Alianza de Civilizaciones_BAZÁN_pp. 72-75

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La Alianza de CIvilizaciones impulsada por Zapatero y apoyada por Erdogan es un instrumento ideológico con una doble agenda política internacional.

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www.ateneadigital.es

tenea Aao iV n 30

maite pagaZaurtunda general cayetano mir JoS luiS BaZn

La manipulacin de los deseos Libia: nuevo teatro de guerra operacional Alianza de Civilizaciones: doble agenda

Seguridad y defensaPVP: 7 (7,10 en Canarias)

RENACEN CON FUERZA LOS

DESTRUCTORES

La banda terrorista ETA y las organizaciones de la izquierda abertzale obedecen a una misma estrategia para lograr su objetivo

DEL ESTADO

enrique mgica: Bildu eS el BraZo poltico del compleJo etarra

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Uno se divide en dosMao Tse Tung

de ETA y de sus relaciones con las organizaciones que lo complementan, dan apoyo y desarrollan su trabajo delictivo, aprovechndose de los derechos y presunciones de inocencia que otorga la legislacin democrtica. Durante aos, la sociedad espaola ha recibido sucesivamente una serie de mensajes sobre negociaciones o acuerdos que de manera inminente iban a poner fin a las actividades terroristas de ETA. La realidad de los atentados sangrientos acababa con las esperanzas de nuestra sociedad de poner fin a esa lacra.

Este mes dedicamos la portada de ATENEA a analizar el enrevesado fenmeno del terrorismo

Los xitos policiales de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la legalidad derivada

del Pacto por las Libertades han puesto a los terroristas contra las cuerdas, pero aunque la organizacin est diezmada, su capacidad de accin est muy disminuida y no haya cometido atentados en Espaa -pero s en Francia- desde 2010, no se podr decir que est vencida en tanto no se haya conseguido su completa desarticulacin y desarme, as como la supresin de las fuerzas que la complementan en la accin poltica revolucionaria. Basta un solo terrorista en libertad para que la banda ejerza una intimidacin sobre el estado y la sociedad. An as, La Fiscala de la Audiencia Nacional ha advertido que ETA mantiene su estructura, que podra actuar en cualquier momento y que el grado de amenaza no deja de ser elevado.

de Justicia, Enrique Mgica, que ha respondido a nuestras preguntas- que denuncian pblicamente la falsedad y la hipocresa de la autodenominada izquierda abertzale, que cambia de etiqueta segn le conviene para ser Batasuna, Bildu o Sortu. Siguen vigentes los principios revolucionarios de Mao, que condens en su famosa, pero poco analizada y comprendida, consigna de Uno se divide en dos. Y cuando les conviene tcticamente siguen el principio contrario: Dos se combinan en uno. Es decir, que tan terroristas son los encapuchados que empuan las armas como los militantes de esas organizaciones que realizan actividades polticas en plena comunin con los terroristas. La redaccin y los expertos en seguridad de la Revista ATENEA hemos analizado toda la informacin posible, cuyos resultados hemos condensado en dos artculos con el ttulo general de Los destructores del estado.

Por eso es cada vez mayor el nmero de voces -entre ellas la del poltico socialista y ex ministro

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AilustraciN: JuliN dE VElasco

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s u m a r i oen portada eta y la izquierda abertzale 6 Renacen con fuerza los destructores del Estado. 12 Anlisis de la situacin. 21 ENTREVISTA. Enrique Mgica Herzog 26 La manipulacin de los deseos.Por Santiago Prez Daz

octubre 2011

PRESIDENTE DEL GRUPO ATENEA DIRECTOR DEL GRUPO ATENEA

Joaqun Tamarit

SUBDIRECTOR: Santiago

SUBDIRECTOR DE PATRImONIO:

Antonio ManzanoREA INTERNACIONAL: REA NACIONAL:

REA TECNOLOGA/INNOvACIN

Francisco J. Cesteros

Julio Garulo Isabel Benito INfOGRAfA: Julin de VelascoCOORDINADOR OBSERvATORIO: DIRECTORA DE ARTE:

i l a u t c a

COORDINADOR DE PATRImONIO: Aurelio Valds

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Jess Argumosa Manuel de Ramn

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DIRECTOR EDITORIAL:

Jorge Ortega Prez Daz

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Jos Luis Cortina

Bildu es el brazo poltico del sistema etarra.

28 Bildu contra el corazn del Estado.Por Dolores Martnez Lujn

Por Maite Pagazaurtunda Ruiz

Parece que la organizacin terrorista est en horas bajas, aunque la Fiscala de la Audiencia Nacional ha sealado que el grado de amenaza sigue siendo elevado. Mientras, Bildu ha echado races y retoos para dar paso a Sortu.

Inmaculada Gmez y Annabell Rohm COLABORADORES: Sonia Alda, Juan Batista, J.M. Blanco Nez, Alexandre Calvo, Guillem Colom, Csar Daz-Carrera, Carlos Echeverra, Ignacio Fuente, Bernab Gutirrez, Abel Hernndez, Jos Javaloyes, ngel Lobo, Julio M. Luqui-Lagleyze, Juan A. Pons, Fernando del Pozo, ngel Tafalla COLABORACIONES CORPORATIvAS: Asociacin Espaola de Militares EscritoresConseJo asesor del Grupo atenea

SECRETARA DE REDACCIN

30 Los centuriones, el libro de cabecera del generalPetraeus. Por S.P.D.

32 naCionalMarruecos. La conflictividad con Espaa.Por Ricardo Martnez Isidoro

36 internaCionalPor Cayetano Mir Valls

Nuevo teatro de guerra operacional.

Jos A. Garca Gonzlez, Carlos Herrera Ruiz, Alejandro Klecker, Rafael Lorenzo, Fernando Mosquera, Juan Ortuo, Francisco Parra, ngel Tafalla, Marcos Urarte, Juan Velarde, Rafael YusteDIRECTOR DE ACTIvIDADES ACADmICAS

42 iberoaMriCaPor Antonio Fonfra

Un caso de carrera armamentstica?

Juan Narro [email protected] EJECITUvO DE LA CONSULTORA

Francisco Serrano directortecnicoconsultora@ grupoateneasd.es Alfonso Lpez Clavier / desarrollocorporativo@ grupoateneasd.es

eConoMa 48 La defensa espaola y la economa. Por Manuel de Ramn 52 Economa y defensa en Espaa. Por Francisco Prez Muinelo 58 industriaLeopardo 2E, carro del presente. Y del futuro?Por Francisco Fernndez Mateos

COORDINADOR GENERAL HOmSEC Y EvENTOS

DIRECTORA DE COmUNICACIN mARKETING Y PUBLICIDAD

Lujn Artola / [email protected] Gabriel Cortina /corporativo@ grupoateneasd.es ' 675 751 733Empresa i2v, S.L. C/ Jos Abascal 18, 1 28003 Madrid ' 915 945 255 SUSCRIPCIONES: Apartado de Correos n 3072 fdEDITA: INfORmTICA Y PGINA WEB:

66 Misiones de las fas en el exterior

Operacin Hispaniola. Ayuda humanitaria a Hait. Por Francisco Pallars Machuca

GRUPO DISEO Diseo Tecnolgico y Publicitario. www.ateneadigital.es ImPRImE: Grficas Monterreina rea Empresarial Andaluca Pinto, Madrid DISTRIBUIDORA: SGELProhibida la reProduccin total o Parcial Por cualquier medio sin la autorizacin exPresa del editor. atenea no se hace resPonsable de las oPiniones exPresadas Por sus colaboradores.

ensayo 72 La doble agenda de la Alianza de Civilizaciones.Por Jos Luis Bazn

Existe un liderazgo propio de la milicia?Por Santiago vila Vila

I.S.S.N. 1889-0210 Dep. Legal: m-46074-2008

Las opiniones vertidas en los artculos publicados en la Revista ATENEA son responsabilidad exclusiva de sus autores.

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f i r m a sfirMas 35 El nuevo concepto de seguridad.Por Juan Narro santiaGo Vila VilaExperto en el comportamiento humano en las organizaciones y, en particular, en el liderazgo. mster in Bussines Administration por la IESE Business School. militar de carrera.

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Responsabilidad de proteger en Libia y en Siria. Por Jess Cuadrado Bausela. Nuevo Gobierno, ms consenso. Por Javier Fernndez Arribas. Exportar reforma. Por Martn Ortega Carceln. de estado. Por Jess Argumosa

Jos luis bazn

Doctor en Derecho por la Universidad de Navarra. Profesor de la Universidad Pontificia de Comillas. Mster en Direccin de Recursos Humanos y Organizaciones por el ESIC.

franCisCo fernndez Mateos

Coronel de Caballera. Es el Jefe del Programa Pizarro/Centauro. Ha participado en los programas del RG-31, Lmv Lince, vBR 8x8.

71 Espaa y el Sahara occidental, cuestin

antonio fonfra

Profesor de Economa Aplicada en la U. Complutense de madrid. Miembro de la Ctedra Almirante Juan de Borbn (CESEDEN-UCM) de Estudios de Seguridad y Defensa. Diplomado en Altos Estudios de la Defensa.

pat r i m o N i o

80 historia

riCardo Martnez isidoro

La Marcha Granadera, origen del Himno Nacional. Por Antonio Manzano Mara Pita; herona, smbolo y leyenda. Por Jos Navas Ramrez-Cuadrado

85 bioGrafa

General de Divisin. Ha sido Segundo Jefe de la Divisin Multinacional Centro-Sur en Al Hillah (Irak) en la Operacin Libertad Duradera. Director de Doctrina, Orgnica y materiales del mando de Adiestramiento y Doctrina.

dolores Martnez luJn

Licenciada en Ciencias de la Informacin por la Universidad Complutense, Especialidad Periodismo. Especializada en poltica nacional, inteligencia y terrorismo. Premio Libertad a la labor de investigacin en la lucha contraterrorista.

Cayetano Mir Valls

Teniente General del Ejrcito de Tierra. Diplomado de Estado mayor y Estados mayores Conjuntos. Ha sido Jefe del Cuartel General de la OTAN de Rematares.

89 el obserVatorioPor Julio Garulo Novedades de material, industria militar, tecnologa aplicada y logstica: w Los primeros auxilios son clave. w Ms UAV Puma para el Ejrcito de EEUU. w China, sospechosa de guerra

Coronel de Artillera. Diplomado en Estado mayor en Espaa y en Portugal. Ex director del museo militar de La Corua. Experto Universitario en museologa militar por la Universidad Complutense de madrid.

Jos naVas raMrez-Cuadrado

franCisCo prez Muinelo

General de Divisin del Cuerpo de Intendencia del ET. Doctor en Ciencias Econmicas. Ha sido director general de Asuntos Econmicos del ministerio de Defensa, presidente de Ingeniera y Servicios Aeroespaciales INSA, y consejero de EN Bazn y de CASA.

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E NPuo en alto, miembros de Batasuna piden la liberacin de varios detenidos por la polica.

