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  • MDULO 2101- ANTECEDENTES DE LA PSICOLOGA 1

    Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: Leahey, T.H.(1993) Historia de la Psicologa. Madrid. Prentice-Hall.

    NIDAD RIGEN ILOSFICO Y IENTFICO DE LA SICOLOGA

    L e c t u r a 2 Leahey, T.H.(1993) Historia de la Psicologa.

    Madrid. Prentice-Hall. Pp 133-157

    Con la lectura de este captulo de Leahey (1993) puedes estudiar el tema de La revolucin cientfica de la Unidad I titulada Origen Filosfico y Cientfico de la Psicologa, con esta lectura explorars las rupturas y tradiciones que surgieron en el conocimiento a partir del siglo XVI.

    UU NN II DD AA DD II ..

    O R G E N E S F I L O S F I C O S Y C I E N T F I C O S D E L A P S I C O L O G A

    Los dos siglos posteriores a 1600 fueron literalmente revolucionarios. El perodo se abre con la Revolucin Cientfica del siglo xvii y se cierra con las revoluciones polticas en la Amrica colonial y en la Francia monrquica. Las revoluciones cientficas y filosficas sentaron las bases de la revolucin poltica. Desde una perspectiva histrica amplia, dichos siglos fueron testigos de la cristalizacin del mundo occidental tal como hoy da le conocemos. Las incipientes naciones-estado del Renacimiento empezaron a consolidarse gracias a tiranos de talante ms o menos ilustrado, como Luis XIV (1638-1715) de Francia y Federico el Grande (1712-1786) de Prusia. Las ideologas de la libertad y la revolucin, que forman parte tan principal de la poltica moderna, fueron formuladas por vez primera por los filsofos de la poca de la Ilustracin. La moderna economa industrial y el capitalismo se gestaron en la Revolucin Industrial de la Inglaterra de fines del XVI I I .

    De todos estos cambios cabe abstraer una tendencia general, de enorme importancia para la Psicologa. Para el pensador medieval o renacentista, el mundo era un lugar relativamente misterioso, organizado segn una gran jerarqua, que iba de Dios al mundo material, pasando por el hombre, en donde cada acontecimiento tena un significado especial. El mundo era profundamente espiritual. En el siglo XVll esta concepcin se vio atacada y sustituida por otra: la cientfica, matemtica y mecanicista. Los cientficos de la Naturaleza demostraron la ndole mecnica de los fenmenos celestes y terrestres y, en consecuencia, de los cuerpos de los animales. Por ltimo, el enfoque mecanicista fue extrapolado al hombre mismo. De esta suerte, las disciplinas que se ocupaban del estudio de la Humanidad, desde la Poltica a la Psicologa, podan quedar sujetas al mtodo cientfico, Y resultaba legtimo buscar leyes naturales tanto en la mente humana como en los cielos. Hacia 1800 era general la creencia en que el universo, as como la humanidad, constituan mquinas sometidas a leyes naturales. En este proceso, la antigua concepcin del mundo y de su relacin con la humanidad como una trama de smbolos de significado mstico se volatiliz.

    Dividiremos el estudio de este perodo en dos partes. La primera abarca desde aproximadamente 1600 a 1700, y contempla la instauracin de la

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    ciencia moderna y la reconstruccin de la Filosofa sobre bases nuevas (aunque familiares). El segundo perodo, de 1700 a 1800, suele conocerse como la Ilustracin. En esta poca, los principios de la ciencia y la razn se aplicaron a los asuntos humanos, inclusive al estudio de la mente y la conducta humanas. LA REVOLUCION CIENTIFICA

    La Revolucin Cientfica eclipsa todo lo posterior al ascenso del cristianismo y reduce el Renacimiento y la Reforma al rango de meros episodios, de simples desplazamientos internos en el sistema de la cristiandad medieval.

    BUTTERPIELD, 1965.

    No cabe dudar de la importancia de la Ciencia en el mundo moderno, y ninguna Historia de Occidente y en especial ninguna Historia de la Ciencia puede pasar por alto la Revolucin Cientfica, aunque la Psicologa no formara parte de esta revolucin. El resultado de tal revolucin es incuestionable. Supuso desplazar la Tierra del centro del universo, e hizo de ste una gran mquina, totalmente independiente de los sentimientos y necesidades del hombre. Destron las actitudes filosficas de la escolstica y la esotrica mentalidad mgica de la alquimia, sustituyndolas por una investigacin pblica de regularidades matemticamente exactas y confirmables por experimentos. Asimismo, propuso que el hombre poda mejorar su suerte mediante la aplicacin de la razn y del experimento, ms que por la oracin y la devocin (Rossi, 1975). Sin embargo, las races de la revolucin cientfica y sus mtodos de avance se debaten en un confusionis-mo lamentable, empeorando cada vez ms esta situacin con cada nueva aportacin de la investigacin histrica.

    Resulta harto cmodo y tal ha solido ser el camino tradicional escribir la ms temprana historia de la Ciencia como si se hubiera tratado de una progresin gradual y sin pausa hacia la ciencia moderna, en la que los grandes precursores cientficos y materialistas habran rechazado la supersticin y la alquimia en favor de las matemticas, el experimento y el mecanicismo. Empero, tan ejemplarizante historia no se mantiene ya en pie. Lejos de rechazar la alquimia, Newton le consagr ms tiempo que a la Fsica (Westfall, 1975). Algunos de los Padres de la Iglesia Catlica consideraron

    que el mecanicismo vindicaba a Dios, en lugar de destruirle. Galileo estuvo fuertemente influido al igual que Newton por el neoplatonismo renacentista, y se inspir en los filsofos medievales para muchas de sus ideas cientficas.

    Francis Bacon puede ser elegido como una figura adecuada para ilustrar los torbellinos de controversia en torno a la formacin de la ciencia moderna. A Bacon se le considera, convencionalmente, como una de las grandes figuras de la ciencia primitiva, debido a su rechazo de la escolstica, de Aristteles, del neoplatonismo mstico y de todas las otras formas de autoridad heredada y preconcebida. En su lugar, Bacon encareci la autoridad de la observacin frente a todo tipo de hiptesis, prefigurando el posterior menosprecio de Newton hacia la especulacin. Bacon fue tambin importante por llamar la atencin sobre el valor de la artesana y la tecnologa. El artesano opera directamente sobre el mundo y no tiene sitio para hiptesis superfluas, de suerte que su sabidura puede servir como modelo para la ciencia y como instrumento para el perfeccionamiento de la Humanidad. Bacon es, en consecuencia, moderno por apelar a la observacin y a la aplicacin como ingredientes bsicos de la ciencia.

    Sin embargo, Bacon resultaba a ratos un conservador un tanto aristotlico. No aceptaba el sistema cosmolgico heliocntrico de Coprnico, porque era demasiado hipottico y matemtico. Del mismo modo, rechaz la fsica de Galileo, porque Galileo estudiaba el movimiento cindose a unas pocas variables tratadas matemticamente. Como Aristteles y los cientficos me-dievales, Bacon senta una gran desconfianza hacia las matemticas y quera explicar todos los aspectos de cada fenmeno. Se ha alegado tambin que, a pesar de sus ataques a la magia y la alquimia, el deseo de Bacon de que la ciencia sea til deriva de las metas prcticas de la alquimia, a saber, de la transmutacin del plomo en oro (Rattansi, 1972). Por ltimo, Thomas Kuhn (1976) ha argido que Bacon queda totalmente fuera de la Revolucin Cientfica. Las nicas ciencias que experimentaron una revolucin durante el siglo xvli fueron las ciencias clsicas y ya matematizadas de la Astronoma y la Fsica, por las que Bacon no sinti el menor inters. Sitase, en cambio, a la cabeza de las ciencias ms puramente empricas y baconianas, como la Qumica, que no fueron matematizadas hasta el siglo.

    La erudicin histrica actual ha demostrado que no slo Bacon, sino cada figura de la Revolucin Cientfica, es susceptible de presentarse como moderna o medieval, y con escasas excepciones como crucial o trivial.

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    Debemos concluir que la Revolucin Cientfica exigi mucho tiempo y que ninguna figura aislada puede pretender el ttulo de portavoz a carta cabal de la ciencia moderna. Cabe fechar el comienzo de la revolucin en 1453, con la publicacin de la Revolucin de las rbitas celestes, de Coprnico, quien propona que el sol, y no la Tierra, era el centro del sistema solar. Con todo, la fsica de Coprnico era aristotlica, y su sistema no contaba con ms apoyo en los datos que el viejo sistema tolomeico, aunque algunos consideraran atractiva su simplicidad. Galileo Galilei (1564-1642) fue el portavoz ms efectivo del nuevo sistema, apuntalndolo con su nueva fsica, que permiti dotar de sentido a la propuesta heliocntrica, y aportando pruebas telescpicas de que la luna y otros cuerpos celestes no eran ms celestiales que la Tierra. Sin embargo, Galileo, como Coprnico, no pudo abandonar el viejo presupuesto griego de que el movimiento de los planetas tena que ser circular, a pesar de que su amigo Johann Kepler (1571-1630) demostr que las rbitas planetarias eran elpticas. La unidad definitiva de la fsica celeste y terrestre, y la victoria final de la nueva cosmovisin nacida de la ciencia, se produjo con los Principia Mathematica, de Newton, publicados en 1687.

