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1 Manual de Periodismo digital Rocío Incera Periodismo de investigación, museología y docencia. “El cambio es inevitable. El progreso es opcional. Ahora mismo es el futuro” (Mark Briggs, Periodismo digital 2.0, 2004). Introducción La tendencia hacia el periodismo digital es una realidad. No hay evidencia de que el periodismo impreso desaparezca, aunque el digital sí le ha llevado una buena parte de la inversión en publicidad, asunto que debilita al impreso. Otra evidencia se funda en el tipo de lectura que hace quien revisa páginas, basada en el eye-tracking (seguimiento del ojo en la pantalla). Y existen formas específicas –distintas al periodismo impreso- para leer el digital. Además, sí existe una redacción específica para este tipo de periodismo, que refleja ese tipo de lectura: renace el uso de la estructura clásica del periodismo –la pirámide invertida- y la economía en el lenguaje se agudiza aún más: el micro y el nano texto son propiamente haikus que el periodista de hoy debe dominar. Y de modo breve, conciso, puntual, deberá dominar el arte del storytelling, con el fin de que los lectores puedan ser empáticos respectos de la historia: puedan verse en ella… y continuar leyendo. Por el otro lado, se habla de multi-tasking o de multi-habilidades. Lo cierto, es que un periodista digital debe ser capaz de utilizar sus habilidades clásicas como periodista –investigar, revisar información dura, verificar datos y escribir correctamente- aunque también conocerá la plataforma digital de su medio, sabrá subir información, acompañará sus tareas de reportero con fotografías –tomadas por él mismo-, con grabaciones y con videos (según la plataforma que emplee). Y tendrá –además- de estar al día en los cambios digitales, con el fin de continuar con la capacidad para reportar. Es cierto que el periodista sí puede dialogar con sus lectores directos y que incluso existen las notas colaborativas, en las que los periodistas arman su información con ayuda de su red de lectores y de otros usuarios. Y también es verdad que el periodista puede –en un periodismo digital, que suele ser veloz- actuar como una agencia de noticias: con avances de las notas cada pocas horas.

V2 Curso de Periodismo Digital mayo 2016

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Manual de Periodismo digital Rocío Incera

Periodismo de investigación, museología y docencia.

“El cambio es inevitable. El progreso es opcional. Ahora mismo es el futuro” (Mark

Briggs, Periodismo digital 2.0, 2004).

Introducción

La tendencia hacia el periodismo digital es una realidad. No hay evidencia de que el

periodismo impreso desaparezca, aunque el digital sí le ha llevado una buena parte

de la inversión en publicidad, asunto que debilita al impreso.

Otra evidencia se funda en el tipo de lectura que hace quien revisa páginas, basada

en el eye-tracking (seguimiento del ojo en la pantalla). Y existen formas específicas

–distintas al periodismo impreso- para leer el digital.

Además, sí existe una redacción específica para este tipo de periodismo, que refleja

ese tipo de lectura: renace el uso de la estructura clásica del periodismo –la pirámide

invertida- y la economía en el lenguaje se agudiza aún más: el micro y el nano texto

son propiamente haikus que el periodista de hoy debe dominar.

Y de modo breve, conciso, puntual, deberá dominar el arte del storytelling, con el fin

de que los lectores puedan ser empáticos respectos de la historia: puedan verse en

ella… y continuar leyendo.

Por el otro lado, se habla de multi-tasking o de multi-habilidades. Lo cierto, es que

un periodista digital debe ser capaz de utilizar sus habilidades clásicas como

periodista –investigar, revisar información dura, verificar datos y escribir

correctamente- aunque también conocerá la plataforma digital de su medio, sabrá

subir información, acompañará sus tareas de reportero con fotografías –tomadas por

él mismo-, con grabaciones y con videos (según la plataforma que emplee). Y tendrá

–además- de estar al día en los cambios digitales, con el fin de continuar con la

capacidad para reportar.

Es cierto que el periodista sí puede dialogar con sus lectores directos y que incluso

existen las notas colaborativas, en las que los periodistas arman su información con

ayuda de su red de lectores y de otros usuarios. Y también es verdad que el periodista

puede –en un periodismo digital, que suele ser veloz- actuar como una agencia de

noticias: con avances de las notas cada pocas horas.

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Los mejores periodistas llevan –además- un blog, que es propiamente un vertedero

de los temas que interesan o que son importantes para el periodista, en donde se

pueden extender en ellos y darles seguimiento.

Los tres analfabetismos del siglo XXI…

- No saber leer ni escribir. O bien, olvidar hacerlo: analfabetismo funcional.

- No saber inglés. El conocimiento científico se difunde en inglés.

- No saber utilizar cotidiana y consistentemente las herramientas digitales;

quienes lo hacen, “saben leer”. Son quienes programan los que “saben

escribir”.

El periodismo digital expandió las labores del profesional no sólo en las multi

habilidades, sino también en los conteos útiles para conocer la recepción de los

mensajes: los conteos de visitas y las métricas son pan de todos los días en las

redacciones actuales.

En este sentido –para que la prensa digital sea realmente autosustentable- requiere

de publicidad (del Estado y de las instituciones amigas, al menos; para no hablar de

marcas, que ya serían palabras mayores y no siempre aceptables ni aceptadas).

Lo cierto es que pocos quieren invertir en las plataformas. Apenas se tienen cifras

reales de equilibrios entre los costos y los frutos de la inversión: la prensa escrita

recaudaba 97 millones de dólares en el mundo y el periodismo digital sólo 3

millones… en 2004. Sin embargo, 10 años después, la cifra aumentó a casi 150

millones de dólares para la prensa digital, mientras que la cifra para los diarios

impresos descendió a 50 millones (State of the News Media, 2011).

Hoy, en 2016, nos enfrentamos a cifras –nuevamente- distintas, dada la existencia de

los medios dirigidos a los teléfonos móviles:

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Tomado de Pew Research Center, Journalism & Media. Presente y consultado en la

red, en:

http://www.journalism.org/2015/04/29/state-of-the-news-media-2015/

Los valores y principios del periodista no cambiaron. Su ética debería ser consistente

y bien fundada. Lo que creció fue su responsabilidad de entregar materiales que van

más allá de la palabra.

El asunto se realiza a través de fases, de modo que es necesario cursar cada una de

ellas –desde el PDF escaneado y montado en la red, pasando por los textos en una

página digital- hasta arribar a un verdadero periodismo digital, en el que el lenguaje

es totalmente multimedia: videos, fotos, textos, audios, infografías y una rica

conversación con los usuarios, que –en rigor- ES la ganancia del periodismo digital:

la posibilidad de iniciar y sostener la conversación con los receptores.

I. Asunto de intereses y de recambios no sólo tecnológicos: las

sociedades esperan diálogo real pues de otro modo, no participan

1. Intereses: los dueños de los medios

Los grandes avances en internet para posibilitar el periodismo digital –que, además,

trata de crear un lenguaje propio- nacieron en el sistema prevalente… de modo que

obedecen a las prácticas de apropiación, de propiedad y de intereses, propios del

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periodismo tradicional. Y no existen fondos para otorgar plataformas suficientes, de

modo que ellas emitan mensajes relevantes, a quienes podrían desarrollar

contenidos interesantes no sólo para dueños y marcas, sino para el público en

general

A menudo, las políticas distan de ser públicas. Y más parece que los propios intereses

e inversiones gobiernan no sólo contenidos, sino la posibilidad misma de comenzar

a publicar (en primer lugar). Millones de frecuencias disponibles… con los mismos

transmisores, con disposición de más canales. Es decir, los mismos jugadores de

antaño… se volvieron a apropiar la pelota, la cancha y a los jugadores.

