00012 GEMA GALGANI Amor Total a Cristo

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P. NGEL PEA O.A.R.

SANTA GEMA GALGANI AMOR TOTAL

LIMA PER2

Nihil Obstat P. Ignacio Reinares Vicario Provincial del Per Agustino Recoleto

Imprimatur Mons. Jos Carmelo Martnez Obispo de Cajamarca (Per)

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NDICE GENERAL

INTRODUCCIN.......................................................................5 INFANCIA.................................................................................6 PRIMERA COMUNIN.............................................................9 DESEOS DE SANTIDAD........................................................10 MUERTE DE SU PADRE........................................................13 GRAVE ENFERMEDAD.........................................................15 CURACIN MILAGROSA......................................................18 VIVENCIA DE LA PASION DE JESS..................................19 LAS LLAGAS DE CRISTO.....................................................22 LOS PADRES PASIONISTAS................................................24 HISTERISMO?......................................................................25 LA FAMILIA GIANNINI...........................................................27 CONFESOR Y DIRECTOR.....................................................29 LTIMA BATALLA Y MUERTE.............................................31 EL DEMONIO..........................................................................35 LA EUCARISTA.....................................................................40 AMOR A MARA.....................................................................44 EL HERMANO GABRIEL.......................................................46 EL NGEL CUSTODIO..........................................................50 DONES SOBRENATURALES................................................55 OBEDIENCIA..........................................................................62 REPARACIN .......................................................................64 LAS ALMAS DEL PURGATORIO..........................................65 ESPOSA DE JESS...............................................................67 GEMA PASIONISTA...............................................................71 PROCESO DE BEATIFICACIN-CANONZACIN...............73 REFLEXIONES.......................................................................76 FICHA BIOGRFICA..............................................................79 CONCLUSIN........................................................................81 BIBLIOGRAFA.......................................................................82 4

INTRODUCCIN

La vida de santa Gema Galgani puede resumirse diciendo que fue una vida de amor total a Cristo. Amor sin condiciones y hasta el fin. Un amor que la hizo esposa de sangre de Jess, asemejndose a l en todos los sufrimientos de su Pasin. Fue una esposa que supo abandonarse sin limitaciones en las manos de su divino esposo y aceptar su voluntad hasta en los ms mnimos detalles. Por supuesto que ella, como todos los santos, no naci santa; pero, en su corta vida de 25 aos, fue ascendiendo paso a paso hasta las ms altas cumbres de la mstica, con xtasis continuos, visiones de Jess y de Mara, de san Gabriel de la Dolorosa y, especialmente, de su ngel custodio. Su ngel era para ella el amigo que siempre la acompaaba, ayudndole en todo. Leer su vida es respirar aire puro de las alturas de la divinidad. Ella nos ensea con su vida que el dolor no es absurdo, sino que es el camino ms corto hacia la santidad, cuando se sabe aceptar con amor. Les deseo a todos los lectores mucha fe para aceptar su propia cruz con amor y convertir su dolor en un tesoro divino que les sirva para la vida eterna.

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INFANCIALos padres de Gema fueron Enrique Galgani y Aurelia Landi, que se unieron en legtimo matrimonio en 1868. Ambos vivan en las cercanas de Luca, en Borgonovo, parroquia de Camigliano, donde naci Gema el 12 de marzo de 18781. Era la quinta de ocho hermanos. A Gema la bautizaron al da siguiente de su nacimiento en la iglesia parroquial de Camigliano y le pusieron por nombre Gema Mara Humberta Pa. Al mes de su nacimiento, sus padres se trasladaron a Luca, con el fin de ampliar la farmacia y as garantizar una mejor educacin a sus hijos2. Eran profundamente religiosos y educaron a sus hijos con el ejemplo en la vida cristiana. La mam quera que sus hijos fuesen como ella. Los llevaba a la iglesia en la que, a veces, oan dos misas, a pesar de que eran muy pequeos. Maana y tarde enseaba a sus hijos las oraciones y a los mayores les haca tener algo de meditacin3. Gema, de modo especial, aprendi de su madre los primeros fundamentos de la doctrina cristiana, pues ella misma le enseaba a rezar y le hablaba de las principales verdades de nuestra fe desde la ms tierna infancia. Cuando Gema iba a cumplir tres aos, fue enviada con su hermano Gino al internado de las hermanas Vallini. Una de ellas dice en el Proceso: La nia mostr un precoz uso de la razn y una inteligencia impropia de sus aos, ya que pudimos ensearle enseguida las oraciones, que duraban unos veinticinco minutos, sin que se aburriera jams. A los cinco aos lea el breviario como lo puede leer una persona adulta, sabiendo que todas eran oraciones al Seor. Era asidua al trabajo y aprenda todo lo que se le enseaba, aunque superaba su capacidad y edad. Por todas estas cualidades era apreciada por todos sus condiscpulos y especialmente por las nias. En todo el tiempo que tuve la suerteSus hermanos fueron: Carlos (1869-1875); Guido (1871-1922); Hctor (1873-19359, Gino (1876-1894); Antonio (1880-1902); Angela (1881-1953) y Julia (1883-1902). 2 Su padre era qumico farmacutico. 3 Elisa Galgani, Proceso apostlico de Pisa, 1922, fol 245.1

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de tenerla entre nosotros nunca tuve necesidad de castigarla, ya que bastaba una pequea correccin de los defectos inherentes a tan tierna edad4. En su familia tambin se dieron cuenta de esta predisposicin hacia las cosas de Dios. Un da la sorprendieron de rodillas con las manos juntas delante de un cuadro que representaba al Corazn de Mara y, mientras oraba recogida, mirando a la imagen, su ta le dijo: Gema, qu haces? Y respondi: Estoy diciendo el avemara. Vete, vete que estoy rezando5. Cuando Gema tena siete aos de edad, su madre estaba gravemente enferma de tuberculosis. Recuerda: Mi mam acostumbraba a cogerme muy a menudo en brazos y, llorando, me repeta: He pedido mucho para que Jess me diese una nia; me ha consolado, es verdad, pero bastante tarde. Yo estoy enferma y pronto morir y te tendr que dejar. Si pudiera llevarte conmigo!, vendras? Yo apenas si me daba cuenta de nada y lloraba, porque vea llorar a mi mam. A dnde iramos?, le preguntaba. Al paraso con Jess y con los ngeles. Fue mi mam la que comenz a hacerme desear el paraso desde nia6. Para prepararse a la confirmacin tuvo que venir expresamente una maestra, porque no quera dejar sola a su mam. Ella misma dice: Se acercaba el da en que tena que recibir la confirmacin. Mi mam procur que me instruyeran un poco, porque no saba nada, pero yo, rebelde, no quera salir de su habitacin y tuvo que venir una maestra (Isabel Bastiani) a casa todas las tardes para ensearme, siempre a la vista de mam7. Recibi la confirmacin el 26 de mayo de 1885, a los siete aos. Ese da Dios le habl con claridad por primera vez en su corazn. Declara: Escuch la misa lo mejor que pude, rezando por mam. De repente, una voz me dijo al corazn: Quieres darme a la mam?. Si, respond, pero si me llevas tambin a m. No, respondi la voz, dame de buena gana a tu mam. T debes quedar por ahora con tu pap. Te la llevar al cielo, sabes?. Tuve que responder que s8.Proceso apostlico de Pisa, ao 1922, fol 985. Elisa Galgani, Proceso apostlico de Pisa, fol 247. 6 Autobiografa, Ed. Postulazione dei Padri Passionisti, 1997, p. 222. 7 Ib. p. 223. 8 Ib. p. 224.4 5

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Jess le pidi el primer gran sacrificio de su vida. Y, sabiendo que su madre iba a morir, no quera separarse de ella. Despus de dos meses, su padre, temiendo que pudiera contagiarse y muriera antes que su madre, la llev, a la fuerza, a casa de su ta Elena Landi. Estando all, muri su mam el 17 de setiembre de 1886, a los 39 aos de edad. Unos das antes, haba hecho a Dios el ofrecimiento de su vida, diciendo: Ofrezco a Dios voluntariamente mi vida para obtener la gracia de ver y gozar a todos mis ocho hijos conmigo en el paraso9. Gema no llor desconsoladamente, pues ella tambin haba ofrecido a Dios a su mam. Por eso, le dijo a su ta: Por qu lloras? Mi mam est en el cielo, ya no sufre ms. Sufra tanto!10. Muerta su madre, la ta Elena Landi pens en adoptarla como hija, pero sus hermanos no quisieron que viviera lejos y el da de Navidad de 1886 regres con la familia. Ella tambin se alegr, pues su ta, a pesar de ser piadosa, no la llevaba mucho a la iglesia como ella quera, y no pudo confesarse durante el tiempo que vivi con ella. Gema recuerda: Mientras estuve con la ta fui siempre mala. Ella tena un hijo que me despreciaba y pegaba. Un da, que iba a caballo (tena 15 aos), la ta me mand que le llevase no recuerdo qu prenda para cubrirse. Se lo llev y l me dio un pellizco. Le di un empujn tan fuerte que vino abajo y se hizo dao en la cabeza. La ta me tuvo con las manos atadas a la espalda por un da entero. Yo, despechada, llena de rabia, le respond y le dije un montn de cosas y que haba de vengarme, pero no lo hice11. Al regresar con los suyos se sinti feliz. Su padre, a principios del ao (1887), la inscribi como semiexterna en el colegio de las oblatas del Espritu Santo, Instituto fundado por Elena Guerra (que sera beatificada por Juan XXIII en 1959). Se les llamaba Madres Zitinas, porque su Instituto se llamaba de santa Zita. En ese colegio estudi hasta 1893. La Madre Elena fue su profesora de italiano y francs. Sor Gesualda Petroni y sor Elisa Pieri de diseo y bordado, y sor Julia Sestini para otras materias. Desde el mismoTestimonio de Elisa Galgani, Nova Positio super virtutibus, Roma, 1928, Sumario, prrafo 47, p. 73. 10 Ibdem. 11 Autobiografa, o.c., p. 225.9

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da que ingres al colegio, tuvo grandes deseos de hacer su primera comunin.

PRIMERA COMUNINAcostumbraban las religiosas celebrar la primera comunin en el mes de julio. Lleg el tiempo y tuve que pedir permiso a pap para quedarme en el convento por algunos das. Pap, enfadado, no me lo concedi... Por la tarde, obtuve el permiso y a la maana siguiente fui al convento, donde estuve por espacio de 15 das. Durante este tiempo, no vi a nadie de la familia. Pero qu a gusto estaba! Qu paraso! Apenas llegu al convento... corr a dar gracias a Jess en la capilla y le rogu fervorosamente que me dispusiera para la sagrada comunin12. Tuvo la gracia de ser preparada por sor Camila Vagliensi, que le hablaba de la vida de Jess y de su Pasin. Nos dice: Una tarde me explic un poco la crucifixin, coronacin de espinas y los dolores de Jess; me lo explic tan bien, tan al vivo, que me vino al instante una fiebre altsima y tuve que estar todo el da en cama. Desde aquel da, la maestra cort sus lecciones13. La vspera de recibir la comunin, le escribi una carta a su padre: Querido pap: Le escribo estas lneas nicamente para testimoniarle mi cario y para que ruegue a Jess a fin de que la primera vez que venga a m me halle dispuesta para recibir todas aquellas gracias que me tiene preparadas. Le pido perdn por las muchas desobediencias y disgustos que le he causado y le ruego que esta tarde lo olvide todo. Pidindole su bendicin, me reitero su hija afectsima, Gema14. Recibi la comunin el 19 de junio de 1887, a los 9 aos. Y afirma: Lo que pas entre m y Jess en aquellos momentos no sabra expresarlo. Jess se hizo sentir en mi alma de una manera muy fuerte. Comprend entonces que las delicias del cielo no son como las de la tierra. Me sent arrebatada por el deseo de no interrumpir jams aquella unin con mi Dios. Me senta cada vez msAutobiografa, o.c., p. 226. Autobiografa, p. 226. 14 Autobiografa, p. 228.12 13

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apartada del mundo y ms dispuesta para el recogimiento. Fue en esa maana que Jess me dio el gran deseo de ser religiosa15. Despus de su primera comunin, continu su vida normalmente entre la familia y los estudios del colegio.

