4 claves de oro para vivir en los nuevos tiempos

“Un Dios átomo, duerme en cada piedra, 

Despierta en cada planta, 

Se mueve en cada animal, 

Piensa en cada hombre  

Y ama en cada ángel. 

Por eso: Trata a cada piedra 

Como si fuera una planta, 

A cada planta, como si fuera un animal, 

A cada animal, como si fuera un hombre 

Y a cada hombre como si fuera un ángel.” 

Upanishad. 

 

 

 

 

 

 

En esta época de la humanidad la tarea está unida al sentido de vida, después de vivir una época racional, oscura, ignorante del potencial espiritual, sin amor verdadero a Dios y a los demás, el ser humano debe vivir un nuevo despertar de la conciencia individual y colectiva, donde la devoción, la fraternidad y el respeto, serán las fuerzas rectoras de la conciencia.

Tal vez hoy, obligados a invernar, este sea un buen momento para fomentar las virtudes de la devoción, la compasión, la gratitud, el asombro, la contemplación y la paciencia que tanto necesitamos hoy la humanidad.

Hania Saycosvsky dijo: “Nuestro paso por esta dimensión, tiene que ser significativo, ayudemos a Dios a restablecer el orden divino en la tierra, cada uno ordenando nuestra propia vida y aportando desde nuestras posibilidades.”

Creo que este es un buen momento para comenzar a restablecer el orden divino en la tierra, siendo más espirituales descubriremos al único maestro, el ser crístico que vive en cada uno de nuestros corazones, el que nos muestra el camino de las virtudes en contraposición con los defectos, el que combate el ego, el que nos enseña a través de la meditación real y la oración, lo que hay que hacer, no desde una meditación evasiva y artificial; sino desde aquella meditación que se da a través de la acción cotidiana, de la voluntad constante y amorosa, que se encuentra en la disciplina y la paciencia de los aprendizajes, la que te lleva al conocimiento de sí mismo, la de las renuncias, aquella que nos saca de la zona de confort y que a veces aunque nos haga llorar, nos conducirá por el camino correcto para hacer lo que hay que hacer.

Creo que un día, ya no buscaremos afuera lo que tenemos adentro, encontraremos las respuestas en nosotros mismos, ya no volveremos a lo mismo, la forma de hacer las cosas no será igual, sabremos lo que debemos soltar, y lo que debemos cerrar; descubriremos lo nuevo que tenemos para aportar, para poner al servicio de la humanidad, y no solo vivir para nuestro propio bienestar. En la renovación caben las preguntas: ¿Es importante lo que yo hago para sostener la vida? ¿O es superfluo?  

 

 

“Para que pueda ser yo, he de salir de mí, buscarme entre los otros, los otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia”. 

Octavio Paz  

Entenderemos con más claridad que vinimos a la tierra a un aprendizaje, se trata de encontrar nuestra propia realidad, nuestra misión para servir, es un trabajo de todos y de cada uno desde el libre albedrío; entendida la libertad, no como hacer lo que me da la gana, sino como el encontrarse con la razón de ser de cada uno para aportar al colectivo desde la conciencia.

Entonces entraremos en coherencia con el cosmos, con la inteligencia superior, con Dios y al concepto religión, le llamaremos amor y el amor será la única religión universal y la base fundamental de la vida misma, un amor cósmico, responsable, un amor ordenado como el del cosmos mismo, (la palabra cosmos significa orden), un amor que tendrá en cuenta como ley el respeto por la vida.

“El amor es el poder curativo más grande del universo… un amor tan grande, tan infinito y tan profundo, que los seres humanos lo bautizarán como Dios.” 

Ernest Holmes  

Debemos entrar en una renovación, un trabajo de sinergias, en colectivo, en grupos podremos obtener economías más colaborativas, también la banca tendrá que cambiar su razón de ser y llegar a ser algún día, una banca ética, una banca donde cada ser humano sea consciente de la administración de sus propios recursos; la banca tiene que dirigirse hacia el servicio que se convierta en moneda, llegar al valor del intercambio en la vida social para el bienestar y beneficio de todos.  

Así todos podríamos llegar a tener un gran aprendizaje individual y colectivo. Ese cambio colectivo, solo vendrá a partir del cambio individual.

“El cambio no vendrá por medio de las religiones, ni de los políticos y gobiernos. El cambio se dará por medio de cada ser humano que asuma la responsabilidad por sus propios actos y tome conciencia del efecto que tiene en su entorno por medio de su comportamiento.” 

