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Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana ISSN: 0376-7892 [email protected] Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética España Rodríguez Vegas, J. M.; Terán Saavedra, P. S; Rivera Vegas, M. J.; Trillo Bohajar, E.; Casado Pérez, C. Colgajo anterolateral de muslo. Nuestra experiencia con 32 casos Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana, vol. 31, núm. 2, abril-junio, 2005, pp. 79-90 Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética Madrid, España Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=365540785001 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

Redalyc.Colgajo anterolateral de muslo. Nuestra ... · Colgajo anterolateral de muslo. Nuestra experiencia con 32 casos ... posición natural en la pierna, así como los fenómenos

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Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana

ISSN: 0376-7892

[email protected]

Sociedad Española de Cirugía Plástica,

Reparadora y Estética

España

Rodríguez Vegas, J. M.; Terán Saavedra, P. S; Rivera Vegas, M. J.; Trillo Bohajar, E.;

Casado Pérez, C.

Colgajo anterolateral de muslo. Nuestra experiencia con 32 casos

Cirugía Plástica Ibero-Latinoamericana, vol. 31, núm. 2, abril-junio, 2005, pp. 79-90

Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética

Madrid, España

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=365540785001

Cómo citar el artículo

Número completo

Más información del artículo

Página de la revista en redalyc.org

Sistema de Información Científica

Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal

Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto

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Cir. PlásllberlalinaDel'. - VOl. 31- H' 2IU" - Maitl - Junio 2005/ Pa•. 19-90

COlgajO anlerolaleral de muslo.Nueslra experiencia con 32 casos

Anlerolalerallhigh flap.Dur experience wilh 32 cases

Rodríguez Vegas, J. M.*, Terán Saavedra, P. S.*, Rivera Vegas, M. J.*,Trillo Bohajar, E.*, Casado Pérez, C.**

Resumen

Rodriguez Vegas, J. M.

Abstract

Kev words

Los colgajos basados en perforante han irrumpidocon fuerza en los países occidentales en los últimosaños. Entre ellos, el colgajo anterolateral de muslo hademostrado su polivalencia, versatilidad y excelencia.Describimos nuestra experiencia con 32 colgajos(microquirúrgicos y pediculados) en reconstrucciónde cabeza y cuello, miembro superior e inferior y áreagenitourinaria, a la vez que describimos diversosaspectos técnicos, causas potenciales de fracaso ycómo evitarlas.

Palabras clave Colgajo anterolateral de muslo.

Colgajo de perforante

CódigO numérico 15832

Perforator-based flaps have recently gained greatpopularity in western countries. The anterolateralthigh flap has proved unbeatable i.n terrns of versati­litYand excellence. We describe OUT experience with32 transfers (free and pedicled) performed in headand neck, upper and lower limbs and genital area, anddescribe different technical tips and pitfalls to preventflap failure.

Anterolateral lhigh llapo

Perforator llap

Código numéñco 15832

Médico AdjuntoJefe de Servicio

Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora. Hospital General Yagüe. Burgos. España

Rodríguez Vegas, J.M., Terán Saavedra, P,S .. Rivera Vegas, M.J., Trillo Bohajar. E., Casado Pérez. C.

...=

Introducción

La aparición de los colgajos de perforante, aún enperíodo de consolidación y expansión, supone unimportante avance cualitativo en la Cirugía Recons­tructiva por cuanto ofrece reconstrucciones Ha lacarta" de excelente calidad, con una notable mirúmi­zación de la morbilidad en la zona donante. Entreellos, el colgajo anterolateral de muslo (ALM) gozade especial popularidad y es el objeto de este artículo.La zona permite tallar colgajos variados en composi­ción, diseño y tamaño. La importante variabilidadvascular de este área obliga, no obstante, a un conoci­miento anatómico adecuado.

Técnica QuirúrgicaLas bases anatómicas y la técnica de tallado del

colgajo ALM han sido descritas de modo exhaustivoen la literatura reciente (l- 6). Con el paciente endecúbito supino se marcan en superficie la espina ilí­aca anterosuperior y la zona lateral/superolateral de larótula. Un círculo de 6 cm de diámetro alrededor delpunto medio del eje que une ambas estructuras deli­mita el área donde estadísticamente existe mayorposibilidad de encontrar una o varias perforantes decalibre adecuado para el tallado del colgajo (Fig. 1).Como en todos los colgajos de perforante, el estudiopreoperatorio con doppler es aconsejable si no man­datario. La perforante puede localízarse con ciertaseguridad en los márgenes del colgajo si se deseaaumentar el arco de rotación o alcance de la transfe­rencia.