DESEOS DE SANTIDADA partir de 1888, sor Julia Sestini ser su maestra de religin y le inculcar deseos de orar y de ser santa. Dice el Padre Germn, que sera su director espiritual: Cierto da sor Julia quiso entretener santamente a las nias de su clase, echando a suertes sobre a quin le tocaba ser santa. Para ello tom en la mano tantos palillos como nias haba. Los palillos eran todos iguales, excepto el de la suerte, que era el ms largo. Ocultos por uno de los extremos, cada nia iba tirando de uno y la que tiraba del de la suerte, deba ser santa. Tir de l, casual o providencialmente, nuestra Gema y, sin poder contener el jbilo, dio un salto y, viendo en aquello algo ms que un entretenimiento infantil, exclam resuelta: S, me har santa16. Por eso, no es de extraar que, a lo largo de su vida, su oracin favorita fue repetir docenas de veces al da: Virgen Santsima, hacedme santa17 Su tenor de vida era poco ms o menos el de antes: levantarse temprano por la maana, rezar sus acostumbradas oraciones, luego ir a misa y comulgar. Cada da, su predilecta visita al Santsimo sacramento. Por la tarde, la meditacin con otras prcticas de piedad y el santo rosario de rodillas De su misma boca he sabido que entonces se le comunicaba Dios con suaves apreturas de amor y con vivas ilustraciones en el alma o claras luces, como ella acostumbraba a llamarlas18. Sobre su oracin dice: Comenc bajo su direccin (de sor Julia) a tener ms deseos de orar. Cada tarde, al salir del colegio, llegaba a casa, me encerraba en una habitacin y rezaba el rosario de rodillas. Muchas veces de noche, me levantaba y durante unAutobiografa, p. 228. Germn de san Estanislao, Vida de santa Gema Galgani, Ed. Litrgica espaola, Barcelona, 1949, p. 37. 17 Ib. p .197. 18 Ib. p. 46.15 16

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cuarto de hora encomendaba a Jess mi pobre alma19. Aquella buena maestra adivinaba mis pensamientos. Con frecuencia, me deca: Gema, cuntas cosas te ha dado Jess! Yo necesitaba tanto de una palabra y de una caricia de mi querida maestra que corra a su encuentro. A veces, se pona seria y yo, al verla as, lloraba. Terminaba cogindome en brazos, aunque ya tena 11 aos, acaricindome. Llegu a quererla tanto que la llamaba mam20. En 1891 hizo ejercicios espirituales con las religiosas del colegio y, terminados los ejercicios, pudo obtener la gracia de su confesor Monseor Juan Volpi, de poder confesarse y comulgar tres veces por semana. En 1893 Jess acept sus ofrecimientos de sufrir por su amor. Ella nos declara: Peda a Jess padecer y padecer mucho. Jess enseguida me consol y me mand una afeccin en un pie21. Un banco le cay en el pie y la infeccin ocasionada fue grave. Hubo que operarla y raspar el hueso en una intervencin dolorosa sin anestesia. Su ta Elisa certifica que no se quej lo ms mnimo ni antes, ni durante, ni despus de la intervencin. Uno de los mdicos, el seor Gianni, dijo a Gema, luego de la operacin: Muy bien, Gema, has sido muy valiente!. Y Gema respondi con una sonrisa22. De inmediato, Jess comenz su tarea de hacer de ella una bella obra de arte espiritual, liberndola de toda atadura terrena. Ya desde nia, su madre le haba hecho sentir amor a la Pasin del Seor. Sor Julia Sestini la incentiv a meditar en la Pasin todos los das. Desde 1890 Jess haba dejado de darle consolaciones sensibles. La oracin le resultaba aburrida y a Jess lo senta lejano y distante. Ella lo atribua a sus pecados y sufra, deseando ardientemente amar cada da ms a Jess. En 1894, en un concurso catequstico entre todas las parroquias de Luca, consigui la medalla de oro, con un premio de 100 liras. El 11 de setiembre de ese mismo ao 1894 muri de tuberculosis a los 18 aos su querido hermano Gino.Autobiografa, p. 234. Autobiografa, p. 232. 21 Autobiografa, p. 237. 22 Elisa Galgani, Proceso apostlico de Pisa, 1922, fol 255.19 20

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Dice: Yo lo amaba (a Gino) ms que a los otros. Estbamos siempre juntos. Durante los das de vacacin nos entretenamos haciendo altarcitos. Nos gustaba andar solos. Cuando ya era un poco mayorcito, mostr deseos de ser sacerdote. Fue admitido en el seminario y lleg a vestir la sotana, pero poco despus muri. Mientras estuvo enfermo, no quera que yo me separase de l. El mdico lo haba desahuciado totalmente y yo, que senta tanto el que se muriera, a fin de morir yo tambin, me serva de todas sus cosas y poco falt para que as fuese; pues un mes despus de su muerte enferm gravemente. No podra decir los muchos cuidados que todos se tomaron por m, en especial pap. Muchas veces, le vea llorar y pedir su muerte a Jess para que yo me salvara. Puso en juego todos los remedios y al cabo de tres meses, cur23. El mdico me prohibi entonces todo estudio y dej el colegio. Muchas veces la Superiora y las maestras me mandaron llamar para tenerme con ellas, pero pap no me quiso nunca mandar: Todos los das me sacaba de paseo y me daba cuanto quera; yo comenc otra vez a abusar de su bondad. Reciba, no obstante, la comunin tres o cuatro veces a la semana. Y Jess, aunque era mala, vena a m, se estaba conmigo y me deca muchas cosas. Un da, lo recuerdo, me regalaron un reloj con cadena de oro. Yo, vanidosa como era, no vea el momento de lucirlo, saliendo fuera con l. Sal en efecto. Al volver e ir a desnudarme, vi a un ngel (que ahora s que era el mo), el cual muy serio me dijo: Recuerda que los preciosos adornos que han de hermosear a una esposa de un rey crucificado no pueden ser otros que las espinas y la cruz24. Estas palabras me causaron miedo, como miedo me caus tambin aquel ngel. Poco despus, reflexionando sobre tales palabras, sin entender nada, hice este propsito: Propongo por amor de Jess y para agradarle a l, no llevar ni hablar nunca de cosas de vanidad25.Autobiografa, p. 234. Autobiografa, p. 235. 25 Ib. p. 235.23 24

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Un da, despus de la comunin me atrev a decir a Jess que por qu no me llevaba al paraso. Me respondi: Hija, porque a travs de tu vida te dar ocasiones de mayor mrito, redoblando en ti el deseo de ir al cielo y soportando al mismo tiempo con paciencia la vida. El ao 1896 se despert en mi otro deseo: el de amar mucho a Jess crucificado y, al mismo tiempo, padecer y aliviarle sus dolores26. En la Navidad de ese mismo ao 1896 se me permiti ir a misa y recibir la sagrada comunin. Tendra unos 18 aos y haca ya tiempo que vena pidiendo al confesor licencia para hacer el voto de virginidad... No me fue posible obtenerlo y, en lugar del de virginidad, me dej hacer el de castidad. As, la noche de Navidad, hice mi primer voto a Jess. Recuerdo que Jess lo agradeci tanto que por s mismo despus de comulgar, me dijo que agregase a l el ofrecimiento de m misma, de mis sentimientos y la aceptacin del querer divino. Lo hice con tanta alegra que pas una noche y un da de cielo27.

MUERTE DE SU PADREEl pap, Enrique Galgani, era un hombre bueno y muchos se aprovecharon de su generosidad. Algunos, pidindole dinero y olvidndose de devolverlo. Otros, no pagando las rentas de sus tierras. Todo ello, unido a los gastos ocasionados por las enfermedades, lo llev a la quiebra. Dice Gema: Acab el ao y entramos en el 1897, ao tan doloroso para toda la familia. Lo ms grave fue que quedamos faltos de todo recurso y para colmo, la grave enfermedad de pap. Comprend una maana la grandeza del sacrificio que pronto querra Jess. Llor mucho, pero Jess que, en aquellos das de dolor, se dejaba sentir tan fuertemente en mi alma, y el ver a mi pap tan resignado a morir, me dio una fuerza tan grande que soport la enorme desgracia con bastante tranquilidad. El da que muri, Jess me prohibi perderlo en vanos lamentos y lloros y lo pas rezando y resignada con el querer de Dios, que, desde aquel momento, iba a hacer conmigo las veces de padre celestial y terreno28.Ib. p. 236. Ib. p. 237. 28 Autobiografa, pp. 238-239.26 27

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Su padre muri de cncer a la garganta a los 57 aos. Los acreedores, con ayuda de la polica y los alguaciles, procedieron a cerrar la farmacia y a embargar los pocos bienes muebles que en la casa haba, de modo que quedaron prcticamente en la calle. El padre Germn, su director espiritual, narra que hubo uno de los acreedores que, como oyera el ruido que hacan unas monedas en el bolsillo del delantal de Gema, se precipit sobre ella y, metindole la mano, se apoder de cincuenta o sesenta cntimos que era todo el ruidoso capital que all haba29. La seora Cecilia Giannini, asegura en el Proceso de beatificacin que Gema conoca perfectamente quin era ese hombre sin corazn que lleg a registrarle el bolsillo, pero nunca me revel su nombre. Luego yo lo supe, enterndome que muri en el hospital30. La misma Gema recuerda: Despus de la muerte de pap, nos hallamos sin nada, no tenamos de qu vivir. Sabido lo cual por una ta (Carolina Galgani) nos ayud en todo y no quiso que yo siguiera ms en mi familia. Al da siguiente de la muerte de pap, mand por m y me llev (a Camaiore) consigo durante varios meses. No era la ta que me tuvo despus de la muerte de mam, era otra. Todas las maanas me llevaba a misa. La comunin la haca pocas veces, porque no me las arreglaba bien para confesarme con otros fuera de Monseor. En este tiempo comenc de nuevo a olvidarme de Jess, a descuidar la oracin y amar otra vez las diversiones. Otra sobrina que la ta tena consigo se hizo amiga ma y con ella andaba de perfecto acuerdo en las pilleras. La ta nos dejaba salir muy a menudo solas y bien me doy cuenta de que, si Jess no hubiera usado conmigo de tanta misericordia, habra cado en pecados graves. El amor del mundo comenz poco a poco a apoderarse de mi corazn, pero Jess vino de nuevo en mi ayuda. De repente, comenc a andar encorvada y a sentir grandes dolores renales. Resist durante algn tiempo, pero, viendo que la cosa iba cada vez peor, ped a la ta volverme a Luca. No perdi tiempo y me mand acompaada... Haba hecho pecados de todas clases, hasta pensamientos impuros pasaban por mi mente; haba29 30

Germn de san Estanislao, o.c., p. 51. Nova Positio super virtutibus, Sumario, p. 61.

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escuchado malas conversaciones, en lugar de huirlas, y deca mentiras a la ta para no descubrir a mi compaera31. En Camaiore se haba divertido con su prima Rosa Bartelloni y haba atendido el negocio de bazar y una mercera que tenan los tos. Gema pasaba mucha parte del da, atendiendo a los clientes. Tambin haca trabajos domsticos y enseaba el catecismo a un grupo de nios. Pero su belleza extraordinaria no haba pasado desapercibida. Sor Gesualda asegura que no era alta ni demasiado esbelta, pero era afable y simptica, de facciones delicadas, ojos grandes y luminosos, sonrisa encantadora, semblante dulce y suave. Era muy agradable. Dos jvenes de Camaiore, cautivados por su belleza, se atrevieron a pedirla por esposa. Gema, sorprendida y perturbada, rechaz enrgicamente tales proposiciones, pues, a pesar de todo, no deseaba otro esposo que Jess. Y dice: Nunca me olvidaba de rezar cada da tres avemaras con las manos bajo las rodillas (cosa que me haba enseado mi mam) a fin de que Jess me librase siempre de los pecados contra la santa pureza32.

