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1 1 Aprendizaje colaborativo, solidario y autónomo bajo el modelo pedagógico para la sociedad de la información y del conocimiento Autor Dr Enrique E. Batista J INTRODUCCION El aprendizaje autónomo está ligado a los propósitos de aprendizaje donde el alumno usa de modo consciente, controlado e intencional procedimientos flexibles para aprender más y mejor. Aprendizaje autónomo no significa aprendizaje por sí mismo, sólo, sin la intervención de otros. La autonomía está ligada a la capacidad y estrategias de tomar decisiones conscientes y fundamentadas en el proceso de progresar aprendiendo. El aprendizaje autónomo rinde frutos especiales cuando se asocia con las dimensiones de solidaridad y colaboración, como valores de alta significación e importancia social. El aprendizaje autónomo implica colaboración y solidaridad de parte de quien aprende, por ello la conexión entre ese aprendizaje y el aprendizaje colaborativo. El ejercicio de la autonomía humana se da siempre en el contexto de la interacción social solidaria. Si las estrategias están bien definidas dentro de un proyecto formativo, ellas favorecerán la creación de comunidades de aprendizaje para abordar y aprender contenidos temáticos de la más variada índole. El estudiante y la totalidad de los miembros de esas comunidades asumen liderazgo y responsabilidad en el aprendizaje. Cuando se crea una comunidad de aprendizaje podemos con ella, lograr que los estudiantes sean líderes con responsabilidad consciente en la consecución de las metas de aprendizaje. Se fijan así, las bases de los procesos conscientes y autorregulados para el aprendizaje colaborativo y solidario (1). APRENDIZAJE AUTÓNOMO: ESFUERZO INDIVIDUAL Y COLECTIVO Para que el estudiante pueda desarrollar un aprendizaje colaborativo y solidario es preciso que realice primero un aprendizaje individual mediante lecturas, búsqueda adicional de información, análisis y valoración de la misma. A partir de ahí realiza la discusión, y contextualiza, refina y valida la información en su grupo o comunidad de aprendizaje. Se asume que con los temas que son de interés para todos se razona, examina y se sacan conclusiones para fijar el aprendizaje en consonancia con las metas del curso, y las personales de los alumnos. El énfasis en la solución de casos particulares es muy importante en las estrategias de aprendizaje colaborativo y solidario, lo cual para su éxito requiere la participación e interacción de todos los integrantes de la comunidad de aprendizaje. Este aprendizaje se fundamenta, pues, en el conocimiento y participación y contribución, a tiempo, oportuna - acorde con reglas conocidas y aceptadas - de todos los integrantes del grupo o comunidad. Como proceso novedoso, al que la pedagogía tradicional no prestó atención, se requiere cuidadosa planeación del proyecto de aprendizaje y apoyo a los alumnos, dado que no estarán acostumbrados al modelo de aprendizaje autónomo, y de responsabilidad propia y grupal frente a los resultados finales en un proceso consciente de aprendizaje. Trabajar en un grupo solidario requiere que los alumnos aprendan a desarrollar la megahabilidad de trabajo colaborativo en equipo. De igual modo, tanto el profesor como los alumnos entenderán la dinámica psicosocial de los grupos, la naturaleza del liderazgo dentro de los mismos, la importancia del trabajo a tiempo, así como el entendimiento de qué factores afectan el funcionamiento y efectividad de un grupo; entre ellos, la superación de mal entendimientos, manejo de niveles variables de estrés, confusión o ansiedad, y de otros conflictos habituales en todo grupo humano. En el proceso de trabajo colaborativo y solidario en comunidades de aprendizaje los alumnos trabajarán en grupos para llevar a cabo roles en interdependencia que se relacionen, complementen y se diferencien con el propósito de alcanzar objetivos comunes, de significación individual y social (por ejemplo, el aprendizaje de los contenidos del programa de estudios). Los logros bajo la modalidad colaborativa y solidaria de aprendizaje podrán superiores y cualitativamente distintos a los que se alcanzarían individualmente, dada adecuada y oportuna interacción entre todos, alumnos y profesor. El aprendizaje autónomo requiere de la colaboración y aporte de cada miembro del grupo con una perspectiva social y solidaria. El aprendizaje individual desprovisto de una visión solidaria y de utilidad social carece de sentido. El aprendizaje está siempre guiado a comprender y transformar el mundo, no a una contemplación de su complejidad, o a la vivencia en éxtasis de sus enmarañadas relaciones. El aprendizaje es social; su beneficio es colectivo.

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Aprendizaje colaborativo, solidario y autónomo bajo el modelo pedagógico para la sociedad de la

información y del conocimiento Autor

Dr Enrique E. Batista J

INTRODUCCION El aprendizaje autónomo está ligado a los propósitos de aprendizaje donde el alumno usa de modo consciente, controlado e intencional procedimientos flexibles para aprender más y mejor. Aprendizaje autónomo no significa aprendizaje por sí mismo, sólo, sin la intervención de otros. La autonomía está ligada a la capacidad y estrategias de tomar decisiones conscientes y fundamentadas en el proceso de progresar aprendiendo. El aprendizaje autónomo rinde frutos especiales cuando se asocia con las dimensiones de solidaridad y colaboración, como valores de alta significación e importancia social. El aprendizaje autónomo implica colaboración y solidaridad de parte de quien aprende, por ello la conexión entre ese aprendizaje y el aprendizaje colaborativo. El ejercicio de la autonomía humana se da siempre en el contexto de la interacción social solidaria. Si las estrategias están bien definidas dentro de un proyecto formativo, ellas favorecerán la creación de comunidades de aprendizaje para abordar y aprender contenidos temáticos de la más variada índole. El estudiante y la totalidad de los miembros de esas comunidades asumen liderazgo y responsabilidad en el aprendizaje. Cuando se crea una comunidad de aprendizaje podemos con ella, lograr que los estudiantes sean líderes con responsabilidad consciente en la consecución de las metas de aprendizaje. Se fijan así, las bases de los procesos conscientes y autorregulados para el aprendizaje colaborativo y solidario (1).