Sanat kumara 

A nivel político se deberán crear nuevas estructuras de organización social, y en cuanto a la ciencia seguirá avanzando para que algún día puedan evidenciarse por medio de ella, otras leyes y otras dimensiones, de las que ya se ha comenzado a hablar y a investigar; recordemos solo por mencionar un ejemplo, la ciencia-espiritual de Rudolf Steiner, en su momento no se entendió y hoy apenas, después de 100 años, comienza a ser comprensible.

Einstein el más reconocido científico del siglo XX, firmemente negando el ateísmo expresó una creencia en el Dios del filósofo Spinoza que se revela a sí mismo en la armonía de lo que existe; en realidad esto motivó su interés en la ciencia como una vez se lo comentó a un joven amigo físico:

“Quiero saber cómo Dios creo este mundo, no estoy interesado en éste o ese 

fenómeno, en el espectro de este o ese elemento; quiero conocer sus ideas, el resto son detalles”. 

 Dice en su epíteto famoso sobre el principio de incertidumbre:

“Dios no juega dados”.

Y dice en su famoso refrán:

“La ciencia sin religión está coja, la religión sin ciencia está ciega”. 

Dejemos pues actuar a Dios, él se mueve en la expansión y la contracción del universo, se recrea con el movimiento en lo grande y en lo pequeño al mismo tiempo… todo el universo es él, no importa si creemos o no, los humanos tenemos alzheimer espiritual, sin embargo, un día, finalmente nos encontraremos con la verdad, todo está en nuestra memoria perdida.

“Dentro de cada uno de nosotros existe un silencio, un silencio tan vasto como el universo y cuando experimentemos ese silencio, recordaremos quienes somos…” 

 

Creo como muchas otras personas que este virus Independientemente de su origen, es quizás el medio que usó Dios, el universo, la gran voluntad para el cambio evolutivo de una humanidad que tiene que migrar a una nueva concepción de vida, si todo siguiera igual, no lo entenderíamos, porque si no hay crisis, ni muerte, no hay cambio ni resurrección, Dios utiliza personas y situaciones para que la vida se mueva hacia una nueva inteligencia colectiva, para romper la mirada egoísta, separatista y fragmentada que hemos tenido hasta ahora y entender que somos producto de la misma frecuencia, de la misma vibración, parte de un todo.  

Lo que viene como crisis en estos tiempos es necesario para cambiarnos, para que seamos más espirituales, con una visión completa del ser humano nuevo, no separado mente y cuerpo sino integrado a nivel físico, anímico y espiritual. Si Cambiamos la concepción de nosotros mismos y de la vida, nos podemos percibir de manera diferente y nos veremos unos a otros también de manera diferente y nueva.

Así entenderemos que la naturaleza, ya no está afuera; separada de nosotros para utilizarla, exprimirla, para servirnos y proveernos de ella; sino que somos la naturaleza misma, parte de la gran voluntad divina que llamamos Dios, entonces y solo entonces, vendrá la salud y la armonía y estaremos listos como humanidad para romper viejos paradigmas, esquemas, estructuras y formas de vida pasadas a nivel político, educativo, social, religioso, económico y científico.

Cada uno en libertad podemos elegir de qué manera y desde que emoción vamos a vivir este momento de cambio; la invitación es pues a aportar a los demás desde la conciencia, pero hay que estar conectados con el corazón. Y tal vez el aporte más importante y de servicio a los demás, tenga que ver con la postura de esperanza, de alegría, de luminosidad, de fe, y de abundancia que asumamos cada uno para entregar a la gente.

★ Primera clave: el humor y las manos

“El humor es una especie de válvula de escape que nos permite pensar lo impensable, aceptar lo inaceptable, descubrir nuevas relaciones, adaptarnos mejor.

Ronald Kotular 

El humor va unido al optimismo y al positivismo, produce alegría, le quita energía al miedo, lo frena y detiene la velocidad de la mente en cuanto a pensamientos negativos. 

La sobrecarga de información, la mayoría falsa, además, daña la mente, el cerebro se desgasta, porque se gasta mucha energía preocupándose. De esta manera, el miedo pasa a ser el virus más dañino porque afecta a los seres humanos produciendo pánico y depresión.

En este tiempo hay que jugar mucho, porque el juego da alegría y siempre produce risa, y reír es sanador. Juegos, cuentos, chistes, memes, teatro, cine y videos en este sentido también colaboran con la salud mental.