GRAVE ENFERMEDADDebido a los fuertes dolores renales tuvo que regresar a Luca. Los problemas se complicaron con otros dolores en la espina dorsal. Era el ao 1898. Gema tena 20 aos y tuvo que guardar cama, pues la enfermedad se agrav, siendo necesaria una operacin que no dio resultado. Ella dice: Vinieron tres mdicos. El dolor del mal no fue nada, el verdadero dolor fue el tener que estar casi desnuda del todo delante de ellos. Hubiera preferido morir... Los mdicos, viendo que todos los remedios resultaban intiles, me desahuciaron totalmente. Slo de vez en cuando venan, casi, me atrevera a decir, por cumplimiento. Esta enfermedad, a juicio de todos los mdicos, era espinitis. Slo uno deca que era histeria. En la cama deba guardar siempre la misma postura. Yo sola no poda moverme para recibir de vez en cuando algn alivio, tena que pedir a los de casa que me ayudasen a levantar, ahora un brazo, ahora una pierna... Una tarde, ms disgustada que de ordinario, me lamentaba con Jess, dicindole que no rezara ms si31 32

Autobiografa, p. 240. Autobiografa, p. 229.

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no me curaba. Y le preguntaba por qu me tena as. El ngel me respondi: Si Jess te aflige el cuerpo lo hace para purificarte cada vez ms en el espritu. Procura ser buena. Cuntas veces durante mi enfermedad me haca sentir al corazn palabras de consuelo!33. En este tiempo, se hacan en familia triduos y novenas, pidiendo por mi curacin, pero nada. Un da, una seora que me visitaba con frecuencia trajo un libro. Era la vida del venerable Gabriel34. Lo tom casi con indiferencia y lo puse bajo la almohada. Me encarg esta seora encomendarme a l, pero no le hice caso. En casa comenzaron a rezarle todas las noches tres padrenuestros, avemaras y glorias35. Una vez, estando sola, me sobrevino una fuerte tentacin y deca para mis adentros que estaba cansada, que la cama me molestaba. El demonio se vali de esto para tentarme, dicindome que, si le haca caso, me curara y hara cuanto quisiera. Casi estuve a punto de sucumbir. Me hallaba agitada y me daba por vencida. De repente, me vino un pensamiento: Vol con la mente al venerable Gabriel y dije en voz alta: Primero el alma y despus el cuerpo!. A pesar de todo, el demonio segua con asaltos cada vez ms fuertes: mil pensamientos feos me pasaban por la imaginacin. Recurr de nuevo al venerable Gabriel y, con su ayuda, venc: Volv en m, hice la seal de la santa cruz y en un cuarto de hora qued unida a Dios. Recuerdo que aquella misma tarde comenc a leer la vida del cohermano Gabriel. La le varias veces. No me cansaba de leerla y admirar sus virtudes y sus ejemplos. Desde ese da en que mi querido protector me cur el alma, comenc a tenerle una particular devocin y, desde entonces, comenc a verlo cerca (senta su presencia). Todo acto, toda accin mala me traa a la memoria al cohermano Gabriel y me retraa. No dejaba ningn da de invocarlo con estas palabras: Primero el alma y despus del cuerpo...

Autobiografa, pp. 242-243. Gabriel de la Dolorosa (1836-1862), pasionista que muri de tuberculosis a los 24 aos y que fue canonizado por Benedicto XIV en 1920. 35 Autobiografa, p. 244.33 34

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Un da, en la noche, en sueos, se me apareci vestido de blanco... l se dio cuenta de que no lo haba conocido. Se quit la vestidura blanca y se me dej ver vestido de pasionista; enseguida lo reconoc. Qued en silencio en su presencia. Me pregunt por qu haba llorado al privarme del libro de su Vida Me quieres? No le respond. Me acarici varias veces y me repiti: Procura ser buena y volver a verte. Me dio a besar su hbito y el rosario y se fue... No volvi sino despus de varios meses. He aqu cmo sucedi. Era la fiesta de la Inmaculada Concepcin. Por ese tiempo, solan venir las religiosas barbantinas a mudarme y servirme. Entre ellas, venia una que no estaba todava vestida de religiosa. Me vino esta inspiracin: Si maana, que es la fiesta de mi mam, le prometiese que, si me cura, me har religiosa de la Caridad, qu sera? Este pensamiento me llen de consuelo. Se lo manifest a Sor Leonida y ella me prometi que, si curaba, me vestira el hbito juntamente con aquella novicia de la que he hablado. Quedamos en hacer por la maana, despus de la comunin, esta promesa a Jess. Vino Monseor a confesarme y me dio licencia. Adems, me dio otro consuelo: el voto de virginidad que nunca haba dado seales de querer concederlo. Me lo autoriz y lo hicimos perpetuo esa misma tarde. l lo renov y yo lo hice por primera y ltima vez. Qu gracias tan grandes a las que yo no he sabido corresponder! Aquella tarde disfrutaba de una paz completa. Por la noche me dorm. De repente, veo a mis pies a mi protector. Me dijo: Gema, haz en hora buena el voto de ser religiosa, pero no aadas ms. Y me respondi, hacindome una caricia sobre la frente: Hermana ma dijo, y, al mismo tiempo, se sonri y me mir. No entenda nada de esto y para darle gracias le bes el hbito. Se quit la insignia (que los pasionistas llevan sobre al pecho) me la dio a besar y me la puso sobre el pecho encima de la sbana, repitindome de nuevo: Hermana ma, y desapareci. Por la maana, sobre las sbanas no haba nada, comulgu temprano, hice mi promesa, pero sin particularizar ms... Entretanto, pasaban los meses y yo no notaba ninguna mejora. El 4 de enero (de 1899) los mdicos me dieron doce botones de fuego a los riones. Me puse peor. A estos males se aadi el 28 de enero 17

un dolor de cabeza verdaderamente insoportable... El dos de febrero recib la comunin por vitico. Me confes y esperaba el momento de volar con Jess. Los mdicos, creyendo que yo no oa nada, comentaron entre s que no llegara a la medianoche36.

CURACIN MILAGROSAUna de mis maestras vino a verme y, al mismo tiempo, a despedirse de m hasta el cielo. Me suplic no obstante, que hiciese una novena a la beata Margarita Mara de Alacoque... Era el 18 de febrero. La comenc esa misma tarde, pero al da siguiente me olvid. Volv a empezarla el da 20, pero otra vez me olvid. El 23 empec por tercera vez, pero faltaban pocos minutos para la medianoche, cuando oigo agitarse un rosario y una mano viene a posarse sobre mi frente. O que empezaban un padrenuestro, avemara y gloria durante nueve veces seguidas. Yo apenas responda, porque estaba aplanada por el mal. La misma voz me pregunt: Quieres curarte? Te curars. Ruega con fervor al Corazn de Jess. Todas las tardes, mientras no se termine la novena, vendr yo aqu contigo y juntos rogaremos al Corazn de Jess. Y a la beata Margarita?, le dije. Aade tambin tres glorias en su honor. As lo hice por nueve noches seguidas. Cada noche volva (el venerable Gabriel), me pona la mano sobre la frente, rezbamos juntos los padrenuestros al Corazn de Jess y luego me haca aadir tres glorias a la beata Margarita En el penltimo da de la novena y, al trmino de la misma, quera recibir la comunin. Terminaba precisamente el primer viernes de marzo. Llam al confesor y me confes. Muy temprano comulgu. Qu momentos tan felices! pase con Jess. Me repeta: Gema, quieres curar? La emocin era tan grande que no poda contestar. Pobre Jess! La gracia haba sido hecha, estaba curada. Hija ma, me deca Jess, abrazndome, yo me doy todo de ti. Y t no querrs ser toda ma?37. La curacin tuvo lugar el 3 de marzo de 1899. El da anterior se haba curado repentinamente36 37

Autobiografa, pp. 244-247. Autobiografa, pp. 247-248.

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de una dolorosa otitis purulenta en su odo izquierdo. La enfermedad le haba durado casi un ao. Ella manifiesta: Habran pasado dos horas cuando me levant. Los de casa lloraban. Tambin yo estaba contenta ms que por la salud recuperada, porque Jess me haba escogido por hija. Antes de dejarme esa maana, Jess me dijo: Hija ma, a la gracia que te he concedido esta maana seguirn otras mucho mayores38.

VIVENCIA DE LA PASION DE JESSVino la Semana Santa por m tan deseada Lleg el mircoles santo. Nada extraordinario se haba manifestado entonces en m, fuera que al comulgar, Jess se me haca sentir de una manera vivsima. El ngel de la guarda, desde el da en que me levant, comenz a hacer conmigo las veces de maestro y gua. Me reprenda siempre que haca alguna cosa mal, me enseaba a hablar poco y solamente si era preguntada... Me enseaba a andar con los ojos bajos y hasta en la iglesia me rea diciendo: Es as como se est en la presencia de Dios?. Otras veces me rea de esta manera: Si no eres buena, no me dejar ver de ti... El confesor crey por fin oportuno dejarme hacer una confesin general, segn era mi deseo desde haca mucho tiempo. Escog precisamente la tarde del mircoles (santo). Jess, en su infinita misericordia, me dio un dolor grandsimo de mis pecados. El Jueves Santo por la tarde comenc a hacer la Hora santa (haba prometido a Jess que, si curaba, todos los jueves indefectiblemente hara la Hora santa). Era la primera vez que la haca levantada Pas la hora entera rezando y llorando; hasta que, cansada como estaba, me sent. Poco despus me sent recogida. Not que empezaban a faltarme las fuerzas y a duras penas pude levantarme para cerrar con llave la puerta de la habitacin. Dnde me encontr? Me encontr delante de Jess crucificado en ese mismo momento. Derramaba sangre por todas partes. Baj enseguida los ojos... Hija, me dijo, estas llagas las habas abierto t con tus pecados, pero ahora algrate, porque todas las has cerrado con tu dolor. No me ofendas ms. mame como yo siempre te he amado. mame, me repiti muchas veces.38

Ib. p. 250.

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Aquel sueo (xtasis) se alej y volv en m. Desde entonces, comenc a tener horror grandsimo al pecado (la gracia ms grande que me ha hecho Jess). Las llagas de Jess quedaron profundamente grabadas en mi mente de modo que jams se han vuelto a borrar39. El Viernes Santo no le permitieron ir a la iglesia y ella se encerr en su habitacin para meditar en la Pasin del Seor y Jess vino a darle personalmente la comunin (algo que en aquel tiempo no se poda recibir el Viernes Santo). El padre Germn, en sus notas manuscritas, asegura que tuvo conocimiento de que esto sucedi por lo menos en tres ocasiones. Ello lo cuenta as: Habindome encerrado en mi habitacin, no estuve sola. Vino el ngel de la guarda y oramos juntos. Asistimos a Jess en todos sus trabajos, compadecimos a la Virgen nuestra Madre en todos sus dolores. No dej, sin embargo, mi ngel de hacerme un dulce reproche, dicindome que no llorase cuando tuviera que hacer algn sacrificio por Jess, sino que diera gracias a los que me ofrecan ocasin de hacerlo. Fue esta la primera vez y el primer viernes que Jess se hizo sentir a mi alma de modo tan fuerte. Y aun cuando no recib, porque era imposible, de manos del sacerdote a Jess verdadero, sin embargo, Jess vino por s mismo y se dio en comunin a mi alma. Y fue tan ntima esa nuestra unin que yo estaba como estupefacta. Jess me habl de modo muy sensible... Estoy loco, me repeta Jess, por unirme a ti; corre, ven todas las maanas. Pero mira bien, porque soy un padre y un esposo celoso. Me sers t hija y esposa fiel?40. Jess segua consolndome y me mandaba al ngel de la guarda para que fuera mi gua en todo. De todo esto deba yo dar cuenta a mi confesor. Me fui a confesar, pero no me atrev y sal sin decirle nada. Regres a casa y, al entrar en mi habitacin, vi que mi ngel lloraba. Me dijo: De modo que t no me quieres ver? Eres mala: callas las cosas al confesor. Recuerda bien lo que te digo, te lo repito por ltima vez. Si vuelves a callar lo ms mnimo al confesor, yo no me dejar ver ms de ti. Nunca, nunca.Autobiografa, pp. 251-253. Autobiografa, pp. 253-254.

