes portu-gueses que los gloriosos tiernpos de laArmada espanola recuperando Bahfa es-raban muy le jos. La guerra de Recifecon los holandeses por el control delazucar y 10 ingenios brasilerios pasabaa ser una priori dad portuguesa, LaUnion de Coronas no era rentable,

mariana del I d e diciernbre de1640, cuando un grupo enca-bezado por un pequeno grupode hidalgos asalto, en nom-bre del duque de Braganza,el palacio de laRibeira de Lis-

boa, residencia de lavirreina, laduque-sa de Mantua.EI golpe de Esrado fue obra de ungrupo rninoritario y no fue secundado

unanimernente por los por tugueses.Frente a la nobleza de provi ncias y elbajo clero, que apoyaron desde el prin-cipio el nuevo regimen b ra g an ci st a, c as itodas lasdignidades eclesiasticas y bue-na parte de la hidalgufa apoyaron a Fe-lipe JV y se exiliaron en Madrid, conel duque de Abrantes a la cabeza.EI exito de este golpe fue muy poco

valorado entre los circulos proximos alaMonarqufa espanola. La arisrocraciaporruguesa que se mantuvo fie! a Fe-lipe N considero que Juan N era "reyde un invierno" . De rodos los levanta-

LA BATALLA DEMONT . rutc, en1641, sequn la

v is ion dePandolfo Reschi,

F'lorencia,Galeria Corsini.

EI primer aero del golpe sucedi6 la rnientos que se sucedieron en la ~~

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E>-' decada de 1640, elgolpe de Estado porru-gues fue el unico que la-gro su objetivo . Felipe IVopto par una guerra eco-nornica que intento blo-quear comercialmenre aPortugal y sus coloniashasta la firma de la paz.

La incapacidad pa ra preparar una in-vas ion con algunas garantias de t riun-fo fue constante y, a l final, la guerra sercsolvio en la carnparia de 1665. En laBatalla de Villaviciosa, las tropas an-glo-portuguesas destrozaron al ejer-ci to castellano, Tras esta derrota se ini-ciaron la s negociaciones que desembo-caron en el Tratado de Lisboa, el 13de febrero de 1668. Se re-

curas, tan fragiles elias, de la articulacionde la "rnonarquia cornpuesta" se rom-perfan con tanta revuel ta,EI cese de Olivares en 1643 no sirvio

para retorna r la paz, pe ro sf propicio queel reino de Aragon 0 la Corona de Cas-tilla no se precipitaran por la senda re-volucionaria. El calvario de Felipe IVse prolongo ( la cuarra suspension de pa -gos del reinado se produjo en 1663) a ca-ballo de la guerra que Ie acornpano per-manenternente a 1 0 largo del reinado.UN COMPLEJO LEGADO. La experien-cia secesionisra de 1640 propicia no po-cas 1ecc iones entre los hisroriadores. Laprimera y principal, los riesgos de lacirugfa aplicada con tosquedad al de-

licado y complejo problema de Espana ,error repetido dernasiadas veces a 1 0 lar-go de nuestr a Hisror ia.La segunda leccion es que la legiri-

rnidad de las inrenciones y la honesti-dad polltica de los proyectos de los go-bernanres no bas ran para el exiro. Laopinion publica cuenra y mucho, EI re-chazo social al intervencionismo rnili-tar espafiol en la guerra de los TreintaAlios por los s ac ri fi ci os y esfuerzos queirnplicaba, ahogo siernpre la ansiedadreputacionista, la recuperacion de laimagen poderosa de Espana en que Oli-vares sofiaba.Pero si exarninamos la historia de la s e-

paracion de Cataluna y Portugal desdeel mirador de 1652, que marco el retor-no de Cataluria a la Monarquia, las lee-ciones derivadas deben arnpliarse. Lareinregracion de Catalufia fue promo-