APRENDIZAJE AUTÓNOMO: ESFUERZO INDIVIDUAL Y COLECTIVO

Para que el estudiante pueda desarrollar un aprendizaje colaborativo y solidario es preciso que realice primero un aprendizaje individual mediante lecturas, búsqueda adicional de información, análisis y valoración de la misma. A partir de ahí realiza la discusión, y contextualiza, refina y valida la información en su grupo o comunidad de aprendizaje. Se asume que con los temas que son de interés para todos se razona, examina y se sacan conclusiones para fijar el aprendizaje en consonancia con las metas del curso, y las personales de los alumnos. El énfasis en la solución de casos particulares es muy importante en las estrategias de aprendizaje colaborativo y solidario, lo cual para su éxito requiere la participación e interacción de todos los integrantes de la comunidad de aprendizaje. Este aprendizaje se

fundamenta, pues, en el conocimiento y participación y contribución, a tiempo, oportuna - acorde con reglas conocidas y aceptadas - de todos los integrantes del grupo o comunidad. Como proceso novedoso, al que la pedagogía tradicional no prestó atención, se requiere cuidadosa planeación del proyecto de aprendizaje y apoyo a los alumnos, dado que no estarán acostumbrados al modelo de aprendizaje autónomo, y de responsabilidad propia y grupal frente a los resultados finales en un proceso consciente de aprendizaje. Trabajar en un grupo solidario requiere que los alumnos aprendan a desarrollar la megahabilidad de trabajo colaborativo en equipo. De igual modo, tanto el profesor como los alumnos entenderán la dinámica psicosocial de los grupos, la naturaleza del liderazgo dentro de los mismos, la importancia del trabajo a tiempo, así como el entendimiento de qué factores afectan el funcionamiento y efectividad de un grupo; entre ellos, la superación de mal entendimientos, manejo de niveles variables de estrés, confusión o ansiedad, y de otros conflictos habituales en todo grupo humano. En el proceso de trabajo colaborativo y solidario en comunidades de aprendizaje los alumnos trabajarán en grupos para llevar a cabo roles en interdependencia que se relacionen, complementen y se diferencien con el propósito de alcanzar objetivos comunes, de significación individual y social (por ejemplo, el aprendizaje de los contenidos del programa de estudios). Los logros bajo la modalidad colaborativa y solidaria de aprendizaje podrán superiores y cualitativamente distintos a los que se alcanzarían individualmente, dada adecuada y oportuna interacción entre todos, alumnos y profesor. El aprendizaje autónomo requiere de la colaboración y aporte de cada miembro del grupo con una perspectiva social y solidaria. El aprendizaje individual desprovisto de una visión solidaria y de utilidad social carece de sentido. El aprendizaje está siempre guiado a comprender y transformar el mundo, no a una contemplación de su complejidad, o a la vivencia en éxtasis de sus enmarañadas relaciones. El aprendizaje es social; su beneficio es colectivo.

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APRENDIZAJE COLABORATIVO Y LOS FINES Y PRINCIPIOS UNIVERSALES DEL

COOPERATIVISMO Y LA ECONOMÍA SOLIDARIA El aprendizaje colaborativo y solidario representa un apropiado enfoque humanista de promoción del individuo y de la sociedad por medio de proyectos pedagógicos basados en el fomento del pensamiento crítico y autónomo, en los principios solidarios, y en el impulso a la formación de ciudadanos democráticos y participativos dentro de un Estado social de derecho. Puede observarse que las estrategias del aprendizaje colaborativo coinciden con los valores, fines y principios universales del cooperativismo y de la economía solidaria, en cuanto el cooperativismo y la economía solidaria “están basados en los valores de auto ayuda, la auto responsabilidad, la democracia, la igualdad, la equidad, y la solidaridad” (3), los miembros de las cooperativas hacen suyos los valores éticos de la honestidad, la transparencia, la responsabilidad y la vocación social (4). También se afirma que la economía solidaria tiene como fines principales: Promover el desarrollo integral del ser humano; consolidar prácticas de promoción del pensamiento solidario, crítico, creativo y emprendedor; contribuir al desarrollo y perfeccionamiento de la democracia participativa; participar en el diseño y realización de programas de desarrollo social y económico; y garantizar a los miembros la participación y acceso a la información, la gestión y la distribución equitativa de beneficios, respetando y promoviendo las diferencias, sin discriminación alguna (5). El aprendizaje colaborativo y solidario corre paralelo a los principios en los que se fundamenta el movimiento mundial de la economía solidaria, ratificados por la Alianza Cooperativa Internacional – ACI (6), principios que resume Arango en: Autogestión, ayuda mutua, cooperación, solidaridad, y participación democrática (7).

