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14 Introducciones En las cuatro in troducciones que siguen, los autores de Arte desde 1900 presentan algunos de los métodos teóricos que se ut il izan para encuadrar el arte de los siglos xx y XX I, En cada una se expone la evo lución histórica de una metodología concreta y se explica su re levancia para la producción y recepción del arte de la época , E n los úl timos 100 años se han producido cambi os Important es en los debates privados y plrblicos acerca del arte, su natural eza y sus funCiones, Estos cambios deben considerarse también en función de ot r as hi stonas : con la apar i ción de nuevas disci pl inas académicas, nuevas formas de pensar y de hablar sobre la producción cultural coexisten con nuevos modos de expr esi ón . Hemos escrito las introdUCCiones m etoclo lógicas que sig uen para identifi car y analizar las diferentes convenciones, enloques y proyectos intelectuales que sustentan nuestro proyecto en su conjunto . Nuestra intenci ón ha sido presentar los diversos marcos teóricos que se pueden encontrar en el libro y ex plicar su relación con las obras y l as prácticas que se tr atan en las entradas indi viduales . Por ese motivo , cada introdu cción com i enza con una descripción general del modo de critica, situándo lo con firmeza en su con text o histórico e intelec tual, antes de pasar a un breve exame n de su relevancia para la pr odUCC i ón y la int erpretación del arte, Tanto si se leen a la manera de ensayos independientes como si se leen conjuntamente con ot ros textos en los que se trat an los modos de crítica indi vidual es, es tas intr oducciones informarán y aumentarán la comprensión de tal mOdo que pe rmitan que cada lector desarrolle un enfoque ind ividual del libro y del arte de la época. 1 El psicoanálisis en el arte moderno y como mét odo 1 • Hannah H6ch, La dulc e, de un museo etn og ráfi co, ca. 1926 FOl omonlale con acuarela, 30 x 15,5 cm En este col/age, perteneciente a una serie que co mbina fOlegra/ias encontradas de escutl ura tribal y mujeres modemas, H6ch juega con asociaciones pres entes en la teoría psicoanalitica y el arte moderno: ideas ele «lo primitivo" y lo sexual, o de olros raciales y deseos inconsciente::; , Explota estas asociaciones para sugeri r el poder de «la MUjer Nueva», pero también parece burl arse de ella. cortando literalmente en pedazos las imágenes, decons!ruyéndol as y reconstruyéndolas, exponiéndolas co mo conSlrucciones, E [ psicoanttlisis fue des,llTo ll ad o por S ig mund Fre ud (1 R56- 19 39 ). )' sus c.o 111 0 una del in co nscie nte ) e.n los p nm e ro s an os del S Ig lo xx, CO In Ci d Ie nd o con e[ r eco no cI - m ie nt o d el art e m ode rno . Así p ue s, al igual que los o tr os métod os de interpretac ión que se pres ent an en estas introducc iones, el psicoan á li - sis comp,n te su or igen históri co con e[ a rt e m ode rn o y se entn ..'C ru za co n él en di ve rsos aspectos duranle el siglo xx. En primer l ugar, los ar- tistas han ac udido directalll l' llte al psicoa li sis, en un as ocas io nes p ar a ex p lo rar Vis u,llmente sus ideas, co mo su ce de a menu do co n el Surr ea li smo en las década s de 1920 y 1930, Y en otr as para cri ti ca rla s desde el punto de vista teóri co y políti co, como es el caso a lllenudo .. en el fe min is mo de las décadas de 1970 y 1 98 0. En seg undo lug ar , el p si coa n,ílis is)' el art e mode rno co mparLen diversos intereses: la fas ci - n ac ión po r [os o rígenes, por los su ci i.os y las fa ntasías, p or ,do pr im it i- vo )) , los nir los y los locos)', e n fec ha s m ,Ís rec ie nt es, p or el fUll cio na - • m ie nto de la subjetivida d y [a sexual idad , por citar sólo alguno s [1 1. En tercer lug ar , mucho s té rm in os ps ico anal í ti cos han pas ad o a fo r- ma r part e del voc abular io b,isico de l art e }' la crítica del siglo xx (por ejempl o, rep resi ó n, tCt ichismo, mirad a). En estas nas centraré mi ate nc ión en los lazo s h istó ri co s )' las ,I p li cac ion es m e- todol óg ica s)', clland o sea opo rt uno, los relacio na ré, j unto COIl [os tér- min os cr ít icos, co n los ar tícu los en los qu e se exa m inan. Relaciones históricas con el arte El PSiCO ílll <l lisis n ac ió en la Viena de arti stas como Gustav Kli mt, Egon • Schiele y Oska r Kok osch b, du ra nt e la deca den cia de] I mp erio <lU S- t roh ún gar o. C on la secesión de esto s arti stas de la Acade mia de Arte, fue una é po ca de s uble vación edípi ca en el art e il\'a n za clo, con experi- mentos subje ti vos en la exp res ió n p ic tór ica in s pirado s en los slIcfi os regresivos y [a s fa nta sías eróticas. La Viena bur guesa no era l11 uy dada a to lcnlr estos ex pe ri me nto s, pUl'S da b an a e nt e nd er una crisis en la es tabi li dad d e! ego y sus i nstitu cio nes so ciales, crisis que ta mbi én Fr eu d se vio i ndu c ido :l ana li zar. La crisis no fue p rec isa m e nte esp ecífica de Viena; desde el p unto de vista de su signi fi ca ció n para el ps icoaná li sis, dond e era más e vi d ent e era quizá en la atracción que los mo dern os de Francia y Alemania se ntían por las cosas {(prim itivas). Par a ¡J lg un os a rt istas, este «pr imiri- vismo» s up onía u na ((adop ción de la s costum br es de l os nativos» a la man era de [J aul G auguin en los M ares del Sur. Para otros se cent en la re vis ión fo rm al de las con ve nc ion es occ id en tales de h1 rc pr esc nta - ... 1924,193Ob,1931, 1!)42b. 1 975 . 1903,1 907.1922, \ 987 , \ 994", . IDOO", . 1903 El psicoanálisis en el arte moderno y como método I Introducción 1 15

