21
Una mirada argentina de la Revolución Mexicana: Manuel Ugarte (1910-1917)* Pablo Yankelevich Pablo Yanlr.clev ic h es de: 11. Escuda. Nacional de Hi storia y Antropologla de MO!;"ico . INAH-5N1. Lo que piensa y siente el pueblo de México respecto de Nosotros (EEUU), es una especie de l ente a través del cual nos cont empla el resto de Améri ca Latina. Para ellos, Méxi co es el escenario central en el cual ven cómo se libran sus propias luchas , [. .. J por eso México conecta o desconecta la so lidaridad latinoamericana. ' A. Brenner 1 A inicios de la década de los cuarenta, Anita Brenn e r, co n adecuada precisión, describió el entramado de sentimientos que la Revolución Mexicana generó en el espa- cio latinoamericano. En efecto, lo que en un principio se creyó una revuelta más, entre los tantos e nfrentamientos armados que recorren la geografía política co ntinental, poco después se conv irtió en una guerra de considerables dim ensio nes, que no sólo se extendía en el tiempo, s ino que además, amenazaba con tras- cender sus fronteras. En América Latina, la Revolución Mexicana alertó pero también alentó, y al calor de este doble movimiento se fue tejiendo una red de vínculos político-intelectuales qu e cubrieron un escenario cargado de tensiones . Una primera versión de elte artículo fue pruentada en el Simposio Tia, ¡'.tn'"Mio""l ¡".pact 01 111, Mui,afl R61HJf .. tio", Mexican Program Studie l. The University oC Ch ingo, octubre de 199!. Eugenia Mey er revisó el primer borrador de aq uel trabajo y posteriormente Frederich Kan:, Alan Knight, Enrique Semo .je an Meyer, Mary K.1.y y Adolfo Cilly realizaron sugerentes coment arios. A todos ellos dueo exprenr mi agradec i miento, u! como indi ca r que es exclus ivamente mía la res- ponsabilidad sobre la presente versión. 31

400-1345-1-PB

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Revolução Mexicana

Citation preview

  • Una mirada argentina de la Revolucin Mexicana: Manuel Ugarte (1910-1917)*

    Pablo Yankelevich

    Pablo Yanlr.clevic h es p~oruo,-investig,.dor de: 11. Escuda. Nacional de Historia y Antropologla de MO!;"ico. INAH-5N1.

    Lo que piensa y siente el pueblo de Mxico respecto de Nosotros (EEUU), es una especie de

    lente a travs del cual nos contempla el resto de Amrica Latina. Para ellos, Mxi co es el escenario

    central en el cual ven cmo se libran sus propias luchas, [. .. J por eso Mxico conecta o desconecta la

    solidaridad latinoamericana. '

    A. Brenner 1

    A inicios de la dcada d e los cuarenta, Anita Brenn e r, con adecuada precisin, describi el entramado de sentimientos

    que la Revolucin Mexicana gener en el espa-cio latinoamericano. En efecto, lo que en un principio se crey una revuelta ms, entre los tantos enfrentamientos armados que recorren la geografa poltica co ntinental, poco despus se convirti en una guerra de considerables dim ensiones, que n o slo se extenda en el tiempo, sino que adems, amenazaba con tras-cender sus fronteras.

    En Amrica Latina, la Revolucin Mexicana alert pero tambin alent, y al calor de este doble movimiento se fue tejiendo una red de vnculos poltico-intelectuales qu e cubrieron un escenario cargado de tensiones .

    Una primera versin de elte artculo fue pruentada en el Simposio Tia, '.tn'"Mio""l ".pact 01 111, Mui,afl R61HJf .. tio", Mexican Program Studiel. The University oC Chingo, octubre de 199!. Eugenia Meye r revis el primer borrador de aq uel trabajo y posteriormente Frederich Kan:, Alan Knight, Enrique Semo.jean Meyer, Mary K.1.y y Adolfo Cilly realizaron sugerentes comentarios. A todos ellos dueo exprenr mi agradec imiento, u! como indicar que es exclusivamente ma la res-ponsabilidad sobre la presente versin.

    31

  • Pablo Yankelevich

    Argentina no fue la excepcin. Los hallazgos ms lejanos que hem os ericontrad o, se remite n al peridico Regeneracin, de amplia lectura en los crculos anarquistas rioplatenses desde por lo menos 1906. Por otro lado, la renuncia de Porfirio Daz en 1911 , fue motivo de una aguda observacin por parte de analistas polticos preocupados en la suerte de un rgimen fund ado en el fraude y la exclusin y que , al igual que el mexi cano, mostraba signos de claro agotamiento. En este sentido, por los intersticios de un debate nacional en torno a la necesidad y caractersticas de una reforma elecloral, se fue conslituyendo un clima especialmente sensib le a informaciones dando cuenta de que una insurreccin armada haba echado por lierra la propagandizada solidez del porfiariato. 2

    Sin embargo, cuando en abril de 1914, las tropas norteamericanas ocu-paron el puerto de Veracruz, en Argenlina la Revolucin Mexicana dej de ser slo noticia y molivo de reflexiones especu lativas en las planas periods-ticas, para convertirse en objeto de preocupacin de un extendido espectro poltico. Las razones eran tan variadas como los sectores involucrados. El abanico se extend i desde las ms altas esferas del gobierno nacional, s hasta la misma jefatura del movimiento anarquista." Y entre estos dos extremos, la Revolucin Mexicana qued instalada en el seno de partidos polti cos, agrupaciones estudiantiles, ncleos libertarios, en la ctedra universitaria, yen organizaciones de carcter educativo, mutualista y barrial.

    Hacia 1910, los perfiles poltico-culturales de la nacin rioplatense, come nzaban a mostra r las primeras grietas despus de tres dcadas dedi ca-das a la construccin de la Argentina moderna. El pas alcanzaba el cnit de su expanslOn econmica. La elite gobernante, eufrica por sus logros materiales, haba conseguido constituir unjuego de referencias y validacin de comportamientos sociales que tena a Europa como nico punto de referencia. En este entorno comenz a actuar una nueva generacin de intelectuales.

    1. A. Brenner, The Wind Ihat Swept, Austin, University o fTexas Press, 1971, pg. 4. 2. El peri6dico La Pren.ta, vocero de la vertiente reformiSla en el interior de la e lite dirigente, mostr un significativo inters por demandar, a la luz del proceso mexicano, una inmediata modifl(:acin de la legislaci6n e lectoral argent~na. Vase en panicular las p1ginas editoriales de La Prensa, Bs. As., entre los meses de mayo a diciembre de 1911. y de enero a marzo de 1912. ~. El hecho de que la cancillera de Buenos Aires se inclinara a panicipar como mediadora en el connicto mexicano-estadounidense, catapult6 la situacin mexicana a las primeras planas de la prensa nacional. Esta decisin potenci condiciones para que Mxico}' su Revoluci6n ocuparan un lugar de primer orden en e l escenario politico argentino. Para una aproximacin a los motivos que orillaron a l gobie rno argentino a participar en la mediacin de Niagara Falls, vase: P. Yankelevich, ~Un Pretendido Destino Manifiesto. La diplomacia argentina y la Revolucin Mexicana 1910-19 14~ en E.tlabones, Mxico, Soner-Universidad de Colima, Nmero 2, 1992, pgs. M-H. 4. Las propuestas magonistas fueron tema de sostenido inters en las filas del anarquismo, al pun to que, la ocupacin d e l puerto de Veracruz, desat6 una consistente polmica en el seno del movimiento libertario argentino. El debate. qu e se prolong por cuatro meses, gir en lomo al carcter y perspectivas de la Revolucin Mexicana . Vase La Prole.sta, Ss. As., marzo-junio de 1914.

    32

  • Una mirada argentina de la Revolucin Mexicana

    Para la ll amada Generacin d e l 900, Argen tin a viva una si tuacin cr tica, y para enfren tarl a propusier on una serie de soluciones de ndole moral e intelectUal. En primer trmino , la aparicin masiva de elem entos desconec-tados del pasado na c ional , producto del a l.uvin inmigrator io, fu e conceptualizada como un verdadero riesgo. Ricardo Rojas expuso estas preocupaciones en La Restauracin Nacionalista} publicada e n 1909. En segunda instancia, aquellos hombr es se mostraron inquietos por el espritu materialista, por la falta de ideales, por el afn desmedido de riqueza que conside raban la contrapartida inevitable del progreso material generado por el proyecto oligrquico vigente desde 1880. Manue l Glvez plante estos problemas en El Diario de Gabriel Quiroga publicado en 1910. Y p or ltimo, un tercer elemento se abri paso en la conciencia de esta genera-cin: una postura crtica a l capital ex tranjero yde la mano de Rod, el temor a Calibn. Man uel Ugarte sintetiz estas cuestion es en El Porvenir de Amrica Latina, editado en 1910.