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Me puse de rodillas y mand que hiciese el acto de contricin, hacindome prometer que en adelante se lo dira todo al confesor; y luego me perdon en nombre de Jess... Una maana, despus de la comunin, Jess me dio a conocer una cosa que le haba disgustado. La haba hecho la tarde anterior. Acostumbraban a venir a casa dos chicas amigas de una hermana ma, y se hablaba, no de cosas malas, pero s mundanas. Yo tom parte y dije lo mo como las dems, pero por la maana Jess me ri tan speramente que se apoder de m un terror tal que habra deseado no hablar ni ver a nadie. Y Jess (no obstante) segua hacindose sentir diariamente a mi alma y llenndome de consuelo En mi corazn naci un deseo grande de padecer por Jess. Comenc a proveerme de una cuerda gruesa que, a escondidas, quit de un pozo. Hice en ella varios nudos y me la puse a la cintura. Pero, apenas si pude tenerla un cuarto de hora, porque el ngel de la guarda, rindome, me la hizo quitar, pues no tena permiso del confesor. Se lo ped despus y lo obtuve41. Un da, al tiempo de hacer mis oraciones de la tarde, me sent toda recogida interiormente y vi por segunda vez a Jess crucificado que me deca estas palabras: Mira, hija, y aprende cmo se ama. Y me mostr sus cinco llagas abiertas. Mira esta cruz, estas espinas, estos clavos, esta lividez, estos desgarrones, estas llagas y esta sangre: todo es obra de amor y de amor infinito. Ves hasta qu extremo te he amado? Quieres amar de verdad? Aprende a sufrir. El sufrir ensea a amar42. Aquella vista produjo en m nuevo dolor y, pensando en el amor infinito de Jess para con nosotros y los padecimientos que haba tolerado por nuestra salvacin, me desmay, ca en tierra y volv en mi despus de varias horas. Todos los jueves segua haciendo la Hora santa... Nos acercbamos al momento de los santos ejercicios y entr en el convento (de las salesas) el 1 de mayo de 1899. Me pareci entrar en el paraso. Qu consuelo! Prohib a los de casa que vinieran a

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Autobiografa, pp. 254-256. Autobiografa, p. 256.

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verme durante ese tiempo, pues esos das eran todos das de Jess43. Las salesas estaban dispuestas a recibirla en el convento como religiosa. Incluso, decidieron recibirla en ese mismo mes de mayo al verla tan espiritual y con buena salud despus de su curacin. Pero de nuevo Dios le exigi un nuevo sacrificio. El arzobispo de Luca, Monseor Ghilardi, que haba odo hablar de ella, se opuso resueltamente a su ingreso por razones de salud y tuvo que salir antes de lo previsto. Ella lo dice as: Dios mo! He aqu un nuevo dolor. Al da siguiente, tena que salir del convento para ir a casa. Hubiera querido que ese momento no llegase nunca, pero por desgracia lleg. Eran las cinco de la tarde del 21 de mayo, cuando sal. Ped llorando la bendicin a la Madre Superiora y salud a las monjas y abandon el convento. Dios mo! Qu dolor!44

LAS LLAGAS DE CRISTOEl 8 de junio de 1899, en la comunin, Jess le avis que por la tarde iba a recibir una gracia grandsima. Ella lo relata as: Lleg la tarde. De repente, ms pronto que de ordinario, me sent presa de un dolor interno muy fuerte de mis pecados; tan fuerte como jams lo he sentido. Dolor que estuvo a punto de hacerme morir all mismo. Despus de esto, me sent recogida en todas las potencias del alma... Al recogimiento interior sucedi bien pronto la prdida de los sentidos y me hall en presencia de mi mam celestial que tena a su derecha al ngel de mi guarda, quien lo primero que me dijo fue que hiciera el acto de contricin. Una vez hecho, la mam me dijo estas palabras: Hija, en nombre de Jess, te sean perdonados todos tus pecados. Luego, aadi: Mi hijo Jess te ama mucho y quiere hacerte una gracia muy grande. Sabrs t hacerte digna de ella?. Mi miseria no saba qu responder. Sigui diciendo: Yo ser para ti madre, sabrs t mostrarte verdadera hija?. Extendi su manto y me cubri con l. En ese instante, apareci Jess con todas las llagas abiertas, pero de las llagas no sala sangre, salan llamas de fuego, que en43 44

Autobiografa, pp. 256-257. Autobiografa, pp. 260.

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un momento vinieron a cebarse en mis manos, pies y costado. Cre morir y habra cado en tierra, si la mam celestial no me hubiera sostenido, tenindome siempre cubierta con su manto. Por espacio de varias horas tuve que mantener esa postura. Despus, mi mam me bes en la frente, desapareci todo y me hall de rodillas en tierra, pero segua sintiendo un dolor fuerte en las manos, pies y costado. Me levant para meterme en la cama, pero not que, de aquellas partes que me dolan, sala sangre. Las tap lo mejor que pude y luego, ayudada por el ngel, pude acostarme en la cama. Y estos dolores y estas llagas, en vez de afligirme, me llenaban de una paz perfecta. Por la maana, a duras penas, pude ir a comulgar, y me puse unos guantes en las manos para que nada se viera. No poda tenerme de pie; a cada momento me crea morir. Aquellos dolores me duraron hasta las tres del viernes, fiesta solemne del Corazn de Jess45. El padre Germn, su director, afirma: Desde aquel da en adelante, se repeta peridicamente todas las semanas, desde la noche del jueves, poco ms o menos a las ocho, hasta las tres de la tarde del viernes Una vez terminado el xtasis del viernes, cesaba de salir sangre tanto del costado como de las manos y los pies. La carne viva se secaba poco a poco, los tejidos lacerados se unan, y se cicatrizaban y, al da siguiente o a ms tardar el domingo, no quedaba el menor vestigio de aquellas profundas rasgaduras en el centro ni en la periferia; la piel las cubra uniformemente como en las partes sanas...Hasta que fue prohibido por los directores de Gema, el fenmeno de la aparicin de las llagas se realiz de una manera regular y constante todas las semanas en los das jueves y viernes sin que se manifestasen en ningn otro da por memorable que fuese, ni aun en los casos en que los xtasis se repetan en forma extraordinaria46. Sor Julia de san Jos certifica: Yo he visto las llagas de Gema Vi la mano derecha de Gema con un agujero que traspasaba toda la mano del dorso a la palma. La carne, al principio, esto es, por la parte de arriba de la mano y al extremo del agujero debajo de la misma, la carne estaba como en relieve y sanguinolenta45 46

Autobiografa, pp. 261-262. Germn de Estanislao, o.c., pp. 75-77.

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igual que acaece cuando un clavo grueso traspasa una mano. Lo que yo vi y como yo la vi en esta ocasin, lo vieron tambin otras dos religiosas: sor Mara Magdalena y sor Hija de Mara. Esto sucedi un viernes; al da siguiente sbado, no se vea ni rastro en la mano de Gema47. La seora Cecilia dice: He visto muchas veces los estigmas en las manos y en los pies de Gema y dos veces la herida del costado48.

LOS PADRES PASIONISTASLos padres pasionistas dieron una gran Misin en Luca del 25 de junio al 9 de julio de 1899. Al verlos, Gema reconoci el hbito del venerable Gabriel. El ltimo da de la Misin, Gema particip en la comunin general. Relata: Jess se hizo sentir a mi alma y me pregunt: Gema, te agrada el hbito con que est revestido ese sacerdote? (y me seal un sacerdote que estaba no lejos de m) Te gustara verte revestida tambin t del mismo hbito? T sers hija de mi Pasin y una hija predilecta. Uno de estos hijos ser tu padre. Vete y manifistaselo todo49. Gema le abri su corazn al padre Cayetano y, por intermedio suyo, entr en contacto con la familia Giannini, donde se alojaban siempre los padres pasionistas que venan a Luca. El padre Cayetano la cit a la casa para estudiar mejor el asunto de sus fenmenos sobrenaturales. Palmira Valentini, que estuvo presente, declara: Con nosotros estaba Julia, la hermanita de Gema, que haba llegado a la casa Giannini. Hallndonos precisamente en la sala donde hay un gran crucifijo, hoy llamado de Gema, la conversacin del padre Cayetano se refiri a las llagas y le dijo: Djanos ver las llagas. Y Gema mostr el dorso y la palma de las manos en las que estaban las llagas. Estas aparecan como un pequeo agujero, una cicatriz pequea de cerca de dos o tres centmetros. Estbamos presentes yo, la seora Cecilia Giannini, el padre Cayetano y la hermanita Julia. Todos vimos las mismas cicatrices50.Proceso apostlico de Pisa, fol 700. Proceso ordinario de Luca, Sumario, pp. 78-783. 49 Autobiografa, p. 265. 50 Proceso apostlico de Pisa, fol 470.47 48

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Gema dice: La nica razn por la que haba ido a confesarme con este sacerdote fue sta: el confesor ordinario me haba prohibido varias veces hacer los tres votos de castidad, obediencia y pobreza, pues, estando en el mundo, no me sera posible observarlos. Yo segua con vivo deseo de hacerlos. Me aprovech de esta ocasin y eso fue lo primero que le ped. Me permiti hacerlo, desde el 5 de julio hasta el 8 de setiembre, para luego renovarlos. Esto me content mucho y aun dira que ha sido una de mis mayores satisfacciones... El padre Cayetano supo que mi confesor era monseor Volpi, pero no poda hablarle si yo no le daba permiso. Se lo di y los dos se pusieron de acuerdo. Monseor me dio permiso para que fuera a confesarme con ese sacerdote y no me ri como tena bien merecido. Entonces, le habl de los votos hechos, lo que tambin aprob y, a los tres dichos, me hizo aadir un cuarto: sinceridad con el propio confesor51. El 29 de agosto de ese ao 1899, el padre Pedro Pablo52, despus de asistir a un xtasis en casa de la familia Giannini, reconoci que los fenmenos de Gema eran hechos sobrenaturales.