    Las leyes del movimiento de Newton colocaron la clave del arco en la idea de que el universo era una gran mquina. La analoga con la mquina haba sido propuesta por Galileo y Ren Descartes, y rpidamente se convirti en una concepcin popular del universo. Originalmente, fue planteada como un apoyo a la religin contra la" magia y la alquimia: Dios, el maestro ingeniero, haba fabricado una mquina perfecta y la haba echado a funcionar. Los nicos principios operativos eran, por tanto, mecnicos, y no secretos: las maquinaciones mgicas no pueden afectar a las mquinas. Empero, implcita en la concepcin mecanicista halla la posibilidad de que Dios est muerto y que haya legado tras de s un universo fro e impersonal. El propio Newton parece haber sospechado esto, ya que en su propia concepcin mecanicista del mundo persisten varias imperfecciones, que requieren que Dios se mantenga presente, activo y vigilante para garantizar que las cosas funcionen sin tropiezos. Desgraciadamente para Dios, Su imagen de Mecnico Remendn del Cosmos, que se afana de un lado para otro con el fin de mantener a los planetas en el buen camino, resulta absurda. El mecanicismo, ms consecuente, de Descartes y Galileo triunf, respaldado por la fsica de Newton. Este punto de vista fue de consecuencias fatales para la vieja concepcin medieval de Dios como ser siempre presente que se

    manifiesta a s mismo en signos y portentos. Dos importantes concepciones del conocimiento se disociaron en el siglo

    XVII, con implicaciones que ms tarde se revelaran decisivas para la Psicologa. Deba la ciencia ser pura y abstracta, o aplicada y til? La vieja tradicin platnica respaldaba la primera concepcin: en palabras del platnico Henry More, el valor de la ciencia no debe medirse por la ayuda que os puede procurar a vuestra espalda, cama y mesa (Rattansi, 1972). Wundt y Titchener defendieron este punto de vista para la Psicologa. En el siglo xvii, sin embargo, se desarroll una tradicin segn la cual la ciencia tena que ser til, tradicin que hall su ms vigoroso exponente en Bacon, aunque no est claro si su inspiracin proceda de la magia, de la tradicin artesanal o del celo puritano por las buenas obras. En el siglo xviii esta segunda tradicin estaba ya firmemente afianzada en Inglaterra y Norte-amrica, orientndose progresivamente hacia el antiintelectualismo. El em-presario ingls Richard Arkwright escriba: Es bien sabido que los ms tiles descubrimientos que se han hecho en todas las ramas del arte y de la manufactura no han sido obra de filsofos especulativos encerrados en sus gabinetes, sino de mecnicos de ingenio... familiarizados de forma prctica con el objeto de sus descubrimientos (Bronowski y Mazlish, 1960). William James defendi esta orientacin en Psicologa.

    Durante la Revolucin Cientfica emergi una importante distincin epistemolgica, que vena a reavivar una vieja idea atomista. Algunas cualida-des sensoriales de los objetos son fcilmente mensurables: su nmero, peso, tamao, figura y movimiento. Otras, en cambio, no lo son: el color, la textura, el olor, el sabor o el sonido. Si la ciencia ha de ser una empresa cuantificable y matemtica como anhelaban Galileo y Newton, entonces slo puede tratar con el primer tipo de cualidades, llamadas cualidades primarias, que los atomistas haban atribuido a los tomos propiamente dichos. Estas cualidades objetivas deben contraponerse a las cualidades secundarias subjetivas, que existen slo en la percepcin humana y constituyen el resultado subjetivo del impacto de los tomos en los sentidos. As, por ejemplo, el color es una propiedad secundaria, ya que las personas totalmente daltnicas ven todo como gris. El color es una propiedad de la respuesta de la visin a las ondas luminosas, y no una realidad intrnseca al objeto coloreado.

    La Psicologa se fund como un estudio de la conciencia y, por tanto, incluy en su objeto todas las propiedades sensoriales. Sin embargo, cuando los conductistas se rebelaron contra la psicologa introspectiva, se adhirieron

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    con pleno conocimiento de causa al modelo de la Fsica, considerando que el objeto de conocimiento de la Psicologa era la conducta, es decir, el movimiento de un organismo en el espacio. La conducta, como el movimiento, es una cualidad objetiva y primaria. Tales cualidades primarias, as al menos lo crean los conductistas, siguiendo los pasos de Newton Y Galileo, eran los nicos datos adecuados para la ciencia. La subjetividad fue desterrada, primero de la Fsica en el siglo xvii, y ms tarde de la Psicologa, en el xx.

    Es imposible subestimar el cambio en la concepcin del mundo forjado por la Revolucin Cientfica. La Ciencia proporciona las bases de casi todo el pensamiento del siglo xx, desde la ciencia poltica a la Filosofa o la Fsica. Ha puesto en manos del hombre una poderosa tecnologa, que ha cambiado la faz de la tierra y llevado al hombre a la luna. La Psicologa, en cuanto ciencia, lleg tarde al tren de la Revolucin, pero ello no impidi que quedase afectada por los presupuestos del mecanicismo, progreso tecnolgico y objetividad. Es debido a la Revolucin Cientfica por lo que la cosmovisin medieval-renacentista nos resulta en la actualidad tan ajena. Un destacado filsofo, E. A. Burtt (1954), contrapone las dos concepciones del modo siguiente:

    El cientfico escolstico se asomaba al mundo de la Naturaleza y ste le

    pareca un mundo perfectamente sociable y humano. Era finito en extensin. Estaba hecho a la medida de sus necesidades. Era clara y completamente inteli-gible, inmediatamente presente a las facultades racionales de la mente; se compona fundamentalmente y era inteligible a travs de aquellas cualidades que resultaban ms vivas e intensas en su propia experiencia inmediata: el color, el sonido, la belleza, la alegra, el calor, el fro, la fragancia y su plasticidad a los proyectos e ideales. Ahora el mundo es una mquina matemtica infinita y montona. No slo ha perdido su alto lugar en una teleologa csmica, sino que todas aquellas cosas que constituan la sustancia misma del mundo fsico para los escolsticos las cosas que lo hacan vivo, digno de ser amado y espiritual se amontonan y apian en las reducidas posiciones de extensin fluctuantes y temporales, que llamamos... sistemas nerviosos humanos...

    Se trat sencillamente de un cambio de incalculables consecuencias en el punto de vista sobre el mundo sostenido por la opinin inteligente de Europa.

    LA RECONSTRUCCION DE LA FILOSOFIA

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    El Renacimiento profes veneracin por los autores clsicos, llegando incluso al extremo de proclamar que el mundo moderno jams alcanzara la perfeccin del clsico, tan grandes parecan los antiguos. La ciencia moderna evidenci, sin embargo, que los clsicos no eran

    perfectos. Adems los viajes de exploracin del siglo xvi haban descubierto realidades nuevas y maravillosas, desconocidas para los antiguos. En 1636, Toms Campanella escriba: Dado que la exploracin del globo se ha traducido en descubrimientos que han destruido muchos de los datos sobre los que reposaba la filosofa antigua, una nueva concepcin de la realidad vendr exigida de modo inevitable (Hazard, 1963). Aunque los temas de siempre se conservaron, dos concepciones filosficas abiertamente nuevas surgieron en breve plazo como respuesta. La primera filosofa que prescindi de los clsicos fue el racionalismo de Ren Descartes; la segunda, el empirismo de John Locke. La tradicin racionalista continental La verdad a partir de la duda: Ren Descartes (1596-165C)

    Descartes fue un tpico hombre renacentista: soldado, preceptor, cientfico, matemtico, filsofo y psiclogo especulativo. En tres reas su influencia se ha revelado profunda y duradera: en su reformulacin del racionalismo, en su concepcin mecanicista del mundo y en, su concepcin dualista de los seres humanos. Examinemos por turno cada una de ellas.

