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ENEMIGOS DEL SISTEMA Brian W. Aldiss ¿Habéis oído ese silencio cuando los pájaros están muertos pero algo pía como un pájaro? I Sonaba una música inspirada mientras avanzaban desde los edificios de la terminal hacia el ferry. Sin agitación, sin empujarse, se iban situando en los relajadores y aguardaban a que el ferry partiera. Cincuenta y dos de ellos ocuparon sus lugares, con los sexos casi equilibrados. Sus ropas eran tan similares en corte, y tan apagadas en color y material, que llegaban a parecer un uniforme; sus cabellos, fueran hombres o mujeres, estaban cortados aproximadamente a la misma longitud; todos los rostros eran imperturbables, casi inexpresivos. Se sentaron sin ninguna inquietud. Eran la élite del sistema, emprendiendo sus vacaciones hacia el planeta clasificado de Lysenka II. El ferry despegó silenciosamente, a su hora prevista. Ciudad de la Paz Mundial, la propia Tierra, se hicieron pequeñas tras ellos. Miraron cómo el planeta se encogía, y luego se volvieron y se sonrieron con circunspección. Eran desconocidos y nadie sabía quién era quién; incluso entre la élite existían varios grados de poder. Del ferry, los pasajeros transbordaron a una nave TransAbismo que les aguardaba en una órbita de aparcamiento en torno a la Luna. Tan pronto como el ferry se hubo alejado, la TransAbismo estableció su campo de atracción e inició su costosa maniobra. La Tierra desapareció como un ojo cayendo por un desagüe, el Sol se transformó en una mota de luz y se desvaneció. El tiempo se convirtió en una serie de ecuaciones. Ignorando el alarmarse, los turistas podían ahora relajarse y entrar en contacto unos con otros. La distancia del Sistema Solar al Sistema Lysenka era de 50,2 años-luz, en términos de Espacio Ordinario, de modo que los pasajeros tenían

08 Aldiss, Brian - Enemigos Del Sistema

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  • ENEMIGOS DEL SISTEMA

    Brian W. Aldiss

    Habis odo ese silencio

    cuando los pjaros estn muertos

    pero algo pa como un pjaro?

    I

    Sonaba una msica inspirada mientras avanzaban desde los edificios de la terminal hacia el ferry.

    Sin agitacin, sin empujarse, se iban situando en los relajadores y aguardaban a que el ferry partiera. Cincuenta y dos de ellos ocuparon sus lugares, con los sexos casi equilibrados. Sus ropas eran tan similares en corte, y tan apagadas en color y material, que llegaban a parecer un uniforme; sus cabellos, fueran hombres o mujeres, estaban cortados aproximadamente a la misma longitud; todos los rostros eran imperturbables, casi inexpresivos. Se sentaron sin ninguna inquietud. Eran la lite del sistema, emprendiendo sus vacaciones hacia el planeta clasificado de Lysenka II.

    El ferry despeg silenciosamente, a su hora prevista. Ciudad de la Paz Mundial, la propia Tierra, se hicieron pequeas tras ellos. Miraron cmo el planeta se encoga, y luego se volvieron y se sonrieron con circunspeccin. Eran desconocidos y nadie saba quin era quin; incluso entre la lite existan varios grados de poder.

    Del ferry, los pasajeros transbordaron a una nave TransAbismo que les aguardaba en una rbita de aparcamiento en torno a la Luna. Tan pronto como el ferry se hubo alejado, la TransAbismo estableci su campo de atraccin e inici su costosa maniobra. La Tierra desapareci como un ojo cayendo por un desage, el Sol se transform en una mota de luz y se desvaneci. El tiempo se convirti en una serie de ecuaciones.

    Ignorando el alarmarse, los turistas podan ahora relajarse y entrar en contacto unos con otros. La distancia del Sistema Solar al Sistema Lysenka era de 50,2 aos-luz, en trminos de Espacio Ordinario, de modo que los pasajeros tenan

  • cuarenta horas de transferencia de sistema a sistema en las cuales podan permitirse establecer relaciones sociales o compartir actividades.

    La TransAbismo era una nave espaciosa, bien equipada con salones, restaurantes, miradores panormicos, una suite acutica, y habitaciones privadas. La mayora de los turistas, siendo gente importante, haca valer su importancia paseando alrededor de las concurridas estancias con su digno porte. Las azafatas, en sus uniformes azules de la Compaa TransAbismo, ayudaban a algunos pasajeros a localizar a las parejas que los selectores Extra-Sistema haban elegido para ellos, si no haban tenido tiempo de localizar- se antes de embarcar en Ciudad de la Paz Mundial.

    Una de las sonrientes azafatas present a dos altos pasajeros, un hombre y una mujer, que se tocaron brevemente la punta de los dedos y luego se quedaron mirndose el uno al otro. Con una inclinacin de cabeza, la azafata los dej solos.

    Mi nombre es Jerezy Kordan, Ciudadano de Mundo 692dijo el hombre, sonriendo para suavizar un poco la familiaridad de utilizar tan solo sus ltimas tres cifras en su primer encuentro. Me alegro de que nos hayan asociado juntos para estas vacaciones.

    La mujer sonri en respuesta y utiliz la misma informalidad.

    Soy la Ciudadana de Mundo 194, Millia Sygiek. Y me complace que el selector lo haya elegido a usted, utopista Kordan, pues s que seremos compatibles.

    Kordan posea un rostro alargado y grave con gruesos labios que generalmente mantena fruncidos, y rasgados ojos grises. Permaneci plantado firmemente frente a ella, con sus manos colgando relajadas a sus costados.

    Sygiek era casi tan alta como l, una mujer con un brillante pelo castao y ojos grises. Su mentn era firme, su expresin algo severa hasta que sonrea. Cruz sus manos a la altura de su cintura mientras hablaba.

    Debemos ser compatibles, puesto que el ordenador nos ha calificado como compatibles. La compatibilidad es una cualidad que ambos debemos apreciar como deseabledijo.

    Inevitablemente. Est estipulado que el placer es uno de los factores de nuestras vacaciones, y la compatibilidad es parte de su garanta. No considera usted que la compatibilidad es una cualidad positiva, una cualidad constructiva?

    Quera dar a entender que tan solo algunos Progresistas consideran las relaciones hombre-mujer un poco pasadas de moda, incluso improcedentes a las necesidades del Sistema... Cuestionan la funcin til del sexo.

  • El hizo un gesto vago con sus manos.

    Toleramos a los Progresistas en nuestra sociedad mundialhablaba sin ningn nfasis en particular. Pero por supuesto tan solo constituyen aproximadamente el 1,45 por ciento de la poblacinla tom del brazo como dejando de lado el tema.

    Se dirigan hacia su habitacin particular cuando una voz de tenor dijo suavemente, sobre el latir artificial de la nave:

    Recuerden que las relaciones sexuales son una actividad social aprobada. Son agradables. Inevitablemente, incrementan el bienestar fsico y mental de ambos participantes, y de este modo intensifican su valor ante el sistema. Asciense con su pareja tanto como les sea posible durante el viaje. Feliz relacin!

    Sygiek sonri.

    I,o ve? Como buenos utopistas, nuestros deseos van por delante de las recomendaciones oficiales.

    Pero, al atravesar uno de los salones de relajacin, se distrajeron por un instante. Una hilera de ajedrecomputadores estaban sentados frente a una hilera de tableros de ajedrez en tres dimensiones, aguardando a que algn jugador humano quisiera jugar contra ellos. Cada ajedrecomputador era tan pequeo como una cabeza humana; su nico brazo, construido con una sustancia parecida a la carne, colgaba doblado a su lado cuando permaneca inactivo. Alguien haba colocado dos mquinas una frente a otra y ahora estaban jugando entre ellas el complejo juego.

    Cuando terminaba un juego, las mquinas colocaban de nuevo solemnemente las piezas y empezaban

    inmediatamente el siguiente. Algunos turistas estaban mirando.

    Observando por encima del hombro de uno de los curiosos, Kordan dijo:

    Es divertido! Estn ejerciendo sus capacidades nicamente para ganarle una a la otra.

    El hombre que estaba delante de l, un rechoncho hombre de rasgos cetrinos de menor estatura que la media, lo mir directamente y dijo:

    Sera ms divertido si uno de ellos mostrara algo de alegra cuando ganara.

    Cuando ya se sintieron cmodos en su habitacin, Kordan dijo:

  • Qu quiso decir ese hombre con que sera ms divertido si las mquinas mostraran un poco de placer al ganar? Cmo se puede esperar que una mquina manifieste placer?

    Dijo alegraella empez a desvestirse.

    El estaba siguiendo su propia lnea de pensamientos.

    Uno debe experimentar inevitablemente un cierto placer al ganar, aunque "Nuestra fuerza reside en nuestra unidad". Una mxima importante. Ganar implica competicin. No deja de ser una pequea paradoja. Puesto que tenemos el privilegio de ir de vacaciones a Lysenka II, nos hallamos entre los ganadores del sistema. Puedo expresarlo de este modo?

    Siempre es un privilegio el visitar un planeta extrasolar. En el caso de Lysenka II, tengo entendido que ha sido abierto al turismo antes de haber alcanzado una completa conformidad con las normas culturales .., simplemente para unirlo a las celebraciones del aniversario.

    Es cierto que la vida animal an no ha sido sometida, como inevitablemente tendra que haber sido sus labios se fruncieron. De todos modos yo, como historiador con un inters especial en el mundo preutpico, doy las gracias por la suerte de poder ver algo de un planeta en el cual las sociedades animales, tal como yo lo entiendo, se aproximan a lo que deba de ser la vida en la Tierra antes del Biocom.

    Sygiek se quit las medias y empez a desprenderse de su tnica de una sola pieza.

    Mi trabajo est enteramente relacionado con el presente. No siento ningn inters por el mundo preutpico, ni siquiera en este ao del aniversariodijo enrgicamente. El sonri frunciendo los labios.

    Quiz Lysenka II despierte nuevos intereses. Indudablemente, vamos a ver cosas incompatibles con la civilizacin. De todos modos, hasta entonces, reanimmonos con algo de compatibilidad. Tindase y

    abra las piernas.

    Ella sonri y se relaj contra los voluptuosos almohadones, preparndose para l como una yegua dispuesta a recibir a su jinete. De pronto, la imagen del hombre junto a las ajedrecomputadoras acudi a su mente.

    Tengamos un poco de alegradijo.

  • Muy pronto, la hermosa y costosa estructura haba cruzado el abismo de luz que ni siquiera el estado mundial conseguira subyugar nunca. Se materializ en rbita alrededor de Lysenka II, mientras algunos comentarios casi subvocales desgranaban datos acerca del sol, Lysenka, y sus cuatro planetas circundantes: tres de ellos turbulentas masas de gases, y solamente II un mundo remotamente apropiado para el establecimiento del orden y la ilustracin.

    En el ferry que los baj a Ciudad de la Paz, la nica base construida hasta la fecha en Lysenka II, los altavoces dieron la bienvenida a los huspedes.

    Esperamos que disfruten de su estancia en Lysenka II, y sus intelectos extraigan el mximo provecho de ella. Aunque este planeta era conocido del estado mundial desde hace varios siglos, hasta ahora no haba sido abierto al turismo. Pueden considerarse ustedes como especialmente privilegiados por estar aqu. Para aquellos que trabajamos en Lysenka II, es un honor recibirles, sabiendo que ustedes son parte de las celebraciones especiales del Sistema con motivo del millonsimo aniversario del establecimiento del Biocom.

    Los universales aspectos benficos de Biocom nunca sern ms apreciados que en este planeta, donde todo es primitivo, regresivo, y de un orden poltico-evolutivo tremendamente bajo.