La estrategia en la disección y tallado del colgajopuede seguir dos caminos diferentes. Un primermétodo consiste en la localización suprafascial de laentrada de la perforante en la isla cutánea para, a con­tinuación, disecarla hacia su tronco de origen (disec­ción perforante a pedículo). Este método de tallado,más arriesgado y tedioso, tiene la ventaja de preservarcasi totalmente la fascia de la región. Sin embargo,hasta la completa disección de la perforante seleccio­nada no tendremos la seguridad de la anatomía vascu­lar del eje principal o incluso de si realmente la per­forante elegida proviene de la rama descendente de lacircunfleja femoral lateral. Además, el método supo­ne obviar otras perforantes de la región potencialmen­te más adecuadas en calibre o disposición. Un méto­do alternativo, probablemente más cómodo, seguro yversátil, consiste en el abordaje subfascial y la locali­zación desde un primer momento de la rama descen­dente de la arteria circunfleja femoral lateral. Una vezdeterminada la anatomía particular de las perforantes,se elige la (o las) más favorable o de mejor calidadque nutrirá nuestro colgajo. En este momento se

Cirugía PlhUta Ibertl-llllnnameñcllnll - Vol. 31 • Il" 2 de 2005

Fig. 1. Diseño preoperatorio: círculo de 6 cm. de diámetro alrededordel punto medio de la línea que une la espina iliaca anterosuperiol'" yel borde lateral/superolateral de la rótula que delimita el área dondeestadisticamente es más probable encontrar perforantes

detemlina ya la isla cutánea que formará el mismo. Apartir de este momento se continúa la disección alter­nativamente en dos direcciones: pedículo a perforan­te y perforante a pedículo. Este método no permíte,sin embargo, la preservación tan amplia de la fasciasubyacente, pero asegura la elección del colgajo másfavorable además de pe=itir diseños de estilo libre ycompuestos. Ambas técnicas han sido utilizadas ennuestro Servicio siguiendo criterios estrictamente per­sonales o de conveniencia reconstructiva. Se detalla­rá, sin embargo, el método subfascial de disección porser el uso más seguro, versátil y frecuente, además delpreferido por el primer autor.

Disección SubfascialSe realiza primero una incisión de unos 10 cm en la

zona medial del colgajo cutáneo propuesto. La fasciaprofunda del músculo recto femoral puede o no serincluida en el colgajo por cuanto las perforantes delcolgajo anterolateral de muslo provienen regulannen­te del músculo vasto lateral. La disección discurrelateralmente hasta alcanzar el Iímíte lateral del rectofemoral. Este se retrae entonces medialmente para asídescubrir, en profundidad, las ramas (arteria y vena)descendentes de los vasos circunflejos femorales late­rajes. Estos vasos discurren en el espacio intermuscu­lar que separa los múscuJos vasto lateral y recto femo­ral, envueltos por una capa más o menos inlportantede grasa que puede hacerles poco visibles en un pri­mer momento. Se explora a continuación la anatomíavascular de la región y se delimitan las perforantes(intramusculares o septocutáneas) y los territoriosmás adecuados para el taIJado de nuestro colgajo. Laelección de la(s) perforante debe considerar básica­mente tres factores: calibre, disposición adecuada yfacilidad de disección. La variabilidad vascular de lazona puede obligar, ocasionalmente, a alterar el dise­ño preliminar o, incluso, a desechar el tallado del col­gajo. Una vez delimitada la (o las) perforante se rea­liza la disección de la porción intramuscular de lamisma (en las variantes intramusculares). En las

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c

Colgajo anterolaleral de muslo. Nuestra experiencia con 32 casos

Fig.2A. Pérdida de sustancia volar de muñeca en mano reimplantadaB. Diseño de colgajo anterolateral de muslo sobre zona dadora de injerto previoC. Colgajo tallado basado en una perforante intramuscularO. Postoperatorio a las 3 semanas