RUMBOS PEDAGÓGICOS DEL APRENDIZAJE AUTÓNOMO, COLABORATIVO Y SOLIDARIO

Las concepciones teóricas sobre el aprendizaje escolar enfatizaron por años el conocimiento individual, mientras que las técnicas evaluativas se centraron en valorar el progreso de cada persona personalmente. A modo de darwinismo pedagógico se buscaba identificar a los más aptos intelectualmente, con descuido de la dimensión y valía social del conocimiento, así como de la valía de las diferencias. No basta hoy caracterizar las diferencias individuales para aprender, sino que se requiere reconocer la influencia del grupo social y de la cultura para motivar el aprendizaje, y alcanzar con éste más altos niveles de logros cognitivos, afectivos y sociales.

La consideración y valía de las diferencias individuales no han estado en el foco de los modelos y estrategias de aprendizaje. Esas diferencias son importantes examinarlas como medio para potenciar mejores logros para cada quien y solidariamente entre todos. Las diferencias son ganancias, ventajas aprovechables, y no un estorbo en los proyectos de aprendizaje concebidos desde una dimensión social y solidaria. En una sociedad solidaria, el mejorestar de todos corresponde a esfuerzos colaborativos colectivos. El aprendizaje autónomo, no es pues aprendizaje sin sociedad, sin comunidad de aprendizaje. Por ello, bajo nuevos rumbos pedagógicos trabajamos desde: • Qué aprendemos: Contenidos con sus metas de logros

fijadas en el proyecto de aprendizaje. • Cómo aprendemos: Mediante procesos de cognición y

metacognición, facilitados socialmente. • Cuándo aprendemos: En los tiempos y límites fijados en

el proyecto de aprendizaje para el grupo o la comunidad correspondiente, pero con las perspectivas de aprender siempre, durante toda la vida, en ambientes formales o informales de aprendizaje.

• Con quién aprendemos: Colaborativamente, con otros, en grupos o comunidades de aprendizaje.

• Dónde aprendemos: En ambientes interactivos y colaborativos de aprendizaje, con distintas mediaciones didácticas y tecnológicas.

• Para qué aprendemos: Construcción solidaria del progreso colectivo, y con ello el mejoramiento individual.

Desde esos rumbos, se validan las interacciones sociales como mecanismos de aprendizaje, así como también la visión de que el aporte de dos o más individuos, que trabajan en función de una meta común, puede tener como resultado un producto más enriquecido y acabado que la propuesta individual de un solo estudiante. Las interacciones, negociaciones y diálogos dan origen a nuevos aprendizajes, a nuevas visiones (8). APRENDIZAJE SITUADO Y ENSEÑANZA SITUADA

El campo de la informática aplicada a la educación ha permitido el surgimiento del denominado aprendizaje colaborativo mediado. El término se refiere al aprendizaje que se da en grupos, en interacción con otras personas, y no de forma aislada. En ellos se cultivan las megahabilidades colaborativas para aprender y aprender a trabajar colaborativamente en equipo. Los medios informáticos (de ahí el término aprendizaje colaborativo mediado) se usan para facilitar el acceso a la información, la interacción entre los miembros del grupo o comunidad de aprendizaje, así como entre éstos y el profesor, con el propósito de alcanzar los objetivos de aprendizaje fijados. En los ambientes informatizados se usa el concepto de colaboración asociado al de interdependencia (17).

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Es claro que para un buen proyecto de aprendizaje funcione se requiere más que crear un grupo o comunidad, y poner a disposición de ellos un conjunto de herramientas informáticas o de otra índole. Las estrategias para lograr los objetivos formativos en el aprendizaje colaborativo mediado requieren adecuada didáctica y fundamentación psicosocial de las estrategias con las que se promuevan los logros, tal como se detallará más adelante en este documento. El futuro cercano irá mostrando resultados y decantando las experiencias y estrategias probadas como efectivas. Es importante que el profesor entienda la diferencia entre los procesos de aprendizaje que se dan en los alumnos y las estrategias didácticas para el aprendizaje colaborativo. Los dos son importantes, se entremezclan, pero tienen epistemológica y metodológicamente énfasis diferentes: Uno se centra en la construcción teórica, el otro en las aplicaciones pedagógicas, en los métodos didácticos, en las mediaciones didácticas, en la psicología escolar (9). La distribución de la información y del conocimiento por medios electrónicos en los ambientes interactivos de aprendizaje ha dado lugar también a las estrategias de aprendizaje denominadas aprendizaje situado. La colaboración es, se ha dicho ya, una forma de interacción social propiciadora del aprendizaje, de los procesos de cognición y metacognición humanas. La visión de cognición situada tiene diversos nombres en la literatura asociados a conceptos, usados en la literatura profesional, tales como aprendizaje situado, participación periférica legítima, aprendizaje cognitivo (cognitive apprenticeship) y cognición distribuida (17). En la denominada cognición situada existe el denominado aprendizaje cognitivo (cognitive apprenticeship), el cual es entendido como un modelo de enseñanza que busca emular las oportunidades para una práctica extensa en tareas auténticas que los alumnos en cuanto aprendices realizan mientras trabajan bajo la dirección de un maestro, de un experto o persona experimentada - a la manera del viejo artesano, pero a un nivel meta cognitivo (10), (11). La cognición situada incluye cuatro conceptos: colaboración, facilitación, reflexión, y contacto con problemas auténticos. A ellos se agregan las generalizaciones que emergen del contexto de la situación. La cognición distribuida lleva a lo que se ha denominado enseñanza situada (10), (11). El aprendizaje situado implica que el aprendizaje sea, a la vez, parte y producto de las acciones, el medio, el contexto y las condiciones en las que se aprende, por ello se habla de situado. La enseñanza situada tiene también en cuenta el contexto como un factor de importante relevancia tanto en la formulación teórica del aprendizaje como en la definición y validación de estrategias de aprendizaje. Entre estas últimas corresponde al profesor crear el contexto pertinente para cada uno de los distintos objetivos formativos en su proyecto de aprendizaje. Como no es tarea fácil, el mismo profesor