    As que deseamos que disfruten de su estancia y que ella sirva para fortalecerles en su dedicacin fu-

    tura a nuestro bienamado sistema. Bienvenidos a Lysenka II.

    Los pasajeros se miraron entre ellos. Algunos, cautelosamente, sonrieron.

    Todos recibieron la dosis de refuerzo y el tratamiento de acupuntura para aclimatarse al planeta, antes de desembarcar en suelo aliengena. El ferry baj en picado. Un momento de silencio ms terrible que cualquier abismo de luz, y luego las enormes puertas de salida se abrieron. Lo hicieron demasiado rpido: el cielo era un brillante techo acanelado de nubes que envolvi a los visitantes del nuevo mundo. Parpadearon, inexplicablemente reluctantes a avanzar.

    Unas azafatas, con el uniforme rojo de Turismo Exterior en lugar del azul de TransAbismo, condujeron a los turistas a los ALD, sonriendo y tranquilizndoles. Tan pronto como un autobs para largas distancias estuvo lleno, aceler hacia una de las carreteras radiales que conducan de Ciudad de la Paz a las zonas salvajes. Los pasajeros inspiraron profundamente y se miraron unos a otros, como si el nuevo entorno les forzara a cada cual a medirse de nuevo. En la inhabitual luz, el aspecto de sus rostros era extrao.

  • El autobs lleg a Dunderzee en una hora-T. Dunderzee era el recin abierto complejo turstico de Lysenka. Estaba al borde del territorio que los humanos an no haban explorado desde el suelo.

    Acompaados todava por las tranquilizadoras azafatas, los turistas fueron conducidos a sus habitaciones en el Hotel de la Unidad. El hotel era suntuoso pero an no estaba completamente terminado. Cada habitacin, junto con una vista espectacular del salvaje paisaje exterior, alardeaba de una pared animada que mostraba un primer plano del lago Dunderzee. Cuando Kordan y Sygiek entraron en su habitacin, se detuvieron frente a la pared y contemplaron la cascada que alimentaba al lago. Con un suave retumbar, el agua caa libremente de casi mil metros de altura por la ladera carmes de la Garganta Dunderzee. Pesados pjaros se deslizaban planeando por la pared de la garganta, internndose en la columna de blanca agua a travs del chorro.

    Volvindose para colocar su maleta en el estante previsto para tal fin, Kordan dijo:

    Aunque he viajado por todo el Sistema, y he visitado dos veces el Ocano Argyre cuando sus aguas eran liberadas, la Garganta Dunderzee me impresiona. Me gustar visitar la realidad.

    Ella se sorprendi de que l hablara tan subjetivamente; no dijo nada, observando una partida de criaturas de apariencia humanoide que se deslizaban enrgicamente por la espuma del lago.

    Millia, cunteme algo acerca de usted pidi Kordan.

    Puede juzgarme por usted mismo ella le mir directamente a los ojos. Ambos permanecieron silenciosos, contemplndose mutuamente.

    Dnde naci? En la Tierra?pregunt l.

    Nac en una ciudad flotante en la llanura de Ust'-Urt, a doscientos cincuenta kilmetros del mar de Aral seal hacia el agua que caa, la agitada superficie del lago. Nunca vi nada, excepto una llanura inmvil, hasta que tuve doce aos, as que quizs esta gran garganta me empuje contra la naturaleza. No es sofisticada, puedo darme cuenta de ello.

    Pasado maana los dos estaremos junto a esta cascada en la realidad, Millia.

    S, debera ser una fructfera expedicin cultural. Tambin tengo que relacionarme un poco ms con nuestros compaeros turistas. Forman una muestra representativa de los escalones intermedios de nuestro sistema de sociedad. Puede acompaarme hasta el bar, si lo desea.

  • Quedmonos un poco aqu solos, Millia. Me gusta su compaa. Maana, inevitablemente, tendremos tiempo para los dems...

    No haga observaciones antisociales. La unidad es una cualidad que necesita una perpetua renovacin. Hemos dispuesto de mucho tiempo solos en el TransAbismo. Ahora integrmonos con nuestra nueva comunidad.

    El mir anhelosamente hacia la cascada mientras salan de la habitacin.

    II

    El Hotel de la Unidad alojaba a unos doscientos huspedes, todos ellos importantes por derecho propio, all en el Sistema. Jerezy Kordan era un historiador especializado en el Perodo Clasificado de la Europa preutpica antes de la introduccin del Biocom. Era acadmico del IEPU, el Instituto de Estudios Pre Utpicos, y muy probablemente a su debido tiempo llegara a canciller. Millia Sygiek se anunciaba a s misma como supervisora de conmutacin de Movilidad de Poblacin del Sistema. Como tal, su trabajo consista en viajar por los planetas y satlites del Sistema, comprobando que las comunidades permanecieran equilibradas en tamao y herencia gentica y no degeneraran; la enorme tarea de controlar la circulacin migratoria recaa sobre ella y la oficina de MPS.

    Por la tarde, se alent a los recin llegados turistas para que pasearan por la seguridad de los jardines del hotel, a fin de acostumbrarse a las diferencias de gravedad, atmsfera y radiactividad. Haba mucho que ver all, incluido un zoo que albergaba a algunas de las especies autctonas de Lysenka. Sygiek y Kordan se unieron a otra pareja de turistas, un exobotnico llamado Ian Takeido, un hombre joven y tranquilo que haba pasado la mayor parte de su vida en el subsistema joviano, y Jaini Regentop, una plida muchacha que era especialista en ADN en el Consejo Asesor de Tecnoeugenesia.

    La voz de un comentador, profunda y paternal, les sigui mientras paseaban por una de las amplias avenidas del zoo.

    Casi todos los rboles que pueden ver a ambos lados estn clasificados como Calamiteas Iysenkanas, o colas de caballo. Su estructura es muy similar a la de los rboles que crecieron en la Tierra durante la

    era carbonfera. Recuerden siempre que Lysenka II apenas acaba de emerger de su equivalente al perodo devoniano y entrado en su carbonfera. En otras

  • palabras, se halla en el mismo estadio de desarrollo que la Tierra hace unos 370 millones de aos.

    Habrn observado tambin los rboles que nosotros llamamos rboles-caja. Este filum nunca se desarroll en la Tierra. Cada rbol es de hecho una pequea colonia de rboles en nmero de ms de quince. Sus troncos crecen al principio a partir de una base comn, primero hacia afuera, luego hacia arriba. Despus, a medida que envejecen, los troncos se curvan de nuevo hacia abajo, para reunirse en un entrelazado de follaje a unos seis metros sobre el suelo. De este modo se forma algo parecido a una caja..., y de ah su nombre la voz descendi de tono hasta convertirse en una risita. Nos gusta pensar que esta tendencia a la unidad hace de los rboles-caja el primer ejemplo de unidad socialista que hemos hallado en el mundo vegetal de Lysenka.

    Encantadordijo Jaini Regentop. Encantador. Y un pequeo chiste constructivo, tambin.

    Aquella noche, el consejo del Hotel de la Unidad celebr una gran recepcin, con un banquete y varios brindis y discursos, seguidos de un baile y un grupo folklrico trado de Ciudad Bohemia, en Titn.

    A la maana siguiente, cuando los turistas se desperezaron, fue para descubrir que sus paredes animadas estaban en blanco, y sus radios y pantallas de visin no funcionaban. Slo las comunicaciones internas del hotel seguan operativas. Un azarado consejo de direccin present unas rpidas excusas y explic el porqu.

    La suspensin temporal de las comunicaciones externas no afectar la expedicin a la garganta Dunderzee prevista para hoy. Los ALD, sus vehculos, funcionan por motores micronucleares. Desgraciadamente, todas nuestras comunicaciones son va satlite, as como la mayor parte de la energa es irradiada por el sol Lysenka hasta nosotros tambin por va satlite; estas funciones se hallan temporalmente suspendidas, debido a una huelga en el satlite de control en Ciudad de la Paz. Nos alegra mucho poder decir que el hotel posee su propia reserva de energa, con duracin para ms de una semana. No obstante, rogamos disculpas por todos los inconvenientes y la prdida de sus paredes animadas. Como podrn ustedes apreciar, Lysenka II es un planeta muy primitivo, lo cual a veces contagia sus efectos sobre la naturaleza de la gente. Gracias.

    Los huspedes se miraron con desagrado.

    Los mecnicos y los ingenieros del satlite estn intentando renegociar su contrato con el Presidium Planetarioles dijo Ian Takeido a Kordan y Sygiek en voz baja, durante el desayuno. Estuve hablando con uno de los tcnicos del hotel la pasada noche. Parece que, al estar trabajando en un planeta extrasolar,

  • deben cumplir con un contrato de diez aos ininterrumpidos antes de poder regresar al Sistema. Quieren que la duracin del contrato se reduzca a siete aos.

    El TransAbismo es terriblemente caro, ya lo sabe usteddijo Sygiek suavemente.

    Pero una huelga!exclam Regentop, mirando por encima de su taza de caf. Qu primitivo... Ian ha tenido que explicarme lo que significaba la palabra. Creo que el castigo por huelga era...y dej que su voz se desvaneciera.

    Si uno desea algodijo Kordan, tiene que negociar por ello. Es una perogrullada, pero cierta.

    Se han cansado de negociardijo Takeido. Espero que no considere mis palabras demasiado francas, pero han estado negociando durante aos, sin resultado.

    Pero la vida pblica es negociacin, en tanto no interfiera con la marcha del gobiernodijo Kordan. El proceso es parte de una dialctica general.

    Takeido sacudi la cabeza.

    Esos tcnicos lo ven como un asunto emocional. Lo que dicen es: "La Tierra es nuestro Id... Debemos tenerla o morir".

    Id! Otra palabra que nunca haba odo antes se quej Regentop, sonriendo y mirando ansiosamente sus rostros.

    Como acadmico, puedo asegurarle que es una palabra realmente arcaica dijo Kordan frunciendo los labios. Y en este caso casi invariablemente mal empleada.

    Probablemente fue declarada no-palabra dijo Sygiek, mirando alternadamente a los dems. En cuyo caso, no debera ser empleada en lugar de emplearsela mal.

    Hubo una pausa. Regentop se inclin confidencialmente hacia adelante.

    Utilice su autoridad para explicarnos lo que significa id, Jerezy Kordandijo. Todos nosotros pertenecemos a la lite..., y estamos fuera del Sistema. No puede ocurrirnos nada por una simple charla aqu pareca excitada, y le sonri nerviosamente mientras hablaba.

    Sygiek cruz las manos sobre su regazo y mir a travs de las ventanas.

  • Si las palabras caen fuera de uso, generalmente hay buenas razones para ellodijo en tono amonestador. Pueden servir como elementos de rplica en sistemas subversivos de pensamiento. Usted sabe muy bien esto, Jerezy Kordan.

    En el presente caso, la explicacin es slo instructiva dijo Kordan conciliadoramente. Ella sigui mirando a travs de las ventanas. l se volvi hacia los dems. Era una entidad de las antiguas supersticiones, algo as como un fantasma. En pocas palabras, hace mucho tiempo, en la poca antes de la llegada del Biocom, florecieron algunas interpretaciones pervertidas acerca de la naturaleza del hombre. La mayora de ellas asuma que el hombre no era un ser econmico racional. Poda llegar a discutirse que tal fuera el caso antes de que el comunalismo le proporcionara la necesaria estructura racional sociopoltica con la cual poda funcionar como una unidad. 'Id' fue un trmino acuado por una de esas pervertidas interpretaciones..., un sistema particularmente pernicioso, una senda ciega de pensamiento que, me siento feliz de decirlo, recibi siempre oposicin, incluso por parte de nuestros primeros antepasados comunistas.