    La denuncia del peligro que entraaba la expansin estadounidense, trasun ta toda la prdi ca ugartista. Desde coordenadas espiritualistas, Ugarte escudri en la historia latinoamericana para erigir el concepto de raza latina e n el elemento distinto de su civilizac in. A la mirada del escritor, Amrica Latina apareca como un espacio donde "con ligeros matices, e l medio social , las costumbres,las inclinaciones, los sentimientos y los gustoS son idnticos. D esde el punto de vista de la raza, las repblicas de origen hispan o no pueden ser ms semejantes ".~ Difere ncias de "espritu" volvan irreconciliables las sociedades ubicadas a ambas mrgenes del Ro Bravo.

    Frente a las agresiones norteamericanas, Ugarte enarbola una propuesta defensiva si ntetizada en la frmula de unidad latinoamericana. E l desafo consista en trabajar por el establecimiento de vasos comunicantes entre la s balcanizadas repblicas del continente. El esfuerzo principal deba dirigir-se a "concientizar e l espritu pbli co" .6 La uni n latinoamericana, conver-tida casi en una obsesin, acompaar todo su accionar desde enton ces y hasta el fin de su azarosa existencia. 7

    5. M. Ugarte. El Porvenir de Amrica Latina, Buenos Aires, Ed. Indoamrica, 1955. pago S9. 6. bid. pg. 100. 7. Manuel Ugarte (1875 -1951). hijo de una rica familia bonaerense. arrib a la poltica desde vertientes literarias. A fmales del siglo pasado, participa de una bohemia nudeada alre d e d or de Rubn Dara durante su e$lanc ia rioplatense. desde 1897, pas la rga,s te mpo radas en Paris , yal promediar la primera dcada d e este siglo, se afili al Partido Soc ial ista de Argentina. En sucesivos viajes a Europa, desempe varias misiones por encargo de la direccin partid ari a. Su fervor hispanoamerican o . perfilado con claridad a partir de 1910, desat una fue rte polmica en e l seno del socialismo argentino. de donde sali expulsado en 1915. Despus de va rios aos de frustrados proyectos polticos. en 1919 inici un largo ~exilo~, e n C hi le y Espaa primeros, yen Francia despu s. A mediados de la dcada de 1930 regres a su pas. para reingre sar a l Partido Socia lista. pero sus diferencias polticas indujeron a una nueva y definitiva ex pu lsin. Marginado pol ticamente. y en se rios apremios econ micos por habe r dilapidad o la herencia paterna en dinintas empresas polticas y lilerarias. fue a radicar a la c iudad de Niza. Francia. donde ejerci e l periodismo. En 1948. fue rescatado d e l ostracismo por e l presidente argen tin o J uan Domingo Pern. Su vocacin latinoamer ican ista result pre miada con e l nombramiento

    33

  • Pablo Yankelevich

    En Argentina, la Revolucin Mexicana adquiri una presencia insoslaya-ble gracias al obrar de Ugarte. Los lmites necesariamente estrechos de este trabajo, impiden recorrer su prolongada y rica vinculacin con el medio mexicano. De manera ms modesta, daremos cuenta de un derrotero que, en la segunda dcada de este siglo, consigui colocar a Mxico en el centro de una movilizacin popular de desconocidos alcances en la Argentina de entonces.

    Dos cuestiones interesan. La primera, demostrar que Mxico y su Revo-lucin sirvieron de catalizador para que los contornos de una primigenia posicin antimperialista emergieran con claridad en la arena poltica argen-tina. La segunda, hacer evidente que la aproximacin de Ugarte a la realidad mexicana estuvo muy lejos de ser lineal yque su definitiva adhesin a la Revolucin, estuvo mediatizada por una campaa publicitaria ideada por hombres del constitucionalismo. Ugarte, entre otros intelectuales latinoamericanos, fue interceptado por aquella campaa, que enderez sus opiniones, hasta convertirlo en un fervien te partidario y extraordinario publicista de la causa liderada por Venustiano Carranza.

    El escritor argentino alcanz dimensin continental no precisamente por su frondosa produccin literaria -ms de 30 ttulos entre obra potica, narrativa y ensaystica-,8 sino por la colosal gesta que emprendi en favor de la unin continental. Para ello, no ahorr esfuerzos ni recursos. As, entre febrero de 1911 y diciembre de 1913, recorri una veintena de naciones latinoamericanas, haciendo pblica su voluntad de construir "el andamiaje de un sistema de defensa continental contra el imperialismo anglosajn".9

    Corno parte de este periplo, desembarc en Veracruz los ltimos das de 1911. Con tactos previos con los redactores de la Revista Moderna y las elogiosas crticas que miembros del Ateneo de laJuventud dispensaron a su libro El Porvenir de Amrica Latina, indicaban que aquella escala estaba bien encaminada. ID

    de embajador en Mxico, y ms tarde en Nicaragua . En 1950, discrepancias con los rumbos seguidos por el gobierno peronista, determinaron su renuncia al puesto diplom4tico. Ugarte volvi a Niza, donde muri en 1951. Hasta el presente, el estudio ms completo sobre Ugarte, es la obra de N. Galasso Manuel Ugarle, Buenos Aires, tUOUA. 197~. 2 vals. A pesar del apoyo documental con que cuenta dicho trabajo, el resultado e, deficiente. El maniquesmo y la ausencia de labor crtica en el manejo de sus fuentes primarias, conducen a Galasso hacia la construccin de una apologa del pensamiento de Ugarte, slo til para legitimar un ideario "nacional revolucionario" del que se dice depositario el propio autor de la obra. 8. Entre sus libros merecen ser destacados: Paisajes Parisienses, (1901); Crnicas del Boulroard, (1902); Cuentos de la Pampa, (180~); La Novela de las Horas y los Dios, (190~); Mujeres de Pars, (1904); El Arte'] la Democracia, (1905); LaJoven Literatura Hispanoamericana, (1906); Enfermedades Sociales, (1906); Vendimias Juveniles, (1906); Burbujas de la vida, (1908); Las Nuevas Tendencias Literarias, (1908); Cuentos Argentinos, (1910), El Crimen de las M.uaras, (1924), Escritoreslberoame-";canos del 900, (194~); El Naufraifio de los Argonautas, (1951). 9. M. Ugane. Op. cit., pg. 99.

    34

  • Una mirada arge ntina de la Revolucin Mexicana

    Sin embargo, maniobrando en la compleja realidad poltica de Mxico, Ugarte se convirti en la figura ce ntral de un conflicto qu e a lcanz impor tan tes dimensiones.

    El carcter "denuncia lista" de su predicamen.to, le permiti ganar una consider able simpata en los crcu los u niversitarios. 11 Simpatas a las que luego se sumaron las de otros grupO"s antim aderi stas, junto a la mayora de la prensa cap italin a.

    Antimaderistas y neoporfiristas, parapetados en puestos claves, gozando de las ventajas de tener a su lado a la prensa, atacaron constan temente a l gobierno; y entre los distintos argumentos que esgriman , apareci con insistencia la a,usacin de que la Revolucin haba sido financiada con dinero norteamericano. Este argumento resu lt coinc idente con la natura leza de las arengas de Ugarte, y stas en consecuencia coadyuvaron a fortalecer posturas nacionalistas en Mxico, al ti empo que sirvieron para legitimar el discurso de los opositores al gobierno de Madero.

    A pesar de que Ugarte manifest "ignorar por completo las cuestiones polticas in ternas de Mxico", no pudo permanecer ajenas a ellas , cuando al mismo tiempo declaraba su in tendn de "contrarrestar la infiltracin de los Estados Unidos en Amrica Latina". 12

    La procedencia y amplitud de las muestras de apoyo, orillaron a l gobier no mexicano a tomar una prudente distancia. El Aten eo de la Juventud, revoc su compromiso de patrocinar sus actividades, y el peridico Nueva Era, se encarg de aportar mayor confusin en una atmsfera de por s enrarecida, I!

    Esta situacin llev a Ugarle a denunciar una "campaa desde las a lturas, para obstruir la marcha del que slo desea que nuestras tierras se coordinen para resistir la absorcin yanqui" .14 Estas declaraciones terminaron por provocar un verdadero escndalo. Su nombre pas a ocupar las primeras planas de la prensa capitalina, y fue usado para "confirmar" la existencia de

    10. La prensa veracruzana y capitalina publiciuron su gi ra y el programa de actividades. El Ateneo de laJuventud sera el responsable de la conferencia principal. El presidente Madero y Justo Sierra, estaran entre los invitados de honor, y el discurso de bienvenida correra a cargo de Amonio Caso. Banquetes, tertulias y hasta un t literario, completaban las actividades organizadas por la intelectualidad mexicana. Vase La Opinin, Veracruz, Mxico, 21/ 12 / 1911 , El Diario, Mxico, 2/ 1/ 1912, Y El Imparcial , Mx ico, 4 / 1/ 1912. 11. Un detenido anlisis del comportamiento poltico de los estudian tes entre 1910 y 1916, ha sido realizado por Javier Garciadiego, en su arculo ~Movimjentos estud iantiles durante la Revolucin Mexicana~, enJ . Rodrguez (ed .) The Revolulonary Process in Mixico . Essays on Pohtical alld Social Changes 1880J 940. Los Angeles. Un iversity of California Press. 1990. 12. EII,.parcial, Mhico, 5 / 1/1912. I~. En su edicin del 10 de enero, Nueva Era anunc i que la visita del argentino persegua ~una obra en favor de la unin de las dosAmricas~, este artculo motiv una inmediata respuesta del visitante: ~creo que los intereses de las dos Amricas son opuestos e irreconc ili ables, y esta conviccin es e l punto de partida de la confe rencia que me propongo dar con el ttu lo de Ellos y Nosotros~, Nueva Era, Mxico, 10 y 11 / 1/1912. 14. El Imparcial, Mxico, 23 y 25/1/19 12 .