Los recursos públicos con los que se dota a las empresas que podrían significar un

periodismo digital que obedeciera a los intereses de las grandes mayorías –de la

gente, digamos- pero lo cierto es que están obedeciendo a los intereses de los

poderosos: marcas, estados, personajes y a quienes pueden pagar salarios para

obtener los productos de periodismo digital, así como los frutos –comercio- que se

obtiene de las redes (Mapeo mundial de periodismo digital -2014- págs. 9-21).

Desde el lado de la participación en las decisiones respecto de los entornos digitales,

los gobiernos a menudo fallan –en todo el mundo- en otorgar participación a los

públicos y las políticas –que sí aplican para el Estado, en detrimento de los civiles-

no recibieron la influencia de los usuarios reales (en casi la mitad de los casos, según

el reporte mundial de mapeo sobre medios digitales, pág. 23). Ni siquiera los países

en los que existieron vigorosas consultas, no hubo ningún caso en el que las políticas

fueran regidas por el interés público (en muchos, se obvió la participación). Y lo

mismo ocurrió en términos de la regulación: no fue transparente, no se apoyaron

intereses locales ni civiles, ni se atendió a los pequeños. Y todas las decisiones

obedecieron –en todo el mundo- a los intereses “mayores”, que normalmente son

los que tienen los propietarios de los medios de comunicación y de los ciberespacios.

Sin embargo –de acuerdo a la lectura de este mapeo general, en el que se basa la

presente sección de este manual- en América Latina, sí existe la oportunidad para

repensar, reformular y fortalecer el papel de los medios públicos y los de las

comunidades: esta es una gran oportunidad para contar con una voz (antes

inexistente) y que ésta llegue más lejos, aun cuando los periodistas resulten más

brutalmente castigados, amenazados, desprotegidos y estén en un serio peligro

(Fernando Bermejo, págs. 265-277). Por eso, la oportunidad no se mide sólo con el

mayor ingreso de la gente –en todos lados- al internet, sino en su capacidad para

producir contenido valioso y subirlo (en lugar de sólo replicar el que existe). Y, desde

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luego, las tareas adicionales de los periodistas, no resultan económicamente

recompensadas, por lo que los periodistas y las comunidades deben analizar las

fortalezas de contar con publicidad y de intercambios diversos con sus grupos afines.

Además, lo que se entiende por participación, es una serie de preguntas bastante

sesgadas muchas, que no siempre corresponden a procesos de debate en los que

existe educación previa, basada en evidencia. Las discusiones –a menudo- son

triviales: estándares técnicos, distribución de costos y planeación de espectros,

además de las políticas de competencia. Es decir, los aspectos que no corresponden

a la atención, mejora y sustento de los intereses públicos. El Estado –en general- y

los propietarios cuidan sus intereses, nada más.

Para quienes cuentan con el dinero para invertir en plataformas y se convierten en

ofertantes de noticias, deben saber que las inversiones son cuantiosas para lograr un

camino digital completo (vid. Infra., distintos estadios en la conversión hacia el

periodismo digital).

Por el lado del periodismo como profesión, los profesionales dedicados a la

investigación han sido –en general- más perseguidos y más duramente castigados

que en el pasado. Los grupos civiles son más proclives a realizar investigación

independiente, aunque también están sujetos a actos de intimidación. Además, los

periodistas independientes cuentan con menos protección que los institucionales,

quienes –a menudo- deben seguir pautas propias del medio.

Aunque existe un surgimiento notable en el número de periodistas con blogs

personales, lo cierto es el esfuerzo no termina de cuajar en impactos sociales

contantes y sonantes. En el periodismo –eso sí- existe un acceso a datos que antes

no era imaginable, siquiera.

Aunque las habilidades de los periodistas se han expandido en el periodismo digital,

no existe evidencia para afirmar que el Periodismo –en sí- hay mejorado, sea más

libre, más neutral y más sólido, en favor de los intereses de los públicos.

Respecto de la conectividad y el acceso, la brecha digital se ha ensanchado entre

territorios que ya estaban separados entre sí: urbes y campo, generaciones, géneros,

monto de ingreso y educación, por ejemplo. Se espera que la brecha crezca aún más,

dadas las diferencias existentes al acceso de información y a la tecnología de la

información; así como a las competencias y alfabetización tecnológica que exista.

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Y una de las trampas del periodismo digital es la consecución de la materia prima (la

información en sí misma), porque la tendencia es a la réplica de la información en

todos lados.

Sin embargo… hay movimiento: mientras Big Brother vigila a todos, Little Brother

vigila al enorme corpus tecnoburocrático y de propietarios. Y los grupos no

soltarán su voz en ningún lado del mundo. Más bien, la fortalecerán (justo, lo que

hacen en Estados Unidos, Canadá, Medio y Lejano Oriente). En esto reside la gran

oportunidad: crear contenidos de valor y viralizarlos. Y en contar con una voz y

hacerla más y más participativa, a través de la vía de los aprendizajes digitales y la

creciente alfabetización… a pesar de los peligros, reales.

2. El recambio hacia lo digital y las sociedades participativas

En los grandes medios nacionales y mundiales, se sabe que no existe tregua en la

lucha y la competencia para captar y sostener la atención de los receptores. Y, aun

así, aquel miedo que sintió la prensa de ser desplazada por los medios audiovisuales

–durante las dos penúltimas décadas del siglo pasado- se convirtió en pánico

auténtico cuando arribaron al mundo los productos del Internet –el medio- y de la

WWW, como plataforma: la red mundial. Sin embargo, ninguno probó ser cierto. A

unos 20 años de distancia, los diarios impresos tambalean y algunos caen o migran,

se asocian y se funden con otros… pero siguen siendo aquellos diarios de quienes

gustamos de tocar y oler el papel, de leer en él. Lo que sí es cierto es que ¡Todos!

Mejoraron: más color, mejores lenguajes, más directos, más precisos… y más

costosos.

Lo que se espera hoy es que el periodismo en la red tome personalidad y formas

propias, pues inició como un copy-paste del diario mismo, sólo que en la red

mundial, con plataformas distintas. Lo que se espera, es que las noticias integren las

estrategias transmediáticas –inclusión de todos los lenguajes propios de las distintas

plataformas para los públicos diversos, con mensajes específicos para esa red- y se

conviertan propiamente en agua que va por los intersticios y que llega a todos lados,

chorro a chorro, gota a gota. Es decir: inicia una nueva historia (la Prensa Sin

Gutenberg, 2005, pág. 15).

Quizá, ha habido varios momentos clave para el surgimiento y fortalecimiento de

este periodismo novedoso: casi todas las guerras actuales y los ataques del llamado

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terrorismo internacional, han sido no sólo cubiertas por expertos reporteros, sino

videograbadas por los civiles que están presentes en los hechos. Es decir, “cualquiera

se siente periodista” –asunto que no es verdad: no todos tienen conocimientos para

descifrar hechos ni para colocarlos desde todas las fuentes- y “cualquiera o todos

pueden escribir”: falacia también, según lo gritó al mundo –uno de sus últimos gritos

mundiales- Umberto Eco en 2015. El asunto de la importancia y la relevancia siguen

llenando los diarios, aunque millones de hechos triviales y desconexos invadan las

redes.

Hubo algunas novedades, muchos despidos… pero la prensa continúa (aunque

con menos compra de publicidad, que es lo que produce las fusiones de medios y

la desaparición de otros).

Para muchos, el hecho de que la gente cuente con una voz –la que sea…- es mejor

que no tenerla del todo. Al final, ya la gente encontrará su propio camino para ser o

no relevante, para continuar con información trivial –de la que no cambia la vida de

nadie- o para cambiar y tornar los medios en verdaderamente revolucionarios, como

han hecho plataformas como WikiLeaks –por citar un caso mundial- en el que los

civiles toman por los cuernos el asunto de la transparencia en y de la información

cifrada por parte del aparato tecnoburocrático mundial.