incurre en trabajo colaborativo y en aprendizaje situado dentro de las propias comunidades de aprendizaje, cualquiera que sea su formato operativo, particularmente en las electrónicas o virtuales, a las que pertenezca como líder de los proyectos de aprendizaje. El aprendizaje situado se concibe como aprendizaje de conocimientos y habilidades (mejor hoy: megahabilidades) en situaciones habituales reales. Por ello es un aprendizaje social, en interacción con otros, más que individual; basado en realidades determinadas, más que un aprendizaje teórico descontextualizado o sin referentes concreto en la vida cotidiana. Cuatro elementos deben caracterizar (y guiar) a un buen proyecto de aprendizaje situado: • Presencia de una comunidad de aprendizaje

especialmente construida para alcanzar metas comunes. • Contexto claro y específico frente a cada situación de

aprendizaje. • Participación de todos con responsabilidades conocidas;

y • Satisfacción de los miembros del grupo o comunidad de

aprendizaje (12). El profesor, claro está, necesita formarse y prepararse para aprender él también colaborativamente de manera constante, y para implementar en la práctica mediaciones didácticas apropiadas. La meta: Lograr efectividad en las estrategias de aprendizaje colaborativo, mediado, entre otras, por herramientas informáticas. La novedad de estos desarrollos lleva a que hoy haya más avances conceptuales que estrategias didácticas probadas ya como efectivas, con algún grado de generalización (13).

APRENDIZAJE COOPERATIVO Y APRENDIZAJE COLABORATIVO

Es importante evitar la confusión conceptual con sus implicaciones en la práctica pedagógica entre aprendizaje cooperativo y aprendizaje colaborativo. Existe algún grado de sinonimia entre los términos, pero hay diferencias importantes. Desde el punto de vista teórico, el aprendizaje cooperativo se asocia al constructivismo piagetiano, mientras que el aprendizaje colaborativo corresponde a una vertiente cognitiva sociocultural del aprendizaje. Las dos estrategias responden a paradigmas diferentes. En el aprendizaje cooperativo los procesos de enseñanza y de aprendizaje son altamente estructurados por el profesor; en el colaborativo hay más autonomía del alumno, en quien se deposita buena parte del la responsabilidad para aprender (14). En el aprendizaje cooperativo cada miembro del grupo tiene una tarea y responsabilidad específica en la solución de una

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parte del problema o situación planteada. Hay división de tareas frente a la situación que traza el profesor para que en determinado momento se produzca una puesta en común de las soluciones parciales. Mediante procedimientos didácticos que proponga el profesor, la integración beneficiará a todos en el aprendizaje del objeto, tema, o caso problematizado. En el aprendizaje cooperativo los alumnos trabajan al mismo tiempo para alcanzar distribuidamente una meta que le es propuesta: • Hay división de tareas entre los miembros del grupo o

comunidad de aprendizaje. • El profesor escoge o plantea una situación o caso

problemático. • El profesor indica tareas y responsabilidades a cada

alumno, o subgrupo de ellos en la comunidad de aprendizaje.

• Cada alumno, o un subgrupo, queda así responsabilizado de responder por la solución de una porción específica de la situación problemática o caso planteado.

• Cada alumno, o el subgrupo, al responder por su porción del trabajo, lo pone en conocimiento del resto del grupo (15).

Obsérvese que en el aprendizaje cooperativo el profesor presenta una estructura alta del proceso para aprender. Mientras que en el aprendizaje colaborativo el énfasis cambia a una situación en dónde el alumno es más autónomo, aunque interdependiente y solidario, en las acciones que realiza para alcanzar las metas de aprendizaje. Los profesores están más habituados a lo primero (modelo de aprendizaje cooperativo) que a lo segundo (modelo de aprendizaje colaborativos), por lo que cuidado especial debe ponerse para que al tratar de implementar este último no se acabe en una situación de espontaneismo pedagógico, en donde, por falta de estructura o familiaridad con el modelo, ni el profesor enseña ni el alumno aprende. Esto será cierto, en especial porque los alumnos vienen de una tradición pedagógica en donde son pasivos o dependientes de la acción del profesor (16). CONDICIONES PARA LA IMPLEMENTACIÓN DEL

APRENDIZAJE COLABORATIVO Se han dado algunas sugerencias para implementar estrategias de aprendizaje colaborativo, las cuales se resumen a continuación (17): 1. Control y apoyo de las interacciones colaborativas, sincrónicas o asincrónicas. 2. Afianzamiento del nivel de aprendizaje colaborativo. Este es usado principalmente en tares complejas. 3. Fijación del nivel necesario de formación de los alumnos para trabajar con éxito hacia las metas de aprendizaje.