3Krauss Buchloh Bois Foster INTRODUCCIONES

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  • 14

    Introducciones

    En las cuatro introducciones que siguen, los autores de Arte desde 1900 presentan algunos

    de los mtodos tericos que se ut il izan para encuadrar el arte de los siglos xx y XX I, En cada

    una se expone la evolucin histrica de una metodologa concreta y se explica su

    re levancia para la producc in y recepcin del arte de la poca,

    En los ltimos 100 aos se han producido cambios Importantes en los debates privados y plrblicos acerca del arte, su naturaleza y sus funCiones, Estos cambios deben considerarse tambin en funcin de otras histonas: con la aparicin de nuevas discipl inas acadmicas, nuevas formas de pensar y de hablar sobre la produccin cultural coexisten con nuevos modos de expresin .

    Hemos escrito las introdUCCiones metoclolgicas que siguen para identificar y analizar las diferentes convenciones, enloques y proyectos intelectuales que sustentan nuestro proyecto en su conjunto . Nuestra intencin ha sido presentar los diversos marcos tericos que se pueden encontrar en el libro y explicar su relacin con las obras y las prcticas que se tratan en las entradas individuales. Por ese motivo , cada introduccin comienza con una descripcin general del modo de critica, situndolo con firmeza en su contexto histrico e intelectual, antes de pasar a un breve examen de su relevancia para la prodUCCin y la interpretacin del arte, Tanto si se leen a la manera de ensayos independientes como si se leen conjuntamente con otros textos en los que se tratan los modos de crtica individuales, estas introducciones informarn y aumentarn la comprensin de tal mOdo que permitan que cada lector desarrolle un enfoque ind ividual del libro y del arte de la poca.

    1 El psicoanl isis en el arte moderno y como mtodo

    1 Hannah H6ch, La dulce, de un museo etnogrfico, ca. 1926 FOlomonlale con acuarela, 30 x 15 ,5 cm

    En este col/age, perteneciente a una serie que combina fOlegra/ias encontradas de escutlura tribal y mujeres modemas, H6ch juega con asociaciones presentes en la teora psicoanalitica y el arte moderno: ideas ele lo primitivo" y lo sexual, o de olros raciales y deseos inconsciente::; , Explota estas asociaciones para sugeri r el poder de la MUjer Nueva, pero tambin parece burlarse de ella. cortando literalmente en pedazos las imgenes, decons!ruyndolas y reconstruyndolas, exponindolas como conSlrucciones,

    E [ psicoanttlisis fue des,llTo ll ado por Sig mund Freud ( 1 R56-1939) .)' sus seg~, id o res c.o 111 0 una ((.c ie~1 c.ia d el inconsc iente) e.n los pnmeros anos del SIglo xx, CO In Ci d Ie ndo con e[ reco nocI -m iento d el art e moderno . As p ues, al igual q ue los o tros m to d os d e in terp retacin que se presentan en estas introducciones, el ps icoan li -sis comp,n te su or igen hi st ri co con e[ arte m oderno y se entn..'C ru za co n l en di ve rso s aspec tos dura nl e el siglo xx . En p r im er lugar, los a r -t ista s han acudido di rec talll l' llte al psicoa nli sis, en unas ocas io nes para exp lo rar Vis u,llmente sus id eas , co mo suced e a m en udo con el Surrea li sm o en las d cadas d e 1920 y 1930, Y en otras para cri ti ca rla s d esde el punto d e vista terico y poltico, como es el caso a lllenudo

    .. en el fe min ismo d e las d cad as d e 1970 y 1980. En segundo lugar, el psicoa n,lis is)' el arte mo d erno comparLen di ve rsos in tereses: la fasci -nac in por [os o rge nes, por los sucii.os y las fa nt asas, por ,do pr im it i-vo)) , los nirlos y los locos)', en fec has m ,s rec ie ntes, por el fUll cio na -

    m iento d e la subj etividad y [a sexua lidad, por cita r slo algunos [1 1. En tercer lugar, muchos t rm inos ps icoanal ti co s han pasado a fo r-ma r parte d el vocabular io b,is ico del art e }' la crtica d el siglo xx (po r eje m plo, rep resi n, s ublilll ~lCi n, tCt ich ismo , mirada ). En esta s p~ gi nas cent rar m i at enc i n en los lazos h ist ri cos )' las ,I p li caciones m e-to dol gicas)', cllando sea opo rtuno, los relacio na r, junto COIl [o s tr-minos crt icos, co n los artcu los en los que se exa m inan.