Lo cierto es que –así como el mundo se asombró con las posibilidades de la radio y

la televisión, cuyo punto de inflexión fue el programa de Orson Welles (La Guerra de

los Mundos)- aquellos hechos que llevaron a miles de millones a mirar videos y a

opinar, a compartir dichos videos y programas en todo el mundo –literalmente- dejó

pasmados a quienes sí pudieron atisbar oportunidades de inversión en la red

mundial y en sus posibilidades.

Cierto que son los grandes medios y las grandes marcas –con muchas posibilidades

económicas- quienes más oportunidad tienen para desarrollar blogs, podcasts,

videos cotidianos, muros en Facebook, fotos en Instagram o frases inspiradoras en

Pinterest… pues cada red cuenta con un lenguaje propio y con mensajes adecuados

y específicos para cada una: un posible ejército de personas preparadas para

alimentar dichas redes. Pero parece que pagan a pocos para que trabajen mucho y

alimenten a toda la ballena entera de los Media, con su movimiento asincrónico –no

lineal- y constante: 24x7.

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Pablo Boczowski (Transformación continua del periodismo en la era digital, pág. 45),

del MIT (Massachusetts Institute of Technology), habla de una ruptura en el

periodismo: además de la interacción de los periodistas con sus fuentes, existe una

relación grupal de afines que no son redactores ni jefes, sino productores de

contenido, que vigilan continuamente el flujo mundial de los mensajes, de la

comunicación: el generador de contenido no sólo revisa lo que la fuente emite, sino

los comentarios de quienes participan en ella.

Bill Kovach y Tom Rosenstiel lo gritaron también al mundo en 2002: un insoportable

ciclo ininterrumpido de información, aumento de poder de las fuentes frente al de

los periodistas, posibilidad abierta a todas las personas para difundir información,

progreso de polémicas –incluso absurdas dada la carencia de información sólida- y

aumento del sensacionalismo para atraer a los más ignorantes (y alimentar redes con

millones de personas que generan millones de dólares a los manipuladores): los

estereotipos de la cultura, como los llamó Walter Lippman, la opinión pública.

“Ustedes leen y nosotros escribimos”: reflejo del pasado, de la historia en su

capítulo anterior.

Lo cierto –aunque la propiedad sea de quienes se apropian de los medios- es que

Internet fomenta el diálogo: se basa en la conversación: en iniciarla y en sostenerla.

Para lograrlo –es cierto- es necesario desarrollar habilidades nuevas.

II. Los migrantes y los nativos digitales: convergencia digital

Aunque el Storytelling es tan viejo como la historia –ya lo decía García Márquez: al

niño, denle juguetes; elegirá uno y ese será la base de su historia interna y de su

vocación- hoy se arman historias con una serie de fotos. Las infografías narran temas

que no cabrían quizá en un libro y los videos muestran mundos reales e inventados

con narrativas que incluyen dinámicas que involucran a casi todos los sentidos

tradicionales.

Para quien desarrolla contenidos, la información contenida en bases de datos puede

permitirle contar historias, de modo que el usuario pueda personalizarlas… y volver

a contar él mismo; o recordar sus propias historias para compartirlas.

En sí, los cambios son sucesivos porque la tecnología cambia, no porque los

quehaceres cambien esencialmente, pues los profesionales siguen haciendo sus

labores de periodismo del mismo modo y con el mismo rigor. Sin embargo, el

periodista sí requiere nuevos conocimientos para programar, para editar textos,

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audios y para escribir hipertextos –al montar entradas diversas a informaciones

adicionales sobre el entorno del conocimiento-, así como storytelling, con

narrativas gratas, que enganchen la atención y la capacidad de reflexión y de

empatía del lector (Mark Briggs, 2005).

La oferta del llamado Internet 2.0 –compra online de ¡Todo!- merma el tiempo –más

bien- de las televisoras… y la prensa resulta casi invicta. Algunos jóvenes gustan de

tocar y de sentir las letras. Y todos los jóvenes viven pegados a las redes y a sus

posibilidades: hacen banca por internet, se citan por internet –con sus teléfonos

inteligentes- y procuran mantenerse online siempre. En efecto, los esfuerzos de Jim

Clark para crear Netscape, fructificaron: inicia el nuevo periodismo.

Pero… ¿De dónde vienen los visitantes al medio y hacia dónde van? Y la respuesta

está no sólo en la calidad del producto, sino en la fluidez del tráfico que ofrezca la

plataforma. Y nacieron las mediciones, a través de preguntas sencillas: ¿Hubo

tráfico?, ¿Cuánto?, ¿Cuál fue el itinerario? Y nace la Teoría de las Redes, que estudia

la propagación de una acción, en término de las búsquedas, de la circulación, de la

interlocución entre los ordenadores y los seres humanos que están ejecutándolos.

Es decir, el análisis de las dinámicas entre centenares de miles de páginas, conectadas

por millones de enlaces que permiten atisbar los números de visitantes, que suelen

ser millones. Incluso, existen programas específicos para registrar y combinar

desplazamientos de internautas, de los que resultan océanos de cifras, cuyos

resultados otorgan miles de reflexiones en derredor de todas estas dinámicas.

Y la conclusión a la que se ha llegado es que sólo existen cuatro vías (más la quinta,

que siempre incluye un http). Todos los internautas acuden a los sitios favoritos que

agregan en su navegador. Y, por tanto, todos los sitios –los de periodismo también-

quieren y deben aparecer entre los favoritos de los internautas. Los internautas

conservan 5 favoritos: quienes quisieron cobrar por ser favoritos, se quedaron fuera

de las visitas de todos los internautas (caso de El País en 2002).

Lo que hicieron los medios –entonces- es arribar al correo del internauta con un

newsletter… pero entonces muchos se convirtieron en spam (envíos salvajes), que

saturaron los buzones de los correos. Y lo que hicieron las páginas de internet –en

general- fue asociarse con afines, con el propósito de facilitar rutas para los

internautas: si visitan aquél sitio, es posible que ingresen al mío (y viceversa). Y los

premios por reproducir o compartir informaciones, por ejemplo. O por invitar a

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amigos a visitar sitios concretos: viralizar la información. Es decir, convertirse en un

virus que va por todo el organismo inabarcable de la red mundial.

Lo cierto es que existen 4 etapas reconocidas para arribar propiamente al periodismo

digital (Canavilhas, webnoticia, 2007):

a. Facsímil. Se escanea la versión impresa de un diario, se digitaliza y se monta

en la red mundial o en la plataforma del diario o de la institución.

b. Se adapta el mismo contenido propio de un diario impreso, con un layout

propio de la web, en una plataforma (que debe tener ese diseño y no otro).

Algunas veces, se integran algunos enlaces en los textos. Y el asunto ya se

parece más a un hipertexto. Es un estadio evolutivo intermedio, al utilizar a

una web como un soporte informativo.

c. Se arriba a un modelo digital, en el que se van apropiando los periodistas

realmente del hipertexto, van soportando los comentarios reales de los

lectores reales –que ya comienzan a ser una obligación incluso requerida- y

las versiones de las noticias comienzan a ser actualizadas 24x7. Las métricas

continuas de audiencia comienzan a ser pan de todos los días (Cabrera 2000

y Gómez –Méndez/Gil, 2001).

d. Ingreso al modelo multimedia, en el que se sacan partido de las distintas

redes, en el que existe interactividad y hay presencia de ofertas dirigidas para

las distintas inteligencias de los usuarios: sonidos, imágenes animadas, videos,

imágenes fijas sencillas (fotos) y complejas (infografías) y gráficos en general.