HISTERISMO?El padre Pedro Pablo le escribi una carta a Monseor Volpi que dudaba mucho. Pero Monseor Volpi, para aclararse, se comunic con el doctor Pfanner, quien el 8 de setiembre se hizo presente en la casa de los Giannini para examinarla, a pesar de que ya Gema le haba indicado a Monseor de parte de Jess: Di al confesor que en presencia del mdico no har nada de cuanto l desea53. Al llegar a casa Monseor con el doctor, Gema estaba en xtasis. Cecilia Giannini declar: El mdico cogi una palangana con agua y un pao y, en presencia de Monseor Volpi, ma y no s si de algn otro, comenz a limpiar con agua y el pao o algodn las heridas, la sangre del dorso de la mano derecha y deAutobiografa, p. 266. Fue Superior provincial y general de la Congregacin pasionista. El Papa Po X lo nombr arzobispo de Camerino. 53 Autobiografa, p. 267.51 52

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la izquierda. Como por encanto desapareci la herida y la sangre de la mano, as como tambin la sangre que flua de la cabeza. Entonces, el mdico dijo: No ven? Esto es histerismo puro. Los histricos necesitan sangrar y se lo procuran por s mismos con una aguja, un alfiler o con otra cosa cualquiera... Quiso examinar tambin la parte del corazn y constat que todo era normal, esto es, el corazn, los pies, las manos, ninguna seal de las llagas. A partir de entonces, tanto monseor Volpi como el doctor Pfanner abrigaron la conviccin de que tales llagas eran productos histricos54. Gema escribi una carta a monseor Volpi en la que le deca: Si hubiera estado solo, Jess le hubiera convencido... Al principio, me dola un poco la cabeza y el costado, pero, despus de unos momentos, me dijo Jess: No recuerdas hija que hace tiempo te dije que vendra un da en que nadie te creera? Pues bien ese da es hoy, precisamente. Jess me dijo tambin que junto a usted haba otra persona, pero Jess aadi que esa persona no vio nada. Me dijo igualmente que era un mdico. Jess me ha pedido hoy este sacrificio y lo he hecho de buena gana55. Al manifestar Monseor Volpi, de acuerdo con el mdico, que todo era histerismo, la seora Cecilia tuvo miedo de estar engaada. Gema le escribe al padre Germn: Ayer, cuando Monseor supo que es el demonio el que trabaja en m, me prohibi pensar en Jess y me mand que, despus de la comunin, sea como los dems sin dar tantas molestias a la seora Cecilia. Y ahora la pobre ta ha cogido tanto miedo de que sea el diablo que por las noches no viene ya a verme. Por la maana me deja sola y no se cuida nada de m, dicindome a cada palabra que digo: Yo no quiero ser engaada... Si no hubiera sido por Mea (la sirvienta), esta maana habra estado siempre sola. Pero ser verdad que los traigo a todos engaados? Qu ser de mi alma? Pienso en mi alma y en la comunin que me ha dicho Monseor que la he hecho siempre en pecado Ya nadie me quiere en esta casa. Todos andan serios, nadie me dirige la palabra, pero Jess, s, Jess est todo en mi corazn, todo conmigo, con Jess no temo56.Proceso apostlico de Pisa, fol 387-388. Carta a Monseor Volpi del 8 de setiembre de 1899. 56 Carta al padre Germn del 25 de junio de 1901.54 55

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En una carta de la seora Cecilia al padre Germn le habla de las crticas que reciba la familia Giannini por tener en su casa a Gema que estaba tsica, habiendo en casa doce hijos. Escribe: Dicen que estamos locos: Mateo es un memo, Justina no tiene cabeza, yo soy una exaltada57.

LA FAMILIA GIANNINIPor entonces la situacin de Gema se hizo cada vez ms difcil en su casa con sus tas y hermanos, pues crean que todo era fingido e inventado por ella. Se rean de que siempre iba con guantes en las manos, le hacan bromas y sufran tambin por las habladuras de la gente, que la crea histrica58. Un da, dice Gema, una de las tas, al ver la sangre que me sala de la cabeza, fue ami habitacin y me grit: Dime de dnde procede toda esa sangre o te mato a golpes. Yo permanec callada. Esto le caus tanta rabia que con una mano me agarr por la garganta y con la otra quera quitarme la ropa... En ese momento, son la campanilla y me dej.Epistolario, Ed. Litrgica espaola, Barcelona, 1944, p. 236. De sus hermanos, Carlos muri en 1875, Gino en 1894 y Antonio en 1902. Julia (1883-1902) era la ms santita y pegada a Gema y quien vio sus llagas en casa de Cecilia Giannini. Guido se hizo qumico farmacutico, aunque no era muy religioso. Cuando iba a morir, Gema se le apareci y le dijo que estara con l en el paraso. Muri el 16 de junio de 1922 de un tumor al hgado, a los 51 aos. Su hermana ngela era amante de la vida libre y mundana. No soportaba el orden y la modestia. Haba sido expulsada de la escuela de las Zitinas por la propia fundadora Madre Elena Guerra por su mala conducta. A sus tas las trataba mal e incluso les pegaba. Tena un especial fastidio a Gema. Cuando Gema estaba para morir, le pidi perdn, pero no cambi de vida. Se cas a los 37 aos. Su testimonio en el Proceso fue rechazado por dudoso. Incluso, lleg a aprovechar su situacin de hermana de Gema para vender objetos como reliquias. En sus ltimos aos, se acerc a los sacramentos. Muri el 11 de agosto de 1953. Hctor era de carcter violento y blasfemaba a menudo, lo que haca sufrir mucho a Gema. Se fue a vivir al Brasil. Sus hijos Enrique y Gerardo contaban que su padre era malo y alejado totalmente de Dios. Pero, al final de sus das, estuvo tres aos enfermo y Gema se le apareci repetidas veces. Se arrepinti de su mala vida y muri como buen cristiano en Araraquara (Brasil) en 1935, a los 62 aos de edad.57 58

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Cuando fui a acostarme..., se me acerc y me dijo que era hora de dejar tales enredos y que haba dado de qu pensar a la gente. Mira, si no me dices de dnde sale esa sangre, no te dejo salir sola de casa ni te mando a ninguna parte. Yo comenc a llorar y le respond: Son las blasfemias que dice su sobrino (Hctor). Veo a Jess que sufre mucho y yo sufro de corazn y me brota sangre59. Esos problemas familiares hacan sufrir mucho a Gema. Por ello, la seora Cecilia, que haba sido tranquilizada por el padre Germn sobre sus deudas, la invit a quedarse definitivamente en su casa, lo que para Gema fue un gran alivio. La familia Giannini en pleno la recibi como una hija. Esta familia estaba compuesta por don Mateo, el pap, la esposa Justina Bastiani, once hijos y doa Cecilia, la hermana de don Mateo, que era la ta y a quien Gema llamar mam, pues tomar un cuidado especial de ella y dormir en su misma habitacin. Gema sera la duodcima hija de la familia. All vivi desde setiembre de 1900. Es digno de anotarse que Justina, la mam de casa, tuvo otro hijo, el nmero doce, mientras Gema estaba en la casa. Para esta famiia la presencia de Gema fue una gran bendicin de Dios. Era una familia muy catlica, que alojaba por caridad a un sacerdote anciano y enfermo, don Lorenzo Agrimonti, y donde se alojaban siempre los padres pasionistas cuando iban a Luca. Gema les ayudaba en las tareas de la casa y, sobre todo, cuando haba algn enfermo. Incluso, cuando doa Justina estuvo desahuciada de tuberculosis, Gema se ofreci al Seor por ella. Y el Seor san a Justina que vivi hasta 1938, aunque delicada de salud. Gema estaba muy agradecida a la familia y le escriba al padre Germn: Ruego, s, y rogar siempre para que Jess conceda y lo mismo nuestra Mam (del cielo) gracias infinitas a esta familia, porque no s hacer otra cosa. SI JESS ME LLEVASE AL PARAISO, UNO A UNO ME LOS LLEVARA A TODOS, la primera a la ta60. Doa Cecilia vivi hasta 1931 y don Mateo hasta 1935. Fueron inmensas las bendiciones que Dios derram en esta cristiana familia. El seor Mateo Giannini declar en el Proceso de59 60

Carta a monseor Volpi del 16 de noviembre de 1899. Carta al padre Germn del 30 de octubre de 1900.

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beatificacin: Por mi parte, creo deber manifestar que, habiendo participado cinco de mis hijos en la Gran Guerra (primera guerra mundial) donde se vieron expuestos a toda suerte de peligros, consiguieron volver todos sanos y salvos. Atribuyo a Gema la buena suerte de mis hijos, que constituyen todo mi consuelo en este mundo. Comulgan todos los das y se ocupan de la accin catlica, mientras que de mis hijas, cinco son religiosas. De las cinco hijas religiosas, la ms sobresaliente fue Eufemia. Entr en 1905 en las pasionistas de Luca con el nombre de sor Gema de Jess. Ms tarde fund el Instituto pasionistas Hermanas de santa Gema. Muri en 1971. En 1990 se abri en Luca el Proceso ordinario para su canonizacin.

CONFESOR Y DIRECTOREl confesor de Gema desde su primera comunin fue Monseor Juan Volpi (1860-1931). En 1897 fue nombrado obispo auxiliar de Luca y en 1904 obispo de Arezzo. A raz de la visita del doctor Pfanner, que afirm que los fenmenos de Gema eran cosas de histerismo, dud mucho y le hizo sufrir mucho a ella. Tampoco le ayud para entrar en un convento como deseaba Jess. Pero, despus de la muerte de Gema, reconoci sus errores y ayud para la construccin del monasterio-santuario de Luca, dejando para ello una considerable cantidad de dinero con el deseo de que all fueran sepultados sus restos, que estn junto a los de Gema y del padre Germn. Por su parte, el padre Germn (1850-1909) ser su director espiritual desde enero de 1900 hasta la muerte de Gema en 1903. l, aunque al principio estaba inseguro y puso varias a veces a prueba a Gema, pudo convencerse de la autenticidad de los fenmenos presentaba y as se lo deca a Monseor Volpi. Jess se lo hizo ver a Gema, antes de conocerlo, en una aparicin. Dice ella: Me prohibi nuevamente el confesor todo lo extraordinario del jueves y el viernes; y Jess obedeci por algn tiempo, pero luego volv a lo acostumbrado y an ms que antes. Ya no tem decrselo todo al confesor, quien me dijo resueltamente que, si Jess no le haca ver las cosas claras, no creera en semejantes fantasmagoras... Ese mismo da, me sent recoger interiormente y pronto qued privada de los sentidos. Me encontr 29

delante de Jess, pero no estaba solo. Tena junto a s a un hombre de cabellos blancos. Por el hbito conoca que se trataba de un sacerdote pasionista. Tena las manos juntas y oraba, oraba fervorosamente. Lo mir y Jess pronunci estas palabras: Hija, lo conoces?. Respond que no. Mira, aadi, ese sacerdote ser tu director y ser quien conocer en ti la obra infinita de mi misericordia61. El 29 de enero de 1900 Gema le escribi una carta, al haberlo reconocido en un retrato, y as comenz su comunicacin. Gema, en su Autobiografa, escrita por su mandato, y en sus cartas, lo llamar padre mo. En setiembre del 1900 fue a visitarla a Luca y as pudo constatar personalmente lo sobrenatural de las manifestaciones de las llagas, de los xtasis y de otros fenmenos interiores. Su relacin con Gema mejor mucho su vida espiritual. En Carta a la seora Cecilia le dice: Desde el da en que inici una estrecha relacin espiritual con este ngel de Dios se produjo en m una transformacin interior62. Pero el demonio no estaba tranquilo con esta relacin y procur enfrentar al confesor y al director para que entre ambos hubiera diferencias y dejaran de dirigirla. El demonio escribi dos cartas, una a Monseor Volpi y otra al padre Germn. El padre Pedro Pablo, que en agosto de 1901 estaba de husped en casa de los Giannini, recibi una tarjeta como de Monseor Volpi, en la que le deca: Le ruego no ocuparse por nada de Gema, habiendo conocido de parte de Jess que todo lo sucedido es obra diablica. Por eso, le pido no ocuparse ms de ella ni ahora ni despus. De esto le avisar al padre Germn Si continan obrando como hasta ahora, corren el peligro de perder el alma de la pobre hija. Ella no tiene necesidad de su ayuda, estando yo bien iluminado sobre esta alma que hasta ahora ha estado engaada63. Despus se supo que Monseor Volpi no haba escrito esta carta. Pero el diablo no desisti y el padre Pedro Pablo encontr enAutobiografa, p. 268. Carta a Cecilia de octubre de 1900. 63 El texto de esta tarjeta se lo envi el padre Pedro Pablo al padre Germn en carta del 24 de agosto de 1901 y se encuentra en el Archivo general de la Congregacin Pasionista.61 62

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su habitacin otra carta, supuestamente de padre Germn, donde deca que abandonase a Gema, porque haba recibido luces del venerable (Gabriel) y que todo era hipocresa. Que se lo dijese a Monseor para que le quitase la comunin y que le dijera (a Cecilia) que la echase de casa64. Felizmente, se pudo descubrir el engao diablico, lo que asegur ms al padre Pedro Pablo y al padre Germn sobre la autenticidad de los fenmenos extraordinarios.