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LOSFOTO: REUTERS /CORDON PRESS - REGIS DUVIGNAU

La legalizacin de la coalicin electoral Bildu, que incluye en la prctica a los militantes de Batasuna, ha hecho que vuelvan renacidas y con fuerza las organizaciones que se agrupan en la denominada Izquierda Abertzale y que tienen por objetivo la destruccin del estado democrtico

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RENACEN CON FUERZA DESTRUCTORES DEL ESTADO ITerroristas encapuchados ofrecen un anuncio.

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n la Izquierda Abertzale (IA) se incluyen tanto la banda ETA como lo que se ha calificado como el entorno de la organizacin terrorista, compuesto por organizaciones de carcter poltico, social, cultural y propagandstico. Entre las ms importantes estn Batasuna (que ha cambiado de nombre en muchas ocasiones para bordear la legalidad), el sindicato LAB, la organizacin juvenil JARRAI, SEGI, los comits pro-amnista, comits antinucleares, grupos feministas, las gestoras de los presos, editoriales, medios de comunicacin y un sinfn de siglas ms. No hay una actividad poltica de la que puedan sacar provecho poltico en la que no estn presentes. Este panorama se completa con un apoyo social de miles de personas que, sin ser militantes estrictos, acuden a los actos convocados por IA. Terroristas de la ban-

da, militantes y simpatizantes conforman lo que ellos mismos llaman MLNV (Movimiento de Liberacin Nacional Vasco). En la vida cotidiana, utilizan la etiqueta Izquierda Abertzale de puertas afuera y emplean las siglas para el consumo interno. La banda y todas las organizaciones actan de consuno con una estrategia comn muy elaborada que no deja cabo suelto. Unas veces es la banda la que adquiere protagonismo con sus trgicos atentados. Otras veces, es la parte poltica la que est en primer plano, como ha sucedido en las elecciones municipales y ocurre en la actualidad de cara a las prximas parlamentarias. En la actualidad, Batasuna organiz la coalicin electoral BILDU con otras fuerzas polticas y as se present a las elecciones municipales del pasado mayo. La coa-

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P O R T A D Amovimiento que ha tenido una gran habilidad para camuflarse, haciendo parecer lo que no es. Seguiremos el razonamiento del profesor Iigo Bullain, en su libro Revolucionarismo patritico. El Movimiento de Liberacin Nacional Vasco (MLNV), de reciente aparicin. (Vase recuadro en la siguiente pgina). Los entrecomillados del texto son citas del libro. En algunas de las negociaciones entre los representantes del estado y los de la banda terrorista y sus organizaciones, estos ltimos comentaban a aqullos Nosotros sabemos quines sois vosotros, pero vosotros no tenis ni idea quines somos nosotros. Todo pareca una broma o chascarrillo a la que no se daba mayor importancia, pero tras estas palabras se manifiesta una realidad: la nula comprensin de la verdadera naturaleza de ETA y del mundo abertzale. Por esta razn, a veces es necesario que, para que se haga la luz, se comience por exorcizar las tinieblas. Habr que partir, pues, de precisar lo que no es el socialismo abertzale (ETA y las organizaciones), de acuerdo con las apreciaciones y prejuicios que se han ido acuando y que no se corresponden con la realidad. No tiene nada que ver con Sabino Arana, el fundador del nacionalismo poltico vasco. Arana (1865-1903) sufri el trauma de la industrializacin de las provincias vascongadas en el siglo XIX, proceso que trajo una inmigracin proletaria de otras partes de Espaa. Con ella vinieron los partidos obreros, los sindicatos revolucionarios, el fin de las creencias y las prcticas religiosas con la consiguiente prdida de los valores tradicionales y culturales de la sociedad vasca. Entonces evolucion del carlismo heredado de su familia a la conservacin de ese mundo del antiguo rgimen por medio de un proyecto poltico que pretenda prescindir o, al menos, evitar a los no vascos, causantes, a sus ojos, de los males del siglo. Al final de su vida, Arana moder sus objetivos. No se trata de un nacionalismo radicalizado. El principal objetivo de este movimiento no es conseguir la independencia del Pas Vasco y convertirse despus en un partido democrtico ms de esa nueva entidad poltica mundial, aunque se escuden y disfracen detrs de un

licin fue legalizada por decisin del Tribunal Constitucional en contra de una sentencia desfavorable del Tribunal Supremo. Para las generales de noviembre ha presentado unos nuevos estatutos, pendientes de legalizacin, amparndose en las siglas SORTU. No se podr extirpar la lacra del terrorismo de ETA si no se comprende y ataja el funcionamiento de todo el entramado de la Izquierda Abertzale, que utiliza la violencia, las amenazas, la intimidacin o se aprovecha de las facilidades que otorga la legalidad democrtica para la ocupacin de parcelas polticas en la comunidad vasca. La clase poltica y la sociedad estn, lgicamente, preocupadas slo con la violencia real de la organizacin terrorista. Sin embargo, parece que conceden menos importancia al trabajo de las citadas organizaciones, hasta el punto de estar a favor de que estn presentes en las instituciones para conseguir el fin del terrorismo, como si se tratara de un partido democrtico ms, que respeta el juego poltico. En las pginas siguientes, ATENEA pretende analizar todo este fenmeno con la mayor claridad posible para poner al descubierto la verdadera identidad de un

FOTO: REUTERS/ANDREA COMAS

Un grupo de manifestantes se pronuncian en contra del conglomerado ETA-Batasuna.

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aparente nacionalismo radical. En la realidad, los dirigentes felicitan a la revolucin cubana en sus aniversarios y no citan nunca a Sabino Arana, y sus peridicos reparten vdeos del Che Guevara y no de las figuras nacionalistas histricas. No es el representante autntico del pueblo vasco. Supone una minora numrica respecto del conjunto de los ciudadanos vascos, aunque se presenta en esos trminos tan rotundos, posicin que ha obtenido eco en amplios sectores. No es un partido democrtico ni en sus objetivos polticos ni en su ideario ni en su organizacin interna, aunque en el discurso propagandstico se proclamen como los verdaderos demcratas. No conforma un grupo nazi o fascista como les califican muchas personas, en un gesto de impotencia por desacreditarlos, que suele llevar la apostilla de que con la violencia no conseguirn nada. No es un grupo de descerebrados que cometen asesinatos sin ton ni son, protagonizan disturbios graves, desafan la legalidad cuando les viene en gana o efectan declaraciones incomprensibles para el sentido lgico del comn de los ciudadanos. No es el equivalente en Espaa del IRA y el Sinn Fein de Irlanda. Se han resaltado las diferencias en libros y artculos periodsticos, pero en el caso de la repblica irlandesa, la ms importante es que el partido se fund antes que el grupo terrorista con el propsito exclusivo de alcanzar la independencia. Cuando se consigui sta, el IRA desapareci y el partido ha tenido una vida poltica mediocre hasta su prctica extincin. En lo que se refiere a la Irlanda britnica del norte, existen dos comunidades segregadas y sectores armados de la poblacin enfrentados entre s, circunstancias que no se dan en el Pas Vasco.

UN LIBRO ESCLARECEDORAparte de los libros de actualidad periodstica que pronto suelen quedar obsoletos, no ha habido muchos libros que hayan analizado en profundidad el problema del terrorismo de ETA y la amenaza que supone la actuacin antisistema de todas las organizaciones que se reclaman como Izquierda Abertzale. El libro Revolucionarismo patritico. El Movimiento de Liberacin Nacional Vasco (MLNV), del profesor Iigo Bullain, analiza en profundidad el origen, la ideologa, la estrategia y la organizacin de ese movimiento que incluye a la banda terrorista y a las dems organizaciones que han plantado cara al sistema democrtico. El autor (nacido en Getxo en 1960) es profesor de Derecho Constitucional y Europeo de la Universidad del Pas Vasco, diplomado en Integracin

Europea por la Universidad del Sarre (Alemania) y doctor en Derecho por el Instituto Universitario Europeo de Florencia.

La banda y todas las organizaciones actan de consuno con una estrategia comn muy elaborada que no deja ni un cabo sueltola poltica como una guerra patritico-revolucionaria, ha desarrollado una estrategia poltico-militar y se ha organizado en forma de movimiento de liberacin nacional. Cabe precisar que el trmino militar en este caso quedara ms ajustado si se dijera terrorista. El objetivo mximo del movimiento es el de la destruccin violenta del estado democrtico con economa de mercado y la construccin de un estado socialista vasco. Intent dinamitar la transicin democrtica, ha persegui-

UNA DEFINICIN

Entonces qu es realmente la Izquierda Abertzale, es decir, la banda y las dems organizaciones polticas, conjunto al que de ahora en adelante llamaremos movimiento? El profesor Bullain da la definicin de que es un grupo que, fundado en una ideologa que interpreta

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P O R T A D Ade que poda perder el gobierno autnomo. As se aceler el proceso de acercamiento entre el socialismo abertzale y los nacionalistas, que se fue desarrollando en la dcada de la presidencia del lehendakari Ibarretxe (1998-2009). Para llevar a cabo sus verdaderos objetivos, el movimiento ha fabricado una ideologa de eco patritico, o, por emplear un ejemplo grfico, ha diseado un vehculo poltico-terrorista todo terreno que, junto a una carrocera patritica, emplea un motor revolucionario. De esta forma se ha apropiado de la simbologa nacionalista, de forma que el nacionalismo democrtico ha quedado atrapado en la lgica terrorista. La lucha por la independencia consiste para los socialistas abertzales en una estrategia de ruptura con cualquier institucin y [cualquier] poltica enmarcada en la economa de mercado, sea ste de mbito espaol, francs, europeo o vasco. Su verdadera tarea no es una lucha tnica, sino ideolgica. No estn por la labor de mover el rbol para que otros recojan las nueces. El objetivo es tener ellos el protagonismo y atacar directamente al estado. Lo suyo, por citar los casos ms llamativos, es el boicot exitoso a la construccin de la central nuclear de Lemniz o el desvo a su gusto del trazado de la autova de Leizarn por razones supuestamente ecologistas o el parn en el trazado y la puesta en marcha del AVE en la lnea Madrid-Irn. Estas son las nueces que le gusta recolectar para ponerlas en los zapatos de los gobiernos democrticos. El movimiento ha manejado con gran perspicacia la creacin artificial de problemas para lanzar debates en los que puedan ocultar su verdadera identidad y dividir a la sociedad en bandos polticos. El ms llamativo de todos es el del conflicto histrico entre el estado espaol y el pas vasco, que suele estar en boca de todos los presos cuando declaran ante los tribunales de justicia. Para ello ha falsificado la historia desde hace dos siglos y hasta afirma que las guerras carlistas ya formaban parte de una lucha entre los vascos con los espaoles. (Para refutar este argumento, no hay ms que visitar la tumba del general Zumalacrregui en la localidad guipuzcoana de Cegama. Sobre la tumba hay una gran lpida, sufragada por los carlistas del siglo XIX, en la que aparecen como homenaje y recuerdo los escudos de todas las provincias espaolas). La Izquierda Abertzale falsifica la historia y la realidad

do la desestabilizacin de la sociedad vasca y de la espaola en su conjunto y ahora trata de boicotear e impedir la consolidacin de la democracia mediante la imposicin de un sistema extraparlamentario y asambleario que socave las instituciones basadas en el sufragio universal. Acudir a la violencia para obtener resultados polticos es consustancial con su ideologa revolucionaria. En su propaganda afirma que la violencia es una fuerza liberadora cuando en realidad es un instrumento poltico para que una minora pueda imponer un poder sobre la poblacin vasca. Es un grupo antisistema de rasgos totalitarios, el ltimo representante en Europa del marxismo revolucionario. Para darse cuenta de esto basta la simple lectura de los documentos de cualquier organizacin del movimiento, el lenguaje en los vdeos de los terroristas, la lectura de los artculos en sus medios de comunicacin, la puesta en escena en los actos oficiales con el saludo con el puo en alto o la denominacin de los partidos polticos que ha ido generando para el consumo del momento: recordemos a Hasi (Partido Socialista Revolucionario del Pueblo) o a Ehak (Partido Comunista de las Tierras Vascas). En las redes y chats que tiene en la red no se habla ms que de cmo hacer la revolucin, se autodefinen como la izquierda rupturista y nada de lo que atae al nacionalismo. Est estrechamente vinculado con otras organizaciones similares -pequeas, pero muy activas- que actan en otros lugares de Espaa, principalmente en Andaluca, regin en la que los batasunos suelen sacar algunos votos en las elecciones europeas. ltimamente se ha movilizado con motivo de la detencin de Juana Orta, que se reclama militante de una fantasmagrica nacin andaluza y que

