131
PREPARACIÓN MISIONAL MANUAL PARA EL ALUMNO Religión 130 “Id, pues, por todo el mundo”. Doctrina y Convenios 84:62

130 Preparacion Misional Alumno

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: 130 Preparacion Misional Alumno

PREPARACIÓNMISIONALMANUAL PARA EL ALUMNOReligión 130

“Id, pues, por todo el mundo”.Doctrina y Convenios 84:62

Page 2: 130 Preparacion Misional Alumno

Publicado por La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos DíasSalt Lake City, Utah, Estados Unidos de América

PREPARACIÓNMISIONALMANUAL PARA EL ALUMNOReligión 130

Page 3: 130 Preparacion Misional Alumno

Envíe sus comentarios y correcciones, incluso los errores tipográficos, aSEI Curriculum, 50 E. North Temple Street, Room 820, Salt Lake City, UT 84150–2720 USA.Correo electrónico: [email protected]

© 2005 por Intellectual Reserve, Inc.Todos los derechos reservadosImpreso en los Estados Unidos de América

Aprobación del inglés: 8/03. Aprobación de la traducción: 8/03.

Traducción de Missionary Preparation Student Manual. Spanish

Page 4: 130 Preparacion Misional Alumno

Introducción al Manual para el alumno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . IV

Capítulo 1: Llamados a servir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

Capítulo 2: La dignidad personal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Capítulo 3: La compañía del Espíritu Santo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

Capítulo 4: El enseñar por medio del Espíritu . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31

Capítulo 5: Aprendemos a enseñar “tanto por el estudio como por la fe”, Parte 1 . . . . . . . . . . . . . . . 39

Capítulo 6: Aprendemos a enseñar “tanto por el estudio como por la fe”, Parte 2 . . . . . . . . . . . . . . . 48

Capítulo 7: El plan de nuestro Padre Celestial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54

Capítulo 8: Los profetas y la Apostasía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

Capítulo 9: La Restauración y la aparición de nuevas Escrituras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72

Capítulo 10: La fe y la conversión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81

Capítulo 11: La preparación física y emocional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89

Capítulo 12: El utilizar el tiempo con sabiduría para traer almas a Cristo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98

Capítulo 13: El preparar investigadores para el bautismo y la confirmación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105

Capítulo 14: Los atributos cristianos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114

III

ÍNDICE DE TEMAS

Page 5: 130 Preparacion Misional Alumno

El presidente Gordon B. Hinckley enseñó que “lamisión de la Iglesia es la de salvar almas: Es ense-ñar el Evangelio a quienes estén dispuestos a escu-char, dondequiera que estén… No existe una obramayor ni más importante, ni hay una obra másimperiosa que ésta, la cual el Dios del cielo nos haconcedido la responsabilidad de llevar adelante”(“El servicio misional”, Primera Reunión Mundial deCapacitación de Líderes, enero de 2003, pág. 23).

Usted se está preparando para aceptar una respon-sabilidad concedida por Dios. La obra que realizaráserá el cumplimiento del mandato dado por elSeñor de “hacer discípulos a todas las naciones”(Mateo 28:19). Su objetivo como misionero es“Invitar a las personas a venir a Cristo a fin de quereciban el Evangelio restaurado mediante la fe enJesucristo y Su expiación, el arrepentimiento, elbautismo, la recepción del don del Espíritu Santo yel perseverar hasta el fin” (Predicad Mi Evangelio,2004, pág. 1).

Cada capítulo de este manual para el alumno estáorganizado para ayudarle a usted, futuro misione-ro, a desarrollar atributos cristianos y a enseñar lasdoctrinas y los principios del Evangelio restauradomediante el poder y la autoridad de Dios (véaseAlma 17:3). Algunos capítulos también le ayudarána familiarizarse con la conducta personal y misio-nal, así como con la organización básica de lamisión. Los capítulos tienen distintas secciones,que están organizadas de la siguiente manera:

• Introducción. Esta sección consta de un breveprólogo al tema de cada capítulo.

• Doctrinas y principios para comprender.Esta lista de doctrinas y principios sugiere lo quelos alumnos deben llegar a entender, aceptar yaplicar en su vida.

• Escrituras y declaraciones complementa-rias. Esta sección proporciona enseñanzas especí-ficas de cada una de las doctrinas y los principiosque se encuentran en la lista “Doctrinas y princi-pios para comprender”. A medida que estudieesto, tal vez desee subrayar sus ejemplares de lasEscrituras y tomar notas que le ayuden a recordarlo que haya aprendido. Se recomienda que empie-ce a anotar en una agenda de estudio lo que

aprendió del Evangelio durante este aprendizaje.Todo esto le servirá para comenzar a emplear estaútil herramienta misional, ya que muchas misio-nes instan a llevar un diario personal. Esa agendade estudio es diferente a la sección de “Notas eimpresiones”, aunque tal vez usted desee registraren ella algunas de las notas que haya hecho enesta sección.

• Puntos para meditar. Dedique un momentopara reflexionar sobre las respuestas a las pregun-tas de esta sección. Tal vez desee anotar sus ideasen su agenda de estudio.

• Actividades sugeridas. Estas actividades leproporcionan oportunidades para aplicar lo quehaya aprendido y fortalecer así su preparacióncon experiencias reales.

• Lecturas adicionales recomendadas. Estaslecturas, tomadas principalmente de Leales a lafe: Una referencia del Evangelio, 2004, le ayudarána mejorar su comprensión y a reforzar los princi-pios que se enseñan o a los que se hace referen-cia en cada capítulo.

• Notas e impresiones. Utilice esta sección, queestá al final de cada capítulo del Manual para elalumno, para anotar la información y las impre-siones que haya recibido durante la clase. El regis-trar sus ideas y lo que haya sentido le ayudará amejorar su estudio y a retener importantes princi-pios y experiencias. Tal vez luego, desee registraralgunas de esas notas e impresiones en su agendade estudio.

Si está inscrito en un curso de preparación misio-nal, lleve este manual y sus Escrituras a clase. Se lerecomienda que tenga un ejemplar de Leales a la fe:Una referencia del Evangelio (36863 002) para las lec-turas adicionales recomendadas. Este cuadernillocontiene temas del Evangelio ordenados alfabética-mente; es publicado por la Iglesia y ha sido reco-mendado por la Primera Presidencia.

Una ayuda adicional es la guía para el serviciomisional Predicad Mi Evangelio, 2004 (36617 002)que utilizan los misioneros en todo el mundo. ElManual de preparación misional para el alumno está

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N OIV

INTRODUCCIÓN AL MANUAL PARA EL ALUMNO

Page 6: 130 Preparacion Misional Alumno

correlacionado con Predicad Mi Evangelio en todo loreferente a principios y filosofía. Ha sido escritometiculosamente para prepararle con un entendi-miento cabal de las doctrinas y los principios en losque se centran Predicad Mi Evangelio y el programamisional. El uso de este manual para el alumno y laparticipación en un curso de preparación misionalle servirán para prepararse para el servicio misionalde tiempo completo, donde Predicad Mi Evangelio esla fuente principal de la capacitación.

Entre los temas que se estudian en este manual parael alumno y en Predicad Mi Evangelio se encuentranel entender el llamamiento para servir en unamisión; el aprender a estudiar y a enseñar elEvangelio; el enseñar acerca de la Apostasía, laRestauración y la importancia de las Escrituras de losúltimos días; el comprender, reconocer y enseñarcon el Espíritu Santo; el desarrollar atributos seme-jantes a los de Cristo y el empleo del tiempo consabiduría. Entre los temas de Predicad Mi Evangelioque no están incluidos en este manual se encuen-tran el aprender otro idioma, el ayudar a las perso-

nas a hacer convenios y a cumplirlos, el preparar alas personas para el bautismo y el trabajar con losmiembros. Otros temas que tampoco se tratan eneste manual para el alumno son los consejos de lim-pieza y de cocina, la organización de la misión endetalle y la preparación de un presupuesto.

Su preparación le ayudará a cumplir con el desafíode llegar a ser un misionero espiritualmente firme,tal como lo expresa el élder M. Russell Ballard, delQuórum de los Doce Apóstoles: “Lo que actual-mente necesitamos es la generación más grandiosade misioneros que haya existido en la historia dela Iglesia. Necesitamos misioneros dignos, capaci-tados y espiritualmente vigorosos que, al igual quelos 2.000 jóvenes guerreros de Helamán, sean‘sumamente valientes en cuanto a intrepidez, ytambién en cuanto a vigor y actividad’ y que sean‘en todo momento... fieles a cualquier cosa que lessea confiada’ (Alma 53:20)” (“La generación másgrandiosa de misioneros”, Liahona, noviembre de2002, pág. 47).

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

I N T R O D U C C I Ó N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

V

Page 7: 130 Preparacion Misional Alumno
Page 8: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

Uno de los momentos másemocionantes en la vidade un joven es cuandoabre la carta de la PrimeraPresidencia y lee las pala-bras: “Por medio de la pre-sente se le llama a usted aservir…” Los misionerosde La Iglesia de Jesucristode los Santos de los Últi-mos Días son llamadospor inspiración para repre-

sentar al Señor. El llegar a ser parte del grandiosoejército de misioneros de los últimos días es unhonor. Es emocionante participar en el cumpli-miento de la profecía de los últimos tiempos quedice que el Evangelio restaurado rodará “hasta losextremos de la tierra” (D. y C. 65:2) como prepara-ción para la Segunda Venida de Jesucristo.

A los misioneros de tiempo completo se les comi-siona para actuar en el nombre de Dios y para invi-tar a todos a venir a Cristo al aceptarlos principios y las ordenanzas de SuEvangelio restaurado y perseverar fiel-mente hasta el fin. Además, todos losmiembros de la Iglesia tienen el privi-legio y el deber de ayudar en la obramisional durante toda su vida (véase D. y C. 88:81).

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

• Los miembros de la Iglesia tienen el deber y elprivilegio de compartir el Evangelio restaurado.

• El Señor ha dicho: “El campo blanco está yapara la siega” (D. y C. 4:4).

• Los misioneros ayudan en el recogimientode Israel.

• El objetivo principal de la obra misional esinvitar a todos a venir a Cristo.

• El llamamiento para servir en una misión detiempo completo proviene del Señor por mediode Sus siervos autorizados.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

Los miembros de la Iglesia tienen el debery el privilegio de compartir el Evangeliorestaurado.

� Poco antes de Su Ascensión, el Señor dio a SusApóstoles el mandamiento de “hacer discípulos atodas las naciones” (Mateo 28:19). Desde los comien-zos de la Restauración, esta orden sagrada ha sido rea-firmada por medio de Sus profetas y apóstoles de los

últimos días. En Doctrina y Convenios,el Señor dijo: “Y te doy el mandamien-to de que entonces… enseñes [lasEscrituras] a todos los hombres; porquese enseñarán a todas las naciones, tri-bus, lenguas y pueblos” (D. y C. 42:58).

Más adelante dijo: “Porque en verdad, el pregón tieneque salir desde este lugar a todo el mundo y a los leja-nos extremos de la tierra; el evangelio ha de ser predi-cado a toda criatura, y las señales seguirán a los quecrean” (D. y C. 58:64). El Evangelio restaurado quedebemos compartir es “el plan de felicidad de nuestroPadre Celestial. La doctrina central del Evangelio es la

LLAMADOS A SERVIR

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O 1

Capítulo 1

“Se le llama a usted aservir…”

Page 9: 130 Preparacion Misional Alumno

Expiación de Jesucristo” (Leales a la Fe: Una Referenciadel Evangelio, 2004, pág. 80). Desde los comienzos dela Iglesia, muchos miembros han sacrificado muchopara llevar el mensaje del Evangelio al mundo. Comola descendencia de Abraham, los miembros de laIglesia tienen la oportunidad y la responsabilidad decompartir el Evangelio restaurado con el mundo,dando así cumplimiento al convenio de Abraham(véase Abraham 2:9–11). El participar en esta sagradacomisión es un verdadero privilegio.

� El presidente Gordon B. Hinckley dijo:“Extendamos la mano al mundo en nuestro serviciomisional, enseñando a todos los que deseen escu-char acerca de la restauración del Evangelio,hablando sin temor, pero también sin pretensionesde superioridad mística, de la Primera Visión, testi-ficando del Libro de Mormón y de la restauracióndel sacerdocio. Pongámonos, hermanos y herma-nas, de rodillas y supliquemos hallar la oportunidadde llevar a otras personas al regocijo del Evangelio”(“Una época de nuevos comienzos”,Liahona, julio de 2000, pág. 106).

� ¿Qué Evangelio es el que debemoscompartir con el mundo? En Leales ala fe: Una referencia del Evangelio, elEvangelio se define como “el plande felicidad de nuestro PadreCelestial. La doctrina central del Evangelio es laexpiación de Jesucristo” (2004, pág. 80). La Guíapara el Estudio de las Escrituras, enseña: “…elvocablo evangelio significa ‘buenas nuevas’. Lasbuenas nuevas son que Jesucristo ha efectuadouna expiación que redimirá a toda la humanidadde la muerte y que recompensará a toda personade acuerdo con sus propias obras. Esa expiacióncomenzó cuando se le escogió en el mundo pre-terrenal pero se cumplió mediante Jesús en el tér-mino de Su vida terrenal” (véase “Evangelios”,pág. 70).

En Predicad Mi Evangelio, “Una guía para el serviciomisional”, aprendemos que: “El Evangelio deJesucristo define tanto el mensaje que usted enseñacomo su objetivo; o sea, explica lo que es la obramisional y por qué se realiza. El Salvador definió SuEvangelio, el que incluye algunas doctrinas suma-mente vitales y básicas. Él vino al mundo a hacer lavoluntad de Su Padre, y Su Padre lo envió al mundopara ser levantado sobre la cruz. Mediante Su expia-ción y Su resurrección, todos los hombres seránlevantados para comparecer ante Cristo y ser juzga-dos por sus obras, sean éstas buenas o malas. Losque ejerzan la fe en Cristo, se arrepientan de suspecados y sean bautizados en el nombre de Cristopueden ser santificados por el Espíritu Santo. Si per-severan hasta el fin, se presentarán sin mancha anteCristo en el postrer día y entrarán en el descansodel Señor. Cristo los tendrá por inocentes ante elPadre; Él será su Mediador y su Abogado” (2004,págs. 5–6).

� Como descendientes de Abraham y de la casa deIsrael, los miembros de la Iglesia tienen la respon-sabilidad de compartir el Evangelio. El élder RussellM. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles,explicó:

“¿Ustedes son de Israel? Absolutamente. Ustedesson la ‘juventud de la promesa, la esperanza deSión, los hijos del día prometido’ (véase Himnos,Nº 168)…

“...La mayoría de nosotros somos del linaje de Josépor medio de Efraín o Manasés. Ése fue el linajeescogido para ser los precursores del recogimiento

de Israel, la simiente para bendecir atodas las naciones del mundo.

“La obra misional es sólo el comienzode esa bendición” (“Thanks for theCovenant” en Brigham Young University,1988–1989, Devotional and FiresideSpeeches, 1989, págs. 58–59).

� El élder Nelson hizo hincapié en que la obramisional forma parte del convenio del Señor conAbraham: “Nosotros también somos del convenio,ya que, como los de antaño, hemos recibido elSanto Sacerdocio y el Evangelio sempiterno.Abraham, Isaac y Jacob son nuestros antepasados ynosotros somos de Israel. Tenemos derecho a reci-bir el Evangelio, las bendiciones del sacerdocio y lavida eterna. Las naciones de la tierra serán bendecidaspor nuestra laboriosidad así como por la de nuestraposteridad. La descendencia literal de Abraham y

• Marcos 16:15

• Romanos 1:16–17

• 3 Nefi 27:13–22

• Doctrina y Convenios 88:81

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L L A M A D O S A S E R V I R

2

“La doctrinacentral del Evangelio

es la Expiación de Jesucristo”.

Page 10: 130 Preparacion Misional Alumno

los que son reunidos con su familia por adopciónreciben esas bendiciones prometidas, que se basanen el hecho de que aceptemos al Señor y obedez-camos Sus mandamientos” (“Los hijos del conve-nio”, Liahona, julio de 1995, pág. 37; cursivaagregada).

� El élder M. Russell Ballard, del Quórum de losDoce Apóstoles, explicó que el cometido delSeñor de “hacer discípulos a todas las naciones”está en vigencia hoy en día: “Hacia el final de Suministerio, el Jesús resucitado instruyó a Sus discí-pulos con estas palabras: ‘Por tanto, id, y haceddiscípulos a todas las naciones, bautizándolos enel nombre del Padre, y del Hijo, y del EspírituSanto; enseñándoles que guarden todas las cosasque os he mandado’ (Mateo 28:19–20). Esa mismainstrucción se encuentra vigente en la actualidad;de hecho, a las Autoridades Generales, y a losmisioneros..., se les ha dado la comisión de viajarpor todo el mundo para enseñar el Evangelio”(“Una mano de hermanamiento”, Liahona, enerode 1989, págs. 31–32).

� El élder Henry B. Eyring, del Quórum de losDoce Apóstoles, habló acerca de la responsabilidadque cada miembro tiene de compartir el Evangeliorestaurado:

“Nuestra capacidad para influir en los demás connuestra voz de amonestación es importante paratodos los que por convenio son discípulos deJesucristo. Éste es el cometido que se ha dado atodo miembro de La Iglesia de Jesucristo de losSantos de los Últimos Días: ‘He aquí, os envié paratestificar y amonestar al pueblo, y conviene quetodo hombre que ha sido amonestado, amoneste asu prójimo” (D. y C. 88:81).

“Este mandamiento y advertencia sobre los peligrosse les dio a aquellos que fueron llamados comomisioneros a principios de la Restauración. Pero eldeber de amonestar a nuestro prójimo recae sobretodos los que hemos aceptado el convenio del bau-tismo. Es preciso que hablemos sobre el Evangeliocon nuestros amigos y familiares que no sonmiembros de la Iglesia. Nuestro propósito es invi-tarlos a fin de que los misioneros que han sido lla-mados y apartados para ello puedan enseñarles”(“Una Voz de Amonestación”, Liahona, enero de1999, pág. 37).

� El élder Richard G. Scott, del Quórum de losDoce Apóstoles, expresó el valor que tuvo para élservir en una misión de tiempo completo: “Contoda la fuerza interior que poseo, te insto a orar encuanto a una misión de tiempo completo para quecomprendas la realización que traerá a tu vida elayudar a otros a encontrar la verdad y recibir lasordenanzas de salvación. Todo lo que atesoro enmi vida hoy tuvo su origen en mi sagrada expe-riencia como misionero regular” (véase “¿Por quécada miembro un misionero?”, Liahona, enero de1998, pág. 42).

El Señor ha dicho: “El campo blanco estáya para la siega” (D. y C. 4:4).

• La imagen que se representa en la frase “elcampo blanco está ya para la siega” es la de uncampo de trigo de apariencia blanca cuando estámaduro y se expone a los rayos del sol. El Señor hausado esa frase a menudo cuando ha declarado quela tierra está lista para el recogimiento de almas(véase D. y C. 4:4; 6:3; 11:3; 12:3; 14:3; 33:3, 7).Muchos de los hijos de nuestro Padre Celestialestán preparados para escuchar y aceptar elEvangelio restaurado y para ser llevados a la Iglesiadel Señor en la siega de los últimos días.

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L L A M A D O S A S E R V I R

3

Pesc

ador

es d

e ho

mbr

es, ©

Cla

rk K

elle

y P

rice.

Pro

hibi

da s

u re

prod

ucci

ón.

La c

osec

ha d

e or

o, ©

199

3 M

arile

e C

ampb

ell.

Pro

hibi

da s

u re

prod

ucci

ón.

Page 11: 130 Preparacion Misional Alumno

En febrero de 1829, cuando el Señor dijo “el campoblanco está ya para la siega” (D. y C. 4:4), Él mismocomenzó a abrir las puertas para la obra misional entodo el mundo. A pesar de que los miembros de laIglesia representan un pequeño porcen-taje de la población mundial, la Iglesiafinalmente se establecerá en todas lasnaciones. Algunas veces la gente viene ala Iglesia “uno de cada ciudad, y dos decada familia” (Jeremías 3:14). En otrasocasiones la gente viene a la Iglesia engrandes números. Por ejemplo, WilfordWoodruff bautizó en Gran Bretaña amás de 2.000 conversos en menos deun año. En los 14 años que el profetaJosé Smith dirigió la Iglesia, desde el 6 de abril de1830 hasta el 27 de junio de 1844, el número demiembros aumentó de 6 a 26.000. Desde su modestoprincipio, la Iglesia ha llegado a ser una organizaciónmundial y esa declaración dada por el Señor en 1829todavía se está cumpliendo.

� El élder L. Tom Perry, del Quórum de los DoceApóstoles, hizo la siguiente promesa a los futurosmisioneros: “A aquellos que acepten el llamado desalir a servir como misioneros, les prometo que subuen nombre nunca caerá en el olvido ni en estemundo ni en las eternidades. De modo que nueva-mente damos el toque del clarín, y rogamos que elSeñor de la mies envíe obreros en números cadavez mayores, porque el campo está blanco, listopara una siega abundante (véase D. y C. 4:4)”(véase “Mas los obreros, son pocos, Liahona, juliode 1992, pág. 28).

� El presidente Gordon B. Hinckley enseñó: “Delos seis miembros originales, ha brotado una vastafamilia de fieles... Ninguna otra iglesia que hayasalido de los Estados Unidos ha crecido tan rápidoni se ha expandido en forma tan extensa. Dentrode esta amplia Iglesia hay miembros de muchas

naciones que hablan muchos idiomas. Es un fenó-meno sin precedentes. Al extenderse el tapiz de supasado, ha quedado al descubierto un hermosodiseño que encuentra su expresión en las vidas de

un pueblo feliz y maravilloso y quepresagia cosas maravillosas todavíapor suceder” (“La Iglesia avanza”,Liahona, julio de 2002, pág. 4).

Los misioneros ayudan en elrecogimiento de Israel.

� La obra de traer a la gente a la reddel Evangelio mediante la fe enCristo, el arrepentimiento y el dondel Espíritu Santo es parte del recogi-

miento de Israel. El presidente Joseph FieldingSmith enseñó que “toda persona que acepta elEvangelio llega a ser de la casa de Israel. En otraspalabras, se convierten en miembros del linaje esco-gido, o en hijos de Abraham por conducto de Isaaco Jacob a quienes se hicieron las promesas”(Doctrina de Salvación, tomo III, pág. 232).

� En cuanto a la congregación de Israel, el presi-dente Spencer W. Kimball enseñó: “El recogimien-to de Israel consiste en unirse a la Iglesia verdaderay adquirir un conocimiento del Dios verdadero.Entonces, toda persona que haya aceptado elEvangelio restaurado y que procura ahora adorar alSeñor en su propio idioma y con los santos en lanación donde reside, ha cumplido la ley del recogi-miento de Israel y es heredera de todas las bendi-ciones prometidas a los santos en estos últimosdías”. (The Teachings of Spencer W. Kimball, ediciónde Edward L. Kimball, 1982, pág. 439).

� El élder Russell M. Nelson enseñó que “la obramisional es sólo el comienzo” del recogimiento deIsrael: “El cumplimiento, la consumación de esasbendiciones, se recibe a medida que aquellos que

• Jeremías 16:14–17

• 1 Nefi 22:4, 11–12

• Doctrina y Convenios 29:7

• Doctrina y Convenios 110:11

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar• Doctrina y Convenios 11:3

• Doctrina y Convenios 33:3

• Doctrina y Convenios 123:12

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer esos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L L A M A D O S A S E R V I R

4

“A aquellos que acep-téis el llamado de salira servir como misione-

ros, os prometo quevuestro buen nombre

nunca caerá en el olvi-do, ni en este mundo ni

en las eternidades”.

Page 12: 130 Preparacion Misional Alumno

hayan entrado en las aguas del bautismo perfeccio-nen su vida hasta el punto en que puedan entraren el Santo Templo. El recibir allí la investidurasella a miembros de la Iglesia al convenio deAbraham” (Perfection Pending, and Other FavoriteDiscourses, 1998, pág. 207).

El objetivo principal de la obra misional esinvitar a todos a venir a Cristo.

� Cuando la Iglesia del Señor fue restaurada en latierra, la gente pudo otra vez recibir el bautismo, eldon del Espíritu Santo y otros principios y ordenan-zas del Evangelio de acuerdo con las revelacionesdel Señor. La aceptación de la doctrina y de lasordenanzas del Señor nos coloca en el sendero queconduce a la vida eterna con Él y con nuestro PadreCelestial. El profeta Moroni enseñó: “Sí, venid aCristo, y perfeccionaos en él, y absteneos de todaimpiedad, y si os abstenéis de toda impiedad, yamáis a Dios con toda vuestra alma,mente y fuerza, entonces su gracia oses suficiente, para que por su graciaseáis perfectos en Cristo; y si por lagracia de Dios sois perfectos en Cristo,de ningún modo podréis negar elpoder de Dios” (Moroni 10:32).

Los misioneros y los miembros de la Iglesia puedenexperimentar gozo y paz a medida que compartenel mensaje del Evangelio restaurado que conduce alas personas a Cristo.

� El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de losDoce Apóstoles, dio su testimonio de Cristo y deSu función primordial en la Iglesia, con estaspalabras: “Amamos al Señor Jesucristo. Él es elMesías, nuestro Salvador y Redentor. Su nombrees el único por el cual podemos ser salvos (véaseMosíah 3:17, 5:8; D. y C. 18:23). Procuramosservirle; pertenecemos a Su Iglesia, La Iglesiade Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.Nuestros misioneros y miembros testifican deJesucristo en muchas naciones del mundo”(“La luz y la vida del mundo, Liahona, enerode 1988, pág. 63).

� El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de losDoce Apóstoles, habló de su vida como testigo dela verdad:

“Por cierto, mi mayor gozo y mi mayor alegría esque tengo la oportunidad, como dijo Nefi, de‘hablar de Cristo..., regocijarme en Cristo…, predi-

car de Cristo, y profetizar de Cristo’(2 Nefi 25:26), dondequiera y conquienquiera que esté, hasta el últimoaliento de mi vida…

“Pero de esa misma responsabilidadse deriva mi mayor preocupación.Una potente declaración de las

Escrituras dice que ‘los que anuncian el evange-lio, que vivan... el evangelio’ (1 Corintios 9:14).Además de mis palabras, enseñanzas y expresio-nes de testimonio, mi vida misma debe formarparte de ese testimonio de Jesucristo, mi propiapersona debe reflejar la divinidad de esta obra.No podría soportarlo si por cualquier cosa que yodijera o hiciera disminuyera la fe que ustedes tie-nen en Cristo” (“Los milagros de la Restauración”,Liahona, enero de 1995, pág. 35).

El llamamiento para servir en una misiónde tiempo completo proviene del Señor pormedio de Sus siervos autorizados.

� Ser un misionero de tiempo completo es unagran oportunidad. Por medio de Sus siervos auto-rizados, el Señor llama a misioneros para queinviten a la gente a venir a Cristo. Ésta es la obradel Señor. Los misioneros tienen la autoridadpara enseñar el Evangelio restaurado y, medianteel sacerdocio, administrar ordenanzas esencialesde salvación.

• 1 Nefi 6:4

• 2 Nefi 25:26

• Jacob 1:7

• Doctrina y Convenios 133:37–39

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L L A M A D O S A S E R V I R

5

“Prepárate ahora paraser digno de servir alSeñor como misionerode tiempo completo”.

Page 13: 130 Preparacion Misional Alumno

� El presidente Gordon B. Hinckley exhortó a loshombres jóvenes de la Iglesia a que tomaran conseriedad las oportunidades misionales: “Quierohacer un desafío a todo joven que me escuche estanoche: Prepárate ahora para ser digno de servir alSeñor como misionero regular. Él ha dicho: ‘Si estáispreparados, no temeréis’ (D. y C. 38:30). Prepárensepara consagrar dos años de su vida a este serviciosagrado; ese tiempo es, en efecto, un diezmo de losprimeros veinte años de su vida” (“Misiones, tem-plos y responsabilidades”, Liahona, enero de 1996,pág. 58).

� El élder Monte J. Brough, de los Setenta, recalcóque un llamamiento misional proviene del Señor:

“En cuatro ocasionesdiferentes, mi esposa,nuestra familia y yo,abrimos con emociónlos sobres que conte-nían el llamamientomisional y la asigna-ción que le correspon-

dería a nuestros hijos. En cada oportunidad hemoscontemplado emocionados los varios lugares posi-bles donde podrían ir a la misión. Aunque se expre-saron ciertas preferencias, en el momento en queveían las palabras: ‘Se le ha asignado a servir en lamisión (nombre de la misión)’, sin excepción, seapoderaba de cada miembro de la familia un senti-miento de que estaba bien y era lo correcto. Todossabíamos que un Profeta había guiado el proceso deselección divina al que cuatro de nuestros hijos con-testaron con mucho gusto. Miles de ex misionerostambién pueden testificar de este proceso y de lainspiración divina de su propio llamamiento misio-nal…

“Esa revelación personal y profética es el cimientosobre el cual se basa firmemente nuestro servicioen la Iglesia” (“Un ‘santo llamamiento’ “, Liahona,julio de 1997, pág. 31).

� El élder Richard G. Scott enseñó en cuanto a laresponsabilidad que un hombre joven tiene deservir como misionero: “Si eres un joven física-mente capacitado y emocionalmente estable, teruego que reconozcas la oportunidad y la respon-sabilidad que tienes para con el Señor de prepa-rarte para ser un misionero regular. La preparaciónabarca el estudio de las Escrituras, el ser obedien-te, el mantenerse limpio, puro y digno de recibirlas investiduras en el templo. Si tienes la edad,acepta el llamamiento del Presidente de la Iglesiapara servir por dos años como emisario del Señor”(“¿Por qué cada miembro un misionero?”. Liahona,enero de 1998, pág. 42).

PRINCIPIOS PARA MEDITAR

• ¿Qué significa para usted la declaración de que“el campo blanco está ya para la siega”?

• ¿Por qué se dice que el prestar servicio misio-nal es un sacrificio? ¿En qué sentido no es unsacrificio?

• El saber que su llamamiento misional provinodel Señor, ¿qué influencia tendrá en la forma enque utilizará cada día el tiempo durante sumisión?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Comience a preparar una agenda de estudio.Éste es un cuaderno o libreta en el que ustedpodrá anotar el conocimiento del Evangelio queobtenga en su estudio. Muchas misiones le indi-carán que debe llevar un diario personal, así queesta agenda de estudio le ayudará a prepararlocomo una herramienta misional muy útil.

• Aprenda de memoria Doctrina y Convenios 4, yprepárese para recitarla en un futuro devocionalen una clase (o quizás podría recitarla junto conla clase).

• Memorice (o vuelva a memorizar) los Artículosde Fe.

• Hable con alguien que recientemente haya regre-sado del campo misional en cuanto a lo valiosoque es servir como misionero y si acaso el hacer-lo fue, para él o ella, un sacrificio.

• Lea Doctrina y Convenios 31:3–13, y analice losencargos y las promesas que el Señor hace a losmisioneros.

• Alma 42:31

• Doctrina y Convenios 11:15

• Doctrina y Convenios 64:29

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L L A M A D O S A S E R V I R

6

Page 14: 130 Preparacion Misional Alumno

• Traiga consigo a la clase cada semana sus ejem-plares de las Escrituras y este manual para elalumno.

LECTURAS ADICIONALESRECOMENDADAS

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio• “Obra misional” (págs. 127–129)

RELATOS MISIONALES

Samuel H. Smith

El élder Joseph B. Wirthlin, del Quórum de losDoce Apóstoles, escribió acerca del primer misio-nero de esta dispensación, Samuel Smith, uno delos hermanos del profeta José Smith. Este jovenmisionero es un ejemplo muy importante paralos fieles misioneros que podrían suponer que losfrutos de sus labores han sido escasos y parasaber cómo deben utilizar el Libro de Mormón enla obra misional.

“Su historia refleja mucha fe y valor ante las cir-cunstancias desalentadoras. Él no fue llamado a serel primer misionero por casualidad. Después derecibir una confirmación espiritual en cuanto a laveracidad de lo que su hermano profeta había esta-do diciéndole, fue la tercera persona en ser bautiza-da en esta dispensación, después de José Smith yOliver Cowdery.

“Comenzó la misión con un conocimiento auténti-co de cuán veraz era la obra sagrada que José Smithestaba llevando a cabo, así como también de laveracidad del Libro de Mormón. Como uno de losOcho Testigos, Samuel tuvo el privilegio de que Joséle mostrara las planchas y pudo sostenerlas con suspropias manos y examinar las antiguas Escriturasque contenían. Asimismo, él fue uno de los seismiembros fundadores de la Iglesia cuando ésta seorganizó el 6 de abril de 1830.

“Poco antes de recibir oficialmente su llamamientomisional, Samuel le vendió un ejemplar del Librode Mormón a Phineas Young, un predicador viaje-ro. La primera vez que se conocieron, Samuel lemostró el libro y se lo ofreció diciendo:

“ ‘Señor, he aquí un libro que desearía que ustedleyera’.

“Phineas vaciló y dijo: Bueno, en realidad, no lo sé,¿qué libro es éste?’

‘Es el Libro de Mormón, o como algunos lo hanllamado, la Biblia de Oro’.

“ ‘Ah, entonces, ¿asevera ser una revelación?’

“ ‘Sí. Es una revelación de Dios’.

“El joven le mostró a Phineas las dos últimas pági-nas del libro y le hizo leer el testimonio de los tes-tigos. Luego prosiguió: ‘Si lee usted este libro conun corazón humilde y le pide a Dios que le confie-ra un testimonio, conocerá la verdad de esta obra’.

“Su sincera actitud y su franqueza impresionaron aPhineas quien entonces le dijo que por cierto loleería. Phineas le preguntó cuál era su nombre y élle dijo que era Samuel Smith.

“ ‘Ah, usted es uno de los testigos’.

“ ‘Sí, y sé que el libro es una revelación de Diostraducida por el don y el poder del Espíritu Santo,y que mi hermano, José Smith, es un Profeta,Vidente y Revelador’ (citado por S. Dilworth Youngen Brigham Young—His Life (First Half), DiscursosAnuales de la Universidad Brigham Young, 17 demarzo de 1964, pág. 3).

“Cuando Samuel emprendió su primera misión,poco después de que se organizó la Iglesia, llevabaconsigo un testimonio de la verdad y muy pocascosas más; pero no necesitaba nada más. Tenía untestimonio y algunos ejemplares del Libro deMormón: la herramienta misional para convertir.Llevaba consigo una alforja llena de todos losejemplares de ese libro que podía cargar. Y es pro-bable que llevara un ejemplar en la mano.

“Uno debe tener en cuenta que eso era algo que nohabía sucedido nunca antes. Él no tenía un compa-ñero que le enseñara cómo utilizar el Libro deMormón. No había entonces un centro de capaci-tación misional para ese joven.

“Así que Samuel salió de Palmyra y viajó por laregión procurando encontrar conversos y personasinteresadas en adquirir un ejemplar del Libro deMormón. El primer día caminó unos 40 kilómetrosy al llegar a una posada le preguntó al mesonero siquería comprar uno de los libros, pero cuando elhombre se enteró de su labor misional, lo obligó asalir de allí y Samuel tuvo que pasar la noche bajoun manzano.

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L L A M A D O S A S E R V I R

7

Page 15: 130 Preparacion Misional Alumno

“Al día siguiente, Samuel encontró a un predicadormetodista llamado John P. Greene. El señor Greeneno estaba personalmente interesado en leer el libro,pero le dijo que lo guardaría para ver si alguien loquería comprar. Samuel no se dio por vencido.Llamó otra vez a la familia Greene y se enteró deque la esposa del señor Greene, Rhoda YoungGreene, hermana de Phineas Young, había leído ellibro. Poco después, convenció a su esposo dicién-dole que también él tenía que leerlo. Samuel nobautizó a nadie en su primera misión, pero esos dosejemplares del Libro de Mormón que dio a PhineasYoung y a John P. Greene llegaron a ser los mediospara convertir a todo un vecindario, incluso aBrigham Young y a su familia, así como a Heber C.Kimball y a su familia” (The Book of Mormon: TheHeart of Missionary Proselyting”, Ensign, septiembrede 2002, págs. 15–16).

Heber C. Kimball

En 1837, el élder Heber C. Kimball, en ese enton-ces miembro del Quórum de los Doce Apóstoles,fue llamado a ser el primer misionero para predicarel Evangelio restaurado en Inglaterra. Dejó a sufamilia en Kirtland, Ohio, para servir al otro ladodel Océano Atlántico en la primera misión extran-jera de la Iglesia en los últimos días. Así describiósu llamamiento, la salida de su hogar y el arribo aInglaterra:

“Nunca se me había ocurrido pensar que había deser uno de los primeros en ser comisionado parapredicar el Evangelio sempiterno en las costas euro-peas. Puedo asegurarles, amigos míos, que me tomópor sorpresa cuando el hermano Hyrum Smith,

miembro de la Presidencia de la Iglesia, me informóque, en una conferencia que realizaron las autorida-des de ella, que se me había llamado por indicacióndel Espíritu para prestar servicio en una misión enel reino de Gran Bretaña.

“La idea de ser nombrado para ocupar tan impor-tante oficio y misión fue más de lo que podíasoportar. Sentí mis debilidades y mi falta de digni-dad, estuve casi listo para darme por vencido frentea la tarea que se me había asignado y no pudemenos que exclamar: Oh, Señor, yo soy un hombrede lengua tartamuda y totalmente incapaz de llevara cabo esa labor. ¿Cómo podría yo ir a predicar enesa tierra tan famosa por su cristiandad, por su luz,conocimiento y piedad; en la cuna de la religión ya esa gente cuya inteligencia es proverbial?

“Además, la idea de dejar a mi familia por tantotiempo, como el que necesariamente debía requeriruna misión en ese país, de estar separado de losamigos a quienes amaba y con quienes había dis-frutado tantas bendiciones y momentos felices, deabandonar mi tierra natal para residir con extrañosen una tierra ajena, era casi abrumadora.

“Sin embargo, todas estas consideraciones no medesviaron del sendero del deber. Tampoco consul-té con carne ni sangre, pero en el preciso momen-to en que comprendí la voluntad de mi PadreCelestial, sentí la determinación de enfrentar todacontingencia, creyendo que Él me ayudaría pormedio de Su magnífico poder y que iba a investir-me con toda la capacidad que yo necesitara. Yaunque mi familia era tan preciada para mí ytenía que dejarla casi en la indigencia, aún así,sentí que la causa de la verdad, el Evangelio deCristo, sobrepasaba toda otra consideración; y mesentí dispuesto a dejarlos, convencido de que susnecesidades iban a ser satisfechas por ese Dios que

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L L A M A D O S A S E R V I R

8

© 2

004

Rob

ert B

arre

tt. P

rohi

bida

su

repr

oduc

ción

.

Heb

er C

. Kim

ball

y Jo

seph

Fie

ldin

g en

Cha

tbur

n, In

glat

erra

, © P

aul M

ann.

Pro

hibi

dasu

repr

oduc

ción

.

Page 16: 130 Preparacion Misional Alumno

cuida ‘a los pajarillos’ y mantiene ‘a las crías delos cuervos que claman’…

“Después de dedicar unos pocos días a ordenar miscosas y a arreglar mis asuntos, el 30 de junio de1837 dije adiós a mi familia y a mis amigos, y tam-bién al pueblo de Kirtland, donde se halla la Casadel Señor”.

Cerca de un mes más tarde, el 18 de julio, el élderHeber C. Kimball y sus compañeros de misión arri-baron a Liverpool, Inglaterra. Luego escribió:“Inmediatamente después de anclar se arrimó unbote pequeño, y varios de los pasajeros junto conlos hermanos Hyde, Richards, Goodson y yo lotomamos y fuimos a la costa. Cuando estábamos aunos dos metros y medio del muelle, salté a tierrafirme y por primera vez en mi vida me hallé ensuelo británico entre extranjeros cuyos modales ycostumbres eran diferentes de los míos. Mis senti-mientos en esos instantes fueron muy extraños,especialmente cuando me di cuenta del propósito,de la importancia y del alcance de mi misión, y dela obra a la que había sido asignado y en la quemuy pronto estaría ocupado” (Journal of Heber C.Kimball, recopilación de R. B. Thompson, 1840,págs. 9–11, 15, edición modernizada, párrafosmodificados).

Wilford Woodruff

A fines del verano de1839, el élder WilfordWoodruff dejó su hogar ysu familia en condicionesmuy difíciles para comen-zar una misión en GranBretaña. Tanto él comosu esposa estaban muyenfermos y eran muypobres. El élder Woodruff,sin embargo, fue muy fiel

a su llamamiento y el Señor lo bendijo con muchoéxito durante sus labores misionales. Un aconteci-miento muy significativo ocurrió después de haberrecibido la impresión de que tenía que salir de unpueblo donde estaba teniendo mucho éxito predi-cando y bautizando. Escribió:

“Acudí en privado al Señor y le pregunté cuál eraSu voluntad en cuanto a mí.

“La respuesta que obtuve fue que debía ir hacia elsur, porque el Señor tenía una gran obra para que

yo realizara allí, porque había muchas almas queestaban esperando la palabra del Señor”.

Después de viajar 80 kilómetros en carruaje y a piehasta una región en la que jamás había estado unSanto de los Últimos Días, Wilford conoció a Johny Jane Benbow. Eran agricultores adinerados ymiembros de una congregación “que se había apar-tado de los metodistas wesleyanos y adoptado elnombre de Hermanos Unidos”. Wilford Woodruffescribió:

“Ese grupo de Hermanos Unidos se hallaba en bús-queda de luz y verdad, pero habían llegado ya a unlímite y continuaban pidiéndole al Señor que lesindicara la senda y les enviara luz y conocimientoa fin de que pudieran saber cuál era el verdaderocamino para la salvación.

“Cuando escuché esas cosas pude ver con claridadpor qué el Señor me había mandado, mientras mehallaba en el pueblo de Hanley, que saliera de eselugar y fuera al sur; porque en Herefordshire habíaun amplio campo de siega para reunir a muchossantos en el reino de Dios”.

Estando en esa localidad, ¡bautizó a más de 600personas! Una experiencia única sobre la enseñan-za, que anotó en su diario personal, nos ayuda ailustrar cuán “blanco” estaba ese campo de labor:

“El domingo 8 prediqué por la mañana en Frome’sHill, por la tarde en Standley Hill y por la noche enla Colina de la granja de John Benbow.

“La parroquia que se hallaba en el vecindario delhermano Benbow, sobre la cual presidía el párrocode la iglesia, solamente la visitaban durante el díaunas quince personas, pero tuve una numerosacongregación, de aproximadamente un millar depersonas, que asistió a mi reunión durante el día yla noche.

“Cuando me levanté una noche para hablar en lacasa del hermano Benbow, un hombre entró y meinformó que era un alguacil enviado por el párrococon la orden de arrestarme.

“Yo le pregunté: ‘¿por qué delito?’

“Él dijo: ‘Por predicarle a la gente’.

“Le dije que yo, al igual que el párroco, tenía per-miso para predicar el Evangelio a la gente, y que siél tomaba asiento, hablaría con él después de lareunión.

“Tomó mi silla y se sentó a mi lado. Prediqué losprimeros principios del Evangelio sempiterno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L L A M A D O S A S E R V I R

9

Page 17: 130 Preparacion Misional Alumno

durante una hora y cuarto. El poder de Dios estabaconmigo, el Espíritu llenó la casa y la gente quedóconvencida.

“Al concluir la reunión, ofrecí el bautismo a quie-nes quisieran hacerlo, y siete personas se ofrecieron.Entre ellas, había cuatro predicadores y el alguacil.

“Este último se levantó y dijo, ‘Señor Woodruff, megustaría ser bautizado’.

“Le respondí que me encantaría bautizarlo. Fui a lapileta y bauticé a los siete. Luego nos reunimos yconfirmé a trece, partí el pan ante los santos ytodos nos regocijamos en unión.

“El alguacil fue al párroco y le dijo que si deseabaque el señor Woodruff fuera arrestado por predicarel Evangelio, tendría que ir él mismo y presentarleen persona la orden, porque lo había escuchadopredicar el único sermón del Evangelio verdaderoque había escuchado en su vida.

“El párroco no supo qué hacer, así que envió a dosdelegados de la Iglesia Anglicana como espías paraque asistieran a nuestra reunión y se enteraran quépredicábamos.

“Pero el corazón de ambos fue conmovido y reci-bieron con buen gusto la palabra del Señor y fue-ron bautizados y confirmados miembros de LaIglesia de Jesucristo de los Santos de los ÚltimosDías.

“El párroco se alarmó y no se animó a enviar anadie más” (Leaves from My Journal, 1881, pág.93–97).

Dan Jones

Otro de los grandes misioneros de la Restauraciónfue un converso de la Iglesia llamado Dan Jones. Elpresidente Gordon B. Hinckley escribió acerca delas misiones de Dan Jones en Gales, su tierra natal:

“Dan Jones nació el 4 de agosto de 1810 en Halkin,Flintshire, Gales. Cuando tenía diecisiete años, sehizo a la mar; aprendió lo que había que sabersobre barcos y marineros, y sintió el escozor delagua salada agitada por un fuerte viento y las sacu-didas de un barco en medio de una aterradora tor-menta. En 1840, emigró a los Estados Unidos,donde adquirió un pequeño barco que piloteócomo capitán por las aguas del río Misisipi…

“Mientras se hallaba embarcado en esa empresanaviera, Jones supo de los mormones, que despuésde haber sido expulsados del estado de Misuri yhaberse refugiado temporalmente en Quincy,

estado de Illinois, habían seguido adelante hastaestablecerse en un lugar donde el río forma unrecodo que crea la ilusión de una península y fun-dando allí la ciudad de ‘Nauvoo, la Hermosa’.Existen evidencias de que Dan Jones leyó algunosde los artículos que se escribían contra los mormo-nes...todo esto le despertó la curiosidad y quisoaveriguar algo más sobre esa gente. Así fue comolos conoció y le enseñaron la verdad, que él acep-tó. En enero de 1843 fue bautizado en las heladasaguas del río Misisipi…

“Dan Jones recibió el llamamiento de ir a Gales.Su esposa, Jane, lo acompañaba, y viajaron conWilford Woodruff y otros hermanos hasta las IslasBritánicas. Al élder Jones se le asignó la labor depredicar al norte de Gales. A pesar de tener la granventaja de hablar tanto inglés como galés, fue muypoco lo que pudo lograr al tratar de llegar al cora-zón de los habitantes de esa zona. Por otra parte, elhermano William Henshaw, que no hablaba galés,tuvo bastante éxito en el sur del país.

“Cuando relevaron al hermano Henshaw un añomás tarde, llamaron al élder Jones para presidir laobra de todo Gales; él se estableció en MerthyrTydfil, lugar que se encontraba en la parte sudestedel país, y, trabajando con un pequeño grupo demisioneros, presenció una cosecha extraordinaria:desde 1845 hasta 1848 se bautizaron unas tres milseiscientas personas. De acuerdo con la población deGales en aquel entonces, se calcula que uno de cadadoscientos setenta y ocho galeses se convirtió a LaIglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

“Los que se oponían a la Iglesia tenían acceso a losperiódicos y otras publicaciones para atacar a losmisioneros mormones, pero la prensa le negaba alélder Jones la oportunidad de defenderse. Por ese

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L L A M A D O S A S E R V I R

10

Dan

Jon

es d

espi

erta

a G

ales

, © C

lark

Kel

ley

Pric

e. P

rohi

bida

su

repr

oduc

ción

.