También es muy saludable trabajar y crear con las manos: los oficios, las actividades artísticas y manuales son necesarias en este sentido.

“Afrontar el dolor y las crisis con las manos y no con la mente porque con ella el dolor se endurece aún más. Nuestras manos son las antenas de nuestra alma, si las mueves tejiendo, pintando, jugando, creando o hundiéndolas en la tierra envías señales de cuidado a la parte 

más profunda de ti y tu alma se ilumina porque le estás prestando atención, entonces las señales del dolor ya no serán necesarias, los bebes empiezan a conocer el mundo a través de sus pequeñas manitos, las manos de los viejos nos cuentan más sobre su vida que cualquier otra parte de su cuerpo, todo lo que se hace a mano se dice que está hecho con el corazón, porque 

realmente es así; ya que las manos y el corazón están realmente conectados, los masajistas por ejemplo lo saben muy bien, cuando tocan el cuerpo de otra persona con sus manos, crean una 

conexión profunda, es precisamente a partir de esa conexión que llega la curación, y cuando las personas se tocan, se expresa ese amor de la forma más sublime y sutil. Cada vez que mueves tus manos, mueves dentro de ti, por eso muévelas y el dolor pasará y lo que hagas con ellas, se convertirá en la obra maestra más hermosa, y ya no dolerá más porque abras sido capaz de 

transformar tu esencia”. 

 

 

★ Segunda clave: el optimismo

“Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, al menos un instante, en el paraíso”.  

J. L. Borges 

“Tienes el pincel y los colores. Pinta el paraíso y entra después en él.”

Nikos Kazantzakis Para mirar lo positivo empecemos por la gratitud, agradezcamos todo lo que la vida nos da, cada mañana y cada noche encontrémonos con Dios a través de la oración, de la meditación, del silencio con profunda reverencia, si lo hacemos de corazón con profundidad y serenidad, cada día seremos más optimistas, concentrados en lo que pensamos. 

Debemos reentrenar la mente para que los pensamientos negativos no nos ganen la partida, por cada pensamiento negativo tener dos positivos, y así podremos ver todo lo bueno que nos trae este momento de la vida.

“Al igual que no se puede transmitir ningún mensaje a través de un micrófono estropeado, tampoco es posible emitir plegaria alguna mediante un micrófono 

mental descompuesto por la inquietud. Repara, por lo tanto, tu micrófono mental y aumenta la receptividad de tu intuición por medio del ejercicio de una 

profunda calma interior, de esta forma, te capacitarás tanto para transmitirle de manera efectiva tus mensajes a Dios como para recibir sus respuestas.” 

Paramahansa Yogananda  Tener una actitud optimista, nos ayuda a adaptarnos a las condiciones cambiantes, si uno no cambia, la vida lo cambia, podemos empezar a cambiar viejos pensamientos, viejos hábitos y actitudes que ya no van más en esta época de transformación y evolución de la humanidad. Confiemos, no nos preocupemos tanto por nosotros mismos, ayudemos a otros, que de nosotros se ocupa Dios. Recuerden como decía San Agustín: “La divinidad vive en nosotros más que nosotros mismos.  

 

“En vez de buscar constantemente tu felicidad personal, procura hacer felices a los demás. Al servir espiritual, mental y materialmente a otros, tus 

propias necesidades se verán satisfechas. Cuando olvides tu yo por medio del servicio que prestes a los demás, notarás que, sin buscarlo, la copa de tu 

propia felicidad se hallará llena”.  Paramahansa Yogananda 

El optimismo es un estado del alma, para ello nos podemos preparar cada día, primero aceptando aquello que no depende de nosotros, lo que no podemos cambiar. “Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y 

pelear contra una situación que no puedes cambiar”.  Dalai Lama 

Y si, en cambio, teniendo valor para cambiar lo que si podemos cambiar, como nuestra actitud, el manejo de nuestro tiempo, los pensamientos y las palabras que usamos cada día, de ello dependerá nuestro estado emocional y la química corporal para tener salud y bienestar, Y como el rey salomón, pidamos a Dios la sabiduría para vivir sabia y seriamente cada día en el aquí y el ahora haciendo lo correcto, lo que nos corresponde, sintiendo lo correcto y pensando lo correcto.

“Maestro ¿por qué importa tanto controlar los pensamientos? Porque somos fábricas de consecuencias. Producimos lo que pensamos.” 

 

 

★ Tercera clave: activar de manera consciente los sentidos medios 

● El olfato 

“Creo que una hoja de hierba es tan perfecta como la jornada sideral de las estrellas.” 