Este es el estadio más avanzado y aquí ya se puede hablar de un periodismo

digital más maduro: de un ciberperiodismo o de un webperiodismo, en el que

“se aprovecha el ciberespacio –mecanismos automáticos para controlar el

funcionamiento de las conexiones entre grupos sociales y máquinas con cierta

inteligencia- para investigar, producir y difundir contenidos periodísticos”

(Salaverria, 2005).

1. Lo técnico

Para quien ama al periodismo, la actual es una especie de era dorada pues permite

llegar a los públicos y servirlos como nunca antes, a través de herramientas y con

interacción real con la audiencia, además de la pérdida de las limitaciones de

tiempo y de espacio.

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Para arribar a esta era dorada, se utilizan motores de búsqueda. El más poderoso es

Google, con sus algoritmos poderosos y universales. Todos trabajan, por tanto, en

aparecer en las búsquedas de los internautas en primer lugar, pues un internauta,

rara vez aprieta búsquedas que no aparecen en su pantalla “a la primera”. También

se utiliza mucho Firefox.

Y se habla –los especialistas lo hacen- de la arquitectura simulada (trucos para influir

en la indexación de motor de búsqueda Google), aunque este motor de búsqueda

procura defender la neutralidad de su algoritmo. Y para albergar más de un millón

de millones de sitios en sus búsquedas, aun se dan el lujo de mencionar los

microsegundos que se tardaron en mostrar resultados.

Es necesario –en favor de los periodistas- mencionar que los sitios propios de dicho

motor de búsqueda –Google- y el motor que tiene Yahoo!, por ejemplo, no HACEN

periodismo, sino que hacen eco del periodismo. No contratan periodistas, sino que

se convierten en los relatores de la representación mediática de los hechos.

En términos generales, el periodista subirá su información a una plataforma. Y eso

es lo que debe saber cómo hacer: códigos y rutas qué anotar para subir información.

En pocos casos la programará o estructurará su arquitectura (la manera como

navegará la gente en ella). Esas son propuestas que les hacen los equipos técnicos a

los dueños o a los directivos del diario y que más o menos obedecen a los intereses

y a la inversión que quieran realizar. Por supuesto, una arquitectura –amable, de

difícil navegación, interesante, fluida…- ES un lenguaje: queremos ser leídos o no.

2. ¿Qué habilidades desarrollan los periodistas digitales?

La primera, es la capacidad de continuar aprendiendo y de buscar las condiciones

para lograrlo. Programas como Flash y programación por lo menos tipo HTML,

escritura en hipertexto y en storytelling, edición de audio y de video, administración

de comunidades en línea, análisis de métrica y acción estratégica para atraer visitas.

Hoy, los contenidos dependen de los contenidos propios de la edición impresa y de

pequeños equipos de periodistas en operación… desde un escritorio: el quehacer no

es propiamente de investigación, ni de originalidad. Por eso, la convergencia digital

aún está en marcha: hay quienes desarrollan y hay quienes editan… en todos los

lenguajes –en el multimedia- y este quehacer, en sí, está lejano de la escritura:

incluso, mencionan este tipo de ediciones y hasta después la escritura para Internet.

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Ahora, ya no es cierto que el reportero que sea bueno en cualquier parte, aunque

los valores del reportero –los del periodista- no han cambiado. Ahora, deben

aprender administración, estadística básica, programación y edición. Las presiones

de los cambios y las horas de cierre presionarán: habrá que aprender

constantemente.

Aunque los alumnos de hoy en día saben hacer correctamente alguno de los

quehaceres citados –además de la investigación periodística- quienes sepan hacer

más, tendrán más oportunidades de trabajo. Si de por sí el periodista es aprendiz de

todo y maestro de nada… hoy, el periodista tendrá que escribir, tomar fotos, editar,

hablar, lucir correcto ante la cámara y luego tendrá que editar por sí mismo todo.

Las escuelas de periodismo en el mundo se orientan –más bien- a que el estudiante

comprenda la teoría básica de la comunicación masiva y sus efectos. Puesto que casi

todos son nacidos digitales, es más sencillo que los jóvenes periodistas se

mantengan aprendiendo plataformas y perfeccionando sus habilidades en ellas.

La ventaja que tiene iniciar y sostener la conversación en las redes y en las

plataformas es que en los medios unidireccionales del pasado, los desmentidos

eran el arma con que cuenta aún el receptor. Y en esta era digital, los propios

receptores ayudan a quien crea la historia a conseguir los datos correctos (Ben

Mutzabaugh, Viajes, USAToday).

Los mercados –en sí- no se han cerrado, sino que también migran. El asunto es crear

uno o varios, antes de que desaparezcan los tradicionales, con el fin de

complementarlos y apoyarlos: las empresas especializadas en medios consideran la

mejora de sus productos al elevar el coeficiente tecnológico, pues el mundo ya es

digital. Y los mercados en los que se basa la ecuación del negocio periodístico, debe

ser robusto para que opere eficazmente la totalidad (Harvard University, 2006).

Dado el enorme número de variables con las que tiene que lidiar un periodista

digital, sobre todo los más jóvenes se la pasan explorando cómo ganar más

audiencias.

3. ¿Es difícil desarrollar tantas habilidades nuevas?

Se dice que las personas que saben copiar y pegar un texto, pueden editar audios y

videos. Y quienes pueden anexar un documento en un correo electrónico, pueden

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publicar un blog con imágenes. Incluso, la tarea cotidiana del periodismo –para

muchos jóvenes- es más sencilla hoy: “hablé con muchos reporteros con blogs

exitosos y ellos afirman que no les toma más tiempo en su semana hacer su trabajo

adicional; incluso, para muchos de ellos, su blog les permite explorar temas con o

sin jugo, a través de las visitas que reciben y los lectores que continúan la

conversación con el bloguero” (Mark Briggs, 2006).

Todos los blogueros son autodidactas que tuvieron o quisieron vivamente hacer algo

nuevo. Y comenzaron tratando de comprender tanto acrónimo y el peso de los

objetos que quieren subir, según la plataforma.

Tomado de: http://byteofdata.com/why-no-one-talks-bits-anymore/

En donde los Bits son dígitos binarios con valor 0 ó 1. Los Bytes están compuestos

por 8 bits. Los bits se conocen –en el mundo digital- con la letra b. Y los Bytes, con

la letra B. Ya se utilizan los Petabytes (y los siguientes). Pero sólo los utilizan las

grandes instituciones nacionales o internacionales, así como las grandes marcas

mundiales, quienes cuentan con información importante sobre sus inventarios y

sobre sus usuarios.

Ahora, Gmail permite los envíos –bastante veloces- de 150 megas. Y, a través de

google-drive, es posible cargar documentos, audios o videos de unos 5 gigas, sin

congestionar ni hacer lento el servidor propio ni el de la persona a quien se envía la

información.

4. Sobre la conexión de Internet y otros –muchos- detalles técnicos

Puesto que el asunto involucra pesos y velocidades, es necesario considerar una

conexión a Internet que soporte suficiente tráfico y muchos usuarios. No sólo a

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quienes emiten la información, sino a quienes las consultan, sin olvidar los espacios

para que el usuario efectivamente comente, de modo que la interactividad vaya

creciendo, aunque sea poco a poco.

Funcionamiento general de Internet: desde la nube, con enrutadores, paredes

protectoras y lectoras y con redes inalámbricas o alámbricas. Tomado de:

http://www.quarkphysics.ca/ssh/ssh_everything6.htm

Existe una polémica enorme respecto si las plataformas –y el Internet- es sólo eso:

plataformas frías en las que se monta información. O son un medio… Sin embargo,

aquí –lo que decía MacLuhan en los setentas- sigue siendo una verdad: el medio es

el mensaje. No es lo mismo una plataforma interactiva, que admita a usuarios; que

una plataforma rígida en la que sólo se comunique el emisor. No es lo mismo enviar

sólo bits… que el acomodo de la información lineal o multimediática: la elección y

las prioridades implican edición y la edición implica una posición respecto de la

información (consciente o inconsciente).