Page 18: 130 Preparacion Misional Alumno

motivo, decidió que respondería a los ataques consus propias publicaciones, para lo cual consiguió laayuda de su hermano John que era ministro pro-testante y dueño de una imprenta. Se dice que suhermano imprimía los escritos durante la semana ylos domingos lo atacaba desde el púlpito.

“El impreso de Dan Jones fue la primera publica-ción mormona en un idioma que no fuera inglés…

“...No le temía a nadie y procedía con gran intre-pidez. Se ha escrito lo siguiente describiendo sumétodo: ‘Muchas veces, con varias semanas deanticipación, empezaba una campaña de publici-dad anunciando que iría para convertir al puebloentero, e informaba sus intenciones al alcalde, alconsejo municipal, a los ministros y a las fuerzaspoliciales; siguiendo sus instrucciones, los miem-bros de la Iglesia locales repartían miles de folle-tos por toda la ciudad. Y cuando él llegaba, amenudo estaban en la estación de ferrocarriltodos los gobernantes municipales y muchos ciu-dadanos interesados para recibirlo’ (Christensen,“Life and Contributions”, págs. 39–40).

“Los ministros de otras iglesias lo atacaban sin pie-dad tanto en la prensa como desde el púlpito. DanJones mismo escribió lo siguiente sobre ese antago-nismo: ‘Muchas de las historias que se contaronsobre el pobre hermano José en los Estados Unidosse han aplicado acá al capitán Jones; y con frecuen-cia escucho a personas, que no conocen a este hom-brecillo denunciarlo, sin vacilar, como una maldiciónsobre esta nación’ (Christensen, “Life andContributions”, pág. 27).

“La opinión pública rugía furiosamente por todoslados; pero, en lugar de acobardarse, el hermanoJones empleaba esa controversia en beneficio de laIglesia. Hasta tal punto se concentraba en él laatención del público que la gente se veía forzada aaveriguar si el Evangelio que predicaban los mor-mones era verdadero o falso. Al mismo tiempo quese hacía sentir el fragor de la tormenta contra losmormones en general y contra el élder Jones enparticular, aumentaba notablemente el número depersonas que se convertían a la Iglesia. La prensa localumniaba, lo injuriaban en las calles y su vidaestaba en peligro...

“En 1852 recibió otro llamamiento para cumpliruna segunda misión en su tierra natal, que tam-bién aceptó sin vacilar…

“De regreso en su país, el élder Jones dedicó otravez toda su energía a la obra, y en su segunda

misión se bautizaron unos dos mil conversos. Unalabor sobresaliente…

“En la actualidad, hay en la Iglesia decenas de milesde miembros descendientes de aquellos a quienes ély sus compañeros enseñaron y bautizaron. Según elnúmero de conversos, Dan Jones debe contarseentre la media docena de misioneros más producti-vos de la historia de la Iglesia. Él dedicó su vida aenseñar la rectitud y a edificar la fe de sus semejan-tes” (véase “Lo que tiene más valor”, Liahona, marzode 1994, págs. 4–8).

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L L A M A D O S A S E R V I R

11

Page 19: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L L A M A D O S A S E R V I R

12

Page 20: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

Una de las extraordinariasbendiciones de su vida seráir al templo del Señor yrecibir la investidura. Esainvestidura le confiereconocimiento y poderespiritual, lo cual le ayudaráa servir con mayor eficaciaal Señor y, con el tiempo,tener derecho para entraren Su reino. Debido alconocimiento, el poder y la

fortaleza que se obtienen en el templo, todo futuromisionero tiene, por lo general, la oportunidad deir al templo y de recibir su investidura antes deembarcarse en el servicio misional. Para llevar acabo la obra del Señor como misionero y entrar enSu sagrada Casa, se requiere un alto grado de digni-dad personal.

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

� La dignidad personal es necesaria para efectuar laobra misional.

� La dignidad personal permite a los futuros misio-neros obtener las bendiciones del templo.

� El arrepentimiento es el proceso purificador quenos permite llegar a ser dignos.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

La dignidad personal es necesaria parallevar a cabo la obra misional.

� Los misioneros deben ser virtuosos a fin de tenerel espíritu necesario para representar al Señor. Lapureza personal incluye pensamientos puros, pul-critud moral, el ceñirse a los principios delEvangelio y el obedecer los mandamientos. Las exi-gencias del servicio misional requieren enterezaespiritual. Los líderes del sacerdocio ayudan a losfuturos misioneros a prepararse para esa exigentelabor, alentándolos a que se arrepientan y lleguen aser dignos de servir como misioneros de tiempocompleto.

� El élder Charles Didier, de la Presidencia de losSetenta, indicó lo que los futuros misionerosdeben entender acerca de la dignidad a fin de

• Doctrina y Convenios 38:42 (véase tambiénD. y C.133:5)

• Doctrina y Convenios 88:74

• Doctrina y Convenios 121:45

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

LA DIGNIDAD PERSONAL

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O 13

Capítulo 2

© Steve Tregeagle. Prohibida su reproducción

Page 21: 130 Preparacion Misional Alumno

estar preparados para servir al Señor: “¡Ojalápudiéramos enseñar a los jóvenes la forma de evi-tar la necesidad de un gran arrepentimiento! Másvale prevenir que lamentar. Es necesario enseñar-les a sentir amor por el Señor y por Sus manda-mientos; si sienten ese amor, no hay necesidadalguna de establecer barreras y decirles: ‘Si vasmás allá, no podrás servir como misionero’ ”(“Enseñar con el corazón”, Liahona, junio de2004, pág. 12).

� Cuando se le preguntó en qué deberían concen-trarse los futuros misioneros, el élder Richard G.Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles, respon-dió: “En ser dignos, para que el Espíritu los guíe”.También dijo:

“Precisan mantenerse lo más alejados posible delpecado; eso les brindará la felicidad más grandedurante su preparación; les asegurará la mayorcapacidad de ser guiados por el Espíritu y de ser losejemplos que deberán ser en el campo misional.

“Casi todos los jóvenes pueden recitar los pasos delarrepentimiento, pero lo que verdaderamente nece-sitan hacer es comprender la seriedadcon la que el Señor considera ciertastransgresiones y no caer en ellas”(“Enseñar con el corazón”, Liahona,junio de 2004, págs. 11–12).

� El presidente Gordon B. Hinckleydescribió la norma de dignidad quelos misioneros deben lograr:

“Esta obra es rigurosa… Exige manos limpias y uncorazón puro…

“Esta obra es una labor importante y seria, y exigeque quienes sirvan como misioneros sean dignosen todos los aspectos. Sencillamente, no podemospermitir que los que no sean completamente dig-nos vayan al mundo a compartir las buenas nuevasdel Evangelio.

“Estoy convencido de que elevar el nivel de losrequisitos hará que nuestros jóvenes, en especiallos hombres jóvenes, practiquen la autodisciplinapara vivir por encima de los bajos valores delmundo a fin de evitar la transgresión y seguir unsendero más elevado en todas sus actividades. Noenviaremos a sabiendas a jóvenes para reformarlos.Si sus vidas necesitan de algún cambio, éste debetener lugar antes de ir…

“…necesitamos misioneros, pero… éstos deben sercapaces de trabajar. Deben ser espiritualmente

sensibles para hacer lo que se espera de ellos, y queen esencia es una obra espiritual. Deben ser moral-mente dignos en todos los aspectos al haberse pre-servado limpios de las maldades de este mundo. Encaso de que haya habido ofensas, debe haber habi-do el consiguiente arrepentimiento...

“No estamos pidiendo la perfección. La obra delSeñor la llevan a cabo personas normales que tra-bajan de forma extraordinaria. El Señor magnificaa los que ponen todo su empeño, y en ningún otrositio es esto más evidente que en la obra misio-nal… A través de medios pequeños, el Señor lleva acabo Su gran obra” (“El servicio misional”, PrimeraReunión Mundial de Capacitación de Líderes, 11 deenero de 2003, págs. 19–21).

� El presidente Hinckley amonestó en contra dela pornografía: “Estamos siendo invadidos por laplaga creciente de la pornografía. Sus productoresy proveedores trabajan asiduamente en la explo-tación de un negocio que arroja muchos millonescomo ganancia. Algunos de sus productos sonsutilmente engañadores, y están destinados a

estimular los instintos más bajos.Muchos hombres que han participa-do del fruto prohibido… hanperdido el respeto por sí mismos... yhan llegado a comprender que latrampa en la que cayeron comenzóal ver o leer materiales pornográfi-cos... Algunos que ni siquiera pensa-

rían en tomar un sorbo de alcohol o en fumar uncigarrillo justifican su participación en materialespornográficos. Estas personas han confundidopor completo los valores, aceptando aquellos queno son dignos de un poseedor del sacerdocio deDios” (véase “Que no os engañen”, Liahona,enero de 1984, pág. 82).

� ¿Qué normas de dignidad y qué testimoniodeben practicar los futuros misioneros?

• Tener fe en nuestro Padre Celestial, en Su HijoJesucristo y en el Espíritu Santo, y un testimoniode Ellos.

• Tener un testimonio de la Expiación deJesucristo y de Su función como el Salvador.

• Tener un testimonio del profeta José Smith y dela restauración del Evangelio.

• Sostener a las autoridades de la Iglesia.

• Cumplir con la ley de castidad, lo cual incluyeevitar la pornografía en todas sus formas.

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A D I G N I D A D P E R S O N A L

14

“Esta obra es rigurosa... Exige

manos limpias y uncorazón puro”.

Page 22: 130 Preparacion Misional Alumno

• Cumplir los convenios hechos al bautizarse y encualquier otro lugar.

• Asistir a todas las reuniones de la Iglesia.

• Ser honrado en sus tratos con los demás.

• Pagar un diezmo íntegro.

• Guardar la Palabra de Sabiduría.

• Arrepentirse y confesar sus pecados.Confesar todo pecado serio a loslíderes del sacerdocio.

La dignidad personal permitea los futuros misionerosobtener las bendiciones deltemplo.

� El presidente Howard W. Hunter enseñó encuanto a la importancia de las bendiciones deltemplo con respecto al llamamiento misional:“Ayudemos a cada misionero a prepararse paraentrar al templo dignamente, y para convertir esaexperiencia en algo aún más sublime que recibir elllamamiento misional” (“Sigamos al Hijo de Dios”,Liahona, enero de 1995, pág. 100).

¿Por qué es la experiencia en el templo tanimportante para un misionero? Las bendicionesdel templo confieren poder a todo misionero

digno. Las bendiciones que se reciben en la Casadel Señor vienen a aquellos que son dignos. Lasnormas de dignidad que se requieren aumentaránla espiritualidad y realzarán la habilidad de cadamisionero para enseñar a los demás el Evangeliorestaurado.

El misionero que haya sido investidoen el templo tiene derecho a unpoder adicional. Este poder se recibemediante un mayor entendimientodel plan, de los convenios y de lasbendiciones de nuestro PadreCelestial, entendimiento que sólose obtiene en el templo.

� El élder Joseph B. Wirthlin, del Quórum de losDoce Apóstoles, enseñó que la obra del templo“puede ser un apoyo en nuestra vida diaria, unafuente de guía, protección, seguridad, paz y revela-ción” (“Busquemos lo bueno”, Liahona, julio de1992, pág. 98).

� El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de losDoce Apóstoles, explicó por qué los misionerosnecesitan las ordenanzas del templo a fin de predi-car con éxito el Evangelio restaurado:

“Es muy importante que entiendan que asistir altemplo para obtener su propia investidura…, esuna parte esencial de su preparación misional...Tienen que entender el significado de esos conve-nios del templo, y el inseparable vínculo que existeentre la investidura y el éxito como misionero.Realmente, la palabra investidura da a entender laesencia misma de ese vínculo fundamental. Lainvestidura es un don.

“No pueden hacer esta obra solos. Necesitamos laayuda celestial, necesitamos tener los ‘dones’ deDios... Esta obra es tan seria y la oposición del

• Salmos 24:3–5

• Doctrina y Convenios 95:8

• Doctrina y Convenios 109:22–23

• Doctrina y Convenios 110:7–9

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A D I G N I D A D P E R S O N A L

15

“Nosotros necesitamostodo poder divino para

acrecentar nuestroesfuerzo y hacer

avanzar firmementea la Iglesia”.

Page 23: 130 Preparacion Misional Alumno

adversario es tan grande que necesitamos todopoder divino para acrecentar nuestro esfuerzo yhacer avanzar firmemente a la Iglesia” (“Makingand Keeping Covenants”, transmisión misional víasatélite, 25 de abril de 1997).

� El élder Bruce R. McConkie, que fue miembro delQuórum de los Doce Apóstoles, describió cómo lasbendiciones del templo capacitan a la persona paraque siga adelante y predique el Evangelio restaura-do: “Los apóstoles, o ministros o misioneros de cual-quier edad, no están completamente capacitadospara seguir adelante, predicar el Evangelio y expan-dir el reino a menos que tengan el don del EspírituSanto y hayan sido investidos con los poderes delcielo; es decir, que hayan recibido determinadoconocimiento, poderes y bendiciones especiales quenormalmente sólo se confieren en el Templo delSeñor” (Doctrinal New Testament Commentary, 3tomos, 1966–1973, tomo I, pág. 859).

� El presidente Joseph Fielding Smith explicó porqué es necesario obtener las bendiciones del temploantes de ir al campo misional: “¿Entienden por quénuestros misioneros van al templo antes de ser apar-tados para ir al campo misional? Éste es un requisitoestablecido…, en lugares donde haya un temploporque el Señor ha dicho que así debe ser. Él llamó atodos los misioneros a Kirtland en los primeros díasde la Iglesia para que recibieran la investidura en eltemplo que allí se levantaba. Él dijo que esto teníaque ser así para que ellos saliesen con mayor poderde lo alto y con mayor protección” (véase Doctrinade Salvación, tomo II, pág. 241).

� El élder David B. Haight, que fue miembro delQuórum de los Doce Apóstoles, describió así lasbendiciones que provienen de recibir la investiduradel templo: “El ambiente que nos rodea en el tem-plo, tiene como fin proporcionar a los miembrosdignos de la Iglesia el poder del conocimiento, deltestimonio y del entendimiento. La investidura deltemplo brinda un conocimiento que, si se aplica,proporciona fortaleza y afirma la convicción de laverdad” (“Los templos y la obra que se efectúa enellos”, Liahona, enero de 1991, pág. 69).

� Mientras servía como miembro de los Setenta, elélder Jack H. Goaslind, Jr. dijo acerca de la relaciónque existe entre la investidura del templo y el ser-vicio misional: “Al obedecer los mandamientos ycumplir esos convenios, somos santificados y puri-ficados, y nacemos del Espíritu. Nos convertimosen recipientes dignos de recibir el Espíritu Santo ylos dones del Espíritu que deben acompañar esta

obra para que tengamos éxito” (“Nuestra responsa-bilidad de llevar el Evangelio hasta los cabos de latierra”, Liahona, enero de 1984, pág. 57).

� El élder Richard G. Scott habló acerca del propósi-to de la entrevista para obtener la recomendaciónpara el templo: “Antes de entrar al templo, el obis-po y el presidente de estaca te entrevistarán paradarte la recomendación. Sé honrado y sincero conellos. Esa entrevista no es un examen que tienesque pasar, sino un paso importante a fin de confir-mar que tengas la madurez y la espiritualidad pararecibir en forma apropiada las ordenanzas supremasy para hacer y guardar los convenios ennoblecedo-res que se ofrecen en la Casa del Señor. La dignidadpersonal es un requisito esencial para gozar de lasbendiciones del templo. Cualquier persona que seatan insensata como para entrar al templo indigna-mente, recibirá condenación” (“Recibe las bendicio-nes del templo”, Liahona, julio de 1999, pág. 29).

� El élder David B. Haight enseñó: “Cuando mos-tramos la recomendación a la persona encargada alentrar en el templo, reafirmamos nuestra dignidadpara hacerlo” (“Venid a la Casa del Señor”,Liahona, julio de 1992, pág. 17).

El arrepentimiento es el proceso purificadorque nos permite llegar a ser dignos.

� Hay una fuerte correlación entre la dignidad per-sonal y el éxito en el campo misional. Los futurosmisioneros tienen que arrepentirse debidamente detodo pecado anterior antes de entrar al campomisional.

El arrepentimiento es un principio que bendecirála vida de los misioneros e investigadores que ejer-zan la fe en Jesucristo, se arrepientan de sus peca-dos y acepten los principios y las ordenanzas delEvangelio.

• Isaías 1:18

• 1 Juan 1:5–10

• Mosíah 26:29

• Helamán 14:13

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A D I G N I D A D P E R S O N A L

16

Page 24: 130 Preparacion Misional Alumno

� El élder Jeffrey R. Holland escribió acerca de lanecesidad imperiosa de entender que la verdaderafe en Cristo nos conduce a arrepentirnos de nues-tros pecados: “Sobre todo lo demás,aprendemos, de la experiencia deAlma hijo, que Cristo es la potenciaque existe detrás de todo arrepenti-miento... Alma había quedado impre-sionado por las enseñanzas de supadre, pero lo más importante es quela profecía que recordaba era ‘concer-niente a la venida de un Jesucristo,un Hijo de Dios, para expiar los pecados delmundo’ (Alma 36:17). Ese es el nombre y ese es elmensaje que toda persona debe escuchar... Noimporta qué otra oración ofrezcamos, no importaqué otras necesidades tengamos, todo depende encierto modo de esa plegaria: ‘Oh, Jesús, Hijo deDios, ten misericordia de mí’. Él está dispuesto aconceder esa misericordia. Él pagó con Su propiavida para poder darla” (However Long and Hard theRoad, 1985, pág. 85).

� El élder Glenn L. Pace, de los Setenta, hizo hin-capié en la importancia de quedar limpio de lastransgresiones no resueltas antes de servir en unamisión:

“El consejo más enérgico que podría yo dar a unfuturo misionero es que debe mantenerse digno. Elsegundo consejo más fuerte aún es que debe serdigno antes de entrar en el Centro de CapacitaciónMisional. Asegúrese de ser honrado con sus lídereslocales del sacerdocio…

“Entre los jóvenes existe la idea de que realmentela única aflicción o penalidad por una transgresiónseria es el dolor o la vergüenza que resulta deconfesar las transgresiones a su obispo. Esto es sólo

el comienzo. No podemos tener inme-diatamente al Espíritu Santo comocompañero constante al entrar a laoficina del obispo, confesar un pecadoy salir otra vez. Ninguno de nosotroscree en arrepentirse al momento demorir. ¿Por qué entonces muchosaceptamos la idea de arrepentirnos al

momento de ser llamados como misioneros? Pocoimporta que un futuro misionero aprenda bien suslecciones… cómo ganar la confianza de una perso-na y todos los demás procedimientos. Sin elEspíritu, están vacíos... Sin el Espíritu, no debenenseñar” (“Why?”, Discurso devocional pronuncia-do en el Ricks College, 24 de septiembre de 1991,págs. 2–4).

� El élder Richard G. Scott aconsejó a quienes sehan arrepentido completamente pero continúanafligiéndose a causa de esos pecados:

“Si te has arrepentido de transgresiones graves yerróneamente crees que serás siempre un ciudada-no de segunda clase en el reino de Dios, debesentender que eso no es verdad. El Salvador dijo:

“ ‘He aquí, quien se ha arrepentido de sus pecadoses perdonado; y yo, el Señor, no los recuerdo más.

“ ‘Por esto sabréis si un hombre se arrepiente desus pecados: He aquí, los confesará y los abandona-rá’, D. y C.58:42–43 ” (“El camino hacia la paz y elgozo”, Liahona, enero de 2001, pág. 31).

� El presidenteBoyd K. Packer,Presidente enFunciones delQuórum de losDoce Apóstoles,describió así elpoder purificadordel arrepentimien-to: “La desalentado-ra idea de que un

error (o aun una serie de errores) hace que sea eter-namente tarde para salvarse, no proviene del Señor.Él ha dicho que si nos arrepentimos, no sólo perdo-nará nuestros pecados, sino que también los olvida-rá y no los recordará más. (Véase Isaías 43:25,

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A D I G N I D A D P E R S O N A L

17

“El más enérgicoconsejo que yo podría

dar a un futuromisionero es que debemantenerse digno”.

Page 25: 130 Preparacion Misional Alumno

Hebreos 8:12; 10:17; D. y C. 58:42; Alma 36:19.)“El arrepentimiento es como el jabón; tiene ladisciplina para quitar manchas, y las quitará” (véase“A los jóvenes”, Liahona, julio de 1989, pág. 68).

� El presidente N. Eldon Tanner, que fue consejerode la Primera Presidencia, explicó por qué los misio-neros tienen que ser dignos y puros: “Los futurosmisioneros deben entender que el Señor quiere paraSu obra personas en quienes pueda depositar sumaconfianza, y que sean dignas en todo sentido pararepresentarle en el campo misional. Si no son dig-nos, no acepten el llamamiento; pero, mediante elarrepentimiento, prepárense para ir. Es muchomejor aguardar un año o más, que ir indignamente.Tengan el valor, la hombría y la determinación deenfrentar los hechos, de decir la verdad, de prepa-rarse en todo sentido para hacer aquello que elSeñor desea que hagan” (“Respetemos nuestrosacerdocio”, Liahona, agosto de 1976, pág. 37).

PUNTOS PARA MEDITAR

• ¿Por qué cree usted que es importante recibir lainvestidura del templo antes de servir en unamisión?

• ¿Qué hay de malo en pensar que está bien pecarahora y arrepentirse después?

• ¿Por qué quienes tienen una fe sincera enJesucristo desean arrepentirse de sus pecados?

• ¿Por qué piensa que es importante confesar todopecado grave a los líderes del sacerdocio, comoasí también al Señor?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Memorice Doctrina y Convenios 58:42–43 y121:45–46.

• Evalúe su dignidad personal para servir en unamisión. Si tiene ciertos problemas, determinequé es lo que necesita hacer y entonces hágalo.

• Anote en su agenda de estudio lo que entiendaen cuanto a por qué aquellos que tienen una fesincera en Jesucristo se arrepentirán de sus peca-dos, serán bautizados y recibirán el don delEspíritu Santo. ¿Por qué será importante esa rela-ción para que los misioneros entiendan su pro-pia vida personal? ¿Por qué deben enseñarclaramente esta verdad?

LECTURAS ADICIONALESRECOMENDADAS

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio• “Castidad” (págs. 41–46)

• “Arrepentimiento” (págs. 19–23)

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A D I G N I D A D P E R S O N A L

18

Page 26: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A D I G N I D A D P E R S O N A L

19

Page 27: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A D I G N I D A D P E R S O N A L

20

Page 28: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

Algo imprescindible para la obra misional es lavoluntad de buscar y obedecer los impulsos delEspíritu Santo. Por consiguiente, los misioneros tie-nen que ser dignos para recibir esa guía divina.Tienen que ser sensibles al Espíritu de Dios paraenseñar con poder y convicción. Al buscar, recibiry responder a la guía del Espíritu Santo, estaránpreparados para enseñar a otros con claridad lasdoctrinas de la Restauración y el Espíritu testificaráen cuanto a la veracidad de su mensaje (véase D. yC. 11:21; 50:13–14).

La Luz de Cristo es una fuente de inspiración quenuestro Padre Celestial nos ha dado a todos nos-otros, Sus hijos. El entender la función de la Luz deCristo y del Espíritu Santo le ayudará a reconocer lainfluencia de Dios en su vida personal. Las influen-cias de la Luz de Cristo y del Espíritu Santo en lamente y el corazón de todos aquellos que procuranbuscar la verdad, son esenciales en el proceso de laconversión.

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

• La Luz de Cristo es un poder benéfico en la vidade toda persona.

• El Espíritu Santo es un miembro de la Trinidad.

• Hay muchas maneras en que el Espíritu Santoinfluye para bien en nuestra vida.

• La sensibilidad y la obediencia al Espíritu es unode los mayores recursos de un misionero.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

La Luz de Cristo es un poder para el bienen la vida de toda persona.

� El presidente Boyd K. Packer, Presidente enFunciones del Quórum de los Doce Apóstoles,enseñó que la Luz de Cristo “fomenta todo lo quees bueno” (“La luz de Cristo”, Liahona, abril de2005, pág. 8). El élder Dallin H. Oaks, del Quórumde los Doce Apóstoles, enseñó: “La Luz de Cristo, ala que a veces se la llama el Espíritu de Cristo o elEspíritu de Dios, que, ‘…da luz a todo hombre queviene al mundo’ (D. y C. 84:46). Ésta es la luz ‘…queexiste en todas las cosas, que da vida a todas lascosas’ (D. y C. 88:13). El profeta Mormón enseñóque… a todo hombre se da el Espíritu de Cristo paraque sepa discernir el bien del mal’ (Moroni 7:16;véase también el versículo 19; 2 Nefi 2:5; Helamán14:31)” (“Para que siempre tengan su Espíritu”Liahona, enero de 1997, pág. 66).

Debido a que a toda persona que encuentre sele habrá dado la Luz de Cristo, es importante queusted entienda la función de esta gran influencia.Aquellos que sigan la Luz de Cristo serán guiadosa Cristo, desarrollarán fe en Él, se arrepentiránde sus pecados y aceptarán el bautismo y el dondel Espíritu Santo al convertirse en miembrosde La Iglesia de Jesucristo de los Santos de losÚltimos Días.

LA COMPAÑÍA DEL ESPÍRITU SANTO

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O 21

Capítulo 3

Prohibida su reproducción.

Page 29: 130 Preparacion Misional Alumno

� “La Luz de Cristo no debe confundirse con elEspíritu Santo. No es un personaje, como lo es elEspíritu Santo. Su influencia guía a las personashacia el verdadero Evangelio, el bautismo y la recep-ción del don del Espíritu Santo (véase Juan 12:46;Alma 26:14–15)” (Leales a la Fe: Una Referencia delEvangelio, 2004, pág. 112; véase también Guía parael estudio de las Escrituras, “Luz de Cristo”, págs.126–127).

� El presidente Boyd K. Packer enseñó que la Luzde Cristo es “otra fuente de inspiración que cadauno de nosotros posee en común con todos losdemás miembros de la familia humana. Si sabe-mos lo que es la Luz de Cristo, entenderemos quehay algo dentro de todos nosotros a lo que pode-mos recurrir en nuestro deseo de dar a conocer laverdad…

“Todo hombre, mujer y niño de toda nación, cre-encia y color, todos, sea cual sea el lugar dondevivan, lo que crean y lo que hagan, tienen dentrode sí la imperecedera Luz de Cristo. En ese sentido,todas las personas son iguales. La Luz de Cristo esen todos un testimonio de que Dios no hace acep-ción de personas (véase D. y C.1:35), sino que trata

a todos equitativamente al investirlos con esa luz”(“La virtud de la bondad”, Liahona, abril de 2005,págs. 8, 10).

� El élder Joseph B. Wirthlin, del Quórum de losDoce Apóstoles, explicó que la Luz de Cristo ayudaa preparar a la gente para el mensaje del Evangeliorestaurado y sus bendiciones: “La Luz de Cristo… esuna influencia preliminar y preparatoria para reci-bir el don del Espíritu Santo. La Luz de Cristo guia-rá al alma sincera a ‘escuchar la voz’ (D. y C. 84:46),para encontrar el Evangelio verdadero y la Iglesiaverdadera, y así recibir el Espíritu Santo” (véase“El inefable don”, Liahona, mayo de 2003, pág. 26).

El presidente Boyd K. Packer explicó así la impor-tancia de entender que a todos los hijos de Dios seles ha dado la Luz de Cristo:

“Cuanto más sepamos sobre la Luz de Cristo, másentenderemos sobre la vida y más amor profundosentiremos por toda la humanidad. Seremos mejo-res maestros, misioneros y padres; seremos mejoreshombres, mujeres y niños. Tendremos en mayorestima a nuestros hermanos y hermanas de laIglesia y a aquellos que no crean y a quienes no seles haya conferido todavía el don del EspírituSanto…

“Es importante que los maestros,los misioneros y los padres sepanque el Espíritu Santo puedeobrar por medio de la Luz deCristo. Un maestro de las verda-des del Evangelio no está sem-brando en un adulto ni en unniño semillas de plantas extra-ñas ni siquiera nuevas; másbien, el misionero o el maestro

se pone en contacto con el Espíritu de Cristo queya se encuentra en las personas. El Evangelio les‘sonará’ familiar” (“La luz de Cristo”, Liahona, abrilde 2005, págs. 8, 10).

El Espíritu Santo es un miembro de laTrinidad.

� Las Escrituras enseñan acerca de la función delEspíritu Santo como parte de la Trinidad. Comouno de los miembros de la Trinidad, el EspírituSanto cumple importantes deberes que los misio-neros tienen que entender.

• Moroni 7:16–19

• Doctrina y Convenios 84:46–47

• Doctrina y Convenios 88:11–13

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A C O M P A Ñ Í A D E L E S P Í R I T U S A N T O

22

© 2

004

Rob

ert C

asey

. Pro

hibi

da s

u re

prod

ucci

ón.

Page 30: 130 Preparacion Misional Alumno

� El élder Robert D. Hales,del Quórum de los DoceApóstoles, describió asíalgunas de las funcionesdel Espíritu Santo: “ElEspíritu Santo es el tercermiembro de la Trinidad,un personaje de espíritu.Es el Consolador, elEspíritu de Dios, el Santo

Espíritu de la Promesa. Testifica de Jesucristo, de Suobra y de la obra de Sus siervos sobre la tierra. Actúacomo un agente limpiador para purificarnos y santi-ficarnos del pecado. Él consuela y da paz a nuestraalma. El derecho a tener Su compañía constante esuno de los dones más grandes que podemos recibiren la vida mortal, porque por medio de la luz de Sussusurros y de Su poder purificador, podemos serguiados de regreso a la presencia de Dios” (“De laoscuridad a Su luz maravillosa”, Liahona, julio de2002, pág. 77).

� El élder Dallin H. Oaks enseñó que las manifesta-ciones del Espíritu Santo se otorgan “para dar aconocer la verdad del Señor y Su Evangelio a losque buscan sinceramente” y que estas “manifesta-ciones están a disposición de todos, (véase 2 Nefi26:13)”. Luego explicó así la diferencia entre la Luzde Cristo, las manifestaciones del Espíritu Santo yel don del Espíritu Santo:

“La Luz de Cristo se da a todos los hombres ymujeres para que sepan discernir el bien del mal;las manifestaciones del Espíritu Santo se dan paraguiar a los que buscan con sinceridad las verdadesdel Evangelio que les persuadirán a arrepentirse ya bautizarse.

“El don del Espíritu Santo es más extenso…

“El don del Espíritu Santo incluye el derecho atener Su compañía constante, para que siempre

podamos ‘…tener su Espíritu con nosotros’ (D. y C.20:77)…

“Para los miembros fieles de la Iglesia de Jesucristo,la compañía del Espíritu Santo debe ser tan fami-liar que debemos tener cuidado de no darlo porsentado. Por ejemplo, ese buen sentimiento quehan experimentado durante los mensajes y lamúsica de esta conferencia es un testimonio confir-mante del Espíritu, que se encuentra a continuadisposición de los miembros fieles. Un miembrome preguntó una vez por qué se había sentido tanbien con los discursos y con la música en una reu-nión sacramental, mientras que un amigo, quehabía invitado en esa oportunidad aparentementeno había sentido lo mismo. Ésa es sólo una ilustra-ción del contraste que existe entre la persona quetiene el don del Espíritu Santo y está en armoníacon Su inspiración, y otra que no lo tiene o que nogoza de tal armonía” (“Para que siempre tengan suEspíritu”, Liahona, enero de 1997, Pág. 67).

� El élder Bruce R. McConkie, que fue miembrodel Quórum de los Doce Apóstoles, ilustró así ladiferencia entre la influencia del Espíritu Santo yel don del Espíritu Santo: “Antes de ser bautizada,toda persona puede recibir del Espíritu Santo unarevelación con el propósito de darle un testimoniode la veracidad y la divinidad de la obra del Señoren la tierra. Después del bautismo, recibe el dondel Espíritu Santo y entonces, si cumple los man-damientos, tiene el derecho a la compañía cons-tante de ese miembro de la Trinidad. El testimonioantes del bautismo, comparándolo por analogía, semanifiesta como un relámpago en una noche oscu-ra y tormentosa para iluminar el sendero por elcual los peregrinos de la tierra, alejados de su hogarcelestial, y desorientados en los desiertos y panta-nos del mundo, tienen que caminar para regresara la Divina Presencia. La compañía del EspírituSanto, después del bautismo, es comparable alesplendor del sol al mediodía que derrama susrayos sobre el sendero de la vida y todo lo que lerodea” (A New Witness for the Articles of Faith, 1985,pág. 262).

Muchas son las maneras en que el EspírituSanto influye para bien en nuestra vida.

� Las manifestaciones del Espíritu ocurren dediversas maneras. Las Escrituras nos ayudan aentender los susurros del Espíritu Santo. Los futu-ros misioneros tienen que ser capaces de reconocer

• Juan 14:26

• 3 Nefi 28:11

• Doctrina y Convenios 130:22

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A C O M P A Ñ Í A D E L E S P Í R I T U S A N T O

23

Page 31: 130 Preparacion Misional Alumno

la influencia del Espíritu Santo en su vida y tenerla fe y el valor para seguir esos susurros. El Señornos ha dado la siguiente asignación: “Lo que elEspíritu os testifique, eso quisiera yo que hiciesescon toda santidad de corazón” (D. y C. 46:7).

Los futuros misioneros deben también ser capacesde explicar a los investigadores la naturaleza y losdeberes fundamentales del Espíritu Santo.

� “Ningún maestro terrenal, no importa cuán com-petente sea o cuánta experienciatenga, puede ofrecer las bendicionesdel testimonio y la conversión a otrapersona. Esa es la función del EspírituSanto. La gente llega a saber que elEvangelio es verdadero mediante elpoder del Espíritu Santo” (LaEnseñanza: El Llamamiento Más Importante, pág. 45).

� A continuación se indican algunos principiosimportantes que se deben entender en cuanto a lainfluencia del Espíritu Santo:

1. Todos podemos recibir impresiones espi-rituales.

• Véase Romanos 15:13.

• Véase Alma 32:28.

• Véase Doctrina y Convenios 9:8–9.

• “Aunque a menudo describimos la comunica-ción del Espíritu como una voz, ésa es una

voz que, más que oírla, la sentimos. Y aunquehablamos de ‘oír’ los susurros del EspírituSanto, a menudo, al describir la comunicaciónespiritual, decimos que ‘sentimos algo’. Elconsejo del Señor a Oliver Cowdery que seencuentra en la sección 9 de Doctrina yConvenios… enseña este principio. No obs-tante, ese consejo a veces se malentiende. Alleer ese pasaje, algunos miembros de la Iglesiase confunden, temiendo no haber recibidonunca una comunicación del Espíritu Santoporque nunca han sentido el ardor en elpecho. Note las palabras finales del Señor enDoctrina y Convenios 9:8: ‘Por tanto, sentirásque está bien’. El ardor que se describe en esepasaje de las Escrituras se refiere a un senti-miento de consuelo y serenidad, no necesaria-mente a una sensación de calor. Al continuarbuscando y siguiendo la voluntad del Señoren tu vida, llegarás a reconocer cómo influyepersonalmente el Espíritu Santo en ti” (véaseLeales a la Fe, pág. 162).

• Mientras servía como miembro de los Setenta,el élder L. Lionel Kendrick describió cómoinfluye el Espíritu, tanto en la mente como enel corazón, de la siguiente manera: “Las revela-ciones personales se reciben tanto en la mentecomo en el corazón. Dichas impresiones vie-nen a la mente como pensamientos y al cora-zón como sentimientos. El élder Boyd K.Packer explicó: ‘La guía llega en forma de pen-

samientos, sentimientos, impresiones einspiración’ (“La revelación en unmundo inconstante”, Liahona, enerode 1990, pág. 14). Habrá momentos enque sentiremos al mismo tiempo en lamente y en el corazón las impresionesdel Espíritu. Por lo general, cuando la

mente y el corazón reciben la misma impre-sión, percibimos que estamos recibiendo unarevelación personal. El Salvador dijo a HyrumSmith: ‘Te daré de mi Espíritu, el cual ilumina-rá tu mente y llenará tu alma de gozo’ (D. y C.11:13)” (“Personal Revelation”, Brigham YoungUniversity 1996—1997 Speeches , 1997, pág.256).

• El presidente Boyd K. Packer explicó la formaen que la mente recibe comunicaciones defuentes divinas: “El Espíritu Santo se comunicacon nuestro espíritu por medio de la mentemás bien que por los sentidos físicos. La guía

• Juan 14:26

• Juan 15:26

• Juan 16:13

• Gálatas 5:22–23

• 1 Nefi 4:6

• 2 Nefi 31:17–18

• 2 Nefi 32:5, 8

• 2 Nefi 33:1

• Alma 21:16

• Moroni 10:5

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A C O M P A Ñ Í A D E L E S P Í R I T U S A N T O

24

“Las revelaciones perso-nales se reciben tanto

en la mente como en elcorazón”.

Page 32: 130 Preparacion Misional Alumno

llega en forma de pensamientos, sentimientos,impresiones e inspiración. No siempre resultafácil describir la inspiración. Las Escrituras nosenseñan que ‘percibiremos’ las palabras decomunicación espiritual más de lo que lasoiremos, y veremos más con los ojos espiritua-les que con los mortales (véase 1 Nefi 17:45)”(“La revelación en un mundo inconstante”,Liahona, enero de 1990, pág. 14).

2. Podemos recibir un sentimiento de paz.

• Véase Génesis 41:16.

• Véase Doctrina y Convenios 6:22–23.

• “Al Espíritu Santo a menudo se le llama elConsolador (véase Juan 14:26; D. y C. 39:6).Al revelarte la voluntad del Señor, el Espíritu‘hablará paz a tu mente” (D. y C. 6:23). Lapaz que Él da no puede ser falsificada por lasinfluencias o las enseñanzas del mundo. Es lapaz que prometió el Salvador cuando aseguróa Sus discípulos que enviaría al Consolador:‘La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os ladoy como el mundo la da. No se turbe vuestrocorazón, ni tenga miedo’ (Juan 14:27)” (Lealesa la Fe, pág.162).

• El élder Dallin H. Oaks, delQuórum de los Doce Apóstoles,describió así los sentimientosrelacionados con el ardor en elpecho: “¿Qué significa que ‘tupecho arda dentro de ti?’ ¿Tieneque ser un sentimiento de calor físico, comoel calor que produce la combustión? Si ése esel significado, nunca he experimentado eseardor en el pecho. Seguramente la palabra‘arda’ en este pasaje de Escritura representa unsentimiento de consuelo y serenidad. Ésa es laconfirmación que muchos reciben; así escomo funciona la revelación” (“La enseñanzay el aprendizaje por medio del Espíritu”,Liahona, mayo de 1999, pág. 22).

• El élder Robert K. Dellenbach, de los Setenta,enseñó cómo la paz puede bendecir nuestravida: “Al orar con sinceridad al Señor y con-fiar en Su inspiración divina, oiremos esa ‘vozapacible de perfecta suavidad’ (Helamán 5:30).Recibiremos paz, sabiendo que Dios ha con-testado nuestras oraciones; recordad la pazque el hermano Cowdery recibió, (véase DyC

6:23). Esas brasas espirituales pueden transfor-marse en el fuego de un testimonio. (VéaseHelamán 5:45)” (“El momento de la conver-sión”, Liahona, enero de 1991, pág. 26).

3. Todos podemos recibir la voz suave yapacible.

• Véase 1 Reyes 19:9–12.

• Véase Helamán 5:30.

El presidente Boyd K.Packer enseñó en cuantoa la voz del Espíritu: “Lavoz del Espíritu es unavoz apacible y delicada,una voz que se puedesentir en vez de oír; esuna voz espiritual que serecibe en la mente comoun pensamiento que

entra en el corazón” (véase “Lenguas defuego”, Liahona, julio de 2000, pág.10).

• El élder Henry B. Eyring, del Quórum de losDoce Apóstoles, ha indicado que una firmenecesidad de saber lo que Dios quiere nos

trae respuestas: “Yo he obtenido res-puestas a mis oraciones, respuestasque han sido más claras cuando loque yo quería ha quedado eclipsadopor la irresistible necesidad de cono-cer la voluntad de Dios. Es entoncescuando la respuesta de nuestro amo-roso Padre Celestial se recibe en nues-

tra mente a través de la voz apacible ydelicada, y se graba en el corazón” (véase“Que Dios escriba en mi corazón”, Liahona,enero de 2001, pág.100).

• El presidente Ezra Taft Benson habló en cuan-to a lo que el don del Espíritu Santo hará pornosotros: “El Espíritu Santo... los ayuda a ele-gir lo que es bueno; los protegerá de la mal-dad y les hablará con una voz muy suave paraque hagan lo correcto. Cuando hacen locorrecto, se sienten bien, y ése es el EspírituSanto que les habla; es un compañero maravi-lloso y está siempre cerca para ayudarles” (“Alos niños de la Iglesia”, Liahona, julio de 1989,pág. 98).

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A C O M P A Ñ Í A D E L E S P Í R I T U S A N T O

25

“Cuando hacen locorrecto, se sienten

bien, y ese es el EspírituSanto que les habla”.

© 2

005

Rob

ert C

asey

. Pro

hibi

da s

u re

prod

ucci

ón.

Page 33: 130 Preparacion Misional Alumno

4. Todos podemos recibir ideas nuevas.

• Véase Doctrina y Convenios 8:2.

• El profeta José Smith enseñó cómo el espíritude la revelación puede darnos nuevas ideas:“Una persona podrá beneficiarse si percibe laprimera impresión del espíritu de la revela-ción. Por ejemplo, cuando sienten que lainteligencia pura fluye en ustedes, podrárepentinamente despertar en ustedes unacorriente de ideas, de manera que al notarlo,verán que se cumplen el mismo día o pocodespués; (es decir) se verificarán las cosas queel Espíritu de Dios ha puesto en sus mentes;y así, por conocer y entender el Espíritu deDios, podrán crecer en el principio de la reve-lación hasta que lleguen a ser perfectos enCristo Jesús” (véase Enseñanzas del ProfetaJosé Smith, pág. 179).

5. Debemos recordar que las manifestacio-nes espirituales son sagradas.

• Véase Alma 12:9.

• El presidente Boyd K. Packer hizo una adver-tencia en cuanto a la naturaleza sagrada de lasmanifestaciones espirituales:

• “Los sueños, las visiones y las visitacionesno son algo raro en la Iglesia; son parte detodo lo que el Señor ha revelado en esta dis-pensación.

• “Bien podría ser que ustedes fueran bendeci-dos con una maravillosa experiencia espiri-tual. Yo he podido darme cuenta de que talesexperiencias son de carácter personal y debenconservarse en privado. Mediten al respectoen su corazón y no hablen con liviandad deello, (véase Alma 12:9)” (“The Great Planof Happiness and Personal Revelation”, Charlafogonera del SEI para Jóvenes Adultos, 7 denoviembre de 1993, págs. 7–8).

6. El Señor nos da revelaciones en Su propiotiempo.

• Véase Isaías 55:8–9.

• Véase Moroni 7:2.

• Véase Doctrina y Convenios 88:68.

• El élder Dallin H. Oaks enseñó acerca de lasocasiones en que el Señor nos inspira: “ElSeñor nos hablará por medio del Espíritu en

Su propio tiempo y a Su propia manera.Muchas personas no entienden este principio;creen que cuando estén listas y cuando lesparezca conveniente, pueden acudir al Señor yÉl les contestará de inmediato, y hasta de lamanera precisa en que ellas lo hayan solicita-do. La revelación no viene de esa manera”(“La enseñanza y el aprendizaje por medio delEspíritu”, Liahona, mayo de 1999, pág. 21).

• El élder Neal A. Maxwell, que fue miembro delQuórum de los Doce Apóstoles, recalcó la nece-sidad de someternos a los momentos del Señorcuando esperamos recibir respuestas a nuestrasoraciones y otros deseos en justicia: “Puestoque el Señor desea un pueblo que sea ‘probadoen todas las cosas’ (D. y C. 136:31), ¿de quémanera específica se nos probará? Él dice queprobará la fe y la paciencia de Su pueblo (véaseMosíah 23:21). Debido a que la fe puede serprobada en el tiempo del Señor, aprendamos adecir no sólo ‘Que se haga Tu voluntad’, sinopacientemente agreguemos: ‘Que se haga enTu debido tiempo’ (“Con esperanza… arar”,Liahona, julio de 2001, pág. 73).

7. No debemos esperar revelaciones encuanto a todas las cosas.

• Véase Santiago 4:3.

• Véase Doctrina y Convenios 58:26–29.

• El élder Dallin H. Oaks advirtió: “Lasrevelaciones de Dios, las enseñanzas y

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A C O M P A Ñ Í A D E L E S P Í R I T U S A N T O

26

© 1

999

Bry

ant L

ivin

gsto

n. P

rohi

bida

su

repr

oduc

ción

.

Page 34: 130 Preparacion Misional Alumno

las instrucciones del Espíritu, no se recibenen forma constante. Creemos que la revela-ción continúa, no en la revelación continua.A menudo se nos deja que resolvamos pro-blemas sin los dictados del Espíritu o Suorientación específica. Eso es parte de laexperiencia que debemos tener durantenuestra vida mortal. Afortunadamente,nuestro Salvador nunca nos pierde de vista,y si nuestro juicio nos lleva a actos quesobrepasan los límites de lo que es permiti-do, y si estamos escuchando la voz suave yapacible, el Señor nos restringirá mediantelas impresiones de Su Espíritu” (véase “Laenseñanza y el aprendizaje por medio delEspíritu”, Liahona, mayo de 1999, pág. 23).

• El élder Oaks también advirtió en cuanto aprocurar revelaciones en cada circunstanciade nuestra vida: “Es improbable que elEspíritu del Señor nos inspire en asuntosque no tienen mucha importan-cia. En una ocasión, escuché eltestimonio de una joven her-mana que alababa la espirituali-dad de su esposo, indicandoque él ponía en las manos delSeñor cualquier duda que tuvie-ra; después contó que él laacompañaba a hacer las com-pras y no se atrevía ni siquiera aelegir entre dos marcas distintas de comidaenlatada, sin consultar primero al Señor enoración. Esto me pareció inapropiado. Creoque Él espera que utilicemos la inteligenciay la experiencia que nos ha dado para quesepamos hacer esta clase de elecciones” (“LaRevelación”, Liahona, diciembre de 1983,pág. 41).

La sensibilidad y la obediencia a lainfluencia del Espíritu son los elementosmás poderosos al alcance de todomisionero.

� El misionero enseña al investigador las verdadesdel Evangelio restaurado, pero la influencia delEspíritu es el elemento más importante en la con-versión de una persona al Evangelio restaurado. Esalgo muy importante que los misioneros sean sen-sibles al Espíritu y aprendan a seguir las impresio-

nes que reciben. Nuestro entendimiento en cuantoa la función del Espíritu se acrecentará a medidaque aprendamos a obedecer sus susurros.

� El élder M. Russell Ballard, del Quórum de losDoce Apóstoles, analizó así el poder del Espírituen cuanto a la conversión: “En los centros decapacitación misional, enseñamos a los misione-ros que deben tener fe en el Señor Jesucristo. Se

les enseña que deben cultivar unamor genuino, consideración y unarelación personal con las personasque conozcan. Deben aprender aescuchar con interés y a mostrarcomprensión sincera por las necesi-dades y preocupaciones de las perso-nas a las que enseñen. Mientrasenseñen la doctrina, los misionerosdeben tratar de saber lo que sus

investigadores sienten y piensan a fin de poderaclarar dudas, malentendidos, desterrar preocupa-ciones y dar ánimo. El espíritu cálido y sincero delos misioneros es esencial para ayudar a los inves-tigadores a sentir y a reconocer el Espíritu delSeñor, ya que el Espíritu es el poder que guía a laconversión” (“Una mano de hermanamiento”,Liahona, enero de 1989, pág. 32).