4. Fijación de parámetros de funcionamiento: a. Definición del tipo de grupo para el aprendizaje colaborativo. Algunas investigaciones sugieren grupos algo heterogéneos (altos y medianos, o medianos y bajos en habilidades) para facilitar los intercambios formativos (18). b. Establecimiento de la responsabilidad individual: Cada alumno asume responsabilidad personal dentro del grupo. c. Estimulación de la interdependencia positiva: No se estimula una dependencia pasiva; la interdependencia activa facilita la consecución de las metas comunes. d. Promoción de las megahabilidades colaborativas: La capacidad de colaborar, en lugar de competir, también se aprende. No se puede asumir que al formar un grupo los miembros, por ese mismo hecho, saben colaborar y trabajar con interdependencia. El profesor promoverá estrategias para desarrollar la colaboración mediante distintas mediaciones. Reconocerá que la falta de ella será un hecho frecuente que no debe desestimular las metas de formación en el trabajo colaborativo. De hecho, ese aprendizaje se considera, en la sociedad globalizada de la información y del conocimiento, una megahabilidad imprescindible: grupo de competencias necesarias para trabajar en forma efectiva en el grupo, trabajo interdependiente en equipo, liderazgo y solución de conflictos. e. Emprendimiento dinámico dentro del grupo: En la interacción el grupo debe solidificarse (en el sentido de actuación solidaria), en torno a las metas. Los avances y retrocesos del trabajo en el grupo el profesor los reconocerá, como se dijo, como elementos presentes en la dinámica usual de los grupos humanos (18). 5. Definición de la situación de aprendizaje que incluya como componentes: a. A los alumnos del grupo, o de la comunidad de aprendizaje. b. Las mediaciones didácticas. c. Los contenidos o temas que serán objetos de aprendizaje, con metas claras y posibilidades de enriquecimiento por los alumnos y el profesor a medida que avanza la experiencia de aprendizaje. d. La creación de la comunidad como un grupo de referencia importante para cada uno de los miembros del grupo. e. Las normas de comportamiento, criterios o pautas operativas, entendibles y fáciles de cumplir por los miembros del grupo o comunidad. f. La definición de roles dentro del grupo; los que pueden variar con flexibilidad a medida que el grupo se estructura, los miembros aprenden las reglas del trabajo colaborativo, optimizan los medios y estrategias de comunicación efectiva y de negociación grupal, aprenden a superarar dificultades o conflictos, y encuentran posibilidades adicionales para los distintos estudiantes (17), (18).

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6. Apoyo y seguimiento a la estrategia operativa del aprendizaje colaborativo. 7. Uso de recursos tecnológicos para acceder y procesar información para mejorar y hacer más eficiente la colaboración y el logro de las metas de aprendizaje. 8. Uso del modelo en situaciones en los que se tiene o se requiere una preparación más avanzada. (Los conocimientos básicos, tales como reglas de gramática, hechos fácticos; los introductorios a distintas disciplinas responden mejor al aprendizaje cooperativo. En términos de la taxonomía de Bloom, se refieren a logros cognitivos de bajo nivel como recordación simple y comprensión). 9. Estimulación a la cognición individual en la interacción de los miembros de la comunidad o grupo de aprendizaje. En el trabajo colaborativo no se elimina la cognición individual; por el contrario, se refuerza. La interacción por sí sola no causa el aprendizaje, pero sí estimula mecanismos de aprendizaje particulares como inducción, deducción, compilación, análisis, construcción, predicción, formulación de hipótesis, simulación, contrastes de puntos de vistas divergentes, mecanismos de consenso o disenso, y otros procesos sociales, afectivos y cognitivos de más alto nivel. La interacción por sí sola no crea mejores aprendizaje; se requiere tener un proyecto consciente y activo de qué aprender y mediante qué estrategias didácticas especiales (19). 10. Creación de situación para el aprendizaje colaborativo, bajo las siguientes condiciones: Los miembros del grupo tienen más o menos el mismo nivel de competencia (simetría); conocen y establecen una meta común; señalan y aceptan reglas de operación o funcionamiento; hay una baja división del trabajo, y concepción clara de la naturaleza de la interactividad: a. Simetría, concebida desde distintos ángulos. � Simetría de tarea o de gestión, asociada a las acciones que se permiten a cada miembro del grupo. � Simetría de conocimientos o habilidades (con algún nivel manejable de heterogeneidad). � Simetría de status, en la sensación sujetiva de importancia que comunica cada miembro. No hay grado de simetría óptimo; el cual puede ir cambiando a medida que el grupo trabaja. No se espera construir grupos muy homogéneos, pero tampoco tan heterogéneos que obstaculicen el efecto positivo de una interacción solidaria en torno a las metas comunes de aprendizaje. b. Meta común. A diferencia de ambientes competitivos de aprendizaje donde puede haber conflictos de metas y obstáculos para lograrlas, en los ambientes colaborativos de aprendizaje, se fijan y se acuerdan metas comunes, y los medios y mecanismos para facilitar su consecución.