    Haba cado en un fcil estilo discursivo. Sygiek mir hacia los dems; estaban contemplando el rostro de Kordan con algo de admiracin. Este prosigui:

    En aquellos das remotos, el conflicto fisiolgico entre el cerebro, el sistema nervioso central, y el sistema nervioso autnomo, no era comprendido. Inevitablemente surgi un concepto errneo de la naturaleza de nuestro hombre. El conflicto fisiolgico fue interpretado como psicolgico, originado por alguna hipottica profundidad de la mente. La mente era considerada como algo muy complejo, casi como un mundo salvaje e independiente. En ese errneo modelo de fisiologa humana, esto es lo que realmente era la mente, se supona que en sus lodosas oquedades acechaban varios elementos salvajes y socialmente destructivos, aguardando el momento de derribar la razn. Esos elementos fueron reunidos bajo el trmino comn de id. Era una fuerza regresiva.

    Haban terminado su desayuno. Mientras Takeido empujaba hacia atrs su silln, dijo:

    Instructivo! Cmo supone usted que el antiguo trmino ha ido materializndose aqu en Lysenka Il

    un milln o ms aos despus, Jerezy Kordan?

    Como creo haber puesto en claro, el trmino fue acuado en algn sistema capitalista desvanecido hace mucho tiempo... En parte, para explicar y disculpar sus propias deficiencias de organizacin. Si comprende usted la regresiva naturaleza de los animales de este mundo, entonces podr comprender que los..., esto, tcnicos en huelga, pueden haber tomado el trmino de aqu.

  • Deberan ser censurados por ellodijo Regentop, con voz impresionada. Todo esto suena desagradablemente no utpico.

    Sygiek se puso en pie y se qued mirando a los dems, pero Takeido se inclin hacia adelante, visiblemente deseando seguir con el tema. Palmeando con fuerza, dijo:

    Esto es de lo ms interesante, Jerezy. Si est usted en lo cierto, y por supuesto yo no lo dudo, entonces los tcnicos en huelga estn equivocados. "La Tierra es nuestro Id..." Lysenka es el subversivo lugar prohibido, as que l tiene que ser el id, y la Tierra tiene que ser..., no s el trmino. Tan slo soy un simple exobotnico.

    Regentop palme su hombro y sonri, orgullosa.

    Super-yodijo Kordan. La Tierra debera ser el super-yosonri dando por terminado el asunto, renegando del tema, y alz la vista para ver cmo Sygiek se tomaba la conversacin.

    Esta conversacin es demasiado indulgente consigo misma dijo ella. "Hablar del error es en s

    mismo error." Terminemos y vayamos a los autobuses. La mayora ya est all.

    Esas viejas teoras son una tontera, inevitablementele dijo Kordan, tomndola del brazo mientras

    abandonaban el comedor. Algo medieval. Como la alquimia.

    Ella le mir con las cejas ligeramente levantadas y una sonrisa que l no le haba visto antes.

    Pero la alquimia condujo a algn lugar, Jerezy Kordan, acadmico. Proporcion uno de los fundamentos del desarrollo cientfico. En cambio el psicoanlisis era un callejn sin salida.

    Entonces tambin usted est familiarizada con esos antiguos y prohibidos modelos... Psicoanlisis!

    Es parte de mi trabajo familiarizarme con todo lo que est prohibido.

    El la mir escrutadoramente. Ella mantuvo su mirada. El no dijo nada, y salieron al exterior. Kordan se detuvo en las escaleras, inspirando profundamente mientras miraba al frente.

    Los autobuses aguardaban como grandes bestias soolientas. El exobotnico, Takeido, llam la atencin de Kordan, tosi y dijo como disculpndose:

  • Ha sido un placer escucharle hablar en la mesa durante el desayuno, Jerezy Kordan. Trabajando en las lunas jovianas, uno se siente muy solo. Uno piensa, desea hablar... Hablar acerca de muchas cosas, como los tpicos que ha abordado usted. Podramos ir Jaini y yo con ustedes hasta Dunderzee?

    Kordan mir al joven, como si pensara cun joven y dbil era en realidad. Observ el nervioso fruncimiento de las cejas negras sobre la frente de Takeido.

    Tiene usted absoluta libertad de elegir cualquier asiento que desee en el autobsdijo. Pero el lenguaje es algo muy precioso y debe ser conservado. Es mejor ser resuelto que curioso. "La resolucin es el enemigo de la desviacin", como proclama la mxima. Imagino que esto se aplica tanto a Jpiter y Lysenka como a la Tierra.

    Por supuestodijo Takeido, y trag saliva.

    Subamos a los autobuses, entoncesdijo Kordan, sonriendo. Hizo una sea con la cabeza a Sygiek. Ella le devolvi satisfecha otra inclinacin, y descendieron la escalinata, en un absoluto dominio de su mundo, hacia los autobuses que aguardaban. Las puertas del permetro fortificado del Hotel de la Unidad se deslizaron y abrieron. Sobre ellas ondeaba una bandera con la ensea del Sistema Unido y la leyenda:

    ESFORZNDONOS

    HACIA EL SEGUNDO MILLON DE AOS

    DE LA UNIDAD DEL BIOCOM!

    Mientras el ALD cruzaba la puerta, Sygiek se dio cuenta de que estaba sentada cerca del rechoncho hombre que haba hecho las observaciones acerca de que los ajedrecomputadores en el TransAbismo no experimentaban alegra. Hizo un gesto jovial con la cabeza, como si fueran viejos compaeros.

    Una sesin de ociosa visita a lugares de inters! exclam Sygiek a Kordan, desviando su atencin del otro hombre. Nunca haba hecho algo as en mi vida, y dudo un poco de su conveniencia ahora. Los das tienen ms valor cuando son fructferamente atareados.

    Kordan la escrut, como intentando leer sus pensamientos.

    No se haga reproches a s misma con tales sentimientos, Millia. No estamos ociosos. Nos hallamos en Lysenka para recuperar nuestras energas, para que as podamos volver al Sistema mejor equipados para trabajar por l y apreciar su valor.

  • El hombre rechoncho se inclin hacia adelante, palmeando sobre sus rodillas, y les dijo:

    No sean demasiado estrictos con ustedes mismos, amigos. Saboreen la alegra como una fuerza positiva por derecho propio. La ociosidad tiene virtudes propias.

    Exactamente lo que quera decirdijo Kordan, afablemente. La ociosidad restaura nuestras energas.

    El hombre rechoncho se present a s mismo como Vul Dulcifer 057, jefe ingeniero responsable de los sistemas de aire acondicionado de Iridio, en Venus. Tena una grande y firme cabeza, con unos grandes y firmes rasgos. Mirando a travs de la ventana hacia el paisaje que pasaba por su lado, dijo:

    Como cualquier otro, yo nunca estoy ocioso. Mi trabajo me ocupa trece horas-T al da, y adems llevo varios comits. "Utopa se sostiene tan slo gracias al trabajo duro", conozco el slogan del partido, no hace falta que me lo recuerden. El sistema es una mquina. Si unos pocos de nosotros hemos triunfado sobre este planeta Clasificado, con todos esos degenerados animales capitalistas merodeando por los alrededores, es por eso que formamos parte de la lite, y sostengo que nos hemos ganado algo de ocio. Francamente, veo el ocio como una recompensa justa, no simplemente como un obstculo ms en la carrera del asalto al Mundo de la Paz.

    Mientras le observaba y le escuchaba hablar, Sygiek pens que ella y Dulcifer nunca podran ser compatibles. l era tan pequeo y cetrino como ella era alta y plida. l era grueso, con hombros masivos; cada uno de sus movimientos expresaba energa. Los iris de sus ojos tenan un color azul marino, cada uno de ellos rodeado por una hilera de pestaas negras. El cabello era oscuro y ralo, y lo llevaba pegado al crneo cuadrado. Era consciente de una conmocin dentro de ella, mientras observaba los movimientos de sus bien definidos labios; una conmocin acosada por la reflexin: "Nos considera a Kordan y a m simplemente como dos productos de serie del Sistema, sin mentes propias..."

    Hablar de ociosidad como de una recompensa puede conducir rpidamente a pensamientos incorrectos, no es as, Jerezy? La ociosidad puede no ser diferente en este planeta de lo que es en cualquier otro lugar del Sistema: una trampa, un cebo para ideas desviacionistas. Cmo pueden cambiar esas peculiaridades? El ocio creativo es otro asunto.

    Una azafata, de sonrosadas mejillas, con largas piernas y una clida sonrisa, avanz por el pasillo del autobs, detenindose a intercambiar algunas palabras con todos. Era atractiva con su uniforme rojo; la mayora de los turistas llevaba ropas ms holgadas.

  • Disfrutan de este paisaje primitivo? pregunt. No es encantadoramente inculto, virgen? Qu inspirador smbolo de potencial.

    Sdijo Dulcifer. Y al mismo tiempo estamos ejercitando nuestras mentes como buenos utopistas con una argumentacin acerca de la naturaleza del ocio.

    Takeido y Regentop haban estado escuchando desde el asiento de enfrente. El primero se volvi y dijo a Dulcifer:

    Parece usted olvidar un pequeo dato, utopista. Ya sabe, la ociosidad es un mal funcionamiento fisiolgico. Es un error tratarla como una cualidad de la mente, cuando unas cuantas inyecciones pueden curarla tan pronto como se manifiestamientras hablaba, no dej de mirar a Kordan para ver cmo aceptaba ste su discurso.

    Un burcrata llamado Georg Morits se inclin a travs del pasillo y dijo vehementemente:

    Tiene usted razn, pero djeme recordarle que la ociosidad sigue an a veces manifestndose como una cualidad mental en infortunadas reversiones alhomo sapiens. Lo s. Tengo que batallar recluyendo a unos cuantos especmenes de este tipo de personas en mi trabajo. Estoy en una oficina en Mosc, ya saben... La ciudad de las ciudadestodos lo saban; aquella estpida persona haba estado alardeando durante el banquete de lo hermoso que era todo en Mosc, una antigua ciudad que haba sido la capital del primer estado comunista y haba sido reedificada varias veces. Uno puede ser acusado legalmente de ser un homo sapiens, ya saben. Est actualmente en los bancos de leyes.

    No en Venus, all no dijo Dulcifer, firmemente. Eso es como acusar a un animal con la afrenta de ser un animal.

    No hubo respuesta a eso. Lo saban todo acerca de Venus, y de las tendencias regresivas de Ciudad de Iridio.

    Creo que nos estamos desviando del tema intervino Kordan. Si me permiten recordarles los antecedentes histricos de este argumento...

    Por qu simplemente no olvidamos esta ridcula discusin?le interrumpi Sygiek.

    Kordan pareci herido, pero Dulcifer dijo, sonriendo para remover la herida de su observacin:

    Es usted demasiado represiva para unas vacaciones, utopista Millia Sygiek! A m me gustara or lo que su compaero iba a decir. Francamente, el paisaje me

  • aburre... Pero nunca he perdido el inters por los seres humanos que son mis compaeros.

    Las mejillas de Sygiek enrojecieron. Le dirigi una mirada que habra podido fundir iridio, pero no dijo

    nada.

    Simplemente iba a decir, por amor a los antecedentes histricos, que esos primitivos ingenieros genticos que establecieron el homo uniformis, Hombres Semejantes en Todo, fueron los que...

    Perdneme, acadmico Kordan, pero estoy en tecnoeugenesia, trabajando en el Consejo Central dijo Jaini Regentop, dirigindole una corts sonrisa, y su fraseologa no es correcta. Esos ingenieros genticos eran meramente instrumentos del cambio en la gran progresin del homo sapiens al homo uniformis; reciban rdenes. Primero tuvo que venir el inmoral trabajo de los fisilogos y los grandes endotomistas...