� El élder Gene R. Cook, de los Setenta, enseñócómo el compartir nuestro testimonio invita alEspíritu: “Testifiquen con frecuencia cuando esténenseñando. Esto podría ser aún más importanteque el tema que estén enseñando. Testifiquen enel nombre del Señor que lo que están enseñandoes verdadero. Si lo hacen, el Espíritu del Señorestará presente” (Raising Up a Family to the Lord,1993, pág. 49).

• 2 Nefi 33:1

• Doctrina y Convenios 43:15–16

• Doctrina y Convenios 50:21–22

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A C O M P A Ñ Í A D E L E S P Í R I T U S A N T O

27

La influencia delEspíritu es el elemento

más importante enla conversión de unapersona al Evangelio

restaurado.

Page 35: 130 Preparacion Misional Alumno

� El presidente Boyd K.Packer describió unaimportante lección queaprendió mientras servíaen el campo misional:

� “Aprendí una lecciónconmovedora como presi-dente de misión. Era tam-bién entonces AutoridadGeneral. Varias veces

había sido ya impulsado, en aras de nuestra obra,a relevar a uno de mis consejeros. Además de oraral respecto, había llegado a la conclusión de quetenía que hacerlo. Pero no lo hice. Temía que, si lohacía, podría ofender a un hombre que por muchotiempo había prestado servicio a la Iglesia.

� “El Espíritu se apartó de mí. No obtuve ningunainspiración en cuanto a quién llamaría como con-sejero si relevaba a ese hermano. Pasaron variassemanas. Mis oraciones parecían quedar en el cuar-to donde las ofrecía. Consideré una serie de alter-nativas para coordinar la obra, pero no obtuveresultados. Finalmente, hice lo que el Espíritu meencomendó. El don retornó inmediatamente. ¡Oh,qué dulzura exquisita fue tener de nuevo ese don!Ustedes lo conocen, porque también lo poseen, eldon del Espíritu Santo. Y aquel hermano no se sin-tió ofendido. Realmente fue muy bendecido y laobra prosperó inmediatamente” (“That All May BeEdified”, 1982, pág. 341).

� El presidente Marion G. Romney, que fue conseje-ro de la Primera Presidencia, destacó la necesidad deresponder positivamente a la guía del Señor despuésde recibirla: “Cuando una persona entiende lo que esel consejo del Señor y lo obedece, se acerca de formainevitable al Espíritu. Desde el principio, la historiade las relaciones de Dios con Sus hijos en la tierratestifica que quienes hacen caso omiso a Su consejofracasan y experimentan pesar” (“Seek Not toCounsel the Lord”, Ensign, agosto de 1985, pág. 2).

PUNTOS PARA MEDITAR

• ¿De qué maneras lo ha inspirado a usted elEspíritu del Señor?

• ¿Qué puede hacer usted para aumentar la influen-cia del Espíritu en su vida? ¿En qué forma la dig-nidad personal afecta la influencia del Espíritu?

• ¿De qué maneras puede usted desarrollar unamayor sensibilidad para recibir el Espíritu?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Determine qué modificaciones podría ustedhacer en su vida para ser más perceptivo alEspíritu.

• Escoja un momento y un lugar donde puedaestar solo. Quizás desee ayunar. Comience conuna oración y pregúntele al Padre Celestial loque Él quiere que haga usted a fin de prepararsepara ser Su misionero. Después de haber orado,dedique unos momentos a considerar los pensa-mientos y sentimientos que haya recibido.Escriba esas impresiones en su agenda de estu-dio. Ésta podría ser una buena ocasión para ini-ciar su diario personal de misionero.

• Escriba en su agenda de estudio las impresiones eideas que haya recibido en cuanto a las Escriturasque esté estudiando.

• Con espíritu de oración, repase su bendiciónpatriarcal; ponga atención a los consejos y a lasimpresiones que podría aplicar durante su misión.(Si no ha recibido aún su bendición patriarcal,considere hacerlo.)

• Prepare un discurso en cuanto al tema “Por quées importante para todo misionero la guía delEspíritu”. Preséntelo a su familia o a un amigode confianza.

• Lea las referencias de las Escrituras indicadas enla columna a la izquierda del diagrama que seencuentra a continuación. En la columna de laderecha escriba una breve descripción de lamanera en que el Espíritu Santo, según lo ilus-tran las Escrituras, puede influir en nosotros.Quizás también desee “encadenar” entre sí estosversículos en sus ejemplares de las Escrituras,correlacionando el primer pasaje con el segundo,éste con el tercero y así sucesivamente hastacorrelacionar el último con el primero.

LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio

• “Espíritu Santo” (págs. 72–74)

• “Oración” (págs. 129–134)

• “Revelación” (págs. 158–162)

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A C O M P A Ñ Í A D E L E S P Í R I T U S A N T O

28

© 1

995

Mer

rett

T. S

mith

. Pro

hibi

da s

u re

prod

ucci

ón.

Page 36: 130 Preparacion Misional Alumno

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A C O M P A Ñ Í A D E L E S P Í R I T U S A N T O

29

Maneras en que el Espíritu Santo puede influir en nosotros

Juan 14:26

Juan 15:26

Juan 16:13

Gálatas 5:22–23

Mosíah 5:2

D. y C. 6:14–15

D. y C. 6:22–23

D. y C. 8:2–3

D. y C. 9:8–9

D. y C. 11:12–13

D. y C. 50:17–23

Page 37: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A C O M P A Ñ Í A D E L E S P Í R I T U S A N T O

30

Page 38: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

Los misioneros son llamados a enseñar elEvangelio restaurado con el poder y la autoridad deDios. “Por tanto, yo, el Señor, os hago esta pregun-ta: ¿A qué se os ordenó? A predicar mi evangelio porel Espíritu” (D. y C. 50:13-14; cursiva agregada).Hablando en cuanto a la importanciade enseñar eficazmente el Evangelio,el élder Dallin H. Oaks, del Quórumde los Doce Apóstoles, enseñó que“cada uno de los miembros de LaIglesia de Jesucristo de los Santos delos Últimos Días es, o será, un maes-tro” y que “somos Sus siervos con lasagrada responsabilidad de enseñar el Evangelio deJesucristo, el mensaje más sublime de todos lostiempos. Necesitamos más maestros que estén a laaltura del mensaje” (véase, “La enseñanza delEvangelio”, Liahona, enero de 2000, págs. 94, 98).

El profeta José Smith enseñó que “La salvación nopuede venir sin revelación; es en vano que personaalguna ejerza su ministerio sin ella” (Enseñanzas delProfeta José Smith, pág. 186). También el presidenteBrigham Young recalcó la necesidad del Espíritucuando enseñamos el Evangelio: “Si se me hubiesenenviado todo talento, todo el tacto, toda la sabidu-ría y todo el refinamiento del mundo con el Librode Mormón, y me hubieran declarado, con la másexquisita elocuencia, la veracidad de él con laintención de probarla, valiéndose del conocimientoy de la sabiduría del mundo, habría sido para mícomo el humo que se eleva sólo para desvanecerse.Sin embargo, cuando vi a un hombre sin elocuencia

ni talento para hablar en público y que tan sólodijo: ‘Sé, por el poder del Espíritu Santo, que elLibro de Mormón es verdadero y que José Smith esun profeta del Señor’, el Espíritu Santo que prove-nía de ese hombre iluminó mi entendimiento, yla luz, la gloria y la inmortalidad se presentarondelante de mí, las cuales me rodearon, me llenaron

por completo y supe por mí mismoque el testimonio de ese hombre eraverdadero” (Predicad Mi Evangelio,pág. 216).

Como siervo del Señor, usted debeaprender a ministrar, lo cual significaenseñar con el Espíritu. Eso incluyeaprender y emplear las aptitudes y los

principios didácticos que le permitirán, a usted y asus investigadores, recibir la influencia del Espíritu.El Señor sabe lo que toda persona necesita apren-der. Al enseñar correctamente y con el Espíritu lasdoctrinas y los principios correctos, el mensaje lle-gará poderosamente a muchos corazones. Todaenseñanza inspirada contribuirá a la conversión delas almas mediante la aceptación de los primerosprincipios y ordenanzas del Evangelio restaurado.

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

• La preparación y la dignidad personal son nece-sarias para enseñar por medio del Espíritu.

• Al enseñar, los misioneros pueden invitar alEspíritu Santo.

EL ENSEÑAR POR MEDIO DEL ESPÍRITU

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O 31

Capítulo 4

El Sermón del Monte, por Harry Anderson

“Somos Sus siervoscon la sagrada

responsabilidad deenseñar el Evangelio

de Jesucristo”.

Page 39: 130 Preparacion Misional Alumno

• Los misioneros deben practicar métodos de ense-ñanza que edifiquen.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

La preparación y la dignidad personal sonnecesarias para enseñar por medio delEspíritu.

� El presidente Joseph F.Smith enseñó que el Señorbendecirá con Su Espíritu alos misioneros que esténpreparados y sean dignos:“Todo misionero debeesforzarse por dedicar partede cada día al estudio ymeditar con oración losprincipios del Evangelio y

la teología de la Iglesia. Debe leer, reflexionar yorar... Su mente debe estar bien abastecida de pen-samientos que valgan la pena expresar, que valganla pena escuchar y recordar; entonces el espíritu deinspiración hará surgir las verdades que necesitensus oyentes y dará a sus palabras el tono de autori-dad” (Doctrina del Evangelio, pág. 357).

� “Uno de los objetivos del Espíritu es ‘manifestarla verdad de…, todas las cosas’ (Moroni 10:4–5).Sólo mediante la influencia del Espíritu la enseñan-za del Evangelio será edificante e inspiradora.

“El privilegio que tienes de ser maestro(a) delEvangelio es el de ser un instrumento por mediodel cual el Espíritu Santo pueda enseñar, testifi-car, consolar e inspirar…

“Si te preparas espiritualmente, el Espíritu Santote ayudará a saber qué hacer y qué decir cuando

enseñes; te puedes preparar por medio de la ora-ción frecuente, del estudio de las Escrituras, delvivir el Evangelio y por medio de la humildad”(Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio, 2004,págs. 69–70).

� El élder David B. Haight, que fue miembro delQuórum de los Doce Apóstoles, enseñó: “Nuestrosmisioneros enseñan y testifican mediante elEspíritu. Ellos deben estar en sintonía con el Señor.El desear el Espíritu no es suficiente. El orar no essuficiente. Los misioneros deben hacer lo que elSeñor requiere: guardar los mandamientos, conser-varse limpios, ser dignos en acciones y pensamien-tos. ‘…el Señor ha dicho que no mora en templosimpuros…’ (Alma 34:36)” (véase, “Jóvenes, sed lasguardianas”, Liahona, febrero de 1978, pág. 79).

� El presidente James E. Faust, consejero de laPrimera Presidencia, comparó la dignidad pararecibir el Espíritu con el recibir la señal con unteléfono celular:

“Con la tecnología avanzada, utilizamos teléfonoscelulares para comunicarnos la mayor parte deltiempo; sin embargo, a veces hay puntos muertosdonde falla la señal para el celular; eso sucedecuando el móvil se utiliza en un túnel o un cañón,o cuando hay otro tipo de interferencia.

“Lo mismo sucede con la comunicación divina.La voz, aunque suave y apacible, es sumamentepoderosa y ‘a través de todas las cosas susurra ypenetra’, (DyC 85:6). Quizás haya elementos ennuestra vida que nos impidan oírlo porque hemos‘dejado de sentir’, (véase 1Nefi 17:45). Muchasveces nos ponemos en un punto muerto espiritual,en lugares y en condiciones que bloquean los men-sajes divinos. Algunos de esos puntos muertos pue-den ser el enojo, la pornografía, la transgresión,el egoísmo y otras situaciones que ofenden alEspíritu” (véase Liahona, mayo de 2004, pág. 67).

� El élder Dallin H. Oaks describió lo que podemoshacer para invitar al Espíritu:

“La mejor manera de tener el espíritu de revelaciónes escuchar y estudiar las palabras pronunciadasbajo la influencia del Espíritu Santo. En otras pala-bras, obtenemos el Espíritu al leer las Escrituras o alleer o escuchar los discursos de líderes inspirados…

“Al dedicarnos a la obra del Señor, debemos tomarparte en la ardua labor a la que llamamos prepara-ción” (“La enseñanza y el aprendizaje por mediodel Espíritu”, Liahona, mayo de 1999, pág. 18).

• Alma 5:46

• Alma 8:10

• Alma 17:2–3

• Doctrina y Convenios 11:21–22

• Doctrina y Convenios 84:85

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L E N S E Ñ A R P O R M E D I O D E L E S P Í R I T U

32

Page 40: 130 Preparacion Misional Alumno

� El élder Henry B. Eyring, del Quórum de losDoce Apóstoles, definió la oración como unmedio para sustentar la presencia del EspírituSanto: “De la misma forma en que la meditaciónde las Escrituras invita al Espíritu Santo, tambiénlo hace la súplica diaria en oración. Si no leimploramos mediante la oración, Él raramentevendrá a nosotros y, si no se lo pedimos, es posi-ble que no permanezca con nosotros: ‘Y se osdará el Espíritu por la oración de fe;y si no recibís el Espíritu, no enseña-réis’ (D. y C. 42:14). La plegaria sin-cera y constante por la compañía delEspíritu Santo, con la intención ver-dadera de nutrir a los hijos de nues-tro Padre, sin duda traerá bendiciones sobrenosotros y sobre aquellos a quienes amamos yprestamos servicio” (véase, “Apacienta mis corde-ros”, Liahona, enero de 1998, págs. 99–100).

� El élder Dallin H. Oaks se refirió a la pregunta dequé hacer cuando no sentimos que el Espíritu ins-pira nuestras palabras: “Se requiere una cuidadosapreparación para esos momentos en que no se noshan dado palabras específicas para hablar. Segúnmi experiencia personal, con frecuencia se esperaque usemos nuestras propias palabras para hablarsobre las verdades del Evangelio que hemos estu-diado y los testimonios que hemos recibido. ElSeñor no nos dicta cada acción o palabra, así quesiempre tenemos que estar preparados para proce-der en base a nuestro buen juicio personal. Alhacerlo, podemos avanzar en cuanto a la fe y a laespiritualidad por un lado, y en experiencia mortalpor otro” (“Teaching by the Spirit”, discurso pronun-ciado en el Centro de Capacitación Misional,Provo, Utah, 21 de junio de 1988, pág. 7).

Al enseñar, los misioneros pueden invitaral Espíritu Santo.

� El élder Gene R. Cook, de los Setenta, declaró:“Ustedes, como los maestros, deben hacer todo loposible por preparar el corazón de los hombres a finde que el Espíritu pueda enseñarles” (véase,“Invitemos a los demás a ‘venir a Cristo’ ”, Liahona,enero de 1989, pág. 43). Los misioneros debenaprender cómo invitar al Espíritu en sus enseñan-zas haciéndolo de varias maneras, incluso estudian-do las Escrituras y dando su testimonio. El élder M.

Russell Ballard, del Quórum de losDoce Apóstoles, explicó: “Cuando elEspíritu llega al corazón, el corazóncambia. Cuando las personas, tantolos miembros como los investigado-res, sienten la influencia del Espíritu,

o cuando ven evidencias del amor y la misericordiadel Señor en su vida, se edifican y fortalecen espiri-tualmente y aumenta la fe que tienen en Él”(véase, “Ahora es el momento”, Liahona, enerode 2001, pág. 89).

� El presidente Gordon B. Hinckley enseñó cómoenseñar por medio del Espíritu: “Es necesario quenos fortalezcamos y que fortalezcamos a nuestragente para que los maestros hablen con palabrasque salgan del corazón y no de lo que contenganlos libros, es decir, que comuniquen su amor por elSeñor y Su obra maravillosa y, de alguna manera,aquellos a quienes enseñan sentirán que se lesenciende el corazón” (Teachings of Gordon B.Hinckley, 1997, págs. 619–620).

� El élder Richard G. Scott, del Quórum de losDoce Apóstoles, explicó lo siguiente: “Se instruyea los misioneros para que llenen la mente y elcorazón con la doctrina básica, con pasajes de lasEscrituras que la corroboren, así como con expe-riencias propias que vengan al caso. Todo eso seconvierte en una fuente de recursos a la cual pue-den recurrir a fin de determinar, con la ayuda del

• Alma 5:45–46

• Doctrina y Convenios 84:62

• Doctrina y Convenios 100:7–8

Anote en su agenda de estudio las impresionesque haya recibido al leer estos pasajes de lasEscrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L E N S E Ñ A R P O R M E D I O D E L E S P Í R I T U

33

“Cuando el Espíritullega al corazón,

el corazón cambia”.

Page 41: 130 Preparacion Misional Alumno

Espíritu, las necesidades de una familia o de uninvestigador determinado” (véase, “Enseñar conel Corazón”, Liahona, junio de 2004, pág. 8).

� El élder Henry B. Eyring hizo hincapié en la fun-ción del Espíritu Santo en cuanto a enseñar y a pre-parar investigadores para que reciban determinadasverdades: “El Espíritu Santo nos enseñará a cadauno en forma individual. Pero les prometo quecuando los investigadores y los misioneros mediteny oren acerca de los mensajes contenidos en elLibro de Mormón, el Espíritu Santo les testificarádel Salvador, ellos recordarán al Señor y, con eltiempo, el Espíritu Santo llegará a acompañarles.Les hará recordar la verdad y revelaráel corazón de la gente, a los misione-ros” (The Book of Mormon, discursopronunciado en un seminario paranuevos presidentes de misión, 25 dejunio de 2003, pág. 6).

� El élder L. Tom Perry, del Quórumde los Doce Apóstoles, mencionóalgunos requisitos previos para poder enseñar pormedio del Espíritu: “Nuestra enseñanza será eficazsi la enfocamos en forma humilde por medio de laoración y del estudio, entonces, seremos asistidospor el Espíritu para comunicar la palabra en armo-nía con lo que el Señor desea que enseñemos”(véase, “Enséñenles la palabra de Dios con todadiligencia”, Liahona, julio de 1999, pág. 8).

� El presidente Boyd K. Packer, Presidente enFunciones del Quórum de los Doce Apóstoles, serefirió a una lección que aprendió cuando era pre-sidente de una misión. Escribió que su misión noestaba progresando como debía. No sabía qué cam-bios tenía que hacer. Durante una reunión de testi-monios en una conferencia de zona, escuchó eltestimonio de un nuevo y atemorizado élder. Elpresidente Packer lo recordó así:

“Los testimonios que escuchábamos de los misio-neros eran más o menos así: ‘Estoy agradecido porestar en el campo misional. He aprendido muchascosas. Tengo un buen compañero. He aprendidomucho de él. Estoy agradecido por mis padres. Conmi compañero tuvimos una experiencia interesantela semana pasada. Estábamos golpeando puertasy… ‘Entonces el misionero relataba la experiencia ydespués decía algo así: ‘Estoy agradecido por estaren el campo misional. Tengo un testimonio delEvangelio’, y terminaba diciendo: ‘en el nombrede Jesucristo. Amén’.

“Pero el testimonio del misionero que mencionéfue diferente. Sin el más mínimo interés de tomarmás tiempo del necesario, dijo simple y rápida-mente con voz temblorosa: ‘Sé que Dios vive. Séque Jesús es el Cristo. Sé que tenemos un profetade Dios guiando esta Iglesia. En el nombre deJesucristo. Amén’.

“Ése fue un testimonio. No fue simplemente unaexperiencia ni una manifestación de agradecimien-to, sino que se trató de una declaración ¡y de unatestificación!

“La mayoría de los misioneros habían dicho quetenían un testimonio, pero no lo habían declarado.

Este otro joven élder lo había declara-do con pocas palabras, en formadirecta y elemental, pero al mismotiempo poderosa.

“Fue entonces que comprendí lo queestaba funcionando mal en la misión.Nos estábamos limitando a relatarexperiencias, a expresar agradecimien-

to, a reconocer que teníamos un testimonio, masno estábamos testificando” (véase EnseñadDiligentemente, Deseret Book Co., 1975, pág. 284).

� “Tu testimonio... será más contundente si loexpresas como una convicción breve y sincera delSalvador, de Sus enseñanzas y de la Restauración.En tus oraciones, pide guía, y el Espíritu te ayu-dará a saber cómo expresar los sentimientos quealbergas en tu corazón” (Leales a la Fe, pág. 194).

� El presidente Gordon B. Hinckley señaló laimportancia del testimonio en el proceso de laconversión: “El testimonio personal es el factor quehace que la gente cambie su modo de vivir al inte-grarse a esta Iglesia” (véase, “El testimonio,Liahona, julio de 1998, pág. 75).

� El presidente Hinckley describió así el poder deltestimonio de un misionero: “El testimonio es algoque no puede refutarse. Los que se oponen puedencitar pasajes de Escritura y discutir incansablemen-te la doctrina; pueden ser astutos y persuasivos.Pero, cuando uno dice ‘Yo sé’, no hay lugar paramás discusiones. Quizás no lo acepten, pero,¿quién podría refutar o negar la voz apacible de loíntimo del alma que habla con convicción perso-nal?” (véase, “El testimonio”, Liahona, julio de1998, pág. 76).

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L E N S E Ñ A R P O R M E D I O D E L E S P Í R I T U

34

“El testimonio personales el factor que cambia

el modo de vivir delas personas al ingresar

en esta Iglesia”.

Page 42: 130 Preparacion Misional Alumno

Los misioneros deben practicar métodos deenseñanza que edifiquen.

� Enseñar por elEspíritu requiere queentendamos impor-tantes métodos deenseñanza de modoque el Espíritu puedaacompañar nuestrosesfuerzos. Enseñar

por el Espíritu no quiere decir que enseñemos deuna manera insulsa y sin entusiasmo. Al contrario,tenemos que enseñar en forma edificante. Edificarsignifica iluminar, instruir o mejorar espiritualmen-te; hacemos eso cuando empleamos explicacionessencillas, formulamos buenas preguntas, observa-mos las reacciones de nuestros investigadores ycompartimos con entusiasmo nuestro mensaje.

Los misioneros deben ayudar a los investigadorespara que reconozcan la función del Espíritu en elproceso de la conversión. Si analizan con ellos loque sienten y piensan acerca del Evangelio restau-rado, les puede ayudar a reconocer al Espíritu(véanse las Escrituras y declaraciones relacionadascon el principio de “Muchas son las maneras en queel Espíritu Santo influye para bien en nuestra vida”,en el capítulo 3 de este manual para el alumno,págs. 23–27).

� El Salvador empleó varios métodos de enseñanzaedificantes. A continuación se sugieren algunasmaneras en que los misioneros pueden emular losmétodos del Salvador en su enseñanza:

• Orar. El Salvador oraba por aquellos que escucha-rían Sus palabras (véase 3 Nefi 19:27–29). Cuandoore por aquellos a quienes enseña, tenga fe enque Dios les enternecerá el corazón. Exprese ensus oraciones su amor por Dios y por aquellos aquienes esté enseñando.

• Utilizar las Escrituras. Jesucristo enseñaba conlas Escrituras (véase Lucas 24:27). El uso de lasEscrituras invita al Espíritu Santo a estar presenteen la enseñanza.

• Dar el testimonio. Jesús testificaba del PadreCelestial y de Su propia función divina (véaseJuan 10:17–18, 27–30). Un testimonio es unasencilla y directa declaración de creencia, un sen-timiento o una convicción. Al compartir su testi-monio de los principios del Evangelio que estáenseñando, el Espíritu confirmará su veracidad.

• Utilizar música. Jesús y Sus Apóstoles habían“cantado el himno” (Mateo 26:30). Por mediode la música, usted y aquellos a quienes enseñapueden invocar la influencia del Espíritu Santoy exteriorizar sentimientos que podrían ser difí-ciles de expresar de otra manera.

• Compartir relatos y ejemplos. Jesús enseñabalos principios del Evangelio por medio de relatos,tales como el caso del buen samaritano (véaseLucas 10:25–37) y del hijo pródigo (véase Lucas15:11–32). Utilice historias verdaderas para mos-trar cómo se aplican a la vida diaria los principiosdel Evangelio restaurado.

• Utilizar objetos e ilustraciones. Jesús utilizabaobjetos y comparaciones comunes para enseñarlos principios del Evangelio, tales como una semi-lla de mostaza (véase Mateo 17:20), y llamaba aSus Apóstoles “pescadores de hombres” (véaseMateo 4:18–22). Las ilustraciones pueden tambiénayudar a fortalecer el entendimiento de otras per-sonas en cuanto a los relatos de las Escrituras y alos principios del Evangelio.

• Hacer preguntas y escuchar. Jesús hacía pre-guntas, tales como “¿Quién decís que soy yo?”(Mateo 16:15) y “¿Qué está escrito en la ley?¿Cómo lees?” (Lucas 10:26), y escuchaba las res-puestas. Las preguntas razonables alientan lacomunicación y un apropiado intercambio deexperiencias personales de parte de los investiga-dores. Cuando escuche, demuestre amor por susinvestigadores y el Espíritu podrá ayudarle a diri-gir la conversación.

• Cumplir los mandamientos. Jesús enseñó que,si deseamos aprender la verdad de un manda-miento o principio, tenemos que cumplirlo(véase Juan 7:17). Él enseñó a Sus discípulos encuanto a la obra misional enviándolos a misio-nes (véase Lucas 9:1–16). Los misioneros puedenayudar a los investigadores para que aprendan a

• Romanos 14:19

• 2 Nefi 33:1

• Doctrina y Convenios 50:13–14, 17–23

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L E N S E Ñ A R P O R M E D I O D E L E S P Í R I T U

35

Page 43: 130 Preparacion Misional Alumno

orar invitándoles a hacerlo durante una lección.Los investigadores llegarán a entender la verdadde la Palabra de Sabiduría cuando comiencen acumplirla. Experimentarán el espíritu del Librode Mormón cuando lo lean y oren al respecto.

• Explicar. Explicar significa interpretar y detallaralgo con claridad. “Declarar el Evangelio significaexplicar el significado de las doctrinas y los pasa-jes con sencillez y claridad, y depender delEspíritu para que guíe sus palabras” (Predicad MiEvangelio, 2004, pág. 197). Cuando enseñó a lagente del Libro de Mormón, el Salvador explica-ba Sus enseñanzas utilizando las Escrituras (véase3 Nefi 26:1–5).

• Utilizar los conocimientos. Para enseñar losprincipios del Evangelio, Jesús utilizaba con fre-cuencia acontecimientos, tales como la fiesta dela Pascua. Por ejemplo, utilizó la alimentaciónde las multitudes y la temporada de la Pascuapara enseñar que Él era el Pan de Vida (véaseJuan 6:1–14, 22–65). Usted podría utilizar suce-sos de la vida de sus investigadores para enseñar-les principios del Evangelio, como el nacimientode un niño, para enseñarles la necesidad denacer de nuevo.

“Al considerar utilizar un método específico deenseñanza, hazte las siguientes preguntas: ‘Estemétodo, ¿invitará a la influencia del Espíritu?, ¿seajustará a lo sagrado de los principios que estoyenseñando?, ¿edificará y fortalecerá a los alumnos?’

“Recuerda que, como maestro del Evangelio, repre-sentas al Señor; asegúrate de que todo lo que hagasy todo lo que digas sea reverente y acorde con Suvoluntad” (Leales a la Fe, pág. 70).

� El presidente Boyd K. Packer describió un méto-do importante de enseñanza que los misionerosdeben aprender a utilizar: “Los ojos del maestroatento se mueven constantemente de un extremoal otro del salón de clase, captando cada movi-miento, grabando las expresiones, reaccionandoprestamente ante los síntomas de la falta de interéso confusión. Con la mirada puede leer rápidamen-te la expresión del alumno que no haya compren-dido y también percibir al instante cuando otro síentendió” (véase Enseñad Diligentemente, DeseretBook Co., págs. 144–145).

� El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de losDoce Apóstoles, describió la importancia de escu-char a quienes estamos enseñando: “…Quizás aúnmás importante que hablar sea el escuchar. Esas

personas no son objetos inanimados disfrazados deestadística bautismal. Son hijos de Dios, nuestroshermanos y hermanas, y necesitan lo que nosotrostenemos. Sean sinceros; hagan un esfuerzo verdade-ro. Pregunten a esos amigos qué es lo más impor-tante para ellos, lo que ellos atesoren y lo que ellosconsideren de más valor. Luego, escuchen. Si lasituación es propicia, podrían preguntarles cuálesson sus temores, lo que anhelan o lo que piensenque les falta en la vida. Les prometo que en algo delo que ellos digan siempre se destacará una verdaddel Evangelio sobre la cual ustedes pueden dar testi-monio y ofrecer más conocimiento... Si escuchamoscon amor, no habrá necesidad de preguntarnos quédecir; pues nos será dado por el Espíritu y por nues-tros amigos” (véase, “Me seréis testigos”, Liahona,julio de 2001, pág. 16).

PUNTOS PARA MEDITAR

• Lea la siguiente declaración del presidente HaroldB. Lee, y piense en cuanto a métodos de enseñan-za que podrían ser de mayor ayuda para enseñarcon sencillez: “Deben enseñar… no con una clari-dad que permite simplemente entenderlas, sinocon una claridad tal que nadie pueda malenten-derlas” (The Teachings of Harold B. Lee, 1996, pág.459; citado en Predicad Mi Evangelio, pág. 209).

• Cuando su compañero esté hablando, ¿quépuede hacer un misionero para ayudar a que elinvestigador sienta el Espíritu y entienda conmayor claridad el mensaje?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Consulte a uno o dos de los maestros delEvangelio más capacitados que conozca y pídalesque le cuenten qué les ha sido de mayor ayudapara enseñar por medio del Espíritu. Invíteles acompartir sus ideas sobre cómo enseñar y cómotener la presencia del Espíritu al enseñar. Tomenotas durante la entrevista.

LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio

• “Enseñanza del Evangelio” (págs. 68–71)

• “Testimonio” (págs. 193–194)

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L E N S E Ñ A R P O R M E D I O D E L E S P Í R I T U

36

Page 44: 130 Preparacion Misional Alumno

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L E N S E Ñ A R P O R M E D I O D E L E S P Í R I T U

37

Page 45: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L E N S E Ñ A R P O R M E D I O D E L E S P Í R I T U

38

Page 46: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

El Señor mandó, “Buscad conocimiento, tanto porel estudio como por la fe” (D. y C. 88:118). Comomisionero, su fe en Jesucristo lo prepara paraaprender de las Escrituras, y de los profetas y após-toles ungidos del Señor. Cuando ejerza su fe oran-do por entendimiento durante su estudio personal,ésta aumentará. Y al fortalecer su fe, estableceráusted un cimiento doctrinal más firme para ense-ñar el Evangelio restaurado e invitar a otras perso-nas a venir a Cristo. El estudio personal y con sucompañero son componentes claves para la obramisional.

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

• El orar y el meditar en cuanto a las Escriturasnos ayudan a prepararnos para recibir la influen-cia del Espíritu Santo.

• Debemos buscar para obtener la palabra.

• Obtenemos la palabra mediante el estudio y alprepararnos para enseñar el Evangelio restaurado.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

La oración y el meditar en cuanto a lasEscrituras nos ayudan a prepararnos pararecibir la influencia del Espíritu Santo.

� La obediencia a los mandamientos del Señor es unimportante requisito espiritual que debemos cumplirpara tener la influencia del Espíritu Santo en nuestravida. En el campo misional, la obediencia a lasnormas de la misión es necesaria para lograr la espi-ritualidad. Juntamente con la obediencia, la oracióny la meditación en cuanto a las Escrituras le ayuda-rán a prepararse para recibir la inspiración del Señorpor medio del Espíritu Santo.

APRENDEMOS A ENSEÑAR “TANTO POR EL ESTUDIOCOMO POR LA FE”, PARTE 1

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O 39

Capítulo 5

Page 47: 130 Preparacion Misional Alumno

� Mientras servía comomiembro de los Setenta, elélder L. Lionel Kendrickhabló de la oración comoun medio de comunica-ción entre Dios y Sushijos, de este modo:“Cuando le hablamos anuestro Padre Celestial, lohacemos por medio de la

oración. Cuando Él nos habla a nosotros, lo hacemediante la revelación personal. Esta divina comu-nicación bilateral es muy importante para nuestroéxito, para nuestro sentido de bienestar, para nues-tros sentimientos de seguridad y para nuestra sal-vación espiritual. Es imperativo que entendamos elproceso de recibir revelaciones personales. Siempreoramos a nuestro Padre Celestial y solamente a Él.Nuestras oraciones son pronunciadas en el nombredel Hijo y comunicadas por el poder del EspírituSanto. No oramos al Salvador ni a nadie más. Silo hiciéramos, sería una falta de respeto al PadreCelestial y una indicación de que no entendemosdebidamente la relación entre los miembros de laTrinidad. El Salvador y el EspírituSanto tienen importantes funcionesque cumplir en el proceso de larevelación personal” (“PersonalRevelation”, Brigham Young University1996—1997 Speeches, 1997, pág. 251).

� El presidente Boyd K. Packer,Presidente en Funciones del Quórumde los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente acercade la oración: “Aprendan a orar y a entender las

respuestas que reciban a sus oraciones. Cuando orenpor algo especial, quizás tengan que esperar paciente-mente durante largo tiempo antes de recibir la res-puesta. Por otra parte, algunas oraciones les seráncontestadas inmediatamente por su propia seguridad;y también recibirán inspiración muchas veces aunsin haberla pedido” (véase, “Enemigos ocultos”,Liahona, agosto de 1976, pág. 24).

� Como consejera en la Presidencia General de laPrimaria, la hermana Anne G. Wirthlin enseñó queun modelo de meditación aumenta el entendimien-to: “El Salvador nos ha dado un modelo a seguir alestudiar las Escrituras. Oímos la palabra, meditamossu significado, pedimos a nuestro Padre Celestialque nos ayude a comprender y entonces nuestramente y nuestro corazón están preparados pararecibir las bendiciones prometidas... El Espíritu datestimonio a nuestro corazón cuando con oraciónbuscamos saber las cosas de nuestro Padre Celestial”(véase, “El enseñar a nuestros hijos a amar lasEscrituras”, Liahona, julio de 1998, pág. 10).

Debemos buscar para obtener la palabra.

� Todo misionero tiene que estudiar y aprender encuanto al Evangelio restaurado como lo enseñanlas Escrituras y las palabras de los profetas y após-toles vivientes.

� El presidente Ezra Taft Benson hablóacerca de lo que se necesita para ense-ñar con poder: “Antes de fortalecer asus alumnos o investigadores es esen-cial que estudien las doctrinas del reinoy que aprendan el Evangelio, tanto porel estudio como por la fe. Estudiar porla fe es procurar entendimiento y reci-

bir el Espíritu del Señor mediante la oración y la fe.Entonces, tendrán el poder para convencer a sus

• Doctrina y Convenios 11:21

• Doctrina y Convenios 42:14

• Doctrina y Convenios 84:85

• Doctrina y Convenios 100:5–8

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

• 1 Nefi 11:1

• 2 Nefi 4:15–16

• Alma 5:46

• Doctrina y Convenios 11:21–22

• Doctrina y Convenios 19:38

• Doctrina y Convenios 63:64

• Doctrina y Convenios 138:1–2, 6, 11

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 1

40

“Es esencial queestudien las doctrinasdel reino y aprendan elEvangelio, tanto por el

estudio como por la fe”.

Page 48: 130 Preparacion Misional Alumno

alumnos” (The Gospel Teacher and His Message, dis-curso pronunciado para los maestros de educación,17 de septiembre de 1976, págs. 3–4).

� “ ‘Los misionerosya no aprenden dememoria un solo men-saje, el que repitensiempre igual, como sifueran un radiocasete’,dice el élder RichardG. Scott. ‘Deben llenarsu mente y su corazón

con la doctrina básica, así como con pasajes de lasEscrituras que apoyen esa doctrina, y saber relacio-narlo todo con experiencias personales que venganal caso. Ahora contamos con misioneros muchomejor preparados para dar a conocer a las personasel extraordinario mensaje de la Restauración’”(véase, “Sé uno de los más grandes”, Liahona,marzo de 2004, pág. 17).

Obtenemos la palabra mediante el estudioy al prepararnos para enseñar el Evangeliorestaurado.

� No hay sustituto para el estudio de lasEscrituras y el de las palabras de los profetas yapóstoles vivientes. Hay maravillosas promesaspara aquellos que se sumergen en el estudio delEvangelio, particularmente en las Escrituras. Elpresidente Hinckley habló acerca de las bendicio-nes que vendrán: “...Espero que, la lectura de lasEscrituras se convierta en algo mucho más agra-dable que un deber; o sea, en un verdadero amorpor la palabra de Dios. Les prometo que, a medi-da que las lean, su mente y su espíritu se ilumi-narán. Al principio quizás les parezcan un tantotediosas, pero eso se transformará en una expe-riencia maravillosa con pensamientos de natura-leza divina” (véase, “La luz interior”, Liahona,julio de 1995, pág. 114).

� El presidente Ezra Taft Benson explicó qué pasa-ría si hacemos de las Escrituras una parte trascen-dental de nuestro estudio:

“El éxito al obrar con rectitud, el poder para evitarel engaño y resistir la tentación, la orientación ennuestra vida diaria y la sanidad del alma son tansólo unas pocas de las promesas que el Señor les hadado a aquellos que acuden a Su palabra. ¿PrometeDios y no cumple? No hay ninguna duda de que siÉl nos dice que recibiremos estas cosas si nos asi-mos a Su palabra, las bendiciones serán nuestras. Ysi no lo hacemos, las bendiciones se perderán. Sinembargo, por muy diligentes que seamos en otrosaspectos, ciertas bendiciones las encontraremossolamente en las Escrituras, solamente acercándo-nos a la palabra del Señor y aferrándonos a ellamientras avanzamos en medio de los vapores detinieblas hacia el árbol de la vida…

“…Los exhorto a volver a comprometerse a estu-diar las Escrituras. Sumérjanse en ellas diariamentepara poder tener así el poder del Espíritu comoayuda en sus llamamientos” (véase Liahona, juliode 1986, pág. 74).

� El élder L. Tom Perry,del Quórum de los DoceApóstoles, recordó cómolo benefició el estudio delas Escrituras durante lamisión:

“Un recuerdo queridoque tengo de cuando era

misionero es el de participar a diario del estudio delas Escrituras. La disciplina de seguir un plan deestudio para aprender el Evangelio fue una expe-riencia gratificante y maravillosa. El conocimientode las enseñanzas de las Escrituras se desplegaba demanera gloriosa por medio del estudio individual…

“También dedicábamos una hora o más cadadía para estudiar como compañeros. El tener dospares de ojos para examinar las doctrinas delreino parecía multiplicar nuestro entendimiento;leíamos juntos y luego compartíamos nuestrospuntos de vista.

“Nuestra mente se agudizó al continuar la prácticadiaria del estudio individual y como compañeros;dicha práctica nos unió más y aumentó nuestroentendimiento de las doctrinas del reino” (véase,“El ex misionero”, véase Liahona, enero de 2002,pág. 88).

• Doctrina y Convenios 88:118; véase tam-bién 109:7

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 1

41

© 2

005

Rob

ert C

asey

. Pro

hibi

da s

u re

prod

ucci

ón.

Page 49: 130 Preparacion Misional Alumno

� El presidente Howard W. Hunter recomendó elestudio regular y diario de las Escrituras: “No debe-mos ser desorganizados con nuestra lectura, sinomás bien debemos desarrollar un plan sistemáticode estudio. Algunos leen cierto número de páginassiguiendo un horario, mientras que otros se fijanun número determinado de capítulos por día o porsemana. Tal programa fijo puede resultar justifica-ble y grato cuando leemos por el placer de la lectu-ra, mas no constituye un estudio significante. Valemás dedicar cierta cantidad de tiempo cada día alestudio de las Escrituras, que fijarnos un númerode capítulos para leer; a veces nos damos cuenta deque el estudio de un solo versículo puede ocupartodo el tiempo disponible” (véase, “El estudio delas Escrituras”, Liahona, enero de 1980, pág. 97).

� El profeta José Smithenseñó que el estudio delEvangelio restaurado noes una actividad casual:“Las cosas de Dios sonprofundas, y sólo sepueden descubrir con eltiempo, la experiencia y lospensamientos cuidadosos,

serios y solemnes” (Enseñanzas del Profeta José Smith,pág. 161).

� El presidente Gordon B. Hinckley sugirió queestudiemos el Evangelio como él lo hace: De lasEscrituras, no de largos comentarios:

“No me preocupo mucho por leer libros de comen-tarios diseñados para explicar aquello que seencuentra en las Escrituras; más bien, prefiero per-manecer con la fuente original, probar las aguaspuras de la fuente de la verdad, lapalabra de Dios como Él la dio ycomo ha sido registrada en los librosque aceptamos como Escrituras.Mediante la lectura de ellas, podemosobtener la seguridad del Espíritu deque eso que leemos proviene de Dios para la ilumi-nación, bendición y gozo de Sus hijos.

“Exhorto a toda nuestra gente, en todo el mundo,a que lea más las Escrituras” (véase, “Deleitémonosen las Escrituras”, Liahona, junio de 1986, pág. 4).

� Métodos y estrategias para estudiar lasEscrituras. Los siguientes métodos y estrategiaspueden ayudarnos a estudiar las Escrituras conmayor eficacia:

Busque los principios. El élder Richard G. Scott, delQuórum de los Doce Apóstoles, explicó: “Al procu-rar conociemiento espiritual, busca los principios,separando el principio en sí de la explicación deéste. Un principio es una verdad concentrada ypreparada para aplicarse a una amplia gama de cir-cunstancias” (véase, “Cómo adquirir conocimientoespiritual”, Liahona, enero de 1994, pág. 101).Muchos principios pueden encontrarse declaradosbrevemente en las Escrituras, tales como la ense-ñanza del Salvador en cuanto al arrepentimiento(véase D. y C. 58:42–43) y la declaración de Almacon referencia a Satanás (véase Alma 30:60).

Marque las Escrituras. El marcar las Escrituras esalgo que le ayudará a recordar dónde se encuen-tran determinados pasajes, ordenarlos en gruposcorrelacionados, coordinar ciertos temas, etc. Lasmaneras de marcar los pasajes de las Escriturasincluyen el subrayarlas, delinearlas, sombrearlas,hacerles un círculo, numerarlas y conectarlas.Elabore un método de marcar las Escrituras que leayude a entenderlas mejor.

Utilice las ayudas para el estudio en lasEscrituras. Las ediciones de las Escrituras publica-das por la Iglesia incluyen ayudas tales como pasa-jes correlacionados, palabras y frases relacionadas,selecciones de la Traducción de José Smith de laBiblia (TJS), mapas y fotos de la Biblia y de la histo-ria de la Iglesia, y también encabezamientos de loscapítulos y de las secciones, y los resúmenes de losversículos. (La Guía para el Estudio de las Escriturases una colección de ayudas para su estudio y estápreparada en varios idiomas. Puede asimismoencontrarse en Internet en scriptures.lds.org).

Haga preguntas relacionadas con eltexto. Haga preguntas tales como:¿Quién está hablando? ¿A quién seestá dirigiendo la persona que habla?¿Qué mensaje está dando este versícu-lo o capítulo? ¿Cuándo y dónde ocu-rrieron los sucesos descritos en esta

Escritura? ¿Cuáles son las palabras y las frases claveen estos versículos? ¿Qué enseñan estos versículosacerca de Cristo o del plan de salvación? ¿En quémanera se aplica a mí en estos momentos?

Fíjese en las preguntas formuladas en las Escrituras.Las preguntas suelen con frecuencia causar que nosdetengamos y meditemos en cuanto a las verdadesdel Evangelio y en cuán bien estamos cumpliendopersonalmente con ellas. Por ejemplo, considere su

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 1

42

“Al procurarconocimiento, busca

los principios”.

Page 50: 130 Preparacion Misional Alumno

respuesta personal a la pregunta que el Salvador lehizo a Sus discípulos: “Y vosotros, ¿quién decís quesoy yo?” (Mateo 16:15) o, “¿Por qué estáis así ame-drentados? ¿Cómo no tenéis fe?” (Marcos 4:40).

Busque las definiciones de las palabras o las fra-ses desconocidas. A veces las Escrituras dan la defi-nición de una palabra o frase. Por ejemplo: Nefienseñó que algunos hombres “hasta al mismo Diosde Israel huellan... bajo sus pies”, y entonces expli-có que esa frase significaba que “lo estiman comonada, y no dan oído a la voz de sus consejos”(1 Nefi 19:7).

Busque y aprenda acerca de los símbolos. LasEscrituras a menudo usan símbolos e imágenes.El simbolismo puede encontrarse en colores, ani-males, nombres, ropa, etc. Muchos símbolos nosdirigen a Cristo (véase Moisés 6:63). Por ejemplo,use la Guía para el Estudio de las Escrituras paraaprender el significado de Belén, la ciudad dondenació Jesús. ¿Por qué testifica su significado deJesucristo? (véase Juan 6:35).

Ponga su nombre. Utilice su nombre en un versícu-lo para que las enseñanzas de lasEscrituras sean más personales. Porejemplo, “Porque, he aquí, ésta es miobra y mi gloria: Llevar a cabo lainmortalidad y la vida eterna de (sunombre) ” (Moisés 1:39).

Fíjese en la lista de Escrituras. Las Escrituras con-tienen numerosas listas que ilustran y enseñan lavoluntad y la doctrina del Señor. Por ejemplo, lascondiciones para ser bautizados se enumeran enDoctrina y Convenios 20:37. El rey Benjamín hizouna lista de todo lo que debemos hacer para librar-nos del hombre natural (véase Mosíah 3:19).

Memorice Escrituras clave. La capacidad para recor-dar importantes referencias de Escrituras y su conte-nido es de gran beneficio para los misioneros. Acontinuación se sugieren algunas maneras que uste-des podrían aprovechar para memorizar Escrituras:

• Escriba o imprima el pasaje de Escritura en unapequeña tarjeta o en un trozo de papel, y llévelaconsigo. Léala varias veces por día.

• Separe en frases un pasaje de las Escrituras.Repita la primera frase hasta que pueda recitarla.Agregue entonces la segunda frase hasta poderrecitar las dos. Agregue la tercera frase, y asísucesivamente.

• Escriba el pasaje muchas veces por día.

• Grabe su propia voz leyendo varias veces elpasaje y escuche la grabación mientras viaja ala escuela, el empleo u otros lugares.

• Utilizando las Escrituras, copie en una hoja depapel la primera letra de cada palabra de esepasaje de Escritura. Luego, trate de escribirlo dememoria.

• Pida a algunos miembros de su familia, compa-ñeros de cuarto o amigos que le ayuden a apren-der el pasaje escuchándole recitar el pasaje,leyéndoselo dejando fuera grupos de palabrasque usted tiene que mencionar, o leyéndole fra-ses escogidas al azar que sean exclusivas de unpasaje en particular, permitiéndole entonces quedetermine la Escritura y la recite.

Medite y ore acerca de pasajes específicos. Lameditación y la oración son elementos esencialesen el estudio de las Escrituras. Usted puede escogero aun sentirse inspirado a buscar el significado deun versículo o pasaje específico de las Escrituras.