    Como lo fuera para el racionalismo de Platn, el teln de fondo filo-sfico inmediato del programa de Descartes fue el escepticismo. El Renacimiento tardo produjo toda una legin de escpticos, en la lnea de Montaigne. Como los sofistas, no estaban seguros de que los hombres pudieran alcanzar la Verdad absoluta. A diferencia de los sofistas, sin embargo, los escpticos renacentistas no consideraban que la Humanidad fuera la medida de todas las cosas. Por el contrario, pensaban que los sentidos humanos eran tan dbiles, la razn humana tan frgil, que las personas necesitaban de la fe en Dios para ser capaz de cualquier logro. Como Platn, Descartes no acept ni la creencia de los escpticos en la imposibilidad de alcanzar el conocimiento ni su escasa estima por la razn humana. Para Descartes la utilizacin adecuada de la luz de la razn, implantada por Dios, constitua el camino hacia la verdad.

    Mientras serva en el ejrcito del Emperador de Alemania, Descartes consagr un da, en una habitacin calentada por una estufa, a meditar sobre sus propios pensamientos y formul los principios bsicos de su

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    filosofa. Dejando a un lado a los clsicos como un caso desesperado de confusin, y siguiendo el ejemplo de los escpticos, decidi dudar sistemticamente de todo hasta encontrar algo que fuera tan difanamente verdadero que no pudiera dudarse de ello. Descartes descubri que poda dudar de la existencia de Dios, de la validez de sus sensaciones, de la existencia de su cuerpo. Prosigi por esta va, hasta que descubri que de una cosa no poda dudar: de su propia existencia como ser autoconsciente y pensante. No se puede dudar de que se duda, porque, al hacerlo, uno se percata de la accin misma supuestamente dudosa. Dudar es un acto del pensar, y Descartes expres su primera verdad indudable en el famoso Cogito, ergo sum. Pienso, luego existo. Descartes construy entonces su filosofa sobre esta simple verdad. A partir de su propia existencia, Descartes estableci la existencia de Dios por medio de argumentos cuya validez, fuerza lgica e incluso sinceridad han sido puestas en duda desde el el momento mismo en que los formul por primera vez. Dios fundamen-tado, el resto era coser y cantar. Descartes estableci la existencia del mundo y de su propio cuerpo, y la exactitud general de la percepcin.

    Esquivaremos las engorrosas cuestiones de la metafsica cartesiana para atender a los rasgos ms destacados del enfoque de nuestro filsofo. En primer lugar, Descartes crea a pies juntillas que un mtodo correcto de razonamiento puede descubrir y probar lo que es verdad. El primer trabajo filosfico publicado por Descartes fueron las Regas para la direccin del ingenio, sobre el mtodo de conducir correctamente la Razn y de buscar la Verdad en las Ciencias (1637). Descartes sostena que slo hay una va adecuada para buscar la verdad, a saber, el descubrimiento por la razn de verdades intuitivamente obvias y la deduccin a partir de ellas de las dems verdades. Este mtodo se sita en el extremo opuesto mtodo de induccin de Bacon, ya que es un mtodo racionalista. La fe de Descartes en la razn iba a tener consecuencias duraderas y revolucionarias. Numerosos pensadores posteriores opinaron que Descartes se equivoc en sus conclusiones concretas, pero conservaron un respeto total por su mtodo de aceptar como verdadero slo lo que es evidente para la razn, rompiendo de raz con la sofstica, la supersticin, el prejuicio, la propaganda y el derecho divino de los reyes. Aunque Descartes hizo profesin de fe en Dios y la Iglesia, el florete de la razn que haba forjado sirvi a la causa de los librepensadores de

    todo el mundo. Conviene tambin sealar que, al enaltecer la razn, Descartes no conden totalmente los sentidos, como hiciera Platn. Parte de su mtodo inclua el acopio de todas las observaciones pertinentes para la cuestin debatida. Descartes se limit a recalcar que los hechos resultaban de poco valor hasta no ser ordenados correctamente por la razn. Ciertamente, Descartes no apreciaba los hechos como fines en s, sino como auxiliares para descubrir una verdad ms general.

    Descartes no fue el primero que justific su propia existencia a partir de la actividad mental. Ya San Agustn haba afirmado: Si me engao, existo; y Parmnides arga: Porque es lo mismo pensar y ser. De suerte que es lcito ubicar a Descartes en la tradicin racionalista introspectiva: la verdad es evidente antes que nada en m. en mi propia conciencia, en mi pensamiento. Despus de Descartes, sin embargo, la introspeccin se convirti en la principal herramienta filosfica tanto del racionalista como del empirista. Los filsofos disentan sobre lo que encontraban en la mente, pero todos ellos se volvan hacia ella en busca de la verdad. En consecuencia, a partir de Descartes la filosofa se fue haciendo cada vez ms psicolgica, buscando conocer la mente a travs de la introspeccin, hasta que en el siglo xix se fund la Psicologa como el estudio cientfico, ms que especulativofilosfico, de la conciencia conocida por medio de la introspeccin.

    El mtodo tuvo adems implicaciones revolucionarias ms amplias. La filosofa dej de ser ejercitada rumiando interminablemente los textos antiguos, ya fueran stos la Repblica, el de nima o la Biblia. En vez de ello, los filsofos comienzan por analizar la mente, o la experiencia, o la voluntad, tal y como ellos las entienden. Se trata de una ruptura decisiva con la tradicin escolstica y renacentista consistente en estudiar textos, y seala un retorno al filosofar de mayor libertad especulativa propio de los griegos. Esta ruptura queda subrayada por el hecho de que, en su inmensa mayora, los filsofos modernos no fueron profesores acadmicos: Descartes, por ejemplo, se sustent a s mismo durante un tiempo con la vida de soldado. Adems, estos filsofos abandonaron el latn en beneficio de sus lenguas nativas, como vehculo de sus escritos y publicaciones. Cada vez en mayor grado, los filsofos dejaron de preocuparse por convencer al mundo acadmico oficial; en su lugar, buscaron el pblico ms amplio

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    de las personas que saban leer. La Filosofa y la Ciencia escaparon paulatinamente al control de la Iglesia y del Estado merced al cmulo de publicaciones en lenguas vernculas.

    Por ltimo, la filosofa cartesiana resulta racionalista en su innatismo. Platn haba credo que el conocimiento de las Formas era innato en el alma humana. Descartes sustituy las Formas por ideas claras y distintas, a las que de inmediato reconocemos como verdaderas; y adems, estas ideas no proceden de los sentidos, sino de ciertos indicios de verdad que existen de modo natural en nuestras almas. As pues, las verdades de principio de las que no cabe dudar son innatas. Como para Platn, slo se trata de ideas potenciales, que requieren ser actualizadas por medio de la experiencia. Descartes sostuvo que la idea de Dios es innata ciertamente, nunca vemos a Dios, pero es obvio que los nios no tienen todava esta idea. Descartes ilustra esto por medio de una analoga con ciertas enfermedades hereditarias; stas no estn presentes en el nacimiento, pero la disposicin a desarrollarlas s lo est. Descartes tambin habla de ideas innatas en otro sentido: no en cuanto conceptos, tal el concepto de Picos, sino como ciertas formas innatas de pensar. Sabemos, por ejemplo, que si A = B y B= C, entonces A = C. No aprendemos esto a travs de la experiencia; por tanto, debe ser innato. Se trata de una forma innata de pensar y, en consecuencia, nuestras mentes estn dispuestas, de tal suerte, por naturaleza, que conciben cosas segn ciertas pautas establecidas. Esta clase de innatismo cobrar un vigoroso desarrollo en Emmanuel Kant; el rechazo de la primera clase de innatismo constituy el punto de partida del em-pirismo de Locke.

    Los primeros trabajos de Descartes tuvieron lugar en el campo de la Ciencia, y no en el de la Filosofa, pero omiti publicar su relacin de los mismos, a la que titul El Mundo, tras enterarse de la condena de Galileo por la Iglesia en 1532. Algunas de sus ideas cientficas se publicaron ms tarde, en 1644, dentro de los Principios de Filosofa. En sus detalles, la fsica de Descartes recuerda a la de los presocrticos. Su descripcin del mundo es en gran medida especulativa, sustentada a veces en una informacin obsoleta e ignorante de los avances de su poca, tales como las leyes de Kepler sobre los movimientos de los planetas. Reposa ms sobre la argumentacin abstracta que sobre la prueba emprica, como caba esperar de un racionalista. Sin embargo, aunque sus detalles

    fueran errneos, su concepcin bsica triunf en toda la lnea. Con la colaboracin de Newton nos ha suministrado nuestra concepcin moderna del mundo. Desde su ms temprana educacin, Descartes haba quedado fuertemente impresionado por las matemticas, as que su concepcin del mundo se hizo matemtica. Conceba el mundo, la totalidad del universo material, como una mquina compleja que obedeca a leyes deterministas y matemticas cognoscibles a la mente. En el mundo material no hay nada ms que materia extensa; no hay colores, ni gustos, n: ngeles, ni demonios. Dios ha creado la mquina perfecta y la ha puesto en funcionamiento. La razn humana puede comprender las leyes naturales y usarlas para su provecho, pero stas son fijas e insensibles. La explicacin cartesiana de la mquina del mundo era en s poco satisfactoria, su naturaleza especulativa dejaba de lado los hechos. Le estaba reservado a Newton conseguir una verdadera comprensin del mecanismo de la fsica. Su xito y la visin de Descartes han venido guiando a la Ciencia desde entonces. En buena medida, la historia posterior de todas las ciencias no ha consistido en otra cosa que en su formulacin en trminos mecnicos, a comenzar por la Fsica, siguiendo con la Qumica y terminando en nuestra propia poca por la Biologa. Ni tampoco ha escapado el hombre a la visin de Descartes, lo que nos lleva a la cuestin de su psicologa.

