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1 APUNTES para el curso APUNTES PREPARADOS CON FINES ACADÉMICOS PARA EL CURSO HISTORIA DE LA CIUDAD UNIVERSIDAD DE LOS LAGOS - CAMPUS PUERTO MONTT A.A 2017 profesor GIAN PIERO CHERUBINI ZANETEL

APUNTES para el curso - cherubiniblog · 2017. 8. 21. · Siberia siguiendo el curso de los ríos y desafiando el clima frío y con fuertes vientos, adpatándose a este mabiente,

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    APUNTES para el curso

    APUNTES PREPARADOS CON FINES ACADÉMICOS PARA EL CURSO HISTORIA DE LA CIUDAD

    UNIVERSIDAD DE LOS LAGOS - CAMPUS PUERTO MONTT A.A 2017 profesor

    GIAN PIERO CHERUBINI ZANETEL

  • 2

  • 3

    PREHISTORIA

    1

    SURGIMIENTO DE LAS GRANDES CIVILIZACIONES

    OCCIDENTALES.

    Desde que los antecesores de los hombres modernos, y los

    mismos hombres dejaron los bosques para aventurarse hacía la

    sabana, hacia espacios abiertos y despejados, manifestaron dos

    aspectos importantes. El primero fue su carácter gregario, lo que

    le permitió potenciar las virtudes de los individuos y aminorar sus

    defectos. El segundo fue que pudo recorrer el territorio en

    búsqueda constante de alimentos, lo que le permitió conocerlo,

    estableciendo rutas de circulación, asociando accidentes

    geográficos con lugares en donde podía obtener alimentos, agua o

    algún elemento que le fuera útil.

    Con prudencia y arrojo se aventuró más allá del espacio

    conocido y doméstico, lo que lo llevó a ocupar todo elplaneta.

    La compasión, el afecto hacía el compañero herido o

    enfermo y después muerto, lo llevo a sepultarlo en una caverna o

    un lugar que era destacado en el territorio con una piedra u otro

    material imperecedero. El grupo volvió al lugar periódicamente a

    rendirle homenaje, para a través de su recuerdo, comunicarse con

    él, y si el difunto fue buen cazador, para pedirle que los guíe y los

    conduzca a los mejores lugares para cazar y que le proporcione

    fuerza para hacerlo.

    Las necrópolis en las cercanías de las cavernas los va a

    llevar al interior de la misma por estrechos pasadizos, y allí va a

  • 4

    plasmar las primeras obras de arte, arte ceremonial asociado a un

    ritual mágico, en donde el artista y cazador se daba valor

    dibujando la presa, quitándole su alma, o tal vez planificando la

    caza.

    En su encuentro con otros clanes compartió e intercambió

    conocimientos. Se formaron nuevos grupos que se alejaron del

    centro ritual buscando nuevas presas y nuevos territorios,

    utilizando también lugares especiales donde instalar sus

    campamentos, grupos de tiendas circulares u oblongas que

    ubicaron en lugares protegido de los vientos, cercanos a una

    fuente de agua y en donde había productos vegetales comestibles

    en abundancia.

    El reconocimiento de la geografía, de los lugares de caza o

    de abundancia de comestibles los llevó a formar mapas mentales,

    que en algunos casos se tradujeron en las primeras

    representaciones del territorio.

    En el origen del proceso de urbanización del territorio está

    la experiencia del mismo que hicieron los pueblos recolectores

    neolíticos, el reconocimiento de la geografía y en especial de los

    accidentes topográficos, la asociación de la flora y la fauna

    asociada a los distintos lugares que recorría, de su utilidad

    práctica y del clima. Estos hechos permitieron la obtención de

    conocimientos rudimentarios de agricultura y ganadería, y como

    corolario la formación de pueblos semi nómades, capaces de

    permanecer por una o varias temporadas en un mismo lugar.

    A pesar de que han transcurrido más de tres millones de

    años desde la aparición del hombre sobre la tierra, solo hace 11000

    años atrás, después de la última glaciación, el ser humano

    aprendió a domesticar animales. En esta época los persas

    domesticaron las cabras. Años más tarde los chinos domesticaron

  • 5

    el cerdo y el hombre de Norteamérica domesticó al perro. Estos

    animales fueron útiles al clan porque contribuyeron a la higiene

    comiéndose los desechos alimenticios, disminuyendo los focos de

    posibles infecciones y convirtiéndose en un aporte a la dieta del

    grupo.

    Solo hace 10000 años atrás se realizaron los primeros

    cultivos de trigo y cebada en el medio oriente y 7000 años atrás se

    cultivaron el maíz, los porotos y las calabazas en América.

    Con la agricultura, se empezó a gestar un proceso que llevó

    al hombre a convertirse en sedentario, dando origen a las primeras

    aldeas. Este hecho, conocido como revolución neolítica o revolución

    agrícola, originó un proceso que trajo como consecuencia una

    creciente necesidad de controlar el territorio, sea por razones

    productivas de sobrevivencia, como por razones de protección.

    La aldea agrícola se caracterizó por sus formas circulares u

    oblongas, resabios de las chozas de los cazadores paleolíticos que

    se reunían en torno al fuego. No solo las habitaciones tenían estas

    formas, sino que también la aldea.