Tómese el tiempo necesario para pen-sar en la Escritura, ore particularmen-te para poder entender y prepáresepara captar las ideas que acudan a sumente mientras recibe inspiración.Busque otros pasajes de las Escrituras

y de las enseñanzas de los profetas y apóstolesactuales para asegurarse de que su entendimientoesté de acuerdo con las doctrinas de la Iglesia.Cuando reciba inspiración, anote aquello que loha impresionado en su agenda de estudio.

� Crear un plan de lecciones aumenta elaprendizaje y la enseñanza. Un plan escritode lecciones nos ayuda a organizar nuestros pensa-mientos. Es una manera de organizar clara y bre-vemente la información. Un plan de leccionescomienza con una idea o tema en particular y esconfirmado por la información relacionada con laidea principal. Un plan organizado de leccioneshace que la información sea más fácil de recordary presentar a un investigador. También nos ayudaa encontrar principios que podríamos haber des-cuidado en nuestra preparación. Los planes delecciones pueden ser tan elementales como escri-bir un tema y anotar bajo el mismo algunos pun-tos que se relacionen con él. O podría ser unacolección más compleja de información divididaen varias subcategorías.

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 1

43

Emplee como ayuda unplan de lecciones, perohable con el corazón...

Page 51: 130 Preparacion Misional Alumno

Hay muchas maneras de preparar los planes paraimpartir las lecciones. Pruebe varios para deter-minar cuáles son los mejores métodos para usted.Al prepararlos, podría desarrollar algunas pregun-tas generales o distintas categorías de informa-ción para consultar cada vez que estudie unadoctrina, o quizás podría también cambiarlaspara que se adapten a una situación específica.Asimismo, podría descubrir si es de mayor ayudapara usted organizar material visual con ilustra-ciones sencillas, o si prefiere preparar un diagra-ma sencillo o una lista. Aprenda los principiospara preparar un plan de lecciones y escojaentonces los métodos que mejor respondan alas necesidades de aquellos a quienes habrá deenseñar.

Emplee como ayuda un plan de lecciones, peroal enseñar, hable con el corazón, tal como se loindique el Espíritu. El élder Charles Didier, de laPresidencia de los Setenta, declaró: “A los misio-neros ahora les pedimos que preparen un bosque-jo, un plan de lecciones durante el tiempo quededican al estudio, tanto el que llevan a cabo enforma personal como el que se hace con el com-pañero, y que hagan ese bosquejo teniendo enmente a la persona a quien vayan a enseñar esedía” (véase, “Sé uno de los más grandes”, Liahona,marzo de 2004, págs. 16–17). También explicó:“Cada investigador es diferente, así que los misio-neros preparan bosquejos para planificar cómoenseñarles según sus necesidades. El bosquejo,permite a los misioneros idear la presentación ensu mente. Si la presentación está bien ideada,

entonces resulta clara y las palabras fluyen libre-mente mientras los misioneros enseñan por elEspíritu” (véase, “Enseñar con el corazón”,Liahona, junio de 2004, pág. 10).

A continuación se enumeran algunas normas paraplanificar las lecciones:

1. Determine las ideas y los conceptos de apoyoprincipales que habrá de enseñar y organícelosen un orden lógico.

2. Utilice las Escrituras y las declaraciones de losprofetas vivientes como fuentes principales derecursos. Puede asimismo utilizar la Guía parael estudio de las Escrituras y Leales a la Fe: UnaReferencia del Evangelio para obtener puntos devista adicionales.

3. Considere compartir su testimonio personal rela-cionado con los principios que enseñe.

Sus planes generales de lecciones puedenampliarse y modificarse a medida que los utilicedurante toda su misión. De ellos podrá desarro-llar planes de lecciones especiales para los dife-rentes investigadores que vaya a enseñar. Cadaexperiencia de enseñanza es diferente y unavariedad de ideas y procedimientos le serviránpara enseñar con eficacia.

Las siguientes sugerencias para planificar las leccio-nes se ofrecen para ayudarle a obtener ideas sobrecómo podría desarrollar o bosquejar la presenta-ción de una lección. También se incluye el ejemplode un plan de lecciones.

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 1

44

Page 52: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 1

45

SUGERENCIAS PARA PLANIFICAR LAS LECCIONES

Doctrina, principio o acontecimiento

Indique el mensaje principal que habrá deenseñar. Éste podría ser una palabra o una frasebreve (por ejemplo, “Bautismo”, “Fe”, o “LaPrimera Visión”) o una aseveración sencilla(por ejemplo, “El bautismo es necesario para lasalvación”, “La fe es necesaria para venir aCristo”, o “José Smith vio al Padre y al Hijo”).El mensaje principal puede también ser unestudio más complejo de doctrina (por ejem-plo, “El Plan de Salvación”).

Qué enseñar

Haga una lista de los temas que necesita cubriral enseñar la doctrina, el principio o el aconte-cimiento fundamentales.

Escrituras

Prepare una lista de pasajes de las Escriturasque complementen y ayuden a enseñar cada unode los puntos que cubrirá al enseñar la doctrina,principio o acontecimiento fundamentales.Emplee referencias de Escrituras citadas en laGuía para el Estudio de las Escrituras y en Lealesa la Fe, así como también los versículos queencuentre en su estudio regular de las Escrituras.

Ayudas de estudio

Busque y escriba resúmenes de declaraciones dela Guía para el Estudio de las Escrituras, Leales a

la Fe, revistas de la Iglesia y fuentes similaresde recursos que enseñen o aclaren los diversospuntos de la doctrina, principio o aconteci-miento fundamentales. Siempre que sea posi-ble, utilice las palabras de los profetas y de losapóstoles vivientes.

Cómo enseñar

Prepare una lista de los métodos específicosde enseñanza que planea utilizar. Éstos podrí-an incluir Escrituras, ilustraciones e historiaspersonales.

Testifique

Considere cómo podría expresar su forma desentir en cuanto a la doctrina, el principio o elacontecimiento. Por ejemplo, podría dar su tes-timonio o emplear ejemplos de su vida perso-nal que promuevan la fe. Recuerde que la fe seenciende al escuchar el testimonio de quienestienen fe.

Cometidos principales

Prepare una lista de lo que hará para invitar asus investigadores a que vivan y apliquen losprincipios del Evangelio y cumplan los cometi-dos que les ha dado.

Page 53: 130 Preparacion Misional Alumno

PUNTOS PARA MEDITAR

• ¿Cómo describiría la diferencia entre leer lasEscrituras y estudiarlas?

• ¿Qué valor tiene la preparación escrita para ense-ñar el Evangelio restaurado?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Piense acerca de cuál es su conocimiento delEvangelio en comparación con dónde le gustaríaestar cuando entre al campo misional.Determine qué es lo que necesitará hacer para

alcanzar ese nivel y escriba entonces algunasmetas que le ayuden a incrementar su conoci-miento del Evangelio.

• Seleccione una doctrina o principio del Evangeliorestaurado que le gustaría entender mejor. Estudieesa doctrina o principio y desarrolle un plan delecciones para enseñar utilizando lo que estudió.Utilice su plan de lecciones para enseñar a unamigo o a un miembro de la familia.

• Mejore o comience un programa de marcarEscrituras en sus propios ejemplares de lasEscrituras.

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 1

46

EJEMPLO DEL PLAN DE LECCIONES

Doctrina, Principio o Acontecimiento

El Evangelio de Jesucristo fue restaurado pormedio del profeta José Smith.

Qué enseñar

1. José Smith buscaba la verdad y recurrió aDios en oración.

2. Dios y Jesucristo se aparecieron a José Smith.

3. Tal como los profetas de dispensacionesanteriores (Adán, Noé, Abraham y Moisés),José Smith fue llamado a ser el profeta deesta última dispensación.

4. Dios restauró la plenitud del Evangelio pormedio de José Smith.

5. Otros mensajeros celestiales restauraron laautoridad del sacerdocio y la Iglesia de Cristofue organizada.

6. Un profeta viviente dirige la Iglesia hoyen día.

Escrituras y ayudas para estudiar

1. José Smith—Historia 1:5–15

2. José Smith—Historia 1:16–19

3. Guía para el Estudio de las Escrituras, pág. 55;Doctrina y Convenios 1:17.

4. Doctrina y Convenios 35:17; 135:3

5. Doctrina y Convenios 13; 27:12; 21:1–3

6. Leales a la Fe

Cómo enseñar

1. Use ilustraciones (si estuviesen disponibles) ycon los investigadores prepare un resumende los acontecimientos que condujeron a laPrimera Visión; lea José Smith—Historia1:1–14.

2. Lea o pida a los investigadores que lean JoséSmith—Historia 1:15–17.

Testifique

1. Testifique que José Smith fue el profeta deDios que restauró la Iglesia de Jesucristojunto con sus correspondientes verdades yautoridad divinas.

2. Brevemente diga por qué ha estudiado yorado a fin de obtener un testimonio de laRestauración.

Compromisos principales

Pida a los miembros de la familia que orenacerca de este mensaje. Pídales que lean partesseleccionadas del Libro de Mormón antes de lapróxima visita.

Page 54: 130 Preparacion Misional Alumno

LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio• “Educación” (págs. 67–68)

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 1

47

Page 55: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

Se ha dicho que nadie puede enseñar lo que nosabe y que tampoco puede regresar de un lugar enel que nunca estuvo. Primeramente, usted tieneque aprender y entender las doctrinas y los princi-pios del Evangelio restaurado para enseñar enton-ces por medio del Espíritu. Tiene que ejercer la fe amedida que estudia las Escrituras, las enseñanzasde los profetas y los apóstoles vivientes y elmanual Predicad Mi Evangelio como preparaciónpara enseñar a los investigadores. Si vive con digni-dad y trabaja diligentemente, el Espíritu Santo leayudará a convertirse en un hábil maestro delEvangelio restaurado de Jesucristo.

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

• Al testificar, se invita al Espíritu a participar ennuestra enseñanza.

• Obtenemos la palabra mediante la fe.

• Dios promete el Espíritu Santo aquienes atesoran Su palabra.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

Al testificar, se invita al Espíritu aparticipar en nuestra enseñanza.

� “Un testimonio es la atestiguación espiritual y lacerteza que da el Espíritu Santo. Dar testimonio es

hacer una sencilla y directa declara-ción de una creencia, de un senti-miento, de una certeza y de unaconvicción de una verdad delEvangelio. El expresar su testimoniosuele ser una de las formas más pode-rosas de invitar al Espíritu y de ayudara las demás personas a sentir elEspíritu. Añade una atestiguación

actual y personal de las verdades delas Escrituras que usted haya enseñado. Un misio-nero eficaz enseña, testifica e invita a las personas

APRENDEMOS A ENSEÑAR “TANTO POR EL ESTUDIOCOMO POR LA FE”, PARTE 2

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O48

Capítulo 6

“Un misionero eficazenseña, testifica e

invita a las personasa hacer las cosas que

edifican la fe enJesucristo”.

Page 56: 130 Preparacion Misional Alumno

a hacer las cosas que edifican la fe en Jesucristo.Esto comprende el prometer las bendiciones quese reciben cuando se ponen en práctica principiosverdaderos” (Predicad Mi Evangelio, 2004, pág. 215).

� El élder Henry B. Eyring, delQuórum de los Doce Apóstoles,explicó “la manera en que el testimo-nio se infunde en nuestro corazón”.“Puesto que el Espíritu Santo esquien testifica de la verdad sagrada,hay por lo menos tres cosas quepodemos hacer para que haya másposibilidad de que los de nuestra familia recibanun testimonio. Primero, podemos enseñarles algu-nas verdades sagradas; después, debemos testificarque sabemos que lo que les hemos enseñado esverdadero; y por último, tenemos que comportar-nos de manera tal que los que escuchen nuestrotestimonio vean que nuestros hechos concuerdancon lo que hemos afirmado que es verdad.Entonces el Espíritu Santo les confirmará la veraci-dad de lo que dijimos y de nuestra convicción dela verdad” (véase, “Un legado de testimonio”,Liahona, julio de 1996, pág. 67).

� El élder Dallin H. Oaks,del Quórum de los DoceApóstoles, hizo hincapiéen la importancia del tes-timonio y del EspírituSanto en nuestra conver-sión personal: “La Iglesiaverdadera no convierte ala persona por medio deseñales y maravillas, sinomediante el testimonio

del Espíritu Santo. La manera del Señor para ense-ñar verdades relacionadas con la religión no es pormedio de un milagro público o de una señal, sinopor medio de un testimonio personal” (The Lord’sWay, 1991, pág. 88).

Obtenemos la palabra mediante la fe.

� Cuando estudiamos el Evangelio restaurado“mediante la fe”, procuramos el entendimiento delPadre Celestial por medio de la oración, al aplicarlos principios del Evangelio y al escudriñar lasEscrituras. Nuestro entendimiento y nuestra fe enlo que estudiamos se incrementa si vivimos deacuerdo con las verdades que aprendemos. “Aligual que todas las bendiciones de Dios, la fe seobtiene y aumenta por medio de la obediencia ylos hechos rectos” (Leales a la Fe: Una Referencia delEvangelio, 2004, pág. 92). Este principio en cuantoa la fe es verdadero, tanto para los misioneros

como para los investigadores. El PadreCelestial recompensa nuestros esfuer-zos leales con mayor revelación. ElSeñor enseñó: “Si pides, recibirás reve-lación tras revelación, conocimientosobre conocimiento, a fin de queconozcas los misterios y las cosas apa-cibles, aquello que trae gozo, aquelloque trae la vida eterna” (D. y C.

42:61). Uno de los desafíos de enseñar a los investi-gadores es comunicarles esos principios de felicidadde tal manera que puedan aplicarlos en su propiavida y entonces convertirse.

• Romanos 10:17

• Doctrina y Convenios 42:14

• Doctrina y Convenios 88:118; véase tam-bién 109:7

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

• 2 Nefi 33:1

• Doctrina y Convenios 100:5–8

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 2

49

“La Iglesia verdaderano convierte a la perso-na por medio de señales

y maravillas, sinomediante el testimonio

del Espíritu Santo”.

Page 57: 130 Preparacion Misional Alumno

� El presidente Boyd K. Packer, Presidente enFunciones del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo:“El aprendizaje debe ser acompañadopor la fe y tal como el Libro deMormón especifica, ‘…bueno es serinstruido, si hacen caso de los conse-jos de Dios’ (2 Nefi 9:29)” (véase, “Unpaso firme hacia el futuro”, Liahona,julio de 1982, pág. 174).

� El élder Richard G. Scott, delQuórum de los Doce Apóstoles, explicó por qué elestudio del Evangelio actúa en conjunto con la fe:“Las verdades espirituales profundas no puedensimplemente transmitirse de la mente y el corazónde una persona a otra, sino que el conocerlasrequiere fe y un esfuerzo constante. Recibimos laverdad poco a poco por medio de la fe, con grandesesfuerzos y, a veces, con denodadas luchas; el Señorlo ha dispuesto así a fin de que maduremos y pro-gresemos” (véase, “Cómo adquirir conocimientoespiritual”, Liahona, enero de 1994, pág. 103).

� El élder Dallin H. Oaks explicó:

“En la revelación moderna, el Señor nos ha dicho‘buscad conocimiento, tanto por el estudio comopor la fe’ (D. y C. 109:7). Al procurar conocimientomediante el estudio empleamos el método delrazonamiento. Al procurar conocimiento pormedio de la fe, tenemos que depender de la revela-ción. Al obedecer el decreto celestial, debemos bus-car conocimiento por medio del razonamiento ytambién por la revelación…

“Las cosas de Dios no pueden aprenderse solamen-te por el estudio y la razón... No podemos lograrun conocimiento de las cosas de Dios si rechaza-mos o nos negamos a emplear el método que Diosha formulado para aprenderlas. Las cosas de Diostienen que aprenderse a Su manera, mediante la feen Él y la revelación del Espíritu Santo” (The Lord’sWay, págs. 16, 56).

� El élder Henry B. Eyring se refirió al profeta JoséSmith como un ejemplo de cómo el Señor bendicea los que estudian con fe las Escrituras: “El meditarlas Escrituras le ayudará a hacer las preguntas ade-cuadas al orar, y, tan cierto como que los cielos seabrieron para José Smith tras meditar las Escriturascon fe, Dios dará respuesta a sus oraciones y le lle-vará de la mano” (“Elévense a la altura de su llama-miento”, Liahona, noviembre de 2002, pág. 76).

� El élder Eyring habló también en cuanto a dosclaves para recibir el Espíritu:

“Hay dos grandes claves para invitar a que elEspíritu dirija las palabras que vamos a pronunciar

al brindar alimento espiritual a losdemás; ellas son el estudio diario delas Escrituras y la oración de fe.

“El Espíritu Santo guiará lo que diga-mos si estudiamos las Escrituras y lasmeditamos a diario. Las palabras delas Escrituras invitan al EspírituSanto...

“No sólo atesoramos la palabra de Dios por mediode la lectura de las Escrituras, sino también al estu-diarlas. Quizás nos nutramos más al meditar unascuantas palabras y al permitir que el Espíritu Santolas convierta en tesoros para nosotros, que al leeren forma rápida y superficial capítulos enteros delas Escrituras.

“De la misma forma en que la meditación de lasEscrituras invita al Espíritu Santo, también lo hacela súplica diaria en oración. Si no lo imploramosmediante la oración, Él raramente vendrá a nos-otros y, si no se lo pedimos, es posible que nopermanezca con nosotros... La plegaria sincera yconstante por la compañía del Espíritu Santo, conla intención verdadera de nutrir a los hijos denuestro Padre, sin duda traerá bendiciones sobrenosotros y sobre aquellos a quienes amamos yprestamos servicio” (véase, “Apacienta mis corde-ros”, Liahona, enero de 1998, págs. 99–100).

Dios promete el Espíritu Santo a quienesatesoran Su palabra.

� Cuando por medio del estudio y de la fe losmisioneros pagan el precio requerido para aprenderel Evangelio restaurado, el Espíritu Santo los bendi-ce con el poder para enseñar de manera que satis-faga la sed espiritual de los sinceros investigadoresde la verdad y los inste a acercarse más a Jesucristoal aceptar los principios y las ordenanzas de salva-ción restaurados por el profeta José Smith.

• Alma 17:2–3

• Doctrina y Convenios 84:85

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 2

50

“El Espíritu Santo guiará lo que digamos

si estudiamos lasEscrituras y las

meditamos a diario”.

Page 58: 130 Preparacion Misional Alumno

� El élder D. Todd Christopherson, de laPresidencia de los Setenta, ofreció una sugerenciaen cuanto a cómo aprender por medio del Espíritu:“Para que el Evangelio esté ‘escrito entu corazón’, es necesario que sepas loque es y que llegues a comprenderlomás plenamente, lo cual significa quedebes estudiarlo. Cuando digo ‘estu-diarlo’, me refiero a algo más queleerlo. A veces es bueno leer un librode las Escrituras en un período esta-blecido a fin de obtener una impre-sión general de su mensaje, pero para los fines dela conversión, debes prestar más atención al tiem-po que pases en las Escrituras que a la cantidad detexto que leas en ese tiempo. A veces te imaginoleyendo algunos versículos, deteniéndote a medi-tarlos, volviéndolos a leer con detenimiento y, alpensar en lo que significan, orando para recibirentendimiento, haciéndote preguntas y esperandorecibir impresiones espirituales y anotando lasimpresiones e ideas que recibas para recordarlas yaprender más. Al estudiar de este modo, tal vez noleas muchos capítulos o versículos en media hora,pero harás lugar en tu corazón a la palabra de Dios,y Él se dirigirá a ti” (véase, “Cuando te hayas con-vertido”, Liahona, mayo de 2004, págs. 11–12).

� La manera en que Diosquiere que enseñemosrequiere que nos prepa-remos por el Espíritu. Elélder L. Tom Perry, delQuórum de los DoceApóstoles, enseñó:“Nuestra enseñanza seráeficaz si la emprendemoscon humildad por medio

de la oración y del estudio; entonces, seremos asis-tidos por el Espíritu al impartir la palabra, enarmonía con lo que el Señor desea que enseñemos”(véase, “Enséñenles la palabra de Dios con todaindulgencia”, Liahona, julio de 1999, pág. 8).

� El presidente Spencer W. Kimball dio una expli-cación acerca de cómo es que la lectura de lasEscrituras produce la influencia del Espíritu Santo:“A través de los años he aprendido que, si decidi-damente perseguimos esta digna meta personal enuna forma determinada y consciente, encontrare-mos respuestas a nuestros problemas y tendremospaz en nuestro corazón. Podremos ver cómo el

Espíritu Santo aumenta nuestro entendimiento;cómo nos ayuda a encontrar un nuevo significado,y nos muestra una nueva perspectiva de lasEscrituras. De este modo la doctrina del Señor ten-

drá mucho más significado del quejamás hubiéramos podido pensar, ycomo consecuencia tendremos mayorsabiduría, con la cual podremos guiar-nos nosotros mismos y dirigir a nues-tra familia, para que podamos servircomo una luz y fuente de fortaleza alos amigos que no son miembros de

la Iglesia, y con quienes tenemos la obligación decompartir el Evangelio” (véase, “Una Iglesia deConversos”, Liahona, junio de 1976, pág. 1).

PUNTOS PARA MEDITAR

• ¿Por qué es importante que los misioneros densu testimonio con frecuencia?

• ¿En qué maneras puede usted estudiar pormedio de la fe?

• ¿Qué significa “atesorad constantemente envuestras mentes las palabras de vida” (D. y C.84:85)?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Considere dar su testimonio en la próxima reu-nión de ayuno y testimonio de su barrio o rama.

• Seleccione un capítulo favorito del Libro deMormón o una sección que le guste de Doctrinay Convenios, y dedique un tiempo considerablea “estudiar por medio de la fe”. Dedique tiempopara orar en cuanto a ese pasaje de las Escrituras,meditar, analizar, identificar principios y deter-minar cómo puede aplicar lo que haya aprendi-do. Hable acerca de los resultados con un amigoíntimo o con un líder del sacerdocio.

LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio

• “Importancia del estudio diario de las Escrituras”(págs. 74–76)

• “Testimonio” (págs. 193–195)

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 2

51

“Nuestra enseñanzaserá eficaz si la

emprendemos conhumildad por medio dela oración y el estudio”.

Page 59: 130 Preparacion Misional Alumno

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 2

52

Page 60: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

A P R E N D E M O S A E N S E Ñ A R “ T A N T O P O R E L E S T U D I O C O M O P O R L A F E ” , P A R T E 2

53

Page 61: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

Nuestro Padre Celestial desea que todos Sus hijosdisfruten de una plenitud de gozo. Él ha proporcio-nado un plan mediante el cual Sus hijos puedenllegar a ser como Él y recibir una plenitud de gozo.A dicho plan a menudo se le llama el plan de sal-vación, el plan de redención o el plan de felicidad.Jesucristo y Su sacrificio expiatorio son partes esen-ciales de este plan.

Hay tres fases en el plan de nuestro Padre Celestial:preterrenal, terrenal y posterrenal. Tres elementosesenciales que hacen posible este plan son laCreación, la Caída y la Expiación. En nuestra exis-tencia preterrenal como hijos espirituales del PadreCelestial, no podíamos llegar a ser totalmentecomo Él sin tener la experiencia de vivir comoseres mortales poseyendo un cuerpo físico. Porconsiguiente, bajo la dirección del Padre, Jesucristocreó la tierra (véase Hebreos 1:1–3). La caída deAdán y Eva hizo posible que naciéramos de proge-nitores mortales, recibiéramos un cuerpo físico yejerciéramos el albedrío para escoger entre el bien

y el mal (véase 2 Nefi 2:25–27). La expiación deJesucristo proporciona la resurrección, el perdónde los pecados y el juicio para alcanzar un gradode gloria (véase 1 Corintios 15:40–42; Apocalipsis20:12–13; 2 Nefi 9:22; Alma 42:23).

Jesucristo constituye el centro mismo del plan denuestro Padre Celestial. Él sufrió y murió para lle-var a cabo la inmortalidad y la vida eterna (véaseMoisés 1:39). Nosotros aceptamos Su sacrificioexpiatorio al tener fe en Él, al arrepentirnos, al serbautizados por quien tiene la autoridad de Dios, alrecibir el don del Espíritu Santo y al vivir en armo-nía con Sus mandamientos.

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

• Hay tres fases en el plan de nuestro PadreCelestial: preterrenal, terrenal y posterrenal.

• Jesucristo constituye el centro mismo del plande nuestro Padre Celestial.

• La expiación de Jesucristo hace posible superarlos obstáculos de la muerte espiritual y física.

EL PLAN DE NUESTRO PADRE CELESTIAL

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O54

Capítulo 7

La expiación de Jesucristo hace posible la salvación.

� � �La vida preterrenal La vida terrenal El mundo espiritual Telestial

La Resurreccióny el Juicio

La muertefísica

La fe en JesucristoEl arrepentimientoEl bautismoEl don del Espíritu SantoEl perseverar hasta el fin

LaCreacióny la Caída

Terrestre

Celestial

Page 62: 130 Preparacion Misional Alumno

• Nuestro Padre Celestial ha preparado grados degloria para Sus hijos.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

Hay tres fases en el plan de nuestro PadreCelestial: preterrenal, terrenal y posterrenal.

� El saber de dónde hemos venido y por qué esta-mos aquí en esta vida terrenal nosayuda a entender que estamos vivien-do en un viaje de tres etapas. La pri-mera fue nuestra vida preterrenal, lasegunda es la vida terrenal y la terceraes nuestra vida posterrenal o sea lavida venidera. La vida terrenal prepara a los fielespara que retornen a la presencia de nuestro PadreCelestial.

� Como miembro del Quórum de los Setenta, elélder Alexander B. Morrison enseñó que hay un planque hace posible que podamos regresar a la presencia

de nuestro Padre Celestial: “Los Santos de los Últi-mos Días afirman que la vida es un proceso de tresfases que deben considerarse como parte esencial del‘gran plan de felicidad’ de nuestro Padre Celestial(Alma 42:8). Hace mucho tiempo, antes de que latierra en la cual vivimos comenzara a existir, Diosnuestro Padre, el maravilloso Elohim, cuyos hijossomos, estableció un plan merced al cual Su progeniehabía de experimentar la existencia en la mortalidad,con todas sus pruebas, tentaciones y oportunidades,

y entonces regresar a morar con Él eneterna gloria. El plan ofreció la maneraperfecta para que todos los hijos deDios reciban la inmortalidad y obten-gan la vida eterna. Realmente, el pro-pósito mismo de la existencia de Dios,

Su obra y Su gloria, es ‘llevar a cabo la inmortalidady la vida eterna del hombre’ (Moisés 1:39)” (“Life—the Gift Each Is Given”, Ensign, diciembre de 1998,págs. 15–16).

� El élder Joseph B. Wirthlin, del Quórum de losDoce Apóstoles, hizo la siguiente analogía: “Éste esel día de nuestra probación terrenal. Comparemosnuestra jornada eterna a una carrera de tres etapasalrededor de una pista: hemos completado la pri-mera etapa con éxito y hemos tenido un progresomaravilloso; hemos dado comienzo a la segundaetapa y, en este momento, ¿podrían imaginarse aun corredor profesional detenerse en el caminopara recoger flores o para ir detrás de un conejoque se acaba de cruzar en el camino? Sin embargo,eso es lo que hacemos cuando dedicamos nuestrotiempo a la búsqueda de lo mundano, eso que nosmantiene lejos de la tercera etapa, la etapa que sedirige hacia la vida eterna, el mayor de todos losdones de Dios, (véase D.y C. 14:7)” (véase, “Untiempo de preparación”, Liahona, julio de 1998,pág. 14).

� El élder Russell M. Nelson, del Quórum de losDoce Apóstoles, ofreció una perspectiva y unaesperanza concernientes a la existencia eternadel hombre: “La vida no comienza con el naci-miento ni termina con la muerte. Antes de nacer,moramos con nuestro Padre Celestial como Sushijos espirituales; allí, esperamos ansiosamentela posibilidad de venir a la tierra y obtener uncuerpo físico. A sabiendas, aceptamos los riesgosde la vida terrenal, los que nos permitirían elejercicio del albedrío y la responsabilidad. ‘Estavida, iba a ser un estado de probación; untiempo de preparación para presentarse ante

• Jeremías 1:5

• Alma 12:25

• Alma 34:32

• Alma 42:11

• Moisés 3:4–5

• Moisés 5:11

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P L A N D E N U E S T R O P A D R E C E L E S T I A L

55

“La vida no comienzacon el nacimiento ni

termina con la muerte”.

La P

reex

iste

ncia

,por

Jer

ry H

arst

on, ©

IRI.

Page 63: 130 Preparacion Misional Alumno

Dios’ (Alma 12:24). Pero, como ahora, veíamos elregreso al hogar como la mejor parte de esa jor-nada. Antes de embarcarnos en un viaje, nosgusta asegurarnos de tener un boleto de ida yvuelta. El regreso a nuestro hogar celestial nosexige pasar a través, y no alrededor, de las puer-tas de la muerte. Nacimos para morir, y morimospara vivir (véase 2 Corintios 6:9). Como simientede Dios, apenas abrimos los capullos en la tierra;pero florecemos plenamente en los cielos” (véase,“Las puertas de la muerte”, Liahona, julio de1992, pág. 80).

� El presidente Thomas S. Monson,consejero de la Primera Presidencia,describió algunas de las razones porlas cuales escogimos venir a la morta-lidad y separarnos de nuestro PadreCelestial: “Es evidente que uno de lospropósitos principales de nuestra vidaen la tierra es el de obtener un cuer-po de carne y huesos. Estamos aquí para adquirirla experiencia que sólo se obtiene separándonosde nuestros Padres Celestiales. De diversas mane-ras, aquí tenemos el privilegio de tomar nuestraspropias decisiones; de aprender por medio de difí-ciles experiencias; de discernir el bien del mal; dellegar a reconocer la diferencia entre lo dulce y loamargo, y de aprender que las decisiones quetomaremos serán las que determinarán nuestrodestino” (véase, “El Señor nos invita a laExaltación”, Liahona, septiembre de 1993, pág. 4).

� El élder Richard G. Scott, del Quórum de losDoce Apóstoles, habló en cuanto a nuestros senti-mientos en la vida preterrenal respecto de venir ala tierra:

“No puedes recordar uno de los momentos másemocionantes de tu vida cuando te sentiste llenode expectativas, entusiasmo y gratitud. Esa expe-riencia ocurrió en la vida preterrenal, cuando se teinformó que finalmente había llegado el momentode dejar el mundo espiritual para morar en la tierracon un cuerpo mortal.

“Sabías que por medio de la experiencia personalpodrías aprender las lecciones que te darían felici-dad en la tierra, lecciones que, al final, te guiaríana la exaltación y a la vida eterna como ser celestialy glorificado en la presencia de tu Santo Padre y deSu Hijo Amado.

“Entendías que habría desafíos, pues vivirías en unentorno de influencias buenas y malas. Y aún así,decidiste a toda costa que volverías victorioso, sinimportarte el esfuerzo, el sufrimiento y las prue-bas” (véase, “Primero lo más importante”, Liahona,julio de 2001, pág. 6).

Jesucristo constituye el centro mismo delplan de nuestro Padre Celestial.

� El profeta José Smith enseñó que la Expiación delSalvador fue parte esencial del plan de salvación:“Los principios fundamentales de nuestra religión

son el testimonio de los apóstoles yprofetas concernientes a Jesucristo:que murió, fue sepultado, se levantóal tercer día y ascendió a los cielos; ytodas las otras cosas que pertenecena nuestra religión son únicamentedependencias de esto” (Enseñanzasdel profeta José Smith, pág. 141).

El élder Earl C. Tingey, de la Presidencia de losSetenta, enseñó lo siguiente: “Cuando hablamosde la Expiación, nos referimos al acto voluntariode Jesucristo, el Unigénito de Dios, que vino a latierra para proporcionar el medio por el cual todala humanidad pueda regresar a su amoroso Padre.Este ‘gran plan de felicidad’ es importante paranosotros y debe inspirarnos para hacernos mere-cedores de las estipulaciones de la Expiación parapoder recibir así la salvación y vida eterna”(The Atonement: Fulfilling God’s Great Plan ofHappiness, 2000, pág. 8).

El saber que antes de la cre-ación de la tierra Jesucristofue preordenado para ser elMesías Redentor, nos ayudaa reconocer que depende-mos de Él. Jesucristo fue elelemento central del plande nuestro Padre Celestialen nuestro primer estado, yes también un integrante

esencial de Su plan en nuestro segundo estado y ennuestra existencia posterrenal, o sea, la vida veni-dera. Sin la expiación de Cristo, la inmortalidad yla vida eterna no serían posibles. Solamente enCristo y por medio de Cristo puede llevarse a caboel plan de nuestro Padre Celestial para nuestrasalvación.

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P L A N D E N U E S T R O P A D R E C E L E S T I A L

56

“Estamos aquí paraadquirir la experiencia

que sólo se obtieneseparándonos de nues-

tros Padres Celestiales”.

Page 64: 130 Preparacion Misional Alumno

� El élder L. Tom Perry, del Quórum de los DoceApóstoles, enseñó que Cristo es el elemento princi-pal del plan de salvación:

“Nuestro Padre Celestial sabía que nosotros, Sushijos, necesitamos recordar las promesas que Él nosha hecho en caso de que obedezcamos Sus leyes. Alhacer esos convenios, el Señor nos ofrece bendicio-nes a cambio de nuestra obediencia a ciertos man-damientos. Desde el principio se trazó un plan. Lafigura central de Su plan de salvación es nuestroSeñor y Salvador, Jesucristo. Su sacrificio expiatorioen bien de toda la humanidad es el foco principalde la historia de los hijos de nuestro Padre Celestialaquí en la tierra.

“Toda persona que acepte Su plan divino debeaceptar también la misión de nuestro Salvador yhacer convenio de guardar las leyesque nuestro Padre ha desarrolladopara nosotros. Al aceptar a Cristo enespíritu y en verdad, podemos llegar aganar nuestra salvación. Leemos enlas Escrituras: ‘Por consiguiente, harástodo cuanto hicieres en el nombre delHijo, y te arrepentirás e invocarás aDios en el nombre del Hijo para siempre jamás’(Moisés 5:8)” (véase, “El sacramento de la Cena delSeñor”, Liahona, julio de 1996, pág. 62).

� Desde el principio, Jesucristo fue la clave del plandel Padre Celestial para Sus hijos:

“Antes de nacer en la tierra, vivías en la presenciade nuestro Padre Celestial como uno de Sus hijosespirituales. En esa existencia preterrenal, partici-paste en un concilio con los demás hijos espiritua-les de nuestro Padre Celestial en el que Él presentóSu gran plan de felicidad (véase Abraham 3:22–26).

“En armonía con el plan de felicidad, Jesucristo, elHijo Primogénito del Padre en el espíritu, en Su

estado preterrenal, hizo convenio de ser el Salvador(véase Moisés 4:2; Abraham 3:27). A los que siguie-ron a nuestro Padre Celestial y a Jesucristo se lespermitió venir a la tierra para experimentar la con-dición de seres mortales y progresar hacia la vidaeterna. Lucifer, otro hijo espiritual de Dios, se rebe-ló contra el plan y ‘pretendió destruir el albedríodel hombre’ (Moisés 4:3). Él llegó a ser Satanás, y ély sus seguidores fueron expulsados del cielo y se lesnegaron los privilegios de recibir un cuerpo físico yde experimentar la vida terrenal (véase Moisés 4:4;Abraham 3:27–28)” (Leales a la Fe: Una Referenciadel Evangelio, 2004, pág. 144).

� El élder Bruce R. McConkie, que fue miembro delQuórum de los Doce Apóstoles, explicó las funcio-nes que Cristo cumple en cuanto a la salvación delhombre:

“Antes de ni siquiera poder empezar a compren-der la creación física de todas las cosas, debemossaber cómo estas tres verdades eternas, a saber, laCreación, la Caída y la Expiación, están insepara-blemente unidas. Ninguna de ellas puede existirsola; cada una está vinculada a las otras dos, y sinel conocimiento de todas juntas, no es posiblecomprender la verdad con respecto a ninguna deellas.

“La salvación radica en Cristo y se logra por mediode Su sacrificio expiatorio. La expiación de nuestroSeñor Jesucristo es el centro de la religión revelada;es la verdad que redime al hombre de la muerte

física y espiritual introducida almundo a consecuencia de la caída deAdán. Todo hombre resucitará porquenuestro bendito Señor murió y volvióa levantarse, siendo así primicias delos que durmieron.

“Es más: Cristo murió para salvar a lospecadores. Tomó sobre Sí los pecados de todos loshombres con la condición de que se arrepintiesen.La vida eterna, el mayor de todos los dones deDios, es accesible al hombre debido a lo que Cristohizo en Getsemaní y en Gólgota. Él es la resurrec-ción y la vida. La inmortalidad y la vida eterna sonlos frutos de la Expiación. El hombre no posee ellenguaje ni la manera de expresar que puedan des-cribir la gloria, la maravilla y el significado infinitodel poder liberador de nuestro gran Redentor”(véase “Cristo y la Creación”, Liahona, septiembrede 1983, pág. 24).

• 2 Nefi 2; 9

• Mosíah 3–5; 14–16

• Alma 5; 7; 34; 42

• Moisés 6:62–63

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P L A N D E N U E S T R O P A D R E C E L E S T I A L

57

“La salvación radica enCristo y se logra por

medio de Su sacrificioexpiatorio”.

Page 65: 130 Preparacion Misional Alumno

La Expiación de Jesucristo hace posiblesuperar los obstáculos de la muerte físicay espiritual.

� ¿Por qué necesita-mos la Expiaciónpara regresar a lapresencia de nuestroPadre Celestial?¿No es suficiente quehagamos nuestromejor esfuerzo pararegresar a nuestroPadre? El presidenteJoseph FieldingSmith describiónuestra condicióny la razón por la

que dependemos del sacrificio del Salvador:

“Un hombre que marcha por un camino, cae enun hoyo tan profundo y obscuro que no puedesalir a la superficie a gozar de su libertad. ¿Cómopuede salvarse del percance? No por su propioesfuerzo, pues no hay medio de escapar de allí:pero si él solicita ayuda y alguien de alma bonda-dosa y bien dispuesta, al oír sus gritos de auxilio, losocorre facilitándole una escalera, él nuevamentepodrá subir a la superficie.

“Ésta fue, precisamente, la condición que Adánimpuso sobre sí y su posteridad al participar delfruto prohibido. Al hallarse todos juntos en el hoyo,ninguno podía salir a la superficie para socorrer a losdemás. El hoyo significaba la expulsión de la presen-cia del Señor y la muerte temporal, la disolución delcuerpo. Y todos, por estar sujetos a la muerte, esta-ban incapacitados para proveer el medio de escape.

“Por lo tanto, en Su infinita misericordia, elPadre oyó el clamor de Sus hijos y envió a SuHijo Unigénito, quien no estaba sujeto a la muer-te ni al pecado, para proveer el medio de escape.Y esto lo hizo Él mediante Su expiación infinitay Su Evangelio sempiterno” (véase Doctrina deSalvación, 3 tomos, tomo I, págs. 121–122).

El gran gozo y las buenas nuevas del Evangelio indi-can que volveremos a vivir gracias a la expiación deJesucristo. Por medio de Jesucristo, todos los obstácu-los pueden superarse al ser obedientes a las leyes y alas ordenanzas del Evangelio. Solamente Él puedesocorrer y salvar a los hijos de los hombres porque Él“descendió debajo de todo, por lo que comprendiótodas las cosas” (D. y C. 88:6). Él pagó el precio por

nuestros pecados; por tanto, si llegamos a Cristo conun corazón quebrantado y un espíritu contrito,podemos regresar a la presencia del Padre (véase D. yC. 45:3–5). Además, “al confiar en la expiación deJesucristo, Él nos puede ayudar a sobrellevar biennuestras tribulaciones, enfermedades y nuestrodolor, y podemos sentir gozo, paz y consuelo. Todolo que es injusto en la vida se puede remediar pormedio de la expiación de Jesucristo” (véase PredicadMi Evangelio, 2004, pág. 52).

� El élder Russell M. Nelson compartió así su formade sentir acerca de la Expiación:

“Lloro de gozo al contemplar el significado de todoesto. El ser redimido es ser expiado, es ser recibidoen el abrazo íntimo de Dios, con una expresión nosólo de Su perdón, sino de nuestra unidad de cora-zón y de mente. ¡Qué privilegio! ¡Y qué consuelopara los que hemos perdido a seres amados quehayan partido de nuestro círculo familiar a travésde la puerta llamada muerte!” (“La Expiación”,Liahona, enero de 1997, pág. 38).

� “Según se utiliza en las Escrituras, expiar significasufrir el castigo por un pecado cometido, quitandode ese modo los efectos del pecado a los pecadoresarrepentidos y permitiéndoles reconciliarse conDios. Jesucristo sufrió en Getsemaní y en la cruz;Él era la única persona capaz de llevar a cabo unaExpiación perfecta por toda la humanidad. Él sufrióel castigo por nuestros pecados en Getsemaní ymurió en la cruz; Él tomó sobre Sí los dolores, lasenfermedades, tentaciones, aflicciones y debilidadesde todos (véase Alma 7:11–12)” (Predicad MiEvangelio, págs. 58–59).

� La muerte espiritual se describe como “el estarseparado de Dios y de su influencia; morir encuanto a las cosas que pertenecen a la rectitud”.

• 1 Corintios 15:19–23

• 2 Nefi 2:25–27

• 2 Nefi 9:10–13

• Alma 34:8–10

• Doctrina y Convenios 93:33

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P L A N D E N U E S T R O P A D R E C E L E S T I A L

58

El m

ás g

rand

e de

todo

s, p

or D

el P

arso

n, ©

198

7 IR

I.

Page 66: 130 Preparacion Misional Alumno

Lucifer y una tercera parte de las huestes del cielopadecieron la muerte espiritual cuando fueronechados del cielo (D. y C. 29:36-37).

“La caída de Adán introdujo la muerte espiritual enel mundo (Moisés 6:48). Los seres mortales de ini-cuos pensamientos, palabras y obras están espiri-tualmente muertos, aunque sigan con vida sobre latierra (1 Timoteo 5:6). Por medio de la expiaciónde Jesucristo y de la obediencia a los principios y alas ordenanzas del Evangelio, el hombre llega aquedar limpio del pecado y a vencer la muerteespiritual” (véase la Guía para el Estudio de lasEscrituras, “Muerte Espiritual”, pág. 141).

� El élder Earl C. Tingey explicó así la necesidad desuperar la muerte física:

“La muerte física es la separación delespíritu y el cuerpo físico. Al morir, elcuerpo es depositado en la tierra y elespíritu justo es recibido en un estadode felicidad llamado paraíso (Alma40:11–12). Aquellos que son inicuos yescogen el mal en vez del bien durante su vidamortal van a un mundo espiritual posterrenaldenominado ‘tinieblas’ (Alma 40:13–14) o prisiónespiritual. De entre los justos en el paraíso se esco-gen misioneros para que enseñen el Evangelio a losque estén en la prisión espiritual (D. y C. 138:30).

“Nunca hubo la intención de que el espíritu y elcuerpo se separaran para siempre. Al fin y al cabo,‘el espíritu y el cuerpo son el alma del hombre’ (D.y C. 88:15). El hombre fue creado a imagen ysemejanza de Dios (Génesis 1:26–27), quien es unpersonaje glorificado que posee un espíritu y uncuerpo físico perfecto (José Smith—Historia 1:17).Cuando nosotros, como personajes de espíritu,estábamos en la existencia preterrenal, nos dimoscuenta de que Dios tenía un espíritu y un cuerpoperfectos. ¿Podríamos acaso nosotros, solamente enun estado espiritual, llegar a ser como Dios? No.Teníamos que obtener un cuerpo físico por mediodel nacimiento en una tierra física. Ese procesocomenzó cuando Adán y Eva llegaron a ser los pri-meros seres físicos en la tierra, poseyendo un cuer-po que albergaba su espíritu (Moisés 3:7). CuandoAdán y Eva murieron físicamente, tal como todoser humano, su espíritu fue separado de su cuerpo.

“Una de las misiones de Jesucristo fue la de superarla muerte física al proporcionar una resurrecciónliteral y universal para toda la familia humana”(The Atonement, págs. 56–57).

� El élder Joseph B. Wirthlin, del Quórum de losDoce Apóstoles, dio así su testimonio del Salvador:“La expiación de Jesucristo, un acto de amor puro,anuló los efectos de la Caída y proporcionó la víapara que toda la humanidad regresara a la presenciade Dios. Como parte de la Expiación, el Salvadorvenció la muerte física y proporcionó la inmortali-dad para todos los hijos de Dios por medio de Suresurrección. También venció la muerte espiritual altomar sobre Sí el sufrimiento de los pecados de todala humanidad” (véase “Cristianos en creencia y enacción”, Liahona, enero de 1997, págs. 79–80).

� El sufrimiento del Salvador por nuestros peca-dos fue parte de Su expiación. Necesitábamos laExpiación para ser rescatados de la muerte física y

la muerte espiritual. El élder Bruce R.McConkie describió así la penosaexperiencia del Señor:

“No sabemos, no podemos decir, nininguna mente mortal puede conce-bir la plena importancia de lo que

Cristo hizo en Getsemaní...

“Sabemos que de alguna manera, incomprensiblepara nosotros, ese sufrimiento satisfizo las exigen-cias de la justicia, rescató a las almas penitentes delos dolores y los castigos del pecado, y puso lamisericordia al alcance de aquellos que creyeran enSu santo nombre...

“...En un cerro llamado Calvario… los soldadosromanos lo colgaron en la cruz.

“Con grandes mazos y con enormes clavos, le atra-vesaron los pies, las manos y las muñecas.Verdaderamente fue herido por nuestras transgre-siones, magullado por nuestros pecados...

“... Colgado en la cruz… volvió a vivir la agoníainfinita y los dolores despiadados de Getsemaní.

“Y, por último, después de sufrir los estragos de laagonía expiatoria, después de ganar la victoria y dehaber cumplido la voluntad del Padre en todas lascosas, dijo: ‘Consumado es’ (Juan 19:30), y volun-tariamente entregó el espíritu...

“Su resurrección de entre los muertos al tercer díafue la culminación de la Expiación. De nuevo, enuna manera incomprensible para nosotros, losefectos de esa resurrección son transmitidos atodos los hombres, de manera que todos se levan-tarán de la tumba” (véase Liahona, julio de 1985,págs. 9–10).

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P L A N D E N U E S T R O P A D R E C E L E S T I A L

59

“La expiación deJesucristo, fue un acto

de amor puro”.

Page 67: 130 Preparacion Misional Alumno

� El élder Bruce C. Hafen, de los Setenta, enseñó loque tenemos que hacer para superar la muerte espi-ritual: “El Salvador fue sacrificado por nuestrospecados personales con la condición de que nos arre-pintamos. El arrepentimiento personal es una con-dición necesaria para la salvación, pero no es, porsí sola, suficiente para asegurar nuestra salvación.Sin la expiación, nuestro arrepentimiento no nossalvará. Se deben también aceptar las ordenanzasdel bautismo y recibir el Espíritu Santo, por mediode lo cual, uno nace de nuevo como hijo espiritualde Cristo” (“The Restored Doctrine of theAtonement”, Ensign, diciembre de 1993, pág. 12).

Nuestro Padre Celestial ha preparadogrados de Gloria para Sus hijos.

� Tanto las Escrituras antiguas comolas modernas nos ayudan a entenderque todos los hijos de Dios, exceptolos hijos de perdición, serán salvos enun determinado grado de gloria(véase D. y C. 76:41–43). Las gloriasde los reinos celestial, terrenal y teles-tial exceden nuestra capacidad paracomprender. El reino celestial es el más alto gradode gloria y el único reino donde podemos llegar aser como nuestro Padre Celestial.