B

o

variantes septocutáneas la disección se facilita nota­blemente. En el caso de que las perforantes sean mus­culocutáneas, la disección, punto esencial del proce­dimiento, suele realizarse de manera combinada per­forante a colgajo y colgajo a perforante, según conve­niencia. Puede realizarse una disección estricta de laperforante o bien acompañar ésta de un pequeño rode­te muscular de protección. En cualquiera de los casoses muy importante la hemostasia cuidadosa con cau­terización bipolar o ligadura con material no reabsor­bible (8/0 - 10/0) de las pequeñas ramas muscularesya que son causa bien conocida de hematoma y trom­bosis. Los c1ips vasculares, aunque de aplicación rápi­da, pueden soltarse con cierta facilidad en vasos detan pequeño calibre.

La delicadeza de la perforante aconseja un manejocuidadoso de los tejidos con instrumental adecuado,el uso de lupas de aumento y la constante irrigacióncon suero, con O sin lidocaína, si se desea impedir elvasoespasmo y eventual trombosis. En todo momentodebe evitarse la tracción de los vasos perforantes, típi-

camente producida por caída del colgajo desde suposición natural en la pierna, así como los fenómenosde acodamiento por giro de vasos tan fInos.

Tras la disección del trayecto intramuscular sóloresta disecar la rama descendente de la circunflejafemoral lateral preservando la rama motora del vastolateral. Es habitual que esta rama descendente ofrezcapedículos largos de más de 10 cm. El calibre de losvasos es por lo regular excelente, con diámetros inter­nos habitualmente mayores de 1.5 mm. No es fre­cuente la presencia de aterosclerosis. La rama descen­dente se diseca proximalmente según los requeri­mientos de pedículo. No es aconsejable llevar sudisección más allá de la salida del pedículo del mús­culo recto femoral, puesto que, aunque no inusual, seha descrito la contractura de rodilla en relación a lanecrosis del músculo por sección de su pedículo prin­cipal (vascularización tipo TI de Mathes-Nahai). Con­viene en este punto notar que, aunque el tallado de loscolgajos estrictamente cutáneos/fasciocuráneos pre­serva la integridad muscular, existen series publicadas

Chlri' fti$tiCI .....ltilaHleñeau - Jol. 31- 11" 2 de tOn

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Rodríguez Vegas, J.M., Terán Sauvedru, P.S., Rivera Vegas, M.J., Trillo Sohajar. E.. Casado Pérez, C.

Fig.3A. Carcinoma epidermoide orofaríngeo. Imagen intraoperatoría postescisionalB. La incorporación de un minicolgajo de vasto lateral a la paleta cutánea permite un mejor sellado de la comunicación oro-faringo·cervical

y minimizar el riesgo de fistulas postoperatorias

B

tOO....

que demuestran la escasa morbilidad asociada a lainclusión en el colgajo de todo o parte del músculovasto lateral (7-8).

Material y método

Entre los años 2001 Y 2004, se han tallado 32 col­gajos anterolaterales de muslo en 31 pacientes en elServicio de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospi­tal General Yagúe de Burgos, con edades comprendi­das entre los 21 y 73 años (media: 58 años); 29 de loscolgajos fueron realizados en varones y 3 en mujeres.De los 32 colgajos tallados sólo 29 fueron transferi­dos. De las 29 transferencias realizadas, 27 fueronrnicroquirúrgicas y 2 pediculadas (una faloplastia yuna úlcera de presión) (Tabla 1).

Por regiones anatómicas, 16 de las transferencias serealizaron para cubrir defectos escisionales de cabezay cuello (neoplasias malignas variadas orofaríngeas,maxilares y fronto-órbito-maxilares), 8 para cobertu­ra en el contexto de traumatismos graves de mano ymiembro superior, 3 para cobertura de defectos en elmiembro inferior, I para el cierre de una úlceraisquiático-trocantérea y 1 colgajo se utilizó en uncambio de sexo mujer a hombre (faloplastia).