Las metas comunes no excluyen la consecución de metas individuales dentro del esfuerzo colaborativo; estos logros individuales se pueden estimular sin que contradigan el propósito de la acción colaborativa. Mientras el grupo, o comunidad de aprendizaje, trabaja hacia la consecución de las metas comunes, éstas pueden ser reorientadas, modificadas o adicionadas. No basta tener al principio metas comunes para garantizar la colaboración productiva; es menester observar la dinámica de la interacción grupal a medida que ella se da. Factores internos y externos afectan de muy distintas maneras el comportamiento y acciones de los grupos. Bajo criterios de responsabilidad solidaria los miembros del grupo o comunidad de aprendizaje reorientarán sus acciones para mantener alta la productividad para todos. Es importante que los miembros del grupo tengan siempre presentes de manera consciente las metas comunes (20). c. División del trabajo. La diferenciación entre grupos colaborativos y cooperativos ayuda a precisar esta dimensión. En estos últimos, como se indicó, el trabajo es dividido, con alguna lógica, en partes (o tareas en algún grado entrelazadas), las cuales son asignadas de modo explícito desde el comienzo y desarrolladas de forma independiente por distintos miembros; posteriormente los productos parciales se acopian para construir el producto final. En los ambientes colaborativos las tareas están más altamente entrelazadas, mediante acciones de interactividad e interdependencia, en donde, para alumnos y profesor, no es tanto el número de interacciones sino el efecto que ellas tienen sobre los procesos de cualificación afectivos y cognitivos para producir aprendizajes de alta valía según las metas comunes programadas. d. Naturaleza de la interactividad. Esta puede ser sincrónica o asincrónica. La primera enfatiza contacto cara a cara o en un mismo momento entre los miembros del grupo. Sin embargo, no basta este tipo de interacción. Los miembros del grupo siguen procesando información y aprendiendo de modo individual cuando no están en contacto directo con los demás. Es decir, los procesos afectivos y cognitivos frente a las metas de aprendizaje no cesan; por el contrario, continúan. Hay así una dimensión asincrónica del trabajo colaborativo. Esos avances individuales permiten enriquecer el trabajo colaborativo. No sólo se contribuye al aprendizaje desde la interacción grupal. Lo social y lo individual están presentes como mecanismos para el éxito de los trabajos colaborativos (21). 11. El proceso global debe tener estrategias de evaluación permanente para monitorear el progreso y realizar los ajustes que aseguren el éxito individual y colectivo dentro del grupo o comunidad de aprendizaje (22).

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ESTRATEGIAS PARA EL APRENDIZAJE COLABORATIVO Y SOLIDARIO

En consonancia con las condiciones mencionadas se esbozan a continuación algunos principios estratégicos para la puesta en marcha de grupos o comunidades aprendizaje colaborativo y solidario (2): 1. Metas comunes. Como se acaba de mencionar, las metas del alumno son las de dominar los contenidos o temática del curso, desarrollar actitudes o destrezas consonantes con la temática, y ahondar solidariamente en el desarrollo de megahabilidades sociales y cognitivas propias de la sociedad del conocimiento. 2. Conciencia de objetivos comunes para el estudio. Alumnos y profesores son conscientes desde el principio de la importancia de alcanzar las metas. Éstas se hacen claras desde el comienzo para todos, con explicación clara de la metodología, responsabilidades, y de los límites de tiempo. La conciencia de objetivos comunes sirve de base para la cohesión para formar las comunidades de aprendizaje. La cohesión se refiere a las fuerzas afectivas y solidarias que mantienen al grupo unido y en funcionamiento hacia los propósitos comunes. 3. Claridad en los temas y problemas que se abordarán. Éstos son identificados con precisión desde el comienzo y su importancia formativa resaltada. 4. Disciplina. Los miembros de las comunidades comprometen su mayor entusiasmo y capacidad de trabajo, y cumplen a tiempo, con honestidad académica, con las responsabilidades asignadas. Los alumnos y el profesor apoyan todos los esfuerzos para que el grupo funcione apropiadamente o llaman la atención cuando observan factores dentro del grupo, o en las condiciones o contexto de aprendizaje, que afectan la consecución oportuna de las metas. 5. Especificación de las condiciones y naturaleza del trabajo. El estudiante desde el comienzo valora sus posibilidades, el rol desde el cual puede contribuir mejor al grupo y en el que, a la vez, pueda aprender más y mejor. El profesor especifica con claridad la naturaleza de su papel en la promoción del aprendizaje colaborativo y solidario. 6. Responsabilidad. El estudiante adquiere el compromiso explícito de cumplir sus obligaciones dentro del grupo. De su parte, el profesor hace explícita sus funciones y actividades, las comunica a los alumnos y cumple cabalmente con ellas. Estudiantes y profesor hacen ajustes a las metas, a la división del trabajo, y a sus responsabilidades a medida que se progresa en las tareas y se observen necesidades de arreglos diferentes. 7. Promoción y respeto a la diversidad y facilitación social. Los miembros del grupo asumen un papel activo en la consecución de las metas acordes con sus responsabilidades. Son conscientes que hay líderes de tareas (que enfatizan la