• El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los DoceApóstoles, describió cuán extenso es el Evangeliorestaurado de Jesucristo: “La teología del Evangeliorestaurado de Jesucristo es general, universal, mise-ricordiosa y verdadera. Después de la experienciaindispensable de la vida terrenal, todos los hijos deDios serán resucitados un día para ir a un reino degloria. Los justos, sea cual fuere su afiliación o cre-encia religiosa, irán al final a un reino de gloriamás maravilloso que lo que cualquiera de nosotrosse pueda imaginar. Incluso los inicuos, o casi todosellos, irán finalmente a un reino de gloria, aunquemenor. Todo eso ocurrirá debido al amor de Diospor Sus hijos y gracias a la expiación y a la resu-rrección de Jesucristo, que “glorifica al Padre y

salva todas las obras de sus manos’(D. y C. 76:43)” (véase, “La Apostasíay la Restauración”, Liahona, julio de1995, pág. 98).

� El élder David B. Haight, que fuemiembro del Quórum de los DoceApóstoles, enseñó por qué somostodos iguales al procurar heredar elreino celestial:

“Las revelaciones dadas a José Smith expanden elconocimiento del hombre de que Jesucristo fuecrucificado para salvar al mundo del pecado, y quepor medio de este acto de redención, todo el géne-ro humano puede resucitar de la tumba y tiene laposibilidad de obtener la vida eterna, si es obedien-te a los principios del Evangelio.

“Una aseveración de Jesús nos instruye un pocomás cuando dice: ‘En la casa de mi Padre muchasmoradas hay’ (Juan 14:2). No solamente apren-demos sobre los grados de gloria, y quiénes lospueden alcanzar, sino también que el hombredebe esforzarse por alcanzar la gloria más alta, lacual está a la disposición y al alcance solamentede aquellos que obedezcan los mandamientos deDios. El presidente George Albert Smith dijo: ‘Unade las cosas más maravillosas para mí en elEvangelio de Jesucristo, es que nos coloca a todosal mismo nivel. No es necesario que un hombresea presidente de estaca, o miembro del Quórumde los Doce, para poder alcanzar el grado más altoen el reino celestial. El miembro más humilde dela Iglesia que guarde los mandamientos de Dios,obtendrá la exaltación en el reino celestial, de lamisma manera que cualquier otro hombre digno.

• Juan 14:2

• 1 Corintios 15:40–42

• Doctrina y Convenios 98:18

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P L A N D E N U E S T R O P A D R E C E L E S T I A L

60

La c

iuda

d et

erna

,© 2

000

Kei

th L

arso

n. P

rohi

bida

su

repr

oduc

ción

.

“Los justos… irán alfinal a un reino de glo-

ria más maravillosoque lo que cualquierade nosotros se pueda

imaginar”.

Page 68: 130 Preparacion Misional Alumno

La belleza del Evangelio de Jesucristo radica en laigualdad entre los hombres. Si cumplimos con losmandamientos del Señor... tendremos igualesoportunidades para la exaltación’ (ConferenceReport, octubre de 1933, pág. 25)” (véase, “JoséSmith, el Profeta y Vidente del Señor”, Liahona,enero de 1980, págs. 36–37).

PUNTOS PARA MEDITAR

• ¿Cuán importantes son el albedrío y la responsa-bilidad en las tres etapas de nuestra existenciaeterna?

• ¿Por qué nuestra inmortalidad y vida eternadependen de Jesucristo?

• ¿De qué maneras se puede considerar la Caídacomo un acontecimiento positivo para la huma-nidad?

• ¿Por qué la combinación del espíritu y del cuer-po es esencial para nuestra salvación?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Estudie “Expiación; Expiar” en la Guía para elEstudio de las Escrituras. Usted podría marcar lainformación que piensa utilizar cuando enseñeacerca de la Expiación.

• Prepare un resumen de una página o una ilustra-ción sobre el plan de salvación.

LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio

• “Plan de Salvación” (págs. 143–146)

• “Jesucristo” (págs. 105–108)

• “Espíritu” (págs. 71–74)

• “Creación” (págs. 54–55)

• “Caída” (págs. 36–39)

• “Expiación de Jesucristo” (págs. 81–87)

• “Muerte física” (págs. 122–124)

• “Muerte espiritual” (págs. 121–122)

• “Resurrección” (págs. 157–158)

• “Reinos de Gloria” (págs. 150–153)

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P L A N D E N U E S T R O P A D R E C E L E S T I A L

61

Page 69: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P L A N D E N U E S T R O P A D R E C E L E S T I A L

62

Page 70: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

El Señor llama a los profetas para que enseñen aSus hijos el plan de salvación. El primer profeta fueAdán, al que le siguieron otros más, tales comoNoé, Abraham y Moisés. Repetidas veces a travésde la historia del mundo, la gentesolía rechazar el mensaje de los profe-tas. Cuando esto sucedía, los profetas,las ordenanzas y la autoridad delsacerdocio eran retirados y la gentevivía en tinieblas espirituales. Estosperíodos de obscuridad se conocencomo épocas de apostasía. Merced a Sumisericordia, con el tiempo el Señor llamaba yenviaba nuevos profetas para que restauraran SuEvangelio. El entender este régimen de enseñanza,rechazo y restauración, prepara a una personapara que reconozca la mano del Señor en laRestauración de los últimos días por medio del pro-feta José Smith, quien inició la dispensación delcumplimiento de los tiempos.

“Una dispensación del Evangelio es un período detiempo durante el cual el Señor tiene en la tierrapor lo menos un siervo autorizado que posee elsanto sacerdocio [y las llaves, y que tiene la divinacomisión de dispensar el Evangelio a los habitantesde la tierra]. Cuando el Señor organiza una dispen-sación, revela el evangelio nuevamente, de maneraque la gente de esa disensación no tenga quedepender de las anteriores para conocer el plan desalvación” (Guía para el Estudio de las Escrituras).

El plan de salvación, que es más antiguo que latierra misma, se ha revelado y enseñado en cada

dispensación, empezando con Adán, y es el mismoen cada era del mundo.

Ha habido muchas dispensaciones en la tierra. Laprimera comenzó con Adán, a quien se le mandóque enseñara el Evangelio a su familia (véaseMoisés 5:12). Al transcurrir el tiempo, muchos

escogieron no escuchar ni obedecery rechazaron el plan de salvación deDios (véase Moisés 5:13). Por motivode Su gran amor y misericordia, nues-tro Padre Celestial también reveló denuevo el Evangelio de Jesucristomediante el profeta Noé (véase Moisés

8:16–17). Pero tal como fue con la familia de Adán,muchos escogieron las tinieblas en vez de la luz yfinalmente se apartaron (véase Moisés 8:10).

Otras dispensaciones salieron a la luz por medio deprofetas tales como Abraham (véase Abraham 1:2–5)y Moisés (véase Éxodo 3:1–10). Todas las dispensacio-nes ofrecían a la gente la oportunidad de venir aCristo mediante la fe en Él, el arrepentimiento, elbautismo y la recepción del don del Espíritu Santo.

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

• El Señor proporciona la verdad, la autoridad delsacerdocio, las ordenanzas y la organización pormedio de Sus profetas.

• A lo largo de la historia se ha repetido un proce-so de apostasía y restauración.

• El rechazo del Salvador, de Sus enseñanzas y dela autoridad del sacerdocio dio como resultado laApostasía de la Iglesia del Nuevo Testamento.

LOS PROFETAS Y LA APOSTASÍA

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O 63

Capítulo 8

Moisés y las Tablas, por Jarry Harston

“El plan de salvación...se ha revelado y

enseñado en cadadispensación”.

Page 71: 130 Preparacion Misional Alumno

• La Reforma Europea contribuyó a preparar elcamino para la Restauración final.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

El Señor proporciona la verdad, la autoridaddel sacerdocio, las ordenanzas y laorganización por medio de Sus profetas.

� Diosama a Sus hijos y lesha dado un plan desalvación y felicidad.Este plan incluye ver-dades y ordenanzasde salva-ción. ÉlsiemprerevelaSu planpormedio

de Sus profetas. Bajo Su guía divina,estos profetas se aseguran de que laenseñanza de las verdades delEvangelio y la realización de las ordenanzas de sal-vación se lleven a cabo en la forma correcta ymediante la debida autoridad. Los profetas tambiénson comisionados para asegurarse de que la Iglesiase organice correctamente y funcione para el bene-ficio de quienes aceptan los mandamientos delSeñor. A toda persona que no esté familiarizadacon la función de los profetas, los misioneros tie-nen que enseñarle por qué son necesarios esoshombres inspirados.

� El presidente Gordon B. Hinckley enseñó que unade las funciones de los profetas ha sido siempre lade proporcionar la verdad a los hijos del Señor:“Los profetas antiguos no sólo amonestaban sobrecosas que sucederían, sino que, más importanteaún, revelaban la verdad a la gente. Eran ellos quie-nes indicaban la manera en que los hombres teníanque vivir para ser felices y encontrar paz en la vida”(Be Thou an Example, 1981, pág. 124).

� El profeta José Smith explicó que el Sacerdociode Melquisedec “es el conducto por el cual todoconocimiento, doctrina, el plan de salvación ytodo asunto importante se revela desde el cielo...Es el conducto por medio del cual comenzó elTodopoderoso a revelar Su gloria al principio de la

creación de esta tierra, y por medio delcual Él ha continuado revelándose alos hijos de los hombres hasta hoydía y dará a conocer Sus propósitoshasta el final de los tiempos” (Historyof the Church, tomo IV, pág. 207;párrafo modificado).

� El presidente Joseph Fielding Smithenseñó que el Señor proporciona y

dirige el uso de Sus sagradas ordenanzaspor medio de Sus profetas: “En toda época en que elEvangelio estuvo en la tierra, tuvo que ser revelado alos profetas del Señor, y éstos tuvieron que ser lla-mados como administradores legales para efectuar ydirigir la manera en que se efectúan las ordenanzasde salvación para su prójimo” (véase, “Para que laplenitud de mi Evangelio sea proclamada”, Liahona,mayo de 1971, págs. 1–2).

� El presidente Marion G. Romney, que fue conseje-ro de la Primera Presidencia, enseñó acerca de lasrazones que hubo para la restauración del Evangelioy el restablecimiento de la Iglesia de Jesucristo:“Con el propósito de salvar a la humanidad en estemundo y en el mundo venidero, el Señor lo revelónuevamente en esta dispensación por medio delprofeta José Smith. También por su intermedio elSeñor... restableció Su Iglesia, ‘...a saber, La Iglesiade Jesucristo de los Santos de los Últimos Días’ (D.y C. 115:4)... Esta Iglesia, designada por el Señor, esla guardiana y administradora legal de las ordenan-zas de Su Evangelio” (Conference Report, abril de1965, pág. 105).

• Amós 3:7

• Mateo 16:18–19

• Efesios 2:19–20

• Efesios 4:11–14

• Alma 12:27–30

• Doctrina y Convenios 1:38

• Artículos de Fe 1:6

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S P R O F E T A S Y L A A P O S T A S Í A

64

“El Sacerdocio deMelquisedec es el

conducto por el cual….todo asunto

importante se reveladesde el cielo”.

Page 72: 130 Preparacion Misional Alumno

A lo largo de la historia se ha repetido unproceso de apostasía y de restauración.

� Nuestro Padre Celestial ama a Sus hijos y haproporcionado un plan para que regresen a vivircon Él. Para demostrar Su amor, llama a profetasa quienes confiere la autoridad del sacerdocioy da revelaciones. Los profetas siempre han ense-ñado el plan del Padre Celestial a Sus hijos. Aquienes siguen las palabras de los profetas sonbendecidos con mucha felicidad. Sin embargo,aquellos que escogen desatender o corromperlos principios y las ordenanzas del Evangeliocomienzan a vivir en las tinieblas espirituales.Con frecuencia, el Señor retira a Sus profetasde entre la gente que los rechaza. Cuando losprofetas ya no están presentes, la verdad, laautoridad del sacerdocio, las ordenanzas y laorganización de la Iglesia se corrompen, cambiano se pierden (apostasía). Cuando es el tiempoapropiado, Dios llama a un nuevo profeta paraque restaure Su verdad, la autoridad del sacerdo-cio, las ordenanzas y la organización de la Iglesia(restauración).

El ciclo de apostasía y restauración por medio delos profetas del Señor se repitió muchas vecesdurante la época del Antiguo Testamento.

� El presidente Marion G. Romney describió conestas palabras el repetido proceso de apostasía y res-tauración: “Así ha sido la humanidad durante apro-ximadamente 6.000 años. En cada dispensación loshombres han rechazado el Evangelio y, como con-secuencia, han caído en la apostasía, la corrupcióny las tinieblas. En cada dispensación se ha vuelto arevelar la verdadera naturaleza de la Trinidad: elPadre, el Hijo y el Espíritu Santo. También se hanvuelto a revelar y a recalcar los principios y lasordenanzas fundamentales, y se ha recalcado laimportancia de seguir las enseñanzas del Evangelio”(véase, “Escogeos hoy a quien sirváis”, Liahona,marzo de 1979, pág. 2).

� “Adán fue el primer profeta sobre la tierra, ymediante la revelación aprendió cuál es la relaciónapropiada que debe existir entre la humanidad yDios el Padre, Su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo;aprendió acerca de la expiación y la resurrección deJesucristo, y sobre los primeros principios y ordenan-zas del Evangelio. Adán y Eva enseñaron estas verda-des a sus hijos y los alentaron a cultivar la fe y a vivirel Evangelio en todos los aspectos de su vida. A Adánle siguieron otros profetas, pero, con el paso deltiempo, la posteridad de Adán rechazó el Evangelioy cayó en la apostasía, optando por ser inicua.

“Así empezó el modelo de las dispensaciones proféti-cas, que constituyen la mayor parte de la historiaregistrada del Antiguo Testamento. El Padre Celestialreveló Su Evangelio mediante la comunicación direc-ta a profetas, como Noé, Abraham y Moisés. Cadaprofeta fue llamado por Dios para comenzar unanueva dispensación del Evangelio. Dios concedió laautoridad del sacerdocio a cada uno de esos profetasy les reveló verdades eternas. Lamentablemente, encada dispensación, la gente, con el tiempo, hizo usode su albedrío para rechazar el Evangelio, y caerluego en la apostasía” (véase Predicad Mi Evangelio,2004, pág. 33).

• Amós 8:11–12

• Mateo 21:33–43

• 2 Tesalonicenses 2:1–3

• 2 Nefi 25:17; véase también Isaías 11:11–12

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S P R O F E T A S Y L A A P O S T A S Í A

65

La re

stau

raci

ón d

el S

acer

doci

o de

Mel

quis

edec

, por

Ken

neth

Rile

y, ©

196

5 IR

I

Page 73: 130 Preparacion Misional Alumno

� El élder Charles Didier, de la Presidencia delos Setenta, explicó así la función de los profetasen la restauración de la verdad durante las dis-pensaciones:

“Por lo que Adán oyó y vio, quedó calificado paraque se le llamara como el primer profeta sobre latierra, un testigo personal de la revelación dada alhombre. A partir de entonces, su mayor responsa-bilidad fue la de preservar la veracidad delEvangelio, así como enseñarlo, tal como lo habíarecibido. Satanás, por su parte, representando a laoposición, iba a hacer y enseñar lo que fuera contal de negar, rechazar o dejar de lado el Evangeliorecibido por revelación y, de ese modo, incitar a lagente que lo hubiera aceptado a un estado de apos-tasía; ¡un estado de confusión, de división, deabandono o de renuncia a su antigua fe!

“El resto de la historia del Antiguo Testamento sevolvió después una historia religiosa de revelacióncontinua mediante diversos profetas como Noé,Abraham y Moisés, en varias épocas— llamadas dis-pensaciones— a fin de restaurar lo que se había perdi-do por medio de repetidas apostasías. Dichosprofetas fueron llamados siempre por Dios, se les dioautoridad divina, poseían las llaves del sacerdocio ytenían el divino cometido de hablar en nombre delSeñor y de enseñar y profetizar la venida y la expia-ción de Jesucristo, el Salvador y Redentor del mundo(véase Amós 3–7)” (véase, “El mensaje de laRestauración”, Liahona, noviembre de 2003, pág. 74).

El rechazo del Salvador, de Sus enseñanzasy de la autoridad del sacerdocio dio comoresultado la apostasía de la Iglesia delNuevo Testamento.

� Varios siglos antes del nacimiento de Jesucristo,la gente cayó otra vez en la apostasía. NuestroPadre Celestial envió a Su Hijo para que expiaranuestros pecados y restaurara Su Evangelio. ElSalvador enseñó el Evangelio y realizó muchosmilagros durante Su ministerio. Llamó a doce hom-bres para que fueran Sus Apóstoles y puso lasmanos sobre la cabeza de cada uno de ellos paraconferirles la autoridad del sacerdocio. Organizó SuIglesia y cumplió así una profecía. Más importanteaún: completó la Expiación. El Hijo de Dios llevó acabo todo lo que Su Padre Celestial le había enco-mendado que hiciera.

Jesucristo dio a Sus Apóstoles la autoridad paraenseñar Su Evangelio y efectuar las ordenanzas de

salvación, y estableció Su Iglesia. No obstante, lamayoría de la gente rechazó a Jesús y Él fue crucifi-cado. La iniquidad de la gente dio como resultadola persecución, la matanza y la dispersión de losapóstoles y de los miembros de la Iglesia. Sin revela-ciones ni autoridad del sacerdocio, la gente empezóa enseñar doctrinas falsas y la Iglesia verdadera deJesucristo se perdió. Dios permitió que la verdad, asícomo también la autoridad de Su sacerdocio, lasordenanzas y la organización de la Iglesia, se retira-ran de la tierra debido a la apostasía de Sus hijos.

Con el tiempo, esa apostasía dio lugar al surgi-miento de muchas iglesias. Enseñaban ideas falsasy se perdió el conocimiento del verdadero caráctery naturaleza del Padre, Su Hijo Jesucristo y elEspíritu Santo. La doctrina del arrepentimiento sedistorsionó. El bautismo y otras ordenanzas y con-venios fueron cambiados u olvidados. El don delEspíritu Santo ya no estaba disponible. Ese períodoen que la Iglesia verdadera ya no existía en la tie-rra, ha llegado a conocerse como la Gran Apostasíay perduró hasta la Restauración efectuada pormedio del profeta José Smith.

Los candidatos a misioneros deben tener un enten-dimiento de esta apostasía y ser capaces de ense-ñarla de una manera sencilla a sus investigadores.

• Mateo 24:24

• Hechos 20:29–30

• 1 Corintios 11:18–19

• Gálatas 1:6–8

• 2 Tesalonicenses 2:1–3

• 2 Timoteo 1:15

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S P R O F E T A S Y L A A P O S T A S Í A

66

Pau

l Man

n, ©

200

2 IR

I

Page 74: 130 Preparacion Misional Alumno

� El presidente Thomas S. Monson, consejero de laPrimera Presidencia, describió de esta manera losfactores que condujeron a la Gran Apostasía:

“Muchos hombres no vinieron a Cristo ni siguie-ron el camino que Él les mostró. El Señor fue cruci-ficado, la mayoría de los apóstoles fueron muertosy la verdad fue rechazada. La luz brillante delconocimiento se apagó y, al prolongarse, las som-bras de una noche oscura envolvieron la tierra.

“Con anterioridad, Isaías había profetizado:‘Tinieblas cubrirán la tierra y oscuridad las nacio-nes’, (Isaías 60:2). Amós había predichoel hambre en la tierra: ‘No hambre depan, ni sed de agua, sino de oír lapalabra de Jehová’, (Amós 8:11). Lasoscuras edades de la historia parecíannunca acabar. ¿No habrían de apare-cer mensajeros celestiales?” (“Ellosmostraron el camino”, Liahona, juliode 1997, pág. 58).

� El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los DoceApóstoles, enseñó:

Los “conceptos filosóficos griegos transformaron elcristianismo en los primeros siglos posteriores a lamuerte de los apóstoles. Por ejemplo, los filósofosde aquel entonces afirmaban que la materia físicaera diabólica y que Dios era un espíritu, sin senti-mientos ni pasiones. A la gente que creyó y aceptóesas enseñanzas, incluso los eruditos que llegaron aser prominentes conversos al cristianismo, se lehacía muy difícil aceptar las enseñanzas básicasde los primeros días del cristianismo: un HijoUnigénito que dijo que había sido hecho a la ima-gen misma de Su Padre Celestial y que enseñó aSus discípulos que fueran uno, como Él y Su Padreeran uno, y un Mesías que murió en la cruz y mástarde apareció a Sus discípulos como ser resucitadode carne y huesos.

“El conflicto entre el mundo especulativo de lafilosofía griega y la fe y las prácticas sencillas yliterales de los primeros cristianos produjo seve-ras contenciones que amenazaron aumentar lasdivisiones políticas del fragmentado ImperioRomano...

“En el proceso que llamamos Apostasía, el Diospersonal y tangible que se describe en el Antiguo yen el Nuevo Testamento fue reemplazado por ladeidad abstracta e incomprensible en la que seconvirtió al transigir con los principios teóricos dela filosofía griega. Se retuvo el lenguaje original de

la Biblia, pero los así llamados ‘significados ocultos’se explicaron entonces en el vocabulario de unafilosofía ajena a sus orígenes” (véase, “La Apostasíay la Restauración”, Liahona, julio de 1995, págs.96–97).

� El élder M. Russell Ballard, del Quórum de losDoce Apóstoles, habló acerca de cómo se perdió laautoridad del sacerdocio del Señor en la tierra:

“Los antiguos cristianos padecieron duras persecu-ciones y penurias. A Pedro y a los demás discípulosles resultaba sumamente difícil mantener la Iglesia

unida y la doctrina pura. Ellos viaja-ban extensamente y se escribían losunos a los otros acerca de los proble-mas con los que se enfrentaban. Sinembargo, los medios de comunica-ción eran tan lentos y la Iglesia y susenseñanzas eran tan nuevas que resul-taba sumamente difícil corregir lasenseñanzas falsas antes de que éstas

se arraigaran firmemente, (véase 2 Tesalonicenses2:3; 2 Timoteo 4:3–2).

“Finalmente, con la única excepción conocida deJuan el Amado, Pedro y los demás apóstoles fueronmartirizados. Mientras se hallaban frente a unahorrible persecución, el apóstol Juan y los miem-bros de la Iglesia luchaban por sobrevivir. Debido aese esfuerzo, por el cual estamos eternamente agra-decidos, la cristiandad sobrevivió y fue una verda-dera fuerza prominente para fines del segundosiglo de la era cristiana. Muchos valientes santoscolaboraron para que el cristianismo prevaleciera.

“A pesar de lo significativo que era el ministerio deesos santos, ellos no poseían la misma autoridadapostólica que Pedro y los demás apóstoles habíanrecibido, por medio de la ordenación, de manosdel mismo Señor Jesucristo. Cuando esa autoridadse perdió, la gente comenzó a buscar otras fuentesque les proporcionaran una comprensión de ladoctrina; y como resultado, muchas verdades pre-ciosas y sencillas se perdieron” (véase, “La verdadrestaurada”, Liahona, enero de 1995, págs. 75–76).

La Reforma Europea ayudó a preparar elcamino para la Restauración final.

� El élder James E. Talmage, que fue miembrodel Quórum de los Doce Apóstoles, explicó que“durante y después del período apostólico se pro-dujo una apostasía general y la Iglesia primitivaperdió su poder, la autoridad y las virtudes como

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S P R O F E T A S Y L A A P O S T A S Í A

67

“La Reforma dio comoresultado un marcadoénfasis en la libertadreligiosa, lo cual abrió

el camino para laRestauración final”.

Page 75: 130 Preparacion Misional Alumno

divina institución, degenerándose hasta llegar a sersolamente una institución terrenal” (The GreatApostasy 1958, pág. III).

Sin tener ya apóstoles, algunos oficiales locales dela Iglesia asumieron gradualmente un mayor con-trol sin poseer la autoridad del sacerdocio. Estoslíderes locales determinaron normas y doctrinaspara sus territorios, aseverando que eran sucesoresde los Apóstoles. Naturalmente, se basaban en lalógica y la persuasión en vez de la revelación com-prometiendo así las verdaderas enseñanzas deJesucristo.

“Después de siglos de oscuridad espiritual, hom-bres y mujeres que buscaban la verdad protesta-ron contra las prácticas religiosas de esa época;reconocieron que muchas de las doctrinas y orde-nanzas del Evangelio habían sido cambiadas o sehabían perdido; entonces buscaron mayor luzespiritual y muchos hablaron de la necesidad deuna restauración de la verdad. Sin embargo, noafirmaban que Dios los hubiese llamado para serprofetas, sino que intentaron reformar las ense-ñanzas y las prácticas que ellos creían que habíansido cambiadas o que se habían corrompido. Susesfuerzos ocasionaron la organización de muchasiglesias protestantes. Esa reforma dio como resul-tado un marcado énfasis en la libertad religiosa,lo cual abrió el camino para la Restauraciónfinal” (Predicad Mi Evangelio, pág. 35).

� El élder M. Russell Ballard describió la forma enque ayudó Dios a crear un ambiente en el que sepudiera restaurar el Evangelio:

“En el año 1517, el Espíritu iluminó a MartínLutero, sacerdote alemán que sentía una gran preo-cupación al ver cuánto se había desviado la iglesiadel Evangelio que había enseñado Cristo. La obraque realizó llevó a la Reforma, un movimiento queotros visionarios como él, tales como Juan Calvino,Huldrych Zwingly, Juan Wesley y John Smith, tam-bién adoptaron.

“Yo creo que esos reformadores fueron inspiradospara crear un ambiente religioso en el cual Diospodría restaurar las verdades perdidas y la autori-dad del sacerdocio. En forma similar, Dios inspiróa los primeros exploradores y colonizadores deAmérica y a los autores de la Constitución de losEstados Unidos con el fin de crear un país y princi-pios gubernamentales que permitieran la restaura-ción del Evangelio” (véase, “La verdad restaurada”,Liahona, enero de 1995, pág. 76).

� El presidente Gordon B. Hinckley enseñó quelos reformadores se esforzaban por encontrar lasverdades que se habían perdido al ocurrir la GranApostasía:

“Ésa fue... una época de mayor iluminación. Amedida que los años continuaban su marcha inexo-rable, la luz del sol de un nuevo día empezaba a vis-lumbrarse sobre la tierra. Era el Renacimiento, unespléndido florecimiento del arte, de la arquitecturay de la literatura.

“Los reformadores se esforzaron por cambiarla iglesia, hombres destacados como Lutero,Melanchthon, Hus, Zwingly y Tyndale. Ésos fue-ron hombres de gran valor, algunos de los cualespadecieron muertes crueles por sus creencias.Nació el protestantismo con su petición de refor-ma. Cuando esa reforma no se logró, sus precur-sores organizaron iglesias propias, lo cual hicieronsin contar con la autoridad del sacerdocio. Loúnico que ellos deseaban era encontrar una formamediante la cual pudiesen adorar a Dios comoellos pensaban que se le debía adorar” (véase,“En el cenit de los tiempos”, Liahona, enero de2000, pág. 88).

� El presidente Thomas S. Monson enseñó encuanto a las notables contribuciones de los refor-madores:

• Joel 2:28–29

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S P R O F E T A S Y L A A P O S T A S Í A

68

Mar

tín L

uter

o de

splie

ga s

us te

sis

relig

iosa

s, D

ale

Kilb

ourn

, © IR

I

Page 76: 130 Preparacion Misional Alumno

“Con el tiempo, algunos hombres íntegros de cora-zón anhelante, arriesgando su propia vida, intenta-ron definir puntos de referencia que les ayudaran aencontrar el verdadero camino. El día de la reformaamanecía, pero el sendero a seguir era difícil. Laspersecuciones habían de ser muy severas, el sacrifi-cio personal abrumador y el precio a pagar incalcu-lable. Los reformadores fueron pioneros, abriendocaminos en el desierto en su desesperada búsquedapor aquellos puntos de referencia perdidos que,según pensaban, de ser encontrados, guiarían a lahumanidad de regreso a la verdad que enseñó Jesús”(véase, “Ellos mostraron el camino”, Liahona, juliode 1997, pág. 58).

“Cuando Juan Wycliffe y otros terminaron la prime-ra traducción completa de la Biblia Latin Vulgata alidioma inglés, las autoridades de la iglesia trataronde destrozarla de diversas maneras. Las copias tuvie-ron que escribirse a mano y en secreto. Hasta eseentonces, la Biblia era considerada como un librocerrado que se le prohibía leer a la gente común.Muchos de los discípulos de Wycliffe fueron severa-mente castigados y a algunos se les quemó en lahoguera...

“Martín Lutero afirmaba la supremacía de la Biblia.Su estudio de las Escrituras le instó a comparar lasdoctrinas y las prácticas de la iglesia con las ense-ñanzas de las Escrituras. Lutero defendía la respon-sabilidad individual y los derechos de la concienciapersonal, aun a riesgo de su propia vida. Aunquefue amenazado y perseguido, con firmeza declara-ba: ‘Aquí estoy y no puedo hacerlo de otra manera.Dios, ayúdame’.

“John Huss, o Hus, hablando sin temor en contrade la corrupción dentro de la iglesia, fue llevadofuera de la ciudad y quemado en la hoguera. Loencadenaron por el cuello a un poste y lo cubrie-ron con hierbas secas y leña hasta la cabeza y lorociaron con resina; entonces le preguntaron sifinalmente iba a retractarse. Al encenderse el fuego,él comenzó a cantar pero el viento hizo que las lla-mas le cubrieran el rostro y se apagó su voz.

“Zwingli, de Suiza, intentó por medio de sus librosy enseñanzas racionalizar toda la doctrina cristianaempleando debidamente términos bíblicos. Su másnotable comentario asombra el corazón: ‘¿Quéimporta? Pueden matar el cuerpo pero no el alma’.

“¿Y quién no podría hoy apreciar las palabras deJohn Knox? ‘Con Dios, un hombre es siempremayoría’.

“Juan Calvino, prematuramente anciano porcausa de las enfermedades y las incesantes labo-res que había emprendido, resumió su filosofíapersonal con esta declaración: ‘Nuestra sabidu-ría... consiste casi por completo en dos partes: elconocimiento de Dios y el conocernos a nosotrosmismos’.

“Bien podríamos mencionar a otros, pero uncomentario acerca de William Tyndale quizás seasuficiente. Tyndale pensaba que la gente teníaderecho a saber lo que las Escrituras les prometían.A quienes se oponían a sus labores de traducciónles anunció: ‘Si Dios me preserva la vida... haré queun muchacho que maneja el arado sepa más sobrelas Escrituras que usted’.

“Tales fueron las enseñanzas y la vida de los gran-des reformadores. Sus acciones fueron heroicas, suscontribuciones numerosas, sus sacrificios magnífi-cos, pero no restauraron el Evangelio de Jesucristo”(Ensign, mayo de 1975, págs. 15–16).

� El presidente Monson comentó que la obrade los reformadores no fue en vano. Preparó elambiente para que la Biblia estuviera al alcancede quienes buscaban honradamente la verdad,incluso para el joven José Smith: “¿Fue en vanosu sacrificio? ¿Fue inútil su lucha?” Yo razonada-mente respondo: “¡No!” La Santa Biblia fue pues-ta al alcance de la gente. Cada persona podíaahora encontrar su propio camino a la verdad.¡Oh, si tan sólo todos pudieran leerla y entender-la! Pero algunos podían leer, otros podían oír ytodos tenían acceso a Dios mediante la oración”(véase, “Ellos mostraron el camino”, Liahona,julio de 1997, pág. 58).

� El presidente Joseph Fielding Smith explicóque la obra de todos estos reformadores preparóel camino para la restauración del Evangelio:

“En preparación para esta restauración el Señorlevantó a hombres nobles, tales como Lutero,Calvin, Knox y otros a los que llamamos reforma-dores, y les dio poder para romper las ataduras quesujetaban a los hombres y les negaban el derechode adorar a Dios de acuerdo con los dictados de suconciencia...

“Los Santos de los Últimos Días rinden honora esos grandes y valientes reformadores, loscuales deshicieron los grilletes que sujetaban almundo religioso. El Señor fue su Protector enesta misión, la cual estuvo cargada de peligros.

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S P R O F E T A S Y L A A P O S T A S Í A

69

Page 77: 130 Preparacion Misional Alumno

En aquel día, sin embargo, no había llegado eltiempo para la restauración de la plenitud delEvangelio. La obra de los reformadores fue degran importancia, pero fue una obra preparatoria”(véase Doctrina de Salvación, 3 tomos, tomo I,págs. 168–169).

� El presidente Smith explicó que la Reforma“fue realmente el amanecer de nuestro día presen-te. El yugo de aquel gran poder, que había mante-nido atadas a las naciones no sólo físicamente sinotambién en lo espiritual, estaba roto, y rayos deluz comenzaron a encontrar su camino, de maneraque la libertad de creencia religiosa y la libertadpolítica quedaron establecidas” (Doctrina de Salvación,tomo I, pág. 170). El momento y las circunstanciaseran ahora propicios para que el joven José Smithfuera llamado a ser el primer profeta de laRestauración.

PUNTOS PARA MEDITAR

• ¿Qué lecciones se pueden aprender del reiteradociclo de apostasía y restauración?

• ¿En qué maneras ayudaron los reformadores ahacer posible la Restauración?

• ¿Qué podemos hacer nosotros para detectar yprotegernos de una apostasía personal?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Memorice por lo menos dos pasajes de Escriturasque enseñen algo acerca de la Apostasía. Algunasreferencias incluyen Isaías 29:13–14; Amós8:11–12; Gálatas 1:6–8; 2 Tesalonicenses 2:1–3;2 Nefi 27:1; Mormón 8:28; y Doctrina yConvenios 1:14–16.

• Lea el relato de la Primera Visión en JoséSmith—Historia 1:15–20.

LECTURA ADICIONALRECOMENDADA

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio

• “Apostasía” (págs. 17–19)

• “Profetas” (págs. 148–150)

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S P R O F E T A S Y L A A P O S T A S Í A

70

Page 78: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S P R O F E T A S Y L A A P O S T A S Í A

71

Page 79: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

Vivimos en la dispensación del cumplimiento delos tiempos. Esta última dispensación del Evangeliofue instaurada con la Primera Visión. El presidenteJoseph F. Smith enseñó: “El acontecimiento másgrande que se ha verificado en el mundo, desde laresurrección del Hijo de Dios del sepulcro y suascensión a los cielos, fue la visita del Padre y delHijo al joven José Smith con objeto de preparar elcamino para poner los fundamentos de su reino,no el reino del hombre, para nuncajamás cesar ni ser derribado” (Doctrinadel Evangelio, pág. 488).

La Primera Visión dio comienzo a unarestauración de la verdad, de la auto-ridad, de las Escrituras, de las orde-nanzas sagradas y de la organizaciónde la verdadera Iglesia de Dios pormedio del profeta José Smith. Comodeber y sagrado privilegio, comparti-mos con el mundo este mensaje.

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

• Dios llamó a José Smith para que fuera el profetade la Restauración.

• José Smith tradujo el Libro de Mormón y publi-có otras Escrituras por el don y poder de Dios.

• El Libro de Mormón ayuda a traer a las personasa Cristo.

• El Libro de Mormón es una prueba evidente dela Restauración.

• Bajo la dirección de Jesucristo, el sacerdocio yla Iglesia fueron restaurados por medio de Sussiervos.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

Dios llamó a José Smith para que fuera elprofeta de la Restauración.

� Uno de los gloriosos acontecimientosde los últimos días es la aparición deDios el Padre y de Su Hijo, Jesucristo, alprofeta José Smith. La Primera Visióndio comienzo a la obra de José Smithcomo Profeta de los últimos días yungido del Señor para dar comienzo ala dispensación del cumplimiento delos tiempos.

José Smith no fue el primer profetallamado por Dios. Como lo hemos estudiado enel capítulo 8 de este manual, Dios ha llamadosiempre a profetas y, por medio de ellos, Él confiereo restaura verdades, autoridad, ordenanzas yEscrituras y organiza Su Iglesia en la tierra parabeneficio y exaltación de Sus hijos. Si mediante laapostasía, se pierden la verdad y la autoridad delEvangelio, Dios entonces llama a otro profeta en eldebido tiempo y lugar para restaurar Su autoridady Su verdad. El profeta José Smith fue llamado para

LA RESTAURACIÓN Y LA APARICIÓN DE NUEVAS ESCRITURAS

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O72

Capítulo 9

“El acontecimientomás grande que se ha

verificado en el mundo,desde la resurrección

del Hijo de Dios… fuela visita del Padre y del

Hijo al joven JoséSmith”.

Page 80: 130 Preparacion Misional Alumno

que introdujera la dispensación del Evangelio queconducirá a la Segunda Venida de Jesucristo y elMilenio.

� El presidente Boyd K. Packer, Presidente enFunciones del Quórum de los Doce Apóstoles,enseñó acerca de la restauración de la autoridadesencial del sacerdocio:

“Jesús llamó y ordenó apóstoles y les dio las llavesdel reino. Esas llaves les dieron la autorización parasellar las ordenanzas por la eternidad...

“Los apóstoles fueron martirizados y, con el tiem-po, se llevó a cabo una apostasía. Las doctrinas dela Iglesia se corrompieron y las ordenanzas se cam-

biaron; las llaves de la autoridad del sacerdocio seperdieron. Esta Apostasía universal requirió la res-tauración de la autoridad: de las llaves del sacerdo-cio, de las doctrinas y de las ordenanzas.

“José Smith recibió la visita personal de Dios, elPadre Eterno, y de Su Hijo Jesucristo. Ellos le comu-nicaron que tenían una obra especial que él llevaríaa cabo. Por medio de él se restaurarían las llaves; yla Iglesia, tal como la había establecido Jesucristocuando estuvo en la tierra, sería restaurada.

“José Smith y Oliver Cowdery fueron ordenados alSacerdocio Aarónico por Juan el Bautista (véaseJosé Smith—Historia 1:68–69). Fueron ordenados alSacerdocio de Melquisedec por los antiguos apósto-les Pedro, Santiago y Juan (véase D. y C. 27:12).Esas ordenaciones restauraron la autoridad y las lla-ves del reino de Dios, para nunca más ser sacadasde la tierra.

“En abril de 1830, el profeta José Smith organizóLa Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ÚltimosDías. La verdadera Iglesia de Jesucristo se encontra-ba una vez más entre los hombres, con autoridadde ‘predicar el evangelio y administrar sus orde-nanzas’ (Artículos de Fe 1:5)” (“La Restauración”,Primera Reunión Mundial de Capacitación de Líderes,enero de 2003, pág. 2).

� El presidente Alvin R. Dyer, que fue consejero dela Primera Presidencia, recalcó el importante y par-ticular carácter de esta última dispensación delEvangelio: “A José Smith se le informó que habíasido preordenado y consecuentemente llamadopara ser el instrumento por medio del cual Diosobraría para establecer Su reino aquí en la tierra,como había sucedido en intermitentes dispensacio-nes anteriores. Pero ésta, la última de todas las dis-pensaciones, se iba a caracterizar por verdades aúnmayores, un período en el que todas las verdades,todas las leyes, todos los convenios, todas las pro-mesas proyectadas por Dios, nuestro Padre Eterno,en la preexistencia y reveladas en parte al hombreen diversas épocas de la vida mortal para la reden-ción y exaltación de Sus hijos espirituales, seríanahora totalmente reveladas y puestas a disposiciónde la familia humana. Así habló el Señor al profetaJosé Smith” (Conference Report, abril de 1963, 50).

� El profeta José Smith dijo: “Los antiguos profetasdeclararon que en los últimos días el Dios del cielolevantaría un reino que jamás sería destruido nidejado a otro pueblo... Pienso ser uno de los instru-mentos en el establecimiento del reino que vio

• Doctrina y Convenios 1:17

• Doctrina y Convenios 136:37

• José Smith—Historia 1:17

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditarEscrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A R E S T A U R A C I Ó N Y L A A P A R I C I Ó N D E N U E VA S E S C R I T U R A S

73

Page 81: 130 Preparacion Misional Alumno

Daniel, por la palabra del Señor, y es mi intenciónestablecer un fundamento que dará nueva forma alestado de las cosas en el mundo entero” (Enseñanzasdel Profeta José Smith, pág. 454).

José Smith tradujo el Libro de Mormón ysacó a la luz otras Escrituras por el don yel poder de Dios.

� Quizásno conozcamos todoslos detalles sobre laforma en que el profe-ta José Smith tradujo elLibro de Mormón,pero sí sabemos que elprocedimiento fue ins-pirado. Los donesEspirituales, combina-dos con

su fe y diligente labor, lo capacitaronpara llevar a cabo los propósitos divi-nos de la traducción. Él fue tambiénpartícipe en sacar a luz otras Escriturasadicionales, entre ellas Doctrina yConvenios, La Perla de Gran Precio yla Traducción de José Smith de laBiblia en inglés de la versión del ReySantiago.

� El élder Russell M. Nelson, del Quórum de losDoce Apóstoles, habló en cuanto a la notable reali-zación que fue traducir el Libro de Mormón y publi-car otras revelaciones por medio del poder de Dios:

“¡José Smith tradujo el Libro de Mormón por eldon y el poder de Dios!

“Comparemos esta inimitable realización con la deotras traducciones de las Escrituras. En la Biblia eninglés, en la versión del Rey Santiago por ejemplo,participaron unos 50 eruditos ingleses que comple-taron su labor en siete años, traduciéndola a razónde una página por día. En la actualidad, los traduc-tores expertos logran un buen promedio si puedentraducir una página de Escrituras por día.

“Por lo contrario, José Smith tradujo el Libro deMormón a un promedio de 10 páginas por día, com-pletando la tarea ¡en aproximadamente 85 días!...

“Ese ritmo es aún más notable si consideramos lascircunstancias bajo las cuales trabajaba el Profeta. Enesa misma época, mientras tenía que soportar cons-tantes distracciones e incesantes hostilidades, JoséSmith se trasladó a más de 160 kilómetros, desdeHarmony, Pennsylvania a Fayette, Nueva York.

Solicitó derechos de autor, recibió reve-laciones que ahora cubren 12 seccio-nes de Doctrina y Convenios, y recibiómensajeros celestiales que restauraronel santo sacerdocio. A pesar de todoeso, él terminó la traducción en menosde 3 meses” (Helping MissionariesUnderstand the Role of the Book ofMormon in Coversion, discurso pronun-ciado en un seminario para nuevos

presidentes de misión, 23 de junio de 2000, págs.4–5).

� El élder Neal A. Maxwell, que fue miembro delQuórum de los Doce Apóstoles, también se refirióal impresionante promedio de traducciones realiza-das por el profeta José Smith:

“La tarea de la traducción fue en verdad ‘una obramaravillosa y un prodigio’, o, como se expresa enhebreo, ‘un milagroso milagro’ (véase Isaías 29:14).Según el orden en que tradujo, los eruditos calculanque en la primavera de 1829 traducía con gran rapi-dez un equivalente diario de 8 a 13 páginas impresasde hoy (véase John W. Welch y Tim Rathbone, ‘TheTranslation of the Book of Mormon: Basic HistoricalInformation’, Preliminary Report, F.A.R.M.S., Provo,Utah, 1986, págs. 38–39). Un traductor profesionalme dijo hace poco que él considera productivo elpoder traducir una página por día.

“De José Smith, el traductor, quien no tenía ins-trucción en teología, hemos recibido más páginasimpresas de Escrituras que de cualquier otro sermortal” (véase Liahona, julio de 1992, pág. 44).

• Libro de Mormón, portada, párrafo 1

• 1 Nefi 13:39–40

• 2 Nefi 3:11–12

• Doctrina y Convenios 1:29

• Doctrina y Convenios 17:6

• Doctrina y Convenios 124:125

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A R E S T A U R A C I Ó N Y L A A P A R I C I Ó N D E N U E VA S E S C R I T U R A S

74

“De José Smith,el traductor… hemos

recibido máspáginas impresas de

Escrituras que decualquier otro mortal”.

Page 82: 130 Preparacion Misional Alumno

� El presidente Ezra Taft Benson indicó que lacorrelación entre el momento de la aparición delLibro de Mormón y el proceso de la Restauración,pone en evidencia su importancia:

“Un poderoso testimonio de la importancia delLibro de Mormón es el darse cuenta del momentoen que el Señor permitió que se publicara, dentrodel cuadro cronológico de la Restauración. Loúnico que le precedió fue la Primera Visión. En esamanifestación maravillosa, el profeta José Smithentendió la verdadera naturaleza de Dios y de queÉl tenía una obra para encomendarle. La aparicióndel Libro de Mormón fue lo que le siguió.

“Piensen en eso y en lo que implica. La aparicióndel Libro de Mormón precedió a la restauración delsacerdocio. Se publicó unos pocos días antes deque se organizara la Iglesia. A los santos se les dioel Libro de Mormón para que lo leyesen antes deque se les dieran las revelaciones que detallabanenseñanzas tales como los tres grados de gloria, elmatrimonio celestial y la obra vicaria. Aparecióantes de la organización de quórumes del sacerdo-cio y de la Iglesia. ¿No nos dice todo eso algo desobre cómo considera el Señor esa obra sagrada?”(véase, “El Libro de Mormón: La clave de nuestrareligión”, Liahona, enero de 1987, pág. 4).

� El presidente Benson destacó elhecho de que el profeta José Smithpublicó Escrituras adicionales al Librode Mormón: “ ‘Esta generación’, ledijo el Señor a José Smith, ‘recibirá mipalabra por medio de ti’ (D. y C.5:10). Y así lo ha sido, mediante elLibro de Mormón, Doctrina yConvenios, y otras revelaciones modernas” (véase,“El Libro de Mormón y Doctrina y Convenios”,Liahona, julio de 1987, pág. 85).

El Libro de Mormón ayuda a las personasa venir a Cristo.

� El élder Robert K.Dellenbach, de losSetenta, dijo: “Entodo el mundo laspersonas buscan eltestimonio deJesucristo que seencuentra en el Librode Mormón; vienende toda nación,

tribu, lengua y pueblo. Tal como se le reveló alprofeta José Smith: ‘Los extremos de la tierra inda-garán tu nombre…’ (D. y C. 122:1). Y ¿por quépreguntan su nombre? Porque la traducción quehizo del Libro de Mormón testifica de Jesucristo;y porque él es el Profeta de la Restauración”(véase, “El milagro de la traducción del Libro deMormón”, Liahona, julio de 1995, pág.11).

Cuando leemos el Libro de Mormón con un cora-zón sincero y verdadera intención, nos convenceráde que “JESÚS es el CRISTO, el ETERNO DIOS”(Portada del Libro de Mormón).

� El presidente James E. Faust, consejero de laPrimera Presidencia, enseñó: “El testimonio confir-

mador del Libro de Mormón conven-ce de que ‘Jesús es el Cristo, el EternoDios’ y también verifica espiritual-mente el llamamiento divino de JoséSmith y de que él vio en realidad alPadre y al Hijo” (véase, “La clave denuestra religión”, Liahona, enero de2004, pág. 4).

� El élder Joseph B. Wirthlin, delQuórum de los Doce Apóstoles, explicó por qué esimportante el Libro de Mormón para que las perso-nas vengan a Cristo:

“Este inspirado libro de Escritura es la llave delproselitismo misionero. Convertirse al mismo esconvertirse a Cristo, porque este libro contiene laspalabras de Cristo. La portada misma del Libro deMormón proclama su propósito: ‘...Convencer aljudío y al gentil de que Jesús es el Cristo’.