En cuanto a la composición de los colgajos transfe­ridos, 21 fueron exclusivamente cutáneos/fasciocutá­neos (Fig. 2); en 8 reconstrucciones intraorales se aso­ció a la paleta cutánea un minicolgajo de vasto lateralbasado en perforante, para un mejor sellado de lacomunicación orocervical y para prevenir la apariciónde fístulas (Fig. 3)(9); 2 de los colgajos musculocutá­neos (porción de vasto lateral y paleta cutánea) seemplearon para reconstrucciones craneofaciales com­plejas (Fig. 4). En una de las transferencias, una frac­tura abierta distal de tibia, se utilizó un minicolgajo de

ClIII!M Plisllea B1enJ-UtilllIIHricIu, IDI. 31 - ro Z lIe ZIlt5

vasto lateral basado en perforante sin paleta cutánea(Fig.5).

En cuanto a las dimensiones, la isla cutánea demayores dimensiones midió 18 x 12 cm (Fig. 6).Otras dos transferencias igualmente grandes midieron16 x 9 y 16 x 16 cm. En ninguno de ellos, al igual queen los demás, se observó sufrimiento atribuible a unamala perfusión intrínseca del colgajo.

Por lo que a la distribución de perforantes se refie­re, 23 de los colgajos incorporaron perforan tes intra­musculares, habitualmente una (Fig. 7). En 8 ocasio­nes se encontró presencia de vasos intermusculares/septocutáneos (Fig. 8). En una ocasión se basó elcolgajo en la variante inusual de pedículo subcutá­neo (arteria cutánea directa), En ninguno de nuestrospacientes fue preciso desestimar el colgajo por insu­ficiencia de perforantes o inexistencia de la ramadescendente de los vasos circunflejos femorales late­rajes.

La calidad y calibre de la rama descendente fueadecuada en 30 de los 32 colgajo tallados, con pedí­culos posibles nunca inferiores a 10 cm. de longitud.En dos casos se encontró intensa ateromatosis arterial.

Fig. 4. Colgajo musculocutáneo libre de vasto lateral

Colgajo antcrolaleral de muslo. Nuestra experiencia con 32 casos

A

B

eFig.5A. Fractura abierta distal de tibiaB. Minicolgajo libre de vasto lateral basado en perforanteC. Resultado final

Fig.6A. Arrancamiento severo con amputación no reimplantable de los

cuatro radios largos de la mano y avulsión cutánea volar y dorsalB.C. Colgajo anterolateral de muslo de grandes dimensiones (18x12

cm), basado en una única perforante intramuscular, que aportacobertura estable y de buena calidad

A

B

e

=...Cínlllia PliSlka 1lerO-1.J....llerklal- 'DI. 31 - .. Zde 2115

Rodríguez Vegas, J.M., Terán Saavedra, P.S., Rivera Vegas, M.J., Trillo Bohajar, E., Casado Pérez, C.

TABLA I

Número total de colgajos tallados

Transferidoso Transferencia pediculadao TnlOsfcrencia microquirurgica

No transferidoso ateromatosis vascular intensao avulsión I transgresión perforante

Región anatómica (de los 29 transferidos)

Cabeza y CuelloMiembro SuperiorMiembro InFeriorÚlceras de presiónCambio de sexo

Composición del colgajo (de los 32 tallados)

CUláneo/Fasciocutáneo (desgrasamiento)Compuesto O.sla cutánea + minicolgajo de vasto lateral)Musculocut<'lneoMinicolgajo muscular

Variante (¡natómica de las perforantes (de los 32 tallados)

intramuscularSeplocut{mcaSubcutánea

Cierre de la zona donante (de los 32 tallados)

DirectoInjerto cutáneo

Complicaciones (de los 32 lallados)

Sin complicacionesecrosis totales

Necrosis marginalesTransgresión I avulsión inadvertida de la perforanteImposibilidad de transferencia por intensa aleromatosis

En uno de éstos se desestimó la transferencia y en elotro el colgajo se realizó sin complicaciones.

De las 27 transferencias microquirúrgicas realiza­das, en 23 se realizó sutura de una arteria y dos venas.En 4 se suturó únicamente la arteria y una vena.