    35

  • Pablo Yankelevich

    "acuerdos" entre Washington y el gobierno mexicano"Y' Estudiantes, periodistas, y opositores de turno cerraron filas alrededor

    de Ugarte . Desde los balco nes de su hotel y ms tarde en la tribuna de un teatro capitalino, areng a sus seguidores:

    "Cada vez que permitimos al yanqui intervenir en nuestros asuntos internos, atentamos contra la raza [ ... ], debemos defender en nuestros campos la integridad territo rial, y trabajar por que se lleve a cabo la unin latinoamericana".16

    El orador no haca distingo alguno. El enemigo era "aquel que capitula, y se inclina ante la raza rival" .11 Con estas apelaciones, result fcil generar un amplio crculo de adherentes.

    La experiencia mexicana reafirm en el viajero tanto la certeza de sus denuncias como la validez de su propuesta. Su horizonte "doctrinal" mediatiz la caracterizacin del proceso que ech por tierra los trein ta aos de gobierno porfirista. Ugane adhiri acrticamente a los argumentos nacionalistas de los opositores de Madero. Sobre esta base reflexion, acerca de la Revolucin, para escribir tiempo despus:

    El general Daz tuvo que abandonar el poder, despus de haber hecho de Mxico durante su dictadura un pas prspero, por tres razones: porque se neg a arrendar a los yanquis para una estacin militar, la llamada Baha de la Magdalena, porque intent un tratado de defensa y alianza con Japn, y porque permiti, enviando un barco, que el general Zelaya, ltima resisten-cia de Nicaragua contra la absorcin norteamericana, saliera con vida de su pas [ ... ]. Para derrocar a Daz, que no quera hacer de su pas un feudo de

    15. El canciller M. Calero sali al cruce desminendo estas versiones. Justo Sierra declin su compromiso de presentar a Ugarte en el marco de una de las conferencias programadas, y Nemecio Carda Naranjo elev su renuncia como so c io fundador al Ateneo de la Juventud, en protesta ante -la conducta seguida con el ilustre husped-o En una atmsfera de por s tensa, vinieron a sumarse las explosivas declaraciones de Jos Vasconcelos que, entrevistado con motivo del conflicto, seal: ~una de las clases sociales ms degeneradas, y que mayor agota miento dej la dictadura, es la clase estudiantil L . . r La respuesta de los universitarios no se demor. Vitoreando a Ugarte . manifes taciones de universitarios recorrieron las calles c ntri cas, al punto que el presidente Madero se vi obligado a manifestar su discrepancia con las opiniones de Vasconcelo5, negando al mismo tiempo , cualquier vinculacin entre su gobierno y el norteamericano. Vi:ase: El Imparcial, Mxico, 25 y 27 / 1/ 1912; El Dia, Mxico, 26/ 1/ 1912; y El Pa, Mxico, 27/1/1912. Una crnica de estos sucesos fue realizada por el propio Vasconcelos, en su El Ulises Criollo. Mxico. SEP/FCE. 2a. parte . 1981. 16. Despus de sortear obstculos para conseguir que algn teatro rentara sus instalacione s, la controvertida conferencia se realiz en la noche del 3 de febrero de 1912. La crnica periods tica da cuenta de una multud calculada en mas de tres mil personas, pugnando por entrar. Bajo el ttulo de ~Ellos y Nosotros~, Ugarte rese el avance norteamericano en Amrica Latina. critic la Doctrina Monroe, alert sobre el Respritu utilitario de la poltica yanqui R , e insisti e n la imperiosa necesidad de concretar frmulas tendientes a la unidad continen tal. La Prefua y El Imparcial, Mxico, 4/1/1912. 17 . El Imparcial, Mxico, 28/ 1/ 1912.

    36

  • Una mirada argentina de la Revolucin Mexicana

    los Estados Unidos, la Casa Blanca invent una Revolucin [ ... ] .18

    Esta opinin pronto "result efmera; sin embargo, como resultado de esta visita, Ugarte construy el pilar que sostuvO toda su campaa solidaria, esto es, el convencimien to de que Mxico constitua un bastin privilegiado en el diseo de polticas tendien tes ala defensa de las soberanas nacionales:

    Al levantar la voz en esta tierra mexicana, creo poder gritar al continente entero que nuestra Amrica est salvada, porque sus hijos ms amenazados, son los primeros en erguirse en la propia lnea de demarcacin, para decir a los yanquis: hasta aquL 19

    Ugarte estaba en Buenos Aires cuando los "marines" desembarcaron en Veracruz. En aquella coyuntura , su prdica encontr un vivo ejemplo en e l caso m exicano. La reciente visita a Mxico, pronto lo convirti en referente obligado para una prensa vida de informaciones. Consul.tado por los peridicos, denunciaba una campaa norteamericana tendiente a desacre-ditar a Mxico:

    Los Estados Unidos estn empeados e n presentar a Mxico como un pueblo semibrbaro, con instintos sanguinarios [ ... ], cuando en realidad, el pas hermano se debate heroicamente en una lucha monstruosa ante el ms terrible de los atentados. zo

    Mientras, en el departamento de Estado y en las cancilleras del ABe comenzaba a fraguarse el plan mediador, Ugarte se diriga a la diplomacia argentina para sealar:

    Nuestra poltica exterior debe hablar claro. Decir nuestra contrariedad ante el atentado incalificable, y tratar de que la vergenza no caiga sobre nosotros. Hacer lo posible para que e n la Historia no figuremos como cmplices.21

    Ugarte haba cosechado xitos signifi cativos a lo largo de su gira conti-nental. Despus de una larga ausencia, regres a Argentina en 191 3 . La situacin mexicana se revel en extremo til para medir el grado de adhesin que sus ideas tenan en una realidad que no era otra que la de su propio pas.

    Entre el incidente en el puerto de Tampico y la invasin a Veracruz, su voz se hizo presente en decenas de declaraciones periodsticas. A raz de

    18. La Argentina. Buenos Aires. 22/4/1914. 19. Elb .. parcial. Mxico. 29/1/1912. 20. La Tarde . Buenos Aires . 20/4/1914 . 21. La Argentina. Buenos Aires . 24/4/1914.

    37

  • Pablo Yankelevich-

    ellas, el escritor argentino comenz a recibir millares de canas de adhesin a su conducta y a la causa mexicana. 22

    Esta asombrosa correspondencia, prueba que las apelaciones ugartistas hicieron mella no slo en su reducido ncleo intelectual de la capital argentina, sino en un espectro social amplio, que abarcaba militantes polticos, crculos literarios, lderes y estudiantes universitarios, organiza-ciones barriales, prensa del interior del pas, ncleos intelectuales de Uruguay y Chile, y en hombres y mujeres annimos, de humildes orgenes, que en la mayora de los casos reconocan una nacionalidad espaola.

    Junto a firmas de "relieve",2! la mayora de las cartas fueron annimas, carentes de la prosa caracterstica de las comunicaciones epistolares de la poca, pero reveladoras de una asombrosa disposicin para librar una batalla solidaria. Muestra de ello, es la siguiente cana firmada por "un obrero espaol":

    [Sic] No puedo, por menor, que tenerle que escribir, estas, mal, traza-das, letras, para que, si, presiso fuera, el, tener, que formar, una, guerrilla, para hir, a pelear, adefender, nuestros hermanos de megico, para que salieran hairosos, de la inbasion, None, A, Mericana, [ ... ] le escribo, estas letras, para que, si presiso fuera, podran contar con, migo, estando dispues-to parair y luchar, asta, derramar mi ultima gota de sangre para bien -de ls megicanos. Esto es cuanto le puedo, ofrecer, porque soy un pobre obrero. 2

    Ugane tradujo en una organizacin solidaria esta extendida red de comunicaciones. El 25 de abril de 1914 qued constituido el Comit pro Mxico, "como producto del movimiento de simpata hacia la noble nacin mexicana que sirve actualmente de rompeolas en todo el continente".25

    El Comit fue presidido por Ugane26, y en la primera sesin qued integrada una comisin de finanzas "encargada de organizar una suscripcin nacional a fin de enviar recursos pecuniarios al pueblo .mexicano".27 De igual forma, se acord iniciar gestiones para la realizacin de una manifes-tacin pblica.