    Si el mundo material, tal como objetivamente existe, posee con exclu-sin de cualquier otra la propiedad primaria de la extensin, es evidente que el mundo tal como lo experimentamos subjetivamente posee otras muchas propiedades secundarias: color, olor, gusto, sonido, alegra, dolor, temor. En consecuencia, adems del mundo material, que incluye al cuerpo, hay un mundo subjetivo de la conciencia y la mente. Quizs este segundo mundo sea tambin espiritual, pues Dios y el alma no son materiales. En cualquier caso, por lo que respecta al conocimiento humano, hay dos mundos: uno objetivo, cognoscible cientficamente y material-mecnico el mundo tal y como realmente es; y el mundo subjetivo de la conciencia humana, conocido a travs de la introspeccin el mundo de una persona en cuanto ser pensante.

    As pues, Descartes plante un dualismo de la mente y del cuerpo, percibidos como entidades diferentes, la una fsica el cuerpo y la otra no fsica la mente. Estas dos entidades interactan entre s: la mente adquiere informacin acerca del mundo material a travs de los

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    sentidos; los deseos del cuerpo se sienten en la conciencia, mientras que la mente puede dirigir las acciones del cuerpo. La naturaleza exacta del dualismo cartesiano ha sido muy discutida. A los ojos de muchos de sus contemporneos pareci que Descartes haba eliminado el alma cristiana, pues la nica propiedad que de modo positivo le asignaba era la conciencia o el pensamiento, no la inmortalidad. Adems, sus pruebas de la existencia de Dios se antojaban endebles. Descartes proclam su ortodoxia, pero la supresin de sus trabajos cientficos primerizos sugiere una cierta heterodoxia. La cuestin sigue abierta todava. Algunos arguyen que Descartes era un cristiano sincero, cuyo sistema contena los grmenes del atesmo materialista. Otros sostienen que Descartes fue en su fuero interno un mecanicista a ultranza, que crea que la conciencia subjetiva era nicamente un proceso cerebral, pero que procur ocultar sus verdaderas ideas del celo inquisitorial de las autoridades de la Iglesia y el Estado.

    En cualquier caso, la consecuencia ms importante de su psicologa fue su mecanicismo. En cuanto entidad material, Descartes concibi el cuerpo como una mquina, ofreciendo detalladas teoras mecnicas sobre cmo se producen la sensacin y la accin cuando el cuerpo y la mente interactan a travs de la glndula pineal, el asiento de la mente. Al igual que su fsica, la fisiologa de Descartes era especulativa e incompatible con la informacin existente ya en su poca sobre el sistema nervioso. Lo que de veras importa es la concepcin cartesiana del cuerpo humano en cuanto mquina que engloba muchas facultades anteriormente asignadas al alma. Como Aristteles y los psiclogos de las facultades de la Edad Media, Descartes disert sobre la memoria, la imaginacin y el sentido comn. Sin embargo, y al contrario que ellos, Descartes asign tales facultades al cuerpo, dolido a entender que, aunque parezcan ser actividades mentales, pueden explicarse como actividades corporales. Por ello, Descartes procur explicar lo ms que pudo de la mente en trminos materialistas y mecanicistas y dentro del mbito cientfico, reservando como mucho la conciencia de s mismo a la filosofa. De aqu que Descartes se propusiera, o no, ofrecer una teora completamente materialista y mecanicista de la actividad mental humana, potenciara en sumo grado la incorporacin de la mente a la ciencia mecnica. En el siglo xvtu nos encontraremos con psicologas totalmente mecanicistas.

    Descartes sugiri tambin la posibilidad de comparar las mentes humana y animal. Consideraba a los animales como simples autmatas mecnicos, carentes de almas conscientes de s mismas, y apel a la singularidad del lenguaje humano para apoyar su punto de vista. Los seres humanos, por poco inteligentes que sean, poseen un lenguaje creativo, capaz de expresar el pensamiento racional y reflexivo. Los animales, por el contrario, poseen, en el mejor de los casos, seales vocales, que denotan simples estados fsicos, tales como el miedo. En la dcada de 1950, el lenguaje se convirti en un problema especial para la Psicologa, y al menos un lingista sigui los pasos de Descartes en el tratamiento del lenguaje como una capacidad innata y exclusivamente humana.

    Descartes, en fin, se nos antoja una figura paradjica. Por su hincapi en la razn como contrapuesta a la percepcin, en las ideas innatas como contrapuestas a la experiencia, en la verdad absoluta como contrapuesta al relativismo, resulta un racionalista. En cambio, por su concepcin mecanicista del mundo y del cuerpo humano, su psicologa vendra, en ltima instancia, a apuntalar el empirismo y el conductismo. El corazn tiene sus razones que la razn no conoce: Blas Pascal (1623-1662)

    Si Descartes prefigura al racionalista seguro de s mismo de la Ilus-tracin, Pascal anuncia al existencialista angustiado de fechas recientes. Para Descartes, la duda desembocaba en la triunfante certeza de la razn; para Pascal, la duda llevaba a una duda peor. Deca Pascal: ...Me he sumergido en la infinita inmensidad de los espacios, de los que apenas conozco nada y que nada saben de m, y he sentido pnico... (Bronowski y Mazlish, 1960). Pascal detestaba el racionalismo excesivo de Descartes y obtena consuelo y verdad de su fe en Dios. Para Pascal, lo que es esencial en los hombres no es la razn natural, sino la voluntad y la capacidad para la fe: es decir, el corazn. De esta suerte, Pascal se asemeja a los primeros escpticos cristianos, como, por ejemplo, Montaigne. Pero Pascal es cartesiano por el valor que atribuye a la conciencia de s mismo, como queda de relieve en la siguiente afirmacin de los Pensamientos: El hombre sabe que es miserable. As que es desdichado porque sabe que es miserable; pero es grande porque lo sabe... El hombre no es ms que un junco, la cosa ms frgil de la Naturaleza; pero un junco que piensa. Pascal dudaba de la capacidad

    Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: Leahey, T.H.(1993) Historia de la Psicologa. Madrid. Prentice-Hall.

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    del hombre para desentraar la Naturaleza, o para comprenderse a s mismo: el hombre es miserable. Y con todo, la singular conciencia que tiene de s mismo lo eleva por encima de la Naturaleza y los animales, ofrecindole la salvacin a travs de la fe en el Dios cristiano. La angustia de Pascal y su necesidad de fe resuenan en todos los existencialistas modernos, sin exceptuar a ateos como Sartre.

    Al mismo tiempo, Pascal era un cientfico y matemtico que investig el vaco y contribuy a establecer la teora de la probabilidad. Como ma-temtico, fue un nio prodigio. A los diecinueve aos construy las pri-meras calculadoras mecnicas, algunas de las cuales todava se conservan. Aunque su propsito era modesto ayudar a su padre, un funcionario de impuestos, a hacer clculos su implicacin fue profunda. Pascal lleg a escribir: La mquina aritmtica produce efectos que se aproximan ms al pensamiento que todas las acciones de los animales (Bronowski y Mazlish, 1960). Pascal fue el primero en intuir que la mente humana poda concebirse como una mquina de procesamiento de la informacin, susceptible de ser remedada por las computadoras, concepto que resulta central en la psicologa cognitiva contempornea. En la poca de Pascal, y para alguien con una sensibilidad como la suya, semejante implicacin revesta caracteres sobrecogedores, ya que significaba que la razn a la que Descartes dejaba al margen de su sistema mecnico no poda ser exceptuada. Quiz los animales, criaturas totalmente mecnicas segn Descartes, s razonan. En consecuencia, Pascal proclam que el libre albedro, y no la razn, es lo que distingue al hombre de los animales. Es el corazn, no el cerebro, lo que hace al hombre humano. La generalizacin del determinismo: Baruch Spinoza (1652-1677)

    Spinoza fine un pensador reido con su propia poca. Judo de nacimiento, pero excomulgado por no creer en Yav, formul una filosofa que identificaba a Dios con la naturaleza, y que vea en el Estado un simple pacto entre los hombres, susceptible de revocacin. Sufri el rechazo de su propio pueblo, fue denunciado por los cristianos y sus obras fueron censuradas, incluso en el Estado tolerante de Holanda, en que viva. Durante la Ilustracin, fue admirado por su independencia de espritu, pero se le rechaz por su filosofa pantesta. Ms tarde, los romnticos veneraron su aparente misticismo, mientras que los cientficos vieron en l a un naturalista.