    Jaini, no debera interrumpir a Jerezy Kordan dijo Takeido. Es un acadmico.

    Entonces comprender. Entre ellosdijo Regentop, adoptando algo de las maneras discursivas de Kordan y dirigiendo sus observaciones principalmente a l, los endotomistas establecieron el hecho de que la estructura fisiolgica del hombre comprenda tres sistemas de gobierno que estaban en conflicto. Debido al rpido desarrollo evolutivo del hombre a partir del animal, esos sistemas de gobierno no eran enteramente compatibles. Podramos quejarnos del mismo modo de una mquina diciendo que era imperfecta debido a que contena demasiado cableado. El problema era de eficiencia.

    Kordan asinti y se mostr aburrido, pero Regentop sigui apresuradamente:

    Los grandes endotomistas y fisilogos desarrollaron un mtodo por medio del cual esos sistemas de gobierno podan ser procesados en un sistema armonioso. Los tres sistemas de gobierno a que me refiero, incidentalmente, son conocidos como sistema nervioso central, primariamente un sistema motor, sistema nervioso autnomo, primariamente un sistema sensorial, y Neocortex, primariamente un sistema pensante.

    Para desarrollar este supersistema ms fiable, fue introducido el biodesvo. Como ustedes probablemente sabrn, el biodesvo, se ha hablado mucho de l en este ao del aniversario, es un procesador interno que elimina por fases una buena parte de la actividad del antiguo sistema nervioso autnomo o la sujeta al control directo del sistema pensante. Un ejemplo obvio es el de la ereccin del pene, antiguamente un acto involuntario.

  • Frecuentemente imprimo en mis clases la idea de que el biodesvo es la autntica base de nuestra gran utopa. Desterr los problemas emocionales que siempre haban atormentado al homo sapiens. Religiones, guerras, amor romntico, enfermedades mentales..., todas las manifestaciones de los anticuados sistemas fisiolgicos.

    Esto es lo que mencion antes, Milliadijo lentamente Kordan a Sygiek. Por favor, contine, Jaini Regentop, si lo desea. Se expresa perfectamente bien.

    Ella asinti humildemente.

    Es mi deber hacerlo as cuando hablo de un logro tan supremo. La racionalidad era algo que el pobre homo sapiens nunca hubiera podido conseguir. Estaba dividido fisiolgicamente contra s mismo. En consecuencia estaba dividido contra s mismo tambin mentalmente y socialmente y polticamente y.... bueno, en todas las formas concebibles. No poda planear una sociedad estable como la que tenemos nosotros. La divisin era su sino.

    Su voz adquiri un tono tranquilizador.

    La divisin era su sino. Pero el sapiens tambin tena visin. S, haba visualizado incluso la Utopa,

    el lugar perfecto.

    Y, en forma irnica, alcanz la Utopa al final, y eso signific su extincin. Cuando sus fisiotcnicos y primitivos endotomistas inventaron el principio conjunto del Comunismo Biolgico, la teora que haba tras el propio biodesvo, entonces se hizo posible racionalizar genticamente los inarmnicos sistemas de gobierno, llegando al perfeccionamiento en sucesivas generaciones. A travs de la microciruga cromosmica, el sapiens desapareci con todos sus tipos de debilidades de sistemas... Es decir, se elimin a s mismo y anunci una virtual nueva raza. Una raza sin absurdas imperfecciones evolutivas. Una raza realmente capaz de establecer Utopa. En una palabra, nosotros. El homo uniformis, el Hombre Semejante en Todo.

    Todos se miraron, sonrindose unos a otros reflexivamente.

    Y qu tiene que ver esta antigua historia con el ocio, excepto el hecho de que es en s misma una historia ociosa?pregunt Dulcifer.

    Es la historia del nacimiento del Estado Mundial, ni ms ni menosdijo Sygiek, frunciendo el ceo.

    Jaini Regentop lo ha explicado biendijo Takeido a Dulcifer. La ociosidad es una antigua debilidad sapiens. Surga de una falta de finalidad, sin duda..., de

  • una confusin interna. No existen razones fisiolgicas para la ociosidad en estos das iluminados, utopista. La hemos conquistado.

    Dulcifer se rasc la cabeza. Sonri.

    Es usted un poco joven para ser un conquistador.

    Takeido se desliz hacia atrs en su asiento.

    Hay un Museo del Homo Sapiens en Mosc dijo Georg Morits, y aadi confidencialmente: eran bastante avanzados para ser primitivos, saben? Incluso posean una forma limitada de viaje espacial..., cuyos principios fueron inventados en Mosc. Puedo decirles estas cosas porque ustedes pertenecen a la lite, y no a los ignorantes. S que ustedes las apreciarn. Ah, es bueno hablar entre iguales.

    III

    Estaban sentados hablando en el ltimo autobs. Delante de ellos avanzaban otros tres autobuses, distancindose gradualmente a medida que ganaban velocidad por la terraplenada carretera. La gran estructura del Unidad, que lo haba dominado todo hasta entonces, se empequeeca tras ellos, tragada por el imponente paisaje de Lysenka. Ocasionalmente, a medida que la carretera ascenda con el terreno, podan entrever los bordes de una distante meseta, cabalgando sobre la clida oscuridad de la llanura.

    Kordan asi la mano de Sygiek, pero ella no tard en retirarla.

    La azafata, en su impecable uniforme rojo con la insignia de Turismo Exterior, haba intercambiado algunas palabras individualmente con cada uno de ellos. Alcanz la parte delantera del ALD, donde tom un micrfono y se dirigi a todos los pasajeros, sonriendo al hacerlo.

    Hola, amigos del Sistema. Mi nombre es Rubyna Constanza 868 y tengo el placer de ser su gua por el da de hoy. Bienvenidos a esta excursin. Vamos a estar fuera del Unidad durante dos das, y pasaremos esta noche en las confortables instalaciones de la Garganta Dunderzee, que estoy segura les va a gustar. Vamos a ver algunas de las maravillas de este planeta, y tambin algunas de sus instructivas imperfecciones. Les ser servido un refrigerio cuando nos detengamos al medioda. Yo estoy constantemente a su servicio. Todos tienen un pulsador al alcance de la mano para llamarme.

    Es encantadora susurr Takeido. Regentop frunci el ceo en silencio.

  • En primer lugar me gustara recordarles algunos hechos relativos a este planeta. Seguramente estarn familiarizados con algunos de ellos, pero los hechos hacen que las cosas tomen vida en la realidad.

    Este planeta es grande segn los mdulos del Sistema de los Planetas Interiores, su dimetro ecuatorial es aproximadamente de unos veinte mil kilmetros. Por fortuna su masa es relativamente ligera, por lo que no sufrimos una gravedad opresiva. Lysenka II gira sobre su eje cada 33,52 horas-T, lo cual da un da inconvenientemente largo. Pueden ustedes descansar hasta que hagamos la pausa para comer, basta con que echen completamente hacia atrs los respaldos de sus asientos.

    Como pueden observar, las nubes cubren el cielo sobre nuestras cabezas. Raramente vemos brillar el sol a travs de ellas en estas latitudes, aunque suelen clarear al atardecer. Lysenka es ms bien un planeta clido y amodorrado en este perodo de su historia.

    Seal hacia el mundo que pasaba al otro lado de sus ventanillas.

    Aqu tenemos un bosquecillo de rboles-caja a nuestra izquierda. De todos modos, la vegetacin es

    escasa. La mayor parte del planeta es semidesrtica, debido a la insuficiencia de abonos y a la falta de actividad microbacteriana.

    Aunque el planeta fue descubierto hace ms de un milln de aos, hace tan solo diez aos que establecimos una base en l. El planeta aguarda an su desarrollo. El problema es...ideolgico: qu hacer con su fauna. El Estado Mundial todava est estudiando este asunto vital. Debido a los sistemas de vida de escasa energa existentes aqu, la fauna no ha sido capaz de asentarse demasiado en el planeta. Sera posible extirpar a todos los animales. Es una solucin limpia y atractiva. Por otra parte, sin embargo, pueden resultar utilsimos para estudios sobre el comportamiento, y como fuente de suministro de animales para laboratorio, etctera.

    Constanza haba apresurado ligeramente aquella parte de su charla. Marc de nuevo un ritmo ms pausado para aadir:

    De todos modos, tales problemas no tienen por qu entrar en sus mentes durante sus vacaciones, puesto que las decisiones corresponden a otros. Por el momento, lo nico que necesitamos es disfrutar de los ambientes extraos. A su derecha, pueden ver ahora un rebao de criaturas parecidas a los canguros. Les aseguro que no corremos ningn peligro, puesto que nos hallamos en permanente contacto por radio con los satlites de vigilancia. Bueno, en realidad, precisamente hoy nos hallamos fuera de alcance debido a las dificultades tcnicas de la huelga; no estamos en contacto, pero de todos modos nos hallamos

  • perfectamente a salvo en el autobs. Observen que las criaturas nos estn contemplando con respeto.

    Los animales que ahora estaban saltando a lo largo de la carretera no tenan colas; su parecido con los canguros empezaba y terminaba en sus pequeas y puntiagudas cabezas y en su forma de saltar sobre el

    terreno. Por lo dems, eran ms bien parecidos a los hombres y agitaban sus manos con gestos extraamente humanos dirigidos al autobs, que pasaba rpidamente.

    Estos animales comen vegetales y tambin carne dijo Constanza. Adquieren su velocidad principalmente para librarse de todas esas otras cosas que desean comrselos.

    El autobs gir en la llanura y avanz por una amplia y bien peraltada curva. Delante apareci una gigantesca pared rocosa, coronada con franjas de cortas y suculentas colas de caballo. Cada vez era ms difcil comprender cmo el autobs consegua evitar el estrellarse contra la superficie rocosa, cuando la curva termin y el vehculo se hundi en un tnel.

    Las paredes del tnel haban sido pulidas a lser. En ellas haban sido tallados inspirados slogans, de esos que haban contribuido mucho a mantener el tono moral de la sociedad. Por primera vez desde que haban dejado el Unidad, todos los pasajeros se irguieron de sus asientos y prestaron atencin a las ventanillas, a veces leyendo en voz alta con placer palabras que conocan desde su infancia.

    LA RESOLUCION ES EL ENEMIGO DE LA DESVIACION

    LA UNIDAD ENGENDRA INMUNIDAD

    NUNCA PIENSES LO QUE NO PUEDE SER DICHO

    LA VIGILANCIA ETERNA GARANTIZA UNA SEGURIDAD ETERNA:

    SIN ELLA ES LA ANARQUIA ETERNA

    NO HAY NADA QUE NO CUESTE ALGO

    Los slogans brillaban en incitantes colores, ardiendo a su paso y sumergindose de nuevo en la oscuridad tan pronto como el autobs haba pasado.

    Repentinamente, se vieron proyectados de nuevo a la luz del da. Cuando la pared rocosa qued tras ellos y la carretera dej de girar, los turistas se descubrieron viajando por una enorme llanura. Su extensin era resaltada por el faralln que ahora se alejaba tras ellos, y la an distante meseta entre las brumas. El suelo de la llanuradesagradable, rido y quebradoestaba lleno de trozos

  • de rocas formando montones. De tanto en tanto, podan divisar algn que otro ro indolente.

    Hemos entrado en el Valle de la Gran Hendidura. La garganta est an lejos delante de nosotrosdijo Constanza. En esta rea, y a lo largo de todo el camino hasta el ocano Starinek, lejos al oeste, se halla contenida la mayora de las criaturas que pueblan Lysenka II. El resto del planeta est casi vaco, excepto por algunas colonias de araas indgenas y unos pocos insectos alados. No olviden que los fsicos solares y geognsticos nos han dicho que este mundo se halla enormemente atrasado con respecto a nuestros propios mundos en cuanto a desarrollo. Lo que no ofrece ninguna duda es que se trata del ltimo refugio del capitalismo.