Lo que sigue enseguida es entender lo técnico: abrir plataforma y entender cómo se

sube texto, foto, audio, video, gráfico… que –además- cambia continuamente. Y, en

los mejores casos, ayudar a los ingenieros en sistemas –quienes programan- a

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desarrollar las interfaces requeridas para la plataforma que se va a utilizar, si es que

le toca al periodista. Algunas veces, los dueños y los directivos son quienes toman

decisiones, por tratarse de asuntos que le pegan a los costos.

En términos generales, los especialistas comprenden varios principios (Manovich,

2005 y Canavilhas, 2007):

a. Los medios están compuestos por códigos digitales, con representaciones

numéricas: se describen con funciones matemáticas exactas y las gobiernan

los algoritmos. Para el usuario-editor –periodista- conocer los códigos para

hacer cada función es importante, para posibilitar su trabajo. Y cuando avanza

aún más –aunque los técnicos en sistemas son los que gobiernan en este

terreno- puede crear o co-crear algoritmos que le permitan desplegar ciertas

funciones, así como imposibilitar otras.

b. Las plataformas para el periodismo cibernético cuentan con una estructura

compuesta con distintos componentes –todos cuentan con pesos y medidas-

hasta llegar a los caracteres y a los pixeles. Todos están agrupados en una

macroestructura y cuentan –a la vez- con una naturaleza propia: están

resguardados en “cajas”, digamos: una foto o un video, un texto o un audio

puede estar montado y –a la vez- puede ser editable o re-editable, a pesar de

que esté inserta en una estructura.

c. Con una información básica –que actúa como una materia prima- es posible

generar distintos contenidos para las distintas plataformas y también para las

redes. O también generar entradas en distintas interfaces, con el fin de “hacer

caso” a los usuarios, que siempre sugieren acciones en las plataformas (a

veces, es posible hacer caso –si la plataforma lo permite- y en otras, no). En

todos los casos, las plataformas deben permitir la creación de hipertextos:

entradas adicionales a información más profunda o para generar contenidos

en gráficos o a través de medios diversos para los distintos sentidos humanos.

d. En el espacio virtual –lo que se intercambia- son bits (muchos o escasos bits).

Y siguen siendo bits, de modo que las codificaciones y transcodificaciones –

datos de ida y de vuelta- siguen la lógica de una máquina.

16

Los tiempos para postear en las distintas redes, cuando existe más tráfico y serán

más exitosos los posts. Es un tutorial con suficientes imágenes. Consultado en:

http://blog.viraltag.com/2015/07/06/cool-kids-tumblr/#sthash.jqi5gMKX.dpbs

Si todos comprendemos hoy que el periodismo es una conversación y ya hace una

década dejó de ser una cátedra, es más sencillo comprender que la base de las

anteriores generalidades mencionadas, es una estructura que al periodista (cuando

es migrante digital) le permite hacer lo siguiente (… y de modo cotidiano):

Pensar en digital implica…

- Saber navegar con distintas plataformas y variados motores de búsqueda:

además de Internet y de Google Chrome, quizá un Yahoo! Y un Firefox, por

citar algunos.

- Saber chatear todos los días a través del WhatsApp, por lo menos. Y estar al

menos en 2 o en 3 redes sociales de modo activo, compartiendo.

- Estar inscrito en boletines (newletters) de los medios que le interesen o de las

páginas de internet que frecuenta.

- Crear alertas noticiosas para que sus páginas le envíen novedades que

corresponden a sus intereses.

17

- Saber utilizar y también intercambiar información a través de alguna nube

(que soportan más peso de datos: la de google, por ejemplo, funciona de

modo eficaz).

- Discernir entre páginas confiables y no confiables para indagar más

información.

- Contar con sitios académicos en los que pueda revisar papers científicos.

- Saber ingresar, subir y bajar información de sitios como Drop-box.

- Comprar a través de sistemas de pago (tipo PayPal) en sitios como Amazon.

- Contar con aplicaciones útiles en su vida diaria: google maps, waze,

WhatsApp, y otras que le resulten útiles al periodista.

- Saber tomar un video y montarlo en YouTube o en Vimeo, por ejemplo.

- Llevar consigo una USB y utilizarla con frecuencia.

- Guardar sus documentos en un disco duro, propio, continuamente.

- Saber etiquetar fotos.

- Agotar las posibilidades de su Smartphone: subir y bajar música (sonido, en

general); subir y bajar fotos, navegar con dos o tres pestañas abiertas,

consultar canales de noticias y de instituciones de modo constante,

pertenecer a grupos en distintos chats… por mencionar sólo algunas.

- Intercambiar con otros los usos diversos que hacen de sus juguetes

tecnológicos.

- Pertenecer a distintas redes sociales y grupos de periodistas para compartir

intereses.

- Que la agenda sea digital (se recomienda dejar de utilizar una agenda de

papel-sic).

- Utilizar bases de datos.

- Saber convertir sus documentos en recambio PDF-Word. Y saber utilizar lo

mejor posible todas las herramientas de Office.

- Invitar a las comunidades involucradas para realizar consecución de datos

periodísticos a través de las llamadas multi-fuentes: Crowdsourcing.

Identificar historias que pueden ser creadas sobre esa base eminentemente

participativa

III. Estructuras, estilos y redacción del periodismo digital

Si Pedro Carreter y Martínez Albertos habían ya reconocido las diferencias entre el

lenguaje literario y el periodístico (Martínez Albertos, 2004), y coincidieron en las

siguientes características:

18

a. El lenguaje periodístico correcto es uno próximo a la lengua coloquial culta, a

diferencia que el literario: es lengua culta, narrativa y con largos episodios de

descripción.

b. Existe un uso frecuente de sintagmas nominales con el fin de obtener frases

cortas en periodismo, a diferencia de la literatura, que ofrece periodos largos

y sin límite de espacio.

c. El periodismo utiliza voces activas, verbos precisos y tiempos en modo

indicativo. Y la literatura usa todos los tiempos e incluye el copretérito,

además de las voces que precise el relato. Por eso, el periodismo- a los

públicos- les parece más claro que la literatura.

d. La pirámide invertida en el periodismo –y también en el periodismo digital-

tiende a cautivar la atención del lector. Y, en cambio, la narrativa literaria

(escalonada y pausada), tiende a perder la atención del lector.

e. En el periodismo existe la coautoría, pues incluye no sólo al reportero, sino al

corrector y al cabecero, además de la revisión del jefe de información. Y la

literatura sólo incluye al propio escritor y al editor (a veces).

f. Los lenguajes mixtos del periodismo: gráfico, de imagen y de texto, cautivan

a las audiencias. Y el literario –casi siempre, salvo Cortázar, de texto- tienden

a perderlas. A los lectores les agradan los distintos lenguajes y los códigos

diversos, que otorgan distintos niveles de lectura.

g. Se reconocen lenguajes para cada uno de los medios electrónicos: el escaso

en la televisión, que se apoya en la imagen. El locuaz de la radio, que sólo se

apoya en la palabra y en otros sonidos. Y el escrito. Todos ellos dependen de

sus particulares características, que implican el talento del periodista:

transmisibilidad –traducción de la información en datos-, la editabilidad –

alteración acorde al medio-, difusión o uso de códigos que permitan al

receptor decodificar y entender; y almacenamiento, o posibilidad del mensaje

de ser guardado.

h. Y los códigos metalingüísticos en el periodismo escrito se componen con

series visuales: textos informativos, visuales, publicitarios,

visuales/informativos (encabezados, pies de foto) y visuales icónicos, así como

no lingüísticos.

i. Cada medio tiene sus códigos particulares y muchos sub-códigos, que los

periodistas obedecen, pues se trata de formatos probados en las audiencias.