    La filosofa de Spinoza principia con la metafsica y termina con una reconstruccin radical de la naturaleza humana. Segn Spinoza, Dios es esencialmente naturaleza, Si no existiera el mundo natural, no existira nada, de forma que Dios (la Naturaleza) es el soporte y creador de todas las cosas. Pero Dios no es un ser separado y distinto de la Naturaleza; todas las cosas son parte de Dios, sin excepcin, y Dios no es ms que la totalidad del universo. De aqu que se considerara a Spinoza un ateo. Adems, la Naturaleza es totalmente determinista. Segn Spinoza, comprender algo significa desentraar sus causas eficientes. Spinoza neg la existencia de causas finales, considerando que la teologa era una proyeccin de los anhelos humanos de finalidad a la Naturaleza, que aplicamos nicamente a aquellos acontecimientos que nos es imposible explicar por causas eficientes, esto es, deterministas.

    Spinoza generaliz su anlisis determinista a la naturaleza humana. La mente no es algo separado del cuerpo, sino que es producida por procesos cerebrales. Mente y cuerpo son una sola cosa, aunque puedan ser contemplados bajo dos aspectos: como procesos cerebrales fisiolgicos o como sucesos mentales pensamientos. Spinoza no neg que la mente exista, pero la consider como un aspecto de una naturaleza fundamentalmente material. De suerte que, para Spinoza, la actividad mental es tan determinista como la actividad corporal. Spinoza rechaz el dualismo cartesiano, y esa es la razn de que para l no exista el problema de la interaccin. Sentimos que somos libres, pero se trata tan slo de una ilusin. Si com-prendiramos de modo adecuado las causas de la conducta y el pensa-miento humanos comprobaramos que no somos libres. Al igual que no cabe culpar en modo alguno al ro que se desborda y arrasa una ciudad, as tampoco debe atribursele culpa a un asesino reincidente. La sociedad puede tomar medidas para controlar el ro o al asesino, previniendo as una futura destruccin, pero se trata aqu de consideraciones pragmticas ms que morales. El concepto que de la responsabilidad se forma Spinoza exige, en consecuencia, una ciencia psicolgica que desenmarae las causas de la conducta humana, en la que presenta una sorprendente semejanza con la de B. F. Skinner. La teora de la memoria de Spinoza, que afirma que las ideas experimentadas juntas quedan engarzadas mecnicamente, tambin recuerda a las teoras posteriores del aprendizaje, que asocian el estmulo y

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    la respuesta. No obstante, Spinoza procedi a definir una tica del control de s mismo

    que trasciende del determinismo materialista y que, en cierto grado, entra en conflicto con el resto de su pensamiento. Segn l, la accin y el pensamiento correctos dependen del control de las emociones corporales por la razn. La persona sabia es aquella que sigue los dictados de la razn con preferencia a los de las pasiones momentneas y contrapuestas que proceden del cuerpo. La razn nos llevar a actuar guiados por un egosmo inteligente: es decir, a ayudar a los dems como nos gustara ser ayudados. La tica de Spinoza y su concepcin de la humanidad son de pura raigambre estoica. El universo fsico se halla ms all de nuestro control, pero nuestras pasiones no. De suerte que la sabidura se identifica con el autocontrol racional, y no con el intil esfuerzo por controlar la Naturaleza o a Dios. Spinoza tambin defenda que los Estados deben permitir la libertad de pensamiento, conciencia y palabra, ya que cada persona ha de ser libre para ordenar su mente como le parezca adecuado. Por todo esto, Spinoza fue cubierto de oprobio, incluso por los pensadores ms avanzados de su poca. Niveles de conciencia: Gottfried Wilhelm Leibniz (1646-1716)

    Leibniz fue a la vez matemtico, lgico y metafsico. Invent por s solo el clculo y so con un clculo formal de conceptos que supusiera para el razonamiento verbal lo que las matemticas han supuesto para las ciencias. Su metafsica es en extremo ardua. Podemos resumirla en que conceba el universo como compuesto de infinitas entidades geomtricas de la dimensin de un punto, llamadas mnadas, cada una de las cuales est en cierta medida dotada de vida y posee algn grado de conciencia. Los animales y las personas estn compuestos por mnadas, que coadyuvan

    a la constitucin de una mnada ms consciente y, por ende, ms dominante. As que, contrariamente a Descartes, Leibniz atribuye alma a los animales.

    La teora de las mnadas de Leibniz condujo a una solucin del problema mente-cuerpo que goz de una aceptacin cada vez ms general en los dos siglos siguientes. Descartes haba dicho que la mente y el cuerp3 interactan. Sin embargo, no estaba claro cmo el espritu poda actuar sobre la materia, y viceversa, lo que desembocaba en una concepcin llamada ocasionalismo, segn la cual Dios se encargaba de que al ocurrir un evento corporal, tambin ocurriera un evento mental, y viceversa. Esto tambin introduca dificultades, al atribuir a Dios el estar pendiente de que el cuerpo y el alma se mantuvieran

    coordinados. Leibniz propuso una respuesta que desde entonces ha venido denominndose el paralelismo mente-cuerpo (o psicofsico). Su razonamiento era que Dios haba creado el universo la infinidad de mnadas de tal forma que se daba una armona preestablecida entre las mnadas. Leibniz se sirvi de la analoga de los dos relojes. Imaginmonos dos relojes idnticos y perfectos, con las manecillas marcando la misma hora y puestos en marcha al mismo tiempo. A partir de entonces habr siempre acuerdo entre los relojes y se reflejarn el uno al otro, pero no estarn causalmente conectados. Ambos seguirn un curso idntico, pero paralelo, y, por tanto, no interactuarn. Lo mismo ocurre con la mente y el cuerpo. La conciencia la mente refleja exactamente lo que ocurre en el cuerpo, pero slo debido a la armona preestablecida por Dios, y no por una conexin causal. De hecho, Leibniz extrapol este esquema al conjunto del universo, sosteniendo que las mnadas nunca interactan, pero muestran coordinacin en sus imgenes del universo gracias a la perfecta armona de Dios. Aunque la base metafsica del paralelismo psicofsico fue desechada posteriormente, la doctrina pro-piamente dicha prendi a medida que el conocimiento fisiolgico del cuerpo y el desarrollo de la Fsica demostraron que el interaccionismo y el ocasionalismo no eran plausibles.

    Leibniz tambin reintrodujo las causas finales en la filosofa. El mundo material est gobernado por causas eficientes, como arga Spinoza, pero dado que Leibniz crea en sus mnadas inmateriales, se haca preciso un segundo tipo de causacin. Leibniz postul que las mnadas muestran una tendencia a perfeccionarse a s mismas, a actualizar su potencialidad, con-cepcin que recuerda a Aristteles. De hecho, cada vez que las mnadas no interactan, el nico modo en que pueden cambiar y reflejar as los cambios del universo es por medio del desarrollo interno. En conciencia, las mnadas son intencionales y evolucionan hacia un fin: su pro-a perfeccin. Este desarrollo es natural y espontneo; no es causado por nada exterior a la mnada. Tambin aqu, una vez desechado el aparato metafsico, la idea conserv su influencia, especialmente en la psicologa del desarrollo. Algunos psiclogos del desarrollo, y sobre todo Jean Piaget, creen que el desarrollo infantil es una progresin espontnea y natural, relativamente inafectada por el entorno. Esto, desde luego, se halla en el extremo opuesto a las concepciones empiristas, que consideran al nio como un ser ampliamente modelado por el medio ambiente.

    Tambin en oposicin a los empiristas, Leibniz defendi las ideas

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    innatas. Al igual que Descartes, crea que muchas ideas, como la de Dios y las verdades matemticas, no podan derivarse de la experiencia, porque eran demasiado abstractas. Dichas ideas tienen por fuerza que ser innatas. Leibniz expres su concepcin mediante su famosa metfora de la estatua. La mente, cuando nace, es comparable a un bloque de mrmol. El mrmol tiene vetas, y puede ocurrir, por ejemplo, que las vetas tracen la figura de Hrcules en el mrmol. Se requieren determinadas actividades para producir la estatua, pero en cierto sentido Hrcules est innato en el mrmol. De modo anlogo, las disposiciones innatas del nio para ciertos tipos de conocimiento han de ser activadas, bien sea por la experiencia, bien por la propia reflexin del nio sobre la vida mental.