    La forma exterior la daba un muro de madera o de tierra o

    un foso que llenaban con agua, y que cumplía la función de

    proteger a los habitantes y sus productos de los predadores

    externos, en principio, animales, y después, de otros grupos

    humanos.

    La sociedad aldeana era igualitaria, sin diferencias entre sus

    miembros, en donde el caudillismo era asumido por un miembro

    del grupo que poseía algunas destrezas que lo hacían superior a

    sus compañeros, y se acababa cuando este moría. Lentamente esta

    forma de gobernar fue trasladada a un consejo de ancianos, en

    donde la experiencia de la edad era considerada un privilegio.

    Esto generó gobiernos conservadores, que tuo como consecuencia

  • 6

    la conservación de las formas de la aldea y de la estructura de la

    sociedad aldeana por un largo periodo de tiempo.

    FIG. 1. CHINAMPAS: AVANZADO SISTEMA AGRICOLA EN EL LAGO DE

    MEXICO.

    El excedente agrícola, creó la necesidad de almacenar los

    productos, dando origen a la producción de las primeras vasijas

    de cerámica. En principio fueron calabazas, las que no se podían

    poner al fuego, o las cestas, que no podían contener agua.

    Entonces se crearon los contenedores de arcilla, fáciles de modelar

    y que cocidos, se volvían resistentes a los golpes, y no se disolvían

    con el agua.

    El pago de tributos al dios de la fertilidad, en principio para

    conservación del sacerdote y médico de la aldea, llevó a la

    creación de los primeros graneros, una habitación en la casa del

    hechicero, que con el tiempo se convirtió en un edificio cercano al

  • 7

    templo. Conservar el excedente permitió además su

    redistribución en tiempos de carestía.

    También se crearon las primeras herramientas agrícolas

    como el palo escavador o la hoz de madera, las que eran

    accionados por la fuerza humana. La preparación y reparación de

    estas herramientas era uno de los trabajos de los agricultores

    durante el invierno, previo a la siembra.

    El excedente de la agricultura ofreció la seguridad de

    obtener alimentos con facilidad, sin arriesgar la vida. Cuando este

    excedente superó lo que se podía transportar, obligó a estos

    agricultores a permanecer cerca del lugar de producción. Con el

    tiempo esto permitió que algunos ocupantes de estos centros se

    dedicaran a otras ocupaciones, distintas de la agricultura,

    especializándose en actividades artesanales como la cerámica o los

    tejidos. Esto motivó una forma de división del trabajo y de

    distribución de los productos para lo cual se necesitó una mayor

    capacidad técnica y un nivel de organización social cada vez más

    complejo. Se inició de esta manera un cambio radical en la forma

    de vida en las sociedades humanas, una verdadera revolución, en

    donde los cambios fueron de tal envergadura que ya nada fue

    como era antes.

    2

    PALEOLITICO

    LA CHOZA DE HUESOS. Adaptación a un medio riguroso.

    Después de la última glaciación, algunos clanes de

    cazadores de grandes presas avanzaron hacía las estepas de

  • 8

    Siberia siguiendo el curso de los ríos y desafiando el clima frío y

    con fuertes vientos, adpatándose a este mabiente, escaso en

    madera para hacer fuego y construir sus refugios.

    FIG. 2. CHOZA DE HUESOS DE MEZHERICH, EN UCRANIA. 15000 A.C.

    Hace 15000 años atrás en la localidad Ucraniana de

    Mezherich, un grupo de entre 40 a 60 personas construyó un

    singular campamento formado por tres o más chozas, sin un

    orden aparente entre ellas, usado principalmente en invierno y

    primavera. La estructura de las chozas fue hecha con huesos de

    mamut, aprovechando las defensas y los huesos de las costillas

    para cerrar la estructura de la bóveda, mientras que con huesos

    más pequeños formaban una densa pared baja, con huesos, los

    que se enterraban en el terreno para que no se desplacen. La

    estructura se cubría con tierras y finalmente con pieles. Para

    construir una choza, que requería cerca de 20 toneladas de huesos,

    se necesitaban 10 personas por un espacio de tiempo de 15 días.

    Esto significa que fue un campamento estacional usado por mucho

    tiempo como parte de una ruta de caza o como para proveerse de

    alimento.

    Al interior de la cabaña ardía una fogata alimentada por

    trozos de hueso, que procuraba calefacción.

  • 9

    En el exterior había otras fogatas que seguramente ocupaba

    todo el grupo para preparar alimentos. También había un lugar

    para la preparación de herramientas y armas, para lo cual usaban

    huesos y piedras de sílex.

    También en el exterior había agujeros de un metro de

    profundidad que usaron para almacenar provisiones, los que sólo

    pudieron ser hechos en tiempo cálido, cuando el terreno aún no

    estaba congelado, probablemente a fines del verano, junto con las

    chozas.

    MONTEVERDE. Cultura de la madera en el paleolítico

    americano.1

    En las cercanías de Puerto Montt, 12.500 años a.C., se

    estableció un pequeño campamento paleoindio, cuyo

    descubrimiento dejó a la vista un extraordinario grado de

    organización que supera todo lo conocido hasta ese momento. Es

    el sitio arqueológico de Monte Verde, ubicado a orillas del estero

    Chinchihuapi, tributario del río Maullín.