19

Para el lenguaje del periodismo digital, el periodista debe contemplar lo que se llama

Usabilidad, o capacidad para disponer de los componentes informativos en el

ambiente gráfico de la pantalla para facilitar la lectura al usuario.

“En los 21 años de ciberperiodismo mexicano, los cibermedios mexicanos no han

aprovechado en forma eficiente las ventajas que implica el operar en Internet; esta

apreciación pudo confirmarse al momento de la observación de los sitios de los

periódicos mexicanos en la red. Específicamente, las herramientas hipertextuales

más comunes, tales como los enlaces a notas relacionadas o la estructuración en

varias capas de las piezas informativas son utilizadas en forma tímida por la

mayoría de los cibermedios mexicanos, los que se limitan a presentar un enlace en

portada al texto completo de la nota, sin ahondar más allá. Ello implica que los

impresos con versiones en línea no ofrecen a sus lectores un producto informativo

que cultive adecuadamente las prestaciones que la red pone a su disposición.

(Arturo Barrios Puga, Universidad Autónoma de Tamaulipas, UAT, pág. 35).

20

Lo más importante, es conocer los registros del ojo, que son evidencias del modo

como lee el usuario del periódico digital. Si los diarios impresos venden publicidad

según la lectura, los diarios digitales aún más.

En los impresos, el espacio caro es el del lado superior derecho, seguidos por los del

lado superior izquierdo. Luego –según el formato del diario (como El País o como El

Universal)- existen precios para los recuadros izquierdo y derecho inferiores.

En el periodismo digital, el lector lee en forma de F o de E. Primero lee cabezas y

se da cuenta de las pestañas y de las posibilidades de interacción que otorga la

página. Luego lee hacia la mitad del texto, con énfasis en el lado izquierdo. Luego,

sigue repasando las secciones del diario –del lado izquierdo- y a veces lee

suplementos u otras ofertas del diario en la parte inferior. Al parecer, el lector no

lee más de dos renglones –únicamente cabezas- y cuando se meta a alguna

noticia, vuelve a leer en F o en E (ver imágenes sobre zonas “calientes” de los

lectores de ojos, que leen dónde existen zonas en las que el ojo está fijo, leyendo,

sin repasar de largo).

1. Las estructuras del periodismo digital

Son dos, básicamente. Una es extensa y no depende del periodista: es el continente

que le ofrece el diario o la institución. La apariencia que otorga –y la inversión- el

anfitrión del diario. Y la otra depende más del periodista digital, aunque también

está sujeta a “cajones” donde puede o no puede ingresar distintos niveles de lectura

para su receptor.

Macroestructura, que es el layout del diario digital: pestañas y política de privacidad,

por ejemplo, así como las barras y menús). Las pestañas y posibilidades para entrar;

y las posibilidades de interacción: cajas encuestas, tablas, espacios para comentarios,

por ejemplo.

Microestructura, que son los datos noticiosos en el formato de los géneros

periodísticos, así como las informaciones útiles o para saber más. La macroestructura

obedece a un diseño de interfaz funcional, para acceder a contenidos diversos. Hoy,

todavía no existe un modelo estable, aunque generalmente se presentan contenidos

en tres columnas: las secciones del diario están del lado izquierdo; en medio, las

noticias y a la derecha los suplementos. Los espacios publicitarios están a la derecha

y en la parte superior. Videos y audios tienen su cajón aparte o bien están incrustados

21

en distintas disposiciones, según temas. Parte importante y útil de una

macroestructura es la existencia de un buscador.

La microestructura, o disposición específica de la información noticiosa: los

interactivos, las cajas de investigación, las tablas de comentarios y las encuestas, por

ejemplo. Todas implican decisiones respecto del scroll (bajar o subir pantalla) y la

interconexión con enlaces.

Tipos de letra, fondos y colores

Respecto de estos temas existen tres reglas básicas:

a. Tipos tradicionales, legibles, con formas sencillas (Arial, Verdana o Times), sin

utilizar diversos tipos de letra.

22

b. Garantizar el contraste entre contenidos y fondo para facilitar la lectura: sin

fondos con texturas, imágenes ni tramas. Fondos lisos, blancos, con tipografía

en negro o en tonos oscuros de rojo y de azul.

c. Colores suaves para evitar el ruido en la información.

2. Arquitectura de la noticia

Así se llama al acomodo no lineal de la información. No basta con encabezados,

balazos ni entradillas, así como subtítulos y gráficos. Ahora, con los hipertextos –que

otorgan una lectura con una estructura de explosión- y con el storytelling, así como

con la posibilidad del multimedia, ya se habla de constructos un poco más

complejos.

La arquitectura para el periodismo digital no descarta la disposición de la

información en una pirámide invertida… aunque considera –mejor- una pirámide de

costado (Canavilhas, 2007).

23

Pirámide invertida horizontal: la más funcional arquitectura periodística digital

(Canavilhas, Franco, et. Al. 2007-2014).

Recordemos que un hipertexto es un sistema de escritura que permite al lector un

recorrido no lineal y con una estructura multilineal y no necesariamente secuenciada:

el lector puede elegir la ruta de su propia lectura, al entrar o no entrar en el camino

que sugiere el autor (Franco, 2003, pág. 130).

Y se habla de un quinto lenguaje periodístico –distinto al del medio impreso y al de

los electrónicos- porque el lenguaje de la web puede estar acompañado de

imágenes, sonidos, animaciones, fotografías y gráficos diversos. Éstos son los que

hacen del periodismo uno que es interactivo, pues fortalece al lector con lecturas

transversales de los temas, con el fin de apropiarse por él mismo del conocimiento.

24

Existe, además, una promesa adicional del periodismo hacia sus receptores: se habla

de una futura personalización de contenidos, al agrupar a personas con el fin de

contar con interacciones en esferas más íntimas, privadas y personales.

Las promesas del periodismo digital son muchas. Sin embargo, en esta época, existe

lo que se conoce como Convergencia Digital:

- En primer lugar –y es importante mencionarlo- las empresas no se dan abasto

con tanta plataforma nueva que es necesario crear: páginas web, diario digital

para escritorio y para lap-top y –encima- nuevos formatos para telefonía

móvil, con distintos algoritmos según el tipo concreto de telefonía y las

distintas empresas. Un asunto que parece no acabar, en el que todo el tiempo

es inversión y más inversión…

- Muchos periodistas –los más avezados para realizar un trabajo profundo- no

son nativos digitales. Y éstos, tienen poca experiencia en relación con marcos

teóricos sólidos.

- Quienes invierten el periodismo online, tienen miedo de invertir en algo en lo

que no están seguros de la cosecha. Por eso se enfatiza aún más el interés en

las métricas y en las estadísticas. De éstas depende la publicidad y el dinero

que sí genere el autosustento de la plataforma y del equipo humano.

- Marshall MacLuhan tenía razón: el medio es el mensaje. Y los mensajes

multimedia apenas se van perfeccionando no sólo en México, sino en todo el

mundo.

- La evolución de la tecnología es continua… y la inversión también, tanto en

equipos tecnológicos, como en equipos humanos y su preparación para editar

y montar.

- Existe una relación estrecha entre la plataforma que se elige y las categorías

culturales que son deseables para el emisor. Es decir: existe un diálogo entre

los niveles culturales que se quieren comunicar y los niveles del lenguaje

posible según plataforma y posibilidades cibernéticas (técnicas).