    Hubo algunas risas ante su ocurrencia. Aunque la mayor parte de los turistas no tena forma de saber lo que era exactamente el capitalismo, la palabra haba retenido obscenas connotaciones a lo largo de las eras.

    Este es el ro Dunder, que podemos ver ocasionalmente a nuestra izquierda. No es tan ancho como suelen serlo los ros de este planeta. En el otro hemisferio hay un ro que ha sido observado desde el aire y que es al menos dos veces ms largo que el ro Amazonas de la Tierra. El Dunder fluye por el antiguo valle hendido por sus aguas en donde nos encontramos nosotros. Es un ro con multitud de peces cuyo desarrollo es equivalente al de nuestra antigua era carbonfera. Los expertos nos han dicho que hace unos 3.130 millones de aos Lysenka II alcanz el suficiente enfriamiento como para permitir que el vapor en suspensin de la atmsfera se condensara en lluvia. Ahora, si tan solo giran un poco la cabeza, a su derecha pueden ver otro bosquecillo de colas de caballo. rboles muy parecidos a ellos florecieron en otro tiempo en la Tierra.

    Creo que pretende que nos durmamos dijo Kordan a Sygiek en voz baja.

    Podremos dormir cuando nos detengamos para comer. No es una carretera estupenda la que ha construido nuestra gente? Podramos conquistar cualquier planeta en la galaxia.

    Nunca he comprendido enteramente por qu no hemos extendido nuestra esfera de influencia en el espacio.

    "Utopa es una actitud, no una dimensin", si me permite recordrselo.

    Es lo mismo... De acuerdo, no pretendo cuestionar...

    La soberbia carretera se desplegaba ante ellos, hora tras hora. Cuando llovi cerca del ro Dunder, divisaron ms animales, la mayor parte de ellos corriendo para guarecerse. Los otros tres autobuses haban desaparecido en la cobriza distancia que reverberaba al calor del medioda.

  • Rubyna Constanza haba hecho una pausa en sus comentarios. Ahora estaba de nuevo ante ellos, sonriendo tan encantadoramente como antes.

    Habrn observado ustedes la existencia de mayor nmero de animales junto al ro. La mayora de ellos atrapa peces, o atrapa a otros animales que atrapan peces. Son muy hbiles camuflndose. Los bravos trabajadores del sistema que construyeron esta carretera tienen muchas historias que contar acerca de su perversidad. Esos trabajadores y los soldados que los protegan eran los nicos miembros de nuestra gente que estaban autorizados a llevar armas en Lysenka II.... con excepcin de la guarnicin que defiende permanentemente Ciudad de la Paz, por supuesto.

    Como confo que entendern todos ustedesles dirigi una encantadora sonrisa como recompensa por tal comprensin, quizs el acontecimiento ms notable en toda la historia de Lysenka, desde el punto de vista del homo uniformis, fue la llegada aqu de una nave colonial procedente de la Tierra hace 1,09 millones de aos, en los amargos tiempos preutpicos de nuestro planeta natal. En esos remotos das, antes de que nuestra cultura fuera establecida mundialmente, y antes de que la ciencia cratobtica fuera desarrollada, cincuenta aos-luz era una distancia desafiantemente larga. La nave colonial no se diriga al sistema de Lysenka sino a otro sistema an ms lejano. Sin embargo, algo fue mal con el primitivo sistema propulsor, y la nave cay a este planetaextendi la mano hacia adelante, sealando a travs de la ventanilla delantera. Realiz un aterrizaje forzoso en algn lugar ah delante, a no muchos kilmetros de la garganta Dunderzee. Esa nave colonial proceda del actualmente difunto sistema capitalista del homo sapiens llamado Amrica. Contena no menos de...

    Se interrumpi, jade y mir a travs de la ventana.

    Oh, sygygys! Miren!

    La mayora de los pasajeros ya estaba mirando. Haba un obstculo imprevisto en la carretera, delante. A medida que el autobs se acercaba, se poda apreciar que se trataba de un corte que cruzaba la lisa superficie, en un punto en el que la calzada se haba cuarteado y hundido.

    Los sistemas de control del autobs eran desde haca tiempo automticos. Empezaron a detener el pesado vehculo algunos milisegundos antes de que los humanos que ocupaban su interior pudieran reaccionar. Los frenos entraron en accin, chirriando.

    El impulso arrastr al autobs hacia adelante en direccin a la hendidura. Regentop se ech en brazos de Takeido. Cuando la gua rod chillando hacia la parte trasera del vehculo, Dulcifer la agarr y la mantuvo sujeta contra l. Sygiek se aferr voluntariamente al brazo de Kordan. Algunos pasajeros gritaron. Los

  • neumticos humearon contra el asfalto mientras el autobs giraba de lado, deslizndose hacia la obstruccin...

    La grieta no tendra ms de un metro y medio de ancho. El autobs patin hacia ella, con los sistemas de inercia luchando por detenerlo. La parte anterior del vehculo rebas el borde. Luego toda la estructura se lade, se balance y cay.

    Choc contra un lado de la carretera, raspando el suelo con su plancha y produciendo un fuerte sonido estridor.

    Los pasajeros fueron arrojados en un montn contra la parte derecha del autobs. Dulcifer fue uno de los primeros en recobrarse. Vio que Constanza no estaba herida y entonces empez a gritar con voz firme, diciendo que el peligro haba pasado y que todo aquel que pudiera arreglrselas por s mismo para salir, que lo hiciera. Desde la parte de atrs del autobs, un hombre ya mayor, un tcnico en hidrulica submarina llamado Lao Fererer, avis en voz alta que haba abierto la puerta de emergencia y que ayudara a cualquiera que necesitase ayuda.

    Mi rodilla... Me duele tanto que no me atrevo a moverme jade Kordan.

    Intntelo dijo Sygiek, quien a su vez se mordi el labio inferior para detener su temblor.

    Uno a uno, ayudndose y animndose mutuamente, los pasajeros salieron del vehculo. Se apiaron junto al borde de la carretera o se sentaron aturdidamente en la cuneta. Haba habido algo de sangre, pero nadie estaba seriamente herido.

    Miraron a su alrededor, impresionados por el inesperado accidente, atontados por el calor una vez salidos del aire acondicionado del autobs. Kordan, Lao Fererer y la mujer que iba con l, una coordinadora interplanetaria de clima llamada Hete Orlon, y uno o dos pasajeros ms, se encaramaron encima del autobs para conseguir un punto de observacin ventajoso desde el cual poder examinar el territorio. No pareca muy prometedor. Pese a las grandes distancias, la luz del sol proporcionaba a todas las cosas un aspecto algodonoso, haciendo difcil la visin y contribuyendo a un deprimente sentimiento de claustrofobia.

    Reinaba un silencio atronador, puntuado por el latir del metal del autobs. Una horda de animales que andaban sobre dos patas, de hirsutas melenas y hocico aplastado, les observ desde una distancia de un centenar de metros. Todos ellos permanecan en mas o menos idnticas posturas de alerta. Algo chapoteo en el ro, y unas cabezas como de foca se volvieron hacia la escena del accidente. Todo el mundo aguardaba. Los movimientos quedaron suspendidos en el aire hmedo, pegajoso.

    Bienvenidos a Lysenka IIdijo Ian Takeido. Se ri, pero nadie le acompa.

  • IV

    Kordan salt al suelo para situarse con rostro grave junto a Sygiek. La activa naturaleza de un vehculo terrestre; el susurro del aire acondicionado; la experiencia largamente familiar de or una voz transmitida electrnicamente; escuchar las apacibles y tediosas disertaciones; la promesa de un destino acogedor; todas esas cosas haban desaparecido, cosas que, mientras existieron, haban protegido con su muralla a los turistas del reconocimiento de que no eran ms que meras motas en un rostro aliengena, muy muy lejos del Sistema, vulnerables.

    Rubyna Constanza se sacudi el uniforme rojo y dijo, con una tolerable imitacin de su voz oficial:

    Por favor, no se alejen demasiado del autobs. No hay ningn motivo de alarma. Seremos echados de menos cuando verifiquen que no llegamos a la cita en la garganta con los dems autobuses. Aunque la radio no funciona, pueden telefonear al Unidad por lnea terrestre, y el Rescate Areo acudir inmediatamente y como si pensara en aquel mismo momento en ello, aadi: Normalmente, el propio autobs est en permanente contacto por radio con el Unidad...

    Cuntas horas-T tomar todo esto? pregunt una mujer de hermoso cabello, una tcnica meteorloga con gran experiencia del microsistema de Saturno. Ser oscuro en unas siete horas ms, no? Qu ocurrir si por aquel entonces no ha llegado nadie?

    Tenemos todava ocho o nueve horas de luz diurna, verdad?pregunt otra voz.

    Aquellas preguntas nunca fueron contestadas.

    Una hilera de oscuras cabezas apareci sobre el terrapln que formaba la cuneta. Cabezas y hombros, ojos, rostros estpidos. Escrutando al grupo de turistas. Observando el autobs accidentado. Nadie se movi. El metal cruji.

    Aquellas oscuras cabezas e inimaginables rostros arrugados tuvieron un efecto petrificante tal sobre los turistas que oleadas de tiempo parecieron amontonarse como las nubes sobre sus cabezas. Entonces uno de los animales trep de un salto por la cuneta y se inmoviliz con aire alerta sobre la calzada. Dio otro salto, situndose bajo la medio colgante carrocera del ALD. Curv los labios en una mueca que mostr unos dientes grises.

  • Los turistas retrocedieron, cerrando filas. Estaban enfrentndose a algo que los llenaba de un abrumador sentimiento de temor. Hasta aquel momento lo desconocido nunca haba formado parte de su existencia; todo haba estado regimentado y confortablemente ordenado antes de la aparicin de aquel extrao demonio. Su penetrante mirada, su actitud, desafiaban todas las reglas bajo las cuales haban vivido.

    Miren... empez Kordan. Pero no tena nada que decir.

    El animal tena metro y medio de altura. Permaneca donde estaba, en un agazapado, contenido dominio de la situacin. Dos de sus compaeros treparon por el talud y se unieron a l, permaneciendo ligeramente a retaguardia. Los tres aguardaron, exhibiendo los dientes, frunciendo los hocicos. Los turistas podan or su constante resoplar y el roce de sus uas sobre la superficie de la carretera.

    De forma burdamente humana, los animales posean unos brazos desproporcionadamente largos y unas manos anchas como paletas que colgaban hasta el suelo. Sus pies eran planos y casi redondos, cubiertos de callos. Los rostros eran sorprendentes, con su arenosa piel en espirales; el efecto era de un cruce entre hombre y topo, con pequeos ojos profundamente hundidos, situados tras una nariz blindada, y un hirsuto pelo que cubra la mayor parte del crneo. Los cuerpos estaban tapizados por un pelaje irregular.

    Hete Orlon empez a sollozar.

    El Id!exclam Takeido, no sin cierta fruicin.

    Lejos de mostrar miedo, las criaturas-topo ponan en evidencia signos que podan interpretarse como avidez de atrapar a los turistas si simplemente supieran hacerlo. Los turistas observaron cmo ms criaturas acudan en enjambre sobre el terrapln. Una docena de ellas trep gilmente, para situarse tras su lder. Su confianza iba aumentando. Se atrevan a mirar ms all de los turistas, grundose entre ellos y lamindose los labios velludos.

    Algn tipo de decisin se produjo en la manada. La criatura-topo que llevaba el mando dio un paso adelante, alzando al mismo tiempo una garra. En aquel momento, una certera bota dio de frente contra

    su hocico.