“Además, la conversión a este libro inspirado es con-versión al Evangelio de Jesucristo, porque contiene laplenitud de Su Evangelio. En Doctrina y Conveniosel Señor le dijo a José Smith: ‘Y además, los élderes,presbíteros y maestros de esta iglesia enseñarán losprincipios de mi evangelio, que se encuentran en la

• 1 Nefi 6:4

• 1 Nefi 19:18

• 2 Nefi 25:23, 26

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A R E S T A U R A C I Ó N Y L A A P A R I C I Ó N D E N U E VA S E S C R I T U R A S

75

“En todo el mundo laspersonas buscan el

testimonio de Jesucristoque se encuentra en el

Libro de Mormón”.

Page 83: 130 Preparacion Misional Alumno

Biblia y en el Libro de Mormón, en el cual se halla laplenitud del evangelio’ (D. y C. 42:12)” (“The Book ofMormon: The Heart of Missionary Proselyting”, Ensign,septiembre de 2002, pág. 14).

� El presidente Ezra Taft Benson describió lainfluencia centrada en Cristo del Libro deMormón:

“Aquel que sinceramente esté buscando la verdadpuede ganar el testimonio de que Jesús es el Cristosi medita y ora sobre las palabras inspiradas delLibro de Mormón.

“Más de la mitad de los versículos que componenel Libro de Mormón mencionan a nuestro Señor.Con mayor frecuencia que en el NuevoTestamento, se menciona en ellos alguna forma delnombre de Cristo.

“En el Libro de Mormón se le dan más de ciennombres diferentes, los cuales describen en formaparticular Su naturaleza divina...

“... Leamos el Libro de Mormón y convenzámonosde que Jesús es el Cristo. Releamos constantementeel Libro de Mormón para que en forma más abso-luta podamos acercarnos a Cristo, dedicarnos a Él,hacerle el centro de nuestra vida y consagrarnostotalmente a Él” (véase “Venid a Cristo”, Liahona,enero de 1988, págs. 82, 84–85).

El Libro de Mormón es una pruebaevidente de la Restauración.

� La veracidad delLibro de Mormónpone en evidenciaotras verdades acercade la Restauración. ElLibro de Mormón sepresenta como un tes-tigo no sólo de

Jesucristo, sino también de Su siervo José Smith,que lo tradujo y estableció los cimientos para elreino de Dios en los últimos días.

� El presidente Gordon B. Hinckley explicó laimportancia del Libro de Mormón en relación conla Iglesia y la Biblia:

“Si el Libro de Mormón es verdadero, la Iglesia esverdadera, porque en ella existe y se manifiesta lamisma autoridad bajo la cual salió a luz este sagra-do registro. Es la restauración de la Iglesia que elSalvador estableció en Palestina, la misma restaura-ción que Él decretó cuando visitó este continente,según lo que está registrado en ese libro sagrado.

“Si el Libro de Mormón es verdadero, la Biblia esverdadera. La Biblia es el Testamento del ViejoMundo; el Libro de Mormón es el Testamento delNuevo Mundo; uno es el registro de Judá, el otroes el registro de José, y ambos se han juntado en lamano del Señor para que se cumpla la profecíaque se encuentra en Ezequiel 37:19. Juntos, losdos libros declaran Rey al Redentor del mundo yestablecen la realidad de Su reino” (véase “Mensajede la Primera Presidencia: El Libro de Mormón”,Liahona, octubre de 1988, pág. 7).

� El presidente Ezra Taft Benson testificó que elLibro de Mormón es la clave del testimonio acercade la veracidad de la Restauración: “El Libro deMormón es la clave de nuestro testimonio. Al igualque un arco arquitectónico se derrumba si se lequita la piedra angular, así también toda la Iglesiase sostiene, o cae, en base a la veracidad del Librode Mormón, porque si pueden lograrlo, tambiéndesacreditarían al profeta José Smith. Lo mismosucedería con nuestra afirmación de que poseemoslas llaves del sacerdocio, y la revelación y la restau-ración de la Iglesia. Pero de igual manera, si elLibro de Mormón es verdadero, y millones ya hantestificado que han recibido la confirmación delEspíritu de que es en realidad verdadero, no quedamás que aceptar las afirmaciones de laRestauración y todo lo que se relaciona con ésta”.(A Witness and a Warning, 1988, pág. 19).

� El presidente Benson ofreció también inspiradosconsejos acerca de cómo emplear el Libro deMormón para responder a las objeciones que losinvestigadores puedan tener en cuanto a las verda-des restauradas del Evangelio:

“Tenemos que emplear el Libro de Mormón paratratar las objeciones contra la Iglesia...

“... Toda objeción, ya se trate de abortos, matrimo-nio plural, servicios religiosos en el séptimo día,etc., básicamente gira sobre el hecho de si JoséSmith y sus sucesores fueron y son profetas de Dios

• 1 Nefi 13:40

• Doctrina y Convenios 20:8–12

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A R E S T A U R A C I Ó N Y L A A P A R I C I Ó N D E N U E VA S E S C R I T U R A S

76

Page 84: 130 Preparacion Misional Alumno

recibiendo revelaciones divinas. Éste,entonces, es un procedimiento paraencarar la mayoría de tales objecionesmediante el uso del Libro deMormón.

“Primero, entienda la objeción.

“Segundo, ofrezca la respuesta por revelación.

“Tercero, demuestre cómo es que lo correcto de larespuesta realmente depende de si tenemos revela-ciones modernas por medio de profetas modernos.

“Cuarto, explique que si tenemos o no profetas yrevelaciones actuales realmente depende de la vera-cidad del Libro de Mormón.

“Por consiguiente, el único problema que la perso-na que critica tiene que resolver por sí misma es siel Libro de Mormón es o no verdadero. Porque si elLibro de Mormón es verdadero, entonces Jesús es elCristo, José Smith fue Su profeta, La Iglesia deJesucristo de los Santos de los Últimos Días es ver-dadera y hoy la dirige un profeta que recibe revela-ciones.

“Nuestra tarea principal es dar a conocer elEvangelio y hacerlo con eficacia. No estamos obli-gados a responder a cada objeción. Toda personasuele ser detenida ante la muralla de la fe y es allídonde tendrá que presentar su posición” (AWitness and a Warning, págs. 4–5).

� El élder Richard G. Scott, del Quórum de losDoce Apóstoles, ofreció un consejo que todospodemos seguir personalmente y compartir con losinvestigadores: “Lee el Libro de Mormón porque lodeseas, no porque tienes que hacerlo. Descubre porti mismo que es verdadero. A medida que leas cadapágina, pregúntate: ‘¿Pudo alguien haber escritoeste libro o salió a la luz como José Smith lo testifi-có?’ Pon en práctica las enseñanzas que aprendas;ellas te fortalecerán contra la maldad de Satanás.Sigue el consejo de Moroni y sinceramente pregun-ta a Dios el Padre, en el nombre de Jesucristo, converdadera intención, si las enseñanzas del Libro deMormón son verdaderas (véase Moroni 10:3–5).Hazlo con el deseo de recibir una confirmaciónpersonal, sin dudar nada... Sé que puedes recibiruna confirmación espiritual de que el libro es ver-dadero; sabrás entonces que Jesucristo vive, queJosé Smith fue y es un profeta y que La Iglesia deJesucristo de los Santos de los Últimos Días es laIglesia del Señor (véase la Introducción del Libro

de Mormón, en especial el últimopárrafo). Sabrás con certeza que elSalvador guía Su Iglesia mediante unprofeta viviente. Estas verdades seránpara ti el cimiento de una vida pro-ductiva” (véase “Logra tu máximo

potencial”, Liahona, noviembre de 2003, pág. 42).

Bajo la dirección de Jesucristo, elsacerdocio y la Iglesia fueron restauradospor medio de Sus siervos.

� La Restauración disipó las tinieblas de laApostasía. La autoridad del sacerdocio fue restaura-da. Por medio del profeta José Smith, el Señor orga-nizó otra vez Su Iglesia en la tierra a fin de que losprincipios y las ordenanzas de salvación se admi-nistraran correctamente para ayudar a la gente avenir a Cristo.

� El presidente Gordon B. Hinckley habló reveren-temente acerca del Sacerdocio de Melquisedec quePedro, Santiago y Juan poseían y restauraron:

• Hechos 3:20–21

• Doctrina y Convenios 1:30

• Doctrina y Convenios 13:1

• Doctrina y Convenios 27:12–13

• José Smith—Historia 1:72

• Artículos de Fe 1:5–6

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A R E S T A U R A C I Ó N Y L A A P A R I C I Ó N D E N U E VA S E S C R I T U R A S

77

“Lee el Libro deMormón porque lo

deseas, no porque tienesque hacerlo”.

Page 85: 130 Preparacion Misional Alumno

“No hay rey, presidente, gobernador, hombre denegocios o actividad civil de ninguna clase quetenga tal autoridad... Y sin embargo, les fue confe-rida a aquellos hombres humildes que anduvieroncon Jesús como Sus apóstoles.

“Tres de estos apóstoles escogidos—Pedro, Santiagoy Juan—se aparecieron a José y a Oliver en algúnlugar ‘del desierto’ junto al Río Susquehanna. Lespusieron las manos sobre la cabeza y les confirie-ron esta sagrada autoridad.

“No tenemos la fecha exacta, pero hay evidenciasque indican que sucedió a fines del mes de mayode 1829 o quizás en junio de ese mismo año”(Discurso pronunciado en el 175 Aniversario de laRestauración del Sacerdocio, 16 de mayo de 2004).

� El élder David B. Haight, que fue miembro delQuórum de los Doce Apóstoles, testificó: “La Iglesiade Jesucristo de los Santos de los Últimos Días pro-clama al mundo que es la Iglesia de Cristo restaura-da. Era necesaria la restauración porque losprofetas y apóstoles que formaban el cimiento dela Iglesia original del Señor fueron muertos o desa-parecieron. La Iglesia de hoy está edificada sobre elcimiento de profetas y apóstoles y tiene a Jesucristocomo su piedra angular. Por lo tanto, no es unareforma, ni una revisión, ni una reorganización, niuna mera secta. Es la Iglesia de Jesucristo restaura-da en los últimos días” (véase “Un profeta deDios”, Liahona, julio de 1986, pág. 4).

� El presidente Gordon B. Hinckley también diotestimonio de que la Iglesia de Jesucristo ha sidorestaurada:

“Ésta es la Iglesia restaurada de Jesucristo. Nosotrossomos Santos de los Últimos Días. Testificamos quelos cielos se han abierto, que se ha partido el velo,que Dios ha hablado y que Jesucristo se ha mani-festado a Sí mismo, a lo que siguió el otorgamientode la autoridad divina.

“Jesucristo es la piedra angular de esta obra, y estáedificada sobre un ‘fundamento de... apóstoles yprofetas’ (Efesios 2:20)” (véase “El maravilloso fun-damento de nuestra fe”, Liahona, noviembre de2002, pág. 81).

PUNTOS PARA MEDITAR

• ¿De qué maneras es La Iglesia de Jesucristo delos Santos de los Últimos Días diferente de otrasiglesias?

• ¿En qué forma el Libro de Mormón lo ha acerca-do al Salvador?

• ¿Cómo utilizará usted el Libro de Mormón paraayudar a otras personas a obtener un testimoniodel profeta José Smith y de la Restauración?

• ¿Cómo se siente al saber que el Señor ha otorga-do a élderes jóvenes la autoridad del sacerdocioque dio a Pedro, Santiago y Juan?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Enseñe en una noche de hogar, o en otromomento apropiado, uno o varios de los princi-pios que se trataron en este capítulo. UtiliceEscrituras básicas y dé su testimonio de la ver-dad de estos principios. (Sería una buena prácti-ca preparar un esquema de la lección antes deenseñarla.)

• Memorice los siguientes pasajes de las Escrituras:Hechos 2:37–38; 7:55–56; Efesios 2:19–20;4:11–14.

• Memorice los dos párrafos de la Introducción delprefacio del Libro de Mormón.

• Seleccione y memorice versículos clave de JoséSmith—Historia.

LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio

• “Restauración del Evangelio” (págs. 153–157)

• “José Smith” (págs. 108–109)

• “Sacerdocio” (págs. 163–168)

• “Sacerdocio Aarónico” (págs. 168–170)

• “Sacerdocio de Melquisedec” (págs. 170–171)

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A R E S T A U R A C I Ó N Y L A A P A R I C I Ó N D E N U E VA S E S C R I T U R A S

78

Page 86: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A R E S T A U R A C I Ó N Y L A A P A R I C I Ó N D E N U E VA S E S C R I T U R A S

79

Page 87: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A R E S T A U R A C I Ó N Y L A A P A R I C I Ó N D E N U E VA S E S C R I T U R A S

80

Page 88: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

¿Es la fe el primer principio del Evangelio? ¡No!El cuarto Artículo de Fe nos enseña que el primerprincipio del Evangelio es la fe en el Señor Jesucristo.La fe en Cristo incluye tener una firme convicciónde que Él es el Hijo de Dios y el Salvador y Redentordel mundo. Reconocemos que podemos regresar avivir con nuestro Padre Celestial solamente si con-fiamos en la gracia y en la misericordia de Su Hijoal obedecer Sus mandamientos. Cuando tenemos feen Cristo, aceptamos Su Expiación y Sus enseñan-zas, las cuales nos conducen entonces al bautismo“de agua y del Espíritu” (Juan 3:5).

La fe en Jesucristo motiva a los misioneros a obrarcon dedicación, a obedecer las reglas de la misión yprocurar encontrar investigadores sinceros. La feles da la seguridad de que están embarcados en laobra del Señor y le están representando al enseñarel mensaje de salvación. A medida que aumentansu fe personal, los misioneros incrementan supoder para enseñar y ayudar a sus investigadoresa fin de que se conviertan al Salvador Jesucristo ya Su Evangelio restaurado.

Nota: Este capítulo se enfoca en la importancia dela fe en Jesucristo, cómo puede usted aumentar sufe, su función en la conversión de una persona, ycómo se relaciona con el arrepentimiento, el bau-tismo y la recepción del don del Espíritu Santo.Usted recordará que analizamos detalladamente elarrepentimiento en el capítulo 2 de este manual.

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

• La fe en el Señor Jesucristo es esencial para elprogreso espiritual.

• La fe puede aumentar.

• La fe conduce a la conversión.

• La conversión incluye el arrepentimiento, elbautismo y la recepción del don del EspírituSanto.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

La fe en el Señor Jesucristo es esencial parael progreso espiritual.

� La fe que conducea la salvación “debeestar centrada en elSeñor Jesucristo...tener fe en Jesucristosignifica confiar total-mente en Él: confiaren Su poder, inteligen-cia y amor infinitos, loque incluye creer enSus enseñanzas; signi-fica creer que aunqueno entiendas todas lascosas, Él sí las entien-

de... Y siempre está dispuesto a ayudarte con tal

LA FE Y LA CONVERSIÓN

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O 81

Capítulo 10

© 1988 Greg K. Olsen. Courtesy Mill Pond Press y Dr. Gerry Hooper. Prohibida su reproducción.

© 1

996

Del

Par

son.

Pro

hibi

da s

u re

prod

ucci

ón.

Page 89: 130 Preparacion Misional Alumno

que recuerdes lo que Él nos pidió: ‘Elevad hacia mítodo pensamiento; no dudéis; no temáis’ (D. y C.6:36)” (Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio,2004, págs. 90–91).

� El presidente Ezra Taft Bensonexplicó por qué debemos depositarnuestra fe en el Señor Jesucristo:

“El principio fundamental de nuestrareligión es la fe en el Señor Jesucristo.¿Por qué es prudente que centremos nuestra con-fianza, nuestra esperanza y nuestra seguridad en unsolo personaje? ¿Por qué la fe en Él es tan necesariapara obtener paz interior en esta vida y esperanzaen el mundo venidero?...

“... Jesucristo es el único que estácapacitado para otorgarnos la espe-ranza, la confianza y la fortaleza nece-sarias para vencer al mundo ydespojarnos de nuestras debilidadeshumanas...

“Tener fe en Él es más que reconocerque vive; es más que profesar una creencia.

“Tener fe en Jesucristo significa confiar totalmenteen Él. Por ser Dios, tiene infinito poder, inteligen-cia y amor. No existe un problema humano que notenga la capacidad de resolver. Puesto que Él sesometió a todas las cosas (véase D. y C 122:8), sabecómo ayudarnos a dominar todas nuestras dificul-tades diarias” (véase “Confiemos en Jesucristo”,Liahona, enero de 1984, págs. 4, 7).

� El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de losDoce Apóstoles, explicó que la fe centrada enJesucristo nos ayuda a acrecentar nuestra con-fianza en Dios:

“...La fe en el Señor Jesucristo es una convicción yconfianza de que Dios nos conoce y nos ama, queescuchará nuestras oraciones y las contestará de lamanera que sea mejor para nosotros.

“De hecho, Dios hará más que lo que sea mejorpara nosotros; Él hará lo que sea mejor para nos-otros y para todos los hijos de nuestro PadreCelestial. Un ingrediente vital de la fe en el SeñorJesucristo es la convicción de que el Señor sabemás que nosotros y que Él contestará nuestrasoraciones de la manera que sea mejor para nos-otros y para todos Sus otros hijos...

“La fe debe incluir la confianza... Cuando tenemosfe en el Señor Jesucristo, debemos confiar en Él;debemos confiar lo suficiente en Él para aceptar Suvoluntad de buena gana, sabiendo que Él sabe loque es mejor para nosotros...

“… El ejercer la fe en el Señor Jesucristo es algoque está siempre sujeto al orden delos cielos, a la bondad, la voluntad, lasabiduría y el tiempo del Señor. Ésaes la razón por la que no podemostener fe en el Señor si no tenemostambién una confianza plena en Su

voluntad y en Su tiempo. Cuando tenemos esaclase de fe y confianza en el Señor, gozamos deverdadera seguridad en nuestra vida...

“La fe en el Señor Jesucristo les prepara para lo quela vida les pueda deparar. Esta clase de fe les prepa-

ra para encarar las oportunidades dela vida, para aprovechar aquellas queles lleguen a su vida y perseverar através de las desilusiones por aquellasque hayan perdido” (véase “Fe en elSeñor Jesucristo”, Liahona, julio de1994, págs. 112–114).

� El élder Joseph B. Wirthlin, del Quórum de losDoce Apóstoles, explicó así cómo podemos saber sinuestra fe está en armonía con la voluntad deDios:

“¿Cómo podemos saber cuándo nuestra fe está enconformidad con la voluntad de nuestro PadreCelestial y que Él aprueba lo que buscamos?Debemos conocer la palabra de Dios. Una de lasrazones por la que nos sumergimos en la lectura delas Escrituras es para conocer los tratos del PadreCelestial con el hombre desde el principio. Si losdeseos de nuestro corazón son contrarios a lasEscrituras, no debemos seguir adelante.

• 1 Nefi 7:12

• 2 Nefi 9:23

• 2 Nefi 31:19

• Alma 37:33

• Moroni 7:26

• Artículos de Fe 1:4

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A F E Y L A C O N V E R S I Ó N

82

“Tener fe en Jesucristosignifica confiar total-

mente en Él”.

“La fe en el SeñorJesucristo les prepara

para lo que la vida lespueda deparar”.

Page 90: 130 Preparacion Misional Alumno

“Después, debemos escuchar el consejo de los pro-fetas de los últimos días, cuando nos dan instruc-ción inspirada.

“Aún más, debemos meditar, orar y buscar la guíadel Espíritu. Si lo hacemos, el Señor nos ha prome-tido: ‘...hablaré a tu mente y a tu corazón pormedio del Espíritu Santo que vendrá sobre ti ymorará en tu corazón’, (D. y C. 8:2).

“Sólo cuando nuestra fe esté en armonía con lavoluntad de nuestro Padre Celestial podremos reci-bir las bendiciones que buscamos” (véase “Hallará,Él fe en la tierra”, Liahona, noviembre de 2002,pág. 84).

La fe puede aumentar.

� ¿Cómo podemos aumentar nuestrafe? La fe es un don de Dios que debe-mos desear y buscar. El diccionario dela Biblia en inglés dice que “aunque lafe es un don, tiene que cultivarse hastaque crezca y de una pequeña semilla seconvierta en un árbol grande”. El élder Neal A.Maxwell, quien fue miembro del Quórum de losDoce Apóstoles, explicó: “La fe requiere una nutri-ción voluntaria, porque no es estática, crece o dejade crecer” (Lord, Increase Our Faith, 1994, pág. 1).

Los Apóstoles del Salvador entendían la necesidad deuna fe más firme. Le suplicaron al Señor: “Auméntanosla fe” (Lucas 17:5). El entender cómo aumentar la fe esesencial para una provechosa labor misional.

� El élder Joseph B. Wirthlin explicó qué podemoshacer para aumentar nuestra fe: “Si estudiamos,meditamos y oramos, nuestra fe en las cosas verda-deras de Dios, pero que no se ven, aumentará. Auncuando comencemos con sólo ‘...un poco de fe...aunque no sea más que un deseo de creer..’., (Alma32:27; véanse también los versículos 28--40), concuidado y atención, una pequeña semilla de fepuede crecer y convertirse en un exuberante y fuerteárbol de fructífero testimonio” (“El cultivar atributosdivinos”, Liahona, enero de 1999, pág. 29–30).

� Cuando era miembro de los Setenta, el élderJohn K. Carmack sugirió maneras de aumentarnuestra fe:

“El aumentar nuestra fe requiere con-fiar en el Señor con toda el alma. Nopodemos decir: ‘Hemos hecho ya bas-tante y merecemos descansar’.Tampoco se logra el aumento de la femediante definiciones, lógica o filoso-fía. Más bien, tenemos que:

“•Hacer lo que es justo y servir al Señor porque leconocemos, confiamos y amamos con todanuestra alma.

“•No abrigar ideas de que merecemos un galardóno gratitud por lo que hacemos, aunque algún díaseremos recompensados.

“•Preguntar, buscar y llamar con humildad.

“•Nunca demandar nada de nuestro Señor, porquesiempre estamos en deuda con Él.

“•Dejarle a Él la decisión final en todas las cosas,con la actitud de ‘Hágase Tu voluntad, y no lamía’.

“•Estar preparados para hacer sacrificios, aun hastamorir, durante toda nuestra vida mortal.

“Como miembros de la Iglesia del Señor podemosaumentar nuestra fe, si queremos, yendo más alláde los requisitos mínimos del Evangelio y desarro-llando una confianza total en el Señor” (“Lord,Increase Our Faith,” Ensign, marzo de 2002,pág. 57).

� El élder Richard G. Scott, del Quórum de losDoce Apóstoles, relacionó maneras de aumentar lafe para alcanzar un poder que nos sostenga ennuestra vida:

“…La fe no es una ilusión ni una magia, sino unpoder arraigado en principios eternos. ¿Te encuen-tras entre los que han ejercido la fe y creen que no

• Romanos 10:17

• Jacob 4:6

• Helamán 3:35

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A F E Y L A C O N V E R S I Ó N

83

“Aumentar nuestra ferequiere confiar en el

Señor con toda elalma”.

Page 91: 130 Preparacion Misional Alumno

han logrado el esperado beneficio? Si es así, es pro-bable que no hayas comprendido ni seguido losprincipios sobre los que ésta se funda...

“A medida que sigas los principios que Dios haestablecido para el ejercicio de la fe, recogerás susfrutos. Algunos de esos principios son:

“•Confiar en Dios y en Su disposiciónpara brindar ayuda cuando seanecesario, no importa cuán difícilsea la circunstancia.

“•Obedecer Sus mandamientos y vivirde modo que demuestres que Élpuede confiar en ti.

“•Ser sensible para percibir los tenues susurros delEspíritu.

“•Actuar con valentía ante esa inspiración.

“• Ser paciente y comprensivo cuando Dios deja quete esfuerces en progresar mientras las respuestasllegan poco a poco con el paso del tiempo...

“Aprendes a utilizar más eficazmente la fe al apli-car este principio que enseñó Moroni: ‘...la fe es lascosas que se esperan y no se ven; por tanto, nocontendáis porque no veis, porque no recibís nin-gún testimonio sino hasta después de la prueba devuestra fe’, (Éter 12:6; cursiva agregada). Por tanto,cada vez que pongas a prueba tu fe, o sea, que actúescon rectitud ante una impresión, recibirás la con-firmación del Espíritu. Esos sentimientos fortalece-rán tu fe. A medida que repitas ese patrón, tu fe sefortalecerá...

“A pesar de la firmeza de tu fe, Dios no siempre terecompensará de inmediato de acuerdo con tusdeseos, sino que te responderá con lo que, en Suplan eterno, es lo mejor para ti. Él te ama de unaforma tan profunda y plena que tú, en tu estadoterrenal, no puedes ni siquiera concebir. En reali-dad, si conocieras la plenitud de Su plan, nuncapedirías nada que fuese contrario a ese plan, auncuando te sintieras tentado a hacerlo. La fe sincerabrinda entendimiento y fortaleza para aceptar lavoluntad de nuestro Padre Celestial cuando ésta noesté de acuerdo con la nuestra. Aceptaremos Suvoluntad con paz y seguridad, confiados en que Suinfinita sabiduría sobrepasa nuestra habilidad paracomprender totalmente Su plan, que se va desple-gando poco a poco” (véase, “El poder sustentadorde la fe en tiempos de incertidumbre y de prue-bas”, Liahona, mayo de 2003, págs. 76–77).

� El presidente James E. Faust, consejero de laPrimera Presidencia, ha sugerido maneras de sus-tentar la fe: “Para sustentar la fe, cada uno de no-sotros debe ser humilde y compasivo, bondadoso ygeneroso con el pobre y el necesitado. La fe se sus-tenta aún más con dosis diarias de la espiritualidadque recibimos cuando nos arrodillamos en humil-

de oración; comienza con nosotros enforma individual y se extiende a nues-tra familia, que debe ser fortalecida enla rectitud. La honradez, la decencia,la integridad y la moralidad, todoséstos son ingredientes necesarios de

nuestra fe y serán un santuario para nuestrasalmas” (véase, “El escudo de la fe”, Liahona, juliode 2000. pág. 21).

La fe conduce a la conversión.

Los misioneros no sólo tienen que entender cómoaumentar su propia fe, sino que deben aprendercómo ayudar a fortalecer la fe de aquellos a quienesenseñan. A medida que se enseña el Evangelio res-taurado, se planta una semilla de esperanza en elcorazón del investigador y entonces la fe comienzaa desarrollarse. Esta fe puede conducir a un senti-miento que confirmará la veracidad del mensaje.Cuando ese sentimiento se manifiesta, la fe aumen-ta y conduce al deseo de aceptar el mensaje y vivirmediante las normas del Evangelio. Fortalecidaentonces la fe, se obtiene un testimonio y la con-versión.

� El élder Robert D. Hales, del Quórum de los DoceApóstoles, explicó que la fe es parte del terreno fér-til que nutre la conversión:

“Las primeras semillas de la conversión comienzancon un conocimiento del Evangelio de Jesucristo ycon un deseo de saber la verdad concerniente a SuIglesia restaurada; ‘...dejad que este deseo obre envosotros’ (Alma 32:27). El deseo de saber la verdadse compara a una semilla que crece en el terreno

• 2 Nefi 31:19–20

• Alma 32:7–8, 28–29, 41

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A F E Y L A C O N V E R S I Ó N

84

“La conversión es uncambio espiritual y

moral”.

Page 92: 130 Preparacion Misional Alumno

fértil de la fe, de la paciencia, de la diligencia y dela longanimidad (véase Alma 32:27–41)...

“... En el proceso de la con-versión, experimentamos elarrepentimiento, el cual pro-duce la humildad, un cora-zón quebrantado y unespíritu contrito, los cualesnos preparan para el bautis-mo, la remisión de los peca-dos y el recibir el EspírituSanto. Después, con el tiem-po y por medio de nuestra

fidelidad, superamos las pruebas y tribulaciones, yperseveramos hasta el fin” (véase, “…y tú, una vezvuelto, confirma a tus hermanos”,Liahona, julio de 1997, pág. 90).

� El presidente Marion G. Romney,que fue consejero de la PrimeraPresidencia, afirmó que la fe es uningrediente esencial de la conversión:“Convertirse significa cambiar de una creencia omanera de actuar a otra. La conversión es un cam-bio espiritual y moral. Convertirse sugiere no sólouna aceptación mental de Jesucristo y Sus enseñan-zas, sino también una fe motivadora en Él y SuEvangelio, una fe que produce una transformación,un cambio real en cuanto a nuestro entendimientodel significado de la vida y su coalición a Dios eninterés, pensamiento y conducta. En quien estárealmente convertido, los deseos por cosas que soncontrarias al Evangelio de Jesucristo han dejado deexistir. Y por tanto, son sustituidos por un amor aDios con la firme determinación de guardar Susmandamientos” (Informe de Conferencia de Área,Guatemala, 1977, pág. 8).

� El presidente Gordon B. Hinckley indicó que laconversión comienza con pequeños pasos de fe:“En el proceso de la conversión, el investigador dela Iglesia aprende un poco de ésta y puede que leaun poco acerca de ella; pero no comprende, nopuede comprender, la prodigiosa plenitud delEvangelio. Sin embargo, si investiga de verdad, siestá dispuesto a arrodillarse y a orar en cuanto aello, el Espíritu le conmueve el corazón aunque seatan sólo un poco, le señala la dirección correcta, yél ve un poco de lo que nunca había visto. Y confe, ya sea que la reconozca o no, da unos pocospasos con cuidado. Entonces se despliega ante élun panorama mucho más radiante” (véase, “Por feandamos”, Liahona, julio de 2002, pág. 80).

� El presidente Hinckley también habló de lanutrición que la fe de los miembros de la Iglesiapuede dar para el florecimiento de la fe de losinvestigadores:

“La fe de un investigador es como un trozo de leñaverde que se lanza a un fuego abrasador. Con elcalor de las llamas, se seca y comienza a arder. Perosi se lo retira, no puede seguir ardiendo solo, puessus parpadeantes llamitas se apagan. En cambio, sise lo deja en el fuego, gradualmente va ardiendocada vez con mayor fulgor. Dentro de poco, yaforma parte del llameante fuego y comienza aencender otros leños más verdes.

“Y así avanza, mis hermanos y hermanas, esta granobra de fe, elevando a las personas portoda la vasta tierra a un mayor enten-dimiento de las vías del Señor y unamayor felicidad al seguir Su ejemplo”(véase, “Por fe andamos”, Liahona,julio de 2002, pág. 82).

La conversión incluye el arrepentimiento,el bautismo y la recepción del don delEspíritu Santo.

� En el proceso de la con-versión, la fe y el arrepenti-miento preparan a losinvestigadores para lasordenanzas del bautismo yla confirmación. El bautis-mo y la recepción delEspíritu Santo por medio

de la imposición de manos son necesarios parallegar a ser miembros de La Iglesia de Jesucristode los Santos de los Últimos Días.

• Mateo 3:16

• Juan 3:5

• 2 Nefi 31:13, 17

• Artículos de Fe 1:3–4

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A F E Y L A C O N V E R S I Ó N

85

“El Evangelio deJesucristo nos da la

pauta para cambiar”.

© 1

987

Rob

ert T

. Bar

rett.

Pro

hibi

da s

u re

prod

ucci

ón.

Page 93: 130 Preparacion Misional Alumno

� El élder Dallin H. Oaks enseñó que la conversiónrequiere una firme voluntad de abandonar todacostumbre que sea contraria a las enseñanzas delEvangelio restaurado: “El Evangelio de Jesucristonos da el desafío de cambiar. ‘Arrepentíos’ es sumensaje más frecuente, y arrepentirse significaabandonar todas nuestras prácticas, sean éstas per-sonales, familiares, étnicas y nacionales, que seancontrarias a los mandamientos de Dios. El propósi-to del Evangelio es transformar personas comunesen seres celestiales, y eso requiere cambios” (véase,“Arrepentimiento y cambio”, Liahona, noviembrede 2003, pág. 37).

� El profeta José Smith enseñó el siguiente princi-pio concerniente a la ordenanza del bautismo:

“Tan provechoso sería bautizar un costal de arenacomo a un hombre, si su bautismo no tiene porobjeto la remisión de los pecados y la recepcióndel Espíritu Santo. El bautismo de agua no es sinomedio bautismo, y no vale nada sin la otra mitad,es decir, el bautismo del Espíritu Santo...

“... El bautismo de agua, si no lo acompaña el bau-tismo de fuego y del Espíritu Santo, no tiene nin-gún valor; están unidos necesaria einseparablemente” (Enseñanzas del Profeta José Smith,págs. 384, 446–447).

� El presidente Boyd K. Packer, Presidente enFunciones del Quórum de los Doce Apóstoles,enseñó que los misioneros tienen que entenderque el bautismo es mucho más que la ordenanzadel agua:

“Cuando estén enseñando a investigadores y pre-parándolos para el bautismo de agua, también tie-nen que pensar en el don del Espíritu Santo: elbautismo de fuego. Piensen en ello con una simpleexpresión: Primero viene el bautismo de agua yluego el bautismo de fuego.

“Alguien podría preguntarles, ‘¿Cómo andan lascosas?’ o ‘¿Están enseñando a alguien?’

“Espontáneamente respondan, ‘Sí, estamos prepa-rando a una familia para su bautismo y confirma-ción, para recibir el Espíritu Santo’. Repito, para serbautizada y recibir el Espíritu Santo, conecten estasdos cosas” (The Gift of the Holy Ghost: What EveryMissionary Should Know—and Every Member As Well,discurso de un seminario para nuevos presidentesde misión, 24 de junio de 2003, pág. 2).

� El élder Henry B.Eyring, del Quórumde los Doce Apóstoles,hablando acerca deaquellos que aún nohan recibido el don delEspíritu Santo, explicó:“El Espíritu Santo será sucompañero constanteúnicamente si son fielesy reciben las ordenanzasdel bautismo y la impo-

sición de manos por los que poseen la debidaautoridad. No obstante, aun antes del bautismo, elEspíritu Santo puede testificar de la verdad sagradaen el corazón de un niño o de un adulto. Para rete-ner ese testimonio, deben conducirse de acuerdocon él, y les guiará hacia el bien así como puedellevarles a aceptar y guardar los convenios que, conel tiempo, les brindarán la compañía del EspírituSanto” (véase, “Un legado de testimonio”, Liahona,julio de 1996, pág. 67).

� El presidente James E. Faust explicó que una per-sona puede obtener un testimonio de la verdadaun antes de ser bautizada, pero sin el don delEspíritu Santo las acciones del Espíritu son limita-das:

“Muchos fuera de la Iglesia han recibido revelaciónpor el poder del Espíritu Santo que los convencióde la verdad del Evangelio. Por medio de ese poder,los investigadores sinceros adquieren un testimo-nio del Libro de Mormón y de los principios delEvangelio antes de bautizarse. Sin embargo, lasadministraciones del Espíritu Santo tienen sus limi-taciones si no se recibe el don del Espíritu Santo.

“Aquellos que poseen el don del Espíritu Santodespués del bautismo y la confirmación puedenrecibir más luz y testimonio, y esto es porque eldon del Espíritu Santo es ‘un testigo permanentey un don espiritual mayor que las manifestacionescomunes del Espíritu Santo, (en James R. Clark,comp., messages of the First Presidency of theChurch of Jesus Christ of Latter-day Saints, 6tomos, 1965--1975, tomo V, pág. 4). Es un donespiritual mayor porque el don del Espíritu Santopuede actuar como un ‘agente limpiador para puri-ficar a la persona y santificarla de todos los peca-dos’, (Guía para el Estudio de las Escrituras, “EspírituSanto”, pág. 67)” (véase, “Nacer de nuevo”, Liahona,Julio de 2001, págs. 70–71).

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A F E Y L A C O N V E R S I Ó N

86

© 2

001

Der

ek Is

rael

sen.

Pro

hibi

da s

u re

prod

ucci

ón.

Page 94: 130 Preparacion Misional Alumno

PUNTOS PARA MEDITAR

• Considere el Artículo de Fe Nº 4. ¿Por qué piensaque es importante que los principios y las orde-nanzas estén enumerados en ese orden? ¿Por quépiensa que la fe en Jesucristo está en primerlugar?

• ¿Qué puede hacer usted para aumentar su fe enJesucristo?

• ¿Qué significa ejercer la fe en Jesucristo?

• Si usted estuviera trabajando con investigadoresque han dicho que quisieran poder creer la histo-ria de la Primera Visión y en el Libro de Mormón,¿qué les aconsejaría que hicieran? ¿Por qué?

• ¿Por qué es el bautismo de agua solamente“medio bautismo”?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Memorice Hebreos 11:1; Alma 32:21; y Éter 12:6.

• Repase las declaraciones apuntadas del élderJohn K. Carmack (pág. 83) y las del élderRichard G. Scott (págs. 83–84). Piense en cómosu actitud y su habilidad se relacionan condichos puntos. Escoja uno o dos temas en loscuales le agradaría superarse e idee un plan quele conduzca a mejorar. Comparta ese plan enoración con nuestro Padre Celestial y pídale quele ayude a incrementar su fe.

LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio

• “Bautismo” (págs. 26–30)

• “Conversión” (págs. 51–54)

• “Fe” (págs. 90–92)

• “Espíritu Santo” (págs. 72–74)

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A F E Y L A C O N V E R S I Ó N

87

Page 95: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A F E Y L A C O N V E R S I Ó N

88

Page 96: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

Los futuros misioneros tienen que prepararse paraencarar los rigores de la obra misional. El presiden-te Gordon B. Hinckley recalcó la importancia detener una buena salud mental y física mientras sir-ven una misión de tiempo completo:

“Esta obra es rigurosa, exige fuerza, vitalidad; exigeagudeza mental y capacidad...

“... La obra misional no es un actoceremonial en la Iglesia. Es un llama-miento emitido por el Presidente dela Iglesia a personas dignas y capacesde llevarlo a cabo...

“Es importante que se goce de unabuena salud física y mental…

“Hay padres que dicen, ‘Si Carlitos pudiera ir a lamisión, el Señor le bendecirá con salud’.

“Parece que no funciona de esta manera. Mas bienparece que cualquiera que sea el problema o la difi-cultad, tanto física como mental, cuando el misio-nero llega al campo, no hace sino agravarse con lapresión de la obra.

“Sencillamente, tenemos que encarar los hechos.Gastamos millones de dólares en cuidados médicose incontables horas en ayudar a los que tienen pro-blemas que les imposibilitan efectuar la obra...

“... Existen otras áreas en las que pueden trabajaraquellos con limitaciones serias y tener experien-cias satisfactorias; y el Señor les bendecirá por loque sean capaces de hacer...

“Permítanme recalcar que necesitamos misioneros,pero éstos deben ser capaces de trabajar….

“Debe que haber un anhelo y un deseo de servir alSeñor como embajadores Suyos en el mundo. Debehaber salud y fortaleza, tanto física como mental,pues la obra exige mucho. Las horas son largas y lapresión puede ser muy grande” (“ServicioMisional”, Primera Reunión Mundial de Capacitaciónde Líderes, enero de 2003, págs. 19–20).

La comprensión de la naturaleza rigu-rosa del servicio misional y la adecua-da preparación física y emocional,incrementarán la habilidad de unfuturo misionero para adaptarse a unnuevo estilo de vida, así como tam-

bién para tener éxito en la obra del Señor.

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

• Los futuros misioneros deben prepararse paraencarar las demandas físicas y emocionales deuna misión de tiempo completo.

• Existen alternativas honorables de serviciomisional de tiempo completo para aquellaspersonas que han sido exentas por los líderesdel sacerdocio debido a su condición física oemocional.

LA PREPARACIÓN FÍSICA Y EMOCIONAL

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O 89

Capítulo 11

“Una buena salud físi-ca y mental es algo

esencial”.

Page 97: 130 Preparacion Misional Alumno

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

Los futuros misioneros deben prepararsepara encarar las demandas físicas yemocionales de una misión de tiempocompleto.

� La obra misional es rigurosa y exigente. Se esperaque los futuros misioneros estén calificados paraservir en el campo misional. Esto incluye no sólosu nivel de dignidad, sino también su preparaciónfísica, mental y emocional. Si un misionero estáluchando con la salud física o mental, estará endesventaja al tratar de edificar el reino de Dios. Lasalud mental y emocional es también crítica encuanto al éxito de un misionero que sirve al Señor“con todo su corazón, alma, mente y fuerza”(D. y C. 4:2). El cultivo de buenos hábitos paracomer, hacer ejercicio, dormir y mantener unabuena higiene personal, incrementará la probabili-dad de adaptarse con buenos resultados al ambien-te del servicio misional.

� El presidente Gordon B. Hinckley aconsejó a loslíderes del sacerdocio en cuanto a su responsabili-dad de evaluar la aptitud física y emocional de losmisioneros:

“Hermanos, les pido que sean más selectivos conlas personas a las que recomiendan. Hagan saber anuestros jóvenes qué se va a esperar de ellos si van

a servir en una misión. Hagan saber a sus padresqué se espera de sus hijos e hijas...

“Admito que a muchos padres que solicitan que sushijos e hijas tengan la oportunidad de servir comomisioneros, ésta les parecerá una posición irrazona-ble, y dura. Pero, hermanos, creemos que debemosrecuperar la visión del verdadero propósito de laobra misional y la necesidad de determinar requisi-tos a fin de cumplir dicho propósito. Espero que atodos los que les concierne se den cuenta de que esmejor no ir que ir y tener que regresar al poco tiem-po, decepcionados y con un sentimiento de fracaso.Hermanos, ruego que el Señor les bendiga con ins-piración, dirección, guía y amor hacia aquellos porlos que son responsables, y con el valor para defen-der lo que saben que es justo y razonable...

“Permítanme recalcar que necesitamos misioneros,pero que éstos deben ser capaces de trabajar…

“Debe haber un anhelo y un deseo de servir alSeñor como embajadores Suyos en el mundo. Debehaber salud y fortaleza, tanto física como mental,pues la obra exige mucho. Las horas son largas y lapresión puede ser grande.

“No estamos pidiendo la perfección. La obra delSeñor la llevan a cabo personas normales que tra-bajan de forma extraordinaria” (Primera ReuniónMundial de Capacitación de Líderes, enero de 2003,pág. 20).

� El élder M. Russell Ballard, del Quórum de losDoce Apóstoles, recalcó la importancia del cuidadodiario de nuestro cuerpo: “Muchas personas... tie-nen dificultad para encontrar el tiempo necesariopara descansar, hacer ejercicio y relajar los nervios.Si queremos disfrutar de una vida equilibrada ysaludable, debemos programar el tiempo en nues-tros calendarios. Una buena apariencia física realzanuestra dignidad y aumenta nuestra estima” (véase,“El equilibrio en las exigencias de la vida”, Liahona,julio de 1987, págs. 13–14).

� El élder Russell M. Nelson, del Quórum de losDoce Apóstoles, que fue cirujano cardiólogo, hablóen cuanto a cómo el ejercicio físico contribuye a lasalud mental: “La debida actividad física ayuda acombatir la depresión” (véase, “Vicio o libertad”,Liahona, enero de 1989, pág. 9).

� Los misioneros no deben comenzar su labormisional con malos hábitos que probablementese conviertan en problemas serios. Toda personapuede cambiar y mejorar. Los futuros misioneros

• Doctrina y Convenios 4:2

• Doctrina y Convenios 88:124

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A P R E P A R A C I Ó N F Í S I C A Y E M O C I O N A L

90

Pro

hibi

da s

u re

prod

ucci

ón

Page 98: 130 Preparacion Misional Alumno

que hayan tenido malas dietas, mala higiene ymalos hábitos de actividad física pueden comenzarahora mismo a cambiar su comportamiento. Laautodisciplina puede aprenderse a cualquier edad,pero el procedimiento no siempre es fácil. Si contro-lan tales tareas antes de comenzar su servicio misio-nal, se ahorrarán gran pesadumbre y frustración.

Todo futuro misionero debe evaluar su vida en lasáreas que se mencionan a continuación y hacer loscambios que lo preparen física y emocionalmentepara servir al Señor:

Nutrición: Los misioneros deben ser buenos ejem-plos en cuanto a la siguiente ley de salud del Señor,la Palabra de Sabiduría (véase D. y C. 89). Ademásde evitar substancias nocivas, “el Señor declara quelos siguientes alimentos son buenos para nuestrocuerpo:

“•Verduras y frutas, que deben usarse ‘con pruden-cia y acción de gracias’ (véase D. y C. 89:10–11).

“•La carne ‘de las bestias y de las aves del cielo’,que ‘debe usarse limitadamente’ (véase D. y C.89:12–13).

“•Los granos como el trigo, el arroz y la avena,que son como ‘sostén de la vida’ (véase D. y C.89:14–17)” (Leales a la Fe: Una Referencia delEvangelio, 2004, págs. 135–136).

Ya que, con frecuencia, los misioneros tienen laresponsabilidad de escoger y preparar sus propiosalimentos, los futuros misioneros pue-den comenzar preparándose ahoraaprendiendo a seleccionar comidasapropiadas para entonces mantenerbuenos hábitos alimenticios durantetoda su misión. Una dieta constantede comidas rápidas ricas en calorías,bebidas gaseosas y postres con mucho azúcardeben evitarse. Es preferible, donde sea posible,tener una dieta equilibrada que incluya los gruposde alimentos básicos. Los misioneros que sirvan enpaíses extranjeros podrían necesitar adaptarse pro-curando conseguir los alimentos más nutritivos ysaludables que sea posible conseguir.

Ejercicios físicosregulares: Todos loshombres y las muje-res jóvenes deberíanparticipar en ejerci-cios físicos regula-res. Tres

requerimientos básicos de un programa de activi-dad física, sin importar la edad o habilidad de lapersona, son los ejercicios para desarrollar flexibili-dad, fuerza y resistencia cardiovascular (ejerciciosaeróbicos o que activen la respiración).

1. Flexibilidad: Estos ejercicios distienden los mús-culos, tendones y ligamentos, y deberían hacersediariamente.

2. Fuerza: Cada grupo de músculos debe ejercitarse.

3. Resistencia cardiovascular: Estos ejercicios forta-lecen el corazón, aumentan las buenas condicio-nes físicas y mejoran el humor. El caminar yandar en bicicleta son buenas actividades paraprepararse para ser misioneros.

Higiene adecuada: Una higiene adecuada puedeimpedir muchas enfermedades infecciosas. Incluyeel lavado regular de las manos (probablemente elprocedimiento más importante para una buenahigiene y para prevenir muchas enfermedades) yel bañarse o ducharse a menudo.

Cuidado dental: Los dien-tes tienen que cepillarse ehigienizarse con hilo den-tal diariamente. Los futu-ros misioneros que noestén acostumbrados a unprograma regular de cuida-do dental deberían ver aun dentista tan pronto

como sea posible para tener tiempopara una evaluación y un tratamientoantes de su servicio misional. Losfuturos misioneros deben pedir infor-mación e instrucciones acerca del cui-dado dental preventivo.

Alojamientos: Es de esperar que los misionerosmantengan limpios y bien ordenados sus aparta-mentos. El lugar en que residen debe reflejar ladignidad de su llamamiento.

Vacunación: Una vez que un misionero sea desig-nado a una determinada misión, el DepartamentoMisional suministrará información adicional sobrelas vacunas. Sin embargo, hay vacunas comunesque todo futuro misionero tendría que tener.Consulte a un doctor en cuanto a las vacunas reco-mendadas.

Tratamiento de enfermedades y heridas: Losmisioneros deben tener buena salud al entrar al

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A P R E P A R A C I Ó N F Í S I C A Y E M O C I O N A L

91

Todos los hombres y lasmujeres jóvenes deberí-an participar en ejerci-cios físicos regulares.