    Las excavaciones realizadas por un grupo de especialistas

    encabezados por el arqueólogo norteamericano Tom Dillehay,

    permiten formarse una imagen bastante completa de este grupo

    humano de cazadores y recolectores adaptados a los fríos y

    húmedos bosques del sur. Sus hábitos semisedentarios, se

    complementaban con una incipiente organización social. Poseían

    una acabada noción del territorio asociada, en primer lugar a la

    ubicación estratégica de lugares ricos en productos naturales que

    le aseguraban la existencia, así como a recorridos entre la costa y el

    interior, siguiendo el curso de los ríos. También tenían suficientes

    1 Este capitulo ha sido tomado de Berg y Cherubini 2009. Pp. 34 - 36.

  • 10

    conocimientos como para formar un complejo esquema de

    estructuración de sus campamentos y poseían conocimientos

    técnicos acerca del uso y forma de trabajar la madera2.

    FIG. 3. VISTA DEL ESTADO ACTUAL DEL SITIO DE MONTE VERDE.

    En este periodo los campos de hielo que ocupaban el valle

    central durante la ultima glaciación se estaban retirando para dar

    forma a un paisaje dominado por la pluviselva fría y húmeda, con

    extensiones abiertas de espacios forrajeros que atraían grandes

    animales hacia las márgenes de los lagos, la gran mayoría de ellos

    ubicados en las estribaciones de la cordillera de los Andes3.

    El hombre de monte verde y su medio.

    El hombre de Monte Verde se adaptó a los ritmos de la

    naturaleza emplazando su campamento en las márgenes del

    bosque y a orillas del estero Chinchihuapi, un lugar donde la

    2 Dillehay, 1984. 3 Nuñez, 1989.

  • 11

    crecida invernal de las aguas era menor que en el río Maullín, por

    lo tanto sus efectos sobre el campamento eran menores, lo que les

    permitía permanecer allí por más tiempo4. Suponemos que esta

    estrategia de elección de los lugares para acampar fue recurrente

    en esta cultura.

    La variada gama de restos de diversa proveniencia como lo

    son algas marinas, restos de moluscos de agua dulce, obsidiana,

    etc.5, encontrados en el campamento, sugiere la idea de que los

    ocupantes de Monte Verde transitaban regularmente por la orilla

    del río Maullín entre la desembocadura y el campo de hielo que

    ocupaba el lago Llanquihue. Por el margen del glaciar en retirada,

    les debe haber resultado fácil proseguir hacia el norte por el Valle

    Central6 a la busca de mastodontes.

    Emplazamiento del campamento.

    La adaptación al territorio con un ambiente más húmedo y

    frío que el actual, no habría sido posible sin el conocimiento y

    dominio de técnicas rudimentarias para trabajar la madera, el

    material de mayor presencia en el lugar, lo que les permitía

    trasladar el campamento llevándose solo las pieles. En efecto, el

    4 El hallazgo de restos de plantas, y semillas que crecen durante todo el año

    permite suponer que el campamento permaneció en el mismo lugar por lo

    menos un año. (Dillehay, 1984). 5 En el sitio de Monte Verde se encontraron restos de algas provenientes con

    toda seguridad del delta del río Maullín, así como moluscos de agua dulce

    provenientes de algún lago, además de artefactos líticos de obsidiana, piedra

    que no es posible encontrar entre las del río, traídas con toda seguridad de la

    cordillera. (Dillehay, 1984). 6 Se sabe de la existencia de mastodontes en la zona de Tagua Tagua, 800

    kilómetros más al norte de Monte Verde. (Nuñez, 1989). Aparentemente

    estaban difundidos por casi todo el Valle Central.

  • 12

    habitante de Monte Verde conocía los árboles que les eran útiles

    para armar sus tolderías7, basándose en el sistema de poste y

    vigas, así como también conocía la posibilidad de curvar ramas

    para crear un tipo diferente de estructuras.

    FIG. 4. LUGAR DEL EMPLAZAMIENTO DEL CAMPAMENTO DE MONTE

    VERDE. REELABORADO A PARTIR DE DIBUJO DE DILLEHAY, 1984

    Además utilizaban el fuego para aguzar estacas y varas

    quemándolas y raspando el área carbonizada. Conocían el uso de

    la cuña para trozar troncos y partirlos para producir tablones, los

    que usaban en las fundaciones de las habitaciones fijándolas al

    suelo por medio de estacas. Conocían hierbas y lianas que servían

    como cuerdas, con las cuales fijaban las pieles a la estructura. Por

    último, utilizaban morteros de madera con manos de piedra para

    rayar y moler frutos del bosque y granos para cocerlos y poder

    alimentarse.

    7 Utilizaban especies de Luma (Ammomirthus luma), Alerce (Fitzroya

    cupressoides). Dillehay, 1984.

  • 13

    El emplazamiento en las márgenes del río le proveía de

    agua pura, mientras en el bosque encontraban madera para

    construir sus chozas y diversos artefactos domésticos, además de

    abastecerlos de avellanas, frutos silvestres, lianas para hacer

    cuerdas, entre otros.

    Estos conocimientos le aseguraban la permanencia en un

    lugar determinado.