Sólo en 2 ocasiones (uno de los pacientes presenta­ba lipomatosis de ambos miembros inferiores) fueobligado el adelgazamiento parcial del colgajo (des­grasamiento) (Fig. 9) sin que se observara sufrimien­to, si bien en ambas ocasiones la isla cutánea era dedimensiones moderadas y el desgrasamiento no fueagresivo. En 8 ocasiones el cierre del defecto en elmuslo se realizó con injerto cutáneo (en 2 con cierreasociado en bolsa de tabaco) (Fig. 10). En los restan­tes se pudo realizar cierre directo (Fig. 11).

anllil PlástIca Ibero-lllltlolmericana - Vol. 31· 11' 2 de 2005

32

292273I2 (1 pediculado, I libre)

1683I1

21 (desgrasamiento 2)82I

2381

258 (bolsa de tabaco en 2)

262

2

Fig. 7. Colgajo cutáneo anterolateral de muslo basado en una únicaperforante intramuscular

Colgajo anlerolaleral de muslo. Nuestra experiencia con 32 casos

A

c

B

o

Fig.8A. Aplastamiento de antepié en varón de 73 añosB. Col~ajo fasciocutáneo anterolateral de muslo basado en tres perforantes septocutimeas (asteriscos)C. Sufrimiento venoso y necrosis marginal con probable relación con la microsutura de una única venaO. Resultado final tras el desbridamiento y cobertura con injertos cutáneos

Resultados

Sólo 29 de los 32 colgajos tallados fueron transfe­ridos, y 26 de ellos discurrieron sin complicaciones.Un colgajo (reconstrucción intraoral en un varón dia­bético de 71 años) no se transfirió por intensa atero­matosis en la rama descendente, procediéndose a lautilización de un colgajo pectoral convencional. Unsegundo colgajo (reconstrucción de orbitomaxilecto­mía extendida) no se transfirió por sección inadverti­da de la perforante, realizándose tallado y transferen­cia de un nuevo colgajo del muslo contralatera! en elmismo tiempo quirúrgico. El tercer colgajo (faloplas­tia) no fue transferido por avulsión del pedículodurante la tunelización; la faloplastia fue realizada en

un segundo tiempo mediante colgajo antebraquialradial.

Entre los colgajos transferidos, dos de las transfe­rencias, ambas en reconstrucción intraoral, sufrieronnecrosis total. En ambas ocasiones el hematoma cer­vical se presume como causa directa del fracaso (Fig.9). Otra transferencia para cobertura del antepié sufriónecrosis marginal aunque su evolución fue finalmen­te satisfactoria (Fig. 10).

La evolución de las zonas donantes fue siempreadecuada, sin secuelas para la deambulación ni tras­tornos sensitivos de relevancia. Todas las zonasdonantes pueden ocultarse fácilmente bajo ropa debaño habitual o pantalón COt10.

...CII

Rodríguez Vegas, J.M., Terán Saavedra, P.S., Rivera Vegas, M.J., Trillo Bohajar, E., Casado Pérez, C.

L

......

Fig. 9. Colgajo anterolateral de muslo tallado en paciente con lipo­matosis de ambas piernas. Un desgrasamiento conservador pennitióobtener un colgajo de espesor moderado.

Fig. 10. Incluso en caso de precisar injerto cutáneo, la morbilidaddonante es muy razonable

Ck..a P\isdcllb.to-LaUaaamllrlcau - ,ti. 31 - "" :l de 288:i

Fig. 11. la minimización de la morbilidad de la zona dadora es uno delos grandes atractivos del colgajo anterolaterat de muslo

Discusión

El colgajo anterolateraJ de muslo fue descrito porSong et al (10) en 1984 como un colgajo septocutá­neo, aunque su popularización en Occidente se debeen gran medida a los trabajos de Koshima y Wei.Recientemente, numerosas publicaciones han demos­trado sus excelencias globales como colgajo paracobertura y relleno de partes blandas (11-12). Otrascomunicaciones se han detenido específicamente ensu utilidad reconstructiva en cabeza y cuello (13-19),miembro superior (20-22), miembro inferior (23-24),mama (25-26) y tronco (27). Su competencia comocolgajo pediculado ha sido bien documentada en lacobertura de la región abdominal y penoescrotal (28­36). Incluso se ha descrito su utilización como colga­jo de base distal y flujo retrógrado para la coberturade la rodilla, aunque con menor fiabilidad (37-38).