consecución oportuna de las metas) y líderes socio – afectivos (que facilitan la coherencia interna del grupo). Las reglas de las buenas maneras, la cordialidad, y el respeto por las ideas diferentes son básicas para que el grupo funcione. La aceptación de las diferencias de género, raza, creencias políticas y sociales, enfoques conceptuales frente a lo que se estudia y demás diferencias comunes entre humanos son aceptadas y promovidas. La diferencia es una ganancia para el grupo, se ha dicho. Todos deben reconocer que no sólo existen metas de grupos, sino individuales, las cuales no son necesariamente contradictorias, pero que pueden causar confusión en momentos distintos de funcionamiento del grupo. Igualmente importante es el reconocimiento y aceptación por todos, empezando por el profesor, de la existencia de diferentes estilos de aprendizaje; del hecho de que aprendemos de distintas maneras. Esas diferencias en un proceso pedagógico que no es intuitivo o fácil, hay que ponerlas al servicio del beneficio del grupo. El trabajo exitoso y reconocido a tiempo estimula a todos y produce una mayor motivación intrínseca positiva para seguir trabajando colaborativa y solidariamente hacia las metas de progreso común. La satisfacción del éxito individual y social es facilitadota de más éxito y superación de metas de aprendizaje. 8. Solidaridad. Los miembros del grupo son solidarios (es decir, sólidos) frente a las metas fijadas y las estrategias de trabajo productivo para alcanzar las mismas. Del mismo modo, son solidarios (es decir, recíprocamente afectivos) frente a dificultades que experimente ya sea un miembro del grupo, varios de ellos, o todo el grupo. La solidaridad es el fundamento de la relaciones productivas y satisfactorias entre las personas dentro de la perspectiva de responsabilidad social, el trabajo colaborativo en beneficio de todos y no de unos pocos. En la solidaridad está también la base de la participación democrática, como buen ciudadano, en un Estado social de derecho. 9. Sistema de reconocimiento grupal e individual con oportunidad y equidad. Este sistema se manifiesta a lo largo de todo el proceso de interacción grupal, mediante estímulos y acciones que refuerzan la contribución positiva a los logros del grupo y de cada alumno en particular. El reconocimiento se refleja habitualmente en las calificaciones, pero también en la valoración afectiva que se hace en cada momento oportuno al trabajo bien realizado. El reconocimiento afectivo es muy importante en todo contexto de aprendizaje, particularmente cuando éste es mediado por el trabajo colaborativo en equipo. 10. Libertad y participación. Estos dos valores son primordiales para el éxito en las labores que adelante el grupo

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o comunidad de aprendizaje en la búsqueda activa y consciente de sus metas, así como en las particulares de cada individuo dentro del grupo o comunidad. El movimiento es la vida; si el grupo no se mueve, es decir no hay participación de los miembros según sus diferentes responsabilidades y roles, entonces el grupo fenecerá y no alcanzará sus objetivos. La participación se asocia a la libertad. La libertad se vive y se aprende con el trabajo en grupo, dijo Piaget. En el grupo coexisten los valores humanos, se vivencian y se aprenden. Por ello, en el trabajo colaborativo en grupo, aparte de las metas formativas propias del proyecto de aprendizaje, están involucrados otros elementos formativos importantes, tales como la adquisición o reafirmación de valores sociales. En el reconocimiento del derecho a aprender se moviliza el principio de la libertad (22), a la vez que se pone en humana perspectiva el balance entre derechos y deberes, asociado dicho balance al ejercicio de la libertad como ciudadano. Conjuntamente con la libertad, la solidaridad, la equidad y la promoción y respeto a las diferencias se reafirma la formación de buenos ciudadanos, meta educativa permanente, desde el jardín de infantes hasta postgrado, y los cursos o proyectos de aprendizaje de cualificación permanente. Un buen ciudadano es capaz de vivir en paz, fortalecer la democracia, promover la dignidad humana y la concordia dentro de una sociedad regida por el Estado social de derecho. 11. El beneficio. Se postula desde la psicología cognitiva que el trabajo colaborativo y solidario, realizado con estrategias y mediaciones didácticas apropiadas, puede llevar a niveles de aprendizaje más satisfactorios para el alumno y para los fines formativos de las instituciones educativas y sociales. Hay un beneficio para los miembros de la comunidad educativa, y para toda la sociedad al formar personas con criterios colaborativos y solidarios, signados con la megahabilidad para trabajar colaborativamente en equipo. La productividad social se observa al formar estudiantes más cualificados para aportar al desarrollo y bienestar de todos.

VENTAJAS DEL APRENDIZAJE COLABORATIVO Con proyectos de aprendizaje bien formulados y dirigidos por el profesor los grupos o comunidades de aprendizaje colaborativo se apoyan, como ventajas comparativas, en los siguientes supuestos, los cuales, claro está, deben ser sometidos a prueba en la práctica cotidiana: � Suscita el logro de objetivos de aprendizaje

cualitativamente superiores. � Ayuda a superar el modelo pedagógico tradicional

centrado en preparar y dictar clase a estudiantes colocados en una situación pasiva.

� Da cabida a los intereses y aptitudes múltiples presentes en el grupo, así como a experiencias y formación desigual entre los miembros.

� Facilita el reconocimiento de los principios de la libertad y la equidad, ya que el trabajo en grupo es propicio para

conocer dichos principios y ponerlos a prueba en la interacción e interdependencia social.

� Permite el desarrollo de la megahabilidad para trabajar colaborativamente en equipo, la cual es un valor esencial en la sociedad de la información y del conocimiento.

� Promueve el valor del respeto y promoción de las diferencias mediante la colaboración solidaria (principio de la solidaridad) en torno a la búsqueda en común de las metas de aprendizaje.

� Permite aprender el desempeño productivo de roles dentro de los grupos, tales como liderazgo socio afectivo y liderazgo de tareas.

� Permite aprender bajo los principio de eficiencia, oportunidad y trabajo a tiempo.

� Promueve las estrategias de aprendizaje distribuido, al valorar y poner en perspectivas colectivas la información, el conocimiento y experiencias de cada miembro del grupo o comunidad de aprendizaje.