    Ubicaron el campamento en el lado norte del estero

    Chinchihuapi, buscando la protección de los fuertes vientos

    invernales. Dicho campamento estaba conformado por doce

    habitaciones, diez de las cuales están unidas para formar dos

    líneas paralelas, lo que sugiere que poseían un techo de dos

    vertientes. En varias de estas habitaciones se encontraron restos

    de braseros utilizados para calefacción, así como para recalentar

    alimentos. A su vez, dos grandes fogatas servían para la cocción

    comunitaria.

    FIG. 5. RECONSTRUCCIÓN DEL SITIO DE MONTEVERDE

    La sociedad de monte verde.

    La complejidad en el ordenamiento del campamento es el

    reflejo de un grupo humano con una organización social más

  • 14

    compleja de lo que se puede pensar, con por lo menos tres

    categorías sociales. El primer eslabón de esta gama social estaba

    representado por el curandero, quien dominaba el arte de la

    curación por medio de la utilización de hierbas medicinales. Por

    otro lado estaban los cazadores, los que recorrían el territorio en la

    búsqueda de animales mayores para cazarlos o de animales

    muertos para aprovechar la carne y el cuero que llevaban al

    campamento, y cuyo regreso era motivo de una ceremonia

    especial de recepción. Por último los más débiles del grupo,

    mujeres, niños y ancianos, permanecían en el campamento

    esperando a los cazadores, alimentándose con el producto de la

    recolección de hierbas y frutos del lugar, llegando a dominar

    incipientes conocimientos de botánica, así como, aparentemente,

    algunos rudimentos de agricultura para el cultivo de papas

    silvestres8.

    3

    NEOLÍTICO PRE CERÁMICO

    Este monemto de la prehistoria es anterior a la formación

    de las primeras comunidades agrícolas. Su estudio esta cobrando

    cada vez mas importancia ya que han aportado antecedentes que

    ponen en tela de juicio el paradigma de la revolución neolítica y el

    de la formación de las civilizaciones.

    Este paradigma, fue sintetizado en la primera mitad del

    siglo XX por Gordon Childe, quien planteó que la civilización

    8 Dillehay, 2004.

  • 15

    nació en Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Eufrates, y que por

    medio de la creación de la agricultura, permitió, primero el

    nacimiento de la civilización y después la formacion de la ciudad,

    en lo que el mismo Childe la llamó la revolución urbana. Estos

    hechos imppulsaron la innovación tecnológica y social, la

    aparición de la religión y las artes, características propias de la

    civilización.

    FIG.6. CRECIENTE FERTIL

    Sin embargo, los sitios arqueológicos de Gobekli Tepe,

    Nevali Cori, Cayonu Tepesi, Tel Qaramel, Mureybeth, todos ellos

    de más de 13000 años de antigüedad, asi como tantos otros

    ubicados hacia el poniente del área conocida como el creciente

    fértil, que comprende parte de Israel, Palestina, Libano, Jordania y

    el oeste de Siria, aportan nuevos elementos a la discusión.

    Estos sitios arqueológicos pertenecen a lo que se ha

    denominado Cultura Nafutiense, cuyos poblados agrupaban a

  • 16

    varios cientos de personas, y poseían una economía basada en la

    caza, y en la recolección principalmente de granos salajes.

    Aproximadamente en el año 10800 a.C., el descenso brusco

    de la temperatura produjo condiciones de sequía en esta zona, con

    el consiguiente descenso de las poblaciones de animales, así como

    de los campos de granos. Muchas aldeas se volvieron

    excesivamente numerosas, y muchos de sus habitantes retomaron

    sus prácticas de cazadores nómades.

    Sin embargo, otros grupos trataron de adaptarse a las

    nuevas condiciones de aridez del territorio explotando de mejor

    manera los recursos que este le proveía, descubriendo entre otras

    cosas el concepto básico de la agricultura que es que la planta

    crece en el lugar en donde cae, o donde se siembra la semilla,

    logrando formar pequeñas parcelas de granos, como sucedio en

    Nevali Cori, Mureybeth o Tel Qaramel.

    A diferencia del planteamiento de Gordon Childe, esta

    nueva hipótesis plantea que primero los grupos se volvieron

    sedentarios y como consecuencia de una crisis producidaa por un

    cambio climático, los grupos se volvieron más creativos en su

    relación con el medioambiente y las formas de obtener alimentos,

    lo que los llevo a descubrir la agricultura.

    Esta nueva hipótesis encuentra una nueva señal en la

    formación de campamentos estacionales, en donde permanecían

    los miembros más débiles del grupo, o los menos aptos para la

    cacería, como las mujeres y los niños, a la espera del regreso de

    los cazadores con sus presas. La permanencia les permitió

    comprender mejor el lugar y relacionar el concepto de que la

    planta nace de una semilla contenida en los restos de los mismos

    alimentos, y que esta planta nace en el lugar en donde cae la

    semilla.

  • 17

    Otro antecedente es la secuencia señalada por Lewis

    Munford (1963), sobre la sacralización de algunos lugares en el

    territorio, donde los cazadores nómadas iban cada cierto tiempo

    para honrar a sus difuntos y para pedir socorro, ayuda o ser

    favorecidos en sus actividades para obtener alimentos.