    Examinemos, por ltimo, la teora de la percepcin de Leibniz, pues aqu Leibniz desbroz el camino tanto a la psicofsica como a la psicologa fundacional de Wundt (McRae, 1976). En primer lugar, Leibniz distingui las petites perceptions de la perception. La petite perception es un estmulo por utilizar un trmino actual tan dbil que no se percibe. Sirvindonos de la metfora ms frecuente en Leibniz, nadie oye el sonido de una gota de agua que cae en la playa; he aqu una petite perception. Y sin embargo una ola que se estrella en la playa no es sino cientos de gotas que caen sobre sta, lo que no impide que oigamos su fragor. De esta suerte, nuestra percepcin del estallido de la ola est compuesta de muchas petites perceptions, cada una de ellas demasiado diminuta para ser oda, pero que en conjunto forman una experiencia consciente. Esta doctrina seala el camino hacia la psicofsica, o estudio sistemtico de la relacin cuantitativa entre la intensidad del estmulo y la experiencia, que examinaremos en el captulo 6. La teora de Leibniz tambin implica la existencia del inconsciente o, como escribe Leibniz, de cambios en el alma misma de los que no somos conscientes. Modificado en el siglo xtx y prohijado por Freud, el concepto de inconsciente estaba llamado a tener un impacto formidable en la Psicologa.

    Leibniz tambin diferenci entre percepcin y sensacin. Una percepcin es una idea tosca y confusa, en realidad no consciente, que los animales, como los humanos, pueden poseer. Sin embargo, a una persona le es posible depurar y aguzar sus percepciones hasta percatarse de ellas. Reflexivamente en su conciencia. Entonces se

    convierten en sensaciones. Este proceso de refinamiento se llama apercepcin. La apercepcin tambin parece que interviene en la unificacin de las pequeas percepciones para convertirlas en percepciones. Este proceso de unificacin, destacado por Leibniz, no es un proceso de mera agregacin. Ms bien, las percepciones son propiedades emergentes, que proceden de masas de pequeas percepciones. Si combinamos luces azules y amarillas, por ejemplo, no tenemos la experiencia separada del azul y el amarillo, sino en su lugar la del verde, una experiencia emergente que no est presente en las luces ms simples que la constituyen.

    La atencin es el componente ms importante de la apercepcin para Leibniz, quien distingui dos tipos, la pasiva y la activa. Si uno est ab-sorto en alguna actividad, puede no advertir otros estmulos, como que le est hablando un amigo, hasta que el estmulo se vuelva tan intenso que automticamente atraiga su atencin. Aqu el cambio de atencin es pasivo, porque el nuevo estmulo capta la atencin. La atencin puede tambin ser voluntaria, como cuando en una reunin uno se centra en una persona con exclusin de todas las dems. A veces Leibniz vincul estrechamente la apercepcin a la atencin voluntaria, al considerar aqulla como un acto de la voluntad. Este es tambin el sentido en que Wundt us el trmino apercepcin.

    La memoria tambin interviene en la atencin, porque, cuando esta-mos pendientes de algo, debemos fijarlo en la mente mediante la memoria. Leibniz cita un ejemplo sencillo, utilizado en la investigacin del siglo xx, sobre la memoria ecoica y la atencin. Si un amigo nos habla mientras estamos absortos en otra cosa, ocurre a veces que nuestra primera respuesta es Qu?, pero ello no impide que a rengln seguido podamos contestar la pregunta de nuestro amigo. Esto demuestra que la pregunta no fue atendida en un primer momento, pero que de algn modo se almacen en la memoria, por lo que fue posible atenderla posteriormente; en forma anloga, una vez que nuestra atencin ha quedado prendida, podemos, por lo comn, recordar haber

    La acepcin que da Leibniz a este concepto se sita, a grandes rasgos, en el extremo opuesto a la que le asigna la Psicologa actual. Hoy da, una sensacin hace referencia a un proceso sensorial receptor, mientras que una percepcin es un evento cerebral central, o tambin mental.

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    odo antes un ruido, aunque ste haya sido dbil. . Ms adelante veremos todas estas ideas matizadas y elaboradas en

    la teora de la apercepcin de Wundt. La tradicin empirista britnica

    Al otro lado del Canal de la Mancha se estaba fundando el empirismo moderno. En Inglaterra la atmsfera era muy diferente, menos agobiada por la metafsica y ms interesada por las cosas tal y como son. Los em-piristas son ms descriptivos en su forma de enfocar la mente. Descartes, Spinoza y Leibniz queran todos ellos perfeccionar el espritu, proponiendo algn mtodo que evitara el error. Los empiristas se interesaban ms por cmo funciona de ordinario la mente, y no por cmo debera funcionar idealmente. Las leyes de la vida social: Thomas Hobbes (1588-1679)

    La importancia de Hobbes deriva de haber sido el primero en com-prender y expresar la nueva concepcin cientfica de los seres humanos y de su lugar en el universo. Hobbes escribi: Puesto que en apariencia la vida no es sino un movimiento de miembros... por qu no podemos decir que todos los autmatas... tienen una vida artificial? Pues, qu es el corazn sino un muelle; y los nervios, sino muchas cuerdas; y las articu-laciones, sino otros tantos engranajes que llevan el movimiento a todo el cuerpo? (Bronowski y Mazlish, 1960). Contemporneo de Hobbes, Des-cartes crea que los animales, pero no los hombres, eran por entero m-quinas. Hobbes lleg mucho ms lejos proclamando que la sustancia es-piritual es una idea carente de sentido. Slo la materia existe, y las acciones de las personas, en no menor grado que las de los animales, estn totalmente determinadas.

    En un punto Hobbes y Descartes estaban de acuerdo: en que la Filo-sofa deba construirse segn el modelo de la Geometra. De hecho, fue el encuentro accidental de Hobbes, a la edad de cuarenta aos, con las elegantes pruebas de Euclides, lo que le impuls a filosofar. Por lo dems, Hobbes es un autntico empirista. Crea que todo conocimiento hunde en ltima instancia sus races en la percepcin sensorial. Sostuvo un nominalismo radical, considerando a los universales como apenas otra cosa que nombres adecuados, que agrupan recuerdos de percepciones sensoriales. Descart los argumentos de la metafsica,

    considerndolos meras disputas escolsticas sobre conceptos carentes de sentido. Separ tajantemente la filosofa, que es racional y significativa, de la teologa, que es irracional y sin sentido. Su doctrina psicolgica ms interesante es la que afirma que el lenguaje y el pensamiento se hallan ntimamente relacionados, y son quizs incluso idnticos. En su obra ms importante, Leviathan (1651), Hobbes escribi: El entendimiento no es otra cosa que la concepcin causada por el habla. Adems, afirma que los nios en absoluto poseen razn, hasta que no han alcanzado el uso del lenguaje. Hobbes fue el primero del amplio, y todava existente, linaje de filsofos britnicos que identifican el pensamiento correcto con el uso correcto del lenguaje. Para la psicologa, se trata de problema antiguo y todava no resuelto: el de si el pensamiento es un habla manifiesta o encubierta, o si, en cambio, el habla se limita a revestir los conceptos abstractos. Hobbes estaba a todas luces a favor de lo primero.

    Sin embargo, el verdadero inters de Hobbes se centraba en la ciencia poltica, que reivindic haber inventado. Opinaba que si el hombre es una mquina determinista como las estrellas y los planetas, entonces la ciencia de los asuntos humanos resultaba tan hacedera como la astronoma y la fsica.

    Como alguien que haba tenido que pasar por la guerra civil inglesa, deseaba colocar el gobierno sobre una firme base racional, para evitar en el futuro errores anlogos. En el Leviathan, Hobbes toma como punto de partida un lugar comn del liberalismo moderno: que las personas son creadas a grandes rasgos en igualdad de capacidades fsicas y mentales. Sin embargo, si no hubiera gobierno, cada persona buscara su propio provecho a costa del de sus prjimos. Fuera de la sociedad organizada escriba Hobbes: hay siempre guerra de todos contra todos... y la vida del hombre es solitaria, sucia, brutal y breve. La solucin para los hombres consiste en reconocer que su propio inters racional se sita en un estado regulado, que proporcionar la seguridad, los frutos del trabajo y otros beneficios. Ello significa reconocer la existencia de Leyes de la Naturaleza; por ejemplo, la de que cada persona debe renunciar a la total libertad y al derecho igual a todas las cosas que engendra la guerra, y debe contentarse con tanta libertad contra los dems hombres, como la que l concedera a los dems contra l. El mejor estado para garantizar dichas libertades segua argumentando

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    Hobbes es un despotismo absoluto, donde todos los miembros de una sociedad someten sus derechos y poderes a un soberano, ya sea rey o parlamento, que los regir y proteger, unificando sus mltiples voluntades en una sola.