Salvo por la imposibilidad de incorporar hueso vas­cularizado, que puede realizarse mediante la incorpo­ración microquirúrgica de peroné o cresta ilíaca utili­zando los vasos descendentes como sistema "flow­through", la región permite tallar trasferencias muycompletas y adecuadas a la mayoría de exigenciasreconstructivas (39). Son posibles en esta regiondobles paletas cutáneas, transferencias combinadasmiocutáneas, cutaneofasciales, colgajos finos, colga­jos adipofasciales, sistemas "flow-through".

EL tallado del colgajo con el paciente en decúbitosupino y la posibilidad del doble campo quirúrgicoañaden atractivo a este colgajo. Cuánta cantidad detejido puede basarse en una única perforante es aúntema por delimitar. No obstante, y al igual que enotras publicaciones se pueden tallar con seguridad,colgajos de gran tamaño, hasta de 18 x 12 cms ennuestra serie. Aunque diversos autores han publicadodesgrasamientos agresivos inmediatos en colgajosrealizados en pacientes orientales (40-41), diversosartículos sugieren que el adelgazamiento diferidopudiera ser más apropiado en pacientes de origen cau­cásico (42-43). Nuestra experiencia, con sólo dos col·gajos parcialmente desgrasados y de pequeño tamailono permite aportar opinión propia al respecto.

Los colgajos de anchura no mayor de 8 cm suelenpermitir el cierre directo de la zona donante y mini­mizar la morbilidad donante. Aún así, incluso enaquellos casos en que fue precisa la cobertura coninjerto de la zona donante, ésta fue siempre fáci~nen­

te ocultable con bañadores tipo bemluda o pantalónde deporte. Se han propuesto diversos métodos paraevitar la deformidad inherente al cierre donante coninjerto; básicamente colgajos locales o expansión pre­operatoria, sin excesiva aceptación en la literatura(44).

En ninguno de nuestros pacientes, incluso en aque­llos en que se incluyó una porción de músculo devasto lateral, se apreció morbilidad funcional relacio­nada. El déficit sensitivo inherente tampoco fue causade preocupación en ningún caso. Deben tenerse encuenta diversos puntos, sin embargo, en la utilizaciónde este colgajo y, en general, en los colgajos de per­forante. EL estudio preoperatorio debe incluir siemprela localización con doppler de Las perforantes. Nosiempre estas perforantes detectadas con doppler sonadecuadas para el tallado del colgajo, ni son siemprenecesariamente las más favorables o adecuadas, peropermiten abordar la cirugía de manera dirigida. Adiferencia de otros colgajos, donde las variantes ana­tómicas son excepcionales, la región anterolateral delmuslo presente con cierta frecuencia desviaciones delpatrón vascular teórico. Por ello, la cirugía debe abor­darse sin ideas estrictas preconcebidas y no es infre-

Colgajo anterolateral de muslo. uestra experiencia con 32 casos

cuente el hecho de tener que cambiar de planes encuanto a la perforan te a utilizar o la paJeta cutánea atransferir. La inexistencia de las ramas descendentesde la arteria circunfleja femoral lateral es inhabitual(ningún caso en nuestra serie). La arteria, única, sueleser de buena calidad y sin fenómenos de ateromatosis,si bien en uno de los dos casos de nuestra serie fuepreciso desestimar la transferencia (varón diabéticode 71 3110s con carcinoma epidermoide orofaríngeo).Las venas acompañantes, regul31mente dos, puedendar lugar a dudas en cuanto a si microsuturar una oambas. Nuestra experiencia refleja la de otros autores:salvo que una de las venas sea francamente menor quela vecina, es siempre aconsejable, si no obligado,suturas ambas venas. En una de las necrosis parcialesde colgajo, utilizado para cobertura del antepié, pre­sumimos la sutura de una única vena como causa delcompromiso vascular.