    GOBEKLI TEPE. Santuario de cazadores.

    Uno de los yacimientos arqueológicos que más intriga a los

    arqueólogos es el de Gobekli Tepe, cuyo nombre significa “colina

    panzuda”. Está ubicado cerca de la frontera al sur este de Turquía

    y al norte de Siria, en una colina cercana a la ciudad de Urfa. Se

    trata de un complejo sitio preagrícola.

    Fue descubierto en el año 1963 por arqueólogos de la

    Universidad de Chicago. En 1994 el arqueólogo Alemán Klaus

    Schmidt, empezó la excavación sistemática del lugar, apoyado por

    los científicos del Deutsches Archaologisdaes Istitut, quienes dataron

    al complejo en torno al año 9000 a.C. El hecho que no hayan

    encontrado huellas de prácticas agrícolas, restos de hogueras,

    habitaciones u otras construciones domesticas, ha llevado al

    profesor Schmidt a pensar que se trato exclusivamente de un

    centro ceremonial.

    Su construcción se inició hace aproximadamente 11600 años

    atrás, e incluye el lugar ceremonial más antiguo del que se tiene

    registro, caracterizado por la monumentalidad de la construcción

    que no tiene parangón con alguna otra construcción realizada en

    aquel tiempo. Esta fue realizada por pequeños grupos humanos

    que no conocian la escritura, la metalurgia, ni la cerámica, los que

    se congregaron para cortar y tallar las enormes piedras, y para

    trasladarlas por cientos de metros, sin contar ni con la rueda, ni

    con bestias de tiro.

  • 18

    Este centro ceremonial estaba formado por veinte círculos

    de menos de 30 metros de diámetro, formado por grandes

    columnas de piedra caliza en forma de “T”, de aproximadamente

    16 toneladas de peso cada una, con un ancho equivalente a un

    quinto del largo, separados entre ellos en una distancia un poco

    mayor de un brazo y están trabados con muretes de piedra. Estos

    machones se orientan hacia en centro del círculo, en donde se

    ubican dos piedras semejantes a las anteriores pero un poco màs

    altas. Estos pilares rodean dos que son un metro más altos que el

    resto y que se orientan hacía la planicie del sur este en donde se

    emplazaban las aldeas de cazadores que frecuentaban este centro

    ceremonial, y que en total ocupaban un área de un radio

    aproximado de 160 kilómetros.

    FIG. 7. GOBEKLI TEPE EN TURQUIA. PLANTA DE LAS EXCAVACIONES Y

    DISPOSICION DE UNO DE LOS TEMPLOS CIRCULARES

    Las excavaciones revelaron gran cantidad de herramientas

    de piedra, como cuchillos, raspadores y puntas de proyectil.

    Ademas, no se encontraron objetos de culto a la fertilidad de la

    tierra, lo que ha llevado a la conclusión de que se trataba de una

    cultura preagrícola. Sin embargo las columnas de piedra fueron

  • 19

    profusamente decoradasen sobre relieve, con imágenes que

    representan animales de la fauna local, como buitres, escorpiones,

    jabalíes, zorros y serpientes. El análisis comparativo realizado por

    Timothy Stephany hace pensar que estos grupos tenían

    conocimientos de astronomía ya que aparentemente estos

    animales representaban la estructura de las constelaciones del

    firmamento. Aparentemente estos grupos ya se planteaban

    preguntas acerca de la forma del univeso o acerca de su relación

    con el más alla.

    Para levantar este centro ceremonial se requirieron entre

    300 y 500 albañiles. En este lugar vivían sacerdotes que

    celebraban sacrificios cuyo significado se ignora. Todo este

    complejo rebela la capacidad de organización de una sociedad

    escasamente jerarquizada.

    Según el arqueólogo Klaus Schmidt, Gobleki Tepe plantea

    la idea de que la religión organizada, como integradora del ser

    humano y de su entorno, pudo aparecer antes que la agricultura.

    La voluntad de reunirse para celebrar rituales sagrados, apareció

    cuando el hombre dejo de percibirse como parte de la naturaleza,

    y empezó a darse cuenta que podía modificar y dominar el medio

    ambiente. De hecho, la organización de los cazadores en aldeas

    estableció un límite entre el territorio humanizado y el de los

    predadores, entre lo conocido y lo desconocido. Todo esto debió

    requerir una compleja y solida organización.

    En la época en que se realizaron estas construcciones el

    lugar estaba inmerso en una naturaleza exuberante, en donde

    crecía abundante hierba que atraía enormes manadas de animales.

    Los grupos humanos que gravitaban en Gobekli Tepe eran

    cazadores que encauzaban manadas hacía estrechos cañadones, lo

    que les permitían procurarse toneladas de carne y grandes

  • 20

    cantidades de pieles. Además impedían el paso de las manadas

    hacía los campos de granos, impidiendo que estos los comieran, lo

    que les permitió la recolección de gran cantidad de cereales.

    NEVALI CORI.