    22. La cifra qu~ Ugarte manej ante la prensa era cercana a las tres mil cartas. Vase La Naci6n, La Argentina y La Manana del 26/4/ .1914. La cifra no es exagerada, ;como se desprende de la existencia de esa documentacin en el archivo personal de Ugarte que hemos revisado. 23. Entre ellas destacan las cartas enviadas por Rodolfo Chioldi, entonces joven estudiante, y futuro dirigente del Partido Comunista Argentino; por Diego Luis Molinari, militante d~ la Unin Cvica Radical; por Bartolom ZaneHa, secretario general de la Federacin Universitaria de Buenos Aires; y por nveles escritores como Bernardo Conzlez Arrilli y Pedro Sonder~guer. Archivo Gene1'al de la Naci6n Argentina. Fondo Manuel Ugane (AGNA-FMU). Leg. 32, f. 51. 24. llnd., f. 39. 25. La Naci6n. Bs. As. 26/4/1914. 26. Junto a Ugarte, integraron la comisin directiva del Comit pro Mxico: Pedro Sondereguer, como vicepresidente, Bartolom Zanetta como secretario general, y desempearon funciones de secretarios Rufino Marui, Juan Ms y Pi, Manuel Alvarez y Juan Parodio lbid. 27.lbid.

    38

  • Una mirada argentina d e la Revolucin Mex icana

    Como con secuencia, comenz a llegar u n a n ueva avalancha de carlas: instituciones educativas, sociedades mutualistas, asociaciones profesion a-Ips, clubes sociales, organizaciones estudiantiles, comits polticos, envia-ron su adhesin acompaando hojas cubierlas de firmas. Los remitentes indican una extensa distribucin territorial. En su mayora provenan de la ciudad capital y la provincia de Buenos Aires. Pero tambin llegaron desde Santa Fe, Crdoba y Mendoza. Uruguay y Chile volvie ron a estar prese ntes, e incluso una remitida desde Per, que firm el teniente R. Rebsamen en nombre de la Escuela Militar de Chori llos. 28

    A pesar del cosmopolitismo y la lejana geogrfica, un sector significativo de la sociedad argentina encontr en la demostracin de simpatas a Mxi-co, un vehculo para materializar sentimientos de identidad y p e rlen e n cia a un mbito nacional y continental. Muchas comunicaciones no eran slo d e ad hesin, sino que adems comuni caban la constitucin de "Comits" pro Mxico locales . Algunas informaban del nombramiento de representantes ante el Comit presidido por Ugarle, y finalmente otras, anunciaban la fundac in de centros polticos "cuyos fines y programas de accin procura-rn el acercamiento de los pueblos de origen latino de este continente".29

    La campaa en busca de recursos financieros no guard proporcin con e l inters que despert la causa mexicana. Donativos aislados constituan ms un motivo de celebracin, que aporles significativos capaces de confor-mar un fondo digno de enviarse a los "patriotas" mexicanos , Espordicamente, las reuniones estudiantiles fueron matizadas con entu-siastas vtores a Mxico, cuando se daba le ctura a alguna carta poniendo a disposicin cierta cantidad de dinero. Pero en realidad, el financiamiento del Comit corri a cargo de los ahorros de su presidente.

    La proyectada manifestaci n pblica comenz a planearse. Se fij la fecha del 2 de mayo. El local de la Federacin Universitaria de Buenos Aires se convirti en el cuartel general d e l Comit. Fue constiLUida una comisin de propaganda con el objeto de "soli citar el concurso franco y eficaz de los diarios metropolitanos en pro de Mxico" . Por otro lado, un nutrido grupo de estudiantes, anunci la realizacin de una serie de conferencias en distintos barrios de la ciudad, a los fines de "esclarecer la situacin, e invitar a la manifestacin".~o

    Ugarte, sin elogios de ningn tipo, apoy la gestin mediadora del ABe, aunque su apuesta fue otra: "slo la accin popular puede detener a las tropas yanquis que ocupan e l territorio mexicano", decl arab a a la pren sa, con ve n cid o d e q ue l a manifestacin p bli ca "ratificar la accin de las can ci ll e ras". 3 1

    'Las autoridades argentinas n o tuvi er o n la misma opinin , Prim e ro e l jefe de la Polica Federa l, y d es pu s e l propio Canciller Jos Luis Murature,

    28. V~as~ . ACNA. FNU. Ig5. ~2 Y 55 , fs. 182)' ~4 . 29 . lbid. I ~g. S2. f. 46. ~O . La Argentina, Bu~no5 Air~s . 28/ 4/ 1914. ~ l. lbid.

    39

  • Pablo Yankalavich

    se e ncargaron de comunicar la prohibicin de realizar cualquier demostra-cin pblica s2.

    La prensa sigui los entretelones de esta situacin. La Nacin, vocero oficialista, manifest su acuerdo con la decisin de las autoridades:

    La mediacin impone a nuestro pas la ms absoluta imparcialidad. [ ... ] sera una contrasentido que mientras nuestro gobierno ofrece para resolver el confl icto sus oficios de amigo comn, nos entregramos a manifestacio-nes abiertamente favorables a uno de los dos pases en conflicto.ss

    Otros peridicos asumieron la defensa del Comit pro Mxico. La actitud del gobierno fue calificada de "impoltica" y violatoria al derecho constitucional que garantiza la libre manifestacin de las ideas".s4

    El 30 de abril,la direccin del Comit haca pblica una declaracin que, impresa en tamao de carteles, fue pegada en las paredes del centro de la ciudad:

    Traducimos la protesta de hombres de todos los partidos, y de todas las clases sociales, contra el imperialismo, contra la conquista, con tra la anexin, [ ... ]. La manifestacin proyectada ha sido prohibida [ ... ], rogamos a todos los que se han adherido a e lla, que continen en sus puestos, y que intensifiquen la propaganda hasta que podamos dar a nuestra propuesta toda la amplitud que exige nuestro entusiasmo. Viva Mxico!!!!>

    Las actividades del comit prosiguieron. La comisin de propaganda resolvi publicar un folleto , el primero d e una serie, sobre la actuacin de Estados Unidos en Mxico. Al mismo tiempo, la direccin del Comit, dirigi una solicitud a los dueos y empresarios de cinematgrafos a los fines de no exhibir "cintas de origen norteamericano, donde el papel de traidores lo representa siempre un actor disfrazado de mexicano".S6

    El fervor latinoamericanista, cristaliz en la fundacin de la Revista Americarla, y en la creacin de una nueva organizacin: la Asociacin Latinoamericana. Estas dos instancias, tenan una estrecha vinculacin, y aunque la primera no se deca rgano de prensa de la segunda, ambas compartieron un mismo clima intelectual.

    32. Vase: La Ra7.6n. Buenos Aires. 28/4/1914 Y La Prensa. Buenos Aires. 29/4/1914. SS. La Nacin. Buenos Aires. 29/4/1914. S4. La Maana. Buenos Aires. SO/ 4/1914. El Diario Espaol, fue ms lejos. en abi~rta cr tica a recienles visilas de delegaciones comerciales estadounidenses a Buenos Aires, pas a indicar: "i ndiscutiblemente . los seores dirig~ntes del gobierno argentino, halagados por los aplausos de los ltimos viajeros yanquis, que tantos elogios les han prodigado, se inclinan del lado del ms fuerte". El Diario Espaol. Buenos Aires 29/4/1914. S5 .... CN .... FMU. Leg. 37. S6 .... CN .... FMU. Leg. 34, fs. 12.

    40

  • Una mirada argentina de la Revolucin Mexicana

    En abril de 1914, se hizo pblico un prospecto publicitario anunciando la prxima aparicin de la Revista A mericana. No es difcil descubrir la pI urna de Ugarte en la declaracin de principios:

    [ ... ] En Amrica no nos conocemos [ ... ] Es un contrasentido que las noticias de Amrica Espaola nos lleguen despus de haber pasado por Washington [ ... ]. El plido reflejo de la existencia de ciertas regiones nos llegan hoy con la ayuda de las lneas telegrficas enemigas [ . .. ] .~7

    Meses ms tarde, Revista Americana estaba en circulacin. El cuerpo principal eran noticias y artculos sobre los pases latinoamericanos. Mxico ocupaba un lugar destacado. T res anculos le fueron dedicados, y en nota editorial, Ugarte calificaba la conducta de pueblo mexicano, como un "verdadero parteaguas en el largo historial de agresiones norteamericanas a nuestro continente".~8

    Paralelamente, el Comit pro Mxico se transformaba en la Asociacin Latinoamericana. Un manifiesto redactado por Ugarte daba cuenta de que "sentimientos cada vez ms robustos de confraternidad latinoamericana" haban dado origen a su ms reciente creacin.~9

    Mientras prensa y gobierno argentino celebraban el "feliz resultado" de las Conferencias de Niagara Falls, la Asociacin Latinoamericana record 10 que todos parecan olvidar: "la solucin tan felizmen te auspiciada por el ABC, no ha contemplado que tropas extranjeras siguen ocupando el puerto de Veranuz". Por ello, en la misma Declaracin de Principios de la Asociacin, se dej asentado que las tareas de solidaridad con "la Repblica Mexicana no pueden considerarse terminadas hasta el retiro total del ejrcito de ocupa-cin".40

    El funcionamiento de la Asociacin Latinoamericana se orient hacia tareas en la esfera de la cultura. En las postrimeras de 1914, anunciaba la realizacin de un ciclo de conferencias. Entre otros, Ricardo Rojas, Manuel Glvez,]os Ingenieros, y Manuel Mora y Araujo, fueron los encargados de mantener vivo el inters por los problemas del continente.