LTIMA BATALLA Y MUERTEJess amaba tanto a Gema que quera purificarla en este mundo hasta el mximo para que ya aqu en la tierra fuera su esposa de sangre, crucificada con l. Por eso, entre momentos de xtasis y de plena felicidad, Jess la segua purificando. Ella nos dice: Una maana, despus de recibir la comunin, me pareci que Jess me deca estas palabras: Ya tu confesor ha debido darse cuenta de que yo quiero hacerte pasar por todos los estados de la vida mstica. Ya ha transcurrido la primera parte de tu vida. Al presente, nos hallamos al final del dolor amoroso. Y seguir el amor doloroso y, por fin, la noche oscura. Esta ser la segunda y ltima parte de tu vida. Al final de la misma, hija ma, te llevar al cielo65. Son tiempos difciles para Gema. Jess parece haberse alejado de ella. Ya no lo siente, todo parece estar en silencio. Siente desgana y aridez en la oracin. Le asalta el temor, el demonio la tienta con fuerza. Pero, de vez en cuando, se abre la luz. En un xtasis del 26 de junio de 1902 deca: Jess, por qu este silencio?... Dios mo, por qu no me contestas?... Dime algo, oh Jess, oh luz, dnde ests? Ilumina mis ojos, no me dejes vivir ms en las tinieblas. Cundo te ver por fin, Jess? No te veo en absoluto... Cuando era nia me decan que T estabas siempre presente, pero yo no te veo... Dnde ests? Dnde has ido?... y sin ni siquiera decirme adis.66Carta a Cecilia Giannini del 4 de agosto de 1901. Carta a Monseor Volpi de noviembre o diciembre de 1900. 66 xtasis 96.64 65

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Ese mismo da 26 de junio le escribe al padre Germn para pedirle que le d permiso para pedir a Jess que le conceda la gracia de no sentir gusto al tomar ningn alimento durante su vida. Cuando recibi la respuesta positiva, hizo un pacto con Jess y se lo comunic al padre Germn: Esta maana hemos hecho con Jess el pacto del alimento. Todo perfecto, padre mo, no sentir ya ms el gusto, pero Jess hace retener el alimento, aunque sea poqusimo, ya que, si como mucho, lo devuelvo67. Y Jess la sigue purificando. El 19 de agosto pierde a su hermana Julia, con la que se entenda muy bien. El 21 de octubre muere su hermano Antonio a los 22 aos despus de haber terminado sus estudios de qumico farmacutico. Ella misma se siente muy mal de salud. En carta del 20 de octubre le escribe al padre Germn: Escribo por medio de Eufemia, puesto que yo no puedo. Sigo enferma, muy enferma, sigue la fiebre, la expectoracin es continua y siempre con sangre. El pulmn derecho no funciona ya, me queda el otro. Viva Jess! Sufro mucho, padre mo. Sobre todo, en ciertos momentos sufro ms. Encomindeme al Seor68. El diablo no la deja tranquila y los sufrimientos son continuos. Jess la tiene crucificada en el altar de la cruz como a una esposa querida. Al final se sentir abandonada por todos, como Jess en la cruz. El 24 de enero de 1903 la familia Giannini, por consejo de los mdicos, que temen que pueda contagiar la tuberculosis a los pequeos de la casa, deciden enviarla a una habitacin frente a su casa. Los primeros das, la seora Cecilia cuidar de ella, despus se encargarn las religiosas Camilas de velarla da y noche. Pero la ltima batalla, la ms fuerte, estaba por llegar en los ltimos das de su vida. El padre Pedro Pablo asegura: El demonio la asaltaba y, anulando los sentidos de aquella criatura, la obligaba a actos de obsesa. Se tiraba al suelo y contra las dems personas, si le presentaban algn objeto de devocin. Escupa al crucifijo y a la imagen de la Virgen. Recuerdo que un da me cogi el rosario del cinto y me lo hizo pedazos69. Dios permita que el diablo pudiera tomar posesin de su cuerpo, aunque no de su alma, ni de su voluntad. As su alma seCarta al padre Germn del 9 de julio de 1902. Carta al padre Germn del 20 de octubre de 1902. 69 Padre Pedro Pablo, Proceso ordinario de Luca, fol 567.67 68

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purificaba como oro en el crisol. El padre Pedro Pablo le haca exorcismos. Dice: La primera vez no consegu nada; pues, aunque despus de media hora se qued tranquila, se le repitieron los ataques. La segunda vez, luego de los exorcismos, se tranquiliz. Entonces, le di una reliquia de la santa cruz para que la tuviera consigo. Le orden rogar a Jess que la librase de aquellos asaltos de demonios y desde aquel momento, qued totalmente libre70. Pero el diablo, aunque ya no se le permiti tomar su cuerpo, la segua molestando. La seora Cecilia declara: En estos ltimos das tuvo en varias ocasiones como una visin de serpientes, de perros y de otros animales que la molestaban... Se le aparecan encapuchados con un atad y le decan: Aqu has de venir. Y ella responda: Ah ir, pero cuando haya expiado todos mis pecados. La noche del viernes al sbado la pas atormentada por el demonio con el recuerdo de los mayores disgustos de su vida, representndole hasta los acreedores que llegaron cuando muri su padre71. En una carta al padre Germn de marzo de 1903 le dice: Estoy atormentada por feos y sucios pensamientos, pero Jess me dice que me dirija a su Madre: Hija, encomindate todos los das a Ella. La hice hermosa, generosa, amable y dulce para que pueda ganarme las almas y salvarlas. La cre bondadosa, afable y pacfica para que no rechace a nadie... Jess, no me abandonesYa casi no le tengo miedo al diablo, aunque a veces me encuentro sola, llena de miedo por la noche con las convulsiones, afligida y con un peso enorme encima que no me deja moverme y otras mil cosas... Oh mam ma, Viva Jess y viva Mara!... Quiero volar cuanto antes al paraso72. En sus ltimos das, el demonio recrudece las tentaciones. La seora Cecilia dice que le meta porqueras en el alimento y moscas en el vino para hacerla sufrir73. Lleg la Semana Santa. El mircoles santo recibi la comunin por vitico en casa. El Jueves Santo vino donPadre Pedro Pablo, Proceso ordinario de Luca, fol 567. Cecilia Giannini, Proceso apostlico de Pisa, fol 375. 72 Carta al padre Germn del 18 de marzo de 1903. 73 Carta de Cecilia al padre Germn, abril de 1903.70 71

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Andreuccetti por la tarde a las nueve y le trajo la comunin. El Viernes Santo le pidi a la seora Cecilia que no la dejara sola. Sufra mucho y las flemas la ahogaban, aparte de los asaltos del demonio; pero ofrece sus sufrimientos por expiacin de tantos pecados que mancillan la Iglesia, como le deca al padre Germn en carta de diciembre de 1902. El Sbado Santo dese recibir la visita de Monseor Volpi para confesarse y que le hiciera exorcismos, pero no pudo venir. Estaba muy ocupado por ser la Vigilia pascual. Gema se sinti decepcionada y tom el crucifijo con las dos manos, lo puso a la altura de los ojos y, mirndolo, dijo: Jess, no puedo ms. Si es T voluntad, llvame. Luego levant los ojos a una imagen de la Virgen que estaba colgada en la pared de enfrente y aadi: Madre ma, te encomiendo mi alma. Dile a Jess que tenga misericordia de m. Bes el crucifijo, se lo coloc sobre el corazn y, poniendo encima las manos, cerr los ojos con la boca entreabierta. As permaneci hasta cerca de las doce74. Permaneci como adormecida y sonriente sin exteriorizar el ms leve indicio que indicara el momento preciso en el que su alma haba volado al cielo75. El padre Jos Angeli, que la asisti en los ltimos momentos y la confes ese ltimo da de su vida, recuerda que no hubo ninguna seal precursora de la muerte, ni lgrima ni respiracin fatigosa. Muri con una sonrisa y as permaneci con la sonrisa en los labios; tanto que yo no pude persuadirme que hubiera muerto76. Muri el Sbado Santo 11 de abril de 1903. Eufemia Giannini le escribi al padre Germn: Hoy sbado santo, a la 1 y 3/4, ha resucitado junto a Jess. Cmo podremos consolarnos de una prdida tan grande?... Feliz Gema que se ha ido a gozar de Dios. Qu haremos sin Gema?... Hgase la voluntad de Dios. Venga usted a consolarnos, venga a ver, aunque sea muerta a este ngel!77. Una vez muerta, la amortajaron. Dice Palmira Valentini: Recuerdo que tena el crucifijo sobre el pecho y el rosario enlazadoCecilia Giannini, Proceso apostlico de Pisa, fol 375. Eufemia Giannini, Proceso apostlico de Gaeta, fol 49. 76 Jos Angeli, Proceso apostlico d Pisa, fol 496. 77 Carta a Eufemia Giannini al padre Germn del 11 de abril de 1903.74 75

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en la mueca derecha, vestida como de costumbre, y en la cabeza un velo negro78. El padre Andreuccetti prroco de La Rosa, quiso que descansara como una autntica hija de san Pablo de la Cruz. Nos dice: Quise que se pusiese al pecho, sobre la ropa, el emblema de los pasionistas; pues, aunque Gema no fue de hecho pasionista, lo fue siempre de corazn y con el ms vivo anhelo79. El mismo don Andreuccetti coloc en el atad un pergamino dentro de un tubo de cristal en el que se recordaban los rasgos ms esenciales de su vida. Los cofrades de La Rosa la llevaron en hombros al cementerio. Su cuerpo fue depositado en una tumba a cielo abierto, donde se coloc una lpida de mrmol con unas palabras en latn, que traducidas dicen: Gema Galgani, virgen inocentsima, consumida por el amor de Dios ms que por la fuerza de la enfermedad el 11 de abril de 1903, vigilia de Pascua, a los 25 aos vol a las bodas del celestial esposo. Descansa en paz, alma encantadora, en compaa de los ngeles. A los 14 das de su muerte fue desenterrado su cadver para ver si en el corazn de Gema encontraban algn signo extraordinario. Sor Angela Grotta declar en el Proceso: Presenciamos la operacin (de autopsia) dos monjas de san Camilo de Lelis, don Mateo Giannini, el abogado Giuseppe y dos mdicos. Yo misma fui quien, echando mano a los instrumentos, descubr el corazn por orden de los mdicos. La sangre corra a uno y otro lado fresca y hermosa, tanto que me qued profundamente maravillada de que en un cadver, que llevaba quince das de enterrado, pudiese haber todava sangre en aquella cantidad, teniendo presente adems el estado de consuncin a que lleg Gema en sus ltimos das. El corazn apareca fresco, fuerte, flexible rubicundo y todo lleno de sangre, cual si se hallase vivo80.