El objetivo mximo de todo el movimiento es la destruccin violenta del estado democrtico y la construccin de un estado socialista vascocolaboraba y daba apoyo logstico a la banda. El ejemplo ms paradigmtico del ejercicio de la violencia fue el asesinato de Miguel ngel Blanco en julio de 1997 con el que pretendan buscar -y as fue- una convulsin social, tal como explica en su libro el profesor Bullain. Esa tragedia forz una nueva etapa de acuerdos polticos. El movimiento atemoriz al nacionalismo vasco, que se dio cuenta de que era incapaz de controlarlo y

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Los dirigentes de la coalicin electoral Bildu celebran en San Sebastin el resultado de las municipales del pasado 22 de mayo. A la izquierda, Martn Garitano, diputado general de Guipzcoa.

BILDU: EL PROGRAMA NO ENGAAEn las pasadas elecciones municipales, Bildu compuso un programa electoral con unas propuestas para los municipios que no inducen a confusin. Para evitar que les tilden de ser una Batasuna disfrazada, la coalicin seala: nos presentamos con una nueva formacin, Bildu, de partidos de IZQUIERDAS y ABERTZALES. Las maysculas no llevan al engao. En las 16 pginas del folleto en cuatricroma anuncia a bombo y platillo que Bildu va a construir un nuevo modelo econmico y social junto a los agentes sociales, econmicos y sindicales. Impulsaremos una poltica fiscal progresiva, priorizando impuestos directos. () No necesitamos macrocrceles, ni redes de alta tensin, hay que parar los proyectos energticos que no encajan con el desarrollo de nuestro territorio. Estas palabras se explican por s mismas. Se desliza en el texto que lo que pretende la gestin municipal es la creacin de una nueva estructura de funcionamiento dentro del Ayuntamiento. El nuevo organigrama debe recoger en sus Comisiones la variedad de mbitos de actuacin e intereses del municipio. Todo apunta a una nueva legalidad popular, prescindiendo de la normativa jurdica habitual. Sigue ms adelante: El Ayuntamiento debe dar prioridad al gasto pblico de carcter social, favoreciendo con ello un mayor grado de asistencia a nuestra poblacin, es decir, a la franja que les ha apoyado. Aboga tambin por buscar nuevas fuentes de financiacin para no depender de las subvenciones. Ahora las tendrn en la caja de los ayuntamientos que gobiernan. Se insiste constantemente en el rechazo al sistema neoliberal y se acusa a la derecha de ser la que ha provocado la crisis. Y como el que no quiere la cosa, se apunta sin grandes alharacas que habr que trabajar da a da en la recuperacin del Condado de Trevio -el enclave en el territorio de lava que pertenece a la provincia de Burgos-. Eso s, de independencia o de nacionalismo no se habla absolutamente nada.

FOTO: REUTERS /CORDON PRESS - VINCENT WEST

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EL FINAL DE LA BANDA

Estamos ante el final del terrorismo de ETA? Y, si as fuera, se va a disolver la banda criminal? No hay datos ni indicios objetivos suficientes de que esto vaya a suceder. Pero la posibilidad est abierta. En el medio siglo que ha llevado a cabo sus actuaciones delictivas ha conseguido grandes rditos polticos, tiene atenazada a la sociedad vasca, ha marcado el pulso poltico de esa comunidad autnoma y ha influido en muchas ocasiones en la vida poltica espaola. Por qu razn haba de desaparecer, entonces, si con su simple existencia ya realiza un efecto intimidatorio, una violencia virtual para conseguir sus autnticos fines polticos? Podra anunciar una disolucin, pero no inmediata (negociacin, presos, etc.), para explotar al mximo el xito de Bildu en las prximas elecciones generales y autonmicas, si calculan que pueden alcanzar un resultado que permita forzar la crisis del estado en el Pas Vasco. Con todos estos datos se puede replicar a los portavoces del mundo abertzale: Ahora ya sabemos quines sois, qu pretendis y qu ocultis detrs de la jerga que utilizis. ste sera el primer paso para encontrar el procedimiento para acabar con esa amenaza para toda la sociedad democrtica. n

FOTO: LAWRENCE JC BARON / DEMOTIx /CORDON PRESS

porque no hay ms verdad que la que ella dice, para lo que emplea no la lgica racional, sino la dialctica que consiste en que las palabras y los conceptos tengan el valor que ella quiera darles y no los de uso comn. Con la violencia, directa o implcita, impone sus posiciones a la poblacin. Para dar un ejemplo de esa dialctica, nada mejor que acudir a lo que entiende por proceso de paz. Para los abertzales, la paz convencional es igual a la supremaca del capitalismo, la hegemona del estado y del autonomismo, por lo que no pueden estar de acuerdo con ese concepto. Por ello todas las propuestas de paz que han efectuado no han sido ms que un recurso para acumular fuerzas y poder acometer con mayor vigor contra la paz () toda propuesta de paz ha sido una propuesta ms para la guerra. Segn ellos, slo se llegar a la paz cuando se destruya el marco jurdico, socioeconmico y cultural y se consiga el regreso a la aorada y fantasmagrica Arcadia vasca del pasado. Naturalmente esto slo es una utopa, pero mientras tanto persiste la guerra y sta es una fuente de energa revolucionaria para estar en la lucha constante con la que poder controlar a la poblacin y a los propios miembros del movimiento.

RENACEN CON FUERZA LOS DESTRUCTORES DEL ESTADOLa verdadera paz no puede nacer de meros clculos polticos sino de un autntico arrepentimientoMunilla, obispo de san sebastan. 1 de agosto de 2011

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ANLISIS II DE LA SITUACIN

Manifestacin popular en Madrid de la vctimas del terrorismo contra la banda ETA la pasada primavera.

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Cul era la situacin de la lucha contra el MLNV antes de la participacin de Bildu en las elecciones municipales y autonmicas?

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l Gobierno espaol, aprovechando los efectos del 11-S, logr ms colaboracin europea y aplicaba principalmente el Pacto Antiterrorista, la Ley de Partidos Polticos y la doctrina Parot. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos convalid el 30 de junio de 2009 la Ley de Partidos y las ilegalizaciones de Batasuna y otras organizaciones del MLNV consideradas instrumentos de ETA. Hubo reiterados descabezamientos de su direccin: tres veces en dos aos. Haba 527 presos en Espaa y 155 en Francia. En 2010 hubo 105 detenidos. ETA estaba con una actividad residual. Las organizaciones del entorno de Batasuna estaban en liquidacin jurdica y policial. La extorsin, en cada libre. Sus simpatizantes no reaccionaban. Los disturbios en la calle, desaparecidos. Haba desmoralizacin, dispersin poltica de militantes y simpatizantes y quiebra significativa entre los presos. Haba quedado pulverizado el principal mito propagandstico del MLNV, segn el cual las Fuerzas de Seguridad del Estado no conseguiran derrotar a ETA y que, por ello, haba que resolver el problema

tico de la sociedad vasca y al regreso de los vascos de la dispora; y, por otra, a la reorientacin de los seguidores del MLNV e IA, unos -tras liquidar sus cuentas con la justicia-, a sus actividades privadas, y otros -los reconvertidos ideolgicamente-, a formaciones polticas democrticas; pero aqullos llegando desde el fracaso de su opcin por la violencia revolucionaria antisistema y antidemocrtica.

COMPROMISO DE LOS DOS PARTIDOS NACIONALES

Las organizaciones del entorno de Batasuna estaban en liquidacin jurdica y policial; la extorsin, en cada libre. Sus simpatizantes no reaccionabanpoltico de las dos violencias, la del estado y la de, segn sus planteamientos, respuesta del ETA, y ello slo sera posible en una negociacin, la aspiracin irrenunciable. El terrorismo ya no figuraba entre las primeras preocupaciones de los espaoles. Por primera vez, se aproximaban la derrota del MLNV y el fin de ETA, si bien en un proceso de grapizacin. Esa derrota llevara, por una parte, al rearme

Esta agona de las ramas armada y poltica del MLNV, vino de la aplicacin del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo promovido en el ao 2000 por el propio PSOE en la oposicin y secundado por el PP y, recientemente, por el PSOE en sus sucesivos gobiernos, y que se concret en numerosas disposiciones legales. La clave era el compromiso, por primera vez en la democracia, de las nicas formaciones que podran ocupar el gobierno de la Nacin, de impedir un fin negociado, de garantizar el cumplimiento de las penas por los terroristas, y de seguir prohibiendo que las facciones del MLNV se presentaran a las elecciones, explotando la legalidad democrtica. El MLNV vea desaparecer la esperanza de negociar y alcanzar los objetivos de su lucha que les hara regresar a sus pueblos, presos, refugiados,, en un plazo no lejano de tiempo, recibir homenajes y ocupar puestos en la administracin local, autonmica y estatal. Pero sentando otro precedente negativo, la firmeza del gobierno desapareci a principios de 2004 con el llamado proceso de paz al iniciar negociaciones, incluso con mediadores internacionales, a cambio de una tregua, que acab con el atentado de la T-4 en Barajas. Dado que despus se si-

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gui negociando, se dio la razn al MLNV de que resultaba eficaz la estrategia revolucionaria contra la democracia. Posteriormente se recuper, formalmente al menos, el pacto antiterrorista entre PSOE y PP con una acertada poltica antiterrorista que llev al MLNV al borde de la derrota. Los negociadores de la banda terrorista con el gobierno durante el llamado proceso de paz (2005-2007), adems de sus permanentes objetivos de autodeterminacin o anexin de Navarra, insistieron en que se derogaran el Pacto por las Libertades, la Ley de Partidos y la doctrina Parot, que se liberara a los presos y se legalizara la Batasuna de turno o el representante de la izquierda abertzale, como Bildu. Por su parte, parece que el gobierno aprendi que, antes de negociar con ETA, deba atraer a la rama poltica del MLNV a su integracin en la normalidad poltica.