Page 99: 130 Preparacion Misional Alumno

campo misional. Antes de entrar en el campomisional, los futuros misioneros que tengan pro-blemas físicos o emocionales tienen que obtener elconsejo y el tratamiento de personas competentesa fin de facilitar su recuperación.

Como parte de la solicitud que debe llenarse paraservir en una misión, los futuros misioneros tienenque informar detalladamente acerca de su salud.El interrumpir o terminar prematuramente unamisión debido a problemas de salud sin resolver,suele afectar seriamente al misionero y a su familia.La información detallada y completa sobre la salud,tal como se requiere en el formulario del misionerosolicitante, es esencial y debe ponerse a disposiciónde las Autoridades Generales que hagan la asigna-ción misional.

Prepararse emocionalmente: Junto con la prepara-ción física, es necesario estar preparado mental yemocionalmente para ser un misionero feliz y efi-ciente. Saber cómo encarar los cambios y desafíosde una manera positiva, en tanto que se concentraen el propósito de la misión, es una parte muyimportante de la preparación del futuro misionero.

Las personas con buenas cualidades emocionalesfrecuentemente poseen varias de las siguientesfacultades:

1. Se sienten satisfechas consigo mismas.

• Mantienen bajo control sus emociones (temor,enojo, celos, culpa, preocupación, amor).

• Pueden encarar debidamente las típicas decep-ciones de la vida.

• Tienen una buena actitud y capacidad paramanejar muchas situaciones.

• Atienden debidamente sus propios problemas.

• Se respetan a sí mismos y respetan también aotras personas.

2. Tienen buenos sentimientos hacia los demás.

• Saben considerar los intereses de las demáspersonas.

• Tienen muchas amistades.

• Saben aceptar y son bien recibidos por la gente.

• Respetan las diferencias que notan en otraspersonas.

• Pueden ser audaces pero no autoritarios.

• Pueden sentir que forman parte de un grupo.

• Tienen sentido de responsabilidad hacia losdemás.

3. Saben enfrentar las demandas de la vida.

• Responden a los problemas que se les pre-sentan.

• Aceptan sus responsabilidades.

• Cuando es necesario, se adaptan a su medioambiente.

• Hacen planes con anticipación y no temenal futuro.

• Reciben bien toda nueva experiencia.

• Saben emplear sus talentos naturales.

• Establecen metas realistas para sí mismos.

• Son capaces de pensar y tomar sus propiasdecisiones.

• Ponen su mejor esfuerzo en lo que hacen yhallan satisfacción al hacerlo.

� Los hombres y las mujeres jóvenes pueden parti-cipar en diversas actividades a fin de enriquecer supreparación emocional para el servicio misional.Actividades de gran valor incluyen:

• Aprender a controlar sus emociones al tratar deresolver los problemas y las cuestiones acerca dela relación con otras personas.

• Hablar con sus padres, con el obispo o presiden-te de rama, o un consejero profesional, cuandosea necesario, para resolver asuntos personalesy los problemas de relación con otras personas.

• Participar activamente en la Iglesia tomandoparte en lecciones misionales, ofreciendo oracio-nes, dando discursos y dirigiendo reunionescuando sea requerido para ganar así confianzapara hablar frente a otras personas.

• Hacer lo mejor que sea posible en relación conlos estudios, asistir a los centros educativos conregularidad, completar a tiempo las tareas escola-res, obtener calificaciones satisfactorias y cum-plir las normas escolares.

• Practicar pasatiempos favoritos.

• Pasar algún tiempo fuera del hogar a fin de quela separación de la familia durante su misión nosea tan dramática.

• Cultivar amistades y acostumbrarse a sentirsebien en grupo entre varias personas.

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A P R E P A R A C I Ó N F Í S I C A Y E M O C I O N A L

92

Page 100: 130 Preparacion Misional Alumno

• Aprender a trabajar.

• Aprender a administrar el dinero pagando eldiezmo y otras cuentas, y ahorrar dinero para lamisión.

• Ofrecerse voluntariamente para trabajar con losmisioneros de tiempo completo.

• El entender que una misión tiene muchos de losmismos desafíos que debemos enfrentar en nues-tra vida cotidiana, le ayudará en su preparaciónemocional. El presidente Boyd K. Packer,Presidente en Funciones del Quórum de losDoce Apóstoles, habló acerca de las frecuentestribulaciones de la vida:

“Se tuvo la intención de que la vida fuese un desa-fío. Sufrir algo de preocupación, de depresión, dedesánimo, e incluso algo de fracaso es normal.

“Enseñen a nuestros miembros que si de vez encuando pasan un día muy amargo, ovarios días muy amargos, deben serfirmes y enfrentarlos, porque todo seresolverá.

“Hay un gran propósito en nuestralucha en la vida” (véase, “Vivir felices para siemprejamás”, Liahona, julio de 2000, pág. 14).

� El presidente Gordon B. Hinckley compartió unaexperiencia que tuvo al principio de su misión, laque influyó en sus labores por el resto de sumisión:

“A mi arribo al lugar yo no me sentía bien. Debidoa mi estado de salud y a la oposición que se hacíasentir, me sentí desanimado durante esas primerassemanas, a tal punto que le escribí una carta a mibuen padre para decirle que creía que yo estabaperdiendo el tiempo y desperdiciando su dinero. Élno sólo era mi padre, sino también mi presidentede estaca, y asimismo un hombre sabio e inspira-do. Respondió a mi misiva con una carta muybreve, en la que decía: ‘Querido Gordon: Recibí tuúltima carta, respecto de la cual tengo sólo unasugerencia: Olvídate de ti mismo y entrégate a laobra’. Horas antes, esa misma mañana, durantenuestra clase de estudio de las Escrituras, mi com-pañero y yo habíamos leído estas palabras delSeñor: ‘Porque todo el que quiera salvar su vida, laperderá; y todo el que pierda su vida por causa demí y del evangelio, la salvará’ (Marcos 8:35).

“Aquellas palabras del Maestro, seguidas por elconsejo de mi padre, llegaron a lo más recónditode mi alma. Con la carta de mi padre en la mano,entré al dormitorio de la casa en la que vivíamos,me arrodillé e hice una promesa al Señor. Hice con-venio con Él de que me esforzaría por olvidarme demí mismo y me perdería en Su servicio.

“Ese dichoso día de julio de 1933 fue mi día dedecisión. Mi vida se vio inundada de una nueva luzy mi corazón de un júbilo antes desconocido paramí. Mi experiencia misional fue altamente satisfac-toria y preciosa, y por ello guardo una eterna grati-tud” (véase, “Mensaje de la Primera Presidencia:Proclamación al mundo”, Liahona, noviembre de1987, pág. 6).

� Un desafío común que enfrentan muchos misio-neros es la añoranza de sus hogares. El presidenteEzra Taft Benson ofreció una solución para ese pro-

blema: “¡Con frecuencia he dicho queuno de los grandes secretos de la obramisional es el trabajo! Si un misione-ro trabaja con dedicación, recibirá elEspíritu, y si recibe el Espíritu, ense-ñará por medio de Él, conmoverá el

corazón de la gente y será muy feliz. No tendránostalgias y no se preocupará por su familia, por-que todo su tiempo, sus talentos y sus interesesestarán centrados en la obra del ministerio.Trabajo, trabajo, trabajo; no hay substitución satis-factoria alguna, especialmente en la obra misional”(The Teachings of Ezra Taft Benson, 1988, pág. 200).

� En otra ocasión, el presidente Benson enseñó: “Siquieren ustedes mantener el Espíritu, apreciar sullamamiento misional y no sentir añoranza por suhogar, tienen que trabajar. Pero recuerden las pala-bras del presidente Thomas S. Monson: ‘El trabajosin visión, es monotonía. Visión sin trabajo essoñar. El trabajo asociado con visión es destino’.No hay mayor regocijo o satisfacción que el saber,después de un día difícil de labor misional, queustedes han hecho lo mejor que estuvo a su alcan-ce” (Teachings of Ezra Taft Benson, págs. 200–201).

� El presidente Gordon B. Hinckley citó a un perio-dista para ayudar a ilustrar nuestra necesidad deconservar una perspectiva apropiada y positiva enépocas de tribulación. Su consejo es oportuno paraaquellos que están preparándose para los rigorescotidianos de una misión de tiempo completo.

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A P R E P A R A C I Ó N F Í S I C A Y E M O C I O N A L

93

“Olvídate de ti mismo yentrégate a la obra”.

Page 101: 130 Preparacion Misional Alumno

“He disfrutado de estas palabras de Jenkins LloydJones, las cuales recorté del periódico hace algunosaños. Decía:

“ ‘Cualquiera que crea que esa dicha absoluta... esnormal va a perder muchísimo tiempo dando vuel-tas y gritando que le han robado.

“ ‘La realidad es que no todos los tiros al aro seencestan. La carne de ternera suele ser dura. Lamayoría de los niños crecen para ser personascomunes y corrientes. La mayoría de los matrimo-nios con éxito requieren un elevado índice de tole-rancia mutua. La mayoría de los trabajos son, amenudo, más pesados que otra cosa...

“ ‘La vida es como viajar en un tren antiguo: hayretrasos, desvíos, humo, polvo, ceniza, sacudidas,interrumpido todo ello de vez en cuando por hermo-sos paisajes y emocionantes estampidos de velocidad.

“ ‘El truco está en darle las gracias al Señor pordejarte dar un paseo en ese tren’ (Deseret News, 12de junio de 1973)” (Teachings of Gordon B. Hinckley,1997, pág. 254).

� Si una persona está sufriendo o ha sufrido unaenfermedad emocional (tal como depresión, ansie-dad, comportamiento obsesivo compulsivo),entonces el prepararse para una misión podríaincluir la necesidad de un tratamiento profesionaly quizás medicamentos. El élder Richard G. Scott,del Quórum de los Doce Apóstoles, ha aconsejado:“La obra misional es extremadamenteexigente. Si tienes problemas emocio-nales y se pudieran estabilizar con elfin de afrontar las exigencias de unamisión de tiempo completo, puedesser llamado. Es fundamental que sigascon tus medicamentos durante lamisión o hasta que una autoridadmédica competente te aconseje otracosa. Reconoce que los problemas emocionales yfísicos son similares. Es necesario hacer todo loposible para mejorar la situación, y después apren-der a vivir dentro de sus límites. Dios utiliza losproblemas para que progresemos al conquistarlos”(véase, “Lograr tu máximo potencial”, Liahona,noviembre de 2003, pág. 43).

El pedir consejo a su obispo y a su presidente deestaca con anticipación en cuanto a tales preocupa-ciones es esencial para su preparación misional.

Existen alternativas honorables de serviciomisional de tiempo completo para aquellaspersonas que hayan sido exentas por loslíderes del sacerdocio debido a su condiciónfísica o emocional.

� A medida que los futuros misioneros trabajencon sus líderes del sacerdocio, quizás se determineque algunos de ellos no tienen la salud adecuadapara servir en una misión de tiempo completo.Hay otras buenas oportunidades de servicio quecontribuirán a la obra del Señor.

� El obispo Richard C. Edgley, del ObispadoPresidente, explicó que algunos miembros estánexentos del servicio misional de tiempo completo:“Están... aquellos jóvenes y señoritas dignos que

guardan en su corazón un gran deseode salir en una misión, pero que,debido a problemas físicos, de salud,o a otras circunstancias que les impi-dan hacerlo, se les ha eximido hono-rablemente” (véase, “Nos interesamostanto por ustedes, que les enviamossólo lo mejor”, Liahona, enero de1997, pág. 69).

� El presidente Gordon B. Hinckleyhabló acerca de aquellos que tienen limitacionesque restringen su servicio: “Existen otras áreas enlas que puedan trabajar aquellos con limitacionesserias y tener experiencias satisfactorias; y el Señorles bendecirá por lo que sean capaces de hacer”(Primera Reunión Mundial de Capacitación de Líderes,enero de 2003, pág. 20).

� El élder Richard G. Scott habló sobre ciertasalternativas para personas que han sido honora-blemente eximidas por el Presidente de la Iglesiaen cuanto a servir en una misión de tiempo

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A P R E P A R A C I Ó N F Í S I C A Y E M O C I O N A L

94

“Hay otras áreas endonde los que tienenserias dificultades

podrían laborar y teneruna experiencia satis-

factoria”.

Page 102: 130 Preparacion Misional Alumno

completo: “Si debido a tu situación física o emo-cional el Presidente de la Iglesia te dispensa delservicio misional de tiempo completo (véase‘Declaración en cuanto a la Obra Misional’ quese adjuntó a la carta de la Primera Presidenciafechada el 11 de diciembre de 2002), existen parati otras formas de prestar servicio significativoque esté de acuerdo con tu condición. Tu obispoo presidente de estaca te puede ayudar a encon-trarlas en el lugar donde vives. Podría ser en uncentro de historia familiar de la Iglesia, en eltemplo, en un proyecto de bienestar, en un cen-tro de empleos, en un hospital local, en un cen-tro de cuidados, en un refugio u otro sitio. Haymuchos lugares donde se necesita ayuda; puedesvivir en tu casa y contribuir de gran manera. Esellamamiento puede durar algunos meses o sermás largo. Tu presidente de estaca te dirá dóndey por cuánto tiempo debes servir; entonces, élexpedirá un llamamiento formal. Dondequieraque seas llamado, estudia el mensaje de laRestauración con los materiales que los misione-ros de tiempo completo te puedan proporcionary después busca oportunidades para compartirese mensaje. Al hacerlo concienzudamente, serásguiado a personas que recibirán la inspiración dequerer aprender más” (véase, “Lograr tu máximopotencial”, Liahona, noviembre de 2003, pág. 43).

PUNTOS PARA MEDITAR

• ¿Es su salud física la indicada para el serviciomisional? ¿Cómo puede mantenerla o mejorarla?

• ¿Es su salud mental y emocional adecuada parael servicio misional?

• ¿Qué puede hacer usted para mejorar su prepara-ción mental y emocional?

• ¿Tiene usted alguna preocupación que deberíaevaluar con su obispo y presidente de estaca?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Planee el menú de una semana y compre losingredientes necesarios para preparar esas comi-das; sirva algunas comidas sanas a miembros desu familia o a sus compañeros de cuarto.

• Dé una lección de Noche de Hogar acerca debuenas prácticas de higiene personal o de ejerci-cios diarios.

• Haga ejercicios por lo menos una hora cada díapor una semana (no incluya el día de reposo). Porejemplo, quizás le gustaría caminar con brío poruna hora (sería bueno que incluyera el subir ybajar escaleras o colinas) cada día, o ir en bicicletaa donde tenga que ir en vez de usar el automóvil.

LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio

• “Felicidad” (págs. 92–93)

• “Esperanza” (págs. 79–80)

• “Palabra de Sabiduría” (págs. 135–137)

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A P R E P A R A C I Ó N F Í S I C A Y E M O C I O N A L

95

Page 103: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A P R E P A R A C I Ó N F Í S I C A Y E M O C I O N A L

96

Page 104: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L A P R E P A R A C I Ó N F Í S I C A Y E M O C I O N A L

97

Page 105: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

Hablando acerca de los misioneros, el Señor decla-ró: “Se les ha enviado a predicar mi evangelio...;por tanto, les doy este mandamiento: No desperdi-ciarás tu tiempo” (D. y C. 60:13). Cuando trabajanjuntos en armonía, los misioneros concentran suslabores estableciendo, con oración, objetivos signi-ficativos y planeando con cuidado cómo emplearel tiempo misional asignado para promover el cre-cimiento del reino de Dios.

El objetivo de un misionero es encontrar personasy enseñarles el Evangelio restaurado, guiarlas paraque tengan fe en Cristo, para arrepentirse de suspecados, para ser bautizadas y recibir el don delEspíritu Santo. Para que un misionero tenga éxitoen su labor, es muy importante saber cómo acercar-se a un posible investigador de una manera positi-va y amistosa, y ser guiado por el Espíritu. Aúnmás, los miembros de la Iglesia son una fuenteinvalorable de recursos para encontrar investigado-res que en el debido tiempo aceptarán el Evangeliorestaurado. Un misionero competente y bien orga-nizado es más eficaz en encontrar, enseñar y bauti-zar a aquellos que el Señor hapreparado para que reciban las bendi-ciones del Evangelio restaurado.

DOCTRINAS Y PRINCIPIOSPARA COMPRENDER

• El encontrar personas para enseñarles es una res-ponsabilidad de los misioneros y de los miem-bros de la Iglesia.

• El planeamiento eficaz, el establecer objetivos yel administrar bien el tiempo ayudan a concen-trar los esfuerzos de los misioneros y aumentanel éxito.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

El encontrar personas para enseñar es unaresponsabilidad de los misioneros y de losmiembros de la Iglesia.

� Como representante del Salvador, usted encon-trará “a quienes os reciban” (D. y C. 42:8). ElSeñor dijo:

“Alzad vuestra voz a este pueblo; expresad lospensamientos que pondré en vuestro corazón, yno seréis confundidos delante de los hombres;

“Porque os será dado en la hora, sí, en el momentopreciso, lo que habéis de decir” (D. y C. 100:5–6).

Los misioneros no son los únicos que tienen eldeber de encontrar personas a quienes enseñar.También trabajan con los miembros de la Iglesia

para encontrar investigadores. El pre-sidente Gordon B. Hinckley enseñó:“La manera de traer gente nueva a laIglesia no es responsabilidad exclusivade los misioneros. El éxito de los

misioneros es mayor cuando los miembros se con-vierten en la fuente de recursos donde se encuen-tran nuevos investigadores” (“Apacienta misovejas”, Liahona, julio de 1999, págs. 119–120). Susesfuerzos para encontrar gente a la cual enseñar se

EL UTILIZAR EL TIEMPO CON SABIDURÍA PARA TRAER ALMAS A CRISTO

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O98

Capítulo 12

“No desperdiciarástu tiempo”.

Page 106: 130 Preparacion Misional Alumno

multiplicarán a medida que procure la ayuda delos miembros de la Iglesia, sirva a otros, hable concada persona que encuentre y emplee otras fuentesde ayuda.

� Los miembros son importantes para encontrarinvestigadores que con el tiempo sean bautizados yse conserven activos y fieles. El élder L. Tom Perry,del Quórum de los Doce Apóstoles, dijo: “No hacemucho, hicimos un estudio en cuanto a conversosbautizados y determinamos que sólo el 10 porciento de los investigadores a quienes estabanenseñando los misioneros habían sido halladosgracias a referencias de miembros. Pero el 60 porciento de los que fueron bautizados provenían detales referencias” (The Role of Members, discursopronunciado en un seminario para nuevos presi-dentes de misión, 24 de junio de 2003, pág. 3).

� El élder Dallin H. Oaks, del Quórumde los Doce Apóstoles, también recal-có la importante función de los miem-bros relacionada con el compartir elEvangelio: “Es diez veces más probableque se bautice un investigador que haconocido a los misioneros por mediode miembros de la Iglesia, que unoque los misioneros hayan encontradomediante sus propios esfuerzos. ¿Capta, este núme-ro su atención en cuanto a la importancia que tienela participación de los miembros en encontrar per-sonas a quienes los misioneros puedan enseñar?”(“The Role of Members in Conversion”, Ensign,marzo de 2003, pág. 54).

� El presidente Gordon B. Hinckley describió losbeneficios de utilizar a los miembros de la Iglesiapara encontrar y apoyar investigadores:

“Doquiera que haya un miembro que presente aun investigador, de inmediato se pone en juego unsistema de apoyo. El miembro da su testimonio encuanto a la veracidad de la obra; anhela contribuira la felicidad de su amigo investigador y se regocijaa medida que éste avanza en su conocimiento delEvangelio.

“Los misioneros de tiempo completo puedenencargarse de enseñarle, pero el miembro, siempreque sea posible, respalda la enseñanza al ofrecer suhogar para que este servicio misional se lleve acabo. Dará un sincero testimonio de la divinidadde esta obra. Estará presente para contestar pregun-tas en ausencia de los misioneros y ofrecerá suamistad al converso mientras se produce en ésteuna transformación grande y con frecuencia difí-cil” (véase, “Apacienta mis ovejas”, Liahona, juliode 1999, pág. 119).

� El élder Richard G. Scott, del Quórum de losDoce Apóstoles, ofreció un resumen de cómo losmiembros de la Iglesia pueden cooperar trayendo

personas a Cristo: “Para tomar parteen el proceso de la conversión, losmiembros pueden buscar investigado-res, estar presentes como amigosdurante el proceso de la conversión ocompartir su testimonio en momen-tos de suma importancia. Despuésdel bautismo, los conversos necesitanfortaleza para pasar del mundo en el

que han estado a un nuevo entorno. Tal vez seaahí donde los miembros puedan servir más fácil-mente en la obra misional. A los miembros queentienden las necesidades y que solicitan la guíadel Señor no les cuesta saber cuál es la forma desatisfacerlas, bien sea invitando a los nuevos miem-bros a su hogar, sentándose a su lado en la reuniónsacramental o ayudándoles a entender mejor quié-nes somos y cómo vivimos” (véase, “Enseñar conel corazón”, Liahona, junio de 2004, pág. 13).

� Siga el ejemplo de Jesucristo, que “anduvo hacien-do bienes” (Hechos 10:38). Busque oportunidadespara servir. Este servicio puede planearse o ser espon-táneo. El servir a otros conducirá frecuentemente aoportunidades para enseñar el Evangelio restaurado.De cualquier manera en que sirva, debe hacerlo

• Doctrina y Convenios 123:12–13

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L U T I L I Z A R E L T I E M P O C O N S A B I D U R Í A P A R A T R A E R A L M A S A C R I S T O

99

Los miembros sonimportantes para

encontrar investigadoresque con el tiempo seanbautizados y se conser-

ven activos y fieles.

Page 107: 130 Preparacion Misional Alumno

porque ama a todos los hijos del Señor y sincera-mente desea enseñarles el Evangelio restaurado.

El Señor lo ayudará a encontrar personas a quienesenseñar. Hallará usted personas a su paso que hansido preparadas para recibir el mensaje de laRestauración. Sus buenas acciones y palabras leayudarán a traer a las personas a Cristo. Ore y bus-que oportunidades para servir, ayudar y alentar aotros. Mientras esté sirviendo, hable con todos losque encuentre y anímeles a aprendermás acerca del Evangelio restaurado.

� El élder Earl C. Tingey, de laPresidencia de los Setenta, ofreció lasiguiente sugerencia a los misionerosde tiempo completo:

“Abran la boca. El Señor nos dice: ‘Yen todo tiempo abrirás tu boca paradeclarar mi evangelio con el son deregocijo’ (D. y C. 28:16).

“Hablen con todo el mundo: con comerciantes,con pasajeros de autobús, con gente que ande porla calle y con todo aquel con quien se encuentren”(véase, “El servicio misional”, Liahona, julio de1998, pág. 43).

� Su testimonioayudará en susesfuerzos paraencontrar personascon quienes podrácompartir elmensaje de laRestauración.Cuando busque

personas para enseñar, testifique frecuentementede Jesucristo y Su Evangelio restaurado. El élderJeffrey R. Holland, del Quórum de los DoceApóstoles, afirmó: “El declarar la verdad hará eco,traerá un recuerdo al subconsciente del investiga-dor de que ha escuchado esa verdad antes; y, porsupuesto, sabemos que así es. El testimonio delmisionero evoca un gran legado de testimonio quese remonta a los concilios de los cielos antes de lacreación del mundo. Allí, en otro lugar, estas mis-mas personas escucharon el bosquejo de ese mismoplan y oyeron en cuanto al papel que Jesucristotendría en su salvación” (véase, “La Obra Misionaly la Expiación”, Liahona, octubre de 2001, pág. 29).

� Ore para ver y reconocer oportunidades para ser-vir y enseñar. Visite a tantas personas como puedadiariamente. Emplee todo medio honorable de que

disponga para encontrar personas que estén dis-puestas a escuchar su mensaje. Ore a fin de recibirayuda para ser firme cuando hable con aquellosque encuentre. Cultive la habilidad para conversarcon otros de una manera amigable, nunca agresiva.

� En muchas situaciones, al encontrar personasusted tendrá que poder presentar un mensaje enpoco tiempo. El élder Richard G. Scott comentóacerca de esta habilidad: “Contamos con misione-

ros para los que el mensaje delEvangelio forma parte tan integral desu ser que son capaces de ofrecer unareseña doctrinal, en minuto y medioo en cinco minutos, estando en unaparada de autobús. Están muchomejor preparados para tratar con laspersonas en cualquier nivel en el quese hallen y darles a conocer el magní-

fico mensaje de la Restauración” (véase, “Enseñarcon el corazón”, Liahona, junio de 2004, pág. 13).

� Las personas que están experimentando cambiossignificativos en su vida—tales como nacimientos,muertes o mudanzas a una nueva casa—suelen estarpreparadas para aprender en cuanto al Evangeliorestaurado y hacer nuevas amistades. Por ejemplo,los misioneros que se ponen en contacto con unapersona que recientemente ha sufrido el falleci-miento de un ser amado, podrían compartir conella el mensaje de que podrán volver a reunirse des-pués de esta vida terrenal.

� El interés mundial concerniente a la historiafamiliar puede también contribuir a encontrar per-sonas a quienes enseñar. Esté al tanto de cuáles sonlas fuentes de recurso acerca de historia familiarque estén disponibles en la zona donde está traba-jando. Pónganse en contacto con miembros de laIglesia que tengan conocimientos sobre historia

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L U T I L I Z A R E L T I E M P O C O N S A B I D U R Í A P A R A T R A E R A L M A S A C R I S T O

100

“El testimoniodel misionero evocaun gran legado detestimonio que se

remonta a los conciliosde los cielos”.

© 2

005

Rob

ert C

asey

. Pro

hibi

da s

u re

prod

ucci

ón.

Page 108: 130 Preparacion Misional Alumno

familiar e invíteles a que le ayuden a presentarlelos recursos existentes a las personas no miembrosde la Iglesia.

� Hay muchos otros respetables procedimientospara encontrar investigadores en potencia. La capa-citación misional sugerirá varios métodos. La ora-ción y la meditación también inspirarán otras ideassobre cómo encontrar gente para enseñar e invitar-les a venir a Cristo y aceptar los principios y lasordenanzas del Evangelio restaurado.

El planeamiento eficaz, el establecerobjetivos y el administrar bien el tiempoayudan a concentrar los esfuerzos de losmisioneros y a aumentar el éxito.

� Los misioneros que, con oración, establecen unorden de prioridad para sus actividades puedenlograr muy buenos resultados. El presidente demisión le proporcionará un programa general apro-piado para la cultura del lugar, incluso a qué horadeben levantarse por la mañana, el horario de estu-dio, los días de preparación, las horas de proselitis-mo y cuándo retirarse por la noche. Los misionerostendrán la responsabilidad de planear sus activida-des diarias de acuerdo con las normas de la misióna fin de llevar a cabo la obra del Señor. El sabercómo programar las actividades misionales másimportantes en los momentos más productivoscontribuirá al éxito de la misión. El establecimien-to de objetivos les ayudará a enfocar las actividadesmisionales más provechosas.

� El élder Dallin H. Oaks especificó cuál debe sernuestra prioridad al explicar:

“Nuestras prioridades determinan lo que buscamosen la vida...

“Jesús enseñó en cuanto a nuestras prioridadescuando dijo: ‘Por tanto, no busquéis las cosas deeste mundo, mas buscad primeramente edificar elreino de Dios, y establecer su justicia, y todas estascosas os serán añadidas’ (TJS, Mateo 6:38).

“ ‘Buscad primeramente edificar el reino de Dios’significa dar prioridad absoluta a Dios y a Su obra.La obra de Dios es llevar a cabo la vida eterna de Sushijos (véase Moisés 1:39), y todo lo que esto conllevaen el nacimiento, la crianza, la enseñanza y el sella-miento de los hijos de nuestro Padre Celestial. Todolo demás está más abajo en el orden de las priorida-des... Como alguien dijo: Si no hemos escogido pri-meramente el reino de Dios, al final no importa loque hayamos escogido en su lugar...

“Aquello a lo que damos prioridad es más visibleen la forma en que empleamos nuestro tiempo...En lo que respecta al tiempo, sólo tenemos unaoportunidad de escoger y luego se va para siempre”(véase, “Enfoque y prioridades”, Liahona, julio de2001, pág. 101).

� A medida que los misioneros evalúan sus agen-das y actividades, deberían preguntarse, “¿Cuáneficaz es la obra misional que estamos llevando acabo?” El élder Oaks explicó:

“Ninguno de nosotros debe ser como el pescadorque cree haber estado pescando todo el día cuandoen realidad ha pasado casi todo el tiempo yendo alagua y saliendo de ella, comiendo su almuerzo ypreocupándose por su equipo. El éxito en pescardepende de cuánto tiempo uno mantiene la cañaen el agua y no cuánto hace que salió de su casa.Algunos pescadores están fuera de su hogar duran-te doce horas y mantienen su caña de pescar en elagua por diez horas. Otros pescadores están ausen-tes de su casa por doce horas y mantienen la líneapor sólo dos horas. Estos últimos suelen preguntar-se cómo es que no tienen el mismo éxito que losanteriores.

“El mismo principio se aplica a los misioneros, aquienes el Maestro llamó ‘pescadores de hombres’.Los misioneros deberían echar al río su caña depescar en el preciso momento en que salen de suapartamento” (Introducción, discurso pronunciadoen un seminario para nuevos presidentes demisión, 20 de junio de 2000, pág. 6).

� Los esfuerzos que conducen a la gente hacia lafe en Jesucristo y en Su Expiación, el arrepenti-miento, el bautismo, el don del Espíritu Santo yla perseverancia final, darán cumplimiento al lla-mamiento que usted haya recibido del Señor. Loslíderes de la Iglesia han determinado algunasindicaciones esenciales para ayudar a que las per-sonas experimenten una verdadera conversión.

• Doctrina y Convenios 109:8

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L U T I L I Z A R E L T I E M P O C O N S A B I D U R Í A P A R A T R A E R A L M A S A C R I S T O

101

Page 109: 130 Preparacion Misional Alumno

Usted anotará e informará con regularidad al pre-sidente de misión su progreso en cuanto a lossiguientes indicadores:

• Referencias que se recibieron y se contactaron.

• Nuevos investigadores.

• Lecciones que se enseñaron a los investigadoresen presencia de un miembro.

• Otras lecciones que se enseñaron.

• Investigadores en pleno progreso (aquellos aquienes se les ha enseñado dos o más veces yque están cumpliendo sus compromisos encuanto a leer, orar, etc.).

• Investigadores que han asistido a la reuniónsacramental.

• Investigadores con fecha bautismal.

• Investigadores ya bautizados y confirmados.

• Lecciones que se enseñaron a conversos recien-tes y a miembros menos activos de la Iglesia.

� El élder M. Russell Ballard, del Quórum de losDoce Apóstoles, enseñó acerca de la importanciade planear cada día y establecer objetivos con elcompañero: “Los misioneros no pueden hacer estaobra con decir simplemente, ‘Bueno, ¿qué vamos ahacer?’ Tienen que establecer propósitos. Al estu-diar como compañeros, ambos misioneros estable-cen sus objetivos. Comprenden que si tienenbuenos objetivos, tendrán un mayor éxito paraencontrar, enseñar, alentar a los investigadorespara que progresen y bautizarles de modo que seanconfirmados y reciban el don del Espíritu Santo”(Planeamiento, discurso pronunciado en un semina-rio para nuevos presidentes de misión, 25 de juniode 2003, pág. 2).

� El élder Neal A. Maxwell, que fue miembro delQuórum de los Doce Apóstoles, recomendó quevayamos más allá de lo que pensamos poder realizar,a medida que establecemos y logramos objetivos:

“Nuestros objetivos deben extenderse poco a poco.Con frecuencia, cuando creemos haber encontradouna muralla, es en realidad una barrera psicológicao experimental que nosotros mismos hemos levan-tado. Nosotros la construimos y nosotros podemosderribarla...

“... No tenemos que suponer que lograremos unprogreso personal sin molestias o ninguna clase

de ‘mejoras’ “ (Deposition of a Disciple, 1976, págs.33–34).

� “Las metas reflejan los deseos de nuestro corazóny nuestra visión de lo que podemos lograr. A travésde las metas y los planes, nuestras esperanzas setransforman en acción. El fijar metas y el hacerplanes son actos de fe. Con espíritu de oración,establezca metas que estén en armonía con el man-damiento del Señor: ‘…haced discípulos a todas lasnaciones, bautizándolos en el nombre del Padre, ydel Hijo, y del Espíritu Santo’ (Mateo 28:19).

“... Haga todo lo que esté dentro de sus posibili-dades por lograr sus metas, al mismo tiempo querespeta el albedrío de los demás. La medida fun-damental del éxito no reside solamente en lograrmetas, sino en el servicio que se presta y en elprogreso de los demás. Las metas son los mediosque le permiten a usted hacer mucho bien entrelos hijos de nuestro Padre Celestial, y no se debenutilizar para recibir reconocimiento.

“Las metas que se consideren con detenimiento lebrindarán una clara dirección y le ayudarán a ocu-par sus días con actividades que contribuyan a for-talecer la fe de la gente en el Salvador y les ayudena progresar hacia el bautismo, la confirmación y laplena actividad en la Iglesia. Las metas que supo-nen un desafío servirán para que trabaje con efica-cia y le lleven a poner un esfuerzo adicional y aprogresar” (Predicad Mi Evangelio, 2004, 156).

� El presidente Thomas S. Monson, consejero de laPrimera Presidencia, citó un importante principio alenseñar acerca de la importancia de informar elprogreso cuando se logran metas: “Cuando el rendi-miento se calcula, el rendimiento mejora. Cuandoel rendimiento se calcula y se informa, el ritmo delrendimiento se acelera” (Conference Report, octubrede 1970, pág. 107).

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L U T I L I Z A R E L T I E M P O C O N S A B I D U R Í A P A R A T R A E R A L M A S A C R I S T O

102

Page 110: 130 Preparacion Misional Alumno

PUNTOS PARA MEDITAR

• ¿Qué medidas puede tomar a fin de prepararsemejor para servir al Señor en el campo misional?

• ¿A quién conoce usted que esté dispuesto a reci-bir a los misioneros?

• ¿De qué maneras podría usted hermanar a otraspersonas a fin de prepararlas para que los misio-neros les enseñen?

• ¿En qué formas podría usted hermanar a unnuevo converso o a un miembro que es menosactivo en la Iglesia?

• ¿Qué relación hay entre Doctrina y Convenios88:119 y Doctrina y Convenios 109:8, los tem-plos y los misioneros?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Si no lo está haciendo en este momento,comience a usar un planificador de actividadespara organizar y poner en orden de prioridad susactividades diarias.

• Establezca y dé prioridad a metas realistas que leayuden a progresar en su preparación para serviren una misión.

• Escriba cuatro diferentes procedimientos paracompartir un mensaje del Evangelio restauradocon alguien que no sea miembro de la Iglesia.Practique verbalmente cada procedimiento, pri-mero usando notas y luego sin ellas.

• Durante la próxima semana, dé una tarjeta deobsequio a alguien que no sea miembro de laIglesia.

LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio

• “Amor” (pág. 17)

• “Obra misional” (págs. 127–129)

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L U T I L I Z A R E L T I E M P O C O N S A B I D U R Í A P A R A T R A E R A L M A S A C R I S T O

103

Page 111: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L U T I L I Z A R E L T I E M P O C O N S A B I D U R Í A P A R A T R A E R A L M A S A C R I S T O

104

Page 112: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ÚltimosDías posee la autoridad del sacerdocio de Dios paraadministrar ordenanzas que sellan en la tierra y enlos cielos. Por medio de esas ordenanzas, hacemosconvenios con el Señor que nos pueden llevar a lasalvación y a la exaltación. Estos convenios y orde-nanzas, cuando se aceptan con fidelidad, nos permi-ten quedar limpios de nuestros pecados mediantela Expiación de Jesucristo y pasar a ser miembros dela Iglesia del Señor en la tierra. Al hacer y guardarnuestros convenios, nos protegemos de la iniquidaddel mundo y recibimos bendiciones reservadas paraquienes escogen seguir al Señor.

Los misioneros tienen el encargo del Señor de pre-parar investigadores para el bautismo y para recibirel don del Espíritu Santo. Los misioneros tambiéndeben entender que el bautismo y la confirmaciónde sus investigadores no es la meta final. Los miem-bros recién bautizados deben comenzar a prepararsepara recibir las ordenanzas del templo.

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

• Cuando los investigadores vienen a Cristo y sepreparan para ser miembros de la Iglesia, tienenque entender los convenios relacionados con lasordenanzas salvadoras y estar dispuestos a acep-tar y a cumplir con esas sagradas obligaciones.

• Los misioneros ayudan a aquellos que se con-vierten para que se preparen para el bautismo, laconfirmación y su condición de miembros en laIglesia del Señor.

• Los convenios y las ordenanzas necesarios parala exaltación se reciben en la Casa del Señor.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

Cuando los investigadores vienen a Cristoy se preparan para ser miembros de laIglesia, tienen que entender los conveniosrelacionados con las ordenanzas salvadorasy estar dispuestos a aceptar y a cumplircon esas sagradas obligaciones.

� Uno de los momentos determinantes en la ense-ñanza es cuando usted, el misionero, invita a uninvestigador para que se bautice. A medida que esapersona pasa a ser de investigador a converso, él oella debe entender la naturaleza sagrada de hacerconvenios con el Señor, como así también reconocersu responsabilidad personal al aceptar y cumplircon dichos convenios. Las bendiciones del Evangeliono pueden recibirse por completo sin hacer losconvenios y recibir las ordenanzas salvadoras delEvangelio restaurado de Jesucristo. Los conversoshacen los primeros convenios cuando reciben lasordenanzas del bautismo por agua y por el Espíritu.Éstos y otros convenios traen bendiciones y abrenlas puertas a la salvación en el reino de Dios.

EL PREPARAR INVESTIGADORES PARA EL BAUTISMO Y LA CONFIRMACIÓN

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O 105

Capítulo 13

Page 113: 130 Preparacion Misional Alumno

� “Un convenio es un acuerdo entre Dios y elhombre, aunque las dos partes no se encuentranal mismo nivel. Dios fija las condiciones del conve-nio o pacto, y el hombre acuerda hacer lo que Élpida. A cambio, Dios promete ciertas bendicionesbasadas en esa obediencia.

“Los principios y las ordenanzas se reciben median-te convenios. Los miembros de la Iglesia que hacenestos convenios prometen honrarlos. Por ejemplo,en el bautismo los miembros hacen convenios conel Señor y al participar de la Santa Cena los renue-van. En el templo se hacen convenios adicionales.El pueblo del Señor es el pueblo del convenio yrecibe grandes bendiciones al guardar sus convenioscon el Señor” (Guía para el Estudio de las Escrituras,“Convenio, Pacto”, pág. 38).

Dios siempre cumple con Sus conve-nios. Un convenio puede llegar a serinvalidado si el hombre o la mujerdesobedece y deja de cumplir su partedel pacto.

� El presidente James E. Faust, conse-jero de la Primera Presidencia, señaló un impor-tante propósito de los convenios: “Los conveniosno son simplemente rituales externos, sino mediosreales y eficaces para cambiar: ‘Elnuevo nacimiento viene por elEspíritu de Dios mediante las orde-nanzas’, (Enseñanzas del Profeta JoséSmith, pág. 188). Siempre tenemosque honrar y conservar sagrados losconvenios que establecemos con elSeñor. Si lo hacemos, Él ha prometi-do, ‘recibirás revelación tras revela-ción, conocimiento sobre conocimiento, a fin deque conozcas los misterios y las cosas apacibles,aquello que trae gozo, aquello que trae la vida

eterna’, (D. y C. 42:61)” (véase, “Examíname, ohDios, y conoce mi corazón”, Liahona, julio de1998, pág. 17).

� El élder Henry B. Eyring, del Quórum de los DoceApóstoles, enseñó: “Los Santos de los Últimos Díasson un pueblo de convenios. Desde el momento delbautismo hasta los acontecimientos espirituales másimportantes de nuestra vida hacemos promesas conDios y Él hace promesas con nosotros. Él siemprecumple las promesas que hace por medio de Sussiervos autorizados, pero la prueba crucial de nues-tra vida es ver si nosotros haremos convenios conÉl y los cumpliremos” (véase, “Testigos de Dios”,Liahona, enero de 1997, pág. 33).

� El élder F. Burton Howard, de los Setenta, descri-bió lo que significa hacer convenios ycumplirlos: “Nosotros somos un pue-blo de convenio. Si existe una caracte-rística que distingue a los miembrosde la Iglesia, es que nosotros hacemosconvenios. Se nos debe reconocer

como gente que cumple los convenios. Hacer pro-mesas es fácil pero seguirlas y hacer lo que prome-timos es otra cosa; eso implica terminar lo quehayamos empezado, ser constantes e inquebranta-

bles; quiere decir mantener la fe y serfiel hasta el fin, aunque tengamos éxi-tos o fracasos, dudas o desaliento. Esacercarnos al Señor con todo nuestrocorazón; es hacer todo lo que prome-timos, con todas nuestras fuerzas, auncuando no sintamos el deseo dehacerlo” (véase, “Compromiso”,

Liahona, julio de 1996, pág. 30).

� El élder M. Russell Ballard, del Quórum de losDoce Apóstoles, explicó que para hacer un conve-nio se necesita algo más que conocer y entender

• Moroni 6:1–4

• Doctrina y Convenios 20:37

• Doctrina y Convenios 42:78

• Doctrina y Convenios 45:9

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P R E P A R A R I N V E S T I G A D O R E S P A R A E L B A U T I S M O Y L A C O N F I R M A C I Ó N

106

“Los principios y lasordenanzas se recibenmediante convenios”.

“La prueba crucial denuestra vida es ver sinosotros haremos con-venios con Dios y los

cumpliremos”.

Page 114: 130 Preparacion Misional Alumno

las doctrinas: “Nuestro deber está en ayudar a otraspersonas, por medio del poder del Espíritu, a cono-cer y a entender las doctrinas y los principios delEvangelio. Todos debemos llegar a sentir que lasdoctrinas de la Restauración son verdaderas y degran valor. Y toda persona que acepte el mensajedebe empeñarse en vivir el Evangelio al hacer yguardar los convenios sagrados de salvación y exal-tación” (véase, “Ahora es el momento”, Liahona,enero de 2001, págs. 88–89).

� El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de los DoceApóstoles, enseñó por qué es importante que viva-mos de tal manera que el Espíritu Santo confirmenuestros convenios: “Nuestro Salvador es la luz delmundo. Debemos vivir de tal modo que su Espíritupueda iluminarnos y podamos oír y prestar atencióna la confirmación del Espíritu Santo, que testifica delPadre y del Hijo (véase D. y C. 20:26)... Debemos serfieles a los convenios que hemos hecho en el nom-bre de Jesucristo” (véase, “La luz y la vida delmundo”, Liahona, enero de 1988, págs. 63–64).

Los misioneros ayudan a los que seconvierten para que se preparen para elbautismo, la confirmación y su condiciónde miembros de la Iglesia del Señor.

� Los misioneros enseñan a los investigadores losmandamientos del Señor y entonces los invitan aactuar de acuerdo con lo que han aprendido. A losinvestigadores se les invita a tener fe en el Señor, aarrepentirse y a comprometerse a cumplir los man-damientos. Eso les ayuda a prepararse para susentrevistas bautismales, cuando se les pregunteacerca de su decisión de cumplir esosmandamientos por el resto de su vida.Cuando los investigadores se decidena ser bautizados, se les requiere adop-tar una norma de dignidad personal(véase Moroni 6:1–4).

Nuestro Padre Celestial ama a Sushijos y desea bendecirlos. Los manda-mientos hacen que se produzcan opor-tunidades para recibir bendiciones (véase D. y C.130:20–21). Los mandamientos analizados en estasección constituyen algunos de los que los investi-gadores necesitan entender y aceptar antes de serbautizados. La obediencia a cada uno de estosmandamientos es esencial para ser dignos de bauti-zarse. Dichos mandamientos son:

• Santificar el día de reposo.

• Seguir a los profetas.

• Vivir la ley de castidad.

• Obedecer la Palabra de Sabiduría.

• Vivir la ley del diezmo.

Santificar el día de reposo

Nuestra conducta en el día de reposo es un reflejode nuestro compromiso de honrar y venerar aDios. Al santificar el día de reposo le demostramosa Dios nuestra voluntad de cumplir con nuestrosconvenios. Los Santos de los Últimos Días debenapartar este día santo de las actividades mundanasy consagrarse a un espíritu de veneración, acciónde gracias, servicio y actividades centradas en lafamilia que sean apropiadas para el día de reposo.Si como miembros de la Iglesia participamos enactividades compatibles con el Espíritu del Señor,nuestra vida será llena de gozo y paz.

� El presidente Gordon B. Hinckley dio el siguienteconsejo concerniente a la observancia apropiadadel día de reposo: “No hay ninguna necesidad de

que la gente vaya a las tiendas y pro-fane el día de reposo haciendo com-pras. Ese no es el día de ir a comprarvíveres... No perderán nada si salen ahacer compras los demás días enlugar de ir el domingo. Que éste seaun día de meditación, de lectura delas Escrituras, de conversación con losfamiliares y de pensar en todo lo que

proviene de Dios. Si así lo hacen, serán bendeci-dos” (véase, “Pensamientos Inspiradores”, Liahona,noviembre de1998, pág. 7).

� El élder Russell M. Nelson, del Quórum de losDoce Apóstoles, explicó de qué manera se observa-ba el día de reposo en dispensaciones anteriores:“Las verdades y los principios eternos del Evangeliofueron y son importantes para los pueblos del Israelantiguo y moderno. El día de reposo, por ejemplo,

• Éxodo 20:8–11

• Doctrina y Convenios 59:9–10

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P R E P A R A R I N V E S T I G A D O R E S P A R A E L B A U T I S M O Y L A C O N F I R M A C I Ó N

107

“Cuando los investigadores se

deciden a ser bautizados,se les requiere adoptar

una norma de dignidadpersonal”.

Page 115: 130 Preparacion Misional Alumno

se ha honrado a lo largo de las generaciones pordiversos motivos. Desde la época de Adán hasta lade Moisés, el día de reposo se observó como un díade descanso de la labor de la Creación (véase Éxodo20:8–11; 31:16–17). Desde la época de Moisés hastala resurrección del Señor, el día de reposo conme-moraba también la liberación de los israelitas de sucautiverio en Egipto (véase Deuteronomio 5:12–15;Isaías 58:13; Ezequiel 20:20; 44:24; Mosíah 13:19).En los últimos días, los santos santifican el día dereposo en memoria de la expiación de Jesucristo(véase Hechos 20:7; 1 Corintios 16:2; Apocalipsis1:10; D. y C. 59:9–19). (véase “El Éxodo se repite”,Liahona, abril de 2002, pág. 36).

Seguir a los profetas

Jesucristo edificó Su Iglesia sobre los cimientos deprofetas y de apóstoles. Esos apóstoles y profetasdirigieron la Iglesia por revelación. El Señorllamó a José Smith como el primer profeta paradirigir Su Iglesia en esta dispensación final.Quienes dirigen La Iglesia de Jesucristo de losSantos de los Últimos Días en la actualidad sontambién profetas y apóstoles. El Presidente de laIglesia es un profeta viviente. Tenemos fe en losprofetas escogidos de Dios y seguimos su consejoy sus enseñanzas.