EL DEMONIOEn la vida de Gema la presencia del demonio es muy frecuente hasta los ltimos momentos de su vida. Lo llamaba Chapino (ladrn). Y Dios permita que la molestara para que pudieProceso apostlico de Pisa, fol 293. Proceso apostlico de Pisa, fol 429. 80 Nova Positio super virtutibus, Sumario, pp. 876-878.78 79

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ra obtener as grandes mritos y, a golpes de cincel, su alma fuera embellecindose cada da ms. En una ocasin, encontrndose Gema en el lecho, vio venir haca ella a un venerable Obispo rodeado de 50 nios y nias, todos vestidos de ngeles y con velas encendidas en las manos. Llegados junto al lecho, se colocaron alrededor de l, hasta que, a cierta seal, todos se arrodillaron, adorndola reverentes. La humildsima joven experiment una extraa turbacin. Traz la seal de la cruz y al fin mostraron ser una caterva de demonios venidos para tentar la humildad de Gema81. Gema dice: Una noche vino el demonio con una tentacin un tanto obscena. Luch cerca de una hora, rec, hice la seal de la cruz etc., y con slo invocar a la Inmaculada Concepcin qued libre y el demonio rabioso quera vengarse. Hubiera querido descargar sobre m un golpe, pero como le estaba prohibido por el provincial desde la vez que lo arroj de m, no pudo hacerlo. Grit: Guerra, guerra a tu Padre. Tu escrito est en mis manos, y se fue82. El diablo haba robado su Autobiografa. La seora Cecilia le escribi al padre Germn: Gema me dice que aquella maldita bestia le ha dicho que del libro de la confesin (Autobiografa) har lo que le parezca83. El da 21, el padre Germn responda a la seora Cecilia desde Isola del Gran Sasso: Yo voy a echarle maana al diablo un tremendo exorcismo a los pies de Jess sacramentado y del venerable Gabriel que est all cerca84. Al segundo exorcismo, ante la tumba del venerable Gabriel, el demonio restituy el libro. Gema, en carta al padre Germn, le escribe: Gracias a Dios el libro no est tan estropeado que no pueda entenderse y no es necesario que lo escriba de nuevo85. Ciertamente, aparecan muchas pginas chamuscadas, pero se poda leer. Esta Autobiografa, que tanto bien sigue haciendo aGermn de san Estanislao y Basilio de san Pablo, Santa Gema Galgani, Ed. Palabra, Madrid, 1997, p. 377. 82 Carta al padre Germn del 8-9 de julio de 1901. 83 Carta de Cecilia al padre Germn del 18 de julio de 1901. 84 Carta del padre Germn a doa Cecilia del 21 de julio de 1901. 85 Carta al padre Germn del 27 de julio de 1901.81

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los devotos de santa Gema, es un libro que podemos decir que pas por el infierno, pero es un tesoro que se guarda en la casa de la Postulacin general de los Pasionistas de Roma. Tambin el demonio tir las cartas escritas por el padre Germn a doa Cecilia y a Gema. Dice doa Cecilia: Una tarde me quit el demonio todas sus cartas que tena guardadas, las sac del cajoncito de la cmoda y las arroj al suelo. Ahora las he puesto bajo llave86. Y sigue diciendo: El demonio se le presentaba de todas las formas. A veces de religiosa, de su mismo confesor... En ocasiones, eran ms de uno. La esperaban en su habitacin en forma de perros, de gatos, hombres, de monos negros Una tarde se le present un hombre que la quera llevar fuera y hacer con ella cosas malas. Gema dijo que vino Jess y el hombre huy. Aquel hombre tena la forma de una persona conocida y que haba trabajado en su negocio (farmacia) y siempre haba sido bueno87. El padre Germn cuenta algo que l mismo presenci. En cierta ocasin asista yo a Gema, enferma de gravedad. Encontrbame en un ngulo de la habitacin, rezando en mi breviario, cuando vi cruzar, corriendo por entre mis piernas un enorme gato negro, de figura horrible, que, despus de dar una vuelta por toda la habitacin, fue a colocarse sobre el respaldar inferior de la cama de hierro, frente por frente de la enferma sobre quien lanzaba miradas feroces. A m se me helaba la sangre en las venas en tanto que Gema segua tan tranquila. Ocultando mi turbacin, le pregunt; - Qu hay de nuevo? - No se asuste, es ese cosaco de demonio que quiere molestarme, pero est tranquilo que no le har dao alguno. Me acerqu temblando con el agua bendita, roci el lecho y desapareci la aparicin, quedando la enferma tranquilsima como si nada hubiese pasado88. Sor Julia Sestini en el Proceso declar: Cuando Gema me hablaba de tentaciones, recuerdo que me dijo varias veces y, especialmente una, que si yo hubiera tenido el valor para acercarCarta de Cecilia al padre Germn del 24 de febrero de 1902. Proceso apostlico de Pisa, Sumario, pp. 505-506. 88 Germn de Estanislao y Basilio de san Pablo, o.c., p. 384.86 87

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me a la comunin, estando el enemigo al lado del sacerdote con un arma en la mano. Yo le respond que s y que era una muerte hermosa morir desangrada con Jess en el corazn. Le dije que lo consultase al confesor. Das ms tarde me dijo que se lo haba dicho y le haba dado la misma respuesta. Me contaba estas cosas, porque, segn lo que dijo en varias ocasiones, cuando iba a comulgar, vea al lado del sacerdote al demonio en figura espantosa, amenazndola de muerte89. Dice Gema: Un da, estaba rezando el rosario de las cinco llagas. Estaba en la cuarta llaga y veo delante de m una figura semejante a la de Jess, recin flagelado. Me dijo: - Es as hija ma como me pagas? Mira cmo estoy. Ves cunto sufro por ti? Y t, por tu parte, ni siquiera me das el consuelo de aquellas penitencias. Puedes seguir como antes90 - No, no, quiero obedecer. Si hago lo que t dices, desobedezco. - Pero, al fin de cuentas, ni siquiera ha sido tu confesor quien te lo ha mandado, ha sido aquel... el padre Germn y t no ests obligada a obedecerlo. Que mande en lo suyo. T escchame a m. Me levant, tom agua bendita y qued tranquila, despus de haber recibido algn golpe de los que de vez en cuando me propina91. Ayer noche, el diablo se me puso delante como un hombre gordo y muy alto y me golpe toda la noche, dicindome: T seguramente crees que Jess te quiere, pero l te ha abandonado. Para ti no hay esperanza de salvacin. Ests en mis manos. Respond que Dios es misericordioso y que no tema nada. Entonces l, enfurecido, dndome un fuerte golpe en la cabeza, dijo: Maldita!. Y despareci92. En otra ocasin vio un ngel de gran hermosura que le dijo: Mrame, con slo que jures obedecerme, puedo hacerte feliz. No experimentando Gema la acostumbrada turbacin, se puso aProceso ordinario de Luca, fol 605. El padre Germn le haba prohibido hacer penitencias. 91 Carta al padre Germn del 6 de junio de 1900. 92 Carta a Monseor Volpi de agosto-setiembre de 1900.89 90

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escuchar con la mayor sencillez las proposiciones del supuesto ngel. Si las primeras aparecan inofensivas, luego siguieron otras nefandas. Horrorizada la inocente virgen, grit: Dios mo, Virgen inmaculada, primero la muerte. Y, al mismo tiempo, se lanz contra el fingido ngel y le escupi en el rostro, desapareciendo el malvado en forma de llama, no sin dejar en pos de s un montn de ceniza93. Un da tuvo grandes tentaciones del demonio. Y dice: Tom la cuerda que llevo a diario hasta el medioda, la llen de clavos y me la ce tan fuertemente que algunos penetraron en la carne. El dolor fue tan agudo que no pude resistir y ca en tierra sin darme cuenta dnde estaba. Despus de un tiempo me pareci ver a Jess. Qu contento me pareci en aquel momento! Me levant, me tom en brazos... Hubiera querido decirle tantas cosas Finalmente le dije: - Jess, dnde estabas cuando yo me hallaba en aquella situacin? - Hija ma, estaba contigo, muy cerca de ti. - Dnde? - En t corazn. - Oh Jess mo, si T hubieras estado conmigo, no hubiera padecido semejantes tentaciones Quin sabe cunto te habr ofendido? - Consulate, hija ma, no me has ofendido lo ms mnimo. Y Jess segua tenindome en brazos y me deca: Mrame94. Para no ser engaada Jess le dio una seal clara para distinguir cundo era l y cundo el diablo. Dijo: Cuando se te aparezca alguno, pronuncia enseguida en voz alta estas palabras: Sean benditos Jess y Mara. Si te responden, es seal que vienen de M. Si no, levntate y distrete, porque es el engaador. As hars tambin, si te encuentras con alguna persona conocida o desconocida y siempre que te presentes a tu propio confesor95. Una vez, estaba rezando, cuando veo delante de m una figura semejante a Jess, como si en aquel mismo instante acabase de ser flagelado. Termin el rosario y dije en voz alta:Germn de san Estanislao y Basilio de san Pablo, o.c., p. 383. Carta a Monseor Volpi del 11 de octubre de 1899. 95 Carta a Monseor Volpi de junio de 1900.93 94

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Benditos sean Jess y Mara. No me responda. Lo repet y l deca: Benditos, benditos, pero jams pronunciaba los nombres de Jess y Mara. Comprend quin era, hice la seal de la cruz, pero segua delante de m. Tom agua bendita y me qued tranquila, no sin haber recibido antes algn golpe que, de vez en cuando, me regala96.

LA EUCARISTAJess Eucarista fue para Gema, como para todos los santos, el centro de su existir. Sobre el da de su primera comunin, nos dice: Lo que pas entre m y Jess en aquellos momentos no sabra expresarlo. Jess se hizo sentir en mi alma de una manera muy fuerte... Me sent arrebatada por el deseo de no interrumpir jams aquella unin con mi Dios97. Desde entonces, su ideal fue comulgar todos los das. Al padre Germn le deca en confianza: Cada maana recibo la santa comunin, el nico y mayor consuelo que tengo... Siento una gran necesidad de ser fortalecida por este alimento tan dulce que me da Jess98. Esta maana he recibido a Jess y ahora lo poseo totalmente en mi pobre alma. En este momento mi corazn y el Corazn de Jess son una sola cosa. Oh si pudiera retenerlo siempre conmigo! Qu preciosos son los momentos de la sagrada comunin! La comunin es una felicidad tan grande que me parece que no puede compararse ms que con la bienaventuranza de los ngeles y santos!99. Era tanta su necesidad de comulgar que llamaba a la comunin banquete del amor100 y Academia del paraso. Otro da, le escriba al padre Germn: Hace pocos momentos que recib a Jess qu gran dicha! Yo, que merecera vivir con losCarta al padre Germn de junio de 1900. Autobiografa, p. 228. 98 Carta al padre Germn del 16 de abril de 1901. 99 Carta al padre Germn del 22 de abril de 1900. 100 Carta a la madre Mara Josefa del Sagrado Corazn del 21 de mayo de 1901.96 97

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demonios, me encuentro por el contrario cada maana rodeada de ngeles y santos y unida continua e ntimamente con Jess101. Y casi todas las maanas, despus de la comunin, se perda, en xtasis, del cual slo sala por obediencia (que le daba la seora Cecilia, incluso mentalmente). Dice: Cada maana, despus de la comunin, sucede siempre lo mismo, antes o despus: No falla ni una sola maana. Hago todo lo posible por distraerme, pero en vano102. Despus de comulgar, sent llegar a Jess que me deca (porque yo le dije que haca mucho que lo esperaba): He permanecido toda la noche contigo, contando los instantes que faltaban para llegar a estar dentro de ti Esta maana quiero hacerte sentir los latidos de mi Corazn.... Si hubiese visto qu fuertes eran!103. Era tanto su amor a Jess Eucarista que un fuego misterioso la abrasaba, cuando se acercaba al sagrario. Escribe: Ayer, al acercarme a Jess expuesto en el Sacramento sent un fuego tan ardiente que tuve que alejarme y me abrasaba entera, hasta en la cara senta aquel calor. No acierto a comprender cmo tantos y tantos que estn cerca de Jess, no se reduzcan a cenizas. Yo creo que me abrasara104. El sbado estaba en la iglesia delante de Jess sacramentado expuesto, quise acercarme lo ms posible;pero, si no me retiro pronto, me hubiera Me sent abrasarme entera. Sent ardor en la cabeza, en la cara105. La seora Cecilia, declar en el Proceso: La he visto muchas veces con el rostro encendido, estando en la iglesia delante de Jess sacramentado o hallndose ocupada en alguna otra cosa. Me pareca verla arrebatada (pienso de amor a Dios). Su palidez enrojeca con los ojos vueltos a lo alto y resplandecientes106.101 102

Carta al padre Germn del 1 de setiembre de 1901. Carta a Monseor Volpi de marzo de 1901.