    La idea de Hobbes de que la Ley Natural poda aplicarse a las perso-nas reviste considerable importancia para la Psicologa. Segn l, hay reglas inherentes a la naturaleza, que existen con independencia de que la humanidad las reconozca, y que gobiernan todo, desde el mecanismo planetario del sistema solar a los mecanismos biolgicos de los animales, incluido el hombre. La actitud de Hobbes, sin embargo, no es totalmente cientfica, pues afirma que damos nuestro consentimiento racional a la observancia de las Leyes Naturales. Slo en pocas de seguridad debemos observarlas; estamos autorizados a quebrantarlas si el gobierno u otras personas pretenden llevarnos a la ruina personal. Los planetas no pueden elegir entre obedecer o no las leyes del movimiento de Newton, y en este sentido las Leyes Naturales de Hobbes no son como las leyes de la fsica. Al correr de los aos, otros pensadores se ocuparan de hacerlas cada vez ms similares. El entendimiento humano: John Locke (1632-1704)

    John Locke fue amigo de los cientficos Isaac Newton y Robert Boyle en cuyos laboratorios trabaj, miembro de la Sociedad Real, conse-jero y preceptor de polticos nobles y, en ocasiones, mdico practicante. Como caba esperar de tales antecedentes, Locke dio un giro prctico y empirista a su filosofa. Su obra ms importante fue el Ensayo sobre el entendimiento humano (1690), que comenz a escribir en 1671. A dife-rencia del racionalista Descartes, que buscaba la Verdad Platnica ltima. Locke quera comprender cmo funciona realmente la mente humana: cules son las fuentes de sus ideas y las limitaciones del conocimiento humano. La epistemologa de Locke resulta as, en realidad, una psicologa, por su nfasis en el cmo conoce la mente ms que en el qu conoce. Locke aport, pues, el espritu cientfico a la filosofa, extirpndole la metafsica, con el fin de asegurarse de lo que puede ser conocido empricamente sobre la mente humana. En la historia de la psicologa, por tanto, Locke representa un punto importante de inflexin. A partir de l, el examen de la mente humana misma se vuelve importante, reemplazando a la especulacin metafsica sobre lo que no puede ser conocido.

    Qu pueden entonces conocer los hombres? Locke declar: Dado que el Espritu, en todos sus pensamientos y Razonamientos, no tiene ms objeto inmediato que sus propias Ideas... es claro que nuestro Conocimiento slo versa sobre ellas. El espritu no sabe de Formas y Esencias, sino slo de sus propias ideas. De dnde proceden stas? Locke escribi: A esto respondo con una sola palabra: de la Experiencia, en ella se funda todo nuestro conocimiento y de ella deriva. Nuestra Observacin, ocupada, ya sea en los Objetos externos y sensibles, o en las operaciones internas de nuestras Mentes..., es lo que provee a nuestros Entendimientos de todos los materiales del pensamiento. Estas dos son las Fuentes del Conocimiento, de donde emanan todas las Ideas que tenemos, o podemos tener por naturaleza.

    Locke formula as el principio empirista de que el conocimiento deriva de la experiencia sola. En otros lugares, Locke se vale del conocido smil de la mente como una tabula rasa, o trozo de papel en blanco, sobre los que la experiencia escribe las ideas. Con todo, debemos aadir algunas importantes matizaciones a las tesis de Locke, pues no fue un empirista radical. Para empezar, la experiencia es de dos clases: la sensacin de los objetos externos y la reflexin sobre las operaciones de nuestras mentes. Por consiguiente, podemos tener conocimiento tanto del mundo externo como de nuestro mundo interno y mental. El conocimiento directo de la mente resulta, por ello, posible a travs de la introspeccin. Adems, Locke no afirma que las operaciones mentales se adquieran merced a la experiencia. Las facultades del pensamiento, la memoria y la percepcin son todas ellas innatas, como lo eran para Descartes. Los seguidores posteriores de Locke rechazaron ambas tesis.

    Ahora bien, es cosa sabida que Locke atac las ideas innatas, dedicando el primer libro de su Ensayo a argumentar contra ellas. Sin embargo, ello no supona un ataque a Descartes, como generalmente suele creerse. A quienes se opona Locke era al numeroso grupo de autores ingleses que crean en principios morales innatos, viendo en ellos el fundamento de la moralidad cristiana. En consonancia con esto, podan afirmar que era una ley divina, implantada en el alma, el que una persona creyese en Dios; todo incrdulo era un depravado y un monstruo moral con tanto motivo como lo sera fsico un nio de tres piernas. De hecho, Locke mismo fue denunciado desde todos los ngulos como un ateo peligroso por negar las verdades morales innatas. Su ataque contra

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    ellas se debi a que crea que la idea de moral innata y las verdades metafsicas constituan los pilares del dogmatismo. Las escuelas de su poca se valan de las mquinas como base de la enseanza. Los estudiantes deban aceptarlas y slo a continuacin demostrarlas. Locke abog por el principio del descubrimiento. Los estudiantes deban mantener abiertas sus mentes, descubriendo la verdad a travs de la experiencia y siguiendo sus propios talentos, en vez de embutrseles a la fuerza en el cors de las mximas escolsticas. Considerar a Locke, como muchos hacen, el padre de la educacin reglada, es un craso error.

    Los argumentos de Locke contra las ideas innatas no consiguieron abrir nuevos caminos frente al innatismo de Descartes o Leibniz, como aqul reconoci. Estos crean en las ideas innatas activadas por la experiencia, lo cual, segn Locke, slo se diferenciaba en aspectos triviales de su propia doctrina de las capacidades mentales innatas. De hecho, hay mucho de mecanismo mental innato y activo en la mente vaca de Locke. Como Descartes, Locke afirma que el lenguaje es un rasgo humano, caracterstico de la especie. En su Ensayo escribi: Habiendo concebido Dios al Hombre como una criatura sociable... le provey tambin del lenguaje... Los loros, y varios otros pjaros, pueden ser enseados a articular sonidos lo suficientemente claros y distintos, y, sin embargo, de ninguna manera son capaces de Lenguaje. Slo los seres humanos saben usar sonidos articulados para representar ideas. En su obra sobre la educacin, Locke sostiene que buena parte de la personalidad y de las habilidades del nio son innatas. Los motivos bsicos del hombre la bsqueda de la felicidad y la evitacin de la desdicha son de modo similar, principios prcticos innatos, aunque no tengan, por supuesto, nada que ver con la verdad.

    Para Locke, la mente no era simplemente un espacio vaco que debe ser amueblado por la experiencia, sino ms bien un complejo dispositivo de procesamiento de la informacin, preparado para convertir los materiales de la experiencia en conocimiento humano organizado. La experiencia directa nos suministra ideas simples, que son despus elaboradas y combinadas por la maquinaria mental en ideas complejas. El conocimiento se produce cuando inspeccionamos nuestras ideas y vemos cmo concuerdan o discrepan. La piedra fundamental del conocimiento era, para Locke, como para Descartes, las proposiciones evidentes intuitivamente por s mismas, aunque para el primero se trataban de verdades experimentadas como auto evidentes en vez

    de verdades descubiertas en el alma. Por ejemplo: sabemos directa e intuitivamente, sin posibilidad de error, que los colores negro y blanco no son lo mismo (discrepan). Las formas ms complejas de conocimiento surgen cuando deducimos consecuencias de las proposiciones evidentes. Como Descartes, Locke crea que, de esta forma, todo el conocimiento humano, incluso la tica y la esttica, poda ser sistematizado geomtricamente.

    Podemos concluir que las diferencias entre el empirista Locke y el ra-cionalista Descartes eran sobre todo diferencias de nfasis. Ambos deseaban superar la estril filosofa escolstica; ambos intentaron lograr esto analizando la mente humana. Descartes estuvo ms atado al pasado, buscando todava con la razn pura la verdad trascendente. Locke apunta ms hacia el futuro emprico. Reconoci los lmites del conocimiento y la razn humanos; de hecho, una de sus razones para escribir el Ensayo fue mostrar lo que la humanidad poda esperar conocer, de forma que nicamente se planteara el estudio de las cuestiones fructferas. En cierta forma, Locke fue menos empirista que su predecesor Hobbes. Hobbes afirmaba que pensamos con nuestro lenguaje adquirido, que las palabras son slo signos de las ideas. Locke insisti en que las palabras son slo signos de las ideas. Para Locke, pues, la razn viene, en primer lugar, y slo a continuacin es encuadrada en palabras convencionales. Para Hobbes, ms radical, no se puede pensar sin haber adquirido el lenguaje; la razn llega despus.