vida por la propia sociedad catalana.Desde 1643, una vez cesado Oliva res, losesfuerzos catalanes por volver a la Mo-narquia espanola fueron progresivos y lasexalraciones de espafiolidad en la so-ciedad caralana de 1652, bien paten-res. Don Juan Jose de Austria arrastroroda su vida la aureola r nu y po si ti va enCa talufia de habe r sido el r estaurador, elhombre que habia acabado con la sepa-raci6n. La generaci6n de caralanes pos-olivaristas seran plenarnente colabora-cionistas con la Monarquia, conven-cidos de que la al t ernativa au t onorna erainviable, la vinculac i6n a Francia habrasido nefasta y de su derecho y capa-cidad para intervenir en el rumbo de lapolitica espanola.

Caraluf ia, en definiriva,aprendio que el centralismofrances era peor que el de laMonarqufa espanola y ad-quirio conciencia de que elvictim ismo catalan no teniamas justificacion que el an-daluz, gallego 0 castellano.EI coste del castellanocen-tr isrno de la Monarquia 1 0pago muy caro Castilla.Yes que las lecciones de la

experiencia secesionisra de1640-48 las asurnieron los hi -jos del conflicto. EI neofo-ralisrno de Carlos II, la vo -luntad de replanrearse enterminos pactistas la dialec-rica centro-pe ri f eria es fru tode l aprendiza je de aquel\os

afios por pane de la primera gencracionde herederos de aquel legado. Pero losnietos olvidaron pronto. La Guerra deSucesi6n, con la confrontacion de la Co-rona de Castilla y la Corona de Ara-g6n, es el re timonio de que los nie-tos de la gcneracion que habra prota-gonizado el conflicto no recordabanlas razones del rnismo 0 solo buscabancon memoria vindicativa los ajustesde cuentas de pasados agravios rnutuos,Pero esa es otra historia .

+ELLIOTT, J., EJ conde duque deOlivares, Barcelona, Cri ti ca, 1990.L a r eb eli 6n d e lo s c at a/ an es ( 15 98 1640), Madr id , Si gl o XX I, 1 977 .ELLIOTT, J., Y G AR CIA SA NZ , A . (eds.). LaE sp an a d el c on de d UQ u e d e O li va re s,Universidad de Val ladolid, 1990.VV AA , 1 64 0. L a monsraute hispanica en crisis,Barcelona, Cri ti ca, 1992.

UNA SOCIEDAO EN APUROS. San Diego de Alcala dando de comer al o s p ob re s . por Murillo, 1646, Madrid, Academia de San Fernando.

conocfa la i ndependencia dePortugal y se le devolvian to-dos sus territories, a excep-cion de Ceuta.Las revueltas catalana y

por tuguesa se difundie ron entoda Espana. EI levanra-miento mas conocido es el deAndalucfa par parte delIX duque de Medinas idoniay su cu iiado el marques deAyamonte, conspiracionesque ponfan de manifiesto eldescontenro aristocraticocon tra Olivares.La inestabi lidad socioeco-

nomica y politica siguio canalreraciones graves en rnu-chas ciudades castellanas yse proyectaria ram bien hacia Ital ia,donde Napoles encabezo una insu-rreccion, finalrnente controlada por losespanoles en 1648.FRAGILES COSTURAS. La cris is de 1640g en er o t od a un amenaza de secesi6n ge -neralizada en los terri torios de la Mo-narqufa. El principia olivarista del 1 " ' 1 1 1 1 -t a r eg ll o sed un a lex resulto asfixiado enla realidad plural. Las exigencias de losderechos de los naturales de cada rei-no se impu ieron sobre l a hornogene i -dad de la fidelidad al Rey y el suerio delprestigio internacional. La nos talg ia im-perial involucr6 a Espana en una politi-ca inrernac ional cerriblernente gravosaen la que, tras el canto de cisne deNordlingen (1634), todo fue una simaprofunda de decepciones y derro tas queculmina ron en Rocroi (1643). Ylas cos-

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