Carta a Monseor Volpi de marzo de 1900. Carta al padre Germn del 28 de abril de 1901. 105 Carta al padre Germn del 10 de mayo de 1901. 106 Proceso ordinario de Luca, fol 364.103 104

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Otras veces, Jess le haca sentir la hostia con sabor a sangre. As nos lo dice ella misma: Fui a comulgar y Jess se ha hecho sentir de nuevo esta maana. Apenas tuve la hostia en la boca, la boca se me ha llenado de sangre, pero aquella sangre era tan rica que, discurriendo por la boca, la hice llegar al corazn. As ms de un cuarto de hora107. Alguna vez, el mismo Jess le llevaba la comunin cuando estaba enferma en casa. La seora Cecilia recuerda un viernes santo, como ya hemos anotado: Gema comenz a hacer su preparacin para la comunin espiritual, que sola hacer del mismo modo que cuando se hallaba en la iglesia para comulgar sacramentalmente. Entr en xtasis. En un determinado momento, vi que una las manos, que recobraba los sentidos, le brillaban los ojos y se le inflamaba sbitamente el rostro como le aconteca cuando tena alguna visin extraordinaria. En aquel preciso momento, sac la lengua. Poco despus la retir, volviendo a entrar en xtasis para la acostumbrada accin de gracias. Supe por la misma Gema que haba sido realmente Jess y no un ngel quien vino a darle la comunin108. El padre Germn dice: Por no singularizarse, iba slo dos veces al da a la iglesia. Por la maana, a or misa y comulgar; y por la tarde, a la hora de la pblica adoracin... Una vez en la iglesia, con modesto porte se diriga con la mirada todo su ser al tabernculo y, sin cuidarse de nada ms, cual si estuviese sola y no hubiese en la iglesia otra cosa que el altar del Santsimo Sacramento, all iba y se pona a orar de rodillas. Sus ojos no se apartaban de aquel sitio donde, al entrar, se haban fijado... Deca: Si Jess me permitiese entrar en el sagrario, donde est su cuerpo, su alma y su divinidad, no estara yo en el paraso? Qu me faltara ya? Oh Jess, vida de mi alma, paraso mo, hostia santa, aqu me tienes. O que me buscabas y vine corriendo... La Virgen Santsima acompaada de los ngeles de la Eucarista asista a veces a Gema en la sagrada mesa. La bendita joven, con la inesperada visin, caa en xtasis y llena de gozo se colocaba a los pies de su Madre. Cun hermosa es, me deca, la comunin hecha en compaa de la celestial Madre! Sabe usted a lo que seCarta a Monseor Volpi de agosto-setiembre de 1900. Villepele Jean Franois, La locura de la cruz: Gema Galgani. Ed. El Pasionario, Madrid, 1989, p. 234.107 108

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redujeron los suspiros de mi corazn en aquel momento? Pues a estas solas palabras: Mam Ma!... Parece que a Gema el divino Salvador en persona le llev por tres veces tan dichoso regalo. Era muy grande su desventura, si no poda ir a la iglesia a comulgar, cosa que, aunque pocas veces, ocurra por alguna grave enfermedad. Entonces, rogaba y suplicaba a su Dios que la pusiese buena para levantarse. Que si quera mortificarla con dolores, los derramase sobre ella a manos llenas antes que quedar privada del pan de vida En cierta ocasin, su confesor ordinario (Monseor Volpi), para mortificarla, le prohibi comulgar. Vase en qu trminos me refiri su desgracia: Oh padre, padre. Hoy, a las cinco, fui a confesarme y el confesor me prohibi que comulgase! Padre mo, la pluma no quiere escribir, las manos me tiemblan y yo no puedo menos que llorar109. Y ella le escribi al padre Germn: Sabe de qu cosa pienso dar gracias, cuando est en el paraso? Por la sagrada comunin ms que por ninguna otra cosa Viva Jess!110 Es posible que haya almas que no comprendan lo que es la Eucarista? Increble parece que haya almas insensibles a las finezas divinas, a la misteriosa y ardiente efusin del Sagrado Corazn de mi Jess. Cmo no consagraros, oh Jess, todas las palpitaciones del corazn, toda la sangre de las venas? Corazn de Jess! Corazn de amor!111 El padre Germn recuerda: En cuanto amaneca no poda resistir ms, saltaba inmediatamente de la cama y, en un momento, se arreglaba para ir a la iglesia. Cuntas veces con motivo de alojarme en la casa de aquellos bienhechores de mi Congregacin, tuve ocasin de conmoverme y derramar lgrimas viendo a Gema de pie con el sombrero puesto a la puerta de la habitacin de su compaera, esperando que esta saliese para marchar juntas a la iglesia. - A dnde vas?, hija, le deca yo. - Padre, a la casa del Seor. - Y qu vas a hacer all?Germn de san Estanislao, Vida de santa Gema Galgani, o.c., pp. 186192. 110 Carta al padre Germn del 16 de abril de 1901. 111 Carta al padre Germn del 18 de julio de 1901.109

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Con modesta sonrisa me haca comprender la respuesta. - Ya lo sabe usted. Al verla todas las maanas, deca su compaera, parece que se arregla para ir a la boda o, sirvindome de una frase de Gema, para ir a la fiesta de amor de Jess112.

AMOR A MARAMara es la madre querida a quien Gema amaba con todo su corazn y que se le apareca frecuentemente para consolarla y darle fortaleza ante el sufrimiento. Dice ella: Al perder a mi madre, me entregu por completo a la Madre del cielo. Y qu bien se ha portado siempre conmigo esta mam celestial! Qu hubiera sido de m sin ella?113. En su Diario escribe: Mi queridsima Madre Mara Santsima Dolorosa ha querido hacerme una breve visita (no me acordaba que era sbado, el sbado es cuando acostumbra a dejarse ver por m). Estaba muy afligida. Me pareca que lloraba. La llam muchas veces con el dulce nombre de madre. No me responda, pero cuando oa decir Mam sonrea. Se lo repet muchas veces, todas las que pude. Y ella siempre sonrea. Por fin, me dijo: Gema, quieres venir a reposar un poco en mi seno?. Intent levantarme, arrodillarme y acercarme a Ella. Ella tambin se levant, me bes en la frente y desapareci114. Otro sbado en que de nuevo se le apareci, dice: Ella me miraba muy fijamente, sonrea y se acerc para acariciarme... Estaba junto a mi cama tan bella que no me cansaba de contemplarla. Mientras hablbamos, Ella me tena cogida de la mano115. Otro da dice: Me encontr con la Madre Dolorosa. Qu momentos tan felices! Qu gusto da pronunciar el nombre de mam! Qu dulzura sinti mi corazn en aquellos instantes! Soy incapaz de explicarlo. Me pareci, tras unos momentos de emocin, que me tom en su regazo y me hizo descansar la cabeza en su hombro, mantenindome as durante un rato. Mi corazn enGermn de san Estanislao, o.c., p. 189. Germn de san Estanislao, o.c., p. 196. 114 Diario del 21 de julio de 1900. 115 Diario del 4 de agosto de 1900.112 113

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aquel momento rebosaba dicha y felicidad. De vez en cuando me preguntaba: - Me amas slo a m? - Oh, no, antes que a ti amo a otra persona. - Quin es?, preguntaba, aparentando no saberlo. - Es una persona muy querida para m por encima de todo. La amo tanto que dara la vida en este mismo instante por l. - Pero dime quin es? - Si hubieras venido el otro da lo hubieras visto conmigo. l viene raramente a verme. Yo, sin embargo, lo visito todos los das. - Y quin es? - No, no te lo digo. Si vieses, mam ma, se parece a ti por la hermosura. Sus cabellos tienen el color de los tuyos. - Y acaricindome me dijo: - Hija ma, de quin ests hablando? - No me entiendes? Hablo de Jess! De Jess! - Me mir sonriendo y me estrech fuertemente. Y me dijo: - malo a l solamente, malo mucho116. El 15 de agosto de 1900 Mara le dio una gracia extraordinaria que algunos llaman rapto mstico. Se le apareci y le dijo: Hija, cuando vuelva al cielo ahora por la maana, llevar conmigo tu corazn. En aquel momento, sent como que se me acercaba... Me lo quit, lo tom en sus manos y me dijo: No temas por nada, s buena, yo tendr tu corazn siempre all arriba conmigo, siempre en estas mis manos. Me bendijo de prisa y, al irse, pronunci an estas palabras: Me has dado el corazn, pero Jess quiere an otra cosa. Qu cosa?, le dije. Tu voluntad, respondi, y desapareci117. A este respecto, le dice al padre Germn: Se acuerda que le dije que mi corazn lo haba tomado la Madre? Lo tiene siempre y he tomado tambin el suyo, el de Serafina (seora Josefina Imperiali) y el de la Madre Mara Josefa y los he puesto a todos juntos y se los he dado a mi Madre, que los ha unido al suyo y me ha prometido que los unir al mismo de Jess118.Diario del 1 de setiembre de 1900. Diario del 15 de agosto de 1900. 118 Carta al padre Germn del 11 de octubre de 1900.116 117

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El gran da de la impresin de las llagas (8 de junio de 1899) se le apareci la Virgen con su ngel custodio. Mara le dijo:Hija en nombre de Jess, te sean perdonados todos tus pecados. Luego aadi: M hijo Jess te ama mucho y quiere hacerte una gracia muy grande. Sabrs hacerte digna de ella? Yo ser para ti madre. Sabrs t mostrarte como verdadera hija?. Extendi su manto y me cubri con l. En ese instante, apareci Jess con todas las llagas abiertas... Cre morir y habra cado en tierra, si la mam celestial no me hubiera sostenido, tenindome siempre cubierta con su manto. Despus, mi mam me bes en la frente, desapareci todo y me hall de rodillas en tierra, pero segu sintiendo un dolor fuerte en las manos, pies y costado119. Otro da, mi Madre celestial me miraba y, sonriendo, me dijo: Querida hija, cunto me gustan tus alabanzas!... Me tom en brazos y cre morir. S, morir por tanta dulzura. Cuntas caricias! Cunto me quiere!120.

EL HERMANO GABRIEL121Su relacin con san Gabriel de la Dolorosa se remonta a cuando estaba gravemente enferma en 1899 y le prestaron el libro de su vida. Ella lo llamar cohermano, hermano Gabriel o sencillamente Gabrieln. Cuando Gema rezaba el Oficio divino, frecuentemente se le apareca el hermano Gabriel para acompaarla en el rezo. Una vez, tuvo necesidad de quedarse por la noche en el monasterio de las Servitas. Al mandar la Priora que fuese a acostarse en una dependencia de la sacrista, puso Gema alguna dificultad, alegando que a medianoche tena que rezar maitines con san Gabriel. Sin hacerle caso, replic la Priora: - T lo rezars acostada y Gabriel los rezar de pie. - Por la maana, dice la Priora, le pregunt, si realmente haba venido san Gabriel para rezar con ella el Oficio. - S, ha venido. - Y quin le ha dado el breviario para rezarlo?Autobiografa, pp. 261-262. Carta al padre Germn del 12 de setiembre de 1902. 121 San Gabriel de la Dolorosa (1838-1862) muri a los 24 aos de tuberculosis.119 120

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- Lo ha trado l mismo. - De qu santo habis rezado el Oficio? Gema respondi, indicndome el santo cuyo Oficio corresponda rezar aquel da, pero ahora no recuerdo qu santo fuese122. Gema quera mucho a su hermano y amigo Gabriel de la Dolorosa. Su director el padre Germn, le regal como reliquia un diente del venerable y lo guardaba con mucho cario. En una carta le dice al padre Germn: Padre mo, sabe a qu se agarr Jess? Al famoso diente de san Gabriel. Me dijo: Dime, hija ma, no es verdad que ests demasiado apegada a l? - Pero si es una reliquia preciosa! Entonces Jess le dijo un poco serio: - Hija, es tu padre quin te lo dice y basta. Y lo que dice Jess es la pura verdad. Sor Mara me la pidi para ensersela a las monjas y, cuando se la di, me ech a llorar, porque la quiero tener siempre conmigo. Hay que ver, padre mo, a lo que se agarra Jess!123. Jess no permite que se apegue a las cosas del mundo por muy santas que sean para que est totalmente entregada a su amor y a su servicio. Ya hemos hablado anteriormente cmo en alguna oportunidad la libr el venerable de los asedios del maligno