    Relaciones histricas con el arte

    El PSiCO lll

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    2 , Meret Oppenheim, Objeto (tambiim t itulado Taza de t forrada de piel y Djeuner en fourrure), 1936 Taza de t , platil lo )' cuchari lla revestidos de piel, altura 7,3 cm

    Para hacer esta obra, Meret Oppenheim se limit a torrar una taza de t , un platillo y una cucharil la cOmprados en Pars con piel de una gocela china. Con su mezcla de atraccin y repulsin, esta obra des.lagradable es esencia'mente surrealista. pues adapta el recurso de la cosa encontrada para explowr la idea del "letlChe-, que el psiCoon!isis entiende como un objeto insli to investido de un deseo poderoso desviado de su propio objetIVO Aqu la apreciacin del arte no P,.$ ya una cuestin de corrlXGn desinteresad

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    5 Barbara Kruger, Your Gaze Hils the Side of My Face (Tu mirada me da en un lado de la cara), 1981 Seng rafa fotogrfica sob revmilo. 139.7 x 104 .1 Cm

    El psicoanlisis ayud a algunas art istas feministas de la dcada de 1980 a crit icar las estructuras de poder no slo en el arte e~evado sino tambin 811 la cullura de masas: se prest atencin especial a cmo se estructuran las imgenes en ambas esleras para un espectador varn: para una miradB masculina" dotada de los p laceres de la nmada , mientras lBS mUjeres figuran sobre todo como objetos pasivos de esta mirada. En sus piezas de este periodo. la art ls1a estadounidense Barbara Kruger yuxtapone imgenes apropiadas y (rases crtICas (a 'Ices. lugares comunes subvert idos) r:on el fin de cuestionar esta objetificacill , dar la bienvenida a la mujer en el lugar del espectador y abrir el espacio a otras clases de elaboraCin y visin ele las imgenes

    Introduccin 1 1 El psicoanlisis en e l arte moderno y como mtodo

    tada por la cas tracin. No obstan te, ra ra muchas feminista s Freud y Lacan ofrecan la ex:pos ic in l1l

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    tiva por el tnero hecho de que la exp li cacin ps icoanaltica del incons-ciente, de sus efectos perturbadores, tamb in lo pone todo intencio-nadamente - toda au tora, toda biografa- en duda productiva.

    \ la crtica freudinna no le interesa s lo la descodificacin simbl i-ca de los significados ocultos, la semntica de la psique. Aunque no resu ltl' tan obvio, tambin estaba implicad;l en la dinmica de estos procesos, en la comprensin de las energas sexuales)' las fUl'rzas in-conscientes que actan tanto en la creac in como en la vis in del artc. En este segundo nive l de la inte rpretacin ps icoana litica, Freud revisa el an tiguo concepto fl losfico de (juego esttiCO)) en funcin de su concep to de ((princ ipio del placer)! , que defin i, en su ensayo (( For-mulaciones sobre los dos pr inc ipios del suceder psqu icc))) ( 19 11 ), en oposic in al "pr incipio de rea lidad ,, :

    El art ista es, originariamente, un hombre {,ic ] que se aparta de la realidad, porque no se resigna a ;jceptar la relluncia a la satisfaccin de los instintos po r ella exigida en prinler trmino, y deja libres en su fa ntasa sus deseos erticos>, ambic iosos. PeTO encuenlra el ca-milla de retorno desde eSle mundo iJl1agin;uio a la realidad, cons-tituyendo con sus fan tasas, merced a dotes especiales, una nueva espec ie de rea lidades, admit idas por los dems hombres como va-liosas imgenes de la realidad. Llega a ser lsi realmente, en cierto modo, el hroe, el re)', el (reaelor o el aIlla nte que deseaba ser, sin te-ner que dar el ellorme rodeo que supondra la mod ifi cacin rea l dd mundo exterior a ello conducen tc. Pe ro si 10 consigue es tan slo porque los dem s hombres cnt rai'a n igu al insatisfacc in ante la re-nUnCil impuesta por !a r\;'alidad }/ porqlle esta satisfaccin resultan -te de la sustitucin del principio del pbcer por el principio de b rea -lidad es por s misma una parte de la rea lidad.

    Tres ailos antes , en (( El poeta y los sue iioS di urnos (1908), Freud habi

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    2 La historia social del arte: modelos y conceptos

    Las historias del arte recientes incluyen varios modelos crticos distintos (por ejemplo. el forma lismo, el ('str ll ctural islll O, 1:1 se -mit ica cstruc luralista, el psicodnlisis, la histor ia socia l del arte y el femini smo) 'lllc.'ir fund en y se in tegr;l!l de diversas form,ls, sobre todo en la obra dc histor iadores de l arte estadou nidmses y brit,l ll icos desde 1.1 dcada de 1970. Esta si tuac in hace que en oClsiones sea dif -cil, si no de todo punto intil, insistir Cilla coherencia metodolgica, )' menos an en una posicin metodolgica singular. La complejidad de cada un,l de estas corril'ntcs divcrs~ls)' de sus fo rmas intcgr,ldas sc iab en pri mer lugar el carcter problCIll,t"ico de toda afi rmacin de quc un mode lo dt'tc rrnit1

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    2' El Lissitzky y Sergei Senkin, La t.1rea de la prensa es la educacin de las masas, 1928 Friso fotog rfico para la exposicin internaCional PreSS8, Colonia