El establecimiento en zonas del Pas Vas-

co de su jerarqua, paralela a la del Estado, cuyos mandatos no cumple. En los pueblos, los que regresan como vencedores harn difcil la vida de los familiares de las vctimas y de los discrepantes, empujndolos al ostracismo u obligndolos a marcharse.

La participacin de Bildu en las pasadas elecciones del 22 de mayo ha cambiado sustancialmente la agnica situacin del MLNV antes descrita al producirse lo siguiente: La rotura del proceso de derrota poltica de ETA y del MLNV. El aumento de la moral de Bildu tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre su legalizacin. La mejora de sus resultados en las urnas con los votos de Eusko Alkartasuna y Alternatiba, derivada de Izquierda Unida del Pas Vasco. La ocupacin del poder en municipios, diputaciones y el parlamento navarro, incluso con pleno control en algn caso, con regreso de una latente violencia poltica y la amenaza terrorista. La disponibilidad de abundantes recursos pblicos para reconstruir el entramado de empresas, propaganda, adoctrinamiento, agitacin, homenajes a etarras, guerra de banderas, etc.

BILDU Y LAS ELECCIONES

FOTO: JESUS_CABRERA / DEMOTIx /CORDON PRESS

Los afines al MLNV no han mostrado arrepentimiento o condenado los sufrimientos generados por el terrorismo; se les ha concedido un crdito democrtico como si sus antecedentes y conductas en bloque y su cuadro ideolgico, antidemocrtico, totalitario y antisistema se pudiesen modificar en pocos meses. El MLNV puede implantar el derecho a decidir, extenderse en Navarra e insistir

La participacin de Bildu en las municipales ha favorecido sustancialmente su situacin. En la imagen, manifestantes que rechazan su legalizacin.

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P O R T A D Aen la idea, errnea, de que en el Pas Vasco hay un conflicto con dos bandos, para cuyo fin hay que mantener vivo el ciclo de negociacin, que es, realmente, el gran objetivo estratgico del MLNV. ETA no se ha disuelto. dndose de su independencia. Y tambin, segn los medios de comunicacin, a decisiones de miembros del tribunal segn el partido poltico promotor de su designacin, en otro quebranto institucional, que conviene no repetir, y que manifiesta la insuficiente defensa jurdica de la sociedad frente a la violencia antisistema. El profesor Bullain, tras admitir la confrontacin poltica entre dos bandos, en su libro], defiende sustituir la dialctica entre demcratas y violentos por la del nacionalismo vasco y el Estado pluralista que encajara Euskadi en una Espaa europea. l parte de que en las prximas elecciones autonmicas, el PNV y la Izquierda Abertzale superaran el 60% del electorado del Pas Vasco, lo que abrira el camino al derecho a decidir. Esta ingeniera poltica es de muy difcil encaje constitucional porque precisara, por una parte, que ETA se disolviera y, por otra, que IA no estuviera controlada por el MLNV o bien que ste, al pisar la moqueta de los parlamentos, abandonara sus posiciones revolucionarias, antisistema y totalitarias aceptando la democracia. Tambin se teoriza con que habr que perdonar ahora que queda poco para que la violencia revolucionaria acabe y no exigir por ahora el arrepentimiento ni condena del pasado. Pero es una forma ms de prostituir a una sociedad que, para librarse de la violencia, paga un precio o da un premio a quienes la justificaban y la han ejercido y ejercen.

ARGUMENTOS CAPCIOSOS SOBRE BILDU

Hay, quien, para justificar la legalizacin de Bildu, presenta algunos argumentos capciosos. Un sector significativo de la sociedad vasca no debe quedar sin representacin. La sociedad vasca, tras dcadas de violencia, muestra el sndrome de Estocolmo pues un 60% apoyaba la legalizacin de Bildu y un 50% la de Sortu. Pero conviene aclarar que ni siquiera los votos dan carcter democrtico a una organizacin poltica con vnculos terroristas, ilegales y antidemocrticos. En la Alemania democrtica, desde hace 50 aos se mantienen ilegalizados partidos nazis aunque tengan cierta implantacin social. Era una prenda a pagar para que ETA deje las armas. Pero al evitar la derrota del MLNV, siendo posible, queda fortalecida la

La firmeza del gobierno DESAPARECI con el llamado proceso de paz de 2004, negociaciones que acabaron con el atentado de la T-4 en Barajasidea de que, de la violencia y del desprecio a las leyes, se pueden obtener beneficios polticos y reconocimientos sociales. La no impugnacin de las listas de Bildu y su legalizacin, o la interpretacin para liquidar la doctrina Parot corresponde al Tribunal Constitucional. Ha habido lamentables declaraciones de polticos de primer nivel sobre la instrumentacin poltica del Tribunal, olvi-

PROBABLE EVOLUCIN

Consecuencia de la Ley de Partidos, el frente poltico del MLNV estaba debilitado, como la IA. Tras la declaracin de Alsasua (2009) y el acuerdo de Guernica (2010) el MLNV constituye el Polo Soberanista. ETA

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haba encargado a Batasuna crear una alternativa (diciembre de 2008) para incorporar a EA y a Aralar, con Navarra como objetivo. stos son grupos minoritarios, situados en la legalidad democrtica con pronunciamientos contra la oportunidad en este momento de la violencia armada, pero no su rechazo. Ni condenan la del pasado, ni piden la disolucin de ETA, ni rechazan su tutela en el ciclo negociador. En septiembre de 2010, ETA interrumpe sus atentados y en 2011 anuncia un alto el fuego permanente. En febrero se presentan los estatutos de Sortu, encajados en la Ley de Partidos. El 22 de mayo, la recientemente legalizada Bildu obtiene un buen resultado en las elecciones. Tras semanas de victimismo y presencia de Bildu en los medios de comunicacin, Batasuna se recupera de su decaimiento y suma los votos de EA y Alternatiba. Est cambiando algo en los planteamientos de la IA y del MLNV? O son adaptaciones, dada la debilidad operativa del MLNV y ETA, esperan-

do una nueva coyuntura revolucionaria? Los viejos manuales de la lucha revolucionaria comunista ensean: En situaciones revolucionarias, liquida a los aliados que te sean inservibles, ; en las situaciones no revolucionarias acumula fuerza mediante alianzas ad hoc, construye frentes populares, adopta disfraces liberales y humanitarios, y cita textos antiguos que impliquen la posibilidad e incluso el deseo de una coexistencia pacfica de tolerancia mutua. Porque si el crecimiento electoral se estancara y no hubiera negociacin con el gobierno, qu reclamaran los ms radicales, los presos -que no se han pronunciado-, y los refugiados en el extranjero, que no tienen criterios unnimes y a quienes mayoritariamente no se ha consultado? La experiencia ensea que sera la continuacin de la lucha armada. Otro escenario a plantear es un MLNV con ETA pasiva, sin disolucin, sin condena ni deslegitimacin de la violencia, orgullosos de su pasado, pero el frente poltico

Clamor popular contra los atentados terroristas de la banda asesina ETA.

FOTO: ARCHIVO DE LA GUARDIA CIVIL

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P O R T A D A

Coches ardiendo tras un atentado terrorista. Dos mujeres se abrazan, vctimas del sangriento atentado contra una casa cuartel de la Guardia Ciivil en el que resultaron muertos menores de edad. Un detenido en Pamplona y, finalmente, la Benemrita muestra las armas incautadas a la banda.

legalizado (Bildu y, si se legalizara, Sortu), fuerza poltica que contine la liberacin nacional, mantenga el proyecto, gane tiempo, acumule fuerzas, conquiste reivindicaciones y abra la negociacin antisistema, todo tutelado por ETA. Pero desde la lucha antiterrorista no es aceptable concederles poder social a cambio de que ETA no atente, porque la experiencia demuestra que, sin revisin y cambio ideolgico previo, la militancia opta, principalmente, por la violencia armada y la confrontacin poltica. Dado que las organizaciones revolucionarias como el MLNV padecen tensiones entre las ramas poltica y armada sobre las estrategias, podra ocurrir que se separasen

o que cada una de ellas se partiese en dos. Lo primero debilitara el MLNV, al menos inicialmente; la rama poltica, sin componente armado, derivara hacia una izquierda socialista que hasta podra llegar a evolucionar e integrarse en la democracia; y la rama armada (ETA) promovera otro frente poltico. La segunda hiptesis llevara al mismo resultado, una reedicin del desprestigiado y poco deseado, por el MLNV, proceso que separ ETA-pm de ETA-m. Cualquier hiptesis requiere procesos complejos, largos, con pronunciamientos que no parecen plantearse segn los informes policiales. Finalmente un anuncio de ETA sobre su disolucin, por decisin de la direccin

FOTO: ARCHIVO DE LA GUARDIA CIVIL

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del MLNV, no sera verosmil, salvo que la accin policial provoque su colapso. ETA, la organizacin para la violencia armada revolucionaria ms veterana de Europa, no quiere disolverse sino con el MLNV triunfante en su dimensin poltica revolucionaria. ETA est muy debilitada por la acertada accin policial y judicial derivada del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, pero no en colapso o sin recursos; en cambio, tras la legalizacin de Bildu y la previsible de Sortu, est orgullosa de su pasado de violencia terrorista y criminal. Sin ellos, dicen, y es posible que tengan razn, Euskal Herria se habra diluido en el proyecto autonmico y, an sin ejercer su amenaza, se mantienen como poder fctico. Tampoco parece existir una suficiente revisin ideolgica; en el MLNV y la Izquierda Abertzale habr comentarios sobre la oportunidad de la violencia armada de ETA, pero no se cuestiona su pasado ni su existencia actual porque son parte de una negociacin con el gobierno. Si hasta ahora exigan, previamente a cualquier pronunciamiento, la legalizacin de Sortu, la supresin de la doctrina Parot, las excarcelaciones de presos enfermos y el reagrupamiento de los dems en el Pas Vasco, amnistas, as como abrir el ciclo negociador, parecera lgico entonces que no tomen en cuenta al actual gobierno y prefieran esperar al nuevo que se forme tras las elecciones del 20-N. Podran as explorar las posibilidades del PP -suponiendo que gane las elecciones- si su gobierno renuncia a conseguir la derrota de ETA que ha venido proclamando. Finalmente, los movimientos sociales y revueltas en pases prximos y las alteraciones en las relaciones de fuerza de las potencias alimentan la esperanza de los utpicos del MLNV de que habr un mejor tiempo para los revolucionarios.

tenea A !