    Este emplazamiento se encuentra en las estribaciones

    montañosas ubicadas hacia el nor oeste de Gobekli Tepe, a menos

    de treinta kilómetros. El lugar fue excavado en 1993 por un

    equipo de la Universidad de Heidelberg dirigido por el profesor

    Harald Haupmann, antes que fuera inundado por un lago

    artificial, formado por la construcción de la represa de Ataturk en

    la cuenca superior del río Eufrates, destinada a generar energía

    eléctrica y proveer de agua a la región. El equipo de científicos

    dató el emplazamiento en torno a 8500 a.C. y descubrió que fue

    usado por casi dos mil años.

    FIG. 8. NEVALI CORI.

  • 21

    En esta área se descubrieron las pruebas más antiguas que

    se conocen relacionadas con la domesticación de vegetales, paso

    previo al surgimiento de la agricultura.

    Se trata de un centro ceremonial, compuesto por veintidós

    construcciones, de las cuales solo una fue habitada.

    Las construcciones tenían entre dos y tres pisos, con un

    pequeño patio rectangular, con fundaciones de piedra que se

    interrumpían cada uno o un metro y medio por canales que

    quedaban bajo el piso y que eran cubiertos por piedras planas y

    que se abrían hacia el exterior. Estos canales eran usados para

    drenar las habitaciones, para ventilar o talvez para refrigerar los

    interiores.

    Hacia el noreste de la aldea hay un centro ceremonial

    excavado en la colina con columnas monolíticas similares a las de

    Gobekli Tepe, las que fueron incorporadas a muros de piedras. Al

    interior había dos columnas de tres metros de altura, lo que hace

    suponer que tenían una cubierta plana de madera y barro.

    La similitud con el asentamientode Gobleki Tepe, ha

    llevado al arqueólogo Klaus Schmidt a pensar que existió una

    religión común a un vasto territorio.

    Los agricultores de Nevali Core trabajaban la tierra y las

    bases de su alimentación eran los porotos y las lentejas.

    CAYONU TEPESI.

    El sitio arqueológico de Cayonu Tepesi se encuentra en el

    este de la provincia de Anatolía en Turquía, a los pies de los

    montes Taurus. Fue ocupado entre 7250 a.C. y 6750 a.C., en un

    momento en que el sitio estaba rodeado por bosques de roble y

    árboles de pistachos. Es una de las aldeas de horticultores más

    antiguas. También allí, tempranamente se trabajó el cobre.

  • 22

    Se desarrolló en un tiempo en que los hombres recorrían el

    territorio para cazar y se reunían para domesticar animales y

    aprender horticultura.

    El área del asentamiento consiste en un montículo de

    aproximadamente doscientos metros de diámetro, en donde se

    han reconocido por lo menos cinco niveles se ocupación. En el

    más antiguo solo se han encontrado restos de hogueras para

    cocinar.

    En el segundo nivel se encontraron fundaciones de piedras,

    con muros paralelos, los que probablemente soportaban una

    estructura de madera que se cubría con una especie de yeso.

    Aparentemente esta disposición permitía tener un piso que

    ventilaba hacia el exterior.

    El Tercer nivel estuvo ocupado por edificios de nueve por

    diez metros con techo aterrazado y casas construidos de ladrillos

    de piedra caliza y piedras partidas. En este nivel también se

    encontraron numerosos objetos decorativos como collares y

    adornos hechos en huesos.

    El cuarto nivel tenía fundaciones de piedra formando

    unidades celulares con muros de barro.

    El nivel superior consistió en edificios residenciales de

    planta rectangular, con un cierto número de habitaciones más

    amplias, posiblemente usadas para funciones publicas. Este nivel

    tiene una plaza en el centro rodeada de edificios y casas

    rectangulares. Es muy posible que la población fuese de entre cien

    a doscientas personas quienes ocupaban entre veinticinco y

    cincuenta casas. La mayoría de estas construcciones tenía la parte

    baja de los muros hechos de piedra y la parte superior hechas de

    adobe. Los techos eran aterrazados y recubiertos con arcilla.

    Adicionalmente había almacenes probablemente para granos. Un

  • 23

    hoyo cilíndrico y profundo revestido en arcilla y una estructura

    abovedada, probablemente fue usado para almacenar diversos

    productos.

    FIG. 9 - CAYONU TEPESI. TEMPRANA ALDEA DE AGRICULTORES EN

    ANATOLIA EN TURQUIA.

    De acuerdo a lo anterior es posible establecer una secuencia

    en el desarrollo de las construcciones. Primero fueron las fogatas.

    Siguió las construcciones de muros curvos para proteger el fuego

    y después las fundaciones en parrilla, las con piso empedrado, las

    de muros formando celdas, para finalizar con habitaciones

    alargadas.

    El pueblo de Cayonu formó una tribu y tal vez fueron los

    primeros horticultores de Anatolia. Estatuillas de deidades

    femeninas encontradas en el sitio dan a entender que la religión

    fue un aspecto importante del diario vivir. Son los trazos más

    antiguos de lo que se ha llamado culto a la diosa madre en

    Anatolia, adorada por milenios con el nombre de Cybeles.

    El poblado dependía del cultivo y recolección de semillas,

    especialmente trigo y cebada, junto con la caza de ciervos.