El número de fracasos totales en nuestra pequeñaserie (4/31) sólo es moderadamente mayor del habi­tual en otros colgajos libres en nuestra práctica habi­tual, si bien refleja dos circunstancias destacables. Enprimer lugar, los colgajos basados en perfor3111e obli­gan a un período de aprendizaje, por cuanto su técni­ca de tallado difiere notablemente de la del resto decolgajos. Por último, la hemostasia insuficiente en ladisección intramuscular de la perforante puede sercausa de hematoma postoperatorio y trombosis de lasmicrosuturas, máxime considerando las condicionesde antiagregación habituales en los colgajos micro­quirúrgicos. La perforante debe estar en todo momen­to protegida a fm de evitar su daño inadvertido, másposible de lo que a priori pudiera parecer.

Conclusiones

La región anterolateral del muslo ha demostrado,en nuestra experiencia, gran versatilidad y calidadcomo fuente de transferencias para reconstrucciónmuco-cutánea y de relleno de partes blandas. Lasgrandes posibilidades de esta zona permiten ofrecerreconstrucción de gran calidad para los defectos máscomplejos con una minimización de la morbilidaddonante.

Dirección del autor

Dr. José Manuel Rodríguez VegasS. de Cirugía Plástica y Reparadora. Hospital G.

YagüeAvda. Cid sIn09005 Burgos. EspañaE-mail: [email protected]

Clrugla Plástlca Ibero-l8IfIl03I11ericana' Vol. 31 . N' 2 de 2005

..-

Rodríguez Vegas, 1.M., Terán Saavedra, P.S., Rivera Vegas, M.J., Trillo Bohajar, E., Casado Pérez, C.

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Colgajo anlerolateral de muslo. Nueslra experiencia con 31 caso"i

Comentario al trabajo t:t:Colgajo anterolateral demuslo. Nuestra experiencia con 32 casos~~

Dr. Jaume Masiá AyalaCirujano Plástico.

Hospital de la Santa Creu y Sant Pau.Barcelona. España

Después de leer este magnífico trabajo sobre el col­gajo anterolateral de muslo, donde se ha realizado unaconcisa descripción de detalles técnicos y una exhaus­tiva revisión bibliográfica, sólo nos queda el podermatizar algunas pequeñas diferencias que hemos idoobservando en nuestra experiencia de 5 años de apli­cación de este colgajo.

Respecto a la variabilidad anatómica de las perfo­ranles hay que decir que no es sólo entre los diferen­tes individuos de la población, sino que entre una yotra extremidad en un mismo paciente podemosencontrar diferencias; por ejemplo, podemos teneruna pierna derecha con perforantes septales y en laizquierda ser todas musculocutáneas. Desafortunda­mente no disponemos de un método fiable para lavaloración preoperatoria de las perforantes, ya que apesar de que tal como dicen los autores de este traba­jo el uso del doppler de ultrasonidos es altamenterecomendable durante la planificación preoperatoria,sólo nos debe servir a modo orientativo ya que elnúmero de falsos positivos es muy alto, y tal comoafirman los trabajos de Hal10ck (1) y Blondeel (2) eldoppler de ultrasonidos es una prueba con una altasensibilidad pero con una baja especificidad. Portanto, hoy por hoy, es la observación y valoraciónintraoperatoria la única prueba válida para identificarla perforante dominante que nutrirá el colgajo queprecisamos.

Nosotros recomendamos realizar una pequeija inci­sión en la parte más medial del posible colgajo que nocomprometa en modo alguno el diseño del mismo,iniciar la disección subfascial preferiblemente y loca­lizar las posibles perforantes, y una vez identificadas,si pueden ser apropiadas, continuar con la elevacióndel colgajo. Si no son adecuadas, podemos extendernuestra disección hacia la parte más lateral y superiorpor si hubiera alguna perforante de la rama transversade la circunfleja lateral femoral. Si aún así no locali­zamos ninguna perforante adecuada, podemos cerraresta incisión exploradora y cambiar de pierna o detipo de colgajo.

