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A solas con el enemigo Published on Centro Onelio (http://www.centronelio.cult.cu) A solas con el enemigo Pocos libros se permiten ellos mismos ser un catálogo de manías, de líneas confesas de su autor a través de sus historias narradas. Unos de estos libros es El arte de morir a solas, donde la soledad reina, domina y justifica, como catarsis ineludible, principio y fin en el acto solitario de escribir. Al final del sendero miramos atrás, no desde una altura ni de la seguridad, sino de las incertidumbres hechas saber..., y es a través de esas miradas donde se desarrollan las historias de Ernesto Pérez Chang (La Habana, 1971), ganador del Premio Alejo Carpentier de Cuento 2011. Catorce cuentos, catalogados como piezas magistrales del género, bien entrelazados -casi dosificados- que llevan poco a poco a introspecciones de los personajes y del lector sobre la soledad existente y la que les espera. A la voz de su autor, conocido por sus relatos publicados en los libros Últimas fotos de mamá desnuda (2000), Los fantasmas de Sade (2003), Historias de Seda (2003), Variaciones para ágrafos (2007), se une el camino de este nuevo libro, donde la fantasía y lo increíble son recursos utilizados con destreza narrativa para exponer no un universo fantástico, sino alucinado, real y realmente perdido en las ensoñaciones del ser. De ahí que la fantasía se yuxtaponga sobre escenarios comunes -una escalera interior, un ómnibus urbano, el patio de la casa que da al río, un viaje en auto... Es precisamente lo común y cotidiano del montaje escenográfico de las historias lo que vigoriza la mediación entre lo que se espera y lo que se es, así como el jugueteo entre la fantasía y la predestinación. Paradójicas son las acciones y los personajes; no obstante lógicas, porque paradoja no quiere decir en este caso incoherente o desatinado. Destaca en El arte de morir a solas la aparición casi constante de un personaje: “el viejo”. Este resulta una clave de lectura dentro del libro, reiterándose en cuentos donde media o cataliza diversas obsesiones. A veces único protagonista, otras mediador en los conflictos de otros, pero siempre “el viejo”. Así, en los cuentos Aislada, La promesa del inocente, Miedo, etc., un personaje que más que un actor en la trama es el resultado de una visión solitaria y antigua, que refuerza los símbolos y expresiones de los personajes que se suceden en las páginas. En otros cuentos esta reiteración constante a través de un carácter es desencadenante (Escaleras de servicio, que resultara ganador del Premio de Cuento convocado por La Gaceta de Cuba en 2010, o La próxima parada) de un final que ya acecha a los protagonistas desde las primeras páginas, aunque no pueden evitar ni predecir. Lo viejo -no decrépito- cierra el círculo de inquietudes, preguntas y estremecimientos, recalca las sensaciones de inevitable aislamiento o los cataliza desde los textos hasta el acto personal de la lectura. Pérez Chang hace uso además de una prosa de humor solapado, que cobra forma en la intención narrativa -y no en la enunciación explícita de las palabras. Ejemplo de ello es Persiguiendo conejillos, donde la invasión de alimañas hace que dos personajes -o más bien grupos, los que ordenan y los que cazan-, parezcan absurdamente disparar a los reflejos de la luna. Escrito en un tono dramáticamente serio pero humorado, donde la burla viene atemperada por la asunción del punto de vista ajeno. De ahí que la conversación la sostengan mayoritariamente los personajes y no el narrador. La narración devela entonces no un mundo descifrado, sino aceptado, de la misma forma que muchos de los personajes asumen cualquiera que sea su suerte -muerte, incomunicación, miedo, supervivencia- sin aspavientos ni rebeliones: aceptan el desierto y se reconocen en él como única tierra habitable. El inmovilismo se reitera como la forma más lógica de transitar las obsesiones, incluso más allá del ciclo vital, nunca aceptado sino transgredido. Mempo Giardinelli al citar a Juan Rulfo coincide en que todo escritor que crea es un mentiroso. La literatura de Pérez Chang y sus cuentos formarán parte de esa mentira, pero quedando claro que se trata de una mentira que sale de una recreación de la realidad. Rulfo considera que existen tres pasos para contar una historia, así como en la sintaxis hay tres puntos de apoyo: sujeto, verbo y complemento; así también en la imaginación hay tres pasos: el primero de ellos es crear el personaje, el segundo crear el ambiente donde ese personaje se va a mover y el tercero es cómo va a hablar ese personaje, cómo se va a expresar, es decir, darle forma. Estos tres puntos de apoyo son Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. La Habana, Cuba. Desarrollador web: Juan Rey Hernández Cabrera . © Todos los derechos reservados. 2015. deneme Page 1 of 2

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A solas con el enemigo

Pocos libros se permiten ellos mismos ser un catálogo de manías, de líneas confesas de su autor através de sus historias narradas. Unos de estos libros es El arte de morir a solas, donde la soledadreina, domina y justifica, como catarsis ineludible, principio y fin en el acto solitario de escribir. Alfinal del sendero miramos atrás, no desde una altura ni de la seguridad, sino de las incertidumbreshechas saber..., y es a través de esas miradas donde se desarrollan las historias de Ernesto PérezChang (La Habana, 1971), ganador del Premio Alejo Carpentier de Cuento 2011. Catorce cuentos,catalogados como piezas magistrales del género, bien entrelazados -casi dosificados- que llevanpoco a poco a introspecciones de los personajes y del lector sobre la soledad existente y la que lesespera.