- Los nuevos lenguajes y posibilidades –es necesario insistir- requieren nuevas

habilidades lingüísticas, iconográficas y estéticas (Canavilhas, 2007). Por eso,

los cambios hacia el periodismo digital deben ser paulatinos.

- Incluso hoy, es escaso el número de estudiantes que estudian los detalles

técnicos para “treparse” en las plataformas y en las redes. La mayoría, aprende

en solitario y en la práctica (Canavilhas, 2006).

- La mayoría de todos los periodistas pueden utilizar procesadores de texto;

muchos, las hojas de cálculo (casi la mitad). Muy pocos (la cuarta parte) puede

25

con animaciones vectoriales. El 13% puede editar sonido y menos del 10%

puede editar video.

- Cuando se crean las mismas versiones y los mismos contenidos en el diario

impreso –respecto del digital- éste último tiende a canibalizar al primero: uno

aporta la materia prima y el otro a los receptores. El primero pierde lectores y

el segundo cosecha audiencias.

En las investigaciones realizadas por Canavilhas (2005-2007), los usuarios –

USABILIDAD es uno de los términos preferidos en el periodismo digital- tienen las

siguientes respuestas, respecto del reconocimiento de las distintas etapas del

periodismo digital:

a. Manifiestan gran receptividad en la lectura no lineal, en la que ellos pueden

elegir por sí mismos entrar o no en los enlaces.

b. El video es el medio que provoca más satisfacción: lo consideran más atractivo

y más interesante. Sigue el audio y luego los gráficos. Por último, las fotos y

–en última instancia- los textos.

3. El estilo del periodista digital

Si el periodismo exige precisión y concisión, aún más lo exige el periodismo digital.

La economía de las palabras es importante en la red, sobre todo en la información

básica (ver pirámide de costado, más arriba).

Para encabezados, balazos y entradas, se suprimen los artículos y se utilizan dos

puntos. Desde luego, a la izquierda (los lectores recorren en F o en E), se anota la

palabra más golpeadora: un verbo o un sustantivo.

Y conforme profundiza en la información, el estilo siempre guarda el interés en el

lado izquierdo superior, aunque puede incluir más narrativas en los recursos externos

o adicionales al hipertexto.

Incluso, el storytelling –para el que es importante la anécdota con y en la que se

refleje el lector- también usa el impacto en la izquierda superior. Y utiliza –en

general- los impactos justo en forma de F y de E.

Para desarrollarlo, hace falta tener –en primer lugar- artículos propios, con el fin de

contar con al menos 5 qué montar. Y una buena cantidad de sitios de interés

temático para quienes entran al blog, además de agregar algunos y revisarlos

continuamente.

26

Elegir la plataforma para montar el blog y seguir las instrucciones de dicha

plataforma. Existen las gratuitas, como la de WordPress, por ejemplo. Y seguir las

instrucciones del proveedor, paso a paso, hasta conformar el blog. Son útiles las

plataformas que permiten el montaje de los enlaces (Blogroll).

4. ¿Qué es y cómo se lleva un blog?

Es un escrito que está en constante actualización, escrito con un estilo

conversacional, con entradas que es posible consultar en orden cronológico (la más

reciente, al inicio). Otorga entradas a otros sitios en red y a otros blogueros. Y cuenta

con espacios para comentarios, con el fin de que los lectores anoten sus propias

experiencias y pensamientos.

Las entradas al blog pueden estar escritas con un verbo. Anotar un enlace

permanente para que todos puedan tener acceso a las entradas y otorgar la

posibilidad de reenviar.

Blogs de…

San Juana Martínez

http://websanjuanamartinez.com.mx/

Témoris Grecko

https://temoris.org/

Puesto que la escritura de un blog ES el inicio de una conversación, es necesario

EVITAR el estilo periodístico. Y también es útil resumir y analizar. Convertirlo en

hipertexto: salpicando otras entradas a conocimiento ulterior respecto de una

afirmación.

Los titulares son muy concretos en los blogs y su estilo es poco serio: desde luego,

para abrir un blog y sostenerlo, sí es necesario constituirse en una autoridad en algún

tema y ceñirse a él (evitar opinar y quejarse de todo).

Escribir uno o dos párrafos y dar la oportunidad a los lectores de ingresar a la nota

o al comentario completo.

Es necesario publicar una vez al día, para alimentarlo continuamente. O, por lo

menos, una vez a la semana.

Respecto de los comentarios, el bloguero NUNCA se pelea con quien difiere. Y, si

existen trolls en su página, evita alimentarlos (luego, se cansan y se van). Contestar

27

sólo a los que le gustan al periodista, con el fin de continuar la conversación (el resto

de los lectores observan y a menudo leen todas las conversaciones, completas). Y,

cuando hay oportunidad, enriquecer datos con más noticias y con actualizaciones.

Desde luego, es necesario poner enlaces respecto del lenguaje fotográfico o

iconográfico, en general.

Blogs de…

Raúl Trejo Delabre

https://rtrejo.wordpress.com/

René Avilés Fabila

http://recordanzas.blogspot.mx/

Diversos en: Blog El Español

http://blog.elespanol.com/actualidad/asi-viven-y-mueren-en-mexico-los-

periodistas-amenazados/

Cabe mencionar que un blog NUNCA se hace por encargo. Un blog es el reflejo de

una auténtica pasión personal. Y si no brota dicha pasión… al menos, revisar los blogs

de otros, sí es muy interesante.

El hecho debe ser oportuno y relevante. Breve. Puede iniciar con una pregunta:

¿Saben en qué quedó la reunión…?. O: ¡Uy! El accidente en frente a la Puerta 3, deja

mucho que decir sobre… En fin. Sólo ejemplos. Y la gente comienza a rellenar con

información propia. Si son jóvenes, incluso la documentan. Y si hay mayores que

comienzan con rollos y con opinionitis –retórica y aburrida- dejarlos pasar… y no

darles mucha conversación: si quieren conversar, que inicien su blog ellos mismos.

Los especialistas recomiendan un estilo directo y simple, para que la lectura resulte

grata y veloz. Con verbos activos –y no pasivos-, con un estilo compacto y vigoroso,

aunque culto y con ciertos detalles, sin oraciones largas y con puntos y seguidos

frecuentes. Con un tono despreocupado, que utilice incluso el humor.

Las plataformas de los blogs incluyen marcajes de tiempo y los especialistas

recomiendan su uso, de modo que sea posible ver cómo avanza la información.

5. ¿Y un audio?

Saber utilizar un MP3, por ejemplo, o un iTunes, Windows Media Player o Real Player

para subir –paso a paso- el sonido real de la nota. O compartir música y sonidos

diversos: dichos, cantos, retas, citas.

28

Es posible con el propio celular o con una grabadora digital (y es necesario leer las

instrucciones y seguir los pasos que indica el propio artefacto). Todos los teléfonos

inteligentes permiten compartir desde el correo o en redes como el Facebook o

WhatsApp. O bien, con un puerto de USB.

José Luis Montenegro (The Guardian, UK) y los audios de la hija de Chapo Guzmán

https://www.youtube.com/channel/UCsgI8aE1u5iL7unF0lQabRA/videos

Los especialistas comentan que vale la pena tomar el ruido que rodea al hecho o a

la entrevista, porque es posible texturizar y otorgar entorno al evento que se reporta.

Y recomiendan unos 15 segundos.

Y para grabar, recomiendan que el periodista haga que el personaje o el grupo

repitan lo que le pareció interesante de la conversación, de modo que no tenga tanto

trabajo para editar (encontrar el segundo exacto, cortarlo y subirlo). O bien, anotar

el tiempo que marca la grabadora.