    Al igual que Heartlield. El Ussitzky transform los legados del col/3ge y el fotomontaje de acuerdo con tas necesidades de un colectivo recin industrial izado, EspeCialmente en el nuevo gnero del diseo de exposiciones. que desarro ll en la dcada de 1920 en obras como el pabelln sovitiCO de la exposicin internacional Pressa, se hizo evidente q ue fue uno de los primeros (y escasos) ali istas de las dcadas de 1920 Y 1930 que comprendi que los espacios do la arq uitectura pllbl ica (es decir. la recepcin colectiva Simultnea) y el espaciO de la Informacin pblica se haban desplomado en los nuevos espacios de la esfera de la cultura de masas En consecuencia, El Lissitzky. un ~artista corno productor-e;emplar. como Walter BenJamin idelltll icaria el nuevo papel socinl del art ista, Situara su prctica dentro de los 111ismos parmetros y modos de proouccin de una eslera pblica proletaria de reciente desarrollo.

    Introduccin 2 1 l a historia soc ial del arte: mode lOS Y conceptos

    radoja es la estructu ra formati va real de su genio potico y pictrico. Arnbas defIne n la represen tac in moderna C01110 una forma avanzada de la au torreflex ividad cr t ica y defilll'n su artifi cio hermtico en asi-milacin yen oposicin a las formas emergen tes de la representacin inst rumenta li zada de la cult ura de masas. Como es natural , el concep-to de autonoma fue fo rmado por la lg ica instrumental de h1 racio -na lidad burguesa, a l tiempo 'lue se opona a ella, aplicando rigurosa-mente los re'luisitos de esa ra cion~d idad dent ro de la esfe ra de la produccin cultural mediante su co mprom iso con la criti calidad em-pr ica . De ese modo la esttica de la autonoma contribuy a ulla de las transformaciones ms fundamenta les de la expe ri encia de la obra de arte, iniciando el giro que Walter Benjamin, e ll sus ensayos de la dcada de 1930, llam tri1nsic in histrica desde UIl valor de culto a un valor de ex hibicin . Estos ensayos han llegado a ser consid erados universa lmente corno los textos fundaciona les clt' tina teora fi losfica de la h istor ia social dd arte.

    El concepto d t, autonOml si rvi tambin para idealizar la nueva forma de distribucin de la obra de a rte, ahora que se haba converti -do en una mercanca de li bre tlotacin en el m ercado burgus de ob-

    je toS y de a rtculos de lujo. As pues, la esttica de la au tonom a fue engendrada por la lgica capita li sta de la p roduccin de mercancas en la misma medid'1 en que se opona a esa lgica. De hecho, el teri -co m:.ux.is ta Theodor W. Adorno (1903-1969) segua manteniendo a finales de la dcada de 1960 que la independencia art stica y la ,n lto-nOl11a es ttica slo podan garantizarse, paradj icamente, en la es-tructura de me rcanca de la ob ra de a rte.

    Antiesttica

    Peter Brge r ( 1936-), en su impor tante - aunque p roblemt ico- ensa-yo Troria de /0 1'{/ lIgllnrdia ( 1974), a!lrmaba quc el n uevo espect ro de las prcticas an t iest ti cas en 1913 surgi como con testac in a la est-tica de la autonoma . Y as, segn l3rger , las vanguardias histricas despus del Cu bismo intentaron uni ve rsalme nte \, integra r el arte con la vida y cuestionar la ,

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    3 Tina Modotti, Manifestacin de trabajadores, Mxico, 1 de mayo, 1929 Copia al platino . 20.5 x t8 cm

    La obra de la art ista Italoestadounidense Modotl i en MxIco ofrece una prueba de la universalidad del comproln iso poltico y social entre los artistas radicales de las dcadas de 1920 y 1930. Abandoni)ndo su formacin como fotgrafa moderna "seria- al estilo de Edward Weston. la obra de Modotti en Mxico no tardara en reorien tarse pnriJ. hacer de la fotografa un arma en la lucha poltICa de la cli)se campesina y obrere. mexicana contra los eternos aplazamientos y engai'los de les gobernantes oligrquicos del pais. Ampliando la tradicin del Taller Grfico Popular para ocuparse de esa clase ahora con el medio de la representacin fotogriica. entendi no obst4' Marth a Rosler, Red Stripe Kitchen (Cocina con rayas rojas), de la serie Bringing the War Home: House Be,wtiful (Trayendo la guerra a casa: House Beautiful), 19671972 FotomontaJe impreso como fotog rafa en colo r.

    61 x 58,8 cm

    Rosler es uno de los escasos artis tas que despus de la Segunda Guerra Mundiall1izo suyos los legados de la obra de fotomontaje politico de la dcada de 1930. Su serie 8ringing lhe War Home: House 8eautiful. iniciada en 1967. responde explicitamente a una Situacin histrica y a una situacin artistiCa. En primer lugar. la obra particip en la creciente oposiCin cultural y poltica contra la guerra Imperialista de los Estados Unidos en Vietnam. En vez de crear las obras como fotornontajes individuales. Rosler las concib i como una sene para la reproduccin Y cllvulgacin en vanas revistas antiblicas y contra culturales con el fin de 8umentar la vislbilidacJ y la repercusin de las imgenes. Haba comprendido claramente el legado de Hearlfield y la d ialctica de la forma de disl nbucln y la iconografa de la cultura de masas. En segundo lugar. Rasler rebati explcitamente 18 afirm8cin conceptualista de que la fotografa deba sef'Jir simplemente como docurnento neutml de la autocriticalidad analtica o como huella indiClal de los escenarios espncio-temporales del sujeto. En cambio. identific lu fotograf a como [lO! de las varias herramientas discursivas en la produccin de la Ideologa en el arsenal eje 18 cultura de masas. Mediante la insercin de Imagenes documentales inesperadas de 18 guerra de Vietnam en el mundo aparentemente fel iz y opulento de la domesticidad estadounidense. Rosler no slo pone al descubierto el intrincado entrelazamiento de las formas domsticas y militaristas del consumo capitalista avanz8do, Silla que tambin cuest iona manifiestamente la credibil idad de la fotografa como port8dora veraz de informacin autntica