MAREANDO LA PERDIzEn los ltimos aos se han producido sucesivamente una serie de acuerdos y declaraciones, con el pretexto de que la paz estaba al alcance de la mano. Acuerdo de Loyola (2006).Negociacin llevada a cabo entre representantes del PSE-PSOE, PNV y Batasuna para acabar con la violencia de la banda. En contrapartida, se conceda el derecho a decidir y la creacin de un rgano comn entre la Comunidad Autnoma Vasca y Navarra. Declaracin de Alsasua (2009).- Propuesta ofrecida por dirigentes de Batasuna en 2009 de dilogo y acuerdo multipartito, que aborde la consecucin de un marco democrtico por el cual la ciudadana pueda decidir sobre su futuro. Zutil Euskal Herria (2010).Compromiso de los abertzales con las vas exclusivamente polticas. Polo soberanista (2010).Acuerdo Batasuna y EA sin mencin a la violencia. Declaracin de Gernika (2011).- Firmada por Batasuna, Aralar y sindicatos abertzales; considera muy positivo el que ETA no mate. En julio de este ao, ETA seala que se ha ganado la batalla poltica e ideolgica de la ilegalizacin de Bildu.

La concesin del perdn a los terroristas a cambio del fin de la violencia supondra un PREMIO a los terroristas que la han ejercido o justificadoLA PARTIDA DE PKERAnte la opinin pblica se ha estado librando una partida de pker entre el gobierno y el MLNV. Legalizado Bildu, el gobierno y la Fiscala han renunciado a actuar ante sus incumplimientos legales -con la bandera de Espaa y el retrato del Rey, por ejemplo-, homenajes a presos y miembros de ETA, etc. El gobierno ha intentado que ETA pierda control sobre los presos y que su disciplina se resquebraje excarcelando y acercando a algn preso, como algo que podra generalizarse, y responsables del PSOE se pronuncian sobre la legalizacin de Sortu. En resumen, el gobierno podra negociar con Izquierda Abertzale con la esperanza de que re-

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P O R T A D Anuncie a planteamientos revolucionarios de quiebra del Estado, pero previamente ETA tendra que anunciar su disolucin en un plazo razonable. Por otra parte, ETA, aceptando declaraciones sobre la inoportunidad actual de la violencia terrorista, mantiene la tregua para que la Izquierda Abertzale refuerce el frente poltico. Pero ETA dice condicioles permitir forzar la apertura de la negociacin. Y ETA ha conseguido que en los presos crezca la expectativa esperando el muy prximo gobierno del PP tras las elecciones generales. La que hemos denominado partida de pker parece definitivamente aparcada. No conviene quedarse con que el xito es slo lograr la paz, como en las treguas de ETA; la lucha antiterrorista es por la libertad. Puede haber dos aos sin atentados, lo que es importante, pero la negociacin en 20052006, incumpliendo el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, se dio -como en la tregua de 1989- por concluido con el recurso del MLNV a la violencia armada. Pero ETA volvi a atentar y el MLNV ha adquirido un poder y una presencia relevante que puede aumentarlo y acercarlo crticamente a lograr sus objetivos. En todo caso, siempre est en el pasivo la cuestin tica de que el xito alcanzado por el MLNV con Bildu legitima la violencia terrorista criminal durante dcadas, mientras que los grupos revolucionarios homlogos en Europa fueron derrotados.

Es posible conseguir la DERROtA del movimiento. Por qu, entonces, aceptar que Bildu disponga del poder social que ya tiene?nar su decisin a la legalizacin de Sortu, medidas de distensin y la apertura, con mediadores internacionales, del ciclo negociador. Esto es, sin negociacin no hay desarme, la hoja de ruta del acuerdo de Guernica. El gobierno recomienda a la Izquierda Abertzale que absorba y desborde a Batasuna y presione a ETA para su disolucin o que d apariencia de paz, lo que podra tener algn rdito electoral, no excesivo, en una opinin pblica cuya preocupacin por el terrorismo ha decado. El gobierno considera un xito que ETA se mantenga en tregua desde hace dos aos y espera de Bildu, que ocupa importantes parcelas de poder, su progresiva integracin democrtica aunque desborde la legalidad y defienda los planteamientos del MLNV. La debilitada ETA reorganiza su logstica y operatividad, parece decidida a no romper la tregua y a no realizar atentados hasta las elecciones generales (en las que Bildu -o Sortu en su caso- puede obtener grupo parlamentario propio), y probablemente las autonmicas del Pas Vasco, para facilitar unos buenos resultados, porque una mayor ocupacin del poder

Si concedes al enemigo lo que demanda, las guerras se ganan sin esfuerzo, pero eso es perderlasatribuido a napolen

ES POSIBLE DERROTAR AL MLNV

Hoy sigue siendo posible la derrota del MLNV. Como se ha expuesto, es una exigencia para la regeneracin social. Por qu aceptar, entonces, que dispongan del poder social que ya tiene Bildu y tener que esperar a su incierta evolucin democrtica? Porque, al fin, no ser que quien haya conseguido en mayor medida sus objetivos habr vencido? La legtima aspiracin a la paz estar acompaada de la libertad? Y lo peor no es tener un conflicto, lo peor es perderlo. n

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por santiago Prez Daz

Con palabras claras y rotundas expone su pensamiento, asentado tras aos de vivencias polticas y personales de gran trascendencia

enrique mgicaex ministro de Justicia y ex Defensor del Pueblo

Bildu es el brazo poltico del sistema etarra

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nrique Mgica Herzog (San Sebastin, 1932) ha estado activo en poltica durante ms de medio siglo. Hasta hace un ao ocup la responsabilidad de Defensor del Pueblo. Fue ministro de Justicia en uno de los gobiernos del presidente Felipe Gonzlez. Fue encarcelado en varias ocasiones por defender las libertades en el rgimen anterior, entre ellas por ser el dirigente en los sucesos estudiantiles de febrero de 1956, la primera rebelin universitaria contra el franquismo. Primero form parte del Partido Comunista y luego ingres en el Partido Socialista Obrero Espaol,

teniendo slo entre el 40% y el 50 % de los votos que obtuvo en las autonmicas.

La banda mantiene estructura organizativa en los mbitos armado, logstico y polticomilitancia que ha mantenido hasta el presente. Particip en el congreso socialista de Suresnes de 1974 que refund el socialismo espaol. En 1996, la banda terrorista ETA asesin a su hermano Fernando. Enrique Mgica ha contestado a las preguntas de ATENEA en la sede de la revista. Pregunta. cmo ve la situacin poltica en el Pas Vasco tras las elecciones municipales de mayo con el avance de la coalicin electoral Bildu? resPuesta. Desde el punto de vista poltico ha habido un retroceso importante. La democracia requiere que todas las fuerzas polticas puedan optar a las elecciones, pero esas fuerzas deben ser leales al sistema democrtico y saber que no van a poder removerlo por la fuerza. El Partido Nacionalista Vasco pasa a ser el segundo y el Partido Socialista, algunos de cuyos dirigentes manifestaron que era positivo que Bildu fuese legalizada porque as se eliminaban obstculos a la plena democracia en Euskadi, resulta que ha descendido,

P. Pero Bildu no parece que sea muy leal al sistema democrtico. r. No se puede decir que al impedir la participacin de Bildu en las elecciones se priva a una parte del electorado vasco de la capacidad de eleccin, porque cualquier ciudadano vasco puede votar, pero siempre que esa opcin no se haga a favor de una fuerza poltica cuya finalidad sea la destruccin del sistema democrtico y la negacin de los lazos histricos que hacen que Euskadi sea una de las comunidades protagonista en la historia de intacta su Espaa. P. Por sus primeras actuaciones y declaraciones, la coalicin parece una fotocopia de Batasuna. r. Hay que partir de un hecho poltico, que es mantener la idea (la misma que ha defendido la Sala Plenaria del Tribunal Supremo) de que Bildu es la continuacin de Batasuna, y Batasuna es el brazo poltico de ETA. Slo el nombre es distinto y, con los restos de los partidos prcticamente desaparecidos, aunque la mayora de ellos aparecen en la coalicin electoral como independientes, a partir de stos la Izquierda Abertzale controla la coalicin. Considero que la sentencia del Tribunal Supremo es realista, ya que significa lo que en el Pas Vasco es opinin corriente y compartida por unos y por otros: que Bildu es una manifestacin de la izquierda vinculada a ETA. Es indudable que el panorama poltico en el Pas Vasco ha cambiado y es algo que llama la atencin. P. Los integrantes de Bildu han tenido mucho cuidado en sus declaraciones para no condenar a la banda terorista. r. Bildu jams, jams! ha condenado a ETA. Ha dicho

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que condenara en el futuro cualquier violencia, pero hay casi un millar de ciudadanos que no tienen futuro por haber sido asesinados por ETA antes de estas manifestaciones de Bildu. Y ahora sta no va a revolverse contra su creador.

P. el Fiscal general del estado ha dejado bien claro que la banda eTa conserva intacta su estructura y que podra actuar en cualquier momento. qu opinin le merece? r. S, en la memoria de actividades presentada por la Fiscala General del Estado con ETA es una organizacin mesinica, basada motivo de la apertura del ao judicial, el en una ideologa a la que se aferran todava pasado 15 de septiembre, se recogen unas afirmaciones de la Fiscala de la Audiencia jvenes armados de pistolas y fanatismo Nacional que aseguran que la banda mantiene intacta su estructura organizativa en los mbitos armado, logstico y poltico, al tiempo P. entonces la banda no va a dejar las armas? que dispone de sus comandos en territorios espaoles y r. De todo lo que he dicho se deduce que ETA puede franceses que pueden actuar en cualquier momento, en volver a actuar. Ha conseguido que se vuelva 20 aos caso de que su estrategia no surta los efectos deseados. atrs y que el panorama poltico en Euskadi sea la vuel-

Estas opiniones de la Fiscala de la Audiencia Nacional coinciden con la ma, que no est basada en mis deseos, sino en datos objetivos como son los informes de las Fuerzas de Seguridad del Estado y las manifestaciones y documentos de ETA que fueron valorados por el Tribunal Supremo para declarar que no haba lugar a que Bildu se presentase a la elecciones y, recientemente, con la condena de la Audiencia Nacional a Otegi y a sus compaeros de banquillo..

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e N t r e v i s t ata a una situacin odiosa que creamos que habamos superado, pero resulta que no. ETA es una organizacin mesinica, basada en una mitologa, que es la ideologa a la que se aferran todava jvenes vascos suficientemente armados desde las pistolas y el fanatismo. P. cules son, a su juicio, los objetivos de eTa? r. ETA tiene tres aspiraciones por las que mantiene las armas: autodeterminacin, libertad de los presos ganizacin terrorista persista y mantenga los planteamientos como hasta ahora, debemos tener en cuenta que aunque no haya accin, la organizacin se mantiene. No hay accin porque en estos momentos ETA apuesta por la omisin de la misma.