    Ugarte no pudo romper el cerco informativo impuesto por "lneas telegrficas enemigas". 4\ Ellas terminaron por convencerlo, de que Mxico se desintegraba en una guerra civil de imprevisibles dimensiones. Esta preocupacin se hizo evidente en un documento que, a principios de 1915,

    37. Revista A.mericana. Prospecto". Buenos Aires. Abril de 1914. 38. M. Ugane. ~EI ejemplo de Mxico en Revista Americana. Buenos Aires. Nmero 1. Julio, 1914. 39 . .o.CNA FMU. Declaracin de la Asociacin Latinoamericana. Leg. 35. 40. bid. 41. La incertidumbre por la falta de informacin sobre lo que suceda en Mxico, era tambin compartida por los miem bros de una pequea comunidad de mexicanos residentes en Buenos Aires. Con la firma de Luis Vega, representante de esta comunidad, Ugarte recibi cartas elogiosas por su defensa de la causa mexicana, "ante una propaganda enemiga que cansa hasta el fastidio, con horrorosos relatos de nuestras contiendas civiles, proyectando la imagen de que somos todos forajidos, bandidos, vctimas y verdugos~ . .o.CN.o. FM U. Leg. 32, f. 69. .

    41

  • Pablo Yankelevich

    dirigi "a la juventud y al pueblo de Mxico". En l , hizo un llamado a la pacificacin, en el en tendimien to de que de e lla dependa la sobreviviencia de la nacin mexicana. "Prolongar la guerra - deca Ugarte- significa un verdadero suicidio nacional".2

    El estallido de la Primera Guerra Mundial res t atencin a Mxico en la prensa peridi ca: Mientras los diarios argen tinos seguan con banderi tas en los mapas las ms ligeras oscilaciones en la lnea de trincheras de los ejrcitos europeos, Ugarte permaneci atento a la realidad mexicana.

    Por los perfiles nacionalistas de sus propuestas,4!1 Ugarte pas a ocupar un lugar marginal en el espectro poltico argentino. Slo las org~nizaciones estudian tiles contin uaron alimentando un fervor latinoamericanista que tom renovados impulsos a la sombra de la guerra europea.

    En aquellos aos, Ugarte mantuvo una posicin claramente neutral frente a los ejrcitos beligerantes. Con igual dureza conden la agresin britnica a navos argentinos,.4 que la ocupacin de Blgica por el ejrcito alemn .

    Aunque el discurso nacionalista generaba escasas adhesiones, no suceda lo mismo cuando Ugarte apelaba a la causa de las naciones dbiles avasalla-das por las potencias mundiales. En este terreno fue donde cosech sus mayores xitos. Despus de la prohibida manifestacin en apoyo a Mxico, la defensa de Blgica sirvi de prueba para demostrar la capacidad de convocatoria de la Asociacin Latinoamericana. Acompaada de una am-plia publicidad, la Asociacin realiz un acto en un teatro capitalino. Las espectativas de Ugarte quedaron plenamente satisfechas, "tal fue la afluen-cia de pblico, que la polica se vio en la imprescindible necesidad de cerrar las puertas del acceso al local" .5

    En agosto de 1915, se reactiv la campaa en favor de Mxico. Los detonadores fueron por un lado, la decisin de la cancillera argentina de volver a inmiscuirse en los asuntos mexicanos, participando en la Conferen-cia por la Paz convocada por el Departamento de Estado, y por otro, la estrategia diplomtica que, hacia Amrica Latina, despleg el carrancismo para denunciar el nuevo proyecto intervencionista.'f(i En este contexto, el peridico La Tarde de Buenos Aires, reprodujo un editorial de El Pas de Mxico:

    42 . ACNA F),ju. -A la juventud y al pueblo de Mhico- . Enero 1915. Leg. 30. 43. Ugarte aprovech6 la expe riencia de la A50ciacin Latinoamerica. para dirigir su mirada hacia la realidad argentina. A mediados de 1915 fund una efmera organizaci6n, que con el nombre de ~Comit Popularw , pas a enarbolar un programa que, en tre otros puntos, contemplaba la proteccin y e l fomento de las industrias nacionale s, la explotaci6n estatal de las riquezas minerales y forestales, el abaratamiento de los servicios ferroviarios, la creacin de una marina mercan te; y la intensificaci6n de los vnculos comerciales con el resto de Amrica Latina. En su proyecto poltico, Ugarte incluy la ed ici6n de un peridico L4 Patrj4, que por dificultades financieras s6lo circu l tres meses. Vase M. Ugarte . El Dtstino de wn Continente. Buenos Aires. Ed. Indoamrica . 1953. pg. ~24 Y ss. 44. A fines de 1915, el crucero britnico Orama apres al vapor argentino Presidente Mitre. Este hecho, durante semanas ocup la atencin del peridico de Ugarte. y fue motivo de actos estudian-tiles en solicitud de una inmediata "reparacin " ingl esa. Vase. La Palria . Buenos Aires. Diciem bre de 1915. 45. La Argentina. Buenos Aires. 20/6/ 1915.

    42

  • Una mirada argentina de la Revolucin Mex icana

    Argenti n a en vergon zosa entente con los Estados Unidos, [ ... ] se ala a l e n e migo jurado d e nues tra raza [ ... ] Qu dira ahora Manuel UgarLe? y

    Ugarle no tard e n responder: "Tiene razn El Pas, el ejemplo que estamos dando en Amrica merece ser calificado de vergonzoso [ ... ], pero nadie puede creer que la opinin de Argentina abandona a Mxico".-l8 Y como m uestra de ello, la Asociacin Latinoamericana convoc a un acto que se realiz en la Plaza del Congreso de Buenos Aires. En la tarde del 22 de agosto d e 1915, m s de diez mil personas se congregaron en una manifesta-cin sin precedentes en la Argentina de entonces .

    En tre banderas argen tinas y mexicanas, acompaado de lderes estudian-ti les y representan tes de la com unidad mexicana residente en Buenos Aires, Ugarle se dirigi a los asistentes para pregu ntar:

    Con qu derecho intervenimos en Mxico, si Mxico expresa de maner a tan definitiva su rechazo? [ ... J. Extendamos la mano a Mxico ,pero que sea para servirlo y no para servirnos de l [ ... ] . El pueblo y lajuventud argentina no apoyan la intervencin! Viva Mxico!.49

    Carente de autorizacin, la represin no tard en ll egar. Una vez terminados los discursos, y ante la espontnea decisin de los concurrentes de realizar una marcha por las calles adyacentes, la polica "carg contra la multitud persiguindola hasta en las aceras".~o Entre heridos y detenidos concluy aquella manifestacin de solidaridad con Mxico.

    Por su desbocado antinorteamericanismo Ugarte termin excluido de los crculos de la poltica oficial argentina,51 aunque desde e l extranjero continuaba siendo objeto de elogioso reconocimiento.~2

    Las noticias del ingreso de la expedicin Pershing y tiempo despus, el com bate de El Carrizal, inyectaron nuevos nimos a las huestes ugartistas. A

    46. A mediados de julio de 1915. el secretario de estado norteamericano. R. Lansing. convoc a los miniSITOS del Me,junto a los de Guatemala, Bolivia y Uruguay. La bsqueda de frmulas tendientes a la pacificacin de Mxico , mal esconda el inters estadounidense por tratar de incidir en los asuntos me xicanos. Esta situacin fue abiertamente de nun ciada por la diplomacia constitucionalisla. Con la firma de E. Arredondo, y ms tarde con la de V. Carranza, fueron giradas comunicaciones a las can cillerias y presidencias latinoamericanas. En Argentina, y ante el manl o de Hco nfidencialidad~ que la cancillera otorg a esta nueva Hgesti6n mediadora M la legacin mexicana consigui que aquellas com unicaciones fueran publicadas por la prensa de Buenos Aires. (vase, La Prensa. Bs. As. 14/8/1915). Sobre esta Conferencia, que a la postre term in otorgando reconocimienlo diplom tico al gobierno de Carranza, vase : Secretara de Relaciones Exteriores, La labor internacional de la Revoluci6n ConstituciQnalista, Mxico, Imp. de la Secretarfa de Go~rnacin, 1918; e 1. Fabela, Historia diplomtica de la Revolucin Mexicana, Mhico, FCE, 1959, 2 vols. 47. La Tarde. Buenos Aires. 28/7/l915. 48. lbid. 49 . La Nacin. Buenos Aires. 2S/8/1 916. SO. La Nacin. Buenos Aires. 23/ 8/ 191 S. SI. A fines de diciembre de 1915, amigos y seguidores de Ugane, p ropusiero n y dieron amplia publicidad a u na campaa en favor de que fuera nombrado embajador arge n ti n o en Bo,livia. En ese pas, segn consigna El Diario de la Paz (3/2/1916). la posibilidad de aquel nombramie n to, fue