    - -

    lllli ca experiencia en que destaG1 b posib ilidad ciL' fo rmas histr ica-mente disponibles de existencia 110 a li enada y no instrumeJ1 talizada , ya sea por pr imera vez o co mo recuerdos festi vos de la dicha abso luta de rituales y j uegos in f

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    ~i?J r.- ~dI ~

    5' Dan Graham, Homes for America (Casas para Amrica), de Arts Magazine, 1967 Grabado, 74 x 93 cm

    La publicacin por Grallam de una de sus primeras obras con el diseo y el formato de presentacin de un artculo en las pg,nas de una revista de arte muy conocida en los Estados Unidos delimita uno de los momentos clave del /Irte Conceptual. En primer lugar, la bsqueda supuestamente radical de la autorreflexivldad emprica y crit ica por la mooernidad (y por el Conceptualismo) se encierra en s misma yen los marcos de la presentacIn y la distribucin. El artculo de revista de Graham antiCipa el hecll o de que la informacin crucial sobre las prcticas art sticas est siempre ya mediada por las formas de la cultura de masas y Comerciales de difusin. En consecuencia, Grallam Integra esa dlnlenslon de la distribucin en la concepcin de la obra misma, El modelo de autorrefiexlvidad del artista pasa dialcticarnente de la tautologa a la critica discursiva e institucional. Lo que distingue su enfoque acerca de los problemas de pblico y d istribucin de los modelos anteriores de la vanguardia histrica es el escepticismo y la precisin con los que sita sus operaCiones exclusivamente dentro de la esfera discursiva e institucional de las condiciones dadas de la produccin art st ica (en veZ del proyecto de las tr

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    7 ' Gerhard Richter y Konrad Lueg/ Fischer, La vida con el pop - Manifestacin porel realismo capitalista, en Mbelhaus Berges , Osseldorf , 11 de oc tubre de 1963

    En 1963. Gerhard Rlchter y Konrad Lueg (que despus. con el nombre de Konrad Fischer, llegara a ser uno de los marchantes ms impol1antes de Europa de la yener

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    3 Formalismo y estructuralismo

    En 1971-19i2, el ter ico dl' la li teratura francs Robnd Barlhcs ( 1.915-1980) i.mpa.rti un selll ~nari(~ de un ~\l10 .de duracin de-o cllcado a b l11Stona de la se11l101ogla, la ((CienCia general de los signos) que haba sido concebida COlllo una extensin de b lingstica por el suizo h:rclinand de Sallssure ( 1 R57- 191 3) e11 su 011".'0 de lillgiis-tiC(! generol (publicado pSIlItllamente en 19 16) Y simultjneamente, CO Il el nombre de semitica, por e l filsofo estadou nidense Charles

    S~lI1ders Peirc(' ( 1839-1914 ) en sus Col/cetea Poper:; (tambin publica-dos con Gldcter pstulllO, desde 1931 hasta 1958). Barthes rue una de las VO(Cs In~ s destacadas del estrllct uralislllo desde mediados de la d-cada de19S0 hasta los ltimos a'1os de la de 1960, junto con el antro-plogo Chll1de Lvi-Strauss (.1908- ), el filsofo l\lichel Fouctlult ( 1926- 1984) y el psicoanalista Jacqlles Lacan, y como tal h;lba hecho una gran con tri bucin a ltl resurreccin del proyecto semiolgico, que hab tl ex puesto con claridad en Ele/llt.'nlo;; de sCllliologin ( 1964 ) y ,

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    1 Georges Braque, Violin y jarra, 1910 leo sobre lienzo , 117 x 73 cm Uno de los puntOS de referencia del formalismo es Su atencin a los procedimientos retncos. a la significacin de los propioS medios de significacin , Al examinar esta pintura de Breque, Clemenl Greenberg sen at el procedimiento del clavo realis18 y su sombra pintados en la pane superior de los volmenes en facetas que se representan en la superf icie de la imagen . Al aplanar el resto de la imagen y empujarla a la profundidad. el clavo en lrompe-/'oeil era para el artista un medio de arrojar algulld duda con respecto al modo tradiCional. ilusionista de representar el espacio

    Introduccin 3 I Formalismo y estructuralismo

    que de Saussure, a quien no descubr ie ron h

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    gro esenci;lliazador de es t-e simple duali slllo ( norma/excepcin), au -mentaron en )akobsol1 los rc celos h ;lcia los postulados nor mativos en lo.s que se haba basado su obra an te rior (l a opo.si cin entre el lenguaje de uso d iario co mo regla y el de la li teratura como excep-cin). Pero siempre aprovechara el m ode lo que le ofreca el psicoa-n;1 1isls , segn el cual la disfllncilI no~ ayud