En cuanto a la elección de las perforantes, tal comodicen los autores del trabajo debemos considerar tresfaclores: calibre, disposición adecuada y facilidad dedisección, aunque de los tres debe prevalecer el cali-

bre y el flujo, que lo podemos apreciar con la palpa­ción de la perforante notando su pulsabilidad. Ennuestra experiencia, aunque una perforante puedaestar localizada en un margen del colgajo, si el calibrey flujo son buenos, no debería haber ningún problemacon la perfusión del colgajo, incluyendo las zonasmás alejadas de la perforante. Tal como se destaca enel artículo, la mayoría de las perforantes son muscu­locutáneas, aunque no todas conllevan una diseccióntediosa y larga, ya que muchas de ellas sólo tienen unpequeño trayecto intramuscular en el vastus lateralis yposteriormente son septales. La disección debe serextremadamente cuidadosa evitando tracciones conti­nuadas, O la desecación de los vasos, debiendo utili­zarse hemoclips de pequeño calibre o pinzas bipolarespara ir liberando el trayecto de las pequeñas ramasmusculares y preservando el nervio motor del vastuslateralis.

Respecto a la necesidad de realizar la anastomosisde las dos venas concomitantes para asegurar uncorrecto drenaje venoso del colgajo, en nuestra expe­riencia no es necesario; si durante la disección de laperforante y del pedícu lo no ocurre ningún problemadebería ser suficiente con una sola vena. En los 62colgajos realizados en los últimos 5 años, únicamenteen un caso realizamos una doble anastomosis venosa,y fue en el contexto de una disección muy sangrantepor el riesgo de haber lesionado una de las dos venas.

Si precisamos realizar el adelgazamiento del colga­jo en el mismo tiempo operatorio lo debemos realizarresecando únicamente la grasa por debajo del sistemafascial superficial y preservando un rodete de unos0,5 mm. alrededor de la entrada de la perforante alcolgajo.

Estos son nuestros comentarios y pequeñas aporta­ciones a este excelente trabajo sobre uno de los col­gajos más versátiles y más cómodos de manejar delque disponemos actualmente para la reconstrucciónde partes blandas de pequeño y mediano tamaño.

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CirqiI Pli$1kI"~LJuua.erieIU- 1101. 31 - .. 1 n 1115

...=

Rodríguez Vegas, J.M., Terán Saavedra, P.S., Rivera Vegas, M.J., Trillo Bohajar, E., Casado Pérez, C.

Respuesta al comentario del Dr. MasiáI Dr. J. M. Rodríguez Vegas

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Agradezco los comentarios de nuestro artículo a miapreciado compañero Dr. Jaume Masiá, a quien ade­más quisiera desde aquí felicitar por su excelente tra­bajo en la difusión en nuestro país de los colgajos deperforante. Desde la remisión del artÍCulo para supublicación son muchos los colgajos realizados y hede decir que en la actualidad somos bastante más"osados" en el diseño y adelgazamiento iniciales. Yesque el anterolateral de muslo (ALM) ha demostradoser tremendamente seguro, robusto y fiable. En nin­guno de nuestros casos hemos observado necrosisparcial de nuestros colgajos y solo en dos de elloshemos encontrado vasos descendentes que no fuerande excelente calidad, incluso en pacientes con arterio­patia infrapoplítica. Y digo esto en contraposición alos colgajos de perforante de tipo hélice en la pierna,donde con cierta frecuencia encontramos sufrimientovenoso distal y necrosis posterior de la punta en col­gajos incluso de pequeño tamaño en pacientes condeficiente calidad arterial y/o venosa. La calidad vas­cular del muslo ofrece perforantes regularmente sanas

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en la mayoría de pacientes, con la posibilidad de tallarcon gran seguridad colgajos de muy variado diseño.

Indudablemente la valoración preoperatoria condoppler es necesaria, pero sólo para demostrar la exis­tencia de perforantes en nuestro colgajo y no paradecidir preoperatoriamente la que vamos a utilizar.Efectivanlente, como ocurre con frecuencia en elDIEP, la cirugía nos enseña que la perforante consi­derada preoperatoriamellle no siempre es la más ade­cuada o de mejor calibre para basar nuestro colgajo.Por ello, tal como hacemos ya rutinariamente enmuchos colgajos cutáneos/fasciocutáneos de perfo­rante o no, realizamos una investigación intraoperato­ria de la presencia y calidad de las posibles peIforan­tes de la zona a fin de incluirlas preferiblemente en eldiseño. En definitiva, creo que somos ya numerososlos cirujanos españoles y latinoamericanos que sabe­mos de las excelencias de este colgajo y animo atodos, desde este nuestro foro, a sumarse a las buenassensaciones que siempre ofrece el colgajo anterolate­ral de muslo.