    Con un grito, la criatura se llev las manos al rostro. La sangre brot bajo sus garras. Gir en redondo, trastabillando hacia sus compaeros. Como de comn acuerdo, todos ellos se volvieron. Como de comn acuerdo, todos ellos echaron a correr, saltaron por la cuneta y huyeron hacia la orilla. En un momento haban desaparecido. El algodonoso paisaje apareci de nuevo desierto.

  • Vul Duleifer avanz y recuper su bota. Se sent en la superficie gris de la carretera, volviendo a ponrsela metdicamente. Sus speros rasgos no traicionaron ninguna expresin.

    Los turistas hallaron de nuevo el dominio de sus lenguas. El conjuro se haba roto.

    Se diseminaron por la carretera, escrutando ansiosamente a travs de la luz brumosa, argumentando entre ellos acerca de si la violenta accin de Duleifer haba estado justificada. Los animales, se haban mostrado meramente curiosos?

    Era un momento para una accin individual, camaradas, no para una reunin de comitdijo Duleifer, que permaneca sentado en la calzada, mirndoles.

    En el grupo haba un doctor en medicina general, un hombre silencioso llamado Lech Czwartek, distinguible debido a que era el nico del grupo que llevaba una pequea perilla. Habl, dirigiendo su observacin a Dulcifer.

    Se da cuenta de que ha convencido a esos animales de que somos hostiles?

    Somos hostiles.

    Por muy discutible que fuera la accin de Dulcifer, el grupo se senta ms animado. Algunos treparon por el costado del autobs. Otros permanecieron quietos en la cuneta, intentando detectar algn movimiento.

    Kordan levant los brazos y dijo con voz de mando:

    Escchenme. Lo mejor es que formemos un grupo dirigido por alguien a fin de coordinar la accin. Deberamos someter a debate si debemos prender fuego al autobs a fin de mantener alejadas a las bestias hasta que llegue la ayuda.

    Hay comida y bebida y refugio en el autobs protest una mujer, una lder unionista de rostro curtido procedente de la Segunda Estacin de Mercurio.

    Necesitaremos dormir en l esta noche, si no llega ayudadijo otro miembro del grupo.

    Esto es derrotistadijo un tercero.

    Hablemos de acuerdo con las reglas del debate. Todos tendrn su oportunidad propuso Kordan. Sygiek 194 y yo escucharemos por orden todos sus puntos de vista, y luego decidiremos una lnea de accin coordinada. Debemos permanecer organizados... La Unidad Engendra Inmunidad.

  • En el largo debate que sigui, cada cual expuso su punto de vista, algunos tmidamente, otros desafiantemente. Durante todo aquello, Dulcifer permaneci apartado, los brazos en jarras, mirando hacia el ro. Dejando al grupo con Kordan, Sygiek fue hacia l y dijo:

    A todas luces est vigilando usted en busca de algn peligro, Vul Dulcifer. Deberamos haber apostado vigas antes de empezar a hablar. El prximo grupo de bestias puede mostrarse menos tmido que

    Simplemente tendremos que arrojar ms botas a nuestro alrededor.

    Es cuestionable el buen juicio de permitir la existencia de bestias salvajes en un planeta destinado al turismo.

    Es su planeta.

    Ya no.

    Mllia Sygiek, mientras su amigo Kordan est procediendo a discursear, me gustara bajar por este terrapln y echar una ojeada a los alrededores. Creo que esas criaturas parecidas a topos minaron la carretera e hicieron que nuestro autobs se accidentara.

    Deliberadamente?

    Tal vez podamos ser capaces de comprobarlo. Venga conmigo y observe.

    El terrapln era empinado. Dulcifer empez a bajar, clavando sus tacones en el suelo. Mientras ella le segua, y ambos se deslizaban hasta el nivel del cercano ro, Kordan la llam. EUa no mir hacia atrs.

    Qu estn haciendo ustedes dos? pregunt Kordan a gritos, apareciendo por el borde de la carretera. No debemos dividirnos. Permanezcamos unidos!

    Ella sigui a Dulcifer. Se preguntaba si algo en la rechoncha figura de l, su aire de confianza, le recordaba al director del jardn de infancia en el cual, con un centenar de otros nios, haba pasado sus primeros aos, tras su exonacimiento.

    Bajo los pequeos riscos por los cuales el ro haba fluido antiguamente, el suelo estaba lleno de restos esparcidos. Aqu y all, el terreno haba sido edificado con largos y tortuosos tneles, de aproximadamente un metro de alto. Era difcil determinar cules de aquellas extraas construcciones eran naturales o artificiales. Entre los tneles y sobre ellos crecan carnosos helechos que esparcieron rojizas esporas por el aire cuando Dulcifer y Sygiek se abrieron paso entre ellos. Muchos de los tneles conducan abajo del terrapln sobre el que haba sido construida la carretera.

  • Dulcifer pate el suelo.

    Aqu es donde se hundi la carretera. No tengo la menor duda de que estos tneles han sido construidos por los animales parecidos a topos. En sus tneles deben sentirse a salvo de la mayora de los dems predadores. Cavaron bajo la carretera y sta se hundi.... presumiblemente por accidente, no intencionadamente. Depende de lo inteligentes que sean. A pesar de todo...

    Observ la expresin de ella.

    Se la ve trastornada. Cul es el problema?

    Ella se irgui dignamente.

    Utopista Dulcifer, he observado lo liberal que es usted al expresar opiniones. Mantiene un mal disimulado desdn hacia la opinin democrticamente consensuada, eso es obvio. Luego me ordena informalmente que le siga hasta aqu, como si yo fuera alguien inferior..., un atepttico de Centauro, digamos. A mi juicio, es usted como mnimo un desviacionista potencial, y le aviso que estar atenta a su comportamiento.

    Mientras l la miraba, una gotita de sudor resbal por su ceja hasta sus pestaas y la imagen de ella sufri una distorsin. Mientras se limpiaba el ojo con un dedo, dijo:

    O de otro modo informar sobre m, eh? No le he ordenado que bajara aqu. Usted me sigui.

    Se supone que no hemos de apartarnos del grupo.

    Olvdese de ello y concntrese en el autntico problemadio un paso hacia ella. Es usted dominante pero no es estpida, Sygiek. Podemos ser atacados en cualquier momento, cuando esas asquerosas criaturas se acostumbren a nosotros y se den cuenta de que no somos una amenaza. Por atacados entiendo atacados, vencidos y devorados, comprende? La cuestin es: qu debemos hacer? Me gustara saber...

    Hey, ustedes dos! el burcrata de Mosc, Georg Morits, estaba bajando el terrapln hacia ellos, con su figura silueteada contra el cobrizo cielo. Se volvieron hacia l mientras se deslizaba y se detena a su lado y les apuntaba con un dedo. Han olvidado algunas reglas elementales? "La accin es colectiva..." Estamos estableciendo un comit de accin, y exigimos que ustedes dos regresen al ALD inmediatamente.

    Dulcifer avanz hacia l, y Morits retrocedi apoyndose contra uno de los tneles.

  • No me cante slogans, compaero. Yo no me paso todo el da sentado sobre mi culo en una oficina de Mosc. La supervivencia no la conseguiremos declamndonos dogmas entre nosotros. Ir cuando haya terminado. Dgale eso a Kordan.

    Morits se apret contra la pared del tnel y dijo dbilmente:

    No me ataque por lo que no era ms que una decisin sin ninguna animosidad. Hay aqu peligros desconocidos y... Uh-uh-uh-uh-uh...

    A medida que su voz se debilitaba, su rostro fue ponindose ceniciento. Su cuerpo pareci arrugarse. Se tambale pero no cay. Un grito casi como algo slido brotaba de su garganta.

    Cuando se precipitaban a sujetarlo, Sygiek y Dulcifer vieron afiladas garras y velludas pezuas aferrndose a los msculos del burcrata, mordiendo profundamente su carne hasta que la sangre brot a travs de sus ropas. Aquellas terribles manos le haban atacado a travs de la pared del tnel que tena detrs. Si Morits se hubiera sentado all, las garras habran alcanzado su garganta y en aquel momento estara ya muerto.

    Gritando fuertemente en peticin de ayuda, los dos utopistas sujetaron a Morits por los brazos e intentaron tirar de l hacia adelante. Lanz otro desolado grito. Mientras tiraban con trabajo de l hacia adelante, parte de la pared del tnel a espaldas de ellos se derrumb. En medio de la arena, que se desmoronaba, aparecieron varias criaturas-topo. Su trampa se haba derrumbado y ellos seguan agarrados a su presa. Sus hocicos estaban ensangrentados. Morits estaba siendo devorado.

    Por un momento permanecieron agazapados en el agujero, como si contemplaran un ataque. Otros rostros aparecieron en el boquete, husmeando. Dulcifer solt su presa sobre Morits y se irgui para lanzar una rabiosa patada de lado con su bota.

    chese atrs! orden Sygiek. Extrajo una pequea pistola de su tnica. Dulcifer apenas tuvo tiempo de apartarse antes de que ella tendiera el brazo y disparara dos veces contra el agujero en una actitud muy profesional.

    La pistola era hetrasnica. Sonaron dos zumbantes notas, y dos de las criaturas-topo se desplomaron, agarrndose el vientre. Retorcindose, rodaron por el suelo, pero pas muy poco tiempo antes de que sus compaeros los sujetaran, arrastrndolos dentro del tnel. Vociferando, Dulcifer se precipit hacia adelante y agarr a una de las criaturas heridas, arrebatndosela de un tirn a sus compaeros, y pateando hacia todos lados en previsin de otro ataque. Pero los otros ya haban tenido bastante. Arrastrando consigo a la otra criatura herida, se retiraron dentro del agujero y desaparecieron de la vista.

  • Dulcifer y Sygiek se volvieron y se miraron. Ambos estaban plidos. Dulcifer se limpi el sudor de sus cejas.

    No est permitido que lleve usted un arma... La legalidad del Sistema y todo esoJade.

    Tengo licenciadijo ella.

    El se limpi de nuevo el sudor y mir estpidamente al suelo. No necesitaba ms explicaciones. Millia Sygiek era miembro de la temible PREU, y la Polica de la Razn estaba autorizada a llevar armas y utilizarlas cuando fuera necesario.

    As que carga usted con ese pesodijo lentamente. Lamento orlo. La haba tomado por una mujer decente.

    El grupo de turistas sobre el terrapln haba odo la refriega. Algunos de ellos estaban ya bajando para ayudar. Dulcifer se ech hacia atrs y les dej. Sujetaba an a la criatura-topo, ya muerta por los disparos de Sygiek. Sigui a los dems cuando transportaron cuidadosamente a Morits arriba, a la carretera, y a la sombra del volcado autobs. El burcrata herido iba dejando un reguero de sangre. Kordan y el tcnico hidrulico de cabello gris, Lao Fererer, se haban nombrado a ellos mismos codirectores provisionales del grupo. Despejaron un espacio para los cuerpos y pidieron vendajes.

    La gua, Rubyna Constanza, trep al autobs y reapareci luego con vendas y medicamentos. Empez a trabajar de una forma profesional, tendiendo a Morits, arrodillndose junto a l y girndolo suavemente boca abajo. Entonces grit muy fuerte. Las ropas de Morits, la ropa interior de su espalda, sus nalgas, muslos, pantorrillas, parte de un brazo, haban sido devorados como por ratas hasta dejar expuestos los huesos. La sangre encharcaba la carretera. Afortunadamente, Morits estaba inconsciente.

    Constanza levant la vista y mir los tensos rostros que la rodeaban.

    Qu podemos hacer con estas heridas aqu? Seguramente va a morir. En el Unidad, en Ciudad de la Paz, las unidades de accidentes podran hacer crecer arterias de reemplazo y carne, pero aqu..., la muerte es segura.