    43

  • Pablo Yankelevich

    finales de junio de 1916, el "Palad n de la causa latinoamericana" volvi a colmar la capacidad de un tea tro de Buenos Aires, para elevar su protesta ante la nueva invasin estadounidense .... ~

    En el arco solidario que Ugarte co n sigui articular, su percepcin de la explosin revo luc io nari a continuaba inalterada. Ella se r edu c a a un pro-ducto de las maquinaciones a n exionistas de Wa sh ington .5 4 Sin embargo , esta aproximacin no fue obstculo para que rpidamente fuese intercepla-do por los em isarios de un constilucionalismo urgido por ganar apoyaturas in lernacion ales. 55

    El carrancismo encontr e n Ugarte un verdade ro interlocutor, y en buena medida, el responsable de e llo fue Isidro Fabela.~

    Desde su llegada a Buenos Aires, el diplomtico mexicano eSlrech vnculos, para desde entonces sell ar una amistad que un i a ambos por el resto de sus vidas.

    Fabela no tard en descubrir las ven taj as que reportara un acer camien to enlre . Ugarte y el gobierno mexicano, p or eso, desde Ro de janeiro, lelegrafi a Carranza:

    recibida con beneplcito. Sin embargo, el ca nciller Murature se encarg de desechar esta designa-cin. En carta dirigida a Ugarte indic que exista una marcada incom patibilidad en tre *sus notorias ideas sobre la poltica internacional latinoamericanista, y las que profesa el gobierno actual [ ... J sostenidas en el concepto del pan am erica nism o, sin exclusin de los Estad os Unidos, y sin n ingn recelo a la poltica de est e pas~. ACNA. FMtJ. lLg. 31, f. 183. 52. Proced e ntes de Ch ile, Uruguay, Colombia, y distintas ciudades centroamericanas, Ugarte fue destinatario de una significativa cant idad de telegramas y cartas, instndolo a proseguir su lucha. Entre esta correspondencia, a fines de febrero de 1916, recibi por corre o un libro acompaiiado de un breve esquela: "Me honro suplicando a Ud. que pase r e vista a la penltima pgina de mi obra El MIlo de Mrmfoe. La mencin que de Ud. hago en ella, es un acto de j us ticia ' lbld. Leg. 38. El firmante era el diplomtico e histOriador mexicano Carlos Pereyra . 53. AeNA. F!>ItJ . Vase: Discurso de Ugarte. 26/6/1916. Leg. 31, f. 172. 54. Al promediar 1916. Ugarle declaraba en la prensa de BuenosAires: ~ La Revolucin interrumpi treinta aos de paz, treinta aos durante los cuales el monstruo del imperialismo ha acechado desde el otro lado de la frontera, esperando dar el zarpazo. [ ... ]. Derrotado Porfirio Daz es el oro imperialista el que corrompe a los hombres [ ... ). son los pertrechos imperialistas los que permiten a cualquier aventuruo levantarse en armas contra las autOridades [ ... J, son las inlrigas imperialistas las

  • Una mirada argentina dela Revolucin Mexicana

    Creo muy conve nie n te que Ud. conozca a Manuel Ugarte . Creo que se r un activo, inteligente y entusiasta propagandista de n u estra causa nacion al y continental. 57

    Mientras el canciller Cndido Aguilar se aprestaba a girar una invitacin especial para que visitara Mxico, en Buenos Aires,la Legacin Mexicana se encargaba de organizar el ceremonial para la conmemoracin de la inde-pendencia. Suspendidas durante un quinquenio, en 1916 y con un amplio despliegue propagandstico, volvi a conmemorarse el "Grito de Dolores". La recepcin oficial tuvo a Ugarte como principal orador. 58

    En octubre de 1916, Fabela entreg a Ugarte una invitacin oficiaL59 Al mismo tiempo, se pona a su disposicin, la suma de tres mil quinientos dlares para sufragar los gastos del viaje. 50

    Su partida estuvo precedida por una serie de actos. Uno de ellos se realiz a mediados de enero de 1917, Y fue convocado para rendir homenaje a una delegacin de estudiantes mexicanos recin llegada a Buenos Aires. El carrancismo promovi esta visita , que tena por objeto estrechar relaciones con las organizaciones estudiantiles argentinas. 61 La legacin mexicana en Buenos Aires present a los viajeros ante la Asociacin Latinoamericana y la Federacin Universitaria de Buenos Aires, y esta ltima fue la encargada de promover la reunin. En aquella asamblea estudiantil, destacaron como

    57. Archivo Histrico Diplomtico M la Secretaria de Relaciones Exteriores. Fondo Embajada de Mxico en ATgentina. (AHDSRE.EMAlI.C) Caja 19161919, exp. 3, f. 4. Fabela. 1/ 9/1 914. 58. Vase: La Prensa. Buenos Aires. 17/9/1916. 59. AHDSRE.lMAJI,C. Exp . 3 . f. 7. Fabela. 5/10/1916. 60. bid. Exp. 3 . f. 14. en se pti e mbre de 1916. Fabela comunic a Ugafte que el gobierno m exicano es taba interesado en invitarlo. Antes de aceptar. Ugarte expres su deseo "de que la invitacin aparezca dI! alguna forma firmada por intelectuales o es tudiantl! s". (AHDSRE. Argentina. Exp. 18/11/ 1916. Fabela 29/11/1916.) Para Ugarte, publicista al fin, la natural~za de la invitacin resultaba importante, por ~Ilo cuid todos los detalles para una prxima actuacin ~n Mxico. Una invitacin extendida por organizacion~s ~5tudiantiles, aseguraba un auditorio en el que, por otra parte, ya haba incursionado con xito aos ante s. Fabela no encontr dificultad para satisfacer a Ugarte. Por ello la invitacin oficial llev la firma del rector de la Universidad Nacional dI! Mxico, Jos N. Macas. Por otra parte, e sta institucin se hizo cargo de los gastos de estada del visitant~, entregndole a su llegada la suma de $ 5.000 mexicanos. (Archivo del Centro de Estudios sOMe la UnivtT$idad. UNA!.!. Mxico. Fondo Rectora, caja 9. exp. 125, f. 03781). Cantidad a la que se sumaron otros 3 .500 dlares estadounidenses que le entreg e n Mxico la cancillera mexicana. (AHOSIlE . [MARC) . 1916-1919. legajo 6. Exp. 3, foL 70. 61. Por inte rmedio de Ugart e. Fabela e strech contactos con las organizaciones estudiantiles de Buenos Aires. Los permanentes viajes que el diplomtico mexicano r e alizaba entre Santiago de Chil e y la capital argentina, fueron aprovechados por la Federacin Universitaria de Buenos Airl!s, para solicitar que sirviera de emisario entre aquella Federacin y la de los universitarios chilenos. Fuero n varios los mensajes intercambiados gracias a la gestin de Fabela, quin interpret estas misio nes como muestra s de confianza y adhesin al gobierno d~ Carranza: ~es necesario que en Mxi co sean conoc idos estos hechos -te legrafiaba Fabela- para que los estudiantes mexicanos pueda n ver en esta distincin que se hace en mi carcter de ministro, la simpata que nuestra p a tria insp ira" . (ASREM. AEMARG. 19 16-1919. Exp. 8. f. 4. Fabela. 10/11/1916). Por otra pa rt e, la delegaci n que lleg a Buenos Aires, estuvo integrada p or Adolfo Disen ti s y En rique Peim be r , e studia ntes d e Leyes e In ge niera respe c tivame n te . Vase La Prensa, Bu e nos Ai res. 4/ 1/1917 .

    45

  • Pablo Yankelevich

    oradores dos futuros lderes del movimiento de reforma universitaria: Gregario Berman y Jos Ma. Monner Sanz.

    Los estudiantes argentinos maduraban la idea del papel que, poco despus, se asignaron cuando el estallido del movimiento reformista. Las apeladones de Ugarte hicieron mella en la conciencia de aquellos lderes, y stos comenzaron a manifestar una firme voluntad por capitanear un movimiento de amplia regeneracin poltica que pronto hall eco en el resto del continente.

    En esta coyuntura se insert la experiencia mexicana. Mxico comenz a aparecer como tierra de una nueva utopa; tierra de libertad, de r"eformas y herosmo, con gobernantes interesados en afianzar la unin latinoameri-cana, fundamento de un futuro que se pensaba afortunado.