� El presidente James E. Faust describió las bendi-ciones que se reciben al sostener a un profetade Dios:

“Aquellos que deseen salir de las tinieblas a la luztienen que asegurarse de estar en armonía con lainspiración y las revelaciones que se reciben pormedio de nuestros profetas, videntes y revelado-res... Éstos son los oráculos proféticos que durantesiglos han sintonizado la estación transmisoracelestial con la responsabilidad de transmitir aotros las palabras del Señor.

“La mejor manera en que ustedes, los jóvenes, pue-den estar en íntima armonía con el Salvador es sos-tener a su profeta viviente en la tierra, el Presidentede la Iglesia, en la actualidad, el presidente GordonB. Hinckley. Si no sostenemos al profeta viviente,quienquiera que sea, corremos el peligro de morirespiritualmente...

“Yo puedo testificar que el proceso de revelacióncontinua se recibe muy frecuentemente. Se recibediariamente” (Salgan de las Tinieblas a la Luz, Charlafogonera del Sistema Educativo de la Iglesia parajóvenes adultos, 8 de septiembre de 2002, pág. 4).

� El élder Robert D. Hales, del Quórum de los DoceApóstoles, habló en cuanto a la importancia de sos-tener a los profetas vivientes:

“… En la actualidad hay profetas que dirigen laIglesia. Los miembros de La Iglesia de Jesucristo delos Santos de los Últimos Días tendrán seguridad siaprenden a escuchar y a obedecer las palabras y losmandamientos que el Señor da por medio de Susprofetas vivientes...

“... Nuestra seguridad espiritual depende de quesigamos la voz clara del Profeta que nos dirige. Siescuchamos su voz y seguimos su consejo, vivire-mos como Cristo quiere que vivamos y permanece-remos hasta el fin para regresar algún día, juntocon nuestra familia, a la presencia de nuestro PadreCelestial y de nuestro Salvador Jesucristo” (véase,“Escuchemos y obedezcamos la voz del profeta”,Liahona, julio de 1995, págs.18–19).

Vivir la ley de castidad

Dios se deleita en la castidad de Sus hijos e hijasy detesta el pecado sexual. La castidad es purezasexual. Para ser castos, tenemos que ser moralmen-te limpios en pensamientos, palabras y acciones.No debe haber relaciones sexuales antes de estarlegalmente casados. Quienes están casados tienenque ser completamente fieles a su esposo o esposa.La pornografía en toda forma debe evitarse. Elpoder procreador que Dios nos ha dado y nuestrocuerpo físico deben tratarse como sagrados. Losaspirantes a bautizarse tienen que cumplir la leyde castidad, la cual prohíbe cualquier relaciónsexual fuera del matrimonio legal, incluso las rela-ciones homosexuales. Tampoco deben participaren abortos. Si han cometido pecados sexuales, tie-nen que arrepentirse antes de que el Señor puedaofrecerles Su perdón.

• Amós 3:7

• Doctrina y Convenios 1:38

• Doctrina y Convenios 21:4–6

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P R E P A R A R I N V E S T I G A D O R E S P A R A E L B A U T I S M O Y L A C O N F I R M A C I Ó N

108

Page 116: 130 Preparacion Misional Alumno

� Los miembros de la Primera Presidencia y delQuórum de los Doce Apóstoles declararon: “... Diosha mandado que los sagrados poderes de la procrea-ción se deben utilizar sólo entre el hombre y lamujer legítimamente casados, como esposo y espo-sa” (véase, “La Familia: Una Proclamación para elMundo”, Liahona, octubre de 1998, pág. 24).

� El presidente James E. Faust señaló el contrasteentre la vida de aquellos que violan la ley de casti-dad y las personas que viven una vida moralmentelimpia:

“Lo más probable es que quienes participen enrelaciones íntimas con alguien fuera del matrimo-nio tengan sentimientos de culpabilidad, así comode un profundo daño emocional y físico. Las rela-ciones íntimas entre un hombre y una mujer, fuerade los límites que el Señor ha señalado, acarreangran sufrimiento, vergüenza, degradación y desdi-cha para los que actúen de ese modo.

“Por el contrario, cuando esos sagrados dones seusan según lo dispuso el Señor, dentro de los lími-tes del matrimonio en el templo, nos proporcionangran gozo y felicidad. Cuando tenemos una familiay una posteridad, llegamos a ser cocreadores conDios. La castidad antes del matrimonio seguida dela fidelidad después del mismo constituyen el pasa-porte sagrado hacia el autorrespeto y la felicidadpara todos” (véase, “Las virtudes de las hijas rectasde Dios”, Liahona, mayo de 2003, pág. 109).

� El élder Dallin H. Oaks habló acerca de la ley decastidad y dijo:

“El poder de crear vida es el más exaltado que Diosha dado a Sus hijos. El empleo de ese poder seordenó en el primer mandamiento, pero hubo otromandamiento importante que se dio para que nose abusara de él. La importancia que damos a la leyde castidad se debe a la comprensión que tenemosdel propósito de nuestro poder procreador para quese lleve a cabo el plan de Dios.

“A Él le agrada la expresión de esos poderes procre-adores, pero ha mandado que se confinen a la rela-ción matrimonial. El presidente Spencer W. Kimballenseñó que, ‘dentro de los lazos del matrimoniolegal, la intimidad dentro de las relaciones sexualesestá bien y cuenta con la aprobación divina. Nohay nada impuro ni degradante en la sexualidad depor sí, puesto que por ese medio el hombre y lamujer se unen en un proceso de creación y en unaexpresión de amor’ (The Teachings of Spencer W.Kimball, Salt Lake City: Bookcraft, 1982, pág. 311).

“Fuera de los lazos del matrimonio, todas las for-mas de emplear el poder creador son, en uno uotro grado, una degradación pecaminosa y unaperversión del atributo más divino dado al hombrey a la mujer” (véase, “El gran plan de salvación”,Liahona, enero de 1994, pág. 86).

Obedecer la Palabra de Sabiduría

La Palabra deSabiduría nos enseñaa cuidar nuestro cuer-po. Enseña muy espe-cíficamente quetenemos que evitar

substancias perjudiciales: las bebidas alcohólicas, eltabaco, el té y el café. También debemos evitar lasdrogas nocivas de cualquier forma. Los investiga-dores tienen que obedecer la Palabra de Sabiduríaantes de ser bautizados. Quienes obedecen esa leyreciben bendiciones de salud, fuerza y proteccióncontra lo malo.

� El presidente Gordon B. Hinckley advirtió encuanto a la violación de la Palabra de Sabiduría: “Elcuerpo que tienen es el templo de Dios. Es sagrado.Es la obra misma de la Divinidad. No pueden, bajoninguna circunstancia, permitirse el uso de drogasilegales, pues por cierto que les destruirán. Les pri-varán del dominio propio. Los provocarán a hacercosas deshonestas para obtener dinero con el cual

• 1 Corintios 6:19–20

• Doctrina y Convenios 89:18–21

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

• Doctrina y Convenios 42:22–25

• Doctrina y Convenios 63:16

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P R E P A R A R I N V E S T I G A D O R E S P A R A E L B A U T I S M O Y L A C O N F I R M A C I Ó N

109

Page 117: 130 Preparacion Misional Alumno

comprarlas. Consérvense alejados de las cosas pro-hibidas por la Palabra de Sabiduría: las bebidasalcohólicas, la cerveza, el tabaco. ¡Qué bendición,qué bendición es la Palabra de Sabiduría que elSeñor ha establecido para Su Iglesia como unanorma de vida que bendecirá tanto nuestra exis-tencia!” (“Excerpts from Recent Addresses ofPresident Gordon B. Hinckley,” Ensign, marzo de1999, pág. 73).

Vivir la ley del diezmo

Una de las grandes bendi-ciones para los miembrosde La Iglesia de Jesucristode los Santos de los Últi-mos Días es el privilegio decontribuir al progreso delreino de Dios mediante elpago del diezmo. El diez-mo es una antigua ley divi-na. Por ejemplo, el profetaAbraham del Antiguo

Testamento pagó diezmos de todo lo que poseía(véase Alma 13:15).

El Señor nos ha mandado dar una décima parte denuestros ingresos anuales para ayudar a edificar Sureino. Nuestros diezmos son sagrados para el Señory al pagarlos lo honramos. Dios promete abundan-tes bendiciones a quienes paguen un diezmohonesto (véase Malaquías 3:10–12).

Los fondos de los diezmos se utilizan para finan-ciar las continuas actividades de la Iglesia, talescomo la construcción y el mantenimiento detemplos y centros de reuniones, el sostenimientode la obra misional, el desarrollo de la obra deltemplo y de historia familiar, y muchas otrasactividades dignas de mérito. Los diezmos no seutilizan para pagar a los líderes locales de laIglesia; todas las congregaciones locales estánpresididas por ministros laicos que no recibensalarios por sus servicios.

� El presidente Gordon B. Hinckley comentópor qué él paga diezmo: “Siempre es una bendi-ción devolverle al Señor tan sólo la décima partede lo que nos ha dado. Tengo un gran testimoniodel diezmo, mis hermanos y hermanas. Nuncame ha resultado difícil pagar el diezmo, ni siquie-ra en momentos de dificultades económicas, por-que el Señor ha hecho la promesa de que nosbendecirá si lo hacemos. No soy yo el que hahecho esta promesa, ni el obispo; es el Señor ySuyo es el poder de cumplirla” (véase, “Las pala-bras del profeta viviente”, Liahona, diciembre de1998, pág. 38).

� El presidente James E. Faust explicó que pagardiezmos no es cuestión de ser ricos o pobres:

“La ley del diezmo es sencilla: Pagamos anualmen-te una décima parte de nuestro interés personal. LaPrimera Presidencia ha interpretado que la palabrainterés significa ganancia. La cantidad que repre-senta el diez por ciento de nuestra ganancia perso-nal depende de cada uno de nosotros y de nuestroCreador: no existen reglas legalistas. Tal como lodijo una vez un converso en Corea: ‘Con el diez-mo, no importa si uno es rico o pobre. Se paga eldiez por ciento, y uno no tiene que avergonzarse sino ha ganado mucho. Si gana mucho, se paga eldiez por ciento. Si gana poco, aún así se paga eldiez por ciento. Nuestro Padre Celestial nos amarápor hacerlo y podemos mantener la cabeza en altocon orgullo’...

“Algunos tal vez piensen que no pueden pagarel diezmo, pero el Señor prometió que preparará uncamino para que guardemos todos Sus mandamien-tos, (véase 1 Nefi 3:7). Al principio, el pagar el diez-mo requiere un esfuerzo extra de fe; pero, comodijo Jesús: ‘El que quiera hacer la voluntad de Dios,conocerá... la doctrina’, (Juan 7:17). Aprendemosacerca del diezmo al pagarlo; de hecho, creo que esposible salir de la pobreza si uno tiene la fe paradevolverle al Señor parte de lo poco que tenemos”(véase, “Abrir las ventanas de los cielos”, Liahona,enero de 1999, págs. 67–68).

• Malaquías 3:10–12

• Doctrina y Convenios 119:4

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P R E P A R A R I N V E S T I G A D O R E S P A R A E L B A U T I S M O Y L A C O N F I R M A C I Ó N

110

Page 118: 130 Preparacion Misional Alumno

Los convenios y las ordenanzas necesariospara la exaltación se reciben en la Casadel Señor.

� La exaltación requiere las ordenanzas del tem-plo. Los misioneros preparan a los investigadorespara que acepten los primeros princi-pios y ordenanzas del Evangelio res-taurado. Los miembros fieles de laIglesia continúan progresando a finde ser dignos de recibir la exaltaciónen el reino celestial. No sólo se nosha mandado que seamos bautizadosy recibamos el don del EspírituSanto, sino que, si hemos de recibirtodas las bendiciones de nuestroPadre Celestial, tenemos que recibir las ordenan-zas que solamente se ofrecen en la Casa del Señor.

� El presidente Howard W. Hunter explicó cuánnecesarias son las ordenanzas del templo: “Lasordenanzas del templo son de importancia vital,pues no podemos regresar a la presencia de Diossin ellas. Exhorto a todos a que asistan fielmenteal templo o a que se preparen para el día en quepuedan entrar en esa santa casa para recibir susordenanzas y hacer convenios” (véase, “Sigamos

al Hijo de Dios”, Liahona, enero de 1995, págs.100–101).

� El presidente Hunter destacó que el bautismo noes el objetivo final para los investigadores: “Todosnuestros esfuerzos por proclamar el Evangelio, porperfeccionar a los santos y por redimir a los muer-tos conducen al santo templo. La razón se debe aque las ordenanzas que allí se efectúan son absolu-tamente imprescindibles, ya que sin ellas no pode-mos volver a la presencia de Dios” (véase, “Unpueblo deseoso de asistir al templo”, Liahona,mayo de 1995, pág. 7).

� El élder Russell M. Nelson explicó que la procla-mación del Evangelio restaurado conduce al tem-plo por el sendero que lleva a la vida eterna:

“El templo es la Casa del Señor. La base de todaordenanza y convenio del templo—el corazón delplan de salvación—es la expiación de Jesucristo.Toda actividad, toda lección, todo lo que hacemosen la Iglesia señalan hacia el Señor y Su Santa Casa.

Todas nuestras labores de proclamar elEvangelio, perfeccionar a los santos yredimir a los muertos conducen altemplo...

“Las ordenanzas, los convenios, lainvestidura y los sellamientos permi-ten a las personas reconciliarse con elSeñor y a las familias ser selladas másallá del velo de la muerte. La obedien-

cia a los convenios del templo nos hace merecedo-res de la vida eterna, el mayor de todos los donesde Dios al hombre, (véase D. y C. 14:7). La vidaeterna es más que la inmortalidad. La vida eternaes la exaltación en el cielo más alto: la clase de vidaque vive Dios” (véase, “La preparación personalpara recibir las bendiciones del templo”, Liahona,julio de 2001, págs. 37–38).

� El presidente Joseph Fielding Smith enseñó quese requiere la plenitud del sacerdocio para alcanzarla exaltación:

“No hay exaltación en el reino de Dios sin la pleni-tud del sacerdocio... Estas bendiciones se obtienenmediante la obediencia a las ordenanzas y a losconvenios de la Casa del Señor...

“... El Señor ha dispuesto que todo varón en estaIglesia, por medio de su obediencia, reciba la pleni-tud del sacerdocio mediante las ordenanzas deltemplo del Señor. Esto no se puede recibir en nin-gún otro lugar” (Doctrina de Salvación, 3 tomos,tomo III, pág. 125).

• Doctrina y Convenios 131

• Doctrina y Convenios 132:15, 18–19

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P R E P A R A R I N V E S T I G A D O R E S P A R A E L B A U T I S M O Y L A C O N F I R M A C I Ó N

111

“Las ordenanzasdel templo son deimportancia vital,pues no podemos

regresar a la presenciade Dios sin ellas”.

Page 119: 130 Preparacion Misional Alumno

PUNTOS PARA MEDITAR

• ¿Qué significado tiene el hacer convenios conDios?

• ¿Por qué las ordenanzas de salvación estánasociadas con los convenios?

• ¿De qué maneras los mandamientos del Señortraen gozo a nuestra vida?

• ¿Qué cree usted que debería enseñárseles a losinvestigadores acerca de los templos?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Haga una lista de los convenios que ha hechousted en su vida y reflexione acerca de cómo lehan influenciado y protegido.

• En el ambiente de una noche de hogar, o diri-giéndose a un amigo o compañero de cuarto,practique enseñar uno de los temas tratados eneste capítulo.

• Si no lo ha hecho recientemente, hable con suobispo o presidente de rama en cuanto a prepa-rarse para ir al templo.

LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio

• “Bautismo” (págs. 26–31)

• “Castidad” (págs. 41–46)

• “Convenio” (págs. 49–51)

• “Profetas” (págs. 148–150)

• “Día de reposo” (págs. 56–57)

• “Templos” (págs. 186–190)

• “Diezmo” (págs. 60–61)

• “Palabra de Sabiduría” (págs. 135–137)

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P R E P A R A R I N V E S T I G A D O R E S P A R A E L B A U T I S M O Y L A C O N F I R M A C I Ó N

112

Page 120: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

E L P R E P A R A R I N V E S T I G A D O R E S P A R A E L B A U T I S M O Y L A C O N F I R M A C I Ó N

113

Page 121: 130 Preparacion Misional Alumno

INTRODUCCIÓN

Como hijos e hijas de Dios, hemos heredado cuali-dades divinas. Nuestras experiencias preterrenalesnos prepararon para la vida mortal, en la que con-tinuamos aprendiendo y progresando. La misión esuna maravillosa oportunidad para continuar desa-rrollando y magnificando nuestras característicasdivinas a medida que nos esforzamos por tratar dellegar a ser más como el Salvador.

Jesucristo nos mostró cómo debemos vivir. “Heaquí yo soy la luz; yo os he dado el ejemplo” (3 Nefi18:16). Vivir una vida cristiana es el ideal que nosinspira (véase Mateo 5:48; 3 Nefi 12:48). Una de lasmejores maneras de emular los atributos cristianoses estudiar la vida del Salvador y tratar de llegar aser como Él. Los atributos cristianos de hábilesmisioneros permiten que los investigadores presen-cien la belleza del Evangelio restaurado en la vidade dichos misioneros. Los investigadores deseanentonces tener lo que los misioneros tienen ycomienzan a anhelar la plenitud del Evangelio. Sisomos fieles, Jesucristo continuará magnificandonuestros talentos y habilidades para ayudarnos aser más como Él. El presidenteGordon B. Hinckley dijo: “La prédicamás persuasiva del Evangelio está enla vida ejemplar de un fiel Santo delos Últimos Días” (véase, “No hemosllegado a la cima”, Liahona, julio de1982, pág. 93).

DOCTRINAS Y PRINCIPIOS PARACOMPRENDER

• Los misioneros se esfuerzan por cultivar atribu-tos cristianos.

• A los misioneros se les manda servir a Dioscon todo su “corazón, alma, mente y fuerza”(D. y C. 4:2).

• La obediencia es un atributo esencial en la obramisional.

ESCRITURAS Y DECLARACIONESCOMPLEMENTARIAS

Los misioneros se esfuerzan por cultivaratributos cristianos.

� Como emba-jadores del SeñorJesucristo, losmisioneros debendemostrar Sus cua-lidades ante todoslos que estén ense-

ñando. Con frecuencia, los investiga-dores responden de manera positivaa los misioneros y miembros queemulan al Salvador. El élder Jeffrey R.Holland, del Quórum de los DoceApóstoles, describió el poder delejemplo de los miembros que tienenatributos cristianos: “Ciertamente no

hay mensaje misional más poderoso que podamosenviar al mundo que el ejemplo de una vida

LOS ATRIBUTOS CRISTIANOS

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O114

Capítulo 14

“La prédica más per-suasiva del Evangelio

está en la vida ejemplarde un fiel Santo de los

Últimos Días”.

Page 122: 130 Preparacion Misional Alumno

Santo de los Últimos Días amorosa y feliz. Lamanera de actuar y de conducirse, la sonrisa y labondad de un fiel miembro de la Iglesia brindancalidez e interés que ningún folleto misional nivideo puede transmitir. Las personas no se unena la Iglesia por lo que saben; se unen por lo quesienten, lo que ven y lo que desean espiritual-mente. Los demás verán nuestro espíritu de testi-monio y de felicidad en ese aspecto, si se lopermitimos. Como el Señor dijo a Alma y a loshijos del rey Mosíah: ‘Id... para que les déis bue-nos ejemplos en mí; y os haré instrumentos enmis manos, para la salvación de muchas almas’(Alma 17:11)” (véase “Me seréis testigos”,Liahona, julio de 2001, pág. 15).

� El élder Joseph B. Wirthlin, del Quórum de losDoce Apóstoles, nos ha alentado a desarrollar atribu-tos cristianos a fin de que podamos ser misioneroseficaces: “Si hemos de cumplir con el mandamientode Dios de abrir las ventanas de los cielos a todosnuestros hermanos y hermanas, debemos preparar-nos para enseñar el Evangelio. Al estudiar lasEscrituras, ayunar y orar, fortificamos nuestro testi-monio; cultivamos los atributos cristianos de ‘la fe,la virtud, el conocimiento, la templanza, la pacien-cia, la bondad fraternal, piedad, caridad, humildad,[y] diligencia’ (D. y C. 4:6)” (véase, “Las ventanas deluz y verdad”, Liahona, enero de 1996, pág. 88).

Esos atributos cristianos se analizan en el resto deesta sección.

Fe (véase también Capítulo 10, “La fe y la conver-sión”)

� La fe conduce al conocimiento y al entendimien-to. El presidente Boyd K. Packer, Presidente en

Funciones del Quórum de los Doce Apóstoles,explicó:

“Al poner a prueba los principios del Evangeliomediante la fe, el Espíritu comenzará a enseñarles.Poco a poco, esa fe será reemplazada con el conoci-miento.

“Serán capaces de discernir, de ver, con ojos espiri-tuales” (véase, “Revelación personal: el don, laprueba y la promesa”, Liahona, enero de 1995,pág. 70).

� La guía misionalPredicad Mi Evangelioexplica la relación entrela fe en Jesucristo y lamanera en que vivimos:“La fe lleva a la acción,que incluye el arrepenti-miento, la obedienciay el servicio dedicado.Si usted tiene fe enJesucristo, confía en elSeñor lo bastante paraseguir Sus mandamien-tos aun cuando no

entienda completamente la razón de cada uno;logra lo que el Señor quiere que logre; contribuyeal bien de su propia vida y al de otras personas; escapaz de hacer milagros de acuerdo con la volun-tad del Señor. Su fe se manifestará a través de sudiligencia y de su obra” (Predicad Mi Evangelio,2004, pág. 122).

� El élder Richard G. Scott, del Quórum de los DoceApóstoles, hizo hincapié en la importancia de la fe:“La necesidad de ejercer la fe en Jesucristo es absolu-tamente esencial; es el fundamento del plan de sal-vación. Cuando se une ese ejercicio de la fe con unesfuerzo sincero y basado en el deseo de escucharSus consejos, se obtiene el progreso y se reciben ben-diciones” (véase, “Cómo adquirir conocimientoespiritual”, Liahona, enero de 1994, pág. 102).

Virtud

� El presidente Ezra Taft Benson describió algunosatributos de la virtud:

“El ser virtuoso supone que, los pensamientos deun poseedor del sacerdocio sean puros y sus accio-nes limpias….

“La virtud está emparentada con la santidad, unacualidad de la divinidad. Un poseedor del sacerdocio

• Mateo 25:40

• Lucas 10:30–37

• Juan 13:4–17

• 2 Nefi 31:9–10

• 3 Nefi 18:24

• Doctrina y Convenios 4:5–6

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S A T R I B U T O S C R I S T I A N O S

115

Page 123: 130 Preparacion Misional Alumno

debe buscar lo que es virtuoso y bello y no lo quees bajo y sórdido. La virtud engalanará sus pensa-mientos incesantemente (véase D. y C. 121:45).¿Podrá un hombre complacerse en la malignidadde la pornografía, de la blasfemia y la vulgaridady considerarse totalmente virtuoso?” (véase “Lascaracterísticas divinas del Maestro”, Liahona, enerode 1987, pág. 47).

� El presidente James E. Faust, consejero de laPrimera Presidencia, explicó: “Muchas personasno entienden plenamente el significado de virtud.Comúnmente se entiende que quiere decir sercasto, o moralmente limpio; pero la virtud, en susentido más completo, comprende todas las carac-terísticas de la rectitud que nos ayudan a formarnuestro carácter. Un antiguo adagio de1813, enmarcado en un museo deNewfoundland, dice: ‘La virtud es labelleza más importante de la mente,el más noble ornamento de la huma-nidad. La virtud es nuestra seguridady nuestra estrella guiadora que des-pierta la razón cuando nuestros sentidos yerran’”(véase, “Las virtudes de las hijas rectas de Dios”,Liahona, mayo de 2003, pág. 108).

Conocimiento

� Necesitamos equilibrio cuando procuramos bus-car conocimiento. El presidente Spencer W. Kimballhizo hincapié en la necesidad de escoger cuidadosa-mente la clase de conocimiento que buscamos:

“Los tesoros de conocimiento temporal y espiri-tual se hallan ocultos, pero sólo están escondidosde aquellos que no los buscan en forma apropia-da ni luchan por obtenerlos... El conocimientoespiritual no se obtiene con sólo pedirlo; las ora-ciones no son suficientes en este caso, sino quees necesario persistir y dedicar la vida a buscar-los. El conocimiento de cosas en la vida secularestá sujeto a tiempo y limitaciones; el conoci-miento de verdades infinitas abarca tiempo yeternidad.

“De todos los tesoros de conocimiento,el más esencial es el de conocer a Dios:Su existencia, Sus poderes, Su amor ySus promesas...

“El conocimiento secular, aunquepueda ser importante, nunca podrá salvar un almani abrir el reino celestial, ni crear un mundo o hacer

que un hombre sea un dios; pero puede ser de granayuda para alguien que, poniendo primero lo quetiene prioridad, haya encontrado el camino haciala vida eterna y puede ahora poner en juego todoconocimiento para que sea su herramienta y su sier-vo” (The Teachings of Spencer W. Kimball,, 1982, págs.389–392; partes citadas por el élder Richard G. Scotten “Cómo adquirir conocimiento espiritual”,Liahona, enero de 1994, pág.102).

Moderación

� El élder Russell M. Nelson, del Quórum de losDoce Apóstoles, enseñó:

“La moderación sugiere activa sobriedad y auto-rrestricción. Nos hace recordar uno de los conve-

nios que hemos hecho...

“Las Escrituras nos enseñan repetida-mente que debemos ‘ser moderadosen todas las cosas’ (1 Corintios 9:25;Alma 7:23; 38:10; D. y C.12:8). Lamoderación puede protegernos de las

malas consecuencias de los excesos” (véase, “Estascitas... como ejemplos para nosotros”, Liahona,diciembre de 1991, pág. 60).

� El presidente Ezra Taft Benson describió así a unapersona moderada: “Un poseedor del sacerdociotiene dominio propio, lo cual significa que reprimesus emociones y la expresión verbal de éstas; queactúa con moderación y no se excede en nada. Ensuma, tiene autodominio, es decir, que es amo desus emociones y no esclavo de ellas” (véase, “Lascaracterísticas divinas del Maestro”, Liahona, enerode 1987, pág. 48).

Paciencia

� Contemplar la vida con paciencia produce unimportante beneficio. El élder Joseph B. Wirthlinenseñó:

“Podemos tener verdadero gozo y felicidad sólo siaprendemos a ser pacientes.

“Los diccionarios definen la pacienciacomo la virtud para sufrir los infortu-nios sin quejarse. Además, es lo con-trario de la prisa y el impulso; esperseverancia, pese a la oposición, lasdificultades o la adversidad...

“...Creo que una importante causa de las dificulta-des y la infelicidad en el mundo de hoy sea la falta

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S A T R I B U T O S C R I S T I A N O S

116

“La virtud… comprendetodas las características

de la rectitud”.

“De todos los tesoros deconocimiento, el más

esencial es el de conocera Dios”.

Page 124: 130 Preparacion Misional Alumno

de paciencia. A menudo nos impacientamos connosotros mismos, con nuestros familiares y hastacon el Señor. Exigimos lo que queremos en elmismo momento, sin tener en cuenta si lo hemosganado, si será bueno para nosotros o si escorrecto...

“Debemos aprender a ser pacientes con nosotrosmismos. Reconociendo los puntos fuertes y losdébiles que tenemos, debemos esforzarnos por tenerbuen juicio para tomar nuestras decisiones, aprove-char toda oportunidad y poner lo mejor de noso-tros mismos en todo lo que hagamos. No debemosestar indebidamente desalentados cuando estamoshaciendo el máximo que podemos, sino más biensatisfechos con nuestro progreso aun cuando aveces sea lento” (véase “La paciencia, clave de lafelicidad”, Liahona, julio de 1987, págs. 28–30).

Bondad fraternal

� El presidente Ezra Taft Benson dijo: “El que esbondadoso, es compasivo y benigno con losdemás. Es considerado con los sentimientos de lasdemás personas y cortés en su proceder. Es servi-cial. La bondad perdona las flaquezas y las faltas delos demás. La bondad se proyecta a todos: al ancia-no y al joven, a los animales, y tanto a los ricoscomo a los pobres” (véase, “Las características divi-nas del Maestro”, Liahona, enero de 1987, pág. 49).

Piedad

� El élder Russell M. Nelson dijo:

“La piedad, santidad o divinidad es tan difícil dedefinir como de lograr. Las Escrituras hablan delmisterio de la piedad (véase 1 Timoteo 3:16; D. y C.19:10)...

“Simón Pedro nos aconsejó ‘...andar en santa y pia-dosa manera de vivir, esperando y, apresurándonospara la venida del día de Dios’ (2 Pedro 3:11–12).

“El poder de Dios se manifiesta en las ordenanzasdel sacerdocio (véase D. y C. 84:20). La piedad noes un producto de la perfección, sino de la concen-tración y consagración.

“La característica de la piedad la tienen ustedes, losque aman al Señor. Tienen constantemente presen-tes la expiación del Salvador y se regocijan en Suamor incondicional. Mientras tanto, ustedes ven-cen el orgullo y la vana ambición. Consideranimportantes sus logros si éstos sirven para edificarel Reino de Dios en la tierra” (véase, “Estas cosas...como ejemplo para nosotros”, Liahona, enero de1992, pág. 70).

� La piedad puede definirse como una devota con-formidad con la voluntad de Dios. Comenzandocon una cita de Moroni, el presidente Gordon B.Hinckley dijo:

“ ‘Sí, venid a Cristo, y perfeccionaos en él, y abste-neos de toda impiedad, y si os abstenéis de todaimpiedad, y amáis a Dios con toda vuestra alma,mente y fuerza, entonces su gracia os es suficiente,para que por su gracia seáis perfectos en Cristo; y sipor la gracia de Dios sois perfectos en Cristo, deningún modo podréis negar el poder de Dios’(Moroni 10:32)...

“... Ruego que las bendiciones del cielo reposensobre ustedes, mis queridos amigos. Ruego que loque hayan escuchado y visto influya para bien ensu vida y que cada uno de nosotros sea un pocomás amable, un poco más considerado, un pocomás cortés, que refrenemos nuestra lengua y nopermitamos que el enojo nos lleve a decir cosas delas que después nos arrepintamos. También ruegoque tengamos la fortaleza y la voluntad para volverla otra mejilla, para andar la segunda milla al levan-tar las rodillas débiles de quienes estén afligidos...

“Que Dios los bendiga, mis maravillosos y fielesconsiervos, en esta gran obra; que Su paz y Suamor descansen sobre ustedes y que consagren suvida con la esencia de la piedad” (véase, “Vivamosel Evangelio más plenamente”, Liahona, noviembrede 1989, pág. 103).

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S A T R I B U T O S C R I S T I A N O S

117

Page 125: 130 Preparacion Misional Alumno

Caridad

� El presidente Ezra Taft Benson enseñó que lacaridad se aprende cuando seguimos el ejemplo delSalvador: “La última y principal virtud del carácterdivino es el amor, la caridad o el amor puro deCristo (véase Moroni 7:47). Si de verdad procurára-mos parecernos más a nuestro Salvador y Maestro,el aprender a amar como Él ama debiera ser nues-tra meta más elevada. Mormón dijo que la caridad‘es mayor que todo’ (Moroni 7:46).

“El mundo de la actualidad habla muchísimo delamor y muchos lo buscan. Pero el amor puro deCristo difiere considerablemente de lo que elmundo piensa que es el amor. La caridad nuncabusca la satisfacción egoísta o lo suyo.El amor puro de Cristo busca única-mente el progreso y el regocijo eternode los demás” (véase, “Las característi-cas divinas del Maestro”, Liahona,enero de 1987, pág. 49).

� Para llegar a ser como Cristo, nues-tras acciones tienen que ser motivadas por la cari-dad. El élder Dallin H. Oaks, del Quórum de losDoce Apóstoles, explicó: “Se nos alienta a seguir porun proceso de conversión hacia ese estado y condi-ción que se llama vida eterna. Eso se logra no sóloal hacer el bien, sino al hacerlo por la razón correc-ta: por el amor puro de Cristo. El apóstol Pablo ilus-tró eso en su célebre enseñanza acerca del ‘amor ocaridad’ (véase 1 Corintios 13). La razón por la cualla caridad nunca deja de ser y es aún más grandeque el acto más significativo de bondad, dijo él, esque la caridad, ‘el amor puro de Cristo’ (Moroni7:47), no es un acto sino una condición o estado delser. La caridad se obtiene mediante una sucesión deactos que resultan en la conversión. La caridad esalgo que uno llega a ser. De modo que, como

Moroni declaró: ‘A menos que los hombres tengancaridad, no pueden heredar’ el lugar preparado paraellos en las mansiones del Padre (Éter 12:34; cursivaagregada).

� “Jesucristo es el ejemplo perfecto de la caridad.En su ministerio terrenal, siempre ‘anduvo hacien-do bienes’, enseñaba el Evangelio y demostrabatierna compasión por los pobres y afligidos (véaseMateo 4:23; Marcos 6:6; Hechos 10:38). La expre-sión suprema de caridad de Él fue Su expiacióninfinita. Él dijo: ‘Nadie tiene mayor amor que este,que uno ponga su vida por sus amigos’ (Juan15:13). Ese fue el acto más grande de longanimi-dad, de bondad y de abnegación del que tendre-mos conocimiento...

“En la medida que continúes recibiendo el amorperfecto del Salvador, y al demostrar tu propioamor cristiano por los demás, te darás cuenta deque tu amor crece y sentirás el gozo de estar en elservicio del Señor. El Espíritu Santo será tu compa-ñero constante y te guiará en el servicio que pres-tes, así como en tu relación con los demás” (Lealesa la Fe: Una Referencia del Evangelio, 2004, pág. 40).

Humildad

� El élder Richard G. Scott enseñó: “La humildad esesencial para adquirir conocimiento espiritual. El

humilde siempre está dispuesto aaprender; la humildad permite que elEspíritu nos enseñe y que recibamosinstrucción de las fuentes inspiradaspor el Señor, como lo son las Escrituras.Las semillas del progreso y la compren-sión germinan en el fértil suelo de

la humildad; su fruto es el conocimiento espiritualque te guiará en esta vida y en la venidera” (véase,“Cómo adquirir conocimiento espiritual”, Liahona,enero de 1994, pág.102).

� Como miembro de los Setenta, el élder Marlin K.Jensen habló en cuanto a la relación entre la humil-dad y nuestra sumisión a la voluntad de Dios: “Laverdadera humildad nos llevará inevitablemente adecir a Dios: ‘Hágase tu voluntad’. Y, debido a quelo que somos afecta lo que hacemos, nuestra sumi-sión se reflejará en nuestra reverencia, gratitud ydisposición para aceptar llamamientos, consejo ycorrección” (véase, “Humillarte ante tu Dios”,Liahona, julio de 2001, pág. 10).

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S A T R I B U T O S C R I S T I A N O S

118

“La diligencia en laslabores misionales esuna expresión de suamor por el Señor”.

Page 126: 130 Preparacion Misional Alumno

Diligencia

� “Diligencia es el esfuerzo constante, uniforme,empeñoso y enérgico para hacer la obra del Señor.Él espera que usted trabaje diligentemente, con per-sistencia y gran empeño y atención. Un misionerodiligente trabaja en forma positiva y con eficiencia.La diligencia en las labores misionales es una expre-sión de su amor por el Señor y Su obra. Si es dili-gente, siente gozo y satisfacción en sus labores.

“Haga muchas cosas buenas por su propia voluntad(véase D. y C. 58:27). No espere a que los líderes ledigan lo que tiene que hacer. Continúe trabajandohasta que haya hecho todo lo posible, aun cuandoesté cansado. Concéntrese en las cosas importantesy evite perder el tiempo. Ore para tener guía y for-taleza. Planifique regularmente y con eficacia. Evitetodo lo que le distraiga de sus pensamientos yacciones” (véase Predicad Mi Evangelio, pág. 128).

� El presidente Thomas S. Monson, consejero de laPrimera Presidencia, explicó a los misioneros porqué es necesario que trabajen diligentemente:

“La obra misional es difícil y pondrá a prueba susenergías, les llevará al límite de su capacidad, lesexigirá el mejor esfuerzo y con frecuencia tendránque repetirlo. Recuerden que no ‘es de los ligerosla carrera, ni la guerra de los fuertes’ (Eclesiastés9:11), sino del que persevera hasta el fin. Les acon-sejo que se aseguren de tener en cuenta los siguien-tes puntos:

“Sé constante en tu carrera hasta que la domines.Recuerda que muchos son los que comienzan, peropocos los que la terminan.El honor, el poder, la posición y el elogio son siemprede aquel que persevera.Permanece en tu labor hasta que la domines,esfuérzate, suda y sonríe ante ella,porque del esfuerzo, el sudor y la risa,recibirás al fin tu victoria”.Autor anónimo (véase, “El ejército del Señor”,Liahona, agosto de 1979, págs. 51–52).

A los misioneros se les manda servir a Dioscon todo su “corazón, alma, mente yfuerza” (D. y C. 4:2).

� Los misioneros que sirven a Dios con todo su“corazón, alma, mente y fuerza” (D. y C. 4:2) soncapaces de ofrecer un constante, sincero y enérgicoesfuerzo físico, mental y espiritual para llevar acabo su propósito de “invitar a las personas a venir

a Cristo a fin de que reciban el Evangelio restauradomediante la fe en Jesucristo y Su expiación, el arre-pentimiento, el bautismo, la recepción del don delEspíritu Santo y el perseverar hasta el fin” (PredicadMi Evangelio, pág. 1). El misionero diligente no des-perdicia el tiempo, sino más bien considera quecada día es una oportunidad para servir al Señor.

La obra misional puede ser repetitiva y difícil.Algunos días parecen tener muy poco éxito, mien-tras que otros, más productivos, los compensan. Elnúmero de bautismos no determina el éxito de unmisionero. Trabajar y servir eficazmente con elEspíritu es esencial para la felicidad en el serviciomisional.

� El élder Jeffrey R. Holland evaluó la relaciónentre tener que enfrentar las dificultades de la obramisional y recordar la expiación del Salvador:

“Toda persona que haga cualquier tipo de obramisional tendrá la oportunidad de preguntarse:¿Por qué es tan difícil? ¿Por qué no podemos tenerun éxito más rápido? ¿Por qué no son más las per-sonas que se unen a la Iglesia? Es verdad. Creemosen ángeles. Confiamos en milagros. ¿Por qué lagente no se congrega ante la pila bautismal? ¿No esel único riesgo de los misioneros el contraer pul-monía por estar empapados todos el día y toda lanoche en la pila bautismal?

“Ustedes tendrán ocasión de hacer esas preguntas...He pensado mucho en eso. Propongo lo siguientecomo mi idea personal. Estoy convencido de que laobra misional no es fácil porque la salvación no esuna experiencia barata. La salvación nunca fue fácil.Nosotros somos la Iglesia de Jesucristo, ésta es laverdad, y Él es nuestro Gran y Eterno Líder. ¿Cómopodemos creer que podría ser fácil para nosotroscuando nunca fue fácil para Él?...

• Doctrina y Convenios 4:2–5

• Doctrina y Convenios 18:15–16

• Doctrina y Convenios 88:84

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estos pasajes delas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S A T R I B U T O S C R I S T I A N O S

119

Page 127: 130 Preparacion Misional Alumno

“...Cuando les sea difícil, cuando sean rechazados,cuando les escupan y los echen, estarán en compa-ñía de la mejor vida que haya conocido el mundo,la única vida pura y perfecta que se haya vividojamás. Tienen motivo para sentirse honrados y agra-decidos porque el Hijo Viviente del Dios Viviente losabe todo en cuanto a las tristezas y aflicciones deustedes” (véase, “La obra misional y la Expiación”,Liahona, octubre de 2001, págs. 30–32).

� El presidente Thomas S. Monson explicó por quéla obra misional requiere que empleemos todosnuestros recursos: “La labor misional es un trabajoarduo. El servicio misional es difícil y requiere lar-gas horas de estudio y preparación, a fin de que elmisionero esté a la altura del mensaje divino queproclama. Es una labor de amor, pero también desacrificio y devoción al deber” (véase, “El quehonra a Dios, Dios le honra”, Liahona, enero de1996, pág. 55).

La obediencia es un atributo esencial en laobra misional.

� Todo misionero obediente recibe poderes especia-les. Los líderes de la misión hacen hincapié en laimportancia de guardar los mandamientos y lasnormas misionales. Los misioneros no necesitanobedecer ciegamente sino obedecer fielmente: Laobediencia fiel les confiere paz.

� Además de las normas generales de la misión, losmisioneros tienen la oportunidad de seguir conse-jos específicos que reciben de sus líderes. El presi-dente Gordon B. Hinckley dio un ejemplo delpoder que proviene al obedecer al presidente de lamisión:

“Muchos años atrás, mientras me encontraba cum-pliendo una misión en Inglaterra, se me llamó paratrabajar en la oficina de la Misión Europea, enLondres, bajo la dirección del presidente Joseph F.Merrill, del Consejo de los Doce, en aquel entoncespresidente de la misión. Un día, tres o cuatro delos periódicos londinenses publicaron algunas críti-cas de la reimpresión de un libro antiguo, fraudu-lento y repugnante, en las que se decía que esaobra era una historia de los mormones. El presi-dente Merrill me dijo: ‘Quiero que vaya a ver aleditor y proteste contra todo esto’. Yo lo miré yestuve a punto de decirle: ‘¿No estará hablando enserio?’, pero, sin embargo, con mansedumbre lerepliqué: ‘Sí, señor’.

“No voy a negarles que tenía miedo. Al dirigirme ami habitación, sentí algo como lo que pienso queha de haber sentido Moisés cuando el Señor lepidió que fuera a ver a Faraón. Una vez allí, ofrecíuna oración. Mi estómago era un nudo de nerviosmientras caminaba hacia la estación de la calleGoodge para tomar el tren subterráneo que me lle-varía a la calle Fleet. Encontré la oficina del presi-dente y le presenté mi tarjeta a la recepcionista,quien la miró y entró en la oficina adjunta y vol-vió inmediatamente para decirme que el señorSkeffington estaba demasiado ocupado para aten-derme. Le respondí que había viajado más de ochomil kilómetros y que esperaría. Durante la siguien-te hora, ella hizo dos o tres viajes al despacho con-tiguo y por fin me invitó a pasar. Nunca olvidaré

• Juan 14:15

• 1 Nefi 3:7

• Alma 37:35

• Doctrina y Convenios 82:10

• Doctrina y Convenios 130:20–21

Anote en su agenda de estudio las impresio-nes que haya recibido al leer estas Escrituras.

Escrituras para estudiar y meditar

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S A T R I B U T O S C R I S T I A N O S

120

Page 128: 130 Preparacion Misional Alumno

el cuadro que se me presentó a la vista. Él estabafumando un gran puro, con una mirada que pare-cía decirme: ‘No me molestes’.

“Yo llevaba en la mano las críticas. En realidad,no sé lo que dije después, ya que parecía que otropoder era el que hablaba por mi intermedio. Alprincipio, el editor adoptó una actitud defensiva yhasta hostil, pero luego empezó a razonar y termi-nó por prometer hacer algo al respecto. En menosde una hora se avisó a todas las librerías deInglaterra que devolvieran al editor todos esoslibros que tenían para la venta. Después, a uncosto bastante considerable, hizo imprimir en laprimera página del libro una aclaración que expli-caba que ese libro no debía considerarse como his-toria sino como ficción, y que la intención de esaobra no era la de ofender al respetable pueblo mor-món. Años más tarde, él concedió a la Iglesia otrogran favor de considerable valor, y todos los años,hasta la hora de su muerte, me envió una tarjetadurante las fiestas navideñas.

“Aprendí que cuando tratamos de obedecer con felo que nos pide hacer el sacerdocio, el Señor abre elcamino, aun cuando a simple vista parezca imposi-ble” (véase “Mensaje de la Primera Presidencia: Siquisiereis y oyereis”, Liahona, junio de 1995, pág. 6).

� Los misioneros que apren-den a obedecer fielmenteson bendecidos con poder.El presidente Ezra TaftBenson recalcó la diferenciaentre obedecer con mala dis-posición y obedecer conbuena voluntad: ‘Cuando laobediencia deja de ser moti-vo de fastidio y pasa a sernuestro cometido, ése es el

momento en que Dios nos investirá con poder”(citado por el élder Donald L. Staheli, Liahona,julio de 1998, pág. 89).

� El élder Dennis B. Neuenschwander, de losSetenta, habló en cuanto a la importancia de obe-decer las normas de la misión: “Las reglas de lamisión son importantes de la misma forma enque los mandamientos son importantes. Es preci-so que todos las guardemos, comprendiendo quese nos dan para fortalecernos, orientarnos y con-servarnos en el camino recto. El misionero inteli-gente aprenderá el propósito de las reglas y sevaldrá de ellas para tener éxito en su labor. Tu

misión es un tiempo de disciplina y de concen-trarse en un solo fin. Se te requerirá prescindir dealgunas cosas de antes: la música, la televisión,los videos, las novelas y hasta las chicas. Nada demalo tienen estas cosas... pero, es de notar que losalimentos tampoco tienen nada de malo, exceptoque uno esté ayunando, en ese caso aun unacucharita de agua es indebida” (véase, “A mi hijomisionero”, Liahona, enero de 1992, pág. 49).

� El élder Richard G. Scott explicó la manera enque la obediencia personal puede ayudar a unmisionero para que dé su testimonio con poder:“Los misioneros que han pagado el diezmo puedentestificar de las bendiciones prometidas que elSeñor concede en virtud de la obediencia. El misio-nero que haya llevado una vida recta puede com-partir un testimonio poderoso gracias a lasexperiencias espirituales de su vida, las cualesdependen de su dignidad y su fe en el Salvador”(véase, “Enseñar con el corazón”, Liahona, juniode 2004, págs. 10–11).

PUNTOS PARA MEDITAR

• De entre los atributos cristianos analizados enesta lección, ¿en cuáles necesita usted concentrar-se para cultivarlos en este momento de su vida?

• ¿Qué necesita usted hacer para mejorar en aque-llos atributos cristianos que ha seleccionado?

• ¿Cómo es que las actitudes cristianas capacitan alos misioneros para que enseñen con mayor efi-cacia el Evangelio restaurado?

• ¿Por qué son la habilidad y el deseo de servir dili-gentemente tan importantes para la obra misional?

• ¿Cómo podría usted desarrollar una mayor apti-tud para trabajar con energía a fin de ser unmisionero diligente?

• ¿Cuáles son algunas de las bendiciones queresultan de la obediencia?

• ¿Qué relación se manifiesta entre la obediencia yel tener la compañía del Espíritu?

ACTIVIDADES SUGERIDAS

• Evalúe su progreso personal en cuanto a desarro-llar atributos cristianos. Escoja luego uno o dosaspectos en las que podría mejorar y prepare unplan específico de mejoramiento.

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S A T R I B U T O S C R I S T I A N O S

121

Page 129: 130 Preparacion Misional Alumno

LECTURA ADICIONAL RECOMENDADA

Leales a la Fe: Una Referencia del Evangelio

• “Caridad” (págs. 40–41)

• “Fe” (págs. 90–92)

• “Esperanza” (págs. 79–80)

• “Humildad” (págs. 103–104)

• “Obediencia” (págs. 126–127)

NOTAS E IMPRESIONES

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S A T R I B U T O S C R I S T I A N O S

122

Page 130: 130 Preparacion Misional Alumno

P R E P A R A C I Ó N M I S I O N A L M A N U A L P A R A E L A L U M N O

L O S A T R I B U T O S C R I S T I A N O S

123

Page 131: 130 Preparacion Misional Alumno

36913 0024 02369 13002 0

SPANISH