Whitman  Esta es una buena época para volver a disfrutar de los aromas de la cocina, las plantas, las flores, las hierbas aromáticas y todos los olores que tenemos en la naturaleza y que están a nuestro alcance todos los días. También podemos poner y disfrutar de esencias naturales agradables en nuestra casa como: incienso, rosas, eucalipto, ruda etc. o del olor de un rico alimento.

El olfato está relacionado con la memoria, por eso, los aromas agradables nos remiten al bienestar psíquico y físico, los buenos olores naturales reestablecen el equilibrio, la armonía del cuerpo y la mente para beneficio de nuestra salud, cuando olemos algo agradable nos sentimos relajados lo que genera una sensación de alegría y tranquilidad. Es un lenguaje del alma, lo que nuestro cerebro percibe a través del olfato, se sitúa en el área de las percepciones espirituales, armonizando nuestro cuerpo energético.

Las personas responden a los olores a un nivel emocional superior al de los otros sentidos. Un aroma puede desencadenar toda una sucesión de recuerdos olvidados, la zona del cerebro asociada con el olor es la misma que la de la memoria.

Cultivemos y desarrollemos con atención el olfato; ya que también está relacionado con la devoción, y así, podremos ayudar a los niños a desarrollar esta virtud a través de este sentido. Los niños deben vivenciar que los padres y maestros tienen devoción ante las cosas, por eso debemos ejercitar los sentidos, y el olfato delante de ellos, mostrándoles lo que vive debajo de

nosotros como la tierra y las plantas, también, todo lo que está a nuestro alrededor como los árboles, los animales y los seres humanos y, por último, todo lo que está por encima de nosotros como el aire, las estrellas, el sol, la luna, los ángeles, Dios.

“Seres humanos que han podido desarrollar la devoción en su infancia, en su 

vida futura serán capaces de actuar con responsabilidad y de investigar con responsabilidad.” 

Platón 

● El oído

“Antes de que mi alma me hablara yo no oía más que gritos y gemidos. Pero ahora, ansiosamente, puedo oír el silencio y escucho sus coros 

entonando los cánticos del firmamento anunciando los secretos de lo oculto.”

Jalil Gibran 

Una experiencia mágica con el oído, aprender a cuidarlo y cultivarlo, nos puede llevar al equilibrio de nuestro ser, a la tranquilidad, a la seguridad y la estabilidad emocional; porque entre el sentido del oído y el sentido del equilibrio hay una relación muy estrecha, dichos órganos son vecinos en el oído y realizan un trabajo conjunto.  

El alma misma es sonido y tono, es canto y melodía, cuando oímos, escuchamos de alma a alma. Ya sea un sonido de la naturaleza o el lenguaje del ser humano, el murmullo del agua o los tonos de una flauta…. Es el alma misma que se revela en el tono. El sonido revela lo que se encuentra más allá de la substancia: lo que la compenetra con alma y conciencia, con sentimiento y voluntad.

En una conferencia el señor Glocker nos habló de la música de las esferas, Al igual que Steiner dijo que si nos preparamos en la noche, y preparamos a nuestros niños antes del sueño, la podremos escuchar. Hablo de que el hombre moderno debe conocer esta música de la bóveda celeste, la música del movimiento de las estrellas y de los planetas; pero si estamos llenos de ruidos, será casi imposible escucharla. El silencio y la música clásica tienen una tarea para el futuro, el oído es aquel que todo trae a la forma, el cosmos mismo es un oído, pero nosotros no lo escuchamos. Cuando activemos en nosotros todo lo musical, tendremos la sensación de que hemos llegado a nuestro hogar.

El ser humano es una quinta, es un pentagrama, esto ya lo sabían los pitagóricos; si escuchamos o producimos nosotros mismos la buena música podremos encontrarnos más frecuentemente con nuestro yo, nuestro verdadero ser espiritual, el maestro interior, el único maestro que es el ser crístico que vive en cada corazón.

En esta época de la humanidad, la tarea es cultivar el oído a través de escuchar el silencio, y la música: antigua, clásica, sacra, celta, folclórica etc. y alejarse del ruido, escuchando también los sonidos de la naturaleza. En este sentido la última sonata de Beethoven, la No 111 es de gran ayuda, es un gran alimento para el alma y el espíritu. Escuchemos buena música; nuestros niños se lo merecen, aquella que trae el equilibrio a nuestra alma. Los invitamos a experimentar un encuentro con nuevas melodías; es decir música de otra calidad diferente a la que a diario estamos expuestos.