    Nadie habl. Era la obscena palabra muerte la que os impresionaba. En casa, era tan solo un satisfactorio Trnsito, con el ciudadano adentrndose en una calidez global que se hallaba en armona con el Sistena. Aqu en Lysenka II, uno se extingua rubicundamente, el rojo de la rabia y de la pasin.

    Kordan habl, dominando su voz.

  • Haga lo que pueda por l, Rubyna Constanza. Ahora comprendemos por qu somos inevitablemente acorazados antes de poder visitar un Planeta Extrasolar. En lugar de la Eterna Seguridad, nos enfrentamos con la Eterna Anarqua. En el Sistema, antes de los das del Biocom y el establecimiento de la Unidad Mundial...

    Ya nos sabemos todos estos discursos de memoria interrumpi Sygiek. An no hace una hora desde que el vehculo se accident, y uno de nosotros se halla ya gravemente herido. El peligro nos rodea, y nuestro primer deber hacia el Estado es triunfar sobre este peligro y sobrevivir. Asegrense todos ustedes de que comprenden exactamente la situacin en la cual nos hallamos. Ecolgicamente e ideolgicamente, estas criaturas son nuestros enemigossu brazo traz un amplio arco para abarcar el terreno salvaje a su a] rededor. Somos el blanco nmero uno de cualquier monstruo viviente de aqu.

    Arrastrando a la muerta criatura-topo por su mata de pelo, Dulcifer se abri camino hasta el centro del grupo. La dej caer al lado del ensangrentado cuerpo de Georg Morits.

    Sygiek tiene razn. No necesitamos discursos, necesitamos accin. No necesitamos propaganda, necesitamos informacin. Ahora no estamos en Utopa Saben qu es lo que permite que Utopa florezca Se los dir... Protenas. Unas reservas abundantes de protenas. El primer hecho acerca de Lysenka que deberan recordar es que desde el principio de su historia el planeta ha sufrido una deficiencia en protenas a gran escala. Piensen en lo que esto significa camaradas: podemos ser devorados. Para los que existen aqu, nosotros somos protenas vivientes, y vamos a tener que luchar. De otro modo, vamos a ser masticados y tragados ms completamente por algn sistema digestivo aliengena de lo que lo ha sido el pobre camarada Morits.

    V

    Un murmullo de sorpresa y protesta surgi de los desamparados turistas, pero Dulcifer no hizo caso sigui adelante.

    Quiz seamos eficientes en el Sistema, pero no hemos tenido enemigos externos por incontables siglos. Aqu, somos ineficaces. En este mundo salvaje y asesino, somos tan solo carnada. Comida, nada ms. Necesitamos saber, y un jefe para sobrevivir aunque tan solo sea durante las prximas horas.

    Jefatura colectivadijo Lao Fererer, despertando un murmullo de asentimiento. Hemos vivido segn nuestros principios... Ciertamente, no vamos a empezar a abandonarlos en una crisis.

  • Nos adaptaremos dijo Dulcifer firmemente. Lysenka II est apenas entrando en lo que corresponde al inicio de la era carbonfera de la Tierra, hace cientos de millones de aos. Estamos en la misma condicin que estaramos en el pasado, mucho antes de que fuera inventado el Biocom. Necesitamos comprender nuestra situacin tan claramente como sea posible. Rubyna Constanza, usted es el gua... Hganos un rpido resumen de las condiciones planetarias con las que tendremos que enfrentarnos en este Valle de la Hendidura.

    Constanza haba terminado de vendar al hombre gravemente herido. Se puso en pie y les hizo frente. Tras una rpida mirada a Kordan, la muchacha de Turismo Exterior habl como si siguiera desgranando su informacin en el vehculo a su cargo.

    Las pruebas de que Lysenka ha emergido apenas del devnico son complejas, y tienen mucho que ver con la situacin del sol local. Pero las pruebas geolgicas y biobotnicas apoyan un cuadro general. Esencialmente, tenemos aqu un mundo de vida primitiva. En los ocanos hay peces de varios metros de largo con acorazadas cabezas seas. Tambin trilobites. Los cientficos del sistema han descubierto huesos de tetrpodos anfibios en este valle, que se parecen al orden terrestre de los ripifridos. En otras palabras, no existen huesos fsiles... Las criaturas existieron recientemente pero fueron todas devoradas por los invasores. En otras partes del planeta, hacia los trpicos, an existen, merodeando por las orillas de los lagos borodinianos.

    La vida vegetal es de una similar antigedad, como podramos esperar. Pueden ver liblulas de ms de setenta centmetros de envergadura entre las alas. Han empezado a extinguirse debido a que sus larvas en los ros son consideradas por los animales como un bocado exquisito. Vivan especialmente en la regin pantanosa al oeste de esta carretera, donde hay bosques de rboles gigantescos. Tales bosques son ms frecuentes en el ecuador. Aqu podrn encontrar ustedes principalmente rboles-caja, colas de caballo, calamitas, quizs algunos gingkos, y por supuesto helechos y rboles de helecho, con otras plantas no portadoras de semilla. No hay flores en Lysenka, es un hecho del que se han lamentado algunos de nuestros visitantes. Hay tambin secoyas gigantes, con sus flores y conos rgidos y leosos.

    As vemos que los nicos cerebros en el planeta son obtusos y movidos por el instinto. Ninguna criatura semejante en absoluto al ser humano podra haber emergido posiblemente en millones de aos, si no hubiera sido por la nave capitalista que se estrell en esta regin hace tanto tiempo.

    Los turistas haban escuchado atenta y ansiosamente todo aquello. Pasndose una mano por el pelo color arena, Takeido dijo:

  • S, me gustara ampliar brevemente lo que ha estado diciendo Rubyna Constanza. Soy exobotnico con cinco aos de trabajos sobre el terreno en el planeta Sokolev. Como implican las palabras de Constanza, aqu en Lysenka la naturaleza an no ha inventado las angiospermas, es decir, las semillas encerradas en un ovario, lo opuesto de las gimnospermas. Una angiosperma es una pequea envoltura nutritiva que sostiene la semilla en los primeros estadios de su vida. Las esporas o las semillas no encapsuladas no poseen esta ventaja... Se mantienen por ellas mismas, por lo que su ndice de mortalidad es alto. Uno no puede comer esporas. Pero las angiospermas... Esas pequeas envolturas alimenticias son las que dieron ocasin a la primera proliferacin de los mamferos en la superficie de la Tierra. Pueden hacer que un planeta se ponga en marcha y progrese. Este mundo no posee an nada que lo ponga en marcha..., por el momento al menos. Gracias.

    En cuanto a la hierbaempez Regentop, pero Dulcifer la interrumpi secamente.

    Esta es la esencia del asunto. No hay hierba en este mundo, no hay cereales, no hay frutos llenos de energas para que los animales puedan comerlos... No hay ninguno de los requisitos bsicos para apoyar un sistema herbvoro-carnvoro como los que se desarrollaron en la Tierra y en Sokolev y en otros lugares. Lysenka an no ha alcanzado un estadio en el que pueda sostener de forma natural algo llamado vida animal.

    Usted habla mucho, utopista Dulcifer dijo Fererer, y seal hacia la muerta criatura-topo, pero este animal que usted ha trado hasta aqu...

    No debera usted dirigir ni un comit sedentario dijo Dulcifer, apuntando a Fererer con un dedosi no ha captado el punto sobresaliente de que ah reside la razn de que se nos investigue antes de que se nos permita ir a Lysenka II. Esto no es un animal. No hay autnticos animales en Lysenka II. Todo el sistema herbvoro-carnvoro es humano en su origen.

    Con la punta del pie, dio la vuelta al cubierto de polvo constructor de tneles hasta ponerlo boca arriba, con su herida visible, un brazo tendido a lo ancho de la carretera, el otro doblado sobre el pecho.

    Mire esto, Fererer, y ustedes tambin. Miren y sientan piedad. Observen sus genitales retrctiles, sus articulaciones, su estructura anatmica. Son as debido a las duras condiciones. Esto es tan solo una pobre inadaptacin salvaje. A esto es a lo que se ha visto reducido, generacin tras generacin. Pero sus antepasados eran nuestros antepasados. Eran humanos, homo sapiens, una pobre raza confundida que avanzaba torpemente en crculos hasta que alcanz las estrellas. Lo mismo puede decirse de cualquier maldito animal que encontremos en este valle. Son ganado ex humano. Este es el peligro que debemos comprender. A eso debemos hacer frente... No instinto, sino astucia.

  • Fue la afirmacin "sus antepasados eran nuestros antepasados" lo que provoc el murmullo ms intenso. La voz de Sygiek cort los comentarios.

    Utopista Dulcifer, le comunico que ser usted denunciado por desviacionismo a nuestro regreso al Unidad. Est malgastando un tiempo valioso, y discutiendo Informacin Clasificada ante alguien que no es un miembro de la lite.

    Pero la gua lo sabeexclam un analista de metales frricos llamado Che Burek. Ella lo sabe, ella vive aqu, ha sido adoctrinada.

    Sigue siendo tan slo una guadijo Sygiek, una trabajadora. No se ofenda, camarada Constanza. Excepto Fererer, ninguno de nosotros necesita que se le recuerde que todos los animales de Lysenka son descendientes de los capitalistas que se estrellaron aqu. Por supuesto que hay peligros; pero el hecho de que los animales son semihumanos nos permitir utilizar la ms poderosa arma del Sistema... La razn!

    Dulcifer solt una seca risita y pate el cadver, que rod contra el chasis del autobs.

    Eso es bueno viniendo de usted, Sygiek! Usted debera saberlo mejor que nadie. Fue usted quien dispar contra esta cosa.

    Retrctese, Sygiekpidi Che Burek.

    Ya basta. No cedamos a personalismos dijo Kordan, dando un paso adelante. Ms de uno de nosotros est en situacin de efectuar denuncias. Comprendemos cul es nuestra posicin, no? Los registros del autobs nos dicen que estamos aproximadamente a doscientos cincuenta kilmetros del Hotel de la Unidad. Nos quedan seis horas de luz diurna. Tenemos luces y antorchas de emergencia y otros equipos en el vehculo, as como un remolque que puede llevar suministros. As que echaremos a andar en direccin contraria hacia la seguridad de nuestro hotel. Las posibilidades de un ataque en la carretera son remotas.

    Usla Dennig, una mujer del Estado Cuprano que iba acompaando a Che Burek, dijo:

    Una caminata as nos llevar ms de dos das-T, sin concedernos ningn perodo de descanso. Eso significa un da y medio de Lysenka. Y dicho sea de paso, soy uno de los principales tcnicos meteorlogos del Sistema, y creo que se est preparando una tormenta.

    Hemos tomado nuestra decisin dijeron Kordan y Fererer al unsono.

  • Puedo exponer una alternativa, aunque slo sea una trabajadora? pregunt Constanza. Tena una figura delicada, bien formada, y les observaba casi con aire divertido. Unidad se halla a un largo camino cuesta arriba, y presumo que ninguno de ustedes est acostumbrado a andar mucho. Hay otro refugio ms cercano, y est cuesta abajo. En la propia garganta hay un confortable restaurante, con muchos cuartos de bao, saunas, etc., adems de una piscina en una parte del lago especialmente creada para la comodidad de ustedes...

    Cun lejos est la garganta? pregunt una docena de voces.

    A una hora de viaje en el ALD. Digamos ciento ochenta, ciento ochenta y cinco kilmetros. Estaremos a salvo en la Garganta.

    Se produjo una improvisada discusin.

    Mientras hablaban, oyeron una distante nota de un claxon.

    Un vehculo! exclam alguien, y todos ellos echaron a correr para mirar la carretera en ambas direcciones. Uno o dos treparon al autobs.