� Coloca en perspectiva apropiada los valores de aprendizaje autónomo y colaboración para el aprendizaje.

� Facilita el desarrollo de megahabilidades comunicativas. � Permite desarrollar competencias para acceder a la

información y validarla para contextos y efectos específicos.

� Disminuye los sentimientos de aislamiento, el temor a conceptos adversos o contrarios y al pensamiento autónomo de los demás (22).

� Coloca la interacción y la interdependencia humanas como elementos fundamentales en la construcción de soluciones colectivas para el progreso y bienestar común. A la vez, se aprende a reconocer que no hay un solo tipo de interacción válida, que cada uno tiene modos y preferencias específicas en los modos de interactuar.

� Permite aprender de manera sistemática la clase de información, medios y procedimientos necesarios para alcanzar metas de aprendizaje, así como los mecanismos productivos para acceder a la información válida pertinente. De otra parte, se aprende que la interdependencia, no es dependencia pasiva.

� Facilita el conocimiento de los medios adecuados para identificar, formular y señalar algoritmos o estrategias para solucionar problemas, formular hipótesis, o diseños operativos para llegar a soluciones adecuadas o exitosas.

� Permite trabajar colectivamente en el dominio de estrategias tanto cognitiva como metacognitivas para un aprendizaje más duradero.

� Facilita el reconocimiento por cada miembro del grupo del hecho cierto de que muchas de las dificultades, confusiones o ansiedades encontradas no son personales, sino de todos o varios; que muchas dificultades se originan en el desarrollo mismo de la ciencia con sus múltiples concepciones frente a un mismo objeto, o en la tecnología con sus inadecuaciones para poder ser útil para determinados propósitos.

� Permite reconocer entre los distintos estilos de aprendizaje cuál es el propio y cómo puede ser usado con ventaja para su progreso y para las metas del grupo.

� Facilita la comprensión de la dinámica de los grupos y de sus estructuras. Los miembros pueden reconocer que dentro de ellos hay roles diferentes, niveles de status, y

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jerarquías, que el grupo de manera tácita o explícita concede, que su existencia es habitual en los grupos y pueden ser usados para maximizar su productividad social.

� Facilita ganar en autoestima y en el sentido de valía individual y social (22).

� Permite promover el reconocimiento de las propias capacidades para establecer relaciones de interdependencia productiva.

ENLACES y REFERENCIAS

(Nota: Todos los enlaces están activos en la fecha de elaboración de este documento, abril 30 de 2005) 1. Vázquez, F. y Gómez, P. Estrategias para un aprendizaje virtual centrada en el alumno. www.somece.org.mx/simposio2004/memorias/grupos/archivos/092.doc. 2. Ibid. 3. Alcaldía de Medellín. (2003). Cooperativismo Básico y Economía Solidaria. Medellín: Editorial Coointergráficas, p. 50. 4. Alianza Cooperativa Internacional -ICA. La Declaración sobre la identidad cooperativa. http://www.ica.coop/ica/es/esprinciples.html. 5. DANSOCIAL. (2001). Cooperativas. Bogotá: Imprenta Nacional, p. 10. 6. Alianza Cooperativa Internacional -ICA. La Declaración sobre la identidad cooperativa.http://www.ica.coop/ica/es/ 7. Arango, M. (2000), Economía Solidaria: Teoría y Práctica. Medellín: Cooimpresos, páginas 214 – 222. 8. Zañartu, L. Aprendizaje colaborativo: Una nueva forma de diálogo interpersonal y en red. http://contexto-educativo.com.ar/2003/4/nota-02.htm. 9. Vázquez, F. y Gómez, P. Estrategias para un aprendizaje virtual centrada en el alumno. www.somece.org.mx/simposio2004/memorias/grupos/archivos/092.doc. 10. Global Development Research Center. Glossary: instructional design. http://www.gdrc.org/info-design/instruct/glossary.html 11. Mahla Atlántica. Communities of Practice Glossary. http://www.malhatlantica.pt/teresadeca/webheads/evonline2003/w4-cop-glossary.htm 12. Noguera, M., López, C. y Salinas, J. El interfaz de usuario. http://www.filos.unam.mx/POSGRADO/seminarios/pag_robertp/paginas/interfaz.htm 13. Gros, B. El aprendizaje colaborativo a través de la red: Límites y posibilidades. http://www.uninorte.edu.co/congresog10/conf/08_El_Aprendizaje_Colaborativo_a_traves_de_la_red.pdf. 14. Zañartu, L. Aprendizaje colaborativo: Una nueva forma de diálogo interpersonal y en red. http://contexto-educativo.com.ar/2003/4/nota-02.htm 15. Ibid. 16. Gros, B. El aprendizaje colaborativo a través de la red: Límites y

posibilidades.www.uninorte.edu.co/congresog10/conf/08_El_Aprendizaje_Colaborativo_a_traves_de_la_red.pdf. 17. Ibid 18. Zañartu, L. Aprendizaje colaborativo: Una nueva forma de diálogo interpersonal y en red. http://contexto-educativo.com.ar/2003/4/nota-02.htm. 19. Ibid. 20. Ibid. 21. Ibid. 22. Lucero, M. Entre el trabajo colaborativo y el aprendizaje colaborativo. http://www.campus-oei.org/revista/deloslectores/528Lucero.PDF

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