    Para los oradores de aquel acto, Amrica Latina estaba en los umbrales de una nueva era, y en ella, segn palabras de Berman, Mxico despus de su Revolucin, encarnaba "el modelo de una democracia americana, gober-nada por fuerzas de cultura y de derecho, y no por el privilegio y la conveniencia" .62

    Fue en los ltimos das de enero de 1917, cuando Ugarte inici su viaje. 6S Este volva a asumir la forma de gira continental. Dadas las inseguridades de las comunicaciones en el Atlntico, se opt por una ruta que inclua Santiago, Lima, Panam y La Habana.

    El viajero emprendi su aventura en medio de un convulsionado escena-rio internacional. Los alemanes haban declarado la guerra ilimitada. De-finir una postura ante un eventual ingreso del ejrcito norteamericano al campo de batalla europeo, se convirti en preocupacin central de gober-nantes, polticos e intelectuales del subcontinente. Compartiendo esta inquietud, el neutralismo de Ugarte, comenz a virar gradualmente hacia posiciones pro germanas.

    Entrevistado en San tiago de Chile, expres: "Si recordamos que Amrica Latina aprovech la guerra de Francia con Espaa para emanciparse de sta [ ... ], no podra asombrarnos que las regiones actualmente sojuzgadas por los Estados Unidos, sacaran legtimamente partido de un conflicto que tendra que aligerar fatalmente la presin que sobre ellas se ejerce".61

    La in tercepcin carrancista comenz a mostrar sus primeros frutos. La propuesta mexicana de conformar un bloque de pases neutrales fue elogia-

    62. La Unin. Buenos Aires. 20/1/1917. 63. Todava antes de su partida. Ugarte fue objeto de dos despedidas. La primera corri por cuenta de las asociaciones estudiantiles de Buenos Aires. quienes lo hicieron portador de comunicados y documentacin dirigidas a las organizaciones universitarias mexicanas. La segunda. fue organizada por l. Fabela. Esta tuvo toda la solemnidad de un actO- oficial, al que concurrieron en pleno los ministros latinoamericanos. el embajador espaol yel ministro de Portugal acreditados en Buenos Aires. Vase, Critica. Buenos Aires. 24/1/1917. AHDSRE. Argentina. Exp . 18/11919. f. 15. 64. El MercuriQ. Santiago de Chile. 14/2/1917.

    46

  • Una mirada argentina de la Revolucin Mexicana

    da por el argentino,o5 asumiendo una defensa del constitucionalismo a travs de la crtica al ABC:

    El ABC se mat a s mismo, [ ... ] por ms que esto no se haya confesado, ni sabido, ac~pt en sus confere.ncias a uno de los partidos en lucha, sacrifican-do al que result triunfante [ ... ] El ABe no tuvo independencia [ ... ], naci influenciado por un lejana paternidad. 66

    Estas declaraciones despertaron una avalancha de acusaciones. Acorra-lado por una prensa que no vacil en denunciar que su campaa era financiada con dinero alemn, Ugarte, en aquella escala chilena, recibi una nota solidaria firmada por Fabela:

    Quin sabe cul ser el resultado prctico de su campaa ideal, pero tanto Ud. como yo, sabemos que si nuestro afn de unir a todos los pueblos de la Amrica Latina no tiene pronto xito, lo tendr mediato, habr de tenerlo, porque vive en nuestra sangre, y en otra ley fuerte tambin: la con ven iencia. 67

    Con la mirada puesta en Mxico, el escritor continu su viaje. A lo largo del itinerario, repeta insistentemente, lo que en efecto crea:

    Mediante actos de independencia y gallarda [ ... ] Mxico se ha puesto de pronto a la cabeza de la poltica latinoamericana. 69

    Ugarte lleg a Mxico en los primeros das de abril de 1917. Contrastan-do con su anterior visita, en esta ocasin, "gobierno y pueblo" mexicano tributaron, en una ininterrumpida secuencia de homenajes, el reconoci-miento que el visitante esperaba.69

    En Veracruz los actos se prolongaron varios das, pero adems, la travesa rum bo a la Capital se demor ms de lo previsto, en cada escala del ferrocarril, la presencia del "ilustre husped" era objeto de demostracin pblica.

    65. La Uni6n. Santiago de Chile. 17/2/1917. 66. El Mm:urio. Santiago de Chile. 14/2/1917. 67. ACNA. FWU. Leg. SI. Fabela. 11/2/1917. 68. Diario de la Marina. La Habana. S/~/1917. 69. Las organizaciones estudiantiles asumieron el papel de anfitriones. Migue! Torner, presidente del Congreso de Estudiantes del Distrito Federal, encabez una delegacin que viaj a Veracruz para sumarse a los actos de bienvenida. Una multitud estimada en cinco mil personas, se congreg en los muelles del puerto para aclamar a Ugarte: "Muchas personas, haciendo uso de botes de gasolina y de remos, fueron a encontrar al vapor hasta fuera de la baha. Cuando el viga anunci que el Mara Cristina estaba a la vista, la multitud prorrumpi en aclamaciones que fueron aumentando conforme se acercaba el buque". (El Pueblo, Mxico, 16/4/1917). El general H.Jara presidi6 e! recibimiento. En los das subsecuentes, Ugarte se entrevist con autoridades civiles y lderes obreros, visit redacciones de peridicos y guarniciones militares. Vase: E:ccelsior. Mxico. D. F. 9 Y 10/4/1917.

    47

  • Pablo Yankelavich

    "Una verdadera ola humana invadi los andenes de la estacin", cuando el tren arrib al Distrito Federal. Entre los Acordes de una banda militar, y rodeado de delegaciones de profesores y estudian tes universitarios, Ugarte sentenci: "Mxico era ignorado en la Argentina, pero ahora se le respeta y quiere", y con estas palabras, qued inaugurado un programa de eventos que habra de prolongarse por espacio de casi dos meses. 70

    Una agenda atiborrada de actividades llen las primeras semanas de su estada. No faltaron las entrevistas con miembros del gabinete y con el presidente Carranza. Con relacin a esta ltima, el visitante apunt en su diario de viaje:

    Me recibi sin pompas, y durante la audiencia, que dur hora y media, habl de resistencias conjuntas, de ideales amplios, como jams lo hizo an te m ningn otro presidente.71

    Ugarte estaba frente al modelo de gobernante que su prdica propona, y sta, sin lugar a dudas, se vea plasmada en aquel momento de la historia mexicana. Segn su versin, de claros matices autocelebratorios, pregunt a Carranza si sera nociva para la poltica de Mxico. una completa exteriorizacin de las ideas que sostena. "Exponga Ud. cuanto crea nece-sario -repuso Carranza- y tenga la certidumbre de que nunca dir contra el imperialismo ms de lo que yo pienso".72

    La noticia de su llegada a Mxico, comparta los titulares de la prensa junto a otros que daban cuenta de la determinacin de la mayora de los gobiernos latinoamericanos de acompaar a Estados Unidos en su declara-cin de guerra a Alemania.

    Un ambiente mexicano permeado de opiniones favorables al bando germano,7! sirvi a Ugarte para confirmar la perspectiva con que, a ltimas fechas, observ el conflicto europeo.

    Ugarte comprendi y comparti los verdaderos sentimientos que se expresaban en aquel ambiente; por e Ilo. en dos conferencias sostenidas en la ltima quincena del mes de mayo,7. asumi u n a abierta defensa de los

    70. bid. 12/4/1917. 71. M. Ugarte. Mi campaa hispanoaffCnicana. Barcelona. Ed. Cervantes. 1922. pg. 81. 72. IllId. 73. Sobre la conducta del gobierno carrancista frente a la Primera Guerra Mundial y los intereses alemanes en Mxico, vase: F. Ratz. La Gu~fTa S~CTtla ni Mixico, td. Era. 1982. Vol. IJ. 74. Originalmente ~stas r~uniones deban r~alizarse en d auditorio de la Escuela Nacional de Ingeni~ros. Sin embargo, para sorpresa d~ los organizador~s y satisfaccin d~ Ugart~, la confer~ncia debi suspenderse. -El saln de Mineria compl~tamente ocupado por ms d~ seiscientas personas. no daba acceso a cerca d~ ochoci~ntas ms que se encontraban en patios y pasillos, y que solicitaban que Ugarte hablase eD el patio para que todos lo oyesen~. Pero la falta d~ condicion~s acSticas, y las dimensiones del local t~rminaron por convencer a los estudiantes de la necesidad de aplazar el evento, para buscar un local capaz de albergar a todos los concurrentes. Exulsiof. Mxico. D. F. 10 / 5/ 1917. A diferencia de lo acontecido en 1912, los estudiantes DO tuvieron dificultad para con tratar las instalaciones del Teatro Ideal. Este fue la sede de las dos conferencias que Ugarte imparti el 12 yel 23 de mayo de 1917.

    48

  • Una mirada argentina de la Revolucin Mexicana

    imperios centrales. Situacin que le vali el mote de germanfilo, del que no pudo desprenderse sino muchos aos despus.