P. resulta llamativa la heterogeneidad de perfiles de los simpatizantes y militantes de Batasuna, en la que se integran tanto personas muy jvenes como personas de edad avanzada. Puede dibujar un anlisis de su composicin social? r. En la historia de los etarras hay trabaEl Estado tiene que ser fuerte para jadores, agricultores, industriales, empredefender las libertades democrticas, sarios y gentes de diversos campos, pero lo que les une a todos ellos es el fanatisno con debilidad sino con fortaleza mo mesinico. No hay una procedencia social comn, como ocurri con el anary anexin de Navarra a Euskadi, tres cosas que no poquismo, sino que el elemento que junta y que da cohedran discutirse en una imposible negociacin que prerencia a ETA es el fanatismo. tenden entre iguales, es decir, entre la banda terrorista y el estado. ETA autoriza a Bildu para pisar la alfombra P. qu debera hacer un gobierno democrtico para roja y conseguir estos imposibles. Si no lo consiguiera, resolver este problema? recordara que en los aos ochenta continuaba mar. El problema es que haya la decisin poltica suficientando y extorsionando mientras Batasuna estaba en el te La democracia no puede jams mostrar debilidades, Parlamento vasco. Asesinar y pronunciar frases sobre sino fortaleza en defensa de las libertades, que se traduel conflicto para conseguir la paz ya se dio entonces. ce en firmeza por parte de la Administracin frente a Debemos afirmar que ms importante que la paz es la los que la vulneran. Y un Poder Judicial que ampare y libertad y el principal enemigo de sta es el complejo proteja el ejercicio de las libertades. El Estado tiene que etarra. ser fuerte para defender las libertades democrticas, que no se defienden teniendo debilidad con los que quieren P. a qu sistema poltico aspira la organizacin tedestruirlas, sino con la fortaleza. Hay que ejecutar con rrorista? vigor la normativa y soportar la situacin, pensando r. ETA quiere un sistema en el que tendra, y ya tiene, que en algn momento llegar la normalizacin como excluidos y marginados, de una u otra forma, a los que consecuencia de que se acate por todos la dicotoma de no piensan como ellos. Un sistema totalitario, del que que habr vencedores y vencidos. Ese es el camino. todava existen ejemplos en el mundo, aunque afortunadamente cada vez menos. P: Pero ser difcil su erradicacin si no se combaten tambin las llamadas organizaciones polticas de la P. como usted dice, la banda ha marginado a muchos banda? ciudadanos, que no tienen posibilidad de ejercitar su r. Lo que no se puede decir es, por una parte, estamos libertad, incluso para votar libremente. Y esto ocurre terminando con ETA, lo cual es verdad, y por la otra afiraunque momentneamente hayan dejado de matar. mar que el nuevo brazo poltico de ETA da pasos hacia no es esto tambin terrorismo? adelante, aunque todava no sean suficientes. La magnir. La accin terrorista tiene dos aspectos: accin y omificacin de que lo que ofrece Bildu ha de entenderse a la sin en el mbito de su actividad. La accin terrorista, espera de que en algn momento llegue a ser suficiente, la violencia contra las instituciones y las personas, es no ayuda a la finalidad de acabar definitivamente con la parte activa de su cometido criminal. Mientras la orETA en todas sus vertientes.

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P. La izquierda abertzale siempre est muy pendienP. qu importancia concede a la concienciacin de te de irlanda del norte. Son casos comparables? la sociedad respecto a los asuntos de Seguridad y Der. En Irlanda del Norte el terrorismo tena unas caracfensa? tersticas que no tiene ETA. En Irlanda, un grupo armar. La conciencia de la Seguridad y Defensa en la sociedo se enfrentaba con un grupo armado de otro sector, dad pasa por la confianza que sta tenga en las Fuerzas mientras que aqu ha habido asesinos y vctimas. En Irlanda ha sido posible la reconciliacin porque, desde el punto de Llegar la normalizacin como vista fctico, todos han sido vctimas de consecuencia de que se acate la dicotoma todos. En Euskadi no. P. es justo que se comparen las vctimas del terrorismo con otras? r. Claro que ha habido vctimas, afortunadamente pocas, de algunos grupos radicales de extrema derecha. Pero cuando hablamos de vctimas del terrorismo hablamos de ellos tambin. Pero lo que no debemos olvidar es que la inmensa mayora, cerca de mil, corresponden a actos terroristas de ETA, y que en el lenguaje convencional aparecen ellos como las vctimas del terrorismo.

de que habr vencedores y vencidosArmadas y Cuerpos de Seguridad del Estado. El recelo hacia las FAS en los aos posteriores al final del rgimen anterior concluy cuando asumieron lealmente la Constitucin. Y en pocos aos, gracias a sus actuaciones en los teatros extranjeros para defender la paz y la seguridad, han logrado encabezar los sondeos como una de las instituciones ms valoradas. Lo que demuestra que el camino que han tomado es el correcto. n

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P O R T A D A

por Maite Pagazaurtunda Ruiz

la manipulacin de los deseos Imaginemos que un hombre caminase abrasado por la sed, solo, en un terreno yermo. Aunque fuera doctor en fsica, cabra la posibilidad de que interpretara como real un espejismo producido por la reflexin total de la luz cuando atraviesa capas de aire de densidades distintas, con lo cual los objetos lejanos dan una imagen invertida, como si se reflejasen en el agua. Imaginen ahora que una voz le indicase que se trata de un mero espejismo. El hombre, frustrado en su esperanza, podra maldecir y malquerer a quien le arrebatase la esperanza, por falsa que sta fuera. En la vida social, la manipulacin suele basarse en el miedo, pero tambin sirve la creacin de espejismos sobre los ms profundos sueos y necesidades de las comunidades. La manipulacin mediante la combinacin de ambos elementos resulta muy eficaz. En nuestro caso, ETA adopt en 1993 la decisin de ablandar a los polticos no nacionalistas por el terror: el da que vayan a un funeral de un compaero de partido, cuando vuelva a casa quiz piense que es hora de encontrar soluciones..., y la tregua de ETA de 1998 utiliz, por primera vez, de forma depurada, la tcnica del espejismo de paz. Las posteriores treguas, combinacin de ambos factores de manipulacin, han sido gestadas, cada vez, con mayor ambicin y capacidad de implicacin de agentes mediticos y sociales, conscientes -o inconscientes- del fondo: la bsqueda de una dinmica que posibilite a medio plazo la victoria poltica del mundo del que forma parte ETA. La primera clave es, en consecuencia, que no se produzca el fin de ETA por la victoria del estado, por lo que la imagen de la derrota debe ser sustituida por una imagen de reconocimiento mutuo de daos como indica estos das el portavoz de ese mundo Rufino Etxebarria. Desde 1998 cada uno de los asesinatos de seres humanos y la dinmica de acoso de sus adversarios ideolgicos ha tenido que ver con la dosis de dao moral o

fsico necesario para que el debate poltico se site en los esquemas de su discurso. El fin del cese de las acciones no se tiene que entender como fracaso del proceso. La lucha y el debate estn ya en otro plano y los que hablaban del Estatuto de la Moncloa o nada, se encuentran bajo la influencia de la necesidad de renovar el Estatuto y de la apuesta favorable a la independencia (Zutabe n 85, marzo de 2000). Forzarnos a aceptar su terminologa: proceso, proceso democrtico y los esquemas para categorizar la convivencia futura desde el etnopacifismo. Forzarnos a aceptar las palancas polticas que ellos necesitan: la legalizacin sin condenar su estrategia totalitaria. Y adems lograr un frente soberanista y llevar ms adelante al PNV al precipicio de toda su poltica anterior. Todo esto lo escribieron hace aos; e incluso, cuntos votos necesitaban: entre 330.000 y 360.000. El asesinato o su amenaza es el instrumento para centrar la atencin informativa y poltica y el seuelo para que las ofertas de tregua muevan gradualmente las posiciones ideolgicas o polticas de los lderes polticos. Con cada uno de los espejismos hbilmente trabajados desde 1998 he tenido la misma sensacin: molestar e incomodar cuando expresaba la manipulacin tramposa del fondo de las treguas. Y es que hay mucha gente deseosa, sedienta de tranquilidad, que se incomoda con quienes desvelan que las bases de cada una de las treguas pivotaban en arenas movedizas y que no es posible el fin de ETA en empate, reconciliacin y felicidad entre la democracia y una estrategia totalitaria. n

Maite Pagazaurtunda Ruiz es la presidenta de la Fundacin Vctimas del Terrorismo. Su hermano Joseba fue asesinado por ETA.

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Conictos humanos. Catstrofes naturales. Fronteras inestables. Cualquiera que sea la causa, durante los prximos cinco aos 375 millones de personas necesitarn ayuda urgente.* Para ellos, Airbus Military signica una respuesta ms rpida y ecaz por parte de los dirigentes militares y polticos. POR QU LA VERSATILIDAD DE AIRBUS MILITARY ES UNA ESPERANZA PARA 375 MILLONES DE PERSONAS EN TODO EL MUNDO. Con el Airbus A400M, un avin de transporte avanzado que puede llevar 37 toneladas de equipos a 3.200 kilmetros de distancia y aterrizar en una pista no preparada. O el A330 MRTT, sumamente efectivo como avin de repostaje en vuelo, el transporte de personal o equipos de auxilio y para evacuaciones mdicas. O el C295 y el CN235, aviones verstiles ptimos para misiones de transporte medio y de vigilancia. Para descubrir lo que Airbus Military representa en un mundo incierto visite airbusmilitary.com*Nmero de personas en todo el mundo afectadas por crisis suscitadas por fenmenos climticos hasta el ao 2015, segn previsiones de Oxfam.org.uk

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p o r t a d a

por dolores Martnez Lujn

CONTRA el CORAZN LDebe formar parte de la normalidad poltica la campaa emprendida por Bildu para que las Fuerzas Armadas abandonen el Pas Vasco?a respuesta desde la normalidad democrtica pasa por recordar el artculo octavo de la Constitucin que seala que el Ejrcito de Tierra, la Armada y el Ejrcito del Aire tienen como misin garantizar la soberana e independencia de Espaa, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. Y la soberana alcanza desde el cabo Machichaco, en Vizcaya, hasta Punta de Orchilla, en la isla de El Hierro. En Espaa, nuestras Fuerzas Armadas, como ocurre en el mundo democrtico, forman parte de la mdula del estado e ir en contra de ellas, es ir en contra del mismo estado. Precisamente por eso, ETA, a lo largo de sus cincuenta aos de historia, ha exigido la salida del Pas Vasco de las fuerzas de ocupacin, y ahora semejante reivindicacin, como no poda ser de otra manera, la ha hecho suya Bildu, coalicin -es de justicia recordarlo- que alcanz las urnas gracias al Tribunal Constitucional.

bildu

DESDE EL SISTEMA

ETA-Batasuna siempre ha tenido en su objetivo al corazn del estado. Por ese motivo, el que una formacin poltica est trabajando desde ayuntamientos y diputaciones para atacar a una de las instituciones esenciales de nuestra democracia es, sencillamente, inadmisible. Y lo es porque supone cruzar una de las lneas rojas que el propio sistema democrtico ha marcado para defenderse de los que quieren atentar contra l. Pese a que la sociedad espaola ya est hecha a soportar las provocaciones y desafos del mundo de ETA-Batasuna, la campaa de Bildu a favor de la marcha de las fuerzas de ocupacin no debe crecer a la sombra de la resignacin de nuestra clase poltica. Sera de higiene democrtica, al tratarse de un asunto que afecta a nada ms y nada menos que a las Fuerzas Armadas de nuestro pas, que gobierno y oposicin dejaran bien claro, sobre todo a los abertzales, no solo que su delirio terminar, segn los casos, en el divn de un psiquiatra o ante los tribunales, sino que a la campaa de acoso le quedan, como popularmente se dice, dos telediarios. Llama la atencin que algunos responsables polticos guarden silencio sobre este asunto cuando hasta hacen declaraciones del comportamiento de Bildu en fiestas populares. Quiz consideren que el tema de las Fuerzas Armadas no debe ocupar el primer plano de la actualidad porque sera entrar en el juego de los abertzales y estimen ms prudente seguir la estrategia de a palabras necias, odos sordos. sta sera perfecta si no fuera porque Bildu ahora tiene poder -sin haber dado ninguna muestra de rechazo a ETA ni haber pedido perdn a las vctimas- y todo hace presagiar que el triunfo electoral del 22 de mayo lo ver con creces superado el prximo 20-N. Algunos sondeos vaticinan que la mscara con la que Batasuna-ETA lleg a las urnas puede obtener en la prxima consulta hasta cuatro diputados en el Congreso de la Carrera de San Jernimo. Es decir, Bildu est en fase de crecer y, por tanto, de alcanzar mayores cotas de presencia poltica.