    La carretera estaba vaca, fundida en la griscea neblina. Estaban completamente aislados de la civilizacin. A un lado, quizs a un kilmetro, la llanura terminaba y empezaba un bosque de color verde viejo. Una horda de criaturas estaba surgiendo de entre los rboles y avanzando a un paso enrgico hacia el terrapln y el ro que se extenda entre el bosque y la elevacin. A la brumosa luz, era imposible distinguir con claridad sus caractersticas.

    Se quedaron inmviles, observando.

    Voy a buscar esas antorchas de emergencia dijo Che Burek, pero no se movi.

    La horda comprenda quiz cincuenta individuos. Avanzaban con un paso brincante, y al parecer a cuatro patas. Detrs haba tres corredores que avanzaban en una postura algo ms erguida. Uno de ellos se llevaba un instrumento a la boca y emita una rasgada nota. Era el sonido que haban odo, no de un claxon sino de un cuerno.

    El sonido, desagradable reminiscencia del cuerno de un cazador, era suficiente para provocar terror entre los turistas. Sin aguardar a formar un comit, subieron al autobs, forcejeando en puertas y ventanillas. Tan slo Kordan, Takeido y Dulcifer permanecieron en la carretera.

    Aydeme a meter a Georg Morits dijo Kordan a Dulcifer, levantando al hombre herido.

  • Entre los tres subieron a Morits por el inclinado vehculo, donde otras manos le ayudaron a deslizarse al interior tan suavemente como fue posible.

    En aquel momento, Morits emergi de su coma, forceje y empez a quejarse dbilmente. Sus vendajes empezaron a chorrear. Sacudi doloridamente su brazo, esparciendo sangre por todas partes. Una convulsin agit todo su cuerpo, se arque rgidamente, grit de nuevo y se derrumb.

    Lech Czwartek, el doctor, estaba al lado del herido. Tras examinarlo, movi negativamente la cabeza y declar que Morits estaba muerto.

    Las palabras surgidas de su boca fueron tan rudas, que Hete Orlon tuvo un ataque de histeria. Se retorci, mesndose los cabellos, y golpe a Lao Fererer cuando ste intent calmarla. Luego se arroj llorando sobre el cuerpo inerte, gritando incoherentemente.

    Madre, madre, qu te he hecho? Nos han quitado lo que ms queras. Ya no es para m ni para ti. Nadie tiene la culpa, madre, nadie tiene la culpa. Maldigo... No a m, no a ti! Por qu me has abandonado siempre? Estbamos a salvo juntos, madrecita!

    Fererer coloc sus manos sobre los abatidos hombros de la mujer, intentando calmarla. Volviendo un enrojecido rostro hacia los dems, dijo:

    No sabe lo que est diciendo. Puedo asegurarles que es una exonacida, como todos nosotros. Nunca tuvo madre. Creci en un jardn de infancia con sus otros hermanos en Mali Zemlya.

    Mientras Orlon se derrumbaba en trastornados jadeos, las criaturas del bosque se estaban acercando. Se tomaron su tiempo, serpeando por entre las escasas frondas verdes, mirando constantemente a derecha e izquierda.

    Sus rasgos no eran claramente distinguibles. Eran cebrados, de color marrn y blanco. Sus orejas eran notablemente anchas y redondas, y curvadas hacia adelante en forma de copa casi como si formaran extensiones de su mandbula inferior.

    Parecen cebrasdijo Dennig, con voz aliviada. Podrn ser herbvoros ms que carnvoros?

    La horda disminuy el ritmo de su marcha, bordeando algunos tneles de los topos. Se acercaron al ro con las debidas precauciones. Ocasionalmente se detenan por completo, alzando sus patas delanteras para mirar alrededor en una postura casi humana. Los turistas se sentan fascinados.

  • Imaginar que hubo un tiempo en que fueron humanos...exclam Lydy Fracx.

    Pensar que hubo un tiempo en que fueron capitalistasdijo Kordan.

    Pensar que han nacido del vientre de una hembra dijo Takeido. Slo cuando el Biocom libr a nuestra raza de este peso pudieron ser desmanteladas las sociedades familiares y se pudo establecer una autntica sociedad global.

    Quietos!dijo Sygiek.

    La cebrada horda haba visto el autobs. Se quedaron mirndolo durante largo tiempo y luego avanzaron hacia el ro. Amplias extensiones de arena a ambos lados del agua indicaban cmo el ro se haba ido contrayendo de su condicin original; pero segua siendo considerable y pareca traicionero, con piedras surgiendo de su fluyente superficie aqu y all, y un canal en el centro donde el cauce era profundo y la corriente levantaba una cabellera de espuma que pareca avanzar permanentemente ante un silencioso viento. Los lderes de los cebras se metieron en el agua, y los dems les siguieron.

    Uno de los corredores rezagados toc de nuevo su cuerno como un desafo. Las hembras y los miembros ms jvenes del grupo fueron situados protectoramente en el interior de un crculo de apretados cuerpos mientras cruzaban la corriente. Los lderes haban alcanzado las aguas ms profundas cuando fueron atacados. Un fornido macho de melena gris cay bruscamente sobre sus rodillas y casi desapareci bajo las revueltas aguas. Dos de sus compaeros lo sujetaron con sus patas delanteras y tiraron de l hacia arriba Una criatura de cuerpo negruzco parecida a una foca emergi con l, los colmillos clavados en su vientre. Fue inmediatamente atacada por el resto de la gentecebra.

    Aparecieron ms focas. Sigui una confusin generalizada, en la cual ms de una de las cebras jvenes fue arrastrada aullando bajo la corriente. La primera foca fue eliminada con un golpe contundente. Solt su presa y fue arrastrada rpidamente corriente abajo. Algo gris y veloz se apoder de ella casi inmediatamente, y desapareci de la vista.

    La horda de cebras daba puadas y chapoteaba hacia todos lados. Haba retrocedido hacia aguas menos profundas. El cuerno son de nuevo; cuando se elevaba en el aire para desgranar tres vacilantes notas, los observadores pudieron ver su elaborado diseo. Ms tarde discutiran entre ellos acerca de si estaba hecho de hueso madera o metal.

    Aquellas broncas notas reagruparon a las indecisas criaturas. Volvindose, retrocedieron en buen orden hacia la orilla ms alejada. Sin mirar ni una sola vez hacia atrs, hacia el lugar donde haban perdido a algunos de los suyos, se

  • movieron a lo largo de la parte superior del risco, donde trotaron a cuatro patas hasta empequeecer en la distancia.

    Podramos haberlos ahuyentado fcilmente, si se hubiera presentado la ocasindijo Kordan animadamente. Ahora, reunamos las provisiones y preparmonos a andar hacia la garganta tan pronto como podamos.

    Acabo de recordar algo importantedijo Jaini Regentop. Cada diez kilmetros o as a lo largo de la carretera hay telfonos de socorro. Presumiblemente fue un sistema instalado para comodidad de los

    constructores de la carretera. Observ estos telfonos desde el autobs. Podemos ir hasta el ms prximo y telefonear pidiendo ayuda.

    Por qu no lo mencion antes?pregunt Takeido.

    Por qu no lo mencion la gua? Ha visto estos telfonos constantemente, una y otra vez.

    Lo haba olvidadodijo Constanza, chasqueando los dedos. No he sabido de nadie que haya tenido ocasin de utilizar nunca esos telfonos. Adems, tan slo soy una estpida trabajadora, no?

    Tendremos ocasin de utilizar los telfonos ahora! dijo Kordan. Nuestro plan de accin es claro. No ms dilaciones. Iremos andando hacia la garganta y nos detendremos en el prximo telfono de socorro. Si funciona, pediremos ayuda. Luego quiz lo mejor sea regresar aqu al autobs y esperar...

    Y encontrarlo ya ocupado por feroces animales! exclam Hete Orlon, que an se mostraba llorosa. No abandonar la seguridad de este autobs, contra cualquier decisin que ustedes tomen.

    Pasando por alto la interrupcin, Kordan continu:

    Si el telfono no funciona, seguiremos nuestro camino hacia la Garganta. Rubyna Constanza nos ha dicho que est tan slo a ciento ochenta kilmetros. Tambin me ha informado que equipos de mantenimiento patrullan rutinariamente la carretera partiendo de Ciudad de la Paz cada maana al amanecer, as que puede que la ayuda est ya en camino, incluso si no podemos hablar por el telfono de socorro... E incluso si uno de los autobuses de turistas no vuelve atrs desde la Garganta para averiguar qu nos ha ocurrido. Estn todos de acuerdo? Pueden decir lo que crean oportuno, camaradas.

    El desacuerdo brot inmediatamente. Qu iban a hacer con Orlon? Haba otros que como ella no deseaban abandonar el autobs. No sera un gran grupo por la carretera blanco para un ataque?

  • Les llev media hora-T decidir que un pequeo grupo de seis, con provisiones, continuara el camino. Los dems se quedaran en el autobs.

    Quin ir en este pequeo grupo?pregunt

    Czwartek, rascndose nerviosamente la barba. Como mdico, mi deber es quedarme aqu con el grupo ms grande.

    Es un privilegio seguir adelante, utopista doctor dijo Sygiek con voz fuerte, levantando enrgicamente su mano. Yo ir con mi compaero, Jerezy Kordan. Fererer puede quedarse aqu a cargo del grupo del autobs, y para ocuparse de las pobres criaturas dbiles como Orlon. Los voluntarios que nos acompaen, renanse aqu en fila. Ninguno de los dos desea cobardes... Este es un miserable planeta capitalista subdesarrollado hacia el que tan slo deberamos sentir desprecio.

    Algunos voluntarios se adelantaron, entre ellos el corpulento Dulcifer.

    Utopista Dulcifer, est usted bajo censuradijo Sygiek. Se quedar aqu.

    Kordan le toc el brazo.

    No debe dar usted todas las rdenesdijo. Dulcifer es un hombre de recursos, aunque provenga de Venus. Dejmosle ir en nuestro grupo... Podremos mantenerlo bajo vigilancia. Es lo mejor.

    Tras una ligera discusin, se pusieron de acuerdo sobre los seis que iran. Adems de Sygiek, Kordan y Dulcifer, el grupo estaba formado por Rubyna Constanza y los otros dos jvenes procedentes de distintos sectores de Estado marciano, Ian Takeido, el exobotnico, y Che Burek, el analista de metales. La compaera de Takeido, Regentop, quera ir tambin, pero ella y Takeido se haban peleado, por lo que Burek ocup su lugar. Era un hombre apuesto y jovial que anunci que se sentira complacido de recibir rdenes.

    VI

    Los seis se pusieron en marcha, dijeron adis con las manos e hicieron el saludo del Sistema. Llevaban con ellos el pequeo remolque motorizado que traa el autobs en el compartimento trasero. En l haban apilado provisiones, bengalas y otros pertrechos. Avanzaron firmemente por el centro de la calzada, en hilera, con el remolque en medio. El autobs desapareci a sus espaldas, oculto por una suave curva de la carretera. Estaban solos en el inmenso paisaje cobrizo. El silencio se extenda sobre ellos.

  • Una ligera brisa apareci y muri. Una inmensa liblula acudi a inspeccionarlos, revoloteando sobre ellos durante un cierto tiempo. El ro se alejaba de la carretera formando meandros. El paisaje empez a volverse ms accidentado. Permanecan en el centro de un gran bol invertido de aire neblinoso. Slo una vez brill el sol a travs de las nubes lo suficiente como para ser observado como un disco impreciso.

    Pas una hora-T y media antes de que viesen el poste del telfono de socorro en la distancia. Junto a l habia un gran cartel indicador. A medida que el grupo se acercaba, las letras del cartel