● La vista

“Sabio es aquel que como un niño se maravilla.”  

“Sorprenderse, asombrarse, es comenzar a entender.”  Ortega y Gasset 

     El sentido de la vista está relacionado con el asombro, cuando somos niños nos asombramos ante todo lo que vemos, el asombro es una capacidad infantil que vamos perdiendo cuando crecemos, es religioso en cuanto a que todo sobre lo que se asombra el niño, está hecho por Dios.  Los invitamos al asombro, cultivemos la observación y la contemplación, seamos un ejemplo y mostrémosles a los niños una piedra preciosa, un paisaje natural, las nubes, las flores, un árbol, una planta, una hormiga, una fruta en sus majestuosos colores y formas y los niños se asombrarán.

Alejémonos por momentos de las pantallas: TV, celulares, computadores, Tablet … máquinas perfectas para la destrucción del asombro, porque todos los milagros del mundo se ponen allí ante el niño y pasan delante de sus ojos rápidamente, de manera automática e inmediata, con imágenes no reales.

“Seres humanos que en su infancia han podido asombrarse, en su vida en el 

futuro serán capaces de pensar de una manera viva y de investigar de una manera viva. Esta es la raíz de toda investigación.” 

Platón   

“Yo estoy dentro y fuera del juego a la vez… Y lleno de asombro.  Whitman 

 

★ Cuarta clave: el ritmo y el sentido vital

El sol sale cada día por última vez, es algo que seguirá saliendo así infinitamente, no somos tan jóvenes como nuestro padre. Nosotros nos cansamos de la puesta del sol, de la salida del sol, de las cuatro estaciones… pero él no, porque él es joven y 

está eternamente asombrado y quiere que todo se repita.”

J. L. Borges 

“Pienso que todo se repite, la imagen necesariamente es un círculo, teológicamente un instante infinito.” 

J. L. Borges 

Cuando tenemos preocupaciones, estamos cansados, tenemos hambre, nuestro metabolismo no funciona, no nos sentimos bien, no podemos pensar con claridad ni actuar debidamente, y también nuestros sentimientos se dañan.

Mantener el sentido vital sano y en armonía nos lleva al pensamiento claro y actuar de manera correcta; para ello es necesario cuidar el sueño y el alimento, pero de manera consciente y ordenada; es decir con ritmo.

“Para poder comprender el pensamiento ajeno tenemos que estar con el sentido vital en orden”. 

Rudolf Steiner 

El universo, el cosmos es perfecto, todo él tiene un ritmo perfecto, su movimiento en el espacio-tiempo es asombroso y se repite como el de la tierra una y otra vez. La tierra tiene ritmo, también nosotros los seres humanos en nuestra organización tenemos una estructura rítmica.

Somos microcosmos parte del macrocosmos, la invitación es a aplicar el principio de coherencia y vivir con ritmo para unirnos al cosmos que actúa sobre nosotros e influye en nuestros órganos y su actividad: respiración, ritmo cardiaco, circulación, alimentación, y eliminación. 

Una de las tareas más importantes para la nueva época es aprender a vivir como respiramos; movernos rítmicamente entre contracción y 

expansión; es decir organizar nuestra vida, nuestro tiempo de sueño y vigilia de manera ordenada que, a una actividad de inhalación, le siga una de exhalación, de esta manera podremos encontrar el equilibrio y 

la salud.

Rudolf Steiner 

Organizar nuestra vida y actividades con ritmo es acción terapéutica y vigorizadora, porque el ritmo genera salud, pero además fortalece la voluntad.

El alma vive en la luz del día y en la oscuridad de la noche, en la frescura de la primavera y en la fructificación del otoño, alternamos entre la acción y el reposo. Es una necesidad del alma vivir con ritmo.

“La vida es un constante equilibrio entre la luz y la oscuridad, el frío y el calor, el sonido y el silencio. Sin este equilibrio no hay belleza ni 

plenitud.

Del mismo modo el alma y su cuerpo necesitan tanto la actividad como el descanso, momentos de soledad y también de compañía, dar y 

recibir”. ¿Hay este equilibrio en tu vida? 

Y recuerda:

“La verdadera alquimia no consiste en trasmutar metales, sino en convertir en luz, tus propias oscuridades”. 

 

“Un día, tal vez,  

cuando volvamos a caminar, 

caminaremos más despacio, 

más cercanos, más humildes, 

más humanos”.  

Liliana Espinosa Ayala