MENSAJES CLAROS

Aunque a da de hoy la salida de las Fuerzas Armadas del Pas Vasco solo se podra representar en un escenario de ciencia ficcin, no hay que dejar que el cncer llegue a metstasis, porque Bildu va a molestar, y mucho, con campaas como la ya desplegada Fan Hemendik, muy similar a Alde Hemendik (Fuera de aqu) de los ltimos aos. El pistoletazo de salida a esta ofensiva lo ha dado

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Del eSTADOPello Urizar, secretario general de Eusko Alkartasuna y portavoz de Bildu. Veinticuatro horas despus de que el alcalde de San Sebastin, Juan Carlos Izaguirre, ordenara retirar el cuadro del Rey del saln de plenos del Ayuntamiento donostiarra, Urizar plante la necesidad de reducir la presencia del Ejrcito, Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Polica en el Pas Vasco. Dijo que la mayora social de Euskal Herria no se siente identificada ni por las Fuerzas de Seguridad del Estado ni por el Ejrcito y propuso que con total tranquilidad se replieguen de forma progresiva. Tenemos claro que, en la apuesta de Bildu por la soberana nacional de Euskal Herria, la presencia de las Fuerzas de Seguridad y de las Fuerzas Armadas se tiene que ir relativizando y disminuyendo, apostill, para seguidamente adelantar que los independentistas plantearn otras medidas como sa en los prximos meses. Est visto que Bildu no esconde sus intenciones; ms an, envuelta en su orgullo soberanista, las lanza a los cuatro vientos, sabiendo que, gracias a su legalizacin, el Ejecutivo ha perdido la capacidad de ejercer presin sobre ella. Si Pello Urizar efectu el pistoletazo de salida, el alcalde de San Sebastin dio un salto cualitativo en esa campaa cuando el pasado agosto solicit de manera oficial una reunin con la ministra de Defensa, Carme Chacn, para recuperar los terrenos de la Yeguada militar Lore-Toki y los del Cuartel de Loyola. Este ltimo caso, el de la sede del Regimiento de Infantera Ligera nmero 67 y de la Delegacin de Defensa en Guipzcoa, es una prueba de que la izquierda abertzale ni olvida ni renuncia a sus objetivos programticos, y el de la salida de las Fuerzas Armadas del Pas Vasco, es uno de los cinco puntos de la alternativa Kas, programa de mximos de ETA que, desde la dcada de los 70, se mantiene, en esencia, invariable. El Movimiento Nacional de Liberacin Vasco (MLNV) sita la salida de las fuerzas de ocupacin, al mismo nivel que la amnista para todos sus presos y el reconocimiento de la soberana nacional. Por eso cuando el alcalde de San Sebastin pide la devolucin de los terrenos del cuartel de Loyola lo que en realidad est solicitando es reconquistar esa tierra para el proyecto soberanista de construccin de Euskal Herria. Aunque hasta en tres ocasiones el Gobierno ha afirmado que el cuartel de Loyola mantiene su inters militar y es necesario para la defensa nacional, Bildu, como ni olvida ni renuncia, pelear duro por su reivindicacin.Vista area de las instalaciones militares del Cuartel de Loyola en San Sebastin.

EL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

La mscara de ETA, instalada ya en ayuntamientos y diputaciones gracias a seis miembros del Tribunal Constitucional, va a dedicar tiempo y dinero para potenciar su campaa contra las fuerzas de ocupacin. El portavoz de Bildu ya ha puesto las cartas sobre la mesa. Y los demcratas, por su parte, tienen que poner los medios y medidas para impedir ese plan que, lanzado por la izquierda abertzale, va dirigido contra la institucin que tiene el deber constitucional de garantizar la soberana e independencia de nuestra nacin y defender su integridad territorial. Porque ya lo han anunciado y advertido; de lo contrario, nos parecera mentira que asuntos de estado de tanta trascendencia sean planteados por quienes hace tan solo dos das estaban en las barricadas. n

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P E R S P E C T I VA G L O B A L

por Santiago Prez Daz

El libro dE cabEcEra dElMao Tse Tung fue el creador de los principios de la guerra revolucionaria al adaptar la filosofa marxista-leninista tanto a la sociedad china de los aos sesenta como a los grupos que operaban y operan en el seno de las democracias occidentales, y que se valen tanto de la violencia como de la lucha poltica convencional. La banda ETA y Batasuna han aprendido mucho del maestro chino. Cuesta mucho comprenderlas en el mundo democrtico, entre otras cosas porque Mao las camufl con la verborrea y pesadez inconfundible de la filosofa revolucionaria, que tantos bostezos provoca entre los intelectuales y estudiosos de ese fenmeno. De esa forma el lder chino cumple con uno de los principios elementales de la nueva concepcin revolucionaria: confundir a los adversarios y enviar seales en clave a los adeptos. Pero siempre hay excepciones notables de personas que estn alerta y son sensibles a estas sutilezas polticas. Una de ellas fue el escritor y periodista Jean Lartguy, seudnimo de Jean Pierre Lucien Osty (1920-2011), que escribi varios relatos novelados sobre este asunto tan relevante para los pases democrticos. Hace 50 aos que se publicaba en Espaa (un ao antes sali en Francia la edicin original) Los centugrupo de paracaidistas, prisioneros en la pennsula asitica y a los que los vietminh -los combatientes del partido comunista- tratan de adoctrinar con los principios marxista-leninistas su carrera y se ha convertido en un militar que se centra en su trabajo al cien por cien. Cuando se firma el armisticio, Raspeguy convoca a sus subordinados -oficiales, suboficiales y soldados- para combatir en Argelia con lo que han aprendido en Indochina. El coronel somete a su unidad paracaidista a un entrenamiento especial porque es necesario que los soldados crean en algo, tengan una razn por la que valga la pena morir y tengan fe en sus jefes. Una frase que se ha predicado siempre en los ejrcitos, pero que en la prctica suele fallar. De lo que se trataba en Argelia era de tener una especie de estrecha comunin en el sufrimiento, en el peligro y en la muerte. Los altavoces del campo de entrenamiento difunden canciones, consejos y doctrina a los soldados de la unidad de lite. Entre otras cosas se puede escuchar: No hemos venido aqu para defender el colonialismo; no tenemos nada que ver con los opulentos colonos que explotan al musulmn; somos los defensores de la libertad y de un hombre nuevo. Los jefes tradicionales no entienden la tarea que se propone Raspeguy de

Jean lartguy titul su libro en recuerdo de todos los centuriones que mueren para que roma sobreviva. slo en Francia vendi un milln de ejemplares.

riones, un relato que recoga las experiencias personales de Lartguy en las guerras de Francia en Indochina y Argelia. En la guerra mundial el escritor haba tomado partido por De Gaulle; obtuvo la Legin de Honor y la Cruz de Guerra. Tambin luch en Corea contra las tropas comunistas del norte, conflicto en el que result gravemente herido. Fue en Indochina, donde tropas francesas aerotransportadas y unidades de la Legin Extranjera perdieron la guerra y las posesiones coloniales en 1954 con la rendicin en Dien Bien Phu, la primera experiencia de la que Lartguy extrajo sus conclusiones. El relato comienza con la narracin de la vida cotidiana de un

actualizados por Mao. Los paracaidistas estn al mando del coronel Raspeguy, un vasco francs que ha nacido en la misma frontera de Roncesvalles y cuya madre es de una aldea vecina, pero del lado espaol. Este jefe ha llegado a coronel desde soldado raso, se ha entregado de lleno a

un soldado francs en el delta del ro rojo en 1954, durante la guerra al norte de indochina.

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gEnEral PEtraEushacer la contrarrevolucin adoptando los principios del enemigo. Incluso los miran mal y sospechan de ellos por filocomunistas. Un coronel, ms antiguo que l, le comenta indignado: El ejrcito es una cosa y la poltica es otra, y esta frase de guerra revolucionaria es la negacin de todas las tradiciones. A lo que Raspeguy responde: Mi coronel, toda guerra se convertir en poltica, y un oficial que no tenga cultura poltica perder y enredos -pequeos o grandes-, lo que le interesa es la cultura poltica para conocer al enemigo y plantear la batalla adecuada en el terreno de las ideas. Son estas pginas del entrenamiento las que han llamado la atencin del general David Petraeus, ex comandante de las tropas norteamericanas en Irak y posteriormente en Afganistn, las que le han hecho recomendar la lectura del libro a sus oficiales. pennsula vietnamita del resto del mundo asitico y comunista y que podramos entregarnos tranquilamente a nuestra operacioncilla de reconquista colonial. Estpido! La guerra hay que verla desde Mosc y desde Pekn. Lo que se busca con la revolucin es el poder y la dominacin sobre los pueblos y sobre el mundo, no el progreso, la justicia y la libertad. En este sentido, el teniente Mahmudi, argelino que sirve en el ejrcito francs, comenta de manera ingenua a un compaero de cautiverio en los campos vietnamitas que slo existen dos universos, el de los opresores y el de los oprimidos, el de los colonizadores y el de los colonizados; en Argelia el de los rabes y el de los franceses. Error!, le contesta el otro. Hay los que creen en el hombre y pueden destriparse sin peligro y los que deifican la especie para mejor rechazar al individuo. Y Aixa, la hermana de Mahmudi, que pertenece a una familia musulmana, acomodada y de abolengo, suspira por los buenos tiempos que vendrn tras la independencia, en los que llegar la igualdad de sexos y las mujeres podrn abandonar el velo. Nola novela fue llevada a la pantalla en 1966 con el ttulo de Mando perdido y con la actuacin estelar de anthony Quinn, alain delon, claudia cardinale y Maurice ronet.