  • 24

    Además domesticaron el perro, los chanchos, las cabras y las

    ovejas. Fabricaban gran cantidad de herramientas de pedernal y

    obsidiana, junto con alfileres y martillos de cobre. También hacían

    vasijas de arcilla, vasos de piedras y pequeñas maquetas de casas

    modeladas en arcilla. Algunas piezas de huesos incisos,

    encontrados en el sitio arqueológico, son indicios de arte, registro

    de cuentas o tal vez experimentos de escritura.

    4

    FORMACION DE LA ALDEA AGRÍCOLA.

    Entre el neolítico y el mesolítico los grupos se aventuraron

    hacía las nuevas áreas que aparecieron como consecuencia de los

    cambios climáticos producidos por el retiro de los hielos, al

    finalizar el último periodo glaciar. El clima más cálido y benigno

    trajo como consecuencia la abundancia de alimentos y un aumento

    de la población, lo que incentivó las migraciones y conquistas de

    nuevos territorios.

    Las primeras aldeas no poseían una estructura urbana

    definida, lo que era el reflejo de una sociedad sin una jerarquía

    clara, y sin diferencias sociales en su interior. Las viviendas se

    ubicaban unas al lado de la otra y muchas veces se debía ingresar

    a ellas pasando por otras viviendas. Sin embargo eran el centro de

    la vida de sus ocupantes, de la producción y del intercambio.

    La consolidación de la agricultura y la permanencia en el

    tiempo de los grupos en un mismo lugar trajo como consecuencia

    la lenta evolución de las construcciones, en especial de los

    poblados, los que se hicieron espontáneamente, por agregación,

  • 25

    dejando espacios abiertos para el trabajo comunitario. Poco a

    poco la forma circular, que como se dijo, dejaba intersticios entre

    cada unidad, fue cambiándose por una estructura de planta

    rectangular, que primero sirvió como lugar de almacenaje, y

    después para construir la habitación.

    Con el tiempo, las estructuras de piedra o adobes secados al

    sol se hicieron cada vez más comunes. Representaban la

    permanencia en el tiempo y la protección del medio ambiente

    hostil. La inalterabilidad de la piedra y el deseo de trascender

    llevó a los hombres a usarla para crear importantes monumentos,

    no solo para conservar el cuerpo, sino que también para conservar

    la memoria del difunto.

    MUREYBET. El reflejo de la tienda.

    La tienda de forma circular fue el modelo para construir las

    primeras habitaciones permanentes. El uso de materiales como

    piedras y barro, permitieron crear un refugio que no se quemaba

    con el fuego o que no se pudría con la humedad, refugio que se ha

    asociado a una forma de vida sedentaria, propia de grupos de

    agricultores.

    Esta forma de construir se encuentra presente en el

    asentamiento mesolítico de Mureybeth, ubicado en el curso medio

    del río Eufrates, en la actual Siria. Perteneció a un grupo de

    cazadores, recolectores y agricultores.

    Las habitaciones construidas entre 7700 a.C y 7400 a.C,

    formaban circunferencias de seis metros de diámetro. Estaban

    hechas con gruesos muros de piedra calcárea y ladrillos de adobes,

    en ambos casos pegados con arcilla. El techo tenía una estructura

    de madera que se cubrió con una mezcla de barro y paja.

  • 26

    A ellas se accedía por un pequeño corredor. En el centro

    ardía el hogar que definía un espacio para comer y para la

    socialización, mientras en los bordes se dejaban las herramientas y

    útiles.

    Con posterioridad y anexa a las habitaciones, se

    construyeron recintos de planta rectangular que servían para

    almacenar granos.

    FIG. 10. EXCAVACIONES EN MUREYBET EN JERF EL AHMAR, SYRIA.

    En una segunda fase, entre 7400 a.C. y 7100 a.C. se

    construyeron edificios comunitarios de planta circular que tenían

    en el centro un espacio trapezoidal, rodeado de celdas para

    almacenar granos, las que rodeaban una banqueta en donde

    seguramente se colocaba la figura del dios del villorrio, o el

    sacerdote que recibía las ofrendas, principalmente granos, parte

    del excedente agrícola, el que era guardado para repartir a la

    comunidad en tiempos de carestía. La presencia de estatuillas en

    su interior hace pensar que esta construcción tenía un uso

    ceremonial.

  • 27

    KATAL HUYUK. La eficiencia del ángulo recto.

    El asentamiento de Catal Huyuc, en Anatolia, se encuentra

    en el fértil llano de Konya, en la ribera del río Carsamba. Se

    extiende en dos pequeñas colinas separadas por un brazo del río.

    La aldea floreció entre los años 7200 a.C. y 6300 a.C.

    Las excavaciones arqueológicas en especial las sepulturas

    revelaron la existencia de una sociedad no igualitaria y matriarcal,

    en donde compartían ricos y pobres distribuidos en incipientes

    clases sociales que incluía jefes, soldados, sacerdotes, artesanos y

    esclavos, así como barrios con viviendas y otros con santuarios.

    La ciudad tenía una economía basada en la agricultura

    hidráulica, es decir que tenían sistemas de regadío por medio de

    canales, a lo que se sumaba la ganadería de cabras y ovejas, y el

    comercio.

    Exteriormente la aldea tenía muros sin puertas que la

    protegían de las inundaciones y de posibles ataques de enemigos.