A la voz de su autor, conocido por sus relatos publicados en los libros Últimas fotos de mamádesnuda (2000), Los fantasmas de Sade (2003), Historias de Seda (2003), Variaciones para ágrafos(2007), se une el camino de este nuevo libro, donde la fantasía y lo increíble son recursos utilizadoscon destreza narrativa para exponer no un universo fantástico, sino alucinado, real y realmenteperdido en las ensoñaciones del ser. De ahí que la fantasía se yuxtaponga sobre escenarios comunes-una escalera interior, un ómnibus urbano, el patio de la casa que da al río, un viaje en auto... Esprecisamente lo común y cotidiano del montaje escenográfico de las historias lo que vigoriza lamediación entre lo que se espera y lo que se es, así como el jugueteo entre la fantasía y lapredestinación. Paradójicas son las acciones y los personajes; no obstante lógicas, porque paradojano quiere decir en este caso incoherente o desatinado.

Destaca en El arte de morir a solas la aparición casi constante de un personaje: “el viejo”. Esteresulta una clave de lectura dentro del libro, reiterándose en cuentos donde media o catalizadiversas obsesiones. A veces único protagonista, otras mediador en los conflictos de otros, perosiempre “el viejo”. Así, en los cuentos Aislada, La promesa del inocente, Miedo, etc., un personajeque más que un actor en la trama es el resultado de una visión solitaria y antigua, que refuerza lossímbolos y expresiones de los personajes que se suceden en las páginas. En otros cuentos estareiteración constante a través de un carácter es desencadenante (Escaleras de servicio, queresultara ganador del Premio de Cuento convocado por La Gaceta de Cuba en 2010, o La próximaparada) de un final que ya acecha a los protagonistas desde las primeras páginas, aunque nopueden evitar ni predecir. Lo viejo -no decrépito- cierra el círculo de inquietudes, preguntas yestremecimientos, recalca las sensaciones de inevitable aislamiento o los cataliza desde los textoshasta el acto personal de la lectura.

Pérez Chang hace uso además de una prosa de humor solapado, que cobra forma en la intenciónnarrativa -y no en la enunciación explícita de las palabras. Ejemplo de ello es Persiguiendo conejillos,donde la invasión de alimañas hace que dos personajes -o más bien grupos, los que ordenan y losque cazan-, parezcan absurdamente disparar a los reflejos de la luna. Escrito en un tonodramáticamente serio pero humorado, donde la burla viene atemperada por la asunción del puntode vista ajeno. De ahí que la conversación la sostengan mayoritariamente los personajes y no elnarrador. La narración devela entonces no un mundo descifrado, sino aceptado, de la misma formaque muchos de los personajes asumen cualquiera que sea su suerte -muerte, incomunicación,miedo, supervivencia- sin aspavientos ni rebeliones: aceptan el desierto y se reconocen en él comoúnica tierra habitable. El inmovilismo se reitera como la forma más lógica de transitar lasobsesiones, incluso más allá del ciclo vital, nunca aceptado sino transgredido.

Mempo Giardinelli al citar a Juan Rulfo coincide en que todo escritor que crea es un mentiroso. Laliteratura de Pérez Chang y sus cuentos formarán parte de esa mentira, pero quedando claro que setrata de una mentira que sale de una recreación de la realidad. Rulfo considera que existen trespasos para contar una historia, así como en la sintaxis hay tres puntos de apoyo: sujeto, verbo ycomplemento; así también en la imaginación hay tres pasos: el primero de ellos es crear elpersonaje, el segundo crear el ambiente donde ese personaje se va a mover y el tercero es cómo vaa hablar ese personaje, cómo se va a expresar, es decir, darle forma. Estos tres puntos de apoyo sonCentro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. La Habana, Cuba.Desarrollador web: Juan Rey Hernández Cabrera. © Todos los derechos reservados. 2015.

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todo lo que se requiere para contar una historia.

El criterio catalogador sería incapaz de comprender o asimilar un entorno inexplicable en el que lospersonajes terminan por no necesitar explicarse. Esta podría ser la expresión creativa de un autorque no pretenda diseccionar verdades sino exponerlas, aunque tal verdad no sea entonces lo que es,sino lo que vimos de ella. Y Pérez Chang, a través de sus cuentos consigue inquietar, estremecer yatrapar al lector con un puñado de relatos que tienen a la soledad y al arte de vivirla comoparadigma de creación.

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