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    3 Pablo Picasso, Guitarra, otoo de 1912 Conslruccln de chapa metalica. cuerda y alambre, 77,5 x 35 x 19.3 cm

    Para el estructuralismo. los signos son opsitlvos y no sustanciales, lo cui11 quiere decir que su forma y significacin se definen nic2mente por su dllerencia de lodos los dems signos del mismo sistema, y que no significarian nada si estuvieran aislados, Med:ante la pura yuxtaposicin contrastante de vacio y superficie en esta escultura. que seala el nacimiento de lo que se lIamaria "Cubismo Sinttico", cuya principal Invencin formal seri3 el coll8ge, Picasso l ransform2 un vacio en un signo de 12 piel de una gUitarra y un cilindro prominente en un signo de su aguJero. De eSle modo, conviene U!13 no sustancia --el espacio- en un material para la escultura.

    Introduccin 3 I Formali smo yes truct u ralismo

    cubista, por ejemp lo, el sombreado es rot'undamt' n te independiente de l con torno ) , y pocos artist,ls en este siglo rueron tan bucnos est ruc-tural istas com o lo rue Picasso dura nte sus aiios cubis tas. Otro ca ndi-

    ... dato propues to por los crti cos estruc tu ralis tas fue Piet Mondri an (1872-1944 ). De hecho, a l reducir delibe radamente su voca bulario a un nll mero mu}' li mitado de elementos a partir de 1920 -lneas hori -zontal es y verticntes negras, planos de colo res primarios)' de ,llO co-lores), (blanco , negro o gris)-}I al produci r una obra ex t remadamente diversa dentro de unos parmetros la n li mitados [4, 5 J, Mondrian demostr la infinitud combinato ri a de cualqu ier sistem a. En la termi-nologa saussu riana, podramos decir que puesto que la nueva lnngllc pictrica que cre estaba formada por un puliado de elementos y re-glas {la no simetra ) era una de eHas), la ga ma de posib ilidades que procedan de un lenguaje tan espa rtano (su p(/role) se hi zo m s evi-den te si GIbe. Haba limit'ldo e l corpus de posibles marcas pictri cas de nt ro de su sistema, pe ro esta m isma li mitaci n acrecentaba inmen -samente su va lo!'.

    A pesa r ele que i'vlondrian parece ser un estructura lista (/VO/l f Irl ICI -fre, no fue el tipo es tructural de an li sis ro rmal, sino el morfolgico, el primero que se propuso en el estudio de su arte. Este fo rma li smo mor ro lgico, interesado principalmente en los esquemas compositi -vos de Mondrian, sigu i siendo de carflcter jmpres i onist~l, aunqu e nos ofreci excelentes descripc iones del equilibrio o desequi li brio de los planos en sus obras, la intensidad de los co lores, el S/(/([(7(O rtmi-co. Al fina l su enfoque sigui siendo t

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    4 Postestructuralismo y deconstrucc in

    O Ll.ra.ntC' [a (~~;l(b de 1960, los ideales juveniles e~ frcntados al (1IlISmO ohClal generaron una colisin que culmlll en [as re-vueltas de 1968, cU;lIldo, COlllO reaccin a la guerra de Viet-nall1, movimientos eS llldiant il rs d(' lodo el lllundo - en Berkeky, Berln, ivli1n , Pars, Tokio- pasaron a L1 ccill. Un pantleto estu-diantil que se reparti en Pars en lll ayo de \968 proclamaba la natu-ralcZ;l del conflicto:

    Nos llegamos a ser profesores al servicio de un rnecanislllo de selec-cin socia] ell un sistema educat ivo que fu nciona a (osla de los hijos de la clase trabajadora, a ser socilogos que redactan consignas para las c, Ca sabe r, la persona que lo pronullcia) va y vie ne en

    .6. lntrooL>Ccin3

    1 Marcel Broodthaers, " M use d 'Art Mo dern e, Dpartement des Aigles, Sectio n d es Fi gures (El gu ila del Oligoceno hasta e l p resente)" , 1972 Vista de la Instalacin

    En su condicin de director de su museo. Broodthaers organiz su ~Sect ion Publlc it para Documenta . adems de exposiciones de especial riqueza para otros museos . sta para la Stadhsche Kunsthalle de Dsseldorf en 1972. Una coleccin de objetos diversos. las aguilas incluidas haban sido tOmadas de materiales de la cul tura de masas (por ejemplo. los sellos de los corchos de las botellas de Champaa) asi como de Objetos preciosos (como fibulae romnnas). todos el los con la leyenda ~Esto no es una obra de arte . Como Broodthaers explicaba en el catalogo , la cita casa las ideas de Duchamp (el readymade) con las de Magritte (su deconstructivo ~Esto no es una pipa_o como en la insc ripcin que figura en La tra icin de las imgenes de 1929). El departamento del museo responsable de esta exposicin era la ffSectlon des Figures (Seccin de ilustraCiones)

    lIna conversacin . Los pCl/orlllat ivos so n las emisiones ve rbll es que, al ser pronunciadas, rep resentan literalmcnte s u sign incado, como cuando un hablante l1lullcia (, S quiero) al contraer mat r imonio. El lenguaje, se ha di cho, 110 t iene que ver nicamente co n la transmis i n de mensajes o la colllunicacin de informaci n; tambi ('n impone al interlocutor la obligac in d e responder. Po r lo tanto, impone un pa-pel, una acti tud, todo UIl siste ma discursivo ( reglas de comporta-miento y d e poder, as como de cod ifi cacin}' descodificacin ) al re-ceptor del acto ling stico. As pues, con independencia del contenido d e cualqu ier inte rcambio verba l dado, s u re p resentac i n m is m ;l im-pl ica la aceptacin (o el recllazo) d e todo r lmarco institucional de ese inte rcambio, sus p resupuestos , como los denomin el est udioso d e la ling stica Os",a ld Duerot a princ ipios d e 196R:

    El rechazo de los presupuestos const itu ye una actitud polmica muy diferente de una c r tica de lo que se expone: especficamente, siempre impl ica una gran dosis de agresividad que transforma el di, logo en u n en fren tamiento de personas. Al rechaz; r los pres u-puestos de m i interlocutor, descalinco no slo 1,1 emisin de habla misma, sino tambin el acto enunciativo del que procede.

    Una fo rma de rechazo de los p resupuestos poste rior a 1968 fue que los estudiantt's uni ve rs itar ios fr anceses ins istie ron ahora en di ri-girse a su s profesores con la forma ntima d e la segunda persona - ll-}' con sus no mbres de p ila. Para e ll o se basaba n en la abrogacin de los p resupues tos por la prop ia un ivers idad cuando llam a la po li ca (que h istricamente no tcna jurisdiccin dentro d e los muros de la Sorbona) pa ra desalojar por la fuerza a los ocupantes estudian til es .

    A d iferencia de la idea de disc iplina acadmica (o d e obr,l de arte) aut no ma cuyo marco se cons idera necesariamente exte rno a e lla - una suerte d e apndice accesorio- , el con cep to pe r format ivo del len-guaj e sita el marco en el centro mismo del acto del habla. Porque el in te rcambio verbal, se afirmaba, es desde e l pr inc ipio e l acto de impo-!ler (o d e no imponer) un conj unto de presupuestos a l receptor de ese intercambio. El hab la es, pues, algo m;s que la simp!e (y neut ra l) transmisin de un mensaje. Es tambin la representacin d e una re la -c in de fu erzas, un lllovimi t'nto para modin ca r e l d e recho a hablar elel eles tin,ltario. Los ejemplos utili zados por Ducrot para ilustrar la impos ic in presupositiva d el poder eran un exa m en uni vers itario y un interrogatorio policial.

    Cuestionar el marco

    El lingis[l estructura!i sta francs mile Benveniste ( 1902- 1976) h a-ba hecho ya la mayor aportacin para llevar a efecto l'sta tr,ll1sforJna -ci n e n la manera de considerar e l lenguaje en la dcada d e 1960. Di-vidiendo los tipos de in tercambio verba l en relato por una parte y diswrso por otra, seiiakl que c ld a uno ele estos t ipos tiene sus propios rasgos ca racters ti cos: el rebto (o la escritura d e la historia) compro-mete tpicamente a la terce ra persona)' se limita a una fo rma del t iempo pasado; en cambio, d di scurso, trmino em pleado por Benve-niste p ara des igna r la com unicacin viva , compromete tp icament e e l tiempo presente)' la primera )' segu nda personas (los conm ut ado res yO ) y t ,,) . El discurso se ca ra cteriza, pues, por los hechos ex isten-cia les de su transmisin activa, de la p resenc ia necesa ria en su seno tanto del em isor como del recep tor.

    Postestructuralismo y deconstruccin 1 Introduccin 4 41

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    2 Daniel Buren, Souvenir fotog rf ico: " Within and beyond the frame" (Dentro y ms all del marco), 1973 (detalle) Obra in SI/U, Jolln Weber Galle ry, Nueva York

    En los primeros arios de ladecada de 1970 , Buren haba reducido su prctica pictrica a un lipa de readyrrwde: lienzos cortados de material de toldos a rayas grises y blancas y de produccin comercial (ut ilizado para les toldos de los edificios de oficinas del Estado francs) que "personalizara .. pll1 tando a mano sobre una de las rayas en el extremo de la t)luestra Para ILl lnstalacin de la Jotm Weber, pas los lienzos a travs de la galera y los sac por la ventana para cruzar a lo ancho la calle. corno una suerte de anuncio de la exposicin a modo de pancartas

    Int roduccin 4 I Postestructurafismo y deconstrucc in

    El historiador y filsofo francs \/1 ichel Fouca u[t, e n un curso im -partido en el Co ll ge de France en 1969, p rofund iz en l'l desarrollo de esta idea . Ap licando e[ trmino "discurso )) de \3envenisle a [o que siemp re se hab a ent endido como la comunicac i n neu tra de infor-macin erudita contenida en una disciplina departamenta l determi -nada y - al igual q ue el relato- lim itada a la transmisin de inrorma-cin I

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    4 Richard l ong, A Circle in Ireland (Un circI.410 en Irlanda), 1975

    Al sal ir al paisaje en busca de los materiales de sus Non-si/es, Smithson introdujo la idea de que el paisaje mismo podra ser un medio escultrico, Los trabajos de Preparacin del terreno fueron uno de los resultados de esta Sllgerencia. en la que art istas como Long, Walter de Maria, Christo o Michael Heizer actuaron directamente sobre la tierra. en muchos casos haciendo registros fotogrficos de sus actividades. Esta dependencia del documento fotogrfico fue la confirmacin de las predicciones de Wal1er Benjamin en el ensayo -La obra de ,ine en la poca de su reproductibilidad tcnica -o de 1936.