    En el interior se agrupaban casas de planta rectangular, adosadas

    unas con otras, formando grandes bloques de habitaciones que

    dejaban entre ellas algunos patios de forma irregular que servián

    para la realización de actividades comunes como la selección de la

    cosecha o la fabricación de adobes. No había ni calles, ni pasajes.

    A las habitaciones se llegaba recorriendo los techos

    construidos a diferente altura, acomodándose a la diferencia de

    cota de la colina y usando escalas de madera, lo que además

    permitía que la luz entrara en la habitación por medio de ventanas

    puestas en la parte alta de los muros.

    El poblado acogía entre cinco mil y siete mil personas.

    De las pinturas murales se ha podido deducir que

    domesticaron al perro, el que usaban para cuidar los animales.

  • 28

    Además cazaban leopardos, asnos, leones y gacelas para usar sus

    pieles en los ritos religiosos.

    Cultibaban trigo, cebada y trigo candeal, además de una

    gran cantidad de legumbres y frutos.

    FIG. 11. RECONSTRUCCION DEL POBLADO DE CATAL HUYUK Y DE

    UNA HABITACIÓN.

    Además practicaban el comercio habiéndose especializado

    en la producción de objetos de obsidiana la que obtenían de las

    faldas del volcán Hasen–dag. El floreciente intercambio ha hecho

    pensar que Katal Huyuc fue una importante aldea sobre la cual

    gravitaban otras ciudades menores, sometidas política y

    religiosamente.

    Tenían numerosos dioses. Entre ellos destaca el culto a la

    diosa madre y al toro que representaba las virtudes masculinas.

    JERICÓ

    La ocupación resale al año 8800 a.C., y fue realizada por

    grupos de cazadores y pastores quienes en principio construyeron

    estructuras ovaladas y semisubterráneas de piedra.

  • 29

    La ciudad surgió en el valle del río Jordán, en torno al 6500

    a.C. con la congregación de grupos cuya economía se sustentaba

    en la recolección de semillas y en el pastoreo. En aquel entonces

    ya conocían la hoz para cortar cañas, y usaban una herramienta de

    huesos para recolectar granos, los que molían en morteros

    manuales. Con el paso del tiempo desarrollaron la agricultura,

    domesticaron animales y aprendieron a tejer esteras con fibras

    vegetales. En este periodo, conocido como neolítico precerámico,

    empezaron construyendo cabañas circulares hechas con muros de

    adobes secados al sol, las que rodearon por un gran muro de dos

    metros de ancho, debido a que estaban expuestos al ataque de

    otros grupos. En ellas levantaron una enorme torre circular de

    nueve metros de diámetro y cuatro metros de alto en cuyo interior

    colocaron una escalera para alcanzar la parte alta. Además

    excavaron canales para usar las aguas del río Ain–As–Sultán para

    irrigar sus tierras.

    En torno al año 5500 a.C. ya se había consolidado la aldea.

    Las casas eran de planta rectangular, de seis y medio metros por

    cinco metros y de tres por siete metros, con las murallas pintadas

    de colores blanco y rojo, y con un patio de siete metros de lado

    usado para cocinar.

    Los muros eran de adobe de medio metro de ancho. Estas

    casas tenían uno o dos cuartos. El techo tenía estructura de

    madera, juncos y se cubría con barro. El piso se hacía con una

    capa de barro, cubierto con un mortero de limo el que se pintaba

    con cal teñida de rojo o azul brillante, y se lustraba cada cierto

    tiempo. Había una gran cisterna al interior de los muros, con

    capacidad de entregar cuatro mil litros de agua por minuto, junto

    con un gran silo comunitario para almacenar granos.

  • 30

    Hacían estatuillas de barro que tenían un significado

    ceremonial. Las figuritas femeninas parecieran ser que se usaban

    en los ritos de fertilidad.

    En torno al año 4000 a.C. la ciudad fue deshabitada por un

    lapso de tiempo de casi 800 años. Despues se inicio un periodo de

    prosperidad para la aldea que se extendió hasta el año 2900 a.C.,

    en donde fue de gran importancia el carácter defensivo del

    emplazamiento en una pequeña colina amurallada, con torres

    rectangulares de quince metros de ancho, veinte metros de largo y

    entre seis y ocho metros de altura.

    FIG. 12. ANTIGUA JERICO

    En este periodo las murallas fueron reconstruidas dieciséis

    veces, debido terremotos, problemas de infiltración de las

    fundaciones, así como producto del ataque de grupos enemigos.

    En todos los casos se demostró que los habitantes, que vivían en

    un constante estado de inseguridad e inestabilidad, estaban

    prontos a reconstruirlas.

    Las pinturas de la época muestran un constante desarrollo

    de la organización social y de la construcción. Se inició el uso

  • 31

    masivo del cobre para hacer armas y herramientas, además

    aumentó considerablemente el comercio con los valles vecinos, los

    que se poblaron con nuevas aldeas, las que vivieron amenazados

    por las tribus de beduinos.

    En torno al 2600 a.C. empezaron a gozar de una mayor

    tranquilidad y estabilidad lo que permitió el descuido de la

    fortaleza.

    Posteriormente se produjo un renacer frente a esta

    destrucción y la muralla se reconstruyó sobres sus mismas

    fundaciones.

  • 32

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