sospechaba la crueldad a la que se iba a llegar con la prolongada dictadura del coronel Houari Bumedian. Ledo ahora, el libro es a veces polticamente incorrecto como cuando expone las razones de los colonos para permanecer en la tierra argelina o cuando hace decir a uno de sus personajes que analiza la batalla de Argel que la legalidad slo sirve para proteger a una banda de terroristas y asesinos. Lartguy no tiene pretensiones literarias con sus libros, slo quiere exponer una realidad con su relato porque esto [la guerra revolucionaria] est sucediendo en un terreno ms sutil, pero mucho ms real, que una carga de caballera. n

una calle de argel en 1960 con una barricada de los colonos insurgentes que se haban rebelado contra el gobierno francs. El general Jacques Massu era el jefe de los paracaidistas.

rpidamente su eficacia. A veces la palabra tradicin no hace ms que encubrir nuestra pereza. Naturalmente al experimentado jefe no le interesa ni pretende entrometerse en la lucha de partidos o en las conspiraciones

La equivocacin de los mandos polticos y militares franceses, apunta otro oficial, reside en querer concebir la guerra desde Saign [capital entonces del Vietnam colonial] y Pars, esforzndose en creer que es posible aislar la

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LA CONFLICTIVIDADMarruecos configura la amenaza contra Espaa ms definida en este periodo estratgico que pretende que la conflictividad global es la panacea de todas las amenazas. Sus acciones peridicas en torno a cuestiones de fronteras, en relacin con el contencioso del Sahara, en materia de relaciones diplomticas, delimitacin de aguas territoriales o competencia desleal en infraestructuras que afectan a las ciudades autnomas, representan un nivel de conflictividad importante que es impropio de dos naciones con un gran acervo de posibilidades de entendimiento, a pesar de la historia de enfrentamientos que jalonan los siglos XIX y XX . El pas alauita es quizs el ms estable de toda la cornisa norteafricana, no exento de ciertas convulsiones sociales, como se ha visto recientemente, pero con unos diferenciales sobre sus vecinos del Magreb (la parte ms occidental del mundo rabe, hasta Libia) y Masrek (la parte ms oriental) que propugnan unos comportamientos estado-poblacin diferentes a los que se estn viviendo en esas zonas, caracterizados por la crisis de sus regmenes provocada por la revolucin poltica y social. Segn los expertos, en Marruecos es altamente improbable que se produzca una revolucin que eche abajo el rgimen, tal y como se ha visto en Tnez, Egipto y Libia. En Marruecos se produce una doble legitimidad poltica: la dinstica de la monarqua que encarna Mohamed VI y la religiosa igualmente en manos del Monarca, en el sentido de que se puede admitir que el rgimen se ha apoderado de la religin islmica. En los pases citados, la pobre legitimidad de sus antiguas autoridades llegaba de la mano de golpes de estado, y aunque las situaciones econmica y social en Tnez y Egipto eran ms confortables que las de Marruecos, los contrafuertes del pas vecino podran apuntalar eficazmente el rgimen ante los problemas sociales que padece, a no ser que la revolucin viniera desde arriba, propiciada por el propio Rey. Bien es verdad que los procesos que vive nuestro vecino, como la reciente modificacin de su constitucin recortando los poderes reales y aumentando las prerrogativas

m a r rpor Ricardo Martnez Isidoro

El rey de Marruecos, Mohamed VI, antes de dirigirse el pasado 17 de junio para solicitar apoyo a la nueva Constitucin.

del primer ministro, podran ir en la buena direccin si efectivamente son llevados a cabo y no se convierten en promesas incumplidas, al efecto de que la democracia formal marroqu se convierta en real. En cualquier caso, la situacin econmica no es favorable y es muy posible que los fondos necesarios para acompaar el proceso, y mitigar el impacto social del alza de los precios (la Caja de Compensacin), sean cada vez ms limitados. Es conocido, por los casos de Tnez y Egipto, el papel positivo, e incluso definitivo, que han desarrollado sus Fuerzas Armadas, no oponindose a los procesos revolucionarios en curso, negndose a ser utilizadas como fuerzas represivas e incluso siendo garantes de la marcha hacia la democracia, aspectos que han sido proclamados como

FOTO: REUTERS/MAghREb ARAb PRESS/hANdOUT

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u e c o sCON ESPAA Y LA DISUASINmodelo a seguir en otros pases del Magreb y Oriente Prximo, con mayores dificultades en los casos de existencia de fuerzas especiales, que a modo de guardias pretorianas protegen a los dictadores como principal cometido. Sera una gran noticia que en Marruecos pudiera suceder lo mismo en el caso de que su rgimen se encaminara hacia situaciones de explosin social grave; bien es verdad que en el pas alauita tambin se reclaman cambios polticos, por la juventud en sus redes sociales, y en la calle a travs de manifestaciones ex profeso, pero en este pas existen partidos polticos para vehicular estas reformas necesarias; por ello es imprescindible que estas tengan lugar. El problema, llegada aquella situacin, es que sus Fuerzas Armadas han sido difuminadas de las instituciones que tienen la confianza del Monarca y no gozan de una gran influencia en la sociedad. El Rey es el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas Reales (FAR), el ministro de Defensa y personalmente despacha hasta los asuntos corrientes que corresponderan a los estados mayores en otros pases, no existiendo en la jerarqua castrense cadenas de mando ni responsabilidades operativas previas en ciertos niveles, descansando todos estos aspectos en Su Majestad; quizs esta estructuracin sea tambin consecuencia de los dos atentados que sufri Hassan II por parte de miembros de sus Fuerzas Armadas, aunque esta presin regia se haya relajado en los ltimos tiempos. podra ser suficiente el empleo de las Fuerzas Auxiliares y la Gendarmera, de gran efectividad y contundencia, como se ha podido percibir en otros escenarios. Cul sera la actitud, en estos supuestos, de las Fuerzas Armadas Reales si tuvieran que asistir a una hipottica represin de la poblacin? Es posible que nadie pueda responder a esta pregunta con facilidad; los expertos indican que no reaccionaran como bloque, por las cuestiones aludidas con anterioridad, ligadas a su pobre papel social y a su endmica falta de estructuracin del mando. Un anlisis ms castrense debera tener en cuenta la gran relacin profesional de los componentes de las Fuer-

En caso de revueltas, no es de esperar un comportamiento del ejrcito marroqu similar al que se ha alabado en tnez y egiptozas Armadas marroques con sus homlogas francesas, norteamericanas y espaolas, cuando menos. En el caso de Francia la relacin es mxima, porque el pas galo se ha erigido como protector principal de Marruecos en todos los aspectos y ha dado en este campo mucha importancia a la formacin de las lites de los militares marroques, acogiendo en sus cursos de la Escuela de Guerra de Pars, ao tras ao, a oficiales del pas alauita. Adems existe una smosis muy intensa en materia de formacin en las grandes escuelas de Estado Mayor, de tal forma que profesores franceses imparten enseanza en los centros marroques, vistiendo incluso el uniforme de las FAR, como ha sucedido por otra parte con el profesor espaol all destacado. En el caso de EEUU el contacto es permanente y las relaciones en el mbito del adiestramiento en los sistemas de armas, de los que son proveedores principales, sobre todo

ACTITUD DEL EJRCITO MARROQU

Con estos presupuestos no es de esperar un comportamiento del Ejrcito marroqu similar al que se ha alabado en Tnez y Egipto, si como venimos repitiendo se produjera una situacin de revuelta social extrema, cuestin que los analistas repiten no es probable. En esa eventualidad,

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N A C I O N A Lpara la Fuerza Area, son intensas. Espaa ha venido ofreciendo desde hace dcadas una gran acogida a los militares marroques que deciden pasar sus cursos de altos estudios militares en nuestras escuelas, siendo una costumbre que existan plazas fijas para estos alumnos. A la inversa, Marruecos recibe una aportacin permanente de profesorado espaol en la Escuela Superior de Guerra de Kenitra, enviando tambin peridicamente militares espaoles para su formacin en Marruecos. Se estima que estos contactos con los pases occidentales en el mbito de la defensa han creado reflejos en el pas vecino opuestos al empleo de las FAS en actos represores contra la poblacin, en los conflictos polticos sociales a los que nos venimos refiriendo. La proximidad geogrfica, el contacto de sus naturales con los pases del sur de Europa, la consideracin de nacin privilegiada concedida por la UE, la cobertura de las comunicaciones occidentales en Marruecos, especialmente las espaolas, etc., estn creando actitudes que van tambin en la direccin aludida. La conflictividad con Espaa es evidente, siendo peridicamente titular de primera plana en su opinin pblica por la trascendencia de la citada actitud de un pas vecino que reivindica permanentemente territorios espaoles sin esgrimir ttulos al respecto. La actitud general de Marruecos en contenciosos territoriales, como el ex Sahara Espaol, donde ignora la legalidad internacional, su comportamiento en episodios como la Marcha Verde, impropia de un pas amigo, sus tests de soberana, como el caso de Perejil, la permanente indefinicin de las aguas territoriales, origen de confusin y extraa complacencia, la competencia injustificada de infraestructuras portuarias en la linde de nuestras ciudades autnomas, y un largo etctera de provocaciones, ante una Espaa que desea relaciones prioritarias, hacen de Marruecos una importante amenaza para la integridad territorial de Espaa y la estabilidad de la zona, inters vital donde los haya. Es muy posible que, si Marruecos hace las reformas necesarias, se pueda sustraer a la ola de cambios de rgimen que bate el norte de frica y Oriente Prximo, y se convierta en una nacin con una democracia real, no solo formal, aunque para ello deba hacer el Monarca un esfuerzo titnico; aunque ms estable y ms fuerte, es probable que el pas vecino no archive sus ansias territoriales y contine con su estrategia de consolidacin del Gran Marruecos. La reciente intervencin de la Coalicin con la operacin Odyssey Dawn en Libia ha dado lugar a que la OTAN (Unified Protector) se haga cargo del mando de la misma, siendo la primera vez que se produce una intervencin atlntica en un rea hasta ahora fuera de su zona de accin tradicional marcada en su artculo VI del Tratado. Tal consideracin no es balad si se tiene en cuenta que acaba de aprobarse el nuevo Concepto Estratgico que prev actuaciones ampliadas en escenarios de inters de la Alianza y que esta se ha producido en el norte de frica. Al margen de la discutible nitidez de la misin all desarrollada, ligada al concepto de una intervencin humanitaria, es necesario distinguir algunos matices que podran relacionarse con el tema de anlisis de este trabajo, que en su ltimo estadio se centra en la disuasin de cualquier accin contra nuestros territorios, sea convencional o asimtrica. En primer lugar se ha producido en un espacio que afecta a Espaa, el Mediterrneo y su estabilidad, aspecto por el que siempre se ha luchado en las cancilleras del sur de Europa, venciendo un tanto el peso que siempre han tenido para la OTAN los asuntos del norte y este del continente. El protagonismo de Francia, reconociendo prematuramente al Consejo Nacional libio, instanc