    Introducc in 4 1 Postestructura lismo y deconstruccin

    una nueva clase de representacin. Es ta represen taci n er la imagen de los propios m arcos institucionl es, ob ligados ahora a ser visibles como si una suerte eh: nuevo}' poderoso lq uido de revel

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    SOCRATES: And ifh. ha.J oomc,m, ""ilh him, he ""Quid >lil ",h>t h~ ",iJ w him>tlfi nloacu", ,pm:h odd ..... std !O hi, com p"","I\, audibl)' u" .. i"g , ,,,*, s.:om. ,houEh .. , s.o d IO ' ,,'h .. ber,,~ w. ",, 11rr:: On" f.he?-I'ROT AR. CHUS: Unqu .. ,ion.nly.--SOCRATES: w.lI, ir "'e are , igllt !(tfa,. he .. i, onemO!epoim in .h iston".,,on fO! os ro coruidtd b)' . d". , 'o u.n!l ... ' ,h~ ,i!.n5 Jacques Derr ida, Dissemination, trad. inglesa de Barba ra Johnson, pgina 175 ( .. The Double Session,,)

    Derrida, cuya teora deconstructiv8 consista en un ataque a lo vlsual -como forma de presencia que su idea de espaciado como aspecto del diferir (o dilfrance) aspiraba a desmantelar- , invent a menudo metforas viSuales sorprendentemente efICaces para sus conceptos. En la ilustracin, la Insercin de . MirniqUf:!' de Mallarrn en un ngulo del Rlebo de Platn sugiere. visualmente. la idea del pl iegue, o redoble, que Derrida produce como lJn nuevo concepto de mmesis, en el que el doble (o COpia de se' su consecucin, la representac in >, su me-moria; aqu , an ticipndose, recopi lando, en el futuro, en el pasado, bajo la falsa apa ri encia del presente. De este modo acta el mimo . Su juego term ina en Llna al usin perpetua sin ro m per el espejo. De cste modo crea un estado pu ro de fi ccin.

    La imitac i n que se integra en lo que ya es dob le, o am biguo, no en-tra, pues, en el rei no de la verdad. Es una copia sin modelo y su estado se ca rac teriza por el tl' rm ino SillllllaC/"J/1II (simulacro): una copia sin or iginal , (< una falsa apariencia del presente. Tanto el poe ta co mo el fi -lsofo com paran el pliegue a travs del cual el marco platnico se trans lll ut a en el doble (o entre dos) de Ma llarm con el plit'gue o ca nal de un libro, que en su grieta siempre era sexua li zado pa r ~t Mallarm, de ah su expresin dasc ivo pero sagrado. Derr ida ll ama r hilllen a t's\c pl iegue -({falsa apar iencia del presente),-, o en ocasiones se refe rir a l con el trmino , invagi nacilH), por la cua l la cond icin del marcO se lI evdJ" al interio r de un a rgumento , que a su vez lo enmarcar.

    El arte en la era del simulacrum

    Trminos como parcrgo/l, SlIpplC/IlC/ll, (i ilTt~ran cc y rC/IIarwr cimenta-ron la nueva pdctic l art stica despus de la modern idad . 'r odas estas ideas -desde el Sillll/lacn ll ll hasta el cnma rcamiento del marco- pasa-

    6 ' Louise Lawler, Poflock and Soup Tureen (Pollock y sopera), 1984 Clbacromo , 40,6 x 50,8 cm

    N fotografiar obras de arte cuando entran en los espacios dispuestoS para ellas por los coleccionistas , Lawler produce laS imgenes como si fueran ilustraciones de interiores en vague o cualquier otra publicaCin peridica de disei'lo de lujO. Al recalcar la mercantllizacln de la obra de arte. las Imgenes de Lawler lambin se centran en la incorporacin de la obra del coleccionista a su espacia domstico , conw1indola de este modo en una extensin de su subletividad. El detalle de la maraa de pintura de Pollock se relaCIOI18 as con el intnncado diseo de la sopera. como una arma de inrerpretaCln personal del coleccionista.

    ro n a ser elementos bsicos no slo del postest rll cturalis lllo si no tam -bin dI.' la pint ura pos llloderna . David Sa ll e, que es quizi la fi gura ms representa tiva de esta pin tura, se desa rroll en un con tex to de jvenes artis tas que mantuvo una ac ti tud sumamente crtica hac ia las reiv in-d icaciones t radic ionales del art e para superar las cond iciolles de la cu ltura de masas. Este grupo - del que a l principio formaban parte 11-gur

  • su posicin en los m rgenes de la legalidad, se le ha Ikg;ldo;l poner el nombre rte de apropiacill. Y este tipo de ob ra, quc construye una crtica de las forl11 de b imagen en la dcada de [980 - ya sea en un c3 mpo radica l, como una critica de la red de poder que impregna la realidad, siempre estructurndola, o en UIl campa conse rvado r, como un regreso entusiasta a la fIguraci n y al artis\'a como dador de illl -gmes- asume otra dimensin cua ndo vemos la estrategia a travs ele los ojos ele art istas fem inistas. Trabajando col1 material fo togrMico apropiado del banco de imgenes de la cultura de masas y con la for-ma de tratam ien to d irecto al que ha recurrido a men udo la pub li ci-dad -cuando engatusa, o int imida, o predica a sus espcct