    Locke fue, de ordinario, un escritor muy claro y rebosante de sentido comn. Sin embargo, en un punto crucial fue ambiguo, alimentando el empi-rismo radical de sus sucesores britnicos y causando un sinfn de quebra-deros de cabeza a sus comentaristas modernos. Como hemos visto, Locke establece que el conocimiento humano slo versa sobre ideas. Sin embargo, qu es una idea? Dos interpretaciones son posibles. La primera fue adop-tada por el primer comentarista de Locke, el obispo Berkeley, con implicaciones radicales que abordaremos en el prximo captulo. Segn este punto de vista, las ideas son objetos mentales, el moblaje de la mente, y nuestro conocimiento queda limitado a ellas. De forma que cuando alguien dice Una bola de nieve es blanca, se est refiriendo tan slo a l a imagen mental de una bola de nieve. Aunque es claro que Locke crea que las ideas se corresponden con las cosas del mundo, Berkeley demostr que esto no puede ser probado, de forma que no tenemos garanta de que nuestro co-nocimiento sea un conocimiento real. El resultado es el escepticismo. Por otro lado, la mayora, aunque no la totalidad, de los comentaristas modernos

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    siguen al filsofo escocs Reid y rechazan la interpretacin de Berkeley. Sostienen que Locke entenda por idea una especie de acto mental, y en concreto un acto de percepcin, por el que la mente conecta con el mundo externo. As, cuando alguien dice Una bola de nieve es blanca, se est refiriendo, no a una cierta imagen mental, sino a las bolas de nieve reales.

    La polmica incide sobre la ubicacin que asignemos a Locke en la historia de la Psicologa. En el siglo xix hubo en Europa dos grandes escue-las de Psicologa acadmica, cada una de las cuales es congruente con una interpretacin de la idea de Locke. Fue una la psicologa del contenido, cuyo portavoz ms autorizado fue E. B. Titchener. En esta psicologa, las sensaciones eran consideradas como tomos irreductibles, constitutivos de la con-ciencia el contenido elemental, o moblaje, de la mente. Semejante teora sigue los pasos de Berkeley. La otra psicologa, que tuvo como portavoz a Franz Brentano, fue la psicologa del acto, en la cual cualquier evento mental se interpretaba como un acto mental que se refera a alguna cosa del mundo externo. Esta teora es una derivacin de Reid. Titchener se percat de que aqu nos hallbamos ante dos formas rivales de concebir la mente. El ambiguo uso que hizo Locke del concepto de idea puede ser vinculado a cualquiera de los dos sistemas.

    Comoquiera que sea, lo que de veras resulta importante en Locke es su actitud emprica con respecto a la mente. Locke deseaba saber cmo funciona, y esto es una cuestin estrictamente psicolgica, desembarazada de toda excrecencia metafsica. Locke no practic una psicologa cientfica, recogiendo datos y diseando programas de investigacin; crea que la mente poda conocerse a s misma mediante la reflexin. Pero desbroz el camino para una ciencia de la mente. EL SIGLO XVII: LOS GERMENES DEL CAMBIO

    Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: Leahey, T.H.(1993) Historia de la Psicologa. Madrid. Prentice-Hall.

    NIDAD RIGEN ILOSFICO Y IENTFICO DE LA SICOLOGA

    El siglo xvll estableci los cimientos de la Ilustracin del xviii. El universo mecanicista de raigambre newtonianocartesiana racionalizaba a Dios, el mundo y a la humanidad. No tena cabida para los milagros, orculos, visiones o para el dogmatismo metafsico. Propona teoras de la huma-nidad, la sociedad y la tica que descartaban la naturaleza celestial del hombre, pero que aun as mantenan la esperanza de la posibilidad de fe-licidad aqu en la tierra. En el siglo xvii, Locke abandon la metafsica en favor de la psicologa, y Leibniz aventur ideas que resultaban bsicas para la psicologa cientfica posterior. En el siglo xvili, tales simientes llegaran a

    fructificar, conforme la ciencia y la razn fueran sustituyendo a la religin, en tanto que instituciones intelectuales fundamentales de la sociedad moderna. Se proclamara al hombre como una mquina carente de alma, y se cambiaran de arriba abajo las bases de las sociedades en nombre de la felicidad material.

    Hacia 1700 el orden mundano medieval haba tocado a su fin. Tres fechas resultan especialmente simblicas. En 1686, un popular autor francs, Fontenelle, acerc la ciencia al pblico ilustrado de Francia, deslumbrando a sus lectores. Aunque se presentaba a los hombres como una simple partcula mecnica en un universo tambin mecnico, el hecho de conocer este secreto fue toda una revelacin de gran efecto edificante. La ciencia y las matemticas se pusieron de moda. En 1687, aparecieron los Principia Mathematica Philosophiae Naturalis de Newton, que supona la consagracin de la concepcin matemtica del mundo como mquina. Pronto, la Ley Natural sera extrapolada a los seres humanos y a los gobiernos, con consecuencias revolucionarias. En 1688 sobrevino la Gloriosa Revolucin en Inglaterra, con la deposicin pacfica de Jacobo II y la entronizacin de Guillermo de Orange. En dicha revolucin naci el estado liberal moderno: los reyes no son agentes designados por la mano divina, cuya voluntad sea ley absoluta. Son instrumentos del pueblo, reemplazables segn la voluntad de ste. La revolucin fue justificada filosficamente por John Locke, en trminos similares a los de la Declaracin Norteamericana de Independencia noventa aos despus. La razn haba prevalecido sobre la tradicin y la fe.

    El triunfo de la razn en la Edad de la Razn estaba a la puerta. Y, sin embargo, una contracorriente de muy distinto espritu se incubaba bajo la superficie. Los viajes de los descubridores haban hallado primitivas y ex-traas culturas. Para Hobbes y Locke, aquellos salvajes representaban al hombre en un estado de naturaleza sin civilizar e infeliz. Locke escribi en su Segundo tratado sobre el Gobierno: En el principio, todo el mundo era Amrica. Pero eran infelices los indios? Vivan prximos a la Naturaleza, libres de artificios, obrando segn el instinto natural. Quiz la felicidad estribaba en dejar de lado la razn, con sus modos de ser abstractos y artificiales, y en retornar al instinto del salvaje feliz. Comenzaba a perfilarse una reaccin contra la razn. El poeta Chalieu escriba en 1708 que la razn es una fuente inagotable de errores, veneno que corrompe los sentimientos naturales. J : J. Rousseau escribi que la razn

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    Rousseau: Quin es menos brbaro... la razn que nos extrava, o el instinto que gua (al indio) sin falta? Chalieu afirm que su propsito era destruir los altares que han erigido en tu honor (en el de la Razn). He aqu sembrada la simiente de la Rebelin Romntica contra la razn y en favor de la venida del Buen Salvaje. La tensin entre individuo y sociedad, sentida de modo tan lancinante por Sigmund Freud, fue creciendo a medida que la razn exiga ms y ms de los hombres. REFERENCIAS Bronowski, J., y Mazlish, B.: The western intellectual tradition. Nueva York, Harper

    & Row, Pub., 1960. Burtt, E. A.: The metaphysical foundations of modern science. Garden City, N.Y.,

    Doubleday, 1954. (Trad. cast.: Fundamentos metafsicos de la ciencia moderna. Buenos Aires, Sudamericana, 1960.)

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    Hazard, P.: The European mirad 1680-1715. Nueva York, New American Library, 1963.

    Hobbes, T.: Leviathan. Nueva York, Collier Books, 1962. (Trad. cast.: Leviatn. Madrid, Editora Nacional, 1979.)

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    Locke, J.: An essay concerning human urderstanding (Peter Nidditch, ed.). Oxford, Clarendon Press, 1975. (Trad. cast.: Ensayo sobre el entendimiento humano. Madrid, Editora Nacional, 1978.)

    McRae, R.: Leibniz: Perception, apperception, and thought. Toronto, University of Toronto Press, 1976.

    Rattansi, R.: The social interpretation of science in the seventeenth century, en P. Mathias (ed.), Science and Society 1600-1900. Cambridge, Cambridge University Press, 1972.

    Para profundizar en este tipo de contenidos puede consultar la obra: Leahey, T.H.(1993) Historia de la Psicologa. Madrid. Prentice-Hall.

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