Para bajarlos, se utilizan distintos programas específicos, y lo que es necesario hacer,

es seguir las instrucciones –como siempre- paso a paso.

Belegui Enriquez: presiones a periodistas y periodismo comunitario

http://www.uniradio.edu.uy/?p=26351

Y algo semejante –con programas propios- ocurre con los podcasts.

6. Sobre las fotografías

Todo reportero –hoy en día- tendría que sacar una foto en y de cada evento al que

asiste. Aunque la presencia del fotorreportero sigue siendo una verdad, el periodista

puede contar con sus propios archivos (para su blog, por ejemplo). Y puede subir

fotos, si acaso hubo problemas con el fotógrafo. Con los teléfonos inteligentes es

muy sencillo lograr la tarea y si el periodista cuenta con una cámara digital, lo único

que requiere es una USB. Los periodistas –en general, nativos o migrantes- deberían

contar con los conocimientos básicos previos sobre tomas. Y, al practicar, saber qué

les conviene más.

Revista Mexicana de Comunicación. Ciberperiodismo. UAM Cuajimalpa. Artículos

diversos.

29

http://mexicanadecomunicacion.com.mx/rmc/tag/ciberperiodismo/

Aunque más complejo, lo mismo ocurre con los videos, aunque para éstos es

necesario contar una historia, para lo que es necesario hacer varias tomas y elegir

unas dos o tres. Con los sistemas y con tutoriales presentes en internet, es posible

editar y subir los videos.

IV. Las grandes tendencias

Aunque TODOS los medios digitales realizan sus propias lecturas y mediciones sobre

los comportamientos de tan inestables y cambiantes tecnologías (y públicos), existen

lectores generales más avezados en las métricas. Por ejemplo, uno de los más

famosos es State of the News Media, que ya está en su 12ava. Edición. Se trata de

un reporte anual que genera Pew Research Center´s Journalism Project –aunque no

nos guste… los medios, lenguajes y tecnologías nacieron en buena medida en los

Estados Unidos- sobre todo para ese país. Un equipo muy nutrido de profesionales

inter y multidisciplinarios, como es posible constatar en los agradecimientos, en la

base de la página:

http://www.journalism.org/2015/04/29/state-of-the-news-media-2015/

Cabe mencionar que los públicos hispanoparlantes (estadunidenses o en ese país)

representan el 17% de los consumidores de diarios cibernéticos y resultan

importantes porque también son un motor para el país: la mitad del crecimiento de

Estados Unidos como nación, se recargó en los hispanoparlantes (entre 2000 y 2014).

Más bien, han nacido más hispanoparlantes que inmigrantes. Por otro lado, 6 de 10

hispanoparlantes también son bilingües. Estos “latinos” consumen Univisión y

Telemundo (con más audiencias en 2014). Los más jóvenes consumen Fusion, Latin

Post y Voxxi. Los diarios más leídos por este grupo (La Opinión –de Los Ángeles- y

El Nuevo Herald, de Miami) decrecieron en su circulación en un 10% aproximado,

durante los últimos 2 años. Lo mismo ocurrió con el diario La Prensa (Nueva York).

La población que consume diarios desde sus móviles aumentó en un 12% en

promedio. Y la televisión es la que sigue atendiendo a las mayores audiencias… que

son –ciertamente- adultos mayores.

Uso de elementos hipertextuales en el periodismo mexicano. Universidad

Autónoma de Tamaulipas, UAT. Análisis basado en evidencia.

http://www.novosmedios.org/revista/index.php/AEICp/article/view/72/46

30

Aunque los públicos y los sitios geográficos son enteramente distintos, sí marcan

tendencias generales que el resto de las poblaciones muestran.

Tendencias…

1. Los diarios digitales se mueven hacia las plataformas móviles porque ahí está

la mayoría de sus lectores.

2. Quienes consultan desde su computadora personal o de escritorio, suelen

quedarse más tiempo en los artículos.

3. Obtienen sus noticias desde las redes sociales, sobre todo desde el Facebook:

esta red social se maneja con algoritmos de frecuencia y –también- de

influencia desde los amigos.

4. La televisión continúa captando la atención de grandes audiencias (en las

mañanas y en las noches).

5. La radio sigue acompañando a quienes conducen, sobre todo y en horas pico;

o en lugares de trabajo, en los que se escucha la radio todo el día.

6. Los diarios impresos –en general- cayeron en un 3% la atención que pueden

sostener con sus lectores.

7. Las entradas de podcasts en las noticias –la escucha, sobre todo- está en

aumento.

8. Las televisiones locales o temáticas tienden a crecer.

9. Las metodologías para dar seguimiento a las audiencias no pueden sostener

métodos organizados. Más bien se echa mano de reportes casi cotidianos y a

oficinas que ya se especializan en las métricas.

10. Ha habido quiebras en el sector y reubicaciones, fusiones y nuevos productos,

tal como se espera en esta cambiante era digital.

11. Como ocurre en los medios digitales, existen quienes se acercan a “pegarle”

a algún asunto (político o económico) y reciben visitantes por millones. Y

otros no: por lo que pueden incluso llegar a la quiebra.

12. Los empleados de los sitios no aceptan liderazgos verticales, por lo que

algunos directores han tenido –incluso- que renunciar.

13. Los diarios locales tienden a contar con más visitantes fieles, justo en su

localidad. Y en el caso del diario con formato para telefonía móvil en Filadelfia,

por ejemplo, reportó a 100 mil visitantes diarios en febrero del 2015.

(Nota: se recomienda leer el resumen completo, aquí):

31

http://www.journalism.org/2015/04/29/state-of-the-news-media-2015/

Fin del texto

Fuentes

1. Guillermo Franco. “Como escribir para la web”. Presente y consultado en la

red mundial, en:

https://knightcenter.utexas.edu/es/ebook/como-escribir-para-la-web-como-

escrever-para-web

2. Jean-François Fogel y Bruno Patiño. “La Prensa sin Gutenberg”. Presente y

consultado en la red mundial, en:

http://pendientedemigracion.ucm.es/info/status/public/LIBROS/Manual-2007-

LaPrensasinGutenberg.pdf

3. João Canavilhas. “Webnoticia: Propuesta de Modelo Periodístico para la

WWW”.

http://www.livroslabcom.ubi.pt/pdfs/20110823-canavilhas_webnoticia_final.pdf

4. Mark Briggs. “Periodismo 2.0: Una guía de alfabetización digital para

sobrevivir y prosperar en la era de la información”. Centro Knight para el

Periodismo en Las Américas. Universidad de Austin, Texas. (2007). 150 págs.

Presente y consultado en la red mundial, en:

https://knightcenter.utexas.edu/Periodismo_20.pdf

5. Shuler, Rus: ¿Cómo funciona el Internet? (en inglés). Stanford (2002). Presente

y consultado en la red mundial, en:

https://web.stanford.edu/class/msande91si/www-

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6. Nielsen, Jacob & Kara Pernice. Eyetracking (evidencia de seguimiento de ojos

de los lectores en internet para conocer sus patrones de lectura). 2010. New

Riders. Berkeley, Cal. 172 págs. Presente y consultado en la red mundial, en:

32

https://books.google.com.mx/books?hl=es&lr=&id=EeQhHqjgQosC&oi=fnd&pg=

PR6&dq=eyetracking+web+usability&ots=krXvCzc5cX&sig=773f6BRbvhkAaggV7

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7. El tiempo es movilidad: los marcajes de tiempo en un blog. Presente y

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8. Tips para hacer facilitar el blogueo (en inglés). Presente y consultado en la red

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9. Pablo Boczkowski. Estado del arte de la investigación en periodismo digital.

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11. Anderson, C. W. (et. Al. Editores y compiladores). The Sage Handbook of

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