    En sendos actos presididos por el rector de la Universidad Nacional, directores de escuelas y representantes estudiantiles, adecu su propuesta defensiva .a los tiempos del mundo convulsionado por la guerra. Bajo el ttulo de "La diplomacia latinoamericana", el orador defendi "una neutra-lidad que como en Mxico, no escondiera simpatas por los pueblos de los imperios cen trales [ . .. ], porque una Alemania victoriosa hara contrapeso al imperialismo del Norte, mien tras que el triunfo de los aliados, significar un protectorado norteamericano [ ... ]". 7!,

    Entre una mayoritaria prensa favorable, slo El Universal se permiti disen tir. En apoyo del bando aliado, dedic varios editoriales, pero tambin abri una seccin donde el pblico poda expresar sus opiniones.

    A pesar de sus ataq ues, el peridico dirigido por Flix Palavicini se cuid ' de no descalificar por completo la figura del "ilustre visitante", que por cierto, continuaba siendo motivo de homenajes:

    Los brillantes antecedentes de Ugarte, que lleva quince aos dedicados a la defensa del ideal latinoamericano, no permiten ninguna duda sobre los mviles de su conducta, sino fuera as, despertara algunas sospechas [ ... ], a veces se antoja estar en presencia de una agente diplomtico de la Wilhemstrasse. 76

    Ugarte no guard silencio. Sus argumen tos fueron pobres, pero de una eficacia que termin por clausurar la polmica generada por El Universal:

    El problema es claro, debemos estar a favor o en contra de los que despus de haberse apoderado de la mitad del territorio, han invadido dos veces la tierra mexicana en estos ltimos aos? Yo he expresado mi conviccin, que los que piensen lo contrario abandonen las sutilezas, para definir su manera de ver. 77

    Si el germanismo de Ugarte nos parece de dudosa factura,lo fue tambin para Manuel Malbrn, ministro argentino en Mxico, quien por cierto, tena pocas simpatas por nuestro personaje. 78 El diplomtico argentino, testigo de aquellas manifestaciones pro alemanas, tiempo despus escribi en un informe:

    75. lbid. 76. El Univenal. Mxico. D. F. 26/5/1917. 77. lbid. 30/5/1917. En su inclinacin por Alemania," Ugane no repar en cuestiones raciales, ni espirituales. Poco importaba el origen sajn de un pueblo. de cuyo triunfo pasara a depender el fUluro latinoamericano. Esta posicin revela las propias limitaciones de su arsenal terico, como las contradicciones en su discurso. En l no exista ninguna conceptualizacin del fenmeno imperialista, y ste fue reducido a los aspectos "anexionistas~ de la poltica exterior norteamericana.

    49

  • Pablo Yankelev ich

    El verdadero sentimiento es antiyanqui , pero no pudiendo desahogarlo con gritos de "Mueran los Estados Unidos", buscan su vlvula d e escape gritando_"Viva Alemania", sin que ese grito importe e n realidad otra cosa que el de "Vivan los que enfrentan a los Estados Unidos".79

    La prolongada estancia e n Mxico permiti a Ugarte valorar por primera vez e l fenmeno revolucionario . Yen funci n de ello, en cada escala de su ruta de regreso, fu e perfilando los contorn os de una campaa en favor del gobierno surgido d e la Revolucin.

    Interrogado por periodistas e n Lima, Ugarte abandon para siempre la defensa de Porfirio Daz, y pas a indicar:

    Durante los regmenes anteriores Mxic o haba seguido una poltica de condescendencia [ .. . ] . con la Revolucin se han roto muchas tradiciones, y entre otras, la de vivir supeditado a loque vie ne del Norte [ ... ]. El gobierno de Carranza marca el primer momento en qu e una repblica latinoamerica-na se ha atrevido a erguirse ante los Estados Unidos, iniciando una poltica de emancipacin".80

    En Chi le se explay aun ms: "La Revolucin Mexicana no ha sido un simple choqu e entrejefes, ha sido una remocin fundamental de la vida del pas [ ... ] ". El texto del Artculo 27 constitucion al mexicano fue motivo de alabanza, 81 pero sobre todo, y para satisfaccin del constitucionalismo, Ugarte se encarg de transmitir la siguiente imagen :

    "He rec orrido la Repblica Mexicana [ ... ] y puedo afirmar de manera definitiva, que Mxico se encuentra actualmente en plena era de reco nstruc-cin [ ... ]. El gobierno constitucional, perfectamente legalizado [ ... ] contro-la efectivamente la situacin del pas. s:!

    De regreso en Argentina, la prdica de Ugarte se sum al torrente de un discurso "juvenilista", que poco despus se transformara en voluntad cole c-tiva para confluir e n las movilizaciones de la Reform a Universitaria. Y en efe cto, la explosin reformista de 1918 captur a nuestro "paladn", para

    78. A principios d~ 1917, conocida la noticia d~ la prxima visita d~ Ugan~, Malbrn in form a su Can cill ~ra d~ conv~rsaciones con el ~mbajador nort~am~ricano H. FI~ l cher, ~n las qu~ comprome-ti su palabra, para secundar aest~ ltimo en las quejas qu~ p res~ntara al gobiuno de Carranza por la invitacin exte ndida a Ugart~. La reformulaci6n de la poltica hemisfhica e ncarada por ~l gobi~rno d~ H. lrigoy~n , d~ l~rmin6 qu~ ~I ministro arg~ndno, r~c ibi~ra una s~ ri a r~primenda de su cancillera. Producto de ella, Malbrn Opt por guardar una prudente pr~scind~ncia fr~nt~ a la vista d~ Ugarl~. Archivo del Ministerio tU Relaciones Exteriores y Culto. Seccin Diplomtica y Consular. (AMR11CA. SDC.) Caja 1710. M. Malbrll. 8/1/1917, H. Pueyrr~dn 10/2/1917. 79. AMUCA. SDC. Caja 1710. Malbrn . 1/ 6/1918. 80. El tiempo. Lim a. 17/ 7/ 1917. 81. El Mercuri o. Sa n tiago d~ Chil~. 5/ 8 / 1917. 82. La Unin. Bu~nos Aire!. 4/10/1917.

    50

  • Una mirada argentina de la Revo luc i n Mex icana

    convertirlo en el principa l orador en el acLO de fundaci n de la Fed e r acin Universitaria Argentina. La Reforma Universitaria estaba en marcha, y en las proclamas estudiantiles, impregnadas de fervor latinoamericano, resulta fcil descubrir la impronta ugartista.

    A pesar de 10 distan te y diferente, Mxico revolucionario dej una huella profunda en Argentina. Frente a la quiebra del europesmo implcita en la Primera Guerra Mundial, en un sector importante de capas medias, la experiencia mexicana ampli el horizonte de un reclamo tendiente a recomponer el espacio social y poltico. Desde esta perspectiva, la gesta de Ugarte tuvo la virtud de introducir la cuestin mexicana en una Argentina hasta entonces de espaldas al resto de Amrica Latina, permitiendo que decantaran reflexiones y comportamientos de claros perfiles antimperialistas.

    Lo anterior, en buena medida, se debi al diseo de una campaa publicitaria que el carrancismo emprendi con el objetivo de enderezar imgenes distorsionadas que del proceso revolucionario transmitan los cables norteamericanos. Esta campaa mostr una sorprendente eficacia, sobre todo en un sector de la sociedad argentina particularmente sensible al acontecer continental.

    De entre todas las facciones en lucha, la constitucionalista fue la nica que demostr una sostenida preocupacin por legitimarse en el terreno internacional. Carranza y sus hombres rpidamente se percalaron que las batallas para el triunfo deban ser tanto militares como diplomticas. Y entre estas ltimas, desde 1914, el frente latinoamericano mereci una atencin especial.

    Enviados especiales, ministros plenipotenciarios, y delegaciones obreras y estudiantiles, iniciaron un permanente recorrido por la geografa latinoa-mericana. El inters por explicar el verdadero sentido de la Revolucin, pronto decant en la proyeccin de la imagen de un pas en pie de lucha contra las agresiones norteamericanas. El combate por la defensa de la soberana nacional, liderado por la faccin que a la postre result victoriosa, consigui articular en el espacio latinoamericano una red de vnculos poltico-intelectuales de perdurable presencia una dcada ms tarde.

    El carrancismo no escatim recursos financieros en su esfuerzo por constituir una retaguardia solidaria. El presupuesto destinado a la "captura" de Ugarte (cerca de U$ 10.000) resulta significativamente elevad o. Pero nuestro Paladn no fue una excepcin. Desde 1916, campaas periodsticas, llenaron p lanas de la prensa rioplatense, recepciones oficiales y conferen -cias sirvieron para propagandizar la gesta revolucionaria, e l envo perma-nente de folletera apologtica engros acervos de bibliotecas pblicas y privadas, mi en tras se apil aban en las red acciones de p e ridicos y revistas. La lucha de Mxi co amenazado e invadid o, comenz a asu m ir con to r n os de "ej emplaridad", q u izs p o r e llo y parafras~ando a Anita Brenn e r , la Revo lu -cin Mexicana perm iti conec ta r a la Argen tin a por los cauces d e un movimie n to de ampli a solidaridad contine n ta l.

    51